poder judicial del estado supremo tribunal de justicia cuarta sala

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PODER JUDICIAL DEL ESTADO
SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA
CUARTA SALA
SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO
NÚMERO DE TOCA
FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA
563-2014
8 ocho de julio de 2015 dos mil quince
TOCA NO. 563-14
APELANTES:
ELIMINADO, ELIMINADO, ELIMINADO Y ELIMINADO
DE APELLIDOS ELIMINADO
MAGISTRADO PONENTE:
LIC. ELIMINADO
SECRETARIO:
LIC. ELIMINADO
San Luis Potosí, S.L.P., a 8 ocho de julio de 2015 dos mil quince.
V I S T O, para resolver el toca 563-14 formado con motivo del recurso de apelación interpuesto por la parte actora
en contra de la sentencia de fecha 8 ocho de abril de 2014 dos mil catorce, dictada por el Juez Tercero del Ramo Civil,
en el expediente 980/2013, relativo a las Diligencias de Apeo y Deslinde, promovidas por ELIMINADO, ELIMINADO,
ELIMINADO y ELIMINADO de apellidos ELIMINADO; y,
R E S U L T A N D O
PRIMERO.- La sentencia apelada contiene los siguientes puntos resolutivos: “PRIMERO.- Este Juzgado resultó
competente y correcta la vía de Jurisdicción Voluntaria. SEGUNDO.- Por las razones asentadas en el considerando
respectivo, resultan improcedentes las presentes diligencias de Apeo y Deslinde, promovidas por la parte accionante.
TERCERO.- Se hace saber a las partes que la presente sentencia, una vez que cause ejecutoria, estará a disposición del
público para su consulta, o cuando así lo soliciten, conforme al procedimiento de acceso. Lo anterior sin perjuicio de la
protección de oficio que al respecto opera a su favor. CUARTO.- Igualmente, se le hace saber a las partes el derecho que
les asiste para recoger los documentos personales que obren en el expediente judicial, en un plazo no mayor a seis
meses contados a partir de la notificación, apercibidos que de no hacerlo en el tiempo señalado, se le tendrá por
renunciando a ello lo anterior, una vez que cause ejecutoria la sentencia de que se trata. QUINTO.- Notifíquese
PERSONALMENTE”.
SEGUNDO.- Al no ser conformes los promoventes de estas diligencias, interpusieron recurso de apelación,
correspondiendo conocer a esta Sala, mismo que una vez substanciado en los términos de ley, fue citado para resolver el
24 veinticuatro de junio de 2015 dos mil quince, turnándose el expediente al Magistrado Ponente para la elaboración del
proyecto de resolución, el mismo día, mes y año.
CONSIDERANDO
PRIMERO.- Los agravios expresados por ELIMINADO, por propio derecho y en su carácter de Representante
Común de los comparecientes, son al tenor literal siguiente:
“1.- Causa agravio la sentencia que se impugna en su resolutivo segundo en relación con el considerando segundo
de la sentencia, en efecto los numerales 914, 915, 916 y 917 del Código Procesal en cita establecen: ARTÍCULO 914.- El
apeo y deslinde tendrán lugar cuando no se hayan fijado los limites que separan un fondo de otro u otros y cuando hay
motivo fundado para creer que no son exactos ya porque naturalmente se hayan confundido ya porque se hayan
destruido las señales que los marcaban, ya porque éstas se hayan colocado en lugar distinto del primitivo. ARTÍCULO
915.- Tienen derecho de promover el apeo: I.- El propietario; II.- El poseedor con título bastante para transferir el dominio;
III.- El usufructuario. ARTÍCULO 916.- La petición de apeo deberá contener: I.- El nombre y posición de la finca que debe
deslindarse; II.-La parte o partes en que el acto deba ejecutarse; III.- Los nombres de los colindantes que puedan tener
interés en el apeo; IV.- El sitio en donde están y donde deban colocarse las señales; y si éstas no existen, el lugar en
donde estuvieron; V.- La designación de un perito para que intervenga en el reconocimiento. Con la solicitud se
presentarán los planos y demás documentos que deban servir para la diligencia. ARTÍCULO 917.- Recibida la
