ULTIMO ANO UF. POR EL l'HE::iDlTEIW DOCTOR FEDERICO C. AGUILAR 1885 BOGOTA IMPRE~TA DE IGNACIO BORDA INTRODUCCION El Congreso de 1880 di6 en mI favor la siguiente ley: Art. ].0 que so hallen Como UIl ostímulo fuera do la Patria, á. los escritores colombianos y como nn premio al sefior doctor F'ederico C. Aguilar por su labor reciente, (le lwci'r'a concr,cl' ventajosamente en la América dol Sill', se le comi~iona para qne continúo su patriótica tarea en la República de~lé~ 2." Los escritog del doctor AgIÚICL1' relativos al asun- xico y on las de Centro-América. Art. ¡ to de quo se tl'ata en esta ley, se publicarán, desdo la sanción de eLa, del modo y en h1 forma que lo juzgue mat; conveniente el Podel' Ejecutivo. Art. 3." PMU los efectos expresados se pagará del Tesoro nacional al soüor doctor Aguilar la, cantidad de ochocientos pesol; (:) 800) como viáticos de ida y ¡'ogl'Oso; y la de doscientoi posos ( ~ 200 ) mensuales durante un aüo, ùesù,e que so ponga ell marella. Art. 4.° No obstanto la dispuest-:> en los artículos ante- riores, facÚItase al Podel' tJjecutivo para que, si la tieue á bieu, poniéndo;Q de acuerdo con el ù'octor Aguilar, pneda emplearlo en algÚn t¡'abajo científico, literario, industrial ó de fo- y mento en el país, acoptar á voluntad ó no esta. dcsignación, hablan los artículos del doctor Aguilar, quien puede ó cumplir la. comisión de que 1." y 2." . Art. 5,° Pal'a los efectos económiC08 de esta ley, se consi- -4deran incluídas en el l'resu~lUe~t.o de gast.os respectivos, las cantidades á que ella se retiel'e, Art. 6." Sancionaùa quü sea esta ley, el Poder Bjecutivo dispondrá lo conveniente pal'a quo comience á cumplil'se inmediatamente, . Dado en Bogotá, :i 13 ail .J ulío de J 88ù, El Presidente del Senado de Plenipotonciari,-,<;, :M. M. CMII'Il!). El Presidente do la Cámara do Representantes, RICAIWO X¡;~Eï.. El Secretario del Senado de Plenipotenciarios, Jnlío E. Pérez. El Secretul'io de la Cámara de Representantes, Antonio José llestrepo. Poder Ejecutivo nacional~.-Bogotá, 14 de Julio de 1880. Publíquese y ejecútese. El Presidente de la UlliÓn, (L. S.) HAE'AET.J NUXEZ. El ~c~I'etarío dû Instrucción p4blica, eneal'gado del Despaèho de Gobierno, M. AMADOR FIERRO. Este honor, que ni busqué ni procurÓ, sino que esquivé en una carta e:-;crita desde Cali al scHor Isidoro Laverdc Amaya, porque no gusto sangrar Ull Tesoro casi exhausto como el nuestro; este horior y la ley que me lo conferta no me impuso m4s deber que el de hacer conocer ventajosamente á la Po,tria en México y en Centro-América. ;\.llnque el segundo artículo citado habló de escritos relativos al asunto de qUA trata la ley, y que se puUicarian del modo y en la forma que lo juzgue más conveniente el Poder Ejecutivo; con todo, -5éste no me ha dicho una sola palabra, ni ha manifestado ell qué forma ó de qué modo cree más conveniente el que se publiquen esos (~scritos. Pcro, llevado del sincero deseo que siempre he tenido, de que la Patri~t ocupe en la Am~rica cspañola el alto lmesto que le corresponde por más de un título, dirigí il El Pasatiempo de Bogotá cuarenta y cinco revistas que vicron la luz en 1882 y 1883, publiqué el año paí'ado una obra Útulada: Colombia en presencia de la~ Repílúlicas Mspa'iw-amcricanas y escribí much08 estudios sobre Colombia en los pcríodicos de :Jléxieo. En mí poder quedan todavía otras diez y nueve revistas redactadas durante el ufto de 1883, en ~Iéxico, Siluo, LeÓn, Guanajuato, Coxcatlan, Orizaba, ,Talapa, Habana y Santiago de Cuba. Estas son las que me propongo publicar ahora, tales como las escribí entonces. En cllus notarán mis lectores las amargas reflexiones que it las veces me sugería el patriotismo contristado al ver los grandes progresos de .México y los casi nulos de Colombia, no obstante sus numerosos y variados elementos de progreso. Ese mortificante contraste lUC irritaba, y yo dejaba correr la pluma empapada en indignación contra los círculos políticos que tantos daños hacen á la Patria y que son la causa de su auarquía, corrupción, atraso y descrédito. Pero, cs preciso advertirlo, yo no culpo á todos los colombianos: nó, de ninguna manera. Considero dividida á Colombia «,u dos clase..,;muy diversfls: la una, formada de l~~inmCllsa mayorÚ~ de la N ación, está compuesta de los -6- ciudadanos pacíficos, honrados y patriota~; IH otra, constante de la minoría, tiene en su seno hombres ambiciosos, inquietos, intolerantes, pendencieros, egoístas, ociosos, dados por oficio (t la política, soñadores, uta,: pistas, y más amantes del pa.rtido que de la Patria. En consecuencia, Illis acusaciones caen exclusivamente sobre los Últimos, en defensa de los primeros, víctimas de tantas intrigas, agii.acioncs y guerras civiles. La holgazancl'ía, por desgracia, l~SIlltís comÚn, y debemos decirlo con franqueza .Ydolor; 110 Itay país en el mundo donde tanto predomine esa I/uestra endémí,;a y epidémica enfermedad. Este pueblo, relativamente moral, no es; ni asesino, Hi ladrón, ni crapuloso en grande escala; al contrario, sobrio, hospitalario, sufrido )' generoso, se distingue por su inteligencia y carácter entusiasta entre todos los dem{u, pueblos americanos. Mas, la pereza le domina, el ocio le encanta, la inacción lc cncr\'u }' el gusto por las divcrsiones le seduce. La gran riqueza de nucstro suelo, su fertilidad sorprendente y el clima ùelicioso nos hacen idólatras del dolce far niente •. la inteligencia, la imaginación ardiente, la susceptibilidad nerviosa, exageraùas, tornan á muchos en díscolos, envidiosos, intolerantes y camorristas. Diré cuatro palabras sobre la as.ignación que hizo en mi favor el Congl'eso de 1880. ~\. fines de ese año recibí en Cali S 400, Y ellg de Enero de 1881 di principio al cumplimiento de la comisión. Siendo el;;acantidad insuficiente para continuar recorriendo las Repúblicas de Centro-América, me regresé de Costa-Rica á -'1- fines de Enero, con la esperanza de hallar en Punamll alguna ::illl1111 remitida allí desde esta capital, para continuar el yinje. X o habiéndoIn encontrado, y estando l'~ca~() de dinero, re~olví pasHr á Caracas, ciudad dc clima 111(:no;;Illfllsano, con cI obj eta de esperar fillí a 1gana reme:;a del (~obierno. E",tn.llO pudo llegarll1e :;ino hasta IlH diados ùe Julio, fecha en que recibí $ 800. 1\'l'dic1o~ ya --ci,.,meses en esperar, no me fué posible ¡'eCOl'rer las otras HepÚhlicas de la ~\.mÚica Central y IIlC dirigí lÍ ;.Jéxico. Ell Puebla recibí, al terminar el ano de 1881, i? l,OOO; á mediados de 1883 percibí en Gnanajuato $ 100, Y l\' tines (18 ese mislllo año, fi 268. Sumadas estas cantidadc~, dan $ 2,8G8. Los restantes S 332 que faltall Ü S 2,868 para sumar los8 3,200 sefialaùos por el Congreso, :;e perdieron en el descuento ae las letras y (ollIn conversión de la moned<t cie plata colombiana en oro extranj era. En CoIÚJ1,dOl1(lerecibí los $ 800, no encontr(~ vapor que zaJ'para para Vel'Ucruz, y vÍme obligado tLdirigirlllc lL Xueva Orleans con el fin de tomar allí el de la línea ,tte.1'(lwlel'. Este no saliÓ por estar sometidos lí cuarentena los buques procedentes de las costas de México. Me vÍ, pUCH,CIl la m~cesidad de pasar lL X lleva York pam tomar allí un vapor que, pasando por la Habana, llegase á Veracruz. Ell ese viaje tuve la desgracin de que me robasen $ 360 en un hotel de Filadclfii¡, y $ 37, oro espai1ol, en la Habana. Me queuaron, pues, reducidos los $ 3,200, asignados por el Gobierno I tí $ 2,471. -8- La sangría de $ 3,200 que en mi fa VOl' se hizo al Tesoro nadonal, quedaba restafiada: Ill, con los $ 1,000 que en la guerra de 1876 se me impusieron r-omo empréstitoforzoso,cantidadqueaun nose me ha reconocido ni pagado, yque deb( tomar, por un año, al ~uterés del dos por ciento mensual; 2g, con los $ 411 que pagué al que hizo lus gestiont's para qne se me devolviese la casa embargada por el Gobierno de la RepÚblica, y los S 85 dados al de Cllndinamarca para que me otorgase la escritura; y finalmente, 3r, con los S800 gastados en componer esa misma casa, tan maltratc:'"ldat'Il el ataque que se hizo á los cuarteles de San Agustín en la revolución de 1861. Era, pues, una justa y disimulada devolución que me hacía el Congreso en nombre de la Patria. Hago estas cuentas, tanto porque en los países republicanos se debe dar raz6n al pÚblico de las cantidades percibidas del Tesoro nacional, las que ropresentan el sudor del pueblo, cuanto por haber sido atacado Ó ~atirizado por algunos periódicos de esta capital, con motivo de la comisión conferida por el Congreso, Bogod, 15 de Mar7.0 de 1885, f· /r:. ft· .Mé~icO, Enero 1.0 de 1883. Señor Redactor de El Pasatiempo. No hay COila más triste para un colombiano que vive en el extranj01'o y que a.gual'da ansioso lil llegada del paquete con el fin de saber algo do Ja Patria; no llay cosa más kiste, ùigo, qlle el Jecl' los pel'iódicos rosas Bxcppcioncs. son noticias acerca ùe Colombia, con algullUq hon- Lo qlle sc busca de pre[el'encia en elloR de Jas felToeaniles en construcci{¡n, de la mejora y ltmpliamiento de la navegación lIuvial, dûl desarrollo dcl comercio y del exceso de las ex r01'taciones sobl'e las importaciones, del pel'feccionamiento (le la industria y del plantamiento de talleres de Al,tes y Oficios, ote. i Vana esperanza! La mayoI' pal'te de nuostra premIa no hace sino dl'~gai:íitarse en las ;;ag,l1'l'eraS políticas qllO promueven los ambiciosos y los inquietos para desacreditar, empobrecer y tmstomal' un país de gram(\;s elementos y de espléndido porvenir, como la es el nnestro. Cierto día comprometí á un mexic,mo á que tuviera la paciencia de !ijarse en varios nÍimeros de nllestl'n. prensa j él acccdi() y, dcspué!> dc leerlos con tl~~enl'ióll, exclamó: pe1eaùores y mitoteros (uoclinchel'Os creo qua on toda la América haya un país donùo tanto " ¡Qué ) son sus pitis:wos I No p-sp:tñola, ni ('n todo 01 mundo, disputen, char'len y peléen como en Colombia. l'CI'O, supongo, añadió para dorar I:t pílùora, qno sólo sean cuatro ilOlgaílunes ambiciosos los quû tanto bregan, y qua b g¡'an mayoría del país se esfuel'íltl en ponúr Ii su Patria aJ nivel de bs otras RepÚblicas, construyendo ferrocarriles, dcsal'l'o]]ando el comercio y alentando la industria nacional. .Al Jeel' estos sus periódicos, y al ver el odio, la hiel y la pasión con qlle t·l radical ataca al consel'vador y ci consorvador al radical, (oste al indepf'ndiento y el independionto al radical 2 -10se me viene á las mientes aquel episodio de la vonta de Don Quijote: 'y como suele dE:cirse, el gato al rato, el rato tí. ]a cuerda, la cuerda a] palo, daba el arriero á Sancho, Sancho á la moza, la moza á él, 01 ventero á la moza, y todos menudeaban con tanta prisa, que no se dabaD punto de reposo." ¿ Qué debía yo responder á una observación tan exacta y verdadera, obser\'ación quo brota espontáneamonte do la lectura de ]a mayor parte de los órganos de nuestJ·u prensa? í Por Dios, quo seamos cuerdos y patriotas, ó por ]0 menos qno tengamos vergÜonza! Nos vamos haciendo los Quijotes de la América española y, mientms las demás Repúb]icas alas del vapor á ponerse á la vanguardia, gados con nuestras líticas. sempiternas Sill embargo, mis anterioros cartas, intelectuales, morales conen nos quedamos é incorregibles en re7.a- ;;agarrera.~ po- como la he venido probando en todas nuestra Colom bin, tiene miÍs elementos y m:l.teriales que ninguna otra para ser la primera, y, si no la es, tienen la eulpa. lo~; politiqueras, agitadores y ambicios(,s que desgarran la'i ontmÏias de la Patria. ¿ Por qné la manía política ha invndiùo lÍ. Colombia como nna epidemia peor cluO el vómito y que el cólera? Porque entre nosotros hay mneho holgazán que no quioro trabajar para comer el pan con el 8udor de .9U -rostro, y prefieren los destir.lOs para vivir en hl inacción alcanzan para tantos y comodidad. papamoscas Como los dostinos y vampiros, no neces'1riamente resulta de allí el bregar y disputnr y luchar sempitornamente. Para mí tengo, que entre n080tros, salvas pocas excepciones, la gente honrada no se encuentra, en ninguno entre los que se llaman políticos de profesión de los partidos, ó pnrtído belige- ?'ante. Yo no aconsejo al generoso, inteligente y bravo pueùlo colombiano qU!} haga con esa maldita ralea do politiqueros irreconciliables la que hizo el populacho limollo con los herma- -11nos Gutiénez, á sauer: l1.1'l'astl'arlos pal' las calles, colgarlos on las torres de la Catedral, q 11Omarlos en la Plaza .Mayor y comC1'o-e 8118 chicharrones; nó, eso es inmoral, es cobal'do y reprobado pal' el r;vangelio; eso es bál'baro, eso pCl'O, sí les aconse- jaría, quo hicieson un 1"od¡;o gcne1'al y juntasen todas esas daiïiuas alimlllïas que, con ellS discnrdias, disputas y rencillas tienen envenenada. la atmósfera de Colombia é impiden su progreso y bionestul'; que bien cU:itodiudas las condujosen lÍo los Lbnos de Casanrl.l'e Ó tÍ la Goag¡l'¡~, pan (lue osos salvajes do lovita aprondiesen corùul'il y amor á hl, Patria jes de arco y do flecha, Nadio de los salva- se al'l'edre con lil. respetabili- dad de las notabilidades políticas, ni hagf\ caso de ln. bandera que enarbolan, ni ponga miontos on la c.;aUS¡1 de que ellos so dicen ddellSOl'Os. 'L'oùos son pl'etextos; Sil bandera. no es otn\ qnc la del egoísmo. I A los Llanos con ellos! AHí sólo barbarizlu'ía1 á llll puùado de salvajes, micntras aquí mantienen toda. una rica, granùc é importanto en la miseria, on el ¿esm'édito cI anxlio <lo los hombres nación aherrojada en el atraso, y on el aniqnilamiento, honraùos y patriota;; Imploro para qne me ayndon á ammcnr de cuajo esa planta maldita do la ùiscordia que nos ya consnmiendo con sus revolnciono;;, disputas, chm'· la, inquietudes y zozobras de setenta y dos ailos. i A la Goagira con los polil'i'l ¡¿crus sin oficio ! Pero, dejcmos ostas materias desagl'adables y pasomos á docir algo de la que más llama la atonción eu los actuales mo_ mentos en este país, que ha abjurado la discordia pol1tica para entregarse, cnOl'po y alma, á un prodigioso desarrollo material, ayudado réntesis) por sus vecinos los anglo-americauos. Y, eutre pa¿ no habrá entro tantas y tau bieu cortadas plumas como honran eso país; no habrá eutre sus muchos ingenios salerosos .Y llenos de chispa un Cervantes colombiano que ridiculico/ persiga y destruya esa 'manía politiquera de que adole· -12 ce nuestra Patria, manía mil veces más dañosa, cula que la de la antigua. caballería episodios y cscenas quijotescas, errante? eminentemente abundarían bajo funesta. y ridí- Tipos, aventuras, risibles, eminentemente la pluma. del escritor de talento que estudiase nuestras zambras, nuestras francachelas polít'iea,']. Pero, hablemos ùe :México. Oiga usted cómo jllzga un periódico fl'ltllcés tÍ este país. Ji Econom'íste frœnr:ais dice, bajo el mote" Un pays qui se relève": « Desde su emancipaci6n, México no había conocido la paz interior. Em la tierra clásica de los pronunciamientos, de los golpeA de mano milita- res, de las dictaduras sangrientas, de los imperios efímeros y del bandolerismo. En medio de ese desorden que había pasado al estado crónico, los Gobi0rnos tanto mal como bien: nes entraban ciones. Entre robado el ejército, poco más ordil'lario ùe las administra- il la policía, no había difurencia. y los bandidos, La Hacienda Los empleados, oficiales que de- iba cayendo yeso cuando el dinoro de la condl/da on el camino. 6 menos, y las exaccio- las concusioncs en el procedimiento bían roprimir, y~ levantando, el pillaje, hacían, (*) no era y soldados, no siendo pagaùos por el Estado, se pagaban ellos mismos tomando dinero y víveres donde los encontraban. A penas se ocupaban de trabajos pÚblicos, do caminos de hierro <Í de mejorar las simples carreteras; la industria era nula, el cnl tivo de los campos estaba abandonado y el comercio languidecía misera- ble; raros eran los inmigrantes, pues se necesitaba esta?' endemoniado para ir á establecerse en semejante país. Sin embargo, esa tierra era una de las más hermosas, cidas por la naturaleza.. en cuando, la disenteria El suelo tiembla y el vómito hacen sus víctimas rit) Se llama conducta cn México el correo de encomiendas. de las más favore- on México de cuando en él ; 01 dinero quo se remite por -13pero, i qué prodigiosa fertilidad, qué variedad de climas y de producciones, qué abundancia de riquezas minerales, qué situación geográfica tan privilegillda! El pueblo mexicano con los defectos y vicios ùe una juventud exhuberanie y mal dirigida, ha mostrado eu varias ocasiones raras cualidades que permitían no desesperar do su porvenir. Valieute, inteligentl:J, onél'gico, amante de la libertad, celoso de su indopemiencia hasta la ferocidad, sólo necesitaba reflexionar, calmarse, tomar posesiÓn de sí mismo para llegar í~ser un gran pueLlo como tantos otros que no han tenido mejores comienzos." Hasta aquí parece que las palabras del Econornide hayan sido escritas para Colombia; aunque nosotros, con pel'dún ùe los llorones que tanto han desacreditado por espíritu de partido á Luestro país con sus exageradas lamentaciones, nosotros no hemos ùescendido tanto como l'Iféxico en el abismo de l!l. degradación social. Por otro lado, nuestl'os elementos, como la he venido probando en mis anteriores cartas, en nada son inferiores á los de México, y, para valerme de hs palabras escritas haco más de un siglo, por el jesuíta espa.ñol Gumilla, nuestro país" no tiene que envidiar al PerÚ, ni á la NueL'((, España, sino la dicha de esta?' poblado., aquellos 1'rILpcrios 'Ille sc arrebataron '11113 tÍ e.~tar poblado, sus innllmeral¡les tirra 'Vastos (**) y requiere para la labor de como requería rninas, el •. rÙj7lBza, dON la atención de los espaiíolf!s; el Nuevo Reino de Granarln., cornpi- si no con ambos, Ú lo menos con cualquiera de los dos impe'rios del PerÚ y de México," gue diciendo: "Pues L' Ec01wmistc prosibien, hace algunos aúos se notan en (*"') Al presente la observación del p, Gumilla no tiene lugar, puos hoy tenemos cinco veces más habitantes qne en ose entonces, ~IéxicQ, en un tercio mns de superficie, encierra hoy doble población, pero cuya. mitad es de puros indios, reacios., rebeldcs al progreso. -14 México síntomas dll un feliz cambio, período de cá.os para entrar y ya parece salido del en una éra de orden, organización y T&ABAJO. Haco seis ó siete años el Gobiemo funciona con regularidad, la adwinistt'ación se toma á la set'io, so levanta la y 01 orden público no es turbado Hacienda. cas asonadas, prontamente aquietadas. de hierro ( están ya en explotación guas); 2,700 kilómetros se fundan Bancos y escuelas; y la seguridad sino por esporádi- Se construyen camino::! Ó 540 le- la propiedad es respetada de la paz trae consigo la actividad en los nego- cios." Entre nosotros no se puede afirmar que hayamu,; salido del período dd cÚos, por la maldita política que mantiene siompro en agitación la República é impide el orden, la organización, y el tmbaJo. N uesko Gobierno no funciona con regularidad, ni la adminÙ!tración hacienda loma lo serio, ni tÍ y al empecinado la discordic¿ política desgarran las entrañas mos caminus de hierro, gracias 8,' p/Í,blica, ni el orden se mantiene lJe levanta odio de los partidos de la Patria. Es verdad pero ellos marchan lleva entre nosotros la ceguedad hacer cruda guerra á paso de tortuga, yel estúpido espíritu á los fel'l'ocarriles, no los hace la comunión política á que so pertenece? allí algunos que atacan ciudadanos el de Antioquia inspirados el fert'ocanil conocido aquí, y causa admiración ¿ No so de ban- sólo porque ¿ No hay del Cauca y sin son ni Lon, y sin competencia en el odio ciego de partido? que que construi- á la poHtica y al mutuo odio de los partido:!. dería hasta la merced á tranquilo, alguna, Este fenómeno sólo es des· y risa á los conservadores que me la han oído referir; pues ellos, aunque hundidos y enterrados por los liberales, aplauden estrepitosamente Jas mejoras materiales que se realizan en su Pakia durante la adminis- trací6n liberal. Si todo el odio de partido y toda la charla po. lítica la trocásemos en verdadero amor á la Patria y deseo de BU progreso, nuestras líneas de hierro marcharían, como las me- 15 xicanas, al vapOl', afluiría y tendl'bmos abundante, á nuestro pals la inmigración más crédito en el extranjero, más porquo nnestros elementos intelectuales, morales y materiales, la repito, sail supOl'iol'es á los de México, j Qné vergiienr.u ! Este país apenftE tenía, hacc nueve auos, 85 leguas de caminos do hierre y tÍ la fecha ya tiene 540! j A la Goagira con los politiqueras en "idiosos ! C'J1l10 eJ 25 del pasado no recibí periódicos de Bogotá, estoy :i Oscuras sobre los Últimos acontecimientos. Lo único que he podi(lo sabel' en eso mes y medio acerca de Colombia, es: que dieroll un balazo al Genem1 Aldana y quo huho una sangri('nta propias asonada en Panam{L; noticias, como usted para desacreditarnos patriot.1 since¡'o. Esos dos los IÍncos fIue registm la Noviembre y Diciembre con La Voz de Mé_,~ico, periódico afligír el cora7.ón de un vergomwsos acontecimientos son l)t'ensa mex icana en los meses de respecto á nuestra Hepública. En couscrvador ùe esta capital, hallo los sigliento :-" me,l'i('(lna-~ la RepÚblica del Ecuado¡·,"-Después en Pnndacirin y para n~, muy de las Ifermann.8 de la car·idad tulo, se insel'tlln dos cartas escritas en Parayán de este tí- ; una dC'l Ilus- trísimo BC\'lllúdez, y la otl'a de una de las hOl'manas recién lIoga(1a3. A la postre, y terminadas las cartas, S0 halla la quo luégo illserturé, traduc'ido pam" La Voz de }[';.cíco" del tomo -17 dI! lGs ""lnale.~ de la Mi",iún," por }lecascns. En cse trozo ustcll podl'á YOI' cuán desconocidos somos en csto país, donde !lIlO do los IllÚSilustrados diarios, y aqnel en qne yo publiqué IlHis de dic7. largas rcvi~tas, dando tí conocer ventajosamente IÍ Colomb-ia, sale ahora con quo Buenaventura, pertonecen al Ecnador, y quo el Ilustrísimo Cali y Popayán 13crmúdez es obis- po ecuLtoriano! Voy il copial'le, en seguida y al pio de la Jeka, los conceptos que más me Imn llamado la atenciÓn en la carta de esa Hermana de la Caridad, escrita en Popayán y pu- -16hlicada en importante Anale.~ de la Mi8ión: "Cauca es, tal vez, el más de los nueve Estados qll~ forman á Colombia, por 108 su sitio encantador y su exhuberant~ vegetación qne arrebata la admiración del viajero. Aquí la naturaleza por sí sola obra; al bajar se descubren en el llano árholes frutales de variadas especies, cal'gados de fruto durante los doce meses del a,i:io. También se ven el arroz, el algod0n, más, en ciertos lugares el tabaco y la quina; ade- minas de oro y del país, se encuentran plata m domingo 29 de Abril, llegamos Ii Rucn:lYentura, y nnostl'a decepción fué grande al saber qne no había allí ni sa('erdote, ni iglesia. Al ir tí. la Adnana los hombre,;, las nmjeres y sobre todo los niños, naB rodeaban por todos lados y nos contemplaban como séres extt-aol'dinarios, preguntándonos si teníamos c'lbellos, si la cornetŒ (í gorra era ùe papel, y cómo III podiamos traer en la cabeza, el Dagua, nos encaminamos algún vaporcito: etc. Tenicndo al puel'to que espm'ando tres ó cuatro indios nos esperaban. a.travesar encontrar Al llegar se displlf:ieron á llel'arnos en brazos. Ante la fuerza no hay resistencia y tuvimos que entregamos. No podía.mos mena.., que rcímos al verno::>, porque no~ parecíamos á 10s pichones que pasan e1\ Francia en cestos pal'a Ilevarlus al mercadoNuestt-os z:egl'us casi desnuùos caminaban ¡\ pié, arrastrando nuestra barca con cuerdas. El trayecto duró nueve horas y llasta el siguiente día llegamos á Córd(\va, pueblecito pobre y mahano. Corno habíamos siJo rocomendad<1s, Córdova la mejor habitación; se nos ofreció en el'a lllla pieza que no tenta ?ná.~ dcsnuda y húmedn, ni ob'a camŒ '-lile una buncas de madera. Apenas se apagó la luz, 'un 1)t;30 que l(~ tif'/'I'a mew y algunas ruído nos anunció <¡lie estábamos acompaÜadas y los snp08 se disponían â 'vÍI;ita1'Tws y tuvimos quo arma.l"nos con una escoba para ùal' cara á estos indiscretos. Así so pasó la noche. Al día siguiente proseguimos el ,'¡aje; pet'O i qUI; camÍ1~08 tan ell- -17panto.ça.çf Vcreil(t tan estrecha que apmas podían poner el pie nuestros caballos; ó nuestra diestra roca~ áridas y escarpadas que 11010 las contení.a el poder de Dios, y que á cada paso parecía ib:-\n ri. aplastal' á los caminantes on »u peligroso sendero; á. la »iniestra, precipi~ios de tnás de doscientos metros do profUlld:dad, y tanto más hOrI'orosos cuanto que un tropezón e,r-pone al,iinele if et! caballo Ú r.af'1' en ellos. En la nacho nos cedieron un cnarto; nON lle/:al'on algnnas úancas, dic'iéndonos que nos podrían sen:ir de camus, lo mismo ({ue la mesa en que Riénclonos do este medio comÍ1.tOs. econ{,mico, nos resol vimos a~mejarllos á los cn.rmolitas. Cada dín. trae consigo cultades: nuestros guias 110S ant1l\ciaroll gne debíamos lin río ongrosado con las lln\·ias. caballos en ciertos momentos parecían arrastrados las mismas por la corriente: siete veces tuvimos que afrontar dilicnltades. Nos hallába.mos en cJ quinto día de llnestro viaje, sepultados Nuestros difivadear RUS cuando se nos dijo mitad del camino. En Calí empleamos que deseaban conocer según decían, en Jas ag-nas, y en otros como lÍo que habíamos andado la día y mellio en l'ocibir á Jas personas las Hermanas do la Caridad y toner, el honor de habla!' un rato con ellas: de la maûana Ii la noche estaban llenas las habitaciones, y cuando lIeg6 el caso de tratar de nucstra partida, los ojos se llenaban de lágrimas y nos viUlos prccis¡;dos á prometer que nos ocnp&ríamos scriamente en solicitar Hermanas para el Hospital, que está ('o1n}1ldf1mente a~anr.lonado. vino á llenar de gozo nuestros Una sorpresa bien agradable corazones, el respetable MI'. Poing, inquieto de la snerte que corríamos pOI' las falsas noticias que se habían divulgado, tuvo h., delicada atención de enviamos un misionero nuestro viaje. En donde algunas que nos acoTllpañó hasta terminar quiera ::;e CreK\ una dicha 01 ver nos, mnjeres se ar1'oditlaban al pasar nowtras, pidiéndonos 3 -18 la bendición llorando creyendo que nuestra de gozo, se :n08 llevaban l08 enfe?'molJ, presencia sólo bastaba para curarlo.~. i Pobres gentes! Desgraciadamente no t'ienen nada para mantenerlos en la fé de sus padres, ni sacerdotes, ni iglesia; están completamente abandonados y en la necesidad de em})/'ender 1m viaje de tl·es día.9 para c01lfesarse y oír una misa; i cuân fo.q niños hay sin bnntismo y sin haber hecho la primera comunión ! Toda la esperanza del Canca de8cansa en el Seminario de PopayÚn destruído por la revolución, pero restaurado pOI' Mr. Foing hace dos años y qne permite confiar que, en algunos aùos, algnnos sacerdotes piadosos If llenos de celo podrán wangel·izar el pobre pueblo abandonado. En Popayán fnllOos conducidos al Hospital, donde curso para recibil'nos; muy en se hallaba UIl numeroso con- bl'Cve se llenó la casa de tal manera que fné nece:;ario colocar cuatro soldados cm la. entrada para contener la muchedumbre y por dos veces se nos supliclÍ bajásemos á dar una \'llelta por los grandes conedores del establecimiento, con el fin de contentar al pueblo lÍvido de conocern08. E"'I'E ES ¡TN PAf~ AGITADO HACt; LAllaO TIE)IPO POI( LAS GUERRAS Y I,QS l)ISTITRBIO:> POLÍTICOS. Francamente los rasgos que anteceden no nos hacen favor, y al1ee1'los me ho acordado de las relaciones de los misioneros de la Propagación Je la p,[, idénticas á la de la Hermana de Popayán, cnando describen el país de los Gallas y otros todavía más salvajes del África. De manent que los cultos, talentosoB y civilizados colombianos, merced á la discordia, á la política. y á la pereza. aparecen al extranjero como un pueblO semi- bárbaro y semi-salvaje. J~l Ilustrísimo Señor Bermúde7., ya que en su laudable celo trae con ta.ntos sacrificios Lazaristns y Hermanas de la Caridad, deberSa, áun con mayor empella y haciendo mayores sacrificios, importar religiosos q Ile estableciesen escuela\ de Artes y Oficios, que enseñasen á tl'abajar -19 á tanto !tolgazán polcmófilo y politiquera como abunda en el Cauca, l'eligiosos que establecieson quintas-modelos para desarrollar' la proJigiosa agricultura del país más hermoso y rico * que !te visto en mis viajrs por I~uropa y ambas Américas. :-;u afectísimo, FEDERICO Guanajuato, Señor Redactor Ùl) AG{)ILAR. Enero ~O de 1883. Ell'a.çal Ïtmpo, Le escribo dcsde esta ciudad, tan do plata, y ql1e se halla en el corazón mexieana. C. célebre por sus millas mismo Sa1í de ~léxico el 8 del corriente dos y lujosos wagones del Fe¡'1'omlT-il de la H,opÚblica mcs en los cómo- Oentral cn compaîiia de mnchos pasajeros Payos >f'* quienes después de las fiestas de Xaviùad, regresaban á sus hogares La inmensa acumulación de material odificios ([ue so han cons- raJante truído en la Estación apenas hacia. nueve y los grandes de Buena-Vista. yo tomado el tt'on para lin progreso ta.n cnorme. de la Illlca c(/rT1~l á llamar ~Il de via ancha dosdo l\ll;xico á Querétaro, atención Estación pues había Qllerétaro sin que eutonces notase Como ya en otra carta le he hablado J'ecorridlt por la carrilera Central, me sorprendieron; meses que cn osa misma sobre algunos del Ferro- al10ra me ceñiré hechos importantes. * En los siglus V Y VI los monjes Benedictinos, los de Lerins, los do San Martín etc. y cn la Edaù :\fedia los de Corbia, los de:Clal'aval, 108 Pontifactorcs etc., dC8cuajaron IUl:! SelVIloS de:que estaba. cubicrta la mayor partc do la Europa occidental, como lo está hoy Colomllia, y desarrollaron la agricultura y las artes entre los bárbaros. ** Así llaman en la capita.l Ii los habita.ntes del campo y do los Estados. -20 Esta gigant'\lsca línea que, partiendo de México, debe atravesar la República en Sll mayor longitud basta enlazarse can lOB ferrocarriles anglo - americanos en Paso del Norte, pertenece á una compañía yankee y marcha con vertiginosa' rapidez. Los trabajos comenzaron á principios de Diciembre de 1880 y en dos años se han entregado al servicio público 964 kilómetro.> Ó 193 legua~ colombianas; es decir, casi la di"tancia que hay de Barranquilla á Bogotá! Se espera fundadamente, que al fin de este año ya llegará la carrilera á la ciudad de Zacatecas, distante de México 647 kilómetros (129. leguas), y se dice, que on Septiembro de 1884 celebrarase el 73? aniversario de la independencia cou la unión en Fresnillo de los dOB grandes trozos del Ferrocarril Oentral, actualmente en construcción; el do México fi :Fresnillo (709 kilómetros) y el de Paso del Norte á :Fl'esnillo (l,251 kilómetros); los cuales unidos, darán una longitud total de 1,960 kilómetros, Ó 392 leguas! i Viva la paz, viva el trabajo, bajo cuyos auspicios se hacen tamaños milagros de progl'eso en un país, antes empobrecido, devastado y salvajizado pOI'setenta años de sangrientas y criminales guerras civiles ~ México ya dobló el cabo de las tormentas y se ha engolfado on pleno océano de progresos y adelantos, hinchadas sus velas con las dulces brisas de la paz y dol trabajo, y lejos ùe las peligrosas siertes de la politica, discordia y holgazanería. ¿ Cuándo se pondrá Colombia, la rica, la gonerosa, la entusiasta y la ilustrada Colombia á la altura de México? Esperamos confiados, que así como la ha imitado en las torpes y empecinadas gnerras civiles, en la política desorientada y quijotezca y en la anarquía, la imitará también en la paz, a cordura y el trabajo. Pero, no crea, amigo mío, que todas son rosas, también hay espinas que pnnzan y punzan terriblemente. Casi todos lOBdíaB anuncia.n los diarios descarrilamientos y desgra.cias; * • Quedó ye. enla.zad~el 22 de MaTZO de 1884. ahora, en el ferrocarril México, 21- inglés de vía ancha, ahora en el de vía angosta á. de Veracruz de Sullivan, * y ahora en el Pl!rrocarril Oentral. Si los trenes se descarrilan con frecuencia en esta línea que recorre terrenos planos como la palma de la mano, secos y compactos; si so descarrilan, no obstante la buena construcción del camino y el cÚmulo inmenso de c~ementos que posee y tiene acopiados la empl'esa anglo- americana de Symons ¿ qué maravilla puede ea usar á una persona entendida, sensata y desapasionada el que los treues ùo Buenaventura á Oórdova se retarden veces? Esa línea atraviesa llueve doce de las veinticuatro ùías que componen pantanoso donde, y descarrilen algunas bosques impenetrables donde horas del día y 300 de los 365 el año, y recorre como muy bien " se o1:idan hasta los huosos." un suelo desmol'onable dico Además, y el sefior Z;amol'ano, osa pabl'O empresa marcha eu medio del fuego graneado y los mu1tipliados obstúculos que le suscitan la perversidad, la envidia, la ignorancia y el espíritu de partido; apenas vuela con alas de cuca- . racha, merced á la maldita en una zozobra y malestar política. que mantiene á Oolombia contínuos, Los trenes del PerrOCtt- t'ril Oentral con dema1-\iada. frecuencia se descarrilan que al tercer día de haber l'riló el de pasajeros estas reflexiones entre salido porque he visto Oonseruador de Bogotá, yo de México, Tula. y San con c01'respúndencias j tanto, se desea- Juan del Río. Hago pena. y disgu~to en El anónimas (es decir, puñaladas de traidor que hiere á mansalva '1 por la espa.lda) en las que so desacredita del modo más brutal ese bendito .•. Esta empresa yankee ostá. construyendo además una Hnea. internacional quo ya. pasa por Toluca y Maravatío (197 kilómetros Ó 39 leguas), y que seguirá por 1Iorelia, S. IJuis y Monterrey á Laredo, on la frootora. de los J<'::Rta.do8 Unidos, kilómetros Ó 265 legua.s. midiendo 1,325 -22ferrooarril de Buenaventura que constituye el gran porvenir del rico Valle del Cauca y que será mucho máR benéfico y productivo, atendido el pals que recorre, que no la es ni la será el Ferrocarril Centml mex:icano. No tiene esta. República, ni su mentado Valle de Oa..-xaea,un territorio tan hermoso, tan rico y tan feraz como el celebérrimo Valle del Cauca, La empresa de Symons no ha tenido hasta ahora que luchar con grandes obstáculos, El tajo de Notchi!:ltongo" colocado en el extremo Noroeste del Valle de ~1éx:ico; el descenso hasta 'fula por terrenos deleznables y algo quobrados, descenso que representa lin desnivel de 250 metros en 33 kilómetros, ó el 8 por mil, y la baja.da del llano del Cazadero á. San J'uan del Río, que ofrece otro desnivel de 453 metr0s en 17 kil6metros, es decir, el tres por cieuto, son los únicos puntos difíciles ofrecidos al trazado del Fel"l'OCa1'ril Central, de México á Lagos, distancia medida por 475 kilómetros ó 95 leguas colombianas. Además como todas estas altiplanicies tienen una carencia ca8i absoluta de fuentes, ríos, quebradas y arroyos, la empresa no ha tenido que construir en ese extenso trayecto sino dOBgrande!; puentes de hierro, el uno sobre el ancho y pedregoso torrente de San Juan del Río, y el otro sobre el Santa Ana. Todos los demás puentes son insignificantes. Tampoco se ven en este ca.mino de hierro ni grandes ni profundos tajos, ni elevados terraplenes, ni frecuentes y atrevidas curvas. Unicamente en los dos trayectos antes cita.dos, de Notchistongo á 'l'ula y del Cazadero á San Juan del Río, se notan algunos tajos, curvas y terraplenes. Desde esta última. pqplación signe una serie de llanuras apeMS onduladas, donde el ingewlilro lia ha h('cho más qlle terraplenar y poner rieles. Bn mecto) San Juap del Río, se halla á 1,970 metros sobre el m~r, luégo viene Quer.é~ro colocado á los 1,940, en seguida Celaya. con 1,811 de altura, luégo Irapuato con 1,797, en - 23seguida Silao con 1'857, después León con 1,809 y, por último, Lagos con 1,!H2, El desnivel total de esas llanuras atravesadas pOI' la canilol'3, es, pues, de 173 metros en una distancia de 38·.1, kiLímetJ'os ó 77 leguas nuestras. Así se explica la sorprendente ¡".pidez con quo ha marchado el Ferrocarril Oentral. En tOllo 01 aîio actual ùe 1883, los empresarios navegarán "ieuto Cil popa, pues el trayecto quo ahol'a, 80 construye, Lago:, ú Zacatecas apenas ofrece algunas tlificulta.des. ofecto, Lagos tieno Je altura soùre el nivel Jel de En mat' 1,D;~9, metro~, Aguas-Calientes 18tH, ~an .facinto 1,967 y Guaùalupe ~,275; la que d,l, un dosnivel de 214 metros en 208 killímetros, ó casi un metro por cada kilúmetl'o, De Uuadalupo tí Zacatecas hay Ull dosni"el notable de ~35 metros ell cinco kilómet!'os, qno da el ocho pOI' ciento. con dirección á Dl1l'ango, los ingenieros lllUY quebrado Al plirtir de Zacatecas encontrarán en el tt-ayecto de ~02 kilómetros un terreno que embara- ::lU marella, plies les prosenta crtJstas qno sc elevan á 2,630, 2,411, 2,468 Y 2,47ü y depresiones de 2,255,2,148, 1,H82 y 1,~lGû metros respectivamente. De Durango á ChillUahua slgno 01 terreno descendiendo hasta llegar á 1,414 zará Bobre el nivel delmar, y e::;te descenso se vcrilicu. on un trayecto que millo 704- kilómetros. De Chihuahua á p,l,SOdel "Nol'te, en la rrontem angla-americana, met1'0S en una yecto, longitud tácnlo á lo~ ingenieros nt! desnivel do 343 kilómet!'os, fúcil y que rclativamente tl'nído y entregado hay 8ste Último tra- no ha prosentado qlle algunos al set'vieio ùo solos 252 p\Íblico. pantanos, mús 008- e~tá ya cons- Do lo antel'iol' resulta faltan por construí¡', para terminar el Ferrocarril Cent?'¡Û, l,OOU kilómetros, tí 21)0 leguas, ùe las cuales 51 i) que aun kilómetro!l¡ dificultades que entorpecerán la rapidez de los trabajos. Pero, df'jem0s la parte técnica y volvamos á. ~an Juan Ú 103 leguas ofrecen no pocas -24del Río, fundada ciudad en 1847. latitud en 1558 por el español ~e halla al Noroeste Norte, á 1,975 metros sobre Gentil y declarada de México á 20':' 21' de el nivel del mar y 191 kilómetros (38 leguas) distante de la capital de la RepÚblica. San Juan del Río es cabecera de uno de los distritos en qne esl.á dividido el Estado de Querétal'o, es la segunda ciudad en importancia después de Querétaro, mil almas y su ~emperatura los meses de Diciembre tiene una média y Buero baja calle adornada de 1:3 oscila entl'e IS'! y 22? En hasta Abril y Mayo sube hasta, 32'! La ciudad larga y ancha población 2':' sobre cew y en se compone ùe árboles y, en antes, de una llena de mesones, posadas y caballerizas para los pasajeros y animales que allí pernoctaban indefectiblemente en su!':!viajes de Norte á Sur y de Sur á Norte, Fuera de esa ancha calle) que parte desde el soberbio puente de cal y canto, levantado por el virl'ey Alburquerque sobre el seco y pedregoso río que baña la ciudad, hay dos ó tres con buenos edificio!;) y multitud de callejuelas estrechas y tortuosas que forman un yerdadel'o laberinto al Norte y Sur de la calle ancha. SUB edificios de adove y azotea. son casi halla ceñiùa d~ un todos ùe un solo piso y la ciudad se cinturón de arboledas y de huertas, donde crecen el membrillo, de que se fabrica vino, el perón, el durazno y la uva. Tiene cinco ó seis templos bllenos, entre otros uno trasformado l'eeientemente ùe ,Tesús, tres ptar.as adomadas Chile, Costa Rica, cte. etc.; ciudades de Europa y América en iglesia del Corazón de árboles, porque en México, en una palabra, en todas las que pretenden tener el título de civilizadas se hRn eliminado 108 cr..ños para que transiten ca.rruajes y se han adornado laR plazas y paseos públicos. Solo en países donde toda la. vida se red Il cc á. poHtiquea1' y á pelear, I'n pa'~es donde Jas municipalidades no aticr:den sino á. las pillerías eleccionarias y en dbnde domina un raizalismo retró- - 25grado, sólo allí se ven todavla las pb:.ms desnndas y sin adornos de árbules, jardines, estatuas, cte. y las calles surcadas por caños 'lile impiden la circulación de vehículos de ruedas. La propiedad urbana y raíz del distrito do Ran Juan del Río está calculaJa en $ 1.033,207, haciondas:. y 38 ranchos (estancias cflpitalistn Ibnrbe, sobresalicNdo ó haciendas entre sus 17 peqneñas) la del Ulla de los más ricos de ~{éxico, quien ha edificado en S\l preù.ío un elegante palacio ao S 100,000 de costo. San .Tllan del Río vivía. antes do los pasaje¡'os y c;u'ga quo en él hacían oscah y ae la agl'icultul'a qllO le l)l'oùnCO tl'igo, maíz y frijol, al'tÍcnlos de nn blica, inmenso consumo en toda la Repñ. domIe los frijoles y las tm'tillas (:trepas) son la comida indispensable de los pobres y de los rieos mexicanos. Con el fel'l'ocal'ril ccgóse la primcra de esas ¿os fuentos de riqueza, pues al presente los tren os dol Norte y del Sur se crllzan en b Estación ciudad, Ran precisamente francés cuutina de Juan del Río, á In hOl'a del almuerzo, mODopoliy.a en "u caro {~todos los viajel'os granizadas do fllortes. establecï.las, distante restaurante qua diariamente Una línea comunica dI} pl centr'O de una milla de Ill. y un especulador y on su ca~'lsima le dejan sonantes trau\'ÍuR, recientemente población con el ferro- carrri 1. Si el camino de hiena ha matado los mesones, posadas y caualltrir.as de ¡.;janJuan del Río, de Celaya, León, cte. también ha duplicado y !lnn triplicado el valor rle los productos agl'lcolas y ha despertado gl'l1ude oscah, la!'l razas del el cntusi¡¡smo ]JOt' para tOller granos ganado Último tiene en esta oxportables, vacuno y del República c¡¡]ti\'al' ganado y, especialmente los terrenos en y por mejorar de cerda. en Puebla, Este un enorm'3 consumo. Re puede decir qlw en If!. ciudad Angélica casi todos padecen do lombriz solít(1,ria por el exagerado uso que alll se hace do la came de puerco, Do este exceso provious un 4 ~ 26refrán popular con que 10E mexicanos, siempre en antagonismo con lOB buenos Poblanos, motejan á estos últimos diciéndoles : cc Poblano, chicharronoro, corta bolsas y sin dinero." Son tan grandes los bienes que están produciendo los ferrocarriles en este país que sin exageración se puede afirmar que ellos matan las guerras civiles, afianzan la paz, despiertan la industria, acrecientan el comercio, excitan al trabajo, derraman el bienestar en todas lll.s clasos y ahuyentan la mendicidad. Para concretarme al sólo Ferrocm-ril Central, le haré notar algunas de sus ventajas que yo mismo he palpado. Desde luégo, los 475 kilómetros Ó 95 leguas, que hay entre México y LagaR, población situada al Noroeste de la capital en el Estado do Jalisco, yen cuyas goteras tocó la locomora, por ver. primel'n, el 16 del mes próximo pasado j esas 95 legua", digo, so recorren ahora en lujosos y cómodos trenes en sólo catorce horas, inclusas las paradas en 31 estaciones que so encuentran dentro del trayecto de México á Lagos; esas 95 leguas, que los colombia~os ilustrados, inteligentes, generosos y entusiastas; pero, disputadores, politiqueras y revolucionarios, recorrerían en diez ó doco días de fatigosas jornadas, con S 200 cIe gasto, por caminos de cabras, bajo un sol abrar.ador ó bajo agnaceros diluviales y (Í. horcajadas en una lerda mula de alquiler; esas 95 leguas se hacen aquí leyendo, conver:·mndo, durmiendo ó fumando, sentados en mullidos sofás y recostados en el dintel de las ventanillas de los wagones, desde donde se disfl'llta de hermosas y variadas perspectivas; esas 9.') leguas se hacen por solo 13 fuertes, en primera clase, $ 9, en segunda y $ 6-30, en tercera. Antes se recorrían en cinco días y en diligencias sumamente incómodas, donde los pasajeros eran moli<1os, estrujados y golpeados sin piedad, al rodar los carruajes por caminos tan escabrosos, que en Colombia apenas Re podría creer que por allí pasasen vehículoR do ruedas. Esto, amen - 27de los salteadores quienes fl'ecuentemente caían sobre las diligencias, linlJ.liaban los bolsillos de los pasajeros, los desnudaban y los dejaban tendidos boca abajo en el suelo, mientras se alejaban esos cmbozados bandidos. La gran facilidad de locomoción brindada por los ferrocarriles hll. hecho, que de 108 pueblos y ciudades donde:tocan las carrileras y de sus vecindadeH, se desprenda nn enjambre de pasajeros quienes van á la gran capital á conocerla, á divertirse ó á negociar. Oh! Si en Colombin. In manía política y la fiebre revolucionaria se convirtiese on amol' lJ1'llctico del progreso; ¿ cuántas grandes obras no se harían'~ Se consh'uiría un camino de hierro que, partiendo de Cúcuta, enla:r,use las ciudades de Bucarama.nga, Piedecue!ita, San Gil, Socorro, Soga.moso, Vélez, Moniquirá, 'runja, Chil{uiuquirá, Ubaté, Nemoc6n, Z¡paquirá, Bogotá, La Mesa, F'acatativá, Ibagué, Cartago, Buga, Palmira, Cali, Popayan y Pas\,O (2711eguas), A. fé mía aseguro, y en conocimiento de cansa, pllGS ho corrido dosde Bogotá hasta Pasto, incluso el Valle del Canca, y desde Bogotá hasta Tunja, incluso Chi~ quinquirá y Villa de Leiva, y se muy bien que de 'runja á. CÚcuta se oxtiende uno de los más ricos y poblados territorios <loColombia; á ré mía 1.aseguro, que todas esas comarcas son mucho mojores que las recorridas por el Ferrocarril Oentral, tanto en prodnctos naturales, como en climas, topografía, perspectivas y carácter de los habitantes. Por aquí las fiebres inter~ mitonte,,; Bon endémicas, testigo yo que en Celaya me escapé de morir de liebre y que, trasladado todavía con la calentura tí esta ciudad de mejot' clima, trazo estos renglones aun con mano trémnla, después de habel'me visto tendido en una cama durante trece días; por aquí hay tan lamentable carencia de agua que los habitantes se von forzados á levantal" presas ó diques en todos los pliegues del terreno para. contener las aguas pluviales, durante los meses de lluvia, con el objeto de - 28servirse de ellas en los seis meses de completa sequedad; por aquí no se anda con seguridad en los caminos, gracias al bandolerismo que con la paz hu.decrecido mucho, pero no desaparecido totalmente. i Oh ! aquella tierra de Colombia tierra de bendición, risueño paraíso el cllal Dios colocó en el corazón de los Andes, que separó providencialmente en tres l'amaJes, se halla empobrecida, desacl"Oditaday barbarizada por un puñado de polJitiqueros y de revolucionarios empedernidos. i Qué el pueblo haga ua rodeo de todas esas alimailas y las expnlse á los Llanos de Casanare ó á la Goagira, par¡t que vayan á aprehender de Jas sal vajes cordura y amor patrio! Tres días me detuve en San Joan del Río y el once del corriente Enero volví á tomar el tren ii. Jas doce y media para trasladarme á Celaya, distante de San Juan del Río 101 kilómetros Ó 20 leguas, que recorl·í en dos horas. Once Jeguas má.s al Noroeste de San Juan del Río encontramos á Querétaro, la famosa capital del Nstado de su nombre, Nada le dirô de ella., pues ya la hizo on dos cartas especiales que le remit) en Abril del año pasado. Al pasar fl'ente á Querétaro se prosentó á mi vista el peque-ÎÍoy yermo Cerro de las Campanas donde fué fusilado Maximiliano. :Moparecía ver la sombra del caballeroso y noble Emperador andar vagando por entre las rocas de esa infausta colina. Engañado por Napoleón y atraído pOI' los conservadol'es mexicanos, quienes se aprovechal'on de la ambición que bullía en el pecho del austriaco, vino á la República en busca de una negra y desventurada suerte. Los con- * * En las 45 rovistas publicadas en El Pnsatiempo cncontrará. el lector extensas descripciones sobre Veracruz, México, Puebla, Querétaro, Toluca, Puebla, Oholula, Tlascala, etc. etc., sobre 108 feiTocarriles que enlazan osas ciudados, los usos, costumbres, ali. mentos, lenguaje, etc. - 29servadol'os la llamaron para dominar á!Su sombra y Call el apoyo de 52 mil eXpedicionarios franceses, Maximiliano, seguro do su afección, creyó en su alma generosa que debía atrael' á los disidentes liberalos para extirpar los partidos y formal- una politica nacional. Al efecto llamó al Ministerio á UllOde los más honra.dos liborales y alejó del país con misiones diplomáticas á los dos más fogosos y prestigiados Generales conservadores, Má.rquez y ~1:il'am6n. Bsta noble conducta que ya había perdido á Comanfort, hundió ú. Maximiliano. Los conservadores entusiastas al principio, terminaron por clltibíal's,) y aUll por retirarse. La defeccióll y la traición persiguieron al desdichado los consel'vadores, Emperador. y sin haberse quienes no aceptaban Enajenado ganado el imperio el ánimo de el de los liberales, y menos el imperio Call jefe oxtranjero apoyado en bayonetas extranjeras; perdido el apoyo do las tropas franeesas que Napoleón obediente y sumiso retiró, cuando así la ordenaron los Estados Unidos; abandonado por el General Márquez y traicionado por el pablano López, Sil y edocan, su protegido Sil compadre, otro recurso que morir noble y denodadamente ral .Azteca Mejia y el valiente Miramón, no le qued6 entro el Gene- que tanto á. recuerda nuestro Córdoba, el h6roe de Ayacucho. Hace poco oí en México á cierto conservador, pariente de uno de los tres regentos del imperio, apollidar con desprecio á. Maximiliano chinaco (l'OjO, liboral). ¡Al león enfermo hasta el asno da coces! Los conservadores que en México defondía.n la Heligión, como los do Colombia, desprestigiados se hallan al presen~ ante el pueblo y en completa volvor á encender de paz y caridad. á ese desprestigio. la guerra civil en nombre Dos hochas especialmente Primero; dos por los conservadores, los auxiliares en gran parte completamente imposibilidad de de una Religión han contribuído franceses, incrédulos atraíó argeli- -80nos, (mahometanos) algunos templos y destruyeron profanaron ùtros con grande escándalo de los fielos. Segundo: los con•servadores, ya trinfantcs con el apoyo de las bayonetas francesas, so negaron á devolver á la Iglesia los 70 millones de fuertes desamortizados y á d~rogar las leyes sobre tolerancia de cultos y matrimonio civil. El Arzobispo de México SOllor Labastida y 01 Nuncio Apostólico, Monseùor Moglia, fueron; el primero, eliminado de la Hepública, de la regencia por haber hecho y el segundo, expulsado una solem oe protesta. La regeneración colombiana seguirá el mismo camino; tanto más cuanto ya en nuestra Constitución conse¡'vadol'a de 1845 se registra la la tolerancia de cultos y la libertad de imprenta. iTanta sangre y sacrificios para quedar en las mi:;mas ! Pero, volvamos al camino, Pasado el puente de hierl'o de San Juan del Río, no encontró en toda la ruta h:tsta Celaya, obra algrma difícil de ingeniería. El ojo no descubría SiDOextensas llanuras, planas como la palma de la mano, en partes cultivadas, embellecidas en partes cubiertas con árboles y en partes Así se sucedieron los llanos del de matorrales, completamente Ahorcado, el'iales'. de Querétaro, de entre I,U70 y 1,727 en la extensión de 20 leguas. Apaseo y de Celaya, oscila.ndo su altura metros sobre el nivel dol mar, el1 partes Celaya es una ciudad importante de 27 mil habitantes, pero de mal clima por causa de los pantanos que la rodean; carece de agua potable y tiene una temperatura á la de San Juan del Rio. Sua plazas árboles y jardinos, hermosos, sua calles sobresaliando de los franciscanos Celaya filé la primera l'cotas, sus 15 Ó 16 templos las iglesias de los padres carmelitas que casas de adove y azotea najnato, son média algo superior están adornadas de son vel,¡Jadel'amente son ciudad generalmente importante y en ella. se establecieron soberbias. de un del Estado en el segundo y Las sólo piso. de Guatel'cio del siglo XVI despol:laùo CIl!J0 31 las autoridades quo mandaban sobre el entonces mineral de G uallujuato. El 11 llegll6 á Celaya, dp, ¡wmbrl' no me fj1li8iera acordar,6. las dmi y media de la t:1t'ùe; illas ocho do la Doclle caí en cailla con una violenta fiobro que el méùico bautizó con el nombro do inte1'milmÛc rcnilen{", porque no me ln. pudo cOl'tal' en cnatt'o días de esfuerlIOS intÍ:;ilcó'. 'l'emiendo han hast¡t los snspiros, moril'me en nn hotol, donde mo cobray on donde el sin entraîins especlllador dueíio mc l'ocarg í la. cuenta por imagi narios ,;ervicios espcciaJe,::, 1110decidí:i salil' para Guanajuato, como la hice, á las tres IIIel10S Cllfll'tO del 10 de Enero. Tomé nn coche y me dil'igí á la E"tacil)!1 del fen'ocunil distante de la plaza dos kilómetro". El trell sig-llil) rodando al través do extensas llanlll'us quo pl'esentabun el mismo aspeeto que ln.s anteriores, annque más poblaùo", Jluos nos detuvimos en Guaje, Salamanca, Chico, lt-apuato, VllIalouos y Sílao. Guaje, Chico y Villalobos son pueblos ùo poca importancia; Salamanca. es casi como :-;<1n Juan del H.ío ó Irapuato es una población do 30 mil liabitantes, en cuyas calles y plazas pululan los indios y lépol'oS como on Puebla, -;\[éxico, Querétal'o y Celaya. Aunque tllás poblada que esta. (¡ltima, es menos hm'mosa, y sólo impOI'tante por Sll espacioso, Peuitencldl'ía. En Octubro <le 1880 se terminó nn camino de hierro, de vía angosta, entl'c Cehlya é Irapuato, quo separan Gl kiMlI1etros Ó doce legllas. Rn AUI'il del níio pasado ose ferl'oeunil filé comprado pOI' la empresa del C,'n/ral y convertido en vía ancha, A la" cinco y cuarto do la tardo llegamos Ii Nilao, separada do Celaya por 81 kilómetros ó lû legnas, después de haber pasado por gt'an puente de hiorl'o el Santl\ Ana, río quo va á dosenvocr.l' en al Pacífico COlOCa del puerto San BIas con el nombre de Río de Santiago. Es nna de lOBpocos cilndalosos quo bañan esta. República. En ae Silao, ciud.ad de escasa importancia, dejé la línea principal que Hava" León y tomé el ramal de Gualla.juato inaugurado lll~cemedio año. Este arranca con dirección al poniente y mide sólo 18 kilómetros 6 tres leguas y media. A poco de salir de Silao, situado 3 1,857 metros sobt'e el nivel del mar, el tren comienza á subir hacia Guanajuato, que se encuentra 12d más elevado. La llnea. sigue, primero, por la ceja de unos peûazco~, y luégo se interna en la cañada de los elevados montes de pórfido, en cuyas entrañas se encuentra las famosas vetas argentíferas de Guanajuato cllcajadas en el cuarzo, la pírita y el calizo. A las seis y media de la tarde llegamos á la Estación de Marfil, pueblo situado mis de una legua antes de la ciudad. Alli varios coches como los nuestros, ó los wagones de la línea. de tranvías toman á los pasajeros para conducirlos al centro de la población. Púsllse en ese trayecto al frente de los más célebres establecimientos de beneficiar metales, llamados aquí haciendas de ben~fic:io, fuera y dentro de Guanajuato. COll la fiebre y la oscuridad yo no pude darme entonces clIent'l de nada. Apenas llegado al hotel del Suizo, me acosté para ser al otro día trasladado tÍ. la casa del celoso y caritativo cura de Guanajuato, seÙor presbítero Arnézquita. La fiebre se cortó á lOS siete días merced á las enérgit:os remedi{ls del doctor López, quien la calificó de pulmonm' y bil'iosa. Púsome un cáustico, mand6me tomar leche de burra, arsénico y emulsión de Scott para fortificar el pulmón amenav.aùo de tubérculo!! ó enfisema, por causa de los 200 y más sermones que en 16 mrses había yo pH>dicado en Puebla y :México. Todavía estoy convaleciente y sin salir Ii la calle. Abandoné mi viaje tÍ. Guadalajara, y me he comprometido con el señor Amézquita tÍ. enseñar Griego, Hebreo, HcligiólI, Filosofía y Zoología en su Colpgio dm'ante todo este altO de 1883. Sn nfûctísimo, J :FEDERICO C. AGUILAR. - 33Guanajuato, Febrero 28 de 1883. Señor Redactor de El Pasatiempo. Hace vointe días 10'Íen Las Novedades de Nuova York, dol 11 Ile Enero pr{¡xlmo pl1~ado, nn art'Ículo quo titula Ohile y Oolo1l.'.bia. En él se habla de los designios de aquel país 80bre el Canal dC1Panamií. I~sa República quo se ha distinguido en AmérlC:J. por su patl'iotismo, amor al trabajo y decisión por la. paz, (alluque afeada con el lunar de conquistas y reivindicaciones en el Perú) debería poruaEos, de quienes advertil' que no os la mismo triunfar el Goneral de Sucre oscribía al Libertador en su parte de la victoria. dol Porteto : '" " He dorrotado ií. estos pobres peruanos que no morecen la pena de vencerso," que de colombianoH y venezolanos; deber(,'l, recordar que él no pudo sacudir el yugo espaüoJ, y necesitó de la espada de San Martín y do !aH bayouetaH de los argentinos; debería recordar que sus huo'3tes flloron im potentes frcnte quienes más tarde fueron vencidos ospaîíoles, ÙO en el Perú cuando se vieron al colombianos y venezolanos en Junín y Ayacucho; recordar quo SIlS victorias sobro el Perll so debieron pal'te dobet'ía los mel'ccnario;; lÍ. recordar Fonicios obligados que extmnjeros si tiene á. huscal' en por la estrocho? y pohreza enriquczea con las pacíficas con las avonturas gncrreras que tomara marina, Otl'OS como por lOB debería en gran á sueldo; la tenían los países la vida y la riqueza. do su territorio, oporaciones es para que se mercantiles, y no y, por Último, debería. recordar que es imposible vencer á un pueblo noble y de tradiciones glorio:;as, cuyos partido!:! so unir'Ían todos, con muy cortas excepciones, para l'cpoler al enemigo ó so mantendr'Ían en amena- ,. En la batalla del Portete (Tarqui) Sucre tenía, 4..,000 colombianos y Lamar cerca. de 9,000 perUl\nOFl, 5 -34zante actitud, ('omo la hicieron García-morenista 108 conservadores en la invasión de 1863. Las No/:edrules resumen su a¡·tícnlo diciendo: En cambio « la sitGación, coma la desCl'ibe la carta del Herald, forma UTI inusitado capítulo do cargo:, y puede compendiaJ's£:' así: 1.° Colombia y Chile negociaron un tI'atado por el cual todas sus diferilncias debían someterse al arhitt'aje; 2.° El Senado ùo Chile recl¡uzÚ despné;; ese tratado; ~~.o Colombia invitó lÍ las RepÚblicas Hispano-Americanas pnra un Congreso Ohilo hizo fracasar el pl'Oycdo dos '"apores y diez mil fusiles, y el Ecnador plearlos contra Colombia; j de paZ' y 4.° Chile ha dado al Ecuatlor se propone 5.° Chile ha presentado nna impor- tante reclamación contra Colombia como indemni:r.ación haber ésta permitido el tránsito por el Istmo del material guerra para el PerÍt; y 6.° que detrás oculta. el ùeseo do Chile do pedir do esa tcrritorios empOI' d(, reclam~lCión ~e en vell deI dinero que no podría recaudarse en Colombia." facción de qllien, desde Cali cn 1880, le\"alltú la SCt" cI primero YI) he tenido la s::¡tis- voz contra Chilo seùalando su ambición, pretcnsionc:l y mala fo, y quien desdc :México anunció, tarn Lién el primero, ser él la causa yerdadera del fracaso del Congreso de Panamá. Si Chile da bUflues y armas al Ecuado!', ó m6s bion á Veintemilla. para. quc nQs ataque, es porqne, cnsimismado en ,;n progreso, no conoce bien todo lo qne pasa en la charnuchinn de repnblífJuilla8 (como nos llamó hace cinco auos lin Ministro * de ese país, cuanùo exhortaba al Dr. Barros Arana, RU embajador, á estrechar relaciones con el Brasil); es, porque ignora * U il sacerdote francés me decía en Santiago, el año de 1877, los europeos podemos decir ri. Chile lo que Tertuliano, en sn Apologético, ri. los paganos: "Eehaduos de Roma y vuestras artes, vuestro comercio, vida. y progreso languideccrlÍn y se extingQirán." - 35qne ell 'J'lllc:l.ll y Cllaspu(l ùel'l'otamod y aprosamos al Prosiclonto García JlomI1o y á SlIS princi palos Jefes, ó triunfamos en modia. I-Oj'a.y con tres mil hombres de un ejél'cito do ocho mil ecuatoriallos, mandados 'por el célcbro General Flórez. * Si Chilo no~ creo tan cspíritu dividos y min'1.clos por la. discordia, do p~l'lido y la candeuto política nacional, o se equivoca altamonte, pucs el db de LIna guon'a extranjera habría pocos traidores en nllestra patria, y no so tendría más que ·un, cúrazón !J ¡¡na alma, ~mo]a, pa.tria do Además, V ene~uela, la horoíca Vene- Bolívar, Sucrll, Páez y cien otros lidiadoros, que proteste) contra h. conductn. anti-americana, despojadora, cl'llol é illdigna de Chile, u V onozuel::t so uuirÍ:t ií. Colombia y lo::!sois milloncs do gentes aguel'ridas (lue esos dos países cuontan sourarían para hacer rechaza¡' toda intentona do esa K ación El ::hileno se acobarda ,y, 1<:1c el antes citado y cedo al ellcontrar númcro de [;((5 con hom- .