1 “EL TUTOR MEDIADOR: UNA EXPERIENCIA INNOVADORA

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“EL TUTOR MEDIADOR: UNA EXPERIENCIA INNOVADORA DESDE UN
CONSERVATORIO DE MÚSICA”
Introducción
Tras una larga experiencia docente y desde un trabajo de reflexión a través de
distintos grupos de trabajo, ponencias, talleres y encuentros sobre acción tutorial en
nuestras enseñanzas, un grupo de profesores de conservatorios de música decidimos
poner en marcha una experiencia que nos parecía innovadora en nuestro ámbito
educativo.
Se trataba de crear puentes entre el conservatorio, la familia, el colegio y el entorno
social del alumnado. Una vez que los puentes estaban teóricamente claros, el
siguiente y decisivo paso era cruzarlos realmente, como tutores, como profesores y
como mediadores entre el alumnado y su entorno académico, familiar y social.
En realidad era una tarea de “acción tutorial” más allá del centro educativo a través
de distintas actividades, con un acercamiento por parte del tutor del conservatorio
hacia los tutores de los colegios, el entorno social de nuestros alumnos y alumnas y
con una mayor relación con las familias. Es decir, como centro educativo oficial y
reglado pero no obligatorio, proyectarnos hacia el espacio socio-cultural del alumnado.
La familia
Con respecto a la familia, con la que ya existe mucho contacto: tutorías
personales, tutorías generales, colaboración ante los conciertos, etc., hemos intentado
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mayor acercamiento, así como la implicación de otros miembros del ámbito familiar:
hermanos, primos, tíos, abuelos…
En este aspecto, y al estar nuestro centro ubicado en un pueblo relativamente
pequeño y en un entorno rural, muchas veces no eran los padres o madres quienes
acompañaban al alumnado al conservatorio sino los abuelos, los hermanos, los tíos o
incluso vecinos y amigos.
Aprovechábamos, pues, esta circunstancia para entrar en contacto con el entorno
de nuestros educandos, manteniendo charlas improvisadas con las que conseguíamos
más información sobre nuestros alumnos y alumnas que, muchas veces, nos aportaba
un ángulo diferente de la aportada por los progenitores.
Destacar que eran los abuelos y las abuelas, en la mayoría de los casos, los
miembros familiares que parecían influir más en la motivación del alumnado tanto al
estudio en casa como a la disposición a la hora de enfrentarse a conciertos o
exámenes.
El concierto o audición
El concierto o audición es una de las actividades educativas más interesantes
realizadas en los conservatorios de música. En nuestra experiencia esta circunstancia
la hemos utilizado como el espacio central donde converge toda nuestra mediación
como tutores. Gracias al protocolo que ello conlleva, es decir: bienvenida al concierto,
entrega de los programas de mano, la audición en sí por parte de los estudiantes
protagonistas, despedida del acto y encuentro final entre todos (profesores, familias,
amigos…), convergen todos los “actores” que tienen que ver, directa o indirectamente,
con el proceso de enseñanza-aprendizaje, tanto a nivel académico como afectivo.
El concierto se convierte, así, en una circunstancia que va más allá de la actividad
académica fundamental en nuestras enseñanzas. Al implicar a toda la familia y
ampliarlo hacia el entorno social del alumnado: amigos, compañeros del colegio y de
las actividades extraescolares (academias, deportes…) el concierto se transforma en
una manifestación artística con la que nuestros alumnos y alumnas no solo están
demostrando el trabajo realizado en el conservatorio con su instrumento a todo su
entorno familiar y social, sino que se están dando cuenta por ellos mismos (y por
supuesto todo ese entorno) de la importancia de su trabajo personal y diario y del
esfuerzo que ello conlleva.
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Cuando todo esto se conjuga bien, el gusto por el estudio musical abarca todo el
currículo (instrumento, lenguaje musical, historia…), convirtiéndose en una labor muy
placentera que ayuda muchísimo al alumno en el esfuerzo técnico con el instrumento
musical.
Encuentro intertutorial
Pero la actividad más interesante realizada para alcanzar los objetivos de nuestra
experiencia, quizás por lo novedoso dentro de nuestras actividades como tutores de
un conservatorio, ha sido el encuentro intertutorial, es decir, entre tutores del
conservatorio y tutores del colegio.
Se realizó en tres colegios del municipio, donde estaban escolarizados el grupo de
alumnos en los que se centró la experiencia, de muy distinta naturaleza entre sí: uno
público y dos concertados de carácter religioso, especialmente uno de ellos.
En una primera fase, la propuesta fue realizada a los padres en una tutoría general,
con la intención de informar e implicarlos en la actividad, evitando así posibles
malentendidos y encuentros improvisados que podían ser interpretados como
injerencias educativas, tanto por parte de los padres como de los tutores.
La propuesta era, en principio, un contacto, un encuentro, una charla amistosa
entre tutores. Por parte de los padres y madres fue muy bien recibida, incluso de
manera entusiasmada, ante la experiencia y los posibles resultados.
En una segunda fase, los padres interesados explicaban, a su vez, la propuesta a
los tutores de sus hijos y concertaban ya una cita, con lo que se convertían en
mediadores entre los tutores de los dos centros educativos.
Por fin, la tercera fase fue el encuentro intertutorial propiamente dicho, realizado en
los colegios de los alumnos y en horarios de tutorías de los maestros.
