1 Seudónimo: SS Furt TEMA: Análisis de la Acción Popular de Inconstitucionalidad de Salta, desde una perspectiva Neoconstitucionalista, a través de la jurisprudencia de la Corte de Justicia de Salta durante el periodo que abarca desde el año 2002 hasta Agosto de 2015. RESUMEN Para poder efectuar un análisis critico de los fallos de la Corte de Justicia de Salta sobre la Acción popular de Inconstitucionalidad, he considerado importante para este trabajo de investigación, explicar en primer término, cual será el marco teórico con el que he de partir, y teniendo en cuenta que estamos ante un Estado de Derecho Constitucional, considere que para este tipo de acción, la perspectiva filosófica mas acorde era el Neo constitucionalismo expuesto por el Dr. Rodolfo Vigo. A la vez, y siguiendo al Dr. Alfonso Santiago, me pareció interesante su concepción de que el Poder Judicial cumple un rol político que no se puede desconocer, por lo que partiendo de lo por él expuesto, he de analizar también la acción popular en Salta. En segundo termino, señalo algunos aspectos generales y coincidentes a lo largo de la Jurisprudencia de la Corte de Salta en casos que se interpusieron la Acción Popular de Inconstitucionalidad o bien se iniciaron otras acciones pero que la Corte de Salta, a través de la reconducción, la calificaron como acción popular. Luego, con la misma metodología analizo aspectos particulares, pero que los miembros de la Corte no tienen un criterio uniforme, tales como sobre la legitimación activa, los efectos, el trámite y la finalidad de la acción objeto de estudio. Cabe aclarar que si bien existen otros aspectos a analizar en esta acción, los he de postergar para una posterior investigación doctoral. Por ultimo, concluyo sobre la importancia, a mi criterio, de que al momento de fallar una acción popular de inconstitucionalidad, la misma sea analizada desde el marco teórico que expuse, por considerar que es el más acorde con los lineamientos sentados por la Corte Suprema de la Nación y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. DESARROLLO Introducción 2 En este trabajo desde una perspectiva filosófica Neoconstitucionalista y partiendo de que una de las funciones del Poder Judicial es política; intentare analizar los fallos de la Corte de Justicia de Salta que aluden a la Acción Popular de Inconstitucionalidad, desde el año 2004 hasta Agosto de 2015; y de esta forma, poder determinar las características propias de esta acción directa, siguiendo la perspectiva de nuestra Corte Provincial y en forma paralela señalar cuales serian las mas apropiadas, según mi criterio, siguiendo lo dictaminado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos con relación al control de convencionalidad. Marco Teorico El Neoconstitucionalismo: No cabe duda, como lo señalaron grandes doctrinarios, que actualmente nos encontramos en un Estado de Derecho Constitucional, con un gran predicamento no sólo entre juristas sino entre la ciudadanía en general, sin embargo, lo anima una cierta lógica difícil de controlar o limitar que según el Dr. Rodolfo Vigo, puede llegar a un desequilibrante predomino del poder judicial, incluso algunos identifican que desde este Estado de Derecho se ha ido consolidando uno nuevo: el Estado de Derecho Judicial. De ese modo, si bien se invocan por parte de abogados y jueces muchos de esos nuevos conceptos que componen el escenario de estado constitucional, (por ejemplo: Ruptura de la identificación entre derecho y ley, derechos humanos, principios, ponderación, argumentación, equidad, etc.), en razón del escaso tratamiento y desarrollo teórico que los respalda, ellos terminan configurando vías inidóneas para adoptar decisiones que con esa cobertura proyectan preferencia ideológicas o de otra índole. En consecuencia, el citado filósofo, explica que sólo verdaderos y profundos cambios en la metodología y el contenido en la enseñanza de derecho, como del aparato institucional jurídico, puede aportar y contribuir a la necesaria racionalidad, seguridad jurídica y humanismo que es posible y necesaria de brindar por el derecho. El Estado de Derecho Constitucional implicó superar muchos de los vicios implícitos del Estado de Derecho Legal que llegaban a delinear un derecho formalista, individualista, estatista, juridicista, abstracto, cientificista y dogmático que poco tiene que ver con lo que se avizora en la realidad y reclama la sociedad. De este modo, siguiendo lo precedentemente expuesto por el citado autor, 3 el Estado de Derecho Constitucional requiere una teoría no positivista, dado que entre otras cuestiones deberá hacerse cargo del contenido y límites morales que se reconocen al derecho. Recordemos que junto al derecho puesto, hay una juridicidad que sólo cabe reconocer por el que crea derecho, dado que ella es “indisponible”, y su contradicción clara y grave terminará abortando su esfuerzo creativo. Sin demasiado rigor se habla al hilo del Estado de Derecho Constitucional, de una teoría “neoconstitucionalista” en donde – según Rodolfo Vigo - se incluyen autores contemporáneos que respaldan y explican al mismo. En esa nómina están: Alexy, Dworkin, Zagrebelsky, Nino, Ferrajoli, Prieto Sanchís, Ollero, etc., y todos ellos en mayor o menor medida y diferentes fundamentos, pueden ser adscriptos a teorías no positivistas en tanto básicamente defienden los límites morales del derecho y un saber práctico. La segunda mitad del siglo XX en Europa marca el transito del Estado de Derecho legal al Estado de Derecho Constitucional, o sea el paso – al decir Ferrajoli – del Estado de Derecho débil al Estado de Derecho fuerte. Así, esto supone superar la sinonimia entre ley y derecho, impulsado por la Revolución Francesa y receptado en la Ley Fundamental de Bonn de 1949. A partir de este nuevo marco, los jueces no pueden quedar reducidos, según el Dr. Vigo, a ser la boca inanimada de la ley, sino que se les reclamara que al decir el derecho digan el derecho constitucional y no solo el legal, aunque para esa función, en lugar de encomendársela a los jueces ordinarios, se crean jueces constitucionales cuya tarea especifica será que la Constitución sea un limite a toda decisión y producción normativa; por lo que, frente a este escenario, y a partir del Tribunal de Nuremberg, el escenario Judicial, comienza un proceso de transformación, donde la Teoria Ius positivista normativista de la Escuela Exegética y de Kelsen, sufre conversiones y criticas; tales como las de Radbruch en Alemania, que fue la que más impacto me provocó, que según palabras del Dr. Vigo, denuncia la complicidad teórica del iuspositivismo frente al Nazismo Con el Neoconstitucionalismo, El derecho, es más que normas, también son principios o valores: Es al que se apela para sancionar al que cumple una ley que los pudiera violentar, por eso, según diferentes doctrinarios se atribuye a Nuremberg el haberlos potenciado. El Dr. Vigo afirma que los principios del EDC –según Alexy- son contenido moral y forma jurídica, y 4 ellos constituyen mandatos de optimización en cuanto reclaman la mejor conducta según las posibilidades fácticas y jurídicas implicadas. A la vez, nos insta a recordar que los derechos humanos pueden formularse a través de las modalidades propias de los principios, aunque es posible imaginarnos principios que no sean derechos humanos. La equidad, en el Estado de Derecho Constitucional asume un rol importante. No se trata de ignorar la seguridad sino de conferirle un lugar subsidiario o adjetivo en el derecho, en tanto lo decisivo es que éste determine y procure lo justo, pero fundamentalmente que no transija con una injusticia extrema, evidente o inequívoca. De ese modo el esfuerzo de los juristas se orienta a la equidad, a la justicia del caso. Desde ese propósito está claro la relevancia del caso al que se le brindará la respuesta jurídica y también la decisividad que adquiere un análisis apropiado de las consecuencias de esa resolución particular, y un buen ejemplo de ésta preocupación lo constituye el artículo 43 del Estatuto del Juez Iberoamericano – aprobado por la Cumbre Judicial Iberoamericanaque lleva por título Principio de Equidad y que indica a los jueces que al fallar deben hacerlo con “equidad” y “procurarán atemperar las consecuencias personales, familiares o sociales desfavorables”. Por último, y concordancia con todo lo expuesto siguiendo al Dr. Rodolfo Vigo, hoy y siempre, La filosofía del derecho y el derecho constitucional tiene mucho que decir en orden al referido reclamo de cambios, pero por supuesto que no se agota en esos ámbitos la tarea de pensarlos y proponerlos, dado que finalmente es un cambio de matriz o paradigma; en especial con la acción popular de inconstitucionalidad, que requiere para su efectividad, ser comprendida desde esta perspectiva filosófica.