parte iii historial investigador

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 PARTE III HISTORIAL INVESTIGADOR 116
Parte III: Historial Investigador Como complemento al proyecto docente presentado anteriormente, se incluye el historial investigador, que resumirá mi labor investigadora, tanto pasada, como la que se encuentra en fase de realización. La labor del profesor universitario no sólo consiste en impartir docencia y transmitir conocimientos a los alumnos, sino que también debe estar centrada en la investigación con el objetivo de contribuir al desarrollo de la disciplina que imparte. De hecho, desde mi punto de vista, ambas actividades son pilares fundamentales de la labor de un profesor y las dos están íntimamente relacionadas. A través de la investigación el profesor actualiza y amplia sus conocimientos, lo cual redundará en su propio labor docente. Por otro lado, la participación en tareas de investigación también permite la rápida actualización de los contenidos de los programas de estudio, algo crucial para los programas de Máster, cuyos contenidos deben tener correspondencia con una realidad cambiante y ser constantemente actualizados. Desde el comienzo de mi carrera investigadora, mis líneas de investigación se han centrado en los campos de la macroeconomía, la economía laboral, y muy especial en el campo de la teoría de búsqueda aplicada al mercado de trabajo. A continuación proporcionaré una descripción detallada de estas líneas de investigación y de las publicaciones que he realizado y al final de este historial presentaré mis planes para el futuro. 1. LA TEORÍA DE BÚSQUEDA Y LOS MODELOS DE BÚSQUEDA Y EMPAREJAMIENTO Con el objetivo de contextualizar mis trabajos de investigación, voy a empezar con una breve descripción de la teoría de la búsqueda y su reciente evolución dentro de la macroeconomía. Hoy día la teoría de de búsqueda y el estudio de los flujos en el mercado laboral son dos áreas de investigación consolidadas. La mejor prueba de esta afirmación es la adjudicación 117
del Premio Nobel 2010 en Economía a los economistas Peter Diamond, Dale Mortensen y Christopher Pissarides, quienes pueden ser considerados como los pioneros en este campo. Siguiendo una práctica habitual, me referiré a su modelo de búsqueda como el modelo DMP (acrónimo que responde a la inicial de los apellidos de los autores), procediendo a continuación a centrar la discusión a modelos de equilibrio de búsqueda y emparejamiento. La teoría de búsqueda se basa en la premisa de que el intercambio es una actividad descentralizada que consume tiempo. Las empresas y los trabajadores necesitan invertir tiempo y, posiblemente otros recursos, para localizar a la otra parte y, debido a las fricciones, este proceso suele terminar antes de que hayan localizado a la mejor de las opciones. El éxito de los modelos de búsqueda se debe a su capacidad para abordar una amplia gama de cuestiones vitales que el modelo clásico del mercado de trabajo no puede abordar. Por mencionar sólo algunas de estas preguntas, tendríamos las siguientes: ¿Por qué los trabajadores optan a veces por permanecer desempleados y otras veces no? ¿Qué determina la duración de los períodos de empleo y desempleo? ¿Cómo pueden co‐existir puestos de trabajo vacantes y trabajadores desempleados dispuestos a trabajar al nivel de los salarios ofrecidos por las empresas? ¿Cómo interactúan los salarios y la rotación y cuál es el nivel eficiente de rotación de trabajadores y puestos de trabajo? ¿Qué explica el que trabajadores idénticos acaben ganando un sueldo distinto o que existan desajustes entre el nivel educativo de los trabajadores y los requisitos de sus puestos de trabajo? Antes de entrar en detalles, es útil traer a colación algunas de las características generales de mercados con fricciones de búsqueda (de aquí en adelante “mercados de búsqueda”). En presencia de tales fricciones la formación voluntaria de un puesto de trabajo‐trabajador (en adelante, pareja) genera (cuasi‐)rentas que deben ser repartidos de alguna forma entre la empresa y el trabajador. Es decir, para que ambos agentes acepten formar una pareja, el valor de permanecer como tal debe ser mayor que la suma de sus valores de reserva alternativos (outside options in inglés), los cuales miden el valor esperado de continuar la búsqueda de mejores contrapartidas. En segundo lugar, el reparto de las rentas entre las empresas y los trabajadores determina que los salarios no reflejan la productividad 118
marginal. Las empresas tienen cierto poder de monopsonio y las rentas sirven para compensar el coste de la apertura y el mantenimiento de vacantes. Por último, en un mercado de búsqueda, cada agente afecta con sus decisiones a las posibilidades de emparejamiento del resto de los agentes en el mercado. Por ejemplo, una empresa que decide crear una nueva vacante (que se suma a las vacantes existentes en el mercado) facilita la salida del paro para los trabajadores. Pero a la vez, tras la creación de la vacante habrá más empresas que buscan trabajadores, por lo que cada empresa tendrá más dificultades para localizar un trabajador. Estos dos tipos de externalidades son comunes a cualquier modelo de búsqueda y en la literatura se hace referencia a ellas como “thick market externalities” y “congestion externalities”, respectivamente. Una condición necesaria para una asignación eficiente de recursos es que los salarios negociados internalicen estas externalidades de búsqueda. Más adelante, veremos que esta condición casi nunca se cumple si los salarios son negociados en el momento del emparejamiento entre empresa y trabajador. En consecuencia, dada la existencia de ineficiencias, en los mercados con fricciones puede existir un papel asignativo para el gobierno. La introducción de una regulación apropiada del mercado de trabajo puede contribuir a mejorar la eficiencia, e incluso quizás a reducir la importancia de las fricciones. Dado el carácter de síntesis de este historial investigador, no procede dar una descripción exhaustiva de todos los modelos de búsqueda existentes, pero en términos generales, podemos clasificar los modelos existentes sobre la base de dos cuestiones de modelización de suma importancia. La primera pregunta es: ¿Cómo se encuentran los agentes? En particular, ¿es la búsqueda un proceso aleatorio, de modo que los solicitantes de empleo tienen la misma probabilidad de localizar cualquier oferta de trabajo, o un proceso dirigido, lo cual implicaría que las empresas pueden atraer a más trabajadores si ofrecen mejores condiciones? La segunda pregunta es: ¿Cómo se determinan los salarios? Aquí hay básicamente tres opciones: (i) Negociaciones ex post: Los salarios se negocian en un marco bilateral entre la empresa y el trabajador elegido. (ii) negociaciones multi‐laterales o subastas: Los salarios se negocian en una fase intermedia una vez que la empresa haya recibido todas las solicitudes, pero antes de que haya decidido a quien contratar (este 119
proceso es equivalente a una subasta). (iii) Anuncios previos de salarios: Las empresas anuncian los salarios públicamente para informar a los trabajadores que buscan trabajo. El modelo de DMP combina los supuestos de búsqueda aleatoria y negociación ex post de salarios. La versión básica del modelo supone agentes homogéneos en ambos lados del mercado y el proceso de emparejamiento queda resumido mediante una función de emparejamiento m(v, u) que expresa el número de encuentros bilaterales por cada unidad de tiempo como una función del número de vacantes, v, y el número de parados, u. Bajo el supuesto de rendimientos constantes a escala, la probabilidad de emparejamiento para los trabajadores (las empresas) se puede expresar como una función (de)creciente del ratio, v/u, donde es un indicador de la “tirantez” del mercado. La masa de trabajadores desempleados, u, es una variable de estado que depende de los flujos de entrada y salida del desempleo durante los períodos anteriores, mientras que el valor de las vacantes v se determina bajo el supuesto de libertad de entrada (creación de vacantes), equivalente a suponer que el beneficio esperado de las vacantes debe ser cero. Por último, el resultado de las negociaciones se resume con la solución generalizada de Nash (o negociación de Nash). Esta solución implica que los trabajadores obtienen una proporción [0,1] de las rentas generadas por un emparejamiento, donde es un parámetro fijo y exógeno que mide el poder de negociación de los trabajadores. El hecho de que el modelo de DMP utilice simplificaciones en la determinación de salarios (negociación de Nash) y el proceso de emparejamiento (existencia de una función de emparejamientos) no le resta valor. Estas especificaciones ayudan a evitar complicaciones innecesarias y cuando es necesario, es fácil proporcionar a estas simplificaciones de sólidos fundamentos microeconómicos. La característica verdaderamente importante de esta clase de modelos es otra, tal y como quiero destacar. A saber, en el DMP la asignación descentralizada de agentes homogéneos es en general ineficiente. Los salarios sólo son capaces de internalizar las externalidades de búsqueda para un único valor de y no hay ninguna característica en el modelo que determine que el poder de negociación de los trabajadores debe tender hacia este valor 120
eficiente. Este resultado bien conocido fue formalizado por Hosios (1990).1 Este mismo resultado implica también que no se puede lograr una asignación eficiente si el mercado está formado por agentes heterogéneos. El problema fundamental asociado al supuesto de negociaciones bilaterales es que los salarios no juegan ningún papel como señal. En el momento del emparejamiento, los costes de búsqueda son irrecuperables y no influyen en las negociaciones. Sin embargo, la renta esperada de los parados depende del salario que esperan obtener y de la tasa de emparejamiento o probabilidad de salida del paro. Del mismo modo, el beneficio esperado de las empresas que abren vacantes depende del valor del salario y la tasa de llegada de trabajadores. Tanto trabajadores como empresas determinarían la combinación óptima de salarios y tasas de encuentro, pero alcanzarla resulta improbable bajo el supuesto de búsqueda aleatoria Dado que las tasas de encuentro son las mismas para todos y dependen exclusivamente de condiciones a nivel agregado como la “tirantez” del mercado laboral. Los teóricos de los modelos de búsqueda detectaron rápidamente esta carencia de los modelos de búsqueda aleatoria. Asimismo, la realidad nos muestra que la mayoría de los anuncios de empleo incluye información sobre la remuneración y otras condiciones relevantes del puesto de trabajo vacante. Por lo tanto, en principio, los trabajadores podrían condicionar sus estrategias de búsqueda en base a información pública sobre el valor de los ingresos esperados en los trabajos vacantes. En línea con estas observaciones, la teoría de búsqueda se ha alejado progresivamente, desde mediados de los años noventa, de los modelos de búsqueda aleatoria y la negociación ex post de salarios hacia modelos de búsqueda dirigida con anuncios previos de salarios. En estos modelos de búsqueda competitiva las empresas anuncian públicamente sus ofertas salariales y los trabajadores dirigen su búsqueda hacia las ofertas más atractivas. Es importante destacar que en los modelos de búsqueda competitiva, la tasa de encuentro ya no es necesariamente la misma para todos los agentes. Las empresas anticipan que pueden cubrir un puesto de trabajo con mayor rapidez si anuncian un salario más alto. Del mismo modo, los trabajadores anticipan que se enfrentarán a una mayor número de potenciales 121
