Curso Básico Tarot - AL FILO DE LA REALIDAD .com.ar

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CAI - Centro de Armonización Integral
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Jueves, 09 de Septiembre de 2004 23:41
Curso de Tarot (parte 1 de 2)
Estimado Suscriptor:
Usted está recibiendo el curso de Tarot, y es importante que previamente lea estas
consideraciones.
El material enviado constituye la estructura TE ÓRICA de dicho curso. A partir de aqu í, estaremos
en condiciones de pasar al aspecto PR ÁCTICO.
Como usted comprenderá, una práctica sensata se basa necesariamente en una teoría sólida. Tal
vez a usted sólo le interese conocer de manera generalizada este arte milenario y, en ese
sentido, este enví o –confiamos– satisfacerá plenamente su curiosidad intelectual. Pero si adem ás le
interesa profundizar en la aplicaci ón concreta del mismo (y si bien los elementos aqu í suministrados
ya le permitirán básicamente hacer sus primeros ensayos) deberá solicitar los Ejercicios, a los que en
el momento que usted indique seguirá una Evaluaci ón y su correspondiente Certificado.
Quedamos a sus órdenes.
La Direcci ón.
LOS SECRETOS DEL
TAROT
por GUSTAVO FERNÁNDEZ
Dedicado a:
Mis alumnos de los cursos de Tarot de mi instituto, el Centro de Armonización
Integral, por haberme permitido depurar mis métodos y obligado a profundizar en el misterio de
cada Arcano.
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"Las estrellas inclinan, pero no obligan".
William Shakespeare.
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INTRODUCCIÓN
Cómo ser un tarotista profesional sin fracasar en el intento
Desde hace cerca de veinte años vengo dedicándome profesionalmente al ejercicio del Tarot,
primariamente en su versi ón marsellesa y, con el tiempo, evolucionando hasta los arcanos del
antiguo Tarot Egipcio. Fruto de las reflexiones nacidas durante esos años de práctica, de las disímiles
situaciones presentadas por mis consultantes, y fundamentalmente, de mis propios cuestionamientos
y dudas, surge este m étodo para el conocimiento del Tarot, que no pretende arrogarse el derecho de
ser el único válido –ni siquiera, el mejor– pero sí ser sincero y coherente con mi enfoque particular:
comprender que el uso del mismo como un honesto modo de ganarse la vida no debe estar en
absoluto reñido con la seriedad y profesionalidad con que el tema se encare. De manera que creo
interesante comenzar esta Introducci ón haciendo las preguntas –y respondiéndolas– que yo mismo,
alguna vez, me cuestion é seriamente; debo ser sincero al admitir que en esta búsqueda de años he
transitado caminos que se resolvieron como callejones sin salida, que me he enfrentado a preguntas
que demoraron en ocasiones lustros en ser respondidas y sobre las cuales sinceramente llegué a creer
que jam ás podría contestar. Años de resentimiento ante algunos "colegas" única y exclusivamente
motivados por el lucro con el dolor ajeno, de respetables profesores –no sé si llamarlos "maestros" de
quienes intu ía niveles superiores de conocimiento técnico si no espiritual pero que golosa y
medrosamente lo escamoteaban a sus alumnos, quiz ás temerosos que su difusión les hiciera perder
un sitial de privilegio. Enfrentando la sonrisa ir ónica del "establishment" cient í fico sarcástico ante
cualquier atisbo de tratar de darle seriedad académica a esta disciplina, consultantes m ás empeñados
en la satisfacci ón egoí sta de sus expectativas que en descubrir caminos hacia una iluminaci ón
superior... en fin, que fueron muchas las ocasiones en que pensé seriamente dar con todo al cesto de
residuos y dedicarme a otra cosa. Pero si a costa de alg ún dolor algo he aprendido, es que por alguna
Raz ón que me trasciende no es ocioso, no es casualidad que uno esté volcado a estas disciplinas; tan
fácil, tan cómodo hubiera sido dedicarse a algo m ás "normal", m ás convencionalmente aceptado por
la sociedad. Qué sé yo... contabilidad, ingeniería, enseñanza de idiomas. Y, sin embargo, aqu í estoy,
habiendo como dije descubierto que no se escapa tan f ácilmente a ciertos avatares del Destino
empeñados en convencernos de que, por m ás que nos disguste, habremos de cumplir, bien o mal,
nuestra misi ón.
Y de hecho nuestra misi ón, hoy y aquí , es enseñarles el arte del Tarot, para cumplimentar lo cual
hemos pergeñado este trabajo. Y si bien la práctica es la principal condici ón a cumplir para
transformarse en un eficiente profesional, estas l íneas, plenas de teoría, son necesariamente
insalvables, ya que consolidarán la seriedad de su práctica.
La clave del destino
Desde hace siglos, los seres humanos buscan en las cartas la clave de su destino. A veces, la
encuentran... El mundo fascinante del Tarot, ¿podrá ayudarnos en nuestra búsqueda espiritual?.
Aprendamos ca conocer e interpretar estas barajas; sus enigm áticos símbolos nos invitan, si no a una
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iniciaci ón, a un apasionante –cuanto menos– juego de sociedad.
El juego del Tarot es posiblemente el antepasado de todos los juegos de cartas modernos. Pero, ¿se
puede hablar apropiadamente de un juego cuando se menciona al Tarot?. ¿Se trata sólo de una simple
serie de l áminas ilustradas?. ¿Sólo destinadas a entretener el ocio humano?.
Resulta difí cil creerlo. Desde luego, los tarots, ricamente adornados, pueden gustar y divertir.
Tambi én pueden invitar a un largo y apasionante viaje por un universo m ágico, donde las cosas no
son exactamente las mismas que en el nuestro, donde el pasado y lo porvenir se interpenetran,
desafiando todas las leyes conocidas del espacio y el tiempo, donde el Hombre debe " subirse sobre
sus propios hombros" para conocer lo que le espera.
No se sabe con exactitud quién invent ó los juegos de cartas en general, ni el Tarot en particular;
existen las hip ótesis m ás disí miles en este sentido. En el siglo XVIII se habló de la Atl ántida y de
Egipto: esta última hip ótesis fue propuesta por Antoine Court de Gébelin (1725-1784) en una obra
titulada “Le monde primitif” (" El mundo primitivo"). Pero hay otros autores que creen que los
tarots vinieron de China o de la India, o quizás de la antigua patria de los gitanos o, posiblemente,
llegaron a Europa a trav és de los cátaros.
Un dato es seguro: el primer juego de cartas apareci ó en Alemania hacia 1325. Esas cartas eran
sólo estampas que reproducían escenas de la vida cotidiana. Las barajas eran ejemplares únicos,
iluminados a mano, cuyo usufructo estaba reservado a los privilegiados que podían pagarlas.
En 1381, los papeles de un notario de Marsella, Laurent Aicardi, mencionan un juego de cartas. En
1382 existí a algún juego en la ciudad francesa de Lille. Y las cartas se fueron extendiendo por todo
el mundo europeo.
En esa época, un tal Jacquemin Gringonneur se defin ía a s í mismo como "maestro fabricante de
naipes". Pertenecí a a la corporación de iluminadores y pintores de im ágenes religiosas; las cartas ya
estaban vinculadas a un simbolismo religioso. En 1392, Carlos VI, rey de Francia, encargó tres
juegos de naipes a Gringonneur. Diecisiete cartas de uno de esos juegos han llegado hasta nosotros.
En Italia, los tarots fueron mencionados por primera vez en 1379. Es una fecha poco segura para
un juego poco seguro, descripto sin mucha precisi ón en los archivos de la ciudad de Viterbo. En
cambio, en 1432, la familia Visconti -Sforza encarg ó a Bonifacio Bembo un Tarot de 78 cartas, de las
que 74 han llegado hasta nuestros días. Las figuras y los colores que emplea son bastante parecidos a
los de uso com ún en el tarot marsell és de la actualidad.
En 1465, tambi én en Italia, se grabó en planchas de cobre un juego atribuido al famoso pintor
Andrea Mantenga; se compone de 50 cartas, previstas para jugar. Pero el juego desempeñaba,
adem ás, una funci ón educativa, ya que en él figuran los diez estados del Hombre, Apolo y las nueve
musas, las diez ciencias, los tres principios cósmicos y las siete virtudes, los siete planetas y las tres
esferas de las "estrellas fijas", adem ás del "Inspirador original" y la "Causa de las causas".
Puesto en orden, el juego de Mantenga describe el orden y la unidad del universo. Constituye una
especie de escala simbólica que va de la Tierra al cielo y del cielo a la Tierra; la idea de la elevación
espiritual del Hombre y de la toma de conciencia cósmica empieza a avanzar.
El juego del Tarot alcanz ó una gran popularidad en la Europa del siglo XVI; en aquel momento, el
número de naipes oscilaba entre 78 y 97. A partir del siglo XVIII se consideró "oficial" la baraja de
78 cartas, con sus cuatro series de 14 cartas "inferiores" (los arcanos menores) que van del as al rey,
y sus 22 cartas maestras (los Arcanos Mayores).
Numerosos autores del siglo XIX estudiaron con enorme interés el Tarot. Eliphas Levi, el famoso
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ocultista francés (cuyo verdadero nombre era Alphonse Louis Constant) descubrió una
correspondencia entre los 22 Arcanos Mayores y las 22 letras del alfabeto hebreo. En Inglaterra, los
miembros de la Golden Dawn –el " Amanecer Dorado", la c élebre sociedad, mitad literaria, mitad
secreta– estudiaron intensamente el aspecto adivinatorio del Tarot. Entre ellos figuraban el gran
poeta W. B. Yeats y tambi én Alesteir Crowley, quien termin ó por crear su propio Tarot, con figuras
más conformes a su autenticidad original... en opini ón del propio Crowley.
En los paí ses anglosajones el estudio del Tarot tuvo un desarrollo muy intenso, a causa, sobre
todo, de la influencia de los antiguos iniciados de la Golden Dawn. En la actualidad, la asociaci ón
norteamericana de los “Builders of Adytum ” ("Constructores del santuario") realiza importantes
trabajos en torno al significado oculto del Tarot.
Esta genealogí a, que explica muy bien el cómo del desarrollo del Tarot, no nos dice nada acerca
de su porqu é. ¿Qui én diseñó los Arcanos Mayores?. Podría ser que los templarios hubiesen recibido
una iniciaci ón tradicional, ajena al mensaje cristiano, durante el tiempo que estuvieron en
Palestina, y que hubiesen transmitido ese saber a trav és de las hermandades de "compañeros" que
trabajaban en aquella época en la construcci ón de las catedrales góticas. Recordemos que de esas
hermandades de constructores y albañiles (maçonnerie, en francés) surgieron los masones, con su
filosof ía secreta y especulativa de m í stica sagrada.
El hecho es que los Arcanos Mayores rebosan de simbolismos astrol ógicos, alqu ímicos, esot éricos
y religiosos, tanto cristianos como paganos. Las tradiciones del antiguo paganismo europeo siguen
rigiendo el Tarot: normalmente, no se debe echar las cartas el 1º de mayo, ni durante la Luna Llena
de ese mes. No es m ás que un ejemplo, elegido entre muchos otros.
Los arcanos menores tambi én están cargados de simbolismo. Sus cuatro palos son las
“espadas” ("picas" en la baraja francesa o inglesa), las “copas” (corazones), los “bastos” (tréboles)
y los “oros” (diamantes). Con frecuencia se ha afirmado que retomaban los temas de los grandes
"rosetones" (vitrales circulares con representaciones simbólicas en el frontispicio de algunas
catedrales) góticos. Según algunos ocultistas, con mucho fundamento, representan tanto los cuatro
objetos sagrados de la leyenda del Santo Grial (la espada, la copa, la lanza y el plato) como los
cuatro elementos universales (fuego, tierra, aire y agua).
En general, las personas que actualmente se interesan por el Tarot no se ocupan m ás que de las 22
láminas mayores. Cada una de ellas representa un personaje concreto y un número de orden. El orden
generalmente aceptado distribuye los puestos de la siguiente forma:
01 – El Mago
02 – La Papisa (o “La Sacerdotisa”)
03 – La Emperatriz
04 – El Emperador
05 – El Papa (o “El Sumo Sacerdote”)
06 – El Enamorado (o “Los Amantes”)
07 – El Carro (o “El Mensajero”)
08 – La Justicia
09 – El Ermitaño (o “El Sabio”)
10 – La Rueda de la Fortuna
11 – La Fuerza
12 – El Ahorcado
13 – La Muerte (o Arcano sin nombre)
14 – La Templanza
15 – El Diablo
16 – La Torre (o “La Casa de Dios”)
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17 – La Estrella
18 – La Luna
19 – El Sol
20 – El Juicio
21 – El Mundo
22 – (o número 0) El Loco
Este aparente desorden simbólico constituye, de hecho, una especie de camino de progreso
interior: los arcanos 1 al 12 simbolizan las fuerzas divinas que llevan a la creaci ón; el arcano 13
significa la transici ón, una bisagra entre la antigua forma de vida y el nacimiento a la vida espiritual;
los arcanos 14 al 21 representan al Hombre enfrentado con su destino material y, finalmente, el
arcano 22 (ó 0), el Loco, no suele estar numerado y se conforma con reforzar el valor de la carta que
le sigue. Advi értase adem ás que esta ambivalencia ubicativa de este arcano se corresponde con el
joker o comodín o "mono" de los naipes que usamos en los juegos cotidianos, tambi én un buf ón que
puede colocarse para completar cualquier mano.
Los Arcanos Mayores tambi én pueden clasificarse en cinco grandes categorías:
– Las láminas alegóricas: El Emperador, la Emperatriz, la Justicia, la Rueda de la Fortuna, la Torre.
– Las láminas cristianas: el Papa, el Ermitaño, el Juicio (la resurrecci ón de Lázaro),
el Mundo (sí mbolo de los cuatro evangelistas).
– Las láminas alquímicas: el Carro, la Fuerza, la Muerte, la Templanza, el Diablo.
– Las láminas paganas: la Papisa (sacerdotisa dru ídica), el Enamorado (Eros), el Ahorcado (Odí n,
el dios germ ánico), el Loco (un gigante, en los tarots m ás antiguos).
– Las láminas astrológicas: la Luna, el Sol, la Estrella.
– El Mago simboliza el Hombre en el centro del Universo.
Es imposible enumerar los m últiples sistemas de interpretaci ón de los arcanos Mayores y
Menores. Se conoce una forma cristiana, una forma gitana, una forma jungiana (extraída de la
doctrina del psicólogo suizo Carl Gustav Jung), una forma cabal í stica, una forma teosófica, etc.