¿Función Política del Poder Judicial y de la Corte Provincial?: En este trabajo, partiré de la conclusión del Dr. Alfonso Santiago, en la que afirma que el Poder Judicial tiene una función política y que nosotros tenemos un sistema jurídico inspirado no sólo en el francés europeo1 sino también en el sistema norteamericano2 1 Circunscriben la función de los jueces a la resolución de conflictos particulares mediante la interpretación y aplicación de las normáis vigentes. Les está vedado a los magistrados entrar a considerar por sí su constitucionalidad y, por tanto, tienen la obligación ineludible de aplicarlas (Cf. SANTIAGO, Alfonso (h); “Los modelos institucionales de Cortes Supremas”; 5 En nuestro sistema, al aumentar considerablemente el poder político que detentan los jueces, se modifica sustancialmente la naturaleza de la misión que tiene encomendada el Poder Judicial y, muy particularmente, la Corte Suprema. Los jueces, al tener potestad de derogar para el caso concreto las normas y actos inconstitucionales, pueden actuar como legisladores negativos y ejercen poder político, ya que hacen prevalecer su decisión sobre lo dispuesto por el Poder Legislativo o el Ejecutivo. Como reiteradamente ha expuesto este autor, quien cita a Karl Loewenstein: “el control de constitucionalidad es, esencialmente control político, y cuando se impone frente a los otros detentadores del poder, es en realidad una decisión política. Cuando los tribunales proclaman y ejercen su derecho de control, dejan de ser meros órganos encargados de ejecutar la decisión política y se convierten por propio derecho en un detentador del poder semejante, cuando no superior, a los otros detentadores del poder instituidos (Teoría de la Constitución, Ariel, Buenos Aires, 197)”3 Como órgano jurisdiccional le corresponde la resolución en última instancia nacional de las controversias judiciales que se le presenten. Como Poder integrante del gobierno del Estado argentino, comparte con el Ejecutivo y el Legislativo la conducción general del país. Entonces me pregunto: Si estamos ante una Corte Provincial; ésta también compartirá con el Ejecutivo y Legislativo Provincial, la conducción de la provincia? En nuestra Constitución Provincial, se alude al Poder Judicial como uno de los órganos de Gobierno, previsto en la Sección Segunda. A la vez, en el art. 150 de la Constitución Provincial, la Corte es Tribunal y al mismo tiempo, Poder de Estado. Circunstancia que aunque no es aceptada en nuestra provincia, ni aún por nuestro más alto Tribunal local, no se puede desconocer o tapar, pues esto, seria como negar el propio ordenamiento jurídico y sistema institucional. Al respecto, afirma Alfonso Santiago citando a Julio Oyhanarte, que la Corte Suprema “…tiene sobre sí graves responsabilidades de carácter extra o suprajudicial. Una de ellas, tal vez la de mayor relevancia, es el Tratado de Derecho Judicial; Tomo I; Cap. XXXII, pág. 1124-1125). 2 Insertan el control de constitucionalidad dentro del ejercicio de la función jurisdiccional. (Cf. SANTIAGO, Alfonso, (h), pág. 1125. 3 SANTIAGO, Alfonso (h); “Los modelos institucionales de Cortes Supremas”; Tratado de Derecho Judicial; Tomo I; Cap. XXXII. 6 control de constitucionalidad de las leyes, de los actos administrativos y de las sentencias… Esta claro por tanto, que la Corte Suprema coparticipa en el ejercicio del poder estatal y tiene a su cargo funciones políticas, en el más elevado sentido del vocablo (Historia del Poder Judicial, Revista Todo es Historia, mayo 1972, p.90).”4 Para Alfonso Santiago, la Corte, está ejerciendo las funciones de tribunal y Poder. Sin embargo, no cabe duda de que es en algunos casos de especial relevancia pública donde se nota particularmente la actuación de la Corte Suprema como Poder de Estado, participando en la conducción general del Estado. Es obvio, por otra parte, que en el ejercicio de la jurisdicción que le acuerdan la Constitución y las leyes nacionales, es Suprema, a igual título, que los demás departamentos del gobierno federal en la órbita de sus atribuciones que nuestra Corte Provincial, por ende, es uno de los Poderes del Estado. Dicho autor, luego de exponer la naturaleza institucional de la Corte Suprema, expresa que resulta importante analizar las funciones que cumple en nuestro sistema político. Así, las cinco principales funciones que están a cargo del Poder Judicial y en especial de la Corte Suprema, son: a) ejercicio de la función jurisdiccional; b) creación pretoriana de derecho; c) control de constitucionalidad de las normas y actos estatales; d) control externo de legalidad y razonabilidad de la actividad de la Administración Pública, y e) función política. De todas ellas, me parece interesante desarrollar algunas por guardar estrecha relación con lo que constituye la Acción Popular y resultar más novedosas. Así, tenemos que cuando se habla de “creación pretoriana de derecho”, se otorga a los jueces la elasticidad necesaria para que puedan a través de ella actualizar el derecho a las necesidades del presente y encontrar las soluciones adecuadas a cada caso cuando ellas rebasen las, a veces, estrechas previsiones normativas. Todos sabemos, que son varias las instituciones jurídicas que tienen origen jurisprudencial y que luego recibieron reglamentación legislativa o incluso constitucional. En las Bases, Alberdi preveía esta función pretoriana a cargo de los jueces cuando señalaba: “La jurisprudencia es el gran medio de 4 SANTIAGO, Alfonso (h); Ibid., pag.;1126. 7 remediar los defectos de las leyes (. . .). Creada la jurisprudencia, que es el suplemento de la legislación, siempre incompleta”5 Por este motivo, y como ya lo exprese, no se puede negar el componente político de esta potestad del Poder Judicial, que no solo complementa sino que hasta llega a modificar la tarea legislativa del Congreso, Ella puede y debe ser utilizada como un instrumento al servicio de una postura activista del tribunal, cuando la prevalencia de la Constitución lo requiera. Alfonso Santiago, ha señalado que si bien la función de control constitucional se ejerce dentro de la función jurisdiccional, no cabe duda de que la misma tiene pautas de comportamiento distintas. Allí especialmente la Corte Suprema actúa como poder de Estado, interpretando una norma jurídica qué no es sólo eso y, por lo tanto, utiliza métodos y criterios interpretativos propios. La Corte Suprema, cuando analiza la constitucionalidad de una norma, está haciendo algo parcialmente distinto a la resolución de un simple caso entre partes. No está juzgando según la norma sino que juzga a la propia norma, según parámetros axiológicos y normativos superiores. Sin lugar a dudas, es en el ejercicio de esta función de control de constitucionalidad donde se refleja en mayor medida la politicidad de las funciones del Poder Judicial y muy particularmente de la Corte Suprema o del Tribunal Superior Provincial. Incluso ella, en alguna medida, otorga a los jueces un cierto grado de poder constituyente. En nuestra Constitución Provincial, este poder constituyente le encontramos expresamente establecido en el art. 153 cuando afirma en su inciso “I…Es la interprete final, en el ámbito provincial, de las constituciones de la Nación y de la Provincia… II: Le compete conocer y decidir en forma originaria en las acciones sobre inconstitucionalidad de leyes, decretos, ordenanzas, reglamentos o resoluciones que estatuyan sobre materias regidas por esta Constitución…”. Siguiendo a Néstor Sagüés, podemos señalar que “En nuestro país rige el sistema más democrático posible de control de constitucionalidad, que es el que permite que todo habitante de la Nación, afectado en sus derechos, sea titular de una acción de defensa que le posibilite, en definitiva, apelar a la 5 ALBERDI, Juan B., Bases, Plus Ultra, Buenos Aires, 1994, cap. XXXIV. 8 institución de la inconstitucionalidad para cuestionar en sede judicial las normas y actuaciones en virtud de las cuales se hayan lesionado su persona, su patrimonio o sus intereses”6: Por otro lado, debo señalar que la jurisprudencia de la Corte Suprema, en la elaboración de reglas para la revisión constitucional, ha mencionado que debe presumirse la constitucionalidad de las normas y actos estatales y entre dos interpretaciones constitucionalidad de posibles, hay la norma, que elegir puesto que la la que sostiene la declaración de inconstitucionalidad es la última ratio del ordenamiento jurídico, y sólo se deroga la parte inconstitucional de una norma permaneciendo la validez del resto. Éstas, son el baluarte principal de nuestra Corte Provincial, pero a mi criterio, si esa presunción no se puede sostener por lo manifiesta de la inconstitucionalidad de aquellas normas inferiores de otros poderes del Estado, es obligación efectuar el control aun de oficio. En consecuencia, si se quisiera preservar la seguridad jurídica y la división de poderes, tal como lo señala en diferentes fallos la Corte Provincial, se debería tener en cuenta estas reglas y examinar el fondo del asunto; pero no utilizar normas infraconstitucionales como el Código Procesal Civil y Comercial de Salta, para no meritar una Acción Popular de Inconstitucionalidad, la cual fue prevista por los mismos Constituyentes, en nuestra Constitución Provincial con la finalidad de que ésta prevalezca. Ahora bien, con relación a la función política del Poder Judicial, el Dr. Alfonso Santiago, entiende que es aquella que el Poder Judicial, especialmente a través de la actuación de la Corte Suprema, desarrolla tanto en relación con el control de los poderes Ejecutivo y Legislativo (función de control político) como en lo .referente a la conducción general del país (participación incidental en la función gubernamental)7. Es decir que esta función política se deriva de modo inmediato del control de constitucionalidad que tiene encomendado el Poder Judicial. Así, Alfonso Santiago, citando a Vanossi afirma: “Cuando hablamos de una política constitucional, lo hacemos en el sentido arquitectónico de la palabra, porque 6 SAGUES, Néstor, Derecho procesal Constitucional; Astrea, Buenos Aires, 1998, t. I, p. 99.112. 