JAVIER COURTIS ARTERIA SUBCLAVIA DERECHA ABERRANTE CASOS CLINICOS Arteria subclavia derecha aberrante. Consideraciones al realizar una coronariografía por vía transradial derecha JAVIER COURTIS La arteria subclavia derecha aberrante es la anomalía embriológica más común del arco aórtico, y una de las raras causas de fracaso de una angiografía coronaria por vía transradial derecha. Se presenta el caso de un paciente con dicha malformación vascular, diagnosticada accidentalmente durante el curso de una cinecoronariografía por vía radial derecha, y la realización completa del procedimiento por vía transradial izquierda. Palabras clave: Acceso transradial. Arteria subclavia derecha aberrante. E n los últimos años se ha producido un marcado incremento en la realización de angiografías y angioplastias coronarias por vía transradial, debido a la elevada tasa de éxito del procedimiento, el riesgo menor de complicaciones en comparación con la vía femoral, y el mayor confort de los pacientes, ya que permite una deambulación inmediata postestudio1-3. Si bien la incidencia de fracaso del procedimiento por vía transradial derecha es baja, en general menor del 5%, una arteria subclavia derecha aberrante (ASDA), o arteria lusoria, es una de las causas que pueden impedir el normal desarrollo de esta técnica endovascular4, por lo cual los operadores que comienzan a incursionar en esta vía de abordaje deben conocer dicha malformación y saber cómo actuar en su presencia. CASO CLINICO Un hombre de 51 años de edad, con antecedentes de tabaquismo activo y dislipemia, se presentó en nuestro centro, en forma ambulatoria, 20 días después de un evento coronario agudo (infarto sin elevación del segmento ST) asistido en otra institución. Al momento de División de Cardiología. Departamento de Cardiología Intervencionista e Imágenes Cardiovasculares, Instituto Oulton. Córdoba. Dirección postal: Javier Courtis. Instituto Oulton. Av. Vélez Sarsfield 562. 50000 Córdoba. Pcia. de Córdoba. Argentina e-mail: [email protected] El autor de este trabajo declara al mismo no afectado por conflictos de intereses. Recepción del artículo: 01-NOV-2010 Recepción de las correcciones: 26-NOV-2010 Aceptación: 09-DIC-2010 La versión digitalizada de este trabajo está disponible en www.fac.org.ar la consulta refirió precordialgias atípicas postinfarto y palpitaciones regulares esporádicas. El examen físico fue normal y el electrocardiograma mostró una onda Q patológica en la cara inferior. Se le realizó SPECT miocárdico con Tc99 y esfuerzo físico, el cual mostró un defecto fijo en la perfusión (parcialmente transmural) a nivel de los segmentos inferiores (medial y basal), con leve deterioro de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEy 42%), aumento de los volúmenes del ventrículo izquierdo e hipoquinesia severa inferior (medial y basal). Se realizó entonces una cinecoronariografía para la que se utilizó como vía de abordaje la arteria radial derecha. Esta arteria mostraba un test de Allen modificado5 con curvas B/B. Tras la punción, se colocó un introductor 5F (Cordis ®, NJ/USA), se administró por vía intravenosa 70 UI/kg de heparina sódica y se ascendió sin dificultad hasta el arco aórtico un catéter diagnóstico Barbeau 5F (Cordis®, NJ/USA). No obstante la realización de distintas maniobras, fue imposible acceder con este catéter a los senos coronarios de la aorta ascendente, por lo cual se realizó un aortograma que puso en evidencia el nacimiento común de ambas arterias carótidas (arco aórtico bovino) y una arteria subclavia derecha aberrante. Debido a la imposibilidad de progresar por esta vía, se realizó la angiografía coronaria por vía transradial izquierda, con catéteres JL y JR 5F (Cordis®, NJ/USA) sin incoveniente alguno. El estudio mostró ausencia de enfermedad coronaria obstructiva de grado severo (Figuras 1, 2, 3 y 4) DISCUSION La ASDA fue descripta por primera vez en el año 1735, por Hunauld, en la autopsia de un simio6 y posteRev Fed Arg Cardiol 2011; 40 (1): 81-84 81 CASOS CLINICOS Figura 