Fecha de siembra. _Baginsky et al_

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Determinación de fecha de siembra óptima de chia en zonas de clima desértico y templado
mediterráneo semiárido bajo condiciones de riego en Chile
Baginsky, C.; Arenas, J., Escobar, H., Garrido, M., Valero, D., Tello, D., Pizarro, L., Morales, L.,
Silva, H.
Introducción
La chia (Salvia hispanica L.) fue uno de los cuatro alimentos básicos de las civilizaciones de
Centroamérica en la época precolombina. Hoy en día, este cultivo está siendo reintroducido a las
dietas occidentales para mejorar la salud humana, ya que es una fuente importante de ácidos del
tipo omega-3, encontrándose en estos aceites antioxidantes naturales (Taga et al., 1984). Los
granos aportan además, fibra dietética, proteínas, vitaminas y minerales (Ayerza and Coates, 2005;
Fernandez et al., 2005). Es por ello que a nivel mundial la superficie de siembra de esta especie ha
ido en aumento, estimándose que en los años 2011-2012 existían aproximadamente 19.000 ha
cultivadas, produciéndose comercialmente en países como Argentina, Australia, México, Bolivia,
Paraguay y Ecuador (De Kartzow, 2013). En este contexto, la introducción a Chile de plantas
oleaginosas ricas en ácidos grasos esenciales como es la chia, podría costituirse en una excelente
alternativa que permitiría no solo un beneficio para la salud de los chilenos sino también un
beneficio económico, estableciéndose en zonas que por sus características edafoclimáticas podrían
potenciar su rendimiento.
La temperaturas mínimas y máximas de crecimiento de esta especie son de 11°C y 36°C,
respectivamente, presentando un rango óptimo entre 16 a 26°C (Coates y Ayerza, 2006). Es una
especie que no tolera heladas, dado que crece naturalmente en ambientes tropicales y
subtropicales. Si bien son deseables altos niveles de humedad en el suelo para su germinación, una
vez establecida la planta no presenta problemas de crecimiento en condiciones limitantes de agua.
Crece bien en suelos areno-limosos, aunque también se adapta a otras clases texturales, siempre y
cuando presenten buen drenaje (Lobo et al., 2011). Según observaciones en campo se ha
determinado que el cultivo expresa un buen crecimiento en suelos que presentan grandes
fluctuaciones en sus nutrientes, principalmente fósforo y potasio; sin embargo, un bajo contenido
de nitrógeno puede ser un factor limitante para obtener buenos rendimientos en grano (Ayerza y
Coates, 2006).
Se caracteriza por ser una planta con fotoperiodo de día corto por lo que su período de crecimiento
y fructificación depende de la latitud donde se establezca, requiriendo que la duración de la luz
solar baje de un umbral del orden de las 12 horas. Es por ello que la fecha de siembra constituye
un elemento relevante, pues determina la duración del periodo de crecimiento vegetativo, al
ocurrir la floración en un momento fijo, determinado por el largo del día (Lobo et al., 2011). De
este modo, fechas de siembra muy tardías, con fotoperídos cercanos al umbral de inducción de la
floración podrían repercutir en un periodo de crecimiento demasiado corto, lo que incidiría en una
menor producción. Por otro lado, fechas de siembra demasiado tempranas (con un mayor largo del
día) provocan un crecimiento vegetativo que se extiende a través del tiempo, generando plantas de
gran altura, de bajo índice de cosecha (IC), bajos rendimientos y posibles problemas de tendedura
a la cosecha (Lobo et al., 2011).
El objetivo de este estudio fue determinar, para tres áreas geográficas de Chile, aquella fecha de
siembra de chia que genere los más altos rendimientos de grano y seleccionar a su vez, aquella
zona más promisora en términos de rendimiento para sembrar chia en el país.
Procedimiento experimental
El estudio se llevó a cabo entre enero y junio del 2013 en tres localidades, dos de ellas ubicadas en
la zona norte del país (Región de Arica y Parinacota y Región de Antofagasta), y la tercera en la
región de Valparaíso (Tabla 1)
Tabla 1. Ubicación y características de las localidades donde se establecieron las siembras de chia
Localidad
Región
Coordenadas
Clima
Tipo de suelo
Valle de Azapa
Canchones
Las Cruces
Arica y Parinacota
(Arica)
Antofagasta
(Iquique)
Valparaíso
(Las Cruces)
18°20' S; 70°1' O
Desértico
Aridisol
20°26' S; 69°32' O
Desértico
Aridisol
33°30' S; 71°36' O
Templado
Mediterráneo
Semiárido
Mollisol
Se utilizaron dos accesiones (genotipos) de chia: Blanca y Oscura, provenientes de la localidad de
Santa Cruz de Las Sierras (Bolivia) proporcionadas por la empresa Benexia S.A.
