PUBLICACIÓN CREADA COMO “DIARIO DE JURISPRUDENCIA” EN 1903, Y CON LA PRESENTE DENOMINACIÓN A PARTIR DE 1932 TOMO 334 DÉCIMA ÉPOCA MARZO-ABRIL 2015 Informes y ventas de: Anales de Jurisprudencia, Leyes y Códigos Tematizados, Colecciones Doctrina y Clásicos del Derecho, y demás obra editorial en la: DIRECCIÓN GENERAL DE ANALES DE JURISPRUDENCIA Y BOLETÍN JUDICIAL Dr. Claudio Bernard No. 60, 1er. Piso, Colonia Doctores, Delegación Cuauhtémoc, C. P. 06720, México, D. F. Teléfonos: 51-34-14-41 y 51-34-13-23 AJ ANALES DE JURISPRUDENCIA, año 81, tomo 334, marzo-abril, 2015, es una publicación bimestral editada por el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Niños Héroes No. 132, Col. Doctores, Delegación Cuauhtémoc, C.P. 06720, México, D.F., Tel. 5134-1441, www. poderjudicialdf.gob.mx, [email protected]. mx. Editor responsable: Raciel Garrido Maldonado. Reservas de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2010-073014561200-102; ISSN: 2007-1701; Licitud de Título y Contenido No. 14982, otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresa en Drokerz Impresiones de México, S.A. de C.V., calle el Venado número 104, colonia Los Olivos, Delegación Tláhuac, México, Distrito Federal. Este número se terminó de imprimir en mayo de 2015, con un tiraje de 600 ejemplares. Colaboradores: • Gustavo Frías Esquivel • Joel Oswaldo Vega Viazcán • Sergio Casillas Macedo Diseño y formato de interiores: • Ricardo Montañez Pérez Portada: • Sandra Juárez Galeote Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Mgdo. Dr. Edgar Elías Azar Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Distrito Federal Lic. Raciel Garrido Maldonado Director General de Anales de Jurisprudencia y Boletín Judicial Director de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Lic. José Castillo Larrañaga Fundador Materia Civil Primera Sala Civil Magistrados Martha Lucía Elizondo Télles, Alicia Pérez de la Fuente y José Luis Castillo Lavín Ponente Mgda. Alicia Pérez de la Fuente Recursos de apelación interpuesto por la demandada y la tercera llamada a juicio, contra de la sentencia definitiva dictada en el juicio extinción de dominio. SUMARIOS: ACCIÓN DE EXTINCIÓN DE DOMINIO. CONCEPTO Y NATURALEZA JURÍDICA. La extinción de dominio es la pérdida de los derechos de propiedad de los bienes mencionados en el artículo 5o. de la Ley de la materia, sin contraprestación ni compensación alguna para el afectado, cuando se acredite el hecho ilícito en los casos de delincuencia organizada, secuestro, robo de vehículos y trata de personas, y el afectado no logre probar la procedencia lícita de dichos bienes, su actuación de buena fe, ni que estaba impedido para conocer su utilización ilícita. Por otra parte, la acción de extinción de dominio es autónoma, distinta e independiente de cualquiera otra de naturaleza penal que se haya iniciado simultáneamente, de la cual emane o en la que tuviera origen; es jurisdiccional, de carácter real y de contenido patrimonial; Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal creada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal con el propósito de hacer frente a la delincuencia organizada, para brindar seguridad pública y justicia, como dos de los bienes más preciados con los que deben contar los habitantes de la ciudad de México. De lo anterior resulta que para la procedencia de esta acción no es necesario acreditar conforme al Derecho penal la existencia de un delito ni los elementos del tipo, ni menos aún, que se haya cometido en el domicilio sujeto al procedimiento de extinción de dominio. Por tanto, en términos de lo que establece el artículo 281 del código de procedimientos civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Extinción de Dominio para el Distrito Federal, a la parte actora le corresponde probar los hechos constitutivos de su acción, y al afectado y al tercero llamado a juicio, sus excepciones y defensas. ACCIÓN DE EXTINCIÓN DE DOMINIO. EL PLAZO LEGAL PARA PRESENTAR LA DEMANDA, DE VEINTICUATRO HORAS, A QUE SE REFIERE LA LEY DE LA MATERIA, NO IMPLICA QUE SE ESTÉ ANTE LA PRESENCIA DE UN REQUISITO DE PROCEDIBILIDAD. Si bien es verdad que conforme al artículo 32 de la Ley de Extinción de Dominio, en el caso de que el agente del Ministerio Público acuerde ejercer la acción, la presentará ante el juez, dentro de las veinticuatro horas siguientes, también lo es que este término no implica que se esté ante la presencia de un requi- sito de procedibilidad para el ejercicio de la acción de extinción de dominio. Resulta claro, por el contrario, que dicho término se establece como un mínimo y no como un máximo para ejercer la acción, y no puede considerarse como una condición a la que se encuentre sujeta la acción de extinción de dominio, y que ello tenga como consecuencia su improcedencia. México, Distrito Federal, veintisiete de octubre del dos mil once. Vistos los autos de los tocas ***/2011/05 y ***/2011/06, para resolver los recursos de apelación interpuestos por la C. MARÍA EUGENIA, en su carácter de tercera llamada a juicio, así como por la demandada ALMA GUILLERMINA, respectivamente, en contra de la sentencia definitiva de fecha cinco de agosto del dos mil once, dictada por el C. Materia Civil 8 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Juez Segundo de lo Civil en el Distrito Federal, en el juicio extinción de dominio, seguido por GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL, en contra de ALMA GUILLERMINA, por su propio derecho, expediente ***/2010; y RESULTANDO: 1. La sentencia definitiva concluyó con los siguientes puntos resolutivos: Primero. La vía especial intentada por la parte actora GOBIERNO DEL DIS- TRITO FEDERAL, conforme a lo dispuesto en los artículos 1o. y 39 y siguientes de la Ley de Extinción de Dominio para el Distrito Federal, fue la adecuada, quien acreditó todos y cada uno de los elementos para la procedencia de la acción de ex- tinción de dominio; la parte afectada, ALMA GUILLERMINA y MIGUEL ÁNGEL, no acreditaron las manifestaciones que efectuaron al dar contestación a la deman- da instaurada en su contra ni las excepciones y defensas que opusieron; la tercera llamada a juicio, MARÍA EUGENIA, no acreditó las manifestaciones que efectuó al dar contestación a la demanda instaurada en su contra ni las excepciones y de- fensas que opuso; y la víctima u ofendida, ANA ELENA, se constituyó en rebeldía. Segundo. Se declara la extinción de dominio respecto del bien inmueble ubicado en: la calle …, número …, colonia …, delegación Gustavo A. Madero, código postal …, en México, Distrito Federal, identificado de acuerdo con el folio real número … como la casa número …, de la calle …, colonia …, delegación Gustavo A. Madero, en México, Distrito Federal, sin contraprestación ni compensación alguna para los afectados ALMA GUILLERMINA y MIGUEL ÁNGEL, así como para la tercera llamada a juicio MARÍA EUGENIA, bien que se aplicará a favor del Gobierno del Distrito Federal y será destinado al bienestar social, en la inteligencia de que la extinción de dominio decretada en la presente resolución surtirá plenos efectos en relación a cualquier acreedor prendario o hipotecario del inmueble y frente a cualquier otro acreedor con garantía prevista por la Ley, con excepción de aquellas 9 Materia Civil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal garantías constituidas ante una institución del sistema financiero legalmente reconocida de acuerdo a la legislación vigente, en estricto apego a lo establecido en el artículo 50 de la Ley de Extinción de Dominio para el Distrito Federal. Tercero. No ha lugar a declarar reparación de daño alguna a favor de la víctima u ofendida ANA ELENA, por los motivos expuestos en el considerando cuarto de la presente resolución. Cuarto. Notifíquese. 2. Inconforme la C. MARÍA EUGENIA, en su carácter de tercera llamada a juicio, asimismo la demandada ALMA GUILLERMINA, por su propio derecho, respectivamente, con la resolución antes transcrita, interpusieron recurso de apelación, el que les fue admitido en ambos efectos, y habiéndose tramitado ante esta Sala, se citó por último a las partes para oír sentencia de acuerdo a los siguientes CONSIDERANDOS: I. La C. MARÍA EUGENIA, en su carácter de tercera llamada a juicio, asimismo la demandada ALMA GUILLERMINA, por su propio derecho, expresaron como agravios los contenidos en los escritos presentados el día veinticinco del mes de agosto del dos mil once, respectivamente, mismos que se tienen aquí por reproducidos literalmente en obvio de repeticiones, atento a lo dispuesto por el artículo 82 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal. II. Los agravios que expresan la C. MARÍA EUGENIA, en su carácter de tercera llamada a juicio, así como la demandada ALMA GUILLERMINA, por su propio derecho, respectivamente, se resuelven en una sola sentencia, toda vez que por economía procesal, concisión de los fallos y con las reglas de la lógica y la experiencia, jurídicamente deben substanciarse en un procedimiento unitario, compuesto de una secuenMateria Civil 10 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones cia ordenada de actos, para concluir normalmente con una sentencia, en la cual estudien y resuelvan todas las cuestiones planteadas por el recurrente único o los distintos recurrentes. Robustece lo anterior, la tesis de jurisprudencia número 38, emitida por el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito en el Distrito Federal, publicada en la Gaceta número 39 del Semanario Judicial de la Federación, correspondiente al mes de marzo de 1991, consultable en la página 159, bajo el rubro: “Apelaciones distintas contra una resolución. Deben de seguirse en una sola sentencia”. III. Pasando al estudio y resolución de los agravios hechos valer por la tercera llamada a juicio, MARÍA EUGENIA, relativo al toca ***/2011/05, se resuelve de la siguiente manera: Los agravios primero, segundo, tercero y sexto que vierte el apelante, por tener una estrecha relación entre sí, se estudian en su conjunto, atendiendo a lo sostenido en el siguiente criterio: Sexta Época Instancia: Tercera Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación Tomo: CI, Cuarta Parte Página: 17 Agravios en la apelación, estudio conjunto de los. No existe disposición legal que imponga al tribunal de apelación hacer por separado el estudio de cada uno de los agravios expresados y, así, basta con que resuelva sobre las cuestiones en ellos. En todo caso, si deja de cumplir con esto último, la omisión causa perjuicio al apelante, único facultado para hacer valer ese motivo de inconformidad, en el juicio de amparo. Amparo directo 476/64. José María Ramos Ábrego. 17 de noviembre de 1965. Unanimidad de 4 votos. Ponente: Mariano Ramírez Vázquez. 11 Materia Civil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Volumen XVI. Cuarta Parte. Pág. 40. Amparo directo 4883/57. Andapol Gabino Herrera. 1o. de octubre de 1958. Unanimidad de 4 votos. Ponente: Rafael Matos Escobedo. Volumen XXXII, Cuarta Parte. Pág. 23. Amparo directo 5144. Aura Victoria Calles. 25 de febrero de 1960. Mayoría de 3 votos. Ponente: José López Lira. Disidente: José Castro Estrada. Volumen C, Cuarta Parte. Pág. 11. Amparo directo 6721/62. Óscar Sánchez y Coag. 13 de octubre de 1965. 5 votos. Ponente: José Castro Estrada. Los mismos resultan infundados, en virtud de que como se desprende de los autos y del toca de apelación que en originales se tienen a la vista, a los cuales se les conceden pleno valor probatorio en términos de lo que establecen los artículos 327, fracción VIII y 403 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, se advierte que, medularmente la inconforme aduce en los mencionados agravios una falta de legitimación y personalidad del Gobierno del Distrito Federal para promover como parte actora en el procedimiento de extinción de dominio, pues señala que de conformidad con el artículo 27 de la Ley de Extinción de Dominio únicamente son parte en dicho procedimiento el afectado, la víctima, el ofendido, el tercero y el Agente del Ministerio Público, sin que en ningún momento se establezca que el Gobierno del Distrito Federal pueda ser parte en dicho procedimiento, pues nunca se le confiere la facultad para ejercitar tal acción y menos aún para hacerla valer en juicio, ya que la única autoridad que a juicio de la inconforme cuenta con el derecho para ejercitar la acción lo es el Ministerio Público Especializado en el procedimiento de extinción de dominio y que por tal razón la vía en que se ejercita la acción no es la adecuada por lo que considera se debe revocar la sentencia; asimismo, señala que el artículo 32 de la Ley de Extinción de Dominio el término en que debe de ser presentada la demanda de tal forma que establece que el siete de julio del Materia Civil 12 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones dos mil diez, la Comisión Técnica Consultiva para el Ejercicio de la Acción de Extinción de Dominio de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, resolvió procedente ejercitar la acción de extinción de dominio no fue sino hasta el doce de julio del año dos mil diez, es decir, después de haber trascurrido más de tres días del dictado del acuerdo mediante el cual se determinó procedente el ejercicio de la acción que se presentó la demanda, por lo que considera la inconforme que es evidente que no se cumplió con el requisito de procedibilidad establecido en la Ley, lo que a su juicio, al no cumplirse con el requisito de procedibilidad establecido en el artículo 32 de la Ley de Extinción de Dominio, es decir, al no ejercitarse la acción dentro de las veinticuatro horas que establece el numeral antes citado, en su concepto, debe revocarse la sentencia. Argumentos que, como se dijo anteriormente, resultan infundados para provocar la modificación o revocación de la resolución impugnada, habida cuenta que la vía en que se ejercitó la acción efectivamente es la adecuada en términos de lo preceptuado por la propia Ley de Extinción de Dominio, cuanto más que el auto del doce de julio del año dos mil diez, mediante el cual se admite la demanda en la vía especial y en ejercicio de la acción de extinción de dominio, se encuentra firme como consta a fojas noventa y seis a la cien de los autos principales. Ahora bien, cabe hacer la distinción que una cosa es la vía en que se ejercita la acción y otra la legitimación y personalidad de quien ejercita la acción; en efecto, la vía en que se ejercita la acción es la manera de proceder en un juicio siguiendo determinados trámites, de tal suerte que es el modo de proceder en los diversos juicios; en tanto que la legitimación es un presupuesto del procedimiento que se refiere a la capacidad para comparecer al juicio y para lo cual se requiere que el compareciente esté en pleno ejercicio de sus derechos civiles, o a la representación de quien comparece a nombre de otro, lo que se denomina legitimación procesal; en tanto que la legitimación ad causam se traduce en la titularidad del 13 Materia Civil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal derecho, en tanto que la personalidad son las facultades que tienen los representantes legales o convencionales de las partes que comparecen a un juicio; así, tenemos que la legitimación de la parte actora, Gobierno del Distrito Federal, dimana de lo preceptuado en el artículo 22 y 122 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como el artículo 4o., párrafo cuarto, de la Ley de Extinción de Dominio para el Distrito Federal reglamentaria del artículo 22 constitucional en donde claramente establece a la letra lo siguiente: “…Los bienes sobre los que se declare la extinción de dominio se aplicarán a favor del Gobierno del Distrito Federal y serán destinados al bienestar social mediante acuerdo del Jefe de Gobierno que se publique en la Gaceta Oficial del Distrito Federal. Cuando se trate de bienes fungibles se destinarán por porcentajes iguales a la procuración de justicia y la seguridad pública…”, de ahí que, en términos de lo que establece el artículo 1o. del código de procedimientos civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Extinción de Dominio, el cual establece: Art. 1o. Sólo puede iniciar un procedimiento judicial o intervenir en él quien tenga interés en que la autoridad judicial declare o constituya un derecho o imponga una condena y quien tenga el interés contrario. Podrán promover los interesados por sí o por sus Representantes o Apoderados, el Ministerio Público y aquellos cuya intervención esté autorizada por la Ley en casos especiales. De tal suerte que el Gobierno del Distrito Federal en términos del artículo 4o., párrafo cuarto, de la Ley de Extinción de Dominio tiene el interés en que se imponga una condena y se declare la extinción de dominio del bien inmueble sujeto a este procedimiento a su favor, de ahí que se encuentre debidamente legitimado para ejercitar dicha acción, y en cuanto a la personalidad de quienes comparecen en su representaMateria Civil 14 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones ción, esta se encuentra debidamente acreditada en términos de la copia certificada del acuerdo A/005/09 emitido por el Procurador General de Justicia del Distrito Federal, doctor Miguel Ángel Mancera Espinosa, así como con la copia fotostática certificada del nombramiento expedido por el C. Procurador General de Justicia del Distrito Federal, en el que se designa a la C. Licenciada Laura Gachuz Fuentes como agente del Ministerio Público Especializado en el procedimiento de extinción de dominio, así como con la copia fotostática certificada de la constancia de acreditación del curso de Especialización en Materia de Extinción de Dominio, suscrito por el C. Procurador General de Justicia del Distrito Federal y por el director del Instituto de Formación Profesional de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, los cuales obran en autos y gozan de pleno valor probatorio en términos de lo que establecen los artículos 327 y 403 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal de aplicación supletoria a la Ley de Extinción de Dominio. De ahí que resulte infundado lo argumentado por la inconforme. En otro aspecto, es de señalar que si bien es verdad el artículo 32 de la Ley de Extinción de Dominio, que a la letra establece: Art. 32. En caso de que el Agente del Ministerio Público acuerde ejercitar la acción, la presentará ante el Juez, dentro de las veinticuatro horas siguientes, que deberá contener cuando menos: I. El Juez ante quien se promueve; II. Los nombres y domicilios del afectado, tercero, víctima o testigos, en caso de contar con esos datos; III. La identificación de los bienes sobre los que se ejercita la acción; IV. Los razonamientos y pruebas con los que se acredite la existencia de alguno de los eventos típicos de los mencionados en el artículo 4o. de la Ley y que los bienes sobre los que ejercita la acción indiciariamente son de los mencionados en el artículo 5o. de este ordenamiento; 15 Materia Civil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal V. Las pruebas que ofrezca, conducentes para acreditar la existencia de alguno de los hechos ilícitos de los señalados en el artículo 4o. de la Ley y que los bienes sobre los que ejercita la acción son de los mencionados en el artículo 5o. de este ordenamiento; VI. Los fundamentos de derecho; VII. La solicitud, en su caso, de medidas cautelares sobre los bienes materia de la acción; VIII. La solicitud de notificar al afectado, tercero, víctima u ofendido, determinados e indeterminados; IX. La petición para que se declare en la sentencia correspondiente la extinción de dominio de los bienes; y X. Las demás que considere necesarias para el cumplimiento del objeto de esta ley. De la trascripción anterior, queda de manifiesto que si bien dicho precepto establece que en el caso de que el agente del Ministerio Público acuerde ejercitar la acción, la presentará ante el Juez, dentro de las veinticuatro horas siguientes, no menos es verdad que este término no implica de ninguna forma que se esté ante la presencia de un requisito de procedibilidad para el ejercicio de la acción de extinción de dominio, pues resulta claro que dicho término se establece como un mínimo más y no como un máximo para ejercitar la acción de extinción de dominio; tampoco puede considerarse como una condición a que se encuentre sujeta la acción de extinción de dominio que traiga como consecuencia la improcedencia de la acción como lo pretende la apelante. Por cuanto hace al agravio en que refiere que a pesar que dentro del cuerpo de los considerandos, se reconoce expresamente que tiene el carácter de afectada por ser copropietaria del bien inmueble sujeto al procedimiento de extinción de dominio, derivada de la sociedad conyugal Materia Civil 16 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones que la une a MIGUEL ÁNGEL, copropietario del bien, al finalizar el dictado de la misma se le considera como tercera; tal inconformidad deviene en inoperante porque el hecho de que en los considerandos se le considere afectada y, posteriormente tercera, no trae como consecuencia la modificación o revocación de la sentencia impugnada. Los agravios cuarto y quinto, por tener una estrecha relación entre sí, se estudian en su conjunto, atendiendo a lo sostenido en el siguiente criterio: Sexta Época Instancia: Tercera Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación Tomo: CI, Cuarta Parte Página: 17 Agravios en la apelación, estudio conjunto de los. No existe disposición legal que imponga al tribunal de apelación hacer por separado el estudio de cada uno de los agravios expresados y, así, basta con que resuelva sobre las cuestiones en ellos. En todo caso, si deja de cumplir con esto último, la omisión causa perjuicio al apelante, único facultado para hacer valer ese motivo de inconformidad, en el juicio de amparo. Amparo directo 476/64. José María Ramos Ábrego. 17 de noviembre de 1965. Unanimidad de 4 votos. Ponente: Mariano Ramírez Vázquez. Volumen XVI. Cuarta Parte. Pág. 40. Amparo directo 4883/57. Andapol Gabino Herrera. 1o. de octubre de 1958. Unanimidad de 4 votos. Ponente: Rafael Matos Escobedo. Volumen XXXII, Cuarta Parte. Pág. 23. Amparo directo 5144. Aura Victoria Calles. 25 de febrero de 1960. Mayoría de 3 votos. Ponente: José López Lira. Disidente: José Castro Estrada. Volumen C, Cuarta Parte. Pág. 11. Amparo directo 6721/62. Óscar Sánchez y Coag. 13 de octubre de 1965. 5 votos. Ponente: José Castro Estrada. 17 Materia Civil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Los mismos resultan infundados para provocar la revocación o modificación de la resolución impugnada, en virtud de que como se desprende de los autos y del toca de apelación que, en originales se tienen a la vista, a los cuales se les conceden pleno valor probatorio en términos de lo que establecen los artículos 327, fracción VIII y 403 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, se advierte que, de manera medular la inconforme apelante manifiesta que la parte actora jamás acreditó durante la secuela procesal que se haya cometido alguno de los ilícitos a que hace referencia el artículo 4o. de la Ley de Extinción de Dominio y menos aún probó que el bien inmueble ubicado en calle …, número …, colonia …, delegación …, código postal …, en México, Distrito Federal, se hubiera cometido el mismo ya que señala que las actuaciones llevadas a cabo ante el agente del Ministerio Público constituyen sólo indicios y por tanto en su concepto no son suficientes para determinar ni siquiera la existencia de un hecho ilícito, y menos aún que el mismo hubiese tenido lugar en el inmueble de su propiedad, y reitera que las copias certificadas de la averiguación previa presentadas por la actora no cuentan con valor probatorio pleno, sino solamente tienen el valor de un indicio, amén de que lo acontecido durante dicha averiguación previa, al no ser vinculante con el procedimiento de extinción de dominio, ocasiona que dicha documental no sea prueba suficiente para acreditar los elementos de extinción de dominio ejercitada, pues de conformidad con los numerales 4o. y 39 de la Ley de Extinción de Dominio se debe acreditar de forma autónoma lo sucedido en la materia penal, que se cometió un delito y que éste tuvo lugar en el inmueble sobre el cual versa el procedimiento de extinción de dominio. Argumentos que resultan infundados, como quedó asentado en renglones anteriores, tomando en consideración que la extinción de dominio es la pérdida de los derechos de propiedad de los bienes mencionados en el artículo 5o. de la propia Ley, sin contraprestación Materia Civil 18 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones ni compensación alguna para el afectado, cuando se acredite el hecho ilícito en los casos de delincuencia organizada, secuestro, robo de vehículos y trata de personas, y el afectado no logre probar la procedencia lícita de dichos bienes y su actuación de buena fe, así como que estaba impedido para conocer su utilización ilícita y si bien es cierto se establece que la acción de extinción de dominio es autónoma, distinta e independiente de cualquiera otra de naturaleza penal que se haya iniciado simultáneamente de la que se haya desprendido, o en la que tuviera origen, lo anterior de ninguna manera implica que se deba demostrar plenamente que se hayan reunido los elementos del cuerpo del delito, pues es claro que no se está ante la presencia de una situación de carácter penal para encuadrar plenamente la conducta al tipo penal, sino que se está ante el ejercicio de la acción de extinción de dominio con independencia de cualquier otra situación de naturaleza penal, de ahí que no se tenga porque acreditar plenamente la existencia de un delito y menos aún que ese delito se haya cometido en el domicilio sujeto al procedimiento de extinción de dominio desde un aspecto penal, por tanto, en términos de lo que establece el artículo 281 del código de procedimientos civiles de aplicación a la Ley de Extinción de Dominio para el Distrito Federal a la parte actora le corresponde probar los hechos constitutivos de su acción, al afectado y a la tercera llamada a juicio sus excepciones y defensas, de tal suerte que al ejercitarse la acción de extinción de dominio la parte actora, entre otras documentales anexó la documental pública consistente en la copia certificada de fecha catorce de abril del año dos mil diez por el C. Agente del Ministerio Público, licenciado Víctor Manuel Medina Flores, en la cual se contiene la averiguación previa número FBJ/BJ-5/ T1/00000/10-03, denunciante o querellante: ANA ELENA; en agravio de la sociedad; indiciado: MIGUEL ÁNGEL, por el delito de secuestro agravado, constante de mil setenta y ocho fojas útiles, documental pública que si bien es una actuación de carácter penal no puede pasarse 19 Materia Civil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal por alto su valor probatorio indiciario en el presente procedimiento, al constar en la misma hechos, circunstancias y elementos que hacen procedente la acción de extinción de dominio, lo anterior tiene sustento legal en lo preceptuado por los artículos 4o. y 5o., fracción I, 19 y 20 de la Ley de Extinción de Dominio para el Distrito Federal, y adminiculadas con el restante material probatorio, las que son valoradas en términos de lo que establece el artículo 402 del código de procedimientos civiles de aplicación supletoria a la Ley de Extinción de Dominio, quedando por demás claro que el bien inmueble sobre el cual se ejercita la acción de extinción de dominio fue objeto producto del delito, sin que sea óbice a lo anterior el que aún no se haya dictado la sentencia que determine la responsabilidad penal, pero existen elementos suficientes para determinar que el hecho ilícito sucedió, habiéndose acreditado plenamente con las copias certificadas de la averiguación previa antes mencionada la existencia del hecho ilícito por el cual se ejercitó la acción, siendo estos de los señalados en el artículo 4o. de la Ley en comento, probándose también que son de los bienes señalados en el artículo 5o. de la Ley ya señalada, y el afectado no probó en términos del artículo 281 del código procesal civil de aplicación supletoria a la Ley de Extinción de Dominio la procedencia lícita del bien sujeto al procedimiento de extinción de dominio, así como su actuación de buena fe y que estaba impedido para conocer su utilización ilícita; bajo este contexto no es óbice que las copias certificadas de la averiguación previa sean actuaciones de carácter penal, pues como se dijo anteriormente, si bien existen criterios que señalan que las actuaciones penales en juicios civiles únicamente tienen el carácter indiciario no menos cierto es que en el presente asunto se trata del ejercicio de una acción de extinción de dominio que es de naturaleza jurisdiccional, de carácter real y de contenido patrimonial por lo que sí es viable otorgarle valor probatorio a dicha documental, cuanto más que contrariamente a lo que argumenta la inconforme con las prueMateria Civil 20 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones bas confesionales ofrecidas por la actora quedan corroborados los elementos para la procedencia de la acción de extinción de dominio, pues corroboran que ALMA GUILLERMINA, MIGUEL ÁNGEL y MARÍA EUGENIA son copropietarios del bien inmueble sujeto al procedimiento de extinción de dominio, que son ellos los que adquirieron mediante compraventa el inmueble sujeto a extinción de dominio, así como que faltaron por lo que respecta a ALMA GUILLERMINA, MARÍA EUGENIA, ambas de apellidos …, al deber del cuidado y vigilancia del uso que se le estaba dando al inmueble ya citado, y contrariamente a lo que señala la apelante sí beneficia al oferente de la prueba, sí forma parte de la litis y sí corroboran los elementos para la procedencia de la acción de extinción de dominio; sin que sea óbice a lo anterior que al momento de absolver las posiciones no hayan manifestado ser autores o tener conocimiento de algún delito que se estuviera llevando a cabo por algún conocido o bien dentro del inmueble sujeto al procedimiento de extinción de dominio, pruebas confesionales que, a contrario de lo que señala la inconforme, sí benefician al oferente de la prueba al gozar de valor probatorio y adminicularse con la documental pública consistente en las copias de la averiguación previa referida en renglones anteriores. Ahora bien, por lo que hace a los testigos ANA ELENA y MARIO ISRAEL, si bien es cierto al deponer hacen referencia a actos y lugares distintos, lo que resulta obvio si se toma en consideración que vivieron situaciones diferentes, de ahí que no sea factible que fueran acordes y contestes en cuanto a actos y lugares, puesto que mientras una fue víctima de la privación de la libertad, como es el caso de la C. ANA ELENA, el C. MARIO ISRAEL fue la persona a la cual le fue solicitado dinero, de ahí que resulte lógico que al tener vivencias diferentes hagan referencia al desahogar la prueba testimonial a su cargo a actos y lugares distintos. Ahora, en cuanto al argumento de la inconforme de que el testigo MARIO ISRAEL, al haber manifestado tener interés en el juicio, no de21 Materia Civil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal bió considerarse su testimonio, es de señalar que dada la naturaleza de la acción ejercitada que, como ya se dijo es jurisdiccional, de carácter real y de contenido patrimonial, dicha Ley fue creada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal con el propósito de crear un frente común ante la delincuencia organizada, para brindar seguridad pública y justicia, como dos de los bienes más preciados con los que deben contar todos los que vivimos en la ciudad de México, de tal suerte que si el testigo ya referido manifiesta que tiene interés el mismo es referente a salvaguardar la seguridad pública y la justicia como bienes más preciados con los que deben contar todos los ciudadanos, dada la naturaleza del ejercicio de la acción de extinción de dominio. Por lo que hace al argumento de que la prueba testimonial a cargo de los CC. JAIME, TRINIDAD, CLAUDIA NOEMÍ e IRLANDA, no fue desahogada como prueba testimonial sino como ratificación de declaración, lo que a juicio de la inconforme constituye una irregularidad procesal sancionada por la Ley y específicamente por el artículo 220 de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, es de señalar que tal situación ya fue resuelta por este órgano jurisdiccional al pronunciar sentencia en los autos del toca ***/2011/03 en donde se resolvió el recurso de apelación interpuesto por la C. MARÍA EUGENIA, en contra del auto dictado en audiencia de fecha ocho de junio del dos mil once, dictado por la C. Juez Segundo de lo Civil del Distrito Federal, en el juicio de extinción de dominio promovido por el GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL en contra de ALMA GUILLERMINA. Argumenta la inconforme que le causa agravio la declaración realizada en la sentencia definitiva en donde se establece que no acreditó ninguna de las excepciones y defensas opuestas en su escrito de contestación a la demanda; al efecto, es de señalar que tal argumento resulta infundado en virtud de que el artículo 41 de la Ley de Extinción de DoMateria Civil 22 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones minio en concordancia con el artículo 281 del código procesal civil a la Ley de Extinción de Dominio, impone al afectado el deber de acreditar: 1. La no existencia de un hecho ilícito. 2. La procedencia lícita de los bienes sobre los que se ejercitó la acción, su actuación de buena fe, así como que estaba impedido para conocer la utilización de dichos bienes; y 3. Que los bienes no se encuentran en ninguno de los supuestos previstos en el artículo 5o. de la Ley de Extinción de Dominio. Situaciones las anteriores que no fueron acreditadas por la inconforme puesto que como ya quedó establecido en renglones anteriores, las copias certificadas de la averiguación previa, las pruebas confesionales, las testimoniales y la de ratificación de contenido y firma ofrecidas por la parte actora, las cuales fueron valoradas en términos de lo que establece el artículo 402 del Código de Procedimientos Civiles de aplicación supletoria a la Ley de Extinción de Dominio arrojan elementos suficientes para tener por acreditada la acción de extinción de dominio ejercitada por la parte actora y, por el contrario, la afectada, hoy apelante, no acreditó que no se haya cometido un hecho ilícito y que el bien sobre el cual versa el procedimiento de extinción de dominio nunca fue instrumento, objeto, producto de un delito, que haya sido utilizado o destinado a ocultar o mezclar bienes producto de un delito; que esté siendo utilizado para la comisión de un delito, o bien que sea producto de la delincuencia organizada, ya que el hecho de contraer matrimonio con MIGUEL ÁNGEL bajo el régimen de sociedad conyugal de ninguna manera implica que el origen de su derecho de propiedad sea lícito, puesto que como si bien es verdad exhibió el acta de matrimonio mediante la cual se acredita que contrajo el mismo con MIGUEL ÁNGEL y que fue bajo el régimen de sociedad conyugal, no acreditó que el bien sujeto al régimen de sociedad conyugal fuera de procedencia lícita; y no basta con señalar que nunca tuvo conocimiento de que se hubiere 23 Materia Civil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal cometido algún ilícito en el inmueble sujeto a extinción de dominio, puesto que es de explorado derecho conocido que en términos de lo que establece el artículo 281 del código procesal civil de aplicación supletoria a la Ley de Extinción de Dominio, le corresponde la carga de la prueba de los hechos constitutivos de sus excepciones, sin que sea motivo suficiente el argumentar que se encontraba separada de su cónyuge desde hace más de tres años, sin que le beneficie en forma alguna las posiciones que le fueron formuladas por la parte actora marcadas con los números ocho y nueve, pues de las mismas no se advierte que se haya probado plenamente que desconocía que se hubiese cometido algún ilícito en el inmueble sujeto a extinción de dominio, siendo inexacto que al formularle la parte actora las posiciones ocho y nueve quede plenamente acreditado que estaba impedida para conocer, en su caso, si en el inmueble sujeto a extinción de dominio se estaban o no cometiendo hechos ilícitos. IV. Pasando al estudio y resolución de los agravios hechos valer por la parte demandada ALMA GUILLERMINA, por su propio derecho, relativo al toca ***/2011/06, se resuelve de la siguiente manera: Los agravios primero y segundo que vierte el apelante, por tener una estrecha relación entre sí, se estudian en su conjunto, atendiendo a lo sostenido en el siguiente criterio: Sexta Época Instancia: Tercera Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación Tomo: CI, Cuarta Parte Página: 17 Agravios en la apelación, estudio conjunto de los. No existe disposición legal que imponga al tribunal de apelación hacer por separado el estudio de cada uno Materia Civil 24 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones de los agravios expresados y, así, basta con que resuelva sobre las cuestiones en ellos. En todo caso, si deja de cumplir con esto último, la omisión causa perjuicio al apelante, único facultado para hacer valer ese motivo de inconformidad, en el juicio de amparo. Amparo directo 476/64. José María Ramos Ábrego. 17 de noviembre de 1965. Unanimidad de 4 votos. Ponente: Mariano Ramírez Vázquez. Volumen XVI. Cuarta Parte. Pág. 40. Amparo directo 4883/57. Andapol Gabino Herrera. 1o. de octubre de 1958. Unanimidad de 4 votos. Ponente: Rafael Matos Escobedo. Volumen XXXII. Cuarta Parte. Pág. 23. Amparo directo 5144. Aura Victoria Calles. 25 de febrero de 1960. Mayoría de 3 votos. Ponente: José López Lira. Disidente: José Castro Estrada. Volumen C, Cuarta Parte. Pág. 11. Amparo directo 6721/62. Óscar Sánchez y Coag. 13 de octubre de 1965. 5 votos. Ponente: José Castro Estrada. Los mismos resultan infundados para provocar la revocación o modificación de la resolución impugnada, en virtud de que como se desprende de los autos y del toca de apelación que en originales se tienen a la vista, a los cuales se les concede pleno valor probatorio en términos de lo que establecen los artículos 327, fracción VIII y 403 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, se advierte que, medularmente la apelante señala que se viola en su perjuicio lo dispuesto en los artículos 81, 278 y 279 del código de procedimientos civiles, así como los artículos 25, fracción I y 41, fracción II de la Ley de Extinción de Dominio al considerar que no fueron tomados en cuenta al dictarse la sentencia que se recurre y señalando que se declararon infundadas las excepciones y defensas hechas valer sin tomar en cuenta las pruebas ofrecidas, y que no se consideró por el a quo la instrumental de actuaciones y la presuncional legal y humana, de las que se desprende que de las actuaciones llevadas a cabo tanto en la averiguación previa como 25 Materia Civil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal de la testimonial ofrecida por la parte actora, se desprende que ninguna de las personas involucradas en el procedimiento penal la reconocen, ni mucho menos reconocen, ni conocen el inmueble materia del presente juicio y que los testigos presentados por la parte actora son de los llamados de oídas y, finalmente, señala que al dictarse la sentencia definitiva se valoren todas y cada una de las pruebas ofrecidas por la apelante. Los argumentos anteriores resultan en parte inoperantes y en otra infundados para provocar la revocación o modificación de la sentencia impugnada, en virtud de que no basta señalar en forma genérica que no fueron valoradas sus pruebas, sino se hace necesario señalar qué pruebas no fueron valoradas y cuáles serían sus alcances para el caso de que las mismas fueran valoradas; al efecto, se hace aplicable el siguiente criterio que a la letra establece: Novena Época Instancia: Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: V, junio de 1997 Tesis: VI.2o.93 K Página: 714 Agravios en la revisión. Son inoperantes cuando se alega falta de valoración de pruebas, si se omite precisar su alcance probatorio. Cuando en la revisión los agravios se hacen consistir en la falta de valoración de pruebas, debe precisarse su alcance probatorio, ya que sólo en esas condiciones podrá analizarse si las mismas tienen trascendencia en el fallo reclamado, por lo que los agravios que no reúnan esos requisitos devienen inoperantes por su notoria insuficiencia. Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito. Amparo en revisión 128/97. José Constantino Alejandro Soriano Troncoso. 9 de abril de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Loranca Muñoz. Secretaria: Hilda Tame Flores. Materia Civil 26 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Amparo en revisión 150/97. Juan Carlos Irigoyen Castillo. 2 de abril de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Antonio Meza Alarcón. Secretario: Enrique Baigts Muñoz. Y lo infundado radica en el hecho de que señala que no tenía conocimiento alguno de las actividades ilícitas del copropietario MIGUEL ÁNGEL, ya que indica que intentó ante el Juzgado Décimo Tercero de lo Civil un juicio ordinario civil de liquidación de copropiedad del inmueble sujeto al procedimiento de extinción de dominio, manifestando que obtuvo sentencia favorable que causó ejecutoria y que declaró disuelta la copropiedad y se ordenó la venta del inmueble materia de la controversia; al respecto, es de señalar que si bien es verdad consta que se llevó a cabo el juicio que refiere, no menos cierto es que del desahogo de la prueba confesional a su cargo, en la audiencia llevada a cabo el ocho de junio del año en curso, al dar contestación a la posición décimo quinta en donde se le cuestionó que dijera “si es cierto como lo es que se abstuvo de ejecutar la resolución dictada con fecha cuatro de noviembre del año dos mil nueve por el Juez Décimo Tercero de lo Civil”, a la que contestó que sí y aclaró que no tenía dinero para las publicaciones, y al dar contestación a la posición quinta en donde se le cuestiona en qué forma cubrió la parte del precio que le correspondía pagar como compradora del inmueble sujeto a extinción de dominio, habiendo contestando que no y aclaró que sacó del banco, pidió prestado y su mamá tiene una tienda de abarrotes y que de ahí obtuvo un poco de dinero, conlleva a considerar que si la compraventa del inmueble sujeta a extinción de dominio tuvo un precio de cuatrocientos ochenta y cinco mil setecientos pesos, el cual fue cubierto de contado, no se acreditó de manera alguna en qué forma se obtuvieron los recursos lícitos para adquirir el inmueble sujeto a extinción de dominio, obligación que le impone tanto el artículo 281 del código procesal civil de aplicación supletoria a 27 Materia Civil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal la Ley de Extinción de Dominio, como el artículo 25 de la Ley de Extinción de Dominio, que a la letra establece: Art. 25. Durante el procedimiento el Juez garantizará y protegerá que los afectados puedan probar: I. La procedencia lícita de dichos bienes, su actuación de buena fe, así como que estaba impedido para conocer su utilización ilícita; II. Que los bienes materia del procedimiento no son de los señalados en el artículo 5o. de esta ley; y III. Que respecto de los bienes sobre los que se ejercitó la acción se ha emitido una sentencia firme favorable dentro de un procedimiento de extinción de dominio por identidad respecto a los sujetos. También garantizará que los terceros ofrezcan pruebas conducentes para que se reconozcan sus derechos sobre los bienes materia de la acción; y las víctimas u ofendidos únicamente en lo relativo a la reparación del daño, cuando comparezcan para tales efectos. De tal suerte que no existe prueba alguna en actuaciones mediante las cuales quede fehacientemente acreditada la procedencia lícita del bien inmueble sujeto al procedimiento, así como que estaba impedida para conocer su utilización ilícita; y por lo que respecta al agravio que vierte sobre la falta de valoración de la prueba instrumental de actuaciones y presuncional legal y humana es de señalar que tal argumento deviene en infundado tomando en consideración que no vierte razonamiento alguno tendiente a combatir la forma y términos en que fueron valoradas dichas probanzas por el a quo, y el hecho de que en la prueba testimonial ofrecida por la parte actora ninguna de las personas involucradas en el procedimiento penal la hayan reconocido y no conozcan el bien inmueble sujeto al procedimiento de extinción de dominio en forma alguna trae como consecuencia la modificación o revocación de la Materia Civil 28 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones sentencia impugnada, puesto que como quedó establecido en renglones anteriores, con las pruebas aportadas por la parte actora y consistentes en las copias certificadas de la averiguación previa ya referida en renglones anteriores, las pruebas confesionales, testimoniales y de reconocimiento de contenido y firma, así como las diversas documentales mediante las cuales se acredita de manera fehaciente la identidad del bien inmueble sujeto al procedimiento de extinción de dominio; probanzas que fueron valoradas por el a quo en términos de lo que establece el artículo 402 del código de procedimientos civiles de aplicación supletoria a la Ley de Extinción de Dominio para el Distrito Federal, queda de manifiesto que han sido debidamente acreditados los elementos de la acción de extinción de dominio cumpliéndose de esta forma con lo preceptuado en el artículo 281 del código de procedimientos civiles de aplicación supletoria a la Ley de Extinción de Dominio para el Distrito Federal que es precisamente el que a la parte actora corresponde probar los hechos constitutivos en que funde su demanda y a la parte demandada aquellos en que funde sus excepciones y defensas. Finalmente, en cuanto a la violación de las garantías individuales que refiere es de señalar que no compete a este Órgano Colegiado considerar si existe o no violación a dichas garantías, pues es de explorado derecho conocido que el estudio de las violaciones a garantías individuales corresponde a los tribunales federales; al efecto, se hace aplicable el siguiente criterio que establece: Artículos 14 y 16 constitucionales, violación a los. Su análisis, es de la competencia exclusiva de los tribunales federales, a través del juicio de amparo. El artículo 103, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece que: “Artículo 103. Los tribunales de la Federación resolverán toda controversia que se suscite: I. Por leyes o actos de la autoridad que violen las garantías individuales.”, de donde se advierte que dichos tribunales son los competentes 29 Materia Civil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal para determinar, si existe violación a los diversos numerales 14 y 16 de nuestra Ley Fundamental, por medio del juicio de amparo, toda vez que la autoridad responsable, sólo está facultada para revisar el proceder del inferior a través de los agravios que ante ella sean planteados en relación con las disposiciones que se afirme, fueron desacatadas; pero de ninguna manera está en la posibilidad de analizar y decidir sobre las infracciones que se cometan, al Pacto Federal. Sexto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito. Amparo directo 6056/95. Gloria Hernández de Lira y otros. 9 de noviembre de 1995. Unanimidad de votos. Ponente: Enrique R. García Vasco. Secretario: Alfredo Flores Rodríguez. De conformidad a lo establecido en los artículos 103 y 107, fracción I, de la Ley de Amparo, los tribunales federales son los competentes para determinar si existe violación a los diversos numerales 14 y 16 de nuestra Ley Fundamental, por medio del juicio de amparo, toda vez que esta Sala sólo está facultada para revisar el proceder del inferior a través de los agravios que ante ella sean planteados en relación con las disposiciones que se afirme, fueron desacatadas; pero de ninguna manera está en la posibilidad de analizar y decidir sobre las infracciones que se cometan al Pacto Federal. En consecuencia, por todos y cada uno de los razonamientos anteriores, se estima procedente confirmar en sus términos la sentencia definitiva apelada, ya que no se observa de manera alguna violación a las consideraciones y a los preceptos legales que invocó la apelante y que estimó violados. III. Siendo coincidentes los resolutivos de esta resolución con los de la sentencia de primera instancia, con fundamento en el artículo 140, fracción IV del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, deberá condenarse al apelante a pagar las costas procesales causadas en ambas instancias. Por lo expuesto y fundado, se Materia Civil 30 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones RESUELVE: PRIMERO. Se declaran infundados los agravios hechos valer por la tercera llamada a juicio MARÍA EUGENIA, relativo al toca ***/2011/05; y habiendo resultado inoperantes e infundados los agravios vertidos por la demandada ALMA GUILLERMINA, relativo al toca ***/2011/06; en consecuencia, se confirma la sentencia definitiva impugnada, cuyos puntos resolutivos han sido transcritos en el resultando primero de esta resolución. SEGUNDO. Se condena al apelante a pagar las costas procesales causadas en ambas instancias. TERCERO. Notifíquese, y con testimonio de esta resolución y de sus notificaciones, gírese oficio al juzgado de origen, y en su oportunidad, archívese el toca como asunto concluido; asimismo, agréguese copia certificada de esta resolución al toca número ***/2011/06, para los efectos legales a que haya lugar. Así, lo resolvió y firma la H. Primera Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, por unanimidad de votos de sus integrantes, señores magistrados licenciados Alicia Pérez de la Fuente, José Luis Castillo Lavín y Martha Lucía Elizondo Télles, siendo ponente la primera de los nombrados, ante el C. Secretario de Acuerdos, quien autoriza y da fe. 31 Materia Civil Juzgado Décimo Primero de lo Civil de Proceso Oral Juez Minerva Tania Martínez Cisneros Sentencia definitiva dictada en juicio oral civil, pago de honorarios, derivados de la prestación de servicios profesionales. SUMARIO: PRESTACIÓN DE SERVICIOS PROFESIONALES. A FIN DE TENER DERECHO AL COBRO DE LOS HONORARIOS, DEBE EXHIBIRSE PRUEBA IDÓNEA Y DIRECTA QUE DEMUESTRE ESTAR AUTORIZADO A EJERCER LA PROFESIÓN RESPECTIVA. Cuando se ejercita la acción de pago de honorarios derivada de un contrato de servicios profesionales, es requisito indispensable de conformidad con el artículo 281 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, que el actor acredite a través de prueba idónea y directa que está autorizado para ejercer la profesión respectiva, en el presente caso, de licenciado en Contaduría Pública y para ello, deberá exhibir la cédula profesional respectiva, por ser el documento público y oficial mediante el cual se comprueba de manera fehaciente que la persona a cuyo favor fue expedida cumplió con los requisitos legales requeridos para el ejercicio de esta profesión, pues con dicha documental pública está justificando su derecho al cobro de ese concepto y, además, se da la oportunidad al demandado para Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal que, en su caso, impugne el mismo, lo que es acorde a las reglas que rigen la carga de la prueba en materia civil y con ello se salvaguarda el principio de igualdad procesal de las partes; lo anterior, conforme a lo dispuesto en los artículos 5o. constitucional, párrafo segundo, en relación con los numerales 2606 y 2608 del Código Civil para el Distrito Federal. México, Distrito Federal, catorce de enero de dos mil quince. Vistos, para resolver en definitiva los autos del juicio oral civil, promovido por EVODIO en contra de G. DE C., S. A. de C. V., expediente número 000/2014. RESULTANDO: 1. Mediante escrito presentado ante la Oficialía de Partes Común Civil, Cuantía Menor, Oralidad, Familiar y Sección Salas del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal el día veintinueve de septiembre de dos mil catorce, turnado a este juzgado el día hábil siguiente, EVODIO, por su propio derecho compareció a demandar de G. DE C., S. A. de C. V., en la vía oral mercantil, el cumplimientos de las siguientes prestaciones: 1. El pago como suerte principal de la cantidad de $52,800.00 (cincuenta y dos mil ochocientos pesos 00/100 M. N.) por concepto de servicios contables y de asesoría contable e impuesto al valor agregado incluido, otorgados a su favor, por parte del suscrito, y amparados por las facturas números 2470 por la cantidad de $9,280.00 (nueve mil doscientos ochenta pesos 00/100 M. N.); 2482 de $9,280.00 (nueve mil doscientos ochenta pesos 00/100 M. N.); 2493 de $9,280.00 (nueve mil doscientos ochenta pesos 00/100 M. N.); 2502 $9,280.00 (nueve mil doscientos ochenta pesos 00/100 M. N.); 2523 $9,280.00 (nueve mil doscientos ochenta pesos 00/100 M. N.), todas estas facturas en su totalidad, y un saldo por la cantidad de $6,400.00 (seis mil cuatrocientos pesos 00/100 M. N.). De la factura número 2457, Materia Civil 34 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones que sumadas todas ellas dan la suerte principal que he señalado de $52,800.00 (cincuenta y dos mil ochocientos pesos 00/100 M. N.) y reclamo su pago en este juicio. Facturas expedidas por el suscrito, por los servicios contables otorgados por los meses de julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre del año dos mil diez, a favor de la demandada. 2. El pago del interés a razón de tió (sic) legal, sobre el monto del adeudo que se reclama de las facturas antes precisadas, emitidas por el suscrito y entregadas en su original fiscal a la demandada y sólo suscritas en su acuse de recibo mediante firma en copia, por dependiente o representante de la demandada, y desde la fecha de vencimiento, en que incurrió en mora la demandada y hasta el cumplimiento que se haga del adeudo. 3. El pago de los gastos y costas de juicio, por haber dado causa la demandada a la interposición y trámite de esta instancia. 2. Mediante proveído de dos de octubre de dos mil catorce, se admitió la demanda en la vía oral civil, toda vez que el acto jurídico que deriva de los documentos base de la acción, no tiene una naturaleza mercantil sino civil. 3. Mediante diligencia de fecha diez de octubre del año próximo pasado, se emplazó a juicio a G. DE C., S.A. de C.V., quien dio contestación mediante escrito presentado ante la Oficialía de Partes Común el día veintitrés de octubre del año anterior y turnado a este juzgado al día hábil siguiente, negando acción y derecho a su contraria, oponiendo las excepciones y defensas que a su interés convino. 4. Con fecha dieciocho de noviembre de dos mil catorce, tuvo verificativo la Audiencia Preliminar, en la que se realizó la depuración del procedimiento, así como las etapas que establece el artículo 1000 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, en donde las partes acordaron como hecho no controvertido el número II del escrito de demanda, en su totalidad. 35 Materia Civil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal 5. Con fecha catorce de enero del presente año, se celebró la Audiencia de Juicio, a que refiere el artículo 1006 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, en la que se desahogaron las pruebas que fueron legalmente admitidas, concediéndoseles el uso de la palabra a cada una de las partes para que formularan sus alegatos, hecho que fue, se declaró el presente asunto visto y se dictó la sentencia definitiva que en Derecho corresponde, bajo los siguientes CONSIDERANDOS: I. La suscrita es competente para conocer y decidir el presente juicio en virtud de la jurisdicción concurrente de conformidad con lo prescrito por el artículo 104, fracción II, constitucional, así como 71 Bis de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. II. La presente resolución se dicta con estricto apego a Derecho, conforme a los artículos 14 y 17 de la Constitución, atendiendo a los principios que rigen a los procesos orales, siendo estos: oralidad, publicidad, igualdad, inmediación, contradicción, continuidad y concentración, de conformidad con el artículo 971 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal. III. En cuanto a la vía intentada, la oral civil es la procedente de conformidad con lo que establece el artículo 969 del código procesal civil, ya que toda contienda que no tenga señalada tramitación especial en las leyes mercantiles, como en el caso que nos ocupa, debe tramitarse en la presente vía, en consecuencia, es de reiterarse la procedencia de la vía oral civil. IV. Entrando al estudio de la acción, se advierte que la ejercitada por el actor se encuentra contemplada en el capítulo II, denominado “De la Prestación de Servicios Profesionales”, artículos 2606 y 2608 del Código Civil para el Distrito Federal que disponen: Materia Civil 36 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Artículo 2606. El que presta y el que recibe los servicios profesionales, pueden fijar, de común acuerdo, retribución debida por ellos... Artículo 2608. Los que sin tener el título correspondiente ejerzan profesiones para cuyo ejercicio la ley exija título, además de incurrir en las penas respectivas, no tendrán derecho de cobrar retribución por los servicios profesionales que hayan prestado. De dichos preceptos se desprenden que los elementos de la presente acción son los siguientes: 1. El acreditamiento de ser Licenciado (en el presente caso en contaduría pública). 2. La celebración del contrato de prestación de servicios profesionales; 3. La prestación efectiva del servicio (causa del servicio). Elementos que deben ser necesariamente justificados por la parte accionante, facultándose al juzgador el estudio aun de oficio de la improcedencia de la acción por falta de uno de ellos, tal y como lo dispone la jurisprudencia emitida por la otrora Tercera Sala, correspondiente a la sexta época, consultable en el Apéndice de 1995, tomo IV, Parte SCJN, tesis 6, página 6, que a la letra dice: Acción. Estudio oficioso de su improcedencia. La improcedencia de la acción, por falta de uno de sus requisitos esenciales, puede ser estimada por el juzgador, aun de oficio, por ser de orden público el cumplimiento de las condiciones requeridas para la procedencia de dicha acción. En ese orden de ideas, esta juzgadora determina que la parte accionante no justificó con prueba idónea y directa el primero de los elementos de la acción, consistente en el acreditamiento de ser Licenciado en contaduría pública, mismo que por cuestión de orden y método se procede a estudiar. 37 Materia Civil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal En efecto, la parte actora para acreditar tener derecho a reclamar las prestaciones de su escrito inicial de demanda, exhibió junto con su escrito de demanda en términos del artículo 982 en relación con el 95 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, los siguientes documentos: Copias simples de las facturas: A. 2457, expedida el 25 de julio de 2010, por la cantidad $9,280.00, por servicios contables del mes de julio de 2010. B. 2470, expedida el 25 de agosto de 2010, por la cantidad $9,280.00, por servicios contables del mes de agosto de 2010. C. 2482, expedida el 25 de septiembre de 2010, por la cantidad $9,280.00 (nueve mil doscientos ochenta pesos 00/100 M. N.), por servicios contables del mes de septiembre de dos mil diez. D. 2493, expedida el 25 de octubre de 2010, por la cantidad $9,280.00 (nueve mil doscientos ochenta pesos 00/100 M. N.), por servicios contables del mes de octubre de dos mil diez. E. 2502, expedida el 25 de noviembre de 2010, por la cantidad $9,280.00 (nueve mil doscientos ochenta pesos 00/100 M. N.), por servicios contables del mes de noviembre de dos mil diez. F. 2523, expedida el 25 de diciembre de 2010, por la cantidad $9,280.00 (nueve mil doscientos ochenta pesos 00/100 M. N.), por servicios contables del mes de diciembre de dos mil diez. Facturas que fueron objetadas en cuanto a su alcance y valor probatorio por la demandada. Asimismo, rindió las siguientes documentales: ● El dictamen realizado por la contadora María Teresa Garibay Zamora, del estado de cuenta de G. DE C., S.A. de C. V. ● Copias simples de las facturas números 2396, 2416, 2433 y 2444, valiosas por $9,280.00 (nueve mil doscientos ochenta pesos 00/100 M. N.), cada una, por servicios contables de los meses de marzo, abril, mayo y junio de dos mil diez. Materia Civil 38 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones ● Copia simple del acuse de la declaración anual, y las hojas de balan- ce contable de cada mes, del ejercicio contable del año dos mil diez, de la empresa demandada. ● Copia simple de la cédula profesional número 0000000, expedida a favor de Sandra R. E. ● Original de la factura 002, expedida por la contadora pública Sandra R. E. ● Certificado expedido por la Escuela Bancaria y Comercial. De dicho cúmulo probatorio, no se puede tener por justificada la calidad de Licenciado en Contaduría Pública del actor, pues los documentos precisados en líneas arriba, fueron encaminados a justificar el encargo y prestación de servicios a favor de la demandada, pero de ninguna manera justifican el elemento respectivo a la calidad de Licenciado en Contaduría Pública. En efecto, hay que tener en cuenta que cuando se ejercita la acción de pago de honorarios derivada de un contrato de servicios profesionales, es requisito indispensable de conformidad con el artículo 281 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, que el actor acredite a través de prueba idónea y directa que está autorizada para ejercer la profesión respectiva, en el presente caso, de Licenciado en Contaduría Pública y para ello, deberá exhibir la cédula profesional respectiva, por ser el documento público y oficial mediante el cual se comprueba de manera fehaciente que la persona a cuyo favor fue expedida cumplió con los requisitos legales requeridos para el ejercicio de esta profesión, pues con dicha documental pública está justificando su derecho al cobro de ese concepto y, además, se da la oportunidad al demandado para que en su caso, impugne el mismo, lo que es acorde a las reglas que rigen la carga de la prueba en materia civil y con ello se salvaguarda el principio de igualdad procesal de las partes. 