ÉGLOGA La égloga es una composición poética estructurada en forma de... idealizados acerca de asuntos amorosos, ...

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ÉGLOGA
La égloga es una composición poética estructurada en forma de diálogo entre pastores
idealizados acerca de asuntos amorosos, dicho diálogo se enmarca siempre en una
naturaleza idílica. Las más conocidas y, quizás, de mayor calidad, son las tres Églogas
que Garcilaso de la Vega escribió entre 1534 y 1536. Aquí puedes leer un fragmento
en el que Salicio (pastor que encarna la voz Garcilaso) recrimina la actitud de su
amada Galatea en medio de una naturaleza armónica, sombría y llena de paz:
Por ti el silencio de la selva umbrosa,
por ti la esquividad y apartamiento
del solitario monte me agradaba;
por ti la verde hierba, el fresco viento,
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera deseaba.
¡Ay, cuánto me engañaba!
¡Ay, cuán diferente era
y cuán de otra manera
lo que en tu falso pecho se escondía!
Bien claro con su voz me lo decía
la siniestra corneja, repitiendo
la desventura mía.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
ELEGÍA
La elegía es un poema que expresa la queja o el lamento por la muerte de un ser
querido o por cualquier pérdida que implique tristeza emocional, por ejemplo la
fugacidad de la vida o la nostalgia de la juventud perdida.
Una de las elegías más conocidas de la literatura española es la que Miguel
Hernández escribió con motivo de la muerte de su amigo de la infancia Ramón Sijé. A
continuación puedes leer un fragmento de Elegía a la muerte de Ramón Sijé, de
Miguel Hernández.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas
Daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por dolor me duele hasta el aliento.
Aquí puedes leer el comienzo de un sentido lamento que compuso Federico García
Lorca en honor a un torero muerto en la plaza: Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.
A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.
Muchos siglos antes, en el siglo XV, Jorge Manrique escribió las Coplas a la muerte de
su padre, una de las obras cumbre de la Literatura española, que comienza así:
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el placer,
cómo después de acordado
da dolor,
cómo a nuestro parecer
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
Relacionado con este subgénero lírico está el epitafio: poema breve que se supone
colocada junto a la tumba de una persona. Se considera un ruego, una meditación, o
bien un recuerdo sobre las bondades de la persona sepultada.
ODA
Etimológicamente, oda significa <<canto>>, ya que, en la antigua Grecia, era recitada
con el acompañamiento de una lira. Es un poema extenso, normalmente de tono
elevado que trata de asuntos diversos, aunque resulta muy apropiada para la reflexión
filosófica y moral.
Fray Luis de León (1527-1591), uno de los poetas más reconocidos de la segunda
fase del renacimiento español compuso odas emblemáticas. Aquí tienes dos
fragmentos, el primero perteneciente a Oda a la vida retirada y el segundo a Oda a
Francisco Salinas:
ODA A LA VIDA RETIRADA
¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;
Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspe sustentado!
No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?
[...]
CANCIÖN
La canción es un poema de extensión y temática variada. Normalmente expresa la
queja amorosa. A modo de ejemplo puedes leer estos tres textos tan diferentes en
estilo como en contexto, pues el primero es renacentista y pertenece a Garcilaso de la
Vega; el segundo, de principios del siglo XX, pertenece al máximo representante del
modernismo, Rubén Darío; y el tercero es Lucía, la archiconocida canción de Joan
Manuel Serrat.
Canción V de Garcilaso de la Vega.
Si de mi baja lira
tanto pudiese el son que en un momento
aplacase la ira
del animoso viento
y la furia del mar y el movimiento,
y en ásperas montañas
con el süave canto enterneciese
las fieras alimañas,
los árboles moviese
y al son confusamente los trujiese:
no pienses que cantado
seria de mí, hermosa flor de Gnido,
el fiero Marte airado,
a muerte convertido,
de polvo y sangre y de sudor teñido,
ni aquellos capitanes
en las sublimes ruedas colocados,
por quien los alemanes
el fiero cuello atados,
y los franceses van domesticados;
mas solamente aquella
fuerza de tu beldad seria cantada,
y alguna vez con ella
también seria notada
el aspereza de que estás armada,
y cómo por ti sola
y por tu gran valor y hermosura,
convertido en vïola,
llora su desventura
el miserable amante en tu figura.
Hablo d'aquel cativo
de quien tener se debe más cuidado,
que está muriendo vivo,
al remo condenado,
en la concha de Venus amarrado.
[...]
