Falta de contestación a alegaciones en procedimientos de concesión

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"Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos (...)". Art. 1 de la Declaración Universal de los DD HH
"Tots els éssers humans naixen lliures i iguals en dignitat i drets (...)". Art. 1 de la Declaració Universal dels DD HH
SÍNDIC DE GREUGES DE LA COMUNITAT VALENCIANA
Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación
Hble. Sra. Consellera
C/ Amadeu de Saboya, 2
VALENCIA - 46010
11/12/2009
26941
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Ref. Queja nº 090096
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Asunto: Falta de contestación a alegaciones en procedimientos de concesión de ayudas
agrarias.
Honorable Sra.:
Se recibió en esta Institución escrito firmado por D. (...), con domicilio en Av. (...), de
Valencia, que quedó registrado con el número arriba indicado.
El promotor de la presente queja, sustancialmente manifestaba que en los
procedimientos de concesión de ayudas que interesó, en los años 2006, 2007 y 2008, no
se le había dado contestación expresa a los siguientes documentos:
1.- Solicitud única de 2006.
-Escrito de alegaciones de 25 de junio de 2007 a la carta informativa sobre incidencias
en la solicitud.
-Recurso de reposición de 12 de noviembre de 2007 contra resolución de 1 de junio de
2007.
2.- Solicitud única de 2007
-Alegación sobre el recinto 9 de la parcela 17669 (cereal)
-Recurso de reposición de 15 de diciembre de 2008 contra resolución de 1 de junio de
2008 de la Directora General de Producción Agraria.
3.- Solicitud única de 2008.
-Alegaciones presentadas simultáneamente con la solicitud única, el 5 de marzo de
2008.
-Nuevo escrito de alegaciones de 12 de agosto de 2008.
C/. Pascual Blasco, 1
03001 ALACANT. Tels. 900 21 09 70 / 965 93 75 00. Fax 965 93 75 54
www.sindicdegreuges.gva.es
Considerando que la queja reunía los requisitos establecidos en los artículos 12 y 17 de
la Ley 11/1988, de 26 de diciembre, del Síndic de Greuges, fue admitida a trámite,
dándose traslado de la misma a VI. de conformidad con lo determinado en el artículo
18.1 de la citada Ley.
Con el objeto de contrastar las alegaciones formuladas por dicho ciudadano, le
requerimos para que en el plazo de 15 días nos remitiera información suficiente sobre la
realidad de las mismas, y demás circunstancias concurrentes en el presente caso.
La Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación, con fecha 17/02/2009, nos remitió
informe en el que señalaba, entre otras cuestiones, lo siguiente:
“Respecto de la campaña 2006, exp 2006/PCR/V/ST/6223, se emite resolución citada
por el Jefe de Área de Fomento y Garantía Agraria, en fecha 01/06/2006, por
delegación del Director de la Agencia Valenciana de Fomento y Garantía Agraria, la
cual deniega la ayuda, en virtud de las reducciones previstas en el art, 51.2 párrafo 2º
del Reglamento 769/2004, ya que la diferencia de superficie solicitada y determinada,
es superior al 50% (...)
La citada reducción es fruto de discrepancias de uso, superficie y número de árboles
entre lo solicitado y lo contenido en el SIGPAC, al ser la información contenida en el
SIGPAC, la única base de referencia para la identificación de las parcelas agrícolas
en el marco de la política agrícola común.
En fecha 12/11/2007 se interpone en tiempo y forma recurso de reposición, contra la
citada resolución, en el que alega que la resolución recurrida no ha sido dictada
teniendo en cuenta las alegaciones al SIGPAC, presentadas y resueltas mediante
Resolución de 21/04/2006 del Director Territorial de Valencia ni el escrito de
alegaciones de fecha 25/06/2007 presentado en los Servicios Territoriales.
En conclusión y a efectos de la campaña 2006, se ha de proceder a la estimación del
recurso de reposición interpuesto, en los términos expresados, teniendo en cuenta que
para una correcta resolución del recurso de reposición interpuesto, es necesario la
información contenida en el SIGPAC, al ser la única base de referencia para la
identificación de las parcelas agrícolas en el marco de la política agrícola común, por
lo que en tanto en cuanto las resoluciones del SIGPAC no sean firmes, la resolución de
esta ayuda no puede ser resuelta conforme a la normativa aplicable.