promoción la mandará el juez hacer saber a los colindantes para que dentro de tres días presenten los títulos o
documentos de su posesión, nombren peritos si quisieren hacerlo y señalará día, hora y lugar para que de principio la
diligencia de deslinde. Si fuere necesario identificar alguno o algunos de los puntos de deslinde, los interesados podrán
presentar dos testigos de identificación cada uno a la hora de la diligencia. En el caso somos los propietarios, con títulos
bastantes debidamente inscritos en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio, (fracción I del artículo 915
transcrito) quienes promovemos las presentes diligencias de apeo y deslinde. Ahora bien de la simple lectura de los
títulos de propiedad, y confrontando con el plano que se acompañaron a la demanda, nos damos cuenta que las medidas
y colindancias de los títulos de propiedad no reflejan la realidad física de los predios; así no obstante que no haya
conflicto con los colindantes, pues no existen afectaciones a terceros, como se estableció en la diligencia llevada a cabo,
en cumplimiento al precepto 918 del Código Procesal en cita, es por ello que no son exactas medidas y colindancias,
duda que solo puede ser dilucidada por la autoridad judicial, pues no es dado a los fedatarios al corregir los títulos tirados
por ellos, y mas aun cuando han transcurrido años; consecuentemente si se dan los extremos previstos en el 914
transcrito, estamos en congruencia frente a la hipótesis normativa. Por otra parte se dio cumplimiento cabal con lo
dispuesto por el artículo 916,tal como consta en el escrito inicial y sus anexos; igualmente se notificó y emplazó a los
colindantes; sirve de apoyo a lo anterior, lo dispuesto en el siguiente criterio sustentados por la H. Suprema Corte de
Justicia de la Nación y H.H. Tribunales Colegiados de Circuito, visibles en CD ROM IUS2009, y que a la letra dicen:
Novena Época, Registro: 163826, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tesis Aislada, Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, XXXII, Septiembre de 2010, Materia(s): civil, Tesis: I.4o.C285 C, Página: 1249.
“DILIGENCIAS DE APEO Y DESLINDE. SU FINALIDAD SE CUMPLE AL ACTUALIZARSE LOS ELEMENTOS
OBJETIVOS DEL ARTÍCULO 936 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL. El
artículo 936 del Código de Procedimientos Civiles para el para el Distrito Federal proporciona elementos objetivos que
indican las reglas necesarias para tener por cumplida la finalidad de las diligencias de apeo y deslinde previstas en el
artículo 932 de ese mismo ordenamiento. Si se tiene presente que en conformidad con el artículo 932 mencionado, una
diligencia de apeo y deslinde tiene como fin la certeza de los límites que separan un predio de otro u otros, debe
considerarse que la demarcación de límites se tendrá por realizada sólo si cumplen con los elementos objetivos que
indican esa demarcación, esto es: a) La fijación de señales convenientes en los predios deslindados, los cuales quedan
como límites legales y, b) El otorgamiento de la posesión o el mantenimiento en ella al promovente, respecto del predio,
en la proporción comprendida en los límites fijados al efecto, tal como lo dispone el precepto 936 del Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal. Lo anterior patentiza que la función de estas diligencias se reduce a
señalar o aclarar lo que cada dueño o poseedor tiene, según el deslinde llevado a cabo, con el objeto de impedir
confusiones ocasionadas, por ejemplo, por la desaparición de señales de los linderos. De ahí que sólo la reunión de los
elementos objetivos descritos lleve a estimar que se obtuvo la finalidad de este tipo de diligencias prevista en la ley, esto
es,
el
deslinde
del
predio”.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo en revisión 183/2010.
Gobierno del Distrito Federal. 1o. de julio de 2010. Unanimidad de votos. Ponente: Mauro Miguel Reyes Zapata.
