Q Boletín Administración de Fincas Selección Informativa Selección de las cuestiones más relevantes de la actualidad sobre administración de fincas [Quantor] Número 57 · Abril 2011 Opinión Las obras realizadas por los propietarios y supuestos de abuso de derecho por la comunidad Por D. Antonio Alberto Pérez Ureña Abogado Sumario Opinión 1.- Las obras en el régimen de propiedad horizontal. Pág. 1 Las obras realizadas por los propietarios y supuestos de abuso de derecho por la comunidad D. Antonio Alberto Pérez Ureña. Abogado Consultas Pág. 8 Reseñas Pág. 14 Novedades Legislativas Pág. 16 (Normas publicadas en los Boletines Oficiales de las CCAA entre el 28/01/11 y el 28/03/11) El artículo 7.1 de la Ley de Propiedad Horizontal (en adelante, LPH) dispone que: "el propietario de cada piso o local podrá modificar los elementos arquitectónicos, instala-ciones o servicios de aquél cuando no menoscabe o altere la seguridad del edificio, su estructura general, su configuración o estado exteriores, o perjudique los derechos de otro propietario, debiendo dar cuenta de tales obras previamente a quien represente a la co-munidad. En el resto del inmueble no podrá realizar alteración alguna y si advirtiere la ne-cesidad de reparaciones urgentes deberá comunicarlo sin dilación al administrador". Este artículo se marca un claro objetivo: determinar el marco jurídico de cada propietario con respecto a su elemento privativo, y éste con la comunidad, facultándosele a aquél para que en el libre desarrollo de su derecho de propiedad, pueda realizar las obras o modificaciones de sus elementos, pero sin que éstas supongan menoscabo o alteración de los elementos comunes o de otro propietario, y todo ello en relación a la seguridad, la estructura y la configuración o estado exterior del inmueble. En otro caso, dichas obras tendrán la consideración de ilegales. Es por ello, que el artículo 7 LPH prohíbe acometer obras de reparación en elementos comunes a cada uno de los comuneros, quienes, caso de advertir la necesidad de alguna con carácter urgente deberá limitarse a comunicarlo al administrador correspondiendo en definitiva la decisión de acometerla a la junta. Es éste un auténtico "ius prohibendi" en relación con los elementos comunes en los que les está vedado a los copropietarios la realización de obras, innovaciones o repa-raciones en general tendentes ya al mejor disfrute de lo privativo ya en beneficio de los demás copropietarios. Siendo así que respecto de ellos careciendo de facultades propias, haya de acudirse para la adopción de los oportunos remedios al administrador, al presi- Reservados todos los derechos. Esta publicación y sus contenidos no pueden ser reproducidos total o parcialmente, ni editados, transmitidos ni registrados por ningún medio técnico o procedimiento repográfico o fónico, electrónico o mecánico, sin la expresa autorización por escrito del editor. Asimismo. Grupo Editorial El Derecho y Quantor, S.L. no se identifica necesariamente con las opiniones expresadas por los autores y colaboradores en los contenidos de esta publicación Depósito Legal: BI-864-06 Franqueo concertado: 01/3169 ISSN:1888-4970 1 ------------- Opinión abril de 2011 ----------------------------- “…que el Presidente represente al conjunto de propietarios para ejercitar los derechos o cumplir las obligaciones comunes, no es afirmar la existencia de una persona jurídica;…” dente de la comunidad, a la junta cuya convocatoria al efecto puede solicitarse, a la impugnación de sus acuerdos o finalmente a la autoridad judicial para que, en equidad y según dispone el artículo 17 LPH, determine, sin posible recurso, lo adecuado y necesario al urgente remedio de la necesidad creada en aras de la salvaguardia de los derechos de los copropietarios. Por otro lado, nada impide que un propietario exija de la comunidad de propietarios, en el ámbito de las acciones que establece la LPH, la realización de las reparaciones y obras necesarias en los elementos comunes que le impidan o menoscaben el ejercicio adecuado a su propiedad individual pero ha de hacerlo por los cauces que la Ley le otorga para ello, entre las que cabe citar, en caso de desidia de la comunidad, los mecanismos prevenidos en el artículo 17 y, en los casos más graves, cabe admitir que acometiera las medidas imprescindibles de carácter urgente. Cuando la voluntad de los copropietarios se manifiesta mediante actos inequívocos consentidores de unas obras en el edificio común la unanimidad que predice la LPH para la realización de aquéllas queda saneada por dicho consentimiento. Por tanto, la realización de obras en fincas sometidas al régimen de propiedad horizontal, queda regulada en la siguiente forma: 1º. Obras que pueden realizarse por la sola voluntad de cada propietario, sin más requisito que el de dar cuenta de ellas previamente al representante de la comunidad; 2º. Obras de conservación y entretenimiento de la casa, a la que ha de atender y, consiguientemente, puede realizar el administrador sin necesidad de previo acuerdo en junta, así como las medidas urgentes, dando inmediata cuenta la junta o a los propietarios en cuanto a las reparaciones extraordinarias, y, 3º. Las demás requieren aprobación de la junta de propietarios, sea por el régimen de mayorías, bien por acuerdo unánime por cuanto afectan al título constitutivo. Al anterior precepto se suma el artículo 12 LPH que dispone que: "la construcción de nuevas plantas y cualquier otra alteración de la estructura o fábrica del edificio o de las cosas comunes afectan al título constitutivo y deben someterse al régimen establecido para las modificaciones del mismo. El acuerdo que se adopte fijará la naturaleza de la modificación, las alteraciones que origine en la descripción de la finca y de los pisos o lo-cales, la variación de cuotas y el titular o titulares de los nuevos locales o pisos". De ahí, que, en principio, la ley prohíbe todas las innovaciones que tienen por objeto la "estructura" o "fábrica" del edificio, o las cosas comunes, salvo que concurran una serie de requisitos. De hecho, en un gran número de casos, la jurisprudencia declara el carácter ilícito de las obras realizadas en partes privativas del edificio no sólo por sobrepasar los límites del artículo 7 LPH, sino también por afectar a elementos comunes y exigir, por tanto, unani-midad por aplicación del artículo 17.1, al implicar una modificación del título constitutivo (1). 2.- Supuestos de actuación comunitaria en abuso de derecho contra las obras reali-zadas por un copropietario. La decisión de los copropietarios a la hora de otorgar o denegar la autorización para la realización de obras que afecten a los elementos comunes no tiene por qué estar subordinada al hecho de que éstas resulten nocivas para la seguridad y resistencia de la obra, sino que, por el contrario, puede ser libremente denegada aunque tal circunstancia no se produzca. La jurisprudencia tiene también reiteradamente declarado que el ejercicio de las acciones contempladas en la LPH no generan, per se, abuso de derecho. Es más, el artículo 7.2 del CC se refiere, para calificarlo como abusivo, a "todo acto u omisión". Esta expresión, como se ha puesto de manifiesto por la doctrina (2), requiere algunas precisiones: Conforme a la STS de 14 de febrero de 1944, no se trata de una conducta desarro-llada fuera del marco de un derecho, sino ejercitada con 1. La jurisprudencia ha sido estricta en la exigencia de unanimidad para las obras que afectan a la configuración exterior del edificio, incluso en los casos en que las obras realizadas impliquen una mejora estética (SSTS de 14 de febrero de ------------ 1996 y 27 de junio de 1996) o cuando se hubieran llevado a cabo en una terraza privativa y alteren la forma geométrica -----------2 o volumen del edificio (STS de 20 de abril de 1993), entendiendo en este último caso que quedaban afectadas las paredes exteriores del edificio que se consideran elemento común. 