6CFE01-243 2/16 Plan de restauración de riberas y humedales en el parque regional en torno a los ejes de los cursos bajos de los ríos Manzanares y Jarama (Madrid). CEBALLOS-ESCALERA FERNANDEZ, J.1, FERNANDEZ-CARBAJALES CAÑETE, D.1, LOPEZ NIEVA, P.1 1 Parque Regional en torno a los ejes de los cursos bajos de los ríos Manzanares y Jarama. Comunidad de Madrid. Resumen El Parque Regional del Sureste, nombre con el que es comúnmente conocido el Parque Regional en torno a los ejes de los cursos bajos de los ríos Manzanares y Jarama, se encuentra en la Comunidad de Madrid. Su superficie, poco más de treinta y una mil hectáreas, ocupa gran parte del sector suroriental del área metropolitana, extendiéndose por terrenos de dieciséis términos municipales, incluido el de la capital. Esta ubicación periurbana se ha traducido en un incremento constante de la presión sobre el Parque, que tiene su expresión en las riberas de los ríos Jarama, Manzanares, Henares y Tajuña. Estos se encuentran sobre grandes depósitos de arena y grava, explotados desde hace décadas por plantas de extracción de áridos, lo que ha supuesto un fuerte impacto sobre el medio. Estos aspectos señalados conducen a un objetivo fundamental: restaurar y mejorar los ecosistemas de ríos y lagunas. A principios de 2012 fue tomando forma una idea sobre la que se venía trabajando desde unos años atrás, la redacción de un Plan que estableciese, a través del conocimiento actualizado de la situación de estos espacios, una serie de actuaciones encaminadas a su restauración, coordinadas con los distintos actores que intervienen sobre el territorio (Administraciones, empresarios, asociaciones), para lograr el objetivo de devolver a su estado natural a los ejes que vertebran este espacio natural protegido. El Plan prevé el desarrollo de actuaciones a lo largo de cuatro años, entre 2012 y 2016, dividido en dos periodos bianuales atendiendo a las prioridades de actuación definidas por el estado de conservación de la ribera, la propiedad del terreno, las características del cauce y la zonificación del Parque. Estas acciones como la retirada de barreras de protección, demolición de antiguas edificaciones, desbroces, revegetación, etc, van acompañadas de un programa para la consolidación y mejora de los tramos ribereños mejor conservados, así como un programa de mejora de las zonas uso público situadas en la riberas de los ríos y lagunas. También se plantea el desarrollo de un programa de investigación y otro de voluntariado que ayuden a conseguir los objetivos marcados con este plan. Por último hay que señalar que se ha desarrollado un conjunto básico de indicadores ambientales con objeto de conocer y valorar los progresos en la ejecución del Plan y la consecución de las metas y objetivos establecidos por éste. Palabras clave Espacios naturales protegidos, Parque Regional del Sureste, restauración de hábitat, ribera, repoblación, calidad, índice QBR, indicadores ambientales. 3/16 1. Introducción Se define como ribera al lugar donde el agua y la tierra se encuentran en el paisaje, aunque una definición más científica, se refiere a la ribera como el corredor ecológico por su función de transporte a lo largo del eje longitudinal del río, que constituye, junto con el propio cauce del río, el denominado corredor ripario o fluvial (FORMAN Y GODRON, 1986). Para la ley de aguas la ribera es la faja lateral de los cauces públicos situadas por encima del nivel de las aguas bajas (RDL 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Aguas). El espacio de actuación de este plan comprende fundamentalmente este territorio, donde la conservación de los ecosistemas ribereños es fundamental para la preservación del medio natural. En los ríos viven y se mantienen numerosas comunidades biológicas, sirven de corredor ecológico e intervienen de modo fundamental en la calidad de las aguas. El agua es el elemento natural omnipresente y dominante del valle del Jarama y así viene sucediendo desde el Terciario, cuando sus aguas empezaron a modelar el territorio del Parque, hasta nuestros días (ver figura 1). También contribuyen a dotar al agua de este papel protagonista la existencia de numerosas lagunas, artificiales en su gran mayoría, a lo largo y ancho de los valles. Figura 1. Mapa del Parque Regional del Sureste y los cursos de agua principales La presencia de las actividades humanas en las riberas altera la morfología y la dinámica fluvial de los ríos. Los cultivos de regadío, los aprovechamientos ganaderos y la extracción de áridos por parte