¥oved(t(les leí una. cart¡\ del escritor ecuatoriano, :\Iontalvo, en la. cual se dice, que Sarasti con sólo 100 colombianos hizo frente á 700 ecua.torianos en Chamba (Eeuadol'), dejando â 100 fuern. de combate. No crco que los ecuatorianos scn·mtoH y patriotas se presten IL los pl'oyeetos de Chilo, sabiendu que cste propuso al pcrua.no sellor Lavalle ontregar a.l Perú, en ~ambio de Tal'lLpac:í, el rico pucrto de Guayaquil. En el combate naval sostenido por 01 Alajuola, tripulado con 75 ecuatorianos y colombianos contl'a dos buques tripulados por chilenos, (en Dicicmbro de 188·1.) los 7ií colombianos abordaron cI }{',(W!ttJ, dofendido por 300 chilenos, matando é hiriendo á la mayor parte. -.'vota í'ccieate. ** Estaba yo entonces en Caracas, y tuve la satisfacción do escribir allí algullos articulas, en los que hablé do la política. do Chile, tal como es rca.lmente, y no como la represontan los mercenarios escritores que en el extranjero la alaban. - 36'"- bres decididos y valientes. Estaba yo en Santiago, cuando el pueblo furioso derribó la estatua de Buenos-Aires quo se hallaba en la alameda de las Delicias, en desquite de la prudencia meticulosa que mostró el Gobierno chileno ante la energía y decisión del Gabinete argentino. Pocos días después de esa virada de bordo, Chile declaró violenta y precipitadamente la guerra á Bolivia. El, además, se engaña al Cl'eernosdébiles, porque no tenemos marina, como no la tienen los pueblos cuya vida es esencialmente terrestre y que carecen de vecinos inquietos. Los Estados "Cnidosy :M:6xico,muy superiores á Chile tampoco la tienen. Por último, los colombianos de ahora son los mismos de San Mateo, Carabobo, Boyacá, Pichincha, Junín y Ayacucho. Pero, Chile con sus buques puedo arruinar nuestro comercio y bombardear nuestros puertos me dirán algunos. La discordia, el espíritu de partido y la política estrecha y holgazana que vengo estigmatizando en todás mis revistas son la verdadera causa de que Colombia, (la primera de las repúblicas latinas en 1830, como me decía en 1853 un español, Capitán del bergantín chileno en que yo navegaba) dejase pasar adelante á sus hermanas que le queda.ban muy atrás. Colombia era tan fuerto por su marina en aquella época, que invit6 á. México á unir la suya con la nuestra para arrojar;Î. los españ.oles de la Habana. Pero, no importa, la Repúblic¡t Àrgentina, también amenazada por la política chilepa, tiElhO hoy poderosa flota y blindados más fuertes que Chile; ella necesita aliados, y está llamada con Venezuela y Colombill. á hacer sentir su generoso y civilizador influjo en la América Meridional. Pero, hablemos, dI}Guanajuato. Esta es una ciudad .'lui geM'Tis. En todo 10 que conozco de ambas Américas, en Europa y Asia nada hay que la iguale. Merece, pues, una visita y detenida descripci6n. Figúrese usted profunda cañada, casi cir- - 37cuída de altísimos riscos de pórfido; represénteso en el centro do esa cañada, cuyo terreno es· sumamente desigual y escarpado, populosa ciudad cou calles, ya anchas, ya angostas, desiguales, tortuosas, onduladas, con estrechos y empinados callejones quo la crm:an de Este á Oeste, ó que trepan por las rápidas faldas de los montes circunvecinos, en escalera ó en rampas muy pendientes; ponga en ella muchos y buenos edificios públicos de dos y tres pisos adornados COll pilmrI'a arcillosa veteada de verde, quo hace un efecto ~ca8i igual al del mármol jaspeado; ponga, ora de piedra y cal, ora do adoves, edificios Cllbiertos con azoteas, algunos levantados ó escalonados masartificiales sobre extensas unos sobre otros pliegues del terreno. He visto ciudades tadas en colinas, como Constantinopla, sana, Chambery, ningnna reúne Guanajuato. cerros San 'rhomas,La tántas extensas muy poplllosas asenSyra, Génova, Lau- Guaira enormes y Valpat'aíso; las comarcas llanuras? y hermosa tan gmndo circunvecinas, Porque mas, irregularidades Pero, me dirá usted ¿ para. qué edificat' c3carpados on wdas y tan platafor- por las faldas y como entre esos población, :habiendo y no lejos, la codicia no rcconoce muchas obstáculos, y es capal'. do levantar capitales en la cúspide de los más altos montes () en el fondo de los máE hondos barrancos. Las minas de plata han improvisado altísimas cimas, como ciudades ell medio Guanajuatn en de riscos y sobre ~lóxico i¡Cerro Paseo en el Perú. Esta hermosa y rica villa so halIa dos de latitud Norte y á 2,08,t metros sobre elllivel Dista do Móxico 408 kil6metros Ú 82 leguas, que se hacen en doce horas por el Ferrocarril Oentral y con un gasto de en segunda gencias clase, y de $ 6-23 en tercera. de 24 gradel mar. (¡ Antes, $ 8-30, en las dili- costaba el viaje cinco ó seis veces más, y se ompleaban cuatro y cinco días. Nosotros) á pesar de nuestras cas, versos, charla é ilustración, teorías políti- hacemos ese trayecto en ocho - 38con $ 100 do gasto y con todas las insoportables incomodidades de caminos de cabras y de mulas de alquiler. En Silao, pueblo distante de Guanajuato 2:j kilómetros, arranca una línea férrea de Oeste á Est€, y se introduce por la estrecha cañada rocallosa que lleva Ii la célebre ciudad minera. De esos 23 kilómetros 18 son de ferrocarril y !j de tranvía j el primero tiene su estaciÓn en el pueblo de ::\Iarfil, distante una legua de Guanajuato y la segunda, en el Cantador, á la entrada de la ciudad por el Noroeste. Para consuolo de los acérrimos enemigos del felTocarril de Buenaventura, quienes tanto anhelan por desprestigiarlo con sus cartas anónimas, le diréque este gigantesco ferl'Ocarril yankee-mexicano marcha no muy bien: además de los frecuentes descarrilamientos, no cumple siempre con sus compromisos en daño del c')mercio y de los particulares. A los 30 días de habél'seme avisado que mi equipajo salía de Lagos, distante de Guanajuato sólo 23 leguas ó tres horas en ferrocarril, con dirección á esta ciudad, ha llegado á mi poder. Me cansé de reclamarlo, me valí de los señores empresll;rios del tranví.a de Guanajuato, quienes muchas veces telegrafiaron al Superintendente de México j telegrafié y escribí. 8 Lagos y yo mismo la busqué en la Estación del Cantador y en la de Marfil, cuyos empleados, yankees y mexicano::;, se contentaban con responder impávidos: "No ha llegado todavía." El Oantador es \lna frondosa alameda, adornada con asientos, jardines, etc., que la Municipalidad ha plantado en el único reta~o de terreno llano y bastante amplio, que encontraron al salir da la ciudad. A.demás del Oantador hay otro pequeño jardín en la plazuelita de San Diego, situada en el centro mismo de Guanajuato, y por el Sur, en la estrecha cañada que se halla á las goteras de la ciudad, encuéntrase el famoso paseo de la Presa. Para llegar allí, es preciso subir y bajar c3Hes y callejuelas, á pie, á caballo ó en coche; pues -39coches ruedan comparación pueùen por estas empinadas ùe las cuales llamarse planas. é irregu1n.rísil11as calles, en las nuestras del barrio de Egipto Antes do llegar á la Presa pásase al frente <lo muchas y bonitas quintas, donde habitan, ciall11ento en ticl1l po de calol'Cs, las familias delado Je h nueva ospecial- aristocráticas, y gl)tica iglusi'!. <¡Ile ümbellece y aquellos paraj:t'; de S0!a7. .Yrocreo, encajonados entl'e elev'udos montes, y ¿ qué es la Prcsa? ~e la diré lilogo, En Guanajuato IlO hay río .•, ni anoyos, ni manantiales, nI) hay más agua pota- blo <Ille la eaíJu. del ciolo en los cuatro mese, do 11uvia, y q'w os recogida, en ci itcH'nas Ó en gr'bndes est,w<¡ nes fabricados los pliegllC;'; do 103 entro montes que C3l'can la ciudad pal' el Sur. P;]'1'a el e1'l!uto los ha bit:J.ntes de esta ciudad, hall lovantado dos grlwsas y largas murallas, provisbs de sus exclllsas ó compuel'tas y adornadas (;on asiento:", ùarandas y árboles; esos mlll'O~ ú presas so l'xtienden de un lado:í Otl'O de la eskcchn caîmdn, fOl'mada por altí;:;imos ('erro~ de pórfido y pizarra <trcj.• 1l0s:t, Las aguas lluvias so roca gen allí en dos oxtensos recipiontos, lla!llaltoS la hauitantcs jJn.'8a ch/cr¡, 1J la d~ la olla, y suministran ú los ùo la ciudad el agua nccesn.l'ia en los ocho meses Je soquedad. DJ las presas salen conductos do hieno crIC se ralllificall 1)11 tallas direcciones y lIovan las aguas fi, las casas do los rices'y á los ùepósitos pÚblicos, iÍ ùunde acnde el pueblo Íl tornarla mediante cierto procio. Uun VCiI llenar1:1" las cajas de ùistribucilln, ciérarnso las lbves ùe lo~ conùndo,:; d<J hs lll'esas. En Y:!l'ias casn.s recogen tamùién dcntro do cigternas 01 agua caída 80bl'o las azoteas, en otl'as tiÛl'lOll p~ws muy profllI1dos donde so f;ltm t:wùía i Ho¡;ditas las ciudades .Y escasamol1te de un08tnis Ull líqnido altiplanicies ímpotaLle. colombianas, ùomle auundan los l'Íos, los PUI'OS y cristalico~ al'l'0YOs y los manant¡~lk;, du aglla fJIIl'ísi:n:¡! Pt'I'O, de T!Osotl'OSpodel11o;; afirmar lo <¡no c1ien b ESCI'¡éU ;',l: !l/J/lUi rI ¡¿in hOIL01'e e,~sd, non -40intelleœit ; que teniendo lizamos con nuestra tantas bendiciones cerro de la rana; mecas encontraron atraso y mendigando ó Guaua.juato, porque SIIS de la significa primeros <lió en dioma tara seo los chichi- que se asemejaba culto religioso. N l1()va-Espa1Ïa, perma- en medio de las habitantes, allí enorme pedrón rana y tí. la que tributaron virrey política y holgazanería, discordia, neciendo en vergonzoso nq uezas. Guanashnato del cielo, las iuuti- tÍ Mendoza, Rodriga á nnn. ci primer Vásquoz terrenos que la ciudad ocupa. Treinta y tres años después la toma de Uéxico por Cortés en 1554, se establecieron Marfil y 'repetapa, sitios vecinos la ciudad, tÍ. los de en dos fOl,tines para defenderse de los feroces chichimccas. Ya en ese alia ùe 155:t 8e explotaban las minas de Mellado y Rayas, dos de las muchas que se han !aboreado en los últimos trescientos veinto y nueve años, y á las que se debe 1658 don Antonio la fundación de esta ciudad. Lara le <lió el nombre de 1679, le concadió el título de villa yen En Santa Pt!; en 1741 81 de ciudad. IJos pobladores, pocos al principio, se fueron aumentando á m13dida que se descubrían otra.s nuevas minas y á medida que las descubiertas ¡miraban en bonanw. La Alcald·ía mayor fué trasla- * dada de Celaya, poco antes do 1679, á Gllanajuato, siendo su primer jllez el caballero gmnadino don PMafran Rivera. A este lo ontl"eg6 Felip0 II la imagen de bulto de la Santísima Virgen, qne se venera. en la. Matriz de esta ciudad de NnestL'a Señora de Guanl1juato. de las minas do Rayas, Santa Alla, Santa Mellado, Anita y Fraustos Las fabulosas Valencian3, con el título bonanzas Tepeyac, fueron aumentando Cata, can si- * Dicen que una mina. está en bonanza, cur-ndo en ella Ile ha dado con la veta. argent1fera y cuando los rendimientos son muy superiores Ii los gastos. - 41dera blemente hasta 18iO, época en quo Hidalgo, cura de D010res, pueblo situado diez leguas al poniente ùe Guanajuato, cayó sobro la Alhr5ndiga de Granadita.~, pasó al filo ùe la cspada á la gual'1lición cntonces tante espaûola y so apoderl¡ fné talla cmigración de SIlS do la ciuùaù. habitantes Dosde qne, no obs- dar,¡e de balde las casas, la. mayor p;l.1"te quedaron ùeso- cupadas. Terminada. la guel'ra de In. inùopenùencia en 1821, volvió tí crecer la población hasta 185·1, aúo ell qua principió una nueva baja, debida á las guerras los trabajos de las minas y obligaron gl'ar hacia México. Of) mil contaba al principio algunas 93 mil habitantes, Hoy cHenta Guanajuato gran parte paralizaùas. prando lÍ civiles q uu paralizar on las familias ricas á emi- del siglo, y Compañías de ellas, y se aprestan grand'3s y poderosas máquinas. Los montes, entre la::; que está necen á \Ina de las ramificaciones minas se hallan en SIlS angla-americanas para van com- explotarbs con edificada la ci I¡ùad pertede la SiCt,t'a:\Jadre quo atraviesa. la RepÚblica do Sudesto á Noroesto. Lu. primera veta trabajada on Guanajuato fué la de San Bartolomé, doscubierta casual mento en 1548 íiarcillo on Chile. por algunos arrieros, Diez años más tarde la Veta Madre que, desde entonces como en hasta la de Cha- 11>58,se dcscubrió 1810, dió un rendi- miento de cinco á seis millonos de fnertcs. Esta célobre veta corre por debajo do la ciudad, do N. E. á N. O., nnas 14 mil varas y atraviesa, ya la pizarra al'cillosa, yrt 01 pórfido quo descansa sobre aquella; está formada sn ganga, riquísima en plata y algún oro, por el cuarzo, la amatista, el espato calizo, el espato perla, la piedra corncrt escamosa, la. grtlena, la blenda parda, el fierro epático y las piritaR. Lr¡, plata se presenta. en ella, ya nativa en racimos, oscura; cloro siempre ya negra, se ba lia nativo. prismática Al cntrar y roja ú G l1rlTIojllato por la Cañada. de Marfil, la únicn. por donde ruedan cocbes, so ô -42¡.sa ~l través de larga. serie de minas que 8e prolongan hasta IDUY adentro de la ciudad. D-3sde el jardín y alameda del Oantador comienza la más ancha, larga. y plana calle que tiene Guanajuato, sin que por eso deje de ser muy irrtlgular, tortUOia y ondulada. Esa ca.lle, puede lIa.marse del comercio por las muchas tiendas y almacenes, ba.stante modestos, que tiene; pasa el frente de las minas de Pardo y Ântillón, del templo de Belén, del Hospital, del palacio del Congreso ó Asamblea '1 de la. Matriz, para irse estrechando hasta. llegar á la plaza y jardíD de San Diego, donde so levanta el templo de este nombre y: el grande, hermoso teatro, a.un inconcluso. En toda esa callo se euoaentran edificios muy buenos y casa.s de todo lujo con fachadas hechas de la incomparable pizarra arcillosa vete:~da. de verde. Desde la Alhóndiga .S Oastillo de Gmnaditas, al Norte de la. ciuda.d, baja ha.cia el centro otra hermo~a calle sumamente torcida, ondulada é irt'egular que p¡sa. al frento del Colegio del Estado, del soberbio templo do la Compañíll, el mejor de Gua.najuato, y del Correo; luégo, dando extem~a vuelta. delante ùe los templos de San Francisco, Cas"l.Santa y de la Iglesia Evangélica, (protestante) entra eu la plaza ùe San Diego, donde toca la banda sus retretas y donde se encuentran los sitios de coches simones, Los edificios de esta calle sou inferiores, en lo genet'a.l, il. los de la anterior, Saliendo de esas dos largas arterias, no se encuentran sino estrechos callejones tra.sve¡'sales, que las unen, ó escaleras y pendientes rampas que conducen 4 las ca.&asde adove sil1 blanquear, que se escalonan haata casi la cima de los cerros, ó calles sumamente onduladas que corren á lo largo de la cañada que va lÍ. de~mbocar en ci paseo de la P'resa. Guan!\iua.to se halla enC3.jonac1o pOl" las montes siguientes: el Cuarto, al Norte. l~ Sirena, al Este, San Miyuel, al Sur y al Puniente los de Tnmull.o8. Leona y San Miguelito, Al Oriente de la c:.iu.dad,s.e abro, ~ua - 43- quebrada. qne la. ll.tL'aviosaen l)rofundo ban'anco, soca en los ocho mescs de voranO y tort'entosa on los cua.tro do invierao, Hay en (juanajllato buena plaz'l de morcado, fuera de otras más pequeñas y ùe los muchos lJUcsto8 de ft'uteras, quienes tantA.aquí como en PllCbln, impiden el paseo y fastidia.n con sus contÍnuos gritos. Me parece mlIY conveniente decil' cuatl'o palabras sobre el celo y actividad dol seúor Cura de Guanajuato, con el fin de mostz'[¡Z'á los catiílicos de Colombia cuales son las verdaderas hl'mas que ~e deben esgrimir para defender la Religión. Esto es tanto más necesario, ctlanto mayor es el número de los qIle allá, en esa tierra de cl'ónicas discOl'dias, abusando de su prestigio y de su habilidad, y mmr,clalldo el gvangelio con la política, todavía pretenden hacel'se dueños del Gobierno azul'Janc1oal puebla Il derramar la sangz'o de us herma.nos, á. empobrecer y barbarizar el país en honor de una fé que se efltableció en el mundo con la.predicación, el ejemplo y los milagroBJ y no con el alfalanje, como el Islamismo, El señor Cura Amé,;quita, padre de la. Congregaci6n de San Vicent-e de Pálll, no sólo atiende a las funciones de su ministerio y de sn oargo, Bina que también hace cruda guerra á la. impiedad, ó. las escuelas sill Dios del Gobierno, al liberalismo y It 11\ inmoralidad. 1~1no anda escI'ibiendo artículos candentes que Ia.n~an Ii lo:> pueblos á la matanza en nombre de Dios; pero, sí !<>Stiene IlUa imprenta y un periódico religioso, sin nada de Mt\leias, ni de ambiciones polítioas : él no vive en perpetuo la.mento de qne en México nada hay segllro, ni la t·ída, ni la propiedad, ni la honra, ni afirma que BU patria está cubierta de lÚ1gaB a.w/z¿erosaN desde ln coronWa de la wbeza hasta la pl«:14tll de lw l'ie$; pero, sí, con inoa.nsable empeño ha. organizado, Bin tener fondos, cuna para niños expósitos, casa de niñas huérfanas y .&cllela. de Ártes y Ojicios para desiruir la. holgaJl:aJ neJ'Ía y la vagancia, 44- de donde nacen los vicios y las guerras civiles: él no 1I00'a con lágl'imas de cocodrilo la pérdida de la juventud en los cologios, ni organiza revoluciones quo dejan tendidos en el campo ~e batalla millares de hombres y cuestan :í. la Nación millones de posos j poro, sí levanta un Colegio gratuíto donde enseíÏa todas las materias quo se cursan en 01 Estado, organiza otra casa de educación para formar el corazón de las niÎÍas en el temor de Dios y preparar buena!'; madres de familia, establece en sn casa un Colegio de primeras para los hijos de las fa.milias las católicas do las ciudades, debería dar decentes y sostiene val'ias escue- para oducar á los hijos é hijas del ataca las mejoras lÍ materiales, protestando letras pueblo: ni los ferrocarriles, mañosamente los pobres j pero, si organiza él no ni el adorno que ese dinero se la Congregación de las sañoras del Sagrado Corazón de Jesús para tonel' cooperadoras en sus obras de caridad, sostiene la de seÎÍoras do la Benefisocorrer á los pobres y las conferencias cenoia para Vicente de Pául para dar pan á los indigentes. ¡Ojalá! de San que en Colombia hubiese mnchos sacerdotes como el señor Cura de Guanajllatoj j ojalá! quo tanto escritor político-religioso charlase menos y obrase más en favor de esa religión que se pretende sostener con al,tíCLllos revolucionarios. CU9,tro palabra~ más y termino. Hoy hace seis días, tras un largo ayuno do dos' meses, recibi de Bogotá numerosos periódicos con fechas de 28 de Noviembre á 4 de Encro de 1883. j Qué triste es para Uil hombre, que ama sinceramente su pa.tria y vive en el extranjero, qué imprentas triste es leer Nada do progreso, de concordia insultos, publicaciones de Bogot.~., en 1~8 últimos calumnias y la discordia nada de mejoras y de tl'abajo, como las salidas de las meses matel'iales, Recriminaciones, y exageraciones que se han hecho nada de paz, disputas, inspiradas endémicas especial mento ! ataques,. por la política en esa rica y her- - 45mosa República, digna do mejol' suerte. El odio, la rabia, el hambre, la ambición, la vanidad son los únicos verdaderos móviles do tanta. palabrería., por más quo pretendan cubrirse con oll'opajo del bien, do la justicia y del deber. No hay pais en ellOundo donde la discordia yel espíritu de bandería. lleguen á tan incroíble encrudecimiento. Es preciso estar fuera de esa atmósfera onvenenada por los partidos y la poHtica para poder apreciar la. inconmensurable gravedad dol mal. Felizmente, en las demás repúblicas hispano-americanas y en los países extl'aujeros arrinconan generalmente nuestros periódicos sin dignarse siquiera abrirlos; de lo contrario, ¿ qué idea tan triste no se formarían de nosotros, cómo excitaría la hilaridad general, qué estropitosas carcajadas no haría dar esa politi(J.1~ería ridicula, quijotezca, insensata y absurda que hace de muchos miombros de los tres pa.rtidos de Colombia otros tanto;; locos furiosos, merecedores de la camisa de .fu,erza j annque cómicamento hagan osfuerzos para dar la de aerios, de pensadores, de graves directores de la política, esforzándose así en ocultar vanamente el hambre, la envidia, la bastarda ambición y la ridícula vanidad, únicos y verdaderos móviles que les hacen f,"l'itar tanto, disputar tanto y formar ZA.GARRERAS TAN CÓMICAS Y BULLICIOSAS COMO LAB DE LOB GATOS EN LOS TEJADOS Y Si no fuel'a yo colombiano, me reiría á pierna ,melta al 10er Eemejantes polémicas, y buscaría amigos para hacerlof'\ desternillar de risa ante tan increíbles ridiculeces. ¿ Por qué no se pondrá á trabajar ese puñado de hambrientos y de intrigantes que en los tres partidos desgarran las entrañas do la patria con BUS reyertas sempiternas? La holgazanería es la que ha producido esa jauría de poliqnBro8 que en Colombia atruenan el aire, como lo hacen en Constantinopla 108 DervicBs aulladores. Son aullidos de hambre, de gentes que no quiereD ganar la vida en ocupación más hourosa. y menos perjudicial. AZOTEAS. -48 -, m. ¿ A d6Rde irá la patria. querida ellJpojada poreaa cuad •. de loe8 'W'ioeoB r ¿ Qué Berf. de Oolombia awenazacia en el extenol' pl)r naeÍ<mefl qne trabajan m'8 y oharlan menos? Ma consuela, "in embargo, que tlenemos cuatro millone!! de habite.n~ \H tos onates un mill6n, pol" lo menos, est ..í formado dehombl'e8 valientes, g.enSl'060S, entusiasta.'I y patriotas que ~ morder el pol\'o al osaw> que se atreva á busc~rnos camorra; pero, me aRije y me indigna que un puñado de hambrientos politiquer08, audaœs y oharlatlanee tengan en perenne zœobra. á todo un numeroso pueblo,aniio8o de progresos y adelantos. Repito lo de otras ocasiones, hágase un rodeo de todos esos animalea dañinos y 8.nójeselos tí la. Goagira 6 á Oaaaaare pa1'8 que ae oivilizen lUl poco en el oontubernio de loa _lvajes y caníbales. Su afectísimo, FJi:l)UICO C. AG.vlLAR. Silap, Maru> 9 de 1883. ~or ~dactor de El Ptlltttitmpo. La empeeiiUlWr. ¡Os" que .wa .\!queja haœ cuatro meses y m~ eon -abC8SQBdiarios46 tr~ y cuatro horai, mal q1le me ha. ¡;obNvenido , consecuencia de m.¡is de tl'escientos sermones p.-@iœ.dos an Puebla" México,. To~ y Guanajuato j la tos y su indefectible compañero el a.hogo me h!\n Mcho venir á esta. poblllCión en huaco. denn climamú abrigado que el de Gua- ujoato. POI' desgracia para. mi enfermed.ad,el invierno de eate aIlo ~"lJid.o 8UntA1Denie aro_ ; Foo1'81'O y Marzo, lo que nunca, 88 M1I. di.~ido porlas tl9vadaa y 408 a.tel'idos DOl'tes, teul~8én'.lGolm y ~nfennieosèn 'hl.s a.lti¡;bl.nioies. ~Hl'l· ~ __ 00l0wàJia.. oanaemos 4e 688 ,azote, "'qui fPeClIfJIMi. -41simo, y nueBtl'os climas y con8tantes, fríos, más iguales no producen las toses y enfermedades pnlmonares tan comunes en estas mesetas de Méx.ico. Además, el calor sofocante del estío, en Abril, Mayo, .Jnnio y Ju]io y el penetrante invierno, en N ovicm bre, Diciembre, Enero y Febrero conocidos en esa bcnùita inhabitable tierra, de una. primavera sólo por callsa de la. discordia y ]80 frío del son des- perpetua intolerancia. é de los pa"tidos, A propósito de esta maldita enfermedad crónica, que mina, desacl'edita, empobrece y barbariza á la primera República da las hispano-amel'icanas, le citaré un razgo que nos carecteriza admirablemente, Lo tomo del nÚmero 52 de El Munitor BeplllJl1'cano, correspondiente al viernes 2 de Ma.rzo de 1883, (Año XXXII de ese dial'io mex.icano), Bajo e] encabezamiento de "ReHexiones histórico-satíricas sobre las 17 naciones americanas por un médico bra.silense," 100 108 siguientes rasgos sobre esa pobre República, hecha un campo do Agramante, nnn merienda de negro,'! por los cuatro holgazanos polit·iqllcro8 que se empeñan en vivir del Presupuesto * por no trabajar honradamente: " Colombia, dice, es UN COLIWIO y con buenos pl'ofesores, donde maestl'os y discípu- SIN RE'JTOR lo;; ~ DISCUTEX, DISPUTAN, GRHAN Y SE ROMPEN LA CRISMA SIN ENl'l<:NDEHSE JAMÁS, NI LLEGAR Á UNA SOI,GCIÓN Así somos y así se nos juzga, DEFINITIVA." ..8 y lo pCf'r del caso es, 4ue perdo- mos miserablemente el tiempo en disputas de lana capriltu, mielltras quu la industria languidece, el comercio anda. vacibute r Ja;; l.lIejor'as materiales lIln.l'ChllUá p.ISO do tortuga, El citado médico brasiler'o c:u'acterizn. á las otras repú- blica¡; del mOllo siguiellte: "Chile es uua ~ AS'I'U'I'A y SAOA1. •. El ;llojji¡,!V' IfIoll t"m" ùe L t RepúbUcéI de NP b'mIlOiilw cI. California, diario que, á su vez, las reproduce de otro bra.si~rv. -- 48BOA, .ft ** recostada sobre las faldas occidentes de los Andes y á orillas del Paclfico, donde sueña de¡:;pierta su futuro engran- decimiento tragando algo de las incautas vecinas y hermanas, por la razón ó la fuerza, como dice el lema de sn misma monedo.. - BI Ecuador es un convento de fanáticos ignorantes y ultramontallos audaces, donde se I'eza, se intriga, se conspira y se pelea por los girones de la túnica. inconsútil do la patria. crucificatla.-Venezue1a un cuartel de Boldados insubordinados, oficiales turbulentos y generales anárquicos, donde sólo se han acomodado bajo el tacón de un cínico tirannelo, lla.mado ilustre americano.-El Perú es un destrozado campo de Agramante, en donde el despilfarro y falta del santo patriotismo han sacrificado la honra y futuros destinos de la Nación.-Guatemala es un ataúd de la libertad custodiado por esclavos de raza varonil, donùe resuenan los gemidos y zollozos arrancados por el látigo de un imbécil y bárbaro déspota que, insulta á la dignidad humana.-Los Estados Unidos son una caldera de colosales dimensiones, en perenne ebullición, donde la hez de la corr~pción moral flota enfurecida, y el néctar de la civilización y grandeza extravasa en olas tempestuosas, cte. et.c." . Pero volvamos á la crónica mexicana. El Ferroca1'ril Gentrill ya va llegando á la capital del Estado de Aguas-calientes y tocará, al fin del año, en Zacatecas; los ferrocl\rriles do Pachuca á 11'010 (estación del camino de hierro de Vel'aCl'UZlÍ México), de Puebla á San Martín (sobre la misma línea de Veracl'uz:á México) y de Texcoco á. !rolo han sido últimamente .- Quien asi juzga Il nuestra hermana, no es argentino, ni venezolauo, es brasilero 6 ciudadano del Imperio, con quien Chile estreoha sus relaciones más que ninguno otro pais de la Amérioa del Su. inaugurados; Tampico, las demás Veracruz, 49 líneas Yncatán, no entre la barahunda de Chihuahua, ect. ect., continúan Monte-rey, avanzando, de la política y de los partidos, sino al atronador aplanso de los hombres más amantes de la patria que del círculo. i Hoy hay 3,64.0 kilómetros (728 leguas) de ferrocarriles constmídos! p,'opagando por dOllde 11as tr'avias y los teléfonos quiera; apenas se encuontra población de alguna importancia días EOconstruyen ú se colocan también, yn. estableciendo y otros pnntos; 'l'ulaucingo; Yi). ciudad ó que 110 los tonga, y todos los nuevos. La industria creco nuevas fábricas fundando Ee van telares, de tejido::! en Puebla para tejer casimires, en las minas de plata, oro, carbón y ya explotando hierro (estus dos últimas muy escasas en México) con nuevas y poderosas máquinas; ya trabajando las canteras con decidido y creeiente entusiasmo; ya levanta.ndo grandes construcciones m:¡,rítimas en el puerto de Veracruz y ya embolle(~iendo las ciudades y edificando la luz siempre lujosos palacios. Sin embargo, como á acompañan las sombras, tómese,'y así lo dicen El Monitor y La Voz de México, térrwse una próxima bancarrota nacional debida á los despilfarros, siempre crecientes del Gobiel'Do, quien hace préstamos du hacer economías. los Estados extranjeros d<3California á los nancos Además, el nuevo tratado del país, en vez entre México y Unidos es una verdadera pesadilla pl;1ra todos laR aquí establecidos. El Monito?' cita del E,l;am·inel" los siguientes rasgos tomados de las confidencias del General Grant con SllS amigos: "El Congreso aprobará el tratado que Romero y yo hemos pre¡,;entacio. Si él es aprobado, este país (los Estados Unidos), realizará grandes benefi- cios en menos de un año Lo que sorprende es que los mexicanos hayan convenido en negooiar tratado alguno I.a verdad es que este tratado será la cuña con que hemos de penetrar á la posesilín final del comercio de México. Este está 7 -50 ahora en poder de Alemania, Francia é Inglaterra, pero nos pertenece por derecho Necesitamos meter el pie en México, y este tratado nos lo facilitará, lo que será muy suficiente pal'a nosotros. Oportunidad es lo que queremos, y nuestra viveza y tacto nos dará el resto," Con estas expresiones quedan justiReadss las opiniones que en otraR cartas he manifestado Robre la crítica situación de México, umenazado por el yankee. El [) salí de Guanajuato, donde prediqué los viernes de cuareSma ante numeroso y escogido concurso en ]a iglesia Matriz. De la Presa al Cantador fllí lÍ. caballo, del Cantador á :Marfil en tranvía y de Marfil á Sila') en tren de vapor. E~as cinco leguas y media las hice en hora y media. Al p~incipio rodó el tren por una honda cañada circuída de altísimos cerl'OS y luégo, poco á poco, fué saliendo á. pampa rasa hasta llegar á esta ciudad, situada en una abierta lIanurn, entre sementeras y arboledas de fresnoi'l, eucalyptus y árboles fl'utales. Silao se halla á los 20" ;')8' de latitud Norte, 1,857 metros sobre el nivel del mar y 77 leguas diRta!lte de México, hacia el N, O. Está formado de casas bajas de adove y toba volcánica, cubiertas de azoteas; cuenta catorce mil habitantes, en su mayor parte indios otoraites; tiene dos hermosos jardines públicos adornados con fresnos, naranjos, eucalyptus y tI'oenos en sus sus dos plazas principales; posee siete templos principales, des· collando entre ellos, la Parroquial con su elevada torre, extensa verja de hierro, atrio sombreado por hileras de naranjos y guayabos, y el lindo templo del Orista del Perdón CODsu airosa cúpula y sus dos esbeltas torres. Las calles de la ciudad son, * * Aqu(no se oyon lOB q~tejl1l11l.bre. semibárbaro. que a.llá dicta. el espíritu.de ~tido cOlltra el embellecimiento da las plazas. Por dond(l hQ,visto, en Europa y en ambas Américas, que laB P~'y-,~~Il\Q&, m:I.iL anchas so adornan con árboles y jardines: ¡J.n:¡èr-~I ;donc,., le&I«'"'lJ<Jg4i cpo allí hacen la guerra al prog~! q~_ -51las unas, ancllas y rectas, pocas, cstrechísimos de ejcl'cicios, las otl-as, callejones cuartel, hospital, angostas sin empedrar. y tortuosas y no Hay en Silao casa molino de vapor, seis escuelas ** (cuatro católicas y dos laicas) y una extensa gallera que sirve de teatro, La tcmpe¡'atura média es de 22 grados centígrados. Al presento se expe¡'imenta lo que acontece frío y destemplanza normalmente, el cielo está porque, contra llllblado, amenaza lluvia y sopla un fuerto viento del Noreste, las poblaciones do esta arroyos y manantiales; altiplanicie mexicana, carece de ríos, las gentoH pobres se proveen de agua Silao, como todas salobre y gruesa sacada de pozos, y las acomodadas la recogen en cisternas, cuando lluevo, ó mandan por ella á diez leguas do distancia. No obstante eso, esta ciudad es aseada; aunque no carece de la hediondez que caractOl,iza en verano á todas las de la altiplanicie, En Silao arranca del ferrocarril Symons el ramal dol Guanajuato, y la llegada de los trenes, de México á las siete de la mañana y de León á las cinco de la tarde, ofrece ratos agradables de distl'acción á los habitantes BOS, acuden á la estación del ferrocarril. quienes, curio- Las gentes de estos Estados del Nort!', llamadas por lae de la capital payo8, tienen poco más ó menos las mismas usanzas, costumbres y trajes; hablan algo mejor el castellano que los de Puebla y México, son amables, hospitalarias, curiosas, desconfiadas, muy religiosas y de un carácter dulce y atento. m célebre pulque es sustituído en estas comarcas por el vino mezcal, (aguardiente sacado de cierta clase de pencas chicas de maguey) licor que hace demasiado frecuente la borra- .' .• Aquí los sacerdotos y legos hacen guerra allibel'alismo y á sus laícas escuela.~ fundando establecimientos de eduoación· gratuita; y no azuzando el pueblo IÍ la guerra civil, como, por de~ia, lo hacen en Colombia los ambiciosos y holgazanes. politiqu6T03 de levita. - 52chera en el pueblo. Los pobres labriegos y menestrales andan vestidos con pantalones y camisas de tela blanca; con el patío; (servilleta atada á la cintura) con eljorongo (cobija, en México es llamado zutape) al hombro; con un sombrero de petate (de esterilla) de largas alas y copa muy baja, y con los hnaruche8, (quimba!'!)sustituldos no pocas veces por botines muy ordinarios. Las mujeres llevan enaguas de percal ó flanela.ç, (zagalejos de bayeta colorada) paño, (chal de hilo) y botines. En este país no usan ellas sombreros. El pueblo de por acá 0'3 menos inteligente que el de Culombia, pero más trabajador, aseado y sumiso. Al señor Prosbítoro Pablo Torres, Cura de eeta ciudad, le ayudan ocho Ó diez sacerdotes como vica1'io8 ó excusadores y como capellanes de los templos. Race un mos llegó á Loon el Ilustrísimo seíior Barón, Obispo trasladado de la Diócesis de Chilapa y sucesor del señor Soyano, santo y apostólico prelado que hacía.la guerra á los liberales, visitando su Diócesis tres 6 cuatro veces al mes, promoviendo escuelas católicas, cuidando de la educación esmerada del clero y trabajando con tal tesón que, al fin, murió sob)'e la brecha. En gran parte de las ciudades de México se ven no pocos orientales con sus calzones bombachos y gorro colorado estafando á la sencilla piedad del pueblo el dinero en cambio de rosarios, imágenes, pipas, mancorna,s, etc., etc. que dicen falsamente, ser traídas de la Tierra Santa, Aquí en Silao han llegado hasta poner tienda, donde venden esos productos de la industria oriental. Yo no se como pueden tantas gentes extranjoras hacer capital y enriquecerse en México. De mí se decir que la predica.ción y la enseñanza pobremente remuneradas, aun menos que en Bogotá, apenas me han dado para vivir escasamente y han terl\linado por enfermarme gravemente del pulmón. Volviendo á. las costumbres del país, le diré que es muy común tener en todas las casas muchas macetas de flores, y -63aun de arbustos y de árboles, y gran número de jaulas de pájaros, entre los que se distinguen el canario y el sensontle, (ave de color gris, de arlllonioso gorgea y del grandor de nuestro tache). En todas las mesas son indefectibles los frijoles negros, la tortilla, (arepa), el chile, (ají), la salsa de jitomate, (túmate grande y colorado) y el asado con ensalada do lechuga. El pueblo, que se mantiene gordo y robusto, se alimenta casi exclusivamente con frijoles, arepa y ají. JJas frutas on toda la altiplanicie moxicana no son variadas, ni de muy buena calidad; las más comunes son: la naranja, la lima, el plátano, la granadita, (granadilla) el chicozapote, (níspero), laJícama, (raíz dulce y arenosa), y la caña de azúcar, de que son muy golosos los habitan tos de esta República. No conocen la cllruba, y los agllacateH son pequeños y ruines. No hay arracacha, ni plátano hartón, ni yuca, y la papa es pequeñ1sima, mala y escasa; la carne no es de buena calidad, yen estas ciuoades, desde Querétaro hacia el Norte, so bebe más leche de cabra. que de vaca. Los caballos son inferiores á los nuestros. La vida en la capital de México es carísima, como en Lima, y en las demás ciudades no es más barata que la de Bogotá. Por todas partes hay policías; no obstante, lús ébrios abundan, los ladrones pululan y las puñaladas con tranchete, (cuchillo grando y afilado) no escasean. El pueblo eS generalmente muy ignorante, aun mucho más que el nuestro, y el carácter indígena, desconfiado y falso, predomina. Hay gran respeto por los sacerdotes á quienes todos se quitan el sombrero y besan la mano. lJos habitantes de Guanajuato son exclusivamente mineros y los de 8ilao, que ascienden en todo el partido á 33 mil, agricultores. Como no hay ríos, ni arroyos en todas estas extensas altiplanicies, la agricultura se ve casi reducida á sólo el trabajo de los seis 6 cuatro meses de lluvias. Con semejantes desventajas coteje usted las incomparables bendiciones de -54-nuestras altas mesetas, y dígame ¿ cuánto no progresaríamos, si no fuera por la salvaJería de loa politiquero8 parlanchines y de lOB hombres de partido? En todo México la María de Jorge Isaacs es tan popular como en Chile y el Perú. Hace poco tiempo la dió á conocer El Monitor, y el azteca señor Altamirano la ilustró con escasas é incompletas notas. He visto dos ediciones ilustradas, Ja una de Barcelona y la otra de México; pero da risa al ver en ambas los trajes con que han dif:lfrazado á los caucanos. Don Gerónimo aparece en la. edición mexicana con el jarana de luengas alas, con la. chaqueta. de cuero de gamuza, con los pantalones de franja de plata y montado en un albardon (la silla chocontana de este país) con SUB estribos adornados de tapaderas (garras laterales de cuaro). Se lee por acá mucho la Mana que titulan simplemente-Novela Ámericana j-pero muy pocos saben que su autor, la escena y los personajes sou colombianos. Las demás obras y escritores de nuestro paíB son completamente ignorados, y creo que sobran Jos dedos de uua sola, mano para contar los literatos que en ~ta Repúbica conucen de nombre algunos de nuestrOB escritores y BUBproducciones. Después de establecido el cable y las dos líneas españolas que unen este país con el nuestro, se han quedado en México, acerca de nosotros, tan R obscuras como antes. Cuando deseo Babel' de Colombia y demás repúblicas Sud-americanas, acudo á La.~ Novedades do Nueva York j pues aquí muy poco se ocupan los diarios de nuestroB países, y, si publican algún telegr8:ma, eB como el Biguien~ :-" Revoluci6n en Ouro (Bogotá) contra Campero "-en v.ooqe--'f Revoluci6n en Oruro, Bolivia, c0nf~a. Ca.mpero." Su a,fect~mq, - 55Guanajuato, 23 de Marzo do 1883. Seiior Reùnctor ùe El Pasatie1l!po. Gnanajuato está en el corazón mismo de la Unión mexi- caM, y so halla 82 leguas al Noroeste de la capital; (os decir, la distancia que hay de Bogotá á La Plata) á 120 de Puebla; (la que dista. nuestra capital de Ocalla) y á 1G7 de V eraCl'n~ (casi las 159 que se I/liden entre Bogotá y Pasto). Ahora bien. ¿ En cuántos dlas, con qué costo y con qué insoportables incomodidades hacemos nosotros e:>as 82, 120 Ó 167 leguas? De V el'acrll~ ti Silao (162 leguas) se hace el viaje en veinte y cuatro con sólo el gasto de $ 24, inclnsos hotel, comidas y co- horas, ches, dontro de elegantes y cómodos wagones. Pue!;, !'eííorcs, en Colombia, con nuestra decantada ilustración, á pesar de esas pléYll.des de guerreros, publicistas, escritores, tas y políticos, y á pesar de ese enjambre recorremos poetas, economis- de periódicos efímeros, las 167 leguas en veinte y seis días,* á horcajadas lerdas mulas de alquiler, en bajo los rayos do uu sol implacable, ó empapados con aguaceros torrenciales, por caminos de cabras y durmiendo en posadas, donde lada incomodidad ha puesto su a.çiento, atl'ozmente des0uarti;.mdos y e;;;tropeados; los colomùiano", digo, hacemos, con un gasto total de en veinte y seis días $ 250, por la monos. esas lG7 leguas, j Maldita política, aùominable espÍl"itu de partido que nos someten á tan humillantes sacrificio~! El mexicano, menos ilustrado, menas talontoso y entusiasta que el colombiano; el mexicano ciudades de 93 mil almas, cama Gllanajllato, que una liliputienso Gaceta oficial, ciudades * diarias. que tiene sin mns periódico de prirn~r orden, Suponiendo quo se Rnden todor; lo~ dítl.~ seis leguaa y media - 56como Puebla y Guadalajara con 80 mil habitantes, y con sólo dos ó tres periodiquillos microscópicos; cada una, el mexicano, que ch9rla y juega mucho menos á la política y á los partidos qne el colombiano, hace esas 167 leguas en veinte y seis horas, con Burna comodidad y con $ 25 de gasto. VeiMe y sei.s días y veinte y seis horas, ferrocarril y mula, $ 25 Y $ 250, comodidades ùe un pueblo civilizado en el siglo XIX é incomodidades de un pueblo todavía colocado á la altura j Qué extremos tan vergonzosos! de la Bdad :Media. ¿ Y será porqne carecemos de elementos para alcanzar un progreso semejante? No, mil veces no. 'l'euemos, como ya lo ho dicho en otras cartas, más elementos qne México para ponernos á una altura mayor. Esta persuación la he tenido siempre y cada día se me confirma más y más con mis nuevos viajes y nuevas lecturas. ? ¿ Recuerda Piedrahítn ¿ Ha leído usted la Historia del Obispo la que escribía ese bogotano, mns de dos siglos? "Es muy do reparar, gios que obra la naturaleza, por haberlo qne en toda la distancia que hay entre hace algo dice, en los prodidispuesto sn autor, estos dos ríos, (el :\1ag- dalens y el Cauca) desde que nacen hasta quo se juntan, apenas se hallarlÍ palmo de tierra que no sea mineml de oro ó de plata (la que no so pucde bién las provincias afirmar por diferentes de :México). Riegan tam- partes otros ríos poco meno- res, como son el ~Jeta, el Rio de 01'0, que la lleva tan fino que que es de 24 quilates, el Sogamoso, el Zulia, el Opón y otros muchos." u 'ran deleitado sitio es el del N uevo l~eino, pro- * sigue el mismo autor alguoas líneas más adelante, que apenas se imaginará deleite á los sentidos que falte en la amenidad de sus países. Hay eminencias limpias y descolla.das, vegas apa- * Historia del Nuevo Reino, Lib. cap. I, pág. 4. (l~dición bogotn.UB do 1881). - 57ciblos en los ríos, arroyos y fuentes a~uag y peces muy en abundancia, sn.ludables Hfíllanse lagunas páramos de á los cuales el rigor de los frlos hizo inhabitables y sirven do morada de ciervos, osos, conojos, dantas y gatos monteses, dondE' la inclinación á la caza halla inter6s y des- ti mucha abundancia ahogos. Hay llanos de tierras f6rtiles para todas semillas, cipalllllJnte en las provincias do BogottÍ, prin- 'l'unjn, 80gamoso y Vélez, Otros para dehesas y pastos de todo génel'o de ganados que se crían en Espaiía. Los bosques son mucho;; y deleitosos por la variedad de aves que crlan lmm snstento y do pájaros para divertir con su melodía Goza tan felices influjos (el Nuevo Reino de Granada) parte~, QUE SUS TOS EN MIN~;I{ALES RESTO>E El, qne en el se crla Ell'lo conocido pOI' la cría de las ricas las más celebradas do Occidente que os la más estimada quetones y Montuos:\ son tan caudalosas, QUEESTÁNDESCUBIER- Á LOs ~;XC¡¡;DEN LA INDIA el oro en tantas de la lIacha es bien perlas que gozan la fama de Hay plata y tan fina, que de las Indias: sns minas en los Mar- alta y baja de la Provincia de Pamplona, que iÍ. no estar falto de naturl11es el Reino para labrarlas, excediera la saca á la del Potosí, respocto de rendir, la m~is ordinario, dos marcos por quintal y algnnas veces á ocho. caso para El coure y el plomo labrarlos, habiendo son metales que no se hace muchos en diferontes partes. Las esmeraldas exceden á las del Oriente con muchas vontajai'l, y por ellas so ha hecho célebre la Provincia ùe Muzo . lIállanHe on las minas dentro de las puntas granates de Antioquia de oro, aunque finos Call abundancia, y Guamacó frqneños; diamantes y jacintos de que nace la poca estimación qno tienen. Timaná es bien conocida por las amatistas y pantauras, quo tanto han acreditado sus países; como 6. los de Pamplona, SUBa y Anserma, zas y mapulas. Los montes las turquesas, son depósitos girasolas, gallina- ùe fieras y animales 8 -58 bravos, tigres, leones, aunque pequeños, chuncos, erizos, zainos,fams, arditas, etc Hállanse flores de toda hermosuh y "fragancia; y, como las tierras gozan de una coutinuada primavera., siempre se ven árboles y campos verdes (lo que no sucede en México) y siempre floridos, porque el tiempo de las frutas no embaraza el de las flores Las frutas de que goza el Nuevo Reino de Granada son las mismas que hay en el resto de las Indias " En una palabra, Colombia es bello Bden, rico Paraíso de delicias, hecho inhabitable por la discordia de los partidos y la tnanía.política; Eden medio abandonado y cubierto de malezas tÍ causa de la suprema. holgazanería de una grandísima parte de mis compatriotas. j Cuidado con los yankees Ipronto nos aplica.rán á 108 colombianos el derecho de conquista, sentado y defendido por Prescott en su Historia de México, en nombre de la civilización y del trabajo contra la barbarie politiquera de los partidos, y contra la haraganería. Yo, que conozco la América., la. más hermosa. de las cinco partes del mundo, desde el Maule (al sur de Chile) hasta Terra Nova, (al norte del Canadá.) puedo apoyar razonablemente las antes citadas apreciaciones del Obispo pjedrahita. En todo lo que he reoorrjda del Nuevo Mundo no he visto un país más hermoso y rico que nuestra patria; pero, tampoco he visitado ningún otro, donde el furor de los partidos llegue á un paroxismo tan satánico, ni la manía política il.una exageraci6n tan ridícula, ni la Qoio- * • De la misma opinión es el jesuita español Gumilla, que ya he citado en otras cartas. Las famoBasy ponderadas minas de esta ciudad de Guana~uato, que producen cinco millones anuales de plata, dan un inarco por cada diez y seis quintàles de mineral, en lOBde mils baja.ley, y un marCOpor ca.da. CùA.tro quinta.les, on JOB de ley media.na. Las do Zacatecas dan uno por ca.da doce quintales, en los primeros y uno por cada tres, en 108 segundos. -59sidad tÍ. un marasmo tan increible, como en Colombia. ¿ Porqué tantos holguzl\.ues politiqueras, como pululan en nuestras ciudades, no cesan do procurarse con uñas y diontes la ración de ham bre que les otorga 01 escaso presupuesto de la República? ¿ Por qué no salen ú explotar esas minas de oro, de plata, de esmeraltlas, de cobn', de carbón, do hierro? ¿Por qué no cultiva.n los feraces campos y descuajan las riquísimas selvas de que habla el Obispo arriba citado? ¿ Por qué el Gobierno no da. una. ley contra tanto vago, tanto haragán y tanto petardista como envenenan y corrompen la atmósfera de la patria? ¿ Por qué tantos buenos escritores, en vez de dar libro curso á su bilis on des pique de no ser ellos los quo mandan, por qué no se ocupan en extirpar los odios de partido, la manía de politiqtt.ear y los hábitos de pereza? Esa obra santa. eería la mejor y más eficaz prueba de que se ama ardientemente á la, patria ¿ Pero á dónde me lleva el deseo de ver próspera. y grande á Colombia ? Volvamos á las revistas de esta República que marcha denodada por el sendero del progreso. JJa exportación ùe México en 108 tres años corridos de 1877 á 80 ha lIogado á 82 millones, repartidos aSi; veinte para el de n, veintinueve pal'a el de 78 y treinta y tres para el de 79. La Secretaría de Hacienda publicó, al principio de es~ mes, una noticia de la. exportación de la República en el primer trimestre del año fiscal corriente, exportación que se eleva. á. $ 8.350,956 Y que dará para todo el año 33 millones. De 108 33 puertos que tiene MéKico en ambas océanos, Veracruz sola ha ombarcado $ 5.845,625 Y Nogales, apenas $ 200. Inglaterra se ha llevado $ 3.941,756, los Estados Unidos $ 2.702,725, Francia $ l.009,750 y Colombia S D8,478, La exportación de metales preciosos en dicho trimestre montó á $ 6.004,827, quedando solo $ 2.346,129 para los demás artículos. De esws el henequen 6 fique da la mayor cantidad, $ 79i, 968; luego r vienen las' maderas con 60- $ 373,939, el café cou $ ~35,536, las pieles con $ 195,l:i16, la vainilla con $ 144,883; el tabaoo da liP 31,129 Y el azúcar $ 49,077. Como se puede ver por las cifras anteriores preciosos, la cxportación es muy inferior tÍ de México, quitados la de Colombia, y los metales articulos BOS menos variados. Si nosotros explotáramos en grande escala nuestros ricos v~neros de oro, plata, esmeraldas, cobre, plomo, hierro carb6n, etc. podríamos presentar cifras superiorcs de México. En la siguitmte carta le hablaré detenidamentc los trabajos minoras de esta hay hac·iendas de benefir:io y minas, plata, muy numerosas, a.ño, por anegadas ciudad de Guanajllato, término que han medio. propiamente producido Al presente, 6 en borrasca y ninguna cinco tÍ las de en donde dichas, de millones al las principales están en bonanza, como se estila. decir por acá. El Estado ración mexicana de Guaull.juato ocupa entre los 28 de la Fede- el segu[¡do lugar por su poblaci6n, á 898,000 habitantes, •• y el vigé8imo primero que asciende por la superficie, qùe mide 29,550 kilómetros cuadrados. Las principales ciudades son: Guanajuato, residencia del Gobierno del Estado con 93 mil habitantes; 'i!-* León, sede episcopal, con 79 mil alma.s ; Celàya con 29, ciudad la más antigua del Estado; Irapuato con 36 mil; Silao con 33 mil y Sa.lamanca con 29 mi I. El c6lebre pueblo de Dolores se halla en este mismo Esta.do, Ii ocho leguas de Guanajuato hacia el Ol·jonte, y se apellida hoy Hidalgo en memoria de su Cura, primer campeón de la independencia * Do estos 898,000, 180,000 SOD blancos, 290,000 indios y 430,000 mestizos . • * Incluyendo la pJblación de todas las 1G minas adyacentes, Marfil, Mella.do, Valenciana, Rayas, Santa Ana, La Cata, etc., y sin ellas la cifra baja á 54,000 alma.s. Todos estos d.tos SQn oficiales, y recientes (año de 1880). mexicana, 61- en el mes de Septiembre dote fué excomulgado de IBlO. Este pobre sacer- por la inquisición de México, derrotado el espaúol Calleja, depuesto del mando por los insurgentes fusilado por los Peninsulares. Todsv1a se conserva en uno de los ángulos del Oastillo de Granaditas de esta ciupOI' .lllLsmOS y dad, la escarpia tua dEl bronce del Cura batallador principal pública, de que fué colgada de ese h~rmoso y, en Septiembre montoneras indígenas ción española. Una mala esta- se halla al frente Castillo, de Hidalgo de la puerta hoy convertido de 1810, testigo en cárcel del ataque y del asesinato de las de la guarni- Todavía se ven en sus paredes y frisos las huellas de las piedras que arrojaban de soldados su cabeza. que lo defendían. oiudad de Guanajuato los insurgentes contra el puñado De los 93 mil habitantes sólo 18,600 son blancos, de la 34,410 indios aun y 39,990 mestizos. Todas las poblaciones de esta República, las m1.s hermosas que nuestros lado y grandes, presentan el mismo pueblos menores, donde pululan de pocas familias aristocráticas. espectáculo los campesinos * ~Bogotá, según al Pie- drahíta tenía, en 1616, 3,000 blancos y 10,000 indios, es decir, el 70 por 100 de indios, proporción mayor que la del 43,presentada hoy por las ciudades más tal'de, tenía Bogotá de México. En 1793, ó sólo 492 indios alIado cos, de 9,531 mestizos y de 939 Total 16,594. La. proporción mulatos, era entonces 177 años de 5,623 blan- zambos y negros de 34 blancos, de 3 ""$ 21.044,370 es la. rústica. y $ 8.958,370 la propiedad urbana del Estado de Guanajuato; $ 927,576 los ingresos y $ 319,053 los egrosos, según la última y reciente memoria.. Para. el Estado de México, cuya capital es Toluca, de quo ya he hablado en otra revista, la población es de 767,824 almas; el conso anterior le dió 710,570. l1a propiedad rura.l sujeta á contribución allí vale $ 18.401,4()6 Y la. urbaua $ 4.637,100. Total $ 2 3.038,596. Laa rentas de ese Estado n:putan Ii $ 400,276 Y los gastos á $ 362,628. -.~- indios; i.a7 mestizos y de 5 zambos, Mulatos y negros por lOO.Al presente no creo que lleguen á 200 los indios que haya entre 10885,000 habitantes de Bogotá. En nuestra capital los negros, zambos y mulatos no pasarán de 100, en la actualidad, yen la capital y demás ciudades de la. altipla.nicie maxieaDa la gente de sangre africana es sumamente rara. Para el progreso son mucho más adec'uados los negros que los indios. Si en esta República hubiera raiPJalop, como 108 que en Bogotá se lamentan de que Be hubiese bl!mqlleado la. facha.da de la iglesia de Fusagasugáy que miTan las desnudas muralla.s de la Capilla. y de Santa. Clara cual monumentos de arte ; sena. preciso que todos los edifioios públioos y la mayor parte de 'los particulares en M6xioo, Puebla y demás oiudades de este país, edificios de cal y piedr~; sería preciso, digo, que se presentasen renegridos y feos, sin yeso ni pintura ¿ Qué dirían esos caballeros si viniesen' GU8najuato, y viesen la fachada y el interior del soberbio templo de la Compañía pintarrnjeados ch~aoa.namente con rosado, azul y blanco? Hay en esta. ciu· dad ana pizalTa arcillosa, de grano m.ny firio como el de nuestra arenisoa bogotana y lindarnlmte veteada. de azul, roEll1doy gris; después del mármol, j&zpe, p6rfido y granito egipcio no he 'VÍllto·una.pied'I'a más &deetiada. -para construooiones de lujo. PaM bien, la faohada y el int\:lriorde 'la Compañia. de Guanajua~ está lujOlmmente ado1'nada con lozas y sillares de osa * ** • Según el censo de 1884 cl1entll.'Bogotá 95,800 almas:-Nota añadida po>lteriormente • •• En vez de ta.nto Ia.mentar el t¡~ese hubiese derribado ta désairada caba.ña, llamada el H'lbmilladero, se dèberfan cotizar lOs llorones para levantar en eSe sitio memorable nn templete elegante fab~icado con nuestra incompara.ble arenisca. Por ini parte ofrezeo 100 fuertes pa.ra da.r principio á la suácripción. En la. HaWi1a;á8C' se"bilO con el sitio dôndè clelèbraroula primera misa .. - '63 - pizarra, cincelados en forma de arabescos y festones de nn tra.bajo admirable, trabajo echado á perder, al principio dO) este siglo, con tan abominables cha£arrínadas. Felizmente, ahora. que so e¡;tá coronando ese templo con una. cúpula. á. imitación de la del Capitolio de Washingoon, se rasparán y lavarán esas murallas, según me la prometió el actual Capellán. La Compañía de Guanajuato, ciudad pobrísima en bnenas pinturas y esculturas, posee excelentes buenos cuadros. Hay otros doce templos más, entre los que llama la atención la vasta y hermosa Matriz. Ln. de San Diego, en vez de hallarse en los extramuros, como en Bogotá, Quito y Lima., se encuentra en la más central y elegante plazlI. de la ciudad. LOB grandes minerales de Valenciana y de Mellado, verdaderas ciudades de cuatro y seis mil habitantes, situados en próxinos cerros, como en esa. capital :Mgipto y La Peña, tienen espaciosas y elegantes iglesias que descuellan por entre las murallas de las minas y las casas de BUS pobladores. La vecina mina de San Javier también posee un pequeño pero hermoso templo, notable por sus ricos ornamentos, y el pueblo de Marfil, distante de Guanajuato una legua y unido á él por no interrumpida seríe de minas en explotación, tiene daB hermosos templos de cÚpula y artesonado, como la son todos los de esta. a.ltiplanicie. Q;lanajuato está. edificado en una cañada estrecha., enea· jonan .•. por altos y escarpados montes de pórfido, la que corre de Sudoeste á Noroesto y mide tres leguas y media (18 kil6metros). Al venir de Silao, donde se deja la vía troncal del Ferrocar·ril Symons, se andan, primero hacia el Este, siete kilómetros por una. llanura. poco ondlllada; luégo ocho, hl\~a. el Noroeste, por aucha cañada. que baña el río Marfil y, polo último, se continúa, ya no en tren sino en tranvía, por míÍs esLrecha y tortuosa g'flrganta. Tomando un coche se entra en la ciuda.d, cuyos edificios siguen las ondulaciones del fondo de - 64la cañada. y se esoalona.n Ii derecha. é izquierda por 1M rápidas faldas da los roca1l0808 cerros. Esos edificios que cabren los cinco kilómetros del fondo ó alveo de la. seca torrentera de Gus.na.juato, son de cal y piedra, de dos 6 tres pisos y de azotea. Muchos de ellos ostentan elegantes facha.das do hermosa pizarra veteads.. Las calles tor~uosas y angostas tienon estrechas ba1WJuetas, (enlozados) y presentan almacenes ó tiendas. ~omo las de Bogotá. En el extremo Noroeste de la ciudad, y doscientos metros más alta que la. plaza central de San Diego, Situada á 1,084 metros sobre el nivel del mar, se eucnentra. la famosa Pre3a con sus quintas, arboledas y estanques. En ella termina la. cañada de Guanajnato . .Mste estrecho sitio, único lugar de solaz y paseo, fuera de la pequeña. y linda plaza de San Diego, embellecida con árboles, jardines, asientos, etc., y de la £rondola y elegan~e alameda del Contado l'; esto sitio, digo, ostenta lindísimos jardines y quin~as de exquisito gusto como la del sOOor Grl'gorio Jiménez, donde me encuent,ro hace :un mes, recobmndo mi salud perdida y donde escribo esta revista tiene un nuevo templo de estilo gótico, d08 jardines públicos larga y turtuosa. arboleda de fresnos y eucalyptus y nueve presas de diversas dimensiones. IJas dos más extensas recogen .en SUB profundas cuencas la.s aguas llovidas en los 66108-' cuatro meses de lluvias de esta comarca, para abastecer á la ciudad que cariCe casi completamonte de ríos, arro~·os y manantiales. Desde el mes de Abril, época en que principian los calores, la población elegante de Guanajuato va á buscar fresco, aire puro y salud á la codiciada Presa, su Y l;lrsalles, pues en ese tiempo el ca.lor y la hediondez de la ciudad se hacen insoportables. Las lluvias comieuzan á fines do Mayo, y en Junio, cuando yn. están bien establecidas, hay una gran fiel:ltaeu la. Pre8a. La ciudad entera, las bandas de música y las autoridades se pre~ cipitan al vergel Guanajuatei~~~··p~~a ·presenoíar el desagüe y - tir¡ - lilJlpia ,Jo las do,~ presas Ile agua }lotùule; vel'ifiea en presencia inmenso y del ruiùo ùe lús de nn gentlo opel'ación que se collete", aplausos y mÍtsicas militares. He abren entonces las gig-:lnte7.cas compuertas y el agua allí detenida, ya medio eOlTolInida, sale eu t:;r¡'ente á. limpiar la ciudad. Lo!'l colosales trabajos que se \¡n,n hecho para. establecer OSJ.S presas ostentan gusto y clog-flnc ¡<t. Los edificios m:Í,s notables del Gobierno son: el de las oficinn.s pÍlulicas, los dos cuarteles, el palacio del Congl'eso, el Colegio del Estado quo posee buena y escogida librería, observatorio ll1etel'e')llígico y Ilumerosos elementos do enseñanza adieatóliea, porsll puesto; el hospital, las prisiones, la casa do locos y el asilo de llll01'£allas, La vida de esta ciudad es exdllsinnnento cÜlllercial y minera, y la prensa, muda aquí, olJligiL ;i los ([IlC gll:.,t,tll de estar al cOl'riente del movimiento de otr:.l:; lHLciolles, Ú P¡'OClll'arRelos diarios de México que llegan pL'r el tren con nn día de ¡'et,trdo. I~stá casi concluído un vasto y suntuoso toatl'ü, cuya columnata os soberbia, y que será el pl ¡mero de csta l~opúlJlica, si se termina, Hay no pocos Me8onu, tÍ la antigua usaUZè1 mexicana., un Club do lectura. para los iniciados, Ull hotel, einco imprentas, seis escuelas municipales, dos bancos, varias vla7.as ùe mercado, poco notablos y muchas olicinn.s particul:ll'es de ensaye de metales, fllem de la casa de L,t viela, y el alq uiler de laH habitaciones Moneda. como en Bogotá, Las tiendas de vino son tan carat:! mezcal y de licores, extl'emalllCl1to llumerosas, porque el adagio dice-" pueblo minero, puebto borracho y pendenciero." -'1'oùos esos templos du Baca llevan sobre las puertas los letreros extrn,yagantes muy Los puestos las calles recuas son en letras cubitales bien más curiosos y pintadas al óleo. do fl'Utas, do zapatos y H.un do chucherías numerosos los minerales y el tropel de las minas, por de mnlas acarriando y de burros en trayendo 9 - 66- alfalfa, paja de trigo seca para los caballos y granos, hacen la desesperación de los cocheros y de los viandantes á caballo, porque obstruyen las ya demasiado estrechas y pendientes calles de GUl\nujuato. Su afectísimo, C. FEDERICO Gunnajunto, ],0 AGUILAR. de Abril de lS8:3. Señor Redactor de El Pasatiempo. En esta carta voy á ocuparme de Guanajuato, mar Ii tantos azuzadoros BU empleo charlatanes especialmente á pormenore~, descendiendo politiqllcros y tÍ de las minas con el fin de anitRntos holgazane;.; del espíritu intolerante de partido Ct qne dejen eso de tontos maniáticos y de locos frenéticos, por las nobles faenas de la minería, en un país tan rico y abundante * en veneros como el nuestro. Hayon G-uanajuato y en 01 vecino mineral de la IJuZ treinta y tres minas, con una población do 27,232 almas, y Ü'einta y cinco hacienda" de beneficio. En aquellas se oxtraen los metales preciosos do las ontrañas do la tierra y en ó stas so l)cn~¡i(';ian, es llocir, seplil'anse el oro y la plata de las materia_" telTosas. Entre las minas descuellan: Valencia.na, cuyo tiro ó pozo tiene setecientas varas de profundidad, "" 1<JlObispo Piedl'ahitl~ en su Historia del Nuevo Reino dice: " Que en toda la disto.ncia que hay entre el Magdalena y el Cauca, desde que nacen hasta que se junt,an, apenas so hallará palmo de tierl;a que no sea. mineral de oro ó de plata Hay plata y tan fina que es la m:ls estimada de 18s IndiaR, BUS minas son tan caudalosaR, que, á no estar falto de naturales el Reino para labrarlas, excediera la saca al Put,-,sí.'· H. R. G. cùp. L pág. '~y 0_ Lo mismo dice el jesuita Gumilla en su Orinoco llustmdo. - 67y dos mliquillas do vapOl' P,l1'1tel desagiie; y casa~ !'OI'll1,Lllimponellt.e X. N. l':, Ik psb cinll",l; gl'llpo sus murallas, templo sobre nn cerro situado ¡Hellaùo, que es la más antigua al y so 1"Llb prlíxi I:Ia ñ, la a ntel'ior, tiene 1I n tiro de troscientas cincuonta vara..; do IJl'\Jl'llll(¡¡daJ, tGmplo gr¡tnde, vasbs murallas y una poLlaeiÓn ,le seis mil habitantl's; do dosciontas con máquina.) cincucnta cabestunte HayaR, cnyo tiro, tione de hon- varas, está Jesagüandose al prosente de vapor,sin cesar, y por modio de dos gruesos caLles ùo alambre y dos gigantezcos cubos saca torren- tes de ag'na; la Cata tiene socavonos quo presentan colosl\lc~, hormiguoros mineras, EntI'e con sus montones la;; hacienda!:! el aspecto de do ripio y deyeccionos do ùunelicio ;;obl'osalc la de Hacha, por tener el m'-l.Y01'número do (¿l'rustres Ú tahonas, que llegan á ocheuta, poseyendo las domás sesenta, c .lurol1ta, tt'oínta y 1I11n vcinte. Pr\,\'l\ explotar 1111mineral;;e abron minas ó socavones, coUla los de í':ipaquil'á y Nelllocón, por modio de la barreta, la plílvOl'a l" la dinamita, Esos socavones se ramifican en muchas labm'c,,· (¡ millas quc oiguen las bifurcaciones que en (;ullllajuato de la veta de plata, está, como la nuestt-a, mezclada con oro. * ~obl'e el punto Ii dondo vienen á terminar las divel'sas labores so abro un tiro, ú pozo pe¡'pendiculal', por dando se extraon las pieùms lll'gentíferas ùesmenuzadas Call u.lmadenas, y compuestas generalmente de cuarzo, ospato calizo y pirita con ~ulft1I'O d,) plata allrífera. en cabostanto movido por mulas !tace subil' grandos cajones de tnadel'tt dondo, en el fondo de la sima, ~olocan los b(trretonere.s el minora!. Estos tiro,~ son genoralll1onto dc vcrtiginosa profundiùad. Una voz extraídas del foudo las picùI'as, so cxtienden en palios para que los cateaIi> 110s minerales vista do Ol'U. de Zacatecas sólo eOlltienOll plata doapra. - 68- dores sepa.ren las que se pueden beneficia.r con f\lguna veutaja. La mínima ley requorida péu'a el beneficio es la de UIl * 1narco ~adft clí87.v "PL'" (plint.ale!'l.. Al presen.tf', la l(,y ordínari~ r[llè :-:;,~ .. )1)1 ie1tt~, i~.LI., Ii ¡ ·,I(J.J'n) P()~' ~~a(,1a ,-\.~is t~ada ~lc¿l·e '1:¡:tl¡.1lr-. t :·;1 'lli~¡n:;.l)~:,f·.ll¡" '¡f~ h, 111;";,- 1'0; (:0)).]:1('101,) ;l la.:; par I:~ ;¡aèÍeuda..: ;~l de l¡c'/;('!Ù;io nu ~u-.:o;; d.c Cllf:':'U, dtè ~iete al'l'oba.,:; c¡lda uno, por mulas ó por burros, aquí m~y numerosos. Las haciendas de beneficio también se hallan, como las minas, cercadas de altas mur:1l1as, porque los salteadores y ladrones abuudan muchísimo; los conductores del mineral vau bien armados y la vigilancia en minas y haciendas es notablemente esmerada. Al llegar las piedras de beneficio, Bon amontonadas minerales fÍ. la hacienda en grandes dep{ísitos circulares, donde enormes muelas do hierro y piedra colocadas verticalmente, una eu cada depósito, y movidas por mulas vendadas, las trituran hltsta reducirlas á un menudo cascajo, llamado granza. De los molinos pasa la granza:i los arrastres, que son tahona., circulares donde se echa el cascajo con abundante agua, y donde mulas vendadas hacen girar una serie de seis á siete piedras pam que trasformen la granza en bano mny fino. Estos procedimientos son los mismos que se usan en Puebla por los alfareros y on los ingenios de azúcar para molol' la piodra, El barro, llamado lama, pasa por un condncto al extens!) patio adyaconte donde se forman torta8, como las de TIlh3stros chir- "" El maTCO vale $ 8.72. t El Obispo Piedrahíta, antes citado, dice: "Que las minas de los MarquetoncH y :MOlltUOfla, alta y haja, de la. provincia. de Pamplona son tan caudalosas, que rinden, lo más ordinario, fi dos marCos por quinta!." De manera. que serían doce y catorce marcos por cada seis y siete .quintales, lo que da una ley duce y catorce veces mayol', en los más ordinarios minerales de PampIona que en los regulares de Guanajuato. cales Ó ladril1eras, Cada 69- w'?'ú q uintalcs Cil 2·1 tre muele diez hams, y lmy on cada hacienda 20, BO, GO Y ÍlUIl 80 aJ'ra::;tr/Js. l.Tna n';; (lr,a;.{llaI1:1s 1;\~ t;¡hona~, '!:)n~11:l. (On (']1:1." ¡,din, d,) t.o7J1"I) ·lll1;d~';Ull.1. y il;:()~;~~l' IJt\ ;t~(··'Jt.ldp Jilell'ldli, l.I.r!',\o~i /\!8. EsL:J.8 CrJje¡('l.' 1" •• 1'(' :: •., ;,011 f'ill'lt ],ltodl·:I.~ 1'(;."\' 'Ille ('1 ',"",t'1" l'i 1'(;,-:II:t1l L·a,;tnl.lÍus,\' luvn.,lèl~, ull'a evitar :os despel'dicios, ~l. las grandes tortas ()~'O p<!lv(. 