1. Aortograma en proyección anteroposterior (AP) en el cual se observa un arco aórtico "bovino" y la arteria subclavia derecha aberrante (ASDA). El catéter pigtail se ubica en la porción distal del cayado, siendo la arteria lusoria la estructura más izquierda y posterior. En contacto con el cayado aórtico, el catéter forma una marcada angulación. riormente, en 1794, el médico inglés David Bayford describió la disfagia lusoria ("dificultad para tragar debido a un capricho de la naturaleza") como consecuencoia de la compresión del esófago por una ASDA7. Esta condición es la anomalía embriológica más común del arco aórtico, se presenta en el 0,5-1,8% de la población y, si bien es generalmente una entidad asintomática8,9, puede presentar síntomas relacionados con la compresión traqueoesofágica, en cuyo caso se aconseja la reparación quirúrgica10. El incremento en la popularidad de la técnica transradial para procedimienetos endovasculares, aumenta las posibilidades de diagnosticar este tipo de malformación vascular; en tales casos, el trayecto angular de la arteria lusoria, al unirse con la aorta, generará una importante dificultad para acceder a su porción ascendente con los catéteres, primer signo que debe hacernos sospechar de esta variante anatómica congénita. En una de las más importantes series publicadas11, sobre 3.730 casos de acceso transradial derecho para angiografía y/o angioplastia coronaria, sólo 11 pacientes (0,4%) presentaron una ASDA, y ninguno de ellos tuvo síntomas previos al procedimiento que hiciera sospechar esta malformación. En esta serie, sólo un paciente debió ser abordado por vía femoral derecha debido a la imposibilidad de acceder con los catéteres a la aorta ascendente, y en ninguno de los casos se abordó la vía transradial izquierda. Los catéteres empleados en los 10 pacientes a los cuales se les pudo realizar el procedimiento por vía 82 Rev Fed Arg Cardiol 2011; 40 (1): 81-84 Figura 2. Proyección anteroposterior (AP) en la cual se observa un catéter MPA 2 (5F) accediendo a la aorta vía transradial derecha, y un catéter JR 4 (5F) desde el acceso transradial izquierdo. Nótese cómo la vía de abordaje izquierda permite un acceso más directo del catéter a la aorta ascendente. transradial derecha fueron AL 2, JL 3,5 y 4, JR 4 y pigtail. La presencia de una ASDA debe sospecharse angiográficamente cuando es dificultoso acceder a la aorta ascendente y el catéter y/o guía se ubica en la porción posterior y distal del cayado aórtico, favoreciendo la entrada del material en la aorta descendente. En la aortografía y en proyección anteroposterior, la ASDA es la estructura más izquierda y posterior, y al contactar con el cayado aórtico, el catéter forma una marcada angulación (Figura 1); la inyección de contraste justo antes de esta unión claramente delinea esta anomalía. En presencia de una ASDA, la inspiración profunda no es de mucha ayuda, y sí es recomendable trabajar con catéteres de buen soporte, guía 0,035" y rotación antihoraria. En caso de lograr abordar la aorta ascendente y ser necesario cambiar catéteres, se aconseja utilizar una guía 0,035" larga de intercambio (2,5 m). Estas dificultades técnicas aumentan el número de catéteres empleados y prolongan el procedimiento, generando así un terreno favorable para las complicaciones. Como en el caso reportado, si técnicamente es imposible alcanzar la aorta ascendente, una alternativa válida es acceder a la misma por vía transradial izquierda, la cual ofrece la ventaja de evitar el pasaje por la ASDA y permite el acceso directo a la aorta ascendente12. Las ventajas relativas de la vía transradial izquierda se ha reflejado en ciertos estudios que destacan que con el empleo de esta vía de abordaje se acortó el tiempo de duración del procedimiento13, hubo una menor cantidad de exámenes fallidos 14 y JAVIER COURTIS ARTERIA SUBCLAVIA DERECHA ABERRANTE Figura 3. Coronariografía a través de la vía transradial izquierda (coronaria izquierda). Figura 4. Coronariografía a través de la vía transradial izquierda (coronaria derecha). la tasa de éxito y seguridad fue comparable a la vía transradial derecha15. 