La riqueza simbólica de los tarots y su asombroso poder de sugesti ón es tal, que cada persona
puede obtener de ellos una impresi ón estrictamente personal e incomunicable. De all í proviene, sin
duda, la fascinaci ón que estas cartas ejercen, desde hace siglos, sobre la Humanidad, para la que abre
horizontes insospechados. En todos los países y en todos los tiempos, muchas personalidades han
recurrido a ellas.
Se podría escribir casi una biblioteca entera acerca de cada arcano. Si se sigue la pista cabal í stica
se advierte rápidamente que los 22 Arcanos Mayores pueden corresponder, como ya indicara Eliphas
Levi, a las 22 letras del alfabeto hebreo así como a los 22 senderos del Árbol de la Vida de la
Kabbalah. Desde ese punto de vista se puede considerar al Tarot como una ví a m ística, la que ayuda
a escalar el Árbol y propulsar al Hombre hacia lo divino.
Siguiendo otras pistas, se puede vincular las l áminas con los planetas, los signos del zodíaco, los
dioses paganos, las plantas, los animales, los colores, las piedras preciosas, los ritos m ágicos, los
perfumes y hasta los sí mbolos eróticos.
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Una historia egipcia del Tarot
Unos 3.500 años a.C., luego que las tierras del Nilo fueran gobernadas durante un tiempo
suprahumano por tres jerarquí as de dioses y semidioses, accedi ó al faraonato el primer rey humano
de Egipto: Menes I, tambi én llamado Menes El tinita, por ser oriundo de la ciudad de Tinis. Menes
era un gran jefe militar que a lo largo de los años a trav és de numerosas campañas logró con éxito
transformar lo que era una regi ón de clanes y tribus antag ónicas en un gran imperio, unificando bajo
su reinado las tierras del Alto y del Bajo Nilo. Aún más, incorporó esta última frase a su pomposo
linaje, que respetaron por milenios sus sucesores. Pero tambi én era un gran pol ítico; entendi ó
perfectamente que un imperio que sólo se apoya en la punta de las lanzas no podía durar mucho
tiempo, y que el elemento aglutinante era una identidad com ún, una identidad que se construirí a
sobre una cultura compartida, una religi ón acatada por todos y una arquitectura que enorgulleciera el
ser egipcio. Pero a su alrededor, Menes no encontraba los sabios que pudieran hacer su sueño
realidad, de manera que despachó numerosas delegaciones a todos los rincones del mundo conocido
de entonces a la búsqueda de cerebros que seducir para radicarse en tierras de la Esfinge.
En una de esas búsquedas, los representantes del faraón supieron de la existencia, en la
Mesopotamia sumeria, de un sabio, sacerdote, m édico, arquitecto y mago de quien sólo nos ha
llegado el nombre "egipciado": Toth. Toth aceptó radicarse en Luxor, entonces un poblado pequeño
y sagrado aún sin sospechar el destino de grandeza urbana que le esperaba siglos después. Toth fue
maestro de quienes después escribieron buena parte de la historia asombrosa de ese pueblo: por
ejemplo, de Imhotep , constructor de la primera gran pirámide, la escalonada de Sakkara. Toth sentó
las bases de la compleja religi ón de esos lugares, estableció el culto a los muertos y aun así se hizo
tiempo para escribir algunos libros: el famosísimo Libro de los Muertos, la esotérica Tábula
Esmeragdina ("Tabla de Esmeralda") que comienza enunciando el Principio Universal de
Correspondencia ("Es verdad, es cierto y muy verdadero, que lo que es arriba es como lo que es
abajo, y lo que es abajo es como lo que es arriba, para hacer el milagro de una sola gran cosa bajo
el Sol") y otro, cuyo nombre desconocemos y nos referimos gen éricamente a él como, simplemente ,
“El Libro de Toth”. Éste era un compendio de magia clarividente; enseñaba en sus jerogl íficos y a
trav és de sus 78 ilustraciones principales, cómo conocer el pasado, el presente y el futuro.
Despu és de una larga y próspera existencia, Toth fallece y, práctica com ún en el Antiguo Egipto,
se hace apoteosis de él; es decir, se lo eleva a la categorí a de dios. Los hierofantes –sumos sacerdotes
del culto egipcio– guardan desde entonces celosamente el Libro de Toth, a sabiendas de que si caí a
en manos equivocadas, gracias a él la maldad podía extenderse en el mundo; imaginen ustedes a
tiranos que con semejante conocimiento pudieran anticipar los movimientos de sus enemigos
polí ticos o militares; serí an imbatibles. Imaginen a Hitler en posesión del Libro de Toth.
Pero la persecuci ón comenz ó. Muchos sacerdotes murieron entre atroces torturas por no revelar
siquiera a faraones posteriores dónde se encontraban las copias existentes de aqu él. Muchas
bibliotecas fueron arrasadas en la desesperaci ón criminal de apropiarse del mismo a cualquier precio.
Julio C ésar mismo, centenares de años despu és, pese a su amor por la cultura hizo quemar la
biblioteca de Alejandría (medio mill ón de papiros, rollos, pergaminos y pinturas fueron destruí dos
ese dí a, casi el equivalente remoto de lo sentiríamos si hoy desapareciera Internet) con la seguridad
de que estaba oculto en alguna parte de ella y que si no pasaba a ser de su propiedad pues entonces
no lo serí a de nadie.
Lleg ó un momento en que los hierofantes se dieron cuenta de que era imposible seguir
ocultándolo; nada está oculto tan a resguardo que, tarde o temprano, por traici ón, descuido o
casualidad, termine cayendo en manos indeseables. Pero tampoco querían destruirlo; era demasiado
importante para la Humanidad pasada, presente y futura. De modo tal que decidieron hacer algo, a
todas luces, genial; destruyeron las explicaciones jerogl íficas exotéricas y sólo conservaron las
láminas con significado esotérico, difundi éndolas entre el pueblo con la excusa de un juego de azar.
Así, multiplic ándose, lo que está en manos de todos pierde el poder que le confiere el
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conocimiento al ser sólo propiedad de unos pocos. En cuanto al verdadero significado de esas
láminas, los hierofantes conocí an la inmemorial afirmaci ón ocultista de que aquello que es
adjudicado a un símbolo por revelaci ón o meditaci ón, por revelaci ón o meditaci ón puede ser
recuperado, así que era sólo cuesti ón de tiempo que alguien, en alg ún lugar y alg ún momento,
obtuviera nuevamente los secretos del Libro de Toth estudiando y meditando sobre las l áminas
sobrevivientes al correr de los siglos.
Y fueron necesariamente los gitanos (palabra que es deformaci ón de "egipciano", ya que el origen
de algunas tribus fue precisamente las tierras del Nilo) los que tuvieron la misi ón de introducir los
tarots en la Edad Media europea, fuertemente esotérica, a la espera de que el correr de los siglos los
reencontraran con los depositarios del saber perdido.
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CAPÍTULO 1
EL TAROT COMO MÉTODO DE
INTROSPECCIÓN
La primera aproximaci ón a las posibilidades del Tarot consiste en hallar los cinco arcanos
fundamentales de cada sujeto; en este proceso interviene el sistema pitagórico de la numeración
del alfabeto.
Cada arcano superior del Tarot corresponde a un n úmero determinado de significados ocultos.
Echar el Tarot para uno mismo o para otra persona constituye una pequeña aventura intelectual. Hay
que desear sinceramente ser el guí a de uno mismo, resolver los propios problemas como un adulto,
ya que el Tarot será como un espejo. Poco a poco, se desarrollará un instinto muy seguro, prueba de
los progresos realizados en la búsqueda del yo interior. Quien encuentre su Yo, al que nada puede
engañar ni mancillar, es dueño de sí mismo: es libre.
De la misma manera que es necesario conocer cada arcano tambi én es necesario saber cu áles son
las condiciones ideales para echar el Tarot. En una habitaci ón tranquila, sobre un tapete de juego –
mejor si es violeta o azul oscuro– con un poco de incienso ardiendo, se comienza con un instante de
recogimiento respetuoso para sintonizar con el Tarot.
Hay que barajar las cartas cada mañana con las figuras hacia abajo, en amplios movimientos
circulares, y sacar una al azar. Si sale derecha y no se trata de el Loco, ni la Justicia, ni la Muerte, ese
día se podr á trabajar con tranquilidad. Si no, habrá que replantear nuestras actitudes porque hay
confusiones que ensombrecerán las predicciones del día.
Nunca hay que echar al mismo tiempo los Arcanos Mayores con los arcanos menores (salvo en el
Tarot Egipcio, que merece un texto para sí solo), y desde luego, resulta indispensable tomar algunas
precauciones: todo lo que tiene que ver con la potencialidad personal sería preferible preguntarlo
entre la Luna Nueva y la Luna Llena, y lo que tiene relaci ón con las actividades creadoras debe
preguntarse entre la Luna Llena y la Nueva. Normalmente, será mejor no echar el Tarot durante los
cuarenta dí as que preceden al cumpleaños del consultante o en la Luna Llena de mayo.
Tambi én se puede meditar sobre una carta determinada. Mí rela atentamente, penetre en su interior,
imprégnese de las correspondencias cabal ísticas de ese arcano y piense atentamente que está " dentro"
de la imagen. Luego, al cabo de algunos minutos de concentraci ón, olv í delo todo. Puede dormir con
la carta bajo la almohada y al dí a siguiente ponerla junto a las demás. El pensamiento creado
avanzará por sí mismo y se realizar á. La operaci ón puede repetirse en cada lunaci ón.
El sentido de los arcanos es triple: las l áminas tienen resonancias en nuestra mente, nuestro f ísico
y nuestro sentido metaf í sico. Desde el nacimiento, cada uno de nosotros posee cuatro arcanos
que corresponden a la personalidad, el medio en el que ha nacido, los fines que desea obtener y,
durante la edad madura, a la reflexión. Un quinto arcano, que es la suma de los cuatro
primeros, equivale al resultado de todos estos datos.
¿Cómo encontrar esos cuatro arcanos?. Existe un m étodo muy simple, que retoma la "Rueda de
Pitágoras". De hecho, se trata de basarse en la numeraci ón del alfabeto. La tradici ón afirma que
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aquella data de Pitágoras y que fue transmitida de generaci ón en generaci ón por los adeptos del
Ocultismo. La primera menci ón escrita de esta numeraci ón aparece en un libro de mademoiselle
Lenormand, la famosa vidente que fue amiga y confidente de Josefina de Beauharnais, esposa de
Napoleón. Por haber predicho con una exactitud asombrosa la ascensi ón y caída del emperador, éste
la hizo encarcelar...
La rueda de Pitágoras atribuye un valor a cada letra. Se trata, entonces, de calcular el valor
pitagórico de cada letra del nombre de pila, simple o compuesto, y del apellido. A cada letra
corresponde una cifra; sume el total del nombre de pila, despu és el total del apellido y sume las dos
cifras, seg ún la siguiente tabla:
A
B
C
D
E
F
G
H
I
=
=
=
=
=
=
=
=
=
1
2
3
4
5
6
7
8
9
J
K
L
M
N
O
P
Q
R
=
=
=
=
=
=
=
=
=
15
10
20
30
26
50
77
40
80
S
T
U
V
W
X
Y
Z
=
=
=
=
=
=
=
=
90
100
9
700
1400
300
400
70
Tabla de Pitágoras
Un ejemplo: Juan Pérez da:
J U A N
15 + 9 + 1 + 26
=
51 para el nombre
y
P É R E Z
77 + 3 + 11 + 3 + 70 = 164 para el apellido.
Entonces hay que sumar 51 + 164 = 215.
Habrá que hacer una reducción teosófica de esta cifra: 2 + 1 + 5 = 8. Así que el primer arcano de
la Línea de la Vida de Juan Pérez será el n úmero 8, la Justicia, seg ún la numeraci ón de la que se
habl ó antes. Luego se realiza la misma reducci ón con el año de nacimiento. Por ejemplo: 1950 da
1+9+5+0 = 15. El arcano del medio familiar será, pues, el arcano n úmero 15: el Diablo.
El tercer arcano, el de los fines a obtener y la evolución del carácter hasta la edad adulta se
obtiene reduciendo el segundo arcano; 1 + 5 = 6. En el ejemplo, este n úmero representa a los
Enamorados.
El cuarto arcano, que representa a la edad madura, la mirada hacia atr ás, se halla sumando el
primero y el tercero, o sea, 8 + 6 = 14. Es la Templanza. Lógicamente, cuando se obtiene un n úmero
mayor a 22 hay que realizar una nueva reducci ón.
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Finalmente, para encontrar el quinto arcano se suman los arcanos obtenidos, o sea, 8 + 15 + 6 + 14
= 43. Se reduce esa cifra, 4 + 3 = 7. Por lo tanto, para el Juan Pérez del ejemplo, el arcano que
representa el resultado de su vida será el Carro. Si una reducci ón sumara 22, el arcano hallado
sería el Loco. Entonces se tomará, si se trata del segundo arcano (calculado con el año de
nacimiento), 0 para la segunda l ámina y 4 para la tercera. Para calcular la quinta l ámina se encontrará
al 0 en segunda posici ón.
Resulta conveniente meditar con las cinco cartas de esta "L ínea de Vida" en algunos períodos del
año. Los m ás favorables son los solsticios de invierno y verano. Durante el solsticio de invierno, la
noche m ás larga del año, se saca una carta de estas cinco al "azar": constituye un mensaje. Este
arcano designa las perspectivas del año subsiguiente.
En el solsticio de verano, la noche m ás corta del año, gran símbolo de la realizaci ón de los
pensamientos que se incubaban durante el invierno, hay que concentrarse en el quinto arcano.
Antes de estudiar los Arcanos Mayores conviene conocer las leyes fundamentales que los rigen.
