Ultimo año de residencia en México

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ULTIMO ANO
UF.
POR EL l'HE::iDlTEIW
DOCTOR FEDERICO
C. AGUILAR
1885
BOGOTA
IMPRE~TA
DE IGNACIO
BORDA
INTRODUCCION
El Congreso de 1880 di6 en mI favor la siguiente
ley:
Art.
].0
que so hallen
Como
UIl
ostímulo
fuera do la Patria,
á. los escritores
colombianos
y como nn premio al sefior
doctor F'ederico C. Aguilar por su labor reciente,
(le lwci'r'a
concr,cl' ventajosamente en la América dol Sill', se le comi~iona
para qne continúo
su patriótica
tarea en la República
de~lé~
2." Los escritog del doctor AgIÚICL1' relativos
al asun-
xico y on las de Centro-América.
Art.
¡
to de quo se tl'ata en esta ley, se publicarán,
desdo la sanción
de eLa, del modo y en h1 forma que lo juzgue mat; conveniente el Podel' Ejecutivo.
Art.
3."
PMU
los efectos expresados
se pagará
del Tesoro
nacional al soüor doctor Aguilar la, cantidad de ochocientos
pesol; (:) 800) como viáticos de ida y ¡'ogl'Oso; y la de doscientoi posos ( ~ 200 ) mensuales durante un aüo, ùesù,e que so
ponga ell marella.
Art. 4.° No obstanto
la dispuest-:> en los artículos
ante-
riores, facÚItase al Podel' tJjecutivo para que, si la tieue á bieu,
poniéndo;Q de acuerdo con el ù'octor Aguilar, pneda emplearlo en algÚn t¡'abajo científico, literario, industrial ó de fo-
y
mento en el país,
acoptar
á voluntad
ó no esta. dcsignación,
hablan los artículos
del doctor Aguilar,
quien puede
ó cumplir la. comisión de que
1." y 2."
.
Art. 5,° Pal'a los efectos económiC08 de esta ley, se consi-
-4deran incluídas en el l'resu~lUe~t.o de gast.os respectivos, las
cantidades á que ella se retiel'e,
Art. 6." Sancionaùa quü sea esta ley, el Poder Bjecutivo
dispondrá lo conveniente pal'a quo comience á cumplil'se inmediatamente, .
Dado en Bogotá, :i 13 ail .J ulío de J 88ù,
El Presidente del Senado de Plenipotonciari,-,<;,
:M. M. CMII'Il!).
El Presidente do la Cámara do Representantes,
RICAIWO
X¡;~Eï..
El Secretario del Senado de Plenipotenciarios,
Jnlío E. Pérez.
El Secretul'io de la Cámara de Representantes,
Antonio José llestrepo.
Poder Ejecutivo nacional~.-Bogotá, 14 de Julio de 1880.
Publíquese y ejecútese.
El Presidente de la UlliÓn,
(L. S.)
HAE'AET.J NUXEZ.
El ~c~I'etarío dû Instrucción p4blica, eneal'gado del Despaèho de Gobierno,
M. AMADOR FIERRO.
Este honor, que ni busqué ni procurÓ, sino que
esquivé en una carta e:-;crita desde Cali al scHor Isidoro Laverdc Amaya, porque no gusto sangrar Ull Tesoro casi exhausto como el nuestro; este horior y la
ley que me lo conferta no me impuso m4s deber que el
de hacer conocer ventajosamente á la Po,tria en México
y en Centro-América.
;\.llnque el segundo artículo
citado habló de escritos relativos al asunto de qUA trata
la ley, y que se puUicarian del modo y en la forma que
lo juzgue más conveniente el Poder Ejecutivo; con todo,
-5éste no me ha dicho una sola palabra, ni ha manifestado ell qué forma ó de qué modo cree más conveniente el que se publiquen esos (~scritos. Pcro, llevado del sincero deseo que siempre he tenido, de que la
Patri~t ocupe en la Am~rica cspañola el alto lmesto que
le corresponde por más de un título, dirigí il El Pasatiempo de Bogotá cuarenta y cinco revistas que vicron
la luz en 1882 y 1883, publiqué el año paí'ado una
obra Útulada: Colombia en presencia de la~ Repílúlicas
Mspa'iw-amcricanas y escribí much08 estudios sobre
Colombia en los pcríodicos de :Jléxieo.
En mí poder quedan todavía otras diez y nueve
revistas redactadas durante el ufto de 1883, en ~Iéxico,
Siluo, LeÓn, Guanajuato, Coxcatlan, Orizaba, ,Talapa,
Habana y Santiago de Cuba. Estas son las que me
propongo publicar ahora, tales como las escribí entonces. En cllus notarán mis lectores las amargas reflexiones que it las veces me sugería el patriotismo contristado al ver los grandes progresos de .México y los casi
nulos de Colombia, no obstante sus numerosos y variados elementos de progreso. Ese mortificante contraste lUC irritaba, y yo dejaba correr la pluma empapada en indignación contra los círculos políticos que
tantos daños hacen á la Patria y que son la causa de
su auarquía, corrupción, atraso y descrédito. Pero, cs
preciso advertirlo, yo no culpo á todos los colombianos: nó, de ninguna manera. Considero dividida á Colombia «,u dos clase..,;muy diversfls: la una, formada de
l~~inmCllsa mayorÚ~ de la N ación, está compuesta de los
-6-
ciudadanos pacíficos, honrados y patriota~; IH otra,
constante de la minoría, tiene en su seno hombres ambiciosos, inquietos, intolerantes, pendencieros, egoístas,
ociosos, dados por oficio (t la política, soñadores, uta,:
pistas, y más amantes del pa.rtido que de la Patria. En
consecuencia, Illis acusaciones caen exclusivamente sobre los Últimos, en defensa de los primeros, víctimas
de tantas intrigas, agii.acioncs y guerras civiles.
La holgazancl'ía, por desgracia, l~SIlltís comÚn, y
debemos decirlo con franqueza .Ydolor; 110 Itay país en
el mundo donde tanto predomine esa I/uestra endémí,;a y
epidémica enfermedad. Este pueblo, relativamente moral, no es; ni asesino, Hi ladrón, ni crapuloso en grande
escala; al contrario, sobrio, hospitalario, sufrido )' generoso, se distingue por su inteligencia y carácter entusiasta entre todos los dem{u, pueblos americanos.
Mas, la pereza le domina, el ocio le encanta, la inacción
lc cncr\'u }' el gusto por las divcrsiones le seduce. La
gran riqueza de nucstro suelo, su fertilidad sorprendente y el clima ùelicioso nos hacen idólatras del dolce
far niente •. la inteligencia, la imaginación ardiente, la
susceptibilidad nerviosa, exageraùas, tornan á muchos
en díscolos, envidiosos, intolerantes y camorristas.
Diré cuatro palabras sobre la as.ignación que hizo
en mi favor el Congl'eso de 1880. ~\. fines de ese año
recibí en Cali S 400, Y ellg de Enero de 1881 di principio al cumplimiento de la comisión. Siendo el;;acantidad insuficiente para continuar recorriendo las Repúblicas de Centro-América, me regresé de Costa-Rica á
-'1-
fines de Enero, con la esperanza de hallar en Punamll
alguna ::illl1111
remitida allí desde esta capital, para continuar el yinje. X o habiéndoIn encontrado, y estando
l'~ca~() de dinero, re~olví pasHr á Caracas, ciudad dc
clima 111(:no;;Illfllsano, con cI obj eta de esperar fillí a 1gana reme:;a del (~obierno. E",tn.llO pudo llegarll1e :;ino
hasta IlH diados ùe Julio, fecha en que recibí $ 800.
1\'l'dic1o~ ya --ci,.,meses en esperar, no me fué posible
¡'eCOl'rer las otras HepÚhlicas de la ~\.mÚica Central y
IIlC dirigí lÍ ;.Jéxico.
Ell Puebla recibí, al terminar el
ano de 1881, i? l,OOO; á mediados de 1883 percibí en
Gnanajuato $ 100, Y l\' tines (18 ese mislllo año, fi 268.
Sumadas estas cantidadc~, dan $ 2,8G8. Los restantes
S 332 que faltall Ü S 2,868 para sumar los8 3,200 sefialaùos por el Congreso, :;e perdieron en el descuento ae
las letras y (ollIn conversión de la moned<t cie plata colombiana en oro extranj era.
En CoIÚJ1,dOl1(lerecibí los $ 800, no encontr(~ vapor que zaJ'para para Vel'Ucruz, y vÍme obligado tLdirigirlllc lL Xueva Orleans con el fin de tomar allí el
de la línea ,tte.1'(lwlel'. Este no saliÓ por estar sometidos lí cuarentena los buques procedentes de las
costas de México. Me vÍ, pUCH,CIl la m~cesidad de pasar
lL X lleva York pam tomar allí un vapor que, pasando
por la Habana, llegase á Veracruz. Ell ese viaje tuve
la desgracin de que me robasen $ 360 en un hotel de
Filadclfii¡, y $ 37, oro espai1ol, en la Habana. Me queuaron, pues, reducidos los $ 3,200, asignados por el
Gobierno I tí $ 2,471.
-8-
La sangría de $ 3,200 que en mi fa VOl' se hizo al
Tesoro nadonal, quedaba restafiada: Ill, con los $ 1,000
que en la guerra de 1876 se me impusieron r-omo empréstitoforzoso,cantidadqueaun
nose me ha reconocido
ni pagado, yque deb( tomar, por un año, al ~uterés del
dos por ciento mensual; 2g, con los $ 411 que pagué al
que hizo lus gestiont's para qne se me devolviese la casa embargada por el Gobierno de la RepÚblica, y los
S 85 dados al de Cllndinamarca para que me otorgase
la escritura; y finalmente, 3r, con los S800 gastados en
componer esa misma casa, tan maltratc:'"ldat'Il el ataque
que se hizo á los cuarteles de San Agustín en la revolución de 1861. Era, pues, una justa y disimulada devolución que me hacía el Congreso en nombre de la
Patria.
Hago estas cuentas, tanto porque en los países republicanos se debe dar raz6n al pÚblico de las cantidades percibidas del Tesoro nacional, las que ropresentan el sudor del pueblo, cuanto por haber sido atacado
Ó ~atirizado por algunos periódicos de esta capital, con
motivo de la comisión conferida por el Congreso,
Bogod, 15 de Mar7.0 de 1885,
f· /r:. ft·
.Mé~icO, Enero 1.0 de 1883.
Señor Redactor de El Pasatiempo.
No hay
COila
más triste para
un colombiano
que vive en
el extranj01'o y que a.gual'da ansioso lil llegada del paquete
con el fin de saber algo do Ja Patria;
no llay cosa más kiste,
ùigo, qlle el Jecl' los pel'iódicos
rosas Bxcppcioncs.
son noticias acerca
ùe Colombia,
con algullUq hon-
Lo qlle sc busca de pre[el'encia en elloR
de Jas felToeaniles en construcci{¡n, de la
mejora y ltmpliamiento de la navegación lIuvial, dûl desarrollo
dcl comercio y del exceso de las ex r01'taciones sobl'e las importaciones,
del pel'feccionamiento
(le la industria y del plantamiento
de talleres
de Al,tes y Oficios, ote. i Vana esperanza!
La mayoI' pal'te de nuostra premIa no hace sino dl'~gai:íitarse
en las ;;ag,l1'l'eraS políticas qllO promueven los ambiciosos y los
inquietos
para
desacreditar,
empobrecer
y tmstomal'
un país
de gram(\;s elementos y de espléndido porvenir,
como la es el
nnestro. Cierto día comprometí á un mexic,mo á que tuviera
la paciencia de !ijarse en varios nÍimeros de nllestl'n. prensa j
él acccdi() y, dcspué!> dc leerlos con tl~~enl'ióll, exclamó:
pe1eaùores
y mitoteros
(uoclinchel'Os
creo qua on toda la América
haya un país donùo tanto
" ¡Qué
) son sus pitis:wos I No
p-sp:tñola, ni ('n todo 01 mundo,
disputen,
char'len y peléen como en
Colombia. l'CI'O, supongo, añadió para dorar I:t pílùora, qno
sólo sean cuatro ilOlgaílunes ambiciosos los quû tanto bregan,
y qua b g¡'an mayoría del país se esfuel'íltl en ponúr Ii su Patria aJ nivel de bs otras RepÚblicas, construyendo ferrocarriles, dcsal'l'o]]ando el comercio y alentando la industria nacional. .Al Jeel' estos sus periódicos, y al ver el odio, la hiel y la
pasión con qlle t·l radical ataca al consel'vador y ci consorvador
al radical,
(oste al indepf'ndiento
y el independionto
al radical
2
-10se me viene
á las mientes aquel episodio de la vonta de Don
Quijote:
'y como suele dE:cirse, el gato al rato, el rato tí. ]a
cuerda, la cuerda a] palo, daba el arriero á Sancho, Sancho á
la moza, la moza á él, 01 ventero á la moza, y todos menudeaban con tanta prisa, que no se dabaD punto de reposo."
¿ Qué debía yo responder á una observación tan exacta
y verdadera,
obser\'ación
quo brota
espontáneamonte
do la
lectura de ]a mayor parte de los órganos de nuestJ·u prensa?
í Por Dios, quo seamos cuerdos y patriotas, ó por ]0 menos qno
tengamos vergÜonza!
Nos vamos haciendo los Quijotes de la
América
española y, mientms
las demás Repúb]icas
alas del vapor á ponerse á la vanguardia,
gados con nuestras
líticas.
sempiternas
Sill embargo,
mis anterioros cartas,
intelectuales,
morales
conen
nos quedamos
é incorregibles
en
re7.a-
;;agarrera.~ po-
como la he venido probando
en todas
nuestra Colom bin, tiene miÍs elementos
y m:l.teriales que ninguna otra para ser
la primera, y, si no la es, tienen la eulpa. lo~; politiqueras, agitadores y ambicios(,s que desgarran la'i ontmÏias de la Patria.
¿ Por qné la manía
política ha invndiùo
lÍ.
Colombia
como nna
epidemia peor cluO el vómito y que el cólera?
Porque entre
nosotros hay mneho holgazán que no quioro trabajar para comer el pan con el 8udor de .9U -rostro, y prefieren los destir.lOs
para vivir en hl inacción
alcanzan
para
tantos
y comodidad.
papamoscas
Como los dostinos
y vampiros,
no
neces'1riamente
resulta de allí el bregar y disputnr y luchar sempitornamente.
Para mí tengo, que entre n080tros, salvas pocas excepciones,
la gente honrada
no se encuentra,
en ninguno
entre los que se llaman políticos de profesión
de los partidos,
ó pnrtído
belige-
?'ante.
Yo no aconsejo al generoso, inteligente
y bravo pueùlo
colombiano qU!} haga con esa maldita ralea do politiqueros
irreconciliables la que hizo el populacho
limollo con los herma-
-11nos Gutiénez, á sauer: l1.1'l'astl'arlos pal' las calles, colgarlos on
las torres de la Catedral, q 11Omarlos en la Plaza .Mayor y comC1'o-e 8118
chicharrones;
nó, eso es inmoral,
es cobal'do y reprobado
pal' el r;vangelio;
eso es bál'baro,
eso
pCl'O, sí les aconse-
jaría, quo hicieson un 1"od¡;o gcne1'al y juntasen todas esas daiïiuas alimlllïas que, con ellS discnrdias,
disputas y rencillas
tienen envenenada.
la atmósfera
de
Colombia
é impiden
su
progreso y bionestul'; que bien cU:itodiudas las condujosen lÍo
los Lbnos de Casanrl.l'e Ó tÍ la Goag¡l'¡~, pan (lue osos salvajes
do lovita aprondiesen
corùul'il y amor á hl, Patria
jes de arco y do flecha,
Nadio
de los salva-
se al'l'edre con lil. respetabili-
dad de las notabilidades
políticas, ni hagf\ caso de ln. bandera
que enarbolan,
ni ponga miontos on la c.;aUS¡1 de que ellos so
dicen ddellSOl'Os. 'L'oùos son pl'etextos;
Sil bandera. no es otn\
qnc la del egoísmo. I A los Llanos con ellos! AHí sólo barbarizlu'ía1 á llll puùado de salvajes, micntras aquí mantienen toda.
una rica, granùc
é importanto
en la miseria, on el ¿esm'édito
cI anxlio
<lo los hombres
nación aherrojada
en el atraso,
y on el aniqnilamiento,
honraùos
y patriota;;
Imploro
para qne me
ayndon á ammcnr de cuajo esa planta maldita do la ùiscordia
que nos ya consnmiendo con sus revolnciono;;, disputas, chm'·
la, inquietudes y zozobras de setenta y dos ailos. i A la Goagira con los polil'i'l ¡¿crus sin oficio !
Pero, dejcmos ostas materias desagl'adables
y pasomos á
docir algo de la que más llama la atonción eu los actuales mo_
mentos en este país, que ha abjurado la discordia pol1tica para
entregarse, cnOl'po y alma, á un prodigioso desarrollo material,
ayudado
réntesis)
por sus vecinos los anglo-americauos.
Y, eutre pa¿ no habrá entro tantas y tau bieu cortadas plumas
como honran eso país; no habrá eutre sus muchos ingenios salerosos .Y llenos de chispa un Cervantes colombiano que ridiculico/ persiga y destruya
esa 'manía politiquera
de que adole·
-12 ce nuestra
Patria,
manía mil veces más dañosa,
cula que la de la antigua. caballería
episodios
y cscenas
quijotescas,
errante?
eminentemente
abundarían
bajo
funesta. y ridí-
Tipos, aventuras,
risibles,
eminentemente
la pluma. del escritor
de talento
que estudiase nuestras zambras, nuestras francachelas
polít'iea,']. Pero, hablemos ùe :México. Oiga usted cómo jllzga un
periódico fl'ltllcés tÍ este país. Ji Econom'íste frœnr:ais dice,
bajo el mote" Un pays qui se relève":
« Desde su emancipaci6n, México no había conocido la paz interior.
Em la tierra
clásica de los pronunciamientos,
de los golpeA de mano milita-
res, de las dictaduras
sangrientas,
de los imperios efímeros y
del bandolerismo.
En medio de ese desorden que había pasado
al estado
crónico,
los Gobi0rnos
tanto mal como bien:
nes entraban
ciones.
Entre
robado
el ejército,
poco más
ordil'lario ùe las administra-
il la policía,
no había difurencia.
y los bandidos,
La Hacienda
Los empleados,
oficiales
que de-
iba cayendo
yeso cuando el dinoro de la condl/da
on el camino.
6 menos,
y las exaccio-
las concusioncs
en el procedimiento
bían roprimir,
y~ levantando,
el pillaje,
hacían,
(*) no era
y soldados,
no
siendo pagaùos por el Estado, se pagaban ellos mismos tomando dinero y víveres donde los encontraban.
A penas se ocupaban de trabajos pÚblicos, do caminos de hierro <Í de mejorar
las simples carreteras;
la industria era nula, el cnl tivo de los
campos estaba abandonado
y el comercio languidecía
misera-
ble; raros eran los inmigrantes,
pues se necesitaba esta?' endemoniado para ir á establecerse en semejante país. Sin embargo, esa tierra era una de las más hermosas,
cidas por la naturaleza..
en cuando,
la disenteria
El suelo tiembla
y el vómito hacen sus víctimas
rit) Se llama conducta cn México
el correo de encomiendas.
de las más favore-
on México de cuando
en él ;
01 dinero quo se remite por
-13pero, i qué prodigiosa fertilidad, qué variedad de climas y de
producciones, qué abundancia de riquezas minerales, qué situación geográfica tan privilegillda! El pueblo mexicano con
los defectos y vicios ùe una juventud exhuberanie y mal dirigida, ha mostrado eu varias ocasiones raras cualidades que
permitían no desesperar do su porvenir. Valieute, inteligentl:J,
onél'gico, amante de la libertad, celoso de su indopemiencia
hasta la ferocidad, sólo necesitaba reflexionar, calmarse, tomar
posesiÓn de sí mismo para llegar í~ser un gran pueLlo como
tantos otros que no han tenido mejores comienzos."
Hasta aquí parece que las palabras del Econornide hayan
sido escritas para Colombia; aunque nosotros, con pel'dún ùe
los llorones que tanto han desacreditado por espíritu de partido á Luestro país con sus exageradas lamentaciones, nosotros
no hemos ùescendido tanto como l'Iféxico en el abismo de l!l.
degradación social. Por otro lado, nuestl'os elementos, como la
he venido probando en mis anteriores cartas, en nada son inferiores á los de México, y, para valerme de hs palabras escritas haco más de un siglo, por el jesuíta espa.ñol Gumilla,
nuestro país" no tiene que envidiar al PerÚ, ni á la NueL'((,
España,
sino la dicha
de esta?' poblado., aquellos
1'rILpcrios 'Ille sc arrebataron
'11113
tÍ e.~tar poblado,
sus innllmeral¡les
tirra
'Vastos
(**)
y requiere para la labor de
como requería
rninas,
el •. rÙj7lBza,
dON
la atención de los espaiíolf!s;
el Nuevo Reino de Granarln., cornpi-
si no con ambos,
Ú
lo menos con cualquiera
de
los dos impe'rios del PerÚ y de México,"
gue diciendo:
"Pues
L' Ec01wmistc prosibien, hace algunos aúos se notan en
(*"') Al presente la observación del p, Gumilla no tiene lugar,
puos hoy tenemos cinco veces más habitantes qne en ose entonces,
~IéxicQ, en un tercio mns de superficie, encierra hoy doble población,
pero cuya. mitad es de puros indios, reacios., rebeldcs al progreso.
-14 México síntomas
dll un feliz cambio,
período de cá.os para entrar
y ya parece
salido
del
en una éra de orden, organización
y T&ABAJO. Haco seis ó siete años el Gobiemo funciona con regularidad, la adwinistt'ación
se toma á la set'io, so levanta la
y 01 orden público no es turbado
Hacienda.
cas asonadas,
prontamente
aquietadas.
de hierro ( están ya en explotación
guas);
2,700 kilómetros
se fundan Bancos y escuelas;
y la seguridad
sino por esporádi-
Se construyen
camino::!
Ó 540 le-
la propiedad
es respetada
de la paz trae consigo la actividad
en los nego-
cios." Entre nosotros no se puede afirmar que hayamu,; salido
del período dd cÚos, por la maldita política que mantiene siompro en agitación la República é impide el orden, la organización, y el tmbaJo. N uesko Gobierno no funciona con regularidad, ni la adminÙ!tración
hacienda
loma
lo serio, ni
tÍ
y al empecinado
la discordic¿ política
desgarran
las entrañas
mos caminus de hierro,
gracias
8,'
p/Í,blica, ni el orden se mantiene
lJe levanta
odio de los partidos
de la Patria.
Es verdad
pero ellos marchan
lleva entre
nosotros la ceguedad
hacer cruda guerra
á paso de tortuga,
yel estúpido
espíritu
á los fel'l'ocarriles,
no los hace la comunión
política á que so pertenece?
allí algunos
que atacan
ciudadanos
el de Antioquia
inspirados
el fert'ocanil
conocido aquí, y causa admiración
¿ No so
de ban-
sólo porque
¿ No hay
del Cauca y
sin son ni Lon, y sin competencia
en el odio ciego de partido?
que
que construi-
á la poHtica y al mutuo odio de los partido:!.
dería hasta
la
merced á
tranquilo,
alguna,
Este fenómeno
sólo
es des·
y risa á los conservadores
que me la han oído referir; pues ellos, aunque hundidos y enterrados por los liberales, aplauden estrepitosamente
Jas mejoras materiales
que se realizan
en su Pakia
durante
la adminis-
trací6n liberal. Si todo el odio de partido y toda la charla po.
lítica la trocásemos en verdadero amor á la Patria y deseo de BU
progreso,
nuestras
líneas de hierro marcharían,
como las me-
15 xicanas,
al vapOl',
afluiría
y tendl'bmos
abundante,
á nuestro
pals la inmigración
más crédito en el extranjero,
más
porquo
nnestros elementos intelectuales,
morales y materiales, la repito, sail supOl'iol'es á los de México, j Qné vergiienr.u ! Este país
apenftE tenía, hacc nueve auos, 85 leguas de caminos do hierre
y
tÍ
la fecha ya tiene 540!
j
A la Goagira
con los politiqueras
en "idiosos !
C'J1l10 eJ 25 del pasado
no recibí periódicos de Bogotá,
estoy :i Oscuras sobre los Últimos acontecimientos.
Lo único
que he podi(lo sabel' en eso mes y medio acerca de Colombia,
es: que dieroll un balazo al Genem1 Aldana y quo huho una
sangri('nta
propias
asonada
en Panam{L; noticias, como usted
para desacreditarnos
patriot.1 since¡'o. Esos dos
los IÍncos fIue registm la
Noviembre y Diciembre con
La Voz de Mé_,~ico, periódico
afligír
el cora7.ón de un
vergomwsos acontecimientos
son
l)t'ensa mex icana en los meses de
respecto á nuestra Hepública. En
couscrvador ùe esta capital, hallo
los sigliento
:-"
me,l'i('(lna-~
la RepÚblica del Ecuado¡·,"-Después
en
Pnndacirin
y para
n~, muy
de las Ifermann.8 de la car·idad
tulo, se insel'tlln dos cartas escritas en Parayán
de este tí-
; una dC'l Ilus-
trísimo BC\'lllúdez, y la otl'a de una de las hOl'manas recién
lIoga(1a3. A la postre, y terminadas las cartas, S0 halla la quo
luégo illserturé,
traduc'ido pam"
La Voz de }[';.cíco"
del tomo
-17 dI! lGs ""lnale.~ de la Mi",iún," por }lecascns.
En cse trozo
ustcll podl'á YOI' cuán desconocidos somos en csto país, donde
!lIlO do los IllÚSilustrados
diarios, y aqnel en qne yo publiqué
IlHis de dic7. largas
rcvi~tas, dando tí conocer ventajosamente
IÍ
Colomb-ia, sale ahora con quo Buenaventura,
pertonecen al Ecnador, y quo el Ilustrísimo
Cali y Popayán
13crmúdez es obis-
po ecuLtoriano!
Voy il copial'le, en seguida y al pio de la Jeka, los conceptos que más me Imn llamado la atenciÓn en la
carta de esa Hermana
de la Caridad,
escrita en Popayán
y pu-
-16hlicada en
importante
Anale.~ de la Mi8ión: "Cauca es, tal vez, el más
de los nueve Estados qll~ forman á Colombia, por
108
su sitio encantador
y su exhuberant~ vegetación qne arrebata
la admiración del viajero. Aquí la naturaleza por sí sola obra;
al bajar se descubren en el llano árholes frutales de variadas
especies, cal'gados de fruto durante los doce meses del a,i:io.
También
se ven el arroz, el algod0n,
más, en ciertos lugares
el tabaco y la quina;
ade-
minas de oro y
del país, se encuentran
plata
m domingo 29 de Abril, llegamos Ii Rucn:lYentura,
y nnostl'a decepción fué grande al saber qne no había allí ni
sa('erdote, ni iglesia. Al ir tí. la Adnana los hombre,;, las nmjeres y sobre todo los niños, naB rodeaban por todos lados y nos
contemplaban
como séres extt-aol'dinarios, preguntándonos
si
teníamos c'lbellos, si la cornetŒ (í gorra era ùe papel, y cómo
III
podiamos
traer en la cabeza,
el Dagua, nos
encaminamos
algún vaporcito:
etc. Tenicndo
al puel'to
que
espm'ando
tres ó cuatro indios nos esperaban.
a.travesar
encontrar
Al llegar
se displlf:ieron á llel'arnos en brazos. Ante la fuerza no hay
resistencia
y tuvimos que entregamos.
No podía.mos mena..,
que rcímos al verno::>, porque no~ parecíamos á 10s pichones
que pasan e1\ Francia
en cestos pal'a Ilevarlus al mercadoNuestt-os z:egl'us casi desnuùos
caminaban
¡\ pié, arrastrando
nuestra barca con cuerdas.
El trayecto duró nueve horas y
llasta el siguiente día llegamos á Córd(\va, pueblecito pobre y
mahano.
Corno habíamos
siJo rocomendad<1s,
Córdova la mejor habitación;
se nos ofreció en
el'a lllla pieza que
no tenta ?ná.~
dcsnuda y húmedn, ni ob'a camŒ '-lile una
buncas de madera. Apenas se apagó la luz, 'un
1)t;30 que l(~ tif'/'I'a
mew y algunas
ruído nos anunció <¡lie estábamos
acompaÜadas y los snp08 se
disponían â 'vÍI;ita1'Tws y tuvimos quo arma.l"nos con una escoba
para ùal' cara á estos indiscretos.
Así so pasó la noche. Al día
siguiente proseguimos el ,'¡aje; pet'O i qUI; camÍ1~08 tan ell-
-17panto.ça.çf Vcreil(t tan estrecha que apmas podían poner el pie
nuestros caballos; ó nuestra diestra roca~ áridas y escarpadas
que 11010 las contení.a el poder de Dios, y que á cada paso parecía ib:-\n ri. aplastal' á los caminantes on »u peligroso
sendero;
á. la »iniestra, precipi~ios de tnás de doscientos metros do profUlld:dad, y tanto más hOrI'orosos cuanto que un tropezón
e,r-pone al,iinele if et! caballo Ú r.af'1' en ellos. En la nacho nos
cedieron un cnarto;
nON lle/:al'on
algnnas úancas, dic'iéndonos
que nos podrían sen:ir de camus, lo mismo ({ue la mesa en que
Riénclonos do este medio
comÍ1.tOs.
econ{,mico, nos resol vimos
a~mejarllos
á los cn.rmolitas. Cada dín. trae consigo
cultades:
nuestros guias 110S ant1l\ciaroll gne debíamos
lin río ongrosado
con las lln\·ias.
caballos en ciertos
momentos
parecían
arrastrados
las mismas
por la corriente:
siete veces tuvimos que afrontar
dilicnltades.
Nos hallába.mos en cJ quinto día de
llnestro
viaje,
sepultados
Nuestros
difivadear
RUS
cuando
se nos dijo
mitad del camino.
En Calí empleamos
que deseaban
conocer
según decían,
en Jas ag-nas, y en otros como
lÍo
que
habíamos
andado
la
día y mellio en l'ocibir á Jas personas
las Hermanas do la Caridad y toner,
el honor de
habla!'
un rato
con ellas:
de la
maûana Ii la noche estaban
llenas las habitaciones, y cuando
lIeg6 el caso de tratar de nucstra partida, los ojos se llenaban
de lágrimas y nos viUlos prccis¡;dos á prometer que nos ocnp&ríamos scriamente en solicitar Hermanas para el Hospital, que
está ('o1n}1ldf1mente a~anr.lonado.
vino á llenar de gozo
nuestros
Una sorpresa bien agradable
corazones,
el respetable MI'.
Poing, inquieto de la snerte que corríamos pOI' las falsas noticias que se habían divulgado,
tuvo h., delicada atención de
enviamos
un misionero
nuestro viaje. En donde
algunas
que nos acoTllpañó hasta terminar
quiera ::;e CreK\ una dicha 01 ver nos,
mnjeres se ar1'oditlaban
al pasar nowtras,
pidiéndonos
3
-18 la bendición llorando
creyendo que nuestra
de gozo, se :n08 llevaban l08 enfe?'molJ,
presencia sólo bastaba para curarlo.~.
i Pobres gentes! Desgraciadamente
no t'ienen nada para mantenerlos en la fé de sus padres, ni sacerdotes, ni iglesia; están
completamente
abandonados y en la necesidad de em})/'ender
1m viaje de tl·es día.9 para c01lfesarse y oír una misa; i cuân fo.q
niños hay sin bnntismo y sin haber hecho la primera comunión ! Toda la esperanza del Canca de8cansa en el Seminario
de PopayÚn destruído por la revolución, pero restaurado pOI'
Mr. Foing hace dos años y qne permite confiar que, en algunos aùos, algnnos sacerdotes piadosos If llenos de celo podrán
wangel·izar el pobre pueblo abandonado.
En Popayán fnllOos
conducidos
al Hospital,
donde
curso para
recibil'nos;
muy en
se hallaba
UIl
numeroso
con-
bl'Cve se llenó la casa de tal
manera que fné nece:;ario colocar cuatro soldados cm la. entrada
para contener la muchedumbre
y por dos veces se nos supliclÍ
bajásemos á dar una \'llelta por los grandes conedores del
establecimiento,
con el fin de contentar
al pueblo lÍvido de
conocern08. E"'I'E ES ¡TN PAf~ AGITADO HACt; LAllaO TIE)IPO POI(
LAS
GUERRAS
Y I,QS
l)ISTITRBIO:>
POLÍTICOS.
Francamente
los rasgos que anteceden no nos hacen favor,
y al1ee1'los me ho acordado de las relaciones de los misioneros
de la
Propagación
Je la p,[, idénticas
á la de la Hermana
de
Popayán, cnando describen el país de los Gallas y otros todavía
más salvajes del África. De manent que los cultos, talentosoB
y civilizados colombianos,
merced á la discordia, á la política.
y á la pereza. aparecen
al extranjero
como un
pueblO
semi-
bárbaro y semi-salvaje.
J~l Ilustrísimo
Señor Bermúde7., ya
que en su laudable celo trae con ta.ntos sacrificios Lazaristns
y Hermanas
de la Caridad,
deberSa, áun con mayor empella
y haciendo mayores sacrificios, importar religiosos q Ile estableciesen
escuela\
de Artes y Oficios, que enseñasen
á tl'abajar
-19 á tanto
!tolgazán
polcmófilo y politiquera
como abunda
en el
Cauca, l'eligiosos que establecieson
quintas-modelos
para desarrollar' la proJigiosa agricultura
del país más hermoso y rico
*
que !te visto en mis viajrs por I~uropa y ambas Américas.
:-;u afectísimo,
FEDERICO
Guanajuato,
Señor Redactor
Ùl)
AG{)ILAR.
Enero ~O de 1883.
Ell'a.çal Ïtmpo,
Le escribo dcsde
esta ciudad,
tan
do plata, y ql1e se halla en el corazón
mexieana.
C.
célebre por sus millas
mismo
Sa1í de ~léxico el 8 del corriente
dos y lujosos wagones
del Fe¡'1'omlT-il
de la H,opÚblica
mcs en los cómo-
Oentral cn compaîiia
de
mnchos pasajeros Payos >f'* quienes
después de las fiestas de Xaviùad,
regresaban á sus hogares
La inmensa acumulación
de material
odificios ([ue so han cons-
raJante
truído
en la Estación
apenas
hacia. nueve
y los grandes
de Buena-Vista.
yo tomado el tt'on para
lin progreso ta.n cnorme.
de la Illlca
c(/rT1~l
á
llamar
~Il
de via ancha
dosdo l\ll;xico á Querétaro,
atención
Estación
pues
había
Qllerétaro
sin que eutonces notase
Como ya en otra carta le he hablado
J'ecorridlt por la carrilera
Central,
me sorprendieron;
meses que cn osa misma
sobre
algunos
del Ferro-
al10ra me ceñiré
hechos
importantes.
* En los siglus V Y VI los monjes Benedictinos, los de Lerins,
los do San Martín etc. y cn la Edaù :\fedia los de Corbia, los de:Clal'aval, 108 Pontifactorcs etc., dC8cuajaron IUl:! SelVIloS
de:que estaba.
cubicrta la mayor partc do la Europa occidental, como lo está hoy
Colomllia, y desarrollaron la agricultura y las artes entre los
bárbaros.
** Así llaman en la capita.l Ii los habita.ntes del campo y do los
Estados.
-20 Esta gigant'\lsca línea que, partiendo de México, debe atravesar la República en Sll mayor longitud basta enlazarse can
lOB ferrocarriles anglo - americanos en Paso del Norte,
pertenece á una compañía yankee y marcha con vertiginosa'
rapidez. Los trabajos comenzaron á principios de Diciembre
de 1880 y en dos años se han entregado al servicio público 964
kilómetro.> Ó 193 legua~ colombianas; es decir, casi la di"tancia que hay de Barranquilla á Bogotá! Se espera fundadamente, que al fin de este año ya llegará la carrilera á la ciudad
de Zacatecas, distante de México 647 kilómetros (129. leguas),
y se dice, que on Septiembro de 1884 celebrarase el 73? aniversario de la independencia cou la unión en Fresnillo de los
dOB grandes trozos del Ferrocarril
Oentral, actualmente en
construcción; el do México fi :Fresnillo (709 kilómetros) y el
de Paso del Norte á :Fl'esnillo (l,251 kilómetros); los cuales
unidos, darán una longitud total de 1,960 kilómetros, Ó 392
leguas! i Viva la paz, viva el trabajo, bajo cuyos auspicios se
hacen tamaños milagros de progl'eso en un país, antes empobrecido, devastado y salvajizado pOI'setenta años de sangrientas
y criminales guerras civiles ~ México ya dobló el cabo de las
tormentas y se ha engolfado on pleno océano de progresos y
adelantos, hinchadas sus velas con las dulces brisas de la paz
y dol trabajo, y lejos ùe las peligrosas siertes de la politica,
discordia y holgazanería. ¿ Cuándo se pondrá Colombia, la
rica, la gonerosa, la entusiasta y la ilustrada Colombia á la
altura de México? Esperamos confiados, que así como la ha
imitado en las torpes y empecinadas gnerras civiles, en la
política desorientada y quijotezca y en la anarquía, la imitará
también en la paz, a cordura y el trabajo.
Pero, no crea, amigo mío, que todas son rosas, también
hay espinas que pnnzan y punzan terriblemente.
Casi todos
lOBdíaB anuncia.n los diarios descarrilamientos y desgra.cias;
*
• Quedó ye. enla.zad~el 22 de MaTZO de 1884.
ahora, en el ferrocarril
México,
21-
inglés
de vía ancha,
ahora en el de vía angosta
á.
de Veracruz
de Sullivan,
*
y ahora en
el Pl!rrocarril Oentral. Si los trenes se descarrilan
con frecuencia en esta línea que recorre terrenos
planos como la
palma de la mano, secos y compactos;
si so descarrilan,
no
obstante la buena construcción del camino y el cÚmulo inmenso
de c~ementos
que posee y tiene
acopiados
la empl'esa anglo-
americana
de Symons ¿ qué maravilla
puede ea usar á una
persona entendida,
sensata y desapasionada
el que los treues
ùo Buenaventura
á Oórdova se retarden
veces?
Esa línea atraviesa
llueve doce de las veinticuatro
ùías que componen
pantanoso
donde,
y descarrilen
algunas
bosques
impenetrables
donde
horas del día y 300 de los 365
el año, y recorre
como muy
bien
" se o1:idan hasta los huosos."
un suelo desmol'onable
dico
Además,
y
el sefior Z;amol'ano,
osa pabl'O empresa
marcha eu medio del fuego graneado y los mu1tipliados obstúculos que le suscitan la perversidad,
la envidia, la ignorancia y el espíritu de partido;
apenas vuela con alas de cuca- .
racha, merced á la maldita
en una zozobra y malestar
política. que mantiene á Oolombia
contínuos,
Los trenes del PerrOCtt-
t'ril Oentral
con dema1-\iada. frecuencia
se descarrilan
que al tercer
día de haber
l'riló el de pasajeros
estas
reflexiones
entre
salido
porque he visto
Oonseruador de Bogotá,
yo de México,
Tula. y San
con
c01'respúndencias
j
tanto,
se desea-
Juan del Río.
Hago
pena. y disgu~to
en El
anónimas
(es decir,
puñaladas de traidor que hiere á mansalva '1 por la espa.lda)
en las que so desacredita
del modo más brutal ese bendito
.•. Esta empresa yankee ostá. construyendo además una Hnea.
internacional quo ya. pasa por Toluca y Maravatío (197 kilómetros Ó 39 leguas), y que seguirá por 1Iorelia, S. IJuis y Monterrey
á Laredo, on la frootora. de los J<'::Rta.do8
Unidos,
kilómetros
Ó
265 legua.s.
midiendo 1,325
-22ferrooarril de Buenaventura que constituye el gran porvenir
del rico Valle del Cauca y que será mucho máR benéfico y
productivo, atendido el pals que recorre, que no la es ni la
será el Ferrocarril Centml mex:icano. No tiene esta. República,
ni su mentado Valle de Oa..-xaea,un territorio tan hermoso, tan
rico y tan feraz como el celebérrimo Valle del Cauca,
La empresa de Symons no ha tenido hasta ahora que
luchar con grandes obstáculos, El tajo de Notchi!:ltongo" colocado en el extremo Noroeste del Valle de ~1éx:ico; el descenso
hasta 'fula por terrenos deleznables y algo quobrados, descenso que representa lin desnivel de 250 metros en 33 kilómetros, ó el 8 por mil, y la baja.da del llano del Cazadero á. San
J'uan del Río, que ofrece otro desnivel de 453 metr0s en 17
kil6metros, es decir, el tres por cieuto, son los únicos puntos
difíciles ofrecidos al trazado del Fel"l'OCa1'ril Central, de México
á Lagos, distancia medida por 475 kilómetros ó 95 leguas
colombianas. Además como todas estas altiplanicies tienen
una carencia ca8i absoluta de fuentes, ríos, quebradas y arroyos,
la empresa no ha tenido que construir en ese extenso trayecto
sino dOBgrande!; puentes de hierro, el uno sobre el ancho y
pedregoso torrente de San Juan del Río, y el otro sobre el
Santa Ana. Todos los demás puentes son insignificantes.
Tampoco se ven en este ca.mino de hierro ni grandes ni profundos tajos, ni elevados terraplenes, ni frecuentes y atrevidas curvas. Unicamente en los dos trayectos antes cita.dos,
de Notchistongo á 'l'ula y del Cazadero á San Juan del Río,
se notan algunos tajos, curvas y terraplenes. Desde esta última.
pqplación signe una serie de llanuras apeMS onduladas, donde
el ingewlilro lia ha h('cho más qlle terraplenar y poner rieles.
Bn mecto) San Juap del Río, se halla á 1,970 metros sobre el
m~r, luégo viene Quer.é~ro colocado á los 1,940, en seguida
Celaya. con 1,811 de altura, luégo Irapuato con 1,797, en
- 23seguida Silao con 1'857, después León con 1,809 y, por último,
Lagos con 1,!H2, El desnivel total de esas llanuras atravesadas pOI' la canilol'3, es, pues, de 173 metros en una distancia
de 38·.1, kiLímetJ'os ó 77 leguas nuestras. Así se explica la sorprendente ¡".pidez con quo ha marchado el Ferrocarril Oentral.
En tOllo 01 aîio actual
ùe
1883,
los empresarios
navegarán
"ieuto Cil popa, pues el trayecto
quo ahol'a, 80 construye,
Lago:, ú Zacatecas
apenas ofrece algunas tlificulta.des.
ofecto,
Lagos tieno
Je
altura
soùre el nivel
Jel
de
En
mat' 1,D;~9,
metro~, Aguas-Calientes
18tH, ~an .facinto 1,967 y Guaùalupe ~,275; la que d,l, un dosnivel de 214 metros en 208 killímetros, ó casi un metro por cada kilúmetl'o, De Uuadalupo tí
Zacatecas hay Ull dosni"el notable de ~35 metros ell cinco
kilómet!'os,
qno da el ocho
pOI'
ciento.
con dirección á Dl1l'ango, los ingenieros
lllUY quebrado
Al plirtir de Zacatecas
encontrarán
en el tt-ayecto de ~02 kilómetros
un terreno
que
embara-
::lU marella,
plies les prosenta crtJstas qno sc elevan á
2,630, 2,411, 2,468 Y 2,47ü y depresiones de 2,255,2,148,
1,H82 y 1,~lGû metros respectivamente.
De Durango á ChillUahua slgno 01 terreno descendiendo hasta llegar á 1,414
zará
Bobre el nivel delmar, y e::;te descenso se vcrilicu. on un trayecto
que millo 704- kilómetros. De Chihuahua á p,l,SOdel "Nol'te, en
la rrontem
angla-americana,
met1'0S en una
yecto,
longitud
tácnlo á lo~ ingenieros
nt! desnivel
do 343 kilómet!'os,
fúcil y que
rclativamente
tl'nído y entregado
hay
8ste Último tra-
no ha prosentado
qlle algunos
al set'vieio
ùo solos 252
p\Íblico.
pantanos,
mús
008-
e~tá ya cons-
Do lo antel'iol' resulta
faltan por construí¡', para terminar
el Ferrocarril
Cent?'¡Û, l,OOU kilómetros, tí 21)0 leguas, ùe las cuales 51 i)
que aun
kilómetro!l¡
dificultades
que
entorpecerán
la rapidez de los trabajos.
Pero, df'jem0s la parte técnica y volvamos á. ~an
Juan
Ú
103 leguas
ofrecen
no pocas
-24del Río, fundada
ciudad en 1847.
latitud
en 1558
por el español
~e halla al Noroeste
Norte, á 1,975
metros
sobre
Gentil
y declarada
de México á 20':' 21' de
el nivel
del mar y 191
kilómetros (38 leguas) distante de la capital de la RepÚblica.
San Juan del Río es cabecera de uno de los distritos en qne
esl.á dividido el Estado de Querétal'o, es la segunda ciudad en
importancia
después de Querétaro,
mil almas y su ~emperatura
los meses de Diciembre
tiene una
média
y Buero baja
calle
adornada
de 1:3
oscila entl'e IS'! y 22? En
hasta
Abril y Mayo sube hasta, 32'! La ciudad
larga y ancha
población
2':'
sobre cew y en
se compone
ùe árboles y, en antes,
de una
llena de
mesones, posadas y caballerizas
para los pasajeros y animales
que allí pernoctaban
indefectiblemente
en su!':!viajes de Norte
á Sur y de Sur á Norte, Fuera de esa ancha calle) que parte
desde el soberbio
puente de cal y canto, levantado
por el
virl'ey Alburquerque
sobre el seco y pedregoso
río que baña
la ciudad,
hay dos ó tres
con
buenos edificio!;) y multitud
de
callejuelas
estrechas
y tortuosas que forman un yerdadel'o
laberinto al Norte y Sur de la calle ancha. SUB edificios de
adove y azotea. son casi
halla ceñiùa d~ un
todos ùe un solo piso y la ciudad se
cinturón
de arboledas
y de huertas,
donde
crecen el membrillo,
de que se fabrica vino, el perón, el
durazno y la uva. Tiene cinco ó seis templos bllenos, entre
otros uno
trasformado
l'eeientemente
ùe ,Tesús, tres ptar.as adomadas
Chile, Costa Rica, cte. etc.;
ciudades
de Europa
y América
en
iglesia del Corazón
de árboles, porque en México,
en una palabra,
en todas las
que pretenden
tener el título
de civilizadas se hRn eliminado 108 cr..ños para que transiten
ca.rruajes y se han adornado laR plazas y paseos públicos. Solo
en países donde toda la. vida se red Il cc á. poHtiquea1' y á pelear,
I'n pa'~es donde Jas municipalidades
no aticr:den sino á. las
pillerías eleccionarias y en dbnde domina un raizalismo retró-
- 25grado, sólo allí se ven todavla las pb:.ms desnndas y sin adornos de árbules, jardines,
estatuas, cte. y las calles surcadas
por caños 'lile impiden la circulación de vehículos de ruedas.
La propiedad urbana y raíz del distrito do Ran Juan del Río
está
calculaJa
en
$ 1.033,207,
haciondas:. y 38 ranchos (estancias
cflpitalistn
Ibnrbe,
sobresalicNdo
ó haciendas
entre
sus 17
peqneñas)
la del
Ulla de los más ricos de ~{éxico, quien ha
edificado en S\l preù.ío un elegante palacio ao S 100,000 de costo.
San .Tllan del Río vivía. antes do los pasaje¡'os y c;u'ga quo en
él hacían oscah y ae la agl'icultul'a qllO le l)l'oùnCO tl'igo, maíz
y frijol, al'tÍcnlos de nn
blica,
inmenso
consumo
en toda
la Repñ.
domIe los frijoles y las tm'tillas (:trepas) son la comida
indispensable
de los pobres y de los rieos mexicanos. Con el
fel'l'ocal'ril ccgóse la primcra de esas ¿os fuentos de riqueza,
pues al presente los tren os dol Norte y del Sur se crllzan en
b Estación
ciudad,
Ran
precisamente
francés
cuutina
de
Juan del Río,
á In hOl'a del almuerzo,
mODopoliy.a en "u caro
{~todos los viajel'os
granizadas
do fllortes.
establecï.las,
distante
restaurante
qua diariamente
Una línea
comunica
dI}
pl centr'O de
una
milla de Ill.
y un especulador
y on su ca~'lsima
le dejan sonantes
trau\'ÍuR,
recientemente
población
con el ferro-
carrri 1.
Si el camino de hiena ha matado los mesones, posadas y
caualltrir.as de ¡.;janJuan del Río, de Celaya, León, cte. también
ha duplicado y !lnn triplicado el valor rle los productos agl'lcolas
y ha despertado
gl'l1ude oscah,
la!'l razas
del
el cntusi¡¡smo
]JOt'
para tOller granos
ganado
Último tiene en esta
oxportables,
vacuno y del
República
c¡¡]ti\'al'
ganado
y, especialmente
los terrenos
en
y por mejorar
de cerda.
en Puebla,
Este
un
enorm'3 consumo. Re puede decir qlw en If!. ciudad Angélica
casi todos padecen do lombriz solít(1,ria por el exagerado uso que
alll se hace do la came de puerco,
Do este exceso provious un
4
~ 26refrán popular con que 10E mexicanos, siempre en antagonismo
con lOB buenos Poblanos, motejan á estos últimos diciéndoles :
cc Poblano, chicharronoro, corta bolsas y sin dinero."
Son tan
grandes los bienes que están produciendo los ferrocarriles en
este país que sin exageración se puede afirmar que ellos matan
las guerras civiles, afianzan la paz, despiertan la industria,
acrecientan el comercio, excitan al trabajo, derraman el bienestar en todas lll.s clasos y ahuyentan la mendicidad. Para
concretarme al sólo Ferrocm-ril Central, le haré notar algunas
de sus ventajas que yo mismo he palpado. Desde luégo, los
475 kilómetros Ó 95 leguas, que hay entre México y LagaR,
población situada al Noroeste de la capital en el Estado do
Jalisco, yen cuyas goteras tocó la locomora, por ver. primel'n,
el 16 del mes próximo pasado j esas 95 legua", digo, so recorren
ahora en lujosos y cómodos trenes en sólo catorce horas,
inclusas las paradas en 31 estaciones que so encuentran dentro
del trayecto de México á Lagos; esas 95 leguas, que los
colombia~os ilustrados, inteligentes, generosos y entusiastas;
pero, disputadores, politiqueras y revolucionarios, recorrerían
en diez ó doco días de fatigosas jornadas, con S 200 cIe gasto,
por caminos de cabras, bajo un sol abrar.ador ó bajo agnaceros
diluviales y (Í. horcajadas en una lerda mula de alquiler; esas
95 leguas se hacen aquí leyendo, conver:·mndo, durmiendo ó
fumando, sentados en mullidos sofás y recostados en el dintel
de las ventanillas de los wagones, desde donde se disfl'llta de
hermosas y variadas perspectivas; esas 9.') leguas se hacen
por solo 13 fuertes, en primera clase, $ 9, en segunda y $ 6-30,
en tercera. Antes se recorrían en cinco días y en diligencias
sumamente incómodas, donde los pasajeros eran moli<1os,
estrujados y golpeados sin piedad, al rodar los carruajes por
caminos tan escabrosos, que en Colombia apenas Re podría
creer que por allí pasasen vehículoR do ruedas. Esto, amen
- 27de los salteadores quienes fl'ecuentemente caían sobre las diligencias, linlJ.liaban los bolsillos de los pasajeros, los desnudaban y los dejaban tendidos boca abajo en el suelo, mientras
se alejaban esos cmbozados bandidos. La gran facilidad de
locomoción brindada por los ferrocarriles hll. hecho, que de 108
pueblos y ciudades donde:tocan las carrileras y de sus vecindadeH, se desprenda nn enjambre de pasajeros quienes van á la
gran capital á conocerla, á divertirse ó á negociar. Oh! Si en
Colombin. In manía política y la fiebre revolucionaria se convirtiese on amol' lJ1'llctico del progreso; ¿ cuántas grandes
obras no se harían'~ Se consh'uiría un camino de hierro que,
partiendo de Cúcuta, enla:r,use las ciudades de Bucarama.nga,
Piedecue!ita, San Gil, Socorro, Soga.moso, Vélez, Moniquirá,
'runja, Chil{uiuquirá, Ubaté, Nemoc6n, Z¡paquirá, Bogotá, La
Mesa, F'acatativá, Ibagué, Cartago, Buga, Palmira, Cali, Popayan y Pas\,O (2711eguas), A. fé mía aseguro, y en conocimiento
de cansa, pllGS ho corrido dosde Bogotá hasta Pasto, incluso
el Valle del Canca, y desde Bogotá hasta Tunja, incluso Chi~
quinquirá y Villa de Leiva, y se muy bien que de 'runja á.
CÚcuta se oxtiende uno de los más ricos y poblados territorios
<loColombia; á ré mía 1.aseguro, que todas esas comarcas son
mucho mojores que las recorridas por el Ferrocarril Oentral,
tanto en prodnctos naturales, como en climas, topografía, perspectivas y carácter de los habitantes. Por aquí las fiebres inter~
mitonte,,; Bon endémicas, testigo yo que en Celaya me escapé
de morir de liebre y que, trasladado todavía con la calentura
tí esta ciudad de mejot' clima, trazo estos renglones aun con
mano trémnla, después de habel'me visto tendido en una cama
durante trece días; por aquí hay tan lamentable carencia
de agua que los habitantes se von forzados á levantal" presas
ó diques en todos los pliegues del terreno para. contener las
aguas pluviales, durante los meses de lluvia, con el objeto de
- 28servirse de ellas en los seis meses de completa sequedad; por
aquí no se anda con seguridad en los caminos, gracias al bandolerismo que con la paz hu.decrecido mucho, pero no desaparecido totalmente. i Oh ! aquella tierra de Colombia tierra de
bendición, risueño paraíso el cllal Dios colocó en el corazón de
los Andes, que separó providencialmente en tres l'amaJes, se
halla empobrecida, desacl"Oditaday barbarizada por un puñado
de polJitiqueros y de revolucionarios empedernidos. i Qué el
pueblo haga ua rodeo de todas esas alimailas y las expnlse á
los Llanos de Casanare ó á la Goagira, par¡t que vayan á
aprehender de Jas sal vajes cordura y amor patrio!
Tres días me detuve en San Joan del Río y el once del
corriente Enero volví á tomar el tren ii. Jas doce y media para
trasladarme á Celaya, distante de San Juan del Río 101 kilómetros Ó 20 leguas, que recorl·í en dos horas. Once Jeguas má.s
al Noroeste de San Juan del Río encontramos á Querétaro, la
famosa capital del Nstado de su nombre, Nada le dirô de ella.,
pues ya la hizo on dos cartas especiales que le remit) en Abril
del año pasado.
Al pasar fl'ente á Querétaro se prosentó á
mi vista el peque-ÎÍoy yermo Cerro de las Campanas donde
fué fusilado Maximiliano. :Moparecía ver la sombra del caballeroso y noble Emperador andar vagando por entre las rocas
de esa infausta colina. Engañado por Napoleón y atraído pOI'
los conservadol'es mexicanos, quienes se aprovechal'on de la
ambición que bullía en el pecho del austriaco, vino á la República en busca de una negra y desventurada suerte. Los con-
*
* En las 45 rovistas publicadas en El Pnsatiempo cncontrará.
el lector extensas descripciones sobre Veracruz, México, Puebla,
Querétaro, Toluca, Puebla, Oholula, Tlascala, etc. etc., sobre 108
feiTocarriles que enlazan osas ciudados, los usos, costumbres, ali.
mentos, lenguaje, etc.
- 29servadol'os la llamaron para dominar á!Su sombra y Call el
apoyo de 52 mil eXpedicionarios
franceses,
Maximiliano,
seguro do su afección, creyó en su alma generosa que debía
atrael' á los disidentes
liberalos para extirpar los partidos y
formal- una politica nacional. Al efecto llamó al Ministerio
á UllOde los más honra.dos liborales y alejó del país con misiones diplomáticas á los dos más fogosos y prestigiados Generales conservadores,
Má.rquez y ~1:il'am6n. Bsta noble conducta
que ya había perdido á Comanfort,
hundió ú. Maximiliano.
Los conservadores
entusiastas
al principio, terminaron
por
clltibíal's,) y aUll por retirarse. La defeccióll y la traición persiguieron
al desdichado
los consel'vadores,
Emperador.
y sin haberse
quienes no aceptaban
Enajenado
ganado
el imperio
el ánimo de
el de los liberales,
y menos el imperio Call jefe
oxtranjero
apoyado en bayonetas
extranjeras;
perdido el
apoyo do las tropas franeesas que Napoleón obediente y sumiso
retiró, cuando así la ordenaron los Estados Unidos;
abandonado por el General Márquez y traicionado
por el pablano
López,
Sil
y
edocan, su protegido
Sil
compadre,
otro recurso que morir noble y denodadamente
ral .Azteca Mejia y el valiente
Miramón,
no le qued6
entro el Gene-
que tanto
á.
recuerda
nuestro
Córdoba, el h6roe de Ayacucho. Hace poco oí en
México á cierto conservador, pariente de uno de los tres regentos del imperio, apollidar con desprecio á. Maximiliano chinaco
(l'OjO, liboral). ¡Al león enfermo hasta el asno da coces!
Los conservadores que en México defondía.n la Heligión,
como los do Colombia,
desprestigiados
se hallan
al presen~
ante el pueblo y en completa
volvor á encender
de paz y caridad.
á ese desprestigio.
la guerra civil en nombre
Dos hochas especialmente
Primero;
dos por los conservadores,
los auxiliares
en gran
parte
completamente
imposibilidad
de
de una Religión
han contribuído
franceses,
incrédulos
atraíó argeli-
-80nos, (mahometanos)
algunos templos y destruyeron
profanaron
ùtros con grande escándalo de los fielos. Segundo:
los con•servadores, ya trinfantcs
con el apoyo de las bayonetas francesas, so negaron á devolver á la Iglesia los 70 millones de
fuertes desamortizados
y á d~rogar las leyes sobre tolerancia
de cultos y matrimonio civil. El Arzobispo de México SOllor
Labastida y 01 Nuncio Apostólico,
Monseùor Moglia, fueron;
el primero,
eliminado
de la Hepública,
de la regencia
por
haber
hecho
y el segundo,
expulsado
una solem oe protesta.
La
regeneración colombiana seguirá el mismo camino;
tanto más
cuanto ya en nuestra Constitución
conse¡'vadol'a
de 1845 se
registra la la tolerancia de cultos y la libertad
de imprenta.
iTanta sangre y sacrificios para quedar en las mi:;mas !
Pero, volvamos al camino, Pasado el puente de hierl'o
de San Juan del Río, no encontró en toda la ruta h:tsta
Celaya, obra algrma difícil de ingeniería.
El ojo no descubría
SiDOextensas llanuras, planas como la palma de la mano, en
partes cultivadas,
embellecidas
en partes cubiertas
con árboles y en partes
Así se sucedieron
los llanos
del
de matorrales,
completamente
Ahorcado,
el'iales'.
de Querétaro,
de
entre
I,U70 y 1,727
en la extensión
de 20 leguas.
Apaseo y de Celaya, oscila.ndo su altura
metros sobre el nivel dol mar,
el1 partes
Celaya es una ciudad importante de 27 mil habitantes,
pero
de mal clima por causa de los pantanos que la rodean;
carece
de agua potable y tiene una temperatura
á la de San Juan del Rio. Sua plazas
árboles y jardinos,
hermosos,
sua calles
sobresaliando
de los franciscanos
Celaya filé la primera
l'cotas, sus 15 Ó 16 templos
las iglesias de los padres carmelitas
que
casas de adove y azotea
najnato,
son
média algo superior
están adornadas de
son vel,¡Jadel'amente
son
ciudad
generalmente
importante
y en ella. se establecieron
soberbias.
de un
del Estado
en el segundo
y
Las
sólo piso.
de Guatel'cio del
siglo XVI
despol:laùo
CIl!J0
31
las autoridades
quo mandaban
sobre el entonces
mineral de G uallujuato. El 11 llegll6 á Celaya, dp,
¡wmbrl' no me fj1li8iera
acordar,6.
las dmi y media
de la
t:1t'ùe; illas ocho do la Doclle caí en cailla con una violenta
fiobro que el méùico bautizó con el nombro do inte1'milmÛc
rcnilen{", porque no me ln. pudo cOl'tal' en cnatt'o días de esfuerlIOS
intÍ:;ilcó'. 'l'emiendo
han hast¡t los snspiros,
moril'me en nn hotol, donde mo cobray on donde el sin entraîins
especlllador
dueíio mc l'ocarg í la. cuenta por imagi narios ,;ervicios espcciaJe,::, 1110decidí:i salil' para Guanajuato,
como la hice, á las
tres IIIel10S Cllfll'tO del 10 de Enero. Tomé nn coche y me dil'igí
á la E"tacil)!1 del fen'ocunil distante de la plaza dos kilómetro".
El trell sig-llil) rodando al través do extensas llanlll'us quo
pl'esentabun
el mismo aspeeto
que ln.s anteriores,
annque
más
poblaùo", Jluos nos detuvimos
en Guaje, Salamanca, Chico,
lt-apuato,
VllIalouos y Sílao. Guaje, Chico y Villalobos son
pueblos ùo poca importancia;
Salamanca. es casi como :-;<1n
Juan del H.ío ó Irapuato es una población do 30 mil liabitantes,
en cuyas calles y plazas pululan los indios y lépol'oS como on
Puebla, -;\[éxico, Querétal'o y Celaya. Aunque tllás poblada
que esta. (¡ltima, es menos hm'mosa, y sólo impOI'tante por Sll
espacioso, Peuitencldl'ía.
En Octubro <le 1880 se terminó nn
camino de hierro, de vía angosta, entl'c Cehlya é Irapuato, quo
separan Gl kiMlI1etros Ó doce legllas. Rn AUI'il del níio pasado
ose ferl'oeunil
filé comprado pOI' la empresa del C,'n/ral y
convertido en vía ancha, A la" cinco y cuarto do la tardo
llegamos Ii Nilao, separada
do Celaya por 81 kilómetros ó lû
legnas, después de haber pasado por gt'an puente de hiorl'o
el Santl\ Ana, río quo va á dosenvocr.l' en al Pacífico COlOCa
del puerto
San BIas con el nombre de Río de Santiago. Es
nna de lOBpocos cilndalosos quo bañan esta. República. En
ae
Silao, ciud.ad de escasa
importancia,
dejé
la línea principal
que Hava" León y tomé el ramal de Gualla.juato inaugurado
lll~cemedio año. Este arranca con dirección al poniente y mide
sólo 18 kilómetros 6 tres leguas y media. A poco de salir de
Silao, situado 3 1,857 metros sobt'e el nivel del mar, el tren
comienza á subir hacia Guanajuato, que se encuentra 12d más
elevado. La llnea. sigue, primero, por la ceja de unos peûazco~,
y luégo se interna en la cañada de los elevados montes de
pórfido, en cuyas entrañas se encuentra las famosas vetas argentíferas de Guanajuato cllcajadas en el cuarzo, la pírita y el
calizo. A las seis y media de la tarde llegamos á la Estación
de Marfil, pueblo situado mis de una legua antes de la ciudad.
Alli varios coches como los nuestros, ó los wagones de la línea.
de tranvías toman á los pasajeros para conducirlos al centro
de la población. Púsllse en ese trayecto al frente de los más
célebres establecimientos de beneficiar metales, llamados aquí
haciendas de ben~fic:io, fuera y dentro de Guanajuato. COll la
fiebre y la oscuridad yo no pude darme entonces clIent'l de
nada. Apenas llegado al hotel del Suizo, me acosté para ser
al otro día trasladado tÍ. la casa del celoso y caritativo cura de
Guanajuato, seÙor presbítero Arnézquita. La fiebre se cortó
á lOS siete días merced á las enérgit:os remedi{ls del doctor
López, quien la calificó de pulmonm' y bil'iosa. Púsome un
cáustico, mand6me tomar leche de burra, arsénico y emulsión
de Scott para fortificar el pulmón amenav.aùo de tubérculo!! ó
enfisema, por causa de los 200 y más sermones que en 16
mrses había yo pH>dicado en Puebla y :México. Todavía estoy
convaleciente y sin salir Ii la calle. Abandoné mi viaje tÍ. Guadalajara, y me he comprometido con el señor Amézquita tÍ.
enseñar Griego, Hebreo, HcligiólI, Filosofía y Zoología en su
Colpgio dm'ante todo este altO de 1883.
Sn nfûctísimo,
J
:FEDERICO
C.
AGUILAR.
- 33Guanajuato, Febrero 28 de 1883.
Señor Redactor de El Pasatiempo.
Hace
vointe
días 10'Íen Las
Novedades de Nuova York,
dol 11 Ile Enero pr{¡xlmo pl1~ado, nn art'Ículo quo titula
Ohile y
Oolo1l.'.bia. En él se habla de los designios de aquel país 80bre
el Canal dC1Panamií.
I~sa República
quo se ha distinguido
en
AmérlC:J. por su patl'iotismo,
amor al trabajo y decisión por la.
paz, (alluque afeada con el lunar de conquistas y reivindicaciones en el Perú) debería
poruaEos,
de quienes
advertil'
que no os la mismo triunfar
el Goneral
de
Sucre oscribía al Libertador
en su parte de la victoria. dol Porteto : '" " He dorrotado
ií. estos
pobres peruanos que no morecen la pena de vencerso," que de
colombianoH y venezolanos;
deber(,'l, recordar que él no pudo
sacudir el yugo espaüoJ, y necesitó de la espada de San Martín
y do !aH bayouetaH de los argentinos;
debería recordar
que
sus huo'3tes flloron
im potentes
frcnte
quienes más tarde fueron vencidos
ospaîíoles,
ÙO
en el Perú
cuando se vieron al
colombianos
y venezolanos en Junín y Ayacucho;
recordar quo SIlS victorias sobro el Perll so debieron
pal'te
dobet'ía
los mel'ccnario;;
lÍ.
recordar
Fonicios obligados
que
extmnjeros
si tiene
á. huscal' en
por la estrocho? y pohreza
enriquczea
con las pacíficas
con las avonturas
gncrreras
que tomara
marina,
Otl'OS
como
por
lOB
debería
en gran
á sueldo;
la tenían
los
países la vida y la riqueza.
do su territorio,
oporaciones
es para que se
mercantiles,
y no
y, por Último, debería. recordar
que es imposible vencer á un pueblo noble y de tradiciones glorio:;as, cuyos partido!:! so unir'Ían todos, con muy cortas excepciones,
para
l'cpoler al enemigo
ó so mantendr'Ían
en amena-
,. En la batalla del Portete (Tarqui) Sucre tenía, 4..,000 colombianos y Lamar cerca. de 9,000 perUl\nOFl,
5
-34zante actitud,
('omo la hicieron
García-morenista
108
conservadores
en la invasión
de 1863.
Las No/:edrules resumen
su a¡·tícnlo diciendo:
En cambio
«
la sitGación, coma la desCl'ibe la carta del Herald, forma UTI
inusitado capítulo do cargo:, y puede compendiaJ's£:' así: 1.°
Colombia y Chile negociaron un tI'atado por el cual todas sus
diferilncias
debían someterse
al arhitt'aje;
2.° El Senado ùo
Chile recl¡uzÚ despné;; ese tratado;
~~.o Colombia
invitó lÍ las
RepÚblicas
Hispano-Americanas
pnra un Congreso
Ohilo hizo fracasar
el pl'Oycdo
dos '"apores y diez
mil fusiles, y el Ecnador
plearlos
contra Colombia;
j
de paZ' y
4.° Chile ha dado al Ecuatlor
se propone
5.° Chile ha presentado
nna impor-
tante reclamación
contra Colombia como indemni:r.ación
haber ésta permitido el tránsito por el Istmo del material
guerra
para el PerÍt;
y 6.° que detrás
oculta. el ùeseo do Chile do pedir
do esa
tcrritorios
empOI'
d(,
reclam~lCión ~e
en vell deI dinero
que no podría recaudarse
en Colombia."
facción de
qllien, desde Cali cn 1880, le\"alltú la
SCt"
cI primero
YI)
he tenido la s::¡tis-
voz contra Chilo seùalando su ambición, pretcnsionc:l y mala
fo, y quien desdc :México anunció, tarn Lién el primero, ser él
la causa yerdadera
del fracaso del Congreso
de Panamá.
Si Chile da bUflues y armas al Ecuado!', ó m6s bion á
Veintemilla. para. quc nQs ataque, es porqne, cnsimismado en ,;n
progreso,
no conoce bien todo lo qne pasa en la charnuchinn
de repnblífJuilla8 (como nos llamó hace cinco auos lin Ministro
*
de ese país, cuanùo exhortaba al Dr. Barros Arana, RU embajador, á estrechar relaciones con el Brasil); es, porque ignora
* U il sacerdote francés me decía en Santiago, el año de
1877, los europeos podemos decir ri. Chile lo que Tertuliano, en sn
Apologético, ri. los paganos: "Eehaduos de Roma y vuestras artes,
vuestro comercio, vida. y progreso languideccrlÍn y se extingQirán."
- 35qne ell 'J'lllc:l.ll y Cllaspu(l ùel'l'otamod y aprosamos al Prosiclonto García JlomI1o y á SlIS princi palos Jefes, ó triunfamos en
modia. I-Oj'a.y con tres mil hombres de un ejél'cito do ocho
mil ecuatoriallos,
mandados 'por el célcbro General Flórez. *
Si Chilo no~ creo tan
cspíritu
dividos y min'1.clos por la. discordia,
do p~l'lido y la candeuto
política nacional,
o
se equivoca
altamonte,
pucs el db de LIna guon'a extranjera
habría
pocos traidores en nllestra patria, y no so tendría más que ·un,
cúrazón !J ¡¡na alma,
~mo]a, pa.tria
do
Además,
V ene~uela,
la horoíca
Vene-
Bolívar, Sucrll, Páez y cien otros lidiadoros,
que proteste) contra h. conductn.
anti-americana,
despojadora,
cl'llol é illdigna de Chile, u V onozuel::t so uuirÍ:t ií. Colombia y
lo::!sois milloncs do gentes aguel'ridas
(lue esos dos países
cuontan
sourarían
para
hacer
rechaza¡'
toda
intentona
do
esa K ación
El ::hileno se acobarda
,y, 1<:1c el
antes citado
y cedo al ellcontrar
númcro de
[;((5
con
hom-
.¥oved(t(les leí una. cart¡\
del escritor ecuatoriano, :\Iontalvo, en la. cual se dice, que Sarasti
con sólo 100 colombianos hizo frente á 700 ecua.torianos en Chamba
(Eeuadol'), dejando â 100 fuern. de combate. No crco que los ecuatorianos scn·mtoH y patriotas se presten IL los pl'oyeetos de Chilo,
sabiendu que cste propuso al pcrua.no sellor Lavalle ontregar a.l
Perú, en ~ambio de Tal'lLpac:í, el rico pucrto de Guayaquil.
En el combate naval sostenido por 01 Alajuola, tripulado
con 75 ecuatorianos y colombianos contl'a dos buques tripulados
por chilenos, (en Dicicmbro de 188·1.) los 7ií colombianos abordaron cI }{',(W!ttJ, dofendido por 300 chilenos, matando é hiriendo á la
mayor parte. -.'vota í'ccieate.
** Estaba yo entonces en Caracas, y tuve la satisfacción do escribir allí algullos articulas, en los que hablé do la política. do
Chile, tal como es rca.lmente, y no como la represontan los mercenarios escritores que en el extranjero la alaban.
-
36'"-
bres decididos y valientes. Estaba yo en Santiago, cuando
el pueblo furioso derribó la estatua de Buenos-Aires quo se
hallaba en la alameda de las Delicias, en desquite de la prudencia meticulosa que mostró el Gobierno chileno ante la energía y decisión del Gabinete argentino. Pocos días después de
esa virada de bordo, Chile declaró violenta y precipitadamente
la guerra á Bolivia. El, además, se engaña al Cl'eernosdébiles,
porque no tenemos marina, como no la tienen los pueblos cuya
vida es esencialmente terrestre y que carecen de vecinos inquietos. Los Estados "Cnidosy :M:6xico,muy superiores á Chile
tampoco la tienen. Por último, los colombianos de ahora son los
mismos de San Mateo, Carabobo, Boyacá, Pichincha, Junín y
Ayacucho. Pero, Chile con sus buques puedo arruinar nuestro comercio y bombardear nuestros puertos me dirán algunos. La discordia, el espíritu de partido y la política estrecha
y holgazana que vengo estigmatizando en todás mis revistas
son la verdadera causa de que Colombia, (la primera de las
repúblicas latinas en 1830, como me decía en 1853 un español,
Capitán del bergantín chileno en que yo navegaba) dejase
pasar adelante á sus hermanas que le queda.ban muy atrás.
Colombia era tan fuerto por su marina en aquella época, que
invit6 á. México á unir la suya con la nuestra para arrojar;Î.
los españ.oles de la Habana. Pero, no importa, la Repúblic¡t
Àrgentina, también amenazada por la política chilepa, tiElhO
hoy poderosa flota y blindados más fuertes que Chile; ella
necesita aliados, y está llamada con Venezuela y Colombill. á
hacer sentir su generoso y civilizador influjo en la América
Meridional.
