UNIVERSIDAD DE CHILE FACULTAD DE MEDICINA ESCUELA DE POSTGRADO EVALUACIÓN DE LA PARTICIPACIÓN DE TcAP1 y TcAP2 EN LA VÍA DE REPARACIÓN POR ESCISIÓN DE BASES (BER) DEL DNA EN Trypanosoma cruzi Y SU ROL EN LA SOBREVIDA DEL PARÁSITO FRENTE A ESTRÉS OXIDATIVO SOFÍA ELIZABETH SEPÚLVEDA CONTRERAS TESIS PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR EN CIENCIAS BIOMEDICAS Directores de Tesis Prof. Norbel Galanti Garrone Prof. Gonzalo Cabrera Vallejos 2012 UNIVERSIDAD DE CHILE FACULTAD DE MEDICINA ESCUELA DE POSTGRADO INFORME DE APROBACIÓN TESIS DE DOCTORADO EN CIENCIAS BIOMÉDICAS Se informa que la Comisión de Grados Académicos de la Facultad de Medicina, que la Tesis de Doctorado en Ciencias Biomédicas presentada por la candidata SOFÍA ELIZABETH SEPÚLVEDA CONTRERAS Ha sido aprobada por la Comisión Informante de Tesis como requisito para optar al Grado de Doctor en Ciencias Biomédicas en Examen de Defensa de Tesis rendido el día 12 de octubre de 2012. Prof. Dr. Norbel Galanti Director de Tesis Programa de Biología Celular, I.C.B.M. Facultad de Medicina, Universidad de Chile Prof. Dr. Gonzalo Cabrera Director de Tesis Programa de Biología Celular, I.C.B.M. Facultad de Medicina, Universidad de Chile COMISIÓN INFORMANTE DE TESIS PROF. DRA. JUANA PINCHEIRA Presidenta Comisión de Examen PROF. DR. JOSÉ LUIS ARIAS PROF. DR. JORGE FERREIRA PROF. DR. JORGE GONZÁLEZ TESIS FINACIADA POR: BECA PARA ESTUDIOS DE DOCTORADO EN CHILE CONICYT, BECAS DE APOYO A LA REALIZACIÓN DE LA TESIS DOCTORAL 24110156, PROYECTOS FONDECYT 1090124 Y 11100053, PROYECTO ANILLO ACT 112. A mis padres Agradecimientos No quiero cansar a mis estimados lectores pero al terminar un camino como éste, que comenzó hace tanto tiempo, no puedo ser breve a la hora de agradecer. Son tantas las personas que llegan y se van en cinco años, tantas vidas distintas que, lejos de sólo ser una gran experiencia académica, hacer un doctorado ha sido para mi una de las experiencias de vida más enriquecedoras, educativas y fortalecedoras. Muchas gracias a mi familia que siempre me ha apoyado y creído en mí. Gracias porque me impulsaron de diversas maneras, con sus palabras e incluso con su ausencia, a seguir adelante. A mis padres, Margarita y Raúl; a mi marido, Jaime; a mis hermanos, Evelynn y Tomás, y por su puesto a mi pequeño sol, Haro Rangi. Los amo. Quiero agradecer a mis tutores y amigos, los profesores Norbel Galanti y Gonzalo Cabrera, por recibirme en su laboratorio a pesar de no conocerme. Por confiar en mí todo este tiempo. Por apoyarme, por sus palabras de aliento y por los sabios consejos sobre la vida. Gracias por estar presentes en mis momentos difíciles. Gracias profe Norbel por confiar en mí y aconsejarme a través de su propia historia. Gracias por los almuerzos en los peruanos, ecuatorianos, chinos o coreanos. Gracias Gonzalo por creer en mí, y por enseñarme que a veces reírse de los problemas es la mejor forma de enfrentarlos. Gracias por aceptar ser mis tutores y guiarme en este largo y a la vez breve camino. Gracias especialmente por su amistad. Gracias a los profesores de la comisión informante de tesis. Gracias por escuchar hasta el cansancio mi relato sobre el ciclo de vida de Trypanosoma cruzi y las especies reactivas de oxígeno. Gracias por estar cada vez que fue necesario, aun viniendo desde lejos. Gracias por todos los consejos que me dieron para mejorar la calidad de mi tesis. Gracias especialmente a la Dra. Juana Pincheira por su constante interés en que mi trabajo fuera cada vez mejor. Y bueno, cuando pasas más de ocho horas al día, cinco días a la semana con tus compañeros de laboratorio, éstos se transforman en tu