Tambi én conviene saber que esas leyes tienen valor si las cartas aparecen al derecho. Si se presentan
al rev és, las leyes tambi én se invierten y resultan negativas. A cada arcano corresponde una ley:
EL MAGO .................................................... LA LEY DE LA VOLUNTAD
LA PAPISA .................................................. LA LEY DE LA ATRACCIÓN
LA EMPERATRIZ ........................................ LA LEY DE LA VIBRACIÓN
EL EMPERADOR ........................................ LA LEY DE LA REALIZACIÓN
EL PAPA ...................................................... LA LEY DE LA INSPIRACIÓN
EL ENAMORADO ...................................... LA LEY DE LA LIBRE ELECCIÓN
EL CARRO .................................................. LA LEY DE LA RESPONSABILIDAD
LA JUSTICIA .............................................. LA LEY DE CAUSA Y EFECTO
EL ERMITAÑO ........................................... LA LEY DEL CONOCIMIENTO
LA RUEDA DE LA FORTUNA .................. LA LEY DE LOS CICLOS
LA FUERZA ................................................ LA LEY DE LA ACCIÓN ABSOLUTA
EL AHORCADO ......................................... LA LEY DE LA COMPENSACIÓN
LA MUERTE ............................................... LA LEY DE LA TRANSFORMACIÓN
LA TEMPLANZA ...................................... .LA LEY DE LA TRANSMUTACIÓN
EL DIABLO ................................................ LA LEY DEL GÉNERO
LA TORRE .................................................. LA LEY DEL EQUILIBRIO DE LOS CONTRARIOS
LA ESTRELLA ........................................... LA LEY DE LA ECONOMÍA DE LA VIDA
LA LUNA ................................................... LA LEY DEL RITMO
EL SOL ....................................................... LA LEY DE POLARIDAD
EL JUICIO .................................................. LA LEY DE REENCARNACIÓN
EL MUNDO ................................................ LA LEY DE CORRESPONDENCIAS
EL LOCO .................................................... LA LEY DE LA DISOLUCIÓN O DE LA
INTEGRACIÓN
Debe entenderse que esta numeraci ón dada no trata del significado de cada Arcano sino de la Ley
Universal en correspondencia con la cual vibrará cada uno de ellos entendido como un símbolo.
Y sobre todo, saber que hay un significado exotérico y uno esotérico de cada Arcano, los
cuales estudiaremos ahora.
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CAPÍTULO 2
SIGNIFICADOS DE LOS ARCANOS
MAYORES
Cada Arcano Mayor del Tarot posee diversos atributos y diversos efectos. Hemos visto que los
sistemas de interpretaci ón son numerosos. Entre todos ellos, he elegido algunos grandes grupos que
facilitan el descubrimiento del universo secreto de las cartas, un universo que se estratifica en cuatro
niveles, a saber:
Primer nivel: el significado esotérico o alquí mico generalmente admitido.
Segundo nivel: el sentido práctico de las figuras.
Tercer nivel: las correspondencias cabal ísticas (fragancia, piedra, color, árbol, animal,
regi ón)
que vibran al un ísono con cada figura.
Cuarto nivel: el sentido adivinatorio de las cartas una vez echadas.
Cada personaje representado en el Tarot es, en sí mismo, un concentrado de símbolos alquí micos.
En su dibujo, nada está librado al azar; cada color, cada accesorio tiene su importancia. Por lo tanto,
será necesario describir sucintamente cada arcano antes de exponer en qu é consisten sus grandes
cualidades:
EL MAGO se trata de un hombre joven, que nos mira de frente; es la generosidad que sabe
comprender, la primavera, el punto de partida. Sus cabellos rubios son signo de benevolencia. Los
colores de su ropa recuerdan la inteligencia, la vida espiritual y la acci ón creadora. Hasta la forma de
"ocho" de su sombrero recuerda esa inteligencia. Los cuatro elementos aparecen sobre su mesa: el
aire (el cuchillo), la tierra (las monedas), el agua (el cubilete) y el fuego (la vara m ágica). El Mago
disfruta de una excelente salud y siente muchos deseos de vivir. Necesita la acci ón y es valeroso.
Este arcano puede representar las corrientes de pensamiento pol í tico o religioso. Tanta vitalidad a
veces es mal empleada: genera escepticismo, dudas ante la acci ón correcta y lo lleva a buscar
soluciones en otras personas u otros ámbitos, soluciones que en realidad estaban en él, ya que tiene
frente a sí los elementos con los que puede hacer "magia" en su vida pero está mirando –atento a–
algo lejano en lugar de llevar su atenci ón frente a sí .
Corresponde a la verbena, el ópalo, al amarillo fuerte, al ibis, la palmera, a los grandes puertos y a
la noche. Anuncia a un hombre, una elecci ón, un riesgo en el juego, una sutileza. Invertido: médico,
desgracia, trampa, malestar, respuestas que deben buscarse en otra parte.
Simboliza a una persona de gran habilidad, capaz de manejar y manipular las circunstancias del
mundo que lo rodean, si se "pone las pilas". Se trata, entonces, de una persona dotada de un gran don
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para la palabra, poder de convicci ón y elocuencia. En su sentido positivo puede ser un gran
diplom ático y orador; pero en sentido negativo puede simbolizar al tí pico charlatán. Por
corresponderle el n úmero 1, esta carta siempre simboliza el comienzo de un ciclo. En general es
positiva, ya que brinda la posibilidad de empezar.
Es el principio masculino, el fecundador, el activo. Por eso, si se están echando las cartas a una
mujer, está indicando la acci ón en sí misma en la persona misma. Como se ve, esta carta puede
simbolizar tanto una persona como una cualidad o un acontecimiento. Representa los valores solares.
Al derecho es señal de buena suerte –el consultante tiene pese a todo recursos para solucionar sus
problemas–. Invertida: indica carencia de voluntad, debilidad, falta de raciocinio, se verá envuelto
en situaciones complicadas dif íciles de resolver. Vibra en la frecuencia de Mercurio.
LA PAPISA es el principio femenino, por lo tanto tiene que ver con la fecundidad, con todo
aquello que crece en el misterio y el secreto, como el bebé dentro del claustro materno. En ese
sentido, tambi én simboliza todo lo que evoluciona lenta pero seguramente. Está simbolizando la
sabidurí a, la imaginaci ón y la adivinaci ón. Los valores lunares, a diferencia del Mago que representa
los solares. El Mago estaba de pie, era activo. La Papisa, sentada, es pasiva. El velo que le cubre
representa los secretos de la naturaleza, que no deben ser develados a cualquiera. Define todo lo
oculto. Su carácter de fecundidad abarca tanto lo f ísico como lo psíquico (riqueza de ideas,
imaginaci ón, intuici ón). Por ser el principio femenino, en la tirada para la mujer, la representa a
ella misma.
En un contexto laboral, empresarial o institucional, representa a la entidad, la empresa, la
institución, la Iglesia en un sentido lato, la familia como marco. Invertida: apunta a señalar que
no sabe bien lo que desea, confusión mental, actitudes irreflexivas, malas relaciones con las
entidades. Si el consultante es hombre significa que la mujer sobre la que pregunta no le
corresponde.
El azul que le envuelve representa la espiritualidad. Su tiara muestra los tres niveles de su reino:
acci ón, vitalidad, psiquismo. El blanco que rodea su rostro es el de la pureza. Es la guardiana del
santuario, por lo que su papel será protector. Por consiguiente, es también la esposa o la madre. La
naturaleza le será favorable y predispondrá a la clarividencia. Tambi én puede significar un grado tal
de madurez que lleve a la soledad interior. Sus correspondencias: alcanfor, cristal, azul turquesa,
perro, almendro y huertos.
LA EMPERATRIZ es la "femme fatal" del Tarot. La tercera en discordia. Es una carta de
multiplicaci ón y movimiento, como si fuera el fruto de la uni ón entre los dos arcanos anteriores.
Digamos que pone de manifiesto aquello que en la Sacerdotisa (Papisa) se encontraba oculto. Ayuda
a progresar y a hacer germinar las ideas. Muy favorable a nivel intelectual. Tiene que ver con
los estudios y con todo aquello que supone comunicaci ón y pequeños viajes. Representa a personas
jóvenes, hermanos y hermanas. Es una carta que ayuda a replantear cosas, elaboraci ón de proyectos y
pone las cosas en claro. Son valores venusinos, y puede referirse a una mujer muy decidida. Sabe
combinar la sabiduría de la edad y la fuerza juvenil, lo que en ocasiones habla de rencor y deseos
de venganza de otros hacia nosotros. Su vestido rojo significa la energí a y su corona indica la
inteligencia. Con el águila, pájaro de la iniciaci ón, aporta lucidez y frialdad; a veces, hasta la falta de
emociones. Se aferra defensivamente al escudo; por eso está siempre alerta y es difícil de combatir.
Corresponde al viernes, al jengibre, a la turquesa, al azul celeste, al cisne, al mirlo y a los lugares de
estudio. Puede anunciar éxito y autoridad. Invertida: penas, obstrucciones y heridas graves –fí sicas
o emocionales– en batalla –fí sica o sentimental–.
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EL EMPERADOR tiene exclusivo dominio sobre lo material. Simboliza el poder humano, la
persona que gobierna y decide. Capacidad de llevar a cabo los planes que derivan del control
personal. Para un hombre representa grandes posibilidades de realización en el plano material y de
los negocios; ascenso a un puesto jerárquico, honores profesionales, aumento de autoridad. Para la
mujer puede tratarse del encuentro con un hombre importante o del ascenso del hombre por el
cual pregunta. Es la persona que encarna la autoridad: el jefe, el padre. Significa negocios
florecientes y buenas operaciones financieras. Está de costado, en una posici ón indolente y si bien
esgrime el cetro –símbolo de autoridad– el escudo está abandonado a un costado. Esta indolencia nos
dice que en sus manos está la capacidad de ayudarnos, pero como no nos está prestando demasiada
atenci ón, deberá solicitársele esa ayuda. Invertida puede significar fracasos materiales, pérdida de
autoridad. Es un hombre maduro, cuyo extraño tocado lo protege de las influencias. La armonía del
rojo y el azul es un signo de equilibrio entre la acci ón y el pensamiento. La soga de su manto
representa la fuerza que une a los contrarios y mantiene el equilibrio. Sus piernas cruzadas lo
defienden contra los pensamientos negativos: es un antiguo gesto m ágico de protección. El
Emperador contin úa la obra de la Papisa y la Emperatriz: prepara el porvenir. Para este arcano, el
trabajo significa alegrí a. Sus correspondencias son: abril, la bergamota, el rubí, el rojo, la lechuza, el
cedro. Anuncia la virilidad, la independencia, la acci ón o una decisi ón que deberá tomarse.
Invertido: abuso de poder, incapacidad de gobernarse a sí mismo, error o demora en un éxito futuro.
EL PAPA es un anciano coronado con una tiara. Es el encargado de transmitir una verdad interior,
que debe ser dada a conocer al mundo. Por ser el mediador entre el cielo y la tierra, su autoridad es
moral. Por lo tanto, representa a todos los consejeros sean sacerdotes o no y a los profesionales,
tanto m édicos como abogados, jueces, parapsicólogos, etc. Por extensión, a los buenos amigos
en general.
Representa a los altos estudios, de nivel universitario o de trascendencia e importancia en la vida
del consultante. Es una carta de "legalidad", pone orden en todo lo que se halla confuso o fuera de lo
que "deba" ser. En este sentido, indica tambi én legalizaci ón de situaciones afectivas. Por lo tanto,
tambi én casamiento.
Implica una gran potencia espiritual que desciende sobre el consultante para protegerlo y guiarlo.
Al derecho, en ocasiones tambi én al padre o personas de m ás de 50 años. Invertida: malos consejos
o mala praxis profesional.
Tambi én representa al poder espiritual que dirige lo temporal y actúa sobre él. Su acci ón, a causa
del color rojo de su manto, se manifiesta en el pensamiento y la acci ón tras la reflexi ón. Su guante
amarillo señala una inteligencia te ñida por la iniciaci ón. Mira hacia la izquierda, o sea, hacia el
psiquismo. Colocado entre dos columnas (las de entrada al templo de Salom ón que instal ó el rey
fenicio Hiram antes de ser sacrificado, las mismas que los masones lucen en sus templos, las que
representan los senderos laterales del Árbol de la Vida cabal í stico, “Joachim” y “Bohaz ”),
mantiene el equilibrio por su sola presencia. La mano amarilla que está a la altura de su sexo le
confiere, a la vez, fecundidad y debilidad. El Papa representa la no violencia, la preservaci ón de la
energ ía mental y de los instintos naturales. Es un gu ía y, a veces, una autoridad pesada. Este arcano
es el de los grandes m édicos que saben atenuar o eliminar el mal. El Papa corresponde al mes de
mayo, al tabaco, a la rosa, al topacio amarillo, al rojo anaranjado, al toro, al mu érdago, al roble y a
los campos cultivados. Anuncia la necesidad de equilibrio, un consejo que habrá que dar o aceptar,
un fallo judicial, una curaci ón o una vocaci ón tardí a. Invertido: atraso en la realizaci ón de un
proyecto, peso del conformismo social, fragilidad.
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Los cinco primeros arcanos del tarot de Marsella representan las fuerzas invisibles pero
omnipresentes que nos guí an. Estos arcanos constituyen las cinco puntas de una estrella, y hay que
considerarlos en sus relaciones mutuas. Se influyen unos a otros y se refuerzan.
Estos arcanos son los de la energ ía cósmica: energía primaria para el Mago, armonía natural
para la Papisa, fuerza mental para la Emperatriz, relación de los cuatro elementos con el Hombre
para el Emperador. Son los cuatro lemas del sabio: querer, saber, osar, callar. El quinto arcano, el
Papa, concentra y difunde el lema de los cuatro primeros.
LOS AMANTES nos hacen salir del mundo de los arquetipos e ingresar en el de la conciencia.
Representa a una figura masculina flanqueada por una pareja; el hombre representa el amor profano,
mientras la imagen de Cupido planea sobre la figura masculina central. Cada uno influye hacia un
lado distinto, y aquél no sabe por qui én optar. Está indicando la eterna dualidad del ser humano, que
siempre se halla frente a la disyuntiva entre el bien y el mal. Es una carta de indefinición, de
inseguridad. La persona se encuentra en una encrucijada y no sabe cuál es la decisión
acertada. Este concepto no sólo tiene que ver con la faz afectiva, sino que concierne a toda decisi ón:
laboral, carrera a seguir, pareja que elegir, etc. Siempre indica una indefinición y la necesidad
imperiosa de una elección. Las restantes cartas indicarán el camino a seguir. Tambi én puede
significar afectos falsos, de dos caras y hasta infidelidades.
Por su carácter de dualidad, en la parte económica puede indicar doble fuente de ingresos. Con
respecto a la salud, indica una cierta debilidad org ánica y tensi ón emocional. Invertida, no tiene
elecci ón. Este personaje solar (cabellos rubios) es nuestra intuici ón y es, tambi én, el amor. Nos da la
posibilidad de la elecci ón (los dos personajes que lo flanquean) pero es una elecci ón igualmente
acertada en ambos casos. Como est á descalzo, recibe las corrientes de la tierra y simboliza la salud,
adquirida o mejorada. La flecha de Cupido lanzada hacia el suelo (la materia) representa la rapidez y
la seguridad en su elecci ón. El Enamorado lleva, pues, hacia los encuentros afectivos, el calor
humano o la salud. Corresponde a junio, la lavanda, la turmalina, al color malva pálido, la urraca, los
árboles injertados y a la direcci ón noreste. Anunciaría tambi én una uni ón, una boda, una asociación,
cuidados. Si esta figura aparece invertida, tambi én significa dispersi ón de fuerzas, salud delicada,
caprichos, falta de madurez, celos.
