10 DEPORTES DOMINGO 16 DE OCTUBRE DE 2016 juventud rebelde Voleibol de playa De la arena al cielo La principal pareja varonil de Cuba prevé participar, por lo menos en ocho paradas de tour mundial durante la temporada 2017. «Podemos ubicarnos entre las diez mejores duplas del ranking y clasificar a dos equipos para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020», vaticina el entrenador. por NORLAND ROSENDO [email protected] SIN haber ganado medallas, la pareja de voleibol de playa integrada por Sergio González y Nivaldo Díaz se robó, en buen cubano, parte del show de nuestra delegación en los últimos Juegos Olímpicos. El quinto puesto entre duplas de tanta alcurnia no fue un milagro. Que apenas compitieran en el circuito Norceca, de espaldas a los más encumbrados torneos de este deporte, no les restó fuerza a sus remates, ni altura a su bloqueo. Pero Leonides Regüeiferos, al frente del colectivo técnico de la preselección masculina, sabe que lo más difícil viene ahora: ascender en el ranking y sostenerse en la élite. Es mediodía y sobre la arena de la cancha de la Escuela Nacional de Voleibol, en La Habana, se puede freír un huevo. A uno y otro lado de la red, los jugadores sacan, defienden, vuelven a saltar, rematan… Quien no los haya visto entrenar, podría pensar, por la ropa empapada, que estaban dándose una ducha. El entrenador solo «abandona» el juego para dialogar con JR. —¿Cómo valora el estado actual del voleibol de playa en Cuba? —Goza de buena salud, lo que nos permite hacer una proyección encaminada a varios objetivos. Por lo pronto, aspiramos a insertar a las primeras figuras en el tour mundial de la próxima temporada y mantener al resto de la preselección en el circuito Norceca. «Estratégicamente, seguir compitiendo en las paradas del certamen de nuestra Confederación nos garantiza el desarrollo de jugadores noveles y además obtener cupos para los campeonatos del mundo y los venideros Juegos Olímpicos. Nuestro propósito es llevar dos parejas a Tokio en 2020; que una obtenga su boleto por el escalafón mundial y que la otra lo gane en el clasificatorio de Norceca». —Después de varios años de ausencia, volverán, al fin, al circuito mundial. —Sí, es un premio a los resultados en Río de Janeiro y al trabajo integral de nuestro deporte. Pero debemos aclarar que eso implica un engranaje complejo. Estamos haciendo énfasis con Sergio y Nivaldo en qué cosa es ese nivel de competencia. Ahí no se va a jugar solamente, sino a tener un buen desempeño para ascender en el ranking y obtener beneficios económicos. «Hay que ser rentables, lo que quiere decir ubicarse en una posición que deje ganancias, de lo contrario resulta difícil sostenerse en un campeonato que tiene carácter comercial. EL Circuito Mundial de Voleibol de playa de la FIVB (en inglés, y oficialmente, FIVB Beach Volleyball World Tour) es un campeonato profesional organizado por la Federación Internacional de Voleibol (FIVB), que consta de cerca de 20 fases, las cuales se juegan en diferentes países. Se celebra desde 1987, entre los meses de mayo y diciembre y acuden las mejores parejas de cada temporada. Leonides Regüeiferos. Foto: Raúl Calvo/Norceca «Nosotros nos encontramos ahora en una posición rezagada en el listado del orbe, pero empieza un cuatrienio y varias duplas de la élite se desintegraron, se estrenan algunas y otras se articularon en 2015, o sea, que son muy jóvenes como equipo». —Concretamente, ¿a cuántas paradas del tour mundial prevén asistir? —De acuerdo con las posibilidades económicas, estamos abogando por participar en ocho fases, incluyendo el Mundial del próximo año en Austria, que aportará puntuación doble. Estamos a la espera de que salga el calendario de la venidera temporada para seleccionar a dónde iremos. —¿En qué aspectos están basando la preparación? —Estamos insistiendo en la corrección de las deficiencias detectadas durante los Juegos Olímpicos, fortaleciendo el trabajo de equipo, la preparación física y el componente táctico. «Yo estoy en desacuerdo con quienes dicen que hay que ir a las competencias para elevar el nivel; mi filosofía es otra, a los torneos se va a exhibir la calidad, a demostrar lo que se aprende en los entrenamientos. «Pero nada de