art 5

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YENNY GRISEL FLORES GONZÁLEZ
CUARTO AVANCE DEL PRODUCTO
FINAL
“ART 5°”
DERECHO CONSTITUCIONAL Y
ADMINISTRATIVO
MTRA.MARIANA ZILLI GARCIA
LAEMI-4
01/JULIO/2016
ART 5°
ANTECEDENTES:
La Constitución de 1857, por primera vez en nuestra vida independiente se
refirió a la reglamentación del ejercicio de las profesiones, pero nunca se
expidió la ley reglamentaria relativa.
A partir del año 1917 entro en vigor la Constitución política actual y con ella
la garantía individual de libertad para el ejercicio de profesión contenida en
el artículo 5°,asi que tuvieron que pasar 28 años para que el gobierno de
Manuel Ávila Camacho esta garantía fuera reglamentada.
Esto sucedió por primera vez al tener vigencia la La ley de Profesiones para
el DF el 27 de mayo de 1945.
Conforme a la constitución vigente, la expedición de títulos y el otorgamiento
de patentes para su ejercicio es facultad década uno de los estados, dentro
del territorio nacional.
En la primera parte de este siglo los profesionistas solo se formaban en la
ciudad de México y de ahí partían para toda la república
Pero como la población fue aumentando y las instituciones por igual ya no
solo se extendían títulos profesionales en la ciudad de México sino también
en otras ciudades importantes de la Republica.
CONCEPTO:
A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria,
comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos. El ejercicio de esta libertad
solo podrá vedarse por determinación judicial, cuando se ataquen los
derechos de tercero, o por resolución gubernativa, dictada en los términos
que marque la ley, cuando se ofendan los derechos de la sociedad. Nadie
puede ser privado del producto de su trabajo, sino por resolución judicial.
(Reformado mediante decreto publicado en el diario oficial de la federación
el 31 de diciembre de 1974)
La ley determinara en cada entidad federativa, cuáles son las profesiones
que necesitan título para su ejercicio, las condiciones que deban llenarse
para
obtenerlo
y
las
autoridades
que
han
de
expedirlo.
(Reformado mediante decreto publicado en el diario oficial de la federación
el 29 de enero de 2016)
Nadie podrá ser obligado a prestar trabajos personales sin la justa retribución
y sin su pleno consentimiento, salvo el trabajo impuesto como pena por la
autoridad judicial, el cual se ajustara a lo dispuesto en las fracciones i y ii del
artículo 123. (Reformado mediante decreto publicado en el diario oficial de la
federación el 31 de diciembre de 1974)
En cuanto a los servicios públicos, solo podrán ser obligatorios, en los
términos que establezcan las leyes respectivas, el de las armas y los jurados,
así como el desempeño de los cargos concejiles y los de elección popular,
directa o indirecta. Las funciones electorales y censales tendrán carácter
obligatorio y gratuito, pero serán retribuidas aquellas que se realicen
profesionalmente en los términos de esta constitución y las leyes
correspondientes. Los servicios profesionales de índole social serán
obligatorios y retribuidos en los términos de la ley y con las excepciones que
esta señale. (Reformado mediante decreto publicado en el diario oficial de la
federación el 6 de abril de 1990)
El estado no puede permitir que se lleve a efecto ningún contrato, pacto o
convenio que tenga por objeto el menoscabo, la pérdida o el irrevocable
sacrificio
de
la
libertad
de
la
persona
por
cualquier
causa.
(Reformado mediante decreto publicado en el diario oficial de la federación
el 28 de enero de 1992)
Tampoco puede admitirse convenio en que la persona pacte su proscripción
o destierro, o en que renuncie temporal o permanentemente a ejercer
determinada profesión, industria o comercio. (Reformado mediante decreto
publicado en el diario oficial de la federación el 31 de diciembre de 1974)
El contrato de trabajo solo obligara a prestar el servicio convenido por el
tiempo que fije la ley, sin poder exceder de un año en perjuicio del trabajador,
y no podrá extenderse, en ningún caso, a la renuncia, pérdida o menoscabo
de cualquiera de los derechos políticos o civiles. (Reformado mediante
decreto publicado en el diario oficial de la federación el 31 de diciembre de
1974)
La falta de cumplimiento de dicho contrato, por lo que respecta al trabajador,
solo obligara a este a la correspondiente responsabilidad civil, sin que en
ningún
caso
pueda
hacerse
coacción
sobre
su
persona.
(Reformado mediante decreto publicado en el diario oficial de la federación
el 31 de diciembre de 1974)
“UNO TIENE EL DERECHO DE ESCOGER QUE PROFESION O A QUE
DEDICARSE”
MODIFICACIONES:
1º Se deroga la prohibición de establecer órdenes monásticas.