EL CARRO es un hombre joven, un conductor llevado hacia la acci ón conciente. Representa al
triunfador sobre su carro, el carro del triunfo, que llega gloriosamente a su meta. Se desprende de
esta carta un sentido de armon ía y de victoria. Es una de las cartas más potentes y favorables del
Tarot. Implica un magnetismo sobre los otros, un poder carism ático sobre las personas, por eso
beneficia a todos aquellos cuya actividad requiere la aprobaci ón y conquista del público en general,
como los artistas y los pol íticos. En el plano sentimental, cuando hay un casamiento en proyecto, lo
activa. Son buenas noticias, victoria, un trabajo que se acerca, un encuentro. Invertido, que no hay
cambios. Si se acompaña de la Muerte o una de las cartas "pesadas", malas noticias. En todo caso,
no hay noticias agradables.
Los círculos de su cetro simbolizan la energí a. Sus pies y piernas están ocultos: está mejor armado
con la inteligencia que con la acci ón sobre la materia (¿para qu é va a hacer el esfuerzo f ísico de
caminar si tiene la capacidad intelectual de manejar un carro tirado por caballos?). Las columnas lo
equilibran. Sabe adónde va (hacia el consultante) y controla a sus dos caballos, de color diferente.
Las lunas sobre sus hombros representan su conocimiento del pasado y la experiencia que le otorga
la memoria. Las ruedas de su carro simbolizan los cambios rápidos o las transformaciones. La “S” y
la “N” anuncian el azufre y el mercurio, componentes básicos de la Gran Obra alqu ímica. Por lo
tanto, el Carro es el arcano de la lucha y el triunfo, a condici ón de que el conciente y el inconciente
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(los dos caballos) estén bien equilibrados. Es el arcano de la memoria y la tradici ón; puede indicar a
un historiador. Representa las amistades fecundas. Sus correspondencias son: julio, los signos de
Cáncer y Sagitario, el benju í, el ámbar, el amarillo ambarino, la tortuga, la rosa, el tamarindo, las
ciudades situadas junto al mar. Anuncia la finalizaci ón de una acci ón ya emprendida, el éxito, los
viajes, los cambios de y en el trabajo, y si está rodeado de arcanos fuertes e invertidos, la guerra
o graves problemas sociales. Sin embargo, aunque aparezca en posici ón invertida, este arcano sigue
siendo positivo, ya que siempre conlleva la esperanza de vencer los obstáculos: las cartas que lo
rodeen proporcionarán una idea de la v ía que hay que seguir para superar esas dificultades.
LA JUSTICIA es una dama de cierta edad a quien la espada y la balanza vuelven incorruptible. Su
corona la hace todopoderosa. Su soga la equilibra. Su significado profundo: la Justicia puede
equilibrar, premiar o castigar. En este sentido es una carta de rigor, sin contemplaciones. Aquí no hay
ayuda que provenga del cielo sino que la persona sólo debe esperar cosechar aquello que ha
sembrado. De allí que los acontecimientos pueden ser buenos o malos. En general es una carta que
pone lí mites, que no permite una gran expansi ón. Sin embargo, en un sentido positivo, puede
significar una justa retribuci ón. En este último sentido y al derecho, que las cosas ocurren como
deseamos (aunque no tengamos necesariamente la razón de nuestro lado, en cuyo caso, al mismo
tiempo, deberemos asumir las consecuencias kármicas de ello).
En el plano sentimental es una carta bastante dura, pues a menudo significa el fin de una ilusi ón,
por ejemplo, un divorcio. Tambi én simboliza una persona separada o una persona que puede estar
perjudicando al consultante, pero porque éste es el responsable. Apunta a señalar la justicia de los
Hombres, cuestiones jurídicas y asuntos de papeles. Invertida: acciones injustas por parte de
superiores.
Lo material no es su dominio; se sitúa en el m ás alto nivel de la conciencia (manto azul). Es la
"custodia del umbral" y contabiliza y capitaliza nuestros errores y faltas; comprendi éndolas y
pagando su precio podremos progresar. La Justicia del Tarot nos muestra que cada uno de nosotros
es un juez implacable para sí mismo, pero no nos permite juzgar a los demás. Representa al Hombre
enfrentado consigo mismo y ante sus grandes interrogantes. Sus correspondencias son el mes de
octubre, el signo de Libra, las resinas arom áticas, la esmeralda, el verde oliva, el elefante, el áloe y el
Oriente. Este arcano anuncia la prudencia en los consejos, la necesidad de poner orden, la búsqueda
de soluciones positivas, la ausencia de compromisos, la resolución de un asunto, así como
invertida tambi én señala dispersi ón, desorden, autoengaño, el no asumir responsabilidades.
EL ERMITAÑO es un anciano de largos cabellos y barba. Este arcano se encuentra, sobre todo, en
el dominio de lo mental. El anciano mira hacia la izquierda; es un signo de acci ón. Sus vestidos rojos
cubiertos por un manto simbolizan las pasiones contenidas. Su l ámpara enseña el camino, tanto a él
como a los dem ás. El Ermitaño es la carta de los investigadores, de los que buscan el bien de la
Humanidad. Esta carta sale con frecuencia para indicar a los m édicos, o tambi én una curaci ón. La
carta que aparezca a su derecha indica con frecuencia el objeto de sus búsquedas espirituales.
El Ermitaño puede ser tímido, secreto, solitario: busca la verdad y puede indicar la existencia de
una eminencia gris . Invertido tiene el valor del Loco al derecho, pone en guardia contra el orgullo y
el egoí smo, o indica una salud deteriorada. La luz velada y las vestiduras corresponden a distintos
grados del esoterismo. Indica que se está en el camino correcto, se es prudente pero constante y
perseverante. Significa la persona que aprovecha las experiencias del pasado y no comete los
mismos errores.
En el plano material debe ser interpretada como un freno controlado. Representa tambi én la
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soledad, se desinteresa totalmente del plano afectivo. Por lo tanto favorece la soltería y se manifiesta
contrario a la uni ón legal. Enfr ía los sentimientos, produce alejamientos, simboliza esterilidad,
personas de edad. Invertida se interpreta tambi én como personas viciosas, a quienes nada les
importa o sin control sobre sus vidas. Tiene vibraciones saturninas y acuarianas. Sus
correspondencias son el principio del otoño, el jazmí n, el topacio, el verde pálido, el trigo, el narciso
de las nieves, las montañas y las ciudades pequeñas.
LA RUEDA DE LA FORTUNA es un arcano extraño. Los tres monos que figuran en ella señalan
la naturaleza material del Hombre. Gira de derecha a izquierda e indica la afinaci ón de esta
animalidad, desde el mono de la izquierda (el instinto) al mono coronado (purificado). Es una carta
de advertencia y reflexión. Indica que las cosas sobre las que se pregunta mejorarán, pero
después pueden decaer (invertida, en consecuencia, dice que las cosas empeorar án aún un poco
más, pero después abruptamente mejorar án). Y es un recordatorio evidente si observamos a los
simios (en algunos mazos, uno de ellos reemplazado por un burro, generalmente el de la derecha):
nos dicen que trabajamos "como bestias" para ascender en la vida, cuando creemos llegar a la cima
nos creemos reyes con alas, corona y espada, es decir, con poder, pero en el fondo no somos m ás que
monos disfrazados, como queda en evidencia cuando, al caer, desprovistos de todo boato volvemos a
ser ridí culos como monos.
Desde ya, la idea de giro de esta rueda resalta el sentido de movimiento y continuo cambio.
Representa entonces sucesos que se mueven hacia el cambio, gran evolución creativa, conceptos
no convencionales. Su sentido de extrema rapidez hace de la Rueda una carta de modificaciones
inmediatas. Es el fin de un ciclo, la posibilidad de algo totalmente nuevo. Tiene un sentido de
inspiraci ón feliz, de iniciativa. Indica que en el futuro pr óximo se quebrará de alguna manera la
estabilidad existente por acontecimientos que aportarán una modificaci ón a la vida del consultante,
ya sea en relaci ón con los sentimientos o con cualquier otro aspecto. Esta modificación es benéfica;
trae felicidad inesperada, cambios monetarios beneficiosos, suerte, buen humor. Éxitos, condiciones
nuevas y mejores, aunque no se pueda asegurar que sean duraderas. Buenos augurios para una futura
uni ón. Invertida: un viaje peligroso, la posibilidad de un accidente, falta de dinero. Cerca del
Enamorado indica una situaci ón sentimental falsa, o un fracaso amoroso. Sus correspondencias son
el mes de diciembre, el azafrán, el lapisl ázuli, el violeta, el mono, el abedul y los paí ses frí os.
LA FUERZA es, en los juegos actuales, una joven mujer que domina a un león. El león representa
las energ ías primitivas vencidas: eso significa que las fuerzas interiores y los sentidos ya están
domesticados. Su sombrero es un símbolo de eternidad. Este arcano combina la inteligencia, la
pureza de espí ritu y la inspiraci ón divina. Quien tiene la Fuerza en su Línea de Vida estará seguro de
su vida interior, encerrando adem ás una fuerte noci ón de sexualidad, pero controlada y bien dirigida.
Tambi én se verá en esta carta, entonces, un sentido de procreación. La fuerza proviene del dominio
de los instintos, permitiendo un razonamiento claro y el poder de dominar las circunstancias.
Indica una gran fuerza de voluntad, es una carta potente y llena de energ ía, una de las mejores
del Tarot aunque siempre se requiere del propio esfuerzo para lograr decisiones acertadas y rectitud,
gran magnetismo y poder sobre los dem ás. En el plano afectivo se interpreta como gran atractivo
sexual que permite una relaci ón feliz, salvo que aparezca acompañada por la Torre, donde se tratará
de la dominaci ón de una personalidad sobre la otra. Encuentros cargados de pasi ón y entendimiento.
Enorme poder para llegar a las metas propuestas.
Tiene las valencias astrol ógicas de Neptuno y Marte. Es una carta de vitalidad, de salud triunfante,
tanto f í sica como mental y moral, de acción sin desv íos. Marca el gusto por la lucha y la conquista.
Equilibra a la vez lo ps íquico y lo material. Su fuerza se comunica a las cartas vecinas y puede
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atenuar los efectos de algún mal arcano invertido. Seg ún algunos intérpretes, constituiría la fuerza
capaz de regenerar al Hombre, la "kundalini" de los hindúes. Esta fuerza habrí a de ser domada "con
gran industria", al decir antiguo, o sea, herm éticamente, sin tensi ón ni violencia, como lo indica la
facilidad –expresada por la impasibilidad del rostro– con que la mujer del naipe mantiene abiertas las
fauces del león. Invertida: las pasiones son mal dominadas y existe una cierta falta de comprensi ón
y amor. Traduce entonces una inmovilidad dif ícil. Sus correspondencias son el signo de Leo, el
incienso, el jade, el amarillo cobrizo, el león, el heliotropo, la sequía y los paí ses situados al oeste.
EL AHORCADO es un hombre joven, cuya posición denota una inversi ón de los valores corrientes.
Su cuerda blanca y negra lo une al mundo visible y al invisible. Suspendido por la pierna izquierda,
es el deseo terrestre, detalle reforzado por el suelo verde al que está atado. Su cabellera, azul como su
chaleco, le otorga la voluntad de actuar. Los cuartos crecientes de la Luna, astro cambiante, le
confieren un cierto significado astrol ógico, así como los doce botones de su túnica, que recuerdan los
doce signos del zodí aco. En una Línea de Vida, el Ahorcado significa una existencia m ás bien
dif ícil. No es un símbolo de vitalidad ni de disposici ón para la lucha. El Ahorcado necesita aprender
y compartir sus conocimientos. Es clarividente y tiene notables intuiciones.
Puede indicar debilidades f í sicas al nivel de la sangre, los pulmones o los bronquios. Con esta
carta aparece algo así como una necesidad de espacio y aire libre. Invertido, el Ahorcado puede
anunciar una ruptura definitiva en una cuesti ón afectiva, o bien un fracaso material. Más
contundentemente, son sacrificios o sufrimientos con sentido, que sirven para algo. Invertido, los
mismos sacrificios o sufrimientos, pero inútiles, sin sentido (la de colgar a alguien por los pies era
una forma com ún de tortura en la Edad Media; dejar al condenado durante días en esta posici ón
como castigo, sujeto al escarnio popular y soportando dolores inenarrables en las articulaciones,
hepáticos, etc. La muerte sólo sobrevení a en caso de debilidad cardí aca o por una eventual
gangrena).
Sus correspondencias son el sándalo, el ágata, el blanco nacarado para los signos de agua, el verde
oliva para los signos de tierra, el rojo anaranjado para los signos de fuego y el azul ultramar para los
signos de aire, la serpiente, el gato, el loto, la mejorana y los estanques. Obsérvese que la pierna
suelta –el verdadero suplicio era con ambas piernas atadas– cuelga formando una cruz con la
otra, para recordarnos el sufrimiento de Cristo como redención.
LA MUERTE el cambio de estado que representa la muerte significa en todos los planos el fin de
un ciclo y el comienzo de otro, por el momento inasible. No es frecuente que se trate de una muerte
fí sica (salvo que en una tirada de salud aparezca con la Torre al derecho, o con el Diablo, siendo en
este caso el intento de muerte por "agresión psíquica") sino m ás bien está indicando una gran
transformaci ón, un gran cambio positivo, el fin de una actividad o un amor para salir regenerado, que
generalmente se da en forma intempestiva y, en ese contexto, dolorosa. Pero el dolor no está en los
hechos, sino en la falta de preparaci ón ante el advenimiento del Gran Cambio. Siempre existe un
futuro renacer. En lo mental, un cambio total de ideas. Invertida, indica que, o bien no hay cambios,
o estos son negativos –dependiendo de cu áles le acompañen–. Se identifica astrol ógicamente con
Marte y Escorpio.
Es un signo de inteligencia por su hoz, rápida y acerada. Es el triunfo de la vida sobre la muerte (la
hierba vuelve a crecer alrededor del esqueleto) y de la reencarnaci ón. Es Tambi én la Ley de
Transformaci ón del universo y del tiempo que pasa, un arcano implacable, donde las únicas fuerzas
que ayudan a quien lo saca son la reflexi ón y la inteligencia (los brotes de hierba). Es el arcano de
las épocas difíciles; anuncia cambios espectaculares. Sus correspondencias son el mes de
noviembre, el azul verdoso, la amonita, el lobo y el cactus. No tiene fragancia.
