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Estudio de casos
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Tratamiento fisioterápico
de la epicondilitis
en un tenista joven
M. Menayo Antúnez1
R. Menayo Antúnez2
J.P. Fuentes García3
D. Sanz Rivas3
1
Fisioterapeuta.
Licenciado en Ciencias de la
Actividad Física y del Deporte.
Diplomado en Magisterio,
Especialidad de Educación Física.
3
Doctor en Ciencias de la Actividad
Física y del Deporte.
Facultad de Ciencias de la Actividad
Física y del Deporte. Universidad
de Extremadura.
Servicios Médicos Omega. Badajoz.
2
Correspondencia:
Mercedes Menayo Antúnez
C/ Navas de Tolosa, 5
06480 Montijo (Badajoz)
E-mail: [email protected]
Tennis elbow physiotherapy
treatment to a young
tennis player
Fecha de recepción: 24/11/03
Aceptado para su publicación: 1/9/04
RESUMEN
ABSTRACT
Este estudio de caso analiza el tratamiento fisioterápico
aplicado a un joven tenista con epicondilitis.
En él se plantea un sistema de trabajo del equipo
multidisciplinar, basado en la colaboración entre el
fisioterapeuta y el entrenador deportivo, que permita
un análisis riguroso y objetivo de los diferentes aspectos
que se consideran como determinantes en la aparición
de la lesión, como son la valoración del grado de
afectación, las causas que la provocaron y los métodos
de tratamiento fisioterápico empleados para su
recuperación. A través de la colaboración entre ambos
profesionales se analizan los motivos que produjeron
esta lesión, mediante un detallado análisis del
momento de desarrollo físico en el que se encontraba
el jugador y de la influencia en el mismo de las cargas
de entrenamiento, de la técnica de golpeo y del
material –raqueta– que empleaba el tenista hasta
This case-study analyzed the physical therapy applied to a
young tennis player with tennis elbow. It was placed in an
interdisciplinary health team system for recovery based on
the collaboration of physical therapist and trainer,
permitting a rigorous and objective analysis of the
different aspects considered as determinants for the injury,
as well as the seriousness, the causes that provoked the
injury and the methods of physiotherapy used for the
patient’s recuperation. Besides the collaboration of both
professionals it was analyzed the causes that produced the
injury by a detailed analysis of the amount of physical
development of the player and the influence of training
charge, the technique used to hit the ball and the material
– racket – used by tennis player at the moment to appear
the injury, all of it with the purpose to prove that a
control of these variables is fundamental for new tennis
players as they grow as their muscle structure is not fully
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R. Menayo Antúnez
J.P. Fuentes García
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Tratamiento fisioterápico de la epicondilitis en un tenista joven
el momento de aparición de las dolencias, todo ello
con la finalidad de demostrar que el control preciso
de estas variables en jugadores en pleno proceso de
crecimiento es fundamental, ya que su musculatura
no está desarrollada como la de un jugador profesional.
Del mismo modo, proponemos un programa
fisioterápico de tratamiento en la pista de tenis
como medio preventivo para futuras lesiones.
developed as with professional players. At the same time,
prepare a physical treatment program on the tennis court
as a preventive measure for futures injuries during
the Accumulation period where the probability
of and injury is dramatically increased by increment
training volume.
PALABRAS CLAVE
Physiotherapy; Tennis elbow.
KEY WORDS
Fisioterapia; Codo de tenis.
INTRODUCCIÓN
El tenis es un deporte que sobrecarga en gran medida
los músculos epicondíleos. La acción de mantener la raqueta sostenida con una mano solicita continuamente la
participación de los músculos que se originan en el epicóndilo y en la epitróclea.
Este caso presenta a un jugador de tenis de 12 años de
edad, que en el momento de aparición de la lesión entrenaba 14 h semanales para participar en un torneo de nivel nacional (Nike Junior, 2003) en categoría alevín. Antes de solicitar los servicios del fisioterapeuta en una
clínica especializada, permaneció durante un mes en situación de reposo por prescripción médica. Durante la
exploración, presentaba dolor a la contracción y al estiramiento en la región epicondílea y antebrazo derechos.