competidores si se dirigen a una empresa que ofrece un salario alto en vez de a otra que ofrece un salario menor.2 En principio los trabajadores pueden optar, con una probabilidad positiva, a trabajos con salarios distintos, pero en equilibrio cada uno de estos trabajos tiene que ofrecer el mismo ingreso esperado. Los estudios seminales de Moen (1997) y Shimer (1996) demostraron que la asignación de equilibrio de los modelos de búsqueda competitiva es eficiente.4 Las ofertas de salario de equilibrio maximizan el ingreso esperado de los trabajadores desempleados sujeto a las condición de beneficio cero para las vacantes anunciadas por las empresas. En los últimos años, se ha demostrado que el resultado de eficiencia se extiende a economías con agentes heterogéneos con información perfecta. En estas economías se pueden observar equilibrios separadores en los que cada tipo de trabajador se dirige a un tipo de trabajo o empresa diferente (como es el caso por ejemplo del trabajo de Shi, 2001), pero el resultado más común es una forma incompleta de separación (Shi, 2002; Shimer 2005). En este último caso, los trabajadores más productivos tienden a optar a los mejores puestos de trabajo, pero cada trabajador suele dirigirse con probabilidad positiva a más que un tipo de trabajo. Los modelos de búsqueda competitiva han cambiado radicalmente nuestra percepción del funcionamiento de los mercados en los que la búsqueda es una característica relevante. El supuesto de los anuncios públicos de ofertas y la posterior búsqueda dirigida son la contrapartida natural del comportamiento precio‐aceptante en los mercados competitivos. De la misma forma podemos interpretar el resultado de eficiencia como el equivalente del Primer Teorema del Bienestar Social. No es de extrañar, por tanto, que la búsqueda competitiva es hoy día el modelo de referencia en la teoría de búsqueda. En los últimos años se han producido avances en muchas direcciones. Existen modelos con agentes aversos al riesgo (Acemoglu y Shimer, 1999), con selección adversa (Guerrieri, Shimer y 4
El concepto de eficiencia adecuada es la eficiencia restringida (constrained efficiency). En particular, la asignación es eficiente si coincide con la asignación elegida por un planificador social que está sujeto a las mismas fricciones que los agentes privados. 122
Wright, 2010), con variaciones en el número de empresas que cada trabajador puede contactar en cada período (Albrecht, Gautier y Vroman, 2006), con búsqueda por parte de trabajadores empleados (Shi y Menzio, 2010), con contratos de larga duración (Rudanko, 2009) y con riesgo moral (Moen y Rosen, 2010). En algunos de estos trabajos la asignación de recursos no es necesariamente eficiente, pero todavía queda mucho trabajo por hacer para obtener modelos que pueden ser utilizados para el análisis de políticas en materia de empleo. De hecho, el modelo DMP puede haber perdido su posición dominante en la teoría de la búsqueda pero sigue siendo el modelo de referencia en la investigación aplicada y hoy día forma parte de la formación básica en casi todos los programas de doctorado. Los primeros trabajos aplicados se centraron principalmente en el análisis del impacto de las regulaciones del mercado laboral como los costes de despido, los seguros por desempleo etc. sobre el equilibrio del mercado de trabajo en estado estacionario. Algunos estudios también trataron de reproducir el comportamiento cíclico de agregados tales como el empleo, la creación de empleo y destrucción de empleo utilizando las versiones del modelo de Mortensen y Pissarides (1994). Pero no es hasta el final de los años noventa en que el modelo de búsqueda se integra plenamente en la macroeconomía dinámica. Pissarides (2000) caracterizó por primera vez la senda de crecimiento equilibrado de una economía con fricciones de búsqueda en el mercado de trabajo, mientras que Andolfatto (1996) y Merz (1995) demostraron que la introducción de fricciones de búsqueda mejora el comportamiento del modelo básico de ciclos reales. Estos dos últimos estudios son los dos primeros intentos serios para contrastar la validez empírica de los modelos dinámicos de búsqueda mediante un análisis comparando de los datos de la economía de los EE.UU. con los datos obtenidos mediante simulación de un modelo calibrado cuidadosamente. Hoy en día esta es una práctica muy extendida, y es justo decir que los avances han sido enormes. Actualmente, tenemos datos de flujos en el mercado de trabajo de mayor calidad y para un número crecientes de países, corregidos por el posible sesgo de transiciones de alta frecuencia, y simultáneamente desde el plano de la modelización teórica se han añadido toda una serie de características interesantes al 123
modelo básico que han mejoran sus predicciones. Sin embargo, su potencial empírico sigue siendo una cuestión muy debatida. La cuestión clave es su supuesta incapacidad de explicar la amplitud de los cambios cíclicos en el mercado laboral, cuestión conocida con el nombre de“unemployment volatility puzzle". En una contribución seminal Shimer (2005b) demuestra que un modelo de búsqueda y emparejamiento con salarios flexibles y shocks en productividad no puede replicar la volatilidad del desempleo y de las vacantes observada en los datos para la pos‐
guerra americana.5 Shimer y otros como Hall (2005) argumentan que la causa de la alta volatilidad se encuentra en la rigidez de los salarios. Con salarios rígidos, pequeñas oscilaciones en la productividad de trabajo pueden generar grandes fluctuaciones en los beneficios de las empresas, y como consecuencia, en la creación de empleo. Hall (2005) demuestra que este mecanismo es capaz de reproducir la volatilidad observada y también propone un mecanismo simple, basado en una norma social, para explicar por qué los salarios no cambian (lo suficiente) a la largo del ciclo. Hasta la fecha el debate sobre la volatilidad en el mercado de trabajo aún no está resuelto. Hay muchos trabajos que han propuesto fundamentos microeconómicos para la rigidez de los salarios, pero el debate actual se centra en la evidencia empírica. El argumento de Shimer (2005b) exige rigidez en los salarios de los recién contratados, pero hasta ahora la evidencia parece indicar que estos salarios son bastante volátiles y en algunos casos parecen tan volátiles como la misma productividad (Haefke, Sontag y Van Rens, 2008). Por lo tanto, todavía queda mucho trabajo por delante para mejorar nuestro conocimiento de los factores que influyen en la marcada volatilidad del mercado laboral. Los acontecimientos observados durante la actual recesión son una buena demonstración de la necesidad de avanzar en esta dirección. 5
El modelo de Shimer solo contempla cambios cíclicos de la productividad como la fuerza motriz del modelo. La amplitud de estas fluctuaciones están calibrada a partir de datos americanos. 124
2. LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN A continuación proporcionaré una descripción cronológica de mis líneas de investigación y su conexión con la literatura. Además, en el Anexo II se incluye un listado con los códigos JEL que mejor definen mis intereses como investigador. 2.1. LOS EFECTOS AGREGADOS DE CONFLICTOS ENTRE EMPRESARIOS Y TRABAJADORES Un objetivo clave de mis primeros trabajos, iniciados durante mi estancia en EUI, es analizar cómo los conflictos de intereses entre empresas y trabajadores durante el empleo influyen sobre los flujos en el merdado laboral. Los modelos de búsqueda habituales no suelen incluir este tipo de conflicto. Cualquier desviación de la asignación eficiente es debida a las externalidades de búsqueda que inducen a decisiones erróneas por parte de empresas y trabajadores. Sin embargo, una vez que dos agentes hayan formado una pareja, todas las decisiones, e incluso las decisiones de separación, son de mutuo acuerdo y en beneficio de los dos. Una consecuencia de esta simplificación es que no existe una diferencia entre despidos y renuncias por parte del trabajador. Las dos partes se separan de mutuo acuerdo cuando ambos ganan más si rompen su relación para retomar la búsqueda al mercado. En esta primera línea de investigación, me aparto de este supuesto de eficiencia privada mediante la introducción de conflictos de intereses entre las partes. Mi tesis doctoral contiene dos ejemplos de este tipo de conflictos. En el primer capítulo, publicado en la revista Labour Economics bajo el título de Job Auctions and Hold‐Ups, analizo el caso de un problema de hold‐up. En el modelo de este capítulo las empresas necesitan invertir en capital físico para poder entrar en el mercado y contratar un trabajador. Dado que los salarios se determinan en una fase posterior, esto crea un potencial natural para los problemas de hold‐up, porque los futuros empleados pueden ser capaces de captar una parte de los rendimientos en el proceso de negociación. Además, las partes no pueden firmar contratos para compartir de forma óptima el coste de la inversión porque la identidad del trabajador es desconocida en el momento de la inversión. En cambio, la 125