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LA TEMPLANZA involucra un movimiento, el pasaje de un lugar a otro, mudanzas y traslados,
pero este pasaje no está indicando un fin sino un principio. El ángel vierte agua de un cántaro a otro
sin derramar una gota, impasible y seguro, compenetrado profundamente con lo que está haciendo,
dando idea de un movimiento continuo y fluido. Esta idea de movimiento se debe interpretar en todo
sentido. En general indica la superación de obstáculos, la obtención de los deseos, una nueva
orientaci ón hacia el consultante, marca una evoluci ón, un progreso hacia un futuro mejor. Es una
carta de conciliaci ón, de armon ía, de entendimiento. En el plano afectivo puede significar
reconciliación. En un juicio, acuerdo entre las partes. Permite la adaptaci ón a situaciones nuevas y
aporta soluciones. El concepto de cambio puede simbolizar en el plano afectivo un amor o cambio de
estado (por ejemplo, casamiento). Sus correspondencias astrol ógicas son Urano, Acuario, la Luna y
el Sol.
Sus alas, de color carne, no le confieren un carácter divino. Es la circulaci ón de las energí as con la
armon ía como finalidad. Su garganta amarilla favorece la palabra y la elocuencia, mientras que sus
manchas rojas señalan la importancia de la actividad que supone: es la carta de las profesiones
artísticas y los viajes. La Templanza es la búsqueda de equilibrio, consigo mismo y con el mundo.
Las acciones gobernadas por su inteligencia tienen todas las posibilidades de triunfar, aunque las
pasiones sean fuertes. A veces es demasiado espontánea y exige un poco de reflexi ón. Bien rodeada,
indica buena suerte, invertida, denuncia una táctica errónea, una adaptaci ón dif í cil o una
inestabilidad nefasta para el equilibrio general. Sus correspondencias son el granate, el azul noche, el
caballo, el narciso, la retama y los lugares públicos.
EL DIABLO simboliza la materia que puede enceguecer y cortar todo destino de evoluci ón con el
ser humano. Los dos demonios inferiores que le acompañan, uno del sexo femenino y otro del
masculino, están encadenados por sus pasiones. Sus manos atadas muestran que no pueden ser
liberados sin la ayuda exterior. Respecto de lo afectivo, la sexualidad aparece aqu í como única
finalidad, uniendo a los seres sólo con fines egoí stas y cada uno pensando en su propia satisfacci ón.
Indica entonces una atracci ón puramente f ísica que no está sostenida por el amor. Muestra el
nacimiento de una relación de la cual la persona se arrepentir á.
En otros planos indica astucia, tendencia a la agresividad y rebeldía, el desorden, disminuye la
lucidez. Es tambi én la carta de la hechicer ía (cuando aparece con la Luna o la combinaci ón TorreDiablo-Muerte –en cualquier orden– indica “daño de muerte”). Chusmer íos, desequilibrios
psíquicos, traiciones. Hace referencia al dinero, pero en su sentido de corrupci ón. Puede ser dinero
mal habido y, por sus connotaciones espirituales, por juegos de azar. Fraude, estafa, problemas de
todo tipo, egoísmo, y se identifica con Neptuno, Capricornio y Saturno.
El Diablo ha conservado, de sus orígenes divinos, las alas y las piernas azules, sí mbolos de acci ón.
Muestra la lengua –símbolo en todas las culturas del conocimiento exot érico, es decir, revelado y
transmitido– pero aquí empleado para el mal. Toma por una hoja una espada sin empuñadura, con
la que hiere pero tambi én se lastima, señal de la persona que no repara en herirse a sí misma
para destruir a otras. Su cornacupia le confiere una inteligencia fecunda y original pero amoral. El
suelo amarillo con estrías negras marca a esta carta con una fuerte sexualidad que puede aprisionar al
sujeto. Invertida es “menos mala”, pero se la interpreta en el mismo sentido. Se corresponde con el
almizcle, el diamante, el verde oscuro, la cabra, la orquí dea y las grandes ciudades.
LA TORRE es la carta m ás nefasta del Tarot. Es sin ónimo de catástrofe. Está representando a la
torre de Babel en la que Dios castigó al hombre por su soberbia, diversificó los idiomas y ya no
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pudieron entenderse unos con otros. El rayo o fuego que viene del cielo simboliza el castigo y la
caí da. El hombre ha creído ser Dios y ha olvidado lo humilde de su condici ón. Es una carta maléfica,
sin ónimo de grandes dificultades, de ruina y de pérdida de todo lo obtenido.
Debemos observar que los personajes que caen de la torre no tienen de dónde asirse, perdiendo
toda posibilidad de apoyo y de estabilidad. Indica que el camino tomado lleva a la catástrofe. Debe
aconsejarse buscar una opinión autorizada y actuar en consecuencia. Con esta carta se recogen frutos
amargos. En el plano financiero, fracaso o quiebra. En el sentimental, ruptura, divorcio, cambio
completo y doloroso de la situación. Pérdida de seres queridos o accidentes y heridas. Sus
correspondencias astrol ógicas son Marte y Plutón. Invertida sigue siendo mala, pero de naturaleza
atenuada ("algo se rescatará de la hecatombe").
Si sale junto a la Muerte y el Juicio, puede significar guerra, conflicto armado o prisi ón. Pero los
brotes de hierba y sus ventanas nos recuerdan que tal vez no es necesario lanzarse desesperadamente
al vacío sino descender algunos tramos de la escalera oculta y saltar desde las ventanas; así la caí da
será menor. Sus correspondencias son el ajenjo, el rubí, el rojo sangre, el oso, el pimentero y la caña
de azúcar.
LA ESTRELLA es carta de consuelo, de influencia benéfica que viene del cielo, claridad que
enseña y reconforta. Se aproxima aquello que se desea. Tambi én significa renovaci ón del medio
ambiente, con la llegada de nuevos y buenos amigos o de un dulce o consolador amor. Regenera y
permite volver a florecer con armoní a y espiritualidad. La figura femenina simboliza la naturaleza
que libera sus secretos por obra del amor. Los cántaros con agua representan las polaridades yin y
yang que se encuentran y armonizan, mezcl ándose en el estanque en un solo conjunto. Ver, entonces,
la oposici ón no como conflicto sino como complemento.
Es la carta de la esperanza, de la buena suerte (la " buena estrella") y de una ayuda que puede ser
tanto espiritual como material. Se debe considerar como una aurora, un mensaje de consuelo y fe,
una luz que viene del cielo y disipa los malos presagios. Inspiraci ón artí stica, revelación de una
vocaci ón, ayuda de amigos, superaci ón de dificultades. Invertida: mala suerte, pérdida de todo lo
anterior. Está representada por una joven desnuda, símbolo de pureza y realizaci ón. El c ántaro que
cubre su sexo precisa que, por allí , todo es armonioso. Su rodilla izquierda, hincada en tierra, la
vincula a la materia. Hace circular la energí a por sus vasos. El pájaro negro que está posado en el
árbol es la inspiraci ón fecunda (el color negro, en la Gran Obra de la Alquimia, es el del Huevo
Filosofal macerándose en el atanor –horno– que, al quebrarse, revelará la Piedra Filosofal gestada
en su interior).
Quien posea este arcano en su Línea de Vida o lo saca con frecuencia debe esperar una gran
suerte –tal vez como premio a los sacrificios hechos en su vida– o que el trabajo serio de finalmente
sus frutos. Aunque las cartas vecinas no sean muy favorables, la Estrella abre las puertas a la
felicidad y la esperanza. Otorga la inspiraci ón a un creador y puede anunciar el encuentro del alma
gemela. Es la carta de las fuerzas creadoras y del despertar de la conciencia, la del final de las
pruebas. Sus correspondencias son con Acuario, Libra, Leo, Géminis y el Sol. La amatista, el violeta,
el pavo real, el cocotero, la acacia, el cardo, las hierbas diuréticas y los manantiales.
LA LUNA es una carta engañosa. Así como la Luna no tiene luz propia, sino que refleja la luz del
Sol, de la misma manera está simbolizando un espejismo, algo que no responde a la realidad, sino
que es un reflejo de ella. La Luna, que es tan cambiante, puede ser el origen de errores que perturben
el equilibrio de la persona.
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Ilusiones que no tienen sus bases asentadas en la realidad y, por lo tanto, posibilidad de
decepciones. Los aspectos mentales positivos y negativos del sujeto, seg ún caiga al derecho o
invertida. En alg ún sentido puede significar fertilidad, por las cualidades femeninas de la Luna, y
un crecimiento intelectual. Indica fluctuaciones emocionales, estados aní micos cambiantes,
inestabilidad. Tambi én, al revés, puede significar falsedad, embuste, calumnias, discusiones. En ella
todo es instinto e inteligencia, especialmente la material (el suelo amarillo indica el cuerpo). Los dos
perros aull ándole representan nuestras necesidades instintivas al creer que lo imposible está m ás
cerca de lo que la realidad indica (y la advertencia de no caer en el error opuesto: cuando señales a la
Luna, siempre habrá estúpidos que se quedarán mirándote el dedo). El n úmero de sus rayos
simboliza el ciclo de la reproducci ón y la vida sexual, las dos torres unen el mundo mental al
material. El cangrejo, animal asociado a la Luna con tanta frecuencia como el perro (la Luna es
regente del signo de Cáncer, precisamente, el Cangrejo), afirma la fuerza autodestructiva del
inconsciente.
Es el arcano de la imaginación y favorece a los escritores, a los poetas y a todos aquellos que
utilizan lo imaginario (tambi én los estafadores y vendedores de ilusiones), el sueño, la introspecci ón.
Permite llegar a las fuerzas ocultas en lo m ás profundo de nuestra personalidad. Tambi én puede
anunciar una noticia relacionada con ni ños. Rige los intercambios materiales, el comercio y todo lo
referente al agua. Indica tambi én el magnetismo y el encanto personal de un ser. Invertida
representa las ensoñaciones peligrosas, la dispersi ón de ideas, la pereza o la inconsciencia. Tambi én
puede anunciar errores de juicio, dificultades en el comercio o una disminuci ón de las facultades
creadoras. En cuanto a la correspondencia filosófica, ésta se establece con Cáncer –como ya
señal áramos– la Luna misma, Piscis, el ámbar, la perla, el carmesí , el delfí n, el sauce y las islas.
EL SOL es una carta muy fuerte y ben éfica. Generalmente representa al propio consultante, en la
mejor expresi ón de su personalidad. La actividad cósmica, sí mbolo de triunfo y amor. Siempre
indica una superación.
El consultante se beneficiará obteniendo sus deseos y saliendo airoso de cualquier situaci ón
dificultosa por la que esté atravesando. Los dos ni ños que juegan bajo el Sol representan la pureza y
la inocencia. El amor aquí es puro y desinteresado. Se tocan el plexo, nudo de energ ías emotivas, y la
nuca, punto de equilibrio cuerpo-mente. Sus taparrabos azules simbolizan una sexualidad equilibrada
y bien aceptada. Los 13 pétalos o "lágrimas del Sol" simbolizan las energ í as protectoras del Arcano
sin Nombre, y el Sol la alegría de vivir y el deseo de construir.
Es una de las mejores cartas del Tarot, atenuando el efecto negativo de las cartas mal éficas. El
consultante tendrá una oportunidad feliz próximamente. Poder de creaci ón, de razonamiento, de
actividades. Muy armoniosa en el plano del amor marcando una conquista en el terreno sentimental.
En lo material, es ganancia de dinero.
Es el triunfo sobre la Torre (los 16 rayos del Sol y las dos piedras que recuerdan los guijarros
amarillos) ya que las energ ías se han transmutado positivamente. Las lecciones, bien comprendidas,
han sido aprovechadas, y la construcci ón del muro se ha hecho posible gracias a la inteligencia y al
trabajo.
En buena posici ón puede significar una cierta celebridad, presente o por venir, si sale junto al
Juicio. Predispone a la medicina y a todos los oficios relacionados con el manejo de dinero.
Invertida, pierde su fuerza y anuncia un cierto orgullo destructor, egoí smo o pérdidas materiales.
Sus correspondencias cabal í sticas son el Sol mismo, Leo, el verano, la canela, el platino, el amarillo
dorado, el gavil án, el girasol, el olivo y los paí ses y climas cálidos.
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EL JUICIO está simbolizando el Juicio Final, la Justicia que viene del cielo. Es el juzgamiento del
mundo inferior por el mundo superior. La actitud de los personajes, sin embargo, no es de temor,
sino de espera y fe, pues despu és del Juicio viene la Resurrección. En este sentido, indica la hora en
que se hará un examen de todo lo realizado y se producirá el renacimiento. Es una carta de extrema
rapidez, muy fuerte y que tiene el poder de acentuar los efectos de la carta vecina; en general
es benéfica. Indica que habr á nuevas posibilidades que beneficiar án al consultante. Como el
rayo que viene del cielo, esta carta tiene efectos instantáneos y precipita los acontecimientos. Se debe
guardar siempre el sentido de algo inesperado que irrumpa repentinamente en la vida del consultante.
En el plano sentimental es buena, pues permite ver con claridad, por lo tanto, no induce a error.
Posee dos sí mbolos trascendentales: el de la posteridad (el ángel) y el de la resurrecci ón de Lázaro
(el hombre saliendo de su tumba). La trompeta no es la de un llamado exterior, sino una advertencia
interior. La bandera que enarbola el ángel lleva una cruz, signo de un sacrificio necesario para poder
aprovechar las ventajas ben éficas de este arcano, que representa la victoria de la conciencia. Si es
sacado por una persona poco ambiciosa puede, por el contrario, indicar cambios dolorosos.
Normalmente, esta carta indica el fin de una prueba social, la realización de un proyecto, la
salud recuperada o el nacimiento de un niño en la familia.
Es un arcano de renovaci ón. Junto a la Muerte, el Juicio marca el final de un perí odo triste.
Tambi én puede anunciar justas recompensas, la celebridad o acontecimientos felices para todos
aquellos cuya profesi ón implica un trato intenso con el público. En la tradición, este arcano es el de
los factores hereditarios y genéticos del Hombre. Invertido, el Juicio representa una acci ón torpe,
dificultades sociales o ambiciones desmesuradas. Sus correspondencias son Escorpio, Marte, Plutón,
el incienso, el ópalo, la naranja, el águila el hibisco, el nogal, la amapola, los yacimientos
arqueol ógicos y los teatros antiguos.
EL MUNDO es otra de las mejores cartas del Tarot. Debe ser considerada como el entorno muy bien
dispuesto hacia el consultante (pero opuesto si aparece invertida), una cúspide, lo m áximo que se
puede alcanzar en una situaci ón determinada, la realizaci ón de deseos, armonía, el triunfo después de
la búsqueda, la llegada a la meta. Carta de evoluci ón que permite alcanzar planos superiores tanto
en conocimientos como en comprensi ón y armon ía espiritual. En el plano material tambi én es
excelente, pues permite acceder a las metas. El amor aquí es noble, brillante e impactante. Llega el
amor de la vida. Suerte en todos los ámbitos. Poder sobre los acontecimientos.
