U N A NOTA D E L A R E A L ACADEMIA D E SAN FERNANDO LA CATEDRAL DE BURGOS EN PELIGRO LA PUERTA DE ALCALÁ AMENAZADA “A propuesta del duque de Alba, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando acordó expresar al ministerio de Instrucción pública el pesar que la causaba la noticia del inminente peligro de derrumbamiento que sufren las famosas agujas de las dos torres de la catedral burgalesa, así como la necesidad de activar, enérgica, decidida e inmediatamente, los trabajos conducentes a su definitiva consolidación. Sería, en efecto, incalificable que el primor arquitectónico de aquellas “esbeltísimas y ligeras pirámides caladas como encaje?”, según las nombra Lampérez, culminación y remate de la “acaso obra única en su género comparada can las de otras torres góticogermánicas”, al decir de Llaguno, y cuya silueta gallarda, toda gentileza y gracia, es, desde 1456, placentero asombro de quien la contempla, puro ejemplo artístico de un estilo henchido de bellezas expresivas para la arquitectura religiosa del siglo XV, se viniera abajo, arrastrando en su caída no sólo la creación—dos veces sagrada por el arte y el fervor católico—de Juan de Colonia, sino el crédito de nuestra patria en el mundo entero. No es de hoy el temor, ni reciente el cuidado que inspiran las famosas agujas. Desde hace ya tiempo se apeara una de ellas; pero el estado actual de ambas exige (y a esa finalidad procura el acuerdo de la Academia y su afán por unir a él los ecos públicos) no demorar un solo instante, no discutir ningún medio de salvar para siempre la magnífica obra. También la Academia, atenta por igual a la vigilancia de las bellezas pretéritas que enriquecen y sostienen el valor monumental y el carácter pintoresco de España y a las futuras que no le falseen o puedan servir para fijar de noble manera la fisonomía estética de nuestra época, acordó llamar respetuosamente la atención de la Su- —92— perioridad acerca de las declaraciones hechas por el señor alcalde de Madrid referentes a la plaza de la Independencia y otros lugares madrileños que, según parece, se intentan llenar de inadecuado ornato escultórico. Estima la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando que tales propósitos no pueden ni deben prosperar, y que en éste como en posibles casos de semejante iniciativa, se consulte a la Corporación y se respeten sus derechos a intervenir de manera más directa y eficaz en las obras públicas, de carácter artístico, nacionales.”