Con el objetivo de determinar las posibles causas que
produjeron la lesión en el jugador, valoramos cuatro
aspectos: el período de desarrollo físico en el que se
encontraba y la influencia en éste de las cargas de entrenamiento –volumen, intensidad y períodos de recuperación–, el material empleado, es decir la raqueta de tenis y la técnica de ejecución de los golpeos.
Este artículo consta de una serie de intervenciones progresivas en diferentes fases de tratamiento, que pretenden
establecer las causas de la lesión, el tratamiento aplicado y
la importancia del trabajo del equipo multidisciplinar,
entre el fisioterapeuta y el entrenador deportivo.
59
En una primera etapa clínica se aplican medios físicos
con la finalidad de recuperar las estructuras lesionadas.
En la segunda etapa, debido a la persistencia de las molestias, se procede al análisis de las contingencias del entrenamiento. Por último, se propone un programa de
tratamiento fisioterápico en la pista de tenis como medio de prevención, aplicable a los períodos de Acumulación* planificados a lo largo de la temporada, en los
cuales la probabilidad de una lesión se ve incrementada
por el aumento del volumen de entrenamiento.
RECUERDO ANATÓMICO
Siguiendo a Latarjet1, determinaremos la localización
de las estructuras implicadas en la epicondilitis. Así, establecemos que el codo es la articulación intermedia del
miembro superior. Esta articulación une el húmero con
el cúbito y el radio. Realiza la función de alejar o acercar la mano al cuerpo. La componen tres articulaciones
funcionalmente distintas:
1. Radio-cubital superior.
2. Húmero-radial.
3. Húmero-cubital.
*El método de planificación del entrenamiento aplicado es el sistema
ATR, compuesto de tres mesociclos: Acumulación, Transición y Realización, que en su conjunto conforman un macrociclo.
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Superficies articulares
La cápsula queda reforzada por delante por el ligamento anterior y el ligamento oblicuo anterior. Por detrás, se refuerza con fibras húmero-humerales y con fibras oblicuas húmero-olecranianas.
A nivel de la extremidad inferior del húmero existen
dos superficies articulares:
1. La tróclea humeral, que tiene forma de polea con
una garganta situada en un plano sagital entre las dos carillas convexas.
2. El cóndilo humeral, que es una superficie esférica situada por fuera de la tróclea. Debemos tener en cuenta
que el cóndilo no es una esfera completa, sino una hemiesfera, por lo que no ascenderá por detrás. Del mismo
modo, en el espacio situado entre el cóndilo y la tróclea
hay una zona de transición llamada canal condilotroclear.
A nivel de la extremidad superior de los dos huesos
(radio y cúbito) del antebrazo encontramos:
3. La cavidad sigmoidea del cúbito, que se articula
con la tróclea humeral, presentando una configuración
inversa a ésta, es decir, una cresta longitudinal roma
que termina en el pico del olécranon y por debajo y por
delante en el pico de la apófisis coronoides.
4. La cúpula radial, que se corresponde con la cara
superior de la cabeza del radio.
Estas dos superficies forman un conjunto gracias al ligamento anular.
Ligamentos
Los ligamentos –lateral interno y lateral externo– desempeñan la función de mantener en contacto las superficies articulares. Se disponen a cada lado de la articulación, formando en conjunto un abanico fibroso que
realiza dos funciones:
1. Asegurar el ajuste del semianillo con la polea.
2. Impedir todo movimiento de lateralidad.
Basta la ruptura de alguno de los ligamentos para que
se pueda producir el movimiento de lateralidad hacia el
lado opuesto y que las superficies articulares pierdan
contacto entre sí.