Secretaria: María del Carmen Amaya Alcántara. 2.- Causa agravio la sentencia que se impugna en su resolutivo segundo
en relación con el considerando segundo de la sentencia, en efecto el juez, al resolver en forma escueta como lo hace en
el presente asunto, viola en nuestro perjuicio las garantías consagradas en el artículo 16 Constitucional, al resolver sin
fundar ni motivar su decisión dejándome en total estado de indefensión, para el caso son de tomar en cuenta las
siguientes tesis jurisprudenciales emitidas por H. Suprema Corte de Justicia de la Nación y H.H. Tribunales Colegiados
de Circuito, visibles en CDROM IUS2011 y que a la letra dicen: No. Registro:394,216, Jurisprudencia, Materia(s): Común,
Séptima Época, Instancia: Segunda Sala, fuente: Apéndice de 1995, Tomo VI, Parte SCJN, Tesis: 260, Página: 175.
“FUNDAMENTACION Y MOTIVACION. De acuerdo con el artículo 16 de la Constitución Federal todo acto de autoridad
debe estar adecuada y suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo primero que ha de expresarse con
precisión el precepto legal aplicable al caso y, por lo segundo, que deben señalarse, con precisión, las circunstancias
especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión del acto;
siendo necesario, además, que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables, es decir, que en el
caso concreto se configuren las hipótesis normativas”. Séptima Época: Amparo en revisión 8280/67. Augusto Vallejo
Olivo. 24 de junio de 1968. Cinco votos. Amparo en revisión 3713/69. Elías Chahín. 20 de febrero de 1970. Cinco votos.
Amparo en revisión 4115/68. Emeterio Rodríguez Romero y coags. 26 de abril de 1971. Cinco votos. Amparo en revisión
2478/75. María del Socorro Castrejón C. y otros. 31 de marzo de 1977. Unanimidad de cuatro votos. Amparo en revisión
5724/76. Ramiro Tarango R. y otros. 28 de abril de 1977. Cinco votos. NOTA: Aparece también publicada en el Informe
de 1973, Parte II, con la tesis número 11, en la página 18, y se publican además los siguientes precedentes (en lugar de
los A. R. 2478/75 y 5724/76): Amparo en revisión 9598/67. Oscar Leonel Velasco Casas. 1 de julio de 1968. 5 votos.
Ponente: Alberto Orozco Romero. Amparo en revisión 7258/67. Comisariado Ejidal del Poblado de San Lorenzo Tezonco,
Iztapalapa. D. F. y otros. 24 de julio de 1968. 5 votos. Ponente: Pedro Guerrero Martínez. 3.- Nos causa agravio la
sentencia que se impugna en su resolutivo segundo en relación con el considerando segundo de la sentencia que se
impugna, toda vez que la sentencia esta afectada por el principio de congruencia, ya que esta sentencia es totalmente
incongruente con la litis planteada, ya que la parte actora funda su pretensión en un título legítimo, y el juez tiene que
analizar la litis bajo de estas premisas, sin embargo, analiza aquellas cuestiones que no le fueron planteadas y el juez no
puede rebasar en momento alguno los extremos de la demanda; en efecto en el caso que nos ocupa es de tomarse en
cuenta la jurisprudencia siguiente, y tesis aislada visible en CD ROM IUS 2011, y que a la letra dicen: Quinta Época,
Registro: 395358, Instancia: Pleno, Jurisprudencia, Fuente: Apéndice de 1988, Parte II, Materia(s): civil, Tesis: 1778,
Página: 2855. “SENTENCIAS CIVILES. Sólo deben resolver sobre los puntos sujetos a debate, sin tomar en
consideración hechos distintos. Quinta Época: Tomo VII, pág. 410. Amparo civil en revisión. Elizarrarás Rafael. 22 de julio
de 1920. Unanimidad de votos. La publicación no menciona el nombre del ponente. Tomo VII, pág. 1344. Amparo civil
directo. "Mier Rubín, Hnos". 29 de octubre de 1920. Unanimidad de ocho votos. La publicación no menciona el nombre
del ponente. Tomo VII, pág. 1369. Amparo civil en revisión. Campos Francisco F. 1o. de noviembre de 1920. Unanimidad
de ocho votos. La publicación no menciona el nombre del ponente. Tomo VII, pág. 1585. Amparo directo 99/18, 2a.Sec.
