5.1.4. LÍNEA BASE ARQUEOLÓGICA

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5.1.4. LÍNEA BASE ARQUEOLÓGICA
5.1.4.1. ANTECEDENTES
Por lo general se creé que la selva es una barrera natural para la interacción entre culturas andina y
amazónicas, eso no es así desde periodos muy antiguos existen presencia de especies vegetales
que proceden de la floresta, lo mismo ocurre con animales y plumajes, en fin un universo de
relaciones que poco a poco se fortalecieron mediante el manejo de enclaves y corredores
geográficos.
A la luz de la arqueología se puede decir que existen dos zonas bien marcadas con la presencia de
altas culturas que exponen el desarrollo de arquitectura monumental, en la zona de selva alta
peruana. La ceja de selva sur que corresponde a los departamentos de Cusco y Apurímac y el
extremo nor oriental, específicamente la margen derecha del Alto Marañón y el valle del Utcubamba.
Departamentos de San Martin y Amazonas.
Espíritu Pampa, en el distrito de Vilcabamba, es quizás uno de los recientes hallazgos de una tumba
de élite que comprueba el control que ejercía, en la selva cusqueña, la sociedad Huari. El hallazgo
de un poderoso gobernante del Horizonte Medio rompe esquemas sobre la extensión y control de la
cultura señalada sobre la región de bosque subtropical húmedo. Espíritu Pampa, luego sería
ocupada por los Inkas.
Foto 1
Vista a estructuras que corresponde a la ocupación Inca en el sitio de
Espíritu Pampa (http://elsenordewari.blogspot.com/)
Modificación del Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto “Mejoras a la Seguridad Energética del País y
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Foto 2
Parte del ajuar funerario del denominado Señor de Vilcabamba. (http://elsenordewari.blogspot.com/)
Sin duda Machipicchu es el mejor referente de presencia inca en ceja de selva, a ello se suma el
hallazgo de otros asentamientos que aparecen cada vez que grupos de exploradores se aventuran
a buscar la supuesta ciudad perdida de El Pititi.
Si bien, la presencia Huari, Inca y Chacapoya, sugiere un apoderamiento de culturas de origen
andino en ceja de selva, no podemos olvidar que existe una buena cantidad de evidencias que
sugieren relaciones entre culturas de floresta amazónica, muchas veces dicha influencia queda
impresa en los estilos alfareros de tradición temprana, como es Pandanche en Pacopama
(Cajamarca) y Wairajirka en Kotohs (Huánuco). Una reciente evidencias de estas relaciones, es la
recuperación de material alfarero Temprano denominada por Luis Salcedo como Echarate (Selva
Alta de la Convención), la cual guarda mucha semejanza con material alfarero Formativo de Cusco
y Apurimac especialmente con la fase Marcavalle (Salcedo, 2012:173). En estos casos se concluye
que la ocupación, por parte de poblaciones amazónicas de la selva alta es reciente, semejante
afirmación la demuestra Rivas para la zona de Cachiyacu (frontera de Loreto con San Martin),
donde dice:
La Cerámica arqueológica no guarda ninguna relación con su equivalente etnográficos de
manufactura Chayahuita; por consiguiente para nosotros, esta última no deriva del repertorio
cerámico de Balsapuerto (Rivas 2003:98)
A partir del proyecto Camisea, la arqueología en la selva cusqueña recobra un nuevo horizonte. Los
arqueólogos participantes en proyecto de TGP hablan de la existencia de la “Cultura” Echarate, que
existió entre los años 1300 y 1000 a.C., en lo que ahora es el distrito de Alto Urubamba muy cerca
de los campos de gas de Camisea. Echarate sería la antecesora de la cultura de Markavalle, que
hasta ahora es conocida como la más antigua de Cusco. Por otro lado, existen estudios en la
cuenca del alto y medio Urubamba que demuestran la existencia de yacimientos con petroglifos,
entre la zona de Quillabamba hasta Pangoa, por el Pongo de Mainique y Timpia, en el Bajo
Urubamba. Finalmente, hay que mencionar tanto la existencia de estudios antropológicos con los
grupos nativos, así como la existencia de textos coloniales acerca de la presencia de poblaciones
en el área.
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La provincia de La Convención ha sido objeto de investigaciones orientadas específicamente hacia
la región del valle de Vilcabamba, al suroeste de Quillabamba, cuyo interés fue registrar los
asentamientos principales en tiempos de Manco II, mencionados en documentos del periodo
colonial temprano. Las investigaciones arqueológicas en esta provincia se han centrado
cronológicamente en la época inca, y geográficamente en los distritos de ilcabamba, Santa Teresa y
Huayopata, desde finales del siglo XIX, cuando el conde de Sartiges descubre Choquequirao.
En el presente siglo ocurrieron grandes descubrimientos como Machu Picchu, que en 1902 visitaron
tres exploradores cuzqueños, Enrique Palma, Agustín Lizarrága y Gabino Sánchez, pero es Hiram
Bingham quien, en 1911, llega encabezando una expedición científica en la que ya había hecho
recorrido por el valle de Vilcabamba, registrando los sitios de Vitcos y Espíritu Pampa.
