TRIBUNAL TERCERO DE SENTENCIA: San Salvador, a las catorce

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0103-288-2006
TRIBUNAL TERCERO DE SENTENCIA, San Salvador, a las ocho horas del día cinco
de Diciembre de dos mil seis.
Visto en Juicio oral el proceso penal con número de entrada 247-2006-2a, seguido
contra OSCAR RENE FRANCO QUINTANILLA, de treinta años de edad, salvadoreño,
motorista, acompañado, originario de San Martín, Departamento de San Salvador, hijo de
Pedro Antonio Navarro y Dora Lilian Franco residente en Colonia Ermita Dos, pasaje
nueve –A, polígono –Q, casa veintitrés, Apopa; y FRANCISCO JAVIER RAMIREZ
TEJADA, de treinta y dos años de edad, salvadoreño, soltero, originario de Aguilares,
Departamento de San Salvador, hijo de Francisco Noé Tejada y Dora Alicia Ramírez,
residente en Lotificación El Ángel, Polígono D, casa diez, Apopa; procesados inicialmente
por el delito de TRAFICO ILÍCITO DE DROGAS, tipificado en el articulo 33 de la Ley
Reguladora de las Actividades Relativas a las Drogas; y definitivamente calificado como
POSESIÓN Y TENENCIA DE DROGAS tipificado y sancionado en el Art. 34 de la Ley
Reguladora de las Actividades Relativas a las Drogas, en perjuicio de la Salud Pública.
La audiencia de Vista Pública ha sido dirigida por los Jueces del Tribunal Tercero
de Sentencia Licenciados MARTÍN ROGEL ZEPEDA, CARLOS ERNESTO SÁNCHEZ
ESCOBAR Y JOSÉ ISABEL GIL CRUZ; siendo presidida por el primero de ellos, de
conformidad al art. 53 inciso primero n° 9 Pr. Pn., en relación al artículo 34 de la Ley
Reguladora de las Actividades Relativas a las Drogas.
Han intervenido como partes; en calidad de Fiscal, el Abogado CANDIDO
ANTONIO LINARES GUERRERO, de la Defensa Técnica y en su carácter Particular, los
Abogados MIGUEL ANGEL FLORES DUREL y ELMER HERMIAS CHICA CLAROS.
HECHOS SOMETIDOS A JUICIO
"A las trece horas con trece minutos del día once de Julio de dos mil seis, el investigador
EDWIN ROMEL ALBERTO dejó constancia mediante acta del aviso recibido con relación
a la información sobre comercialización de droga por parte de los señores conocidos
coMO JOSE N y NELSON N, dicha actividad realizada según informante en la casa sin
número visible ubicada en Colonia Margota, Calle Principal a treinta y tres metros del
chorro público, Apopa. De lo anterior se informó a la Fiscalía General de la República,
Departamento de Antinarcotráfico. El día once de Julio del dos mil seis, a las quince horas
con treinta y seis minutos, se emitió direccionamiento funcional por el fiscal MARIO
EDUARDO MARROQUÍN, en su calidad de agente auxiliar del señor Fiscal General de la
República, en la que se ordenó practicar diligencias, como verificar existencia del
inmueble y realizar vigilancia en el mismo. El día doce de Julio del dos mil seis, según acta
elaborada a las quince horas de ese mismo día, el investigador del caso realizó
verificación del inmueble donde residen los procesados, según acta documentada por el
referido investigador, a las once horas y treinta minutos del día trece de Julio de dos mil
seis, realizó vigilancia en la que constató que personas de similares características a la de
los imputados, fueron observadas realizando actos de comercialización de droga. Igual
circunstancia se constató de acuerdo a acta documentada a las quince horas y treinta
minutos del día quince de Julio del año dos mil seis; vigilancia en la que se constató que
personas de similares características a las de los imputados fueron observadas nuevamente
actos de comercialización de droga. Con soporte en la documentación referida se solicitó
orden de registro con prevención de allanamiento, ante el Juzgado de Paz de Apopa, donde
al considerar existencia suficiente de fundamentos legales, se autorizó tal registro. El día
veintiuno de Julio del presente año, a eso de las quince horas con veinte minutos los
miembros de la Policía Nacional Civil EDWIN ROMEL ALBERTO GIRÓN, JOSÉ EFRAÍN