En relación a la campaña 2007, exp 2007/PCR/V/ST/01614, se presenta en fecha
12/03/2007, solicitud de ayuda.
Se notifica Resolución de fecha 01/06/2008, dictada por la Directora General de
Producción Agraria, por delegación del Acuerdo de 31/07/2007, que resolvía la
concesión de la ayuda para la campaña 2007, indicándose en el texto de la misma, que
como consecuencia de lo establecido en el art. 51.2 párrafo segundo, del Reglamento nº
796/2004 de la Comisión, de 21 de abril, los importes de pago de las ayudas podrían
verse minorados. En este caso y fruto de la sobre declaración de superficie superior al
50%, en la campaña 2006, se ajustará el importe concedido para la solicitud de ayuda
de la campaña 2007, no siendo procedente la deducción por sobre declaración
practicada en la misma, dándose al interesado traslado de su correspondiente
resolución del recurso de reposición interpuesto.
En relación a la campaña 2008, exp nº 2008/PCR/V/ST/6223, cabe indicar que sobre
dicho expediente no ha recaído en fecha 09/02/2009, resolución expresa, por lo que, el
escrito presentado por el solicitante, en fecha 12/08/2008, tienen la calificación de
alegaciones, la cual será tenida en cuenta por el órgano competente al redactar la
correspondiente propuesta de resolución, en virtud del art 79 de la Ley 30/1992 de
Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo
Común”.
El citado informe fue remitido al promotor de la queja, el cual se ratificó en el contenido
de su escrito inicialmente presentado añadiendo que ha recibido la información de la
Agencia Tributaria sobre los datos fiscales a tener en cuenta para su declaración de la
Renta de 2008 y en dicha información aparece que se le han entregado por el concepto
de ayudas por superficie unas cantidades distintas a las que aparecen en la liquidación
notificada por la Conselleria. De esta forma añade: en la liquidación de Conselleria se
afirma que le han ingresado en cuenta 2.188,88 euros y en la información de Hacienda
aparecen 3.733,10 euros. Pero ni una cantidad ni la otra son correctas, lo único que ha
recibido por ese concepto son 196,48 euros; por tanto resulta sorprendente que se
contabilicen y se comuniquen a la Agencia Tributaria pagos que no se han realizado. La
Conselleria debería explicar estas irregularidades y además comunicarlo a la Agencia
Tributaria para que se rectifiquen sus datos fiscales de 2008, en evitación de las
molestias que, sin duda le va a ocasionar esa atribución por parte de la Conselleria de
unos ingresos no percibidos.
Visto el escrito inicial de queja, así como el informe emitido por la Conselleria de
Agricultura, Pesca y Alimentación así como las alegaciones deducidas por el promotor
de la queja, pasamos a resolver la misma, atendiendo a las siguientes consideraciones.
Reglamento 2004/796/CE, de 21 de abril. LCEur/2004/1994, en su parte expositiva
establece:
(7) Es preciso establecer las disposiciones de aplicación del sistema de identificación
de las parcelas agrícolas que deben aplicar los Estados miembros de conformidad con
el artículo 20 del Reglamento (CE) nº 1782/2003 (LCEur\2003\3360) . De acuerdo con
la citada disposición, deben utilizarse las técnicas del sistema de información
geográfica informatizado (SIG). Es necesario aclarar en qué nivel debe funcionar el
citado sistema y el grado de información de que debe disponer el SIG.
(9) Con el fin de garantizar una aplicación adecuada del régimen de pago único
contemplado en el título III del Reglamento (CE) nº 1782/2003 (LCEur\2003\3360) , los
Estados miembros deben crear un sistema de identificación y registro que permita la
trazabilidad de los derechos de ayuda y, entre otras cosas, realizar comprobaciones
cruzadas de superficies declaradas a efectos del régimen de pago único con los
derechos de ayuda disponibles para cada agricultor y entre los diferentes derechos de
ayuda.
Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones
Públicas y del Procedimiento Administrativo Común:
Artículo 3. Principios generales.
1. Las Administraciones públicas sirven con objetividad los intereses generales y
actúan de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización,
desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la Constitución, a la Ley y
al Derecho.