Representa a nuestro planeta y tambi én a nuestro yo interior en armoní a y equilibrio con él. La
mujer desnuda simboliza a la madre tierra. El ángel, el águila, el toro y el león representan los cuatro
estados de la materia: el aire, el agua, la tierra y el fuego. Se trata de una alegoría conocida por todas
las religiones, y corresponde a la Perséfone de los misterios de Eleusis, a la Isis egipcia, a las
vírgenes negras de los cristianos o a la bella durmiente del bosque de la f ábula infantil. Es la
quintaesencia de los cuatro elementos antes citados; serí a entonces el Mundo purificado que se
corresponde con el mito del Hermafrodita, la perfecta uni ón entre lo masculino y lo femenino. Por
extensi ón, la buena relación con el entorno (familia, amigos, compa ñeros de trabajo) o que éstos
concurren a nuestros planes, de donde es obvio que, invertida, uno de sus significados m ás fuertes
será el de una mala relaci ón con los dem ás.
Para quien ha logrado conocerse y aceptarse sin complacencia ni severidad, el Mundo indica la
ruta de la evoluci ón. Quien lo posee en su Línea de Vida o lo saca con frecuencia tiene tendencia a
la armon ía interior. Su único obstáculo será la facilidad. Junto con el Juicio, es un signo de
imposici ón de la propia voluntad o metas sobre los dem ás. Sus correspondencias son el Sol, Saturno
–por la introspecci ón necesaria para tener el control – Marte y Júpiter, la violeta, el ónix, el í ndigo, el
cocodrilo, el espino, la higuera y los lugares relacionados con las profundidades de la tierra.
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EL LOCO aparece como un hombre joven, barbudo, que lleva su sombrero adornado con cinco
cascabeles; el cinco es la cifra alqu ímica del Hombre. Su traje rojo, azul y amarillo lleva los colores
de la inteligencia, el saber y la acci ón creadora mal encaminados. El bast ón sobre el cual no se apoya
representa la imprudencia de no saber aprovechar las experiencias pasadas para tantear el camino,
mientras el gato o el perro que le desgarra las nalgas representa los instintos vitales mal utilizados
por el hombre. De hecho, el Loco desempeña el papel de un comodí n. Simboliza la irrupci ón de lo
irracional, pero sólo adquiere su valor colocado junto a otra carta. La locura está en él. Como el Loco
puede adoptar cualquier forma, hay que considerarlo en relaci ón con las otras cartas. Con:
–
El Mago: es fuente de inspiraci ón pero tambi én de alucinaciones.
–
La Papisa: un secreto que no se sabe guardar o revelado demasiado pronto.
–
La Emperatriz: descubrimiento que trastorna la raz ón.
–
El Emperador: poder en manos incapaces.
–
El Papa: trastorna los conformismos; simboliza igualmente a los falsos profetas.
–
Los Enamorados: un mal camino elegido.
–
El Carro: ambici ón desmedida y poco realista.
–
La Justicia: complicaciones judiciales, peligros para la libertad.
–
El Ermitaño: cambiar la direcci ón de los enfoques.
–
La Rueda de la Fortuna: cambios o viajes con riesgo o irresponsables.
–
La Fuerza: acciones imprevisibles.
–
El Ahorcado: prueba sentimental o afectiva.
–
La Muerte: oposici ón o un peligro que amenaza.
–
La Templanza: talentos sin sentido práctico.
–
El Diablo: hu ída ante la realidad.
–
La Torre: error muy grave, cuidado con la salud.
–
La Estrella: pereza, inspiraci ón sin voluntad de ponerla en práctica, gusto por el juego.
–
La Luna: problemas psicol ógicos, imaginaci ón desbocada.
–
El Sol: desprecio por lo material que provoca problemas.
–
El Juicio: indiferencia ante los problemas o necesidades de los dem ás, soledad.
–
El Mundo: búsquedas externas ambiciosas, uso de la gente, incumplimientos.
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Generalmente, si el Loco sale al derecho refuerza los malos aspectos de la carta vecina; si sale
invertido, anula esa carta. Las correspondencias cabal ísticas del Loco son la menta, la calcedonia, el
amarillo pálido, el vencejo, el álamo y las regiones montañosas.
Éste no lleva nú mero pues se le considera fuera de las tres series de cartas que conforman las otras
21. Es un vagabundo que con su atado al hombro recorre distraídamente un camino del cual no
conoce el rumbo, dirigi éndose hacia un precipicio que no ve pues va mirando hacia arriba, perdido
en sueños, lo que conlleva el riesgo de su propia destrucci ón. Indica caída y caos, abandono y una
inestabilidad en todos los planos. Depresi ón, decepción, defraudaci ón, estafa y adulterio en el
plano sentimental. En el plano afectivo: sentimientos que no ofrecen duraci ón ni estabilidad, engaño
(a menudo recíproco). Abandono voluntario de las cosas, pérdida financiera. El Loco al derecho
tiene el valor del Ermitaño invertido, y viceversa.
SIGNIFICADO DE CADA ARCANO MAYOR RESPECTO DE LA SALUD
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X
–
–
–
–
–
–
–
–
–
–
XI –
XII –
XIII –
XIV –
XV –
XVI –
XVII –
XVIII –
XIX –
XX –
XXI –
El Mago: sistema nervioso.
La Sacerdotisa: órganos genitales y embarazo.
La Emperatriz: garganta y v ías respiratorias superiores.
El Emperador: equilibrio general.
El Papa: estómago e hí gado.
Los Enamorados: debilidad orgánica y tensi ón emocional.
El Carro: vitalidad.
La Justicia: ri ñones.
El Ermita ño: sistema óseo y articulaciones.
La Rueda de la Fortuna: circulaci ón sanguí nea.
La Fuerza: vitalidad y dinamismo, tiene que ver con la sexualidad y las enfermedades que la afectan,
tanto fí sicas como psicol ógicas.
El Colgado: perturbaciones psí quicas.
La Muerte: cirugí as, traumas, devitalizaci ón grave y muerte (depende de la aspectaci ón general de la
tirada). Junto a la Torre, accidente graví simo.
La Templanza: debilidad nerviosa.
El Diablo: afecta los nervios, órganos genitales y puede indicar aborto.
La Torre: accidentes, heridas f ísicas, hemorragias, quemaduras.
La Estrella: mejoría en todo aspecto.
La Luna: carácter de neurótico, necesidad de cambio de ambiente, problemas femeninos, disminuci
de la lucidez, problemas mentales.
El Sol: coraz ón y, en menor medida, circulaci ón.
El Juicio: es benéfica por sus características renovadoras.
El Mundo: inmejorable. Recuperaci ón. Buena atenci ón m édica.
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– El Loco: estado psíquico muy alterado y debilidad. Abulia. Depresi ón.
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CAPÍTULO 3
DISTINTOS TIPOS DE TIRADAS
El esquema de comienzo de una tirada, cualquiera, siempre es el mismo: se parte con el mazo
debidamente ordenado, concentrándonos, o bien en la naturaleza de lo que va a preguntarse, o bien
en la persona sobre la cual se consulta; para ello, quien concurra a la entrevista puede hacerlo con
una fotograf ía o, mejor aún, sus datos completos (nombre y apellido, fecha de nacimiento, horario,
de ser posible, y localidad donde naci ó) datos que escribiremos en un papel sobre el cual fijaremos
nuestra atenci ón mientras mezclamos las cartas, evitando así confiar en nuestra memoria.
Parapsicol ógicamente, esto tiene una raz ón de ser sumamente atendible: cada uno de nosotros
somos, en última instancia, un punto de conciencia en la l ínea del espacio-tiempo. Así, puede haber
infinidad de " Juan Pérez", unos cuantos " Juan Alberto Pérez", bastantes " Juan Alberto Pérez, de 45
años", unos pocos " Juan Alberto Pérez, nacido el 7 de octubre de 1955", apenas alg ún par de "Juan
Alberto Pérez, nacidos el 7 de octubre de 1955 en la ciudad de Mendoza" y, sin duda, un solo " Juan
Alberto Pérez, nacido el 7 de octubre de 1955 en Mendoza, a las 5.40 horas". Así , al focalizar, al
definir el m ínimo denominador del objetivo de nuestro interés, permitimos a nuestra mente centrar
mejor sus aptitudes clarividentes sobre aquél cuyo contexto queremos conocer.
Comenzamos entonces el barajado, que consistirá en, como dijéramos, concentrados en el
objetivo, con amplios movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj deslizar las cartas
boca abajo sobre la mesa, durante un tiempo prudencial. ¿Cuánto?. Mi propia experiencia me enseña
que no depende del tiempo empleado, ni de la cantidad de vueltas efectuadas, sino que debe repetirse
hasta que el conjunto de naipes se fragmente, se separe –o, cuanto menos, se estrangule– en dos
grupos menores bien definidos. Ese es el momento conveniente de comenzar a reunirlas, siempre sin
levantarlas de la mesa, hasta que quedan todas alineadas entre sí.
Presentamos el mazo entonces al consultante, pidi éndole que haga dos cortes (es decir, separe en
tres montoncitos– siempre boca abajo. Procederemos entonces a echar un rápido vistazo a las cartas
que quedaron abajo, las que nos darán una informaci ón esencial: con qué actitud acude el consultante
a la entrevista. ¿Nos creerá?. ¿Es un escéptico que viene a probarnos o sólo por obligaci ón?. ¿Es un
frívolo superficial o alguien con quien podremos desmenuzar los ricos detalles de esta consulta?.
¿Nos cuenta toda la verdad?. ¿Simplemente, nos miente?. Esta informaci ón será de vital importancia
pues, entre otras cosas, nos indicará cuál deberá ser nuestro proceder, cómo decir las cosas; no es lo
mismo hablar de riesgo de muerte con alguien maduro para manejar la situaci ón, de nervios
templados que seguramente capitalizará preventivamente nuestras indicaciones, que darle este dato a
un hist érico que tal vez precipite o condicione su seguridad personal precisamente en funci ón de lo
que le dijimos.
Volvemos a reunir los tres montoncitos en el mismo orden en que fueron cortados, pedimos que
haga un solo nuevo corte (queda claro que si no hay consultante con nosotros presente, todos estos
pasos los hacemos nosotros), reunimos sin mirar las cartas expuestas en dicho corte y, girando el
mazo 180º hacia nosotros (un medio giro que lo pondrá frente a m í como si estuviera yo en el lugar
del consultante) comienzo a sacar desde abajo del mazo, disponi éndolas sobre la mesa seg ún el
modelo de tirada que haya elegido, con un movimiento denominado "coletazo de pescado", y que
consiste en "abanicar" la carta, invirti éndola en el movimiento, de modo que quede al revés de como
quedaría si la diera vuelta simplemente como las páginas de un libro.
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Es por dem ás evidente que se trata de aquel paso inicial de mezclar las cartas movi éndolas en
cí rculos sobre la mesa ,lo que posibilita que, en la tirada final, algunas queden al derecho y otras
invertidas.
Tirada en cruz
Para que el Tarot responda a la pregunta "¿Cuáles son mis fuerzas y mis debilidades?", conviene
proceder a echar las cartas "en cruz", constituye la forma m ás simple.
Se comienza por mezclar las cartas boca abajo sobre el tapete, tratando de vaciar la mente y de
alejar cualquier angustia o emoci ón. Al elegir la primera carta, que representará el estado en que uno
se encuentra, habrá que concentrarse en sí mismo. Entonces, se coloca esta carta a la izquierda, sin
darle la vuelta. La segunda, que se coloca a la misma altura que la primera, pero a la derecha,
simbolizar á las posibilidades o los inconvenientes exteriores, es decir, lo que depende de los dem ás
en la pregunta que se ha hecho. La tercera carta se coloca entre las dos primeras, pero m ás arriba.
Estará en relaci ón con los pensamientos del consultante, con lo que verdaderamente motiva sus
acciones. La cuarta, colocada debajo de la tercera, representará la materializaci ón de la respuesta.
Despu és de dar la vuelta a las cuatro cartas, en el mismo orden, se puede comenzar a interpretar, sin
dejar de tener presentes los arcanos que representan la lí nea de vida; si aparece uno de ellos al hacer
una pregunta, sus efectos serán significativamente importantes.
Tirada cortesana
Preguntas concretas sobre el porvenir inmediato pueden responderse con el m étodo llamado así
por ser el m ás popular empleado por la célebre tarotista parisina Madame Lenormand en la corte de
Luis XVI). Luego del barajado se extrae una carta –sin mostrarla– que se coloca frente al
consultante. Luego se sacan tres m ás, que se colocarán en l í nea inmediatamente por debajo. La
primera será la respuesta a la pregunta formulada; la segunda y la tercera, detalles sobre esa
respuesta y la cuarta, las consecuencias del asunto.
A partir de una pregunta determinada tambi én se puede proceder a echar, simplemente, una cruz,
alrededor de una carta central, que reflejará la pregunta que se ha planteado; se colocan, en cruz,
cuatro grupos de dos cartas de afuera hacia adentro, empezando por la rama superior y girando en el
sentido de las agujas del reloj. Esta cruz constituirá, al mismo tiempo, el espejo del mundo y el alma.
Generalmente se considera que las cartas de la rama izquierda de la cruz representan la disposici ón
de quien hace la pregunta. La rama derecha simboliza al mundo exterior. La de arriba, la ayuda
psí quica y moral, y la de abajo, la realizaci ón con la que se puede contar.
Tirada de los diez
Esta es otra forma de echar el Tarot que cuenta con numerosos adeptos, llamada así porque se
emplean sólo diez cartas. Se puede recurrir a ella para obtener una respuesta o un consejo sobre un
problema. Antes de mezclar las cartas se retira la que representará al consultante. Después habrá que
dar la vuelta a los diez primeros arcanos.
El primero situará la atm ósfera general que rodea a la pregunta o al problema que se ha planteado.
La segunda indica las fuerzas que se oponen al consultante. La tercera representa la base de la
situaci ón actual. La cuarta simboliza una influencia que se está diluyendo o que va a desaparecer.
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La quinta se refiere a una influencia que podrí a hacerse sentir; la sexta señala otra que no tardará
en manifestarse. El s éptimo arcano representa los temores que siente personalmente el consultante,
sus dudas y tendencias negativas. El octavo subraya la ascendencia que tienen la familia y los amigos
sobre estas personas. El noveno es la carta de las ambiciones, las esperanzas y las actitudes positivas
del consultante. La décima carta, finalmente, da una idea del resultado final.