2. Fernando HIPÓLITO LANCHA, en "Las comunidades de propietarios en edificios de segunda residencia y mixtos. Uso y abuso de derecho". Boletín de Propiedad Horizontal y Derechos Reales El Derecho, núm. 90. Diciembre de 2008. ------------- abril de 2011 Opinión ----------------------------ocasión de su uso, del contenido de poder que se ostenta. Debe de tratarse del "uso de un derecho, objetiva o externamente legal". La STS de 17 de febrero de 1988 dice en relación al abuso de derecho que "El de-recho a expresar reconocido en el art. 20,1,a) de la Constitución tiene determinadas limi-taciones, entre ellas el los derechos deberán ejercitarse conforme a las exigencias de la buena fe, de forma que de los derechos, incluidos los constitucionales, se abusa cuando su ejercicio denota la presencia de "animus nocendi"". La "omisión" de la que puede seguirse una utilización abusiva de un derecho, en contraposición la acción se refiere a un hecho negativo: una conducta omisiva o de abstención. En concreto, como se pone de relieve (3), para que concurra abuso de derecho en la pretensión de la comunidad de demoler la obra realizada por un comunero tiene que existir una patente desproporción entre el fin pretendido y la actuación de la comunidad, siendo ésta irracional, sin que le cause ningún beneficio y con perjuicio para la otra parte. Es decir, constituirá abuso del derecho la pretensión de demoler una obra que no perjudica a la comunidad y que a su vez perjudica su derribo de forma importante al comunero que la realizó. En el sentido indicado existe una corriente doctrinal seguida por numerosas Au-diencias Provinciales que tiene su origen en la STS de 31 de octubre de 1990, en la que se obliga a evaluar la ejecución de obras exteriores en los pisos o locales de un edificio, en atención a la realidad de la coexistencia previa y admitida, expresa o tácitamente, de otras obras, construcciones o cerramientos similares, y que tiene su fundamento en la evitación de agravios comparativos, resultados injustos y aplicaciones automáticas del texto legal, desconectadas del espíritu de los artículos 3.1, y 7 del CC, por entender que el concepto de la configuración o del estado exteriores de un edificio que contiene el artículo 7 LPH no tiene un carácter absoluto, sino de contornos flexibles en función de las circunstancias de cada caso concreto, debiendo estarse a su importancia o trascendencia, así como a la situación o estado exterior de cada inmueble (4). Así, en la praxis judicial se aprecian numerosos supuestos en los que se estima la concurrencia de abuso de derecho en la decisión de la comunidad de propietarios, bien de prohibir las obras cuya ejecución interesa el copropietario, o bien de solicitar judicialmente el derribo y/o retirada de la construcción u obra ejecutada. Buenos ejemplos de lo expuesto son los siguientes: a) Actuación contraria a los propios actos de la comunidad y trato discriminatorio de la comunidad para con uno de los copropietarios respecto de otras obras e intervenciones realizadas en elementos comunes. En esta materia se ha venido desarrollando una clara doctrina jurisprudencial sobre el equilibrio de los intereses en conflicto a través de la doctrina del abuso de derecho. Aunque se ha predicado, en general, el uso limitado y prudente de esta institución (5), especialmente en los casos relacionados con la propiedad horizontal, la apelación al abuso de derecho ha servido para ponderar los intereses en juego. Así, en relación con la regla de la unanimidad para la modificación de elementos estructurales el Tribunal Supremo la ha suavizado, estimando que concurre abuso de derecho en los casos de oposición injus-tificada de uno o varios comuneros a las modificaciones estructurales, con invocación es-puria de la regla de unanimidad (6) abriendo así paso a una amplia jurisprudencia menor (7). Ejemplos prácticos: se ha declarado abusivo que una comunidad se niegue a la realización de obras en los elementos comunes injustificadamente, con perjuicio para el comunero solicitante y sin beneficio alguno para otros comuneros o para la comunidad (8). Esta doctrina se ha aplicado en casos de instalación de chimeneas y tubos de extracción de humos en la fachada cuando es necesaria para la explotación de locales comerciales y no se ha alegado o acreditado que causen molestias a la “…ninguna Comunidad de Propietarios tiene personalidad jurídica propia ni independiente, y es por ello que está representada en Juicio y fuera de él por quien en cada momento es Presidente.” 3. Juan M. CARRERAS MARAÑA y Emilio MOLINS GARCÍA-ATANCE, en el comentario al artículo 7 de la LPH en "Propiedad Horizontal". Tomo I, pág. 537, Consejo General del Poder Judicial. Manuales de for-mación continúa. 2008. 5. SSTS de 23 de octubre de 2003 y de 6 de febrero de 2003. 6. SSTS de 14 de julio de 1992, de 13 de julio de 1994 y de 5 de julio de 1995. 7. SSAP de Palencia de 30 de abril de 2002 y de León, sec. 3ª, de 11 de octubre de 2001. 8. SAP de Zaragoza de 26 de febrero de 2001. ------------ 4. SAP de León, sec. 1ª, nº 200/2009, de 3 de abril (EDJ 2009/76622). -----------3 ------------- Opinión abril de 2011 ---------------------------------------- “…aunque las Comunidades de Propietarios en PH no tienen personalidad tiene capacidad procesal para ser parte y se puede pedir a favor de la Comunidad las medidas cautelares o de ejecución que procedan,...” -----------4 comunidad o a otro comunero (9) y para los casos de desagües sanitarios, cuando no se prueba perjuicio (10). En otros casos la jurisprudencia aprecia abuso de derecho en el hecho de oponerse a obras de mera ornamentación en la fachada o cuando la comunidad insta la retirada de toldos o tejadillos de fachada o de patinejos interiores habiendo tolerado la presencia de otros en la misma finca (11). La sentencia de la AP de Valencia, sec. 8ª, núm. 26/2006, de 24 de enero, declaró a este respecto, lo siguiente: "…ha de traerse a colación, el criterio seguido mayoritaria-mente por las Audiencias Provinciales, que obliga a atender a la realidad fáctica relativa a la coexistencia previa y admitida (expresa o tácitamente) de otras obras, construcciones o cerramientos similares. Esta doctrina tiende a evitar "agravios comparativos", injustos re-sultados y aplicaciones automáticas de la Ley, desconectadas de la letra y del espíritu de los artículos 3.1 del Código Civil y 7 de mismo texto, teniendo declarado la jurisprudencia que debe evitarse la clara discriminación o desigualdad de trato de obligar a unos copro-pietarios a demoler aquellas pequeñas obras o instalaciones y permitir que otros sigan disfrutando de obras similares. También en esta línea se pronuncia la STS de 5 de marzo de 1998, que considera legítimo el derecho de la comunidad a preservar y conservar el aspecto externo del edificio cuando el ejercicio de ese derecho no implique un abuso, tal y como suponía en el caso concreto que analizaba en el que el cierre de la terraza no su-ponía una alteración de la fachada y el obligar al propietario a retirarlo suponía un ataque al principio de igualdad al haber otros departamentos cerrados…". A este respecto es muy ilustrativa la sentencia de la AP de Albacete, sec. 2ª, núm. 191/2006, de 14 de septiembre en la que se desestimó el recurso de apelación interpuesto por la comunidad de propietarios actora, contra la sentencia de instancia, que desestimó la demanda, y confirma dicha resolución. Los demandados han instalado el aire acondicionado en la fachada sin consentimiento de la comunidad. Pero ha quedado acre-ditado, que el edificio carece de estética, pues hay instaladas varias antenas parabólicas, se han cerrado algunos balcones o terrazas, algunos tienen toldos, y todos ellos sin permiso de la comunidad. Por tanto no se puede estimar la demanda, dado que se quiebra el principio de igualdad, al no exigirse al resto de los copropietarios la retirada de sus obras. Es más, para la sentencia de la AP de Las Palmas, sec. 5ª, de 17 de octubre de 2008 la negativa de la comunidad a aprobar la ejecución de unos huecos en la fachada para la salida del aire acondicionado y el registro de la luz es abuso de derecho si previa-mente autorizó a otros copropietarios a realizar alteraciones mayores en la fachada del edificio. Así, se dice que: "…por lo que se refiere a las obras que afectan a la fachada principal del edificio, concretamente la apertura de dos huecos de salida de aire y la colo-cación de dos cajas de registro de corte de suministro eléctrico para el caso de incendio, no existe duda en este caso de que estas obras afectan a un elemento común del inmue-ble y es hecho reconocido que se realizan sin el consentimiento de los demás copropieta-rios. No obstante, la Sala discrepa de la consecuencia jurídica que la juez a quo asocia a la ausencia de autorización de la comunidad en el presente caso, a la vista de la conducta mantenida por la comunidad con otros comuneros en alteraciones de la fachada de mucha mayor envergadura. El trato discriminatorio entre comunes carente de la suficiente justificación, como ya tuvo ocasión de resaltar la STS de 31 de octubre de 1990, constitu-ye un verdadero abuso de derecho que los Tribunales de Justicia no pueden amparar. Desde esta consideración es de valorar la circunstancia también probada de que el edificio ha sufrido otras alteraciones mediante, entre otras, obras de cerramiento de terrazas de la misma planta ático del edificio, y en su mayoría, presentan un impacto incluso superior en la fachada del edificio. Si examinamos el caso de autos y como ha quedado expuesto en el fundamento anterior, la apertura en fachada de huecos de salida de aire viene exigida por la adminis-tración para otorgar la correspondiente licencia de apertura del local como supermercado. La propiedad de la finca pensó en dar salida al aire por el patio común del inmueble y soli-citó la correspondiente autorización a la comunidad de propietarios siendo denegada la misma. Se 9. STS de 28 de mayo de 1990 y SSAP de Valladolid, sec. 1ª, de 2 de mayo de 1991, de Segovia de 20 de diciembre de 2001, Vizcaya de 5 de abril de 2001 y Zaragoza, sec. 4ª, de 20 de diciembre de 2002. 