11:~iu;' ~llla, pai';J, ;)(\1' dd l'il t',IIH1I) paLio so les pone: dal, Ó clor/wo d(! sori'io, para que el cloruro so rne1.cle Call el a7.Ufl'e dd sulfuro de plata, contenido en las piedra::! Plllverizada~ ; se les aÜade también el azuL'o libre, sn(j'ato de cobre para q lie roca ja dejado par ci sulfuro de plata, )', cailla tel'cer' ingrodiente, azogue pal'a que se amalgame con hl plat:t ya sepal'J.tla Jel sulfuro. Una vez puestos los Ües antori0l'8s reactivJs, se haccn pisar las tortas de barro pm' l:llllaR, para * que la me:;:cla so efectlíe completamento, Los patio; enlosados son mllY gran dos Y en ellos hay regnlarmente dos <> tres tortl.l8, conteniendo cada Ulla de 320 á GW quintale,; de lodl', Ú lama. Cada tercOl' día se ponen seiR tÍ ocho mulas para pi-Hl' l'acla lotta, Y oRtaR trabajan seis horas diarias j la operaci'll1 ùm'a 11 n mes . .A.1 f.in de cste b lnma pasa á los lll/'adlêro8, q¡:r SOil tinas circulares do mampostería, dentro de lfls cuales se mucven sobre su quicio grandos '1spas de maùora cuyo l11oi.m', 8011 h\lUbién las mulas. 'l'l'CS tinas lavan, en ùos horas, 2:20 quintales de lauw ó Larra, A: cabo de dos horas el amalgama * cinco LaR Pl'Opol'ciones de los tres UI'l'IlIH1b alltel'iol'es de Hal comÍlIl por cada ;3;¿ quintales libras de sulfata r de plata se asienta ell de cobre por cada cuatr,) librus de azogulJ por cada torta, :En la. actualidad seis marcos. cada tOl'ttt ingl'c<liclltcs ùe lorla; tarin de ;;;¿ quintales SOil; nueve de po;;o, marco dc plata q Ul: contiene de 32 quintales la tienc; cinco ó -70 el fondo de las tinas, y la tierra ocha. á 108 lavaderos, económicos la poca se despide recogen amalgama. en el agua por un caño. pueda contener; que 8C Los hacendados lodosa y la repasan esa agua que disuelta pal'a sacarle los pelados, Cailla son aqui apellidadas las gentes del pueblo, vuelven á repasar el )'esiduo arrojado á la quebrada de GnanajuatoJ y todavía le sacan algo más. El amalgama de las tinas, es trasladado exprime el sobrante luégo 01 amalgama de plata, depuesto á unos lienzos gruesos, en el fondo donde se le azogue que suda por los poros de la tela; exprimido es quemado en capellinas, ú ollas de hierro. Para efectuar esta operación se coloca el amalgama dentro de la capeUina, so le cubre con una campana de hierro y Be coloca fuego al rededor de la capellina para volatilizar el azogue del amalgama de plata. La olla, enterrada en el suelo, es refrescada pOI' una corriente de agua para que el azogue inferior superior volatilizado de la olla j en la campana pues esta tiene se condense dos fondos. en el fondo En el fondo queda la plata. libre del azogue, para luégo ser llevada á la casa do Moneda. En la actualidad, cuando las mejores minas están Ù¡,nndada8 ó en borrasca, los hacendados se contentan con beneficiar minCl"al que les dé solamente un marco de plata por cada seis ó siete quintales de piedra molida. En la hacienda de .beneficio llamada Dolores de Granadifa,q, su apreciable duoño, señor Antill<Ín, quien tuvo la amabilidad de hacerme recorrer los diversos departamentos de su propiedad, y darme las anteriores instrucciones, se benefician en 30 arrastres $ 1,500 mensuales que le dan una utilidad líquida de S 600 al mef<. j Que no BacarÍan entre nosotros tantos politiqllero8 holgazanes, tantos ambiciosos y tantos charlatanes agitadores do partido, si beneficiasen t'clas de Marquetones nuestros minerales de plata! Si las y MontuosaJ en su inferior clase de mine- rales, dan d08 marcos por quinta16 doce y catorce por cada seis -71y siete C¡llintales j ¿ c¡né no darían á los Gnanajllatenses trabajadOI'e", siuudo así qno estos so contentan con obtener sólo un marco en 1Gquintales de piedl'a molida, gananùo mensualmente, coUla el seiol' $ GOO lil¡res con la corta ley de un Antil16n, marco en cada siete quintales? i Atrás la política, y la pereza! ¡Vivan la. paz y el trabajo! ¿ Cn:í.nto no prosperaría Colombia, 7.ann, y h::unbriellta explotase In, mús ,fina !J {)8t¿mada Obispo plomo, (J1w si tanta nuestros arpía holga- ricos veneros do plata, de la;; Indias, según el antes citado Piodl'ahíta j si explotase nllestl'US minas do cobre, hierro y carbón de piedra j si lavaso el oro y plata wcu,cntran, según 01 citado Obispo, en caJa nna de los * 8e dd lJal1Jw8 ferreno COmp1'<3nrlÙ]o entre lena, dl~8(lc.;'J'ue nacen ha.,ta los 1·ío.~ qlle se Juntan? exportL allun,lmonto 25 millones de plata un presupuesto naeional de :13 millonrs pob¡"e Colombia c[lsi no exporta du 10 millolles; Víspm·n.s sicilianas * Tanto fÍ j tiene y la porc7.n. ln. No son Jícitns y pOI' entle de San Bartol()];¡G y de las las guerras J pero, sí alguna vez el patl'iotisll1o se siento desearlas, es cuando \"e á tanto z¿¿ngano de levita un exigno presupuesto, y allel'rojanao on el ma- por el ospíritu a hUlUla el clemento ~léxico de sus minas, J tiene al auo, mientras esa plata y sólo tiene un presupuesto ~ino ri '-{uc In polítiea, los partidos, algo tentado dísput:índo::;e Oanc(£ y MÚgdaLuégo, si :México se debe, no á qno sen, menos rica que México, mn.ntiencn cstacion~ri:t y arl'uinada, la;; rcprueho y condeno, las matanzas do rutina, abol'ígcllc, propio de un pueblo como por la casi absoluta de millas de carbón, y de corrientes nltiplanicieb, haec que los proccllilllientos s('~n l¡'lY los mismos chuca los partidos donde hace de ln Oolonia; !ti. años :; cn el ùe do agua que en sus seg-niùos en la. D1inería t'xcepto 'orabaja la;; miuas derna unn. compañia iuglesn, americana va tí instala!' otra. dondc falta eu el mincral con maquinaria Somhl'crete uua de Pamoanglo- -72 ra~TIl0, atraso y miseria traùa y valiente. mendigos lÍ nna Xaciún opnlenta, ra.zón Humboldt Con entro las riqllezms."-De genorosa, iluH- ùecía-" que vivimos mí se decir, <JUO en mis viajes jamás 110 encontrado ulla gente rnris holgazana que la nuestra, plle8 los negros del Af¡'íca, según 1fr. Livingston, son laboriosos; partidos jamás he visto una más envenonados, gente más politiquera, exclusivistas é intolerantes ni que 108 do Colom bia. Pero sigamos estlldiando este p:~18. La dcuda exterior mexicana, asei2\ldo á f? 1;\ï':-~G7,ï50 y la interiol' á tJ,082, 187. El número <le tcmplos América qllo encicl'm México es la Xación que tmla la HI'p~'lbl¡c'I" y mÍls tiene, Cil 11('[.\':1 á ::':,027 catMicos y á :W protC'stautes. Xo hay en e>;tü ¡mís g¡':lndeR edificios espeeíales pam logiu8 Ill:~sónic,n, OvIllO l'II Valpar'liso y Caracas. Lo.; lll'ote:;talltes, (1110 Pli CololII bía :t ¡Wn:lS han podido COllr¡lli,.:tal' 111\08pocos :llteptos, los Cllellt¡LH ll\llllerOSO;; en esta RepÍlbli\':1 en México 7 casaS et pueblo ignor:lnte y h:lml)J'eado, Hay materllidad, 79 hospitalp3, 21 hospicios y CIlt.I'a Ùl) 18 asilos de 1T1Ondigos.vde huéda,nos. 1):1 propiedad }<~stado de (; na nuj nato vale 21.0J-i,D21, y la urbrllla Total 9 :30.002,90+ en una cuadrado.:; y con una superficie ùe ;20,5;')0 poblacil)n de SDS,OG2. r(¡stlCa del $ 9. U58,:370. kilómetros Las entradas wu '927,5iG. " Y sns gastos recientes. ~ 819,05<1, según datos oliciales y Es, pues, Guanujaato, por sus minas más rico que los trt's m:ís importantes Estados de cstol. FeùeraciÓn, "México, Pnehla y .J:¡\i;;co. I~n efecto, el primero con b extensión du 20,:~OO kil,jl\ll't¡.o;; candrados y h población de 7G7,82,t habi" El im:\\I::'stn ln.s conb"ibuci'JllC:j cartas n,du:mer,) es m'iR Iuerte más lo Ill' m;mifestlld". importaciÚn llUl'Upea ~ean en esta caros que aUa, quo el de Oolombia y y pesadas, como ya CD otras Do aquí proviene que los ofectos de numerO!ms l~epública dos y tres veces ID~S -73 tantes, tiene una propiedad raíz $ 18.401,496 Y una. rllral de urbana de 4.637,100; total $ 23.038,;'913: el segundo, en 31,120 de superficie, cuenta una propiedad de 26.000,000 para 800,000 habitantes, y 01 tercero cuya capital es Guadalajara, tercera. * ciudad en importancia después do México y Pnebla, posee, en 101,430 kilómetros cuadrados, $ 13.7013,024 de propiedad ¡'nral y 11.08G,468 de urbana; total 24.7f13,392 para nn mill6n cien mil habitanteól. La instrucción primaria pone para sus gasto!'; de en el l!l::;tado de Guanajuato dis- $ 62,385, corta cifra si se atiende á sus 30 millones de propiedad sujeta ti contribucion y á sus 927 mil fuertes de ingresos anuales, Hay en él13 escuelas públicas de niños con una asistencia média do3,39~, y 70 de niñas con 2,752 de asistencia, Total143 escuelas con 6,144 alumnos; cortísima cifra para su población es decir, nn discípulo escuelas particulares de 898 mil habitantes; por cada 146 almas. para ambos sexos Hay, además, 132 con 6,145 alumnos. De estas, 35 son católicas con 3,302 alumnos; cifras que hacen honor á los católicos del Estado, quienes muoven guerra al liberalismo estableciendo escuelas y no promoviendo revoluciones. Todas las demás son protestantes Ô delstas. En las dos escuelas normales de esta 39 alnmnas-maestras; segundas inclmas ciudad hay 19 alumnos-maestros los primeros 20. El Colegio del Estado las de medicina, niena y metalurgia. Hay jóvenes que cursan nueve encuadernación. cnrsan y y las cnenta con 569 cátedras, derecho, cioncias también una materias, 113materias naturales, escuela-taller y aprenden Los cat6licos han establecido ingecon carpintería 44 y aquí una. Escuela. • Me propongo, a.ntes de regresar á la. pa.tria, visita.r " Gua.dalaja.ra. cuyos ha.bita.nte!!, según noticia.s y según la.smuestras que conozco, son entre los mexicanos los más parecidos' nosotros. 10 -74de Artes y Oficios, d(lnde enseñando se hace encuadernación, guerra tipografía, Ii la holgazaMría. esculturlli, carpintería, etc. Consta la ciudad de GuanajLlato de 220 manzanas, repartidas en 22 cuarteles, con 5,931 casas, 12,0.00 familias y 52,112 habitantes; 22,414 mujeres y t 6,594 hombres. Los 16 minerales circunvecinos d'\n 21,3GG almas, las haciendas 12,448 y los 58 ranchos (estancias ó haciendas peqL:eñas, que en Guatemala son llamadas laborcs)' en 01 Ecuador, Perú y Chile chacras) dan ti,579. Todo la que da UTI total de 40,919, que unidos á los [12,112, forlllan corta distancia 93,031 haùitantes para Guanlljuato. so halla el mineral de La Luz A con 17 minas que encierran 5,179 alma>;, r 21 ranchos con 2,405. Total 14,026. En Salamanca, ciudad distante de Guanajuato 69 kilómetros (l-! leguas), hay una .Penitenciaria montada- Ii la anglo-americana, donde estlÍn detenidos 690 criminales, por término meùio, y tiene $ G8,tH2 ùe ingresos y 67,836 de egresos. Hay en ella una escuela, quince talleres, fuera de la panadería y la cocina; cuatro para tejidos y once para artes mecánicas ordinarias, y una academia de música. Julio de 1880 hun producido los presos Pasemos á los liSOS y costumbres. esta ciudad ha trascur¡'ido, ciudades de la América De Enero La Semana como suele acontecer española; de 1879 á $ 23,842. lujo y vanidad Santa en en las grandes en las muje- res, disipación y curiosiùad en los homùl'es; oficios, monumentos, comuniones nLunerosas entre las mujeres y escasas entl'o los homùres. Treinta j¡)venes se recogieron Ii un retiro de -tres días ell la casa del seíiol' CUl'a Amézquita; todos ellos pertenecían á la aristoCracia. Yo me VI comprometido 6 preMcarles siete pláticas, las que en mi estado de afección pul_m~Il~' mo costaron un caústico. El viernes de Dolores se * "'~_í(oiq'{l'j~·r~~c 'lile Oivi~fc,qi.te 'lih GJa"riaJtiáto hubo en el "fîfli8~rl\dl·~ô '~ërsiglo !pa'SiÜlo tlhHt'Wo ,~ùÜerfa1ie'o, (jairio'efëaI~Bre -75 veían la elegante adyacentes, y centl'al plaza do San Diego y sus calles atostadas altaros que oso día de vondedoros so forman 011 do ramos y flores para los las casas y so exhibon al público abriendo las puortas y vcntanas, cn las primeras horas de la noche. 1£1Jueves Santo so vonden millares de matracas pequeñas, sobrepuestas de figuritas de cera y hechas con mucho arte, y se pide la sandia que se da en dineI'D, Ít'utas ó dulces; el Viernes tienen lugar las caídos y el descondimiento con santos 'l:arones y :Magdalena y sayone8 de carno y llUeso, :El pueblo indio es muy 8ficionado á osa clase de titercs ; el Sábado se revientan en las casas los Judas, que el día anterior se han com.prado; estos son muiiecos de cartón, de todas fOl'mas y tamaños, henchidos de cohetes; el Domi ngo de Pascna so aùornan con papel, cintas y flores las mulas de los coches ponen cortinas y flores en las puertas de las se vende el vino rnezl:al, (aguardionte particular BUS de penca) 10H hecho de donde do una especie y donde el arpa y ln. guitarra melodías á los adoradores entre de sitios y se t.abernas, atraen Baca, ùemagiaùo con comunes mineras. :El pueblo, numerosísimo ell este pais, es muy pobre, and~ puos sólo come tM/il/as mal vestido y peor alimentado; pas), frijoles negros y chile tienen b. costumbre (ají). de sentarse Los lielUrlOS en las callos; todas las clases sociales, la do pararse cenes y tiendas para ell ~os zaguanes (~repobre) los hombres en las puertas e.-cpiar á las mujeres novios, la de estaciona¡'se (gente que ùe (le alma- pasan y los pa.ra haùlar mímica.- mente con sus novias, quienes desde los balcones les cuntestan, tambión con seuas. Los vendedores qllO a.nùan gritando por de Bogotli., He cono~ido. aquí á un viejo cHpaiiol scbrino delJamoso Enrile de l~ inde:pendenci~, ,Yhe oído casi todo!> IOH apcÜidos más raros que tenemos en Colombia, ... ..•• " . -.1. I -76las calles abundan aquí j los tOl'eaoores y picadores salen á caballo con sus trajes especiales y' acompañados de música, invitando á. los toros que tienen lugar en una plaza permanente, guarnecida con gradería. de madera. Los s 01dad08 se visten como los nuestros y presentan el tipo de la tropa boyacense. La infantería usa huaraches (quimbas) y la caballería botas de hule grueso. Aquí, como en todo México y Guatemala, forman de los nombres multitud de arbitrarios disminutivos, como 'roncha (Antonia), Charo (Rosario), Mela (1\Iannelita), Lupe (Guadalupe), Chucha, (Jesús), etc., etc. En Guanajuato muchos hombres llevan nombl'es de mujeres, Margarito, Catarina, etc. Aquí, como en todas las ciudades principales de esta República., muchas fa.milias tienen su teléfono j cstos desde las ocho de la. noche está.n tod0s puestos en comunicación, (en Guanajuato hay má.s de setenta y tres) para divertirse hasta las diez, conversando con los amigos ausentes y oyendo tocar el piano y cantar á distancia. La gente decente es muy atenta, fina y amable, pero tan retraída como la de Puebla. Los provincialismos son casi los mismos, con pocas excepciones, que los de México. La gente decente se viste con elega.ncia. A los cachacos llaman pollos ó catrines. Mucho se usa, en Guanaiuato especialmente, sabe 'usted á México, ,qabe 1Lsted á Puebla, etc., por conoce usted á México,~á Puebla, etc. Al fin pude leer, en la librería del Colegio del Estado de esta ciudad, un libro que había buscado vanamente en otras partes de América.-" Los informes secretos de D. Jorge Juan yD. Antollo Ulloa."-¡ Qué mirabilia no cuentan del increíble dcsbarajuste, de los enormes abusos y de la corrupción de las colonias españolas de América en el primer tercio del siglo pasado! 'l'raslado á los raizales de Bogotá. En~re otras cosas dice el dicho libro: "que la.enemistad que se notaba. entre lOB Penin8ulares y 108 01'601108reconocía por causa. el -77 que venía de Espaúa. gente patana ó labriega y pobre, la que pronto hacía fortuna y luégo se casaba con la más encopetado del saxo femenino americano." Exactamente la mismo sucede ahom on México con los millares de espaiíoles que vienen de la Península; pero, sin quo por eso se note la antipatía de que hablan 108 dos sa.bios arriba cita.dos. Ella el'a debida, más bien, á. la injusta y apasionada prefet'encia que se hacía de los Peninsulares para los puestos públicos, civiles y eclesiásticos, á la envídia y ambición de los creo11os y al desprecio altanero con que los primeros miraban á. lo~ segundos. Ahora que ua mandan los españoles, se han amanaado y dtÛciflcado, valiéndose más de la maña que de la fuerza, para llegar al mismo fin: enriquecerse y convertirse en gente de imp ortancia. j Lástima que entre tantos poetas como tenemos, no se encuentre un Ercilla. que celebre en buenas octavas el valor de nuestros Taironas, Muzos, Panches y Pijaos, todavía más brav03 y amantes de su libert~d que los Àraucanos de Chile I i Qué hazañas no refiet'e el Obispo Piedrahí1ia de esas belicosas naciones I Aquel indio, quien, sólo, desnudo, sin defensa y nrmado de un garrote derribó á medía docena de españoles, escudados, encorazados y armados de picas y espadas, vale más que los Caupohcanos, Lla.utaros y Paillamachus chilenos, Bn los pt'imoros años de la conquista murieron al golpe de las macanas de nuestros indios 2,840 conquistadores, esos hombres de acero, impertérritos é invencibles I Desgraciada.mente desde los primeros años de la doIcinación española en Colombia, sentó sus reales la discordia. entre nosotros con bribonel:l, como Lugo, Armendariz, Montaño y Maldonado; en medio de rebeliones, como las de Hayan, Robledo y Lope de Aguirre. Me parece que el paralelo hecho por el doctor Camacho Roldán en el Papel Per'Íódico Ilustrado entre colombianos y venezolanos peca por illcompleto. En efecto, compara al venezolano, -18nacido ealSi en su totalidad en climas c~lidos, con el colombiano, 811nCOD el nacido en la a.ltiplanicie de Cundinamarca y de Boyacá, y dá la preferencia del va.lor al primero sobre el segundo. Esa apreciaci6n sería exacta tratándose del negro y del mulato venezolano comparados con el indio y el mestizo de las sabanas de Cundinamarca y de Boyacá.; pero esos solos no son todos lesoolombianos, qua también lo son los desceudientell de los Tah-onas, Muzos, Pa.nches y Pijaos y los va.lientes mulatos, zambos y negros del Cauca. y de las Costas. Su afectísimo, FEDERlCO C. AGUILAR. Soñor Redactor de El,Pa'atiempo. Comparando yo, con ocasi6a de haber terminado el volumen XXIX de la Historia. Eclesiástica. del abate Darras, los cincuenta. años trascurridos de 1233 á 1283, con los correspondientes de nuestro siglo de 1833 á 1883, hallo que el número de guerras de aquella época ascendió á setenta y siete en el A.nti~uo Mundo; mientras que el de las de nuestros tiempos, en ambos hemisferios, toca. a.penas la cifra de ochenta. De estas, la América, especialmente la española, cuenta la enorme cifra de cincuenta y la Europa, ó más bien el Viejo Mundo, la da treinta. Deduciendo de esta última cifra las catorce guerras hechas por europeos á naciones ,paganas 6 de ultramar, como la de Rusia contra. los Turcomanos y Turcos; de Inglaterra contra'la India, los negros de Africa, el Afghanistan y el Egipto j de Francia en China, en Argel en 'Nnez y México; de España en 'Marruecos y en el Paci6co, quedan sólo diez y sèis, propia.mente intestinas, entre cristianos europeos. Dedu- -79 ciendo asimismo las doce guerraB exteriores 6 contra. paganos del siglo XIII, como las de San Luis en Egipto y en Tunes, las de los Cruzados en Siria, las de los españoles contra. lOB Moros., las de los cristianos alemanes contra los paganos de las riberas del Báltico, las de Hungrla y Polonia contra. los Tártaros, restan aun sesenta y cinco guerras civiles ó intestinas habidas entl'e las naciones cristianas de Europa. De manera, que u il siglo de atraso, de confusión y de barbarie, siglo en el cual todavía bullían en el seno de las sociedades cristianas loi'! elementos disociadores de los Hunos, Vándalos, Godos, etc, etc., en el siglo XIII, en sólo 50 aüos, se nos presentan sesenta y cinco guerras intestinas para el Antiguo Mundo cristiano, y en el siglo XIX, en el mismo espacio de tiempo, sólo se nos ofrecen dier. y seis. ¡ Qué eDorme diferencia entre esas cifras sesenta y cinco y diez y seis! Pero, también, ¿ cuánto no dista nuestra edad de aquella semisalvaje del siglo XIII, en que todavía Ins sociedades no habían asimilado los elementos civilizadores de cristianismo? Entoncos el capricho y las pasiones de los poderosos, reyes y notables, eran el código del derecho internacional qne r£lg;a á los pueblos; entonces almas de acero, y no de escorza, según la expresi6n del Redactor de La Oaridad ùe BogoM, derramaban con la mayor facilidad y la más grande impavidez torrentes de sangre humana; entonces la Europa, no formando grandes naciones, bien constituídas, sino multitud de reinos y principados microscópicos, presentaba un campo abierto á las pasiones de multitud de tiranuelos y á las enOrmes desventajas del sistema. feudal. Hoy, el derecho tiene más imperio en el mundo civilizado; las leyes más fuerza, y están mejor definidas; los pueblos no son ya siervos sino ciudadanos libres y respetados, y las naciones, educadas por la influencia. dol Evangelio, forman grandes agrupaciones sumetiùas Ii la ley y al derecho, DO al capricho, ni á la fuerza, ni á las pasio· nes de los nobles y poderosos. J -.80¿ Serán estas las conquistas de una civilización atea 6 deísta? Indudablemente que n6. Los enemigos de nuestra Religión se muestran ligeros, preoc.lpados Ó ingratos cuando niegan la. verdad, que se desprende de la historia, y se impone al hombre pensador, sincero y desapasionado. La civilización y progreso de que al presente disfrutamos, los debemos á la sabia del cristianismo, yá asimilada inconscientemente pOI' las sociedades modernas. Pero, los hispano-americanos, y especialmente los colombianos, parece, forman una excepción tÍ. esta. regla general. De las ochenta guùrras, que han tenido lugar en los antedichos cincuenta años de nuestro siglo, nos pertenecen á los de raza española, la enorme cifra de cuarenta y ocho. La Europa civilizada sólo ha tenido diez y seis intestinas j nosotros, todavía colocados al nivel de los inquietos batalladores del siglo XIII, es decir atrasados seiscientos añof!, nosotros nos hemos salvajemente degollado en cnar('nta y ocho guerras civiles'! ¿ Qué responden Ii este al'gumento de cifras los soi disant ilustrados, guerreadores é inquietos pol,¡Uqueros, que se empeñl1n en no dejar á Colombia desplegar el vuelo del progreso de la civilización del siglo XIX, para mantener la aherrojada en el atraso y barbarie de la época del ViEio de la Montaña? No he visto dos cosas m~s parecidas, quo nuestra docta Colombia, pobre, atrasada, barbarizada, no obstante sus ejércitos de publicistas, oradores, poetas, gl'amáticos, sa.bios y economistas, y la Europa semi-bárbar[l, pobre y atrasada del siglo XIII, á pesar do su Clemente do Beauvais, de su Alejandro de Halés, de su Roger Bacon, de su Alberto Magno y de su prodigioso y angélico Santo Tomás de Aquino. MENOS CHARI,A Y ALGO Mt\S EN'fUE DOS l'LATOS desearíamos los sinceros y desapasionados amantes de la. Patria. Pero, me parece oír á ciertos raizales de por allá. replicar escandalizados. ¿ Cómo se atreve usted á. escribir las anterio- - 81res reflexiones; 8e nos cai'fía la manO si tal hiciésemos? ¿ Pues qué, olvida usted los nihilistas, 101'\ fenianos YLloscomunistaB de nuestro siglo, que tan civilizado le parece en comparación del décimo tercio? No lo~ olvido, como tampoco olvido BUB congéneres de aquella edad, los abominables Albigenses, los Fraticelos, los Valdenses, los Pastorel08, 108 Magos y los Maniqucos en sus diversas y detestables ramificaciones. Tanto éstos como aquéllos son mcr:ts excrecencias del cuerpo social; con la sola diferencia, que los del siglo_XIII eran hijOBde las guerl'as, conmociones y desú.'denes de una sociedad eminentomento batalladora, y los del XIX lo son de la tiranía del capital, sustituÍda por la avaricia de:los ricos á la tiranía política de los reyes y príncipes, aunque en menor escala y con efectos menos desastrosos que los producidos en aquella época. Además, los nihilistas, fonianos, etc. no pasan de ser un puñado de criminales como los bandidos do Italia, los asesinos de Chile y los salteadores de México, perseguidos sin descanso pOI'una policía. vigilanLe: miontl-as que los Albigensos, Maniqueos, cte., etc., eran soctas numerosas qne poseían estados, ciudades y castillos, quo contaban en sus filas poderosos prín. cipes y ponían en campaña ejércitos disciplinados yaguerridos. Léas.) la historia de los Mnniqueos y de los Albigenses y se notará en ella un reguero no interrumpido de sangre, de incendios, de ruinas y de crímenes los miÍs espantosoR, anto los que palidecen las impotentes demostraciones del hambre y de la miseria de fenianos y nihilistas. Pero, volvamos á nuestras revistns de M6xico. El General Porfirio Díaz, el verdadero árbitro de los destinos de este país y hombre de incontestable mérito, ha hecho recientemente un viaje á los Estados Unidos, donde ha. sido pomposamente recibido, en Nueva Orleans, San Luis, Chicago y Washington. Era natural; los aBglo-americanos siempre han sido, 11 - 82desde 1857, lOB padrinoB y protectOl'es de los liberales mexicanos, cuyo jefe es el General Díaz. Por otra parte, el deseo quo tienen los yankees de adquirir gran preponderancia comercia! é industrial en esta. República, les ha aconsejado las ovaciones hechas al prestigiado caudillo cuyo poderoso, aunque disimulado influjo en los asuntos de este país, les podía ser tan benéfico. El actual Presidente, General González, (I) en su Mensaje del I.o de Abril á las Cámaras legislativas, presenta un cnasro risueño y alhagador, muy diferente del que ofrecen lOBluctuOSOBde nuestros P¡'esidentes. Desùe luégo, ln,cuestión con Guatemala, cuestión tan p¡'eiíada de complicaciones y amenazaH, se 1m terminado con el tratado del27 de Heptiembre del año pasado, ventajosísimo para :México. Los tratados comerciales entre esta República, los Estados Uniàos, Alemania é Italia quedan pendientes y el de extradiccióu con España se canje6 el 3 de Marzo último. Se ha mantenido la paz con firmeza en todo el país, mediante el buen sentido de los ciudadanos, yá desengañados de las guerras y decididos en favor del progreso, y merced á las 80,000 bayonetas que alejan de -ios intrigantes, de los ambiciosos y de l(ls holgazanes toda tentación de promover una revoluci6n. Luégo, con la satisfacción que inspira un sincero y generoso patriotismo, da cuenta el Fresidente de los progresos hechos en ci ramo dp. Fomento. l!lste afortunado :Magistrado no tiene qne dar parte al Congreso de frecuentes cona!Os de revolución, de temores para la venidero, de inquietud é inseguridad públicas, debidas ií la política y á la fiebre intransigente de los partidos; ni se ve obligadú tÍ. lamentarse de los obstáculos qllo encuentran las (1) Ho oído con insiRtencia aRcgnra.r que ell1.ctual PreAidento nacido en España. Con frccuClIcia IOR_cspañoles RClIacilllmliz8Jl en México. eB - 83mejoras materia.le!'; y de b. lentitud con que marchan; ni lamenta lo,,; paropsismos y agoll1aS de la. sociedad, causados por las elecciones en llue un enjn.mbre de holgazanes hambrientos y de ambicio!';o;; sin mérito se disputan un escaso presupuesto. Nada de eso. Oigamos di~curso. al mismo General González en su " Pa::lando all'amo de Fomento, me COMPLAZCO en consignar que los adelantos obtenidos Cil él son de importancia, y puede confiarse en que contribuirán poderosamente al asegu- ramiento de la pŒZ, Call el aumento de la. riq\lCza y prosperidad nacional. Bn la línea de México al Pa;;;o del Norte (frontora de los Estados U nidos) los trabajos de la Compañía del Ferrocarl'il lientes; Central llegan (572 kms. ùÜ,tante de México) hacía el tiLtr, á Santa do 100 kilómetros pl'imer punto: y del Paso del Norte Rosa, más acá. de Chihuahua, metros de la frontera). cerca cerca de la ciltùad do Agua.s-Ca- En la de 'rampico armados á San (20 leguas), (2) las obras de ten'acería (445 kilóLuis hay yá partiendo del para subir de lar costa. del Golfo á la mesa contl'al de San Luis están yá bastante ade~ lalltadus. gil la línea del Pacífico comienza. yá á cODstruirse el c<u.1Íno do hierro, do¡;de el puertu do San BIas, (3) La com- paüía. COllstl'llctora nacional ha tOl'minado el tl'amo de esta (i) San Luis es l~ capital del Estado de Potosi y Tampioo es puedo del de Tamaulipas, sobre el Golfo do "léxico, Distan entre si 4,30 kilómetros ó 90 leguas. (3) Este puerto 8e ha.lIa. sobt'o la cOflta del Pacífico y portonece al Estado de Jalisco. El ferrocarril que de l\ Hi parte, p:\sa. por Guadalajara., capital de ese Estado, por Aguas-Calientes, capital del del mismo nombre, y por San Luis, para. terminar en Tampico sobre el Golfo de México, Este ferrocarril interocoánico tendrá una longitud de 1,336 kilómetros 6 267 leguas. - 84capital Ii Acámbaro, (It) y dentro de poco llegaré. á Morelia. En la línea Norte, concluí do yá el tramo de Nuevo-Lriredo (5) á Monterrey (6) continuarán los trabajos hasta el Saltillo. (7) Han recibido nuevo impalso las~obras de Matamoros á Monterrey, (8) pertenecientes á la misma Compañía. Terminada la. línea de:501 kilómetros, desde Guaimas á los Nogales, en ~l Estado de Sonora, (9) está en explotación desde el mes de Octubre último; y, unida á la línea de los Estados Unidos, forman una nueva vía de comunicación transcontinenta.l. (lO) La antigua empresa del ferrocarril da Morelos que, con las de otras concesiones, se ha refundido en una sola, para formar (4) Acámbaro os una población del Estado de Michoacan j dista de México, por Toluca, 234 kilómetros y de MOl'elia, capital de Michoacá.n, 70 kilómetros. Esta empresa, también anglo-americano. como la del Central, hace pasar BU vía férrea desdo México, pol' Toluca, Ixtlahnaca, Mara.vatío y Morelia. Es una de las má.s difíciles del país. (5) Nuevo Laredo os una reciente población del Estado do Tamanlipas, situa.da como Paso del Norte en la ribera. del caudaloso Bravo, río que separa. á México de 108 Estados Unidos. (6) Monterrey es la capital de Nuevo León y dista, por la vía férrea, 170 kilómetros de Nuevo Laredo. Desde Matamoros, puerto de Tamaulipas sobre el Golfo de México, parto otra linea fél'l'ea hacia Monterrey, y de ella ya están aca.ba.dos23 kilómetros. (7) Sa.ltillo es una. ciudad del Estado de Coahuila, y dista de Monterrey 80 kilómetros ó 16 leguas .. (8) Esta empresa, Comolas anteriores, cs anglo-americana. (9) Gnaimas es puerto del Estado de Sonora sobre el Golfo do C&lifornia, yesos 501 kilómetros ó 100 leguas pa.san por Ures, capital del Estado, y van á unirse con las líneas yankees. (10) Con cse habl'á dentro de poco.. 4 Jerrocarrilea intero- ceáni.co8. - 85una vía intel'oceánica entre Veracruz y Acapulco, (il) ha con~ cluído los tramos de esta capital á Irolo (12) Y Calpulálpam (13) y do Cuautla-Mol'elos á Yautepec, (14) Las líneas, que dicha ompresa. (en la que tiene parte el Pre;;idente González y que fué empresa española) tiene en eXplotación, miden yá más de 300 kilómetros (6 60 leguas)." "La Compañía del Ferrocarril de Puebla á San Marcos (15) Y San Juan de los Llanos, (16) ha terminado su línea, de 91 (ll) Acapulco es puerto del Estado de Guerrero sobre el Pacifico. En tiempo do la Colonia era émulo do Veracruz; alli anclaban los galeones de ~'ilipinas. Nuestro compatriota el jesuita Oviedo, nacido en Bogotá, provincial de ~léxico, Rector de los l'Olegios de Guatomala, Puebla y ~féxico, procurador general do la Provincia en Roma y Visitador de Filipinas, al trasladarse de Acapulco á la capital, perdiÓ la mula de su equipaje con importantes papeles. De modo quo la historia do los salteadol'os mexicanos data, por la menos, do 1664. La vía férrea interoceánica de Acapnlco á. Veracruz tendrá. 883 kilómetros ó 173 leguas colombianas. (12) 11'010 es nna de las estaciones del £el'rocarril inglés de :México á Veracruz. Dista de la capital, por Texcoco, 90 kilómetros. (13) Calpulálpan es una población del gstado de Tlaxcala y dista de !rolo 18 kilómetros, La línea férrea de 11'010 á. Calpulálpau se prolongará, por el Occidente de Tlaseala, ha.sta encontrar en Tosmelúcan la ya construida desde Puebla. Esta es cmprmm. mexicana y aquella, mixta. de mexicanos y espaüoles, como también la de Cua.utla-)lorelo8. (14) Yautepec es un pueblo del Estado de México, distante de Cuautla 25 kilómetros y de .México lG:~ leguas, (15) San ~larcos pertenece al Estado de Puebla y ostá sobre la linea del ferrocarril ingléS de Verll.cl'uz, Esta. es empresa mexicana. (16) Sa.n Juan de los Llanos es una. ciudad del Estado de Puebla. La linea férrea. sale do esta, pa.sa por Amozoc, San Marcos, - 86kilómetros (ó 18 legua.s), el :H del mes pasado, antes de los plazos estipulados para su conclusión. La empresa de los ferrocarriles de Hidalgo concluyó on Diciembl'e del auo pasado, el tramo de 11'010 á Pachuca, (17) y sigue construyendo el de San Agustín á Tooloyúcan. (18) La do Altataá Culiacan (19) terminó el tramo entre esas dos poblaciones. l~n Yucatán y Campecho se prosigue la construcción de las líneas que hay allí concedidas. (21\) ContinÚa también la do las vÍ<lsdo Alvarado (21) á Vel'acruz, de Puebla á húcar de Matamoros, (22) San Juan de los Llanos y Jalepa, para llegar á Nautla, sobre el Golfo, y hacer competencia al ferrocarril inglés. (17i Pachuca cs la capital del Bstado do Hidalgo, notablo por sus minas de plate., y dista de 11'0107.5 kilómotl'os y 1,32do México. (18) TeoloyÚcan so halla eu el Estado do Puebla, no lejos de San Juan de los Uanos. (19) Altata es nn puerto del Estado de Sinaloa., situado en las costas del Pacífico y á la entrada del Golfo de California. Culiacan es la capital de ese Estado y dista 30 kilómetros de Altata. Este ferrocarril debe prolongarse hasta que se úna con el Central en la cindad de Durango, capita.l del Estado del mismo nombre, para cnlazarsc con México y Washington, (20) Esas líneas yá muy adela.ntada.s son: las de Progl'csO, sobre el Golfo de lIIéxico, á Merida, capital del Esta.do de BU nom. bro, y á Calquiní, yá tcrminada, y que mide 70 kilómetros; la de :Mérida al pueblo de Peto, que mide 26 ó .5 leguas, y la de Campeche, puerto del Estado del mismo nombre sobre el Golfo de :México,que se dirige hacía el vecino Estado de Taba.sco. (21) Alvarado es un puerto del Estado de Verncruz, situado sobro el Golfo y distante de la capital de ese Estado 25 kilómet¡'os. (22) Izúcar es nna ciudad do tierra caliente del Estado de Puebla y distante do su capital 23 kilÓmotros. Se ha apellidado de Ma.tamoros on honor do uno de los clérigos batalladores de la in:le. pendoncia de México. Fué fusilado on Sa.n Cristóbal. - 87de San )farcos tÍ Los ~rn.bajos del Nautla (23) y de Chalco á 'L'lalmnnalco. ferrocarril (24) na(;ional del Istmo de 'rehuante- pec (25) se impulsan con toda. actividad, estando muy adelantaùo el trazo de ln. línea. IjoS de constI'ucciún ofrecen resultados muy satisfactOl'ios, pnes no obstanto los trastornos que ocas:onú la epidemia, (el cólera) qne apareció al t)llr del Istmo, ~e han concluido ell esa región Hj kilórnetl'os y 10 en la de 1 Norte. Unidos estos tÍ los demás que se han n>parado, y concluYl) la antigua Han comenzado empres:t, form~n nn tohl de 60 kilómetros. igu:tlmonts en el Istmo los tr,tbajos dirigidos tí. locatízar el ferrocarril (2G) p:l.l·.~ el tt'a3porte de bUqlIeS, según la concesión hecha al seíiol' James 13. Eads. La Compaiíía constructora internacional (angla-americana) comenzó RUS trabajos en Piedras Negras, (27) estando bastante adel a nt¡\d(,s los del puente definiti\'o que ha de snstituíl' nal que clla construyo sobm el BI'uvo." " Las línas telegt'úficas dn consideración, Ascienden habicndo federales quedado fi mlif! de 2,000 kilómetros han obtenido el provisioanmentos concll1ídas varias de ellas. la;; esta,blecid<ls ÙCSPUéfl (2:)) l~s un puerto, Flobreel Golfo, del Estado do Verncru?: y distante de San Marcos, del EFltflodode Puebla, 120 kilómetros. (2·1-) Chalco y Tlalmanl1lco son pueblos del Estado de México, vecinos al lago de Chalco y distantell entre si sólo 15 kilómetros. (25) El Istmo de Tehuantepec tiene 22G kilÓmetros de ancho, es elecit" tres veces Ill. longitud del Canal que: actualmente se estti. excavando en el Istmo colombiano, (26) Por m(,s sorprendente que selloo~ fel'l'ocarril para buques del Capitán Ea.ds, jamás poùrá haccr competencia al Canal de Panamá. (27) Piedras Negras es nna poblaciÓn mexil'una situadn. sobro las márgeneFl del Bravo, l'il) que sep¡¡r¡~ est.o pais de lus Estallos Unidos. Dista de México 1,:356 kilómetros ó 271leguas. da mi último informe, la do los telégrafos 18,000 kilómetros explorand('\ nombrados diversas (en un año) de la misma, regiones del espera. el gobiel'llo país que agregada ingenieros de Fomento. llegó á formarse (30) De esta extensión /Í. que yá existían, form~ un total de más da de telégrafos nacionales. (28) Continúan por hl. Secretaría 1'ía, ouya instalación timo. 88-- la Sociedad solemne de minas Por iniciativA. meaÙana de min/'- tllVO lugar el 5 de Febrero asociación, grandes (29) ramificada ventajas para úl· en todo el paíEl, la Hepública . El producto de las rentas, en el primer semestre del actual ejercicio económico, fné superior al de igual pe¡'íodo del alio próximo pasado, pues ]Jeg.) á la suma de S 14.40û, I 02, miende 1881 tÍ. 1882 fué de próximo pasado avisaron tras que en el primer semestre $13.733,949 l<j117 de Marzo los miembros de la Junta Mexicano, que el r"gistro con 40,000 acciones, Directiva de suscripción importantes mes se reuni() la J untu. general cido el Banco COll el capital del Banco había quedado $ 4.000,000. constitutiva, efectivo Hipotecario cerrado 1m 22 de dicho y quedó {'stable- que le señala la ley de (28) Ademá¡; Je los 18,000 kilómetrcR de telégrafos nacionales, hay varias ot¡'as Iincas de las empresas fe\'l'ocll.rrilcras y de particulares. (20) Esto mismo deberíamos harcr en (Jolombi:\, donde según el Obispo Pieùl'ahíta: " !lU hay nn palmo de tenena, entre el Cauca y el Magdalena, desde Sil nacimiento hasta su confluencia, (en Tacnloa), qne DO contenga plata y oro .... y donde Ia.s minll.8 do Pamplona son ricas como las de Potosí;" en Colombia, donde, segÚn el jesuita espaiiol Gumilla: "bay tanta riqueza como en el Perú ó en ),{éxico." Fórmese una comisión de ingenieros de minas, no empiricos ó charlatanes, sino pt'ácticos y entendidos. (30) Ent¡'e nosot\'o¡; semejante socieJaù valùría más que la.s literarias. - 89- cOnCOSIUTl.Desùo 01 mismo día in:tngl1ró sus oporaciones, qne, es de esperarse, impOl·ten gl'andes beneficios :í b agt,jenltnra nacional, estimuliÍndose do consuno, por oste medio y por la relativa baratura de (letos de los ferrocal'l'iles, el incremcnto do n nestra CXp0l't:lCión do frutos nacionales empnmdidas en Ohapultepec para la. instalación Las obras dQl Colegio i\'lilitar Oil aquel punto, un) así como ln. Bscllela do Tiro, se han seguido con bastanto actividad A los tmlHljos do iustltlac;ón de las escudas (navale;;) de Lerma y Ac,lpnlco, sc ha daùo un notablo para estudiar i111 pulso :3e ha nOI11hrado nna comis ión en Bllt'o]1a y on los E~Ü1.dos Unidos el servicio de los tOt'podos, ((}2) por considerarso este sistema de dar cnder las c03tas (3:3) el m'Ís efîcaz y, al [1l'opio tiero po, el más económico de lOS hasta hoy conocidos," 'l'illes son las ¡;;encillas y exactas Presidente pinceladas con que el de :Múxico disoiía el cuu,dro halagaùo¡' del progreso nacloral. ¡Su diseUl'so está muy lejos r,trio de lQS do nuestros presidentes de tenor el mérito litecolombianos; pero, en cambío, 11ft)'en él fondo, hay meollo, y llO LIlla llcslnrnbr'1dol'a oioclle1eia, t, Cuándo sorá qne entro nosotros se pueda hacor bn espléndida. manife.,tado país lia enumeración rppotiJas do p\'Og¡'esl)s eonsegnillns vecos hast1. b sftciedacl, ? Ya ho qne uuestl'O e;; !nenas rico que }l¡1:éxíco,qne cst,í, mejO!' sitnado, qne (:31) Haoo muchos año!'! que exi!'!te on )[éxico un Colegio ~Iilito.r, yell h\ guol'l'a de 1847 con los Estados Guidos sus alum. nos so mostm.ron valientes y so.crificáronso por la p:ttria, (8:2) Anto la. actitud y las ambiciones de Cbilo ¿ qué se haco en Colo:nbia pal'l\ formar buonos mlll'inos? N<l.ùn" puos todo la absorvor~ allí los partidos y la mezquina política de círculo. (33) Sill necesidad de mantcner costosas escuadras, podríamos también nosotros defender nuestros puertos con el sistema moderno do torpedos. 12 -90 tiene una población máa inteligente carece del preponderante en este país las elemento conquistas del y hien ind~gena, adelanto inclinada, que El indio desluco material, reacio y difícil para asimilar laR ideas de ,¡delanto, casi sin necesidades, arrastra miserable existencia, porque, rntinero y IllUY vecina á la de los salvajes. Si en Colomni¡\ se aplicase el ardor, talento y destreza, quo se tione para intrigal' avivar la intransig'lncia do los partidos, nI cultivo de nuestros fel'aees de México, al desarl'ollo campos, de la industria en la política y para al la horco de ias minas, muy superiores á los y del comercio y á la construcción de caminos de hieno; si en Colombia no se prcfiriese el mezquino intùrés de partido, símbolo de egoísmo y pequeñez, al bienest.ar y progreso de la TlUtt'ia; no hay duda alguna quo adelantaríamos á México, y seríamos la primera República do las hispano-americanas. Pel'o, la política, los partidos y la pereza, es deeil' las tres infernalos P. P. P. colombianas, nos condenan inmerecidamente á marchar á reta- guardia. Hacía dos meses que no tenía yo noticia alguna de Colombia, por no haber on todo ese tiempo recibido periódicos de Bogotá; on vano las había buscado en 108 diarios de :México. Al fin, hoy 26 de Abril he leído en el Siglo XIX nn telegt'ama de los Estados Unidos, el que PO)' SU!4 mnchOfl yet'ros me deja. todavía bastante ú OSCllt'us. Dice el dicho pat'te: "A. de la L();w, el nuevo Presidl'ntc de Colombia, ha formado el nuevo 1!inisterio como signe: Negocios extranjeros, A. RoJdán; de Guerra, M. Maleris; (sic) del Interior, General 1Jrenates; (sic) del 'resoro, A, Posndn; do Crédito público, l\L Galindo, de Porr.ento, Tarzahia (sic)." ¿ Quién es ese Presidente de la Lo;7,a ? Xo puedo dar quien Hoa, Materís será Matélls, Brenates será Bernales y Tarzabia sel'll 7.lImhi'.l. Adl·icrt:J listed f{lll', allcel' Y0 ese telegrama, mis noticias sobre Colombia llegaban sólo á 91 fines de Diciembre, cURndo el doctor Otálol'a, t¡ Otalira como cscl'ibl,~ otro parte, so hi~o cargo del pals después de la muerto del doctor Zaldúa. Es doci¡', que mis noticias de la patria est:Lban cuatro meses atmzadas! !! Bsto le escribo para que veftn los pol¿ti'llkros farolones de nuestra tierra, cuán poco caso se hace de nosotros, Ii pesar de la. Wi tel'ía de la prensa bande¡·;za. Persuadámonos, hoy día so atiende, estima y COlloce ¡;;ólo á las naciones que tieuun gl'ande exportación, muchos caminos ùe hiert'o y una rentrL !LUllal respetable. No es qne estén aquí atl'asados con respcdo {L COITCOS internos y oxteruos, pues, como usted vorá por las cifms q ¡le le voy á citar, hay gl'ande actividad, en ese ramo, en l¡l.s oficinas de México. En efecto, el año pasado funcionaron, según datos oH.cialeH, en el servicio interior 51 administraciones principales, 267 subalternas y 516 agencias. 'rotaI 836 oficinas. Más de DO de estas cst~n ligadas por ferrocarril. El número do cartas, en la correspondencia interior lleg6 eso mismo año á 7.287,394; el valor de las estampillas á $ 586,402, el de la. conducci6n á $ 113,920 y al do los periódicos á $ 251,157. Las noticias de B uropa y de A.mérica se saben aqui con sólo 48 horas de intérmlo. gn los veinte meses qua llevo de residencia blica han tenido lugar tres exposiciones: una en esta RepúCil Ol,izaba á principios de 1882, otra en Querétaro á mediados del mismo noo y la presonte de Toluca. quo se celebra hoy con grande aparato. Semejantes exposiciones fomentan nota.blemente la industria nacional, y los fabricantes se complacen en gravar en las eLiquetas de los productos de sus fábricas las medallas con que han siJo pl'omiados. Estos certámenes del progreso valen infinitamente más que la charla do las reunionos políticas y 103 ver80S de ocasión de los poetas sin númen. En la sesión del Congreso mexicano del 21 de Abril, la Secretaría de Fomento 92- presentó seis divorsos contratos, hechos con em- presario! nacionales, para la construcción de otros t,antos ferl'o- carriles. iFülices la;; moxicanos mentarias contratos ventajosos que leen en sus actas parlaal país y no intorminables concesiones de pensiónos alimenticias, concesiones que sólo fomentan la pereza, yi endémica y epidémica en la bella, rica y ~enerosa Colombia, y sangran un Tesoro sumamente exig'lo ! Diez pobres millommelos tenemos de renta total, cuando México cuenta Call treinta y dOl:!; Chile con cual'enta y ¡lu;; la Argentina con treinta cuatro y el Urug-nay, j el Halvador, menor quo el Tolima, con gran do casi como el Estado do Boyacá, ocho. Ni tt-abajamos, ni yuoremos, al enriquecimiento del '1'osoro federal. Su afectísimo, COD ogOíst¡lS, c'H1tI'ibllíl' FEDElUCO C. AO\;ILAR. Leúu, 8 de Maro de 1883, Señor Redacto!' ùe El PaBatie'lnpo. Le escribo importancia desde esta ciudad episcopal, la sogunda cn del Estado de Guanajuato, después de la capital dol mismo. Se halla situada en un extenso y pintoresco recodo do la altiplanicie mexicana; está circuída. al Noreste por las elevadas cumbres de lUlOde los ramales de la Siorra-:MaQro, y recostada lavas al :Noroeste en la £aIda de extensa y baja colina de traqlllticas, Cuenta 210 10' de latitud Norte, 1,809 metros sobre el nivel del mar y 188 leguas de distancia desde Veracruz. Se encuentra al presonte unida por caminos de hierro cou Aguas-Caliente;;, Lagos, Guanajuato, Celaya, Querétaro, México, Toluca, }[a¡'avatío, Cuautla, Texcoco, Pachuca, Villa de Libres, 'l'lascala, ,Cholula, Puebla, Orizaba, Jalapa y Veracruz; (2,627 kilómetros y, dontro du un año, la estará Ó b25 leguas de líneas fGr\' cas) ; con Atlixco, r%ÚCiU', Morelia, ZacatC'eas, Dm'ango, Chihuahua, y Call la gigante%ca reù de los fer::ocarriles anglo-america.nos. La ciudad de León, fundada en el Último tercio del siglo XVI, tiene 40,742 almas, segÍln la Memoria del Gubernador presentada Municipio, del Estado de Guanajuato, á las Cámaras el 15 de Septiembre Ile 1882. Su (lue encierra 10 aldeas, 31 haciendas y 140 mncho8, (predios menores) cuenta con 70,022 habitantes, utomitc8 do origon, on sn inmensa mayol"Ía. En él hay 2~,022 niúos, de los cuales ¡'ccibcn educaciólJ, en 14 cEcuolas públich.s call un gasto de $ 8-82 anl'ales pOI' cada alumno, 1,342 de ambos sexos, ó uno por cada 17 niûos.* León eS agrícola y algo lLanufactllrora; su propiedad rÚstica asciende á S 153,051 Y b Ul'bana lÍ $ 1.451,2B. Las entradas anuales de la Municipalidad son $ 212,760, es decir, $ 3-04 por cada habitanto, y un fnCI'te al aûo por cada S 17-GO de la propiedad raíz; esto, sin contar los impuestos federales. Los gastos llegan á $ 127,249. ** La enfermedad dominante en Le6n es la disenteria, y los delitos 'if León y Guanajuato Bon las principalcB ciudades del EBtado j aquella es Bodo opiscopal desùe 1862, y esta, asiento del Presidento 6 Goberllo.dor. };1.Muuicipio do la último. tieno !J3,042 habi- ,w,aoo niños do ambos sexos, do los cuales se cducan 33 escuela.s públicas y 25 particuln.roB; es dccir, uno dc cada ocho niños . tantcs :3,221 y Cll ••. Lo. propiedad rústica del Municipio de GuaMjuato llega 273,730, Y la. urbaun., inclu~ms b::l ~1 llIinas de pla.ta, es de $ :3.221,73<>. Su renta anual asciende á $ 665,027, ó $ 7-14 por cada habitante y un fuerto por cado. $ ;J-:3 do propieda.d raíz. Los ga.stos B.)n $ 926,290 anuales. á más comunes, 94(3.917 ébrios al año), las lesiones la ombriaguez * y el robo. Como usted puedo ver por los datos oficiales quo he :tÙLl- cido, el atraso intelectual de este pneblo es IIlUY notablo, sumamente onerosas las contribuciones y alarrpallte la beodez. Adviértaso que el pueblo en esta RepÚblica es tiln numeroso, quo muy bien se pueden llamar las gentes decentes: Bari nanles in gurgite vaslo j ellas se pierden, como en nuestras poblaciones del campo, on elma1"8 1nagnU1n de indios, de pelndo8 Y léperos (proletarios), En los templos do todas las grandos ciudades de esta Hepública, al frente un auditorio Ubate, cuando parecido UllO predica, se le presenta al de Guatavita, etc.; excepto en la compaula de Puebla, y Santa Brígida SOlllOlldoco, la Encarnación de Méxi?o, á. donde acude la aristocracia con· sel'vadora de esas dos ciudades, las más importantes de la República. El protestantismo, abusando de la ignorancia. y de la pobreza del pueblo, mero de prosélitos, proletarios ha conquistado mientras en este que en Colombia, sou menos perversos y desvalidos, país gran núdonde nuestros ha quedado per- fectameute estéril. **' I~os impuestos de Aduana son en esta. Hepública tan fuertes que los efectos europeos cnestan aquí el doble qne en Oolombia, la propiedad ciento anual y las contribuciones raíz paga en el ~stado el diez por de Guanajuato, * En Guann.juato dominan la pulmonía, In. (;mbriaguez, (2,777 ébrios al año) las lesiones y robos, ** Es tal la ignorancia de estos pobres pelados que no pocos creen sinceramente, que todos los años, el Jueves Santo, so eortan las uñas y se 'faZU¡'(¡ (afeita) al señor de Burgos, crucifijo quo 80 venera en San Diego de Guann.juato. El .Abate Do~eneq, capell:in de lOBexpediciona.rios franceses de 1862, trata severamente al cle1'Omoxicano y acusa al pueblo de idolatría, en una. obra que escribió acerca de cBte país. - 95nno de los más ricos, están con la propiedad raí?; en la. proporción de nno :i die:r. y nueve. "En efecto, esta yale en el Estado la snma uscicuden ùe Ú nno al aíio; $ :)0.002, D94 Y las contribuciones 1.087,918. Es decir, esto, de las yú muy lllCl'il. quo en el mismo cada 19 fuortes pagaD onerosas nacio- cargas nales. gn Colombia ponen el grito en el cielo quejándose de la 8ocali,ïrt del Gobie¡'no, y, sin embargo, de todas las Repúblicas do América es la que tiene las más exiguas contribuciones. Así es quo el presnpnesto llega á la modesta suma gl'andes naturales, riquezas de habitantes quo de encierra total diez de nuestro millones, país apenas no obstante sus y:i pesai' de los cuatro millones sn territol'io," México, dando el proletarismo, tal vez, llogue al 80 por ciento de la población, se ha puesto treinta y dos millones anuales; Clrile, con la tercel'a parto de nuestro suelo y de sus habitantes, y treg, antes de sus conqnistas, y hoy, cuarenta tenía veinte y dos, con algo menos do la mitad de esa extensión y con un millóll menos de pobladores; Guatema1a, poco menaI' qno el Estado del :Magdalcna y con \tlgo m:is de nu millón de habitantc::!, indios cu gmn JJfLJ'tp,se ha puesto siote millones anuales. Pa,'a hacet' fOl']'ocarrilcs, 011I b811ec('r bs cinda<les, poniónùolas lÍ, la a!tl1J'a l10 los pueblos civilÍlmdos y para Ù~tr impulso * Nuestros impuestos aduaneros son monores quc los de Móxicoj nosotros pagamos el cnat.ro pOI' mil lIonull.ly el mexicano }mga el diez por ciento; nosotros no tenemos ::l.lcabala¡;,ni contribución de estampillas, puestas á los más insignificantes objetos, ui derccho,i de ¡latentes, ni contribución por efectos naciunales, (oro, pl::l.taalg-(\dón,tejidos do laua, lp.anta~, hilazas, cte.), ni impuIJsto de fei'1'o(:(t1'1'il quc so cobra :i los artesanos :r comerciantes; ni contribución de tiendas do licores, ni fjUO se yo ou(¡ntas más contribucioTlcS r¡uo hayon :\[cx'c'" (>11 bi; p:.íscs (~o Eul'opf1. y en laR Repúblieas de Américrt. al progreso, 96- como lo hacen México, la Argentina, Chile, Costa Rica y Guatemala, es preciso coti:mrse, es menester dejar á un lado el egoÍimlO qne nos caracteriza, es indispensable imponer contl-ibuciones fnertes zaùos de Europa siva libertad como Jo hacen y do Américll. y sumo egolsmo, toùos los pueblos civili- Nosotros fomentado con nuestra por cxce- el esplritu dCl partido, y por la desconfianv.a que engoudl'an los vaivenes do h politeqneí'ía, nos vamos Ilncdando Ii retagmwd i¡1 do las derná~ Repúblieas, Oharlarno,~ blJnito, pero vivimos mano sobro mano yamonaZ!ll110S con nnfl. revolución, tt'ibuciones para hacer adelant'll' altura á que Jo llaman ilustración. * Sll Constl'Uyamos si so nos piden el p,tí!:'\, y lnr,t posición, líneas 8\1 riquoza, férreas, coloeal'lo COli- (t Sll historia em belkzcamos la. é las •• Algunos se indignar¡in de este mi lenguaje; pero, os necesario persuadil'nos, que Colombin. es el puis Je América y del mundo donde los interes públicos están más abandona.dos en pro de los particulares y dc círculo, En todas las ciudades, y aun en los más pequeños pueblos de ~[éKico, de Chilo, etc, hay alnmbrado pÚblico, aseo procurado por la,s ~.ful\icip[didades y Alcaldías, n.dorno de pla~as y de paseos, etc.; al contl'ario entt-e nosot.ros, hasta en la mismn. eapitul de la Uepública, se carece casi de todo eso, mientl'as no pocos ciudadanos vi ven sumido'! en medía de toda clase de comodidades, alii en el fondo de sus casas, bebiendo mejores vinos, posoj'enJo más suntuosos mubIes y vistiéndose mejor que los ricos de las dem'.ís eapit:lles de Amé¡'Îca. Estos siba¡'istas egoístas rehusan contribuÍl' al asco, n,']orn') y bienestar públicos, content-il1do~:e con gozar ¡í pllel'ta ccrl'ada, aunquc se envenenen con la atmósfera œn·ompi.b Ile las c,dlefl. Cierto es que repllgnfl. diU' contribuciones, euanlto estas se cmp]c¡~n rÜI'f> mantene¡' zánganos "iciosos; pero, bmbiÓl es ciel'L;) <¡uu las IIlle,Ll'[lSson insuficientes. Es prceis() :í la vez, ;¡'\)l'ir el b ¡Jsillo y moralizar e\ persoIH~l de Iluest.ros gobernantes; CIll'M el cg,¡;SiflU y el dcj ••l' el snpremo ¡~bll.ndono que aqueja á los encargados de los interescs públicos, ciudades, como la están manas de Amél'ica, 07 - haciendo fomentemos todas nuestms demá.s her- la la indll<lt¡'ia, acrecentemos expürtación, pongftmono<l una entrada anual do trtlinta 6 veinte y cinco millones, y, no lo dudemos, Col,',mbia será. la primera Uepública de las hisp111Q·-amel'ie:ma;;. Nuestro pueblo es inteligente, y cada dí¡1 Si) \';1 ilustrando más; nuestro pueblo es moral, pile", ni c(\no(':~ el asesinato y el salteo en la cRcala de Chile y México, ni la. üIllbriagucz * Y esto, mala. como en México y Guate- no ')b.;;t;\llt;~la;;;eX:lgeracioncs do ln democracia, el desoufreno de la., g"l('I'l'¡IS civiles y las necias tanto holgazán jlo!ílit¡:u')'o. Pero volvamos :í 1Il1c;;tl'a expedición perol'atas de á Lelll1. EI;l de Mayo, día en que México celebra 1I11 triunfo, obteniùu sobre los francoses en Pucbla, cJ ai'\o dC' 1862, triunfo igual al del Perú sobre en el C¡dl:to, el 2;de Mayo de 1865, el 5 de Mayo los españoles ~alí de Gllanajllato en el tren de hs cuatro de la tarde. Debía en dos hura:; y mL·Jia, int:!usa, \a, média de parada ell Sibo, l'cconOl' la,,; diez kgll:l~, (,jl killlmetr0s) quo sepamn esas Jos más impOl'tllltes ¡;iu;hde3 del E:Stado. Haciendo sólo tres leguas en ,10 minut.os, najuato pOI' h ¡;alinws Ile los altos y pelados mont-es de Gua0stt'et:)1:1 C':lu¡¡da que le :,;Írve de Ílnica entrada. l~n Hilao dejamos los V:] !leños wagones Jd ramfll de Gnanajuato y t.OIll:lIOOS!OS gt·.mdes de la vía troncal qlle viene de Veracruz y 1\f éxico, y C'mpeza.mos iÍ. recorrer las siete leguas * Sólo cn ci Estado do. Guanajuttt.o et cómputo oficial, inferior sin duda á la l'mtlidarl, n.rrojlt In cifra de 2·1.,4-28 casos de cmbriaguez en un aüo, y la de 5,524 robos y lesiones. El Jtl.ezclIl, Ó aguardiente de maguey, es el licor con que se emb¡'íagan en el interior de la República mexicana, donde J'a no se bebe el pulque on las enormes cantidades que consume la capital y Puebla. 13 - 98- * de altiplanicie de Sudeste que separan á León de Silao. :Nhrchabámos á Noreste por nna llanura árida y agostada, tras los seis me~es qLlCl dum en la altiphnicie mexicana la estación seca, y tÍ. causa de la falta de ríos, UI'r0YOSY manantiales qne hay en estas mesetas, La plamciC' ya prC'p:l.rada para las nuevas siembras, pnes tí principio du .Junio comienr.an las lluvias ** que duran hasta Noviembre, se veÍ<t escasamente con enanos mezquite8 (algarrobos~, estaba circuída adornada al Noreste por unó de los ramales de la. Sierra-Madre y limitada, en lontananza hacia el Sudom,te, por bajas colinas que se perdían entre la bruma del horir.o!lte. Llogamos á. la estación de Leún á las siete y média, nna hora más tarde de la acostumbrado, * El Estado de Guanajuato, que tiene 0G8,113 almas, según el último cenllO de 1882, y que tenía. 898,072, segùtl el de 1880, cuenta con once ciudades principales, y es el Bstado que Jas tiene más pobladas y en mayor número, de todos los de la Federación mexicana. La. población de esas ciuda.des es la siguiente: Allende 15,3;:;0, Celaya 21,022, Dolores-Hidalgo 7,222, Guanajuato 52,122, Irapuato 14,88G, León -tO,7·1-:2, Salamanca, 9,996, Salvatierra 10,34::~, San Felipe, 6,700, Silao 1;'),139 y Santiago, 10, 78G. La gran mayoría de estos habitantes es do origen OIOlllí, y, aunque en las más gra.ndes ciudades no se oye hablar la lengua de esos indios, ella es, sin embargo, muy común en los pueblos, haciendas y ciudades menores. El otomi domina en los Est&.dos do Guanajuato, Querétaro y en pa.rto de los de :México y Sa.n Luis . • O' La escasez de agua y do lluvias hacen que en estas altiplanicies no se den dos cosechas como la. nuestra, donde mnchos arroyos on ríos y bien reg-ulacIns agnacoros mantiénen la primavera perpetua Bañada por los antiguos poetas, Dos son Jas principa.les enfermedades 'lue dominan en estl\8 altiplanicies: b disenteria, debida :í 11\ enorme cantidad de chi!,? (ají) r¡~l" l'd'd(':\ \,," mexicanos y la pulmonía, originada. eu Jas variacit1T:p.s bl'uBeaHde ll~tempéra.tnrs que oscila entre 0° y 30'. - 99- pOL'que lluestl'a locomoton\' <Í máquina, como la. llaman aquí y en Chile, se descompuso. El tren estaba formado de largllisíma cola de carro;;, Ile plataformas, cIe p!'irnera, segunda enlll muy poco,;, y ùc tl'CS w ••gones elegantes, y tercer¡\, clase, Los pasajeros u'einta los de de primera seg-nnda y mayor nÍlmero los de tercera, Las dicr. leguws de G lwnajmdo !Í León cuestan en segunda claso, :;¡; 0-01·, BI trou, que había salido de México Ii las sei,; y CU:\'J'to!'cconi() en doce horas, inclusas dier. paradas, la~ 83 leguas que separan á León de la capital do la RepÚblica. La estación dist:J. do la plaza central cllall'O kilómetros * y está enlazada con la ciudad pal' Illodio de lIn tranvía quo hncc cuatro viajes redondos, diarioi', y nSJ, como todos la,; do este país, la!; herl11osos wagone;; de la fáb¡'ica de Stephens (Filadelfia), El odificio de la estación, demás del Perroc(lrril piedra, estas ladrillo, madera, construcciones. á semejanr.;1 d'3 los Oentral aun no está terminado, zinc, El tranvía y afecta deja la fOl'ma propia de á los pasajeros PI3.za mayor, que es espaciosa y está adornada dine:>, fuentes y asientos, de todas las ciudades de árboles, como la están actllalmente do los palsos es do civilizados en la jar- la,; plaza!:; en :Europa. y ** América. So halla oncenada por ln. "Matriz, el Seminario, la. Casa :Municipal y pOI' tres largos y elegantes portales. La " En San JuaB del Río, Celaya, r l'apuato, Salamanca, Guanajuato y León el ferrocarril pasa muy distante de la ciudad, y ha ~ido preciso establecer tranvías, •• Si algunas plaza.s de Europa, como la.Trafalgar en Londrcs, do la Concordia en París y la de San Pedro y el Popolo en Roma, no cstán adornadas con árboles y jardines, es pOl'que son soberbias y encierran estatuas y obelisc0:'l de gran mérito artístico, Adornar. las con árboles sería daiiarlas j pero nuestras plazas de Colombia exigen ese adorno, y la. oposición de los miz(Ûes es eminentemente retrógrada., - 100 - :Matriz es muy linda en el interior, de parte del antiguo Seminario, Colegio en el qne se educan mite, es triste, pequeiío la Casa Municipal, de Lazaristas, formada es vistosa y el 200 jóven'ës de pura raza oto- y apachurrado. Las calles de León son anchas y tiradas á cordel, sus casas, casi en la totalidad de un 8010 piso, están cubiertas con azoteas y tienen ventanas de hierro hacia la calle, Las t,iendas del comercio y los hotoles son modestos, el movimiento de la ciudad muy corto y los habitantes, en su gran mayoría, pelados (proletarios) que viven de varias industrias, entre las quo sobresalen (chales de hilo) en telar do mano, y de zapatería, muy estimadas, los tejidos de rebozos la;; obras de talabal'tería y ]a fabricación de frenos, más * sencillos y menos pesados que los nuestros. El número de telares y de mujeres empnntando rebozos (tejiendo sus flecos) es mny considerable, La topografía de León se ostenta encantadora, pues se halla esta arboledas recostada frondosas de órganos do árboles frutales, fOl'mada do pedrones que semejan (pitahaya) todo el antípoda ceñida por un centllrón y de huertas en larga colina, de lava traqllítico ciuàad (tunales). y está amontonados una mumIla ciclopéa, y de nfJpales de Guanajuato; de ** cubierta León es en ciudad que se levanta en nna • Las sillas mcxicanas son gra.ndes y están llonos do muchos accesorios. Su color no es negro sino ama.rillo ó café, BU caboza enorme y sus estribo~ muy desairados. Aquí llaman albm'dfm á lOB galápagos da hombre y do mujer. Para el tiro de carros y de cocho s se usa generalmente la mula, y los caballos son tan baratos que en Guanajuato cuesta $ 50 el <¡uono BO daría en Bogotá por menOB de $ 200. u Al presente se forma en los Estados UnidoB una. Cumpañía para explotar la pitahaya :r demás plantas textiles do ;\Iéxico. Nosotros, que también las tenemos, deberíamos aprovechadas. profunda 101 - caiíada y se escalonA. en las áridas faldas de los altos cerros pol'Íil'ícos y argentíferos Llaman la atención de la Sierra-Madre. en León: la Catedral, recientem ente terminada sob¡'o las p:J.redes que dejaron inconclusas los jesuítas del siglo pasado. 'riene dos esbeltas tO¡TeS, una triple y elegante porti\da, el coro en el altar lli:1yOI', contra la que Se estila en Ins catedrales hispano-americanas, con excepción de las de Santiago de Chile, Caraca¡;¡, Guatoulala y San José de Costa Hica. Bl'l ese templo se venera el pequeño cuadro original de Nuestra Señora de La Luz, que trajeron tÍ. León los jeHuít<ls desde Palermo, dando fué pintada según el tipo dado por una revelación. La Catedral se debe á los esfuerzos del Ilustrísimo Soyano, primer Obispo de León, notable por su vil·tud, celo, erudición y noble cuna. Hace apenas tres meses y medio le ]w. sucedido en la sede episcopal el Ilustrísimo señor Darón, trasbùado do la ùu Chilapa. J.