En cada localidad se establecieron cinco fechas de siembra para cada una de las acciones (Tabla
2), estableciéndose en cada una de ellas un total de 10 tratamientos (5 fechas por 2 accesiones).
Los tratamientos fueron dispuestos en un diseño de parcelas divididas completamente al azar con
6 repeticiones, siendo la fecha de siembra la parcela principal y las accesiones de chia las subparcelas. Las fechas de siembra fueron asignadas al azar en el campo para evitar confundir el
efecto de la fecha de siembra con factores propios del suelo. La unidad experimental estuvo
compuesta por una superficie de 12 m2, en la cual se establecieron 4 hileras de 5 m de largo y
distanciadas a 60 cm una de la otra.
Tabla 2. Fechas de siembra en cada localidad
Tratamientos (Fecha de siembra)
Localidad
Fecha 1
Fecha 2
Fecha 3
Fecha 4
Valle de Azapa
Canchones
Las Cruces
4 enero
4 enero
4 enero
18 enero
18 enero
18 enero
4 febrero
1 febrero
2 febrero
18 febrero
18 febrero
18 febrero
Fecha 5
6 marzo
1 marzo
4 marzo
La siembra se realizó en forma manual a 1 cm de profundidad con una dosis de semilla de
5 kg ha-1, lográndose una densidad de plantas de entre 120 a 160 por m2. Cuando las plantas
presentaron su primer par de hojas totalmente expandido, se realizó un raleo uniformando la
densidad entre 80 y 90 plantas por m2 (entre 50 y 60 plantas por metro lineal). Los fertilizantes
fueron aportados a través de fertirriego, considerando niveles críticos 20 ppm de P2O5, 150 para
K2O y no menos de 25 unidades de N como aporte del suelo. Todas las fechas de siembra se
mantuvieron en condiciones hídricas cercanas a capacidad de campo por medio de riegos
aplicados por goteo. Las malezas fueron controladas en forma manual, no observándose plagas o
enfermedades que hayan afectado al cultivo.
Evaluaciones
Las plantas fueron monitoreadas a intervalos de 2-3 días para determinar los estados fenológicos
de emergencia (hojas cotiledonales visibles y totalmente expandidas sobre el suelo), inicio de
ramificaciones (ramas aéreas con un nudo), inicio de floración (inflorescencia del eje central con
primera flor abierta), madurez fisiológica (inflorescencia del eje central de color café), madurez
de cosecha (granos con un 14% de humedad). El estado quedó definido cuando en cada unidad
experimental el 50% de las plantas habían logrado ese estado de desarrollo. El ciclo del cultivo se
definió desde siembra a madurez fisiológica).
A inicios de floración, se llevó a cabo un muestreo de cosechando plantas de 0,5 m lineales,
evaluándose la biomasa aérea acumulada por las plantas en ese estado de desarrollo, para lo cual
fueron secadas en una estufa de aire forzado a 70ºC hasta peso constante. Esta medición fue
repetida al momento de cosecha, evaluándose además la altura de las plantas y largo y número de
inflorescencias.
Para determinar rendimiento, se muestrearon 3 metros lineales por unidad experimental, separando
las inflorescencias del resto de planta. Estas inflorescencias fueron secadas en estufa de aire
forzado a 40ºC hasta peso constante para uniformar la humedad de los granos en todos los
tratamientos. Una vez secas las inflorescencias, fueron trilladas separando los granos del resto de
las flores. Los granos fueron pesados, contabilizándose además el peso de 1000 granos extraídos
de cada uno de los sectores de un metro lineal cosechados.
Se calculó el índice de cosecha (IC), determinado desde el cociente entre el peso seco de los
granos y el peso total de las plantas, determinado a madurez fisiológica
IC = Rendimiento/Biomasa total
Análisis estadístico
Los resultados obtenidos en cada localidad se sometieron a un análisis de varianza, mediante el
uso del programa InfoStat (InfoStat, 2008) y cuando se encontraron diferencias significativas
entre los tratamientos (p ≤ 0,05) se realizó una prueba de comparación múltiple de Tukey para
identificar diferencias entre las medias de los tratamientos. Además, se llevó a cabo un análisis
combinado de varianza para evaluar el efecto de la localidad sobre la fecha de siembra y accesión
de chía (genotipo) y a través de un análisis de componentes principales se analizó la asociación de
parámetros de crecimiento (biomasa a floración y a cosecha, altura de planta, número y largo de
inflorescencias) y el rendimiento sobre la combinación de localidad, fecha de siembra
Resultados y Discusión
En las evaluaciones de desarrollo de las plantas de chia, no se presentaron diferencias entre las
accesiones evaluadas (chia oscura y blanca), por lo que los resultados son presentados como un
promedio entre ambos genotipos. Dentro de cada una de las localidades la fecha de siembra no
tuvo un efecto notorio sobre la fenología del cultivo, observándose que en el Valle de Azapa y en
Canchones, las plantas presentaron un ciclo promedio (siembra a madurez fisiológica) más precoz
que en Las Cruces (Tabla 3). Este hecho obedece principalmente a diferencias observadas a inicios
de floración, dado que en los estados anteriores como son emergencia e inicio de ramificación los
valores entre las diferentes localidades fueron muy similares con un promedio de 4 y 41días,
respectivamente. En el Valle de Azapa y en Canchones el inicio de floración ocurrió a los 50 y 55
días, respectivamente, en tanto que en Las Cruces ubicada más al sur este estado se cumplió a los
94 días, es decir prácticamente un mes y medio más tarde. Las plantas fueron cosechadas en un
promedio que fluctuó entre los 135 y 158 días después de la siembra, destacándose que en Las
Cruces y en la primera fecha de siembra la cosecha se llevó a cabo a los 171 días (Tabla 3).
