Lea el Informe de Fortalecimiento Afro II

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H O N D U R E Ñ O S C O N T R A E L S I D A , I N C . st
324 East 151 Street, Bronx, NY — 10451 (718) 213-­‐5439 [email protected] INFORME DE FORTALECIMIENTO AFRO II, BLUEFIELDS, NICARAGUA — 4 Y 5 DE DICIEMBRE DE 201312
El 4 y 5 de diciembre de 2013, se reunieron en la ciudad de Bluefields, RAAS, Nicaragua, hombres y mujeres afrocentroamericanos que viven con VIH y quienes les apoyan, para discutir sus condiciones de vida y la violación de sus derechos humanos en la región. Con este propósito y por más de dos días, alrededor de 70 personas trabajaron en talleres y grupos de discusión en el Auditorio de la Universi-­‐
dad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense (URACCAN). Fortalecimiento Afro II fue organizado por Hondureños Contra el SIDA con el apoyo de la Fundación Ford, la Organización Ne-­‐
gra de Centro América (ONECA) y URACCAN. Su realización fue posible gracias al apoyo financiero de la Fundación Ford, México, y de la Agencia An-­‐
daluza de Cooperación Internacional para el Desa-­‐
rrollo (AACID) a través de la Secretaría de la Mujer del Gobierno de la Región Autónoma del Atlántico Sur (GRAAS). cis, presidente de ONECA. A continuación, los 3 pa-­‐
nelistas del panel de apertura discutieron sus expe-­‐
riencias personales en la epidemia de VIH y las ac-­‐
ciones políticas que generaron. Ellos fueron: la Li-­‐
cenciada Esther Vargas, con más de 20 años traba-­‐
jando con personas con VIH en las comunidades garífunas y afrohondureñas; con Enlace de Mujeres Negras de Honduras (EMUNEH); y en investigación en salud sexual y reproductiva con USAID y PASMO. El Sr. Miguelángel Ariza Villareal, fundador del Grupo Génesis Panamá; miembro del Grupo Asesor de la Red Centroamericana de Personas positivas (Redca+); y la Sra. Erlency Scarpeta Mosquera, Co-­‐
ordinadora Regional y actual Directora de la Funda-­‐
ción Nacional de Mujeres Positivas, “Proyecto Gira-­‐
sol”; profesional en el área de derechos y salud sexual y reproductiva; trabajadora en las áreas de cultura, derechos y VIH para la organización afro colombiana, Cimarrón. El día miércoles 4 de diciembre, el evento fue abierto por una invocación liderada por la profesora Grace Kelly, que fue seguida por palabras de bien-­‐
venida del Dr. Cyril Omier, Secretario General de URACCAN, la Sra. Mirtha Colón, Directora Ejecutiva de Hondureños Contra el SIDA, y el Sr. Sidney Fran-­‐
La reunión contó con 2 talleres (Cómo leer las es-­‐
tadísticas de la epidemia de VIH, Derechos Huma-­‐
nos y VIH), 6 presentaciones, y 4 grupos de trabajo. La jornadas concluyeron con la reparación de una carta de demandas de apoyo para la ONECA que se presentó en la tarde del 6 de diciembre. De las discusiones de estos dos días surgieron conclusiones sobre: Empoderamiento Individual. Salud. 3 Legislación. 4 Derechos Humanos. Pobreza. Fortalecimiento de los Grupos de Personas con VIH. 7 Propuestas Regionales. 1
5
2
6
Conclusiones.