ELÍAS MARROQUÍN, RICARDO ANTONIO RUIZ ESCOTO, Técnico WILFREDO
CAMPOS DE LA CRUZ, cumplían una orden de registro con prevención de allanamiento,
emanada de la señora Juez de Paz de Apopa, solicitada por la Fiscalía General de la
República a través del Departamento de Antinarcotráfico, en la casa sin número visible
ubicada en la Colonia Margota, Calle Principal a treinta y tres metros del chorro público,
Apopa; por tener conociendo que en ese lugar dos sujetos conocidos como JOSÉ N Y
NELSON N, quienes según las investigaciones iniciales comercializaban con droga en el
inmueble referido, por lo que dicho tribunal autorizó que se realizara dicho registro,
obteniendo el resultado siguiente: el día y hora antes apuntados los referidos agentes
policiales acompañados del fiscal auxiliar Licenciada Anyela Molina proceden a ingresar
a la vivienda referida, siendo atendidos por el señor OSCAR RENÉ FRANCO
QUINTANILLA, a quien se le hizo de conocimiento de la referida orden judicial y
habiendo atendido el contenido de la misma, autoriza el registro por lo que al hacerlo se
observa que en el interior del inmueble se encuentran dos champas, determinando que en
la segunda champa se encontraba una porción mediana de hierba seca; contiguo a la
referida tasa del inodoro se encontró un depósito de plástico color blanco y en su interior
habían una bolsa de plástico conteniendo una porción de hierba seca, en el interior de una
bolsa de plástico color negro y cerca de una pila se recolectó catorce tubos de vidrio
dentro de una bolsa plástica, sustancias a las cuales el técnico en identificación de drogas
determina que se trata de Marihuana, luego se procede a embalarlos y etiquetarlos en su
orden correlativo, cada una de las evidencias antes mencionadas, posteriormente se
realiza el registro de la totalidad del inmueble, no encontrando nada".
PRUEBA DESFILADA EN JUICIO.
De conformidad con el artículo 330 n° 1 del Código Procesal Penal, se incorporó la
prueba Documental, siguiente: 1. Acta de información y delación, elaborada a las trece
horas con treinta minutos del día once del dos mil seis. Fs. 24; 2. Acta de direccionamiento
funcional emitido a las quince horas con treinta minutos del día once de Julio de dos mil
seis. Fs.25; 3. Acta de ubicación y verificación del inmueble donde residen los procesados.
Fs. 26; 4. Acta de vigilancia de las once horas y treinta minutos del día trece de Julio de dos
mil seis. Fs.29; 5. Acta de vigilancia de las quince horas y treinta minutos del día quince de
Julio de dos mil seis. Fs. 30; 6. Resolución pronunciada por el Juzgado de Paz de Apopa en
la cual se autoriza el registro con prevención de allanamiento. Fs. 22; 7. Acta de registro
con prevención de allanamiento y detención de los imputados, de las quince horas con
veinte minutos del día veintiuno de Julio de dos mil seis. Fs. 6-8; 8. Diligencias de
ratificación de secuestro de las evidencias recolectadas en el lugar de habitación de los
imputados; y 9. Hoja de cadena de custodia (recibo y entrega de evidencias). Fs. 42.
En lo que respecta a la prueba pericial, se incorporó la siguiente: 1.Experticia Física
Química practicada a la hierba seca decomisa a los imputados, por el analista OSCAR
ANTONIO LAINEZ LOZANO. Fs. 41 y 2. Experticia Física Química e instrumental
realizada por la Lic LEDDA PORTILLO DE HENRÍQUEZ. Fs. 147
Rindieron su declaración indagatoria los imputados manifestando lo siguiente el orden que
se indica:
FRANCISCO JAVIER RAMIREZ TEJADA dijo: Que el día veintiuno de julio de
este año, a las quince horas y treinta y seis minutos, fue detenido en la Colonia Margot
jurisdicción de Apopa, que fue detenido por que el se encontraba en una casa y en una
champa de la casa encontraron droga marihuana, por que llegaron los agentes de la policía,
y encontraron la droga donde ellos estaban y los detuvieron por la droga que tenían.
