De ciclos y olas - Revistas Científicas de la Universidad de

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De ciclos y olas; de similitudes e
intersecciones.
La participación política del
movimiento #YoSoy132 y del
movimiento “Todos Somos
Ayotzinapa”1
Oscar Ramón López Carrillo*
R
esumen
El presente trabajo tiene como protagonistas a dos movimientos sociales: el
movimiento #YoSoy132 y el movimiento “Todos Somos Ayotzinapa”. Ambos
surgidos en México en la segunda década del siglo XXI. En este artículo pretendemos hacer
énfasis en la práctica política de ambos sujetos sociales; asimismo, tratamos de evidenciar
cómo es que existen similitudes e intersecciones entre ellos; por ejemplo en el uso de ciertas
formas de participación como las masivas manifestaciones y lo multitudinarios mítines,
y el uso de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), en específico el
utilización de las redes sociales virtuales.
Palabras clave: participación, política, movimientos sociales.
A forma de introducción y advertencia
Sobre los movimientos sociales y la acción colectiva. Como el lector pudo haberse dado
cuenta, incluso, desde la lectura del título del presente trabajo, en éste pretendemos
evidenciar la práctica política de dos sujetos sociales en específico: hablamos del movimiento
#YoSoy132 y del movimiento “Todos Somos Ayotzinapa”.
Los movimientos sociales del siglo XXI se han enfrascado en ciertas dinámicas que nos
permiten diferenciarlos de otros movimientos surgidos en décadas pasadas. Es muy
probable que una de las más notables sea la expansión territorial en la onda de indignación
y la creación de células o colectivos en otras latitudes, estas se forman tanto dentro como
fuera del país de origen, y para ejemplo tenemos a “La(s) Primavera(s) Árabe(s)” y el
movimiento de “Los Indignados”.2 Eso es algo que está presente tanto en el movimiento
_____________________________________________________________________
*
Licenciado en Psicología, Maestro en Ciencias Sociales y candidato a Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad
de Guadalajara (U de G). Miembro del Padrón Nacional de Jóvenes Investigadores auspiciado por la Universidad
Autónoma de México (UNAM). Correo electrónico: [email protected] y [email protected].
1
Una parte de las reflexiones mostradas en este trabajo fueron presentadas a manera de ponencia en el “1er Encuentro Regional Centro-Occidente del Consejo Mexicano de Ciencias Sociales” efectuado en las instalaciones del
CIESAS Occidente los días 23 y 24 de Noviembre del año 2015.
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1
De ciclos y olas; de similitudes e intersecciones.La participación política del movimiento #YoSoy132 y del movimiento “Todos Somos Ayotzinapa”
#YoSoy132 como en “Todos Somos Ayotzinapa”, aunque
ambos surgieron en un lugar y en un contexto específico,
lograron consolidar nodos en la mayoría de los Estados y
en las principales ciudades que conforman a nuestro país:
México. Utilizaremos esta característica para evidenciar
el tiempo-espacio de análisis en el presente trabajo.
Advertimos que aunque se habla de los sujetos de forma
general, las reflexiones mostradas en estas páginas estarán
enfocadas a problematizar sobre la participación política
de los sujetos que integraron los nodos que se gestaron
en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, de los movimientos
sociales antes citados.
Vale la pena exponer que este trabajo tiene como médula
la utilización de dos herramientas metodológicas: el
registro hemerográfico-documental y de redes sociales y
la observación participante (con los subsecuentes registros
etnográficos). Estas herramientas nos han permitido
conocer la irrupción y desarrollo de ambos movimientos,
seguir de cerca y participar en algunos eventos que han
sido organizados por ellos, y conocer de manera detallada
sus prácticas y discursos.
Por último, consideramos que es necesario hablar un
poco sobre la estructura del presente artículo. Este cuenta
con tres apartados. El primer apartado lleva por título
“De ciclos y olas” y en este pretendemos problematizar si
existe una conexión entre los dos movimientos sociales a
los que hacemos análisis. En el segundo, “¿Qué tan nuevas
son las nuevas prácticas políticas?”, debatimos sobre las
prácticas de ambos sujetos y tratamos, en medida de
nuestras posibilidades, de responder a la pregunta que
nos hemos formulado. En el último apartado, “Avanzando
sin concluir: ¿caminando sin dejar huella?”, brindamos
nuestras conclusiones provisionales. De esta manera,
daremos paso al primer apartado.
De ciclos y olas
¿Podemos hablar de ciclos y de olas en el desarrollo histórico
de los movimientos sociales? Sería complicado responder
esta pregunta, pero existen algunos autores, como
Boaventura de Sousa Santos (2013) o Charles Tilly (2009),
que explican que sí es posible hablar de ciclos y olas en
las coordenadas históricas de los movimientos sociales.