de las industrias mineras, supone la ocupación de las llanuras 4/16 de inundación y la eliminación de la vegetación riparia con la consiguiente variación morfológica de los cauces, el desvío de los flujos de agua superficiales y la regulación de los cauces por medio de motas o barras de defensa dan como resultado, la emisión de nutrientes al rio, la eutrofización, la contaminación de las aguas, la sobreexplotación de los acuíferos la formación de profundas lagunas y el incremento del efecto de socavación de los cauces. Las necesidades de restauración de las riberas, vienen siendo largamente estudiadas por el Parque Regional del Sureste. Las bases para la elaboración de este plan de restauración, se asientan sobre diferentes trabajos que se han ido realizando en este ámbito territorial tanto desde un punto de vista metodológico como las “Bases Geomorfológicas y Dinámica Fluvial para la restauración de los tramos fluviales del Parque Regional del Sureste” (GARCÍA JALÓN y VIZCAÍNO, 2002), el “Plan de restauración de los tramos fluviales del Parque Regional del Sureste” (GARCÍA JALÓN y VIZCAÍNO, 2003), y la guía “Restauración de Ríos. Guía metodológica para la elaboración de la Comunidad de Madrid” (GONZÁLEZ DEL TÁNAGO y VIZCAÍNO, 2007), como el estudio concreto y pormenorizado de la situación actual de los ríos en cuestión incluido en la “Caracterización y Evaluación del Estado de Conservación de los Ecosistemas de Ribera del Parque Regional en torno a los ejes de los cursos bajos de los ríos Manzanares y Jarama” (CENTRO DE INVESTIGACIONES AMBIENTALES DE LA COMUNIDAD DE MADRID, 2008), que divide en tramos los diferentes ríos que discurren por el Parque y caracteriza su estado de conservación en función del Índice de Calidad del Bosque de Ribera (QBR) (MUNNÉ et al. 2003). Este trabajo sirvió de base para la elaboración del documento “Evaluación del estado de conservación vegetal y caracterización por tramos de los sotos y riberas del Parque Regional del Sureste” (CONSEJERÍA DE MEDIO AMBIENTE, VIVIENDA Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO DE LA COMUNIDAD DE MADRID, PARQUE REGIONAL DEL SURESTE, 2009), que permitió la corrección de algunas deficiencias derivadas de la aplicación del citado índice mediante un exhaustivo trabajo de campo y es un pilar fundamental para la realización de este plan. El Plan ha tenido en cuenta asimismo las consideraciones derivadas de la Directiva Marco Agua (UNIÓN EUROPEA, 2000) que índica que será preciso desarrollar y aplicar planes de gestión para alcanzar el buen estado de los ecosistemas acuáticos de todos los países de la Unión en 2015. 2. Objetivos El objetivo fundamental de este Plan es definir un modelo marco de actuación con objeto de restaurar y mejorar los ecosistemas de riberas y humedales, y preservar este espacio natural. Para alcanzar este objetivo es necesario contar con un conocimiento actualizado de la situación del territorio, y llevar a cabo una serie de actuaciones encaminadas a su restauración y coordinadas con los distintos actores que intervienen sobre el territorio (Administraciones, empresarios, asociaciones), con el fin de lograr el propósito de devolver a su estado natural a los ejes que vertebran este espacio natural protegido. Los objetivos de gestión vienen definidos por una serie de criterios previamente establecidos y que son los siguientes: 5/16 Se considera de importancia prioritaria la restauración de las márgenes degradadas por las actividades desarrolladas en ellas. Para la restauración vegetal de márgenes se utilizarán las especies propias de la vegetación de ribera característica de los cursos bajos de los ríos que transcurren por el Parque. Se procurará disponer en cada momento del mejor conocimiento posible acerca de la calidad de las aguas de ríos y humedales, así como de la fauna asociada, con especial atención a aves y anfibios. Se protegerán y fomentarán en especial las formaciones vegetales, poblaciones de fauna y especies propias de los sistemas fluviales y ribereños. En particular, se prestará atención prioritaria a la mejora de los hábitats acuáticos, en especial de las márgenes de los ríos y lagunas, para favorecer el desarrollo de las poblaciones ictícolas. Se actuará así sobre un área determinada por las zonas que necesitan ser restauradas y conseguir con ello devolver a estos ríos a un estado más próximo a sus condiciones naturales originales, haciéndolo compatible con unos usos y aprovechamientos ya establecidos en sus márgenes y llanuras de inundación, sin olvidar que las riberas de estos ríos puedan ser recuperadas para su disfrute a través de una gestión del uso público compatible con la recuperación y conservación del medio natural. 