Pero, hablemos, dI}Guanajuato. Esta es una ciudad .'lui
geM'Tis. En todo 10 que conozco de ambas Américas, en Europa y Asia nada hay que la iguale. Merece, pues, una visita y
detenida descripci6n. Figúrese usted profunda cañada, casi cir-
- 37cuída de altísimos
riscos de pórfido;
represénteso
en el centro
do esa cañada, cuyo terreno es· sumamente
desigual y escarpado, populosa ciudad cou calles, ya anchas, ya angostas, desiguales, tortuosas, onduladas, con estrechos y empinados
callejones quo la crm:an de Este á Oeste, ó que trepan por las rápidas
faldas de los montes circunvecinos, en escalera ó en rampas
muy pendientes;
ponga en ella muchos y buenos edificios
públicos de dos y tres pisos adornados
COll pilmrI'a arcillosa
veteada de verde, quo hace un efecto ~ca8i igual al del mármol
jaspeado; ponga, ora de piedra y cal, ora do adoves, edificios Cllbiertos con azoteas, algunos levantados
ó escalonados
masartificiales
sobre extensas
unos sobre otros
pliegues del terreno. He visto ciudades
tadas en colinas, como Constantinopla,
sana, Chambery,
ningnna
reúne
Guanajuato.
cerros
San 'rhomas,La
tántas
extensas
muy poplllosas asenSyra, Génova, Lau-
Guaira
enormes
y Valpat'aíso;
las comarcas
llanuras?
y hermosa
tan gmndo
circunvecinas,
Porque
mas,
irregularidades
Pero, me dirá usted ¿ para. qué edificat'
c3carpados
on wdas
y tan
platafor-
por las faldas y
como
entre esos
población, :habiendo
y no lejos,
la codicia no rcconoce
muchas
obstáculos,
y es capal'. do levantar capitales en la cúspide de los más altos
montes () en el fondo de los máE hondos barrancos.
Las minas
de plata han improvisado
altísimas
cimas,
como
ciudades
ell medio
Guanajuatn
en
de riscos y sobre
~lóxico
i¡Cerro
Paseo en el Perú. Esta hermosa y rica villa so halIa
dos de latitud Norte y á 2,08,t metros sobre elllivel
Dista do Móxico 408 kil6metros
Ú
82 leguas,
que se hacen en
doce horas por el Ferrocarril Oentral y con un gasto de
en segunda
gencias
clase, y de $ 6-23 en tercera.
de
24 gradel mar.
(¡
Antes,
$ 8-30,
en las dili-
costaba el viaje cinco ó seis veces más, y se ompleaban
cuatro y cinco días. Nosotros)
á pesar de nuestras
cas, versos, charla é ilustración,
teorías políti-
hacemos ese trayecto
en ocho
- 38con $ 100 do gasto y con todas las insoportables incomodidades de caminos de cabras y de mulas de alquiler.
En Silao, pueblo distante de Guanajuato 2:j kilómetros,
arranca una línea férrea de Oeste á Est€, y se introduce por la
estrecha cañada rocallosa que lleva Ii la célebre ciudad minera.
De esos 23 kilómetros 18 son de ferrocarril y !j de tranvía j el
primero tiene su estaciÓn en el pueblo de ::\Iarfil, distante una
legua de Guanajuato y la segunda, en el Cantador, á la entrada
de la ciudad por el Noroeste. Para consuolo de los acérrimos
enemigos del felTocarril de Buenaventura, quienes tanto anhelan por desprestigiarlo con sus cartas anónimas, le diréque este
gigantesco ferl'Ocarril yankee-mexicano marcha no muy bien:
además de los frecuentes descarrilamientos, no cumple siempre
con sus compromisos en daño del c')mercio y de los particulares. A los 30 días de habél'seme avisado que mi equipajo
salía de Lagos, distante de Guanajuato sólo 23 leguas ó tres
horas en ferrocarril, con dirección á esta ciudad, ha llegado á
mi poder. Me cansé de reclamarlo, me valí de los señores
empresll;rios del tranví.a de Guanajuato, quienes muchas veces
telegrafiaron al Superintendente
de México j telegrafié y
escribí. 8 Lagos y yo mismo la busqué en la Estación del Cantador y en la de Marfil, cuyos empleados, yankees y mexicano::;,
se contentaban con responder impávidos: "No ha llegado
todavía." El Oantador es \lna frondosa alameda, adornada con
asientos, jardines, etc., que la Municipalidad ha plantado en
el único reta~o de terreno llano y bastante amplio, que encontraron al salir da la ciudad. A.demás del Oantador hay otro
pequeño jardín en la plazuelita de San Diego, situada en el
centro mismo de Guanajuato, y por el Sur, en la estrecha
cañada que se halla á las goteras de la ciudad, encuéntrase el
famoso paseo de la Presa. Para llegar allí, es preciso subir y
bajar c3Hes y callejuelas, á pie, á caballo ó en coche; pues
-39coches ruedan
comparación
pueùen
por estas empinadas
ùe las cuales
llamarse
planas.
é irregu1n.rísil11as calles, en
las nuestras
del
barrio de Egipto
Antes do llegar á la Presa pásase al
frente <lo muchas y bonitas
quintas,
donde
habitan,
ciall11ento en ticl1l po de calol'Cs, las familias
delado
Je h nueva
ospecial-
aristocráticas,
y gl)tica iglusi'!. <¡Ile ümbellece
y
aquellos
paraj:t'; de S0!a7. .Yrocreo, encajonados
entl'e elev'udos montes,
y ¿ qué es la Prcsa?
~e la diré lilogo, En Guanajuato
IlO hay río .•, ni anoyos,
ni manantiales,
nI) hay más agua pota-
blo <Ille la eaíJu. del ciolo en los cuatro mese, do 11uvia, y q'w os
recogida,
en ci itcH'nas Ó en gr'bndes est,w<¡ nes fabricados
los pliegllC;'; do
103
entro
montes que C3l'can la ciudad pal' el Sur. P;]'1'a
el e1'l!uto los ha bit:J.ntes de esta ciudad, hall lovantado dos
grlwsas y largas murallas, provisbs
de sus exclllsas ó compuel'tas y adornadas
(;on asiento:", ùarandas
y árboles;
esos
mlll'O~ ú presas so l'xtienden
de un lado:í Otl'O de la eskcchn
caîmdn, fOl'mada por altí;:;imos ('erro~ de pórfido y pizarra <trcj.•
1l0s:t, Las aguas lluvias so roca gen allí en dos oxtensos recipiontos, lla!llaltoS la
hauitantcs
jJn.'8a
ch/cr¡, 1J la d~ la olla, y suministran
ú los
ùo la ciudad el agua nccesn.l'ia en los ocho meses Je
soquedad. DJ las presas salen conductos do hieno crIC se ralllificall 1)11 tallas direcciones y lIovan las aguas fi, las casas do los
rices'y á los ùepósitos pÚblicos, iÍ ùunde acnde el pueblo Íl
tornarla mediante cierto procio. Uun VCiI llenar1:1" las cajas de
ùistribucilln, ciérarnso las lbves ùe lo~ conùndo,:; d<J hs lll'esas.
En Y:!l'ias casn.s recogen tamùién
dcntro do cigternas 01 agua
caída 80bl'o las azoteas, en otl'as tiÛl'lOll p~ws muy profllI1dos
donde so f;ltm
t:wùía
i Ho¡;ditas las ciudades
.Y escasamol1te
de un08tnis
Ull líqnido
altiplanicies
ímpotaLle.
colombianas,
ùomle auundan los l'Íos, los PUI'OS y cristalico~ al'l'0YOs y los
manant¡~lk;, du aglla fJIIl'ísi:n:¡! Pt'I'O, de T!Osotl'OSpodel11o;; afirmar lo <¡no c1ien b ESCI'¡éU ;',l: !l/J/lUi rI ¡¿in hOIL01'e e,~sd, non
-40intelleœit ; que teniendo
lizamos con nuestra
tantas bendiciones
cerro de la rana;
mecas encontraron
atraso y mendigando
ó Guaua.juato,
porque
SIIS
de la
significa
primeros
<lió
en
dioma
tara seo
los chichi-
que se asemejaba
culto religioso.
N l1()va-Espa1Ïa,
perma-
en medio de las
habitantes,
allí enorme pedrón
rana y tí. la que tributaron
virrey
política y holgazanería,
discordia,
neciendo en vergonzoso
nq uezas.
Guanashnato
del cielo, las iuuti-
tÍ
Mendoza,
Rodriga
á nnn.
ci primer
Vásquoz
terrenos que la ciudad ocupa. Treinta y tres años después
la toma de Uéxico por Cortés en 1554, se establecieron
Marfil y 'repetapa,
sitios vecinos
la ciudad,
tÍ.
los
de
en
dos fOl,tines para
defenderse de los feroces chichimccas.
Ya en ese alia ùe 155:t
8e explotaban las minas de Mellado y Rayas, dos de las muchas
que se han !aboreado en los últimos trescientos veinto y nueve
años, y á las que se debe
1658 don
Antonio
la fundación
de esta ciudad.
Lara le <lió el nombre de
1679, le concadió el título de villa yen
En
Santa Pt!; en
1741 81 de ciudad. IJos
pobladores, pocos al principio, se fueron aumentando á m13dida
que se descubrían otra.s nuevas minas y á medida que las descubiertas ¡miraban en bonanw.
La Alcald·ía mayor fué trasla-
*
dada de Celaya, poco antes do 1679, á Gllanajuato, siendo su
primer jllez el caballero gmnadino
don PMafran Rivera. A
este lo ontl"eg6
Felip0 II la imagen
de bulto de la Santísima
Virgen, qne se venera. en la. Matriz de esta ciudad
de NnestL'a
Señora
de Guanl1juato.
de las minas do Rayas,
Santa
Alla, Santa
Mellado,
Anita y Fraustos
Las fabulosas
Valencian3,
con el título
bonanzas
Tepeyac,
fueron aumentando
Cata,
can si-
* Dicen que una mina. está en bonanza, cur-ndo en ella Ile ha
dado con la veta. argent1fera y cuando los rendimientos son muy
superiores Ii los gastos.
- 41dera blemente
hasta
18iO,
época
en quo
Hidalgo,
cura de
D010res, pueblo situado diez leguas al poniente ùe Guanajuato,
cayó sobro la Alhr5ndiga de Granadita.~, pasó al filo ùe la cspada
á la gual'1lición
cntonces
tante
espaûola y so apoderl¡
fné talla
cmigración
de
SIlS
do la ciuùaù.
habitantes
Dosde
qne, no obs-
dar,¡e de balde las casas, la. mayor p;l.1"te quedaron
ùeso-
cupadas. Terminada. la guel'ra de In. inùopenùencia
en 1821,
volvió tí crecer la población hasta 185·1, aúo ell qua principió
una nueva baja, debida á las guerras
los trabajos de las minas y obligaron
gl'ar hacia México.
Of)
mil contaba
al principio
algunas
93 mil habitantes,
Hoy cHenta Guanajuato
gran parte paralizaùas.
prando
lÍ
civiles q uu paralizar on
las familias ricas á emi-
del siglo, y
Compañías
de ellas, y se aprestan
grand'3s y poderosas máquinas.
Los montes, entre la::; que está
necen á \Ina de las ramificaciones
minas se hallan en
SIlS
angla-americanas
para
van com-
explotarbs
con
edificada la ci I¡ùad pertede la SiCt,t'a:\Jadre quo
atraviesa. la RepÚblica do Sudesto á Noroesto. Lu. primera veta
trabajada on Guanajuato fué la de San Bartolomé, doscubierta
casual mento en 1548
íiarcillo on Chile.
por algunos
arrieros,
Diez años más tarde
la Veta Madre que, desde
entonces
como
en
hasta
la de Cha-
11>58,se dcscubrió
1810, dió un rendi-
miento de cinco á seis millonos de fnertcs. Esta célobre veta
corre por debajo do la ciudad, do N. E. á N. O., nnas 14 mil
varas y atraviesa, ya la pizarra al'cillosa, yrt 01 pórfido quo
descansa
sobre aquella;
está
formada
sn ganga,
riquísima
en plata y algún oro, por el cuarzo, la amatista, el espato
calizo, el espato perla, la piedra corncrt escamosa, la. grtlena,
la blenda parda, el fierro epático y las piritaR. Lr¡, plata se presenta. en ella, ya nativa en racimos,
oscura;
cloro
siempre
ya negra,
se ba lia nativo.
prismática
Al cntrar
y roja
ú G l1rlTIojllato
por la Cañada. de Marfil, la únicn. por donde ruedan
cocbes, so
ô
-42¡.sa ~l través de larga. serie de minas que 8e prolongan hasta
IDUY adentro de la ciudad.
D-3sde el jardín y alameda del
Oantador comienza la más ancha, larga. y plana calle que tiene
Guanajuato, sin que por eso deje de ser muy irrtlgular, tortUOia y ondulada. Esa ca.lle, puede lIa.marse del comercio por
las muchas tiendas y almacenes, ba.stante modestos, que tiene;
pasa el frente de las minas de Pardo y Ântillón, del templo
de Belén, del Hospital, del palacio del Congreso ó Asamblea
'1 de la. Matriz, para irse estrechando hasta. llegar á la plaza y
jardíD de San Diego, donde so levanta el templo de este nombre
y: el grande, hermoso teatro, a.un inconcluso. En toda esa callo
se euoaentran edificios muy buenos y casa.s de todo lujo con
fachadas hechas de la incomparable pizarra arcillosa vete:~da.
de verde. Desde la Alhóndiga .S Oastillo de Gmnaditas, al
Norte de la. ciuda.d, baja ha.cia el centro otra hermo~a calle
sumamente torcida, ondulada é irt'egular que p¡sa. al frento del
Colegio del Estado, del soberbio templo do la Compañíll, el
mejor de Gua.najuato, y del Correo; luégo, dando extem~a
vuelta. delante ùe los templos de San Francisco, Cas"l.Santa y
de la Iglesia Evangélica, (protestante) entra eu la plaza ùe San
Diego, donde toca la banda sus retretas y donde se encuentran los sitios de coches simones, Los edificios de esta calle
sou inferiores, en lo genet'a.l, il. los de la anterior, Saliendo de
esas dos largas arterias, no se encuentran sino estrechos callejones tra.sve¡'sales, que las unen, ó escaleras y pendientes rampas que conducen 4 las ca.&asde adove sil1 blanquear, que se
escalonan haata casi la cima de los cerros, ó calles sumamente
onduladas que corren á lo largo de la cañada que va lÍ. de~mbocar en ci paseo de la P'resa. Guan!\iua.to se halla enC3.jonac1o
pOl" las montes siguientes:
el Cuarto, al Norte. l~ Sirena, al
Este, San Miyuel, al Sur y al Puniente los de Tnmull.o8.
Leona y San Miguelito, Al Oriente de la c:.iu.dad,s.e abro, ~ua
-
43-
quebrada. qne la. ll.tL'aviosaen l)rofundo ban'anco, soca en los
ocho mescs de voranO y tort'entosa on los cua.tro do invierao,
Hay en (juanajllato buena plaz'l de morcado, fuera de otras
más pequeñas y ùe los muchos lJUcsto8 de ft'uteras, quienes
tantA.aquí como en PllCbln, impiden el paseo y fastidia.n con
sus contÍnuos gritos.
Me parece mlIY conveniente decil' cuatl'o palabras sobre
el celo y actividad dol seúor Cura de Guanajuato, con el fin
de mostz'[¡Z'á los catiílicos de Colombia cuales son las verdaderas hl'mas que ~e deben esgrimir para defender la Religión. Esto es tanto más necesario, ctlanto mayor es el número
de los qIle allá, en esa tierra de cl'ónicas discOl'dias, abusando
de su prestigio y de su habilidad, y mmr,clalldo el gvangelio
con la política, todavía pretenden hacel'se dueños del Gobierno
azul'Janc1oal puebla Il derramar la sangz'o de us herma.nos, á.
empobrecer y barbarizar el país en honor de una fé que se efltableció en el mundo con la.predicación, el ejemplo y los milagroBJ
y no con el alfalanje, como el Islamismo, El señor Cura Amé,;quita, padre de la. Congregaci6n de San Vicent-e de Pálll, no
sólo atiende a las funciones de su ministerio y de sn oargo,
Bina que también hace cruda guerra á la. impiedad, ó. las
escuelas sill Dios del Gobierno, al liberalismo y It 11\ inmoralidad. 1~1no anda escI'ibiendo artículos candentes que Ia.n~an
Ii lo:> pueblos á la matanza en nombre de Dios; pero, sí !<>Stiene IlUa imprenta y un periódico religioso, sin nada de Mt\leias, ni de ambiciones polítioas : él no vive en perpetuo la.mento
de qne en México nada hay segllro, ni la t·ída, ni la propiedad,
ni la honra, ni afirma que BU patria está cubierta de lÚ1gaB
a.w/z¿erosaN desde ln coronWa de la wbeza hasta la pl«:14tll
de lw l'ie$; pero, sí, con inoa.nsable empeño ha. organizado, Bin
tener fondos, cuna para niños expósitos, casa de niñas huérfanas y .&cllela. de Ártes y Ojicios para desiruir la. holgaJl:aJ
neJ'Ía y la vagancia,
44-
de donde
nacen
los vicios y las guerras
civiles: él no 1I00'a con lágl'imas de cocodrilo la pérdida de la
juventud en los cologios, ni organiza revoluciones quo dejan
tendidos en el campo ~e batalla millares de hombres y cuestan :í. la Nación millones de posos j poro, sí levanta un Colegio
gratuíto
donde enseíÏa todas las materias quo se cursan en 01
Estado, organiza otra casa de educación para formar el corazón de las niÎÍas en el temor de Dios y preparar buena!'; madres
de familia,
establece
en sn casa un Colegio de primeras
para los hijos de las fa.milias
las católicas
do las ciudades,
debería dar
decentes y sostiene val'ias escue-
para oducar á los hijos é hijas del
ataca las mejoras
lÍ
materiales,
protestando
letras
pueblo:
ni los ferrocarriles,
mañosamente
los pobres j pero, si organiza
él no
ni el adorno
que ese
dinero se
la Congregación
de
las sañoras del Sagrado Corazón de Jesús para tonel' cooperadoras en sus obras de caridad, sostiene la de seÎÍoras do la Benefisocorrer á los pobres
y las conferencias
cenoia
para
Vicente
de Pául para dar pan á los indigentes.
¡Ojalá!
de San
que en
Colombia hubiese mnchos sacerdotes como el señor Cura de
Guanajllatoj
j ojalá! quo tanto escritor político-religioso
charlase menos y obrase más en favor de esa religión que se pretende sostener con al,tíCLllos revolucionarios.
CU9,tro palabra~
más y termino. Hoy hace seis días, tras un largo ayuno do dos'
meses, recibi de Bogotá numerosos
periódicos con fechas de
28 de Noviembre á 4 de Encro de 1883. j Qué triste es para Uil
hombre, que ama sinceramente
su pa.tria y vive en el extranjero,
qué
imprentas
triste es leer
Nada do progreso,
de concordia
insultos,
publicaciones
de Bogot.~., en 1~8 últimos
calumnias
y la discordia
nada de mejoras
y de tl'abajo,
como las salidas de las
meses
matel'iales,
Recriminaciones,
y exageraciones
que se han hecho
nada de paz,
disputas,
inspiradas
endémicas
especial mento !
ataques,.
por la política
en esa rica y her-
- 45mosa República, digna do mejol' suerte. El odio, la rabia, el
hambre, la ambición, la vanidad son los únicos verdaderos
móviles do tanta. palabrería., por más quo pretendan cubrirse
con oll'opajo del bien, do la justicia y del deber. No hay pais
en ellOundo donde la discordia yel espíritu de bandería. lleguen á tan incroíble encrudecimiento. Es preciso estar fuera
de esa atmósfera onvenenada por los partidos y la poHtica para
poder apreciar la. inconmensurable gravedad dol mal. Felizmente, en las demás repúblicas hispano-americanas y en los
países extl'aujeros arrinconan generalmente nuestros periódicos
sin dignarse siquiera abrirlos; de lo contrario, ¿ qué idea tan
triste no se formarían de nosotros, cómo excitaría la hilaridad
general, qué estropitosas carcajadas no haría dar esa politi(J.1~ería ridicula, quijotezca, insensata y absurda que hace de
muchos miombros de los tres pa.rtidos de Colombia otros tanto;;
locos furiosos, merecedores de la camisa de .fu,erza j annque
cómicamento hagan osfuerzos para dar la de aerios, de pensadores, de graves directores de la política, esforzándose así en
ocultar vanamente el hambre, la envidia, la bastarda ambición
y la ridícula vanidad, únicos y verdaderos móviles que les
hacen f,"l'itar tanto, disputar tanto y formar ZA.GARRERAS TAN
CÓMICAS
Y BULLICIOSAS
COMO LAB
DE
LOB GATOS
EN LOS
TEJADOS
Y
Si no fuel'a yo colombiano, me reiría á pierna ,melta
al 10er Eemejantes polémicas, y buscaría amigos para hacerlof'\
desternillar de risa ante tan increíbles ridiculeces. ¿ Por qué
no se pondrá á trabajar ese puñado de hambrientos y de intrigantes que en los tres partidos desgarran las entrañas do la
patria con BUS reyertas sempiternas? La holgazanería es la
que ha producido esa jauría de poliqnBro8 que en Colombia
atruenan el aire, como lo hacen en Constantinopla 108 DervicBs
aulladores. Son aullidos de hambre, de gentes que no quiereD
ganar la vida en ocupación más hourosa. y menos perjudicial.
AZOTEAS.
-48 -,
m.
¿ A d6Rde irá la patria. querida ellJpojada poreaa cuad •. de
loe8 'W'ioeoB r ¿ Qué Berf. de Oolombia awenazacia en el extenol' pl)r naeÍ<mefl qne trabajan m'8 y oharlan menos? Ma
consuela, "in embargo, que tlenemos cuatro millone!! de habite.n~ \H tos onates un mill6n, pol" lo menos, est ..í formado
dehombl'e8 valientes, g.enSl'060S, entusiasta.'I y patriotas que
~
morder el pol\'o al osaw> que se atreva á busc~rnos
camorra; pero, me aRije y me indigna que un puñado de hambrientos politiquer08, audaœs y oharlatlanee tengan en perenne
zœobra. á todo un numeroso pueblo,aniio8o
de progresos y
adelantos.
Repito lo de otras
ocasiones,
hágase
un rodeo de
todos esos animalea dañinos y 8.nójeselos tí la. Goagira 6 á
Oaaaaare
pa1'8
que ae oivilizen
lUl
poco en el oontubernio
de
loa _lvajes y caníbales.
Su afectísimo,
FJi:l)UICO
C.
AG.vlLAR.
Silap, Maru> 9 de 1883.
~or
~dactor de El Ptlltttitmpo.
La empeeiiUlWr. ¡Os" que .wa .\!queja haœ cuatro meses y
m~
eon -abC8SQBdiarios46 tr~ y cuatro horai, mal q1le me
ha. ¡;obNvenido
, consecuencia
de m.¡is de tl'escientos
sermones
p.-@iœ.dos an Puebla" México,. To~
y Guanajuato j la tos y
su indefectible compañero el a.hogo me h!\n Mcho venir á esta.
poblllCión en huaco. denn
climamú
abrigado que el de Gua-
ujoato. POI' desgracia para. mi enfermed.ad,el invierno de eate
aIlo ~"lJid.o 8UntA1Denie aro_ ; Foo1'81'O y Marzo, lo que nunca,
88 M1I. di.~ido
porlas tl9vadaa y 408 a.tel'idos DOl'tes, teul~8én'.lGolm
y ~nfennieosèn 'hl.s a.lti¡;bl.nioies. ~Hl'l·
~
__ 00l0wàJia.. oanaemos 4e 688 ,azote, "'qui fPeClIfJIMi.
-41simo, y nueBtl'os climas
y con8tantes,
fríos, más iguales
no
producen las toses y enfermedades
pnlmonares
tan comunes
en estas mesetas de Méx.ico. Además, el calor sofocante del
estío, en Abril, Mayo, .Jnnio y Ju]io y el penetrante
invierno, en N ovicm bre, Diciembre, Enero y Febrero
conocidos en esa bcnùita
inhabitable
tierra,
de una. primavera
sólo por callsa de la. discordia
y
]80
frío del
son des-
perpetua
intolerancia.
é
de
los pa"tidos,
A propósito
de esta
maldita
enfermedad
crónica,
que
mina, desacl'edita, empobrece y barbariza á la primera República da las hispano-amel'icanas,
le citaré un razgo que nos
carecteriza
admirablemente,
Lo tomo del nÚmero 52 de El
Munitor BeplllJl1'cano, correspondiente
al viernes 2 de Ma.rzo de
1883, (Año XXXII de ese dial'io mex.icano), Bajo e] encabezamiento de "ReHexiones
histórico-satíricas
sobre las 17
naciones americanas
por un médico bra.silense,"
100 108
siguientes rasgos sobre esa pobre República, hecha un campo
do Agramante,
nnn merienda de negro,'! por los cuatro holgazanos polit·iqllcro8 que se empeñan en vivir del Presupuesto
*
por no trabajar honradamente:
" Colombia, dice, es UN COLIWIO
y con buenos pl'ofesores, donde maestl'os y discípu-
SIN RE'JTOR
lo;; ~
DISCUTEX,
DISPUTAN,
GRHAN
Y SE ROMPEN LA CRISMA SIN
ENl'l<:NDEHSE JAMÁS, NI LLEGAR Á UNA SOI,GCIÓN
Así somos y así se nos juzga,
DEFINITIVA."
..8
y lo pCf'r del caso es, 4ue perdo-
mos miserablemente
el tiempo en disputas de lana capriltu,
mielltras quu la industria
languidece, el comercio anda. vacibute
r Ja;; l.lIejor'as materiales lIln.l'ChllUá p.ISO do tortuga,
El citado médico brasiler'o c:u'acterizn. á las otras repú-
blica¡; del
mOllo
siguiellte:
"Chile
es uua ~
AS'I'U'I'A
y SAOA1.
•. El ;llojji¡,!V' IfIoll t"m" ùe L t RepúbUcéI de NP b'mIlOiilw cI.
California, diario que, á su vez, las reproduce de otro bra.si~rv.
-- 48BOA,
.ft ** recostada sobre las faldas occidentes de los Andes
y á orillas del Paclfico, donde sueña de¡:;pierta su futuro engran-
decimiento tragando algo de las incautas vecinas y hermanas,
por la razón ó la fuerza, como dice el lema de sn misma monedo.. - BI Ecuador es un convento de fanáticos ignorantes
y ultramontallos audaces, donde se I'eza, se intriga, se conspira y se pelea por los girones de la túnica. inconsútil do la
patria. crucificatla.-Venezue1a un cuartel de Boldados insubordinados, oficiales turbulentos y generales anárquicos, donde
sólo se han acomodado bajo el tacón de un cínico tirannelo,
lla.mado ilustre americano.-El
Perú es un destrozado campo
de Agramante, en donde el despilfarro y falta del santo
patriotismo han sacrificado la honra y futuros destinos de la
Nación.-Guatemala
es un ataúd de la libertad custodiado
por esclavos de raza varonil, donùe resuenan los gemidos y
zollozos arrancados por el látigo de un imbécil y bárbaro déspota que, insulta á la dignidad humana.-Los
Estados Unidos son una caldera de colosales dimensiones, en perenne
ebullición, donde la hez de la corr~pción moral flota enfurecida, y el néctar de la civilización y grandeza extravasa en olas
tempestuosas, cte. et.c."
.
Pero volvamos á la crónica mexicana. El Ferroca1'ril Gentrill ya va llegando á la capital del Estado de Aguas-calientes
y tocará, al fin del año, en Zacatecas; los ferrocl\rriles do
Pachuca á 11'010 (estación del camino de hierro de Vel'aCl'UZlÍ
México), de Puebla á San Martín (sobre la misma línea de
Veracl'uz:á México) y de Texcoco á. !rolo han sido últimamente
.- Quien asi juzga Il nuestra hermana, no es argentino, ni
venezolauo, es brasilero 6 ciudadano del Imperio, con quien Chile
estreoha sus relaciones más que ninguno otro pais de la Amérioa
del Su.
inaugurados;
Tampico,
las demás
Veracruz,
49
líneas
Yncatán,
no entre la barahunda
de Chihuahua,
ect. ect., continúan
Monte-rey,
avanzando,
de la política y de los partidos,
sino al
atronador
aplanso de los hombres más amantes de la patria
que del círculo. i Hoy hay 3,64.0 kilómetros (728 leguas) de
ferrocarriles
constmídos!
p,'opagando
por dOllde
11as tr'avias y los teléfonos
quiera;
apenas se encuontra
población de alguna importancia
días EOconstruyen ú se colocan
también,
yn. estableciendo
y otros pnntos;
'l'ulaucingo;
Yi).
ciudad
ó
que 110 los tonga, y todos los
nuevos. La industria
creco
nuevas fábricas
fundando
Ee van
telares,
de tejido::! en Puebla
para tejer casimires,
en
las minas de plata, oro, carbón y
ya explotando
hierro (estus dos últimas muy escasas en México) con nuevas y
poderosas máquinas;
ya trabajando las canteras con decidido
y creeiente entusiasmo;
ya levanta.ndo grandes construcciones
m:¡,rítimas en el puerto de Veracruz y ya embolle(~iendo las
ciudades
y edificando
la luz siempre
lujosos
palacios.
Sin embargo,
como á
acompañan
las sombras, tómese,'y así lo dicen
El Monitor y La Voz de México, térrwse una próxima bancarrota nacional debida á los despilfarros, siempre crecientes del
Gobiel'Do, quien hace préstamos
du hacer economías.
los Estados
extranjeros
d<3California
á los nancos
Además, el nuevo tratado
del país, en vez
entre México y
Unidos es una verdadera
pesadilla pl;1ra todos laR
aquí establecidos.
El Monito?' cita del E,l;am·inel"
los siguientes
rasgos tomados
de las confidencias
del General Grant con SllS amigos: "El Congreso
aprobará
el tratado
que Romero y yo hemos pre¡,;entacio. Si él es aprobado, este país (los Estados Unidos),
realizará
grandes
benefi-
cios en menos de un año
Lo que sorprende
es que los
mexicanos hayan convenido en negooiar tratado alguno
I.a
verdad es que este tratado
será la cuña con que hemos de
penetrar á la posesilín final del comercio de México. Este está
7
-50 ahora en poder de Alemania, Francia é Inglaterra, pero nos
pertenece por derecho
Necesitamos meter el pie en México,
y este tratado nos lo facilitará, lo que será muy suficiente pal'a
nosotros. Oportunidad es lo que queremos, y nuestra viveza y
tacto nos dará el resto," Con estas expresiones quedan justiReadss las opiniones que en otraR cartas he manifestado Robre
la crítica situación de México, umenazado por el yankee.
El [) salí de Guanajuato, donde prediqué los viernes de
cuareSma ante numeroso y escogido concurso en ]a iglesia
Matriz. De la Presa al Cantador fllí lÍ. caballo, del Cantador á
:Marfil en tranvía y de Marfil á Sila') en tren de vapor. E~as
cinco leguas y media las hice en hora y media. Al p~incipio
rodó el tren por una honda cañada circuída de altísimos cerl'OS
y luégo, poco á poco, fué saliendo á. pampa rasa hasta llegar á
esta ciudad, situada en una abierta lIanurn, entre sementeras y
arboledas de fresnoi'l, eucalyptus y árboles fl'utales. Silao se
halla á los 20" ;')8' de latitud Norte, 1,857 metros sobre el nivel
del mar y 77 leguas diRta!lte de México, hacia el N, O. Está
formado de casas bajas de adove y toba volcánica, cubiertas
de azoteas; cuenta catorce mil habitantes, en su mayor parte
indios otoraites; tiene dos hermosos jardines públicos adornados con fresnos, naranjos, eucalyptus y tI'oenos en sus sus
dos plazas principales;
posee siete templos principales, des·
collando entre ellos, la Parroquial con su elevada torre, extensa
verja de hierro, atrio sombreado por hileras de naranjos y
guayabos, y el lindo templo del Orista del Perdón CODsu airosa
cúpula y sus dos esbeltas torres. Las calles de la ciudad son,
*
* Aqu(no se oyon lOB q~tejl1l11l.bre. semibárbaro. que a.llá dicta.
el espíritu.de ~tido cOlltra el embellecimiento da las plazas. Por
dond(l
hQ,visto, en Europa y en ambas Américas, que laB
P~'y-,~~Il\Q&,
m:I.iL anchas so adornan con árboles y jardines:
¡J.n:¡èr-~I
;donc,., le&I«'"'lJ<Jg4i cpo allí hacen la guerra al prog~!
q~_
-51las unas, ancllas y rectas,
pocas, cstrechísimos
de ejcl'cicios,
las otl-as,
callejones
cuartel,
hospital,
angostas
sin empedrar.
y tortuosas
y no
Hay en Silao casa
molino de vapor, seis escuelas
**
(cuatro católicas
y dos laicas) y una extensa gallera que sirve
de teatro, La tcmpe¡'atura média es de 22 grados centígrados.
Al presento
se expe¡'imenta
lo que acontece
frío y destemplanza
normalmente,
el cielo está
porque, contra
llllblado,
amenaza
lluvia y sopla un fuerto
viento del Noreste,
las poblaciones do esta
arroyos y manantiales;
altiplanicie
mexicana,
carece de ríos,
las gentoH pobres se proveen de agua
Silao, como todas
salobre y gruesa sacada de pozos, y las acomodadas la recogen
en cisternas,
cuando lluevo, ó mandan por ella á diez leguas
do distancia. No obstante eso, esta ciudad es aseada; aunque no
carece de la hediondez
que caractOl,iza en verano á todas las
de la altiplanicie,
En Silao arranca
del ferrocarril
Symons
el ramal dol Guanajuato, y la llegada de los trenes, de México á
las siete de la mañana
y de León á las cinco de la tarde, ofrece
ratos agradables de distl'acción á los habitantes
BOS, acuden
á la estación del ferrocarril.
quienes,
curio-
Las gentes de estos Estados del Nort!', llamadas por lae
de la capital payo8, tienen poco más ó menos las mismas
usanzas,
costumbres
y trajes;
hablan
algo mejor el castellano
que los de Puebla y México, son amables, hospitalarias,
curiosas, desconfiadas,
muy religiosas y de un carácter dulce y
atento. m célebre pulque es sustituído en estas comarcas por
el vino mezcal, (aguardiente
sacado de cierta clase de pencas
chicas de maguey)
licor que hace demasiado
frecuente
la borra-
.' .• Aquí los sacerdotos y legos hacen guerra allibel'alismo y á
sus laícas escuela.~ fundando establecimientos de eduoación· gratuita;
y no azuzando el pueblo IÍ la guerra civil, como, por de~ia,
lo
hacen en Colombia los ambiciosos y holgazanes. politiqu6T03 de
levita.
- 52chera en el pueblo. Los pobres labriegos y menestrales andan
vestidos con pantalones y camisas de tela blanca; con el patío;
(servilleta atada á la cintura) con eljorongo (cobija, en México
es llamado zutape) al hombro; con un sombrero de petate (de
esterilla) de largas alas y copa muy baja, y con los hnaruche8,
(quimba!'!)sustituldos no pocas veces por botines muy ordinarios. Las mujeres llevan enaguas de percal ó flanela.ç, (zagalejos de bayeta colorada) paño, (chal de hilo) y botines. En este
país no usan ellas sombreros. El pueblo de por acá 0'3 menos
inteligente que el de Culombia, pero más trabajador, aseado y
sumiso. Al señor Prosbítoro Pablo Torres, Cura de eeta ciudad,
le ayudan ocho Ó diez sacerdotes como vica1'io8 ó excusadores y como capellanes de los templos. Race un mos llegó á
Loon el Ilustrísimo seíior Barón, Obispo trasladado de la Diócesis de Chilapa y sucesor del señor Soyano, santo y apostólico
prelado que hacía.la guerra á los liberales, visitando su Diócesis
tres 6 cuatro veces al mes, promoviendo escuelas católicas,
cuidando de la educación esmerada del clero y trabajando con
tal tesón que, al fin, murió sob)'e la brecha. En gran parte de
las ciudades de México se ven no pocos orientales con sus calzones bombachos y gorro colorado estafando á la sencilla
piedad del pueblo el dinero en cambio de rosarios, imágenes,
pipas, mancorna,s, etc., etc. que dicen falsamente, ser traídas
de la Tierra Santa, Aquí en Silao han llegado hasta poner
tienda, donde venden esos productos de la industria oriental.
Yo no se como pueden tantas gentes extranjoras hacer capital
y enriquecerse en México. De mí se decir que la predica.ción
y la enseñanza pobremente remuneradas, aun menos que en
Bogotá, apenas me han dado para vivir escasamente y han terl\linado por enfermarme gravemente del pulmón.
Volviendo á. las costumbres del país, le diré que es muy
común tener en todas las casas muchas macetas de flores, y
-63aun de arbustos y de árboles, y gran número de jaulas de
pájaros, entre los que se distinguen el canario y el sensontle,
(ave de color gris, de arlllonioso gorgea y del grandor de nuestro tache). En todas las mesas son indefectibles los frijoles
negros, la tortilla, (arepa), el chile, (ají), la salsa de jitomate,
(túmate grande y colorado) y el asado con ensalada do lechuga.
El pueblo, que se mantiene gordo y robusto, se alimenta casi
exclusivamente con frijoles, arepa y ají. JJas frutas on toda la
altiplanicie moxicana no son variadas, ni de muy buena calidad; las más comunes son: la naranja, la lima, el plátano, la
granadita, (granadilla) el chicozapote, (níspero), laJícama, (raíz
dulce y arenosa), y la caña de azúcar, de que son muy golosos
los habitan tos de esta República. No conocen la cllruba, y los
agllacateH son pequeños y ruines. No hay arracacha, ni plátano
hartón, ni yuca, y la papa es pequeñ1sima, mala y escasa; la
carne no es de buena calidad, yen estas ciuoades, desde Querétaro hacia el Norte, so bebe más leche de cabra. que de vaca.
Los caballos son inferiores á los nuestros. La vida en la capital
de México es carísima, como en Lima, y en las demás ciudades no es más barata que la de Bogotá. Por todas partes hay
policías; no obstante, lús ébrios abundan, los ladrones pululan y las puñaladas con tranchete, (cuchillo grando y afilado)
no escasean. El pueblo eS generalmente muy ignorante, aun
mucho más que el nuestro, y el carácter indígena, desconfiado
y falso, predomina. Hay gran respeto por los sacerdotes á
quienes todos se quitan el sombrero y besan la mano.
lJos habitantes de Guanajuato son exclusivamente mineros y los de 8ilao, que ascienden en todo el partido á 33 mil,
agricultores. Como no hay ríos, ni arroyos en todas estas
extensas altiplanicies, la agricultura se ve casi reducida á sólo
el trabajo de los seis 6 cuatro meses de lluvias. Con semejantes
desventajas coteje usted las incomparables bendiciones de
-54-nuestras altas mesetas, y dígame ¿ cuánto no progresaríamos,
si no fuera por la salvaJería de loa politiquero8 parlanchines y
de lOB hombres de partido?
En todo México la María de Jorge Isaacs es tan popular como
en Chile y el Perú. Hace poco tiempo la dió á conocer El
Monitor, y el azteca señor Altamirano la ilustró con escasas é
incompletas notas. He visto dos ediciones ilustradas, Ja una
de Barcelona y la otra de México; pero da risa al ver en ambas los trajes con que han dif:lfrazado á los caucanos. Don
Gerónimo aparece en la. edición mexicana con el jarana de
luengas alas, con la. chaqueta. de cuero de gamuza, con los
pantalones de franja de plata y montado en un albardon (la
silla chocontana de este país) con SUB estribos adornados de
tapaderas (garras laterales de cuaro). Se lee por acá mucho la
Mana que titulan simplemente-Novela
Ámericana j-pero
muy pocos saben que su autor, la escena y los personajes sou
colombianos. Las demás obras y escritores de nuestro paíB son
completamente ignorados, y creo que sobran Jos dedos de uua
sola, mano para contar los literatos que en ~ta Repúbica conucen de nombre algunos de nuestrOB escritores y BUBproducciones. Después de establecido el cable y las dos líneas españolas
que unen este país con el nuestro, se han quedado en México,
acerca de nosotros, tan R obscuras como antes. Cuando deseo
Babel' de Colombia y demás repúblicas Sud-americanas, acudo
á La.~ Novedades do Nueva York j pues aquí muy poco se ocupan los diarios de nuestroB países, y, si publican algún telegr8:ma, eB como el Biguien~ :-" Revoluci6n en Ouro (Bogotá)
contra Campero "-en v.ooqe--'f Revoluci6n en Oruro, Bolivia,
c0nf~a. Ca.mpero."
Su a,fect~mq,
- 55Guanajuato, 23 de Marzo do 1883.
Seiior Reùnctor ùe El Pasatie1l!po.
Gnanajuato
está en el corazón
mismo de la Unión mexi-
caM, y so halla 82 leguas al Noroeste de la capital;
(os decir,
la distancia que hay de Bogotá á La Plata) á 120 de Puebla;
(la que dista. nuestra
capital de Ocalla)
y á 1G7 de V eraCl'n~
(casi las 159 que se I/liden entre Bogotá y Pasto).
Ahora bien.
¿ En cuántos dlas, con qué costo y con qué insoportables incomodidades
hacemos nosotros e:>as 82, 120 Ó 167 leguas?
De
V el'acrll~ ti Silao (162 leguas) se hace el viaje en veinte y cuatro
con sólo el gasto de $ 24, inclnsos hotel, comidas y co-
horas,
ches, dontro de elegantes y cómodos wagones.
Pue!;, !'eííorcs,
en Colombia, con nuestra decantada ilustración, á pesar de esas
pléYll.des de guerreros,
publicistas,
escritores,
tas y políticos, y á pesar de ese enjambre
recorremos
poetas, economis-
de periódicos efímeros,
las 167 leguas en veinte y seis días,* á horcajadas
lerdas mulas de alquiler,
en
bajo los rayos do uu sol implacable,
ó
empapados con aguaceros
torrenciales, por caminos de cabras
y durmiendo en posadas, donde lada incomodidad ha puesto su
a.çiento, atl'ozmente des0uarti;.mdos y e;;;tropeados;
los colomùiano", digo,
hacemos,
con un gasto total de
en veinte y seis
días
$ 250, por la monos.
esas lG7 leguas,
j
Maldita
política,
aùominable espÍl"itu de partido que nos someten á tan humillantes sacrificio~! El mexicano, menos ilustrado, menas talontoso y entusiasta
que el colombiano;
el mexicano
ciudades de 93 mil almas, cama Gllanajllato,
que una liliputienso Gaceta oficial, ciudades
*
diarias.
que tiene
sin mns periódico
de prirn~r orden,
Suponiendo quo se Rnden todor; lo~ dítl.~ seis leguaa y media
- 56como Puebla
y Guadalajara
con 80 mil habitantes,
y con sólo dos ó tres periodiquillos
microscópicos;
cada una,
el mexicano,
que ch9rla y juega mucho menos á la política y á los partidos
qne el colombiano, hace esas 167 leguas en veinte y seis horas,
con Burna comodidad y con $ 25 de gasto. VeiMe y sei.s días y
veinte y seis horas, ferrocarril y mula, $ 25 Y $ 250, comodidades ùe un
pueblo
civilizado
en el siglo XIX é incomodidades
de un pueblo todavía colocado á la altura
j Qué extremos tan vergonzosos!
de la Bdad :Media.
¿ Y será porqne carecemos de elementos
para alcanzar
un
progreso semejante?
No, mil veces no. 'l'euemos, como ya lo
ho dicho en otras cartas, más elementos qne México para
ponernos á una altura mayor. Esta persuación
la he tenido
siempre y cada día se me confirma más y más con mis nuevos
viajes y nuevas lecturas.
? ¿ Recuerda
Piedrahítn
¿ Ha leído usted la Historia del Obispo
la que escribía ese bogotano,
mns de dos siglos? "Es muy do reparar,
gios que obra la naturaleza,
por haberlo
qne en toda la distancia
que hay entre
hace algo
dice, en los prodidispuesto sn autor,
estos dos ríos, (el :\1ag-
dalens y el Cauca) desde que nacen hasta quo se juntan, apenas se hallarlÍ palmo de tierra que no sea mineml de oro ó de
plata
(la que no so pucde
bién las provincias
afirmar
por diferentes
de :México).
Riegan
tam-
partes otros ríos poco meno-
res, como son el ~Jeta, el Rio de 01'0, que la lleva tan fino que
que es de 24 quilates, el Sogamoso, el Zulia, el Opón y otros
muchos."
u 'ran deleitado
sitio es el del N uevo l~eino, pro-
*
sigue el mismo autor alguoas líneas más adelante, que apenas
se imaginará deleite á los sentidos que falte en la amenidad de
sus países.
Hay eminencias
limpias y descolla.das,
vegas apa-
* Historia del Nuevo Reino, Lib. cap. I, pág. 4. (l~dición
bogotn.UB
do 1881).
- 57ciblos en los ríos, arroyos y fuentes
a~uag
y peces
muy
en abundancia,
sn.ludables
Hfíllanse
lagunas
páramos
de
á los
cuales el rigor de los frlos hizo inhabitables y sirven do morada
de ciervos, osos, conojos, dantas y gatos
monteses, dondE' la inclinación á la caza halla inter6s y des-
ti mucha abundancia
ahogos. Hay llanos de tierras f6rtiles para todas semillas,
cipalllllJnte en las provincias
do BogottÍ,
prin-
'l'unjn, 80gamoso
y
Vélez, Otros para dehesas y pastos de todo génel'o de ganados
que se crían en Espaiía.
Los bosques
son mucho;; y deleitosos
por la variedad de aves que crlan lmm snstento y do pájaros
para divertir con su melodía
Goza tan felices influjos (el
Nuevo Reino de Granada)
parte~, QUE SUS
TOS EN
MIN~;I{ALES
RESTO>E
El,
qne en el se crla
Ell'lo
conocido pOI' la cría de las ricas
las más celebradas do Occidente
que os la más estimada
quetones
y Montuos:\
son tan caudalosas,
QUEESTÁNDESCUBIER-
Á LOs
~;XC¡¡;DEN
LA INDIA
el oro en tantas
de la lIacha
es bien
perlas que gozan la fama de
Hay plata y tan fina, que
de las Indias:
sns
minas en los Mar-
alta y baja de la Provincia
de Pamplona,
que iÍ. no estar falto de naturl11es el Reino
para labrarlas,
excediera la saca á la del Potosí, respocto de
rendir, la m~is ordinario,
dos marcos por quintal y algnnas
veces á ocho.
caso para
El coure y el plomo
labrarlos,
habiendo
son metales que no se hace
muchos
en diferontes
partes.
Las esmeraldas exceden á las del Oriente con muchas vontajai'l,
y por ellas so ha hecho célebre la Provincia
ùe Muzo
.
lIállanHe on las minas
dentro
de las puntas
granates
de
Antioquia
de oro, aunque
finos Call abundancia,
y Guamacó
frqneños;
diamantes
y
jacintos
de que nace la poca estimación
qno tienen. Timaná es bien conocida por las amatistas y pantauras, quo tanto han acreditado
sus países;
como 6. los de
Pamplona,
SUBa y Anserma,
zas y mapulas.
Los montes
las turquesas,
son depósitos
girasolas,
gallina-
ùe fieras y animales
8
-58 bravos, tigres, leones, aunque pequeños, chuncos, erizos, zainos,fams, arditas, etc
Hállanse flores de toda hermosuh
y "fragancia; y, como las tierras gozan de una coutinuada
primavera., siempre se ven árboles y campos verdes (lo que no
sucede en México) y siempre floridos, porque el tiempo de las
frutas no embaraza el de las flores
Las frutas de que goza
el Nuevo Reino de Granada son las mismas que hay en el resto
de las Indias
"
En una palabra, Colombia es bello Bden, rico Paraíso de
delicias, hecho inhabitable por la discordia de los partidos y la
tnanía.política; Eden medio abandonado y cubierto de malezas tÍ
causa de la suprema. holgazanería de una grandísima parte de
mis compatriotas. j Cuidado con los yankees Ipronto nos aplica.rán á 108 colombianos el derecho de conquista, sentado y
defendido por Prescott en su Historia de México, en nombre
de la civilización y del trabajo contra la barbarie politiquera
de los partidos, y contra la haraganería. Yo, que conozco la
América., la. más hermosa. de las cinco partes del mundo, desde
el Maule (al sur de Chile) hasta Terra Nova, (al norte del
Canadá.) puedo apoyar razonablemente las antes citadas apreciaciones del Obispo pjedrahita. En todo lo que he reoorrjda
del Nuevo Mundo no he visto un país más hermoso y rico que
nuestra patria; pero, tampoco he visitado ningún otro, donde
el furor de los partidos llegue á un paroxismo tan satánico,
ni la manía política il.una exageraci6n tan ridícula, ni la Qoio-
*
• De la misma opinión es el jesuita español Gumilla, que ya
he citado en otras cartas. Las famoBasy ponderadas minas de esta
ciudad de Guana~uato, que producen cinco millones anuales de
plata, dan un inarco por cada diez y seis quintàles de mineral, en
lOBde mils baja.ley, y un marCOpor ca.da. CùA.tro quinta.les, on JOB
de ley media.na. Las do Zacatecas dan uno por ca.da doce quintales,
en los primeros y uno por cada tres, en 108 segundos.
-59sidad tÍ. un marasmo tan increible, como en Colombia. ¿ Porqué
tantos holguzl\.ues politiqueras, como pululan en nuestras ciudades, no cesan do procurarse con uñas y diontes la ración de
ham bre que les otorga 01 escaso presupuesto de la República?
¿ Por qué no salen ú explotar esas minas de oro, de plata, de
esmeraltlas, de cobn', de carbón, do hierro? ¿Por qué no cultiva.n
los feraces campos y descuajan las riquísimas selvas de que
habla el Obispo arriba citado? ¿ Por qué el Gobierno no da.
una. ley contra tanto vago, tanto haragán y tanto petardista
como envenenan y corrompen la atmósfera de la patria?
¿ Por qué tantos buenos escritores, en vez de dar libro curso á
su bilis on des pique de no ser ellos los quo mandan, por qué
no se ocupan en extirpar los odios de partido, la manía de
politiqtt.ear y los hábitos de pereza? Esa obra santa. eería la
mejor y más eficaz prueba de que se ama ardientemente á la,
patria ¿ Pero á dónde me lleva el deseo de ver próspera. y
grande á Colombia ? Volvamos á las revistas de esta República que marcha denodada por el sendero del progreso.
JJa exportación ùe México en 108 tres años corridos de 1877
á 80 ha lIogado á 82 millones, repartidos aSi; veinte para el
de n, veintinueve pal'a el de 78 y treinta y tres para el de 79.
La Secretaría de Hacienda publicó, al principio de es~ mes,
una noticia de la. exportación de la República en el primer
trimestre del año fiscal corriente, exportación que se eleva. á.
$ 8.350,956 Y que dará para todo el año 33 millones. De 108
33 puertos que tiene MéKico en ambas océanos, Veracruz sola
ha ombarcado $ 5.845,625 Y Nogales, apenas $ 200. Inglaterra
se ha llevado $ 3.941,756, los Estados Unidos $ 2.702,725,
Francia $ l.009,750 y Colombia S D8,478, La exportación de
metales preciosos en dicho trimestre montó á $ 6.004,827,
quedando solo $ 2.346,129 para los demás artículos. De esws
el henequen 6 fique da la mayor cantidad, $ 79i, 968; luego
r
vienen
las' maderas
con
60-
$ 373,939, el café cou $ ~35,536, las
pieles con $ 195,l:i16, la vainilla con $ 144,883; el tabaoo da
liP 31,129 Y el azúcar $ 49,077. Como se puede ver por las
cifras anteriores
preciosos,
la cxportación
es muy
inferior
tÍ
de México, quitados
la de Colombia,
y
los metales
articulos
BOS
menos variados.
Si nosotros explotáramos en grande escala
nuestros ricos v~neros de oro, plata, esmeraldas, cobre, plomo,
hierro carb6n, etc. podríamos presentar
cifras superiorcs
de México. En la siguitmte carta le hablaré detenidamentc
los trabajos
minoras de esta
hay hac·iendas
de benefir:io y minas,
plata, muy numerosas,
a.ño, por
anegadas
ciudad de Guanajllato,
término
que han
medio.
propiamente
producido
Al presente,
6 en borrasca y ninguna
cinco
tÍ
las
de
en donde
dichas,
de
millones
al
las principales
están
en bonanza, como se estila.
decir por acá.
El Estado
ración mexicana
de Guaull.juato
ocupa
entre los 28 de la Fede-
el segu[¡do lugar por su poblaci6n,
á 898,000 habitantes,
•• y el vigé8imo primero
que asciende
por la superficie,
qùe mide 29,550 kilómetros cuadrados.
Las principales ciudades son: Guanajuato,
residencia del Gobierno del Estado con
93 mil habitantes;
'i!-* León, sede episcopal,
con 79 mil alma.s ;
Celàya con 29, ciudad la más antigua del Estado;
Irapuato
con 36 mil; Silao con 33 mil y Sa.lamanca con 29 mi I. El c6lebre
pueblo de Dolores se halla en este mismo Esta.do, Ii ocho leguas
de Guanajuato hacia el Ol·jonte, y se apellida hoy Hidalgo en
memoria de su Cura, primer campeón de la independencia
* Do estos 898,000, 180,000 SOD blancos, 290,000 indios y
430,000 mestizos .
• * Incluyendo la pJblación de todas las 1G minas adyacentes,
Marfil, Mella.do, Valenciana, Rayas, Santa Ana, La Cata, etc., y
sin ellas la cifra baja á 54,000 alma.s. Todos estos d.tos SQn oficiales, y recientes (año de 1880).
mexicana,
61-
en el mes de Septiembre
dote fué excomulgado
de IBlO. Este pobre sacer-
por la inquisición
de México,
derrotado
el espaúol Calleja, depuesto del mando por los insurgentes
fusilado por los Peninsulares.
Todsv1a se conserva
en uno de los ángulos del Oastillo de Granaditas de esta ciupOI'
.lllLsmOS y
dad, la escarpia
tua
dEl
bronce del Cura batallador
principal
pública,
de que fué colgada
de ese h~rmoso
y, en Septiembre
montoneras
indígenas
ción española.
Una mala esta-
se halla al frente
Castillo,
de Hidalgo
de la puerta
hoy convertido
de 1810, testigo
en cárcel
del ataque
y del asesinato
de las
de la guarni-
Todavía se ven en sus paredes y frisos las huellas
de las piedras que arrojaban
de soldados
su cabeza.
que lo defendían.
oiudad de Guanajuato
los insurgentes
contra el puñado
De los 93 mil habitantes
sólo 18,600 son blancos,
de la
34,410 indios
aun
y 39,990 mestizos. Todas las poblaciones de esta República,
las m1.s hermosas
que nuestros
lado
y grandes,
presentan
el mismo
pueblos menores, donde pululan
de pocas
familias
aristocráticas.
espectáculo
los campesinos
* ~Bogotá,
según
al
Pie-
drahíta tenía, en 1616, 3,000 blancos y 10,000 indios, es decir,
el 70 por 100 de indios, proporción
mayor que la del 43,presentada
hoy por las ciudades
más tal'de, tenía Bogotá
de México. En 1793, ó
sólo 492 indios alIado
cos, de 9,531
mestizos y de 939
Total 16,594.
La. proporción
mulatos,
era entonces
177 años
de 5,623 blan-
zambos y negros
de 34 blancos,
de 3
""$ 21.044,370 es la. rústica. y $ 8.958,370 la propiedad
urbana del Estado de Guanajuato; $ 927,576 los ingresos y $ 319,053
los egrosos, según la última y reciente memoria.. Para. el Estado de
México, cuya capital es Toluca, de quo ya he hablado en otra
revista, la población es de 767,824 almas; el conso anterior le dió
710,570. l1a propiedad rura.l sujeta á contribución
allí vale
$ 18.401,4()6 Y la. urbaua $ 4.637,100. Total $ 2 3.038,596. Laa
rentas de ese Estado n:putan Ii $ 400,276 Y los gastos á $ 362,628.
-.~-
indios; i.a7 mestizos y de 5 zambos, Mulatos y negros por
lOO.Al presente no creo que lleguen á 200 los indios que haya
entre 10885,000 habitantes de Bogotá. En nuestra capital
los negros, zambos y mulatos no pasarán de 100, en la actualidad, yen la capital y demás ciudades de la. altipla.nicie maxieaDa la gente de sangre africana es sumamente rara. Para el
progreso son mucho más adec'uados los negros que los indios.
Si en esta República hubiera raiPJalop, como 108 que en
Bogotá se lamentan de que Be hubiese bl!mqlleado la. facha.da
de la iglesia de Fusagasugáy que miTan las desnudas muralla.s
de la Capilla. y de Santa. Clara cual monumentos de arte ;
sena. preciso que todos los edifioios públioos y la mayor parte
de 'los particulares en M6xioo, Puebla y demás oiudades de este
país, edificios de cal y piedr~; sería preciso, digo, que se presentasen renegridos y feos, sin yeso ni pintura
¿ Qué dirían
esos caballeros si viniesen' GU8najuato, y viesen la fachada y
el interior del soberbio templo de la Compañía pintarrnjeados
ch~aoa.namente con rosado, azul y blanco? Hay en esta. ciu·
dad ana pizalTa arcillosa, de grano m.ny firio como el de nuestra arenisoa bogotana y lindarnlmte veteada. de azul, roEll1doy
gris; después del mármol, j&zpe, p6rfido y granito egipcio no
he 'VÍllto·una.pied'I'a más &deetiada. -para construooiones de lujo.
PaM bien, la faohada y el int\:lriorde 'la Compañia. de Guanajua~ está lujOlmmente ado1'nada con lozas y sillares de osa
*
**
• Según el censo de 1884 cl1entll.'Bogotá 95,800 almas:-Nota
añadida po>lteriormente •
•• En vez de ta.nto Ia.mentar el t¡~ese hubiese derribado ta
désairada caba.ña, llamada el H'lbmilladero, se dèberfan cotizar lOs
llorones para levantar en eSe sitio memorable nn templete elegante
fab~icado con nuestra incompara.ble arenisca. Por ini parte ofrezeo
100 fuertes pa.ra da.r principio á la suácripción. En la. HaWi1a;á8C'
se"bilO con el sitio dôndè clelèbraroula primera misa ..
-
'63 -
pizarra, cincelados en forma de arabescos y festones de nn
tra.bajo admirable, trabajo echado á perder, al principio dO) este
siglo, con tan abominables cha£arrínadas. Felizmente, ahora.
que so e¡;tá coronando ese templo con una. cúpula. á. imitación
de la del Capitolio de Washingoon, se rasparán y lavarán
esas murallas, según me la prometió el actual Capellán. La
Compañía de Guanajuato, ciudad pobrísima en bnenas pinturas y esculturas, posee excelentes buenos cuadros. Hay otros
doce templos más, entre los que llama la atención la vasta y
hermosa Matriz. Ln. de San Diego, en vez de hallarse en los
extramuros, como en Bogotá, Quito y Lima., se encuentra en
la más central y elegante plazlI. de la ciudad. LOB grandes
minerales de Valenciana y de Mellado, verdaderas ciudades
de cuatro y seis mil habitantes, situados en próxinos cerros,
como en esa. capital :Mgipto y La Peña, tienen espaciosas y
elegantes iglesias que descuellan por entre las murallas de las
minas y las casas de BUS pobladores. La vecina mina de San
Javier también posee un pequeño pero hermoso templo, notable por sus ricos ornamentos, y el pueblo de Marfil, distante
de Guanajuato una legua y unido á él por no interrumpida
seríe de minas en explotación, tiene daB hermosos templos de
cÚpula y artesonado, como la son todos los de esta. a.ltiplanicie.
Q;lanajuato está. edificado en una cañada estrecha., enea·
jonan .•. por altos y escarpados montes de pórfido, la que corre
de Sudoeste á Noroesto y mide tres leguas y media (18 kil6metros). Al venir de Silao, donde se deja la vía troncal del
Ferrocar·ril Symons, se andan, primero hacia el Este, siete
kilómetros por una. llanura. poco ondlllada; luégo ocho, hl\~a.
el Noroeste, por aucha cañada. que baña el río Marfil y, polo
último, se continúa, ya no en tren sino en tranvía, por míÍs
esLrecha y tortuosa g'flrganta. Tomando un coche se entra en
la ciuda.d, cuyos edificios siguen las ondulaciones del fondo de
- 64la cañada. y se esoalona.n Ii derecha. é izquierda por 1M rápidas faldas da los roca1l0808 cerros. Esos edificios que cabren
los cinco kilómetros del fondo ó alveo de la. seca torrentera de
Gus.na.juato, son de cal y piedra, de dos 6 tres pisos y de azotea. Muchos de ellos ostentan elegantes facha.das do hermosa
pizarra veteads.. Las calles tor~uosas y angostas tienon estrechas ba1WJuetas, (enlozados) y presentan almacenes ó tiendas.
~omo las de Bogotá. En el extremo Noroeste de la ciudad, y
doscientos metros más alta que la. plaza central de San Diego,
Situada á 1,084 metros sobre el nivel del mar, se eucnentra. la
famosa Pre3a con sus quintas, arboledas y estanques. En ella
termina la. cañada de Guanajnato . .Mste estrecho sitio, único
lugar de solaz y paseo, fuera de la pequeña. y linda plaza de
San Diego, embellecida con árboles, jardines, asientos, etc., y de
la £rondola y elegan~e alameda del Contado l'; esto sitio, digo,
ostenta lindísimos jardines y quin~as de exquisito gusto como
la del sOOor Grl'gorio Jiménez, donde me encuent,ro hace :un
mes, recobmndo mi salud perdida y donde escribo esta revista
tiene un nuevo templo de estilo gótico, d08 jardines públicos
larga y turtuosa. arboleda de fresnos y eucalyptus y nueve
presas de diversas dimensiones. IJas dos más extensas recogen
.en SUB profundas cuencas la.s aguas llovidas en los 66108-' cuatro
meses de lluvias de esta comarca, para abastecer á la ciudad
que cariCe casi completamonte de ríos, arro~·os y manantiales.
Desde el mes de Abril, época en que principian los calores, la
población elegante de Guanajuato va á buscar fresco, aire puro
y salud á la codiciada Presa, su Y l;lrsalles, pues en ese tiempo el
ca.lor y la hediondez de la ciudad se hacen insoportables. Las
lluvias comieuzan á fines do Mayo, y en Junio, cuando yn.
están bien establecidas, hay una gran fiel:ltaeu la. Pre8a. La
ciudad entera, las bandas de música y las autoridades se pre~
cipitan al vergel Guanajuatei~~~··p~~a ·presenoíar el desagüe y
-
tir¡ -
lilJlpia ,Jo las do,~ presas Ile agua
}lotùule;
vel'ifiea en presencia
inmenso y del ruiùo ùe lús
de nn gentlo
opel'ación
que se
collete", aplausos y mÍtsicas militares. He abren entonces las
gig-:lnte7.cas compuertas
y el agua allí detenida,
ya medio
eOlTolInida, sale eu t:;r¡'ente á. limpiar la ciudad. Lo!'l colosales
trabajos que se \¡n,n hecho para. establecer OSJ.S presas ostentan
gusto y clog-flnc ¡<t.
Los edificios m:Í,s notables
del Gobierno son: el de las
oficinn.s pÍlulicas, los dos cuarteles, el palacio del Congl'eso, el
Colegio del Estado quo posee buena y escogida librería, observatorio ll1etel'e')llígico y Ilumerosos elementos do enseñanza
adieatóliea,
porsll puesto;
el hospital,
las prisiones, la casa
do locos y el asilo de llll01'£allas, La vida de esta ciudad es
exdllsinnnento
cÜlllercial y minera, y la prensa, muda aquí,
olJligiL ;i los ([IlC gll:.,t,tll de estar al cOl'riente
del movimiento
de otr:.l:; lHLciolles, Ú P¡'OClll'arRelos diarios de México que llegan
pL'r el tren con nn día de ¡'et,trdo. I~stá casi concluído un vasto
y suntuoso
toatl'ü, cuya columnata
os soberbia,
y que será el
pl ¡mero de csta l~opúlJlica, si se termina, Hay no pocos Me8onu, tÍ la antigua usaUZè1 mexicana., un Club do lectura. para los
iniciados,
Ull hotel, einco imprentas,
seis escuelas municipales,
dos bancos, varias vla7.as ùe mercado, poco notablos y muchas
olicinn.s particul:ll'es de ensaye de metales, fllem de la casa de
L,t viela, y el alq uiler de laH habitaciones
Moneda.
como
en
Bogotá,
Las tiendas
de vino
son tan carat:!
mezcal y de licores,
extl'emalllCl1to llumerosas,
porque el adagio dice-"
pueblo
minero, puebto borracho y pendenciero." -'1'oùos esos templos
du Baca llevan sobre las puertas
los letreros
extrn,yagantes
muy
Los puestos
las calles
recuas
son
en letras
cubitales
bien
más curiosos y
pintadas
al óleo.
do fl'Utas, do zapatos y H.un do chucherías
numerosos
los minerales
y el tropel
de las minas,
por
de mnlas acarriando
y de
burros
en
trayendo
9
-
66-
alfalfa, paja de trigo seca para los caballos y granos, hacen la
desesperación
de los cocheros y de los viandantes
á caballo,
porque
obstruyen
las ya demasiado
estrechas
y pendientes
calles de GUl\nujuato.
Su afectísimo,
C.
FEDERICO
Gunnajunto,
],0
AGUILAR.
de Abril de lS8:3.
Señor Redactor de El Pasatiempo.
En esta carta voy á ocuparme
de Guanajuato,
mar Ii tantos
azuzadoros
BU empleo
charlatanes
especialmente
á pormenore~,
descendiendo
politiqllcros
y
tÍ
de las minas
con el fin de anitRntos
holgazane;.;
del espíritu intolerante
de partido Ct qne dejen eso
de tontos maniáticos y de locos frenéticos, por las
nobles faenas de la minería,
en un país tan rico y abundante
*
en veneros como el nuestro.
Hayon G-uanajuato y en 01 vecino
mineral de la IJuZ treinta y tres minas, con una población do
27,232 almas, y Ü'einta y cinco hacienda"
de beneficio. En
aquellas se oxtraen los metales preciosos do las ontrañas do la
tierra y en ó stas so l)cn~¡i(';ian, es llocir, seplil'anse el oro y la
plata de las materia_" telTosas. Entre las minas descuellan:
Valencia.na, cuyo tiro ó pozo tiene setecientas
varas de profundidad,
"" 1<JlObispo Piedl'ahitl~ en su Historia del Nuevo Reino dice:
" Que en toda la disto.ncia que hay entre el Magdalena y el Cauca,
desde que nacen hasta que se junt,an, apenas so hallará palmo de
tierl;a que no sea. mineral de oro ó de plata
Hay plata y tan
fina que es la m:ls estimada de 18s IndiaR, BUS minas son tan caudalosaR, que, á no estar falto de naturales el Reino para labrarlas,
excediera la saca al Put,-,sí.'· H. R. G. cùp. L pág. '~y 0_ Lo mismo
dice el jesuita Gumilla en su Orinoco llustmdo.
- 67y dos mliquillas do vapOl' P,l1'1tel desagiie;
y casa~ !'OI'll1,Lllimponellt.e
X. N. l':, Ik psb cinll",l;
gl'llpo
sus murallas,
templo
sobre nn cerro situado
¡Hellaùo, que es la más antigua
al
y so
1"Llb prlíxi I:Ia ñ, la a ntel'ior, tiene 1I n tiro de troscientas cincuonta
vara..; do IJl'\Jl'llll(¡¡daJ, tGmplo gr¡tnde, vasbs murallas y una poLlaeiÓn ,le seis mil habitantl's;
do dosciontas
con máquina.)
cincucnta
cabestunte
HayaR, cnyo tiro, tione de hon-
varas, está Jesagüandose
al prosente
de vapor,sin cesar, y por modio de dos
gruesos caLles ùo alambre y dos gigantezcos
cubos saca torren-
tes de ag'na; la Cata tiene socavonos quo presentan
colosl\lc~, hormiguoros
mineras,
EntI'e
con sus montones
la;; hacienda!:!
el aspecto de
do ripio y deyeccionos
do ùunelicio
;;obl'osalc
la de
Hacha, por tener el m'-l.Y01'número do (¿l'rustres Ú tahonas, que
llegan á ocheuta, poseyendo las domás sesenta, c .lurol1ta, tt'oínta
y 1I11n vcinte.
Pr\,\'l\
explotar
1111mineral;;e
abron
minas
ó socavones,
coUla los de í':ipaquil'á y Nelllocón, por modio de la barreta, la
plílvOl'a l" la dinamita, Esos socavones se ramifican en muchas
labm'c,,·
(¡
millas quc oiguen las bifurcaciones
que en (;ullllajuato
de la veta de plata,
está, como la nuestt-a, mezclada
con oro.
*
~obl'e el punto Ii dondo vienen á terminar las divel'sas labores
so abro un tiro, ú pozo pe¡'pendiculal',
por dando se extraon
las pieùms lll'gentíferas
ùesmenuzadas Call u.lmadenas, y compuestas generalmente
de cuarzo, ospato calizo y pirita con
~ulft1I'O d,) plata allrífera. en cabostanto
movido por mulas
!tace subil' grandos cajones de tnadel'tt dondo, en el fondo de
la sima, ~olocan los b(trretonere.s el minora!.
Estos tiro,~ son
genoralll1onto dc vcrtiginosa
profundiùad.
Una voz extraídas
del foudo las picùI'as, so cxtienden en palios para que los cateaIi> 110s minerales
vista do Ol'U.
de Zacatecas
sólo eOlltienOll plata doapra.
-
68-
dores sepa.ren las que se pueden beneficia.r con f\lguna veutaja.
La mínima ley requorida péu'a el beneficio es la de
UIl
*
1narco
~adft clí87.v "PL'" (plint.ale!'l.. Al presen.tf', la l(,y ordínari~
r[llè :-:;,~
.. )1)1 ie1tt~,
i~.LI., Ii ¡ ·,I(J.J'n) P()~' ~~a(,1a ,-\.~is t~ada ~lc¿l·e
'1:¡:tl¡.1lr-. t :·;1 'lli~¡n:;.l)~:,f·.ll¡" '¡f~ h, 111;";,- 1'0; (:0)).]:1('101,)
;l la.:;
par
I:~
;¡aèÍeuda..:
;~l
de l¡c'/;('!Ù;io nu ~u-.:o;; d.c
Cllf:':'U, dtè
~iete al'l'oba.,:; c¡lda
uno, por mulas ó por burros, aquí m~y numerosos.
Las haciendas de beneficio también se hallan, como las
minas,
cercadas de altas
mur:1l1as, porque
los salteadores
y
ladrones abuudan muchísimo; los conductores del mineral vau
bien armados y la vigilancia en minas y haciendas es notablemente esmerada.
Al llegar las piedras
de beneficio, Bon amontonadas
minerales
fÍ.
la hacienda
en grandes dep{ísitos circulares,
donde enormes muelas do hierro y piedra colocadas verticalmente, una eu cada depósito, y movidas por mulas vendadas,
las trituran hltsta reducirlas á un menudo cascajo, llamado
granza. De los molinos pasa la granza:i los arrastres,
que
son tahona., circulares donde se echa el cascajo con abundante
agua, y donde mulas vendadas hacen girar una serie de seis á
siete piedras pam que trasformen la granza en bano mny fino.
Estos procedimientos
son los mismos que se usan en Puebla
por
los alfareros y on los ingenios de azúcar para molol' la piodra,
El barro, llamado lama, pasa por un condncto al extens!) patio
adyaconte
donde se forman
torta8, como las de TIlh3stros chir-
"" El maTCO vale $ 8.72.
t El Obispo Piedrahíta, antes citado, dice: "Que las minas
de los MarquetoncH y :MOlltUOfla,
alta y haja, de la. provincia. de
Pamplona son tan caudalosas, que rinden, lo más ordinario, fi dos
marCos por quinta!." De manera. que serían doce y catorce marcos
por cada seis y siete .quintales, lo que da una ley duce y catorce
veces mayol', en los más ordinarios minerales de PampIona que en
los regulares de Guanajuato.
cales Ó ladril1eras,
Cada
69-
w'?'ú
q uintalcs Cil 2·1
tre muele diez
hams, y lmy on cada hacienda 20, BO, GO Y ÍlUIl 80 aJ'ra::;tr/Js.
l.Tna n';; (lr,a;.{llaI1:1s 1;\~ t;¡hona~, '!:)n~11:l. (On (']1:1." ¡,din, d,) t.o7J1"I) ·lll1;d~';Ull.1.
y
il;:()~;~~l'
IJt\
;t~(··'Jt.ldp
Jilell'ldli,
l.I.r!',\o~i /\!8.
EsL:J.8
CrJje¡('l.'
1" •• 1'(' :: •.,
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],ltodl·:I.~
1'(;."\'
'Ille
('1
',"",t'1"
l'i
1'(;,-:II:t1l
L·a,;tnl.lÍus,\' luvn.,lèl~, ull'a
evitar :os despel'dicios,
~l. las grandes
tortas
()~'O
p<!lv(.
