Sentencia 208/2002 del Tribunal Supremo, Sala de lo Contencioso

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SENTENCIA DEL TRIBUNAL
SUPREMO, REC. 208/2002 SALA DE
LO CONTENCIOSO,
RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL
DE LA ADMINISTRACIÓN ;
INDEMNIZACIÓN DE DAÑOS Y
PERJUICIOS POR LA MUERTE DE
UN TRABAJADOR (PODER
JUDICIAL 20 DE JUNIO DE 2003)
Cendoj: 28079130062003100388
Organo: Tribunal Supremo. Sala de lo
Contencioso
Sede: Madrid
Sección: 6
N° de Recurso: 208/2002
Fecha de Resolución: 20030620
Procedimiento: RECURSO CASACIÓN
PARA LA UNIFICACIÓN DE
DOCTRINA
Ponente: D. ENRIQUE LECUMBERRI
MARTI
Tipo de Resolución: Sentencia
Resumen:
RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL.
RECLAMACIÓN DE INDEMNIZACIÓN
AL INSTITUTO CATALÁN DE LA
SALUD POR FALLECIMIENTO A
CONSECUENCIA DE VIH POR
INFECCIÓN EN TRANSFUSIÓN DE
SANGRE. HA LUGAR.
Descriptores
SENTENCIA
En la Villa de Madrid, a veinte de Junio de
dos mil tres.
Visto por la Sala Tercera del Tribunal
Supremo, Sección Sexta, constituida por los
señores arriba anotados, el recurso de
casación para la unificación de doctrina
número 208/2002, que ante la misma pende
de resolución, interpuesto por D. José y Dª
Ángeles , contra la sentencia que dictó la
Sala de lo Contencioso-Administrativo del
Tribunal Superior de Justicia de Cataluña,
Sección Primera, de fecha 19 de julio de
2001 -recaída en los autos 356/96 y 429/97,
acumulados-, que estimó la falta de
legitimación
pasiva
del
Consorcio
Hospitalario Parc Taulí y desestimó el
recurso
contencioso-administrativo
deducido frente a la denegación presunta,
por silencio administrativo, del Instituto
Catalán de la Salud de la reclamación de
indemnización por daños y perjuicios
ocasionados por el fallecimiento de Dª
María Dolores .
Ha comparecido en calidad de parte
recurrida en este recurso de casación para la
unificación de doctrina el procurador D.
Jordi Fontquerni Bas, en nombre y
representación del Instituto Catalán de la
Salud
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- La Sección Primera de la Sala
de lo Contencioso-Administrativo del
Tribunal Superior de Justicia de Cataluña
dictó sentencia el 19 de julio de 2001 cuyo
fallo dice:
"1) Que estimamos la falta de legitimación
pasiva del Consorcio Hospitalario Parc
Taulí y 2) que desestimamos el recurso
contencioso-administrativo interpuesto por
Dª Ángeles y D. José contra el acto
denegatorio presunto del Instituto Català de
la Salut sobre la indemnización por
daños/perjuicios ocasionados por la muerte
de Dª María Dolores ; cuyo acto declaramos
conforme a Derecho. Sin costas."
SEGUNDO.- En fecha 25 de octubre de
2001 se interpone por D. José y Dª Ángeles
recurso de casación para unificación de la
doctrina, ante la Sección Primera de la Sala
de lo Contencioso-Administrativo del
Tribunal Superior de Justicia de Cataluña,
al amparo del artículo 96 y de conformidad
al 97 de la Ley de la Jurisdicción, y que
basa en la doctrina de este Tribunal
Supremo, en concreto en la establecida en
la sentencia dictada por esta Sala el 6 de
febrero de 1996, recaída en el recurso de
casación 1074/1993, que aporta como de
contraste; asimismo, aporta las sentencias
de la Sección Cuarta de la Sala de lo
ContenciosoAdministrativo
de
la
Audiencia Nacional de 30 de junio de 1999
(recurso 206/1998) y de 24 de mayo de
2000 (recurso 25/1998), y la sentencia del
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Tribunal Superior de Justicia de Asturias de
23 de julio de 1997 (recurso 2340/1995); y
finalmente suplica a la Sala que dicte
sentencia por la que declare que la doctrina
legal correcta es la contenida en las
sentencias de contraste, con estimación de
la demanda formulada por esta parte, case y
anule la sentencia de instancia y conceda la
indemnización solicitada.
designa Magistrado ponente y quedan
pendiente
de
señalamiento
para
deliberación y fallo cuando por turno
corresponda, que se fija para el día 10 de
junio de 2003, fecha en que tuvo lugar,
habiéndose observado en su tramitación las
reglas establecidas por la ley.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
TERCERO.- Conferido traslado para
formular la oposición al recurso interpuesto
de contrario, la representación procesal del
Instituto Catalán de la Salud presenta
escrito en fecha 11 de enero de 2002 ante la
Sala lo de Contencioso-Administrativo del
Tribunal Superior de Justicia de Cataluña,
en el que tras exponer las alegaciones que
estima procedentes, suplica a la Sala que
declare la inadmisibilidad del recurso por
falta de identidad sustancial entre los
supuestos y fundamentos entre la sentencia
impugnada y las aportadas de contraste, o
subsidiariamente, y para el caso de
admitirse el recurso, se confirme la
sentencia de instancia en su totalidad, por
no haberse probado la relación de
causalidad entre la lesión alegada y las
transfusiones sanguíneas realizadas, o, en
último término, se declare la concurrencia
de fuerza mayor como exoneradora de la
responsabilidad pretendida.