eso es posible sin una gran disciplina. A veces surgen dificultades por no interpretar bien estos conceptos. Estamos elevando la exigencia para llevar a Cuba a un puesto entre los mejores diez del ranking del mundo. Talento y condiciones hay». —Lo sucedido en los Juegos Olímpicos fue espectacular. ¿Le sorprendió el quinto lugar? —En cada competencia hay un equipo que sorprende, y en Río de Janeiro fue el de nosotros. Lamento que se nos haya ido el juego contra Rusia en los cuartos de final. Cuando tú dejas de hacer algo, te lo hacen. Y eso nos sucedió esa noche cuando estábamos a punto de ganar. «Después, el juego terminó de una manera inesperada. Pudimos haber sido semifinalistas, y te digo más, pudimos haber subido al podio. «En esos detalles estamos enfocados para que no se repitan. Nivaldo está trabajando fuerte para mejorar en el contrataque y saber definir esos puntos». —¿Cree que la falta de roce con la élite influyó en el duelo con los rusos? —No, no creo que haya sido eso. Te doy mi criterio, eso se educa, se logra aquí en la preparación diaria. La unidad de entrenamiento es la base de lo que luego harás en una competición. «El primer partido fue más electrizante. Jugamos contra Brasil, teníamos 14 000 espectadores en contra y pudimos ganarle en tie break. Sergio y Nivaldo supieron superar en esa jornada la presión de su debut en Juegos Olímpicos. Durante todo el torneo mantuvieron la calma, la profesionalidad, por eso digo que el último partido se nos fue en el aspecto táctico. En los lances finales insistieron en la potencia y debieron apelar a otros recursos, por ejemplo, tirar una finta. «De manera general, nos ganamos a la afición brasileña con nuestro juego, con modestia. Dimos buen espectáculo. Demostramos que en Cuba se juega buen voleibol de playa y que el noveno lugar del Campeonato Mundial pasado no fue casual tampoco». —Ahora vendrán también invitaciones, propuestas para competencias selectas… —Este mes íbamos a participar en una cuadrangular en Brasil, donde efectuaríamos 30 partidos de alto nivel, pero no se concretó la iniciativa por problemas con los patrocinadores. En Estados Unidos están interesados en que juguemos en su circuito nacional, que es de mucha calidad. —Tan o más difícil que llegar, es mantenerse, y eso requiere de un desarrollo integral en todas las categorías. ¿Qué percepción tiene del trabajo en la base? —En Cuba solo se practica este deporte sistemáticamente en tres plazas: aquí en La Habana, en Santiago de Cuba y en Ciego de Ávila. Yo insisto en que hay que jugar más, no solo las fases del circuito nacional. Nuestro país está rodeado de agua y la indumentaria que se requiere es sencilla. En ese proyecto deben involucrarse el Inder, los comisionados provinciales, la UJC y el Mintur, entre otros organismos. Si queremos mayor desarrollo, hay que pensar en grande. La Habana celebra el torneo Rey de la playa, una experiencia que valdría la pena extender a otros territorios. «También es necesario capacitar más a los técnicos de la base para que dispongan de herramientas metodológicas. Hay atletas jóvenes con la estatura adecuada que insisten en la modalidad de sala, sus equipos no tienen resultados y quizá hubieran tenido mejor suerte en el voleibol de playa». —¿Y cómo son las condiciones en la Escuela Nacional de Voleibol? —La arena es similar a la que se emplea en las mejores instalaciones del mundo. La remodelación de la cancha en 2010 ha permitido disminuir las lesiones en los atletas; ahora la profundidad y el drenaje son buenos. La Federación Cubana está pendiente de nosotros y tenemos asegurada la indumentaria, los balones y otros recursos. Solo nos queda trabajar. El top ten, repito, no es un sueño. Sergio Inivaldo ya entrena para asistir al tour mundial. Foto: Roberto Morejón Rodríguez Preselección nacional masculina: Sergio González (26 años, Holguín)-Nivaldo Díaz (22, Habana) Karell Peña (28, Ciego de Ávila)-Daisel Quesada (21, Ciego de Ávila) Yendry Castillo (22, Granma)-Leosbel Méndez (21, Pinar del Río) José Luis Aguilera (23, Santiago de Cuba)-Luis Enrique Reyes (17, Matanzas) juventud rebelde DOMINGO 16 DE OCTUBRE DE 2016 Serie Nacional por RAIKO MARTÍN [email protected] ESTA tarde en predios tuneros