2º Se modifica la disposición de no permitir que se lleve a efecto ningún contrato
que tenga por objeto el menoscabo, la pérdida o el irrevocable sacrificio de la
libertad de la persona por causa de trabajo, educación, voto religioso; ahora sólo
aparece en el texto la frase "por cualquier causa", ya que pueden existir otros
supuestos de pérdida de la libertad.
El motivo que subyace a tal modificación es que, hoy en día, el Estado no puede
excluir o impedir bajo ningún criterio la búsqueda de valores contemplativos o
disciplinas espirituales comunitarias, que libremente los elijan; por otra parte, las
mismas órdenes religiosas establecen la posibilidad de renunciar a ellas en caso de
que el individuo a ellas agregado, así lo decida.
PANORAMA ACTUAL:
A pesar de estar en pleno siglo XXI, no toda la población esta consiente de la
existencia de este artículo, ya que lamentablemente en varias regiones de nuestro
pais existe la explotación mediante trabajos ilícitos o en algunos casos sin goce de
paga o las prestaciones que le corresponden al trabajador al desempeñar su
actividad.
O igual como la gente que trabaja en el campo, creen que por que sus familias
trabajan ahí están obligadas las generaciones posteriores a trabajar ahí también, ya
sea por agradecimiento o por deudas contraídas, sin saber que ellos son libres de
escoger su profesión o trabajo que más les agrade o se acomode a sus
necesidades; siempre y cuando no sea algo que dañe a los demás (ilícito) y que en
dado caso de ejercer una profesión contar con la documentación adecuada.
Para evitar este tipo de situaciones hace falta informar a la gente de todos los niveles
económicos y sancionar a los que trabajan con irregularidades.
En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se encuentran
plasmadas las principales leyes que protegen a los trabajadores del país. De ellas
derivan otras como la Ley Federal del Trabajo y la Ley de Trabajadores al Servicio
del Estado.
En el primer capítulo se habla acerca de que todo individuo gozará de las garantías
que otorga esta Constitución, las cuales no podrán restringirse ni suspenderse, sino
en los casos y con las condiciones que ella misma establece.
El artículo 5° constitucional, como garantía individual y como protección a los
derechos humanos, establece que a nadie se le puede prohibir ejercer la profesión
o trabajo que decida desarrollar, siempre y cuando se trate de una actividad legal.
Asimismo, menciona que a ninguna. Persona se le puede obligar a trabajar sin un
previo acuerdo y sin recibir una justa retribución. Además, que todo contrato de
trabajo no debe afectar la libertad de quien presta el servicio.
Y se podría decir que también en base al art 5° se apoya el 123, donde una vez que
se ejerce un trabajo vendrán los derechos del trabajador.
El artículo 123 constitucional garantiza el derecho al trabajo. En el primer párrafo
señala: "Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto se
promover la creación de empleos y la organización social para el trabajo, conforme
a la ley."
Por lo anterior, el derecho al trabajo incluye la posibilidad de ejercerlo en las mejores
condiciones sociales y laborales. Este artículo brinda protección al bienestar, salud
y vida de los trabajadores y su familia. Se divide en los apartados A y B; el primero,
se refiere a obreros, jornaleros, empleados, domésticos y, en general, a todo
contrato de trabajo. El apartado B se refiere a la situación laboral entre los Poderes
de la Unión, el gobierno del Distrito Federal y sus trabajadores.
Estos artículos constitucionales son fundamentales para otras leyes especiales en
materia laboral.
En términos generales, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
en su artículo 123, pretende lograr el equilibrio entre los derechos y las obligaciones
del trabajador y del patrón o empresario.
Entre sus principales aspectos están los siguientes:
Jornada máxima de ocho horas diarias.
Jornada máxima de siete horas para el trabajo nocturno.
Prohibición de labores insalubres o peligrosas.
Prohibición para emplear a menores de 14 años.
La jornada máxima de trabajo será de seis horas diarias para los jóvenes
que rebasan los 14 años y sean menores de 16.
El goce de, por lo menos, un dia de descanso por seis de trabajo.
Protección especial para la trabajadora embarazada.
A trabajo igual debe corresponder salario igual, sin considerar sexo ni
nacionalidad.
El establecimiento de una comisión nacional integrada por representantes
de los trabajadores, del gobierno para fijar los salarios mínimos.
Los salarios mínimos deben ser suficientes para satisfacer la necesidades
básicas de un jefe de familia en lo material, social y cultural.
