Proyecto Terminal Maestría en Nutrición Clínica Valoración y Abordaje Nutricional en Pacientes con Obesidad en Protocolo de Trasplante Renal L.N. Iván Armando Osuna Padilla México, DF, Noviembre del 2012 AGRADECIMIENTOS En primer lugar agradezco a dios por darme la oportunidad de vivir ésta experiencia, por permitirme conocer a personas tan preparadas y por permitirme cumplir mis metas y objetivos personales y profesionales. Agradezco infinitamente el apoyo de mi madre, quién me motivo y brindo apoyo incondicional en todo momento. Agradezco a mis hermanos por hacerme sentir cerca de casa, y por sus palabras de aliento en los momentos precisos. Agradezco a mis amistades, a Patty, Claudia y Mónica de manera especial, por formar parte de mi familia y de mi vida, y compartir esta experiencia a mi lado. Agradecer a mis maestros, por sembrarme la semilla del conocimiento e impulsar en mí la necesidad de seguirme preparando, así como aportar mi granito de arena desempeñándome como docente para continuar transmitiendo este mundo de conocimientos. Agradezco al Comité de Sinodales por aceptar mi invitación, al ser ellos un ejemplo de profesionistas y seres humanos a seguir. Al Dr. Felipe Vadillo, por compartir sus conocimientos y animarme a continuar preparándome, a la MC. Elisa Gómez, por brindarme su apoyo en repetidas ocasiones, a la LN. Teresa Tostado por su amistad tan valiosa, por las largas pláticas y por compartir sus libros, experiencias y conocimientos, así como a la MNC. Ana Corona, por estar al pendiente de mí a lo largo de estos últimos dos años, por su labor tan extraordinaria como mi Directora de Proyecto Terminal, y por asesorarme en todas mis dudas. A todos ellos les agradezco su paciencia, dedicación, tiempo y amabilidad para brindarme su retroalimentación tan valiosa. Tabla de Contenidos Epidemiología de la Enfermedad Renal Crónica ................................................................... 1 Factores de Riesgo de Enfermedad Renal Crónica ................................................................ 3 Fisiopatología de la Enfermedad Renal Crónica .................................................................... 7 Diagnostico de la Enfermedad Renal Crónica ...................................................................... 15 Clasificación de la Enfermedad Renal Crónica .................................................................... 16 Tratamiento de la ERCT ....................................................................................................... 18 Hemodiálisis ..................................................................................................................... 18 Diálisis Peritoneal ............................................................................................................. 20 Trasplante.......................................................................................................................... 21 Relación de la enfermedad con la Nutrición ........................................................................ 24 ERCT e Inflamación ......................................................................................................... 24 ERCT y Desnutrición ........................................................................................................ 27 ERCT y Riesgo Cardiovascular ........................................................................................ 30 ERCT y Obesidad ............................................................................................................. 32 Obesidad y Trasplante Renal ............................................................................................ 33 Proceso de Cuidado Nutricio ................................................................................................ 33 Evaluación del Estado Nutricional ....................................................................................... 34 Diagnóstico Nutricio ............................................................................................................ 48 Terapia Medico Nutricia ....................................................................................................... 49 Nuevas Evidencias ................................................................................................................ 58 Descripción del Caso ............................................................................................................ 61 Bibliografía ........................................................................................................................... 67 Anexo 1. Valores de Laboratorio en la ERC ........................................................................ 75 Anexo 2. Principales signos de Desnutrición ....................................................................... 80 Anexo 3. Signos y Síntomas de las anormalidades del Potasio ........................................... 81 Anexo 4. Clasificación del Edema ...................................................................................... 82 Anexo 5. Interacciones Medicamento-Nutrimento ............................................................. 83 Anexo 6. Interpretación del Porcentaje de Adecuación Energética y de Nutrimentos ........ 84 Anexo 7. Interacciones Alimento-Medicamento ................................................................. 85 Anexo 8. Efectos de suplementos herbolarios ...................................................................... 86 Anexo 9. Requerimientos de Vitaminas en ERC ................................................................ 87 Anexo 10. Estrategias de automonitoreo en pacientes con ERC y DM .............................. 88 Anexo 11. Cambios Terapéuticos en el Estilo de Vida (Dieta TLC) ................................... 89 ÍNDICE DE TABLAS Y FIGURAS Figura 1. Representación esquemática de los factores que intervienen en la patogénesis del hiperparatiroidismo secundario a la ERC. 10 Figura 2. Mecanismo de acción de la HD ............................................................ 19 Figura 3. Mecanismo de Acción de la DP ............................................... 21 Figura 4. Causas y manifestaciones del Síndrome de Desgaste Energético- Proteico en la ERC ...................................................................................................................................... 28 Tabla 1. Criterios de diagnóstico de DEP............................................................................. 29 Epidemiología de la Enfermedad Renal Crónica La enfermedad renal crónica (ERC) es resultante de diversas enfermedades crónicodegenerativas, entre las que destacan la diabetes mellitus y la hipertensión arterial, fenómeno que ocurre de manera similar en todo el mundo y que, lamentablemente, conduce hacia un desenlace fatal si no es tratada. Las cifras de morbilidad y mortalidad son alarmantes; en México, esta es una de las principales causas de atención en hospitalización y en los servicios de urgencias. La ERC se encuentra entre las primeras 10 causas de mortalidad general en el Instituto Mexicano del Seguro social (IMSS), ocupa la octava causa de defunción del varón de edad productiva y la sexta en la mujer de 20 a 59 años, mientras que por demanda de atención en los servicios de urgencias del segundo nivel de atención ocupa el décimo tercer lugar, el noveno en las unidades de tercer nivel y el octavo como causa de egreso hospitalario por defunción1. A nivel mundial, el número de pacientes con ERC se está incrementando marcadamente, especialmente en adultos, por lo que la ERC se ha reconocido actualmente como uno de los principales problemas de salud pública que amenaza con llegar a ser una epidemia de gran magnitud en la próxima década2. El costo de cualquiera de las modalidades de terapia de remplazo para la ERCT es en general elevado y representa un reto económico para las instituciones de salud publicas en muchos países 3. Actualmente, México no cuenta con un registro nacional de enfermos renales crónicos, pero si aplicamos el porcentaje promedio de habitantes enfermos en otros países (que equivale al 0.1 % de la población), podemos estimar que hay más de 102 000 enfermos renales crónicos en el país, de los cuales solo 37 000 cuentan con algún tratamiento sustitutivo de manera continua4. Otros autores estiman una incidencia de pacientes con ERC de 377 casos por millón de habitantes y la prevalencia de 1 142; con aproximadamente 52 000 pacientes en terapias sustitutivas, de los cuales el 80% de los pacientes son atendidos en el IMSS1. En los Estados Unidos, se estima que aproximadamente uno de cada 3 adultos mayores de 65 años tienen enfermedad renal crónica. La mayoría de los pacientes con ERC no progresan a etapas avanzadas debido a que fallecen antes de la progresión a enfermedad renal crónica terminal (ERCT)5. 1 A principios del 2008, se implementó en la Ciudad de México y en Jalisco una fase piloto del Programa de Evaluación Temprana del Riñón, KEEP (Kidney Early Evaluation Program), por sus siglas en ingles, el cual es un programa de detección oportuna de la enfermedad renal, ofrecido por las Fundación Nacional del Riñón (National Kidney Foundation) para personas que tienen riesgo de desarrollar insuficiencia renal. Se evaluaron a 1519 pacientes en la Ciudad de México, y 2020 en Jalisco, encontrando una prevalencia de ERC en el 22 % de la población participante para la Ciudad de México, y 33 % en Jalisco. Al analizar los factores de riesgo de los participantes, encontraron diversos grados de ERC en el 38% de los participantes con diagnostico de diabetes y en 42 % de los participantes con diabetes e hipertensión6. Los estudios epidemiológicos, que se han realizado han puesto en evidencia que la enfermedad renal terminal (ERCT) representa la punta del iceberg de la ERC y sugieren que aquellos pacientes en estadios tempranos exceden al menos 50 veces a aquellos con ERCT2. Las estadísticas de mortalidad en el año 2005, en México, mostraron que la ERCT fue, por si misma, la decima causa de muerte a nivel nacional. De acuerdo con datos disponibles en el país, se han realizado estimaciones de aproximadamente 129 mil pacientes con ERCT, por lo que se esperaría alrededor de 6.45 millones de personas con ERC en etapas tempranas3. México es un país en el que históricamente ha predominado el uso de diálisis peritoneal (DP), aunque recientemente se ha dado impulso a la hemodiálisis (HD). El trasplante renal es la mejor opción de tratamiento para la ERC; no obstante, en nuestro país esta no es una solución viable para todos los pacientes debido a la falta de donaciones, los altos costos iniciales y el nivel de deterioro orgánico que presentan los pacientes por las enfermedades primarias7. 2 Factores de Riesgo de Enfermedad Renal Crónica La ERC se debe a una pérdida progresiva e irreversible de un gran número de nefronas funcionales. En general, la ERC puede aparecer por un trastorno de los vasos sanguíneos, los glomérulos, los túbulos, el intersticio renal y la vía urinaria inferior. A pesar de esta amplia variedad de enfermedades que pueden provocar una ERC, el resultado final es prácticamente el mismo: una reducción del número de nefronas funcionales. A principios de la década de los ochenta se creía que la glomerulonefritis en todas sus formas era la causa inicial más común de la nefropatía terminal. En los últimos años, la diabetes mellitus y la hipertensión han pasado a reconocerse como las principales causas de nefropatía terminal, responsables en conjunto de alrededor del 70% de todas las enfermedades renales crónicas. Se ha encontrado que el aumento de peso excesivo es el factor de riesgo más importante de estas dos principales causas de nefropatía terminal8. Muchos tipos de lesiones vasculares dan lugar a una isquemia renal y a la muerte del tejido renal. Las más comunes son: 1) la aterosclerosis de las arterias renales grandes con una constricción esclerótica progresiva de los vasos; 2) la hiperplasia fibromuscular de una o más de las arterias grandes, que también obstruye los vasos, y 3) la nefroesclerosis, causada por lesiones escleróticas de las arterias pequeñas, las arteriolas y los glomérulos8. Las lesiones ateroscleróticas o hiperplasicas de las arterias grandes afectan con frecuencia más a un riñón que al otro, y por tanto, producen una disminución de la función renal unilateral. La nefroesclerosis benigna, la forma más común de nefropatía, aparece en las arterias interlobulares más pequeñas y en las arteriolas aferentes del riñón. Se cree que comienza con una fuga de plasma a través de la membrana íntima de estos vasos. Esto da lugar a depósitos fibrinoides en las capas medias de estos vasos, seguido de un engrosamiento progresivo que finalmente contrae los vasos y, en algunos casos los ocluye. Como prácticamente no hay circulación colateral entre las arterias renales pequeñas, la oclusión de una o más de ellas destruye un número comparable de nefronas. Luego gran parte del tejido renal es sustituido por pequeñas cantidades de tejido fibroso. Cuando aparece la esclerosis en los glomérulos, la lesión se denomina glomeruloesclerosis. La 3 frecuencia y gravedad de la nefroesclerosis y de la glomeruloesclerosis aumentan mucho con una HTA y DM concurrentes 8. La glomerulonefritis crónica puede deberse a varias enfermedades que producen inflamación y lesión en las asas capilares de los glomérulos renales. Al contrario que la forma aguda de esta enfermedad, la glomerulonefritis crónica es una enfermedad lentamente progresiva que lleva a menudo a una enfermedad renal irreversible. Puede ser una nefropatía primaria, tras una glomerulonefritis aguda, o secundaria a una enfermedad sistémica, como el lupus eritematoso. En la mayoría de los casos, la glomerulonefritis crónica comienza con la acumulación de complejos antígeno-anticuerpo precipitados en la membrana glomerular. Los resultados de la acumulación de complejos antígeno anticuerpo en las membranas glomerulares son la inflamación, el engrosamiento progresivo de las membranas y la invasión final de los glomérulos por tejido fibroso. En los últimos estadios de la enfermedad, el coeficiente de filtración capilar glomerular se reduce mucho por un número de capilares filtradores en los penachos glomerulares y por un engrosamiento de las membranas glomerulares. En los estadios finales de la enfermedad, muchos glomérulos son sustituidos por tejido fibroso y, por tanto, son incapaces de filtrar líquido 8. Las enfermedades primarias o secundarias del intersticio renal se denominan nefritis intersticial. Pueden deberse, en general, a lesiones vasculares, glomerulares o tubulares que destruyen nefronas individuales, o pueden consistir en una lesión primaria del intersticio renal por tóxicos, fármacos e infecciones bacterianas8. Las causas más importantes de ERC son: diabetes mellitus 44.9 % (DM tipo 1 en un 3.9%, DM tipo 2 en un 41 %), HTA 27.2 %, glomerulonefritis 8.2 %, nefritis crónica intersticial 3.6 %, trastornos hereditarios 3.1 %, vasculitis o glomerulonefritis secundaria 2.1 %, y otras causas un 11.2 % 9. La historia natural de la mayoría de las enfermedades renales crónicas indica que el filtrado glomerular va disminuyendo a lo largo del tiempo. Se han identificado múltiples factores que pueden acelerar esta evolución. Algunos de estos factores dependen del tipo de enfermedad renal: la nefropatía diabética, las glomerulonefritis crónicas y la enfermedad poliquística del adulto son las que progresan más rápidamente, mientras que la enfermedad 4 vascular hipertensiva y las nefropatías tubulointersticiales lo hacen más lentamente. En general las nefropatías con más proteinuria progresan con mayor rapidez a la insuficiencia renal terminal que las nefropatías no proteinúricas 10. Pero además de estos factores de progresión dependientes de la etiología, se han identificado varios factores comunes a todas ellas y que pueden acelerar la evolución de la enfermedad renal. La mayor parte de los factores de progresión de la enfermedad renal son también factores clásicos de riesgo cardiovascular global, como también lo es la propia ERC. Por este motivo, la corrección de estos factores tendrían un doble efecto positivo sobre los pacientes: no solo frenaría el deterioro de la enfermedad renal, sino que además contribuiría a mejorar el elevado riesgo cardiovascular asociado a la ERC10. En comparación con la población general, los pacientes con ERC tienen mayor riesgo de morir, y de padecer enfermedades cardiovasculares. Datos recientes indican que los pacientes con ERC tienen de 5 a 10 veces más probabilidad de morir que de progresar a la ERCT. Es especialmente evidente que uno de los grandes saltos en la mortalidad ocurre entre el estadio 3 y el 4. Esta gran variabilidad en la mortalidad se debe a que el desarrollo del estado urémico inicia una vez que la TFG es menor de 60 ml/min/1.73 m2 e incrementa conforme la función renal disminuye. Por lo tanto, los pacientes con TFG cercana a 30 ml/min/1.73 m2 tienen un grado distinto de cambios patológicos asociados a la uremia en comparación a los pacientes con TFG cercana a 59 min/1.73 m2. Cabe señalar que el riesgo de padecer eventos cardiovasculares también aumenta conforme disminuye la TFG estimada7. La magnitud del riesgo asociado con ERC es directamente proporcional a la disfunción renal. El riesgo de muerte asociado con ERC es mayor en poblaciones de bajo riesgo, como personas jóvenes o con una menor prevalencia de enfermedad cardiovascular. El riesgo relativo de mortalidad cardiovascular en pacientes en diálisis comparados con la población general es mayor en pacientes más jóvenes. Por lo tanto, desde un punto de vista de salud pública, el mayor impacto está en enfocar las estrategias preventivas y de diagnostico temprano a las poblaciones más jóvenes y saludables7. 5 El mecanismo específico por el cual la ERC puede aumentar el riesgo de muerte en general no se conoce; sin embargo, pueden hacerse varias consideraciones. La ERC con frecuencia coexiste con otros factores de riesgo cardiovascular, como dislipidemia, hipertensión, tabaquismo y diabetes, que se sabe, aumentan el riesgo de mortalidad en la población general7. La disfunción renal se asocia con marcadores de inflamación y otros factores de riesgo para enfermedad cardiovascular. Algunos medicamentos, debido a su toxicidad, requieren ajuste de dosis en pacientes con enfermedad renal, lo que ocasionalmente impide que reciban terapias eficaces. Por lo tanto, es necesario realizar intervenciones más intensivas en pacientes con ERC para prevenir que evolucionen adversamente. Las estrategias terapéuticas que han sido útiles en prevenir eventos cardiovasculares en pacientes con ERC incluyen un control riguroso de la presión arterial, estatinas, IECAs y antagonistas de los receptores de angiotensina7. 6 Fisiopatología de la Enfermedad Renal Crónica Los riñones son un par de órganos encapsulados localizados en el espacio retroperitoneal. En el hilio de cada riñón ingresa una arteria renal y sale una vena renal. Aproximadamente 25% del gasto cardiaco va a los riñones. La sangre se filtra en los riñones para retirar los desperdicios, en particular la urea y los compuestos nitrogenados, y para regular los electrolitos extracelulares y el volumen intravascular. Debido a que el flujo renal se realiza desde la corteza hacia la médula, y debido a que ésta tiene un flujo sanguíneo relativamente escaso respecto a una tasa de actividad metabólica grande, la tensión normal de oxigeno en la medula es menor que en otras partes del riñón. Esto hace a la médula particularmente susceptible a la lesión isquémica11. La enfermedad renal crónica (ERC) se define como una disminución de la función renal, expresada por un filtrado glomerular (FG) o por un aclaramiento de creatinina estimados <60 ml/min/1.73 m2, o como la presencia de daño renal de forma persistente durante al menos 3 meses. El daño renal se diagnostica habitualmente mediante marcadores en vez de por una biopsia renal, por lo que el diagnostico de ERC, ya se establezca por un FG disminuido o por marcadores de daño renal, puede realizarse sin conocimiento de la causa. El principal marcador de daño renal es una excreción urinaria de albúmina o proteínas elevada12. La patogénesis de la enfermedad renal crónica ocasiona la perdida irreversible de las nefronas. Como resultados, menos nefronas cumplen una mayor carga funcional, y esto se manifiesta como un incremento en la presión de filtración glomerular e hiperfiltración. Por razones no bien comprendidas, esta hiperfiltración compensadora, la cual se puede considerar como una variante de “hipertensión” en el ámbito de la nefrona individual, predispone a la fibrosis y a la cicatrización. Como resultado se incrementan las velocidades de la pérdida y la destrucción de la nefrona, y esto acelera la progresión a la uremia, el complejo de síntomas y signos que tiene lugar cuando la función renal residual es inadecuada con una función renal residual inadecuada11. Debido a la enorme reserva funcional de los riñones se puede perder hasta 50% de las nefronas sin evidencia alguna en el corto plazo de deterioro funcional. Cuando la TFG se reduce a aproximadamente 20% de la capacidad renal inicial, se puede observar algún 7 grado de azoemia (aumento de las concentraciones sanguíneas de los productos normalmente excretados por los riñones). A pesar de esto, los pacientes pueden permanecer largamente asintomáticos debido a que logran un nuevo estado basal en el cual las concentraciones sanguíneas de estos productos no son lo bastante grandes como para producir intoxicación abierta. Sin embargo, incluso en este nivel aparentemente estable de función renal, se está en evolución hacia la enfermedad renal crónica en etapa terminal (ERCT) acelerada por la hiperfiltración11. La patogénesis de la ERC deriva en parte de la combinación de los efectos tóxicos de: - La retención de los productos normalmente excretados por los riñones (por ejemplo, productos nitrogenados provenientes del metabolismo proteínico) - Productos normales como las hormonas presentes en mayores cantidades. - La pérdida de los productos normales del riñón (por ejemplo, pérdida de la eritropoyetina). La insuficiencia excretora también causa alteraciones de los líquidos, con incrementos en el sodio y el agua intracelulares, y disminución en el potasio intracelular. Estas modificaciones pueden contribuir a las transformaciones sutiles en la función de una gran cantidad de enzimas, sistemas de transporte, etc11. Las manifestaciones clínicas de la ERC son varias, entre las más importantes destacan alteraciones del equilibrio y del volumen del Na+, alteraciones del equilibrio del K+, acidosis metabólica, alteraciones minerales y óseas, anormalidades cardiovasculares, pulmonares, neuromusculares, gastrointestinales, endócrinas, metabólicas y dermatológicas11. Los pacientes con ERC presentan algún grado de exceso en el Na+ y el agua, lo cual refleja la pérdida de la vía renal para excretar la sal y el agua. Se puede presentar un grado moderado de exceso en el Na+ y en el agua, sin signos objetivos de exceso líquido extracelular. Sin embargo, la ingestión excesiva continua de Na+ contribuirá a insuficiencia cardiaca congestiva, a hipertensión, ascitis, edema periférico y aumento de peso11. 