Igualmente, deberán respetar en su actuación los principios de buena fe y de confianza
legítima.
2. Las Administraciones públicas, en sus relaciones, se rigen por el principio de
cooperación y colaboración, y en su actuación por los criterios de eficiencia y servicio
a los ciudadanos.
3. Bajo la dirección del Gobierno de la Nación, de los órganos de gobierno de las
Comunidades Autónomas y de los correspondientes de las Entidades que integran la
Administración Local, la actuación de la Administración pública respectiva se
desarrolla para alcanzar los objetivos que establecen las leyes y el resto del
ordenamiento jurídico.
4. Cada una de las Administraciones públicas actúa para el cumplimiento de sus fines
con personalidad jurídica única.
5. En sus relaciones con los ciudadanos las Administraciones públicas actúan de
conformidad con los principios de transparencia y de participación.
Artículo 74. Impulso.
1. El procedimiento, sometido al criterio de celeridad, se impulsará de oficio en todos
sus trámites.
2. En el despacho de los expedientes se guardará el orden riguroso de incoación en
asuntos de homogénea naturaleza, salvo que por el titular de la unidad administrativa
se dé orden motivada en contrario, de la que quede constancia. El incumplimiento de lo
dispuesto en el párrafo anterior dará lugar a la exigencia de responsabilidad
disciplinaria del infractor o, en su caso, será causa de remoción del puesto de trabajo.
De los datos que constan en el expediente, por un lado, deducimos la existencia de una
total discrepancia entre los datos reales y los datos que constan en el SIGPAC; y tal
discrepancia entre la realidad puesta de manifiesto en el SIGPAC y la realidad
establecida por el promotor de la queja viene a provocar determinados perjuicios al
mismo; y ante ello, esta Institución, en aras a la defensa de los derechos e intereses
legítimos de la ciudadanía considera que frente a una actuación ajustada estrictamente a
la legalidad vigente, y que en base a la misma desde la teoría del acto administrativo
reglado procede la desestimación de la solicitud de las ayudas formulada por el
interesado, cabe también una actuación discrecional desde esa misma teoría del acto
administrativo, en la medida en que, advertida tal discrepancia, la administración puede
en vez de resolver la denegación de la solicitud efectuada, resolver la suspensión del
procedimiento administrativo en curso, y requerir al interesado para que hubiera
procedido a regularizar las discrepancias de medidas de superficie puestas de
manifiesto, esto es, requerirlo para que procediera a la armonización de las mismas,
toda vez que no es infrecuente el que podamos observar de forma reiterada tales
discrepancias entre la realidad física y la realidad registral, y que frente a las mismas,
siempre se ha dado prevalencia a la realidad física frente a la registral; si bien, en el
supuesto que nos ocupa, lo que se recomienda, no es la prevalencia de una medición
frente a la otra, sino la armonización o regularización de ambas, previa tramitación de
las actuaciones administrativas pertinentes.
Por otro lado, tal discrepancia ha provocado una dilación indebida en el tiempo en la
solución de la petición de las ayudas, en donde el promotor de la queja, tras tres años,
no ve resuelto su problema y, además, se acumulan tales discrepancias a años
posteriores debido a la falta de solución del recurso de reposición interpuesto en el
2006, provocándole perjuicios y nuevas discrepancias año tras año; es más tales
discrepancias han conllevado incluso la comunicación a la Agencia Tributaria la
atribución de ingresos económicos que en modo alguno se ha llevado a cabo. Dicho
problema, trae causa respecto del año 2006 y 2007, de la no resolución del recurso de
reposición interpuesto, y al respecto debe señalarse nuestra disconformidad, en lo que
concierne a la actuación de esa administración, la cual se centra en la falta de resolución
expresa al recurso de reposición planteado, y nuestro criterio se fundamenta en que no
queda al arbitrio la resolución del recurso formulado, sino que la Ley 30/1992, de 26 de
noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común en su artículo 42 contempla la obligación de resolución expresa
en todos los procedimientos, y establece el sistema de recursos, al hilo de la exposición
de motivos de la Ley 4/1999 de modificación de la Ley 30/1992, con la finalidad de
reforzar las garantías jurídicas de los ciudadanos frente a la actuación de la
Administración.