Tabla 3. Días requeridos (desde siembra) para completar diferentes estados de desarrollo en las
diferentes localidades y fechas de siembra
Fecha de siembra
Localidad
F1
F2
F3
F4
F5
Promedio
Valle de Azapa
Emergencia
Inicio de ramificación
Inicio de floración
Madurez fisiológica
Madurez de cosecha
3
40
56
93
136
3
32
47
84
136
3
39
49
87
134
3
41
49
96
123
3
44
48
105
148
3
39
50
93
135
Canchones
Emergencia
Inicio de ramificación
Inicio de floración
Madurez fisiológica
Madurez de cosecha
3
45
58
106
139
3
36
53
110
137
3
44
51
109
130
4
50
54
nd
nd
4
50
60
nd
nd
3
45
55
108
135
Las Cruces
Emergencia
4
4
Inicio de ramificación
67
53
Inicio de floración
111
98
Madurez fisiológica
154
142
Madurez de cosecha
171
159
nd: no determinado por la presencias de heladas
4
38
84
nd
144
4
31
81
nd
nd
5
35
nd
nd
nd
4
45
94
148
158
En Tucumán, Argentina, la chía tiene un ciclo de 160 días aproximadamente, que va entre enero y
julio, donde la fecha de inicio de floración es determinante, puesto que no deben producirse
heladas, principalmente durante los meses en que el cultivo se encuentra fructificando en estado de
grano lechoso (Bendaña, 2012). Esta situación es la que confina el desarrollo del cultivo a zonas
con poca o nula ocurrencia de heladas (Lobo, 2012) y condiciona su expansión dentro de nuestro
país. En este sentido, la única localidad que no se vio afectada por las heladas en ningún estado de
desarrollo de todas las fechas evaluadas fue el Valle de Azapa en el cual las plantas lograron
completar su ciclo completo (Figura 1). En las otras localidades las heladas afectaron
principalmente a las dos últimas fechas de siembra, es decir en aquellas en que las plantas se
establecieron entre mediados de febrero e inicios de marzo (Tabla 2), afectándose, en el caso de
Canchones, el estado de desarrollo posterior a floración, no llegando a completar el estado de
madurez fisiológica. En Las Cruces, las heladas se presentaron justo al momento de floración
(cuarta fecha de siembra), y antes que las plantas florecieran (quinta fecha), no lográndose
determinar para esta última, el momento en que este estado pudo haber ocurrido (Tabla 3). Cabe
destacar que en la tercera fecha de siembra y solo en la localidad de Las Cruces las heladas
afectaron a las plantas en el estado de madurez fisiológica, sin embargo estas fueron igualmente
cosechadas.
Figura 1. Temperaturas máximas y mínimas registradas durante el ciclo de desarrollo de plantas de chia en
las localidades del Valle de Azapa (A), Canchones (B) y Las Cruces (C). En las localidades del Valle de
Azapa y Canchones se indica el intervalo de días del año en los que ocurrió la floración en las diferentes
fechas de siembra. Para el caso de Las Cruces, la floración se concentró entre el 24 y 26 de abril (ver
Figura 2).
Según Ixtaina (2010), la chia es una especie sensible al fotoperiodo siendo una planta de día corto,
por lo que su período de crecimiento y fructificación depende de la latitud donde se establezca. En
este sentido y tal como se aprecia en la Figura 2, en la localidad de Las Cruces, en las tres
primeras fechas de siembra, las plantas florecieron prácticamente en el mismo período (entre el 24
y 29 de abril) independientemente de la fecha de siembra. Una situación diferente ocurrió en las
localidades de Canchones y en el Valle de Azapa, donde las plantas florecieron prácticamente a
los mismos días después de haberse sembrado, pero en fechas diferentes, aunque esta se concentró
entre mediados de marzo y mediados de abril.