OSCAR RENE FRANCO QUINTANILLA dijo: Que el día que hicieron el
allanamiento, en la casa donde se hallaba y en la champa, fue detenido, porque habían
encontrado una droga en la champa, en la Colonia Margot que esta en Apopa, no había
recibos de que él viviera ahí, pero en ese lugar encontraron la droga, donde ellos estaban
por que los detuvieron por la droga.
Los puntos sometidos a deliberación según lo dispuesto por el artículo 356 Pr. Pn., fueron:
En cuanto al n° 1, en vista que no fue planteada ninguna cuestión incidental que se haya
diferido para este momento no se tomó como tema de deliberación.
CUESTIONES DE HECHO.
De la prueba desfilada, las cuestiones de hecho que se tienen por acreditadas son las
siguientes:
1) que el día veintiuno de julio de dos mil seis como a las quince horas los agentes de la
policía Nacional Civil Edwin Romel Alberto Girón, José Efraín Elías Marroquín y Ricardo
Antonio Ruiz Escoto, llegaron a una casa sin número de la Calle principal de la Colonia
Margot jurisdicción de Apopa y en dicha casa y en una champa contigua encontraron a
Francisco Javier Ramírez Tejada y a Oscar René Franco Quintanilla. También encontraron
una porción mediana de hierva seca que a la prueba de campo resultó ser marihuana. Hecho
acreditado con el acta de allanamiento de fs 6 a 8; y con la confesión de ambos acusados.
2) Que la hierva encontrada resultó ser marihuana según pericia físico-quimica practicada
por la Licenciada Ledda Portillo de Henríquez a fs 147 en la cual se determinó que el peso
de la misma era 97.185 gramos con un valor de ciento once dólares con cero siete centavos
de dólar.
CUESTIONES JURÍDICAS.
Fundamento Jurídico Número 1. El presente juicio ha sido incoado contra a Francisco
Javier Ramírez Tejada y a Oscar René Franco Quintanilla, y los hechos se han calificado
como delito de posesión y tenencia, tipificado y sancionado en el artículo 34 de la Ley
Reguladora de las Actividades Relativas a las Drogas, por cuanto las conductas
demostradas con la prueba recibida se adecuan típicamente a dicha figura legal, y no
constituyen actos de tráfico de drogas. Se recibió como prueba para acreditar los extremos
procesales acusados, la experticia físico química realizada a la sustancia incautada, con la
que se determina con toda certeza que el peso neto de la droga es de 97.185 gramos según
se comprobó con el informe técnico de la perito Portillo de Henríquez, quien en su
experticia indicó que se trataba de cannabis sativa L, es decir marihuana; tal como consta a
folios 147 del expediente; en tal sentido, se que tiene acreditado que la sustancia peritada
corresponde a una sustancia controlada, por los efectos nocivos que produce a la salud
cuando es utilizada para fines diferentes a los médicos, siendo esta una sustancia sometida a
fiscalización nacional e internacional, estando prohibida su tenencia.
Fundamento Jurídico Número 2. Dado que la imputación es por el delito de posesión y
tenencia de droga, tal extremo se ha configurado con la confesión rendida en las
indagatorias de cada uno de los imputados, Franco Quintanilla y Ramírez Tejada, por
cuanto en sus respectivas declaraciones, ellos reconocen haberse encontrado en el lugar
donde se encontraba la droga que fue encontrada, con lo cual la posesión de la sustancia
queda establecida, al quedar determinado que quienes se encontraban en ese lugar eran
precisamente los dos acusados, y ante el hecho que ellos declaran de que en ese lugar se
tenía marihuana. Efectivamente en ese lugar se encontraron los dos encartados y la droga
referida, tal como consta del acta de allanamiento que acredita los mismos hechos, y
ciertamente se trata de droga marihuana, tal como lo determina la pericia respectiva.