8 La hiperpotasemia constituye un problema grave en los pacientes con ERC, especialmente en aquellos cuya TFG ha disminuido por debajo de 5 ml/min/1.732. Por arriba de este nivel, conforme disminuye la TFG, se incrementa, el transporte del K+ mediado por la aldosterona en el túbulo distal, en una modalidad compensadora. Sin embargo, esto significa que un paciente cuya TFG esta entre 50 y 5 ml/min/1.732 depende del transporte tubular para conservar el equilibrio del K+. Por tanto, el tratamiento con diuréticos ahorradores de K+ (inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina) o β bloqueadores (fármacos capaces de deteriorar el transporte del K+ mediado por la aldosterona) puede precipitar una hiperpotasemia peligrosa en un paciente con ERC11. Así como los pacientes con ERC son más susceptibles a los efectos de las sobrecargas de Na+ o del volumen, también están en mayor riesgo de una hiperpotasemia con las cargas súbitas de K+ de fuentes endógenas (hemólisis, infección, trauma) o de fuentes exógenas (sangre almacenada, alimentos abundantes en K+ o medicamentos con K+)11. La disminución en la capacidad para excretar ácido y generar amortiguadores que tienen lugar en la ERC provoca acidosis metabólica. En la mayor parte de los casos, sí la TFG es mayor a 20 ml/min/1.732 solo se desarrolla una acidosis moderada antes del restablecimiento de un nuevo estado basal de producción y consumo de amortiguador. En estas personas la disminución en el pH sanguíneo por lo general se puede corregir con 2 a 3 g de bicarbonato de sodio por vía oral al día. Sin embargo, estos pacientes son muy susceptibles a la acidosis en el caso de una carga ácida súbita o del inicio de trastornos capaces de aumentar la carga de ácido generada11. Como resultado de una compleja serie de eventos, se han observado varios trastornos del fosfato del Ca2+ y del metabolismo óseo en la ERC. Los factores cruciales en la patogénesis de estos trastornos incluyen: La disminución en la absorción del Ca2+ a partir del intestino, la sobreproducción de hormona paratiroidea, trastornos en el metabolismo de la vitamina D, y la acidosis metabólica crónica11. La hipofosfatemia y la hipermagnesemia se pueden presentar por uso excesivo de fijadores de fosfato y antiácidos como magnesio, aunque la hiperfosfatemia es más frecuente. La 9 hiperfosfatemia contribuye al desarrollo de la hipocalcemia y, de esta manera, sirve como desencadenante adicional del hiperparatiroidismo secundario, con lo cual incrementa las concentraciones sanguíneas de la PTH. El aumento de la PTH sanguínea depleta adicionalmente el Ca2+ óseo y contribuye a la osteomalacia y a la osteoporosis de la ERC11. (Ver Figura 1) ↑ PTH ↓Ca ↓ Calcitrol ↑P Figura 1. Representación esquemática de los factores que intervienen en la patogénesis del hiperparatiroidismo secundario a la ERC. Fuente: Rodriguez M, 1995 Se entiende por calcificación vascular la deposición de fosfato cálcico, en forma de cristales de bioapatita (similar al hueso), que puede ocurrir en los vasos sanguíneos y en las válvulas cardíacas. Clásicamente se consideraba que la calcificación vascular era un proceso pasivo y degenerativo que frecuentemente ocurría con la edad avanzada, aterosclerosis, varias alteraciones metabólicas (como DM y ERCT) y en raras enfermedades genéticas. Sin embargo, desde hace algunos años, la calcificación vascular es considerada como un proceso activo y regulado de manera semejante a la mineralización y metabolismo del hueso, en el que se encuentran implicadas diversas proteínas óseas13. Existen estudios clínicos, epidemiológicos y experimentales que sugieren una relación entre las alteraciones del recambio óseo y la progresión de la calcificación vascular. La mayoría de ellos indican que un recambio óseo bajo se asocia con una mayor prevalencia y progresión de las calcificaciones vasculares. Se han identificado diversos factores que podrían ser mediadores y responsables de esta asociación. La mayoría de factores implicados en estos procesos son comunes y han sido implicados tanto en la formación y recambio óseo como en la génesis de las calcificaciones vasculares. Alguno de ellos podría ser el nexo entre ambas alteraciones. De ellos, la hiperfosfatemia es uno de los factores más estudiado y la mayoría de los resultados indican que, probablemente, desempeñe un 10 importante papel en el mantenimiento de una buena salud ósea y vascular, especialmente en pacientes con ERC14. La insuficiencia cardiaca congestiva y el edema pulmonar se deben, con mayor frecuencia, a las sobrecargas del volumen y de sal. Sin embargo, también se presenta un síndrome, mal comprendido, que involucra el aumento en la permeabilidad de la membrana alvéolocapilar, y el cual puede ocasionar edema pulmonar incluso con presiones en cuña normales o ligeramente aumentadas de los capilares pulmonares14. La hipertensión constituye un hallazgo frecuente en la ERC, por lo general sobre la base de sobrecargas en el líquido y de Na+. Sin embargo, la hiperreninemia también constituye un síndrome reconocido en el cual la disminución en la perfusión renal desencadena la sobreproducción de renina a cargo del riñón insuficiente, y de esta manera incrementa la presión arterial sistémica11. La pericarditis resultante de la irritación y de la inflamación del pericardio por las toxinas urémicas, constituye una complicación cuya incidencia en la ERC va en disminución debido a la institución agresiva y temprana de la diálisis renal13. El aumento de riesgo cardiovascular es una complicación observada en pacientes con ERC y permanece como la causa principal de mortalidad en esta población. Esto favorece el infarto del miocardio, evento vascular cerebral y periférico. En estos pacientes los factores de riesgo cardiovascular incluyen la hipertensión, la hiperlipidemia, la intolerancia a la glucosa, el incremento crónico en el gasto cardiaco, y las calcificaciones valvular y miocárdica como consecuencias del incremento en el producto Ca2 x PO43-, así como otros factores14. Los pacientes con ERC presentan anormalidades notables en la cifra de eritrocitos, en la función de leucocitos y en los parámetros de la coagulación. Una característica consistente corresponde a la anemia normocrómica normocítica, con síntomas de indiferencia y fatigabilidad fácil, y hematocritos en el intervalo de 20-25%. La anemia se debe principalmente a la falta de producción de la eritropoyetina y a la pérdida del efecto estimulante de esta sobre la eritropoyesis. Por tanto, los pacientes con ERC, cualquiera que sea el estado de diálisis, demuestran una mejoría drástica en el hematocrito cuando se les 11 trata con eritropoyetina. Entre las causas adicionales de anemia se pueden incluir los efectos supresores de la médula ósea a cargo de las toxinas urémicas, la fibrosis de la médula ósea debida al incremento en las PTH sanguínea, los efectos tóxicos del aluminio (por los antiácidos fijadores de fosfato y las soluciones de la diálisis), y a la hemólisis y la pérdida sanguínea gastrointestinal relacionada con la diálisis11. La uremia se acompaña de un aumento en la susceptibilidad a las infecciones, la cual se estima se debe a la supresión del leucocito a cargo de las toxinas urémicas. Al parecer la supresión es mayor en las células linfoides que en los neutrófilos y también puede afectar la quimiotaxia, la respuesta inflamatoria aguda y la hipersensibilidad retardada, más que otras funciones del leucocito. También se estima que la acidosis, la hiperglucemia, la desnutrición y la hiperosmolaridad contribuyen a la inmunosupresión en la ERC. La invasividad de la diálisis y la utilización de inmunosupresores en los pacientes con trasplante renal, también contribuyen a la mayor incidencia de infecciones11. Los síntomas y los signos del SNC pueden variar desde trastornos leves del sueño y deterioro de la concentración mental, perdida de la memoria, errores en el juicio e irritabilidad neuromuscular (manifestada por hipo, calambres, fasciculaciones y contracturas), todos leves, hasta asterixis, mioclono, estupor, convulsiones, y coma en la uremia en etapa terminal. La asterixis se manifiesta como movimientos ondulantes involuntarios que se presentan al extender los brazos y doblar las muñecas hacia atrás. Esto es resultado de la modificación en la conducción nerviosa de la encefalopatía metabólica debida a diversas causas entre las cuales se incluye la ERC11. La neuropatía periférica (de predominio sensitiva; más intensa en las extremidades inferiores que en las superiores), caracterizada por el síndrome de “piernas inquietas” (sensación de molestia mal localizada y movimientos involuntarios en las extremidades inferiores) constituye un hallazgo frecuente en la ERC, y una indicación importante para iniciar la diálisis11. Hasta 25% de los pacientes con uremia presentan ulcera péptica, quizá como consecuencia del hiperparatiroidismo secundario. En el paciente con ERC también están descritos diversas anormalidades y síndromes gastrointestinales, entre los cuales se incluyen la 12 gastroenteritis urémica, caracterizada por ulceraciones de la mucosa con perdida hemática, así como una variante distintiva de halitosis debido a la degradación de la urea en amoniaco a cargo de las enzimas salivales11. En los pacientes urémicos los síntomas gastrointestinales inespecíficos incluyen anorexia, hipo, nauseas, vómitos y divertículos. Si bien no está clara la patogénesis precisa de estos síntomas, muchos de ellos mejoran con la diálisis11. Las mujeres con uremia presentan concentraciones menores de estrógeno, lo cual quizá explica la gran incidencia de amenorrea y la observación de que rara vez pueden lograr un embarazo a término. De igual manera, en los varones con ERC las concentraciones bajas de testosterona, la disfunción eréctil, la oligospermia y la displasia de células germinales constituyen datos frecuentes11. La resistencia a la insulina (RI) es una alteración de la respuesta biológica a la insulina, que se traduce en una disminución de la capacidad para ejercer sus acciones biológicas en los tejidos, especialmente en músculo, hígado y tejido adiposo. La RI conduce a una serie de alteraciones en la composición de los lípidos plasmáticos, coagulación, función endotelial, resistencias vasculares, cambios endocrinos y obesidad, que en conjunto incrementan el riesgo de desarrollo de hipertensión arterial y aterosclerosis acelerada. Este aumento de riesgo cardiovascular asociado a RI ha sido demostrado en la población general15. Una alta proporción de pacientes con ERC muestran datos bioquímicos compatibles con RI, incluso en los estadios más tempranos de la enfermedad. Los mecanismos fisiopatológicos no son todavía bien conocidos. Las hipótesis se basan en que es una consecuencia de la uremia característica de la ERC, así como del incremento de las citocinas y mediadores inflamatorios. Se ha encontrado que el grado de severidad de la RI en la ERC se asocia con la obesidad, niveles de triglicéridos, albúmina y fósforo plasmáticos, sin embargo no se han encontrado resultados contundentes de dicha condición con los niveles de proteína C reactiva o la magnitud de la proteinuria, ni las cifras de presión arterial15-16. Los cambios en la piel son originados por muchos de los efectos de la ERC ya comentados. Los pacientes con esta enfermedad pueden mostrar palidez debida a la anemia, cambios en el color de la piel debidos a la acumulación de los metabolitos pigmentarios o a una 13 coloración gris por la hemocromatosis ocasionada por las transfusiones; equimosis y hematomas como consecuencias de las anormalidades de la coagulación; y prurito y excoriaciones debidos a los depósitos de Ca2+ por el hiperparatiroidismo secundario. Finalmente, con las concentraciones en extremo elevadas de urea, la evaporación del sudor deja un residuo de urea denominado “escarcha urémica”11. 14 Diagnostico de la Enfermedad Renal Crónica La composición de la orina y de la sangre suministra información valiosa sobre la función renal. Los exámenes radiológicos, la endoscopia y la biopsia renal proveen medios para apreciar las estructuras macroscópicas y microscópicas de los riñones y del sistema urinario17. La ERC implica una pérdida gradual de la función renal, de modo que en las etapas tempranas de la enfermedad es frecuente que los pacientes estén asintomáticos y que el diagnostico se retrase hasta que el daño renal sea muy severo. Este puede diagnosticarse de manera directa al observar alteraciones histológicas en la biopsia renal, o bien, indirectamente por alguno de los siguientes marcadores de daño renal: albuminuria o proteinuria, alteraciones del sedimento urinario, o alteraciones en las pruebas de imagen como ultrasonido, radiografías, tomografía computarizada e imagen por resonancia magnética. Los pacientes que cuentan con una función renal normal pero presentan marcadores de daño renal tienen mayor riesgo de presentar las complicaciones de la ERC. Se estima que aproximadamente el 17% de las personas mayores de 60 años tienen una TFG menor a 60 ml/min/1.73 m2 debido a que disminuye con la edad y, por lo mismo, la prevalencia de la enfermedad renal crónica aumenta con los años7. El término microalbuminuria define la existencia de una eliminación urinaria de albúmina elevada en ausencia de proteinuria detectada por los métodos habituales de laboratorio. La microalbuminuria es un marcador de riesgo para progresión de la enfermedad renal en pacientes diabéticos e indica un mayor riesgo de muerte cardiovascular. El diagnostico puede hacerse en función del nivel de eliminación de albúmina en orina de 24 horas, en orina recogida solo durante la noche o a partir de la medida de albúmina en una muestra aislada. La excreción normal de albúmina oscila entre 1 y 22 mg/día y varía según la postura, el ejercicio y la presión arterial. El método más sencillo para detectar microalbuminuria es la valoración semicuantitativa mediante tiras reactivas en una muestra de orina de la mañana; en caso de confirmarse, necesitará, en un segundo paso, de una cuantificación mediante recogida de orina durante un periodo de tiempo prolongado y conocido. Todos los métodos cualitativos y semicuantitativos de determinación de la microalbuminuria están influenciados por la ingesta de líquidos, el volumen de diuresis y la 15 concentración urinaria resultante, así como por otros factores (hematuria e infección urinaria) que hay que considerar a la hora de evaluar la microalbuminuria. En un intento de reducir la variabilidad de estos parámetros, se ha desarrollado otro método de cuantificación que consiste en hallar el cociente entre la cantidad de albúmina y creatinina excretadas en una muestra de orina aleatoria; es el método recomendado en la actualidad. Dado que la concentración de creatinina en orina depende, entre otros factores, de la masa muscular, y esta varía en varones y mujeres, se han definido diferentes umbrales de normalidad del cociente microalbumina/creatinina en función del sexo: 22 mg/g para varones y 31 mg/g para mujeres18. Clasificación de la Enfermedad Renal Crónica En Febrero del 2002, la Fundación Nacional del Riñón de Estados Unidos (NKF por sus siglas en inglés) publicó quince guías sobre la enfermedad renal crónica. En ellas, estatificaron cinco etapas en la evolución de la enfermedad crónica renal, las cuales se basan en la presencia de daño estructural y/o la disminución de la tasa de filtración glomerular 19. La etapa 1 se caracteriza por la presencia de daño renal con TFG normal o aumentada (mayor a 90 ml/min/1.73m2). Debido a que los pacientes generalmente están asintomáticos, la enfermedad pasa desapercibida. El diagnostico en estadio 1 normalmente constituye un hallazgo al estudiar otras condiciones relacionadas como diabetes e hipertensión; puede detectarse como microalbuminuria o proteinuria persistente, o como un hallazgo ecográfico de enfermedad poliquística con TFG normal o aumentada19. El estadio 2 se establece por la presencia de daño renal asociada con una ligera disminución de la TFG entre 89 y 60 ml/min/1.73m2. Usualmente el paciente no presenta síntomas y no se percata de la enfermedad. El diagnostico se realiza de manera incidental al estudiar otras condiciones19. El estadio 3 implica una disminución moderada de la TFG entre 30 y 59 ml/min/1.73m2. Al mermar la función renal, se acumulan sustancias toxicas en el torrente sanguíneo que ocasionan uremia, por lo que los pacientes normalmente presentan síntomas y complicaciones típicas de la enfermedad renal como hipertensión, anemia y alteraciones del 16 metabolismo óseo. Algunos de los síntomas acompañantes incluyen fatiga relacionada con la anemia, edema por retención de agua corporal, dificultad para conciliar el sueño debido a prurito y calambres musculares, cambios en la frecuencia urinaria, espuma cuando hay proteinuria y coloración oscura en la orina que refleja hematuria. En este estadio se observa un riesgo aumentado de progresión de la ERC y de complicaciones cardiovasculares. Debido a que el rango de TFG del estadio 3 es muy amplio, los pacientes forman un grupo heterogéneo que por sus diferencias en la mortalidad se ha dividido en dos etapas: la etapa temprana 3a, conformada por pacientes con TFG entre 59 y 45 ml/min/1.73m2, y la etapa tardía 3b, con TFG entre 44 y 30 ml/min/1.73m2 19. El estadio 4 se refiere a daño renal avanzado con una disminución grave de la TFG entre 15 y 30 ml/min/1.73m2. Estos pacientes presentan un alto riesgo de progresión al estadio 5 y de complicaciones cardiovasculares, y clínicamente se manifiestan con un síndrome urémico. A los síntomas iniciales del estadio anterior se agregan náusea, sabor metálico, aliento urémico, anorexia, dificultad para concentrarse y alteraciones nerviosas como entumecimiento u hormigueo de las extremidades19. El estadio 5 equivale a la ERCT, donde la TFG cae por debajo de 15 ml/min/1.73m2. La ERC se considera un proceso progresivo e irreversible que frecuentemente conduce a un estado terminal (ERCT) en el cual la función renal se encuentra lo suficientemente deteriorada como para que el paciente fallezca o necesite terapia renal sustitutiva, es decir, diálisis o trasplante20. 