A
B
Figura 2. Fechas de inicio de floración (A) y de cosecha (B) de chia establecidas en diferentes fechas de
siembra (ver Tabla 2) en tres localidades.
Respecto a los parámetros de crecimiento evaluados en las plantas en las diferentes localidades, se
observó que en la altura de plantas no se presentó interacción entre la fecha de siembra y el
genotipo evaluado, no existiendo además diferencias de altura entre ambos genotipos, salvo en Las
Cruces donde la chia oscura presentó una altura superior en 15 cm respecto a la chia blanca (Tabla
4). En la localidad de Canchones las plantas de ambos genotipos alcanzaron la mayor altura con
un promedio de 1,71 m, en tanto que en el Valle de Azapa, la altura promedio fue de tan solo 95
cm. Las principales diferencias se manifestaron entre las fechas de siembra dentro de cada
localidad observándose que en todos los casos, siembras más tempranas generaron plantas más
altas, llegando en el caso de Canchones a superar 1,8 m. En la medida que la siembra se fue
atrasando la altura también se fue reduciendo, llegando en el Valle de Azapa a no superar los 60
cm cuando las plantas fueron sembradas a mediados de febrero (F4). Cabe destacar que en esta
misma localidad, un atraso de 15 días más en la fecha de siembra (principios de marzo) generó
que las plantas aumentaran nuevamente su altura llegando a medir casi los 90 cm (Tabla 4).
El aumento en la altura de las plantas en el Valle de Azapa en la última fecha de siembra estuvo
dado por el gran tamaño de la inflorescencia del eje central que presentaron las plantas en esa
fecha, superando los 30 cm de longitud (Tabla 5). Las inflorescencias de menor tamaño se
presentaron en la primera fecha de siembra tanto en esta localidad como en Canchones y Las
Cruces, fluctuando entre los 13 y 15 cm de longitud. Tampoco en este parámetro se observaron
diferencias entre genotipos, sin embargo existió interacción entre la fecha de siembra y genotipo
en Canchones en donde la tercera fecha de siembra (F3) tanto con chia blanca y oscura logró las
inflorescencias más grandes con 20 cm de longitud (Tabla 5)
Tabla 4. Altura de plantas de chia evaluada al momento de cosecha en tres localidades y diferentes
fechas de siembra
Factor
Valle de Azapa
cm
F. siembra
F1
F2
F3
F4
F5
147,6
109,7
70,0
59,2
89,0
a
b
d
e
c
***
Genotipo
Blanca
Oscura
F. siembra x genotipo
F1 x Blanca
F1 x Oscura
F2 x Blanca
F2 x Oscura
F3 x Blanca
F3 x Oscura
F4 x Blanca
F4 x Oscura
F5 x Blanca
F5 x Oscura
96,7 a
93,5 a
n.s.
146,6
148,6
108,2
111,3
72,4
67,5
67,5
50,9
88,9
89,1
n.s.
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
Altura de plantas
Canchones
-
Las Cruces
cm
187,2 a
169,2 b
156,5 c
179,0 a
147,0 b
139,0 b
***
***
169,0 a
173,0 a
n.s.
147,3 b
162,7 a
185,2
189,3
168,1
170,3
153,5
159,5
172,5
185,5
143,1
151,0
126,4
151,7
n.s.
a
a
a
a
a
a
***
a
a
a
a
a
a
n.s
***: significancia al 0,001; n.s.: no significativo
En relación al número de inflorescencias totales generadas por las plantas se observó que en Las
Cruces, se presentaron los valores más bajos, existiendo interacción entre la fecha de siembra y
genotipo, siendo la chia blanca establecida en la fecha más temprana (F1) la que generó el menor
valor con tan solo 4,5 inflorescencias por planta (Tabla 5). En el Valle de Azapa, nuevamente la
última fecha de siembra (F5), generó el mayor número con un valor de 3 inflorescencias más por
planta en comparación al promedio obtenido en las otras fechas de siembra. En Canchones en
tanto no se observaron diferencias para este parámetro entre las fechas, logrando un promedio de 9
inflorescencias por planta (Tabla 5).
Tabla 5. Características de las inflorescencias producidas por las plantas de chia en las diferentes
localidades y fechas de siembra
Factor
F. siembra
F1
F2
F3
F4
F5
Genotipo
Blanca
Oscura
F. siembra x
genotipo
F1 x Blanca
F1 x Oscura
F2 x Blanca
F2 x Oscura
F3 x Blanca
F3 x Oscura
F4 x Blanca
F4 x Oscura
F5 x Blanca
F5 x Oscura
Largo inflorescencias del eje central
cm
Valle
Canchones Las Cruces
Azapa
Nº de Inflorescencias por planta
Valle
Canchones Las Cruces
Azapa
13,6 d
14,0 d
17,3 c
19,6 b
34,1 a
***
14,6 c
18,2 b
20,4 a
15,1 c
16,1 b
18,6 a
8,6 a
11,3 a
8,2 a
5,4 b
6,8 a
6,5 a
***
***
11,2 b
10,3 b
9,8 b
10,1 b
13,8 a
***
n.s
***
19,3 a
20,1 a
n.s.