atención se centra en la cuestión de si la competencia entre los candidatos rivales puede proteger la rentabilidad del capital. Por el contrario, en los otros dos capítulos de mi tesis doctoral considero los efectos de problemas de riesgo moral. En particular, siguiendo el enfoque de los modelos de salarios de eficiencia considero una economía en que las empresas no pueden controlar perfectamente el esfuerzo de sus trabajadores. Este supuesto obliga a las empresas a pagar a los trabajadores un surplus por encima de su salario de reserva para evitar comportamientos negligentes y, en consecuencia las empresas terminan destruyendo puestos de trabajo con un surplus positivo. En una conocida contribución en la tercera edición del “Handbook of Labor Economics” de 1999, Mortensen y Pissarides afirman que esta combinación de riesgo moral y fricciones de búsqueda podría dar lugar a equilibrios múltiples. Además, unos equilibrios dominan a otros en el sentido de de Pareto. Por lo tanto, debido a fallos de coordinación el mercado laboral podría quedar atrapado en un equilibrio dominado con graves consecuencias para el desempleo y el bienestar. Sin embargo, en el segundo capítulo de mi tesis demuestro que este resultado se basa en expectativas inconsistentes sobre la relación que existe entre salarios y la tasa de despidos fuera de equilibrio. Restringiendo el análisis a expectativas racionales y coherentes, muestro que el modelo genera un equilibrio único que coincide con el equilibrio dominante en el conjunto de equilibrios identificados por Mortensen y Pissarides. En una economía con un único equilibrio no hay necesidad de que el gobierno intervenga en el mercado con el fin de coordinar las decisiones de las empresas y los trabajadores. No obstante, el modelo sigue teniendo interés porque el riesgo moral provoca despidos ineficientes. En el último capítulo de la tesis aprovecho esta característica para demostrar que la introducción de indemnizaciones por despido puede ayudar a mejorar el bienestar. En su nivel óptimo las indemnizaciones funcionan como un mecanismo de compromiso que permiten reducir los salarios hasta el valor de reserva del trabajador sin que esto afecte al esfuerzo del trabajador. De hecho, incluso la introducción de un impuesto puro sobre los despidos puede mejorar la eficiencia. En presencia de dichos costes de despido 126
empresas y trabajadores permanecen juntos por más tiempo, lo que relaja la restricción de compatibilidad de incentivos para los trabajadores. Estos dos capítulos no han sido enviados aún para su publicación en revistas. A raíz de las sugerencias del profesor Dale Mortensen (quien era un miembro de mi tribunal de tesis), he preferido explorar una versión dinámica del modelo con shocks agregados. El trabajo en cuestión se publicó hace unos meses en la edición especial de 2010 de la Scandinavian Journal of Economics. 2.2. MODELOS DE BÚSQUEDA CON AGENTES HETEROGÉNEOS El objetivo de esta segunda línea de investigación se centra en cómo los mercados resuelven la asignación de trabajadores heterogéneos a distintos tipos de puestos de trabajo. Los frutos de esta línea de investigación, realizada durante mis años en la Universidad Carlos III de Madrid, son tres artículos en revistas internacionales. El primer artículo, publicado en Economic Journal, estudia el efecto de desajustes transitorios entre las habilidades de los trabajadores y los requisitos de sus trabajos. En este modelo los trabajadores pueden continuar su búsqueda durante el empleo. Una consecuencias de este supuesto es la aceptación por parte de los trabajadores más cualificados de trabajos poco cualificados, y el objetivo del artículo es analizar cómo este desajuste temporal afecta a la posición laboral de los trabajadores menos cualificados. El segundo artículo, publicado en el European Economic Review, profundiza sobre el famoso artículo de Hosios (1990). Al igual que en el primer artículo, la economía está compuesta por trabajadores y empleos heterogéneos, pero aquí la atención se centra en la ineficiencia de la asignación de equilibrio. Hasta donde llego a conocer, este artículo ofrece la primera caracterización completa de las discrepancias entre la asignación eficiente elegida por un planificador social utilitarista y la asignación de equilibrio en un modelo descentralizado con entrada libre de empresas y negociaciones bilaterales de los salarios. Por último, en el tercer artículo, publicado en los Be Journals of Macroeconomics, comparo los efectos de una reforma integral de la protección del empleo con los efectos de una o 127
reforma parcial que modifique la protección del empleo para un grupo de trabajadores desfavorecidos y mantiene la protección para el resto de los trabajadores. El documento recoge dos rasgos de muchas reformas adoptadas en la realidad que a menudo son ignorados en la literatura: la mayoría de las reformas de la protección del empleo son de carácter parcial, y con frecuencia los gobiernos carecen de la información para orientar sus políticas perfectamente hacia ciertos colectivos de trabajadores. El artículo evalúa los beneficios de los dos tipos de reformas e intenta cuantificar los efectos secundarios de reformas parciales sobre los trabajadores excluidos. 2.3. THE UNEMPLOYMENT VOLATILITY PUZZLE La tercera y más reciente línea de investigación se basa en los dos últimos capítulos de mi tesis doctoral y analiza el papel de riesgo moral como mecanismo para la propagación de shocks cíclicos. El objetivo básico es la construcción de modelos dinámicos de emparejamiento con rigidez de los salarios endógena que mejore el grado de concordancia de los modelos de emparejamiento con salarios flexibles con los datos observados. Esta tercera línea de investigación está inspirada en los estudios de Shimer (2005b) y Hall (2005) antes citados y reconsidera la importancia de lo que Gary Ramey y Joel Watson llamaron la fragilidad contractual, es decir la imposibilidad de diseñar contratos para resolver problemas de riesgo moral y mantener puestos de trabajo rentables (Ramey y Watson, 1997). Hasta ahora, esta investigación ha producido un artículo publicado en The Scandinavian Journal of Economics que ha sido citado en el nuevo Handbook of Labor Economics, en un capítulo dedicado a los recientes avances en la teoría de búsqueda. En el futuro quiero continuar con esta línea de investigación, pero, motivado por los acontecimientos durante la Gran Recesión quiero analizar en particular el papel de las imperfecciones del mercado de crédito. Los detalles de esta investigación que acometeré en el futuro se proporcionan en la última sección. 128
3. PUBLICACIONES A continuación se presenta un resumen detallado y de naturaleza no técnica de todas mis publicaciones. Hay un total de seis artículos publicados en revistadas indexadas, cinco de ellos en revistas internacionales. A cado uno de ellos dedicaré un breve apartado para explicar los objetivos, el diseño y las aportaciones del estudio. En el caso de los capítulos publicados en libros, me limitaré a comentar únicamente aquellos libros que cuentan con un código ISBN. 3.1. ARTÍCULOS EN REVISTAS INTERNACIONALES (1) Job Auctions and Hold‐Ups, Labour Economics, Vol. 17 (2010), pp 608‐619 En este estudio analizo una economía en la que la productividad de los puestos de trabajo es el resultado de una decisión unilateral por parte de las empresas. El artículo parte del supuesto de que las empresas tienen que efectuar inversiones en capital físico antes de su entrada en el mercado laboral para reclutar trabajadores. Esta secuencia de eventos no permite acuerdos para el reparto de los costes de capital y genera un entorno natural para problemas de hold‐up. En particular, dado que el coste de la inversión ya está amortizado en el momento del emparejamiento entre trabajador y puesto, los trabajadores se negarán a pagar una parte de la inversión, aunque debido a su poder de negociación pueden apropiarse de parte de los rendimientos marginales de capital. Debido a ello, las empresas no estarán dispuestas de dotar los puestos de trabajo con un nivel de capital eficiente si no encuentran una manera para proteger los retornos de sus inversiones. En modelos con búsqueda aleatoria y negociación ex post de salarios, el problema de hold‐
up no tiene solución. En cualquier equilibrio las inversiones en capital son inferiores a la cantidad eficiente. Además, el mismo razonamiento explica la infra‐inversión en educación (Acemoglu, 1996) y formación (Acemoglu, 1997) y las ineficiencias son aún mayores si ambas partes tienen que hacer inversiones antes de su entrada en el mercado laboral (Masters, 1998; Acemoglu, 1996). 129
Por el contrario, en este artículo demuestro que los mercados son capaces de evitar el problema de hold‐up a pesar de que las empresas pueden necesitar algún tiempo para cubrir sus puestos de trabajo. La clave para este resultado está en la capacidad de las empresas de aprovecharse de la competencia entre candidatos rivales para limitar su poder de negociación. Segundo, este mecanismo solo produce una asignación eficiente si los trabajadores pueden observar los niveles de capital y si pueden dirigir su búsqueda hacia empresas con un determinado nivel de capital. La idea de que la competencia entre candidatos rivales puede proteger los rendimientos del capital en mercados de búsqueda es nueva. En mi modelo el número de solicitantes de una empresa es una variable aleatoria cuyo valor es parte del equilibrio. Al principio de cada período, cada persona desempleada puede contactar con una empresa, y en el único equilibrio simétrico de estrategias mixtas, hay algunas empresas que logran atraer a varios candidatos, mientras que otras empresas no logran ninguno. Por último, las empresas con más de un candidato adjudican el puesto de trabajo al candidato dispuesto a trabajar por el salario más bajo. Este proceso de adjudicación de la vacante se modeliza como una subasta. El resultado es una regla de salarios muy intuitiva. El trabajador seleccionado recibe su salario de reserva si la empresa atrae a dos o más solicitantes idénticos. Por el contrario, si la empresa atrae a un solo candidato, este recibe todas las rentas y la empresa se queda únicamente con su valor de reserva. En el equilibrio eficiente con búsqueda dirigida, hay dos fuerzas opuestas. Las empresas anticipan que el excedente pueda acabar en manos de un candidato afortunado y en este caso el salario sería creciente en la cantidad de capital invertida. Sin embargo, una mayor inversión también ayuda a atraer a más candidatos. Por lo tanto, la probabilidad de que una empresa se enfrenta a un único solicitante es menor si la empresa invierte más. Como se demuestra en el artículo, estos dos efectos se anulan entre sí y en el equilibrio el valor esperado de salarios de una empresa es constante e independiente de su elección de capital. Por el contrario, cuando la búsqueda es aleatoria, el equilibrio no es eficiente. 130
La principal contribución del artículo es la demostración de que las fricciones de búsqueda no tiene por qué distorsionar las inversiones. De hecho, las empresas acaban haciendo inversiones eficientes a pesar de que puedan tener la mala suerte de no atraer ningún candidato, o atraer a un único candidato que se apropia de todo el excedente de la relación. Este resultado innovador extiende la eficacia de los mecanismos de subasta a un entorno con inversiones no contratables. También demuestro la irrelevancia de la oportunidad de anunciar un tope salarial. En equilibrio, las empresas nunca utilizarían este mecanismo, ya que conduciría a una fuerte caída en el número esperado de candidatos. Finalmente, se establece un interesante paralelismo con el caso de los anuncios previos de salarios como en los modelos de Moen (1997) y Shimer (1996). Tanto los anuncios como las subastas son capaces de resolver el problema de hold‐up, pero es posible demostrar mediante un simple argumento que las subastas son el mecanismo preferido si la productividad de los trabajadores es información privada. (2) Search, Mismatch and Unemployment / European Economic Review 52 (2008), pp 498‐