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Musculatura epicondílea
En tenis, la articulación del codo interviene activamente en todos los golpeos (derecha, revés, voleas, servicio y remate). Aunque el epicóndilo se localiza en esta
articulación, en el caso de la epicondilitis, la lesión se
produce por la intervención de los extensores e inclinadores radiales de la muñeca participantes en dichos golpeos2,3. La tabla 1 refleja los músculos que se insertan en
el epicóndilo, sobre los cuales se localiza la lesión.
Por tanto, aunque la epicondilitis es una lesión situada a nivel de la articulación del codo, los movimientos
de extensión e inclinación radial de la muñeca son los
verdaderos responsables de su aparición, ya que su origen muscular se encuentra en el epicóndilo humeral.
MATERIAL Y MÉTODO
Metodología de intervención: fases
1.ª Fase: tratamiento fisioterápico
El paciente J.P.P. de 12 años de edad, llegó a la clínica
con molestias en su codo derecho. El dolor se irradiaba
al antebrazo y aumentaba con la práctica del tenis. Durante esa fecha entrenaba para participar en un torneo
de nivel nacional. Tras la exploración preliminar se le
diagnosticó epicondilitis por sobrecarga en los tendones epicondíleos. Los factores4 que predisponen la aparición de los síntomas pueden ser:
1. Intrínsecos: desalineación de los miembros y desequilibrios musculares.
2. Extrínsecos: incorrecta distribución de las cargas de
entrenamiento, técnica de golpeo inadecuada y/o material deportivo inapropiado.
El síndrome postesfuerzo aparece de forma progresiva,
por lo que el deportista no informa de las molestias, retrasando su diagnóstico.
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R. Menayo Antúnez
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Tabla 1. Músculos epicondíleos
Nombre
Origen
Extensor común de los dedos
Borde externo humeral, epicóndilo
y tabique intermuscular externo
Epicóndilo humeral y ligamento
anular del radio
Epicóndilo humeral y fascia antebraquial
Extensor propio del V dedo
Epicóndilo humeral y fascia antebraquial
Cubital posterior
Epicóndilo humeral y fascia antebraquial
Supinador corto
Epicóndilo humeral, ligamento lateral
del radio, ligamento anular del radio
y cresta del supinador corto
I Radial
II Radial
Inserción
Inervación
Cara dorsal de la base
del II metacarpiano
Cara dorsal de la base
del III metacarpiano
Aponeurosis dorsales
de los dedos II al V
Aponeurosis dorsal
Nervio radial
del V dedo
Cara dorsal de la base
del V metacarpiano
Cara anterior, borde anterior,
cara externa y posterior del radio
Tomada de Castillo, 1994.
Los objetivos en esta fase se dirigían a:
1.
2.
3.
4.
Disminuir el dolor y la inflamación.
Corregir desequilibrios musculares.
Recuperar las propiedades elásticas del tendón.
Reeducar el gesto deportivo.
El tenista recibió 20 sesiones de una hora de duración.
Durante el tratamiento el jugador continuó entrenando,
aplicándose antes de cada sesión de trabajo una pomada antiinflamatoria y analgésica.
El tratamiento consistió en la aplicación de las siguientes técnicas5:
1. Infrarrojos, con sesiones de 15 min, para estimular
la circulación de la zona y el metabolismo local (mejorar
y disminuir el tono muscular) y como analgesia por estimulación de las terminaciones nerviosas sensitivas.
2. Electroterapia analgésica, aplicando low rate o
TENS de baja frecuencia y alta amplitud durante
15 min. La frecuencia oscila entre 1-4 Hz. La intensidad
se aumenta sin que aparezcan contracciones musculares.
La analgesia conseguida es duradera, aunque tarda en
aparecer entre 25-35 min.
3. Cyriax en los puntos dolorosos, que produce un
aumento del flujo local que va a favorecer la eliminación
61
de sustancias algógenas. Asimismo, se estimulan mecanorreceptores que permiten la inhibición del dolor.