3. Metodología El Plan de Restauración plantea la actuación sobre las riberas y espacios asociados de los cursos de los ríos Jarama, Manzanares, Henares y Tajuña incluido en este espacio natural protegido, y en este sentido, desde un punto de vista metodológico, el primer paso consistió en la definición de un conjunto de criterios que trataran de definir tipología de actuaciones, localización, así como pautas que permiten la realización de un calendario de las tareas a realizar. Las actuaciones a realizar que se derivan de la aplicación del plan varían en función de los casos, definidos éstos por el estado en el que se encuentra el espacio sobre el que se actúa, y van desde la realización de trabajos de demolición hasta la revegetación, pasando por movimientos de tierras, limpieza o desbroce. Las distintas acciones deben estar situadas en las zonas inundables dentro de un período de retorno de quinientos años o estar calificadas como zonas de reserva natural, de acuerdo con la zonificación establecida por el Parque Regional (ver figura 2). La zonificación del Parque, establecida por la Ley 6/94 de creación de este espacio natural protegido, señala como las zonas de reserva natural aquellas que han sido poco modificadas o en las que la explotación actual de los recursos naturales ha potenciado la existencia y el desarrollo de formaciones, comunidades o elementos naturales que merecen ser objeto de protección, mantenimiento y mejora e incluye dentro de esta calificación a los sotos y riberas de los ríos Manzanares y Jarama, con la lógica excepción de las zonas ya incluidas dentro de las zonas de reserva integral, es decir aquellas que cuentan con el máximo nivel de protección. Estas zonas de ribera incluidas dentro de la categoría de reserva natural se incluyeron pues en el grupo de criterios de localización. 6/16 Como zonas inundables se han considerado las delimitadas por los niveles teóricos que alcanzarían las aguas en las avenidas cuyo período estadístico de retorno sea de 500 años (COMUNIDAD DE MADRID, 2006), de acuerdo con lo establecido por el reglamento del dominio público hidráulico. Figura 2. Mapas con la unión de la zonificación del Parque y periodo de retorno. Desde un punto de vista metodológico la suma de estos dos criterios permite considerar no sólo las riberas como elementos lineales mensurables en unidades de longitud sino amplias zonas cuyas superficies pudieran ser susceptibles de ser incluidas en los trabajos de restauración. Una vez señalados estos criterios que definen el área de actuación del Plan hay que detenerse en los criterios que van a marcar los tiempos de ejecución. Así, el estado de la ribera, su calidad, determina un orden de prioridad para establecer la ejecución de las actuaciones que se complementa con un segundo criterio como es la propiedad del terreno. En este sentido se trabajó sobre la información digital disponible a nivel de parcela catastral con el objetivo de conocer para cada uno de los municipios incluidos dentro del área de influencia socioeconómica del Parque, donde se encontraban aquellos terrenos de propiedad pública 7/16 dentro de este territorio. Es importante señalar que, como en el caso de la calidad del hábitat, este criterio no sólo aporta una localización sino que además se trata de un criterio que permite la priorización de las actuaciones por la mayor facilidad a la hora de actuar en parcelas que por ejemplo su titular es la Comunidad de Madrid u otro ente público, que en parcelas de titularidad privada. El Plan no se circunscribe únicamente a la restauración de las zonas de ribera que presentan unos valores de calidad incompatibles con los objetivos de gestión del Parque, sino que pretende ir un poco más lejos con la realización de tareas transversales que garanticen la necesaria mejora y conservación de este espacio natural protegido. Así se plantea la ejecución de un programa de consolidación, mejora y enriquecimiento de los tramos de ribera mejor conservados con el objetivo de preservar y sostener su estado (ver figura 7). También, y recordando la mencionada presión urbana sobre este entorno natural, hay que señalar la presencia de distintas áreas recreativas en las zonas de ribera del Parque. En estas zonas es necesario conjugar, por un lado su conservación, restauración y mejora, con la necesaria oferta de áreas de esparcimiento para