CUARTO.- Por providencia de la Sección
Primera de la Sala de lo ContenciosoAdministrativo del Tribunal Superior de
Justicia de Cataluña, de fecha 7 de febrero
de 2002, se tiene por presentado el anterior
escrito de oposición por parte del ICS,
quedan excluidas de este recurso de
casación las codemandadas Cruz Roja
Española y Fundación Hospital y Casa de
Beneficencia de Sabadell, y se ordena
elevar los autos y el expediente
administrativo a la Sala Tercera del
Tribunal
Supremo,
poniéndose
en
conocimiento de las partes.
QUINTO.- De fecha 15 de octubre de 2002
se dicta providencia de esta Sala y Sección
del Tribunal Supremo por la que se tienen
por recibidas las actuaciones del presente
recurso de casación y se ordena el desglose
de las actuaciones practicadas en instancia
para su unión al presente rollo de Sala, se
PRIMERO.- La representación procesal de
don José y doña Ángeles interpone recurso
de casación para la unificación de doctrina
contra la sentencia dictada por la Sección
Primera de la Sala de esta Jurisdicción del
Tribunal Superior de Justicia de Cataluña,
de fecha quince de julio de dos mil uno, que
desestimó
el
recurso
contenciosoadministrativo interpuesto por la referida
representación contra la desestimación
presunta, por silencio administrativo, de la
reclamación formulada contra el Institut
Català de la Salut, en la que solicitaban, por
responsabilidad
patrimonial
de
la
Administración, una indemnización de
veinticinco millones de pesetas por los
daños y perjuicios ocasionados por el
fallecimiento de su madre doña María
Dolores .
SEGUNDO.- Consideran los recurrentes
que la mencionada resolución es contraria a
la doctrina sustentada por este Tribunal
Supremo en la sentencia de fecha seis de
febrero de mil novecientos noventa y seis y
al criterio sustentado por la Audiencia
Nacional y el Tribunal Superior de Justicia
de Asturias, recaídas, respectivamente, en
los autos 1074/1993 -sentencia de seis de
febrero de mil novecientos noventa y seis-,
106/1998 -sentencia de treinta de junio de
mil novecientos noventa y nueve-, 25/1998
-sentencia de veinticuatro de mayo de dos
mil- y 2340/1995 -sentencia de veintitrés de
julio de mil novecientos noventa y siete- en
las que respecto de otros litigantes en
idéntica situación, y en mérit o a hechos,
fundamentos
y
pretensiones
sustancialmente
iguales
llegaron
a
pronunciamientos distintos.
Esta Sala, como nos recuerda nuestra
sentencia de veintiséis de abril de dos mil
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dos -recurso de casación para la unificación
de doctrina número 3835/2001- ha
declarado en un sinfín de ocasiones que
cuando se invoca contradicción con
sentencias del Tribunal Supremo resulta
innecesario invocar, además, contradicción
con sentencias de Tribunales inferiores que
incorporan la doctrina de aquel que se
intenta hacer valer; por ello, aquí vamos a
limitarnos a comparar -hecha en todo caso
abstracción de que en las dos últimas
sentencias mencionadas de la Audiencia
Nacional y del Tribunal Superior de Justicia
del Principado de Asturias no se acompaña
mención de su firmeza- la sentencia
impugnada con la dictada por este Tribunal
Supremo en el recurso de casación número
1074/1993, para ver si entre aquélla y ésta
se da la necesaria igualdad sustancial entre
los hechos, fundamentos y pretensiones que
exige el artículo 96.1 de la vigente Ley
Reguladora de esta Jurisdicción.
TERCERO.- La sentencia recurrida,
después de señalar como hecho declarado
probado que la fecha en que se efectuaron
las transfusiones de sangre fue el año 1986,
admite que si bien la causa que ocasionó la
muerte de la señora María Dolores fue la
infección por las citadas transfusiones, sin
embargo, considera en base a un informe
pericial emitido en otro proceso
contencioso- administrativo, que culminó
con la sentencia de la misma Sala y Sección
de seis de octubre de mil novecientos
ochenta y nueve -autos 880/1995-, que en la
fecha en que se practicaron tales
transfusiones de sangre -año 1986- la
ciencia médica carecía de conocimientos
necesarios para evitar el contagio
denunciado siendo, por tanto, su causa
imputable a fuerza mayor.