7 SANTIAGO, Alfonso (h); “Los modelos institucionales de Cortes Supremas”; Tratado de Derecho Judicial; Tomo I; Cap. XXXII. 9 la Corte, además de tribunal de justicia, debe cumplir el papel de un verdadero poder de Estado (La Corte Suprema de Justicia en su espacio, diario “La Nación”, 21/11/89.118)”8. El citado autor expresa que la Corte actúa como poder-moderador (de los otros órganos del Estado), y esa potencialización judicial contribuye naturalmente, afianzar el principio de equilibrio (que es un presupuesto del de división) de los poderes”9. Asimismo, explica que es posible distinguir dos dimensiones en la función política que lleva a cabo la Corte Suprema. La primera se refiere al control político que ejerce sobre los otros dos poderes de gobierno, cuidando que sus actuaciones respeten, tanto en los procedimientos como en los contenidos, las previsiones constitucionales, e invalidando los desbordes institucionales y las arbitrariedades legislativas o administrativas. La segunda dimensión constituye su participación en el gobierno general del Estado, refiriéndose con esto, a los rumbos que, mediante su labor jurisprudencial, va marcando tanto al gobierno como a la sociedad. Así, Alfonso Santiago, cita a Julio Cueto Rúa, quien expresa: “El poder consiste en la aptitud o capacidad de infundir, de dirigir, de señalar objetivos (. . .). Cuando un tribunal judicial dicta una sentencia poniendo fin a un litigio, no sólo termina una disputa y la consiguiente incertidumbre; además notifica a la comunidad acerca de los criterios vigentes para la solución de ellos, y superación de los conflictos (El activismo judicial en la transición democrática, “Rev. de la Fundación Plural”, ns 12, p. 16. )”10. De esta manera, y coincidiendo con los autores citados, se advierte que el control constitucional es esencialmente dinámico y su ejercicio no puede ser comprendido fuera de los contextos históricos y políticos que contribuyen a tal dinamismo. Por lo tanto, nuestra Corte Provincial, en la actualidad, no puede desconocer la importancia que la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el bloque convencional con la que ella falla han adquirido no solo a nivel nacional sino también internacional; por lo que en toda acción que se interponga ante ellos, como lo es una acción popular de inconstitucionalidad, 8 SANTIAGO, Alfonso (h); Ibid., Cap. XXXII. 9 SAGUES, Néstor; Derecho procesal…, t. I, p. 95. 10 SANTIAGO, Alfonso (h); “Los modelos institucionales de Cortes Supremas”; Tratado de Derecho Judicial; Tomo I; Cap. XXXII. 10 debe efectuar un control de constitucionalidad y convencionalidad aun de oficio. La interpretación dinámica de la Constitución tiene numerosas implicancias sobre la misión institucional de la Corte Suprema. En primer lugar, y teniendo en cuenta que èsta constituye un poder constituido, le asigna un cierto grado de poder constituyente, ya que a través de la interpretación que hace este tribunal va definiendo el alcance de la Constitución. La vida política del Estado es un permanente devenir, con continuos cambios sociales, políticos, económicos, institucionales, etcétera. Estos cambios tienen su reflejo constitucional en los casos jurisprudenciales que con motivo de las nuevas realidades llegan a la Corte. Entonces me pregunto, si llevo este criterio a los fallos de la Corte Provincial, ésta si bien puede delinear la acción popular de inconstitucionalidad, no puede restringirla a tal punto que impida cumplir con su finalidad: supremacía de la Constitución y no del Código de Rito. Siguiendo en esta línea, al citado autor, afirma que el dinamismo político no sólo afecta la concepción del control de constitucionalidad y de la actuación de la Corte Suprema, sino que incide en el propio concepto de constitución. Frente a la constitución “estatua” que permanece estática e inalterable y nos da siempre el mismo mensaje, surge el concepto de la constitución viviente (liuing constitution), que evoluciona y se adapta junto con el proceso político al que pretende regir, limitar y encauzar. A mi parecer, y siguiendo a Alfonso Santiago, este segundo modelo expresa mejor tanto la realidad constitucional como la función que en ella cumple la constitución. Sin embargo, continúa diciendo, que debemos estar atentos para no convertir la constitución viviente en una constitución “Gioconda”, que sonríe a todos los que la miran desvirtuando el sentido de control que toda constitución tiene, ni en la constitución “Poema”, que cada uno interpreta a su modo. Metáfora que me parece interesante, puesto que al momento de analizar la Acción Popular, se debe tener bastante equilibrio para fijar sus alcances y delinearla, sin dejar de cumplir el mandato constitucional de hacer prevalecer la Constitución Provincial, y con mayor razón, si el fallo, pudiera ser del tipo “Institucional”. Por otro lado, y como señala Néstor Sagüés, toda sentencia es un “acto político”11, pero en los 11 SAGUES, Néstor; Politicidad y apoliticidad de la decisión judicial, L L , t. 1981-D, p. 945. 11 fallos institucionales el componente de politicidad alcanza mayor importancia y significación. A mas de ello, considero relevante exponer que según el Dr. Rodolfo Vigo, el modelo ius positivista decimonónico, que es puro voluntarismo y reclamo de seguridad jurídica; nos sacó de escena al Juez, quedándonos con las normas generales y privándonos de las normas individuales. En esta línea, el Derecho, más que un trabajo en equipo – como reclama Aarnio – se dispuso que sea sólo obra de legisladores y no de jueces. Por este motivo, creo que nuestra Corte Provincial, siguiendo este criterio, al momento de fallar por lo menos con la Acción Popular de Inconstitucionalidad, es cautelosa, evitando ir en contra del legislador, siguiendo una metodología legalista – dogmática. Sin embargo, me parece que esto pondría (siguiendo al Dr. Vigo quien cita a Dworkin, Rawls) al desnudo la miopía o desacierto cognoscitivo de aquellos que procuran aprender el derecho, ignorando sus intrínsecas dimensiones políticas, éticas, sociales, etc. Recordemos que nos encontramos en un Estado Democrático Constitucional y conforme lo expuesto por el filosofo citado, este siglo XXI, es del poder Judicial; y éste ascendió a la categoría de autentico detentador del poder del Estado. Y si bien la Corte Suprema ha venido ejerciendo ese poder, a nivel provincial, la Corte de Salta, prefiere no ejercer las atribuciones conferidas como poder del estado provincial. Así tenemos, que en diferentes fallos de acción popular, el Dr. Abel Cornejo (actual Ministro de Corte), en sus votos ha expresado que “Desde antiguo se ha sostenido que la misión más delicada que compete al Poder Judicial es la de saber mantenerse dentro de la órbita de su jurisdicción, sin menoscabar las 12 jurisdicciones...” funciones que incumben a los otros poderes o Criterio que fue seguido por los demás Ministros de la Corte Provincial, aun en la actualidad13. Pero esta afirmación, podría conducir al razonamiento de que cualquier norma que se dicte por el legislativo o ejecutivo, y sea inconstitucional; la Corte se mantenga dentro de su órbita de jurisdicción y caigamos dentro de un nuevo Estado de Derecho Legal, 12 CJSalta; “Rueda, Roque – Acción Popular de Inconstitucionalidad”, Expte. Nº CJS. 34.178/11 – 25 de Febrero de 2013, Salta. 13 CJSalta; “Guillen, Oscar Pedro – Accion Popular de Inconstitucionalidad” – Expte. Nº CJS 37067/14 – 13 de Agosto de 2015. 