11:~iu;'
~llla, pai';J,
;)(\1'
dd
l'il
t',IIH1I)
paLio so les
pone: dal, Ó clor/wo d(! sori'io, para que el cloruro so rne1.cle Call
el a7.Ufl'e dd sulfuro de plata, contenido en las piedra::! Plllverizada~ ; se les aÜade también
el azuL'o
libre,
sn(j'ato de cobre para q lie roca ja
dejado par ci sulfuro de plata, )', cailla tel'cer'
ingrodiente, azogue pal'a que se amalgame
con hl plat:t ya
sepal'J.tla Jel sulfuro.
Una vez puestos los Ües antori0l'8s
reactivJs, se haccn pisar las tortas de barro pm' l:llllaR, para
*
que la me:;:cla so efectlíe
completamento,
Los patio; enlosados
son mllY gran dos Y en ellos hay regnlarmente
dos <> tres tortl.l8,
conteniendo cada Ulla de 320 á GW quintale,; de lodl', Ú lama.
Cada tercOl' día se ponen seiR tÍ ocho mulas para pi-Hl' l'acla lotta,
Y oRtaR trabajan
seis horas diarias j la operaci'll1 ùm'a 11 n
mes . .A.1 f.in de cste b lnma pasa á los lll/'adlêro8, q¡:r SOil tinas
circulares do mampostería,
dentro de lfls cuales se mucven
sobre su quicio grandos '1spas de maùora cuyo l11oi.m', 8011 h\lUbién las mulas. 'l'l'CS tinas lavan, en ùos horas, 2:20 quintales
de lauw ó Larra,
A: cabo de dos horas el amalgama
*
cinco
LaR Pl'Opol'ciones de los tres
UI'l'IlIH1b
alltel'iol'es
de Hal comÍlIl por cada ;3;¿ quintales
libras de sulfata
r
de plata se asienta ell
de cobre por
cada
cuatr,) librus de azogulJ por cada
torta, :En la. actualidad
seis marcos.
cada
tOl'ttt
ingl'c<liclltcs
ùe lorla;
tarin de ;;;¿ quintales
SOil;
nueve
de po;;o,
marco dc plata q Ul: contiene
de 32
quintales
la
tienc; cinco ó
-70 el fondo de las tinas, y la tierra
ocha. á 108 lavaderos,
económicos
la poca
se despide
recogen
amalgama.
en el agua
por un caño.
pueda
contener;
que 8C
Los hacendados
lodosa y la repasan
esa agua
que
disuelta
pal'a sacarle
los pelados,
Cailla
son aqui apellidadas las gentes del pueblo, vuelven á repasar
el )'esiduo arrojado á la quebrada
de GnanajuatoJ y todavía le
sacan algo
más. El amalgama
de las tinas, es trasladado
exprime
el sobrante
luégo 01 amalgama
de plata,
depuesto
á unos lienzos gruesos,
en el fondo
donde
se le
azogue que suda por los poros de la tela;
exprimido
es quemado
en capellinas,
ú
ollas de hierro. Para efectuar esta operación se coloca el amalgama dentro de la capeUina, so le cubre con una campana de
hierro y Be coloca fuego al rededor de la capellina para volatilizar el azogue del amalgama de plata. La olla, enterrada
en el suelo, es refrescada pOI' una corriente de agua para que
el azogue
inferior
superior
volatilizado
de la olla
j
en la campana
pues esta
tiene
se condense
dos
fondos.
en el fondo
En el fondo
queda la plata. libre del azogue, para luégo ser llevada
á la casa do Moneda.
En la actualidad,
cuando
las mejores
minas están Ù¡,nndada8 ó en borrasca, los hacendados se contentan con beneficiar minCl"al que les dé solamente un marco
de plata por cada seis ó siete quintales de piedra molida. En
la hacienda
de .beneficio
llamada
Dolores de Granadifa,q, su
apreciable duoño, señor Antill<Ín, quien tuvo la amabilidad de
hacerme recorrer los diversos departamentos
de su propiedad,
y darme las anteriores instrucciones,
se benefician en 30 arrastres
$ 1,500 mensuales que le dan una utilidad líquida de S 600
al mef<. j Que no BacarÍan entre nosotros tantos politiqllero8 holgazanes, tantos ambiciosos y tantos charlatanes
agitadores do
partido,
si beneficiasen
t'clas de Marquetones
nuestros
minerales
de plata!
Si las
y MontuosaJ
en su inferior clase de mine-
rales, dan d08 marcos por quinta16
doce y catorce por cada seis
-71y siete C¡llintales j ¿ c¡né no darían á los Gnanajllatenses
trabajadOI'e", siuudo así qno estos so contentan con obtener sólo un
marco en 1Gquintales de piedl'a molida, gananùo mensualmente,
coUla el seiol'
$ GOO lil¡res con la corta ley de un
Antil16n,
marco en cada siete quintales?
i Atrás la política,
y la pereza! ¡Vivan la. paz y el trabajo!
¿ Cn:í.nto no prosperaría Colombia,
7.ann, y h::unbriellta
explotase
In, mús ,fina !J {)8t¿mada
Obispo
plomo,
(J1w
si tanta
nuestros
arpía holga-
ricos veneros do plata,
de la;; Indias,
según
el antes citado
Piodl'ahíta j si explotase
nllestl'US minas do cobre,
hierro y carbón de piedra j
si lavaso el oro y plata
wcu,cntran, según 01 citado Obispo, en caJa nna de los
*
8e
dd
lJal1Jw8
ferreno
COmp1'<3nrlÙ]o entre
lena, dl~8(lc.;'J'ue nacen
ha.,ta
los 1·ío.~
qlle se Juntan?
exportL allun,lmonto 25 millones de plata
un presupuesto
naeional de :13 millonrs
pob¡"e Colombia c[lsi no exporta
du 10 millolles;
Víspm·n.s sicilianas
*
Tanto
fÍ
j
tiene
y la porc7.n. ln.
No son Jícitns y pOI' entle
de San Bartol()];¡G y de las
las guerras
J
pero, sí alguna vez el patl'iotisll1o se siento
desearlas, es cuando \"e á tanto z¿¿ngano de levita
un exigno presupuesto, y allel'rojanao on el ma-
por el ospíritu
a hUlUla el clemento
~léxico
de sus minas, J tiene
al auo, mientras esa
plata y sólo tiene un presupuesto
~ino ri '-{uc In polítiea, los partidos,
algo tentado
dísput:índo::;e
Oanc(£ y MÚgdaLuégo, si :México
se debe, no á qno sen, menos rica que México,
mn.ntiencn cstacion~ri:t y arl'uinada,
la;; rcprueho y condeno, las matanzas
do rutina,
abol'ígcllc,
propio
de un pueblo
como por la casi absoluta
de millas de carbón, y de corrientes
nltiplanicieb,
haec que los proccllilllientos
s('~n l¡'lY los
mismos
chuca
los partidos
donde hace
de ln Oolonia;
!ti. años
:; cn el ùe
do agua
que
en sus
seg-niùos en la. D1inería
t'xcepto
'orabaja la;; miuas
derna unn. compañia
iuglesn,
americana
va tí instala!' otra.
dondc
falta
eu el mincral
con maquinaria
Somhl'crete
uua
de Pamoanglo-
-72 ra~TIl0, atraso y miseria
traùa y valiente.
mendigos
lÍ
nna Xaciún opnlenta,
ra.zón Humboldt
Con
entro las riqllezms."-De
genorosa, iluH-
ùecía-"
que vivimos
mí se decir,
<JUO
en mis
viajes jamás 110 encontrado ulla gente rnris holgazana que la
nuestra, plle8 los negros del Af¡'íca, según 1fr. Livingston,
son laboriosos;
partidos
jamás he visto una
más envenonados,
gente más politiquera,
exclusivistas
é intolerantes
ni
que 108
do Colom bia.
Pero sigamos estlldiando
este p:~18. La dcuda exterior
mexicana,
asei2\ldo á f? 1;\ï':-~G7,ï50 y la interiol' á tJ,082, 187.
El número <le tcmplos
América
qllo encicl'm
México es la Xación
que
tmla la HI'p~'lbl¡c'I" y
mÍls
tiene,
Cil
11('[.\':1
á ::':,027
catMicos y á :W protC'stautes. Xo hay en e>;tü ¡mís g¡':lndeR
edificios espeeíales pam logiu8 Ill:~sónic,n, OvIllO l'II Valpar'liso
y Caracas.
Lo.; lll'ote:;talltes,
(1110 Pli CololII bía
:t
¡Wn:lS han
podido COllr¡lli,.:tal' 111\08pocos :llteptos, los Cllellt¡LH ll\llllerOSO;;
en esta RepÍlbli\':1
en México 7 casaS
et pueblo ignor:lnte y h:lml)J'eado, Hay
materllidad, 79 hospitalp3, 21 hospicios y
CIlt.I'a
Ùl)
18 asilos de 1T1Ondigos.vde huéda,nos.
1):1
propiedad
}<~stado de (; na nuj nato vale 21.0J-i,D21, y la urbrllla
Total
9 :30.002,90+
en una
cuadrado.:; y con una
superficie
ùe ;20,5;')0
poblacil)n de SDS,OG2.
r(¡stlCa del
$ 9. U58,:370.
kilómetros
Las entradas
wu
'927,5iG. " Y sns gastos
recientes.
~ 819,05<1, según datos oliciales y
Es, pues, Guanujaato,
por sus minas más rico que
los trt's m:ís importantes
Estados de cstol. FeùeraciÓn, "México,
Pnehla y .J:¡\i;;co. I~n efecto, el primero con b extensión du
20,:~OO kil,jl\ll't¡.o;; candrados y h población de 7G7,82,t habi" El im:\\I::'stn
ln.s conb"ibuci'JllC:j
cartas
n,du:mer,) es m'iR Iuerte
más
lo Ill' m;mifestlld".
importaciÚn
llUl'Upea ~ean en esta
caros que aUa,
quo el de Oolombia
y
y pesadas, como ya CD otras
Do aquí proviene que los ofectos de
numerO!ms
l~epública
dos y tres veces ID~S
-73 tantes,
tiene una
propiedad
raíz
$ 18.401,496 Y una.
rllral de
urbana de 4.637,100; total $ 23.038,;'913: el segundo, en 31,120
de superficie, cuenta una propiedad de 26.000,000 para 800,000
habitantes, y 01 tercero cuya capital es Guadalajara,
tercera.
*
ciudad en importancia después do México y Pnebla,
posee,
en 101,430 kilómetros
cuadrados, $ 13.7013,024 de propiedad
¡'nral y 11.08G,468 de urbana;
total 24.7f13,392 para nn mill6n
cien mil habitanteól.
La instrucción
primaria
pone para sus gasto!'; de
en el l!l::;tado de Guanajuato
dis-
$ 62,385, corta cifra si se atiende á sus
30 millones de propiedad
sujeta ti contribucion y á sus 927
mil fuertes de ingresos anuales, Hay en él13 escuelas públicas de niños con una asistencia média do3,39~, y 70 de niñas
con 2,752 de asistencia, Total143
escuelas con 6,144 alumnos;
cortísima
cifra para su población
es decir, nn discípulo
escuelas
particulares
de 898 mil habitantes;
por cada 146 almas.
para
ambos
sexos
Hay, además,
132
con 6,145 alumnos.
De estas, 35 son católicas con 3,302 alumnos;
cifras que hacen
honor á los católicos del Estado,
quienes muoven guerra al
liberalismo
estableciendo
escuelas y no promoviendo
revoluciones. Todas las demás son protestantes Ô delstas. En las dos
escuelas normales
de esta
39 alnmnas-maestras;
segundas
inclmas
ciudad hay 19 alumnos-maestros
los primeros
20. El Colegio del Estado
las de medicina,
niena y metalurgia.
Hay
jóvenes que cursan
nueve
encuadernación.
cnrsan
y
y las
cnenta con 569 cátedras,
derecho,
cioncias
también
una
materias,
113materias
naturales,
escuela-taller
y aprenden
Los cat6licos han establecido
ingecon
carpintería
44
y
aquí una. Escuela.
• Me propongo, a.ntes de regresar á la. pa.tria, visita.r "
Gua.dalaja.ra. cuyos ha.bita.nte!!, según noticia.s y según la.smuestras
que conozco, son entre los mexicanos los más parecidos'
nosotros.
10
-74de Artes y Oficios, d(lnde
enseñando
se hace
encuadernación,
guerra
tipografía,
Ii la holgazaMría.
esculturlli, carpintería,
etc. Consta la ciudad de GuanajLlato de 220 manzanas, repartidas en 22 cuarteles, con 5,931 casas, 12,0.00 familias y 52,112
habitantes;
22,414 mujeres y t 6,594 hombres. Los 16 minerales circunvecinos d'\n 21,3GG almas, las haciendas 12,448 y
los 58 ranchos (estancias ó haciendas peqL:eñas, que en Guatemala son llamadas laborcs)' en 01 Ecuador, Perú y Chile chacras) dan ti,579. Todo la que da UTI total de 40,919, que unidos
á los [12,112, forlllan
corta
distancia
93,031
haùitantes
para Guanlljuato.
so halla el mineral de La Luz
A
con 17 minas
que encierran
5,179 alma>;, r 21 ranchos con 2,405. Total
14,026. En Salamanca,
ciudad distante de Guanajuato
69
kilómetros
(l-! leguas), hay una .Penitenciaria
montada- Ii la
anglo-americana,
donde estlÍn detenidos 690 criminales, por
término
meùio, y tiene
$ G8,tH2 ùe ingresos y 67,836 de egresos.
Hay en ella una escuela, quince talleres, fuera de la panadería
y la cocina;
cuatro para tejidos y once para artes mecánicas
ordinarias,
y una
academia
de
música.
Julio de 1880 hun producido los presos
Pasemos á los liSOS y costumbres.
esta ciudad ha trascur¡'ido,
ciudades
de la América
De Enero
La Semana
como suele acontecer
española;
de 1879 á
$ 23,842.
lujo y vanidad
Santa en
en las grandes
en las muje-
res, disipación y curiosiùad
en los homùl'es;
oficios, monumentos, comuniones
nLunerosas entre las mujeres y escasas
entl'o los homùres. Treinta
j¡)venes se recogieron Ii un retiro
de -tres días ell la casa del seíiol' CUl'a Amézquita;
todos ellos
pertenecían
á la aristoCracia. Yo me VI comprometido 6 preMcarles siete pláticas, las que en mi estado de afección pul_m~Il~' mo costaron un caústico.
El viernes de Dolores se
*
"'~_í(oiq'{l'j~·r~~c 'lile Oivi~fc,qi.te 'lih GJa"riaJtiáto hubo en el
"fîfli8~rl\dl·~ô
'~ërsiglo !pa'SiÜlo tlhHt'Wo ,~ùÜerfa1ie'o, (jairio'efëaI~Bre
-75 veían
la elegante
adyacentes,
y centl'al plaza do San Diego y sus calles
atostadas
altaros que oso día
de vondedoros
so forman
011
do ramos y flores para los
las casas
y so exhibon
al
público abriendo las puortas y vcntanas, cn las primeras horas
de la noche. 1£1Jueves Santo so vonden millares de matracas
pequeñas, sobrepuestas de figuritas de cera y hechas con mucho
arte, y se pide la sandia que se da en dineI'D, Ít'utas ó dulces;
el Viernes tienen lugar las caídos y el descondimiento
con
santos
'l:arones y :Magdalena
y sayone8 de carno y llUeso, :El
pueblo indio es muy 8ficionado á osa clase de titercs ; el Sábado
se revientan en las casas los Judas, que el día anterior se han
com.prado; estos son muiiecos de cartón, de todas fOl'mas y tamaños, henchidos de cohetes;
el Domi ngo de Pascna so aùornan
con papel, cintas y flores las mulas de los coches
ponen cortinas y flores en las puertas
de las
se vende el vino rnezl:al, (aguardionte
particular
BUS
de penca)
10H
hecho
de
donde
do una especie
y donde el arpa y ln. guitarra
melodías á los adoradores
entre
de sitios y se
t.abernas,
atraen
Baca, ùemagiaùo
con
comunes
mineras.
:El pueblo, numerosísimo
ell este pais, es muy pobre, and~
puos sólo come tM/il/as
mal vestido y peor alimentado;
pas), frijoles
negros y chile
tienen b. costumbre
(ají).
de sentarse
Los lielUrlOS
en las callos;
todas las clases
sociales, la do pararse
cenes y tiendas
para
ell ~os zaguanes
(~repobre)
los hombres
en las puertas
e.-cpiar á las mujeres
novios, la de estaciona¡'se
(gente
que
ùe
(le alma-
pasan y los
pa.ra haùlar
mímica.-
mente con sus novias, quienes desde los balcones les cuntestan,
tambión con seuas. Los vendedores qllO a.nùan gritando por
de Bogotli., He cono~ido. aquí á un viejo cHpaiiol scbrino delJamoso
Enrile de l~ inde:pendenci~, ,Yhe oído casi todo!> IOH apcÜidos más
raros que tenemos en Colombia,
...
..••
"
.
-.1.
I
-76las calles abundan aquí j los tOl'eaoores y picadores salen á
caballo con sus trajes especiales y' acompañados de música,
invitando á. los toros que tienen lugar en una plaza permanente, guarnecida con gradería. de madera. Los s 01dad08 se
visten como los nuestros y presentan el tipo de la tropa boyacense. La infantería usa huaraches (quimbas) y la caballería
botas de hule grueso. Aquí, como en todo México y Guatemala,
forman de los nombres multitud de arbitrarios disminutivos,
como 'roncha (Antonia), Charo (Rosario), Mela (1\Iannelita),
Lupe (Guadalupe), Chucha, (Jesús), etc., etc. En Guanajuato
muchos hombres llevan nombl'es de mujeres, Margarito, Catarina, etc. Aquí, como en todas las ciudades principales de
esta República., muchas fa.milias tienen su teléfono j cstos desde
las ocho de la. noche está.n tod0s puestos en comunicación, (en
Guanajuato hay má.s de setenta y tres) para divertirse hasta
las diez, conversando con los amigos ausentes y oyendo tocar
el piano y cantar á distancia. La gente decente es muy atenta,
fina y amable, pero tan retraída como la de Puebla. Los provincialismos son casi los mismos, con pocas excepciones, que
los de México. La gente decente se viste con elega.ncia. A los
cachacos llaman pollos ó catrines. Mucho se usa, en Guanaiuato especialmente, sabe 'usted á México, ,qabe 1Lsted á Puebla, etc., por conoce usted á México,~á Puebla, etc.
Al fin pude leer, en la librería del Colegio del Estado
de esta ciudad, un libro que había buscado vanamente en otras
partes de América.-" Los informes secretos de D. Jorge
Juan yD. Antollo Ulloa."-¡ Qué mirabilia no cuentan del
increíble dcsbarajuste, de los enormes abusos y de la corrupción de las colonias españolas de América en el primer tercio
del siglo pasado! 'l'raslado á los raizales de Bogotá. En~re
otras cosas dice el dicho libro: "que la.enemistad que se notaba.
entre lOB Penin8ulares y 108 01'601108reconocía por causa. el
-77 que venía de Espaúa. gente patana ó labriega y pobre, la que
pronto hacía fortuna y luégo se casaba con la más encopetado
del saxo femenino americano." Exactamente la mismo sucede
ahom on México con los millares de espaiíoles que vienen de la
Península; pero, sin quo por eso se note la antipatía de que hablan 108 dos sa.bios arriba cita.dos. Ella el'a debida, más bien, á.
la injusta y apasionada prefet'encia que se hacía de los Peninsulares para los puestos públicos, civiles y eclesiásticos, á la envídia y ambición de los creo11os y al desprecio altanero con que
los primeros miraban á. lo~ segundos. Ahora que ua mandan
los españoles, se han amanaado y dtÛciflcado, valiéndose más
de la maña que de la fuerza, para llegar al mismo fin: enriquecerse y convertirse en gente de imp ortancia.
j Lástima que entre tantos poetas como tenemos, no se
encuentre un Ercilla. que celebre en buenas octavas el valor
de nuestros Taironas, Muzos, Panches y Pijaos, todavía más
brav03 y amantes de su libert~d que los Àraucanos de Chile I
i Qué hazañas no refiet'e el Obispo Piedrahí1ia de esas belicosas
naciones I Aquel indio, quien, sólo, desnudo, sin defensa y
nrmado de un garrote derribó á medía docena de españoles,
escudados, encorazados y armados de picas y espadas, vale
más que los Caupohcanos, Lla.utaros y Paillamachus chilenos,
Bn los pt'imoros años de la conquista murieron al golpe de las
macanas de nuestros indios 2,840 conquistadores, esos hombres de acero, impertérritos é invencibles I Desgraciada.mente
desde los primeros años de la doIcinación española en Colombia,
sentó sus reales la discordia. entre nosotros con bribonel:l,
como Lugo, Armendariz, Montaño y Maldonado; en medio
de rebeliones, como las de Hayan, Robledo y Lope de Aguirre.
Me parece que el paralelo hecho por el doctor Camacho Roldán
en el Papel Per'Íódico Ilustrado entre colombianos y venezolanos peca por illcompleto. En efecto, compara al venezolano,
-18nacido ealSi en su totalidad en climas c~lidos, con el colombiano,
811nCOD el nacido en la a.ltiplanicie de Cundinamarca y de Boyacá, y dá la preferencia del va.lor al primero sobre el segundo.
Esa apreciaci6n sería exacta tratándose del negro y del mulato
venezolano comparados con el indio y el mestizo de las sabanas
de Cundinamarca y de Boyacá.; pero esos solos no son todos
lesoolombianos, qua también lo son los desceudientell de los
Tah-onas, Muzos, Pa.nches y Pijaos y los va.lientes mulatos,
zambos y negros del Cauca. y de las Costas.
Su afectísimo,
FEDERlCO
C.
AGUILAR.
Soñor Redactor de El,Pa'atiempo.
Comparando yo, con ocasi6a de haber terminado el volumen XXIX de la Historia. Eclesiástica. del abate Darras, los
cincuenta. años trascurridos de 1233 á 1283, con los correspondientes de nuestro siglo de 1833 á 1883, hallo que el
número de guerras de aquella época ascendió á setenta y siete
en el A.nti~uo Mundo; mientras que el de las de nuestros tiempos, en ambos hemisferios, toca. a.penas la cifra de ochenta. De
estas, la América, especialmente la española, cuenta la enorme
cifra de cincuenta y la Europa, ó más bien el Viejo Mundo, la
da treinta. Deduciendo de esta última cifra las catorce guerras
hechas por europeos á naciones ,paganas 6 de ultramar, como
la de Rusia contra. los Turcomanos y Turcos; de Inglaterra
contra'la India, los negros de Africa, el Afghanistan y el
Egipto j de Francia en China, en Argel en 'Nnez y México;
de España en 'Marruecos y en el Paci6co, quedan sólo diez y
sèis, propia.mente intestinas, entre cristianos europeos. Dedu-
-79 ciendo asimismo las doce guerraB exteriores 6 contra. paganos
del siglo XIII, como las de San Luis en Egipto y en Tunes,
las de los Cruzados en Siria, las de los españoles contra. lOB
Moros., las de los cristianos alemanes contra los paganos de
las riberas del Báltico, las de Hungrla y Polonia contra. los
Tártaros, restan aun sesenta y cinco guerras civiles ó intestinas
habidas entl'e las naciones cristianas de Europa. De manera,
que u il siglo de atraso, de confusión y de barbarie, siglo en el
cual todavía bullían en el seno de las sociedades cristianas loi'!
elementos disociadores de los Hunos, Vándalos, Godos, etc, etc.,
en el siglo XIII, en sólo 50 aüos, se nos presentan sesenta y
cinco guerras intestinas para el Antiguo Mundo cristiano, y en
el siglo XIX, en el mismo espacio de tiempo, sólo se nos ofrecen
dier. y seis. ¡ Qué eDorme diferencia entre esas cifras sesenta y
cinco y diez y seis! Pero, también, ¿ cuánto no dista nuestra
edad de aquella semisalvaje del siglo XIII, en que todavía Ins
sociedades no habían asimilado los elementos civilizadores de
cristianismo? Entoncos el capricho y las pasiones de los poderosos, reyes y notables, eran el código del derecho internacional
qne r£lg;a á los pueblos; entonces almas de acero, y no de
escorza, según la expresi6n del Redactor de La Oaridad ùe
BogoM, derramaban con la mayor facilidad y la más grande
impavidez torrentes de sangre humana; entonces la Europa,
no formando grandes naciones, bien constituídas, sino multitud
de reinos y principados microscópicos, presentaba un campo
abierto á las pasiones de multitud de tiranuelos y á las enOrmes desventajas del sistema. feudal. Hoy, el derecho tiene más
imperio en el mundo civilizado; las leyes más fuerza, y están
mejor definidas; los pueblos no son ya siervos sino ciudadanos
libres y respetados, y las naciones, educadas por la influencia.
dol Evangelio, forman grandes agrupaciones sumetiùas Ii la
ley y al derecho, DO al capricho, ni á la fuerza, ni á las pasio·
nes de los nobles y poderosos.
J
-.80¿ Serán estas las conquistas de una civilización atea 6
deísta? Indudablemente
que n6. Los enemigos de nuestra
Religión se muestran ligeros, preoc.lpados Ó ingratos cuando
niegan la. verdad, que se desprende de la historia, y se impone al hombre pensador, sincero y desapasionado. La civilización y progreso de que al presente disfrutamos, los debemos
á la sabia del cristianismo, yá asimilada inconscientemente pOI'
las sociedades modernas. Pero, los hispano-americanos, y
especialmente los colombianos, parece, forman una excepción
tÍ. esta. regla general. De las ochenta guùrras, que han tenido
lugar en los antedichos cincuenta años de nuestro siglo, nos
pertenecen á los de raza española, la enorme cifra de cuarenta
y ocho. La Europa civilizada sólo ha tenido diez y seis intestinas j nosotros, todavía colocados al nivel de los inquietos
batalladores del siglo XIII, es decir atrasados seiscientos añof!,
nosotros nos hemos salvajemente degollado en cnar('nta y ocho
guerras civiles'! ¿ Qué responden Ii este al'gumento de cifras
los soi disant ilustrados, guerreadores é inquietos pol,¡Uqueros,
que se empeñl1n en no dejar á Colombia desplegar el vuelo
del progreso de la civilización del siglo XIX, para mantener la
aherrojada en el atraso y barbarie de la época del ViEio de la
Montaña? No he visto dos cosas m~s parecidas, quo nuestra
docta Colombia, pobre, atrasada, barbarizada, no obstante sus
ejércitos de publicistas, oradores, poetas, gl'amáticos, sa.bios y
economistas, y la Europa semi-bárbar[l, pobre y atrasada del
siglo XIII, á pesar do su Clemente do Beauvais, de su Alejandro de Halés, de su Roger Bacon, de su Alberto Magno y de su
prodigioso y angélico Santo Tomás de Aquino. MENOS CHARI,A
Y ALGO Mt\S EN'fUE
DOS l'LATOS
desearíamos los sinceros y desapasionados amantes de la. Patria.
Pero, me parece oír á ciertos raizales de por allá. replicar
escandalizados. ¿ Cómo se atreve usted á. escribir las anterio-
- 81res reflexiones; 8e nos cai'fía la manO si tal hiciésemos? ¿ Pues
qué, olvida usted los nihilistas, 101'\ fenianos YLloscomunistaB
de nuestro siglo, que tan civilizado le parece en comparación
del décimo tercio? No lo~ olvido, como tampoco olvido BUB
congéneres de aquella edad, los abominables Albigenses, los
Fraticelos, los Valdenses, los Pastorel08, 108 Magos y los
Maniqucos en sus diversas y detestables ramificaciones. Tanto
éstos como aquéllos son mcr:ts excrecencias del cuerpo social;
con la sola diferencia, que los del siglo_XIII eran hijOBde
las guerl'as, conmociones y desú.'denes de una sociedad eminentomento batalladora, y los del XIX lo son de la tiranía
del capital, sustituÍda por la avaricia de:los ricos á la tiranía
política de los reyes y príncipes, aunque en menor escala y con
efectos menos desastrosos que los producidos en aquella época.
Además, los nihilistas, fonianos, etc. no pasan de ser un puñado
de criminales como los bandidos do Italia, los asesinos de
Chile y los salteadores de México, perseguidos sin descanso
pOI'una policía. vigilanLe: miontl-as que los Albigensos, Maniqueos, cte., etc., eran soctas numerosas qne poseían estados,
ciudades y castillos, quo contaban en sus filas poderosos prín.
cipes y ponían en campaña ejércitos disciplinados yaguerridos.
Léas.) la historia de los Mnniqueos y de los Albigenses y se
notará en ella un reguero no interrumpido de sangre, de incendios, de ruinas y de crímenes los miÍs espantosoR, anto los que
palidecen las impotentes demostraciones del hambre y de la
miseria de fenianos y nihilistas.
Pero, volvamos á nuestras revistns de M6xico. El General Porfirio Díaz, el verdadero árbitro de los destinos de este
país y hombre de incontestable mérito, ha hecho recientemente un viaje á los Estados Unidos, donde ha. sido pomposamente recibido, en Nueva Orleans, San Luis, Chicago y Washington. Era natural; los aBglo-americanos siempre han sido,
11
- 82desde 1857, lOB padrinoB y protectOl'es de los liberales mexicanos, cuyo jefe es el General Díaz. Por otra parte, el deseo quo
tienen los yankees de adquirir gran preponderancia comercia!
é industrial en esta. República, les ha aconsejado las ovaciones
hechas al prestigiado caudillo cuyo poderoso, aunque disimulado influjo en los asuntos de este país, les podía ser tan
benéfico. El actual Presidente, General González, (I) en su
Mensaje del I.o de Abril á las Cámaras legislativas, presenta
un cnasro risueño y alhagador, muy diferente del que ofrecen
lOBluctuOSOBde nuestros P¡'esidentes. Desùe luégo, ln,cuestión
con Guatemala, cuestión tan p¡'eiíada de complicaciones y
amenazaH, se 1m terminado con el tratado del27 de Heptiembre
del año pasado, ventajosísimo para :México. Los tratados
comerciales entre esta República, los Estados Uniàos, Alemania é Italia quedan pendientes y el de extradiccióu con España
se canje6 el 3 de Marzo último. Se ha mantenido la paz con
firmeza en todo el país, mediante el buen sentido de los ciudadanos, yá desengañados de las guerras y decididos en favor
del progreso, y merced á las 80,000 bayonetas que alejan de
-ios intrigantes, de los ambiciosos y de l(ls holgazanes toda
tentación de promover una revoluci6n. Luégo, con la satisfacción que inspira un sincero y generoso patriotismo, da cuenta
el Fresidente de los progresos hechos en ci ramo dp. Fomento.
l!lste afortunado :Magistrado no tiene qne dar parte al Congreso de frecuentes cona!Os de revolución, de temores para
la venidero, de inquietud é inseguridad públicas, debidas ií la
política y á la fiebre intransigente de los partidos; ni se ve
obligadú tÍ. lamentarse de los obstáculos qllo encuentran las
(1) Ho oído con insiRtencia aRcgnra.r que ell1.ctual PreAidento
nacido en España. Con frccuClIcia IOR_cspañoles RClIacilllmliz8Jl
en México.
eB
- 83mejoras materia.le!'; y de b. lentitud
con que marchan;
ni lamenta lo,,; paropsismos y agoll1aS de la. sociedad, causados por
las elecciones en llue un enjn.mbre de holgazanes hambrientos
y de ambicio!';o;; sin mérito se disputan un escaso presupuesto.
Nada de eso. Oigamos
di~curso.
al mismo
General
González
en su
" Pa::lando all'amo de Fomento,
me COMPLAZCO en consignar que los adelantos obtenidos
Cil él son de importancia,
y
puede confiarse en que contribuirán
poderosamente al asegu-
ramiento de la pŒZ,
Call el aumento
de la. riq\lCza y prosperidad nacional. Bn la línea de México al Pa;;;o del Norte (frontora de los Estados U nidos) los trabajos
de la Compañía del
Ferrocarl'il
lientes;
Central
llegan
(572 kms. ùÜ,tante de México)
hacía el tiLtr, á Santa
do 100 kilómetros
pl'imer punto:
y del
Paso del Norte
Rosa, más acá. de Chihuahua,
metros de la frontera).
cerca
cerca de la ciltùad do Agua.s-Ca-
En la de 'rampico
armados
á San
(20 leguas),
(2) las obras de ten'acería
(445 kilóLuis hay yá
partiendo
del
para subir de lar costa.
del Golfo á la mesa contl'al de San Luis están yá bastante ade~
lalltadus. gil la línea del Pacífico comienza. yá á cODstruirse
el c<u.1Íno do hierro,
do¡;de el puertu do San BIas, (3) La com-
paüía. COllstl'llctora
nacional
ha tOl'minado
el tl'amo de esta
(i) San Luis es l~ capital del Estado de Potosi y Tampioo es
puedo del de Tamaulipas, sobre el Golfo do "léxico, Distan entre
si 4,30 kilómetros ó 90 leguas.
(3) Este puerto 8e ha.lIa. sobt'o la cOflta del Pacífico y portonece al Estado de Jalisco. El ferrocarril que de l\ Hi parte, p:\sa.
por Guadalajara., capital de ese Estado, por Aguas-Calientes,
capital del del mismo nombre, y por San Luis, para. terminar en
Tampico sobre el Golfo de México, Este ferrocarril interocoánico
tendrá una longitud de 1,336 kilómetros 6 267 leguas.
- 84capital Ii Acámbaro, (It) y dentro de poco llegaré. á Morelia.
En la línea Norte, concluí do yá el tramo de Nuevo-Lriredo (5)
á Monterrey (6) continuarán los trabajos hasta el Saltillo. (7)
Han recibido nuevo impalso las~obras de Matamoros á Monterrey, (8) pertenecientes á la misma Compañía. Terminada la.
línea de:501 kilómetros, desde Guaimas á los Nogales, en ~l
Estado de Sonora, (9) está en explotación desde el mes de
Octubre último; y, unida á la línea de los Estados Unidos,
forman una nueva vía de comunicación transcontinenta.l. (lO)
La antigua empresa del ferrocarril da Morelos que, con las de
otras concesiones, se ha refundido en una sola, para formar
(4) Acámbaro os una población del Estado de Michoacan j
dista de México, por Toluca, 234 kilómetros y de MOl'elia, capital
de Michoacá.n, 70 kilómetros. Esta empresa, también anglo-americano. como la del Central, hace pasar BU vía férrea desdo México,
pol' Toluca, Ixtlahnaca, Mara.vatío y Morelia. Es una de las má.s
difíciles del país.
(5) Nuevo Laredo os una reciente población del Estado do
Tamanlipas, situa.da como Paso del Norte en la ribera. del caudaloso Bravo, río que separa. á México de 108 Estados Unidos.
(6) Monterrey es la capital de Nuevo León y dista, por la vía
férrea, 170 kilómetros de Nuevo Laredo. Desde Matamoros, puerto
de Tamaulipas sobre el Golfo de México, parto otra linea fél'l'ea
hacia Monterrey, y de ella ya están aca.ba.dos23 kilómetros.
(7) Sa.ltillo es una. ciudad del Estado de Coahuila, y dista de
Monterrey 80 kilómetros ó 16 leguas ..
(8) Esta empresa, Comolas anteriores, cs anglo-americana.
(9) Gnaimas es puerto del Estado de Sonora sobre el Golfo
do C&lifornia, yesos 501 kilómetros ó 100 leguas pa.san por Ures,
capital del Estado, y van á unirse con las líneas yankees.
(10) Con cse habl'á dentro de poco.. 4 Jerrocarrilea intero-
ceáni.co8.
- 85una vía intel'oceánica entre Veracruz y Acapulco, (il) ha con~
cluído los tramos de esta capital á Irolo (12) Y Calpulálpam (13)
y do Cuautla-Mol'elos
á Yautepec, (14) Las líneas, que dicha
ompresa. (en la que tiene parte el Pre;;idente González y que
fué empresa española) tiene en eXplotación, miden yá más de
300 kilómetros (6 60 leguas)."
"La Compañía del Ferrocarril de Puebla á San Marcos (15)
Y San Juan de los Llanos, (16) ha terminado
su línea, de 91
(ll) Acapulco es puerto del Estado de Guerrero sobre el
Pacifico. En tiempo do la Colonia era émulo do Veracruz; alli
anclaban los galeones de ~'ilipinas. Nuestro compatriota el jesuita
Oviedo, nacido en Bogotá, provincial de ~léxico, Rector de los l'Olegios de Guatomala, Puebla y ~féxico, procurador general do la
Provincia en Roma y Visitador de Filipinas, al trasladarse de
Acapulco á la capital, perdiÓ la mula de su equipaje con importantes
papeles. De modo quo la historia do los salteadol'os mexicanos
data, por la menos, do 1664. La vía férrea interoceánica de Acapnlco á. Veracruz tendrá. 883 kilómetros ó 173 leguas colombianas.
(12) 11'010 es nna de las estaciones del £el'rocarril inglés de
:México á Veracruz. Dista de la capital, por Texcoco, 90 kilómetros.
(13) Calpulálpan es una población del gstado de Tlaxcala y
dista de !rolo 18 kilómetros, La línea férrea de 11'010 á. Calpulálpau se prolongará, por el Occidente de Tlaseala, ha.sta encontrar en
Tosmelúcan la ya construida desde Puebla. Esta es cmprmm. mexicana y aquella, mixta. de mexicanos y espaüoles, como también la
de Cua.utla-)lorelo8.
(14) Yautepec es un pueblo del Estado de México, distante
de Cuautla 25 kilómetros y de .México lG:~ leguas,
(15) San ~larcos pertenece al Estado de Puebla y ostá sobre
la linea del ferrocarril ingléS de Verll.cl'uz, Esta. es empresa mexicana.
(16) Sa.n Juan de los Llanos es una. ciudad del Estado de
Puebla. La linea férrea. sale do esta, pa.sa por Amozoc, San Marcos,
- 86kilómetros (ó 18 legua.s), el :H del mes pasado, antes de los
plazos estipulados para su conclusión. La empresa de los ferrocarriles de Hidalgo concluyó on Diciembl'e del auo pasado, el
tramo de 11'010 á Pachuca, (17) y sigue construyendo el
de San Agustín á Tooloyúcan. (18) La do Altataá Culiacan (19)
terminó el tramo entre esas dos poblaciones. l~n Yucatán
y Campecho se prosigue la construcción de las líneas que hay
allí concedidas. (21\) ContinÚa también la do las vÍ<lsdo Alvarado (21) á Vel'acruz, de Puebla á húcar de Matamoros, (22)
San Juan de los Llanos y Jalepa, para llegar á Nautla, sobre el
Golfo, y hacer competencia al ferrocarril inglés.
(17i Pachuca cs la capital del Bstado do Hidalgo, notablo por
sus minas de plate., y dista de 11'0107.5 kilómotl'os y 1,32do México.
(18) TeoloyÚcan so halla eu el Estado do Puebla, no lejos de
San Juan de los Uanos.
(19) Altata es nn puerto del Estado de Sinaloa., situado en
las costas del Pacífico y á la entrada del Golfo de California. Culiacan es la capital de ese Estado y dista 30 kilómetros de Altata.
Este ferrocarril debe prolongarse hasta que se úna con el Central
en la cindad de Durango, capita.l del Estado del mismo nombre,
para cnlazarsc con México y Washington,
(20) Esas líneas yá muy adela.ntada.s son: las de Progl'csO,
sobre el Golfo de lIIéxico, á Merida, capital del Esta.do de BU nom.
bro, y á Calquiní, yá tcrminada, y que mide 70 kilómetros; la de
:Mérida al pueblo de Peto, que mide 26 ó .5 leguas, y la de Campeche, puerto del Estado del mismo nombre sobre el Golfo de
:México,que se dirige hacía el vecino Estado de Taba.sco.
(21) Alvarado es un puerto del Estado de Verncruz, situado
sobro el Golfo y distante de la capital de ese Estado 25 kilómet¡'os.
(22) Izúcar es nna ciudad do tierra caliente del Estado de
Puebla y distante do su capital 23 kilÓmotros. Se ha apellidado de
Ma.tamoros on honor do uno de los clérigos batalladores de la in:le.
pendoncia de México. Fué fusilado on Sa.n Cristóbal.
- 87de San )farcos
tÍ
Los ~rn.bajos del
Nautla
(23) y de Chalco á 'L'lalmnnalco.
ferrocarril
(24)
na(;ional del Istmo de 'rehuante-
pec (25) se impulsan con toda. actividad, estando muy adelantaùo el trazo de ln. línea. IjoS de constI'ucciún
ofrecen resultados muy satisfactOl'ios,
pnes no obstanto
los trastornos
que
ocas:onú la epidemia, (el cólera) qne apareció al t)llr del Istmo,
~e han concluido ell esa región Hj kilórnetl'os y 10 en la de 1
Norte. Unidos estos tÍ los demás que se han n>parado, y concluYl) la antigua
Han comenzado
empres:t, form~n nn tohl de 60 kilómetros.
igu:tlmonts en el Istmo los tr,tbajos dirigidos
tí. locatízar el ferrocarril
(2G)
p:l.l·.~ el tt'a3porte
de bUqlIeS,
según la concesión hecha al seíiol' James 13. Eads. La Compaiíía constructora
internacional
(angla-americana)
comenzó
RUS trabajos
en Piedras Negras, (27) estando bastante adel a nt¡\d(,s los del puente definiti\'o que ha de snstituíl'
nal que clla construyo sobm el BI'uvo."
" Las línas telegt'úficas
dn consideración,
Ascienden
habicndo
federales
quedado
fi mlif! de 2,000 kilómetros
han obtenido
el provisioanmentos
concll1ídas varias de ellas.
la;; esta,blecid<ls ÙCSPUéfl
(2:)) l~s un puerto, Flobreel Golfo, del Estado do Verncru?: y
distante de San Marcos, del EFltflodode Puebla, 120 kilómetros.
(2·1-) Chalco y Tlalmanl1lco son pueblos del Estado de México,
vecinos al lago de Chalco y distantell entre si sólo 15 kilómetros.
(25) El Istmo de Tehuantepec tiene 22G kilÓmetros de ancho,
es elecit" tres veces Ill. longitud del Canal que: actualmente se estti.
excavando en el Istmo colombiano,
(26) Por m(,s sorprendente que selloo~ fel'l'ocarril para buques
del Capitán Ea.ds, jamás poùrá haccr competencia al Canal de
Panamá.
(27) Piedras Negras es nna poblaciÓn mexil'una situadn. sobro
las márgeneFl del Bravo, l'il) que sep¡¡r¡~ est.o pais de lus Estallos
Unidos. Dista de México 1,:356 kilómetros ó 271leguas.
da mi último
informe,
la do los telégrafos
18,000 kilómetros
explorand('\
nombrados
diversas
(en un año)
de la misma,
regiones
del
espera. el gobiel'llo
país
que agregada
ingenieros
de Fomento.
llegó á formarse
(30) De esta
extensión
/Í.
que yá existían, form~ un total de más da
de telégrafos
nacionales. (28) Continúan
por hl. Secretaría
1'ía, ouya instalación
timo.
88--
la Sociedad
solemne
de minas
Por iniciativA.
meaÙana
de min/'-
tllVO lugar el 5 de Febrero
asociación,
grandes
(29)
ramificada
ventajas
para
úl·
en todo el paíEl,
la Hepública
.
El producto de las rentas, en el primer semestre del actual
ejercicio económico, fné superior al de igual pe¡'íodo del alio
próximo pasado, pues ]Jeg.) á la suma de S 14.40û, I 02, miende 1881 tÍ. 1882 fué de
próximo pasado avisaron
tras que en el primer
semestre
$13.733,949
l<j117 de Marzo
los miembros
de la Junta
Mexicano, que el r"gistro
con 40,000 acciones,
Directiva
de suscripción
importantes
mes se reuni() la J untu. general
cido el Banco
COll el capital
del Banco
había quedado
$ 4.000,000.
constitutiva,
efectivo
Hipotecario
cerrado
1m 22 de dicho
y quedó {'stable-
que le señala la ley de
(28) Ademá¡; Je los 18,000 kilómetrcR de telégrafos nacionales,
hay varias ot¡'as Iincas de las empresas fe\'l'ocll.rrilcras y de particulares.
(20) Esto mismo deberíamos harcr en (Jolombi:\, donde según
el Obispo Pieùl'ahíta: " !lU hay nn palmo de tenena, entre el Cauca
y el Magdalena, desde Sil nacimiento hasta su confluencia, (en
Tacnloa), qne DO contenga plata y oro .... y donde Ia.s minll.8 do
Pamplona son ricas como las de Potosí;"
en Colombia, donde,
segÚn el jesuita espaiiol Gumilla: "bay tanta riqueza como en el
Perú ó en ),{éxico." Fórmese una comisión de ingenieros de minas,
no empiricos ó charlatanes, sino pt'ácticos y entendidos.
(30) Ent¡'e nosot\'o¡; semejante socieJaù valùría más que la.s
literarias.
-
89-
cOnCOSIUTl.Desùo 01 mismo día in:tngl1ró sus oporaciones, qne,
es de esperarse, impOl·ten gl'andes beneficios :í b agt,jenltnra
nacional, estimuliÍndose
do consuno, por oste medio y por la
relativa baratura de (letos de los ferrocal'l'iles,
el incremcnto
do n nestra CXp0l't:lCión do frutos nacionales
empnmdidas
en Ohapultepec
para la. instalación
Las obras
dQl Colegio
i\'lilitar Oil aquel punto, un) así como ln. Bscllela do Tiro, se
han seguido con bastanto actividad
A los tmlHljos do iustltlac;ón de las escudas
(navale;;) de Lerma y Ac,lpnlco, sc ha
daùo un notablo
para estudiar
i111
pulso
:3e ha nOI11hrado
nna comis ión
en Bllt'o]1a y on los E~Ü1.dos Unidos el servicio
de los tOt'podos, ((}2) por considerarso este sistema de dar cnder
las c03tas (3:3) el m'Ís efîcaz y, al [1l'opio tiero po, el más económico de lOS hasta hoy conocidos,"
'l'illes son las ¡;;encillas y exactas
Presidente
pinceladas
con
que el
de :Múxico disoiía el cuu,dro halagaùo¡' del progreso
nacloral. ¡Su diseUl'so está muy lejos
r,trio de lQS do nuestros
presidentes
de tenor el mérito litecolombianos;
pero, en
cambío, 11ft)'en él fondo, hay meollo, y llO LIlla llcslnrnbr'1dol'a
oioclle1eia, t, Cuándo sorá qne entro nosotros se pueda hacor
bn espléndida.
manife.,tado
país
lia
enumeración
rppotiJas
do p\'Og¡'esl)s eonsegnillns
vecos hast1. b sftciedacl,
? Ya ho
qne uuestl'O
e;; !nenas rico que }l¡1:éxíco,qne cst,í, mejO!' sitnado,
qne
(:31) Haoo muchos año!'! que exi!'!te on )[éxico un Colegio
~Iilito.r, yell h\ guol'l'a de 1847 con los Estados Guidos sus alum.
nos so mostm.ron valientes y so.crificáronso por la p:ttria,
(8:2) Anto la. actitud y las ambiciones de Cbilo ¿ qué se haco
en Colo:nbia pal'l\ formar buonos mlll'inos? N<l.ùn" puos todo la
absorvor~ allí los partidos y la mezquina política de círculo.
(33) Sill necesidad de mantcner costosas escuadras, podríamos
también nosotros defender nuestros puertos con el sistema moderno
do torpedos.
12
-90 tiene
una
población
máa inteligente
carece del preponderante
en este país
las
elemento
conquistas
del
y hien
ind~gena,
adelanto
inclinada,
que
El indio desluco
material,
reacio y difícil para
asimilar
laR ideas
de ,¡delanto,
casi sin necesidades,
arrastra
miserable
existencia,
porque,
rntinero
y
IllUY vecina
á la de los salvajes. Si en Colomni¡\ se aplicase el ardor, talento
y destreza,
quo
se tione
para
intrigal'
avivar la intransig'lncia
do los partidos,
nI cultivo de nuestros
fel'aees
de México, al desarl'ollo
campos,
de la industria
en la política y para
al la horco de ias minas,
muy superiores
á los
y del comercio y á la
construcción de caminos de hieno;
si en Colombia no se prcfiriese el mezquino intùrés de partido, símbolo de egoísmo y
pequeñez, al bienest.ar y progreso de la TlUtt'ia; no hay duda
alguna quo adelantaríamos
á México, y seríamos la primera
República do las hispano-americanas.
Pel'o, la política, los
partidos y la pereza, es deeil' las tres infernalos P. P. P. colombianas,
nos
condenan
inmerecidamente
á marchar
á reta-
guardia.
Hacía dos meses que no tenía yo noticia alguna de Colombia, por no haber on todo ese tiempo recibido periódicos de
Bogotá;
on vano las había buscado en 108 diarios de :México.
Al fin, hoy 26 de Abril he leído en el Siglo XIX
nn telegt'ama
de los Estados Unidos, el que PO)' SU!4 mnchOfl yet'ros me deja.
todavía bastante ú OSCllt'us. Dice el dicho pat'te: "A. de la L();w,
el nuevo Presidl'ntc de Colombia, ha formado el nuevo 1!inisterio como signe: Negocios extranjeros,
A. RoJdán; de Guerra,
M. Maleris; (sic) del Interior, General 1Jrenates; (sic) del
'resoro, A, Posndn; do Crédito público, l\L Galindo, de Porr.ento, Tarzahia (sic)." ¿ Quién es ese Presidente de la Lo;7,a ? Xo
puedo dar quien Hoa, Materís será Matélls, Brenates será Bernales y Tarzabia sel'll 7.lImhi'.l. Adl·icrt:J listed f{lll', allcel' Y0
ese telegrama,
mis
noticias
sobre
Colombia
llegaban
sólo á
91 fines de Diciembre,
cURndo el doctor
Otálol'a, t¡ Otalira como
cscl'ibl,~ otro parte, so hi~o cargo del pals después de la
muerto del doctor Zaldúa.
Es doci¡', que mis noticias de la
patria est:Lban cuatro meses atmzadas! !! Bsto le escribo para
que veftn los pol¿ti'llkros
farolones
de nuestra
tierra, cuán poco
caso se hace de nosotros, Ii pesar de la. Wi tel'ía de la prensa
bande¡·;za.
Persuadámonos,
hoy día so atiende,
estima y
COlloce ¡;;ólo á las naciones que tieuun gl'ande exportación,
muchos
caminos ùe hiert'o y una rentrL !LUllal respetable.
No
es qne estén aquí atl'asados con respcdo {L COITCOS internos y
oxteruos, pues, como usted vorá por las cifms q ¡le le voy á
citar, hay gl'ande actividad,
en ese ramo, en l¡l.s oficinas de
México. En efecto, el año pasado funcionaron,
según datos
oH.cialeH, en el servicio interior 51 administraciones
principales,
267 subalternas y 516 agencias. 'rotaI 836 oficinas. Más de
DO de estas cst~n ligadas por ferrocarril. El número do cartas,
en la correspondencia
interior lleg6 eso mismo año á 7.287,394;
el valor de las estampillas á $ 586,402, el de la. conducci6n á
$ 113,920 y al do los periódicos á $ 251,157. Las noticias de
B uropa y de A.mérica se saben aqui con sólo 48 horas de
intérmlo.
gn los veinte meses qua llevo de residencia
blica han
tenido
lugar
tres
exposiciones:
una
en esta RepúCil
Ol,izaba á
principios de 1882, otra en Querétaro á mediados del mismo
noo y la presonte de Toluca. quo se celebra hoy con grande
aparato. Semejantes
exposiciones fomentan nota.blemente la
industria
nacional,
y los fabricantes
se complacen
en gravar
en las eLiquetas de los productos de sus fábricas las medallas
con que han siJo pl'omiados. Estos certámenes
del progreso
valen infinitamente más que la charla do las reunionos políticas y 103 ver80S de ocasión de los poetas sin númen. En la
sesión del Congreso
mexicano
del 21 de Abril, la Secretaría
de Fomento
92-
presentó seis divorsos
contratos,
hechos con em-
presario!
nacionales, para la construcción de otros t,antos ferl'o-
carriles.
iFülices la;; moxicanos
mentarias
contratos
ventajosos
que leen en sus actas parlaal país
y no
intorminables
concesiones de pensiónos alimenticias,
concesiones que sólo
fomentan la pereza, yi endémica y epidémica en la bella, rica y
~enerosa Colombia, y sangran un Tesoro sumamente exig'lo !
Diez pobres millommelos tenemos de renta total, cuando
México cuenta Call treinta y dOl:!; Chile con cual'enta y ¡lu;; la
Argentina
con treinta
cuatro y el Urug-nay,
j
el Halvador, menor quo el Tolima, con
gran do casi como el Estado do Boyacá,
ocho. Ni tt-abajamos, ni yuoremos,
al enriquecimiento del '1'osoro federal.
Su afectísimo,
COD
ogOíst¡lS, c'H1tI'ibllíl'
FEDElUCO
C.
AO\;ILAR.
Leúu, 8 de Maro de 1883,
Señor Redacto!' ùe El PaBatie'lnpo.
Le escribo
importancia
desde
esta ciudad
episcopal, la sogunda cn
del Estado de Guanajuato,
después de la capital
dol mismo. Se halla situada en un extenso y pintoresco recodo
do la altiplanicie
mexicana;
está circuída. al Noreste
por las
elevadas cumbres de lUlOde los ramales de la Siorra-:MaQro, y
recostada
lavas
al :Noroeste en la £aIda de extensa y baja colina de
traqlllticas,
Cuenta
210 10' de latitud
Norte,
1,809
metros sobre el nivel del mar y 188 leguas de distancia desde
Veracruz. Se encuentra al presonte unida por caminos de
hierro cou Aguas-Caliente;;,
Lagos, Guanajuato, Celaya, Querétaro, México, Toluca, }[a¡'avatío, Cuautla, Texcoco, Pachuca,
Villa de Libres, 'l'lascala, ,Cholula, Puebla, Orizaba, Jalapa
y Veracruz;
(2,627 kilómetros
y, dontro du un año, la estará
Ó
b25 leguas de líneas fGr\' cas) ;
con Atlixco,
r%ÚCiU', Morelia,
ZacatC'eas, Dm'ango,
Chihuahua, y Call la gigante%ca reù de
los fer::ocarriles anglo-america.nos.
La ciudad de León, fundada en el Último tercio del siglo XVI, tiene 40,742 almas,
segÍln la Memoria del Gubernador
presentada
Municipio,
del Estado
de Guanajuato,
á las Cámaras el 15 de Septiembre Ile 1882. Su
(lue encierra 10 aldeas, 31 haciendas y 140 mncho8,
(predios menores) cuenta con 70,022 habitantes, utomitc8 do
origon, on sn inmensa mayol"Ía. En él hay 2~,022 niúos, de los
cuales ¡'ccibcn educaciólJ, en 14 cEcuolas públich.s call un gasto
de $ 8-82 anl'ales pOI' cada alumno, 1,342 de ambos sexos, ó
uno por cada 17 niûos.*
León eS agrícola y algo lLanufactllrora; su propiedad rÚstica asciende á S 153,051 Y b Ul'bana lÍ
$ 1.451,2B. Las entradas anuales de la Municipalidad son
$ 212,760, es decir, $ 3-04 por cada habitanto, y un fnCI'te al
aûo por cada S 17-GO de la propiedad raíz; esto, sin contar los
impuestos
federales. Los gastos llegan á $ 127,249. ** La
enfermedad
dominante en Le6n es la disenteria, y los delitos
'if León y Guanajuato
Bon las principalcB ciudades del EBtado j
aquella es Bodo opiscopal desùe 1862, y esta, asiento del Presidento 6 Goberllo.dor. };1.Muuicipio do la último. tieno !J3,042 habi-
,w,aoo niños do ambos sexos, do los cuales se cducan
33 escuela.s públicas y 25 particuln.roB; es dccir, uno dc
cada ocho niños .
tantcs
:3,221
y
Cll
••. Lo. propiedad rústica del Municipio de GuaMjuato llega
273,730, Y la. urbaun., inclu~ms b::l ~1 llIinas de pla.ta, es de
$ :3.221,73<>. Su renta anual asciende á $ 665,027, ó $ 7-14 por
cada habitante y un fuerto por cado. $ ;J-:3 do propieda.d raíz. Los
ga.stos B.)n $ 926,290 anuales.
á
más comunes,
94(3.917 ébrios al año), las lesiones
la ombriaguez
*
y el robo.
Como usted puedo ver por los datos
oficiales quo he
:tÙLl-
cido, el atraso intelectual de este pneblo es IIlUY notablo, sumamente onerosas las contribuciones
y alarrpallte la beodez.
Adviértaso que el pueblo en esta RepÚblica es tiln numeroso,
quo muy bien se pueden llamar las gentes decentes: Bari nanles in gurgite vaslo j ellas se pierden, como en nuestras poblaciones del campo, on elma1"8 1nagnU1n de indios, de pelndo8 Y
léperos (proletarios),
En los templos do todas las grandos ciudades de esta
Hepública,
al frente un auditorio
Ubate,
cuando
parecido
UllO predica,
se le presenta
al de Guatavita,
etc.; excepto en la compaula de Puebla,
y Santa Brígida
SOlllOlldoco,
la Encarnación
de Méxi?o, á. donde acude la aristocracia
con·
sel'vadora de esas dos ciudades, las más importantes
de la
República. El protestantismo,
abusando de la ignorancia. y de
la pobreza
del pueblo,
mero de prosélitos,
proletarios
ha
conquistado
mientras
en este
que en Colombia,
sou menos perversos
y desvalidos,
país gran núdonde nuestros
ha quedado
per-
fectameute estéril. **' I~os impuestos
de Aduana
son en esta.
Hepública tan fuertes que los efectos europeos cnestan aquí el
doble qne en Oolombia,
la propiedad
ciento anual y las contribuciones
raíz paga
en el ~stado
el diez por
de Guanajuato,
* En Guann.juato dominan la pulmonía, In. (;mbriaguez,
(2,777 ébrios al año) las lesiones y robos,
** Es tal la ignorancia de estos pobres pelados que no pocos
creen sinceramente, que todos los años, el Jueves Santo, so eortan
las uñas y se 'faZU¡'(¡ (afeita) al señor de Burgos, crucifijo quo 80
venera en San Diego de Guann.juato. El .Abate Do~eneq, capell:in
de lOBexpediciona.rios franceses de 1862, trata severamente al
cle1'Omoxicano y acusa al pueblo de idolatría, en una. obra que
escribió acerca de cBte país.
- 95nno de los más ricos, están con la propiedad raí?; en la. proporción de nno :i die:r. y nueve. "En efecto, esta yale en el Estado
la snma
uscicuden
ùe
Ú
nno al aíio;
$ :)0.002, D94 Y las contribuciones
1.087,918.
Es decir,
esto,
de las yú muy
lllCl'il.
quo
en el mismo
cada 19 fuortes
pagaD
onerosas
nacio-
cargas
nales. gn Colombia ponen el grito en el cielo quejándose de
la 8ocali,ïrt del Gobie¡'no, y, sin embargo, de todas las Repúblicas do América es la que tiene las más exiguas contribuciones. Así es quo el presnpnesto
llega á la modesta
suma
gl'andes
naturales,
riquezas
de habitantes
quo
de
encierra
total
diez
de nuestro
millones,
país
apenas
no obstante
sus
y:i pesai' de los cuatro millones
sn territol'io,"
México, dando
el
proletarismo, tal vez, llogue al 80 por ciento de la población,
se ha puesto treinta y dos millones anuales;
Clrile, con la
tercel'a parto de nuestro
suelo y de sus habitantes,
y treg, antes de sus conqnistas,
y hoy, cuarenta
tenía veinte
y dos, con algo
menos do la mitad de esa extensión y con un millóll menos de
pobladores;
Guatema1a, poco menaI' qno el Estado del :Magdalcna y con \tlgo m:is de nu millón de habitantc::!, indios cu
gmn JJfLJ'tp,se ha puesto siote millones anuales.
Pa,'a hacet' fOl']'ocarrilcs, 011I b811ec('r bs cinda<les, poniónùolas lÍ, la a!tl1J'a l10 los pueblos civilÍlmdos y para Ù~tr impulso
* Nuestros impuestos aduaneros son monores quc los de Móxicoj nosotros pagamos el cnat.ro pOI' mil lIonull.ly el mexicano
}mga el diez por ciento; nosotros no tenemos ::l.lcabala¡;,ni contribución de estampillas, puestas á los más insignificantes objetos, ui
derccho,i de ¡latentes, ni contribución por efectos naciunales, (oro,
pl::l.taalg-(\dón,tejidos do laua, lp.anta~, hilazas, cte.), ni impuIJsto
de fei'1'o(:(t1'1'il quc so cobra :i los artesanos :r comerciantes;
ni contribución de tiendas do licores, ni fjUO se yo ou(¡ntas más contribucioTlcS r¡uo hayon :\[cx'c'"
(>11 bi; p:.íscs (~o Eul'opf1.
y en laR
Repúblieas de Américrt.
al progreso,
96-
como lo hacen México, la Argentina,
Chile, Costa
Rica y Guatemala, es preciso coti:mrse, es menester dejar á un
lado el egoÍimlO qne nos caracteriza, es indispensable
imponer
contl-ibuciones
fnertes
zaùos de Europa
siva libertad
como Jo hacen
y do Américll.
y sumo
egolsmo,
toùos los pueblos civili-
Nosotros
fomentado
con nuestra
por
cxce-
el esplritu
dCl
partido, y por la desconfianv.a que engoudl'an los vaivenes do h
politeqneí'ía, nos vamos Ilncdando Ii retagmwd i¡1 do las derná~
Repúblieas,
Oharlarno,~ blJnito,
pero vivimos mano sobro
mano yamonaZ!ll110S con nnfl. revolución,
tt'ibuciones
para
hacer adelant'll'
altura á que Jo llaman
ilustración.
*
Sll
Constl'Uyamos
si so nos piden
el p,tí!:'\, y lnr,t
posición,
líneas
8\1
riquoza,
férreas,
coloeal'lo
COli-
(t
Sll historia
em belkzcamos
la.
é
las
•• Algunos se indignar¡in de este mi lenguaje;
pero, os necesario persuadil'nos, que Colombin. es el puis Je América y del mundo
donde los interes públicos están más abandona.dos en pro de los
particulares y dc círculo, En todas las ciudades, y aun en los más
pequeños pueblos de ~[éKico, de Chilo, etc, hay alnmbrado pÚblico,
aseo procurado por la,s ~.ful\icip[didades y Alcaldías, n.dorno de
pla~as y de paseos, etc.; al contl'ario entt-e nosot.ros, hasta en la
mismn. eapitul de la Uepública, se carece casi de todo eso, mientl'as
no pocos ciudadanos vi ven sumido'! en medía de toda clase de
comodidades, alii en el fondo de sus casas, bebiendo mejores vinos,
posoj'enJo más suntuosos mubIes y vistiéndose mejor que los ricos de
las dem'.ís eapit:lles de Amé¡'Îca. Estos siba¡'istas egoístas rehusan
contribuÍl' al asco, n,']orn') y bienestar públicos, content-il1do~:e con
gozar ¡í pllel'ta ccrl'ada, aunquc se envenenen con la atmósfera
œn·ompi.b Ile las c,dlefl. Cierto es que repllgnfl. diU' contribuciones,
euanlto estas se cmp]c¡~n rÜI'f> mantene¡' zánganos "iciosos; pero,
bmbiÓl es ciel'L;) <¡uu las IIlle,Ll'[lSson insuficientes. Es prceis() :í
la vez, ;¡'\)l'ir el b ¡Jsillo y moralizar e\ persoIH~l de Iluest.ros gobernantes; CIll'M el cg,¡;SiflU y el dcj ••l' el snpremo ¡~bll.ndono que
aqueja á los encargados de los interescs públicos,
ciudades,
como la están
manas de Amél'ica,
07 -
haciendo
fomentemos
todas
nuestms
demá.s her-
la
la indll<lt¡'ia, acrecentemos
expürtación,
pongftmono<l una entrada anual do trtlinta 6 veinte
y cinco millones, y, no lo dudemos, Col,',mbia será. la primera
Uepública de las hisp111Q·-amel'ie:ma;;. Nuestro pueblo es inteligente, y cada dí¡1 Si) \';1 ilustrando
más; nuestro pueblo es
moral, pile", ni c(\no(':~ el asesinato y el salteo en la cRcala de
Chile y México, ni la. üIllbriagucz
* Y esto,
mala.
como en México y Guate-
no ')b.;;t;\llt;~la;;;eX:lgeracioncs
do ln democracia,
el desoufreno de la., g"l('I'l'¡IS civiles y las necias
tanto holgazán jlo!ílit¡:u')'o.
Pero volvamos :í 1Il1c;;tl'a expedición
perol'atas
de
á Lelll1. EI;l de Mayo,
día en que México celebra 1I11 triunfo, obteniùu sobre los francoses en Pucbla, cJ ai'\o dC' 1862, triunfo igual al del Perú sobre
en el C¡dl:to, el 2;de Mayo de 1865, el 5 de Mayo
los españoles
~alí de Gllanajllato
en el tren de hs cuatro de la tarde.
Debía
en dos hura:; y mL·Jia, int:!usa, \a, média de parada ell Sibo,
l'cconOl' la,,; diez kgll:l~, (,jl killlmetr0s) quo sepamn esas Jos
más impOl'tllltes ¡;iu;hde3 del E:Stado. Haciendo sólo tres leguas
en ,10 minut.os,
najuato
pOI'
h
¡;alinws Ile los altos y pelados mont-es de Gua0stt'et:)1:1
C':lu¡¡da que le :,;Írve de Ílnica entrada.
l~n Hilao dejamos los V:] !leños wagones Jd ramfll de Gnanajuato y t.OIll:lIOOS!OS gt·.mdes de la vía troncal qlle viene de
Veracruz y 1\f éxico, y C'mpeza.mos iÍ. recorrer las siete leguas
* Sólo cn ci Estado do. Guanajuttt.o et cómputo oficial, inferior
sin duda á la l'mtlidarl, n.rrojlt In cifra de 2·1.,4-28 casos de cmbriaguez en un aüo, y la de 5,524 robos y lesiones. El Jtl.ezclIl, Ó aguardiente de maguey, es el licor con que se emb¡'íagan en el interior
de la República mexicana, donde J'a no se bebe el pulque on las
enormes cantidades que consume la capital y Puebla.
13
- 98-
*
de altiplanicie
de Sudeste
que separan á León de Silao.
:Nhrchabámos
á Noreste por nna llanura árida y agostada, tras
los seis me~es
qLlCl
dum en la altiphnicie
mexicana
la estación
seca, y tÍ. causa de la falta de ríos, UI'r0YOSY manantiales qne
hay en estas mesetas,
La plamciC' ya prC'p:l.rada para las nuevas siembras, pnes tí principio du .Junio comienr.an las lluvias
**
que duran hasta Noviembre, se veÍ<t escasamente
con enanos mezquite8 (algarrobos~,
estaba circuída
adornada
al Noreste
por unó de los ramales de la. Sierra-Madre
y limitada, en lontananza hacia el Sudom,te, por bajas colinas que se perdían
entre la bruma del horir.o!lte. Llogamos á. la estación de Leún
á las siete y média, nna hora más tarde de la acostumbrado,
* El
Estado de Guanajuato, que tiene 0G8,113 almas, según el
último cenllO de 1882, y que tenía. 898,072, segùtl el de 1880, cuenta
con once ciudades principales, y es el Bstado que Jas tiene más
pobladas y en mayor número, de todos los de la Federación mexicana. La. población de esas ciuda.des es la siguiente: Allende 15,3;:;0,
Celaya 21,022, Dolores-Hidalgo
7,222, Guanajuato 52,122, Irapuato 14,88G, León -tO,7·1-:2, Salamanca, 9,996, Salvatierra 10,34::~,
San Felipe, 6,700, Silao 1;'),139 y Santiago, 10, 78G. La gran mayoría de estos habitantes es do origen OIOlllí, y, aunque en las más
gra.ndes ciudades no se oye hablar la lengua de esos indios, ella
es, sin embargo, muy común en los pueblos, haciendas y ciudades
menores. El otomi domina en los Est&.dos do Guanajuato, Querétaro y en pa.rto de los de :México y Sa.n Luis .
• O'
La escasez de agua y do lluvias hacen que en estas altiplanicies no se den dos cosechas como la. nuestra, donde mnchos arroyos
on ríos y bien reg-ulacIns agnacoros mantiénen la primavera perpetua
Bañada por los antiguos poetas, Dos son Jas principa.les enfermedades 'lue dominan en estl\8 altiplanicies:
b disenteria, debida :í
11\ enorme cantidad de chi!,? (ají) r¡~l" l'd'd(':\ \,," mexicanos y la
pulmonía, originada. eu Jas variacit1T:p.s bl'uBeaHde ll~tempéra.tnrs
que oscila entre 0° y 30'.
-
99-
pOL'que lluestl'a locomoton\' <Í máquina, como la. llaman aquí y
en Chile, se descompuso. El tren estaba formado de largllisíma
cola de carro;;,
Ile plataformas,
cIe p!'irnera, segunda
enlll muy poco,;,
y ùc tl'CS w ••gones elegantes,
y tercer¡\, clase, Los pasajeros
u'einta
los de
de primera
seg-nnda y mayor
nÍlmero los
de tercera, Las dicr. leguws de G lwnajmdo !Í León cuestan en
segunda claso, :;¡; 0-01·, BI trou, que había salido de México Ii
las sei,; y CU:\'J'to!'cconi() en doce horas, inclusas
dier. paradas,
la~ 83 leguas que separan á León de la capital do la RepÚblica.
La estación dist:J. do la plaza
central
cllall'O kilómetros
*
y está enlazada con la ciudad pal' Illodio de lIn tranvía quo
hncc cuatro viajes redondos, diarioi', y nSJ, como todos la,;
do este país, la!; herl11osos wagone;; de la fáb¡'ica de Stephens
(Filadelfia),
El odificio de la estación,
demás del Perroc(lrril
piedra,
estas
ladrillo,
madera,
construcciones.
á semejanr.;1 d'3 los
Oentral aun no está terminado,
zinc,
El tranvía
y afecta
deja
la fOl'ma propia de
á los pasajeros
PI3.za mayor, que es espaciosa y está adornada
dine:>, fuentes y asientos,
de todas las
ciudades
de árboles,
como la están actllalmente
do los palsos
es do
civilizados
en la
jar-
la,; plaza!:;
en :Europa. y
**
América.
So halla oncenada por ln. "Matriz, el Seminario, la.
Casa :Municipal y pOI' tres largos y elegantes
portales.
La
" En San JuaB del Río, Celaya, r l'apuato, Salamanca, Guanajuato y León el ferrocarril pasa muy distante de la ciudad, y ha
~ido preciso establecer tranvías,
•• Si algunas plaza.s de Europa, como la.Trafalgar en Londrcs,
do la Concordia en París y la de San Pedro y el Popolo en Roma,
no cstán adornadas con árboles y jardines, es pOl'que son soberbias
y encierran estatuas y obelisc0:'l de gran mérito artístico, Adornar.
las con árboles sería daiiarlas j pero nuestras plazas de Colombia
exigen ese adorno, y la. oposición de los miz(Ûes es eminentemente
retrógrada.,
-
100 -
:Matriz es muy linda en el interior,
de parte del antiguo
Seminario,
Colegio
en el qne se educan
mite, es triste,
pequeiío
la Casa Municipal,
de Lazaristas,
formada
es vistosa y el
200 jóven'ës de pura raza oto-
y apachurrado.
Las
calles de León
son anchas y tiradas á cordel, sus casas, casi en la totalidad de
un 8010 piso, están cubiertas con azoteas y tienen ventanas de
hierro hacia la calle, Las t,iendas del comercio y los hotoles son
modestos, el movimiento de la ciudad muy corto y los habitantes, en su gran mayoría, pelados (proletarios)
que viven de
varias industrias,
entre las quo sobresalen
(chales de hilo) en telar do mano,
y de zapatería,
muy
estimadas,
los tejidos de rebozos
la;; obras
de talabal'tería
y ]a fabricación
de frenos, más
*
sencillos y menos pesados que los nuestros.
El número de
telares y de mujeres empnntando
rebozos (tejiendo sus flecos)
es mny considerable,
La topografía de León se ostenta encantadora,
pues se halla esta
arboledas
recostada
frondosas
de órganos
do árboles
frutales,
fOl'mada do pedrones
que semejan
(pitahaya)
todo el antípoda
ceñida por un centllrón
y de huertas
en larga colina,
de lava traqllítico
ciuàad
(tunales).
y está
amontonados
una mumIla ciclopéa,
y de nfJpales
de Guanajuato;
de
**
cubierta
León es en
ciudad que se levanta en nna
• Las sillas mcxicanas son gra.ndes y están llonos do muchos
accesorios. Su color no es negro sino ama.rillo ó café, BU caboza
enorme y sus estribo~ muy desairados. Aquí llaman albm'dfm á lOB
galápagos da hombre y do mujer. Para el tiro de carros y de cocho s
se usa generalmente la mula, y los caballos son tan baratos que en
Guanajuato cuesta $ 50 el <¡uono BO daría en Bogotá por menOB
de $ 200.
u Al presente se forma en los Estados UnidoB una. Cumpañía
para explotar la pitahaya :r demás plantas textiles do ;\Iéxico.