526. El artículo titulado "Search, Mismatch and Unemployment" (junto con Maite Blázquez) analiza la eficiencia de la asignación de recursos en un mercado de búsqueda con agentes heterogéneos y negociación bilateral de los salarios. En la versión básica del modelo, hay dos tipos de trabajadores con diferentes niveles de habilidad y dos tipos de puestos de trabajo. Ambos tipos de trabajadores tienen la misma productividad en los puestos de trabajo no cualificados, pero las complejas tareas de los puestos de trabajo calificados requieren a un trabajador con un nivel alto de habilidad. Esta asimetría entre los dos tipos de trabajadores se propuso por primera vez en un artículo famoso de Jim Albrecht y Susana Vroman (en adelante AV) en la revista International Economic Review. Ellos demuestran que la economía puede generar dos tipos de equilibrio: un "cross‐skill matching equilibrium" en que los mejores trabajadores aceptan todos los trabajos y un "ex‐post segmentation equilibrium" en que estos trabajadores sólo aceptan los puestos de 131
trabajo cualificados. Uno de los objetivos principales de los modelos como AV es ofrecer una teoría positiva que pueda explicar los recientes cambios en el patrón del desempleo y la desigualdad salarial. En este artículo vamos un paso más allá mediante la comparación entre la asignación de equilibrio y la asignación eficiente elegida por un planificador social benevolente. Esta comparación es esencial porque permite estudiar las implicaciones en términos de bienestar de los cambios observados en los patrones de desempleo y la desigualdad salarial. Nuestro resultado principal muestra que el equilibrio nunca es eficiente porque la negociación comprime la distribución de los salarios en relación con los valores sombra de los dos tipos de trabajadores desempleados. Más precisamente, bajo el llamado supuesto de Hosios (que genera eficiencia en un modelo con agentes homogéneos), el salario promedio de los trabajadores tiene el valor apropiado, pero el ingreso esperado de los desempleados de habilidad alta es menor que su valor de sombra, mientras que lo opuesto es cierto para los trabajadores de habilidad baja. Una primera consecuencia de esta compresión de los salarios es un desajuste ineficiente, dado que los mejores trabajadores pueden aceptar trabajos no cualificados, mientras que el nivel máximo de bienestar se alcanza solo con “ex post segmentation”. En segundo lugar, la reducida prima salarial para los trabajadores más habilidosos distorsiona los beneficios relativos. La creación de puestos de trabajo cualificados es demasiado atractivo para las empresas, mientras que los altos salarios de los trabajadores menos habilidosos desalientan la creación de empleos no calificados. Debido a este segundo tipo de distorsión, los trabajadores menos habilidosos tienden a pasar más tiempo en paro que en la asignación eficiente. Por el contrario, cuando el patrón de emparejamiento es ineficiente, los trabajadores menos habilidosos salen beneficiados porque consiguen salir más rápido del paro que en la asignación eficiente. Este último resultado es un claro desafío para la visión convencional de que el desajuste de habilidades es perjudicial para los trabajadores en la parte inferior de la distribución. 132
Siguiendo el artículo de Hosios (1990), también ofrecemos una explicación intuitiva para la distorsión de la distribución salarial en términos de externalidades de búsqueda. Como siempre, cada buscador de trabajo adicional hace que sea más fácil para las empresas localizar a un trabajador (thick market externality) y que se intensifique la competencia entre los desempleados, por lo que es más difícil para cada uno de los trabajadores encontrar un trabajo (externalidades de congestión). Con agentes homogéneos estos dos factores externos se cancelarían entre sí cuando el poder de negociación de los trabajadores satisface la condición de Hosios. Por el contrario, con trabajadores heterogéneos esto nunca ocurre porque la externalidad positiva sobre las empresas es más fuerte para los trabajadores más habilidosos, mientras que la externalidad de la congestión es igual para todos los trabajadores. Por último, en una extensión consideramos la posibilidad de búsqueda dirigida. En nuestro modelo básico este supuesto conduce a un resultado eficiente si , el poder de negociación de los trabajadores, satisface la condición de Hosios. En cambio, si eliminamos el supuesto de que los trabajadores menos habilidosos solo pueden ocupar puestos de trabajo no cualificados, entonces el equilibrio es de nuevo ineficiente, excepto cuando la segmentación es el patrón preferido de los menos habilidosos. Por lo tanto, la introducción de búsqueda dirigida en si no es suficiente para garantizar la eficiencia. Antes de la publicación de nuestro artículo ya existían algunos resultados aislados sobre la imposibilidad de eficiencia en mercados de búsqueda con agentes heterogéneos (véase por ejemplo Sattinger, 1995; Shimer y Smith, 2001). Pero ninguno de ellos consigue dar una caracterización completa de los fallos de mercado y de las distorsiones en la asignación de recursos. Además, nuestros resultados acerca de las distorsiones de la asignación de recursos no son comparables con los resultados de los estudios anteriores. O bien estos estudios ignoran la libre entrada de empresas, o suponen que todos los agentes prefieren el mismo tipo de agente. Por el contrario, en nuestro modelo cada tipo de trabajador tiene una ventaja comparativa distinta y esto nos permite endogeneizar el número de puestos de trabajo de cada tipo. Finalmente, el artículo demuestra que podemos construir ejemplos de búsqueda dirigida en los que los equilibrios no son 133
eficientes. Este tipo de entorno es una alternativa prometedora para los dos casos extremos de búsqueda aleatoria (ineficiencia genérica) y búsqueda dirigida con anuncios previos (eficiencia genérica) que merecen ser objeto de ulteriores investigaciones. (3) On‐the‐Job Search in a Matching Model with Heterogeneous Jobs and Workers / Economic Journal 119 (2009), pp 200‐228. En el trabajo titulado "On‐the‐Job Search in a Matching Model with Heterogeneous Jobs and Workers" (junto con Juan J. Dolado y Juan F. Jiménez) analizamos los afectos de los desajustes de habilidades en una economía donde los trabajadores más habilidosos pueden aceptar temporalmente empleos por debajo de su nivel de cualificación. El artículo está motivado por la reciente evidencia empírica que demuestra que las transiciones directas entre un empleo y otro se han convertido en una práctica generalizada. Por lo tanto, cualquier modelo de búsqueda tiene que contemplar este tipo de transiciones si quiere llegar a explicar los datos. En segundo lugar, según los datos, la búsqueda durante el empleo es relativamente más frecuente entre los trabajadores más preparados. Es decir, el porcentaje de las separaciones que se deben a una transición directa hacia un nuevo empleo es más alto cuanto más alto es el nivel de educación del trabajador. Por último, según las encuestas la sobre‐educación, es decir la sensación de estar sobre cualificado para las tareas requeridas por el puesto de trabajo, es uno de los motivos más importante para buscarse otro empleo. Para estudiar la relación entre el desajuste de habilidades y la búsqueda durante el empleo consideramos una extensión del modelo de Albrecht y Vroman (2002) con la posibilidad de búsqueda durante el empleo. Suponiendo que los trabajadores sólo dejan su empleo por otro empleo con un salario mayor, obtenemos un modelo en que el conjunto de buscadores de empleo está compuesto por los desempleados y la masa (posiblemente cero) de los trabajadores sobre‐educados. Para simplificar el modelo suponemos que la búsqueda es gratis. No obstante, la aceptación de empleos no cualificados por parte de los trabajadores más habilidosos sí tiene un coste de oportunidad, dado que la tasa de encuentro es menor durante el empleo que durante el desempleo. Este coste de 134
oportunidad se mide con el parámetro   [0,1] que es el ratio entre la tasa de encuentro para los desocupados y los ocupados. Nuestro primer resultado muestra que la introducción de búsqueda durante el empleo tiene importantes implicaciones para el conjunto de equilibrios. Cuando  es cercano a cero, nuestro modelo produce el mismo conjunto de equilibrios que el modelo de AV. Por el contrario, cuando  es suficientemente cercano a 1, el modelo tiene un único equilibrio con cross‐skill matching en el que los más habilidosos aceptan todos los trabajos. Por lo tanto, la introducción de búsqueda durante el empleo es capaz de eliminar uno de los dos tipos de equilibrio. En segundo lugar, uno puede pensar que la ocupación temporal de empleos no cualificados por parte de los trabajadores más habilidosos es menos perjudicial para los menos habilidosos que la ocupación permanente, pero nuestros resultados indican que esta creencia es errónea. La búsqueda de mejores empleos por parte de los trabajadores sobre‐educados proporciona un fuerte incentivo para la creación de puestos de trabajo cualificados. Por otra parte, la mayor tasa de separación para los trabajadores sobre‐
educados reduce los beneficios esperados de las empresas con empleos no cualificados. El efecto total es un marcado cambio en la distribución de los puestos de trabajo hacia puestos de trabajo cualificados que sólo pueden ser ocupados por los trabajadores más habilidosos. En tercer lugar, demostramos que la búsqueda durante el empleo amplifica las diferencias salariales entre los dos grupos de trabajadores y entre los trabajadores más habilidosos. Por lo tanto, la reducción del coste de oportunidad para los trabajadores sobre‐educados también se manifiesta en los salarios. Para valores razonables de los parámetros este efecto se traduce en un aumento significativo de la varianza de la distribución salarial. Esto sugiere, en nuestra opinión, que la creciente importancia de transiciones directas entre empleos puede ser un factor importante detrás del reciente aumento en el grado de desigualdad salarial. Además, la introducción de búsqueda durante el empleo puede ayudar también a mejorar el grado de adecuación de los modelos de búsqueda a la 135