12 olvidando a Robert Alexy cuando señala que “la injusticia extrema no es derecho”. Por este motivo – quizás - el citado Ministro (Dr. Cornejo) y el Dr. Felix Diaz, dejaron de lado esta doctrina y sentaron un nuevo criterio, al pasar a merituar el fondo de la cuestión en una acción popular de inconstitucionalidad en contra de la Policía de la Provincia (poder ejecutivo)14 desde una visión convencional, y en concordancia con la tutela judicial efectiva que viene exigiendo la Corte Interamericana de Derechos Humanos15. Al respecto, Sofía Sagues, expresa que actualmente debe predominar el principio de frenos y contrapesos, que permite la actuación coordinada de las diversas ramas de gobierno y sugiere una superposición de funciones en la que cada rama es capaz de introducirse y controlar el poder de las otras. La Doctrina no es conteste en el grado de flexibilización de esta interacción, pero me inclino por los “Funcionalistas” que piensan en una perspectiva más fluida, que prohíbe el abuso del poder y el indebido abandono de funciones, pero permite alguna superposición y es más receptiva de la modificación de los límites al lidiar con situaciones cambiantes. Por último, me parece relevante mencionar que en el caso Badaro I, la Corte Suprema de Justicia de la Nación señala que la misión más delicada de la Justicia es la de saberse mantener dentro del ámbito de su jurisdicción, sin menoscabar las funciones que incumben a los otros poderes, ni suplir las decisiones que deben adoptar para solucionar el problema y dar acabado cumplimiento a las disposiciones del art. 14 bis de la Constitución Nacional; todo ello sin perjuicio del ejercicio a posteriori del control destinado a asegurar la razonabilidad de esos actos y a impedir que se frustren derechos cuya salvaguarda es deber indeclinable del Tribunal. En consecuencia, en dicho fallo difirió su pronunciamiento y decidió comunicar al P.E. y al Congreso el contenido de la sentencia, a fin de que en un plazo razonable, adopten las medidas aludidas en los considerandos. En la causa Verbistsky, la C.S.J.N., afirmó que ciertas leyes y reglamentos de la Provincia de Buenos 14 CJSalta; Del Pla, Claudio Ariel, Cerrano, Gabriela Angelina; Lopez, Pablo Sebastian; Garcia Castiella, Pedro Oscar; Tort, Daniel; Chamorro, Jose Fernando; Ochoa, Juan Pablo; Ruarte, Andres; Torres, Pastor Ruben; Martearena, Esteban Osvaldo – Acción Popular de Inconstitucionalidad – Expte. Nº CJS 36132/12 – 5 de Marzo de 2014. 15 Corte IDH; “Gelman Vs. Uruguay” (2011), sentencia de fecha 24 de Febrero de 2011; Serie C; Nº 221. 13 Aires, al decir de la Corte, “prima facie”, parecen inconstitucionales o resultan “eventualmente” alejadas de reglas constitucionales o internacionales que cabe respetar. Para la Corte, tales normas no resultan del todo satisfactoriamente constitucionales, por lo que insta al legislador a que produzca una nueva regulación plenamente constitucional, para lo cual, puede darle también pautas de contenido. En consecuencia con todo lo hasta aquí expuesto, no puedo mas que concluir que nuestra Corte de Justicia de Salta, como cabeza del Poder Judicial de la Provincia, tiene una función política que no se puede desconocer en un Estado de Derecho Constitucional donde debe prevalecer no solo las normas sino también los principios y valores que integran el “Derecho”, y que para esto, es su obligación nacional e internacional, efectuar el debido control constitucional y convencional aun de oficio, de cada norma que se cuestione con cada acción que llegue a sus Estrados. Desde esta perspectiva, he de analizar la acción popular de inconstitucionalidad del art. 92 de la Constitución de Salta. Análisis General del la Acción Popular La legislación Nacional, según Patricio Marianello, autoriza a cualquier persona, aunque no sufra agravio alguno, a plantear por vía directa, el control de constitucionalidad, y estaríamos ante la denominada “Acción Popular”, que tiene como objetivo principal, la defensa de la legalidad. En nuestra provincia, la misma, se encuentra legislada en el art. 92 de la Constitución de Salta: “Todo habitante puede interponer la acción popular directa para que se declare la inconstitucionalidad de una norma de alcance general contraria a la Constitución. Los firmantes de una demanda manifiestamente improcedentes son sancionados de acuerdo a la Ley.” Que de la lectura de los fundamentos expuestos por la Convención Constituyente Provincial de 1986, el Dr. Felix Diaz (Actual Ministro de Corte), entiende que al tratar y aprobar el texto que instituye esta acción (“Diario de Sesiones de la H. Convención Constituyente de la Provincia de Salta”, Ed. Códex, 1986, 12ª reunión, 9ª sesión ordinaria, Tomo 3, pág. 652 y apéndice, págs. 696/700), se interpreta en relación a la titularidad de la acción, que a la visión privatista de la acción se añade un enfoque publicista donde no tiene relevancia la lesión concreta del particular pudiendo considerarse parte interesada para ejercer la acción a aquella que 14 simplemente pretenda dilucidar la presunta ilegalidad de un acto de la autoridad que se reputa contrario a la Constitución, tomando como presupuesto que todo ciudadano está interesado en asegurar la prevalencia de la norma fundamental como garantía de la libertad, aunque no haya tenido un perjuicio tangible. El constituyente dejó en claro que la causa concreta exigida para la procedencia de la acción de inconstitucionalidad pasa a ser una causa casi abstracta pues se le reconoce el carácter de parte interesada a quien alega un interés público comprometido que excede el marco del interés privado específico. Sostuvo que la acción directa se ha transformado en acción popular directa y que el tipo de interés es lo que determina el tránsito de una a otra. En la primera, el interés afectado es particular y mensurable, en cambio, en la segunda tiene relevancia pública y la finalidad esencial es la preservación de la supremacía de la ley fundamental. Es dable señalar que al no haber sido reglamentada esta acción provincial por el legislador, sus contornos han sido delineados por la Corte de Justicia de Salta. Así, se afirmo en diferentes fallos que, la acción encuentra sustento además, en los arts. 86 y 31 de la Constitución Nacional, y debe estar dirigida a acreditar que “…la norma cuestionada confronta manifiestamente con el texto de la Constitución o consagra una inequidad o irrazonabilidad ostensible…”16 Sin embargo, y pese a invocarse el art. 92 de la Constitución Provincial, que versa sobre la “acción popular”, en algunas causas17, la Corte de Salta, omitió tener en cuenta la finalidad expresada en dicho texto constitucional, y solo la analiza desde la “acción de Inconstitucionalidad” prevista en el art. 704 del Código Procesal Civil y Comercial provincial, exigiendo en consecuencia, los requisitos de ésta para su procedencia, y si no los cumpliere (lo que se da siempre, ya que cada letrado prepara su acción conforme el derecho que invoca), el Tribunal opta por rechazar la acción por cuestiones formales y omite pronunciarse sobre los derechos o garantías 16 CJSalta; “Carbonell, Alejandro Manuel - Acción Popular de Inconstitucionalidad”, Expte. Nº CJS 23.604-02, 25 de Abril de 2003, Salta. 17 CJSalta; “Rueda, Roque – Acción Popular de Inconstitucionalidad” – Expte. Nº CJS 33.166/10 – 26 de Junio de 2013; y Rueda, Roque – Acción Popular de Inconstitucionalidad Expte. Nº CJS. 34.178/11 – 25 de Febrero de 2013, Salta 15 invocados por el accionante, con el argumento de que la acción debe ser juzgada según su verdadera naturaleza, con prescindencia del nombre que le asignan las partes. Ello importa, “…una aplicación del principio Iura Novit Curia y el ejercicio de la facultad del Tribunal de calificar autónomamente las pretensiones de las partes y determinar las normas jurídicas aplicables al caso”18; pero… en muchos de ellos, a costa de garantías y derechos constitucionales. Por otro lado, la Corte expreso que la Acción Popular de Inconstitucionalidad debe ser utilizada como “ultima ratio”19, es decir, solo cuando no quede la vía de optar por una interpretación que conduzca a una decisión favorable a la ley. Sin embargo, en algunos fallos, considero que con este argumento, de alguna manera se forzaba la interpretación a favor de la ley, sin tener en cuenta que la Corte Suprema de la Nación ha establecido que es obligación de los Jueces, incluso de oficio, declarar la inconstitucionalidad de las normas traídas a debate. A esto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos,20 ha agregado de que no se pueden alegar normas de derecho interno para incumplir las obligaciones internacionales, y el Estado tiene la obligación de adecuar su derecho interno no solo al bloque convencional sino también a la interpretación que la Corte efectúe de estas normas internacionales. Con relación a lo expuesto, me parece importante citar al Dr. Federico Protti, quien afirma: “Se debe aplicar todo el derecho (adecuadamente interpretado a la luz del derecho constitucional) pero sin ir mas allá de las pretensiones de las partes…de ahí que sin alterar la litis contestatio, el Tribunal debe decidir cual es el tramite correspondiente a las acciones que se instauren, independientemente del nomen iuris que se les haya dado en la 18 CJSalta; “ Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) – Acción de Inconstitucionalidad”- Expte. Nº CJS 24769-03, 31 de Mayo de 2005, Salta; y Sr. Fiscal ante la Corte Nº 1, Dr. Alejandro A. Saravia – Acción de Inconstitucionalidad de la Acordada 9749- Expte. Nº CJS 30295/07 – 31 de Marzo de 2008. 19 CJSalta; “Molina, Jorge Gustavo – Acción Popular de Inconstitucionalidad” - Expte. Nº CJS 26.063/00 – 30 de Abril de 2002. 20 Caso Mendoza y otros Vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo y Reparaciones. Sentencia de 14 de mayo de 2013. 