Aunque ya lo hemos expuesto en trabajos anteriores
(López, 2014), nosotros partimos de una concepción
similar a la de los autores antes citados; hasta la década
de los setenta del siglo XX, se podía pensar que los
movimientos sociales tenían una composición digamos,
un tanto más, homogénea; en ese entonces se tenía como
principales sujetos de estudio a los partidos políticos,
a los sindicatos, a los movimientos estudiantiles y a los
movimientos guerrilleros. El surgimiento del ecologismo,
el pacifismo y de los movimientos feministas alrededor del
mundo, posterior a esa década, obligó a los teóricos de las
ciencias sociales a repensar los conceptos desde los cuales
partían para el estudio de los movimientos sociales y de la
práctica política que estos ejercen. Creemos que estamos
ante una crisis similar.3
En plena era de la información, la segunda década del siglo
XXI mostró el surgimiento de nuevas irrupciones sociales.
Fuimos testigos de cómo estas pequeñas indignaciones y
estas movilizaciones locales terminaban gestando procesos
de corte internacional y de largo aliento. Aparecieron,
entonces, en la arena pública “nuevos” movimientos
sociales y nos mostraron su novedosa práctica política. 4
De esta manera, comenzaron a verse indignaciones en
diversas latitudes alrededor del mundo. A finales del
año 2010, el suicidio de Mohamed Boauzizi provocó un
levantamiento en Túnez, el cual a su vez sirvió de motor
para otros levantamientos que se dieron en otros países
del Norte de África y del Oriente Medio; a este proceso lo
conocimos como “La Primavera Árabe”. Al siguiente año,
comenzaron a verse otras irrupciones, “Los indignados”
en la Europa del Oeste y #OcuppyWallStreet en el corazón
de Los Estados Unidos de Norteamérica, por poner un
ejemplo. En nuestro país, en Mayo del año 2012 fuimos
testigos del surgimiento del movimiento #YoSoy132 y
___________________________________________________________
3 Estas nuevas irrupciones han llevado a diversos autores a ofrecer revisiones de sus anteriores postulados o formular nuevos para comprender a los movimientos sociales del siglo XXI y su práctica política. Si el
lector quiere conocer un poco más en torno a esto se sugiere la lectura
de “Repensar los movimientos sociales” de Jorge Alonso (2013).
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4 El término “nuevo” ha generado una serie de debates al seno de las
2 Sobre esta problemática ya hemos escrito con anterioridad. Al mo-
comunidades científicas que estudian a los movimientos sociales. En
mento de terminar el presente trabajo se encuentra en la imprenta un
su momento fue una categoría que se usó para denominar a los movi-
trabajo que publicamos para la revista “Vínculos” de la Universidad de
mientos sociales que surgían y que su posicionamiento estaba más allá
Guadalajara. Este lleva por título: “Los movimientos sociales contem-
de la cuestión obrera. Posterior a eso autores como Touraine o Melucci,
poráneos en la segunda década del siglo XXI y el uso de las tecno-
grandes teóricos de los movimientos sociales, se retractaron; el primero
logías de la información y la comunicación como práctica política. De
los comenzó a denominar como “societales”, “culturales” e “históricos”, el
la(s) primavera(s) indignada(s) al #Yosoy132”; y en este hacemos un
segundo comenzó a denominarlos simple y llanamente como “contempo-
análisis sobre la práctica política de los estos tres movimientos socia-
ráneos”. No es este el momento para debatir sobre la conceptualización
les. Se sugiere su lectura.
de “movimiento social”, eso nos llevaría por sí mismo un artículo entero.
2
Año 8, número 14, enero-junio, 2016
Contextualizaciones
Oscar Ramón López Carrillo
entre los meses de Septiembre y Octubre del año 2014 del
movimiento “Todos Somos Ayotzinapa”.
Partiremos de admitir algo que es sustancial para el análisis:
el movimiento #YoSoy132 y el movimiento “Todos Somos
Ayotzinapa” surgieron a partir de indignaciones diferentes.
Mientras que el #YoSoy132 surge del descontento de la
población, de los jóvenes en específico, por lo que era el
inminente regreso del viejo PRI (Partido Revolucionario
Institucional) mediante la candidatura de Enrique Peña
Nieto y la inconformidad por el duopolio televisivo que
ostentan Televisa y Tv Azteca; el movimiento “Todos
Somos Ayotzinapa” surge debido a la desaparición de 43
estudiantes de la normal rural Raúl Isidro Burgos ubicada
en el municipio de Iguala en el Estado de Guerrero.5
Respetando las diferencias entre el origen del #YoSoy132 y
de “Todos Somos Ayotzinapa”, consideramos que ambos
sujetos sociales cuentan con ciertas características, tanto
en su composición como en la práctica que ejecutan
(ejecutaron) los sujetos que los integran (integraron), que
nos permiten problematizar si es que existieron similitudes
y puntos de intersección entre los dos movimientos sociales.