4. Masoterapia para disminuir el tono muscular, aplicando roce superficial, roce profundo, amasamiento y
vibraciones.
5. Estiramientos analíticos o globales progresivos. La
inflamación tendinosa disminuye la capacidad de resistencia muscular, aumentando la susceptibilidad a la
rotura muscular con cargas normales, debido a la pérdida de elasticidad por los cambios degenerativos derivados de la propia inflamación. Los estiramientos van a
mejorar la elasticidad de las estructuras lesionadas.
6. Crioterapia local tras el estiramiento, con tiempos
de aplicación de 10 min.
2.ª Fase: análisis de los factores extrínsecos
Consideraciones sobre el período de desarrollo físico del
jugador. El período comprendido entre 1 y 18 años de
edad es crítico en el desarrollo de las estructuras óseas y
cartilaginosas de la articulación del codo. La aparición
de los núcleos de osificación y de la sinóstosis del cartílago de crecimiento epifisario a nivel del epicóndilo
se produce entre los 8 y los 13 años6. En este sentido,
enfatizamos la importancia del control adecuado de las
cargas de entrenamiento para evitar posibles deterioros
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de las estructuras tendinosas, concretamente de las inserciones musculares localizadas en las proximidades
de las metáfisis de crecimiento óseo.
Así, podemos determinar que el jugador se encuentra
en un período sensible de crecimiento, en el cual cualquier modificación descontrolada de las contingencias
del entrenamiento pueden originar una patología
músculo-tendinosa.
Distribución de las cargas de entrenamiento. Se procedió al análisis de la distribución de las cargas de entrenamiento aplicadas sobre el jugador durante el período
de la temporada en el que se encontraba en el momento de aparición de la lesión, tomando como referencia
las conclusiones obtenidas por Fuentes7, en cuanto a
la opinión de los entrenadores de alta competición
acerca de la edad para comenzar a competir, la duración y el número de las sesiones de entrenamiento. En
este sentido, la edad se sitúa en torno a los 12,60 años,
desarrollando entrenamientos técnico-tácticos en dos
sesiones diarias, durante cinco días a la semana y siendo la duración de cada sesión de 2 h aproximadamente
(tabla 2).
Técnica de golpeo (análisis en vídeo y observación sistemática). Empleamos la grabación en vídeo de los entrenamientos con el fin de determinar mediante su análisis la existencia de algún problema asociado a los
factores mencionados. Para ello se registraron los datos
técnicos en una hoja de observación reflejando en ella
las características específicas de ejecución de los diferentes golpes y su correcta realización (tabla 3).
Tabla 2. Extracto del mesociclo de acumulación en el que se encontraba el jugador hasta el momento de aparición de la lesión.
Distribución de las cargas de entrenamiento
Microcilo 1
Cargas (horas)
Microciclo 2
Cargas (horas)
Microciclo 3
Cargas (horas)
Microciclo 4
Cargas (horas)
Lunes
Martes
Miércoles
Jueves
Viernes
Sábado
Domingo
Técnica
2h
Técnica
2h
Técnica
2h
Técnica
2h
Táctica
1:30 h
Táctica
1:30 h
Táctica
1:30 h
Táctica
1:30 h
Técnica
2h
Técnica
2h
Técnica
2h
Técnica
2h
Descanso
Técnica/Táctica
2:30 h
Técnica/Táctica
2:30 h
Técnica/Táctica
2:30 h
Técnica/Táctica
2:30 h
Competición
3h
Competición
3h
Competición
3h
Competición
3h
Competición
3h
Competición
3h
Competición
3h
Competición
3h
Descanso
Descanso
Descanso
Tabla 3. Evaluación de la técnica en golpes de derecha, revés, servicio –sin desplazamiento–, voleas y remate
Nombre y apellidos: J.P.P.
