ROPA Y CALZADO Intentaremos explicar un poco, sin entrar en detalles complejos ni excesivamente técnicos, el tema de la vestimenta y el calzado para realizar excursionismo y dar cuatro consejos sobre su uso. Una vestimenta adecuada es muy importante y su uso puede llegar incluso a afectar a nuestra seguridad en montaña. No por ello debemos ir siempre a la última moda o gastar un dineral, debemos escoger el material idóneo a la actividad que vayamos a realizar, asesorarnos antes de comprar y buscar una buena relación calidad-precio que se adapte a nuestras necesidades. Para la práctica del excursionismo, es necesaria ropa cómoda y ligera y que nos proteja del frío. Una de las mayores preocupaciones que hemos de tener es la de lograr mantener el cuerpo seco y caliente, eliminando en la mayor parte posible la sudoración, es por ello que es muy recomendable el sistema de vestir conocido como sistema de capas. Dicho sistema consta básicamente de tres capas, aunque yo me inclino más a 4 capas en caso de frío intenso, ( se pueden reducir 3 y media con el uso de una hermilla), esto nos permitirá ponernos o quitarnos ropa (capas) dependiendo de si tenemos más o menos frío, además, si las prendas son las adecuadas, la función de las capas interiores es la de pasar la sudoración a las capas más exteriores y mantener así el cuerpo seco y que se cree una capa de aire caliente que nos aísle del frío y, por el contrario, las capas más exteriores, a parte que deberían ser igualmente transpirables, han de ejercer también, en caso de necesidad, de barrera y aislarnos de las condiciones climáticas adversas del exterior (Lluvia, viento,...). El número de capas dependerá también del tipo de actividad que vayamos a realizar y de su intensidad y, evidentemente, de la época del año (del clima). En la fotografía podemos diferenciar las 4 capas. La 1ª capa es una camiseta térmica en este caso de color gris, la 2ª un polar azul, la 3ª un Soft-Shell negro y la 4ª y última una chaqueta de Gore-Tex roja. Para la 1ª capa (Camiseta térmica) aunque al tacto nos sean más agradables las fibras naturales, éstas retienen más la humedad y tardan más tiempo en secarse, por lo lo tanto, es más recomendable que sean de fibras de origen químico o sintético pues éstas cumplen mejor su función, que es la de evacuar la sudoración a las capas exteriores y mantener el cuerpo seco. Cuanto más ajustadas al cuerpo sean, realizaran ésta función con mayor rapidez. Para la 2ª capa, lo más útil es el típico forro polar que todos conocemos, cumple bien su función de traspasar la humedad a la 3ª capa, y además es ligero, cálido,… Para la 3ª capa existen una gran variedad de productos, el Soft-Shell, las chaquetas de relleno, el paraviento (Wind-Stopper) o incluso si no hace mucho frio se puede utilizar la chaqueta de membrana (Gore-Tex) y ahorrarnos así la 4ª capa. El Soft-Shell es una prenda bastante polivalente, es como dos prendas en una pues lleva una capa interior de forro polar y una capa exterior que repele el agua (NO llega a ser impermeable del todo) en la misma prenda. Esto hace que sea cálida y que además nos pueda proteger bien del viento y de las lluvias ligeras. Las chaquetas de relleno (de plumas o de fibras artificiales) son mucho más cálidas que otras prendas, pero tiene el inconveniente que si se moja pierde sus propiedades, suele usarse habitualmente para abrigarnos después de la actividad y evitar así que el cuerpo se enfríe. Para la 4ª capa, se usa la chaqueta de membrana (Gore-Tex), su función es básicamente protegernos de la lluvia y es importante pues que lleve capucha. Por lo demás, este tipo de prendas son las más técnicas, están en constante evolución y no dejan de salir al mercado chaquetas con mayores prestaciones, mayor resistencia al agua, más ligeras… El sistema de capas, es también adaptable a las otras vestimentas, en lo referente al pantalón, buscamos también confort, ligereza, comodidad y cierta elasticidad que nos proporcione una buena libertad de movimientos. Podemos también emplear una malla térmica como 1ª capa, un pantalón de montañismo para la 2ª y un pantalón impermeable o de membrana que nos proteja de la lluvia para la 3ª. El pantalón de montañismo, a parte de las características ya citadas de comodidad, ligereza y elasticidad, suele venir reforzado en las zonas de posibles rozaduras con rocas, el suelo, etc. como son las rodillas o el trasero. Existe también un pantalón para zonas frías o para nieve, con un tejido y unas propiedades similares a las del Soft-Shell. Igualmente para protegernos las manos, podemos usar un guante fino, encima uno de forro polar y incluso otro de membrana sobre este. Las manoplas no son tan funcionales como los guantes pero por el contrario, son más cálidas. Es muy importante también protegernos la cabeza, tanto en verano del calor y de los rayos solares con una gorra o sombrero, como en invierno con un gorro, pues casi la mitad del calor corporal que perdemos lo perdemos por la cabeza. Resulta útil y polivalente un buff que se pueda cerrar por uno de sus extremos como el de la foto, pues podemos usarlo tanto para protegernos el cuello del frio como para protegernos la cabeza (Cerrado por su extremo). Las gafas de sol son muy importantes también para protegernos los ojos de los rayos del sol, una exposición excesiva a las radiaciones ultravioletas puede producirnos dolores de cabeza, ceguera parcial temporal,... Los calcetines deben ser cómodos, con refuerzos en talón y parte baja delantera y dedos y sin costuras para evitar que produzcan las molestas ampollas. Aunque con un par suele ser suficiente, puede usarse dos pares a modo de capas si fuera necesario. Muy importante, importantísimo, también es el calzado. Una buena bota, debe ser cómoda y tiene la misión de proteger y sujetar y darle estabilidad al pie. Por todo ello, recomiendan los cánones del excursionismo la bota de caña alta o bota de media caña. Yo, personalmente, prefiero caña baja, reforzada de talón pero con tobillos libres para tener movilidad y ancha de horma que proporcione cierta estabilidad, pero como he comentado es una decisión muy, muy personal de cada uno. A la hora de escoger el calzado adecuado, como ya hemos comentado en lo referente a la vestimenta, conviene buscar el producto que se adapte a la tipología de actividad que vamos a realizar, debiendo prevalecer la comodidad ante todo. Para realizar senderismo en media montaña usaremos por ejemplo una bota flexible, no es necesaria una de suela rígida. Otros detalles, también importantes, son una buena suela antideslizante, esto nos aportará seguridad. El tema de la membrana en la bota (Gore-Tex) depende también bastante de la actividad nos propongamos y la época en la que vayamos a realizarla. Para concluir el tema de la bota, para escoger el número idóneo, deberemos tener en cuenta que nos quede ajustada al pie, sin que haya puntos de presión, y que es preferible que nos vaya un poquito grande sin que el pie “baile” dentro de la bota, ya que con la práctica del ejercicio, el pie se dilata. Una manera de ver esto cuando vayamos a comprar la bota es, con esta abrochada, tirar el pie completamente hacia adelante todo lo que podamos y comprobar que en la parte de atrás queda un dedo de holgura aproximadamente.