El salario mínimo debe quedar libre de embargo, compensaciones o
descuentos.
Los trabajadores tienen derecho a un reparto de utilidades de la empresa.
El trabajo extraordinario, fuera del horario establecido, debe pagarse a
doble sueldo.
Las empresas tienen la obligación de capacitar a sus trabajadores.
Las instalaciones del centro de trabajo deben ser higiénicas, seguras y
preventivas.
Derecho de huelga de los trabajadores.
Trabajadores y empresarios tienen derecho a agruparse en defensa de sus
intereses, es decir, a formar sindicatos.
PROPUESTA:
A mi parecer falta que realmente se aplique este artículo en toda la República, ya
que a pesar de estar establecido en nuestra Constitución, no se respeta y realmente
no es llevada a cabo como debería.
Me gustaría que hubiera algún tipo de sanción para las personas que obligan a otros
a laborar en algo que no sea de su agrado a la fuerza, o a que les prometen algún
tipo de pago y a la mera hora no les cumplen.
De igual manera mayor difusión sobre este artículo, y que no por el hecho de ser de
otra clase social no se les tomara en cuenta o que no se les haga valido.
REGULAR LAS PROFESIONES:
El artículo 5° trata, en realidad, de una manera de impedir que el Estado intervenga
en la elección o el desarrollo laboral más allá del establecimiento de ciertas
condiciones mínimas de prestación. Sin embargo, existe un tipo de trabajo al que la
Constitución le asigna diferente regulación: no ya la mera abstención o, al menos,
la mínima intervención estatal sino, por el contrario, mediante una fuerte
determinación de sus posibilidades y alcances. Me refiero, desde luego, a las
actividades que para su ejercicio requieren título profesional. El propio artículo 5° de
la Constitución confiere competencia a las autoridades federales y locales para
determinar qué actividades serán consideradas “profesionales” y, en consecuencia,
requerirán título, así como las condiciones exigidas para su otorgamiento y las
autoridades facultadas para hacerlo. Las diferencias de tratamiento jurídico entre la
libertad de trabajo y la regulación profesional saltan a la vista. En el primer caso se
garantiza la licitud de la actividad; en el segundo, contar con una autorización del
Estado mexicano en la forma del “título profesional”. En el primer caso estoy ante
una restricción prácticamente total al Estado con miras a que cada cual haga lo que
mejor le acomode; en el otro, ante el ejercicio cierto y dirigido para certificar que una
persona cuenta con capacidades específicas para desempeñar cierto tipo de
actividades. ¿Qué explica diferencias tan importantes? Que en las sociedades
modernas se ha considerado que el tratamiento de cierto tipo de situaciones
humanas o naturales debe realizarse sólo por quien cuente con un determinado tipo
de conocimientos; más aún, que el tipo de conocimientos requeridos deben
enseñarse y certificarse por instituciones educativas de cierto nivel y capacidad,
pues sólo así es posible garantizar su especificidad y, lo que es verdaderamente
importante, el que sólo a ciertos sujetos calificados se les permita actuar en
situaciones humanas o naturales consideradas importantes. Definida así la
situación actual, cabe preguntarnos si el modelo constitucional en vigor es suficiente
para lograr lo que con él se quiere garantizar. Se trata de saber si el actual modelo
de acreditación profesional permite, por un lado, que el sujeto cuente con los
conocimientos necesarios para su eficaz desempeño y, por otro, que la sociedad
cuente con la seguridad de que quien actúa como “profesional” es tal en el momento
en que lo hace. La respuesta parece ser, desafortunadamente, negativa, al menos
en un número muy amplio de aspectos. Por una parte, la amplísima concesión a los
particulares para que puedan expedir los títulos universitarios y, por lo mismo,
certificar que sus egresados sean profesionales competentes no parece haber sido
la mejor opción. Hoy hay muchos profesionales, pero pocas posibilidades de evaluar
su capacidad. Por otra parte, la ampliación de las posibilidades de expedición de
títulos no se ha acompañado de ninguna acción de certificación de conocimientos.
Por ello, quien sale a la vida profesional no tiene necesidad alguna de acreditar la
actualización de sus competencias ni el mantenimiento de su aptitud profesional.