16 demanda”21. A mi parecer, si bien esto es cierto para algunas acciones, constituye la acción popular la excepción, puesto que se trata de una acción directa de alcance general. A mas de ello, cabe aclarar, que no se caería en una invasión de poderes como se ha dado a entender en algunos fallos por la Corte Salteña22, intentando legitimar normas locales, puesto que no se examina, por motu propio, cada norma, reglamentos, resoluciones y/reglas provenientes de las diferentes autoridades ejecutivas o legislativas, solo lo hace si ésta es cuestionada, a través de la acción popular, por contrariar nuestra Carta Magna provincial, encontrando sustento lo aquí expuesto en el art. 31 y 75 inc. 22 de la Constitución Nacional. Por este motivo, considero relevante mencionar que el Dr. Felix Diaz (Ministro de nuestra Corte Provincial) en su voto23, afirmó que el principio de división de poderes, tal como está diseñado en nuestra Constitución Provincial, exige que el poder judicial efectúe el control de constitucionalidad de normas locales sólo en el marco de una causa o proceso judicial incoado por una parte debidamente legitimada, ello incluso en el marco de la acción popular. Con relación a ello, tampoco se puede desconocer lo señalado por Sofía Sagues24, quien citando al Dr. Sergio García Ramírez (Juez de la Corte IDH – Año 2012), expone que ante el control de convencionalidad de oficio de cada Juez domestico, ni la división de poderes interna, puede resultar oponible al cumplimiento de obligaciones internacionales, y todos los poderes públicos, y el ordenamiento jurídico en general, deben responder al compromiso del Estado. 21 PROTTI, David Federico; “Acción Popular de Inconstitucionalidad” Constitución de la Provincia de Salta- Comentada – Anotada y Concordada; Tomo I; Ed. Bibliotex; Año 2014; pag.779. 22 CJSalta; Álvarez, Washington – Amparo – Expte. Nº CJS 25456/03 – 30 de Setiembre de 2003 y Rueda, Roque – Acción Popular de Inconstitucionalidad – Expte. Nº CJS 33.166/10 – 26 de Junio de 2013. 23 CJSalta; “Consumidores Argentinos – Acción Popular de Inconstitucionalidad” - Expte. Nº CJS 34.266/11 - Salta, 24 de junio de 2013. 24 SAGUES, Sofía; El control de constitucionalidad frente al control de Convencionalidad: ¿Crisis o retroalimentación?; en Ponencias Generales y Ponencias Seleccionadas del XXVIII Congreso Nacional de Derecho Procesal; Comisión de Derecho Procesal Constitucional, San Salvador de Jujuy –Septiembre de 2015 , pag. 428. 17 A mas de ello, considero que además, se debe tener en cuenta la critica realizada por la Corte Suprema de la Nación al fallo de nuestra Corte Provincial, en la causa Comunidad Aborigen Eben Ezer C/ Provincia de Salta, por haber desconocido los principios Pro Homine y sobre todo el de Desarrollo Progresivo de los derechos de la Convención Americana de Derechos Humanos. Asimismo, y al encontrarnos viviendo un Estado de Derecho Constitucional, debemos tener presente, como lo señalo el Dr. Rodolfo Vigo, que luego de conocer el problema, pueden aparecer distintas normas que vengan a brindar una respuesta, sin embargo, se debe argumentar la respuesta jurídica mas acorde al caso, de esta forma, se brindaría una respuesta judicial mas justa en cada sentencia. Ahora me pregunto, siguiendo las enseñanzas de este gran filosofo, la Corte Provincial, en diversos precedentes25, al momento de resolver la acción popular de inconstitucionalidad, responde ¿Con un derecho dado o creado? A mi parecer, solo a este último pero de manera muy restringida a leyes locales, resoluciones ministeriales y provinciales, decretos y otras normativas creadas por la autoridad pertinente; desconociendo de esta manera que este derecho creado, no solo implica dichas normas locales, sino también, la Constitución Provincial, Nacional y Tratados Internacionales. Además, como ya lo dijo el Dr. Rodolfo Vigo, el Derecho es mas que normas, también abarca principios y valores (derecho dado). Ahora bien, este derecho puesto o creado puede reunir los requisitos de validez para el que fueron creados en si mismos; sin embargo, en algunos fallos, la interpretación efectuada al art. 92 de la Constitución Provincial y el principio iura novit curia, no permiten que esta acción (derecho creado), cumpla con la finalidad teleológica por la que fuere creada, respetando el derecho dado. He de recordar, que la acción popular de inconstitucionalidad, nació para hacer prevalecer la ley suprema provincial y obviamente la nacional por sobre leyes, decretos o reglamentos que agraviaran los derechos y garantías protegidos por estas; puesto que como dijo la Dra. Carmen Argibay en el fallo citado precedentemente, en su voto, “…por la reconducción a una vía muerta…quedo el amparo sin decisión de merito y las 25 CJSalta; “ Asociación Chaguar; Del Pla, Claudio; López, Pablo; Cardo Sebastián Mateo; Tort, Daniel; Huber, Verónica y Otros- Acción Popular de Inconstitucionalidad”, Expte. Nº CJS 27.855-5; Salta. 18 cuestiones federales propuestas sin pronunciamiento del Tribunal Superior de la Provincia…”26. A mas de ello, tampoco puedo obviar, que a través de una reconducción que da como resultado el rechazo de la pretensión por cuestiones formales, por una ausencia de reglamentación de esta acción provincial; y en consecuencia, una falta de pronunciamiento conforme Derecho (dado y creado), el caso puede llegar a la Corte Suprema de la Nación, y si se advierte que la cuestión debatida no solo es de carácter federal, sino que reúne las condiciones de gravedad institucional, lleva a que la Corte actúe en “defensa del orden constitucional”27. En consecuencia, el Tribunal Provincial, si ha de reconducir, deberá hacerlo por aquella vía que permita analizar la cuestión de fondo, si se advierte prima facie, la afectación de derechos constitucionales, y de esta forma, evitar un desgaste jurisdiccional innecesario, afectación de derechos constitucionales como el debido proceso y la defensa en juicio, y sobre todo, responsabilidad internacional. Al respecto, Sofia Sagues afirma que a través de la noción de gravedad institucional el Tribunal se ve revestido de las herramientas necesarias para resolver de modo definitivo problemas de inmensa gravitación para la comunidad. Además, y coincidiendo con dicha Jurista, el poder y la obligación de resguardar la Constitución, no puede ser enervado por lo dispuesto en la ley ritual, por ello, y teniendo en cuenta no solo ésta sino también de que a lo largo de la Historia, la Corte ha ido marcando pautas de que la misma puede versar desde principios y derechos constitucionales hasta cuestiones procesales, cuando se deba merituar sobre la procedencia de la Acción popular, se debería tener en cuenta la amplitud del concepto de gravedad institucional. Asimismo, y con relación a lo expuesto, ya lo afirmó el Máximo Tribunal en los casos “Siri” y “Kot”28, de que donde hay un derecho, hay un remedio legal para hacerlo valer; principio que se reafirma en la causa “Halabi”29, al 26 C.S.J.N.; “Comunidad Indígena Eben Ezer c/Provincia de Salta - Ministerio de Empleo y la Producción S/Amparo” C. 2124 XLI- Recurso de Hecho. 27 SAGUES, María Sofía; “Recurso Extraordinario Federal y Gravedad Institucional”; Derecho Procesal Constitucional, Editorial Universidad, Buenos Aires. 28 CSJN; Fallos: 239:459 y 241:291. 29 CSJN; “Halabi, Ernesto C- P.E.N. Ley 25873, Dcto. 1563-04”; 24 de Febrero de 2009; La 19 expresar que las garantías constitucionales existen y protegen a los individuos por el solo hecho de estar en la Constitución e independientemente de sus leyes reglamentarias, cuyas limitaciones, no pueden constituir obstáculo para la vigencia efectiva de dichas garantías.Por ultimo, y a modo de conclusión, teniendo en cuenta lo hasta aquí desarrollado, considero que se debería armonizar, desde un trabajo “interpoder estatal”, es decir desde un trabajo conjunto de los tres poderes del Estado; toda la legislación propia de cada localidad, ciudad, provincia, junto a la Jurisprudencia local y nacional; brindando no solo seguridad jurídica y justicia a cada persona sino también a toda la comunidad, teniendo como baluarte al bloque constitucional y convencional. Y si esto resultara “muy difícil”, es momento de tomar conciencia de que en un Estado de Derecho Constitucional, siempre han de prevalecer los derechos y garantías constitucionales en armonía con los principios y valores que están más allá de cada interés individual y/o autoridad local.Características especificas de la Acción Popular en Salta: A través de diferentes fallos de la Corte de Salta, se intenta señalar características propias de la Acción Popular de Inconstitucionalidad prevista en nuestra Constitución Provincial. I- Legitimación: El Dr. Federico Protti, afirma que la Corte de Salta coincide en que la Acción Popular de Inconstitucionalidad prevista en el Art. 92 de la Constitución Provincial y la Acción de Inconstitucionalidad prevista en los Arts. 704 y sig. del C.P.C.C.S, no se tratan de dos institutos distintos sino de una sola acción: “directa de inconstitucionalidad”, abierta a “todo habitante” en la primera y limitada respecto a quienes pueden interponerla en la segunda. Así, nuestra Corte salteña30, afirma que se ha establecido una similitud entre ambas, por tratarse de acciones directas de impugnación constitucional, limitada a quienes puedan interponerla bajo el art. 704; sin embargo, los Dres. Catalano, Cornejo y Vittar, realizan una distinción en cuanto a la legitimación activa, puesto que para la primera, son legitimados activamente sólo los titulares de un interés legítimo, en cambio para la Ley – 02-03-2009. 