2. Cooper CJ, El-Shiekh RA, Cohen DJ, et al: Effect of transradial access on quality of life and cost of cardiac catheterization: a randomized comparison. Am Heart J 1999; 138: 430-436. 3. Agostoni P, Biondi-Zaccai GG, de Benedictis ML, et al: Radial versus femoral approach for percutaneous coronary diagnostic and interventional procedures: systematic overview and meta-analysis of randomized trial. JACC 2004; 44: 3349-356. 4. Valsecchi O, Vassileva A, Musumeci G, et al: Failure of transradial approach during coronary interventions: anatomic considerations. Cathet Cardiovasc Interv 2006; 67: 870-878. 5. Barbeau GR, Arsenault F, Dugas L, Simard S, Larivierre MM: Evaluation of the ulnopalmar arterial arches with pulse oximetry and plethysmography: comparison with the Allen's test in 1010 patients. Am Heart J 2004; 147: 489493. 6. Hunauld PM: Examen de quelques parties d'un singe. Hist Acad Roy Sci 1735; 2: 516-523. 7. Bayford D: An account of a singular case of obstructed deglutition. Memoirs Med Soc London 1794; 2: 275-286. 8. Richardson JV, Doty DB, Rossi NP, Ehrenhaft JL: Operation for aortic arch anomalies. Ann Thorac Surg 1981; 31: 426432. 9. Freed K, Low VH: The aberrant subclavian artery. AJR Am J Roentgenol 1997; 168: 481-484. 10. Abhaichand RK, Louvard Y, Gobeil JF, Loubeyre C, Lefevre T, Morice MC: The problem of arteria lusoria in right transradial coronary angiography and angioplasty. Cathet Cardiovasc Interv 2001; 54: 196-201. 11. von Segesser L, Faidutti B: Symptomatic aberrant retroesophageal subclavian artery: considerations about the surgical approach, management and results. Thorac Cardiovasc Surg 1984; 32: 307-331. 12. Wu Ch-J, Lo P-H, Chang K-Ch, Fu M, Lau K-W, Hung J-S: Transradial coronary angiography and angioplasty in Chinese patients. Catet Cardiovasc Diagn 1997; 40: 159-163. 13. Kawashima O, Endoh N, Terashima M, et al: Effectiveness of right or left radial approach for coronary angiography. Cathet Cardiovasc Interv 2004; 61: 333-337. CONCLUSIONES La ASDA debe sospecharse en aquellos casos de canulación dificultosa de la aorta ascendente al utilizar la vía transradial derecha, y debe confirmarse su presencia con un aortograma. Si bien esta anomalía representa una dificultad para el operador que utiliza esta vía de acceso, esa dificultad puede ser sorteada al ser reconocida y empleando catéteres apropiados. Es importante también saber que se puede emplear como alternativa la vía transradial izquierda, dado que no ofrece dificultades para progresar los catéteres, no obstante la malformación vascular descripta. SUMMARY ABERRANT RIGHT SUBCLAVIAN ARTERY The aberrant right subclavian artery is he most common embryological anomaly of the aortic arch and one of the rare reasons of failure of a coronary angiography by right transradial approach. We present the case of a patient with the above mentioned vascular malformation, diagnosed accidentally during the course of a coronariography via the right radial approach, and the accomplishment of the procedure by left transradial approach. Key words: Transradial approach. Aberrant right subclavian artery. BIBLIOGRAFIA 1. Ludman PF, Stephens NG, Harcombe A, et al: Radial versus femoral approach for diagnostic coronay angiography in stable angina pectoris. Am J Cardiol 1997; 79: 1239-1241. Rev Fed Arg Cardiol 2011; 40 (1): 81-84 83 CASOS CLINICOS 14. Fernández-Portales J, Valdesuso R, Carreras R, JiménezCandil J, Serrador A, Romaní S: Vía radial derecha o izquierda en la coronariografía. Importancia en la curva de aprendizaje. Rev Esp Cardiol 2006; 59: 1071-1074. 15. Santas E, Bodí V, Sanchís J, et al: The left radial approach in daily practice. A randomized study comparing femoral and right and left radial approaches. Rev Esp Cardiol 2009; 62: 482-490. La filosofía de la ciencia es tan útil para los científicos como lo es la ornitología para las aves. RICHARD FEYMAN 84 Rev Fed Arg Cardiol 2011; 40 (1): 81-84