realidad de los datos. Según un influyente estudio de Hornstein, Krusell y Violante (2006) los modelos de búsqueda no son capaces de generar la desigualdad salarial residual (entre trabajadores parecidos) observada en los datos para la economía de los EE.UU. Nuestros resultados indican que la solución puede estar en la introducción de búsqueda durante el empleo. Con nuestro modelo es sencillo generar ejemplos en los que el grado de desigualdad salarial para los más habilidosos es igual o incluso más alto que la desigualdad observada en los datos. (4) Employment Fluctuations with Downward Wage Rigidity: The Role of Moral Hazard / Scandinavian Journal of Economics, 112 (4) (2010), pp 782‐811. En la actualidad, los modelos de búsqueda y emparejamiento son el modelo de referencia para estudiar la dinámica del desempleo. Sin embargo, existe cierta controversia sobre la capacidad de esta clase de modelos para reproducir los datos empíricos. Los debates se han centrado sobre todo en torno al conocido como unemployment volatility puzzle. Como se explicó anteriormente, este término se refiere al hecho de que el modelo estándar con salarios flexibles no es capaz de reproducir la amplitud en las fluctuaciones cíclicas en el desempleo y la creación de empleo. El ratio entre la desviación típica para estos variables y la desviación típica de la productividad laboral (todos en logaritmos) es casi diez veces más grande en los datos reales que en los datos obtenidos de economías simuladas con salarios flexibles. En dos publicaciones muy relevantes, Robert Shimer (2005b) y Robert Hall (2005) muestran que la introducción de salarios rígidos puede resolver el rompecabezas. Los salarios rígidos generan beneficios fuertemente pro‐cíclicos, lo que aumenta las fluctuaciones en el ritmo de creación de empleo. En el artículo "Employment Fluctuations with Downward Wage Rigidity: The Role of Worker Moral Hazard", escrito junto con James Costain, seguimos un camino diferente. Sobre la base de la literatura sobre fragilidad contractual (e.g. Ramey y Watson, 1997), anterior al debate sobre la volatilidad, y utilizando el modelo de emparejamiento y shirking de mi tesis doctoral, construimos un modelo dinámico de emparejamiento con rigidez endógena de los salarios reales. La 136
restricción para la compatibilidad de los incentivos trunca la distribución de los salarios en la parte inferior y, al igual que en Ramey y Watson (1997), esta rigidez provoca separaciones ineficientes. Además, suponiendo que la desutilidad del esfuerzo es menos volátil durante el ciclo que la productividad, el modelo es capaz de generar fluctuaciones pro‐cíclicas y endógenas en la parte del excedente que reciben las empresas. En resumen, nuestro trabajo plantea una forma de rigidez a la baja de los salarios que está firmemente arraigada en la teoría económica y que puede amplificar los efectos de las perturbaciones tanto en la creación de empleo como en la destrucción de empleo. Para un ejemplo sencillo con sólo dos estados agregados, demostramos analíticamente que el riesgo moral tiene un efecto ambiguo sobre la volatilidad cíclica de la tasa de separación. Sin embargo, calibrando nuestro modelo para la economía de los EE.UU., observamos claramente que la introducción del riesgo moral tiende a suavizar las fluctuaciones cíclicas en la tasa de despido. De hecho, en algunos casos la tasa de despido es constante a lo largo del ciclo. Este sorprendente resultado es debido a las diferencias en la duración prevista de los distintos puestos de trabajo. En un mundo sin riesgo moral, hay empleos marginales que las empresas quieren mantener solo en períodos de expansión. Cuando llega una recesión las empresas despiden inmediatamente a los trabajadores de estos empleos, generando un repunte en la tasa de despido. Al contrario, en nuestra economía con riesgo moral, los incentivos son especialmente costosos en trabajos de corta duración. Por lo tanto, si la probabilidad de shocks agregados es lo suficientemente alta, el problema del riesgo moral puede ser tan agudo en los empleos marginales durante los períodos de expansión que las empresas prefieren eliminar estos empleos, dando lugar a una reducción en los cambios cíclicos en la tasa de despido. El modelo de Ramey y Watson (1997) no podría captar este efecto, porque en su modelo todos los shocks son del tipo iid. En consecuencia, todos los empleos con un nivel de productividad por encima del nivel de reserva tienen la misma duración esperada. En segundo lugar, como se mencionó anteriormente, nuestro modelo es capaz de generar fluctuaciones endógenas en la proporción del excedente que reciben las empresas, pero nuestros resultados indican que este efecto es demasiado débil como para compensar la 137
caída de las fluctuaciones cíclicas en la tasa de despido. El límite inferior de los salarios sube uno a uno con el salario de reserva, siendo esta variable altamente pro‐cíclica. Por lo tanto, el riesgo moral muestra un potencial limitado para amplificar las fluctuaciones cíclicas en la tasa de desempleo aunque si mejora otros segundos momentos como la famosa curva de Beveridge. Por último, es importante destacar que el artículo ofrece importantes avances metodológicos. El reto principal es caracterizar la función del excedente. Dado que el excedente es discontinuo al nivel de las productividades de reserva, la técnicas estándares (como el “contraction‐mapping theorem”) no son aplicables y, peor aún, el problema para una pareja formado por una empresa y un trabajador puede tener varias soluciones. Sin embargo, adaptando unas técnicas propuestas en Rustichini (1998) para problemas de optimización dinámica con restricciones llegamos a demostrar la existencia de una única pareja formada por una función para el surplus y un vector correspondiente de valores de reserva mínimos que cumplen la condición de compatibilidad de incentivos y que maximizan el valor del surplus. Este resultado abre la puerta al análisis de entornos menos estilizados con problemas de riesgo moral dinámicos y contratos de larga duración. En mi opinión, esto es sin duda mi trabajo más ambicioso. Un factor que ha perjudicado las posibilidades de publicación en una revista de máximo nivel es el carácter negativo de los resultados numéricos. En vez de validar las conclusiones de Ramsey y Watson sobre el potencial de la fragilidad contractual como un mecanismo de propagación, nuestros resultados confirmaron lo contrario. Pero aún así, el artículo fue seleccionado para la edición anual especial de la revista Scandinavian Journal of Economics y está citado en la nueva edición del Handbook of Labor Economics en un capítulo sobre los avances en la literatura de búsqueda y emparejamiento. (5) A Positive Analysis of Targeted Employment Protection Legislation / The B.E. Journal of Macroeconomics, vol. 7 (1) (2007), artículo 14. En este trabajo, escrito conjuntamente con Juan J. Dolado y Juan F. Jimeno, analizamos los efectos de reformas parciales del sistema de protección del empleo. En muchos países, las 138
reformas del mercado laboral han ampliado el uso de contratos de duración determinada y/o se ha reducido la protección del empleo para determinados grupos desfavorecidos manteniendo el nivel de protección para el resto de los trabajadores. Los motivos políticos para la implementación de reformas parciales son evidentes (véase por ejemplo, Saint‐Paul 1996, 2000). La justificación para nuestro estudio parte de la falta de conocimiento sobre los efectos económicos de tales reformas. En particular, hay un gran número de artículos que estudian los efectos de los cambios en las regulación del mercado laboral, pero la mayoría de estos estudios se centran en reformas integrales que afectan a todos los trabajadores por igual, o que parten de la hipótesis de que los mercados estén perfectamente segmentados evitando así que las reformas parciales tengan efectos secundarios sobre otros tipos de trabajadores (Mortensen y Pissarides, 1999). En nuestro artículo nos desviamos de estos estudios previos asumiendo que el mercado laboral está compuesto por dos grupos de trabajadores con diferentes características observables. El gobierno puede condicionar el nivel de la protección del empleo sobre las características observables, pero bajo el supuesto introducido en el artículo estas características están correlacionadas imperfectamente con la productividad. Por lo tanto, las reformas parciales son por definición imperfectas y tendrán efectos secundarios sobre el resto de los trabajadores. El resto del modelo es similar al conocido modelo de Mortensen y Pissarides (1994), salvo que permitimos diferencias en la tasa de encuentros y en el tamaño de los shocks para los dos grupos. Por último, durante el estudio solo consideramos tasas de despido (costes administrativos o multas). En el modelo propuesto hay dos tipos de efectos secundarios que tienen particular interés. La liberalización parcial de la protección del empleo estimula la creación de empleo y debido a las fricciones de búsqueda algunos de estos puestos de trabajo pueden acabar en manos de trabajadores del otro grupo. En segundo lugar, reformas parciales pueden dar lugar a efectos de sustitución indeseables e incluso ineficientes. En particular, las empresas pueden preferir un trabajador del grupo afectado por la reforma a otro trabajador del 139
grupo no afectado que es más productivo, pero que es más caro por que tiene derecho a un nivel de protección mayor. Para tener una idea de la importancia de estos efectos, calibramos nuestro modelo para reproducir el mercado de trabajo español en el año anterior de la reforma de 1997 que redujo los costes de despido para un grupo concreto de trabajadores desfavorecidos. En esta reforma el gobierno introdujo un contrato nuevo para grupos de trabajadores jóvenes y mayores de 45 años, y por lo general sin un título universitario. Sin embargo, para evitar complicaciones innecesarias, sólo intentamos reproducir el tamaño y la productividad relativa de los dos grupos. Para evaluar los méritos de las reformas parciales, simulamos los efectos de tres tipos de reformas: (i) una reforma específica que elimina la tasa de despido para los trabajadores de baja productividad. (ii) una reforma específica que elimina la tasa de despido para el grupo de los trabajadores de alta productividad (iii) una reforma transversal que reduce las tasas para ambos grupos. Los efectos simulados de la primera reforma son similares a los cambios observados después de la reforma de 1997 en España. Por otra parte, nuestros resultados proporcionan una justificación económica para esta reforma. Una reforma parcial que se dirige a los grupos de trabajadores con una productividad relativamente baja y volátil genera una mayor reducción del desempleo que una reforma transversal de "igual tamaño"1, o una reforma específica destinadas a los trabajadores más productivos. Sin embargo, y esto debe ser subrayado, si el gobierno quiere maximizar las ganancias de bienestar en esta economía debería eliminar todas las tasas a todos los trabajadores. Finalmente, nuestros resultados indican que los efectos indirectos de las reformas parciales representan casi el 20% de la reducción general del desempleo. 3.2. ARTÍCULOS PUBLICADOS EN REVISTAS ESPAÑOLAS El Conflicto Entre la Demanda de flexibilidad laboral y la Resistencia a la Reforma del Mercado de trabajo / Papeles de Economía Española, vol. 124, pp 84‐96. Volumen especial editado por Juan F. Jimeno. 140