17 Tratamiento de la ERCT La diálisis o terapia de remplazo renal se indica cuando el paciente presenta uremia avanzada o desequilibrios electrolíticos graves. La opción entre la diálisis y el trasplante depende de la edad, los problemas de salud relacionados, la disponibilidad de donantes y las preferencias personales. Aunque el trasplante suele ser el tratamiento de elección, la diálisis cumple un papel crucial como tratamiento de la ERCT. Este método mantiene la vida de los pacientes que no pueden ser sometidos a trasplante o que esperan uno. Hay dos categorías amplias de diálisis: HD y DP. Hemodiálisis La HD surgió a partir de que, en 1854, Thomas Graham experimentó colocando una membrana de tejido vesical entre un objeto con forma de campana que contenía orina que flotaba libremente y un recipiente con agua destilada que se encontraba debajo del primero. Después de dejarlo en reposo durante varias horas, calentó lo que solía ser agua destilada hasta su tota evaporación, notando un residuo en el contenedor que consistía principalmente de cloruro de sodio y urea. Graham acuño el término diálisis al proceso de separar sustancias con una membrana semipermeable. En 1912, en el hospital John Hopkins, Abel, Turner y Rowntree crearon la primera maquina hemodializadora. El reto más grande al que se enfrentaron fue que la sangre tendía a coagularse en los tubos del aparato, así que emplearon la hirudina, un anticoagulante obtenido de sanguijuelas. En 1943 el Dr. Willem Kolff utilizó el procedimiento de diálisis para el tratamiento de la enfermedad renal aguda con una maquina dializadora que él había inventado. A pesar que solamente uno de sus pacientes sobrevivió, Kolff refinó su máquina dializadora y viajó a los Estados Unidos donde promovió el uso terapéutico de la diálisis. El Dr. Nils Alwall sumó la presión hidrostática negativa a la máquina de HD para agregar el proceso de ultrafiltración, importante avance que permitió la eliminación de agua además de las sustancias tóxicas. En 1960, Cimino y Brescia introdujeron la fístula arteriovenosa como acceso vascular crónico, que hoy en día continua siendo el de elección7. El sistema de HD o riñón artificial consta de tres partes: un compartimiento con líquido de diálisis y una membrana de celofán que separa los dos compartimientos. Hay varios tipos de dializadores: todos incorporan estas partes y funcionan de manera similar. La membrana de celofán es semipermeable y permite que todas las moléculas, excepto las células de la 18 sangre y las proteínas plasmáticas, se muevan con libertad en ambas direcciones (desde la sangre hacia la solución de diálisis y desde la solución hacia la sangre). La dirección del flujo depende de la concentración de las sustancias contenidas en las dos soluciones. En condiciones normales, los productos de desecho y el exceso de electrólitos presentes en la sangre se difunden hacia la solución de diálisis. Si es necesario remplazar o agregar sustancias a la sangre, como bicarbonato, pueden agregarse a la solución de diálisis17. Durante la diálisis la sangre se mueve desde una arteria hacia los tubos y la cámara con sangre de la máquina de diálisis para regresar al cuerpo por una vena. El acceso al sistema vascular se lleva a cabo a través de un cortocircuito arteriovenoso externo (un tubo implantado en una arteria y en una vena) o, con mayor frecuencia, a través de una fistula arteriovenosa interna (una anastomosis de una vena con una arteria, por lo general en el antebrazo). Se utiliza heparina para prevenir la coagulación durante la diálisis; este fármaco se puede administrar en forma continua o intermitente (Ver Figura 2). Los problemas que pueden asociarse con la diálisis, que dependen de las velocidades del flujo sanguíneo y de la eliminación de los solutos son hipertensión, náuseas, vómitos, calambres musculares, cefalea, dolor torácico y síndrome de desequilibrio17. Figura 2. Mecanismo de acción de la HD21 19 La mayoría de los pacientes se someten a diálisis tres veces por semana durante 3 a 4 horas: el tratamiento depende de los perfiles cinéticos, denominados valores Kt/V, que toman en cuenta el tamaño del aparato de diálisis, el material utilizado, la velocidad del flujo, el tiempo que dura la diálisis y el tamaño corporal17. En la ERC, la HD debe ser iniciada cuando todavía existe un nivel de función renal residual capaz de evitar que haya uremia manifiesta. Los criterios que manejan las guías de NKF son depuración de creatinina de 15 ml/min y 10 ml/min, y concentraciones séricas de creatinina de 6 mg/dl y 8 mg/dl, para diabéticos y no diabéticos, respectivamente. La HD puede iniciarse en etapas anteriores si hay signos y síntomas de ERC incorregibles, como náusea, vómito, pérdida de peso, asterixis, síndrome de piernas inquietas, insuficiencia cardíaca congestiva irretractable o hiperkalemia7. Diálisis Peritoneal La DP se realizó por primera vez en la década de los 20 en Alemania; sin embargo, no fue hasta principios de los años 60 cuando se comenzó a usar para el tratamiento crónico de pacientes con ERCT, volviéndose una terapia común en los 70. El mayor avance de la DP ocurrió en 1977, cuando Mocrief y Popovich desarrollaron la DP continua ambulatoria (DPCA). Su relativa simplicidad, bajo costo y la facilidad con que puede realizarla el paciente en casa han contribuido a la gran popularidad de esta modalidad de diálisis. Para la década de los 80, ya se había convertido en la principal modalidad de terapia para la ERCT en muchos países, incluidos Canadá, Reino Unido y Estados Unidos, pero en los años 90, con el aumento de la disponibilidad de la HD, disminuyó su uso7. Los mismos principios de difusión, ósmosis y ultrafiltración que se aplican a la HD sirven para la DP. La membrana serosa delgada de la cavidad peritoneal sirve como membrana dializante. Se implanta un catéter de silicona en la cavidad peritoneal por debajo del ombligo por medio de una cirugía para obtener una vía de acceso. Se tuneliza el catéter a través del tejido subcutáneo y se exterioriza en la parte del abdomen17. El proceso de diálisis implica la instilación de una solución dializante estéril (por lo general, 2 L) a través del catéter durante un periodo aproximado de 10 minutos. Luego se deja la solución en la cavidad peritoneal durante el periodo indicado para que los productos 20 finales del metabolismo y el líquido extracelular se difundan hacia la solución de diálisis. Al final del periodo prescrito se drena el líquido de diálisis fuera de la cavidad peritoneal por gravedad y se recoge en una bolsa estéril (Ver Figura 3). La presencia de glucosa en la solución de diálisis permite extraer el agua. Hay soluciones de diálisis comerciales con concentraciones de dextrosa al 1.5, 2.5 y 4.25 %. Las soluciones con concentraciones de dextrosa más elevadas aumentan la ósmosis y determinan la eliminación de una mayor cantidad de líquido. Al igual que en la HD, se utilizan los valores Kt/V para comprobar si el procedimiento es adecuado17. Figura 3. Mecanismo de Acción de la DP 22 Las complicaciones que pueden surgir con la DP son infección, que puede ocurrir en el sitio por donde egresa el catéter, en el túnel subcutáneo o en la cavidad peritoneal (peritonitis), el funcionamiento inadecuado del catéter, la deshidratación producida por la extracción excesiva de líquido, la hiperglucemia y la aparición de hernias17. Trasplante El trasplante renal consiste en colocar el riñón de otra persona en el cuerpo de un paciente mediante cirugía. El riñón trasplantado se coloca en el interior de la parte baja del 21 abdomen, y generalmente se conecta la arteria y la vena renales del injerto a la arteria iliaca externa y la vena ilíaca del paciente, respectivamente. Así, la sangre del paciente fluye a través del riñón trasplantado y éste comienza a realizar sus funciones como producir orina, secretar eritropoyetina, etcétera17. El trasplante renal es la única modalidad de tratamiento que realmente previene el desarrollo de uremia. Pero, desgraciadamente, no todos los pacientes con ERC son candidatos a trasplante renal7. Las indicaciones de trasplante renal son múltiples. La mayoría se llevan a cabo para pacientes con glomerulonefritis, diabetes mellitus e hipertensión, que son las tres causas más comunes de la ERC. Otras patologías por las cuales se lleva a cabo un trasplante son enfermedades glomerulares, riñones poliquísticos, enfermedades congénitas, enfermedades tubulointersticiales, vasculares, neoplasia renal y falla de injerto previo. Las contraindicaciones para el trasplante renal incluyen; 1) receptores con esperanza de vida menor a 2 años; 2) condiciones que ponen en peligro la vida, como infecciones, cáncer, enfermedad cardiovascular no controlada, falta de apego al tratamiento y enfermedad psiquiátrica grave y; 3) la edad no es una contraindicación absoluta para un trasplante, sin embargo, en la población de edad avanzada se deben tomar en consideración un número mayor de variables por que la condición general de los pacientes y sus enfermedades concomitantes impactarán importantemente sobre la calidad de vida del trasplante y su sobrevivencia7. Sin embargo, la disponibilidad de órganos de donantes sigue limitando la cantidad de trasplantes realizados por año. Los órganos de donantes se obtienen de cadáveres y de donantes vivos relacionados (padres, hermanos). (Porth, 2006) En México, en el 2011 se realizaron un total de 2’468 trasplantes de riñón, de los cuales en 1’889 (76.5%) de los casos el riñón provenía de algún familiar, y solo en 579 (23.5%) casos era de origen cadavérico23. El éxito del trasplante depende en forma principal del grado de histocompatibilidad, de la preservación adecuada del órgano y del manejo inmunológico. La terapia inmunosupresora de mantenimiento típica consiste en corticoides, azatioprina y ciclosporina. La IL-2, que es 22 una citocina, cumple un papel esencial en la activación de los linfocitos T y B. La ciclosporina y el tacrolimus inhiben la respuesta de los linfocitos T a las interleucinas. También se dispone de anticuerpos creados por ingeniería genética que atacan receptores de interleucinas en forma selectiva17. El rechazo, que puede clasificarse en agudo y crónico, puede producirse en cualquier momento. El rechazo agudo se desarrolla con mayor frecuencia durante los primeros meses posteriores al trasplante e implica una respuesta celular con proliferación de linfocitos T. El rechazo crónico puede producirse meses o años después del trasplante17. Como el rechazo crónico es causado tanto por la inmunidad humoral como por la celular, no responde al incremento de la terapia inmunosupresora, a diferencia del rechazo agudo, donde el tratamiento convencional incluye como primera línea el uso intravenoso de metilprednisolona, con la cual se controlan alrededor del 80% de los rechazos. En el 20% de los pacientes que no responde a la terapia con esteroides, el tratamiento debe realizarse con globulinas policlonales u OKT3, pudiendo revertir el rechazo en más del 60% de los casos24. 23 Relación de la enfermedad con la Nutrición La desnutrición energético-proteica (DEP) es común en pacientes con ERCT en terapia de diálisis. Esta representa sólo un aspecto de una condición llamada síndrome complejo de malnutrición-inflamación, que comprende aspectos del estado nutricional y el estado de inflamación crónico que causa la ERCT. Sin embargo, el sobrepeso y la obesidad han ido incrementando en los mismos pacientes. Varios estudios observacionales relacionan a la obesidad con mejoras en los resultados de los pacientes en diálisis, mostrando mejores tasas de sobrevivencia25. La malnutrición se presenta en la forma de desnutrición o sobrepeso u obesidad. La desnutrición es el resultado de una disminución en la ingesta energética y proteica, comparado con las necesidades actuales. Una de las posibles causas es la prescripción de dietas restrictivas, así como la presencia de anorexia y trastornos gastrointestinales. La prohibición sin sustento de varios grupos de alimentos, aunado a un plan de alimentación monótono, empeoran el estado nutricional de los pacientes25. ERCT e Inflamación Recientemente se ha identificado a la inflamación crónica como una condición que acompaña a la ERC, la cual predice los resultados clínicos del paciente con dicha patología. La inflamación crónica es caracterizada por niveles circulantes elevados de marcadores inflamatorios y de reactantes de fase aguda. Esta condición tiene diversos efectos a nivel metabólico y nutricional. Se ha identificado que la progresión del daño renal, en pacientes que no están en terapia de sustitución renal, está asociada con la respuesta inflamatoria. El marcador de inflamación que ha sido ampliamente estudiado en población con ERC y con ERCT es la Proteína C Reactiva (PCR). No se conoce a ciencia cierta el mecanismo por el cual la pérdida de la función renal causa este fenómeno, aunque se ha propuesto que es debido a la acumulación de los componentes proinflamatorios productos del metabolismo proteico26. Algunos otros estudios sugieren que el procedimiento de hemodiálisis puede ser de por sí hipercatabolico, lo que implica la liberación de prostaglandinas en su realización. El tipo de membrana dialítica afecta el metabolismo proteico de los pacientes en hemodiálisis. La 24 interacción entre la sangre y las membranas regeneradas de celulosa, por ejemplo, conduce al desdoblamiento acelerado de las proteínas (catabolismo posdialítico). La activación del complemento y de los leucocitos inducida por las membranas dializadoras bioincompatibles puede conducir a la liberación de citocinas proinflamatorias (TNF, IL-1 y proteasas granulocíticas) y causar degradación muscular con liberación de aminoácidos27. La infección es muy común en los pacientes con ERCT, tanto en HD como DP, y es una fuente importante de inflamación, provocando incrementos en los niveles séricos de PCR26. Las consecuencias nutricionales y metabólicas son varias. En primer lugar, juegan un papel integral en el catabolismo proteico en varias enfermedades caracterizadas por la inflamación. Por ejemplo, los niveles elevados de IL-6 son asociados con un incremento en la proteólisis muscular, la cual desaparece si se administra anticuerpos receptores de IL-6 26. La anorexia o la disminución/ supresión en la ingesta de alimentos es otro efecto de la inflamación, causado por las citocinas IL-1 y TNF-a. Dicha condición de anorexia, sumada al catabolismo proteico, dan como resultado un balance nitrogenado negativo, lo que predispone al paciente a una perdida muscular acelerada, y en consecuencia llevan al paciente a desnutrición26. De forma indirecta, el estado inflamatorio contribuye al hipercatabolismo al inducir a mayores episodios de reposo en cama, lo que se interpreta como una disminución en la actividad muscular, que se asocia con atrofia muscular y balance de nitrógeno negativo, causando una mayor pérdida de masa muscular. Dicho estado se asocia también con una disminución en la hormona de crecimiento y en el factor de crecimiento similar a la insulina tipo 1, causando disminución en el anabolismo e incremento en las concentraciones de leptina, induciendo a condiciones de anorexia en el paciente 28. Existen varias formas por las que la inflamación puede promover el daño vascular: 1) a través de alteraciones en la estructura y función de las lipoproteínas, 2) cambios en la composición de las proteínas plasmáticas, 3) alteraciones en el endotelio vascular y 4) cambios en la expresión de ligandos específicos de la superficie de las plaquetas, monocitos y células mononucleares29. 25 Varías proteínas reactantes de fase aguda están directamente asociadas con la enfermedad vascular. Una de ellas es el fibrinógeno. Los niveles de fibrinógeno aumentan en los pacientes con inflamación y malnutrición y los niveles de esta proteína, como los de PCR y otros reactantes de fase aguda, varían con el tiempo entre los pacientes en diálisis. La inflamación también altera la expresión de moléculas de adhesión solubles (VCAM e ICAM-1), incrementándose la adherencia de plaquetas al endotelio30. El aumento de los marcadores inflamatorios crónicos se asocia con un peor pronóstico y mayor mortalidad entre pacientes con ERC. Sin embargo, ni la infección ni la malnutrición son las principales causas de muerte en estos pacientes. Por el contrario, la mayoría de los individuos con ERC mueren de enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, el presunto vinculo de inflamación subyacente y disminución de supervivencia entre los pacientes renales, si existe, debe relacionarse con la inflamación y la ateroesclerosis, en lugar de la inflamación y la infección o malnutrición31. El estrés oxidativo es una condición de desequilibrio entre la producción de radicales libres y su degradación por los sistemas antioxidantes, presentándose una acumulación de especies reactivas de oxígeno y especies reactivas de nitrógeno, los cuales se producen en la mitocondria de forma fisiológica, puesto que concentraciones bajas cumplen con diversas funciones fisiológicas, como reguladores de la síntesis de oxido nítrico, regulador de cascadas de señalización intracelulares, entre ellas de las citocinas, de factores de crecimiento, así como un efecto modulador en las respuestas inmunes, apoptosis y mutagénesis. Sin embargo, en concentraciones excesivas reaccionan con varias moléculas, como lípidos, hidratos de carbono, proteínas y ADN, alterando su estructura y función, causando daño celular que puede desencadenar aterosclerosis32. Se ha encontrado que la presencia de inflamación, así como de estrés oxidativo, ocasionan resistencia a la insulina en pacientes con ERC33. Se ha correlacionado la presencia de ambas condiciones con la adiposidad, al conocer el papel que tiene la grasa visceral en la secreción de citocinas proinflamatorias34. 26 ERCT y Desnutrición Diversos estudios han mostrado que la desnutrición se presenta en el 18-75% de los pacientes que se someten a HD. Se ha ligado la presencia de DEP al proceso inflamatorio que implica la ERC, el cual se relaciona con un incremento en el catabolismo de proteínas debido a altos niveles circulantes de citocinas proinflamatorias. La presencia de DEP se asocia con un incremento en la mortalidad así como incrementos en el riesgo cardiovascular35. Se han detectado diversos factores que llevan al desarrollo de desnutrición (Ver Figura 4): - Anorexia: causada por la uremia, el retraso en el vaciamiento gástrico, el proceso de inflamación o desordenes fisiológicos y emocionales. - Restricción dietética: causada por prescripción de restricciones en la dieta, como baja en potasio, baja en fósforo. Relacionada también a situaciones de pobreza, o un soporte alimenticio inadecuado, o bien a incapacidad física que imposibilita a la persona a prepararse o adquirir sus alimentos. - Pérdida de nutrimentos durante la diálisis: Pérdidas durante la DP, o durante la HD. - Hipercatabolismo causado por comorbilidades: Causado por la presencia de enfermedad cardiovascular, complicaciones de la diabetes, infección o sepsis, y otras comorbilidades. - Hipercatabolismo asociado al tratamiento: Causado por un balance negativo de proteína, o bien un balance energético negativo. - Desordenes endocrinológicos relacionados a la uremia: Trastornos tales como resistencia a la insulina, resistencia a la hormona del crecimiento, incremento en los niveles séricos de glucagón o incremento en la sensibilidad al mismo, hiperparatiroidismo, y otros desordenes endocrinológicos. - Acidosis metabólica y academia. Relacionada a la pérdida de nutrimentos de forma crónica, así como a pérdidas sanguíneas frecuentes35. 27 Figura 4. Causas y manifestaciones del Síndrome de Desgaste Energético- Proteico en la ERC Perdida de nutrimentos en HD ↓ Ingesta de Nutrientes, restricciones dietéticas Anorexia, acidosis, anemia Estrés Oxidativo ↑ Producción de Citocinas Proinflamatorias Estado de Sobrehidratación Desórdenes endócrinos, deficiencia Vit. D, ↑PTH, DM, ↓ Insulina/IGH Comorbilidades: DM, RCV, Infecciones, Edad Toxinas uremicas Malnutricio n ↓ Albúmina, Prealbúmina y lípidos ↑PCR ↓ Peso e IMC ↓ Grasa corporal, sarcopenia Hipercata bolismo Ateroesclerosis, enfermedad cardiovascular, calcificación vascular Inflamación Paradojas de Sobrevivencia ↑Mortalidad ↑Hospitalizaciones ↓ Calidad de Vida 28 Recientemente se establecieron los criterios para hacer el diagnostico de DEP, también llamado desgaste energético proteico (Ver Tabla 1). Se recomiendan utilizar indicadores de 4 dominios (criterios bioquímicos, peso corporal, masa muscular e ingesta dietética de proteína y energía) para realizar el diagnóstico de esta condición, y no basarse únicamente en indicadores aislados36. Tabla 1. Criterios de diagnóstico de DEP Criterios Bioquímicos Masa Corporal Masa Muscular Ingesta Dietética Mediciones Albumina <3.8 g/dL Prealbúmina <30 mg/dL Colesterol < 100 mg/dL IMC <23 Perdida de peso involuntaria >5% en 3 meses Porcentaje de Grasa corporal <10% Desgaste muscular: Disminución de 5% de la masa muscular en los últimos 3 meses, o 10% en 6 meses. Área Muscular del Brazo disminuida (reducción >10% respecto a la percentila 50) Aclaramiento de creatinina. Ingesta menor a 0.8 g/kg de proteína o <25 kcal/kg durante al menos 2 meses. 29 ERCT y Riesgo Cardiovascular La enfermedad cardiovascular (CV) es la principal causa de muerte entre los pacientes con ERCT. Se ha encontrado una asociación entre falla renal y la progresión acelerada de aterosclerosis. En los individuos en programa de diálisis menores de 65 años, la mortalidad cardiovascular es de 10 a 500 veces superior a la de la población general, incluso después de ser ajustados por sexo, raza o la presencia de DM37. Los mecanismos que condicionan el aumento de riesgo CV asociado a la ERC son en gran parte desconocidos. Sin embargo, se ha encontrado que la etiología es de carácter multifactorial, relacionado a la pre-existencia de enfermedades cardiovasculares, al nihilismo terapéutico relacionado a la presencia de ERC y a factores de riesgo CV tradicionales y no tradicionales38. La enfermedad isquémica renal es una causa importante de ERC, y se ha desarrollado el concepto de que la función renal cuantifica el grado de aterosclerosis intrarrenal, la cual a su vez, puede ser un marcador de la carga aterosclerótica total del organismo. Se ha observado que en individuos que han experimentado un infarto agudo de miocardio, su pronóstico depende de un modo independiente de la TFG. Así, el riesgo de muerte o el riesgo combinado de muerte de causa CV, reinfarto, insuficiencia cardiaca congestiva, accidente cerebrovascular o resucitación, se incrementa conforme va disminuyendo la TFG39. El nihilismo terapéutico se refiere a que los pacientes con ERC a menudo no reciben los tratamientos que mejoran el riesgo CV en la población general, como inhibidores de la enzima conversiva de la angiotensina, aspirina, estatinas, bloqueadores beta, o ser sometidos a angioplastia coronaria y recibir tratamientos adyuvantes. Incluso en la atención terciaria, el tratamiento de la hipertensión, la anemia, el hiperparatiroidismo secundario o la dislipidemia es inadecuado39. Al igual que en la población general, en los individuos con ERCT la enfermedad CV está condicionada por factores de riesgo tradicionales y no tradicionales. En este contexto, entre los primeros factores a tener en cuenta en los pacientes urémicos están la existencia de hiperlipemia tipo 4, con hipertrigliceridemia y reducción del índice colesterol HDL/LDL, 30 así como una prevalencia elevada de HTA. Junto a estos factores, se presentan otras alteraciones circulatorias que acompañan a la ERC, denominados factores no tradicionales39. Algunos de los factores no tradicionales son la disfunción endotelial, causada por la ateroesclerosis de desarrollo acelerado, las alteraciones plaquetarias, la hiperhomocisteinemia y la presencia de inhibidores endógenos de la síntesis de óxido nítrico, como ADMA (dimetilargininaasimétrica), cuyo aclaramiento se encuentra reducido. Otro factor es la hiperhomocisteinemia relacionada a la uremia, aunque la evidencia en pacientes en hemodiálisis no es clara, es aconsejable medir los niveles de homocisteína. El estrés oxidativo es un factor patogénico indiscutido en la ateroesclerosis de la población general. En el caso de la uremia, la impresión actual es que se trata de una situación con exceso de actividad oxidativa. Se ha establecido que el grado de oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés) y la peroxidación lipídica, en general, están aumentadas en pacientes urémicos. Esto genera un incremento de los productos de glucosilación avanzada (AGE), tanto en pacientes urémicos diabéticos como no diabéticos; los AGE son capaces de inducir modificaciones estructurales y funcionales persistentes en diversas proteínas. Además las especies reactives del oxigeno pueden activar vías de señalización intracelular que conducen a la proliferación de la pared vascular y, en consecuencia, a la aterosclerosis. Finalmente, estas especies están directamente relacionadas con la disfunción endotelial y son un factor patogénico clave de la misma40. Se ha asociado a los niveles elevados de producto calcio-fósforo y valores de calcemia bajos con incrementos en la mortalidad por enfermedad CV, al estar relacionados con un aumento de la calcificación vascular ya sea por mecanismos pasivos o activos, que involucren la transformación de células musculares lisas en células similares a osteoblastos. Otro de los factores es la inflamación, considerada un fenómeno crítico en al fisiopatología de la aterosclerosis, considerándose los niveles elevados de PCR como un predictor independiente de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular39. 