Nosotros, que también las tenemos, deberíamos aprovechadas.
profunda
101 -
caiíada y se escalonA. en las áridas faldas de los altos
cerros pol'Íil'ícos y argentíferos
Llaman
la atención
de la Sierra-Madre.
en León:
la Catedral,
recientem
ente
terminada sob¡'o las p:J.redes que dejaron inconclusas los jesuítas del siglo pasado. 'riene dos esbeltas tO¡TeS, una triple
y elegante porti\da, el coro en el altar lli:1yOI', contra la que Se
estila en Ins catedrales
hispano-americanas,
con excepción de
las de Santiago de Chile, Caraca¡;¡, Guatoulala y San José de
Costa Hica. Bl'l ese templo se venera el pequeño cuadro original
de Nuestra Señora de La Luz, que trajeron tÍ. León los jeHuít<ls
desde Palermo,
dando fué pintada
según el tipo dado
por una
revelación. La Catedral se debe á los esfuerzos del Ilustrísimo
Soyano, primer Obispo de León, notable por su vil·tud, celo,
erudición y noble cuna. Hace apenas tres meses y medio le ]w.
sucedido en la sede episcopal el Ilustrísimo
señor Darón, trasbùado do la ùu Chilapa. J.<; n el clero de León, cailla en el de
Guanajuato, ~o ha.cen notar algunos sacerdotes por tiU origen
al'i~toCI'Ù1COj por su afición al estudio. Tras la Catedral viene
el Santual'iu .Il' Uuadalupe, aun no terminado, de bella arquitectura, y levantado bajo la iniciativa de un miemb¡'o deI- coro
de la. Catedral
j
el Calvario, edificado sobre una colina y todavía
en construcción j la Parroquia y los Angeles, templos que se
distinguon entre los 16 qne tiene IJeón. El teatro es pequeño,
pero de gusto y mejor que los de México. Costó 240,000 fup.rtes, fué concluído
en 1880 y putloe contener
Ila plaza de mercado
una arquitectura
Draga,
al presente
también
elegante,
es superior
1,480 espectadores.
á la de México y de
y la quíntn. del General conscl'Vador
medio arruinada,
tiene una extenso
huerto
de árboles frutales. Enséñase esa alquería como el lugar donde
dióse lauto banquete al Emperador Maximiliano.
Ha.yademás,
circo de toros.
La vida es barata en León; el calor en los meses de verano
-
102 -
bastante notable bajo los rayos implacables de un cielo perennemellte descubierto, durante los meses de la estación seca. Esto
mismo acontece en toda la grande altiplanicie mexicana, dando
DO se puede viajar tan impunemente como en nuestras incomparables altas mesetas de Colombia. León tiene, por fcliz
excepci6n, un ojo :le ngILa qllOla produce gruesa, muy eSCfls::t,
y alimenta la fucnte de bronce que se halla en la plaza
central. Las mujeres del pueblo van á bañarse tí lo largo del
escaso art'oyuelo que forma el agua del manantial; pues los
baños públicos no son comunCEaquí como en México y Puebla.
El agua potable se recoge dentro de cisternas en la estación
lluviosa. 'l'ambién en León se ven lo~ molestos puesteros Ó
vendedores en las calles y los gritones que aturden los oídos
del vecindario en todas las ciudades de esto país. El alumbrado
de la ciudad es de petróleo. Las' casas no son claustL-eadas
como las nuestras. En los suburbios se veu pozos, de los cuales
sácase el agua en cuvas pendientes de un largo palo, colocado
Bobre otro á manera de balanza, y que lleva por contrapeso
una pi~dra en la extremidad opuesta. Son idénticos á los que
ví en Grecia, en el camino del Pireo á Atenas. Rayen León,
hospital, cuartel, colegio dell!Jstado y buena Biblioteca de obms
escogidas que legó a.l Seminario el Ilustrísimo señor Soyano.
La población no es rica y tiene muy pocas familias decentes.
Para terminar lo diré que el célebre Bismark quiere
librarse de la pesadilla del socialismo comprando en México
para los proletarios alemanes diez millones de yugadas de
terreno, fuera del millón yú. comprado en Zacatecas y Nuovo
IJeón. Se ha establecido en Guanajuato, donde todas las minas
están en borra,yca, 6 no produc(\n sino en muy escasa ley, una
Compañía internacional con cuatro millones de fuertes, distribuíd08 en cuarenta mil acciones, para explotarlas. El General
-
103 -
Porfirio Díaz, dueiio de los destinos
á principios
de este mes, seguido
del país, regresó á México
Je la gran comitiva que
había participado de las ovaciones interesadas
que le hicieron
los yankees en los Estados l'niùos.
El nuevo Jefe Municipal
do Guanajuuto acaba de ordenar quo todos los pel(tdos so pongan pantalones y esta orden ha merecido la aprobaci.sn de las
seuoras que se ruborizaban
de verlos andar en calzoncillos.
Dober'ía también
mandar que las mujeres del pueblo no n.nduvieral: en zag-alojo, 6 enaguas intel'iol'OS de bayeta que ellas
nombran ftantla.~, y, sobre todo, doberla cerrar tantas cantinas
dando so vende el mezcal y donde
ley de los pantalones
no tionen
con quo
quedará
cllrarse
sin efecto,
en un
Los yankees
para
~
mcxi"anos
Ya hasta los mismos
protestantismo
va. destruyendo
La
porque los pelados
lJa calentura
abusos on el Ji'errooa1"¡·il Oentral y han
inglés como lengua <1eoficio
*
I\'lonte de Piedad
dinero con qno embriagarse.
los calzones sino en el mezcal,
la embriaguez.
y, si 01 Gobierno so los da, al
comprados,
otro día irán á empeuados
abnnda
siguen cometiendo
establocido
todos
liberales
la unidad
sus
el idioma
emploados,
aun
so quejan de que el
nacional
S] afectlsimo,
1,'BmmICo
(luannjuato,
para prono está en
(le M{.xico.
e, AOrILAR.
18 ùe i\1nj'O ùe 188:1.
Seiíor Redactol' de El P(!8atiempo,
Hoy l1ace seis
}wri'grinaciones
y estudios
esos seis aîios residí
UI.l
auos salí de Bogottl
para
empI'endcr
por hs HllpÚblicas Americanas.
die;.; y ocho
mis
Ell
mese~ en Chilp, doce en ci
" Sc cnn'pliÓ al P:[l de la let l'" en ri
¡¡úbito movimiento en el comercio.
tél'lllino
fijado, y pl'~dujo
Perú, diez
en el Caucn,
104 -
cuatro
en
Venezuela,
veintiuno
en
México, y siete he gastado en visitar al Ecuador, Bolivia,
Costa-Ilica, Jamaica, Cuba, Haití, Puerto-Rico,
San Thomas,
Curazao y los Estados Unidos. Dura.nte esos seis aûos escribí
ciento treinta y cinco l'Ovistas on 356 pliegos, que he remitido
á Bogotá
en El
para su publicaciÔn en El Xipa, en!ia
Reforma y
Pusati€mpo. De estlls revistas he visto mnchas rep¡'o-
ducidas en peri6dicos
de Buonos-Aires,
Venezuela
y México, Además colaboré
para dará
conocer on las Hepúblicasdel
acontecimientos
EstandartlJ
de nuestra
Chile, Cololllùia,
Cil
Pacífico los principales
gUÛrl'a civil de 18iti-I8n;
Cat,ílico de S"ntiago
PerlÍ,
La E¡,'lrellll de Ohile,
de ChilC',pal'a. divulgar
en El
las ven-
taja¡¡ de Iluestro país y para defender la Iglesia colom biana entonces hostilizada ; en !ia Sociedad, diario eclesiástico de Limn,
para atacar los er/'Dl'es preadomíticos
del ex-benedictino
aus-
triaco Falb j en La OpiniÚn Nacional de Camcns, en defensa
de los derccllos y espíritu
hispano-americanos;
en El Perl'ocarril de Cali, atacando el espí¡'itu ¡'evolud9\)I1al'io y la holgazanería. envilecedora, y abogando en pr6 de la pa% y del eg uilibl'io
americano;
en J.a lJiblioteca de la Sociedad Cat,jUca de Puebla, defendiendo
Lt, Biblia contra los ataques de Renlin y
Munk;
en La Voz de J[é,dco, dando Ii conocer
El Inca del Cuzco fomentando
antigüedades
sosteniendo
d~l
<Í
Colombia,
el estudio Jo la lengua y de las
Perú y on El Diario dellIogar
qne la ciencia no está
do México,
en oposici6n con la Cosmo-
gonla de 'Moisés. Durante
los seis años de mi permanencia
las Hepúblicas
he vivido
predicación
eufermedad
ja.
hermanas,
en
de la enseùanza
en
y de la
qne, al fin, ha venido á causurniO una grave
en el pulmón la que hace ya siete meses me aque-
En Chile
veinte y nueve,
prediqué
setenta y cinco
en el Cauca
treinta
sermones,
y ocho,
en el Perú
en Venezuela.
-
105 -
catorce, en Puebla noventa y cuatro, en .México sctentl\ y tres
y en Guanajuato trece. Lo qne da un total en los seis aiíos de
3% sermonos. Los médicos me han prohibído e] predicar, confasar'y escribil' mucho.
Pasando á otro asnnto; yo desearía vivamente (l'Hl se pornIaril':llsen en Colombia cnatro obms sapicntísimas y sumamente
Útiles para matar la iôemi-cicncia incr{>dnla. de nt'.cstl'o siglo,
y r¡n(' tan bncnos al'll1afl me han suminiskado
para defender
TIncst¡·, Salltn. ncli~j(ín
Cat(,lica é instrl.ír
sÓlidamente íí. la
ju vcutn(1. }<;stas obras son: La Trist07'i¡¿ ¡';¡!'sÙ.í.~lica de] Abate
DarraE,
continualla
por Bal'eille, y de ]¡t qne y¡t 1m publicado
::JO voll'uneucs ellibl'ero
pueda
Luis Vives. No C0\107.CO
naùa quo se le
cornpal'ar en In. solidez, el estudio
crítico de los manu-
mmltml contemporáneos
á cada. uno de los catol'CO siglos que
lleva descritos, la, VURt[\,y s\llida crndiciún
qne oRtenta con
Lan
11l1"11
scntiùo
y tan contundente
l('gica.
seiior Hedactol' dd Uni¡;er.~ asegnl'a :
TIhOI'b:1ChCl'110cs, en cl1mparación
g-mnt1e ensayo."
"f) no
do ]a de D<trrns, sino un
El otro libro se titilla:
Ti'F: del /\ llatc Canssette;
Baste decir que el
ln, inmol'tal obra de
El Bum
dI! la
él nada deja por llacer al defensor de la
Divina Hovelaciún, y plllvel'i7.fl todos los argumentos
cianci:. íncl'édnla.
Sentido
La t~rcel'a lleva por tGma:
de ]a somi-
L').~ Esplendo-rl!,~
la v~<ll'l abate Moi{~noJ 1Il1 tiem po miem bra do la Compañía
(lo JOSíl";. Cnal'onta y cinco noos empleados en seguir paso Ii
¡[n
paso el desenvolvimionto
sn asiùua asistencia
la. prácf;ica aùquirida
de las ciencias físicas y matemáticas,
á la Academia
de París, donde le conocí, y
en la redacción
ficas, El Cosmos y Les
de las efemérides
Mondl'.ç) le dall una
cientí-
competencia,
quo
ningún otro Malogo posee, p<trn.hacer ]a más completa yespl6ndida de:cnsa, que en nuestro siglo se puede intontar, de la
Biblia ante los adelantos
del siglo XIX. Es difícil permane·
cel' incrédulo
después de haber leído los cuatro tomos del abate
14
Moigno.
Por
Schoube.
último,
lOG -
el cual-to libl'o cs el del je-iIlít¡t belga
En todos los colegios de edncación
enseñarse:\
los jóvenes
la geligión
snpOl'ior <lebcI'ín.
pm' ese compendio,
el m:ís
claro, met<ídico y ;;{¡lillo qne jam:'ts he hliùo. Todas t'stas obras
han siJo publicatlas
que on nna ciutbd,
tlespnés de !IIi salida d'J Bogot:í. Espcl'O
cuya ilustr,\c¡('lI1 mjn tan alto en la Amé-
rica espaiíola, ya serán
c0noci(h~.
Mi dewo c;;
(PlO
~(~an con-
venientemcnte
n¡lgarí:mehs
ont!'c 1l!18str.l cstnJio'Ja é inteligente jnvcntnJ.
Pero hablom03 de ?\[éxi,~o. '{'¡j(Jas la.; ('¡luhell'S de la, gl';1!1lle
altiplanicie
cadas,
y aun
central
de estn. Hep,íblic:\, ~ c:itrín mny lÚen olli[i-
mojar qno las de los demás paise'S hisp:mo-americnl1oP
qne b." de Espaiía, según confesilín(le
la:; mismos Jlenin-
**
fmlaro'!, me!'ced ILlos bncnos materiales 'lne nIb encicrra,
gracias :í. la almll(hncia,
oxc!'lencia y baratura de la cal.
y
**01'
Cuando uno pasa pOI' [¡'cnte do las dichas cindaùes l) se aCCITa
ellas, fijil. instinti\'amcntc
la nbnciún ('11las csheltas y eleva-
tÍ
das torrcs
y en las ('1('gantes y atre\'ilbs
¡:Úpnlas de
SIB
tcmplo~ •
•• La alt.iplanicicic mexicana fOl'mit un cuadrilátero, cn el
centro de la FedCH'aciÓn,cuyos cuatro :ing'uluil SOll: DUl'¡mgn, Ocdral, Tchllac;in y l'ázcu:\l'O ; distan estos l'cspcctivaJllClltc ùe .'léxico
918, lH¡, 2.U j' ;;;~.J, kilómctros, y cst:in:.l i, lO:.! 2,:W4" 1,G52 y
2,208 mokos sobrc eluivel del mal'.
** Las Pl'incipales SOli: la pizarra ai\~i!losa, ci g'1'¡'1.nit0y el pórfido ol'dinl\rins, quc lLl:!lan :\Illlí (H1Û<J/'¡'(., bs lavas y tovaH volc!lnicas, quc denomiuan lepetatle y tet~onfln. J<Jstasy la hollÜ;ima pizaI'm. arcillosa. son muy Hciles de labrar. Sólo las ciudades secundarias poseen muchas casas de adove; pues, en lo genel'fIoI,todo est:!.
aquí construí do do piedra, ladrillo y cal.
••• La arroba. decal vi1lc, á la f1umo,diez centavos y la do arena.
dos. Aquí no se usn. el cn:dNdo, U na hsa de un metr,) cn cua.dro
cuesta 80 centa.vos. -
--
107 -
L:l'; pl'i'J(~ip:de~ (.5illd;ldl'~ du \iL
altiplanicie,
que oscila entro
~,'¡80, :',1 l,i, :~;2Dl, 2,2(J~, 1,0;)(i, l,8G2 1,78G Y 1)G52 metros
~flhl'o c11Ii\'1~\ (l"j mal' ""n:
~léxic\J,
J>l\ohlfl) Toluca, 7\1ol'e1ia)
QI:e!'{.t:tt'u, I ~:¡'\;¡:1jl1:IL", A,~'ll;)S-Ca]il-'ntL's, Zacatccn.s) Durallgo,
:--;:11\
'1'1:1scah y P¡lchuci1,
Lni~, LI',in, Culafil,
Oll:!(1ahj'l1'¡l, 1:1 tl'rcc¡':\
ag'r.~prs(!
~{{Kie()
A estas pudicl'a
S PnelJl:1,
kiLíll1Ct!'os
y
qllo
(lile
01\ importancia. dcspnés de
dista de la cn.pital de b l{epÍlblica G58
sc' halla
mar, ya en l:t b<1jada
l,52;) ¡net¡,os
[Î,
dû la altiplallicie
lUunil'ip;¡liùalles
no suu M{nÎ ::1.hanllD'l:l\hs
imponen
contl'ibucionc:-<,
fucrtes
llecimiento,
saluuridarl
~olJl'e el nivel del
por el )[eroosie,
Las
l'O:ill) las nue,.¡tras;
POI'() c:li:hll :nncho tld embe-
y aseo ùe las ciIlJ;\lh's;
no oust.aute la
camnei,~ de agnn. de csb altipJrmicje, donùe n',) lt:1.Y 1'Ío~, ni
al'¡'Oj'Of'J ni mal1antiales,
y dando no cae lln:L sob gota do lluvia
cn ~\ei~TlWSCS conscclüivos,
En toJa::; Jas granùes y meùianas
poblacioncs
lI:1Y alllrnb¡',lùo;
V Cl'aCrll7. solamcnt(~,
*
de gas y eléctl'ico
clla:; l¡¡¡"y ,íl'holes,
las pl:~7.a~, y ahmelhs, p:u'a, los Sllblll'uios;
cli1l1in:1do
la,>
CO:H',¡ldos
el
hal'l'cl'
carro"
México y
en tuùas se hall
caiíus, cunvirtiúndobs
Cil al(uJI'(~s Ó
todas hay ilwlllc1ibk oblig;wión do
la propia casa y de S:IC111'lai:i b¡lSlIraS Illes
tÍ
aC('!jllil/,s
slll)t(!I'l'ri.l1l~OS; ell
fl'i.~llte Je
l{l:(',
dil'ccciones;
policías
Cil
de petróleo en las demás, En todas
j;ll'dilll>~,
asientos y zúwlos (kioscos), ¡mm
j'
Hl'llI[ldos
de
estacionados
Cil
camp.milla,
IIn:l
en casi tOlbs,
Cil'clILm
Cil
lÍ Jo mCllOS ell las prilleipales,
las esquinas,
ell
todas
hay
lus pascos y cn las
1'l:I7.a¡;; ell casi tudas se ven teatros y cil'coi:i Jc turm:, lleccntes
y ann cll'gantc",
dOlido sola7.:H'sc algunos Ùí;l'l de la Sl~lllilna,
*
Es
ment.e his
do los
.Méxicu cI
bIll CSel\RU en
Llllcilas
fCl'l'Oe1U'I'ile"
rn:iquill:ls de
liMo
'jllCI1ULn
hos'luOS de la altip[allieic,
\'onù¡O;¡ este
pl~ís
:i quedal'
ya
yapOl'
y bs
de I,icdra,
dcst
cscaS[Js, Si no se
el Asia Menor,
general.
,¡Ile
\lIuchí;;ilJl~8
ICÎil\ COll UlJlll'llIC
lUUy
COUlU
CILJ'ÙlJll
locomoturas
r!lcGión
pOllO
de los
remeùio.
Pero las ciudades
108 -
de :México, aun las principales,
ofrecen
un carácter especial que sólo es comtm á las Repúblicas donde
abundan los abOl'ígenos, es este la enorme multitud de indios,
pelados y l¿petos (proletal·jos)
sucios, ignorantes y mal vestidos que cit'culan por sus calles, plazas y paseos. Se puedo afirmar sin exageración
que, de los diez millon()~ de habitantes
que tiene esta. HepÜblica, siete pertenocen
al proletaríslllo.
Y
no crea usted que esas gentes estén pob¡'cS porquc ~c,m holga.zaneSj pues en este país no es endémica,
como en Colombia,
la
haraganería, 'fados los pelados buscan como pueden la villa con
mil industrias,
aun con la de Caco; pel"O, ya sea por la poco
que ganan,
ya por los fuertes
impuestos,
ya por su imprevisión
y sus vicios; la cierto os que en uu país, donde hay tan hel'mosas ciudades,
donde el presupubsto
anual toca ya á treinta
y tres millones, donde su construyen
l'l'îles y do donde se exportan
muchos grandes
l'm'roca-
todos los años veinticinco
millo-
nes de oro y plata, el hecho es, digo, quo sus siete millones de
indios y de proletr...rios viven en suma ignorancia y pobreza,
comen,
se visten mal,
ùos en miseraùles
nuestros
*
jaca/e8,
campesino,;,
moran
(chozas)
ó hacinados
con los perros, gatos y cel'peores que los ranchos
de
en accesoria.'!, (tiendas) ó en
casas de vecindad, donde habitan las pálidas fieb/'<58, la descspbración y los delitos.
hacer entrar
Para civilizar tanta
en la vla del progreso
carne
di!
caiïún,
á tanto proletario
para
ignorante
•• Su alimento geneml y único se compone de las tortillaAi
(arepas), laR frijoles pricto.ç y el chile (ajl). El vestido común de los
hombres est:l formado dcll'omlwe1'O de petate; (lie paja. ordinaria)
de ca.misa y calzoncillos de lienzo; á las veces de calzonm'a (cllolzones de enero) ; del jorongo Ó zlJj'''pe (cobija.), delZlülÎf) (trapo blanco
atado á la cintura) y de las ojotas Ó cMlcs (quimbas). El ùe las
roujere~ se compOne del titiœtlc, (cbicart.e) ó de enaguas de p~rcal
(zaraza.) y del paño 6 rebozo (chal de hilo).
-
109 -
y sin necesidades de gente culta, pal'a hacer apreciar los ferrocarriles á nn puoblo decidido pOI' ln. 10comocl\ín en jumento,
animal muy común on este país, so nocositan
lllunaaos
y muchos
aÙos de tesón,
oSfUel'í\OSsobre-
Entee tanto
pn.dl'inos y protectOl'es do los libol'a.les mexicanos,
ron lu~ fl'ancescs
de los conservadoreE,
los yu.nkoos van apo-
poco á poco de la pl'opiedad
dOl'ándoso
los yankees,
CUlllOla fue-
rural y minera,
comercio, de la induskia y de los ferrocarl'iles;
que no civilizan sino que arl'inconan:1 balazos
del
los yankees,
on las selvas ú,
los indígonas, como la hacen ahOI'a. Call los Apaches;
los yankeos yonùl'án á tel'minar la obra principiada
por los eS\l~tíiob;
on esos
pobres
descendientes
do los Àztecas,
Chichimecas,
*
Otomites, 'l'al'ascos, Zapotecos y Mayas.
Ya on otra carta hablé de las palabras
aztecas Call CI IIJ
1m tmrirj necido, on ~Iéxico el idioma de Oervantes;
Su
altol'a aíiadiré
otras propias do los Bstados del Contra, y no pocos vocablos
ospaue,les, tornados on diferonte seutiùo del quo le damos en
Colom bia,
j'
MenuùuncÍas
de toatro),
que se usan, tanto aquí como on México y Puebla.
(panos para
tomar
chocolate),
[~aldas (camisón), Oharra
Hopa puerca (ropa sucia), Flanelas
Brújula
(orejón),
(enaguas
(anteojo
Paño (paíiuelo),
do bayeta),
Tápalo
(p¡tîíol\~ll), Chivarras (í\amarros de chivo), Zamarro (que llova
bUl'ba. entel'a), Violento (apresurado), Albard6n (galápago), Hécamara (alcoba), Rancho (estancia), Enmarañada
(despeiliada),
Sorbete (cubilete),
Calabaí\u (ahullama),Piloncillo
(panela),Bar.
• Como es tan grande la acumulación de la gente pobre en
las ciudades; como hay tanta. ei3cn.sezde agua y los veranos duran
seis meses, la. hediondez quo se percibe generalmente en las call eB
y casal:! 'le Ins ciudades de la altiplanicie es insoportable;
especialmente en !I[éxico, cuyas at(o:jelts (cloacas) están con frecuencia asolvada.ç (3,tascadas), y en este bendito GUlLl1ajuato sopultado en
honda sima.
-
110 -
da (escalera de piedra), Banqueta (enlosado), Curro (cachaco),
Calzoneras (calzón de franja), Roto (persona decente), Papalote (cometa), Asistencia (antesala), Blanqnillo (hIlCV'O), Licenciado (abogado), Cuartilla, (cuartillo), Placer (tina ó albm'..;al,
Chongo (mOllO), Señora (ml1jCl' ùel pueùlo), FincH, (c:\8a),
Pelado (hombre del pueblo), NiLía (señora), Cantel'Ía (pip¡]ra
labrada), Pelona. (motibùa), Chico (Pacho), Papa (papá), Porrilla (orzuelo), InconseCllGnte (travieso, fastidioso), r.lacL>ta
(taza lie flores), Semillas (pepas), Huero (c'lti¡'r, rubio), Bula
(tumulto), Tortilla (arepa de maíz), Corte7.a (jabón ol'ùinal'iu) ,
Señora grande (vieja), Barùero (adulaùol'), ·J¡wal)(3 (u:unul\(;o),
Pinacate (de mal carácter), JaI'ana (ban(lob), Pomo (frasco),
Cnarta (látigo), Chicote (foete), Viejecita (chicote, cabo do
cigarro), Puro, purete, chinaco (liberal, rojo), Bola (gentío),
Pinto (cara toso), Cabezona (despeinada), Ventoso (p
),
Chino (crespo, cachumbo), :Mamón (biscuchuelo), Ureua (tromm),
Impropia. (indecente), Salero (meneo, canto neo), Vino (agnat·dieute de maguey), Pos (pues), Alzar (gnarù¡w), Popena¡'
(a.lzar del suelo), Aventa¡' (al'roja¡'), COl'rCl'á uno (despedi¡'lo,
ochar10), Arrancar (salir cOl'l'iendo), Guisar (cocÎwu'), Ouutal'
líl'Íco (cantar al oído), ~aber (conocer), l~st:u' impnesto (esÜtl'
acostumbrado), Ohípilo (erll¡Xllagoso), chibibis (valido), cnajar (burlar), Ouajante (burlón), Visionnda (antojadiz.a), Visiones (caprichos), Hay a!gunas palabras aztecas de liSO eoullin
en Puebla y México, donde eu tiempo de Mocte;mma se Imhlab;~
el idioma mexicano, que ya no so usan aqul, donde dominaba. el
otomite, y que han sido sustituldas por otras, tomadaH ùe esta
lengua ó inventadas caprichosamente; tales como Quimil (maleta), Tágara (avisada), Cazo (paila), Patío (trapo), Pepenas
(menudencias) Tarantln (trasto), Cócora. (burlón), Jorongo
(cobija), Chiche (pecho), 'rranchcte (puñal), Borcio (cot<:»,
Meco (grosero), Cuzco (goloso), Joto (maricon), Triques
(objetos pequeños), Frasca (bulla).
-
III -
IhblclUo,> de ot¡'a cosa. l!'l'ccuentemente
altiplanicie
soplan
en esta
fllcrtc:\ \'íClltos del N. K, Y aun del S. O., que on el
G,J!l'u <l.J ?lIéxi,~o J en
Vùt':lCt'a¡, son huracanes.
b ¡jar :~ hs c03bs IleI
GoUl) de~Jc
Marzo
Ms peligroso
hasta
Noviembre,
porqnc SC1' mil,}' probable mori¡' entonces ùe vómito negro. En
lo;, l·:~tatlos do Yucatán, Tabasco, Chiapas y Oaxaca aparecen con f¡'ocucncia
grandes
de langostas
nubes
que todo lo
taJan. Repetiths vcces, durante el allo, los salvajes Apaches
de In. frontera del Norte cometen asosinatos llOrribles, saquean
las haciendas
y poblaciones
menores de las vecinas comarcns, A
pes:w de lus escoltas que acompañan
Íllos
trenes
de Veracruz
y :í. las diligencias,
lh~
Ó
unos r otl'OS SOllá veces atacados á pedro.baLt7.0s por los b:1ndolerog. Algunos capitalistas chinos
han veniùo ùe los l~st<1.dos Unidos
tÍ
compl'ar
terrenos
en esta
l~ep!íblica Lns Bllevas líno:l.s de vapores españoles que enlazan
ií. México con la América del SnI', y 01 nuevo cable telegráfico
h:m tenido, haskL ahOl'¡L, nna influencia sensiblo on el
nllll/Cntl) de relaciones y de noticias entro las HopÍ1hlicas de
<LIllll'lcontinonte y este país. Cuando no rocibo periódicos ùe
Bog()t~, tÍ no leoTias Novedades de Nneva York, qno' raras
\'cces j" casn:Jlmcnte vienen tÍ. esta ciuùa.ù, estoy co.npletamento
110
:í osctll'as Jo la q no paso. en Colom hilL. 'l'al ve¡-. pOl' la hoterogonci(hd del cal'líctel', mny pocos Slld-:l.lnel'icanos hay en esta
HepÚblica, y
ell
los veintiun
lllllSCS
viajar cn ella no he encontrado
qne llovo de residir y do
sino seis compatriotas;
el padre
jesuít:t. Espinosa, de Popayán, el doctor Ardila (presbítero),
tlc Boyacá, el doctor Bscobar (médico) y su esposa, bogotana,
el dentista, seliaI' González Hmlbmante, también santaforeño,
el seîior Azuero,
boyacense
y la esposa
del
piutor Gutiérrez
,
bogotana. Nucsb'o Cónsul en México, un tal Allsoátogui, hijo
Je colombiano,
detesta j' tmt;l, Ul;ll á nllc"t!·os compatriotas;
l)ol'que,
según dice él, los que
han
venido á este país no han
-
peta'Y'dos, Es digno de Dotarse, que en esta
hecho sino pegarle
Repúb1i~a el borcio
un ",ôlo cotudo;
(coto) es rarísimo,
qne los pintas
tado do Guorrero,
mexicano
inteligente
pues,
(carltlosos)
como en Colombia
es monos
trabajador,
112 -
aun no ho visto
en cI Es-
abundan
en el del 'rolima;
que 01 colomhiano,
más hábil en las artes y m~s diestro
quo cI
pero más
pal',l, la imita-
ción; que al cretinismo,
bastante
común entre nosotros, aquí
es muy raro y sa halla sustituido por las enfermedades epilépticas y nerviosas;
que por aquí son mny 1'<1I'<1S las úlccras, la
elefancia y demás enfermedades
de la sllngl'C y cutÚncas, )101'quo el pueblo no bebo chicha, se baúa y es aseado, no yace en
la inacci6n y, on vez de la sal vijun, usa la de ma!'; que cI mes·
tizismo ha invadido, como en el Perú, todas las clases sociales
de esto país; quo los aborígenos de pura l'mm han ocupado y
ocupan puestos los más distinguidos
de la. magistratura,
do la,
mi.licia y d'3 la geral'quía
eclesiástica;
que el idioma a:Üeca no
predomina entre los blancos, romo sucodc con ci fll!f'clwa en
el Perú;
que 108 frutos son menos variados y subJ'oSOS que los
de Colombia;
hallan tan
que los mercados
provistos
y embriaguez
y comodi.dades
inclinado
y está menos civilizado;
domésticas
de nuestl'<ts
no se
que el pueblo no
como el nue¡;tro, pero l'lí más
tan holgazán
asesinato
de las gran dos ciudades
como el de Bogotá;
C~
al robo,
qne b cultlll'n.
pl'incip¡tlcs
ciudades,
muy inferiores á las do México, en población, edificios yembellecimiento, son mayores que los de este país.
Por último haré notar otra particularidad
importante.
Los Aztecas
no «ejaron
huellas
de su existencia
importantes
ruinas como la de los Incas.
en grandes
é
En efocto, las gran-
diosas de Palenque,
Mitla, Uxmal, etc. no pertenecen á los
Aztecas;
so hullan entl'e los bOElques de las tierras calientes,
que no estuvicl'On bajo el cútro de los Moctezllmos, y son tan
a.ntiguos
que
antes
de la conquista
los Aztecas
ni siquiera
-
11~{-
tenían noticia de ellos, POI' atm parto, los cC'rI'itos piramichles
do Cho]nln y do '!'ootihn:w:ín, Ílnicas rninn~ del An:í.hnac, flon
restas,
sCg'tÍn
prll'OCe, de lo.'l 'J'oltecas,
llegado :t nosotr-os
de
los dncIios
Dl' modo, q ne 10 ílllico
el"l An:ihnac,
so rodnco á
íùolos; al cé!clJre calondar'io, á piodras bhr:Hla", á obje'ws de
ccrúrn¡cfl, mllY iarcI,joms fi los de los Tnca;.:, n. ohl':I.' do bronco,
phta
y
1)¡'O,
cripcioncs
t:unlJién inferiorcs
goroglífjc~s,
(íÍ
Il hs dd I'Cl'lÍ, y :1 tdas
do figllras)
muy
con ins··
;:nporiol'p.s Ii los
quip08 rIol imporio do }hnco cápnc. l'al' el clJntr:u'io, on 01
Porú las l'ninas nU1JWz'o.-i:!S,
CIno 110 pn'liC!'on
tlcl'I'nir completamente SllS conquistadoros,
tod:n'ía 1ll:1::¡destrnctores quo
los de México, son en uxtl'omo nnll1el'llS;¡S Ó imponontos, EfcctivamclJtl', adCl1J1S de los edirieios do C·Jj:uniLl'ea, (leI tmn plo
Je Pachac,íllHw, do h nccr0polis de h C'osb Il() 'l't-njillCJ, de
lo~ Tnollolitus de Ti,t]¡u:lnaclI, do lTWíllllCO, d:.! Vilc:ls-l [uaman
de Marca-RlIamachl!co;
ndelllás de he; ¡'I¡illas llnmrl'OSas
Cuzco, del f)ac~a]¡uall1an,
do Ollnllt:lytaln lJO, ùe Illtil111atana,
de PiqÓIlacta,
dol fJue]Jlo cIe YUCR.\' (el ':el'salles
ne
del
Jo~;Incf\¡¡)
y del palacio dll Yahu<ll'hu:1cac, de CIllO l¡aLlé on mis revista>!
del PCl'Ií, hay un:L intinichd
do otra:', eSlxu'eidaB on toda h
extonsi)1I Jcl anti;;uo i111
poria do 'l'ah ll:lIlti IlSIlYU,(rIo lus Tncas).
l~specialmcrt(},
c"as
IIl1lnOl'osÍsimas
murallaB Ile pielln se·::a qlle so escalonan
cu lo, ce"I'OS, a1w!'a tlridos y
estér .1e:.; y nll tiempo cullied,os de Iujo·u \'egdaciúl1, pal'a detenor Il tiel'I'it \'egota], fcrtili1.:leb y re;;¡t(b pOl' aencductos
de
onorll1C IOllg'itlld j osas murallas qlla l'llcajotluhan
los ríos y
IJ¿i'C(t.;',
{¡
qno aun subsisten j CS:1SfOl't:.lt'zas ]ovantnths en las cnmbres
de I:'IR 1l1ontaiínS y on los pÏl;ac~los tI" cerl'O" e;';(:éi.l'pados, yesos
gentílctrcN, como lIama!e allí :'Í. los antiguos fllleblos Incas quo
se er-.::uontrd n á ca.da paso, l11o::;trn.ndoon sns ruinas de pieùra
y lodo una civilizacilíl1 lTlUYsuperior á ln ne los /u>;tecas. Para
],5
-
114 -
que usted forme alguna idea de tan gran multitud de ruinas,
le voy á citar algunos apuntes de mi diario de viaje, escritos
al regreso del Cuzco á Arequipa, en el mes de Marzo de 1879.
" Genlila¡'es de Uu{¡,scar, Quiquillacta y Sallacllacta; pircas ó
andénes on el COITO quo domina el bgo do Lucl'O. BI Apa• chetca ú coca masticada ¡m'ojada 801)1'0 la portada de QuiquilIacta. Dos grandes acueductos y leyonda de Sumactica y
Yupanqui. 'remplo y pueblo odifica<1os en Cacha por Viracocha, y destrnídos por una erupción do lava. (}enlil(tr de Huaraypata y lJircas. Diquos y pircas on Quiquijana. Ruinas, on
Calca, do los dos pueblos ri vales do Hanallacta y Huilca,
En el origon del río Urubamba se ven paredones de vari~s
casas de los antiguos Incas. Extensas ruinas de gentilat en
Cusipata; escombros do un castillo y de dos gentilares en
Occobamba; pi/'ccts y gentilar en JJlocllora; ruinas on Cacha
y escombros do seis (¡ ocho habitaciones on Vilcamota." Estos
numerosos restos do la antígna civilización Inca y otros, qno
sin duda no advertí 11 mi paso <lo Andahuaillas:i Vilcamota,
en un trayecto de veinto y seis legnas, demuestran el granda
adelanto do los Incas, muy superior al de los Aztocas on
cuyo territorio no he visto sino los tres corritos cnasi pit'amidales, antes citados; no obstante ha.bor recorrido on mis divorsas escnrsiones por territorio mexicano doscientas ochenta
leguas. La J[i,~tGria de la OonquistCt de Mé,¡Ùo par ::'llt-.Prescott está bien escrita y se apoya en numerosos y bien estudiaclos documentos; poro sn JI·isloria de les Oonquista del PcrlÍ
es muy deficiente, y está lejos, muy lejos, de dar idoa complata
do la antigua civili7.aci(Índel Imperio de Atahualpa.
Al fin, hoy han principiado las llllvias después de un
verano de sioto mosps !! A il:illo !'h) pueden fOl'mal' idea del
ansia con quo aquí se desean, tral'! !n.¡·ga sec¡nía q;¡O reseCl}
-
115 -
nm'vioR, agosta los cam pos, apesta
polvo la atm¡Jsfe¡'a.
y satura de
las ciudades
108
bu afectísimo,
FEDERICO
C.
G Ufillajullto, 1-1 de Junio
SellO!' Reùactul'
A.GUILAI~.
Ile ltlHa,
<le l~l l'asaticlupv,
Siemprc que mo ocupo de estudios otnogl'áficos, nOLo
gl'¡lIH:-.e ineel·tidumbl'o y suma confusilín Cll las teol'ías inventaùa,;
p;]'l'a
oxplicar
la venida ul K uovo }lunc1o do los habitan-
tes quo on él encontmron
parecer
concIllistadoros
l'spaîíulcs.
A. mi
In. llificultacl no os tan sOI'in. cuma se Cl'ce. En efecto,
concretémonos
SUB
103
primitivos
ensoña, como
tí. sólo :México y expliquOITlos cómo pasaron á él
moracloros.
Lo q IlO la historia
más positivo en sus
nacional
nos
l'omotas y ncbnlosas
traùi-
cione3, es: q 110 tros gl'andes r¡lzas Ó familias descendieron
hacia
el Valle de México,
desde las más romotas rcgionos
y en ~pocas diferontes
: los 'l'oltecas,
dol Norte
hacia 01 año G07 de nues-
tm él'a; los Chichimccas,
hacia el do ],020 y los Aztecas,
el de 1,0.'3.'3. Basta al'rajar
una ojeada
nisfOl'io, y hacer detenida
los ahorígenes
mcxicanos
modeo corno cmigl'aron.
cowparación
para. explicar
atenta
ontl'o
on
sobro algún plalos japoneses
y
cI origcu do éstos y el
A I Norte del .Japón se extiende
lal'ga
serie do isla", hs Km'iles, qua lo unon con la penínsnla de
Kam~clwk't; al poniente de ésta, y á poca distallcia so halla la
i"Ja ¿al Cobre;
setenta
leguas
más al Occidente,
b de Atta,
primora, do esa no interrumpida
serie do Alcutienes
que se
desprenden de la América setont¡'ianal
dil'igiéndose hacia el
Àsia, Sill necesidad de suponer, la q no es muy probable, quo
-
lIt) -
ose roguol'o de islas Aleutiencs,
no fueron primitivamente
sino
y acaso también
larga península
las Kuriles,
ó lengua do
tierra, sl~lllergida por uno de tantos cataclismos cailla han trastornaùo la superficie de nuestro globo y la trastorna todavía,
sin necesidad,
digo de acudil' á un Pl'obablo hundimiento,
*
basta la sola corriente
marítima
del Japón para explicar el
paso de los pobladores del .Anáhuac.
En efecto, on las CORtas de aq uol lmperia se desarrolla
ancha y rápida corriente,
llamada Negm, que se dirige hacia
el Oeste, va á tocar las costas del alta Califoruia y baíía de
paso las islas .Aleutioncs . .Ahol'a bien, supongamos un barco
japonés arrebatado por ella, Bste
al'riba á alguna Je las .Aleu"ienos,
indudablemente,
Ó COITe hasta
zozolJl'a,
las costas
de la California,
No se crea sC!' nuestra hipótesis
aventurada, pues hay Ull hecho rccicnte. quo la confirma:
"Todo,> los
residontes europoos de Y okoharna conocen al inÍi'épiùu japonés
José Hico, ùico ~r. .Amaduo Humbort,
::\linistro plenipotenciario de
ocupaba
111
()onfedel'Uciún
Suiza en el J-apóu;
cierto día en pescar con otros individuos
ostu hombre
se
de Sll familia
,
•• El 15 de Agosto ùe 18Gb fui yo testigo de los estragos ùel
terremoto (lue sacudí':' l'l.1 Ecuador, Enviado por el Gobierllo de
esu. H,epúbliea al ten.tl-o principal de la eatástrofc, que l'eeol'l'i lleteniùamentu estudiando los estragos del eataciismo, yo mislllO vi
los pl'ofundos b:U'I'¡mCOSque seis dias antes se hn.bín.nformn.do
surcando el suclo ell todas direcciones; los gigantczcos torrentes
du bn.rro vomitados pOI' las colinas y lanzados ci f,Ûweg del valle
del Imbabura, al'l'astrando ell pos de Bi árboles, haciendas, pueblos
J peñascos; los cOllas pequeños levantados ell las llalluras y lus
colosales derrumbes que cambiaron la forma de los cenus y acumularon en su base montoncs do piedra. y tierra, que cou el tiempo
llegaron :i ser otras t",ntas colinas, eubierta.s de vegetación.
cuando un golpe de viento desmanteló su embarcación
liéndola violentamente
más adentro.
La gran corriente
torial,
qne
Japón
y vuelve
baiía
las
á caer,
costas
meridionales
describiendo
impeecua-
y orientales
una
curva
del
de algunos
miles de leguas, sobro la Ualifornia,
condujo en está direcci6n
á los iufortuuados
pescadores,
quienos tuvieron, pal' fin, la
SUel,te do oncont.rar lin buque
sal.-os en San
Francisco
que los dejó sanos y
americano
de California."
*
Si esos pescadores
no 11l1bíoran sido recogidos por el buque americano, hubieran
ml1Erto de hambre, ó llegado á California
al impulso do la
COI·I·ionte, ó aportado á una de los AleuticneH que baù;t o:;e río
!anz.ldo en los inmcnsos senas del Pacífico. La l} ne sl1cedi6 .
hace pocos aüos á José Ilico, pudo habet· acontecido lÍ millares
de ja ponoscs, comerciantes y pescadores, en el espacio dilatado
de 2,f'50 n.iíos, trascurridos
desde 657 antes dû Jesucristo,
foclm en que principia la verdadera historia del Japón, hastn.
nucstl'OS días.
Por otra
parto
Gomara,
el cronista
y Capelláu
ùe CUl'tés, asegura. que los espaüoles encontraron cu el golfo
de California,
on 15:38, algunos juncos chinos con la papa
dorad'l y el cordaje plateado. AdemiÍs, todas la:::tradiciones y
monUlUentos hist6ricos convienen en asegurar que los Aztecas
descendieron
país
tarnado
del Norte, del río Gila. (alta. California)
Aztlan (tierra
todas hs probabilidades
jlo
Simón)
Viajo al Japón
pág. 2:3.
de las garzas).
y do Ull
Creo, pues, quo
están en favor do esta hipótosís.**
(El :Mundo en la. Mano do Montaner
y
oU ~I. Su.frayen Sit viaje á Nueva Granada sostiene con razón
quo los j,airnna.s de Santa 1I1arta son muy parecidos á. los kalmucoH
que habitan ci Altay, entre China y Sibcl'ia.Adomás los cantos molancólico,,;, la iuclinación :i la borrachera, el sistoma de sepulturas,
lu costumbre do arl".\Dcarse los pelos del cuerpo y de adornarse COll
-
118 -
Ahora bien, si examinamos la cuestión filol6gica y etnográficamente, hallaremos nuevos apoyos en favor de ella. Dcsda
luégo, el nahualtl 6 mexicano pertenece Ii la misma familia
que el Japonés, Tongnís, Chino, Turco, Samoyedo,Pínlandés y
Mong6lico, es decir, á la lengua 'l'urania 6 del Turáu cn Tartaria además todas lâs razas japonesa!!, chinas, tonguís, mongolas, oct. tienen grande analogía y sorprendento somejamm con
los aborígenes mexicanos, centro-americanos, ecuatorianos y
peruanos. Sus tipos, sus costumbres, su car3.cter nos revolan
la identidad de origen: manos y pies pequeños, pelo lacio, piCI'•nas delgadas, púmulos salientes y color especial do la piel ;
carácter ceremonioso, falso, desconfiado y cobarde; suma habilidad de manos; grande apego ti los usos y costumbres; suma
tendencia á. la adoraci(ín de mamarrachos, á las inclinaciones,
postt-aciones y demás señales exteriores de adoraci6n y reverenci a,
etc. Para mí, :Mongoles, Tibetanos, Chinos, Japoneses, Aztecas,
Caranquis, Incas, Cachiqneles, Otomite¡¡;, Chiehimecas, ate. no
Bon sino una misma familia, dividida en muchas ramas que so
han ido modificando, Ii medida que se han extendido por el
globo. Todavía no están bien estudiados los idiomas ameti-
*
corales son comunes á 10H indios do América y á los mongoles, kalmuchos y tártaros. (Véase La Siberie d'après le voyageur!! les plus
récents par :F'.de Lanaye).
,.. Así como los mexicanos pasaron del J 8p'ón tí California por
las Aleutienes y por la corriente ecuatorial, los ecuatorianos y
peruanos, partiendo do ese mismo archipiélago en dirección rouy
divergente, pasaron al través de la Oceanía cuya multitud do islas
formaban, según las tradicioncs, un gran continento que se hundió.
Prueba. de esto son los cnormes ídoles monolíticas de la isla do
Pascua, los cuales seguramente no fueron eOl·tadoBen canteras de
es&iela, pues no las tiene, sino traídos de otras, distantes cien leguas
canos;
119 -
aSl1a filología comparada
ofrece campo
inmenso á los
bombres estudiosos de nuestras repÍlblicas quienes, dejando
política, la:; ver';;os y los inslllsos artículos do costumbres,
la
80
pueùen dedicar á ostlldios prafllntlo.3 sobre L\ pn.loantología, al"
'jueolog-ía, etnografía y tilologl1l. americanas.
IJos idiomas quo
doberían ostudiarse pl'efereutamonte
son: el Quechna, Aimarn,*
Chibclu\ y Azteca.
Cachiquel,
Da
grima
leer las obras
peas, aun las de los más
grandos
sabios
América,
enormes
disparates.
pues
cuerùaffionte
contienen
los que han venido
cuando
Sólo
expl'ofoso tí. estudiar
algunos auos los países de este continente.
Pasando á otro asunto, me tomaré la libertad
euro-
tratan
de
hablan
durante
do pregnu-
al piadoso Hodactor de La Oaridad y á los demás empocinadas de Colombia por ùefender la Roligión con las armas: ¿qllé
tal'
dicen ustedes do ln. conducta sabia y enérgica de León XIII,
condenando tan repetidas voces la fanática exaltación religiosopatriota
de los católicos do Irlanda?
al ver quo mi prJpaganda
defensa. do la Heligión,
~1:ol1eno de satisfacción,
on contra d~ las guer"ras hec1ms en
y especialmento
el colo qua desplognó
los diez últimos meses de 1880 en el Canca, para BostJner la paz
do aquella. Pero, como es imposiblc quo los PaSClleùos hubiosen
podido trasladar eu sus pequeñas canoas de euero tan gigantezcos
Illonolitos j resulta que la isla de Pascua estuvo algún día unida á
las canteras por un suelo firme.
* Esbndo yo en Ohile, recucrdo babel' leído algunos ensayo!!
do filología compa.rada, heohos por un Cum boliviano, gran conocollor del idioma Aimará. Este sacerdoto halló muchas semejanzas
entrl) la lengua de los indios boli vianos y la de los países m"ientalos de origen Turiano, y yo he encontrado, en el kalllLuco Gnichi,
r,u.n~()idl) :í nnestro
!lnrf.Ch~, C'l l'l tichl';) f,d".
cano y kopa? y l"rù!w ell pl
en México y al Perú.
HW
¡g,)l,
\'I)('C;,
itLlItic\)
al
[¡-tltt
iguales
á
las usadas
mexi.
-
120 -
en contra de los agitadores que pretenden defender con la::;
bayonetas á la musulmana, la fe de los pueblos, me lleno do
satisfacción, digo, al verlos confirmados y apoyados ahora pOI'
el Vicario de Jesucristo, ¿ Qué dirán los que tanto Ille insultaron y calumniaron pOl'que deseng-aîíaba á. los pueblos? ¿ glló
dirán los que me detestan porque les ho arl'ancado b más~ar;\
con que embaucaban á los sencillos en detrimento de la paz,
de la moml y del progreso de Colombia? El 8umo PontÍíice
León XIII en una circular di¡'igida:i los Obispos de Irbnda,
el 11 de Ma.yo dol corriente aiío, dico entre oU'a::;casas la
siguiente: "Los irlandeses traten ... dn recol'd:tr lo malo que
os apelar á medios 'ilegalC8 (en la defensa de la l~eligión cat<:Jlic:\
contra el protestantismo inglés). El clero time el debet (le c(dtnar
los sentimientos
e,-ccitados del ]Jueblo y e,rhortarle Ú la j usticin
y á la moderaciS,~. No se permite al clero fJlte 81! ,~epa¡'c tic e8ta.~
1'eglas y pl'Ol/weun rnovimÍfmtos contrarios Ú ella~." r~lS(~iiOI' dOll
Joaquín Ortiz, que nos daba en La Carid!1.tl el apodo de ulm'ts
de ltlcorza ó do alfiiíique porqne nos hOt'I'Ol'iz:ilnmos(le h efnsión do sangre humana y de las guprrns fmtl'icidas, hechas so
pretesto de defender la Religión, debe ahora. COITCgil'y retractar su frase ó aplicársela también:í. León XIII. ¿ Cúmo, debo
exclamar escandalizado y haciendo coro con los exaltados
irlandeses quo han mcnospt'cciado las l'ecomendaciones dol
Papa. en su carta. al Canlonal :Mac-Caùe, cómo impedir qt~O
los católicos oprimidos, alzaprimados, tiranizados, por la arbi·
trariedad tres vocos secular del protestantismo, no so dofiendan y tomen las armas para proteger sn religión? Omnis iniqllitas oppUabit 08 sltum.
Pero dejemos las digresiones y volvamos á México. 'Tanto
en Puebla como en Guan~ju:ltù ho pro:lura.do, sin buen éxito,
el poner tÍ usted en relaci6n con algún librero para el canje de
obras nacionales.
121 -
Aquí la inmensa
tienon, acerca de las Repllblicas
mayoria.
del Paélfico, de Centro y Suden 1858 por Almonte
América., las mismas ideas manifestadas
on pleno Congreso,
ctÍllicas;
de los habitantes
cuando Jas llamó
RepublÙ¡uillas
rn'icro8-
y, pal' endo, croon qne nada bueno pueùa salil' de ellas.
No importa
qne la Argentina
soa. más
grande
que
México y
quo ella. y Chilo ~e llayan puel:lto una entrada anual ùo treinta
y cnarenta
millones;
no importa qne el Perú y Bolivia sean,
unidas,
casi tan
gmlldes
como México, y que la primera
de
estas dos hf'Ya. constr111do, diez años antes que México, gigantesco;;; ferrocarriles j no importa que Venezuola y Colombia
cuonton en un territorio
filueho mayor, tomAdas
juntas,
que el
de ~Ióxico, con tres millones do gente blanca, altiva, b.lentosa,
moml, civilizada y superior
senta
este pais, engastndos
á los dos millones y medio qno preen siete millone~
Ictnri03 rutinCl'os, atrasados, pobres,
zados. Lo;;; espaiíoles tienen, en gran
do indios y pro-
ignorantes y desrnoraliparte, ]a cn]pa de que se
miren con indiferencia
nuestras
producciones y HepúLlicas.
T,as noticias, crónicas y revistas
de lflspaiía son Jas que má!i
1I0nan las columnas
de los diarios mexicanos;
las obras }lor entregas,
Moda Elegante
carlsimas,
do Madrid,
las ilustraciones,
lujosas y mal dispuestas,
La
las novelas españolas y los cromos
de Barcelona han monopolizado casi todos los suscriptores de
este pais, merced ti la. activa propag~nda. de la tipografía peninsn!:'.!'; los varios periódicos
españoles
xico, el carácter
y absorvento
poninsulares
agricultura,
dominante
que se publican
en Mé-
de los 14 Ó 16 mil
que viven aquí, del comercio, del servicio, de la
del agio ó de sus rentas, poseyando
un capital,
quo el historiador
Àlamán
ya hacia
subir á 11)0 millones de
fuertes ahora 40 años, monopolizan de tal manera al mexicano,
que no le dejan ocuparse de la. literatura, progreso!'! é historia
16
-
122 -
*
de las Repúblicas Sud-americanas.
México, aislándose de
hermanas á quienes mira con indiferencia y cuyo desenvolvimiento y vicisitudes ighOra, no obstante el cable que uno
lOB dor,¡continentes del Nuevo Mundo, y los vapores que, por
el Atlántico 108 pone en comunicación incesante, México,
digo, se descarna para caer en manos do sus vecinos los angloamericanos, cada día más poderosos é inflnyentos en esta bendita República S610la María de Jorgé Isaacs es aquí conocida, y BU anotador, el maestro Altamirano, confiesa. qne fué
reoibida con desconfianza, á pesar do los esfuerzos que hizo
El Monitor por vulgarizarla; no pensaban que en ~ud-América se pndiese hacer algo bueno.
Se ha formado en Nueva York una Compañía de banqueros alemanes con 18 millones de fuertes paru. explobl' las
minas abandonadas del Estado de Hidalgo. Se dice que un
capitalista de 'rucson (Estados Unidos) ha comprado la empresa del ferrocarril de San BIas (puerto sobre el Pacífico) :í.
Guadalajara, ciudad distante del mar 285 kms. y capital del
Estado de Jalisco. Los trabajos comenzaron á principios de
Abril,y al entrar Junio, ya tenían 12 mil trabajadores y 5 leguas
preparadas para recibir rieles. Esta es la vía que yo pienso
seguir en mi regrec;o Ii Colombia. De Guanajuato á Lagos 120
kilómetros (24 leguils) por la línea del Ferrocarril Central; de
Lagos á Gundalajara, rumbo al poniente, 225 kms. (45 leguas)
SUB
* liJstan cierto lo que digo, que la. Historia de Mé;vico, pu.
blicada on España por un señor Zamacois, ha conseguido aquí
enorme númoro de suscriptores, no obstanto estar malistmamente
escrita; sin estilo, sin lenguaje, sin crítica y con marcado espíritu
peninsular. Cualquiera de nuestros historiadores modernos do por
a.llá, aun Don Pepe Groot, 88 muy superior á Z:unacois : pues bien,
si aqut Betrajesen esas obras, nadie las leerta, juzg:indolas á priori.
-
123 -
en diligencia. y de Gu:tùalajara á San Blas, siguiendo el mismo
rumbo, 285 kilómekos pOI' el nuevo oamino de hierro que
estará terminn.do á finE'sde 1884, En San BIas 80 toman lOB
vapore~ que cruzan do San Francisco ùo California á Panamá.
A fincs de Mayo, In.empresa angla-americana de Eads, para el
forrocal'ril do buques del Istmo de Tohuantepeo, tenía hecho
un deslI10nte ùe 20,800 metl'os de largo por 600 de ancho y un
tel'raplen, ancho do 12 metros y medio y largo de 600. Se
dice qU9 eso ferrocarril de buqnes, émulo del Canal do Panamá,
debe SOl' in~ugurado el 30 de Abl'il do 1888, fecha señalada por
M, Lesseps para la apertura de nuostro Canal. Así como el
invierno pasado, tan fatal para mí, pues me cansó una gravo
enfermedad crónica del pecho, (la enfisema) de que todaví:J.
sufro, nos trajo novadas y fríos intensos en Enero y :Febrero;
así el verano nos ahoga con un calor semejante al de las costas,
pues on Mayo y Junio 01termómetro subió á 300 Y 310 on México, Puebla, Querétaro, León Guanaj uato y Guadalajara.
Las lluvias, que princÏpi!lron el18 do Mayo á regar un terreno
árido y sediento con seis mesos de sequedad, han procedido
muy remisas, y on 27 días apenas se contaron para Guanajuato diez ú doco aguaceros.
Se han dado en .México algunos banquetes á M. Nickerson, jefe del Pe1"rocarril Oentral, en ellos se prometió quo
á fines del corriente año estarán terminados 1,751 kilómotros
de esa vh, y para el 5de Mayo del entrante los otros 230 restantes, con el fin de que México, Vel'acruz, Puebla, Toluca, etc'J
oLc. queden onlazaùos con la red ferrocarl'ilera de los Estados
Unidos 01 Paso del Norte, á orillas del Bravo. Bu Mayo han
principiado los trabajos del nuevo camino de hierro que,
saliendo de la capital de la República por el rumbo Sur, hacia
CuerllaVa':la, dobla por 'rl:lHongo hacia Toluca, y luégo baja.
hacia las Gostas del Pacífico por el Sudoeste, atravesando el
-
124 -
Estado de Michoacan para terminar en el Puerto de Zihuatanejo. La Compañía de ese camino es mexicana, como también
su jofe, el señor Ámat. En este mes de Junio Se inaugura el
ferrocarril de Maravatio Il. Morelia, capital de Michoacan, y
quedará esa ciudad arquiepiscopal, la cuarta. de esta República, unida con México, vía 'roluca. En el mes eutrante Morelia, quedará unido en Celaya con el Ferroca1'ril Central. De
Maravatio á Morelia hay 109 kilómetroB (22 leguas) y de
Morelia á Celaya 180 (36 leguas). Ánte progt'esos tan maravillosos do un pueblo menos ilustrado que el Ilfestro, más
desmoralizado en sus masas y menos inteligente; de un país
menos rico quo esa tierra. de bendición, según tengo probado
en mis cartas antériores, menos ventajosamente situado, menos
sano y fértil ¿ qué responderán allá los agitadores ambiciosos,
los políticos holgazanes, los parlanchines y hambrientos polemúfilos, (partidarios de las revoluciones) re08 de lesa patria?
Se enfurecerán contra mí que les arranco la máscara y los
presento desnudos Ii la abominaci6n de la noble Nación colombiana. Yo no escribo para ellos, sino para el pueblo de quien
son verdugos; al pueblo exhorto y excito, en nombre de BU
dignidad ó intereses, á mirar como acérrimos enemigos Il. esos
zánganos de levita, abortos Je los tres partidos que desgarran las
entrañas de la patria, á hundir con su desprecio y anatemas á
los que vivon de la política, de excitar los odios de partido, do
embadurnar las columnas de los periódicos con chismes políticos, con exhortaciones, peroratas y adulaciones interesadas.
Esos no son colombianos sino monstruos que degradan, empobrecen y barbarizan la patria en pro de los intereses de su
ost6mago, manteniéndola aherrojada en un atraso vergonzoso
con sus perpetuas agitaciones, sus asquerosas envidias, su
ridícula y desmesurada ambición. El pueblo soberano no debe
tolerar semejantes zánganos, quienes chupan el vigor y euve-
125 nonan la sabia de osa llaClon generosa, civilizada, noble y llamada á más risueño porvenir.
La paz y el progreso de México, antes sumamente desacreditado por su~ guerras civiles, hacen que la prensa europea la
Ilone do ologios y que la inmigración crezca diariamente. Do
1881 Il 1882, anke muchos otros, han llegado á este país tres
mil c010:'1ositalianos, y do 1875 á 1882 casi so duplicó el comercio de México, pasando de 44 millones á 77. Las exportaciones
hoy llegan á 41 millones de fuertes, inclusos 25 en mota les
preciosos; los 16 restantes están compuestos de las maderas
de tinte y do ebanistería, del azúcar, vainilla, tabaco, café,
cacao, fique y cochinilla. Los tratados comerciales con diversas
potencias van dando mayor ensanche á las transacciones,
que una paz inalterable protege y el trabajo fecnndiza. Do
3,574 kilómetros de caminos de hierro ya construídas, se terminaron 1,308 en el año pasado. ¿ Cuántos acabó Colombia
durante ose mismo año? Apenas 22. Pero los zánganos de levita
han borrajeado más de 1,308 pliegos de papel para raparse los
puestos públicos, y para dejar á la patria con ellos sumida eu
ollodo hasta la garganta. La Compañía del Ferrocarril Central debe construír 2,435 kilómetros y la de Sullivan 1,9b8 en
todo este año y la primera mitad del entrante. Allá. los zánga11,08 de levita
embadurnarán en el mismo tiempo más do 4,000
columnas de nuestm prensa. México, para llevar á cabo sus
ferrocarriles, trata de conseguir un empréstito de 20 millones
¿ no convendría que Colombia hicieso otro de 8 ó la para
terminar sus 8 líneas férreas en construcción, y para matar
con ellas la zanganería política, la peraza y las revoluciones?
Su afectísimo,
FEDERICO C. AGUILAR.
126 Guanajuato, Julio 19 de 1883.
Señor Redactor de El Pasatkmpo.
Tenlamos ya. el 30 de Mayo y mis noticias de Colombia
apena.s llegaban á fines del pasado Diciembl'e, mes en que el Sr.
Otálora BO hizo cargo de la Presidencia do la República, Había
yo leído los diarios mexicanos y ellos nada decían en esos cinco
meses, de nuestro país, Por otro lado, no había recibido pCl'iódicos de Bogotá hacia ya tres meses, En consecuencia, puedo
usted VOt el poco papel qne hacemos, aun entl'o los hispanoa.mericanos, no obstante nuestra decanta.da ilnstración. ¿ Cuál
es la causa? Salta tí los ojos dol más ordinario observador:
es que, alIado de un enjambro de poetas, políticos, publicistas
y escritores, tenemos por ontrada nacional y rentas de los
nueve Estados sólo diez millones de pesos, á pesar de los cuatro
millones de habitantes que pueblan esas comarcas; mientras
Guatemala con 1.276,961 almas y con un territorio once veces
menor, cuenta $ 6.728,607 de rentas; m~entras que la Hepública. del Salvador, cinco Vbces más pequeña quo el Estado del
Tolima )' doblemente poblada., tiene cuatro millones y Costa
Rica, mitad menor que Antioquia, cuenta con $ 1.607,425 do
entradas: es que nuestros ferrocarriles marchan á paso de
tortuga, merced á. las zagar1'eras de los partidos y á la sempiterna charla de los polítíq.uero3 ; mientras republiquillas, como
Guatemala, el Salvador, Nicaragua y Costa Rica, van cruzando
á toda prisa sus coma.rcas con no pocos caminos de hierro: es
que nuestras exportaciones, pudiendo Berdiez veces mayores con
la población que tenemos, atendidas nuestras grandes rique7..as
minerales y agrícolas, son muy inferiores á la de otras Repúblicas más pobres, mBs pequeñas y menos pobladas que Colombia, gracias á la. pereza, á la política y á los partidos. En el
siglo XIX no obtienen dominio y prestigio las naciones con
meras teorías,
con
ratos y políticos,
yersos
sino
y de los adelanto"
intBligencia
127 armoniosos
y con pléyades
por medio de la industria,
materiales,
y fomontados
animados
de lite-
del comercio
con el soplo de la
con el trabajo
perseverante
de los
pnoblos. '*
Este país signe progresando
en alas de la paz y del trabajo. Mientras nosotros solo exportamos
anualmente cuatro
millones de metales preciosos, :México llova al extranjero todos
los aúos 25 ell oro y plata sacados de sus minas. No insisto
en prcsontar
¡os progresos
hice on otra
antorior
materiales
trascribiendo
de esta República,
y anotando
pues lo
un documento
oficial, el M ensajo del Pl'e!'lidente tÍ. las Cámaras legislati vas
do 1883. Ahora voy IÍ ocnparmc
algo de los ladrones, y en
esto asunto Eeglli1'6 mi costumbre de apoyarme en datos oficiales ó en oscritos do mexicano:: respetables.
Los salteadoros do
caminos de :\féxieo han obtenido un triste renombre en }~uropa
y América.
Las
setenta
habían
aflOS
incesantes
poblado
caminos y ciudades.
y sangl'ientas
gLlsrms civiles ùo
de innumerabl~s
malhechores
los
En estas, nadie podía alejarso de las calles
á sel' robado, yen aquellos, eran la
los días el plagio, (robo do personas ricas
concUl'l'idas sin exponerse
historia do todos
para obligarlas
á rescatarso
asesinatos
y ataques.
rús estaban libres de frccuentes
doleros
comotían
zados
hierro
ó. halal',os.
aunque
han
casi
con gruesas
Ni las haciendas,
sumas)
los salt€Os,
ni los pneblos
cnvostidas,
toda clase de desórdenes,
meno-
en las que los bansi no eran recha-
La paz bien cimentada
y los caminos do
extol'minado
los bandoleros
y salteadores j
Ha han podido
todavía
extinguil'se
las hazañas
de los
•• Un gl'3.n viajero fraucós, que conuco toda la América, ELlropa y Ill.1.l'tcdul Asia, me dl'c:n.: V otl'O pays l~ la, d,farrhée littcmite, il a mal á l'estomach.
-" 128 disc~pulos de Caco, y menos las de los rateros que pululan, muy
especialmente en esta ciudad. Trascribiéndole la escena de un
asalto de la diligenoia de Toluca á México, acaecida por el
año do 1851, usted se podrá formar cabal idea de la que pasaba
casi diariamente en todos los demis caminos de la República
mexicana hasta 1876.
cc Después de cambiar mulas, dice el SCñl)r:Merlin (seudónimo), ontramos en el llano de Salazar. ]~os pasajeros que
habían venido soñolientos y taciturnos comenzaron á bostor.ar,
á sonrelrse y saludarse de nuevo. Natura.lmente mi español
pelón y parlanchín comonz6 la. conversación.-Se
explica el
frío, señor licenciado, dijo dirigiéndose ti Lar:zacorta que
acababa de asomar la cabeza entre el cuello do Dutl·in.de au
osclavinB.-Efectivamente,
respondió éste, sacando del bolsillo
una cigarrera de carey con cifra de oro y ofració á su interlocutor cigarros habanos de L{t Honradez, entonces legítimos,
pero muy caros.-Gracias,
no fumo, replic5 01 espaííol, aquí
mi paisano os un gran fumador de cigarros. Hace tiempo que
no los fuma tan buenos como los de listed, seiíor licenciado.¿ El seuor viene de muy lejos? preguntó el abogado ofrecicndo
cigarros al otro e~pañol.-Sí, replicó el primcl'o, está adminisnistrando una. hacienda en el Sur de Morelia, (1) y tengo el
honor de presentarlo á usted. Es el seilor don Indalecio do
la Foncerrada
El seííor licenciado La.nzacorta.-MllCho
gusto
-Servidor
-¿ Y hace tiempo que no viene usted
á la capital? preguntó el liceneia.do.-Cinco
años, desde la
guerra de los yanlcees. Desdo entonces estoy metido en la ho.(1) Pasan de 14 mil los españoles residentes en este pais, y
su propiedad raíz ascendía â U;O millones de fuortes en 184R.
Vienen de España como el paje de San Juan, y pronto se enriquecen con los monfes de piedad, las pulperías, vinate'l'ias y la. a.d·
ministración de Ia.s haciendas. Generalmente se hacen mexic8D011.
--
129 -
cielllh.-;. Y cómo están los caminos por allá? Dijo LanzacO!'ta.-¿ AliÎ, :v,í, 1'0lm80 ùon Indalecio.
No andamos
muy
bien. I'e¡'o yo he traído (¡ mis mozos hion ur1l1:1<loshasta l\1ara-
vatío.-Los ùe
:vIlli
pOI'
están
lllllY
:o;egma'nollte,
¡'cplic() 01 licenciado.
el
?lhl'iano
ùon
Sl'OOI'
C01l1pl1Sim'oll algo,
so villa ;Î. :V[éxir.o el Geneml
(ks.--¡.
so ha dicho
del Estado.-Se
Gobicl'llo
el espaiiol
polún, pe¡'o apenas
Vllclto á. las anda-
homos
AI'i~ia,
C(ímo :1 hs andadas?
cOl'ta.-Sí:
Al menos desde qllc ontró
al
Al'istn,
intcrr'lwlpiú
eh ? (2)-¡ Oh! sí,
segul'OS,
preg'unt,) Call inr¡llictnd
en '1'01110a
Lam:a-
quc ha vuelto á aparece!'
pz:r :Hll1i noca. (:l)-¡. QIIilÍn e., Roca? (lija el u.bogado abriendo
!I),;
ojos.-¡
¡le BOrrl'osa,
Ulll'tl
(~)
IIfb>'lkb
rl\
rinhll'oncs
<le csta
l'evól vers,
r1n Cllcro, ear'abinas
(:1) Durantc
la;; gllcrras
rrilleros
ó salteac1ores,
nsar P¡'ofllsal11ente
y
Cl'an el terl'or
dra.ntadas
de
los
mu.liciosaarmado
111\0
eneajadaR
machetes
hubo
hwgos y
en los galoncH
calzolleras,
de los cstl'ibos,
gobiernos
y
frcnos
j'
bOl·Jadosdel
albard()nes,
de IOH caminantes,
Terminaron
gue.
de plateados, por
Born.
en las espuela.s
j'
ban.
como ellibel'al
Los renombrados
con el nombre
de \as
los pueblos
México famosos
Cil
jefes <le gnel'l'illas,
Lozada. de Tepic.
á las autoridndcs.
pC1'3c(]llci6n de
so !lcyan
civiles
ùe este metal
rosetones
anda
cápsulas
rernmington,
conocidos
brOl'o, en las 3.botonaduras
las cha pas
quo no cono-
de cuero.
(¡ue se apellidaban
CH.l'vn.jal)' el conse¡·yador
gesto
l~n
scîiOl'as lmj¡ll'on los
Ropública,
cuyas
; nnos y ntr!)s en ,ainas
rlidos oticialcs
alguicn
nombro \:1g dos
la caùc:I.:l, ri Cl1lpl(~:do sonriÓ
Por los raminos
los dientes:
pn~alcs
Je ([lie llllbiose
Al oil' esto
':rno\'ió
el ('slniio! hacicn~lo
¡'OPllSO
sorprendido
ciora, ií. Itoca,
ojos, 01
i !tOC.L!
Oh!
con
de J ual'C7. y Lerdu.
y
tenían
y en
(sillas)
ame.
b paz y la activa
Todavía
hoy so
de esas celebridades,
desculhmdo
entro todos
Ohucho el1'lAo ( Jesús el eachaco) quien roba en grande, se pasea en
encuentl'an
las cill{lades
algunas
y se evapora
entre
las manos
do ln. policía.
17
-
130 -
mente debajo de BU nariz de rábano, el comerciante
l" ;>eolO
oír indiferente y nosotros, los dos o,>tudiantes paral1.\". flS
orejas (4)-Roca,
continuó el español es una celobridad;
mo
admiro quo usted no haya oído hablar de él, señor licenciado ...
Roca ha siùo el tort'or del Monte de lItS C1'Iwes, (.:1) Con todo,
nó crea usted,
que
Roca es un asesino, ni un ladrón vulgar'
no: Roca es un bandido de novela, a/go como Diego Corrientes, mi compatriota;
es altivo, gen~roso, valie~te, enemigo de
vilezas, galante con lus damas, caritativo con los mencsterosos,
feroz con los soberbios.
Roca desbalija
á. los pasajeros bonita-
mente, pero les deja la ropa en el cllcrpo, cspecialmento á las
señoras. No maltrata, no apalea, sólo unas tres veces ha dejado
en el sitio á algún pasajero que ha intentado
se atrevo á resistirle.
licenciado
dirigió una
Roba
f>olamente
mirada
instintiva
defenderse.
Nadie
dinero, alhajas .... ,. El
á su mano izquierda
en la que relampagueban
varios brillantes como en [08 dedos
de un jugador
de oficio.-~eguramente,
añadió el español,
esos anillos no se escaparán,
así como ese prendedor, ni la
cadena, ni las calzoneras (6) de mi paisano, si Roca nos salo
al encuentro. Nos daría. una buena dcsplumada, y apenas quedarán libros de olla estos señores colegiales, que han hecho bien
en venil' de sombrero
alto
par,l no hnccrse
sospechosos.
(Ri;;a
(4) En toda. diligencia cahen dicz personas, fucra del postillón
y del sota, (segundo cochero) quienes van en 01 pORca.nto, colocad08
~n la parto superior del coche.
(5) El Monte de las Oruces ostá cerca de México, como nuestro
Cnt%- Ve1·de ceroa do Bogotá. Alli fué derrotado el cura Hidalgo,
(6) Todo 1'anch91'o (hacendado) usa.jarano (sombrerÚn de Inengas ala.s, lleno de franjas, cordones y borda.dos de plo.ta Ú 01'0),
chaqueta de cuero Cllrt ido y ca/zonerai! (pantalones estl'ochlll¡) de
10 mismo, con rl0fl Illl'gll.s aboto.nadul'as,tie plata, {¡ lo~ lad ••s,
general).