familia. Primero los conoces, después los quieres y también los odias un poco, y haces tuyos sus problemas, sus tristezas y alegrías. Y para qué negarlo, en este laboratorio te ríes con ellos…y de ellos. Entonces, ¿cómo no agradecer a cada uno por haberme acompañado en este camino? Gracias a todos los monos (en orden de aparición): A Cristóbal, que llegó a poner un poco de desorden en el laboratorio hace varios años y se convirtió en un buen y querido amigo. A la sita Lu, quien siempre está dispuesta a ayudar a los demás y que ha sido para mí un apoyo invaluable durante todo este tiempo. A Carlita María que llegó de Puerto Montt a vivir a la ciudad, se hizo nuestra amiga y compartimos tristezas y alegrías. A Princess Naty, gracias mona por ayudarme a descubrir lo reconfortante que es salir a correr y subir cerros. Gracias sobretodo por acompañarme en uno de los períodos más tristes y complejos de mi vida, gracias por tu apoyo y cariño. A José Pablo María y Shago, dos “amigos” que llegaron a pesar de no pasar la pre-selección de tesistas. Par de monos, para mí son dos buenos amigos, dos personas maravillosas que siempre me levantan el ánimo. Gracias por el cariño, la buena onda y el apoyo. A Iván (Aivan, Andreas, Rapunzel, etc) que ha sido un buen amigo todo este tiempo, muy paciente a pesar de mis muchas mañas. Gracias por el pool y las papas fritas que nos permitieron conversar mucho rato. Gracias por todos los consejos que me has dado, los que he seguido y los que no. A Pauli (Doña, “Valiente”, Colora, etc), Sole (oveja, Xica da Silva, etc) y Gigi, que me conocieron cuando ya este capítulo se estaba cerrando. Gracias por las salidas con papas fritas, empanadas y cerveza. Gracias porque han sido buenas amigas y por la confianza que han depositado en mi cuando se trata de hablar de la vida. Gracias a todos mis monos sobretodo por ser hermosas personas. Y por supuesto gracias a tantos otros que fueron apareciendo al hacer camino. A la Sita Galia Andrea Ramírez, con quién he compartido actividades académicas y extraacadémicas de tipo recreativo y deportivo... Gracias por su amistad y por su incansable buena onda. A Mariana Osorio, gracias amiga por acompañarme siempre, porque aunque muchas veces pasemos semanas sin hablar sé que estás pendiente de mí y siempre puedo contar contigo. A Macarena Garrido que fue mi primera amigui del doctorado, gracias por eternos fines de semana estudiando mientras comíamos malvas con chocolate. Gracias a los amigos que me acompañaron desde antes de empezar este camino (Alyson, Fran, Dany, Ale, Pablo, Manzanita) y a todos los que de alguna forma llegaron a mi vida durante este tiempo: a los vecinos del subterráneo de Biología Celular, en especial a Javier, cuya devoción al trabajo es un incentivo para todos quienes trabajamos con él; a mis compañeros del doctorado; a los amigos del proyecto Anillo; a mis ex-compañeritos de inmunología, donde empezó todo esto (Caroll, Sergio, Alexis, Ramon, Lucía, Paty, Rodrigo, Pauli) y tantos otros más que quizás he olvidado mientras escribo esto pero que seguro recordaré cuando ya no pueda anotarlos. Gracias a todos! ÍNDICE Índice I Índice figuras V Abreviaciones VII Resumen 1 Abstract 2 Introducción Enfermedad de Chagas y Trypanosoma cruzi 3 Características de Trypansoma cruzi 4 Características de la enfermedad de Chagas 6 Estrés oxidativo e infección con Trypanosoma cruzi 7 Estrés oxidativo y Tripomastigotes 8 Estrés oxidativo y Amastigotes 9 Estrés oxidativo y Epimastigotes 11 Daño al DNA por ROS/RNS 12 Mecanismos de evasión al estrés oxidativo y de reparación del daño al DNA en Trypanosoma cruzi 13 Familia APE1 y su