31 ERCT y Obesidad La obesidad está relacionada con la aparición temprana de glomerulomegalia, alteraciones hemodinámicas del riñón hiperfiltrante y aumento de la albuminuria; síntomas que son reversibles con una pérdida de peso. Por el contrario, las lesiones patológicas de la glomeruloesclerosis focal y segmentaria se desarrollan en modelos experimentales de obesidad mantenida y se observan en pacientes con obesidad mórbida que presentan proteinuria masiva. Además, diferentes estudios observacionales, transversales y longitudinales han demostrado que la obesidad supone un factor de riesgo independiente de la aparición, el empeoramiento, y la escasa respuesta al tratamiento de la ERC, incluso después de ajustar por variables de confusión, incluido el síndrome metabólico, la diabetes y la hipertensión, las principales causas de la ERC41-42. El porcentaje de pacientes obesos en hemodiálisis parece estar aumentando. Aunque en la población general y, aparentemente, en la DP y trasplante renal existan indicios de que la obesidad (IMC >30) aumenta la tasa de mortalidad y de complicaciones cardiovasculares, se ha demostrado lo contrario en la población en HD. En esta población se ha encontrado una asociación entre IMC >30 con una mejora en la sobrevivencia, es decir, la obesidad ejerce un efecto protector, independientemente de las cifras de albúmina sérica y otros marcadores del estado nutricional. Se ha observado la misma asociación en presencia de HTA, hipercolesterolemia e hiperhomocisteinemia. A este fenómeno se la ha nombrado Epidemiología Inversa43. Sin embargo esta paradoja de la obesidad se ha observado únicamente en pacientes de Estados Unidos, no estando presente en estudios europeos, donde se ha demostrado que los patrones de mortalidad son similares que en la población en general. Una de las explicaciones de este hallazgo es que es más alta la prevalencia de obesidad en EU que en Europa. En segundo lugar, la población con obesidad que inicia HD representa un grupo selecto de sobrevivientes, ya que en EU es más común que los pacientes mueran antes de llegar a ERCT. Una tercera explicación es que los individuos con obesidad en HD, debido a la amplia distribución de volumen, la toxicidad urémica es menor, o bien reciben dosis más grandes de diálisis44. 32 Obesidad y Trasplante Renal El candidato a trasplante renal es un individuo que se encuentra en tratamiento dialítico (HD o DP) o, más raramente, en tratamiento conservador. Por lo tanto, a este periodo se aplican los aspectos de riesgo nutricional existentes en esta población. A pesar del efecto protector de la obesidad en pacientes en HD, su presencia limita la oportunidad de recibir un trasplante renal exitoso45. Se estima que aproximadamente un 44% de la población en espera de recibir un trasplante renal tienen un IMC >35 46. La presencia de obesidad en pacientes candidatos a trasplante se asocia con un aumento de la morbimortalidad, al elevar el riesgo quirúrgico y el tiempo de hospitalización (al incrementarse la cantidad de complicaciones urológicas, circulatorias, infecciosas y las dehiscencias de la incisión) y predisponer a complicaciones como diabetes y episodios cardiovasculares. También se asocia con menor viabilidad del injerto y menor supervivencia del paciente cuando se le compara con sujetos no obesos. Además de las complicaciones perioperatorias, la obesidad puede afectar la eficacia terapéutica de los fármacos inmunosupresores47. Otros estudios, sin embargo, sugieren que la obesidad anterior al trasplante ejerce un impacto modesto o carece de influencia y no podría ser considerara un criterio de exclusión de los receptores48. Proceso de Cuidado Nutricio La terapia médico nutricia es un grupo organizado de actividades que permite la identificación de las necesidades nutricionales y la provisión de asistencia para satisfacerlas. Fue establecida en el 2003 por la Asociación Americana de Dietética (ADA, por sus siglas en inglés), hoy llamada Academia de Nutrición y Dietética, y descrita como un proceso estandarizado para la provisión de asistencia nutricional y comprende cuatro pasos: 1) la valoración del estado nutricional, la cual es definida como un método sistemático de recolección y evaluación de datos de diversas fuentes (antropométricos, bioquímicos, clínicos y dietéticos); 2) la identificación del diagnostico (problema) nutricional, el cual consiste en la identificación del problema nutricional usando los datos recolectados en la valoración del estado nutricional. Se redacta en un formato denominado 33 PES (Problema detectado, etiología y signos y síntomas que evidencian dicho problema); 3) la ejecución de las intervenciones relevantes, las cuales ayudarán a que se resuelva el problema nutricional detectado. Estas se basan en dos componentes, planeación e implementación, la primera se refiere a planear la intervención buscando la mejor evidencia disponible para resolver el problema detectado, en ella se realiza la prescripción y el planteamiento de metas con el paciente, así como la frecuencia de las consultas. La implementación consiste en la propia planeación, así como en la forma de documentar, la resolución de dudas, las consultas subsecuentes con el paciente, y los ajustes en la intervención que sean necesarios en el transcurso de la terapia médico nutricia y 4) la monitorización y valoración de los resultados de la asistencia nutricional, es decir, evaluar el cumplimiento de los objetivos y las metas de la terapia médico nutricia49. Evaluación del Estado Nutricional La evaluación del estado nutricional tiene por finalidad identificar las causas de riesgo o deterioro del estado nutricional, para ayudar a definir la terapia específica y determinar las necesidades de cada nutrimento. Para prevenir la desnutrición, es importante efectuar el seguimiento del estado nutricional. Por lo tanto, los pacientes deben ser evaluados al comienzo del programa de hemodiálisis, y cada cuatro a seis meses27. Los parámetros de valoración del estado nutricional y las interpretaciones apropiadas siguen siendo un gran desafío en los pacientes en hemodiálisis, en parte porque se ven influidos por muchos factores no nutricionales. Existe, en primer término, el problema dilucional, pues algunas veces los pacientes presentan retención hídrica, y otras, depleción. Los efectos de la enfermedad pueden alterar las correlaciones o premisas entre las medidas corporales y la composición del organismo. Estas alteraciones, combinadas con la disminución del estado funcional y con la tasa elevada de comorbilidad asociada a la enfermedad, representan un gran desafío para la evaluación corporal. La evaluación del estado nutricional utiliza cuatro métodos; Antropométricos, Bioquímicos, Clínicos y Dietéticos27. 34 La evaluación antropométrica depende de la medición de las dimensiones físicas y la composición corporal del paciente. La antropometría es una técnica indispensable para evaluar el estado de nutrición, ya que permite identificar a individuos en riesgo nutricio o con problemas de deficiencias nutricias (de desnutrición a obesidad) y evaluar la efectividad de una terapia nutricia50. Algunas mediciones de antropometría, como el porcentaje del peso habitual, el porcentaje del peso teórico, el porcentaje de variación de peso y el IMC, son más precisas que los pliegues cutáneos y la circunferencia del brazo. El monitoreo antropométrico longitudinal del mismo paciente puede proporcionar información valiosa sobre el estado nutricional50. El estado de hidratación puede afectar significativamente la evaluación antropométrica27, por lo que con frecuencia se vuelve difícil estimar el peso corporal del paciente debido a la presencia de ascitis o edema. Actualmente no existen en la literatura estándares de referencia respecto a que peso utilizar, por lo que se deberá utilizar el juicio clínico para utilizar las mediciones ya mencionadas (peso actual, peso seco en caso de edema, e historias de cambio de peso). Las interpretaciones dadas a dichas mediciones deberán hacerse con cautela, ya que las normas publicadas no están realizadas en poblaciones con ERC, y la significancia del peso teórico y el IMC no son extrapolables a la población en HD51. En pacientes en HD, el peso postdiálisis se considera “peso seco” o “peso libre de edema”. Es de relevancia clínica el evaluar la evolución del peso seco en los últimos meses, para lo cual se utiliza el indicador de % de pérdida de peso, que se interpreta considerando que una pérdida de peso menor a 5% se considera como pequeña, una disminución entre 5 y 10% se considera potencialmente significativa y una mayor a 10% se considera significativa. Es importante considerar que la pérdida de peso debe evaluarse con base en la perspectiva de tiempo; no es lo mismo que la pérdida de peso se dé en un lapso de seis meses o que se presente en solo dos semanas51. Cuando los pacientes sufren de obesidad o de bajo peso, el uso del peso actual es inapropiado para prescribir las necesidades de energía o proteína, por lo que se sugiere utilizar el peso ajustado al edema, el cual se estima sustrayendo el 25% al peso actual de los 35 pacientes con obesidad, y agregando el 25% de peso a los pacientes con desnutrición. Se recomienda el cálculo cuando el porcentaje de peso teórico del paciente es menor a 95% o mayor a 115% 51. Los pacientes en HD suelen ganar varios kg de líquidos entre cada sesión de tratamiento. Esta ganancia se le conoce como ganancia de peso interdialítica, la cual es importante evaluar, ya que cuando es mayor al 5% del peso corporal, debido a una ingesta excesiva de líquidos, puede causar valores de laboratorio falsos y desencadenar hipertensión, edema periférico y ascitis, mientras que una ganancia menor al 2% es el resultado de una ingesta deficiente de líquidos y alimentos. La ganancia de peso deficiente puede dar como resultado valores de laboratorio falsos debido a la deshidratación. Algunos autores recomiendan una ganancia de 2.0-2.5 kg de peso entre cada sesión o del 4.0-4.5 % del peso corporal52-53. Es necesario tomar la estatura de todos los pacientes, y en aquellos que no pueden ponerse de pie, estimarla mediante las fórmulas de media brazada o bien determinando la altura rodilla. La estatura puede ir disminuyendo a consecuencia de la osteodistrofia53. La complexión ósea se determina mediante la circunferencia de muñeca o la anchura de codo y la estatura del paciente, la cual clasifica al paciente según su complexión en pequeña, mediana y grande. Esta clasificación se utiliza para sacar el peso teórico del paciente utilizando las tablas publicadas por la Metropolitan Life Insurance. La Iniciativa para la Calidad de los Resultados de la insuficiencia renal de la Fundación Nacional del Riñón recomienda obtener el peso teórico con las tablas de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES II). Una vez obtenido el peso teórico, se puede utilizar el indicador de % de peso teórico, el cual indica variaciones en el peso actual del paciente con respecto a su peso teórico, y permite evaluar si el peso del paciente es aceptable, está excedido o es deficiente54. El índice de masa corporal (IMC) depende de la masa muscular y grasa, así como del agua corporal total. Por lo tanto, cambios en el peso seco en un periodo determinado tienen un valor clínico significativo. Diversos estudios han mostrado que en pacientes con ERC, un 36 IMC mayor a 23 reduce el riesgo de morbilidad y mortalidad, asociando un IMC <20 al riesgo de mortalidad más elevado52. Se puede estimar la composición corporal mediante varios métodos. Uno de los más utilizados son los pliegues cutáneos, los cuales sirven para medir la grasa corporal. Se recomienda realizar la medición de los pliegues bicipital (PCB), tricipital (PCT), subescapular (PCSE) y suprailíaco (PCSI) en el periodo postdiálisis y en el brazo contrario al acceso vascular a la HD. Los pliegues cutáneos del tríceps y del subescapular miden el espesor del tejido adiposo subcutáneo de los miembros y del tronco, y las circunferencias abdominal y de la cadera se usan como índices del tejido adiposo interno. La evaluación de las reservas de grasa en el organismo nos sirve para detectar la desnutrición temprana si se realizan mediciones continuas a lo largo del tiempo53. La circunferencia media de brazo (CMB), correspondiente a la circunferencia del punto medio entre el acromion y el olécranon, se utiliza para estimar la masa muscular. Utilizando esta medida y el PCT se puede estimar el perímetro muscular del brazo (PMB), el cual se utiliza para medir la reserva muscular del brazo, y es considerado un predictor independiente de sobrevivencia en pacientes en HD53, 55. El estudio de la composición corporal resulta imprescindible para comprender el efecto que tienen la dieta, el crecimiento, la actividad física, la enfermedad y otros factores del entorno sobre el organismo. Uno de los métodos más utilizados actualmente por su precisión, facilidad de aplicación y uso en la composición corporal es el del análisis de impedancia bioeléctrica (IBE). Esté método ofrece una evaluación no invasiva de la composición corporal humana, tanto para investigaciones clínicas como para la atención de pacientes. La técnica de IBE se basa en la medición de impedancia, la cual está compuesta de dos elementos: la resistencia y la reactancia a través de una o más frecuencias eléctricas. La resistencia es la oposición de un fluido a una corriente alterna, en este caso a través de las soluciones intra y extracelulares y la reactancia es la fuerza que se opone al paso de una corriente a causa de un conductor, dado también en este caso por la polaridad de las membranas celulares56. Este método se ha estudiado ampliamente en pacientes sometidos a HD y DP, obteniendo parámetros útiles para monitorizar la masa magra, la masa grasa y el estado de hidratación57. 37 Existen otros métodos de estimación de la composición corporal, entre los que destacan: dilución de isotopos, densitométricos (peso bajo el agua o pletismógrafia), DEXA (dual energy X-ray absorptiometry por sus siglas en inglés) e imagen corporal (resonancia magnética o tomografía computarizada)57. Los resultados de las pruebas de laboratorio proporcionan datos objetivos para usar en el proceso de terapia médico- nutricia con el fin de evaluar el estado nutricional, identificar los diagnósticos nutricionales y vigilar y evaluar los resultados de la terapia médiconutricia. Las proteínas en plasma y en el líquido extravascular representan aproximadamente el 3% de la proteína corporal total; las proteínas viscerales representan aproximadamente el 10 %. Algunas proteínas se han estudiado y han demostrado ser buenos indicadores del estado nutricional, tal es el caso de la albúmina, la cual se utiliza frecuentemente como marcador del estado proteico y es recomendado por la NFK-K/DOQI53.Sin embargo, la utilización de este marcador en ocasiones se vuelve un problema, ya que es común ver en la práctica clínica a individuos con concentraciones de albúmina bajas y sin desnutrición, o individuos con niveles considerables de desnutrición y cifras normales de albúmina. Si bien es cierto que una restricción en la ingesta de proteína disminuye su síntesis, es bien sabido que, por ser un reactante de fase aguda, situaciones de inflamación y estrés, así como hemodilución influyen negativamente en su concentración, por lo que su interpretación deberá realizarse tomando en cuenta los factores que pudieran afectarla58. Otra proteína que se utiliza para evaluar el estatus proteico de los pacientes con ERC es la prealbúmina, la cual, a diferencia de la albúmina es menos afectada por la enfermedad hepática o por condiciones de hidratación corporal. Sin embargo, puede estar falsamente elevada debido a que los riñones no excretan el producto degradado53. La transferrina es una proteína transportadora de hierro, que contribuye a una disminución a la respuesta a la eritropoyetina y a la aparición de anemia en individuos con ERCT. Su concentración refleja el estado proteico del paciente con ERC, sin embargo, es necesario evaluar en conjunto con las concentraciones de hierro, debido a que éste ejerce una clara influencia en su concentración53. 38 Aunque no son indicadores del estado de nutrición, en los pacientes en HD, se recomienda vigilar los parámetros bioquímicos relacionados con: control glucémico, inflamación, función renal, osteodistrofia, anemia, dislipidemia y desórdenes de electrolitos, con la finalidad de monitorear la efectividad de la terapia médico- nutricia51. Es importante evaluar la progresión del daño renal, la cuál puede ser evaluada mediante la concentración de creatinina y nitrógeno ureico en sangre, ya que ambos incrementan conforme progresa el daño renal. La creatinina es un producto de desecho del musculo, cuya concentración no se relaciona con la ingesta proteica del individuo, sino con la masa muscular, mientras que el nitrógeno ureico en sangre (BUN) es un producto de desecho producido por la descomposición de proteínas. La urea de la sangre se elimina del cuerpo por la orina, de modo que al aumentar el nivel del BUN, la función renal disminuye. En individuos en HD, se observará un BUN bajo en aquellos que no consumen la ingesta recomendada de proteínas, y un BUN elevado, en aquellos que excedan la recomendación53. Debido a la presencia de resistencia a la insulina, es importante monitorear el control glucémico de los pacientes con ERC, especialmente en aquellos que tienen diagnóstico de DM. Por lo anterior se recomienda monitorear las concentraciones de glucosa sérica; y en el caso de pacientes con diagnóstico de DM se recomienda monitorear también hemoglobina glucosilada53. Para evaluar la osteodistrofia renal, se sugiere monitorear periódicamente los niveles de PTH, calcio, fósforo y producto calcio-fosforo, debido al papel que juegan en el desencadenamiento del hiperparatiroidismo secundario a la ERC, en donde, el descenso del calcitrol y la retención de fosforo participan, de forma independiente o en combinación, en la génesis y desarrollo de esta complicación59. Es recomendable evaluar la capacidad del riñón para mantener el equilibrio hidroelectrólito mediante la medición del nivel sérico de sodio, el cuál es retenido en la mayoría de los pacientes con ERCT, aunque un pequeño porcentaje de estos pacientes tiende a eliminarlo, así como monitorear con frecuencia los niveles de potasio, debido a que sus concentraciones pueden verse alteradas de forma repentina52. 39 Se recomienda evaluar el riesgo cardiovascular mediante la medición del colesterol total y los triacilgliceridos. Cifras de colesterol total menores a 150 mg/dL hablan de un incremento en el riesgo de mortalidad, y se relaciona con un déficit de energía y proteína crónico52. En el caso de los triacilgliceridos, la interpretación de los resultados es similar a la del colesterol53. Se sugiere realizar mediciones periódicas de ácido úrico, ya que cifras elevadas se relacionan con disfunción endotelial y un incremento en las cifras de presión arterial, además de tener efectos pro- oxidantes al inducir la liberación de citocinas en pacientes con ERC60. La acidosis metabólica es habitual una vez que la TFG está por debajo de 20 ml/min, lo que favorece la desmineralización ósea por liberación de calcio y fosfato del hueso, la hiperventilación crónica y la debilidad y atrofia muscular, por lo que es importante vigilar la presencia de esta condición mediante la evaluación del bicarbonato sérico61. Es de suma importancia medir la PCR para evaluar el estado de inflamación. La síntesis y concentración de esta y otras proteínas de fase aguda (ferritina, fibrinógeno, amiloide A sérico) incrementan durante la inflamación. Estos marcadores determinan las concentraciones de albúmina en la ERC53. Debido a que la presencia de anemia normocítica- normocrómica es común en pacientes con ERCT, debido principalmente a la incapacidad del riñon para producir eritropoyetina, es importante evaluar algunos parámetros hematológicos; hemoglobina, hematocrito y la cinética del hierro (hierro, ferritina, saturación de transferrina). La ferritina sérica es un indicador preciso del nivel de hierro en la ERCT, sus concentraciones óptimas son de 68 ng/mL para las mujeres y de 150 ng/mL para hombres. El porcentaje de saturación de transferrina es otro indicador útil del estado del hierro en estos pacientes y su valor suele situarse entre el 25 y el 30%53. Se recomienda evaluar las concentraciones séricas de vitamina B12 en aquellos pacientes que siguen una dieta baja en proteínas debido a su posible deficiencia62. 