Fundamento Jurídico Número 3. con las pruebas anteriores es suficiente para acreditar la
autoría de los dos imputados, por cuanto de su misma declaración se establece el hecho de
la posesión de la droga respecto de los acusados, quienes fueron encontrados en el mismo
lugar donde aquella se guardaba; y en cuanto a lo declarado por los justiciables, sus dichos
fueron de manera espontánea, sin presión alguna, luego de informársele de los derechos que
le correspondían por la calidad que ostentaba, manifestando su deseo de rendir su
declaración, en donde expresaron aceptar los hechos que se les han acusado, y que ellos se
encontraban en el lugar donde se encontró la droga el día del allanamiento.
Fundamento Jurídico Número 4. Con lo dicho por los procesado y la experticia físico
química e instrumental que se realizó a la sustancia que se fue decomisada en la casa de la
Colonia Margot el tribunal tiene por acreditado, que se encuentra probada con dichas
declaraciones la autoría de cada uno de ellos en el delito de posesión de drogas, y en
consecuencia habiendo los acusados confesado, conforme con lo dispuesto en el artículo
221 del Código Procesal Penal, ello es suficiente para acreditar la figura delictiva,
circunstancia que se complementa con la prueba pericial y documental que confirman, en
los puntos correspondientes, los hechos que los dos imputados han confesado, con lo cual
se tiene acreditado el hecho cometido y la participación de Franco Quintanilla y Ramírez
Tejada.
Fundamento Jurídico Número 5. Antijurídicidad. Al proceder a analizarse la categoría de la
antijurídicidad, significa tener por establecido que la conducta realizada por los acusados es
además de típica, antijurídica, por esto último se quiere indicar –en primer término– que
estamos ante una conducta realizada por los encartados, que no se encuentra justificada,
esto significa que los justiciables, no tenía alguna razón que hiciera lícita, la posesión de la
droga el día de los hechos; y ciertamente, de la prueba desfilada en el debate, no se ha
demostrado que los acusados, hayan actuado mediante una causa que le habilitara a realizar
esa actividad, en otras palabras, no ha concurrido una causa de permisión, y por ello debe
entenderse, que formalmente hay una contrariedad a la norma, que prohíbe la conducta;
pero además de ésta contrariedad normativa, también hay un riesgo para el bien jurídico
salud pública y en tal caso se ha demostrado que la conducta es formal y materialmente
antijurídica.
Fundamento Jurídico Número 6. La culpabilidad es la otra categoría que se procede
a analizar en este momento, para ello cabe preguntarse si los imputados OSCAR RENE
FRANCO QUINTANILLA Y FRANCISCO JAVIER RAMIREZ TEJADA, eran capaces,
al momento de realizarse el delito, es decir, si podían entender que, el tener droga
constituye una conducta delictiva, en el sentido de ser una conducta prohibida
jurídicamente como delito, puesto que solamente de esta forma, se les puede exigir que, se
motive de manera distinta a la conducta que exteriorizada el día de su captura, al llevar
droga en su poder. La prueba del debate, no ha demostrado que los encartados adoleciesen
–al momento de los hechos– de una circunstancia que afectara su capacidad de comprender
y querer; es decir, que estuviese afectada su capacidad mental, por ello es afirmable que les
era exigible, el juicio de capacidad de culpabilidad, en el sentido que, no estamos en
presencia de personas enfermas mental o con una grave perturbación de la conciencia o con
un desarrollo psíquico retardado o incompleto, al momento de haberse ejecutado esos
hechos, esos supuestos no han sido evidenciados por la prueba colectada, por ende se
afirma la capacidad de los acusados para ser culpables. Respecto de la conciencia de
ilicitud, ésta como juicio de reproche, consiste en valorar la situación de los justiciables, en
el sentido que, si se les puede exigir que respecto de su actitud concreta de tener droga,
pudieran entenderlo como prohibido a nivel de delito. El tribunal entiende que,
efectivamente respecto de los acusados, puede deducirse esa exigencia, si normalmente se
debe entender, que está prohibido como delito tener droga, y que tales actos, constituyen
delito; en tal sentido, la prueba no ha informado, de una peculiar situación de los
procesados, que le hiciese incurrir en un error sobre la ilicitud de sus actos, por lo que
entendemos razonable exigirle ese conocimiento potencial, por ello entendemos que el
juicio de exigibilidad de la conciencia de ilicitud de los actos que realizaba les es exigible.