39 Materia Civil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal En efecto, dadas las características propias de la acción intentada (pago de honorarios por prestación de servicios profesionales), se involucra la necesidad de probar fehacientemente la calidad de profesionista, pues se requiere tener, en este caso, título de Contador Público para poder cobrar honorarios, conforme lo establece el artículo 2608 del Código Civil del Distrito Federal, y el diverso artículo transitorio segundo de la Ley Reglamentaria del Artículo 5o. constitucional, relativo al Ejercicio de las Profesiones en el Distrito Federal, que establece: “Artículos transitorios... Segundo. En tanto se expidan las leyes a que se refiere el artículo 2o. reformado, las profesiones que en sus diversas ramas necesitan título para su ejercicio son las siguientes: [...] Contador...” Aunado a que tampoco a través de presunciones se puede establecer la calidad de profesional de una persona; es decir, que no puede llegarse a la conclusión de que alguien por el solo hecho de efectuar algunos trámites contables, cuente con título de licenciado en contaduría, sino que es indispensable la prueba directa de esta circunstancia. Lo anterior implica necesariamente que un elemento esencial de la acción de pago, con base en un contrato de prestación de servicios profesionales, lo constituye el que la parte actora cuenta con la cédula profesional para ejercer la profesión respectiva, lo cual debe hacerse a través de prueba idónea y directa, como lo es la cédula profesional respectiva o, en su caso, la cédula de pasante vigente. Lo anterior, se justifica bajo las directrices del principio de certeza y seguridad jurídica, por lo cual el juzgador debe contar con todos los datos o medios de prueba necesarios que le permitan arribar a un conocimiento cierto de los hechos que prueban la acción intentada; y siendo que el contar con título profesional, esto es, tener la calidad de Contador Público y estar legalmente autorizado para el ejercicio de la profesión, es decir, tener la cédula profesional respectiva, constituye un elemento Materia Civil 40 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones de la misma, éste debe probarse de manera fehaciente, a través de prueba directa e idónea y no a base de presunciones. Esto es así, toda vez que en el párrafo segundo del artículo 5o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, expresamente dispone que la Ley de cada Estado determinará cuáles son las profesiones que necesitan título para su ejercicio y las condiciones que deben llenarse para obtenerlo. Sin que la exigencia anterior pueda considerarse como una carga excesiva e inequitativa para la parte actor en esa clase de juicios, en virtud de que la naturaleza propia de la profesión entraña ciertas obligaciones para poder ejercerla legalmente, como lo es el hecho de contar con la cédula profesional que lo acredite como Contador Público, aunado a que el documento de referencia constituye una herramienta básica y de uso diario para los contadores, por lo que no es un requisito exorbitante que requiera de un esfuerzo extraordinario para el actor, pues es parte de su actuar dentro de su profesión. Teniendo aplicación a todo lo anteriormente expuesto la siguiente jurisprudencia por contradicción de tesis, aplicada analógicamente a la profesión de contador público: Época: Novena Época Registro: 178733 Instancia: Primera Sala Tipo Tesis: Jurisprudencia Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Localización: Tomo XXI, abril de 2005 Materia(s): Civil Tesis: 1a/J. 16/2005 Pág. 290 [J]; 9a. Época; la. Sala; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XXI, abril de 2005; Pág. 290 41 Materia Civil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Honorarios. La acción de pago derivada de un contrato de prestación de servicios profesionales, requiere para su procedencia que el actor exhiba la cédula profesional que acredite su calidad de licenciado en derecho. La acción de pago de honorarios derivada del contrato de prestación de servicios profesionales tiene como elemento esencial que la parte actora esté autorizada para ejercer la profesión de licenciado en derecho, por lo que para su procedencia es necesario que el actor acredite fehacientemente, y no apoyado en presunciones, que tiene tal calidad a través de prueba directa e idónea como lo es la exhibición de la documental pública consistente en la cédula profesional, lo cual se justifica bajo las directrices del principio de certeza y seguridad jurídica, ya que el juzgador debe contar con todos los elementos necesarios que le permitan arribar a un conocimiento cierto de los hechos que prueban la acción intentada. Esto es así, toda vez que el párrafo segundo del artículo 5o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos expresamente dispone que la ley de cada Estado determinará cuáles son las profesiones que necesitan título para su ejercicio, así como las condiciones para obtenerlo, sin que tal exigencia pueda considerarse como una carga excesiva para el actor, en virtud de que para poder ejercer legalmente la profesión es indispensable contar con la referida documental. Primera Sala. Contradicción de tesis 85/2004-PS. No es óbice a lo anterior, las copias certificadas exhibidas por el actor de la carta de pasante y certificado de la Escuela Bancaria y Comercial, a nombre de EVODIO, pues lo cierto es que resultan ineficaces para acreditar el ejercicio de la profesión de Licenciado en Contaduría Pública, ya que la carta de pasante fue expedida el veintidós de abril de mil novecientos ochenta y seis, y de acuerdo a lo previsto por el artículo 30 de Ley Reglamentaria del Artículo 5o. constitucional, relativo al Ejercicio de las Profesiones en el Distrito Federal, dichas cartas tienen una vigencia no mayor de tres años, por tanto, si consideramos que los servicios profesionales fueron prestados en el año dos mil diez, es de concluirse que el actor no acredita haber tenido autorización para prestar dichos servicios. Materia Civil 42 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Ahora bien, por lo que hace al argumento de la parte actora, respecto a que la prestación de servicios profesionales fue brindada por conducto de dependientes de él, en específico por la contadora pública Sandra R. E., el mismo no fue acreditado, pues aun y cuando exhibió copia simple de la cédula profesional a nombre de la contadora de referencia, lo cierto es que al tratarse de una copia simple no produce convicción en la suscrita para concluir que la prestación de servicios fue otorgada a través de ella y a nombre del actor, máxime que no se encuentra adminiculada con alguna otra prueba. A mayor abundamiento, de que las facturas base de la acción fueron expedidas con el nombre de EVODIO. Las copias simples de las facturas números 2396, 2416, 2433 y 2444, valiosas por $9,280.00, por servicios contables de los meses de marzo, abril, mayo y junio de dos mil diez, no benefician a los intereses del actor, pues se refieren a servicios que no son materia de la controversia en estudio. Por lo que hace al dictamen realizado por la contadora María Teresa Garibay Zamora, del estado de cuenta de “G. DE C., S.A. de C.V., tampoco beneficia al actor, toda vez que se trata de un documento unilateral que en nada puede afectar a la demandada. En consecuencia, la acción ejercida por el actor no puede prosperar al no justificarse uno de los elementos de la acción intentada, no siéndole favorables tampoco las pruebas presuncional en su doble aspecto, ni la instrumental de actuaciones; por lo que, resulta innecesario el estudio de los demás elementos, dado que el resultado final será el mismo o sea absolver, sirviendo de apoyo la siguiente jurisprudencia: Sexta Época Instancia: Tercera Sala Fuente: Apéndice de 1995 Tomo: Tomo IV, Parte SCJN Tesis: 7 Página: 6 43 Materia Civil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Acción. Falta de prueba de la. Dado que la ley ordena que el actor debe probar los hechos constitutivos de su acción, es indudable que, cuando no los prueba, su acción no puede prosperar, independientemente de que la parte demandada haya o no opuesto excepciones y defensas. En ese orden de ideas, se dejan de estudiar las excepciones y defensas opuestas por la demandada, toda vez que al no haberse acreditado la acción, resultaría ocioso estudiar dichas excepciones, en virtud de que éstas se caracterizan como el medio de defensa que se opone a la vida jurídica o a las incidencias de la acción, y si ésta no se justifica, por ende no se materializan sus efectos. Lo anterior se robustece con el criterio emitido por la Autoridad Federal, bajo el rubro denominado: Excepciones. Resulta ocioso examinarlas, si no se acreditó la acción. No habiendo acreditado el actor la acción que ejercitó, se debe absolver al demandado de las prestaciones reclamadas, de donde resulta que es ocioso estudiar las excepciones que este último haya opuesto, en virtud de que éstas se caracterizan como el medio de defensa que se opone a la vida jurídica o a las incidencias de la citada acción, y si ésta no se justifica, y por ende no se materializan sus efectos, la oposición que se haya hecho valer en su contra ya para dilatarla o para destruirla, es de innecesario análisis al dejar de existir la materia a controvertir. V. Al no encuadrar el presente asunto en ninguna de las hipótesis previstas en el artículo 140 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, no se hace especial condena en costas. No pasa inadvertido para la suscrita lo estipulado por la fracción V, del artículo en cita, que prevé que siempre será condenado en costas: “...El que intente acciones que resulten improcedentes por falta de uno de los requisitos de procedibilidad de la misma, o haga valer excepciones notoriamente improcedentes...”, pues lo cierto es que en el presente asunto se cumplió Materia Civil 44 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones con todos y cada uno de los requisitos de procedibilidad, tan es así que se entró al estudio del fondo de la acción, por tanto, la citada hipótesis no encuadra dentro del presente asunto. VI. Toda vez que contra la presente resolución no procede recurso ordinario alguno, conforme lo prevé el artículo 969 en relación con el 426, fracción VI, del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, la presente resolución causa ejecutoria por Ministerio de Ley. Por lo expuesto y fundado, así como ajustando los puntos resolutivos a las consideraciones vertidas, es de resolverse y se RESUELVE: PRIMERO. Ha sido procedente la vía intentada, en donde el actor EVODIO no acreditó plenamente los elementos de su acción, siendo innecesario el estudio de las excepciones y defensas interpuestas por la demandada G. DE C., S.A. de C. V., en consecuencia: SEGUNDO. Se absuelve a la demandada de todas y cada una de las prestaciones que le fueron reclamadas por el actor. TERCERO. No se hace especial condena en costas. CUARTO. La presente sentencia causa ejecutoria por Ministerio de Ley, conforme lo establece el artículo 426 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal. QUINTO. La presente resolución se tiene por notificada a las partes en esta audiencia, sin necesidad de formalidad alguna a quienes estén presentes o debieron haber estado, atentos a lo previsto por el artículo 990 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal. Así, definitivamente juzgando, lo resolvió y firma la C. Juez Décimo Primero de lo Civil de Proceso Oral, maestra Minerva Tania Martínez Cisneros, ante el Secretario de Acuerdos “C”, licenciado David Roberto Mercado Rojas, quien autoriza y da fe. 45 Materia Civil Materia Mercantil Juzgado Vigésimo de lo Civil de Cuantía Menor Juez María Teresa Rincón Anaya Sentencia definitiva dictada en juicio ejecutivo mercantil. SUMARIO: PAGARÉ, COBRO DE INTERESES SUPERIOR A LAS TASAS FIJADAS POR LAS INSTITUCIONES DE CRÉDITO. ELEMENTOS DE LA REVISIÓN OFICIOSA FUNDADA EN LA OBLIGACIÓN DE VIGILAR LA APLICACIÓN DEL CONTROL DE CONVENCIONALIDAD. Para precisar si se actualiza o no el fenómeno usurario de cobro de intereses, deben tomarse en cuenta las particularidades del caso, así como las circunstancias económicas que puedan influir en el asunto; luego, si la pretensión se funda en un pagaré en el que se estableció un monto de pago, fecha de vencimiento, además de un pago de interés moratorio, es necesario tomar en cuenta para la condena de intereses, los diversos reportes con tablas de interés bancario, publicadas por el Banco de México en su portal de Internet. Dicho órgano de gobierno presenta los indicadores básicos sobre tasas de interés y comisiones en el mercado de las tarjetas de crédito, ponderándose aquellos datos que abarcan la tasa efectiva promedio estimada en el año en que se suscribió el pagaré exhibido como base de la acción, así como el CAT (Costo Anual Total). Este último es un indicador del costo total del financiamiento aplicable a todo tipo de crédito, con el cual es posible comparar el costo financiero entre créditos, que incluye el monto del crédito, intereses ordinarios, impuesto al valor Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal agregado, comisiones, gastos, primas de seguros requeridas, amortizaciones de principal, descuentos, bonificaciones pactadas en el contrato, y cualquier otro cargo que deba pagar el cliente al momento de contratar el crédito y durante su vigencia, incluyendo la diferencia entre el precio al contado de un bien y su precio a crédito, lo cual se expresa como el porcentaje anual, según lo establece el Banco de México. Lo anterior, con la finalidad de advertir si la variación del índice inflacionario durante la vigencia del crédito y la tasa mensual promedio resultan mucho menores a los intereses convenidos, y en caso de evidenciarse una desproporción en el pacto de intereses y las tasas de interés anualizadas vigentes en el sistema financiero mexicano, es posible determinar prudencialmente al momento de dictar el fallo definitivo, la reducción de la tasa de interés, cuando su resultado sea notoriamente excesivo, ello a fin de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de las partes que se encuentran contenidos en nuestra Constitución Política, así como en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano es parte. México, Distrito Federal, tres de octubre del año dos mil catorce. Vistos. Para resolver en definitiva los autos del juicio ejecutivo mercantil, seguido por RAÚL, en contra de MARÍA DE LOS ÁNGELES, en el expediente ***/2014; y RESULTANDO: 1. Que por escrito presentado ante la Oficialía de Partes Común de los Juzgados de lo Civil de Cuantía Menor del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, con fecha catorce de mayo del año dos mil catorce, compareció, por su propio derecho, en términos del endoso en propiedad que obra al reverso del pagaré exhibido como base de acción, el C. RAÚL a demandar de MARÍA DE LOS ÁNGELES, el pago de las siguientes prestaciones: Materia Mercantil 50 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones A) El pago de la cantidad de $3,000.00 (tres mil pesos 00/100 M. N., por con- cepto de suerte principal del documento que se presenta como base de la acción al presente juicio (sic); B) El pago de los intereses moratorios generados, más los que se sigan generan- do hasta el pago total del adeudo a razón del 10% (diez por ciento) mensual; El pago de los gastos y costas que este juicio origine (sic). Fundándose para tal efecto en las consideraciones de hecho y de derecho contenidas en el cuerpo de su demanda, las cuales se tienen por reproducidas en todas y cada una de sus partes, como si a la letra se insertaran, en obvio de repeticiones innecesarias y para todos los efectos legales a que haya lugar. 2. Admitida a trámite la demanda interpuesta, por auto de fecha dieciséis de mayo del año dos mil catorce (fojas 3 a 6), se ordenó emplazar a la parte demandada, requiriéndole el pago de todas y cada una de las prestaciones reclamadas, tal y como se desprende de la diligencia de fecha ocho de julio del año dos mil catorce (fojas 10 y 11), en la que se emplazó a juicio a la parte demandada, no realizando el pago de las prestaciones reclamadas, por lo que, practicada la diligencia conforme a lo que disponen los artículos 1392 a 1396 del Código de Comercio, y habiendo sido debidamente emplazada la parte demandada, no realizó el pago de la cantidad adeudada, dando contestación a la demanda incoada en su contra, mediante escrito presentado ante la oficialía de partes de este juzgado, con fecha seis de agosto del año dos mil catorce (fojas 16 a 20), escrito que se tiene por reproducido como si a la letra se encontrara inserto en obvio de repeticiones innecesarias. 3. Contestada la demanda, se dio vista a la parte actora con las excepciones opuestas, y una vez admitidas y desahogadas las pruebas en la audiencia respectiva, cerrada la instrucción y agotado el período de 51 Materia Mercantil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal alegatos, se citó a las partes para oír sentencia definitiva, la cual se dicta al tenor de los siguientes CONSIDERANDOS: I. Que este juzgado es competente para resolver sobre la presente controversia con fundamento en lo establecido en los artículos 104 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 75, 1090, 1092, 1094 y 1104 del Código de Comercio, así como el 71 de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. II. Que la vía ejecutiva mercantil intentada por la parte actora, en virtud de que se basa en un título ejecutivo mercantil de los denominados “pagaré”, que reúne los requisitos que dispone el artículo 170 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito y con base en este numeral y en lo dispuesto por el artículo 167 de la misma ley, así como en lo dispuesto por el artículo 1391 del Código de Comercio, ha resultado procedente. III. Que atendiendo a que las partes deben asumir la carga probatoria de los hechos constitutivos de sus pretensiones y que el artículo 1194 del Código de Comercio, de conformidad con lo anterior, establece que el actor está obligado a probar su acción y el reo sus excepciones, la suscrita debe señalar, que en el presente asunto resulta procedente la acción ejecutiva mercantil ejercitada por la parte actora, ya que como se señaló con anterioridad, la misma se funda en un documento de los denominados “pagaré”, que anexa a su escrito inicial de demanda y que de conformidad con lo dispuesto por el artículo 1391, fracción IV, del Código de Comercio, que determina que los títulos de crédito como el pagaré tienen el carácter de ejecutivos, es decir, traen aparejada ejecución, por lo que constituyen una prueba preconstituida de la acción ejercitada en el juicio, lo que jurídicamente significa que el documento ejecutivo exhibido por la parte actora es Materia Mercantil 52 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones un elemento demostrativo en sí mismo, por lo que dicho documento a criterio de la suscrita hace prueba plena en términos del artículo 1296 del Código de Comercio, en consecuencia, debemos entender que el documento base exhibido por la parte actora, probó plenamente su acción, correspondiéndole entonces a la parte demandada desvirtuar la presunción legal que existe a favor de su contrario, en términos del artículo 1196 del Código de Comercio, lo que sucedió parcialmente en la especie, ya que la parte demandada en juicio, al momento de dar contestación a la demanda incoada en su contra opuso, de entre otras excepciones, la excepción de pago, exhibiendo billete de depósito número V00000, expedido por el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financiero, S.N.C., por la cantidad de tres mil pesos con cero centavos, cantidad que la parte demandada pretendía aplicar al pago de la suerte principal; sin embargo, la parte actora en juicio, al momento de desahogar la vista que se le dio con las excepciones y defensas opuestas por su contraparte, manifestó que dicha cantidad debía aplicarse al pago de los intereses moratorios, por tal razón, es de tomar en consideración, que el artículo 364 del Código de Comercio establece que las entregas a cuenta, cuando no resulte expresa su aplicación, se imputarán, en primer término, al pago de intereses por orden de vencimientos, y después al del capital; en consecuencia, ante dicha situación, el pago exhibido por la parte demandada en juicio debe considerarse en primer lugar a cuenta de intereses por orden de vencimiento y en caso de existir remanente a cuenta de capital; ahora bien, es de tomar en consideración, que si bien es cierto, que luego de una intelección al segundo párrafo del artículo 174 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, que dispone que los intereses moratorios se computarán al tipo estipulado para ellos, a falta de esa estipulación, al tipo de rédito fijado en el documento, y en defecto de ambos, al tipo legal; en relación con lo dispuesto por el artículo 362 53 Materia Mercantil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal del Código de Comercio, donde se establece que los deudores que demoren en el pago de sus deudas deberán satisfacer, desde el día siguiente al del vencimiento, el interés pactado para este caso, o en su defecto el seis por ciento anual; y el artículo 78 del Código de Comercio, que dispone que en las convenciones mercantiles cada uno se obliga en la manera y términos que aparezca que quiso obligarse, sin que la validez del acto comercial dependa de la observancia de formalidades o requisitos determinados; se puede advertir, que nuestra legislación permite a las partes la libre convención de intereses en un pagaré, esto es, no fija límite para el pacto de los mismos en caso de mora en un título de crédito, pues las partes se obligan en los términos que quisieron obligarse, permitiendo el pacto de cualquier tipo de interés sin limitación alguna; y que del texto que conforma el pagaré base de acción, también se advierte que las partes convinieron un interés moratorio del diez por ciento mensual; lo cierto resulta también, que el contenido normativo de los preceptos antes mencionados, debe interpretarse acorde con las normas constitucionales y las normas de derechos humanos de fuente internacional de los que el Estado mexicano sea parte, esto es, para el caso que nos ocupa, en el sentido de que la permisión de acordar intereses no es ilimitada, sino que tiene como límite que una parte no obtenga en provecho propio y de modo abusivo sobre la propiedad de la otra, un interés excesivo derivado de un préstamo, ya que, de acuerdo con el actual artículo 1o. constitucional, que señala, entre otras cosas, lo siguiente: En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece. Materia Mercantil 54 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones La normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplía. Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley. Se puede llegar a colegir, que todas las autoridades del país, incluyendo en este caso a la suscrita, se encuentran obligadas a respetar, proteger y garantizar no solo los derechos humanos que derivan de la Constitución, sino también aquellos que se encuentren contenidos en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte, lo que conlleva a considerar que en materia de derechos humanos existe control difuso y, por lo tanto, la obligación de aplicar en materia de derechos humanos, tanto la Constitución, como los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte, generando la obligación de la suscrita, en su carácter de juzgadora, de vigilar la correcta aplicación de dichos derechos humanos en los casos sometidos a su consideración, utilizando, en caso de haber contradicción en la ley, la interpretación más favorable, lo que se conoce como principio pro persona; la suscrita apoya su criterio en el siguiente criterio aislado emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación: décima época, Registro: 160589, Instancia: Pleno, tesis aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, libro III, diciembre de 2011, tomo 1, Materia(s): constitucional, Tesis: P. LXVII/2011(9a.), Página: 535: 55 Materia Mercantil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Control de convencionalidad ex officio en un modelo de control difuso de cons- titucionalidad. De conformidad con lo previsto en el artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, todas las autoridades del país, dentro del ámbito de sus competencias, se encuentran obligadas a velar no sólo por los de- rechos humanos contenidos en la Constitución Federal, sino también por aquellos contenidos en los instrumentos internacionales celebrados por el Estado Mexicano, adoptando la interpretación más favorable al derecho humano de que se trate, lo que se conoce en la doctrina como principio pro persona. Estos mandatos conteni- dos en el artículo 1o. constitucional, reformado mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación de 10 de junio de 2011, deben interpretarse junto con lo establecido por el diverso 133 para determinar el marco dentro del que debe realizarse el control de convencionalidad ex officio en materia de derechos huma- nos a cargo del Poder Judicial, el que deberá adecuarse al modelo de control de constitucionalidad existente en nuestro país. Es en la función jurisdiccional, como está indicado en la última parte del artículo 133 en relación con el artículo 1o. constitucionales, en donde los jueces están obligados a preferir los derechos humanos contenidos en la Constitución y en los tratados internacionales, aun a pesar de las disposiciones en contrario que se encuentren en cualquier norma inferior. Si bien los jueces no pueden hacer una declaración general sobre la invalidez o expulsar del orden jurídico las normas que consideren contrarias a los derechos humanos contenidos en la Constitución y en los tratados (como sí sucede en las vías de control directas establecidas expresamente en los artículos 103, 105 y 107 de la Constitución), sí están obligados a dejar de aplicar las normas inferiores dando preferencia a las contenidas en la Constitución y en los tratados en la materia. Por tal razón, habrá que tomar en consideración que los Estados Unidos Mexicanos firmaron la Convención Americana de Derechos Humanos, lo que obliga a la suscrita a realizar un análisis del contenido del artículo 21 de la Convención Americana de Derechos Humanos, el cual dispone como sigue: Materia Mercantil 56 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Artículo 21. Derecho a la propiedad privada 1. Toda persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes. La ley puede subordinar tal uso y goce al interés social. 2. Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante el pago de indemnización justa, por razones de utilidad pública o de interés social y en los casos y según las formas establecidas por la ley. 3. Tanto la usura como cualquier forma de explotación del hombre por el hombre, deben ser prohibidas por la ley. Ordenamiento del cual se puede advertir que la Convención Americana de Derechos Humanos, que fue firmada por el gobierno mexicano, efectivamente prohíbe, de manera expresa, la usura como forma de explotación del hombre por el hombre, como fenómeno contrario al derecho humano de propiedad, que ocurre cuando una persona obtiene en provecho propio y de modo abusivo sobre la propiedad de otra, un interés excesivo derivado de un préstamo; en ese sentido, a juicio de la suscrita, se presenta una contradicción normativa en el caso de intereses derivados de un préstamo por la suscripción de un pagaré, pues por un lado, si bien es cierto, que tanto el Código de Comercio, como la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, no imponen límites a quienes suscriben un pagaré en el pacto de intereses, al señalar que las partes se obligan en la manera y términos que aparezca que quisieron obligarse, permitiendo el pacto de cualquier tipo de interés sin limitación alguna, estando al contenido del documento mismo, también cierto resulta, que tal como se señaló en líneas previas, la Convención Americana de Derechos Humanos en comento, prohíbe en forma expresa la usura, como fenómeno contrario al derecho humano de propiedad, que ocurre cuando una persona obtiene en provecho propio y de modo abusivo sobre la propiedad de otra, un interés excesivo derivado de un préstamo; por tanto, atendiendo que el artículo 1o. constitucional esta57 Materia Mercantil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal blece el control de convencionalidad de los derechos humanos contenidos en los tratados internacionales firmados por el gobierno mexicano; que el artículo en comento amplía el catálogo de derechos humanos no solo a los contenidos en la Constitución sino a los tratados internacionales aprobados por el Estado mexicano; que los jueces están obligados a preferir los derechos humanos contenidos en la Constitución y en los tratados internacionales, aun a pesar de las disposiciones en contrario que se encuentren en cualquier norma inferior; que en el caso de la usura, la Convención Americana sobre Derechos Humanos la prohíbe por considerar que se trata de una forma de explotación del hombre sobre el hombre; en consecuencia, resulta indudable para la suscrita, que en aplicación del principio pro homine o pro persona, debe priorizar la norma más favorable al demandado, siendo en este caso el artículo 21 de la Convención Americana de los Derechos Humanos, pues debe considerarse que, el contenido normativo que prevé que en el pagaré el rédito y los intereses que deban cubrirse se pactarán por las partes, y sólo ante la falta de tal pacto, operará el tipo legal, debe interpretarse conforme con la norma que prohíbe la usura como forma de explotación del hombre por el hombre, esto es, en el sentido de que la permisión de acordar intereses tiene como límite que una parte no obtenga en provecho propio y de modo abusivo sobre la propiedad de la otra, un interés excesivo derivado de un préstamo. Sirve de apoyo la siguiente jurisprudencia que resulta obligatoria para la suscrita en términos del artículo 217 de la Ley de Amparo, misma que se puede ver bajo el siguiente registro: Tesis: 1a./J. 46/2014 (10a.), Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, décima época, 2006794, Primera Sala, libro 7, junio de 2014, tomo I, página 400, jurisprudencia (constitucional, civil): Pagaré. El artículo 174, párrafo segundo, de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, permite a las partes la libre convención de intereses con la li- Materia Mercantil 58 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones mitante de que los mismos no sean usurarios. Interpretación conforme con la Constitución [abandono de la jurisprudencia 1a./J. 132/2012 (10a.) y de la tesis aislada 1a. CCLXIV/2012 (10a.)]. Una nueva reflexión sobre el tema del interés usurario en la suscripción de un pagaré, conduce a esta Sala a apartarse de los criterios sostenidos en las tesis 1a./J. 132/2012 (10a.), así como 1a. CCLXIV/2012 (10a.), en virtud de que en su elaboración se equiparó el interés usurario con el interés lesivo, lo que provocó que se estimara que los requisitos procesales y sustantivos que rigen para hacer valer la lesión como vicio del consentimiento, se aplicaran también para que pudiera operar la norma constitucional consistente en que la ley debe prohibir la usura como forma de explotación del hombre por el hombre; cuando esta última se encuentra inmersa en la gama de derechos humanos res- pecto de los cuales el artículo 1o. constitucional ordena que todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar. Así, resulta que el artículo 21, apartado 3, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, prevé la usura como una forma de explo- tación del hombre por el hombre, como fenómeno contrario al derecho humano de propiedad, lo que se considera que ocurre cuando una persona obtiene en provecho propio y de modo abusivo sobre la propiedad de otra, un interés excesivo derivado de un préstamo; pero además, dispone que la ley debe prohibir la usura. Por lo anterior, esta Primera Sala estima que el artículo 174, párrafo segundo, de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, que prevé que en el pagaré el rédito y los intereses que deban cubrirse se pactaran por las partes, y sólo ante la falta de tal pacto, operará el tipo legal, permite una interpretación conforme con la Constitución General y, por ende, ese contenido normativo debe interpretarse en el sentido de que la permisión de acordar intereses tiene como límite que una parte no obtenga en provecho propio y de modo abusivo sobre la propiedad de la otra, un interés excesivo derivado de un préstamo; destacando que la adecuación constitucional del precepto legal indicado, no sólo permite que los gobernados conserven la facultad de fijar los réditos e intereses que no sean usurarios al suscribir pagarés, sino que además, confiere al juzgador la facultad para que, al 59 Materia Mercantil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal ocuparse de analizar la litis sobre el reclamo de intereses pactados en un pagaré y al determinar la condena conducente (en su caso), aplique de oficio el artículo 174 indicado acorde con el contenido constitucionalmente válido de ese precepto y a la luz de las condiciones particulares y elementos de convicción con que se cuente en cada caso, a fin de que el citado artículo no pueda servir de fundamento para dictar una condena al pago de intereses mediante la cual una parte obtenga en provecho propio y de modo abusivo sobre la propiedad de su contrario un interés excesivo derivado de un préstamo. Así, para el caso de que el interés pactado en el pagaré, genere convicción en el juzgador de que es notoriamente excesivo y usurario acorde con las circunstancias particulares del caso y las constancias de actuaciones, aquél debe proceder de oficio a inhibir esa condición usuraria apar- tándose del contenido del interés pactado, para fijar la condena respectiva sobre una tasa de interés reducida prudencialmente que no resulte excesiva, mediante la apreciación de oficio y de forma razonada y motivada de las mismas circunstancias particulares del caso y de las constancias de actuaciones que válidamente tenga a la vista el juzgador al momento de resolver. Asimismo, resulta que al realizar el análisis sobre el reclamo de los intereses pactados en un pagaré, la suscrita puede, de oficio, con base en el artículo 174 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, estudiar y determinar a la luz de las circunstancias particulares del caso y las constancias de autos, sin dejar de advertir los factores externos, si efectivamente los intereses moratorios establecidos por las partes resultan usurarios y por tal razón violatorios de los derechos humanos, pudiendo apartarse del contenido del interés pactado, para fijar la condena respectiva sobre una tasa de interés reducida prudencialmente que no resulte excesiva, a fin de preservar que no ocurra el fenómeno usurario; sirve de apoyo la siguiente jurisprudencia que resulta obligatoria para la suscrita en términos del artículo 217 de la Ley de Amparo, misma que se puede ver bajo el siguiente registro: Tesis: Materia Mercantil 60 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones 1a./J. 47/2014 (10a.), Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, décima época, 2006795, Primera Sala, libro 7, junio de 2014, tomo I, página 402, jurisprudencia (constitucional, civil): Pagaré. Si el juzgador advierte que la tasa de intereses pactada con base en el artículo 174, párrafo segundo, de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito es notoriamente usuraria puede, de oficio, reducirla prudencialmente. El párrafo segundo del citado precepto permite una interpretación conforme con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, al prever que en el pagaré el rédito y los intereses que deban cubrirse se pactarán por las partes, y sólo ante la falta de tal pacto, operará el tipo legal; pues ese contenido normativo debe interpretarse en el sentido de que la permisión de acordar intereses no es ilimitada, sino que tiene como límite que una parte no obtenga en provecho propio y de modo abu- sivo sobre la propiedad de la otra, un interés excesivo derivado de un préstamo. Así, el juzgador que resuelve la litis sobre el reclamo de intereses pactados en un pagaré, para determinar la condena conducente (en su caso), debe aplicar de oficio el referido artículo 174, acorde con el contenido constitucionalmente válido de ese precepto y a la luz de las condiciones particulares y los elementos de convicción con que se cuente en cada caso, para que dicho numeral no pueda servir de fundamento para dictar una condena al pago de intereses usurarios, por lo que si el juzgador adquiere convicción de oficio de que el pacto de intereses es notoriamen- te usurario acorde con las circunstancias particulares del caso y las constancias de actuaciones, entonces debe proceder, también de oficio, a inhibir esa condición usuraria apartándose del contenido del interés pactado, para fijar la condena res- pectiva sobre una tasa de interés reducida prudencialmente para que no resulte excesiva, mediante la apreciación razonada, fundada y motivada, y con base en las circunstancias particulares del caso y de las constancias de actuaciones que vá- lidamente tenga a la vista al momento de resolver. Ahora bien, cabe destacar que constituyen parámetros guía para evaluar objetivamente el carácter notoriamente excesivo de una tasa de interés –si de las constancias de actuaciones se aprecian los 61 Materia Mercantil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal elementos de convicción respectivos– los siguientes: a) el tipo de relación existente entre las partes; b) la calidad de los sujetos que intervienen en la suscripción del pagaré y si la actividad del acreedor se encuentra regulada; c) el destino o finali- dad del crédito; d) el monto del crédito; e) el plazo del crédito; f) la existencia de garantías para el pago del crédito; g) las tasas de interés de las instituciones banca- rias para operaciones similares a las que se analizan, cuya apreciación únicamente constituye un parámetro de referencia; h) la variación del índice inflacionario nacional durante la vida real del adeudo; i) las condiciones del mercado; y, j) otras cuestiones que generen convicción en el juzgador. Lo anterior, sobre la base de que tales circunstancias puede apreciarlas el juzgador (solamente si de las constancias de actuaciones obra válidamente prueba de ellos) para aumentar o disminuir lo estricto de la calificación de una tasa como notoriamente excesiva; análisis que, además, debe complementarse con la evaluación del elemento subjetivo a partir de la apreciación sobre la existencia o no, de alguna situación de vulnerabilidad o desventaja del deudor en relación con el acreedor. En ese sentido, es de tomar en consideración, que de conformidad con lo anteriormente señalado, para apreciar si en el caso que nos ocupa, se actualiza o no el fenómeno usurario, la suscrita, empleando el arbitrio judicial, puede tomar en cuenta las circunstancias particulares del caso, así como las constancias de actuaciones, sin dejar de advertir los factores externos y las circunstancias económicas que puedan influir en el asunto, en tal razón, debemos considerar, por un lado, que de constancias de autos que integran el asunto que nos ocupa, se puede advertir que, la parte actora en juicio reclama de su contraparte, en la vía ejecutiva mercantil, el pago de cierta cantidad de dinero, más los accesorios legales, fundando su pretensión en un pagaré, el cual se rige por el principio de literalidad contenido en el artículo 5o. de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, y de acuerdo al texto que los conforma, se puede advertir que el mismo se suscribió entre parMateria Mercantil 62 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones ticulares el día trece de septiembre del año dos mil trece, en el que se estableció como monto del mismo la cantidad de tres mil pesos con cero centavos, conviniendo como fecha de vencimiento el día trece de octubre del año dos mil trece, esto es, se estableció un mes como plazo para el pago del mismo, conviniendo, además, el pago de un interés moratorio a razón del diez por ciento mensual, el cual equivaldría al ciento veinte por ciento anual; por otro lado, debemos considerar también, que de la literalidad del documento en comento, no se desprende que se hubiera convenido sobre alguna garantía para el pago del crédito; del mismo modo, no se advierte el destino a la finalidad del crédito, asimismo, tampoco se puede advertir la actividad de quien otorgó el crédito; por tanto, en base a las circunstancias antes señaladas, la suscrita puede advertir que, en el caso que nos ocupa, el tipo de relación que se advierte de la suscripción del pagaré base de acción, deriva del préstamo entre particulares, de la cantidad que ampara el título de crédito base de acción, en el cual se convino que el pago debía realizarse en un plazo de un mes, estableciendo un interés moratorio a razón del diez por ciento mensual, mismo que resulta equivalente al ciento veinte por ciento anual; en tal razón, atendiendo a las circunstancias antes señaladas, habrá que tomar en consideración, que de las operaciones similares a las que se analizan, los factores externos, las circunstancias económicas y las condiciones existentes en el mercado, encontramos que, el Banco de México, en su portal de Internet, que se puede ver bajo la siguiente dirección http://www.banxico.org.mx/sistema.financiero/ publicaciones/reporte-de-tasas-de-interes-efectivas-de-tarjetas publica diversos reportes con las tablas de interés bancario, respecto a los indicadores básicos de tarjeta de crédito, donde dicho Órgano de Gobierno presenta los indicadores básicos sobre tasas de interés y comisiones de mercado de tarjetas de crédito, con el objeto de proporcionar al público en general y a los analistas financieros elementos para comparar y 63 Materia Mercantil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal dar seguimiento al costo de dicho servicio, el cual resulta ser un hecho notorio, por ser del conocimiento público en el medio social donde ocurrió o donde se tramita el procedimiento, y que puede ser invocado por la suscrita, en términos del artículo 88 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria al Código de Comercio, en términos del artículo 1054 de la legislación en comento; sirve de apoyo la siguiente jurisprudencia que resulta obligatoria para la suscrita en términos del artículo 217 de la Ley de Amparo, misma que se puede ver bajo el siguiente registro: Tesis: P./J. 74/2006, Semanario Judicial de la Federación, novena época, 174899, Pleno, tomo XXIII, junio de 2006, página 963, jurisprudencia (común): Hechos notorios. Conceptos general y jurídico. Conforme al artículo 88 del Código Federal de Procedimientos Civiles los tribunales pueden invocar hechos notorios aunque no hayan sido alegados ni probados por las partes. Por hechos notorios deben entenderse, en general, aquellos que por el conocimiento humano se consideran ciertos e indiscutibles, ya sea que pertenezcan a la historia, a la ciencia, a la naturaleza, a las vicisitudes de la vida pública actual o a circunstancias comúnmente conocidas en un determinado lugar, de modo que toda persona de ese medio esté en condiciones de saberlo; y desde el punto de vista jurídico, hecho notorio es cualquier acontecimiento de dominio público conocido por todos o casi todos los miembros de un círculo social en el momento en que va a pronunciarse la decisión judicial, respecto del cual no hay duda ni discusión; de manera que al ser notorio la ley exime de su prueba, por ser del conocimiento público en el medio social donde ocurrió o donde se tramita el procedimiento. Y la siguiente, que también resulta obligatoria en términos del artículo 217 de la Ley de Amparo: Tesis: XX.2o. J/24, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, 168124, Tribunales Colegiados de Circuito, tomo XXIX, enero de 2009, página 2470, jurisprudencia (común): Materia Mercantil 64 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Hecho notorio. Lo constituyen los datos que aparecen en las páginas electróni- cas oficiales que los órganos de gobierno utilizan para poner a disposición del público, entre otros servicios, la descripción de sus plazas, el directorio de sus empleados o el estado que guardan sus expedientes y, por ello, es válido que se invoquen de oficio para resolver un asunto en particular. Los datos que aparecen en las páginas electrónicas oficiales que los órganos de gobierno utilizan para poner a disposición del público, entre otros servicios, la descripción de sus plazas, el directorio de sus empleados o el estado que guardan sus expedientes, constituyen un hecho notorio que puede invocarse por los tribunales, en términos del artículo 88 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo; porque la información generada o comunicada por esa vía forma parte del sistema mundial de diseminación y obtención de datos denominada “internet”, del cual puede obtenerse, por ejemplo, el nombre de un servidor público, el organigrama de una institución, así como el sentido de sus resoluciones; de ahí que sea válido que los órganos jurisdiccionales invoquen de oficio lo publicado en ese medio para resolver un asunto en particular. En ese sentido, debemos considerar que, del reporte antes señalado, que contiene datos al mes de febrero del año dos mil catorce, y que abarca el año en que se suscribió el pagaré exhibido como base de acción, se puede advertir que, en el cuadro número diez, que se puede ver en la página número quince, referente a las tarjetas de crédito “Clásicas” o equivalentes, con un límite de crédito de hasta cuatro mil quinientos pesos, para los créditos equivalentes a tres mil pesos, otorgados por diversas instituciones de crédito, la tasa efectiva promedio ponderada fluctuó entre treinta y uno punto dos por ciento, treinta y seis punto dos por ciento, cuarenta y uno punto seis por ciento, cuarenta y cuatro punto siete por ciento, y cuarenta y dos punto siete por ciento, asimismo, podemos advertir que el CAT (Costo Anual Total), que es un indicador del costo total de financiamiento aplicable a todo tipo de crédito con 65 Materia Mercantil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal el cual es posible comparar el costo financiero entre créditos aunque sean de plazos o periodicidades distintas e incluso de productos diferentes, que incluye el monto del crédito, intereses ordinarios, impuesto al valor agregado, comisiones, gastos, primas de seguros requeridas, amortizaciones de principal, descuentos y bonificaciones pactadas en el contrato, y cualquier otro cargo que deba pagar el cliente al momento de contratar el crédito y durante su vigencia, incluyendo la diferencia entre el precio al contado de un bien y su precio a crédito; y que se expresa como porcentaje anual, según lo establece el Banco de México, en su portal de Internet, que se puede consultar bajo la siguiente dirección: http://www.banxico.org.mx/ayuda/temas-mas-consultados/ cat--costo-anual-total-.html, fluctuó dentro de algunas instituciones de crédito, en cuarenta y uno punto seis por ciento, cuarenta y dos punto ocho por ciento, cincuenta y siete punto ocho por ciento, cincuenta y cinco punto dos por ciento, y cincuenta y ocho punto seis por ciento; ahora bien, de acuerdo al índice inflacionario nacional, que se puede ver bajo la siguiente dirección: http://www.inegi.org.mx/sistemas/ indiceprecios/CalculadoraInflacion.aspx y que refiere al aumento sostenido y generalizado de los precios de los bienes y servicios de una economía a lo largo del tiempo, se puede advertir que la variación del índice inflacionario durante la vigencia del crédito, que va desde el mes de septiembre del año dos mil trece hasta el mes de agosto del año dos mil catorce, se estableció en tres punto setenta y seis por ciento, y la tasa mensual promedio de inflación en cero punto treinta y cuatro por ciento, las cuales resultan mucho menor al pacto de los intereses convenidos; en consecuencia, la suscrita encuentra que el interés estipulado en el pagaré exhibido como base de acción, a razón del diez por ciento mensual, equivalente al ciento veinte por ciento anual, sí resulta ser notoriamente excesivo, ya que, de acuerdo a los parámetros antes señalados, el interés pactado en el título de crédito exhibido como base de Materia Mercantil 66 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones acción, excede, considerablemente, las tasas que manejan en el mercado las diferentes instituciones que otorgan algún tipo de crédito, así como el costo anual total generado por dicho producto, y el índice inflacionario antes señalado, lo que denota que hay una desproporción en el pacto de intereses, ya que supera las tasas de interés anualizadas existentes en el mercado por las diversas instituciones de crédito, lo que implica, que evidentemente dicho interés es notoriamente más alto al utilizado en el sistema financiero mexicano, por las instituciones que tiene como actividad ordinaria el préstamo de dinero; por tanto, toda vez que la permisión de acordar intereses tiene como límite que no se obtenga un interés excesivo derivado de un préstamo; que en el caso que nos ocupa, la única causa que se puede advertir de las constancias de autos que tienen pleno valor probatorio en términos del artículo 1294 del Código de Comercio, es el préstamo de una persona física a otra persona física, de la cantidad que amparan el título de crédito exhibido como base de acción; que la actividad de las partes no se encuentra regulada; que las instituciones de crédito que tienen como actividad principal el préstamo de dinero, se regulan conforme a las disposiciones de la Ley de Banco de México, en relación con la Ley de Instituciones de Crédito y la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, para quienes resultan irrestrictas las disposiciones contenidas en las legislaciones citadas; que de actuaciones no se desprende que quien otorgó el crédito se encuentre regulada como una institución financiera dedicada al servicio de banca y crédito, por lo que, a juicio de la suscrita resulta que para una persona que no tiene como actividad ordinaria el préstamo de dinero, también resultan irrestrictas las disposiciones contenidas en los ordenamientos señalados, y por tanto, es excesiva cualquier tasa de interés que resulte superior a las existentes y utilizadas en el mercado, por las instituciones financieras; en consecuencia, es claro que el interés estipulado en el pagaré exhibido como base de acción sí resulta ser notoriamente exce67 Materia Mercantil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal sivo, por tanto, el pacto de intereses de carácter usurario, a juicio de la suscrita, no puede producir obligación alguna en el deudor, por lo que, desde luego, no se encuentra obligado a cubrir los intereses convencionales pactados en el pagaré base de acción; sin embargo, es de tomar en consideración, que en el caso que nos ocupa, las partes estuvieron de acuerdo en que se cobraran intereses moratorios en el pagaré, ya que, además es una característica de las relaciones mercantiles el poder obtener una ganancia sobre el dinero, por tanto, a juicio de la suscrita, si bien no es aplicable el interés convenido en el pagaré exhibido como base de acción, sí debe existir el pago de un interés que se encuentre permitido dentro de la normatividad aplicable al caso concreto, y que se ajuste a las condiciones generales del mercado; en tal razón, a fin de que no ocurra el fenómeno usurario, esto es, que una parte obtenga en provecho propio y de modo abusivo sobre la propiedad de otro, un interés excesivo derivado de un préstamo y que resulte notoriamente excesiva la tasa de interés, en relación a las circunstancias particulares que en el caso sirvieron como parámetros para tener por evidenciado el carácter usurario del interés pactado por las partes en juicio, y que para el caso de apartarse del interés convenido, la tasa de interés puede ser reducida prudencialmente a fin de que no resulte notoriamente excesiva, habrá que considerar que de entre los porcentajes antes mencionados, encontramos que la tasa media de interés equivale al cuarenta y uno punto cuarenta y seis por ciento anual, equivalente al tres punto cuarenta y cinco por ciento mensual, por tanto, dado que dicha tasa de interés no resulta notoriamente excesiva en relación a los parámetros antes señalados, la suscrita, a fin de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de las partes que se encuentran contenidos en nuestra Constitución Política, como en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano es parte, adecuándose al contenido constitucionalmente válido, y adoptando la interpretación más favorable al derecho humano Materia Mercantil 68 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones de propiedad, encuentra procedente condenar a la parte demandada al pago del interés moratorio a razón del cuarenta y uno punto cuarenta y seis por ciento anual, equivalente al tres punto cuarenta y cinco por ciento mensual, sobre la suerte principal. Ahora bien, siguiendo con ese orden de ideas, para poder determinar si el pago realizado por la parte demandada debe considerarse en primer lugar a cuenta de intereses moratorios por orden de vencimiento y en caso de existir remanente a cuenta de capital, resulta necesario determinar el interés moratorio que se había causado hasta la fecha del pago, en tal razón, debemos considerar que de acuerdo con el artículo 362 del Código de Comercio, los intereses moratorios se causan desde el día siguiente a la fecha de vencimiento del documento; por tanto, toda vez que los títulos de crédito se rigen por el principio de literalidad que se encuentra contenido en el artículo 5o. de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, que implica que el universo de obligaciones y derechos creado con la expedición de un título, no puede ni debe tener otra interpretación que la realizada respecto de lo que esté contenido de manera escrita en el documento; y que en el pagaré exhibido como base de acción se estableció como fecha de vencimiento el trece de octubre del año dos mil trece, en consecuencia, se tiene que los intereses moratorios comienzan a causarse a partir del catorce del octubre de dos mil trece, por lo que, hasta el catorce de agosto del año dos mil catorce, transcurrieron un total de diez meses, un día, de mora; ahora bien, al aplicar el cuarenta y uno punto cuarenta y seis por ciento, a la cantidad de tres mil pesos con cero centavos, obtenemos un interés moratorio anual de un mil doscientos cuarenta y tres pesos con ochenta centavos. Siguiendo con ese orden de ideas, a fin de obtener el interés moratorio mensual, debemos dividir entre doce el interés anual, lo que nos da la cantidad de ciento tres pesos con sesenta y cinco centavos, suma que al ser multiplicada por diez meses de mora, nos da la cantidad 69 Materia Mercantil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal de un mil treinta y seis pesos con cincuenta centavos; en ese mismo orden de ideas, debemos señalar que, para obtener el interés diario, debemos dividir entre treinta el interés mensual, lo que nos arroja la cantidad de tres pesos con cuarenta y cinco centavos; finalmente, al sumar los últimos dos resultados, obtenemos un total de un mil treinta y nueve pesos con noventa y cinco centavos, por concepto de intereses moratorios causados desde el catorce de octubre de dos mil trece hasta el catorce de agosto del año dos mil catorce, sin embargo, al aplicar la cantidad de tres mil pesos con cero centavos, al pago de los mismos, tenemos que dichos intereses moratorios se encuentran totalmente cubiertos, existiendo un sobrante igual a la cantidad de un mil novecientos sesenta pesos con cero cinco centavos, cantidad que al ser aplicada a la suerte principal, nos arroja un total de un mil treinta y nueve pesos con noventa y cinco centavos, por concepto de capital adeudado; por tanto, toda vez que la parte demandada adeuda una cantidad cierta, líquida y exigible, en consecuencia, se deberá condenar a la parte demandada a pagar a la parte actora o a quien sus derechos represente, la cantidad de $1,039.95 (un mil treinta y nueve pesos 95/100 M.N.), por concepto de suerte principal adeudada al veintidós de diciembre del año dos mil diez, lo que deberá hacer dentro del término de cinco días, contados a partir de que la presente resolución sea legalmente ejecutable, apercibida que en caso contrario, se procederá al trance y remate de los bienes embargados y con su producto se hará pago a la parte actora en juicio. IV. No resulta del todo óbice para lo anterior, el que la parte demandada haya opuesto de su parte la excepción de pago, ya que, tal como se estableció en el considerando inmediato anterior, la misma resultó parcialmente procedente. Por lo que hace a la excepción de sine actione agis, es de tomar en consideración, que la misma no resulta propiamente una excepción, sino consiste en revertir la carga probatoria a su contraMateria Mercantil 70 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones ria, y en el caso que nos ocupa, la parte actora en juicio cumplió con su carga probatoria, ya que exhibió como documento base de acción, un título de crédito de los denominados pagaré, que resulta ser una prueba preconstituida a su favor, por lo que, en este caso correspondía a la parte demandada desvirtuar la presunción legal que obra a favor de su contraria, en términos de lo establecido en el artículo 1196 de Código de Comercio, lo que sucedió parcialmente en la especie tal como quedó asentado en el considerando anterior. Por lo que hace a las excepciones personales que se advierten de los hechos que conforman el escrito de contestación de demanda, que la enjuiciada hace consistir en que el documento no lo suscribió a favor de la persona que le demanda, ni a quien le endosó el pagaré, alegando que fue al señor JUAN JOSÉ; y que le hizo entrega de la cantidad de tres mil pesos con cero centavos, al señor de nombre ANACLETO, quien se lo iba a entregar al señor JOSÉ, quien es la persona a la que le firmó en blanco el pagaré base de acción, resulta pertinente señalar que si bien es cierto, que las mismas resultarían ser de las personales que tendría el demandado en contra del beneficiario original, también resulta cierto que del análisis al endoso en propiedad que obra al reverso del pagaré exhibido como base de acción, realizado por el beneficiario original, a favor de RAÚL, ciertamente se puede advertir, que dicho endoso fue realizado con fecha doce de abril del año dos mil catorce, esto es, posteriormente a la fecha de vencimiento del título, por tanto, toda vez que el artículo 37 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, dispone que el endoso posterior al vencimiento de un título de crédito surte efectos de sesión ordinaria; que en términos de lo previsto por el artículo 27 de la legislación citada, dicha circunstancia tiene el efecto de subrogar al adquirente en todos los derechos que el título le confiere y lo sujeta a todas las excepciones personales que el obligado habría podido oponer al autor de la transmisión antes de ésta; en consecuencia, en el caso que 71 Materia Mercantil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal nos ocupa, resultan oponibles las excepciones en estudio; sin embargo, es de tomar en consideración que las mismas resultan infundadas, ya que, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 1194 del Código de Comercio, el que afirma se encuentra obligado a probar, por lo que, el actor debe probar su acción y el demandado sus excepciones, sin embargo, durante la secuela procesal, la parte demandada se abstuvo de ofrecer elemento de prueba suficientemente eficiente a fin de acreditar su aseveración, por lo que, al no haber cumplido con la carga probatoria impuesta por el artículo 1194 previamente citado, se reitera infundada la excepción en estudio. V. Por cuanto hace al interés moratorio reclamado por la parte actora en juicio, es de tomar en consideración, que tal como se estableció en el considerando tercero anterior, el interés moratorio convenido por las partes a razón del diez por ciento mensual, equivalente al ciento veinte por ciento anual, resulta ser notoriamente excesivo, por lo que, la parte demandada no se encuentra obligada a cubrir los intereses convencionales; sin embargo, dado que las partes estuvieron de acuerdo en que se cobraran intereses moratorios que, además, es una característica de las relaciones mercantiles el poder obtener una ganancia sobre el dinero y que, en el considerando tercero de la presente resolución, se determinó que de entre los porcentajes antes mencionados, la tasa media de interés equivale al cuarenta y uno punto cuarenta y seis por ciento anual, equivalente al tres punto cuarenta y cinco por ciento mensual, no resulta notoriamente excesiva en relación a los parámetros antes señalados, en consecuencia, la suscrita encuentra procedente condenar a la parte demandada, al pago del interés moratorio a razón del cuarenta y uno punto cuarenta y seis por ciento anual, equivalente al tres punto cuarenta y cinco por ciento mensual, sobre la suerte principal, causado a partir del quince de agosto del año dos mil catorce, y hasta el momento de realizar el pago total del capital, esto de conformidad a lo estableMateria Mercantil 72 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones cido en el artículo 362 del Código de Comercio, así como los artículos 5o. y 174, párrafo segundo, de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, cantidad que será liquidada y cuantificada en ejecución de sentencia, según lo dispone el artículo 1348 del Código de Comercio. VI. Por encontrarse el presente asunto dentro de los supuestos previstos en la fracción III del artículo 1084 del Código de Comercio, se condena a la parte demandada al pago de los gastos y costas generados por el presente juicio, por lo que los mismos deberán ser cuantificados en ejecución de sentencia, de conformidad a lo dispuesto por el artículo 1348 del Código de Comercio. Por lo anteriormente fundado y motivado, con apoyo en los artículos 1321 y 1322 del Código de Comercio, es de resolverse y se RESUELVE: PRIMERO. Ha sido procedente el juicio ejecutivo mercantil intentado por la actora, en donde la misma acreditó parcialmente los hechos constitutivos de sus pretensiones y la demandada acreditó parcialmente sus excepciones, en consecuencia; SEGUNDO. Se condena a la parte demandada MARÍA DE LOS ÁNGELES, a pagar a la parte actora o a quien sus derechos represente la cantidad de $1,039.95 (un mil treinta y nueve pesos 95/100 M. N.), por concepto de suerte principal, lo que deberá hacer dentro del término de cinco días, contados a partir de que la presente resolución sea legalmente ejecutable, apercibida que en caso contrario, se ordenará el trance y remate de los bienes embargados y con su producto se hará pago a la parte actora, en términos de lo establecido en el considerando tercero de esta resolución. TERCERO. Se condena a la parte demandada a pagar a la parte actora o a quien sus derechos represente, el interés moratorio a razón del cuarenta y uno punto cuarenta y seis por ciento anual, equivalente al 73 Materia Mercantil Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal tres punto cuarenta y cinco por ciento mensual, sobre la suerte principal, contado a partir del quince de octubre de dos mil catorce, y hasta la solución total del adeudo, de conformidad a lo establecido en los considerandos tercero y quinto de la presente resolución. CUARTO. Se condena a la parte demandada al pago de los gastos y costas causados por el presente juicio, en términos del considerando sexto de esta resolución. QUINTO. Notifíquese y cúmplase. Así, definitivamente juzgando lo resolvió y firma la C. Juez Vigésimo de lo Civil de Cuantía Menor, licenciada María Teresa Rincón Anaya, ante la C. Secretaria de Acuerdos, licenciada Carmen Rocío Castillo Hernández, con quien actúa, autoriza y da fe. Materia Mercantil 74 Materia Familiar Tercera Sala Familiar Magistrados Adriana Canales Pérez, Manuel Díaz infante y José Cruz Estrada Ponente Mgda. Adriana Canales Pérez Recurso de apelación interpuesto por su propio derecho, en calidad de actora incidental, en contra de la sentencia interlocutoria del incidente de aprobación de convenio y contrapropuesta de convenio, derivado del juicio divorcio sin causa. SUMARIO: SOCIEDAD CONYUGAL, LIQUIDACIÓN DE. LAS REGALÍAS QUE SE OBTIENEN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE UNA OBRA LITERARIA SÍ SON SUSCEPTIBLES DE EMBARGO Y, POR TANTO, DE FORMAR PARTE DE UNA SOCIEDAD CONYUGAL. Las regalías que se obtienen de la comercialización de una obra literaria sí son susceptibles de embargo y, por tanto, de formar parte de una sociedad conyugal, conforme a lo dispuesto por los artículos 26 bis y 41 de la Ley Federal de Derechos de Autor en relación con los numerales 182 Bis, 182 Ter y 182 Quáter del Código Civil para el Distrito Federal, ya que coforme al numeral citado en primer término, constituyen un incentivo económico de carácter irrenunciable, garantizado y previsto por el Estado en favor del autor de la obra o su causahabiente, que Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal está compuesto de un determinado porcentaje a cargo de quien comunica o transmite públicamente la obra por cualquier medio, en tanto que el segundo de los preceptos de la Ley Federal señala que los frutos y productos que se deriven del ejercicio de un derecho patrimonial, sí son embargables; luego entonces, las regalías no pertenecen exclusivamente al autor de la obra, por lo que sí forman parte de la sociedad conyugal establecida por los consortes. México, Distrito Federal, treinta y uno de enero de dos mil catorce. Vistos los autos del toca número **/2014, para resolver el recurso de apelación interpuesto por TANIA, por su propio derecho, en su calidad de actora incidental, en contra de la sentencia interlocutoria de fecha dieciocho de octubre de dos mil trece, dictada por el C. Juez Primero de lo Familiar en el Distrito Federal, maestro Teófilo Abdo Kuri, en el incidente de aprobación de convenio y contrapropuesta de convenio, derivado del juicio divorcio sin causa, promovido por TANIA, en contra de FRANCISCO, expediente ***/2011; y RESULTANDO: 1. La sentencia interlocutoria, materia del presente recurso de apelación, en sus puntos resolutivos, es del tenor literal siguiente: Primero. Ha sido procedente la vía incidental; en consecuencia. Segundo. Sin lugar a liquidar la sociedad conyugal habida entre las partes, en virtud de no existir bienes afectos a la misma. Tercero. Se dejan sin efecto las medidas provisionales decretadas durante la tramitación del presente asunto. Cuarto. Una vez que la presente resolución cause estado, se ordena girar atento oficio al C. Representante legal de la institución de crédito denominada Banco Nacional de México, S.A. “BANAMEX”, para que se sirva descongelar las cuentas bancarias a nombre del señor FRANCISCO. Materia Familiar 78 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Quinto. Guárdese en el legajo de sentencias de este juzgado, copia autorizada de la presente resolución. Sexto. Notifíquese. 2. Inconforme con dicha resolución, TANIA, en su calidad de actora incidental, interpuso en su contra recurso de apelación, y expresó su inconformidad ante el Juez de Primera Instancia, quien admitió el recurso de tramitación inmediata en el efecto devolutivo y remitió las constancias necesarias junto con el escrito de agravios y su contestación, a esta Sala, quien confirmó la calificación de grado hecha valer por el juzgador, y turnó el toca a esta ponencia para dictar la resolución que hoy se pronuncia; y CONSIDERANDO: I. Los agravios expuestos por la apelante corren agregados a fojas once a veinticuatro del presente toca, mismos que se tienen aquí por reproducidos íntegramente, como si se insertasen a la letra en obvio de innecesarias repeticiones. II. La apelante en sus agravios señala, esencialmente: Que se viola en su perjuicio lo dispuesto en el artículo 81 del Código de Pro- cedimientos Civiles para el Distrito Federal, porque la resolución que se combate resulta a todas luces obscura, imprecisa e incongruente con la demanda y contes- tación y demás pretensiones deducidas oportunamente en el juicio, absteniéndose de resolver sobre todo lo que las partes pidieron. Que también se violó el principio de exhaustividad de las resoluciones, ya que el juez se abstuvo de entrar al estudio de la acción a la luz de las pruebas ofrecidas, con franca violación a los artículos 402, 403, 327, fracción VIII, del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal y, en consecuencia, realizó una inexacta apreciación de los elementos constitutivos de la acción al abstenerse de entrar al 79 Materia Familiar Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal estudio de las pruebas ofrecidas por la apelante, ya que jamás solicitó al juez que determinara el alcance y transmisibilidad de la obra del demandado incidentista, sino los frutos provenientes de la misma citando incluso el juzgador la Ley Federal de los Derechos de Autor, y es el caso que dicha ley establece en su artículo 41 lo siguiente: “Artículo 41. Los derechos patrimoniales no son embargables ni pig- norables aunque pueden ser objeto de embargo o prenda los frutos y productos que se deriven de su ejercicio” y del contrato de edición por obra con el señor FRANCISCO se desprende que fue celebrado en fecha 7 siete de julio del año dos mil diez, esto es, durante la vigencia del matrimonio, pues las partes contrajeron nupcias el día veintinueve de octubre de dos mil nueve, y según consta en autos, el demandado precisa en su contestación de la demanda principal, así como en sus generales en la audiencia de fecha 26 de septiembre del año dos mil trece, que su ocupación y negocio principal es como escritor, por lo cual percibe un ingreso, siendo éste su modo de vida. De ahí que, la comercialización de la obra genera activos a la sociedad conyu- gal. Empero, el juez concluyó que la obra escrita denominada TN, cuyo autor es el demandado FRANCISCO, no forma parte de la sociedad conyugal, porque dicha obra literaria genera derechos a favor del autor que la Ley Federal de Derechos de Autor, considera unidos a su persona, perpetuos, inalienables, imprescriptibles, irrenunciables y sólo transmisibles por disposición testamentaria; en mérito de lo anterior, únicamente dicha obra intelectual pertenece al señor FRANCISCO, así como sus frutos y productos. Que respecto a las cuentas bancarias, el demandado manifestó que las mismas fueron aperturadas durante la vigencia del matrimonio, pero que los recursos depositados en ellas son bienes y derechos que le corresponden por concepto de aprovechamiento y venta de bienes propios anteriores al matrimonio, dicho que el demandado no acreditó fehacientemente con documento idóneo. Que el juzgador le causa agravio a la apelante, toda vez que no le solicitó al juez que determinara el alcance y transmisibilidad de la obra del demandado inciden- tista, sino los frutos provenientes de la misma, como lo establece el artículo 41 de la Materia Familiar 80 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Ley Federal de Derechos de Autor, ya que éstos representan haberes de la sociedad conyugal, específicamente los activos que genera la comercialización de la obra, aunado a que el contrato de edición por obra, que celebró el demandado incidentista y la editorial Planeta, lo hizo durante la vigencia del matrimonio. Los motivos de inconformidad hechos valer por la recurrente resultan en parte infundados y en parte fundados y suficientes para modificar en su parte conducente la sentencia interlocutoria recurrida. Son infundados en tanto que resultó correcto que el juzgador analizara si la obra TN cuyo autor es el señor FRANCISCO, así como los frutos generados por la misma formaban parte de la sociedad conyugal, ya que contrario a lo que aduce la inconforme, tanto el alcance y la transmisibilidad de la obra antes referida, así como los frutos derivados de la misma formaron parte de la litis del incidente que nos ocupa. Lo anterior se afirma, ya que de las constancias que se tienen a la vista, las cuales tienen pleno valor probatorio en términos de lo dispuesto por el artículo 327, fracción VIII, del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, se advierte que tanto en la propuesta de convenio presentada por la recurrente el día nueve de marzo de dos mil once, junto con el escrito de solicitud de divorcio, así como en el escrito presentado el día cinco de septiembre de dos mil doce, que obra a foja 43 del cuaderno de constancias del incidente que nos ocupa, en el que la recurrente expuso su postura respecto del convenio de divorcio presentado en el juicio principal, la señora TANIA inventarió como parte de la sociedad conyugal la obra escrita por su contrario denominada TN, y solicitó tanto el pago del 50% de las regalías que genera dicha obra, como el pago de derechos de autor que se le efectúan a su contrario, por lo que es claro que en la sentencia interlocutoria del incidente que nos ocupa el juez del conocimiento sí tenía que pronunciarse, como lo hizo, sobre el alcance y transmisibilidad de la obra TN, que como lo refirió el juzgador, no forma 81 Materia Familiar Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal parte de la sociedad conyugal, toda vez que la obra intelectual genera derechos a favor del autor, que se consideran unidos a su persona, perpetuos, inalienables, imprescriptibles, irrenunciables y sólo transmisibles por disposición testamentaria; de ahí que se estime que no se transgredió en perjuicio de la recurrente el contenido del artículo 81 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal. Por otro lado, lo fundado de los motivos de inconformidad que se analizan, radica en que las regalías que se obtienen de la comercialización de una obra literaria sí son susceptibles de embargo, y, por tanto, de formar parte de una sociedad conyugal, como lo refiere la inconforme, ya que éstas constituyen un derecho económico o patrimonial, que permite al autor o al titular derivado, obtener recompensas económicas por la utilización de la obra por terceros, ya que conforme a lo dispuesto por el artículo 26 bis de la Ley Federal de Derechos de Autor, las regalías constituyen un incentivo económico de carácter irrenunciable, garantizado y previsto por el Estado en favor del autor de la obra o su causahabiente, que está constituido por un determinado porcentaje a cargo de quien comunica o transmite públicamente la obra por cualquier medio; y el artículo 41 de la Ley Federal de Derechos de Autor, establece que los frutos y productos que se deriven del ejercicio de un derecho patrimonial, sí son embargables, por lo que se colige que contrario a lo que aduce el juzgador, las regalías no pertenecen exclusivamente al autor de la obra, que en este caso es el apelado. En esa tesitura, este Cuerpo Colegiado, con plenitud de jurisdicción y en desagravio de la apelante, procede a analizar si en el caso concreto, las regalías generadas por la comercialización de la obra TN forman o no parte de la sociedad conyugal, lo cual se hace al tenor de los siguientes razonamientos: Los artículos 182 Bis, 182 Ter, y 182 Quáter del Código Civil para el Distrito Federal, establecen lo siguiente: Materia Familiar 82 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Artículo 182 Bis. Cuando habiendo contraído matrimonio bajo el régimen de sociedad conyugal, falten las capitulaciones matrimoniales o haya omisión o imprecisión en ellas, se aplicará, en lo conducente, lo dispuesto por este Capítulo. Artículo 182 Ter. Mientras no se pruebe, en los términos establecidos por este Código, que los bienes y utilidades obtenidos por alguno de los cónyuges perte- necen sólo a uno de ellos, se presume que forman parte de la sociedad conyugal. Artículo 182 Quáter. Salvo pacto en contrario, que conste en las capitulaciones matrimoniales, los bienes y utilidades a que se refiere el artículo anterior, corres- ponden por partes iguales a ambos cónyuges. De dichos preceptos se tiene que en los matrimonios contraídos bajo el régimen de sociedad conyugal, se presume que los bienes adquiridos por los cónyuges forman parte de dicha sociedad mientras no se pruebe que los bienes pertenezcan sólo a uno de ellos, y que cuando falten las capitulaciones matrimoniales o hubiere omisión en ellas, se aplicarán las reglas del propio Código. En el caso concreto, tenemos que las partes omitieron exhibir las capitulaciones matrimoniales, por lo que la liquidación de la sociedad conyugal se debe efectuar conforme a las reglas generales previstas en el código sustantivo civil; en ese sentido, tenemos que al no haber quedado acreditado en autos que el producto del trabajo de los cónyuges sea propio de cada uno de ellos, se entiende que el mismo forma parte de la sociedad conyugal, y las regalías que se generaron durante el matrimonio por la comercialización de la obra TN, se consideran producto del trabajo del apelado, ya que conforme a lo dispuesto por el artículo 26 bis de la Ley Federal del Derecho de Autor, constituyen una remuneración por el incentivo de su trabajo, como también lo ha reconocido la autoridad federal en la jurisprudencia que a continuación se transcribe: 83 Materia Familiar Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Derecho a percibir regalías por la comunicación o transmisión pública de una obra, contenido en el artículo 26 bis de la ley federal del derecho de autor. Su concepto. Existen dos tipos de derechos dentro de la materia autoral: los morales, que permiten al autor realizar ciertas acciones para conservar el vínculo personal con su obra, y los de contenido económico o patrimoniales (lato sensu), que permiten al autor o al titular derivado obtener recompensas económicas por la utilización de la obra por terceros; asimismo, estos últimos pueden clasificarse en dos subtipos: 1) derechos de explotación o patrimoniales (en estricto sentido), y 2) otros derechos, dentro de los que se encuentran los de simple remuneración, como el de regalías, previsto en el artículo 26 bis de la Ley Federal del Derecho de Autor, el cual constituye un incentivo económico de carácter irrenunciable, garantizado y previsto por el Estado en favor del autor de la obra o su causahabiente, que está constituido por un determinado porcentaje a cargo de quien comunica o transmite públicamente la obra por cualquier medio, de lo cual deriva que tal derecho sea distinto de las re- galías mencionadas en los artículos 8o. y 9o. del Reglamento de la Ley Federal del Derecho de Autor, que se refieren, por ejemplo, a contraprestaciones contractuales que el adquirente del derecho de explotación paga al autor como parte del importe de la transmisión de dicho derecho estipulado en el contrato respectivo. Jurisprudencia. Novena Época. Pleno. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXVI, diciembre de 2007, Tesis: P./J. 102/2007. Pág. 6. Registro: 170786. En ese sentido, tenemos que las partes contrajeron matrimonio civil bajo el régimen de sociedad conyugal el día veintinueve de octubre de dos mil nueve, como se advierte del acta del registro civil que obra en autos, y la recurrente acreditó con el informe rendido por la directora de derechos de autor de editorial Planeta Mexicana, S. A. de C. V., visible a foja 112 del cuaderno de constancias del juicio principal, que la citada editorial celebró un contrato de edición por la obra TN con el autor FRANCISCO, el día siete de julio de dos mil diez, y que en el contrato Materia Familiar 84 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones antes referido se estipuló que el autor recibirá un 10% de regalías sobre el precio de venta al público por cada ejemplar vendido. Informe en el que se señaló textualmente lo siguiente: 2. Le informo que editorial Planeta Mexicana, S.A. de C.V., tiene celebrado un contrato de edición por la obra a que se refiere su señoría, TN, con el autor Francis- co, de fecha 7 de julio de 2010, en el cual se estipula que recibirá un 10% de regalías sobre el precio de venta al público por cada ejemplar vendido. 3. Se le dio un anticipo al autor, a cuenta de regalías, por $40,000.00 (cuarenta mil pesos 00/100 M. N.), cantidad depositada el 21 de octubre de 2010. 4. El libro salió al mercado en el mes de septiembre de 2010 con un tiraje de 10,000 ejemplares, con un precio de venta al público de $198.00 (ciento noventa y ocho pesos 00/100 M. N.) y conforme al contrato los ejemplares liquidables son 9,420 ejemplares. 5. A continuación le informo de las liquidaciones efectuadas: Periodo Ej. Vendidos PVP Importe Regalías 2º semestre 2010 928 $198.00 $183,744.00 $18,374.40 El importe de los $18,374.40 (dieciocho mil trescientos setenta y cuatro pesos 40/100 M.N.) amortiza el importe pagado, quedando un saldo de $21,625.60 (veintiún mil seiscientos veinticinco pesos 60/100 M.N.) a favor de mi representada. 1er. semestre 2011 8,942 $198.00 $1´681,416.00 $168,141.60 Al importe de los $168,141.60 (ciento sesenta y ocho mil ciento cuarenta y un pe- sos 60/100 M. N.) se le disminuye el saldo pendiente de amortizar por $21,625.60 (veintiún mil seiscientos veinticinco pesos 60/100 M. N.), quedando un saldo a favor del autor por la cantidad de $146,516.00 (ciento cuarenta y seis mil quinientos dieciséis pesos 00/100 M. N.) la cual no se le ha pagado por no presentar la documentación necesaria para tramitar el pago. 85 Materia Familiar Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal A la fecha de hoy, se han realizado las siguientes reimpresiones: 1ª reimpresión Diciembre 2010 3ª reimpresión Julio de 2011 2ª reimpresión Marzo de 2011 2,000 ejemplares Liquidables 1,900 3,000 ejemplares Liquidables 2,880 8,000 ejemplares Liquidables 7,660 3,000 ejemplares Liquidables 2,880 La liquidación correspondiente al segundo semestre de 2011 tiene fecha límite de entrega hasta el 29 de febrero de 2012. Conforme a su petición se emite la información para los fines legales correspondientes… Por lo que es claro que las regalías que se generaron durante la vigencia del matrimonio y que no habían sido entregadas al autor de la obra a la fecha en que se rindió el informe que se ha transcrito, esto es, las regalías correspondientes al primer semestre de dos mil once, por la cantidad de $146,516.00 (ciento cuarenta y seis mil quinientos dieciséis pesos 00/100 M.N.), así como las que se generaron del primero de julio al quince de noviembre de dos mil once, fecha en que se declaró disuelta la sociedad conyugal, sí deben liquidarse al 50% para cada uno de los cónyuges como parte de la sociedad conyugal, ya que se consideran producto del trabajo del apelado y como a la fecha de la disolución de la sociedad conyugal no se le habían entregado dichas cantidades al señor FRANCISCO, puede estimarse que dichas cantidades fueron ahorradas por el apelado y que la recurrente fue quien contribuyó durante ese tiempo para el sostenimiento del hogar, ya que ella misma reconoció en su propuesta de convenio que no necesitaba alimentos porque tenía ingresos propios; además de que el ahora apelado no acreditó con las pruebas ofrecidas de su parte que durante el primer semestre de dos mil once, así como del primero de julio al quince de noviembre de dos mil once, hubiere contribuido al Materia Familiar 86 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones sostenimiento del hogar, ya que la prueba confesional desahogada a cargo de su contraria en nada le beneficia ya que no se formuló ninguna posición encaminada a acreditar dicha situación, y las testimoniales ofrecidas a cargo de BENJAMÍN, LUIS GUILLERMO, VÍCTOR y JOSÉ LUIS tampoco le benefician, ya que no se formuló ninguna pregunta encaminada a acreditar lo anterior. Cabe señalar que la cantidad de $40,000.00 (cuarenta mil pesos 00/100 M. N.) que se le otorgó al señor FRANCISCO el día veintiuno de octubre de dos mil diez, por concepto de anticipo de las regalías de la obra TN, que se amortizaron con las regalías que se generaron durante el segundo semestre del año dos mil diez, así como de la cantidad que se generó por concepto de regalías del primer semestre de dos mil once, y a la que hace referencia el informe remitido por la directora de derechos de autor de editorial Planeta Mexicana, S.A. de C.V., no pueden considerarse como un activo dentro de la sociedad conyugal ya que las mismas fueron entregadas al autor de la obra el día veintiuno de octubre de dos mil diez, durante la vigencia del matrimonio, y no quedó demostrado que dicha cantidad hubiere sido ahorrada, por lo que se presume que la cantidad antes referida fue utilizada para el sostenimiento del hogar y para cubrir las necesidades vitales del ahora apelado, ya que los alimentos son de urgente necesidad y de consumo inmediato, por lo que se concluye que la cantidad arriba señalada fue utilizada en beneficio de la sociedad conyugal. Por otro lado, también asiste la razón a la inconforme al señalar que el dinero que hay en las cuentas bancarias del demandado y que se inventariaron en la propuesta de convenio de divorcio, forman parte de la sociedad conyugal, ya que de las constancias de autos se advierte que el apelado, en audiencia de fecha veintiséis de septiembre de dos mil trece, reconoció al desahogar la confesional a su cargo, específicamente las posiciones marcadas con los números 8 y 9, que 87 Materia Familiar Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal dichas cuentas se aperturaron durante la vigencia del matrimonio, y del informe presentado por el Banco Nacional de México, S.A., el día veintisiete de abril de dos mil once, se advierte que a la fecha de su presentación el contrato pagaré número 89*****022, contaba con un saldo de $80,357.09 (ochenta mil trescientos cincuenta y siete pesos 09/100 M.N.) y que el contrato cuenta perfiles número 91*****85, contaba con un saldo de $72,214.36 (setenta y dos mil doscientos catorce pesos 36/100 M.N.), cuentas que fueron congeladas como se advierte del auto de fecha diez de agosto de dos mil once, y toda vez que la sociedad conyugal se conforma por todos los activos y pasivos que se hubieren adquirido durante la vigencia del matrimonio, y que en el caso concreto, el señor FRANCISCO no acreditó las manifestaciones vertidas dentro de su escrito de contestación a la solicitud de divorcio, en el sentido de que los bienes depositados en las cuentas antes referidas fueran recursos obtenidos con anterioridad al matrimonio, ya que la prueba confesional desahogada a cargo de la señora TANIA en nada le beneficia, porque únicamente se calificó de legal la posición marcada con el número 15 que va encaminada a demostrar que durante el tiempo en que el apelado escribió su obra TN, la apelante era reportera del periódico “La Prensa”, responsable de cubrir la campaña de Rafael Acosta Ángeles; las testimoniales de BENJAMÍN, LUIS GUILLERMO, VÍCTOR y JOSÉ LUIS tampoco van encaminadas a acreditar lo antes señalado, como se observa de la audiencia de fecha veintiséis de septiembre de dos mil trece; las documentales tanto públicas como privadas, exhibidas por el demandado marcadas con los números 4 y 5 únicamente van encaminadas a acreditar su estado de salud, específicamente que tiene inflamación de próstata; y el informe rendido por la Dirección General de Recursos Humanos de la Asamblea Legislativa del Gobierno del Distrito Federal, se ofreció a efecto de acreditar las posibilidades económicas de su contraria. Materia Familiar 88 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Consecuentemente, el 50% (cincuenta por ciento) de los montos que tenían las cuentas bancarias del apelante a la fecha en que se disolvió el vínculo matrimonial deben ser liquidadas a favor de la recurrente. Por las razones expuestas con anterioridad, y ante lo parcialmente fundado y suficiente de los motivos de inconformidad que se analizan, resulta procedente modificar en su parte conducente la sentencia interlocutoria recurrida, para el efecto de señalar que el 50% (cincuenta por ciento) de las regalías que se generaron durante el primer semestre de dos mil once, por la cantidad de $146,516.00 (ciento cuarenta y seis mil quinientos dieciséis pesos 00/100 M.N.), así como el 50% (cincuenta por ciento) de las que se generaron del primero de julio al quince de noviembre de dos mil once, fecha en que se declaró disuelta la sociedad conyugal, y cantidad que deberá ser cuantificada en ejecución de sentencia, y el 50% (cincuenta por ciento) de las cantidades de dinero que había en las cuentas pagaré número 89*****022 con un saldo de $80,357.09 (ochenta mil trescientos cincuenta y siete pesos 09/100 M.N.) y cuenta perfiles número 91*****85 con un saldo de $72,214.36 (setenta y dos mil doscientos catorce pesos 36/100 M.N.), sí deben liquidarse al 50% (cincuenta por ciento) para cada uno de los cónyuges como parte de la sociedad conyugal, modificación que deberá quedar en los términos del segundo resolutivo de este fallo. III. Al no estar el presente caso dentro de alguno de los supuestos establecidos en el artículo 140 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, no se hace especial condena en costas por la tramitación de la presente instancia. Por lo expuesto y fundado, se RESUELVE: PRIMERO. Son parcialmente fundados y suficientes los motivos de inconformidad expuestos por la apelante. En consecuencia: 89 Materia Familiar Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal SEGUNDO. Se modifica en su parte conducente la sentencia interlocutoria, materia del presente recurso de apelación, la cual deberá quedar de la siguiente manera: Primero. Ha sido procedente la vía incidental en la que la señora TANIA acredi- tó parcialmente su pretensión, en consecuencia, Segundo. Se declara parcialmente procedente la liquidación de la sociedad con- yugal, la cual se efectúa respecto de los siguientes bienes: a) El 50% (cincuenta por ciento) de las regalías que se generaron durante el primer semestre de dos mil once, de la obra TN cuyo autor es el señor FRANCISCO, porcentaje que equivale a la cantidad de $73,258.00 (setenta y tres mil doscientos cincuenta y ocho pesos 00/100 M.N.); b) El 50% (cincuenta por ciento) de las regalías que se generaron entre el primero de julio y el quince de noviembre de dos mil once, fecha en que se declaró disuelta la sociedad conyugal, de la obra TN, cuyo autor es el señor FRANCISCO, cantidad que habrá de cuantificarse en ejecución de sentencia, dado que en autos no obra el monto exacto que se generó por concepto de regalías en dicho periodo; c) El 50% (cincuenta por ciento) de la cantidad de dinero existente en la cuenta pagaré número 89*****022, aperturada en Banco Nacional de México, S.A., porcentaje que equivale a la cantidad de $40,178.54 (cuarenta mil ciento setenta y ocho pesos 54/100 M.N.); y d) El 50% (cincuenta por ciento) de la cantidad de dinero existente en la cuenta perfiles número 91*****85, aperturada en Banco Nacional de México, S.A., porcentaje que equivale a la cantidad de $36,107.18 (treinta y seis mil ciento siete pesos 18/100 M.N.). Tercero. A efecto de dar cumplimiento al inciso a) del resolutivo segundo de este fallo, se ordena poner a disposición de la señora TANIA el billete de depósito número V000105, por la cantidad de $73,258.00 (setenta y tres mil doscientos cincuenta y ocho pesos 00/100 M.N.) exhibido por la directora de derechos de autor de la editorial Planeta Mexicana, S.A. de C.V., previo recibo que se entregue a favor de “EDITORIAL PLANETA MEXICANA, S.A. de C.V.”. Materia Familiar 90 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Cuarto. A efecto de dar cumplimiento al inciso b) del resolutivo segundo de este fallo, en ejecución de sentencia, requiérase mediante oficio a la directora de dere- chos de autor de la editorial Planeta Mexicana S.A. de C.V., para que en el término de cinco días informe cuál fue el monto que se generó por concepto de regalías de la obra TN, durante el periodo comprendido entre el primero de julio y el quince de noviembre de dos mil once, fecha en que se declaró disuelta la sociedad conyugal, en virtud de que el billete de depósito que exhibió corresponde al segundo semestre de dos mil once, es decir, comprende un periodo mayor al establecido, apercibido que de no hacerlo se le impondrá una medida de apremio consistente en una multa por la cantidad de $5,000.00 (cinco mil pesos 00/100 M.N.) por desacato a un mandato judicial, con fundamento en lo dispuesto en el artículo 73 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal. Quinto. Gírese oficio al representante legal del Banco Nacional de México, S.A., a efecto de que una vez que cause ejecutoria la presente resolución se sirva descongelar la cuenta pagaré número 89*****022, y la cuenta perfiles número 91*****85, cuyo titular es el señor FRANCISCO; asimismo, para que en el término de cinco días contados a partir de que cause ejecutoria esta resolución, consigne ante el juzgado del conocimiento billetes de depósito por las cantidades referidas en los incisos c) y d) del resolutivo anterior, a efecto de que las mismas sean puestas a disposición de la señora TANIA previo recibo que obre en autos, apercibido que de no hacerlo se le impondrá una medida de apremio consistente en una multa por la cantidad de $5,000.00 (cinco mil pesos 00/100 M.N.) por desacato a un mandato judicial, con fundamento en lo dispuesto en el artículo 73 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal. Sexto. Se dejan sin efecto las medidas provisionales decretadas durante la tra- mitación del presente asunto. Séptimo. No se hace especial condena en costas. Octavo. Guárdese en el legajo de sentencias de este juzgado, copia autorizada de la presente resolución. Noveno. Notifíquese. 91 Materia Familiar Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal TERCERO. No ha lugar a hacer especial condena en costas en esta instancia. CUARTO. Notifíquese y remítase testimonio debidamente autorizado de la presente resolución al juzgado de origen y, en su oportunidad, archívese el presente toca como asunto concluido. Así, por unanimidad de votos, lo resolvieron y firman los CC. Magistrados integrantes de la Tercera Sala Familiar del H. Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, en términos de lo dispuesto por el artículo 45 de la Ley Orgánica de este Tribunal, ante el C. Secretario de Acuerdos, quien autoriza y da fe. Materia Familiar 92 Juzgado Primero de Proceso Oral Familiar Juez Sergio Fidel Flores Muñoz Sentencia definitiva dictada en el juicio oral familiar, de rectificación de acta. SUMARIO: RECTIFICACIÓN DE ACTA. PROCEDENCIA DE LA ENMIENDA DEL NOMBRE Y APELLIDOS BAJO EL ESQUEMA DE PROTECCIÓN DE DERECHOS HUMANOS. A la luz del nuevo paradigma de protección de los derechos humanos establecido en el artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y con base en el principio pro persona –el cual obliga a la autoridad a realizar una interpretación de la norma en la forma que resulte más favorable y más extensiva de sus derechos–, se debe estimar que la fracción II del artículo 135 del Código Civil y los alcances del derecho al nombre deben interpretarse en el sentido de que es posible enmendar este dato esencial, determinante de la personalidad de un ser humano, para adecuarlo a la realidad, social y jurídica, en la que una persona se desenvuelve no sólo por su uso constante, sino para que exista una concordancia en las diferentes dimensiones que integran esa realidad, como puede ser la social, familiar o psicológica, pues el derecho al nombre está íntimamente vinculado al derecho a la identidad, así como al derecho a la integridad personal en sus partes psíquica y moral. Las anteriores son prerrogativas contempladas tanto en el artículo 29 de nuestra Carta Magna, como en Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal los numerales 5 y 18 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, “Pacto de San José de Costa Rica”, de la que México es parte; máxime que el nombre no es propiamente elegido por la persona que lo ha de ostentar sino que depende de la voluntad de quienes la registran, en el caso del nombre propio, y sirve para distinguir a los integrantes de una misma familia. Por otra parte, los apellidos hacen referencia a la familia a la que pertenecen. México, Distrito Federal, veintinueve de abril de dos mil quince. Vistos, para resolver en definitiva los autos del juicio oral familiar de rectificación de acta, promovido por G. M. B. en contra del DIRECTOR DEL REGISTRO CIVIL DEL DISTRITO FEDERAL, expediente número 117/2014; y CONSIDERANDO: Vía, Competencia, Personalidad y Legitimación. Con el atestado de nacimiento exhibido por la actora B. G. M. y la copia certificada del nombramiento del DIRECTOR DEL REGISTRO CIVIL DEL DISTRITO FEDERAL que se anexó a la contestación de demanda, documentos públicos de pleno valor probatorio atentos a lo dispuesto en los artículos 327 y 403 del Código de Procedimientos Civiles, se justificaron los presupuestos procesales –esto es, las condiciones para que se pueda integrar y desenvolver la relación jurídica procesal–, ello de conformidad con los numerales 143, 156 fracción IV y 159 en relación con los preceptos 24 y 1019 todos del código procesal en cita, así como artículo 63 Bis de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Hechos materia de la solicitud. En esencia, B. G. M. alega que le ocasiona problemas psicológicos llevar el apellido G. porque viene de una persona que no mostró interés en ella, que la familia M., fue quien la acogió y la rescató del abandono paterno por lo que desea llevar ese apellido. Materia Familiar 94 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Por su parte, el DIRECTOR DEL REGISTRO CIVIL DEL DISTRITO FEDERAL manifestó su oposición con la acción intentada, dejando la carga de la prueba a la actora. Derecho aplicable. De conformidad con el artículo 135, fracción II, del Código Civil para el Distrito Federal, un atestado del Registro Civil puede ser rectificado cuando se solicite modificar un nombre u otro dato esencial que afecte el estado civil, la filiación, la nacionalidad, el sexo y la identidad de la persona y si bien dicho precepto es omiso en prescribir las causas por las cuales puede solicitarse la enmienda, así como los requisitos de procedencia en cada uno de los casos, tales elementos han sido establecidos en la jurisprudencia a través de numerosas tesis. En ese orden, la rectificación del nombre u otro dato esencial puede solicitarse sea: a) porque existió error al momento de hacer la anotación respectiva, supuesto que debe demostrarse con elementos probatorios que sean anteriores al error alegado; b) o bien, porque es necesario ajustar el atestado del Registro Civil a la verdadera realidad social y jurídica del promovente, en cuyo caso, de acuerdo con los criterios interpretativos imperantes, debe demostrarse en juicio el uso constante del nombre o dato que se pretende asentar, en diversos actos tanto públicos como privados y durante diferentes periodos de vida, de modo que no se trate de un simple capricho, sino por el contrario, se evidencie una verdadera necesidad de hacer la modificación, con la finalidad de que no exista duda sobre la identidad de la persona. No obstante lo anterior, a la luz del nuevo paradigma de protección de los derechos humanos establecido en el artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y con base en el principio pro persona, el cual obliga a esta autoridad a realizar una interpretación de la norma en la forma que resulte más favorable a la persona y más extensiva de sus derechos, el suscrito estima que la fracción II del artículo 135 y los alcances del derecho al nombre deben inter95 Materia Familiar Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal pretarse en el sentido de que es posible enmendar este dato esencial, determinante de la personalidad de un ser humano, para adecuarlo a la realidad, social y jurídica, en la que una persona se desenvuelve no sólo por un uso constante, sino para que exista una concordancia en las diferentes dimensiones que integran esa realidad como puede ser la social, familiar o psicológica, pues el derecho al nombre está íntimamente vinculado al derecho a la identidad, así como al derecho a la integridad personal en sus partes psíquica y moral, prerrogativas contempladas tanto en el artículo 29 de nuestra Carta Magna como en los numerales 5 y 18 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, “Pacto de San José de Costa Rica”, de la que México es parte; máxime que el nombre no es propiamente elegido por la persona que lo ha de ostentar sino que depende de la voluntad de quienes la registran en el caso del nombre propio –y que sirve para distinguir a los integrantes de una misma familia– así como de las disposiciones legales, como ocurre en el caso de los apellidos, los cuales hacen referencia a las familia a la que pertenecen. Sirva de apoyo a lo anterior, el criterio interpretativo siguiente: Derecho humano al nombre. Es un elemento determinante de la identidad. El derecho humano al nombre a que se refiere el artículo 29 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tiene como fin fijar la identidad de una persona en las relaciones sociales y ante el Estado, de suerte que la hace distinguible en el entorno, es decir, es una derivación integral del derecho a la expresión de la individuali- dad, por cuanto es un signo distintivo del individuo ante los demás, con el cual se identifica y lo reconocen como distinto. Por tanto, si la identificación cumple con la función de ser el nexo social de la identidad, siendo uno de sus elementos determinantes el nombre, éste, al ser un derecho humano así reconocido es, además, inalienable e imprescriptible, con independencia de la manera en que se establezca en las legislaciones particulares de cada Estado. Materia Familiar 96 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Décima Época, Primera Sala, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, libro VI, marzo de 2012, t. 1, tesis 1a. XXXII/2012 (10a.), registro 2000343. Ahora bien, el hecho de que se considere la posibilidad de modificar el nombre para la sola adecuación de la realidad social y jurídica de un individuo, en forma alguna puede implicar, en concepto del que juzga, la posibilidad de establecer o modificar la filiación biológica o jurídica –para eso existe una acción y juicio autónomo–, ni tampoco que deba concederse en todos los casos, pues no puede dejarse de lado la función identificadora del nombre, que es la de dar certeza y seguridad jurídica en los actos que realizan las personas, y por ende, siempre ha de verificarse que no se actúe de mala fe, no se atente contra la moral, ni se defraude o se cause perjuicio a terceros. En soporte de lo anterior, se cita la tesis jurisprudencial siguiente, cuyos criterios interpretativos resultan aplicables: Derecho humano al nombre. La rectificación de los apellidos de una persona no conlleva, en sí misma, la afectación de la filiación, si deja incólume el resto de los datos que permitan conocerla (legislación del Estado de Chiapas). La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido el criterio de que el derecho humano al nombre implica la prerrogativa de modificar tanto el nombre propio como los apellidos, aspecto que puede estar regulado en la ley para evitar que conlleve un cambio en el estado civil o la filiación, implique un actuar de mala fe, se contraríe la moral o se busque defraudar a terceros. En concordancia con lo anterior, el artículo 102, fracción III, del Código Civil para el Estado de Chiapas, al establecer el derecho a rectificar el nombre, por enmienda “sin que esto implique el reconocimiento de algún derecho sobre parentesco”, no establece más limitante que la afectación de la filiación de la persona. Así, tal dispositivo no prohíbe, en forma absoluta, la rectificación del nombre o los apellidos de una persona, sino que la condiciona a que no altere su filiación. De esta forma, si la petición de modificación 97 Materia Familiar Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal de alguno de los apellidos asentados en el acta de nacimiento del interesado deja incólume el resto de los datos que permiten conocer su filiación, como serían el nombre del padre, la madre o los abuelos, no existe impedimento para la procedencia de la rectificación, máxime cuando ésta pretenda adecuar la identificación jurídica a la realidad social de la persona. Décima Época, Tribunales Colegiados de Circuito, Semanario Judicial de la Fede- ración y su Gaceta, libro XXIII, agosto de 2013, t. 3, pág. 1640, tesis XXVII.1o. (VIII Región) 13 C (10a.), registro número 2004216. Análisis de la procedencia de la acción. Del estudio, análisis y revisión de actuaciones, se desprende que la acción en estudio debe ser analizada bajo la óptica de la hipótesis de rectificación de acta por adecuación a la realidad, no porque de la impetrante haya venido usando el nombre que reclama a lo largo de su vida, sino por la falta de identificación de la actora con el apellido paterno G. y el sentido de pertenencia al grupo familiar M. en razón de que fue ese grupo quien la acogió y la rescató del abandono de su padre. En ese orden, de acuerdo al artículo 281 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, correspondía a la demandante la carga de demostrar esa falta de identificación, por un lado, y el sentido de pertenencia a un grupo familiar, por el otro, como circunstancias determinantes de su realidad actual que desde luego se reflejan en el desarrollo de su personalidad y de su identidad y que se expresan a través del uso del nombre, justificando así la modificación, pues tal como lo determinó la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el amparo en revisión 259/2013, un apellido permite vincular a las personas como miembros de un determinado grupo familiar –ello con independencia de la filiación biológica o jurídica y de las consecuencias legales que de éstas emanen– y “… constituye un puente de unión con las obras, hechos y acciones de los Materia Familiar 98 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones demás integrantes del grupo familiar, sean éstas dignas de reconocimiento o de vergüenza…” Carga procesal que a juicio del que resuelve, se encuentra plenamente satisfecha con la prueba pericial en materia de psicología desahogada en la contienda que se resuelve, a cargo de la perito María Fernanda Villamil Aguilar, en cuyo dictamen recibido en este juzgado el día ocho (8) de abril de dos mil quince (2015), concluyó, en lo conducente, que: …La representación de su figura paterna o lo que se llama padre psicológico, está establecida en el abuelo y lo percibe con una importante rigidez y poder. Es una persona de suma importancia en su vida afectiva y su autoestima la depende ampliamente del reconocimiento de dicha figura. Respecto del padre biológico ma- nifiesta un abierto rechazo hacia dicha persona y a su vez se siente rechazada por este (sic)… … La C. G. M. B. tiene conflictos de importancia no resueltos con su padre bioló- gico… conflicto que se asocia con la vinculación afectiva y el sentido de identidad y valía, así como en su autoestima y autoeficacia… el cambio de nombre puede resultar un aspecto favorable para la identidad y sentido de pertenencia de la C. G. M. B.... …existe daño psicológico… ha sido a consecuencia de de (sic) la alteración de sus vínculos y relaciones de afecto primarias con el padre y la madre…” Prueba a la que se le otorga pleno valor demostrativo al ser valorada conforme a las reglas de la sana crítica, la lógica y la experiencia de conformidad con los artículos 344 y 402 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, pues de su revisión se advierten los métodos, pruebas, explicaciones y razonamientos pertinentes que llevaron a la perito a emitir su conclusión y que generan en el suscrito total convicción respecto a la credibilidad técnica del dictamen y por ende, es válido concluir que la actora B. G. M. no está identificada con 99 Materia Familiar Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal su padre biológico y esa falta de identificación genera en ella conflictos con relación a su identidad por el sentido de pertenencia desarrollado con el grupo familiar M. máxime que ninguna de las partes objetó el dictamen pericial que se analiza y que el peritaje fue rendido por un especialista designado por un órgano auxiliar de la administración de justicia perteneciente a este Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, es decir, por el Instituto de Ciencias Forenses, para cuyo ingreso se requiere, de conformidad con el artículo 112 de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia, entre otros requisitos, poseer título profesional registrado ante las autoridades competentes, en los casos en que el ejercicio de la especialidad así lo exija y acreditar antecedentes científicos, laborales, docentes o profesionales que demuestren idoneidad en la materia, de modo que al momento no existe duda respecto a la idoneidad, certificación y credibilidad de dicho perito. En apoyo a lo anterior, se citan los criterios de jurisprudencia siguientes: Peritos. El juez goza de la más amplia libertad para calificar el valor probatorio de los dictámenes emitidos por aquéllos. El titular del órgano jurisdiccional es quien tiene a su cargo la valoración de todas y cada una de las pruebas que obran en autos y por ende goza de la más amplia libertad para calificar la fuerza probatoria de los dictámenes periciales y puede concederles el valor de prueba plena o negarles eficacia probatoria, por considerar que están en desacuerdo con una interpretación lógica o porque existan en autos otros elementos de convicción que unidos entre sí conduzcan al juzgador a desestimar las opiniones emitidas en los dictámenes periciales. Registro No. 193509, Localización: Novena Época, Instancia: Tribunales Cole- giados de Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta X, agosto de 1999, Página: 780, Tesis: I.8o.C.28 K. Prueba pericial. Para su eficacia probatoria no es indispensable que el perito acompañe al dictamen la serie de exámenes o estudios respectivos. Materia Familiar 100 La prueba pe- Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones ricial tiene por objeto ilustrar al Juez cuando a fin de dilucidar los hechos con- trovertidos se requiera de conocimientos especializados sobre una ciencia, arte, industria u oficio, los cuales, por su naturaleza, escapen a dicho juzgador; de ahí que el dictamen que al efecto se rinda será el medio a través del cual se proporcionarán al órgano jurisdiccional los elementos para establecer si la cuestión de- batida o planteada en el litigio quedó o no acreditada, toda vez que es la opinión del experto, quien a través de sus deducciones técnicas o de una declaración de ciencia con base en el análisis de otras pruebas, proporciona al juzgador los cono- cimientos especializados de que carece, necesarios para verificar los hechos, y le informa sobre las reglas técnicas que existen al respecto. Es decir, el perito es un órgano de prueba que no debe ser confundido con el objeto o la materia de ésta. El objeto de la prueba, o sea, aquello que debe ser materia de la actividad probatoria, se constituye en el proceso por los hechos sobre los cuales verse el debate, mientras que el perito es la persona por cuya actividad se adquiere precisamente el conocimiento en relación con tales hechos. En ese sentido, no es indispensable para que un dictamen sea susceptible de engendrar convicción, que el perito ex- hiba materialmente los documentos justificativos de los estudios o análisis en que se haya apoyado para emitir su opinión, pues no son el perito ni su juicio de valor lo que constituye en el proceso el objeto o materia de la prueba; por el contrario, el perito es la persona u órgano de prueba por cuya actividad se obtienen en el procedimiento los conocimientos para determinar si el hecho controvertido por las partes, materia de la prueba, está o no demostrado, siendo por ello incorrecto condicionar la eficacia de un dictamen a que pruebe el perito que realizó la serie de exámenes o estudios que afirme le llevaron a emitirlo, pues sería tanto como pedir al testigo que además de exponer la razón de su dicho demostrase, a tra- vés de otros medios de convicción, que efectivamente tenía conocimiento de los hechos sobre los que depuso. Basta, pues, con que el perito mencione que llevó a cabo los análisis que de acuerdo a la ciencia o técnica de que se trate consideró necesarios, y así se desprenda de los fundamentos del dictamen o de la explicación que haga, para que se estime que los realizó; ello con independencia, desde 101 Materia Familiar Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal luego, de la apreciación que haga el juzgador sobre la fuerza de convicción de tales fundamentos, que le conduzca a aceptarlos o rechazarlos. Registro No. 160504, Localización: Décima Época, Instancia: Tribunales Cole- giados de Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Libro III, diciembre de 2011, Página: 3844, Tesis: I.8o.C.305 C (9a.). A mayor abundamiento, se cuenta con la declaración de la actora, quien señaló, en esencia, que no le gusta tener el apellido de una persona que no vio por ella, que la familia materna es quien la ha apoyado, que ha acudido con diversos psicólogos y que le ha afectado emocionalmente; que no quiere tener el apellido de una persona que no la ha apoyado en lo absoluto; que ella siente pertenecer a su abuelo, a su madre, quienes la han apoyado, que no se ha ostentado formalmente con el apellido M. que sólo en aspectos informales como whatsapp pero no oficiales; manifestaciones que son acordes entre sí y con lo señalado en el escrito inicial, así como con lo expuesto en el peritaje antes valorado. Medios de convicción que al ser valorados en lo individual y en su conjunto en términos de los artículos 402 y 403 del Código de Procedimientos Civiles Distrital, adquieren pleno valor y eficacia probatorios para justificar la necesidad de modificar el nombre de la actora B. G. M. –para quedar con los apellidos M. M.– y así ajustar su atestado de nacimiento como documento de identificación, a la realidad en la que se desenvuelve, pues de ese modo se protegen, garantizan y actualizan sus derechos a la identidad e integridad personal, así como al adecuado desarrollo de su personalidad, sin que del estudio, análisis, revisión y valoración de las constancias de autos que informan esta decisión judicial se desprenda elemento o indicio alguno que nos haga suponer que se pretende modificar la filiación, ya que los datos relativos al progenitor quedarán incólumes, ni que se actúe de mala fe, se atente contra la moral, o se pretenda defraudar o causar perjuicio a tercero, pues quedaMateria Familiar 102 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones rán subsistentes las situaciones jurídicas creadas y a salvo los derechos de terceros. Más aún, tal como o determinó la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia en el amparo en revisión arriba referido, si adecuar el nombre de una persona a su realidad, lejos de atentar contra la seguridad jurídica que propugna el principio de inmutabilidad del nombre, es acorde con ella y a través de esa acción se busca dar una definición a la individualización de la persona, entonces, debe concederse la rectificación. En consecuencia, resulta procedente la rectificación del acta de nacimiento de B. G. M., por enmienda, para ajustar dicho atestado a la realidad social y familiar con la que se identifica y se desarrolla la personalidad de la accionante. En apoyo a lo anterior, se cita el precedente judicial siguiente: Derecho a la identidad personal. El conocimiento del origen biológico de la per- sona tiene trascendencia psicológica y jurídica para el individuo. La identidad per- sonal se construye a través de múltiples factores psíquicos y sociales; así, la imagen propia de la persona se determina, en buena medida, por el conocimiento de sus orígenes biológicos, los cuales son de gran trascendencia tanto desde el punto de vista psicológico como jurídico. Por un lado, conocer las circunstancias relacionadas con el propio origen y con la identidad de los padres biológicos contribuye al adecuado desarrollo de la personalidad y, por otro, en cuanto a lo jurídico, la importancia de conocer el propio origen está ligada a las consecuencias legales que dicha información puede generar. Décima Época, Primera Sala, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro VI, marzo de 2012, t. 1, p. 273, tesis 1a. XLV/2012 (10a.), registro 2000340. Por otro lado, con relación a su petición consistente en que se asiente que la escritura correcta de su nombre, pues es con una letra H, después de la letra “T”, es decir, B., el suscrito estima procedente la aclaración 103 Materia Familiar Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal solicitada por la actora, pues no obstante que la promovente se abstuvo de ofrecer medio de prueba alguno en el momento procesal oportuno y de acuerdo a las formalidades del procedimiento oral familiar para acreditar una escritura correcta o incorrecta del nombre, se estima que la información relativa a nombres propios de ciudades y/o países, es de dominio público y por ende constituyen hechos notorios que pueden ser invocados por las partes sin necesidad de prueba; luego, si el nombre de diversas ciudades es B., es decir, con una letra H después de la letra “T”, como lo indica la actora, según se advierte de diversos sitios en Internet (medio de comunicación que ha sido considerado por los tribunales federales como un sistema mundial de diseminación y obtención de información en diversos ámbitos, de carácter oficial o extraoficial); en consecuencia, ha de llevarse a cabo la aclaración correspondiente, ello cumplimiento a las obligaciones prescritas para esta autoridad en el artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues no debe olvidarse que en el caso concreto se dilucidan cuestiones que inciden directamente en la protección y garantía de un derecho humano, al nombre, con referencia a los derechos de identidad y desarrollo de la personalidad de la promovente. En esa tesitura, deberá ordenarse al DIRECTOR DEL REGISTRO CIVIL DEL DISTRITO FEDERAL, que practique una anotación marginal en el acta de nacimiento de B. G. M. con datos de registro: entidad …, delegación …, juzgado …, acta …, año …, clase …, mediante la cual se haga constar que el nombre que se autoriza, por uso de la registrada, es el de B. M. M., sin que lo anterior implique la alteración de su filiación o de las situaciones jurídicas creadas, quedando a salvo los derechos que pudieran tener terceros. Por lo expuesto y fundado, con apoyo en los artículos 79, fracción VI, 80, 81, 82, 87, 91 y 1057 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, se Materia Familiar 104 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones RESUELVE: PRIMERO. Fue procedente la vía elegida para este juicio, en el que la actora B. G. M. acreditó los elementos constitutivos de su acción. En consecuencia: SEGUNDO. Se ordena al DIRECTOR DEL REGISTRO CIVIL DEL DISTRITO FEDERAL que practique una anotación marginal en el acta de nacimiento de B. G. M. con datos de registro: entidad …, delegación …, juzgado …, acta …, año …, clase …, mediante la cual se haga constar que el nombre que se autoriza, por uso de la registrada, es el de B. M. M., sin que lo anterior implique la alteración de su filiación o de las situaciones jurídicas creadas, quedando a salvo los derechos que pudieran tener terceros. TERCERO. Una vez que cause ejecutoria la presente resolución, gírese atento oficio al DIRECTOR DEL REGISTRO CIVIL DEL DISTRITO FEDERAL para que dé cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 138 del Código Civil para el Distrito Federal. CUARTO. Con apoyo en lo dispuesto en el artículo 30 del Reglamento del Sistema Institucional de Archivos del Tribunal Superior de Justicia del Distrito federal, agréguese al legajo de sentencias de este órgano jurisdiccional copia con firma autógrafa de este fallo. QUINTO. Notifíquese. Así, definitivamente juzgando, lo resolvió y firma el Juez Primero de Proceso Oral Familiar en el Distrito Federal en unión de la Secretaria Judicial “A”. 105 Materia Familiar Juzgado Sexto de Proceso Oral Familiar Juez Blanca Estela del Rosario Zamudio Valdés Sentencia definitiva dictada en juicio de proceso oral en materia familiar, especial de levantamiento de acta por reasignación para la concordancia sexo-genérica. SUMARIO: ACTA DE NACIMIENTO POR REASIGNACIÓN SEXO-GENÉRICA. AL ESTAR COMPROBADO EN JUICIO LA CALIDAD DE TRANSGÉNERO, EL ÓRGANO JUDICIAL DEBE DECRETAR EL LEVANTAMIENTO DE UNA NUEVA ACTA PARA AJUSTARLA A LA REALIDAD SOCIAL. El sexo, el género y la identidad de género son características que conforman algunos de los aspectos más esenciales de la vida de una persona; entendiendo por sexo las características biológicas (genéticas, hormonales, anatómicas y fisiológicas) a partir de las cuales las personas son clasificadas como hombre o mujer; en cambio, el género se refiere a las características que social y culturalmente se consideran identificadas como “masculinas” y “femeninas”; y, por identidad de género, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos establece que ésta debe entenderse como la identificación que tiene una persona de sí misma y cuando no existe una convicción de identificarse dentro de la categorización masculino-femenino estamos ante la presencia de un “trans”. Por Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal otro lado, el papel del órgano jurisdiccional, a raíz de las reformas realizadas a la Carta Magna en el año 2011, se circunscribe en promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, incluso se extiende a la obligación de combatir la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género. Ante ese panorama, si de actuaciones constan diversas documentales, dictámenes periciales y demás medios probatorios con los que se acredita fehacientemente que el actor es una persona transgénero, pues ha vivido en forma permanente y de manera voluntaria en el rol que corresponde al otro género, distinto del que le fue asignado al momento de su nacimiento, existiendo así una discordancia sexo-genérica, se hace evidente la necesidad de ajustar su realidad social. Por ello deberá declararse procedente la acción y ordenar el levantamiento de una nueva acta de nacimiento, en términos de lo dispuesto en los artículos 1o. y 4o. constitucionales, en relación con el precepto 135 Bis del Código Civil para el Distrito Federal. México, Distrito Federal, trece de febrero del año de dos mil quince. Vistos, para resolver en forma definitiva los autos del juicio de proceso oral en materia familiar, especial de levantamiento de acta por reasignación para la concordancia sexo-genérica, promovido por ROSINA CLAUDIA y VÍCTOR MANUEL, solicitada al C. DIRECTOR GENERAL DEL REGISTRO CIVIL DEL DISTRITO FEDERAL, y con vista respectiva a la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal por conducto de la C. Agente del Ministerio Público de la adscripción, expediente 0000/2015; y Celebrada que fue la audiencia de juicio en la Sala Sexta de Proceso Oral en Materia Familiar el día trece de febrero del año en curso, la suscrita, atendiendo al debido proceso y acceso a la justicia, procedió a dictar sentencia definitiva conforme a lo establecido por el artículo 1057 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, la cual se pronunció atento a los siguientes Materia Familiar 108 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones CONSIDERANDOS: I. Que este juzgado es competente para conocer de este juicio, conforme lo disponen los artículos 63 Bis de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal; 143, 156 fracción IV, 159, 498 y 1019 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, por lo que se radicó ante este juzgado, como procedimiento oral familiar especial de levantamiento de acta para la concordancia sexo-genérica en base a lo dispuesto por el artículo 901 del código procesal en cita y 444, fracción V, del Código Civil para el Distrito Federal. II. La legitimación existente entre las partes quedó demostrada, así como la filiación de éstos con su menor hijo, cuyo nacimiento fue registrado al tenor de lo que se desprende del atestado del Registro Civil que se acompaña al escrito inicial de demanda, el … de enero de …, bajo los siguientes datos: Entidad …, Delegación …, Juzgado …, Acta …, Año …., Clase …, lo que se encuentra debidamente acreditado en autos con la copia certificada del atestado referido, al cual se le otorga pleno valor probatorio en términos de los artículos 403 y 327, fracción IV, del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal en relación con los artículos 39 y 50 del Código Civil para el Distrito Federal. III. De las constancias de autos, las cuales tienen valor probatorio pleno, con fundamento en el artículo 327, fracción VIII, del Código de Procedimientos Civiles, se desprende que en escrito datado del veintisiete de enero del dos mil quince, los CC. ROSINA CLAUDIA y VÍCTOR MANUEL, demandaron del C. DIRECTOR GENERAL DEL REGISTRO CIVIL DEL DISTRITO FEDERAL el levantamiento de una nueva acta de nacimiento por reasignación de concordancia sexo-genérica a favor de su hijo ÁNGEL ANDRÉ, con el género masculino en lugar del que tiene actualmente que es KARLA ANDREA con el género femenino. A ese escrito le recayó acuerdo del tres de febrero del año en curso en el que se proveyó sobre su admisión en los términos que se contienen en el mismo. 109 Materia Familiar Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal En fecha cinco de febrero de dos mil quince, la C. Agente del Ministerio Público adscrita a este juzgado, licenciada Gudelia Pérez Díaz desahogó la vista ordenada en proveído del tres de febrero del dos mil quince (foja 52). IV. En este orden de ideas, en la Audiencia de Juicio, el abogado Enrique Ulises, autorizado por la parte actora como patrono y responsable en términos del cuarto párrafo del artículo 112 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, realizó alegatos de apertura y cierre, y dada la inasistencia del director general del Registro Civil del Distrito Federal, se tuvo por perdido su derecho a formular alegatos de apertura y cierre. Y de actuaciones consta que el director general del Registro Civil del Distrito Federal manifestó su conformidad en continuar la secuela procesal correspondiente. V. El sexo, el género y la identidad de género son características que conforman algunos de los aspectos más esenciales de la vida de una persona, entendiendo por sexo las características biológicas (genéticas, hormonales, anatómicas y fisiológicas) a partir de las cuales las personas son clasificadas como hombre o mujer; en cambio el género, se refiere a las características que social y culturalmente se consideran identificadas como “masculinas” y “femeninas”; y por identidad de género, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos establece que ésta debe entenderse como la identificación que tiene una persona de sí misma y cuando no existe una convicción de identificarse dentro de la categorización masculino-femenino estamos ante la presencia de un “trans”, de ahí que el papel del órgano jurisdiccional sea la protección de los derechos de las personas que se vean vulneradas en sus derechos por tales motivos y debe velar por la protección del mandato constitucional en materia de derechos humanos y como lo prevé nuestra Carta Magna en su artículo cuarto, en lo que aquí interesa, establece lo siguiente: Materia Familiar 110 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Artículo 4o. El varón y la mujer son iguales ante la ley. Esta protegerá la organización y el desarrollo de la familia. (…) Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos. (…) (…) Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro am- biental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley. (…) Toda persona tiene derecho a la identidad y a ser registrado de manera inme- diata a su nacimiento. El Estado garantizará el cumplimiento de estos derechos. La autoridad competente expedirá gratuitamente la primera copia certificada del acta de registro de nacimiento. (…) En todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el principio del interés superior de la niñez, garantizando de manera plena sus dere- chos. Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral. Este principio deberá guiar el diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas públicas dirigidas a la niñez. Los ascendientes, tutores y custodios tienen la obligación de preservar y exigir el cumplimiento de estos derechos y principios. El Estado otorgará facilidades a los particulares para que coadyuven al cumpli- miento de los derechos de la niñez. (…) (…) 111 Materia Familiar Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Las autoridades tienen la obligación de combatir la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género, a fin de hacer respetar el derecho de todas las personas para gozar de todos los derechos fundamentales de la Constitución y en el presente caso el órgano jurisdiccional tiene que velar por el respeto a los derechos del menor ÁNGEL ANDRÉ por encontrarse en una situación de vulnerabilidad, de ahí que todas las decisiones y actuaciones del Estado deben velar y cumplir con el principio de interés superior de la niñez ya que tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, educación, salud y sano esparcimiento y a vivir en familia, como se establece en la Convención de los Derechos de los Niños. En ese tenor, de actuaciones constan diversas documentales, las que previo análisis que de forma exhaustiva se realizó de los mismos, es de resaltar el dictamen pericial exhibido por el médico tratante, doctora Mayra Aidee Pérez Ambriz (foja 17), licenciada médico cirujana, especialista en sexología educativa, maestra en sexología clínica, y responsable del tratamiento del menor ÁNGEL ANDRÉ desde el dos de junio del año dos mil catorce, del que consta: “… Se encuentra en reasignación hormonal a base de Leuprolide, un análogo de GnRH desde el 06 de junio del 2014, medicamento a través de cual se frena la aparición de caracteres sexuales secundarios y testosterona desde el 17 de julio del 2012 para dar inicio a la aparición de los caracteres sexuales secundarios masculinos… Confirmo que se trata de la condición conocida como transexualidad primaria a través de la discordancia entre la identidad de género y el sexo, que refiere al interrogarle acerca de los criterios y elementos mencionados anteriormente… (sic)”; y, del dictamen pericial exhibido por el médico tratante, doctora Alejandra Álvarez González (foja 24), licenciada en psicología, especialista y maestra en medicina conductual, y responsable del tratamiento del menor ÁNGEL ANDRÉ, se resalta que: “…André presenta una discordancia de género, se enMateria Familiar 112 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones cuentra en tratamiento médico y seguimiento psiquiátrico en conjunto para atender necesidades emocionales de Ángel. Continúa tratamiento psicológico para atender contención emocional, relaciones interpersonales, inclusión escolar y procedimiento médico asociado al diagnóstico de transexualidad primaria. No presenta alteraciones psicológicas y se encuentra ubicado en tiempo, espacio y persona. Actualmente se desenvuelve adecuadamente de acuerdo al género masculino, presentando disminución importante de signos de ansiedad… (sic)”; y del dictamen pericial exhibido por el médico tratante, doctor Eduardo Vinicio Ramos Cuevas (foja 27), médico cirujano, especialidad psicoterapeuta y sexólogo clínico, y responsable del tratamiento del menor ÁNGEL ANDRÉ, del cual se aprecia que: “…Ángel André (como pide se le llame) menciona que desde su infancia se ha identificado más como lo que respecta al género masculino y por lo tanto, se considera y se siente hombre… este dictamen tiene como objetivo el dictaminar su condición de transexualidad masculina y testificar lo que ha trabajado con su médico sexólogo tratante desde hace tiempo. Su apariencia física es masculina y sus actitudes y movimientos, así como sus pensamientos son completamente de un hombre. Ubicado en persona, tiempo y espacio… Desde junio a la fecha, cuenta sólo con tratamiento hormonal a base de testosterona (Andriol) con la finalidad de que presente caracteres sexuales correspondientes a su género masculino… Ángel André se encuentra en perfectas condiciones psicológicas y físicas, y es candidato para llevar a cabo su procedimiento de reasignación legal, con el cual su identidad de género masculina concordará con su documento legal… (sic)”; finalmente, de la documental que obra a foja 23 de actuaciones, expedido por la doctora Beatriz Cerda de la O, médico cirujano, especialidad psiquiatría, se resalta el resumen clínico de la paciente KARLA ANDREA del que se aprecia: “…La paciente cumple criterios del DSMIV TR (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 113 Materia Familiar Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal IV)…”; medios probatorios con los que se acreditó fehacientemente, en el caso concreto, que el menor ÁNGEL ANDRE es una persona transgénero, pues la misma ha vivido de forma permanente y de manera voluntaria en el rol que corresponde al otro género, el cual es distinto al que le fue asignado al momento de su nacimiento, existiendo así una discordancia sexo-genérica, lo que en el presente caso existe, de ahí la evidente y urgente necesidad de ajustar la realidad social de ÁNGEL ANDRÉ, por lo que una vez culminadas las fases procesales determinadas para el presente asunto, y dado el conocimiento especial de los médicos que suscribieron los dictámenes aludidos, atendiendo a su leal y real saber y entender, los cuales dieron respuestas a todas y cada una de las preguntas hechas por la suscrita y la representación social; los peritos ratificaron su dictamen reconociendo como suyas las firmas que utilizan en todos los actos públicos y privados de su vida; una vez que la suscrita tuvo por visto los autos para dictar la resolución correspondiente, se hizo uso de la facultad que se encuentra contemplada en el artículo primero constitucional en relación a las reformas realizadas a dicho ordenamiento jurídico en el año del dos mil once, en donde todas las autoridades tanto administrativas como judiciales tienen la obligación de actuar en beneficio de las personas que acuden ante ellas, en especial ante este órgano jurisdiccional a solicitar un procedimiento con la finalidad de que se le protejan sus derechos fundamentales, por lo que atendiendo al caso en concreto en donde se trata de una persona que por no tener documentos que la identifiquen con la apariencia del género de mujer y con la principal finalidad de evitar actos que puedan considerarse como de discriminación, como lo refiere el artículo primero constitucional que en este momento se transcribe: En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los Materia Familiar 114 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece. Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia. Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del extranjero que entren al territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su libertad y la protección de las leyes. Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas. Atento a la responsabilidad de la suscrita en el sentido de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad del menor ÁNGEL ANDRÉ, y al haber escuchado de viva voz la necesidad esencial y fundamental de los promoventes y de su menor hijo en el sentido de que se le reconozca su identidad de género, así como del resultado de la plática sostenida con el citado menor donde expresó todos los actos de discriminación de que ha sido objeto; y que la suscrita, atendiendo al deber constitucional que ha quedado plasmado en líneas anteriores, de actuar como jueza proteccionista de los derechos fundamentales plasmados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, entre los que se encuentra el presupuesto constitucional de libre desarrollo de la personalidad, partiendo del presupuesto de que la expresión de orientación sexual y la identidad de género resultan protegidas por el libre desarrollo de la personalidad, 115 Materia Familiar Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal siendo la libertad uno de los grandes fundamentos de nuestra Carta Magna y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, derivado de la dignidad humana, está el libre desarrollo de la personalidad, el derecho que tiene toda persona para elegir en forma libre y autónoma, cómo vivir su vida, tal y como se encuentra contemplado en el Protocolo de Actuación para quienes Imparten Justicia en casos que Involucren la Orientación Sexual o la Identidad de Género, por lo que se declara procedente la acción intentada, por lo que se solicita del C. Director general del Registro Civil del Distrito Federal levantar una nueva acta de nacimiento por reasignación de concordancia sexo-genérica, a favor de ÁNGEL ANDRÉ, asentando en el renglón género: masculino; previa anotación correspondiente al acta de nacimiento primigenia, esta última quedando reservada de la cual no se publicará ni expedirá constancia alguna salvo mandamiento judicial o petición ministerial con fundamento en el artículo 498 Bis 7 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal; así como enviar dicha información, en calidad de reservada, a la Secretaría de Gobernación, Secretaría de Educación Pública, Secretaría de Relaciones Exteriores, al actual Instituto Nacional Electoral, Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y Procuraduría General de la República, para los efectos legales procedentes. Lo anterior se robustece con los siguientes criterios del Poder Judicial de la Federación: Época: Novena Época, Registro: 165825, Instancia: Pleno, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXX, diciembre de 2009, Tesis: P. LXX/2009, Página: 6. Derecho a la salud. Tratándose de la reasignación del sexo de una persona tran- sexual, es necesaria la expedición de nuevos documentos de identidad, a fin de lograr el estado de bienestar general pleno que aquel derecho implica. Considerando el de- recho a la salud como la obtención de un determinado bienestar general, integrado Materia Familiar 116 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones por el estado físico, mental, emocional y social de la persona, se advierte que los tratamientos psicológicos, hormonales e incluso quirúrgicos a que se hubiere sometido una persona transexual para lograr la reasignación del sexo que vive como propio, no resultan suficientes para alcanzar ese estado de bienestar integral, si no se le permite también, mediante las vías legales correspondientes, adecuar su sexo legal con el que realmente se identifica y vive como propio, con la consiguiente expedición de nuevos documentos de identidad, dado que se le obligaría a mostrar un documento con datos que revelarían su condición de transexual, sin el pleno reconocimiento de la persona que realmente es, generando una situación tortuosa en su vida cotidiana, lo que indudablemente afecta determinantemente su estado emocional o mental y, de ahí, su derecho a una salud integral. Amparo directo 6/2008. 6 de enero de 2009. Once votos. Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretaria: Laura García Velasco. El Tribunal Pleno, el diecinueve de octubre en curso, aprobó, con el número LXX/2009, la tesis aislada que antecede. México, Distrito Federal, a diecinueve de octubre de dos mil nueve. Época: Novena Época, Registro: 165698, Instancia: Pleno, Tipo de Tesis: Aislada (Civil), Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXX, diciembre de 2009, Tesis: P. LXIX/2009, Página: 17. Reasignación sexual. Es una decisión que forma parte de los derechos al libre desarrollo de la personalidad. Partiendo de que el derecho al libre desarrollo de la personalidad implica necesariamente el reconocimiento a los derechos a la iden- tidad personal, sexual y de género, pues a partir de éstos el individuo se proyecta frente a sí mismo y dentro de una sociedad, se concluye que la reasignación sexual que decida una persona transexual para adecuar su estado psicosocial a su físico y de ahí, vivir en el sexo con el que se identifica plenamente y ser reconocido como tal por los demás, constituye una decisión que forma parte del libre desarrollo de la personalidad, en tanto es una expresión de la individualidad de la persona, respec- to de su percepción sexual y de género ante sí mismo, que influye decisivamente en su proyecto de vida y en todas sus relaciones dentro de la sociedad. 117 Materia Familiar Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Amparo directo 6/2008. 6 de enero de 2009. Once votos. Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretaria: Laura García Velasco. El Tribunal Pleno, el diecinueve de octubre en curso, aprobó, con el número LXIX/2009, la tesis aislada que antecede. México, Distrito Federal, a diecinueve de octubre de dos mil nueve. Época: Novena Época, Registro: 165697, Instancia: Pleno, Tipo de Tesis: Aislada (Civil), Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXX, diciembre de 2009, Tesis: P. LXXIII/2009, Página: 17. Reasignación sexual. La expedición de una nueva acta de nacimiento por ese moti- vo, no se traduce en la inexistencia de los hechos o actos acontecidos bajo la identidad anterior ni en la extinción de los derechos y obligaciones del interesado. La expedición de una nueva acta de nacimiento en la que conste el cambio de nombre y sexo de una persona transexual, no se traduce en la desaparición de su historia, por lo que todos aquellos actos que hubiere realizado bajo su identidad anterior y que traían aparejados efectos jurídicos, siguen produciéndolos y le son exigibles, salvo en los casos en que la propia legislación determine la extinción o modifica- ción de los mismos; de ahí que, necesariamente, la expedición de la nueva acta de nacimiento tratándose de reasignación sexual, conlleve la anotación marginal en su acta primigenia y la constancia en los correspondientes asientos registrales, así como que la reserva de estos datos tenga excepciones; correspondiendo, en cada caso concreto, a las autoridades competentes resolver las posibles controversias o conflictos que, posteriormente al cambio registral, pudieran llegar a presentarse. Amparo directo 6/2008. 