Edad: 12 años
Nivel: Competición
Fecha: Agosto 03
Juego
Posición preparados
Unidad giro
Desplazamiento
Posición impacto
Recuperación
Pies
Empuñadura
✔
✔
✔
✔
✔
✔
✔
✔
✔
✔
Fases
Inicio
Bucle
Avance
Impacto
Acompañamiento
Terminación
✔
✔
✔
✔
✔
✔
Golpe
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R. Menayo Antúnez
J.P. Fuentes García
D. Sanz Rivas
El análisis de la técnica de golpeo se utilizó como
medio para comprobar la correcta ejecución de los golpes y descartar un posible agarre inadecuado de la raqueta (las empuñaduras idóneas para el nivel del jugador son: las estes –de derecha y de revés– para los
golpes de fondo y la continental para las voleas, servicio y remate)8.
Aspectos biomecánicos del sistema jugador-raqueta. A
continuación se procedió al análisis de las características
de la raqueta empleada –peso, balance y tamaño de la
cabeza–, valorando la adecuación de la misma a las características antropométricas del niño (edad, peso y estatura).
Conjuntamente, se elaboró una hoja de registro para
la recogida de información y evaluación de este aspecto,
en la que se anotaron los datos personales del paciente,
su peso, su estatura y las características de la raqueta
(tabla 4).
Bajo la perspectiva biomecánica podemos permitir e
incluso recomendar al jugador, el empleo de una raqueta más pesada –dentro de los límites expuestos–, con el
objetivo de obtener una mayor fuerza de golpeo ya que
ésta es función de la masa (2.ª Ley de Newton):
P = m × aP
F
En este caso, esa masa (peso de la raqueta) debe estar
acorde con las características antropométricas del jugador porque, en principio, la fuerza de golpeo será mayor
y por tanto, beneficioso. Pero en el momento en que el
peso sea excesivo supondrá un perjuicio de la salud del
jugador al necesitar un sobreesfuerzo para desplazar la
raqueta cada vez que se produzca un golpeo sobre la
bola. Y la acumulación de éstos podría producir la aparición de la epicondilitis por sobrecarga o exposición
continuada a un estímulo o carga para la cual la musculatura aún no está desarrollada.
Así, aunque se respetaran los tiempos de descanso entre sesiones y durante las mismas, las solicitaciones mecánicas desarrolladas en las articulaciones del codo y de
la muñeca serían mayores de las que estas estructuras
pueden soportar, provocando la lesión del tenista.
Volviendo a la 2.ª Ley de Newton, aunque una mayor
masa (peso de la raqueta) suponga un aumento de la
63
Tabla 4. Hoja de evaluación de las raquetas empleadas
por el jugador
Hoja de registro
Fecha: 12/08/03
Datos personales
Nombre: J.
Apellidos: P.P.
Edad: 12 años
Peso: 38 kg
Estatura: 146 cm
Modelo de raqueta
Modelo A
Modelo B
Grosor del mango
11 cm (2)
11 cm (2)
Largo del mango
20 cm
20 cm
Longitud de la raqueta
68,5 cm
70 cm
Perímetro de la cabeza
92 cm
89 cm
Ancho de la cabeza
27 cm
28 cm
Largo de la cabeza
37 cm
35 cm
Tensión
24-23 kg
24-23 kg
Tipo de cuerda
Tripa sintética
Tripa sintética
Peso de la raqueta
280 g
300 g
Balance
Se inclina hacia la cabeza Equilibrada
aceleración de la raqueta durante los golpeos, en este
caso, por las razones expuestas con anterioridad, esa mayor aceleración va en detrimento de las posibilidades de
ejecución del golpe.