Rafael Barbabosa, en su carácter de Gerente de la Sociedad "Rafael Barbabosa Sucesores". 26 de agosto de 1920.
Mayoría de nueve votos. La publicación no menciona el nombre del ponente. (Lista de ejecutorias). Tomo VII, pág. 1585.
Balcázar Demetrio, contra el Juez de lo Civil y de Hacienda de la ciudad de Colima. 26 de agosto de 1920. (Lista de
ejecutorias). NOTA: La jurisprudencia reitera lo que dispone el artículo 81 del Código de Procedimientos Civiles para el
Distrito Federal, vigente. Los datos que se señalan para los Apéndices a los Tomos L y LXIV (Quinta Época)
corresponden a las Partes Tercera y Cuarta, respectivamente, Sección Civil. Los datos que se señalan para los
Apéndices al Semanario Judicial de la Federación 1917-1965, 1917-1975 y 1917-1985 corresponden a la Cuarta Parte,
Tercera Sala. Sexta Época, Registro 272107, Instancia: Tercera Sala, Tesis Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la
Federación, Volumen: Cuarta Parte, XX, Materia(s): Común Tesis: Página: 51. “CONGRUENCIA, ALCANCE DEL
PRINCIPIO DE. El principio de la congruencia de las resoluciones judiciales, no se refiere al estudio de las pruebas
rendidas, sino al de las pretensiones de las partes, oportunamente deducidas en el pleito”. Amparo directo 7906/57.
Graciana Bobadilla viuda de Fernández. 13 de febrero de 1959. Cinco votos. Ponente: Mariano Ramírez Vázquez.”
SEGUNDO.- Son infundados e inoperantes los agravios expresados por el señor ELIMINADO representante
común de los promoventes.
Para una mejor compresión de esta calificativa, se hace necesario precisar como antecedentes del asunto a
resolver, los siguientes:
Los señores ELIMINADO, ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO de apellidos ELIMINADO, promovieron
diligencias de apeo y deslinde, en relación a cinco porciones de terreno rústico ubicadas en ELIMINADO., 4 cuatro de
esos terrenos propiedad de cada uno de los promoventes y un quinto adquirido en su conjunto por los mismos.
Señalan que dichos terrenos forman un solo predio, los cuales están en posesión y son propiedad de ELIMINADO,
ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO de apellidos ELIMINADO, y enseguida, manifiestan las medidas y colindancias
de cada una de las cuatro fracciones de terreno que cada promovente mantiene en posesión, acotando que los terrenos
antes referidos forman un solo predio con superficie de ELIMINADO, como se acredita con las copias certificadas de los
contratos de compraventa celebrados con ELIMINADO y ELIMINADO como vendedores y los comparecientes como
compradores ante el Notario Público número ELIMINADO de esa ciudad; que el apeo y deslinde solicitado se refiere a
todo el predio en sus linderos norte, sur, este y oeste, en sus colindancias con los diversos propietarios, a fin de fijar los
límites que separan los predios uno de otro, ya que existen señales, cercas, marcas o mojoneras que delimitan a los
predios colindantes; que al adquirir las propiedades, se mandó sacar un croquis con las medidas y colindancias, según
reza en las escrituras que exhiben, pero ahora con el afán de definir límites, medidas y colindancias, se ha elaborado un
plano con medidas, rumbos y colindancias correctas y rectificadas, siendo las que indican en su escrito de cuenta,
agregando que existen mojoneras, cercas y marcas que deslindan las propiedades en los rumbos norte, sur, poniente y
oriente.