En 1942, Pardo publica datos referentes a los petroglifos encontrados anteriormente por Bues, en la
provincia de La Convención, en los valles de Lacco, Lucmayoc, Occobamba, Vilcabamba, Lares
(Calca), Chirumbia y Coribeni (provincia del Manu). En 1961, M. Rostorowski descubre
Huamanmarca: “El palacio del inka Yupanqui en Amaybamba, distrito de Huayopata”. Gene Savoy
realiza excavaciones en Espíritu Pampa en los años 1964-1966 y la identifica como la ciudad
perdida de Vilcabamba.
El estudio de arte rupestre en la provincia de La Convención fue iniciado por Bües, quien hizo un
registro de petroglifos entre los años 1921 y 1944 (Barriales 1982). A este trabajo pionero de
registro de petroglifos de La Convención se sumaron, posteriormente, algunos hallazgos hechos por
misioneros dominicos, entre ellos los de Pío Aza, Cenitagoya y Silverio Fernández.
A partir del año 1996 se inicia una nueva etapa en el estudio del arte rupestre en la zona, con la
ubicación y registro parcial de los petroglifos de Siete Tinajas en el distrito de Echarate (Gamonal
1998; 2003), y, a partir de esta etapa, se logra ubicar distintos yacimientos con petroglifos,
especialmente en los distritos de Santa Ana y Echarate. Quebrada Honda en el distrito de Yanatile y
Pacaypata en el distrito de Echarate, que se constituyen a la fecha como dos importantes sitios para
la cuenca del Vilcanota, por la cantidad de rocas labradas así como por su variedad iconográfica.
Gran parte de los sitios con arte rupestre hasta ahora ubicados y registrados se constituyen
yacimientos con petroglifos. Sin embargo existen 2 sitios con pintura rupestre, uno de los cuales ha
sido registrado por Bües y se encontraría en el distrito de Maranura, en la playa de Moyomonte; el
otro yacimiento con pinturas rupestres es el sitio de Negruyoc en el distrito de Santa Teresa,
descubierto por el arqueólogo Zenobio Valencia (Valencia 2007).
Por otro lado en la parte sierra de la región de Cusco, en la Provincia de Espinar se han ubicado
evidencias de ocupaciones preceramicas, en sitios de puna y relacionada a grupos de cazadores.
Los abrigos rocosos lucen pintura rupestre.
En periodo Formativo cusqueño se inicia aproximadamente a partir del año 1000 a.C, en una
Primera Fase llamada Marcavalle, estos primeros grupos llevan una vida sedentaria para explotar
cultivos de maíz, así como por la presencia de otros recursos naturales. Marcavalle, ubicado a tres
kilómetros de la ciudad del Cusco fue estudiado por la investigadora norteamericana K. Mohr
(1977). La Segunda Fase del Período Formativo, alrededor del año 800 a.C, se desarrolló la cultura
Chanapata (contemporánea con Pucará en Puno).
Más adelante, como en otras áreas del Perú, surgieron los estados regionales y uno de los primeros
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fue el de Qotakalli, aproximadamente en el año 600 d.C. Se estima que hacia el año 750 d.C. se
produjo la invasión Wari a la zona Marcando su presencia con la construcción de la Ciudad de
Pikillaqta. Después de esta época Wari, surgen las culturas Killke y Lucre, alrededor del año 1000
d.C.
El Horizonte Medio corresponde a un tiempo en que la región andina se ve claramente marcada por
la presencia de dos grandes Estados: Wari y Tiawanaku, los cuales se desarrollan respectivamente
en la región Ayacucho y la segunda en las orillas del lago Titicaca y el altiplano Boliviano. Wari que
genera su centro de poder en Ayacucho se empieza a expandir hacia el 550 d.C y continua en un
proceso de expansión hasta el 850 d.C momento en que este estado desaparece supuestamente
por un colapso en su centro. Tiawanaku a su vez iniciaría su expansión hacia el 300 d.C y
culminaría a fines del primer milenio (Kolata, 1993).
En la región Cusco hace buen tiempo se han registrado materiales de estilo Wari, por lo que
algunos investigadores plantean un control Wari de los valles cusqueños (McEwan 1987, 1989,
1991). En 1956 John Rowe estableció la primera secuencia alfarera para el Cusco, en la que verifica
que las culturas locales de esta región debieron haber producido cerámica influidos por las
tradiciones Wari.
Uno de estos estilos locales afín a Wari fue identificado y llamado "Lucre" por Chávez Ballón (Rowe,
1956 y McEwan, 1989).
Durante el Intermedio Tardío, el Cusco estaba habitado por diversos grupos étnicos. Esta
información ha sido respaldada por los trabajos arqueológicos que han demostrado en la zona, la
existencia de una larga ocupación humana. El cronista Sarmiento de Gamboa, menciona a los
Guallas, los Sahuassiray, los Antasayas, los Alcavizas, los Copalimaytas, los Culunchimas, los
Poques y los Lares, como los grupos humanos que habitaban el valle del Cusco antes de los Incas.