las poblaciones cercanas. Con este objetivo se ha incluido dentro de este Plan de Restauración una serie de actuaciones a realizar tanto en las mencionadas áreas recreativas como en otras áreas de uso público o cuyo interés haga necesaria esta intervención. Estas actuaciones se centran en aspectos como la restauración y la reforestación, acondicionamiento de accesos, mobiliario y cartelería. Por último hay que señalar que se ha establecido un sistema de indicadores objetivamente verificables (ver tabla 1) basándose en la “Propuesta de indicadores ambientales para la Comunidad de Madrid” (COMUNIDAD DE MADRID CONSEJERÍA DE MEDIO AMBIENTE, 1999) para cada ámbito y objeto de evaluación (EUROPARC, 2006) para realizar un seguimiento de los progresos logrados en la ejecución del Plan así como de las tareas pendientes. Estos indicadores analizan los distintos criterios establecidos, tanto en el plan de actuaciones, como el programa de consolidación y mejora y las actuaciones en áreas recreativas. Nombre del indicador. Objetivo Origen de los datos. Unidades de Medida Rangos de variación aceptables Valores obtenidos Valoración Tendencia deseada. Tabla 1. Esquema de indicador medioambiental. 4. Consecuencias y primeras actuaciones. La primera consecuencia que deriva de la aplicación del Plan es una primera aproximación a la determinación del espacio fluvial de los ríos que atraviesan el Parque Regional del Sureste, un marco de actuación sobre el que se podrá continuar trabajando en el 8/16 futuro pues no constituye el espacio de referencia del presente Plan, incorporando criterios como los diversos cauces que ha adoptado el río en los últimos 100 años, meandros abandonados, etc (OLLERO et al; 2010). La información fue analizada mediante un Sistema de Información Geográfica con el objetivo de cruzar la información existente y obtener una base sobre la cual poder conocer la disposición espacial de los criterios señalados. Esta información permitió conocer las zonas que cumplían con todos los supuestos de localización analizados, y una cifra, la superficie sobre la cual sería necesario actuar (ver figura 3). Según los criterios adoptados, 829.4 hectáreas de terreno son zonas inundables (en un período de retorno de 500 años) o se encuentran dentro de zonas calificadas como de reserva natural, y tienen una mala calidad de ribera. Figura 3. Porcentaje de kilómetros a restaurar por río. Este trabajo de gabinete fue posteriormente complementado con el lógico trabajo en campo para comprobar tanto el resultado obtenido como las posibles dificultades a las que deberían enfrentarse las distintas tareas de restauración. Se observó, de forma general, que, dependiendo del grado de degradación de los sotos y riberas los trabajos a realizar incluirían distintos niveles de complejidad. Esta variedad aconsejó la realización de cinco módulos de restauración (ver figura 4) que, en función del grado de degradación de la ribera, permitiesen establecer los distintos criterios de actuación a la hora de acometer sus procesos de mejora. Figura 4. Ejemplo del antes y después de uno de los módulos de restauración. 9/16 Cada módulo lleva asociados unos trabajos concretos para su restauración. Se han definido una serie de tareas que abarcarán todos los trabajos a realizar para la total restauración de los terrenos objeto de este plan, para de este modo poder cuantificar el esfuerzo económico necesario para llevarlos a cabo (ver tabla 2). Actuaciones Descripción Limpieza y acondicionamiento de riberas Demolición y retirada de escombros Limpieza de cauces y riberas, recogida de basura dispersa, poda, desbroce y eliminación selectiva de vegetación existente. Movimiento de tierras Plantaciones Demolición de antiguas edificaciones y de elementos de hormigón, además de su transporte a vertedero Incluye excavaciones, elevaciones del terreno nivelaciones, etc. dentro del cauce y en las riberas o zonas adyacentes incluidas en el proyecto. Apertura de los hoyos o preparación del terreno para la plantación, adquisición y transporte de la planta, plantación propiamente dicha, con instalación de protectores, abonado y riego en su caso Tabla 2. Descripción de las actuaciones a realizar para la restauración. Lógicamente no es posible abordar todos los trabajos necesarios de forma simultánea. Fue necesario un nuevo análisis de los datos existentes con el objetivo de establecer distintos horizontes temporales de actuación y prioridad a la hora de realizar las distintas tareas propuestas. El Plan de Restauración de las