La primera, y es posiblemente la más visible de ellas,
fue la utilización de las Tecnologías de la Información
y la Comunicación (TIC)6 por parte de los sujetos que
conformaron estos movimientos sociales. El uso intensivo
y extensivo de las redes sociales virtuales fue algo vital
para el desarrollo de ambas irrupciones. Twitter, Facebook
y Youtube tuvieron funciones neurálgicas; servían para la
difusión de eventos, la convocatoria a marchas, el enlace
con otros colectivos y movimientos en otras latitudes
y para la vinculación entre los diversos nodos que se
gestaron y la sociedad civil.
Es imposible imaginar el surgimiento del movimiento
#YoSoy132 sin aquel video en el que 131 estudiantes de la
universidad Iberoamericana muestras sus credenciales,
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5 Por economía en el presente trabajo no ofrecemos una contextualización más detallada. En trabajos anteriores hemos dado evidencia del
surgimiento y desarrollo de ambos movimientos, sugerimos su lectura
para complementar el presente trabajo: “Transgresores de la convencionalidad: la participación política del movimiento #YoSoy132 de la
callando las voces de los medios oficialistas y de algunos
políticos profesionales que los tildaron de “vándalos y
porros”.7 Asimismo, el uso de estas tecnologías y de esos
canales, les permitieron consolidar una serie de nodos
tanto dentro como fuera del país y, también, expandir su
onda de indignación, con lo que lograron vínculos con
otros colectivos y participantes de otros movimientos
sociales como “Los indignados” de España y “Occupy Wall
Street” en los Estados Unidos de Norteamérica.
Por su parte, aunque propiamente no tiene que ver con el
origen de este movimiento, tampoco podemos visualizar
la práctica de los sujetos que integran el movimiento
“Todos Somos Ayotzinapa” sin el uso de las redes sociales
(virtuales); el uso de algunas de estas plataformas fue
medular para la convocatoria del movimiento a las
masivas manifestaciones y para la vinculación de los
nodos con la población en general. Por ejemplo, una de
las acciones más interesantes que se gestaron al seno
de esta movilización consistía en llenar Twitter con el
Hashtag (HT) #YaMeCansé, el cual surgió a raíz de las
fallidas declaraciones del entonces procurador de Justicia
Murillo Karam, quien en plena entrevista ante medios
independientes y oficiales expresó que estaba cansado
de los cuestionamientos.8 Aunque no se cumplió la
meta, se pretendía que este HT tuviera un orden gradual
(#YaMeCansé2, #YaMeCansé3 así hasta llegar al número
43) y que se mantuviera como Trend Topic el mayor
lapso de tiempo posible. Otros HT como #FueElEstado
y #NiUnoMás también lograron ciertas repercusión en
dicha red social.
Lo anterior puede entenderse si partimos de los postulados
de Manuel Castells (2013), quien expone que los
movimientos sociales surgidos en la era de la información
ocupan dos espacios al mismo tiempo: el espacio de lo
público y el espacio de lo virtual. Por ende, la segunda
característica de similitud e intersección entre estos dos
movimientos sociales fueron las masivas manifestaciones,
las multitudinarias marchas, los mítines y las jornadas
nacionales e internacionales.
Ambos movimientos consolidaron una fuerte vinculación
con la población en general. Las masivas manifestaciones
que gestaron tras la irrupción del #YoSoy132 no tenían un
parangón en el siglo XXI en México. Muchos analistas
ciudad de Guadalajara, Jalisco, México” (López, 2014a), “De la Indignación a la movilización. Las manifestaciones (físicas y virtuales) en torno
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a la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Gue-
7 Las declaraciones de los 131 estudiantes de la Universidad Iberoame-
rrero, México” (2015a) y “#TodosSomosAyotzinapa. De la indignación a
ricana puede verse en el siguiente link: https://www.youtube.com/
la movilización: un año lleno de incertidumbre y zozobra” (2015b).
watch?v=nRDD-b0IHIs.
6 Desde este momento y por economía en el texto, cada vez que haga-
8 En este video pueden verse las declaraciones de Murillo Karam que
mos referencia a “Tecnologías de la Información y la Comunicación”
suscitaron el origen del HT #YaMeCansé: https://www.youtube.com/
haremos uso de las siglas TIC.
watch?v=3Tlf8_ofIks.
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3
De ciclos y olas; de similitudes e intersecciones.La participación política del movimiento #YoSoy132 y del movimiento “Todos Somos Ayotzinapa”
veían en este movimiento el despertar de la ciudadanía,
una ciudadanía que salía a la calle, que se manifestaba.
Así de esta manera, durante el lapso que abarcó de
Mayo a Junio del año 2012, México se llenó de marchas
y manifestaciones que convocaban a decenas de miles
de personas al mismo tiempo en diversas ciudades,
todo esto gracias a la organización de los nodos que se
crearon en las mismas. La utilización de espacios públicos
para las acampadas y las convenciones, aunque fue algo
que se emuló del repertorio de acción colectiva de “Los
indignados”, es también algo digno de nombrarse. Sin
embargo, y es necesario referirlo en este trabajo, esto
también aceleró el proceso de declive de este movimiento.