Tramitadas las diligencias conforme al procedimiento que marca la ley, el 8 ocho de abril de 2014 dos mil catorce,
se pronunció la sentencia que hoy es motivo de apelación, declarándolas improcedentes conforme a los argumentos que
enseguida se sintetizan:
1.- Aseveró el a quo que las diligencias no reúnen los requisitos de los artículos 914, 915, 916 y 917 del Código de
Procedimientos Civiles, ya que los límites de sus terrenos, según sus escrituras de propiedad, sí se encuentran
debidamente delimitados con las medidas y colindancias que en cada rumbo les corresponde y las delimitaciones,
medidas y colindancias que solicitan se fijen en los predios, no corresponden a sus testimonios.
2.- Que de las escrituras de ELIMINADO y ELIMINADO y a favor de los promoventes se desprende que el
colindante es ELIMINADO y ELIMINADO y no ELIMINADO, este último quien además compareció manifestando no ser
colindante.
3.- Que la superficie señalada en los planos no corresponde a la indicada en los testimonios.
4.- Que los testimonios tienen valor pleno de acuerdo con el artículo 388 del Código de Procedimientos Civiles y
los planos hacen prueba en su contra conforme al 395 del mismo código.
En contraposición a lo resuelto por el juez de primera instancia, el señor ELIMINADO, en representación de los
promoventes, expresa agravios que se resumen como sigue:
1.- Aduce que los promoventes son propietarios con títulos debidamente inscritos en el Registro Público de la
Propiedad y de Comercio, conforme al artículo 915 fracción I del Código de Procedimientos Civiles; que las medidas y
colindancias no reflejan la realidad física de los predios, es por ello que no son exactas las medidas, duda que solo puede
ser dilucidada por la autoridad judicial y no es dado a los fedatarios corregir títulos tirados por ellos; que sí se dan los
extremos del artículo 914 y se cumplió con el artículo 916 del Código de Procedimientos Civiles, además de que se
emplazó y notificó a los colindantes.
2.- Que el juez resolvió en forma escueta, violando el artículo 16 Constitucional, sin fundar ni motivar su decisión,
dejándolo en estado de indefensión.
3.- Que la sentencia es incongruente con la litis planteada, pues ellos fundan su pretensión en un título legítimo y el
juez tiene que analizar la litis bajo esa premisa, y sin embargo, analiza cuestiones que no le fueron planteadas, no
obstante que no puede rebasar los extremos de la demanda.
Como se adelantó, son infundados e inoperantes los agravios expresados por el representante común de los
promoventes, ya que como puede observarse, la principal razón que tuvo el a quo para negar la procedencia de las
diligencias de apeo y deslinde, consistió en el hecho de que, los límites de los terrenos, según las escrituras de propiedad
de los promoventes, sí se encuentran debidamente delimitados con las medidas y colindancias que en cada rumbo les
corresponde, en tanto que, las delimitaciones, medidas y colindancias que ellos solicitan se fijen en los predios no
corresponden a sus testimonios.
A criterio de los integrantes de esta Sala, la resolución del juez es correcta y por sí misma es bastante para
confirmar la sentencia impugnada, habida cuenta que, conforme a los conceptos de agravio plateados por el apelante, la
pretensión de los promoventes es delimitar y fijar en forma definitiva 5 cinco predios, para quedar con las medidas y
colindancias que señalan en su demanda y que se describen en el plano adjunto elaborado por el ingeniero ELIMINADO;
esto es, en 5 cinco predios, correspondiendo 3 tres de ellos a los señores ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO de
apellidos ELIMINADO respectivamente y 2 dos al señor ELIMINADO.