Este artículo conjunto con Juan J. Dolado y Florentino Felgueroso analiza la resistencia política a las reformas del mercado laboral en España. Durante la Gran Recesión España ha perdido más de dos millones de puestos de trabajo, pero incluso en estas circunstancias todavía no existe un apoyo generalizado a las reformas que introducen una mayor flexibilidad en el mercado laboral. En este estudio se argumenta que los dos hechos están íntimamente relacionados con la estructura dual de la protección del empleo. La gran mayoría de los empleos que se destruyen en la crisis son temporales, mientras que muchos de los trabajadores con contrato indefinido se sienten relativamente a salvo porque la protección del empleo para estos trabajos es muy alta para los estándares internacionales. Por tanto, es racional para estos trabajadores oponerse a las reformas que podrían reducir su seguridad laboral. Para ilustrar el conflicto de intereses entre “insiders” y “outsiders” utilizamos datos internacionales sobre la seguridad percibida del empleo del Programa Internacional de Encuestas Sociales (International Social Survey Programme, ISSP). El porcentaje de la población laboral española que declara sentirse muy seguro en su trabajo actual es similar a la de otros países europeos como Alemania o Francia, pero las diferencias entre los grupos de edad son mucho más pronunciadas en España que en el resto de Europa o en los EE.UU. En particular, los trabajadores menores de 34 años de edad se sienten mucho menos protegidos que los trabajadores similares en los EE.UU., mientras que los trabajadores de edad avanzada (mayores de 55) en España se sienten por lo menos tan protegidos como los trabajadores mayores en Alemania. Teniendo en cuenta que los trabajadores jóvenes están empleados principalmente en contratos temporales, podemos concluir que el conflicto insider‐outsider es esencialmente un conflicto inter‐generacional. Los datos del Eurobarómetro, nuestra segunda fuente de datos, confirman esta afirmación. Según esta encuesta la introducción de contratos más flexibles recibe el apoyo más amplio por parte de los trabajadores jóvenes, los desempleados, los trabajadores con contratos temporales y, finalmente, entre los trabajadores que temen que podrían perder su trabajo. Finalmente, en la segunda mitad del artículo mostramos como el conflicto entre los insiders y los outsiders se intensifica por la regulación del proceso de elección de 141
representantes sindicales que excluye precisamente a los trabajadores más afectados por la crisis. Finalmente, al final del estudio presentamos evidencia sobre las diferencias internacionales en el apoyo a medidas para introducir más flexibilidad en los contratos de trabajo. Como resultado llamativo, encontramos que este apoyo es alto en aquellos países que tienen los contratos más flexibles y bajo en países con contratos rígidos, como España. 3.3. CAPÍTULOS DE LIBROS Título: On the Effects of Targeted Employment Policies. Publicado en "Labor Markets and Institutions", Vol. 8 del serie de libros de Banca Central, Análisis y Políticas Económicas, eds. Restrepo y Tokman. Banco Central de Chile, Santiago, 2005. Este capítulo es una contribución bajo invitación a un volumen que analiza el efecto de las regulaciones del mercado laboral sobre el nivel de empleo, los salarios y la desigualdad. Uno de los objetivos específicos de los editores es extraer lecciones de las experiencias de otros países que podrían ser útiles en el diseño de las instituciones del mercado laboral en los países latinoamericanos como Chile. Entre los autores se encuentran economistas de la talla de Olivier Blanchard, Ricardo Caballero, Giuseppe Bertola y Gilles Saint‐Paul. El capítulo, escrito conjuntamente con Juan J. Dolado y Juan F. Jimeno, se basa en el mismo material que nuestro artículo publicado en The BE Journals of Macroeconomics. El objetivo del capítulo es analizar los efectos de reformas parciales en mercados de trabajo con una segmentación incompleta, como novedad destacamos la importancia de las condiciones iniciales. En particular, en este capítulo hacemos una distinción entre economías con un mercado laboral dinámico con muchas vacantes por trabajador desempleado y otras con un mercado de trabajo esclerótico. En este último tipo de mercado se obtienen las mayores ganancias en términos de eficiencia y empleo. 142
3.4. AGENDA DE INVESTIGACIÓN FUTURA Tras una breve pausa en la que he dedicado mucho tiempo a la elaboración de propuestas de reformas para el mercado de trabajo, ha llegado el momento para retomar la investigación con la misma ilusión de siempre y con la ambición de buscar la excelencia. De hecho, mi prioridad para los próximos años es la de trabajar en proyectos con un impacto potencia alto e intentar publicar en las revistas internacionales de primer nivel. Una referencia útil para este objetivo lo constituye la lista de revista incluidas en el programa “Reconocimiento de la Excelencia Investigadora" del proyecto Consolider del Ministerio de Ciencia e Investigación (CSD2006‐00016). En los últimos años, mi trabajo ha adquirido una orientación más cuantitativa (como queda reflejado en mi trabajo con James Costain), y el foco de mi trabajo teórico se ha desplazado netamente de los modelos de búsqueda aleatoria hacia los modelos de búsqueda competitiva. En mi investigación futura seguiré por este camino, tal y como atestiguan los proyectos que actualmente he iniciado. El primero de ellos intenta cuantificar la pérdida de empleo debido a las restricciones de crédito durante la actual crisis. Tengo grandes expectativas en este proyecto, dada la extraordinaria calidad de la fuente de datos que podré utilizar para este trabajo y la relevancia académica de mis co‐
autores (ver más abajo). Los resultados empíricos de este proyecto servirán también como input para un segundo proyecto sobre aceleradores financieros. En este trabajo quiero desarrollar un modelo cuantitativo de búsqueda que capture los diversos canales a través de los cuales las imperfecciones del mercado financiero pueden amplificar las fluctuaciones en el empleo. Por último, desde hace varios meses estoy trabajando en un modelo de búsqueda competitivo en el que las decisiones de empleo se realizan de manera conjunta en el seno de la pareja, el cual ofrece nuevas pistas sobre la relación entre las decisiones en el interior de hogares y la brecha salarial entre géneros. 143
A continuación proporcionaré los detalles de los tres proyectos mencionados. Dado que la interacción entre las imperfecciones del mercado financiero y las perturbaciones macroeconómicas se encuentra en el centro de los debates y promete ser un área de investigación muy activa en los próximos años comenzaré con una descripción detallada del proyecto de investigación sobre crédito y empleo. 3.4.1. L AS RESTRICCIONES AL CRÉDITO Y LA PÉRDIDA DE EMPLEOS DURANTE LA G RAN R ECESIÓN Lo que sigue a continuación es el plan para este primer proyecto de investigación que he escrito junto con Samuel Bentolila de CEMFI. El proyecto se llevará a cabo junto con otros dos economistas, Jesús Saurina y Jiménez Gabriel, ambos del Banco de España. 3.4.1.1.
I NTRODUCCIÓN La crisis financiera ha debilitado gravemente la solvencia de los bancos y su capacidad de prestar fondos, y como consecuencia muchas empresas sufren hoy día una presión financiera considerable. Según muchos analistas estos problemas financieros han causado una notable pérdida de empleos. Sin embargo, si bien ha habido avances en el análisis de los efectos financieros de la crisis, se ha avanzado mucho menos en el estudio de sus efectos reales, en particular en materia de empleo, que son al menos tan importantes, si no más, que los efectos financieros. El objetivo de nuestro proyecto es estimar el impacto negativo de la crisis financiera sobre el empleo a nivel de empresa en España durante la Gran Recesión. Las restricciones de crédito y la caída en el nivel de empleo han sido muy pronunciados en España y más fuertes que en otros países. Durante la Gran Recesión el empleo se ha reducido un 11,5% desde su nivel máximo en 2007, haciendo que la tasa de desempleo se dispare desde el 8% al 21,3% a principios de 2011. Dada la magnitud de estos cambios y su relevancia social, llegar a entender el comportamiento del empleo español es, por tanto, de gran interés tanto en España como en el extranjero. 144
Nuestra estrategia de estimación explota la gran variación en los costes de endeudamiento y las diferencias de corte transversal en la vulnerabilidad financiera de las empresas, para identificar el efecto de las restricciones de financiamiento en el empleo. Recientemente Jiménez, Ongena, Peydró, y Saurina (2010a, b) (véase también Jiménez, Mian, Peydró y Saurina, 2010) han utilizado una base de datos nueva y única (en adelante BEBL) con datos sobre las peticiones de préstamos bancarios y préstamos concedidos, así como datos de los balances de las empresas y bancos españoles, para identificar la importancia de cambios en la oferta y demanda de crédito en la determinación del nivel de crédito. Beneficiándonos de estos trabajos, trataremos también de identificar por separado la pérdida de empleo debido a la vulnerabilidad financiera de las empresas (balance sheet channel) y la de los bancos (bank lending channel). Todos los estudios empíricos centrado en estos temas reconocen que el uso de indicadores de la salud financiera de una empresa genera importante problemas de endogeneidad. En igualdad de condiciones, se espera que el coste de crédito para una empresa aumente con su nivel de endeudamiento o apalancamiento, pero en la práctica los ratios de apalancamiento pueden ser altos en las empresas que tienen un buen acceso al crédito por motivos que son difíciles de observar por un económeta. Para superar este problema, vamos a explotar la base de datos BEBL, que tiene información única sobre las peticiones de crédito de las empresas y las decisiones de los bancos. En particular, los datos sobre las peticiones de crédito rechazadas proporcionan una variable instrumental perfecta para valorar la importancia de las restricciones financieras sufridas por las distintas empresas. Las empresas que registraron denegaciones del crédito antes del estallido de la crisis pueden ser tomadas como un grupo de tratamiento y los ajustes de empleo de este grupo de empresas pueden ser comparados con los de un grupo de control formado por las empresas con acceso sin restricciones al crédito en el período anterior a la crisis. Otro factor que debe tenerse en cuenta en las estimaciones es la naturaleza dual del mercado de trabajo español, con una proporción de trabajos temporales que rozaba el 33% antes de la recesión actual y que actualmente se encuentra en el 25%. Por lo tanto, nuestro método de estimación tendrá en cuenta que las restricciones financieras afectan 145
tanto al nivel de empleo deseado como a la proporción óptima entre trabajos permanentes y temporales. Este último elemento es crucial para poder explicar la dinámica del empleo en respuesta a un shock adverso. 3.4.1.2.