Por último, no ha concurrido ninguna causa poderosa probada, por la evidencia que se ha
incorporado en el debate, que nos lleve a determinar que los procesados han actuado
amparados por una causa disculpante, por lo que le es exigible, el poder haber asumido una
conducta diferente, en el sentido de abstenerse de poseer droga consigo, y por ello se les
declara culpables respecto del acto de posesión de droga cocaína y marihuana.
Fundamento Jurídico Número 7. Determinación de la pena. De conformidad con el art. 63
del CP, al Tribunal se le exige aplicar una pena, que sea congruente entre el desvalor del
hecho cometido, en este caso, la tenencia de droga, y a la culpabilidad de la persona,
debiéndose tomar en cuenta, la extensión del daño, y el grado de culpabilidad de los
encartados en el hecho cometido; obviamente la culpabilidad de los acusados es individual
y debe ser valorada en esa forma, si son culpables de acuerdo con la propia conducta, de ahí
que la graduación de la culpabilidad, deben comprenderse las cuestiones siguientes: (1) El
desvalor del hecho está fincado sobre un delito de peligro anticipado, en tal sentido, aunque
ha mediado riesgo hacia la salud pública, por la naturaleza de las sustancias que se poseían,
no se ha generado todavía una concreta afectación a la salud individual de alguien en
particular, la cuantía de la droga encontrada, no es excesiva, por lo que no se manifiesta un
desvalor de mayor gravedad, no concurren mayores situaciones de desvalor, por lo que el
injusto no reviste inusitada.
Fundamento Jurídico Número 8. (2) En cuanto a la calidad de los motivos que impulsaron a
los acusados, éstos no tienen mayor relevancia dogmática, cuando no constituyen una
situación agravatoria del injusto, por ello no tienen mayor connotación para la imposición
de la pena, es decir, no la pueden hacer ni más ni menos grave, aunque tratándose de
drogas, el móvil es netamente económico; (3) En cuanto a la comprensión del carácter
ilícito del hecho, es de hacer notar que respecto de los acusados, el juicio de desvalor que
debe hacerse en cuanto a la dosimetría de la exigibilidad, no presenta ningún signo de
mayor gravedad en cuanto mayor reproche; (4) Respecto de las circunstancias que rodean
al hecho que ha sido objeto de este juicio, tenemos a unas personas adultas en período de
madurez, ambos con escolaridad básica todavía no concluida, OSCAR RENE FRANCO
QUINTANILLA es de treinta años de edad y FRANCISCO JAVIER RAMIREZ TEJADA
es de treinta y dos años de edad; (5) De la prueba recibida durante la vista pública, se puede
concluir que concurran circunstancias atenuantes o agravantes, estas últimas, ni del Código
Penal, ni de la ley de la materia de drogas.