Esta sentencia no sólo es contraria a lo
declarado por esta Sala del Tribunal
Supremo en la sentencia aportada por los
recurrentes, sino también a la doctrina
recogida por este mismo Tribunal, entre
otras, en sentencias de once de marzo y
cuatro de julio de mil novecientos noventa
y ocho -recursos 6903/1993 y 1612/1994-,
veintinueve de noviembre de dos mil dos recurso de casación para unificación de
doctrina 12/2002- en la que afirmábamos
que hasta el año 1985 el estado de los
conocimientos de la técnica no permitía
detectar la existencia del VIH en sangre,
por lo que todas las transfusiones de
plasma, efectuadas con anterioridad a dicho
año 1985, en que se hubiese podido
inocular el indicado virus, no generan
responsabilidad
patrimonial
de
la
Administración sanitaria por no ser la lesión
causada antijurídica, según lo establecido
en el artículo 141.1 de la Ley 30/1992, de
26 de noviembre, de Régimen Jurídico de
las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común, y así
lo ha declarado también esta Sala Tercera
del Tribunal Supremo, en sus sentencias de
veinticuatro de noviembre de dos mil, diez
de febrero, diecinueve de abril, once de
mayo, diecinueve, veintiuno de julio y uno
de diciembre de dos mil uno, catorce y
veintiuno de octubre de dos mil dos, y
veinticinco de enero de dos mil tres.
La contradicción existente entre la
sentencia impugnada y la que como
elemento de comparación se acompaña por
los recurrentes en su escrito de
interposición es evidente, pues, partiendo la
sentencia recurrida de unas premisas
sustancialmente iguales, sus conclusiones
jurídicas son antagónicas.
En definitiva, su silogismo jurídico es
distinto no sólo frente a la sentencia que
como elemento de contraste se cita, sino
con las dictadas por esta Sala y Sección en
supuestos idénticos a los ahora enjuiciados
respecto a la detección de anticuerpos frente
al virus asociado al sida.
CUARTO.- Según el artículo 98.2 de la Ley
de esta Jurisdicción, si la sentencia declara
haber lugar al recurso, casará la impugnada
y resolverá el debate con pronunciamientos
ajustados a Derecho, modificando las
declaraciones efectuadas y las situaciones
creadas por la sentencia recurrida.
En base a la doctrina legal que hemos
reseñado, procede estimar el presente
recurso de casación, pues las transfusiones
sanguíneas que originaron la muerte de la
señora María Dolores se produjeron como
declara la sentencia recurrida en el año
1986, por lo que procede casar dicha
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sentencia, y anular la resolución
administrativa de la que trae causa, y en
consecuencia, debemos condenar y
condenamos al Institut Català de la Salut a
la indemnización solicitada por los
reclamantes en el petitum o suplico de su
escrito fundamental de demanda, al
concurrir en el supuesto enjuiciado los
presupuestos o requisitos determinantes
para la viabilidad de la acción ejercitada por
responsabilidad
patrimonial
de
la
Administración sanitaria.
QUINTO.- La declaración de haber lugar al
recurso de casación para unificación de
doctrina implica que cada parte debe
satisfacer sus propias costas causadas en
dicho recurso, sin que existan méritos para
imponer a cualquiera de ellos las causadas
en la instancia, al no apreciarse temeridad
ni mala fe en su actuación, según establece
el artículo 139.1 y 2 de la Ley de esta
Jurisdicción.
FALLAMOS
Que debemos declarar y declaramos haber
lugar al recurso de casación para la
unificación de doctrina interpuesto por D.
José y Dª Ángeles , contra la sentencia que
dictó la Sala de lo ContenciosoAdministrativo del Tribunal Superior de
Justicia de Cataluña, Sección Primera, de
fecha 19 de julio de 2001 -recaída en los
autos 356/96 y 429/97, acumulados-; la que
casamos, y anulamos la presunta resolución
administrativa impugnada por no ser
conforme a Derecho, y en su lu gar
declaramos el derecho de los señores D.
José y Dª Ángeles a ser indemnizados en la
cantidad de veinticinco millones de pesetas,
es decir, 150.253,03 euros, más los
intereses legales desde la fecha de la
reclamación administrativa; y respecto de
las costas, no ha lugar a hacer un especial
pronunciamiento sobre las causadas en la
instancia ni respecto de las originadas en
este recurso de casación, que cada parte
deberá satisfacer las suyas.
Así por esta nuestra sentencia, firme , lo
pronunciamos, mandamos y firmamos .
PUBLICACIÓN.- Leída y publicada ha
sido la anterior sentencia por el Magistrado
Ponente, Excmo. Sr. D. Enrique
Lecumberri Martí, en audiencia pública
celebrada en el día de la fecha, de lo que yo,
el Secretario, doy fe
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