En ese orden de cosas, el artículo 107 de la mencionada ley habilita a los
interesados para la interposición de los recursos de alzada y potestativo de reposición
frente a las resoluciones y actos de trámite, si estos últimos inciden en el fondo del
asunto, que podrán fundarse en cualquiera de los motivos de nulidad o anulabilidad
establecidos en los artículos 62 y 63 de aquella ley.
De otra parte, el artículo 117.2 de la mencionada ley establece el plazo máximo de
un mes para dictar y notificar la resolución del recurso de reposición, por tanto, se fija el
plazo para dar cumplimiento a esa resolución, que deberá ser motivada, de acuerdo con
el artículo 54.1 b).
En suma, el marco jurídico vigente configura un sistema de garantías del
administrado en su relación con la Administración, que descansa sobre mecanismos de
participación de los ciudadanos a través de la formulación y resolución de los recursos
que el ordenamiento jurídico establece, cuya finalidad responde a hacer compatible la
actuación eficaz de los gestores públicos con el ejercicio de los derechos de los
ciudadanos y, en consecuencia, ese sistema debe responder a su propia naturaleza
garantista, lo que conlleva la necesidad de resolver expresamente, como regla general,
los recursos que se formulen y que esa resolución se encuentre motivada y notificada a
los interesados con indicación de si es o no definitiva en la vía administrativa; recursos
y plazos que procedan para interponerlos, toda vez que, si la Administración soslaya esa
actuación, puede incidir en el propio ejercicio del derecho del administrado, lo que
supone, como primera consecuencia, que el ciudadano se vea impelido a ejercitar el
mismo con escasa información en la que fundar el ejercicio de su derecho en la vía
jurisdiccional establecida en la legislación ordinaria.
En esa línea, esta Institución estima necesario hacer reparar a esa Administración
en que, el concepto de indefensión aplicado al procedimiento administrativo exige
colocarse en una perspectiva dinámica o funcional, por tanto, contemplando el
procedimiento administrativo en su conjunto, y el acto administrativo final, como
resultado de la suma de las distintas actuaciones y trámites de diversa naturaleza, en los
que el ciudadano va teniendo oportunidades sucesivas de defenderse y de poner de
relieve a la Administración sus apreciaciones respectivas.
Desde este punto de vista, donde hablar del principio de defensa es nombrar el
principio de contradicción cuya efectividad debe asegurarse en vía administrativa, es
desde donde han de contemplarse los distintos estadios del procedimiento, sin perder de
vista el artículo 113 de la Ley 30/1992 que atribuye a la resolución del recurso la
estimación, en todo o en parte de las pretensiones formuladas o la desestimación de las
mismas y que resolverá cuantas cuestiones, tanto de forma como de fondo, plantee el
procedimiento, incluso aquellas no alegadas por el interesado.
El encadenamiento de estas circunstancias cobra así especial relieve, en orden a
valorar la ausencia de resolución expresa en contradicción con los principios que rigen
la actuación administrativa, donde, al principio de eficacia es posible añadir el de
confianza legítima que, conforme al artículo 3.1 de la última ley citada, debe presidir la
actuación administrativa.
En suma, la resolución de un recurso de esta índole constituye, además, un deber
de la Administración, que confirma y fundamenta su voluntad, expresada en el acto que
concluye el proceso selectivo, que facilita el control jurisdiccional del acto al dar a
conocer su motivación; el porqué de su actuación, y constituye una garantía del
ciudadano para el ejercicio de su defensa frente a la resolución impugnada.
A su vez, en lo que se refiere a la falta de respuesta expresa al escrito del autor de la
queja de fecha 12/08/2008, debe tomarse igualmente en consideración que la Ley
30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y
del Procedimiento Administrativo Común, en su artículo 42. establece la Obligación de
resolver “la Administración está obligada a dictar resolución expresa en todos los
procedimientos y a notificarla cualquiera que sea su forma de iniciación. Además,
teniendo en cuenta cuanto antecede, conviene recordar a mayor abundamiento que el
artículo 42 de la Ley 30/1992, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y
del Procedimiento Administrativo Común, y su modificación posterior contenida en la
Ley 4/1999 de 13 de enero, establece que: “el plazo máximo para resolver las
solicitudes que se formulan por los interesados será el que resulte de la tramitación del
procedimiento aplicable en cada caso. Cuando la norma de procedimiento no fije plazos,
el plazo máximo de resolución será de 3 meses.