6 de enero de 2009. Once votos. Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretaria: Laura García Velasco. El Tribunal Pleno, el diecinueve de octubre en curso, aprobó, con el número LXXIII/2009, la tesis aislada que antecede. México, Distrito Federal, a diecinueve de octubre de dos mil nueve. En tal orden de ideas y tomando en consideración que el abogado responsable de la parte actora Enrique Ulises, así como la C. Agente del Materia Familiar 118 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Ministerio Público adscrita a este Juzgado, manifestaron su consentimiento expreso y conformidad con la resolución dictada en Audiencia de Juicio, la misma causa ejecutoria en términos del artículo 427, fracción I, del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, en consecuencia, se ordena a la Unidad de Gestión Administrativa elaborar de forma inmediata el oficio correspondiente, debiendo acompañar a la misma los anexos necesarios a fin de dar cumplimiento a la anotación marginal antes ordenada, de conformidad con los artículos 63 Sextus, Séptimus y Octavus de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Por lo expuesto y con fundamento además en los artículos 135 Bis del Código Civil para el Distrito Federal, así como los artículos 80, 81, 82, 83, 87, 90, 91, 498 a 498 Bis 8 y 1057 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, esta juzgadora estima que es de resolverse y se RESUELVE: PRIMERO. Ha sido procedente la vía elegida por la parte actora, quien acreditó su acción, previa la vista que se ordenó al C. Director general del Registro Civil del Distrito Federal, así como a la C. Agente del Ministerio Público adscrita a este H. Juzgado. SEGUNDO. Se ordena a la Unidad de Gestión Administrativa proceda a elaborar en forma inmediata el oficio al C. Director general del Registro Civil de esta entidad, a fin de levantar una nueva acta de nacimiento por reasignación de concordancia sexo-genérica, a favor de ÁNGEL ANDRÉ, asentando en el renglón género: masculino; previa anotación correspondiente al acta de nacimiento primigenia, esta última quedando reservada de la cual no se publicará ni expedirá constancia alguna salvo mandamiento judicial o petición ministerial con fundamento en el artículo 498 Bis 7 del Código de Procedimientos Civiles 119 Materia Familiar Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal para el Distrito Federal; así como enviar dicha información, en calidad de reservada, a la Secretaría de Gobernación, Secretaría de Educación Pública, Secretaría de Relaciones Exteriores, al actual Instituto Nacional Electoral, Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y Procuraduría General de la República, para los efectos legales procedentes. TERCERO. La anterior reasignación y con fundamento en el artículo 135 Bis, en su último párrafo, del Código Civil para el Distrito Federal, no extingue sus derechos y obligaciones contraídos con anterioridad a la nueva identidad de la persona. CUARTO. Asimismo, y en cumplimiento al Reglamento del Sistema Institucional de Archivos del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Distrito Federal, el cual fue publicado en fecha doce de junio del año dos mil nueve y entró en vigor el día quince del mismo mes y año, se hace del conocimiento de las partes lo dispuesto por el artículo 28 del citado reglamento, el cual a la letra dice: “Artículo 28. En asuntos nuevos, el juzgador en el auto admisorio que se sirva dictar en el expediente, hará del conocimiento de las partes que, una vez que concluya el asunto, se procederá a la destrucción del mismo, en el término que señala en el tercer párrafo de este artículo. En asuntos en trámite, una vez concluido el juicio, el juzgador proveerá lo conducente para hacer saber a las partes que el expediente será destruido en el término que se señala en el tercer párrafo del presente artículo. Las partes interesadas que hayan presentado pruebas, muestras y documentos en los juicios ya concluidos y se ordene su destrucción deberán acudir al juzgado en el que se radicó el juicio a solicitar la devolución de sus documentos, dentro del término de seis meses contados a partir de la respectiva notificación.”. Por lo que se les previene para que recojan los documentos exhibidos como base de su acción a la brevedad posible, previa copia certificada que de los mismos obren en autos, en la inteligencia que una vez que quede firme la resolución dictada, el Materia Familiar 120 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones expediente, al ser un asunto concluido se remitirá al archivo judicial para su resguardo. QUINTO. Para dar cumplimiento al artículo 30 del Reglamento del Sistema Institucional de Archivos del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Distrito Federal, certifíquese copia de la presente resolución y glósese al legajo respectivo. SEXTO. Notifíquese. Así, definitivamente juzgando lo resolvió y firma la Jueza Sexto de Proceso Oral en Materia Familiar del Distrito Federal, doctora en Derecho, Blanca Estela del Rosario Zamudio Valdés, ante la Secretaria Judicial “B”, licenciada Verónica Ivonne Jiménez Romero, con quien actúa, autoriza y da fe. 121 Materia Familiar Materia Penal Sexta Sala Penal Ponente unitaria Mgda. Martha Patricia Tarinda Azuara Recurso de denegada apelación en contra del auto por el que negó la admisión del recurso de apelación interpuesto por el representante de la coadyuvancia, en contra de la sentencia interlocutoria en la que se declaró procedente la libertad por desvanecimiento de datos en el delito de fraude procesal y decretó el sobreseimiento de la causa. SUMARIOS: LIBERTAD POR DESVANECIMIENTO DE DATOS. LA IMPUGNACIÓN CONDICIONADA DE LOS LEGÍTIMOS REPRESENTANTES DEL OFENDIDO VULNERA DERECHOS HUMANOS (INAPLICACIÓN DEL ARTÍCULO 417, FRACCIÓN III, DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES). Conforme a lo dispuesto en el artículo 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos, según el cual, “toda persona que vea afectados sus derechos o intereses legales vinculados con un proceso penal por parte de la autoridad, tiene derecho a la existencia y accesibilidad a un medio de impugnación que permita dirimir su planteamiento de inconformidad”, así como la parte II, Artículo 2, número 3, incisos a, b y c, del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos que dispone que “toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en ese Pacto hayan sido violados, podrán interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación hubiera sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales”. Por Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal tanto, al no contemplar la legislación procesal ordinaria para el Distrito Federal algún medio de impugnación que permita a la víctima u ofendido de un delito, resistir o combatir la eventual ilegalidad de una resolución donde se determine la libertad por desvanecimiento de datos, sino que por el contrario, existe la limitatante prevista en el precepto 417 del Código de Procedimientos Penales que dispone: “Tienen derecho a apelar: III. El ofendido o sus legítimos representantes, cuando aquél o éstos coadyuven en la acción reparadora, y sólo en lo relativo a ésta”, se vulneran los derechos humanos de la víctima. LIBERTAD POR DESVANECIMIENTO DE DATOS. PROCEDENCIA DEL RECURSO DE APELACIÓN INTERPUESTO POR LA VÍCTIMA, A TRAVÉS DE SU REPRESENTANTE, COADYUVANTE DEL MINISTERIO PÚBLICO. La intervención activa de la víctima tiene como finalidad que el procedimiento penal culmine con una sentencia condenatoria, incluyendo la reparación del daño considerada una pena pública. De esta manera, para que surja es necesario que previamente se acredite la pretensión punitiva del proceso penal, es decir, la existencia del delito y la responsabilidad penal, de ahí que, aquella víctima, quien se constituyó como coadyuvante por conducto de su representante, puede interponer recurso de apelación en contra de la sentencia interlocutoria donde se declare procedente la libertad por desvanecimiento de datos del inculpado por la comisión del delito imputado, ya que si bien es cierto tal acto no vulnera en forma directa la reparación del daño, sí implica que, de facto, esa reparación no ocurra en la práctica, pues no se debe perder de vista que la interlocutoria emitida en términos del artículo 547, fracción I, del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, y al haberse decretado el sobreseimiento de la causa, en conformidad al numeral 667 del mismo ordenamiento legal, surte efectos de una sentencia absolutoria con valor de cosa juzgada, lo que trae como consecuencia que se haga nugatorio el derecho fundamental de la víctima a la reparación de este concepto. Materia Penal 126 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones RECURSO DE APELACIÓN POR AFECTACIÓN A LOS DERECHOS FUNDAMENTALES. SU PROCEDENCIA TRATÁNDOSE DE LAS VÍCTIMAS U OFENDIDOS. La Ley General de Víctimas publicada en el Diario Oficial de la Federación el 9 de enero de 2013, tuvo como objeto crear un conjunto amplio de medidas en beneficio de las víctimas, que posibiliten el goce efectivo de sus derechos, entre ellos el acceso a la justicia, estableciendo y coordinando los mecanismos y medidas necesarias para promover, respetar, proteger, garantizar y permitir el ejercicio efectivo de sus derechos, vinculando a todas las autoridades en el ámbito de sus distintas competencias para que cumplan con sus obligaciones. De este modo, se les reconoce el derecho a la justicia mediante la interposición de los recursos en contra de las decisiones que afecten sus intereses y el ejercicio de sus derechos, entre ellos coadyuvar con el Ministerio Público e intervenir en el juicio como parte plena, es decir, haciendo valer sus derechos, los cuales no podrán ser menores a los del inculpado, en términos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, artículos 1o., 17 y 20, así como los tratados internacionales de derechos humanos, artículo 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos, y parte II, Artículo 2, número 3, incisos a, b y c, del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos. México, Distrito Federal, 2 dos de julio de 2013 dos mil trece. Vistos para resolver en forma unitaria, los autos del toca penal número DA3U-***/2013, en lo relativo al recurso de denegada apelación interpuesto por el licenciado RAFAEL, en calidad de representante de la coadyuvancia, en contra del auto de fecha 4 cuatro de junio de 2013 dos mil trece, dictado por el C. Juez Vigésimo Cuarto Penal del Distrito Federal, en la causa penal número ***/2012, mediante el que declaró no procedente admitir el recurso interpuesto por el representante de la coadyuvancia, en contra del auto de fecha 29 veintinueve de mayo de 2013 dos mil trece, en el que se declaró procedente la libertad 127 Materia Penal Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal por desvanecimiento de datos de NORMAN ENRIQUE, por el delito de FRAUDE PROCESAL, y decretó el sobreseimiento de la causa. RESULTANDO: 1. El Juez Vigésimo Cuarto Penal del Distrito Federal, con fecha 4 cuatro de junio de 2013 dos mil trece, dictó auto en la causa ***/2012, donde determinó lo siguiente: Auto. México, Distrito Federal, 4 cuatro de junio de 2013 dos mil trece. Vista la razón que antecede, con fundamento en el artículo 232 del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, se ordena agregar a los autos los escritos presentados por el agente del Ministerio Público adscrito y el represen- tante de la coadyuvancia, mediante los cuales interponen recurso de apelación en contra de la sentencia interlocutoria, del 29 veintinueve de mayo de 2013 dos mil trece, en la que se resolvió: “Primero. Al encontrarse desvanecidos por prueba ple- na los datos que sirvieron de base para decretar a NORMAN ENRIQUE, su formal procesamiento por el delito de FRAUDE PROCESAL, en agravio de la correcta administración de justicia, resulta procedente su libertad por desvanecimiento de datos planteada por el procesado de mérito y, por lo tanto, se ordena su inmediata libertad única y exclusivamente por lo que a la presente causa se refiere; siendo procedente decretar el sobreseimiento del proceso”; en consecuencia, con fundamento en los artículos 414, 415, 416, 417, fracción I, 418 fracción II, 421, 422, 549 y demás relativos y aplicables del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, se admite en efecto devolutivo, únicamente al Ministerio Público el recurso de apelación, al haber sido interpuesto en tiempo y forma, por lo que envíese la presente causa penal por conducto de la Oficialía de Partes Común, a efecto de que se designe a la Sala que conocerá del recurso de apelación interpuesto; sin que sea procedente admitir el recurso de referencia al representante de la coadyuvancia, en virtud de que el mismo sólo puede ser admitido tratándose de la acción reparadora, en términos de lo establecido en el artículo 417, fracción III, del Código de Pro- Materia Penal 128 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones cedimientos Penales para el Distrito Federal. En relación a las copias que solicita el representante de la coadyuvancia, con fundamento en el artículo 23 del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, se ordena su expedición previo pago ante alguna de las instituciones bancarias autorizadas, para tal efecto y razón de recibidas que obre en autos, lo anterior en términos del artículo 37 del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal. Notifíquese. 2o. Inconforme con dicha resolución, mediante escrito presentado ante el juzgado el 7 siete de junio de 2013 dos mil trece, el licenciado RAFAEL, en calidad de representante común de la coadyuvancia, interpuso recurso de denegada apelación, al cual el juez dio trámite mediante proveído de 10 diez de junio de 2013 dos mil trece. 3o. El 17 diecisiete de junio de 2013 dos mil trece, se recibió en esta Sexta Sala Penal el certificado derivado de la causa ***/2012, integrándose el toca de apelación número DA3U-***/2013 y por auto de la misma fecha, se ordenó poner a la vista del recurrente el certificado, para que en su caso manifestara si faltan actuaciones sobre las que tenga que alegar, mismo que fue notificado al representante de la coadyuvancia el 20 veinte de junio de 2013 dos mil trece y al Ministerio Público el 21 veintiuno del mismo mes y año. Por escrito exhibido el 20 veinte de junio de 2013 dos mil trece, el licenciado RAFAEL, en calidad de representante de la coadyuvancia, presentó sus alegatos, en tanto que el Ministerio Público por escrito exhibido el 24 veinticuatro del mismo mes y año, solicitó “se entre al estudio del asunto y se dejen a salvo los derechos del representante de la coadyuvancia mediante los cuales interponen recurso de apelación en contra de la sentencia interlocutoria de 4 de junio de 2013, con fundamento en el artículo 542 del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, dado que el recurso de apelación interpuesto por el Ministerio Público en contra del mismo auto, fue admitido en efecto devolutivo”, y por auto dictado por 129 Materia Penal Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal esta revisora el 24 veinticuatro de junio de 2013 dos mil trece, se citó para sentencia que deberá pronunciarse dentro de 3 tres días de hecha la última notificación del citado auto, mismo que fue notificado al representante de la coadyuvancia el 24 veinticuatro de junio de 2013 dos mil trece y al Ministerio Público el 28 veintiocho del mismo mes y año, por lo que se turnan los autos a Ponencia 3 tres de esta Sexta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, para resolver de forma unitaria, con fundamento en el artículo 44, fracción I y última parte del párrafo penúltimo, de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. CONSIDERANDO: I. El presente recurso tiene el objeto y alcance legal previsto en el artículo 442 del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal. II. Efectuado en lo conducente el análisis al certificado y a las constancias procesales a que alude el numeral 437 del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, remitidos por el ciudadano Juez Vigésimo Cuarto Penal del Distrito Federal (fojas 1 a 82), en que se contiene, entre otras diligencias, la resolución impugnada y el escrito de promoción mediante el que se interpone denegada apelación, así como analizados los alegatos del representante de la coadyuvancia, se determina que los argumentos del citado representante son fundados y operantes, porque el recurso de apelación que interpuso contra la sentencia interlocutoria de 29 veintinueve de mayo de 2013 dos mil trece, es admisible. En efecto, mediante sentencia interlocutoria de 29 veintinueve de mayo de 2013 dos mil trece, el Juez Vigésimo Cuarto Penal del Distrito Federal, determinó: Primero. Al encontrarse desvanecidos por prueba plena los datos que sirvie- ron de base para decretar a NORMAN ENRIQUE, su formal procesamiento por el Materia Penal 130 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones delito de FRAUDE PROCESAL, en agravio de la correcta administración de justi- cia, resulta procedente su libertad por desvanecimiento de datos planteada por el procesado de mérito y, por lo tanto, se ordena su inmediata libertad única y exclusivamente por lo que a la presente causa se refiere; siendo procedente decretar el sobreseimiento. En contra de la anterior determinación, el licenciado RAFAEL, en calidad de representante de la coadyuvancia, interpuso recurso de apelación; recurso del que se declaró no era procedente su admisión a través de auto de fecha 4 cuatro de junio de 2013 dos mil trece, dictado por el mismo juzgador, en la causa penal número ***/2012, bajo el argumento de que el recurso sólo puede ser admitido tratándose de la acción reparadora, en términos de lo establecido en el artículo 417, fracción III, del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal. En sus alegatos el representante de la coadyuvancia expresa fundamentalmente que tal determinación viola los derechos fundamentales de la menor JONE, ya que los hechos materia de la presente causa derivan del expediente número ***/2009, tramitado ante el Juzgado Séptimo de lo Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, donde está en controversia la pensión alimenticia de la menor, que se vulnera el interés superior del niño, que de acuerdo a las reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y diversos criterios establecidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los ofendidos sí están legitimados para promover recurso de apelación, dado que la resolución tiene el carácter de definitiva; que ha sido superado el criterio de que la víctima o el ofendido únicamente es la persona que tiene, en expectativa, el derecho a la reparación del daño. Ahora bien, para estar en aptitud este órgano de revisión de resolver apropiadamente el tópico sometido a consideración, resulta necesario analizar los numerales 415 y 417 del Código de Procedimientos Penales, 131 Materia Penal Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal que determinan de manera específica que la segunda instancia se abrirá a petición de parte legítima y que tendrán derecho a apelar el ofendido o sus legítimos representantes, cuando coadyuven en la acción reparadora y sólo en lo relativo a ella. En efecto, estatuyen: Artículo 415. La segunda instancia solamente se abrirá a petición de parte legí- tima, para resolver sobre los agravios que deberá expresar el apelante al interponer el recurso o en la vista… Artículo 417. Tendrán derecho de apelar: I. El Ministerio Público; II. El acusado y su defensor; III. El ofendido o sus legítimos representantes, cuando aquel o éstos coadyuven en la acción reparadora y sólo en lo relativo a ésta. Por otra parte, el artículo 418 del mismo ordenamiento legal vigente para el Distrito Federal, enuncia las resoluciones que pueden ser apeladas: Artículo 418. Son apelables: I. Las sentencias definitivas, incluyendo aquellas que se pronuncian en los pro- cesos sumarios; II. Los autos que se pronuncien sobre cuestiones de jurisdicción o competen- cia; los que mandan suspender o continuar la instrucción; el de ratificación de la detención; el de formal prisión o de sujeción a proceso o el que los niegue; el que conceda o niegue la libertad; III. Los que resuelvan las excepciones fundadas en alguna de las causas que ex- tinguen la acción penal; los que declaran no haber delito que perseguir; los que concedan o nieguen la acumulación o los que decreten la separación de los procesos; IV. Los autos en los que se niegue la orden de aprehensión o de comparecencia, solo por el Ministerio Público; y Materia Penal 132 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones V. Todas aquellas resoluciones en que este Código conceda expresamente el re- curso. En este mismo contexto, la naturaleza del recurso de denegada apelación conforme a lo establecido en el título cuarto, capítulo IV del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, es precisamente que el Tribunal de Apelación, con base en las disposiciones legales y las constancias que integran el testimonio, analice la procedencia o no de la apelación que se haya interpuesto y de la que precisamente el Juez natural se haya pronunciado negando su procedencia. Ahora bien, de conformidad al artículo 1o., párrafos primero, segundo y tercero, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que disponen: En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece. Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia. Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley. Donde se desprende que los órganos jurisdiccionales se encuentran legalmente vinculados a ejercer el control de convencionalidad, lo cual 133 Materia Penal Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal implica la obligación de velar no solo por los derechos humanos contenidos en los instrumentos internacionales firmados por el Estado mexicano, sino también por los establecidos en la Constitución Federal, debiendo protegerse, entre otros, los derechos y libertades de acceso a la justicia y tutela jurisdiccional, en relación con los numerales 14 y 17 de la Constitución General de la República, y para llevar a cabo esa tutela jurisdiccional que se ha definido como el derecho de toda persona para acceder de manera expedita a tribunales independientes e imparciales para plantear sus pretensiones o defenderse de ellas, con el objeto que mediante la substanciación de un proceso donde se respeten las formalidades se emita la resolución que decida la cuestión planteada y, en su caso, se ejecuten las decisiones; por ello, es evidente que cuando las autoridades jurisdiccionales adviertan tal circunstancia, deben analizarla preponderantemente, en ejercicio del control de convencionalidad, con la finalidad de proteger y garantizar los derechos humanos, aun cuando no exista concepto de violación o agravio, en atención a la excepción al principio de estricto derecho, en razón de que al tener los derechos de la víctima y del ofendido la misma categoría e importancia que los que se otorgan al inculpado, deben tener, sin distinción, igual protección, suplencia con la que se da preferencia a lo previsto en los instrumentos internacionales, que disponen que todas las personas son iguales ante la ley y tiene, sin distinción, el mismo derecho a la protección cumpliendo así con lo previsto en el artículo 1o. constitucional. Así, el reconocimiento de derechos humanos por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos significa no sólo observar el comportamiento que satisface la pretensión en que se hacen consistir, sino que también trae consigo la obligación del legislador de establecer el medio eficaz que garantice su defensa, y en ese sentido, cuando la Constitución prevé en el artículo 20, Apartado B, fracción II, en su texto Materia Penal 134 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones anterior a la reforma de 18 de junio de 2008, el derecho de la víctima u ofendido a que se le reciban todas las pruebas, ello implica que crea la obligación de establecer el medio idóneo para hacerlo efectivo para que se tenga acceso a la justicia. Lo anterior es congruente con el Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 9 de enero de 2013, por el que se expide la Ley General de Víctimas, que entró en vigor treinta días después de su publicación, que en su artículo 1o., en su párrafo primero dispone: “Artículo 1. La presente Ley general es de orden público, de interés social y observancia en todo el territorio nacional, en términos de lo dispuesto por los artículos 1o., párrafo tercero, 17, y 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Tratados Internacionales celebrados y ratificados por el Estado mexicano, y otras leyes en materia de víctimas”, esto es, que tal Ley General es de orden público y de observancia en todo el territorio nacional, en términos de lo dispuesto en los artículos 1o. y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tan es así que en sus artículos transitorios segundo y séptimo se dispone que: “se derogan todas las disposiciones legales que se opongan a la presente Ley”… “En un plazo de 180 días naturales los Congresos Locales deberán armonizar todos los ordenamientos locales relacionados con la presente Ley”, por tanto, la Ley General de Víctimas resulta aplicable al caso concreto, en razón de que tutela con mayor amplitud los derechos de las víctimas u ofendidos del delito, la cual en sus artículos 7o., fracciones VII y XXIX, 12 y 14 disponen: Artículo 1. La presente Ley general es de orden público, de interés social y observancia en todo el territorio nacional, en términos de lo dispuesto por los artículos 1o., párrafo tercero, 17, y 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Tratados Internacionales celebrados y ratificados por el Estado Mexicano, y otras leyes en materia de víctimas. 135 Materia Penal Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal VII. A la verdad, a la justicia y a la reparación integral a través de recursos y procedimientos accesibles, apropiados, suficientes, rápidos y eficaces; XXIX. Derecho a ejercer los recursos legales en contra de las decisiones que afec- ten sus intereses y el ejercicio de sus derechos. Artículo 12. Las víctimas gozarán de los siguientes derechos: III. A coadyuvar con el Ministerio Público; a que se les reciban todos los datos o elementos de prueba con los que cuenten, tanto en la investigación como en el pro- ceso, a que se desahoguen las diligencias correspondientes, y a intervenir en el juicio como partes plenas ejerciendo durante el mismo sus derechos los cuales en ningún caso podrán ser menores a los del imputado. Asimismo, tendrán derecho a que se les otorguen todas las facilidades para la presentación de denuncias o querellas; XII. A que se les notifique toda resolución que pueda afectar sus derechos y a impugnar dicha resolución, y Artículo 14. Las víctimas tienen derecho a intervenir en el proceso penal y de- berán ser reconocidas como sujetos procesales en el mismo, en los términos de la Constitución y de los Tratados Internacionales de derechos humanos, pero si no se apersonaran en el mismo, serán representadas por un Asesor Jurídico o en su caso por el Ministerio Público, y serán notificadas personalmente de todos los actos y resoluciones que pongan fin al proceso, de los recursos interpuestos ya sean ordi- narios o extraordinarios, así como de las modificaciones en las medidas cautelares que se hayan adoptado por la existencia de un riesgo para su seguridad, vida o integridad física o modificaciones a la sentencia. Ley que se sustenta en los artículos 17 y 20 constitucionales, cuyo objeto es establecer un conjunto amplio de medidas, en beneficio de las víctimas, que posibiliten el goce efectivo de sus derechos, entre ellos el acceso a la justicia, estableciendo y coordinando los mecanismos y medidas necesarias para promover, respetar, proteger, garantizar y permitir el ejercicio efectivo de sus derechos, vinculando a todas las autoridades en el ámbito de sus distintas competencias para que cumplan con Materia Penal 136 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones sus obligaciones; siendo así, que se le reconoce el derecho a la justicia a través de ejercer los recursos en contra de las decisiones que afecten sus intereses y el ejercicio de sus derechos, entre ellos coadyuvar con el Ministerio Público e intervenir en el juicio como parte plena, ejerciendo sus derechos los cuales no podrán ser menores a los del inculpado, en términos de la Constitución y los tratados internacionales de derechos humanos. En ese orden de ideas, y considerando que el interés jurídico es una noción amplia, que no debe restringirse injustificadamente en detrimento del derecho de acceso a la administración de justicia, pues basta, como en el caso, que la parte apelante (representante de la coadyuvancia) se inconforme con la sentencia interlocutoria, para que se actualice el interés jurídico necesario que hace procedente el recurso de apelación por afectación a los derechos fundamentales, y para hacer efectivo los derechos de las víctimas, es necesario resaltar el párrafo segundo, del artículo 17 constitucional que dispone: “Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales” y numeral 20, apartado B, fracción: “II. Coadyuvar con el Ministerio Público; a que se le reciban todos los datos o elementos de prueba con los que cuente, tanto en la investigación como en el proceso, y a que se desahoguen las diligencias correspondientes”, así como el artículo 25, numeral 1 de la Convención Americana de Derechos Humanos que establece: “Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio 137 Materia Penal Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal de sus funciones oficiales”, así como la parte II, Artículo 2, número 3, incisos a, b y c, del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos que dispone lo siguiente: 3. Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garan- tizar que: a) Toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido violados podrán interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación hubiera sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus fun- ciones oficiales; b) La autoridad competente, judicial, administrativa o legislativa, o cualquiera otra autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado, decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso, y a desarrollar las posibilidades de recurso judicial; c) Las autoridades competentes cum- plirán toda decisión en que se hayan estimado procedente el recurso; Constitución Política e instrumentos internacionales de los que deriva el derecho de acceso a la justicia, que es el derecho público subjetivo que toda persona tiene, dentro de los plazos y términos que fijen las leyes, para acceder de manera expedita a tribunales independientes e imparciales a plantear una pretensión o defenderse de ella; resultan aplicables las siguientes tesis que dicen: Derecho de acceso a la justicia. Sus etapas. De los artículos 14, 17 y 20, apartados B y C, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 8 de la Con- vención Americana sobre Derechos Humanos, deriva el derecho de acceso efectivo a la justicia, el cual comprende, en adición a determinados factores socioeconómi- cos y políticos, el derecho a una tutela jurisdiccional efectiva y los mecanismos de tutela no jurisdiccional que también deben ser efectivos y estar fundamentados constitucional y legalmente. Ahora bien, como se señaló en la jurisprudencia 1a./J. 42/2007, de rubro: “Garantía a la tutela jurisdiccional prevista en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Sus alcances.”, esta Pri- Materia Penal 138 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones mera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación definió el acceso a la tutela jurisdiccional como el derecho público subjetivo que toda persona tiene, dentro de los plazos y términos que fijen las leyes, para acceder de manera expedita a tribunales independientes e imparciales, a plantear una pretensión o a defenderse de ella, con el fin de que, a través de un proceso en el que se respeten ciertas for- malidades, se decida sobre la pretensión o la defensa y, en su caso, se ejecute esa decisión; de ahí que este derecho comprenda tres etapas, a las que corresponden tres derechos: (i) una previa al juicio, a la que le corresponde el derecho de acceso a la jurisdicción, que parte del derecho de acción como una especie del de petición dirigido a las autoridades jurisdiccionales y que motiva un pronunciamiento por su parte; (ii) una judicial, que va desde el inicio del procedimiento hasta la última actuación y a la que corresponden las garantías del debido proceso; y, (iii) una posterior al juicio, identificada con la eficacia de las resoluciones emitidas. Los de- rechos antes mencionados alcanzan no solamente a los procedimientos ventilados ante jueces y tribunales del Poder Judicial, sino también a todos aquellos seguidos ante autoridades que, al pronunciarse sobre la determinación de derechos y obligaciones, realicen funciones materialmente jurisdiccionales. Primera Sala Amparo en revisión 352/2012. 10 de octubre de 2012. Cinco votos. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Mario Gerardo Avante Juárez. Nota: La tesis de jurisprudencia 1a./J. 42/2007 citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXV, abril de 2007, página 124. Acceso a la justicia. Los órganos jurisdiccionales deben evitar, en todo mo- mento, prácticas que tiendan a denegar o limitar ese derecho. A fin de satisfacer efectivamente el derecho fundamental de acceso a la justicia, debe acudirse al artículo 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el cual prescribe la obligación por parte del Estado, de conceder a toda persona bajo su jurisdicción, un recurso judicial efectivo contra actos violatorios de derechos, los cuales pueden estar reconocidos tanto en la legislación interna, como en la 139 Materia Penal Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal propia convención. Asimismo, en la interpretación que se ha hecho de este numeral por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ha sido cri- terio sostenido que, para la satisfacción de dicha prerrogativa, no basta con la existencia formal de un recurso, sino que éste debe ser efectivo; es decir, capaz de producir resultados o respuestas y tener plena eficacia restitutoria ante la violación de derechos alegada; en otras palabras, la obligación a cargo del Estado no se agota con la existencia legal de un recurso, pues éste debe ser idóneo para impugnar la violación y brindar la posibilidad real, no ilusoria, de interponer un recurso sencillo y rápido que permita alcanzar, en su caso, la protección judicial requerida. En estas condiciones, la existencia de esta garantía constituye uno de los pilares básicos, no sólo de la Convención Americana citada, sino de todo Estado de derecho. Por tanto, los órganos jurisdiccionales deben evitar, en todo momento, prácticas que tiendan a denegar o limitar el referido derecho de acceso a la justicia. Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito Amparo directo 505/2009. Rosalinda González Hernández. 21 de enero de 2010. Unanimidad de votos. Ponente: Patricio González-Loyola Pérez. Secretario: Víctor Octavio Luna Escobedo. Amparo directo 315/2010. Comercializadora de Productos Institucionales, S.A. de C.V. 7 de octubre de 2010. Unanimidad de votos. Ponente: Jesús Antonio Nazar Sevilla. Secretaria: Indira Martínez Fernández. Amparo directo 386/2011. Hilario Gamero Herrera. 25 de agosto de 2011. Una- nimidad de votos. Ponente: Patricio González-Loyola Pérez. Secretaria: Dulce María Nieto Roa. Amparo en revisión (improcedencia) 331/2011. Josefina Peralta Albavera. 29 de septiembre de 2011. Unanimidad de votos. Ponente: Jean Claude Tron Petit. Secretaria: Alma Flores Rodríguez. Amparo directo 391/2012. José Alberto Montoya Gutiérrez. 23 de agosto de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Jesús Antonio Nazar Sevilla. Secretaria: Angela Alvarado Morales. Materia Penal 140 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Nota: Por instrucciones del Tribunal Colegiado de Circuito, la tesis que aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro XV, tomo 2, diciembre de 2012, página 1053, se publica nuevamente con la clave o número de identificación correcto. Derecho de acceso a la impartición de justicia. Su aplicación respecto de los de- más principios que rigen la función jurisdiccional. Si bien los artículos 1o. y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como el diverso 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, reconocen el derecho de acceso a la impartición de justicia –acceso a una tutela judicial efectiva–, lo cierto es que tal circunstancia no tiene el alcance de soslayar los presupuestos procesales necesarios para la procedencia de las vías jurisdiccionales que los gobernados tengan a su alcance, pues tal proceder equivaldría a que los Tribunales dejaran de aplicar los demás principios constitucionales y legales que rigen su función jurisdiccional, provocando con ello un estado de incertidumbre en los destinatarios de esa función, ya que se desconocería la forma de proceder de tales órganos, además de que se trastocarían las condiciones de igualdad procesal de los justiciables. Segunda Sala Amparo directo en revisión 1131/2012. Anastacio Zaragoza Rojas y otro. 5 de septiembre de 2012. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Sergio A. Valls Hernández. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Juan José Ruiz Carreón. Si bien es cierto que la institución de la suplencia de la queja, no es una base legal para concluir que quien es parte en el juicio deje de interponer oportunamente el recurso de apelación procedente contra la resolución, de acuerdo a los preceptos legales aplicables, ya que el principio de congruencia que rige la segunda instancia y dispositivo que implica la necesidad de que la impugnación que realice la parte que resiente el perjuicio o agravio, supone que debe haber recursos porque la suplencia es respecto a los agravios, lo cual solo se puede dar si se interpuso el re141 Materia Penal Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal curso. Sin embargo, no debe dejar de considerarse que el representante de la coadyuvancia sí expresó alegatos en contra de la decisión del juez de origen, y si éste no los hubiere expresado, es obligación del juzgador suplir la deficiencia de la queja en aras de los derechos humanos de la víctima. Resulta aplicable la siguiente tesis que dice: Suplencia de la queja deficiente en el amparo en materia penal. Procede en cual- quiera de sus instancias, cuando el inculpado y la víctima del delito concurren en el juicio con el carácter de quejoso o tercero perjudicado. El artículo 76 Bis, fracción II, de la Ley de Amparo establece que en materia penal procede la suplencia de la queja cuando se trate del reo; sin embargo, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver la contradicción de tesis 163/2012, en sesión de veintiocho de noviembre de dos mil doce, interpretó que conforme a los derechos humanos consagrados en los artículos 1o. y 20, apartado B, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el espíritu bajo el cual surgió aquella disposición legal quedó rebasado con el nuevo marco constitucional, por lo que concluyó que dicha suplencia también es aplicable a la víctima del delito. De ahí que esta medida proceda en cualquiera de las instancias del juicio de amparo en materia penal, cuando el inculpado y la víctima del delito concurran en el juicio con el carácter de quejoso o tercero perjudicado, por lo que será necesario que el juzgador así lo advierta y efectúe el estudio del caso considerando que existen dos sujetos de derecho que gozan de ese mismo beneficio, y previa ponderación de sus respectivos derechos subjetivos públicos, resuelva como en derecho corresponda, abandonando las formalidades y tecnicismos contrarios a la administra- ción de justicia, pues la finalidad primordial de la suplencia de la queja es atender a la verdad legal y juzgar, con pleno conocimiento, la controversia acerca de la constitucionalidad del acto reclamado, para garantizar el acceso real y efectivo a la Justicia Federal; de modo tal que cuando se impugne algún acto dimanado de proceso penal, con independencia de quién accione el amparo, sea el inculpado o la víctima, el juzgador resuelva la litis atendiendo a los elementales fines de la jus- Materia Penal 142 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones ticia distributiva, confiriendo un trato igual a los iguales que permita velar por la constitucionalidad de los actos emitidos por los órganos del Estado que afectan la libertad y los derechos de las víctimas, pues sería un contrasentido sostener que la suplencia de la queja sólo se aplique al sujeto que directamente acuda al amparo o al recurso de que se trate, ya que se correría el riesgo de perjudicar a la contraparte, pese a ser también beneficiaria de ese principio procesal. Por tanto, lo procedente es examinar los actos resolviendo conforme a la verdad jurídica, al margen de si el quejoso o recurrente es el reo o la víctima. Cuarto Tribunal Colegiado en Materias Penal y de Trabajo del Séptimo Circuito. Amparo en revisión 323/2012. 31 de enero de 2013. Unanimidad de votos. Po- nente: Jorge Sebastián Martínez García. Secretario: Juan Manuel Jiménez Jiménez. Por otra parte, de la causa instruida contra NORMAN ENRIQUE, se advierte que los hechos que se le atribuyen derivan de un asunto del orden familiar, por encontrarse en controversia la pensión alimenticia de su menor hija JONE, y que como correctamente lo resalta la defensa en su escrito de alegatos, considerando que nuestro país es parte firmante de la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada en Nueva York, Estados Unidos de América, en mil novecientos ochenta y nueve, en vigor desde mil novecientos noventa y ratificada por el Estado mexicano el veintiuno de septiembre del mismo año, el cual en su artículo 3, número 2, dispone: “Los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas responsables de él ante la ley y, con ese fin, tomarán todas las medidas legislativas y administrativas adecuadas”. Asimismo, la Convención Americana sobre los Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica, en su artículo 19, establece: “Derechos del niño. Todo niño tiene derecho a las medidas de protección que su condición de menor requiere por parte de su familia, de la sociedad y del Estado”, y en ese 143 Materia Penal Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal sentido, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido en orden a tal concepto de interés superior del niño, que se funda “en la dignidad misma del ser humano, en las características propias de los niños, y en la necesidad de propiciar el desarrollo de éstos, con pleno aprovechamiento de sus potencialidades”, y del artículo 1o. constitucional, se desprende que: “en los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte”; de lo que se desprende que los tribunales deben velar que en los asuntos que se discutan y estén inmiscuidos derechos de menores, se atienda a preservar el interés superior del niño, así como el diverso numeral 4o. de la Constitución Política referida, en sus párrafos octavo, noveno y décimo, se establece: En todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el principio del interés superior de la niñez, garantizando de manera plena sus dere- chos. Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral. Este principio deberá guiar el diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas públicas dirigidas a la niñez. Los ascendientes, tutores y custodios tienen la obligación de preservar y exigir el cumplimiento de estos derechos y principios. El Estado otorgará facilidades a los particulares para que coadyuven al cumplimiento de los derechos de la niñez. Congruente con lo anterior, obra la tesis emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que es del tenor siguiente: Interés superior del niño. Es un principio de rango constitucional implícito en la regulación de los derechos de los menores previstos en el artículo 4o. constitucional. De acuerdo a una interpretación teleológica, el interés superior del niño es Materia Penal 144 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones principio de rango constitucional, toda vez que en el dictamen de la reforma constitucional que dio lugar al actual texto del artículo 4o., se reconoce expresamente que uno de los objetivos del órgano reformador de la Constitución era adecuar el marco normativo interno a los compromisos internacionales contraídos por nuestro país en materia de protección de los derechos del niño. En este sentido, el interés superior del niño es uno de los principios rectores más importantes del marco internacional de los derechos del niño. En el ámbito interno, el legislador ordinario también ha entendido que el interés superior es un principio que está implícito en la regulación constitucional de los derechos del niño, ya que es reconocido expresa- mente en la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes como un principio rector de los derechos del niño. Primera Sala Amparo directo en revisión 1187/2010. 1o. de septiembre de 2010. Cinco votos. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretarios: Ana María Ibarra Olguín y Javier Mijangos y González. Así, ha quedado de manifiesto que tanto en los tratados internacionales mencionados y en nuestra Constitución Política, se prevé como un derecho fundamental de toda persona el derecho de acceso a la justicia, entre ellos, de la víctima del delito, dado que se integró en la Constitución un catálogo de derechos que puede exigir que se le respeten por la autoridad que conoce del procedimiento, de los que destaca la constitución de la coadyuvancia con el Ministerio Público, que le permite exigir que se le reciban todos los datos o elementos de prueba con que cuente (en averiguación previa y en el proceso) que no están limitados a la demostración de la reparación del daño; es decir, que también comprenden el acreditamiento de los presupuestos para que la condena a la reparación del daño se actualice, estos son el delito y la responsabilidad penal del inculpado; también cuenta con el derecho de que se desahoguen las diligencias que solicite y en caso de negativa recibir 145 Materia Penal Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal una respuesta fundada y motivada, contra la que tendrá la posibilidad de hacer valer los medios de impugnación pertinentes. Ahora bien, la intervención que la víctima tiene activamente, tiene como finalidad que el procedimiento penal culmine con una sentencia condenatoria, pues la reparación del daño es una pena pública, de manera que para que surja es necesario que previamente se acredite la pretensión punitiva del proceso penal, es decir, la existencia del delito y la responsabilidad penal, de ahí que éste órgano de revisión estime que la víctima, quien se constituyó como coayuvante por conducto de su representante, puede interponer recurso de apelación en contra de la sentencia interlocutoria donde se declaró procedente la libertad por desvanecimiento de datos del inculpado NORMAN ENRIQUE, por el delito de FRAUDE PROCESAL, porque si bien es cierto tal acto no afecta en forma directa la reparación del daño, sí implica que de facto, tal reparación no ocurra por afectar la pretensión reparatoria, pues no se debe perder de vista que la sentencia interlocutoria referida, se decretó en términos del artículo 547, fracción I, del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, y se decretó el sobreseimiento de la causa, que de conformidad al numeral 667 del mismo ordenamiento legal, surte efectos de una sentencia absolutoria con valor de cosa juzgada, lo cual trae como consecuencia que se haga nugatorio el derecho fundamental de la víctima, máxime que la nueva Ley de Amparo en el artículo 173, dispone que se considerarán violadas las leyes del procedimiento, en su fracción XIX: “Al dictarse una sentencia absolutoria o un auto que se refiera a la libertad del imputado no se hayan respetado, entre otros, los siguientes derechos de la víctima u ofendido del delito: b) a coadyuvar con el Ministerio Público, a que se le reciban todos los datos o elementos de prueba con los que cuente tanto en la investigación como en el proceso y a que se le permita intervenir en el juicio;” siendo que en el caso la resolución impugnada por el representante de la coadyuvancia, ordenó Materia Penal 146 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones la libertad por desvanecimiento de datos del inculpado y decretó el sobreseimiento de la causa, el cual tiene efectos definitivos. No se inadvierte que la acción penal tradicional tiene el carácter de principal y de interés público, de ahí que su titular es el Ministerio Público como representante de la sociedad. En cambio, la reparación del daño, aun cuando constitucionalmente en la actualidad se considera también de carácter público, su naturaleza en la vía penal sigue siendo la de una acción no principal, sino accesoria, es decir, que depende de la procedencia, existencia y eficacia de la acción penal principal, de la que como resultado de su ejercicio debe establecerse plenamente la existencia de un delito y de la responsabilidad de un sujeto a quien se reproche legalmente la culpabilidad en su comisión. Se trata así de una relación condicionada, ya que en la vía penal no puede prosperar la acción accesoria si no cuenta con el presupuesto de subsistencia legal, del ejercicio de la acción principal. En consecuencia, a fin de lograr un equilibrio procesal que debe regir para las partes en conflicto, inculpado y víctima, cuyos derechos fundamentales no se oponen entre sí, sino que por el contrario, el respeto de ambos constituye la vigencia del orden constitucional y de los principios ahí consagrados, sin que obste que potencialmente el imputado y su defensa hubieren hasta este momento logrado superar conforme a las reglas del debido proceso la acción penal intentada por el Ministerio Público, pues el que se reconozca a la víctima u ofendido la posibilidad de interponer el recurso de apelación, tiene como objetivo el respeto pleno al derecho de acceso a la justicia, sin poner en entredicho los derechos del inculpado en tanto busca salvaguardar el equilibrio entre las partes y propicia una más completa vigencia del orden constitucional. También no se soslaya, que a la víctima no se le reconoce el carácter de parte dentro del procedimiento penal, pero ello nada tiene que ver con los derechos que en calidad de víctima tiene, porque hasta la fecha 147 Materia Penal Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal se mantiene el papel del Estado, como monopolizador de la acción penal, porque a éste corresponde la acción persecutoria, sin que ello se sustituya con los nuevos derechos adquiridos de las víctimas. Así, tampoco puede considerarse como argumento que justifique la falta de legitimación de la víctima u ofendido, para interponer en el caso el recurso de apelación, la subordinación que, en cuanto a la acción penal –acción principal–, existe con el Ministerio Público, pues si bien para este órgano del Estado existe imposibilidad legal para impugnar ante la justicia ordinaria del Distrito Federal, lo cierto es que ello es consecuencia del diseño de nuestro sistema de justicia local; sin embargo, tal circunstancia no tiene porqué repercutir en detrimento de la víctima u ofendido, pues en su calidad de gobernado y, en consecuencia, titular de derechos fundamentales, tiene derechos propios que defender, los cuales el Constituyente ha entronado en el mismo nivel que los del inculpado. Por otra parte, la determinación de que el recurso de apelación sí es admisible, no implica de modo alguno dejar en estado de indefensión al inculpado, ante una eventual revocación del auto recurrido, pues cuenta con otros medios legales para impugnarla. Por tanto, este órgano de revisión concluye que el auto donde de declaró procedente la libertad por desvanecimiento de datos del inculpado NORMAN ENRIQUE, por el delito de FRAUDE PROCESAL, es recurrible en apelación por parte del representante de la coadyuvancia, toda vez que representa los intereses de la víctima, porque en esa resolución se decretó el sobreseimiento de la causa, el cual tiene efectos de una sentencia absolutoria con valor de cosa juzgada, la cual afecta los derechos fundamentales de la víctima, mismos que se encuentran previstos en el artículo 20 constitucional, y a través de ese recurso, se hace efectivo el derecho de acceso a la justicia previsto en el artículo 17 constitucional, en tanto que permite que la víctima por conducto de su representante impugne la resolución de la cual depende el derecho Materia Penal 148 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones fundamental de la reparación del daño, favoreciendo sus derechos al permitírsele reclamar la correcta aplicación de la ley y acceder a los mecanismos de tutela de sus derechos. Determinación que en un marco de control de convencionalidad, debe indicarse se ajusta a lo dispuesto en el artículo 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos, según el cual, toda persona que vea afectados sus derechos o intereses legales vinculados con un proceso penal por parte de la autoridad, tiene derecho a la existencia y accesibilidad a un medio de impugnación que permita dirimir su planteamiento de inconformidad, así como la parte II, Artículo 2, número 3, incisos a, b y c, del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos que dispone que toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido violados podrán interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación hubiera sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales; de ahí que al no existir en la legislación procesal ordinaria aplicable algún medio de impugnación que permita a la víctima u ofendido de un delito, resistir o combatir la eventual ilegalidad del dictado de una resolución donde se determina la libertad por desvanecimiento de datos, sino por el contrario, existe la limitativa prevista en el artículo 417, del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal que dispone “Tienen derecho a apelar: III. El ofendido o sus legítimos representantes, cuando aquél o éstos coadyuven en la acción reparadora, y sólo en lo relativo a ésta”, en el cual el juzgador sustentó la determinación de no admitir el recurso de apelación interpuesto por el representante de la coadyuvancia, en el caso específico vulnera los derechos humanos de la víctima JONE, por lo que este órgano de revisión considera no es aplicable al caso concreto, dado que restringe los derechos de la víctima. Tienen aplicación las siguientes tesis que son del tenor siguiente: 149 Materia Penal Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Víctima u ofendido. Tiene derecho a impugnar las decisiones que afecten los presu- puestos de la reparación del daño. El artículo 20 constitucional otorga a la víctima u ofendido el derecho a la reparación del daño. De este derecho, en conexión con los derechos fundamentales al debido proceso y al acceso a la justicia, se deriva a su vez el derecho de la víctima u ofendido a tener acceso a los medios de impugnación ordinarios que le permitan inconformarse con cualquier decisión relacionada con los presupuestos lógicos de la reparación del daño en materia penal, tales como la comprobación de la existencia del delito y la responsabilidad penal del inculpado. Amparo en revisión 502/2010. 24 de noviembre de 2010. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Arturo Bárcena Zubieta.” (Novena Época. Núm. Registro IUS: 161717. Instancia: Primera Sala. Tesis aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXXIII, junio de 2011, materias: Constitucional y penal, tesis 1a. XC/2011, página 179). Víctima u ofendido del delito. Tiene el derecho de aportar pruebas tanto en la averiguación previa como en el proceso penal (interpretación del artículo tado 20, apar- B, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos). El reconocimiento de derechos subjetivos por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, significa no sólo observar el comportamiento que satisface la pretensión en que se hacen consistir, sino que también trae consigo la obligación del legislador de establecer el medio eficaz que garantice su defensa. En ese sentido, cuando la Constitución prevé en el artículo 20, apartado B, fracción II, en su texto anterior a la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 18 de junio de 2008, el derecho de la víctima u ofendido a que se le reciban todas las pruebas, ello implica que crea la obligación de establecer el medio idóneo para hacerlo efectivo, sin que pueda estimarse que lo es exclusivamente el juicio de garantías, pues dicho derecho tiene determinado constitucionalmente el momento de ejer- cerse y respetarse, esto es, en la averiguación previa y en el proceso penal, acorde con el espíritu del proceso de reformas al indicado precepto constitucional del año 2000, consistente en ampliar los derechos de la víctima u ofendido para reconocerle los derechos de parte procesal. Materia Penal 150 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Amparo en revisión 407/2009. 2 de septiembre de 2009. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Sergio A. Valls Hernández. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretaria: Eugenia Tania C. Herrera-Moro Ramírez. Amparo en revisión 151/2010. 26 de mayo de 2010. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretaria: Eugenia Tania C. Herrera-Moro Ramírez.” (Novena Época. Núm. Registro IUS: 161422. Instancia: Primera Sala. Tesis aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXXIV, julio de 2011, Materia: Constitucional, tesis 1a. CVII/2011, página 313). Víctima u ofendido. Cuando se impugne una decisión relacionada con el derecho constitucional a ofrecer pruebas, tiene derecho a interponer recurso de apelación a pesar de que los códigos procesales penales no contemplen esta posibilidad. El artícu- lo 20 constitucional (en su texto anterior a la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 18 de junio de 2008) otorga a la víctima u ofendido el derecho a aportar pruebas. Cuando este derecho se ejerce en el marco del proceso penal, los derechos fundamentales al debido proceso y al acceso a la justicia exigen que la víctima u ofendido cuente con un recurso ordinario que les permita inconformarse con las decisiones que afecten ese derecho. Los códigos de procedimientos penales que no contemplen expresamente la posibilidad de apelar en estos casos deben interpretarse de conformidad con la Constitución, de manera que la víctima u ofendido pueda defender su derecho a aportar pruebas en el marco del proceso penal a través del recurso de apelación. Amparo en revisión 502/2010. 24 de noviembre de 2010. Unanimidad de cua- tro votos. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Arturo Bárcena Zubieta.” (Novena Época. Núm. Registro IUS: 161720. Instancia: Primera Sala. Tesis aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXXIII, junio de 2011. Materias: Constitucional y penal, tesis 1a. LXXXVIII/2011, página 178). (Novena Época. Núm. registro IUS: 161423. Instancia: Primera Sala. Tesis aisla- da. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXXIV, julio de 2011. Materia: Penal, tesis 1a. CVIII/2011, página 312). 151 Materia Penal Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Por lo tanto, se concluye que el auto por el cual se negó la admisión del recurso de apelación interpuesto por el licenciado RAFAEL, en calidad de representante de la coadyuvancia, en contra de la sentencia interlocutoria de fecha 29 veintinueve de mayo de 2013 dos mil trece, en el que se declaró procedente la libertad por desvanecimiento de datos de NORMAN ENRIQUE, por el delito de FRAUDE PROCESAL, y decretó el sobreseimiento de la causa, es apelable; así las cosas, es fundado el recurso de denegada apelación que hace valer el licenciado RAFAEL, en calidad de representante de la coadyuvancia. En consecuencia, el juzgador deberá de admitir el multicitado recurso en el efecto devolutivo, así como efectuar el trámite correspondiente para la substanciación del mismo, enviando para tal efecto el expediente de la causa a esta Sexta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal con el oficio correspondiente dentro del plazo de 5 cinco días contados a partir de que le sea notificada la presente resolución, con fundamento en el artículo 442 en relación con el 422, párrafo segundo, del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal. Por lo expuesto y con fundamento en el quinto párrafo del artículo 122 constitucional, 44 de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, además de los artículos 435, 437, 440 y 441 del Código de Procedimientos Penales, se RESUELVE: PRIMERO. Se declara admisible el recurso de apelación interpuesto por el licenciado RAFAEL, en calidad de representante de la coadyuvancia, en contra de la sentencia interlocutoria de fecha 29 veintinueve de mayo de 2013 dos mil trece, por lo que el juez deberá admitirlo en el efecto devolutivo y efectuar el trámite correspondiente para la substanciación del mismo, remitiendo para tal efecto el expediente respectivo a esta Sexta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Materia Penal 152 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Federal dentro del plazo de 5 cinco días contados a partir de que le sea notificada la presente resolución. SEGUNDO. Notifíquese; remítase copia debidamente autorizada de la presente resolución al juzgado de origen y, en su oportunidad, archívese el presente toca como asunto concluido. Así, unitariamente, con fundamento en el artículo 44 de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, lo resolvió y firma la magistrada integrante de la Sexta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, licenciada Martha Patricia Tarinda Azuara, por ante la Secretaria de Acuerdos, maestra en Derecho, Yasmín Ramírez Cortés, quien autoriza, firma y da fe. 153 Materia Penal Materia Justicia para Adolescentes Primera Sala Especializada en Justicia para Adolescentes Ponente Unitaria Mgda. Sara Patricia Orea Ochoa Recurso de denegada apelación interpuesto por los ofendidos, en contra del auto en el que se negó la admisión del recurso de apelación intentado contra la resolución en la que la Juez Cuarto de Proceso Oral, en funciones de ejecución, declaró prescrita la condena a la reparación del daño, iniciado por la conducta tipificada como delito de robo agravado (al haberse cometido en contra de transeúnte, con violencia física, moral y en pandilla). SUMARIOS: INTÉRPRETE, DESIGNACIÓN DE. ES UN DERECHO INALIENABLE DE LAS VÍCTIMAS QUE NO HABLEN CASTELLANO, PARA ACCEDER PLENAMENTE A LA JURISDICCIÓN DEL ESTADO. El Constituyente permanente consagró a nivel constitucional, como un derecho inalienable de las víctimas, el acceder plenamente a la jurisdiccional del Estado, tal y como lo señala el apartado B de la fracción VIII del artículo 2o. constitucional, donde se prioriza su derecho a ser asistidas por intérpretes y defensores que tengan conocimiento de su lengua y cultura, obligación que la ley secundaria, concretamente el código procesal penal, supletorio de la Ley de Justicia para Adolescentes, también recoge; incluso el diverso numeral 186 de la citada regulación expresamente prohíbe que un testigo sea intérprete. Por ende, si Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal la juez constató que los agraviados son indígenas, que no hablan castellano, debió proveer a los ofendidos de intérprete, a fin de comunicarse a través de su lengua y entender las implicaciones jurídicas del proceso en el que se encuentran involucrados para garantizar su derecho a la justicia, al considerarse al intérprete como un puente de comunicación oral, atendiendo a lo que previene el derecho interno y la normativa internacional, en el artículo 12 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo. Con esto se hace eficaz el derecho de las víctimas a la reparación del daño. REPARACIÓN DEL DAÑO, PRESCRIPCIÓN DE LA. EL AUTO QUE DECLARA EXTINTA LA POTESTAD PARA EJECUTARLA SÍ ES APELABLE EN EL SISTEMA DE JUSTICIA PARA ADOLESCENTES. Sin desconocer que el artículo 93 de la ley de la materia no prevé expresamente recurso contra la extinción de la potestad para ejecutar la reparación del daño, también lo es que esta omisión conlleva a la aplicación supletoria del código procesal penal, en este caso del artículo 418, fracción III, en relación al 94, fracción IX, del código punitivo, aplicabilidad que efectivamente procede, de acuerdo a lo previsto en los artículos 13 y 92 de la Ley que rige la materia de adolescentes y, en concreto, respecto al medio de impugnación que nos ocupa, pues ello no controvierte los principios que sustentan el Sistema Especializado en Materia de Justicia Juvenil, debiendo recordar que la finalidad de la supletoriedad, como lo ha establecido la Corte es, precisamente, colmar lagunas legislativas, sin llegar al extremo de implementar derechos o instituciones no regulados en la ley que ha de suplirse. Por tanto, contrario a lo que sostiene la juzgadora, la materia del recurso que plantean los ofendidos sí es apelable. México, Distrito Federal, de 20 de junio de 2014 dos mil catorce. Fallo que pronuncia de forma unitaria la magistrada Sara Patricia Orea Ochoa, integrante de la Primera Sala de Justicia para Adolescentes en el Distrito Federal, en el toca DA1U-***/2014, formado con motivo del recurso de denegada apelación interpuesto por los ofendidos MAMateria Justicia para Adolescentes 158 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones RÍA NIEVES, SANTIAGO y VIRGINIA, en contra del auto de fecha 3 tres de junio de 2014 dos mil catorce, en el que se le negó la admisión del recurso de apelación intentado contra la resolución en la que la Juez Cuarto de Proceso Oral, en funciones de ejecución, declaró prescrita la condena a la reparación del daño, emitido el 27 veintisiete de mayo del 2014 dos mil catorce, en la causa ***/2012, seguida en contra de IRVING o IRVING ADRIÁN por la conducta tipificada como delito de ROBO AGRAVADO (al haberse cometido en contra de transeúnte, con violencia física, moral y en pandilla). RESULTANDO: 1. El 24 veinticuatro de junio de 2011 dos mil once, el Juez Tercero de Proceso Escrito en Materia de Justicia para Adolescentes emitió sentencia definitiva en la causa **/2011, en la que declaró al adolescente IRVING o IRVING ADRIÁN, plenamente responsable de la conducta tipificada como delito de ROBO AGRAVADO, cometido en agravio de ISRAEL; por lo que le impuso medida de tratamiento en internamiento en centro especializado por un tiempo de 11 once meses 1 un día, concediéndose dos medidas alternas simultáneas al internamiento consistentes en: a) Libertad asistida, y b) La obligación de asistir a una institución educativa, causando estado el 4 cuatro de julio de 2011 dos mil once. 2. La vigilancia y sustanciación de la ejecución de la sentencia correspondió a la Juez Cuarto de Proceso Oral en Justicia para Adolescentes, licenciada Mónica Jasso Hernández, quien el 4 cuatro de julio del 2011 ordenó la externación del adolescente IRVING o IRVING ADRIÁN, tras acogerse a las medidas alternas que le fueron concedidas, apercibiéndolo que en caso de incumplimiento se revocarían las mismas de conformidad al artículo 89 de la Ley de Justicia para Adolescentes; de igual manera se informó a su representante legal ARTURO, las obligaciones que contraen y las consecuencias en caso de incumplimiento. 159 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal 3. Bajo esos lineamientos, la Dirección de Tratamiento para Adolescentes, por conducto de la Comunidad Externa, remitió a la juzgadora el Programa Personalizado de Ejecución de la Medida, indicando que el inicio del programa sería el 6 seis de julio de 2011 y su terminación el 21 de marzo del 2012. 