(7)-¿ Y qué
131 -
señalos
Roca ?-j Ah!
tiene
Es un
guapo Ir.07.O. Figúreso usted un hombre como de treinta aúos,
alto, dolg,.do, de rostro ovalado, pálido como el alabastl'o, ojos
negros y gt'unùes,
bigotes,
negros y largos.
barb,\ y cabellos
'l'an triste es Roca qlle no se le ha visto reír jamás. Gran gineta
con las manos y los pie;; do una dama, elegante para. vestir,
monta siempro
soberbios
caballos y en ellos se pasea una vez
por semana en las alamedas
de Toluca, los domingos
mente.
gn Toluca. toùos
gencia,
pm'o, como se cubre la cara,
con cortoza que lo ha visto.
pasajeros
y sólo roba
dencia quo todos,
general-
sa.ben que 61 es quien asalta la dilininguno
Además,
cosas de valo¡',
autoridades
puede asegurar
como no maltrata
más
á los
bien es \Ina provi-
y particulares,
procuran
tener aquí por teUlor de que alejado esto capitán
man-
de bandoleros
venga otro, nno do esos bandidos
feroces y sin entrañas que
ultrajan á las soñaras, apalean á los hombres y desnudan á
todos.
Si ustedes no trajesen
equipaje
de nosotros,
efectos de valor, sino el modesto
y señaló al comerciante
el de €sos señores colegiales,
nada tendrían
ó
y al empleado,
ustedes
que temer,
sino la pérdida do 10 Ó 12 pesos, que se echa uno en el bolsillo,
solo para pagar Sil contribución á Roca,-Mas,
por ahora, dijo
el licenciad v muy contento,
no tenemos
nada que temer de él,
pues tt'uamas unLl escolta de ~uince dragones quo estoy viondo
allá abajo, y vamos COIllOen un baúl.-j
Hum! gl'UÛÓel cura
que no haùín. chistado pala.bra hasta entonces; señor licenciado,
aquí es tiempo de decir:
Cave ne credas. -¿ Lo temo usted
seuor Cura '(-:Es la más SOgUI'O,hay riesgo murmuró con espanto h\ vieja, la gorda de las berrugas
(
alto);
Mi compañero
rue
Nadie va on la diligencia con sorbete (cubilete 6 sombrero
peru, los pobres estudiautes no tenían más vestido deconte
pa.ra ir á !.féxi.co, fuel'''' del uniforme de colegio,
-
132 -
daba do codo como diciéndome-j
traer dinero, sino una libranza!
" .En esto la diligencia
ruedan
chirI'iaban
jado para
azotar
más intenso
en los costados
íÍ
andat'
comenzó
proyectaban
dC'1camino.
el sota
do;;pacio
las
j
se había ba-
un olor balsámico
sus siluetas
lbamos
Monte de la.~ Oruces, on los dominios
entre los pasajeros
j
hicimos en no
el fl'ío, á pesar dol sol, se hacía
por la portezuela
los pinos
j
bien
en las escabt'osi¡lades
las mulas;
penetraba
j
la montaña
qué
entrando
del
de
vede-asomas
en el famoso
pálido Hoca. CirculÓ
como un estremecimiento
de pavOt'
j
hubo
un momento de silencio desagradable.
El licenciado fumaba
cigarros rabiatándolo8 (8) con una preocupación
visible; dOll
Indalecio
se
mesaba
las nogl'aS barbas,
pensativo;
Español pelJn (9) se limitab:t á tararO<lt' la
Oola/w,
entonces
seguido
muy on boga.
la diligencia,
:Mandábn.la
La escolt;t, que había
se Reercó
cn jefo
entonccs
un sal'ganto
hasta marchar
hasta el
canción
dll
lejos
á su costado.
gOl'diflón, chaparrit(),
(10)
colorado coma lIn tomate, dG bigote gris y con los ojos de
borracho.
Lo seguían tI-ece ó catorce dragone:> cubiortos
con
chac6s do cuero negro, onvueltos en barraganes amarillos y
montados ell eabalbs
fl<1cos.-¡ l!ls Gi cojo! dijeron todo:ô.-
¿ Quién es ese cojo,
!woguntú clliconciado.-E.s
el oncal'ga.do
de cuidar el monto, l'()spondió el Espaíïol
parlancil1n)
(Il)
(8) ConsumiélldoloB.
(9) 1'[otilado.
(lO) Bajo do cuerpo.
(11) En las diligencias y en los wagoDcs de lus trcnes se
hacen notar los espaüoles por la interminablc charla, las groseras y
frecuentes il1torjeciones, la exprcsión enérgica y franca, defectos y
cualidades quo tanto contrastan COD la taciturnida.d, modestia, encogimiento, manems sua ves, tímidas y desconfiadas del mexicano.
muy buon
llluchacho,
muy
133 puntual.-¡
Ola! sa1'gentito!
(12)
g'l'itó el liconciado, aeél'quoso usted uu momento. El sllrgento
so UCI))'CÓ,-¿ qllé tal est:í el camilla '~-Muy bueno seiíor; la
tellgü como Ilna patena, (13) no hay cuidu.do,-Oiga
usted,
\;;l.l'gentito, yo soy ellicenciaùo
a mi~hd COil el ministro
Lam:aeorta,
de g'uerm.
me ~col'dal'é d,.) ui;ted (B) en
CuÍùenos
México.
mucha
usted bien y yo
Además
una excelente gt'¡Üificacióll,-:'I'ríl
gt'acias,
tenga usted cuidado; el camino está qU0
él talegas <lo on?as,
y tengo
tellÙ¡'!Í llstod
mi licenciado;
80 puoden lIev,¡r
i Bonito yo para dejar plcaros!
¡lIe
no
pal'
daùo
1l11lLcolgada, do ollas en estos acotes (pinos)! j 'l'iemulall do
oír mental' al sn.rgonto ),oIondl'agúll,-¡
:\1ag111fico ! dijo Laux(lcortCl.j do modo
desdolíoso
que
d sal'gcuto
ese
Roca .... -¿ HocrI ? l'OPUSOcon ail'o
paránùose
más que el coco de las viejas.
en los estribos.
Hoca no es
i Ya iba ú. venil' él pOI' aquí para
(12) NOflotros decimos sargentico;
pcro cste disminutivo es
ca¡.¡icxclusivo á los colombianos. Los pcruanos, mexicanos, cte. lo
hacen cn ita.
(!:-i) Las promcsas del sargento pintan muy bicn el Cllol'á.dcl'
mexicano, dadas honrosas excopciones, por supuesto. Jamás dicen
no, ti. todo acceden amables, pero no cumplen la pl'olllctido; januÎH
sc cncolerizan, ni cxaltan, son impertUl'bables en SIlSmancras
l\teutas J' deferentcs, y cs casi imposible el conoce!' BllSve!'daderos
scntimicntos. La timidez forman el fondo del carácter nacional.
(14; La g'oute do este país, cspecialmente el pueblo, usa lí
cada ll<\S.) el 7MtCl[; i Audo usted! i Tome ust,ed ! etc, J~l usted dirá
y el pam no emlanr á 7tsteJ. son muletillas frecuentfsimas. La geute
orùinaria dice, como entro nosotros 1[\ plebo, helaos, verdá, etc, ctc. ;
poro omplea hiou el tu, ti, te, sin acostumbrar
el prosaico vos, tlJIl
frecllcntc ou la América del Sur. Hay sus tonillos especialûs en
Puebla, en Móxico, en Guanajuatol cte.; pero, están muy distantes
del intolorablo déjo del ecuatoriano.
-
134 -
que yo 10 colgara! Les alza lamarw pelo á las facultades animadas que yo tengo.-¡ Dien! repuso el licenciado, tenga
usted un trago de Oogíïac y confiamos en usted.-Selior
Lanzacorta dijo la vieja de las berrugas, ruéguele usted que no
desampare la. diligencia, porque onde la desampare, nos cayeron! Entrába.mos en una espesura; el sargento se acerca y
dice :-Mi licenciado, (15)1 voy por aquí á dar una campeada'
no me tardo, quiel"O .~o8prender Ii unos que me dicen andan
desbalagados (desvandados) por unos 8scondridijos.-Bueno,
pero no se nos aparte mucho.-No
tenga usted cuidado, mi
licenciado ... -I.Ja escolta se perdió en las oscuridades del
bosque por el lado izquierdo.
No bien habían trascurrido unos cinco minutos, y la diligencia caminaba lentamente, cuando se escuch6 del lado
derecho del bosque un agudo silbido y salieron como flechas
de eutre los pinos y por una hondonada oscnra, donde el camino hacía recodo, hasta cinco bandidos, ginetes en poderosos
(briosos) caballos, cubiertos eon zarape8 (cobijas), envuelta la
cara. en paúuelos negros yarmados de mosquetes. El cochero
solo dijo e!)ta palabra aterradora :-Loscompadrcs!
(16).-¡ Es
Ha ea ! dijo el pelón; el licenciado se puso verde j don Indalecio
inclinó la cabeza, las señoras gui.yieron privarse (estuvieron á
punto de desmayarse) ; nosotros palpitamos de curiosidad y la
de laa berrugas dijo :-Ya
ven que no es Roca espantajo de
solas las viejas.-U n ginete montado en arrogante caballo, con
eljarana (ancho sombrero) hasta los ojos y el jorongo (cobija.)
l
.
(15) Aquí llaman licenciados á 108 abogados, doctores, á los ID 6
dicos y pad¡'es á los sacerdotes, regulares ó seculares.
(16) Cuando los cocheros eran yanlœes, qne yankees cstablecieron las diligencias en México, al ver acercarse á los ba.ndidos,
decían á 108 pasajeros (,on 1& flema. inglesa: I Boca abajo, vienen
robas I (la.drones).
-
135 -
do colores metido por la bocamanga, (17) dejando ver solo dos
ojos n(\gros de tírabe, y teniendo en una mano delgada y nervuda una pistola. americanll, se detuvo tÍ. un costado de 18
diligencia. Otro pe situó delladn opuesto, y dos se apearon de
SllScúballos, que tuvo un tercero, y se dirigieron mosquete on
mano íÍ cada una de las portezuobs.-Nadie
se mueva, dijo
uno dnndo mirada!! feroces, y temblando sin embargo. i A ver
usted! dijo al licenciado. Este no aguardó mlÍs órdenes, quiwse rápidamente los anillos, el prendedor, el reloj, sacó diez
onzas, dinero ell plata y la cigarrera do carey.-No tengo más
dijo despavorido.-La
esclavina, refunfuñó el bandido arrebatándosela. Luégo le obligaron á qnitarse las botas para mostrar
que no llevaba nada en ellas. Siguió el turno de don lndalecío.-Qulte!le las calzoneras !-Pero, hombre! dijo el espafio,
con airc suplicante, no llS0 calzoncillos, quedaría en cueros.Pas (pues) quítese la abotonadul'a de plata. Don Indalecio,
ayudado de SUg paisanos y del comerciante, arrancó los botones y entregó además el sombrero galoneado de 01'0, elrcloj,
el dinero, la chaqueta, el chaleco rojo y se quedó procurando
ocultar' lail piernas belludas como oso, á fuel' de buen español,
qne lo quedaron descubiertas con la quitada do la abotonadura.
El pelón entregó sus diez pesos, el ompleado cinco, el comerciante nueve reales y unas tenazitas de plata y el cura un reloj
la capa y veinte pesos. Mientl'as tanto el otro ladrón había
quit,ado los :millos á las señoras, y so detenía porquo la linda
joven no podía sacar de su'dedo una sortija con nn pcqueÎÎo
diamante.-¿ Qué sucede'( dijo Roca con voz airada.-Capitií.n,
(17) Como aquí no so usn. la runna, todos acostumbran llevar
cobijada una manta roja Ó de color, que llaman zarapc ó Jorongo.
La. gente del pueblo la USilo, :loun dentl'O de las ciudades, y la. gente
decento, Rolo en el campo. Pam el pueblo toda la cama se reduce :'¡
un petate (estera) y al j01'ongo, ann en los ma.yores fríOB.
esta seûora no puede
dedo!
(18) respondió
136 -
sacarse un anillo.-Plll1S,
córteselo el
con terribl{} acento.-j
Ay, no señal' !
dijo la niÏta, (19) espérese lt5tcd tantito, ra saldrá.- Y se meti6
el dedo en la. boca é hizo tal esfuerzo quo el anillo salió por
fin. Los dos estudiantes
no fuimos
rogistró
y no encont¡'ándonos
dijo.--¿
Por qnó no traen
pelón, SaIl dos pobros
los ve, qne
olvidados.
Un ladrón uos
más que nn peso so init-'l, y
más quo t~sto ?-JIomul'ú
cologiales
l¡:m vonido do BarbetA
que no tienen
(wlriide,
1
llijo pl
n:l{!a, .ra u8t('(1
sombrc¡'o alto
ao
pelo).-Pos
lJa qllO otra vez no anden de ('ulrint's,
(caehacos)
nc's dijo, y dando un manotazo (pUllO) sob¡'e la co[>;\ nos snmit'i
(hnndió)
dospués,
el s0mbrero
y todos,
hasta
hasta
el pescllezo.-Azol'riUensp,
el voncrahlo
CIIl'.l,
gríUj
nos a¡'ro(lillamos,
operación que consiste en ponersc boca nbajo,J..li compañero
so encontró con la mirada de uno do los banùidos, quien, dándole un culatazo,
grító,-No
me mit,c jijo,
porr¡uo la lient (le
va mal).
" Luego los ladrones
abrieron
las corachas, (cajollC'Hcolo-
cados tras de la cuma de la diligencia),
l'cgistm!'on
los bal¡\(,~,
se llevaron 10 mejor', vvlvieron la qlW no hg !:'cl'vía y, ('[\I'g-ados
con el bot1n se intel'naron en el bosqno, no ,in que dijcl'.'l. ROCl\
nI cochero y al sota quo
estaban
inclinados
en el rcscnnte.-
(18) Este b:írb~ro expediente me recuerùa, los mnehos do b
misma clase que han cometido y cometen los chilenos con los pobres peruanos, }~n mis viajes por J~Ul'opa y los dos América no he
cncontmdo sino tres pueblos en los qnc domine 01 bandolerismo,
Italia, Chilo y }Iéxico,
(19) Aqn.Î llamn.n:í las señoras, especialmento á las jóvenes,
niflas;
á Jas mujeres del pueblo señoras y á las viejas ó alJl!l!litag,
seiíarM l}¡,andes. Con el cambio debido, los JI1i~mosnombres se dan
á los hombres.
-
137 -
Cuidadito h1ter08 (catires, rubios) eh 7 i CQidadito! Esto no
era más que una f6rmula, pues los cocheros son mudos como
la tumba, aunque conocen á los ladrones á palmos. Allí se
quod,) la diligencia despanzurraùa como caro'ÎÍa (zancarr6n) en
medio del camino, los baúles abiOl·tos, las camisas tiradas, los
papeles regados, 109 pasajeros pálidos, cenicientos, llenos de
amargnra
Era el más violento ataque á la dignidad humana, la humillación más impuno y alevosa. Al fin, todos
ocuparon sus asientos, las señoras dieron hilo para compaginar
las calzoneras del español, cuyas piernas hacían el (j£ectode
chaparreras (zamarras lanudos) por la peludas, y el cura intorrumpió el silencio diciendo á. Lanzacorta :-¿ Qué le dije lÍ
usted !-¡ Miserable sargento! ¡Canalla! ¡Ya mo acordaré de
él !..,... Momentos después apareció el sargentico con SUB dragones, muy orondo y satisfecho
¿ Pos qué, han robado,
amigo cochero 7-Si señor, hace diez minutos.-¿ Roca 7No sé.-Sí, sí, Roca, Roca, exclamó la de las berrugas, para
que vea ustod que no solo es el coco de las viejas. Hoy me las
paga todas, hoy la cuelgo, dijo el sargento, ponióndose en
seguimiento de 109 bandidos
Este probablomente se fué iÍ.
recibir su parte del botín, pues no la volvimos lÍ. ver. Llegamos
Í\ Cnajimalp3, y a111el español polón nos costeó el almuerzo á.
todos sobre su crédito
Ahora parecon leyondas ostas historias do camino real, y, al sentir los pasajeros de ahora que
caminan en wagon de ferrocarril, estiman principalmente la
rapidez y se olvidan de la seguridad."
j
(Toma.do de La Libertad.)
Dichosa nuestra patria que jamás ha presentado escenas
tan repngnantos; eB ella se puede viajar en todas direcciones
sin temor de ser desbalijadoJ aun llevando dinero. 'fodavía
18
-
138 -
hoy en México, no es muy prudente
caminos.
el aventurarse
por ciertos
Su afoctísimo,
FEDEnICO
C.
AGUILAR.
México, .Julio 31 de lR8~.
Seiior Redactor de El Pasatiempo.
Por consejo de los médicofl
Guanajuato
para
alivio
y mis proyectos
dirigirme
tÍ
á la costa
mis doloncias
he tenillo
do visita
del
Golfo
del pulmón.
que :l.bandonar á
Guadalaj~ra
!Í.
moxicano
El vómito
y Morelia,
on busca
de
nogro que hace
estragaR en Veracruz y sus contornos,
dOflde Marzo hasta Noviembro, me impido ahora ollmj~r al nivel mismo del Atlántico; pero, me fijaré probablemonte en Orizaba, ciudlld sit uada
on 01 camino de ~Iúxico á Veracruz,
á, 1,220 metros sabre oi
Como 01 temporal de principios
carril en diverflos puntos, y, después
mar.
de ,Tulia cortó oljel"1'ode veinte días, aun ua
estaba recompuesto, me ví obliga.do el 21 del corriente mes á
tomar un bltl"1'o enjalmado y, caballero en él, dirigirme al sitio
donde el tren
de balastro
tomaba
á lOf! trabajadores
para 110-
varIos á Silao. À las doco y media de la tarde monté sin freno
ni estribos en 01 humilde jumento y, una hora después,
me
hallaba ya en 01 sitio dondo 40 peones moxicanos y 8 obroros
yankoes construían uu puento de madera, en vez del terraplen
que había destruído el río de Guanajuato. Después de esperar
Ii la sombra de algunos matorralos la partida del tron, cerca
de las seis de la tarde, subí á sus embarradas
media hora recorrimos
separaban
los 17 kilómetros
de la vía troncat
nos detuvimos
En tres
plataformas,
y en
(3i leguas) que nos
ó cuatro puntos del r:amino
para recoger á los peones que daban las Últimas
-
139 -
pa.ladas en la recompolOÎciúndo los deslaves produciüos por el
temporal. Llegado lÍ Sílao me trasladé al nuovo y pequoiío
hotel do la ostación, donde el pasajel'o es scrvido bien y barato,
y donde COUlonlos amel,jeunos empleados en la Estación, Nueva,
hoy casi terminada.
Al dia siguiento tomé 01 tl'OIlde México, á las ocho de la
maÏtana, y Ii las siete de la nacho ya mo oncontraba en esta
populosa Metrópoli. i Setenta y siete leguas en once horas!
Comimos tí. In 1Ina en San Jnan del Hío y pedimos, de las
once horas de viaje, una en las divel'sas pamdas. La locomotora arrastraba dos wagones de torcel'iL,uno do segunda y oka
de primera con corea do 40 pasajOl'os. Ya pagué por las sotenta
y siete leguas side pesos seis y medio reales. ¿ Cuinto hay do
Bogotii. á Bucaramanga?
Setenta y ocho leguas. ¿ En cuánto
tiempo, con qué gasto y con qué comodidadcs hacen ese
camino los oradores, poetas, publicistas, políticos, adalídes y
sabios do Colombia? Mis compañeros de segunda claso, payos
(campesinos) gamonales y rancheros, (pequeiíos hacenùados)
lus hicieron en once horas, por $ 7-66, y durmiendo, conversando, comiendo y fumando! Encontramos algunas brigadas
de trabajadore;; que perfeccionaban las recolll postlll'as de la vía
on los diversos puntos quo había dauado el tomporal. Gran
parte de l~ inmonsa altiplanicio, que corre do SilaoáSall Juan
del Rio, (h:rga do 198 kilómetros ó 39~ loguas) se hallaba todavía
inundada, y esta!o!laguna;;, que vienen á secarse lentamente on
la estación do los calores, oxplican las fiebres intcrmitentes quo
allí reinan. Durante los seis mesos do la estación seca
súfl'ese mucho pal' la escasez do agua y on los seis de las lluviosa por el exceso de hamedad, Eu las sotenta y siete leguas,
quo rocorrí de Silao Ii México, solo se encuentran dos pequellOS ríos, el quo pasa corca de Celaya y el que salo ùe las lagu~
nas del valle de México, y en esa inmensa extensión no vi
-
140 -
otros plantíos, fuera de las milpas (maizales) que dan el grano
para. los míllones de tortillas (arepas) que se consumen en este
pais, donde la arepa y el frijol negro, con el chile, {ají} son el
único alimento del pueblo, y los indispensables alimentos de la
mesa del rico y del acomodado. Doce leguas antes de llegar á
esta capital principió la lluvia que nos acompañó hasta nuestro alojamiento de la. calle de Montealegre, número 14.
En las dichas once horas de marcha ib~n desfilando, ya á
la derecha ya á la izquierda, las hermosas torres y cúpulas de
los templos do Irapuato, Celaya, Salamanca, Querétaro y
Cuatitlan. En todas las estaciones nos atacaban 108 mendigos
pidiendo limosna y los vendedores de enchiladas, chalupas,
pulque, cajetas (de arequipe), fresas, higos y duraznos. Quarétaro tenia ya su nueva tranvía j Celaya mostraba concluídos
los terraplenes del ferrocarril que debe enlazarla con Salvatierra, Maravio, Morelia y Toluca el16 de Septiembre próximo
y el tajo de Notchistongo amenazaba Ii los viajeros con un
derrumbe, posible en tiempo de lluvias. ¡Gracias á Dios I
salvo llegué á esta capital, que estuvo incomunicada veintidos
dias con Guanajuato, á causa de los desperfectos causados on el
camino de hierro tras 108 nueve días de casi continuos aguaceros.
Todo fué llegar á México y correr sin dilación á la imprenta
de La Voz de México para buscar periódicos de Colombia, pues
hacía ya cincuenta días que no recibía yo de Bogotá ninguno.
Hallé catorce paquetes de El Conservador, que me fueron entregados intactos y todavía envueltos en BUS fajas. En ellos
leí lo ocurrido en la patria desde el 7 de Abril hasta el 16 de
Junio. Virgenes se hubieran quedado los números de El Gon-
*
• La familia Izquierdo, dechado de virtudes, me ha hospe.
dado siempre en su ca.sacon la mayor generosidad, cariiio, a.tenciÓn
y buena voluntad. i Dios se la pague!
.gervador, si no hubiera
141 -
yo llegado
antes
de que pasasen
á
envolver cspecias. Al leer varios de sus artículo!'! me decía:
En Colombia están creyendo algunos
que nuC'stra prensa
tiene ceo on las demás repÚblicas y quo la sempiterna charla
de nuestros politiqueras y adalÙies de partido es leída por los
ciudadanos do otros países. 'l'anto en Chile, como en el Perú,
como en México,
notaba y noto con
dolor
que nuestros
perió-
dicos son generalmente
arrinconados con desdén ó indiferencia
sin quitarIes siquiera la faja. En este siglo de positivismo las
teorías r In. bonita charla son desdeñadas,
los ferrocarriles,
al comercio, á la industria
puestos.
Oomo allá somos escritores
mos en mula,
caso, y
6010
nuestros
pub~ican
hermanos
¿ Cuántos
diarios
de Julio del Centenario
y sabios qne todavía andade América
acerca de Colombia
blores, la.ngosta, revoluciones
cuajadas, eso sí, de disparates.
y solo so atiendo á
y á los ricos prcstlno nos hacen
las noticias
y elecciones
de
de tem-
presidentes,
:t
mexicanos
cree
ustod hablaron
el 24
de Bolívar ? Yo recorrí por curiosidad
Nacional, Patria, The Two Republíc.9, Pabellón Español, Monitor, Libertad, Voz de México, Tiempo, Oorreo
de las Doce, Diario del Hogar, Diario Oficial, Siglo XIX,
Trait <1,'Unión, etc. Este último, que es órgano de la colonia
francesa, dice cuatro palabms sobre el Centenario.
Hl Siglo
XIX inserta dos composiciones que le remitió do París su corresponsal, 01 seuor Alfredo Herrera,
colombiano,
oxpresalos principales:
mente para que laB publicasen
guardaron
un
silencio sepulcral.
en esa fecha, y todos los demás
**'
Entre
tanto
se publican
• Rocientemente ha comenzado La Patria á publicar telegramas do Contra y Sud-Amórica .
•• El 26 de Julio El Nacional y El Diario del Hogar hablaron
algo del Centenario, y el 24 ni siquiera. ae izaron las banderas en
la. ca.pital.
-
142 -
de l!luropa, y especialmente
de España,
las más insignificantes
noticias.
Venezuela
pidió
El Gobierno
de
al de México le
remitiese las obras escritas por mexicanos después do la indepen
dencia y las composiciones musicales del país para ser tocadas
el qía del Centenario.
El Gobierno mexicano, segÚn he leído,
romitió las primeras
pe¡'o se desentendió
de las segundas.
Los que hablan de fraternidad
hispano-americana
no están al
corriente de la que pasa eu las diferentes
repúblicas.
No he
visto hermanos
que menos se conozcan, más se desdeÎlcn y
menos unión tengan
quo los hispano-americanos.
Colombia
es la más generosa, la quo más se interesa
por sus hermanas
de América,
más las
estudia
y aprecia;
pero, Colombia es la
menos
conocida y una ùe las mlÍs desdeñadas.
somos
tolerantes,
nobles y generosos
Nosotros
allá
con los de fuura, mien-
tl'3S que con los de casa 80mos implacables,
intolerantes
y
peleadores.
En los seis meses quo he estado
ha hecho ella progresos
de Mayo está ya
terminada,
angosto ó inmundo
elegante
notables.
ausente
La soborbia
después
de esta capital,
calle del Cinco
de trasformar
callejón de Meaateros (cabuyeros)
y bellísimo
bouleva1'd,
el oscuro,
en ancho,
nada inferior á los mejores de
París; muchos grandes palacios se lovantan desde sus cimientos, ó se re£acciona á la moderna ea todos los cuatro vientos
de la ciudad
j
complicada
por encima de las
red de centenares
de alambres
cruzan
Cllsas para el aervicio de los telégrafos,
de
los teléfonos y dol alumbrado
eléctrico;
numerosofl wagones
de tranvías circulan por donde quiera, presentando
indecibles
comodidades
á los transeunte
cia de las arboledas,
s ; la amenidad,
sombra y olegan-
de los paseos y de los jardines
públicos
crece todos loa días; el nuevo y espléndido
kioaco de vidrio
y hiena,
levantado en medio de recientos y pintorescos jardines,
refrescados
por fuentes,
poblados
de estatuas
y embelle-
cidos
con monumentos,
143 -
presta ya
SIIS
servicios
para la venta
de flores y ramilletes; unn. muchedumbre
de extranjeros
circula
por la ciudad;
recientes
almacenes,
tan elogantes
como lOB
de las primeras ciudades de Europa, adornan las calles, y óyense
con fre;~uencia las pitadas de los trones que Hog-au Ii las ocho
estacionos do ferrocarriles
que circundan la ciudad, después
do l'OCOl'rer gran parte de esta República, la cual, ahora cuatro
años, solo tenía un camino de hierro. En eso tiempo ombadurnabrm papel los pol'itÙ¡ueros, y atrona.ban
el aire los adaliùes
partido con BUS frenéticas
voci£oracionos.
han producido tan enorme trasformación.
Hablando
de Junio
pasado,
quo se publica
1883 un
HO
ha
dol Congroso,
como bs
aquí:
ciendo la denda
terminó
"No
solo
80
sus sesiones el 18
la legislacióu
quo
interior,
hombros do Estado
l'amin. ùe rosucitar."
Oongroso de 1883?
matorialcB;
en materias
á la libel'tad
sino
también
bimensual
ha dado por 01 CongreNo do
vigoroso ~ las mejoras
relativas
á la minoría;
La paz y 01 trabajo
dice L' Echo dn Me,rique, revista
impulso
reformado
quo
do
do la pronsa,
so ha
el crédito
no solo
muy intcl'osnntcs,
al comercio y
reconstruido,
nacional,
J'('cono-
mirado por los
menos pesimist.~s como muerto ':i :::in espc¿ Cuánta.s cosas buenas ha hecho nUC>ltrú
Rin embargo,
hay más talento,
ilust!'ución
y saber on Colombia que on México;
pero, la política y los
pUl,tidos todo lo echan á pOI'der nllá. Hablando do los ferrocarriles, el diario angla-americano
publicado en México dice: "Bu
The 'l'wo Re pu7Jlics, tam bién
cllanto al adclul1to de la cons-
trucción de las diferentes línoas gno actual mento se trabajan,
podemos decir, fl'le las tres mt1s importantes,
el Oentral, el
Nacional y el Internacional
van l'IÍ.pidamento avanzando ùo
una manora realmonto prodigiosa j de tal modo, que, á principios del ailo entrante,
pOI1I'OIJl(); il' Ul tn~u (]usde esta c¡¡pital
á cualquier
punto do lo;; E>;tados
Unido:".""
Por todas partes
-
144 -
se oonstruyen ferrocarriles secunda.ríos, dice L' Bcho du Meœique, entre esas tres grandes (línoas, las del Central, Nacional
é Internacional) y las ciudades que se encuentran fuera del
tránsito. La. exportación de los productos mexicanos no tardará en adquirir importancia. Una vez terminadas las vías
secundarias, México podrá hacer figurar BUS productos agrlcolas en los mercados extranjeros alIado de los que hoy tienen
la supremacfa." Dico The Brownsville Oosrnpolitan:
"El
rápido progreso de 108 terraplenes en la línea de Matamoros á
Monterey y la pr6xima llegada de 3,000 tonela.das de rieles,
bastan para herrar sesenta millas q Ile nos acercarán Ii Camargo
prometiendo para esta. sección nn brillante porvenir
El
ferrocarril de Sonora es ya un hecho, y parece que la Compañía.Trisbie da un grande impulso á lOBtrabajos entre EaglePass y Saltillo." Yo siempre apunto lo que en Móxico se hace
en materia. de caminos de hierro para despertar la emulaci6n
de la noble, rica y hermosa Colombia, donde las vÍail fél'reas
marchan á paso de tortuga, merced á la politica y á los partidos, ó, más bien, al puñado de adalides y gritones sin patriotismo que prefieren el tl-il,mfode su circulo al progreso de la
Patria. No se diga que carecemos de brazos, pues en la revolución de 1876-77 se pusieron sobre las armas de 50 á 60 mil
hombres y se dejaron tendidos en los campos de batalla 10,700
víctimas! Todos los que trabajan en los ferrocarriles de México,
en sus tranvías y demás obras públicas no llegan á la segunda
J
cifra.
Se ha hecho últimamente gran ruido sobre unas minas
de oro, recientemente descubiertas en la baja California; pero,
el 8ubprefecto del centro comunicó al Ministerio del Interior:
" que los placeres de oro no llenan las condiciones requeridas,
por falta de agua." "Hasta el presente esas minas no parecen
ser muy ricas; añade L' Echo du Mexique j aunque la minería
-
145 -
no cuenta con suficientes
capitales para organizar completa·
mente los trabajos de explotación, no so crea que ellas están
paralizadas.
Nada de eso:
por
donde
quicril. so denuncian
nuevas minas, por donde quiera se organizan compañías para
ex ?lotar1as."
SegÚn he "isto on los periódicos de Bogotá, lo
mi,.;mo c-stti sucediendo en Colombia, para justificar mis aser~
ciones, ó, más hien, In.s del Obispo Piedrahíta
quien asegura:
Il no habOl' 1111 palmo ùe tetTeno
ontrc las cabeceras y la coniluencia del Cauca y Magdalena
del jesuíta
G umilb
qne no contenga
<plÍen sostiene"
oro,"
y la.
q Ile Colombia no es menos
rica qne Pl PerÚ y ~léxico."
Esto no lile cansaré de repetirlo
para vergÜonza d., los que tienen pobre, atrasada y desacreditada ri, la más hormosa, rica, noble, ilustrada y generosa de
las HopÍ! bl icas hispano-americanas
j
esto no cesaré de repetirlo
muy alto, aunquo se indignen
algunos tontos) ignorantes ó
fatuo;, ÙO pOI' acá, quienes están acostumbrados
á mirar con
dcndéu y n,nn con desprecio á la predilecta de Bolh"ar. Para
que VI~:ll1 all(¡' cuanto se puede hacpr con las minas mediana.
mente tl'nLajadas,
expondré aqní algunos datos escogidos de
hL 1l0ticiu. quo lu. sétima sección del Ministorio de Hacienda."
acaba ,le publicar.
Acuûación total de oro en el-año fiscal de
1881 á 1882 $ 25.61 0,82~, verificada on once Casas de Monoda.
De ost[JR, la de México acuñó
y la de Oajaca
el míuimum;
Zacatecas,
minero, acuÍÍó $ 6.031,770 Y Guanajuato
tantes Riete Casas de Moneda acuiíaron
$ 4.404,300,
mill6n
IS.
~ 127,01;),
$ G.444,OOO, quo es el maximun,
dos y medio, próximamente.
distrito
las rescada nna, de modio
Do Julio do 1872 á Junía
de 1882, década do paz y de trabajo tras setenta aiíos de guerra, se acuiíaron $ 223.904,126,
concurriendo
México con 52
millones y medio, Zacatecas
con 51, Guanajuato
con 45 y
medio. En los cincuenta
años trascurridos
de 1822 á 1872,
épocas do política,
do holgazanería
y de guerras
civiles, se
19
-
146 -
acuñaron solo $157.821,22; lo que da uu total de $ 381.131,748
para. los 60 años . .En los 284 años de la colonia, trascurridos
de 1531 tí. 1821, se acuñaron $ 2,151.581,962, 10 que sumado
con lae cantidades anteriores, da un total, en 345 años, de
, 2,553.323,700 a.cuñadas en este país. El término medio anual
fué: durante la colonia, $ 5.549,410, durante las guerras civiles, $ 15.626,499 Y durante los aiios de paz, $ 22.390,312.
Estas cifras oficiales hablan más alto que los sofismas de
los politiqueros y adalides de partido, quienes alegan para
excusar el crimen de preferir el propio círculo tí. la patria; ya,
CI que es un error
económico creer que la sola fertilidad de un
país, sin población ni industria, constituya la mayor riqueza ;"
ya, fe que es un error filosófico juzgar que las luchas políticas
son el resultado de un acto convencional!'
Uno y otro alegato son meros sofismas. En efecto, Chile y Costa Rica mucho
más pobres y menos pobladas que Colombia progresan rápidamente por la paz y el trabajo; mientras que nosotros solo
tenemos brazos para matarnos por cuestionec de partido y no
para explotar la incalculable riqueza de nuestro suelo; mientras que nosotros carecemos de indnstria, porque la matan los
politiqueros y adalides. México tiene ahora casi 108 mismos diez
millones de brazos que tenía. hace veinte años; pero, la paz y
el trabajo han hecho que eaos diez millones de brazos, antes
empleados en matarse, en robar, en asaltar diligencias y en
politiquear, al presente se empleen en trabajar y en desarrollar
industrias cBsi muertas en tiempo de las guerras civiles. ¿ A qué
vienen ahora. lOB politiqueros y adalides con la ocurrencia de
que "la agitaci6n pol'ítica de Colombia es un hecho complejo
que reconoce varias causas y demanda larga y dificil curación." ?
Laa causas que reconoce esa.agitación son: la holgs-
*
**
• El Oome",ador de Bogotá .
•• El Oons6'I"IJaiWr de Bogotá.
-
147 -
zanería. de los unos, que no quieren trabajar sino vivir del presupuesto, y la ambíción antipatriótica. de 108 otros, que aspiran
Ii mandar y lucir, aunque sea sobre las ruinas de la. pa.tria. No
es difícil la curación; para obtenerla bastaría que la inmensa,
la casi totalidad del pueblo colombiano, el más ilustrado, inte·
ligente, generoBo y moral de cuantos conozco en la América
española" tomase á todos esos politiqueras y adalidos, que no
Bon sino un puñado, y los arrojase al Caqueté. 6 á la Goagira. j
de ese modo se acabaría él hecho complejo del atraso, miseria
y descrédito de Colombia. ¿ Por qué México ha podido curar
ese hecho complejo de la ah"tación política que le devoro sesenta
y seis aúos? Porque hubo un hombre de energía y de buen
sentido, Porfirio Díaz, quien impuso silencio y trabajo á los
politiqueras y adalides con treinta mil bayonetas qne guardan
el orden público. Esto os preforible á la holgazanería política
y á las zagarreras de partido que tanto empobrecen, atrasan y
deshonran á Colombia.
El mismo periódico antes citado, El Oonservador do Bogotá,
que habla do hechos complejos y de curaciones difíciles, cita.
aprobando tácitamente 108 siguientes conceptos de El Siglo
Futuro do Madrid: "Esto magnífico y esplendente trozo del
Nuevo Continente (Colombia) es víctima" .... no de errores
(económicoli, políticos, filosóficos) sino de la perversidad de las
ideas ... y de elementos extraños, laborantes eternos de BU ruina,
conspiràdores asiduos, arrastrados por las más reprobables
concupiscencia," (las de ]os politiqueros y adalides). El
Correo del Valle, (México) citado también, dice estas palabras:
te Muchos preguntan ¿ de dónde proviene la actual prosperidad
que se nota en los asuntos de México? La causa es la paz de
diez años ... Lo que hoy acontece en México, acontecería, igualmente á. todas nuestras Repúblicas hispano-america.uas, ai
lograsen extirpar por completo el espíritu de revuluciones con.•
-
148 -
Todos esos pueblos tienen en su seno
prosperidad ..... , La paz, se ha dicho,
es la enseña del progreso
Los Estados Unidos de Coloml?ia. QUE P08Ei!i TANTOS RECURSOS !iATURALES COMO MÉXICO, harían
igual progreso, á no ser por 8US revolucione!? cuotidianas." Un
sacerdote y jesuíta colombiano, que hace 33 años está ausente
de la patria, me escribía en estos días: "Lo de Colombia,
nuestra. común y querida. patria, no anda rouy bien
por
desgracia allí vive aun el espíritu de las revoluciones, y no han
muerto todavía. los golpes de cuartel que tantos males han
ocasionado s esa tierra digr¡,a de mrjor 8uerte
Dios quiera
iluminar á nuestros paisa.nos, (á los politiqueras 'y adalid es,
pues la iumensa roayona de la. Naci6n es sensata) para que
conozcan que solo con la paz y el orden serán felices eS08pueblos!' Todas estas filípicas, téngase presente, no son dirigidas
á los colombianos que trabajan y son v1ctimas, sino al puñado
de holgazanes, camorristas y 88peculadores en política, es decir,
á los politiqueros y adalides de partido. Estos no tienen pam
que hacer causa común Callla.Nación v1ctimade sus zagarrera8.
Leo que el señor doctor Otálora une ahora á sus pasados
trabajos por el progreso del país, la iniciativa en la organizaci6n de una Compañía para explotar las minas de Cerrejón. De
Ríohacha á Veracruz llega un vapor en cuatro días; así, pues,
el carbón de primera calidad de esas minas puede venir á buscar en México una. plaza de consumo, porqUé este país está
destruyendo oon grav:ísimo perjuicio de la. Nación sus bosques, para alimentar centenares de locomotoras y de fábricas
que) por la escasez y carestía de carbón de piedra, quemen leña.
Según datos oficiales recientes las entradas federales han
tenido en el decenio de 1869 á 1879 una marcha progresiva á
la sombra de la paz y del trabajo. De $ 13.867,208 han subido
constantemente hasta $ 19.898,265, de 1878 á 1819. En el
tí,nuas q1#3 las consume.
los gérme~ de incalculable
-
149 -
aúo pasado llegaron á $ 28.278,970, yen 01 primer semestre del
actual dieron $ 15.338,949, prometiendo llegar en todo el año
3. treinta millones. La tarifa. de gastos dol corriente año económico da un total de $ 30.713,998, siendo las más elevadas
cifras componentes de esa cantidad, $ 11.127,600 para el
fomento de obras públicas y $ 8.713,998 para sostener los 30
mil hombres que hacen tener juicio á los politiqueros y adalides, mientras la Nación marcha á paso do giganto por la vía
del progreso. Las líneas telegráficas establecidas aquí miden
18,878 kilómetros en explotaci6n, fuera de los alambros de
particulares y de ferrocarriles. El teléfono se multiplica do
una manera asombrosa en todas las principales ciudades de
eita Ropública,
He loído on El Oonservador de Bogotá la relación de algunos asosinatos cometidos en Santander, que se presentan como
la prueba de una gran desmoralización. La poreza, las guerras
y la política la han producido en las gentes que sufren sn aliento
ponzoñoso, En todos mis viajes no he encontrado un puoblo
más moral que el de nuestros campos y poblaciones rurales.
Aun en las ciudades nuestro pueblo, de mejor índole que el
de otros países, Bolodebe BU corrupci6n á la pereza, á. la. gue~
rt'a.s civiles y al abandono de lOB que debían mora.lizarlo. Aquí,
casi todos los días, anuncia la. prensa. asesinatos 6 crímenes
horribles. Vaya como una muestra el de cierta Medca yucateca.,
de que hablan hoy los periódicos. ]jJsta mujer por celoB, mató,
destrozó y guisó á su entenado, niño de cuatro años, (en una
hacienda vecina á. :Mérida) y 10 sirvió Ii su Jason, quien después
do haberlo comido, se volvió loco de horror.
He leldo también en El Oonservador un artículo escrito con
sensatez que lleva por título: Situación oomercial. En él hallo
un rasgo que viene á confirmar mis empecinadas amonestaciones, tau reprobadlWl por el mismo periódico: ri En Oolombia
-
150 -
dejamos de hacer muchas cosas necesarias, no por imposibilidad,
ni falta de inteligencia, sino únicamente por PEREZA ••••• MENOS
POLÍTICA,llENOS ELECCIONES,
que eso no da para vivir á las
masas." Mil felicitaciones al sañor Rivas por sn patri6tica idea
de formar nna asociación permanente de la prensa, no para
tratar de polémicas religiosas 6 políticas, sino para promover
los adelantos de la patria. Parece qne mis prédicas, como las
llama El OonserfJador, dolorosas para los culpables d.l crimen
de leso patriotismo, no dejan de contribuír en algo al progreso
do Colombia. Las ciudades se van limpiando y hermoseando;
los ferrocarriles van ya preocupando á lOBmás retr6grodos;
los peri6dicos, aun los más raizales, ya hablan de progreso, de
mejoras materiales, de ferrocarriles, etc. y 10 hacen, ya sea de
fuerza 6 grado, con mncha más frecnencia que antes y, por último, los representantes de la prensa aplaudiendo unánimemente
la proposición del señor Rivas, reconocen la inutilidad de tanta
politiquería y la necesidad de fomentar los adelantos materiales. Cabalmente esos han sido los temas favoritos de mis
prédieaa desde Octubre de 1877, época en qne principi6 á.
enviar mis revistas á Bogotá. En ellas no he cesado de exhortar
á embellecer las cindades, construir ferrocarriles, dejar la
excesiva política. y á. charlar menos de intereses de partido en
los periódicos. Estoy contento, y siempre continuaré mis prédicas sobre el mismo tema, a.unque escuesan á 108 que están
lla.gados.
La Patr.ia de México, uno de los mejores diarios de la
capital y que tiene por lema Indu8tna, Pa£ y Progreso, ha
comenzado últimamente á publioar telegrama" más numerosos
y pormenorizados' de Sud-América, los que son lnégo reproducidos por casi todos 108 demás diarios. De este modo ha
venido á poner remedio á un mal, de qne repetidas veces me
he quejado en eatas mia cartas, el mal de la incomnnioaci6n
-
151 -
entre este país y los demás hispano-america.nos. Ahora, leyendo
estas cartas yesos sustanciosos telegramas, ya comenzarán á conocer los mexicanos á sus hermanos del Sur, de 108 qne hasta
ahora generalmente han tenido tan escasas y tan inexactas
ideas.
Siento que en Bogotá. los peri6dicosJ y es la única
capital de América que presenta tal fenómeno, estén todavía,
no ob~tante la comunicación por el cable, un mes atrasados
en cuanto á noticias de Europa, y casi totalmente Ii oscuras
acerca de las demás Repúblicas hispano-americanas. El último
inform.e oficial sobre los trabajos de El FerrocaTTil Oentral, que
debo enlazar osta República con los Estados U nidos, da los
siguientes números: longitud de la vía herrada en algo más
de dos años 1,327 kilómetros 6 265 leguas y media, 67 locomotoras, 779 plataformas, 495 furgones y 133 wagones de
pasajeros. En Abril, Mayo y Junio han llegado Ii Veracruz 13
buques con 24,087 bultos para esa gigantezca empresa norte'
americana. El telégrafo de El Ferrocarril Central ulÍde 1,337
kilómetros 6 267 leguas y media. Nuestros siete principales
ferrocarriles de Occidente, Ant,ioquia, Cauca Girardot, Panamá,
Bolívar, La Dorada, cuando eatón ya terminados, medirán 170
leguas; es decir, 99 menos que lo ya construido en El Oentral
mex~cano.
El Gobierno de este pa~B trata. seriamente de volver Ii
*
• Sin embargo, por la ignorancia que se tiene de la geografía
é historia de los países Sud-americanos, los telegramas con frecuencia salen llenos de errores. Vaya esto como nna muestra:
" El Cor'Jnel Cabello tomó los cuartel os de Montecuecto, (en vez
Monte-Cristi) que fueron recobrados por los ióvencs Monte-Caballo,
habiéndose escapado loa más prominentes cabeUistas." Debía decir:
" fueron recobrados por los jóvenes de Manta, Cabello hnyó "1 fueron asesinadoalos más p¡'oluinentes cabellistas." Ya l'la es, pues,
cuento aquello de "dorrota sobre una pt>bre y vieja esiera."
-159cubrir con bosqnes la altiplanicie y montañss vecinas. Lo mismo
debería hacerse con nuestra linda y fértil Sabana, no limitá.ndose al eucalyptus, sauce y cerezo, sino aclimatando tam bién el
fresno, comunísimo en estas mesetas, el olmo, el álamo, el nog¡j.l,
él cedro y el acacia. Con rS7.6nLa Patria de México so indigna
en tono moderado y sentido de las siguientes frases de The
Teillas ShifftínglJ: et Behar 8 perder fi un mexicano! Es impo·
sible echar á. perder un huevo que está podrido. Cualquier
mexicano es capaz de desgonzarBe en reverencias y saludos al
pedir y recibir un favor; pero en là noche eBe mismo robará
el colcMn á su bienhechor. Sepan nuestros vecinos color de
chocolate, que para ser grandes no necesitamos de los burros
mexicanos y que, si insistt1n en fingirse víctimas inocentes de
la rapacidad anglo-Bajona, llegará nn día en que les hagamos
conocer que nuestra paciencia tiene límites." Con frecuencia
se da grátis el pasaje á muchos mexicanos para que regresen
á su patria desde California, donde se halla.n en gravo necesidad; mientras los yankees cada día van abundando más y
má.s en México y se vau haciendo dueaos do no pocas propiedades. )jJn las comarcas de la frontera del Norte pululan los
anglo-americanos y varías veces se lee que algunos mexicanos
Bon asesinados por yankee~. Una. raza débil puesta alIado de
otra fuerte tiene que ser, al fin, subyugada.
Según los" Anales del Ministerio de Fomento," últimamente publicados, los Estados U nidos de }Iéxico, miden
1.921,240 kilómetros cuadrados con una. población de 9.908,011 j
fuera del Distrito Federal, que tiene en 1,200 kilómetros 3Dl,804 habitantes. Los Estados de más población son
México, Morelos, Guanajuato, Puebla y Querétaro y los más
despoblados, Campeche, Coa.huila, Chihuachua, Sonora y el
territorio de la Baja-California. En aquella cifra los blanco'!!,extranjeros y creoUo8figuran en 19 por 100, (1.882,522)) 108 indios,
-
153 -
en 38 por 100 (3.765,044) Y 108 mestizos en 43 por 100
(4.260,445). En 01 aúo de 1810 tonla la Nueva España (M6xico)
6.122,354, de los que 1.097,928 eran blancos, 3.676,281,
indios y solo 1.338,706 mestizos; am6n de 9,449 clérigos,
religiosos y monjas. En 1793 apenas contaba Clstepaís, toda\Tla
no rcducido á. la mitad por los invasores angla-americanos do
1847, 4.483,569. El aumento anual por cada 100 almas ea de
5,49 en las tierras frías y 3,] 1 en las calientes. El valor de la
propiedad raíz en toda la República es de 4:;2 millones ùe fuertes. De los 27 Estados los más ricos son: Puebla con 33 millones de propiedad raíz, Guanajuato, con 30, Jalisco con 26 Veracruz con 21, México con 23, y Michoacan con 21. El Distrito
Federll! cuenta 55 millones de propiedad raíz, el Estado de
Campoche solo un millón con 90,413 habitantes, en 66,890
kil6metros cuadrados, y los de Chiapas, Tabasco, Coahuila y
Calima oscilan entro 2 y 3 millones de propiedad. 'l'odos estos
datos no puoden ser sino aproximados, pues, según advierte
la Socretaría de Pomonto, hay todavía muchos obstáculos en
01 país para poder plantear con seguridad la estadística.
Ya que en Colombia ostá formada definitivamente la Compañía para el ferrocarril de Occidente, bueno será exponer
algunos datos oficiales sobre el principal de los ferrocarriles
mexicanos, el quo une al puerto de Veracruz con la capital da
la. República. Su longitud total es de 424 kilómetros; pero,
como la del nuestro será de 138, me limitaré al trozo de Camaron
á Cha.lchicomula que mide 140, 6 2 más que el de Occidento.
En ese trayecto están las principales dificultades y obras de
arte del mexicano, pues lOB restantes 288 kilómetros midon
nna altiplanicio apenas ondulada y sin ríos. En 1837 concedióse el primor privilegio al aeñor Arrillaga para el ferrocarril
do Veracruz, y, despnés de 36 años de mayores vicisitudes que
las del nuestro, BO ¡nangur6 en 1873. De Veracruz' Chalch¡20
-
154 -
comula. se enCUE:lntran28 puentea y viaductos de hierro que
miden 1,297 metros de longitud. Hay además 201 alcantarillas.
El ferrocarril mexicano Bubo sobre el nivel del mar á 2,415
metros y el colombiano remontará dosde Girardot (330 metros)
á 2,660 aproximadamente;
01 mexicano por pasaje exige para.
los 140 kilómetros $ 8-87 en primera, $ 6-56 por segunda y
$ 3-59 tercora. Los climas y terrenos por d'ondo pasa el mexicano 80n casi idónticos á 108 que atravesará el de Occidente;
aquel toca on dos poblaciones notables C6rdova. y Orizaba muy
superiores á Tocaima y La Mesa.
Por último 108 guarismos oficiales sobre la instrucción
pública en este país son 8,702 escuelas, 458,106 alumnos y
alumnas de instrucción primaria, secundaria y profesional y
$ 2.863,031 gastados a.nualmente en la enseñanza. Después
del Distrito Federal, que da 4û1 escuelas y 31,4.23 alumnos
COD $ 763,560 do gasto, vienen al freIlte;
Puebla, con 1,011
escuelas, t¡7,025 alumnos y $ 293,416 de gasto; México, con
1,069 escuelas, 51,816 alumnos y $ 233,157 de gasto; Veracruz, con 741 escuolas, 26,914 alumnos y fP 294,52J de gasto;
Jalisco, con 722 escuelas, 41,939 alumnos y $ 139,805 de gasto
y Zacatecas, con ·1:96 escuelas, 20,811 alumnos y $ 123,400
de gasto.
Su afectísimo,
FEDERICO C. AGUILAR.
Coxcatlao, Agosto 30 de 1883.
Señor Redactor de El Pa8atielllp~.
Lo escribo desdo este pueblo, distante de Móxico por el
Sudeste û6 leguas, siguiendo la línea del ferrocarril de Veracruz, y de Guanaiuato, 141; (ID quo distan Bogotá y Cúcuta)
-
155 -
leguas que aqu~ sc andan en dos días y en Colombia en nn
mes lfl.rgo! Bstá. situado cerca de la raya divisoria de 108
Estados
de Puebla
del runr.
Los
y Oaxaca,
médicos
á 1,300
me han
metros
relegado
sobre
á esta
el nivel
tierra
tom-
plada con 01 objeto de conseguir una mojoría en la onfermedad dol pecho quo me aqueja hace diez meses y diez días.
Desgraciadamente
oste clima os tan variable como el de la
altiplanicie, y, tras uua mañana calurosa, viono la tarde acompañada
dol viento Noreste quo la refroBca demasiado.
En con-
socuencia las pnnzada.'? y los dolores de las we1'Clas como aq1li
llaman á las enfermodades
nerviosas) son muy fl'ocuente8. No
valo, puos, la. pona do vivir UllO desterrado
liv.ada y lojos dol movimionto
ciudades.
AHÍ
ción situada
aquí de la vida civi-
y buena sociedad de las grandes
Ii Ol'izaba, pobla-
es quo he resuelto
trasladarmo
sobre 01 ferrocarril
de V oracruz y ti 26 leguas de
ese puerto, con el fin lile esperar
allí 01 tiompo á propósito
para
tomar 01 vapor ospaí101 quo me conducirá á las playas do Colombia, donde espero sanar Call los aires nata.los. En esto poJa
no se puede bajar sin riesgo á las costas del Golfo, desde Âbril
hasta Octubl'c, por tomor del vómito negro) ni ombarcarse on
Octubro
y Noviombre,
por causa do los ciclones,
de San Francisco)
que dominan en estos mares.
en Bogotá á fiIJ,Csdel corriente aîío ó á principios
si una
llueva
esa HepúLlica.
Para que
hablar
revolución
no viene á sacudir
(el cordonazo
Espero cstar
dol ontrante,
los cimientos
de
*
usted vea como so viaja en este país, 10 voy á
CDn alguna
detención
de mis excursiones
de :M6xico á
Coxcatl::..n, parte hechas en ferrocarril de vapOl', parte en ferrocarril do sangre y parto en huallín, (diligencia)
según la
antigua usanza. Desde oste pueblo hacia Oaxaca (capital del
~ Lloguó Il Bogotá el 14 de Dioiembre do 1883, y e118 del
mismo mes de 1884 ollta.1l6 la bestial revoluoión qne yo prOien~í~,
-- 156 Matado de BU nombre) se ViaJa, ya en coche, ya. en litera
ya también á caballo; pero, este
(guando) sostenida por mulas,
sistema de locomoción no durará mucho, pues dentro de poco
va Ii principiarse un ferrocarril que unirá á México, Puebla,
Veraeruz y Tehuacan con Oaxaca y Puerto Angel, sobre ll\s
costas del Pacifico. Salí de la gran metrópoli de los Estados
Unidos mexicanos el lunes 20 del aetnal mes. No tomé, al
Occidente de la ciudad, el ferrocarril inglés de Veracruz, sino,
al Oriente, el espa.ñol que se titula "Interocéanico de Moreloa
México, 1rolo y Vera.cruz." Al principio atravesamoa terrenos
pantanoaos, un tiempo ocupa.dos por al lago Texcoco, luégo
recommos las pintoreacas márgenes de ese lago, y fuimos ti
detenarnos algunos minutoB en la triste y húmeda ciudad que
lleva el nombre de la laguna, donde tantos combates Se dieron
en tiempo de la conquista y donde el español Holguín apresó
ti Cuactemotzin. En tres horas que duró el viaje de México Ii
1rolo, (20 leguas colombianas ó 100 kilómetros de distancia)
fueron d68filando á nuestra vista pueblos de indios como Tepetláxtoc, San Antonio, Metepoo y Soapayuca; sementeras de
maíz, llamadaa aquí milpa8, y extensos plantíos de maguey,
(penca. de fique ó agave) loa que constituyen la riqueza de esas
comarcas á. causa del pulque (chicha blanca) que se extrae de
su tallo. Por toda. la altiplanicie mexicana no se ven otros
plantíos fuera d~ los de maíz, frijoles negros, chile, (ají) maguey y cebada. Las tortillas, (arepas) el chile, el pulque, el
mezcal 6 aguardiente que so saca. de otra penca más pequeña
y los frijoles negros SOB los indispensables elementos de la
alimentaci6n en este país, y la ba8e casi única de vida para las
clases pobres.
A. las once tocamos la línea del ferrocarril inglés en la.
famosa Otumba, donde Cortés derrotó un grande ejército de
Aztecaa. A 10 lejos se veían laBdos pirámides desiguales levan-
-
157 -
tadas por lOB Toltecas, en Teotihuaoan, al sol y á. la luna.
Nuestro troD, bastante 06modo y decente, pero siempro muy
español en el poco orden, esoaso aseo y demasiado libre conver8adera, serpentoaba con rapidez siguiendo las muchas curvas y sinuosidades del camino. A las once y media !legamos á
11'010,sitio doude se ven trt:s estaciones paralelas: la del ferrocarril español, la. del inglés y la del mexicano de Pachuca. Yo
me dejé arrastrar del deseo de conocer la capital del Estado do
Hidalgo y tomé á las dos de la tarde 01 wagon que ma debía
llevar á Pachuca. Después de haber comido á las doce, según
la costumbre mexicana, y tra.s un aguacoro torrencial quo
inund6 los campos, me puse en marcha cou un puñado de
pachuqueños que se deleitaban en comer enchiladas (ají envuelto en arepas) y eu regadas con tragos de pnlque tomados
á. boca de botella. Si el ferrocarril espaiíol parece pequtlÍ10
6 incómodo en comparación del gran forro carril inglés de
Veracruz, el mexicano de Pachuca todavía queda mucho más
abajo. La hermosa locomotora IIumboldt arrastraba unos cuantos curros de tranvía de segunda y tercera clase, carros poqueños é inc6modos que daban saltos casi como un huallín (diligoncia). En trcs horas rccorrimos las 12legu8s (60 kil6metros)
que separan á Pachuca de 11'010, inclusos lOB pocos minutos
que nos detuvimos on las estaciones de Tlanalapa, 'l'epa y
Xochilhuacan. !rolo se encuentra á 2,453 metros sobre el
nivel dol mar, México á 2,240 Y Pachuca á 2,246 . .Mn CODse~
cuencia, desde México habíamos subido, en 20 leguas, 213
metros hasta Irolo, y teníamos que bajar 80107 en las 12 quo
separan á este punto de Pachuca. Un poco mûs adelante do
1rolo, e::J.tramosen una ancha. cañada, donde se encuentra la
población de Tepeapulco la que llamó mi atoDción por sus dos
templos y notable grupo de casas de azotea; pues todos los
demá.s pueblos, con una. que otra excepción, se componen de
-
158 -
pequeña iglesia. de bóveda y cúpula, rodeada. de un puñado
de miserablesjacales (chozas) de adove y tabla, muy inferiores
á la~ casitas de nuestra Sabana. Pasado largo trayecto de
terrenos algo ondulados y montuosos y dejada. atrás la elevada
arquería dèl acueducto de Zempoala, se entra. en el verde y
hermoso valle de Pachuca, cercado de altos montes.
En la Estaci6n de Tepa advertí la costumbre, que ya
muchas veces había. notado, de pasear lôs caballos después do
desmontarse, para que no se abran de pecho. Las gentes del
campo aquí, como en lo restante de la altiplanicie, usan chapa"reras de cuero curtido y estrechas como pantalones, grandes
y pesadas espuelas y ruanaslargas, muy angostas y de colores,
llamadas gabanes. Oon el agua.cero de la tarde había crecido
mucho el pequ"eñorío de Pachuca inundando los campos de
tal modo que el tren debió marchar despacio y con tiento, para
no suirir alguna avería. La capital de Hida.lgo no se ve sino
cuando uno está ya muy cerca, pues la oculta larga serie do
bajas colinas que se desprenden, por la derecha, de los montes
vecinos. La. ciudad de Pachuca hállase edificada en anfiteatro
á la falda. de altísimas cumbres, ti ]os 20° 7', 38" de latitud
Norte y á 30 leguas al Noreste de México, medidas por las
líneas férreas inglesa y mexicana. Es la residencia de los poderes del Esta.do y contiene una poblaci6n de 12,000 habitantes j
gentes cuyo carácter es amable y hospitalario. Esa ciudad, de
aspecto antiguo y triste, de casas de azotea generalmente
baJas, de calles irregulares, tortuosa.s y en parte inclinadas,
fué fuudada poco después de la conquista, yes notable por las
minas de plata circunvecinas, ellpecialmente las famosas de
Rea~ de~Monte, Chico, Banta R08u, Oapula, Tepenené y PotoBÍ.
Dentro de la población hay grandes establecimientos para el
beneficio de los metal es y montados á la moderna, tales como
La Luz y La PurilJima. Mucho impulso le ha dado el ferro·
-
159 -
carril mexicano, recientemente inaugurado y promovido por
el Gobierno dol Estado do Hidalgo, quien ha obligado á los
propietarios agrícolas y mineros 6 que do fuerza 6 grado,
contribuyau á su construcción. Lo mismo deboría hacerse
entre nosotros con el ferrocarril de Girardot. De la línoa principal salo una ramificación qne, por ahora, llega á la hacienda
del Prc3idonto de la Unión, General González, y quo, con el
tiompo se prolongará hasta 'l'ulancingo, lo.ciudad episcopal
del Estado do Hidalgo. Pachuca, contra la quo de ordinario
aconteco on las ciudades mexicanas, tiene muy pocos templos;
sus callos, ya anchas, ya angostas; ya rectas, ya tortuosas,
están mal empedradas j sus angostos callejones son arenosos;
sus plazas pequeñas é irregulares, aunque adornadas con árboles, jardines y demás confortables de la civilización moderna.
Abundan 108 indios, los extranjeros y las fondas do mal aspecto.
Hay uno que otro hotel y varias casas de diligencias, á donùc
llegan los hnallines do las poblaciones vecinas y donde son
alojados los pasajoros, quienos, Bin embargo, deben comer en
el vecino Restaurante. Este es el uso goneral en todo México;
una cama pasable cucsta por noche 50 centavOB. El clima es
frío, suma:nente ventoso por la tarde y nocho y muy dcstemplado. El Estado de Hidalgo tiene 427,340 habitantes.
El martes 22 regresé de Pachuca á !rolo, por la mañana
y á la una y médía tomé, en {'sta última estación el tron del
ferrocarril de Veracruz, para estar en A pizaco á las cuatro,
después de recorror 12 leguas del ferrocarril de Pachuca y
13 en el inglés. Las 18 leguas en el espaiíol me cOBtaron, en
pl'Ímora clase, $ 0-82 centavos, las 15 Jel mexicano, S 1-0, Y
en segunda, Jas 13 dGI inglés, ~ 0-85, también en segunda. En
Apizaco dejó la línea recta y tomé el ramal de Puebla, que
mido 9 leguas y me costó, en primera, $ 1-60. Ahora dos aiios
cuando lleguó á Apizaco, no había en 0:;0 parajo sino una mala
Estación; al presente, se ven en él un grupo de imponentes
-
160 -
edificios,bodegas, restaurantes, oficiuas,.maestranzRs, ect. y gran
número
chas
de pobladoresj
prostituidas
notiene
y extranjeros.
un soio templo;
pero sl mu-
En Santa
hace nueve
Àna,
meses, no había sino un mal coche que conducía los pasajero!!
Ii 'nascala;
ahora los hermosos wagon es del tranvía, empresa
de la casa de Fortunio de Puebla, recorren yu. media legua y la
cnrrieladura
está llega.ndo á la capital del microscópico Estado
*
de 'l'lascala, distante de Santa Al1a 8 kilómetros.
En Pùebla
tras nna ausencia de nueve meses, encontré en servicio cinco
estaciones;
las antiguas del ferrocarril inglés y del tranvía do
Cholula y las m:evas del ferrocarril de San Marcos, del tranvía de San :l\1artín y del camino de hierro que so está construyendo para explot..'\r las minas de carbón 5litu:ldn.s en el Bstado
de Oajaca. Dos nuevas fábricas de tejidos é hilados, establecidas por los españoles merced á la paz, y al trabajo, ayudan á
completar el cuadro lisongero de mejoras y de adelantos que
presenta la. ciudad Angélica ó de Zarago;Ia,
como la llaman
los liborales.
tí. la e'ltacióll,
A las sois llegamos
donde
gran
e¡:;porn.ban á
número do coches y algunos
wagon es de tranvía
los vi~jeros para trasladados
á sus casas, por seis centav0S en
éstos y veinticinco en aquellos. El nuevo kiosco de la plaza
ya estaba concluído y la Penitenciaría
al terminarse.
¡Feliz
país donde la paz y el trabajo van cicatrizando
abiertas por los políticos y revolucionarios I
El jueves 2·1 saIl de Puebla
por
la línea
férrea'
las llagas
de
San
Marcol'l, abierta al tráfico el 9 de Abril del presente año. Esta
línea, que míde 93 kilómetros (19 leguas), ha sido construída
por los ca.pitalistas
poblanos
'reruel
y Borbolla
con
una
sub·
.• Visité por segunda. vez á Tlascala y el próximo Santnario
do la Virgen de Ocotlan. Hice el trayecto á caballo exponiéndome
â scr desva.lijado por lOBbandoleros cerca. del Santuario, en donde
días antes robaron A unos manteroB.
-
161 -
venclOn de siete mil fuortes por kilómetro. Termina en San
Juan de los Llanos y pasa por sólo dos poblaciones algo notables, San ?t.larcos y Amozoc. N a tiene grandes obras de arte,
pues, como los anteriores quo acabo de recorrer, atraviosa los
terrenos poco ondlllndos do la grande altiplanicie mexicana.
Fuera de algunos cOl'tes en pequeûas colinas (I oteros, de varios
puentes sobre torrentes que s€ desprenùen del monte Malintzin y de n.lgunos terraplenes, ospecialmente el grande del
Pinar, todo la restante es plano y muy haceùero. La Estación de
Puebla se halla instalada en el antiguo templo, y las oficinas on
el oonvento de San PaDlo de l08 P/'aile.~, l'ccolota dominicana;
01 material rodante os escogido y de cOllstmcción inglesa, los
wago:1Cs de primera son lujosos y cómodos. La primera clase
do Puebla ó, San :Marcos, distantes la loguas que se hacen en
dos horas) me costó S 0-82. Dos años tardaron en construíl'
las Hl leguas do este camino férreo, obra puramente mexicana,
cuyos empresarios son dueuos do gran parte de los terrenos
por dondo pasan los rieles. Al principio rueda el tren á través
de los campos vecinos al cerro de Guadalupe, cuya fortaleza, al
presente desmantelada) recuerda la derrota quo en 18G2 el
Geneml azteca 7.aragoza dió á los franceses comandados por
el General Foroy. Desgraciadamente los mexicanos dejaron
escapar 108 restos destrozados de la columna francesa, para.
quo ollaR, más tarde, fuesen derrotados por la. misma columna
cerca. de Orizaba. Los campos de esta comarca, como toùos los
demás do la altiplanicie, ostontaban lozanas sementeras de
mall'-, frijoles, habas, chicharo8 (alberjas) y cebada. La. colina
do la derecha y las faldas de la Malintzin) (6 Malinche nombre
que los aztecas daban á Doña María la intérprete dG Cortés)
ti la izquierda, aparecían revestidas de matorrales) donde los
indios ha con carb6n de madera.
A los 18 kil6metros naB detuvimos en el pequeño pueblo
21
-
162 -
de Amozoc, célebre por BUBherreroB. EstOBsalieron á la estaci6n para vender algunas de BUSmanufacturas. Un puñado do
casas bajas de azotea con 4,446 habitantes, agrupadas en torno
de daB templos, constituyen esta población, fuera de multitud
dejacaZes (ranchos) de indioB. Más adelante, nos volvimos 6.
parar en Acajete, pueblecillo cuyos moradores no Baben hablar
español sino azteca, cosa que generalmente' acontece Ii los
indioB de todas estas poblaciones pequeñae que no son centrales.
No pocaB mujeres, vestidas do titixtle, (chicarte) venlun á vendernos duraznos y tunas . .A. las indias que usan ese vestido Be
les llama comunmente enredadas. TeníamoB al frente el hermoso
cerro del Pinar, revestido de espesa vegetaci6n y de oscuros
árboles y á. la izquierda. el del Temllscalito,
denominado así
por afectar la forma de un temascal (horno grande). Sobre los
ea mpos perfectamente cultivados por los indios, se destaca el
Pinar verdadero Proteo que va cambiando de formas, Ii m~dida
que la locomotora humeante le va dando vuelta. Corea del
cerro hay una gran curva que llama la atención por estar
abierta sobre elevado terraplen, formado de piedra seca on
contorno de la falda de una colina. La vista descubro por
toda aquella encantadora comarca varias haciendas pertenecientes á la familia de uno de los empresarios del ferrocarril
de San MarCOB. Algunos desperfectos, sufridos por causa de
las lluvias, han trastornado la hora de la llegada de 108 trenes
*
• Los indios de México y Guatemala acostumbran tomar una.
especie de baño rusa. Al efecto calientan hasta 58 grados la.estufa
(¡ horno, que lla.ma.n temascal, y en ella cntran desnudos para
audar durante algunos minutos; luégo, Comoindispensable complemento, se bañan con agua.tibia., y, por {¡!timo,sa.lenbien arropadoi:l.
Las gentes de este país no acostumbran, ni gustan bañarse en agua.
fría, todos, ann las mujeres, 10 hacen enc~~erados, (dcsnudos) ya.
estén solos ó a.compañados.
y desacreditado
16~ -
algo ese nuevo camino. Después de corta.
detención en una do las haciendas que circundan el Pina')',
entramos ou las llanuras menos pintorescas de San :Marcos y
tocamos eu la Estación de este nombre, perteneciente á la gran
líuea de hierro de México á Voracruz. Todos estos sitios, tan
verdes y lozanos en los meses de lluvias, se agostan y aridecen
en el medio año que dura la estación soca. Todos ellos carecen
de ríos y arroyos, verdadera vida de los prados, y se debe
suplirlos con pozos que miden, á las veces, 96 varas do profuudidad ú conjagiieyes, (grandes estanques ó lagunas artifi.~
ciales) doude se ropresa el agua durante las lluvias para regar
los campos y dar de beber á los animales en tiempo de soquedad. Nuestros hermosos campos de Colombia no tienen semejante desv.:mtaj:l.. Tal vez, debido á esas grandes presas de
agua ostancada, reinan on III altiplanicie mexicana las calenturas intermitentes.
A las once y media sali de San Marcos en los grandes
wagones del ferrocarril inglés, habiendo dejado con pona los
elegantes y pequeños de San Marcos á Puebla. A la una comí
por ocho reales on el Restaurante francés de Esperanza, á
donde llegamos á las doce y tres cuartos después de recorrer
10 leguas y media on 95 minutos, y cerca de las dos de la tarde
tomó los carros del tranvía Ó ferrocarril de sangre, que de
aquella listación de E8peranza salen para Tehuacan. Tenía
que bajar OIl ellos, desdo la altura de 2,430 metros hasta
la do 1,652, os decir, 778 motros en la. distancia de 10 leguas
quo mido esa carrilora de Esperanza á Tehuacan. Al principio
corrimos por la extensa llanura do la altiplanicie, bastante
lozana y bieu sembrada on esta época; luégo, los cuatro wagones, dos de primera y dos de segunda, comenzaron á descender
por la Cañada, mas por su propio peso que por la fuerza. de
dos troncos de mulas a.tados á cada uno do los carros. Nos
164 detuvimos en las Estaciones de la Oañada, Llano Grande y
Miahuatlan durante algunos minutos, mientras se remudaban
los tiros para. poder llegar á. Tehuacan á las seis de la tarde,
después de cuatro horas empleadas en recorrer 10 leguas. El
tráfico de todos estos ferrocarriles secundarios, español de
Trolo y mexicanos de San Marcos, Pachuca y 'l'ehuacan es
MUY INFERIOR a.l que se hace en nuestra Sabana entre Bogotá y
Facatativá, y apenas igual al movimiento de carga y pasajeros
entre Bogotá Y La Mesa, Bogotá y Zipaquirá, i Cuánto negocio no harían en Colombia los que emprendiesen líneas férreas
entre los puntos indicados! Pero la inteligencia y la ilustración
sólo nos sirven allá para vivir en perennes disputas yen irreconciliables odios de partido, mientras.aquí con menor inteligencia 6 ilustración se viaja cómodamente en ferrocarriles y
tran vías.
En Miahautlan me esperaba Don Julio Caballero, co~ un
coche para llevarme á su hacienda del Carnero, distante del
pueblo m6día legua. Las casas de esa haciend a, como las do
casi todas las demás de este país, son bajas y de azotea; las
piezas, trojes, pa.t.ioy corrales, espaciosos. El Carne¡'o es muy
extenso y contiene vastas explanadas en el valle de 'fehuacan,
cubiertas de bosque. Su riqueza consiste en la siembra de
maíz y de ají, (ó en las milpas y chílares) y en la confección
de carne de chito (cabra ó carnero secos y salados). Para las
siembras se tienen los indispensables jagiieyes (estanques) y
varios instrumentos modernos de agricultura;
para. hacer el
chito, se matan anualmente algunos millares (30 mil) de cabras
y carneros, durante los últimos meses del año; lu6go se salan, se
dividen en grandes placas y se Becan. :MI chito es algo como
nuestro tasajo ó como el charqui (carne seoa) de Buenos Aires
y Chile. Del chito hacen mole~ os decir, un menjurgue impasabl~ compuesto de chile, ajonjolí, jitomate (tomate grande) '1 de
-
165 -
no sé que otl'OS ingredientes. El mole de chito y el de h¡¿ajolote (pavo) se hallan al frente de otra larga serie de platos muy
en uso, como gua8molG.~, chirmoles, tismoles, [JllaCa1noles etc. etc.