Fundamento Jurídico Número 9. En tal sentido, se tiene que el hecho no es de una gravedad
tal que merezca un mayor reproche, en su desmerecimiento abstracto, en cuanto a las
personas, deben estimarse las condiciones personales de los acusados, se tiene que OSCAR
RENE FRANCO QUINTANILLA, está acompañado y es motorista; y FRANCISCO
JAVIER RAMIREZ TEJADA esta soltero y declaró ser obrero, por lo que son personas de
escasos recursos económicos, con un trabajo inestable, con lo cual la finalidad de la pena,
es decir su utilidad, aconseja que se imponga la pena de tres años de prisión, pena que
podría ser reemplazada, en virtud de lo dispuesto por el artículo 74 del Código Penal, pero
es más conveniente, suspender la ejecución de la pena, para lograr un mejor control de los
imputados a los fines de la resocialización, lo que conlleva a imponer una pena orientada a
lo que establece el artículo 27 de nuestra Constitución; es decir, con una finalidad
resocializadora, en atención a esta idea denominada en doctrina ‘de prevención especial’, y
que tampoco es incompatible con el rango del merecimiento en abstracto de la pena, que es
la que informa el aspecto preventivo general en su ámbito positivo. El tribunal entonces
impone –de acuerdo con los fundamentos que hemos externado, una pena de tres años de
prisión, pena que será suspendida en su ejecución, como más adelante se dirá, y con lo cual
se hace una interpretación del artículo 71 de la L.R.A.R.D. conforme con la Constitución y
fundamentalmente con el artículo 27 de la Carta Magna, en atención al principio de
resocialización, para lo cual es clave, según las condiciones particulares de cada persona, la
suspensión condicional de la ejecución de la pena. Y es que si la ley permite, el reemplazo
de la pena aún para casos de delitos relacionados con drogas, entendemos que la
prohibición del artículo 71 no es absoluta –ni debe ser entendida como tal – y que tal
beneficio, puede aplicarse siempre que sea un instrumento de mayor control para los fines
de la prevención especial, como resulta en este caso. Por ello se concede la Suspensión
condicional de la ejecución de la pena, por un período de tres años y bajo las siguientes
condiciones, que de ser incumplidas implicaran la revocación del beneficio: (a) fijarse por
los acusados un domicilio determinado; (b) Prohibición de salir del país; (c) Presentarse al
juez de vigilancia competente, en los términos que esa autoridad lo determine; (d)
abstenerse del consumo de drogas.
Fundamento Jurídico Número 10. Penas Accesorias. Dentro de las consecuencias jurídicopenales de la imposición de una sanción de carácter penal, subyace la limitación a otros
derechos fundamentales, los cuales se ven afectados por extensión de la pena principal,
tratase aquí de las llamadas penas accesorias, que en nuestra legislación penal, se vinculan a
las penas de inhabilitación absoluta, por lo que en el presente caso deberá, accesoriamente
restringirse los derechos que como ciudadanos les asisten a OSCAR RENE FRANCO
QUINTANILLA Y FRANCISCO JAVIER RAMIREZ TEJADA, por el mismo tiempo que
dure la pena principal. Así mismo, deberá procederse a la destrucción del el decomiso
consistente en 97.085 gramos de Marihuana, los envoltorios, catorce tubos de vidrio y
viñetas, lo que se encuentra debidamente embalado, tal como se establece en el art. 184 Pr.
Pn. en relación al art. 66 de la Ley Reguladora de las Actividades Relativas a las Drogas,
por lo que se declara el comiso de la misma.
Fundamento Jurídico Número 11. Responsabilidad civil. En cuanto a la Responsabilidad
Civil, dado que todo hecho punible produce consecuencias en el ámbito civil, se hace
necesario referirse a la responsabilidad patrimonial, lo que en el presente caso, dado que el
bien jurídico afectado es la salud publica, se hace difícil el precisar de manera cuantitativa
el grado de afectación producido por la indiciada al bien salud, es por ello y siendo
congruente con que estamos en presencia de intereses difusos, deberá absolverse de
responsabilidad civil a los encartados OSCAR RENE FRANCO QUINTANILLA Y
FRANCISCO JAVIER RAMIREZ TEJADA, por no proceder en este caso la declaración
de responsabilidad civil, y en el caso de costas procesales por que la administración de
justicia es gratuita.