4. En fecha 2 dos de mayo de 2012 dos mil doce, la directora de la Comunidad Externa, mediante oficio SG/SsSP/DGTPA/****/2012, informó a la juez de ejecución que el adolescente IRVING o IRVING ADRIÁN no había dado cumplimiento a las medidas que le fueron impuestas, registrando una sola asistencia; asimismo, informó que una vez hecho el cómputo respectivo el tiempo que le faltaba por cumplir de la medida impuesta era de 8 ocho meses 14 días (foja 356). 5. Ante ello el Ministerio Público solicitó a la a quo la comparecencia del adolescente y en cuyas diligencias se dio cuenta a la juez de que el adolescente se encontraba interno en la comunidad para adolescentes a disposición de la Juez Octavo de Proceso Escrito para Adolescentes (foja 362); información que fue confirmada a través del oficio 1423, de fecha 1 uno de junio de 2012 (foja 371), en el que se indicó que el adolescente estaba sujeto a proceso con restricción de su libertad por el delito de ROBO AGRAVADO (en contra de transeúnte, violencia física, moral y en pandilla) y próximo a dictarse sentencia. 6. Así entonces, el 4 cuatro de junio de 2012 dos mil doce, la Juez Octavo de Proceso Escrito dictó sentencia en la causa ***/2011, en la que declaró a IRVING o IRVING ADRIÁN plenamente responsable de la comisión de la conducta tipificada como delito de ROBO AGRAVADO (al haberse cometido en contra de transeúnte, con violencia física, moral y en pandilla) en agravio de MARÍA NIEVES, SANTIAGO y VIRGINIA; por lo que le impuso medida de tratamiento en internamiento en centro especializado por un tiempo de 1 un año 7 siete meses 15 días; sin que fuera procedente la aplicación de medidas alternas Materia Justicia para Adolescentes 160 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones al internamiento; asimismo, se condenó al adolescente al pago de la reparación del daño, debiendo pagar a los ofendidos la suma total de $161,813.00 (ciento sesenta y un mil ochocientos trece pesos 00/100); absolviendo respecto de la reparación del daño moral y perjuicios ocasionados. Determinación que fue notificada en esa misma fecha tanto a las partes como a los ofendidos, destacando que por lo que hace a la agraviada MARÍA NIEVES, estaba asistida de su perito traductor, Francisco Zacarías Álvarez, quien de acuerdo a las constancias no habla castellano, al ser de origen oaxaqueño y hablar “lengua Triqui”, al igual que los dos restantes agraviados, empero entienden un poco más el castellano. 7. Resolución contra la que el Defensor Público y el Ministerio Público, interpusieron recurso de apelación, el que fue resuelto por ejecutoria de fecha 4 cuatro de 2012 dos mil doce, emitida por la Primera Sala de Justicia para Adolescentes dentro del toca ***/2012, en la que se determinó confirmar la sentencia antes descrita. 8. Ante ello, la Juez Octavo emitió el auto de fecha 5 cinco de julio de 2012 dos mil doce, en donde declaró ejecutoriada la sentencia; asimismo, ordenó que el adolescente quedará a disposición de la Dirección General de Tratamiento para Adolescentes, y a su vez al juez de proceso oral en funciones de ejecución que le correspondía conocer de la vigilancia en el cumplimiento de la sentencia, y en consecuencia declinó la competencia a favor del juez de ejecución; lo que ordenó fuera notificado de manera personal, no obstante sólo aparece cédula de notificación sin diligenciar (fojas 92 a 93). 9. Bajo esos términos correspondió a la Juez Cuarto de Proceso Oral, en Materia de Justicia para Adolescentes, la vigilancia y substanciación de la ejecución, quien luego de aceptar la competencia ordenó la presentación del adolescente para hacer de su conocimiento que la juzgadora en mención se encargaría de la ejecución de la causa; asimismo, advirtió 161 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal que no constaba notificación a los ofendidos respecto de la sentencia de segunda instancia; de ahí que solicitara a la juez de instrucción su realización; así entonces, el 16 de julio del 2012, se recibió el oficio número 2032, en el que la Juez Octavo giró las respectivas cédulas de notificación a los ofendidos y en la que aparece recibida por EUGENIO (hijo) (foja 508-512). 10. Por otra parte, al contar el adolescente con dos sentencias que han causado ejecutoria, y que en la primera le fueron concedidas medidas alternas simultáneas al internamiento, el Ministerio Público solicitó la revocación de las mismas y se diera lugar al internamiento, lo que fue consensado por la Defensa, quien además solicitó la unificación del cómputo de las medidas. 11. A razón de ello, la juzgadora, por auto de fecha 18 dieciocho de julio del 2012 dos mil doce, revocó al adolescente IRVING o IRVING ADRIÁN las medidas de libertad asistida y la obligación de asistir a una institución educativa, debiendo cumplir la de mayor gravedad; asimismo, ordenó la unificación del cómputo de las medidas impuestas al adolescente, y, por ello ordenó a la autoridad administrativa, se enviara el programa personalizado de ejecución en la que se tomara en cuenta la temporalidad que surgiera de la suma matemática del cómputo de las medidas impuestas de los Juzgados Tercero y Octavo, y asimismo, se indicara la fecha de inicio y conclusión del mismo; finalmente, señaló que los informes de avance respecto del cumplimiento de la medida tendrían que realizarse cada dos meses; determinación que no fue recurrida por ninguna de las partes (fojas 700 a 702 y 704). 12. Paralelo a ello, el 2 dos de agosto, se suspendió la ejecución de la medida en virtud de que el adolescente interpuso juicio de garantías en contra de la resolución emitida por la Primera Sala de Justicia para Adolescentes, cuya autoridad en fecha 7 siete de noviembre del 2012 dos mil doce dio cumplimiento a la ejecutoria de amparo emitida por Materia Justicia para Adolescentes 162 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito derivado del D.P.***/2012 en donde se modificó el punto resolutivo primero, especificando únicamente que dado que el enjuiciado ya había cumplido la mayoría de edad y, por ende, debería compurgar la sanción del internamiento separado de los demás internos, quedando firme en el resto de sus aspectos (relativos a la sanción y reparación del daño) según consta a fojas 541 a 566 vta. 13. En fecha 3 tres de diciembre del 2012 dos mil doce, la subdirectora jurídica de la Dirección General de Tratamiento para Adolescentes remitió a la Juez Cuarto Oral en funciones de ejecución el programa personalizado de ejecución de la medida del adolescente IRVING o IRVING ADRIÁN, quien señaló que una vez realizados los cómputos correspondientes de las medidas de internamiento que le fueron impuestas, así como la bonificación del tiempo de detención preventiva de ambas causas, determinó que el tiempo que le restaba por cumplir era de 1 un año 5 cinco meses 11 once días, el cual comenzaría a partir del 8 ocho de noviembre del 2012 dos mil doce; culminaría el 19 diecinueve de abril del 2014 dos mil catorce (fojas 712 a 719). 14. El 7 siete de junio de 2013, se envió a la juez el primer informe de desarrollo y avance de la medida impuesta (foja 733 a 737); en tanto que el 20 de diciembre del 2013, se recibió el segundo informe de supervisión y seguimiento (foja 741 a 746). 15. El 7 siete de abril de 2014 dos mil catorce, la juez ordenó informar al director de la Comunidad de Tratamiento Especializado para Adolescentes, que el cese de la medida de tratamiento en internamiento a la que estaba sujeto el adolescente IRVING o IRVING ADRIÁN, sería el 19 diecinueve de abril del año en curso, y en consecuencia, debería procederse a la externación del mismo, así como al envío del informe de conclusión de la medida, y en caso de haber algún impedimento lo informara a la brevedad. 163 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal 16. En fecha 11 once de abril del 2014 dos mil catorce, la juzgadora decretó “la definitiva libertad” de IRVING o IRVING ADRIÁN con efectos a partir del 19 de abril del 2014 dos mil catorce. 17. Por auto de fecha 27 de mayo de 2014, la juez declaró extinta la potestad para ejecutar la reparación del daño a la cual fue condenado el adolescente. 18. Inconforme con lo anterior, el Ministerio Público interpuso el recurso de revocación, verificándose la audiencia verbal el 30 treinta de mayo de 2014 dos mil catorce, en la que comparecieron los ofendidos MARÍA NIEVES, SANTIAGO y VIRGINIA, así como el adolescente y el testigo EUGENIO, y tras escuchar a las partes, la juez determinó improcedente conceder la revocación del auto impugnado. 19. Por otra parte, los ofendidos interpusieron recurso de apelación en contra del auto de fecha 27 veintisiete de mayo del 2014, que declara prescrita la potestad de ejecutar la reparación del daño, haciendo del conocimiento a la juez que son de origen oaxaqueño y hablan “lengua triqui”. 20. Recurso que no fue admitido por la a quo, según consta en el auto de fecha 3 tres de junio del 2014 (foja 803). 21. Ante ello, el 5 cinco de junio de 2014 dos mil catorce, los ofendidos MARÍA NIEVES, SANTIAGO, y éste, además, en representación de VIRGINIA, interpusieron recurso de denegada apelación el que se tuvo por interpuesto el 6 seis del mismo mes y año, ordenando en consecuencia remitir el certificado que marca la ley y las constancias correspondientes a esta Autoridad Revisora, para la substanciación del recurso interpuesto. 22. Así, recibido el testimonio respectivo por esta Sala y habiendo llevado a cabo el trámite que establece el numeral 440 del código de procedimientos penales, se puso a la vista de las partes las constancias procesales, las que consideraron que no era necesario engrosar ninguna otra constancia. Materia Justicia para Adolescentes 164 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones 23. Con estos antecedentes, en fecha 17 diecisiete de junio de la presente anualidad, se dio la última notificación en cuanto al recurso que nos ocupa, al adolescente, por lo que se turnaron los autos a la que suscribe magistrada Sara Patricia Orea Ochoa, para que de forma unitaria emita la resolución respectiva dentro del término que establece el artículo 441 del código de procedimientos penales, supletorio de la Ley de Justicia para Adolescentes en su artículo 13, lo que también obedece a lo estipulado en el párrafo segundo del artículo 44 de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. CONSIDERANDO: I. El recurso de denegada apelación tiene como finalidad que se declare si procede o no la apelación en contra de determinada resolución, en tal virtud procederá siempre y cuando se hubiere negado aquel medio de impugnación; por lo cual, ante el contraste entre la pretensión de los promoventes y la negativa de la juzgadora, la parte afectada tiene como vía de derecho, la interposición del recurso de denegada apelación, a efecto de que el Tribunal de Alzada resuelva sobre la procedencia o no de la admisión del recurso ordinario que se pretende, tal y como lo establecen los numerales 435 a 442 del código adjetivo de la materia. II. Precisado lo anterior, este tribunal unipersonal de revisión determina que la decisión de la juez de no admitir el recurso planteado por los agraviados es incorrecto, ello en virtud de las siguientes consideraciones: En principio, este órgano de decisión advierte, que la resolución que motiva la original inconformidad de los agraviados, lo constituye el auto que declara extinta la potestad de ejecutar la reparación del daño, pues, en concepto de la juzgadora se actualiza a favor del adolescente la prescripción; aspecto del que medió oposición expresa por parte de MARÍA NIEVES, SANTIAGO y VIRGINIA, al interponer el recurso que es la base del análisis que ahora nos ocupa. 165 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Ahora bien, la a quo negó el recurso de apelación por tres razones: a) Que MARÍA NIEVES y SANTIAGO no señalaban, según su apreciación, bajo qué calidad comparecían en representación de VIRGINIA. b) Que los promoventes no fundamentaban legalmente el recurso planteado; y c) Que, finalmente, a su entender el artículo 93, así como el 418 del código de procedimientos penales de aplicación supletoria a la Ley de la materia, no contemplaban tal hipótesis como materia de apelación. Argumentos que, a su juicio, eran bastantes para no considerar procedente la interposición del recurso, más aún cuando el Ministerio Público interpuso el recurso de revocación y en cuya audiencia se escuchó a los agraviados, por lo que, dice, quedó garantizado su derecho a inconformarse con la resolución. Previo a dar contestación a las razones equívocas de la licenciada Mónica Jasso Hernández, es menester retrotraernos a los autos para advertir que las víctimas del delito de ROBO AGRAVADO por el que fue condenado el adolescente IRVING o IRVING ADRIÁN por sentencia firme, son miembros de la comunidad indígena Triki, originarios del estado de Oaxaca, lo que no sólo se evidencia en autos, sino que la juez tuvo conocimiento directo en la audiencia citada en fecha 30 de mayo del 2014, donde se observa que uno de los pasivos del evento, SANTIAGO, manifestó que su esposa MARÍA NIEVES no habla castellano y que se comunica con ella a través de la lengua mixteca; de igual forma el testigo e hijo de los agraviados EUGENIO, destacó que él hablaba “el español” pero no entendía algunas palabras que se utilizaban; datos que motivaban un actuar jurisdiccional distinto al que la a quo llevó a cabo, al advertir no sólo la falta de comprensión del castellano sino el evidente desconocimiento de la codificación penal y la dificultad de comprender el lenguaje técnico por parte de las víctimas, pues la juzgadora debió ponderar entre la fundamentación jurídica, que a decir de Materia Justicia para Adolescentes 166 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones ésta era incorrecta y el acceso pleno a la justicia, para hacer efectivo el derecho al recurso en el que se pueda hacer eficaz el derecho a las víctimas a la reparación del daño. En efecto, en principio la juzgadora debió solicitar la presencia de un intérprete; sin embargo, se advierte un actuar desafortunado, donde no sólo evidencia el desconocimiento de los protocolos de actuación para los que imparten justicia en los que se involucren derechos de personas indígenas, que incluso la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha impulsado al editar las herramientas necesarias para un mejor quehacer jurisdiccional; no obstante ello, la juzgadora, que como parte del Poder Judicial, está obligada a conocerlos, para con ello mejorar el acceso pleno a la justicia para este sector de la población, que como se señala en tales instrumentos y en la propia Constitución, la experiencia concreta ha demostrado un trato desigual e inequitativo a lo largo de la historia, de ahí que el Constituyente permanente, en aras de resarcir tales deficiencias consagró a nivel constitucional, como un derecho inalienable, el acceder plenamente a la jurisdiccional del Estado, tal y como lo señala el apartado B de la fracción VIII del artículo 2o. constitucional, donde se prioriza su derecho a ser asistidos por intérpretes y defensores que tengan conocimiento de su lengua y cultura, pero no sólo ello, la a quo olvida o desconoce que la ley secundaria, concretamente el código procesal penal, que es supletorio de la Ley de Justicia para Adolescentes, también recoge la obligación de hacerse llegar de un intérprete, en tanto que el diverso numeral 186 de la citada regulación expresamente prohíbe que un testigo sea intérprete; por ende, si la juez constató que los agraviados son indígenas, incluso llevó a cabo la certificación respectiva de que MARÍA NIEVES no habla castellano, no podía ordenar que SANTIAGO fuese traductor; escenario que refleja deficiencias en la labor jurisdiccional de la a quo, pues al no proveer a los ofendidos de intérprete, que es su derecho a fin de comunicarse a través de su lengua y 167 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal entender las implicaciones jurídicas del proceso en el que se encuentran involucrados, no garantizó su derecho a la justicia, pues se hace del conocimiento de la instructora que el intérprete constituye un puente de comunicación oral, atendiendo a lo que previene el derecho intrínseco y la normatividad internacional, esto en el artículo 12 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo. Por otra parte, arguye la juzgadora que los pasivos no fundamentaron el recurso planteado, perdiendo de vista que al tratarse de miembros de una comunidad indígena, las decisiones que adopte el órgano jurisdiccional están sujetas a un control racional, cuya solución no implica la creación de una excepción que elimine el conflicto o la declaratoria de invalidez de una regla, sino que se debe jerarquizar los principios que entran en colisión (en este caso, los derechos de la víctima a la reparación del daño y la obligación de éstos de fundamentar legalmente sus pretensiones, uno de los cuales debe de ceder frente al otro, lo que no significa que uno de estos principios sea inválido ni que el principio desplazado constituya una excepción; en supuestos como el que se analiza un principio precede a otro, razón por la cual se afirma que en supuestos concretos como el que nos ocupa, los principios tienen diferente peso y el conflicto ha de resolverse según la dimensión de peso y no según la dimensión de validez, debiendo tener en cuenta coherencia y argumentación la actividad jurisdiccional, bajo interpretaciones más allá del contenido de la norma y su producción procesal, eligiendo significados que sean compatibles con el marco constitucional bajo el principio de garantizar los derechos fundamentales y en la medida que se logré será mayor la legitimad del quehacer jurisdiccional frente a la sociedad; y en este sentido la juez perdió de vista que el derecho que se involucra en el presente caso, lo es la reparación del daño a las víctimas. A los anteriores yerros se suma la inexplicable e inexcusable decisión de la juzgadora de declarar inapelable la prescripción de la reMateria Justicia para Adolescentes 168 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones paración del daño, porque sin desconocer que el artículo 93 de la ley de la materia expresamente no prevé recurso para la extinción de la potestad para ejecutar la reparación del daño, también lo es que esta omisión conlleva a la aplicación supletoria del código procesal penal, en este caso al artículo 418, fracción III, en relación al 94 fracción IX del código punitivo, aplicabilidad que efectivamente procede, de acuerdo a lo previsto en el artículo 13 y 92 de la Ley que rige la materia de adolescentes y concretamente respecto al medio de impugnación que nos ocupa, pues ello no controvierte los principios que sustentan el Sistema Especializado en Materia de Justicia Juvenil, debiendo recordar que la finalidad de la supletoriedad, como lo ha establecido la Corte es precisamente colmar lagunas legislativas, sin llegar al extremo de implementar derechos o instituciones no regulados en la ley que ha de suplirse, por lo tanto, contrario a lo que sostiene la juzgadora, la materia del recurso que plantean los ofendidos sí es apelable. Finalmente, con relación a que VIRGINIA no rubricó el escrito y que a juicio de la juzgadora desconocía en qué calidad lo hizo SANTIAGO, de la promoción en cita se desprende el parentesco y calidad en la que actuaron al interponer el recurso planteado y que de acuerdo al artículo 94, fracción V, de la ley especializada de la materia, tienen derecho a interponer el recurso ordinario, lo que vuelve a demostrar su falta de conocimiento y sensibilidad con este sector de la población. En consecuencia, se le hace una enérgica llamada de atención a la Juez Cuarto de Proceso Oral, licenciada Mónica Jasso Hernández, en términos del presente fallo, ello de conformidad a lo dispuesto en el diverso numeral 433 del código procesal penal, sin dejar de soslayar que incumplió con lo establecido en los artículos 10, 13, 16, 17 del Código de Ética del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, para que en lo subsecuente ajuste su actuación jurisdiccional a los estándares internacionales y locales, y así coadyuvar con el Estado en la aplicación de 169 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal mecanismos que tiendan al real ejercicio de los derechos de este grupo de la población; por ende, se ordena enviar copia de la presente resolución al Consejo de la Judicatura del Distrito Federal, para los efectos a que haya lugar. En virtud de lo anterior, es procedente el recurso de apelación interpuesto por los ofendidos MARÍA NIEVES, SANTIAGO y VIRGINIA en contra del auto de fecha 27 veintisiete de mayo del 2014 dos mil catorce, en el que declara extinta la potestad para ejecutar la reparación del daño, al haber operado a favor del adolescente la prescripción. Por ende, con fundamento en los artículos 435 a 442 del Código de Procedimientos Penales del Distrito Federal, en supletoriedad de la Ley de Justicia para Adolescentes, en unión a los preceptos legales invocados en el presente fallo, se determina, como ya se dijo, fundado el recurso de denegada apelación intentado por los ofendidos y, por ello, es de resolver y se RESUELVE: PRIMERO. Se declara fundada la denegada apelación interpuesta por los agraviados MARÍA NIEVES, SANTIAGO y VIRGINIA, y en consecuencia, es admisible el recurso de apelación intentado en contra de la resolución de fecha 27 veintisiete de mayo del 2014 dos mil catorce, que declaró extinta la potestad de ejecutar la reparación del daño, al haber operado a favor del adolescente la prescripción. SEGUNDO. Se le hace una enérgica llamada de atención a la Juez Cuarto de Proceso Oral, licenciada Mónica Jasso Hernández, en términos del presente fallo, ello de conformidad a lo dispuesto en el diverso numeral 433 del código procesal penal, sin dejar de soslayar que incumplió con lo establecido en los artículos 10, 13, 16, 17 del Código de Ética del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, para que en lo subsecuente ajuste su actuación jurisdiccional a los estándares interMateria Justicia para Adolescentes 170 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones nacionales y locales, y así coadyuve con el Estado en la aplicación de mecanismos que tiendan al real ejercicio de los derechos de este sector de la población. TERCERO. Se ordena enviar copia del presente fallo al Consejo de la Judicatura para los efectos que haya lugar. CUARTO. Notifíquese, con fundamento en lo dispuesto en el artículo 578 del Código de Procedimientos Penales, envíese copia del presente fallo al juzgado de origen para su conocimiento; y, en su oportunidad, archívese el toca como asunto totalmente concluido. Así, lo resolvió y firma de forma unitaria la magistrada Sara Patricia Orea Ochoa, integrante de la Primera Sala de Justicia para Adolescentes en el Distrito Federal; ante el Secretario de Acuerdos, Esteban Arrona Trejo, con quien actúa y da fe. 171 Materia Justicia para Adolescentes Primera Sala Especializada en Justicia para Adolescentes Ponente Unitaria Mgda. Lic. Cruz Lilia Romero Ramírez Recurso de apelación interpuesto por la defensa oficial del adolescente, en contra del auto dictado dentro de la audiencia intermedia, en su fase oral, por el que se determinó la exclusión de medios de prueba en la causa seguida por la conducta tipificada como delito de violencia familiar. SUMARIO: MINORÍA DE EDAD DEL ADOLESCENTE. EN EL SISTEMA PENAL ACUSATORIO JUVENIL, NO ES SUSCEPTIBLE DE ACUERDOS PROBATORIOS. En el sistema integral de justicia juvenil, la edad del adolescente no puede, ni debe ser objeto de acuerdos probatorios; en primer lugar, porque se trata de una cuestión de carácter público y de observancia general, al ser un presupuesto procesal que la juzgadora debe verificar incluso de manera oficiosa, ya que no resulta potestativo determinar la minoría de edad del adolescente, puesto que de ahí derivará la competencia o incompetencia de la autoridad judicial; por otro lado, resultaría inadecuado permitir que las partes motu proprio discutieran y se pusieran de acuerdo respecto de la edad del adolescente, con base únicamente en documentales ofertadas por ellos. Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal México, Distrito Federal, 05 cinco de febrero de 2015 dos mil quince. Vistos, para resolver el toca U-**/2015, relativo al recurso de apelación interpuesto por la defensa oficial del adolescente JORGE, en contra del auto dictado dentro de la audiencia intermedia, en su fase oral, de fecha 14 catorce de enero de 2015 dos mil quince, por la entonces Juez Quinto de Proceso Oral de Justicia para Adolescentes en el Distrito Federal, en funciones de control, licenciada Leticia Rocha Licea (actualmente Juez Segundo de Justicia para Adolescentes del Proceso Penal Acusatorio), en el que determinó la exclusión de medios de prueba ofertados por la defensa oficial del adolescente referido, en la causa número ***/2014-C, seguida por la conducta tipificada como delito de VIOLENCIA FAMILIAR; y RESULTANDOS: 1. El auto dictado dentro de la audiencia intermedia, en su fase oral, de fecha 14 catorce de enero de 2015 dos mil quince, por la entonces Juez Quinto de Proceso Oral de Justicia para Adolescentes en el Distrito Federal, en funciones de control, licenciada Leticia Rocha Licea (actualmente Juez Segundo de Justicia para Adolescentes del Proceso Penal Acusatorio), materia de inconformidad fue dictado, en síntesis, en el siguiente sentido: Respecto del medio de prueba consistente en la documental pública, copia certi- ficada del acta de nacimiento del adolescente JORGE, no es admisible, toda vez que la defensa no la ofreció materialmente ante este órgano jurisdiccional, pues al no estar anexado al escrito de contestación de la acusación, no teníamos conocimiento de esta circunstancia, no obstante de que pudiera existir en un expediente anterior y toda vez que no la exhibe como tal en esta audiencia ni tampoco materialmente la presenta para su admisión, entonces se desecha este medio de prueba. Materia Justicia para Adolescentes 174 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Bajo los mismos términos, respecto a los medios de prueba que son ofertados como documentos para refrescar memoria y evidenciar contradicción, no son admisibles las documentales que la defensa señaló como copia certificada del expediente ***/2014-C, expedidas por la Secretaria de Acuerdos del día 02 dos de enero de 2015 dos mil quince, en relación con las actuaciones verificadas en el juzgado los días 18 dieciocho, 23 veintitrés y 30 treinta de diciembre del 2014 dos mil catorce y 02 dos de enero del 2015 dos mil quince, ya que el objeto de la prueba que señaló la defensa fue “para refrescar memoria y evidenciar contradicciones”, además, en específico, que su incorporación debía ser por lectura, respecto de manifestaciones que realizaron ADELINA y ADRIANA, ambas de apellidos …, sin embargo, como se reiteró, éstas han sido admitidas como medios de prueba en esta audiencia para comparecer en su carácter de víctima y testigo, por lo que podrán estar en condiciones de realizar su interrogatorio y contrainterrogatorio correspondiente y, en su caso, incorporar la información necesaria al juez de juicio oral, para estar en condiciones de realizar la valoración respectiva… 2. Inconforme con el sentido de la resolución anterior, la defensora oficial del adolescente JORGE interpuso en su contra el recurso de apelación (fojas 14 a 18, tomo II), el cual le fue admitido en ambos efectos por auto de fecha 20 veinte de enero de 2015 dos mil quince (fojas 19 a 21, tomo II). 3. Recibidos los autos originales del proceso en esta Sala, constantes de dos tomos, así como un disco compacto, se formó el presente toca, el cual se resolverá de forma “unitaria”, y por razón del turno le corresponde a la ciudadana magistrada licenciada Cruz Lilia Romero Ramírez, para que substancie y decida el recurso a que se contrae el presente toca en funciones de magistrada “unitaria”. 4. Por su parte, el agente del Ministerio Público de la adscripción a la Sala, en escrito presentado el 27 veintisiete de enero del año en curso (foja 08 del toca) solicitó se confirme el auto emitido en audiencia inter175 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal media (fase oral), específicamente por la exclusión de medios de prueba, de fecha 14 catorce de enero de 2015 dos mil quince, por encontrarse apegada a la ley y a las constancias procesales. 5. Con motivo de lo anterior, la defensora de oficio de la adscripción a la Sala, en escrito presentado el 28 veintiocho de enero de 2015 dos mil quince (fojas 10 a 12 del toca), formuló agravios en los que culminó solicitando se revoque el fallo motivo de inconformidad y se determine la admisión de las pruebas aludidas, con base en el principio de contradicción, al no haberse pronunciado la representación social al respecto, con el fin de aportar datos que conlleven a establecer la verdad histórica de los hechos. 6. Por último, el 28 veintiocho de enero de 2015 dos mil quince se celebró en esta Sala la audiencia de vista (fojas 17 a 20 del toca), ante la magistrada licenciada Cruz Lilia Romero Ramírez, por tratarse de una cuestión de resolución unitaria, quedando listo el toca para dictar la ejecutoria respectiva; y CONSIDERANDOS: I. Esta Alzada es competente para conocer y resolver el presente asunto, de conformidad con lo establecido por el artículo 44 Bis, fracción I, de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, y el auto materia de inconformidad habrá de estudiarse en forma unitaria, atento a lo dispuesto por el citado precepto legal, que establece qué asuntos se deben resolver de manera colegiada, estableciendo las hipótesis respectivas de manera limitada, y por exclusión, en todos los demás casos, se debe resolver de manera unitaria, como acontece en el presente caso. II. Asimismo, al resolver esta Alzada se sujetará a lo previsto en los artículos 3o., 8o., 10 y 13, de la Ley de Justicia para Adolescentes para el Distrito Federal, en armonía con sus principios rectores, así como con Materia Justicia para Adolescentes 176 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones la normatividad internacional aplicable en la materia, como lo son los lineamientos que establece el artículo 40, inciso a), fracción II, de la Convención sobre los Derechos del Niño, así como los principios generales adoptados en el punto 7 de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de Justicia de Menores (Reglas de Beijing), en la forma que mejor garantice los derechos fundamentales y específicos contenidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en los tratados internacionales suscritos y ratificados por el Estado mexicano y en las leyes de aplicación penal para el Distrito Federal, de manera que el procedimiento pueda ser entendido sin intermediarios por el justiciable, que por su calidad de persona en desarrollo, carece de conocimientos técnicos, por lo que es menester que conozca en un lenguaje claro, los contenidos y alcances del acto de autoridad, para de esta manera cumplir con una de las finalidades primordiales del Sistema de Justicia para Adolescentes, que es promover la importancia del desarrollo de sus capacidades y de su sentido de responsabilidad frente a la sociedad, siempre velando por el respeto a sus derechos humanos y las libertades fundamentales de sí mismo, finalidad que sólo se logra cuando la determinación es comprensible para el justiciable. Ahora bien, resulta importante resaltar que la tramitación del proceso oral y escrito, sustancialmente difieren, lo cual incluso se advierte del contenido de los artículos 31 y 32 de la Ley de Justicia para Adolescentes para el Distrito Federal vigente y adicionalmente se conoce que las características propias del juicio acusatorio se consagran en principios procesales específicos, tales como la concentración de actuaciones, contradicción, continuidad e inmediación procesal, entre otros, lo anterior de conformidad a lo establecido en el artículo 10, fracciones X, XI, XII y XIII de la Ley de Justicia para Adolescentes para el Distrito Federal. Por lo que el medio de impugnación difiere entre ambos tipos de enjuiciamiento, pues mientras en el sistema escrito, en el recurso de apelación 177 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal la Sala asume las mismas facultades que el juez de instancia, tratándose del sistema acusatorio, el Tribunal de segundo grado tiene como finalidad revisar los errores jurídicos que la parte recurrente atribuye al juez de proceso, de quien reclama una correcta aplicación de las leyes sustantiva o adjetiva y su inconformidad se encamina a que el fallo se anule o se emita una nueva decisión con o sin reenvío a nuevo juicio; en síntesis, el medio de impugnación para este tipo de procesamiento, es un instituto jurídico-procesal, que tiene como fin garantizar el adecuado proceder de los jueces, no sólo sustancial en la actividad formal del juez, en el juicio previo exigido por la norma, sino asegurar el respeto a las garantías individuales de igualdad ante la ley, así como al respeto al equilibrio procesal y, en consecuencia, reestablecer el orden social; por ende, el presente fallo se ajustará a los principios y reglas que dan sustento al proceso oral. III. Como una cuestión previa, es importante hacer referencia que el auto materia de impugnación, así como el auto de apertura a juicio oral fueron dictados por la entonces Juez Quinto de Proceso Oral de Justicia para Adolescentes en el Distrito Federal, en funciones de juez de control, licenciada Leticia Rocha Licea; sin embargo, con fecha 16 dieciséis de enero de 2015 dos mil quince, se publicó en el Boletín Judicial del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, el acuerdo 65-54/2014, emitido por el Pleno del Consejo de la Judicatura del Distrito Federal, en sesión celebrada el 08 ocho de diciembre de 2014 dos mil catorce, en el que se establece que con motivo de la implementación del Sistema Procesal Penal Acusatorio, en cumplimiento a la declaratoria de incorporación de dicho sistema y del Código Nacional de Procedimientos Penales, al orden jurídico del Distrito Federal, se determinó la transformación del Juzgado Quinto de Proceso Oral para Adolescentes a Juzgado Segundo de Sistema Procesal Penal de Justicia para Adolescentes del Distrito Federal, cuya competencia, a partir de las 00:00 cero horas Materia Justicia para Adolescentes 178 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones del dieciséis de enero de 2015 dos mil quince, se circunscribe al conocimiento de los delitos culposos y aquellos que se persiguen de querella o acto equivalente de parte ofendida, así como los actos de investigación que requieran autorización previa del juez de control, inherente a estos delitos, así como la continuación de tramitación de los expedientes y asuntos que se encontraban en proceso de desahogo hasta antes del 16 dieciséis de enero de 2015 dos mil quince, hasta su total conclusión; por tanto, al encontrarnos ante este último supuesto, la legislación aplicable será la Ley de Justicia para Adolescentes para el Distrito Federal y, de conformidad con el artículo 13 de dicho ordenamiento, se aplicarán de manera supletoria el Código Penal para el Distrito Federal, el Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal y las leyes especializadas de la materia, para los efectos sustantivos y procesales. IV. Establecido lo anterior, esta Alzada advierte que del material que remitió la a quo consistente en dos tomos, y un disco compacto en el que contiene la filmación de la audiencia intermedia, se aprecia que se dio cumplimiento a los principios que rigen el proceso oral; ello es así, en virtud de que se advierte que estando presentes las partes, la juez procedió al desarrollo de la audiencia de manera oral, dando cumplimiento con ello al principio de inmediación procesal y de oralidad; asimismo, aun cuando la Ley de la materia establece limitantes al prever la confidencialidad y privacidad de la identidad del adolescente, ello no significa que exista falta de publicidad, pues se observó la presencia del representante social, la defensa, el adolescente de mérito y su representante legal, aunado a ello se observa que todas las actuaciones y determinaciones de la juzgadora las efectuó de manera pública, es decir, las hizo del conocimiento y en presencia de las partes, con ello dio cumplimiento al principio de publicidad; de igual manera, al estar presentes las partes para manifestar lo que a su derecho conviniera existió igualdad, actualizándose también el principio de contradicción; 179 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal además, se observa que el desarrollo de la fase oral de la etapa intermedia se verificó en una misma audiencia, sin que el debate fuese interrumpido, excepto por una falla técnica que fue corregida de inmediato y que nunca alteró o interrumpió la videograbación y el audio de la audiencia, además de que la juez la reanudó de inmediato, verificando que todas las partes permanecieron en la sala de audiencia, por ende, existió concentración y continuidad. Asimismo, después de analizar la resolución materia de impugnación, en la que se advierte que la juzgadora de primer grado, determinó la no admisión de pruebas que ofreció la defensa del adolescente JORGE, arguyó en lo toral que respecto del medio de prueba consistente en la documental pública relativa a la copia certificada del acta de nacimiento del adolescente JORGE, ésta resultaba inadmisible, ya que la defensa no la ofreció materialmente, ni tampoco la anexó al escrito de contestación de la acusación, y que por ello no se tuvo conocimiento de dicha circunstancia. En el mismo orden de ideas, refirió que no eran admisibles las documentales consistentes en la copia certificada de las actuaciones verificadas en el juzgado los días 18 dieciocho, 23 veintitrés y 30 treinta de diciembre del 2014 dos mil catorce, así como 02 dos de enero del 2015 dos mil quince, en la causa ***/2014-C, ya que, dijo, el objeto de la prueba que señaló la defensa fue para refrescar memoria y evidenciar contradicciones, además, en específico, que su incorporación debía ser por lectura, respecto de las manifestaciones que realizaron ADELINA y ADRIANA, ambas de apellidos …, y al respecto reiteró que el testimonio de las antes aludidas había sido admitido como medio de prueba y, por tanto, debían comparecer ante el juez de juicio oral y las partes estarían en condiciones de realizar su interrogatorio y contrainterrogatorio respectivo y, en su caso, incorporar la información necesaria al juez de juicio oral, para estar en condiciones de realizar la valoración respectiva. Materia Justicia para Adolescentes 180 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Al respecto, esta Alzada determina que son parcialmente fundados, pero suficientes, los agravios expresados por la defensora oficial del adolescente JORGE, respecto de la no admisión de la documental pública consistente en la copia certificada del acta de nacimiento del antes mencionado; sin embargo, por lo que hace al desechamiento de las copias certificadas de las actuaciones verificadas en el juzgado los días 18 dieciocho, 23 veintitrés y 30 treinta de diciembre del 2014 dos mil catorce, así como 02 dos de enero del 2015 dos mil quince, en la causa ***/2014-C, los mismos resultan inoperantes e infundados por las siguientes razones: En primer lugar, y por lo que hace a la documental pública consistente en el acta de nacimiento del adolescente JORGE, de constancias se desprende que el Ministerio Público al presentar su escrito de acusación ofertó como medio de prueba la documental pública marcada con el número 2 de su escrito, consistente en la copia certificada del acta de nacimiento del adolescente JORGE, la cual obra a foja 557 del tomo I de autos y en la audiencia intermedia aclaró (13:46 horas) que la forma de reproducción ante el juez oral debía ser por lectura, en lo relativo a los datos generales, como son: número de folio, el nombre del registrado, los datos del registrado, de los padres y de los abuelos, y precisó que el objeto de la prueba era para establecer la calidad de los sujetos exigida por el tipo; por su parte, la defensa oficial del adolescente al presentar su escrito de contestación de la acusación, con fecha 16 dieciséis de diciembre de 2014 dos mil catorce (fojas 575 a 582, tomo I), enunció como medio de prueba, marcado con el número 6, la documental pública consistente en la copia certificada del acta de nacimiento del adolescente JORGE, estableciendo que el objeto de dicha probanza era para acreditar su minoría de edad al momento de los hechos por los que se le acusó, así como que el mismo no tiene parentesco alguno con la ofendida en el presente asunto; petición que fue reiterada al celebrarse la audien181 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal cia intermedia ante la juez del conocimiento (tal y como se aprecia en el video remitido a esta Alzada), refiriendo que ésta debía ser incorporada por lectura, en los rubros referentes a los datos del registrado, de los padres y de los abuelos, sin que el Ministerio Público hubiera objetado dicho ofrecimiento; no obstante lo anterior, cabe decir que el motivo de controversia entre las partes, únicamente en cuanto a la documental pública en comento (como se aprecia en el video cuando el reloj marca las 13:36 trece horas con treinta y seis minutos) versa sobre la documental pública que los contendientes pretenden llevar ante el juez de juicio oral a efecto de acreditar sus posturas, alegando la defensa que aquella que exhibió el representante social, no es una copia certificada, sino un extracto del acta, expedida con firma electrónica y que no tiene todo el contenido del acta que la defensa pretende se le admita (y que obra a foja 334, tomo I), la cual mostró a la juez de control y a su contraparte, pues la tenía consigo al celebrarse la audiencia y refirió que el Ministerio Público ya la había tenido en sus manos y contaba con copia simple de dicha documental, sin que la representación social desmintiera tal circunstancia; ahora bien, en primer lugar debemos decir que, de acuerdo a las reglas que rigen el Sistema Acusatorio, las partes deben enterar a su contraparte de todos y cada uno de los documentos con que cuenten en sus respectivos registros, máxime si pretenden ofertarlos como medios de prueba, lo anterior a efecto de respetar el principio de contradicción contemplado en el artículo 20, párrafo inicial, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, lo cual, como se aprecia en la videograbación de la audiencia intermedia aconteció, pues si bien es cierto la defensa no anexó a su escrito de contestación de la acusación la documental pública consistente en el acta de nacimiento del adolescente JORGE (que pretende llevar a juicio oral y que, insistimos, obra a foja 334, tomo I de autos), también lo es que, en el escrito de contestación de la acusación la enunció como medio de prueba, marcado con el número Materia Justicia para Adolescentes 182 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones 6, y su existencia quedó de manifiesto al mostrarla en la audiencia intermedia, donde incluso el Ministerio Público aceptó, tácitamente, tener conocimiento de ella e incluso contar con copia simple de la misma. A mayor abundamiento, no debe confundirse la prueba documental (ya sea pública o privada), que por su especial naturaleza, al ser admitida, presupone su desahogo en la etapa de juicio, pues todo documento admitido como tal presupone su desahogo, por tanto, una vez admitidas las aludidas documentales, no pueden ser objeto de exclusión, pues ello implicaría ir más allá de lo que se considera razonable, al restaurar prácticamente una posibilidad a favor de una de las partes que ya estaba precluida. Luego, si en la audiencia de preparación la defensa ofreció documentales que obran físicamente desde etapas anteriores del proceso, ello no quiere decir que se tengan que volver a presentar físicamente en cada etapa en la que se refieran o mencionen, sobre todo por su carácter documental y especial naturaleza, ya que sería absurdo suponer una “duplicidad” o proliferación física del mismo documento, lo que además sería contrario al carácter de originalidad que debe ser exigible a tal medio de prueba, máxime si la documental pública consistente en el acta de nacimiento del adolescente sirvió, en primer término, para satisfacer el presupuesto procesal referente a la competencia del Juez Especializado en Justicia para Adolescentes y, en segundo lugar, para dictar una Resolución Inicial, enfatizando que desde la etapa de investigación el Ministerio Público tuvo conocimiento de dicho documento, pues ante dicha institución social fue presentado y la juez de control la utilizó para verificar su competencia, aunado a que el juez de juicio oral quien, en su momento, tratándose de documentos preexistentes admitidos como tales por el juez de control, independientemente de la etapa, debe tomar las medidas pertinentes para asegurarse de tener a la vista aquello sobre lo que inexcusablemente debe ocuparse y valorar, por ser parte del material probatorio legalmente incorporado y ofrecido por la 183 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal parte interesada; así las cosas, el hecho de que la defensa anunciara el medio de prueba, primero en su escrito de contestación de la acusación y haya reiterado su petición de manera oral, ante la juez de control, sin que el Ministerio Público, a quien le corresponde manifestar su inconformidad con la actuación de su contraparte, hubiera objetado dicho ofrecimiento, por tanto, resulta pertinente modificar el auto dictado dentro de la audiencia intermedia, en su fase oral, de fecha 14 catorce de enero de 2015 dos mil quince, por la entonces Juez Quinto de Proceso Oral de Justicia para Adolescentes en el Distrito Federal, en funciones de control, licenciada Leticia Rocha Licea (actualmente Juez Segundo de Justicia para Adolescentes del Proceso Penal Acusatorio), en el que desechó la documental pública consistente en la copia certificada del acta de nacimiento del adolescente JORGE (y que obra a foja 334, tomo I de las actuaciones remitidas a esta Alzada); en consecuencia, se deja sin efecto el auto de apertura a juicio oral de fecha 14 catorce de enero de 2015 dos mil quince, dictado por la juez antes referida y se instruye a la a quo, a efecto de que dicte uno nuevo, en el que admita a favor de la defensa, la documental pública antes mencionada. No pasa inadvertido para la que resuelve, que la defensora de oficio alegó que la documental ofertada por el Ministerio Público no podía ser considerada como copia certificada por no contar con los datos completos y estar firmada electrónicamente, lo cual resulta erróneo, toda vez que el artículo 13, fracción VII, del Reglamento del Registro Civil del Distrito Federal, faculta al titular del Registro Civil, en su carácter de Juez Central a: “…Expedir las copias certificadas de las actas del estado civil de las personas que lo soliciten o constancias parciales que contengan extractos de las actas registradas. Las copias o extractos podrán certificarse por medio de firma autógrafa o electrónica conforme al procedimiento que establezca el titular de acuerdo a los avances tecnológicos…”; además, el artículo 48, del Código Civil para el Distrito Federal establece que: Materia Justicia para Adolescentes 184 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones “Toda persona puede pedir testimonios completos o en extracto de las actas del registro civil; así como de los apuntes y documentos con ellas relacionadas y los jueces y registradores estarán obligados a darlos. La certificación de los testimonios de las actas del registro civil podrán autenticarse con firma autógrafa o electrónica. Por firma electrónica se entenderá la firma, clave, código o cualquier otra forma de autenticar por medios electrónicos, la autorización del funcionario competente según el sistema que instrumente el titular del registro civil conforme a lo que disponga el reglamento respectivo. Las copias certificadas y las certificaciones emitidas por los servidores públicos facultados para ello y que sean autenticadas a través de firma electrónica, tendrán el mismo valor jurídico y probatorio que las suscritas en forma autógrafa…”; tampoco escapa a esta resolutora el hecho de que, los datos del acta de nacimiento del adolescente JORGE, que solicitó la defensa fueran reproducidos por lectura en la audiencia de juicio oral, en los rubros referentes a los datos del registrado, de los padres y de los abuelos de éste, perfectamente se pueden obtener del extracto del acta de nacimiento del adolescente JORGE, admitida al Ministerio Público, pues resultan idénticos a los que se desprenden del acta ofertada por la defensa, ya que el extracto de dicho documento, insistimos, fue expedido de manera legal, por el titular del Registro Civil en su carácter de Juez Central, no obstante lo anterior, y toda vez que se desconoce hasta este momento, el empleo que la defensa pueda darle a la documental que insistió se le admitiera, a efecto de no alterar la teoría del caso que llegase a plantear, se debe admitir dicha documental. Ahora bien, respecto de la determinación de la juez, en el sentido de desechar las documentales públicas, consistentes en las copias certificadas del expediente ***/2014-C, relativas a las actuaciones verificadas en el juzgado instructor los días 18 dieciocho, 23 veintitrés y 30 treinta de diciembre de 2014 dos mil catorce y 02 dos de enero de 2015 dos mil quince, esta resolutora confirma dicha determinación; en primer lu185 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal gar, porque fueron ofrecidas y admitidas las testimoniales a cargo de ADRIANA y ADELINA, ambas de apellidos …, y éstas deben comparecer ante el juez de juicio oral y serán las partes las que de acuerdo a las técnicas de litigación extraigan la información de los sujetos de prueba a través del interrogatorio y contrainterrogatorio, resultando un acontecimiento futuro de realización incierta el que dichas testigos olviden aspectos que se les lleguen a cuestionar, o bien que incurran en contradicción, que en caso de que llegara a ocurrir, también de acuerdo a las técnicas de litigación, las partes pueden recurrir a registros previos de intervenciones de los sujetos de prueba, a efecto de sortear dichas cuestiones; así las cosas, la forma en que la defensa oferta sus medios de prueba, consistentes en las copias certificadas aludidas, el objeto de las mismas y la forma en que pretende sean reproducidas, resultan contrarias e incompatibles con las testimoniales de las personas referidas, pues admitirlas como documentales que se van a reproducir por lectura, obligaría al órgano jurisdiccional leer su contenido íntegramente, por tanto resultarían incompatibles con el objeto anunciado por la defensa, ya que al ser reproducidas oralmente no se evidenciaría ninguna contradicción ni podría refrescarse la memoria de las personas que presencien su desahogo; sin que la asista la razón a la defensa oficial, que representó al adolescente en la audiencia intermedia, cuando en vía de agravio expone que en caso de no admitírsele dichos medios de prueba se dejaría en estado de indefensión al adolescente JORGE, ya que alega que, en dichas copias certificadas, no sólo se documenta la negativa de la ofendida, sino actuaciones realizadas por el juez de control que conoció en su momento y acuerdos tomados por éste; debiendo decirle a la licenciada Martha Elena Sanjuán Badillo, que su agravio resulta inoperante e infundado, toda vez que la defensa, con base en el principio de contradicción, podrá cuestionar a los órganos de prueba y estará en aptitud de incorporar la información que éstos viertan ante el juez de Materia Justicia para Adolescentes 186 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones juicio oral y la defensa podrá, si así lo considera conveniente y con base en las técnicas de litigio, hacer uso de los registros previos que ofertó y que se le desestimaron; por otro lado, también resultan inoperantes e infundados los agravios que la defensora de oficio adscrita a esta Sala hace consistir en que la juzgadora, con base en el principio de contradicción, “…debe permitir que se alleguen al expediente todos los datos que sean necesarios para el esclarecimiento de los hechos…”, considerando además que, “por el solo principio de contradicción, las pruebas ofertadas por la defensa deben admitirse y desahogarse en juicio…”; al respecto es de decirle a la defensora que, contrario a su óptica, la determinación de la a quo en el sentido de desechar las copias certificadas enunciadas, no le irroga agravio alguno al adolescente, toda vez que su derecho a una defensa adecuada y a que se le respete el principio de contradicción se encuentra garantizado, pues de manera alguna se le impide a su defensa hacer uso de los registros previos; sin embargo, la forma en que pretendió la defensa introducirlos, resulta inadecuada y será la profesionista encargada de patrocinarlo, la que determine la forma más eficaz de asegurar sus derechos, además de que el principio de contradicción a que hace referencia, de manera alguna obliga al órgano jurisdiccional a admitir todos aquellos medios de prueba que anuncien las partes, pues afirmar lo contrario sería desestimar la etapa intermedia del Sistema Acusatorio, que es donde se discuten y se depuran los medios de prueba que han de llegar a juicio oral, o caer en el absurdo de tener que admitir pruebas consideradas ilícitas, tan sólo por el principio de contradicción, en consecuencia, se confirma esta parte del auto dictado dentro de la audiencia intermedia, en su fase oral, de fecha 14 catorce de enero de 2015 dos mil quince, por la entonces Juez Quinto de Proceso Oral de Justicia para Adolescentes en el Distrito Federal, en funciones de control, licenciada Leticia Rocha Licea (actualmente Juez Segundo de Justicia para Adolescentes del Proceso Penal Acusatorio), 187 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal en el que determinó desechar las documentales públicas, consistentes en las copias certificadas del expediente ***/2014-C, relativas a las actuaciones verificadas en el juzgado instructor los días 18 dieciocho, 23 veintitrés y 30 treinta de diciembre de 2014 dos mil catorce y 02 dos de enero de 2015 dos mil quince ofertadas por la defensa. No pasa inadvertido tampoco el hecho de que las partes pretendieron establecer como acuerdo probatorio, la minoría de edad del adolescente y la juez de origen determinó que no podía aprobar dicho acuerdo, toda vez que observó: “…que la prueba con base en la cual el Ministerio Público sustenta el supuesto acuerdo de edad del acusado, dicha documental fue objetado por la defensa, esta última, quien proporcionó datos de un acta original de nacimiento del adolescente distinta a aquella primeramente señalada por el órgano técnico, por lo que al no contarse con los elementos suficientes para su aprobación no se admite el acuerdo probatorio propuesto”; determinación que aun y cuando no aceptó el acuerdo probatorio propuesto, resulta apartado de la legalidad, en virtud de que la edad del adolescente no puede, ni debe, ser sujeto de acuerdos probatorios; en primer lugar, porque se trata de una cuestión de carácter público y observancia general, al ser un presupuesto procesal que la juzgadora debe verificar incluso de manera oficiosa, ya que no resulta potestativo determinar la minoría de edad del adolescente, puesto que de ahí derivará la competencia o incompetencia de la autoridad judicial; por otro lado, resultaría inadecuado permitir que las partes motu proprio discutieran y se pusieran de acuerdo respecto de la edad del adolescente, con base únicamente en documentales ofertadas por ellos. Por todo lo anterior, y con base en los razonamientos esgrimidos en apartados anteriores, lo procedente es modificar el auto dictado dentro de la audiencia intermedia, en su fase oral, de fecha 14 catorce de enero de 2015 dos mil quince, por la entonces Juez Quinto de Proceso Oral de Justicia para Adolescentes en el Distrito Federal, en funciones de Materia Justicia para Adolescentes 188 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones control, licenciada Leticia Rocha Licea (actualmente Juez Segundo de Justicia para Adolescentes del Proceso Penal Acusatorio), única y exclusivamente en lo referente al desechamiento de la documental pública consistente en la copia certificada del acta de nacimiento del adolescente JORGE (y que obra a foja 334, tomo I, de las actuaciones remitidas a esta Alzada); y lo procedente es dejar sin efecto el auto de apertura a juicio oral de fecha 14 catorce de enero de 2015 dos mil quince, dictado por la juez antes referida, además de instruir a la a quo, a efecto de que dicte uno nuevo, en el que reiterando las cuestiones que no fueron materia de inconformidad, admita a favor de la defensa oficial del adolescente, la documental pública antes mencionada. Consecuentemente, al haber resultado parcialmente fundados los agravios de la defensa oficial, por las razones expresadas en el cuerpo de la presente resolución, se modifica el auto dictado dentro de la audiencia intermedia, en su fase oral, de fecha 14 catorce de enero de 2015 dos mil quince, única y exclusivamente en lo referente al desechamiento de la documental pública consistente en la copia certificada del acta de nacimiento del adolescente JORGE; y se deja sin efecto el auto de apertura a juicio oral de fecha 14 catorce de enero de 2015 dos mil quince, y se instruye a la a quo, a efecto de que dicte uno nuevo, siguiendo los lineamientos marcados en la presente resolución. En mérito de lo expuesto y con fundamento en los artículos 92, 95 y 97 de la Ley de Justicia para Adolescentes para el Distrito Federal y 44 Bis de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, habiéndose estudiado la legalidad de la resolución impugnada, es de resolverse, y se RESUELVE: PRIMERO. Al haber resultado parcialmente fundados los agravios de la defensa oficial del adolescente JORGE, se modifica el auto dictado en 189 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal la causa ***/2014-C, dentro de la audiencia intermedia, en su fase oral, de fecha 14 catorce de enero de 2015 dos mil quince, por la entonces Juez Quinto de Proceso Oral de Justicia para Adolescentes en el Distrito Federal, en funciones de control, licenciada Leticia Rocha Licea (actualmente Juez Segundo de Justicia para Adolescentes del Proceso Penal Acusatorio), única y exclusivamente en lo referente al desechamiento de la documental pública consistente en la copia certificada del acta de nacimiento del adolescente antes referido; en consecuencia, se deja sin efecto el auto de apertura a juicio oral de fecha 14 catorce de enero de 2015 dos mil quince, dictado por la juez antes referida, por lo tanto, la a quo deberá dictar uno nuevo, en el que reiterando las cuestiones que no fueron materia de inconformidad, admita a favor de la defensa oficial del adolescente, la documental pública antes mencionada. SEGUNDO. Notifíquese a las partes la presente resolución en términos del artículo 97, fracción V, de la Ley de Justicia para Adolescentes para el Distrito Federal, y hecho lo anterior remítase copia certificada al juzgado correspondiente, y, en su oportunidad, archívese el toca como asunto totalmente concluido. Así, lo resolvió y firma la ciudadana magistrada integrante de la Primera Sala Penal (sic) del H. Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, licenciada Cruz Lilia Romero Ramírez, en funciones de magistrada unitaria, ante la C. Secretaria de Acuerdos de la Sala, licenciada Patricia Silva Chávez, quien autoriza y da fe. Materia Justicia para Adolescentes 190 Juzgado Quinto de Proceso Oral de Justicia para Adolescentes Juez Leticia Rocha Licea Solicitud de suspensión condicional del procedimiento, realizada por el defensor de oficio dentro de la causa aperturada por la comisión de la conducta tipificada como delito contra la salud, en su modalidad de narcomenudeo (hipótesis de posesión simple). SUMARIOS: SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCESO A PRUEBA EN EL SISTEMA INTEGRAL DE JUSTICIA PARA ADOLESCENTES. TIENE COMO OBJETO EVITAR LA JUDICIALIZACIÓN INNECESARIA EN CUMPLIMIENTO AL DERECHO A UNA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA PRONTA Y EXPEDITA QUE CONTRIBUYA A LOS FINES DE LA REINSERCIÓN SOCIAL. Las bases del sistema integral de justicia para adolescentes, sustentado en la doctrina de protección integral, incorporado al Estado mexicano a través de la reforma de diciembre de 2005, al artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tiene como sustento el paradigma adoptado por la Convención sobre los Derechos del Niño, conforme al cual se considera a los jóvenes de entre 12 y 18 años de edad, como responsables y sujetos de plenos derechos, por lo que al ser incorporados al Derecho penal modalizado, debe garantizarse el cumplimiento de derechos fundamentales reconocidos constitucionalmente a cualquier persona sujeta Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal a un proceso penal, pero, además, aquellos derechos específicos reconocidos por la normativa local e internacional atendiendo a su calidad de personas en desarrollo. En este sentido, en junio de 2008, el sistema de justicia penal y seguridad pública, se transformó con motivo de la reforma constitucional a diversos preceptos, bajo el cual se pretende transitar de un procedimiento de corte inquisitivo mixto a uno acusatorio adversarial, lo que indudablemente también trasciende a la justicia juvenil, al haber sido considerada previamente parte de la justicia penal, aunque como se dijo con el matiz de ser modalizada. Así, se advierte como característica del sistema acusatorio la utilización prioritaria de salidas alternas o soluciones anticipadas al juicio, como medios para la descongestión del propio sistema –como son los mecanismos alternativos de solución de controversias o mecanismos de aceleración–, los cuales tienen por objeto evitar la judicialización innecesaria de aquellos asuntos que son de transcendencia mínima y que podrían concluirse a través de otras formas de solución, por ejemplo, la suspensión condicional del proceso a prueba. De esa manera se da prioridad a otros asuntos que por su trascendencia jurídica y social deben ser del conocimiento del tribunal, en cumplimiento al derecho a una administración de justicia pronta y expedita que contribuya a los fines de la reinserción social. SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCESO A PRUEBA. REQUISITOS FORMALES. A efecto de determinar los requisitos formales de la suspensión condicional del proceso, como forma de solución anticipada, y ante la ausencia de disposición en la legislación especializada, el operador judicial debe hacer uso de la doctrina como principio general, en tanto que a través del derecho comparado puede realizar un análisis de estas figuras jurídicas, al constituir un nuevo esquema de la justicia penal. Así, se establecen de manera uniforme –adaptados a la justicia para adolescentes, atendiendo su carácter modalizado y a sus características propias– como requisitos formales, los siguientes: a. La conducta no esté considerada como grave; b. El adolescente admita el hecho de manera libre, voluntaria y sin ningún tipo de coacción o violencia; c. ExisMateria Justicia para Adolescentes 192 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones tan datos en la investigación que permitan corroborar que el hecho atribuido es verosímil. d. No tenga o haya tenido otro proceso suspendido; e. No haya sido condenado por otra conducta tipificada como delito doloso; y f. Se pague la reparación del daño o se garantice a satisfacción de la víctima u ofendido o se apruebe un plan de reparación. México, Distrito Federal, 14 catorce de julio de 2014 dos mil catorce. Visto para resolver la solicitud de suspensión condicional del procedimiento, realizada por el defensor de oficio, dentro de la causa ***/2014-C, aperturada en contra del adolescente SAMUEL, por la comisión de la conducta tipificada como delito de contra la salud en su modalidad de narcomenudeo (hipótesis de posesión simple), de quien sus generales se omiten para salvaguardar su identidad y evitar su estigmatización social, quien se encuentra en libertad. RESULTANDO: Primero. Mediante averiguación previa FGAM/GAM-2/T1/***/1403, el ministerio público ejerció acción de remisión sin detenido en contra del adolescente SAMUEL, como probable responsable en la comisión de la conducta tipificada como delito de contra la salud en su modalidad de narcomenudeo (hipótesis de posesión simple), solicitando el libramiento de la orden de comparecencia. Segundo. En 30 treinta de mayo de 2014 dos mil catorce, esta autoridad libró la orden de comparecencia solicitada, la que fue cumplimentada en 18 dieciocho de junio del año en curso, misma fecha en que se llevó a cabo la audiencia inicial, en la que el citado adolescente rindió su declaración inicial y en esa fecha se resolvió su situación jurídica, emitiéndose resolución inicial en la que se determinó sujetar a SAMUEL a proceso sin restricción de su libertad, por la comisión de la conducta de contra la salud en su modalidad de narcomenudeo (hipótesis de po193 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal sesión simple del narcótico denominado cannabis sativa, comúnmente conocida como marihuana). Así, como se aperturó la etapa intermedia (fase escrita, concediendo al ministerio público el término de 10 diez días para realizar su acusación). Tercero. En 27 veintisiete de junio del presente año, el ministerio público presentó escrito en el que formuló acusación en contra de SAMUEL, por la comisión de la conducta por la que se le sujetó a proceso; en tanto que la defensa solicitó se programara la fecha para la fase oral. Cuarto. El 14 catorce de junio del año en curso, se aperturó la audiencia programada, en la que las partes procesales realizaron la solicitud de hacer uso de la salida alternativa de suspensión del proceso a prueba, argumentando las razones por las cuales resultaba procedente, así como las condiciones que debían cumplirse para su procedencia. CONSIDERANDO: PRIMERO. Para resolver el presente asunto es competente un Juez en Justicia para Adolescentes, adscrito al Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, en términos del párrafo cuarto del artículo 18 constitucional, fracción V, del artículo 2o. de la Ley de Justicia para Adolescentes del Distrito Federal, relacionado con la fracción I del artículo 54 de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, sobre la base de que el sujeto de nombre SAMUEL, en contra de quien se ejerció acción de remisión es adolescente, definido como tal por la fracción I del artículo 2o. del ordenamiento invocado, en primer término, por contar con la edad de 17 diecisiete años (–en la fecha de acontecido el evento delictivo–), circunstancia acreditada con la copia certificada del acta de nacimiento ..., con fecha de nacimiento ..., expedida por el Juez de la oficina central del Registro Civil, Lic. Hegel Cortés Miranda; documental que al haber sido expedida por funcionario público en ejercicio de sus funciones, tiene el carácter de pública en Materia Justicia para Adolescentes 194 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones términos de la fracción II, del artículo 327 del Código de Procedimientos Civiles, y al no haber sido redargüida de falsedad, pese a constar en el expediente, adquiere valor probatorio pleno en términos del artículo 250 del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal; por lo tanto, es eficaz para acreditar que se trata de persona mayor de doce y menor de dieciocho años, de donde se concluye que debe ser sujeto al sistema integral de justicia para adolescentes, al haberse acreditado el parámetro de edad exigible, conforme al numeral 2o., párrafo tercero, de la Ley de Justicia. Es aplicable el criterio de la autoridad federal que a la letra establece: Sistema integral de justicia para adolescentes. Alcance de la garantía del debido proceso, conforme al artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Tratándose de la justicia de menores y en función de los derechos gené- ricos y específicos que se les reconocen en la reforma y adición al artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la garantía de debido proce- so, si bien aplica en términos generales como sucede en los procedimientos penales seguidos contra adultos, posee algunas modalidades que es preciso atender por el legislador al regular los procedimientos correspondientes, así como por quienes operen en el sistema. Así, la indicada garantía adquiere alcance y contenido propios, de modo que deben establecerse derechos y condiciones procesales específicos para los adolescentes, contenidos en una regulación adjetiva dedicada a regular los procedimientos seguidos contra ellos frente a la realización de conductas delictuosas, que puede preverse en las leyes de justicia para adolescentes o en los Códigos de Procedimientos Penales de las entidades federativas, aunque sin llegar al extremo de proscribir de manera absoluta que, en esos cuerpos normativos, se acuda a la supletoriedad, siempre y cuando ésta se circunscriba a regular los aspectos adjetivos que no necesa- riamente deben ser moralizados. Esto es, para satisfacer la exigencia constitucional, el legislador deberá emitir las normas instrumentales propias de este sistema integral, atendiendo a los requisitos exigidos por la indicada norma constitucional, cuyo pro- 195 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal pósito es que el proceso sea distinto del de los adultos, en razón de las condiciones concretas propias de los menores de edad, esto es, tomando en cuenta su calidad de personas en desarrollo, destacando como uno de los elementos más importante, el reconocimiento del derecho a la defensa gratuita y adecuada desde el momento en que son detenidos y hasta que finaliza la medida. Por ello, resulta de gran importan- cia poner énfasis en que la necesidad de instrumentar un debido proceso legal, en lo relativo a la justicia de menores, es uno de los principales avances que se significan en la reforma constitucional, lo que se debe fundamentalmente a que, en gran medida, los vicios del sistema tutelar anterior se originaban en la carencia de la referida garantía constitucional, debida en parte a la concepción de los menores como sujetos necesitados de una protección tutelar, en virtud de la cual se les excluía del marco jurídico de protección de los derechos de todos los adultos sujetos a un proceso penal. Acción de inconstitucionalidad 37/2006. Comisión Estatal de Derechos Huma- nos de San Luis Potosí. 