30 CJSalta; “ Solá, Ricardo – Amparo”- Expte. CJS Nº 25.646/03 – 19 de Diciembre de 2003; y “ Alvarez, Washington – Amparo”- Expte. Nº CJS. 25456/03 – 30 de Setiembre de 2003. 20 segunda, los son todos los habitantes. Actualmente, en numerosos fallos, la Corte coincide en que la Constitución Provincial es clara al afirmar que titular de esta acción es todo habitante, sin embargo, es interesante el voto del Dr. Guillermo Félix Díaz31, quien señala diferentes características analizadas por juristas prestigiosos, fundamentalmente con relación a la legitimación activa, aludiendo a “individuo singular”, a “una persona cualquiera del pueblo”, al “ciudadano”, como titulares de esta acción. Expone además, que la acción popular es el derecho subjetivo para ejercer la acción: un derecho a la acción; que con su ejercicio se busca defender la verdad real, el patrimonio social y el orden público; que no hay en ella el designio de romper con el equilibrio de la división de los poderes del Estado; que, al contrario, lo que se busca es garantizar el equilibrio entre los poderes de la sociedad y los poderes del Estado. De esta forma, y coincidiendo con dicho magistrado, y desde esta perspectiva, siguiendo a José María Salgado las acciones populares son aquellas que se otorgan al individuo singular, como partícipe de un interés público y como su defensor. Es decir, que esa persona que acciona, “habitante de nuestra provincia”, se alza como defensor de la sociedad democrática y constitucional, puesto que en un Estado de derecho constitucional, la existencia de una norma irrespetuosa de nuestra Carta Magna, no puede permanecer como tal, y creo que éste, es el bien jurídico protegido por la acción popular directa de inconstitucionalidad para cuya articulación son parte interesada potencialmente todos los ciudadanos. A mas de ello, resulta interesante el análisis o interpretación literal del art. 92 de la Constitución Provincial que efectúa el Dr. Felix Diaz, al considerar que dicha acción establece una legitimación activa irrestricta a favor de todas las personas que revistan la calidad de “habitante”, sin que sea posible exigir la presencia de un interés o derecho propio, personal y directo en cabeza del actor, aspecto del todo irrelevante en este ámbito. De esta manera, quien no presente el carácter de habitante de la provincia carece de legitimación para promover este proceso constitucional, pues la norma que lo instituye, al emplear el vocablo “habitante”, en lugar de 31 CJSalta; “Consumidores Argentinos – Acción Popular de Inconstitucionalidad” (Expte. Nº CJS 34.266/11), Salta, 24 de junio de 2013. 21 “ciudadano” o de la alocución “toda persona”, restringe la habilitación a las personas domiciliadas en la provincia. La Corte de Salta32, no ha podido establecer un criterio uniforme al respecto. Así tenemos que los Dres. Vittar y Posadas, reafirman que la Legitimación activa, se encuentra en todos los habitantes, con prescindencia de los efectos que la norma impugnada, pudiera producir en quien la intenta, y que no tiene otro objeto que hacer prevalecer la supremacía de la Constitución respecto de cualquier norma inferior que contraríe sus términos. Sin embargo, el Dr. Abel Cornejo y la Dra. Verónica Gomez Naar, afirmaron que tal legitimación solo recaería sobre todo individuo que no pueda, a través de otro mecanismo, cambiar impugnaciones de orden constitucional, en contra de normas de carácter general. En consecuencia los legisladores, no pueden interponer Acción Popular, porque al asumir el mandato, adquieren potestades específicas y claramente diferenciadas del ciudadano común. Caso contrario, afirma que sería un caos institucional, si el Poder Judicial es una instancia revisora de toda norma, a partir de la disconformidad de las minorías que no tuvieron éxito en el recinto de debate. A la vez, incorporan la exigencia de intereses afectados y vulneración de derechos. Igual postura sostuvieron junto a Gustavo Ferraris y Guillermo Catalano al afirmar que:“Todo ciudadano que no haya adquirido potestades específicas validables en un ámbito y mediante procedimientos especiales, en el que las medidas allí adoptadas, se deciden a través del ejercicio de voto expresamente previsto en las cartas orgánicas de los respectivos municipios y por medio de las mayorías que se indican, cuyo tratamiento posterior, no puede ser sometido al Poder Judicial, sin derrumbar el principio republicano que exige garantizar la efectiva división de poderes33. Sin embargo, a mi modo de ver, ante la preocupación de los Ministros de que la Corte se transforme en una instancia revisora de las normas dictadas por el legislativo, se debe recordar que uno de los pilares en los que se debe apoyar o aspirar a proteger es el acceso a la justicia, no solo de personas que fueron elegidas por el pueblo, aunque de manera minoritaria, sino 32 CJSalta; “Roque – Acción Popular de Inconstitucionalidad” - Expte. Nº CJS. 34.178/11 – 25 de Febrero de 2013, Salta. 33 CJSalta,” Rueda, Roque - 34178/11 - 03 de Julio de 2013. Acción Popular de Inconstitucionalidad” – Expte. Nº CJS 22 también de toda la sociedad salteña, que confía en que los representantes, velen por el respeto a la Constitución Provincial, Nacional y Tratados Internacionales. Por otro lado, considero que la interposición de una Acción Popular, no significa que indefectiblemente deba hacerse lugar a la demanda, los Jueces constitucionales y convencionales, tienen la obligación conforme la Corte Interamericana de examinar, que no se vulneren derechos, y tal afirmación permite tener una visión amplia sobre la acción popular de inconstitucionalidad, puesto que afirmar lo contrario es ir en contra de la propia finalidad de la acción. Además, una regulación jurisprudencial como la expuesta, podría hacernos caer en una anarquía en cada uno de los poderes del Estado, provocando mas inseguridad jurídica, porque ningún poder, por la división de poderes, podría inmiscuirse en los asuntos del otro, por ende, estaríamos gobernados jurídicamente por tres criterios diferentes donde uno o todos podrían ser abusivos y contrariar nuestra propia constitución, pero nadie podría decir nada hasta que se vea afectado por dicha ilegalidad o inconstitucionalidad. Además, no resulta lógico a mi criterio, que los representantes populares, configuren una excepción a la legitimación activa tan amplia dispuesta en la Ley Suprema Provincial, esto, atendiendo a los diferentes fallos interpuestos por Roque Rueda, un ciudadano pero con representación política, puesto que son éstos, mas que cualquier otra persona sin representación, que están en contacto y tienen un conocimiento directo con las normas locales. Debiendo señalar que los Poderes del Estado, incluído el legislativo y Ejecutivo, tienen la obligación de velar por la Constitución Nacional y los tratados Internacionales, conforme lo ha reiterado la Corte Interamericana de Derechos humanos. Es necesario realizar una interpretación armónica y conciliadora de los derechos, por lo tanto, ante el supuesto conflicto entre división de poderes y control constitucional judicial; hacia las normas locales, debemos partir de que si se puede armonizar, puesto que el control constitucional y convencional, no implica invasión de poderes, implica prevalencia de la constitución nacional y tratados internacionales; puesto que declarar inconstitucional una norma, específicamente, no necesariamente debo declarar inconstitucional todas las normas dictada por el ejecutivo o legislativo. A mas de ello, y como ya lo señale, no se trata de ignorar la 23 seguridad sino de conferirle un lugar subsidiario, en tanto lo decisivo es que éste determine y procure lo justo, pero fundamentalmente que no transija con una injusticia extrema, evidente o inequívoca. II- Finalidad: En cuanto a la finalidad de esta acción, la Corte de Salta, en sus diferentes composiciones, se ha mantenido firme a través de los años expresando como “Finalidad Esencial: Preservar la supremacía de la ley fundamental”34, siguiendo el Diario de Sesiones de la Honorable Convención Constituyente de la Provincia, y manifestando que tal preservación constituye un objetivo de la Comunidad (más allá de los legítimos intereses individuales) la acción es de relevancia pública. El Dr. Felix Diaz, señala35, que de la lectura de los fundamentos expuestos por la Convención Constituyente Provincial de 1986, al tratar y aprobar el texto que instituye esta acción (“Diario de Sesiones de la H. Convención Constituyente de la Provincia de Salta”, Ed. Códex, 1986, 12ª reunión, 9ª sesión ordinaria, Tomo 3, pág. 652 y apéndice, págs. 696/700), se interpreta que, para fundamentar la institución de este instrumento procesal constitucional, se afirmó que en la acción de inconstitucionalidad no se halla comprometido solamente un interés particular y que incluso éste puede estar ausente; que la concepción privatista resulta así insuficiente para comprender la entidad de las cuestiones involucradas en una acción de inconstitucionalidad, porque en este tipo de acciones lo que está verdaderamente implicado es la supremacía de la Constitución no pudiendo compadecerse con ella la subsistencia de un precepto en pugna con la norma jurídica fundamental. Se afirmó que con la acción de inconstitucionalidad entra en juego un indudable y transparente interés público que excede el mero interés de las partes. Concluye que el objeto y finalidad de la acción popular directa marcan la trascendencia de la institución y la importancia de su inserción en la 34 CJSalta; “ Solá, Ricardo – Amparo”- Expte. CJS Nº 25.646/03 – 19 de Diciembre de 2003; “ Álvarez, Washington – Amparo”- Expte. Nº CJS. 25456/03 – 30 de Setiembre de 2003; Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) – Acción de Inconstitucionalidad”- Expte. Nº CJS 24.769/03 - 31 de mayo de 2005; y “Rueda, Roque – Acción Popular de Inconstitucionalidad” - Expte. Nº CJS. 34.178/11 – 25 de Febrero de 2013, Salta. 