Es por ello que aunque los promoventes señalen a través de su representante común “que las medidas y
colindancias no reflejan la realidad física de los predios, que esa “duda” sólo puede ser dilucidada por la autoridad judicial
y que “no es dado” a los fedatarios corregir los títulos tirados por ellos”, lo cierto es que su pretensión, -como bien lo
advirtió el a quo-, se aparta de la finalidad de las diligencias de apeo y deslinde, la cual se encuentra limitada a los casos
previstos en el artículo 914 de la Ley Adjetiva Civil, a saber:
“Artículo 914.- El apeo y deslinde tendrán lugar cuando no se hayan fijado los límites que separan un fundo
de otro u otros y cuando hay motivo fundado para creer que no son exactos ya porque naturalmente se hayan
confundido, ya porque se hayan destruido las señales que los marcaban, ya porque éstas se hayan colocado en
lugar distinto del primitivo.”
Bajo este marco legal, se tiene que sólo proceden las diligencias de apeo y deslinde:
1.- Cuando no se hayan fijado los límites que separan un fundo de otro u otros,
2.- Cuando hay motivo fundado para creer que no son exactos ya porque naturalmente se hayan confundido;
3.- Ya porque se hayan destruido las señales que los marcaban;
4.- Ya porque éstas se hayan colocado en lugar distinto del primitivo.
En el caso concreto el predio en cuestión no se encuentra en ninguno de los supuestos mencionados, al ser
inconcuso que la pretensión de los promoventes consiste en delimitar un predio (conformado por 5 cinco fracciones de
terreno), para quedar como aparece en el croquis adjunto a su promoción, esto es, delimitándolo en 5 cinco fracciones: 3
tres de ellas para ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO de apellidos ELIMINADO, respectivamente y 2 dos para
ELIMINADO; es decir, disolviendo la mancomunidad que los 4 cuatro promoventes adquirieron al celebrar contrato de
compraventa con la señora ELIMINADO, el día 23 veintitrés de diciembre de 2005 dos mil cinco, ante la fe del licenciado
ELIMINADO Notario Público número ELIMINADO con ejercicio en esta capital, respecto de una fracción de terreno con
superficie de ELIMINADO metros cuadrados, ubicado en ELIMINADO, para en su lugar realizar una adecuación del
terreno en donde al señor ELIMINADO se le reconoce la posesión de dos superficies de terreno ubicados en el mismo
predio.
En efecto, los ahora inconformes manifestaron ser propietarios de diversos terrenos que conforman un solo predio
ubicado en ELIMINADO, pues el señor ELIMINADO es dueño de una superficie de ELIMINADO metros cuadrados
(ELIMINADO hectáreas); el señor ELIMINADO es dueño de una superficie de ELIMINADO metros cuadrados
(ELIMINADO hectáreas); el señor ELIMINADO es dueño de ELIMINADO metros cuadrados (ELIMINADO hectáreas); los
señores ELIMINADO, ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO de apellidos ELIMINADO, son propietarios de una
superficie de ELIMINADO metros cuadrados (ELIMINADO hectáreas), y ELIMINADO es dueña de una superficie de
ELIMINADO metros cuadrados (ELIMINADO hectáreas).
Se hace notar que las propiedades descritas, se encuentran demostradas con la exhibición de los documentos
públicos en donde consta cada contrato de compraventa, mismos que tienen pleno valor probatorio de conformidad con el
artículo 388 del Código de Procedimientos Civiles.
Los promoventes también dijeron que al adquirir las propiedades se mandó sacar un croquis con medidas y
colindancias; pero ahora con el afán de definir límites, medidas y colindancias, se ha elaborado un plano con
medidas, rumbos y colindancias correctas y rectificadas, siendo las que se precisan en el punto cuatro de hechos de
su pliego inicial.
Del plano adjunto al escrito inicial, mismo que adquiere pleno valor probatorio de acuerdo con el artículo 392 del
Código Adjetivo Civil, los integrantes de esta Sala advierten que los promoventes solicitan la realización del apeo y
deslinde de un predio con superficie total de ELIMINADO hectáreas, ubicado en ELIMINADO., indicando que a
ELIMINADO, le correspondería una área de ELIMINADO metros cuadrados; a ELIMINADO ELIMINADO metros
cuadrados; a ELIMINADO dos superficies, la primera de ELIMINADO metros cuadrados y la segunda de ELIMINADO
hectáreas; y a ELIMINADO una área de ELIMINADO metros cuadrados.