1. Empoderamiento individual. Para alcanzar esta meta es necesario (re)aprender a “pensar en mi” o sea, que la persona con VIH reevalúe sus priorida-­‐
des personales de manera que su salud física, emo-­‐
cional y mental sean lo más importante para ella sin tener sentimientos de culpa por postergar las prio-­‐
ridades del pasado; significa también aprender a pedir ayuda y a delegar las responsabilidades que exceden su capacidad de contención; “pensar en mi” es un desafío para las mujeres, las amas de casa y las madres, roles socioculturales que implican nu-­‐
trir y cuidar a otros con abnegación y sacrificio. “Pensar en mi” es extremadamente difícil sin “amarme a mi misma/o” (autoestima) para soste-­‐
ner el cambio de enfoque desde los intereses de otros hacia los intereses de uno. Para las y los afrocentroamericanos/as que viven con VIH es muy importante “aceptar mi origen et-­‐
nocultural” con orgullo. Como miembros de grupos social, política y económicamente oprimidos y me-­‐
nos valorados por la cultura dominante, el estrés del estigma adjudicado menoscaba el bienestar emocional de la persona que tiene VIH con graves 1 consecuencias para su salud física. De igual ma-­‐
nera, es clave que las comunidades en las que viven les acepten como personas con VIH que tienen to-­‐
dos los derechos de otros miembros y que merecen la solidaridad, las atenciones y el amor del resto del grupo como cualquier otro. “Aceptar mi diagnóstico” es el punto de partida para que la persona con VIH tome las decisiones co-­‐
rrectas para mantenerse saludable, saber las posi-­‐
bilidades que permite y las limitaciones que pre-­‐
senta la infección de VIH. Habiendo aceptado su condición de salud personal la persona puede pla-­‐
near más eficazmente como cuidarse, mantener relaciones de apoyo mutuo con sus seres queridos, bregar con su entorno sociocultural de manera que el diagnóstico solo produzca los cambios más pe-­‐
queños en su posición en la comunidad y en sus ac-­‐
tividades productivas como el trabajo para mante-­‐
ner su autonomía y la de sus dependientes. El conocimiento claro de la condición de vivir con VIH como fenómeno biológico, social, cultural, económico, emocional y mental es esencial para el empoderamiento individual. Esto incluye la necesi-­‐
dad de informarse sobre los problemas de salud que puede engendrar y las terapias existentes y disponibles para tratarlos en cada país para deman-­‐
2. Salud. La mayoría de los comentarios hechos bajo este rubro pueden resumirse bajo la frase falta de acceso. No todos los medicamentos existentes para garantizar la mejor calidad de vida y la larga supervivencia de las personas que viven con VIH están disponibles en Centroamérica. Peor aún, des-­‐
abastecimiento, mal planeamiento administrativo, descuido y/o desinterés impiden que las drogas que sí son accesibles lleguen puntualmente a los consu-­‐
midores finales que deben tomarlas observando un estricto régimen de adherencia. Estos antiretrovi-­‐
rales tienen que ser acompañados de periódicos monitoreos de laboratorio que suelen retrasarse por falta de reactivos y los resultados pueden tomar meses para volver a manos de la interesada. El ac-­‐
ceso a servicios médicos también está restringido porque las clínicas cuentan con un número limitado de los especialistas estipulados por las reglas. Los que sí están presentes, no están concentrados en un espacio en particular sino que están dispersos en las instalaciones hospitalarias haciendo que sea difícil y que tome mucho tiempo obtener los servi-­‐
cios requeridos. Esta situación empeora por la esca-­‐
sez de personal calificado en todos los niveles de los darlas. El conocimiento que es necesario adquirir es muy amplio y por ello hay que pensarlo como un proceso de adquisición de conocimientos a largo plazo que debe ser impulsado por la combinación de amarse a una/o misma/o con los efectos de esta emoción: pensar en si misma/o y hacer activamente para si misma/o. Finalmente, hay quienes acusan a las personas con VIH de autodiscriminación o sea, que ellas se privan a si mismas de sus derechos y limitan sus vidas haciéndose víctimas de sus propios miedos, lo que quiere decir que quienes les acusan de autodiscri-­‐
minarse no creen que haya una amenaza real detrás de sus temores. Sin embargo, las mujeres y los hombres con VIH son miembros de una (o más) mi-­‐
noría(s) vulnerable(s) que son víctimas actuales cu-­‐
yas violaciones a sus derechos civiles y humanos están ampliamente documentadas. La discrimina-­‐
ción es una injusticia social y arrastrar este con-­‐
cepto legal hacia la psicología volviéndola otra pa-­‐
tología, otra enfermedad, otra anormalidad, otro defecto más de las personas que tienen VIH es el resultado de la desigualdad de poder entre ellas y las instituciones a las que deben recurrir para so-­‐
brevivir.