17,7 a
17,8 a
n.s.
16,5 a
16,7 a
n.s.
10,8 a
11,2 a
n.s.
10,0 a
8,7 a
n.s.
6,1 a
6,3 a
n.s.
8,0 a
9,2 a
13,6 a
9,0 a
8,3 a
8,1 a
4,5 b
6,2 a
6,9 a
6,6 a
7,0 a
6,1 a
13,3 a
13,5 d
15,4 a
11,5 a
14,0 a
15,8 c
14,9 a
10,8 a
13,4 a
19,0 ab
16,1 a
9,3 a
14,5 a
17,5 bc
16,2 a
11,2 a
17,5 a
20,5 a
18,1 a
9,7 a
17,0 a
20,2 a
19,1 a
9,8 a
17,0 a
9,8 a
22,2 a
10,3 a
35,3 a
13,7 a
32,9 a
14,0 a
n.s.
**
n.s.
n.s.
**: significancia al 0,05; ***: significancia al 0,001; n.s.: no significativo
n.s.
***
En la producción de biomasa generada por las plantas no se presentaron diferencias significativas
entre los genotipos, salvo en la localidad de Las Cruces, donde las plantas de chia oscura
presentaron un 35% más de biomasa que las de chia blanca al momento de cosecha (Tabla 6). A
inicios de floración se observó interacción entre fecha de siembra y genotipo en las tres
localidades, observándose que en el Valle de Azapa, la chia blanca establecida en la primera fecha
de siembra presentó un valor significativamente superior al resto de los tratamientos. Una
situación similar se observó en Canchones y Las Cruces, sin embrago en este caso tanto la chia
blanca como la oscura establecidas en la primera fecha fueron las que presentaron valores
superiores. Este hecho obedece principalmente a la mayor altura generada por las plantas en esos
tratamientos (Tabla 4). De igual manera en la medida que las plantas fueron perdiendo altura,
producto de fechas más tardías de siembra, la producción de biomasa se redujo debido a que
presentaron menos nudos vegetativos (el número de nudos se redujo desde 13 en las primeras
fechas hasta 7 en las últimas fechas) y por ende menos hojas por planta (datos no mostrados). Hay
que destacar que en el Valle de Azapa, la última siembra generó plantas más altas, sin embargo el
número de nudos fue más bajo (7), por lo que el aumento de producción de biomasa en esta fecha
se generó por el mayor largo de internudos en las plantas (dato no mostrado).
Tabla 6. Producción de biomasa a inicios de floración y a cosecha de grano de plantas de chia
establecidas en diferentes localidades y fechas de siembra
Factor
F. siembra
F1
F2
F3
F4
F5
Genotipo
Blanca
Oscura
F. siembra x
genotipo
F1 x Blanca
F1 x Oscura
F2 x Blanca
F2 x Oscura
F3 x Blanca
F3 x Oscura
F4 x Blanca
F4 x Oscura
F5 x Blanca
F5 x Oscura
Biomasa a inicios de floración
Kg/ha
Valle
Canchones Las Cruces
Azapa
Biomasa a Cosecha
Kg/ha
Valle
Canchones Las Cruces
Azapa
5821 a
2776 bc
2192 cd
1971 d
3143 b
***
4983 a
4539 a
2461 b
3986 a
2788 b
2329 b
7594 b
9291 b
12330 a
5152 a
3066 b
2051 c
***
***
7300 a
4151 c
3529 c
3710 c
5611 b
***
***
***
3406 a
2955 a
n.s.
4061 a
3928 a
n.s.
2874 a
3194 a
n.s.
4856 a
4864 a
n.s.
9817 a
9660 a
n.s.
2931 b
3915 a
***
3577 a
4395 a
2813 a
2763 a
2232 a
2425 a
8971 a
5629 bc
3635 d
4667 cd
3498 d
3559 d
3559 d
3860 d
4618 cd
6604 bc
***
6504 a
8684 a
10703 a
7879 a
12245 a
12415 a
4281 a
6024 a
2660 a
3473 a
1854 a
2248 a
7647 a
4839 a
3995 b
5128 a
2413 cd
5056 a
3139 bc
4022 a
2218 cd
2289 a
2166 cd
2633 a
1874 d
1775 d
2585 cd
3701 b
***
n.s.
***: significancia al 0,001; n.s.: no significativo
n.s.
n.s.
n.s.