Por ejemplo, en Guadalajara, durante este lapso, varios
colectivos convocaban a una sola manifestación, con
lo que se lograba una gran convocatoria; no se sabe en
qué momento cada colectivo comenzó a convocar a su
propia manifestación, lo que se tradujo en una pérdida
considerable de afluencia a las marchas.
Por otro lado, el movimiento que se gestó posteriori a la
desaparición de los 43 estudiantes de la normal rural Raúl
Isidro Burgos de la comunidad de Ayotzinapa continuó e
incluso superó la convocatoria del movimiento #YoSoy132.
Esta indignación se convirtió en una fuerte manifestación,
que contrario a las exposiciones coyunturales del “Ciento
treinta y dos”, es decir de buscar fechas específicas,
representativas y simbólicas para la manifestación, mes
tras mes se realizaba una marcha, un mitin o un evento
cultural. Aunque lo desarrollaremos en el último segmento,
por lo menos durante los primeros tres primeros meses de
existencia de este movimiento y durante el aniversario del
mismo se lograron manifestaciones sin símil en nuestro país.9
Ahora, para cerrar este segmento es necesario que
problematicemos sobre la secuencia historia de ambos
movimientos, preguntarnos si es posible hacer un
vínculo entre ellos. No somos los primeros en decir que el
movimiento #YoSoy132 ha disminuido considerablemente
su práctica, salvo la actividad de los colectivos conocidos
como “Somos más de 131” ya muy pocos sujetos o
colectivos operan o trabajan bajo ese nombre. Partiendo
de los expuesto por Alonso (2015:215): “(…) el movimiento
#YoSoy132 se ha achicado, pero no se ha extinguido”.
Nosotros, al igual que él, consideramos que el movimiento
“Todos Somos Ayotzinapa” ha logrado consolidarse debido
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9 En el siguiente link anexamos una crónica que nos permite recabar
un par de videos y algunos tuits de Omar García (también estudiante
normalista) en torno al evento que se gestó en la ciudad de México en
torno al aniversario de los desaparecidos: http://www.excelsior.com.
mx/comunidad/2015/09/26/1047862. Asimismo, anexamos su cuenta
de twitter: https://twitter.com/omarel44.
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Año 8, número 14, enero-junio, 2016
a que cuenta con el apoyo de los sujetos que antes apoyaban
al movimiento #YoSoy132, aunado a los esfuerzos y la
solidaridad de los colectivos que se encuentran anexos a
la Sexta nacional, como el Congreso Nacional Indígena
(CNI) entre otros, y los lazos internacionales que se han
tendido gracias a las extenuante labor de las madres y de
los padres de los 43 estudiantes desaparecidos.
Daremos paso al próximo segmento, en el cual debatimos
acerca de la novedad en la práctica política de los
movimientos sociales surgidos en segunda década del
siglo XXI.
¿Qué tan nuevas son las “nuevas prácticas políticas”?
Nuestra breve carrera como investigador ha estado marcada
por el estudio de la práctica política y la acción colectiva
que ejercen los movimientos sociales de la segunda década
del Siglo XXI. En “Transgresores de la convencionalidad:
la participación política del movimiento #YoSoy132 de la
ciudad de Guadalajara, Jalisco” (2014) discutíamos sobre
la novedad en las prácticas de estas nuevas irrupciones.
Partiendo de los postulados de Sydney Tarrow (1994),
categorizábamos a estas prácticas como “convencionales”
y “no convencionales”.
Desde los argumentos del autor norteamericano
antes mencionado, matizábamos nuestros postulados;
exponíamos que estas prácticas eran cíclicas: que lo
nuevo o novedoso siempre iba a estar relacionado con
lo “no convencional”, pero que estas acciones pasarían
a ser “convencionales” una vez que cumplieran
tres requisitos previos: primero, que surgiera la
oportunidad de esta acción colectiva; segundo, que se
generalizará, es decir que pasará a formar parte del
repertorio común de los movimientos sociales; y tercero,
que fuera utilizado por los antagonistas (López, 2014).
Lo nuevo, entonces, es solamente una cuestión anclada
en el tiempo (González, 2013).
De esta manera, referimos que es pertinente poner
a discusión aquellas consideraciones en el presente
artículo. Podemos preguntarnos: ¿las manifestaciones
y el uso de las tecnologías que se tienen al alcance son
algo nuevo para la práctica política de los movimientos
sociales? Grandes estudiosos de la materia nos dirían
que no. Por ejemplo, Tilly y Wood (2008) en “Los
movimientos sociales 1768-2008: de sus orígenes al
Facebook” nos muestran un excelente recorrido
histórico sobre los movimientos sociales. Este libro
nos deja claro que salir a la calle, reunirse o tomar
un espacio público fueron las primeras formas
en las que los movimientos sociales mostraron su
inconformidad e indignación.