servicios de salud. Las tarifas que hay que pagar por exámenes médicos, medicamentos y estudios (cuota de recuperación) son otro obstáculo porque aunque son optativas, los hospitales suelen exigir-­‐
las, y que aunque no son grandes sumas, pueden estar fuera del alcance de muchos afro cen-­‐
troamericanos con VIH. La deficiente ética profe-­‐
sional de todos los tipos de trabajadores de los sis-­‐
temas públicos de salud previene que el pueblo acuda a ellos sin temor de que les violente la confi-­‐
dencialidad requerida. El estigma que acompaña la epidemia lleva a portadores a buscar ayuda lejos de las comunidades en las que viven para proteger su privacidad. El inminente retiro a corto plazo de las agencias de cooperación internacional tales como el Fondo Mundial presentará un desafío que, por primera vez, los gobiernos centroamericanos tendrán que enfrentar solos. En este marco, las personas con VIH serán quienes sufrirán aún más de recortes pre-­‐
supuestarios, incompetencia administrativa y negli-­‐
gencia oficial. En el presente no hay indicaciones que esta interrupción de fondos está siendo exami-­‐
nada con seriedad en la región. 2 Finalmente, las y los participantes en Fortaleci-­‐
miento Afro II señalaron la urgencia de mejorar la articulación entre los sistemas de medicina tradi-­‐
cional y occidental. La desconexión entre los proto-­‐
colos de estas distintas modalidades de asistencia priva a quienes les consultan de métodos terapéuti-­‐
cos en los que ha confiado toda su vida e impide la implementación de estrategias que concilien la biomedicina con marcos conceptuales tradicionales. 3. Legislación. Con respecto a los instrumentos le-­‐
gales que se han creado en relación a la epidemia de VIH, se llegó a la conclusión que urge apropiarse de las leyes existentes y conocerlas en profundidad. Quedó establecido que es necesario abordar una revisión crítica de las distintas leyes nacionales so-­‐
bre el VIH para actualizarlas e implementarlas efi-­‐
cientemente. Se sugirió la posibilidad de organizar talleres para discutir el contenido de estos estatu-­‐
tos y sensibilizar al público. 4. Derechos humanos. Informes y preocupación de los participantes por las violaciones a sus derechos humanos surgieron en el contexto de cada uno de los temas que se tocaron. El derecho a la salud de los afrodescendientes con VIH es violado de muchas maneras, antes, durante y después de que entren en contacto directo con las instituciones que les dan servicios de salud. Los y las autoras de estas viola-­‐
ciones pueden ser individuos pero igualmente, las entidades que les asisten implementan protocolos y métodos de atención que obstaculizan el acceso oportuno a cuidados médicos de calidad. Paralela-­‐
mente, la deficiente ética profesional que impera en todos los niveles de los hospitales y clínicas públicas genera una desconfianza profunda en la gente que necesita de su ayuda. Quienes tienen los recursos económicos se hacen atender en el sis-­‐
tema privado de salud para proteger su intimidad. Las poblaciones afrocentroamericas rara vez tienen esa alternativa y muchas personas viajan lejos de sus comunidades para proteger su privacidad y to-­‐
mar la prueba de VIH y/o ser atendidas con el con-­‐
secuente gasto en transportación y el estrés que la distancia hospitalaria causa. describir sus circunstancias. Sin embargo, no parece haber esfuerzos oficiales dirigidos específicamente a resolver este problema. 5. Pobreza. La pobreza y el desempleo afectan a la mayoría de las y los centroamericanos. Para las per-­‐
sonas con VIH, tiene consecuencias específicas que dificultan el acceso físico y económico a servicios de salud. La estricta adherencia a los regímenes anti-­‐
rretrovirales que es necesaria para su efectividad se ve perjudicada porque a menudo no hay un bocado de comida para no tomar los medicamentos con el estómago vacío. Pese a que por los últimos 20 años las organizaciones internacionales han recomen-­‐