A ninguno de ellos me he podido acostumbrar, pues son muy
picantes y sumamente desagradables á otro paladar que no
sea el dEiI mexicano, quien los toma con delicia, Lo mi~mome ha
acontocido con el desabrido pulque, el aguanoso tlachique (pulque ordinario), el abomiuable tepache(especie de guarapo) y 01
fuorte m.ezcal (aguardiente de penca). Esto lo digo con permiso
de los sandios redactores de El Diario del lIogar de ~féxico,
quiones bufan y se indignan, porque hablo con poco entusiasmo
de aus comidas y bebidas. Nada pinta también á un puoblo
como SIlS costumbres, lenguaje y alimentación, y pal' ondo
mo he esforzado en hablar de esos tres roveladores del estado
de civili:\ación de oste país, aunque los do El Diario del Hogar
donomir.en mis escritos "errores y vulgaridades do una desgraciadLÚma pluma."
En cuanto á lOI errores, muy pocos
tongo quo roctificar, pues ho tomado mis datos de documentos
ouciales, do hentes autorizadas 6 do un largo estudio y detonida obsorvación, durante dos años y medio . .Ahora, después do
mi larga residencia en esto país y do muchas oxcursiones por
su territorio, diría lo mismo que dije en mis primeras rovistas
do hace veinte mosos.
*
El viornes 25 do Agosto salí dol Oarnero, on compañía do
Don Juro, y me dirigí á Tehuacan en el coche do la hacienda,
al través de las milpas, chilares y bosques perteneciontes á la
familia Caballoro. Tohuacan es una bonita ciudad con siete
mil habitantes, clima templado la mayor parte dol año, calles
planas, a.nchal:l enlosadas, rectas, sin ompedrar y surcadas por
cauos, que riegan, no interrumpida sorio de árboles, dejando Ii
J
I< Pala.bras
Bogotá.
cit~daB maliciosamente por El Oor¡,.~Brvado1· de
-
166 -
los lados espacio suficiente para los poquísimos coches que en
ellas ruedan. Sus casas son bajas, de azoteas y con grandes
ventanas de hierro á la calle, como se estila en todas las ciudades secundarias de la altiplanicie mexicana. Tiene cinco Ó seis
templos de b6veda y cúpula, plaza adornada de árboles y jardines, fuentes y asientos, plaza de mercado, circo do toros,
varios mesones y hoteles. E I mesón, ó casa (le posada de la
clase pobre, es típico en México y tiene mucho do las carabaneras de los orientales. En el patio y corredores, sumamente
desaseados, están los bl¿rro8, caballería predilecta del indio, los
aparejos ó enjalmas, los arrieros y sus cargas en un pÔle-1nl!le
delicioso. Mientras el jumento como sacate (caña de maíz,
cebada, etc.) el indígena engulle las enchiladitas, los molito¡;,
las tortillas y el chilito ó ajl. La Estación de las tranvías es
bonita y aseada. Tehuacan está situada en extenso valle, casi
cercado de montes por todos lados, menos al Sudeste, donde
principian algunas llanuras ligeramente inclinadas y escalonadas que conducen á la Cañada de Oaxaca. El agua de todos
estos contornos es gruesa., de mal sabor y está cargada de cal,
de soda y de magnesia. 'fan gl'ande es la abundancia de granadas exquisitas qU9 18. población se denomina Tehuascan de
las Granadas. El carácter de la gente ofrece los rasgos genel'ale!! del mexicano, pero es menos desconfiada y más amable
que la de las poblaciones del interior. El comercio y la agricul.tura son los principales ramos de que viven sus habitantes.
El sábado 26 salí á las ocho de la mañana en el coche de
los Caballero, tirado por cuatro mulas, y me dirigí hacia el
pueblo de Coxcatlan, situado á siete leguas de 'fehuacan. A.I
salir de la ciudad comenzó á rodar nuestro carruaje por un
ancho camino apenas inclinado y no poco escabroso para
vehículos de ruedas. De la primera llanura entramos en la
segunda, después de una bajada. muy corta y a.lgo más pen_
-
167 -
diente. Terminado este segundo llano, nos encontramos ya en 130
Cañada dû Oaxaca, vastísimo valle de tierra caliente sembrado
de haciendas,
trapiches
tián,
situado
puehlo
y pueblos.
en medio
metl'os, on una hayectoria
á San Sebas-
De 'l'ehuacan
valle,
habíamoE
de 14 kilómetros,
bajado
296
(3 leguas y ~), por
en medio de torronos arenosos y casi sin cultivo. A la lejos se
veían la gmn población de Ajálpan y la hermosa hacienda de
Buenavista.
Por el camino
tí cada paso, tí
nos encontrábamos,
las indias ùe San Sebastián, sentadas sobre burros entre grandOl:;chiquihuites (canastos), con rebozos blancos y con h¡¿ipil€.~,
también
blancos, y sin mangas).
(especie de largos
roquetes,
Casi todas llevaban
sobre las rodillas á sus hijuelos.
Sebastián
cambia de aspecto
doado do árbole;;; y matorrales
Desde Sau
el camino y va apareciendo borque refrescan con SIl sombra al
caminante
desfallecido por el cansancio y el calor. Pasado el
pequeüo río de Venta-Salada,
se entra en los terrenos de ln.
grande hacienda de Calípam. AlIado de muchos árboles, de
plantíos
de caÏta, de sementeras
cito do cactus de toùas
y de matorrales,
formas y dimensiones,
se ve un ejérllamados
aquí
cm'dones, órganos, pita hayas, etc. Por la general son plantas
colosales qne llaman mucho la atención do los '3uropeos.
En Calípam hay trapiche de agua, alambique y salones
de purga j todo de modesta apal'Íencia.
La casa de habitación
os grande
ùilatados
y cómoL1a, oxtensa
10.3
terrenos
la llUerta do árboles tl'Utalcs,
de cultivo, encogida y poco hospitalar'ia
la familia Cacho, propietaria
de esta
me trasladé
el siguiente
vecino pueblo Je Coxcatlan.
cOl'l'la
entre
do la hacienda.
los matorrales,
domingo,
En el huallincito
27 de Agosto,
El coche, tiraùo por cuatro
espinos
y carùones,
al
mulas
siguiendo
df1signal y C!5cabroso camino, como si rodara por nivelada
carre-
tara. l'" na llOra Jespu6s me hallaba on este destierro 6 pueblo
medio arrninaùo, pordido cntl'l' esposa arboleda y reco¡;tado al
-
168 -
pie de alta cerranía la cual no lo defiende de los ventarrones que'
soplan casi todas las tardes refrescando demasiado la ardiente
temperatura de la mañana. La gente es buena, más encogida;
abunda dentro del casco de la población la que aqulllaman,
para distinguida de los indios, gente de razón. Por la general
los indios son muy pobres, de color oscuro y de tosca fisonomía,
amables, pero desconfiados. i Qué diferencia tan enorme entre
estos y nuestros despiertos, alegres y vivos calentanos I Hay
en Coxcatlan dos personajes que todos conocen: tata Lupe
(taita Guadalupe) y tía :Marcela. Ar¡uel es un sacerdote r¡ue
tendrá sus 95 auos, pues, en tiempo de Iturbide y sienJo YR. do
misa formó la escolta que fllsil6 al espaiíol Evin, Y esta fué la
pilmauma (ama de brazos) de tata Lupe. No puedo tener menos de 115 años y está más fuerte y robusta que el padre Guadalupe Osario, como se llama el anciano sacerdote. Aunque
medio escondido en el monte, Coxcatlan está, al prosente,
alborotado con una compaiiía nacional de maromorOS y con los
ensayos que varios aficionados dt) ambos sexos están haciendo
de una comedia y de una. zarzuola para representarlas el16
de Septiembre, día de la independencia mexicana.
De Coxcatlan para adelante, hacia la ciudad do Oaxaca,
se viaja ordinariamente á caballo ó en litera. Es esta un gran
clIjón, casi de las dimensiones de una cama de coche y afectando la. forma de urna de Santo Sepulcro. Para viajar en él,
colócase sobre una especie de andas de madera y dentro de las
dos extremidades salientes delanteras se coloca una mnla y
dentro de las traseras, otra. Esta operación no se podría verificar, si las 'mulas no fuesen aquí tan mansas y dóciles, no
estuviesen tan bien enseñadas y si lOB caminos se pareciesen á
nuestro Guanacas 6 Quindío. Dentro de la litera van una 6 dos
personas sentadas ó acostadas. En estas tierras calientes hay
lOB mismos ncbos que en las nuestras, y su clima es muy sano.
-
160 -
Abundan loa indios que no saben hablar español) como el1
Cholula, Tlascala, Amozoc, ~tc. etc. y aon tan voraces que
comen varias sabandijas; así, v. g. al alaorán le quitan la ponzoñ.a, se la engullen envuelto en arepa y dicen que sabe á camar6n. En todo México son muy religiosos, pero superticioBOs.
Se puede afirmar que adoran las imágenes como imágenes,
pues se oponen tenllzmente á que se retoquen Ó oambien SU8
efigies predilectas, aunque muy deterioradas 6 monstruosas, y
no pocas veces la insistencia del obispo 6 cura en cambiarlas 6
retocarlas ha sido causa de graves des6rdenes. Les encanta el
ruido en sus funciones religiosas, repiques, cohetes y petardos;
gustan mucho de procesiones, hasta el punto de pagar la multa
fijada contra los que infringen esta prohibición, antes que
desistir de la costumb1'8.
La gente de Coxcatlan vive enjacales, (ranchos de paja
de maíz y de carrizo) rodeados de nntl. cerca viva. 6 de palizadas; la de San Sebastián, casi en su totalidad indígena, y la
de Pazingo no tiendn las sombrías arboledas y los árboles fru·
tales de los coxcatecos, y viven, pOl' lo general, en miserables
jacales de carrizos (cañ.as) cnbiertos con techo plano. En estos
pueblos todavillose habla el aztecà, el popolaco y e'l mixteeo;
pero, algo más adelante, ya. comienzan los tettitorios del idioma
zapoteco, Ii cuya tribu pertenecía el célebre Benito Juá-rez.
Pienso regresar en los primeros días de Agosto ó. Tehnacan
para luégo trasladar me á Oriza.ba, pnes este élima variable
poco me sienta y me aburre la mnerte, silencio y monotonía
del pueblo.
Merced á lOB telegramas de La Patria he sabido algo de
Colombia, pero algo que descorazonl\: fi Elecciones, motines,
renuncia de la candidatura Otálora., temores de revoluci6it;
nada de ferrocarriles,' ni de adelantos, ni de mejoras.
Todas
esas miserias, qne ahora el telégrafo va haciendo públiCás, 80n
f)
22
-
110 -
las que ponen en la pluma del Redactor de The Graphic de
Londres estas duras expresiones:
No tenemos los europeos
mucho que gloriarnoB de la civilizaci6n que hemos importado
á.la América del Sur
Chile, que parecía la más sensata,
con el Perú ha mostrado que es tan salvaje como las demás
repúblicas."
Su afectísimo, .
FEDERICO C. AGUILAR.
(t
Orjzaba, Septiembre
30 de 1883.
·Señor Redactor de El Pa'atkmp~.
Cansado del ll.Íslamientoen que me hallaba en el pueblo
de Coxcatlan y del viento que soplaba casi todas las tardes,
me decidí pasar Ii esta ciudad de Orizaba, capital del Estado de
Veracruz. Por dos pesos tomé en alqui1~r un rocín flaco y un
jumento enjalmado. Yo montaba el caballo en silla baquera
mexicana, de grande cabeza, fuste sin coraza, estribos de
ancho a.ro de hierro, pendientes de anchas correas, y larape
.(cobija) doblado Ii la grupa; mi escudero iba á. horcajadas
sobre el aparejo del rucio y llevaba mis tiliches,tarantines
ó
hilachas, como dicen por ácá. Todo anduvo muy bien en las
.primeras horas de la mañana, refrescada con la lluvia de la
noche, mientras marchábamos á la. sombra de los árboles, de
los cardones (cirios) y de los matorrales que rovisten la. campiña, desde Coxcatlan á San Sebastián; pero, á partir de este
.pueblo hasta Tehnaean, la escena cambió; ya por la intensidad
de los rayos del 801 que caía.n sobre mis espaldas como lluvia
.de fuego; ya por el polvo del ancho y apenas inclinado camino;
ya. también por la. ausencia de á.rboles que nos refrescasen con
BU Bombra.h08pitalaria. En San Sebastián quise apaga.r la.Bed
111 con el abominable tepache 6 guarapo que no pude beber y
en PallÍngo tuve quo contentarme con dos huevos fritos y un
pésimo caldo, heoho oon carne oliscosa j pues no era. posible
decidir me á comer el repugnante mole de chite, (salsa de
ajonjolí, tomate y ají con carne seca de chivo) que una fondísta
6 Maritornes azteca me ofreoía haciendo de 61 grandes elogios.
A las ocho salí de Coxcatlan y á. las cuatro llegué' 'fehuacan,
recorriendo seis leguas y media en ocho horas, leguas que
podía haber hecho on una, si hubiese andado en ferrocarril.
Llegué muy estropeado al Hotel Español por causa, especial~
mente, de lOBestribos que las sillas mexicaHas tienen muy atrás.
Después de dos días de reposo, tomé la tra.nvía que en
cinco horas y por $ 1-50 me condujo á la Esperanza, (50 kilómetros) donde debía. comer y tomar el tren do Veracruz. A la
una y media. salímos de la Esperanza en los grandes wagones
del ferrooarril inglés para llegar á Orizaba á las tres y media,
dospués do recorrer 46 kilómetros (9 leguas) con el gasto de
$ 1-25. Un cuart-o de hora más tarde, nos detuvimos dos minutos en la Estación de Boca del Monte, antos de comenzar la.
bajada de la cuesta de Maltrata. Nada hay tan imponente
oomo ose descenso, hocha en grandes trenes, por estrecha cor~
Disa tallada. on las rocas, teniendo un abismo horripilante á. la
dorecha, elevados peñascos á. la izquierda y al frente bellísimo
panorama, que so va desplegando enoantandor, Ii medida que
humeante y bufadora avanza la máquina. Las cumbres de
Aculzingo, las praderas verdes de Maltrata y los osouros pinares do los vecinos montes van presentándose á la vista del
viajero que palpita de emoción y tiembla de miedo; ora entre
en los OBcurostúneles; ora pase rápido al través de los puentes
de hierro, echados sobre abismos j ora. atraviese por el Iondo
de profundos cortes, hechos en las peñas esquistosas j ora serpentée en el largo tren por repetidas curvas j ora. se asome á
-ln"lea 'balconee ~el wason ~ lee sitioa donde algunas murallas
de cal y œn~ BDplenla falta de rooa y dejan ver hondas y
~8
sirna8. Ouatro leguas más abajo de Boca del Monte,
Be d,ûeDe el *1'88 en la EBtaoión de Maltrata, después de haber
-jado 8~ hora J onarto los 824 metros que tiene de altura. el
pft1D8F det0e08!Q de la cordillera, sobre la que se levantan las
vaatu altipla~
mexiœnas. Habíamos pasado en eBas cuatIo.l •••• seis túneles y cinco grandes puentes de hierro, que
BOD elltQo del ferrocarril de Veracruz. Cuando el nuestro de
Occ~n~ ó Girardot trepe á la Saba.na de Bogotá, desde Ano!aima , Oipaeón 6 de Cuaio al Tequendama, presentará. los
w~
abismes,. dificultades y obra.s de arte que el mexicano j
pero, ~s ~
serin máB bellos y sus vistas más risueñas
J vari~."
J)etp. de. Maltratll,eeguimos. á lo largo del ameno y
a.ngoato val.1e. que noa oondujo á loa InfiemiUoB, paraje donde
~ luelye á Mu:ir .108 piés, deI viajero otro abismo sobre el que
88 ~~
el VΡJduo~ f6n'~ de llll J'oya y se atraviesa el túnel
~~~o... pl1lJ"8 de~~deJ' ~OO metrOIJ más hasta la entrada del
l!~~<W Enc'nal. Aqui sa principian á notar la vegetaci6n
~huber~
~ los cli~~ cálidos y una Burna humedad en el
",iret qu~ CQn._~ tanto COD, la seqned~d de la altiplanicie. A
~Ol! legQA8.y J;Uedia.de .Ma.l~~
se detiene el tren en la Esta~i6r;ld~ ~o8.No~,
en. ~dio de verd~ campos. Este sitio œ
<J,obleplenteno~bleJ por la gran £ábri.ca.de hilados que agrupa
en ~rDo. ~1,110 laboriosos pobladores y por el matrimonio que
"n él ce~ebr6se,.~n.1624, entre el español Juan de Jaramillo y
llJl ç~leQre il,lWa..•intérprete 1. manceba. de Cortés, Doña. María,
~a,da
~n México la MeUnche. La £á,brica <le hilados, tejidos
'l ~1. tlijl~
250 mil fne~
para las contribuciones,
tiDde' 12,0,900 Y ewplee. 211 Op~08.
Ocho kil6metro8 más
4~ési~·Q,tra:f~
b.on~ bQq\i.erQn,ISe v~n &~e-
.a.~~,
-
1'73 -
cel' las esboltas torres de Orizaba y la ciudad, sepultada entre
las copas de frondosos árboles. A las tres y media so paró el
tron en 6U hormosa Estación; dejó allí la gran locomotora
Fairlie, de doble chimenea, y tomó otra para descender á Veracruz. En dos años háse acrecentado mucho el grupo do edificios de la Estación de Orizaba, pues la compañía inglesa del
ferrocarril ha establecido en ella sus maestranzas. Dejamos los
wagones para tomar las tranvías 6 urbanos, como las llaman
aquí, las cuales circulan por las calles principales y se avanzan
hasta 01 Ingenio, distante legua y media do la ciudad. Orizaba
tiene monos población (30 mil habitantes) comercio y movimiento que Bogotá; sin embargo, el rendimiento do la tranv1a
es grande. IOuánto no g,ma.rÍan los empresarios que en Bogotá
establecieson una, de las Cruces á San Diego y Chapinero, con
ramificación al Pante6n para carros mortuorios! Pero la política y los partidos allá lo absorven todo.
Haco algo más do mes y medio quo La Patria está publicando kalogramas do Centro y Sud-América. Con esos partes, reproducidos luégo por los domás porióù.icos, se ha puesto
remedio ú la casi absoluta ignorancia que se tenía on esta República de lo que pasa en la otra América. Puos bien, desde
que ae comenzaron á publicar y düunoir, con mengua nuestra,
de Colombia no se han difundido más noticias que las de elecciones, azonadas on Zipaquírá y sE1mibancarrota del Erario
nacional. I Por Dios! no nos desacreditemos. Ahora quo el
telégrafo comienza ti hablar de nosotros en el extranjero, no
salga.mos con meras elocciones, desórdenes y bancarrotas.
Orizaba es ciudad de clima templado (20 grados dol
centígrado, como media anual) y sumamente húmedo, en la que
llueve con frecuencia y á torrentes, midiondo al año el udómetro dos metros y medio, y aun tres, de agua. Sus calles,
angostas y rectas parecidas á. las de Bogotá, tienen caños '1
-
174 -
por ellas circulan pocos carruajes; sus casas, ordinariamente
bajas, tienen grandes ventanas de hierro y están cubiertas de
tejados, saliendo así de la. costumbre general de las azoteas
tan. común en las ciudades mexicanas. Rayen ella larga y
ancha avenida, bordeada de buenos edificios y adornada con
árboles, que tortuosa recorre la ciudad y encierra los mejorcs
almacenes 6 cajones, (como los llaman en México) y los más·
cómodos hoteles. Cuenta Orizaba con once buenos templos, dos
teatros, siendo el denominado Llave, grande, hermoso y muy
reciente, con regular plaza de mercado, dos plazas embellecidas
con árboles, jardines, asientos de hierro, fuentes, faroles, etc. La
gente es muy religiosa y amable. }JI Ejecutivo y la Asamblea
del Estado de Veracruz se hallan establecidos en Orizaba, pero
el Obispo vive en la vecina. ciudad de Jalapa, huyendo, tanto
aquellos como éste, del vómito negro de Veracruz. La ciudad
ha progresado mucho en los diez aúos que lleva de terminado
el ferrocarril de México, y su movimiento comercial es notable.
En el sólo cantón de Orizaba hay dos grandes fábricas de hilados; la de Cocolápan que vale $ 350,000 fuertes, ocupa 450
operarios y produce anualmente $ 300,000 Y la de los Nogales,
de $ 250,000 fuertes de valor y $ ] 20,000 de rendimiento, ocupa.ndo 217 operarios. Hay también, entre muchos otros, seis
grandes ingenios de azúcar, panela y aguardiente:
San Antonio que vale $ 120,000, produce $ 150,000 y ocupa 160 trabajadores; Jalapilla que vale $ 200,000, rinde $ 150,000 Y ocupa
200 peones; 'ruxpango que vale $ 200,000, produce $ 62,000 Y
ocupa 200; Sumidero que vale, $ 150,000 Y ocupa 200 j Tecuila
que vale $ 70,000, rinde $ 100,000 Y ocupa 56 j Cna.tlápan que
va.le $ 70,000, rinde 20,000 y ocupa 50 y el Jazmín que vale
$ 90,000, rinde $ 150,OQO y ocupa 42 operarios.
Orizaba está situado á. 1,223 motros Bobl'e el nivel del mal'
en un hermoso valle, cuya exhuberante vegetación recuerda la
-
175 -
de nnestras costas, y se halla rodeado por altos y arbolados
cerros, entre lOBque se distinguo por su celebridad histórica el
del Borrego, donde derrotaron los franceses á los liberalos mexicanos en 1862. Al pio do ese corro y en la extromidad Noroeste
de la ciudad hay un extenso paseo embollecido con toda la
pompa de la naturaleza tropical, y á pocos pasos de la alameda
se levauta, hecho de madera, el bonito edificio de la exposición
que tuvo allí lugar en 1882. Por la ciudad pasa un río de no
escaso caudal sobre el quo están tendidos algunos antiguos y
grandes puentes. Orizaba está á los 18? 50' de latitud Norte,
dista de México 58 leguas y de Veracruz 26, por la línea del
ferrocarril inglés. Aunque sus alrodedores están cubiertos da
tupidos matorrales, hay, sin embargo, algunas bonitas quintas
que de contínuo luchan con la excesiva é invasora vegetación.
Orizaba presenta casi todos los carácteres de las ciudades dol
Cauca, con menos salubt'idad, menos artículos exportablei,
mús humedad y frecuentes aguaceros. Con todo, Orizaba mantiene en actividad diez ingenios que representan un capital do
$ 780,000 Y que producen anualmente $ 560,000; mantiene
dos grandes fábricas de tejidos y papel do :$ GOO,OOO de valor,
que rinden al aiío $ 420,000 Y sostieno cuatro molinos de
harina que valen $ 100,000 Y dan anualmente productos que
montan á $ 211,000. La paz, el tl'abajo y el ferrocarril han
dado vida á esas grandes industrias y á otras muchas pequoñas; de cigarros, jabón, corte y aserradura de mármoles, cerveza, cte. etc. Un millón cuatrocientos mil pesos, valor de las
grandes propiedades arriba enumeraùas y $ 1.101,000 de productos elaborados anualmento, hablan muy alto en favor do
los ferrocarriles, de la paz y d"l trabajo. ¿ Qué no haría el
vallo del Cauca, más grand(', poblado, sano y rico que el {:o
Orizaba, si dejase la pereza, la política las revoluciones ¡la
fiobre de los partidos? El valor de la propiedad agrícola y de
-
176 _
sus rendimientos en Orizaba ,es de $ 556,000, para la primera,
y de $ 262,600, para los segundos, según datos oficiales de la
Memoria de la .A.dministl'ación pública del Estado' de Veracl'uz-Llave. Terminado el ferrocarril de Buenaventura, con
los vapores del Cauca, la paz y el trabajo, podrá ese Estado
levantarse á la altura á que la llaman su rico cacao, muy estimado aquí, incomparable caña de azúcar, excelente tabaco,
arr.>z, algodón y demás artículos que sólo esperan ser cultivados en grande escala para enriquecer, dando el ciento por uno.
Al recorrer yo las estrechas calles de esta ciudad quo
llora agua por todos sus poros, al ver sus apachurrados tocho s
tan semejantes á los nuestros, al contemplar los cordones de
indias de titixtle (chircate) y de indios semisalvajefl, me admira.ba del enorme contraste que existe entre esos restos del
antiguo quietismo de la colonia y el movimiento, animación y
elegancia que encierran la estación del ferrocarril, sus dependencias y alrededorE,S. Cuando advertía por todas partes el
empeño do los oriza.bcños en cml)('1l~'¡'prsu fea y tristo ciudad
con jardines, arboledas, paseaR, fuentes, etc.; cuando miraba
las calles recorridas por tranvías que hacon circular en ellas In
vida; cuando notaba en la Estación tanto tráfico; cuando voía.
humear las chimoneas de los ingenios ó da las fábricas, mo
afligía debiendo confesar, que Orizaba se halla á más altura
que muchas ciudades importantes de: Colombia.; no obstant.e
ser esa tierra más hermosa, sana, feraz y rica que ésta, y sus
habitantes más inteligentes, cultos, caballeros y entusiastas que
68toS. Pero, los malditos partidos, la abominable política, la.
pereza embruteccdora dominan allá, y son la causa de que las
ciudades est-én abandonadas, descuidadas, desgreñadas; son la.
causa de que los campos eriales, en vez de ostentar ingenios y
fábricas, s610 enarbolen sus bellísimas palmeras y que los cami-
-
117 -
nos en lugar de ser de fer son d'enfer.~Nos mata la falta. de
patriotismo, pues amamos más el partido que á la. Patria.
Orizaba recuerda su Monja-Alférez, como la vecina poblaci6n, ¡oufamosa Mulata de Oórdova. Bra la primera una Viscaina quefu6 obligada Ii ser monja contra su voluntad. Escap6se del convento saltando las tapias y vino á. Bersucesivamente
criado, arriero, soldado y áun asesino. En 1650 fué enterrada.
en el templo de San Juan de DioB de esta ciudad, dejando la
sospecha de que fuese marimacho 6 hermafrodita. Era la segunda, una terrible bruja que, prendida por la inquisici6n y encerrada en la cárcel, el día menos pensado, dice la leyenda, pint6
con carbón un barco en las paredes del calabozo, meti6se dentro
y desapareció por una de las esquinas.
Esta República es muy rica on tradiciones maravillosas é
interesantes, de las que he apuntado no pocas en mis revistas
del año pasado, y que una pluma también cortada como la del
peruano Ricardo Palma podría explotar maravillosamente. Orizaba presenta dos hechos notables y contrapuestos que pulverizan las objeciones que nuestros raizales hacen contra el progreso
como opuesto á la Religión. Bn efecto, aquí Be encuentra la
sociedad más cristiana, más resandera, máB devota, más aficionada á los Bacerdotes de todas estas COmarcas aztecas, y, a.l
propio tiempo, se advierte todo el movimiento, tráfico y ruido
propios de la industria y del comercio. Allá. en esa tierra donde
la falta. de lógica, la confusi6n de ideas, las exageraciones y
*
,. "la comercio decía M. Saffray cn 1863, la industria, la instrucción, en una palabra, toda la prosperidad de esto país, dependo
tan sólo de una cosa: de 108 caminos. Cuando Nueva Granada los
tenga, os indudable que 80 podrâ proclamar comoun pals sin rival,
porque cn rig-orno sabe lo que posee, y parece no haber aprociado
como merecían las inmensas riquezas que la podrian convertir en
una de las rep1iblicasmás florecientos del mundo."
23
-
178 -
las paradojas nos arruinan, allá conozco raiza.les que se oponen
á los caminos de hierro, porque, dizq ue, nos atraen la impiedad; al adorno de las plazas, porque se hechan á perder con
árboles y jardines, y porque no queda sitio donde se jueguen
los toros, se celebre el San Juan ó pasteen los animales; á
la eliminación de los caños para facilitar la circulación de
carruajes, porque se suprime un elemento de salubridad y un
adorno natural; á. que se empañeten algunas paredes que
semejan tristes ruinas, porque son obras de arte; á que se
embellezca la ciudad con el saludable y hermoso eucalyptus,
porque, dizquo, produce un gusano letal y arruina 108 edifioios ! I ! En una palabra, se oponen á. toda mejora. y progreso, porque no existían en tiempo de BU dominación. Estos
caballeros, que en cualquier otro pais serían mirados como
locos, maniáticos ó vestigIos, pretenden mantenemos en la
mugre, atraso y miseria. de esa Edad Media que el cristianismo
*
• Si las paredes, por ser de cal y canto deben quedar desnu.
das mostrando sus piedras desiguales, en Mexico, Puebla, Gua.na..
juato, etc. todo debería exhibirse escueto y descarnado, pnes casi
todo allí es de cal y canto. En Bogot' sc tiene esa pretensión absurda.,
porque estamos acostumbrados Ii ver la mayoría de l'uestros edifi·
cios de adobe ó de tapia pisada. Sólo fachadas de sillerla como la.s
de la. Catedral y el Capitolio, deben lucir sus piedras recortadas á
cscuadra, pero la.sfeas paredos del Sagrario, de San Bartolomé,
Sauta Clara, la.Tercera, Santa Inés deberían estuca.rsepara encubrir
esas sus piedras desiguales y amarillentas. Los alares, característicos de Bogotá, son feos y apachurran la ciudad como los sombreros remingtons apachurran á la. persona que los lleva, produciendo
unos y otros la más desagradable impresión cua.ndo se llega del
extranjero. Sin embargo, 1lllOK y otros tienen razón de BOr,pues son
utilísimos para defendet,*16 de nuefJltl'OB aguaœr08 torrcncÍa.J.es.
-
179 -
civilizó trasformándola en las sociodades adelantadas de nuestro siglo.
Yo bien sé que escandalizo con esto franco lenguajo de
progrese y civilizaci6n cristiana á ciertos farÍBeos raizales, quienes gritan y se indignan, porque pretendo, según sus necias y
apasionadas apreciaciones, arrancar do Colombia la Religión
para implantar el progreso: como si la una y el otro no so
uniosen en eÜrechísimo consorcio. Semejantes gentes hacen
un daîío enorme al catolicismo, no queriendo aceptar, ni concebir virtud, piedad y fe sino entre la mngre, en brazos de la
pereza y abandono, engastadas en vergonzoso atraso ó inutilizadas con el egoísmo y la inacción. Cuando yo exhorto á mis
compatriotas á que progresen, no pretendo que abandonen la
virtud, la piedad, la fe, sino que á esos tres brillantes astros
del horizonte cristiano, se unan los tres esplendorosos faros de
la civilización, el progreso, el movimiento y el aseo. Los que
tajes ideas tienen son hermanos legítimos de los porezosos y
sucios mahomotanos de las ciudados interiores de la Turquía,
quienes creyendo también, como nuestros raizales, quo el progreso es enemigo del Islamismo y del Coram, vivon entro la
mugre y las ruinas, dados á la holgazanería, al quietismo y á
los más i.S'nobles vicios. Los fervorosos católicos del Canadá,
Rstados Unidos, Dinamarca, Holanda, Bélgica, etc., ligando
on estrecho lazo el progreso más ilimitado y la religión más
pura y activa, lanzan al rostro de nuestros raizales la más
solemne desmontida. Ya somos los únicos quo en todo el mundo
presentamos ese vestigIo ridículo de raizalismo; pues, hoy
hasta los mismos dormilones turcos Se despiertan do BUpesado
letargo, para emprender el sendero del progreso, del progreso
que unido al cristianismo regenera á los pueblos y los haco
grandes. Todavía no ho encontrado en México un sólo devoto
que Bemuestre hostil á la admirable traaformación que la pa~
-
180 -
y el trabajo van realizando en este país. Aquí los católicos,
108 conservadores, los sacerdotes, los religiosos, las monjas, las
beatas y las gentes resanderas se regocijan al ver como progresa su país, apla"uden sinceros siempre que se inaguran lmo'
vas mejoras y dan gracias á Dios que los ha sacado del atraso,
miseria, quietismo, anarquía y corrupción en que habían
estado sumidos durante sesenta y ocho años de guerras.
Orizaba tiene un buen Oolegio del Estado, horfanatorio,
hospital, algunas imprentas con dos petÍódicos industriales y
noticiosos y plaza de toros. Hacia el N. N. O. se alza en lontananza el hermoso nevado de Orizaba, que llamaban Citlaltépetl (monte de la estrella) los primeros aztecas. En 1535
presentaba esta ciuda.d española un grupo de casas de paja y
bahareque i más desde el principio de la conquista se hizo
importante por causa del tráfico entre Veracruz y México. Por
ella pasó el Conquistador Herntin Cortés en dos ocasiones,
cuando fué á batirse con Pá.nfilo Narváez y cuando se dirigía
á Honduras para someter á. Cristóbal de Olid. Su Teniente Sandoval fué el Conquistador y pacificador de esta comarca que
los indios denominaban .Ahauializápan, de donde los españoles
formaron .Aulizaba y Orizaba. En 1812 la tomaron los curas
insurgentes Alarc6n y Moctezuma. y más tarde, en Octubre
del mismo año, se apoderó de ella el cura Morelos. En 1821
Iturbide y Odonajú festejaron en ella los recientes tratados de
C6rdova que derriba.ron definitivamente el poder español en
México, mas por la habilidad de aquel ex-emperador quo
por la fuerza de las armas, pues no sostuvieron casi ningún
combate.
Las fiestas del16 de Septiembre, aniversario de la ind~
pendencia. mexicana, celebrarónse en Orizaba con iluminación,
cohetes, paseo cívico, repiques de campanas y discursos, como
se estila. entre nosotros, y estrenando una lind2. plaza. La.paz
y 01 trabaio de que disfruta
181 -
este país conmomoraron esa focha
con obras do progreso útiles á la Ropública. Entre todas sobresalen, como las más notables, la inaguración de daB nuevos
trozos en 01 Ferrocarril Oentral 6 de Symons, entre Lagos y
Aguas-ca.lientes (2110guas) y entre Chihuahua y Villa-Lerdo
(98 leguas) y la inauguración de otra sección en el Ferrocarril
nacional6 Sullivan, ontre Maravatio y Morelia (22 leguas).
Con ostos nuovos retazos el Ferrocarril Oentral, de México á
la frontera de los Estados Unidos, tieno ya en explotación
1,320 kil6metros Ó 264 leguas y el Sullivan, 290 kilómetros ó
58 leguas, es decir 322 leguas en tres años, corridos desde la
fecha (Septiembre de 1880) en que se aprobaron los contratos.
¡Prueba ovidente de la increíble actividad angla-americana!
pues yankees son los que han obtenido las concesiones do
esas dos líneas que unirán á México con los Estados Unidos en
el entranto año. Para que en Colombia no imitemos á los dos
conejos do la fábula, "dejando la que importa por cuestiones
de poco momento," bueno sería inocularnosalgo de sangre
yankee que neutralice algún tanto nuestra. pereza y dieuelva
el espíritu camorrista y politiquera de algunos de nuestros
compatriotas.
La Patria del14 de Septiembre publica un artículo sobre
progreso do ferrocarriles on México del que extracto lo
siguiente: HEl sorprendonte avance de la~ vías férreas que se
construy(m on nuestro territorio
es uno do los signos más
inequívocos de la vitalidad de oste país, y el medio más poderoso, quizás, do producir un inmenso desarrollo material. La
mayor parte no eBtán aun terminadas, y el movimiento quo ya
han comunicado á la zona que recorren sus tramos, puestos al
sorvicio público, indica la benéfica revolución que efectuarán
el día, próximo por fortuna, on que liguen BUSpuntos extremos
:hll patriotismo del pueblo mexicano, cerrando con
-
1S2 -
decisión firmÍ8ima la éra de sus agitaciones intestinas .. , ... ha
secundado eficazmente la acción patriótica del' Gobierno, £acilitándole la tarea, que ahora tres años calificóse de irrealizable,
y por ende temeraria."
Luégo presenta la siguiente lista. de ferrocarriles, ya hoy
abiertos al tráfico en todo el territorio de México.
klms.
klms.
De Veracruz á México y
mula
Puebla .........•............
471 De Guaynas á Nogales ..
De Veracruz á Coatepec
120 De Silao á Guanajuato ...
De Veracruz á Medellín
22 De Veracruz hacia AlvaDe México al Salto
83 rado: •........................
De México Ii Yautepec
ISô De Veracruz hacia Jalapa
De México á Calpulálpam. 121 De Tampico hacia San
De México Il Aguas- CaLuis
lientes
538 De Zacatecas hacia San
De México á Morelia
290 Luis
De Puebla á. Sau Juan de
De Matamoros hacia Monlos Llanos
93 te-rey
De Puebla á San Martín. 37 De Manzanillo hacia CoDe Puebla hacia Atixco ..• 39 lima
De Paso del Norte á ChiDe Acámbaro hacia San
huchuu.
286 Luis
De Pachuca á. Irolo
60 De Piedras Neg¡,ag hacia
De Mérida á Progreso
36 Saltillo
De Mérida hacia Peto
37 De Nuevo Laredo á. SalDe Mérida hacia Vallatillo
dolid
20 Siete trozos en otras siete
De Mérida hacia Calquíní. 20 líneas ......................•
De Altata á Culíacan .....• 62 Tranvías en México, PueDe Esperanza Ii Tehnacan 50 bIll., Veracruz y demás
De Esperanza á. Chal chicociudades de la República
Total 3.938 kil6metros 6 8961egu8.s.
10
501
23
55
24
115
30
57
46
72
117
383
135
250
Bueno
entendie~,en
183 -
sería quo las diversas Repúblicas
de América so
entre sí para la formación de una geografía. en la
que desapareciesen tantos errores como contienen, aun lus más
acreditadas.
Aquí el señor García Cubas, el gran geógrafo
oficial ha hecho recientemente
una tercera edición de Sil Ourso
elemental de Geografía Universal que se estudia en todos los
colegios.
Pnes
aspectos,
contiene
bien,
ese
tratado,
muchos
recomendable
errores
bajo
é inexactitudes
otros
sobre los
puíses Sud-americanos.
De Colombia, por ejemplo, dice: que
su población actual es de 2.896.551, siendo así que no baja de
que Bogotá, cuenta 50,000 almas, y tiene casi el doblo;
cuatro;
que Casanare
y :M:ocoa son altiplanicies
bianos, y que la importación
portación
de 11, cuando
de los Andes colom-
anual es de 10 millones y la exambas
snmas
llegan á 26 Y medio
millones. Omite el Estado del Tolima y su hermoso nevado,
y pone como ciudades de Cundinamarca
lÍ. Neiva, Honda, La
Plata,
Chaparral
y Gllamas
varias inexactitudes
los nombj·es.
(Guama).
y do otros
errores
Esto,
fuera
do otras
en el modo de escribir
Su afoctíEimo,
F~;DEmco
O.
AGUIT,AR.
Orizaba, Octubre 10 ùe 1883.
Señol' Redador de El Pasatiempo.
¿ Ha leído usted la novela de Julio
Verne cuyo título es:
Una c'Íudad o,tÍ-hi,lrogenailo?
¿ Recuerda el experimento
hé:cho por el tr:wicso doctor Ox en los pobres habitantes
ùe
Qlli'lucndonia,
como en animrt '/-'iU. inundán<lulos de oxígeno,
gas que Jos sacó de SIlS culsil¡"u>l.<5!tiza ùel bllrgamaestl'e
Van
Tricasse.
tIel cOllspjero
"Nikl:m,:;sp, dd comisario
Passauf y del
-
184 -
improvisado general Orbideck unos verdaderos locos de atar,
unos furibuudos frenéticos? ¿ Recuerda la entrevista del burgomaestre y del consejero con el doctor Ox, el estrepitoso final
del cuarto acto de los Hugon'Jtes en el teatro de Quiquendonia,
el baile en caSa del banquero Collaerb, la amenaza de duelo
entre Van Tricasse y Niklausse y la declaración de guerra
hecha por los quiquendonios á sus vecinos de Virgámen, por
desafueros que datau de más de siete siglos? Pues, señor Redactor, triste es decirlo, pero es la verdad; el puüado de politiqueros y de adalides que embochinchan, inquietan y trastornan
6.Colombia impidiendo su progreso con tanta. política y tanto
espíritu de bandería, se parecen mucho Ii los quiquenùonios,
después de haber sido oxi-hidrogcnado por el doctor Ox.
Cuando aquí, lejos, de esa atmósfera candente y saturada de
política y de oxígeno, que allá se respira, leo ciertos periódicos
de Bogotá, me parece que estoy pasando la vista por lOBcapítulos de la chírríada y cómica novela de Verne, í Qué cosa
tan nocivamente ridícula! ¿ Y no Se avergüenzan de ella esos
caballero!!, por otro lado inteligentes é ilustrados? ¡Pobre
Colombia que ha sido convertida en una Qlliquendonia por
un puñado de malos ciudadanos!
Como el reelecto Presidente venidero, General Porfirio
Díaz, árbitro de los destinos de este país, desde el plan de
Tuxtepec
es del Estado de Oaxaca, que en México hace el
papel del Estado del Cauca; resulta, que legiones de oaxaqueños vienen á la capital para recibir bUènos destinos, dentro y
*
'" Aquí se llaman planes lOBpronuncia:mientos que tanto abundan en la historia mexicana j tales como el de Iguala, Casa-Mata,
Ayutla, Tuxtepec y cien otros. Los cuatro enu:mer.:.dos levantaron
sucesivamente el I:mperio, la. República, el liberalismo y el orden
actual de paz y progreso.
-
185 -
fuera do su perimetro.
Una cosa análoga Bucede con los del
Estado Je :Morelos, al que pertenece 01 actual Arzobi~po de
México, Sr. Labastida.
Aunque
la cosa es tan notablo que salta
á. los ojos de los más miopes, aqul no lovantan
la gritería
que
alzarían aUá los politi'} U81'08 y adalides; porque ostos seiíoros de
por acá ro están oxi-hidrogenados
como osos de por allá. :gn
Colombia. nail jactamos de sel' muy tolemntos, pero la expo riencia y la,; viajes me ensmian, que una de las sociodades más
intolerant,es de América, por carácter, ef; la nuestra, y lo os ell
todo; Oil lo profano y religioso, on lo especulati va y práctico.
Esa intolorancia
(monta ontre las principales
causas del ospí-
ritu do partido,
que nos devora é impide el prog¡'OSO do la
patria.
Los colombianos qllo trabajasen
en modifiear nuestro
carácter
intolerante
y oxi-hidrogenado,
oxígeno quo contiene
y que
la. limpiadí>lima
se empeñasen
en hacer
á causa
atmósfera
dol mucho
de esa tierra,
que ln, corriente
do nuestra
intoligencia y vitalidad se dirigiera
más á la parte activa y
práctica, dejando 01 canal do la toa ría y do la especula.ción, los
ciudadanos
patriotas,
digo, que tal hicieran
l)l'ensa y de la palabra,
hay tanto
charlatán
y tan pocos
politÙ¡uer(l8 y adalides
medio de la
hombl'es prácticos,
donde
entre lOB
do partido.
He le'ido en El Oonservador
contra el soñar doctor
por
harían un gran bien ú. Colombia,
de Bogotá
algunae
Ot6.lora, por haber comprado
no para él sino para los Presidentes,
críticas
un coche,
con 01 dinero de la Nación,
y por 11aber nombrado Ii BUhijo Carlos Secretario de la Logación do Inglaterra.
¿ Qué diria El Oonservador, si allá Be
hiciese 10 quo aquí hacen el Presidento tie la República, General
González, y el Gobernador de México, seilOr FCl'Ilándo7, ? Estos
dos señoreB compran haciendas y casas, edifican magníficos
palacios,
y el primero se ausenta
va a.l Estado
de Hidalgo
donde
ca.llandito do la capital y se
tieno
una nueva
hacienda,
24
186 -para cuyo servicio ha hecho construír un ramal en el ferroca.rril do Pachuca. Por no hablar de la moneda de níkel, reèientemente introducida con Burna l'epugnancià del pueblo y del
comercio, y en la.que, dicen, percibe grandes emolumentos cierto
contratista español; y, cueuta ! que muchos aseguran ser español
el dicho General González. A lo menos tiene fuertes acciones
en el ferrocarril español de Acapulco, Méœico, !rolo y Veracruz.
Allá nuestro carácter intolerante hace grandes aspavientos á
cerca de pecadillos que aquí, y en las demás repúblicas, pasarían por escrúpulos de monjaj pero, la política y el espíritu de
partido allá los tienen, como en Quiquendonia, oxi-hidrogenados.
El partido conservador ha celebrado en esta República
con l¡¡udable moderaci6n el Centenario del nacimiento de Iturbide y el sexagésimo segundo aniversario de la entrada de ese
eñmero Emperador en la capital dt! la Unión mexicana. Un
Te-Deum, algunos discursos á puerta cerrada, iluminación,
fuegos y música llenaron la parte principal del programa. En
honra del partido conservador mexicano es preciso decir, que
no explotó esa ocasión propicia para turbar la paz de la República, ni impedir su progreso.
Es curioso el ver como en-México los liberales, perseguidores de la Iglesia y del clero, celebran el 16 de Septiembre,
aniversa.rio del grito dado en Dolores por el Cura Hidalgo, en
1810, y respondido en varios puntos de la Naci6n por los curas
ba.talladores Morelos, Matamoros, Gómez y otros, ocho, ó diez
más, adalides de sotana; mientras qll61QSconservadores, amigos del clero y defensores de la Iglesia., no gustan de ess
fecha., y celebran el aniversario d& su! independencia el 27
de Septiembre, día en que entró ti Méxieo tria'RIante el ex-jefe
español, Iturbide, á la cabeza. del e-jército triga:rante, el año de
1821. El liberal echa á los frailes- y mOlljRs de· los CQDventos,.
qrruina estúpidamente muchos à.e elloE'),aJrrelbata.si'll piedad la.-
-
187 -
Botana al clérigo, quion S6 ve obligado á vestir levita, y roba
millones á la iglesia; pero, luégo proclama á los clérigos padres
de la patria, los vitorea con entusiasmo frenético y por dando
quiera les levanta estatuas revestidas do la sotana. Sin embargo, la patria do Hidalgo y de su pléyade de curas fué la.
patria boba de este país, patria que ni cuajó ni dur6, y se manchó Call los asesinatos y saqueo do Guanajuato por las hordas
do indios de Hidalgo, con los fusilamientos del terrible cura
Morolos y con el cuasi saqueo de Orizaba por sus arribeiíos,
(habitantes de la altiplanicie). Hidalgo y Morelos fueron exco·
mulgados, degradadosy£usilados. En Guanajuato todavía se ve
la escarpia donde e8tuvo colgada la cabeza del primero en 01
Castillo de Granaditas, teatro de sus hazañas, frente á una
ostatua do bronco que se ha lovantado en honor del héroo do
Dolores.
En mi pasada. carta le hablé en general do Orizaba, ciudad interesante del Estado de Veracruz por hallarse on la trayectoria rGcorrida por el ferrocarril do Móxico á la costa del
Golfo; ahora le comunicaré algunos pormenores interesantes
acerca de olla. El 3 de Octubre, un mes cabal después de mi
llegada á Orizaba, merced al viento dol Sur quo sopla hace
tres dlas, el cielo se despejó, los montos quo ciñen el pequeño
valle, ostentaron libres do nubos SUtil verdes y arboladas cumbros y la excesiva humedad de la atmósfera. cedió al lugar ti
un aire tibio y relativamente seco. i Había llovido veintiocho
días de los treinta que llevaba yo de permanencia on la ciudad I
Entramos, pues, en la temporada de los nortes que ahuyentan
el vómito de Veracruz, agitan furiosos las olas del Golfo y so
convierlien en interminables y tristísimos páramos, on la zona
que Be halla lÍo la altura do Orizaba (1,227 metros). Subido cn
las primeras eBcarpas del cerro dol Borrego, contemplaba yo,
el 3 do Octubre! á la piadosa. y resandera ciudad, no obstante Ber
-
188 -
lugar de tránsito y oncerrar una de las :Mstaciones más activas
y animadas de todas las líneas férreas mexicanas. La veía recostada hacia el Sudeste en un frondoso nido da verdura por
entre el que aparecían sus casas, bajas y apachurradas como
las de Bogotá, sobre el que los templos elevaban sus cúpulas
y torres en medio de las copas de 108 árboles. Al pie del cerro
Be extendía el hermoso paseo público, refrescado por grandes
fuentes circulares, encerrado dentro de vis50sa pared ca.lada,
en la que se abren ocho altas puertas, y embellecido por multitud de plantas de climas fríos y templados, tales como el
pino, ciprés, álamo, fresno, eucalytus, naranjo y cafeto. Al ver
tan frondoso paseo, me daba tristeza, recordando que en
Colombia por causa de la maldita política, de los partidos y
de la guerra civil no se piensa en adornar, como la hacen
todos los países civilizados, nuestras ciudades, y que no pocos
raizales todavía se oponen á que se haga en Bogotá. la que ya
se ha hecho en Chile, Perú, Costa Rica, México y los Estados
Unidos; es decir, adornar las plazas y más anchas calles con
árboles, jardines, estatuas, fuentes, asientos de hierro, verjas
y faroles.
Al Sur de la ciudad veía qne se elevaban penachos de
humo y espira.les de vapor entre los techos de zinc de los edificios de la"Estaci6n del ferrocarril, y qne una locomotora, sistema
Ferlie de dos chimeneas, arrastraba en ese momento un tren
de cinco grandes wagones con dirección á México. ¿ Cuándo
8erá que, desde La Peña ó Egipto, veamos rodar por nuestra
Sabana ese agente indispensable del progreso moderno, y
cuándo las pitadas de las máquinas acallarán la gritería do los
charlatanes políticos y do 108 empecil1ados adalides de partido?
Al pensar que voy á regresar á la patria después de siete años
y medio de ausencia, y que deberé hoy subir á la rica y hermosa. Sabana de Bogotá. todavía en mula, se me ca.e el a.lma á
los pies. Esta idea
189 -
mo amarga
más, M 10er en el Mensaje
dirigido por el primer Magistrado
el 16 del mes pasado, que están
blica 4,800
kilómetros
(3,600 leguas)
á BJgotá
de esto país á las Cámaras,
ya constl'uídos en la. Repú~
(\,)60 leguas)
hasta que la locomotora
Aserradero;
do vías férroas y 18,000
! Yo pensaba no regrosar
do líneas telegráficas
mas, este mal de
ya un aÍÍo y del quo no me
no escalase las cumbres
pecho
puedo
que me atormenta.
dol
hace
sanar en los inconstantes
y
variables
climas de México, me obliga á soportal' la humilla~
ción de 1legar caballero en lenla mula á una de las ciudados
más ilustradas
tiqueras
de la América
y adalidos
española.
i :Mil gracias á los poli-
!
No lejos de la Estación
se levantan
el tomplo y convento
do San .José de Gracia, obra terminada en 1838 con un costo
de $ 500,000 Y según los planos del célebre Tolosa, el al'quitecto del Palacio de Minería. de México y el autor de la estatna
de Carlos IV. Los edificantes padres misioneros franciscano!:!,
que fuoron de allí arrojados por los liberales de la Reforma do
1857, han sido sustituídos en osos hermosos claustros por gente
mañosa (ladrones) y por mesalinas (prostituldas) da la última
ralea, á quionos da asilo la viuda del General
ose monumento
que
ll'G
arruina
Llave, dueña
más y más cada día.
de
Hacia el
Noresto yen el centro de la ciudad se levanta la Parroquia, embaldosada,Je
mármol por el actual Cura Sr. Orihuola, y construlda. con el gasto de $ 700,000. 'l'ione anexas dos capillus, tan
vastas
como una
iglesia.
Mis al Noreste
presenta. su bonita
fachada el Calvario con 01 adyacente
Colegio del Estado y la Bi-
bliotocapública,
de monjas teresa s, exclaus-
un tiempo convento
trada!! cuando acababan de ostablecerse en Orizaba. Más lojos
so encuentra Santa María, templo de los servitas, cuyo capellán
es 01 padro
padres
jesuita
italiano
Dooodoni,
ospaiíolos A.rtola y Piñón.
acompañado
Los iesultas
de los
no tenían
con-
-1"vento ni iglesia en Orizaba, y,8in embargo, aquí yen Puebla
donde están mejor, pues en todo lo restal1te de la República,
los pocos que hay se ven reducidos á. vivir a.islados como clérigos seculares sirviendo alguna iglesia. Los padres Espinosa.
y Barragán, colombianos, está.n; el primero, en Chalchicomula
y el !egun.o, en Zamora; el padre Mario Caballero, que estuvo
en Bogotá. en 1860, muri6 de hipertrofia, on Vora cruz, el mes
de Enero de este año. Todos ellos visten de levita y llevan 80mbrero de pelo.
Adelante de Santa Maria se ven aUD las imponentes
ruinas del templo y convento do los padres Carmelitas, Ese
lindo templo está arruinado, después de haber sido convertido
en cuadra; una parte de la costosa arquería y de las bóvedas
fué torpemente derribada para abrir ancha calle, por la cual casi nadie transita, y 10 restante del convento está convertido en
cuartel. Estos padres, juntamente con los franciscanos de San
José de Gracia, ejercieron poderoso influjo sobre los orizabañOB durante muchos años, y esta es la verdadera
causa de que
esta ciudad sea tan piadosa. y rezandera, más aun que Puebla
y Guanajuato. Me llama la atenci6n el que en la América del
Sur no hubiese en tiempo de la Colonia padres carmelitas,
mientras que en México tenian,ontre varios otros, tres grandes templos y conventos, en Puebla, en Celaya y en Orizaba.
Por último, viene la iglesia de San Felipe y sU,bonito convento,
hoy convertido en hospital, trasladado de San Juan de Dios,
su antiguo local. AlIado hay un establecimiento público de
baños de regadera y de baños rusos 6 de vapor. Los de regadera y de <lucha, ya. muy comuues en las ciudades de México,
. han venido á hacer competencia á los tibios de tina y de
pZacer, (pequeña alberca) tan comunes en este país, donde todas
las clases de la. sociedad se bañan frecuentemente. Parece que
esta œstumbre mexicana viene de los indios quienes se baña-QS
-
191 -
ba.n y se bañan en temascales
leña 6 paja).
el Perú
(estufa.s ú hornos calentados
Aquí no se lava la ropa, como lo hacen
y Europa,
en agua
caliente,
~on-
en Chile,
ni en los ríos como en
Coiombia, sino en bateas (artezas) donde se rostrega y no se
golpea. 'J'al vez 01 aseo y la costumbre de bañarse con frecuencia precave tí. los mexicanos
del centro de algunas de esas
nuestras
enfermeda.d es, tan repugnantes
aquí, como la elefancia,
tosos)
y que no son conocidas
las llagas y las pecas. Hay pintas (cara-
en el :Estado de Guerrero,
barcia (coto) on algunos puntos;
como allá en el Tolima, hay
mas, son tan raros
que no he
visto todavla ninguno. En cambio, la viruola es endémica,
el asma y enfisema
debidas
muy
comunes,
al mucho ají que se come,
propagadal\,
y las calonturas
las disenterias
habitan
quiera, en :México, Celaya, Orizaba, etc. etc.
En el local que se edificó para la exposición
dad se ha abierto
oficios,
dirigido
en desarrollar
de tejidos,
monte
un 'colegio de comercio,
por alemanes.
la industria
y el comercio,
exportaciiín
con los nuevos
de esta ciu-
agricultura,
cosechas
ferrocarriles,
han
artes y
con ardor,
en establecer
de azúcar,
cerca de millón y medio de productos;
cuyas
por donde
M ientras se trabaja
de papel 6 ingenios
tí. la agricultura,
vuelo
y diarreas,
y sumamente
pertinaces
intermitentes
la tisis,
fábricas
que rindon anualmientras
se da
encontrado
fácil
la prensa
de Orizaba
está apenas representada
por El Reproduclur y El Noticioso,
peri6dicos
industriales
y do noticins, por La Gaceta del Gobierno y por otros dos monorcs. En nuestros valles calientes de
Colombi'1, en el del Cauca, por ejemplo, ¿ 8e hace algo parecido? El valle dol Cauca, Pl'6ximamente
diez veces más grande
que el do Orizaba,
tiene mayor número de habitantes, intelL
gentes, sanos y ontusiastas;
es mucho mils rico, pues, además
*
*
RI Valle
zaba 40 mil.
del Cauen ruenta
134, G38 almas y 01 de Ori.
-
192 -
de sus minas de oro y ca.rb6n, posee algodón, tabacos, cacao,
café, arroz, caña de azúcar, ganado, etc., mientras este apenas
cuenta con tabaco, café y caña; aquel tiene, fuera de muchos
otros, un hermoso río navegable, y este dos pequeños, ambos
torrentosos.
Durante
el reino de la política desatinada
y de los
partidos eneJ'gúmenos,
este valle se vió también,
como el del
Cauca, talado, empobrecido y barbariz~do;
pero, con la paz,
el ferrocarril y el trabajo cuenta ahora fincas de 350 mil y de
250
mil fuertes
de
valor,
ingenios
moderna,
numerosas.
haciendas
pequeñas,
de notable pl'oducci6n.
de azúcar
agrícolas
Para el pueblo
siendo
víctimas
de los politiqueras
pueblo colombiano
más ta.lentoso, generoso
mexicano
reclamar
deboría
á la
fábricas
mexicano
ha
i Sólo nosotros con-
llegado, puçs, la época do la rehabilitación.
tinuamos
montados
y muchas
sus derechos
y adalides!
y entusiasta
El
que el
con firmeza, debería
librarse de la tutek\ ignominiosa
do tanto charlatán que lo
tiene indignamente
sumido on la miseria, y rezagado en atraso
inmerecido.
Yo aconsejaría
á los hO:1I1¡¡,¡~s
de talento,
prestigio,
instrucción y hOlll'adez, á los padres de familia, capitalistas,
industl-i!1les, coq1erciantes y á nuestra cgenerosa juventud, que
se reuniesen en juntas y lanzasen enérgica y solemne protesta
contra todos los periódicos que se ocupan en azuzar el espíritu
de partido, en acriminar á los que no son de su comunión pol'Íchismes y calumnias
tica, en propagar
bando,
en especular
contra los del opuesto
con la política, en oponerse
al progroso,
por no ser ellos los que lo inici~n ó adelantan, en excitar á la
rtlvolución, que se olvidan de los intereses del comercio, no
promueven la industria, no secundan
la obra do los ferrocarriles y no ayudan
al embellecimiento
de nuestras
El pueblo tiene derecho de imponer
sus Iluxilios y suscripciones
á esas gentes
quienes
primero
es el partido
ciudades.
silencio, de retirar
incorregibles, para
que la patria, y que prefieren
-
193 -
dominnr, aunquo soa sobro nn montón do l'ninas, á ver BU
patria ric:• .Yflorecionto bajo 01 gobiorno de un clrclllo que no
sea el plopio. El pueblo nada ha sac(lllo ni saca do los partidos .YHl'> luchas, nada absolutamente,
ni !n. más insignificanto
ventaja; nI contl'ario, con e;;n. COt1l6í',)n}J'JlitÙ¡nrra y banùOJ'iza.
Be
ha cmpobl'c:-:irlo,
flI'ruinaLII), desfllol'ali;r,aúo,
rlmll1.crerlitado
pCl'manecíenclo ti rctaglUl.I'dia de las demás l'epílblicas hermanas,
en los scndol'os (101progreso matCl'Î:1I y en 01 desarrollo ÙOsns
inmOnFlOSÚ inag'l)hh1cg
elemsntos
de
¿ Quiénes
prosperidaù,
SOll los QUI) mcdl'Ull Call cm polit.í(flWrín
scmpitp¡',m y con esas
riñas Ùl pattillo?
Solo!l!l p:lil'1.llo (lo intl'ig'lntes, de ambiciosos,
de
holg':J.?:mcs que so meten en política,
IJoGhinch~ros
porqne no epier'en trnb;Ljar.
que est,ll'ían
(ln galopincs
¿ Cnánt:ul I1nlidaùes no hay arriba.
ó dc gannpanes
si en
Colombia
reinaso el ol',l('n, el nmo¡' á la p~tri:l. y al tl'abajo?
lnción lel'anb,
que chnrlan,
coma 108vcnhrrones,
l1isputnn y se rapan
e!ltusi:1~m() qlllJ dche1'Ían emplearso
campos, e:-.::pbLti' nllOSGrO;;rlcos
sol,wl aun vi:'genos.
Los
políticos
Curla rovo-
muchas do es;¡s nulidades
los destinos
Cil cultivar
con I1n ardor y
RlIostros feracos
vcJn(\I'o.~y doscuajar
nuo'ltrag
y los mendigos son dos lJa-
gn.s ga!lgl'cno~ns que cal'comon á la patria j civili7.émolos y
onscííómolcs tí, trabajar.
Eso;:; politiq l/Cros, esos adalidcs do
partido, osos polomúfilos (amigos de revoluciones)
tienen la clll pa do qlle ThA Graphie do Lonù¡'es,
[, de ~rayo do 1883, diga la "igl\iente
motivo ticne la Ellropa
de enorgullecorse
Jizaùorn en b América
del ¡)ur
llIilnifestlùo
una
*
bien doloroso:
son los quo
dol sábaùo
Il
Escaso
do su influencia
Chilo .. " .. últimamonte
gl'Un <losis del ~'Y'
SALVAGISMO
civiha
QCF: CARAC·
*
7h1 Graphie N,Il 701, vol. XXVII. Topirs of the ?Deek, Laa
pa~abras t'3xtuales son: "The savagery which oharacterisos most of
the nations of the great souther Continent,"
25
-
194-
á. la. ma.yor parte de los paíse~ del gran continento
Sud-americano." Nuestros politiqueras estlÍn llenos de orgulio
porque borrajean papel sin medida, y se creen á la vanguardia
de la. civilizaci6n, mientras que las grandes naciones los apollidan simplemente SALVAJES.
TERIZA.8
Volviendo á Orizaba, le diré: que no sólo la agricultura.
se ha desarrollado en ella con la paz, el trabajo y los ferrocarriles, sino tamhién la industria y el comorcio. El soñar Villegas ha inventado un sencillo aparato, que funciona con éxito
bace siete meses, para aserrar e~ l!Íminas delgadas los mármoles del Escamela y del Borrego, cerros vocinos á esta ciudad.
Una pequeña rueda bidraúlica mueve dos chassis de maùera
que ruedan sobre rieles y llevan ocho ó diez láminas de acero,
las cuales juntamente con arena mojada hacen veCOH
de sierras.
Los bloques, antes de estar aserrados y pulidos, tienen la apariencia de piedra muy ordinaria é inferior á nuestra arenisca de
Bogotá; más, luégo que se les lima y encharola con óxido do
estaño toman el brillo y aspecto de un lindo mármol veteado.
Todo el aparato no habrá costado trescientos pesos, la fábrica
entera con Sll mobiliario no llega á quinientos, y, sin embargo,
produce diariamente diez 6 doce losas que se venden á. $ ;)
cada una. Esto vale más quo tanto privilegio, como entre nosotros se aaca, para PUBLICAR LIBROS DY. TEor:Í.A8,DR SEMPITERNAS
TEORÍAS. En cuanto al comercio, el de Oriznba ha crecido tanto
que es el décuplo, por la menos, de lo que era ahora onco años,
cuando se abrió el ferrocarril de México á Veracruz. :Mnla
fábrica de Cocolápan se ha el'igido grande estatua de mármol
al señor Escandón, por habel'sido esc capitalista el que levantÓ
aquella empresa, quebrada en tiempo de las guorras civiles, y
cuyo e!ltablecimiento fué saqueado por el pueblo orizabeiio. La
estatua se alza. en medio del gran patio circuído por los salo-
-
195
nes de las máquinas quo tienen aspecto imponento; toda la
fábrica está valuada en $ 360,000.
El puebla de Orizaba se compone do gentes do muohos
puntos divol'sos do la República, atraídas por 01 comercio;
pero la base es do mestizos, más atesados que los de la altiplanicio, y do indios casi primitivos que no saben hablar español; él es pobm, ignorante y bastante vicioso, aunque muy
creyento y respetuoso con los sacerdotes. Cierto dia vi. en la
iglesia do San Antonio, á dos indios, y sé quo este hecho os
asaz¡ comÚn, el uno de rodillas y ci otro tendido boca arriba
dolante dol aitar del Santo; el arrodillado tocaba en diversos
puntos 'Jl cuerpo del extendiùo, Call ramilletes ùo £loros do
muerto, pron.uncianùo al propio tiempo cicrtas oraciones;
luégo puso las ramas en el altar y tomó dos velas para repetir
la misma operacióu misteriosa, y, una vez¡ terminada. ésta,
enoendió las velas al Santo y se puso á rozar en coro con su
compauürù. El abate Domenoq, capellán dol ojó¡·cito francés
en tiempo do la intorvenciÓn, acusn. al pneblo moxicano do
iùolatría. Est()s indios se visten de calzón corto, cotona (espocie ùe sobrotodo de lana con mallg'as suoltas) y huaraches
(quimbas Ó s3.ndalias de cuero); no usan ca.misa. Las indias
llevan tir.Íot;tle (chircate ú anaco), huipil (ospecio de gl"an roq ueto
do algodJu pintado) y sombroro do petate ó do calia, quo no
usan, ni las mestizas de aquí, ni las indias y mestizas de la
altiplanicie.
La Patria on sn númoro 238 del''\' del cOl'rionto Octubre
dico en Sil oditorial: " La onmoración de las mejoras materiales hocha 011 el Mensaje del ~jocuLivoes en gran manora, interosante
La llegada dol 'errocarriL centra.l á Villa.-Lerdo,
por la lín'3a quo viono de la f ·ontera (angla-americana) y á la.
ciudad de A.guas Calientos, lar la que parto do México hacia
el Norte; el avance del fel rocarril nacional hasta Morelia.,
-
196 -
hasta máq allá do Celaya y hasta el Saltillo; los 117 kil ómetros
desde Piedras Negras (£rontora angla-americana) concluídos
por el ferrocal'l'il internacional; el desarrollo da las líneas
iérreas ùe Veracruz Ii Acapulco, do Veracruz Ii Alvarado, do
Puebla á Matamoros, del Estado de Hidalgo y de Santa Ana
á. Tlax:cala, calculándose el total de vías ya construídas en
4)800 kilómetros,
basta para dar una idea del movimiento que
ae extiende por toda la Hepública ..... , IjOS ramos importantísimos de agricultura y minoría DO han sido desatendidos pOI'
el Ejecutivo .. '" La ol'ganización do comisiones en diverso;;
puntos del país para llevar á cabo estudios dei mayor interés
sobre geología, botánica y zoología; la distribución de plantas
útiles traídas del extranjero con el fin do propagar nuevas
industrias agrícolas; los contratos de colonización para favorecer el aumento de pobladores
los esfuerzos para repoblar nuestras aguas y nuestros bosques con val'ias clases de
peces y do árboles,
son otras tantas mojol·as
Butre
esas mejoras se Cllenta la fundación do la imprenta nacional
de la Secretaría de Fomento, y la idea de publicar una biblioteca hist6rica, en que no sólo se roimprimirán las obras mái:"
raras y de mayor importancia, sino también algunos trabajos
inéditos. Paralelo al de Jas vías férl'oas aparece, aunque en
mayor escala, el de las líneas telegráficas, A 500 kilómetws
asciendo el aumento de esas líneas on los últimos tres años, y
sin tenor en cuenta las do los Estados y las de empresas parti-
*
**
• LOB ferrocarriles en explotación del Brasil dan 5,610 kilómetros Ó 1,112 leguas y los en construcción 2,489.
*<t La colonización italiana no ha salido aqui muy bien, como
sucedió en el Perú. Gran parte de lOB colonos han abandonado BUB
estaciones agrícolas y Be han ido á las ciudades. Aqui veo 40 6 50
mujereB italianas, OOD BUShijaB al brazo, molestando al público con
hOBtigOBa. mendicidad.
culares,
puoblo
LA PAZ
197 -
sólo la rod fedoral
moxicano comienza,
Y LA
DIGNIDAD
mide 18,000 kilómetros, .....
pues, á percibir las DULZUltAS
El
DE
DEL TRA.llAJO."
Así haùla La Patria Ilona do lOgltima
satisfacción,
así so
oxpresan casi todos los diarios de México, quienes se ocupan
más de prugroso y do mojaras que de política. El 8 Jo Octubro
so abrieron
0.1 tráfico dos nuovos trozos del ferrocarril
el de Maravatio
vatierra
á Acámbaro
y Celaya.
S ull ¡van:
y Morelia y el do Acámbaro
Para Diciembre
las alC:1balas y las aduanas
de 1884 quedarán
interiores;
pronto
á Sal-
abolidas
se modificarán
las leyos do corl'OOS, Ya era tiempo de quo dosaparociesen
osas
impcrtinontos
aduanas, que no he vieto en ningÚn otro país, las
cuales esculcan los equipajes ell todas las ciudades del interior
á dond.)
llega el pasajero.
En cuanto al correo interior
os un
contrasentido
pagar 25 centavos por una carta sencilla que se
envía do un punto á otro de la Ropública,
mientras otra carta
doblo l'omitida á Bogotá, á Londres, á París, etc. sólo cuesta 20
centavos. La oficina de estadística, aquí muy bien organizada,
trabaja activamento, según los últimos métodos, para obtener
resultados exactus. Veo que en esta República, donde la prensa
es menos acti va que ontre nosotros, so COlloce mejor 01 país, mercod
ri
los tl'a1ajos
Je estadística
y á las comisiones
ciontíficas.
Su afectísimo,
FEDERICO
C.
AGUILAR.
Oriznba, Octubre 20 ùe 1883.
SeÏÍur Reùactur ùe Et PasatÙmpo.
Este país sigue progresando
bajo la salvaguardia
de la
PAZ y á impulsos
del TRABAJO,
no obstante los elemontos de
atraso que encierra en su seno. Ha quedado ya formada la Compañía mexicana
de vapores trasatlánticos,
y última.mente
se ha.
-
198 -
echado a.l agua en Glasgow un gran vapor de 4,000 toneladas,
al que seguirán muy pronto otro dos. Sa ha organizado además
en México una Sociedad de higiene H para salvar al país, como
dice El Monitor Republicano, minado por las epidemias y
azotado por las plaga9; Ii esta raza raqultica que vive, puede
decirse, apartada de la acción salvadora de la ciencia." Y esa
raza, compuesta de indios y de léperos ó proletarios, pobres,
débiles, enfermizos, íg110rantes y viciosos, es un formidablo
obstáculo que muchas veces me ha dejado indeciso, sin saber
qué pensar, ni cómo explicar la creciente marcha pr\l3pera de
esta Nación. Un segundo artlc 110 da las bases de dicha sociedad, denominada Oongreso, que establece H un Consejo nacional de salubridad pública, formado de cuatro médicos higionistas, un médico veterinario, un farmacéutico y un ingeniero."
Con motivo de los discursos pronunciados e116 do Septiembre, aniversario del grito de Dolores ó de la independencia
mexicana, ha.n tenido un ligero altercado los diarios ospañolos
y mexicanos de la capital. Aquellos, después de ct'iticar agriamente los discursos bajo el punto de vista gramatical, terminan diciendo, que sus autores no son ni siquiera aprendices dB
cscritor, sino aprendicis de barrendero, y estos se esfuGrzan, á
su vez, en coger disparates al criticado!" español. La fiebre
amarilla se ha desarrollado en lOB puertos del Pacífico; en
Mazatlán murió de ella Angela Peralta, célebre y estirnadísima
cantatriz mexicana. Las fiestas del Centenario de Iturbide,
celebradas el 27 de Septiembre por los conservadores de este
pais, han dado margen á desagrada.bles discusiones. La Voz
de México acusa al cura do Hida.lgo, excomulgado y fusilado
por los español os, de haberse retractado de todo la que hizo
en favor de la independencia; los diarios liberales desmienten
al órgano conservador y afirman, que este partido ha sufrido
un gran fiasco, pues no encontró entusiasmo ninguno en favor
1
-
199 -
del Centenario de su héroe. Feliv.mente estas discusiones desagrada.bles no han encontrado eco en un país, donde el bufido
de las locomotoras y el ostruondo de las máquinas del trabajo
cubro todas esas pequeñas ruindades de los partidos.
El 13 de Octn bre tomé el tren de Veracruz y en once
minuto.3 llegué al Ingenio,
distante ocho kilómetros al Noroeste do Orizaba.
pueblo, famoso
Mariana,
india
Visitó
la gran
fá.brica
do hilados
de ese
por haberse
casado en él la Melinche ó Doña
intérprete y querida de Cortés, con el español
Juan J :u·umillo. En seguida
Bitio C'lcontador donde uu
me trasladó n. 108 baños sul£urosos,
verdadero río de aguas cristalinas
y azu£radas
nace del pie de las colinas arboladas,
la población
por el N. N. E. Allí nn empresario
nitos baños termalcs,
poco
frecuentados.
que dominan
ba odificado bo-
A las doce tomé la.
tranvía para rogrosar á Ori7.aba. Los ocho kilómetros que en
el tren había yo recorrido en once minutos, ahora los hice en
treinta
y tres,
Angost~lra.
pa.sando por
una
poética
A uno y otro lado se levantan
garganta
tos de fÍ.rboles, las veras del camino ostabrLn pobladas
arboled:ls
y de
algunas
casitas
llamada la
elevados cerros cubier-
de tabla
d~ esposas
y teja, los terronos
llanos so ven sembrados de caña de azúcar y de milpag, (maizales). Al fin paramos en el grande y hermoso puente de ln.