comenzará un segmento del calendario en el que hoy la mitad de los equipos hubiese aspirado a estar, y la otra parte evitar. Solo quedan en juego par de boletos o «comodines» a la segunda fase de la campaña beisbolera y la lucha arranca, coincidentemente, entre dos elencos que se tuvieron como primer rival al inicio del torneo. Hasta el parque Julio Antonio Mella llegan ahora los sorprendentes agramontinos con ánimos de coronar un desempeño completamente distinto al exhibido en las más recientes temporadas. Desde el mismo disparo de salida, cuando ganaron en casa y por 2-1 la subserie a los Leñadores, fueron tema obligado de especialistas y aficionados. Aquello apenas fue un anuncio de lo que vendría, pues en las primeras ocho subseries solo perdieron por barrida ante los demoledores Cocodrilos matanceros. En ese tramo consiguieron 15 de sus 24 éxitos y puede decirse que gracias a eso lograron evitar la prematura despedida a la que ya nos tenían acostumbrados. Su cierre de calendario no fue exigente ni con el mismo ritmo, pero a su favor ahora pudiera influir que solo tuvieron que recuperar un solo partido aplazado, mientras que sus rivales necesitaron realizar cinco desafíos pospuestos, y todos casi al final de la «fase de recuperación». Bastante lejos quedaron aquellos primeros tres cruces para tomarlos como absoluta referencia, sobre todo porque los tuneros, a pesar de imponerse en partidos claves para su clasificación, tampoco tuvieron un buen final, al perder seis de sus últimas diez presentaciones. En cuanto a números, ofensivamente no hay diferencias notables entre unos y otros, pues los Toros terminaron con promedio de .301, con 22 cuadrangulares entre sus 103 extra bases, mientras que sus oponentes se apuntaron 26 vuelacercas con una conexión menos entre los batazos para alcanzar más de una almohadilla. Una ventaja más notable se observa en el pitcheo, con un promedio de 3.77 carreras limpias para el staff agramontino por 4.37 de los Leñadores. Mas se trata solo de frías estadísticas, sobre todo para una serie tan corta, pactada al mejor en un máximo de tres desafíos. Puede pesar más la experiencia en momentos tan decisivos como estos, y en ese tema los dirigidos por Ermidelio Urrutia van un paso por delante gracias a jugadores como Danel Castro (.311 de average y 36 remolques) o Jorge Jhonson (.360 y 54 imparables). Incluso, lo que parecía un boquete en su estructura con la salida del enmascarado Yosvani Alarcón no pudo encontrar mejor «parche» en Rafael Viñales (.326 y 31 empujadas), quien conectó nueve jonrones en la fase. Desde el box también pudiera determinar el rodaje de hombres como Yoalkis Cruz (balance de 7-2 y 3.43 de PCL), Ubisney Bermúdez (5-3 y 3.74) o el relevista Yosbel Alarcón (cuatro rescates), aunque este último no ha estado fino últimamente. Aprovechar la condición de local —así ganaron 16 de sus 24 oportunidades— será tan vital para los Leñadores, como para los agramontinos lo que puedan lograr ese núcleo de bateadores formado por el inicialista Leonel Segura (.373 y 19 impulsadas), el camarero Humberto Bravo (.324 y 19), el reaparecido torpedero Alexander Ayala (.373 y 40), y el designado Héctor Hernández (.319 y 16 bases robadas). Solo así podrán sostener lo que puedan hacer desde el montículo José Ramón Rodríguez (7-2 y 2.30) y el jovencito Yariel Rodríguez (5-2 y 2.92), con Frank Madan y Yormani Socarrás, autores de ocho salvamentos de conjunto. Yoalkis Cruz debe ser el abridor de los Leñadores tuneros. Foto: Juan Moreno Erick se supera por JOSÉ LUIS LÓPEZ SADO [email protected] A pesar del sol que le molestó mucho en la espalda, Erick fructificó en su intento. Foto: Gabriela López Dueñas EL cubano Erick Hernández impuso este sábado un nuevo récord mundial en dominio del balón, al mantenerlo durante 40:02.00 minutos sin que cayera al suelo, pegándole solo con la cabeza y desde la posición de sentado. Este intento fructificó en el lobby del hotel capitalino Habana Libre, sede de la peña habanera del club español de fútbol Real Madrid, del cual Erick es un fiel seguidor desde hace muchos años. La anterior cota de Hernández databa del pasado 24 de abril, cuando en el lobby del hotel Copacabana se mantuvo 36:14.10 minutos golpeando