35 CJSalta; “Consumidores Argentinos – Acción Popular de Inconstitucionalidad” (Expte. Nº CJS 34.266/11), Salta, 24 de junio de 2013. 24 Constitución de Salta, afirmando que se trata de un instrumento que favorece la mayor participación de los ciudadanos que tendrán así a su alcance un medio más para afirmar la supremacía de la Constitución y la plena vigencia de una democracia participativa. En este sentido, la Corte viene afirmando además, que este especial proceso ha sido instituido para cuestionar ordenamientos jurídicos que constituyen mandatos generales, abstractos e impersonales, y que es precisamente cuando éstos entran en colisión con las normas constitucionales donde cobra vida la mentada acción, la que a diferencia de la acción directa, tiene relevancia pública y la finalidad esencial es la preservación de la supremacía de la ley fundamental. Es decir, como lo expone el Dr. Abel Cornejo, que la finalidad esencial “no es la defensa de un interés individual o de sector, particular o mensurable, sino la preservación de la supremacía de la Ley Fundamental por sobre cualquier norma local inferior que contraríe sus términos, lo cual tiene incidencia colectiva”36. A mas de ello, y pese a que la Corte de Salta, en los fallos citados, aclara que solo le compete efectuar el debido control, para que la norma que se impugna con la acción popular de inconstitucionalidad, no contraríe nuestra Constitución Provincial, considero que es un criterio no acorde con toda la Jurisprudencia Nacional e Internacional que junto a la Doctrina, señalan la necesariedad de efectuar un control constitucional y convencional de los Jueces en cada caso que llegue a los estrados. Por ende, no podemos excluir de ese control, aquella normativa puesta en duda por la acción popular. III- Trámite: Según la Corte de Justicia de Salta, en reiterados fallos37, corresponde aplicar el Art. 704 y siguientes del C.P.C.C. de Salta, siempre que no se 36 CJSalta; “Del Pla, Claudio Ariel; Cerrano, Gabriela Angelina; Lopez, Pablo Sebastian; Garcia Castiella, Pedro Oscar, Tort, Daniel; Chamorro, Jose Fernando; Ochoa, Juan Pablo; Ruarte, Andres; Torres, Pastor Rubèn; y Martearena, Esteban Osvaldo – Acción Popular de Inconstitucionalidad” – Expte. Nº CJS 36.132/12 – 5 de Marzo de 2014. 37 CJSalta; “Empresa El Cafayateño S.R.L. – Acción Popular de Inconstitucionalidad”, 15/02/00. Tomo 68:41; “Asociación de trabajadores del Estado (ATE) – Acción de inconstitucionalidad”, (Expte. Nº CJS 24.769/03), 31 de mayo de 2005; “Comunidad Indígena Eben Ezer vs. Provincia de Salta – Ministerio de Empleo y la Producción – Amparo – Recurso de Apelación” (Expte. Nº CJS 26.504/04). 25 oponga a la Constitución; puesto que el examen de constitucionalidad por vía de la acción popular directa (art. 92 de la Constitución Provincial), se satisface adecuadamente circunscribiendo su ejercicio a un plazo determinado. Así a lo largo de los años, se justificó este criterio por la necesidad de la presunta necesidad de un término para esta acción directa, y no existiendo reglamentación especial, el único plazo aplicable era el del art. 704 del Código de Procedimientos en lo Civil y Comercial, computado desde la vigencia de la norma cuestionada, a partir de la cual se configurara la lesión de los derechos que invocara el actor. Al respecto, los por ese entonces Ministros de Corte Antonio Omar Silisque, Edgardo Vicente y Guillermo Alberto Posadas (actual Presidente de nuestra Corte) afirmaron que el plazo de caducidad, de 30 días, establecido por dicha norma, resulta de aplicación al “sub lite” en atención a la naturaleza de la acción entablada, y ello no contraría el artículo 92 de la Constitución Provincial, por cuanto el referido límite temporal rige en los casos en que el control constitucional de una norma se requiere por vía directa, en sus dos variantes, es decir cuando es ejercida por el titular de un interés legítimo y en los casos de la llamada “acción popular”. En el mismo sentido, y en otra causa, también señaló el Tribunal, a través de los votos de los Dres. Guillermo A. Posadas, Edgardo Vicente, María Cristina Garros Martínez, Antonio Omar Silisque, María Rosa I. Ayala que, “atendiendo a las particularidades de la acción, que no tiene otro objeto que hacer prevalecer la supremacía de la Constitución por sobre cualquier norma local inferior que contraríe sus términos, es de aplicación el plazo de 30 días previsto por el art. 704 del Código Procesal Civil y Comercial, que debe computarse a partir de la entrada en vigencia de la norma impugnada…”38. La Corte, ha explicado, a través de sus fallos, que la acción directa de inconstitucionalidad se encontraba legislada en Salta por el Código de Procedimientos Civil y Comercial antes de la sanción de la Constitución de 1986, que en su artículo 89 (actual 92) la amplió, extendiendo la legitimación para interponerla a “todo habitante”, sin reglamentarla en forma autónoma, 38 CJSalta; “Cámara de estaciones de servicio, expendedores de combustibles y afines de Salta –Acción popular de inconstitucionalidad.” (Expte. Nº CJS 27.787/05 Salta, 17 de agosto de 2005 - 26 por lo que continúan vigentes respecto a ésta última, las referidas disposiciones procesales de los artículos 704 a 706 del C.P.C. y C., en cuanto no se opongan a la normativa constitucional que suprime el requisito del interés afectado y permite compatibilizar el necesario mantenimiento de la supremacía constitucional, con el ideal de seguridad jurídica, que resultaría frustrado de mantenerse indefinidamente abierta una instancia pública en la que el pronunciamiento que eventualmente declare la inconstitucionalidad de una norma tiene efectos “erga omnes”. Por lo demás, el examen de constitucionalidad, se satisface adecuadamente circunscribiendo su ejercicio a un plazo determinado (art. 14 C.N.), sin que resulte alterado (art. 28 C.N.). A mi criterio, Nunca se puede convalidar un acto o una norma inconstitucional por el sólo transcurso del tiempo; por lo tanto que la Corte aplique el plazo del art. 704, no lo considero conveniente, porque esto iría en contra de su propios pronunciamientos cuando afirman que se aplican las disposiciones de la Acción de Inconstitucionalidad, en cuanto no se opongan a la normativa constitucional, y esta normativa, no prevee plazo alguno atendiendo a su finalidad esencial. Además, no se puede desconocer que la gran misión de los jueces constitucionales y supranacionales que se implementa en sintonía con el Estado de Derecho Constitucional, es que deben hacer prevalecer los derechos humanos o bien, como lo lo expreso Dworkin, que se “los tomen en serio”; puesto que la llamada constitucionalización del derecho, equivale a su “humanización” en el sentido que el derecho debe llegar a ser caracterizado como un esfuerzo institucional para hacer triunfar los derechos humanos. Por último, no puedo dejar de señalar que en XXVIII Congreso Nacional de Derecho Procesal39 celebrado en Setiembre de este año, juristas como Roberto Omar Berizonce, Osvaldo A. Gozaini y Alejandro Verdaguer, impulsaron la “constitucionalización de los procesos y los derechos”; por lo que nosotros no podemos “desconstitucionalizar” una acción tan pura y directa de control constitucional, como lo es la acción popular del art. 92 de nuestra Constitución Provincial. IV- Efectos: 39 ASOCIACION ARGENTINA DE DERECHO PROCESAL; Ponencias Generales y Ponencias Seleccionadas del XXVIII Congreso Nacional de Derecho Procesal; San Salvador de Jujuy – 10, 11 y 12 de Septiembre de 2015. 