riberas se establece para realizarse en un período de cuatro años divididos en dos fases bienales (ver figura 5): Primera fase. Se acometerán aquellas actuaciones en zonas donde la calidad de la ribera aconseje una intervención urgente, donde la propiedad del terreno sea pública y se encuentren en zonas de reserva natural del Parque. Además se han buscado nuevos emplazamientos en terrenos privados contiguos a zonas bien conservadas o a zonas públicas sobre las que se esté actuando, para conseguir de este modo una continuidad espacial en la restauración. Segunda fase. Se actuará sobre aquellos terrenos que hayan quedado fuera de la primera fase, tanto por tener una mejor calidad de la ribera como, en aquellos terrenos de propiedad privada, donde no haya sido posible actuar en la primera fase. Se realizarán también aquellas actuaciones encaminadas a mantener y mejorar los resultados obtenidos en las zonas ya restauradas. 10/16 1 2 Figura 5. Esquema de las fases de actuaciones. La primera fase de trabajos de restauración comenzó con la definición de seis zonas de actuación (ver figura 6), los sotos del Grillo y las Juntas, en Rivas-Vaciamadrid; el Vado y el Parque Forestal en San Fernando de Henares; la Ribera de San Martín de la Vega; y Soto Bayona en Titulcia. Estas tareas de mejora en las riberas de los ríos se circunscriben a 386,8 hectáreas. Por otro lado, y dentro de esta primera fase, se está trabajando en las diferentes fórmulas para seguir trabajando, dentro de los criterios anteriormente expuestos, en 380 hectáreas más en zonas con una urgente necesidad de actuación. 11/16 Figura 6. Mapas de localización con las diferentes zonas de actuación. Otra consecuencia ha sido la localización (ver figura 7) de los enclaves que serán restaurados en el programa de consolidación, mejora y enriquecimiento, así como en el programa de mejora de áreas recreativas, de uso público y zonas de interés. 12/16 Figura 7. Mapas de localización de actuaciones dentro del Programa de Mejora Para estos programas también se han descrito una serie de trabajos concretos a realizar en cada una de ellas, como son la reposición de marras, desbroce manual y con maquinaria, reposición y emplazamiento de cartelería, acondicionamiento de caminos, etc. Acompañado a la descripción de los trabajos se le han asociado unos gastos derivados. A lo largo del 2012 se han realizado diferentes actuaciones. Estos trabajos han sido de distinta envergadura, en algunos casos se ha procedido a la restauración total de los tramos de ribera como ocurre en “Las Islillas”, Mejorada del Campo, donde se ha procedido a la demolición de antiguas edificaciones, limpieza y desbroce de la zona, para finalizar con la revegetación de estos terrenos. En otros casos estos trabajos se encuentran en su fase inicial, sirva como ejemplo el caso del paraje del “Soto del Grillo” en el término de municipal de Rivas-Vaciamadrid, donde se han realizado los trabajos de demolición de antiguas edificaciones y subsolado de soleras de hormigón, estando a falta de los últimos trabajos de desbroce y revegetación. 13/16 Fotografía 1. Edificaciones situadas en espacio fluvial. Fotografía 2 Trabajos de demolición. Fotografía 3. Trabajos plantación. Fotografía 4. Ribera en buen estado. 6. Discusión El Plan fue diseñado, como se ha señalado, para ser desarrollado en cuatro años, pero la experiencia de este primer año de funcionamiento lleva a pensar que el horizonte temporal es demasiado estrecho dada la complejidad de algunas de las tareas necesarias para la ejecución de las distintas actuaciones previstas y quizás sea esta la primera de una serie de fases en las que se dividirá el Plan para su ejecución. Estas dificultades están relacionadas fundamentalmente con la disposición de los terrenos sobre los que es necesario intervenir, por lo que se deberá trabajar en las diferentes fórmulas que nos permitan ir actuando en los terrenos particulares del ámbito de actuación. En ese sentido, una opción podría ser la introducción de criterios relacionados con el manejo y restauración del territorio fluvial en los principios de ecocondicionalidad que cada vez con más fuerza se van instaurando en el primer pilar de la PAC. Otra fórmula, esta vez relacionada con el segundo pilar, la política de desarrollo rural, sería el establecimiento de subvenciones para la reforestación de terrenos de ribera, de una manera similar a la reforestación de tierras agrarias. Formulas más directas podrían ser el establecimiento de convenios con los propietarios, o la adquisición mediante medidas compensatorias. 