la esférica. «Se me dificultó mucho el trabajo porque ahora incidió mucho el sol que daba a mis espaldas. Yo había entrenado sin problemas 11 TIEMPO EXTRA Los pasajes (in)cómodos Alexander Ayala lidera la ofensiva de los Toros agramontinos. Foto: Tomada de Adelante DEPORTES en este lobby, pero siempre en horas tempranas y no se previó esta situación, ya que lo hicimos a las 12:00 p.m. para que pudiese ser transmitido por TV», declaró a JR. «Para este intento trabajé mucho los ejercicios en la región de la espalda baja y el fortalecimiento, principalmente, de los músculos del cuello, que es la zona del cuerpo que más se afecta con esta prueba. Estoy muy contento por los tres récords mundiales que pude imponer en este año», añadió. Entre sus registros universales, el bien llamado «Dominador» cubano ostenta el del hectómetro y la maratón pegándole al balón con todo el cuerpo, y desde la posición de sentado dándole solo con los pies. Además, posee dos récords Guinness en estas pruebas: por tocar la esférica en 319 ocasiones durante un minuto con la cabeza, y por pegarle con los muslos durante una hora y 28 minutos. JAVIER RODÍGUEZ PERERA [email protected] Claroscuro HA llevado de una mano la paciencia y de la otra la constancia, y, cual amalgama perfecta escribió, con la potencialidad de sus remates, un bonito e interesante capítulo para el deporte cubano, al estrenar el bádminton de la Isla en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. El propósito requirió del santo esmero del capitalino Osleni Guerrero Velasco (lugar 69 del ranking mundial), de sus entrenadores y de personas cercanas que volcaron sus esfuerzos en aras de un sueño. Como él mismo ha reconocido reiteradamente, este año no ha sido un desperdicio, pues antes de Río cumplimentó una serie de eventos internacionales que se conviertieron en una especie de coraza para tratar de sortear, con el mayor éxito posible, la exigencia enorme que pronto le tocaría asumir. Salió bien parado de ese trance preliminar antes de la cita bajo los cinco aros, al registrar cosecha de tres coronas y un bronce en los ocho eventos en que participó. Con el apetito voraz de triunfo que inquieta a un principante, irrumpió en la Ciudad Maravillosa por la puerta de los vencedores, tal y como se esperaba, ante el estadounidense Howard Shu, aunque luego aparecería una pronosticada derrota frente a uno de los habituales en el top ten universal, el indonesio Tommy Sugiarto. Una de cal y otra de arena heredó la principal figura de casa en su debut olímpico, desde mi apreciación un resultado a la altura de sus posibilidades y muy valioso para la historiografía de nuestro movimiento deportivo. Sin embargo, aunque duela manifestarlo, decir bádminton en Cuba es prácticamente como mencionar a Osleni. Casi toda la dinámica competitiva que se mueve allende los mares con presencia antillana, se concentra en su figura, y eso, a todas luces, lanza varios llamados de preocupación. Un ininterrumpido, pero desmejorado Torneo Internacional Giraldilla de La Habana, que se celebra cada año, es prácticamente la tabla de salvación que tienen las demás figuras de la preselección nacional —entre los que brillan jóvenes con perspectivas muy halagüeñas como Leodannis Martínez, Bryan Véliz, Taimara Oropeza, Melissa Azcuy y Ernesto Reyes— a la hora de medirse con atletas foráneos con cierta alcurnia. Es un proceso engorroso encontrar la ubicación de cada uno de esos jóvenes badmintonistas de la Isla en la actualización del listado del orbe que cada jueves nos propone la página del organismo rector de este deporte. Es inevitable que la ausencia a eventos puntuables y con determinada calidad, les termine pasando factura y los condenen a lugares bien recónditos, a la par de que muchos de sus similares tengan una agenda bien cargada. Es una situación multicausal, pero debe alertarse que comienza un nuevo ciclo olímpico y es perfectamente comprensible que se hagan «gestiones para ofrecerles oportunidades a las figuras con responsabilidades de alcanzar resultados destacados en este», como declaró el comisionado nacional de la disciplina Alexis Ramírez a JR. Sería idóneo llevar esa afirmación a vías de hecho, pues Osleni Guerrero no es vitalicio.