40 En el Anexo 1 se mencionan los valores para las personas con buena función renal, así como para pacientes en diálisis. La evaluación clínica del paciente permitirá conocer de forma detallada su historia médica, realizar un examen físico e interpretar los signos y síntomas asociados con problemas de mala nutrición. Este método permite conocer aquellos factores relacionados con el estado de salud del individuo que afecten el estado de nutrición50. Uno de los componentes de ésta evaluación es la realización de la historia clínica, la cual deberá incorporar información del paciente respecto a: historia médica, etiología de la ERC, acceso a instituciones de salud. Historia familiar de ERC y otras comorbilidades como DM, dislipidemia, obesidad, depresión, enfermedades del tracto gastrointestinal, habilidad para deglutir o masticar y riesgo cardiovascular50. Es importante también recabar información acerca de la prescripción de medicamentos y suplementos herbolarios, incluyendo tiempos y dosis de los mismos, para con ello evaluar las posibles interacciones con alimentos y otros medicamentos50. Es importante evaluar los conocimientos respecto a sus padecimientos, así como las creencias y actitudes respecto a la ERC, hospitalizaciones previas, cambios en la ingesta de alimentos, síntomas gastrointestinales que interfieren con la ingesta de alimentos, condiciones socioeconómicas, red de apoyo social y capacidad funcional (habilidad para prepararse sus alimentos, para alimentarse por sí solo, para caminar por sí solo, entre otros)50. La historia clínica será acompañada por un examen físico63. Es mediante el examen físico como se detectan signos relacionados con los trastornos nutricios que no pueden identificarse con ningún otro indicador de la evaluación del estado de nutrición, ya que se refieren al análisis de los cambios relacionados con una nutrición deficiente y que pueden verse o sentirse en la piel, el cabello, los ojos y las mucosas, o bien en los órganos más cercanos a la superficie del cuerpo64. (Ver Anexo 2) Dentro de la evaluación clínica, es importante identificar signos y síntomas de las anormalidades en los niveles de potasio sérico y de fósforo. (Ver Anexo 3) 41 Los signos y síntomas de hipofosfatemia son dificultad para respirar y anormalidades en el sistema nervioso central, que en casos graves el paciente llega a encefalopatía y posteriormente a coma. En caso de hiperfosfatemia, con concentraciones de fosforo mayores a 4.5 mg/dL, el paciente suele cursar con alteraciones en la transmisión nerviosa y contracciones musculares65. Los síntomas de la uremia a evaluar son la presencia de nauseas o vómitos, pérdida de apetito, fatiga, debilidad, además de alteraciones en el estado mental, tales como cambios en la personalidad o confusión. Los signos que aparecen en esta condición son cambios en la coloración de la piel a un tono amarillento, olor a urea, en etapas muy avanzadas la respiración tiene ese mismo olor. Es común el desarrollo de neuropatía en los pies o en las muñecas, además se puede observar asterixis, tremor y mioclonus multifocal66. La dinamometría manual puede proporcionar una valoración nutricional basal de la función muscular al medir la fuerza y resistencia del agarre, y es útil para las medidas seriadas. Su uso en pacientes con diálisis es de utilidad para evaluar el estado nutricional, y se puede utilizar también como una herramienta de predicción de complicaciones67. Existen varias encuestas que tienen como finalidad evaluar la capacidad funcional del paciente, que miden principalmente la capacidad del enfermo de atender sus necesidades personales de higiene y cuidado, y de desenvolverse sin ayuda. La ventaja de utilizar encuestas son el bajo costo y la simplicidad que implica su aplicación. Las que se han utilizado en pacientes con ERC son la escala de Karnofsky, el índice de Katz y la escala de Lawton68. Es de suma importancia valorar la presencia de edema en el paciente, para en base a ello estimar el peso seco, tomando en cuenta el grado de sobrehidratación y la ubicación del edema. Se ha propuesto la clasificación del edema por cruces para valorar el equivalente a kilogramos de exceso de peso hídrico27. (ver Anexo 4) Algunos de los fármacos utilizados frecuentemente en la ERCT tienen efectos en la absorción y utilización de ciertos nutrimentos (ver Anexo 5). Esto depende de las dosis y el tiempo de administración del fármaco. En el caso de los quelantes de fosfato o suplementos de calcio pueden afectar o ser afectados por la ingesta simultanea de otros fármacos, por lo 42 que se debe tomar en tiempos distintos a los demás fármacos. En el caso del bicarbonato, disminuye la absorción de hierro y folato69. Un método de valorar la eficacia de la HD se vasa en la medición de la eliminación de urea de la sangre del paciente a lo largo de un periodo determinado. Este método, a veces llamado KT/V (Donde K es el aclaramiento de urea del dializador, T el tiempo de diálisis y V el volumen de agua corporal total del paciente) debe arrojar un resultado superior a 1.4 por diálisis o a 3.2 por semana. Estos cálculos son relativamente complejos y suelen efectuarse por medio de programas informáticos. Un método más preciso de determinar la corrección de la diálisis es el denominado KT/Ve, donde e significa equilibrada y en el que se tiene en cuenta el tiempo que tarda la urea en alcanzar el equilibrio a través de membranas una vez se ha interrumpido. Se considera aceptable un valor de KT/Ve de 1.2 o superior70. Otro método de determinar la eficacia de la diálisis es el porcentaje de reducción de urea que cuantifica la disminución de la urea antes y después de la diálisis. El paciente se considera bien dializado con un porcentaje del 65 % o superior en la reducción de la urea sérica70. El equivalente proteico de la aparición de nitrógeno normalizado (nPNA) es un cálculo utilizado para determinar la tasa de recambio de proteínas. Puede ser un buen indicador de la ingesta proteica del paciente estable, cuando se combina con la historia dietética y la albúmina. El término normalizado hace referencia a que los valores han sido ajustados al peso “normal” o ideal del paciente. Los valores de PNA se sitúan entre 0.8-1.4 70. La evaluación global subjetiva es una herramienta de tamizaje nutricional publicada por Detsky en 1987, con la finalidad de evaluar el estado nutricional de los pacientes quirúrgicos. Posteriormente fue validada para su utilización en población en HD y DP. Es recomendada por la Fundación Nacional del Riñón, en la Iniciativa para la Calidad de los Resultados en la Insuficiencia Renal (K/DOQI)71. 43 Esta herramienta incluye la realización de una anamnesis al paciente sobre las variables relacionadas con su estado nutricional y la sintomatología que pudiera interferir con una buena práctica alimentaria o ser la consecuencia de un déficit en la misma. Las variables que toma son peso habitual, peso actual y modificaciones del mismo en función del tiempo, alteraciones en la ingestión oral y su duración, frecuencia y duración de vomito y diarrea. En segundo lugar, se efectúa un examen físico dirigido a la valoración de la masa muscular y de la masa grasa. Con base en todas estas variables se puede hacer un diagnostico nutricional de carácter subjetivo; normal, desnutrición leve a moderada y desnutrición severa72. En el 2001, Kalantar- Zadeh elaboró un cuestionario basado en la Evaluación Global Subjetiva, donde incorporó IMC, concentración sérica de albúmina y TIBC sérico. Dicha herramienta lleva por nombre Score de Desnutrición e Inflamación (MIS), cada componente del MIS tiene 4 niveles de severidad, asignándosele el valor de 0 a los parámetros que estén en rango normal, y 3 al que está muy grave o severo. La suma de los 10 componentes del MIS va de un rango de 0 a 30, mientras mayor es la puntuación mayor es el grado de desnutrición. Esta herramienta ha mostrado una correlación significativa con futuras hospitalizaciones y mortalidad72. Obtener la ingesta de alimentos aportada por el paciente es un componente importante del cuidado nutricional del paciente con ERCT. Además de proporcionar la oportunidad de cuantificar la ingesta de comida, los registros de alimentos revelan fuentes de problemas relacionados con la ingesta de alimentos y su tolerancia, los hábitos alimentarios, los patrones y las alergias. Toda esta información puede ser utilizada para formular un plan individual de comidas para ayudar al paciente a cumplir con sus necesidades nutricionales73. Es importante estimar la ingesta energética y proteica del paciente, debido al riesgo de DEP que tienen los pacientes con ERCT, así como también monitorear la ingesta de fosforo, potasio, sodio, y líquidos. Es importante vigilar también la ingesta de vitaminas hidrosolubles25. 44 Una vez determinada la ingesta de energía y nutrimentos, es necesario hacer una comparación entre éstos con los requerimientos o las recomendaciones para la población en HD de cada uno de ellos. Se ha convenido que el consumo del paciente es adecuado cuando solo difiere 10% de los requerimientos. Esta comparación se lleva a cabo mediante el cálculo del porcentaje de adecuación ([Consumido x 100] / [Requerimiento]). Se considera normal cuando el resultado fluctúa entre 90 y 110%, aunque algunos autores sugieren estrechar este rango a 95-105% 74. Una vez calculado el porcentaje de adecuación se puede emitir un diagnostico de cómo se encuentra la ingesta energética o bien de algún macronutrimentos, definiendo como insuficiente o baja al porcentaje de adecuación <90%, consumo adecuado cuando el porcentaje se encuentre entre 90 y 110 %, y consumo excesivo cuando el consumo es >110% de lo ideal74. (ver Anexo 6) El informe de ingesta de alimentos puede obtenerse mediante varias herramientas: Mediante recordatorio de 24 horas, diarios de alimentos con entrevistas respecto a suplementos dietéticos, por periodos cortos de tiempo (de 3 a 7 días) o por periodos más prolongados (semanas a meses), o cuestionarios de frecuencia alimentaria75. El recordatorio de 24 horas es un método de evaluación de ingesta alimentaria reciente. Esta herramienta es aplicada por un nutriólogo durante una entrevista cara a cara, o puede ser aplicada también en una entrevista telefónica, y en ella se indaga acerca de los alimentos consumidos el día anterior a la entrevista. En este método se pregunta acerca de la composición de los platillos, el método de preparación, y algunos otros aspectos de los alimentos como el tipo de pan consumido, el tipo de leche, las preparaciones de los vegetales. De igual forma, de se interroga al paciente acerca del tamaño de las porciones consumidas utilizando medidas caseras. Las ventajas de este método radican en la facilidad de su aplicación, así como el corto tiempo que lleva su aplicación. Sus desventajas son que requiere de una buena memoria por parte del paciente, comprensión por parte del entrevistador, y que en ocasiones la ingesta previa no corresponde a la dieta habitual del paciente75. Los diarios de alimentos son registros de información respecto a los alimentos, usualmente de 3 o 7 días. Es necesario que los diarios de alimentos se acompañen de las 45 instrucciones debidas para su elaboración, incluyendo los detalles y tipos de la información reportada. Es necesario la utilización de medidas caseras para describir las cantidades de alimentos consumidas75. Los cuestionarios de Frecuencia Alimentaria estiman la ingesta de alimentos mediante cuestionarios semi-cuantitativos aplicados por un entrevistador o auto aplicados. Estos cuestionarios incluyen una lista extensa de los alimentos consumidos comúnmente, con múltiples opciones de frecuencia de su ingesta. Para cada alimento, el paciente indica su frecuencia de consumo en los 6 meses anteriores75. La ingesta de ciertos alimentos pueden afectar las acciones de ciertos medicamentos, por lo que es importante evaluar el consumo en la dieta (ver Anexo 7). Dentro del apartado de evaluación dietética, se recomienda valorar el uso de suplementos dietéticos por parte del paciente, preguntando de forma abierta y sin prejuicios su utilización, la dosis, la forma posológica y la frecuencia de uso, para con ello evaluar la eficacia y la seguridad76. En los pacientes con ERC, el uso de algunas hierbas medicinales puede ser peligroso, debido a que tienen una potente actividad farmacológica, que con frecuencia interfiere con los medicamentos convencionales76. Las hierbas de mayor utilización son las descritas en el Anexo 8. Es importante evaluar el estilo de vida del paciente, y la forma en la que la enfermedad impacta su estado emocional, mediante la evaluación de los conocimientos que tiene respecto a la ERCT y sus demás complicaciones, así como las creencias y actitudes hacia la misma. Es de suma importancia valorar las redes de apoyo social del paciente, debido a que la familia desempeña un papel importante en la eficacia del tratamiento, así como también valorar la capacidad funcional del mismo (habilidad para prepararse sus alimentos, para alimentarse por sí solo, para caminar por sí solo, entre otros)76. Diversos autores han propuesto la utilización de la teoría de la autoeficacia, propuesta por Bandura en 1986, en pacientes sometidos a HD. Esta teoría menciona que las expectativas de eficacia, elemento principal de la teoría, pueden influir en la salud de las personas en tanto existen variables cognitivas motivacionales que regulan el esfuerzo y la persistencia de los comportamientos elegidos. La autoeficacia es definida como la creencia de que se es 46 capaz de ejecutar de manera exitosa el comportamiento requerido para obtener determinados resultados, o en otras palabras, es la confianza en la propia habilidad para realizar la acción77. Se ha estudiado ampliamente la relación de la autoeficacia con los marcadores bioquímicos y la adherencia al plan de alimentación, encontrando que aquellos pacientes que tenían una mayor autoeficacia respecto a su dieta tenían niveles bajos de potasio y una menor ganancia de peso, por lo que es de importancia preguntar al paciente que tan confiado se siente respecto a poder lograr los objetivos planteados, así como que barreras pudiera encontrar que le impidieran una buena adherencia al tratamiento78. Recientemente se publicó un instrumento para medir la autoeficacia en pacientes con ERC, el cual consiste en un cuestionario de 25 preguntas, el cual tiene como finalidad identificar a pacientes con baja autoeficacia , con la finalidad de emplear estrategias para elevarla79. Otras investigaciones han evaluado las percepciones en cuanto a barreras, beneficios, severidad y susceptibilidad de los pacientes, todos constructos del Modelo de Creencias en Salud (MCS), y a partir de ello han ubicado a los pacientes en la etapa de cambio según el Modelo Transteórico (MT), obteniendo mejores resultados en la adherencia al tratamiento comparado con el modelo de consulta tradicional. Por lo que se recomienda utilizar los modelos MCS y TM para evaluar la preparación del paciente y a partir de ello planear las estrategias adecuadas para cada paciente80. Hábitos como el alcoholismo y el tabaquismo son de relevancia clínica debido a que se consideran factores de riesgo cardiovascular, por lo que deberán evaluarse en los pacientes sometidos a HD debido a la predisposición que tienen a arterioesclerosis debido al proceso inflamatorio que representa la ERC81. Se recomienda evaluar la práctica de ejercicio por parte del paciente. Actualmente se sabe que el ejercicio de fuerza mejora la capacidad funcional del sujeto, la fuerza de los miembros inferiores y la calidad de vida, mientras que una combinación de ejercicio aeróbico y anaeróbico provee un efecto anabólico en los pacientes, por lo que se deberá evaluar la posibilidad que el paciente realicé algún ejercicio durante la HD, sugiriendo que sea en las primeras 2 horas 82-83. 47 Diagnóstico Nutricio El diagnostico nutricio es el segundo paso del proceso de cuidado nutricio, y tiene como propósito identificar y describir un problema nutricional específico que pueda ser resuelto o mejorado a través de una intervención nutricional por un profesional del área. Un diagnóstico nutricional es diferente de un diagnostico médico. La documentación del diagnóstico nutricional requiere una terminología, una organización y una documentación particular. El diagnóstico nutricional se resume en una frase estructurada llamada PES, ya que está compuesta de tres elementos: el Problema, la Etiología y los Signos y Síntomas. Estos datos se obtienen mediante la evaluación nutricional49. 48 Terapia Medico Nutricia Un componente importante del tratamiento de la ERC es la terapia medico nutricia. La prescripción dietética específica depende del tipo y de la gravedad de la nefropatía y de la modalidad de diálisis17. Los objetivos de la terapia médico nutricia en relación con la ERCT son los siguientes: 1. Prevenir las deficiencias y mantener un buen estado nutricional mediante un aporte correcto de proteínas, calorías, vitaminas y minerales. 2. Controlar el edema y el desequilibrio hidroelectrolítico mediante regulación de la ingesta de sodio, potasio y líquidos. 3. Prevenir o retardar el desarrollo de la osteodistrofia renal mediante control del aporte de calcio, fósforo y vitamina D. 4. Capacitar al paciente para que tome alimentos apetitosos y atractivos que se ajusten en la mayor medida posible a sus pautas de vida70. Para lograr dichos objetivos, es necesario planear la intervención dietética con un aporte adecuado de energía y proteínas, con la finalidad de prevenir la DEP, así como la ingesta de ciertas vitaminas para evitar deficiencias. El aporte de energía ha de ser adecuado para disponer de proteínas para la síntesis de tejidos y para prevenir su metabolización en la producción de energía. La Iniciativa para la Calidad de los Resultados de la insuficiencia renal de la NKF recomienda un aporte de 35 kcal/kg para individuos menores de 60 años, y de 30- 35 kcal/kg para aquellos pacientes mayores de 60 años71. A diferencia de las etapas tempranas de la ERC, donde se utilizan dietas bajas en proteína (0.6-0.8 g/kg), los pacientes en HD necesitan proteínas adicionales por las pérdidas que ocurren al momento del procedimiento, y a la respuesta catabólica que desencadena el procedimiento52. Se recomienda una ingesta de 1.2 g/kg, con un aporte de al menos el 50% de proteína de alto valor biológico71. 49 Se debe vigilar estrechamente el balance hídrico en todos los pacientes con ERCT. Se deben tomar en cuenta las pérdidas por orina, gastrointestinales e insensibles. La necesidad de restricción de líquidos depende de la presencia de oliguria o anuria84. Se recomienda unos ingresos de líquidos iguales al gasto urinario más 1000 ml 69, o la cantidad necesaria para evitar una ganancia de peso de 2 a 2.5 kg entre los tratamientos con HD52. Los riñones sanos mantienen normalmente el equilibrio de sodio, ajustando su excreción en relación con los aportes de la nutrición. Cuando los aportes de sodio aumentan, la excreción urinaria de sodio se eleva de una manera proporcional en un periodo de 3 días, como también aumenta el consumo de líquidos, produciendo un aumento de peso. Cuando se reducen los ingresos de sal, la excreción de sodio disminuye, perdiéndose agua y peso corporal73. Los aportes de sodio recomendados son de 2 a 3 gr de sodio por día (86.9-130 mEq)52. El equilibrio de potasio depende de la secreción tubular de potasio, a diferencia de la regulación del sodio, que depende de la capacidad de la función excretora. Cuando la ERC progresa, la capacidad de secreción tubular de potasio disminuye, ocurriendo una adaptación renal para mantener el equilibrio de potasio mediante el aumento en la cantidad de secreción tubular y el aumento en la cantidad de excreción en las materias fecales. Del 20 al 50% del potasio ingerido puede aparecer en las deposiciones cuando la TFG cae por debajo de 5 ml/min. Estas dos adaptaciones son suficientes para mantener el equilibrio de potasio con unas ingestas normales de potasio (100 mEq/día) cuando la TFG es mayor a 10 ml/min y los pacientes tienen un gasto urinario de al menos 1000 ml por día. Una vez que el paciente está oligúrico o la TFG cae a menos de 10 ml/min, son necesarias restricciones de potasio en la dieta para mantener las concentraciones séricas dentro del rango normal de 3.5 a 5 mEq/l. Se requieren restricciones de potasio en la dieta para pacientes en HD con el fin de evitar las consecuencias de la hiperpotasemia73. Los aportes de potasio recomendados para pacientes en HD son de 2000 a 3000 mg/día, el equivalente a 51.2- 75 mEq/día71. 