14/15 Ya se ha señalado que la aplicación del índice QBR al estudio de las riberas del parque supuso un valor de partida sobre el que ampliar el conocimiento de estos ecosistemas, pero sus conclusiones distaban, en algunos casos, mucho de la realidad y esto es debido a las especiales características de los cursos de agua que vertebran este espacio natural protegido. Su estudio pormenorizado posterior si permitió contar con valores “reales”, pero el esfuerzo tanto en términos materiales como humanos para su realización lleva a plantear la posibilidad de utilizar otros métodos y en este sentido se está valorando la posibilidad de utilizar la tecnología LIDAR para el desarrollo de un índice de calidad de riberas óptimo. En este sentido no sólo la revisión de la calidad de las riberas, especialmente en el período de tiempo posterior a las actuaciones, supone un elevado gasto de recursos, tanto económicos como de personal, también la revisión de los distintos indicadores necesarios para la comprobación de la evolución del plan, actuaciones, áreas recreativas, etc., demandan unos recursos que, dadas las circunstancias actuales, son difíciles de conseguir por lo que se fomentará, en la medida de lo posible, la utilización de nuevas tecnologías para la evaluación de la evolución de la calidad de las riberas. La existencia de amplias zonas dedicadas a la actividad minera en el Parque y su localización, en la mayor parte de los casos, dentro del territorio o espacio fluvial, convierte a sus responsables en una parte fundamental dentro de la ejecución del Plan. 7. Nuevas perspectivas. La puesta en marcha del Plan de Restauración del espacio fluvial del Parque Regional del Sureste durante el año 2012 supone un hito en la lucha por la conservación y mejora de un hábitat muy sensible a su alteración. El Plan trata de incidir en los problemas que han llevado a las riberas del Parque a perder su condición natural dentro de un esquema de análisis de la situación, determinación de medidas y ejecución de actuaciones, que conduzca en un medio plazo a la recuperación de estos ecosistemas. Prima pues en este plan la restauración de los valores y los procesos naturales, basada en la selección de la mejor información disponible y en la relación permanente y fluida con otras administraciones y particulares, de manera que sea posible involucrarles en la defensa y protección de los valores de las riberas de unos ríos que se constituyen en ejes vertebradores de este espacio natural protegido. La introducción de un sistema de indicadores permitirá un seguimiento actualizado de los progresos en la consecución de los objetivos, tantos de los planteados en la elaboración de este Plan como en los objetivos que se marcan desde la gestión de este Parque para la mejora y conservación de este territorio que engloba las riberas, y que no se contemplan como un entorno aislado sino como un espacio abierto a las relaciones que se establecen en el medio natural y su imbricación en un entono fuertemente humanizado como es el sureste de la Comunidad de Madrid. 15/15 Fotografía 5 y 6. Antes y después de los trabajos de restauración en el “Soto de las Juntas” realizados a lo largo de los últimos diez años. Fotografías 7 y 8. Antes y después de los trabajos de restauración en Las Islillas” una de las primeras actuaciones realizadas en el marco del presente plan. Fotografías 9 y 10. Antes y después de los trabajos de restauración en “El Soto de Las Cuevas”. 8. Agradecimientos A todos aquellos que han trabajado y trabajan día a día por la conservación, restauración y mejora de nuestros ríos y sus espacios fluviales asociados. 16/15 9. Bibliografía CENTRO DE INVESTIGACIONES AMBIENTALES DE LA COMUNIDAD DE MADRID; 2008. “Caracterización y evaluación del Estado de Conservación de los Ecosistemas de Ribera del Parque Regional en torno a los ejes de los cursos bajos de los ríos Manzanares y Jarama”. Comunidad de Madrid. CONSEJERÍA DE MEDIO AMBIENTE, VIVIENDA Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO DE LA COMUNIDAD DE MADRID. PARQUE REGIONAL DEL SURESTE; 2009. “Evaluación del estado de conservación vegetal y caracterización por tramos de los sotos y riberas del Parque Regional del Sureste”. Comunidad de Madrid. CONSEJERÍA DE MEDIO AMBIENTE Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO DE LA COMUNIDAD DE MADRID; 2006. “Las zonas inundables de la Comunidad de Madrid. Análisis y Cartografía”. Comunidad de Madrid. 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