10. SAP de León, sec. 1ª, de 14 de mayo de 1997 y SAP de Málaga, sec. 4ª, 2 de marzo de 1994. 11. SAP de Córdoba, sec. 3ª, de 15 de noviembre de 2002 y SAP de Zaragoza, sec. 4ª, de 26 de febrero de 2001. ------------- abril de 2011 Opinión ----------------------------12. Revista General de Derecho, 1994, pág. 13417. tratadista Juan Ventura FUENTES LOJO, analizando la sentencia que se dirá, concluye que en ese caso concreto "la apertura de un hueco en pared de unos 15 cms para dar salida al tubo de extracción de humos no es obra que modifique la configuración del edificio". En este sentido en la SAP de Valencia, sec. 2ª, de 3 de octubre de 1994 (12) se dice lo siguiente: "Primero.- Afirmó el actor en su demanda que los demandados habían procedido a instalar un extractor de humos en su vivienda y que dicho extractor perjudicaba esencialmente al actor por la contigüidad de las viviendas (piso 2º del demandante y piso 1º del los demandados), y en su suplico soli-citaba que se condenara a los demandados a retirar el extractor y salida de humos, reali-zando las obras necesarias para volver a su ser y estado primitivos la pared del patio de luces afectada por dicha obra. Y basó el demandante su acción en el artículo 7 de la LPH. La sentencia recurrida, aunque estimó íntegramente la demanda limitó su pronunciamiento condenatorio exclusivamente al cierre del agujero abierto en el muro, y no se pronunció sobre la eliminación del aparato de extracción de humos, imponiendo, a pesar de dar solo parcialmente la razón al actor, las costas a la parte demandada. Pues bien, evidentemente, hay que coincidir con el Juzgador a quo en la no reali-zación de un procedimiento condenatorio relativo a la retirada del aparato extractor de humos de la cocina de los demandados. Ni el artículo 7 ni ninguno de la LPH ampararía semejante pretensión, puesto que la ubicación del aparato se encuentra en el interior del piso elemento privativo de sus propietarios, y el uso que se da a la cocina es el exclusi-vamente doméstico sin emisión de humos que puedan llegarse a considerarse molestos o insalubres, producto de una actividad industrial o extraordinaria distinta de la condimenta-ción de los alimentos de la familia demandada. Ello hubiera bastado para no imponer las costas, de conformidad con las exigencias del artículo 532.1 de la LEC. Segundo.- Por otra parte, no puede compartirse el criterio acogido por la sentencia apelada de que el agujero de quince centímetros de diámetro abierto en la fachada que da al patio de luces del edificio, suponga una modificación de estado exterior del edificio que requiera el acuerdo unánime de los propietarios conforme a los artículos 7 y 11 de la LPH. En primer lugar, “…que la comunidad de propietarios no tenga personalidad jurídica no quiere decir que no pueda ser demandada y condenada, así como ejecutada la sentencia dictada contra ella,...” ------------ acredita sin embargo, por el propio reconocimiento de la Presidenta, que un comunero tiene instalado un aparato de aire acondicionado en el patio común, y no se ha constatado en autos que la comunidad de propietarios haya tomado ninguna acción al respecto. Por otro lado, ha quedado acreditado que varios comuneros han realizado obras de cerramiento de sus terrazas, y otras modificaciones de la fachada del edificio, sin que conste que la comunidad de propietarios haya reaccionado en ninguno de los casos frente al comunero en cuestión…". En definitiva, el principio general de Derecho afirma que la inadmisibilidad de venir contra los propios actos, constituye un límite del derecho subjetivo o de una facultad, como consecuencia del principio de la buena fe y de la exigencia de observancia de una conducta coherente dentro del tráfico jurídico y siempre que concurran los requisitos o presupuestos que exige la doctrina para su aplicación, y que son: que los actos propios sean inequívocos, en el sentido de crear, definir, fijar, modificar, extinguir o esclarecer sin duda alguna una determinada situación jurídica afectante a su autor y, asimismo, que exista una incompatibilidad o contradicción según el sentido que de buena fe hubiera de atribuirse a la conducta precedente. b) El ejercicio selectivo de la acción abunda en el abuso de derecho y en la mala fe. En este sentido, la sentencia de la AP de Valencia, sec. 6ª, núm. 742/2009, de 15 de diciembre, según la cual: "…en las circunstancias del caso, en el que sus antecedentes y la postura de los demás condóminos no es contraria a la modificación, no se considera admisible que el actor, que dice actuar en provecho de la Comunidad y en defensa de sus intereses, accione frente a la demandada, pero no frente a los propietarios del local conti-guo, autores de la misma infracción, lo que evidencia es una desigualdad de trato entre comuneros y, en suma, un ejercicio selectivo de la acción que, debe ser interpretado como expresión de un trato desigual y discriminatorio, contrario a la buena fe y constitutivo de un abuso de derecho que no puede ser ignorado…". c) La irrelevancia de la obra realizada (escasa dimensión y efectos inocuos) tam-bién es un dato a considerar. Incide en lo anteriormente expuesto lo que el -----------5 ------------- Opinión abril de 2011 ---------------------------------------- “…que un contrato que lleve la firma del presidente obliga y vincula a la comunidad, y el acreedor podrá dirigirse contra esta para cobrar su crédito, como si fuera la comunidad la que hubiera actuado,...” -----------6 porque debe distinguirse aunque el obsoleto texto de 1960 no acierte a realizarlo entre la fachada exterior, principal o noble, expuesta a la vista desde la vía pública, y el cerramiento posterior que da al patio de luces, normalmente desprovisto de acabado lujoso, soporte normal de servidumbres de todo orden para el servicio de los respectivos inmuebles, y apartado de la vista de quienes no sean sus propios vecinos. Y, en segundo lugar, porque la escasa entidad de la obra no permite entender producida la pretendida modificación de la estructura o configuración exterior del edificio. El pequeño orificio -desprovisto además de tubo chimenea adosado a la fachada (la SAP de Vitoria de 1 de abril de 1982 admitía orificio y tubo de 18 centímetros)- no puede ser considerado como capaz de producir los resultados desfiguradotes aludidos por la ley. La interpretación de ésta, según impone el artículo 3º del CC supone atender a la "realidad social" del tiempo en que la norma se aplica; y esa realidad implica conocer que instalaciones, de tanto uso como las cocinas de antiguos edificios se reforman, se instalan modernos aparatos electrodomésticos, que hacen más higiénico el uso de esas cocinas, y que estos aparatos necesitan por exigencias técnicas y de seguridad, fuentes de alimentación, desagües o salidas de humos que, sin gravar ni perjudicar a los demás vecinos del inmueble, posibiliten ese uso -estrictamente doméstico-. Hacer depender esas pequeñas insta-laciones de la consecución, nada menos que del acuerdo unánime de los copropietarios, sometido a las contingencias de las relaciones vecinales, en las que la malevolencia de uno sólo de sus miembros impida la necesaria autorización, resulta hoy, fuera de lugar…". En definitiva, puede argumentarse que si la afectación de los elementos comunes es mínima, la Comunidad no puede oponerse a su realización. Así, por ejemplo, se pro-nuncia la sentencia de la AP de Zaragoza de 7 de marzo de 2000 indicando que: "…una interpretación adecuada de lo dispuesto en el artículo 394 del Código Civil y 3, 7 y 11 de la LPH nos lleva a entender que la obra en sí por su nimiedad y escaso perjuicio según la prueba pericial, para la comunidad recurrida, no puede considerarse que afecte a la es-tructura y configuración del edificio teniendo en cuenta la propia naturaleza de