Enganche desplegado
Se trata de tirar las siete primeras cartas de un Tarot correctamente mezclado y tirado. Luego se
disponen las cartas boca arriba, con los arcanos a la vista de la siguiente forma: la primera, arriba, la
segunda m ás abajo y algo desplazada hacia la derecha, la tercera m ás abajo y un poco m ás a la
derecha, la cuarta igual. A partir de la quinta se vuelve a subir y se coloca la carta encima de la
cuarta y un poco a la derecha. Se hace lo mismo con la sexta, y la séptima debe encontrarse a la
altura de la primera, con lo que el conjunto formará una especie de "V" mayúscula.
En este sistema, la primera carta remite a las influencias del pasado. La segunda indica la situaci ón
presente del consultante. La tercera revela el futuro, en términos generales. La cuarta indica el
consejo que se debe dar al consultante. La quinta representa a los asociados, los amigos o la familia
del consultante. La sexta indica los obstáculos que aparecerán eventualmente en el camino a seguir, y
la séptima simboliza la soluci ón posible del problema planteado.
Tiradas con arcanos menores
Está impl í cito que las tiradas hasta aquí descriptas pueden hacerse tanto con Arcanos Mayores –
los 22 descriptos– como con los menores (de los que hablaremos m ás adelante). Mi experiencia, por
otra parte, me recomienda no mezclar en las tiradas unos y otros. Y la raz ón es muy simple.
Espiritualmente hablando, cada mancia (o técnica adivinatoria) vibra en un determinado plano
espiritual. Por consiguiente, distintos planos espirituales serán afines a distintos m étodos de
adivinaci ón. Así , la Astrología corresponde al plano m ás elevado, seguido por los 22 Arcanos
Mayores del Tarot, luego los menores (o "cartomancia") y finalmente, m étodos tales como los
"buzios", la ceromancia, la cristalomancia, etc. Si en una misma tirada mezclamos arcanos mayores y
menores, estamos mezclando también las vibraciones espirituales de dos planos distintos, que sólo
pueden aportar confusi ón e incertidumbre.
Tal vez el lector necesite alguna evidencia suplementaria de la realidad de esta divisi ón en planos
entre los m étodos de conocimiento clarividente. Sólo tiene que observar a su alrededor. ¿No ha
reparado en que, espontáneamente, la gente con mucha formación espiritual o intelectual tiene una
particular afinidad con la Astrolog ía, la gente de nivel medio y sentido práctico con el Tarot –
entendiendo como tal los 22 Arcanos Mayores– y el vulgo, de menor formación intelectual, y s ólo
interesado en frivolidades ("dígame si la mujer con la que me engaña mi marido es gorda, o vieja, o
flaca, o rubia" o "¿Será joven, con plata y de cabello negro el hombre que encontraré pronto?") se
inclina hacia la popular baraja española.
Para una pregunta acerca de problemas afectivos se pueden elegir, en un mazo bien mezclado,
cuatro cartas que se disponen formando una cruz (tirada "cruzada"). La de la izquierda representa al
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consultante y la de la derecha será el otro, la persona en cuestión. La de arriba representará la
motivaci ón más elevada, el juez del juego, y la de abajo el resultado material.
Para obtener m ás detalles acerca de una persona que se conoce poco o mal se pueden echar siete
cartas (tirada "septenaria"). Se mezcla el mazo como ya se explicó y despu és se eligen siete que se
disponen en una sola l í nea y a las que después se les da vuelta. Las tres primeras hablan del pasado y
del carácter de la persona. La carta del centro representa lo que m ás la motiva. Las tres últimas
hablan de su porvenir.
En esta lectura de las siete cartas, como en la mayor parte de las lecturas con arcanos menores, la
salida de un as es incitaci ón a volver a plantear la pregunta a los arcanos mayores, utilizando el
sistema de la cruz.
Una última forma elemental de echar las cartas: la estaci ón. Sus resultados valen por un perí odo de
tres meses, pero no responden a ninguna pregunta en particular. Indican simplemente las influencias
que van a dominar en un período muy próximo. Primero hay que saber el arcano que corresponde al
consultante. Se coloca esta carta arriba de la mesa. Despu és, se mezcla el mazo y se sacan nueve
cartas. Las tres primeras se disponen alineadas encima de la carta del consultante (la segunda debe
quedar justo encima). Las tres cartas siguientes tambi én se disponen en l í nea, de modo que la del
centro cubra la del consultante. Y las tres últimas se colocan abajo, tambi én alineadas.
Entonces habrá que dar la vuelta a las cartas elegidas, que formarán una especie de cuadrado. La
lí nea superior representa al presente, la del centro se refiere al mes siguiente. La de abajo, al segundo
y tercer mes. La carta final (abajo y a la derecha) es la que le da un sentido a la evoluci ón general
que supone este sistema. El dominio de tal o cual palo (bastos, espadas, etc.) proporcionará la
tonalidad general de los meses subsiguientes.
Tirada gitana
En estos años de dedicarme a la actividad, tuve ocasi ón de contar con distintos profesores y
maestros; algunos formales, institucionalizados, otros no. Entre los últimos, he aprendido distintos
métodos de tirar las cartas, todos los cuales los he aplicado y experimentado descubriendo lo variable
de su efectividad. Lógicamente, como de cualquier manera excedería en demasí a este volumen
describirlos todos (lo que por otra parte sería meramente anecdótico, ya que la eficacia de algunos de
ellos es cuestionable) me he limitado a reflejar aquellos de los que sí me consta su utilidad. Como
por ejemplo este, al que he denominado " tirada gitana" por el sencillo hecho de que me fuera
enseñado por una anciana dama de ese origen, aunque ignoro si en su tradici ón (y lenguaje) tiene
alg ún otro nombre específico.
Se baraja el mazo como hemos explicado y comienza a distribuirse en cuatro grupos sobre la
mesa: el primero arriba a la izquierda (representará el pasado), el segundo arriba a la derecha (el
presente), el tercero abajo a la derecha (el futuro tendencial, esto es, hacia dónde irían las cosas si no
se hace nada para evitarlas) y el cuarto abajo a la izquierda (las opciones, los recursos alternativos a
los que se puede acudir, las personas que pueden influenciar para alterar ese futuro). Las cartas se
van echando de a una en cada montón, en el orden indicado y en el sentido de las agujas del reloj,
hasta repartirlas a todas. Luego se toma cada montón por separado, se descartan las cartas que hayan
caí do invertidas y se procede a la lectura con las restantes.
Es importante prestar atenci ón a esto: supongamos que usted está echando la carta 1 en el montón
del pasado, la 2 en el del presente, y al echar la 3, en el lugar correspondiente al futuro, la misma está
invertida. No se trata de continuar con la 4 en el montón de las opciones sino de echarla en el espacio
del futuro; si por casualidad la 4 tambi én está invertida, pues se echará la 5, y si esta cae tambi én al
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revés, la 6, etc., hasta que aparezca una al derecho, en cuyo caso recién se continuará con la carta
siguiente en el mont ón siguiente.
CAPÍTULO 4
MIS MEJORES TIRADAS
Por las razones apuntadas l íneas atrás, dentro de la pl éyade de tiradas correspondientes a casi
tantas escuelas de Tarot –y tantos docentes– he privilegiado unas pocas, las cuales incluso, despu és
de estudiarlas en profundidad, evaluar su sentido esencial y someterlas a centenares de situaciones
lí mite, he modificado y ajustado a las exigencias de la vida contemporánea y adoptado como propias,
creo que con excelentes resultados. Aqu í las enseño.
Tirada Piramidal
Esta tirada se emplea para todo tipo de consultas –económica, afectiva, salud, etc.– teniendo
siempre en claro que no pueden analizarse dos situaciones disímiles en la misma tirada, pero sí
distintos aspectos del mismo ámbito. Por ejemplo, en una tirada piramidal pueden verse distintas
cuestiones econ ómicas pero –este es el punto– siempre solamente económicas. O solamente
afectivas. Si se quiere cambiar de terreno, deben reordenarse las cartas y tirar de nuevo. Y la
explicaci ón del porqu é es m ás que lógica: cada carta es como una palabra con la cual construimos
esa oraci ón que es la respuesta a la consulta. Si yo he empleado recién una carta como una de esas
palabras, es decir, le he asignado un determinado valor simbólico en funci ón del problema, no puedo
"reutilizarla" para construir otra estructura simbólica atinente a otro problema muy distinto. Por
ejemplo, si Los Amantes, en medio de una consulta laboral, la he empleado para referirme a la
"decisi ón dif í cil que deberá tomar el consultante", por ejemplo ante una alternativa de trabajo que se
aproxima, es ridículo suponer que vuelvo a emplearla para hablar de "un encuentro afectivo que se
acerca" cuando el consultante pasa a preguntarme sobre su vida amorosa.
La versatilidad de la Tirada Piramidal es lo que la hace la m ás usada en nuestros cursos. Para
implementarla, una vez barajadas de acuerdo a lo explicado, y siempre sacando las cartas desde
abajo y con "coletazo de pescado", disponerlas frente a sí según este orden:
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(Los números corresponden, obviamente, no a los Arcanos, sino al orden de disposici ón).
Las cartas 1 a 4 corresponden al Pasado, esto es, a los antecedentes inmediatos a la situaci ón sobre
la cual se pregunta y que condujeron a la misma; las cartas 5 a 9, al Presente, o aspectos ocultos y
determinantes del momento, y las 10 a 16, al Futuro, entendi éndose éste como la tendencia
dominante, o sea, hacia dónde van las cosas si no se hace nada para cambiarlas. Las 17 a 19 son la
Opci ón, y plantean la alternativa natural si al consultante no le resulta satisfactorio el curso de los
acontecimientos (l ínea del futuro). Por supuesto, la Opci ón no es necesariamente mejor, y si desea
buscarse otro camino, deberán estudiarse –y modificarse– las circunstancias ejemplificadas en las
cartas Bisagra.
Se denominan cartas Bisagra a las 4-5 y 9-10, pues explican de qu é modo, a través de qu é hechos
ese pasado se transform ó en este presente o este presente se transformará en determinado futuro. Si
las cartas bisagra definen específicas situaciones que desencadenan específicas consecuencias es
claro que, si se alteran las causas, se alterarán necesariamente los efectos.
Tirada de Salom ón o En Estrella
Se llama así por su aspecto general que, para la primera denominaci ón, recuerda la forma de la
estrella de David o Sello de Salom ón. Es especí fica para planteos económicos o materiales, m ás aún,
para aquellos que requieren la definici ón puntual de cursos de acci ón precisos. Su disposici ón es:
2
5
6
7
1
3
4
La carta 7 se denomina Sí ntesis, y resume, por su significado y posici ón, la atmósfera general de la
tirada. Se interpreta cronol ógicamente en el sentido de los números.
Afectiva o En Cruz
Para cuestiones sentimentales –en algunos casos, psí quicas o intelectuales– el orden de disposici ón
es:
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La primera lí nea vertical indica la situaci ón real , o estado general de la situaci ón. La segunda,
estado ideal , o qué es a lo que puede aspirarse que ocurra, aunque debe entenderse que " ideal" lo es
en el sentido de "potencial", y no necesariamente de "lo mejor". La l ínea horizontal, cómo esa
situaci ón real ha de transformarse, o puede transformarse, en esa ideal. Las cartas 2 y 8, que se
interpretan doblemente (en el sentido descendente y horizontalmente) actúan como "cartas bisagra",
por ser las circunstancias donde se articulan la situación real con el proceso de transformaci ón, y éste
con la situaci ón ideal.
Tirada Algebraica o Por “sí” y por “no”
Se emplea para cuando se desea hacer un cierto número de preguntas consecutivas –hasta siete– a
las que baste con responder con un "sí" o un "no", pero no sirve para contestar por qué sí o por qué
no. Para ello debe memorizarse esta tabla de multiplicaci ón algebraica de valencias (de allí el
nombre):
+ x – = –
(más por menos = menos)
+ x + = +
(más por m ás = más)
– x + = –
(menos por m ás = menos)
– x – = +
(menos por menos = más)
El asunto consiste en pensar en las distintas preguntas mientras se barajan las cartas y entender que
al ir sacándolas debe mentalizarse cada pregunta por separado. Se colocan en grupos de tres:
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2
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(la carta sobrante del mazo se desprecia).
Cada hilera horizontal corresponderá, entonces, a cada una de las siete preguntas formuladas.
Bastará entonces con asignarle a cada carta el valor + ó – según la posici ón en que haya aparecido
("m ás" si aparece al derecho, " menos" si lo hace invertida) multiplicar las dos primeras según la tabla
indicada y al resultado nuevamente multiplicarlo por la tercera; si éste resultado final es +, la
respuesta será " sí", y si es –, " no". Recu érdese que no pueden emplearse esas mismas cartas para
responder por qu é sí o por qu é no, de manera tal que si se desea una ampliaci ón explicatoria, se
continuará con una tirada específica.
Tirada de salud
Esta es una tirada donde sí se presentan algunas diferencias interesantes: para comenzar, luego de
todos los pasos del barajado debe decirse al consultante que extraiga siete cartas del mazo
previamente desparramado en l í neas horizontales con las cartas boca abajo sobre la mesa frente a él,
advirti éndole que las tres primeras corresponderán con certeza a los problemas de salud que la
persona sí tendrá (si dichas cartas aparecen invertidas) o no los tendrá (si aparecen al derecho)
mientras que las siguientes cuatro se referirán a las probabilidades –ya no con certeza– de que los
padecerá, o no, según su posici ón, o bien problemas menores de apenas significancia. Comenzará
entonces el consultante a señalar las cartas, que el tarotista irá separando y colocando frente a sí,
para, al final, darlas vuelta lateralmente –es decir, no con "coletazo de pescado", sino como si se
trataran de las páginas de un libro–.
Tirada por Casas Astrológicas
Tirada ideal para consultantes que no acuden con un problema preciso, y que se valen de la tirada
a tí tulo preventivo; más precisamente, cuando se quiere saber en forma general sobre diversos
aspectos de la vida, aunque de manera resumida y concisa. Para ello se parte del concepto de "casa
astrológica", esto es, un ámbito (familia, vida financiera, salud, estudios, etc.) de la vida del
consultante tal cual se analiza en una carta natal.
Una vez barajadas, el consultante irá extrayendo una a una doce cartas del mazo, cada una de ellas
asimilable a una Casa. El tarotista ir á advirtiendo al cliente, antes de la extracci ón, el significado que
tomará esa carta, y las mismas deberán ir disponi éndose lado a lado, en dos hileras horizontales, para
su posterior lectura. Obviamente, las áreas señaladas por cartas cuya posici ón y simbolismo sean
positivos, quizás no ameriten una ampliaci ón, pero sí podrá hacerse ello con las que presenten un
contenido problem ático, a través de sucesivas tiradas seg ún la naturaleza de cada Casa en particular.