27 Los Dres. María Omar Silisque Rosa I. Ayala, Guillermo A. Posadas y Antonio afirmaron que el art. 92 de la Constitución Provincial establece que “todo habitante puede interponer la acción popular directa para que se declare la inconstitucionalidad de una norma ‘de alcance general’ contraria a la Constitución” 40. Esta Corte ha dicho además, que la demanda de inconstitucionalidad tiene propósitos y fines específicos que no son comparables ni compatibles con las demás acciones contempladas en el plexo del ordenamiento jurídico, ya que tiende a abatir una disposición de carácter “erga omnes”. En ese sentido, se trataría de un instituto autónomo y meramente declarativo. Sin embargo, en los autos Rueda del 25/02/2013 (ya citado); los Dres. Guillermo Catalano y Gustavo Ferraris, expresan que los efectos de esta acción, no son de carácter general, es decir que para que proceda esta acción, debe verificarse la existencia de un “caso”, para que pueda ser resuelto por el Poder Judicial, y mejor aún, si este persiste al momento de pronunciarse. A mi modo de ver, es necesario realizar una interpretación armónica y conciliadora de los Derechos, por lo tanto ante el supuesto conflicto entre “División de Poderes” y “Control Constitucional y Judicial”; hacia las normas locales; debemos partir de que sí se puede armonizar, puesto que el control constitucional y convencional, no implica invasión de poderes, implica respetar la prevalencia de la Constitución Nacional y Tratados internacionales; puesto que se declaró inconstitucional una norma específica, no necesariamente debo declarar inconstitucional todas las normas dictadas por el Ejecutivo o Legislativo o cualquier Autoridad del que ésta hubiera emanado. Características que además en concordancia con su finalidad esencial (supremacía constitucional) vienen a refutar lo expuesto por la Corte sobre la necesidad de un “caso”, puesto que no porque se repare el daño en un caso concreto, significa que la norma haya dejado de ser inconstitucional y que no pueda seguir vulnerando los derechos de otros ciudadanos. Entonces me pregunto.. ¿Realmente la vulneración de Derechos, debe existir y persistir al momento de fallar en este tipo de acciones? ¿Su finalidad, es 40 CJSalta; “Asociación Amparo Ciudadano; Cobos Rodriguez, Cristina del Valle; Adet, Raquel Elena; Rojo, Miguel Hugo; Ibarra, Sergio Gerardo, Mendez, Olga Isabel – Accion popular de inconstitucionalidad.” (Expte. Nº CJS 29.418/06), septiembre de 2006. 28 sólo hacer cesar un hecho dañoso? No tiene como función prevenir otras vulneraciones? No se había acordado que por sobre todo debe prevalecer la supremacía constitucional?. Al respecto, es dable citar a Lucio Pegoraro41, quien ha señalado que en las ultimas décadas se produjo una gran evolución del control de constitucionalidad, proponiendo distintos modelos de Justicia Constitucional, pero a mi modo de ver, todos ellos tienen el mismo objetivo: Prevalencia de su Ley Suprema. CONCLUSION: A modo de conclusión; no se puede obviar, en la actualidad el crecimiento del derecho internacional o comunitario, especialmente en el terreno de los derechos humanos. Así en América, según el Dr. Rodolfo Vigo, la última palabra del derecho nacional no la tiene la Corte Suprema del país, en tanto cabe la posibilidad de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos rectifique esa declaración jurisdiccional; ya que el Pacto de San José de Costa Rica exige también apelar a la jurisprudencia de la Corte respectiva. Además, “La Constitución desborda a los constitucionalistas e impregna de inquietudes y sugerencias a todos los juristas, pero es en buena medida la iusfilosofía o la Teoría del Derecho la perspectiva más idónea para comprender y operarlo”42. En consecuencia he de concluir que nuestra Corte de Justicia de Salta, como cabeza del Poder Judicial de la Provincia, tiene una función política que no se puede desconocer en un Estado de Derecho Constitucional y que si bien coincido con nuestra Corte Provincial de que esta, debe mantenerse dentro de su ámbito de su jurisdicción, considero que esta función debe armonizarse con su función política como poder del Estado, que sin ser abusiva, pueda tener un rol mas activo con una superposición de funciones, si fuera necesario para mantener la supremacía de la Constitución y efectuar una real tutela judicial efectiva en pro de derechos no solo reconocidos en nuestra Constitución Provincial, sino también en Tratados Internacionales. 41 PEGORARO, Lucio; La circulación, la recepción y la hibridación de los modelos de justicia constitucional”; pág. 393 – 416 (Traducción del italiano de Francisco Fernández Segado, a partir de un texto inicial de Rafael Rubio Núñez, revisado y profundamente modificado). 42 VIGO, Rodolfo; Neoconstitucionalismo; Riesgos y Prevenciones; Tratado de Derecho Judicial – Tomo I; Edit. Abeledo Perrot; pág. 611.- 29 En consecuencia, teniendo en claro lo expuesto, luego de examinar los fallos referenciados, me surgen diferentes interrogantes, tales el ¿Porque la Corte de Salta, si considera que se trata de un mismo Instituto: “Acción de Inconstitucionalidad”, no es conteste en aplicar las mismas características de la prevista en el Código Procesal Civil Provincial? A mi modo de ver, la Acción Popular es un Instituto Autónomo, puesto que tiene características totalmente disímiles tal como lo fui desarrollando en este proyecto. En consecuencia, merece que de ella se haga una interpretación más acorde a las normas que están por sobre ella (Constitución Nacional y Tratados Internacionales); y no que estén por debajo de ella (C.P.C. y C.). Por otro lado, algunos Ministros de Corte, aferrándose a la Seguridad Jurídica, y siguiendo quizás un Positivismo Legalista, están limitando o restringiendo, aunque no se pueda, Derechos y garantías; más que regular; puesto que esto último implica sólo delinear, respetando el contenido esencial del derecho a que en cada acción judicial prevalezca no sólo la Ley Suprema sino también la Justicia; y que esta garantía Judicial, realmente pueda brindar una tutela judicial efectiva a toda la Comunidad, quien tiene Derecho a ser un “habitante” de un lugar donde sólo lo cubran leyes constitucionales y si existiese un manto de oscuridad; los órganos encargados de disiparla, así lo realicen, y para ello, y ante una “generalización del Derecho”, la perspectiva más acorde es el Neoconstitucionalismo, recordando siempre, al resolver cada caso que como lo señalara Rober Alexy, con la formula de Radbruch:”La injusticia extrema no es derecho”. Además observo que limitar a través de la Acción Popular de Inconstitucionalidad, de manera jurisprudencial, e incluso legal, a un derecho o garantía, constituye un acto en sí mismo inconstitucional; y a esto es lo que conduce la perspectiva estrictamente legalista de nuestra Corte Provincial; en cambio si se respetara el art. 14 y 28 de la C.N., y de esta manera, desde el Neo Constitucionalismo, se regulara; es decir determinara legítimamente el contenido de un Derecho o Garantía y la esfera de funcionamiento razonable del mismo, donde cada interpretación respete el principio “Pro Homine”, creo que la Acción Popular podría cumplir con su finalidad, y la Corte nos conduciría a un mayor Bienestar General; y a brindar una tutela judicial efectiva; puesto que en un Estado de Derecho Constitucional no sólo importa 30 reconocer derechos sino preocuparse para que se tornen operativos, y aquí el acceso a la justicia es una pieza decisiva. Por último, y haciendo propio lo señalado por la la Corte Interamericana de Derechos Humanos al interpretar los artículos 2 y 8.2.h) de la Convención Americana, debemos aprovechar a la acción popular de inconstitucionalidad, para adecuar nuestro ordenamiento jurídico interno al bloque constitucional. BIBLIOGRAFIA: -ALBERDI, Juan B., Bases, Plus Ultra, Buenos Aires, 1994, cap. XXXIV. -ASOCIACION ARGENTINA DE DERECHO PROCESAL; Ponencias Generales y Ponencias Seleccionadas del XXVIII Congreso Nacional de Derecho Procesal; Comisión de Derecho Procesal Constitucional, San Salvador de Jujuy – 10, 11 y 12 de Septiembre de 2015. -CORNEJO, Valentin Thury y SANTIAGO, Alfonso (h); Funcion Politica y Modelos de Cortes Supremas; Tratado de Derecho Judicial; Tomo I; Editorial Abeledo Perrot; Año 2014. -PEGORARO, Lucio; La circulación, la recepción y la hibridación de los modelos de justicia constitucional”; pág. 393 – 416 (Traducción del italiano de Francisco Fernández Segado, a partir de un texto inicial de Rafael Rubio Nuñez, revisado y profundamente modificado). -PROTTI, Federico; Constitución de la Provincia de Salta Comentada y Concordada; Art. 92 C.P; Editorial Bibliotex; Año 2014. -SAGUES, María Sofía; “Recurso Extraordinario Federal y Gravedad Institucional”; Derecho Procesal Constitucional, Editorial Universidad, Buenos Aires. -SAGUES, Néstor; Politicidad y apoliticidad de la decisión judicial, L L .1981. -SAGUES, Néstor, Derecho procesal Constitucional; Astrea, Buenos Aires, 1998. -VIGO, Rodolfo; El Derecho Judicial en el Estado de Derecho Constitucional y Democrático Tratado de Derecho Judicial; Tomo I; Cap. I; Editorial Abeledo Perrot; Año 2014. -VIGO, Rodolfo; Neoconstitucionalismo; Riesgos y Prevenciones; Tratado de Derecho Judicial – Tomo I; Cap. XIX; Edit. Abeledo Perrot; pág. 611. - www.corteidh.org SS Furt Mónica Leila Alberto