E L MARCO TEÓRICO Desde hace tiempo se sabe que imperfecciones en los mercados financieros amplifican la respuesta de la economía a perturbaciones de naturaleza agregada. La asimetría de información entre prestamistas y prestatarios abre una brecha entre el coste de fondos externos e internos que exhibe un marcado patrón contra‐cíclico. En consecuencia las empresas pueden verse obligadas a reducir su escala de operación durante recesiones para aliviar las restricciones financieras y la falta de liquidez. Además, este efecto no es igual para todas las empresas, así, el aumento de los costes de financiación suele ser mayor para las empresas con un ratio de endeudamiento más alto. Los primeros estudios sobre aceleradores financieros analizaban la relación entre la vulnerabilidad financiera de las empresas y la volatilidad cíclica de sus inversiones en bienes de capital (Bernanke y Gertler, 1989; Bernanke, Gertler y Gilchrist, 1996; Kiyotaki y Moore, 1997). En algunos de los estudios posteriores, el énfasis se movió hacia los cambios en el empleo (por ejemplo, Sharpe, 1994, para los EE.UU., Nickell y Nicolitsas de 1998, para el Reino Unido; Caggese y Cuñat, 2007, para Italia, y Benito y Hernando, 2008, para España). Pero la mayoría de estos estudios utilizan una especificación ad‐hoc que relaciona las diferencias en las variaciones cíclicas de empleo entre las empresas con algún indicador de apalancamiento a nivel de la empresa. La premisa básica es que las restricciones financieras obligan a las empresas a reducir su atesoramiento del empleo durante el ciclo creando fluctuaciones más grandes en las empresas más apalancadas.1 Una excepción a esta práctica es el estudio de Caggese y Cuñat (2007). Estos autores desarrollan un modelo estructural para las decisiones del empleo de empresas que se enfrentan a restricciones de crédito y que no pueden generar fondos internos emitiendo acciones. Una de las aportaciones principales del artículo de Caggese y Cuñat es su análisis de la elección entre contratos temporales y permanentes. Según sus resultados hay una 146
diferencia importante entre el efecto de restricciones financieras actuales y futuras. Las empresas que están sufriendo restricciones de liquidez se muestran proclives a ofrecer puestos de trabajo permanentes, porque estos puestos son más productivos y ayudan a relajar las restricciones de liquidez. Por el contrario, la perspectiva de las restricciones futuras de liquidez induce a las empresas a crear empleos temporales, ya que estos empleos pueden ser eliminados de golpe a coste cero. Según sus resultados numéricos, el último efecto domina claramente sobre el primero. Por lo tanto, las restricciones financieras conducen a una mayor proporción de empleos temporales, lo cual a lo largo del ciclo genera mayor volatilidad en el empleo. Además, el uso extensivo de contratos temporales como colchón puede llegar a reducir la volatilidad cíclica en el número de puestos de trabajo permanentes. El modelo de Caggese y Cuñat (1997) es especialmente adecuado para el estudio de la dinámica del empleo en mercados duales como el español y servirá como modelo de referencia. 3.4.1.3.
E STRATEGIA EMPÍRICA Los estudios mencionados anteriormente analizan las diferencias en el comportamiento cíclico entre distintos grupos de empresas. La premisa, como se explicó antes, es que el empleo debe ser más volátil en las empresas más vulnerables desde el punto de vista financiero. En nuestro estudio partimos de una hipótesis similar, pero nuestro enfoque es radicalmente diferente. En nuestro estudio queremos estimar las pérdidas de empleo debido a las dificultades financieras de las empresas en la crisis actual. En otras palabras, en lugar de estimar una ecuación de demanda de trabajo dinámica para las empresas, queremos comparar el nivel de empleo antes y después de la crisis para diversas categorías de empresas que difieren en su grado de vulnerabilidad financiera. Al concentrarnos en los ajustes de empleo durante la actual crisis, perdemos las observaciones de anteriores expansiones y recesiones. Sin embargo, esta pérdida se compensa con el hecho de que la crisis actual ofrece el marco perfecto para cuantificar la importancia de los aceleradores financieros. La extraordinaria profundidad de la crisis financiera ha creado un shock no 147
anticipado y de gran envergadura en la salud financiera de muchas empresas. Además, una bien diseñada estrategia de “difference‐in‐differences” nos permite obviar dificultades relacionadas con el timing y las diferencias en la profundidad de los shocks, los cuales pueden generar sesgos en las estimaciones. El principal reto de este proyecto se encuentra en la elección de los grupos de control y tratamiento. En principio, para esta tarea se podría utilizar un indicador estándar de la vulnerabilidad financiera, tales como el ratio de endeudamiento o su equivalente en términos flujo, esto es, la proporción del flujo de caja dedicado al pago de intereses. Sin embargo, esta estrategia tiene al menos dos inconvenientes. En primer lugar, el valor de umbral que separa a los dos grupos sería arbitrario y, en segundo lugar, como se señaló anteriormente, estos indicadores financieros sufren de problemas de endogeneidad importantes ‐ una empresa puede tener fácil acceso al crédito, ya que tiene excelentes oportunidades de inversión, y por lo tanto un alto nivel de apalancamiento no es necesariamente un signo de debilidad financiera. Para superar estos problemas de endogeneidad, los estudios existentes han considerado variables instrumentales como el tamaño de la empresa o la edad. Otros trabajos como el de Caggese y Cuñat (2007) utilizan información proporcionada por las empresas sobre la medida en que ellas perciben estar afectadas por restricciones de crédito. Pero ninguna de estas variables instrumentales se basa en información objetiva sobre la concesión real de crédito. El acceso a los datos de las peticiones de crédito y los rechazos por parte de los bancos, contenidos en la base de datos BEBL, nos permitirá superar este problema. Interpretando el rechazo de una petición de crédito en el período anterior a la crisis como una prueba de la vulnerabilidad financiera, se puede obtener una delimitación clara de las empresas con y sin restricciones. En un primer paso podríamos simplemente comparar el cambio proporcional en los niveles de empleo entre estos dos grupos. Sin embargo, la asignación de empresas a estos grupos no es aleatoria. Por lo tanto, un procedimiento más fiable sería la de explotar las técnicas de “propensity score matching”. Con este procedimiento es posible encontrar pares de empresas similares en los dos grupos, lo que limita el riesgo de sesgos. Los controles que se pueden utilizar para el emparejamiento 148
puede incluir la información de los balances de las empresas, ya que estas variables proporcionan información adicional sobre la situación financiera de las empresas una vez que hemos controlamos por las diferencias en el acceso al crédito en el período pre‐crisis. Los demás controles serían similares a los controles utilizados en la literatura existente, incluyéndose también la proporción de empleos temporales a nivel de empresa. Además del procedimiento propuesto de estimación y el uso de los mejores controles disponibles para las restricciones de crédito, también esperamos hacer una contribución con respecto al papel de los bancos. Las empresas pueden tener un menor acceso al crédito porque ellas tienen una posición financiera débil o porque los bancos con los que opera han sufrido un deterioro de sus balances. Los estudios existentes no suelen hacer una distinción entre estos canales (por ejemplo, Bernanke y Gertler, 1995), pero en la actual crisis esta distinción es deseable y necesaria. Los bancos españoles financiaron el boom de la construcción y el rápido crecimiento del consumo privado con préstamos procedentes del exterior, pero en la actualidad muchos de estos bancos no tienen acceso a los mercados internacionales de capital y el valor de sus garantías es mucho menor que antes de la crisis. Como consecuencia, algunas empresas financieramente sanas pueden verse obligadas a reducir sus niveles de empleo debido a que sufren un racionamiento de crédito por parte de los bancos que cuentan con balances deteriorados. Para controlar estos efectos secundarios se necesita información sobre las relaciones bancarias de las empresas. Los datos de este tipo también están disponibles en la base de datos BEBL, lo que podría ser utilizado para estimar la contribución desde el lado de la oferta a las pérdidas de empleo. 3.4.1.4.
D ATOS La base de datos BEBL es particularmente adecuada para el propósito de nuestro proyecto dado que contiene datos sobre: a) Las peticiones de préstamos y los créditos concedidos presentes en el Registro de Crédito del Banco de España (CIR). 149
b) Información sobre los balances de los bancos. c) Los balances de las empresas no‐financieras y sus niveles de empleo tanto de carácter fijo como temporal. Estos datos sirven para el emparejamiento de empresas en los grupos de tratamiento y control. Mientras que la Central de Balances tiene más información sobre el empleo y otras variables que el Registro Mercantil, este último contiene información sobre el número medio de empleados con contrato indefinido y de duración determinada, así como la cuenta de resultados de las empresas (incluidos los gastos salariales, por ejemplo), que debe permitornos alcanzar nuestras metas. Para ilustrar la extraordinaria riqueza de los datos: el CIR contiene información sobre todos los préstamos nuevos y en circulación de más de 6.000 € a las empresas no financieras concedidas por las entidades de crédito que operan en España desde 1984. Esto suma un total de más de 50 millones de observaciones. Del mismo modo, el conjunto de datos contiene más de 2,3 millones de observaciones sobre las solicitudes de préstamos de las empresas a los bancos con los que desean establecer una nueva relación bancaria. En muchos casos estas peticiones están motivadas por restricciones de crédito por parte de sus relaciones bancarias actuales. 3.4.1.5.