Una vez titulado, por siempre será profesionista. Para ser fieles a la lógica general
que distingue entre la libertad para trabajar y la obtención de un título reconocido
para desempeñar ciertas actividades socialmente relevantes, se hace preciso
realizar algunos cambios en nuestro orden jurídico. Por una parte y como lo
apuntamos en la colaboración anterior (16/IV/2013), es preciso revisar los
reconocimientos de validez oficial de estudios (REVOE) otorgados y desde luego,
imponer un sistema más riguroso para su concesión. Además, es necesario
establecer los mecanismos para medir los conocimientos de quienes obtengan un
título profesional para que puedan incorporarse a la práctica laboral. El título,
entonces, vendría a ser un elemento de capital importancia pero no el único medio
de acreditación de las competencias profesionales requeridas. También se hace
necesario encontrar la manera de someter a los profesionales a un sistema
periódico de acreditamiento de conocimientos y aptitudes, muy posiblemente por la
vía de certificaciones. Las acciones que acabo de apuntar son fines a alcanzar para
vertebrar a nuestra sociedad. El medio para lograrlo es, además de la vigilancia
estricta al sistema del REVOE, el establecimiento de la colegiación obligatoria de
los diversos profesionales del país o, al menos, de aquellos que deban actuar en
campos especialmente complejos o de gran afectación social. La colegiación no es,
desde mi punto de vista, un fin en sí mismo, sino el medio para elevar las calidades
profesionales en tanto instrumentos para determinar la calidad competencial y la
actualización. Frente a lo que acabo de afirmar habrá quienes en un extremo digan
que propuestas como la mía son claramente anti-liberales, mientras que en el otro
dirán que son elitistas. Creo que ninguna de estos extremos lleva en principio razón.
No es contrario a la libertad regular razonablemente ciertos modos de actuar en
sociedad y, sobre todo, hacerlo por pares que gozan de los conocimientos y
prestigio en el campo sobre el cual se pretende incidir. Tampoco creo que sea
elitista regular, toda vez que se está ante la salvaguarda de los bienes más
preciados (salud, libertad, etc.) de miembros de la sociedad que no cuentan con los
sistemas de información necesarios para distinguir entre buenos y malos
profesionistas. Comenzar estableciendo la colegiación y, a partir de ahí, las
certificaciones y re-certificaciones, es un buen paso para estructurar el ejercicio de
ciertas profesiones que cumplen funciones trascendentes en la sociedad.
Ministro de la Suprema Corte de Justicia
Profesor de derecho constitucional en el ITAM
CONCLUSION:
La libertad de trabajo es una de las garantías que más contribuyen a la realización
de la felicidad humana, ya que el individuo suele desempeñar la actividad que más
esté de acuerdo con su idiosincrasia (peculiaridad, características), preparación,
habilidades e inclinaciones natas o innatas, y el trabajo constituye el medio por el
cual el hombre puede conseguir lo que se ha propuesto, como lo son la fama, dinero
reconocimiento social, superación personal, etc.; además de conseguir sus fines
vitales, el medio por el cual adquiere su sustento diario y el de su familia.
Es una disposición consagrada de este artículo constitucional (5°), tiene ciertas
limitaciones, como que el trabajo a desempeñar sea lícito y no vaya en contra de
las buenas costumbres sociales o de las normas del orden público.
El trabajo es el elemento principal que el ser humano tiene a su disposición para
llevar a cabo los fines de conservación, su desarrollo y su perfeccionamiento,
resultado de la combinación de su inteligencia y de sus facultades físicas. Provee a
sus necesidades y las pone en aptitud de desempeñar los principales deberes que
tiene para con la sociedad.
Es uno de los primeros derechos, porque corresponde a uno de sus principales
deberes, importa como todos los derechos del hombre, es una condición
indispensable de su naturaleza, por consiguiente, la ley impide que el trabajo la
restrinja, que le imponga condiciones irracionales y que viole sus derechos.
En pocas palabras uno es libre de elegir su profesión o trabajo a desempeñar somos
libres para elegir el camino a seguir, es nuestro derecho, hagámoslo valer.
“Cuando el trabajo es un placer, la vida es una alegría! Cuando el trabajo es un
deber, la vida es una esclavitud” (Maximilien Robespierre)
“La única manera de hacer un trabajo genial, es amar lo que haces” (Steve Jobs).
BIBLIOGRAFIAS:
http://www.sitios.scjn.gob.mx/jrcossio/sites/default/files/articulos/prt300413_0.pdf
https://www.clubensayos.com/Temas-Variados/AN%C3%81LISIS-DE-ARTICULO5-CONSTITUCIONAL/798192.html
http://www.ordenjuridico.gob.mx/Constitucion/articulos/5.pdf
http://mexico.justia.com/federales/constitucion-politica-de-los-estados-unidosmexicanos/titulo-primero/capitulo-i/
http://info4.juridicas.unam.mx/ijure/fed/9/6.htm?s=
http://vlex.com.mx/tags/articulo-5-constitucional-comentado-404449
Rincón del vago
Wikipedia
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