22 de noviembre de 2007. Unanimidad de diez votos. Ausente y Ponente: Mariano Azuela Güitrón; en su ausencia se hizo cargo del asunto Sergio A. Valls Hernández. Secretarios: José Antonio Abel Aguilar Sánchez, Rosalía Argumosa López, Jaime Flores Cruz, Miriam Flores Aguilar, María Amparo Hernández Chong Cuy, Miguel Enrique Sánchez Frías y Laura García Velasco. El Tribunal Pleno, el dieciocho de agosto en curso, aprobó con el número 76/2008, la tesis jurisprudencial. Noventa Época, Instancia: Pleno, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo: XXVIII, septiembre de 2008, Tesis: P./J. 76/2008, Página: 612, No. Registro: 168,780, Jurisprudencia, Materia (s): Constitucional, Penal. SEGUNDO. Ahora bien, como una cuestión previa, es necesario realizar algunas consideraciones y analizar la naturaleza jurídica de la suspensión condicional del procedimiento como salida alterna al proceso instaurado al adolescente SAMUEL por la conducta tipificada como delito de contra la salud, en su modalidad de narcomenudeo (hipótesis de posesión simple del estupefaciente cannabis sativa, conocida comúnmente como marihuana). Materia Justicia para Adolescentes 196 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Las bases del sistema integral de justicia para adolescentes, sustentado en la doctrina de protección integral, incorporado al Estado mexicano a través de la reforma de diciembre de 2005, al artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tiene como sustento el paradigma adoptado por la Convención sobre los Derechos del Niño, bajo el cual se considera a los jóvenes de entre 12 doce y 18 años de edad, sujetos de plenos derechos y responsables, por lo que al ser incorporados al derecho penal modalizado, debe garantizarse el cumplimiento de derechos fundamentales reconocidos constitucionalmente a cualquier persona sujeta a un proceso penal, pero, además, aquellos derechos específicos reconocidos por la normatividad local e internacional atendiendo a su calidad de personas en desarrollo. En este sentido, vemos que en junio de 2008 dos mil ocho, el sistema de justicia penal y seguridad pública, se transformó con motivo de la reforma constitucional a diversos preceptos, bajo el cual se pretende transitar de un procedimiento de corte inquisitivo mixto a uno acusatorio adversarial, lo que indudablemente también trasciende a la justicia juvenil, al haber sido considerado previamente parte de la justicia penal, aunque como se dijo con el matiz de ser modalizado atendiendo a las personas que son sujetos a dicho sistema, de manera que al advertirse como característica de dicho sistema acusatorio la utilización prioritaria de salidas alternas o soluciones anticipadas al juicio, como mecanismos de descongestión del propio sistema –como son los mecanismos alternativos de solución de controversias o mecanismos de aceleración— con el objeto de evitar la judicialización innecesaria de aquellos asuntos que son de transcendencia mínima y que podrían concluirse a través de otras formas de solución, a efecto de priorizar el conocimiento de asuntos que por su trascendencia jurídica y social deben ser resueltos por el tribunal. Es así que, en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se establece la base constitucional para la aplicación 197 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal de mecanismos alternativos de solución de controversia, que se inserta bajo una tendencia mundial de disminuir la participación del Estado en la vida de los particulares y reconocer los recursos de los individuos para solucionar por sí mismos sus conflictos, que entre otras cuestiones, pretende garantizar el principio de mínima intervención o derecho penal de ultima ratio, y que fuera retomado para la justicia para adolescentes en el artículo 40 de la legislación especializada, en donde se contemplan dichos mecanismos alternativos como formas de solución anticipada para evitar la judicialización de los jóvenes en conflicto con la ley penal, así como en la fracción V del artículo 10 de la citada Ley de Justicia para Adolescentes, que establece como principio rector de la justicia juvenil el de mínima intervención, consideraciones que fueron retomadas de la Convención sobre los Derechos del Niños y las Reglas de la Naciones Unidas para la Administración de Justicia de Menores, normatividad internacional que constituye base del sistema de adolescentes, en donde se contempla la necesidad de adoptar dichas formas de solución en aras de evitar la judicialización de los jóvenes. Ahora bien, a pesar de resultar prioritario adoptar dichos mecanismos alternativos como parte de la estructura del propio sistema juvenil, también resulta cierto, que en el caso concreto, atendiendo a la naturaleza de la conducta tipificada como delito de narcomenudeo en su modalidad de posesión del estupefaciente denominado cannabis, comúnmente conocido como marihuana, por el que se sujetó a proceso sin restricción de la libertad al citado adolescente SAMUEL, se tiene que el bien jurídico tutelado está identificado con la salud pública, de manera que no resulta disponible y, en consecuencia, a pesar de que el ministerio público se constituye en representante de la sociedad, en términos del artículo 21 de la citada Carta Magna, esta función se encuentra limitada para intervenir en un encuentro con el adolescente bajo matices de algunos de los mecanismos alternativos de solución de controversias, Materia Justicia para Adolescentes 198 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones como podría ser la mediación que de manera expresa señala la ley de adolescentes, en tanto que no se lograrían los fines de tales medidas alternativas, las cuales tienen por objeto que tanto víctima como victimario logren reincorporarse a la sociedad, a través del reconocimiento de este último sobre la responsabilidad del daño causado a la primera, de ahí que uno de los principios que caracteriza a dichos mecanismos alternativos esté identificado con el de la voluntariedad, pues sólo así podría generarse dicho encuentro y lograr su objetivo, con lo que se supone la individualización de la víctima, que en el caso que se analiza no ocurre, ya que la sociedad en la que recayó el actuar del adolescente, se trata de un ente abstracto, al englobar a todos los individuos que integran el territorio mexicano, que materialmente imposibilita el pronunciamiento de cada uno de éstos. Lo anterior, además de constituir la salud pública un derecho fundamental que requiere de protección, ya que atendiendo a cuestiones de política criminal, es dicho delito por el que se sujetó a proceso, el que ha afectado seriamente la salud de los gobernados, circunstancia que ha trascendido para generar hasta el terreno legislativo en el ámbito federal, vínculos eficaces y eficientes para que aquellas personas involucradas en el consumo de estupefacientes o psicotrópicos, puedan accesar a través de la prevención y tratamiento de la fármacodependencia a instituciones públicas que les provean las herramientas necesarias para superar tal adicción, como se establece en el artículo 191, fracciones I a III de la Ley General de Salud, circunstancia que evidentemente en este sistema juvenil, es de observancia general, ya que más allá de dar preponderancia a la descongestión del sistema judicial, deber garantizarse los fines del sistema relativos a la reintegración social y familiar de los jóvenes en conflicto con la norma penal, así como dotarles de elementos necesarios que los ayuden a superar la farmacodependencia o proporcionarles información continua acerca del riesgo que constituye a su 199 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal salud el consumo a sí mismos o a los demás, con lo que se logrará que no sea de manera ficticia la experiencia de legalidad que se transmita, sino un efectivo derecho de acceso a una vida libre de consumo de sustancias tóxicas y de prevención especial, con lo cual se garantizarían los fines de la justicia juvenil. Por todo lo anterior, no resulta aplicable la adopción de algún mecanismo alternativo de solución de controversias (mediación o conciliación), atendiendo a la naturaleza de la conducta que se atribuye al adolescente, sin que esto implique imposibilidad de optar por alguna otra forma de solución anticipada que sea compatible con dicha conducta con el que se garantice no sólo los principios del sistema de mínima intervención y desjudicialización, sino que además se cumpla de manera eficaz con los fines del propio sistema de lograr la reinserción social y familiar del citado adolescente SAMUEL, así como el sano desarrollo de su personalidad, teniendo la obligación de todas las autoridades adoptar las medidas necesarias que logren tales objetivos con base en el principio de interés superior del adolescente y el derecho a la salud como un derecho humano que debe salvaguardarse, sobre la base del artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Así, vemos que la figura que se propone en el caso concreto, relativo a la “suspensión condicional de proceso a prueba”, constituye una solución idónea para atender el caso específico; esto es así, porque no obstante dentro de la legislación para adolescentes únicamente se contemplan mecanismos alternativos de solución de controversias, la interpretación de la norma debe ser sistemática y conforme a la normatividad internacional y de derechos humanos, en la medida que resulte más proteccionista de los derechos de los jóvenes, y así atender no sólo a las leyes secundarias, sino aplicar entre otras, las disposiciones de la Constitución, en donde vemos que se modificaron diversas disposicioMateria Justicia para Adolescentes 200 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones nes con el propósito de transformar el sistema de justicia penal y de seguridad pública, bajo un esquema de corte acusatorio –que indudablemente se extiende a la justicia para adolescentes–, por resultar más garantista de los derechos humanos. Luego entonces, en la necesidad de transitar al sistema acusatorio,1 como parte de lo que se conoce como la revolución del sistema de justicia penal, se contempla la posibilidad de incorporar formas de solución anticipada que tiendan a cumplir con las exigencias de los ciudadanos al derecho a una administración de justicia pronta y expedita, así como generar alternativas que eviten la descongestión del propio sistema, pero al mismo tiempo contribuya a los fines de reinserción social. Luego entonces, vemos que dicha forma de solución se materializó expresamente en los artículos 18, párrafo sexto, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación al artículo 40 de la 1 Necesidad que se expresó en el Diagnóstico sobre la situación de los Derechos Humanos en México en 2003, emitida por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas. Así como del criterio de la autoridad federal bajo el rubro: “Sistema integral de Justicia para Adolescentes. Sus notas esenciales y marco normativo. El sistema de justicia juvenil establecido con motivo de la reforma y adición al artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual es aplicable a quienes tengan entre 12 años cumplidos y menos de 18 años de edad, en lo relativo a la comisión de conductas delictuosas, según sean definidas en las leyes penales, se distingue por las siguientes notas esenciales: 1) se basa en una concepción del adolescente como sujeto de responsabilidad; 2) el adolescente goza a plenitud de derechos y garantías que le asisten, al estar sujeto a proceso por conductas delictuosas (el sistema es garantista); 3) el sistema es de naturaleza penal, aunque especial o modalizada, en razón del sujeto activo de las conductas ilícitas; y, 4) en lo que atañe al aspecto jurisdiccional procedimental, es de corte preponderantemente acusatorio. Por otra parte, este sistema especializado de justicia encuentra sustento constitucional en los numerales 4o. y 18 de la Carta Magna, pues el primero de ellos prevé los postulados de protección integral de derechos fundamentales, mientras que el segundo establece, propiamente, las bases del sistema de justicia para adolescentes, a nivel federal, estatal y del Distrito Federal. Además, el indicado modelo también se sustenta en la doctrina de la protección integral de la infancia, postulada por la Organización de las Naciones Unidas y formalmente acogida por México con la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño”. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. P/J.68/2008, Novena Época, XXVIII, septiembre de 2008, Jurisprudencia. Acción de inconstitucionalidad 37/2006. Comisión Estatal de Derechos Humanos de San Luis Potosí. 22 de noviembre de 2007. Unanimidad de diez votos. Ausente y Ponente: Mariano Azuela Güitrón; en su ausencia se hizo cargo del asunto Sergio A. Valls Hernández. Secretarios: José Antonio Abel Aguilar Sánchez, Rosalía Argumosa López, Jaime Flores Cruz, Miriam Flores Aguilar, María Amparo Hernández Chong Cuy, Miguel Enrique Sánchez Frías y Laura García Velasco. El Tribunal Pleno, el dieciocho de agosto en curso, aprobó, con el número 68/2008, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a dieciocho de agosto de dos mil ocho. 201 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal legislación especializada, en donde se alude de manera expresa la posibilidad de aplicar dichas formas de solución; en este sentido, considerando los principios de la justicia juvenil de interés superior del adolescente, de mínima intervención, flexibilidad y transversalidad, previstos en las fracciones I, V, VI y VIII del artículo 10 de la Ley de Justicia para Adolescentes para el Distrito Federal, es factible atender a la solicitud de las partes de aplicar en el caso específico como forma de solución anticipada la suspensión condicional del procedimiento..2 Ahora bien, para efecto de determinar los requisitos formales para su aplicación, ante la ausencia de disposición en la legislación especializada, debemos hacer uso de la doctrina como principio general, en tanto que a través del derecho comparado podemos realizar un análisis de estas figuras jurídicas, al constituir un nuevo esquema de la justicia penal. Así, vemos que se establece de manera uniforme –adaptados a la justicia para adolescentes, atendiendo al carácter modalizado y por sus características propias– como requisitos: Requisitos formales: a. La conducta no esté considerada como grave. b. El adolescente admita el hecho de manera libre, voluntaria y sin ningún tipo de coacción o violencia. c. Existan datos en la investigación que permitan corroborar que el hecho atribuido es verosímil. d. No tenga o haya tenido otro proceso suspendido. 2 La naturaleza jurídica de dicha figura, consistente en que se trata de un “…mecanismo procesal que permite a los fiscales del ministerio público, con el acuerdo del imputado y con la aprobación del juez de garantía, dar término anticipado al procedimiento cuando se cumplen ciertos requisitos previstos en la ley y se satisfacen determinadas condiciones fijadas por el juez, que permiten suponer que el imputado no volverá a ser imputado de un delito. Al respecto, María Inés Horvitz, establece que: “…Esta institución constituye una manifestación de la tendencia comparada a buscar soluciones alternativas a las tradicionales del sistema penal, que presenta ventajas prácticas para todas las partes involucradas en el proceso penal”. Horvitz, Lennon, María Inés y otro, Derecho procesal penal chileno, t. I, Editorial Jurídica de Chile, p. 552. Materia Justicia para Adolescentes 202 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones e. No haya sido condenado por otra conducta tipificada como delito doloso. f. Se pague la reparación del daño o se garantice a satisfacción de la víctima u ofendido o se apruebe un plan de reparación. En el caso concreto, la conducta por la que se sujetó a proceso sin restricción de su libertad a SAMUEL, de contra la salud en su modalidad de narcomenudeo (hipótesis de posesión simple), no está considerada como grave, en términos del artículo 30 de la Ley de Justicia para Adolescentes para el Distrito Federal. En cuanto al segundo requisito, advertimos que el adolescente admitió el hecho atribuido por el Ministerio Público, consistente en la detentación de 9.6 nueve punto seis gramos de la sustancia cannabis sativa (marihuana), que dicha aceptación la hizo de manera libre, voluntaria, sin ningún tipo de coacción ni violencia, enterado de los alcances de la aceptación, como es la renuncia a tener un juicio, a ofertar medios de prueba, a debatir la acusación. Respecto al tercer requisito, vemos que los datos de investigación recabados por el Ministerio Público resultan suficientes para establecer la veracidad de la acusación realizada al adolescente, específicamente el testimonio de los elementos de seguridad pública Rubén Silva Reyes y Ramón Méndez Toro, por su calidad de elementos de seguridad pública, quienes substancialmente expusieron que el día ..., aproximadamente las 13:05 trece horas con cinco minutos, al circular por la calles de …, colonia …, una persona del sexo femenino, quien no proporcionó su nombre y quien nos informa metros adelante sobre la calle de ..., frente a la preparatoria ..., se encontraba un sujeto del sexo masculino y que vestía playera de color negra y pantalón de mezclilla azul claro, se encontraba afuera de la preparatoria con marihuana, por lo que al acudir a la preparatoria aprecian a un sujeto que coincidía con las características señalada por la femenina, a quien se le indicó que le sería practicada 203 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal una revisión preventiva para evitar que trajera algún objeto peligroso o una arma de fuego y se le indicó que mostrara sus pertenencias, sacando de la bolsa delantera izquierda de su pantalón una bolsa de celofán transparente que contenía vegetal verde seco con las características de la marihuana, hecho que se confirma con el dictamen de química realizado por los peritos IBQ … y QFB … En cuanto al requisito cuarto no se advierte que el citado adolescente tenga otro proceso suspendido, cabe señalar que no existe información de que haya sido condenado por conducta delictuosa dolosa diversa. En cuanto al quinto requisito, relativo a la reparación del daño, por la naturaleza de la conducta que se le atribuye a SAMUEL, es de resultado formal, que no es posible cuantificar. Condiciones: 1o. La prohibición de consumir ningún tipo de droga, estupefacientes o psicotrópicos, en cualquier lugar público o privado, a efecto de evitar que continúe con el consumo principalmente de cannabis, conocida comúnmente como marihuana. 2o. Continuar asistiendo al Centro de Integración Juvenil, a efecto de que reciba ayuda para lograr inhibir el consumo de sustancias psicoactivas. 3o. Continuar con sus estudios en la preparatoria …, bajo la precisión que deberá presentar ante la Comunidad Externa de Atención para Adolescentes, la constancia de que se encuentra asistiendo, así como el avance que éste presente. 4o. Permanecer en el domicilio proporcionado en la presente diligencia (se omite por confidencialidad), durante todo el tiempo que se decrete la suspensión, quedando a cargo de la madre del adolescente informar sobre cualquier cambio. Materia Justicia para Adolescentes 204 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones 5o. Permanecer bajo la custodia de su señora madre …, quedando a cargo de la madre del adolescente verificar el cumplimiento de los compromisos del adolescente, que deberá informar de manera inmediata cualquier circunstancia que incida en el incumplimiento a los compromisos realizados por el adolescente. Se apercibe a … que para el caso de ser omisa en dichas obligaciones, se le impondrá una medida de apremio establecida en el artículo 33, fracciones I, II y III, del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal en el domicilio proporcionado en la presente diligencia (se omite por confidencialidad), durante todo el tiempo que se decrete la suspensión. 6o. Al advertirse que el adolescente decidió de manera voluntaria y libre, enterado de la naturaleza de dicha forma de solución y de sus consecuencias, estando asistido por su defensa técnica y sus representantes legales, aceptar dicha forma de solución, con fundamento en los artículos 10, fracciones I, III y V de la Ley de Justicia para Adolescentes del Distrito Federal, en base al artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 17.4 de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de Justicia de Menores (Reglas de Beijing), se aprueba la solicitud de las partes, de concluir el procedimiento aperturado en contra de SAMUEL a través de la suspensión condicional del procedimiento, como forma de solución anticipada, bajo las condiciones que deberá cumplir el adolescente durante la temporalidad de 4 cuatro meses (que comenzarán a contarse a partir del 14 catorce de junio de 2014 dos mil catorce). En la inteligencia de que para el caso de incumplimiento, se revocará la suspensión y se reanudará el procedimiento judicial, quedando sometidos bajo la vigilancia de la Comunidad Externa de Atención para Adolescentes. TERCERO. Se hace del conocimiento la prohibición de divulgar cualquier dato del adolescente y su familia que tienda a su identificación 205 Materia Justicia para Adolescentes Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal pública, en términos del numeral 11, fracción VII, 22 de la Ley de Justicia para Adolescentes para el Distrito Federal y 8 de la Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de Justicia de Menores (Reglas de Beijing). CUARTO. Notifíquese la presente resolución a las partes. Se ordena realizar las anotaciones correspondientes en el Libro de Gobierno. Por lo antes expuesto, es de resolver, y se RESUELVE: PRIMERO. Se admite la suspensión condicional del proceso a prueba, dentro de la causa ***/2014-C, aperturada en contra del adolescente SAMUEL, por la conducta tipificada como delito contra la salud en su modalidad de narcomenudeo (hipótesis de posesión simple del narcótico denominado cannabis, conocida comúnmente como marihuana), bajo las condiciones establecidas en el considerando tercero de esta resolución. SEGUNDO. Se ordena la suspensión del proceso, en consecuencia de los plazos para la prescripción de las medidas a aplicar, así como los plazos procesales. TERCERO. En la inteligencia de que para el caso de incumplimiento, se revocará la suspensión y se reanudará el procedimiento judicial. CUARTO. Queda prohibido divulgar cualquier dato del adolescente y su familia que tienda a su identificación pública. QUINTO. Notifíquese la presente resolución a las partes, envíense los oficios correspondientes y háganse las anotaciones en el Libro de Gobierno. Así, lo proveyó y firma la licenciada Leticia Rocha Licea, Juez Quinto de Proceso Oral de Justicia para Adolescentes para el Distrito Federal –en funciones de control–, ante la ciudadana Secretaria de Acuerdos, licenciada América Pérez Cruz, con quien actúa, autoriza y da fe. Materia Justicia para Adolescentes 206 Estudios Jurídicos LA MEDIACIÓN Y LA ORALIDAD EN LA JUSTICIA FAMILIAR Víctor Manuel Navarrete Villarreal* Sumario: Introducción. I. La oralidad llegó, por fin, a la justicia familiar. II. Pensamientos que se siguen en el litigio y en la mediación: a) Pensamiento adversarial; b) Pensamiento vertical y pensamiento paralelo; c) Pensamiento lateral. III. A manera de conclusión. “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo.” Ludwig Wittgenstein INTRODUCCIÓN En la actualidad estamos atravesando por un parteaguas en la vida jurídica del país. En la reforma constitucional que entró en vigor en * Licenciado en Derecho, con mención honorífica por la Universidad Nacional Autónoma de México; maestro en Derecho por la Universidad de Harvard, Estados Unidos de América; en Relaciones Internacionales por la Universidad de Cambridge, Inglaterra; en Gestión y Resolución de Conflictos: Mediación, por la Universidad de Barcelona, y Diplomado en Arbitraje Comercial Internacional por la Escuela Libre de Derecho y la Cámara Internacional de Comercio. Se ha desempeñado como servidor público en el Consejo de la Judicatura del Distrito Federal, donde fungió como secretario auxiliar de su Presidente; fue secretario del Agente del Ministerio Público en la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de la República; también colaboró en la Coordinación de Asesores del Procurador General de la República. Actualmente es director de Mediación Familiar del Centro de Justicia Alternativa del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Ha publicado diversos artículos en materia de derecho internacional y de mecanismos alternativos de solución de controversias. Participó, a título personal y como experto internacional, en el escrito de Amici Curiae, en apoyo a la Comisión Federal Electoral, en el caso: McConnell y otros vs. Comisión Federal Electoral, ante la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos de América. Es miembro fundador del Colegio Nacional de Mediadores Certificados, S.C.; asociado del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI) y secretario de la Rama Mexicana de la International Law Association. Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal junio de 2008 se sentaron las bases para que en los procesos judiciales en México, imperen los principios de inmediación, publicidad, contradicción, concentración y continuidad, todo ello dentro de un sistema en donde predomine lo adversarial, lo acusatorio y la oralidad. Es claro que el sentido de la reforma estaba dirigido a crear un nuevo sistema de justicia penal y de seguridad pública. Sin embargo, la tendencia en el país es que este nuevo sistema judicial, fundado sobre todo en la oralidad, se replique en el ámbito federal y local, así como en todas las materias en que sea posible. El Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal ha ido incorporando poco a poco el mandato constitucional para que los llamados “juicios orales” se conviertan en realidad. Desde el dictamen de las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de Justicia, con proyecto de decreto que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, signado el 10 de diciembre de 2007, por los diputados federales que las conformaban, ya se esgrimían buenos argumentos para que el sistema judicial se apegara a los principios rectores de un verdadero debido proceso legal: Destaca como un principio básico que el trabajo judicial se haga bajo la mirada de todos los ciudadanos y, en particular, de los usuarios del sistema de justicia, pues un sistema de juicios orales, en el que las pruebas se rinden bajo la mirada del público y en el que el juez escucha a las partes, es más confiable que un sistema opaco y escrito, como el que tenemos actualmente.1 En el mismo documento, se postula que la oralidad es una herramienta esencial para la consecución de los principios del debido 1 Dictamen de las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de Justicia, con Proyecto de Decreto que Reforma, Adiciona y Deroga diversas Disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Cámara de Diputados. Palacio Legislativo de San Lázaro. Diciembre 10 de 2007. Estudios Jurídicos 210 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones proceso, pues a través de ella se logrará la construcción de un sistema de justicia mucho más eficaz en la resolución de los conflictos sociales. Por otro lado, vale destacar que los diputados hacen una aclaración de lo más pertinente, al afirmar que aun cuando la oralidad no constituye un principio procesal, es el elemento que posibilita la existencia y permanencia de los principios de publicidad, continuidad, concentración, contradicción e inmediación. Al respecto, el dictamen señala que no es posible concebir un proceso público si las actuaciones se llevan a cabo por escrito; por ello, es menester que tanto los juzgadores como el público se enteren al mismo tiempo de todo lo actuado en las audiencias. En este punto, la publicidad y la transparencia van de la mano y solamente, a través de la oralidad, se puede lograr este binomio. De igual manera, la continuidad en el desarrollo de las audiencias y la concentración en el desahogo de pruebas, son principios que se cumplen a cabalidad si las actuaciones se desarrollan oralmente. Por otro lado, un proceso verdaderamente contradictorio únicamente es dable con la oralidad, pues sin ella, los interrogatorios no pueden llevarse a cabo de forma verdaderamente ágil. La oralidad implica, también, un cambio fundamental en la práctica forense: abandonar la cultura del expediente y fomentar el desarrollo de una fundada en la audiencia. La metodología de audiencias, propia de este nuevo proceso, implica que las decisiones judiciales, sobre todo si afectan derechos, se adopten siempre frente a las partes, una vez que se les ha dado la oportunidad de contradecir la prueba y de ser escuchadas. Así pues, la oralidad no es una característica únicamente del juicio, sino de todo el proceso en general…2 2 Ibidem. 211 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Las bondades de la oralidad son evidentes: fomenta la transparencia y desincentiva prácticas corruptas; hace que la impartición de justicia sea realmente pronta y expedita y exige que los operadores jurídicos del foro estén mejor preparados en materia de Derecho ya que, con este método, tienen que hacer su mejor esfuerzo para argumentar correctamente, sin recurrir a la presentación de escritos largos, farragosos que sólo contribuyen al ejercicio de un litigio “chicanero”. Estamos ciertos de que existen más ventajas en la oralidad. También nos queda claro que, si bien los procedimientos judiciales orales traerán enormes beneficios, no están exentos de algunos retos y dificultades que habrán de superarse. Entre ellos, destaca el reto que implica poner en práctica el principio de la inmediación, el cual, en pocas palabras, significa que el juez siempre esté presente en todas y cada una de las audiencias. El juez dirigirá el proceso frente a las partes, sus abogados y el público, en tiempo real. Con ello, se acaba la vieja práctica de “presidir dos audiencias al mismo tiempo”. Lo anterior no constituye una crítica malsana, sino refleja lo que en la práctica sucede: los secretarios de acuerdos llevan las audiencias aun cuando siempre estén supervisados por el titular del juzgado. En un sencillo ejercicio aritmético, al entrar en vigor los juicios orales en todas las materias, la carga de trabajo de los jueces se incrementará sensiblemente, lo que nos lleva a plantearnos dos opciones: o se aumenta el número de juzgados, o el procedimiento judicial habrá de contar necesariamente con salidas alternas al juicio. La primera opción no es la más apetecible, puesto que la demanda por los servicios de impartición de justicia es sumamente elástica. Esta afirmación se apoya en un estudio llevado a cabo por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, en el cual se afirma: Estudios Jurídicos 212 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones …la utilidad marginal obtenida de la creación de más tribunales es decreciente, porque la demanda por justicia es elástica. En otras palabras, la creación de más tribunales provoca en el corto plazo una nueva saturación porque la gente percibe una mayor oportunidad de acceso: ‘al disminuir el tiempo de espera se estimula inevitablemente la congestión’.3 La segunda, la instrumentación de salidas alternas, requiere de un nuevo diseño procedimental, tanto en lo normativo como en lo institucional. Para lograr un buen funcionamiento de las salidas alternas, es menester reestructurar todo el procedimiento, sin alterar el debido proceso legal. La finalidad principal de las salidas alternas es lograr que los asuntos que ingresan al procedimiento judicial no tengan que recorrer todas las etapas de éste, para concluir satisfactoriamente. La idea es que la mayoría de los casos sean resueltos antes de recorrer todo el camino que culmina en la sentencia. Sin salidas alternas la oralidad estaría condenada al fracaso. La mediación constituye una salida alterna que coadyuvará a reducir sensiblemente la carga de trabajo de los juzgados, dentro del nuevo esquema de justicia oral. I. LA ORALIDAD LLEGÓ, POR FIN, A LA JUSTICIA FAMILIAR Magistrados y jueces familiares del H. Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal han trabajado desde hace más de dos años en el diseño e instrumentación de los juicios orales en esta ciudad. En febrero del año 2014, este grupo de juzgadores invitaron al Centro de Justicia Alternativa para que colaborara en la capacitación de los secretarios judiciales, funcionarios que ahora están encargados, entre otros aspectos, de ofrecer al justiciable un espacio para alcanzar un arreglo amiga3 Orozco Wistano L. y José Roldán Xopa (Coord.), “Estudio sobre justicia alternativa en el Distrito Federal”, en Revista Este País, número 138, septiembre de 2002, México, D. F., p. 8. 213 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal ble dentro del juicio. Mis compañeros y un servidor, trabajamos en este proyecto desde marzo y hasta julio, y logramos coadyuvar en la capacitación de aproximadamente 60 secretarios de juzgado, entre judiciales y auxiliares. Nuestra participación no solamente consistió en dotar de herramientas a los secretarios del juzgado para que funjan como facilitadores en la resolución de controversias, sino para comunicarse de mejor manera con las partes y, por supuesto, para brindar un servicio público mucho más humano, alejado de la cultura del expediente. En la materia familiar, los juicios orales se comenzaron a operar el 11 de agosto del año 2014 y la primera sentencia de este tipo de juicios se dictó el 4 de septiembre de esa anualidad. El asunto que se ventilaba versó sobre la adopción nacional de un menor de edad y fue todo un éxito. La reforma al código de procedimientos civiles que da origen a los juicios orales familiares prevé que siempre se alentará a las partes para que lleguen a un acuerdo que ponga fin al procedimiento. El momento procesal ideal para ello es, sin duda, la Junta Anticipada, pero esto no es impedimento para que en cualquier otra etapa, las partes logren conciliar sus intereses, incluso durante la Audiencia de Juicio ante el juez, antes de que éste dicte sentencia. En mi opinión, el hecho de que la ley ofrezca un espacio a las partes para lograr una solución negociada a su conflictiva y que los secretarios de juzgado ya hayan sido entrenados como facilitadores de acuerdos entre las partes, ya constituye un gran avance. Sin embargo, me parece que no es suficiente, y enseguida intentaré explicar por qué se requiere, en algunos casos, que al justiciable se le brinde un espacio distinto al jurisdiccional para solucionar sus diferencias; es decir, que la mediación se constituye en una verdadera salida alterna. Estudios Jurídicos 214 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones II. PENSAMIENTOS QUE SE SIGUEN EN EL LITIGIO Y EN LA MEDIACIÓN Es fundamental señalar que la mediación como salida alterna al juicio es también un procedimiento oral, al igual que los nuevos juicios de los que puede llegar a formar parte, pero debemos ser muy precisos en el sentido de que se trata de otro tipo de oralidad. En primer lugar, conviene retomar la idea de que el lenguaje oral que emplea la mediación es un lenguaje natural y cotidiano. Por lenguaje natural entendemos no sólo aquel que admite grandes márgenes de ambigüedad y vaguedad, como el que emplea el propio Derecho –a diferencia del lenguaje de la Física o la Música, que son lenguajes formales–; sino que es un lenguaje que se aprende por el simple hecho de socializar en los primeros años de vida. Salvo en casos excepcionales de enfermedad, abandono o discapacidad, todos los seres humanos aprendimos a hablar (lenguaje oral) porque nos relacionamos a temprana edad con otros seres humanos parlantes mayores que nosotros. Nuestra disposición genética para desarrollar esta habilidad es anterior, más profunda y arraigada que la que tenemos, por ejemplo, para resolver un problema de cálculo diferencial. Simplemente, tomemos en consideración la edad promedio en la que un individuo aprende a hablar, y fijémosla en dos años. Ahora, comparémosla con la edad a la que se aprende a escribir: cinco o seis años. Por último, veamos a qué edad en promedio, y conforme a la mayoría de los sistemas educativos del mundo, se aprende un conocimiento especializado como el Derecho: entre 21 y 26 años, según el país de que se trate.4 En principio, cualquier persona que posea cierta madurez emocional e intelectual y que sepa hablar puede participar, de manera exitosa, en un 4 Por ejemplo, una persona que desee estudiar Derecho en los Estados Unidos de América sólo es admitida a esta carrera si ya ha concluido sus primeros estudios universitarios correspondientes al College. Por esta razón los egresados de Derecho tienen una edad promedio de 26 años. 215 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal proceso de mediación, toda vez que empleará el lenguaje que aprendió desde muy corta edad y el diálogo que sostendrá con la persona con la cual tiene algún conflicto estará basado en intereses y necesidades humanos: lo que requiere es conducción del diálogo para descubrir estos intereses y necesidades, no necesita de un abogado que hable por ella. No es necesaria la traducción de un lenguaje natural básico a uno especializado. Esto nos lleva a otro punto que tiene que ver no únicamente con el habla (lenguaje oral) cotidiana, que es el de la mediación, sino con otra característica del lenguaje, o, más bien dicho, el pensamiento que se sigue en el litigio y en la mediación. a) Pensamiento adversarial En el primero, se emplea un lenguaje que Edward De Bono denomina “discusión tradicional” (traditional argument) o “pensamiento adversarial”. En el pensamiento adversarial, las partes asumen posiciones diferentes y contradictorias y ambas se atacan entre sí. Cada una de las partes intenta probar que a la otra no le asiste la razón. El pensamiento adversarial adolece de todo elemento constructivo o creativo. Está diseñado para descubrir la “verdad”, pero no para crear algo realmente nuevo. Puesto en términos hegelianos y en el contexto de un procedimiento judicial, se puede afirmar que este tipo de pensamiento y, por ende, de lenguaje consiste en un diálogo en el cual una parte presenta una tesis (demanda), la otra, una antítesis (contestación a la demanda) y el juzgador realiza la síntesis a través de su sentencia. De acuerdo con De Bono, el debate tradicional fue perfeccionado por tres grandes pensadores griegos: Sócrates, Platón y Aristóteles, hace más de dos mil cuatrocientos años.5 5 Edward De Bono, Father of Lateral Thinking: http://www.edwdebono.com/parallel.htm. Estudios Jurídicos 216 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones b) Pensamiento vertical y pensamiento paralelo Asimismo, el autor nos señala que existe otro tipo de pensamiento, al cual estamos muy acostumbrados en el juicio: el llamado pensamiento vertical y que básicamente se encarga de probar y desarrollar patrones conceptuales y de comportamiento. Esta es la lógica que predomina en los juicios. Por el contrario, en la mediación no se usa este tipo de argumentación, sino aquel que el propio autor en cita denomina pensamiento paralelo. A través de este enfoque, ambas partes se encuentran pensando en paralelo en la misma dirección; se trata de un pensamiento colaborativo y coordinado. Es posible cambiar de dirección con el objeto de analizar la situación en su conjunto y ampliar el panorama de la misma. En todo momento cada uno de los involucrados se encuentra pensando en paralelo con los demás. No tiene que existir acuerdo en las declaraciones, pensamientos o percepciones de cada uno de los participantes, al menos no en todos los puntos que se estén tratando. El curso de la conversación se puede cambiar (labor del mediador), con el objeto de crear un nuevo discurso a partir de los pensamientos paralelos. En otras palabras, en la mediación no hay adversarios a los que hay que vencer; sino personas que tienen percepciones diferentes de la realidad y que comparten un problema. Al centrar la atención en el problema, cada una de las partes va aportando opciones de solución y el mediador, a través de ciertas herramientas, ayuda a las partes a cambiar su propio discurso para que ambas se centren en sus intereses, que son mucho más amplios que sus posiciones, y lleguen a soluciones que sean satisfactorias para ambas. 217 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal c) Pensamiento lateral La mediación utiliza también lo que Edward De Bono bautizó con el nombre de pensamiento lateral. El autor nos señala que: La finalidad del pensamiento es recolectar información para darle el mejor uso posible. Dada la manera en que la mente trabaja para crear patrones conceptuales fijos, no es posible darle el mejor uso a la nueva información a menos que contemos con determinados medios que nos permitan reestructurar viejos patrones y ponerlos al día. Nuestros métodos tradicionales de pensamiento nos enseñan cómo refinar dichos patrones y establecer su validez. Pero siempre estaremos por debajo del uso óptimo de la información disponible a menos que sepamos cómo crear nuevos patrones y escapar de la dominancia de los viejos. Al pensamiento vertical le atañe probar o desarrollar patrones conceptuales. Al pensamiento lateral le atañe reestructurar dichos patrones (introspección) y propiciar el surgimiento de otros nuevos (creatividad). El pensamiento lateral y el vertical son complementarios. Se requiere habilidad en ambos; sin embargo, el énfasis en la educación se ha dado exclusivamente a través del pensamiento vertical. La necesidad de desarrollar el pensamiento lateral surge de las limitaciones del comportamiento de la mente como sistema de memoria que se maximiza a sí mismo.6 A diferencia del pensamiento vertical y adversarial, el pensamiento lateral implica dejar de insistir en la misma estrategia para resolver un conflicto, una vez que se ha comprobado que no funciona. No por mucho insistir en una estrategia, se logrará solucionar un problema. Parafraseando al gran físico y matemático, Albert Einstein: “si se buscan resultados distintos, no hay que hacer siempre lo mismo.” Para De Bono, cuando empleamos la lógica tradicional, partimos de ciertas premisas que ya están dadas de antemano, tal como sucede en un 6 De Bono, Edward, Lateral Thinking. A Textbook of Creativity, http://ebookbrowse.com/ edward-de-bono-lateral-thinking-pdf-d88465889, p. 9. Estudios Jurídicos 218 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones juego de ajedrez, las piezas ya están ahí. El autor se pregunta: “¿Qué son esas piezas?” En la mayoría de las situaciones de la vida real, las piezas no están dadas de antemano, simplemente asumimos que lo están. Tendemos a asumir determinadas percepciones, conceptos y límites. Al pensamiento lateral no le interesa jugar con las piezas o premisas existentes, sino que pretende cambiar las piezas mismas, centrándose en el componente perceptual del pensamiento, en el que organizamos el mundo exterior en piezas que sí podemos manejar y procesar adecuadamente. La mediación intenta emplear el lenguaje oral y cotidiano para lograr que las partes se escuchen y reconozcan que tienen percepciones distintas respecto de los problemas que les aquejan. No se trata de averiguar quién tiene la razón, pues todos los participantes tienen la razón, su razón. El pensamiento lateral se emplea en este mecanismo alternativo de solución de controversias, cuando el mediador reencuadra las percepciones de cada mediado respecto de alguna situación en particular, y cuando realiza preguntas que, en apariencia, nada tienen que ver con las posiciones presentadas; es decir, el facilitador “obliga” a que las partes piensen lateralmente y vayan cambiando sus percepciones del conflicto. Al ir cambiando las percepciones, los va acercando a que descubran sus intereses y necesidades, dejando de lado las piezas “existentes de antemano” (sus posiciones). También promueve el pensamiento creativo tan característico del pensamiento lateral, al incitar a las partes a que realicen una lluvia de ideas para aportar opciones de solución. De alguna manera el mediador es un “provocador” que, estratégicamente, genera confusión en las partes para que éstas abandonen los viejos patrones aprendidos. Existe una razón más para que en la mediación se emplee un lenguaje distinto al jurídico y que se caracteriza por ser oral y cotidiano y basado tanto en el pensamiento paralelo como el lateral. 219 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal En su estupendo y breve artículo intitulado Wittgenstein y mediación,7 el doctor Luis Miguel Díaz discurre acerca de la imposibilidad que presenta el Derecho para cambiar la realidad, toda vez que el juego del lenguaje jurídico da significado a la conducta humana y al mundo fáctico en general, pero “no causa cambio directo en el universo, lo que cambia el mundo es la conducta humana y los fenómenos naturales.” Tendemos a emplear el lenguaje jurídico para cambiar una realidad en donde se sobreponen diversos juegos de lenguaje, donde las palabras adquieren diferentes significados pues son usadas, con frecuencia, simultáneamente en distintos contextos, lo cual produce confusión e impide una visión holística de los conflictos y, por tanto, su resolución –o mejor dicho su gestión–. El doctor Díaz señala: Los sistemas de derecho de los países actuales mantienen el dogma de que para resolver disputas legales entre las partes involucradas, otros humanos imparciales facultados por la ley (entidades políticas, autoridades administrativas, jueces, árbitros, etc.) deben solucionar la disputa. Sin embargo este enfoque de resolución de conflictos presupone dos premisas epistemológicas falsas: a) Que existe un universo objetivo, el cual puede ser conocido por ésos quienes deciden, y b) Esos que deciden son imparciales (humanos sin padres, sin país, sin amigos, sin emociones, sin pensamientos, sin deseos, sin anhelos, etc.).8 Coincidimos con las críticas del autor, pero además, existen otras razones para afirmar que el lenguaje jurídico no puede abarcar toda la realidad, como lo habrían soñado los civilistas franceses del siglo XIX. El Derecho es un conjunto de reglas que son útiles para ordenar la convivencia social, pero el simple intento de acomodar toda la reali7 Díaz, Luis Miguel, “Wittgenstein y mediación”, en http://www.mediate.com/mobile/ article.cfm?id=344. 8 Ibidem. Estudios Jurídicos 220 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones dad para que fluya a lo largo de estos estrechos cauces –llamadas normas– es un verdadero absurdo; constituiría una distorsión monstruosa de la vida humana: en la norma jurídica no caben las emociones, las pasiones, la ambigüedad tan característica del lenguaje y comportamiento humanos, y tantos otros elementos propios de la existencia de las personas. Todos estos elementos pertenecen a juegos de lenguaje distintos y son indiferentes al Derecho, pero no a la realidad, no al conflicto. Por eso el Derecho se queda corto frente al drama del desencuentro humano. Este punto se puede resumir en el absurdo e ingenioso dicho popular que se aduce entre algunos miembros de la comunidad jurídica mexicana: “Lo que no consta en el expediente, no existe”. Y sin embargo, si las normas admitieran un intercambio de juegos lingüísticos en donde encontraran cabida todos estos factores metajurídicos, el Derecho perdería una de sus grandes fortalezas que, a su vez, constituye su gran debilidad: la naturaleza general de sus normas. Pero este punto sería objeto de otra discusión. Vale resaltar que el mediador, a diferencia de otros operadores del sistema de justicia, no es una autoridad, sino un facilitador de la comunicación y de las negociaciones entre particulares y cuyos esfuerzos se encaminan a que estos últimos lleguen por sí mismos a acuerdos que les sean mutuamente satisfactorios y legales. Para lograr que la negociación fluya, es menester que el tercero neutral ponga en práctica ciertas técnicas y estrategias que conduzcan a las partes a reconocer sus propios intereses y necesidades, y no sus posiciones como en el caso del litigio. Si la materia a negociar son intereses, entonces diversas posiciones, y no sólo una, pueden satisfacer las necesidades de cada parte. Un acuerdo construido, de esta manera, tiene mayores probabilidades de ser 221 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal cumplido que una sanción impuesta, porque surge de la más auténtica y profunda voluntad de las partes. En otras palabras, los procesos como la mediación permiten que convivan distintos juegos del lenguaje, ya que si surge la confusión en cuanto a los significados en la comunicación, las propias partes pueden superarla con la ayuda del facilitador, quien les ayuda a contextualizar y resignificar lo dicho. III. A MANERA DE CONCLUSIÓN Se puede afirmar que la mediación es un procedimiento oral que emplea el lenguaje cotidiano, no especializado, en el que predomina el uso del pensamiento lateral y paralelo y en el cual es posible que se sobrepongan diversos juegos del lenguaje, sin crear situaciones caóticas, generando así nuevas oportunidades a los mediados para que transformen sus relaciones y solucionen sus diferencias. La pregunta obligada es la siguiente: ¿Cómo pueden convivir, en el iter judicial, dos lenguajes tan divergentes? La oralidad en el juicio emplea el pensamiento vertical, adversarial y un código de normas sustantivas y adjetivas que solamente admite un sólo juego del lenguaje: el jurídico. La respuesta no es sencilla, pero para lograr que se complementen se tiene que realizar una suerte de traducción de un lenguaje al otro. En la forma en que están legislados los juicios orales en materia familiar la traducción es extremadamente difícil. Se requiere una reforma al código de procedimientos civiles para que el justiciable encuentre un espacio de diálogo más íntimo y más largo: es imperativo que la mediación constituya una verdadera salida alterna al juicio. Es difícil realizar el cambio de una forma de pensamiento a otra, en poco más de una hora, tiempo que dura la Junta Anticipada. Estudios Jurídicos 222 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Sin embargo, es factible realizar esta traducción si se cuenta con otros tiempos y espacios. A guisa de ejemplo podemos imaginar que un asunto que se ventila en juicio es remitido a mediación. En este procedimiento alternativo se empleará el lenguaje ya descrito. Asumamos que se resuelve el conflicto. Queda una tarea pendiente e indispensable para que lo solucionado en mediación tenga valor jurídico: el mediador tendrá que convertir todo lo expresado por los mediados a un lenguaje escrito, jurídico y aun cuando se abandone el lenguaje adversarial, pues las partes ya han arribado a un acuerdo, tendrá que redactar el convenio en términos del lenguaje vertical; es decir, tendrá que regresar a patrones conceptuales fijos y consolidarlos. Debe haber un regreso al pensamiento estructurado, analítico, lógico y secuencial. Cualquiera diría: ¿qué se gana entonces con la mediación? A nuestro juicio, mucho. Los mediados han aprendido a manejar sus problemas jurídicos y no jurídicos de otra manera, más creativa, ampliando los límites de su mundo pues han ampliado los límites de su lenguaje. 223 Estudios Jurídicos EL ENEMIGO EN EL DERECHO PENAL FUNCIONALISTA A LA LUZ DEL ANÁLISIS DEL SISTEMA-MUNDO CAPITALISTA NEOLIBERAL Lizbeth Xóchitl Padilla Sanabria* Sumario: Nota introductoria. I. Elementos básicos del funcionalismo normativo penal. II. El enemigo en el derecho penal funcionalista. III. El enemigo en el derecho penal como elemento básico de la hegemonía de las políticas económicas en el sistema-mundo capitalista-neoliberal. IV. Conclusión. V. Bibliografía. NOTA INTRODUCTORIA Durante mi estancia en la Universidad de Sevilla tuve la oportunidad de aprender e intercambiar ideas con grandes pensadores del Derecho penal del enemigo, entre ellos, los profesores Günter Jakobs, Miguel Polaino Navarrete y Miguel Polaino-Orts. Lo más fructífero del aprendizaje recibido fue, sin duda, delimitar las bases epistemológicas de la corriente normativa llamada funcionalismo penal, mediante la cual dichos estudiosos argumentan al Derecho penal del enemigo. * Doctora en Derecho por la UNAM. Posdoctora en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Profesora de la Maestría en Política Criminal de la Universidad Nacional Autónoma de México en las facultades de Estudios Superiores Aragón y Acatlán. Asesora del Sistema Universidad Abierta y Educación a Distancia, FES Acatlán. Ponente en el Diplomado en Derechos Humanos y Sistema Penal y en el Diplomado en Seguridad Pública impartidos en la misma Institución. Profesora en la maestría en Victimología del Instituto Nacional de Ciencias Penales. Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Sin embargo, me percaté que el funcionalismo penal del cual ellos hablan no tiene la misma dinámica sistémica en los países desarrollados que en aquellos que no lo son y, por ende, los resultados en la aplicación de este Derecho tiene diferentes resultados. Trataré de argumentar esta aseveración desde la dinámica sistémica basada en el modo de producción económico que rige a ambos, siempre desde la perspectiva del sistema-mundo de Imannuel Wallerstein. Mientras que para estos tres grandes autores, el Derecho penal del enemigo es en sí mismo el garantismo penal,1 en los países en vías de desarrollo considero que su función primordial es controlar la competencia económica a través de la aplicación de la norma de este tipo de Derecho penal. Me parece que el tratamiento, la aplicación y los resultados sociales del Derecho penal del enemigo no es el mismo desde una perspectiva sistémica en un Estado fuerte de bienestar social, como aún lo es el español y el alemán, que en un Estado económicamente débil a merced del neoliberalismo como en el que estamos viviendo en México. También considero que de acuerdo a la dinámica sistémica es como se va comportando el Derecho penal, con el fin de equilibrar y cumplir el fin último sistémico de acuerdo al pensamiento de Wallerstein: “La acumulación incesante de capital”. El autor nos indica que aquellos que no cumplan con ello serán castigados y de hecho excluidos, al contrario, para aquellos que lo hagan serán premiados.2 1 A saber, el Dr. Polaino Orts nos indica: “Por ello, el Derecho penal del enemigo en sentido funcionalista –o el Derecho penal funcionalista en general– no pretende más Derecho penal ni propugnan sanciones injustas, lo contrario: pretende que el Derecho penal sea –para decirlo con la feliz expresión de Daniel Pastor– un cortafuegos del poder punitivo y pretende que sólo se apliquen normas drásticas pero proporcionales a unos pocos delincuentes (a aquellos que realmente desestabilicen la Sociedad) como único medio para salvaguardar los derechos fundamentales de los ciudadanos que se hallan amenazados por tales delincuentes. Esa salvaguarda constituye, en buena lógica, el verdadero garantismo penal, mucho más real que el garantismo ideal al uso”. Polaino-Orts, Miguel, El derecho penal del enemigo, ante el estado de derecho, México, Flores Editor y Distribuidor, 2013, pp. 420-421. 2 Wallerstein, Immanuel, Análisis de sistemas-mundo. Una introducción, México, Siglo veintiuno editores, 2010, pp. 40-41, paráfrasis. Estudios Jurídicos 226 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Bajo esa lógica, es importante entender el funcionalismo penal jakobsiano, así como la conceptualización del enemigo en el pensamiento de los tres autores antes mencionados y, por supuesto, analizarlo desde el “sistema-mundo capitalista-neoliberal”.3 I. ELEMENTOS BÁSICOS DEL FUNCIONALISMO NORMATIVO PENAL a. El funcionalismo Los profesores Günter Jakobs, Miguel Polaino Navarrete y Miguel Polaino-Orts, basan su análisis del Derecho penal en el funcionalismo en algunos aspectos epistemológicos de Niklas Luhman y de Hegel. Este sistema encuentra influjos importantes en la filosofía idealista dialéctica de Hegel y en la teoría de los sistemas sociales de Niklas Luhmann, pero no se limita a una importación al ámbito del Derecho penal de dichos postulados filosóficos y sociológicos, sino que enriquece extraordinariamente la dogmática penal con sugerentes aportaciones personales.4 Este funcionalismo busca como fin último concretar al interior del sistema estructuras que sirvan a éste para cumplimentar su último fin, es decir, la estabilidad sistémica, en la cual se entiende al sistema social como el resultado de expresiones de sentido que lo ayuda a autorreproducirse. El Dr. Polaino-Orts indica al respecto: 3 El sistema-mundo capitalista-neoliberal lo conceptualizamos como aquel en el que se encuentran incluidos-excluidos todos los individuos, grupos sociales, instituciones, prácticas sociales, comunicaciones, ideologías y normas que protegen al sistema económico y que forman parte de la dinámica constituida por el libre mercado. Su fin último es la acumulación incesante de capital. 4 Jakobs, Günter, El lado comunicativo y el lado silencioso del derecho penal. Expectativas normativas, intervención delictiva, derecho penal del enemigo, Sevilla, edición de Miguel PolainoOrts, 2014, p. 18. 227 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Dicha corriente concibe la Sociedad (que, en tanto sistema social global, se integra de diversos sistemas parciales: Derecho, Economía, Religión, Política, Ciencia, Arte, etc.) como un sistema autorreferente y autopoiético que se compone de manifestaciones o expresiones de sentido, conocidas sintéticamente como comunicaciones. La comunicación es el mecanismo propio de autorreproducción de los sistemas sociales, la operación autopoiética mediante el cual el sistema social se crea (autocrea) y se recrea a sí mismo. Ésta se reproduce siempre entre personas, que de esa forma se delimitan de los individuos, cuyo locus vivendi es el ambiente, el entorno.5 Entonces, desde la perspectiva del funcionalismo, la importancia de las comunicaciones que dentro del sistema social se desarrollan radica en que las mismas deben direccionarse al cumplimiento del fin social. El Dr. Miguel Polaino-Orts citando a Niklas Luhmann refiere de la siguiente forma al funcionalismo: En sentido estricto, funcionalismo se refiere como apunta Luhmann a las doctrinas que resaltan “las prestaciones que, desde el punto de vista de su aportación (resultan necesarias) para el mantenimiento de un sistema social”. Desde este punto de vista tales elementos o prestaciones cumplen en sí un cometido estabilizador del sistema, y en tal sentido resultan funcionales para el mismo.6 El mismo autor nos indica que para el profesor Jakobs el funcionalismo es “Aquella teoría según la cual el derecho penal está orientado a garantizar la identidad normativa, la constitución y la Sociedad. Esa Sociedad se integra por personas, que se caracterizan por emitir comunicaciones, esto es expresiones de sentido comunicativamente relevantes”.7 5 Polaino-Orts, op. cit., nota 1, p. 99. 6 Jakobs, Günter, op. cit., nota 4, pp. 34-35. 7 Ibidem, p. 35. Estudios Jurídicos 228 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones b. El rol social Siguiendo esta epistemología, el profesor Miguel Polaino Navarrete nos dice que el punto de partida para analizar al funcionalismo penal es la teoría de los roles sociales, siendo el cumplimiento del rol social la parte más importante de una buena convivencia social y, por ende, del bienestar común: Los seres humanos se encuentran en el mundo social en función de portadores de un rol. El rol es el papel que cada uno desempeña en la Sociedad. Del mismo modo que en el teatro cada actor desempeña un rol, en la vida («el gran teatro del mundo», según Calderón de la Barca) también corresponde a cada ciudadano el ejercicio de un determinado rol: taxista, magistrado, panadero, bombero, padre de familia, conductor de autobuses, obrero de la construcción, etc.8 Polaino-Orts nos indica que la funcionalidad de cumplir el rol social estriba en que de esa forma los sujetos sociales quedan incluidos en el sistema, pues en caso contrario, se advierte que los mismos no están desempeñando el papel que el mismo derecho les atribuye y, por tanto, no contribuyen al desarrollo de la dinámica sistémica. Los seres humanos se encuentran en el mundo social en función de portadores de un rol. Éste se define, a su vez, por un contenido variable en el que se integran derechos y deberes. La orientación en función de ese rol define al sujeto como persona. En tal sentido, se afirma que las personas quedan integradas en el sistema, dentro del cual desempeñan una función que coadyuva al mantenimiento en la estructura social. La pertinencia de la persona a la estructura social viene determinada porque, por lo general, las personas se orientan en el cumplimiento de su rol, esto es, forman parte de la sociedad, del 8 Polaino Navarrete, Miguel, Lecciones de derecho penal. Parte general, España, Tecnos, 2013, p. 84. 229 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal sistema social, cumpliendo las expectativas –de cada sujeto– se espera en la sociedad.9 Con base en el rol social, tenemos que para Jakobs el funcionalismo normativo tiene como base fundamental la expectativa social de acuerdo con el cumplimiento de una norma jurídica que tiene su génesis en la sociedad: La norma es, en efecto, expresión de un sentido comunicativamente relevante: la norma expresa, pues, una tesis: “no matar”, “no violar”, “no defraudar a la Hacienda Pública”, etc. Dicha tesis no se concibe en el funcionalismo de manera imperativa, sino en forma de expectativa social, esto es: una expectativa con la que la Sociedad se identifica. Desde ese punto de vista, la norma es el compendio de expectativas sociales institucionalizadas de manera oficial mediante un cuidadoso proceso de selección normativa.10 Entonces, el rol social es el comportamiento que de acuerdo a la norma jurídica debe tener un sujeto con respecto al papel social que le corresponde con base en una expectativa social. c. La expectativa normativa y la imputación penal objetiva Por su parte, el profesor Polaino Navarrete nos indica con respecto a la expectativa normativa que “Ejercer el rol significa cumplir la expectativa social y respetar la norma. Por el contrario, apartarse del rol significa defraudar a la expectativa social, esto es: infringir la norma”.11 Entonces para estos estudiosos del Derecho, la esencia del bienestar común en la sociedad es precisamente cumplir la norma a través de un rol que es asignado por el sistema social de acuerdo a las necesidades y expectativas sociales. En ese orden de ideas, Jakobs nos dice: 9 Polaino-Orts, Miguel, op. cit., nota 1, pp. 99-100. 10 Jakobs, Günter, op. cit., nota 4, pp. 37-38. 11 Polaino Navarrete, Miguel, op. cit., nota 8, p. 87. Estudios Jurídicos 230 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones La expectativa normativa representa el elemento aglutinador de la esencia de los derechos fundamentales de los ciudadanos y de la sociedad. La norma no tiene como contenido un bien jurídico (elemento, en sí, contradictorios: el bien es un elemento ontológico, natural, prejurídico) sino una expectativa social, esto es: la esperanza institucionalizada de que la relación jurídica entre un titular (persona) y un derecho (derecho a la vida) no va a ser alterada de manera arbitraria. De ese modo, por ejemplo, el Derecho penal no reacciona frente a una conducta en tanto que destruye un bien, sino en tanto que quebranta la norma, es decir: no porque acaba con algo ontológico, sino porque aniquila un derecho.12 Cuando dichas expectativas normativas son incumplidas o violadas, el sistema a través de comunicaciones materializadas en expresiones de sentido, crea estructuras que permiten su reafirmación y autorreproducción con el fin de que éste equilibre su dinámica. Para dicho autor la imputación penal estriba en: La desviación respecto a esa expectativa que compete al portador de un rol o, más escuetamente como la desviación de un rol. La imputación, en tanto reverso del ejercicio correcto del rol, consiste en la defraudación imputable de las expectativas sociales. Apartarse del rol es el fundamento de la imputación penal: no otra cosa es apartarse del rol que hacerse culpable, esto es, penalmente imputable.13 Para el doctor Polaino-Orts, el quebrantamiento del rol es precisamente el elemento que permite la imputación objetiva: Si, como vimos anteriormente, el ejercicio del rol se identificaba con el cumplimiento de la norma, es lógico concluir que el quebrantamiento del rol es la llave que abre la puerta de par en par a la imputación penal sobre la base de la infracción de una norma jurídica. La explicación es muy clara. El sujeto que gestiona 12 Jakobs, Günter, op. cit., nota 4, pp. 38-39. 13 Polaino Navarrete, Miguel, op. cit., nota 8, p. 87. 