dado incluir a personas que viven con VIH en la res-­‐
puesta a la epidemia, en Centroamérica los trabajos de provisión de servicios de VIH los reciben perso-­‐
nas sin VIH. La falta de dinero para transportación, aranceles y sellado oficial es una barrera para hacer Aunque es ilegal en toda la región, el examen de VIH es incluido ampliamente como prerrequisito para obtener un empleo. Precisamente porque esta práctica no está permitida, los empleadores no in-­‐
forman a los candidatos para una posición laboral de que se hará la prueba, incurriendo en otra acción contra sus derechos humanos. Esta forma de pro-­‐
ceder atenta contra el derecho al trabajo, a la priva-­‐
cidad y al consentimiento informado. El estigma de VIH se articula también, con la violen-­‐
cia de género expandiendo la gama de vulnerabili-­‐
dades de las mujeres que viven con VIH. La falta de confidencialidad causa que sus compañeros de vida y/o sexuales tengan acceso a esta información y en-­‐
cuentren en ella razones agredir física, emocional y económicamente a sus parejas. La violencia de género en el contexto de la epidemia de VIH opera directamente en contra de la recomendación de re-­‐
velar el seroestatus a quienes sean posibles o ac-­‐
tuales compañeros íntimos como método para combatir la epidemia. Esta amenaza se extiende La falta de confidencialidad se articula con el es-­‐
hacia otros miembros de la familia y la comunidad. tigma de tener VIH creando un sinfín de oportu-­‐
nidades de discriminación para quienes portan el vi-­‐ Quedó establecido que es de suma importancia rus y sus familias, y para aquellos que son conside-­‐ aprender cuales son los organismos pertinentes rados portadores. Las y los participantes en Fortale-­‐ para la defensa de los derechos humanos y crear la cimiento Afro II usaron la palabra marginalidad para norma de hacer denuncias por escrito. 3 denuncias y llevar a cabo procesos en contra de las violaciones de los derechos de las personas con VIH. 6. Fortalecimiento de los grupos de personas con VIH. Los grupos de personas con VIH son un ele-­‐
mento clave para la expresión de sus necesidades con autoridad y producir efectos positivos. Es de vi-­‐
tal importancia que se hable con una voz propia y no a través de otras y otros. Sin menospreciar el apoyo solidario que se ha recibido desde el princi-­‐
pio de la epidemia, la gravedad de la situación re-­‐
quiere que por razones políticas y de empodera-­‐
miento, sean quienes viven con VIH las y los que hablen de sus propios intereses. Esta voz es el re-­‐
curso de mayor importancia para todo plan de inci-­‐
dencia política. Hay que responder con educación a la insensibilidad y la ignorancia de las autoridades de gobierno, líderes políticos y sociales, la empresa privada y la sociedad en general para concientizar-­‐
les de las dimensiones de la crisis de salud pública. Aunque sean responsabilidades abandonadas por el estado es necesario que combatamos el estigma de VIH en nuestras comunidades, iglesias y familias. Para esto hay que aprovechar todos los espacios existentes como encuentros de ciudadanía, y crear nuevos espacios donde el tema pueda ser discutido con sinceridad en un entorno seguro para las per-­‐
sonas con VIH. Lo esencial para alcanzar estas me-­‐
tas es nuestra determinación política sin olvidar que los recursos físicos y económicos son cruciales. Hay que producirlos, procurarlos y demandarlos. En el taller sobre la historia del activismo de VIH las y los participantes pudieron ubicar sus experiencias personales en el marco histórico de la epidemia. Se discutió la creación de la primer agencia de servi-­‐
cios y la primer organización que vio la necesidad de adoptar estrategias políticas de acción directa en la Ciudad de Nueva York inspiradas en los movi-­‐
mientos por los derechos civiles, feminista y Gay. Se mencionaron los nombres de un puñado de activis-­‐