Bm'da, enfl'ento del hotel alemán del mismo Dombre. Muy
escaso oS el tráfico ontre
Orizaba y el Ingenio,
pues b fábrica
usa pl'eferentemente
d€~íCl'rocarril de Veracruz ú México. Sin
embargo, la empresa do tranvlas no solo se sostiene sino que
también hace bnenos negocios.
U no muy pingüe haría la empresa qne en Bogotá estableciese una 1ínolloùe tranvías entre Chapincl'o y la plaza do Rautal1r1er. No hay duda que el movimiento entre eS08 ÙOS punto!;
es mayor que el de Ol'iy.au:1. ('on el It1~p.nio. Si esa tranvía so
prolongase hasta. Zípaqllirá, por nu lado, y por el otro hasta
-
200 -
la plaza de las Cruces, que los rendimientos serían aun mncho
mayores, Es preciso salir de la. rutina y que tantos pequeño!'!
capitales,
que hoy busca.n seguros pero escasos intereses
en los
Bancos,
Ile animen
á reunirse
.para emprende, obras de O1'l1ato
y utilidad
públicas,
Fórmese
una
cincuenta.
accionistas
la obra de la tranvía,
con
Oompañía de cuatrocientos
$ 45,000 de capital,
desde bs Cruces
Ii
y empréndaso
Chapinero,
con
tl'CS
carl'OS de primera, tres de segunda y unas dos plataformas
para carga. Este material rodante exigiría sesenta y cuatro
troncos dé caballos ó de fiulas, cuyo valor no pasarla do
$ 6,400, á Jo sumo.
Los ocho carros,
puestos en Bogotá desde
*
los Estados Unidos, no constarán
más de ~ 8,000.
Su conducción es fácil, puesto quo so desarman
en piezas trasportables por carros y mulas. El precio total de los seis kilómetros,
incluso el valor de los rieles, más @,elgados y más ordinarios
que los do los ferl'ocarl'iles
de vapor, no pasará de
$ 30,000,
**
ya sea que se tl'aig¡m del ex:t¡'anjero ó quo se fabriquen en
Samacá, Pa.cho ó Ln. Pradera.
i J:Ltnos :i la obra y quo los periódicos, olvidándose
de la política y de las rencillas
ùe partido,
traten de impulsar la. obra buscándolc prestigio y accionistas.
Por mi parte, tDmo desùe luégo diez acciones, soguro do hacer
'" Hechos en Bogotá costarian
la8 ruedas.
menos, y sólo ee nocositarían
Aquí, donde el jornal es más caro y donde el trayecto del
camino, m:ís oscabroso ha costado el kilómetro $ B,OOO ; allá donde
el jornal es más barato y donde DO hay más que poner durmientes
y tender rieles de las Cruces á ChapiDoro, siguiendo el camellón,
tiene que valer menos, Con todo, he adoptado eSIl cifra á. causa del
mayor precio del trasporte de los rieles. Los carros .le priD?era costaron en los Estados Unidos $ 1,200 cada uno, y hechos en Orizaba
sólo $ 800. Los de segunda son más baratos, como también las
'h
plataformas.
buen
negocio;
201 -
pues he visto en este país
que la hacen en circunstancias
otra. parte,
seria una
Bogot:i.
En In. tranvía
mucho
gloria la de ser
de Orizaba
numerosas
tranvías
menos favorables.
iniciadores
al Ingenio
de
Por
lOB
de
se pagan doce centa-
vos en primera y seis on sogunda;
los carroS ruedan desde las
seis ùe la maiíana hasta las seis de la tarde, de hora en hora,
y so cruzan ú medio
camino
en un corto
puedo hacerso d'3 San Diego á Chapinero.
desvio.
Lo mismo
Do las Crncos á San
Diego pueden rodar cada cuarto do hora, do las seis de la.
mañana á las seis do la tarde. En este supuesto, el númoro total
de viajes
Reria de 120. A.hora bien, ostableciendo
uno de los carros, por tórmino medio, entrasen
primera,
los cuales pagasen
que en cada.
tres pasajeros
de
medio dentro la ciudad y un real
fnera, y seis de segunda
que dejasen un cuartillo
dentro y
medio fuora; obtendríamos
mensual mento para la empresa
$ 2,592 de rendimiento.
S 128
* Los
gastos mensuales
para el pastajo de los 128 caballos,
so harían
así:
$ 140 por 14 mozos
postilIones y cuidadores de los animales, $ 200 por 10 conductores y $ 132 para reparaciones y gastos extraordinarios.
Total
$ 600. Quitando osta cantidad
sual, da un
sobrante
neto
de los $ 2,592 de entrada menal mes de $ 992, es decir, 22 por
• l<~stecálculo es muy bajo, pues, al prinoipio la novelería y
despu6s la comodidad acrecentarían el número de pasajeros. Además, los domingos, especialmente pùr la tarde, y los días de parranda el número crecería notablemente. Adviértase que los wagones pueden contener, oada uno, hasta 40 personas. Si se añadiese
un raOlal al cementerio oon carros fúnebres, como se estila en
México, la ganancia sería cuantiosa.
26
-
002 -
100 de interés annal fijo para 108 $ 45,000 del capital.'"
Dándole más amplitud Ii la empresa y trazando varios ramales
al cementerio, á la Estación del ferrocarril de la Sabana, etc.,
los rendimientos serían muy grandes, pues mis cálculos apenas
expresan el mínimo. Esta es la razón por la cual las tranvías
se han multiplicado mucho en este país, en ciudades muy
inferiores á Bogotá, y se han multiplicado con buenos resultados para la empresarios que han ido ensanchando su negocio.
Hay tranvias en Orizaba, (30,000 habitantes) para el lngenio, para la Estnci6n del ferrocarril y para la Concordia,
recorriendo grau parte de las calles de la ciudad. Hay tranvías
en Tlaxcala, (4,000 habitantes) para Santa Àna, distante dos
legnas; en Chalchicomula, (8,000 habitantes) diez kilómetros
para la. Estación de San Andrés; en San Juan del Río, (15,000
habitantes) cinco kilómetros para la Estación; en Tehuncan,
(7,000 habitantes) cincuenta kilómetros para la Estaci6n de
Esperanza ;en León, (40,000 habitantes) ocho kilómetros para
la Estación; en Guanajuato, (52,000 habitantes) cinco kilómctras para Marfil; en Querétaro, (47,000 habitantes) tres kil6metros para la Estaci6n y ocho para la Cañada; en Veracruz,
(10,000 habitantes) ciento veinte kilómetros para Jalapa y
Coatepec; en Toluca, (12,000 habitantes) varios kilómetros á
la Estaci6n; en Guadalajara, (70,000 habitantes) varios kilómetros dentro de la ciudad; en Puebla, (70,000 habitantes)
treinta y siete kíl6metros para San Martín, treinta y nueve
para Àtlixco, seis líneas que recorren la ciudad y vall á la
EBtaci6n y al cementerio; hay, por último, numerosas tranvías
de vía a.ncha y de vía angosta. que atraviesan á México en todas
direcciones, siguiendo la mayor parte de sus calles; las hay que
• Oomo verá el lector miH cáloulos han quedado muy inferio.
pues el tranvía á Chapinero rinde hoy trea veces
más do lo caculado arriba.-Nol.a
añadida posteriormente.
res' la'realidad,
-
203 -
van á los pu(\blos vecinos del Vallo, como Tlalpan, Guadalupe.
'racuhaya, Tacuba, Azcapuzalco, Míxcoac y San Angel. Cuando
yo Hegllé lt esta. Ropública,
ahora.
dos años y dos meses, no
ha.bía ni la mitad de las líneas que acabo de mencionar.
negocio
debon
Eel' cnando,
on voz de paralizarse,
Bll
en
han conti-
nuado on aumento. Las do México forman nna emprosa de primer ardan que deja mil posos libres somanalmente á los socios .
do g¿ Monitor Republicano del 13 de Octubre
. gl editorial
de 1883, número 245, es compendiado
por La Patria del14
del mismo Octubre,
número 247, de la manera siguiente:
"Desde
hace
algunos
modo muy notable,
días ha
aumentado
on México, de un
la plaga de los mendigos;
res y niüos, '" enfermos
6 individuos
hombres,
de robusta
muje-
salnd se dedi-
can á esa oCllpación que es un cáncor on las grandes ciudades.
Una gran parte do los mendigos son vagos á q nionos ropugna
el trabajo,
otros son ludl'ones y no faltan bribonas
cito quo im pIara la caridad .... Los mendigos
horror al Asilo de Indigentes,
calles y plazas,
porque
... porque no pueden
ua puedon
quo se han connaturalizado
on ese ejér-
tienen un grande
vagar por
soguir su vida ociosa, por-
con la holgazanería
.... " .Mste e8 el
tristo fruto de los setenta años qUElMéxico malgastó en guerras
civiles.
largo
Pam
tiempo
que
desaparezcan
do paz y de trabajo.
los mondigos
Si México
serlÍ necesario
continúa
como
va marchando
ahora, al fin podrá. extirpar el pa_uporismo, la
ignorancia y los vicios, triplo llaga que trabaja las entrañas do
Sll
qua
sociedad IJn mayor escala y con mayor intensidad
de la
acontece en la nuestra.
Por otro lado El Nacional dol
**
• l.os niños vagos llegan á 55 mil,
19 de Octubre de 1883•
•• Ouan d yo esen·b'la esto Ignora
.
llegado nosotros después de la guerra de
°
según el mismo diario del
ba el estado Ii que hemos
1876.-Nota
posterior.
-~~ismo 13 de Octubre se queja de et quo l¡¡s aguas estancadas,
el polvo y. el lodo de las calles (de México), los muchos focos
de infoooi6n, que existen en varios PURtos de la capital, comprometen la salud de sus habitantes." Usted advertirá que,
desde algún tiempo para acá, acostumbro apoyar mis dichos
COnel.testimonio de la prensa, con el fin de quitar todo pretexto
al corresponsal de Las Novedades de Nueva York de tachar
mis revistas de erróneas y vulgares, según el aserto de El Oon18rvado", de Bogotá. Cuando hablo de este país, digo con £ranqu~ lo bueno y no todo la malo, pues algo debe quedarse en
el tintero. No he venido aquí, ni para. hacer panegíricos, ni
para zurcir diatrivas, sino para decir la verdad prudentemente.
Hoy hace un año que me principió la. molesta enfermedad
de enfisema pulmonar que todavía me aqueja. La predicación
yla.pluma me ha.n hecho mucho daño. En vano he-vista á
nueve médicos de los mejores del país, pues no han hecho
sino discordar an sus opiniones; he buscado inútilmente y
re~
veces algún clima que me fuese favorable; pero en
todas partes, tanto en laR altiplanicies como en los climas templados, este país es sumamente variable. No me queda otro
remedio que embarcarme y buscar en los aires del mar y en la
constancia de los climas patrios la salud que no he podido
recobrar en un año de ineficaces esfuerzos. - Hace casi dos
meses estoy aguardando en esta ciudad 6.que decrezca un poco
el rigor del vómito negro de Veracruz; aun no es prudente
bajar al litoral ; tendré que tomar el tren la víspera del9 de
Novièmbre, diaen que zarpa el vapor español. El Congreso de
Colombia en 1880 me nombró para. que durante un año estudiase
• El clima patrio, la concha de armadillo en infusión y la'
papaya fJalentana tomada como fruta me han cl1r&dooompletamente
de e8~ ~Qfer~dad"queclÓll·m6di.o08,dQ :Méxice·llamaron 6aft,ema y'
~u'b6reuloll pulmonares.-Nota
posterior (21 de Junio de 1885).
-
205 -
á México, y he duplicado ese tiempo, ann lo he triplicado sin
aumento de sueldo procurando cumplir bien con mi cometido.
Vuelvo á. Bogotá después ùe siete aiíos y medio de ausencia.
Pensaba no regresar hasta que no estuviese terminado el ferroçarril de Occidente, pues me era muy dolol'osa. la idea de tener
que subir á nuestra rica, hermosa y sana altiplanicie á horcajadas en una mula de alquiler. ¿ Cuánto se ha hecho en los _
siete ailos y medio de mi ausencia? Mucha política, descomunal
brega de partidos, charla sompiterna, nacimiento y muerte de
muchos periódicos efimeros é incesantes elecciones acompañados de su inseparable cortejo de motines, de estériles y
nocivas luchas, ¿ Y los ferrocarriles y la industria y el comercio y la agricultura? Todo marcha á paso de tortuga, mientras
que las teorías, los discursos, los versos, las apoteósis ridículas
abundan prodigiosamente. Nos hemos equivocado, debíamos
haber nacido mil años hace,
en plena Edad Media.
El 30 do Noviembre del año entrante terminan los cuatro
años de la. Presidencia del General González y el candidato,
único y sin rival hasta ahora propuesto por la prensa, es el
General Porfirio Díaz. Se ha publicado la Hoja de servicios de
este prohombre mexicano, firmada por el General Montesinos
Oficial Mayor ùe la Seúretaría de Guerra y Marina. En ella
aparece tener el candidato 52 años, haber nacido en Oaxaca,
(el Cauca de este país) patria de Juárez y de muchos otros
hornbres notables, mitad españoles y mitad zapotecos. En
1856 aparece el General Díaz en el escenario de su patria como
Capita.n; en 1858 como Comandante; en 1859 como 'l'enientecoronel y como Coronel; en 1861 como Goneral de Brigada
yen 1863 como General de División. Fuá un gran luchador en
tiempo de la intervenci6n francesa y del Imperio de Maximi.
liana, porteneció á. la pléyade do lOBveintidos inmaculado81
-
206 -
úniCOBentre los prohombres mexica1los qlle no se defecciona.ron en favor de los extranjeros. De 1863 á 1867 fué General
en Jefe del Ejército de Oriente y de 1867 á 1868 General de la
segunda Divisi6n. Estuvo siete meses prisionero en manos de
los franceses, en 1865, y se arrojó al agua de á bordo del vapor
Oity of Havanna por no caer en manos de los soldados del
Presidente Lerdo, en 1876. Ha asistido á. 42 hechos de armas,
de lOBcuales 23 tuvieron lugar en tiempo de la intervención y
del Imperio, y 19 en las guerras civiles. En esos 42 hechos de
armas, 21 voces mandó en Jefe el Ejército de BU partido y 2
veces qnedó herido. En 1863 defendió á Puebla contra los
franceses y en 1867 la tomó á los imperialistas. Ese mismo año
entró triunfante en México, después de haberla sitiado en
nombre del Gobierno de Juárez. En 1871 se opuso á la relección de este magistrado con las armas en la mano y en J 876
volvió á oponerse á la reelección del señor Lerdo. Consiguió
derribarlo del solio presidencial y ser elegido Presidente dospués de la batalla de Tecoac, ganada por el General González,
actual. Presidente de los Estados U nidos mexicanos. Con 01
plán de Tuxtepec en la mano el General Díaz tuvo la habilidad
de pilotear felizmente la nave del Estado en madi o de los
huracanes revolucionarios y de los escollos de la política. En
1880 dejó pacíficamente el mando de la República al héroe
de Tecoac, (General González) respaldándole siempre, por
supuesto, y en 1884, d~spués de cuatro años de paz, de trabajo
y de progresos para México, volverá á empuñar la barra del
timón presidencial para ver, durante los cuatro años de su
segundo período de mando, mayores adelantos. IDios la dirija,
,Y permita que en Colombia el segundo período de la presidencia del doctor Núñêz no sea menos fecundo en progreso:! !
México acaba de obtener en los Estados U nidos un em-
-207préstito de diez millones
inte¡-8s. Se ha anunciado
de fuertes
ofieialmente
al nueve
qne ell.o
por ciento de
de Marzo del
*
auo ontrante quedará terminado 01 .Ferrocarril Oentral.
Para
entonces principiurá una enérgica corriente de comunicaciones
entre esta RepÚblica y la de los Estados Unidos. Aquella tierra
de titanes ingenieros enviará á. este país
le retornará
con sus productos y s u plata.
máquinas, y este
Bntre los productos
BUS
**
figuraríÍ, ell primer término, el henequen,
que va convirtiéndose en una fuento do riqueza nacional, y el azúcar. En cuanto
tí. eSÍl~ le diré, que sólo on el Estado do Veracruz hay 443 trapiches
donde
rrdueida
se fabrican
aguardiente,
azúcar
y panela,
en
ef'cala, y 20 cuyo ,-alar oscila entre seis mil y doscien-
tos mil fucrtes. Jalapilla, que vale esta última suma y produce
anualmol1te $ 150,000 en azúcares y aguardientes,
es el más
importante.
En soguida viene San Antonio, vecino á Orizaba,
cuyo "alar asciende á $ 120,000. A este ingenio hice nna
visita en días pasaùos, y hallé que estaba montado según los
últimos inventos realizaùos
en las colonias francesas.
Una
rueda
hidraúlica
mueve los tres cilindros
licos que forman el trapiche,
varias centrífugas
en la gran
caldera
donde
una turbina
llOrizontales
se purifica el azúcar, introduce
gencradora
metá-
pone en movimiento
agua
del vapor, el cual circula den-
tro de los tubos en el fondo de las pailas, y conduce el caldo á
,.. So terminó el 22 do Marzo de 1884, con el costo de pesos
32.500,000 y mide 39G leguas de largo.
*. En Colombia también abunda e! fique ó henequon y 8C dchc.
rían emprcnder, á imitacÍón de :México, All cultivo y exportación. Se
facilita ¡le unn. manera llsombrosa la extracci6n del filamento con
una mÚ'luina inventada recientemente 6 con el u~o de! azatato
flme ¡·icallo que disuelve Ill, plll p¡\ de la 11Oja. N nestra fique es más
fino y de mcjor calidad quo d ixlle o henequen mexicano.
-~Ii las p~ilas.
los fl~p6sitos, y de estos,
atm6sferas
Con el vapor á cinco
hervir el jugo de la caña á una temperatura
hacen
de 12Qo centlgrados,
en dos horas,
y lo ponen en punto de
a.zúcar en tres cuartos de hora. más. La maquinaria do San
Àntopio á costado de 25 á 30 mil pesos y produce normalmente
dos mil panes de azúcar al mes y ciento
cuarenta
*
barriles
de
aguardiente.
Podría dar un rendimiento
pero los pequeños terrenos de la hacienda
doble y aun triple,
no dan suficiente
caña.
las principales
Esta
Estado
industria
de Veracruz
y la del tabaco
diciendo:
del
**
Llave.
El Monitor en au número
el editorial
son
"Que
248 del17 do Octubre gime en
México atravisa actualmente una.
de aBas épocas en que la fatalidad
parece abatirae
pueblos;
en unas partes el vómito negro, (Veracruz
sobre los
y todo el
litoral del Golfo) la espantosa. esfinge de nuestras costas, eu
otras la fiebre amarilla, en otn,
la biliosa, en otras la pernicioia;
ello es el caso que Mazetlan,
Guaymas, :Mauzanillo,
Tepic, La Paz y Cualiean
se encuentran
la peste"
y otras
desoló Ii Yucatán
tepee. Además
(puertos sobre las costas del Pacífico)
en estos momentos
eomarens
afligidos
por los estragos
por la langosta,
y las regiones
vecinas
añadiré
YQ, que
al istmo de Tehua.n-
las mE-salinas, como llaman ]os pel'iódicos
*
de
á las
El valor medio de cado. pan es $ 2 Y el de cada barril $ 12.
Aquí acostumbran los liberales á poner nombres á sus Estados, ciudades y pueblos, tomándoloB do los hombres notables que
han tenido en su partido. Así dicen: Veracruz Llavo, Cuautla
Morelo9, Dolores Hidalgo, Puebla de Zaragoza, Izúcar de Matamoros, etc. Esto, a,(lemás de los Esta.dos que llevan nombres de
caudillos como el de Morelos, Hidalgo y Guerrero y de las ciudades como Morelia, (a.ntes llama.da Valladolid) en cuya.s iumediaciones Iturbide, cuando todav1a era jefe español, derrotó al cura
u.
Morelos, padre de la patria.
prostitulda~,
y plazas
escándalos
rocorren en coche y Ii pic con gran lujo las calh's
do :\Iéxico, Puebla,
G:l3.n·\julto,
Veracruz y dan
~entt-o de los mismos
deteniendo
céntricas,
209 -
violentamente
Ii los tmnseuntes
los rateros
roban
en las partes mlÍs
como hace poco sucediiÍ eu la. plaz:l. mayor de México
los criminales,
piedras en los
escolta quo va
cruz l¡ :\féxico,
par3ce
j
fi las vece~, atacan el tren R. pedradas ó ponen
rieles p:u'[\ hacerlo do!<rl'ielal', no obstanto la
siom [>1'13 en un C<11'I'O especial, en 01 tren de Veray fi pes:1I' dd los ¡'urales que se presentan on todas
las est:1CiollC, do h altipLlnieie
gente
teatros;
tan
mansa,
á hl lIeglda
tan humilde,
de los trenes.
tan ca.riñosa;
Est:\
pero,
alerta! ~o hay rInda, cn los países donde hay grandes agrupaciones de indígenflfl, corno cn el centl'o del Perú, en México, en
Gl1anajunto
y cn Bolivi;¡, los meztisos y aun los blancos, han
aCflbado por particij:J'lI' de los vicios J(31 ind:o, ASl es que generalmente
se nota on IIfés:ico UI1cariÍcter
desronfiado,
curioso,
poco efusi\'o, Cfl!ltO, rèsC['vado, suspicaz y ap:ítico, á la par que
nt.ento, modesto y p:tclfico. gn las clases altas hay poca socieda.rl, oscas l. com llllica.cic)ll, ego1smo, aishmiento,
no so '¡'Ita el desenfado,
de las gontes do Otl'OSpn.íscs.
acude
y ea las bajas
la [\lc~¡'ía, la. charla y el buen humor
La. clase media, muy numerosa,
nI teatro y ó. las diversiones
acrobáticas,
en extremo
comunes aquí, y In. cbxe baj::l propende á la. borrachera,
En
general, las tel'tulias de fn.milia y la socied>ld, como la. entenùemos por allá, son muy escasn.s en este país.
'ferminaré,
diciéndole
qne el Observatorio
Central
do
]\léxico publica todos los dín.s el estado del tiempo para h~ maYOlOparte de Ins comal'cn.>; de ln. Repúblic1l.; put's Ins observatorio'! slIclIl':::alcs Hl ¡;omnnicn.n constantemente
con el Central
por
nwdio del teJég¡'afo,
Adem¡~s, todo!'! los periódicos de h
capital e:::tlÍn al tanto de las noticias (le ~}llr'op!L,Asia, Africa,
Estados U nidos y América del Sur por medio de los telegra-
27
-
210 -
mas que todos los días se publícn.n
con
sólo uno ó dos de
atraso. ¿ Cómo están nnestros obs~rvatOl'ios y nuostra prens",
comparados con lo sobservatorios y prensa de :México bajo este
punto de vista?
Su afectísimo,
C.
FEDERICO
AGUILAR.
Jalapa, Octubre 31 de 1883.
Señor Reda.ctor ùe El Pasatiempo ..
Le escribo desde la ciudad
de Santa
Ana,
personaje
tiempo el Gobierno
nunció en V cmcruz
por nuestro
natal del célebre Don Antonio
en cuyas
manos
estuvo por mucho
de México, desde que en 1822 so prolanzando el plan de Casa Mata, redactado
compatriota.
Santamaría,
plan que derrocó el efí·
mero Imperio de Iturbide,
ex-jefe e;:pañol y vencedor del
cura. Morelos en las inmediaciones de la antigua. ValJadolid (hoy
Morelia)
de Michoacan.
El lunes 22 del corl'iente
salí de Ori-
zaba en el tren de las cuatro de lo. tarde y en un wagon de
segunda clase, acompañado de trece angla-americanos,
de un
francés y de seis mexicanos.
At principio,
pequeño valle de Ori:r,aba por entre plant.íos
atravesamos
el
de caña de azú-
car, descubriendo
á lo lejos las humeantes
chimeneas de los
. ingenios y pasando por tres grandes puentes de hierro en los 15
kilómetros que separan á Orizaba de la l)l'ofunda barranca de
Metlac. En seguida,
el tren lanzando
espesas columnas
de humo
de las dos chimeneas de su gran locomotora }'airlie siguió la
estrecha cornisa, abierta al borde de un abismo en los £lancos
de aquella barranca.
Siete túneles,
de lOR quinea que tiene
toda la linea en sus 83 leguas de Veracruz á M6xico, se abren
en ambas
pendientes
de esa profunda.
quebrada
que atraviesa
-
211 -
la locomotora
SOÙl'1:l
UIl via.dncto de hien'o, muy largo y elevado.
Pasado
lJUonto de hielTo,
otro
Estación
del Fortin,
principia
la inclinada
y extensa
de Córdoba, 235 metros más baja que el valle de
El tren se llcsli:¡;aba al tl-avés de esposos bosques do
planicie
Orizaba.
árboles
dando
de cinco claros, se llega á la
enanos,
reeol'1'iendo
pequ13iía ciudad do Córdoba,
dos leguas
Último
untes
limite
de llegar á la
Ii donùe
sube el
vómito nogro. Córùob;l ostá 827 metros sobre el nivel del mar;
su clima es húmedo y caliente.
Estos parajes pOI' fill vegetación :r tern peratl1nt rl'cuerdan
01 tmyccto que va do ~ llcre á
J nutas on las orillas dl'] DaglllL, cn el ¡';stado del C,\uea; aunque sus
bosques son menos
monos pintoresca
Después
fl'ondosos
y sus habitantes,
de Córdoba
todavía
redamos
cuatro legnas, hast'i Ilegal' á la gstaeión
veu á presentarse
y elevados,
su posición
indios do pura ra7.a.
por el valle
do Àtoyae
algunas alt:1s coEllas arboladas
el cauce de cso río, sobre el Ci uo se halla
otras
donde vuel-
que flanquean
tonùido
gran puento
de hiJrro, próximo á dos largos túneles. Luégo viene el cónico
y elevado mouto del Cbiquihuite y oIría de SaT! Alejo, que los
troncs aLt'aviesan e\l medio de tupidos bosquos y de cerros
cubiertoR de matorl'ales ha~tu, lu' Estaci{¡n de Paso del Macho,
distanto dos loguas de L1 de Atoyac.
Pàsada la ]~stación de
Calu<:,rún y los ríos del Sordo y do Jamapa, se llega á la Soledad, sopal'ada de PaRO de Macho por siote laguas do esposos
y achapal'l'aJos
bosques.
Desdo ~oledad
principia
una llanura
completamento
plana, en parte cuùiorta do matorralos tupidos
y do enormeE árboles, y en parte cuajada do ganados quo
pacen feraco;; dehe;r.as y en modio do telTenos anogadizos,
dando apal'Ocen de cuando cn cuando algunosJacales
(cabañas)
do palma y do rudos troncos, haùitaùas por jn1'OCh08
(indios
costeÜos);
los únicos que puedon
morada do las caloutllras,
vivil' on osos <;iti\Js malsa.nos,
de la anomÍa y del vómito negro. En
212 las seis leguas y media, que separan á Soledad de Veracruz,
encuéntranso solamente la ranchería do Purg., y hL pequeña
Estaoión de Tejorh. A las ocho do la noche llegamos ti Veracruz, después de recorrer veintises leguas en cuatro horas con
un gasto de S 4-55. En esas veintil:!eís leguas.no so encuentra
poblaci6n alguna, fuera de Córdoba que tiene do cinco Ii seis
mil almas; (26,000 en todo el cantón) en las catorce leguas
anteriores, desde San Andl'éli Chalchicomula ha~ta Ol'izaba,
8Ólose divisa el peqlloño pueblo de Maltl'uta distante algunos
kilómetros de la vía férrea.
l!ln Veracruz.ne trasladé de la Kstación al Hotel VeracruzaDO atra.vesando calles anchas, rectas, muy aseadas, flanqueadas por antiguos edificios de dos pisos y que recuerdan
108de Puebla. Tanto la plaza. como la8 calles principales estaba.n iluminadas COD luz eléctl'ica, y en la primera se paseab.Ul
multitud de gentes tomando el fresco y oyendo la retreta. Como
ci vómito negro todavía hace algunas victimas, me apre~mrétí.
salir de Veracruz, y, al dh siguiente Ii las cinco de la mañana,
tomé el tren para Jala.pa. Durante la primera hora recorrí mas
la.rga planicie cubierta de pantanos, de potreros y de bosques
enanos, en nada comparables á las espesas y gigantescas selva"
de nuestras costas. En Paso de San Juan, á seis leguas de
Veracruz, dejamos el tren y tomamos los pequeilos carros de
un ferrocarril de sangre, tirados por dos troncos de mulas,
ca.da.uno. Con los primeros rayos del sol naciente emprendieron
la marcha al tl'avés de los montes, las dos tranvías que llevaban
nna docena de pasajeros, casi todos mexicanos. Las veintitrcs
leguas, q/16 sepal'an á Veracruz de Jalapa. cuc.stan $ 4-00, en
segunda clase y $ 6-00, en primera. Los carros son abiertos,
incómodos, de mal aspecto y capaces SÓlO de contener veinte
pasajeros, cada uno. Hablamos recorrido seis leguas en una
hora, arrastrados por la locçtnotora, y naB restaban aun otras
-
213 -
diez y siete que debíamos andar en onco, al trote do las mulas.
El contraste no puedo ser mayor, y en este viajo se palpan las
enormes ventajas del fOl'l'ocarril de vapor. Las doce primeras
leguaR) do Paso de San J uau á Cerro G ordo, Jas anduvimos
on cinco hora!! y tres cuartos, inclusos los pocos minutos qua
perdímos en cuatro relevos de mulas y lus tl-einta empleados
en almCol'zar, on el Restaurante fiancés de Hinconada. Los
rieles están tendidos al trav6s de terrenos liguramellte ondulados y cubiertos do bosques enanos, entre los que aparccen
de cuando en cuando algunosjacales de palma y maderos. La
única aldehuela de ese trayecto es la de Paso de Ovejas, cuyas
casas son de palmas y troncos ó de teja y tablas, agrupadas
eu torno de una iglesita de teja, cosa bien rara cn estas comarcas, donde casi todos los templos son de artezonado y de airosas
cúpulas. Las demás poblaciones del tránsito son pequeñas raucherías. En la mitad del camino, entre Veracruz y .Jalapa, so
pasa un rio correntoso y de algÚn caudal sobre grande y hermoso puonte do mampostería. Por él, y á la largo de la vía
férrea del tral1Vía pasaba la antigua carretera de México, (toda
ella empodrada) la que recorrieron las diligencias nacional{'s
hasta abora. ocho años, fecha Gn la cual se abrió al tráfico el
actual ferrocal'l'il de sangre, 'que pertenece á la Compaiíía inglesa del ferrocarril á vapor de Veracruz.
Esta tranvía ha sido un gran negocio j pues, más fácil de
conservar q1le la carretera y menos costosa, produce mayores
rendimientos. No tiene obra ninguna de arte y ha aproveohado
el gran corto de la Caüada y 108 put:llltes del camino viejo.
Todo el trabajo se ha limitado á poner durmientes y tender
rieles, siguiendç¡ simplemente las ondulaoiones del terreno,
las cuales en algunos puntos dan pendientes notablemente
rápidas. Eu las subidas andábamos al paso de las mulas, en
los planos al trote y en las bajadas al galope, á pesar de lat!
trancas
214-
que se aplicaban á las ruedas-.- No tiene
sino meras
y potreros
enramadas
decir á pasajeros
. había ganado
bien
estaciones,
en los puntos de relevo. Oí
infol'mados, que la Compañía
inglesa
$ 30,000 en el año pasado, no obstanto ser poco
activo el comercio
ontre
Veracruz y Jalapa,
ciudl1d de escaso
movimiento y de solo 14-,000 almas.
i Qué no podrían hacer en
favor del país y de los empresarios
los ferrocarriles
en nuestras
ciudades interiores
de Colombia!
de sangre
Los 118 kilóme-
tros <¡Je mide esta vía sólo costaron cerca de un millón. lIoy
se hacen en un día las veintitt'es leguas (ple antes recorrían
las diligencias en dos, y 1m cada. viaje pueden ahol'a trasportar,
cada uno do los carros,
llevaban las anteriores
doble
diligencias,
número
de pasajeros dól qua
tiradas no pal' cuatro mulns,
como los carros de la tranvía, sino por ocho yaun
por diez. Por
otro lado, 10'3 viajes y los trasportes son más baratos que antes
y m(Í.scómodos, puos los carros, ni dan los tcrribles saltos y las
fuertes sacudidall de las diligtlncias, ni tiene u el peligl'o de
volcarse. Para la seguridad de los pasajeros Vil un sargento
con dOll soldados
en
cada
uuo de los viaje~. E:,tos son dos:
uno que sale de Veracruz á las cinco de la maÎialla y llega á
Jalapa á la misma hora
de la tardo y otro,
que principia en
Jalapa á las siete de la maï:íana y termina á la.s cinco en Ver3ocruz. 'fodas las ventajas,
pues, están
en favor del ferrocarril
de sangre sobre las carreteras.
más
Desde Puente Nacional las ondulaciones so iban haciendo
Pl'onuncíadas, frecuentes, y más rápidos los repochos. El
clima, menos
poima.
ardiente y húmedo, so parece mucho al de Ana-
A pesar de que la población
llega á 56,000 almas
en
todo el cantón, el cultivo de los campos está muy abandonado,
debido á la cscasez de ríos y arroyos. A los bosques suceden
los matorrales, los cactwl, (pitahayas, órganos, cirios, etc.) y á los
algabarros,
los árbolos achaparrados.
À las once
cincuenta y
-
215 ~
seis minntos sal\mos de Cañada, que está á los 86 kilómetros de
Vel'aCI'lI7., y emprenùÍmos la suùida del famoso Cerro Gordo.
Allí 108 angla-americanos,
bajo el General Peterson,.derrotaron
en 18·1'7 á las huestes mexicanas, comandaùas por el Genera
Santa Ana. Los yankees, asegnran
haber sido tal el apuro de
este caballero,
pnes Santa
qne on la hl1Ída olvidó
Àna era cojo. IJa batalla
hasta sn pala de palo,
de Cerro
Gordo abrió el
camino de l\lúxico á los americanos. Para cmprender la subida,
hicimos primero una gran cnrva, y luégo trepamos por cuestas
arboladas, desde las que se extendía la vista por las llanuras y
el Golfo mexicano. '¡'arminada la subida, romudamos por sexta
vez las mulas en Matn. de Caiía, á la nna y media, y seguímos
al trav·5s de la llanura. cubierta
do potl'eros y matorrales.
El
"úmito negro no snbo Ú esta elevación y termina sus cstmgos
en Rinconada. A las dos y tl'es Cllal·tos tqvimos otro relevo en
Dos Río~, tres leguas antes de Jahpa,
y principíamos otra
larga Ji tendida
cuesta
pués d·) preselltar
ptrte
cubiertas
alguna;
que viene á terminal'
en SIlS ondulaciones
Entre
extensas
aquellas
capilla y por su mcjol'
h'\cicu(hs
llama la atención,
apariencia,
A las cinco de la tarde
multituù
co]¡etm. â. cierto
düllCsafl, en
y ranchos
joven
Ileg'lmos
compacta
hacienda
que
se retimba
con
il I:t F:stn,ci('Ín de J aIapa
esperaba
pulitir¡nero,
(ú es-
por la torre de Sil
El Encero,
pCl'tenecilí nI General Sant'\ A.na, y á donde
freclllll:ia pam llevar nna vida sibarítica.
donde nna
des-
pOI' la poros:t I:w¡t del Peroto, y salpic.1das con
casitas do p'1h, con varias
ta.ncias).
en la ciudad,
que
con flores, cintas y
venía
con nosotros .
.Jalapa tiene fama por los modales finos de SIlS moradores y la
gracia du SIlS hijas. Pucde colocarse albdo
do Ocaña y Vélez
de Colomhia. Lo;; indios son aquí Illuy raros, poro su tipo
domina en el puoblo. El clima es agradable, presentando una.
temperatura media de 19 centígrados;
pero Jalapa, como todas
-
216 ..••.
las ciudades de este país, experimenta. tra.nsiciones rápidas y
bruscas, muy nocivas a. las vías respiratorias, fuertes calores
de Mayo á Agosto y agradable fresco de Diciembre á Febrero.
Su altura sobre el nivel del mar es de 1,399 metros, su poblaci6n de 14,000 almas, su latitud de 19° 50' al Nor'te y se halla
dos grados al Oriente de México. Cllando por ella pasaba
la carretera á Veracruz su estado era floreciente; más, con el
ferrocarril ing1é!'!,que se inauguró en Enero de 1873, que pasa
por Orizaba y deja Il esta pobre ciudad con sólo uu ramal
de tr:mvías, Jalapa perdió mucho de su importll.ncia, y se vió
reducida á la agricultura, trapiches y fábricas; único recurso
de que vive. Jalapa está edificada en la extensa falda de una.
cadena de colinas, contrafuertes del extinguido volcán de
Perote. En consecuencia, su planta es muy irregular y recllerda
los barrios de la. parte alta de Bogotá. SllS calles, muy limpias y solitarias, están empedradas con lava porosa y son muy
irregulare!'!; ya anchas, ya estrechas, ahora rectas, ahora tortuosas, unas veces empinadl:ls y otras plana~. Sus casas son de
teja y de uno ó dos piso3, presenhndo mejol' aspect!) que las do
Orizaba. 'rodas son cómodas, baratas y no pocas de muy buena
arquitectura. Las ventanas, grandc:ls y rasgadas, son de hie,-:ro
6, más frecuentempnte, de madera. No ruedan coches por sus
calles, bien empedradas y con buenas banqlteta.~ (enlosadas).
Jalapa tiene algunos puntos de semejanza con Tunja; aunql10
es más aseada. Hay en ella seis templos, inclusa In Catedral,
recientemente erigida y de mediana apariencia, regular hospital, dos teatros, baños y lavaderos públicos, cinco fábricas da
tojidos, cuarteles y hermosa plaza de mercado. Tiene un Colegio
del Estado con Sil anexa biblioteca pública, un peri6dico noticioso, jardín adornado con fuentes, árboles, faroles y llsientos,
en la antigua plaza de la Parroquia, hoy de la Catedral, muy
hern.osa Casa Consistorial y dos paseos medio abandonados.
El carácter
217 es amable y algo más abierto
de la gente jalapeüa
que el de los arribeños
(los de arriba),
entre
quienes la indí-
gena desconfianza
domina. La población de Jalapa, es en
todo el revel'SO de la de Orizaba; liberal, no tan piadosa menos
amiga do log sacerdotes;
al propio
tiempo
que
más estacio-
naria, sin vidn, ni movimiento, por hallarse aislada.
Su clima
es lluvioso, aunque menos que el de aquella, y sus alrededores
pintorescos.
Desdo la ciudad se descubre,
el pico de Ol'i:-\aba,
Ú
antiguo
nevado y majestuoso,
Citlaltépetl,
(cerro de la estrella)
y las pedregosas cumbres del Perote.
El café, la calia de azúcar, el plátano,
la purga
.Jalapa y demás
templadas
resorte
producciones
principal
de las tierras
de la agricultura
tan lojc.s dol ferrocarril
quo
úue
en una
población,
entre sí las ciudades
llamada
son el
situada
princi-
pales do esta Hepública. La vida es barata y la propiedad tiene
poco valor. Las familias decentes son tratabll;\s y acogen con
afabilidad al extranjero, muy raro en Jalapa. La prostitución es
excesiva, atendidos sus 14,000 habitantes y su poco movimiento
de forasteros.
Como en las restantes ciudalies de la República,
hay aquí varias ca;;as toleradas de mosalinas.
En Jalapa he
venido á all' vivas y gritería política de elecciones, al uso de
Colombia;
sin duda por carecer ella. do actividad, industria y
comorcio. No escasean los indios, ni los gritonas
las calles. La prensa está casi muerta;
ría de los hombres,
como acontece
vendedores
la religión
en la restante
por
en la mayodel país y de
Ill. América española, se reduce á all' misa los domingos.
En
oste cloro abundan, y en el de toda la República,
los indios
y los meztizos. También aquí el protestantismo
va haciendo
prosélitos entre hombres y mujeres; hOY,loB mismos periódicos
liberales ya se lamentan de que se vaya destruyendo con él la
unidad nacional,
indispensable
para. resistir á los yankees.
Estos, para quienes toda la América es un campo reservado á
28
-IU8-·
sus conquistas,
según·
me la sostenia. en dias pa.sados un inge-
niero de la gran República,
que hacen protestar
lib¿ral
cometen en el pais reproba.dos heohos
aun á los diarios más adictos al Gobierno
de México, pupilo, como
Unidos.
le
En la Estación
todos
saben, de los Estados
del ferrooarril
Sullivan,
v. g., los jefes,
si son americanos,
tienen sueldos exorbitantes
y poquísimo
trabajo;
pero, si son mexicanos deben desempeñar lOB oficios
de jefes y telegrafistas.
A los primeros se dan las mejores
. estaciones, á los segundos, las de muy poca
obstante sus notorias actitud y honradez
reclamación
yankees
Tarde
de mercancías
á los interesados
ó equipajes extraviados
despreciativa
cae en la. cuenta
a! cielo el grito
principales
empresas
más tarde,
protectores
los franceses
que frecuentemente
contra sus vecinos,
y de mucha propiedad
dueños ya de las
en México, y, algo
á guisa. de los iog-leses en Egipto
Memoria
los
etc ... "
La Patria, de donde he tomado la.
en el 'l'oñkln y Madagascar.
La. rooiente
contestan
y lacónicamente
cita a.nterior, y los demlÍs diarios mexicanos
levantan
importancia;
no
Al hacer alguna
del Secretario
y de
*
de Hacienda
para. la exportación
mexicana, del 30 de Junio
misma. fecha. de 1883, nn total de $ 41.807,595.
asigna
de 1882 Ii la.
De estos son
$ 29.628,678 p!lorametales preciosos $12.178,937 para.l08 demás
artículos,
entre los cuales se hacen notar el henequen 6 fique con
$3.311J063, las maderas con $1.917,324, el café con $1.717,191
y las pieles con $ 1.653,166.
Todos los demás artículos, como
caucho, tabaco, azúcar, vainilla, ote. presentauoifrasaun
inferiores.Además de los tl'es millones y modio de henequ.en,a.parece una
-nueva cifra de $ 506,533 pa,ra. el i~tl(!, otra clase de esa hebra.
má.s fino. Asi, pues, M6xiço ha exportado
en un aûo casi cuatro
• En Colombi, la anarquía no. HeVl\Tá más lejoB,á
del Istmo de Panama.
la pérdida
219millones de fique, es deuil' la tercera
p¡¡.rte de su exportación
agrícola y manufacturera..
i Cuánto no podrían ganar en Colom bia, los que em prendie~ell el cul ti va en grando de nuestras
penca.~ y la extracción
máquina
inventada.
de sus filamentos
para el cfecto!
con la pequeña
Quitados
los veintinueve
millones de plata exportada pal' ~Iéxico, quedan, como vimos,
sólo doce millones para los demás artículos, y doce millones
es la. cifra de nuestra exportación anual. Si oxplotásemos las
ricas minas do Colombia, en vez de charlar, disputar y matarnos estúpidamente,
podríamos
llosotros también
millones de metales preciosos al ex.tranjero.
fundador
de Cartagena,
remitir
buenos
Pedro ùe Heredia,
el
envió Ii Espaiin. s(íla de (luilltos reales,
según César Cantú, veinte mil quinta.10s de oro puro, cantidad
enormemente
supcrior ri. los vcintinueve
millones que exporta.
M6xico. Cantú auude en el lugar citado (Hist. Univ. El Dorado
tomo <1ll pág. 213 do 1<\edición mexicana). "Allí (eu Colombia),
á la menos no ora. un sueûo la qne buscaban
en otras partes."
:Móxico tu va cuarenta
(Ifll Dorado) como
y un millones ùe oxpor-
tación on 1882. Chile pI'osentú para finrs do ese año las sigu.ientes cifras oficiales: exportación setenta y un millones de fucrteH,
importación
cincuenta. y kes millones. Esto manifiesta. sus
grandes
ganancias
01\
los territorios
quo ha arrebatado
al Perú
por medio do la conquista.
En cuanto
á fel'l'ocarriles,
bU01l0
es )JI'osentar
algunas
cifl'as para que so hagan comparaciones.
:México tieno en explotación 4,800 kilómetl'os,
el llrasil 5,ô IO; Chile, 2,115, el
*
Perú 1,585, la República
Uruguay 376, Guatemala,
zuela 1(34, el Ecuador 13,t,
del 'l'olima, 168 y Colombia
Àl'gelltina
3,6GO, el pequeñísimo
también
muy pequeúo,
VoneCosta Rica, menor quo el Estado
8010s 180; (sin contar el fel'rocarril
.••Esa cifra de Agosto de 1883 ha llegado
en Ma.no de 1885.-Not~ lloBterior,
no,
ú
5,915 (1,183 leguas)
-
220 -
yankee de Panamá) no obstante sus cuatro millones de habitantes, su riqueza y sus 1.300,000 kilómetros cuadrados de
superficie. S610 México entre las citadas repúblicas, nos es
superior en extensión y habitantes y la Argentina, si es mayor
que Colombia. en territorio, tiene menos almas y está mucho
más distante de los centros civilizados de Europa y Estados
Unidos. j Que caiga sobre los politiq~ros y adl'tliics la. maldicí6n del pueblo, quien tiene derecho y razón de mirarlos como
la rémora principal de su progreso I México, con la. paz, el trabajo y fuertes contribuciones, se ha. puesto una entrada. anua.l
de treinta y dos millones; Chile, con los mismos elemeutos
y el desmenbramiento del Peró, h:¡, obtenido eu 1882 otra de
$ 41.821,550; Colombia, con sus enjambres de políticos y sus
p1éyades de literatos sólo cuenta diez millones y se halla en
grandes apuros pecuniarios. Esto es muy natural, como la
consecuencia lógica de tanta política, espíritu de partido, guol'ras fratricidas y literatura mendiga.
Pero, volvamos á México al que pronto daremos nuestro
último adios, después de dos años y tres meses de permanencia
en su territorio. Durante ese tiempo no he cesado de estudiado
en documentos oficiales, diarios é histori~, y en el frecuente
trato con todas las clases sociales. He visitado en México diez y
nueve ciudades y varios pueblos; he recorrido todas las líneas
férrea.s centrales, excepto los dos trozos de León á Aguas
Calientes y de Toluca. á Morelia, últimamente abiertos al tráfico; he predicado en Puebla, México, Tacubaya, Guanajuato y
Orizaba; he vivido un año en Puebla, seis meses en México,
seisen Guanajuato y uno y medio en Orizaba; por último, he escrito y remitido á Bogotá sesenta y dos revistas, en las que he
procnrado pintar el país tal cnal se me presentaba, sin enojo,
ni adulación. La única idea que me ha guiado en ellas ha aido
la de matar, con el ejemplo de las antiguas revoluciones de eate
-
221 -
país y su actual prosperidad, el espíritu de partido, la. manía
política, las guorras civiles y ei poco amor al trabajo, males
que hasta el presente han aquejado á nuestra Patria. No dudo
haberme creado con mis revistas algunos enemigos, tanto en
Colombia como en México; pero mi instinto es decir Ill. verdad
sin adular á nadie, y trabajar por el bien de mí palS, aunque
do paso hiera algunas suceptibilid)des y contrarie no pocos
intereses. Como síntesis de mis estudios sobre esta República
saco la siguienw conclusión que he oído atribuír Ii Bolívar:
"En México todo es grande, menos los hombres."
En .Talapa.ha muerto hasta la memoria del General Santa
Ana, pues ni siquiera tiene en ella un bugto, una estatua, una
callo 6 establecimiento público que lleven su ,nombre, no obstante los muchos beneficios que hizo á esta su ciudad natal.
Race pocos años murió el célebre político en México y fué enterrado oscuramente, sin quo el Gobierno liberal le tributase 108
honores debidos al que derroc6 el imperio de Iturbide y gobern6
repetidas veces la República. Al menos él no tuvo la triste suerto
de Ocampo, Degollado, Comonfort, Miramón, Mejía, Iturbide,
Méndez )' otros prohombres mexicanos, quienes murieron
asesi.nados ó fusilados. El General Guadalupe Victoria; el
Pl'~idente Herrera y Don Sebastián Lerdo de 'fojada, segunda
figura después de Juárez en la guerra de la intervonción, fueron
también hijos de Jalapa, y tampoco tienen aquf monumento
alguno que recuerde su memoria. Colombia muy bien puede
gloriarse do ser un pueblo generoso, donde lOBpartidos sabon
tributar homenaje á sus enemigos políticos que han tenido
gran mérito 6 han brillado en el escenario público, y donde no
se ha fusilado, ni asesinado Ii los vencidos. Sí hubiese sido
Presidente de México el General Santa Ana, cuando se principi6 el ferrocarril de Veracruz, ciertamente no hubiera pasado
por el rumbo de Orizaba, donde encontr6 grandes obstáculos,
-
222 -
como la barranca de Metla.o, la cuesta de Mtlltrata y el Infiernillo, obstáculos que exigieron muchos túneles y viaductos costosisimos; sino por Jalapa., cuyas tendidas faldas no hubieran
requerido gra.ndes obras de arte en un trayeoto igual al de
Orizaba. Pero los Escandón, primeros empresario$ del ferrocarril de Veracrúz, tenían en Oriza.ba propiedades, y su interés
particular pesó más en la balanza que el bien públioo.
}JI 5 de Noviembre tomé por 30 oentavos un puesto en el
carro de primera. claBe de la. tranvía. de Contepec, villa situada
á 12 kilómetros a.l Sudeste de Jalapa. y 200 metros más a.bajo,
COD nna población de 6,000 a.lmas (el canthn tiene 26,000) y 16°
grado8 centígrados de temperatura. media anual. El día era
espléndido, la mañana fresca, pues ya. estábamos á mediados
de otoño, y el camino variado, ameno, yerde y frondoso. Después de corœ subida, emprendimos, tirados por mulas, la bajada.
del Oonsuelo siguiendo curvas y pendientes imposibles á una.
locomotora; luégo recornmos a.lgunas ondulaciones del terreno
en medio de bosquecilIoB de encinos; pasllmos el manso,
pequeño y tortuoso Sordo por un puente de madera. y en
seguida bajamos á las enca.ntadoras vegas del Pisquisc, sombl'oodas por numerosas hayas, vegas que recuerdan ias d~l
Somondoco, cerca de Garago80y en las que se ven un rancho
(estanoia) y algunosjaca.Ze8 (chozas) de troncos y de tejas. Las
peladas rocas del Perote, el airoso y planteado cono del Oriza.ba
Be destacaban en el límpido horizonte, al Sur y al Slidoesto.
Por donde quiera se veían cafetalee, tabacales
y plataneras.
Pa8ado el Pisquiac por el hermoso puente de la antigua y empedrada carretera, y dejado B la. izquierda el grande ingenio de
*
• En nuestras
tierras templadas
de Colombia, donde no hiela,
como aconte08 en 81tas durante el invierno, se podría también seml
brat tabaco.
-
223 -
la Orduña, omprendÍmos nuevas ondulaciones a.ntes de llegar
á Coatepec. Esta población, de anchas y empedradas C1~lles,
pero solitarias; de casas bajas de teja y de hermosos alrededores, donde dominan las platanel'8s, tiene cuatro buenos templos, plaza de mercndo, circo do toros, palenque de gallos,
grande plaza adornada de árboles, jardines, asientos, fuentes
y la Estación do las tranvías. Vive del café, del tabaco, de la
agricultura y de los trapiches. En sus casas, como 80 cstila en
Jalapa y demas ciudades de México) se von numerosas jaulas
de canal·ios, jilgueros, ruiseñores, clarines, (mirIas) y l)ríma'Veras) alIado de aéreas maceta'! de parásitas y orquideas, y
sobre multitud de tazas de flores escogidas.
Desgraciadamente, aqul, como en la mayor parte de esta
República, la gente es curiosa y desconfiada, poco tratata.ble,
encogida y nada hospitalaria; tlmida al frente, temible tí. la
espalda; parecida á la del Ecuador cn sus maneras y estilo, Ii
1a del Perú en su carácter y tí. la de Guatemala en sus alimentos,
costumbres y lenguaje. Un extranjero se ve aislado, porque
no encuentra la sociedad fácil, amable y efusiva de Colombia,
de Buenos Aires, de la Rabona y de Chile. Sin embargo, los
robos son por aqul monos frecuentes que en el interior; aunque
no se puede negar qne domine pOl' donde quiera en este país el
carácter inùio el cllal ha inficionado aun ú. la gente blanca, también poco alegre y comunicativa, taciturna y esquiva. Todavía
no he podido ver un sólo baile popular, ni ho oído una sola.
canción acompaúada de ]a arpa ó ùe lajarana (tiple) entre las
gentes del vulgo, e~ los dos años que he permanecido en México;
si exceptuamos los cantos de algunos vendedores públicos acompañados con sonido del pandero. Aquí, en Jalapa y Orizaba,
como en TJuestras comarcas, llueve todo el año; por ende, los
prados y campiñas cstlÍn siempre lo~nnùs j haYJ además, no
pocos ríos de que carecen las altiplanicies. Así es que anual.
-
224 -
mente se exportan del fera.z cant6n de Jalapa, fuera del tabaco,
do los plátanos, de la purga que lleva su nombre, hoy escasa,
de alguna azúcar y aguardiente, se exportan cien mil quintales
de café. Un calderero franoés, establecido en Coatepec desde
1847, ha hecho su fortuna construyendo alambiques y pailas
para los ingenios. Tomaba, antes de haberse establecido l~
tl·a.nvía, un cobre más caro ùe las minas de SomalahuácaD,
distantes diez leguas; hoy, recíbelo directamente de Francia.
La milla del camino de rieles de Ooatepec á Jalapa, línea que
cuenta 12 kilómetros, costó cerca de nueve mil pesos.
Su afectísimo,
FEDERICO
C. AGUILAR.
Habana, Noviembre 15 de 18il3.
Señor Redactor de El Pasatiempo.
El 9 de Noviembre á las diez de la mañana zarp6 ùe
Veracruz el vapor español de la línea Ant.onio López, llamado
cc Satrúsrogui,"
á cuyo bordo iba este su Eervidol'. Yo había
navegado en vapores ingleses, franceses, anglo-americanos,
austriacos, it:l.lianos, etc.; pero, aun no conocía el estilo de los
barcos españoles. Dió la casualidad que el mismo Vicccónsul
español de Veracruz tuviese que eRtregarrne un dinero remitido de México y l'ofrendarme el pasaporte, indebidamente
exigido por los agentes de los vapores López, pues yo no iba
tí la Habana sino Il. trnsborllarme á otro vapor. En la primera
operación me extorcionó el uno y medio pOI'ciento, no siendo
~ino el medío, y en la seglmda me hizo pagar dos fuertes más
de 10 justo.
En l:J.Haùana me pidieron de nuevo pasaporte
*
• Ya en Julio de 1881 un empleado español de la Aduana me
había robado cuatro fuertee en oro.
-
225 -
para Colombia, annque no me la exigieron como condición
indispensable. En mis viajes sólo á los españoles y los turcos
be visto llenar esa formalidad, ya en desuso en las demás
naciones.
Al fin dejaba yo las costas de México en un vapor viejo,
poco asoado, de no muy buen servicio, que costaba hasta la
Habana $ 40, por tres días y medio de navegación y on el q\10
recorrímos 283 leguas sin parar en ningún puerto intermedio.
El tiempo aparecía hermoso; mas, el bar6metro bajaba mucho,
pues estaba anunciando un temporal; el capik1.ny tripulación
Be mostraban preocupados, observando suma vigilancia. Todo
se redujo á un ligero chubazco, y á quo se mareasen pasajeros,
camareros y el médico de á bordo. f;a América estaba representada por seis cubanos, tres moxicanos y un colombiano y la
l!lspaña, á má~ do los tripulantes, por ocho individuos entl'o
lOBque llamaban más la atención dos rnesalinas que se colocaban en la. mosa alIado del capitán. A medida que el vapor
andaba, iban desfilando una docena de vapores y otros tantos
buques de véllasurtas en el puerto. Dejábamos hacia la espalJ ••
á Veracrl1z, llamada la heroica como nuestra Cartagena, ciudad
pequeña pero bonita, con callos anchas, rcctas, limpias y bien
enlosadas, con casas do dos, tres pisos y de azotea, con subul··
bias donde se levantan, no ya edificios de mampostería sino do
tabla y teja á la moderna, con plaza adornada de árboles,
jardines, fuentes, fanales de luz eléctrica, y circuída do portales.
El bonito p6rtico de la aduana, el templo de San Francisco,
convertido en biblioteca y su elevada torre en faro bautizado
con el nombre de Juárez, iban ya desapareciendo, como también 01 castillo da Ulua, quo recuerda el do Bocachica y qne
os una prisi6n malsana donde mueron tantos infelices, iban
desapareciendo, digo, cuando nos Hentamosá la mesa, bastante
bion servida y sobre todo rociada con exquisito Valdepeñas. Se
habló algo del crimen reciente, en que aparecían como VÍctima¡
29
-
226 -
de un horrible asesinato el cura de un pueblo vecino Ii Orizaba
y tres ó cuatro personas de su familia, entre ellas dos mujeres.
Veremos si fusilan á.los malhechores, pues, aunque en México
está abolida la pena de muerte, se aplica, sin embargo, la ley
fuga, según la cual se fusila í~un hombre de improviso sin darle
tiempo á. quo ~ prepare, so pretexto do hnber intentado escaparse. Para los extranjeros se encnentra también en la Constitución el draconiano artículu 23 que los expulsa. del territorio
mexicano, cuando se les juzga porniciosos. Con visible contonto
dejó el equipaje de nuestro barco el malo é insegnro puerto de
Veracruz, dondo tantos naufl'agio5 ha causado el viento Norte
que sopla de Noviembre á 1-farzo. Bien manifiestan su violencia. los restos de varios de ellos que se perdieron en Febrero
de este año y que todavía se ven en la playa, cual enormes
esqueletos.
Durante la navegación no huho más incidente particular
que el Santo Sacrificio de la Misa, celebrado por el Capellán
de á. bordo en la espléndida sala de popa. Asistieron con poca
devoción 2i personas, es decir, corno la tercera parte de la
gente que navegaba on el "Satrústegui."
Por desgracia la
indocta incrednlidad y la tonta indiferencia es de tabla entre
las gentes adocenadas que £recnentan los vapores. El 12 dû
Noviembre á las nueve de la mañana entramos en el hermoso,
frecuentado, amplio y seguro puerto de la Habana siguiendo
estrecho canal, defendido por los castillos del :Morro y de la.
Punta, situados uno frente al otro. Algunas millas antes de
llegar, veíamos destacarse en el horizonte la brillante luz del
faro giratorio y la interminable serie de faroles de gas, que se
extienden desde la Aduana hasta la Chorrera por más de dos
leguas. El puerto d8 la Habana está formado en una ensenada
de perímetro irregular, defendida por siete fuertes armados de
caüones modernos y circnndada por la ciudad, el pueblo de
Regl!i" los almacenes
227 -
de azÚear y las carboncras.
vista es magnífico y grande
la animaoión
que conté fuera de las embarcacioncs
res,
cincuonta
de su recinto,
barcas de voll'l., dos ferl'y-boats,
Un diquo flotll.uto y los almacenes
construidos
en el
mellores, veintisiete
vapo-
que ponen on
á Regla con la ciudad, y algunos pequeiío8 remol-
comunicación
cadorcs.
El golpe de
an forma de caney
hiorro)
so extienden
grand0
distancia,
mayor parte del
y cerraclos
desde la Machinn
siguiendo
por larga
(elevador)
la orilla del mar.
cil'cúito do la bahía
do la Aùuana,
corre,
A la largo de la
tras
una cadena de verdes colinas doudl? los cocoteros
alrosas copas.
Al día siguiente
me trasbordé,
ñana, al pequeño, sucio, incómodo,
verja do
hllsta una
los edificios,
levantan
cerca de las siete de
1(1
sus
ma-
pem andadOI' huque español
" }<Jsperanza" que debía 7.aI'par dos días más tardo para Sabanilla y Colón.
Por huír
el miedo de la vida
de Caribdis
carí~ima
caí en Scilla.
de la Habana,
En efecto,
y ua del vómito
llegl'o, pues en esta época de Noviembre á Marzo no lo hay; el
miedo, sobre todo, de tantos pillos como pululan cn esa ciudad,
centina común de la gcnte peor de ]¡=t Península, "á donde acuden los espailolcs,
como ma decía uno de> ollas, 6. bUf;car dinero
por buellos Ó maios caminos;"
el miedo, digo, fi los bribones
de ese puorto, donde, hace dos años y modio me roburon de la
cartera ~ 3G en oro español, más ~ ,1, en oro, quo deùí pagRr á un
guarda español para quo no me impiùiese, ti últilllll. hora, tl'Uf;bordar mi equipaje ùe El Sa?'atoga á el Oity of MJrida, más
$ ,t, también en oro, q'lO debí dar al botúro quien abusó de este
incidente; el pánico do todo eso me hizo tomar un pequeño vapor
de867 toneladas,pertenœionte
á la línea del Marql1és del Campo,
vapor quo babía sido embargado
carísimo,
pues me costó $ 90
.•.De Quebec
en Colón pOI' una deuda, vapor
* en
pe~os
(Canadá) á Liverpool
mexicanos,
vapor de
pagué 6ólo $ 70 por doce
-
228 -
carga con sólo cuatro camarotes y Biete camas, donde fueron
amontonadas veinte personas, es decir, siete pasajeros de primera, cinco empleados del buque, tres criados y algunos pasa- jeros de segunda, quienes por favoritismo fueron acomodados
con los de primera. El buque era. sucio, el servicio malo, la
comida. regular y con vino; los criados fumaban dentro de la
cámara y se lavaban en la única aljofaina de los pasajeros.
Como todos eran españoles, el Mayordomo, que ya me había
sacado de mi camarote para meterme en el del médico, me
excitaba-á que fuese á. dormir sobre cubierta, no obstante
haberle dicho ya algunas veces que venía enfermo del pecho.
Trataba de hacerme salir con maña del nnevo camarote para
acomodar en él á un paisano, á quien, por fin, introdujo allí
para que no me dejase dormir con sus ronquidos y trasbocamientos; amén del sumo calor y escasez.de espacio para colocar
la ropa. Àñada usted á todo esto un lenguaje amenizado frecuentemente con groseras intergecciones de varias clases, tan
comunes entre la turba-multa de peninsulares que he conocido
en la Habana, Veracruz, San Thomas, etc.
Pero, volvamos á la Habana, á donde me dirigí después
de trasbordar el equipaje eon el gasto de dos fuertes. Tomado
el boleto de pasaje en las nuevas y elegantes oficinas de la
Compañía del Marqués del Campo, atravesé las estrechas calles
de la ciudad antigua, poniéndome de lado á cada paso en BUS
banquetas, (enlosados) de media. vara. de ancho, como laB de
nuestra calle de 108 Carneros, para. dar paso á. 108 que venian,
y me fuí á.la plaza de San Juan de DioB, a.ntes templo y condlas en c6modo y lujoso vapor y de SablWlilla á Nueva York otros
8 70 por ooho diss de navegación, más agradable que la inoómoda
de los ocho que gastamos de la Habana á Sabanilla en el -n Esperanza," tripulailo en su mayor parte por gallegoll.
-
229 -
vento de esa 6rden y hoy pensU adornada con árboles, jardines,
faroles y fuentes. Allí tomé los carros de una de las tres líneas
de tranvías que recorren la ciudad, para dirigirme al Cerro.
Después de algunas calles angostas, entramos en la parte nueva
de la ciudad, ocupada por los hermosos paseos de Isabel, de la
India y del Vapor adornados con árboles, asientos, fuentes, verjas y faroles. Los circuyen bellos edificios flanqueados en contorno por elegantes portales, tan cómodos en los climas ardientes. Entre aquellos sobresalen los teatros Tacón, Pairet y Paz,
últimamente derruido. En esta. parte nueva de la ciudad se
encuentra. la ancha y aristoc~ática. calle de la Reina, que parte
do la plaza del Vapor para terminar en la de Carlos III. Todavía hay allí muchos lotes vacíos y otros en construcción. Pasado
eso barrio de los teatros, casinos, hoteles elegantes y restaurantes, sigue el urbano (tranvía) hacia el Sur por larguísima
calle, bordeada de portales, tiendas, fondas y casas de mediana
apariencia, entre las que sobresalen alguna.s quintas de lujo.
Dicha art9ria viene ti terminar en el Cerro, ó. dos kilómetros de
la plaza do San Diego, punto de donde partimos.
En las tres diversas partes de la ciudad; la antigua, la
nueva y la extramuros, llaman mucho la atención el gran movimiento de carros tirados por caballos; (algunos por bueyes) los
centenares de volantas; (carretelas) la multitud de peninsulares, muchos de ellos cubiertos con boinas j (gorros colorados)
los numerosos soldados con toia clase de uniformes, desde el
pantalón rojo y sombrero de jipa de 108 terribles voluntarios,
muchos de ellos cubanos, hasta el pantalón y chaqueta de dril
azul del policía; finalmente el gran número de negros, mulatos
é hijos del Celeste Imperio. La población de la Habana tiene
240,000 habitantes, que pueden dividirse en tres clases casi
igualmente numerosos, croo11os, peninsulares y extranjeros.
Fuera de las calles principales, Reina, Obispo, (del comercio),
-
230 -
Compostela.1 Aguiarl O'ReilIl Oficiosl CubaI Amarilla, San
Ignacio Amargura y otras pocas menos notables, todas las
demás son irregulares tortuosas y muy sucias; especialmente
los caUejones que irradian de la parte nueva de la ciudad y
que están flanqueados de casas de teja y ta.blas. Estas son de
un solo piso y de las que nosotros llamamos casa-tiendas. No se
puede negar que en la. Hlob30na,alIado de extraordinario movimiento comercial hay mncho desgreño y suciedad. Las casas
legales de prostituída.s españolasl creollas, mulatas y negras
abnndan en las calles do la antigua ciudad. La gente del
pueblo, sobre todo las hermosas negl'as y mulatas, están mejor
vestidas que las de México, y la multitud de mocetones españoles admiran por su gallardía y buena apostura, aunquo no por
el traje. El creolla presenta los mismos caracteres que los de
Veracruz, Cartagena Panamá Guayalfuíl y Lima. Después
de la insul'recci6n se halla éste en lo general, arruinado, pues
ha perdido sus propiedades, las cuales han pasado á mafiaS
españolasl y se contenta con ocupar destinos eecundarios,
dejando los de primera clase á los peninsulares. El comercio
es extranjero y español en su mayor parte. Los billetes de
Bancol aucios y rotos pues la plata casi no corre squíl valen
como los del Perú en 1877 la mitad, y aun bajarán más. El
oro español está al nivel de la plata; el americano tiene uno
por ciento de premio y los pesos mexicanos 8610 valen noventa
centavos. La vida es muy cara y todo cuesta un ojo de la cara
especialmente los puros 6 tabacos que son malos y carísimos
comprados al menudeo. En la mayor parte de los hoteles y
fondaB dominan la porquería y el mal servicio amén de lOB
pícaros que pululan por donde quiera.
La España.1 quien se jactaba en el siglo XVI de que el 80l
no se ponía en sus dominios y que media, aun á fines del pasado)
un territorio colonial de 15.668,068 kilómetros cuadradoB, se
l
l
l
l
l
l
1
l
l
l
-
231 -
ve boy reducida á solos 429,123 kil6metros cuadrados de PO!!6siones coloniales con 7.888,123 almas; mientras la Inglaterra posee actual montA 19.820,919 kilómetros cuadrados con
214.086)850 de habitantes. Las rentas do Cuba en 1879 llegaron á $ 12.2G5,27Û y los gastos á $ 11.352,938. La exportación en 1878 fué de $ 70.881,525 Y los derechos de Aduana
$ 6.700,010. Al puerta de la Habana entraron en 1882, ],428
buques con 1.258,HH toneladas. El más importanto artículo
de exportación de Cuba os el azúcar, que figura ontre las exportaciones con la cifra de 381.681)000 kilogramos, de los cualos
un 66 á. 90 por 100 va Ii los Bstados Unidos. Sólo la Habana
exportó on 1880, 90,523 cajas, 219,323 sacos y 190,083 b:uriles de a2;úcar, 12,443 barriles de miel y 9,873 pipa.s, de 125
galones cada \lna, de aguardiente. Además 8,779 arrobas de
cera de abejas, 12.464,936 libras de tabaco y 153.141,000
cigarros. La exportación del café es insignificante. Los ferrocarriles de toda la isla miden 1,38~ kilómetros; (276. loguas)
los telégrafos, 4,500 (900 leguas) y la población asciende,
Bog(m 01 conso de 1878 á 1.521,ti8i habitantes, disominaùos
on 118,833 kilómetros cuadrados. Es algo más pequoña y un
quinto más pobl:1da que GU:1tomala. 'rione una entrada anual
inferior cí, la do Colombia en 1878, tomando de esb jllnta8, la
nacionnl ($ û.063,!}!)0) l¡¡ de 103 E'ltados (t9a7,059) y la de los
distritos (~ 3.000,000), que suman ~ 1·1.361,019; su exportación,
es do $ 400,1)00 inferior á la de Chilo on 1883. No obstanto
ostos cotejos, que disminuyen no poco la gt'anJe idea quo se
tieno de la perla de la corona de l!;spaíia, un espaúol que nave-
*
.j< En cuanto
á ferrocarriles
Cuba tiene rneno~ que México
(5,3û5 kilómetros) que la Argentina (B,ûGOkilómctlos) que el Perú
(1,58[-1 kilómetros) y que Chile (2,115 kilómetros). Lo mismo digo
de 108 telégrafos.
-
232 -.
gabs. conmigo en el vapor Saratoga, al regreso de lOBEstados Unidos, me decía hablando de Colombia: cc Tenemos
noticias que esa República es la tierra del hambre y de la.
miseria." El Diario de Manna y La Voz de Ouba, principales
hojas diarias, son muy leídas por toda. clase de personas y
muoho más que no lo son en México los diarios de esa nación;
pero, el peri6dico allí ha matado al libro. Si en alguna parte es
exaoto el aforismo aquel: Homo homini lapus, lo es, por cierto,
en la perla de la corona de su Majestad Cat6lica .
.Para visitar la ciudad nueva, la cua.l no habla yo estudiado
bien en Agosto de 1881, me instalé en el Hotel Cabrera, vecino
á la gran plaza del Vapor 6 de Tac6n, Hotel sucio y mal servido, como lo son cssi todos pues no hay cosa peor que la. servidumbre española. Después de recorrer la fllazlloy calles elegantes y las callejuelas sin empedrados, ni banquetas, (enlosados) polvosas y desaseadas de Jesús del Monte y de los
barrios vecinos al fondo de la Bahia.; después de visitar los
paseos de Isabella Católica, de la India, del Prado y del Parque Central, fuí á la Catedral para ver el sepulcro de Colón.
Es un edificio de poco mérito, por el estilo de San Carlos de
Bogotá, y aun inferior, aunque embaldosado de mármol y tiene
el coro tras del marmoreo altar mayor. Del lado del Evangelio
se halla incrustada en la pared unl\ lápida de mármol ordinario
con el busto de Colón de medio relieve y con la siguiente
inscripción: i O restos é Ï1nagen del genovés Colón! mil siglos
du'rad guaTdado.9 en la urna y en la remembranza de nuestra
nación! Aiio de 1822. Bste pobre monumento, que por mil
razones debía ser el primero, se queda muy atrás de las estatUBS que he vist.o erigidas al Almirante en Génova, Ljll:l,
México y Colón. Dos otros objeto'J atraen allí la mirada: el
bello sepulcro, coronado de magnífica. estátua de mármol, del
Obispo Serrano, muerto en 1876, y una efigie gigantesca de
--233 Sun Cristóbal,
revestida
con su capa roja y anchos pantalones
remaugado:!. Cerca de la desnuda plazuelita de la Catedral está
la plaza de Armas, adornada,uunquo
muy pequeña, con árboles
la e;;tatuu do Fornando VlI, un modosto templete ó pórtico CJuo
lleva seis columnus dóric.as y es de cal y canto, erigido el año
1828:111 01 sitio
donùe so dijo la primera
primer
(15J 9).
Cabilùo.
misa y se celcbr{¡ el
Dentl'o del pórtico hay tres bueno,,; y
cnriosJs cuadro, al óleo que representan
esos episodios. Algo
corna este monumento, ó un poco mejo!', debet'iamos lcvantal' ell
Bogotá en (11 sitio del Humilladero . .l<Jlpalacio de Gobicrno ('S
mucho más pequeiío qne el do México, pero do mis elegallte
fachadl.
Dd la. plaza de Armas traslad61110 á la de TaCI)n,
Sigl1ÏOl:do la angosta
eulosa(l.os de media
gantes
nlmacenes.
calle del Obispo la quo, no 0bstanto
vara de ancho,
Encontréllle
tiono
HilS
muchos ricos y ele-
allí un P()l·tugu6s
quipn lile
prcgUllsó ¿ dónde qucdaba la pla:'.a do Armas?