P LAN DE TRABAJO El trabajo en este artículo se inició en Mayo de 2011. En breve esperamos comenzar con las estimaciones dado que los cruces de datos, una labor costosa en tiempo, ya están realizados. Los primeros resultados deberían estar disponibles a finales de este año y podrían ser publicados como documento de trabajo del CEPR. 3.4.2. L AS RESTRICCIONES CREDITICIAS Y LA VOLATILIDAD DEL DESEMPLEO A LO LARGO DEL CICLO ECONÓMICO La reciente crisis financiera ha provocado un renovado interés en el papel de aceleradores financieros como se explicó anteriormente. Los papeles seminales en los aceleradores financieros citados en la sección anterior se centran fundamentalmente en el papel de los 150
shocks de crédito y la transmisión de la política monetaria en el comportamiento de la inversión, pero los ingredientes necesarios para la amplificación de los shocks de crédito pueden ser adaptados perfectamente para el estudio de la amplificación de las perturbaciones en el mercado laboral (véase ejemplo, Petrosky‐Nadeau, 2008; Hristov, 2009; Petrosky‐Nadeau y Wasmer, 2010). Todos estos estudios tienen en común que las empresas cubren (parte de) los costes de sus vacantes con fondos externos. Debido a imperfecciones en el mercado financiero esta financiación exterior es especialmente cara en recesiones. Esta característica amplifica las fluctuaciones cíclicas en la creación de empleo. El mecanismo preciso es distinto en cada uno de los estudios. Hristov (2009) y Petrosky‐Nadeau (2010) adoptan el enfoque estándar en el que se adopta como supuesto básico la existencia de información asimétrica entre prestamistas y prestatarios. Por el contrario, Petrosky‐Nadeau et al. (2010) considera un modelo con fricciones de búsqueda tanto en el mercado de crédito como en el mercado laboral. Basándome en la evidencia empírica del proyecto mencionado anteriormente, quiero introducir dos novedades. La primera extensión sería permitir a las empresas el uso de fondos para financiar (parte de) sus costes operativos y no solo el coste de nuevas vacantes. Bajo este supuesto un aumento en el costo de los fondos externos podría generar la destrucción de empleos existentes, algo muy distinto a la falta de creación de nuevas vacantes. La segunda extensión es la introducción de dos tipos de contratos como en Caggese y Cuñat (2008). Este trabajo demostró que las empresas tienden a utilizar los contratos temporales como un colchón frente a las perturbaciones. Por otra parte, hay una serie de trabajos recientes que analizan el impacto de la protección del empleo dual sobre la volatilidad cíclica del empleo (Costain, Jimeno y Thomas, 2010; Bentolila, Cahuc, Dolado y Barbachon Le, 2010; Toledo, Sala y Silva, 2010). Una extensión natural es la combinación de ambas características para analizar las fluctuaciones cíclicas de los mercados laborales duales en los que las empresas pueden enfrentarse a restricciones financieras. 151
En los próximos meses quiero explorar la viabilidad de estas dos extensiones. Pero mi prioridad absoluta es la de tener un primer borrador para el trabajo empírico antes de empezar a trabajar en modelos teóricos de búsqueda con fricciones financieras. 3.4.3. J OINT C OMPETITIVE S EARCH (M ODELOS DE B ÚSQUEDA CONJUNTA COMPETITIVA ) Las brechas de género en el mercado laboral están ampliamente documentadas. Las mujeres tienden a trabajar menos horas que los hombres y se enfrentan a menores tasas de empleo y salarios más bajos. Estos hechos están presentes en todos los países. Si bien es cierto que el tamaño de la brecha de género se ha reducido a lo largo del tiempo, la brecha sigue siendo considerable y suele crecer a lo largo de la vida laboral. En su trabajo seminal, Becker (1991) muestra que la especialización en el interior del hogar en cuanto a la asignación de tiempo a actividades de mercado y la producción dentro del hogar puede surgir de manera eficiente, aunque no existan diferencias biológicas pertinentes entre los miembros del hogar. La razón es que el capital humano acumulado desde el nacimiento determina la ventaja comparativa de cada miembro. En el momento en el que el hogar tiene que decidir la asignación de tiempo y la posterior inversión en capital humano este patrón de especialización puede reforzarse. En este trabajo utilizo un modelo de búsqueda competitivo para mostrar que las familias pueden preferir un patrón de especialización completa en el hogar, incluso si no hay diferencia alguna en términos de capital o productividad entre los miembros del hogar. Los beneficios de la especialización surgen como consecuencia de las fricciones en el mercado laboral que permiten una salida más rápida del paro para los agentes que ofrecen más horas de trabajo. En el modelo básico, hay un continuo de hogares compuestos por dos adultos. Los dos miembros de la familia son idénticos y se enfrentan a una restricción de tiempo conjunta. Cada miembro dispone de una unidad de tiempo disponible y cada pareja tiene que destinar una cantidad fija de tiempo τ a las actividades del hogar dejando un total de (2 ‐ τ) para las actividades de mercado. La utilidad de los miembros de la familia depende del 152
consumo de un bien privado y un bien público, ambos disponibles en el mercado. Por último, para simplificar el análisis considero un modelo estático y se descarta la existencia de un mercado de crédito, de tal modo que los hogares gastan toda su renta en los bienes públicos y privados disponibles. El modelo del mercado de trabajo se basa en el modelo competitivo de búsqueda de Moen (1997). Las empresas ofrecen contratos que estipulan las horas de trabajo y los salarios y cada miembro del hogar puede contactar con una empresa. Como es habitual en la literatura de búsqueda se analiza solo el equilibrio en estrategias mixtas, por lo tanto, algunas empresas pueden atraer a varios trabajadores mientras que otras empresas no atraen a ningún candidato. Finalmente, las empresas con varios candidatos, seleccionan al candidato que ofrece mayores ganancias esperadas a la empresa. Esta decisión depende claramente de las características de los contratos ofrecidos por las empresas. Es importante resaltar en el marco de este modelo la formación de hogares ofrece varias ventajas. Dentro el hogar los dos miembros pueden asegurarse mutuamente contra el riesgo de desempleo. Además, la presencia de bienes públicos genera rendimientos de escala en el consumo y la co‐habitación ofrece la posibilidad de especialización. Las primeras dos características determinan las preferencias del hogar sobre la rapidez de la salida de paro, pero mi interés se centra sobre todo en los beneficios de la especialización. Los primeros resultados son prometedores. En ausencia de problemas de incumplimiento de los acuerdos entre las parejas, la especialización perfecta es estrictamente eficiente y se puede implementar a través de un equilibrio del modelo de búsqueda competitivo. Es decir, el valor de la producción agregada alcanza su máximo si uno de los miembros del hogar se especializa en actividades de mercado, mientras que el segundo miembro se encarga de las actividades de su casa, dedicando solo (1 ‐ τ) horas a las actividades de mercado. El grupo de trabajadores a tiempo completo es claramente más atractivo para las empresas que los trabajadores a tiempo parcial. Esta característica les permite salir del desempleo con más probabilidad, ya que se situarán por delante de los trabajadores que desean trabajar a tiempo parcial en la misma empresa. 153
Para entender por qué la especialización es eficiente, podemos considerar una asignación simétrica en la que ambos miembros comparten las tareas del hogar. En esta asignación las empresas ofrecen un solo contrato y todos los agentes se enfrentan a la misma tasa de salida de paro. Consideremos ahora un pequeño subconjunto de hogares que se apartan de esta configuración asignando una cantidad ε cantidad de tiempo adicional a las actividades de mercado de uno de los miembros del hogar, por ejemplo los varones. Todos estos varones se situarán por delante del resto de los hombres y mujeres y las ganancias de esta mejora provocan un salto discreto en los ingresos esperados del hogar, superior a la pérdida de ingresos debido a la caída en la tasa de salida de la mujer. Con funciones de producción lineal, esto conduciría a un equilibrio eficiente en el que las empresas ofrecen dos contratos diferentes que permitan la especialización completa en el hogar. Note, no obstante, que el patrón de especialización no está determinado. El modelo puede explicar la existencia de diferencias de género en las horas, las tasas de empleo y los salarios. Pero en el modelo estático la brecha salarial (por hora) tiene el signo equivocado. Para remediarlo sería preciso suponer una función de producción convexa o considerar un modelo dinámico con aprendizaje en el puesto de trabajo. Una cuestión más importante en mi opinión es el aparente conflicto entre las predicciones del modelo y la reducción secular de la brecha de género. En las últimas décadas la participación laboral de las mujeres ha aumentado considerablemente en la mayoría de los países industrializados y también es más común observar parejas que comparten la carga de actividades en el hogar. Claramente se podría explicar esta tendencia por un aumento de la productividad. En este caso, la reducción de la brecha de género sería eficiente. Pero la explicación que yo quiero investigar es otra y está relacionado en los cambios en la estabilidad de los hogares. En muchos países industrializados las reformas de las leyes de divorcio han facilitado el divorcio. Estas reformas se pueden interpretar como un debilitamiento del grado de compromiso cumplimiento de los acuerdos adoptados al formarse el hogar. Es decir, en hogares menos estables es más difícil cumplir acuerdos que implican una redistribución sustancial de recursos entre las dos partes, y esto puede afectar al patrón de especialización. En particular, la especialización perfecta puede dejar 154
de ser factible porque no es posible garantizar las transferencias necesarias entre el que dedica más y el que dedica menos tiempo a las actividades de mercado. Hasta ahora, he estado trabajando en una versión que permite el comportamiento oportunista por parte de las parejas en cualquier momento de su relación, pero este supuesto no parece adecuado porque en equilibrio no hay ninguna transferencia entre las partes; las únicas ventajas de la co‐habitación son el resultado de los rendimientos a escala en el consumo. El reto es, pues, encontrar una manera razonable de compromiso limitado que pueda romper el equilibrio con especialización perfecta, pero que mantenga predicciones realistas sobre las transferencias entre los miembros del hogar. La opción más razonable es la introducción de shocks exógenos de preferencias que disuelven el hogar. Este mecanismo puede romper el patrón de especialización si hay límites en las obligaciones de hacer transferencias en el período después de la separación. Claramente, este no es el primer estudio sobre la oferta laboral al nivel de hogares y su relación con la división de tareas dentro del hogar. Sin embargo, la literatura sobre modelos colectivos de decisión en el hogar suelen contemplar solo mercados de trabajo competitivos, por lo tanto, la única manera de generar diferencias en salarios es a través de diferencias en la productividad. Del mismo modo, también hay algunos trabajos que analizan las decisiones de las familias en el contexto de un modelo de búsqueda (véase por ejemplo, Guvunen y Violante, 2008; Erosa et al. 2010), pero estos artículos contemplan modelos de búsqueda aleatoria. En estos modelos no existe una relación entre la distribución de oferta de trabajo y las decisiones en el interior de los hogares. Por lo tanto, una vez más la especialización completa requiere ex ante que existan diferencias de productividad entre los miembros del hogar. El documento en que se plasmará este proyecto contendrá un largo debate sobre estos temas. 155
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