Contextualizaciones
Oscar Ramón López Carrillo
En pleno siglo XXI, los movimientos sociales siguen
saliendo a la calle. Se sigue haciendo uso de ese recurso
elemental, pero se ha actualizado a las prácticas y
tendencias de este tiempo. No estamos afirmando que
antes no hubiera pasado, pero algunas cuestiones como
la performatividad (performance) fueron un detonante
para que el vigor regresara a las manifestaciones, por
lo menos en nuestro país. Partiendo de lo evidenciado
por el #YoSoy132, y posteriormente con “Todos Somos
Ayotzinapa”, queda claro que existe una diferencia
entre una manifestación convocada por algunos
de estos dos nodos y alguna convocada por algún
sindicato o partido político.
Finalizábamos nuestra tesis de maestría argumentando que
el #YoSoy132 era un movimiento de movimientos (o una
central de movimientos), encontramos en “Todos Somos
Ayotzinapa” una cuestión un tanto similar. Digamos que
pese a esas diferencias que antes remarcábamos también
existen puntos de similitud. Pasaremos a desarrollar la
cuestión sobre el uso de las tecnologías que se tienen al
alcance; una coordenada donde también se cruza la
práctica de ambos movimientos.
Pese a que el intensivo y extensivo uso de las TIC por parte
de los usuarios que integran los movimientos sociales
del Siglo XXI sorprendió a propios y extraños; podemos
argumentar que los movimientos sociales a través del
tiempo han hecho uso de estos recursos. Partiendo del
ejemplo brindado por algunos movimientos sociales de los
años setentas y ochentas, en específico a los movimientos
guerrilleros, podríamos visualizar que ellos hacían uso de
las tecnologías que se tenían al alcance: el uso de folletos, las
ondas radiales, el reparto de volantes e incluso periódicos,
como “El madera” en el caso de “La liga comunista 23
de Septiembre”, servían para la expresión ideológica y la
vinculación con la población en general
Años después, en 1994, el Ejercito Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN) sorprendió al mundo con
su irrupción. El uso que dieron los simpatizantes a los,
en ese entonces, poco explotados recursos electrónicos
hizo que este movimiento social fuera denominado
como “la primera guerrilla informacional” (Castells,
1999).10 De esta manera, los zapatistas dieron un ejemplo
___________________________________________________________
10 Sobre la utilización de las tecnologías que se tenían al alcance, Castells (1999:102-103) es enfático, refiere que “(…) en esta estrategia fue
esencial el uso que hicieron los zapatistas de las telecomunicaciones,
los videos y la comunicación a través del ordenador, tanto para difundir
sus mensajes desde Chiapas al mundo, (…) como para organizar una
red mundial de grupos de solidaridad que cercaron literalmente las intenciones represivas del gobierno mexicano”.
al mundo, no sólo por buscar la autonomía como un
horizonte ético y político, sino porque pondrían el
ejemplo a los movimientos sociales que aparecieron
después en torno al uso de las tecnologías.
La entrada a la era de la información trajo consigo la
proliferación del uso de la Internet y un mayor desarrollo
en la tecnología enfocada en la comunicación (Páez, 2013).
A la par, comenzaron a surgir movimientos sociales que
tenían como germen el espacio virtual, pero que buscaban
en cierto modo legitimarse en la calle. Es decir que estas
nuevas irrupciones, como ya hemos hecho énfasis con
anterioridad, hacen uso de mecanismos que les permitan
la acción colectiva en dos espacios al mismo tiempo: el
virtual y el físico (o público).
De esta manera es cómo podemos comprender la
dinámica tanto del #YoSoy132 como “Todos Somos
Ayotzinapa”. En cómo estos movimientos tienen una
intensiva participación en el espacio de lo intangible
y lo virtual, pero al mismo tiempo pueden convocar a
miles de ciudadanos a la calle. Desde nuestro humilde
posicionamiento consideramos que ese será el tenor de los
movimientos sociales de este siglo. Mientras llegue algo
nuevo, tenemos esto. Y mientras, vamos dando vueltas
entre lo “convencional” y lo “no convencional”.
En el siguiente segmento mostraremos nuestras
reflexiones (in)conclusas sobre ambos procesos en la
ciudad de Guadalajara, Jalisco; partimos de preguntarnos
si los movimientos sociales desaparecen sin dejar huella.
Avanzando sin concluir: ¿caminando sin dejar huella?
Los movimientos sociales tienen ciertas características
cíclicas, es decir que presentan combinaciones inusuales
de periodos de algidez, apatía y reflujo. Periodos en los que
se encuentran más activos, periodos en los que convocan,
mediante ciertas coyunturas, a una mayor población y
otros donde pudiera parecer que no cuentan con el apoyo
de la sociedad civil. Todo esto parte de ese carácter tan
inesperado e impredecible con el cuentan estos sujetos
sociales (Vaquero, 2002).