<; n el clero de León, cailla en el de Guanajuato, ~o ha.cen notar algunos sacerdotes por tiU origen al'i~toCI'Ù1COj por su afición al estudio. Tras la Catedral viene el Santual'iu .Il' Uuadalupe, aun no terminado, de bella arquitectura, y levantado bajo la iniciativa de un miemb¡'o deI- coro de la. Catedral j el Calvario, edificado sobre una colina y todavía en construcción j la Parroquia y los Angeles, templos que se distinguon entre los 16 qne tiene IJeón. El teatro es pequeño, pero de gusto y mejor que los de México. Costó 240,000 fup.rtes, fué concluído en 1880 y putloe contener Ila plaza de mercado una arquitectura Draga, al presente también elegante, es superior 1,480 espectadores. á la de México y de y la quíntn. del General conscl'Vador medio arruinada, tiene una extenso huerto de árboles frutales. Enséñase esa alquería como el lugar donde dióse lauto banquete al Emperador Maximiliano. Ha.yademás, circo de toros. La vida es barata en León; el calor en los meses de verano - 102 - bastante notable bajo los rayos implacables de un cielo perennemellte descubierto, durante los meses de la estación seca. Esto mismo acontece en toda la grande altiplanicie mexicana, dando DO se puede viajar tan impunemente como en nuestras incomparables altas mesetas de Colombia. León tiene, por fcliz excepci6n, un ojo :le ngILa qllOla produce gruesa, muy eSCfls::t, y alimenta la fucnte de bronce que se halla en la plaza central. Las mujeres del pueblo van á bañarse tí lo largo del escaso art'oyuelo que forma el agua del manantial; pues los baños públicos no son comunCEaquí como en México y Puebla. El agua potable se recoge dentro de cisternas en la estación lluviosa. 'l'ambién en León se ven lo~ molestos puesteros Ó vendedores en las calles y los gritones que aturden los oídos del vecindario en todas las ciudades de esto país. El alumbrado de la ciudad es de petróleo. Las' casas no son claustL-eadas como las nuestras. En los suburbios se veu pozos, de los cuales sácase el agua en cuvas pendientes de un largo palo, colocado Bobre otro á manera de balanza, y que lleva por contrapeso una pi~dra en la extremidad opuesta. Son idénticos á los que ví en Grecia, en el camino del Pireo á Atenas. Rayen León, hospital, cuartel, colegio dell!Jstado y buena Biblioteca de obms escogidas que legó a.l Seminario el Ilustrísimo señor Soyano. La población no es rica y tiene muy pocas familias decentes. Para terminar lo diré que el célebre Bismark quiere librarse de la pesadilla del socialismo comprando en México para los proletarios alemanes diez millones de yugadas de terreno, fuera del millón yú. comprado en Zacatecas y Nuovo IJeón. Se ha establecido en Guanajuato, donde todas las minas están en borra,yca, 6 no produc(\n sino en muy escasa ley, una Compañía internacional con cuatro millones de fuertes, distribuíd08 en cuarenta mil acciones, para explotarlas. El General - 103 - Porfirio Díaz, dueiio de los destinos á principios de este mes, seguido del país, regresó á México Je la gran comitiva que había participado de las ovaciones interesadas que le hicieron los yankees en los Estados l'niùos. El nuevo Jefe Municipal do Guanajuuto acaba de ordenar quo todos los pel(tdos so pongan pantalones y esta orden ha merecido la aprobaci.sn de las seuoras que se ruborizaban de verlos andar en calzoncillos. Dober'ía también mandar que las mujeres del pueblo no n.nduvieral: en zag-alojo, 6 enaguas intel'iol'OS de bayeta que ellas nombran ftantla.~, y, sobre todo, doberla cerrar tantas cantinas dando so vende el mezcal y donde ley de los pantalones no tionen con quo quedará cllrarse sin efecto, en un Los yankees para ~ mcxi"anos Ya hasta los mismos protestantismo va. destruyendo La porque los pelados lJa calentura abusos on el Ji'errooa1"¡·il Oentral y han inglés como lengua <1eoficio * I\'lonte de Piedad dinero con qno embriagarse. los calzones sino en el mezcal, la embriaguez. y, si 01 Gobierno so los da, al comprados, otro día irán á empeuados abnnda siguen cometiendo establocido todos liberales la unidad sus el idioma emploados, aun so quejan de que el nacional S] afectlsimo, 1,'BmmICo (luannjuato, para prono está en (le M{.xico. e, AOrILAR. 18 ùe i\1nj'O ùe 188:1. Seiíor Redactol' de El P(!8atiempo, Hoy l1ace seis }wri'grinaciones y estudios esos seis aîios residí UI.l auos salí de Bogottl para empI'endcr por hs HllpÚblicas Americanas. die;.; y ocho mis Ell mese~ en Chilp, doce en ci " Sc cnn'pliÓ al P:[l de la let l'" en ri ¡¡úbito movimiento en el comercio. tél'lllino fijado, y pl'~dujo Perú, diez en el Caucn, 104 - cuatro en Venezuela, veintiuno en México, y siete he gastado en visitar al Ecuador, Bolivia, Costa-Ilica, Jamaica, Cuba, Haití, Puerto-Rico, San Thomas, Curazao y los Estados Unidos. Dura.nte esos seis aûos escribí ciento treinta y cinco l'Ovistas on 356 pliegos, que he remitido á Bogotá en El para su publicaciÔn en El Xipa, en!ia Reforma y Pusati€mpo. De estlls revistas he visto mnchas rep¡'o- ducidas en peri6dicos de Buonos-Aires, Venezuela y México, Además colaboré para dará conocer on las Hepúblicasdel acontecimientos EstandartlJ de nuestra Chile, Cololllùia, Cil Pacífico los principales gUÛrl'a civil de 18iti-I8n; Cat,ílico de S"ntiago PerlÍ, La E¡,'lrellll de Ohile, de ChilC',pal'a. divulgar en El las ven- taja¡¡ de Iluestro país y para defender la Iglesia colom biana entonces hostilizada ; en !ia Sociedad, diario eclesiástico de Limn, para atacar los er/'Dl'es preadomíticos del ex-benedictino aus- triaco Falb j en La OpiniÚn Nacional de Camcns, en defensa de los derccllos y espíritu hispano-americanos; en El Perl'ocarril de Cali, atacando el espí¡'itu ¡'evolud9\)I1al'io y la holgazanería. envilecedora, y abogando en pr6 de la pa% y del eg uilibl'io americano; en J.a lJiblioteca de la Sociedad Cat,jUca de Puebla, defendiendo Lt, Biblia contra los ataques de Renlin y Munk; en La Voz de J[é,dco, dando Ii conocer El Inca del Cuzco fomentando antigüedades sosteniendo d~l <Í Colombia, el estudio Jo la lengua y de las Perú y on El Diario dellIogar qne la ciencia no está do México, en oposici6n con la Cosmo- gonla de 'Moisés. Durante los seis años de mi permanencia las Hepúblicas he vivido predicación eufermedad ja. hermanas, en de la enseùanza en y de la qne, al fin, ha venido á causurniO una grave en el pulmón la que hace ya siete meses me aque- En Chile veinte y nueve, prediqué setenta y cinco en el Cauca treinta sermones, y ocho, en el Perú en Venezuela. - 105 - catorce, en Puebla noventa y cuatro, en .México sctentl\ y tres y en Guanajuato trece. Lo qne da un total en los seis aiíos de 3% sermonos. Los médicos me han prohibído e] predicar, confasar'y escribil' mucho. Pasando á otro asnnto; yo desearía vivamente (l'Hl se pornIaril':llsen en Colombia cnatro obms sapicntísimas y sumamente Útiles para matar la iôemi-cicncia incr{>dnla. de nt'.cstl'o siglo, y r¡n(' tan bncnos al'll1afl me han suminiskado para defender TIncst¡·, Salltn. ncli~j(ín Cat(,lica é instrl.ír sÓlidamente íí. la ju vcutn(1. }<;stas obras son: La Trist07'i¡¿ ¡';¡!'sÙ.í.~lica de] Abate DarraE, continualla por Bal'eille, y de ]¡t qne y¡t 1m publicado ::JO voll'uneucs ellibl'ero pueda Luis Vives. No C0\107.CO naùa quo se le cornpal'ar en In. solidez, el estudio crítico de los manu- mmltml contemporáneos á cada. uno de los catol'CO siglos que lleva descritos, la, VURt[\,y s\llida crndiciún qne oRtenta con Lan 11l1"11 scntiùo y tan contundente l('gica. seiior Hedactol' dd Uni¡;er.~ asegnl'a : TIhOI'b:1ChCl'110cs, en cl1mparación g-mnt1e ensayo." "f) no do ]a de D<trrns, sino un El otro libro se titilla: Ti'F: del /\ llatc Canssette; Baste decir que el ln, inmol'tal obra de El Bum dI! la él nada deja por llacer al defensor de la Divina Hovelaciún, y plllvel'i7.fl todos los argumentos cianci:. íncl'édnla. Sentido La t~rcel'a lleva por tGma: de ]a somi- L').~ Esplendo-rl!,~ la v~<ll'l abate Moi{~noJ 1Il1 tiem po miem bra do la Compañía (lo JOSíl";. Cnal'onta y cinco noos empleados en seguir paso Ii ¡[n paso el desenvolvimionto sn asiùua asistencia la. prácf;ica aùquirida de las ciencias físicas y matemáticas, á la Academia de París, donde le conocí, y en la redacción ficas, El Cosmos y Les de las efemérides Mondl'.ç) le dall una cientí- competencia, quo ningún otro Malogo posee, p<trn.hacer ]a más completa yespl6ndida de:cnsa, que en nuestro siglo se puede intontar, de la Biblia ante los adelantos del siglo XIX. Es difícil permane· cel' incrédulo después de haber leído los cuatro tomos del abate 14 Moigno. Por Schoube. último, lOG - el cual-to libl'o cs el del je-iIlít¡t belga En todos los colegios de edncación enseñarse:\ los jóvenes la geligión snpOl'ior <lebcI'ín. pm' ese compendio, el m:ís claro, met<ídico y ;;{¡lillo qne jam:'ts he hliùo. Todas t'stas obras han siJo publicatlas que on nna ciutbd, tlespnés de !IIi salida d'J Bogot:í. Espcl'O cuya ilustr,\c¡('lI1 mjn tan alto en la Amé- rica espaiíola, ya serán c0noci(h~. Mi dewo c;; (PlO ~(~an con- venientemcnte n¡lgarí:mehs ont!'c 1l!18str.l cstnJio'Ja é inteligente jnvcntnJ. Pero hablom03 de ?\[éxi,~o. '{'¡j(Jas la.; ('¡luhell'S de la, gl';1!1lle altiplanicie cadas, y aun central de estn. Hep,íblic:\, ~ c:itrín mny lÚen olli[i- mojar qno las de los demás paise'S hisp:mo-americnl1oP qne b." de Espaiía, según confesilín(le la:; mismos Jlenin- ** fmlaro'!, me!'ced ILlos bncnos materiales 'lne nIb encicrra, gracias :í. la almll(hncia, oxc!'lencia y baratura de la cal. y **01' Cuando uno pasa pOI' [¡'cnte do las dichas cindaùes l) se aCCITa ellas, fijil. instinti\'amcntc la nbnciún ('11las csheltas y eleva- tÍ das torrcs y en las ('1('gantes y atre\'ilbs ¡:Úpnlas de SIB tcmplo~ • •• La alt.iplanicicic mexicana fOl'mit un cuadrilátero, cn el centro de la FedCH'aciÓn,cuyos cuatro :ing'uluil SOll: DUl'¡mgn, Ocdral, Tchllac;in y l'ázcu:\l'O ; distan estos l'cspcctivaJllClltc ùe .'léxico 918, lH¡, 2.U j' ;;;~.J, kilómctros, y cst:in:.l i, lO:.! 2,:W4" 1,G52 y 2,208 mokos sobrc eluivel del mal'. ** Las Pl'incipales SOli: la pizarra ai\~i!losa, ci g'1'¡'1.nit0y el pórfido ol'dinl\rins, quc lLl:!lan :\Illlí (H1Û<J/'¡'(., bs lavas y tovaH volc!lnicas, quc denomiuan lepetatle y tet~onfln. J<Jstasy la hollÜ;ima pizaI'm. arcillosa. son muy Hciles de labrar. Sólo las ciudades secundarias poseen muchas casas de adove; pues, en lo genel'fIoI,todo est:!. aquí construí do do piedra, ladrillo y cal. ••• La arroba. decal vi1lc, á la f1umo,diez centavos y la do arena. dos. Aquí no se usn. el cn:dNdo, U na hsa de un metr,) cn cua.dro cuesta 80 centa.vos. - -- 107 - L:l'; pl'i'J(~ip:de~ (.5illd;ldl'~ du \iL altiplanicie, que oscila entro ~,'¡80, :',1 l,i, :~;2Dl, 2,2(J~, 1,0;)(i, l,8G2 1,78G Y 1)G52 metros ~flhl'o c11Ii\'1~\ (l"j mal' ""n: ~léxic\J, J>l\ohlfl) Toluca, 7\1ol'e1ia) QI:e!'{.t:tt'u, I ~:¡'\;¡:1jl1:IL", A,~'ll;)S-Ca]il-'ntL's, Zacatccn.s) Durallgo, :--;:11\ '1'1:1scah y P¡lchuci1, Lni~, LI',in, Culafil, Oll:!(1ahj'l1'¡l, 1:1 tl'rcc¡':\ ag'r.~prs(! ~{{Kie() A estas pudicl'a S PnelJl:1, kiLíll1Ct!'os y qllo (lile 01\ importancia. dcspnés de dista de la cn.pital de b l{epÍlblica G58 sc' halla mar, ya en l:t b<1jada l,52;) ¡net¡,os [Î, dû la altiplallicie lUunil'ip;¡liùalles no suu M{nÎ ::1.hanllD'l:l\hs imponen contl'ibucionc:-<, fucrtes llecimiento, saluuridarl ~olJl'e el nivel del por el )[eroosie, Las l'O:ill) las nue,.¡tras; POI'() c:li:hll :nncho tld embe- y aseo ùe las ciIlJ;\lh's; no oust.aute la camnei,~ de agnn. de csb altipJrmicje, donùe n',) lt:1.Y 1'Ío~, ni al'¡'Oj'Of'J ni mal1antiales, y dando no cae lln:L sob gota do lluvia cn ~\ei~TlWSCS conscclüivos, En toJa::; Jas granùes y meùianas poblacioncs lI:1Y alllrnb¡',lùo; V Cl'aCrll7. solamcnt(~, * de gas y eléctl'ico clla:; l¡¡¡"y ,íl'holes, las pl:~7.a~, y ahmelhs, p:u'a, los Sllblll'uios; cli1l1in:1do la,> CO:H',¡ldos el hal'l'cl' carro" México y en tuùas se hall caiíus, cunvirtiúndobs Cil al(uJI'(~s Ó todas hay ilwlllc1ibk oblig;wión do la propia casa y de S:IC111'lai:i b¡lSlIraS Illes tÍ aC('!jllil/,s slll)t(!I'l'ri.l1l~OS; ell fl'i.~llte Je l{l:(', dil'ccciones; policías Cil de petróleo en las demás, En todas j;ll'dilll>~, asientos y zúwlos (kioscos), ¡mm j' Hl'llI[ldos de estacionados Cil camp.milla, IIn:l en casi tOlbs, Cil'clILm Cil lÍ Jo mCllOS ell las prilleipales, las esquinas, ell todas hay lus pascos y cn las 1'l:I7.a¡;; ell casi tudas se ven teatros y cil'coi:i Jc turm:, lleccntes y ann cll'gantc", dOlido sola7.:H'sc algunos Ùí;l'l de la Sl~lllilna, * Es ment.e his do los .Méxicu cI bIll CSel\RU en Llllcilas fCl'l'Oe1U'I'ile" rn:iquill:ls de liMo 'jllCI1ULn hos'luOS de la altip[allieic, \'onù¡O;¡ este pl~ís :i quedal' ya yapOl' y bs de I,icdra, dcst cscaS[Js, Si no se el Asia Menor, general. ,¡Ile \lIuchí;;ilJl~8 ICÎil\ COll UlJlll'llIC lUUy COUlU CILJ'ÙlJll locomoturas r!lcGión pOllO de los remeùio. Pero las ciudades 108 - de :México, aun las principales, ofrecen un carácter especial que sólo es comtm á las Repúblicas donde abundan los abOl'ígenos, es este la enorme multitud de indios, pelados y l¿petos (proletal·jos) sucios, ignorantes y mal vestidos que cit'culan por sus calles, plazas y paseos. Se puedo afirmar sin exageración que, de los diez millon()~ de habitantes que tiene esta. HepÜblica, siete pertenocen al proletaríslllo. Y no crea usted que esas gentes estén pob¡'cS porquc ~c,m holga.zaneSj pues en este país no es endémica, como en Colombia, la haraganería, 'fados los pelados buscan como pueden la villa con mil industrias, aun con la de Caco; pel"O, ya sea por la poco que ganan, ya por los fuertes impuestos, ya por su imprevisión y sus vicios; la cierto os que en uu país, donde hay tan hel'mosas ciudades, donde el presupubsto anual toca ya á treinta y tres millones, donde su construyen l'l'îles y do donde se exportan muchos grandes l'm'roca- todos los años veinticinco millo- nes de oro y plata, el hecho es, digo, quo sus siete millones de indios y de proletr...rios viven en suma ignorancia y pobreza, comen, se visten mal, ùos en miseraùles nuestros * jaca/e8, campesino,;, moran (chozas) ó hacinados con los perros, gatos y cel'peores que los ranchos de en accesoria.'!, (tiendas) ó en casas de vecindad, donde habitan las pálidas fieb/'<58, la descspbración y los delitos. hacer entrar Para civilizar tanta en la vla del progreso carne di! caiïún, á tanto proletario para ignorante •• Su alimento geneml y único se compone de las tortillaAi (arepas), laR frijoles pricto.ç y el chile (ajl). El vestido común de los hombres est:l formado dcll'omlwe1'O de petate; (lie paja. ordinaria) de ca.misa y calzoncillos de lienzo; á las veces de calzonm'a (cllolzones de enero) ; del jorongo Ó zlJj'''pe (cobija.), delZlülÎf) (trapo blanco atado á la cintura) y de las ojotas Ó cMlcs (quimbas). El ùe las roujere~ se compOne del titiœtlc, (cbicart.e) ó de enaguas de p~rcal (zaraza.) y del paño 6 rebozo (chal de hilo). - 109 - y sin necesidades de gente culta, pal'a hacer apreciar los ferrocarriles á nn puoblo decidido pOI' ln. 10comocl\ín en jumento, animal muy común on este país, so nocositan lllunaaos y muchos aÙos de tesón, oSfUel'í\OSsobre- Entee tanto pn.dl'inos y protectOl'es do los libol'a.les mexicanos, ron lu~ fl'ancescs de los conservadoreE, los yu.nkoos van apo- poco á poco de la pl'opiedad dOl'ándoso los yankees, CUlllOla fue- rural y minera, comercio, de la induskia y de los ferrocarl'iles; que no civilizan sino que arl'inconan:1 balazos del los yankees, on las selvas ú, los indígonas, como la hacen ahOI'a. Call los Apaches; los yankeos yonùl'án á tel'minar la obra principiada por los eS\l~tíiob; on esos pobres descendientes do los Àztecas, Chichimecas, * Otomites, 'l'al'ascos, Zapotecos y Mayas. Ya on otra carta hablé de las palabras aztecas Call CI IIJ 1m tmrirj necido, on ~Iéxico el idioma de Oervantes; Su altol'a aíiadiré otras propias do los Bstados del Contra, y no pocos vocablos ospaue,les, tornados on diferonte seutiùo del quo le damos en Colom bia, j' MenuùuncÍas de toatro), que se usan, tanto aquí como on México y Puebla. (panos para tomar chocolate), [~aldas (camisón), Oharra Hopa puerca (ropa sucia), Flanelas Brújula (orejón), (enaguas (anteojo Paño (paíiuelo), do bayeta), Tápalo (p¡tîíol\~ll), Chivarras (í\amarros de chivo), Zamarro (que llova bUl'ba. entel'a), Violento (apresurado), Albard6n (galápago), Hécamara (alcoba), Rancho (estancia), Enmarañada (despeiliada), Sorbete (cubilete), Calabaí\u (ahullama),Piloncillo (panela),Bar. • Como es tan grande la acumulación de la gente pobre en las ciudades; como hay tanta. ei3cn.sezde agua y los veranos duran seis meses, la. hediondez quo se percibe generalmente en las call eB y casal:! 'le Ins ciudades de la altiplanicie es insoportable; especialmente en !I[éxico, cuyas at(o:jelts (cloacas) están con frecuencia asolvada.ç (3,tascadas), y en este bendito GUlLl1ajuato sopultado en honda sima. - 110 - da (escalera de piedra), Banqueta (enlosado), Curro (cachaco), Calzoneras (calzón de franja), Roto (persona decente), Papalote (cometa), Asistencia (antesala), Blanqnillo (hIlCV'O), Licenciado (abogado), Cuartilla, (cuartillo), Placer (tina ó albm'..;al, Chongo (mOllO), Señora (ml1jCl' ùel pueùlo), FincH, (c:\8a), Pelado (hombre del pueblo), NiLía (señora), Cantel'Ía (pip¡]ra labrada), Pelona. (motibùa), Chico (Pacho), Papa (papá), Porrilla (orzuelo), InconseCllGnte (travieso, fastidioso), r.lacL>ta (taza lie flores), Semillas (pepas), Huero (c'lti¡'r, rubio), Bula (tumulto), Tortilla (arepa de maíz), Corte7.a (jabón ol'ùinal'iu) , Señora grande (vieja), Barùero (adulaùol'), ·J¡wal)(3 (u:unul\(;o), Pinacate (de mal carácter), JaI'ana (ban(lob), Pomo (frasco), Cnarta (látigo), Chicote (foete), Viejecita (chicote, cabo do cigarro), Puro, purete, chinaco (liberal, rojo), Bola (gentío), Pinto (cara toso), Cabezona (despeinada), Ventoso (p ), Chino (crespo, cachumbo), :Mamón (biscuchuelo), Ureua (tromm), Impropia. (indecente), Salero (meneo, canto neo), Vino (agnat·dieute de maguey), Pos (pues), Alzar (gnarù¡w), Popena¡' (a.lzar del suelo), Aventa¡' (al'roja¡'), COl'rCl'á uno (despedi¡'lo, ochar10), Arrancar (salir cOl'l'iendo), Guisar (cocÎwu'), Ouutal' líl'Íco (cantar al oído), ~aber (conocer), l~st:u' impnesto (esÜtl' acostumbrado), Ohípilo (erll¡Xllagoso), chibibis (valido), cnajar (burlar), Ouajante (burlón), Visionnda (antojadiz.a), Visiones (caprichos), Hay a!gunas palabras aztecas de liSO eoullin en Puebla y México, donde eu tiempo de Mocte;mma se Imhlab;~ el idioma mexicano, que ya no so usan aqul, donde dominaba. el otomite, y que han sido sustituldas por otras, tomadaH ùe esta lengua ó inventadas caprichosamente; tales como Quimil (maleta), Tágara (avisada), Cazo (paila), Patío (trapo), Pepenas (menudencias) Tarantln (trasto), Cócora. (burlón), Jorongo (cobija), Chiche (pecho), 'rranchcte (puñal), Borcio (cot<:», Meco (grosero), Cuzco (goloso), Joto (maricon), Triques (objetos pequeños), Frasca (bulla). - III - IhblclUo,> de ot¡'a cosa. l!'l'ccuentemente altiplanicie soplan en esta fllcrtc:\ \'íClltos del N. K, Y aun del S. O., que on el G,J!l'u <l.J ?lIéxi,~o J en Vùt':lCt'a¡, son huracanes. b ¡jar :~ hs c03bs IleI GoUl) de~Jc Marzo Ms peligroso hasta Noviembre, porqnc SC1' mil,}' probable mori¡' entonces ùe vómito negro. En lo;, l·:~tatlos do Yucatán, Tabasco, Chiapas y Oaxaca aparecen con f¡'ocucncia grandes de langostas nubes que todo lo taJan. Repetiths vcces, durante el allo, los salvajes Apaches de In. frontera del Norte cometen asosinatos llOrribles, saquean las haciendas y poblaciones menores de las vecinas comarcns, A pes:w de lus escoltas que acompañan Íllos trenes de Veracruz y :í. las diligencias, lh~ Ó unos r otl'OS SOllá veces atacados á pedro.baLt7.0s por los b:1ndolerog. Algunos capitalistas chinos han veniùo ùe los l~st<1.dos Unidos tÍ compl'ar terrenos en esta l~ep!íblica Lns Bllevas líno:l.s de vapores españoles que enlazan ií. México con la América del SnI', y 01 nuevo cable telegráfico h:m tenido, haskL ahOl'¡L, nna influencia sensiblo on el nllll/Cntl) de relaciones y de noticias entro las HopÍ1hlicas de <LIllll'lcontinonte y este país. Cuando no rocibo periódicos ùe Bog()t~, tÍ no leoTias Novedades de Nneva York, qno' raras \'cces j" casn:Jlmcnte vienen tÍ. esta ciuùa.ù, estoy co.npletamento 110 :í osctll'as Jo la q no paso. en Colom hilL. 'l'al ve¡-. pOl' la hoterogonci(hd del cal'líctel', mny pocos Slld-:l.lnel'icanos hay en esta HepÚblica, y ell los veintiun lllllSCS viajar cn ella no he encontrado qne llovo de residir y do sino seis compatriotas; el padre jesuít:t. Espinosa, de Popayán, el doctor Ardila (presbítero), tlc Boyacá, el doctor Bscobar (médico) y su esposa, bogotana, el dentista, seliaI' González Hmlbmante, también santaforeño, el seîior Azuero, boyacense y la esposa del piutor Gutiérrez , bogotana. Nucsb'o Cónsul en México, un tal Allsoátogui, hijo Je colombiano, detesta j' tmt;l, Ul;ll á nllc"t!·os compatriotas; l)ol'que, según dice él, los que han venido á este país no han - peta'Y'dos, Es digno de Dotarse, que en esta hecho sino pegarle Repúb1i~a el borcio un ",ôlo cotudo; (coto) es rarísimo, qne los pintas tado do Guorrero, mexicano inteligente pues, (carltlosos) como en Colombia es monos trabajador, 112 - aun no ho visto en cI Es- abundan en el del 'rolima; que 01 colomhiano, más hábil en las artes y m~s diestro quo cI pero más pal',l, la imita- ción; que al cretinismo, bastante común entre nosotros, aquí es muy raro y sa halla sustituido por las enfermedades epilépticas y nerviosas; que por aquí son mny 1'<1I'<1S las úlccras, la elefancia y demás enfermedades de la sllngl'C y cutÚncas, )101'quo el pueblo no bebo chicha, se baúa y es aseado, no yace en la inacci6n y, on vez de la sal vijun, usa la de ma!'; que cI mes· tizismo ha invadido, como en el Perú, todas las clases sociales de esto país; quo los aborígenos de pura l'mm han ocupado y ocupan puestos los más distinguidos de la. magistratura, do la, mi.licia y d'3 la geral'quía eclesiástica; que el idioma a:Üeca no predomina entre los blancos, romo sucodc con ci fll!f'clwa en el Perú; que 108 frutos son menos variados y subJ'oSOS que los de Colombia; hallan tan que los mercados provistos y embriaguez y comodi.dades inclinado y está menos civilizado; domésticas de nuestl'<ts no se que el pueblo no como el nue¡;tro, pero l'lí más tan holgazán asesinato de las gran dos ciudades como el de Bogotá; C~ al robo, qne b cultlll'n. pl'incip¡tlcs ciudades, muy inferiores á las do México, en población, edificios yembellecimiento, son mayores que los de este país. Por último haré notar otra particularidad importante. Los Aztecas no «ejaron huellas de su existencia importantes ruinas como la de los Incas. en grandes é En efocto, las gran- diosas de Palenque, Mitla, Uxmal, etc. no pertenecen á los Aztecas; so hullan entl'e los bOElques de las tierras calientes, que no estuvicl'On bajo el cútro de los Moctezllmos, y son tan a.ntiguos que antes de la conquista los Aztecas ni siquiera - 11~{- tenían noticia de ellos, POI' atm parto, los cC'rI'itos piramichles do Cho]nln y do '!'ootihn:w:ín, Ílnicas rninn~ del An:í.hnac, flon restas, sCg'tÍn prll'OCe, de lo.'l 'J'oltecas, llegado :t nosotr-os de los dncIios Dl' modo, q ne 10 ílllico el"l An:ihnac, so rodnco á íùolos; al cé!clJre calondar'io, á piodras bhr:Hla", á obje'ws de ccrúrn¡cfl, mllY iarcI,joms fi los de los Tnca;.:, n. ohl':I.' do bronco, phta y 1)¡'O, cripcioncs t:unlJién inferiorcs goroglífjc~s, (íÍ Il hs dd I'Cl'lÍ, y :1 tdas do figllras) muy con ins·· ;:nporiol'p.s Ii los quip08 rIol imporio do }hnco cápnc. l'al' el clJntr:u'io, on 01 Porú las l'ninas nU1JWz'o.-i:!S, CIno 110 pn'liC!'on tlcl'I'nir completamente SllS conquistadoros, tod:n'ía 1ll:1::¡destrnctores quo los de México, son en uxtl'omo nnll1el'llS;¡S Ó imponontos, EfcctivamclJtl', adCl1J1S de los edirieios do C·Jj:uniLl'ea, (leI tmn plo Je Pachac,íllHw, do h nccr0polis de h C'osb Il() 'l't-njillCJ, de lo~ Tnollolitus de Ti,t]¡u:lnaclI, do lTWíllllCO, d:.! Vilc:ls-l [uaman de Marca-RlIamachl!co; ndelllás de he; ¡'I¡illas llnmrl'OSas Cuzco, del f)ac~a]¡uall1an, do Ollnllt:lytaln lJO, ùe Illtil111atana, de PiqÓIlacta, dol fJue]Jlo cIe YUCR.\' (el ':el'salles ne del Jo~;Incf\¡¡) y del palacio dll Yahu<ll'hu:1cac, de CIllO l¡aLlé on mis revista>! del PCl'Ií, hay un:L intinichd do otra:', eSlxu'eidaB on toda h extonsi)1I Jcl anti;;uo i111 poria do 'l'ah ll:lIlti IlSIlYU,(rIo lus Tncas). l~specialmcrt(}, c"as IIl1lnOl'osÍsimas murallaB Ile pielln se·::a qlle so escalonan cu lo, ce"I'OS, a1w!'a tlridos y estér .1e:.; y nll tiempo cullied,os de Iujo·u \'egdaciúl1, pal'a detenor Il tiel'I'it \'egota], fcrtili1.:leb y re;;¡t(b pOl' aencductos de onorll1C IOllg'itlld j osas murallas qlla l'llcajotluhan los ríos y IJ¿i'C(t.;', {¡ qno aun subsisten j CS:1SfOl't:.lt'zas ]ovantnths en las cnmbres de I:'IR 1l1ontaiínS y on los pÏl;ac~los tI" cerl'O" e;';(:éi.l'pados, yesos gentílctrcN, como lIama!e allí :'Í. los antiguos fllleblos Incas quo se er-.::uontrd n á ca.da paso, l11o::;trn.ndoon sns ruinas de pieùra y lodo una civilizacilíl1 lTlUYsuperior á ln ne los /u>;tecas. Para ],5 - 114 - que usted forme alguna idea de tan gran multitud de ruinas, le voy á citar algunos apuntes de mi diario de viaje, escritos al regreso del Cuzco á Arequipa, en el mes de Marzo de 1879. " Genlila¡'es de Uu{¡,scar, Quiquillacta y Sallacllacta; pircas ó andénes on el COITO quo domina el bgo do Lucl'O. BI Apa• chetca ú coca masticada ¡m'ojada 801)1'0 la portada de QuiquilIacta. Dos grandes acueductos y leyonda de Sumactica y Yupanqui. 'remplo y pueblo odifica<1os en Cacha por Viracocha, y destrnídos por una erupción do lava. (}enlil(tr de Huaraypata y lJircas. Diquos y pircas on Quiquijana. Ruinas, on Calca, do los dos pueblos ri vales do Hanallacta y Huilca, En el origon del río Urubamba se ven paredones de vari~s casas de los antiguos Incas. Extensas ruinas de gentilat en Cusipata; escombros do un castillo y de dos gentilares en Occobamba; pi/'ccts y gentilar en JJlocllora; ruinas on Cacha y escombros do seis (¡ ocho habitaciones on Vilcamota." Estos numerosos restos do la antígna civilización Inca y otros, qno sin duda no advertí 11 mi paso <lo Andahuaillas:i Vilcamota, en un trayecto de veinto y seis legnas, demuestran el granda adelanto do los Incas, muy superior al de los Aztocas on cuyo territorio no he visto sino los tres corritos cnasi pit'amidales, antes citados; no obstante ha.bor recorrido on mis divorsas escnrsiones por territorio mexicano doscientas ochenta leguas. La J[i,~tGria de la OonquistCt de Mé,¡Ùo par ::'llt-.Prescott está bien escrita y se apoya en numerosos y bien estudiaclos documentos; poro sn JI·isloria de les Oonquista del PcrlÍ es muy deficiente, y está lejos, muy lejos, de dar idoa complata do la antigua civili7.aci(Índel Imperio de Atahualpa. Al fin, hoy han principiado las llllvias después de un verano de sioto mosps !! A il:illo !'h) pueden fOl'mal' idea del ansia con quo aquí se desean, tral'! !n.¡·ga sec¡nía q;¡O reseCl} - 115 - nm'vioR, agosta los cam pos, apesta polvo la atm¡Jsfe¡'a. y satura de las ciudades 108 bu afectísimo, FEDERICO C. G Ufillajullto, 1-1 de Junio SellO!' Reùactul' A.GUILAI~. Ile ltlHa, <le l~l l'asaticlupv, Siemprc que mo ocupo de estudios otnogl'áficos, nOLo gl'¡lIH:-.e ineel·tidumbl'o y suma confusilín Cll las teol'ías inventaùa,; p;]'l'a oxplicar la venida ul K uovo }lunc1o do los habitan- tes quo on él encontmron parecer concIllistadoros l'spaîíulcs. A. mi In. llificultacl no os tan sOI'in. cuma se Cl'ce. En efecto, concretémonos SUB 103 primitivos ensoña, como tí. sólo :México y expliquOITlos cómo pasaron á él moracloros. Lo q IlO la historia más positivo en sus nacional nos l'omotas y ncbnlosas traùi- cione3, es: q 110 tros gl'andes r¡lzas Ó familias descendieron hacia el Valle de México, desde las más romotas rcgionos y en ~pocas diferontes : los 'l'oltecas, dol Norte hacia 01 año G07 de nues- tm él'a; los Chichimccas, hacia el do ],020 y los Aztecas, el de 1,0.'3.'3. Basta al'rajar una ojeada nisfOl'io, y hacer detenida los ahorígenes mcxicanos modeo corno cmigl'aron. cowparación para. explicar atenta ontl'o on sobro algún plalos japoneses y cI origcu do éstos y el A I Norte del .Japón se extiende lal'ga serie do isla", hs Km'iles, qua lo unon con la penínsnla de Kam~clwk't; al poniente de ésta, y á poca distallcia so halla la i"Ja ¿al Cobre; setenta leguas más al Occidente, b de Atta, primora, do esa no interrumpida serie do Alcutienes que se desprenden de la América setont¡'ianal dil'igiéndose hacia el Àsia, Sill necesidad de suponer, la q no es muy probable, quo - lIt) - ose roguol'o de islas Aleutiencs, no fueron primitivamente sino y acaso también larga península las Kuriles, ó lengua do tierra, sl~lllergida por uno de tantos cataclismos cailla han trastornaùo la superficie de nuestro globo y la trastorna todavía, sin necesidad, digo de acudil' á un Pl'obablo hundimiento, * basta la sola corriente marítima del Japón para explicar el paso de los pobladores del .Anáhuac. En efecto, on las CORtas de aq uol lmperia se desarrolla ancha y rápida corriente, llamada Negm, que se dirige hacia el Oeste, va á tocar las costas del alta Califoruia y baíía de paso las islas .Aleutioncs . .Ahol'a bien, supongamos un barco japonés arrebatado por ella, Bste al'riba á alguna Je las .Aleu"ienos, indudablemente, Ó COITe hasta zozolJl'a, las costas de la California, No se crea sC!' nuestra hipótesis aventurada, pues hay Ull hecho rccicnte. quo la confirma: "Todo,> los residontes europoos de Y okoharna conocen al inÍi'épiùu japonés José Hico, ùico ~r. .Amaduo Humbort, ::\linistro plenipotenciario de ocupaba 111 ()onfedel'Uciún Suiza en el J-apóu; cierto día en pescar con otros individuos ostu hombre se de Sll familia , •• El 15 de Agosto ùe 18Gb fui yo testigo de los estragos ùel terremoto (lue sacudí':' l'l.1 Ecuador, Enviado por el Gobierllo de esu. H,epúbliea al ten.tl-o principal de la eatástrofc, que l'eeol'l'i lleteniùamentu estudiando los estragos del eataciismo, yo mislllO vi los pl'ofundos b:U'I'¡mCOSque seis dias antes se hn.bín.nformn.do surcando el suclo ell todas direcciones; los gigantczcos torrentes du bn.rro vomitados pOI' las colinas y lanzados ci f,Ûweg del valle del Imbabura, al'l'astrando ell pos de Bi árboles, haciendas, pueblos J peñascos; los cOllas pequeños levantados ell las llalluras y lus colosales derrumbes que cambiaron la forma de los cenus y acumularon en su base montoncs do piedra. y tierra, que cou el tiempo llegaron :i ser otras t",ntas colinas, eubierta.s de vegetación. cuando un golpe de viento desmanteló su embarcación liéndola violentamente más adentro. La gran corriente torial, qne Japón y vuelve baiía las á caer, costas meridionales describiendo impeecua- y orientales una curva del de algunos miles de leguas, sobro la Ualifornia, condujo en está direcci6n á los iufortuuados pescadores, quienos tuvieron, pal' fin, la SUel,te do oncont.rar lin buque sal.-os en San Francisco que los dejó sanos y americano de California." * Si esos pescadores no 11l1bíoran sido recogidos por el buque americano, hubieran ml1Erto de hambre, ó llegado á California al impulso do la COI·I·ionte, ó aportado á una de los AleuticneH que baù;t o:;e río !anz.ldo en los inmcnsos senas del Pacífico. La l} ne sl1cedi6 . hace pocos aüos á José Ilico, pudo habet· acontecido lÍ millares de ja ponoscs, comerciantes y pescadores, en el espacio dilatado de 2,f'50 n.iíos, trascurridos desde 657 antes dû Jesucristo, foclm en que principia la verdadera historia del Japón, hastn. nucstl'OS días. Por otra parto Gomara, el cronista y Capelláu ùe CUl'tés, asegura. que los espaüoles encontraron cu el golfo de California, on 15:38, algunos juncos chinos con la papa dorad'l y el cordaje plateado. AdemiÍs, todas la:::tradiciones y monUlUentos hist6ricos convienen en asegurar que los Aztecas descendieron país tarnado del Norte, del río Gila. (alta. California) Aztlan (tierra todas hs probabilidades jlo Simón) Viajo al Japón pág. 2:3. de las garzas). y do Ull Creo, pues, quo están en favor do esta hipótosís.** (El :Mundo en la. Mano do Montaner y oU ~I. Su.frayen Sit viaje á Nueva Granada sostiene con razón quo los j,airnna.s de Santa 1I1arta son muy parecidos á. los kalmucoH que habitan ci Altay, entre China y Sibcl'ia.Adomás los cantos molancólico,,;, la iuclinación :i la borrachera, el sistoma de sepulturas, lu costumbre do arl".\Dcarse los pelos del cuerpo y de adornarse COll - 118 - Ahora bien, si examinamos la cuestión filol6gica y etnográficamente, hallaremos nuevos apoyos en favor de ella. Dcsda luégo, el nahualtl 6 mexicano pertenece Ii la misma familia que el Japonés, Tongnís, Chino, Turco, Samoyedo,Pínlandés y Mong6lico, es decir, á la lengua 'l'urania 6 del Turáu cn Tartaria además todas lâs razas japonesa!!, chinas, tonguís, mongolas, oct. tienen grande analogía y sorprendento somejamm con los aborígenes mexicanos, centro-americanos, ecuatorianos y peruanos. Sus tipos, sus costumbres, su car3.cter nos revolan la identidad de origen: manos y pies pequeños, pelo lacio, piCI'•nas delgadas, púmulos salientes y color especial do la piel ; carácter ceremonioso, falso, desconfiado y cobarde; suma habilidad de manos; grande apego ti los usos y costumbres; suma tendencia á. la adoraci(ín de mamarrachos, á las inclinaciones, postt-aciones y demás señales exteriores de adoraci6n y reverenci a, etc. Para mí, :Mongoles, Tibetanos, Chinos, Japoneses, Aztecas, Caranquis, Incas, Cachiqneles, Otomite¡¡;, Chiehimecas, ate. no Bon sino una misma familia, dividida en muchas ramas que so han ido modificando, Ii medida que se han extendido por el globo. Todavía no están bien estudiados los idiomas ameti- * corales son comunes á 10H indios do América y á los mongoles, kalmuchos y tártaros. (Véase La Siberie d'après le voyageur!! les plus récents par :F'.de Lanaye). ,.. Así como los mexicanos pasaron del J 8p'ón tí California por las Aleutienes y por la corriente ecuatorial, los ecuatorianos y peruanos, partiendo do ese mismo archipiélago en dirección rouy divergente, pasaron al través de la Oceanía cuya multitud do islas formaban, según las tradicioncs, un gran continento que se hundió. Prueba. de esto son los cnormes ídoles monolíticas de la isla do Pascua, los cuales seguramente no fueron eOl·tadoBen canteras de es&iela, pues no las tiene, sino traídos de otras, distantes cien leguas canos; 119 - aSl1a filología comparada ofrece campo inmenso á los bombres estudiosos de nuestras repÍlblicas quienes, dejando política, la:; ver';;os y los inslllsos artículos do costumbres, la 80 pueùen dedicar á ostlldios prafllntlo.3 sobre L\ pn.loantología, al" 'jueolog-ía, etnografía y tilologl1l. americanas. IJos idiomas quo doberían ostudiarse pl'efereutamonte son: el Quechna, Aimarn,* Chibclu\ y Azteca. Cachiquel, Da grima leer las obras peas, aun las de los más grandos sabios América, enormes disparates. pues cuerùaffionte contienen los que han venido cuando Sólo expl'ofoso tí. estudiar algunos auos los países de este continente. Pasando á otro asunto, me tomaré la libertad euro- tratan de hablan durante do pregnu- al piadoso Hodactor de La Oaridad y á los demás empocinadas de Colombia por ùefender la Roligión con las armas: ¿qllé tal' dicen ustedes do ln. conducta sabia y enérgica de León XIII, condenando tan repetidas voces la fanática exaltación religiosopatriota de los católicos do Irlanda? al ver quo mi prJpaganda defensa. do la Heligión, ~1:ol1eno de satisfacción, on contra d~ las guer"ras hec1ms en y especialmento el colo qua desplognó los diez últimos meses de 1880 en el Canca, para BostJner la paz do aquella. Pero, como es imposiblc quo los PaSClleùos hubiosen podido trasladar eu sus pequeñas canoas de euero tan gigantezcos Illonolitos j resulta que la isla de Pascua estuvo algún día unida á las canteras por un suelo firme. * Esbndo yo en Ohile, recucrdo babel' leído algunos ensayo!! do filología compa.rada, heohos por un Cum boliviano, gran conocollor del idioma Aimará. Este sacerdoto halló muchas semejanzas entrl) la lengua de los indios boli vianos y la de los países m"ientalos de origen Turiano, y yo he encontrado, en el kalllLuco Gnichi, r,u.n~()idl) :í nnestro !lnrf.Ch~, C'l l'l tichl';) f,d". cano y kopa? y l"rù!w ell pl en México y al Perú. HW ¡g,)l, \'I)('C;, itLlItic\) al [¡-tltt iguales á las usadas mexi. - 120 - en contra de los agitadores que pretenden defender con la::; bayonetas á la musulmana, la fe de los pueblos, me lleno do satisfacción, digo, al verlos confirmados y apoyados ahora pOI' el Vicario de Jesucristo, ¿ Qué dirán los que tanto Ille insultaron y calumniaron pOl'que deseng-aîíaba á. los pueblos? ¿ glló dirán los que me detestan porque les ho arl'ancado b más~ar;\ con que embaucaban á los sencillos en detrimento de la paz, de la moml y del progreso de Colombia? El 8umo PontÍíice León XIII en una circular di¡'igida:i los Obispos de Irbnda, el 11 de Ma.yo dol corriente aiío, dico entre oU'a::;casas la siguiente: "Los irlandeses traten ... dn recol'd:tr lo malo que os apelar á medios 'ilegalC8 (en la defensa de la l~eligión cat<:Jlic:\ contra el protestantismo inglés). El clero time el debet (le c(dtnar los sentimientos e,-ccitados del ]Jueblo y e,rhortarle Ú la j usticin y á la moderaciS,~. No se permite al clero fJlte 81! ,~epa¡'c tic e8ta.~ 1'eglas y pl'Ol/weun rnovimÍfmtos contrarios Ú ella~." r~lS(~iiOI' dOll Joaquín Ortiz, que nos daba en La Carid!1.tl el apodo de ulm'ts de ltlcorza ó do alfiiíique porqne nos hOt'I'Ol'iz:ilnmos(le h efnsión do sangre humana y de las guprrns fmtl'icidas, hechas so pretesto de defender la Religión, debe ahora. COITCgil'y retractar su frase ó aplicársela también:í. León XIII. ¿ Cúmo, debo exclamar escandalizado y haciendo coro con los exaltados irlandeses quo han mcnospt'cciado las l'ecomendaciones dol Papa. en su carta. al Canlonal :Mac-Caùe, cómo impedir qt~O los católicos oprimidos, alzaprimados, tiranizados, por la arbi· trariedad tres vocos secular del protestantismo, no so dofiendan y tomen las armas para proteger sn religión? Omnis iniqllitas oppUabit 08 sltum. Pero dejemos las digresiones y volvamos á México. 'Tanto en Puebla como en Guan~ju:ltù ho pro:lura.do, sin buen éxito, el poner tÍ usted en relaci6n con algún librero para el canje de obras nacionales. 121 - Aquí la inmensa tienon, acerca de las Repllblicas mayoria. del Paélfico, de Centro y Suden 1858 por Almonte América., las mismas ideas manifestadas on pleno Congreso, ctÍllicas; de los habitantes cuando Jas llamó RepublÙ¡uillas rn'icro8- y, pal' endo, croon qne nada bueno pueùa salil' de ellas. No importa qne la Argentina soa. más grande que México y quo ella. y Chilo ~e llayan puel:lto una entrada anual ùo treinta y cnarenta millones; no importa qne el Perú y Bolivia sean, unidas, casi tan gmlldes como México, y que la primera de estas dos hf'Ya. constr111do, diez años antes que México, gigantesco;;; ferrocarriles j no importa que Venezuola y Colombia cuonton en un territorio filueho mayor, tomAdas juntas, que el de ~Ióxico, con tres millones do gente blanca, altiva, b.lentosa, moml, civilizada y superior senta este pais, engastndos á los dos millones y medio qno preen siete millone~ Ictnri03 rutinCl'os, atrasados, pobres, zados. Lo;;; espaiíoles tienen, en gran do indios y pro- ignorantes y desrnoraliparte, ]a cn]pa de que se miren con indiferencia nuestras producciones y HepúLlicas. T,as noticias, crónicas y revistas de lflspaiía son Jas que má!i 1I0nan las columnas de los diarios mexicanos; las obras }lor entregas, Moda Elegante carlsimas, do Madrid, las ilustraciones, lujosas y mal dispuestas, La las novelas españolas y los cromos de Barcelona han monopolizado casi todos los suscriptores de este pais, merced ti la. activa propag~nda. de la tipografía peninsn!:'.!'; los varios periódicos españoles xico, el carácter y absorvento poninsulares agricultura, dominante que se publican en Mé- de los 14 Ó 16 mil que viven aquí, del comercio, del servicio, de la del agio ó de sus rentas, poseyando un capital, quo el historiador Àlamán ya hacia subir á 11)0 millones de fuertes ahora 40 años, monopolizan de tal manera al mexicano, que no le dejan ocuparse de la. literatura, progreso!'! é historia 16 - 122 - * de las Repúblicas Sud-americanas. México, aislándose de hermanas á quienes mira con indiferencia y cuyo desenvolvimiento y vicisitudes ighOra, no obstante el cable que uno lOB dor,¡continentes del Nuevo Mundo, y los vapores que, por el Atlántico 108 pone en comunicación incesante, México, digo, se descarna para caer en manos do sus vecinos los angloamericanos, cada día más poderosos é inflnyentos en esta bendita República S610la María de Jorgé Isaacs es aquí conocida, y BU anotador, el maestro Altamirano, confiesa. qne fué reoibida con desconfianza, á pesar do los esfuerzos que hizo El Monitor por vulgarizarla; no pensaban que en ~ud-América se pndiese hacer algo bueno. Se ha formado en Nueva York una Compañía de banqueros alemanes con 18 millones de fuertes paru. explobl' las minas abandonadas del Estado de Hidalgo. Se dice que un capitalista de 'rucson (Estados Unidos) ha comprado la empresa del ferrocarril de San BIas (puerto sobre el Pacífico) :í. Guadalajara, ciudad distante del mar 285 kms. y capital del Estado de Jalisco. Los trabajos comenzaron á principios de Abril,y al entrar Junio, ya tenían 12 mil trabajadores y 5 leguas preparadas para recibir rieles. Esta es la vía que yo pienso seguir en mi regrec;o Ii Colombia. De Guanajuato á Lagos 120 kilómetros (24 leguils) por la línea del Ferrocarril Central; de Lagos á Gundalajara, rumbo al poniente, 225 kms. (45 leguas) SUB * liJstan cierto lo que digo, que la. Historia de Mé;vico, pu. blicada on España por un señor Zamacois, ha conseguido aquí enorme númoro de suscriptores, no obstanto estar malistmamente escrita; sin estilo, sin lenguaje, sin crítica y con marcado espíritu peninsular. Cualquiera de nuestros historiadores modernos do por a.llá, aun Don Pepe Groot, 88 muy superior á Z:unacois : pues bien, si aqut Betrajesen esas obras, nadie las leerta, juzg:indolas á priori. - 123 - en diligencia. y de Gu:tùalajara á San Blas, siguiendo el mismo rumbo, 285 kilómekos pOI' el nuevo oamino de hierro que estará terminn.do á finE'sde 1884, En San BIas 80 toman lOB vapore~ que cruzan do San Francisco ùo California á Panamá. A fincs de Mayo, In.empresa angla-americana de Eads, para el forrocal'ril do buques del Istmo de Tohuantepeo, tenía hecho un deslI10nte ùe 20,800 metl'os de largo por 600 de ancho y un tel'raplen, ancho do 12 metros y medio y largo de 600. Se dice qU9 eso ferrocarril de buqnes, émulo del Canal do Panamá, debe SOl' in~ugurado el 30 de Abl'il do 1888, fecha señalada por M, Lesseps para la apertura de nuostro Canal. Así como el invierno pasado, tan fatal para mí, pues me cansó una gravo enfermedad crónica del pecho, (la enfisema) de que todaví:J. sufro, nos trajo novadas y fríos intensos en Enero y :Febrero; así el verano nos ahoga con un calor semejante al de las costas, pues on Mayo y Junio 01termómetro subió á 300 Y 310 on México, Puebla, Querétaro, León Guanaj uato y Guadalajara. Las lluvias, que princÏpi!lron el18 do Mayo á regar un terreno árido y sediento con seis mesos de sequedad, han procedido muy remisas, y on 27 días apenas se contaron para Guanajuato diez ú doco aguaceros. Se han dado en .México algunos banquetes á M. Nickerson, jefe del Pe1"rocarril Oentral, en ellos se prometió quo á fines del corriente año estarán terminados 1,751 kilómotros de esa vh, y para el 5de Mayo del entrante los otros 230 restantes, con el fin de que México, Vel'acruz, Puebla, Toluca, etc'J oLc. queden onlazaùos con la red ferrocarl'ilera de los Estados Unidos 01 Paso del Norte, á orillas del Bravo. Bu Mayo han principiado los trabajos del nuevo camino de hierro que, saliendo de la capital de la República por el rumbo Sur, hacia CuerllaVa':la, dobla por 'rl:lHongo hacia Toluca, y luégo baja. hacia las Gostas del Pacífico por el Sudoeste, atravesando el - 124 - Estado de Michoacan para terminar en el Puerto de Zihuatanejo. La Compañía de ese camino es mexicana, como también su jofe, el señor Ámat. En este mes de Junio Se inaugura el ferrocarril de Maravatio Il. Morelia, capital de Michoacan, y quedará esa ciudad arquiepiscopal, la cuarta. de esta República, unida con México, vía 'roluca. En el mes eutrante Morelia, quedará unido en Celaya con el Ferroca1'ril Central. De Maravatio á Morelia hay 109 kilómetroB (22 leguas) y de Morelia á Celaya 180 (36 leguas). Ánte progt'esos tan maravillosos do un pueblo menos ilustrado que el Ilfestro, más desmoralizado en sus masas y menos inteligente; de un país menos rico quo esa tierra. de bendición, según tengo probado en mis cartas antériores, menos ventajosamente situado, menos sano y fértil ¿ qué responderán allá los agitadores ambiciosos, los políticos holgazanes, los parlanchines y hambrientos polemúfilos, (partidarios de las revoluciones) re08 de lesa patria? Se enfurecerán contra mí que les arranco la máscara y los presento desnudos Ii la abominaci6n de la noble Nación colombiana. Yo no escribo para ellos, sino para el pueblo de quien son verdugos; al pueblo exhorto y excito, en nombre de BU dignidad ó intereses, á mirar como acérrimos enemigos Il. esos zánganos de levita, abortos Je los tres partidos que desgarran las entrañas de la patria, á hundir con su desprecio y anatemas á los que vivon de la política, de excitar los odios de partido, do embadurnar las columnas de los periódicos con chismes políticos, con exhortaciones, peroratas y adulaciones interesadas. Esos no son colombianos sino monstruos que degradan, empobrecen y barbarizan la patria en pro de los intereses de su ost6mago, manteniéndola aherrojada en un atraso vergonzoso con sus perpetuas agitaciones, sus asquerosas envidias, su ridícula y desmesurada ambición. El pueblo soberano no debe tolerar semejantes zánganos, quienes chupan el vigor y euve- 125 nonan la sabia de osa llaClon generosa, civilizada, noble y llamada á más risueño porvenir. La paz y el progreso de México, antes sumamente desacreditado por su~ guerras civiles, hacen que la prensa europea la Ilone do ologios y que la inmigración crezca diariamente. Do 1881 Il 1882, anke muchos otros, han llegado á este país tres mil c010:'1ositalianos, y do 1875 á 1882 casi so duplicó el comercio de México, pasando de 44 millones á 77. Las exportaciones hoy llegan á 41 millones de fuertes, inclusos 25 en mota les preciosos; los 16 restantes están compuestos de las maderas de tinte y do ebanistería, del azúcar, vainilla, tabaco, café, cacao, fique y cochinilla. Los tratados comerciales con diversas potencias van dando mayor ensanche á las transacciones, que una paz inalterable protege y el trabajo fecnndiza. Do 3,574 kilómetros de caminos de hierro ya construídas, se terminaron 1,308 en el año pasado. ¿ Cuántos acabó Colombia durante ose mismo año? Apenas 22. Pero los zánganos de levita han borrajeado más de 1,308 pliegos de papel para raparse los puestos públicos, y para dejar á la patria con ellos sumida eu ollodo hasta la garganta. La Compañía del Ferrocarril Central debe construír 2,435 kilómetros y la de Sullivan 1,9b8 en todo este año y la primera mitad del entrante. Allá. los zánga11,08 de levita embadurnarán en el mismo tiempo más do 4,000 columnas de nuestm prensa. México, para llevar á cabo sus ferrocarriles, trata de conseguir un empréstito de 20 millones ¿ no convendría que Colombia hicieso otro de 8 ó la para terminar sus 8 líneas férreas en construcción, y para matar con ellas la zanganería política, la peraza y las revoluciones? Su afectísimo, FEDERICO C. AGUILAR. 126 Guanajuato, Julio 19 de 1883. Señor Redactor de El Pasatkmpo. Tenlamos ya. el 30 de Mayo y mis noticias de Colombia apena.s llegaban á fines del pasado Diciembl'e, mes en que el Sr. Otálora BO hizo cargo de la Presidencia do la República, Había yo leído los diarios mexicanos y ellos nada decían en esos cinco meses, de nuestro país, Por otro lado, no había recibido pCl'iódicos de Bogotá hacia ya tres meses, En consecuencia, puedo usted VOt el poco papel qne hacemos, aun entl'o los hispanoa.mericanos, no obstante nuestra decanta.da ilnstración. ¿ Cuál es la causa? Salta tí los ojos dol más ordinario observador: es que, alIado de un enjambro de poetas, políticos, publicistas y escritores, tenemos por ontrada nacional y rentas de los nueve Estados sólo diez millones de pesos, á pesar de los cuatro millones de habitantes que pueblan esas comarcas; mientras Guatemala con 1.276,961 almas y con un territorio once veces menor, cuenta $ 6.728,607 de rentas; m~entras que la Hepública. del Salvador, cinco Vbces más pequeña quo el Estado del Tolima )' doblemente poblada., tiene cuatro millones y Costa Rica, mitad menor que Antioquia, cuenta con $ 1.607,425 do entradas: es que nuestros ferrocarriles marchan á paso de tortuga, merced á. las zagar1'eras de los partidos y á la sempiterna charla de los polítíq.uero3 ; mientras republiquillas, como Guatemala, el Salvador, Nicaragua y Costa Rica, van cruzando á toda prisa sus coma.rcas con no pocos caminos de hierro: es que nuestras exportaciones, pudiendo Berdiez veces mayores con la población que tenemos, atendidas nuestras grandes rique7..as minerales y agrícolas, son muy inferiores á la de otras Repúblicas más pobres, mBs pequeñas y menos pobladas que Colombia, gracias á la. pereza, á la política y á los partidos. En el siglo XIX no obtienen dominio y prestigio las naciones con meras teorías, con ratos y políticos, yersos sino y de los adelanto" intBligencia 127 armoniosos y con pléyades por medio de la industria, materiales, y fomontados animados de lite- del comercio con el soplo de la con el trabajo perseverante de los pnoblos. '* Este país signe progresando en alas de la paz y del trabajo. Mientras nosotros solo exportamos anualmente cuatro millones de metales preciosos, :México llova al extranjero todos los aúos 25 ell oro y plata sacados de sus minas. No insisto en prcsontar ¡os progresos hice on otra antorior materiales trascribiendo de esta República, y anotando pues lo un documento oficial, el M ensajo del Pl'e!'lidente tÍ. las Cámaras legislati vas do 1883. Ahora voy IÍ ocnparmc algo de los ladrones, y en esto asunto Eeglli1'6 mi costumbre de apoyarme en datos oficiales ó en oscritos do mexicano:: respetables. Los salteadoros do caminos de :\féxieo han obtenido un triste renombre en }~uropa y América. Las setenta habían aflOS incesantes poblado caminos y ciudades. y sangl'ientas gLlsrms civiles ùo de innumerabl~s malhechores los En estas, nadie podía alejarso de las calles á sel' robado, yen aquellos, eran la los días el plagio, (robo do personas ricas concUl'l'idas sin exponerse historia do todos para obligarlas á rescatarso asesinatos y ataques. rús estaban libres de frccuentes doleros comotían zados hierro ó. halal',os. aunque han casi con gruesas Ni las haciendas, sumas) los salt€Os, ni los pneblos cnvostidas, toda clase de desórdenes, meno- en las que los bansi no eran recha- La paz bien cimentada y los caminos do extol'minado los bandoleros y salteadores j Ha han podido todavía extinguil'se las hazañas de los •• Un gl'3.n viajero fraucós, que conuco toda la América, ELlropa y Ill.1.l'tcdul Asia, me dl'c:n.: V otl'O pays l~ la, d,farrhée littcmite, il a mal á l'estomach. -" 128 disc~pulos de Caco, y menos las de los rateros que pululan, muy especialmente en esta ciudad. Trascribiéndole la escena de un asalto de la diligenoia de Toluca á México, acaecida por el año do 1851, usted se podrá formar cabal idea de la que pasaba casi diariamente en todos los demis caminos de la República mexicana hasta 1876. cc Después de cambiar mulas, dice el SCñl)r:Merlin (seudónimo), ontramos en el llano de Salazar. ]~os pasajeros que habían venido soñolientos y taciturnos comenzaron á bostor.ar, á sonrelrse y saludarse de nuevo. Natura.lmente mi español pelón y parlanchín comonz6 la. conversación.-Se explica el frío, señor licenciado, dijo dirigiéndose ti Lar:zacorta que acababa de asomar la cabeza entre el cuello do Dutl·in.de au osclavinB.-Efectivamente, respondió éste, sacando del bolsillo una cigarrera de carey con cifra de oro y ofració á su interlocutor cigarros habanos de L{t Honradez, entonces legítimos, pero muy caros.-Gracias, no fumo, replic5 01 espaííol, aquí mi paisano os un gran fumador de cigarros. Hace tiempo que no los fuma tan buenos como los de listed, seiíor licenciado.¿ El seuor viene de muy lejos? preguntó el abogado ofrecicndo cigarros al otro e~pañol.-Sí, replicó el primcl'o, está adminisnistrando una. hacienda en el Sur de Morelia, (1) y tengo el honor de presentarlo á usted. Es el seilor don Indalecio do la Foncerrada El seííor licenciado La.nzacorta.-MllCho gusto -Servidor -¿ Y hace tiempo que no viene usted á la capital? preguntó el liceneia.do.-Cinco años, desde la guerra de los yanlcees. Desdo entonces estoy metido en la ho.(1) Pasan de 14 mil los españoles residentes en este pais, y su propiedad raíz ascendía â U;O millones de fuortes en 184R. Vienen de España como el paje de San Juan, y pronto se enriquecen con los monfes de piedad, las pulperías, vinate'l'ias y la. a.d· ministración de Ia.s haciendas. Generalmente se hacen mexic8D011. -- 129 - cielllh.-;. Y cómo están los caminos por allá? Dijo LanzacO!'ta.-¿ AliÎ, :v,í, 1'0lm80 ùon Indalecio. No andamos muy bien. I'e¡'o yo he traído (¡ mis mozos hion ur1l1:1<loshasta l\1ara- vatío.-Los ùe :vIlli pOI' están lllllY :o;egma'nollte, ¡'cplic() 01 licenciado. el ?lhl'iano ùon Sl'OOI' C01l1pl1Sim'oll algo, so villa ;Î. :V[éxir.o el Geneml (ks.--¡. so ha dicho del Estado.-Se Gobicl'llo el espaiiol polún, pe¡'o apenas Vllclto á. las anda- homos AI'i~ia, C(ímo :1 hs andadas? cOl'ta.-Sí: Al menos desde qllc ontró al Al'istn, intcrr'lwlpiú eh ? (2)-¡ Oh! sí, segul'OS, preg'unt,) Call inr¡llictnd en '1'01110a Lam:a- quc ha vuelto á aparece!' pz:r :Hll1i noca. (:l)-¡. QIIilÍn e., Roca? (lija el u.bogado abriendo !I),; ojos.-¡ ¡le BOrrl'osa, Ulll'tl (~) IIfb>'lkb rl\ rinhll'oncs <le csta l'evól vers, r1n Cllcro, ear'abinas (:1) Durantc la;; gllcrras rrilleros ó salteac1ores, nsar P¡'ofllsal11ente y Cl'an el terl'or dra.ntadas de los mu.liciosaarmado 111\0 eneajadaR machetes hubo hwgos y en los galoncH calzolleras, de los cstl'ibos, gobiernos y frcnos j' bOl·Jadosdel albard()nes, de IOH caminantes, Terminaron gue. de plateados, por Born. en las espuela.s j' ban. como ellibel'al Los renombrados con el nombre de \as los pueblos México famosos Cil jefes <le gnel'l'illas, Lozada. de Tepic. á las autoridndcs. pC1'3c(]llci6n de so !lcyan civiles ùe este metal rosetones anda cápsulas rernmington, conocidos brOl'o, en las 3.botonaduras las cha pas quo no cono- de cuero. (¡ue se apellidaban CH.l'vn.jal)' el conse¡·yador gesto l~n scîiOl'as lmj¡ll'on los Ropública, cuyas ; nnos y ntr!)s en ,ainas rlidos oticialcs alguicn nombro \:1g dos la caùc:I.:l, ri Cl1lpl(~:do sonriÓ Por los raminos los dientes: pn~alcs Je ([lie llllbiose Al oil' esto ':rno\'ió el ('slniio! hacicn~lo ¡'OPllSO sorprendido ciora, ií. Itoca, ojos, 01 i !tOC.L! Oh! con de J ual'C7. y Lerdu. y tenían y en (sillas) ame. b paz y la activa Todavía hoy so de esas celebridades, desculhmdo entro todos Ohucho el1'lAo ( Jesús el eachaco) quien roba en grande, se pasea en encuentl'an las cill{lades algunas y se evapora entre las manos do ln. policía. 17 - 130 - mente debajo de BU nariz de rábano, el comerciante l" ;>eolO oír indiferente y nosotros, los dos o,>tudiantes paral1.\". flS orejas (4)-Roca, continuó el español es una celobridad; mo admiro quo usted no haya oído hablar de él, señor licenciado ... Roca ha siùo el tort'or del Monte de lItS C1'Iwes, (.:1) Con todo, nó crea usted, que Roca es un asesino, ni un ladrón vulgar' no: Roca es un bandido de novela, a/go como Diego Corrientes, mi compatriota; es altivo, gen~roso, valie~te, enemigo de vilezas, galante con lus damas, caritativo con los mencsterosos, feroz con los soberbios. Roca desbalija á. los pasajeros bonita- mente, pero les deja la ropa en el cllcrpo, cspecialmento á las señoras. No maltrata, no apalea, sólo unas tres veces ha dejado en el sitio á algún pasajero que ha intentado se atrevo á resistirle. licenciado dirigió una Roba f>olamente mirada instintiva defenderse. Nadie dinero, alhajas .... ,. El á su mano izquierda en la que relampagueban varios brillantes como en [08 dedos de un jugador de oficio.-~eguramente, añadió el español, esos anillos no se escaparán, así como ese prendedor, ni la cadena, ni las calzoneras (6) de mi paisano, si Roca nos salo al encuentro. Nos daría. una buena dcsplumada, y apenas quedarán libros de olla estos señores colegiales, que han hecho bien en venil' de sombrero alto par,l no hnccrse sospechosos. (Ri;;a (4) En toda. diligencia cahen dicz personas, fucra del postillón y del sota, (segundo cochero) quienes van en 01 pORca.nto, colocad08 ~n la parto superior del coche. (5) El Monte de las Oruces ostá cerca de México, como nuestro Cnt%- Ve1·de ceroa do Bogotá. Alli fué derrotado el cura Hidalgo, (6) Todo 1'anch91'o (hacendado) usa.jarano (sombrerÚn de Inengas ala.s, lleno de franjas, cordones y borda.dos de plo.ta Ú 01'0), chaqueta de cuero Cllrt ido y ca/zonerai! (pantalones estl'ochlll¡) de 10 mismo, con rl0fl Illl'gll.s aboto.nadul'as,tie plata, {¡ lo~ lad ••s, general). (7)-¿ Y qué 131 - señalos Roca ?-j Ah! tiene Es un guapo Ir.07.O. Figúreso usted un hombre como de treinta aúos, alto, dolg,.do, de rostro ovalado, pálido como el alabastl'o, ojos negros y gt'unùes, bigotes, negros y largos. barb,\ y cabellos 'l'an triste es Roca qlle no se le ha visto reír jamás. Gran gineta con las manos y los pie;; do una dama, elegante para. vestir, monta siempro soberbios caballos y en ellos se pasea una vez por semana en las alamedas de Toluca, los domingos mente. gn Toluca. toùos gencia, pm'o, como se cubre la cara, con cortoza que lo ha visto. pasajeros y sólo roba dencia quo todos, general- sa.ben que 61 es quien asalta la dilininguno Además, cosas de valo¡', autoridades puede asegurar como no maltrata más á los bien es \Ina provi- y particulares, procuran tener aquí por teUlor de que alejado esto capitán man- de bandoleros venga otro, nno do esos bandidos feroces y sin entrañas que ultrajan á las soñaras, apalean á los hombres y desnudan á todos. Si ustedes no trajesen equipaje de nosotros, efectos de valor, sino el modesto y señaló al comerciante el de €sos señores colegiales, nada tendrían ó y al empleado, ustedes que temer, sino la pérdida do 10 Ó 12 pesos, que se echa uno en el bolsillo, solo para pagar Sil contribución á Roca,-Mas, por ahora, dijo el licenciad v muy contento, no tenemos nada que temer de él, pues tt'uamas unLl escolta de ~uince dragones quo estoy viondo allá abajo, y vamos COIllOen un baúl.-j Hum! gl'UÛÓel cura que no haùín. chistado pala.bra hasta entonces; señor licenciado, aquí es tiempo de decir: Cave ne credas. -¿ Lo temo usted seuor Cura '(-:Es la más SOgUI'O,hay riesgo murmuró con espanto h\ vieja, la gorda de las berrugas ( alto); Mi compañero rue Nadie va on la diligencia con sorbete (cubilete 6 sombrero peru, los pobres estudiautes no tenían más vestido deconte pa.ra ir á !.féxi.co, fuel'''' del uniforme de colegio, - 132 - daba do codo como diciéndome-j traer dinero, sino una libranza! " .En esto la diligencia ruedan chirI'iaban jado para azotar más intenso en los costados íÍ andat' comenzó proyectaban dC'1camino. el sota do;;pacio las j se había ba- un olor balsámico sus siluetas lbamos Monte de la.~ Oruces, on los dominios entre los pasajeros j hicimos en no el fl'ío, á pesar dol sol, se hacía por la portezuela los pinos j bien en las escabt'osi¡lades las mulas; penetraba j la montaña qué entrando del de vede-asomas en el famoso pálido Hoca. CirculÓ como un estremecimiento de pavOt' j hubo un momento de silencio desagradable. El licenciado fumaba cigarros rabiatándolo8 (8) con una preocupación visible; dOll Indalecio se mesaba las nogl'aS barbas, pensativo; Español pelJn (9) se limitab:t á tararO<lt' la Oola/w, entonces seguido muy on boga. la diligencia, :Mandábn.la La escolt;t, que había se Reercó cn jefo entonccs un sal'ganto hasta marchar hasta el canción dll lejos á su costado. gOl'diflón, chaparrit(), (10) colorado coma lIn tomate, dG bigote gris y con los ojos de borracho. Lo seguían tI-ece ó catorce dragone:> cubiortos con chac6s do cuero negro, onvueltos en barraganes amarillos y montados ell eabalbs fl<1cos.-¡ l!ls Gi cojo! dijeron todo:ô.- ¿ Quién es ese cojo, !woguntú clliconciado.-E.s el oncal'ga.do de cuidar el monto, l'()spondió el Espaíïol parlancil1n) (Il) (8) ConsumiélldoloB. (9) 1'[otilado. (lO) Bajo do cuerpo. (11) En las diligencias y en los wagoDcs de lus trcnes se hacen notar los espaüoles por la interminablc charla, las groseras y frecuentes il1torjeciones, la exprcsión enérgica y franca, defectos y cualidades quo tanto contrastan COD la taciturnida.d, modestia, encogimiento, manems sua ves, tímidas y desconfiadas del mexicano. muy buon llluchacho, muy 133 puntual.-¡ Ola! sa1'gentito! (12) g'l'itó el liconciado, aeél'quoso usted uu momento. El sllrgento so UCI))'CÓ,-¿ qllé tal est:í el camilla '~-Muy bueno seiíor; la tellgü como Ilna patena, (13) no hay cuidu.do,-Oiga usted, \;;l.l'gentito, yo soy ellicenciaùo a mi~hd COil el ministro Lam:aeorta, de g'uerm. me ~col'dal'é d,.) ui;ted (B) en CuÍùenos México. mucha usted bien y yo Además una excelente gt'¡Üificacióll,-:'I'ríl gt'acias, tenga usted cuidado; el camino está qU0 él talegas <lo on?as, y tengo tellÙ¡'!Í llstod mi licenciado; 80 puoden lIev,¡r i Bonito yo para dejar plcaros! ¡lIe no pal' daùo 1l11lLcolgada, do ollas en estos acotes (pinos)! j 'l'iemulall do oír mental' al sn.rgonto ),oIondl'agúll,-¡ :\1ag111fico ! dijo Laux(lcortCl.j do modo desdolíoso que d sal'gcuto ese Roca .... -¿ HocrI ? l'OPUSOcon ail'o paránùose más que el coco de las viejas. en los estribos. Hoca no es i Ya iba ú. venil' él pOI' aquí para (12) NOflotros decimos sargentico; pcro cste disminutivo es ca¡.