50 El riñón filtra aproximadamente 7 g de fósforo al día, de los cuales del 80 al 90% son reabsorbidos por los túbulos renales y el fosforo restante es excretado en la orina. A medida que la ERC progresa, las concentraciones de fósforo sérico aumentan y es necesaria una restricción nutricional73. Se recomienda una restricción de fósforo en la dieta de 800 a 1000 mg/día, o de 10-12 mg por cada gramo de proteína en la dieta, y un aporte de calcio menor a 2500 mg/día, incluyendo los agentes que actúan como fijadores de fósforo en el intestino85. Sin embargo, solo la restricción dietética no es suficiente para mantener las concentraciones séricas normales, y frecuentemente se prescriben medicamentos quelantes de fosfato, los cuales previenen la absorción gastrointestinal del fósforo de la dieta73. Los problemas relacionados con la resorción ósea y la alteración de la mineralización del hueso recientemente formado son exacerbados por la disminución de la disponibilidad o la ausencia de la forma activa de la vitamina D (1,25-dihidroxicolecalciferol). El riñón es el principal sitio de conversión de la forma biológicamente inactiva de la vitamina D (25hidroxicolecalciferol) a la forma activa. Una deficiencia de este metabolito es responsable del desarrollo de osteomalacia y trastornos del calcio, fósforo y magnesio y del metabolismo muscular73. Los pacientes adultos en HD cursan con deficiencia de vitaminas hidrosolubles debido a la restricción de potasio y fosforo de la dieta, la anorexia y la disminución de la ingesta de alimentos, a las alteraciones del metabolismo así como a una absorción gastrointestinal inadecuada y a pérdidas en la diálisis. El estatus de vitaminas depende de la edad del paciente, el género, la ingesta actual de vitaminas, suplementaciones previas, pérdidas en la diálisis, función renal residual tiempo en diálisis así como alteraciones en el metabolismo. Es recomendable la utilización de suplementos de vitaminas para cumplir con las necesidades de los individuos, en suplementación diaria o administrar después de la diálisis 3 veces por semana52. (ver Anexo 9) Las cantidades recomendadas para los pacientes en diálisis son de 1.1-1.2 mg de Tiamina. De piridoxina se recomienda una ingesta diaria de 10 mg, de 1.1-1.3 mg de riboflavina. Se recomienda una ingesta de 1 mg de ácido fólico, 2.4 µg de cianocobalamina al día, 14-16 51 mg de niacina, 30 µg de biotina, 5 mg de ácido pantotenico, 700-900 µg de retinol, 400-800 UI de alfa-tocoferol y 90-120 µg de vitamina K52. En los pacientes en diálisis se ha reportado una disminución de las concentraciones plasmáticas y leucocitarias de acido ascórbico, que son debidas probablemente a una restricción de frutas y vegetales necesarias para controlar la ingesta de potasio, y a las perdidas en diálisis73. Sin embargo, no se recomienda un complemento nutricional de ácido ascórbico superior a 75-90 mg al día, para evitar la hiperoxalosis52. Se han encontrado concentraciones séricas de vitamina A elevadas en pacientes con ERC. El posible mecanismo de acumulación es una disminución en el catabolismo de la proteína ligadora de retinol, encargada de transportar el retinol en la sangre, teniendo una correlación directa con el incremento de creatinina sérica. Por lo tanto, no es recomendado suplementarla si el paciente alcanza la ingesta diaria recomendada para dicha vitamina72. Los requerimientos dietéticos de los oligoelementos son desconocidos y, con excepción del hierro, los complementos no son usualmente recomendados. Las necesidades de hierro están afectadas por la ingesta, las perdidas en diálisis, las pruebas de laboratorio frecuentes, la disminución de la producción de eritropoyetina, el acortamiento de la vida media del eritrocito, la hemólisis, la alteración de la absorción intestinal de hierro y las perdidas gastrointestinales ocultas. Todos estos factores pueden causar anemia por deficiencia de hierro73. Se recomienda una ingesta de 8 mg en hombres, y 15 mg en mujeres52. Las bajas concentraciones plasmáticas de zinc observadas en los pacientes en HD pueden estar relacionadas con la restricción de proteínas en la dieta, con la alteración en la absorción de zinc, con la redistribución corporal de zinc o con un cambio en la unión del zinc a las proteínas plasmáticas. Se han demostrado en algunos síntomas urémicos como hipogeusia, impotencia sexual y anorexia pueden mejorar en pacientes que reciben complementos de zinc. Se recomienda una ingesta diaria de 10-15 mg en hombres, y de 8 a 12 mg en mujeres52. 52 No es común observar cifras bajas de selenio sérico en pacientes en HD, por lo que no se recomienda su suplementación. La recomendación diaria es la misma que para la población saludable, 55 µg. Se sugiere la suplementación durante 3 a 6 meses, en pacientes con síntomas de deficiencia (cardiomiopatía, disfunción tiroidea, hemolisis y dermatitis)52. Nutrición Enteral La nutrición enteral está indicada en pacientes que no pueden cubrir el 60% de sus necesidades nutricionales por vía oral. Su ventaja sobre la nutrición parenteral es que es más fisiológica y evita las complicaciones y el costo elevado de la última. Casi todas las preparaciones para NE tienen una concentración alta de calorías y proteínas, y son restringidas en agua y electrólitos. La mayoría de las preparaciones suministran además vitaminas, minerales y algunos electrólitos. Estos productos varían su contenido de aminoácidos, lo que ayuda a individualizar el cuidado de pacientes sin y con terapia de remplazo renal, que tienen diferentes requerimientos de aminoácidos84. En el 2011, Kalantar-Zadeh y colaboradores publicaron una revisión acerca de la suplementación enteral y el efecto en las mejorías clínicas en pacientes en HD, reportando incrementos en los niveles de albúmina y prealbúmina, proponiendo el que se permita tomar durante la sesión de hemodiálisis algún suplemento dietético, la cuál es una práctica común en Europa y algunos otros países86. Nutrición Parenteral Cuando un paciente con ERCT ve agravado su estado hasta el punto de no poder mantener una ingesta oral adecuada y la alimentación por sonda no es aconsejable ante posibles complicaciones gastrointestinales, se puede optar por la nutrición parenteral. En la ERCT esta nutrición es análoga a la usada en otros pacientes malnutridos. En épocas pasadas, se recomendaba la utilización de soluciones de aminoácidos esenciales, en caso donde los pacientes no recibían tratamiento de diálisis. Sin embargo, esta práctica se ha ido abandonando ya que los pacientes parecen tolerar bien las infusiones regulares de aminoácidos70. Nutrición Parenteral Intradialítica 53 La NP intradialítica se usa en pacientes desnutridos y con ingesta oral inadecuada. La finalidad de esta terapia es nutrir a los pacientes mal alimentados con ERC, durante la HD. A pesar que ciertos estudios han asociado este tipo de nutrición con incrementos en el peso corporal y en los niveles séricos de albúmina, no ha mostrado reducción en la mortalidad. Debido a la rápida administración de glucosa y lípidos, no se recomienda este tipo de alimentación a pacientes en HD87. Cada vez son más los pacientes con diagnóstico de DM incluidos en terapias de tratamiento renal sustitutivo debido al fracaso funcional de sus riñones. Según un estudio español publicado recientemente, que describe las características de los pacientes que inician diálisis, el porcentaje de pacientes diabéticos supone un 36% del total, siendo la nefropatía diabética la causa más importante de ERCT. Se estima que aproximadamente un 48% de los pacientes con ERC en estadio 3-5 tienen diagnostico de diabetes. Existen varias causas que pueden explicar el aumento de pacientes diabéticos que llegan a un tratamiento dialítico. Por un lado, la toma de conciencia de la comunidad médica del mejor manejo de las enfermedades cardiovasculares, lo que ha conducido al enlentecimiento en la progresión de las complicaciones de la diabetes, dando lugar a un mayor número de personas que desarrollan nefropatía terminal y, por ende, que precisan diálisis. Por otro lado, la laxitud de los criterios de inclusión de pacientes en diálisis y unas técnicas más depuradas han permitido que se incluyan en este tipo de terapia a pacientes con mayor patología y mayor edad que hace unos años88-89. Las modificaciones en el estilo de vida son un componente clave en el manejo de la DM y la HD. Uno de los objetivos de la consulta nutricional en estos pacientes es proporcionar la información requerida para lograr elecciones apropiadas de alimentos en cuanto a tipo y cantidad se refiere, por lo que se sugiere implementar un plan educativo estructurado88. La dieta del paciente diabético en HD debe adaptarse a sus necesidades, y aportar la cantidad de energía, proteínas, vitaminas, minerales y fibra adecuadas para el estado óptimo de salud. Por un lado, precisa una dieta similar a la de otros pacientes en HD, con restricción de sodio, potasio y líquidos. Pero, además, por su condición de diabético, deberá evitar la ingestión de hidratos de carbono refinados y azúcares. Se debe prestar atención en educar acerca de las porciones de los alimentos con hidratos de carbono e individualizar las 54 recomendaciones para reducir los riesgos de hipoglucemia e hiperglucemia, y en promover el consumo de alimentos con bajo índice glucémico, como frutas, verduras y leguminosas, así como el consumo moderado de cereales de grano entero, y alimentos de origen animal bajos en grasa, al igual que lácteos descremados y grasas insaturadas que ayuden a tener un mejor control del peso corporal y reducir el riesgo CV88. Muchos estudios ya han demostrado que los pacientes diabéticos en HD presentan mayor prevalencia de malnutrición, especialmente los diabéticos tipo 1, con pérdida de proteína somática (reflejada en un descenso de la creatinina plasmática) y de proteína visceral (detectada por un descenso en la albúmina y prealbúmina). Por tanto, pese a las restricciones propias de la diálisis y la diabetes, hay que proporcionar a estos pacientes un aporte calórico adecuado, con dietas que eviten el desarrollo de desnutrición89. El autocontrol conductual en las personas con DM en HD es importante debido a la importancia de los cambios en el estilo de vida en el control de la enfermedad. Las sesiones educativas por sí solas no son suficientes para promover y mantener los comportamientos saludables, debido a lo complejo que se puede volver el régimen nutricional, que trae como consecuencia una adherencia pobre al tratamiento. Las estrategias de automonitoreo deberán ir enfocadas a diversos comportamientos, principalmente al monitoreo y tratamiento de la glucemia, presión arterial, a aspectos de la nutrición, a dejar de fumar, la práctica de ejercicio y la adherencia al tratamiento médico90. El tema de los hábitos dietéticos resulta de particular importancia, debido a la percepción de dificultad en el apego o adherencia a la dieta por parte de los pacientes. Para tratar de disminuir está percepción e incrementar la adherencia al plan de alimentación es importante tomar en cuenta las preferencias personales, así como factores sociales, culturales y religiosos del paciente. Un automonitoreo ideal requiere de vigilar las cifras de glucemia diariamente, para evaluar el impacto que tiene el contenido de los alimentos, así como la actividad física y los medicamentos sobre ella90. Se ha recomendado implementar estrategias de autocontrol en este grupo de pacientes, orientado al cambio de creencias en salud por parte del paciente, mediante la implementación de sesiones educativas referentes al impacto de la enfermedad en su estado de salud, a incrementar la motivación y la autoeficacia mediante la implementación de 55 conductas saludables y el impacto que éstas tendrían en su salud, la fomentación del automonitoreo para con ello mejorar el control de la enfermedad, mediante la realización de diarios de alimentos, de actividad física, diarios de presión arterial, entre otros, así como establecer metas que permitirán que el paciente tenga una mayor percepción de éxito y control de la enfermedad, así como implementar estrategias que fomenten la resolución de problemas para mejorar el éxito del tratamiento, entre otras acciones90. (ver Anexo 10) La ERC causa alteraciones importantes en las lipoproteínas desde los estadios tempranos de la enfermedad que preceden las alteraciones de lípidos plasmáticos, siendo las más frecuentes la asociación de hipertrigliceridemia y HDL bajo. El perfil lipídico en pacientes en HD es más complejo debido a que la malnutrición y la inflamación en este grupo pueden determinar valores bajos de colesterol total y del colesterol-LDL. El impacto de las alteraciones lipídicas estriba en la enfermedad cardiovascular, que es la causa más común de muerte entre los pacientes en DP y HD91. La hipertrigliceridemia es la alteración lipídica descrita con mayor frecuencia en los pacientes que presentan ERC, y esa frecuencia aumenta a medida que la función renal se deteriora. Se encuentra en el 62% de los pacientes con ERC avanzada. La hipercolesterolemia es menos común, pues aparece en apenas el 25% de estos pacientes92. La terapia médico nutricia puede formar parte importante del tratamiento de las dislipidemias de estos pacientes. Se ha señalado que el control del peso corporal y la restricción o el suplemento de varios nutrimentos son benéficos para la corrección de las dislipidemias. Algunos de los nutrimentos involucrados son los lípidos totales y saturados, el aceite de pescado, las fibras y varios minerales y vitaminas93. Se recomienda utilizar la dieta propuesta por el Programa Nacional de Educación del Colesterol (NCEP) en su III reporte, llamada Cambios Terapéuticos en el estilo de vida (Therapeutic Lifestyle Changes), cuyas metas se basan en: 1) Disminuir el consumo de grasas saturadas (<7% del total de las calorías) y de colesterol (<200 mg/día), 2) Utilización de estanoles/esteroles (2 g/día) e incrementar la fibra soluble (10-25 g/día), 3) Disminuir el peso corporal e 4) incrementar la actividad física94-95. (ver Anexo 11) 56 Como ya se mencionó, la obesidad es un problema creciente en la población con ERCT, en HD y en DP. Debido a que esta condición se considera un factor protector en la población en HD, y un factor de riesgo para enfermedad cardiovascular y otras complicaciones en el trasplante renal, recomienda la pérdida de peso en aquellos pacientes que sean candidatos o se encuentren en protocolo de trasplante renal96. La mayoría de los programas de trasplante renal excluyen de la cirugía a aquellos pacientes con IMC >35 kg/m2, debido a las complicaciones relacionadas a la obesidad 97, por lo que se sugiere atender a todos los pacientes con cualquier grado de obesidad (IMC >30), implementando estrategias de modificación del estilo de vida, e individualizando las metas de pérdida de peso para cada paciente. Un indicador para considerar la pérdida de peso en el paciente es la circunferencia de cintura, debido a que la obesidad abdominal se ha asociado a un incremento en el riesgo cardiovascular y a un incremento en la mortalidad46. Se recomienda un manejo de la obesidad multidisciplinario, con un equipo de trabajo conformado por nutriólogos, enfermeras, médicos, psicólogos y trabajadoras sociales, con la finalidad de maximizar la pérdida de peso, mediante la identificación de las necesidades, motivaciones y barreras de cada paciente. Se han encontrado mejores resultados en la pérdida de peso de los pacientes, con la combinación de dieta, ejercicio y modificaciones de la conducta, es decir, utilizando un método similar al de la población general46. En aquellos pacientes con ERC en quienes una dieta saludable y la práctica de ejercicio no dan buenos resultados, se ha propuesto la realización de algún procedimiento quirúrgico, como el by-pass gástrico, by-pass gástrico en Y de Roux, o gastrectomía laparoscópica, con la finalidad de lograr una pérdida de peso sostenida a largo plazo, sin embargo falta mayor evidencia para poder hacer dicha recomendación, ya que lo estudios que han abordado este tratamiento de la obesidad en pacientes en espera de trasplante o después del mismo son limitados45-98. Para lograr una pérdida de peso, es recomendable disminuir el consumo de calorías a una cantidad menor al gasto energético. Es importante evaluar la dieta habitual del paciente, mediante entrevista o diarios de alimentos, y con ello calcular la ingesta energética, así como poder valorar que posibles modificaciones podrían ayudar a lograr la meta de pérdida 57 de peso. No existe consenso acerca del tratamiento de la obesidad en pacientes en HD. Se sugiere realizar el cálculo de las necesidades energéticas con 25 kcal/kg de peso ajustado al edema, e ir modificando este aporte según los resultados obtenidos, sin embargo, la determinación del gasto energético mediante calorimetría indirecta continúa siendo el método más apropiado para prescribir una dieta hipocalórica en estos pacientes96. Los planes de alimentación deberán de ser individualizados para asegurar que los requerimientos nutricionales propios de la HD sean aportados. Se sugiere combinar el plan de alimentación con una rutina de ejercicios, ya que se han reportado mejoras en la pérdida de peso, en la capacidad aeróbica, fuerza muscular y presión arterial46. Se ha reportado que la pérdida del 5-10% del peso corporal en pacientes con ERC en estadios tempranos, provee mejoras significativas en los factores de riesgo asociados al a obesidad, como la presión arterial, dislipidemia, resistencia a la insulina y proteinuria99. Nuevas Evidencias Recientemente se estudió la relación entre ingesta de fibra y disminución de la inflamación, para lo cual utilizaron los resultados de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES por sus siglas en ingles), de la cual se analizaron 15 543 datos de participantes, utilizando la ingesta de fibra soluble e insoluble, y los niveles de PCR para estudiar la asociación. La ingesta de fibra fue medida mediante recordatorio de 24 horas. Los resultados mostraron que los pacientes con ERC que tenían una ingesta elevada de fibra dietética tenían menores concentraciones de PCR, lo que se asocia con una disminución en la mortalidad. Una de las limitantes del estudio es que englobaba la mortalidad en un solo grupo, no distinguiendo si la disminución está relacionada a una disminución en las tasas de incidencia de ciertos tipos de cáncer, a una disminución del riesgo cardiovascular, infecciones, etc100. Debido a la restricción de frutas y verduras por los niveles de fósforo y potasio, la población con ERC consume bajas cantidades de fibra en la dieta100. Los mecanismos de acción de la fibra se basan en la alteración del metabolismo de la flora bacteriana, al disminuir la generación y absorción de las toxinas generadas a partir de las bacterias colónicas, como fenoles, índoles y aminas, las cuales juegan un papel importante 58 en la inflamación sistémica. Sin embargo, en el caso de los pacientes con ERC no se han publicado recomendaciones en cuanto a la cantidad de fibra a consumir, por lo que se recomienda cumplir las recomendaciones establecidas para la población saludable de 25-30 g/día100. Es bien conocida la relación entre el consumo de fructosa e hipertensión, hiperuricemia e inflamación en humanos. Recientemente se estudió el efecto de una dieta baja en fructosa (12 g/día) en 28 individuos con ERC, 17 mujeres y 11 hombres, a quienes se sometió a una dieta con contenido regular de fructosa (60 g/24 hrs) y a otro grupo a una dieta con bajo contenido de fructosa (12 g/24 hrs) durante 6 semanas midiendo las concentraciones de glucosa e insulina en ayuno, ácido úrico, marcadores de inflamación y presión arterial, observándose disminuciones estadísticamente significativas en la presión arterial, en los niveles de insulina en ayuno, y en concentraciones de PCR en el grupo sometido a la dieta baja en fructosa. Debido al número de participantes en el estudio y al corto periodo bajo restricción de fructosa, es necesario realizar más investigaciones respecto al impacto que tiene la fructosa en los marcadores inflamatorios de pacientes con ERCT101. Últimamente el estudio de la Vitamina D ha dado mucho de qué hablar, debido a las diversos mecanismos en los que participa, entre ellos la homeostasis calcio-fosforo. La mayoría de los suplementos dietéticos de vitamina D la contienen en forma de vitamina D3 (colecalciferol) o D2 (ergocalciferol), que no son sintetizadas por los humanos. Después de su ingestión, ambas formas son convertidas a 25-Hidroxivitamina D en el hígado, para posteriormente pasar a su forma activa 1.25-hidroxivitamina D, gracias a la enzima 1ahidroxilasa que producen los riñones. Sin embargo, cuando la TFG es menor a 30 ml/min, la reserva renal de 1ª-hidroxilasa se vuelve inadecuada, lo que causa una deficiencia de esta vitamina en los pacientes con ERC. Se estima que aproximadamente un 70-80% de los pacientes con ERC estadio 3 a 5 cursan con deficiencia, lo que se asocia a desarrollo de hipertensión arterial, hipertrofia ventricular izquierda, falla cardiaca y calcificación vascular102. Debido a estos hallazgos, se ha propuesto la utilización de vitamina D de forma terapéutica. Recientemente se reportaron beneficios en un estudio donde suplementaron con ergocalciferol a 20 individuos (2000 IU/día), comparado con un grupo control de 20 59 individuos. Al analizar los resultados se encontró que los individuos que tomaban ergocalciferol tenían concentraciones menores, estadísticamente significativas, de algunas moléculas de adhesión endoteliales, aportando beneficios cardiovasculares103. Sin embargo, un metaanálisis realizado en el año 2007, analizó 76 ensayos clínicos controlados, no encontrando asociación alguna entre el consumo de vitamina D y la reducción en el riesgo de muerte, dolor de huesos, calcificación vascular o paratiroidectomía, encontrando únicamente una asociación positiva con el incremento de hipercalcemia e hiperfosfatemia104. Se ha estudiado ampliamente el uso del omega 3 con la finalidad de disminuir los marcadores de inflamación. En el 2009, un grupo de investigadores realizó un estudio doble ciego, aleatorizado, en una población de 66 individuos (33 para grupo con suplementación y 33 para el grupo control), encontraron disminuciones estadísticamente significativas en la concentración de PCR al suplementar 2 gr de omega 3 (960 mg/día EPA + 600 mg/día DHA) durante 6 meses105. En el 2010 se evaluó los efectos de la suplementación de 3 gr de omega 3 durante 12 semanas, en marcadores de inflamación, apetito y estado nutricional en pacientes en hemodiálisis. Los autores encontraron mejorías en el apetito, más no hubo diferencias en la ingesta de alimentos. No se observaron mejorías en las concentraciones de PCR, al contrario de lo esperado, las concentraciones incrementaron106. Existe poco consenso en cuanto a la dosis adecuada de omega-3 para los pacientes con ERC, siendo necesarios más estudios respecto a su utilización en esta población107. 