Siendo inconcuso que la pretensión de los comparecientes, se aparta de los supuestos previstos en el artículo 914
del Código de Procedimientos Civiles; pues no estamos ante la ausencia de delimitación de un predio con otro; no está
demostrada la existencia de un motivo para creer que las medidas de los predios adquiridos por los promoventes no son
exactas debido a una confusión; ni a destrucción de señales, ni porque éstas se hayan colocado en lugar distinto de
donde originalmente se pusieron. Sino que, se insiste, el deseo de los promoventes es declarar la procedencia de las
diligencias de apeo y deslinde, a efecto de que la superficie total del predio quede dividida en 5 cinco fracciones, 2 dos de
las cuales corresponderían a ser propiedad de ELIMINADO y las 3 tres restantes a ELIMINADO, ELIMINADO y
ELIMINADO de los mismos apellidos, respectivamente; circunstancia que no es admisible, ya que ello implicaría el
desconocimiento de la escritura pública donde se consignó el contrato de compraventa que cada uno de los promoventes
celebró con la señora ELIMINADO; lo cual no es una de las finalidades que envuelven las diligencias de mérito.
Por tanto, es infundado el agravio vertido por los apelantes inherente a que, en el caso, existe una “duda” que solo
debe ser resuelta por la autoridad judicial, ya que adverso a lo que ellos estiman, al estar precisadas en sus escrituras de
propiedad, las medidas y colindancias que cada uno de los promoventes adquirió, no puede tratarse de una “duda” el
conocer cuál es el área que a cada uno le corresponde en propiedad, situación distinta a tener la pretensión o el deseo de
que cada uno de ellos ocupe una superficie mayor a la que adquirió originalmente. En este mismo punto es de recalcarse
que el propio apelante refiere en sus agravios “que no es dado a los fedatarios corregir títulos tirados por ellos”, de lo cual
se tiene que efectivamente, los promoventes pretendieron “corregir” las medidas que aparecen en sus escrituras de
propiedad, lo cual no es finalidad de las diligencias de apeo y deslinde; asimismo, es inexacto que se hayan cumplido las
exigencias de los artículos 914 y 916 del Código de Procedimientos Civiles, pues no basta con notificar a cada colindante,
ni designar perito para la procedencia de las diligencias, sino que es necesaria la actualización de alguna de las hipótesis
previstas en el artículo 914 del Código de Procedimientos Civiles, que como se ha explicado, no se surte en el caso
concreto.
Por otra parte, no es verdad que el juzgador haya resuelto en forma “escueta” sin fundar ni motivar su resolución;
pues lo cierto es que, de la lectura del fallo impugnado, se advierte que el juez otorgó una razón suficiente para declarar
la improcedencia de las diligencias y que fue la consistente en que, las medidas y colindancias que los promoventes
solicitan se fijen en los predios, no corresponden a las que aparecen en sus testimonios; aspecto que a criterio de esta
Sala, fue correctamente advertido por el a quo, de tal manera que no incurrió en trasgresión al principio de congruencia,
al apegarse a la litis plateada, que fue el resolver conforme a la petición de los promoventes, así como también se califica
infundado el disenso relativo a que el juez analizó cuestiones que no le fueron planteadas, pues adverso a ello, se
advierte que la sentencia se dictó apegándose a la pretensión de los promoventes, pero de acuerdo a los documentos
públicos y privados traídos al procedimiento, que permiten ver a esta Sala la improcedencia de las diligencias de apeo y
deslinde planteadas, al no actualizarse ninguna de las hipótesis del artículo 914 del Código de Procedimientos Civiles.
