EL cine llegó a México casi ocho meses después de su triunfal aparición en París. La noche del 6 de agosto de 1896, el presidente Porfirio Díaz, su familia y miembros de su gabinete presenciaban asombrados las imágenes en movimiento que dos enviados de los Lumière proyectaban en uno de los salones del Castillo de Chapultepec. La revolución mexicana contribuyó enormemente al desarrollo del cine en nuestro país. Por circunstancias cronológicas, la revolución fue el primer gran acontecimiento histórico totalmente documentado en cine. Nunca antes un evento de tal magnitud había sido registrado en movimiento. La Primera Guerra Mundial, iniciada cuatro años después del conflicto mexicano, fue documentada siguiendo el estilo impuesto por los realizadores mexicanos de la revolución. La vertiente documental y realista fue, por razones claras, la principal manifestación del cine mexicano de la revolución. Aunque el cine de ficción comenzaba a popularizarse en Europa y Norteamérica, el conflicto armado mexicano constituyó la principal programación de las salas de cine nacionales entre 1910 y 1917. El público se interesaba en estos filmes por su valor noticioso. Era una forma de confirmar y dar sentido al cúmulo de informaciones imprecisas, contradictorias e insuficientes, producto de un conflicto armado complejo y largo. Los filmes de la revolución pueden considerarse como antecedentes lejanos de los noticiarios televisivos de hoy en día. Los cineastas de la revolución procuraban mostrar una visión objetiva de los hechos. Para no tomar partido, los camarógrafos filmaban los preparativos de ambos bandos, hacían converger la acción en la batalla y, en muchos casos, no daban noticia del resultado de ésta. Esto lo hacían debido a la incertidumbre por el curso de los acontecimientos A pesar de que el sonido se incorporó al cine en 1927, no fue sino hasta 1931 cuando se realizó la primera cinta sonora mexicana: una nueva versión de Santa, dirigida por el actor español-hollywoodense Antonio Moreno e interpretada por la ya mencionada Lupita Tovar. De nueva cuenta, la primera en algo no lo fue totalmente. Antes de Santa (1931) se habían filmado varias películas con sonido indirecto sincronizado a partir de discos. Estos intentos de cine sonoro no fueron populares en México, como tampoco lo habían sido experimentos similares en otras partes del mundo. Santa (1931) fue, eso sí, la primera película mexicana que incorporó la técnica del sonido directo, grabado en una banda sonora paralela a las imágenes en la misma película. Esta técnica fue traída de Hollywood por los hermanos Roberto y Joselito Rodríguez, quienes habían inventado en Estados Unidos un aparato sincronizador de sonido muy ligero y práctico. El apoyo de un equipo entrenado en Hollywood para la filmación de Santa (1931) no fue casualidad. Obedecía a todo un plan para establecer una industria cinematográfica mexicana, mismo que incluyó la fundación de la Compañía Nacional Productora de Películas. Esta empresa adquirió unos estudios de cine existentes desde 1920 y se estableció como la compañía de cine más importante del país. La decisión de "importar" a casi todo el personal de la filmación se hizo con la idea de asegurar el éxito financiero de la película. Los principales géneros cinematográficos: Drama. Películas que se centran en el desarrollo de un conflicto entre los protagonistas o su protagonista con el entorno o consigo mismo. Comedia. Películas realizadas con la intención de provocar humor, entretenimiento y/o risa en el espectador. Negro. Presentan a sus personajes principales con un estilo nihilista o existencialista. Terror. Realizadas con la intención de provocar tensión, miedo y/o sobresalto en la audiencia. Cine romántico. Hacen hincapié en los elementos amorosos y románticos. Suspenso. Son realizadas con el fin de provocar tensión en el espectador. También suele utilizarse el término thriller para designar películas de este tipo, aunque hay sutiles diferencias. Western. Se enfoca en los paseos por las llanuras del oeste para así transportar el espectador y al personaje al pasado salvaje y caluroso en la época de finales de los 60's. Musical. Se involucra el sonido como forma de darle al protagonista un desenvolvimiento artístico y bailable dentro del desarrollo de la película, es decir, incluirle un movimiento innovador y revitalizador como otra manera de darle forma a una nueva expresión.