60 Descripción del Caso Nombre: GDSN Ocupación: Comerciante Nivel Socioeconómico: Alto S O Edad: 61 años FECHA: 14 /Mar/12 Hora:6:30 pm Escolaridad: Maestría Exp: MS0847 Motivo de la Consulta: Interés por perder peso para disminuir las complicaciones quirúrgicas, debido a que le realizaran trasplante renal el 14 de mayo del 2012. Capacidad funcional: Actividades cotidianas normales, trabaja y es capaz de trasladarse por sí solo. Signos y síntomas Generales: Refiere dificultad para respirar al hacer esfuerzos y fatiga. Sufre de insomnio. Presenta resequedad de piel y caída de cabello. Sin signos y síntomas de hiperkalemia, hipokalemia e hiperfosfatemia. Control Glucémico: Refiere mal control glucémico, con hiperglucemia postprandial de hasta 430 mg/dL generalmente a la hora de la comida. GI: Estreñimiento ocasional de 3 días a la semana, lo relaciona a ultrafiltración excesiva en HD. Buen apetito, refiere disgeusia. Conocimientos para llevar a cabo el tratamiento nutricio: conocimientos básicos acerca de los electrólitos y su contenido en los alimentos. Conocimientos acerca de los diferentes grupos de alimentos y del impacto de los hidratos de carbono en el control glucémico. Hidratación: ha restringido el consumo de líquidos a 0.5-1 litro/día, indicado por su médico. Historia de cambios de peso: Estuvo hospitalizado el mes de diciembre por hipoglucemia. Posteriormente inició tratamiento con hidrocortisona, la cual le causo retención hídrica, llegando a pesar 120 kg en el mes de enero. Refiere, antes de iniciar la terapia sustitutiva, pesar entre 97 y 98 kg. Automonitoreo: De glucosa 2 veces al día, por la mañana en ayuno, y después de su comida. Evaluación de estilo de vida Hábitos dietéticos Alergias e intolerancias alimentarias: Ninguna. Comidas al día, Horarios: Realiza 3 comidas al día. Los días que acude a HD desayuna a las 11 am. Los días que no acude, desayuna a las 9:30. Come a las 3-3:30 y cena a las 9 pm. Colaciones: Realiza colaciones de forma ocasional, 3 a 4 veces por semana, a base de fruta, generalmente manzana o plátano, una pieza en cada colación. Manejo higiénico de los alimentos: Come en casa, prepara los alimentos su esposa, aunque refiere viajar constantemente, al menos una vez a la semana. Cambios recientes en la alimentación: Desde que inició la terapia sustitutiva ha disminuido las porciones de alimentos tanto en número como en tamaño, procura comer menos hidratos de carbono y tomar poca agua. Ha suspendido las cenas por relacionarlos a un empeoramiento en su control de la glucosa, y no le agrega sal a sus alimentos. Antecedentes de dietas o recomendaciones nutricias: No recibió asesoría nutricional en etapa pre-diálisis. Recientemente su endocrinólogo le dio un plan de alimentación de 1500 Kcal bajo en hidratos de carbono y restringido en frutas, con la finalidad de incentivar la pérdida de peso, puesto que está en protocolo para trasplante renal, le han pedido que baje a 80 kg. Actividad física/ejercicio: Ninguna. Refiere le gustaría realizar algún ejercicio pero se siente muy agotado la mayor parte del tiempo. Tabaquismo/ alcoholismo/Drogas: Tabaquismo negado. Consumo esporádico de alcohol, 2 copas cada 2 meses. APEGO O ADHERENCIA: No sigue su plan de alimentación ya que siente que el plan es muy monótono, con poca variedad y raciones muy pequeñas. RED DE APOYO: Recibe apoyo de su familia, su hijo será el donador del riñón PERCEPCIONES: Refiere que se le dificulta apegarse a las comidas, ya que sus horarios de trabajo no le permiten comer en casa todos los días, por lo que pide en restaurantes le cocinen sin sal y raciones pequeñas de carne, evitando las sopas. ETAPA DE CAMBIO: ACCIÓN. REFIERE HABER ESTADO INTENTANDO PERDER PESO DURANTE EL ÚLTIMO MES, E INTENTADO NO RECUPERAR LO QUE HA PERDIDO. MOTIVACIÓN (1-10) : 10. REFIERE ESTAR PREPARADO PARA CAMBIAR SUS HÁBITOS DE ALIMENTACIÓN. AUTOEFICACIA: CONSIDERA LE SERÁ DIFÍCIL LOGRAR UN CAMBIO EN SUS HÁBITOS DE ALIMENTACIÓN Y SEGUIR UN PLAN ESTABLECIDO YA QUE SUS RESPONSABILIDADES LABORALES LE EXIGEN MUCHO TIEMPO, SIN EMBARGO ESTA DISPUESTO A IMPLEMENTAR PEQUEÑOS CAMBIOS QUE LE AYUDEN A PERDER PESO PARA SER SOMETIDO A UN TRASPLANTE RENAL. Antropométricos Talla: 167 cm Circ. Muñeca: 17.6 cm Complexión: Mediana Peso Actual: 95 kg Peso libre de Edema: 91 kg IMC: 31 Interpretación: Sobrepeso PT: 72.8 kg %PT: 126.7 Interpretación: Obesidad PH: 97 kg %PH: 93.8% Interpretación: Déficit Leve PP: 6 kg %PP: 6.1 Interpretación: Pérdida Leve Peso Ajustado libre de Edema (KDOQI): 86.5 kg Ganancia interdialítica: 1.7 kg % Ganancia de peso: 1.8 % Interpretación: Ganancia normal Clínicos T/A: 160/84 AHF: NEGADOS APP: DISLIPIDEMIA MIXTA, HIPERURICEMIA. COMORBILIDADES: DM2 DIAGNOSTICADA EN EL 2009, HAS DIAGNOSTICADA EN 2006, DISLIPIDEMIA MIXTA Diagnósticos: IRC secundaria a Glomeruloesclerosis Focal y Segmentaria Bioquímicos Fecha: 7 /Feb/2012 Alb: 1.4 ↓ BUN: 80/28 Cr: 7.45 Glu:113 Col. Tot: 190 TG: 155 Hb: 11.3 Hto: 36 KtV: 2.05 URR: 65↓ K: 5 P: 3.9 Na: 143 Ca: 7.5 (Corregido 9.4) Producto Ca-P: 29 CTL: 1206↓ Transferrina: 117↓ Ferritina: 760 ↓ Cap. Fijación Hierro: 107↓ TIBC: 160↓ Dietéticos Vía de alimentación: Oral Distribución: 58.5% HC, 16.3 % Prot, 25.1 % Lip. Kcal: 1825 % Adec: 84.2 Dieta hipocalórica Prot: 74.5 gr %Adec: 71.6 Consumo Deficiente Electrolitos: K: 2990 mg (76 mEq) % Adec: 126 % Ingesta Excesiva 61 A P desde el 2005. DM2. HAS. P: 970 mg/día % Adec: 100 % Ingesta Adecuada Tiempo en HD: Inició el 3 de Febrero del 2012. Na: 791 mg/día % Adec: 100 % Ingesta Adecuada Frecuencia y duración: 3 veces por semana, 4 hr. Líquidos: 1925 ml/24 horas % Adec: 128 % Ingesta Excesiva FS Prescrito y Real: 350 prescrito, real 289 (82.5%). Características de la Dieta (consumo de alimentos): Acceso: Catéter Permanente Subclavio 5 Frutas (1a, 1b, 3c) Filtro: F180 3 Verduras (1 a, 2 c) Funcionalidad del acceso: Funcional 10 Cereales Presencia de Edema o ascitis: ++ (4 kg) 7 AOA Diuresis: 1-1.5 lt/24 horas 6 Grasas nPNA: 0.75 g/kg/día 3 Azucares TFG: 6 ml/min/1.73 m2 Frecuencia de consumo de: Medicamentos: Carne 1 veces/semana , Pollo 2 veces/semana, Pescado 2 Amlodipino 5 mg 1-0-1 veces/semana, Refresco 1/semana, Frutas/verduras:2 piezas/día, Furosemide 40 mg 1-1-1 Tortillas 3 piezas/día , Quesos 4 veces/semana Losartan 100 mg 1-0-0 Leche 0 veces/semana, Leguminosas 0 veces/semana, Huevo 2 Omeprazol 20 mg 1 cada 12 horas claras/ semana Ezetimiba/Simvastatina 10/10 mg 0-0-1 Sin consistencia ni equitatividad en el consumo de hidratos de Linagliptina carbono. Insulina (15-5 Mix.25) Distribución Desayuna: 2 F, 1 V, 3 Cer, 2 AOA, 2 Gras, 1 azúcar 6 HCO´s Complementos: Comida: 2 F, 1 V, 5 Cer, 5 AOA, 3 Grasa, 1 Azúcar 8 HCO’s Carbonato de calcio 600 mg 1-1-0 Cena : 1 F, 1 V, 2 Cer, 1 AOA, 1 Grasa, 1 Azúcar 4 HCO´s Posibles Repercusiones Nutricias: Amlodipino: Fatiga, sequedad bucal. Furosemida: Constipación, hiperglucemia. Ezetimiba/Simvastatina: Disminución de la absorción de grasa, carotenos, vitaminas A, D, K, vitamina B12 y Hierro. Astenia, dolor abdominal. MIS: 9 ( Desnutrición Moderada) Energía 2595 Kilocalorías (30 Kcal/Kg Peso Ajustado al Edema) Proteína 104 gr ( 1.2 gr/kg/Peso Ajustado libre de Edema) Diagnóstico. Falta de conocimientos acerca de alimentación y conceptos nutricios causado por creencias personales dañinas sobre alimentación o temas relacionados con nutrición (desconocimiento de alimentos que influyen en cifras glucémicas), evidenciado por la omisión de la cena como estrategia para mejorar el control glucémico y por un consumo inadecuado de proteínas (71.6 % de lo ideal). Alteración de valores de laboratorios relacionados a la nutrición (albúmina 1.4 gr/dl, Ferritina 760,Transferrina 117, Creatinina 7.47) , causado por insuficiencia renal, evidenciado por TFG de 6 ml/min/1.732 y edema. Objetivos: Mejorar el control glucémico, favorecer la pérdida de peso, mejorar condiciones de edema. Recomendaciones de electrolitos: Na <1173 mg (<3 gr NaCl); K <60 mEq/día; P <1190 mg/día Recomendaciones de Líquidos: 1500 ml de Líquidos totales al día, según diuresis. Plan: Plan de alimentación de 1700 Kcal, 88.5 gr de Proteína. 2.3 gr de NaCl (926 mg de Na) , 60.1 mEq K, 1050 mg P. Líquidos 1500 ml/día. Distribución: HCO 52.8 %, Proteínas 22.5 %, Lípidos 24.7 %. (3 F a, b, c, 2 V a,c, 11 C, 9 AOA, 3 Gy A) Distribución de Hidratos de Carbono de 25 % en Desayuno, 10 % en colación matutina, 30 % en Comida, 10 % en colación vespertina y 25 % en cena; 3-2-4-2-3. Educación: Relación dieta- electrolitos en sangre. Beneficios del ejercicio. Beneficios de la pérdida de peso pre-quirúrgica. Recomendaciones Nutricionales: Establecer horarios de comidas. No saltarse ningún tiempo de comida. Metas pautadas por el paciente: Llegar a 85 kg en el mes de Mayo. Respetar horarios de alimentación. Monitoreo: Ingesta Energética y proteica (Diario de 3 días y R24H), Composición corporal y ganancia de peso interdialítica. Diario de automonitoreo de glucosa en 1 mes. Próxima Cita. Miércoles 4 de Abril, 5 pm. Pendiente: Valorar inicio de AF según lo recomendado por su médico. Checar datos de Albuminuria. L.N. Iván Armando Osuna Padilla 62 Nota de Seguimiento Nutricional Nombre: GDSN S Edad: 61 años FECHA: 04 /Abr/12 Hora: 4:30 pm MOTIVO DE LA CONSULTA: MONITOREO DE PESO E INGESTA ALIMENTARIA. SIGNOS Y SÍNTOMAS GENERALES (ASTENIA, ADINAMIA): HA MEJORADO DISNEA Y CANSANCIO. REFIERE YA NO PERDER EL CABELLO. HIPERKALEMIA: NINGUNO HIPOKALEMIA: DEBILIDAD MUSCULAR EN UNA OCASIÓN. REFIERE CALAMBRES EN EXTREMIDADES INFERIORES EN SESIONES CON ULTRAFILTRACION EXCESIVA. HIPERFOSFATEMIA: NINGUNO AUTOMONITOREO: HA MEJORADO CONTROL GLUCEMICO. REFIERE MANEJAR GLUCOSAS DEBAJO DE 150 MG/DL. PRESENTA DIARIO DE GLUCOSA, OBSERVANDOSE CIFRAS MAXIMAS DE 206 MG/DL EN UNA OCASIÓN ANTES DEL DESAYUNO, EL RESTO CIFRAS MENORES A 160 MG/DL. TGI (APETITO, SACIEDAD TEMPRANA, DISGEUSIA, DIARREA, ESTREÑIMIENTO, NAUSEAS, VOMITOS): HA MEJORADO APETITO. CONTINÚA CON ESTREÑIMIENTO 2-3 VECES POR SEMANA. HA MEJORADO LA DISGEUSIA. HIDRATACIÓN: 800-1000 ML/DÍA. RECIBIO RECOMENDACIÓN DE MEDICO A TOMAR AGUA A LIBRE DEMANDA EN UNA OCASIÓN, DEBIDO A HIPOKALEMIA RELACIONADA A ULTRAFILTRACION EXCESIVA. Evaluación de estilo de vida Apego al plan de alimentación (0-10): Refiere un apego del 50%. Cumplimiento de metas pasadas: El paciente refiere haber respetado sus horarios de alimentación. Cambios recientes en la alimentación: Considera que ha logrado disminuir las cantidades de alimentos, pero no seguir el plan proporcionado. Barreras detectadas: Está fuera de casa la mayor parte del día, por lo que olvida realizar sus colaciones. Se considera muy antojadizo y constantemente come tacos o acude a restaurantes. No llevó a cabo el plan de alimentación debido a que siente que tiene muy poca variedad de alimentos. H a salido de viaje únicamente en 1 ocasión por 3 días desde la última consulta, durante el viaje consumió mariscos y bebió cerveza. Un día salió a cenar pizza con su familia. El resto de los días ha realizado sus comidas en casa. Comidas al día, colaciones, Horarios: Realiza 3 comidas: Desayuno 10 AM, Comida 3 PM, Cena 10 PM. No realiza colaciones. Manejo higiénico de los alimentos (Dónde come, quien prepara): La mayoría de las ocasiones come en casa, los alimentos los cocina su esposa. Actividad física/ejercicio: El médico ya autorizó inicio de AF, aún no inicia, refiere que iniciara de inmediato, pero no tener suficie nte fuerza para hacer una actividad planeada. Tabaquismo/ alcoholismo/Drogas: Negados. Conductas psicológicas relacionadas a la alimentación y la enfermedad: Paciente interesado en lograr pérdida de peso, lo desmotiva el hecho de apegarse a una alimentación poco variada. Antropométricos Bioquímicos Talla: 167 cm Peso Actual: 95 kg Peso Seco: 95 Peso Anterior: 95 kg Peso libre de Edema: 93 kg IMC: 31.5 interpretación: Sobrepeso PT: 72.8 kg %PT: 127.7 Interpretación: Obesidad PH: 97 kg %PH: 93.8% Interpretación: Déficit Leve PP: 4 kg %PP: 4.1 Interpretación: Pérdida Leve Peso Ajustado libre de Edema (KDOQI): 87.9 kg Circunferencia Cintura: 114.5 cm PCT: 33 mm(p>95, 275% ) Interpretación: Exceso de tejido adiposo CMB: 34.9 cm (p90) Interpretación: Estado Normal cAMB: 37.9 cm( p>5, 71.7 %) Interpretación: Desnutrición Moderada PAMB: 24.5 (p >10, 87.8 %) Interpretación: Desnutrición Leve Ganancia interdialítica: 3.5 kg % Ganancia de peso: 3.6 % Interpretación: Ganancia Adecuada Clínicos O T/A: 155/61 Diagnósticos: IRC secundaria a Glomeruloesclerosis Focal y Segmentaria. DM2, HAS, Dislipidemia Mixta. Frecuencia y duración: 3 veces por semana, 4 hr FS Prescrito y Real: 350 prescrito, real 314 (89.7%). Acceso: Catéter Permanente Subclavio Funcionalidad del acceso: Funcional Presencia de Edema o ascitis: + (2 kg) Diuresis: 900 ml/24 horas Proteinuria: 12.1 gr/24 horas nPNA: 1.14 g/kg/día Medicamentos: Prednisona 3 mg/día Furosemide 40 mg 1-1-1 Losartan 100 mg 1-0-0 Omeprazol 20 mg 1 cada 12 horas Ezetimiba/Simvastatina 10/10 mg 0-0-1 Linagliptina Insulina (15-5 Mix.25) Complementos: Carbonato de calcio 600 mg 1-1-0 Fecha: 7 /Mar/2012 Alb: 2.0↓ BUN: 69/22 Cr: 7.44 Glu: 83 Hb: 9.5 ↓ Hto: 29.6 ↓ K: 5.5 P: 5.6 Na: 140 Ca: 8.1 (Corregido 9.7) Producto Ca-P: 45 CTL: 2240 KtV: 2.05 URR: 69 Fecha: 18/03/12 Alb: 3.2 ↓ Cr: 9.2 Glu: 155 Hb: 9.6 ↓ K: 4.2 P: 5.4 Ca: 7.86 (Corregido 8.5) CTL: 2921 Colesterol: 238 ↑ Hto: 29 ↓ Na: 142 HDL: 39.6↓ TAG: 403↑ Dietéticos Vía alimentación: Oral Kcal:1445 Kcals % Adec: 55.6 % Dieta Hipocalórica Prot: 83.5 gr %Adec: 80.2 % Ingesta Deficiente Distribución: 43 % HC, 23 % Prot, 34 % Lip. Líquidos: 1275 ml/24 horas % Adec: 85% Ingesta Deficiente K: 1608 mg % Adec: 68.7 % Ingesta Deficiente P: 1092 mg % Adec: 92.7 % Ingesta Adecuada Na: 1273 mg % Adec: 108.5 % Ingesta Adecuada Equivalentes: D1: 3 F, 1 V, 6 Cer, 8 AOA, 5 Gras. 1300 Kcals. 73.8 gr (23%) Proteina. 111.2 gr (34%) HCO, 63.3 gr (44 %) Lípidos. 940 mg Fosforo, 1636 mg Potasio, 946 mg Sodio.979 ml Agua. D2: 0F, 0V, 14 Cer, 8 AOA, 3 Gras, 1 Lact. 1315 Kcals. 69.8 gr (21%) Proteina. 170.6 gr (51%) HCO, 41.2 gr (28 %) Lípidos. 716.8 mg Fosforo, 975 mg Potasio, 1885 mg Sodio.1715 ml Agua. D3: 0F, 3 V, 10 Cer, 9 AOA, 3 Gras, 1 Lact. 1716 Kcals. 106.9 gr (25%) Proteina. 193.6 gr (45%) HCO, 58.7 gr (31 %) Lípidos. 1622 mg Fosforo, 2214 mg Potasio, 990 mg Sodio.1226 ml Agua. Características de la Dieta (consumo de alimentos): En el R24H y diario de 3 días reporta consumo de lácteos (yogurt), y tacos de carnitas y chicharrón de puerco, así como beber refresco dietético en la comida. Omite colaciones matutina y vespertina por “falta de tiempo”. El consumo de hidratos de 63 A carbono no es consistente ni equitativo, como se observa en el consumo de raciones Posibles Repercusiones Nutricias: Ezetimiba/Simvastatina: Disminución de la absorción de grasa, de cereales. Distribución carotenos, vitaminas A, D, K, vitamina B12 y Hierro. Astenia. Desayuna: 2 F, 1 V, 3 Cer, 3 AOA, 5. 5 HCO’s Prednisona: Incremento catabolismo proteico, disminución en Comida: 0 F, 0 V, 3 Cer, 5 AOA, 0 Gras. 3 HCO´s absorción de Ca, P, K. Incremento en necesidades de B6, Cena : 1 F, 0 V, 0 Cer, 0 AOA, 0 Gras. 1 HCO´s Folato, Vitamina C, D y Zinc. Energía 2595 Kilocalorías (30 Kcal/Kg Peso Ajustado al Edema) Proteína 104 gr ( 1.2 gr/kg/Peso Ajustado libre de Edema) Diagnóstico. Selección inadecuada de alimentos con alto contenido en fosforo y potasio, causado por falta de conocimientos acerca de alimentación, evidenciado por la ingesta frecuente de lácteos y preparaciones de cerdo altas en sodio. Inactividad física causada por cambios en el estilo de vida desde que inicio la terapia sustitutiva, evidenciado por excesiva grasa subcutánea (PCT >p95 y Circunferencia Abdominal de 114.5 cm). Objetivos: Prevenir ganancia excesiva de peso interdialítica. Favorecer pérdida de peso. Recomendaciones de electrolitos: Na <1173 mg (<3 gr NaCl); K <60 mEq/día; P <1190 mg/día Recomendaciones de Líquidos: 1400 ml de Líquidos totales al día, según diuresis. Plan: Método de Equivalentes+ Menú para 7 días; 1633 Kcals , 105 gr de Proteína. 2.2 gr de NaCl (876 mg de Na) , 64.8 mEq K, 1210 mg P. Líquidos 1400 ml/día. Distribución: HCO 46 %, Proteínas 25.9 %, Lípidos 28.1 %. (3 F a,b, b), 2 V a,c, 9 C, 12 AOA, 3 G y A) Distribución de HCO: Des 25 %, Col 15 %, Comida 25 %, Colación 15 %, Cena 20 %; Raciones de HC: 3-2-3-2-2 Educación - P Prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares. Efecto de las modificaciones nutricionales en la salud. Control de la ganancia de peso interdialítica. Consecuencias de un pobre apego al plan de alimentación. Planeación de Menús para 3 días por parte del paciente. Metas pautadas por el paciente: - Realizar 10 minutos al día de caminata ligera, 5 veces por semana. No saltar las colaciones. Apegarse al horario de alimentos pautado. Monitoreo: Ingesta de Electrolitos (Diario de 3 días- día diálisis, fin de semana y día no diálisis- y R24H), Composición corporal y ganancia interdialítica. Pendiente: Enviar Menús para 7 días vía e-mail. L.N. Iván Armando Osuna Padilla 64 Nota de Seguimiento Nutricional #2 Nombre: GDSN S O A Edad: 61 años FECHA: 25 /Abr/12 Hora: 4:30 pm MOTIVO DE LA CONSULTA: MONITOREO DE PESO E INGESTA ALIMENTARIA. SIGNOS Y SÍNTOMAS GENERALES (ASTENIA, ADINAMIA): HA DISMINUIDO LA RESEQUEDAD DE PIEL. HA DISMINUIDO LA PERDIDA DE CABELLO. HA SENTIDO MAREOS EN 3 OCASIONES. HIPERKALEMIA: NINGUNO HIPOKALEMIA: CONTINUA CON CALAMBRES MUSCULARES DE MIEMBROS SUPERIORES E INFERIORES CUANDO SE ULTRAFILTRAN MAS DE 2 LITROS DE LIQUIDOS. HIPERFOSFATEMIA: NINGUNO AUTOMONITOREO: BUEN CONTROL DE GLUCOSA, REFIERE CIFRAS MAXIMAS DE 140 MG/DL. TGI (APETITO, SACIEDAD TEMPRANA, DISGEUSIA, DIARREA, ESTREÑIMIENTO, NAUSEAS, VOMITOS): MANTIENE BUEN APETITO. ESTREÑIMIENTO UNA VEZ POR SEMANA. HIDRATACIÓN: REFIERE NO HABER PODIDO LLEVAR LA RESTRICCION DE LIQUIDOS DEBIDO A QUE HA ESTADO TRABAJANDO BAJO EL SOL, Y LE DA MUCHO CALOR. TOMAR HASTA 2.5 LT AGUA AL DÍA Evaluación de estilo de vida Apego al plan de alimentación (0-10): Refiere un apego del 80%. Cumplimiento de metas pasadas: Refiere continuar apegándose al horario de alimentación, y haber iniciado AF. Cambios recientes en la alimentación: Continúa comiendo porciones pequeñas de alimentos. Horarios: Realiza 3 comidas. No ha logrado seguir un horario establecido. Actividad física/ejercicio: Inició bicicleta 20 minutos y caminadora 20 minutos, con una frecuencia de 2 días a la semana. Tabaquismo/ alcoholismo/Drogas: Negados. Conductas psicológicas relacionadas a la alimentación y la enfermedad: Dice sentirse frustrado ya que debido a su trabajo, ha tenido que comer fuera de casa de lunes a viernes, por lo que no ha logrado seguir el plan de alimentación, y debido al clima caluroso no se puede apegar a la recomendación de restricción de líquidos. Antropométricos Bioquímicos Talla: 167 cm Peso Actual: 95 kg Peso Seco: 95 Peso Anterior: 95 kg Peso libre de Edema: 93 kg IMC: 29.3 interpretación: Sobrepeso PT: 72.8 kg %PT: 127.7 Interpretación: Obesidad PH: 97 kg %PH: 93.8% Interpretación: Déficit Leve Peso Ajustado libre de Edema (KDOQI): 87.9 kg Circunferencia Cintura: 112 cm PCT: 30 mm(p>95, 260% ) Interpretación: Exceso de tejido adiposo CMB: 37.1 cm (p90) Interpretación: Estado Normal cAMB: 50.9 cm (p>50, 97.6 %) Interpretación: Masa Muscular Promedio PAMB: 27.6 (p >10, 103 %) Interpretación: Estado Normal Ganancia interdialítica: 3.6 kg % Ganancia de peso: 4 % Interpretación: Ganancia Adecuada Fecha: 28 /Abr/2012 Alb: 2.8 ↓ BUN: 61/24 Cr: 9.03 Glu: 243 Col. Tot: 145 TG: 261 Hb: 10.8 Hto: 34 KtV: 2.05 URR: 61↓ K: 6.3↑ P: 7.8↑ Na: 140 Ca: 8.8 (Corregido 9.7) Producto Ca-P: 69 ↑ CTL: 2760 Transferrina: 229 Hierro: 51↓ Ferritina: 137.3 Cap. Fijación Hierro: 227↓ TIBC: 278 Clínicos Dietéticos Vía alimentación: Oral T/A: 152/85 Diagnósticos: IRC secundaria a Glomeruloesclerosis Focal y Kcal: 1684 Kcals 64.8 % Adec: Dieta Hipocalórica Prot: 113.2 gr %Adec: 108 % Ingesta Excesiva Segmentaria. DM2, HAS, Dislipidemia Mixta. Distribución: 42.2 % HC, 26.5 % Prot, 27.8 % Lip, Grasa Sat 7.8% Frecuencia y duración: 3 veces por semana, 4 horas Líquidos: 2245 ml/24 horas % Adec: 160 % Ingesta Excesiva FS Prescrito y Real: 350 prescrito, real 302 (86%). K: 2501 mg (64 mEq) % Adec: 106 % Ingesta Excesiva Acceso: Catéter Permanente Subclavio P: 1394 mg % Adec: 117 % Ingesta Excesiva Funcionalidad del acceso: Funcional Na: 1561 mg (4 gr NaCl) % Adec: 133% Ingesta Excesiva Presencia de Edema o ascitis: + (2 kg) Características de la Dieta (consumo de alimentos): Diuresis: 1350 ml/24 horas En el R24H reporta un consumo excesivo de líquidos, mal apego a los horarios de nPNA: 0.966 gr/kg/día alimentación, consumo de lácteos y mariscos, y nula ingesta de frutas. TFG: 6 ml/min/1.73 m2 Medicamentos: Distribución Prednisona 3 mg/día Desayuna: 0 F, 0 V, 3 Cer, 3 AOA, 0 Gras. 3 HCO´s Comida: 0 F, 0 V, 3 Cer, 5 AOA, 3 Gras. 3 HCO´s Furosemide 40 mg 1-1-1 Cena : 0 F, 1 V, 2 Cer, 2 AOA, 1 Gras. 2 HCO´s Losartan 100 mg 1-0-0 Omeprazol 20 mg 1 cada 12 horas Ezetimiba/Simvastatina 10/10 mg 0-0-1 Linagliptina Insulina (15-5 Mix.25) Complementos: Carbonato de calcio 600 mg 1-1-0 MIS: 6 (Desnutrición Leve) Energía 2595 Kilocalorías (30 Kcal/Kg Peso Ajustado al Edema) Proteína 104 gr ( 1.2 gr/kg/Peso Ajustado libre de Edema) Diagnóstico. Selección inadecuada de alimentos causada por falta de conocimientos en nutrición, evidenciada por ingesta excesiva de proteínas (108 % de adecuación). Falta de adherencia a las recomendaciones nutricionales causada por falta de autocontrol, evidenciado por ingesta excesiva de líquidos 65 (160 % de adecuación). Objetivos: Favorecer la pérdida de peso. Recomendaciones de electrolitos: Na <1173 mg (<3 gr NaCl); K <60 mEq/día; P <1190 mg/día Recomendaciones de Líquidos: 1850 ml de Líquidos totales al día, según diuresis. Plan: Método de Equivalentes+ Menú para 7 días; 1633 Kcals , 105 gr de Proteína. 