Eso se logró ver con el #YoSoy132, y se está viendo con
“Todos Somos Ayotzinapa”. El movimiento #YoSoy132
tuvo periodos de cargada actividad. Desde su surgimiento,
el 12 de mayo del año 2012 (y de su arribo semanas después
a la ciudad de Guadalajara, Jalisco) hasta las elecciones
federales efectuadas el 1 de Julio del mismo año. Este sujeto
social motivó a una serie de masivas manifestaciones,
tanto en la ciudad de México como en los estados que
conforman a la república mexicana. Posterior a eso, el
número de asistentes comenzó a disminuir gradualmente.
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5
De ciclos y olas; de similitudes e intersecciones.La participación política del movimiento #YoSoy132 y del movimiento “Todos Somos Ayotzinapa”
Enrique Peña Nieto había ganado las elecciones, el Priismo
había regresado al poder ejecutivo y una gran parte de
los integrantes de este movimiento comenzaron a dejar
de asistir a marchas y a mítines. El ambiente festivo y
esperanzador disminuyó. Se tuvo una segunda parte del
año con muchos altibajos. El 2013 arrancó con algunos
tintes interesantes, parecía que una vez que se había
perdido la batalla sobre el regreso del PRI, los integrantes
se enfocarían en buscar “La democratización de los medios
de comunicación”, pero esta consigna no tenía el mismo
“punch” con la sociedad civil. La afluencia disminuyó una
vez más, pero ante esa contrariedad parecía que entre menos
participantes en el movimiento la organización al seno del
mismo se consolidaba. El “movimiento de movimientos”
dejó de serlo y comenzó a actuar como un colectivo. Se
tuvieron algunos chispazos durante ese año, se convocó
contra “la reforma en materia de comunicaciones”, se
trabajó en conjunto con otros colectivos en contra de otras
reformas, se tuvo un relajado éxito, pero ya no se pudo
repetir la convocatoria del año anterior. La “agenda” del
movimiento, si es que puede llamársele así, se anexó a la de
otros colectivos que en ese momento comenzaban a tener
una mayor relevancia, dígase Frente Amplío Popular Jalisco
(FAPJ), o de otras vindicaciones de mayor trayectoria,
véase Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) o
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación
(CNTE). Para inicios del 2014, ya muy pocas personas
actuaban políticamente bajo el nombre del “ciento treinta
y dos”; comenzaron a desaparecer los blogs, las páginas
oficiales daban el clásico “error 404” con lo que muchos
documentos quedaron varados en el ciberespacio o en los
confines del disco duro de algunos de los participantes;11
muchos de los proyectos se fueron quedando truncos o
fueron finalizados de manera abrupta, muchos académicos
comenzaron a dar por muerto a este movimiento, era
común leer comentarios como “eso fue una llamarada de
petate” o “a ningún lugar iban a llegar estos niños nice”. Lo
cierto, y partiendo del convivio cotidiano con los sujetos
que integraron este movimiento social, es que es algunas
células seguían (siguen) vivas; algunos de estos sujetos
siguieron actuando como “Somos más de 131” colectivo
surgido en las venas del Instituto Tecnológico y de Estudios
Superiores de Occidente (ITESO); otros buscaron algunas
mediaciones con la política institucional, irrumpió la
novel plataforma política Wiki-política (Jalisco) y se dio
pie a la planeación de la candidatura de Pedro Kumamoto
como diputado local al distrito 10. Los demás, la gran
mayoría, comenzaron a crear otras formas de actuar;
___________________________________________________________
11 Grosso modo puede entenderse como que la página ha dejado de
existir. Según el portal de soporte de google; “404” es un “error de
página
no
encontrada”:
https://support.google.com/webmasters/
answer/2409439?hl=es.
6
Año 8, número 14, enero-junio, 2016
algunos siguieron proyectos en Radio Centinela, otros
abrieron centros sociales como La Madriguera, unos
encontraron un lugar para su actuar político en El Rincón
Zapatista y otros volvieron a sus colectivos de origen,
dígase Federación de Estudiantes Universitarios (FEU)
o Las juventudes comunistas. No dudamos en decir que
el “ciento treinta y dos” sirvió de ejemplo para muchos
jóvenes, para muchos de sus integrantes fue “la primera
experiencia” en cuanto participación política.
Ahora, tomemos esto con cierta mesura. La pérdida
de convocatoria por parte del #YoSoy132 no es algo tan
desalentador como parece. Posterior a la desaparición
de los 43 estudiantes normalistas, comenzaron a verse
pequeñas irrupciones en nuestra ciudad. Para Octubre
del año 2014 ya se había conformado en nuestra ciudad
un colectivo que llevaba por nombre “Ayotzinapa Somos
Todos” y en el que participaban muchos de los sujetos
que habían participado en el #YoSoy132. Retomando lo
expuesto por Alonso (2015), podemos partir de que el
movimiento “Todos Somos Ayotzinapa” pudo tomar tal
magnitud debido a que contó con la ayuda y solidaridad
de los sujetos que anteriormente participaron en el
#YoSoy132, así como de otros nuevos participantes,
para quienes también ésta se convirtió en su “primera
experiencia” en cuanto a la participación política.