las obras preferentemente la fractura de suelo o techo del garaje para la colocación de la tubería, entender lo contrario se privaría al propietario del adecuado disfrute de los elementos co-munes del inmueble amparándose una conducta de ejercicio antisocial del derecho pros-crita por el 3 y 7 del Código Civil…". Esta doctrina tiene su fundamento en la evitación de agravios comparativos, resul-tados injustos y aplicaciones automáticas del texto legal, desconectadas del espíritu de los arts. 3.1, y 7 del Código Civil, por entender que el concepto de la configuración o del esta-do exteriores de un edificio que contiene el artículo 7 LPH no tiene un carácter absoluto, sino de contornos flexibles en función de las circunstancias de cada caso concreto, de-biendo estarse a su importancia o trascendencia, así como a la situación o estado exterior de cada inmueble. Como recuerda la sentencia de la AP de Málaga, sec. 4ª, de 29 de marzo de 2006, tiene declarado el Tribunal Supremo (Sentencia de 5 de mayo de 1989) que: "…a diferente conclusión ha de llegarse con respecto a las obras consistentes en la colocación de una rejilla a nivel del suelo del patio interior, para que sirva de respiradero al sótano, pueden considerarse menores, carecen de entidad suficiente para que con ellas pueda conside-rarse alterada la configuración o estructura de los elementos comunes del inmueble". d) Incide también en el abuso de derecho el que la obra realizada esté justificada por razones técnicas, de salubridad y de seguridad. Respecto del acondicionado interior, procede sin autorización de la comunidad en el caso analizado por la sentencia de la AP de Madrid, sec. 14ª, de 30 de abril de 2008, para el que "procede la perforación del muro de carga necesaria para la canalización de agua obligatoria para la habitabilidad de la vivienda". Textualmente afirma lo siguiente: "…de la prueba practicada se deduce que tales perforaciones, que afectan a un muro de carga sin constancia de proyecto alguno visado por el colegio de arquitectos, que debía haber sido aportado por los demandados, se han realizado con el fin de establecer los conductos del aire acondicionado y los conductos de otra instalación: fontanería. Así, la testigo Dª…, que emitió informe como perito designada judicialmente en el previo interdicto seguido entre las partes, declaró en el acto del juicio del presente procedimiento que cuando visitó la vivienda de los demandados se había retirado todas las instalaciones antiguas y se estaban colocando las redes de las nuevas, existiendo tres perforaciones en el muro de carga (en los dinteles de las puertas) y otras dos en el medio (primer tercio) de dicho muro (distinto de las rozas para las canalizaciones eléctricas) y que hay instalaciones, como la del agua, que, para su ------------- abril de 2011 Opinión ----------------------------- “…las comunidades pueden ser titulares de una cuenta bancaria, pero no pueden ni comprar un bien inmueble, ni comprar una plaza de garaje, ni adjudicarse el piso de un moroso en una subasta judicial,...” ------------ e) No se debe impedir el uso racional y solidario de los elementos comunes. La regla general contenida en el artículo 394 del CC cuida de las relaciones internas entre comuneros y parte de un uso solidario de la cosa común, en el sentido de que cada uno de ellos puede utilizar la cosa, incluso, en su totalidad, siempre que no impida el uso de los demás. Es un disfrute en condiciones de igualdad para todos los cotitulares. Como ya se ha expuesto, se pronuncia en estos términos la sentencia de la AP de Zaragoza de 7 de marzo de 2000 indicando que: "…una interpretación adecuada de lo dispuesto en el artículo 394 del Código Civil y 3, 7 y 11 de la LPH nos lleva a entender que la obra en sí por su nimiedad y escaso perjuicio según la prueba pericial, para la comunidad recurrida, no puede considerarse que afecte a la estructura y configuración del edificio teniendo en cuenta la propia naturaleza de las obras preferentemente la fractura de suelo o techo del garaje para la colocación de la tubería, entender lo contrario se privaría al propietario del adecuado disfrute de los elementos comunes del inmueble amparándose una conducta de ejercicio antisocial del derecho proscrita por el 3 y 7 del CC …". -- adaptación a la normativa, tiene que ir por techo, y deben pasar por el muro de carga a la fuerza y es habitual pasarlas por el mismo porque, de otra forma, la rehabilitación de una vivienda en un edificio antiguo no sería posible porque no cumpliría la normativa administrativa. Dado que la fontanería es instalación necesaria para el disfrute de la vivienda (para su habitabilidad), aun cuando las perforaciones se hayan aprovechado para instalar los conductos del aire acondicionado, que no es instalación absolutamente necesaria para aquella habitabilidad, la reposición al estado anterior perjudica a los propietarios del piso cuarto de modo desproporcionado si se compara con el beneficio de la comunidad, que es ninguno, lo que supone ejercicio abusivo del derecho…". En parecidos términos se pronunció la sentencia de la AP de Guadalajara, sección única, de 22 de octubre de 1996, para la que: "…respecto a los huecos abiertos en la fa-chada para el paso de tuberías y salidas de humo de la vivienda coincide esta Sala con el criterio del juzgador respecto a la escasa relevancia de tales obras impuestas además por razones de seguridad e imperativo de las normas que regulan tales instalaciones…" -----------7 ------------------------ ------------- Consultas abril de 2011 ----------------------------- Consultas --------------------------------Tipo de acuerdo para la exoneración de gastos comunes ------------ “…sólo se conceden estos créditos a título personal a algún miembro de la comunidad que presenta la solvencia y los avales correspondientes, pero no a las comunidades de propietarios como tales.” -----------8 Planteamiento: ¿Es necesario que en el título constitutivo de una urbanización, vengan recogidos los coeficientes de participación y elementos comunes, para determinar con exactitud el pago de los gastos? ¿La obligación del pago, afecta a todos los comuneros? ¿Qué opción existe para una posible elusión de dichos gastos? ¿Qué tipo de acuerdo es el adecuado para tomar tal decisión? Solución: Efectivamente, sería posible que en la división horizontal o título constitutivo de la urbanización en cuestión quedara recogido el coeficiente de participación y elementos comunes que comparte el bloque con el resto de bloques que conforman la urbanización. Pero en este caso, es decir, si ello, es así la responsabilidad del bloque o parcela en el conjunto de la urbanización es evidente, pues dicho módulo sirve también para la participación en los gastos, y sólo mediante una exoneración expresa se podría exonerar del pago. Entendiendo que están obligados a pagar los gastos comunes de la urbanización, la única opción que tienen para eludir los mismos es presentar un escrito al administrador de la urbanización para que se incluya en el orden del día de la Junta de la urbanización la propuesta del bloque, pero previamente debe existir un acuerdo de Junta en el bloque para solicitar esta propuesta a la urbanización, es decir, no podría actuar el Presidente o algún vecino solo en nombre del bloque. Dicha carta evidentemente debe ser lo más clara posible y debería incluir la especificación de que se comprometen a no hacer uso de estas instalaciones. Si la opción fuera aprobada, el inscribir el acuerdo en el registro, no es obligatorio, aunque si queremos que con los nuevos adquirentes no haya problema alguno -pues pueden alegar que desconocen todo aquello que no consta en el registro- así debería hacerse. Por último, es necesario que se adopte un acuerdo unánime pues afecta al título (art. 17.1 LPH). Por lo demás, cualquiera es libre de impugnar el acta con dicho acuerdo denegatorio por considerarlo perjudicial para los intereses de los comuneros, pues no se puede impedir a alguien que no impugne. En todo caso, todo dependerá de lo que determine el Juez de instancia finalmente, llegado el caso. Reducción de gastos reflejada en Título constutivo Planteamiento: Una Comunidad de propietarios, bloque ubicado a su vez en una Urbanización, tiene un acceso privado, pagado por los vecinos de dicha comunidad, y por el que se accede al mismo. La Urbanización les reclama unas cuotas atrasadas, correspondientes a dichos gastos comunes, puesto que, en el Registro de la Propiedad, aparece dicho bloque, integrado en la Urbanización en cuestión; mas no se refleja ningún coeficiente de participación, para la participación en dichos