231 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal su ámbito de organización creando una disimetría entre su comportamiento real y el comportamiento que de él, en función de su rol social, se esperaba socialmente, no sólo infringe su rol y quebranta la norma, sino que defrauda expectativas socialmente institucionalizadas, de manera que corre el riesgo de que le reprochen jurídicamente su proceder. Desde ese punto de vista, puede definirse muy sencillamente la imputación penal como la desviación respecto de aquella expectativa que compete al portador de un rol o, más escuetamente: como la desviación de un rol. En este sentido, la imputación es, precisamente, el reverso del ejercicio correcto del rol, de manera que debe su existencia precisamente por el hecho del sujeto que se desvía y no adecua su conducta al rol que se espera que desempeñe en la Sociedad. La imputación objetiva es, pues, en esencia una defraudación imputable de las expectativas sociales, correlativamente con la concepción de la norma como modo de orientación de conductas y como fundamento estabilizador de expectativas sociales.14 También para Jakobs, la violación de esa expectativa social convertida en norma jurídica, trae como consecuencia la imputación objetiva del delito: El delito (o, en general la conducta) no es un mero suceso exterior, algo ontológico, sino la expresión de un sentido. Con su conducta el delincuente habla de una determinada manera, expresa un sentido, comunica algo: en concreto, comunica que el sentido de la norma a él no le compete, y –por ello– propone algo alternativo: el sentido del delito se opone comunicativamente al sentido de la norma. La norma expresa “no matar” y el delincuente expresa un mundo donde sí sea permitido matar, etc.15 14 Polaino-Orts, Miguel y José Antonio Caro Jhon, Derecho penal funcionalista. Aspectos fundamentales, México, Flores editor y distribuidor, 2009, pp. 73-74. 15 Jakobs, Günter, op. cit., nota 4, p. 38. Estudios Jurídicos 232 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Incluso para dicho autor, la aplicación de la pena es una comunicación sistémica normativa fundamental para el equilibrio sistémico, pues de ésta dependerá que la norma jurídica sea una estructura que permita el control y la autopoietización sistémica. Jakobs considera que la secuencia de tres significados sociales –el significado de la norma, el del hecho delictivo y el de la pena– no agota, sin embargo, todo el ámbito del Derecho, sino que este tiene también otros ámbitos o partes “mudas” o “silenciosas”. Estos lados silenciosos del delito y de la pena se observa, según Jakobs, en el Derecho penal del enemigo, donde propiamente no existe comunicación sino ejercicio de coacción jurídica legítima.16 De hecho el Dr. Polaino-Orts nos indica que la esencia de la imputación penal objetiva es el quebrantamiento del rol social: De la exposición anterior se extraen dos principios generales, que podemos resumir de la siguiente manera: de un lado, el ejercicio del rol es, para el titular del mismo, una garantía; mientras que el quebrantamiento del rol, esto es, la desviación del rol, constituye precisamente la esencia de la imputación penal.17 Cuando un sujeto quebranta su rol, no se comporta simplemente como alguien que gestiona incorrectamente su ámbito de organización, sino como algo más: como un mal ciudadano o como un ciudadano insolidario que sienta las bases para que los demás ciudadanos lo consideren como alguien que, conforme a los parámetros normales, se aparta de la personalidad en derecho.18 Para dichos autores la imputación penal objetiva es un concepto relativamente fácil de explicar, en virtud de que la misma nace desde que el sujeto infringe la expectativa social normativa, toda vez que depende de este cumplimiento para que este último sea incluido socialmen16 Ibidem, pp. 39-40. 17 Polaino-Orts, Miguel y José Antonio Caro John, op. cit., nota 14, pp. 73-74. 18 Ibidem, p. 76. 233 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal te como persona. De hecho, la imputación objetiva es la expresión de sentido comunicacional que permite el equilibrio sistémico social, pues ésta es la que refuerza el cumplimiento de la norma. Persona es, como queda dicho, quien por regla general cumple la norma y, por ello, quien por regla general permite que los demás se vean amparados por el efecto protector que la norma les provee. El cumplimiento de la norma por parte de un sujeto no es algo que afecte únicamente a él, sino que afecta a todo el mundo: precisamente porque la norma posibilita el contacto interactivo entre los ciudadanos y, de esa forma también, la norma posibilita el desenvolvimiento de ese mundo social.19 Entonces, la expectativa normativa penal y el delito son comunicaciones, es decir, expresiones de sentido, que aunque contrarias, permiten el reforzamiento de la estructura social. Es así que, cuando existen expresiones de sentido contrarias, éstas deben ser contrarrestadas por otras de igual funcionalidad sistémica, en el caso del ilícito penal, la comunicación contraria es “la pena, la cual también es una expresión de sentido, en concreto, del significado de que, a pesar de que el delito quebrantó la norma, la norma sigue siendo vigente”.20 Con base en todo lo argumentado, tenemos que los elementos más importantes para los estudiosos del funcionalismo penal, son los siguientes: 1. Rol social 2. Expectativa social normativa 3. Imputación objetiva 4. La pena 19 Polaino-Orts, Miguel, Funcionalismo penal y autodeterminación personal, México, Flores Editor y Distribuidor, 2013, p. 65. 20 Idem. Estudios Jurídicos 234 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Es menester indicar también, que esta epistemología penal difiere del positivismo penal mexicano en cuanto a que no existe bien jurídico protegido, sino más bien, lo importante para ellos es el cumplimiento de la norma jurídica en tanto es expresión de sentido social, y son precisamente los sujetos sociales, quienes a través de un consenso-disenso crean las normas penales existentes; es decir, de acuerdo a nuestros autores, el Derecho es el espejo de la sociedad, pues las normas son producto de ella. II. EL ENEMIGO EN EL DERECHO PENAL FUNCIONALISTA a. La persona desde el funcionalismo penal Los funcionalistas parten de la idea de que el sujeto es persona y, por tanto ciudadano, desde una perspectiva eminentemente jurídica; es decir, de acuerdo al cumplimiento de las expectativas sociales como garantes del respeto hacia una sociedad que considera a su ordenamiento jurídico justo y necesario para el bienestar social. El funcionalismo jurídico-penal parte también de comunes presupuestos sociales. Jakobs, su más firme representante, lo define como “aquella teoría según la cual el derecho penal está orientado a garantizar la identidad normativa, la constitución y la sociedad”. Esta postura se aleja, en sus planteamientos, tanto de la conciencia individual (que había sido el punto de partida de la filosofía tradicional hasta el momento, enraizada en Descartes y desarrollada desde Hobbes hasta Kant) como de la tradicional concepción europea del Estado, iniciado por Aristóteles. En el centro de su pensamiento, sitúa Jakobs –en cambio– la distinción entre “persona” e “individuo”, que es una forma de observación de la sociedad. La noción de persona es normativa, relativa, funcional, además de construida normativamente, esto es, privada de sus ataduras ontológicas, naturalísticas o prejurídicas. La persona es 235 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal definida como centro de imputación, y lo es además en función de su haz de derechos y deberes en la sociedad: de ese modo, el Derecho ha de defender a la persona como un producto de la cultura, y no al ser humano (sujeto de carne y hueso) como producto de la naturaleza.21 Entonces, la importancia sistémica que tienen las personas radica en cuanto a su funcionalidad en la medida en la que cumplen su rol jurídico, por tanto, por el simple hecho de serlo son susceptibles de ser merecedoras a una imputación penal objetiva. Es decir, la persona será la materialización objetiva de los derechos y deberes de las expectativas sociales, todo lo demás que anteceda ontológicamente al sujeto no es óbice de considerarlo importante para el Derecho penal. Bajo esta perspectiva, Polaino-Orts indica: La persona viene desempeñando un rol en el mundo social y el rol es elemento complejo que reúne un aspecto formal o externo (algo así como la identificación externa de rol) y un aspecto material o interno (que es un conjunto de derechos y deberes). Objeto de imputación es la desviación de un rol. Y en el seno del rol se incorporan, como digo, derechos y deberes, y lógicamente nada obsta, sino todo lo contrario, que determinados conocimientos se vean revestidos de la condición de deber. Esos conocimientos normativizados que pierden su condición subjetiva y se revisten como deber estandarizado u objetivado son también, claro está, objeto idóneo de imputación si debiendo cumplirse se infringen.22 En este sentido, el conocimiento sólo interesa si es deber y el deber forma parte del rol de la persona: conocimiento, deber, rol y persona son la misma cosa, y –por ello– el conocimiento es inescindible de la persona, y la imputación requiere necesariamente tener en cuenta el 21 Polaino-Orts, Miguel, op. cit., nota 1, pp. 105-106. 22 Miró Llinares, Fernando y Miguel Polaino-Orts, Imputación y valoración en derecho penal. Un debate moderno entre los conceptos funcionalista y kantiano de imputación, México, Flores Editor y Distribuidor, 2013, p. 69. Estudios Jurídicos 236 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones conocimiento (es decir, el deber) para poder realizar la imputación (infracción del deber).23 También existen otras expresiones de sentido contrarias, es decir, comunicaciones que fortalecen el concepto de “persona” que los funcionalistas acuñan, tal es el concepto de “peligrosidad”. Jakobs nos indica al respecto: La vigorosa sentencia según la cual al menos hoy todos deben ser tratados como personas en Derecho, por lo tanto, como ya sabe suponer en este punto, necesita de una adición: siempre que aquellos “todos” cumplan a su vez con sus deberes, o, en el caso contrario, siempre que se los tenga controlados, es decir, que no puedan resultar peligrosos. Ahora bien, si hacen estragos, hay que combatirlos, y si existe la posibilidad de que los hicieran, hay que tomar medidas preventivas.24 Es decir, de acuerdo a esta epistemología, el sujeto debe aportar lo que la sociedad materializa a través del espectro normativo, pues en caso contrario, éste distaría mucho de ser funcional a sus objetivos, y por tanto, lo excluye privándolo de sus derechos y deberes que “las personas” tienen por el simple hecho de cumplir su rol y conducirse sistémicamente. Es por ello que los funcionalistas describen y analizan al “enemigo” desde la defraudación del rol social y la peligrosidad que éste implica para la sociedad. Por tal motivo, la crítica del Derecho penal del enemigo debe hacerse desde la misma perspectiva funcional y sistémica, pues de lo contrario, como bien lo dice Polaino-Orts: Un estudio dedicado al análisis del Derecho penal del enemigo exige, como cabe suponer, una profundización precisa en el significado del concepto más 23 Ibidem, p. 71. 24 Jakobs, Günter et al., El derecho penal del enemigo en el contexto del funcionalismo, México, Flores Editor y Distribuidor, 2008, p. 11. 237 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal llamativo y más central en esa formulación: el enemigo. Se trata, a no dudarlo, de una terminología gráfica, no exenta de cierta capacidad provocativa. De hecho, el fenómeno del Derecho penal del enemigo ha sido objeto de no pocas descalificaciones basadas, primordialmente, en prejuicios morales o políticos (pero no científicos), relativos al término “enemigo”.25 Es por ello, que resulta de vital importancia entender al “enemigo” desde la perspectiva de la epistemología funcionalista. b. El enemigo en el Derecho penal funcionalista 1. El riesgo: el lado silencioso del Derecho penal El sistema social, con el fin de equilibrase y mantenerse, busca a través de la funcionalidad de sus estructuras sistémicas controlar de diversos modos las contingencias que lo amenacen. En ese sentido, mientras el sistema menos alcance tenga para dicho control, el riesgo entrópico cada vez es más peligroso para él. Por esta razón, éste crea normas que le permiten anticiparse a esas expresiones de sentido. En ese tenor, nos dice Ulrich Beck que: Riesgo es el enfoque moderno de la previsión y control de las consecuencias futuras de la acción humana, las diversas consecuencias no deseadas de la modernización radicalizada. Es un intento (institucionalizado) de colonizar el futuro, un mapa cognitivo. Toda sociedad, por supuesto, ha experimentado peligros. Pero el régimen de riesgo es una función de un orden nuevo: no es nacional, sino global.26 25 Polaino-Orts, Miguel, op. cit., nota 1, p. 91. 26 Beck, Ulrich, La sociedad del riesgo global, Madrid, Siglo XXI de España Editores, 2002, p. 5. Estudios Jurídicos 238 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Es decir, si los riesgos tienen mayor espectro social e incluso globalizados, el espectro del Derecho se extenderá más y su aplicación significaría la criminalización en estadios previos cada vez mayores. Al respecto, la Dra. Martínez Álvarez nos dice: “Nuestra sociedad es una sociedad de riesgos, algunos de ellos son permitidos, otros ni son permitidos ni pueden ser aceptados”.27 Los riesgos más peligrosos para el sistema son aquellos que salen de su alcance de control y que, precisamente por ello, le pudieran causar una inestabilidad grave en su dinámica. Es ahí donde Jakobs indica que el Derecho penal no se constriñe únicamente a las expresiones de sentido o comunicaciones sistémicas, sino que también existen elementos que el sistema no ve, ni escucha, y por tanto, es necesario que se anticipe a la futura realización de comunicaciones que, dada su fuerza antisistémica, pudieran desequilibrar fuertemente al sistema hasta eliminarlo. Bastida Freixedo resume gráficamente la concepción de Jakobs diciendo que: …con el enemigo no cabe comunicación porque ha dado muestras de lo que podría llamar afasia jurídica: no sólo no respeta las reglas semánticas (esto tampoco lo hace el delincuente ordinario) sino que tampoco lo hace con las sintácticas. En suma, produce ruido, no enunciados susceptibles ni tan siquiera de corrección. Por seguir utilizando este símil lingüístico, el ciudadano que delinque habla mal nuestra lengua y, en consecuencia, el derecho intenta enseñarle su uso correcto reafirmando la validez del patrón ortográfico que usa la mayoría: El enemigo, en cambio, habla otro idioma y, además, da muestras de no querer aprender el nuestro. Por eso, al enemigo, como dice Jakobs, no se le comunica nada, simplemente se le combate.28 27 Martínez Álvarez, Isabel Claudia, El derecho penal del enemigo, México, Porrúa, 2009, p. 4. 28 Jakobs, Günter, op. cit., nota 4, pp. 39-40. 239 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Por eso para el sistema es importante controlar el riesgo que representa el enemigo, ya que en ocasiones no lo conoce y ni siquiera sabe dónde está; en ese sentido, Jakobs pugna por la criminalización en un estado previo a la propia conducta. En primer lugar, ha de mencionarse la anticipación de la punibilidad –ahora vinculante en virtud de una decisión marco europea, pero que ya antes era habitual–, ante todo la punición de la constitución de una asociación criminal o incluso terrorista, es decir, la punición de un comportamiento que se produce mucho antes de la comisión de un delito de lesión.29 Es decir, al enemigo se le pretende criminalizar mucho antes de que cometa la conducta ilícita, dada la gravedad que la misma representaría para la sociedad en caso de que sucediera; esto para los funcionalistas significa una garantía de seguridad para los miembros del sistema social. 2. El concepto de “enemigo” Me parece que para los funcionalistas el enemigo es aquel que no tiene la mínima expresión de sentido para garantizar sistémicamente el cumplimiento de las expectativas normativas que permiten a las personas convivir en sociedad, y en cambio, resulta peligroso para la estabilidad de la dinámica social. Jakobs indica lo siguiente: Con el nombre de “enemigo” se designa a quien “no sólo de manera incidental en su actitud, en su forma de vida o mediante su incorporación en una organización se ha apartado en todo caso, probablemente de manera duradera y, en ese sentido, no garantiza la mínima seguridad cognitiva del comportamiento personal, demostrando este déficit mediante su conducta propia”.30 29 Jakobs, Günter et al., op. cit., nota 24, pp. 30-31. 30 Jakobs, Günter, op. cit., nota 4, pp. 91-92. Estudios Jurídicos 240 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Siguiendo a Jakobs podemos indicar que el “enemigo” se aparta de la normatividad sistémica al grado de que su retorno de convivencia social es imposible; precisamente en ello radica su peligrosidad, pues es o se puede convertir en una comunicación que desestima todo elemento de seguridad social: “El enemigo del Derecho penal del enemigo es un delincuente de aquellos que cabe suponer que son permanentemente peligrosos, un inimicus”.31 Bajo esa perspectiva, el ciudadano se distingue del enemigo, en la medida de que el primero cognitivamente garantiza la seguridad hacia los demás como personas cumpliendo la expectativa normativa; en cambio el segundo, se aleja completamente, y quizá de forma permanente, de ese cumplimiento poniendo en peligro la seguridad de los ciudadanos. Miguel Polaino-Orts, citando a Francisco Ferreira de Abreu, nos dice: En ese sentido, el tránsito de individuo a enemigo es fácilmente comprensible: ser ciudadano (persona en Derecho) exige un caldo de cultivo de seguridad; cuando reina plena inseguridad (temor) no se puede ser ciudadano (completo), o –por mejor decir– los enemigos impiden que los ciudadanos sean personas en Derecho (sujetos que disfrutan sus derechos y ejercen sus obligaciones dentro de parámetros de normalidad). O en otras palabras: ciudadano es aquel que respeta la norma, se respeta a sí mismo y permite que los demás sean ciudadanos (personas en Derecho); en cambio, enemigo es quien, con su comportamiento, impide que los demás sean personas en Derecho al impedir que puedan orientarse por la norma jurídica, que de esa forma pierde su eficacia y su normal vigencia. Por ello, el derecho penal del enemigo se dirige al restablecimiento de unas condiciones sociales aceptables.32 31 Jakobs, Günter et al., op. cit., nota 24, p. 29. 32 Jakobs, Günter, op. cit., nota 4, p. 109. 241 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Entonces, el “enemigo” es el que contraría a la norma jurídica; sin embargo, la violación a la expectativa normativa debe ser de una gravedad inconmensurable, de tal forma que la expresión comunicativa resultado de dicha violación cause un temor sin precedentes a los ciudadanos y desestabilice gravemente al sistema social. Bajo esa tesitura, el “enemigo” debe ser eliminado de la sociedad, pues es tan peligroso que su despersonalización social pudiera implicar violencia extrema para aquellos que sí cumplen las normas. Lo que sucede es que una personalidad real, que dirija la orientación, no pueda alcanzarse mediante meros postulados, sino que, al contrario, quien deba ser persona debe “participar”, y significa que debe hacer su parte, esto es, garantizar suficiente fidelidad al ordenamiento jurídico. Por consiguiente, la proposición debe ser completada: todo aquel que prometa de modo más o menos confiable fidelidad al ordenamiento jurídico tiene derecho a ser tratado como persona en Derecho. Quien no presente esta promesa de modo creíble será tendencialmente heteroadministrado; se le priva de derechos.33 Ante la peligrosidad del enemigo, para los funcionalistas, desde la perspectiva normativa, se le debe aplicar un Derecho penal distinto al que se le aplica al ciudadano, es decir, un Derecho penal de excepción, de riesgo o de eliminación social. Polaino-Orts describe al enemigo de la siguiente forma: Enemigo es quien, incluso manteniendo intactas sus capacidades intelectiva y volitiva, y disponiendo de todas las posibilidades de adecuar su comportamiento a la norma, decide motu proprio autoexcluirse del sistema, rechazando las normas dirigidas a personas razonables y competentes, y despersonalizándose a sí mismo mediante la manifestación de una amenaza en forma de inseguridad cognitiva, que –precisamente por poner en peligro 33 Jakobs, Günter et al., op. cit., nota 24, pp. 25-26. Estudios Jurídicos 242 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones los pilares de la estructura social y el desarrollo integral del resto de los ciudadanos (personas de derecho)– ha de ser combatida por el ordenamiento jurídico de forma especialmente drástica, con una reacción asegurativa más eficaz. Esta reacción se circunscribe a garantizar y restablecer el mínimo de respeto para la convivencia social: el comportamiento como persona en Derecho, el respeto de las demás personas –y en consecuencia– la garantía de seguridad cognitiva de los ciudadanos en la norma.34 Podríamos considerar al “enemigo” como un “desviado social”, aquel sujeto que no tiene la capacidad de convivir socialmente, causando peligros graves a las demás personas, de tal forma que, dada la amenaza que representa, no es prudente su reinserción social. 3. Tratamiento jurídico-penal para el “enemigo” Ante la extrema peligrosidad de un sujeto antisocial como el “enemigo” que describen los funcionalistas, el tratamiento jurídico penal que se aplica es de excepción, es decir, un Derecho penal que sea excluyente de aquel que se aplica a la ciudadanía, un Derecho penal para no personas: El Derecho penal del enemigo. Una de las características básicas que Jakobs describe con respecto a la aplicación del Derecho penal del enemigo es el adelantamiento de la punibilidad, la imputación anticipada o la criminalización en prospectiva de aquel que representa un riesgo de peligrosidad social. Desde el punto de vista práctico, el elemento que estará en primer plano es el aseguramiento frente al autor, bien mediante una custodia de seguridad identificada como tal, bien mediante una pena que garantice el aseguramiento, es decir, una pena privativa de libertad correspondientemente extensa. Esto último –junto con la pura intimida34 Polaino-Orts, Miguel, Derecho penal del enemigo: desmitificación de un concepto, Grijley, Perú, 2006, p. 102. 243 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal ción– es una de las razones de las elevadas penas que se prevén para la fundación de una asociación terrorista; estas penas no son susceptibles de ser explicadas en función de aquello que haya tenido lugar –se ha afectado a la seguridad pública, pero no se ha iniciado hasta el momento lesión alguna– sino sólo a través del peligro existente.35 Es decir, para el Derecho penal del enemigo es menester criminalizar al sujeto con penas considerablemente altas aunque la conducta no se haya materializado, basta con que ésta sea susceptible de concretarse. Otras características de la aplicación jurídico-penal del Derecho penal del enemigo es la reclusión de los “enemigos” en centros especiales de alejamiento, así como también mantenerlos incomunicados y, una de las más importantes, la inobservancia de sus derechos fundamentales. Las diversas modalidades de las –genéricamente denominadas– medidas o penas de alejamiento consisten en aislar o encapsular físicamente el foco de peligro, y admiten clasificarse en dos grupos: a) alejamiento personal (integrado por la prohibición de comunicación con la víctima, familiares u otras personas) y b) alejamiento espacial (en el que cabe incluir las prohibiciones de residir o acudir a determinados lugares, así como la prohibición de acercamiento a las víctimas u otras personas). Ambas modalidades tienen por objeto asegurar, de manera inmediata y efectiva, un espacio de libertad para las víctimas, para la separación fáctica entre ellas y el autor; y así mismo, de manera mediata, asegurar una convivencia segura en la Sociedad en su conjunto. Se trata como salta a la vista, de medidas contundentes que suponen una restricción física y legal de derechos fundamentales: en tanto fruto del poder coactivo estatal, estas medidas limitan algunos de los ámbitos más importantes de la personalidad del sujeto como lo son la libertad de movimientos o la libertad de determinación en plurales facetas de su personalidad (por ejemplo, elección del lugar del domicilio o de trabajo, libertad de relaciones con los demás, libertad 35 Jakobs, Günter et al., op. cit., nota 24, pp. 34. Estudios Jurídicos 244 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones de expresión, etc.). La restricción de derechos fundamentales es tal que se llega al extremo de prohibir al acusado que se acerque a “cualquier lugar” que sea “frecuentado” por la víctima o familiares, poniéndose de manifiesto la dimensión fáctica de la peligrosidad, de que habla Silva Sánchez. La función que cumple la restricción física de derechos es el aseguramiento (y, con ello, la posibilitación) de la estructura normativa de la sociedad.36 Salta a la vista que los funcionalistas pretenden la protección social a través de la exclusión de los que ellos consideran los peligrosos sociales, es decir, los “enemigos”, a través de la aplicación de normas jurídicas con características de excepción, es decir, sólo aplicables a ellos. De hecho, la presunción de inocencia y los derechos humanos son elementos que no existen dentro de la información comunicativa para el “enemigo”, puesto que las medidas de exclusión vistas con antelación se aplican antes de ser probada su responsabilidad penal; además estos elementos jurídicos sólo pueden ser observados para las personas que cumplen las expectativas normativas. En las medidas de combate del maltratador familiar, o –en general– de los delincuentes peligrosos, muchas veces se hace primar la necesidad de aseguramiento cognitivo sobre la propia presunción de inocencia del sujeto contra el que se dirigen, en tanto que se imponen contra el maltratador penal convicto o incluso meramente presunto, porque en los supuestos de órdenes o medidas cautelares de alejamiento el sujeto no ha sido sometido a juicio, y –por tanto– las mismas se imponen cuando no ha quedado probada aún su responsabilidad.37 Jakobs nos dice que al “enemigo” no se le pueden aplicar ni observar determinadas garantías, ni aún con base en los derechos humanos actuales, pues éste con sus acciones muestra odio hacia las personas: 36 Polaino-Orts, Miguel, op. cit., nota 1, pp. 342-344. 37 Ibidem, p. 344. 245 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Aunque se deje fuera de consideración el carácter absoluto del mandato de la razón –pues lo cierto es que la historia ha necesitado milenios para desarrollar los llamados Derechos Humanos–, subsiste una afirmación potente: todos deben ser tratados, al menos en la época actual, como personas de derecho. Hace poco tiempo, en el marco de una discusión pública, formulé la opinión de que esta proposición es, con mucho, demasiado abstracta, pues también resulta decisivo –entre otros factores– el comportamiento del sujeto; frente a ello, un colega formuló indignado la objeción de que ello no es así, y que incluso Hitler, si aún hubiera que ocuparse de él, habría de ser tratado como persona en Derecho. Probablemente, aquel colega ni siquiera se dio cuenta de que su objeción sigue siendo abstracta: ¿cuál es esa situación en la que hay que ocuparse del dictador que desprecia lo humano? ¿Después del restablecimiento de una situación conforme a derecho, en cuanto prisionero sin posibilidades actuales de influencia? Bien, entonces nos podremos permitir la juricidad y llevar a cabo un proceso que sea reconocido por todos como equitativo. ¿O se trata del Hitler hasta 1945? En tal caso no creo que nadie ponga en duda la legitimidad del homicidio de aquel tirano mediante un atentado, y matar a un tirano de ese modo nada tiene que ver con tratarlo como persona en Derecho; se lo elimina en cuanto a enemigo.38 Lo que Jakobs está indicando es que cuando un sujeto no cumple la expectativa normativa dada por la sociedad, este no es en absoluto digno de aplicársele las garantías jurídicas contenidas en un ordenamiento legal. Finalmente, quiero hacer alusión a un concepto mediante el cual los funcionalistas argumentan la legitimidad científica del Derecho penal del enemigo: “El deber de solidaridad mínima”. El profesor Polaino Navarrete nos indica al respecto: 38 Jakobs, Günter et al., op. cit., nota 24, pp. 10-11. Estudios Jurídicos 246 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Naturaleza del deber (deber de solidaridad mínima): el deber jurídico que se infringe en la omisión pura o propia es un deber de solidaridad mínima, esto es, un deber positivo que conmina a toda persona a realizar una conducta positiva de auxilio, salvamento o colaboración en una situación de necesidad o desgracia. El deber de solidaridad se diferencia –en tanto deber positivo– del deber negativo, cuyo contenido consiste en no dañar a los demás. En la solidaridad mínima no basta con no causar daño, sino que se exige hacer alguna conducta expresa de salvamento o de colaboración en beneficio de un tercero o de la colectividad. Con ello el deber de solidaridad persigue la maximización de los bienes, mientras que el deber negativo se encamina a garantizar el máximo de libertad, o lo que es lo mismo, el deber negativo (¡no lesiones a nadie!) preserva la autonomía de la persona, mientras que el deber de solidaridad obliga a la realización de una prestación positiva en favor de terceros o de la comunidad.39 Es decir, que los funcionalistas consideran que los sujetos sociales, para ser incluidos en la sociedad como personas, deben cumplir con los requerimientos mínimos normativos traducidos en el concepto del deber de solidaridad mínima del que nos habla el profesor Polaino Navarrete, pues en caso contrario, no calificarían para formar parte del sistema, sino al contrario, el paliativo de “enemigo” los etiqueta de tal forma que estarían condenados a su autoexclusión. III. EL ENEMIGO EN EL DERECHO PENAL COMO ELEMENTO BÁSICO DE LA HEGEMONÍA DE LAS POLÍTICAS ECONÓMICAS EN EL SISTEMA-MUNDO CAPITALISTA NEOLIBERAL Considero que el desarrollo del Derecho penal del enemigo desde la perspectiva funcional tiene excelentes intenciones, pues busca en todo momento garantizar el bienestar común de la sociedad y la seguridad para todos los sujetos sociales; sin embargo, creo que todo tipo de derecho debe 39 Polaino Navarrete, Miguel, op. cit., nota 8, pp. 64-65. 247 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal ser analizado desde una perspectiva compleja40 y sistémica,41 de tal suerte que el análisis del Derecho penal no está limitado únicamente a él mismo, sino que también es importante observar otros elementos que por supuesto contribuyen en su creación y aplicación, tales como la economía y la política. Sin dejar de un lado que el derecho es cibernético42 de acuerdo a la información que hace posible la dinámica de la complejidad social. Michel Foucault también nos indica que el Derecho debe analizarse desde una perspectiva compleja: El derecho no es ni la verdad, ni la justificación del poder. Es un instrumento a la vez parcial y complejo. La forma de la ley y los efectos de prohibición que ella conlleva deben ser situados entre otros muchos mecanismos no jurídicos. Así el sistema penal no debe ser analizado pura y simplemente como un aparato de prohibición y de represión de una clase sobre otra, ni tampoco como una justificación que encubre las violencias sin ley de la clase dominante; permite una gestión política y económica a través de la diferencia entre legalidad e ilegalismo.43 40 ¿Qué es la complejidad? A primera vista la complejidad es un tejido (complexus: lo que está tejido en conjunto) de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados: presenta la paradoja de lo uno y lo múltiple. Al mirar con más atención, la complejidad es, efectivamente, el tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, azares, que constituyen nuestro mundo fenoménico. Morín, Édgar, Introducción al pensamiento complejo, España, Gedisa, 2007, p. 32. 41 El sistemismo tiene, en principio, los mismos aspectos fecundos que la cibernética (ésta, refiriéndose al concepto de máquina, conserva en su abstracción algo de su origen concreto y empírico). La virtud sistémica es: a) Haber puesto en el centro de la teoría, con la noción de sistema, no una unidad elemental discreta, sino una unidad compleja, un “todo” que no se reduce a la “suma” de sus partes constitutivas; b) Haber concebido la noción de sistema, no como una noción real, ni como una noción puramente formal, sino como una noción ambigua o fantasma; c) Situarse en un nivel transdisciplinario que permite concebir, al mismo tiempo, tanto la unidad como la diferenciación de las ciencias, no solamente según la naturaleza material de su objeto, sino también según los tipos y las complejidades de los fenómenos de asociación/organización. En este último sentido, el campo de la teoría de sistemas es, no solamente más amplio que el de la cibernética, sino de una amplitud que se extiende a todo lo cognoscible. Ibidem, p. 42. 42 “Esta palabra deriva del término griego kibernetes (‘timonel’) y Wiener definió la cibernética como la ciencia del control y comunicación en el animal y en la máquina”. En este sentido el derecho penal seguirá las pautas de la dinámica sistémica para su aplicación, no puede alejarse de ellas (adenda en subrayado de la autora). Capra, Fritjof, La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas vivos, 4a. ed., España, Anagrama, 1998, p. 70. 43 Foucault, Michel, Microfísica del poder, 2a. ed., España, Edissa, 1979, p. 170. Estudios Jurídicos 248 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Lo que nos dice Foucault es que puede ser pertinente analizar al Derecho penal desde sus causas y hasta la finalidad de su aplicación; es poco conveniente estudiarlo como un sistema cerrado, sin observar el entorno que lo produce y los efectos que el ejercicio del poder causa sobre éste. En tal sentido, nos ocuparemos del análisis de este Derecho penal del enemigo desde la epistemología neomarxista y sistémica de Immanuel Wallerstein: el análisis del sistema-mundo moderno, con el fin de vislumbrar cómo han sido utilizadas las categorías epistemológicas y el discurso del Derecho penal del enemigo en el sistema-mundo capitalista-neoliberal,44 y en el cual el fin último lo constituye la acumulación incesante de capital. Para Wallerstein, el sistema-mundo moderno es: El mundo en el que vivimos, el sistema mundo moderno, tuvo sus orígenes en el siglo XVI. Este sistema-mundo estaba entonces localizado en sólo una parte del globo, principalmente en partes de Europa y América. Con el tiempo, se expandió hasta abarcar todo el mundo. Es y ha sido siempre una economía-mundo. Es y ha sido siempre una economía-mundo capitalista. Deberíamos comenzar por explicar lo que estos dos términos, economía-mundo y capitalismo, denotan. Será más sencillo entonces apreciar los contornos históricos del sistema-mundo moderno, sus orígenes, su geografía, su desarrollo temporal y su crisis estructural contemporánea. Lo que queremos significar con economía-mundo (la économie-monde de Braudel) es una gran zona geográfica dentro de la cual existe una división del trabajo y por lo tanto un intercambio significativo de bienes básicos o esenciales así como un flujo de capital y trabajo. Una característica definitoria de una economíamundo es que no está limitada por una estructura política unitaria. Por el contrario, 44 Padilla Sanabria, Lizbeth Xóchitl, La criminalización-control del enemigo en el México neoliberal: La ley antilavado, México, Flores Editor y Distribuidor, 2014, p. X, nota al pie de página. 249 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal hay muchas unidades políticas dentro de una economía-mundo, tenuemente vinculadas entre sí en nuestro sistema-mundo moderno dentro de un sistema interestatal. Y una economía mundo comprende muchas culturas y grupos (que practican múltiples religiones, hablan múltiples idiomas y son diferentes en sus comportamientos cotidianos). Esto no significa que no hayan desarrollado algunos patrones culturales comunes, lo que llamaremos una geocultura. Significa que ni la homogeneidad política ni la cultural debe ser esperable o encontrada en una economía mundo. Lo que unifica con más fuerza la estructura es la división del trabajo constituida dentro de ésta. Nos encontramos en un sistema capitalista, sólo cuando el sistema da prioridad a la acumulación incesante de capital. Frente al uso de tal definición, sólo el sistema- mundo moderno ha sido un sistema capitalista. La acumulación incesante es un concepto relativamente simple: significa que las personas y las compañías acumulan capital a fin de acumular más capital, un proceso continuo e incesante. Si decimos que un sistema “da prioridad” a tal acumulación incesante, significa que existen mecanismos estructurales mediante los cuales quienes actúan con alguna otra motivación son, de alguna manera, castigados, y son eliminados eventualmente de la escena social, mientras que quienes actúan con la motivación apropiada son recompensados y, de tener éxito, enriquecidos.45 Lo que Immanuel Wallerstein nos está diciendo es que todas las comunicaciones existentes en un sistema social van dirigidas a la acumulación incesante de capital; sin embargo, la competencia económica es una estructura sistémica y me parece que el Derecho la tiene que proteger, toda vez que la misma también se dirige a la acumulación incesante de capital. Entonces los constructos ideológicos jurídicos protegen la dinámica capitalista del sistema. Lo anterior lo podemos observar en la siguiente lámina: 45 Wallerstein, Immanuel, op. cit., nota 2, pp. 40-41. Estudios Jurídicos 250 Por ello, me parece que el Derecho penal del enemigo propuesto por los funcionalistas, puede lograr los fines sociales que consideran en estados fuertes, es decir, en aquellas naciones en donde el Estado aún sea el rector de la economía y los sujetos sociales sean imprescindibles para su función. Sin embargo, considero que la dinámica económica del sistema ya no funciona de esa manera, actualmente muchas sociedades del mundo nos encontramos en el auge del neoliberalismo y otras están revirando del Estado de bienestar social hacia él: creo que la Unión Europea está pasando por esa transición. García Amador es muy gráfico en las aseveraciones que hace con respecto al neoliberalismo y los Estados Nación: 251 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal En un mundo sometido a la dictadura de los mercados, donde el verdadero poder efectivo no reside en el pueblo, ni siquiera en las naciones, sino en corporaciones privadas globales, ¿qué soberanía, qué autoridad le queda a los Estados? Los políticos ya no gobiernan, sólo administran, son meros gestores al servicio de las grandes corporaciones, que por otra parte, son quienes financian sus campañas electorales. Las “democracias” han dejado de serlo. Mientras los Estados adelgazan, las corporaciones engordan. La facturación de algunas corporaciones es infinitamente superior a los presupuestos anuales de muchos gobiernos medianos y grandes, incluso supera el Producto Interior Bruto de muchos países. Por volumen de negocios (ingresos versus IPC), Nestlé es más grande que Nigeria, Unilever es más grande que Pakistán, Volkswagen es más grande que Nueva Zelanda, BP es más grande que Venezuela, IBM es más grande que Egipto, General Electric es más grande que Filipinas, Ford es más grande que Portugal, Exxon es más grande que Grecia, Shell es más grande que Arabia Saudí, General Motors es más grande que Dinamarca. Vacías de contenido, de competencia efectivas, las Naciones Estado son cáscaras huecas, cadáveres, un emergente poder privado global ha decretado su caducidad y tenderán progresivamente a desaparecer.46 Siguiendo a este autor, podemos indicar que las pautas sistémicas del Derecho penal no son las mismas en una dinámica en donde lo más importante es el capital y no así el individuo. Entonces las expectativas normativas cambian, ahora ya no es el bienestar común lo más importante, sino la protección del capital mismo a costa de lo que sea, y por ende, el Derecho penal del enemigo direccionará su aplicación a la salvaguarda, el equilibrio y la autorreproducción de ese capital. Bajo esa lógica, el sistema del derecho se direcciona hacia los fines sistémicos, y es ahí en donde el Derecho penal del enemigo se aplica de diversa forma en sociedades con el modo de producción neoliberal 46 Martos García, Amador, Neoliberalismo asesino: El control mental hacia un nuevo orden mundial, España, Bubok Publishing, S.L., 2012, p. 73. Estudios Jurídicos 252 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones y en las cuales los sujetos son importantes en la medida en que ayudan a la acumulación de capital, que en sociedades cuya importancia de equilibrio sistémico radica en los sujetos sociales por el simple hecho de ser individuos. De esta forma, el Derecho penal del enemigo está direccionado a eliminar a todos aquellos sujetos que no cumplan con la expectativa normativa creada por el sistema-mundo capitalista-neoliberal, cuyos principales ejes son: La privatización, el recorte al gasto público y la no intervención económica del Estado. Estos tres elementos son fundamentales para la dinámica del neoliberalismo, pues a través de la inversión privada en áreas económicas estratégicas, las ganancias se dirigen hacia los particulares y ya no hacia el primero; lo que trae como consecuencia que el Estado sea incapaz de cumplir económicamente con los compromisos y necesidades sociales; por lo tanto, el recorte al gasto público se traduce en el encarecimiento de los servicios privados que antes eran públicos y, por supuesto, en el empobrecimiento de aquellos que los tienen que pagar, pero en el enriquecimiento de los privatizadores. La dinámica social responde a diversos elementos estructurales, los cuales se concatenan entre sí para que el sistema se autorreproduzca. Sin embargo, consideramos que uno de los elementos más importantes que nos pueden ayudar a explicarlo es la “globalización”, concepto que ha servido como estandarte para que la mayoría de los países del mundo sigan una política económica. Amador Martos García menciona: “La globalización económica ha sido, está siendo, catastrófica para la mayoría de las economías nacionales y para la biodiversidad, y nos conduce irremediablemente al colapso social, económico y ecológico generalizado”.47 47 Ibidem, p. 74. 253 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Por su parte, Lipovetsky nos indica que el mundo en el que vivimos está unificado; sin embargo, esa unificación responde a ciertos elementos de globalización: La época en que vivimos está caracterizada por una poderosa e irresistible tendencia y unificación del mundo. En Francia se denomina mundialización y en otras partes globalización. Esta dinámica coincide con la conjunción de fenómenos económicos (liberalización de mercados de un capitalismo planetario), innovaciones tecnológicas (nuevas tecnologías de la información y la comunicación) y cambios radicales de la situación geopolítica (hundimiento del imperio soviético). Aunque esta unificación del mundo no es un fenómeno en absoluto reciente (estamos en una segunda globalización) ni una realidad completa, no es menos cierto que representa un cambio general y profundo tanto en la organización como en la percepción de nuestro mundo.48 Lo anterior implica que el sistema jurídico invariablemente sigue ciertas pautas estructurales sistémicas, y en el mundo en el que nos encontramos, éstas son globalizadas; es decir, no nos encontramos en sociedades diversas, sino en una compleja y las normas jurídicas la regulan en su conjunto. Ello no implica que la funcionalidad sistémica de las normas jurídicas vaya encaminada al bienestar social tomando como punto de partida al individuo, pues de acuerdo a su última finalidad tiene como eje rector la cultura del mercado, y esto indica que la protección jurídica del sujeto existirá en la medida en que éste contribuye a la hegemonía económica global. Lipovetsky es muy claro en este sentido: La cultura-mundo designa el momento en que el capitalismo se ha extendido por todo el mundo, en que el mercado se ha planetarizado, en que todas las 48 Lipovetsky, Gilles, El occidente globalizado. Un debate en la cultura planetaria, España, Anagrama, 2011, p. 13. Estudios Jurídicos 254 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones naciones han tomado el camino de las privatizaciones y las desreglamentaciones económico-financieras. El capitalismo, que «apareció en la civilización occidental y únicamente en ella» (Max Webber) se ha universalizado. En todas partes reina ya el sistema del capitalismo globalizado y financierizado. Un hipercapitalismo desbocado cuyo precio estamos pagando cruelmente. Como es lógico, la crisis mundial que atravesamos y que ha vuelto a dar al Estado un papel económico de primer orden comportará nuevas medidas reguladoras, hasta el extremo de que algunos han anunciado una inevitable ruptura con el paradigma del «turbocapitalismo» desmesurado y caótico.49 Entonces, el Derecho penal del enemigo, siguiendo las expectativas normativas sistémicas con base en la lógica del libre mercado, criminalizará y eliminará a todos aquellos que sean peligrosos o cuyas conductas determinen indiciariamente que pueden desestabilizar al sistema económico. Sin embargo, Wallerstein argumenta porqué el mercado no es tan libre como el discurso lo indica: Una de las razones por las que un mercado totalmente libre no es una realidad cotidiana, si es que alguna vez fuera a existir, es que volvería imposible la acumulación incesante de capital. Esto puede parecer una paradoja, porque es cierto que el capitalismo no puede funcionar sin mercados, y también es cierto que los capitalistas dicen con regularidad que están a favor del libre mercado. Pero los capitalistas, necesitan de hecho, mercados no completamente libres, sino mercados parcialmente libres. La razón es obvia. Supongamos que existiera un mercado mundial en el que todos los factores de producción fueran completamente libres, como nuestros libros de texto los definen habitualmente; esto es, uno en donde los factores fluyeran sin restricciones, en donde hubiera un mayor número de compradores y un enorme número de vendedores, y en el cual existiera una perfecta información (esto es, que todos los vendedores y todos los compradores 49 Ibidem, pp. 22-23. 255 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal supieran el estado exacto de todos los costos de producción). En un mercado de tal perfección sería siempre posible para los compradores regatear con los vendedores hasta un nivel de ganancia absolutamente minúsculo (digamos de un solo centavo), y este bajo nivel de ganancia haría del juego capitalista algo sin el más mínimo interés para los productores, removiendo el sustrato social básico de tal sistema.50 Entonces el ejercicio del poder en la dinámica económica sistémica no corresponde a todos, es decir, sólo algunos tendrán la información necesaria y los medios ideológicos para explotarla y hacer frente a cualquier competencia económica; por lo tanto, desde la perspectiva compleja, el sistema jurídico debe proteger dichos intereses. En este sentido, Wallerstein habla de la fórmula del monopolio: “Lo que los vendedores prefieren siempre es un monopolio, porque entonces pueden crear un amplio margen relativo entre los costos de producción y los precios de venta, y por lo tanto obtener grandes porcentajes de ganancia”.51 Lo anterior no es sencillo como se apunta, pues el monopolio del mercado trae como consecuencia el aglutinamiento del capital en unos cuantos, y por ende, el ejercicio del poder desde la perspectiva económica. Me parece que ésta es la causa del debilitamiento del Estado y de las privatizaciones constantes; así como de la problemática social que se ha venido desarrollando sobre todo en los países de tercer mundo. Beck nos dice al respecto: La globalización implica el debilitamiento de las estructuras estatales, de la autonomía y del poder del Estado. Esto tiene un resultado paradójico. Por un lado son precisamente los colapsos del Estado lo que han producido la mayoría de los conflictos humanos realmente graves ocurridos en los años noventa sea en Somalia, África Oriental, Yugoslavia, Albania o la Antigua Unión Soviética; por otro lado, 50 Wallerstein, Immanuel, op. cit., nota 2, p. 43. 51 Idem. Estudios Jurídicos 256 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones la idea de una “responsabilidad global” implica como mínimo la posibilidad de un nuevo humanismo militar occidental: imponer los derechos humanos en todo el mundo.52 Inclusive, el neoliberalismo es tan depredador, que ideológicamente conmina a los sujetos sociales a desear una vida que para muchos no es posible o fácil de alcanzar, pues el consumismo se ha convertido en una forma de existencia e inclusión social. La civilización del bienestar consumista ha sido la gran enterradora histórica de la ideología gloriosa del deber. En el curso de la segunda mitad del siglo, la lógica del consumo de masas ha disuelto el universo de las homilías moralizadoras, ha erradicado los imperativos rigoristas y engendrado una cultura en la que la felicidad predomina sobre el mandato moral, los placeres sobre la prohibición, la seducción sobre la obligación. A través de la publicidad, del crédito, la inflación de los objetos y los ocios, el capitalismo de las necesidades ha renunciado a la santificación de los ideales en beneficio de los placeres renovados y de los sueños de la felicidad privada.53 También Bauman es muy sugerente al respecto: En tanto compradores, hemos sido arrastrados por gerentes de marketing y guionistas publicitarios a realizar el papel de sujetos, una ficción vivida como si fuera verdad. Una actuación interpretada “como vida real”, pero en la cual el paso del tiempo desplaza a la vida real hasta hacerla desaparecer sin la menor posibilidad de reaparición. Y así, a medida que esas necesidades de la vida que alguna vez sólo se obtenían con esfuerzo y sin el lujo de la intermediación de las redes comerciales se fueron convirtiendo en productos (la privatización del suministro de agua, por ejemplo, que conduce sin desvíos a la góndola del 52 Beck, Ulrich, op. cit., nota 26, p. 21. 53 Lipovetsky, Gilles, El crepúsculo del deber. La ética indolora de los nuevos tiempos democráticos, 3a. ed., España, Anagrama, 2011, p. 50. 257 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal agua envasada en el súper mercado), también los cimientos del “fetichismo de la subjetividad” se fueron ensanchando y asentando. Se podría completar la versión popular revisada del cogito cartesiano, “Compro, luego existo…”, “Como sujeto”, podríamos y deberíamos agregar. Y a medida que el tiempo que se pasa comprando en los comercios crece (en persona o mentalmente, de cuerpo real o virtual), las oportunidades de que aumente aún más se multiplican.54 Inclusive la construcción del sujeto a través del ejercicio del poder se da desde una perspectiva consumista, es así como también la moda es de vital importancia, dice Lipovetsky, para que el sujeto sea incluido socialmente a través del consumo: La moda es un sistema original de regulación y de presión sociales. Sus cambios presentan un carácter apremiante, se acompaña del «deber» de adopción y de asimilación, se impone más o menos obligatoriamente a un medio social determinado; tal es el «despotismo» de la moda tan frecuentemente denunciado a través de los siglos.55 En un mundo económicamente globalizado de corte neoliberal, en el cual las oportunidades adquisitivas son mínimas y además obliga a los sujetos a un consumismo desmedido como parte de la inclusión social, el bienestar colectivo puede distar mucho de lo mencionado por los funcionalistas. En cambio, el estado debilitado no es capaz de hacer frente económicamente al discurso prometido por los derechos humanos, ni a las necesidades básicas de alimentación, por ello, los individuos son obligados a cumplir un status de supervivencia infrahumana, o también, a desarrollarse en grupos alternos que son susceptibles de peligrosidad para aquellos que sí cumplen el rol encomendado por el neoliberalismo. 54 Bauman, Zygmunt, Vida de consumo, México, Fondo de Cultura Económica, 2012, p. 32. 55 Lipovetsky, Gilles, El imperio de lo efímero. La moda y su destino en las sociedades modernas, 4a. ed., España, Anagrama, 2010, p. 42. Estudios Jurídicos 258 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Por tal motivo, los sujetos sociales son capaces de realizar conductas delictivas para sentirse incluidos en la dinámica sistémica, y al no haber oportunidades de crecimiento y empleos formales, la delincuencia e informalidad crece dentro de la sociedad. La problemática, consecuencia de esto, es que la acumulación incesante de capital producto de actividades delictivas, puede ser sumamente rentable, rebasar el capital lícito y empoderarse como ejercicio del poder en forma de corrupción e impunidad. Es así como el Derecho penal del enemigo y los derechos humanos son dos de los ejes rectores del éxito del libre mercado. Sin embargo, el costo social es sumamente alto, pues las normas jurídicas se convierten en protectoras de la privatización del capital. El Derecho penal del enemigo en países donde el Estado está debilitado económicamente por las constantes privatizaciones y los recortes al gasto público puede convertirse en un Derecho penal represor y de eliminación, al servicio de quienes monopolizan la acumulación incesante de capital, así como los medios de producción. Bajo esa lógica, la expectativa normativa de bienestar social que indican los funcionalistas, se convierte en expectativa de corrupción e impunidad, y es en ese sentido que los criminalizados serán aquellos que luchen en contra de estas dos últimas. IV. CONCLUSIÓN El Derecho penal del enemigo desde la perspectiva funcionalista puede ser aplicado como garantismo penal en sociedades en las que el Estado tenga como función principal regir la economía y proteger a los sujetos sociales como elementos fundamentales para el desarrollo del modo de producción, porque las expectativas normativas estarán direccionadas a la protección de este último, pues es el elemento fundamental para la acumulación incesante de capital. 259 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal No obstante, en sociedades económicamente globalizadas de corte neoliberal (privatización, recorte al gasto público y desestatización) en las que el Estado es debilitado económicamente por las constantes privatizaciones, el Derecho penal del enemigo se convierte en el instrumento ideal para mantener la competencia económica criminalizando en prospectiva a todos aquellos que realicen, o sean susceptibles de realizar, conductas que afecten la dinámica neoliberal de la acumulación incesante de capital; en este sentido, las expectativas normativas se constriñen a la corrupción e impunidad. V. BIBLIOGRAFÍA Bauman, Zygmunt, Vida de consumo, México, Fondo de Cultura Económica, 2012. Beck, Ulrich, La sociedad del riesgo global, Madrid, Siglo XXI de España Editores, 2002. Capra, Fritjof, La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas vivos, 4a. ed., España, Anagrama, 1998. Martos García, Amador, Neoliberalismo asesino: El control mental hacia un nuevo orden mundial, España, Bubok Publishing, S.L., 2012. Martínez Álvarez, Isabel Claudia, El derecho penal del enemigo, México, Porrúa, 2009. Miró Llinares, Fernando y Miguel Polaino-Orts, Imputación y valoración en derecho penal. Un debate moderno entre los conceptos funcionalista y kantiano de imputación, México, Flores Editor y Distribuidor, 2013. Morín, Edgar, Introducción al pensamiento complejo, España, Gedisa, 2007. Jakobs, Günter et al., El derecho penal del enemigo en el contexto del funcionalismo, México, Flores Editor y Distribuidor, 2008. 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Criterios contradictorios de la autoridad federal, sin resolver. IV. Cuestionamientos adicionales sobre la aplicabilidad del Protocolo. V. Conclusiones. I. CONSIDERACIONES GENERALES En esta etapa de transición hacia la observancia, aplicación y difusión de los derechos humanos en el Estado mexicano, que con mayor fuerza se ha venido fortaleciendo a raíz de las reformas constitucio* Doctor en derecho por la UNAM, magistrado en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, juez de la Red Internacional de la Haya, profesor de Derecho procesal civil y familiar por oposición en la UNAM, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, presidente del Colegio Nacional de Investigaciones Jurídicas, A. C., director de la Revista Foro Jurídico. Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal nales del 10 de junio del 2011, resulta de suma trascendencia emitir algunas reflexiones en torno a uno de los temas de mayor impacto social, directamente relacionado con las familias mexicanas, que es el relativo a la aplicación del Protocolo de actuación para quienes imparten justicia en casos que afectan a niñas, niños y adolescentes, publicado en su segunda edición, en el mes de marzo del 2012, por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, concretamente por cuanto se refiere al diálogo personal que sostienen los juzgadores, con las y los infantes y adolescentes, durante los juicios sometidos a su consideración, sin pasar por alto que los mismos razonamientos son útiles para analizar otro tipo de pruebas como la pericial en psicología, donde se exigen tecnicismos, que definitivamente, en la mayoría de los casos no se están cumpliendo, y las reposiciones no se han hecho esperar, muchas veces en perjuicio de la infancia, y contrariando los principios que animan la nueva tendencia hacia una auténtica tutela judicial. En efecto, por una parte la autoridad federal, en sendas tesis aisladas, ha venido sosteniendo la observancia obligatoria del citado Protocolo, con el ánimo de proteger los derechos humanos de la infancia y adolescencia, a través de diversas exigencias formales, que en su opinión, deben ser satisfechas, antes, durante y después de sostener un diálogo con dicho sector, considerado socialmente vulnerable. Sin embargo, resulta que los ordenamientos jurídicos secundarios son omisos en contemplar dichos requisitos y en gran parte de los estados de la República mexicana, no suelen contar con el conocimiento, la infraestructura, la tecnología suficiente y la respectiva información y diligencia en el manejo de los instrumentos para hacerlo correctamente, lo cual implica el riesgo de incurrir en alguna violación procesal que pudiera generar, a juicio de la autoridad, ya sea local, en segunda instancia, o federal en el juicio de amparo, entre otras consecuencias, Estudios Jurídicos 264 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones la reposición del procedimiento, como en realidad está aconteciendo en la práctica forense cotidiana. Por otra parte, la autoridad federal también ha sostenido en tesis aisladas, el criterio de que el citado Protocolo de actuación para quienes imparten justicia en los casos de referencia, no puede ser el fundamento legal, ni vinculante de una sentencia de amparo, pues de manera alguna tiene el alcance de ser una norma que pueda ser materia de interpretación por el órgano federal, en virtud de que el Protocolo sólo constituye una guía de prácticas orientadas a garantizar el acceso a la justicia, fundadas en el respeto a los derechos humanos de la infancia, es decir, su función se limita a enlistar y explicar las normas que podrían llegar a ser aplicables en un proceso jurisdiccional. La realidad jurídica, de acuerdo a la experiencia práctica, es que el Protocolo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, está siendo aplicado a ultranza tanto por las autoridades federales como locales, con el objeto de reponer los procedimientos, cuando no se llevó a cabo el diálogo respectivo con las formalidades que el mismo contempla. Dicha actitud nos permite formular las siguientes interrogantes: ¿El Protocolo de la Suprema Corte sobre al diálogo con la infancia y la adolescencia está siendo bien aplicado por los juzgadores federales y locales? ¿Se presume per se, que por el simple hecho de no haberse cumplido con dichas formalidades, se está causando un perjuicio a los menores de edad, incluso cuando ninguna de las partes lo está haciendo valer? ¿La reposición procesal en sí, no podría causar un perjuicio a los destinatarios, ante el hecho de tener que declarar nuevamente en cortos espacios de tiempo, contrariando el propio Protocolo de la Corte? ¿Cualquier violación procesal amerita la reposición del procedimiento o es necesario que trascienda a las defensas de los quejosos? ¿Trasciende cuando el diálogo contiene la esencia de los hechos que habrán de ser materia de resolución, sin que se advierta riesgo por 265 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal presión, temor u otra eventualidad que dañe o ponga en tela de duda la fluidez y contenido del mismo? ¿Muchas disposiciones del Protocolo que provienen de manuales y directrices en materia penal, para víctimas y testigos de delitos, también deben ser aplicables en asuntos de naturaleza civil y familiar? Estas y más interrogantes podríamos formular sobre la temática; sin embargo, en este opúsculo sólo haremos referencia a lo más elemental, esperando que el contenido sea beneficio para generar mayor reflexión, especialmente entre los juzgadores, y logremos más asertividad en nuestras resoluciones, con el objeto de cumplir cabalmente con lo dispuesto por la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que en su artículo 25, exige la observancia de instancias y recursos sencillos, rápidos y efectivos. La idea central, de acuerdo a la temática que abordaremos, es evitar la revictimización, por violaciones que en realidad no trascienden a las defensas de los recurrentes y quejosos, anteponiendo siempre el interés superior de la infancia; postura personal que finalmente habrá de ser materia de reflexión y decisión, una vez más, por parte de la máxima autoridad judicial de país, al resolver la posible contradicción de tesis sobre la observancia del protocolo referido. II. CONTENIDO DEL PROTOCOLO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. ENTRE LA SEGURIDAD Y LA CERTEZA JURÍDICA Resulta preocupante, que hoy en día, un alto número de amparos sean concedidos, incluso en ejercicio de la suplencia de la queja, debido a la falta de diálogo de los juzgadores locales con las y los menores de edad, o bien, cuando este se llevó a cabo en forma contraria a los requisitos previstos por el Protocolo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo que al parecer podría traducirse en la Estudios Jurídicos 266 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones aplicación rigurosa y excesiva del derecho, que a ningún fin práctico satisfactorio conduce, sobre todo si del diálogo respectivo se advierte que la comunicación fue libre y espontánea, y se le brindó la protección psicoemocional en las sesiones donde éste fue oído por el juez en privado sin la presencia de los progenitores, o bien, cuando no se vislumbran elementos que puedan cuestionar dichos argumentos de convicción, como sería, por ejemplo, de una transcripción literal, el hecho de formular preguntas indicativas, tendenciosas o hirientes para las y los infantes, o bien, esgrimir argumentos amenazantes para obtener una verdad inducida, verbigracia: “si no dices la verdad te mando a un internado de la Procuraduría, o no vuelves a ver jamás a tus padres…” En una y otra hipótesis, es decir, tanto si se llevó o no a cabo el diálogo como si éste fue impreciso, de acuerdo al Protocolo, antes de conceder el amparo y protección de la justicia de la Unión, y por ende, ordenar la reposición del procedimiento, la autoridad revisora debería analizar el posible agravio irreparable para los infantes, lo cual habrá de ponderar mediante el análisis detallado de todo el material probatorio que obra en autos, máxime cuando existen sendas tesis que no le otorgan valor pleno a la voluntad plasmada en dicha diligencia, entre ellas tenemos la tesis visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, tomo XXXIII, materia civil, febrero de 2011, cuyo contenido literal es el siguiente: Guarda y custodia. Escuchar al menor en juicio, no es un factor determinante al momento de resolver. El derecho de los menores a ser escuchados, se otorga para que, oyendo su opinión, el juzgador pueda conocer sobre su personalidad, necesidades, inclinaciones o dificultades, a la luz de las pruebas existentes; de tal forma que se pueda resolver lo más benéfico para ellos, en una edad en que, aunque pueden formarse un criterio, no siempre sus decisiones presentan un juicio 267 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal cabal de lo que más les conviene en relación con su guarda y custodia. Luego, aun cuando el menor externe sus opiniones y preferencias ante el Juez, ello debe ser ponderado según las circunstancias del caso, con el fin de que se decida lo que más conviene para su sano desarrollo, en cuanto a señalar en cuál progenitor debe recaer su guarda y custodia, pues precisamente por su edad, debe verificarse en forma especial, que la preferencia de los menores no esté viciada ni sea subjetiva, como ocurre cuando alguno de los padres ofrezca menores restricciones y exigencias de convivencia y acepte vivir con el padre más permisivo y menos controlador de sus actividades. En consecuencia, la preferencia del menor no puede ser determinante para resolverse sobre su guarda y custodia, ya que para ello se deben atender a las diversas circunstancias que rodean el caso, en concatenación con todo lo alegado y probado en autos, ya que de no ser así, se llegaría al extremo de que el menor decidiera sobre su guarda y custodia, lo cual le corresponde determinar al Juez. Respecto a las formalidades cuestionadas, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, siguiendo el Protocolo de la Corte, ha sentado la tesis aislada consultable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, de fecha marzo de 2013, tesis 1a. LXXIX/2013 (10a.), cuyo contenido literal es el siguiente: Derecho de los menores de edad a participar jurisdiccionales que afecten su esfera jurídica. en los procedimientos Lineamientos para su ejercicio. Las niñas y los niños, como titulares de derechos humanos, ejercen sus derechos progresivamente, a medida que desarrollan un mayor nivel de autonomía, lo que se denomina “adquisición progresiva de la autonomía de los niños”, lo cual conlleva que actúen durante su primera infancia por conducto de otras personas –idealmente, de sus familiares–. Así, el derecho de las niñas y los niños a participar en procedimientos jurisdiccionales que puedan afectar su esfera jurídica se ejerce, también, progresivamente, sin que su ejercicio dependa de una edad que pueda predeterminarse en una regla fija, incluso de índole legal, ni Estudios Jurídicos 268 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones aplicarse en forma generalizada a todos los menores de edad, sino que el grado de autonomía debe analizarse en cada caso. Ahora bien, la participación de los niños en procedimientos jurisdiccionales reviste una doble finalidad, pues, al reconocerlos como sujetos de derecho, logra el efectivo ejercicio de sus derechos y, a la vez, se permite que el juzgador se allegue de todos los elementos que necesite para forjar su convicción respecto de un determinado asunto, lo que resulta fundamental para una debida tutela del interés superior de la infancia. En este sentido, los lineamientos que deben observarse para la participación de niñas y niños dentro de cualquier procedimiento jurisdiccional que pueda afectar su esfera jurídica son: (1) para la admisión de la prueba debe considerarse que: (a) la edad biológica de los niños no es el criterio determinante para llegar a una decisión respecto a su participación dentro de un procedimiento jurisdiccional, sino su madurez, es decir, su capacidad de comprender el asunto sus consecuencias y de formarse un juicio o criterio propio; (b) debe evitarse la práctica desconsiderada del ejercicio de este derecho; y, (c) debe evitarse entrevistar a los niños en más ocasiones de las necesarias; (2) para preparar la entrevista en la que participaran, se requiere que sean informados en un lenguaje accesible y amigable sobre el procedimiento y su derecho a participar, y que se garantice que su participación es voluntaria; (3) para el desahogo de la prueba, la declaración o testimonio del niño debe llevarse a cabo en una diligencia seguida en forma de entrevista o conversación, la cual debe cumplir con los siguientes requisitos:(a) es conveniente que previamente a la entrevista el juzgador se reúna con un especialista en temas de niñez, ya sea psiquiatra o psicólogo, para aclarar los términos de lo que se pretende conversar con el niño, para que a éste le resulte más sencillo de comprender y continuar la conversación; (b) la entrevista debe desarrollarse, en la medida de lo posible, en un lugar que no represente un ambiente hostil para los intereses del niño, esto es, donde pueda sentirse respetado y seguro para expresar libremente sus opiniones; (c) además de estar presentes el juzgador o funcionario que tome la decisión, durante la diligencia deben comparecer el especialista en temas de niñez que se haya reunido con el 269 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal juzgador y, siempre que el niño lo solicite o se estime conveniente para proteger su superior interés, una persona de su confianza, siempre que ello no genere un conflicto de intereses; (d) en la medida de lo posible, debe registrarse la declaración o testimonio de las niñas y niños íntegramente, ya sea mediante la transcripción de toda la diligencia o con los medios tecnológicos al alcance del juzgado o tribunal que permitan el registro del audio; (4) los niños deben intervenir directamente en las entrevistas, sin que ello implique que no puedan tener representación durante el juicio, la cual recaerá en quienes legalmente estén llamados a ejercerla, salvo que se genere un conflicto de intereses, en cuyo caso debe analizarse la necesidad de nombrar un tutor interino; y (5) debe consultarse a los niños sobre la confidencialidad de sus declaraciones, aunque la decisión final sea del juzgador, para evitarles algún conflicto que pueda afectar su salud mental o, en general, su bienestar. Finalmente, es importante enfatizar que en cada una de estas medidas siempre debe tenerse en cuenta el interés superior de la infancia por lo que no debe adoptarse alguna determinación que implique perjuicio para los niños, más allá de los efectos normales inherentes a su participación dentro del procedimiento jurisdiccional. Otro criterio más para ejemplificar la rigurosidad de las formalidades exigidas, es el emitido por el Primer Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y Civil, del Décimo Noveno Circuito, en la tesis aislada XIX.1o.A.C.5 C, del mes de septiembre de 2013, décima época, que regula la participación de los menores de edad en los procesos judiciales, aduciendo que debe ser preparado previamente mediante actos especiales que preserven su salud psicoemocional, así como su identidad, agregando, entre otros aspectos, “en el auto que requiera de cualquier modo la participación personal de un niño en el proceso judicial, debe definirse, previamente, el lugar específico en que aguardará mientras no se desahogue la diligencia a que haya sido invitado, el cual no podrá ser un pasillo de tránsito común de personas, sala o recinto abierto al Estudios Jurídicos 270 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones acceso público, a fin de evitar la revelación de su fisonomía e identidad, ni someterlo a un esfuerzo físico (como permanecer parado el lapso de espera). Aunado a lo anterior, es necesario que tales lineamientos y condiciones consten en el mismo auto en que se invite a un menor de edad a acudir ante el Juez, a fin de tener certeza de que se adoptarán por decreto judicial tales medidas y, además, para estar en posibilidad de verificar si las que considera aplicables, efectivamente son todas las necesarias y conducentes”. Pues bien, según podemos advertir, el diálogo con las y los menores de edad, hoy por hoy, está inmerso en un enorme abanico de formalidades, a tal extremo que difícilmente algún juzgador de lo familiar podría quedar exento de vulnerar alguna de ellas, baste mencionar el criterio precedente, donde en toda la República mexicana sería muy excepcional que algún menor de edad no estuviera esperando en algún pasillo de tránsito común, sala o recinto abierto de acceso público, a fin de evitar la revelación de su fisonomía e identidad, esto podría observarse tal vez en materia penal, donde creemos que dicha disposición tiene su origen y esencia, y dependiendo de las instalaciones, pero en materia civil-familiar, sería prácticamente imposible, y sin embargo, se reitera, salvo la mejor opinión de las y los amables lectores, y de la propia autoridad federal en cita, el agravio causado no precisamente sería irreparable al extremo de reponer la diligencia de diálogo, pero sí con el riesgo de ser revictimizados; lo mismo acontece, entre otras hipótesis, con el llamamiento novedoso de un perito especialista en temas de niñez, cuando no los hubiera en determinada entidad o la posibilidad de estar acompañado en la audiencia, siendo que el Código Civil para el Distrito Federal, por citar un ejemplo, en su artículo 417, ordena que el diálogo sea llevado sin la presencia de los progenitores. En opinión personal, ante la contrariedad o duda, debe privilegiarse la 271 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal certeza jurídica por encima de la seguridad jurídica, si el objetivo principal es velar por una auténtica tutela judicial, en aras de preservar siempre y ante todo el interés superior de la infancia, sin que sea óbice distinguir los alcances de su aplicación, dependiendo la materia respectiva, ya sea penal, civil, familiar u otra, con matices muy diversos de gravedad, y acaso más el carácter de compareciente que asumirá el o la menor de edad, pues no será igual declarar como víctima o testigo sobre una violación u homicidio, respectivamente, que sobre un régimen de convivencia con sus progenitores, en uno y otro caso, las medidas de resguardo podrían ser diferentes, lo mismo que las consecuencias de su omisión o falta de diligencia, de acuerdo a lo asentado. El estado de indefensión, derivado de un agravio personal y directo, como requisito para la procedencia del juicio de amparo, encuentra sustento en la tesis jurisprudencial XXVII.1o.