A más de un año de lo acontecido en Iguala y del surgimiento
de las movilizaciones, podemos decir que “Todos Somos
Ayotzinapa” también ha pasado por el mismo proceso por
el cual paso el movimiento #YoSoy132. Los dos primeros
meses, Octubre y Noviembre, registraron una tremenda
actividad. Como exponíamos con anterioridad, se vieron
masivas manifestaciones en las principales ciudades del
país y se mostraron luces de apoyo y solidaridad en diversas
partes del mundo. Lamentablemente, esta cuestión se
vio dispersa en el mes de Diciembre debido a que la
conmemoración del acontecimiento se veía atravesada
por las fechas decembrinas. Aunque en los primeros
meses del 2015 se intentó revitalizar la afluencia de la
población a las manifestaciones, ésta había disminuido
considerablemente, los primeros tres meses de este año
comenzaron con pequeñas manifestaciones que para nada
igualaban las de finales del año anterior. Llegado el mes
de Mayo, la comunicación entre los colectivos comenzó a
ser un tanto difusa, en un evento para protestar por los
8 meses de la desaparición de los estudiantes normalistas
llegamos a participar no más de 43 personas. Junio y
Julio estuvieron marcados por la inactividad escolar, otro
gran enemigo de los movimientos sociales. En Agosto
la cuestión parecía volver al estado de éxtasis inicial;
aunque separados, los colectivos comenzaban a preparar
las actividades del aniversario. Para el 26 de septiembre
del año 2015, a un año de las desapariciones, se logró una
Contextualizaciones
Oscar Ramón López Carrillo
gran convocatoria: se consolidó una marcha que saldría
desde tres puntos diferentes de la ciudad; “la normal” (o
lo que queda de ella), “el parque Revolución” y “la plaza
Juárez”.12 Pero lamentablemente los dos siguientes meses
volvieron a presentar ese reflujo tan característico en los
movimientos sociales y del cual ya hemos hablado con
anterioridad. Para el mes de Octubre se convocó a una
marcha-asamblea. Por errores en la logística, solamente
acudieron algunos representantes de ciertos colectivos; el
ambiente era tenso, algunos pedían marchar aun cuando
no existieran las condiciones necesarias para hacerlo, en
número no éramos más que una veintena de participantes.
Los colectivos terminaron yéndose uno por uno y al
final no se marchó, solamente un decena de individuos
se quedaron a hacer labor en las esquinas del parque
Revolución, también conocido como “El rojo”. “Todos
Somos Ayotzinapa” comenzaba a compartir algunos de los
mismos procesos del #YoSoy132. Para el mes de Noviembre,
el nodo “Ayotzinapa somos todos” en lugar de convocar a
una manifestación para el 26, decidió aprovechar la visita
de algunos de los padres de los desaparecidos y conjuntarla
con la clásica manifestación conmemorativa del “20 de
Noviembre”. Ni juntando las dos manifestaciones se logró
una gran afluencia, no más de 200 personas estábamos
presentes para escuchar el discurso de los padres de los
normalistas13. Este trabajo ha sido concluido días antes de
que se convoque a los eventos por el año y tres meses de la
desaparición de los estudiantes. Pero eso ya será analizado
en trabajos posteriores.
Sin embargo hay algo que nos gustaría evidenciar en
este trabajo. Como advertíamos en la presentación de
este artículo, algunas de las reflexiones mostradas aquí
tuvieron como germen una ponencia que se presentó en
“El 1er Coloquio Centro-Occidente del Consejo Nacional
de Ciencias Sociales” en las instalaciones del CIESAS
Occidente. Entonces, consideramos que es necesario
recuperar aquella discusión y verterla en este artículo.
En aquella ocasión, se hizo un llamado de atención en
cómo los movimientos sociales terminan buscando la
política del espectáculo y muchas veces se deja de lado
la practica día a día para enfocarse en las cuestiones
coyunturales.14 También, se hizo énfasis en que esto puede
afectar el campo de análisis de los académicos debido a
que tendemos a ver como victorias o como derrotas lo
llena o vacía que está la calle o la plaza. No podría estar
más de acuerdo con lo que mis colegas alegaron aquella
vez; sin embargo, pensamos que sigue siendo necesario
que caminemos con los movimientos sociales, que
estemos a lado de las personas que los componen; que
sepamos cuáles son sus vindicaciones; cuáles son sus
metas. Y esto sólo lo conseguiremos estando con ellos;
caminando, en silencio o no, con los sujetos sociales, con
los movimientos sociales.
Nos gustaría concluir este trabajo con una advertencia
que el comandante insurgente Moisés hizo a los padres de
los 43 desaparecidos hace un año:
“Nosotros sólo queremos decirles que no dejen caer su
palabra. Hermanas y hermanos: nosotros pensamos
que tal vez ya saben que puede ser que se queden solos
y que estén preparados. Que puede ser quienes ahora
se amontonan sobre ustedes para usarlos en beneficio
propio, los abandonen, y corran a otro lado a buscar
otra moda, otro movimiento, otra movilización”. 15
Tan crudo, como real. Partiendo de la experiencia
zapatista; el comandante Moisés ha explicado un proceso
muy común en los movimientos sociales. Nos habla de los
ciclos y de las olas de los mismos.