gastos. Por otra parte, al antiguo propietario del terreno donde se construyó el bloque, nunca se le reclamó nada por parte de la Urbanización. Si en los Estatutos de la Comunidad, aparece recogida una reducción de gastos, ¿implica que la cuota de participación, sea reducida? Solución: El hecho de que ellos tengan su propia infraestructura independiente de la urbanización no es un elemento suficiente para puede eximir del pago de los gastos comunitarios de la urbanización en aquellos casos en que la propiedad o el bloque forma parte de la urbanización a todos los efectos, lo que no parece plantearse en el caso que nos ocupa. Es decir, efectivamente, a la vista de lo comentado sobre la descripción registral parece desprenderse que pertenecen a la misma parcela pero no se asigna una cuota de participación en la urbanización ni en los gastos comunes de aquélla, según se nos informa. Tampoco, a la vista de los datos ofrecidos, existen descritos instalaciones, servicios o elementos comunes a toda la urbanización, según parece desprenderse. Por tanto, no debería participar en los gastos exigidos. El hecho de que el que al antiguo propietario del terreno donde se construyó el bloque nunca ------------- abril de 2011 Consultas ----------------------------Instalación de antena de radio aficionado. Tipo de acuerdo necesario Planteamiento: Un propietario ha instalado una antena de radio aficionado en la cubierta de la comunidad, sin solicitar el permiso de ésta. ¿Qué medidas puede adoptar la comunidad de propietarios? ¿Qué tipo de acuerdo es necesario en su caso? Solución: La normativa específica que regula este tipo de instalaciones (Real Decreto 2623/1986, de 21 de noviembre, por el que se regulan las instalaciones de Antenas de Estaciones Radioeléctricas de Aficionado), establece a favor del titular de la licencia o autorización administrativa, una auténtica servidumbre legal dado que este tipo de antenas tienen la consideración de servicios de interés público. La Comunidad no puede impedir la instalación de una antena de radioaficionado por el propietario de uno de los pisos o locales del inmueble, si hubiere obtenido la autorización reglamentaria del Ministerio competente, para el montaje de una estación radioeléctrica de aficionados y vaya a concertar un contrato de seguro que cubra los daños y perjuicios que se originen con tal motivo. No obstante, si la autorización de radioaficionado se ha concedido, éste tiene que asumir cuantos daños se generen en la Comunidad de Propietarios, siendo preciso contar con la autorización de ésta para acceder a elementos comunes, pues el Real Decreto en cuestión no prescinde, como no podía ser de otra forma, del régimen de Propiedad Horizontal, quedando siempre a salvo del radioaficionado la posibilidad de impugnar los acuerdos que válidamente se adopten en la junta (sentencia de la AP Madrid de 25 de marzo de 1999). También correrán a cargo de los titulares de las licencias todas las reparaciones e indemnizaciones a que hubiere lugar con motivo de la instalación conservación y desmontaje de la antena y sus anejos. La anterior responsabilidad se garantizará mediante el correspondiente contrato de seguro. El titular de la licencia de estación de aficionado deberá mantener la antena y elementos anejos en perfecto estado de conservación y subsanará de forma inmediata los defectos que pudieran afectar a la seguridad de personas y bienes. Por tanto, el que ha instalado la antena no tiene que solicitar autorización de la comunidad (a lo más, ponerlo en conocimiento, lo que constituye una obligación sin posible sanción por incumplimiento), ni la comunidad puede obligarle a retirar la instalación. Alteración de elemento común sin consentimiento unánime al realizar el cerramiento de plazas de garaje Planteamiento: Un comunero decide cerrar su plaza de garaje, la cual es totalmente diáfana; para ello incorpora para sí un pequeño pasillo que queda tras una columna anexa. Consta en el libro de actas que en su día pidió permiso para ello y no lo obtuvo, pero aún así procede al cerramiento. ¿Cabe la posibilidad de interponer una demanda con el objeto de que las cosas vuelvan a su estado primitivo? Solución: La obra de cerramiento individualizando la plaza de garaje por medio de tabiques y puertas altera la estructura del inmueble, elemento común, por lo que será preciso el consentimiento unánime de todos los copropietarios (en este sentido, puede citarse la sentencia de la AP Sevilla de 22 de marzo de 2002). En definitiva, para ejecutar esta obra, ya sea mediante obra o jaula metálica, será exigible el acuerdo unánime de los propietarios de la comunidad de garaje de acuerdo con lo señalado en los arts. 12 y 17.1 LPH. Además, con independencia de tal acuerdo unánime, en todo caso, habrá que tener en cuenta lo que puedan disponer al respecto las normas municipales reguladoras de esta cuestión, por lo que resulta imprescindible “…el concurso de los condueños tanto en los beneficios como en cargas del edificio será proporcional a sus respectivas cuotas en la Comunidad,...” ------------ pagará nada a la urbanización ni se le reclamara nada por parte de ésta, no incide en la cuestión, pues sencillamente habrá que estar a lo que disponga el título general del inmueble (escrituras de la urbanización). Aunque los estatutos de la urbanización inscrito en el registro de la propiedad, contemplen en uno de sus artículos una reducción de gastos, efectivamente si cualquier propietario rehusase usar las facilidades comunales, esto no debe implicar que su cuota sea reducida, pues solamente será así si es propuesto en la comunidad de propietarios como punto del orden del día y aprobado en Junta General Anual. -----------9 ------------- Consultas abril de 2011 ---------------------------------------- “…los gastos que va a tener como consecuencia de la acción para reclamar al promotor se van a poder repercutir a todos los vecinos porque el ascensor es un elemento común,...” -----------10 realizar la consulta en el ayuntamiento de la localidad de que se trate (así, a título de ejemplo, algunas ordenanzas prohíben expresamente el cerramiento de las plazas de garaje, por lo que no se concede licencia de obras a tal fin). En el caso que nos ocupa, no existe tal autorización unánime, por lo que dicha obra habría infringido lo dispuesto en los arts. 12 y 17.1 LPH. Ahora bien, al tratarse de una alteración de los elementos comunes del inmueble y del título, pues tal cerramiento no estaba previsto en el mismo, se puede iniciar una acción por alteración de los elementos comunes del inmueble. Sin embargo, el plazo de prescripción de dicha acción es de 15 años, según se desprende del art. 1964 CC. Por tanto, si han transcurrido sólo 14 años y este extremo puede probarse claramente, habría todavía tiempo para interponer una acción judicial (demanda de juicio ordinario). Derecho de uso y disposición exclusiva de azotea por el promotor. Reclamación por parte de la Comunidad Planteamiento: El Promotor de un Edificio otorga y formaliza en escritura pública, independiente de la Escritura de Obra Nueva y División Horizontal, unos Estatutos y un Reglamento de Régimen Interior. Una vez constituida formalmente la Comunidad, se procede a su inscripción en el Registro de la Propiedad. El Registrador de la propiedad califica dicha inscripción como negativa al considerar que se tratan de las 2ª normas estatutarias de la comunidad y por consiguiente, requieren la aprobación unánime de la Junta de Propietarios. Cada propietario acepta dichos estatutos en su escritura de compraventa. ¿Se pueden considerar vinculantes estos estatutos, que previamente se han aceptado por los propietarios en escritura pública de compraventa por imposición del Promotor, al considerar el Registrador que no procede su inscripción puesto que para ello deben ser aprobados por la Junta General? ¿Constituye un abuso de derecho por parte del Promotor? En dichos Estatutos, en concreto, se prohíbe el acceso a la azotea a terceras personas, con lo cual la Comunidad de Propietarios no puede acceder a la zona común de las antenas de televisión para su reparación o mantenimiento sin el consentimiento o autorización previa de este propietario. ¿Es ajustado a derecho, el que la comunidad tenga que estar a disposición de la voluntad unilateral de un vecino para permitir el acceso a la zona común de las antenas de televisión cada vez que es necesario su reparación o revisión? ¿Cuál es el procedimiento legal para reclamar que la comunidad pueda acceder a la zona común de las antenas sin contar con la autorización del vecino? Para este tipo de gastos en concreto, ¿debe