Asimismo, identifica a los Guallas, los Sahuasiray y a los Antasayas, como los grupos más antiguos
que habitaron esta ciudad.
Sobre la organización política, Guaman Poma de Ayala menciona que en un principio eran
gobernados por unos “primeros incas”, llamados Tocay Cápac y Pinahua Cápac. Murúa identifica a
estos como “reyes” que gobernaron antes de los incas. Waldemar Espinoza, los menciona juntos
como los líderes Ayarmaca y Pinahua. Según Espinoza, serían los jefes de las mitades del Cusco,
Hanan y Urin, siendo Tocay Cápac, el jefe de los ayarmacas y el de mayor poder. Coinciden los
estudiosos María Rostworowski, Murúa y Waldemar Espinoza, en que fueron los Ayarmacas los de
mayor poder en la zona.
A la llegada de los Incas, comienza la expansión del Cusco. El desarrollo del temprano estado inca
en el valle del Cusco es generalmente asociado con el desarrollo de la cerámica killke. Dicho estilo
cubre el lapso que media entre 1000 y 1400 d.C, lo que podemos llamar el Periodo Intermedio
Tardío. A pesar de la importancia que el estilo killke tiene para la historia cultural de la región del
Cusco, son pocas las descripciones o ilustraciones detalladas que han ido publicadas del mismo.
Las colecciones de superficie y los cateos hechos en la provincia de Paruro brindan nueva
información sobre ese estilo. Las investigaciones hechas en esta zona asimismo han documentado
la difundida presencia de un nuevo estilo emparentado con killke, llamado Colcha.
5.1.4.2. MARCO LEGAL ESPECÍFICO
Los instrumentos de la legislación actual que protegen el patrimonio arqueológico peruano, y que
regulan las actividades de los Instrumentos de Gestión Ambiental para el tema arqueológico, son los
siguientes:
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5.1.4.2.1. Normas generales
Constitución Política del Perú, según el Artículo 21º, todos los yacimientos y restos arqueológicos
son considerados Patrimonio Cultural de la Nación, ya sea que estén expresamente declarados así
(por ejemplo, mediante su inscripción en registros públicos o mediante su inclusión en catastros
arqueológicos), o que provisionalmente se presuman como tales.
 Ley N° 29565 Creación Ministerio de Cultura (MC).
 Decreto Supremos N° 005-2013 MC, aprueba el reglamento de organización y Funciones del
Ministerio de Cultura.
 Decreto Supremo Nº 027-2001-ED, aprueba Reestructuración Organizativa Institucional y el
Reglamento de Organización y Funciones del Instituto Nacional de Cultura hoy Ministerio de
Cultura.
 Ley Nº 28296 “Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación”, en su Artículo 22º menciona:
“Toda obra privada de edificación nueva, remodelación, restauración, ampliación, refacción,
acondicionamiento, demolición, puesta en valor o cualquier otra que involucre un bien inmueble
integrante del Patrimonio Cultural de la Nación, requiere para su ejecución de la autorización
previa del Ministerio de Cultura”.
 Ley Nº 28611, Ley General del Ambiente.
 Código penal. Toda la legislación que regula la protección de nuestra herencia cultural está
complementada con sanciones en los Artículos 226º-230º. Cualquier destrucción intencional de
algún sitio arqueológico, o de algún objeto arqueológico está tipificada como un delito contra los
bienes culturales, que puede conllevar penas privativas de libertad, de forma independiente a
las multas (de 10 a 1000 UIT) que puede imponer el Ministerio de Cultura.
5.1.4.2.2. Normas de los procedimientos
La legislación revisada para establecer los trámites ordinarios, sus procedimientos, requisitos y
plazos, fueron definidos a partir de:
 Ley Nº 27444, Ley de Procedimiento Administrativo General.
 Decreto Supremo Nº 022-2002-ED, Texto Único de Procedimientos Administrativos del INC
(actualmente Ministerio de Cultura).
 Resolución Suprema Nº 004-2000-ED, Reglamento de Investigaciones Arqueológicas.
 Directiva Nº 001-2013-VMPCIC-MC, Normas y Procedimientos para la emisión del Certificado de
Inexistencia de Restos Arqueológicos (CIRA) en el marco de los Decretos Supremos N° 0542013-PCM y 060-2013-PCM.
5.1.4.3. RESULTADOS
Debido a que los componentes auxiliares se encuentran ubicados de manera puntual, además se
están utilizando áreas intervenidas y existentes, como el caso de las vías de acceso, no se
identificaron restos arqueológicos a nivel de superficie.
En el Anexo 5.1.4-1 se presentan algunos CIRAs de componentes auxiliares contemplados en la
presente modificatoria.
Cabe recalcar que se tramitarán los CIRAs correspondientes antes de iniciar la construcción de
todos los componentes auxiliares para su liberación.
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