2.2 gr de NaCl (876 mg de Na) , 64.8 mEq K, 1210 mg P. Líquidos 1500 ml/día. Distribución: HCO 46 %, Proteínas 25.9 %, Lípidos 28.1 %. (3 F a,b, b), 2 V a,c, 9 C, 12 AOA, 3 G y A) Distribución de HCO: Des 25 %, Col 15 %, Comida 25 %, Colación 15 %, Cena 20 % . Raciones de HC: 3-2-3-2-2 P Educación - Alimentos altos en Potasio y Fósforo.. Efectos en la salud. Estrategias para mitigar la sed. Metas pautadas por el paciente: - Incrementar la actividad física a 4 días por semana, 20 minutos de caminadora y 10 minutos de bicicleta. Acudir a estrategias para mitigar la sed. Monitoreo: Ingesta de Electrolitos (Diario de 3 días- día diálisis, fin de semana y día no diálisis- y R24H), Composición corporal y ganancia interdialítica. L.N. Iván Armando Osuna Padilla 66 Bibliografía 1. Méndez A, Méndez J, Tapia T, Muñoz A. Epidemiología de la insuficiencia renal crónica en México. Diálisis y Trasplante. 2010; 31 (1); 7-11 2. Pacheco L, Durán L. Diagnostico de la enfermedad renal crónica como trazador de la capacidad técnica en la atención medica en 20 estados de México. Salud Pública Mex. 2011; 53(S4): 499-505 3. Franco F, Tirado L. Una estimación indirecta de las desigualdades actuales y futuras en la frecuencia de la enfermedad renal crónica terminal en México. Salud Pública MEx. 2011; 53(4): 506-515 4. Tirado L, Durán J. Las unidades de Hemodiálisis en México: Una evaluación de sus características, procesos y resultados. Salud Pública de México. 2011; 53(4); S491S489 5. Dalrymple L, Katz R. Chronic Kidney Disease and the Risk of end Stage Renal Disease versus Death. Journal of General Internal Medicine. 2011. 26(4): 379-385. 6. Obrador G, García G. 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Bajo: Hipofosfatemia congénita, anemia, síndrome nefrótico. Amonio 15-110 15-110 µg/dL Alto: Enfermedad hepatoceluar primaria, Síndrome de Reye´s, Hipertensión Portal, sangrado u obstrucción gastrointestinal. Bajo: Hipertensión esencial B12 100-700 pg/mL 100-700 pg/mL Alto: Leucemia, Pilicitemia Vera, Disfunción hepática severa. Baja: anemia perniciosa, Gastritis atrófica, síndrome de malabsorción, Enfermedad Inflamatoria Intestinal, Síndrome Zollinger-Ellison, Aclorhidria, embarazo, deficiencia de vitamina C o acido Fólico. BUN 10-20 mg/dL 60-80 mg/dL Alto: Ingesta gastrointestinal, proteica excesiva, deshidratación, sangrado hipercatabolismo, diálisis inadecuada, rechazo de trasplante, Falla cardiaca congestiva. Bajo: falla hepática, Sobrecarga hídrica, baja ingesta proteica, malabsorción, incremento en la secreción de hormonas anabólicas. Calcio sérico 9.0-10.5 mg/dL 9.0-10.5 mg/dL Alto: Exceso en vitamina D/Calcio, incremento en absorción carcinoma, gastrointestinal, enfermedad inmovilización, osteolitica, hiperparatiroidismo primario, deshidratación, enfermedad de los huesos por aluminio. Bajo: Déficit de Vitamina D, malabsorción, postparatiroidectomía, hipoparatiroidismo con albúmina baja, terapia con Fenitoina. 75 Ceruloplasmina 23-43 mg/dL 23-43 mg/dL Alto: Respuesta inflamatoria aguda en Cáncer, Cirrosis Biliar, Embarazo, Intoxicación por Cobre. Bajo: Síndrome Nefrótico, Kwashiorkor, Sprue, Hiperalimentación. Cloro 100-106 mEq/L 100-106 mEq/L Alto: Exceso de sal, deshidratación, acidosis metabólica, uso excesivo de medicamentos con cloro, hipoparatiroidismo primario. Bajo: Acidosis diabética, deficiencia de Potasio, Alcalosis metabólica, Pérdidas gastrointestinales, vómitos, Pielonefritis crónica, Dilución por exceso de líquidos. Dióxido de Carbono 23-30 mEq/L ≥22 mEq/L Colesterol Alto: Acidosis Metabólica Bajo: alcalosis Metabólica Total < 200 mg/dL <150-180 Alto: Dieta alta en colesterol y grasa saturada, mg/dL desordenes hereditarios del metabolismo de lípidos, síndrome Nefrótico, terapia con glucocorticoides. Bajo: Infección aguda, desnutrición energético-proteica. Creatinina 0.5- 1.1 mg/dL 2-15 mg/dL Alto: Daño muscular, catabolismo, Distrofia Muscular, Mujeres ingesta excesiva de proteínas, diálisis inadecuada, 0.6- 1.2 mg/dL rechazo de trasplante, relacionado a masa muscular y Hombres TFG. Bajo: En diálisis crónica <10 mg/dL indica desnutrición energético-proteica y desgaste de musculo. Proteína C Reactiva < 0.8 mg/dL < 0.8 mg/dL Alto: Artritis, Enfermedad de Crohn, Lupus eritematoso, Infarto Agudo al Miocardio, Rechazo de trasplante Renal o de Medula Ósea, Infección bacteriana, Tuberculosis, enfermedad maligna. Ferritina 12-300 ng/mL ≥100 ng/mL Hombres 10-150 Alto: sobrecarga de Hierro, deshidratación, Inflamación, ng/mL Bajo: Deficiencia de Hierro Mujeres Ácido Fólico 5-20 µg/mL 5-20 µg/dL Alto: anemia perniciosa, vegetarianismo, transfusión sanguínea reciente. Bajo: Deficiencia de ácido fólico, anemia hemolítica, síndrome de malabsorción, enfermedad hepática, embarazo, alcoholismo, anorexia nerviosa. Globulina 2.3-3.4 g/dL 2.3-3.4 g/dL Alto: Infección, enfermedad hepática, leucemia, Hepática crónica, hiperlipidemia Bajo: Desnutrición Glucosa en Ayuno 70-105 mg/dL 70-105 mg/dL Alto: <200 hipertiroidismo, estrés agudo, quemaduras, acidosis mg/dl DM, Disfunción 76 casual diabética, insuficiencia pancreática, intolerancia a la glucosa. Bajo: hiperinsulinemia, abuso de OH, tumores pancreáticos, falla hepática, disfunción pituitaria, desnutrición, ejercicio extrema 42-52 % Hombres Hematocrito 33-36 % Alto: Policitemia, deshidratación 37-47 % Mujeres Bajo: Anemia, Perdida de Sangre, Enfermedad Renal Crónica, Eritropoyetina insuficiente. 14-18 Hemoglobina g/dL 11-12 g/dL Alto: Deshidratación Hombres 12-16 Bajo: g/dL Sobrehidratación, deficiencia de hierro prolongada, anemia, pérdida de sangre, ERCT Mujeres 60-175 Hierro mg/dL Hombres 50-170 60-175 mg/dL Hombres mg/dL Mujeres 50-170 Alto: Sobrecarga de Hierro, Anticonceptivos orales, hemolisis. mg/dL Mujeres Bajo: Deficiencia de Hierro, baja ingesta de hierro, perdida sanguíneas por periodos prolongados, crecimiento acelerado. HDL:>45 mg/dL Hombre >55 mg/dL Mujer LDL: 60-180 mg/dL VLDL: 25-50 Lipoproteínas mg/dL HDL:>45 mg/dL Hombre >55 mg/dL Mujer LDL: 60-180 mg/dL VLDL: 25-50 Alto: mg/dL Bajo: HDL (lipoproteinemia familiar, ejercicio (Lipoproteinemia familiar, síndrome excesivo). LDL/VLDL nefrótico, hipotiroidismo, enfermedad hepática crónica, control glucémico pobre). HDL: (hipolipoproteinemia familiar, enfermedad hepatocelular, hipoproteinemia por desnutrición o síndrome nefrótico). LDL/VLDL: (hipolipoproteinemia familiar, hipoproteinemia por malabsorción, quemaduras severas o desnutrición). Conteo Total Linfocitos % de 3 1500-4000 mm 3 1500-4000 mm altitud elevada. (CTL= Linfocitos Alto: Infecciones virales agudas, hipertiroidismo, Baja: Desnutrición x Leucocitos) Magnesio 1.2-2.0 mEq/L 1.2-2.0 mEq/L Alto: Ingesta excesiva de magnesio en dializado, medicamentos con magnesio o infusión parenteral. Baja: Diurético, Cetoacidosis, hipercalcemia, abuso de OH, síndrome de realimentación, diarrea, malabsorción, desnutrición. Volumen 80-95 µm3 80-95 µm3 Alto: deficiencia de acido fólico/B12, cirrosis, Corpuscular Medio reticulocitis, alcoholismo crónico. (VCM) Bajo: deficiencia crónica de hierro, anemia de 77 enfermedad crónica (>120 perniciosa, <78 microcitica, <664 deficiencia de hierro) Fósforo 3.0 – 4.5 mg/dL 3.0 – 6.0 mg/dL Alto: ERC, osteodistrofia, intoxicación por vitamina D, ingesta excesiva de alimentos altos en fosforo, Quelantes de fosforo inadecuados. Bajo: Deficiencia de vitamina D, baja ingesta, Exceso de quelantes de fosforo, malabsorción/diarrea/vómitos, alcalosis, acidosis diabética, terapia con diuréticos, alcoholismo, síndrome de realimentación, post- paratiroidectomia, osteomalacia. Potasio 3.5-5.0 mEq/L 3.5-6.0 mEq/L Alto: ERC, destrucción de tejido, shock, acidosis, deshidratación, hiperglucemia, uso excesivo de antagonistas de la aldosterona, diuréticos, ingesta oral excesiva, diálisis inadecuada. Bajo: Terapia con vomito/diarrea/laxantes diuréticos, o abuso abuso de de OH, enemas, malabsorción, corrección de acidosis diabética. Prealbúmina/Transt 15-36 mg/dL ≥30 mh/dL Bajo: Enfermedad hepática, desnutrición, inflamación. irretina Proteínas Totales Alta: Administración de corticoides 6.4-8.3 g/dL 6.4-8.3 g/dL Alta: deshidratación, enfermedades infecciosas agudas o crónicas. Baja: Desnutrición, malabsorción, cirrosis, esteatorrea, edema, síndrome nefrótico. Hormona Intacta Paratiroidea Intacta pg/mL 10-65 N terminal: 150-300 pg/mL 8-24 pg/mL Alta: hiperparatiroidismo, cáncer de pulmón o riñón, hipocalcemia, síndrome de malabsorción, deficiencia de vitamina D. Bajo: hipoparatiroidismo, hipercalcemia, tumor de hueso metástasis, sarcoidosis, intoxicación por vitamina D, hipomagnesemia. C terminal: 50-330 pg/mL Sodio 136-145 mEq/L 136-145 mEq/L Alto: deshidratación, diabetes insípida. Bajo: Sobrehidratación, uso inapropiado de diuréticos ADH, quemaduras, ayunos prolongados, insuficiencia adrenal, hiperglucemia, acidosis diabética, hiperproteinemia. Capacidad Total de 250-420 µg/dL 250-420 µg/dL Alto: Deficiencia crónica de hierro, embarazo, Fijación de Hierro alcoholismo, hepatitis aguda. (TIBC) Bajo: cirrosis, desnutrición, infección o enfermedad 78 crónica, sobrecarga de hierro, inflamación. 215-265 Transferrina mg/dL 215-265 mg/dL Alta: Hombre alcoholismo, hepatitis aguda. 250-380 mg/dL Bajo: Cirrosis, desnutrición, infección o enfermedad Mujer Mujer crónica, sobrecarga de hierro, inflamación. 20-50 % Hombres ≥20 % Alto: Sobrecarga de hierro, embarazo, alcoholismo, Hombre 250-380 Saturación de mg/dL 15-50 % Mujeres Transferrina Deficiencia crónica de hierro, embarazo, hepatitis aguda. Bajo: cirrosis, desnutrición, enfermedad o infección crónica, deficiencia de hierro. 40-160 Triglicéridos mg/dl <200 mg/dL hombres 35-135 OH, infarto al miocardio, diabetes, uso de esteroides, mg/dL síndrome nefrótico. Mujer 2.1-8.5 Ácido Úrico Zinc Alto: enfermedad hepática, gota, pancreatitis, abuso de Bajo: desnutrición, malabsorción. mg/dL 2.1-8.5 mg/dL hombres hombres 2.0- 6.6 mg/dL 2.0- 6.6 mg/dL Mujer Mujer 85-120 µg/dL 85-120 µg/dL Alto: gota, ERC temprana, diuréticos Tiazidas, ayuno. Bajo: Dosis elevadas de salicilatos, falla hepática. Alto: Muestra contaminada, hemolisis. Baja: baja ingesta o baja absorción, incremento en las necesidades o en las pérdidas, alcoholismo, cirrosis hepática. Producto Calcio <55 mg/mL Alto: Calcificación metastásica Fosforo (Ca x P) (McCann L, 2005) 79 Anexo 2. Principales signos de Desnutrición Parte del Signos Descripción Nutrimento Falta de brillo Cambios no relacionados a exposición al sol, calor, Proteína Delgado y escaso daño físico, tratamientos cosméticos o enfermedades Proteína/biotina/Zinc Despigmentado del cuero cabelludo. Proteína Cuerpo Cabello Cara Desprendimiento Proteína/Zinc/Ácidos fácil grasos esenciales Despigmentación Ocurre en individuos de tez morena o raza negra. Proteínas/Calorías Disebácea Surgimiento de tampones de queratina amarillenta Complejo B de los folículos. Ojos Xerosis conjuntival Resequedad en ojos Vitamina A Manchas de Bitot Placas blanquecinas que representan queratinización Vitamina A de la conjuntiva. Lengua Mucosas y Xerosis Corneal Alteraciones en la capa de la córnea. Vitamina A Keratomalacia Reblandecimiento de la cornea Vitamina A Atrofia Papilar Atrofia de las papilas linguales Hierro Estomatitis angular Fisuras en los ángulos de la boca Riboflavina Queilosis Inflamación de los labios Complejo B Palidez Encías Piel Hierro Sangrado Hinchazón del tejido gingival Vitamina C Rojo brillante Decoloración del tejido gingival Vitamina A Ulceraciones Inflamación Vitamina C, Folato y B12 Xerosis Reseca y escamosa Ac. Grasos esenciales/Zn Hiperqueratosis Piel reseca con obstrucción de los poros por Vitamina A Folicular queratina Petequias Sangrado por debajo de la piel por vasos sanguíneos Vitamina C, K rotos. Uñas Dermatitis Pelagrosa Hiperpigmentación de la piel Niacina Coiloniquia Uñas en forma de cuchara Hierro Grietas transversales Grietas semicirculares en el crecimiento de la uña Vitamina C Manchas Blancas Manchas blancas en la uña Zinc Crecimiento de la parte final de los huesos largos Vitamina C y D Aumento del tamaño de las uniones costocondrales. Vitamina D Musculo/ Crecimiento Esquelético Articulaciones Rosario costal de (McCann L, 2005) 80 Anexo 3. Signos y Síntomas de las anormalidades del Potasio Sistema Hipokalemia Hiperkalemia Laboratorio <3.5 mEq/L >6.0 mEq/L Muscular/Esquelético Cansancio muscular general, calambres, dificultad para respirar. Cansancio generalizado, hormigueos, dificultad para hablar, respirar y deambular. Efectos Cardiacos Taquicardia. Bradicardia Gastrointestinales Disminución de peristalsis, nauseas y Disminución de la peristalsis seguida vómitos, de nauseas y diarrea. constipación, distención abdominal, anorexia Sistema Nervioso Letargo, apatía Irritabilidad, confusión mental (McCann L, 2005) 81 Anexo 4. Clasificación del Edema Grado Edema Exceso de Peso Hídrico + Tobillo 1 kg ++ Rodilla 3-4 kg +++ Raíz de la pierna 5-6 kg +++ Anasarca 10-12 kg (Martins, 2004) 82 Anexo 5. Interacciones Medicamento-Nutrimento Medicamento Nutrimento Alcohol Incrementa la excreción de Mg, Potasio, Zinc, altera la utilización de acido fólico. Antibióticos Cycloserina Disminuye niveles de B12, B6 y Ácido Fólico. Neomicina Disminuye la absorción de grasa, lactosa, proteínas, vitamina A, D, K, B 12, Ca++, K+ y Fe++. Isoniazida Tetraciclina Deficiencia de Piridoxina Deficiencia de Ca++, Mg++, Hierro y Zinc. Incremento en orina de potasio y magnesia. Hipokalemia Tobramicina Antiácidos Disminución en la absorción de P y Fe++ Anticoagulantes Disminución de vitamina K Anticonvulsionantes Disminución de B12, B9, Ca++, Mg++, Piridoxina, vitamina K y D. Piridoxina puede incrementar el efecto de la droga Phenobarbital Anti-Gota Incremento en excreción de K+, Na+, Ca++, Mg++, P, Cl, B2, aminoácidos, AINES Disminución en absorción de B9, Na, K, Vit. C, B12, grasa y nitrógeno. Corticoesteroides Incremento en catabolismo proteico/ disminución en síntesis. Disminución en absorción de Ca++, P, K+. Incremento en las necesidades de B6, B9, vitaminas C, D, Zinc. Diuréticos Incremento en excreción urinaria de Mg++, Zinc, K+, B1 Hipocolesterolemicos Disminución en absorción de: Grasa, carotenos, vitamina A, D, K, B 12 y Fe. Laxantes Incremento en excreción de grasa en heces, Ca++, K+, Mg, líquidos, caroteno y algunas vitaminas. Aceite Mineral Disminución en absorción de vit. A, D, E, K, Ca++. (McCann L, 2005) 83 Anexo 6. Interpretación del Porcentaje de Adecuación Energética y de Nutrimentos Porcentaje de Diagnostico de la evaluación de Diagnostico para la evaluación Adecuación energía nutrimentos <90 % Dieta hipoenergética o hipocalórica Dieta baja o insuficiente en … 90 a 110% Dieta isoenergética o isocalórica Dieta con un consumo adecuado de… >110 % Dieta hiperenergética o hipercalórica Dieta con un consumo excesivo de … de (Haua K, 2010) 84 Anexo 7. Interacciones Alimento-Medicamento Consumo de Medicamento Afectado Acción Cafeína, restricción de sodio, deficiencia de Litio Incrementa la toxicidad del medicamento potasio Ciclosporina, Jugo de toronja nifedipino, Bloqueadores del canal de Calcio Disminuye la presistémica eliminación causando incremento del medicamento. Tiazidas Extracto de regaliz (licorice) Pérdida excesiva de K, disrritmia cardiaca. Inhibidores Sustitutos de Sal Fuentes de Tiramina/dopamina (hígado, salami, embutidos curados o en vinagre, queso añejo, yogurt, pasas, plátanos, higos, habas, de la Enzima Elevación de los niveles de convertidora de Angiotensina Potasio Inhibidores de la Monoamino Crisis hipertensivas, riesgo de Oxidasa hemorragia intracraneal, dolor de cabeza etc.) (McCann L, 2005) 85 Anexo 8. Efectos de suplementos herbolarios Hierba Hierba de Uso Comentarios / Efectos Ansiedad/ Depresión Interacciona con diversas drogas, incluyendo los inmunosupresores. Gripa Puede empeorar trastornos inmunes/ DM1, interactúa con medicamentos San Juan Equinacea inmunosupresores. Ajo Ginseng Dislipidemia/Protección al Gastritis, mal alimento, sudoración, mareo, deterioro de la coagulación corazón de la sangre, puede afectar a la insulina y a antidiabéticos orales. Estrés, TA, depresión, memoria Ansiedad, incremento en la TA, insomnio, dolores de cabeza, ataques de asma, hipoglucemia, disminución de la actividad anticoagulante. NO UTILIZAR EN ERC Ginkgo Memoria, Concentración y vomito, diarrea, anorexia. Biloba Valeriana Dolor de cabeza, ansiedad, incremento en el riesgo de sangrado, nauseas Insomnio Dolor de cabeza, excitabilidad, disturbios cardiacos, nauseas y vómitos, anorexia, hepatotoxicidad, insomnio, cambios en la visión. Feverfew Dolor de cabeza, migraña Ulceras en boca, incremento de ritmo cardiaco, disminución de absorción de hierro, nauseas, vomito, anorexia, dolor muscular. (McCann L, 2005) 86 Anexo 9. Requerimientos de Vitaminas en ERC Vitaminas Recomendación Diaria Tiamina 1.1-1.2 mg Suplemento Riboflavina 1.1-1.3 mg Suplemento Piridoxina 10 mg Suplemento Ac. Ascórbico 75-90 mg Suplemento Ácido Fólico 1 mg Suplemento Cobalamina 1.2 µg Suplemento Niacina 14-16 mg Suplemento Biotina 30 µg Suplemento Ácido Pantoténico 5 mg suplemento Retinol 700-900 µg No Suplementar Alfa-tocoferol 400-800 UI Suplemento Vitamina K 90-120 µg Ingesta No suplementar MINERALES Y ELEMENTOS TRAZA Fósforo 800-1000 mg Ingesta Calcio 2000 mg Ingesta incluyendo quelantes de fosfato Sodio 2000-2300 mg Ingesta (5-6 g NaCl) Potasio 50-70 mmol Ingesta (1950-2730 mg) Hierro 8 mg (hombre), 15 mg (mujer) de Ingesta Zinc 10-15 mg (hombre) y 8-12 mg (mujer) Ingesta. No suplementar Selenio 55 µg Ingesta (no suplementar) (Fouque d, 2007) 87 Anexo 10. Estrategias de automonitoreo en pacientes con ERC y DM Principios de Automonitoreo Ejemplos de aplicación Persuasión Verbal; cambio de creencias en Implementar un programa educativo acerca del impacto de la enfermedad en el estado salud, valores y percepciones de riesgo y de salud, el tratamiento recomendado, las consecuencias de la adherencia y de la no severidad de la enfermedad; convencimiento adherencia. acerca de los beneficios del cambio de conducta. Personalizar de Determinar el nivel de motivación del paciente para implementar conductas de preparación de cambio del paciente; hacer frente los mensajes al estado automonitoreo en su vida diaria (motivación para realizar ejercicio, por ejemplo). a las intenciones del paciente a cambiar la Evaluar como las creencias y percepciones influyen en la adherencia al tratamiento. conducta no saludable, así como a las creencias y preferencias hacia la enfermedad y su manejo. Automonitoreo; autoregulación; establecimiento Ayudar a los pacientes en el desarrollo de la auto-conciencia de sus conductas que le de estrategias de retroalimentación. ayudarán a mantener y mejorar su salud física (diarios de alimentos, diarios de actividad física, control de peso semanal, automonitoreo de la presión arterial) Control de estímulos; ayudar al paciente a Ayudar al paciente a identificar factores o estímulos que lo predisponen a cometer las mejorar su habilidad para tener un mejor control conductas no saludables y con ello una pobre adherencia al tratamiento. Ayudar al de los estímulos que lo llevan a cometer la paciente a evitar o cambiar las respuestas a dichos estímulos. conducta no saludable. Establecimiento de metas Ayudar al paciente a identificar sus metas en materia de salud. Una vez identificadas, establecer metas intermedias, es decir, metas a corto plazo que consisten en pequeños cambios de la conducta, que a la larga lograran un cumplimiento de la meta final. Es necesario monitorear constantemente el progreso de las metas pautadas, y establecer nuevas metas cuando sea necesario. Cuando éstas no son cumplidas, es importante evaluar las razones por las cuales no se cumplió y replantear nuevas. Resolución de problemas Utilizar escenarios o ejemplos de situaciones del pacientes que logren una mejor adherencia al tratamiento, posteriormente discutir como dichas situaciones pueden ser resueltas. El hecho de preveer posibles recaidas es una buena estrategia de resolución de problemas, sobre todo cuando se cursan por situaciones de alto riesgo de conductas no saludables o adherencia nula. Red de apoyo social Incorporar a los familiares y amigos en el proceso de cambio conductual del paciente. Promover la autoconfianza y la autoeficacia; Persuadir al paciente acerca de su capacidad para lograr las metas conductuales reforzar los pensamientos positivos hacia la establecidas. Hacerle ver que experiencias previas no tienen por qué predecir futuros probabilidad de lograr un buen automanejo. fracasos. Mediante el establecimiento de metas mediante pequeños cambios el paciente experimenta un mayor control acerca del cumplimiento de las metas. Enfrentar las barreras Identificar las barreras para la adherencia desde la perspectiva del paciente. Reforzamiento positivo Proveer reforzamiento positivo para mejorar la adherencia y el estado de salud. Motivar al paciente a darse recompensas ante el cumplimiento de las metas. K/DOQI, 2007 88 Anexo 11. Cambios Terapéuticos en el Estilo de Vida (Dieta TLC) Nutrimento Ingesta Recomendada Grasa Saturada <7% de las calorías totales Grasa polinsaturada >10% del total de las calorías Grasa monoinsaturada >20% de las calorías totales Grasa total 25-35% del total de las calorías Hidratos de Carbono 50-60% de las calorías totales Fibra 20-30 gr/día Proteína Aproximadamente 15% del total de las calorías Colesterol <200 mg/día Calorías Totales Mantener un equilibrio entre el gasto y la ingesta energética. (K/DOQI, 2003) 89