contar la comunidad con lo que dispone el Libro de Edificio respecto al mantenimiento y tipo de tratamiento de limpieza y reparación de la azotea, a fin de delimitar cuando es responsabilidad de la comunidad sufragar estos gastos, comprobando fehacientemente que se realiza ese mantenimiento? Solución: En efecto, deben considerarse vinculantes estos estatutos, que previamente se han aceptado por los propietarios en escritura pública de compraventa, dado que de conformidad con lo dispuesto en el art. 5 LPH, la redacción de éstos corresponde al Promotor. Por tanto, puede considerar el Registrador que no procede su inscripción puesto que para ello deben ser aprobados por la Junta General. La LPH establece que los Estatutos podrán establecer disposiciones no prohibidas por la Ley en orden al uso y destino del edificio, sus instalaciones y servicios, conservación y reparación (art. 5 LPH). Por tanto, no puede considerarse que dicho artículo y el conjunto de los estatutos constituyan un abuso de derecho por parte del Promotor. Ahora bien, el párrafo que prohíbe el acceso a la azotea a terceras personas, con lo cual la Comunidad de Propietarios no puede acceder a la zona común de las antenas de televisión para su reparación o mantenimientos sin el consentimiento o autorización previa de este propietarios, no puede considerase ajustado a derecho, debiendo arbitrar el propietario aquellas medidas que faciliten el acceso a los propietarios para la realización de obras de conservación y mantenimiento de ese elemento cuando sea necesario. En este caso, el procedimiento legal para reclamar que la comunidad pueda acceder a la zona común de las antenas sin contar con la autorización del vecino, sería que el juez modifique o anule la cláusula, pero para ello será necesario acudir con abogado y procurador al ------------- abril de 2011 Consultas ----------------------------Actividades molestas ¿Cómo se lleva a cabo demanda sin conocer la identidad de los arrendatarios? Planteamiento: En una Comunidad de Propietarios, algunos de los vecinos se quejan de los arrendatarios por los ruidos que éstos hacen por las noches, sobretodo los fines de semana. La Comunidad decide reunirse y envía una comunicación al propietario del piso arrendado, pero al parecer los ruidos y molestias no cesan. Ante esta situación y de cara a una demanda se plantean las siguientes consultas: En cuanto a la legitimación pasiva, los vecinos desconocen la identidad de los inquilinos (estudiantes universitarios de diferentes países) ya que inclusive no se trata de los mismos. La junta de Vecinos se ha reunido y en esa misma junta ha decidido requerir al propietario e ir a pleito si la actividad molesta no cesa. ¿Cómo se lleva a cabo demanda sin conocer la identidad de los arrendatarios? ¿Puede resultar un inconveniente procesal que el requerimiento se haya realizado con posterioridad a la reunión de la junta? ¿Debe la junta reunirse nuevamente para decidir iniciar acciones contra el propietario y los arrendatarios? Solución: Según establece el art. 553.40.1 de la Ley 5/2006, de 10 de mayo, del libro quinto del Código civil de Cataluña, relativo a los derechos reales, los propietarios y ocupantes de los elementos privativos no pueden realizar en los mismos actividades contrarias a la convivencia normal en la comunidad o que dañen o hagan peligrar el edificio. En el mismo sentido, y con una cierta reiteración, en el art. 553.47 de la Ley 5/2006, se hace referencia a las actividades prohibidas, declarando que los propietarios y ocupantes de pisos o locales no pueden realizar, en el elemento privativo o en el resto del inmueble, actividades que los estatutos prohíban, que sean perjudiciales para las fincas o que vayan en contra de las disposiciones generales sobre actividades que molestan, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas. El art. 553.40.2 de la Ley 5/2006, establece que el presidente o presidenta de la comunidad, si se realizan las actividades a que se refiere el artículo art. 553.40.1 de la Ley 5/2006, relativo a los derechos reales., por iniciativa propia o a petición de una cuarta parte de los propietarios, debe requerir fehacientemente a quien las realice que deje de realizarlas. Si la persona requerida persiste en su actividad, la junta puede interponer contra los propietarios y ocupantes del elemento común la acción de cesación, que debe tramitarse de acuerdo con las normas del juicio ordinario. En cuanto al planteamiento de la demanda y, especialmente, en relación con la legitimación pasiva del proceso el propietario deberá ser llamado al proceso. El hecho de que los vecinos desconocen la identidad de los inquilinos (estudiantes universitarios de diferentes países) no plantea mayores problemas, dado que la demanda se dirigirá contra el arrendatario o arrendatarios, en general, solicitando, en la misma demanda, que en el proceso se averigüe y determine por el Juez la identidad personal de los demandados. En efecto, en cuanto a la segunda cuestión planteada, la Junta de Vecinos una vez reunida, y en esa misma junta, puede decidir requerir al propietario e ir a pleito si la actividad molesta no cesa. En nuestra opinión, no es inconveniente procesal que el requerimiento se haya realizado con posterioridad a la reunión de la junta. Por tanto, la Junta no debería reunirse nuevamente para decidir iniciar acciones contra el propietario y los arrendatarios. “…será posible la cesión inconsentida de los datos en caso de que la misma se encuentre fundamentada en lo establecido por una norma con rango de ley...” LOPD ¿Exige obligatoriamente a las comunidades de propietarios, contratar un servicio de gestión para que declare e inscriba sus ficheros de datos? Planteamiento: La Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD), ¿Exige obligatoriamente a las comunidades de propietarios, contratar un servicio de gestión para que declare e inscriba sus ficheros de datos? Solución: Evidentemente, la obligación de ajustarse a la normativa de protección de datos alcanza directamente a la comunidad de propietarios, en relación con los ficheros relativos a los datos de los propietarios necesarios para gestionar la comunidad, y a su obligada declaración e inscripción en la agencia de protección de datos. ------------ Juzgado de primera instancia del lugar donde se halle la finca, mediante el procedimiento del "juicio ordinario" previsto en la LEC . -----------11 ------------- Consultas abril de 2011 ----------------------------- “…el hecho de que los locales tengan acceso directo a la calle o vía pública, pero no al inmueble, no les da derecho a exigir tal limpieza que, si lo desean, deberán efectuar ellos mismos.” La comunidad puede optar por hacer la declaración e inscripción de los ficheros por sí misma (a través de alguno de sus cargos) o bien encargarlo a una empresa o profesional, es decir, "contratarlo". Esto es, existen empresas y profesionales que se encargan, previo pago de sus honorarios, de efectuar esta gestión. Por tanto, la comunidad como tal no está obligada a contratar este servicio de gestión de las obligaciones derivadas de la Ley Orgánica de Protección de Datos, pero ello no le exime de que tenga que hacer igualmente dicha declaración e inscripción pero por sus propios medios. Efectivamente, hay que recordar que conforme al art. 26 de la LO 15/1999, de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD) toda persona o entidad, particularmente las comunidades de propietarios, que procedan a la creación de ficheros de datos de carácter personal lo notificará a la Agencia Española de Protección de Datos, así como de los cambios que se produzcan en la finalidad del fichero automatizado, en su responsable y en la dirección de su ubicación. Estos ficheros pueden referirse a los datos personales de los propietarios, proveedores, empleados del inmueble, etc. El art. 3 d) LOPD, define como responsable del fichero a la "persona física o jurídica, de naturaleza pública o privada, u órgano administrativo, que decida sobre la finalidad, contenido y uso del tratamiento". De lo señalado anteriormente se desprende que la condición de responsable del fichero recaerá sobre la propia comunidad de propietarios que es quien, a través de sus órganos y, en su caso, de la Junta, resolverá sobre las cuestiones relacionadas con la misma. ------------ Obligación del nuevo adquirente de realizar el pago de derramas -----------12 Planteamiento: En un acuerdo adoptado en Junta de propietarios, el antiguo dueño del piso acuerda con la comunidad, colocar una cristalera en el portal, que estaba deteriorado por unas obras realizadas. Posteriormente el pido es