tas latinoamericanos y el trabajo que lideraron en la región. A partir de lo discutido en el taller sobre la historia del activismo de VIH, los grupos de trabajo se re-­‐
constituyeron para examinar estrategias de inci-­‐
dencia política e identificar las que fueran conside-­‐
radas más adecuadas y/o exitosas para el activismo de VIH en Centroamérica. Los resultados de las discusiones de grupo revela-­‐
ron que un elemento fundamental para hacer inci-­‐
dencia política efectiva es conocer a líderes comuni-­‐
tarios y de otros movimientos aliados como tam-­‐
bién a autoridades oficiales y la sociedad civil. Entre ellas, se manifestó la importancia de incorporar a iglesias y otras comunidades de fe para promover el uso de preservativos y asegurar el apoyo de las fa-­‐
milias de las personas con VIH. Se dijo que inciden-­‐
cia política es “tocar puertas, buscar ayuda” pero también “alzar la voz.” Se propusieron bosquejos de las metas de la inci-­‐
dencia política de los y las afrocentroamericanas con VIH para cada uno de los países asistentes. Para Colombia, se señaló la necesidad de implementar el “Programa Nacional de VIH” y que quienes tiene VIH en la comunidad afrocolombiana participen en la reforma de salud. En Guatemala es necesario in-­‐
vitar a las autoridades locales a que asistan a reu-­‐
niones con los grupos que presentan las demandas; también se dijo que hay que una reforma al Decreto 27 – 2000 por medio de reuniones con distintos tomadores de decisiones a través de organizaciones de la sociedad civil. Se dijo que en Honduras hay que motivar a las personas con VIH para que tengan más autonomía e independencia para combatir la victimización; asegurar que la ley especial para las PVVIH se observe, para que no se haga la prueba de VIH como parte del proceso de pedir empleo; estra-­‐
tegia, elaboración y firma de un compromiso que establezca un mecanismo para mejorar las vidas de las personas que tienen VIH. Se encontró que en Ni-­‐
caragua es necesario incitar a los políticos para que inviertan en investigación sobre la epidemia; crear y facilitar espacios para que la propia persona con VIH sea quien facilite los procesos de atención médica y que participe en procesos educativos, la revisión y establecimiento de políticas de salud a ni-­‐
vel local, regional y nacional, dotándoles de herra-­‐
mientas para su fortalecimiento y sin presionarles para que sean caras públicas; encontrar formas de trabajar con y a través de los medios de comunica-­‐
ción; trabajar para empoderar a las personas con VIH y que sean los actores protagónicos del cambio que necesitan; se recomendó llevar a cabo procesos de sensibilización en escuelas y colegios para com-­‐
batir el estigma y la discriminación contra las per-­‐
sonas con VIH y en particular para preparar a aque-­‐
llos que no saben que sus madres o padres tienen VIH; abogar por jornadas de sensibilización y con-­‐
cientización sobre la ley nacional de VIH planteán-­‐
dolo a través de redes sociales; en la Ciudad de 4 Bluefields hay que trabajar el estigma y la discrimi-­‐ ciedad civil; hacer cumplir la norma que existe a nación; conformar un comité de DDHH desde la so-­‐ través de denuncias, plantones, marchas. 7. Propuestas regionales. Conocer en detalle las distintas leyes de VIH de los distintos países cen-­‐
troamericanos; revisión de leyes de VIH y sus re-­‐
formas; establecer estrategias de DDHH con enfo-­‐
que en género; involucrar a las autoridades que tie-­‐
nen toma de decisión y a los líderes de la comuni-­‐
dad para concientizarles; conocer y hace contacto con las redes regionales trabajando en VIH; fomen-­‐
tar la unidad organizacional a nivel regional y local. Los grupos de trabajo discutieron las ventajas y los obstáculos para coordinar el trabajo político de las y los afrocentroamericanas/os con VIH preguntán-­‐
dose qué modelos de estructuras organizativas dar-­‐
ían mejores resultados en la región. Como Ventajas se mencionó que trabajar en con-­‐