¡icxclusivo á los colombianos. Los pcruanos, mexicanos, cte. lo hacen cn ita. (!:-i) Las promcsas del sargento pintan muy bicn el Cllol'á.dcl' mexicano, dadas honrosas excopciones, por supuesto. Jamás dicen no, ti. todo acceden amables, pero no cumplen la pl'olllctido; januÎH sc cncolerizan, ni cxaltan, son impertUl'bables en SIlSmancras l\teutas J' deferentcs, y cs casi imposible el conoce!' BllSve!'daderos scntimicntos. La timidez forman el fondo del carácter nacional. (14; La g'oute do este país, cspecialmente el pueblo, usa lí cada ll<\S.) el 7MtCl[; i Audo usted! i Tome ust,ed ! etc, J~l usted dirá y el pam no emlanr á 7tsteJ. son muletillas frecuentfsimas. La geute orùinaria dice, como entro nosotros 1[\ plebo, helaos, verdá, etc, ctc. ; poro omplea hiou el tu, ti, te, sin acostumbrar el prosaico vos, tlJIl frecllcntc ou la América del Sur. Hay sus tonillos especialûs en Puebla, en Móxico, en Guanajuatol cte.; pero, están muy distantes del intolorablo déjo del ecuatoriano. - 134 - que yo 10 colgara! Les alza lamarw pelo á las facultades animadas que yo tengo.-¡ Dien! repuso el licenciado, tenga usted un trago de Oogíïac y confiamos en usted.-Selior Lanzacorta dijo la vieja de las berrugas, ruéguele usted que no desampare la. diligencia, porque onde la desampare, nos cayeron! Entrába.mos en una espesura; el sargento se acerca y dice :-Mi licenciado, (15)1 voy por aquí á dar una campeada' no me tardo, quiel"O .~o8prender Ii unos que me dicen andan desbalagados (desvandados) por unos 8scondridijos.-Bueno, pero no se nos aparte mucho.-No tenga usted cuidado, mi licenciado ... -I.Ja escolta se perdió en las oscuridades del bosque por el lado izquierdo. No bien habían trascurrido unos cinco minutos, y la diligencia caminaba lentamente, cuando se escuch6 del lado derecho del bosque un agudo silbido y salieron como flechas de eutre los pinos y por una hondonada oscnra, donde el camino hacía recodo, hasta cinco bandidos, ginetes en poderosos (briosos) caballos, cubiertos eon zarape8 (cobijas), envuelta la cara. en paúuelos negros yarmados de mosquetes. El cochero solo dijo e!)ta palabra aterradora :-Loscompadrcs! (16).-¡ Es Ha ea ! dijo el pelón; el licenciado se puso verde j don Indalecio inclinó la cabeza, las señoras gui.yieron privarse (estuvieron á punto de desmayarse) ; nosotros palpitamos de curiosidad y la de laa berrugas dijo :-Ya ven que no es Roca espantajo de solas las viejas.-U n ginete montado en arrogante caballo, con eljarana (ancho sombrero) hasta los ojos y el jorongo (cobija.) l . (15) Aquí llaman licenciados á 108 abogados, doctores, á los ID 6 dicos y pad¡'es á los sacerdotes, regulares ó seculares. (16) Cuando los cocheros eran yanlœes, qne yankees cstablecieron las diligencias en México, al ver acercarse á los ba.ndidos, decían á 108 pasajeros (,on 1& flema. inglesa: I Boca abajo, vienen robas I (la.drones). - 135 - do colores metido por la bocamanga, (17) dejando ver solo dos ojos n(\gros de tírabe, y teniendo en una mano delgada y nervuda una pistola. americanll, se detuvo tÍ. un costado de 18 diligencia. Otro pe situó delladn opuesto, y dos se apearon de SllScúballos, que tuvo un tercero, y se dirigieron mosquete on mano íÍ cada una de las portezuobs.-Nadie se mueva, dijo uno dnndo mirada!! feroces, y temblando sin embargo. i A ver usted! dijo al licenciado. Este no aguardó mlÍs órdenes, quiwse rápidamente los anillos, el prendedor, el reloj, sacó diez onzas, dinero ell plata y la cigarrera do carey.-No tengo más dijo despavorido.-La esclavina, refunfuñó el bandido arrebatándosela. Luégo le obligaron á qnitarse las botas para mostrar que no llevaba nada en ellas. Siguió el turno de don lndalecío.-Qulte!le las calzoneras !-Pero, hombre! dijo el espafio, con airc suplicante, no llS0 calzoncillos, quedaría en cueros.Pas (pues) quítese la abotonadul'a de plata. Don Indalecio, ayudado de SUg paisanos y del comerciante, arrancó los botones y entregó además el sombrero galoneado de 01'0, elrcloj, el dinero, la chaqueta, el chaleco rojo y se quedó procurando ocultar' lail piernas belludas como oso, á fuel' de buen español, qne lo quedaron descubiertas con la quitada do la abotonadura. El pelón entregó sus diez pesos, el ompleado cinco, el comerciante nueve reales y unas tenazitas de plata y el cura un reloj la capa y veinte pesos. Mientl'as tanto el otro ladrón había quit,ado los :millos á las señoras, y so detenía porquo la linda joven no podía sacar de su'dedo una sortija con nn pcqueÎÎo diamante.-¿ Qué sucede'( dijo Roca con voz airada.-Capitií.n, (17) Como aquí no so usn. la runna, todos acostumbran llevar cobijada una manta roja Ó de color, que llaman zarapc ó Jorongo. La. gente del pueblo la USilo, :loun dentl'O de las ciudades, y la. gente decento, Rolo en el campo. Pam el pueblo toda la cama se reduce :'¡ un petate (estera) y al j01'ongo, ann en los ma.yores fríOB. esta seûora no puede dedo! (18) respondió 136 - sacarse un anillo.-Plll1S, córteselo el con terribl{} acento.-j Ay, no señal' ! dijo la niÏta, (19) espérese lt5tcd tantito, ra saldrá.- Y se meti6 el dedo en la. boca é hizo tal esfuerzo quo el anillo salió por fin. Los dos estudiantes no fuimos rogistró y no encont¡'ándonos dijo.--¿ Por qnó no traen pelón, SaIl dos pobros los ve, qne olvidados. Un ladrón uos más que nn peso so init-'l, y más quo t~sto ?-JIomul'ú cologiales l¡:m vonido do BarbetA que no tienen (wlriide, 1 llijo pl n:l{!a, .ra u8t('(1 sombrc¡'o alto ao pelo).-Pos lJa qllO otra vez no anden de ('ulrint's, (caehacos) nc's dijo, y dando un manotazo (pUllO) sob¡'e la co[>;\ nos snmit'i (hnndió) dospués, el s0mbrero y todos, hasta hasta el pescllezo.-Azol'riUensp, el voncrahlo CIIl'.l, gríUj nos a¡'ro(lillamos, operación que consiste en ponersc boca nbajo,J..li compañero so encontró con la mirada de uno do los banùidos, quien, dándole un culatazo, grító,-No me mit,c jijo, porr¡uo la lient (le va mal). " Luego los ladrones abrieron las corachas, (cajollC'Hcolo- cados tras de la cuma de la diligencia), l'cgistm!'on los bal¡\(,~, se llevaron 10 mejor', vvlvieron la qlW no hg !:'cl'vía y, ('[\I'g-ados con el bot1n se intel'naron en el bosqno, no ,in que dijcl'.'l. ROCl\ nI cochero y al sota quo estaban inclinados en el rcscnnte.- (18) Este b:írb~ro expediente me recuerùa, los mnehos do b misma clase que han cometido y cometen los chilenos con los pobres peruanos, }~n mis viajes por J~Ul'opa y los dos América no he cncontmdo sino tres pueblos en los qnc domine 01 bandolerismo, Italia, Chilo y }Iéxico, (19) Aqn.Î llamn.n:í las señoras, especialmento á las jóvenes, niflas; á Jas mujeres del pueblo señoras y á las viejas ó alJl!l!litag, seiíarM l}¡,andes. Con el cambio debido, los JI1i~mosnombres se dan á los hombres. - 137 - Cuidadito h1ter08 (catires, rubios) eh 7 i CQidadito! Esto no era más que una f6rmula, pues los cocheros son mudos como la tumba, aunque conocen á los ladrones á palmos. Allí se quod,) la diligencia despanzurraùa como caro'ÎÍa (zancarr6n) en medio del camino, los baúles abiOl·tos, las camisas tiradas, los papeles regados, 109 pasajeros pálidos, cenicientos, llenos de amargnra Era el más violento ataque á la dignidad humana, la humillación más impuno y alevosa. Al fin, todos ocuparon sus asientos, las señoras dieron hilo para compaginar las calzoneras del español, cuyas piernas hacían el (j£ectode chaparreras (zamarras lanudos) por la peludas, y el cura intorrumpió el silencio diciendo á. Lanzacorta :-¿ Qué le dije lÍ usted !-¡ Miserable sargento! ¡Canalla! ¡Ya mo acordaré de él !..,... Momentos después apareció el sargentico con SUB dragones, muy orondo y satisfecho ¿ Pos qué, han robado, amigo cochero 7-Si señor, hace diez minutos.-¿ Roca 7No sé.-Sí, sí, Roca, Roca, exclamó la de las berrugas, para que vea ustod que no solo es el coco de las viejas. Hoy me las paga todas, hoy la cuelgo, dijo el sargento, ponióndose en seguimiento de 109 bandidos Este probablomente se fué iÍ. recibir su parte del botín, pues no la volvimos lÍ. ver. Llegamos Í\ Cnajimalp3, y a111el español polón nos costeó el almuerzo á. todos sobre su crédito Ahora parecon leyondas ostas historias do camino real, y, al sentir los pasajeros de ahora que caminan en wagon de ferrocarril, estiman principalmente la rapidez y se olvidan de la seguridad." j (Toma.do de La Libertad.) Dichosa nuestra patria que jamás ha presentado escenas tan repngnantos; eB ella se puede viajar en todas direcciones sin temor de ser desbalijadoJ aun llevando dinero. 'fodavía 18 - 138 - hoy en México, no es muy prudente caminos. el aventurarse por ciertos Su afoctísimo, FEDEnICO C. AGUILAR. México, .Julio 31 de lR8~. Seiior Redactor de El Pasatiempo. Por consejo de los médicofl Guanajuato para alivio y mis proyectos dirigirme tÍ á la costa mis doloncias he tenillo do visita del Golfo del pulmón. que :l.bandonar á Guadalaj~ra !Í. moxicano El vómito y Morelia, on busca de nogro que hace estragaR en Veracruz y sus contornos, dOflde Marzo hasta Noviembro, me impido ahora ollmj~r al nivel mismo del Atlántico; pero, me fijaré probablemonte en Orizaba, ciudlld sit uada on 01 camino de ~Iúxico á Veracruz, á, 1,220 metros sabre oi Como 01 temporal de principios carril en diverflos puntos, y, después mar. de ,Tulia cortó oljel"1'ode veinte días, aun ua estaba recompuesto, me ví obliga.do el 21 del corriente mes á tomar un bltl"1'o enjalmado y, caballero en él, dirigirme al sitio donde el tren de balastro tomaba á lOf! trabajadores para 110- varIos á Silao. À las doco y media de la tarde monté sin freno ni estribos en 01 humilde jumento y, una hora después, me hallaba ya en 01 sitio dondo 40 peones moxicanos y 8 obroros yankoes construían uu puento de madera, en vez del terraplen que había destruído el río de Guanajuato. Después de esperar Ii la sombra de algunos matorralos la partida del tron, cerca de las seis de la tarde, subí á sus embarradas media hora recorrimos separaban los 17 kilómetros de la vía troncat nos detuvimos En tres plataformas, y en (3i leguas) que nos ó cuatro puntos del r:amino para recoger á los peones que daban las Últimas - 139 - pa.ladas en la recompolOÎciúndo los deslaves produciüos por el temporal. Llegado lÍ Sílao me trasladé al nuovo y pequoiío hotel do la ostación, donde el pasajel'o es scrvido bien y barato, y donde COUlonlos amel,jeunos empleados en la Estación, Nueva, hoy casi terminada. Al dia siguiento tomé 01 tl'OIlde México, á las ocho de la maÏtana, y Ii las siete de la nacho ya mo oncontraba en esta populosa Metrópoli. i Setenta y siete leguas en once horas! Comimos tí. In 1Ina en San Jnan del Hío y pedimos, de las once horas de viaje, una en las divel'sas pamdas. La locomotora arrastraba dos wagones de torcel'iL,uno do segunda y oka de primera con corea do 40 pasajOl'os. Ya pagué por las sotenta y siete leguas side pesos seis y medio reales. ¿ Cuinto hay do Bogotii. á Bucaramanga? Setenta y ocho leguas. ¿ En cuánto tiempo, con qué gasto y con qué comodidadcs hacen ese camino los oradores, poetas, publicistas, políticos, adalídes y sabios do Colombia? Mis compañeros de segunda claso, payos (campesinos) gamonales y rancheros, (pequeiíos hacenùados) lus hicieron en once horas, por $ 7-66, y durmiendo, conversando, comiendo y fumando! Encontramos algunas brigadas de trabajadore;; que perfeccionaban las recolll postlll'as de la vía on los diversos puntos quo había dauado el tomporal. Gran parte de l~ inmonsa altiplanicio, que corre do SilaoáSall Juan del Rio, (h:rga do 198 kilómetros ó 39~ loguas) se hallaba todavía inundada, y esta!o!laguna;;, que vienen á secarse lentamente on la estación do los calores, oxplican las fiebres intcrmitentes quo allí reinan. Durante los seis mesos do la estación seca súfl'ese mucho pal' la escasez do agua y on los seis de las lluviosa por el exceso de hamedad, Eu las sotenta y siete leguas, quo rocorrí de Silao Ii México, solo se encuentran dos pequellOS ríos, el quo pasa corca de Celaya y el que salo ùe las lagu~ nas del valle de México, y en esa inmensa extensión no vi - 140 - otros plantíos, fuera de las milpas (maizales) que dan el grano para. los míllones de tortillas (arepas) que se consumen en este pais, donde la arepa y el frijol negro, con el chile, {ají} son el único alimento del pueblo, y los indispensables alimentos de la mesa del rico y del acomodado. Doce leguas antes de llegar á esta capital principió la lluvia que nos acompañó hasta nuestro alojamiento de la. calle de Montealegre, número 14. En las dichas once horas de marcha ib~n desfilando, ya á la derecha ya á la izquierda, las hermosas torres y cúpulas de los templos do Irapuato, Celaya, Salamanca, Querétaro y Cuatitlan. En todas las estaciones nos atacaban 108 mendigos pidiendo limosna y los vendedores de enchiladas, chalupas, pulque, cajetas (de arequipe), fresas, higos y duraznos. Quarétaro tenia ya su nueva tranvía j Celaya mostraba concluídos los terraplenes del ferrocarril que debe enlazarla con Salvatierra, Maravio, Morelia y Toluca el16 de Septiembre próximo y el tajo de Notchistongo amenazaba Ii los viajeros con un derrumbe, posible en tiempo de lluvias. ¡Gracias á Dios I salvo llegué á esta capital, que estuvo incomunicada veintidos dias con Guanajuato, á causa de los desperfectos causados on el camino de hierro tras 108 nueve días de casi continuos aguaceros. Todo fué llegar á México y correr sin dilación á la imprenta de La Voz de México para buscar periódicos de Colombia, pues hacía ya cincuenta días que no recibía yo de Bogotá ninguno. Hallé catorce paquetes de El Conservador, que me fueron entregados intactos y todavía envueltos en BUS fajas. En ellos leí lo ocurrido en la patria desde el 7 de Abril hasta el 16 de Junio. Virgenes se hubieran quedado los números de El Gon- * • La familia Izquierdo, dechado de virtudes, me ha hospe. dado siempre en su ca.sacon la mayor generosidad, cariiio, a.tenciÓn y buena voluntad. i Dios se la pague! .gervador, si no hubiera 141 - yo llegado antes de que pasasen á envolver cspecias. Al leer varios de sus artículo!'! me decía: En Colombia están creyendo algunos que nuC'stra prensa tiene ceo on las demás repÚblicas y quo la sempiterna charla de nuestros politiqueras y adalÙies de partido es leída por los ciudadanos do otros países. 'l'anto en Chile, como en el Perú, como en México, notaba y noto con dolor que nuestros perió- dicos son generalmente arrinconados con desdén ó indiferencia sin quitarIes siquiera la faja. En este siglo de positivismo las teorías r In. bonita charla son desdeñadas, los ferrocarriles, al comercio, á la industria puestos. Oomo allá somos escritores mos en mula, caso, y 6010 nuestros pub~ican hermanos ¿ Cuántos diarios de Julio del Centenario y sabios qne todavía andade América acerca de Colombia blores, la.ngosta, revoluciones cuajadas, eso sí, de disparates. y solo so atiendo á y á los ricos prcstlno nos hacen las noticias y elecciones de de tem- presidentes, :t mexicanos cree ustod hablaron el 24 de Bolívar ? Yo recorrí por curiosidad Nacional, Patria, The Two Republíc.9, Pabellón Español, Monitor, Libertad, Voz de México, Tiempo, Oorreo de las Doce, Diario del Hogar, Diario Oficial, Siglo XIX, Trait <1,'Unión, etc. Este último, que es órgano de la colonia francesa, dice cuatro palabms sobre el Centenario. Hl Siglo XIX inserta dos composiciones que le remitió do París su corresponsal, 01 seuor Alfredo Herrera, colombiano, oxpresalos principales: mente para que laB publicasen guardaron un silencio sepulcral. en esa fecha, y todos los demás **' Entre tanto se publican • Rocientemente ha comenzado La Patria á publicar telegramas do Contra y Sud-Amórica . •• El 26 de Julio El Nacional y El Diario del Hogar hablaron algo del Centenario, y el 24 ni siquiera. ae izaron las banderas en la. ca.pital. - 142 - de l!luropa, y especialmente de España, las más insignificantes noticias. Venezuela pidió El Gobierno de al de México le remitiese las obras escritas por mexicanos después do la indepen dencia y las composiciones musicales del país para ser tocadas el qía del Centenario. El Gobierno mexicano, segÚn he leído, romitió las primeras pe¡'o se desentendió de las segundas. Los que hablan de fraternidad hispano-americana no están al corriente de la que pasa eu las diferentes repúblicas. No he visto hermanos que menos se conozcan, más se desdeÎlcn y menos unión tengan quo los hispano-americanos. Colombia es la más generosa, la quo más se interesa por sus hermanas de América, más las estudia y aprecia; pero, Colombia es la menos conocida y una ùe las mlÍs desdeñadas. somos tolerantes, nobles y generosos Nosotros allá con los de fuura, mien- tl'3S que con los de casa 80mos implacables, intolerantes y peleadores. En los seis meses quo he estado ha hecho ella progresos de Mayo está ya terminada, angosto ó inmundo elegante notables. ausente La soborbia después de esta capital, calle del Cinco de trasformar callejón de Meaateros (cabuyeros) y bellísimo bouleva1'd, el oscuro, en ancho, nada inferior á los mejores de París; muchos grandes palacios se lovantan desde sus cimientos, ó se re£acciona á la moderna ea todos los cuatro vientos de la ciudad j complicada por encima de las red de centenares de alambres cruzan Cllsas para el aervicio de los telégrafos, de los teléfonos y dol alumbrado eléctrico; numerosofl wagones de tranvías circulan por donde quiera, presentando indecibles comodidades á los transeunte cia de las arboledas, s ; la amenidad, sombra y olegan- de los paseos y de los jardines públicos crece todos loa días; el nuevo y espléndido kioaco de vidrio y hiena, levantado en medio de recientos y pintorescos jardines, refrescados por fuentes, poblados de estatuas y embelle- cidos con monumentos, 143 - presta ya SIIS servicios para la venta de flores y ramilletes; unn. muchedumbre de extranjeros circula por la ciudad; recientes almacenes, tan elogantes como lOB de las primeras ciudades de Europa, adornan las calles, y óyense con fre;~uencia las pitadas de los trones que Hog-au Ii las ocho estacionos do ferrocarriles que circundan la ciudad, después do l'OCOl'rer gran parte de esta República, la cual, ahora cuatro años, solo tenía un camino de hierro. En eso tiempo ombadurnabrm papel los pol'itÙ¡ueros, y atrona.ban el aire los adaliùes partido con BUS frenéticas voci£oracionos. han producido tan enorme trasformación. Hablando de Junio pasado, quo se publica 1883 un HO ha dol Congroso, como bs aquí: ciendo la denda terminó "No solo 80 sus sesiones el 18 la legislacióu quo interior, hombros do Estado l'amin. ùe rosucitar." Oongroso de 1883? matorialcB; en materias á la libel'tad sino también bimensual ha dado por 01 CongreNo do vigoroso ~ las mejoras relativas á la minoría; La paz y 01 trabajo dice L' Echo dn Me,rique, revista impulso reformado quo do do la pronsa, so ha el crédito no solo muy intcl'osnntcs, al comercio y reconstruido, nacional, J'('cono- mirado por los menos pesimist.~s como muerto ':i :::in espc¿ Cuánta.s cosas buenas ha hecho nUC>ltrú Rin embargo, hay más talento, ilust!'ución y saber on Colombia que on México; pero, la política y los pUl,tidos todo lo echan á pOI'der nllá. Hablando do los ferrocarriles, el diario angla-americano publicado en México dice: "Bu The 'l'wo Re pu7Jlics, tam bién cllanto al adclul1to de la cons- trucción de las diferentes línoas gno actual mento se trabajan, podemos decir, fl'le las tres mt1s importantes, el Oentral, el Nacional y el Internacional van l'IÍ.pidamento avanzando ùo una manora realmonto prodigiosa j de tal modo, que, á principios del ailo entrante, pOI1I'OIJl(); il' Ul tn~u (]usde esta c¡¡pital á cualquier punto do lo;; E>;tados Unido:"."" Por todas partes - 144 - se oonstruyen ferrocarriles secunda.ríos, dice L' Bcho du Meœique, entre esas tres grandes (línoas, las del Central, Nacional é Internacional) y las ciudades que se encuentran fuera del tránsito. La. exportación de los productos mexicanos no tardará en adquirir importancia. Una vez terminadas las vías secundarias, México podrá hacer figurar BUS productos agrlcolas en los mercados extranjeros alIado de los que hoy tienen la supremacfa." Dico The Brownsville Oosrnpolitan: "El rápido progreso de 108 terraplenes en la línea de Matamoros á Monterey y la pr6xima llegada de 3,000 tonela.das de rieles, bastan para herrar sesenta millas q Ile nos acercarán Ii Camargo prometiendo para esta. sección nn brillante porvenir El ferrocarril de Sonora es ya un hecho, y parece que la Compañía.Trisbie da un grande impulso á lOBtrabajos entre EaglePass y Saltillo." Yo siempre apunto lo que en Móxico se hace en materia. de caminos de hierro para despertar la emulaci6n de la noble, rica y hermosa Colombia, donde las vÍail fél'reas marchan á paso de tortuga, merced á la politica y á los partidos, ó, más bien, al puñado de adalides y gritones sin patriotismo que prefieren el tl-il,mfode su circulo al progreso de la Patria. No se diga que carecemos de brazos, pues en la revolución de 1876-77 se pusieron sobre las armas de 50 á 60 mil hombres y se dejaron tendidos en los campos de batalla 10,700 víctimas! Todos los que trabajan en los ferrocarriles de México, en sus tranvías y demás obras públicas no llegan á la segunda J cifra. Se ha hecho últimamente gran ruido sobre unas minas de oro, recientemente descubiertas en la baja California; pero, el 8ubprefecto del centro comunicó al Ministerio del Interior: " que los placeres de oro no llenan las condiciones requeridas, por falta de agua." "Hasta el presente esas minas no parecen ser muy ricas; añade L' Echo du Mexique j aunque la minería - 145 - no cuenta con suficientes capitales para organizar completa· mente los trabajos de explotación, no so crea que ellas están paralizadas. Nada de eso: por donde quicril. so denuncian nuevas minas, por donde quiera se organizan compañías para ex ?lotar1as." SegÚn he "isto on los periódicos de Bogotá, lo mi,.;mo c-stti sucediendo en Colombia, para justificar mis aser~ ciones, ó, más hien, In.s del Obispo Piedrahíta quien asegura: Il no habOl' 1111 palmo ùe tetTeno ontrc las cabeceras y la coniluencia del Cauca y Magdalena del jesuíta G umilb qne no contenga <plÍen sostiene" oro," y la. q Ile Colombia no es menos rica qne Pl PerÚ y ~léxico." Esto no lile cansaré de repetirlo para vergÜonza d., los que tienen pobre, atrasada y desacreditada ri, la más hormosa, rica, noble, ilustrada y generosa de las HopÍ! bl icas hispano-americanas j esto no cesaré de repetirlo muy alto, aunquo se indignen algunos tontos) ignorantes ó fatuo;, ÙO pOI' acá, quienes están acostumbrados á mirar con dcndéu y n,nn con desprecio á la predilecta de Bolh"ar. Para que VI~:ll1 all(¡' cuanto se puede hacpr con las minas mediana. mente tl'nLajadas, expondré aqní algunos datos escogidos de hL 1l0ticiu. quo lu. sétima sección del Ministorio de Hacienda." acaba ,le publicar. Acuûación total de oro en el-año fiscal de 1881 á 1882 $ 25.61 0,82~, verificada on once Casas de Monoda. De ost[JR, la de México acuñó y la de Oajaca el míuimum; Zacatecas, minero, acuÍÍó $ 6.031,770 Y Guanajuato tantes Riete Casas de Moneda acuiíaron $ 4.404,300, mill6n IS. ~ 127,01;), $ G.444,OOO, quo es el maximun, dos y medio, próximamente. distrito las rescada nna, de modio Do Julio do 1872 á Junía de 1882, década do paz y de trabajo tras setenta aiíos de guerra, se acuiíaron $ 223.904,126, concurriendo México con 52 millones y medio, Zacatecas con 51, Guanajuato con 45 y medio. En los cincuenta años trascurridos de 1822 á 1872, épocas do política, do holgazanería y de guerras civiles, se 19 - 146 - acuñaron solo $157.821,22; lo que da uu total de $ 381.131,748 para. los 60 años . .En los 284 años de la colonia, trascurridos de 1531 tí. 1821, se acuñaron $ 2,151.581,962, 10 que sumado con lae cantidades anteriores, da un total, en 345 años, de , 2,553.323,700 a.cuñadas en este país. El término medio anual fué: durante la colonia, $ 5.549,410, durante las guerras civiles, $ 15.626,499 Y durante los aiios de paz, $ 22.390,312. Estas cifras oficiales hablan más alto que los sofismas de los politiqueros y adalides de partido, quienes alegan para excusar el crimen de preferir el propio círculo tí. la patria; ya, CI que es un error económico creer que la sola fertilidad de un país, sin población ni industria, constituya la mayor riqueza ;" ya, fe que es un error filosófico juzgar que las luchas políticas son el resultado de un acto convencional!' Uno y otro alegato son meros sofismas. En efecto, Chile y Costa Rica mucho más pobres y menos pobladas que Colombia progresan rápidamente por la paz y el trabajo; mientras que nosotros solo tenemos brazos para matarnos por cuestionec de partido y no para explotar la incalculable riqueza de nuestro suelo; mientras que nosotros carecemos de indnstria, porque la matan los politiqueros y adalides. México tiene ahora casi 108 mismos diez millones de brazos que tenía. hace veinte años; pero, la paz y el trabajo han hecho que eaos diez millones de brazos, antes empleados en matarse, en robar, en asaltar diligencias y en politiquear, al presente se empleen en trabajar y en desarrollar industrias cBsi muertas en tiempo de las guerras civiles. ¿ A qué vienen ahora. lOB politiqueros y adalides con la ocurrencia de que "la agitaci6n pol'ítica de Colombia es un hecho complejo que reconoce varias causas y demanda larga y dificil curación." ? Laa causas que reconoce esa.agitación son: la holgs- * ** • El Oome",ador de Bogotá . •• El Oons6'I"IJaiWr de Bogotá. - 147 - zanería. de los unos, que no quieren trabajar sino vivir del presupuesto, y la ambíción antipatriótica. de 108 otros, que aspiran Ii mandar y lucir, aunque sea sobre las ruinas de la. pa.tria. No es difícil la curación; para obtenerla bastaría que la inmensa, la casi totalidad del pueblo colombiano, el más ilustrado, inte· ligente, generoBo y moral de cuantos conozco en la América española" tomase á todos esos politiqueras y adalidos, que no Bon sino un puñado, y los arrojase al Caqueté. 6 á la Goagira. j de ese modo se acabaría él hecho complejo del atraso, miseria y descrédito de Colombia. ¿ Por qué México ha podido curar ese hecho complejo de la ah"tación política que le devoro sesenta y seis aúos? Porque hubo un hombre de energía y de buen sentido, Porfirio Díaz, quien impuso silencio y trabajo á los politiqueras y adalides con treinta mil bayonetas qne guardan el orden público. Esto os preforible á la holgazanería política y á las zagarreras de partido que tanto empobrecen, atrasan y deshonran á Colombia. El mismo periódico antes citado, El Oonservador do Bogotá, que habla do hechos complejos y de curaciones difíciles, cita. aprobando tácitamente 108 siguientes conceptos de El Siglo Futuro do Madrid: "Esto magnífico y esplendente trozo del Nuevo Continente (Colombia) es víctima" .... no de errores (económicoli, políticos, filosóficos) sino de la perversidad de las ideas ... y de elementos extraños, laborantes eternos de BU ruina, conspiràdores asiduos, arrastrados por las más reprobables concupiscencia," (las de ]os politiqueros y adalides). El Correo del Valle, (México) citado también, dice estas palabras: te Muchos preguntan ¿ de dónde proviene la actual prosperidad que se nota en los asuntos de México? La causa es la paz de diez años ... Lo que hoy acontece en México, acontecería, igualmente á. todas nuestras Repúblicas hispano-america.uas, ai lograsen extirpar por completo el espíritu de revuluciones con.• - 148 - Todos esos pueblos tienen en su seno prosperidad ..... , La paz, se ha dicho, es la enseña del progreso Los Estados Unidos de Coloml?ia. QUE P08Ei!i TANTOS RECURSOS !iATURALES COMO MÉXICO, harían igual progreso, á no ser por 8US revolucione!? cuotidianas." Un sacerdote y jesuíta colombiano, que hace 33 años está ausente de la patria, me escribía en estos días: "Lo de Colombia, nuestra. común y querida. patria, no anda rouy bien por desgracia allí vive aun el espíritu de las revoluciones, y no han muerto todavía. los golpes de cuartel que tantos males han ocasionado s esa tierra digr¡,a de mrjor 8uerte Dios quiera iluminar á nuestros paisa.nos, (á los politiqueras 'y adalid es, pues la iumensa roayona de la. Naci6n es sensata) para que conozcan que solo con la paz y el orden serán felices eS08pueblos!' Todas estas filípicas, téngase presente, no son dirigidas á los colombianos que trabajan y son v1ctimas, sino al puñado de holgazanes, camorristas y 88peculadores en política, es decir, á los politiqueros y adalides de partido. Estos no tienen pam que hacer causa común Callla.Nación v1ctimade sus zagarrera8. Leo que el señor doctor Otálora une ahora á sus pasados trabajos por el progreso del país, la iniciativa en la organizaci6n de una Compañía para explotar las minas de Cerrejón. De Ríohacha á Veracruz llega un vapor en cuatro días; así, pues, el carbón de primera calidad de esas minas puede venir á buscar en México una. plaza de consumo, porqUé este país está destruyendo oon grav:ísimo perjuicio de la. Nación sus bosques, para alimentar centenares de locomotoras y de fábricas que) por la escasez y carestía de carbón de piedra, quemen leña. Según datos oficiales recientes las entradas federales han tenido en el decenio de 1869 á 1879 una marcha progresiva á la sombra de la paz y del trabajo. De $ 13.867,208 han subido constantemente hasta $ 19.898,265, de 1878 á 1819. En el tí,nuas q1#3 las consume. los gérme~ de incalculable - 149 - aúo pasado llegaron á $ 28.278,970, yen 01 primer semestre del actual dieron $ 15.338,949, prometiendo llegar en todo el año 3. treinta millones. La tarifa. de gastos dol corriente año económico da un total de $ 30.713,998, siendo las más elevadas cifras componentes de esa cantidad, $ 11.127,600 para el fomento de obras públicas y $ 8.713,998 para sostener los 30 mil hombres que hacen tener juicio á los politiqueros y adalides, mientras la Nación marcha á paso do giganto por la vía del progreso. Las líneas telegráficas establecidas aquí miden 18,878 kilómetros en explotaci6n, fuera de los alambros de particulares y de ferrocarriles. El teléfono se multiplica do una manera asombrosa en todas las principales ciudades de eita Ropública, He loído on El Oonservador de Bogotá la relación de algunos asosinatos cometidos en Santander, que se presentan como la prueba de una gran desmoralización. La poreza, las guerras y la política la han producido en las gentes que sufren sn aliento ponzoñoso, En todos mis viajes no he encontrado un puoblo más moral que el de nuestros campos y poblaciones rurales. Aun en las ciudades nuestro pueblo, de mejor índole que el de otros países, Bolodebe BU corrupci6n á la pereza, á. la. gue~ rt'a.s civiles y al abandono de lOB que debían mora.lizarlo. Aquí, casi todos los días, anuncia la. prensa. asesinatos 6 crímenes horribles. Vaya como una muestra el de cierta Medca yucateca., de que hablan hoy los periódicos. ]jJsta mujer por celoB, mató, destrozó y guisó á su entenado, niño de cuatro años, (en una hacienda vecina á. :Mérida) y 10 sirvió Ii su Jason, quien después do haberlo comido, se volvió loco de horror. He leldo también en El Oonservador un artículo escrito con sensatez que lleva por título: Situación oomercial. En él hallo un rasgo que viene á confirmar mis empecinadas amonestaciones, tau reprobadlWl por el mismo periódico: ri En Oolombia - 150 - dejamos de hacer muchas cosas necesarias, no por imposibilidad, ni falta de inteligencia, sino únicamente por PEREZA ••••• MENOS POLÍTICA,llENOS ELECCIONES, que eso no da para vivir á las masas." Mil felicitaciones al sañor Rivas por sn patri6tica idea de formar nna asociación permanente de la prensa, no para tratar de polémicas religiosas 6 políticas, sino para promover los adelantos de la patria. Parece qne mis prédicas, como las llama El OonserfJador, dolorosas para los culpables d.l crimen de leso patriotismo, no dejan de contribuír en algo al progreso do Colombia. Las ciudades se van limpiando y hermoseando; los ferrocarriles van ya preocupando á lOBmás retr6grodos; los peri6dicos, aun los más raizales, ya hablan de progreso, de mejoras materiales, de ferrocarriles, etc. y 10 hacen, ya sea de fuerza 6 grado, con mncha más frecnencia que antes y, por último, los representantes de la prensa aplaudiendo unánimemente la proposición del señor Rivas, reconocen la inutilidad de tanta politiquería y la necesidad de fomentar los adelantos materiales. Cabalmente esos han sido los temas favoritos de mis prédieaa desde Octubre de 1877, época en qne principi6 á. enviar mis revistas á Bogotá. En ellas no he cesado de exhortar á embellecer las cindades, construir ferrocarriles, dejar la excesiva política. y á. charlar menos de intereses de partido en los periódicos. Estoy contento, y siempre continuaré mis prédicas sobre el mismo tema, a.unque escuesan á 108 que están lla.gados. La Patr.ia de México, uno de los mejores diarios de la capital y que tiene por lema Indu8tna, Pa£ y Progreso, ha comenzado últimamente á publioar telegrama" más numerosos y pormenorizados' de Sud-América, los que son lnégo reproducidos por casi todos 108 demás diarios. De este modo ha venido á poner remedio á un mal, de qne repetidas veces me he quejado en eatas mia cartas, el mal de la incomnnioaci6n - 151 - entre este país y los demás hispano-america.nos. Ahora, leyendo estas cartas yesos sustanciosos telegramas, ya comenzarán á conocer los mexicanos á sus hermanos del Sur, de 108 qne hasta ahora generalmente han tenido tan escasas y tan inexactas ideas. Siento que en Bogotá. los peri6dicosJ y es la única capital de América que presenta tal fenómeno, estén todavía, no ob~tante la comunicación por el cable, un mes atrasados en cuanto á noticias de Europa, y casi totalmente Ii oscuras acerca de las demás Repúblicas hispano-americanas. El último inform.e oficial sobre los trabajos de El FerrocaTTil Oentral, que debo enlazar osta República con los Estados U nidos, da los siguientes números: longitud de la vía herrada en algo más de dos años 1,327 kilómetros 6 265 leguas y media, 67 locomotoras, 779 plataformas, 495 furgones y 133 wagones de pasajeros. En Abril, Mayo y Junio han llegado Ii Veracruz 13 buques con 24,087 bultos para esa gigantezca empresa norte' americana. El telégrafo de El Ferrocarril Central ulÍde 1,337 kilómetros 6 267 leguas y media. Nuestros siete principales ferrocarriles de Occidente, Ant,ioquia, Cauca Girardot, Panamá, Bolívar, La Dorada, cuando eatón ya terminados, medirán 170 leguas; es decir, 99 menos que lo ya construido en El Oentral mex~cano. El Gobierno de este pa~B trata. seriamente de volver Ii * • Sin embargo, por la ignorancia que se tiene de la geografía é historia de los países Sud-americanos, los telegramas con frecuencia salen llenos de errores. Vaya esto como nna muestra: " El Cor'Jnel Cabello tomó los cuartel os de Montecuecto, (en vez Monte-Cristi) que fueron recobrados por los ióvencs Monte-Caballo, habiéndose escapado loa más prominentes cabeUistas." Debía decir: " fueron recobrados por los jóvenes de Manta, Cabello hnyó "1 fueron asesinadoalos más p¡'oluinentes cabellistas." Ya l'la es, pues, cuento aquello de "dorrota sobre una pt>bre y vieja esiera." -159cubrir con bosqnes la altiplanicie y montañss vecinas. Lo mismo debería hacerse con nuestra linda y fértil Sabana, no limitá.ndose al eucalyptus, sauce y cerezo, sino aclimatando tam bién el fresno, comunísimo en estas mesetas, el olmo, el álamo, el nog¡j.l, él cedro y el acacia. Con rS7.6nLa Patria de México so indigna en tono moderado y sentido de las siguientes frases de The Teillas ShifftínglJ: et Behar 8 perder fi un mexicano! Es impo· sible echar á. perder un huevo que está podrido. Cualquier mexicano es capaz de desgonzarBe en reverencias y saludos al pedir y recibir un favor; pero en là noche eBe mismo robará el colcMn á su bienhechor. Sepan nuestros vecinos color de chocolate, que para ser grandes no necesitamos de los burros mexicanos y que, si insistt1n en fingirse víctimas inocentes de la rapacidad anglo-Bajona, llegará nn día en que les hagamos conocer que nuestra paciencia tiene límites." Con frecuencia se da grátis el pasaje á muchos mexicanos para que regresen á su patria desde California, donde se halla.n en gravo necesidad; mientras los yankees cada día van abundando más y má.s en México y se vau haciendo dueaos do no pocas propiedades. )jJn las comarcas de la frontera del Norte pululan los anglo-americanos y varías veces se lee que algunos mexicanos Bon asesinados por yankee~. Una. raza débil puesta alIado de otra fuerte tiene que ser, al fin, subyugada. Según los" Anales del Ministerio de Fomento," últimamente publicados, los Estados U nidos de }Iéxico, miden 1.921,240 kilómetros cuadrados con una. población de 9.908,011 j fuera del Distrito Federal, que tiene en 1,200 kilómetros 3Dl,804 habitantes. Los Estados de más población son México, Morelos, Guanajuato, Puebla y Querétaro y los más despoblados, Campeche, Coa.huila, Chihuachua, Sonora y el territorio de la Baja-California. En aquella cifra los blanco'!!,extranjeros y creoUo8figuran en 19 por 100, (1.882,522)) 108 indios, - 153 - en 38 por 100 (3.765,044) Y 108 mestizos en 43 por 100 (4.260,445). En 01 aúo de 1810 tonla la Nueva España (M6xico) 6.122,354, de los que 1.097,928 eran blancos, 3.676,281, indios y solo 1.338,706 mestizos; am6n de 9,449 clérigos, religiosos y monjas. En 1793 apenas contaba Clstepaís, toda\Tla no rcducido á. la mitad por los invasores angla-americanos do 1847, 4.483,569. El aumento anual por cada 100 almas ea de 5,49 en las tierras frías y 3,] 1 en las calientes. El valor de la propiedad raíz en toda la República es de 4:;2 millones ùe fuertes. De los 27 Estados los más ricos son: Puebla con 33 millones de propiedad raíz, Guanajuato, con 30, Jalisco con 26 Veracruz con 21, México con 23, y Michoacan con 21. El Distrito Federll! cuenta 55 millones de propiedad raíz, el Estado de Campoche solo un millón con 90,413 habitantes, en 66,890 kil6metros cuadrados, y los de Chiapas, Tabasco, Coahuila y Calima oscilan entro 2 y 3 millones de propiedad. 'l'odos estos datos no puoden ser sino aproximados, pues, según advierte la Socretaría de Pomonto, hay todavía muchos obstáculos en 01 país para poder plantear con seguridad la estadística. Ya que en Colombia ostá formada definitivamente la Compañía para el ferrocarril de Occidente, bueno será exponer algunos datos oficiales sobre el principal de los ferrocarriles mexicanos, el quo une al puerto de Veracruz con la capital da la. República. Su longitud total es de 424 kilómetros; pero, como la del nuestro será de 138, me limitaré al trozo de Camaron á Cha.lchicomula que mide 140, 6 2 más que el de Occidento. En ese trayecto están las principales dificultades y obras de arte del mexicano, pues lOB restantes 288 kilómetros midon nna altiplanicio apenas ondulada y sin ríos. En 1837 concedióse el primor privilegio al aeñor Arrillaga para el ferrocarril do Veracruz, y, despnés de 36 años de mayores vicisitudes que las del nuestro, BO ¡nangur6 en 1873. De Veracruz' Chalch¡20 - 154 - comula. se enCUE:lntran28 puentea y viaductos de hierro que miden 1,297 metros de longitud. Hay además 201 alcantarillas. El ferrocarril mexicano Bubo sobre el nivel del mar á 2,415 metros y el colombiano remontará dosde Girardot (330 metros) á 2,660 aproximadamente; 01 mexicano por pasaje exige para. los 140 kilómetros $ 8-87 en primera, $ 6-56 por segunda y $ 3-59 tercora. Los climas y terrenos por d'ondo pasa el mexicano 80n casi idónticos á 108 que atravesará el de Occidente; aquel toca on dos poblaciones notables C6rdova. y Orizaba muy superiores á Tocaima y La Mesa. Por último 108 guarismos oficiales sobre la instrucción pública en este país son 8,702 escuelas, 458,106 alumnos y alumnas de instrucción primaria, secundaria y profesional y $ 2.863,031 gastados a.nualmente en la enseñanza. Después del Distrito Federal, que da 4û1 escuelas y 31,4.23 alumnos COD $ 763,560 do gasto, vienen al freIlte; Puebla, con 1,011 escuelas, t¡7,025 alumnos y $ 293,416 de gasto; México, con 1,069 escuelas, 51,816 alumnos y $ 233,157 de gasto; Veracruz, con 741 escuolas, 26,914 alumnos y fP 294,52J de gasto; Jalisco, con 722 escuelas, 41,939 alumnos y $ 139,805 de gasto y Zacatecas, con ·1:96 escuelas, 20,811 alumnos y $ 123,400 de gasto. Su afectísimo, FEDERICO C. AGUILAR. Coxcatlao, Agosto 30 de 1883. Señor Redactor de El Pa8atielllp~. Lo escribo desdo este pueblo, distante de Móxico por el Sudeste û6 leguas, siguiendo la línea del ferrocarril de Veracruz, y de Guanaiuato, 141; (ID quo distan Bogotá y Cúcuta) - 155 - leguas que aqu~ sc andan en dos días y en Colombia en nn mes lfl.rgo! Bstá. situado cerca de la raya divisoria de 108 Estados de Puebla del runr. Los y Oaxaca, médicos á 1,300 me han metros relegado sobre á esta el nivel tierra tom- plada con 01 objeto de conseguir una mojoría en la onfermedad dol pecho quo me aqueja hace diez meses y diez días. Desgraciadamente oste clima os tan variable como el de la altiplanicie, y, tras uua mañana calurosa, viono la tarde acompañada dol viento Noreste quo la refroBca demasiado. En con- socuencia las pnnzada.'? y los dolores de las we1'Clas como aq1li llaman á las enfermodades nerviosas) son muy fl'ocuente8. No valo, puos, la. pona do vivir UllO desterrado liv.ada y lojos dol movimionto ciudades. AHÍ ción situada aquí de la vida civi- y buena sociedad de las grandes Ii Ol'izaba, pobla- es quo he resuelto trasladarmo sobre 01 ferrocarril de V oracruz y ti 26 leguas de ese puerto, con el fin lile esperar allí 01 tiompo á propósito para tomar 01 vapor ospaí101 quo me conducirá á las playas do Colombia, donde espero sanar Call los aires nata.los. En esto poJa no se puede bajar sin riesgo á las costas del Golfo, desde Âbril hasta Octubl'c, por tomor del vómito negro) ni ombarcarse on Octubro y Noviombre, por causa do los ciclones, de San Francisco) que dominan en estos mares. en Bogotá á fiIJ,Csdel corriente aîío ó á principios si una llueva esa HepúLlica. Para que hablar revolución no viene á sacudir (el cordonazo Espero cstar dol ontrante, los cimientos de * usted vea como so viaja en este país, 10 voy á CDn alguna detención de mis excursiones de :M6xico á Coxcatl::..n, parte hechas en ferrocarril de vapOl', parte en ferrocarril do sangre y parto en huallín, (diligencia) según la antigua usanza. Desde oste pueblo hacia Oaxaca (capital del ~ Lloguó Il Bogotá el 14 de Dioiembre do 1883, y e118 del mismo mes de 1884 ollta.1l6 la bestial revoluoión qne yo prOien~í~, -- 156 Matado de BU nombre) se ViaJa, ya en coche, ya. en litera ya también á caballo; pero, este (guando) sostenida por mulas, sistema de locomoción no durará mucho, pues dentro de poco va Ii principiarse un ferrocarril que unirá á México, Puebla, Veraeruz y Tehuacan con Oaxaca y Puerto Angel, sobre ll\s costas del Pacifico. Salí de la gran metrópoli de los Estados Unidos mexicanos el lunes 20 del aetnal mes. No tomé, al Occidente de la ciudad, el ferrocarril inglés de Veracruz, sino, al Oriente, el espa.ñol que se titula "Interocéanico de Moreloa México, 1rolo y Vera.cruz." Al principio atravesamoa terrenos pantanoaos, un tiempo ocupa.dos por al lago Texcoco, luégo recommos las pintoreacas márgenes de ese lago, y fuimos ti detenarnos algunos minutoB en la triste y húmeda ciudad que lleva el nombre de la laguna, donde tantos combates Se dieron en tiempo de la conquista y donde el español Holguín apresó ti Cuactemotzin. En tres horas que duró el viaje de México Ii 1rolo, (20 leguas colombianas ó 100 kilómetros de distancia) fueron d68filando á nuestra vista pueblos de indios como Tepetláxtoc, San Antonio, Metepoo y Soapayuca; sementeras de maíz, llamadaa aquí milpa8, y extensos plantíos de maguey, (penca. de fique ó agave) loa que constituyen la riqueza de esas comarcas á. causa del pulque (chicha blanca) que se extrae de su tallo. Por toda. la altiplanicie mexicana no se ven otros plantíos fuera d~ los de maíz, frijoles negros, chile, (ají) maguey y cebada. Las tortillas, (arepas) el chile, el pulque, el mezcal 6 aguardiente que so saca. de otra penca más pequeña y los frijoles negros SOB los indispensables elementos de la alimentaci6n en este país, y la ba8e casi única de vida para las clases pobres. A. las once tocamos la línea del ferrocarril inglés en la. famosa Otumba, donde Cortés derrotó un grande ejército de Aztecaa. A 10 lejos se veían laBdos pirámides desiguales levan- - 157 - tadas por lOB Toltecas, en Teotihuaoan, al sol y á. la luna. Nuestro troD, bastante 06modo y decente, pero siempro muy español en el poco orden, esoaso aseo y demasiado libre conver8adera, serpentoaba con rapidez siguiendo las muchas curvas y sinuosidades del camino. A las once y media !legamos á 11'010,sitio doude se ven trt:s estaciones paralelas: la del ferrocarril español, la. del inglés y la del mexicano de Pachuca. Yo me dejé arrastrar del deseo de conocer la capital del Estado do Hidalgo y tomé á las dos de la tarde 01 wagon que ma debía llevar á Pachuca. Después de haber comido á las doce, según la costumbre mexicana, y tra.s un aguacoro torrencial quo inund6 los campos, me puse en marcha cou un puñado de pachuqueños que se deleitaban en comer enchiladas (ají envuelto en arepas) y eu regadas con tragos de pnlque tomados á. boca de botella. Si el ferrocarril espaiíol parece pequtlÍ10 6 incómodo en comparación del gran forro carril inglés de Veracruz, el mexicano de Pachuca todavía queda mucho más abajo. La hermosa locomotora IIumboldt arrastraba unos cuantos curros de tranvía de segunda y tercera clase, carros poqueños é inc6modos que daban saltos casi como un huallín (diligoncia). En trcs horas rccorrimos las 12legu8s (60 kil6metros) que separan á Pachuca de 11'010, inclusos lOB pocos minutos que nos detuvimos on las estaciones de Tlanalapa, 'l'epa y Xochilhuacan. !rolo se encuentra á 2,453 metros sobre el nivel dol mar, México á 2,240 Y Pachuca á 2,246 . .Mn CODse~ cuencia, desde México habíamos subido, en 20 leguas, 213 metros hasta Irolo, y teníamos que bajar 80107 en las 12 quo separan á este punto de Pachuca. Un poco mûs adelante do 1rolo, e::J.tramosen una ancha. cañada, donde se encuentra la población de Tepeapulco la que llamó mi atoDción por sus dos templos y notable grupo de casas de azotea; pues todos los demá.s pueblos, con una. que otra excepción, se componen de - 158 - pequeña iglesia. de bóveda y cúpula, rodeada. de un puñado de miserablesjacales (chozas) de adove y tabla, muy inferiores á la~ casitas de nuestra Sabana. Pasado largo trayecto de terrenos algo ondulados y montuosos y dejada. atrás la elevada arquería dèl acueducto de Zempoala, se entra. en el verde y hermoso valle de Pachuca, cercado de altos montes. En la Estaci6n de Tepa advertí la costumbre, que ya muchas veces había. notado, de pasear lôs caballos después do desmontarse, para que no se abran de pecho. Las gentes del campo aquí, como en lo restante de la altiplanicie, usan chapa"reras de cuero curtido y estrechas como pantalones, grandes y pesadas espuelas y ruanaslargas, muy angostas y de colores, llamadas gabanes. Oon el agua.cero de la tarde había crecido mucho el pequ"eñorío de Pachuca inundando los campos de tal modo que el tren debió marchar despacio y con tiento, para no suirir alguna avería. La capital de Hida.lgo no se ve sino cuando uno está ya muy cerca, pues la oculta larga serie do bajas colinas que se desprenden, por la derecha, de los montes vecinos. La. ciudad de Pachuca hállase edificada en anfiteatro á la falda. de altísimas cumbres, ti ]os 20° 7', 38" de latitud Norte y á 30 leguas al Noreste de México, medidas por las líneas férreas inglesa y mexicana. Es la residencia de los poderes del Esta.do y contiene una poblaci6n de 12,000 habitantes j gentes cuyo carácter es amable y hospitalario. Esa ciudad, de aspecto antiguo y triste, de casas de azotea generalmente baJas, de calles irregulares, tortuosa.s y en parte inclinadas, fué fuudada poco después de la conquista, yes notable por las minas de plata circunvecinas, ellpecialmente las famosas de Rea~ de~Monte, Chico, Banta R08u, Oapula, Tepenené y PotoBÍ. Dentro de la población hay grandes establecimientos para el beneficio de los metal es y montados á la moderna, tales como La Luz y La PurilJima. Mucho impulso le ha dado el ferro· - 159 - carril mexicano, recientemente inaugurado y promovido por el Gobierno dol Estado do Hidalgo, quien ha obligado á los propietarios agrícolas y mineros 6 que do fuerza 6 grado, contribuyau á su construcción. Lo mismo deboría hacerse entre nosotros con el ferrocarril de Girardot. De la línoa principal salo una ramificación qne, por ahora, llega á la hacienda del Prc3idonto de la Unión, General González, y quo, con el tiompo se prolongará hasta 'l'ulancingo, lo.ciudad episcopal del Estado do Hidalgo. Pachuca, contra la quo de ordinario aconteco on las ciudades mexicanas, tiene muy pocos templos; sus callos, ya anchas, ya angostas; ya rectas, ya tortuosas, están mal empedradas j sus angostos callejones son arenosos; sus plazas pequeñas é irregulares, aunque adornadas con árboles, jardines y demás confortables de la civilización moderna. Abundan 108 indios, los extranjeros y las fondas do mal aspecto. Hay uno que otro hotel y varias casas de diligencias, á donùc llegan los hnallines do las poblaciones vecinas y donde son alojados los pasajoros, quienos, Bin embargo, deben comer en el vecino Restaurante. Este es el uso goneral en todo México; una cama pasable cucsta por noche 50 centavOB. El clima es frío, suma:nente ventoso por la tarde y nocho y muy dcstemplado. El Estado de Hidalgo tiene 427,340 habitantes. El martes 22 regresé de Pachuca á !rolo, por la mañana y á la una y médía tomé, en {'sta última estación el tron del ferrocarril de Veracruz, para estar en A pizaco á las cuatro, después de recorror 12 leguas del ferrocarril de Pachuca y 13 en el inglés. Las 18 leguas en el espaiíol me cOBtaron, en pl'Ímora clase, $ 0-82 centavos, las 15 Jel mexicano, S 1-0, Y en segunda, Jas 13 dGI inglés, ~ 0-85, también en segunda. En Apizaco dejó la línea recta y tomé el ramal de Puebla, que mido 9 leguas y me costó, en primera, $ 1-60. Ahora dos aiios cuando lleguó á Apizaco, no había en 0:;0 parajo sino una mala Estación; al presente, se ven en él un grupo de imponentes - 160 - edificios,bodegas, restaurantes, oficiuas,.maestranzRs, ect. y gran número chas de pobladoresj prostituidas notiene y extranjeros. un soio templo; pero sl mu- En Santa hace nueve Àna, meses, no había sino un mal coche que conducía los pasajero!! Ii 'nascala; ahora los hermosos wagon es del tranvía, empresa de la casa de Fortunio de Puebla, recorren yu. media legua y la cnrrieladura está llega.ndo á la capital del microscópico Estado * de 'l'lascala, distante de Santa Al1a 8 kilómetros. En Pùebla tras nna ausencia de nueve meses, encontré en servicio cinco estaciones; las antiguas del ferrocarril inglés y del tranvía do Cholula y las m:evas del ferrocarril de San Marcos, del tranvía de San :l\1artín y del camino de hierro que so está construyendo para explot..'\r las minas de carbón 5litu:ldn.s en el Bstado de Oajaca. Dos nuevas fábricas de tejidos é hilados, establecidas por los españoles merced á la paz, y al trabajo, ayudan á completar el cuadro lisongero de mejoras y de adelantos que presenta la. ciudad Angélica ó de Zarago;Ia, como la llaman los liborales. tí. la e'ltacióll, A las sois llegamos donde gran e¡:;porn.ban á número do coches y algunos wagon es de tranvía los vi~jeros para trasladados á sus casas, por seis centav0S en éstos y veinticinco en aquellos. El nuevo kiosco de la plaza ya estaba concluído y la Penitenciaría al terminarse. ¡Feliz país donde la paz y el trabajo van cicatrizando abiertas por los políticos y revolucionarios I El jueves 2·1 saIl de Puebla por la línea férrea' las llagas de San Marcol'l, abierta al tráfico el 9 de Abril del presente año. Esta línea, que míde 93 kilómetros (19 leguas), ha sido construída por los ca.pitalistas poblanos 'reruel y Borbolla con una sub· .• Visité por segunda. vez á Tlascala y el próximo Santnario do la Virgen de Ocotlan. Hice el trayecto á caballo exponiéndome â scr desva.lijado por lOBbandoleros cerca. del Santuario, en donde días antes robaron A unos manteroB. - 161 - venclOn de siete mil fuortes por kilómetro. Termina en San Juan de los Llanos y pasa por sólo dos poblaciones algo notables, San ?t.larcos y Amozoc. N a tiene grandes obras de arte, pues, como los anteriores quo acabo de recorrer, atraviosa los terrenos poco ondlllndos do la grande altiplanicie mexicana. Fuera de algunos cOl'tes en pequeûas colinas (I oteros, de varios puentes sobre torrentes que s€ desprenùen del monte Malintzin y de n.lgunos terraplenes, ospecialmente el grande del Pinar, todo la restante es plano y muy haceùero. La Estación de Puebla se halla instalada en el antiguo templo, y las oficinas on el oonvento de San PaDlo de l08 P/'aile.~, l'ccolota dominicana; 01 material rodante os escogido y de cOllstmcción inglesa, los wago:1Cs de primera son lujosos y cómodos. La primera clase do Puebla ó, San :Marcos, distantes la loguas que se hacen en dos horas) me costó S 0-82. Dos años tardaron en construíl' las Hl leguas do este camino férreo, obra puramente mexicana, cuyos empresarios son dueuos do gran parte de los terrenos por dondo pasan los rieles. Al principio rueda el tren á través de los campos vecinos al cerro de Guadalupe, cuya fortaleza, al presente desmantelada) recuerda la derrota quo en 18G2 el Geneml azteca 7.aragoza dió á los franceses comandados por el General Foroy. Desgraciadamente los mexicanos dejaron escapar 108 restos destrozados de la columna francesa, para. quo ollaR, más tarde, fuesen derrotados por la. misma columna cerca. de Orizaba. Los campos de esta comarca, como toùos los demás do la altiplanicie, ostontaban lozanas sementeras de mall'-, frijoles, habas, chicharo8 (alberjas) y cebada. La. colina do la derecha y las faldas de la Malintzin) (6 Malinche nombre que los aztecas daban á Doña María la intérprete dG Cortés) ti la izquierda, aparecían revestidas de matorrales) donde los indios ha con carb6n de madera. A los 18 kil6metros naB detuvimos en el pequeño pueblo 21 - 162 - de Amozoc, célebre por BUBherreroB. EstOBsalieron á la estaci6n para vender algunas de BUSmanufacturas. Un puñado do casas bajas de azotea con 4,446 habitantes, agrupadas en torno de daB templos, constituyen esta población, fuera de multitud dejacaZes (ranchos) de indioB. Más adelante, nos volvimos 6. parar en Acajete, pueblecillo cuyos moradores no Baben hablar español sino azteca, cosa que generalmente' acontece Ii los indioB de todas estas poblaciones pequeñae que no son centrales. No pocaB mujeres, vestidas do titixtle, (chicarte) venlun á vendernos duraznos y tunas . .A. las indias que usan ese vestido Be les llama comunmente enredadas. TeníamoB al frente el hermoso cerro del Pinar, revestido de espesa vegetaci6n y de oscuros árboles y á. la izquierda. el del Temllscalito, denominado así por afectar la forma de un temascal (horno grande). Sobre los ea mpos perfectamente cultivados por los indios, se destaca el Pinar verdadero Proteo que va cambiando de formas, Ii m~dida que la locomotora humeante le va dando vuelta. Corea del cerro hay una gran curva que llama la atención por estar abierta sobre elevado terraplen, formado de piedra seca on contorno de la falda de una colina. La vista descubro por toda aquella encantadora comarca varias haciendas pertenecientes á la familia de uno de los empresarios del ferrocarril de San MarCOB. Algunos desperfectos, sufridos por causa de las lluvias, han trastornado la hora de la llegada de 108 trenes * • Los indios de México y Guatemala acostumbran tomar una. especie de baño rusa. Al efecto calientan hasta 58 grados la.estufa (¡ horno, que lla.ma.n temascal, y en ella cntran desnudos para audar durante algunos minutos; luégo, Comoindispensable complemento, se bañan con agua.tibia., y, por {¡!timo,sa.lenbien arropadoi:l. Las gentes de este país no acostumbran, ni gustan bañarse en agua. fría, todos, ann las mujeres, 10 hacen enc~~erados, (dcsnudos) ya. estén solos ó a.compañados. y desacreditado 16~ - algo ese nuevo camino. Después de corta. detención en una do las haciendas que circundan el Pina')', entramos ou las llanuras menos pintorescas de San :Marcos y tocamos eu la Estación de este nombre, perteneciente á la gran líuea de hierro de México á Voracruz. Todos estos sitios, tan verdes y lozanos en los meses de lluvias, se agostan y aridecen en el medio año que dura la estación soca. Todos ellos carecen de ríos y arroyos, verdadera vida de los prados, y se debe suplirlos con pozos que miden, á las veces, 96 varas do profuudidad ú conjagiieyes, (grandes estanques ó lagunas artifi.~ ciales) doude se ropresa el agua durante las lluvias para regar los campos y dar de beber á los animales en tiempo de soquedad. Nuestros hermosos campos de Colombia no tienen semejante desv.:mtaj:l.. Tal vez, debido á esas grandes presas de agua ostancada, reinan on III altiplanicie mexicana las calenturas intermitentes. A las once y media sali de San Marcos en los grandes wagones del ferrocarril inglés, habiendo dejado con pona los elegantes y pequeños de San Marcos á Puebla. A la una comí por ocho reales on el Restaurante francés de Esperanza, á donde llegamos á las doce y tres cuartos después de recorrer 10 leguas y media on 95 minutos, y cerca de las dos de la tarde tomó los carros del tranvía Ó ferrocarril de sangre, que de aquella listación de E8peranza salen para Tehuacan. Tenía que bajar OIl ellos, desdo la altura de 2,430 metros hasta la do 1,652, os decir, 778 motros en la. distancia de 10 leguas quo mido esa carrilora de Esperanza á Tehuacan. Al principio corrimos por la extensa llanura do la altiplanicie, bastante lozana y bieu sembrada on esta época; luégo, los cuatro wagones, dos de primera y dos de segunda, comenzaron á descender por la Cañada, mas por su propio peso que por la fuerza. de dos troncos de mulas a.tados á cada uno do los carros. Nos 164 detuvimos en las Estaciones de la Oañada, Llano Grande y Miahuatlan durante algunos minutos, mientras se remudaban los tiros para. poder llegar á. Tehuacan á las seis de la tarde, después de cuatro horas empleadas en recorrer 10 leguas. El tráfico de todos estos ferrocarriles secundarios, español de Trolo y mexicanos de San Marcos, Pachuca y 'l'ehuacan es MUY INFERIOR a.l que se hace en nuestra Sabana entre Bogotá y Facatativá, y apenas igual al movimiento de carga y pasajeros entre Bogotá Y La Mesa, Bogotá y Zipaquirá, i Cuánto negocio no harían en Colombia los que emprendiesen líneas férreas entre los puntos indicados! Pero la inteligencia y la ilustración sólo nos sirven allá para vivir en perennes disputas yen irreconciliables odios de partido, mientras.aquí con menor inteligencia 6 ilustración se viaja cómodamente en ferrocarriles y tran vías. En Miahautlan me esperaba Don Julio Caballero, co~ un coche para llevarme á su hacienda del Carnero, distante del pueblo m6día legua. Las casas de esa haciend a, como las do casi todas las demás de este país, son bajas y de azotea; las piezas, trojes, pa.t.ioy corrales, espaciosos. El Carne¡'o es muy extenso y contiene vastas explanadas en el valle de 'fehuacan, cubiertas de bosque. Su riqueza consiste en la siembra de maíz y de ají, (ó en las milpas y chílares) y en la confección de carne de chito (cabra ó carnero secos y salados). Para las siembras se tienen los indispensables jagiieyes (estanques) y varios instrumentos modernos de agricultura; para. hacer el chito, se matan anualmente algunos millares (30 mil) de cabras y carneros, durante los últimos meses del año; lu6go se salan, se dividen en grandes placas y se Becan. :MI chito es algo como nuestro tasajo ó como el charqui (carne seoa) de Buenos Aires y Chile. Del chito hacen mole~ os decir, un menjurgue impasabl~ compuesto de chile, ajonjolí, jitomate (tomate grande) '1 de - 165 - no sé que otl'OS ingredientes. El mole de chito y el de h¡¿ajolote (pavo) se hallan al frente de otra larga serie de platos muy en uso, como gua8molG.~, chirmoles, tismoles, [JllaCa1noles etc. etc. A ninguno de ellos me he podido acostumbrar, pues son muy picantes y sumamente desagradables á otro paladar que no sea el dEiI mexicano, quien los toma con delicia, Lo mi~mome ha acontocido con el desabrido pulque, el aguanoso tlachique (pulque ordinario), el abomiuable tepache(especie de guarapo) y 01 fuorte m.ezcal (aguardiente de penca). Esto lo digo con permiso de los sandios redactores de El Diario del lIogar de ~féxico, quiones bufan y se indignan, porque hablo con poco entusiasmo de aus comidas y bebidas. Nada pinta también á un puoblo como SIlS costumbres, lenguaje y alimentación, y pal' ondo mo he esforzado en hablar de esos tres roveladores del estado de civili:\ación de oste país, aunque los do El Diario del Hogar donomir.en mis escritos "errores y vulgaridades do una desgraciadLÚma pluma." En cuanto á lOI errores, muy pocos tongo quo roctificar, pues ho tomado mis datos de documentos ouciales, do hentes autorizadas 6 do un largo estudio y detonida obsorvación, durante dos años y medio . .Ahora, después do mi larga residencia en esto país y do muchas oxcursiones por su territorio, diría lo mismo que dije en mis primeras rovistas do hace veinte mosos. * El viornes 25 do Agosto salí dol Oarnero, on compañía do Don Juro, y me dirigí á Tehuacan en el coche do la hacienda, al través de las milpas, chilares y bosques perteneciontes á la familia Caballoro. Tohuacan es una bonita ciudad con siete mil habitantes, clima templado la mayor parte dol año, calles planas, a.nchal:l enlosadas, rectas, sin ompedrar y surcadas por cauos, que riegan, no interrumpida sorio de árboles, dejando Ii J I< Pala.bras Bogotá. cit~daB maliciosamente por El Oor¡,.~Brvado1· de - 166 - los lados espacio suficiente para los poquísimos coches que en ellas ruedan. Sus casas son bajas, de azoteas y con grandes ventanas de hierro á la calle, como se estila en todas las ciudades secundarias de la altiplanicie mexicana. Tiene cinco Ó seis templos de b6veda y cúpula, plaza adornada de árboles y jardines, fuentes y asientos, plaza de mercado, circo do toros, varios mesones y hoteles. E I mesón, ó casa (le posada de la clase pobre, es típico en México y tiene mucho do las carabaneras de los orientales. En el patio y corredores, sumamente desaseados, están los bl¿rro8, caballería predilecta del indio, los aparejos ó enjalmas, los arrieros y sus cargas en un pÔle-1nl!le delicioso. Mientras el jumento como sacate (caña de maíz, cebada, etc.) el indígena engulle las enchiladitas, los molito¡;, las tortillas y el chilito ó ajl. La Estación de las tranvías es bonita y aseada. Tehuacan está situada en extenso valle, casi cercado de montes por todos lados, menos al Sudeste, donde principian algunas llanuras ligeramente inclinadas y escalonadas que conducen á la Cañada de Oaxaca. El agua de todos estos contornos es gruesa., de mal sabor y está cargada de cal, de soda y de magnesia. 