adquirido por un nuevo dueño. ¿Debe el nuevo propietario, pagar las derramas de aquel acuerdo tomado por el anterior propietario con la Comunidad? Solución: Como regla general, el adquirente de un piso o local en régimen de Propiedad Horizontal, es deudor de la obligación de pago de gastos comunes producidos desde el mismo momento en que adquiere la propiedad. Entre la fecha en que la comunidad aprueba en la junta realizar un determinado gasto, la fecha en que se pasen al cobro estos gastos, la propiedad de alguno de los pisos o locales sea transmitida, de modo que el propietario en el momento del pago no sea el mismo que votó a favor del asunto. Se plantea en estos casos la cuestión de a quién corresponde la obligación del pago, al anterior propietario que voto a favor en la junta, o al nuevo propietario. Si este tema planteaba serias dudas antes de la reforma de la LPH operada por la Ley 8/1999 de 6 abril, no deja lugar a dudas, toda vez que el vigente art. 11.5 LPH, que podemos traer a colación por su analogía, establece que las derramas para el pago de mejoras realizadas o por realizar en el inmueble, serán a cargo de quien sea propietario en el momento de la exigibilidad de las cantidades afectas al pago. Sin embargo, en otras ocasiones, se ha señalado que la titularidad de los pisos o locales puede cambiar con el paso del tiempo, por tanto, hay que tener en cuenta que la obligación de contribuir a los gastos recae sobre quien es titular en el momento en que se concreta cada una de las prestaciones, facultad que recae sobre la Junta (art. 21 LPH). En este sentido, puede también citarse la sentencia de la AP Tenerife de 18 de octubre de 1997. En nuestra opinión, debe atenderse al criterio de la exigibilidad cualquiera que sea el momento y la causa que dio originen al pago, por muy anterior que sea, aunque esté relacionado, como es el caso, con un proceso judicial. Por lo tanto, el momento que se toma como referencia para determinar quien es en cada momento el responsable de la obligación, no es el de la toma de decisión, sino el de aquel momento en el que las cantidades son exigibles. Será, pues, el nuevo dueño quien debe pagar los cristales. Reclamación judicial de cuotas impagadas. Gastos compensables en la proporción correspondiente a su cuota de participación Planteamiento: Ante una reclamación judicial de cuotas impagadas, ¿Puede el comunero demandado oponer como compensables, los gastos del abogado y procurador pagados por la comunidad y ------------- abril de 2011 Consultas ----------------------------Solución: El art. 21.3 LPH, sólo contempla que a la cantidad que se reclame en virtud de lo dispuesto en el apartado anterior podrá añadirse la derivada de los gastos del requerimiento previo de pago, siempre que conste documentalmente la realización de éste, y se acompañe a la solicitud el justificante de tales gastos. Hay que tener en cuenta que el proceso monitorio previsto en el art. 21 LPH, es un cauce procesal sumario sobre la apariencia de un título cuasi ejecutivo que el Juez examinará con rigor apartando todas aquellas cuestiones que no se refieran estrictamente a la reclamación de la cantidad vencida y exigible en forma. Por ello la introducción de dicha cuestión, esto es, la discusión sobre si procede o no la compensación por los gastos de abogado y procurador de procesos anteriores entre el propietario y la comunidad, será remitida por el Juez a otro procedimiento distinto del monitorio. Es decir, podrá discutirse en otro "juicio" diferente al efecto, pero no en el monitorio. Cambio de destino de local a vivienda. Plazo de prescripción de las acciones a ejercer por la Comunidad Planteamiento: En una Comunidad de Propietarios en Barcelona, la Promotora se ha quedado con la propiedad de varios locales, los ha dividido y posteriormente les ha cambiado el destino, de local a vivienda. Las normas de Comunidad expresan que se tratan de "locales comerciales" y que se podrán dividir materialmente para formar otros más reducidos e independientes y aumentados por la agregación de otros colindantes. También las normas establecen que no se requerirá la aprobación de la junta para estas modificaciones, pero nada dice respecto al cambio de uso de local a vivienda. ¿Es lícito que las normas de comunidad establezcan la no necesidad de aprobación de la junta para hacer los cambios en los locales? Al dejar claro el título constitutivo que se trata de locales, el cambio de uso (inscrito ya en el Registro correspondiente), ¿se ha procedido conforme a derecho? ¿Qué acciones puede ejercer la comunidad? ¿Hay plazos de prescripción? Solución: Efectivamente, es lícito que las normas de comunidad establezcan la no necesidad de aprobación de la junta para hacer los cambios en los locales, dado que los estatutos, incluso el título puede contener normas relativos al ejercicio de los derechos de los propietarios que obligarían a todos ellos. Así, recuerda la sentencia del TS de 7 de mayo de 1997, que las facultades concedidas en el título constitutivo a los propietarios, serán aplicadas bajo el prisma del precepto en cuestión, ya que basta que dicha circunstancia figure en aquel documento para concluir que todos los propietarios prestaron en su día el correspondiente consentimiento a la misma y, por consiguiente, no es precisa su renovación por innecesaria mediante la ulterior aprobación en Junta General. Ahora bien, el carácter restrictivo con que deben interpretarse estas autorizaciones estatutarias, determina que las obras que se realicen a su amparo no puedan, en ningún caso extralimitarse respecto de lo autorizado (así, los estatutos permiten dividir pero no cambiar el uso o destino). Por ello, al dejar claro el título constitutivo que se trata de locales aunque se haya inscrito en el Registro, el cambio de uso no se habría hecho conforme a derecho, por lo que la comunidad puede emprende un procedimiento a través del cauce del Juicio Ordinario para obligar a que se acomode a dicho uso, con la asistencia de abogado y procurador. El plazo del ejercicio de tales acciones es de 15 años (art. 1964 CC). A mayor abundamiento, es recomendable la lectura del FORO ABIERTO titulado: ¿Es posible el cambio de destino establecido en el título constitutivo de los elementos privativos?. Las consultas pueden enviarse por correo a las direcciones: [email protected] / [email protected], o por Fax al nº 91-578-16-17. Responderán al formato ejemplo - caso práctico, que se sigue en la obra. Versarán sobre materias urbanísticas reguladas por la legislación estatal y autonómica, y deberán redactarse de forma precisa y breve.La respuesta se enviará por Fax o correo electrónico en un máximo de 10 días y con una extensión máxima de 2.500 caracteres. Gurpo Editorial El Derecho y Quantor no se responsabiliza de las consecuencias que se puedan derivar del uso que se pueda dar a la información facilitada en la respuesta a las consultas, al expresar estas únicamente el criterio de la editorial, sometido a cualquier otro igualmente fundado en Derecho. “El hecho de que una instalación conste o no el proyecto no es por sí misma un defecto constructivo, cuando tal instalación efectivamente si se encuentra implantada en al finca.” ------------ devengados en pelitos seguidos entre la comunidad y el citado comunero, en la proporción correspondiente a su cuota de participación? -----------13 ------------- Reseñas abril de 2011 ----------------------------- Reseñas de Jurisprudencia Propiedad Horizontal Falta de legitimación activa de la comunidad para reclamar por vicios existentes en zonas privativas TS 21 de diciembre de 2010, Sala 1ª , rec. 71/2007. Ponente: Seijas Quintana, José Antonio. EDQJ 2010/269644 “…cuando en el título constitutivo se prevea la posibilidad de segregación de un local comercial, implícitamente se está autorizando como consecuencia natural de lo anterior la apertura de una salida de la finca matriz si el local carece de ella.” El TS declara no haber lugar a los recursos por infracción procesal y de casación interpuestos por la demandada contra la sentencia dictada por la AP. Entre otros pronunciamientos la Sala declara la responsabilidad solidaria de los demandados por su participación en los daños derivados de vicios y defectos constructivos existentes en el edificio sobre el que se asienta la comunidad actora y que afectan tanto a los elementos comunes como a los privativos, de donde surge la obligación de los demandados de indemnizar el coste de reparación de de las deficiencias existentes y realmente probadas, hechos que la sentencia declara probados y que la recurrente hace supuesto de la cuestión al sostener lo