El significado de las doce Casas es el siguiente:
Casa I
= El sujeto. Generalidades sobre su estado f í sico y mental.
Casa II
= Finanzas.
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Casa III
= Hermanos. Viajes cortos.
Casa IV = Hogar paterno.
Casa V
= Ni ños. Diversiones.
Casa VI = Empleo en relaci ón de dependencia. Salud. Servicio a los dem ás.
Casa VII = Sociedades de todo tipo. Matrimonio.
Casa VIII = Muerte.
Casa IX = Viajes largos. Mudanzas.
Casa X
= Acci ón social. Estudios.
Casa XI = Amigos. Relación con la sociedad.
Casa XII = Enemigos ocultos. Enfermedades crónicas. Todo lo que indique reclusi ón.
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CAPÍTULO 5
ARCANOS MENORES ("Cartomancia")
Los naipes españoles o franceses son, como se sabe, los Arcanos Menores del Tarot. Su
simbolismo ha cambiado de forma considerable a lo largo de los siglos. Como las figuras se
identifican en la práctica como las barajas corrientes, han perdido algo de su misterio. Las cifras, por
su parte, ofrecen muy pocos indicios para una interpretaci ón f ácil. Sin embargo, existen algunos
datos indispensables que deben ser conocidos para echar bien estas cartas.
En los personajes (reyes, reinas, caballos y sotas, seg ún se trate de la baraja francesa o de la
española) reaparecen los colores de los Arcanos Mayores, adem ás de un símbolo específico (bastos,
copas, espadas y oros). Los ases se parecen a grandes flores abiertas, mientras que las cartas
menores, cubiertas de vegetaci ón, aluden a los ví nculos de cada carta con la tierras o la naturaleza.
Tradicionalmente, cada palo va unido a un elemento: fuego para los bastos, agua para las copas, aire
para las espadas y tierra para los oros. Las formas modernas de estos elementos podrí an ser: energí a
(fuego), tiempo (agua), espacio (aire) y materia (tierra).
También se asocia cada palo con una direcci ón y cada as a un continente. El Norte corresponde a
los oros (Europa y África al as de oros). El Sur corresponde a las copas (los paí ses del Océano
Pací fico al as de copas). El Este se atribuye a los bastos (el Asia al as de bastos) y el Oeste, a las
espadas (Am érica al as de espadas).
Cada uno de nosotros es representado por una carta del mazo. Ésta viene determinada por la fecha
de nacimiento:
Del 22 de enero al 10 de febrero: caballo de espadas.
Del 11 de febrero al 11 de marzo: rey de copas.
Del 12 de marzo al 13 de abril: reina de bastos.
Del 14 de abril al 20 de mayo: caballo de oros.
Del 21 de mayo al 17 de junio: rey de espadas.
Del 18 de junio al 13 de julio: reina de copas.
Del 14 de julio al 14 de agosto: caballo de bastos.
Del 15 de agosto al 20 de setiembre: reina de espadas.
Del 21 de setiembre al 23 de octubre: caballo de copas.
Del 24 de octubre al 22 de noviembre: rey de bastos.
Del 23 de noviembre al 12 de diciembre: reina de oros.
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Del 13 de diciembre al 21 de enero: rey de oros.
Los ases unen el mundo de los arcanos mayores con el de los arcanos menores. Si a una pregunta
aparece como respuesta un as, habrá que recurrir a los arcanos mayores para concretarla. Así, cada
palo corresponde a un determinado n úmero de arcanos mayores.
Los bastos precisan los efectos del Papa, la Papisa, el Carro y la Fuerza. Su estaci ón es el verano.
Las espadas se vinculan a la Justicia, el Ermitaño, la Rueda de la Fortuna, el Ahorcado, el Arcano
sin Nombre (la Muerte), la Templanza y el Diablo. Su estaci ón es el otoño.
Los oros se vinculan a la Torre, la Estrella, la Luna, el Sol, el Juicio y el Mundo. Su estaci ón es el
invierno.
De una manera general, se considera que la fuerza viva y creadora de los bastos queda modificada
por los elementos que deben atravesar para llegar hasta nosotros. Las cartas bajas de bastos (del 1 al
6) son m ás positivas que las otras (del 7 al 10). Las copas actúan preferentemente en el campo
afectivo, y las cartas bajas son m ás significativas. Las espadas operan sobre nuestras posibilidades de
acci ón, y el valor de sus cartas es equilibrado. Los oros actúan en el dominio material y son la
realizaci ón de los otros tres palos. Cuanto m ás elevado es el número de un oro, mayor su acci ón
benéfica.
Cada arcano menor posee numerosos significados. He aquí algunos. Hay que saber que los arcanos
menores, del 2 al 10, sólo tienen significado si aparecen al derecho. Los ases, aunque estén
invertidos, conservan su significado positivo.
LOS BASTOS (CORRESPONDEN A LOS TRÉBOLES)
As: riquezas y éxitos profesionales, amistades duraderas y paz de espíritu.
Dos: contrariedades y oposici ón con amigos o relaciones de negocios.
Tres: signo de boda, puede ser interpretado como una relaci ón amorosa duradera, seguida de un
matrimonio con otra persona o con alguien a quien se conoce desde hace mucho
tiempo.
Cuatro: carta de lucha en cualquier terreno; desconfiar del posible fracaso de un proyecto que
puede
provocar pérdidas de dinero, amigos indignos de confianza participan de él.
Cinco: boda con una mujer rica, es tambi én la carta de la cólera, de la pérdida de empleo y
del orgullo.
Seis: carta de la victoria sobre sí mismo, negocios provechosos con los socios.
Siete: carta del valor personal y el coraje, suerte y felicidad, desconfiar del sexo opuesto,
necesidad
de acci ón y cambios.
Ocho: carta del éxito en las gestiones y la rapidez en los razonamientos, peligro de dispersi ón,
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avaricia.
Nueve: carta de fuerza, excelente para las personas que se muevan mucho, carta de imaginaci ón
y creaci ón artí stica, disputas con los amigos.
Diez: carta de opresi ón en todos los terrenos, dificultad para escapar de diversas autoridades
pesadas, oportunidad inesperada, largo viaje.
Sota: joven adolescente de carácter muy individualista, inteligente, discreto, diestro, pero a veces
violento y rencoroso, amigo impaciente pero sincero.
Caballo: persona violenta, generosa, charlatana pero rápida y eficaz en el trabajo, le cuesta
analizar
las situaciones, pero su acci ón es inteligente y tiene una excelente memoria.
Humanista y
rom ántico, sus ideas son generosas y se preocupa mucho por la felicidad de todos.
Reina: persona original por su trabajo, sus ideas o antecedentes, se adapta bien a las
circunstancias,
si está mal rodeada, puede ser hiriente y malintencionada, es afectuosa y buena,
pero puede
sufrir cambios bruscos de humor, todo depende de las cartas vecinas.
Rey: hombre servicial, de humor cambiante, que olvida pronto y no es rencoroso, anuncia una
gran
actividad y acciones imprevistas, adem ás de un esfuerzo muy largo, cuyos primeros
momentos serán decisivos. El rey de bastos anuncia la tormenta y todas las
violencias del
elemento fuego.
LAS COPAS (CORRESPONDEN A LOS CORAZONES)
As: la felicidad dom éstica y las relaciones familiares o afectivas, seg ún el contexto en que se dé,
la
familia estará o no unida, será o no cari ñosa, será o no liberal. Con los bastos;
relaciones
difí ciles. Con las copas; afectividad muy importante. Con las espadas; lucha por
afirmar la
propia independencia.
Dos: éxitos y suerte, amor y armoní a entre dos personas.
Tres: una de las mejores cartas del juego, intervenci ón feliz, protecci ón oculta, ambiente
inteligente, esta
carta es un símbolo de buena estrella.
Cuatro: falta de plenitud, inestabilidad, consejos perjudiciales; con esta carta se es esclavo de
los sentidos.
Cinco: carta de tensi ón, de quienes imaginan lo peor, deseos exacerbados, pasiones violentas y
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pérdida de libertad, en lo cotidiano, trabajo poco satisfactorio.
Seis: signo de victoria en todos los terrenos, así como de grandes alegrías, ausencia de egoísmo,
sentido de la posesi ón y gran capacidad para gozar la felicidad.
Siete: señala la existencia de una amistad muy estrecha y de un amor que se declarará cuando
llegue el
momento, peligro de un sentimiento de culpabilidad y de abusos con la droga o el
alcohol,
riesgo de problemas de salud.
Ocho: carta un poco triste, que puede indicar la llegada de algo que se espera desde hace mucho
tiempo, pero tambi én un alejamiento definitivo.
Nueve: bell ísima carta de suerte y felicidad, cumplimiento de sueños y deseos materiales, puede
indicar
un exceso de perfeccionismo o tambi én una inestabilidad sentimental.
Diez: representa a una persona joven, un adolescente; en amor, el éxito perfecto; en lo que se
refiere a la
salud, cierta fragilidad, dificultades para realizar un esfuerzo continuado.
Sota: un hombre joven o una mujer servicial, un poco superficial pero amante, los sentimientos
lo
dominan todo, carta útil en los negocios.
Caballo: mensajero de violencias secretas y deseos reprimidos durante mucho tiempo, encierra
ambiciones muy fuertes y el gusto por la responsabilidad, persona socialmente
activa.
Reina: buena esposa y buena madre, bien adaptada en sociedad, inteligente y juiciosa, notable
madurez.
Rey: hombre maduro, amable, optimista, pero no muy resistente, su indulgencia puede
transformarse en
debilidad pero puede dar buenos consejos en momentos dif íciles, en el plano
fisiol ógico su
organismo se intoxica con rapidez.
LAS ESPADAS (CORRESPONDEN A LAS PICAS)
As: la carta de lo absoluto, que sanciona todos los errores; factor de desesperaci ón si uno no vive
de
acuerdo con sigo mismo. Signo de notable inteligencia.
Dos: anuncia un respiro, una tregua entre dos batallas; para la salud significa una estabilizaci ón;
en
amor, las dificultades sólo pueden ser solventadas por medio de la inteligencia.
Tres: carta que indica penas y traduce entendimiento familiar deficiente; en el plano de la salud,
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peligro
para el cuerpo; en el terreno material, trabajo que no corresponde a las
aspiraciones.
Cuatro: carta del descanso despu és del combate, tambi én indica celos en el entorno, representa a
una
persona incómoda y rí gida que no se puede neutralizar, puede indicar peligros.
Cinco: carta de desequilibrio, de callej ón sin salida, derrota en el amor, decepción en lo
cotidiano.
Seis: éxito merecido, recompensa en acciones realizadas en el pasado, carta de la ciencia al
servicio
de la Humanidad, anuncio de una curaci ón o una felicidad próximos, señala la
realizaci ón de
un deseo.
Siete: carta inteligente, de tolerancia y sosiego; en amor, esperanza de una uni ón feliz.
Ocho: carta de tristeza que anuncia una disminución de las fuerzas, una discordia o una serie de
obstáculos, la voluntad se halla turbada por circunstancias exteriores.
Nueve: fanatismo y crueldad, soportados o provocados; en el plano de la salud, anuncia una
intoxicaci ón.
Diez: corresponde a la noche y a todo lo que puede suceder durante ésta, desde el punto de vista
material es la ruina o el fin de un ciclo; esta carta otorga la posibilidad de ascender
hacia
una nueva luz; en el plano de la salud, enfermedad contagiosa.
Sota: hombre o mujer que posee una gran lógica y una inteligencia precoz; carta relacionada con
la
justicia; bien rodeada, anuncia una victoria segura en un pleito, pero tambi én
puede ser
signo de un divorcio amistoso o del comienzo de una amistad m ás lograda.
Caballo: egoísmo y proyectos originales; indica los proyectos m ás alocados, aunque, a veces,
pueden realizarse.
Reina: mujer sola, viuda o divorciada, es la carta de la independencia y de los conceptos claros;
puede ser dura y cruel.
Rey: hombre cuyo oficio está vinculado a las palabras y a los contactos sociales; actividad,
inteligencia y
éxitos sociales, persona que se defiende con aspereza.
LOS OROS (CORRESPONDEN A LOS DIAMANTES)
As: carta del triunfo material y de la suerte absoluta; anula los malos presagios de una lectura y
refuerza
los buenos, aunque aparezca invertido.
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Dos: cambios felices y mejora de una situaci ón.
Tres: energ ía constructiva que encuentra libre curso en el trabajo e independencia financiera.
Cuatro: carta del paternalismo y del poder sin agresividad; en el plano afectivo el entendimiento
no
durará mucho; para una pareja, separaciones frecuentes y disputas, pero no divorcio;
cerca de una carta fuerte y f értil puede anunciar el nacimiento de un ni ño.
Cinco: carta de grandes desórdenes sociales y de épocas dif í ciles, así como de tensiones entre
personas y desequilibrios, violencia y agresividad.
Seis: éxito material, armoní a y salud, representa el uso que se hace del dinero.
Siete: muy buena carta para todas las profesiones artísticas; en los dem ás terrenos, riesgo de
dificultades financieras, carta de la terquedad y el trabajo.
Ocho: carta de la prudencia, la econom ía y deseos de seguridad, arcano de la uni ón feliz y el
amor
compartido.
Nueve: buena carta en el dominio material, anuncia el éxito en los negocios y las finanzas, signo
de
popularidad; en el campo afectivo, inconstancia o riesgo de inestabilidad.
Diez: carta de opulencia y éxito en una empresa dif ícil; arcano del valor y de la presencia de
espí ritu,
anuncia una buena forma f ísica.
Sota: carta femenina, ni buena ni mala por sí misma, su interpretaci ón depende de las que la
acompañan; inconstancia y narcisismo en el campo afectivo.
Caballo: único caballo de la baraja cuya fuerza es pasiva; posee una gran energí a, pero se mueve
con
una gran lentitud, aunque cuando llega a tomar una decisi ón se revela muy
competente.
Reina: mujer agradable, generosa y de apariencia frívola; muy buena, es m ás intuitiva que
intelectual;
le gustan las bebidas fuertes y la buena mesa, conoce sus l í mites y busca los
placeres
compartidos; le gusta disfrutar la vida.
Rey: carta que presenta afinidad con la agricultura; corresponde a todos los oficios de la
naturaleza y la
alimentaci ón; hombre que suele estar casado y es buen trabajador; gana dinero y
sabe
conservarlo, sí mbolo de suerte para las personas; mal acompañada, esta carta denota
un
carácter un poco falto de independencia.
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