'fan gl'ande es la abundancia de granadas exquisitas qU9 18. población se denomina Tehuascan de las Granadas. El carácter de la gente ofrece los rasgos genel'ale!! del mexicano, pero es menos desconfiada y más amable que la de las poblaciones del interior. El comercio y la agricul.tura son los principales ramos de que viven sus habitantes. El sábado 26 salí á las ocho de la mañana en el coche de los Caballero, tirado por cuatro mulas, y me dirigí hacia el pueblo de Coxcatlan, situado á siete leguas de 'fehuacan. A.I salir de la ciudad comenzó á rodar nuestro carruaje por un ancho camino apenas inclinado y no poco escabroso para vehículos de ruedas. De la primera llanura entramos en la segunda, después de una bajada. muy corta y a.lgo más pen_ - 167 - diente. Terminado este segundo llano, nos encontramos ya en 130 Cañada dû Oaxaca, vastísimo valle de tierra caliente sembrado de haciendas, trapiches tián, situado puehlo y pueblos. en medio metl'os, on una hayectoria á San Sebas- De 'l'ehuacan valle, habíamoE de 14 kilómetros, bajado 296 (3 leguas y ~), por en medio de torronos arenosos y casi sin cultivo. A la lejos se veían la gmn población de Ajálpan y la hermosa hacienda de Buenavista. Por el camino tí cada paso, tí nos encontrábamos, las indias ùe San Sebastián, sentadas sobre burros entre grandOl:;chiquihuites (canastos), con rebozos blancos y con h¡¿ipil€.~, también blancos, y sin mangas). (especie de largos roquetes, Casi todas llevaban sobre las rodillas á sus hijuelos. Sebastián cambia de aspecto doado do árbole;;; y matorrales Desde Sau el camino y va apareciendo borque refrescan con SIl sombra al caminante desfallecido por el cansancio y el calor. Pasado el pequeüo río de Venta-Salada, se entra en los terrenos de ln. grande hacienda de Calípam. AlIado de muchos árboles, de plantíos de caÏta, de sementeras cito do cactus de toùas y de matorrales, formas y dimensiones, se ve un ejérllamados aquí cm'dones, órganos, pita hayas, etc. Por la general son plantas colosales qne llaman mucho la atención do los '3uropeos. En Calípam hay trapiche de agua, alambique y salones de purga j todo de modesta apal'Íencia. La casa de habitación os grande ùilatados y cómoL1a, oxtensa 10.3 terrenos la llUerta do árboles tl'Utalcs, de cultivo, encogida y poco hospitalar'ia la familia Cacho, propietaria de esta me trasladé el siguiente vecino pueblo Je Coxcatlan. cOl'l'la entre do la hacienda. los matorrales, domingo, En el huallincito 27 de Agosto, El coche, tiraùo por cuatro espinos y carùones, al mulas siguiendo df1signal y C!5cabroso camino, como si rodara por nivelada carre- tara. l'" na llOra Jespu6s me hallaba on este destierro 6 pueblo medio arrninaùo, pordido cntl'l' esposa arboleda y reco¡;tado al - 168 - pie de alta cerranía la cual no lo defiende de los ventarrones que' soplan casi todas las tardes refrescando demasiado la ardiente temperatura de la mañana. La gente es buena, más encogida; abunda dentro del casco de la población la que aqulllaman, para distinguida de los indios, gente de razón. Por la general los indios son muy pobres, de color oscuro y de tosca fisonomía, amables, pero desconfiados. i Qué diferencia tan enorme entre estos y nuestros despiertos, alegres y vivos calentanos I Hay en Coxcatlan dos personajes que todos conocen: tata Lupe (taita Guadalupe) y tía :Marcela. Ar¡uel es un sacerdote r¡ue tendrá sus 95 auos, pues, en tiempo de Iturbide y sienJo YR. do misa formó la escolta que fllsil6 al espaiíol Evin, Y esta fué la pilmauma (ama de brazos) de tata Lupe. No puedo tener menos de 115 años y está más fuerte y robusta que el padre Guadalupe Osario, como se llama el anciano sacerdote. Aunque medio escondido en el monte, Coxcatlan está, al prosente, alborotado con una compaiiía nacional de maromorOS y con los ensayos que varios aficionados dt) ambos sexos están haciendo de una comedia y de una. zarzuola para representarlas el16 de Septiembre, día de la independencia mexicana. De Coxcatlan para adelante, hacia la ciudad do Oaxaca, se viaja ordinariamente á caballo ó en litera. Es esta un gran clIjón, casi de las dimensiones de una cama de coche y afectando la. forma de urna de Santo Sepulcro. Para viajar en él, colócase sobre una especie de andas de madera y dentro de las dos extremidades salientes delanteras se coloca una mnla y dentro de las traseras, otra. Esta operación no se podría verificar, si las 'mulas no fuesen aquí tan mansas y dóciles, no estuviesen tan bien enseñadas y si lOB caminos se pareciesen á nuestro Guanacas 6 Quindío. Dentro de la litera van una 6 dos personas sentadas ó acostadas. En estas tierras calientes hay lOB mismos ncbos que en las nuestras, y su clima es muy sano. - 160 - Abundan loa indios que no saben hablar español) como el1 Cholula, Tlascala, Amozoc, ~tc. etc. y aon tan voraces que comen varias sabandijas; así, v. g. al alaorán le quitan la ponzoñ.a, se la engullen envuelto en arepa y dicen que sabe á camar6n. En todo México son muy religiosos, pero superticioBOs. Se puede afirmar que adoran las imágenes como imágenes, pues se oponen tenllzmente á que se retoquen Ó oambien SU8 efigies predilectas, aunque muy deterioradas 6 monstruosas, y no pocas veces la insistencia del obispo 6 cura en cambiarlas 6 retocarlas ha sido causa de graves des6rdenes. Les encanta el ruido en sus funciones religiosas, repiques, cohetes y petardos; gustan mucho de procesiones, hasta el punto de pagar la multa fijada contra los que infringen esta prohibición, antes que desistir de la costumb1'8. La gente de Coxcatlan vive enjacales, (ranchos de paja de maíz y de carrizo) rodeados de nntl. cerca viva. 6 de palizadas; la de San Sebastián, casi en su totalidad indígena, y la de Pazingo no tiendn las sombrías arboledas y los árboles fru· tales de los coxcatecos, y viven, pOl' lo general, en miserables jacales de carrizos (cañ.as) cnbiertos con techo plano. En estos pueblos todavillose habla el aztecà, el popolaco y e'l mixteeo; pero, algo más adelante, ya. comienzan los tettitorios del idioma zapoteco, Ii cuya tribu pertenecía el célebre Benito Juá-rez. Pienso regresar en los primeros días de Agosto ó. Tehnacan para luégo trasladar me á Oriza.ba, pnes este élima variable poco me sienta y me aburre la mnerte, silencio y monotonía del pueblo. Merced á lOB telegramas de La Patria he sabido algo de Colombia, pero algo que descorazonl\: fi Elecciones, motines, renuncia de la candidatura Otálora., temores de revoluci6it; nada de ferrocarriles,' ni de adelantos, ni de mejoras. Todas esas miserias, qne ahora el telégrafo va haciendo públiCás, 80n f) 22 - 110 - las que ponen en la pluma del Redactor de The Graphic de Londres estas duras expresiones: No tenemos los europeos mucho que gloriarnoB de la civilizaci6n que hemos importado á.la América del Sur Chile, que parecía la más sensata, con el Perú ha mostrado que es tan salvaje como las demás repúblicas." Su afectísimo, . FEDERICO C. AGUILAR. (t Orjzaba, Septiembre 30 de 1883. ·Señor Redactor de El Pa'atkmp~. Cansado del ll.Íslamientoen que me hallaba en el pueblo de Coxcatlan y del viento que soplaba casi todas las tardes, me decidí pasar Ii esta ciudad de Orizaba, capital del Estado de Veracruz. Por dos pesos tomé en alqui1~r un rocín flaco y un jumento enjalmado. Yo montaba el caballo en silla baquera mexicana, de grande cabeza, fuste sin coraza, estribos de ancho a.ro de hierro, pendientes de anchas correas, y larape .(cobija) doblado Ii la grupa; mi escudero iba á. horcajadas sobre el aparejo del rucio y llevaba mis tiliches,tarantines ó hilachas, como dicen por ácá. Todo anduvo muy bien en las .primeras horas de la mañana, refrescada con la lluvia de la noche, mientras marchábamos á la. sombra de los árboles, de los cardones (cirios) y de los matorrales que rovisten la. campiña, desde Coxcatlan á San Sebastián; pero, á partir de este .pueblo hasta Tehnaean, la escena cambió; ya por la intensidad de los rayos del 801 que caía.n sobre mis espaldas como lluvia .de fuego; ya por el polvo del ancho y apenas inclinado camino; ya. también por la. ausencia de á.rboles que nos refrescasen con BU Bombra.h08pitalaria. En San Sebastián quise apaga.r la.Bed 111 con el abominable tepache 6 guarapo que no pude beber y en PallÍngo tuve quo contentarme con dos huevos fritos y un pésimo caldo, heoho oon carne oliscosa j pues no era. posible decidir me á comer el repugnante mole de chite, (salsa de ajonjolí, tomate y ají con carne seca de chivo) que una fondísta 6 Maritornes azteca me ofreoía haciendo de 61 grandes elogios. A las ocho salí de Coxcatlan y á. las cuatro llegué' 'fehuacan, recorriendo seis leguas y media en ocho horas, leguas que podía haber hecho on una, si hubiese andado en ferrocarril. Llegué muy estropeado al Hotel Español por causa, especial~ mente, de lOBestribos que las sillas mexicaHas tienen muy atrás. Después de dos días de reposo, tomé la tra.nvía que en cinco horas y por $ 1-50 me condujo á la Esperanza, (50 kilómetros) donde debía. comer y tomar el tren do Veracruz. A la una y media. salímos de la Esperanza en los grandes wagones del ferrooarril inglés para llegar á Orizaba á las tres y media, dospués do recorrer 46 kilómetros (9 leguas) con el gasto de $ 1-25. Un cuart-o de hora más tarde, nos detuvimos dos minutos en la Estación de Boca del Monte, antos de comenzar la. bajada de la cuesta de Maltrata. Nada hay tan imponente oomo ose descenso, hocha en grandes trenes, por estrecha cor~ Disa tallada. on las rocas, teniendo un abismo horripilante á. la dorecha, elevados peñascos á. la izquierda y al frente bellísimo panorama, que so va desplegando enoantandor, Ii medida que humeante y bufadora avanza la máquina. Las cumbres de Aculzingo, las praderas verdes de Maltrata y los osouros pinares do los vecinos montes van presentándose á la vista del viajero que palpita de emoción y tiembla de miedo; ora entre en los OBcurostúneles; ora pase rápido al través de los puentes de hierro, echados sobre abismos j ora. atraviese por el Iondo de profundos cortes, hechos en las peñas esquistosas j ora serpentée en el largo tren por repetidas curvas j ora. se asome á -ln"lea 'balconee ~el wason ~ lee sitioa donde algunas murallas de cal y œn~ BDplenla falta de rooa y dejan ver hondas y ~8 sirna8. Ouatro leguas más abajo de Boca del Monte, Be d,ûeDe el *1'88 en la EBtaoión de Maltrata, después de haber -jado 8~ hora J onarto los 824 metros que tiene de altura. el pft1D8F det0e08!Q de la cordillera, sobre la que se levantan las vaatu altipla~ mexiœnas. Habíamos pasado en eBas cuatIo.l •••• seis túneles y cinco grandes puentes de hierro, que BOD elltQo del ferrocarril de Veracruz. Cuando el nuestro de Occ~n~ ó Girardot trepe á la Saba.na de Bogotá, desde Ano!aima , Oipaeón 6 de Cuaio al Tequendama, presentará. los w~ abismes,. dificultades y obra.s de arte que el mexicano j pero, ~s ~ serin máB bellos y sus vistas más risueñas J vari~." J)etp. de. Maltratll,eeguimos. á lo largo del ameno y a.ngoato val.1e. que noa oondujo á loa InfiemiUoB, paraje donde ~ luelye á Mu:ir .108 piés, deI viajero otro abismo sobre el que 88 ~~ el VΡJduo~ f6n'~ de llll J'oya y se atraviesa el túnel ~~~o... pl1lJ"8 de~~deJ' ~OO metrOIJ más hasta la entrada del l!~~<W Enc'nal. Aqui sa principian á notar la vegetaci6n ~huber~ ~ los cli~~ cálidos y una Burna humedad en el ",iret qu~ CQn._~ tanto COD, la seqned~d de la altiplanicie. A ~Ol! legQA8.y J;Uedia.de .Ma.l~~ se detiene el tren en la Esta~i6r;ld~ ~o8.No~, en. ~dio de verd~ campos. Este sitio œ <J,obleplenteno~bleJ por la gran £ábri.ca.de hilados que agrupa en ~rDo. ~1,110 laboriosos pobladores y por el matrimonio que "n él ce~ebr6se,.~n.1624, entre el español Juan de Jaramillo y llJl ç~leQre il,lWa..•intérprete 1. manceba. de Cortés, Doña. María, ~a,da ~n México la MeUnche. La £á,brica <le hilados, tejidos 'l ~1. tlijl~ 250 mil fne~ para las contribuciones, tiDde' 12,0,900 Y ewplee. 211 Op~08. Ocho kil6metro8 más 4~ési~·Q,tra:f~ b.on~ bQq\i.erQn,ISe v~n &~e- .a.~~, - 1'73 - cel' las esboltas torres de Orizaba y la ciudad, sepultada entre las copas de frondosos árboles. A las tres y media so paró el tron en 6U hormosa Estación; dejó allí la gran locomotora Fairlie, de doble chimenea, y tomó otra para descender á Veracruz. En dos años háse acrecentado mucho el grupo do edificios de la Estación de Orizaba, pues la compañía inglesa del ferrocarril ha establecido en ella sus maestranzas. Dejamos los wagones para tomar las tranvías 6 urbanos, como las llaman aquí, las cuales circulan por las calles principales y se avanzan hasta 01 Ingenio, distante legua y media do la ciudad. Orizaba tiene monos población (30 mil habitantes) comercio y movimiento que Bogotá; sin embargo, el rendimiento do la tranv1a es grande. IOuánto no g,ma.rÍan los empresarios que en Bogotá establecieson una, de las Cruces á San Diego y Chapinero, con ramificación al Pante6n para carros mortuorios! Pero la política y los partidos allá lo absorven todo. Haco algo más do mes y medio quo La Patria está publicando kalogramas do Centro y Sud-América. Con esos partes, reproducidos luégo por los domás porióù.icos, se ha puesto remedio ú la casi absoluta ignorancia que se tenía on esta República de lo que pasa en la otra América. Puos bien, desde que ae comenzaron á publicar y düunoir, con mengua nuestra, de Colombia no se han difundido más noticias que las de elecciones, azonadas on Zipaquírá y sE1mibancarrota del Erario nacional. I Por Dios! no nos desacreditemos. Ahora quo el telégrafo comienza ti hablar de nosotros en el extranjero, no salga.mos con meras elocciones, desórdenes y bancarrotas. Orizaba es ciudad de clima templado (20 grados dol centígrado, como media anual) y sumamente húmedo, en la que llueve con frecuencia y á torrentes, midiondo al año el udómetro dos metros y medio, y aun tres, de agua. Sus calles, angostas y rectas parecidas á. las de Bogotá, tienen caños '1 - 174 - por ellas circulan pocos carruajes; sus casas, ordinariamente bajas, tienen grandes ventanas de hierro y están cubiertas de tejados, saliendo así de la. costumbre general de las azoteas tan. común en las ciudades mexicanas. Rayen ella larga y ancha avenida, bordeada de buenos edificios y adornada con árboles, que tortuosa recorre la ciudad y encierra los mejorcs almacenes 6 cajones, (como los llaman en México) y los más· cómodos hoteles. Cuenta Orizaba con once buenos templos, dos teatros, siendo el denominado Llave, grande, hermoso y muy reciente, con regular plaza de mercado, dos plazas embellecidas con árboles, jardines, asientos de hierro, fuentes, faroles, etc. La gente es muy religiosa y amable. }JI Ejecutivo y la Asamblea del Estado de Veracruz se hallan establecidos en Orizaba, pero el Obispo vive en la vecina. ciudad de Jalapa, huyendo, tanto aquellos como éste, del vómito negro de Veracruz. La ciudad ha progresado mucho en los diez aúos que lleva de terminado el ferrocarril de México, y su movimiento comercial es notable. En el sólo cantón de Orizaba hay dos grandes fábricas de hilados; la de Cocolápan que vale $ 350,000 fuertes, ocupa 450 operarios y produce anualmente $ 300,000 Y la de los Nogales, de $ 250,000 fuertes de valor y $ ] 20,000 de rendimiento, ocupa.ndo 217 operarios. Hay también, entre muchos otros, seis grandes ingenios de azúcar, panela y aguardiente: San Antonio que vale $ 120,000, produce $ 150,000 y ocupa 160 trabajadores; Jalapilla que vale $ 200,000, rinde $ 150,000 Y ocupa 200 peones; 'ruxpango que vale $ 200,000, produce $ 62,000 Y ocupa 200; Sumidero que vale, $ 150,000 Y ocupa 200 j Tecuila que vale $ 70,000, rinde $ 100,000 Y ocupa 56 j Cna.tlápan que va.le $ 70,000, rinde 20,000 y ocupa 50 y el Jazmín que vale $ 90,000, rinde $ 150,OQO y ocupa 42 operarios. Orizaba está situado á. 1,223 motros Bobl'e el nivel del mal' en un hermoso valle, cuya exhuberante vegetación recuerda la - 175 - de nnestras costas, y se halla rodeado por altos y arbolados cerros, entre lOBque se distinguo por su celebridad histórica el del Borrego, donde derrotaron los franceses á los liberalos mexicanos en 1862. Al pio do ese corro y en la extromidad Noroeste de la ciudad hay un extenso paseo embollecido con toda la pompa de la naturaleza tropical, y á pocos pasos de la alameda se levauta, hecho de madera, el bonito edificio de la exposición que tuvo allí lugar en 1882. Por la ciudad pasa un río de no escaso caudal sobre el quo están tendidos algunos antiguos y grandes puentes. Orizaba está á los 18? 50' de latitud Norte, dista de México 58 leguas y de Veracruz 26, por la línea del ferrocarril inglés. Aunque sus alrodedores están cubiertos da tupidos matorrales, hay, sin embargo, algunas bonitas quintas que de contínuo luchan con la excesiva é invasora vegetación. Orizaba presenta casi todos los carácteres de las ciudades dol Cauca, con menos salubt'idad, menos artículos exportablei, mús humedad y frecuentes aguaceros. Con todo, Orizaba mantiene en actividad diez ingenios que representan un capital do $ 780,000 Y que producen anualmente $ 560,000; mantiene dos grandes fábricas de tejidos y papel do :$ GOO,OOO de valor, que rinden al aiío $ 420,000 Y sostieno cuatro molinos de harina que valen $ 100,000 Y dan anualmente productos que montan á $ 211,000. La paz, el tl'abajo y el ferrocarril han dado vida á esas grandes industrias y á otras muchas pequoñas; de cigarros, jabón, corte y aserradura de mármoles, cerveza, cte. etc. Un millón cuatrocientos mil pesos, valor de las grandes propiedades arriba enumeraùas y $ 1.101,000 de productos elaborados anualmento, hablan muy alto en favor do los ferrocarriles, de la paz y d"l trabajo. ¿ Qué no haría el vallo del Cauca, más grand(', poblado, sano y rico que el {:o Orizaba, si dejase la pereza, la política las revoluciones ¡la fiobre de los partidos? El valor de la propiedad agrícola y de - 176 _ sus rendimientos en Orizaba ,es de $ 556,000, para la primera, y de $ 262,600, para los segundos, según datos oficiales de la Memoria de la .A.dministl'ación pública del Estado' de Veracl'uz-Llave. Terminado el ferrocarril de Buenaventura, con los vapores del Cauca, la paz y el trabajo, podrá ese Estado levantarse á la altura á que la llaman su rico cacao, muy estimado aquí, incomparable caña de azúcar, excelente tabaco, arr.>z, algodón y demás artículos que sólo esperan ser cultivados en grande escala para enriquecer, dando el ciento por uno. Al recorrer yo las estrechas calles de esta ciudad quo llora agua por todos sus poros, al ver sus apachurrados tocho s tan semejantes á los nuestros, al contemplar los cordones de indias de titixtle (chircate) y de indios semisalvajefl, me admira.ba del enorme contraste que existe entre esos restos del antiguo quietismo de la colonia y el movimiento, animación y elegancia que encierran la estación del ferrocarril, sus dependencias y alrededorE,S. Cuando advertía por todas partes el empeño do los oriza.bcños en cml)('1l~'¡'prsu fea y tristo ciudad con jardines, arboledas, paseaR, fuentes, etc.; cuando miraba las calles recorridas por tranvías que hacon circular en ellas In vida; cuando notaba en la Estación tanto tráfico; cuando voía. humear las chimoneas de los ingenios ó da las fábricas, mo afligía debiendo confesar, que Orizaba se halla á más altura que muchas ciudades importantes de: Colombia.; no obstant.e ser esa tierra más hermosa, sana, feraz y rica que ésta, y sus habitantes más inteligentes, cultos, caballeros y entusiastas que 68toS. Pero, los malditos partidos, la abominable política, la. pereza embruteccdora dominan allá, y son la causa de que las ciudades est-én abandonadas, descuidadas, desgreñadas; son la. causa de que los campos eriales, en vez de ostentar ingenios y fábricas, s610 enarbolen sus bellísimas palmeras y que los cami- - 117 - nos en lugar de ser de fer son d'enfer.~Nos mata la falta. de patriotismo, pues amamos más el partido que á la. Patria. Orizaba recuerda su Monja-Alférez, como la vecina poblaci6n, ¡oufamosa Mulata de Oórdova. Bra la primera una Viscaina quefu6 obligada Ii ser monja contra su voluntad. Escap6se del convento saltando las tapias y vino á. Bersucesivamente criado, arriero, soldado y áun asesino. En 1650 fué enterrada. en el templo de San Juan de DioB de esta ciudad, dejando la sospecha de que fuese marimacho 6 hermafrodita. Era la segunda, una terrible bruja que, prendida por la inquisici6n y encerrada en la cárcel, el día menos pensado, dice la leyenda, pint6 con carbón un barco en las paredes del calabozo, meti6se dentro y desapareció por una de las esquinas. Esta República es muy rica on tradiciones maravillosas é interesantes, de las que he apuntado no pocas en mis revistas del año pasado, y que una pluma también cortada como la del peruano Ricardo Palma podría explotar maravillosamente. Orizaba presenta dos hechos notables y contrapuestos que pulverizan las objeciones que nuestros raizales hacen contra el progreso como opuesto á la Religión. Bn efecto, aquí Be encuentra la sociedad más cristiana, más resandera, máB devota, más aficionada á los Bacerdotes de todas estas COmarcas aztecas, y, a.l propio tiempo, se advierte todo el movimiento, tráfico y ruido propios de la industria y del comercio. Allá. en esa tierra donde la falta. de lógica, la confusi6n de ideas, las exageraciones y * ,. "la comercio decía M. Saffray cn 1863, la industria, la instrucción, en una palabra, toda la prosperidad de esto país, dependo tan sólo de una cosa: de 108 caminos. Cuando Nueva Granada los tenga, os indudable que 80 podrâ proclamar comoun pals sin rival, porque cn rig-orno sabe lo que posee, y parece no haber aprociado como merecían las inmensas riquezas que la podrian convertir en una de las rep1iblicasmás florecientos del mundo." 23 - 178 - las paradojas nos arruinan, allá conozco raiza.les que se oponen á los caminos de hierro, porque, dizq ue, nos atraen la impiedad; al adorno de las plazas, porque se hechan á perder con árboles y jardines, y porque no queda sitio donde se jueguen los toros, se celebre el San Juan ó pasteen los animales; á la eliminación de los caños para facilitar la circulación de carruajes, porque se suprime un elemento de salubridad y un adorno natural; á. que se empañeten algunas paredes que semejan tristes ruinas, porque son obras de arte; á que se embellezca la ciudad con el saludable y hermoso eucalyptus, porque, dizquo, produce un gusano letal y arruina 108 edifioios ! I ! En una palabra, se oponen á. toda mejora. y progreso, porque no existían en tiempo de BU dominación. Estos caballeros, que en cualquier otro pais serían mirados como locos, maniáticos ó vestigIos, pretenden mantenemos en la mugre, atraso y miseria. de esa Edad Media que el cristianismo * • Si las paredes, por ser de cal y canto deben quedar desnu. das mostrando sus piedras desiguales, en Mexico, Puebla, Gua.na.. juato, etc. todo debería exhibirse escueto y descarnado, pnes casi todo allí es de cal y canto. En Bogot' sc tiene esa pretensión absurda., porque estamos acostumbrados Ii ver la mayoría de l'uestros edifi· cios de adobe ó de tapia pisada. Sólo fachadas de sillerla como la.s de la. Catedral y el Capitolio, deben lucir sus piedras recortadas á cscuadra, pero la.sfeas paredos del Sagrario, de San Bartolomé, Sauta Clara, la.Tercera, Santa Inés deberían estuca.rsepara encubrir esas sus piedras desiguales y amarillentas. Los alares, característicos de Bogotá, son feos y apachurran la ciudad como los sombreros remingtons apachurran á la. persona que los lleva, produciendo unos y otros la más desagradable impresión cua.ndo se llega del extranjero. Sin embargo, 1lllOK y otros tienen razón de BOr,pues son utilísimos para defendet,*16 de nuefJltl'OB aguaœr08 torrcncÍa.J.es. - 179 - civilizó trasformándola en las sociodades adelantadas de nuestro siglo. Yo bien sé que escandalizo con esto franco lenguajo de progrese y civilizaci6n cristiana á ciertos farÍBeos raizales, quienes gritan y se indignan, porque pretendo, según sus necias y apasionadas apreciaciones, arrancar do Colombia la Religión para implantar el progreso: como si la una y el otro no so uniosen en eÜrechísimo consorcio. Semejantes gentes hacen un daîío enorme al catolicismo, no queriendo aceptar, ni concebir virtud, piedad y fe sino entre la mngre, en brazos de la pereza y abandono, engastadas en vergonzoso atraso ó inutilizadas con el egoísmo y la inacción. Cuando yo exhorto á mis compatriotas á que progresen, no pretendo que abandonen la virtud, la piedad, la fe, sino que á esos tres brillantes astros del horizonte cristiano, se unan los tres esplendorosos faros de la civilización, el progreso, el movimiento y el aseo. Los que tajes ideas tienen son hermanos legítimos de los porezosos y sucios mahomotanos de las ciudados interiores de la Turquía, quienes creyendo también, como nuestros raizales, quo el progreso es enemigo del Islamismo y del Coram, vivon entro la mugre y las ruinas, dados á la holgazanería, al quietismo y á los más i.S'nobles vicios. Los fervorosos católicos del Canadá, Rstados Unidos, Dinamarca, Holanda, Bélgica, etc., ligando on estrecho lazo el progreso más ilimitado y la religión más pura y activa, lanzan al rostro de nuestros raizales la más solemne desmontida. Ya somos los únicos quo en todo el mundo presentamos ese vestigIo ridículo de raizalismo; pues, hoy hasta los mismos dormilones turcos Se despiertan do BUpesado letargo, para emprender el sendero del progreso, del progreso que unido al cristianismo regenera á los pueblos y los haco grandes. Todavía no ho encontrado en México un sólo devoto que Bemuestre hostil á la admirable traaformación que la pa~ - 180 - y el trabajo van realizando en este país. Aquí los católicos, 108 conservadores, los sacerdotes, los religiosos, las monjas, las beatas y las gentes resanderas se regocijan al ver como progresa su país, apla"uden sinceros siempre que se inaguran lmo' vas mejoras y dan gracias á Dios que los ha sacado del atraso, miseria, quietismo, anarquía y corrupción en que habían estado sumidos durante sesenta y ocho años de guerras. Orizaba tiene un buen Oolegio del Estado, horfanatorio, hospital, algunas imprentas con dos petÍódicos industriales y noticiosos y plaza de toros. Hacia el N. N. O. se alza en lontananza el hermoso nevado de Orizaba, que llamaban Citlaltépetl (monte de la estrella) los primeros aztecas. En 1535 presentaba esta ciuda.d española un grupo de casas de paja y bahareque i más desde el principio de la conquista se hizo importante por causa del tráfico entre Veracruz y México. Por ella pasó el Conquistador Herntin Cortés en dos ocasiones, cuando fué á batirse con Pá.nfilo Narváez y cuando se dirigía á Honduras para someter á. Cristóbal de Olid. Su Teniente Sandoval fué el Conquistador y pacificador de esta comarca que los indios denominaban .Ahauializápan, de donde los españoles formaron .Aulizaba y Orizaba. En 1812 la tomaron los curas insurgentes Alarc6n y Moctezuma. y más tarde, en Octubre del mismo año, se apoderó de ella el cura Morelos. En 1821 Iturbide y Odonajú festejaron en ella los recientes tratados de C6rdova que derriba.ron definitivamente el poder español en México, mas por la habilidad de aquel ex-emperador quo por la fuerza de las armas, pues no sostuvieron casi ningún combate. Las fiestas del16 de Septiembre, aniversario de la ind~ pendencia. mexicana, celebrarónse en Orizaba con iluminación, cohetes, paseo cívico, repiques de campanas y discursos, como se estila. entre nosotros, y estrenando una lind2. plaza. La.paz y 01 trabaio de que disfruta 181 - este país conmomoraron esa focha con obras do progreso útiles á la Ropública. Entre todas sobresalen, como las más notables, la inaguración de daB nuevos trozos en 01 Ferrocarril Oentral 6 de Symons, entre Lagos y Aguas-ca.lientes (2110guas) y entre Chihuahua y Villa-Lerdo (98 leguas) y la inauguración de otra sección en el Ferrocarril nacional6 Sullivan, ontre Maravatio y Morelia (22 leguas). Con ostos nuovos retazos el Ferrocarril Oentral, de México á la frontera de los Estados Unidos, tieno ya en explotación 1,320 kil6metros Ó 264 leguas y el Sullivan, 290 kilómetros ó 58 leguas, es decir 322 leguas en tres años, corridos desde la fecha (Septiembre de 1880) en que se aprobaron los contratos. ¡Prueba ovidente de la increíble actividad angla-americana! pues yankees son los que han obtenido las concesiones do esas dos líneas que unirán á México con los Estados Unidos en el entranto año. Para que en Colombia no imitemos á los dos conejos do la fábula, "dejando la que importa por cuestiones de poco momento," bueno sería inocularnosalgo de sangre yankee que neutralice algún tanto nuestra. pereza y dieuelva el espíritu camorrista y politiquera de algunos de nuestros compatriotas. La Patria del14 de Septiembre publica un artículo sobre progreso do ferrocarriles on México del que extracto lo siguiente: HEl sorprendonte avance de la~ vías férreas que se construy(m on nuestro territorio es uno do los signos más inequívocos de la vitalidad de oste país, y el medio más poderoso, quizás, do producir un inmenso desarrollo material. La mayor parte no eBtán aun terminadas, y el movimiento quo ya han comunicado á la zona que recorren sus tramos, puestos al sorvicio público, indica la benéfica revolución que efectuarán el día, próximo por fortuna, on que liguen BUSpuntos extremos :hll patriotismo del pueblo mexicano, cerrando con - 1S2 - decisión firmÍ8ima la éra de sus agitaciones intestinas .. , ... ha secundado eficazmente la acción patriótica del' Gobierno, £acilitándole la tarea, que ahora tres años calificóse de irrealizable, y por ende temeraria." Luégo presenta la siguiente lista. de ferrocarriles, ya hoy abiertos al tráfico en todo el territorio de México. klms. klms. De Veracruz á México y mula Puebla .........•............ 471 De Guaynas á Nogales .. De Veracruz á Coatepec 120 De Silao á Guanajuato ... De Veracruz á Medellín 22 De Veracruz hacia AlvaDe México al Salto 83 rado: •........................ De México Ii Yautepec ISô De Veracruz hacia Jalapa De México á Calpulálpam. 121 De Tampico hacia San De México Il Aguas- CaLuis lientes 538 De Zacatecas hacia San De México á Morelia 290 Luis De Puebla á. Sau Juan de De Matamoros hacia Monlos Llanos 93 te-rey De Puebla á San Martín. 37 De Manzanillo hacia CoDe Puebla hacia Atixco ..• 39 lima De Paso del Norte á ChiDe Acámbaro hacia San huchuu. 286 Luis De Pachuca á. Irolo 60 De Piedras Neg¡,ag hacia De Mérida á Progreso 36 Saltillo De Mérida hacia Peto 37 De Nuevo Laredo á. SalDe Mérida hacia Vallatillo dolid 20 Siete trozos en otras siete De Mérida hacia Calquíní. 20 líneas ......................• De Altata á Culíacan .....• 62 Tranvías en México, PueDe Esperanza Ii Tehnacan 50 bIll., Veracruz y demás De Esperanza á. Chal chicociudades de la República Total 3.938 kil6metros 6 8961egu8.s. 10 501 23 55 24 115 30 57 46 72 117 383 135 250 Bueno entendie~,en 183 - sería quo las diversas Repúblicas de América so entre sí para la formación de una geografía. en la que desapareciesen tantos errores como contienen, aun lus más acreditadas. Aquí el señor García Cubas, el gran geógrafo oficial ha hecho recientemente una tercera edición de Sil Ourso elemental de Geografía Universal que se estudia en todos los colegios. Pnes aspectos, contiene bien, ese tratado, muchos recomendable errores bajo é inexactitudes otros sobre los puíses Sud-americanos. De Colombia, por ejemplo, dice: que su población actual es de 2.896.551, siendo así que no baja de que Bogotá, cuenta 50,000 almas, y tiene casi el doblo; cuatro; que Casanare y :M:ocoa son altiplanicies bianos, y que la importación portación de 11, cuando de los Andes colom- anual es de 10 millones y la exambas snmas llegan á 26 Y medio millones. Omite el Estado del Tolima y su hermoso nevado, y pone como ciudades de Cundinamarca lÍ. Neiva, Honda, La Plata, Chaparral y Gllamas varias inexactitudes los nombj·es. (Guama). y do otros errores Esto, fuera do otras en el modo de escribir Su afoctíEimo, F~;DEmco O. AGUIT,AR. Orizaba, Octubre 10 ùe 1883. Señol' Redador de El Pasatiempo. ¿ Ha leído usted la novela de Julio Verne cuyo título es: Una c'Íudad o,tÍ-hi,lrogenailo? ¿ Recuerda el experimento hé:cho por el tr:wicso doctor Ox en los pobres habitantes ùe Qlli'lucndonia, como en animrt '/-'iU. inundán<lulos de oxígeno, gas que Jos sacó de SIlS culsil¡"u>l.<5!tiza ùel bllrgamaestl'e Van Tricasse. tIel cOllspjero "Nikl:m,:;sp, dd comisario Passauf y del - 184 - improvisado general Orbideck unos verdaderos locos de atar, unos furibuudos frenéticos? ¿ Recuerda la entrevista del burgomaestre y del consejero con el doctor Ox, el estrepitoso final del cuarto acto de los Hugon'Jtes en el teatro de Quiquendonia, el baile en caSa del banquero Collaerb, la amenaza de duelo entre Van Tricasse y Niklausse y la declaración de guerra hecha por los quiquendonios á sus vecinos de Virgámen, por desafueros que datau de más de siete siglos? Pues, señor Redactor, triste es decirlo, pero es la verdad; el puüado de politiqueros y de adalides que embochinchan, inquietan y trastornan 6.Colombia impidiendo su progreso con tanta. política y tanto espíritu de bandería, se parecen mucho Ii los quiquenùonios, después de haber sido oxi-hidrogcnado por el doctor Ox. Cuando aquí, lejos, de esa atmósfera candente y saturada de política y de oxígeno, que allá se respira, leo ciertos periódicos de Bogotá, me parece que estoy pasando la vista por lOBcapítulos de la chírríada y cómica novela de Verne, í Qué cosa tan nocivamente ridícula! ¿ Y no Se avergüenzan de ella esos caballero!!, por otro lado inteligentes é ilustrados? ¡Pobre Colombia que ha sido convertida en una Qlliquendonia por un puñado de malos ciudadanos! Como el reelecto Presidente venidero, General Porfirio Díaz, árbitro de los destinos de este país, desde el plan de Tuxtepec es del Estado de Oaxaca, que en México hace el papel del Estado del Cauca; resulta, que legiones de oaxaqueños vienen á la capital para recibir bUènos destinos, dentro y * '" Aquí se llaman planes lOBpronuncia:mientos que tanto abundan en la historia mexicana j tales como el de Iguala, Casa-Mata, Ayutla, Tuxtepec y cien otros. Los cuatro enu:mer.:.dos levantaron sucesivamente el I:mperio, la. República, el liberalismo y el orden actual de paz y progreso. - 185 - fuera do su perimetro. Una cosa análoga Bucede con los del Estado Je :Morelos, al que pertenece 01 actual Arzobi~po de México, Sr. Labastida. Aunque la cosa es tan notablo que salta á. los ojos de los más miopes, aqul no lovantan la gritería que alzarían aUá los politi'} U81'08 y adalides; porque ostos seiíoros de por acá ro están oxi-hidrogenados como osos de por allá. :gn Colombia. nail jactamos de sel' muy tolemntos, pero la expo riencia y la,; viajes me ensmian, que una de las sociodades más intolerant,es de América, por carácter, ef; la nuestra, y lo os ell todo; Oil lo profano y religioso, on lo especulati va y práctico. Esa intolorancia (monta ontre las principales causas del ospí- ritu do partido, que nos devora é impide el prog¡'OSO do la patria. Los colombianos qllo trabajasen en modifiear nuestro carácter intolerante y oxi-hidrogenado, oxígeno quo contiene y que la. limpiadí>lima se empeñasen en hacer á causa atmósfera dol mucho de esa tierra, que ln, corriente do nuestra intoligencia y vitalidad se dirigiera más á la parte activa y práctica, dejando 01 canal do la toa ría y do la especula.ción, los ciudadanos patriotas, digo, que tal hicieran l)l'ensa y de la palabra, hay tanto charlatán y tan pocos politÙ¡uer(l8 y adalides medio de la hombl'es prácticos, donde entre lOB do partido. He le'ido en El Oonservador contra el soñar doctor por harían un gran bien ú. Colombia, de Bogotá algunae Ot6.lora, por haber comprado no para él sino para los Presidentes, críticas un coche, con 01 dinero de la Nación, y por 11aber nombrado Ii BUhijo Carlos Secretario de la Logación do Inglaterra. ¿ Qué diria El Oonservador, si allá Be hiciese 10 quo aquí hacen el Presidento tie la República, General González, y el Gobernador de México, seilOr FCl'Ilándo7, ? Estos dos señoreB compran haciendas y casas, edifican magníficos palacios, y el primero se ausenta va a.l Estado de Hidalgo donde ca.llandito do la capital y se tieno una nueva hacienda, 24 186 -para cuyo servicio ha hecho construír un ramal en el ferroca.rril do Pachuca. Por no hablar de la moneda de níkel, reèientemente introducida con Burna l'epugnancià del pueblo y del comercio, y en la.que, dicen, percibe grandes emolumentos cierto contratista español; y, cueuta ! que muchos aseguran ser español el dicho General González. A lo menos tiene fuertes acciones en el ferrocarril español de Acapulco, Méœico, !rolo y Veracruz. Allá nuestro carácter intolerante hace grandes aspavientos á cerca de pecadillos que aquí, y en las demás repúblicas, pasarían por escrúpulos de monjaj pero, la política y el espíritu de partido allá los tienen, como en Quiquendonia, oxi-hidrogenados. El partido conservador ha celebrado en esta República con l¡¡udable moderaci6n el Centenario del nacimiento de Iturbide y el sexagésimo segundo aniversario de la entrada de ese eñmero Emperador en la capital dt! la Unión mexicana. Un Te-Deum, algunos discursos á puerta cerrada, iluminación, fuegos y música llenaron la parte principal del programa. En honra del partido conservador mexicano es preciso decir, que no explotó esa ocasión propicia para turbar la paz de la República, ni impedir su progreso. Es curioso el ver como en-México los liberales, perseguidores de la Iglesia y del clero, celebran el 16 de Septiembre, aniversa.rio del grito dado en Dolores por el Cura Hidalgo, en 1810, y respondido en varios puntos de la Naci6n por los curas ba.talladores Morelos, Matamoros, Gómez y otros, ocho, ó diez más, adalides de sotana; mientras qll61QSconservadores, amigos del clero y defensores de la Iglesia., no gustan de ess fecha., y celebran el aniversario d& su! independencia el 27 de Septiembre, día en que entró ti Méxieo tria'RIante el ex-jefe español, Iturbide, á la cabeza. del e-jército triga:rante, el año de 1821. El liberal echa á los frailes- y mOlljRs de· los CQDventos,. qrruina estúpidamente muchos à.e elloE'),aJrrelbata.si'll piedad la.- - 187 - Botana al clérigo, quion S6 ve obligado á vestir levita, y roba millones á la iglesia; pero, luégo proclama á los clérigos padres de la patria, los vitorea con entusiasmo frenético y por dando quiera les levanta estatuas revestidas do la sotana. Sin embargo, la patria do Hidalgo y de su pléyade de curas fué la. patria boba de este país, patria que ni cuajó ni dur6, y se manchó Call los asesinatos y saqueo do Guanajuato por las hordas do indios de Hidalgo, con los fusilamientos del terrible cura Morolos y con el cuasi saqueo de Orizaba por sus arribeiíos, (habitantes de la altiplanicie). Hidalgo y Morelos fueron exco· mulgados, degradadosy£usilados. En Guanajuato todavía se ve la escarpia donde e8tuvo colgada la cabeza del primero en 01 Castillo de Granaditas, teatro de sus hazañas, frente á una ostatua do bronco que se ha lovantado en honor del héroo do Dolores. En mi pasada. carta le hablé en general do Orizaba, ciudad interesante del Estado de Veracruz por hallarse on la trayectoria rGcorrida por el ferrocarril do Móxico á la costa del Golfo; ahora le comunicaré algunos pormenores interesantes acerca de olla. El 3 de Octubre, un mes cabal después de mi llegada á Orizaba, merced al viento dol Sur quo sopla hace tres dlas, el cielo se despejó, los montos quo ciñen el pequeño valle, ostentaron libres do nubos SUtil verdes y arboladas cumbros y la excesiva humedad de la atmósfera. cedió al lugar ti un aire tibio y relativamente seco. i Había llovido veintiocho días de los treinta que llevaba yo de permanencia on la ciudad I Entramos, pues, en la temporada de los nortes que ahuyentan el vómito de Veracruz, agitan furiosos las olas del Golfo y so convierlien en interminables y tristísimos páramos, on la zona que Be halla lÍo la altura do Orizaba (1,227 metros). Subido cn las primeras eBcarpas del cerro dol Borrego, contemplaba yo, el 3 do Octubre! á la piadosa. y resandera ciudad, no obstante Ber - 188 - lugar de tránsito y oncerrar una de las :Mstaciones más activas y animadas de todas las líneas férreas mexicanas. La veía recostada hacia el Sudeste en un frondoso nido da verdura por entre el que aparecían sus casas, bajas y apachurradas como las de Bogotá, sobre el que los templos elevaban sus cúpulas y torres en medio de las copas de 108 árboles. Al pie del cerro Be extendía el hermoso paseo público, refrescado por grandes fuentes circulares, encerrado dentro de vis50sa pared ca.lada, en la que se abren ocho altas puertas, y embellecido por multitud de plantas de climas fríos y templados, tales como el pino, ciprés, álamo, fresno, eucalytus, naranjo y cafeto. Al ver tan frondoso paseo, me daba tristeza, recordando que en Colombia por causa de la maldita política, de los partidos y de la guerra civil no se piensa en adornar, como la hacen todos los países civilizados, nuestras ciudades, y que no pocos raizales todavía se oponen á que se haga en Bogotá. la que ya se ha hecho en Chile, Perú, Costa Rica, México y los Estados Unidos; es decir, adornar las plazas y más anchas calles con árboles, jardines, estatuas, fuentes, asientos de hierro, verjas y faroles. Al Sur de la ciudad veía qne se elevaban penachos de humo y espira.les de vapor entre los techos de zinc de los edificios de la"Estaci6n del ferrocarril, y qne una locomotora, sistema Ferlie de dos chimeneas, arrastraba en ese momento un tren de cinco grandes wagones con dirección á México. ¿ Cuándo 8erá que, desde La Peña ó Egipto, veamos rodar por nuestra Sabana ese agente indispensable del progreso moderno, y cuándo las pitadas de las máquinas acallarán la gritería do los charlatanes políticos y do 108 empecil1ados adalides de partido? Al pensar que voy á regresar á la patria después de siete años y medio de ausencia, y que deberé hoy subir á la rica y hermosa. Sabana de Bogotá. todavía en mula, se me ca.e el a.lma á los pies. Esta idea 189 - mo amarga más, M 10er en el Mensaje dirigido por el primer Magistrado el 16 del mes pasado, que están blica 4,800 kilómetros (3,600 leguas) á BJgotá de esto país á las Cámaras, ya constl'uídos en la. Repú~ (\,)60 leguas) hasta que la locomotora Aserradero; do vías férroas y 18,000 ! Yo pensaba no regrosar do líneas telegráficas mas, este mal de ya un aÍÍo y del quo no me no escalase las cumbres pecho puedo que me atormenta. dol hace sanar en los inconstantes y variables climas de México, me obliga á soportal' la humilla~ ción de 1legar caballero en lenla mula á una de las ciudados más ilustradas tiqueras de la América y adalidos española. i :Mil gracias á los poli- ! No lejos de la Estación se levantan el tomplo y convento do San .José de Gracia, obra terminada en 1838 con un costo de $ 500,000 Y según los planos del célebre Tolosa, el al'quitecto del Palacio de Minería. de México y el autor de la estatna de Carlos IV. Los edificantes padres misioneros franciscano!:!, que fuoron de allí arrojados por los liberales de la Reforma do 1857, han sido sustituídos en osos hermosos claustros por gente mañosa (ladrones) y por mesalinas (prostituldas) da la última ralea, á quionos da asilo la viuda del General ose monumento que ll'G arruina Llave, dueña más y más cada día. de Hacia el Noresto yen el centro de la ciudad se levanta la Parroquia, embaldosada,Je mármol por el actual Cura Sr. Orihuola, y construlda. con el gasto de $ 700,000. 'l'ione anexas dos capillus, tan vastas como una iglesia. Mis al Noreste presenta. su bonita fachada el Calvario con 01 adyacente Colegio del Estado y la Bi- bliotocapública, de monjas teresa s, exclaus- un tiempo convento trada!! cuando acababan de ostablecerse en Orizaba. Más lojos so encuentra Santa María, templo de los servitas, cuyo capellán es 01 padro padres jesuita italiano Dooodoni, ospaiíolos A.rtola y Piñón. acompañado Los iesultas de los no tenían con- -1"vento ni iglesia en Orizaba, y,8in embargo, aquí yen Puebla donde están mejor, pues en todo lo restal1te de la República, los pocos que hay se ven reducidos á. vivir a.islados como clérigos seculares sirviendo alguna iglesia. Los padres Espinosa. y Barragán, colombianos, está.n; el primero, en Chalchicomula y el !egun.o, en Zamora; el padre Mario Caballero, que estuvo en Bogotá. en 1860, muri6 de hipertrofia, on Vora cruz, el mes de Enero de este año. Todos ellos visten de levita y llevan 80mbrero de pelo. Adelante de Santa Maria se ven aUD las imponentes ruinas del templo y convento do los padres Carmelitas, Ese lindo templo está arruinado, después de haber sido convertido en cuadra; una parte de la costosa arquería y de las bóvedas fué torpemente derribada para abrir ancha calle, por la cual casi nadie transita, y 10 restante del convento está convertido en cuartel. Estos padres, juntamente con los franciscanos de San José de Gracia, ejercieron poderoso influjo sobre los orizabañOB durante muchos años, y esta es la verdadera causa de que esta ciudad sea tan piadosa. y rezandera, más aun que Puebla y Guanajuato. Me llama la atenci6n el que en la América del Sur no hubiese en tiempo de la Colonia padres carmelitas, mientras que en México tenian,ontre varios otros, tres grandes templos y conventos, en Puebla, en Celaya y en Orizaba. Por último, viene la iglesia de San Felipe y sU,bonito convento, hoy convertido en hospital, trasladado de San Juan de Dios, su antiguo local. AlIado hay un establecimiento público de baños de regadera y de baños rusos 6 de vapor. Los de regadera y de <lucha, ya. muy comuues en las ciudades de México, . han venido á hacer competencia á los tibios de tina y de pZacer, (pequeña alberca) tan comunes en este país, donde todas las clases de la. sociedad se bañan frecuentemente. Parece que esta œstumbre mexicana viene de los indios quienes se baña-QS - 191 - ba.n y se bañan en temascales leña 6 paja). el Perú (estufa.s ú hornos calentados Aquí no se lava la ropa, como lo hacen y Europa, en agua caliente, ~on- en Chile, ni en los ríos como en Coiombia, sino en bateas (artezas) donde se rostrega y no se golpea. 'J'al vez 01 aseo y la costumbre de bañarse con frecuencia precave tí. los mexicanos del centro de algunas de esas nuestras enfermeda.d es, tan repugnantes aquí, como la elefancia, tosos) y que no son conocidas las llagas y las pecas. Hay pintas (cara- en el :Estado de Guerrero, barcia (coto) on algunos puntos; como allá en el Tolima, hay mas, son tan raros que no he visto todavla ninguno. En cambio, la viruola es endémica, el asma y enfisema debidas muy comunes, al mucho ají que se come, propagadal\, y las calonturas las disenterias habitan quiera, en :México, Celaya, Orizaba, etc. etc. En el local que se edificó para la exposición dad se ha abierto oficios, dirigido en desarrollar de tejidos, monte un 'colegio de comercio, por alemanes. la industria y el comercio, exportaciiín con los nuevos de esta ciu- agricultura, cosechas ferrocarriles, han artes y con ardor, en establecer de azúcar, cerca de millón y medio de productos; cuyas por donde M ientras se trabaja de papel 6 ingenios tí. la agricultura, vuelo y diarreas, y sumamente pertinaces intermitentes la tisis, fábricas que rindon anualmientras se da encontrado fácil la prensa de Orizaba está apenas representada por El Reproduclur y El Noticioso, peri6dicos industriales y do noticins, por La Gaceta del Gobierno y por otros dos monorcs. En nuestros valles calientes de Colombi'1, en el del Cauca, por ejemplo, ¿ 8e hace algo parecido? El valle dol Cauca, Pl'6ximamente diez veces más grande que el do Orizaba, tiene mayor número de habitantes, intelL gentes, sanos y ontusiastas; es mucho mils rico, pues, además * * RI Valle zaba 40 mil. del Cauen ruenta 134, G38 almas y 01 de Ori. - 192 - de sus minas de oro y ca.rb6n, posee algodón, tabacos, cacao, café, arroz, caña de azúcar, ganado, etc., mientras este apenas cuenta con tabaco, café y caña; aquel tiene, fuera de muchos otros, un hermoso río navegable, y este dos pequeños, ambos torrentosos. Durante el reino de la política desatinada y de los partidos eneJ'gúmenos, este valle se vió también, como el del Cauca, talado, empobrecido y barbariz~do; pero, con la paz, el ferrocarril y el trabajo cuenta ahora fincas de 350 mil y de 250 mil fuertes de valor, ingenios moderna, numerosas. haciendas pequeñas, de notable pl'oducci6n. de azúcar agrícolas Para el pueblo siendo víctimas de los politiqueras pueblo colombiano más ta.lentoso, generoso mexicano reclamar deboría á la fábricas mexicano ha i Sólo nosotros con- llegado, puçs, la época do la rehabilitación. tinuamos montados y muchas sus derechos y adalides! y entusiasta El que el con firmeza, debería librarse de la tutek\ ignominiosa do tanto charlatán que lo tiene indignamente sumido on la miseria, y rezagado en atraso inmerecido. Yo aconsejaría á los hO:1I1¡¡,¡~s de talento, prestigio, instrucción y hOlll'adez, á los padres de familia, capitalistas, industl-i!1les, coq1erciantes y á nuestra cgenerosa juventud, que se reuniesen en juntas y lanzasen enérgica y solemne protesta contra todos los periódicos que se ocupan en azuzar el espíritu de partido, en acriminar á los que no son de su comunión pol'Íchismes y calumnias tica, en propagar bando, en especular contra los del opuesto con la política, en oponerse al progroso, por no ser ellos los que lo inici~n ó adelantan, en excitar á la rtlvolución, que se olvidan de los intereses del comercio, no promueven la industria, no secundan la obra do los ferrocarriles y no ayudan al embellecimiento de nuestras El pueblo tiene derecho de imponer sus Iluxilios y suscripciones á esas gentes quienes primero es el partido ciudades. silencio, de retirar incorregibles, para que la patria, y que prefieren - 193 - dominnr, aunquo soa sobro nn montón do l'ninas, á ver BU patria ric:• .Yflorecionto bajo 01 gobiorno de un clrclllo que no sea el plopio. El pueblo nada ha sac(lllo ni saca do los partidos .YHl'> luchas, nada absolutamente, ni !n. más insignificanto ventaja; nI contl'ario, con e;;n. COt1l6í',)n}J'JlitÙ¡nrra y banùOJ'iza. Be ha cmpobl'c:-:irlo, flI'ruinaLII), desfllol'ali;r,aúo, rlmll1.crerlitado pCl'manecíenclo ti rctaglUl.I'dia de las demás l'epílblicas hermanas, en los scndol'os (101progreso matCl'Î:1I y en 01 desarrollo ÙOsns inmOnFlOSÚ inag'l)hh1cg elemsntos de ¿ Quiénes prosperidaù, SOll los QUI) mcdl'Ull Call cm polit.í(flWrín scmpitp¡',m y con esas riñas Ùl pattillo? Solo!l!l p:lil'1.llo (lo intl'ig'lntes, de ambiciosos, de holg':J.?:mcs que so meten en política, IJoGhinch~ros porqne no epier'en trnb;Ljar. que est,ll'ían (ln galopincs ¿ Cnánt:ul I1nlidaùes no hay arriba. ó dc gannpanes si en Colombia reinaso el ol',l('n, el nmo¡' á la p~tri:l. y al tl'abajo? lnción lel'anb, que chnrlan, coma 108vcnhrrones, l1isputnn y se rapan e!ltusi:1~m() qlllJ dche1'Ían emplearso campos, e:-.::pbLti' nllOSGrO;;rlcos sol,wl aun vi:'genos. Los políticos Curla rovo- muchas do es;¡s nulidades los destinos Cil cultivar con I1n ardor y RlIostros feracos vcJn(\I'o.~y doscuajar nuo'ltrag y los mendigos son dos lJa- gn.s ga!lgl'cno~ns que cal'comon á la patria j civili7.émolos y onscííómolcs tí, trabajar. Eso;:; politiq l/Cros, esos adalidcs do partido, osos polomúfilos (amigos de revoluciones) tienen la clll pa do qlle ThA Graphie do Lonù¡'es, [, de ~rayo do 1883, diga la "igl\iente motivo ticne la Ellropa de enorgullecorse Jizaùorn en b América del ¡)ur llIilnifestlùo una * bien doloroso: son los quo dol sábaùo Il Escaso do su influencia Chilo .. " .. últimamonte gl'Un <losis del ~'Y' SALVAGISMO civiha QCF: CARAC· * 7h1 Graphie N,Il 701, vol. XXVII. Topirs of the ?Deek, Laa pa~abras t'3xtuales son: "The savagery which oharacterisos most of the nations of the great souther Continent," 25 - 194- á. la. ma.yor parte de los paíse~ del gran continento Sud-americano." Nuestros politiqueras estlÍn llenos de orgulio porque borrajean papel sin medida, y se creen á la vanguardia de la. civilizaci6n, mientras que las grandes naciones los apollidan simplemente SALVAJES. TERIZA.8 Volviendo á Orizaba, le diré: que no sólo la agricultura. se ha desarrollado en ella con la paz, el trabajo y los ferrocarriles, sino tamhién la industria y el comorcio. El soñar Villegas ha inventado un sencillo aparato, que funciona con éxito bace siete meses, para aserrar e~ l!Íminas delgadas los mármoles del Escamela y del Borrego, cerros vocinos á esta ciudad. Una pequeña rueda bidraúlica mueve dos chassis de maùera que ruedan sobre rieles y llevan ocho ó diez láminas de acero, las cuales juntamente con arena mojada hacen veCOH de sierras. Los bloques, antes de estar aserrados y pulidos, tienen la apariencia de piedra muy ordinaria é inferior á nuestra arenisca de Bogotá; más, luégo que se les lima y encharola con óxido do estaño toman el brillo y aspecto de un lindo mármol veteado. Todo el aparato no habrá costado trescientos pesos, la fábrica entera con Sll mobiliario no llega á quinientos, y, sin embargo, produce diariamente diez 6 doce losas que se venden á. $ ;) cada una. Esto vale más quo tanto privilegio, como entre nosotros se aaca, para PUBLICAR LIBROS DY. TEor:Í.A8,DR SEMPITERNAS TEORÍAS. En cuanto al comercio, el de Oriznba ha crecido tanto que es el décuplo, por la menos, de lo que era ahora onco años, cuando se abrió el ferrocarril de México á Veracruz. :Mnla fábrica de Cocolápan se ha el'igido grande estatua de mármol al señor Escandón, por habel'sido esc capitalista el que levantÓ aquella empresa, quebrada en tiempo de las guorras civiles, y cuyo e!ltablecimiento fué saqueado por el pueblo orizabeiio. La estatua se alza. en medio del gran patio circuído por los salo- - 195 nes de las máquinas quo tienen aspecto imponento; toda la fábrica está valuada en $ 360,000. El puebla de Orizaba se compone do gentes do muohos puntos divol'sos do la República, atraídas por 01 comercio; pero la base es do mestizos, más atesados que los de la altiplanicio, y do indios casi primitivos que no saben hablar español; él es pobm, ignorante y bastante vicioso, aunque muy creyento y respetuoso con los sacerdotes. Cierto dia vi. en la iglesia do San Antonio, á dos indios, y sé quo este hecho os asaz¡ comÚn, el uno de rodillas y ci otro tendido boca arriba dolante dol aitar del Santo; el arrodillado tocaba en diversos puntos 'Jl cuerpo del extendiùo, Call ramilletes ùo £loros do muerto, pron.uncianùo al propio tiempo cicrtas oraciones; luégo puso las ramas en el altar y tomó dos velas para repetir la misma operacióu misteriosa, y, una vez¡ terminada. ésta, enoendió las velas al Santo y se puso á rozar en coro con su compauürù. El abate Domenoq, capellán dol ojó¡·cito francés en tiempo do la intorvenciÓn, acusn. al pneblo moxicano do iùolatría. Est()s indios se visten de calzón corto, cotona (espocie ùe sobrotodo de lana con mallg'as suoltas) y huaraches (quimbas Ó s3.ndalias de cuero); no usan ca.misa. Las indias llevan tir.Íot;tle (chircate ú anaco), huipil (ospecio de gl"an roq ueto do algodJu pintado) y sombroro do petate ó do calia, quo no usan, ni las mestizas de aquí, ni las indias y mestizas de la altiplanicie. La Patria on sn númoro 238 del''\' del cOl'rionto Octubre dico en Sil oditorial: " La onmoración de las mejoras materiales hocha 011 el Mensaje del ~jocuLivoes en gran manora, interosante La llegada dol 'errocarriL centra.l á Villa.-Lerdo, por la lín'3a quo viono de la f ·ontera (angla-americana) y á la. ciudad de A.guas Calientos, lar la que parto do México hacia el Norte; el avance del fel rocarril nacional hasta Morelia., - 196 - hasta máq allá do Celaya y hasta el Saltillo; los 117 kil ómetros desde Piedras Negras (£rontora angla-americana) concluídos por el ferrocal'l'il internacional; el desarrollo da las líneas iérreas ùe Veracruz Ii Acapulco, do Veracruz Ii Alvarado, do Puebla á Matamoros, del Estado de Hidalgo y de Santa Ana á. Tlax:cala, calculándose el total de vías ya construídas en 4)800 kilómetros, basta para dar una idea del movimiento que ae extiende por toda la Hepública ..... , IjOS ramos importantísimos de agricultura y minoría DO han sido desatendidos pOI' el Ejecutivo .. '" La ol'ganización do comisiones en diverso;; puntos del país para llevar á cabo estudios dei mayor interés sobre geología, botánica y zoología; la distribución de plantas útiles traídas del extranjero con el fin do propagar nuevas industrias agrícolas; los contratos de colonización para favorecer el aumento de pobladores los esfuerzos para repoblar nuestras aguas y nuestros bosques con val'ias clases de peces y do árboles, son otras tantas mojol·as Butre esas mejoras se Cllenta la fundación do la imprenta nacional de la Secretaría de Fomento, y la idea de publicar una biblioteca hist6rica, en que no sólo se roimprimirán las obras mái:" raras y de mayor importancia, sino también algunos trabajos inéditos. Paralelo al de Jas vías férl'oas aparece, aunque en mayor escala, el de las líneas telegráficas, A 500 kilómetws asciendo el aumento de esas líneas on los últimos tres años, y sin tenor en cuenta las do los Estados y las de empresas parti- * ** • LOB ferrocarriles en explotación del Brasil dan 5,610 kilómetros Ó 1,112 leguas y los en construcción 2,489. *<t La colonización italiana no ha salido aqui muy bien, como sucedió en el Perú. Gran parte de lOB colonos han abandonado BUB estaciones agrícolas y Be han ido á las ciudades. Aqui veo 40 6 50 mujereB italianas, OOD BUShijaB al brazo, molestando al público con hOBtigOBa. mendicidad. culares, puoblo LA PAZ 197 - sólo la rod fedoral moxicano comienza, Y LA DIGNIDAD mide 18,000 kilómetros, ..... pues, á percibir las DULZUltAS El DE DEL TRA.llAJO." Así haùla La Patria Ilona do lOgltima satisfacción, así so oxpresan casi todos los diarios de México, quienes se ocupan más de prugroso y do mojaras que de política. El 8 Jo Octubro so abrieron 0.1 tráfico dos nuovos trozos del ferrocarril el de Maravatio vatierra á Acámbaro y Celaya. S ull ¡van: y Morelia y el do Acámbaro Para Diciembre las alC:1balas y las aduanas de 1884 quedarán interiores; pronto á Sal- abolidas se modificarán las leyos do corl'OOS, Ya era tiempo de quo dosaparociesen osas impcrtinontos aduanas, que no he vieto en ningÚn otro país, las cuales esculcan los equipajes ell todas las ciudades del interior á dond.) llega el pasajero. En cuanto al correo interior os un contrasentido pagar 25 centavos por una carta sencilla que se envía do un punto á otro de la Ropública, mientras otra carta doblo l'omitida á Bogotá, á Londres, á París, etc. sólo cuesta 20 centavos. La oficina de estadística, aquí muy bien organizada, trabaja activamento, según los últimos métodos, para obtener resultados exactus. Veo que en esta República, donde la prensa es menos acti va que ontre nosotros, so COlloce mejor 01 país, mercod ri los tl'a1ajos Je estadística y á las comisiones ciontíficas. Su afectísimo, FEDERICO C. AGUILAR. Oriznba, Octubre 20 ùe 1883. SeÏÍur Reùactur ùe Et PasatÙmpo. Este país sigue progresando bajo la salvaguardia de la PAZ y á impulsos del TRABAJO, no obstante los elemontos de atraso que encierra en su seno. Ha quedado ya formada la Compañía mexicana de vapores trasatlánticos, y última.mente se ha. - 198 - echado a.l agua en Glasgow un gran vapor de 4,000 toneladas, al que seguirán muy pronto otro dos. Sa ha organizado además en México una Sociedad de higiene H para salvar al país, como dice El Monitor Republicano, minado por las epidemias y azotado por las plaga9; Ii esta raza raqultica que vive, puede decirse, apartada de la acción salvadora de la ciencia." Y esa raza, compuesta de indios y de léperos ó proletarios, pobres, débiles, enfermizos, íg110rantes y viciosos, es un formidablo obstáculo que muchas veces me ha dejado indeciso, sin saber qué pensar, ni cómo explicar la creciente marcha pr\l3pera de esta Nación. Un segundo artlc 110 da las bases de dicha sociedad, denominada Oongreso, que establece H un Consejo nacional de salubridad pública, formado de cuatro médicos higionistas, un médico veterinario, un farmacéutico y un ingeniero." Con motivo de los discursos pronunciados e116 do Septiembre, aniversario del grito de Dolores ó de la independencia mexicana, ha.n tenido un ligero altercado los diarios ospañolos y mexicanos de la capital. Aquellos, después de ct'iticar agriamente los discursos bajo el punto de vista gramatical, terminan diciendo, que sus autores no son ni siquiera aprendices dB cscritor, sino aprendicis de barrendero, y estos se esfuGrzan, á su vez, en coger disparates al criticado!" español. La fiebre amarilla se ha desarrollado en lOB puertos del Pacífico; en Mazatlán murió de ella Angela Peralta, célebre y estirnadísima cantatriz mexicana. Las fiestas del Centenario de Iturbide, celebradas el 27 de Septiembre por los conservadores de este pais, han dado margen á desagrada.bles discusiones. La Voz de México acusa al cura do Hida.lgo, excomulgado y fusilado por los español os, de haberse retractado de todo la que hizo en favor de la independencia; los diarios liberales desmienten al órgano conservador y afirman, que este partido ha sufrido un gran fiasco, pues no encontró entusiasmo ninguno en favor 1 - 199 - del Centenario de su héroe. Feliv.mente estas discusiones desagrada.bles no han encontrado eco en un país, donde el bufido de las locomotoras y el ostruondo de las máquinas del trabajo cubro todas esas pequeñas ruindades de los partidos. El 13 de Octn bre tomé el tren de Veracruz y en once minuto.3 llegué al Ingenio, distante ocho kilómetros al Noroeste do Orizaba. pueblo, famoso Mariana, india Visitó la gran fá.brica do hilados de ese por haberse casado en él la Melinche ó Doña intérprete y querida de Cortés, con el español Juan J :u·umillo. En seguida Bitio C'lcontador donde uu me trasladó n. 108 baños sul£urosos, verdadero río de aguas cristalinas y azu£radas nace del pie de las colinas arboladas, la población por el N. N. E. Allí nn empresario nitos baños termalcs, poco frecuentados. que dominan ba odificado bo- A las doce tomé la. tranvía para rogrosar á Ori7.aba. Los ocho kilómetros que en el tren había yo recorrido en once minutos, ahora los hice en treinta y tres, Angost~lra. pa.sando por una poética A uno y otro lado se levantan garganta tos de fÍ.rboles, las veras del camino ostabrLn pobladas arboled:ls y de algunas casitas llamada la elevados cerros cubier- de tabla d~ esposas y teja, los terronos llanos so ven sembrados de caña de azúcar y de milpag, (maizales). Al fin paramos en el grande y hermoso puente de ln. Bm'da, enfl'ento del hotel alemán del mismo Dombre. Muy escaso oS el tráfico ontre Orizaba y el Ingenio, pues b fábrica usa pl'eferentemente d€~íCl'rocarril de Veracruz ú México. Sin embargo, la empresa do tranvlas no solo se sostiene sino que también hace bnenos negocios. U no muy pingüe haría la empresa qne en Bogotá estableciese una 1ínolloùe tranvías entre Chapincl'o y la plaza do Rautal1r1er. No hay duda que el movimiento entre eS08 ÙOS punto!; es mayor que el de Ol'iy.au:1. ('on el It1~p.nio. Si esa tranvía so prolongase hasta. Zípaqllirá, por nu lado, y por el otro hasta - 200 - la plaza de las Cruces, que los rendimientos serían aun mncho mayores, Es preciso salir de la. rutina y que tantos pequeño!'