contrario respecto de determinados defectos. Instalación de antenas de telefonía móvil, competencia municipal para establecer medidas adicionales de protección TS 13 de diciembre de 2010, Sala 3ª , rec. 833/2005 Ponente: Martí García, Antonio. EDQJ 2010/265297 El TS desestima el recurso de casación interpuesto por la operadora de telecomunicaciones contra la sentencia del TSJ de Castilla y León, que desestimó el recurso contencioso-administrativos interpuesto contra el acuerdo del pleno del Ayuntamiento de Medina de Rioseco (Valladolid), por el que se aprobó definitivamente la modificación de la Ordenanza Reguladora de la Instalación de Antenas de Telefonía Móvil. La Sala desestima el primer motivo de casación, ya que, disitnguiendo entre los instrumentos de planeamiento y las ordenanzas reguladoras de la instalación de infraestructuras de telecomunicaciones, en el caso examinado, no se ha planteado por la recurrente ni la Sala observa que la ordenanza sujeta a discusión contenga determinaciones impropias de su objeto, esto es, que supongan la ordenación detallada de sectores específicos del territorio municipal, sin que nada haya que oponer a la posible utilización de esa denominada mejor tecnología para que se respete el menor impacto visual y ambiental, insistiendo en que tal previsión se funda en normas del Estado como es el caso del Real Decreto 1066/2001. Copropiedad No procede imponer la división de la cosa común por vía judicial a los demás partícipes mediante la creación de nuevas comunidades TS 30 de noviembre de 2010, Sala 1ª , rec. 1027/2007. Ponente: Salas Carceller, Antonio. EDQJ 2010/258979 ------------ El TS declara no haber lugar al recurso de casación interpuesto por los actores contra la sentencia dictada por la AP y la confirma. La Sala considera ajustada a derecho la sentencia impugnada que declara la extinción de la situación de "pro indiviso" sobre la finca urbana propiedad de los litigantes, así como la condición de indivisible de la misma; pues la división material del inmueble en dos partes donde antes existía sólo una solicitada por la recurrente no satisface la pretensión de división ejercitada, ya que establece, tras dicha eventual división, dos comunidades correspondientes a las partes divididas, de forma que obliga a los demandantes a permanecer en comunidad. -----------14 Jurisdicción competente en las reclamaciones por inmisiones, cuando la actividad que las produce aparece regulada por disposiciones reglamentarias de naturaleza administrativa TS 26 de noviembre de 2010, Sala 1ª , rec. 901/2007. Ponente: Roca Trías, Encarnación. EDQJ 2010/251816 Desestima el TS el recurso de infracción procesal y de casación interpuesto por la entidad demandada apelante contra sentencia que confirmó la de instancia que condenó a la misma a indemnizar a los actores, ------------- abril de 2011 Reseñas ----------------------------propietarios de terrenos colindantes, por daños y perjuicios morales y materiales por falta de medidas de protección medioambientales. Indica la Sala la jurisdicción civil es la competente para el conocimiento del caso de autos. Aclara que para la condena de abono de daños futuros se han determinado las bases de cálculo y que si bien no existe norma general prohibitoria de toda inmisión perjudicial o nociva, la doctrina entiende que puede ser inducida de una interpretación de la responsabilidad extracontractual y que han sido probados tanto los daños materiales como morales reclamados, siendo correcta la valoración de la prueba. Propiedad horizontal de hecho en complejo inmobiliario de carácter privado TS 24 de noviembre de 2010, Sala 1ª , rec. 1026/2007. Ponente: Salas Carceller, Antonio. EDQJ 2010/251803 Rechaza el TS el recurso de casación interpuesto por la actora contra sentencia dictada en apelación tras alzarse una de las codemandadas que rechazó la demanda revocando el fallo de instancia que acogía en parte las pretensiones de la actora y declaró extinguido el condominio de la finca debiendo procederse a pública subasta. Indica la Sala que el recurso de casación está ordenado a resolver sobre infracción de normas jurídicas y no sobre cuestiones de hecho, y aclara que una de las porciones de la finca no se quiso dividir por los copropietarios. Señala que la falta de constitución y de funcionamiento formal de la propiedad horizontal no impide su existencia. Indemnización por pérdida de mitad indivisa de finca al haber pasado la totalidad de ésta a un tercero de buena fe “…la actividad consistente en la instalación de telecomunicacione s no es, en la Comunidad Autónoma Valenciana una actividad calificada, confirmando la legalidad de la exigencia de licencia de actividad...” TS 5 de noviembre de 2010, Sala 1ª , rec. 2193/2006. Ponente: Marín Castán, Francisco. EDQJ 2010/241726 Desestima el TS el recurso de infracción procesal y estima el recurso de casación interpuesto por la parte demandada contra sentencia dictada por la AP revocatoria en parte de la estimatoria de instancia en el único sentido de reducir la cuantía de la condena, sentencia de instancia que acogió las pretensiones de la actora sobre resarcimiento por la pérdida de la mitad indivisa de una finca al haber pasado la totalidad de ésta a un tercero de buena fe. Indica la Sala que la eficacia de la compraventa, y por tanto también de su efecto traslativo, quedaba supeditada a la inscripción de la escritura pública y dado que el objeto de la compraventa no era una finca sino una mitad indivisa, ambas partes contratantes equipararon la inscripción registral del contrato a la tradición, y al ser conocida por la compradora la imposibilidad de inscribir, no procede la reclamación efectuada. Defectos de construcción Reparación de vicios ruinógenos TS 22 de diciembre de 2010, Sala 1ª , rec. 1956/2006. Ponente: Roca Trías, Encarnación. EDQJ 2010/269639 ------------ -- El TS declara no haber lugar a los recursos por infracción procesal y de casación interpuesto por la demandada contra la sentencia dictada por la AP. La Sala, entre otros, declara la responsabilidad solidaria de los demandados por su participación en los daños derivados de vicios ruinógenos y defectos constructivos existentes en el inmueble propiedad de la actora, por lo que corresponde a los mismos realizar las soluciones constructivas precisas para reparar los defectos, y la aceptación de la petición subsidiaria referida al pago de la correspondiente indemnización si las obras de reparación no se llevan a cabo dentro del plazo establecido, es una condena cautelar, mediante la cual una cuestión correspondiente a la ejecución, se resuelve en sentencia, decisión que no constituye una infracción procesal y mucho menos, una incongruencia, ya que así había sido pedido en la demanda rectora del pleito. -----------15 ------------------------ ------------- Novedades Legislativas abril de 2011 ----------------------------- Novedades Legislativas --------------------------------(Normas publicadas en los Boletines Oficiales de las CCAA entre el 28/01/11 y el 28/03/11) ESTATAL BOE núm. 55 de 5/03/2011 LEY 2/2011, de 4 de marzo De Economía Sostenible (EDQL 2011/8038). De las importantes reformas legislativas que introduce este texto legal, tiene especial trascendencia en nuestro ámbito las incluidas en el Capítulo 4º del Título III: Sostenibilidad Medioambiental Este capítulo 4ª lleva por título: Rehabilitación y vivienda, y se ocupa de los fines comunes de las políticas públicas para un medio urbano sostenible (art. 107); La información al servicio de las políticas públicas para un medio urbano sostenible (art. 108); La rehabilitación y renovación para la sostenibilidad del medio urbano (art. 109); Las actuaciones de renovación y rehabilitación urbanas (art. 110); y finalmente, de las obras e instalaciones necesarias para la mejora de la calidad y sostenibilidad del medio urbano (art. 111). Asimismo, en el Capítulo 1ª de este mismo Título III, que lleva por rúbrica: Modelo energético sostenible, se incluyen determinadas medidas en materia de ahorro y eficiencia energética y energías renovables. BOPA núm. 48, de 28/02/2011 CONVENIO de 26 enero 2011 (EDQL 2011/10233) Revisión salarial para el año 2011 del Convenio Colectivo del Sector de Empleados de Fincas Urbanas del Principado de Asturias en el Registro de Convenios y Acuerdos Colectivos de la Dirección General de Trabajo, Seguridad Laboral y Empleo. AUTONÓMICA ARAGÓN -- BO Provincia de Zaragoza núm. 43, de 23/02/2011 CONVENIO de 8 febrero 2011 (EDQL 2011/10237) Revisión Salarial del Convenio Colectivo de Fincas Urbanas de la Provincia de Zaragoza, 2011. ------------ ----------------------------------16