Por otro lado, debe decirse que esta Sala carece de la facultad para analizar supuestas infracciones a la
Constitución Federal, como la que menciona el apelante, de acuerdo a la Jurisprudencia que enseguida se copia:
“ARTICULOS 14 Y 16 CONSTITUCIONALES, VIOLACIÓN A LOS. SU ANÁLISIS ES DE LA COMPETENCIA
EXCLUSIVA DE LOS TRIBUNALES FEDERALES A TRAVES DEL JUICIO DE AMPARO.- El artículo 103 fracción I de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece que: “Artículo 103.- Los tribunales de la Federación
resolverán toda controversia que se suscite: I.- Por leyes o actos de la autoridad que violen las garantías individuales”, de
donde se advierte que dichos tribunales son los competentes para determinar si existe violación a los diversos numerales
14 y 16 de nuestra ley fundamental, por medio del juicio de amparo, toda vez que la autoridad responsable, solo esta
facultada para proceder del inferior, a través de los agravios que ante ella sean planteados en relación con las
disposiciones que se afirme, fueron desacatadas; pero de ninguna manera está en posibilidad de analizar y decidir sobre
las infracciones que se cometan al pacto federal”. Jurisprudencia I. 6°. C. 9 K, visible en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Tomo II, diciembre de 1995, Novena Época, página 492.
De manera que resulta infundado el desacuerdo expresado por el señor ELIMINADO, en el sentido de que la
sentencia impugnada viola el artículo 16 Constitucional, ya que como se ha explicado, esta Sala no debe abordar el
estudio de esa aparente violación, al ser facultad exclusiva de los Tribunales Federales a través del juicio de amparo.
Por último, las tesis y Jurisprudencias invocadas por el apelante en su escrito de agravios resultan inaplicables,
pues la primera se refiere a la finalidad de las diligencias de apeo y deslinde, lo que ya se dijo, no fue atendido por los
promoventes de estas diligencias al pretender una cuestión diversa a la finalidad anotada; la segunda, porque contrario al
dicho del apelante, la sentencia de primer grado sí fue debidamente fundada y motivada; y la tercera y cuarta, porque el
juzgador se ocupó debidamente de la litis como le fue planteada en la demanda, sin involucrar hechos distintos, y porque
atendió al principio de congruencia que debe investir todo fallo judicial, precisamente al declarar la improcedencia de las
diligencias debido a la imposibilidad de variar las superficies, medidas y colindancias descritas en los títulos de propiedad
traídos a juicio por los promoventes.
En estas condiciones, al ser infundados e inoperantes los agravios expresados por ELIMINADO, representante
común de los apelantes, con apoyo en el artículo 936 del Código de Procedimientos Civiles, se confirma la sentencia
definitiva apelada.
Por lo expuesto y fundado, se resuelve:
PRIMERO.- Los disensos expresados por ELIMINADO representante común de los apelantes, resultaron
infundados e inoperantes.
SEGUNDO.- En consecuencia, con fundamento en el artículo 936 del Código de Procedimientos Civiles, se
confirma la sentencia de fecha 8 ocho de abril de 2014 dos mil catorce, dictada por el Juez Tercero del Ramo Civil, en el
expediente 980/2013, relativo a las Diligencias de Apeo y Deslinde, promovidas por ELIMINADO, ELIMINADO,
ELIMINADO y ELIMINADO de apellidos ELIMINADO.
TERCERO.- Con copia certificada de la presente resolución devuélvanse los autos al juzgado de su procedencia y
en su oportunidad archívese el toca donde corresponda.
CUARTO.- Notifíquese personalmente, comuníquese y cúmplase.
A S I, por unanimidad de votos lo resolvieron y firman los Señores Magistrados que integran la Cuarta Sala del H.
Supremo Tribunal de Justicia en el Estado, Licenciados ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO, siendo Ponente el
segundo de los nombrados, quienes actúan con Secretaria de Acuerdos Licenciada ELIMINADO, que autoriza y da fe.-
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