Pam. durso
illlportanci,1 ll18 dijo qne Ol'fI.inglés; po!'o, no me supo contestar
en ose iJiornH,
ni en francés, ni en italÍftUo. ¿ Do dónde CR,
}lIles, n~tcd 'f lo dijo. Soy portugués ma respondió algún tanto
confundido.
En la Habana hay pocos templos Y todos mllY medianos.
Raco trc,; aùo¡¡ se torminó el del Angol, enyas torres Y fachadas son góticas,
griegos,
miontras
En la, ciudad
el intm'ior
portenoce á los órdones
nueva Slílo so ha lovantado
do i\JO\lS(~l'I'atey so ba reedificado
otro.
el pequeüo
¡ Qu6 diferencia
tan
cnOrme exÜ;te, 011cnanto á templos, entre M(~xico Y la Habana!
San F['lloIlCiscoha sido convertido
OR
oficinas de Aduana Y San
Juan de nias, derribado. Por la parte occidental se extiende un
011 el que sobresalen
dos hermosos edificios, 01 Colegio
11:1l'l'io,
Isabel para niiíofl y lu. Casa de Salud. Tomando por el Norte
se va en tmnvía,
timdn. parte por caballos Y parto por \lUll
pequeñu. locomotora, á los vecinos sitios de baîíos, Vedado y
40
-234Carmelo 6 Chorrera, sitios que semn con el tiempo el Versalles
de la Habana. Aunque hoy eatán desnudos de árbol ea, se hallan
refrescados con las brisas del mar que lame loa jardines de sua
nuevas y bonitas quintas. Antes de salir do la ciudad se encuentra por ese rumbo la gran plaza 6 paseo de la. Punta, embellecida con árboles, jardines y la estatua de má¡'mol de Neptuno,
en vez de la do Churruca ó do Gravinn, lo que hubiera sido
más natural. Viene en seguida el grande edificio de las <Járceles, cerca del cnal se truecan 108 caballos por la locomotora;
luégo se pasa por el fuerte do la Reina y la Calle ancha del
Norte para llegar al término en 34 minutos de marcha. Con
el tiempo podrán la Chorrera y el Yedado llegar á ser un
Chorrillos peruano Ó llna Villa de mar chilena; aunque la campiña. está desnuda y las casas distan mucho de la riqueza y
elegancia de aquellos sitios de rocreo de Lima y Valparaiso.
Nosotros podríamos £ormaranáloga.s estaciones, para temperar
realmente, ou Ubaq¡¡e, ChoacM y :Fusagusugá, y como sitios
de recreo, Serrezuela y Chapínoro.
ElIt> de Noviembre me embarqué para continuar mi
viaje hacia Colombia en el ya descrito vapor "Esperanza,"
donde el Capitán, el primer oficial y el :Ma.rordomo eran nuevos á. consecuene.ia del episodio de Colón. Había yo pasado
en la Habana dos días de abstinencia por causa de la huelga.
de 108 carniceros, quienes se resistían á pagar un nuevo im_
pueato á la Municipalidad, y había tenido la pena de leer en
La Voz de Onba noticias de Colombia, las cuales, por supuesto,
hablaban sólo de política y temores de revoluci6n. Nuestros
politiqueros nos Ù'l.n muy mala. fama y nos hacen despreciar,
. segÚn he notado siempre eu las conversaciones tenidas á bordo
de los buques. Cuatro líneas principales de vapores españoles
vienen á la Habana, la dG López, la de Herrera, la de Barcelona
y la del Marqués del Campo. Unos hacen el servicio entre Es-
-
235 -
paña, Habana y México, y otros entre las Antillas y la Costa
Nort<3de Sud-América. Antes de partir di UM última mirada á
Lt gran capital du CuLa, rùcorùn,nùo Sil espaciosa y cómoda plaza
de Mercado, la mejor quo he vi,.¡toen países o3paíioles, el Instituto, la Universidad, el Seminario, la Escuela Normal, la Casa
de Beneficencia, el Hospicio Civil y ~Iilitar, el Asilo, el Arsenal, la Pirotecnia y Maestranza civiles y militares, cI cxtemo
Cementerio de Colón, los jardines de aclimatación y cI Hipó.
dromo. IJa ciudad antigua estuvo situad,l no lejos do la modorna en IR. boca del lIhya-beque, donde ln.fundó en 1515 Diogo
Velásquez, y fué tmsladaùa al sitio actual en li>W. El clima do
la Habana es sumamente cálido ell los meses de vel'ana, dosdo
Marzo á Noviembre, y algún tanto fl'esco pOI'la,.;rnaiianas y noches, en los de invierno, de Dicierobl'O{¡, Mal'hOme:;es en los quo
hace lUuy pocas víctimas ontre los peninsularcs y europoos el
~ómíto negro que tanta. gente mata en la I'estante del aüo. Lu.
sociedad de la Habana cs Cllltu, no obstante los millares do
labriegos y patane;; ql!û anualmente vienen de Espaüa; el
comercio casi exclusivamcnte peninsular y la industt'ia está
igualment3 repartida; pues el español es más vigoroso y lindo
mozo, pero no monos ocioso que el CI'oollo. Todavía llama hL
atención aquí el sombrcl'o fósil du tej:\ cn los clél'igos y la fè~lta
de sombrel'ito eu las elegante:;, COIllO t:Ll'l1biénhl. graciosa mantilla espaíiol,a.
Su afe:ctísimo,
Barranquilla,
Novicmurc 2,1de lS83.
Señor Redacto!' de Hl Pas(¡tiempo.
Antos de salir do la famosa Isla do Cuba, quise penetrar algo en el interior y conocer su campiiía, sus puoblos y
••.• 236 caminos de hierro. Preferí el rumbo de Occidente por ser hacia
esa parte donde se encuentran los grandes plantíos del celebérrimo tabaco, con el que se confeccionan los ha.banos. Al
efecto tomé, el 14 de Noviembre, el tren del Ferrocarril del
Oe.~tetí. las tl'eS y media en la vieja y fea Estación de Cristina.
Está adornada con el busto de mármol del cubano que emprendió eaa línea en 1857. El billete de segunda clase hasta
Rincón, distante veintidos kilómetros, me cost{¡$ 0-65. Los
wagones Bon idénticos á los de nuestros ferrocarriles colombianos, es decir, más que modestos, y muy inferiores á los de
México, Perú, Chile y Oosta Rica. Los do las otras estaciones,
Villanueva, etc. se parecen mucho en su pequoñez y mediocridad á. loa del camino de hierro de Barranquilla. El número de
pasajeros es escaao, de ordinario. Al salir, lo primero quo llamó
mi atención fué el castillo de Atarés, situado en el fondo de la
Bahía; en seguida desfilaron bonitas colinas, salpicadas de
casas y embellecidas con árboles; luégo, fueron desplogándose
sucesivamente campos completamente llanos, cubiertos de cocoteros, plataneras, piñales, potreros y de alguno:! maizales. Las
estaciones de Pinos, Oalabazar, Boyeros y Santiago son
pequeñas casitas de tabla y teja. Oalabazar es una aldehuela,
sitio de verano, con bonitas quintas rodeadas de ancho ceñidor
de árbolea frutales y jardines. Santiago presenta grandes
agrupaciones de casas bajas de teja, habitadas en su mayor
parte por negros y mulatos con estrechas, sucias y descuidadas
calles It la española y colombiana. El cariz de ese lugarejo no
es el más halagüeño.
En ~antiago ya principian los plantlos de tabaco 108 que
tocan su máximo entre la A.rtemiss y Paso Real, ó entre los
kilómetros 79 y 133 de la vía férrea. Según informes recogidos
sobre el sitio mismo, el procedimiento para beneficiarIo es el
siguiente: se cogen las hojas cuando están maduras y se ponen
Ii secar en cujes ó palos
caney (ramada).
23'7 -
que se suspenden
en el interior
de un
U na vez socas, se despalan, (se desvenan
se les da el betÚn, quo es un menjurje
(S venas, p~lCst08 en infusión
compuesto
de
108
)y
palos
y mezclados Call orines y un poco
de vino. Este betún tiene por objeto comunicar
suavidad y
color á las hojas. Despué"s de terminar
ese procedimiento,
se
pasa á separar las diversas c~lidades de tabaco, según el color
y la magnitud
de la.s hojas. El color de azafrán es el mejor y el
verde el ID:Jnos estimado.
Los terrenos
más á propósito,
como
los de Vuolta-nbajo,
para el cultivo de las mejores plantas
que dan el habano, son las blancas, arenosas y color de chocolate.
* Actllalmcnte
se van
Pl'op:¡,gando
hacia
el Oriento
de
Al'temisa los plantíos de tabaco. En Colombia, si fuésemos
industrioso3 y no holgazanes, iuútiles y politiqueros, hay terrenos muy semejantes
muy
de
sucio y cochino
los cuales serían
al cultivo de esa rica y codiciada
adecuados
Por mal
á los de la Vuelta-abajo,
mis
pecados
me quedé
hoja.
la noche del 14 cn
hotel, próximo á la Estación,
y el 15 regresé
á la Habana
en el tren de las siete de la mañana.
ferrocarriles
dosde
1837, antes
que la España,
Cuba tiene
y sus líneas
principales son las sigui en tos : de la Habana á Santo Domingo
(por el Este de la Isla) hay una línea que mide 246 kms. ó
49 leguas;
4a kms.;
79;
de Santo Domingo á Concha
do Santo Domingo á Cicnfuegos
do Samo Domingo
dando
llegan las líneas
á Villa-OJara,
férreas
(en la costa Norte)
(en la costa Sur)
el punto
do la Habana,
más oriental
67
j
á
de Santo
Domingo á Encrucijada
56; de lu. Habana á Guanabacoa 11;
de la Habana á :Matanzas, segunda ciudad en importancia de
toda la isla, situada en la costa Norte, 87; de la. Habana. á. Paso
de
•. Estos datos fueron tomados en
oultivadores espeoialistas.
108
108
lugares mismos y de boca
•...•..238 -Real, (hacia el poniente) 133; de la Habana á. la. Uni6n lOB,
con Un ramal á San }'elipe y á Batabanó (sobre la costa del Sur)
que mida 13; de Cárdenas á. Na.vajas 41, y su ramal Ii Guerrer0
mide 26; de Caibarien á. Remedios, (ha.cia la. mitad de la isla.
por la costa Norte) 7; de Nuevitas á Puerto Príncipe, un poco
mál!lal Este del a.nterior, 62; de Cobre Ii Cuba. 13, (en la extremidad oriental de la isla) y de Cuba á Sau Luís 23 (eu los
mismos sitios); de Trinidad (en la costa meridional y hacin
el medio de la isla) á Guinia y á. Soto 40; de Caimauera á Guaitánamo, (má3 alleva.nte de Santiago do Cuba) 19; de Guineas
á Matanza 45. El de Caratratos, el de Mallorquín y 01 de
Tierra. Morena. miden 15 j el de la Ha.bana á Marianos 25 y el
á. Guanaja.y 30. Todos estog ferrocarriles, unidos á otros monos
importa.ntes, daban en 1880 un total de 1,382 kilómetros ó
276 leguas. Generalmente han Ridofáciles, pues sou pocos los
• obstáculos que presenta la. superficie de Cuba. Hay otras dos
6 tres líneas en construcción, siendo la. más importante la que
unirá á. N nevitss, en la. costa. septentrional, con Cuba. en la
meridional
A.dem~Bde eBtos caminos de hierro, Be hace el
servicio de trasportes por medio de varia.s lineae de vapores que
salen de la Ha.bana, (al Norte) para Matanza.s, Cárdenas, Nuevitas, Puerto Padre, Jibara, Ma.yari, Tánamo, Baracoa, Y' de
Batabanó (al Sur) á Cienfuegos, Trinidad, Tunas, Yúcaro y
Santiago de Cuba..
El15 de Noviembre zarpa.mos de la. Habana en el detestable "Esperânzs,"
" de cuyo nombre no me quisiera. acordar
y donde toda incomodidad puso su asiento" zarpamos á las
cinco de la. tarde, seguidos del "Satrústegui,"
que tomaba
rumbo á. .España. ElIS en la mañana.llegá.mos á Bara.coa, después de haber costeado la cOBta Norte de la Isla de Cuba. por
*
• Los telégrafo8 de Cuba miden 4,WO kilómetros ó 900 leguae-.
-
289 -
los canales de San Nicolás yel antiguo de Bahama, atravesa.ndo
un mar bra.vo y chubazcozo,
qne mareó 6. todos los pasajeros
y á vf,rios oficiales de á. bordo, en medio de cayos (islotes) y
banc03 do arona No respira.mos hasta dejar 6. la espalda el fanal de Lobos, último cayo de esos peligrosos sitios. En Baracoa,
malísimo y descubierto
ancón, encontramos
seis buques do
vela y dos vapores
qua allí habían acudido para llevar cocos,
principal producto de la. comarca, al extranjero.
Esta. ciudad,
la pril:1era fundada en Cuba en 15] 2 por Diego Velásquez,
está formaùa con casas de teja, zinc y paja,
habitantes y presenta
bonito golpe de vista,
en la costa ~orte
y cerca de la extremidad
contiene 10,000
Baracoa so halla
do la isla de Cuba,
que mide 1,1&0 kilómetros de largo, 117 de anchura medía, y
enciOl·I'.'l. una población do l.f>21,684 almas en 118,833 kilúmetros cuadrados.
Baracoa dista de la Habana 297 leguas
marinas Ó 1,307 kilómetros y tiene por industria
principal el
*
aceite de coco y el jabón
sacado de la misma fruta.
y media salí mas de e¡;te puorto
entraba
el vapor
mar muy gruesa
"Ma.nuelita,"
lluvioso, al propio tiempo que
y nos dispusimos
el cabo Mazí, el más oriental
conseguimos á las ocho
aguas más tranquilas.
A las tres
de la. noche,
para
á doblar con
de Cuba;
10 que
lllégo
vagar por
A. las siete de la maílana del lunes 20 entramos
en la abri-
ga.da y bellísima bahía do Santiago de Cnùa, después de navegar las 58 leguas (de 1,400 metros) que la sl:lparan del puerto
de Baracoa.
Se penotra
á la bahía, que recuerda
la de Fonsoca
en la República del Salvador,
signiendo
un canal estrecho y
tortuoso oncajonado entre altos y peÎÍ!I.SCOSOS
Cl~lTOS, coronados
por el ca.3tillo del Morro, El tránsito
de un mar ngitado
Ii otro
• De est08, 977,992 80D ospañoles y creollo~, 10,632 son blancos extranjeros, 43,811 asiáticos y 489,249 de color (censo de 1871).
-240perfectamente dormido es instantáneo; 100i mareados de á. bordo
revivieron entonces y'3e regocijaron con el pintoresco escenario que se desplegaba. á BUS ojos encantados.
En contorno
de la inmensa. ensenada, corre una cadena de altos y verdes
cerros, cuyas faldas se extienden hasta. la. playa., embellecidas
con espesas arboledas. Al entrar después del Morro, se descubre, á la izquierda lindo pueblecito do baños, situado en una
isla; luégo la Estación del ferrocarril de Cobre"'; en seguida
van desplegándose á la derecha las más caprichosas y encantadoras colinas, donde aparecen medio ocultas entre el follaje
varias casitas de campo y una estación de carbón. Más adelante se presentaron 108 negros cascos de seis vapores y las
arboladura!! de nueve bUqlleBde vela. Un vapor pequeño de
gnerra hacía la centinela y uno que otro remólcador el servicio.
La ciudad aparecía hacia al frente derecho levantando sus
a.pachurradas torres y tejados en las faldas y cima de una
colina. Luego que anclamos vinieron el bote del Capitán del
Puerto y el de la Sanidad, tripulados por españoles, y vartos
botes dirigidos por negros. El calor era sofocante y la tenue
brisa que soplaba no era suficiente para refrescar el aire. El
tiempo aparecía espléndido.
Desembarqué después de almorzar, para conocer la ciudad.
No se pllede ponderar el desgreÍJo, abandono y suciedad en
que se encuentra. e~ta población, situada on una de las más
pintorescas bahías del mundo, con abrigado y espacioso puerto,
por donde embarca los rico~ productos de su fértil suelo y de
SIlS elevados montes;
café, tabaco, azúcar, caoba y cobre, que
son los principales. EsM. edificada sobre una colina qne so
*
• Durante los días de más agitado ma.r yo me la pasaba leyendo y escribiendo, con admiración de los e~pañole8, quiene~e
pasmaban de la fuerza de mi estómago.
-
241 -
levanta cOt'cr.do cíon metros sobre 01 nivel del mar, coronada.
por If\. ~Idrorolitana, templo mejor que la Catedra.l de la
Habana. Aflí llebía ser, pues Santiago os ciudad arzobispal, la
Ílniea y rnris :lr.tigua ne la. LIa, tra91adada allí desde Bara.coa.
en 1522. Ticno cinco apn.~hurradas naves, muy pintorrajoadas, altar do rníÍ.mlOl,buon coro de cedro tras dol presbiterio
y hOl'mofloollllml(losado t;tmbién do mármol. Al frente está la
plmm, ndol'nadfl. do iil'bolos, de asientos y de un jardín muy
descuidado: "in omb3.rg,~,os el único punto clonde se reunen
los habit:\ut~s ptE';t oír In retreta y solaz3.1'se,pues el paseo de la
ribera está. com plctamoute abandonado, no obstante sus copados y verdes árbolcs,
TJas calios, nnas son planas y otras inclinada.s, éstas angostas y aq uúllas anchas j pero todas ellas, antaño empedrados,
ogaiío so hallan en pésimo estado, Algunas proeentan larga serie
ÙOIodar.alcs gredosos quo aponas dejan un ladito por donde
80 puede pasar saltando encima de piedras pequoñas. La población do Rant¡;Lgo, sogÍln 01 último censo, di6 'k8,000 habitantes;
Rn puorto no contenÍfl. más bU1luOSde vapor y do vela. que 01de
Voracrm:, IlouJe s610 se cuentan 14,000 almas, Hay ontre
n.qnelh. y estfL cindad nna diferencia enorme, on todo. ¿ Qué
digo entl'e Veracruz y Santiago? Este puerto aun es inferior
il Panamá, como afirmaba cierto ospañol que venía á. bordo de
nn~stl'O v:tpOl'. Santiago do Cuba se halla al nivel de las más
sllciflH poblaciones do Colombia, y ella hace formal' una idea
cxacta del ropugnante desgreño en que España tenia BUS
colouins flmeri,~anas. M6xico, Santiago, Valparaiso, Lima,
Ln. Hnb:111a, FllObla, Caracas, Quito, Bogotá y Cuzco eran
lmen un siglo verdadol'llS pocilgas. De estas, B610 Bogotá y
Cuzco han sido fioles á sns tradiciones de mugre y abandalla;
todas 1:1" dem:1Hso han tr:Lsformado, y la mayor parto
como por ensalmo. Las CaSfl.3,de teja y generalmente de un
:H
-~2piso á cnusa de los frecuentes temblores, presentan mucha
diversidad en sus estilos; pero todas son de modesta a.rquitectura. Las plazas están abandonadas como las called; la policía se reduce á los auras (gallinazos); los cuartales y soldados
españoles no escasean y la atmósfera. pesada de la represión
gr.nta sobre los habitantes. E:3tos, en su mayoría, son negros
y mulatos de hermosos cuerpos, con pretensiones á la elegancia, especialmente las negras quienes arrastran larga y enlodada cola. Se notan alguuos tipos iudios ó meztizos. El
carácter de la. gente es atento y amable, su bienestar muy
e~so, en general, y todo revela la postración y el más punible
desgreño público, escusable, tal ve7., atendidas la empecinada
,. larga guerra de insurrección y lo malsa.no del clima. Sin
embargo, si 108 peninsulares I\tendiesen al ornato y policia de
la ciudad, como atienden á. las enérgicas medidas de represi6n
y ill molesto sistema de pasaportes, las cosas irían mejor y la
España seria más querida de sus colonos.
Hay en Santiago algunas volantas; y los pocos cochos que
en ella ruedan llevan las dos ruedas traseras fuera de la. cama;
'como también los carros. Sns almacenes de mal aspecto r~cuerdan los de GuayáquÍl, sus aceras son angostas como las de la
Hàbátta, sus elegantes sin ei sombrerito, domo las de Lima.
Vétisè alIi pa1'das 6 1norl!nas (negras) de otras islas vecinas que
ha.blan el inglés, el francés el papiamento, lengua forma.da con
là tn~cla de todas laEldemás de la América.Hay en f:;antiago un
soberbio hospital tnílitàr, el mejor que tiene Ellpaña, según me
dêèÍa un êSpáñol de abordo, algunos péqueño!3templos, un teatro,
tina e¡;tación y í11àtistrartMde ferrocarril, baños de mar, muelle,
alma.cenes snció!i 'y mise1"11blesy no pocos cuarteles. Al salir
de ia encanta.dora bahía de Guantánamo ó de Santiago de Ouba
encontramos â Fernando el Oatólico, pequeño vapor de guerra,
de Mero y con espolón, al Panamá que venía. de Puerto Rico
...,. 24:3 y al grande, lujoso y soberbio vapor americano Oienfuegos que
conducla sus pasajeros á N llova York desùo Cuba por 80108
$ 5.0, i Qué diferencia entre las dimensiones, asco, servicio,
alimentos, precio y comodidades de eso gran vapor y las del
nuestro que cue8ta $ 99 !
En Baraeou no dejamos carga, pero tornamos un pasajero
en cambio de otro; en Santiago tampoco desembarcamos carga
y trocamos un pa8ajcro catalán por otl'OStl-einta y cuatro, entre
eUos, siete de primera que debían acomodarso con los cinco ya
existentes en sólo dos literas y un camarote, de que nuestro
.•••
apol' disponía. 'ruve deseo de ll[l.vegil,l'ell vaporos españoles; lo consegllí oa dog, construídos en iIlgllltcrl'a, y tri pulados por poninsulares, y nù ho q ued;~docOnvidado para volver á
embarcarmo en ellos. En la pequoñacámal'a del
Esperanza"
con cuatro camarotes, do ùos lechos caùa uno, hemos llegado
á Jamaica veinte personas: cuatro oficiales, cuatro señoras y
una niña, seis pasajeros do primera, uno de segunda y otro de
tercera, ambos españoles, y tres criados. Era eso uu pêle ?!têle
delicioso, y los criados sucios, groseros, haraganes sodesnudaban á nUDstra vista, se lavabau y secaban donde lo haciamos nosotros. Todo esto so podría excusar, si el pasaje no so
hubibse hecho pagar illicuamcnte caro; digo inicuamente, porl{llO mientras yo desembobé $ 99 en mexicanos ó $ 90 on oro,
dos poninsulares que iban ri. Colón, día. y medio más allá, pagaron on pt'imera la misma cantidad, otro de segunda, completamente igualado lÍ. los de primera, sólo ~ GO Y otro de
tercera, que dió $ 40, iba revuelto con los de segunda y primera.
Sólo en esto bendito b3.t'cOespañol he visto semejflntes enormidades. Iten más, el servicio, fuera de ser pésimo y grosero,
era insuficiente; no se abt,tan ni cerraban á tiempo Jas ventanillas de los camarotes y nos ahogábamos de calor Ó. nog
bañabámos con el agua del mar; las cucarachas y 108 ratonea
C(
-
244 -
hormigueaban en tal abundancia que era preciso defenderse
de ellos espantándoloB Ii puñetazos y palmadas. Las camas no se
aderezaban) ni recogía.n oportunamente; no se daban á tiempo
vasos de noche á los mar<3udos quienes, mientras comíamos y
á nuestra vista, andaban cambiando la peseta ó con la muert6
chiqu.ita, según la expresión usual de los espaùol@s. Sólo oían se
conversaciones vulgares Ó indecentes, sazonadas á cada paso
con intergoociones groseras da cuatro diforentea clases, entro
las que el ajo ó vizca·ino era la más inocente y galante. L:¡,
comida, que pretendía ser buena con el accesorio de vino, pasas,
higos, aceitunas) encurtido y queso, carecía de lo esencial,
carne y pan frescos, suplidos con pescado) carne de cerdo y pan
de munición. Sin embargo, el Capitán y el primer oficial, nuevos en el " Esperanza," por haber sido despedidos en la Habana
los antiguos, eraa muy buenos, como tambiún 01 segundo
oficial, el 8obrecargo (contador) yel mayordomo.
A las cuatro de la tarie del martos 21 de Noviembre, salimos de Santiago de Cuba. y llegamos, después dû recorror
sesenta leguas marinas, á la entrada de Kingston do Jamaica
el 22 á. las diez de la mañana. En 01 acto se presentó la. Sanidad
y nos puso en Cuarentena con grande rabia ùe los españoles
quienes se deshacían en denuestos contra los ingleses, prodigándoles los tan usados car .... coñ..... puii ..... cet. Luego nos
acercamos á. la colina sobro la que se levanta, frente al .Arsenal,
el bonito edificio de la Cuarentena á donde fueron trasladados
diez y nueve pasaj.::ros, quienes ya en Cuba habían pagado esos
gastos accesorios, á razón do $ 1-50 diarios por cada pasajero
de primera. La Cuarentena dura por lo regular catorce días,
pero es de ordinario abreviada después del reconocimiento
del facultativo. Cuando se dosprendía el boto de SllS pescautes
para trasladar á los diez y nueve que iban fi. la Cuarentena, so
a.rrancó una argolla repentinamente y cayó boca abajo en el
-
245 -
arrastrando
Ii Ull murinol'o,
qnien no su ahogó, merced á
Sil habilidaû
011cOllsumil'se:/ nadar. Tormintdn,
lu. traslacilíl1 é
i~,~llo:¡ los bOLDS, ¡;omC:l:¡;~11l10S Ú virM; eutonee:> se t'omp¡ó la
!llar
callana del Li.nún, y la r¡\lÜ podíamos
TIntos BO ejecilLú en llludia. hOl'a con
espailol,
Ol'gllJlO
la.,tím;lùo pOl' esos eOlltratiem pos oeLll'ridos á
la vista de Jo;; iJl¡~'lJ"o,;, 'I \t8 lH'obablull1ontlJ
y iÍ. los eual()~ BU (;t'iticu.ÙR. 'lmarg;lmente
Cuarentena,
hoeho en ùos mih¡¡millaei,ín
ùcI
]Iaoor
g'1'fl.l1do
!:>upoui'Jnclolus lu. intención
cientos ó troseieutcs
se esbl'Íun
rioudo,
mati va de
pOI'
do cillul'llar los
pasajel'os dol Istmo, quo Illloiera
el
C(
lu.
tlOS-
¡';s]le-
*
r<lw~a" tomaÚo en Kim,gton,
IMra el siglliente
vapol' inglés.
~ea de esto Je. qua fLl.Gl'e, pOI' mi parto me aleg-d', pilUS t;i IlIlmas gente :1 borùo, so haùl'ía
bieson amontonado
de:iarl'olludo
el oscol'buLo,
'l'l'OS
1101'<.1.15dOSpllé8
do nuostra lIegneb:í. la Cuurtntena,
uo::; pusimo.~ on lU2.1'cha con !'lImbo ¡¡ Sn.nta :\farL<l, á la una y
media do b till'de.
A moùida
pasando ~ nllcstt-u. vista
ing-Iesm; consorvan
nos cenase
b puertn,
LaiJía ostado
e~l
eso
ción y de ucllí,illlFl.s
con su aJyaeente
Jo
ci vapor,
iLan
galcóu ospaíiol, qne los
clIidado y csmero, y lo;:; bonitos
con mucho
ediiicios dol Arsenal
dosfilaba
<¡\lO
un antig'llo
Kingston,
jardín,
No sontÍ que so
11Hes ya otras
dos voces
do 40,000 almas, do lujosa vegeb-
PUOI'tO
quintas,
cllya limpieza,
buen gllsto y gm-
1:Ja¡¿!(
façon
hacon al hente de h suciedad) dcsg'l'OIïO y
de j.)¡¡ntÏJ.go ùe Clloa. No encontrando ell el vapOt'
COll quicn
sosL'll1CI' Ulla convorsación
cia tanto
,¡"
COJt.'a:óto
Ningún
p:.loblo do las antiguas
¡;omoj,.mte al ospauúl
cualidadoB
estamos
é idúlltic,n
más pulid'Js,
como
é
ilustraJa,
colonias de la Peuínsula
oj colùmùiano.
ùefoctos,
somos
decentc
Tenemos
con la excClpcióll
1lleno~ groseros
IIlO
es tan
lus misnllls
do quo
que nuestros
nosotros
padres
de allende 01 Atlilot;¡;o. Dúbeso osto, sin duda, Ù que en Colombia
la sangre espaüola esM menos mezclada con la indígena.
-U6ooopé durante al trayecto en leer L08 Âpó8loles de M. Renan.
Hs una obra llena de.errores y de contrasentidos, en los que ha
caído el docto presidente del Instituto de Frància, á caU')8 de
su empeño en eliminar lo sobrenatu.ral y milagroso d.e los Evangelios y Hechos A.postólicos. Además ~st8. escrita eon suma.
perfidia y maña.
El 23 de Noviembre, después de cuarenta y ocho horas
de mar.cha., en las que hicimos ciento cincuenta y seis leguas
marinas, anclamos en el solitario puerto de Santa Marta, cuya
hermosa. Sierra Nevada se ve~a veintiuna legua.s mal' adentro.
Los españoles del buque y de la tripulación no cesaron de
burlarse de nuestras primitivas canoas, ,do su remos en forma
de pa.la de horno y de la pvbrezade la. gente colombiana.. Al
llegar á. bordo el Oapitán de nuestro puerto acompañado de
una docena de curiosos, el conta.dor dijo:
ahí viene esa
canalla" y uno de los oficiales del vapor aúa.di6: "vienen á
que se les dé de beber como el otro día.." A estas irase8 insultantes siguieron lascarca.jadas y donaires de 108 demás.
'l'odo
Il
*
• No pude contener me y grité indignado al contador:
"Y~
DOle permito á usted que llame canallas á mis compatriotas." El
sobrecargo quedó sorpren1ido, pues hasta entonces se me había
tenido como peainsular. Esa misma tarde se tomaron la libertad
algullolI españoles de burlarse de Colombia ante el único colombiano
sentado entonces eD compañía de quince españoles ñ la mesa;
pero, traté de volv~ por el honor nAcional respondiéndoles : "Esos
hombr,es de cuyo atraso ustedes 8e burlan, sacaron á bala y bayoneta á SU8 compatriotas do Venezuela, Colombia, Ecuador Perú y
Bolivia." Más tarde se presentaron á bordo seseuta Y ocho aamarios,
pobres sf, pero de arrogante presencia y elevada estatura, los cuales
partían como pasajeros para ir al Istmo á trabajar en el 0anal, enganchados por un venetolano. El Capitán del vapor tuvo miedo de
que algo pudiese 8uoeder, dados 108 anteriores incidentes, y mand,ó
-
247 -
revela la pereza y ln. m nerto en Santa Marta;
no hab~a. allí
sino un sólo buque de vela que llegó junto con nosotros; no
había botes para el servicio fuera de salvajes y primitivas canoasj
no se vela movimiento
.Aduana
levantan
on tierra.
sns vistosas
de Casas baj:~s de teja.
SólJ la bonita
mole3 en medio
Mucna paz y trabajo
Catédral
y ln.
do un puñado
necesitamos
para
redímirnos dd tan grando atl'aSo.
El 24 salimos de Santa Marta il la una ùe la madrugada
y llegamos
á Sabanilla
á las ocho de la mañana,
después
de
haber recorrido
21 leguas marinas. Yo habla, PUC!!, andado
desde la capital de ~féxico 941 leguas colombianas, y aun me
faltaban para llegar á Bogotá 203. Las 941 fueron hechas en
dicz días y catorce horas, á razón de tres
hora, ó en quineo, inclusas las detenciones,
leguas y media por
y hs 203 oxigen en
Colombia doce días, sin contar los casos fortuitos. Bncontramos
en nuestro dosab!'igado y solitario puerto un vapor y dos buquos de vela. A. las dioz me trasbordé
al romolcatior
eon un enjambre
sueio,
de compatriotas,
"Padilla"
descalzos,
pobres,
ùemacrados y pálidos que venían do Colón on el vapor Francés.
g¡ almn se me cayó á los pics viendo el atraso, suciedad, poùreza y desorden del más frecuentado ¡merto do Colombia, (ont!'e
los que sirven para el comercio del interior).
A pesar de ser
el extremo del ::'I1agdalena, importantísirna
arteria que no
reconoce en la América otra. slIpe¡'ior fuera del Mississi pí, y no
que se los esculcoso antes de pisu la cubierta del vapor, y que no se
les permitiese guardar consigo ni un cortaplumas. Pocos dias ant'Rs,
el mayordomo me habla reforido las escenas que tuvieron lugar
en cierto vapor espaiíol, donde ocupaua él ese mislUo empleo,
cuando unos pasajeros vonezolanos, perUAnos y cubanos se insurreccionaron y, haciéndose dueñoa del buque, amarraron al Capitán
y á los oficialee.
obstante
presentar
tantas
248 -
ventajas
y prestar
*
tantos sorvicios;
Sabanilla. sólo es un puiíndo de C}¡07.flS 'l'aji~ns en dando la
miseria, la pereza y el más vergonzoso
clesg-miio reinan sin
rival. 'j'orné por S 0-65 un billete pal'a I'ocorrer con los lOG kilogramos de mi equipaje las ,1~leguas Je nuestro modestísimo
ferrocarril
que, no obstante, costó ~ 420,1)00, Eu l\Jéxico por
oSa misma suma y con mayores
recorrer
50
leguas.
Los
comodidades
nueve
huhiera
pasajeros
podido
do Pl'imcra y los
veinticinco do segunda llegamos, después do hora y media de
carrora, fi la ciudad do D1.rranquilla, ùonde se paró el tron tí.
las dos ùo la tarde. A nuestra vista, sólo destilaron en ese soli~
tario trayecto, completamente
p]¡1Il0, y en 01 quo no hay pnontes de llierro, ni túneles, ni obms de ingonier'Ífl, ciém'gfls y
bosques achaparrados que no dan buena idoa de nuestra üspléndida vcgetaci(,n.
gn Ihrranquilla
mitigaron
:¡lg()
ti la patri;¡, qucl'iJa tan ah'as:lda,
extensa
AJuan;¡,
los qnince
aserrar,
el abundante
vapol'cs
ancla!los
cosas que no haùla
la pena que sontía. al ver
h e~t¡':';0n ad ferrocarril,
b
conjllnt{, de material rotl:tnk,
en el río, y la llueva
f:ibrica. do
reguhl' pio, siet~
dejado en tan
. aÎloE y medio untes, c:Hl.ndo salí de Colombia Inra Chile, indig-
*
Los Únicos que
01 San
'>0 10 pudiMan
pro~ontar
como (;mulos 80n :
del Cflnld:í, el ¡'fisnri, Ohio y Arkan~as de los
IJorenzo
¡<;stado~ UnílllJs,
ZIlelll,
el Río
dol Brasil,
el Amamna~
Gmnllo
y el S;\n
et UruguflY
los prin,'ipalps
mientras
Miguel
en la Ihn,la
otros ,]omasíado
Granrle
ùe M6xico, el Orinoco
el Ucayali
de Bolivia,
OrienbL
que nuestro
el Beni,
el
en la Argentina
Y
1'<11'0,uingllllo
varios
y alv,u!los I'o(;orren
incomparable
l'erÚ,
,,1 Pilr:lná
y m'is pobll\ùOS E~tdd('s,
exc('nt.ricos
dal
de Vene-
de ostos recorren
son mero~ afluentes,
SO]CÙIlr1f>S
:Ma~dalena,
de 6upremo IIban,lon'l en que lo tienen nllostra
civile!! y politiel\) nos presta inmensos ser\'icios.
malsanas;
aun en el estaùo
pereza, guerras
nado call
ciudad,
ioteri.)r,
y los revolucionarios
la rovolución
no obstante
249 -
ser el emporio
qne el aiïo do 1872
$ 12.:.\55,5.'0,
principal
La
1876.
$ L8.514,l1G 6 importÓ
oxportó
(lej:mdo ou I¡ts aduanas
sumida on '\traso, (losgreîío y abandono
quilla, es hoy la
de
del comercio del
13 4.330,000,
Be halla
la.mentables.
Barran-
em en 1870, 187,L, 1876 y 1881, años en
qllO
qlle la habh visitado :-un~
gr<lTIllo aglomeración
do cabañas
pa.ii~a~ cn medio do UH océano de arena.-Por
sus calles sin
empetlr:lr so hundo UHO hasta el tobillo ·en 1:1 arena, aun on el
contl-o, donde las regulares
casas de rnaterial
de la gente
modad,), exigían otrHs CaSé!. No hayon ella, ni plazas
ciùas, 11Ï paseos frondosos y artifici:1Ies, ni estatuas,
aco·
embelleni alum-
brado de gas, ni teatros, ni establccimientofl pÚblicos de alguna
importancia;
nalla, en fin, de la quo constituye el orgullo y
gala ùe ciud:tde'3 menos importantes
fias y pobres)
lUellOS
pobladas,
de repúblicas
ricas y bendecidas
inteligentes,
por la Providoncia;
(lero, la. holgazanería
la manía politiquora
do mnchos y las incosantos
hijas do la ambición
do Cl~atro bribones,
arrastrando
la cadena
retaguardia,
sumergidos
mal' de postilente
ticos yallalides.
dol prosidario,
más peque-
do la mayor parte,
guerras civiles,
que deberían
nos tionon
on la miseria y medio ahogados
ciono acumulado
andar
á
relegados
en un
en Colombia por los polí-
Nadie puede apreciar mejor y con más acierto el progreso
Ó l'etroce~;o de la patria que el rocien llegado, tras de algunos
aÍÏos de
marcha
ausencia
empleados
constantemente
en estudiar
la
du otros países y la prensa del propio. ¿ Qué progresos
ha hecho Colombia
on los seis y medio de mi ausencia?
Ningunos,_ antos ha rotl'Ocedido, y mucho. Postrada,
corrompida,
anarqui7.ada
con la ostúpida
revolución
de
1876 que lo
costó algo más de diez
millones de posos1o.que dejó
en el campo de batalla
10,700
colombianos,
tendidos
que la deshonr6
32
- ;150 . ell el œte~r, qua produjo unenjambe de viudas desvalidas y
d~.b.oo~n€)8 ~bondonadœ, qUA/) perdió á multitud de ciudadanos
a.ntes ~nrados y laboriosos, a.diestrá.ndolos €n la perdición, hol8Uln~e¡-í"yvicios, en ln.esooeladel libertinaje de los campamento~, d$l d~dtllJil, inhereut.es átoda lucha civil. Con esa guerra
Ooloqlpia vió delJ~Jer BIlS exportacioooR, de.$ 14.477,897 en
18756.$. JO.787,67). all 1879 i vió a.umentar su deuda interior
yex~jor, de $ 15.095,945 en 1873 Ii $ 22.2l5,718 en 1882; vió
di8ll1in~ír los niños de BUSeBQllel~8, de 83,626 en 1874 á 71,172
e~ 1880 y bajar los est~bl~imientos de educación I>6pular, en
lamiama época, de 1885 á 1,262 ; vió, por último, aumentarse el
crime~en pro~rciones
alarmantes.
De 21 reos p<>rhomicidio,
16 po~.h~~daay 80.por. ~bQ q@ 1~~Pallite~cia.rj~dIBogotá
encerl'tlbaen 1~76, se contaron en 1882, 81 por homicîdio, 114
pol' h13ri4as y 18.9 po-r l'POO; de 1,180 crimina.les y 73 homicidipa que tuvo GlludiBlHUarell an 1875, este Estado, víctima
pJ;'íncjp~.I de aqu.ella. re-YQlooióu,eJert esas cifras, en 1881,
Ii 1,549 critninales y 117, JwlDic~
'Tángaae presente lo oonfe~d,o por l~ mismas a.~toridp.~ que el cinef,tenta por ciento
de l08 T130S .queda~fuera de la a.ceiWt.de la léy. Nada diré de la
eno~.q¡e,po~reaa ca.w;ad¡¡ por. d.ic'l1~revolución, ni del acrecentami.e~p enOlj~e de la."I ~Sllil ~ jupgo, (53 en 6OlQ"trea meses)
ni del número inmenso de hijos naturales, (490 en cada 1,O()Q
na.c.i~Wp~), ni de la e~t02,lJ.. proP%J~i9n del libertinaje,
qe l~.mala f~J de la.s traJIl~B y fraudes, pues ca.rezco de datos
exa~
¿ Q/lién~ SOnIOSrelippn.911b1es a.nte la. Patria., la HiBtOf~f.-~l Tri~n!\l ine:¡¡:ora.~ll! ~¡ Jue~ S¡¡pr~<> de tamaiios
male¡¡y <4lsiraciQ.8? .El p~ñ~dl:l
politiq~~o8 y de adalides,
ho~~
s~n f~ sin houPJ\ aàz¡.,J'ergiienilllo y sin a.mor patrio,
h~)tu,p'~es~fa. ijJDl>ipj6J:b,04I!1"~~ MquietÇl, envidioBo, ilOberbw
y lJ"».~j.ci.Osp hAonh~Il.Q~
Col~
uncau¡píL d~ Agrama.noo,
una ,c1IlE)va.de RoIBndq" 'lffl4~de
~;"oq,
-2&1--
OONOTJU8IÓN.
Salí de Barmnqllilla el 25 do Noviembro Ii las llueve de la
maiian¡¡.on el vapor" Bismark," donde paguÓ $ 50 hasta Honda,
incluso el precio del camarote, Iba 1. rocorrer 117 leguas de
un río turbio, como el Tigris, el Oxus, el Indo y el Mississipí,
yen medio de tupidas selvas; iba á visitar de paso media
docena do pajizos pueblos, muchos caseríos yuumorosos lCliateos;
(sitios donde el vapol' se proveo de leña para la hornilla) iba á
extasiarme ante esa salvaje vegetación tropical, tan nociva para
Ju.salud del hombro eu uu clima do 28 y 30 gl'ados ccntígrados ;
iba lL pasar en revista los esbeltos cocoteros, los pintados y
parleras loros, Jas atronadol'os manas ahulladores y los mostruosos caimanes que pueblan las cncantadoras y feraces orillas
del Magdalena. Pocos ríos hay en 01 mundo que reunan tantas
ventajas como osta arteria; pues sirve, cual oka Danubio, al
comercio de casi todos los :Mstados de la República y es surcado por 24 vaporcs en 224 leguas do las 340 que mide su
curso . .A. la salida perdimos modia hora en estl'echo cauo
que podría evitarse con I1U canal do 80 metros. El río estaba
crecido, marchábamos Call 100 libras de vapor y la rueda trasera levantaba torbellinos do espumosas y amarillontas aguas,
Después de pasar durante el día doce caseríos, tocamos en Calamar á las siete de la nacho, Esta aldea, tan importante por
hallarse á la boca del Dique que conùuce á Cartagena distante
24 leguas, a.ponas cuenta, en un puuaùo de chozas, 1,\:l85almas,
so halla á21 leguas dol mar y á 181 de Bogotá,
Pasadas durante la noche 19 rancherías, comenzamos á
descubrir las primoras bal'rancas y colinas, antes de entrar al
río Cauca por la Boca de Tacaloa, Esta confluencia, qge so
pierde en un océano de selvas impenetrables, se halla-58 leguas
distante del mar y 55 de Barra.nquilla.. Dos horas m¡{sta.rde,
-
2£)2 -
nos amarramos frente de Magangué á las tres de la tarde del 26
andába.mos nueve kilómetros por hora, ~ decir, lo que hace un
caballo, al paso largo. Esta población una de las mús importantes de la costa, tiene algunas casas de material (cal y canto)
entre muchas otras de palmas, pequeña iglesia y 3"t60 almas.
Dista 141leguas de Bogotá y está solos 55 metros sobre el
nivel del mar. El 27 llegamos al Banco, cerca de las ocho de
la mañana. Este, el más ventajoso punto militar de todo el río,
cuenta 1,965 almas, algunas casitas y una iglesia que corona
un pelado cerro; dista de Honda. 109 leguas, del mar O y
está á la desembocadura del Cesar. Antes del Banco vimos
aparecer, á. la derecha y más allá de la selva, la primera cadena
de montes que se divisa al subir el M~dale?a;
era la Cordillera central que separa ese río, del Oauea. .A.las ocho de la
noche del.mismo 27 tocamos en Puerto NacioD31,dospués de
haber pasado al frente de cuatro caseríos. El pueblo, que está
fôrmado de miserables chozas como to~ las de la costa, dista
una. legua de la orilla del río, 12 de Ocaña, III de Bogotá y
se halla á. 130 metros sobre el nivel del mar; su población
apenas llega á 1,362 almas. Dos leguas más arriba anclamos
en Bodega Central, con el objeto de pasar la noche; pues de
ahí adelante el Magdalena, como el Indo, no puede na vegarse
sino de dia, á causa de los bancos de arena y de los árboles que
arrastra la corriente.
A las dos de la madrugada zarpamos. Durante (Jste dla
desfilaao al frente de la desembocadura del Lebrija, mitad
de la na.vega.ci6nentre Barranquilla y Caracolí, y del Cimitarra,
límite del Estado de .A.ntioquia. Diez casedos y varios pequeños afluentes se fueron presentando por una. y otra banda..
Todo el trayecto desde Tacaloa hasta. la. raya de Santander,
que mide 50 leguas, eBun laberinto continua.do de caM8,
(brazuelos) islas y rios perdidos en la. inmensidá.d de la selva.
virgen.
À la caída. do la tarde
2 leguas antes de Puerto
sada por lOB mosquitos
bordo,
258 -
* continuamOB
del.28 anclamos
Wilches.
en
medio río,
Tras una mala noche) caude los túros que iban á.
y el bramiùo
el viaje al rayar del día 29 do Noviembre.
En Puerto Wilchos, situado 89 leguas de Bogotá, examiné
cuidadosamcnto
los tres kilómetroB de ferrocarril construídoa
allí on dos aiios y quo han costado, inclusos, el material) exploración y trazado :$ 358,303. ¡Triste comienzo del que llegará,
Dios sabo cuando,
á Bucaramanga,
distante
13 leguas!
Vi
allí dos ó kes casas, una locomotora y siete plataformas.
Mús
adelante, pasamos sucesivamente
por las bocas del Sogamoso,
dol Oolorado y del Opón, río, esto
mUl'cado el rumbo que
para
siguieron
llegar á las altiplanicies
último,
c6lebre
por haber
los conquista~ores
españoles
del Zaque y del Zipa.
Ese día
nos ama~'ramos cerca de la desembocadura
del Oarare, y salímos
el siguiente 30 con rumbo Il. Puerto Berrío. Lu6go principiamos á notar altas barrancaB
rojizas,
por el lado do Santandor)
pues hasta esos parajes el Magdalena
so desliza) por la general,
entro riberas bajas, deleznables y bordeadas de tupidos bosquo~. Hechos varios sondeos, porque ya comenzaban los bancos
movodizos que dificultan
caseríos)
leguas
la navegación
tocamos al anochecer
de
del río, y vistos algunos
en Puerto
Bogotá y á 40 de Medellín.
Barría) situa.do á. 58
En
este
sitio)
antes
desim·to, la empresa del forrocarril ha creado un bonito hotel de
madera, notable grupo de casas, molino, hospital, ostación con
no pocos
carros,
enrielado
hasta Zabaletas
wagones y locomotoras,
8 leguas
do camino
y nueve de banqueo) principio
de las
"" En general se tratan con ml10ha crueldad á los pobres animales que navegan en los vapOtes dellMagdalena. Además en nuestto
" Bismark" el despotismo del oapitán, 109 malos alimentos y la
pésima aervidumbre noshao~n recordar el.malhadado Il Esperanza."
40
qtlél
,medirá- cón nn COsto de ,&.309,MO'.
Désde el último
pt1t1to Sé' púeda hoy ~ontinua:r el mj& á MedeŒn, haciendo
tres jornadas en tunla, de t)¡7 y 8legoos,bà.8táo
Barbosa y de
allí ôtl1Ml 8 por camino carNtero.Oómpárense
los nueve años,
que se' him empleooo en tendér esas 8 leguas de rÎ'~leg, COn loa
dos· que· México ha gastado en constl'lÚr 800 I
A las seis de la rna~atia d~119 de 'Dicié'mbre
continuamos
la Bùbida. Desdo el Op6n 108 bosqlles se ~a.n haciendo más
tupidos y majestuosos.
Ocho leguas at'riba de Puerto Berrío
entramos
en la angostura.
de :HiU'e, donde el caudaloso
Mag-
dalena se encajona entre peñas de creta y guijarros, coronadas
eón elevados árboles, reduciéndose á. solos 250 metros de anchura.. Gastamô8 och.(} ti!inúWs an~rret
1~I,200
metros
medidos pGr esa angosttitll, que t'èefi~a èlcélebte
Pon'go de
Ma.nserièhe en el Ama~oll&8. A la núa llegamos á la boca del
Nare, situada
2 legua:s
m'tÚ!
adeb,nte,
arriba. para. dejar en Ialitas la. carg'a.
para. Medellín.
A, las CiIldO
y nos dirigimos C'Orriento
el
Bismark"
traía
qtt'El'
f"
bajamEi8 desandando
la legua ql1e
h&biatJllos remontado ~l NàTe, pNta atn~nos
en là.triste
ranchería que se leVMlta. en la Mtúl~a..
Bila s610 dI1enta
427 habitantes,
dista. de Bogotá 431eglJaey se halla 162 metros sobre el nivel dél mal'. Al,a~dêI2
de Diciembrenllestro vapor se PU80 en muvimientopo'r
entl".el barranoas a.1'01110/3a8, coronadas de eapeoos. árboles,- las cl1a~s van encajonando cada. vez más el caUOé del rio que tanto se derrama. y tan
num~rosa.8islas forma desde Barranquilla hasta Buenavista. es
decir, en un trayecto
de 1621egllas.
A.l~;o1We
comenzamos
Ii
las serranías de Bogotá. À las dos pasamos frente á
Puerto Niño~Este sitio piD:tolteIJœ,plleBto aliado, de ele'tado
peíi6n· cuyo pie: lám&el'llÍo Y' ~yœ f1.ll.neos ádotna.n héiDi080S
árboles, -dista, de- Bogoi&-34- leg~ 1- eS elé)ttr"etno' donde'- ter.
mintW.él'noo~o· Clart1i~-dé !tre~J'(jtt~·sl'l
estâ'ib~
divisar
-.2:,56 para unir oon el Magdalena
la. capital de Boyacil., distante
30
leguas hacia el levante.
Pasadas
entro
las desembocaduras
Antioquia
debería
y el Tolima,
del Río
de la Miel, límite
del Rlo Negro,
tEll'minar, si hubiúramos
punto donùe
tenido j .lÍcio y patriotismo,
la
carrEltera de Bogotá al Magdalena,
trazada ahora 36 años por
MI'. Poncet, amarramos
en Cauta-Gallo,
oerca de la oraci6n.
El siguiente
salímos á las seis de la mañana.
3 de Diciembre,
El río se iba encajonando
"metros de altura.
ontre verdes
A las diez
tocamos
leguns de Bogotá y 10 de CaracoK
La Doraùa,
separadas
de Honda
Guarinó Ii las cinco do Ja tarde.
corros,
de 500 Il 700
on Conejo,
distante
T.Juégo pasando
y 7 leguas,
32
Yeguas
anclamos
y
en
Llegó, por último, el 4 de Di-
ciemhre, día en que debíamos pasar Jos cho?"l'oS y tocar el término ùo la navegación, después do lllHWO dlas que de bajada se
reducen
á la mitad.
A las seis sallmos
casi con todo el vapor
que podía hacor la caldera, y á las siete ya habíamos
pasado
feli:>:mentc, merced á la pericia del capitán, 108 tres formidables
rápidos de Guarin6, Mesuno y Pretel, donde algunos vapores
se lmIl perdido.
En todo ese trayecto de 2 leguas el paisaje
ya no presenta In. monotonía do la>; orillas ba.jas y anegadizas de la parte inforior. Por todas partos
se ven colinas verde
esmeralda, y á. ]0 lejos so dibujan las cimas do am1Jas cordilleras. 1,:1 mañana habla sido refrescada con el tropical aguacero
quo en la nacho anterior
se descargó
sobre el río acompañado
do reliímpagos no interrumpidos
y de formidables
truenos. A
las siete y media atracamos en Caracolí, é inmediatamente
tomé
el tren quo sa.ll:t para llonda,
dist<lntc media !agua. Quodé
ngradabiemento
improsionado do los trabnjos y mate/-ial rodnnte
do esto ferrocarril
q Ile so princi rió haco dos aiías y medio;
mido hoy 2 leguas y medirá 7 quo costa¡·iÍ.n ~ 37D,146.
El 5 pasé á. Bodega do Bogotá. y recorrl hasta
T~aGifuen-
-266 tes en hermoso wagon, muy deteriorado porIa. incuria, los 4
kilómetros hoy construí dos del muy a.ntiguo y asendereado ferrocarril de Mr. Brown. Lllégo, triste y humillado emprendí la
marcha Ii Guaduas en lerda. y resabil1da mula, para ir á descansar tres días en esa bonita población, más muerto que vivo.
El 9 llflgué al hotel de VilIeta, muy inferior en comodidades
y maritornes tÍ la venta de D. Quijote. Villeta, adllar más bien
que pueblo de la rica 6 ilustrada Colombia, me afligió, al ver
tantos hombres ociosos parados on las osq uinas mientras que
las casas, medio al'l'uiaadas, se estaban cayendo. El 11 llegué
nI hotel Cauca, donde tuvo uu cómodo alojamiento. El 12 mo
complací al notar algún progreso en .A.guularga y Facatativá.
A las sieto de la noche llegué á Bogotá, después do seis aíios,
siete meses de ausencia y de un viaje de 1,064 leguas, contad~s
desde Veracrnz, quo ùuró 35 días y me costó $ 357.
Bogotá, Agosto 20 de 1885.
INDICE ANALlTICO.
Pág.
TNTHODl:CCIÓN-IJey
del Congreso de 1880 eu bvor dol autol,"ObligacioIlc,; quo le impone-Modo de cumplir estasExcusas accrel~dcllenguaje fl'D.lleo-La asignación del
Cungreso fué una devolución disimulada ..•........•.....
2
CA.RTA J .'---J1fé,,·ico,
ORnc¡,o 1." de 1883-Triste descngaño para
01 eolombi:1lloresidente en el extranjero cs la lectum de
SUH pel'ió,licoR - Aprcciación de un mexicano sobro uuoska prcnsa, y reflexionos-Qué se debería hacer con los
p'Jli{i!Jl~r,.,.us-Oportul1idadde un Quijoto pol1tico para
dcsprcstigiarlos-Apreeiaciones
de L'Economiste Jranfal:~-Su aplicación ti Colombia-Carta. de uno. Hermana de lu. Caridad dc Popayán reproducida por La
Voz rIe .Mb!Ù:o-Rcflexiones ..............•.........
9
CAUTA :2."-C¡umaju.nto,
Enero 30 (le 1883--·Salida de México
y cHtl1cióndel ferrocanil-IJa
empresa dol camino de
hierro centl';),I-Siniestros-lugenioría
dol trazado"';
San Juan del Río, SllB templos, casas y vida-Efectos
del nuevo ferrocl\rl'il y BU comodidad comparada con
la de nuest.z'o !!istema de locomoción-Lo qUEl pudiéraIIlUS
haccr cn Colombia- Ventajas do nuostra altiplanicie sobre b do México-Querétaro, el Corro do las
Campanas y 1[aximiliano-Conducta de lOB conservadores par;),con el Emperador, el Arzobispo de México
y el Nuncio del Papa-Celaya
y su descripción-Poblaciones cncontradas al paso-Llegada á Guanajuato. 19
CAJ:TA
;).'Guana,jlwlo, Fc7n'ero 28 (7.e 1883-Chile
y Las
NI)"e(l,~des
do Nueva York-Lo quo deberla tener presente Chile-Ref:lexiones-Situación
de Guanajuato¡{¡unal do la vín. ff;rrea de Silao :i Guanajuato-La
Presa-Funuación
de la ciuda.d y su historia-Las
minas, su riqueza é historia ..Topografía de Guana.
juato.- Sus calles y edifîcios- El Cura señor Amózquita
r HilS obras dc zclo-Ejemplo que deberíamos imitar
para hacer la g'uerra alliboralismo-Holgazaues
y politiqueros -- Esperanzas
·
:.h •.•.•.•..••• 33
a3
-
258 -
Pl1g.
CARTA4."-Silao, Marzo 9 de 1883-Mi enfermedad del peoho
y sus causlloS- Mal clima-Fórmulas
de un brasílero
para ca.racterizar algunos países de América-Esta.do
de los trabajos felTocarrileros en México-TemoresSilao, BU posición y topografía-Templos, ca.Uesy casas
-Temperatura
[clim.~Tra.ies
y bebidas-El
Ilustrlsima Soyano ye clero-Orientales explotadores-Usos
y costumbres-Comestibles
y fl'utas-El
pueblo y sus
profesiones-Nuestras
ventajas-La
María de Jorge
Isaacs y nuestros escritores en México-Telegramas
disparata.dos '"
,
, '"
CARTA5.R-Guanaj~tato, Marzo 23 r1J 1883-Como se viaja. en
Méxioo y en Colombia-Tenemos
m'a elementos que
México - Piedrahlta y nuestras nquezas-Temol'esFilípica oontra los politiqueros-EstadiBtica
de México
---,.Explotación de metales-Estadística
de Guana.luato
é indios-Cotejo
con Bogotá-Los
raizales y el Hu.
milladero-Las
barbaridades cometidas en el templo
de 10.8 jesuitas-Iglesias
do la oiudad-Detalles
del
trayecto de Silao â la Pras8-Edificiml del GobiernoLos mesones y 108 fisgones-O()8wmbres,
CARTA6.",-(hama,juato, Abril 1,0 de 1883-Minas de Gua.na..
juata-Haciendas
de beneficio-Modo de explot~l' 16s
minas-Procedimientos
de las haciendas - Molinos, tor.
tas, ingredientes, amalgama-Capellinas,
repa.sos y
a.nast.rea-Lo qne pudiéramos hacer nesotroa-Consejos-Denda,
templos y esta.bleeimientos d& ca.ridadEl E61ia.dode Guanajuato eD parangón CODlos prineicips.les de la Repnblica-Instrnooi6D
primaria-Topografla y pobladorell-Usol yeostumbros-BI
pueblo y
sua divol'8&Sclases-Loa informesseeretoa do'D. Jorge
Ju.o.n.-.-UnErailla pa~ celëbraT laa proezas de la conquista de nnestro pais
,
,
CARTA7.".....•Gu(Lnajuato,
.A.7J'I'il 26 de 1883-Co~jo
ontro laB
lfIl~raa de DuestrQ siglo y las del siglo XIII-Exceso
de ésta8 sobre aq~nas-Las
guerras civiles en Améxica.-..Oolombia. Ile Heva la palma-Difereucia
de l~
civilización-Asimilación de las ide~8 onatia.nas-Sociad&des secretas del siglo XIX y aeot&s del siglo XIII
---':Viaje del General Porn¡oioDiu' lœ Esiados Uni.
dos-l'JI Mensaje del Presidente Gonzáiez-Epopeya
de los fOYl'OoarrileRmexicanos-Datos
geogrificosTolégt'afos - Tormento-Sooiedad
de mil!lema.-Rentas
-Ba.IlM Hipotecario Obras en Ohapultepeo-Eseuelu
do tiro y E!\eMIMl navaJes-Servioio
de torpedosCotejo entre el MenBl\ja me-xil}$DO y lOB colombianosLa qne hariamoB .a.plica.ndo bUm ~
~
46
55
66
,
-
259 Pág.
Telegramas de Colombia-Cul\n poco nos conocon y
est.iman-Correos J' noticias-Exposiciones agrícolas ê
industrialos -Sangrías á nuostro Tesoro-Ingresos de
alglllll's l{epÚblíc<1R
, 78
CARTA
8.n-Eefm, M(~yo8 de 1883 -Topografía. de la ciudad y
su red férrea-Estadística
do Loón y Gl1anajuatoPropiedad míz y c()ntribuciones-J~nfermedades y crímenos-Atraso intoloctnal-Auditol'io on los templosImpuestos aduaneros-Colombia os lo.Nación que tiene
menos impuestos-Egoísmo
sibarita-Nos
ql1ednmos
á retaguardia-Lo
que debomos hacer-El
viaje do
Guanajuato á I.Jeón-Habitantos de las pl"iucipales ciudados del Estado--Escasez de agua y enfermedades
predomina.ntes en la altiplanicie-Templos,
calles, plazas y odificios públicos-Industria-El
Ilustrísimo señor
Barón y el CIOl'o-Costumbres de León-Bi8lU!trk y :México-m General Portit-io Díl\z-IJey sobre pantalones
-Los yankeos y el Pen'oC1'1'il 001lI(al
D2
C.UtTA<J."-Gnanajttato,
Mayo IR de 188:l-Paise¡; que he vi.
sit·ado y lugares recorridos en los Últimos sciE! añosPcriódicos oxtl-anjeros eu que ho colaborado - Número
do sermones qlle he PI'Odieado-Darrus, CaUslletto,
M:oignoy Sehoubc-Ciudades
de In altiplanicie y SUH
materiales, altura y municipalida.des-Embellecimiento
y policía-Lépel'os,
indíos y pelados, su situación, vostido, alimento y habitaciún-JJenjuoto y provincialis.
mas-Vientos, l:t'hones, Sl\lvajes y langosta-Ignorancia sobro nuostro pals y colombianos residentos en México-Cotudos, cm'atosos, cretinos, etc,-EI
idionH~
:.zteca-:M:ereadoR y casus-Uuinas antiguas d~ México
y del Perú-Superioridad
do cstas sobre aquéllasHoja arrancada de un diario do viaje
103
CART,\1O."-G1Hmajuafo,
Jm¡,iu 14 de. I883--Modo como se
verificó la emigración del Antiguo 111:
undo hacit\ el
Nuevo-Origen de los indígenas de América-La corriente do las Aleutineg y la de la Ocianía- G'!lOI>, costumbros y lengUl' de los indios de América y do lag
:\Iongoles-EI caBO de .Toso Hico de Yokohama.-m
Hedaetor de La Om'Ùlad y cI León XIII-DobcrlJs del
e1ero en las excítadones politicas-N uestros canjes
literarios con México-Ignorancia qne se tieno de nuestros paises-Absorcióu de los españoles-Sus periódi.
cos, libroB y noticiafl-Lu María de JOI'ge lsaacsCompañia para. explotar minas-Ferl'ooarril de Jalisco
-Ferrocll,rril de buques de Tehuantepec-El Central
00
••••
00
•••••••
- '260 Pág.
Y el nuevo ferroCllorril de Zihnatanejo-Inauguración
de los de Morelia y de Celaya",-Reflexiones-Lo que
fué Méxioo y lo que es
, .. 114
CARTAll.a-Guanajuato,
Julio 19 de 1883-Ji'alta de noticias
de Colombia-;-N uestro a.trazo a.llado del progreso de
otms Repúbhcas-Los èalteadorea en México-Esccnas
conmovedoras de una diligenoia asaltada por los bandidos en 1851
126
CARTA12.a-Mézico, Julio 31 de 188~-Regreso á la capitalDaños hechos en el ferrocarril por las lluvias-11odo
de viajar en Méxioo y Colombia-Desventajas
de la.
altiplanicie mexicana-Revista
del camino-El Gonservador do Bogotá. en México-El
Centenario de Bolívar
y los diarios de esta capital-Grandes progresos hechos
por esta. ciudad en los seis meses do mi ausencia L'Echo
d~b Meziq1W, Th'3 Two .Republics y The Bn)wns-villc
OOsmt1poUtan-Las nuevas minas de la baja California
y las de Colombia- Acuñaoión àntigua y moderna
de México-Metales 'exportados - Objeciones de El
Oonservador de Bogotá y respuesta-Confesiones inconscientes-Carbón del Cerrejón-Entmdas
federales do
México-Asesinatos
en Colombia y México-Mis prédicas y sus resuItados--Telegramas
de L(t PlttrÍ<l y
nuestras noticias fiambres -- The 1~zcas ShifftingsLa pobla.ción de México-Datos
sobre la vil~ férrea de
Vemcrnz--Instrucción pública
138
CARTA13.a-Gozcatlan, Agosto 30 de 1883-Los médicos y 01
clima de Coxcatlan-Modo de viajar en México-Salida
de la capital por la Hnea española-El
f('rrocal'ril inglés y el mexicano-Viaje ti Pachuca y sus accidentes
-Costumbres--Descripcióu
de la capital de Hidalgo
y sus minas-Regreso á Irolo-Apizaco y llU progreso
-El ramal de Puebla por Tlaxoala.-Ferrocarril
de San
Ma.rcos y stts obms-Amozoe y los indios-El Pinar y
prel?pectivas-Cambio de trenes en San :Marcos-Esperanza-Tranvía
de Tehuacan y BUS estaciones-Hacienda. de el Carncro-U 80S mexicanos y El Diario del
Hogar-Los mesones do México-Tehuacan,
la ciudad
y sus moradores-Viaje
en coche á Coxcatlan-El
camino y SUll pueblos-El
ingenio de Calípam-EI
pueblo de Coxcatlan y sus gentes-Tata
Lupe y la tía
Marcela.-Litoras-Llt
Patria y sus telegramas
154
CÁRTA14.a-Orizaba,
Septiembre 30 IÙ 1883- Viaje de Cox.
catIllonti. Tehuacan y á Esperanza.-EI forrocarril inglés
y sus obras de ingeniería, sus abismos y perspectivasoo.
o ••••••••••••
-
261 -
Pâg.
Llcgada á Orizaba y progresos de su estación-Las
tranvías-Otra
vez La Patria-La ciudad de Orizaba,
templos, calles, paseos y fábricas-Los
ingenios y tra·
piches-Ciudades
de Colombia en pal'angón con la de
Ol'izaba-La Monja-Alférez y la Mulata do CórdobaLos cdificios de cal y canto do TIogotá-CalumniasHcligióu y progreso-Pretensiones
absurdas-Rasgos
históricos y los curss insurgcntes-La fiesta de la. :inùepcudcncia-La
Patria y su opinión-Datos oficiales
sobro el estado actual dc lOBferrocarriles mexicanosGarcía cubas, su geografía y sus inexatitudes
lôg
CARTAl5.n-Orimùa,
Octttùre 10 de l883-La
Quiqucndonia
oxi.hidrogonadr. do Julio Verne y Colombia.-m Gencl'al Porfirio lhaz, cI Arzobispo Labastida. y sus paisanos-Las quejas de El Conservador-El Centenario do
Iturbide-Losliberales
y loscuras-Orizaba,
su clima,
exposición, tcmplos y conventos-El valle do Orizaba
y el del Cauca-ConsejoB- Los :indiosy el Abate Dornencq-La Pahia-Mejoras
183
CARTAlG."-O~·i~aba, Oct'uù~'(l30 de l883-ProgreBOs dc :Mû.
xico-Et Monitor-Los discursos sobre la indepcndon.
cio. y los españolos-Lo, Voz de Méœico-gl ingenio y
la empresa de la tranvía-Tranvía. do Chllopinoroy sus
ventajas-Las tranvía.s de :Méxieo-El Monitot, La Pah'il~ y El N acionnl-:Mi
enfermedad, sus remedios
y regreso á Colorobia-Bl Presidento Porfirio Díaz y
::lU hoja de servioios-El
ferrocarril central-LOB inge.
gonios de Orizaba. y su maquinaria-El
1Ifonitor y las
plagas de Móxieo-Saltoadorcs y carácter nacionalLOlSobservatorios
197
CARTAI7.11-Jalapn, Odnb1'831 de l883-Jalapa. y el General
Santa Ana-Do Orizaba á Vcracruz-Pueblos, perspectiva y obras do arte del forrocarril-Córdoba y estaciones do In. vÍ3- V eracruz- Viajo á Jalapa-El ferrocarril y la tranvía-Estaciones y obras de ingeniería.
--Lo. antigua canotora y la tranvía-Los bosques y 01
eulti vo-Cerro Gordo y la dorrota dol Goneral Santa
Aua por el norte-amoricano Peterson-EI
Bucero y
Santa Ana-Llogada ó. Jalapa y la ovación de un poli.
l;iqucro-La ciudad y sus templos, ca.lles, casas y pa!lOOS-SOasomeja á Tunja-Su gente y la de Oriza.baProductos, usos y lJostumbres-El protestantismo y lOB
libemleR-Condueta do los yanckees-Datos
estadísti.
cos on parangón--lleredia y nuestro oro-Ferrocarriles
CD pal'angón-}Iis
excursiones y trabajos en México-
CA.&l'A
CA.RTA
P6g.
Mis revistas, su móVit.•.•.Sa.ma Ana. y delliás prohombres jala.peños-- Viaje en traTína l't Coatepec-- El ca.mino y la prespectiva-Las
poblácion y sus l'asgos
cal'ooterfsticos--Carácter de)OI1 mexicanml en relaeión
con el do los de otras RepiibUéas
210
18.a-Habana, NO'Viembfe 15 d6 18a3-,-Salida de Vera.
crnz y extol'ciones españolas-El Sat'rÚ8tegui-EI tiem.
po- V eracrnz, &us edificios y cn.stillo-'-Horrible asesinato de nn cura--Ley juga y artieulo 23 contra los
exttanjeros--La Misa. á bordo"'-'Llegada â la Ra.banaEl puerto, vapores, vida y perspectiv8-,-Trasbordo al
Esperanza-Mal
servicio-Robos y zocalÏños-Incomo.
dida.des-Do~embarco en la HabaÎlà--,-,Visîta de la ciudad-La. pa.rte nueva-Las plazas y pascos-'-Las gentes y el movimiento-Calles
do ta. atitigua ciudad-El
crcollo-El comercio, billetes y oro--Hoteles-Posesio.
nes españolas é ingle-Ms "'-Rentas', gastos, exportación é
importación de Cuba ..•.•..
TeIé'g'I'idós y fetrocarrilesParangón con lall Repúblicas hispano-americanas-Quijotada de un español .......•
Diarios-- Hotel Cabrera -La
ClJoted1"81
y el scpulcro de Colón--La plaza de ArmasEl palacio de Gobierno y plaza de Tacón-Un
portugués-Los
templos ..•.•
Los paseoll del Vedado y de Charre1"8"'-'Huelga de carniceros i noticias de ColombiaLinea.s de vapores españoles-Establecimientos
do la.
Habana··Calor y vómito negro--Sociedad y costumbres. 224
19."-Bm·ranq'uilla, Noviembre 24 de 188.3---El Ferrocarril del Oeste y sn 6sta.ci6n--"Los wagones"'-'Atarés--El
paioaje y el cultivo-Estaciones---Santiago
y lOBplan.
tíos de tabaco·.Artemi¡¡a· y Paso Rca.l· .•Procedimiento
para. beneficiar el ta.baco.•Mejores tabacos y terrenos
más á propósito ••Ferrocarrilqs dé Cnba y vapores costaneros ••Las línea.s actu'ahn'ènte en explotación y su longitud--Salida de la. Habana-·Los canales y cayos-.BaraCOay 8US exportaciones--Vapores y distancias--Cabo
:M:aizi--Entrada al puerto de Santia.go--La enscnada y
sus contornos ••El Morro y el ferrocarril de Cobre-Casas de campo-- Vis&8 de la ciudad y de los vapores-La Sanidad 'l el Capitán del puerto ••Desgreño do la
cindad--La Metropolitana y la plaza de Armas-·Las
calloso-Santiago, Veracruz y Panamú.•.•Desgrcño de las
colonia.s espa.ñolas-.Casl\s y ptazas-.Policía. y habitantes-.Coches y almacenes--EI papiamento .• Edificios pú.
blieos•.·FerrocarrH--Tres vil;pores-•.•NlleBtro vapor, servidumbre ., pasajeros--Llegi¡t\a á Xi'.l1geto'n y la. Cua..
-
263 -
Pág
rentona ••Percances--Salida de Kingston--LoB Ap6stoles
de M. ReDlm--Llegada á Santa Marta y burlas de 108
espa.ñoles--Dcfensa--Aspecto del puerto y ciudad-.Llegada â Sabanilla, aspecto é impresionos--El ferrocarril
y sus condicioncs--PrimeI'a. vista. de Barranquilla--La
ciudad, su aspccto y adelanto s·- Ventajas del MagdaIcna--Atraso y falta. de comodidades--Ma.loB de la guerra do 1876
235
CONCI,IISIÓ:i - Salida de BaI'ranquilla-.Aspecto
del río--Cala·
mar-o Tacaloa--Magangué--El Banco--Puerto Na.cionalEl César, el Lebrija y el Cimitarra·.Laberinto de caños.
Puerto 'Nilehel!--Los toros--Los rfos Sogamoso, Colo·
radu, Opón y Ca.mre--Puerto Berrío y el camino do
hieri'o tí Medellín--La ang0stura--Nare é Islitas--Las
tlriHas del Magdalena--Puerto Niño--Ríos Lu :Miel y
~egro ••Conejo--Los Oho1'?'o~--Llcgaùaá CnracoH y el
ferrocarril á Honda--Paso del río y cI ferrocarril BrownLa mula--Guaduas-- Villcta y los zánganos-.Hotel CaucaAgnalarga y Facatativá--Llegada fi Bogotá
251
·.oo
•••••••••
FIN.
oo
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