Además, hay que considerar la 3.ª Ley de Newton
(“principio de acción y reacción”). Así, esa masa también
influye directamente en la “cantidad de movimiento” o
Momento Lineal generado en los golpeos, porque hablamos de una trayectoria que la raqueta describe a lo
largo del tiempo (preparación, apertura, avance, impacto, acompañamiento y terminación), que al final se traduce en la aplicación de una fuerza en ese intervalo.
dP
v
dP
p
p
P = m × vP → = m × = m × aP = FP
dt
dt
Aquí, observamos que la masa también influye sobre
la velocidad de ejecución y finalmente, sobre la fuerza
aplicada, por lo que se explica la necesidad de buscar
un equilibrio óptimo entre el peso del implemento –raqueta– y la capacidad de generación de fuerza del jugador. Al mismo tiempo, en todos los golpeos, la bola perFisioterapia 2005;27(1):52-60
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manece entre 3 y 5 milésimas de segundo en contacto
con las cuerdas de la raqueta9, con lo que estamos hablando en términos de Impulso Mecánico (I), es decir,
P en un intervalo de tiemde la aplicación de un fuerza F
po t, o en la diferencia entre el Momento lineal final y
el Momento lineal inicial (Ppf – Pp0).
músculo, detectar y eliminar puntos gatillo y posibles
cuadros de fatiga. Comenzaremos con roce superficial y
profundo y a continuación, realizaremos amasamiento y
fricciones sobre las zonas miálgicas.
Estiramientos estáticos progresivos, combinando técnicas de relajación muscular y estiramientos de baja
intensidad. Aplicaremos también el enfriamiento postejercicio para eliminar productos de desecho del metabolismo celular.
Ejercicios de fortalecimiento de la musculatura del antebrazo, mediante movimientos de flexión, extensión e
inclinación de la muñeca13:
Cool-Down (Crioterapia con baños de inmersión): La
temperatura del agua debe estar entre 12-15 °C. Mediante esta técnica se acelera el metabolismo de los tejidos y la regeneración de las fibras musculares. Siempre
se aplicará después de un enfriamiento activo y durante
un período de tiempo de 10 min.
I = Ppf – Pp0 = m × Pvf – m × Pv0
Éste también debe ser óptimo para obtener el mayor
rendimiento posible sin perjudicar la musculatura del
jugador.
3.ª Fase: tratamiento preventivo
Podemos afirmar que, al igual que la colaboración
entre el fisioterapeuta y el entrenador del tenista permitió la detección y valoración de la lesión, la prevención
del codo de tenis se puede abordar desde esta misma
perspectiva del trabajo del equipo multidisciplinar entre ambos profesionales.
En esta línea, el tratamiento fisioterápico se integraría
en las propias sesiones de entrenamiento –tres sesiones
semanales–, persiguiendo con ella los siguientes objetivos:
1. Evitar la aparición de los síntomas relacionados
con la epicondilitis.
2. Mantener las propiedades elásticas de las estructuras miotendinosas.
3. Evitar desequilibrios musculares.
4. Fortalecer la musculatura implicada en el gesto
deportivo.
En estas sesiones, cuya duración no debe sobrepasar
los 45 min, se aplicarían las siguientes técnicas atendiendo a lo anteriormente expuesto:
Antes del entrenamiento. Estiramiento de mantenimiento de la musculatura de la región epicondílea, para
mantener las propiedades elásticas de los músculos. Se
realizarán estiramientos estáticos de intensidad media en
combinación con los ejercicios de trabajo de la movilidad específicos del tenis.
Después del entrenamiento. Masoterapia de mantenimiento, para conservar las propiedades elásticas del
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RESULTADOS
Los resultados de este estudio se han obtenido a través de las conclusiones extraídas del análisis de la patología padecida por el jugador desde diferentes perspectivas, arrojando conclusiones satisfactorias tras la
intervención y al mismo tiempo reproductibles o aplicables a otros cuadros patológicos, en el sentido de que
no nos limitamos al tratamiento de la epicondilitis, sino
que profundizamos en las causas de su persistencia tras
el mismo y aplicamos un programa preventivo para evitar la reproducción de la misma lesión en el futuro.