junto daría mucha fuerza para mayor incidencia política para defender nuestros derechos legal-­‐
mente; ser visibilizados y reconocidos nacional e in-­‐
ternacionalmente; buscar aliados a nivel regional; establecer una misión y una visión clara con objeti-­‐
vos específicos de lo que queremos lograr en Cen-­‐
troamérica; una personería política nos permitiría manejar fondos para desarrollar habilidades, capa-­‐
cidades, y transmitirlas a otras personas con VIH. Obstáculos. Temor al estigma y la discriminación. Creciente falta de recursos y ayuda de los donantes. Falta de conocimiento del tema y el proceso organi-­‐
zativo. No tener un espacio donde reunirse. Manejo de lengua. No tener una visión clara como organiza-­‐
ción. Modelo organizativo. Se proporcionaron dos mo-­‐
delos organizativas para las y los afrocentroameri-­‐
canos con VIH que pueden reconciliarse. A nivel re-­‐
gional se sugirió la creación de una red de personas afrodescendientes que viven con VIH, con filiales en cada país, con un equipo multifuncional y disciplina-­‐
rio que pueda cubrir las necesidades y con comuni-­‐
cación efectiva utilizando las redes sociales (Viper, Facebook, What’s up, BBM, correo electrónico, Twi-­‐
ter, mensajitos telefónicos). Se sugirió también la necesidad de organizarse a nivel país con objetivos de acuerdo a la problemática a resolver, actividades específicas en cada país y reuniones regionales para evaluar los procesos nacionales. La sesión de grupos de trabajo que discutiría el plan de acción local de los grupos presentes para el año si-­‐
guiente fue cancelada para dar espacio a la formulación de un documento que fue presentado al día si-­‐
guiente, 6 de diciembre, ante la XIX Asamblea General de la ONECA que se adjunta a continuación. Con esto, Fortalecimiento Afrodescendiente II: VIH en Centroamérica alcanzó el final de su segunda edi-­‐
ción. 1
Fortalecimiento Afro II contó con el aval de: AAGANIC, ADEPHCA, Albergue de Mujeres REMMA, Asociación de Mujeres Indígenas, ASONVIHSIDA, CEDEHCA, CEIMM, Comisaría Regional de la Mujer, CORESIDA, Cruz Roja, CyberNet: "Construyendo Alianzas de VIH en el Mundo Rural de Centroamérica," FADCANIC, Fondo Centroamericano de Mujeres, Fundación Nimehuatzin, Fundación Xoxhiquetzal, Grupo GASB, ICW Latina, IMTRADEC, Jóvenes Luchadoras, MINSA, MITRAB, Movimiento por la Diversidad Sexual, RAAS – AMA, Observatorio de Derechos Humanos — BICU, Organización Negra de Centro América — ONECA, Policía Nacional, Procuraduría de DDHH – Bluefields, Secretaría Regional de Cultura, Secretaría Regional de Discapacidad, Secretaría Regional de la Juventud, Secretaría Regional de la Mujer, Secretaría Regional de Salud, Secretaría Regional de Trabajo, SILAIS, URACCAN, Voces Caribeñas. 2
Por su apoyo a el trabajo presente y pasado de Hondureños Contra el SIDA en la ciudad de Bluefields, RAAS, Nicaragua, agradecemos a: Fundación Ford; ONECA; URACCAN; Acción Médica Cristiana; ACCCSIDA; CEDEHCA; Cruz Roja Bluefields, Honduras, y Panamá; CyberNet "Construyendo Alianzas de VIH en el Mundo Rural de Centroamérica"; Serafina Espinoza; Sidney Francis; GASB; Dra. Alta Hooker, aliada de muchos años; Instituto para la Comunicación Intercultural — URACCAN; Iseri Ibagari; Dania Jarquín; JENH; Devonny Lauriano; Dra. Ana Luisa Liguori; Dra. Yanet López; MINSA; MITRAB; Jimmy Morales; Movimiento por la Diversidad Sexual, RAAS —AMA; Fundación Nimehuatzín; Noticiero Meridiano; Nuevo Amanecer; Observatorio de Derechos Humanos — BICU; Marjorie Pineda; Policía Nacional; Radio Bluefields Stereo; Secretaría de Cultura; Secretaría de Discapacidad; Secretaría de la Mujer; Secretaría Regional de Salud; Francisco Sequeira; SILAIS; Earl Taylor; Dr. Ricardo Taylor; Dr. Donald Weil; la gentil Vicerrectora de URACCAN, MSc. Sheira Thomas Henríquez; y a las voluntarias y voluntarios de Fortalecimiento Afro II.
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