! capitales, que hoy busca.n seguros pero escasos intereses en los Bancos, Ile animen á reunirse .para emprende, obras de O1'l1ato y utilidad públicas, Fórmese una cincuenta. accionistas la obra de la tranvía, con Oompañía de cuatrocientos $ 45,000 de capital, desde bs Cruces Ii y empréndaso Chapinero, con tl'CS carl'OS de primera, tres de segunda y unas dos plataformas para carga. Este material rodante exigiría sesenta y cuatro troncos dé caballos ó de fiulas, cuyo valor no pasarla do $ 6,400, á Jo sumo. Los ocho carros, puestos en Bogotá desde * los Estados Unidos, no constarán más de ~ 8,000. Su conducción es fácil, puesto quo so desarman en piezas trasportables por carros y mulas. El precio total de los seis kilómetros, incluso el valor de los rieles, más @,elgados y más ordinarios que los do los ferl'ocarl'iles de vapor, no pasará de $ 30,000, ** ya sea que se tl'aig¡m del ex:t¡'anjero ó quo se fabriquen en Samacá, Pa.cho ó Ln. Pradera. i J:Ltnos :i la obra y quo los periódicos, olvidándose de la política y de las rencillas ùe partido, traten de impulsar la. obra buscándolc prestigio y accionistas. Por mi parte, tDmo desùe luégo diez acciones, soguro do hacer '" Hechos en Bogotá costarian la8 ruedas. menos, y sólo ee nocositarían Aquí, donde el jornal es más caro y donde el trayecto del camino, m:ís oscabroso ha costado el kilómetro $ B,OOO ; allá donde el jornal es más barato y donde DO hay más que poner durmientes y tender rieles de las Cruces á ChapiDoro, siguiendo el camellón, tiene que valer menos, Con todo, he adoptado eSIl cifra á. causa del mayor precio del trasporte de los rieles. Los carros .le priD?era costaron en los Estados Unidos $ 1,200 cada uno, y hechos en Orizaba sólo $ 800. Los de segunda son más baratos, como también las 'h plataformas. buen negocio; 201 - pues he visto en este país que la hacen en circunstancias otra. parte, seria una Bogot:i. En In. tranvía mucho gloria la de ser de Orizaba numerosas tranvías menos favorables. iniciadores al Ingenio de Por lOB de se pagan doce centa- vos en primera y seis on sogunda; los carroS ruedan desde las seis ùe la maiíana hasta las seis de la tarde, de hora en hora, y so cruzan ú medio camino en un corto puedo hacerso d'3 San Diego á Chapinero. desvio. Lo mismo Do las Crncos á San Diego pueden rodar cada cuarto do hora, do las seis de la. mañana á las seis do la tarde. En este supuesto, el númoro total de viajes Reria de 120. A.hora bien, ostableciendo uno de los carros, por tórmino medio, entrasen primera, los cuales pagasen que en cada. tres pasajeros de medio dentro la ciudad y un real fnera, y seis de segunda que dejasen un cuartillo dentro y medio fuora; obtendríamos mensual mento para la empresa $ 2,592 de rendimiento. S 128 * Los gastos mensuales para el pastajo de los 128 caballos, so harían así: $ 140 por 14 mozos postilIones y cuidadores de los animales, $ 200 por 10 conductores y $ 132 para reparaciones y gastos extraordinarios. Total $ 600. Quitando osta cantidad sual, da un sobrante neto de los $ 2,592 de entrada menal mes de $ 992, es decir, 22 por • l<~stecálculo es muy bajo, pues, al prinoipio la novelería y despu6s la comodidad acrecentarían el número de pasajeros. Además, los domingos, especialmente pùr la tarde, y los días de parranda el número crecería notablemente. Adviértase que los wagones pueden contener, oada uno, hasta 40 personas. Si se añadiese un raOlal al cementerio oon carros fúnebres, como se estila en México, la ganancia sería cuantiosa. 26 - 002 - 100 de interés annal fijo para 108 $ 45,000 del capital.'" Dándole más amplitud Ii la empresa y trazando varios ramales al cementerio, á la Estación del ferrocarril de la Sabana, etc., los rendimientos serían muy grandes, pues mis cálculos apenas expresan el mínimo. Esta es la razón por la cual las tranvías se han multiplicado mucho en este país, en ciudades muy inferiores á Bogotá, y se han multiplicado con buenos resultados para la empresarios que han ido ensanchando su negocio. Hay tranvias en Orizaba, (30,000 habitantes) para el lngenio, para la Estnci6n del ferrocarril y para la Concordia, recorriendo grau parte de las calles de la ciudad. Hay tranvías en Tlaxcala, (4,000 habitantes) para Santa Àna, distante dos legnas; en Chalchicomula, (8,000 habitantes) diez kilómetros para la. Estación de San Andrés; en San Juan del Río, (15,000 habitantes) cinco kilómetros para la Estación; en Tehuncan, (7,000 habitantes) cincuenta kilómetros para la Estaci6n de Esperanza ;en León, (40,000 habitantes) ocho kilómetros para la Estación; en Guanajuato, (52,000 habitantes) cinco kilómctras para Marfil; en Querétaro, (47,000 habitantes) tres kil6metros para la Estaci6n y ocho para la Cañada; en Veracruz, (10,000 habitantes) ciento veinte kilómetros para Jalapa y Coatepec; en Toluca, (12,000 habitantes) varios kilómetros á la Estaci6n; en Guadalajara, (70,000 habitantes) varios kilómetros dentro de la ciudad; en Puebla, (70,000 habitantes) treinta y siete kíl6metros para San Martín, treinta y nueve para Àtlixco, seis líneas que recorren la ciudad y vall á la EBtaci6n y al cementerio; hay, por último, numerosas tranvías de vía a.ncha y de vía angosta. que atraviesan á México en todas direcciones, siguiendo la mayor parte de sus calles; las hay que • Oomo verá el lector miH cáloulos han quedado muy inferio. pues el tranvía á Chapinero rinde hoy trea veces más do lo caculado arriba.-Nol.a añadida posteriormente. res' la'realidad, - 203 - van á los pu(\blos vecinos del Vallo, como Tlalpan, Guadalupe. 'racuhaya, Tacuba, Azcapuzalco, Míxcoac y San Angel. Cuando yo Hegllé lt esta. Ropública, ahora. dos años y dos meses, no ha.bía ni la mitad de las líneas que acabo de mencionar. negocio debon Eel' cnando, on voz de paralizarse, Bll en han conti- nuado on aumento. Las do México forman nna emprosa de primer ardan que deja mil posos libres somanalmente á los socios . do g¿ Monitor Republicano del 13 de Octubre . gl editorial de 1883, número 245, es compendiado por La Patria del14 del mismo Octubre, número 247, de la manera siguiente: "Desde hace algunos modo muy notable, días ha aumentado on México, de un la plaga de los mendigos; res y niüos, '" enfermos 6 individuos hombres, de robusta muje- salnd se dedi- can á esa oCllpación que es un cáncor on las grandes ciudades. Una gran parte do los mendigos son vagos á q nionos ropugna el trabajo, otros son ludl'ones y no faltan bribonas cito quo im pIara la caridad .... Los mendigos horror al Asilo de Indigentes, calles y plazas, porque ... porque no pueden ua puedon quo se han connaturalizado on ese ejér- tienen un grande vagar por soguir su vida ociosa, por- con la holgazanería .... " .Mste e8 el tristo fruto de los setenta años qUElMéxico malgastó en guerras civiles. largo Pam tiempo que desaparezcan do paz y de trabajo. los mondigos Si México serlÍ necesario continúa como va marchando ahora, al fin podrá. extirpar el pa_uporismo, la ignorancia y los vicios, triplo llaga que trabaja las entrañas do Sll qua sociedad IJn mayor escala y con mayor intensidad de la acontece en la nuestra. Por otro lado El Nacional dol ** • l.os niños vagos llegan á 55 mil, 19 de Octubre de 1883• •• Ouan d yo esen·b'la esto Ignora . llegado nosotros después de la guerra de ° según el mismo diario del ba el estado Ii que hemos 1876.-Nota posterior. -~~ismo 13 de Octubre se queja de et quo l¡¡s aguas estancadas, el polvo y. el lodo de las calles (de México), los muchos focos de infoooi6n, que existen en varios PURtos de la capital, comprometen la salud de sus habitantes." Usted advertirá que, desde algún tiempo para acá, acostumbro apoyar mis dichos COnel.testimonio de la prensa, con el fin de quitar todo pretexto al corresponsal de Las Novedades de Nueva York de tachar mis revistas de erróneas y vulgares, según el aserto de El Oon18rvado", de Bogotá. Cuando hablo de este país, digo con £ranqu~ lo bueno y no todo la malo, pues algo debe quedarse en el tintero. No he venido aquí, ni para. hacer panegíricos, ni para zurcir diatrivas, sino para decir la verdad prudentemente. Hoy hace un año que me principió la. molesta enfermedad de enfisema pulmonar que todavía me aqueja. La predicación yla.pluma me ha.n hecho mucho daño. En vano he-vista á nueve médicos de los mejores del país, pues no han hecho sino discordar an sus opiniones; he buscado inútilmente y re~ veces algún clima que me fuese favorable; pero en todas partes, tanto en laR altiplanicies como en los climas templados, este país es sumamente variable. No me queda otro remedio que embarcarme y buscar en los aires del mar y en la constancia de los climas patrios la salud que no he podido recobrar en un año de ineficaces esfuerzos. - Hace casi dos meses estoy aguardando en esta ciudad 6.que decrezca un poco el rigor del vómito negro de Veracruz; aun no es prudente bajar al litoral ; tendré que tomar el tren la víspera del9 de Novièmbre, diaen que zarpa el vapor español. El Congreso de Colombia en 1880 me nombró para. que durante un año estudiase • El clima patrio, la concha de armadillo en infusión y la' papaya fJalentana tomada como fruta me han cl1r&dooompletamente de e8~ ~Qfer~dad"queclÓll·m6di.o08,dQ :Méxice·llamaron 6aft,ema y' ~u'b6reuloll pulmonares.-Nota posterior (21 de Junio de 1885). - 205 - á México, y he duplicado ese tiempo, ann lo he triplicado sin aumento de sueldo procurando cumplir bien con mi cometido. Vuelvo á. Bogotá después ùe siete aiíos y medio de ausencia. Pensaba no regresar hasta que no estuviese terminado el ferroçarril de Occidente, pues me era muy dolol'osa. la idea de tener que subir á nuestra rica, hermosa y sana altiplanicie á horcajadas en una mula de alquiler. ¿ Cuánto se ha hecho en los _ siete ailos y medio de mi ausencia? Mucha política, descomunal brega de partidos, charla sompiterna, nacimiento y muerte de muchos periódicos efimeros é incesantes elecciones acompañados de su inseparable cortejo de motines, de estériles y nocivas luchas, ¿ Y los ferrocarriles y la industria y el comercio y la agricultura? Todo marcha á paso de tortuga, mientras que las teorías, los discursos, los versos, las apoteósis ridículas abundan prodigiosamente. Nos hemos equivocado, debíamos haber nacido mil años hace, en plena Edad Media. El 30 do Noviembre del año entrante terminan los cuatro años de la. Presidencia del General González y el candidato, único y sin rival hasta ahora propuesto por la prensa, es el General Porfirio Díaz. Se ha publicado la Hoja de servicios de este prohombre mexicano, firmada por el General Montesinos Oficial Mayor ùe la Seúretaría de Guerra y Marina. En ella aparece tener el candidato 52 años, haber nacido en Oaxaca, (el Cauca de este país) patria de Juárez y de muchos otros hornbres notables, mitad españoles y mitad zapotecos. En 1856 aparece el General Díaz en el escenario de su patria como Capita.n; en 1858 como Comandante; en 1859 como 'l'enientecoronel y como Coronel; en 1861 como Goneral de Brigada yen 1863 como General de División. Fuá un gran luchador en tiempo de la intervenci6n francesa y del Imperio de Maximi. liana, porteneció á. la pléyade do lOBveintidos inmaculado81 - 206 - úniCOBentre los prohombres mexica1los qlle no se defecciona.ron en favor de los extranjeros. De 1863 á 1867 fué General en Jefe del Ejército de Oriente y de 1867 á 1868 General de la segunda Divisi6n. Estuvo siete meses prisionero en manos de los franceses, en 1865, y se arrojó al agua de á bordo del vapor Oity of Havanna por no caer en manos de los soldados del Presidente Lerdo, en 1876. Ha asistido á. 42 hechos de armas, de lOBcuales 23 tuvieron lugar en tiempo de la intervención y del Imperio, y 19 en las guerras civiles. En esos 42 hechos de armas, 21 voces mandó en Jefe el Ejército de BU partido y 2 veces qnedó herido. En 1863 defendió á Puebla contra los franceses y en 1867 la tomó á los imperialistas. Ese mismo año entró triunfante en México, después de haberla sitiado en nombre del Gobierno de Juárez. En 1871 se opuso á la relección de este magistrado con las armas en la mano y en J 876 volvió á oponerse á la reelección del señor Lerdo. Consiguió derribarlo del solio presidencial y ser elegido Presidente dospués de la batalla de Tecoac, ganada por el General González, actual. Presidente de los Estados U nidos mexicanos. Con 01 plán de Tuxtepec en la mano el General Díaz tuvo la habilidad de pilotear felizmente la nave del Estado en madi o de los huracanes revolucionarios y de los escollos de la política. En 1880 dejó pacíficamente el mando de la República al héroe de Tecoac, (General González) respaldándole siempre, por supuesto, y en 1884, d~spués de cuatro años de paz, de trabajo y de progresos para México, volverá á empuñar la barra del timón presidencial para ver, durante los cuatro años de su segundo período de mando, mayores adelantos. IDios la dirija, ,Y permita que en Colombia el segundo período de la presidencia del doctor Núñêz no sea menos fecundo en progreso:! ! México acaba de obtener en los Estados U nidos un em- -207préstito de diez millones inte¡-8s. Se ha anunciado de fuertes ofieialmente al nueve qne ell.o por ciento de de Marzo del * auo ontrante quedará terminado 01 .Ferrocarril Oentral. Para entonces principiurá una enérgica corriente de comunicaciones entre esta RepÚblica y la de los Estados Unidos. Aquella tierra de titanes ingenieros enviará á. este país le retornará con sus productos y s u plata. máquinas, y este Bntre los productos BUS ** figuraríÍ, ell primer término, el henequen, que va convirtiéndose en una fuento do riqueza nacional, y el azúcar. En cuanto tí. eSÍl~ le diré, que sólo on el Estado do Veracruz hay 443 trapiches donde rrdueida se fabrican aguardiente, azúcar y panela, en ef'cala, y 20 cuyo ,-alar oscila entre seis mil y doscien- tos mil fucrtes. Jalapilla, que vale esta última suma y produce anualmol1te $ 150,000 en azúcares y aguardientes, es el más importante. En soguida viene San Antonio, vecino á Orizaba, cuyo "alar asciende á $ 120,000. A este ingenio hice nna visita en días pasaùos, y hallé que estaba montado según los últimos inventos realizaùos en las colonias francesas. Una rueda hidraúlica mueve los tres cilindros licos que forman el trapiche, varias centrífugas en la gran caldera donde una turbina llOrizontales se purifica el azúcar, introduce gencradora metá- pone en movimiento agua del vapor, el cual circula den- tro de los tubos en el fondo de las pailas, y conduce el caldo á ,.. So terminó el 22 do Marzo de 1884, con el costo de pesos 32.500,000 y mide 39G leguas de largo. *. En Colombia también abunda e! fique ó henequon y 8C dchc. rían emprcnder, á imitacÍón de :México, All cultivo y exportación. Se facilita ¡le unn. manera llsombrosa la extracci6n del filamento con una mÚ'luina inventada recientemente 6 con el u~o de! azatato flme ¡·icallo que disuelve Ill, plll p¡\ de la 11Oja. N nestra fique es más fino y de mcjor calidad quo d ixlle o henequen mexicano. -~Ii las p~ilas. los fl~p6sitos, y de estos, atm6sferas Con el vapor á cinco hervir el jugo de la caña á una temperatura hacen de 12Qo centlgrados, en dos horas, y lo ponen en punto de a.zúcar en tres cuartos de hora. más. La maquinaria do San Àntopio á costado de 25 á 30 mil pesos y produce normalmente dos mil panes de azúcar al mes y ciento cuarenta * barriles de aguardiente. Podría dar un rendimiento pero los pequeños terrenos de la hacienda doble y aun triple, no dan suficiente caña. las principales Esta Estado industria de Veracruz y la del tabaco diciendo: del ** Llave. El Monitor en au número el editorial son "Que 248 del17 do Octubre gime en México atravisa actualmente una. de aBas épocas en que la fatalidad parece abatirae pueblos; en unas partes el vómito negro, (Veracruz sobre los y todo el litoral del Golfo) la espantosa. esfinge de nuestras costas, eu otras la fiebre amarilla, en otn, la biliosa, en otras la pernicioia; ello es el caso que Mazetlan, Guaymas, :Mauzanillo, Tepic, La Paz y Cualiean se encuentran la peste" y otras desoló Ii Yucatán tepee. Además (puertos sobre las costas del Pacífico) en estos momentos eomarens afligidos por los estragos por la langosta, y las regiones vecinas añadiré YQ, que al istmo de Tehua.n- las mE-salinas, como llaman ]os pel'iódicos * de á las El valor medio de cado. pan es $ 2 Y el de cada barril $ 12. Aquí acostumbran los liberales á poner nombres á sus Estados, ciudades y pueblos, tomándoloB do los hombres notables que han tenido en su partido. Así dicen: Veracruz Llavo, Cuautla Morelo9, Dolores Hidalgo, Puebla de Zaragoza, Izúcar de Matamoros, etc. Esto, a,(lemás de los Esta.dos que llevan nombres de caudillos como el de Morelos, Hidalgo y Guerrero y de las ciudades como Morelia, (a.ntes llama.da Valladolid) en cuya.s iumediaciones Iturbide, cuando todav1a era jefe español, derrotó al cura u. Morelos, padre de la patria. prostitulda~, y plazas escándalos rocorren en coche y Ii pic con gran lujo las calh's do :\Iéxico, Puebla, G:l3.n·\julto, Veracruz y dan ~entt-o de los mismos deteniendo céntricas, 209 - violentamente Ii los tmnseuntes los rateros roban en las partes mlÍs como hace poco sucediiÍ eu la. plaz:l. mayor de México los criminales, piedras en los escolta quo va cruz l¡ :\féxico, par3ce j fi las vece~, atacan el tren R. pedradas ó ponen rieles p:u'[\ hacerlo do!<rl'ielal', no obstanto la siom [>1'13 en un C<11'I'O especial, en 01 tren de Veray fi pes:1I' dd los ¡'urales que se presentan on todas las est:1CiollC, do h altipLlnieie gente teatros; tan mansa, á hl lIeglda tan humilde, de los trenes. tan ca.riñosa; Est:\ pero, alerta! ~o hay rInda, cn los países donde hay grandes agrupaciones de indígenflfl, corno cn el centl'o del Perú, en México, en Gl1anajunto y cn Bolivi;¡, los meztisos y aun los blancos, han aCflbado por particij:J'lI' de los vicios J(31 ind:o, ASl es que generalmente se nota on IIfés:ico UI1cariÍcter desronfiado, curioso, poco efusi\'o, Cfl!ltO, rèsC['vado, suspicaz y ap:ítico, á la par que nt.ento, modesto y p:tclfico. gn las clases altas hay poca socieda.rl, oscas l. com llllica.cic)ll, ego1smo, aishmiento, no so '¡'Ita el desenfado, de las gontes do Otl'OSpn.íscs. acude y ea las bajas la [\lc~¡'ía, la. charla y el buen humor La. clase media, muy numerosa, nI teatro y ó. las diversiones acrobáticas, en extremo comunes aquí, y In. cbxe baj::l propende á la. borrachera, En general, las tel'tulias de fn.milia y la socied>ld, como la. entenùemos por allá, son muy escasn.s en este país. 'ferminaré, diciéndole qne el Observatorio Central do ]\léxico publica todos los dín.s el estado del tiempo para h~ maYOlOparte de Ins comal'cn.>; de ln. Repúblic1l.; put's Ins observatorio'! slIclIl':::alcs Hl ¡;omnnicn.n constantemente con el Central por nwdio del teJég¡'afo, Adem¡~s, todo!'! los periódicos de h capital e:::tlÍn al tanto de las noticias (le ~}llr'op!L,Asia, Africa, Estados U nidos y América del Sur por medio de los telegra- 27 - 210 - mas que todos los días se publícn.n con sólo uno ó dos de atraso. ¿ Cómo están nnestros obs~rvatOl'ios y nuostra prens", comparados con lo sobservatorios y prensa de :México bajo este punto de vista? Su afectísimo, C. FEDERICO AGUILAR. Jalapa, Octubre 31 de 1883. Señor Reda.ctor ùe El Pasatiempo .. Le escribo desde la ciudad de Santa Ana, personaje tiempo el Gobierno nunció en V cmcruz por nuestro natal del célebre Don Antonio en cuyas manos estuvo por mucho de México, desde que en 1822 so prolanzando el plan de Casa Mata, redactado compatriota. Santamaría, plan que derrocó el efí· mero Imperio de Iturbide, ex-jefe e;:pañol y vencedor del cura. Morelos en las inmediaciones de la antigua. ValJadolid (hoy Morelia) de Michoacan. El lunes 22 del corl'iente salí de Ori- zaba en el tren de las cuatro de lo. tarde y en un wagon de segunda clase, acompañado de trece angla-americanos, de un francés y de seis mexicanos. At principio, pequeño valle de Ori:r,aba por entre plant.íos atravesamos el de caña de azú- car, descubriendo á lo lejos las humeantes chimeneas de los . ingenios y pasando por tres grandes puentes de hierro en los 15 kilómetros que separan á Orizaba de la l)l'ofunda barranca de Metlac. En seguida, el tren lanzando espesas columnas de humo de las dos chimeneas de su gran locomotora }'airlie siguió la estrecha cornisa, abierta al borde de un abismo en los £lancos de aquella barranca. Siete túneles, de lOR quinea que tiene toda la linea en sus 83 leguas de Veracruz á M6xico, se abren en ambas pendientes de esa profunda. quebrada que atraviesa - 211 - la locomotora SOÙl'1:l UIl via.dncto de hien'o, muy largo y elevado. Pasado lJUonto de hielTo, otro Estación del Fortin, principia la inclinada y extensa de Córdoba, 235 metros más baja que el valle de El tren se llcsli:¡;aba al tl-avés de esposos bosques do planicie Orizaba. árboles dando de cinco claros, se llega á la enanos, reeol'1'iendo pequ13iía ciudad do Córdoba, dos leguas Último untes limite de llegar á la Ii donùe sube el vómito nogro. Córùob;l ostá 827 metros sobre el nivel del mar; su clima es húmedo y caliente. Estos parajes pOI' fill vegetación :r tern peratl1nt rl'cuerdan 01 tmyccto que va do ~ llcre á J nutas on las orillas dl'] DaglllL, cn el ¡';stado del C,\uea; aunque sus bosques son menos monos pintoresca Después fl'ondosos y sus habitantes, de Córdoba todavía redamos cuatro legnas, hast'i Ilegal' á la gstaeión veu á presentarse y elevados, su posición indios do pura ra7.a. por el valle do Àtoyae algunas alt:1s coEllas arboladas el cauce de cso río, sobre el Ci uo se halla otras donde vuel- que flanquean tonùido gran puento de hiJrro, próximo á dos largos túneles. Luégo viene el cónico y elevado mouto del Cbiquihuite y oIría de SaT! Alejo, que los troncs aLt'aviesan e\l medio de tupidos bosquos y de cerros cubiertoR de matorl'ales ha~tu, lu' Estaci{¡n de Paso del Macho, distanto dos loguas de L1 de Atoyac. Pàsada la ]~stación de Calu<:,rún y los ríos del Sordo y do Jamapa, se llega á la Soledad, sopal'ada de PaRO de Macho por siote laguas do esposos y achapal'l'aJos bosques. Desdo ~oledad principia una llanura completamento plana, en parte cuùiorta do matorralos tupidos y do enormeE árboles, y en parte cuajada do ganados quo pacen feraco;; dehe;r.as y en modio do telTenos anogadizos, dando apal'Ocen de cuando cn cuando algunosJacales (cabañas) do palma y do rudos troncos, haùitaùas por jn1'OCh08 (indios costeÜos); los únicos que puedon morada do las caloutllras, vivil' on osos <;iti\Js malsa.nos, de la anomÍa y del vómito negro. En 212 las seis leguas y media, que separan á Soledad de Veracruz, encuéntranso solamente la ranchería do Purg., y hL pequeña Estaoión de Tejorh. A las ocho do la noche llegamos ti Veracruz, después de recorrer veintises leguas en cuatro horas con un gasto de S 4-55. En esas veintil:!eís leguas.no so encuentra poblaci6n alguna, fuera de Córdoba que tiene do cinco Ii seis mil almas; (26,000 en todo el cantón) en las catorce leguas anteriores, desde San Andl'éli Chalchicomula ha~ta Ol'izaba, 8Ólose divisa el peqlloño pueblo de Maltl'uta distante algunos kilómetros de la vía férrea. l!ln Veracruz.ne trasladé de la Kstación al Hotel VeracruzaDO atra.vesando calles anchas, rectas, muy aseadas, flanqueadas por antiguos edificios de dos pisos y que recuerdan 108de Puebla. Tanto la plaza. como la8 calles principales estaba.n iluminadas COD luz eléctl'ica, y en la primera se paseab.Ul multitud de gentes tomando el fresco y oyendo la retreta. Como ci vómito negro todavía hace algunas victimas, me apre~mrétí. salir de Veracruz, y, al dh siguiente Ii las cinco de la mañana, tomé el tren para Jala.pa. Durante la primera hora recorrí mas la.rga planicie cubierta de pantanos, de potreros y de bosques enanos, en nada comparables á las espesas y gigantescas selva" de nuestras costas. En Paso de San Juan, á seis leguas de Veracruz, dejamos el tren y tomamos los pequeilos carros de un ferrocarril de sangre, tirados por dos troncos de mulas, ca.da.uno. Con los primeros rayos del sol naciente emprendieron la marcha al tl'avés de los montes, las dos tranvías que llevaban nna docena de pasajeros, casi todos mexicanos. Las veintitrcs leguas, q/16 sepal'an á Veracruz de Jalapa. cuc.stan $ 4-00, en segunda clase y $ 6-00, en primera. Los carros son abiertos, incómodos, de mal aspecto y capaces SÓlO de contener veinte pasajeros, cada uno. Hablamos recorrido seis leguas en una hora, arrastrados por la locçtnotora, y naB restaban aun otras - 213 - diez y siete que debíamos andar en onco, al trote do las mulas. El contraste no puedo ser mayor, y en este viajo se palpan las enormes ventajas del fOl'l'ocarril de vapor. Las doce primeras leguaR) do Paso de San J uau á Cerro G ordo, Jas anduvimos on cinco hora!! y tres cuartos, inclusos los pocos minutos qua perdímos en cuatro relevos de mulas y lus tl-einta empleados en almCol'zar, on el Restaurante fiancés de Hinconada. Los rieles están tendidos al trav6s de terrenos liguramellte ondulados y cubiertos do bosques enanos, entre los que aparccen de cuando en cuando algunosjacales de palma y maderos. La única aldehuela de ese trayecto es la de Paso de Ovejas, cuyas casas son de palmas y troncos ó de teja y tablas, agrupadas eu torno de una iglesita de teja, cosa bien rara cn estas comarcas, donde casi todos los templos son de artezonado y de airosas cúpulas. Las demás poblaciones del tránsito son pequeñas raucherías. En la mitad del camino, entre Veracruz y .Jalapa, so pasa un rio correntoso y de algÚn caudal sobre grande y hermoso puonte do mampostería. Por él, y á la largo de la vía férrea del tral1Vía pasaba la antigua carretera de México, (toda ella empodrada) la que recorrieron las diligencias nacional{'s hasta abora. ocho años, fecha Gn la cual se abrió al tráfico el actual ferrocal'l'il de sangre, 'que pertenece á la Compaiíía inglesa del ferrocarril á vapor de Veracruz. Esta tranvía ha sido un gran negocio j pues, más fácil de conservar q1le la carretera y menos costosa, produce mayores rendimientos. No tiene obra ninguna de arte y ha aproveohado el gran corto de la Caüada y 108 put:llltes del camino viejo. Todo el trabajo se ha limitado á poner durmientes y tender rieles, siguiendç¡ simplemente las ondulaoiones del terreno, las cuales en algunos puntos dan pendientes notablemente rápidas. Eu las subidas andábamos al paso de las mulas, en los planos al trote y en las bajadas al galope, á pesar de lat! trancas 214- que se aplicaban á las ruedas-.- No tiene sino meras y potreros enramadas decir á pasajeros . había ganado bien estaciones, en los puntos de relevo. Oí infol'mados, que la Compañía inglesa $ 30,000 en el año pasado, no obstanto ser poco activo el comercio ontre Veracruz y Jalapa, ciudl1d de escaso movimiento y de solo 14-,000 almas. i Qué no podrían hacer en favor del país y de los empresarios los ferrocarriles en nuestras ciudades interiores de Colombia! de sangre Los 118 kilóme- tros <¡Je mide esta vía sólo costaron cerca de un millón. lIoy se hacen en un día las veintitt'es leguas (ple antes recorrían las diligencias en dos, y 1m cada. viaje pueden ahol'a trasportar, cada uno do los carros, llevaban las anteriores doble diligencias, número de pasajeros dól qua tiradas no pal' cuatro mulns, como los carros de la tranvía, sino por ocho yaun por diez. Por otro lado, 10'3 viajes y los trasportes son más baratos que antes y m(Í.scómodos, puos los carros, ni dan los tcrribles saltos y las fuertes sacudidall de las diligtlncias, ni tiene u el peligl'o de volcarse. Para la seguridad de los pasajeros Vil un sargento con dOll soldados en cada uuo de los viaje~. E:,tos son dos: uno que sale de Veracruz á las cinco de la maÎialla y llega á Jalapa á la misma hora de la tardo y otro, que principia en Jalapa á las siete de la maï:íana y termina á la.s cinco en Ver3ocruz. 'fodas las ventajas, pues, están en favor del ferrocarril de sangre sobre las carreteras. más Desde Puente Nacional las ondulaciones so iban haciendo Pl'onuncíadas, frecuentes, y más rápidos los repochos. El clima, menos poima. ardiente y húmedo, so parece mucho al de Ana- A pesar de que la población llega á 56,000 almas en todo el cantón, el cultivo de los campos está muy abandonado, debido á la cscasez de ríos y arroyos. A los bosques suceden los matorrales, los cactwl, (pitahayas, órganos, cirios, etc.) y á los algabarros, los árbolos achaparrados. À las once cincuenta y - 215 ~ seis minntos sal\mos de Cañada, que está á los 86 kilómetros de Vel'aCI'lI7., y emprenùÍmos la suùida del famoso Cerro Gordo. Allí 108 angla-americanos, bajo el General Peterson,.derrotaron en 18·1'7 á las huestes mexicanas, comandaùas por el Genera Santa Ana. Los yankees, asegnran haber sido tal el apuro de este caballero, pnes Santa qne on la hl1Ída olvidó Àna era cojo. IJa batalla hasta sn pala de palo, de Cerro Gordo abrió el camino de l\lúxico á los americanos. Para cmprender la subida, hicimos primero una gran cnrva, y luégo trepamos por cuestas arboladas, desde las que se extendía la vista por las llanuras y el Golfo mexicano. '¡'arminada la subida, romudamos por sexta vez las mulas en Matn. de Caiía, á la nna y media, y seguímos al trav·5s de la llanura. cubierta do potl'eros y matorrales. El "úmito negro no snbo Ú esta elevación y termina sus cstmgos en Rinconada. A las dos y tl'es Cllal·tos tqvimos otro relevo en Dos Río~, tres leguas antes de Jahpa, y principíamos otra larga Ji tendida cuesta pués d·) preselltar ptrte cubiertas alguna; que viene á terminal' en SIlS ondulaciones Entre extensas aquellas capilla y por su mcjol' h'\cicu(hs llama la atención, apariencia, A las cinco de la tarde multituù co]¡etm. â. cierto düllCsafl, en y ranchos joven Ileg'lmos compacta hacienda que se retimba con il I:t F:stn,ci('Ín de J aIapa esperaba pulitir¡nero, (ú es- por la torre de Sil El Encero, pCl'tenecilí nI General Sant'\ A.na, y á donde freclllll:ia pam llevar nna vida sibarítica. donde nna des- pOI' la poros:t I:w¡t del Peroto, y salpic.1das con casitas do p'1h, con varias ta.ncias). en la ciudad, que con flores, cintas y venía con nosotros . .Jalapa tiene fama por los modales finos de SIlS moradores y la gracia du SIlS hijas. Pucde colocarse albdo do Ocaña y Vélez de Colomhia. Lo;; indios son aquí Illuy raros, poro su tipo domina en el puoblo. El clima es agradable, presentando una. temperatura media de 19 centígrados; pero Jalapa, como todas - 216 ..••. las ciudades de este país, experimenta. tra.nsiciones rápidas y bruscas, muy nocivas a. las vías respiratorias, fuertes calores de Mayo á Agosto y agradable fresco de Diciembre á Febrero. Su altura sobre el nivel del mar es de 1,399 metros, su poblaci6n de 14,000 almas, su latitud de 19° 50' al Nor'te y se halla dos grados al Oriente de México. Cllando por ella pasaba la carretera á Veracruz su estado era floreciente; más, con el ferrocarril ing1é!'!,que se inauguró en Enero de 1873, que pasa por Orizaba y deja Il esta pobre ciudad con sólo uu ramal de tr:mvías, Jalapa perdió mucho de su importll.ncia, y se vió reducida á la agricultura, trapiches y fábricas; único recurso de que vive. Jalapa está edificada en la extensa falda de una. cadena de colinas, contrafuertes del extinguido volcán de Perote. En consecuencia, su planta es muy irregular y recllerda los barrios de la. parte alta de Bogotá. SllS calles, muy limpias y solitarias, están empedradas con lava porosa y son muy irregulare!'!; ya anchas, ya estrechas, ahora rectas, ahora tortuosas, unas veces empinadl:ls y otras plana~. Sus casas son de teja y de uno ó dos piso3, presenhndo mejol' aspect!) que las do Orizaba. 'rodas son cómodas, baratas y no pocas de muy buena arquitectura. Las ventanas, grandc:ls y rasgadas, son de hie,-:ro 6, más frecuentempnte, de madera. No ruedan coches por sus calles, bien empedradas y con buenas banqlteta.~ (enlosadas). Jalapa tiene algunos puntos de semejanza con Tunja; aunql10 es más aseada. Hay en ella seis templos, inclusa In Catedral, recientemente erigida y de mediana apariencia, regular hospital, dos teatros, baños y lavaderos públicos, cinco fábricas da tojidos, cuarteles y hermosa plaza de mercado. Tiene un Colegio del Estado con Sil anexa biblioteca pública, un peri6dico noticioso, jardín adornado con fuentes, árboles, faroles y llsientos, en la antigua plaza de la Parroquia, hoy de la Catedral, muy hern.osa Casa Consistorial y dos paseos medio abandonados. El carácter 217 es amable y algo más abierto de la gente jalapeüa que el de los arribeños (los de arriba), entre quienes la indí- gena desconfianza domina. La población de Jalapa, es en todo el revel'SO de la de Orizaba; liberal, no tan piadosa menos amiga do log sacerdotes; al propio tiempo que más estacio- naria, sin vidn, ni movimiento, por hallarse aislada. Su clima es lluvioso, aunque menos que el de aquella, y sus alrededores pintorescos. Desdo la ciudad se descubre, el pico de Ol'i:-\aba, Ú antiguo nevado y majestuoso, Citlaltépetl, (cerro de la estrella) y las pedregosas cumbres del Perote. El café, la calia de azúcar, el plátano, la purga .Jalapa y demás templadas resorte producciones principal de las tierras de la agricultura tan lojc.s dol ferrocarril quo úue en una población, entre sí las ciudades llamada son el situada princi- pales do esta Hepública. La vida es barata y la propiedad tiene poco valor. Las familias decentes son tratabll;\s y acogen con afabilidad al extranjero, muy raro en Jalapa. La prostitución es excesiva, atendidos sus 14,000 habitantes y su poco movimiento de forasteros. Como en las restantes ciudalies de la República, hay aquí varias ca;;as toleradas de mosalinas. En Jalapa he venido á all' vivas y gritería política de elecciones, al uso de Colombia; sin duda por carecer ella. do actividad, industria y comorcio. No escasean los indios, ni los gritonas las calles. La prensa está casi muerta; ría de los hombres, como acontece vendedores la religión en la restante por en la mayodel país y de Ill. América española, se reduce á all' misa los domingos. En oste cloro abundan, y en el de toda la República, los indios y los meztizos. También aquí el protestantismo va haciendo prosélitos entre hombres y mujeres; hOY,loB mismos periódicos liberales ya se lamentan de que se vaya destruyendo con él la unidad nacional, indispensable para. resistir á los yankees. Estos, para quienes toda la América es un campo reservado á 28 -IU8-· sus conquistas, según· me la sostenia. en dias pa.sados un inge- niero de la gran República, que hacen protestar lib¿ral cometen en el pais reproba.dos heohos aun á los diarios más adictos al Gobierno de México, pupilo, como Unidos. le En la Estación todos saben, de los Estados del ferrooarril Sullivan, v. g., los jefes, si son americanos, tienen sueldos exorbitantes y poquísimo trabajo; pero, si son mexicanos deben desempeñar lOB oficios de jefes y telegrafistas. A los primeros se dan las mejores . estaciones, á los segundos, las de muy poca obstante sus notorias actitud y honradez reclamación yankees Tarde de mercancías á los interesados ó equipajes extraviados despreciativa cae en la. cuenta a! cielo el grito principales empresas más tarde, protectores los franceses que frecuentemente contra sus vecinos, y de mucha propiedad dueños ya de las en México, y, algo á guisa. de los iog-leses en Egipto Memoria los etc ... " La Patria, de donde he tomado la. en el 'l'oñkln y Madagascar. La. rooiente contestan y lacónicamente cita a.nterior, y los demlÍs diarios mexicanos levantan importancia; no Al hacer alguna del Secretario y de * de Hacienda para. la exportación mexicana, del 30 de Junio misma. fecha. de 1883, nn total de $ 41.807,595. asigna de 1882 Ii la. De estos son $ 29.628,678 p!lorametales preciosos $12.178,937 para.l08 demás artículos, entre los cuales se hacen notar el henequen 6 fique con $3.311J063, las maderas con $1.917,324, el café con $1.717,191 y las pieles con $ 1.653,166. Todos los demás artículos, como caucho, tabaco, azúcar, vainilla, ote. presentauoifrasaun inferiores.Además de los tl'es millones y modio de henequ.en,a.parece una -nueva cifra de $ 506,533 pa,ra. el i~tl(!, otra clase de esa hebra. má.s fino. Asi, pues, M6xiço ha exportado en un aûo casi cuatro • En Colombi, la anarquía no. HeVl\Tá más lejoB,á del Istmo de Panama. la pérdida 219millones de fique, es deuil' la tercera p¡¡.rte de su exportación agrícola y manufacturera.. i Cuánto no podrían ganar en Colom bia, los que em prendie~ell el cul ti va en grando de nuestras penca.~ y la extracción máquina inventada. de sus filamentos para el cfecto! con la pequeña Quitados los veintinueve millones de plata exportada pal' ~Iéxico, quedan, como vimos, sólo doce millones para los demás artículos, y doce millones es la. cifra de nuestra exportación anual. Si oxplotásemos las ricas minas do Colombia, en vez de charlar, disputar y matarnos estúpidamente, podríamos llosotros también millones de metales preciosos al ex.tranjero. fundador de Cartagena, remitir buenos Pedro ùe Heredia, el envió Ii Espaiin. s(íla de (luilltos reales, según César Cantú, veinte mil quinta.10s de oro puro, cantidad enormemente supcrior ri. los vcintinueve millones que exporta. M6xico. Cantú auude en el lugar citado (Hist. Univ. El Dorado tomo <1ll pág. 213 do 1<\edición mexicana). "Allí (eu Colombia), á la menos no ora. un sueûo la qne buscaban en otras partes." :Móxico tu va cuarenta (Ifll Dorado) como y un millones ùe oxpor- tación on 1882. Chile pI'osentú para finrs do ese año las sigu.ientes cifras oficiales: exportación setenta y un millones de fucrteH, importación cincuenta. y kes millones. Esto manifiesta. sus grandes ganancias 01\ los territorios quo ha arrebatado al Perú por medio do la conquista. En cuanto á fel'l'ocarriles, bU01l0 es )JI'osentar algunas cifl'as para que so hagan comparaciones. :México tieno en explotación 4,800 kilómetl'os, el llrasil 5,ô IO; Chile, 2,115, el * Perú 1,585, la República Uruguay 376, Guatemala, zuela 1(34, el Ecuador 13,t, del 'l'olima, 168 y Colombia Àl'gelltina 3,6GO, el pequeñísimo también muy pequeúo, VoneCosta Rica, menor quo el Estado 8010s 180; (sin contar el fel'rocarril .••Esa cifra de Agosto de 1883 ha llegado en Ma.no de 1885.-Not~ lloBterior, no, ú 5,915 (1,183 leguas) - 220 - yankee de Panamá) no obstante sus cuatro millones de habitantes, su riqueza y sus 1.300,000 kilómetros cuadrados de superficie. S610 México entre las citadas repúblicas, nos es superior en extensión y habitantes y la Argentina, si es mayor que Colombia. en territorio, tiene menos almas y está mucho más distante de los centros civilizados de Europa y Estados Unidos. j Que caiga sobre los politiq~ros y adl'tliics la. maldicí6n del pueblo, quien tiene derecho y razón de mirarlos como la rémora principal de su progreso I México, con la. paz, el trabajo y fuertes contribuciones, se ha. puesto una entrada. anua.l de treinta y dos millones; Chile, con los mismos elemeutos y el desmenbramiento del Peró, h:¡, obtenido eu 1882 otra de $ 41.821,550; Colombia, con sus enjambres de políticos y sus p1éyades de literatos sólo cuenta diez millones y se halla en grandes apuros pecuniarios. Esto es muy natural, como la consecuencia lógica de tanta política, espíritu de partido, guol'ras fratricidas y literatura mendiga. Pero, volvamos á México al que pronto daremos nuestro último adios, después de dos años y tres meses de permanencia en su territorio. Durante ese tiempo no he cesado de estudiado en documentos oficiales, diarios é histori~, y en el frecuente trato con todas las clases sociales. He visitado en México diez y nueve ciudades y varios pueblos; he recorrido todas las líneas férrea.s centrales, excepto los dos trozos de León á Aguas Calientes y de Toluca. á Morelia, últimamente abiertos al tráfico; he predicado en Puebla, México, Tacubaya, Guanajuato y Orizaba; he vivido un año en Puebla, seis meses en México, seisen Guanajuato y uno y medio en Orizaba; por último, he escrito y remitido á Bogotá sesenta y dos revistas, en las que he procnrado pintar el país tal cnal se me presentaba, sin enojo, ni adulación. La única idea que me ha guiado en ellas ha aido la de matar, con el ejemplo de las antiguas revoluciones de eate - 221 - país y su actual prosperidad, el espíritu de partido, la. manía política, las guorras civiles y ei poco amor al trabajo, males que hasta el presente han aquejado á nuestra Patria. No dudo haberme creado con mis revistas algunos enemigos, tanto en Colombia como en México; pero mi instinto es decir Ill. verdad sin adular á nadie, y trabajar por el bien de mí palS, aunque do paso hiera algunas suceptibilid)des y contrarie no pocos intereses. Como síntesis de mis estudios sobre esta República saco la siguienw conclusión que he oído atribuír Ii Bolívar: "En México todo es grande, menos los hombres." En .Talapa.ha muerto hasta la memoria del General Santa Ana, pues ni siquiera tiene en ella un bugto, una estatua, una callo 6 establecimiento público que lleven su ,nombre, no obstante los muchos beneficios que hizo á esta su ciudad natal. Race pocos años murió el célebre político en México y fué enterrado oscuramente, sin quo el Gobierno liberal le tributase 108 honores debidos al que derroc6 el imperio de Iturbide y gobern6 repetidas veces la República. Al menos él no tuvo la triste suerto de Ocampo, Degollado, Comonfort, Miramón, Mejía, Iturbide, Méndez )' otros prohombres mexicanos, quienes murieron asesi.nados ó fusilados. El General Guadalupe Victoria; el Pl'~idente Herrera y Don Sebastián Lerdo de 'fojada, segunda figura después de Juárez en la guerra de la intervonción, fueron también hijos de Jalapa, y tampoco tienen aquf monumento alguno que recuerde su memoria. Colombia muy bien puede gloriarse do ser un pueblo generoso, donde lOBpartidos sabon tributar homenaje á sus enemigos políticos que han tenido gran mérito 6 han brillado en el escenario público, y donde no se ha fusilado, ni asesinado Ii los vencidos. Sí hubiese sido Presidente de México el General Santa Ana, cuando se principi6 el ferrocarril de Veracruz, ciertamente no hubiera pasado por el rumbo de Orizaba, donde encontr6 grandes obstáculos, - 222 - como la barranca de Metla.o, la cuesta de Mtlltrata y el Infiernillo, obstáculos que exigieron muchos túneles y viaductos costosisimos; sino por Jalapa., cuyas tendidas faldas no hubieran requerido gra.ndes obras de arte en un trayeoto igual al de Orizaba. Pero los Escandón, primeros empresario$ del ferrocarril de Veracrúz, tenían en Oriza.ba propiedades, y su interés particular pesó más en la balanza que el bien públioo. }JI 5 de Noviembre tomé por 30 oentavos un puesto en el carro de primera. claBe de la. tranvía. de Contepec, villa situada á 12 kilómetros a.l Sudeste de Jalapa. y 200 metros más a.bajo, COD nna población de 6,000 a.lmas (el canthn tiene 26,000) y 16° grado8 centígrados de temperatura. media anual. El día era espléndido, la mañana fresca, pues ya. estábamos á mediados de otoño, y el camino variado, ameno, yerde y frondoso. Después de corœ subida, emprendimos, tirados por mulas, la bajada. del Oonsuelo siguiendo curvas y pendientes imposibles á una. locomotora; luégo recornmos a.lgunas ondulaciones del terreno en medio de bosquecilIoB de encinos; pasllmos el manso, pequeño y tortuoso Sordo por un puente de madera. y en seguida bajamos á las enca.ntadoras vegas del Pisquisc, sombl'oodas por numerosas hayas, vegas que recuerdan ias d~l Somondoco, cerca de Garago80y en las que se ven un rancho (estanoia) y algunosjaca.Ze8 (chozas) de troncos y de tejas. Las peladas rocas del Perote, el airoso y planteado cono del Oriza.ba Be destacaban en el límpido horizonte, al Sur y al Slidoesto. Por donde quiera se veían cafetalee, tabacales y plataneras. Pa8ado el Pisquiac por el hermoso puente de la antigua y empedrada carretera, y dejado B la. izquierda el grande ingenio de * • En nuestras tierras templadas de Colombia, donde no hiela, como aconte08 en 81tas durante el invierno, se podría también seml brat tabaco. - 223 - la Orduña, omprendÍmos nuevas ondulaciones a.ntes de llegar á Coatepec. Esta población, de anchas y empedradas C1~lles, pero solitarias; de casas bajas de teja y de hermosos alrededores, donde dominan las platanel'8s, tiene cuatro buenos templos, plaza de mercndo, circo do toros, palenque de gallos, grande plaza adornada de árboles, jardines, asientos, fuentes y la Estación do las tranvías. Vive del café, del tabaco, de la agricultura y de los trapiches. En sus casas, como 80 cstila en Jalapa y demas ciudades de México) se von numerosas jaulas de canal·ios, jilgueros, ruiseñores, clarines, (mirIas) y l)ríma'Veras) alIado de aéreas maceta'! de parásitas y orquideas, y sobre multitud de tazas de flores escogidas. Desgraciadamente, aqul, como en la mayor parte de esta República, la gente es curiosa y desconfiada, poco tratata.ble, encogida y nada hospitalaria; tlmida al frente, temible tí. la espalda; parecida á la del Ecuador cn sus maneras y estilo, Ii 1a del Perú en su carácter y tí. la de Guatemala en sus alimentos, costumbres y lenguaje. Un extranjero se ve aislado, porque no encuentra la sociedad fácil, amable y efusiva de Colombia, de Buenos Aires, de la Rabona y de Chile. Sin embargo, los robos son por aqul monos frecuentes que en el interior; aunque no se puede negar qne domine pOl' donde quiera en este país el carácter inùio el cllal ha inficionado aun ú. la gente blanca, también poco alegre y comunicativa, taciturna y esquiva. Todavía no he podido ver un sólo baile popular, ni ho oído una sola. canción acompaúada de ]a arpa ó ùe lajarana (tiple) entre las gentes del vulgo, e~ los dos años que he permanecido en México; si exceptuamos los cantos de algunos vendedores públicos acompañados con sonido del pandero. Aquí, en Jalapa y Orizaba, como en TJuestras comarcas, llueve todo el año; por ende, los prados y campiñas cstlÍn siempre lo~nnùs j haYJ además, no pocos ríos de que carecen las altiplanicies. Así es que anual. - 224 - mente se exportan del fera.z cant6n de Jalapa, fuera del tabaco, do los plátanos, de la purga que lleva su nombre, hoy escasa, de alguna azúcar y aguardiente, se exportan cien mil quintales de café. Un calderero franoés, establecido en Coatepec desde 1847, ha hecho su fortuna construyendo alambiques y pailas para los ingenios. Tomaba, antes de haberse establecido l~ tl·a.nvía, un cobre más caro ùe las minas de SomalahuácaD, distantes diez leguas; hoy, recíbelo directamente de Francia. La milla del camino de rieles de Ooatepec á Jalapa, línea que cuenta 12 kilómetros, costó cerca de nueve mil pesos. Su afectísimo, FEDERICO C. AGUILAR. Habana, Noviembre 15 de 18il3. Señor Redactor de El Pasatiempo. El 9 de Noviembre á las diez de la mañana zarp6 ùe Veracruz el vapor español de la línea Ant.onio López, llamado cc Satrúsrogui," á cuyo bordo iba este su Eervidol'. Yo había navegado en vapores ingleses, franceses, anglo-americanos, austriacos, it:l.lianos, etc.; pero, aun no conocía el estilo de los barcos españoles. Dió la casualidad que el mismo Vicccónsul español de Veracruz tuviese que eRtregarrne un dinero remitido de México y l'ofrendarme el pasaporte, indebidamente exigido por los agentes de los vapores López, pues yo no iba tí la Habana sino Il. trnsborllarme á otro vapor. En la primera operación me extorcionó el uno y medio pOI'ciento, no siendo ~ino el medío, y en la seglmda me hizo pagar dos fuertes más de 10 justo. En l:J.Haùana me pidieron de nuevo pasaporte * • Ya en Julio de 1881 un empleado español de la Aduana me había robado cuatro fuertee en oro. - 225 - para Colombia, annque no me la exigieron como condición indispensable. En mis viajes sólo á los españoles y los turcos be visto llenar esa formalidad, ya en desuso en las demás naciones. Al fin dejaba yo las costas de México en un vapor viejo, poco asoado, de no muy buen servicio, que costaba hasta la Habana $ 40, por tres días y medio de navegación y on el q\10 recorrímos 283 leguas sin parar en ningún puerto intermedio. El tiempo aparecía hermoso; mas, el bar6metro bajaba mucho, pues estaba anunciando un temporal; el capik1.ny tripulación Be mostraban preocupados, observando suma vigilancia. Todo se redujo á un ligero chubazco, y á quo se mareasen pasajeros, camareros y el médico de á bordo. f;a América estaba representada por seis cubanos, tres moxicanos y un colombiano y la l!lspaña, á má~ do los tripulantes, por ocho individuos entl'o lOBque llamaban más la atención dos rnesalinas que se colocaban en la. mosa alIado del capitán. A medida que el vapor andaba, iban desfilando una docena de vapores y otros tantos buques de véllasurtas en el puerto. Dejábamos hacia la espalJ •• á Veracrl1z, llamada la heroica como nuestra Cartagena, ciudad pequeña pero bonita, con callos anchas, rcctas, limpias y bien enlosadas, con casas do dos, tres pisos y de azotea, con subul·· bias donde se levantan, no ya edificios de mampostería sino do tabla y teja á la moderna, con plaza adornada de árboles, jardines, fuentes, fanales de luz eléctrica, y circuída do portales. El bonito p6rtico de la aduana, el templo de San Francisco, convertido en biblioteca y su elevada torre en faro bautizado con el nombre de Juárez, iban ya desapareciendo, como también 01 castillo da Ulua, quo recuerda el do Bocachica y qne os una prisi6n malsana donde mueron tantos infelices, iban desapareciendo, digo, cuando nos Hentamosá la mesa, bastante bion servida y sobre todo rociada con exquisito Valdepeñas. Se habló algo del crimen reciente, en que aparecían como VÍctima¡ 29 - 226 - de un horrible asesinato el cura de un pueblo vecino Ii Orizaba y tres ó cuatro personas de su familia, entre ellas dos mujeres. Veremos si fusilan á.los malhechores, pues, aunque en México está abolida la pena de muerte, se aplica, sin embargo, la ley fuga, según la cual se fusila í~un hombre de improviso sin darle tiempo á. quo ~ prepare, so pretexto do hnber intentado escaparse. Para los extranjeros se encnentra también en la Constitución el draconiano artículu 23 que los expulsa. del territorio mexicano, cuando se les juzga porniciosos. Con visible contonto dejó el equipaje de nuestro barco el malo é insegnro puerto de Veracruz, dondo tantos naufl'agio5 ha causado el viento Norte que sopla de Noviembre á 1-farzo. Bien manifiestan su violencia. los restos de varios de ellos que se perdieron en Febrero de este año y que todavía se ven en la playa, cual enormes esqueletos. Durante la navegación no huho más incidente particular que el Santo Sacrificio de la Misa, celebrado por el Capellán de á. bordo en la espléndida sala de popa. Asistieron con poca devoción 2i personas, es decir, corno la tercera parte de la gente que navegaba on el "Satrústegui." Por desgracia la indocta incrednlidad y la tonta indiferencia es de tabla entre las gentes adocenadas que £recnentan los vapores. El 12 dû Noviembre á las nueve de la mañana entramos en el hermoso, frecuentado, amplio y seguro puerto de la Habana siguiendo estrecho canal, defendido por los castillos del :Morro y de la. Punta, situados uno frente al otro. Algunas millas antes de llegar, veíamos destacarse en el horizonte la brillante luz del faro giratorio y la interminable serie de faroles de gas, que se extienden desde la Aduana hasta la Chorrera por más de dos leguas. El puerto d8 la Habana está formado en una ensenada de perímetro irregular, defendida por siete fuertes armados de caüones modernos y circnndada por la ciudad, el pueblo de Regl!i" los almacenes 227 - de azÚear y las carboncras. vista es magnífico y grande la animaoión que conté fuera de las embarcacioncs res, cincuonta de su recinto, barcas de voll'l., dos ferl'y-boats, Un diquo flotll.uto y los almacenes construidos en el mellores, veintisiete vapo- que ponen on á Regla con la ciudad, y algunos pequeiío8 remol- comunicación cadorcs. El golpe de an forma de caney hiorro) so extienden grand0 distancia, mayor parte del y cerraclos desde la Machinn siguiendo por larga (elevador) la orilla del mar. cil'cúito do la bahía do la Aùuana, corre, A la largo de la tras una cadena de verdes colinas doudl? los cocoteros alrosas copas. Al día siguiente me trasbordé, ñana, al pequeño, sucio, incómodo, verja do hllsta una los edificios, levantan cerca de las siete de 1(1 sus ma- pem andadOI' huque español " }<Jsperanza" que debía 7.aI'par dos días más tardo para Sabanilla y Colón. Por huír el miedo de la vida de Caribdis carí~ima caí en Scilla. de la Habana, En efecto, y ua del vómito llegl'o, pues en esta época de Noviembre á Marzo no lo hay; el miedo, sobre todo, de tantos pillos como pululan cn esa ciudad, centina común de la gcnte peor de ]¡=t Península, "á donde acuden los espailolcs, como ma decía uno de> ollas, 6. bUf;car dinero por buellos Ó maios caminos;" el miedo, digo, fi los bribones de ese puorto, donde, hace dos años y modio me roburon de la cartera ~ 3G en oro español, más ~ ,1, en oro, quo deùí pagRr á un guarda español para quo no me impiùiese, ti últilllll. hora, tl'Uf;bordar mi equipaje ùe El Sa?'atoga á el Oity of MJrida, más $ ,t, también en oro, q'lO debí dar al botúro quien abusó de este incidente; el pánico do todo eso me hizo tomar un pequeño vapor de867 toneladas,pertenœionte á la línea del Marql1és del Campo, vapor quo babía sido embargado carísimo, pues me costó $ 90 .•.De Quebec en Colón pOI' una deuda, vapor * en pe~os (Canadá) á Liverpool mexicanos, vapor de pagué 6ólo $ 70 por doce - 228 - carga con sólo cuatro camarotes y Biete camas, donde fueron amontonadas veinte personas, es decir, siete pasajeros de primera, cinco empleados del buque, tres criados y algunos pasa- jeros de segunda, quienes por favoritismo fueron acomodados con los de primera. El buque era. sucio, el servicio malo, la comida. regular y con vino; los criados fumaban dentro de la cámara y se lavaban en la única aljofaina de los pasajeros. Como todos eran españoles, el Mayordomo, que ya me había sacado de mi camarote para meterme en el del médico, me excitaba-á que fuese á. dormir sobre cubierta, no obstante haberle dicho ya algunas veces que venía enfermo del pecho. Trataba de hacerme salir con maña del nnevo camarote para acomodar en él á un paisano, á quien, por fin, introdujo allí para que no me dejase dormir con sus ronquidos y trasbocamientos; amén del sumo calor y escasez.de espacio para colocar la ropa. Àñada usted á todo esto un lenguaje amenizado frecuentemente con groseras intergecciones de varias clases, tan comunes entre la turba-multa de peninsulares que he conocido en la Habana, Veracruz, San Thomas, etc. Pero, volvamos á la Habana, á donde me dirigí después de trasbordar el equipaje eon el gasto de dos fuertes. Tomado el boleto de pasaje en las nuevas y elegantes oficinas de la Compañía del Marqués del Campo, atravesé las estrechas calles de la ciudad antigua, poniéndome de lado á cada paso en BUS banquetas, (enlosados) de media. vara. de ancho, como laB de nuestra calle de 108 Carneros, para. dar paso á. 108 que venian, y me fuí á.la plaza de San Juan de DioB, a.ntes templo y condlas en c6modo y lujoso vapor y de SablWlilla á Nueva York otros 8 70 por ooho diss de navegación, más agradable que la inoómoda de los ocho que gastamos de la Habana á Sabanilla en el -n Esperanza," tripulailo en su mayor parte por gallegoll. - 229 - vento de esa 6rden y hoy pensU adornada con árboles, jardines, faroles y fuentes. Allí tomé los carros de una de las tres líneas de tranvías que recorren la ciudad, para dirigirme al Cerro. Después de algunas calles angostas, entramos en la parte nueva de la ciudad, ocupada por los hermosos paseos de Isabel, de la India y del Vapor adornados con árboles, asientos, fuentes, verjas y faroles. Los circuyen bellos edificios flanqueados en contorno por elegantes portales, tan cómodos en los climas ardientes. Entre aquellos sobresalen los teatros Tacón, Pairet y Paz, últimamente derruido. En esta. parte nueva de la ciudad se encuentra. la ancha y aristoc~ática. calle de la Reina, que parte do la plaza del Vapor para terminar en la de Carlos III. Todavía hay allí muchos lotes vacíos y otros en construcción. Pasado eso barrio de los teatros, casinos, hoteles elegantes y restaurantes, sigue el urbano (tranvía) hacia el Sur por larguísima calle, bordeada de portales, tiendas, fondas y casas de mediana apariencia, entre las que sobresalen alguna.s quintas de lujo. Dicha art9ria viene ti terminar en el Cerro, ó. dos kilómetros de la plaza do San Diego, punto de donde partimos. En las tres diversas partes de la ciudad; la antigua, la nueva y la extramuros, llaman mucho la atención el gran movimiento de carros tirados por caballos; (algunos por bueyes) los centenares de volantas; (carretelas) la multitud de peninsulares, muchos de ellos cubiertos con boinas j (gorros colorados) los numerosos soldados con toia clase de uniformes, desde el pantalón rojo y sombrero de jipa de 108 terribles voluntarios, muchos de ellos cubanos, hasta el pantalón y chaqueta de dril azul del policía; finalmente el gran número de negros, mulatos é hijos del Celeste Imperio. La población de la Habana tiene 240,000 habitantes, que pueden dividirse en tres clases casi igualmente numerosos, croo11os, peninsulares y extranjeros. Fuera de las calles principales, Reina, Obispo, (del comercio), - 230 - Compostela.1 Aguiarl O'ReilIl Oficiosl CubaI Amarilla, San Ignacio Amargura y otras pocas menos notables, todas las demás son irregulares tortuosas y muy sucias; especialmente los caUejones que irradian de la parte nueva de la ciudad y que están flanqueados de casas de teja y ta.blas. Estas son de un solo piso y de las que nosotros llamamos casa-tiendas. No se puede negar que en la. Hlob30na,alIado de extraordinario movimiento comercial hay mncho desgreño y suciedad. Las casas legales de prostituída.s españolasl creollas, mulatas y negras abnndan en las calles do la antigua ciudad. La gente del pueblo, sobre todo las hermosas negl'as y mulatas, están mejor vestidas que las de México, y la multitud de mocetones españoles admiran por su gallardía y buena apostura, aunquo no por el traje. El creolla presenta los mismos caracteres que los de Veracruz, Cartagena Panamá Guayalfuíl y Lima. Después de la insul'recci6n se halla éste en lo general, arruinado, pues ha perdido sus propiedades, las cuales han pasado á mafiaS españolasl y se contenta con ocupar destinos eecundarios, dejando los de primera clase á los peninsulares. El comercio es extranjero y español en su mayor parte. Los billetes de Bancol aucios y rotos pues la plata casi no corre squíl valen como los del Perú en 1877 la mitad, y aun bajarán más. El oro español está al nivel de la plata; el americano tiene uno por ciento de premio y los pesos mexicanos 8610 valen noventa centavos. La vida es muy cara y todo cuesta un ojo de la cara especialmente los puros 6 tabacos que son malos y carísimos comprados al menudeo. En la mayor parte de los hoteles y fondaB dominan la porquería y el mal servicio amén de lOB pícaros que pululan por donde quiera. La España.1 quien se jactaba en el siglo XVI de que el 80l no se ponía en sus dominios y que media, aun á fines del pasado) un territorio colonial de 15.668,068 kilómetros cuadradoB, se l l l l l l 1 l l l - 231 - ve boy reducida á solos 429,123 kil6metros cuadrados de PO!!6siones coloniales con 7.888,123 almas; mientras la Inglaterra posee actual montA 19.820,919 kilómetros cuadrados con 214.086)850 de habitantes. Las rentas do Cuba en 1879 llegaron á $ 12.2G5,27Û y los gastos á $ 11.352,938. La exportación en 1878 fué de $ 70.881,525 Y los derechos de Aduana $ 6.700,010. Al puerta de la Habana entraron en 1882, ],428 buques con 1.258,HH toneladas. El más importanto artículo de exportación de Cuba os el azúcar, que figura ontre las exportaciones con la cifra de 381.681)000 kilogramos, de los cualos un 66 á. 90 por 100 va Ii los Bstados Unidos. Sólo la Habana exportó on 1880, 90,523 cajas, 219,323 sacos y 190,083 b:uriles de a2;úcar, 12,443 barriles de miel y 9,873 pipa.s, de 125 galones cada \lna, de aguardiente. Además 8,779 arrobas de cera de abejas, 12.464,936 libras de tabaco y 153.141,000 cigarros. La exportación del café es insignificante. Los ferrocarriles de toda la isla miden 1,38~ kilómetros; (276. loguas) los telégrafos, 4,500 (900 leguas) y la población asciende, Bog(m 01 conso de 1878 á 1.521,ti8i habitantes, disominaùos on 118,833 kilómetros cuadrados. Es algo más pequoña y un quinto más pobl:1da que GU:1tomala. 'rione una entrada anual inferior cí, la do Colombia en 1878, tomando de esb jllnta8, la nacionnl ($ û.063,!