El resultado final de dichos encuentros ha sido realmente satisfactorio, en el sentido
de que dos tutores de diferentes ámbitos educativos tienen mucho sobre lo que hablar
y compartir, y mucho que decir sobre los alumnos y alumnas que tutorizan, tanto a
nivel académico como personal y familiar.
Nos esforzamos en que la charla no fuera una entrevista, una encuesta o un
interrogatorio sobre los alumnos en cuestión, sino un acercamiento profesional y
afable.
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Todos los tutores de los colegios fueron muy receptivos a la actividad, aunque
notamos en la mayoría de ellos que su percepción del encuentro era, inicialmente,
meramente tutorial: nos citaban en horas de tutoría, en aulas dedicadas a ellas y con
los datos académicos del alumnado preparados en la mesa. El recibimiento era
parecido al de una tutoría, es decir, los roles definidos por ella, aunque durante la
conversación se distendían esos roles meramente tutoriales en el estricto sentido de la
palabra.
La charla, aparte de los comentarios normales sobre los alumnos: comportamiento,
nivel académico, relaciones y circunstancias familiares, etc., hemos intentado que
fluyera hacia aspectos más abiertos y generales, como las actividades extraescolares,
la cultura, la educación y los valores en la actualidad, la familia, las nuevas
tecnologías, el conservatorio como complemento a la educación y no como una
actividad extraescolar más, etc.
Resumiendo, los tutores de los colegios encuentran a veces su labor algo difícil, ya
que en ocasiones ni los padres ni el entorno social les ayuda en su tarea educativa, y
que las actividades extraescolares (en las que incluyen las clases del conservatorio
junto con academias, actividades deportivas, etc.) son muy positivas, siempre que no
interfieran en el trabajo escolar de sus alumnos: deberes, exámenes, cansancio, etc.
Por nuestra parte, los tutores de los conservatorios reconocemos la ardua tarea de
los maestros y el papel tan importante que desempeñan, pero desearíamos que éstos
concibiesen el conservatorio como un complemento a la escolarización, con todo el
esfuerzo por parte de los alumnos y sus familias que ello conlleva, no como una
actividad extraescolar más, pues así se lograría, quizás, una mayor complementación
en la formación académica, profesional y personal del alumnado.
Una importante idea que trasladamos también a los tutores de los colegios es la
situación tutorial que se produce en nuestros estudios: tenemos una enseñanza muy
personalizada y directa con el alumnado, teniendo una acción tutorial y un
conocimiento del alumnado que muchas veces tiene un carácter también más
personalizado. En este sentido, los tutores de los conservatorios podríamos aportar
mucho al proceso de enseñanza y aprendizaje de estos alumnos, contribuyendo a ello
junto a maestros y familias.
Encuentro intercentro
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La siguiente actividad que realizamos, dentro de nuestro proyecto tutorial, fue
ponernos en contacto con la Escuela Oficial de Idiomas del municipio que pertenece,
como el Conservatorio de Música, a las Enseñanzas de Régimen Especial.
La experiencia consistía en realizar un acto en común aprovechando la
circunstancia de que algunos padres, madres y otros familiares y amigos de nuestro
alumnado se encontraban cursando alguno de los cursos que esta escuela impartía,
ampliando así nuestra mediación tutorial al intentar realizar un encuentro que nos
llevara a aunar todos los agentes educativos que rodearan a nuestros alumnos, dando
un paso más en nuestra experiencia innovadora.
Tras varias reuniones entre el profesorado de ambos centros se fue perfilando, de
forma entusiasta, el proyecto, que tomó forma como un “Concierto-Recital”. En este
concierto se implicó, por tanto, a los profesores y alumnos de la escuela de idiomas, a
los profesores y alumnos del conservatorio de música, y al entorno familiar y social de
todos ellos.
Tras decidir la fecha del acto, y teniendo claro los participantes y el lugar donde se
iba a desarrollar el concierto, el siguiente paso fue trabajar y ensayar todo el contenido
y forma de la actividad, quedando de la siguiente manera:
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La escuela de idiomas presentaría un trabajo lingüístico desarrollado por los
alumnos de inglés y francés a través de pequeños cuentos y poemas, que
serían leídos en dichas lenguas.
El conservatorio presentaría los instrumentos musicales a través de diversas
obras, interpretadas tanto por profesores como alumnado.
De esa forma se sucedían en secuencia un poema o cuento y una pieza musical,
con presentaciones de cada instrumento tanto en castellano como en inglés y francés,
con lo que el concierto cobró una curiosa variedad músico-lingüístico-literaria que
deleitó inusitadamente al público presente.
El encuentro intercentro fue, por tanto, y en todos los sentidos, todo un acierto,
transformándose una actividad educativa en todo un acto cultural a nivel municipal.
Nuestro proyecto superó así todas las expectativas, que en principio consistía
meramente en reunir al entorno académico-social-familiar de los alumnos y alumnas
del conservatorio.
Conclusión
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Con todas estas actividades que se realizaron a lo largo del curso conseguimos
desarrollar una mediación tutorial de primer orden, comprobando que el
colaboracionismo entre profesionales de la educación puede dar muchos y muy
buenos frutos, que las reuniones efectivas llevan a buen puerto cualquier proyecto
educativo, que las familias y el entorno social de los educandos tienen mucho que
aportar en el proceso de enseñanza-aprendizaje y que, a través de experiencias como
la descrita, podemos hacer más partícipes al alumnado de su proyecto educativo,
ayudándoles así a construir sus propios conocimientos.
JUAN DOMINGO AYALA PASTORA
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