El derecho a obtener una resolución sobre lo peticionado a la Administración impone a
ésta un plazo máximo para resolver, con el fin de evitar esperas interminables del
ciudadano, so pena de aplicar reglas del silencio positivo o negativo. Claramente lo
formula la exposición de motivos de la citada Ley “el silencio administrativo, positivo o
negativo, no debe ser instituido jurídico normal, sino la garantía que impida que los
derechos de los particulares se vacíen de contenido cuando su Administración no
atienda eficazmente y con celeridad debida las funciones para las que se ha organizado”.
La Administración está obligada a responder al ciudadano que acude a ella, no dando
más de lo que puede y debe hacer, pero tampoco menos de los que razonablemente
puede esperarse, y lo mínimo que ha de ofrecer al ciudadano es una respuesta directa,
rápida, exacta y legal. Estamos, pues, ante una de las manifestaciones legislativas del
derecho a obtener una resolución expresa dentro de plazo.
La obligación administrativa de cumplir escrupulosamente con las normas que
rigen los procedimientos, cuidando al máximo de todos los trámites que constituyen el
expediente, dimana directamente del mandato constitucional del artículo 103 de una
Administración eficaz que sirve con objetividad a los intereses generales y que actúa
con sometimiento pleno a la Ley y al Derecho, sometimiento que se articula mediante la
sujeción de la actuación pública al procedimiento administrativo establecido por la Ley
y según los principios garantizados por la Constitución española en su artículo 9.3.
En virtud de todo cuanto antecede, y atendiendo a las consideraciones expuestas
en punto a la defensa y efectividad de los derechos y libertades comprendidos en los
Títulos I de la Constitución (art. 18.1, 43, 45 y 47) y del Estatuto de Autonomía de la
Comunidad Valenciana, de conformidad con lo dispuesto en el art. 29.1 de la Ley
11/1988, de 26 de diciembre, reguladora de esta Institución, estimamos oportuno
RECOMENDAR a La Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación:
1.- Que extreme al máximo los deberes legales que se derivan de los artículos 42 y
siguientes de Ley 30/1992, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común, y con base a los mismos resuelva expresamente
y en plazo las solicitudes y alegaciones formuladas por el promotor de la queja.
2.- Que se adopten las medidas oportunas para que, en adelante, se dicte
resolución expresa a los recursos formulados por los interesados, de conformidad con el
artículo 42 y concordantes de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre.
3.- Que, de no haberse llevado a cabo, se proceda a resolver expresamente el
recurso de reposición formulado por el promotor de la queja, motivando el sentido de tal
resolución, decidiendo cuantas cuestiones, tanto de forma como de fondo, plantee el
procedimiento, teniendo en cuenta todos los efectos jurídicos que se debían haber
derivado de la resolución indicada, incluida la habilitación del plazo correspondiente
para la interposición de acciones tanto en vía administrativa, si procede, como en vía
jurisdiccional.
4.- Que se comunique a la Agencia Tributaria el error advertido respecto de los
pagos que no se han realizado, para que se rectifiquen sus datos fiscales de 2008, en
evitación de las molestias que, sin duda le va a ocasionar esa atribución por parte de la
Conselleria de unos ingresos no percibidos, y que en posteriores comunicaciones a
dicha Agencia se extreme el máximo control respecto de los datos que se facilitan, para
que la misma sea una información contrastada y veraz.
Lo que se le comunica para que, en el plazo máximo de un mes, nos informe si
acepta la citada recomendación o, en su caso, nos ponga de manifiesto las razones que
estime para no aceptarla, y ello, de acuerdo con lo prevenido en el Art. 29 de la Ley
11/1988.
Para su conocimiento, le hago saber, igualmente, que, a partir de la semana
siguiente a la fecha en la que se ha dictado la presente resolución, ésta se insertará en la
página web de la Institución.
Agradeciendo por anticipado la remisión a esta Institución del preceptivo informe,
le saluda atentamente,
José Cholbi Diego
Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana
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