Bibliografía
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indignación que se convirtió en movimiento: Ayotzinapa.
México: Universidad de Guadalajara.
Alonso, Jorge. (2013). Repensar los movimientos sociales.
México: CIESAS.
Castells, Manuel. (1999). La era de la información. México:
Siglo XXI.
Castells, Manuel. (2013). Conferencia Magna “Enredados
por la libertad”. Dictada en el marco de Cátedra Jorge
Alonso en la Universidad del Valle de México (UNIVA).
___________________________________________________________
14 Entenderemos por “política del espectáculo” a aquellas actitudes que
___________________________________________________________
comúnmente suelen tomar algunos integrantes de los movimientos
12 Los detalles de la convocatoria pueden verse en el siguiente enlace:
sociales, sobre todo aquellos que suelen estar en la vanguardia o en
http://www.informador.com.mx/jalisco/2015/615991/6/habra-tres-mar-
los “inner circles”. Entre estas actitudes se encuentran, por ejemplo,
chas-en-guadalajara-para-recordar-a-ayotzinapa.htm.
querer salir en prensa, querer ser ellos los entrevistados o buscar pre-
13 Algunas fuentes refieren que había más de 300 personas, a continuación anexamos un link donde puede verse una nota que realizaron
Miguel Coria y Martha Hernández para el periódico “Crónica”: http://
www.cronicajalisco.com/notas/2015/56237.html.
sencia en los medios de comunicación; así como el figureo en los
eventos que se organizan,
15 Recuperado de un trabajo de Magdalena López: “Ayotzinapa: de la
crisis humanitaria a la crisis de Estado” (2014).
www.contextualizacioneslatinoamericanas.com.mx
7
De ciclos y olas; de similitudes e intersecciones.La participación política del movimiento #YoSoy132 y del movimiento “Todos Somos Ayotzinapa”
Gómez, Magdalena. (2015). Ayotzinapa: de la crisis
humanitaria a la crisis de Estado. En “El Cotidiano”, Nª
189, Pp. 50-59.
González, Igor. (2013). Y sin embargo se mueve: la
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y la (post)modernidad. (Pp.93-124). México: Universidad
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la participación política del movimiento #YoSoy132 de la
ciudad de Guadalajara, Jalisco. Tesis para optar el grado
de Maestro en Ciencias Sociales por la Universidad de
Guadalajara.
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los llevaron, vivos los queremos”. De la indignación a la
movilización. Las manifestaciones (físicas y virtuales)
en torno a los 43 estudiantes desaparecidos de la normal
rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, México.
Impartida en la Universidad de Buenos Aires, disponible
en http://jornadasdesociologia2015.sociales.uba.ar/wpcontent/uploads/ponencias/598_470.pdf.
López, Oscar. (2015 b) #TodosSomosAyotzinapa. De la
indignación a la movilización: un año lleno de incertidumbre
y zozobra. Impartida en el Colegio de México. Memorias
físicas y virtuales próximas a publicarse.
López, Oscar. (S/F). Los movimientos sociales contemporáneos
en la segunda década del siglo XXI y el uso de las tecnologías de
la información y la comunicación como práctica política. De
la(s) primavera(s) indignada(s) al #Yosoy132. Revista Vínculos.
Número 14, próximo a publicarse.
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8
Año 8, número 14, enero-junio, 2016
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informador.com.mx/jalisco/2015/615991/6/habra-tresmarchas-en-guadalajara-para-recordar-a-ayotzinapa.
htm. [Recuperado el 16 de diciembre del año 2015].
“Crónica del evento organizado en la ciudad de México por
el aniversario de los 43 normalistas desaparecidos”. http://
www.excelsior.com.mx/comunidad/2015/09/26/1047862.
[Recuperado el 17 de noviembre del año 2015].
“Crónica del evento que se organizó en la ciudad de
Guadalajara para el mes número catorce de la desaparición
de los 43 estudiantes normalistas”. http://www.
cronicajalisco.com/notas/2015/56237.html. [Recuperado
el 17 de noviembre del año 2015].
“Cuenta oficial de Twitter de Omar García”. https://twitter.
com/omarel44. [Recuperado el 17 de diciembre el año
2015].
“Ya me cansé: Murillo Karam”. https://www.youtube.
com/watch?v=3Tlf8_ofIks. [Recuperado el 21 de Octubre
del año 2015].
“131 estudiantes muestran sus credenciales”. https://www.
youtube.com/watch?v=nRDD-b0IHIs. [Recuperado el 20
de Octubre del año 2015].
“¿Qué es el error 404?”. https://support.google.com/
webmasters/answer/2409439?hl=es. [Recuperado el 28 de
Octubre del año 2015].
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