En primer lugar, afirmamos que no se obtuvieron los
resultados deseables con la aplicación de las primeras
veinte sesiones de tratamiento fisioterápico, ya que aunque el dolor de la región epicondílea se vio reducido, el
jugador continuó con ligeras molestias. A partir de aquí,
la falta de resultados satisfactorios tras esta intervención
propició la colaboración entre el fisioterapeuta y el entrenador del jugador con la intención de concretar su
verdadero origen y solucionar las causas de la misma.
Así, los diferentes análisis desarrollados permitieron
descubrir las causas de la patología y definir el tratamiento adecuado. En este sentido, en relación con las
cargas de entrenamiento, indicamos que los volúmenes,
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Tratamiento fisioterápico de la epicondilitis en un tenista joven
intensidades y tiempos de recuperación desarrollados
por el jugador eran adecuados (14 h semanales de trabajo). Por tanto, la verdadera causa de la epicondilitis no se
encontraba en un posible sobreentrenamiento. Tampoco el análisis de la técnica reveló que el uso de gestos inadecuados durante la ejecución de los golpeos fuera la
causa de la patología, como pudiera parecer a priori. Del
mismo modo, la empuñadura utilizada por el jugador
indicó que la lesión no persistía por el uso de un agarre
inadecuado de la raqueta, confirmándose el empleo de
las empuñaduras correctas para el nivel de juego.
Finalmente, el análisis biomecánico determinó que el
jugador empleaba una raqueta inapropiada, considerando sus características antropométricas, su momento de
desarrollo físico y su estilo de juego. A través de este análisis se observó que el jugador empleaba hasta el momento de la lesión una raqueta modelo B, con las características descritas en la tabla 4. Tomando como
referencia los datos resultantes del análisis y los baremos establecidos por la Escuela Nacional de Maestría de
Tenis de la Real Federación Española de Tenis8, concluimos que la sobrecarga producida en la zona epicondílea
no se debía a un peso excesivo de la raqueta, ya que la
empleada por el jugador hasta ese momento tenía un
peso de 300 gramos, muy por debajo de los límites establecidos para su edad, considerando que los jugadores
de 12 años en adelante, en nivel de competición y alta
competición, deben emplear una raqueta “normal” (entre 347-411 g) con una longitud de hasta 69 cm7,8:
raqueta está equilibrada, hecho que no favorece al tipo
de juego practicado desde el fondo de la pista por el jugador. En este sentido, el cambio a una raqueta con un
punto de equilibrio (centro de masas) situado en la cabeza beneficia este estilo de juego, porque permite aplicar una mayor fuerza a la bola con un esfuerzo menor, al
ubicarse el punto de impacto en el mismo centro de masas y concentrarse en ese lugar toda la masa de la raqueta, generando así un mayor Momento de Inercia que
favorecerá los golpeos desde el fondo de la pista.
Al mismo tiempo, se procedió a la evaluación del diseño de la raqueta, concretamente a las implicaciones
que el tamaño de la cabeza pudiera tener sobre la musculatura epicondílea. En este sentido, la raqueta modelo B con un perímetro de 89 cm, una longitud de 35 cm
y una anchura de 28 cm, se considera del tipo “media”
(midsized), con un centro de percusión** de dimensiones más reducidas que en una raqueta del tipo “grande”
(oversized). La reducción del centro de percusión provoca giros en la raqueta cuando los impactos de la pelota se producen fuera del mismo, afectando directamente
a los músculos del antebrazo, que se contraerán produciendo una fuerza contra-resistencia para tratar de controlar el excesivo movimiento de la raqueta y que será
susceptible de provocar la aparición de la lesión10-12. Estos giros pueden reducirse con un aumento del momento de inercia de la cabeza de la raqueta mediante el aumento del tamaño de su cabeza o bien, añadiendo pesos
ligeros en su perímetro, consiguiendo además aumentar la zona efectiva de golpeo10-12.