(VIII Región) J/4 (10a.), consultable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, abril de 2013, con el siguiente contenido: Interés jurídico o interés legítimo para efectos de la procedencia del juicio de amparo. Requisitos fracción constitucional de I, para acreditarlo a partir de la reforma al artículo 6 de junio de 107, 2011. Del artículo 107, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su texto vigente a partir de la entrada en vigor de la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación de 6 de junio de 2011, se advierte que el juicio de amparo se seguirá siempre a instancia de parte agraviada, teniendo tal carácter quien aduce ser titular de un derecho o de un interés legítimo. Luego, a partir de la indicada reforma, como requisito de procedencia del amparo se requiere que: a) El quejoso acredite tener interés jurídico o interés legítimo y, b) Ese interés se vea agraviado. Así, tratándose del interés jurídico, el agravio debe ser personal y directo; en cambio, para el legítimo no se requieren dichas exigencias, pues la afectación Estudios Jurídicos 272 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones a la esfera jurídica puede ser directa o en virtud de la especial situación del gobernado frente al orden jurídico (indirecta) y, además, provenir de un interés individual o colectivo. Lo anterior, salvo los actos o resoluciones provenientes de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, en los que continúa exigiéndose que el quejoso acredite ser titular de un derecho subjetivo (interés jurídico) que se afecte de manera personal y directa. III. CRITERIOS CONTRADICTORIOS DE LA AUTORIDAD FEDERAL, SIN RESOLVER Debido al enorme impacto mediático que han tenido los protocolos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sin que el que nos ocupa haya sido la excepción, en principio la autoridad federal sentó muchos precedentes sobre la obligatoriedad de su observación; sin embargo, con el devenir del tiempo, y seguramente ante la advertencia de muchos casos de excepción en la aplicación práctica, dichos criterios se han venido modificando, quedando pendiente por resolver alguna posible contradicción de tesis en dicha temática. En efecto, en relación al carácter vinculante, y por ende obligatorio del Protocolo de la Corte, relativo a niñas, niños y adolescentes, tenemos la tesis aislada, consultable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, libro XVIII, marzo de 2013, materia(s) constitucional, civil, tesis VII.2o.C.36 C (10a.), que a la letra dice: Derechos humanos. El Protocolo de actuación para quienes imparten justicia en casos que afecten a niñas, niños y adolescentes, elaborado por la de Justicia de la Suprema Corte Nación, es vinculante, al reflejar los compromisos firmados por el Estado Mexicano en aquella materia. Dicho instrumento se considera vinculante, toda vez que refleja los compromisos firmados por el Estado Mexicano en materia de derechos humanos, en relación con el trato que se debe dispensar a los menores 273 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal que se enfrentan a un proceso judicial de cualquier índole, por ello, cuando éstos tengan que testificar o declarar ante un Juez o en un juicio en donde estén inmiscuidas su guarda y custodia, deberán aplicarse, en lo conducente, las reglas contenidas en el capítulo III en sus numerales del uno al siete del protocolo en cita. Ahora bien, por cuanto hace al carácter no vinculante, y por ende potestativo en su aplicación, entre los criterios de la autoridad federal, aparece la tesis aislada 1a. CCLXIII/2014 (10a.), de la Primera Sala, consultable en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, del mes de julio de 2014, tomo I, materia(s) constitucional, que se reproduce a continuación: Protocolo de actuación para quienes imparten justicia en casos que involucren niñas, niños y adolescentes emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. No es vinculante y por tanto no tiene valor normativo para fundar una decisión jurisdiccional, pero constituye una herramienta para quienes ejercen dicha función. Diversos organismos internacionales, como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, han emitido diversas directrices sobre la justicia en asuntos concernientes a niños, dirigidas especialmente a casos en los que los niños han sido víctimas o testigos de delitos, las cuales tienen por objeto reducir o evitar, en la medida de lo posible, la victimización secundaria. Algunas de esas recomendaciones han sido acogidas por esta Suprema Corte de Justicia de la Nación en el Protocolo de Actuación para quienes imparten justicia en casos que involucren Niñas, Niños y Adolescentes, señalando al respecto que sobre las pruebas periciales existen algunas directrices relacionadas con su registro, repetición y valoración que deben considerarse. Así, aunque ese protocolo no es vinculante y por tanto no tiene valor normativo para fundar una decisión jurisdiccional, sí constituye una herramienta para los juzgadores, pues a la luz de los compromisos adquiridos por el Estado Mexicano en materia de derechos humanos, que se refieren a niñas, Estudios Jurídicos 274 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones niños y adolescentes, establece prácticas para el acceso a la justicia, fundadas en el respeto a los derechos de ese grupo vulnerable, lo cual es trascendente, pues no se puede negar que la forma de realizar las entrevistas al menor puede ser crucial para obtener una respuesta que sea más apegada a la realidad; que deben evitarse las preguntas cerradas y repetirse las preguntas lo menos posible, para impedir que se vicien las respuestas. Asimismo, en los casos en los que haya indicios de maltrato infantil, violencia familiar, incluso abuso sexual o conflictos emocionales derivados de divorcios conflictivos, los lineamientos citados persiguen una doble finalidad: a) obtener un testimonio de calidad y conocer con un mayor grado de certeza lo que piensa o siente el menor; y, b) evitar, en la medida de lo posible, revictimizarlo. Esperamos que muy pronto se disipe dicha incógnita, para evitar innumerables amparos que se están concediendo en forma contradictoria propiciando la confusión de los peticionarios, y, en general, del foro jurídico, pero sobre todo, que la impartición de justicia no cumpla con el imperativo contemplado en el artículo 17 constitucional, que ordena resolver los diferendos de manera pronta, completa e imparcial. IV. CUESTIONAMIENTOS ADICIONALES SOBRE LA APLICABILIDAD DEL PROTOCOLO Los argumentos antes vertidos, no son producto de la casualidad o la improvisación, sino resultado de la actividad judicial que día a día observamos en los casos concretos sometidos a nuestro conocimiento, y cuyas resoluciones no dejan de sorprendernos debido a los estragos que causan en las familias mexicanas, toda vez que un procedimiento que podría durar meses, debido a dichas prácticas irregulares, en mi opinión, además dilatorias, llegan a durar años, ya que un número importante de reposiciones son ordenadas a partir de la primera instancia, 275 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal es decir, en vez de durar tres o cuatro instancias para efectos prácticos, suelen ser hasta ocho, esto sucede cuando se resuelve alguna situación mediante sentencia interlocutoria, que a la vez admite recurso de apelación, amparo indirecto y recurso de revisión en al amparo, que se duplican por la reposición. En otro orden de ideas, pero en el mismo afán depurativo, hemos podido advertir innumerables actitudes de los juzgadores de diversas instancias, que con buenas intenciones, sin duda, terminan por lesionar gravemente a los miembros de la familia, alargando innecesariamente los procesos, y por ende, haciendo nugatoria la justicia. En efecto, resulta frecuente que colegas magistrados de la República mexicana, y desde luego autoridades federales, tan pronto advierten que el juez primario no cumplió con alguno de los requisitos del Protocolo, por mínimo que sea, ordenan la reposición del procedimiento, así sucede, cuando incluso, si el menor contaba con menos de dos años de edad, y no estuviera acreditada la incapacidad para declarar, por profesionales especializados y pruebas objetivas; si el juez no sostuvo una interacción previa a la audiencia para establecer un ambiente de confianza; si no dictó resolución para hacerle saber al asistente de menores la posibilidad de que éste, a su vez, pudiera solicitar hasta dos entrevistas previas a la escucha de la o el menor de edad; si el diálogo no fue grabado y se omitió la transcripción literal, entre otras muchas hipótesis relacionadas con el tema de aplicabilidad, y sin embargo, se repite, habría que analizar detenidamente si estas omisiones causaron o no un verdadero agravio irreparable a los infantes, más aún cuando nadie hace valer motivo de inconformidad, como solía suceder, por lo general, antes de la publicación de dicho instrumento federal. Otra actitud muy respetable, pero que no comparto, es la práctica constante de reponer los procedimientos cuando de constancias de auEstudios Jurídicos 276 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones tos, algunos colegas advierten que el diálogo o estudios psicológicos ordenados y desahogados por el juez de origen, fueron practicados hace más de seis meses, contados desde que el asunto llegó a la Sala, en cuyo caso consideran que los mismos ya no tienen validez, aplicando contrario sensu, el criterio de que no puede dialogarse o practicar estudios sucesivos dentro de dicho periodo para evitar la revictimización. Luego entonces, estiman, que pasados seis meses, pueden y deben repetir la diligencia para mejor proveer, que no es otra cosa que dilatar, pasando por alto tres aspectos fundamentales: a) el diálogo o estudio respectivo se ajusta más a la temporalidad de los hechos materia de la litis; b) nadie se está inconformando con su contenido, y c) genera un gran desgaste en las partes y dilatación en la impartición de justicia. De ahí el dicho de que muchas veces el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones. V. CONCLUSIONES Primera. El protocolo de actuación para quienes imparten justicia en casos que afecten a niñas, niños y adolescentes, emitido y publicado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, contiene conceptos, principios y reglas de actuación generales, que para efectos prácticos se traducen en formalidades hasta cierto punto rigurosas de cumplir, ya que por una parte los códigos sustantivos y procesales no las contemplan, y por el contrario se llegan a contravenir, como sucede con la determinación legal de que la o el menor sea escuchado sin presencia de los progenitores, cuando el protocolo sí lo permite; por otra parte, si bien es cierto, dicho Protocolo pretendió recoger lo establecido en el ordenamiento jurídico interno, así como lo reconocido en el amplio catálogo de instrumentos y documentos expedidos por el Derecho internacional de los derechos humanos, también lo es, que se realizó una fusión generalizada, que en opinión personal, no aplicaría con el mismo rigor y 277 Estudios Jurídicos Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal alcance jurídico para todos los procesos judiciales, independientemente de la materia. Segunda. En consecuencia, los juzgadores tanto locales como federales, deberán ser muy analíticos para valorar la aplicación de dicho Protocolo, atendiendo especialmente al método de interpretación sistemático, aplicando la ley al caso concreto controvertido, dependiendo de la materia respectiva, máxime cuando el propio Protocolo fue elaborado recogiendo directrices de diversa índole, como lo son, entre otras: “Directrices sobre la justicia en asuntos concernientes a los niños víctimas y testigos de delitos”, “Manual sobre la justicia en asuntos concernientes a los niños víctimas y testigos de delitos para uso de profesionales y encargados de la formulación de políticas”, “Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil (Directrices de Riad). Aspectos que difieren sustancialmente en otras materias como la familiar, donde las y los menores de edad, incluso, no pueden comparecer como testigos, según tesis de jurisprudencia vigente. Tercero. Existen criterios discrepantes por parte de la autoridad federal, en cuanto al carácter obligatorio o no de la aplicación del Protocolo, que ameritan su pronto esclarecimiento para definir los alcances y limitaciones para los justiciables, en aras de preservar el estado de Derecho, atendiendo al interés superior de la infancia. Cuarto. Las autoridades revisoras, locales y federales, deben ser muy escrupulosas al revisar las posibles violaciones procesales que se susciten en la aplicación del citado Protocolo, en relación con la normatividad secundaria, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y los convenios internacionales, para definir si las omisiones o imperfecciones procesales, causan o no estado de indefensión en los quejosos o recurrentes, y acaso más, si la posible reposición del procedimiento no contraviene el propio Protocolo revictimizando a las niñas, niños y Estudios Jurídicos 278 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones adolescentes, de tal forma que les pueda causar daño psicológico como consecuencia de las declaraciones reiteradas, rememorar los hechos en un ambiente muy formal y distante, que no permita su comprensión y tranquilidad de ellos, interrogatorios repetidos, demoras prolongadas o innecesarias, la declaración frente a la persona acusada y otros requerimientos legales que pueden ser intimidantes y causar repercusiones a largo plazo en su desenvolvimiento. 279 Estudios Jurídicos Índice del Tomo 334 MATERIA CIVIL –A– ACCIÓN DE EXTINCIÓN DE DOMINIO. CONCEPTO Y NATURALEZA JURÍDICA. La extinción de dominio es la pérdida de los derechos de propiedad de los bienes mencionados en el artículo 5o. de la Ley de la materia, sin contraprestación ni compensación alguna para el afectado, cuando se acredite el hecho ilícito en los casos de delincuencia organizada, secuestro, robo de vehículos y trata de personas, y el afectado no logre probar la procedencia lícita de dichos bienes, su actuación de buena fe, ni que estaba impedido para conocer su utilización ilícita. Por otra parte, la acción de extinción de dominio es autónoma, distinta e independiente de cualquiera otra de naturaleza penal que se haya iniciado simultáneamente, de la cual emane o en la que tuviera origen; es jurisdiccional, de carácter real y de contenido patrimonial; creada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal con el propósito de hacer frente a la delincuencia organizada, para brindar seguridad pública y justicia, como dos de los bienes más preciados con los que deben contar los habitantes de la ciudad de México. De lo anterior resulta que para la procedencia de esta acción no es necesario acreditar conforme al Derecho penal la existencia de un delito ni los elementos del tipo, ni menos aún, que se haya cometido en el domicilio sujeto al procedimiento de extinción de dominio. Por tanto, en términos de lo que establece el artículo 281 del código de procedimientos civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Extinción de Dominio para el Distrito Federal, a la parte actora le corresponde probar los hechos constitutivos de su acción, y al afectado y al tercero llamado a juicio, sus y defensas. excepciones 7 ACCIÓN DE EXTINCIÓN DE DOMINIO. EL PLAZO LEGAL PARA PRESENTAR LA DEMANDA, DE VEINTICUATRO HORAS, A QUE SE REFIERE LA LEY DE LA MATERIA, NO IMPLICA QUE SE ESTÉ ANTE LA PRESENCIA DE UN REQUISITO DE PROCEDIBILIDAD. Si bien es verdad que conforme al artículo 32 de la Ley de Extinción de Dominio, en el caso de que el agente del 281 Índice Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Ministerio Público acuerde ejercer la acción, la presentará ante el juez, dentro de las veinticuatro horas siguientes, también lo es que este término no implica que se esté ante la presencia de un requisito de procedibilidad para el ejercicio de la acción de extinción de dominio. Resulta claro, por el contrario, que dicho término se establece como un mínimo y no como un máximo para ejercer la acción, y no puede considerarse como una condición a la que se encuentre sujeta la acción de extinción de dominio, y que ello tenga como consecuencia su improcedencia. 8 –P– PRESTACIÓN DE SERVICIOS PROFESIONALES. A FIN DE TENER DERECHO AL COBRO DE LOS HONORARIOS, DEBE EXHIBIRSE PRUEBA IDÓNEA Y DIRECTA QUE DEMUESTRE ESTAR AUTORIZADO A EJERCER LA PROFESIÓN RESPECTIVA. Cuando se ejercita la acción de pago de honorarios derivada de un contrato de servicios profesionales, es requisito indispensable de conformidad con el artículo 281 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, que el actor acredite a través de prueba idónea y directa que está autorizado para ejercer la profesión respectiva, en el presente caso, de licenciado en Contaduría Pública y para ello, deberá exhibir la cédula profesional respectiva, por ser el documento público y oficial mediante el cual se comprueba de manera fehaciente que la persona a cuyo favor fue expedida cumplió con los requisitos legales requeridos para el ejercicio de esta profesión, pues con dicha documental pública está justificando su derecho al cobro de ese concepto y, además, se da la oportunidad al demandado para que, en su caso, impugne el mismo, lo que es acorde a las reglas que rigen la carga de la prueba en materia civil y con ello se salvaguarda el principio de igualdad procesal de las partes; lo anterior, conforme a lo dispuesto en los artículos 5o. constitucional, párrafo segundo, en relación con los numerales 2606 y 2608 del para el Distrito Código Civil Federal. 33 Índice 282 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones MATERIA MERCANTIL –P– PAGARÉ, COBRO DE INTERESES SUPERIOR A LAS TASAS FIJADAS POR LAS INSTITUCIONES DE CRÉDITO. ELEMENTOS DE LA REVISIÓN OFICIOSA FUNDADA EN LA OBLIGACIÓN DE VIGILAR LA APLICACIÓN DEL CONTROL DE CONVENCIONALIDAD. Para precisar si se actualiza o no el fenómeno usurario de cobro de intereses, deben tomarse en cuenta las particularidades del caso, así como las circunstancias económicas que puedan influir en el asunto; luego, si la pretensión se funda en un pagaré en el que se estableció un monto de pago, fecha de vencimiento, además de un pago de interés moratorio, es necesario tomar en cuenta para la condena de intereses, los diversos reportes con tablas de interés bancario, publicadas por el Banco de México en su portal de Internet. Dicho órgano de gobierno presenta los indicadores básicos sobre tasas de interés y comisiones en el mercado de las tarjetas de crédito, ponderándose aquellos datos que abarcan la tasa efectiva promedio estimada en el año en que se suscribió el pagaré exhibido como base de la acción, así como el CAT (Costo Anual Total). Este último es un indicador del costo total del financiamiento aplicable a todo tipo de crédito, con el cual es posible comparar el costo financiero entre créditos, que incluye el monto del crédito, intereses ordinarios, impuesto al valor agregado, comisiones, gastos, primas de seguros requeridas, amortizaciones de principal, descuentos, bonificaciones pactadas en el contrato, y cualquier otro cargo que deba pagar el cliente al momento de contratar el crédito y durante su vigencia, incluyendo la diferencia entre el precio al contado de un bien y su precio a crédito, lo cual se expresa como el porcentaje anual, según lo establece el Banco de México. Lo anterior, con la finalidad de advertir si la variación del índice inflacionario durante la vigencia del crédito y la tasa mensual promedio resultan mucho menores a los intereses convenidos, y en caso de evidenciarse una desproporción en el pacto de intereses y las tasas de interés anualizadas vigentes en el sistema financiero mexicano, es posible determinar prudencialmente al momento de dictar el fallo definitivo, la reducción de la tasa de interés, cuando su resultado sea notoriamente excesivo, ello a fin de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de las partes que se encuentran contenidos en nuestra Constitución Política, así como en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano es parte. 49 283 Índice Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal MATERIA FAMILIAR –A– ACTA DE NACIMIENTO POR REASIGNACIÓN SEXO-GENÉRICA. AL ESTAR COMPROBADO EN JUICIO LA CALIDAD DE TRANSGÉNERO, EL ÓRGANO JUDICIAL DEBE DECRETAR EL LEVANTAMIENTO DE UNA NUEVA ACTA PARA AJUSTARLA A LA REALIDAD SOCIAL. El sexo, el género y la identidad de género son características que conforman algunos de los aspectos más esenciales de la vida de una persona; entendiendo por sexo las características biológicas (genéticas, hormonales, anatómicas y fisiológicas) a partir de las cuales las personas son clasificadas como hombre o mujer; en cambio, el género se refiere a las características que social y culturalmente se consideran identificadas como “masculinas” y “femeninas”; y, por identidad de género, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos establece que ésta debe entenderse como la identificación que tiene una persona de sí misma y cuando no existe una convicción de identificarse dentro de la categorización masculino-femenino estamos ante la presencia de un “trans”. Por otro lado, el papel del órgano jurisdiccional, a raíz de las reformas realizadas a la Carta Magna en el año 2011, se circunscribe en promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, incluso se extiende a la obligación de combatir la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género. Ante ese panorama, si de actuaciones constan diversas documentales, dictámenes periciales y demás medios probatorios con los que se acredita fehacientemente que el actor es una persona transgénero, pues ha vivido en forma permanente y de manera voluntaria en el rol que corresponde al otro género, distinto del que le fue asignado al momento de su nacimiento, existiendo así una discordancia sexo-genérica, se hace evidente la necesidad de ajustar su realidad social. Por ello deberá declararse procedente la acción y ordenar el levantamiento de una nueva acta de nacimiento, en términos de lo dispuesto en los artículos 1o. y 4o. constitucionales, en relación con el precepto 135 Bis del Código Civil para el Distrito Federal. 107 Índice 284 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones –R– RECTIFICACIÓN DE ACTA. PROCEDENCIA DE LA ENMIENDA DEL NOMBRE Y APELLIDOS BAJO EL ESQUEMA DE PROTECCIÓN DE DERECHOS HUMANOS. A la luz del nuevo paradigma de protección de los derechos humanos establecido en el artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y con base en el principio pro persona –el cual obliga a la autoridad a realizar una interpretación de la norma en la forma que resulte más favorable y más extensiva de sus derechos–, se debe estimar que la fracción II del artículo 135 del Código Civil y los alcances del derecho al nombre deben interpretarse en el sentido de que es posible enmendar este dato esencial, determinante de la personalidad de un ser humano, para adecuarlo a la realidad, social y jurídica, en la que una persona se desenvuelve no sólo por su uso constante, sino para que exista una concordancia en las diferentes dimensiones que integran esa realidad, como puede ser la social, familiar o psicológica, pues el derecho al nombre está íntimamente vinculado al derecho a la identidad, así como al derecho a la integridad personal en sus partes psíquica y moral. Las anteriores son prerrogativas contempladas tanto en el artículo 29 de nuestra Carta Magna, como en los numerales 5 y 18 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, “Pacto de San José de Costa Rica”, de la que México es parte; máxime que el nombre no es propiamente elegido por la persona que lo ha de ostentar sino que depende de la voluntad de quienes la registran, en el caso del nombre propio, y sirve para distinguir a los integrantes de una misma familia. Por otra parte, los apellidos hacen referencia a la familia a la que pertenecen. 93 –S– SOCIEDAD CONYUGAL, LIQUIDACIÓN DE. LAS REGALÍAS QUE SE OBTIENEN DE LA COMERCIALIZACIÓN DE UNA OBRA LITERARIA SÍ SON SUSCEPTIBLES DE EMBARGO Y, POR TANTO, DE FORMAR PARTE DE UNA SOCIEDAD CONYUGAL. Las regalías que se obtienen de la comercialización de una obra literaria sí son susceptibles de embargo y, por tanto, de formar parte de una sociedad conyugal, conforme a lo dispuesto por los artículos 26 bis y 41 de la Ley Federal de Derechos de Autor en relación con los numerales 182 Bis, 182 Ter y 182 Quáter del Código Civil para el Distrito Federal, ya que coforme al numeral citado 285 Índice Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal en primer término, constituyen un incentivo económico de carácter irrenunciable, garantizado y previsto por el Estado en favor del autor de la obra o su causahabiente, que está compuesto de un determinado porcentaje a cargo de quien comunica o transmite públicamente la obra por cualquier medio, en tanto que el segundo de los preceptos de la Ley Federal señala que los frutos y productos que se deriven del ejercicio de un derecho patrimonial, sí son embargables; luego entonces, las regalías no pertenecen exclusivamente al autor de la obra, por lo que sí forman parte de establecida por los consortes. la sociedad conyugal 77 MATERIA PENAL –L– LIBERTAD POR DESVANECIMIENTO DE DATOS. LA IMPUGNACIÓN CONDICIONADA DE LOS LEGÍTIMOS REPRESENTANTES DEL OFENDIDO VULNERA DERECHOS HUMANOS (INAPLICACIÓN DEL ARTÍCULO 417, FRACCIÓN III, DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES). Conforme a lo dispuesto en el artículo 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos, según el cual, “toda persona que vea afectados sus derechos o intereses legales vinculados con un proceso penal por parte de la autoridad, tiene derecho a la existencia y accesibilidad a un medio de impugnación que permita dirimir su planteamiento de inconformidad”, así como la parte II, Artículo 2, número 3, incisos a, b y c, del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos que dispone que “toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en ese Pacto hayan sido violados, podrán interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación hubiera sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales”. Por tanto, al no contemplar la legislación procesal ordinaria para el Distrito Federal algún medio de impugnación que permita a la víctima u ofendido de un delito, resistir o combatir la eventual ilegalidad de una resolución donde se determine la libertad por desvanecimiento de datos, sino que por el contrario, existe la limitatante prevista en el precepto 417 del Código de Procedimientos Penales que dispone: “Tienen derecho a apelar: III. El ofendido o sus legítimos representantes, cuando aquél o éstos coadyuven en la acción reparadora, y sólo en lo relativo a ésta”, se vulneran los derede la víctima. chos humanos 125 Índice 286 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones LIBERTAD POR DESVANECIMIENTO DE DATOS. PROCEDENCIA DEL RECURSO DE APELACIÓN INTERPUESTO POR LA VÍCTIMA, A TRAVÉS DE SU REPRESENTANTE, COADYUVANTE DEL MINISTERIO PÚBLICO. La intervención activa de la víctima tiene como finalidad que el procedimiento penal culmine con una sentencia condenatoria, incluyendo la reparación del daño considerada una pena pública. De esta manera, para que surja es necesario que previamente se acredite la pretensión punitiva del proceso penal, es decir, la existencia del delito y la responsabilidad penal, de ahí que, aquella víctima, quien se constituyó como coadyuvante por conducto de su representante, puede interponer recurso de apelación en contra de la sentencia interlocutoria donde se declare procedente la libertad por desvanecimiento de datos del inculpado por la comisión del delito imputado, ya que si bien es cierto tal acto no vulnera en forma directa la reparación del daño, sí implica que, de facto, esa reparación no ocurra en la práctica, pues no se debe perder de vista que la interlocutoria emitida en términos del artículo 547, fracción I, del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, y al haberse decretado el sobreseimiento de la causa, en conformidad al numeral 667 del mismo ordenamiento legal, surte efectos de una sentencia absolutoria con valor de cosa juzgada, lo que trae como consecuencia que se haga nugatorio el derecho fundamental de la víctima a la reparación de este concepto. 126 –R– RECURSO DE APELACIÓN POR AFECTACIÓN A LOS DERECHOS FUNDAMENTALES. SU PROCEDENCIA TRATÁNDOSE DE LAS VÍCTIMAS U OFENDIDOS. La Ley General de Víctimas publicada en el Diario Oficial de la Federación el 9 de enero de 2013, tuvo como objeto crear un conjunto amplio de medidas en beneficio de las víctimas, que posibiliten el goce efectivo de sus derechos, entre ellos el acceso a la justicia, estableciendo y coordinando los mecanismos y medidas necesarias para promover, respetar, proteger, garantizar y permitir el ejercicio efectivo de sus derechos, vinculando a todas las autoridades en el ámbito de sus distintas competencias para que cumplan con sus obligaciones. De este modo, se les reconoce el derecho a la justicia mediante la interposición de los recursos en contra de las decisiones que afecten sus intereses y el ejercicio de sus derechos, entre ellos coadyuvar con el Mi- 287 Índice Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal nisterio Público e intervenir en el juicio como parte plena, es decir, haciendo valer sus derechos, los cuales no podrán ser menores a los del inculpado, en términos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, artículos 1o., 17 y 20, así como los tratados internacionales de derechos humanos, artículo 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos, y parte II, Artículo 2, número 3, incisos a, b y c, de los Derechos Civiles y Políticos. del Pacto Internacional 127 MATERIA JUSTICIA PARA ADOLESCENTES –I– INTÉRPRETE, DESIGNACIÓN DE. ES UN DERECHO INALIENABLE DE LAS VÍCTIMAS QUE NO HABLEN CASTELLANO, PARA ACCEDER PLENAMENTE A LA JURISDICCIÓN DEL ESTADO. El Constituyente permanente consagró a nivel constitucional, como un derecho inalienable de las víctimas, el acceder plenamente a la jurisdiccional del Estado, tal y como lo señala el apartado B de la fracción VIII del artículo 2o. constitucional, donde se prioriza su derecho a ser asistidas por intérpretes y defensores que tengan conocimiento de su lengua y cultura, obligación que la ley secundaria, concretamente el código procesal penal, supletorio de la Ley de Justicia para Adolescentes, también recoge; incluso el diverso numeral 186 de la citada regulación expresamente prohíbe que un testigo sea intérprete. Por ende, si la juez constató que los agraviados son indígenas, que no hablan castellano, debió proveer a los ofendidos de intérprete, a fin de comunicarse a través de su lengua y entender las implicaciones jurídicas del proceso en el que se encuentran involucrados para garantizar su derecho a la justicia, al considerarse al intérprete como un puente de comunicación oral, atendiendo a lo que previene el derecho interno y la normativa internacional, en el artículo 12 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo. Con esto se hace eficaz el derecho de a la reparación del daño. las víctimas 157 –M– MINORÍA DE EDAD DEL ADOLESCENTE. EN EL SISTEMA PENAL ACUSATORIO JUVENIL, NO ES SUSCEPTIBLE DE ACUERDOS PROBATORIOS. En el sistema integral de justicia juvenil, la edad del adolescente no puede, ni debe ser Índice 288 objeto de acuerdos probatorios; en primer lugar, porque se trata de una cuestión de carácter público y de observancia general, al ser un presupuesto procesal que la juzgadora debe verificar incluso de manera oficiosa, ya que no resulta potestativo determinar la minoría de edad del adolescente, puesto que de ahí derivará la competencia o incompetencia de la autoridad judicial; por otro lado, resultaría inadecuado permitir que las partes motu proprio discutieran y se pusieran de acuerdo respecto de la edad del adolescente, con base únicamente en documentales ofertadas por ellos. 173 –R– REPARACIÓN DEL DAÑO, PRESCRIPCIÓN DE LA. EL AUTO QUE DECLARA EXTINTA LA POTESTAD PARA EJECUTARLA SÍ ES APELABLE EN EL SISTEMA DE JUSTICIA PARA ADOLESCENTES. Sin desconocer que el artículo 93 de la ley de la materia no prevé expresamente recurso contra la extinción de la potestad para ejecutar la reparación del daño, también lo es que esta omisión conlleva a la aplicación supletoria del código procesal penal, en este caso del artículo 418, fracción III, en relación al 94, fracción IX, del código punitivo, aplicabilidad que efectivamente procede, de acuerdo a lo previsto en los artículos 13 y 92 de la Ley que rige la materia de adolescentes y, en concreto, respecto al medio de impugnación que nos ocupa, pues ello no controvierte los principios que sustentan el Sistema Especializado en Materia de Justicia Juvenil, debiendo recordar que la finalidad de la supletoriedad, como lo ha establecido la Corte es, precisamente, colmar lagunas legislativas, sin llegar al extremo de implementar derechos o instituciones no regulados en la ley que ha de suplirse. Por tanto, contrario a lo que sostiene la juzgadora, la materia del recurso los ofendidos sí es apelable. que plantean 158 –S– SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCESO A PRUEBA EN EL SISTEMA INTEGRAL DE JUSTICIA PARA ADOLESCENTES. TIENE COMO OBJETO EVITAR LA JUDICIALIZACIÓN INNECESARIA EN CUMPLIMIENTO AL DERECHO A UNA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA PRONTA Y EXPEDITA QUE CONTRIBUYA A LOS FINES DE LA REINSERCIÓN SOCIAL. Las bases del sistema integral de justi289 Índice Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal cia para adolescentes, sustentado en la doctrina de protección integral, incorporado al Estado mexicano a través de la reforma de diciembre de 2005, al artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tiene como sustento el paradigma adoptado por la Convención sobre los Derechos del Niño, conforme al cual se considera a los jóvenes de entre 12 y 18 años de edad, como responsables y sujetos de plenos derechos, por lo que al ser incorporados al Derecho penal modalizado, debe garantizarse el cumplimiento de derechos fundamentales reconocidos constitucionalmente a cualquier persona sujeta a un proceso penal, pero, además, aquellos derechos específicos reconocidos por la normativa local e internacional atendiendo a su calidad de personas en desarrollo. En este sentido, en junio de 2008, el sistema de justicia penal y seguridad pública, se transformó con motivo de la reforma constitucional a diversos preceptos, bajo el cual se pretende transitar de un procedimiento de corte inquisitivo mixto a uno acusatorio adversarial, lo que indudablemente también trasciende a la justicia juvenil, al haber sido considerada previamente parte de la justicia penal, aunque como se dijo con el matiz de ser modalizada. Así, se advierte como característica del sistema acusatorio la utilización prioritaria de salidas alternas o soluciones anticipadas al juicio, como medios para la descongestión del propio sistema –como son los mecanismos alternativos de solución de controversias o mecanismos de aceleración–, los cuales tienen por objeto evitar la judicialización innecesaria de aquellos asuntos que son de transcendencia mínima y que podrían concluirse a través de otras formas de solución, por ejemplo, la suspensión condicional del proceso a prueba. De esa manera se da prioridad a otros asuntos que por su trascendencia jurídica y social deben ser del conocimiento del tribunal, en cumplimiento al derecho a una administración de justicia pronta y expedita que contribuya social. a los fines de la reinserción 191 SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCESO A PRUEBA. REQUISITOS FORMALES. A efecto de determinar los requisitos formales de la suspensión condicional del proceso, como forma de solución anticipada, y ante la ausencia de disposición en la legislación especializada, el operador judicial debe hacer uso de la doctrina como principio general, en tanto que a través del derecho comparado puede realizar un análisis de estas figuras jurídicas, al constituir un nuevo esquema de la justicia penal. Así, se establecen de manera uniforme –adaptados a la justicia para adolescentes, atendiendo su carácter modalizado y a sus características propias– como requisitos Índice 290 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones formales, los siguientes: a. La conducta no esté considerada como grave; b. El adolescente admita el hecho de manera libre, voluntaria y sin ningún tipo de coacción o violencia; c. Existan datos en la investigación que permitan corroborar que el hecho atribuido es verosímil. d. No tenga o haya tenido otro proceso suspendido; e. No haya sido condenado por otra conducta tipificada como delito doloso; y f. Se pague la reparación del daño o se garantice a satisfacción de la víctima u ofendido o se apruebe un plan de reparación. 192 ESTUDIOS JURÍDICOS La mediación y la oralidad en la justicia familiar Navarrete Villarreal Víctor Manuel 209 El enemigo en el Derecho penal funcionalista a la luz del análisis del Sistema-mundo capitalista neoliberal Padilla Lizbeth Xóchitl Sanabria 225 El protocolo de la Suprema Corte en el diálogo con niñas, niños y adolescentes. Entre la contrariedad y la revictimización Godínez Lázaro Tenorio 263 291 Índice Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Índice de Sumarios PRIMERA SALA CIVIL Materia Civil Acción de extinción de dominio. Concepto y naturaleza jurídica. La extinción de dominio es la pérdida de los derechos de propiedad de los bienes mencionados en el artículo 5o. De la ley de la materia, sin contraprestación ni compensación alguna para el afectado, cuando se acredite el hecho ilícito en los casos de delincuencia organizada, secuestro, robo de vehículos y trata de personas, y el afectado no logre probar la procedencia lícita de dichos bienes, su actuación de buena fe, ni que estaba impedido para conocer su utilización ilícita. Por otra parte, la acción de extinción de dominio es autónoma, distinta e independiente de cualquiera otra de naturaleza penal que se haya iniciado simultáneamente, de la cual emane o en la que tuviera origen; es jurisdiccional, de carácter real y de contenido patrimonial; creada por la asamblea legislativa del distrito federal con el propósito de hacer frente a la delincuencia organizada, para brindar seguridad pública y justicia, como dos de los bienes más preciados con los que deben contar los habitantes de la ciudad de méxico. De lo anterior resulta que para la procedencia de esta acción no es necesario acreditar conforme al derecho penal la existencia de un delito ni los elementos del tipo, ni menos aún, que se haya cometido en el domicilio sujeto al procedimiento de extinción de dominio. Por tanto, en términos de lo que establece el artículo 281 del código de procedimientos civiles, de aplicación supletoria a la ley de extinción de dominio para el distrito federal, a la parte actora le corresponde probar los hechos constitutivos de su acción, y al afectado y al tercero llamado a juicio, sus excepciones 7 y defensas. Acción de extinción de dominio. El plazo legal para presentar la demanda, de veinticuatro horas, a que se refiere la ley de la materia, no implica que se esté ante la presencia de un requisito de procedibilidad. Si bien es verdad que conforme al artículo 32 de la ley de extinción de dominio, en el caso de que el agente del ministerio público acuerde ejercer la acción, la presentará ante el juez, dentro 293 Índice Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal de las veinticuatro horas siguientes, también lo es que este término no implica que se esté ante la presencia de un requisito de procedibilidad para el ejercicio de la acción de extinción de dominio. Resulta claro, por el contrario, que dicho término se establece como un mínimo y no como un máximo para ejercer la acción, y no puede considerarse como una condición a la que se encuentre sujeta la acción de extinción de dominio, y que ello tenga como consecuencia su improcedencia. 8 JUZGADO DÉCIMO PRIMERO DE LO CIVIL DE PROCESO ORAL Materia Civil Prestación de servicios profesionales. A fin de tener derecho al cobro de los honorarios, debe exhibirse prueba idónea y directa que demuestre estar autorizado a ejercer la profesión respectiva. Cuando se ejercita la acción de pago de honorarios derivada de un contrato de servicios profesionales, es requisito indispensable de conformidad con el artículo 281 del código de procedimientos civiles para el distrito federal, que el actor acredite a través de prueba idónea y directa que está autorizado para ejercer la profesión respectiva, en el presente caso, de licenciado en contaduría pública y para ello, deberá exhibir la cédula profesional respectiva, por ser el documento público y oficial mediante el cual se comprueba de manera fehaciente que la persona a cuyo favor fue expedida cumplió con los requisitos legales requeridos para el ejercicio de esta profesión, pues con dicha documental pública está justificando su derecho al cobro de ese concepto y, además, se da la oportunidad al demandado para que, en su caso, impugne el mismo, lo que es acorde a las reglas que rigen la carga de la prueba en materia civil y con ello se salvaguarda el principio de igualdad procesal de las partes; lo anterior, conforme a lo dispuesto en los artículos 5o. Constitucional, párrafo segundo, en relación con los numerales 2606 y 2608 civil para el distrito federal. del código 33 Índice 294 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones JUZGADO VIGÉSIMO DE LO CIVIL DE CUANTÍA MENOR Materia Mercantil Pagaré, cobro de intereses superior a las tasas fijadas por las instituciones de crédito. Elementos de la revisión oficiosa fundada en la obligación de vigilar la aplicación del control de convencionalidad. Para precisar si se actualiza o no el fenómeno usurario de cobro de intereses, deben tomarse en cuenta las particularidades del caso, así como las circunstancias económicas que puedan influir en el asunto; luego, si la pretensión se funda en un pagaré en el que se estableció un monto de pago, fecha de vencimiento, además de un pago de interés moratorio, es necesario tomar en cuenta para la condena de intereses, los diversos reportes con tablas de interés bancario, publicadas por el banco de méxico en su portal de internet. Dicho órgano de gobierno presenta los indicadores básicos sobre tasas de interés y comisiones en el mercado de las tarjetas de crédito, ponderándose aquellos datos que abarcan la tasa efectiva promedio estimada en el año en que se suscribió el pagaré exhibido como base de la acción, así como el cat (costo anual total). Este último es un indicador del costo total del financiamiento aplicable a todo tipo de crédito, con el cual es posible comparar el costo financiero entre créditos, que incluye el monto del crédito, intereses ordinarios, impuesto al valor agregado, comisiones, gastos, primas de seguros requeridas, amortizaciones de principal, descuentos, bonificaciones pactadas en el contrato, y cualquier otro cargo que deba pagar el cliente al momento de contratar el crédito y durante su vigencia, incluyendo la diferencia entre el precio al contado de un bien y su precio a crédito, lo cual se expresa como el porcentaje anual, según lo establece el banco de méxico. Lo anterior, con la finalidad de advertir si la variación del índice inflacionario durante la vigencia del crédito y la tasa mensual promedio resultan mucho menores a los intereses convenidos, y en caso de evidenciarse una desproporción en el pacto de intereses y las tasas de interés anualizadas vigentes en el sistema financiero mexicano, es posible determinar prudencialmente al momento de dictar el fallo definitivo, la reducción de la tasa de interés, cuando su resultado sea notoriamente excesivo, ello a fin de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de las partes que se encuentran contenidos en nuestra constitución política, así como en internacionales los tratados de los que el estado mexicano es parte. 49 295 Índice TERCERA SALA FAMILIAR Sociedad conyugal, liquidación de. Las regalías que se obtienen de la comercialización de una obra literaria sí son susceptibles de embargo y, por tanto, de formar parte de una sociedad conyugal. Las regalías que se obtienen de la comercialización de una obra literaria sí son susceptibles de embargo y, por tanto, de formar parte de una sociedad conyugal, conforme a lo dispuesto por los artículos 26 bis y 41 de la ley federal de derechos de autor en relación con los numerales 182 bis, 182 ter y 182 quáter del código civil para el distrito federal, ya que coforme al numeral citado en primer término, constituyen un incentivo económico de carácter irrenunciable, garantizado y previsto por el estado en favor del autor de la obra o su causahabiente, que está compuesto de un determinado porcentaje a cargo de quien comunica o transmite públicamente la obra por cualquier medio, en tanto que el segundo de los preceptos de la ley federal señala que los frutos y productos que se deriven del ejercicio de un derecho patrimonial, sí son embargables; luego entonces, las regalías no pertenecen exclusivamente al autor de la obra, por lo que sí conyugal establecida por los consortes. forman parte de la sociedad 77 JUZGADO PRIMERO DE PROCESO ORAL FAMILIAR Rectificación de acta. Procedencia de la enmienda del nombre y apellidos bajo el esquema de protección de derechos humanos. A la luz del nuevo paradigma de protección de los derechos humanos establecido en el artículo 1o. De la constitución política de los estados unidos mexicanos y con base en el principio pro persona –el cual obliga a la autoridad a realizar una interpretación de la norma en la forma que resulte más favorable y más extensiva de sus derechos–, se debe estimar que la fracción ii del artículo 135 del código civil y los alcances del derecho al nombre deben interpretarse en el sentido de que es posible enmendar este dato esencial, determinante de la personalidad de un ser humano, para adecuarlo a la realidad, social y jurídica, en la que una persona se desenvuelve no sólo por su uso constante, sino para que exista una concordancia en las diferentes dimensiones que integran esa realidad, como puede ser la social, familiar o psicológica, pues el derecho al nombre está íntimamente vinculado al derecho a la identidad, así como al Índice 296 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones derecho a la integridad personal en sus partes psíquica y moral. Las anteriores son prerrogativas contempladas tanto en el artículo 29 de nuestra carta magna, como en los numerales 5 y 18 de la convención americana sobre derechos humanos, “pacto de san josé de costa rica”, de la que méxico es parte; máxime que el nombre no es propiamente elegido por la persona que lo ha de ostentar sino que depende de la voluntad de quienes la registran, en el caso del nombre propio, y sirve para distinguir a los integrantes de una misma familia. Por otra parte, los apellidos hacen referencia a la que a la familia pertenecen. 93 JUZGADO SEXTO DE PROCESO ORAL FAMILIAR Acta de nacimiento por reasignación sexo-genérica. Al estar comprobado en juicio la calidad de transgénero, el órgano judicial debe decretar el levantamiento de una nueva acta para ajustarla a la realidad social. El sexo, el género y la identidad de género son características que conforman algunos de los aspectos más esenciales de la vida de una persona; entendiendo por sexo las características biológicas (genéticas, hormonales, anatómicas y fisiológicas) a partir de las cuales las personas son clasificadas como hombre o mujer; en cambio, el género se refiere a las características que social y culturalmente se consideran identificadas como “masculinas” y “femeninas”; y, por identidad de género, la comisión interamericana de derechos humanos establece que ésta debe entenderse como la identificación que tiene una persona de sí misma y cuando no existe una convicción de identificarse dentro de la categorización masculino-femenino estamos ante la presencia de un “trans”. Por otro lado, el papel del órgano jurisdiccional, a raíz de las reformas realizadas a la carta magna en el año 2011, se circunscribe en promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, incluso se extiende a la obligación de combatir la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género. Ante ese panorama, si de actuaciones constan diversas documentales, dictámenes periciales y demás medios probatorios con los que se acredita fehacientemente que el actor es una persona transgénero, pues ha vivido en forma permanente y de manera voluntaria en el rol que corresponde al otro género, distinto del que le fue asignado al momento de su nacimiento, existiendo así una discordancia sexo-genérica, se hace 297 Índice Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal evidente la necesidad de ajustar su realidad social. Por ello deberá declararse procedente la acción y ordenar el levantamiento de una nueva acta de nacimiento, en términos de lo dispuesto en los artículos 1o. Y 4o. Constitucionales, en relación con el precepto 135 bis del código civil para el distrito federal. 107 SEXTA SALA PENAL Libertad por desvanecimiento de datos. La impugnación condicionada de los legítimos representantes del ofendido vulnera derechos humanos (inaplicación del artículo 417, fracción iii, del código de procedimientos penales). Conforme a lo dispuesto en el artículo 25 de la convención americana de derechos humanos, según el cual, “toda persona que vea afectados sus derechos o intereses legales vinculados con un proceso penal por parte de la autoridad, tiene derecho a la existencia y accesibilidad a un medio de impugnación que permita dirimir su planteamiento de inconformidad”, así como la parte ii, artículo 2, número 3, incisos a, b y c, del pacto internacional de los derechos civiles y políticos que dispone que “toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en ese pacto hayan sido violados, podrán interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación hubiera sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales”. Por tanto, al no contemplar la legislación procesal ordinaria para el distrito federal algún medio de impugnación que permita a la víctima u ofendido de un delito, resistir o combatir la eventual ilegalidad de una resolución donde se determine la libertad por desvanecimiento de datos, sino que por el contrario, existe la limitatante prevista en el precepto 417 del código de procedimientos penales que dispone: “tienen derecho a apelar: iii. El ofendido o sus legítimos representantes, cuando aquél o éstos coadyuven en la acción reparadora, y sólo en lo relativo a ésta”, se vulneran los derechos humanos de la víctima. 125 Libertad por desvanecimiento de datos. Procedencia del recurso de apelación interpuesto por la víctima, a través de su representante, coadyuvante del ministerio público. La intervención activa de la víctima tiene como finalidad que el procediÍndice 298 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones miento penal culmine con una sentencia condenatoria, incluyendo la reparación del daño considerada una pena pública. De esta manera, para que surja es necesario que previamente se acredite la pretensión punitiva del proceso penal, es decir, la existencia del delito y la responsabilidad penal, de ahí que, aquella víctima, quien se constituyó como coadyuvante por conducto de su representante, puede interponer recurso de apelación en contra de la sentencia interlocutoria donde se declare procedente la libertad por desvanecimiento de datos del inculpado por la comisión del delito imputado, ya que si bien es cierto tal acto no vulnera en forma directa la reparación del daño, sí implica que, de facto, esa reparación no ocurra en la práctica, pues no se debe perder de vista que la interlocutoria emitida en términos del artículo 547, fracción i, del código de procedimientos penales para el distrito federal, y al haberse decretado el sobreseimiento de la causa, en conformidad al numeral 667 del mismo ordenamiento legal, surte efectos de una sentencia absolutoria con valor de cosa juzgada, lo que trae como consecuencia que se haga nugatorio el derecho fundamental de la víctima a la reparación de este concepto. 126 Recurso de apelación por afectación a los derechos fundamentales. Su procedencia tratándose de las víctimas u ofendidos. La ley general de víctimas publicada en el diario oficial de la federación el 9 de enero de 2013, tuvo como objeto crear un conjunto amplio de medidas en beneficio de las víctimas, que posibiliten el goce efectivo de sus derechos, entre ellos el acceso a la justicia, estableciendo y coordinando los mecanismos y medidas necesarias para promover, respetar, proteger, garantizar y permitir el ejercicio efectivo de sus derechos, vinculando a todas las autoridades en el ámbito de sus distintas competencias para que cumplan con sus obligaciones. De este modo, se les reconoce el derecho a la justicia mediante la interposición de los recursos en contra de las decisiones que afecten sus intereses y el ejercicio de sus derechos, entre ellos coadyuvar con el ministerio público e intervenir en el juicio como parte plena, es decir, haciendo valer sus derechos, los cuales no podrán ser menores a los del inculpado, en términos de la constitución política de los estados unidos mexicanos, artículos 1o., 17 Y 20, así como los tratados internacionales de derechos humanos, artículo 25 de la convención americana de derechos humanos, y parte ii, artículo 2, número 3, incisos a, b y c, del civiles y políticos. pacto internacional de los derechos 127 299 Índice Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal PRIMERA SALA ESPECIALIZADA EN JUSTICIA PARA ADOLESCENTES Intérprete, designación de. Es un derecho inalienable de las víctimas que no hablen castellano, para acceder plenamente a la jurisdicción del estado. El constituyente permanente consagró a nivel constitucional, como un derecho inalienable de las víctimas, el acceder plenamente a la jurisdiccional del estado, tal y como lo señala el apartado b de la fracción viii del artículo 2o. Constitucional, donde se prioriza su derecho a ser asistidas por intérpretes y defensores que tengan conocimiento de su lengua y cultura, obligación que la ley secundaria, concretamente el código procesal penal, supletorio de la ley de justicia para adolescentes, también recoge; incluso el diverso numeral 186 de la citada regulación expresamente prohíbe que un testigo sea intérprete. Por ende, si la juez constató que los agraviados son indígenas, que no hablan castellano, debió proveer a los ofendidos de intérprete, a fin de comunicarse a través de su lengua y entender las implicaciones jurídicas del proceso en el que se encuentran involucrados para garantizar su derecho a la justicia, al considerarse al intérprete como un puente de comunicación oral, atendiendo a lo que previene el derecho interno y la normativa internacional, en el artículo 12 del convenio 169 de la organización internacional del trabajo. Con esto el derecho de las víctimas a la reparación del daño. se hace eficaz 157 Minoría de edad del adolescente. En el sistema penal acusatorio juvenil, no es susceptible de acuerdos probatorios. En el sistema integral de justicia juvenil, la edad del adolescente no puede, ni debe ser objeto de acuerdos probatorios; en primer lugar, porque se trata de una cuestión de carácter público y de observancia general, al ser un presupuesto procesal que la juzgadora debe verificar incluso de manera oficiosa, ya que no resulta potestativo determinar la minoría de edad del adolescente, puesto que de ahí derivará la competencia o incompetencia de la autoridad judicial; por otro lado, resultaría inadecuado permitir que las partes motu proprio discutieran y se pusieran de acuerdo respecto de la edad del adolescente, con base únicamente en documentales ofertadas por ellos. 173 . Índice 300 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Reparación del daño, prescripción de la. El auto que declara extinta la potestad para ejecutarla sí es apelable en el sistema de justicia para adolescentes. Sin desconocer que el artículo 93 de la ley de la materia no prevé expresamente recurso contra la extinción de la potestad para ejecutar la reparación del daño, también lo es que esta omisión conlleva a la aplicación supletoria del código procesal penal, en este caso del artículo 418, fracción iii, en relación al 94, fracción ix, del código punitivo, aplicabilidad que efectivamente procede, de acuerdo a lo previsto en los artículos 13 y 92 de la ley que rige la materia de adolescentes y, en concreto, respecto al medio de impugnación que nos ocupa, pues ello no controvierte los principios que sustentan el sistema especializado en materia de justicia juvenil, debiendo recordar que la finalidad de la supletoriedad, como lo ha establecido la corte es, precisamente, colmar lagunas legislativas, sin llegar al extremo de implementar derechos o instituciones no regulados en la ley que ha de suplirse. Por tanto, contrario a lo que sostiene la juzgadora, la materia del recurso que plantean los ofendidos sí es apelable. 158 JUZGADO QUINTO DE PROCESO ORAL DE JUSTICIA PARA ADOLESCENTES Suspensión condicional del proceso a prueba en el sistema integral de justicia para adolescentes. Tiene como objeto evitar la judicialización innecesaria en cumplimiento al derecho a una administración de justicia pronta y expedita que contribuya a los fines de la reinserción social. Las bases del sistema integral de justicia para adolescentes, sustentado en la doctrina de protección integral, incorporado al estado mexicano a través de la reforma de diciembre de 2005, al artículo 18 de la constitución política de los estados unidos mexicanos, tiene como sustento el paradigma adoptado por la convención sobre los derechos del niño, conforme al cual se considera a los jóvenes de entre 12 y 18 años de edad, como responsables y sujetos de plenos derechos, por lo que al ser incorporados al derecho penal modalizado, debe garantizarse el cumplimiento de derechos fundamentales reconocidos constitucionalmente a cualquier persona sujeta a un proceso penal, pero, además, aquellos derechos específicos reconocidos por la normativa local e internacional atendiendo a su calidad de personas en desarrollo. En este sentido, en junio de 301 Índice Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal 2008, el sistema de justicia penal y seguridad pública, se transformó con motivo de la reforma constitucional a diversos preceptos, bajo el cual se pretende transitar de un procedimiento de corte inquisitivo mixto a uno acusatorio adversarial, lo que indudablemente también trasciende a la justicia juvenil, al haber sido considerada previamente parte de la justicia penal, aunque como se dijo con el matiz de ser modalizada. Así, se advierte como característica del sistema acusatorio la utilización prioritaria de salidas alternas o soluciones anticipadas al juicio, como medios para la descongestión del propio sistema –como son los mecanismos alternativos de solución de controversias o mecanismos de aceleración–, los cuales tienen por objeto evitar la judicialización innecesaria de aquellos asuntos que son de transcendencia mínima y que podrían concluirse a través de otras formas de solución, por ejemplo, la suspensión condicional del proceso a prueba. De esa manera se da prioridad a otros asuntos que por su trascendencia jurídica y social deben ser del conocimiento del tribunal, en cumplimiento al derecho a una administración de justicia pronta y a los expedita que contribuya fines de la reinserción social. 191 Suspensión condicional del proceso a prueba. Requisitos formales. A efecto de determinar los requisitos formales de la suspensión condicional del proceso, como forma de solución anticipada, y ante la ausencia de disposición en la legislación especializada, el operador judicial debe hacer uso de la doctrina como principio general, en tanto que a través del derecho comparado puede realizar un análisis de estas figuras jurídicas, al constituir un nuevo esquema de la justicia penal. Así, se establecen de manera uniforme –adaptados a la justicia para adolescentes, atendiendo su carácter modalizado y a sus características propias– como requisitos formales, los siguientes: a. La conducta no esté considerada como grave; b. El adolescente admita el hecho de manera libre, voluntaria y sin ningún tipo de coacción o violencia; c. Existan datos en la investigación que permitan corroborar que el hecho atribuido es verosímil. D. No tenga o haya tenido otro proceso suspendido; e. No haya sido condenado por otra conducta tipificada como delito doloso; y f. Se pague la reparación del daño o se garantice a satisfacción de la víctima u ofendido o se apruebe un plan de reparación. 192 Índice 302 Dirección de Anales de Jurisprudencia y Publicaciones Índice General Pág. Materia Civil............................................................................................................................5 Materia Mercantil..................................................................................................................47 Materia Familiar.....................................................................................................................75 Materia Penal.........................................................................................................................123 Materia Justicia para Adolescentes..................................................................................155 Estudios Jurídicos...............................................................................................................207 Índice del Tomo 334............................................................................................................281 Índice de Sumarios.............................................................................................................293 303 Índice