Una vez que las plantas culminan su etapa de floración se inicia una caída paulatina de las hojas
hasta llegar a cosecha (granos con 14% de humedad), momento en el cual prácticamente se
observan los tallos sin hojas. La mayor acumulación de biomasa a cosecha se debe, por tanto, al
llenado de los granos y al alargamiento de las inflorescencias producidas. La producción de
biomasa a cosecha siguió una tendencia similar a la observada a floración salvo en Canchones
donde la tercera fecha de siembra (F3) generó los valores más altos de biomasa producto
probablemente de que las plantas al momento de ser cosechadas presentaban nudos con hojas que
aún no habían caído (dato no mostrado). La localidad que presentó los menores valores de
biomasa acumulada a cosecha fue Las Cruces debido al reducido número de inflorescencias
generado por las plantas (Tabla 5) y además porque en esa zona se presentaron heladas una vez
que las plantas iniciaban madurez fisiológica provocando pérdida anticipada de estructuras
vegetativas y reproductivas
En la única localidad donde se observaron diferencias de rendimiento entre los dos genotipos fue
en el Valle de Azapa, lugar donde la chia oscura presentó un rendimiento un 14% superior al de la
chia blanca. En esta misma localidad se observó interacción entre la fecha de siembra y genotipo,
siendo la chia oscura establecida a principios de marzo (F5) la que originó rendimientos
significativamente más altos que el resto de los tratamientos (Tabla 7). En esta misma localidad
los rendimientos obtenidos en las tres primeras fechas no difirieron entre sí, no justificándose en
ningún caso sembrar durante el mes de enero en esa localidad. En Canchones y en las Cruces no se
observó interacción entre genotipo y fecha de siembra, siendo a principios de enero donde los
rendimientos fueron más altos, a pesar de que en Las Cruces entre inicios de enero y mediados de
este mes (F1 y F2) los rendimientos no fueron significativamente diferentes (Tabla 7).
Tabla 7. Rendimiento de grano e índice de cosecha de plantas de chia establecidas en diferentes
localidades y fechas de siembra
Factor
F. siembra
F1
F2
F3
F4
F5
Genotipo
Blanca
Oscura
F. siembra x
genotipo
F1 x Blanca
F1 x Oscura
F2 x Blanca
F2 x Oscura
F3 x Blanca
F3 x Oscura
F4 x Blanca
F4 x Oscura
F5 x Blanca
F5 x Oscura
Rendimiento de granos
Kg/ha
Valle Canchones Las Cruces
Azapa
IC
Canchones
Valle
Azapa
Las Cruces
1479 b
1375 b
1337 b
2285 a
2468 a
1912 a
1622 b
941 c
127 a
114 a
75 b
0,22 d
0,34 c
0,38 c
0,56 a
0,44 b
0,27 a
0,21 a
0,09 b
0,04 a
0,04 a
0,03 b
***
***
***
***
***
***
1669 b
1908 a
1460 a
1524 a
104 a
107 a
0,38 a
0,40 a
0,19 a
0,19 a
0,03 b
0,04 a
***
n.s.
n.s
n.s.
n.s.
***
1324 d
1634 d
1222 d
1527 d
1280 d
1393 d
2484 b
2085 c
2032 c
2903 a
1823 a
2002 a
1808 a
1437 a
941 a
941 a
129 a
125 a
113 a
115 a
70 a
81 a
0,28 a
0,25 a
0,20 a
0,22 a
0,08 a
0,10 a
0,04 a
0,04 a
0,03 a
0,04 a
0,02 a
0,03 a
n.s.
n.s.
n.s.
n.s.
***
0,15
0,29
0,34
0,33
0,37
0,39
0,58
0,54
0,44
0,44
e
d
cd
cd
bcd
bc
a
a
b
b
**
**: significancia al 0,05; ***: significancia al 0,001; n.s.: no significativo
Al comparar los rendimientos entre las localidades, se observa que en el Valle de Azapa, se
lograron los más altos rendimientos con un promedio entre chia blanca y oscura de 2.468 kg ha-1,
siendo estos valores muy superiores a los observados en estudios llevados a cabo en Argentina
cuyos valores fluctúan entre 606 y 874 kg⋅ha-1 (Coates y Ayerza, 1998; Lobo et al., 2011) y en
Paraguay con un promedio de 1.600 Kg⋅ha-1 (Centurión, 2012). En Las Cruces en tanto, los
rendimientos fueron los más bajos llegando a tan solo 127 kg ha-1 en la fecha de siembra más
temprana. La principal razón de este resultado es la presencia de heladas tempranas en esta última
zona (mediados de mayo) que afectaron a las plantas en distintos estados del llenado de granos,
provocando que muchos de ellos no lograran llegar a madurez fisiológica y por tanto no lograron
acumular materia seca para su llenado. Estas mismas heladas afectaron a las plantas establecidas
en las fechas de siembra más tardías (mediados de febrero y comienzos de marzo), pero en este
caso las heladas provocaron daños en las plantas al momento de florecer (F4) e incluso durante la
etapa vegetativa (F5), motivo por el cual las plantas se dañaron fuertemente dejando de crecer y
finalmente no generaron producción. Una situación similar se produjo en Canchones en las dos
últimas fechas de siembra, dañándose las plantas cuando recién iniciaban floración (Figura 1).