Para concluir, afirmamos que el tratamiento inicial resulta idóneo para la recuperación de la funcionalidad
de las estructuras lesionadas, pero éste debe apoyarse en
dos actuaciones complementarias: por un lado, en un
cambio a una raqueta con un mayor perímetro de cabeza –proponemos la raqueta modelo A o similar–, que
evite los giros producidos por los golpeos fuera del centro de percusión y que afectan negativamente sobre la
musculatura del antebrazo y, por otro lado, en la aplicación de un programa preventivo que reduzca al mínimo
las posibilidades de reproducción de la lesión.
1.
2.
3.
4.
5.
“Súper ligera” (entre 347-354 g).
“Ligera” (entre 354-368 g).
“Ligera-media” (entre 368-383 g).
“Media” (entre 383-397 g).
“Pesada” (entre 397-411 g).
Continuando con la búsqueda de las causas lesivas derivadas de la utilización de una raqueta inadecuada, nos
centramos en la localización del balance o punto de
equilibrio.
En la raqueta –considerada como un sólido rígido–
utilizada hasta el momento de la lesión (70 cm de longitud), el balance se encuentra a 35 cm de los extremos
de la cabeza y del mango respectivamente. Es decir, la
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**Zona óptima del cordaje para el impacto sobre la pelota.
Fisioterapia 2005;27(1):52-60
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M. Menayo Antúnez
R. Menayo Antúnez
J.P. Fuentes García
D. Sanz Rivas
Tratamiento fisioterápico de la epicondilitis en un tenista joven
Finalmente, tras la intervención sobre el jugador desde las perspectivas mencionadas, concluimos que la epicondilitis desapareció por completo y que el jugador se
recuperó satisfactoriamente no volviendo a padecer nuevas molestias relacionadas con esta lesión.
como las condiciones físicas y psicológicas a las que se ve
sometido durante el entrenamiento y la competición.
Así, la necesidad de tener en cuenta todos los aspectos que influyen sobre el jugador es primordial para valorar la lesión y no puede realizarse descartando el asesoramiento específico del entrenador deportivo, dado que
es el mejor conocedor del jugador. Así, es aconsejable la
intervención del fisioterapeuta en los períodos de entrenamiento de Acumulación, en los cuales las estructuras
miotendinosas del jugador pueden verse afectadas por
un sobreesfuerzo. De esta manera, el fisioterapeuta actúa
desde la prevención con el objeto de evitar la aparición
de posibles lesiones por exceso de carga de trabajo. La
intervención cualificada del fisioterapeuta debe sustentarse en el conocimiento de dichas contingencias para
abordar de manera correcta la recuperación y aplicar los
tratamientos más adecuados.
CONCLUSIONES
El análisis de este caso de epicondilitis en un deportista
nos permite sentar las bases de la importancia del trabajo
del equipo multidisciplinar en la fisioterapia deportiva.
La colaboración entre el entrenador y el fisioterapeuta se
presenta como un medio fundamental y necesario para
detectar el origen de la lesión, buscar las causas de su persistencia tras el tratamiento inicial y posibilitar el diseño y
puesta en marcha de un programa preventivo que reduzca las posibilidades de aparición de ésta.
Así, consideramos que la fisioterapia no debe sustentarse exclusivamente en el tratamiento de las diversas
patologías que aborda, sino que es necesario tratar al individuo de forma global, más aún en el caso de deportistas, en los que se debe valorar tanto la técnica específica
del deporte que practique, como los materiales que emplea (en nuestro caso, raquetas, pelotas, equipamiento
deportivo, instalaciones, condiciones climáticas, etc.), así
AGRADECIMIENTOS
Nuestro más sincero agradecimiento a J.P.P. por prestarse como “conejillo de indias” y cedernos parte de su
tiempo a la hora de analizar su comportamiento como
tenista y evaluar de esta manera las posibles causas de
aparición de la lesión, así como al profesor Thomas Lafave por su inestimable ayuda en la traducción.
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