SÁTIRA
La sátira es una composición poética breve que generalmente presenta vicios y
defectos individuales o sociales. A veces tiene un mero carácter juguetón y burlesco;
otras adquiere un sentido más grave y educador.
Quizás uno de los mejores autores de sátiras de nuestra literatura ha sido Francisco
de Quevedo, como podemos observar en los títulos de algunos de sus poemas
satíricos: A un hombre de gran nariz; Mujer puntiaguda con enaguas; Hastío de un
casado al tercer día; Casamiento ridículo; Vieja verde, compuesta y afeitada, etc.
En El libro de buen amor del Arcipreste de Hita, encontramos una sátira: lo que puede
el dinero compuesta, tal como cabía esperar, en cuaderna vía.
Hace mucho el dinero, mucho se le ha de amar;
Al torpe hace discreto, hombre de respetar,
hace correr al cojo al mudo le hace hablar;
el que no tiene manos bien lo quiere tomar.
También al hombre necio y rudo labrador
dineros le convierten en hidalgo doctor;
Cuanto más rico es uno, más grande es su valor,
quien no tiene dinero no es de sí señor.
Y si tienes dinero tendrás consolación,
placeres y alegrías y del Papa ración,
comprarás Paraíso, ganarás la salvación:
donde hay mucho dinero hay mucha bendición.
El crea los priores, los obispos, los abades,
arzobispos, doctores, patriarcas, potestades
a los clérigos necios da muchas dignidades,
de verdad hace mentiras, de mentiras hace verdades.
El hace muchos clérigos y mucho ordenados,
muchos monjes y monjas, religiosos sagrados,
el dinero les da por bien examinados,
a los pobres les dicen que no son ilustrados.
Yo he visto a muchos curas en sus predicaciones,
despreciar el dinero, también sus tentaciones,
pero, al fin, por dinero otorgan los perdones,
absuelven los ayunos y ofrecen oraciones.
Dicen frailes y clérigos que aman a Dios servir,
más si huelen que el rico está para morir,
y oyen que su dinero empieza a retiñir,
por quién ha de cogerlo empiezan a reñir.
En resumen lo digo, entiéndelo mejor,
el dinero es del mundo el gran agitador,
hace señor al siervo y siervo hace al señor,
toda cosa del siglo se hace por su amor.
Relacionado con este subgénero está el epigrama: poema breve que manifiesta un
solo pensamiento o idea principal, generalmente, de carácter festivo o satírico.
LETRILLA
La letrilla es un poema breve, humorístico, de contenido burlesco, amatorio o religioso.
Normalmente cuenta con un estribillo que le aporta ritmo y le da unidad. Son muy
conocidas las letrillas satíricas de Francisco de Quevedo o Luis de Góngora. A
continuación puedes leer un ejemplo.
Ande yo caliente y ríase la gente de Luis de Góngora
Traten otros del gobierno, del mundo y sus monarquías
mientras gobiernan mis días mantequillas y pan tierno
y las mañanas de invierno, naranjada y aguardiente
y rijijí y rijijá y.. y ríase la gente
Coma en dorada vajilla, el príncipe mil cuidados
como píldoras dorados, que yo en mi pobre mesilla
quiero más a una morcilla que en el asador reviente
y rijijí y rijijá y.. y ríase la gente
Cuando cubra las montañas de blanca nieve el enero
tenga yo lleno el brasero de bellotas y castañas
y quien las dulces patrañas del rey que rabió me cuenten
y rijijí y rijijá y.. y ríase la gente
Busque muy en hora buena, el mercader nuevos soles
yo conchas y caracoles entre la menuda arena
escuchando a Filomena sobre el chopo de la fuente
y rijijí y rijijá y.. y ríase la gente.
HIMNO: poema solemne destinado al canto que expresa sentimiento patrióticos
(exaltar a un gran hombre, celebrar una victoria u otro suceso memorable o expresar
júbilo o entusiasmo), religiosos (alabar a Dios, a la Virgen, a los santos…).
EPITALAMIO: el denominado epitalamio es un poema destinado a cantarse en una
boda, reflejando la alegría que reina en esa fiesta. Antonio Machado, por ejemplo,
dedicó un epitalamio a su amigo Francisco Romero.
EPÍSTOLA: Composición poética en la que el autor se dirige a un receptor bien
determinado, real o fingido, que se considera ausente. La temática puede ser variada,
pero predomina la reflexión moral. Como ejemplo de este subgénero lírico puedes leer
la Epístola a Boscán, de Garcilaso.
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