Uno de los factores esenciales del rendimiento en un cultivo es el índice de cosecha, el cual
representa el mayor potencial en términos de incremento del rendimiento, mediante la partición de
asimilados en las plantas, definiéndose este como la razón de la materia seca de los granos, sobre
la biomasa aérea seca total (Villalobos, 2001). Como se puede observar en la Tabla 7, los mayores
valores de índice de cosecha se lograron en el Valle de Azapa, en la F4, con un promedio de 0,56
para la chia blanca y oscura (Tabla 7) siendo por tanto en estos tratamientos donde las plantas
hicieron un uso más eficiente de los asimilados generados durante su crecimiento. En Canchones,
en tanto, los mayores índices de cosecha se presentaron en las dos primeras fechas de siembra con
un valor promedio de 0,24, es decir menos de la mitad de lo que las plantas lograron en el Valle de
Azapa. En Las Cruces y producto de las heladas indicadas anteriormente el índice de cosecha no
llegó a superar los 0,05 es decir prácticamente la partición de asimilados hacia los granos fue nula
o si esta ocurrió no se materializó en la producción de granos.
Al comparar las tres localidades y todas las fechas de siembra en las cuales las plantas produjeron
granos comerciales, se observa que en al sembrar en la quinta fecha de siembra (F5: 6 de marzo)
en el Valle de Azapa y en la primera fecha de siembra (F1: 4 de enero) en Canchones, los
rendimientos fueron significativamente superiores al resto de los tratamientos (Figura 3), con un
rendimiento promedio para ambas localidades de 2.190 kg ha-1. En un segundo lugar, en términos
de máximos rendimientos se encuentran las fechas de siembra F4 y F2, del Valle de Azapa y
Canchones, respectivamente, los que no tuvieron diferencias de rendimiento con un promedio de
1.953 kg ha-1. Los más bajos rendimientos fueron observados en la tercera fecha en el Valle de
Azapa y en todas las fechas en Las Cruces (Figura 3) no siendo recomendable, en esta última
localidad y bajo las condiciones climáticas imperantes durante el ensayo, sembrar chia; sin
embargo, se requiere contar con nuevas investigaciones a los largo de los años para ser taxativo en
esta recomendación ya que en la zona de Las Cruces, la probabilidad de heladas, como las que se
presentaron durante el tiempo en que las plantas florecieron son de muy bajas.
Cabe destacar que en Canchones, a medida que la fecha de siembra se fue atrasando los
rendimientos fueron disminuyendo, lo cual puede estar asociado a las más bajas temperaturas
mínimas que se empiezan a registrar en la zona a partir de marzo (Figura 4). Diferente es el caso
de la localidad del Valle de Azapa, donde las temperaturas mínimas se mantuvieron constantes
durante prácticamente todos los meses
Figura 3. Efecto de la fecha de siembra y la localidad sobre el rendimiento de chia
Figura 4. Temperaturas mínimas registradas entre los meses de enero y junio del año 2013, en las
localidades del Valle de Azapa, Canchones y Las Cruces
El análisis de componentes principales llevado a cabo para analizar la asociación entre variables
medidas y su comportamiento en función de la localidad, fecha de siembra y genotipo (Figura 5),
permitió identificar que los componentes 1 y 2 del biplot explicaron el 78,7% de la variabilidad
total. Las variables de mayor peso relativo a nivel del CP1 fueron el número de inflorescencias por
planta, el largo de las inflorescencias e índice de cosecha obtenidos por el Valle de Azapa (VA) en
esas fechas de siembra, los que se encuentran altamente correlacionados con el rendimiento (Tabla
8). Las fechas de siembra cuarta y quinta (F4 y F5) de la localidad del Valle de Azapa, mostraron
características totalmente diferentes a las observadas en la localidad de Las Cruces según la CP1
del biplot. Cabe destacar que la producción de biomasa tanto a floración como a cosecha, se
correlacionó principalmente con las localidades de Canchones y del Valle de Azapa en las fechas
de siembra más tempranas (F1, F2) y específicamente con el genotipo de chia blanca (Figura 5);
sin embargo esta mayor producción de biomasa no se correlacionó con rendimiento (Tabla 8). La
altura de plantas estuvo negativamente asociada al rendimiento, por lo que las tres fechas de
siembra, tanto en la localidad de Las Cruces como en las de Canchones y la primera fecha de
siembra en el Valle de Azapa (F1), fueron afectadas en su rendimiento por la mayor altura de sus
plantas. Los tratamientos que representan la mayor parte de la variabilidad total y que presentan
mayores diferencias entre si son siembras más tempranas realizadas en Las Cruces (F1) y las
fechas de siembra más tardías llevadas a cabo en el Valle de Azapa (F5) en ambos genotipos
(Figura 5).