Fundamento Jurídico Número 12. A los justiciables se la ha concedido el beneficio de la
suspensión condicional de la ejecución de la pena, con lo cual su situación procesal ha
variado, por cuanto el cumplimiento de la pena se verificará en un régimen de libertad, en
tal sentido la prisión preventiva en la cual permanecían los acusados, ha perdido su razón
de ser, y no se justifica para el cumplimiento de la sentencia por cuanto a los condenados,
se les ha concedido el beneficio de suspensión condicional de la pena, en atención a ello,
deberá variarse la medida cautelar, con lo cual los acusados, serán puestos en libertad,
cesando la detención provisional en la cual se encontraban, siempre que no estuvieran a la
orden de otra autoridad que tenga restringida la misma.
HECHO ACREDITADO
El Tribunal tiene por hechos acreditados los afirmados en la acusación y que fundaron el
auto de apertura a juicio, que son los mismos que constan ya relacionados en el preámbulo
de esta sentencia y que en honor a la brevedad, se omiten transcribir, puesto que son los
mismos que ya se enunciaron y son los que se tienen por probados por el tribunal.
FALLO
Las decisiones fueron asumidas por votos unánimes y a la redacción del voto del
Juez Sánchez Escobar, se adhirieron plenamente y en todas sus partes los jueces Rogel
Zepeda y Gil Cruz. POR TANTO: Con base en las razones antes expuestas, disposiciones
legales citadas y artículos 11, 12, 15, 172 y 181 Cn.; 8 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos 1, 3, 4, 5, 51, 63, 64, 114, 115 Pn.; 34 de la Ley Reguladora de las
Actividades Relativas a las Drogas vigente; 77 y 79 Cód. Pn.; 1, 2, 4, 130, 162, 184, 354,
356, 357, 358, 359 y 361 Pr. Pn.; A NOMBRE DE LA REPÚBLICA DE EL SALVADOR,
FALLAMOS: (I) CONDENASE a los imputados OSCAR RENE FRANCO
QUINTANILLA Y FRANCISCO JAVIER RAMIREZ TEJADA de generales expresadas
en el preámbulo de la presente Sentencia, por delito calificado definitivamente como
POSESIÓN Y TENENCIA DE DROGAS descrito y sancionado en el artículo 34 inciso
segundo de la Ley Reguladora de las Actividades Relativas a las Drogas en perjuicio de la
SALUD PÚBLICA, razón por la que se les impone a cada uno de ellos la pena de TRES
AÑOS DE PRISION; (II) CONDENASE a los imputados OSCAR RENE FRANCO
QUINTANILLA Y FRANCISCO JAVIER RAMIREZ TEJADA, a la perdida de los
DERECHOS DE CIUDADANA, por la comisión del delito Tenencia de drogas; en cuanto
a la responsabilidad civil derivada del delito, ABSUÉLVASE a los acusados antes
mencionados; (III) Concédese a OSCAR RENE FRANCO QUINTANILLA Y
FRANCISCO JAVIER RAMIREZ TEJADA el beneficio de la SUSPENSIÓN
CONDICIONAL DE LA EJECUCIÓN DE LA PENA, bajo las condiciones que se fijaron
en el fundamento jurídico número nueve de la presente; (IV) Al haberse concedido a la
acusada la suspensión condicional de la ejecución de la pena, ordénase su inmediata
libertad, la cual se hará efectiva, salvo que éste a la orden de otra autoridad; (V) En relación
al decomiso consistente en 97.085 gramos de Marihuana, los envoltorios, catorce tubos de
vidrio y viñetas, debidamente embalado, se declara su comiso y se ordena su destrucción,
para lo cual líbrense las comunicaciones que correspondan por la Secretaría del Tribunal;
(VII) En caso de no interponerse recurso alguno contra la presente sentencia, considérese
firme el fallo, y oportunamente remítanse las certificaciones correspondientes por la
Secretaría del Tribunal al Juzgado Primero de Vigilancia Penitenciaria y de Ejecución de la
Pena de esta ciudad y al Tribunal Supremo Electoral. Notifíquese la presente Sentencia por
su lectura, y oportunamente ARCHÍVESE el expediente.
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