}!)0) l¡¡ de 103 E'ltados (t9a7,059) y la de los distritos (~ 3.000,000), que suman ~ 1·1.361,019; su exportación, es do $ 400,1)00 inferior á la de Chilo on 1883. No obstanto ostos cotejos, que disminuyen no poco la gt'anJe idea quo se tieno de la perla de la corona de l!;spaíia, un espaúol que nave- * .j< En cuanto á ferrocarriles Cuba tiene rneno~ que México (5,3û5 kilómetros) que la Argentina (B,ûGOkilómctlos) que el Perú (1,58[-1 kilómetros) y que Chile (2,115 kilómetros). Lo mismo digo de 108 telégrafos. - 232 -. gabs. conmigo en el vapor Saratoga, al regreso de lOBEstados Unidos, me decía hablando de Colombia: cc Tenemos noticias que esa República es la tierra del hambre y de la. miseria." El Diario de Manna y La Voz de Ouba, principales hojas diarias, son muy leídas por toda. clase de personas y muoho más que no lo son en México los diarios de esa nación; pero, el peri6dico allí ha matado al libro. Si en alguna parte es exaoto el aforismo aquel: Homo homini lapus, lo es, por cierto, en la perla de la corona de su Majestad Cat6lica . .Para visitar la ciudad nueva, la cua.l no habla yo estudiado bien en Agosto de 1881, me instalé en el Hotel Cabrera, vecino á la gran plaza del Vapor 6 de Tac6n, Hotel sucio y mal servido, como lo son cssi todos pues no hay cosa peor que la. servidumbre española. Después de recorrer la fllazlloy calles elegantes y las callejuelas sin empedrados, ni banquetas, (enlosados) polvosas y desaseadas de Jesús del Monte y de los barrios vecinos al fondo de la Bahia.; después de visitar los paseos de Isabella Católica, de la India, del Prado y del Parque Central, fuí á la Catedral para ver el sepulcro de Colón. Es un edificio de poco mérito, por el estilo de San Carlos de Bogotá, y aun inferior, aunque embaldosado de mármol y tiene el coro tras del marmoreo altar mayor. Del lado del Evangelio se halla incrustada en la pared unl\ lápida de mármol ordinario con el busto de Colón de medio relieve y con la siguiente inscripción: i O restos é Ï1nagen del genovés Colón! mil siglos du'rad guaTdado.9 en la urna y en la remembranza de nuestra nación! Aiio de 1822. Bste pobre monumento, que por mil razones debía ser el primero, se queda muy atrás de las estatUBS que he vist.o erigidas al Almirante en Génova, Ljll:l, México y Colón. Dos otros objeto'J atraen allí la mirada: el bello sepulcro, coronado de magnífica. estátua de mármol, del Obispo Serrano, muerto en 1876, y una efigie gigantesca de --233 Sun Cristóbal, revestida con su capa roja y anchos pantalones remaugado:!. Cerca de la desnuda plazuelita de la Catedral está la plaza de Armas, adornada,uunquo muy pequeña, con árboles la e;;tatuu do Fornando VlI, un modosto templete ó pórtico CJuo lleva seis columnus dóric.as y es de cal y canto, erigido el año 1828:111 01 sitio donùe so dijo la primera primer (15J 9). Cabilùo. misa y se celcbr{¡ el Dentl'o del pórtico hay tres bueno,,; y cnriosJs cuadro, al óleo que representan esos episodios. Algo corna este monumento, ó un poco mejo!', debet'iamos lcvantal' ell Bogotá en (11 sitio del Humilladero . .l<Jlpalacio de Gobicrno ('S mucho más pequeiío qne el do México, pero do mis elegallte fachadl. Dd la. plaza de Armas traslad61110 á la de TaCI)n, Sigl1ÏOl:do la angosta eulosa(l.os de media gantes nlmacenes. calle del Obispo la quo, no 0bstanto vara de ancho, Encontréllle tiono HilS muchos ricos y ele- allí un P()l·tugu6s quipn lile prcgUllsó ¿ dónde qucdaba la pla:'.a do Armas? Pam. durso illlportanci,1 ll18 dijo qne Ol'fI.inglés; po!'o, no me supo contestar en ose iJiornH, ni en francés, ni en italÍftUo. ¿ Do dónde CR, }lIles, n~tcd 'f lo dijo. Soy portugués ma respondió algún tanto confundido. En la Habana hay pocos templos Y todos mllY medianos. Raco trc,; aùo¡¡ se torminó el del Angol, enyas torres Y fachadas son góticas, griegos, miontras En la, ciudad el intm'ior portenoce á los órdones nueva Slílo so ha lovantado do i\JO\lS(~l'I'atey so ba reedificado otro. el pequeüo ¡ Qu6 diferencia tan cnOrme exÜ;te, 011cnanto á templos, entre M(~xico Y la Habana! San F['lloIlCiscoha sido convertido OR oficinas de Aduana Y San Juan de nias, derribado. Por la parte occidental se extiende un 011 el que sobresalen dos hermosos edificios, 01 Colegio 11:1l'l'io, Isabel para niiíofl y lu. Casa de Salud. Tomando por el Norte se va en tmnvía, timdn. parte por caballos Y parto por \lUll pequeñu. locomotora, á los vecinos sitios de baîíos, Vedado y 40 -234Carmelo 6 Chorrera, sitios que semn con el tiempo el Versalles de la Habana. Aunque hoy eatán desnudos de árbol ea, se hallan refrescados con las brisas del mar que lame loa jardines de sua nuevas y bonitas quintas. Antes de salir do la ciudad se encuentra por ese rumbo la gran plaza 6 paseo de la. Punta, embellecida con árboles, jardines y la estatua de má¡'mol de Neptuno, en vez de la do Churruca ó do Gravinn, lo que hubiera sido más natural. Viene en seguida el grande edificio de las <Járceles, cerca del cnal se truecan 108 caballos por la locomotora; luégo se pasa por el fuerte do la Reina y la Calle ancha del Norte para llegar al término en 34 minutos de marcha. Con el tiempo podrán la Chorrera y el Yedado llegar á ser un Chorrillos peruano Ó llna Villa de mar chilena; aunque la campiña. está desnuda y las casas distan mucho de la riqueza y elegancia de aquellos sitios de rocreo de Lima y Valparaiso. Nosotros podríamos £ormaranáloga.s estaciones, para temperar realmente, ou Ubaq¡¡e, ChoacM y :Fusagusugá, y como sitios de recreo, Serrezuela y Chapínoro. ElIt> de Noviembre me embarqué para continuar mi viaje hacia Colombia en el ya descrito vapor "Esperanza," donde el Capitán, el primer oficial y el :Ma.rordomo eran nuevos á. consecuene.ia del episodio de Colón. Había yo pasado en la Habana dos días de abstinencia por causa de la huelga. de 108 carniceros, quienes se resistían á pagar un nuevo im_ pueato á la Municipalidad, y había tenido la pena de leer en La Voz de Onba noticias de Colombia, las cuales, por supuesto, hablaban sólo de política y temores de revoluci6n. Nuestros politiqueros nos Ù'l.n muy mala. fama y nos hacen despreciar, . segÚn he notado siempre eu las conversaciones tenidas á bordo de los buques. Cuatro líneas principales de vapores españoles vienen á la Habana, la dG López, la de Herrera, la de Barcelona y la del Marqués del Campo. Unos hacen el servicio entre Es- - 235 - paña, Habana y México, y otros entre las Antillas y la Costa Nort<3de Sud-América. Antes de partir di UM última mirada á Lt gran capital du CuLa, rùcorùn,nùo Sil espaciosa y cómoda plaza de Mercado, la mejor quo he vi,.¡toen países o3paíioles, el Instituto, la Universidad, el Seminario, la Escuela Normal, la Casa de Beneficencia, el Hospicio Civil y ~Iilitar, el Asilo, el Arsenal, la Pirotecnia y Maestranza civiles y militares, cI cxtemo Cementerio de Colón, los jardines de aclimatación y cI Hipó. dromo. IJa ciudad antigua estuvo situad,l no lejos do la modorna en IR. boca del lIhya-beque, donde ln.fundó en 1515 Diogo Velásquez, y fué tmsladaùa al sitio actual en li>W. El clima do la Habana es sumamente cálido ell los meses de vel'ana, dosdo Marzo á Noviembre, y algún tanto fl'esco pOI'la,.;rnaiianas y noches, en los de invierno, de Dicierobl'O{¡, Mal'hOme:;es en los quo hace lUuy pocas víctimas ontre los peninsularcs y europoos el ~ómíto negro que tanta. gente mata en la I'estante del aüo. Lu. sociedad de la Habana cs Cllltu, no obstante los millares do labriegos y patane;; ql!û anualmente vienen de Espaüa; el comercio casi exclusivamcnte peninsular y la industt'ia está igualment3 repartida; pues el español es más vigoroso y lindo mozo, pero no monos ocioso que el CI'oollo. Todavía llama hL atención aquí el sombrcl'o fósil du tej:\ cn los clél'igos y la fè~lta de sombrel'ito eu las elegante:;, COIllO t:Ll'l1biénhl. graciosa mantilla espaíiol,a. Su afe:ctísimo, Barranquilla, Novicmurc 2,1de lS83. Señor Redacto!' de Hl Pas(¡tiempo. Antos de salir do la famosa Isla do Cuba, quise penetrar algo en el interior y conocer su campiiía, sus puoblos y ••.• 236 caminos de hierro. Preferí el rumbo de Occidente por ser hacia esa parte donde se encuentran los grandes plantíos del celebérrimo tabaco, con el que se confeccionan los ha.banos. Al efecto tomé, el 14 de Noviembre, el tren del Ferrocarril del Oe.~tetí. las tl'eS y media en la vieja y fea Estación de Cristina. Está adornada con el busto de mármol del cubano que emprendió eaa línea en 1857. El billete de segunda clase hasta Rincón, distante veintidos kilómetros, me cost{¡$ 0-65. Los wagones Bon idénticos á los de nuestros ferrocarriles colombianos, es decir, más que modestos, y muy inferiores á los de México, Perú, Chile y Oosta Rica. Los do las otras estaciones, Villanueva, etc. se parecen mucho en su pequoñez y mediocridad á. loa del camino de hierro de Barranquilla. El número de pasajeros es escaao, de ordinario. Al salir, lo primero quo llamó mi atención fué el castillo de Atarés, situado en el fondo de la Bahía; en seguida desfilaron bonitas colinas, salpicadas de casas y embellecidas con árboles; luégo, fueron desplogándose sucesivamente campos completamente llanos, cubiertos de cocoteros, plataneras, piñales, potreros y de alguno:! maizales. Las estaciones de Pinos, Oalabazar, Boyeros y Santiago son pequeñas casitas de tabla y teja. Oalabazar es una aldehuela, sitio de verano, con bonitas quintas rodeadas de ancho ceñidor de árbolea frutales y jardines. Santiago presenta grandes agrupaciones de casas bajas de teja, habitadas en su mayor parte por negros y mulatos con estrechas, sucias y descuidadas calles It la española y colombiana. El cariz de ese lugarejo no es el más halagüeño. En ~antiago ya principian los plantlos de tabaco 108 que tocan su máximo entre la A.rtemiss y Paso Real, ó entre los kilómetros 79 y 133 de la vía férrea. Según informes recogidos sobre el sitio mismo, el procedimiento para beneficiarIo es el siguiente: se cogen las hojas cuando están maduras y se ponen Ii secar en cujes ó palos caney (ramada). 23'7 - que se suspenden en el interior de un U na vez socas, se despalan, (se desvenan se les da el betÚn, quo es un menjurje (S venas, p~lCst08 en infusión compuesto de 108 )y palos y mezclados Call orines y un poco de vino. Este betún tiene por objeto comunicar suavidad y color á las hojas. Despué"s de terminar ese procedimiento, se pasa á separar las diversas c~lidades de tabaco, según el color y la magnitud de la.s hojas. El color de azafrán es el mejor y el verde el ID:Jnos estimado. Los terrenos más á propósito, como los de Vuolta-nbajo, para el cultivo de las mejores plantas que dan el habano, son las blancas, arenosas y color de chocolate. * Actllalmcnte se van Pl'op:¡,gando hacia el Oriento de Al'temisa los plantíos de tabaco. En Colombia, si fuésemos industrioso3 y no holgazanes, iuútiles y politiqueros, hay terrenos muy semejantes muy de sucio y cochino los cuales serían al cultivo de esa rica y codiciada adecuados Por mal á los de la Vuelta-abajo, mis pecados me quedé hoja. la noche del 14 cn hotel, próximo á la Estación, y el 15 regresé á la Habana en el tren de las siete de la mañana. ferrocarriles dosde 1837, antes que la España, Cuba tiene y sus líneas principales son las sigui en tos : de la Habana á Santo Domingo (por el Este de la Isla) hay una línea que mide 246 kms. ó 49 leguas; 4a kms.; 79; de Santo Domingo á Concha do Santo Domingo á Cicnfuegos do Samo Domingo dando llegan las líneas á Villa-OJara, férreas (en la costa Norte) (en la costa Sur) el punto do la Habana, más oriental 67 j á de Santo Domingo á Encrucijada 56; de lu. Habana á Guanabacoa 11; de la Habana á :Matanzas, segunda ciudad en importancia de toda la isla, situada en la costa Norte, 87; de la. Habana. á. Paso de •. Estos datos fueron tomados en oultivadores espeoialistas. 108 108 lugares mismos y de boca •...•..238 -Real, (hacia el poniente) 133; de la Habana á. la. Uni6n lOB, con Un ramal á San }'elipe y á Batabanó (sobre la costa del Sur) que mida 13; de Cárdenas á. Na.vajas 41, y su ramal Ii Guerrer0 mide 26; de Caibarien á. Remedios, (ha.cia la. mitad de la isla. por la costa Norte) 7; de Nuevitas á Puerto Príncipe, un poco mál!lal Este del a.nterior, 62; de Cobre Ii Cuba. 13, (en la extremidad oriental de la isla) y de Cuba á Sau Luís 23 (eu los mismos sitios); de Trinidad (en la costa meridional y hacin el medio de la isla) á Guinia y á. Soto 40; de Caimauera á Guaitánamo, (má3 alleva.nte de Santiago do Cuba) 19; de Guineas á Matanza 45. El de Caratratos, el de Mallorquín y 01 de Tierra. Morena. miden 15 j el de la Ha.bana á Marianos 25 y el á. Guanaja.y 30. Todos estog ferrocarriles, unidos á otros monos importa.ntes, daban en 1880 un total de 1,382 kilómetros ó 276 leguas. Generalmente han Ridofáciles, pues sou pocos los • obstáculos que presenta la. superficie de Cuba. Hay otras dos 6 tres líneas en construcción, siendo la. más importante la que unirá á. N nevitss, en la. costa. septentrional, con Cuba. en la meridional A.dem~Bde eBtos caminos de hierro, Be hace el servicio de trasportes por medio de varia.s lineae de vapores que salen de la Ha.bana, (al Norte) para Matanza.s, Cárdenas, Nuevitas, Puerto Padre, Jibara, Ma.yari, Tánamo, Baracoa, Y' de Batabanó (al Sur) á Cienfuegos, Trinidad, Tunas, Yúcaro y Santiago de Cuba.. El15 de Noviembre zarpa.mos de la. Habana en el detestable "Esperânzs," " de cuyo nombre no me quisiera. acordar y donde toda incomodidad puso su asiento" zarpamos á las cinco de la. tarde, seguidos del "Satrústegui," que tomaba rumbo á. .España. ElIS en la mañana.llegá.mos á Bara.coa, después de haber costeado la cOBta Norte de la Isla de Cuba. por * • Los telégrafo8 de Cuba miden 4,WO kilómetros ó 900 leguae-. - 289 - los canales de San Nicolás yel antiguo de Bahama, atravesa.ndo un mar bra.vo y chubazcozo, qne mareó 6. todos los pasajeros y á vf,rios oficiales de á. bordo, en medio de cayos (islotes) y banc03 do arona No respira.mos hasta dejar 6. la espalda el fanal de Lobos, último cayo de esos peligrosos sitios. En Baracoa, malísimo y descubierto ancón, encontramos seis buques do vela y dos vapores qua allí habían acudido para llevar cocos, principal producto de la. comarca, al extranjero. Esta. ciudad, la pril:1era fundada en Cuba en 15] 2 por Diego Velásquez, está formaùa con casas de teja, zinc y paja, habitantes y presenta bonito golpe de vista, en la costa ~orte y cerca de la extremidad contiene 10,000 Baracoa so halla do la isla de Cuba, que mide 1,1&0 kilómetros de largo, 117 de anchura medía, y enciOl·I'.'l. una población do l.f>21,684 almas en 118,833 kilúmetros cuadrados. Baracoa dista de la Habana 297 leguas marinas Ó 1,307 kilómetros y tiene por industria principal el * aceite de coco y el jabón sacado de la misma fruta. y media salí mas de e¡;te puorto entraba el vapor mar muy gruesa "Ma.nuelita," lluvioso, al propio tiempo que y nos dispusimos el cabo Mazí, el más oriental conseguimos á las ocho aguas más tranquilas. A las tres de la. noche, para á doblar con de Cuba; 10 que lllégo vagar por A. las siete de la maílana del lunes 20 entramos en la abri- ga.da y bellísima bahía do Santiago de Cnùa, después de navegar las 58 leguas (de 1,400 metros) que la sl:lparan del puerto de Baracoa. Se penotra á la bahía, que recuerda la de Fonsoca en la República del Salvador, signiendo un canal estrecho y tortuoso oncajonado entre altos y peÎÍ!I.SCOSOS Cl~lTOS, coronados por el ca.3tillo del Morro, El tránsito de un mar ngitado Ii otro • De est08, 977,992 80D ospañoles y creollo~, 10,632 son blancos extranjeros, 43,811 asiáticos y 489,249 de color (censo de 1871). -240perfectamente dormido es instantáneo; 100i mareados de á. bordo revivieron entonces y'3e regocijaron con el pintoresco escenario que se desplegaba. á BUS ojos encantados. En contorno de la inmensa. ensenada, corre una cadena de altos y verdes cerros, cuyas faldas se extienden hasta. la. playa., embellecidas con espesas arboledas. Al entrar después del Morro, se descubre, á la izquierda lindo pueblecito do baños, situado en una isla; luégo la Estación del ferrocarril de Cobre"'; en seguida van desplegándose á la derecha las más caprichosas y encantadoras colinas, donde aparecen medio ocultas entre el follaje varias casitas de campo y una estación de carbón. Más adelante se presentaron 108 negros cascos de seis vapores y las arboladura!! de nueve bUqlleBde vela. Un vapor pequeño de gnerra hacía la centinela y uno que otro remólcador el servicio. La ciudad aparecía hacia al frente derecho levantando sus a.pachurradas torres y tejados en las faldas y cima de una colina. Luego que anclamos vinieron el bote del Capitán del Puerto y el de la Sanidad, tripulados por españoles, y vartos botes dirigidos por negros. El calor era sofocante y la tenue brisa que soplaba no era suficiente para refrescar el aire. El tiempo aparecía espléndido. Desembarqué después de almorzar, para conocer la ciudad. No se pllede ponderar el desgreÍJo, abandono y suciedad en que se encuentra. e~ta población, situada on una de las más pintorescas bahías del mundo, con abrigado y espacioso puerto, por donde embarca los rico~ productos de su fértil suelo y de SIlS elevados montes; café, tabaco, azúcar, caoba y cobre, que son los principales. EsM. edificada sobre una colina qne so * • Durante los días de más agitado ma.r yo me la pasaba leyendo y escribiendo, con admiración de los e~pañole8, quiene~e pasmaban de la fuerza de mi estómago. - 241 - levanta cOt'cr.do cíon metros sobre 01 nivel del mar, coronada. por If\. ~Idrorolitana, templo mejor que la Catedra.l de la Habana. Aflí llebía ser, pues Santiago os ciudad arzobispal, la Ílniea y rnris :lr.tigua ne la. LIa, tra91adada allí desde Bara.coa. en 1522. Ticno cinco apn.~hurradas naves, muy pintorrajoadas, altar do rníÍ.mlOl,buon coro de cedro tras dol presbiterio y hOl'mofloollllml(losado t;tmbién do mármol. Al frente está la plmm, ndol'nadfl. do iil'bolos, de asientos y de un jardín muy descuidado: "in omb3.rg,~,os el único punto clonde se reunen los habit:\ut~s ptE';t oír In retreta y solaz3.1'se,pues el paseo de la ribera está. com plctamoute abandonado, no obstante sus copados y verdes árbolcs, TJas calios, nnas son planas y otras inclinada.s, éstas angostas y aq uúllas anchas j pero todas ellas, antaño empedrados, ogaiío so hallan en pésimo estado, Algunas proeentan larga serie ÙOIodar.alcs gredosos quo aponas dejan un ladito por donde 80 puede pasar saltando encima de piedras pequoñas. La población do Rant¡;Lgo, sogÍln 01 último censo, di6 'k8,000 habitantes; Rn puorto no contenÍfl. más bU1luOSde vapor y do vela. que 01de Voracrm:, IlouJe s610 se cuentan 14,000 almas, Hay ontre n.qnelh. y estfL cindad nna diferencia enorme, on todo. ¿ Qué digo entl'e Veracruz y Santiago? Este puerto aun es inferior il Panamá, como afirmaba cierto ospañol que venía á. bordo de nn~stl'O v:tpOl'. Santiago do Cuba se halla al nivel de las más sllciflH poblaciones do Colombia, y ella hace formal' una idea cxacta del ropugnante desgreño en que España tenia BUS colouins flmeri,~anas. M6xico, Santiago, Valparaiso, Lima, Ln. Hnb:111a, FllObla, Caracas, Quito, Bogotá y Cuzco eran lmen un siglo verdadol'llS pocilgas. De estas, B610 Bogotá y Cuzco han sido fioles á sns tradiciones de mugre y abandalla; todas 1:1" dem:1Hso han tr:Lsformado, y la mayor parto como por ensalmo. Las CaSfl.3,de teja y generalmente de un :H -~2piso á cnusa de los frecuentes temblores, presentan mucha diversidad en sus estilos; pero todas son de modesta a.rquitectura. Las plazas están abandonadas como las called; la policía se reduce á los auras (gallinazos); los cuartales y soldados españoles no escasean y la atmósfera. pesada de la represión gr.nta sobre los habitantes. E:3tos, en su mayoría, son negros y mulatos de hermosos cuerpos, con pretensiones á la elegancia, especialmente las negras quienes arrastran larga y enlodada cola. Se notan alguuos tipos iudios ó meztizos. El carácter de la. gente es atento y amable, su bienestar muy e~so, en general, y todo revela la postración y el más punible desgreño público, escusable, tal ve7., atendidas la empecinada ,. larga guerra de insurrección y lo malsa.no del clima. Sin embargo, si 108 peninsulares I\tendiesen al ornato y policia de la ciudad, como atienden á. las enérgicas medidas de represi6n y ill molesto sistema de pasaportes, las cosas irían mejor y la España seria más querida de sus colonos. Hay en Santiago algunas volantas; y los pocos cochos que en ella ruedan llevan las dos ruedas traseras fuera de la. cama; 'como también los carros. Sns almacenes de mal aspecto r~cuerdan los de GuayáquÍl, sus aceras son angostas como las de la Hàbátta, sus elegantes sin ei sombrerito, domo las de Lima. Vétisè alIi pa1'das 6 1norl!nas (negras) de otras islas vecinas que ha.blan el inglés, el francés el papiamento, lengua forma.da con là tn~cla de todas laEldemás de la América.Hay en f:;antiago un soberbio hospital tnílitàr, el mejor que tiene Ellpaña, según me dêèÍa un êSpáñol de abordo, algunos péqueño!3templos, un teatro, tina e¡;tación y í11àtistrartMde ferrocarril, baños de mar, muelle, alma.cenes snció!i 'y mise1"11blesy no pocos cuarteles. Al salir de ia encanta.dora bahía de Guantánamo ó de Santiago de Ouba encontramos â Fernando el Oatólico, pequeño vapor de guerra, de Mero y con espolón, al Panamá que venía. de Puerto Rico ...,. 24:3 y al grande, lujoso y soberbio vapor americano Oienfuegos que conducla sus pasajeros á N llova York desùo Cuba por 80108 $ 5.0, i Qué diferencia entre las dimensiones, asco, servicio, alimentos, precio y comodidades de eso gran vapor y las del nuestro que cue8ta $ 99 ! En Baraeou no dejamos carga, pero tornamos un pasajero en cambio de otro; en Santiago tampoco desembarcamos carga y trocamos un pa8ajcro catalán por otl'OStl-einta y cuatro, entre eUos, siete de primera que debían acomodarso con los cinco ya existentes en sólo dos literas y un camarote, de que nuestro .••• apol' disponía. 'ruve deseo de ll[l.vegil,l'ell vaporos españoles; lo consegllí oa dog, construídos en iIlgllltcrl'a, y tri pulados por poninsulares, y nù ho q ued;~docOnvidado para volver á embarcarmo en ellos. En la pequoñacámal'a del Esperanza" con cuatro camarotes, do ùos lechos caùa uno, hemos llegado á Jamaica veinte personas: cuatro oficiales, cuatro señoras y una niña, seis pasajeros do primera, uno de segunda y otro de tercera, ambos españoles, y tres criados. Era eso uu pêle ?!têle delicioso, y los criados sucios, groseros, haraganes sodesnudaban á nUDstra vista, se lavabau y secaban donde lo haciamos nosotros. Todo esto so podría excusar, si el pasaje no so hubibse hecho pagar illicuamcnte caro; digo inicuamente, porl{llO mientras yo desembobé $ 99 en mexicanos ó $ 90 on oro, dos poninsulares que iban ri. Colón, día. y medio más allá, pagaron on pt'imera la misma cantidad, otro de segunda, completamente igualado lÍ. los de primera, sólo ~ GO Y otro de tercera, que dió $ 40, iba revuelto con los de segunda y primera. Sólo en esto bendito b3.t'cOespañol he visto semejflntes enormidades. Iten más, el servicio, fuera de ser pésimo y grosero, era insuficiente; no se abt,tan ni cerraban á tiempo Jas ventanillas de los camarotes y nos ahogábamos de calor Ó. nog bañabámos con el agua del mar; las cucarachas y 108 ratonea C( - 244 - hormigueaban en tal abundancia que era preciso defenderse de ellos espantándoloB Ii puñetazos y palmadas. Las camas no se aderezaban) ni recogía.n oportunamente; no se daban á tiempo vasos de noche á los mar<3udos quienes, mientras comíamos y á nuestra vista, andaban cambiando la peseta ó con la muert6 chiqu.ita, según la expresión usual de los espaùol@s. Sólo oían se conversaciones vulgares Ó indecentes, sazonadas á cada paso con intergoociones groseras da cuatro diforentea clases, entro las que el ajo ó vizca·ino era la más inocente y galante. L:¡, comida, que pretendía ser buena con el accesorio de vino, pasas, higos, aceitunas) encurtido y queso, carecía de lo esencial, carne y pan frescos, suplidos con pescado) carne de cerdo y pan de munición. Sin embargo, el Capitán y el primer oficial, nuevos en el " Esperanza," por haber sido despedidos en la Habana los antiguos, eraa muy buenos, como tambiún 01 segundo oficial, el 8obrecargo (contador) yel mayordomo. A las cuatro de la tarie del martos 21 de Noviembre, salimos de Santiago de Cuba. y llegamos, después dû recorror sesenta leguas marinas, á la entrada de Kingston do Jamaica el 22 á. las diez de la mañana. En 01 acto se presentó la. Sanidad y nos puso en Cuarentena con grande rabia ùe los españoles quienes se deshacían en denuestos contra los ingleses, prodigándoles los tan usados car .... coñ..... puii ..... cet. Luego nos acercamos á. la colina sobro la que se levanta, frente al .Arsenal, el bonito edificio de la Cuarentena á donde fueron trasladados diez y nueve pasaj.::ros, quienes ya en Cuba habían pagado esos gastos accesorios, á razón do $ 1-50 diarios por cada pasajero de primera. La Cuarentena dura por lo regular catorce días, pero es de ordinario abreviada después del reconocimiento del facultativo. Cuando se dosprendía el boto de SllS pescautes para trasladar á los diez y nueve que iban fi. la Cuarentena, so a.rrancó una argolla repentinamente y cayó boca abajo en el - 245 - arrastrando Ii Ull murinol'o, qnien no su ahogó, merced á Sil habilidaû 011cOllsumil'se:/ nadar. Tormintdn, lu. traslacilíl1 é i~,~llo:¡ los bOLDS, ¡;omC:l:¡;~11l10S Ú virM; eutonee:> se t'omp¡ó la !llar callana del Li.nún, y la r¡\lÜ podíamos TIntos BO ejecilLú en llludia. hOl'a con espailol, Ol'gllJlO la.,tím;lùo pOl' esos eOlltratiem pos oeLll'ridos á la vista de Jo;; iJl¡~'lJ"o,;, 'I \t8 lH'obablull1ontlJ y iÍ. los eual()~ BU (;t'iticu.ÙR. 'lmarg;lmente Cuarentena, hoeho en ùos mih¡¡millaei,ín ùcI ]Iaoor g'1'fl.l1do !:>upoui'Jnclolus lu. intención cientos ó troseieutcs se esbl'Íun rioudo, mati va de pOI' do cillul'llar los pasajel'os dol Istmo, quo Illloiera el C( lu. tlOS- ¡';s]le- * r<lw~a" tomaÚo en Kim,gton, IMra el siglliente vapol' inglés. ~ea de esto Je. qua fLl.Gl'e, pOI' mi parto me aleg-d', pilUS t;i IlIlmas gente :1 borùo, so haùl'ía bieson amontonado de:iarl'olludo el oscol'buLo, 'l'l'OS 1101'<.1.15dOSpllé8 do nuostra lIegneb:í. la Cuurtntena, uo::; pusimo.~ on lU2.1'cha con !'lImbo ¡¡ Sn.nta :\farL<l, á la una y media do b till'de. A moùida pasando ~ nllcstt-u. vista ing-Iesm; consorvan nos cenase b puertn, LaiJía ostado e~l eso ción y de ucllí,illlFl.s con su aJyaeente Jo ci vapor, iLan galcóu ospaíiol, qne los clIidado y csmero, y lo;:; bonitos con mucho ediiicios dol Arsenal dosfilaba <¡\lO un antig'llo Kingston, jardín, No sontÍ que so 11Hes ya otras dos voces do 40,000 almas, do lujosa vegeb- PUOI'tO quintas, cllya limpieza, buen gllsto y gm- 1:Ja¡¿!( façon hacon al hente de h suciedad) dcsg'l'OIïO y de j.)¡¡ntÏJ.go ùe Clloa. No encontrando ell el vapOt' COll quicn sosL'll1CI' Ulla convorsación cia tanto ,¡" COJt.'a:óto Ningún p:.loblo do las antiguas ¡;omoj,.mte al ospauúl cualidadoB estamos é idúlltic,n más pulid'Js, como é ilustraJa, colonias de la Peuínsula oj colùmùiano. ùefoctos, somos decentc Tenemos con la excClpcióll 1lleno~ groseros IIlO es tan lus misnllls do quo que nuestros nosotros padres de allende 01 Atlilot;¡;o. Dúbeso osto, sin duda, Ù que en Colombia la sangre espaüola esM menos mezclada con la indígena. -U6ooopé durante al trayecto en leer L08 Âpó8loles de M. Renan. Hs una obra llena de.errores y de contrasentidos, en los que ha caído el docto presidente del Instituto de Frància, á caU')8 de su empeño en eliminar lo sobrenatu.ral y milagroso d.e los Evangelios y Hechos A.postólicos. Además ~st8. escrita eon suma. perfidia y maña. El 23 de Noviembre, después de cuarenta y ocho horas de mar.cha., en las que hicimos ciento cincuenta y seis leguas marinas, anclamos en el solitario puerto de Santa Marta, cuya hermosa. Sierra Nevada se ve~a veintiuna legua.s mal' adentro. Los españoles del buque y de la tripulación no cesaron de burlarse de nuestras primitivas canoas, ,do su remos en forma de pa.la de horno y de la pvbrezade la. gente colombiana.. Al llegar á. bordo el Oapitán de nuestro puerto acompañado de una docena de curiosos, el conta.dor dijo: ahí viene esa canalla" y uno de los oficiales del vapor aúa.di6: "vienen á que se les dé de beber como el otro día.." A estas irase8 insultantes siguieron lascarca.jadas y donaires de 108 demás. 'l'odo Il * • No pude contener me y grité indignado al contador: "Y~ DOle permito á usted que llame canallas á mis compatriotas." El sobrecargo quedó sorpren1ido, pues hasta entonces se me había tenido como peainsular. Esa misma tarde se tomaron la libertad algullolI españoles de burlarse de Colombia ante el único colombiano sentado entonces eD compañía de quince españoles ñ la mesa; pero, traté de volv~ por el honor nAcional respondiéndoles : "Esos hombr,es de cuyo atraso ustedes 8e burlan, sacaron á bala y bayoneta á SU8 compatriotas do Venezuela, Colombia, Ecuador Perú y Bolivia." Más tarde se presentaron á bordo seseuta Y ocho aamarios, pobres sf, pero de arrogante presencia y elevada estatura, los cuales partían como pasajeros para ir al Istmo á trabajar en el 0anal, enganchados por un venetolano. El Capitán del vapor tuvo miedo de que algo pudiese 8uoeder, dados 108 anteriores incidentes, y mand,ó - 247 - revela la pereza y ln. m nerto en Santa Marta; no hab~a. allí sino un sólo buque de vela que llegó junto con nosotros; no había botes para el servicio fuera de salvajes y primitivas canoasj no se vela movimiento .Aduana levantan on tierra. sns vistosas de Casas baj:~s de teja. SólJ la bonita mole3 en medio Mucna paz y trabajo Catédral y ln. do un puñado necesitamos para redímirnos dd tan grando atl'aSo. El 24 salimos de Santa Marta il la una ùe la madrugada y llegamos á Sabanilla á las ocho de la mañana, después de haber recorrido 21 leguas marinas. Yo habla, PUC!!, andado desde la capital de ~féxico 941 leguas colombianas, y aun me faltaban para llegar á Bogotá 203. Las 941 fueron hechas en dicz días y catorce horas, á razón de tres hora, ó en quineo, inclusas las detenciones, leguas y media por y hs 203 oxigen en Colombia doce días, sin contar los casos fortuitos. Bncontramos en nuestro dosab!'igado y solitario puerto un vapor y dos buquos de vela. A. las dioz me trasbordé al romolcatior eon un enjambre sueio, de compatriotas, "Padilla" descalzos, pobres, ùemacrados y pálidos que venían do Colón on el vapor Francés. g¡ almn se me cayó á los pics viendo el atraso, suciedad, poùreza y desorden del más frecuentado ¡merto do Colombia, (ont!'e los que sirven para el comercio del interior). A pesar de ser el extremo del ::'I1agdalena, importantísirna arteria que no reconoce en la América otra. slIpe¡'ior fuera del Mississi pí, y no que se los esculcoso antes de pisu la cubierta del vapor, y que no se les permitiese guardar consigo ni un cortaplumas. Pocos dias ant'Rs, el mayordomo me habla reforido las escenas que tuvieron lugar en cierto vapor espaiíol, donde ocupaua él ese mislUo empleo, cuando unos pasajeros vonezolanos, perUAnos y cubanos se insurreccionaron y, haciéndose dueñoa del buque, amarraron al Capitán y á los oficialee. obstante presentar tantas 248 - ventajas y prestar * tantos sorvicios; Sabanilla. sólo es un puiíndo de C}¡07.flS 'l'aji~ns en dando la miseria, la pereza y el más vergonzoso clesg-miio reinan sin rival. 'j'orné por S 0-65 un billete pal'a I'ocorrer con los lOG kilogramos de mi equipaje las ,1~leguas Je nuestro modestísimo ferrocarril que, no obstante, costó ~ 420,1)00, Eu l\Jéxico por oSa misma suma y con mayores recorrer 50 leguas. Los comodidades nueve huhiera pasajeros podido do Pl'imcra y los veinticinco do segunda llegamos, después do hora y media de carrora, fi la ciudad do D1.rranquilla, ùonde se paró el tron tí. las dos ùo la tarde. A nuestra vista, sólo destilaron en ese soli~ tario trayecto, completamente p]¡1Il0, y en 01 quo no hay pnontes de llierro, ni túneles, ni obms de ingonier'Ífl, ciém'gfls y bosques achaparrados que no dan buena idoa de nuestra üspléndida vcgetaci(,n. gn Ihrranquilla mitigaron :¡lg() ti la patri;¡, qucl'iJa tan ah'as:lda, extensa AJuan;¡, los qnince aserrar, el abundante vapol'cs ancla!los cosas que no haùla la pena que sontía. al ver h e~t¡':';0n ad ferrocarril, b conjllnt{, de material rotl:tnk, en el río, y la llueva f:ibrica. do reguhl' pio, siet~ dejado en tan . aÎloE y medio untes, c:Hl.ndo salí de Colombia Inra Chile, indig- * Los Únicos que 01 San '>0 10 pudiMan pro~ontar como (;mulos 80n : del Cflnld:í, el ¡'fisnri, Ohio y Arkan~as de los IJorenzo ¡<;stado~ UnílllJs, ZIlelll, el Río dol Brasil, el Amamna~ Gmnllo y el S;\n et UruguflY los prin,'ipalps mientras Miguel en la Ihn,la otros ,]omasíado Granrle ùe M6xico, el Orinoco el Ucayali de Bolivia, OrienbL que nuestro el Beni, el en la Argentina Y 1'<11'0,uingllllo varios y alv,u!los I'o(;orren incomparable l'erÚ, ,,1 Pilr:lná y m'is pobll\ùOS E~tdd('s, exc('nt.ricos dal de Vene- de ostos recorren son mero~ afluentes, SO]CÙIlr1f>S :Ma~dalena, de 6upremo IIban,lon'l en que lo tienen nllostra civile!! y politiel\) nos presta inmensos ser\'icios. malsanas; aun en el estaùo pereza, guerras nado call ciudad, ioteri.)r, y los revolucionarios la rovolución no obstante 249 - ser el emporio qne el aiïo do 1872 $ 12.:.\55,5.'0, principal La 1876. $ L8.514,l1G 6 importÓ oxportó (lej:mdo ou I¡ts aduanas sumida on '\traso, (losgreîío y abandono quilla, es hoy la de del comercio del 13 4.330,000, Be halla la.mentables. Barran- em en 1870, 187,L, 1876 y 1881, años en qllO qlle la habh visitado :-un~ gr<lTIllo aglomeración do cabañas pa.ii~a~ cn medio do UH océano de arena.-Por sus calles sin empetlr:lr so hundo UHO hasta el tobillo ·en 1:1 arena, aun on el contl-o, donde las regulares casas de rnaterial de la gente modad,), exigían otrHs CaSé!. No hayon ella, ni plazas ciùas, 11Ï paseos frondosos y artifici:1Ies, ni estatuas, aco· embelleni alum- brado de gas, ni teatros, ni establccimientofl pÚblicos de alguna importancia; nalla, en fin, de la quo constituye el orgullo y gala ùe ciud:tde'3 menos importantes fias y pobres) lUellOS pobladas, de repúblicas ricas y bendecidas inteligentes, por la Providoncia; (lero, la. holgazanería la manía politiquora do mnchos y las incosantos hijas do la ambición do Cl~atro bribones, arrastrando la cadena retaguardia, sumergidos mal' de postilente ticos yallalides. dol prosidario, más peque- do la mayor parte, guerras civiles, que deberían nos tionon on la miseria y medio ahogados ciono acumulado andar á relegados en un en Colombia por los polí- Nadie puede apreciar mejor y con más acierto el progreso Ó l'etroce~;o de la patria que el rocien llegado, tras de algunos aÍÏos de marcha ausencia empleados constantemente en estudiar la du otros países y la prensa del propio. ¿ Qué progresos ha hecho Colombia on los seis y medio de mi ausencia? Ningunos,_ antos ha rotl'Ocedido, y mucho. Postrada, corrompida, anarqui7.ada con la ostúpida revolución de 1876 que lo costó algo más de diez millones de posos1o.que dejó en el campo de batalla 10,700 colombianos, tendidos que la deshonr6 32 - ;150 . ell el œte~r, qua produjo unenjambe de viudas desvalidas y d~.b.oo~n€)8 ~bondonadœ, qUA/) perdió á multitud de ciudadanos a.ntes ~nrados y laboriosos, a.diestrá.ndolos €n la perdición, hol8Uln~e¡-í"yvicios, en ln.esooeladel libertinaje de los campamento~, d$l d~dtllJil, inhereut.es átoda lucha civil. Con esa guerra Ooloqlpia vió delJ~Jer BIlS exportacioooR, de.$ 14.477,897 en 18756.$. JO.787,67). all 1879 i vió a.umentar su deuda interior yex~jor, de $ 15.095,945 en 1873 Ii $ 22.2l5,718 en 1882; vió di8ll1in~ír los niños de BUSeBQllel~8, de 83,626 en 1874 á 71,172 e~ 1880 y bajar los est~bl~imientos de educación I>6pular, en lamiama época, de 1885 á 1,262 ; vió, por último, aumentarse el crime~en pro~rciones alarmantes. De 21 reos p<>rhomicidio, 16 po~.h~~daay 80.por. ~bQ q@ 1~~Pallite~cia.rj~dIBogotá encerl'tlbaen 1~76, se contaron en 1882, 81 por homicîdio, 114 pol' h13ri4as y 18.9 po-r l'POO; de 1,180 crimina.les y 73 homicidipa que tuvo GlludiBlHUarell an 1875, este Estado, víctima pJ;'íncjp~.I de aqu.ella. re-YQlooióu,eJert esas cifras, en 1881, Ii 1,549 critninales y 117, JwlDic~ 'Tángaae presente lo oonfe~d,o por l~ mismas a.~toridp.~ que el cinef,tenta por ciento de l08 T130S .queda~fuera de la a.ceiWt.de la léy. Nada diré de la eno~.q¡e,po~reaa ca.w;ad¡¡ por. d.ic'l1~revolución, ni del acrecentami.e~p enOlj~e de la."I ~Sllil ~ jupgo, (53 en 6OlQ"trea meses) ni del número inmenso de hijos naturales, (490 en cada 1,O()Q na.c.i~Wp~), ni de la e~t02,lJ.. proP%J~i9n del libertinaje, qe l~.mala f~J de la.s traJIl~B y fraudes, pues ca.rezco de datos exa~ ¿ Q/lién~ SOnIOSrelippn.911b1es a.nte la. Patria., la HiBtOf~f.-~l Tri~n!\l ine:¡¡:ora.~ll! ~¡ Jue~ S¡¡pr~<> de tamaiios male¡¡y <4lsiraciQ.8? .El p~ñ~dl:l politiq~~o8 y de adalides, ho~~ s~n f~ sin houPJ\ aàz¡.,J'ergiienilllo y sin a.mor patrio, h~)tu,p'~es~fa. ijJDl>ipj6J:b,04I!1"~~ MquietÇl, envidioBo, ilOberbw y lJ"».~j.ci.Osp hAonh~Il.Q~ Col~ uncau¡píL d~ Agrama.noo, una ,c1IlE)va.de RoIBndq" 'lffl4~de ~;"oq, -2&1-- OONOTJU8IÓN. Salí de Barmnqllilla el 25 do Noviembro Ii las llueve de la maiian¡¡.on el vapor" Bismark," donde paguÓ $ 50 hasta Honda, incluso el precio del camarote, Iba 1. rocorrer 117 leguas de un río turbio, como el Tigris, el Oxus, el Indo y el Mississipí, yen medio de tupidas selvas; iba á visitar de paso media docena do pajizos pueblos, muchos caseríos yuumorosos lCliateos; (sitios donde el vapol' se proveo de leña para la hornilla) iba á extasiarme ante esa salvaje vegetación tropical, tan nociva para Ju.salud del hombro eu uu clima do 28 y 30 gl'ados ccntígrados ; iba lL pasar en revista los esbeltos cocoteros, los pintados y parleras loros, Jas atronadol'os manas ahulladores y los mostruosos caimanes que pueblan las cncantadoras y feraces orillas del Magdalena. Pocos ríos hay en 01 mundo que reunan tantas ventajas como osta arteria; pues sirve, cual oka Danubio, al comercio de casi todos los :Mstados de la República y es surcado por 24 vaporcs en 224 leguas do las 340 que mide su curso . .A. la salida perdimos modia hora en estl'echo cauo que podría evitarse con I1U canal do 80 metros. El río estaba crecido, marchábamos Call 100 libras de vapor y la rueda trasera levantaba torbellinos do espumosas y amarillontas aguas, Después de pasar durante el día doce caseríos, tocamos en Calamar á las siete de la nacho, Esta aldea, tan importante por hallarse á la boca del Dique que conùuce á Cartagena distante 24 leguas, a.ponas cuenta, en un puuaùo de chozas, 1,\:l85almas, so halla á21 leguas dol mar y á 181 de Bogotá, Pasadas durante la noche 19 rancherías, comenzamos á descubrir las primoras bal'rancas y colinas, antes de entrar al río Cauca por la Boca de Tacaloa, Esta confluencia, qge so pierde en un océano de selvas impenetrables, se halla-58 leguas distante del mar y 55 de Barra.nquilla.. Dos horas m¡{sta.rde, - 2£)2 - nos amarramos frente de Magangué á las tres de la tarde del 26 andába.mos nueve kilómetros por hora, ~ decir, lo que hace un caballo, al paso largo. Esta población una de las mús importantes de la costa, tiene algunas casas de material (cal y canto) entre muchas otras de palmas, pequeña iglesia y 3"t60 almas. Dista 141leguas de Bogotá y está solos 55 metros sobre el nivel del mar. El 27 llegamos al Banco, cerca de las ocho de la mañana. Este, el más ventajoso punto militar de todo el río, cuenta 1,965 almas, algunas casitas y una iglesia que corona un pelado cerro; dista de Honda. 109 leguas, del mar O y está á la desembocadura del Cesar. Antes del Banco vimos aparecer, á. la derecha y más allá de la selva, la primera cadena de montes que se divisa al subir el M~dale?a; era la Cordillera central que separa ese río, del Oauea. .A.las ocho de la noche del.mismo 27 tocamos en Puerto NacioD31,dospués de haber pasado al frente de cuatro caseríos. El pueblo, que está fôrmado de miserables chozas como to~ las de la costa, dista una. legua de la orilla del río, 12 de Ocaña, III de Bogotá y se halla á. 130 metros sobre el nivel del mar; su población apenas llega á 1,362 almas. Dos leguas más arriba anclamos en Bodega Central, con el objeto de pasar la noche; pues de ahí adelante el Magdalena, como el Indo, no puede na vegarse sino de dia, á causa de los bancos de arena y de los árboles que arrastra la corriente. A las dos de la madrugada zarpamos. Durante (Jste dla desfilaao al frente de la desembocadura del Lebrija, mitad de la na.vega.ci6nentre Barranquilla y Caracolí, y del Cimitarra, límite del Estado de .A.ntioquia. Diez casedos y varios pequeños afluentes se fueron presentando por una. y otra banda.. Todo el trayecto desde Tacaloa hasta. la. raya de Santander, que mide 50 leguas, eBun laberinto continua.do de caM8, (brazuelos) islas y rios perdidos en la. inmensidá.d de la selva. virgen. À la caída. do la tarde 2 leguas antes de Puerto sada por lOB mosquitos bordo, 258 - * continuamOB del.28 anclamos Wilches. en medio río, Tras una mala noche) caude los túros que iban á. y el bramiùo el viaje al rayar del día 29 do Noviembre. En Puerto Wilchos, situado 89 leguas de Bogotá, examiné cuidadosamcnto los tres kilómetroB de ferrocarril construídoa allí on dos aiios y quo han costado, inclusos, el material) exploración y trazado :$ 358,303. ¡Triste comienzo del que llegará, Dios sabo cuando, á Bucaramanga, distante 13 leguas! Vi allí dos ó kes casas, una locomotora y siete plataformas. Mús adelante, pasamos sucesivamente por las bocas del Sogamoso, dol Oolorado y del Opón, río, esto mUl'cado el rumbo que para siguieron llegar á las altiplanicies último, c6lebre por haber los conquista~ores españoles del Zaque y del Zipa. Ese día nos ama~'ramos cerca de la desembocadura del Oarare, y salímos el siguiente 30 con rumbo Il. Puerto Berrío. Lu6go principiamos á notar altas barrancaB rojizas, por el lado do Santandor) pues hasta esos parajes el Magdalena so desliza) por la general, entro riberas bajas, deleznables y bordeadas de tupidos bosquo~. Hechos varios sondeos, porque ya comenzaban los bancos movodizos que dificultan caseríos) leguas la navegación tocamos al anochecer de del río, y vistos algunos en Puerto Bogotá y á 40 de Medellín. Barría) situa.do á. 58 En este sitio) antes desim·to, la empresa del forrocarril ha creado un bonito hotel de madera, notable grupo de casas, molino, hospital, ostación con no pocos carros, enrielado hasta Zabaletas wagones y locomotoras, 8 leguas do camino y nueve de banqueo) principio de las "" En general se tratan con ml10ha crueldad á los pobres animales que navegan en los vapOtes dellMagdalena. Además en nuestto " Bismark" el despotismo del oapitán, 109 malos alimentos y la pésima aervidumbre noshao~n recordar el.malhadado Il Esperanza." 40 qtlél ,medirá- cón nn COsto de ,&.309,MO'. Désde el último pt1t1to Sé' púeda hoy ~ontinua:r el mj& á MedeŒn, haciendo tres jornadas en tunla, de t)¡7 y 8legoos,bà.8táo Barbosa y de allí ôtl1Ml 8 por camino carNtero.Oómpárense los nueve años, que se' him empleooo en tendér esas 8 leguas de rÎ'~leg, COn loa dos· que· México ha gastado en constl'lÚr 800 I A las seis de la rna~atia d~119 de 'Dicié'mbre continuamos la Bùbida. Desdo el Op6n 108 bosqlles se ~a.n haciendo más tupidos y majestuosos. Ocho leguas at'riba de Puerto Berrío entramos en la angostura. de :HiU'e, donde el caudaloso Mag- dalena se encajona entre peñas de creta y guijarros, coronadas eón elevados árboles, reduciéndose á. solos 250 metros de anchura.. Gastamô8 och.(} ti!inúWs an~rret 1~I,200 metros medidos pGr esa angosttitll, que t'èefi~a èlcélebte Pon'go de Ma.nserièhe en el Ama~oll&8. A la núa llegamos á la boca del Nare, situada 2 legua:s m'tÚ! adeb,nte, arriba. para. dejar en Ialitas la. carg'a. para. Medellín. A, las CiIldO y nos dirigimos C'Orriento el Bismark" traía qtt'El' f" bajamEi8 desandando la legua ql1e h&biatJllos remontado ~l NàTe, pNta atn~nos en là.triste ranchería que se leVMlta. en la Mtúl~a.. Bila s610 dI1enta 427 habitantes, dista. de Bogotá 431eglJaey se halla 162 metros sobre el nivel dél mal'. Al,a~dêI2 de Diciembrenllestro vapor se PU80 en muvimientopo'r entl".el barranoas a.1'01110/3a8, coronadas de eapeoos. árboles,- las cl1a~s van encajonando cada. vez más el caUOé del rio que tanto se derrama. y tan num~rosa.8islas forma desde Barranquilla hasta Buenavista. es decir, en un trayecto de 1621egllas. A.l~;o1We comenzamos Ii las serranías de Bogotá. À las dos pasamos frente á Puerto Niño~Este sitio piD:tolteIJœ,plleBto aliado, de ele'tado peíi6n· cuyo pie: lám&el'llÍo Y' ~yœ f1.ll.neos ádotna.n héiDi080S árboles, -dista, de- Bogoi&-34- leg~ 1- eS elé)ttr"etno' donde'- ter. mintW.él'noo~o· Clart1i~-dé !tre~J'(jtt~·sl'l estâ'ib~ divisar -.2:,56 para unir oon el Magdalena la. capital de Boyacil., distante 30 leguas hacia el levante. Pasadas entro las desembocaduras Antioquia debería y el Tolima, del Río de la Miel, límite del Rlo Negro, tEll'minar, si hubiúramos punto donùe tenido j .lÍcio y patriotismo, la carrEltera de Bogotá al Magdalena, trazada ahora 36 años por MI'. Poncet, amarramos en Cauta-Gallo, oerca de la oraci6n. El siguiente salímos á las seis de la mañana. 3 de Diciembre, El río se iba encajonando "metros de altura. ontre verdes A las diez tocamos leguns de Bogotá y 10 de CaracoK La Doraùa, separadas de Honda Guarinó Ii las cinco do Ja tarde. corros, de 500 Il 700 on Conejo, distante T.Juégo pasando y 7 leguas, 32 Yeguas anclamos y en Llegó, por último, el 4 de Di- ciemhre, día en que debíamos pasar Jos cho?"l'oS y tocar el término ùo la navegación, después do lllHWO dlas que de bajada se reducen á la mitad. A las seis sallmos casi con todo el vapor que podía hacor la caldera, y á las siete ya habíamos pasado feli:>:mentc, merced á la pericia del capitán, 108 tres formidables rápidos de Guarin6, Mesuno y Pretel, donde algunos vapores se lmIl perdido. En todo ese trayecto de 2 leguas el paisaje ya no presenta In. monotonía do la>; orillas ba.jas y anegadizas de la parte inforior. Por todas partos se ven colinas verde esmeralda, y á. ]0 lejos so dibujan las cimas do am1Jas cordilleras. 1,:1 mañana habla sido refrescada con el tropical aguacero quo en la nacho anterior se descargó sobre el río acompañado do reliímpagos no interrumpidos y de formidables truenos. A las siete y media atracamos en Caracolí, é inmediatamente tomé el tren quo sa.ll:t para llonda, dist<lntc media !agua. Quodé ngradabiemento improsionado do los trabnjos y mate/-ial rodnnte do esto ferrocarril q Ile so princi rió haco dos aiías y medio; mido hoy 2 leguas y medirá 7 quo costa¡·iÍ.n ~ 37D,146. El 5 pasé á. Bodega do Bogotá. y recorrl hasta T~aGifuen- -266 tes en hermoso wagon, muy deteriorado porIa. incuria, los 4 kilómetros hoy construí dos del muy a.ntiguo y asendereado ferrocarril de Mr. Brown. Lllégo, triste y humillado emprendí la marcha Ii Guaduas en lerda. y resabil1da mula, para ir á descansar tres días en esa bonita población, más muerto que vivo. El 9 llflgué al hotel de VilIeta, muy inferior en comodidades y maritornes tÍ la venta de D. Quijote. Villeta, adllar más bien que pueblo de la rica 6 ilustrada Colombia, me afligió, al ver tantos hombres ociosos parados on las osq uinas mientras que las casas, medio al'l'uiaadas, se estaban cayendo. El 11 llegué nI hotel Cauca, donde tuvo uu cómodo alojamiento. El 12 mo complací al notar algún progreso en .A.guularga y Facatativá. A las sieto de la noche llegué á Bogotá, después do seis aíios, siete meses de ausencia y de un viaje de 1,064 leguas, contad~s desde Veracrnz, quo ùuró 35 días y me costó $ 357. Bogotá, Agosto 20 de 1885. INDICE ANALlTICO. Pág. TNTHODl:CCIÓN-IJey del Congreso de 1880 eu bvor dol autol,"ObligacioIlc,; quo le impone-Modo de cumplir estasExcusas accrel~dcllenguaje fl'D.lleo-La asignación del Cungreso fué una devolución disimulada ..•........•..... 2 CA.RTA J .'---J1fé,,·ico, ORnc¡,o 1." de 1883-Triste descngaño para 01 eolombi:1lloresidente en el extranjero cs la lectum de SUH pel'ió,licoR - Aprcciación de un mexicano sobro uuoska prcnsa, y reflexionos-Qué se debería hacer con los p'Jli{i!Jl~r,.,.us-Oportul1idadde un Quijoto pol1tico para dcsprcstigiarlos-Apreeiaciones de L'Economiste Jranfal:~-Su aplicación ti Colombia-Carta. de uno. Hermana de lu. Caridad dc Popayán reproducida por La Voz rIe .Mb!Ù:o-Rcflexiones ..............•......... 9 CAUTA :2."-C¡umaju.nto, Enero 30 (le 1883--·Salida de México y cHtl1cióndel ferrocanil-IJa empresa dol camino de hierro centl';),I-Siniestros-lugenioría dol trazado"'; San Juan del Río, SllB templos, casas y vida-Efectos del nuevo ferrocl\rl'il y BU comodidad comparada con la de nuest.z'o !!istema de locomoción-Lo qUEl pudiéraIIlUS haccr cn Colombia- Ventajas do nuostra altiplanicie sobre b do México-Querétaro, el Corro do las Campanas y 1[aximiliano-Conducta de lOB conservadores par;),con el Emperador, el Arzobispo de México y el Nuncio del Papa-Celaya y su descripción-Poblaciones cncontradas al paso-Llegada á Guanajuato. 19 CAJ:TA ;).'Guana,jlwlo, Fc7n'ero 28 (7.e 1883-Chile y Las NI)"e(l,~des do Nueva York-Lo quo deberla tener presente Chile-Ref:lexiones-Situación de Guanajuato¡{¡unal do la vín. ff;rrea de Silao :i Guanajuato-La Presa-Funuación de la ciuda.d y su historia-Las minas, su riqueza é historia ..Topografía de Guana. juato.- Sus calles y edifîcios- El Cura señor Amózquita r HilS obras dc zclo-Ejemplo que deberíamos imitar para hacer la g'uerra alliboralismo-Holgazaues y politiqueros -- Esperanzas · :.h •.•.•.•..••• 33 a3 - 258 - Pl1g. CARTA4."-Silao, Marzo 9 de 1883-Mi enfermedad del peoho y sus causlloS- Mal clima-Fórmulas de un brasílero para ca.racterizar algunos países de América-Esta.do de los trabajos felTocarrileros en México-TemoresSilao, BU posición y topografía-Templos, ca.Uesy casas -Temperatura [clim.~Tra.ies y bebidas-El Ilustrlsima Soyano ye clero-Orientales explotadores-Usos y costumbres-Comestibles y fl'utas-El pueblo y sus profesiones-Nuestras ventajas-La María de Jorge Isaacs y nuestros escritores en México-Telegramas disparata.dos '" , , '" CARTA5.R-Guanaj~tato, Marzo 23 r1J 1883-Como se viaja. en Méxioo y en Colombia-Tenemos m'a elementos que México - Piedrahlta y nuestras nquezas-Temol'esFilípica oontra los politiqueros-EstadiBtica de México ---,.Explotación de metales-Estadística de Guana.luato é indios-Cotejo con Bogotá-Los raizales y el Hu. milladero-Las barbaridades cometidas en el templo de 10.8 jesuitas-Iglesias do la oiudad-Detalles del trayecto de Silao â la Pras8-Edificiml del GobiernoLos mesones y 108 fisgones-O()8wmbres, CARTA6.",-(hama,juato, Abril 1,0 de 1883-Minas de Gua.na.. juata-Haciendas de beneficio-Modo de explot~l' 16s minas-Procedimientos de las haciendas - Molinos, tor. tas, ingredientes, amalgama-Capellinas, repa.sos y a.nast.rea-Lo qne pudiéramos hacer nesotroa-Consejos-Denda, templos y esta.bleeimientos d& ca.ridadEl E61ia.dode Guanajuato eD parangón CODlos prineicips.les de la Repnblica-Instrnooi6D primaria-Topografla y pobladorell-Usol yeostumbros-BI pueblo y sua divol'8&Sclases-Loa informesseeretoa do'D. Jorge Ju.o.n.-.-UnErailla pa~ celëbraT laa proezas de la conquista de nnestro pais , , CARTA7.".....•Gu(Lnajuato, .A.7J'I'il 26 de 1883-Co~jo ontro laB lfIl~raa de DuestrQ siglo y las del siglo XIII-Exceso de ésta8 sobre aq~nas-Las guerras civiles en Améxica.-..Oolombia. Ile Heva la palma-Difereucia de l~ civilización-Asimilación de las ide~8 onatia.nas-Sociad&des secretas del siglo XIX y aeot&s del siglo XIII ---':Viaje del General Porn¡oioDiu' lœ Esiados Uni. dos-l'JI Mensaje del Presidente Gonzáiez-Epopeya de los fOYl'OoarrileRmexicanos-Datos geogrificosTolégt'afos - Tormento-Sooiedad de mil!lema.-Rentas -Ba.IlM Hipotecario Obras en Ohapultepeo-Eseuelu do tiro y E!\eMIMl navaJes-Servioio de torpedosCotejo entre el MenBl\ja me-xil}$DO y lOB colombianosLa qne hariamoB .a.plica.ndo bUm ~ ~ 46 55 66 , - 259 Pág. Telegramas de Colombia-Cul\n poco nos conocon y est.iman-Correos J' noticias-Exposiciones agrícolas ê industrialos -Sangrías á nuostro Tesoro-Ingresos de alglllll's l{epÚblíc<1R , 78 CARTA 8.n-Eefm, M(~yo8 de 1883 -Topografía. de la ciudad y su red férrea-Estadística do Loón y Gl1anajuatoPropiedad míz y c()ntribuciones-J~nfermedades y crímenos-Atraso intoloctnal-Auditol'io on los templosImpuestos aduaneros-Colombia os lo.Nación que tiene menos impuestos-Egoísmo sibarita-Nos ql1ednmos á retaguardia-Lo que debomos hacer-El viaje do Guanajuato á I.Jeón-Habitantos de las pl"iucipales ciudados del Estado--Escasez de agua y enfermedades predomina.ntes en la altiplanicie-Templos, calles, plazas y odificios públicos-Industria-El Ilustrísimo señor Barón y el CIOl'o-Costumbres de León-Bi8lU!trk y :México-m General Portit-io Díl\z-IJey sobre pantalones -Los yankeos y el Pen'oC1'1'il 001lI(al D2 C.UtTA<J."-Gnanajttato, Mayo IR de 188:l-Paise¡; que he vi. sit·ado y lugares recorridos en los Últimos sciE! añosPcriódicos oxtl-anjeros eu que ho colaborado - Número do sermones qlle he PI'Odieado-Darrus, CaUslletto, M:oignoy Sehoubc-Ciudades de In altiplanicie y SUH materiales, altura y municipalida.des-Embellecimiento y policía-Lépel'os, indíos y pelados, su situación, vostido, alimento y habitaciún-JJenjuoto y provincialis. mas-Vientos, l:t'hones, Sl\lvajes y langosta-Ignorancia sobro nuostro pals y colombianos residentos en México-Cotudos, cm'atosos, cretinos, etc,-EI idionH~ :.zteca-:M:ereadoR y casus-Uuinas antiguas d~ México y del Perú-Superioridad do cstas sobre aquéllasHoja arrancada de un diario do viaje 103 CART,\1O."-G1Hmajuafo, Jm¡,iu 14 de. I883--Modo como se verificó la emigración del Antiguo 111: undo hacit\ el Nuevo-Origen de los indígenas de América-La corriente do las Aleutineg y la de la Ocianía- G'!lOI>, costumbros y lengUl' de los indios de América y do lag :\Iongoles-EI caBO de .Toso Hico de Yokohama.-m Hedaetor de La Om'Ùlad y cI León XIII-DobcrlJs del e1ero en las excítadones politicas-N uestros canjes literarios con México-Ignorancia qne se tieno de nuestros paises-Absorcióu de los españoles-Sus periódi. cos, libroB y noticiafl-Lu María de JOI'ge lsaacsCompañia para. explotar minas-Ferl'ooarril de Jalisco -Ferrocll,rril de buques de Tehuantepec-El Central 00 •••• 00 ••••••• - '260 Pág. Y el nuevo ferroCllorril de Zihnatanejo-Inauguración de los de Morelia y de Celaya",-Reflexiones-Lo que fué Méxioo y lo que es , .. 114 CARTAll.a-Guanajuato, Julio 19 de 1883-Ji'alta de noticias de Colombia-;-N uestro a.trazo a.llado del progreso de otms Repúbhcas-Los èalteadorea en México-Esccnas conmovedoras de una diligenoia asaltada por los bandidos en 1851 126 CARTA12.a-Mézico, Julio 31 de 188~-Regreso á la capitalDaños hechos en el ferrocarril por las lluvias-11odo de viajar en Méxioo y Colombia-Desventajas de la. altiplanicie mexicana-Revista del camino-El Gonservador do Bogotá. en México-El Centenario de Bolívar y los diarios de esta capital-Grandes progresos hechos por esta. ciudad en los seis meses do mi ausencia L'Echo d~b Meziq1W, Th'3 Two .Republics y The Bn)wns-villc OOsmt1poUtan-Las nuevas minas de la baja California y las de Colombia- Acuñaoión àntigua y moderna de México-Metales 'exportados - Objeciones de El Oonservador de Bogotá y respuesta-Confesiones inconscientes-Carbón del Cerrejón-Entmdas federales do México-Asesinatos en Colombia y México-Mis prédicas y sus resuItados--Telegramas de L(t PlttrÍ<l y nuestras noticias fiambres -- The 1~zcas ShifftingsLa pobla.ción de México-Datos sobre la vil~ férrea de Vemcrnz--Instrucción pública 138 CARTA13.a-Gozcatlan, Agosto 30 de 1883-Los médicos y 01 clima de Coxcatlan-Modo de viajar en México-Salida de la capital por la Hnea española-El f('rrocal'ril inglés y el mexicano-Viaje ti Pachuca y sus accidentes -Costumbres--Descripcióu de la capital de Hidalgo y sus minas-Regreso á Irolo-Apizaco y llU progreso -El ramal de Puebla por Tlaxoala.-Ferrocarril de San Ma.rcos y stts obms-Amozoe y los indios-El Pinar y prel?pectivas-Cambio de trenes en San :Marcos-Esperanza-Tranvía de Tehuacan y BUS estaciones-Hacienda. de el Carncro-U 80S mexicanos y El Diario del Hogar-Los mesones do México-Tehuacan, la ciudad y sus moradores-Viaje en coche á Coxcatlan-El camino y SUll pueblos-El ingenio de Calípam-EI pueblo de Coxcatlan y sus gentes-Tata Lupe y la tía Marcela.-Litoras-Llt Patria y sus telegramas 154 CÁRTA14.a-Orizaba, Septiembre 30 IÙ 1883- Viaje de Cox. catIllonti. Tehuacan y á Esperanza.-EI forrocarril inglés y sus obras de ingeniería, sus abismos y perspectivasoo. o •••••••••••• - 261 - Pâg. Llcgada á Orizaba y progresos de su estación-Las tranvías-Otra vez La Patria-La ciudad de Orizaba, templos, calles, paseos y fábricas-Los ingenios y tra· piches-Ciudades de Colombia en pal'angón con la de Ol'izaba-La Monja-Alférez y la Mulata do CórdobaLos cdificios de cal y canto do TIogotá-CalumniasHcligióu y progreso-Pretensiones absurdas-Rasgos históricos y los curss insurgcntes-La fiesta de la. :inùepcudcncia-La Patria y su opinión-Datos oficiales sobro el estado actual dc lOBferrocarriles mexicanosGarcía cubas, su geografía y sus inexatitudes lôg CARTAl5.n-Orimùa, Octttùre 10 de l883-La Quiqucndonia oxi.hidrogonadr. do Julio Verne y Colombia.-m Gencl'al Porfirio lhaz, cI Arzobispo Labastida. y sus paisanos-Las quejas de El Conservador-El Centenario do Iturbide-Losliberales y loscuras-Orizaba, su clima, exposición, tcmplos y conventos-El valle do Orizaba y el del Cauca-ConsejoB- Los :indiosy el Abate Dornencq-La Pahia-Mejoras 183 CARTAlG."-O~·i~aba, Oct'uù~'(l30 de l883-ProgreBOs dc :Mû. xico-Et Monitor-Los discursos sobre la indepcndon. cio. y los españolos-Lo, Voz de Méœico-gl ingenio y la empresa de la tranvía-Tranvía. do Chllopinoroy sus ventajas-Las tranvía.s de :Méxieo-El Monitot, La Pah'il~ y El N acionnl-:Mi enfermedad, sus remedios y regreso á Colorobia-Bl Presidento Porfirio Díaz y ::lU hoja de servioios-El ferrocarril central-LOB inge. gonios de Orizaba. y su maquinaria-El 1Ifonitor y las plagas de Móxieo-Saltoadorcs y carácter nacionalLOlSobservatorios 197 CARTAI7.11-Jalapn, Odnb1'831 de l883-Jalapa. y el General Santa Ana-Do Orizaba á Vcracruz-Pueblos, perspectiva y obras do arte del forrocarril-Córdoba y estaciones do In. vÍ3- V eracruz- Viajo á Jalapa-El ferrocarril y la tranvía-Estaciones y obras de ingeniería. --Lo. antigua canotora y la tranvía-Los bosques y 01 eulti vo-Cerro Gordo y la dorrota dol Goneral Santa Aua por el norte-amoricano Peterson-EI Bucero y Santa Ana-Llogada ó. Jalapa y la ovación de un poli. l;iqucro-La ciudad y sus templos, ca.lles, casas y pa!lOOS-SOasomeja á Tunja-Su gente y la de Oriza.baProductos, usos y lJostumbres-El protestantismo y lOB libemleR-Condueta do los yanckees-Datos estadísti. cos on parangón--lleredia y nuestro oro-Ferrocarriles CD pal'angón-}Iis excursiones y trabajos en México- CA.&l'A CA.RTA P6g. Mis revistas, su móVit.•.•.Sa.ma Ana. y delliás prohombres jala.peños-- Viaje en traTína l't Coatepec-- El ca.mino y la prespectiva-Las poblácion y sus l'asgos cal'ooterfsticos--Carácter de)OI1 mexicanml en relaeión con el do los de otras RepiibUéas 210 18.a-Habana, NO'Viembfe 15 d6 18a3-,-Salida de Vera. crnz y extol'ciones españolas-El Sat'rÚ8tegui-EI tiem. po- V eracrnz, &us edificios y cn.stillo-'-Horrible asesinato de nn cura--Ley juga y artieulo 23 contra los exttanjeros--La Misa. á bordo"'-'Llegada â la Ra.banaEl puerto, vapores, vida y perspectiv8-,-Trasbordo al Esperanza-Mal servicio-Robos y zocalÏños-Incomo. dida.des-Do~embarco en la HabaÎlà--,-,Visîta de la ciudad-La. pa.rte nueva-Las plazas y pascos-'-Las gentes y el movimiento-Calles do ta. atitigua ciudad-El crcollo-El comercio, billetes y oro--Hoteles-Posesio. nes españolas é ingle-Ms "'-Rentas', gastos, exportación é importación de Cuba ..•.•.. TeIé'g'I'idós y fetrocarrilesParangón con lall Repúblicas hispano-americanas-Quijotada de un español .......• Diarios-- Hotel Cabrera -La ClJoted1"81 y el scpulcro de Colón--La plaza de ArmasEl palacio de Gobierno y plaza de Tacón-Un portugués-Los templos ..•.• Los paseoll del Vedado y de Charre1"8"'-'Huelga de carniceros i noticias de ColombiaLinea.s de vapores españoles-Establecimientos do la. Habana··Calor y vómito negro--Sociedad y costumbres. 224 19."-Bm·ranq'uilla, Noviembre 24 de 188.3---El Ferrocarril del Oeste y sn 6sta.ci6n--"Los wagones"'-'Atarés--El paioaje y el cultivo-Estaciones---Santiago y lOBplan. tíos de tabaco·.Artemi¡¡a· y Paso Rca.l· .•Procedimiento para. beneficiar el ta.baco.•Mejores tabacos y terrenos más á propósito ••Ferrocarrilqs dé Cnba y vapores costaneros ••Las línea.s actu'ahn'ènte en explotación y su longitud--Salida de la. Habana-·Los canales y cayos-.BaraCOay 8US exportaciones--Vapores y distancias--Cabo :M:aizi--Entrada al puerto de Santia.go--La enscnada y sus contornos ••El Morro y el ferrocarril de Cobre-Casas de campo-- Vis&8 de la ciudad y de los vapores-La Sanidad 'l el Capitán del puerto ••Desgreño do la cindad--La Metropolitana y la plaza de Armas-·Las calloso-Santiago, Veracruz y Panamú.•.•Desgrcño de las colonia.s espa.ñolas-.Casl\s y ptazas-.Policía. y habitantes-.Coches y almacenes--EI papiamento .• Edificios pú. blieos•.·FerrocarrH--Tres vil;pores-•.•NlleBtro vapor, servidumbre ., pasajeros--Llegi¡t\a á Xi'.l1geto'n y la. Cua.. - 263 - Pág rentona ••Percances--Salida de Kingston--LoB Ap6stoles de M. ReDlm--Llegada á Santa Marta y burlas de 108 espa.ñoles--Dcfensa--Aspecto del puerto y ciudad-.Llegada â Sabanilla, aspecto é impresionos--El ferrocarril y sus condicioncs--PrimeI'a. vista. de Barranquilla--La ciudad, su aspccto y adelanto s·- Ventajas del MagdaIcna--Atraso y falta. de comodidades--Ma.loB de la guerra do 1876 235 CONCI,IISIÓ:i - Salida de BaI'ranquilla-.Aspecto del río--Cala· mar-o Tacaloa--Magangué--El Banco--Puerto Na.cionalEl César, el Lebrija y el Cimitarra·.Laberinto de caños. Puerto 'Nilehel!--Los toros--Los rfos Sogamoso, Colo· radu, Opón y Ca.mre--Puerto Berrío y el camino do hieri'o tí Medellín--La ang0stura--Nare é Islitas--Las tlriHas del Magdalena--Puerto Niño--Ríos Lu :Miel y ~egro ••Conejo--Los Oho1'?'o~--Llcgaùaá CnracoH y el ferrocarril á Honda--Paso del río y cI ferrocarril BrownLa mula--Guaduas-- Villcta y los zánganos-.Hotel CaucaAgnalarga y Facatativá--Llegada fi Bogotá 251 ·.oo ••••••••• FIN. oo •••••••••••••••• oo ••••••••••