Figura 5. Biplot de componentes principales para rendimiento y parámetros de crecimiento [biomasa a
floración y a cosecha; largo de inflorescencia del eje central y número de inflorescencias por planta, altura
de planta e índice de cosecha (IC)] para las diferentes fechas de siembra en las localidades de Valle de
Azapa (VA), Canchones (CH) y Las Cruces (LC). O: Genotipo de chia oscura; B; genotipo de chia Blanca;
1, 2, 3, 4 y 5: Fechas de siembra F1, F2, F3, F4 y F5, respectivamente.
Tabla 8. Matriz de correlación entre las variables medidas y su nivel de significancia
Largo
Índice de
Altura
N°
Biomasa Rendimiento
planta
Inflorescencias Inflorescencias
Cosecha
Altura planta
1
N° Inflorescencias
-0,47**
1
Largo Inflorescencias -0,48**
0,54***
1
Biomasa
0,45**
0,25 n.s.
0,03 n.s.
1
Rendimiento
-0,44**
0,85***
0,48**
0,27 n.s.
1
n.s.
Índice de Cosecha
-0,77***
0,72***
0,45**
-0,14
0,87***
1
Biomasa a Floración
0,58**
0,18 n.s.
-0,32 n.s.
0,46**
0,13 n.s.
-0,23 n.s.
**: significancia al 0,05; ***: significancia al 0,001; n.s.: no significativo
Conclusiones
En la zona norte, Valle de Azapa y Canchones caracterizados por presentar un clima de tipo
desértico y bajo condicones de riego, se presentan las mejores condiciones climáticas para la
siembra de esta especie, lográndose en ellas rendimientos que sobrepasan los 2.000 kg ha-1.
Las distintas fechas de siembra modificaron el ambiente bajo el cual se desarrollaron las plantas de
chia, siendo en el Valle de Azapa donde las condiciones climáticas fueron más estables
presentando durante toda la temporada de estudio temperaturas máximas y mínimas óptimas para
el cultivo lo que generó una mayor estabilidad en el rendimiento; no obstante ello, las mejores
fechas de siembra en esta localidad se concentran entre mediados de febrero e inicios de marzo.
La presencia de heladas, es una condición restrictiva para el cultivo, por lo que en aquellas
localidades donde las heladas se incrementan a partir del mes de abril, no son recomendables
fechas de siembra en las cuales las plantas florezcan durante este mes, tal es el caso de las
siembras hechas a partir de mediados de febrero en Canchones. Para esta zona, siembras hechas
durante inicios de enero, garantizan la no incidencia de heladas durante el desarrollo del cultivo y
por tanto potencian el rendimiento. Diferente es el caso de Las Cruces, localidad en la cual las
plantas concentraron su floración a fines del mes de abril, independientemente de la fecha de
siembra, coincidiendo su etapa reproductiva con presencia de heladas. Este hecho obedece a que la
chia es una especie de día corto (requiere un fotoperiodo de entre 11 y 12 horas de oscuridad para
inducir la etapa reproductiva). Por tal motivo y bajo las condiciones climáticas imperantes durante
el desarrollo del ensayo, no sería recomendable sembrar chia en esta localidad; sin embargo, en
Las Cruces predomina un clima templado mediterráneo semiárido, con muy baja incidencia de
heladas, muy distinto a lo ocurrido en la temporada de estudio, por ello, sería recomendable
realizar estudios a más largo plazo para que esta validar o no esta recomendación.
Los más altos rendimientos obtenidos por las plantas de chia, se asociaron a una mayor
acumulación de biomasa, generada principalmente por la presencia de inflorescencias grandes y
plantas de poca altura, es decir plantas que hicieron un mejor reparto de sus asimilados y por ende
que presentan un mayor índice de cosecha. Este hecho adquiere gran importancia desde un punto
de vista de manejo de la cosecha de esta especie, dado que en la medida que las plantas
disminuyan su altura sin perder rendimiento, se optimiza la cosecha mecanizada, factor de manejo
que aún no está resuelto en Chile.
No existen diferencias en el crecimiento y rendimiento entre chia blanca y oscura, salvo en el
Valle de Azapa, donde la chia oscura fue superior en su rendimiento respecto al obtenido por la
chia blanca solo en la última fecha de siembra. Por ello, las recomendaciones respecto a qué
genotipo sembrar, estarán sujetas más bien a características en la calidad del grano, más que al
rendimiento.
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