homólogo en Trypanosoma cruzi, TcAP1 16 Hipótesis 20 Objetivos 20 Materiales y Métodos 1. Cultivos celulares 21 2. Generación de las proteínas recombinantes TcAP1 y TcAP2 21 I 2.1 Clonamiento de tcap2 en pQE-80L 21 2.2 Obtención de las proteínas recombinantes TcAP1 y TcAP2 en condiciones denaturantes 22 2.3 Generación de TcAP1 y TcAP2 recombinantes en diferentes modelos de expresión 23 2.4 Obtención de la proteína TcAP2 en condiciones nativas 26 3. Identificación de TcAP1 y TcAP2 en T. cruzi 27 4. Generación de dominantes negativos (DNs) de las proteínas TcAP1 y TcAP2 28 5. Ensayos para comprobar actividad enzimática de TcAP1, TcAP2 y sus DNs 29 6. Generación de cepas de T. cruzi que sobreexpresen TcAP1 y TcAP2 nativas y sus DNs 31 7. Localización subcelular de las proteínas recombinantes TcAP1-GFP y TcAP2-GFP expresadas en epimastigotes de T. cruzi transfectados 33 8. Evaluación de la viabilidad de cepas mutantes frente a estrés oxidativo 34 9. Estadística 34 10. Bioseguridad 34 Resultados Objetivo específico 1_ Comprobar la expresión de TcAP1 y TcAP2 en T. cruzi 35 I. Obtención de la proteína recombinante TcAP2 en bacterias E.coli BL21 35 II. Generación de anticuerpo policlonal anti-TcAP1 y anti-TcAP2 37 III. Determinación de la expresión de TcAP1 y TcAP2 en las distintas formas celulares de T. cruzi 38 II IV. Nivel de expresión de TcAP1 y TcAP2 en epimastigotes de T. cruzi sometidos a estrés oxidativo 40 Objetivo específico 2_ Comprobar la funcionalidad de TcAP1 y TcAP2 por ensayos in vitro 42 I. Obtención de constructos para generar TcAP1 y TcAP2 recombinantes II. Detección y purificación de la proteína recombinante TcAP2 en condiciones nativas III. 42 44 Generación de dominantes negativos de las proteínas TcAP1 y TcAP2 mediante mutagénesis sitio-dirigida de las secuencias nucleotídicas codificantes IV. 45 Detección de la actividad endonucleasa AP de extractos proteicos de epimastigotes y de la proteína recombinante TcAP2 purificada sobre oligonucleótidos con un sitio abásico V. 47 Evaluar la actividad endonucleasa AP de extractos proteicos de epimastigotes y de la proteínas recombinante TcAP2 en presencia o ausencia de metoxiamina (inhibidor de la vía BER) 53 Objetivo específico 3_ Generar cepas de T. cruzi que sobreexpresen las proteínas nativas y dominantes negativos de TcAP1 y TcAP2. Evaluar su viabilidad en condiciones de estrés oxidativos I. 56 Inserción de las secuencias nucleotídicas codificantes para TcAP1, TcAP2 y dominantes negativos putativos de ambas proteínas en el vector de expresión pTREX-gfp 56 III II. Transfección de epimastigotes con los constructos pTREX-gfp-tcap1 y pTREX-gfp-tcap2, y confirmación de la expresión de las proteínas correspondientes III. 57 Evaluación de la viabilidad de epimastigotes que sobreexpresan las proteínas TcAP1 y TcAP2, expuestos a agentes oxidantes Resumen de resultados 61 66 Discusión Estrés oxidativo y mecanismos de defensa en Trypanosoma cruzi 68 Daño oxdativo y reparación del DNA mediante la vía BER 69 Vía BER en Trypanosma cruzi: identificación de TcAP1 Y TcAP2 70 Nivel de expresión de TcAP1 y TcAP2 frente a estrés oxidativo 72 Localización subcelular de TcAP1 y TcAP2 74 Obtención de TcAP1 y TcAP2 recombinantes de Trypanosoma cruzi 75 Actividad enzimática de TcAP1 y TcAP2 77 inhibición de la actividad endonucleasa AP de Trypanosoma cruzi 80 Conclusiones y proyecciones 82 Bibliografía 84 Anexo 1 95 Anexo 2 96 IV ÍNDICE DE FIGURAS Figura 1: Vías de reparación del DNA por escisión de bases (BER) 16 Figura 2: Diseño de oligonucleótido para la determinación de la actividad endonucleasa AP 30 Figura 3: Generación de la proteína recombinante TcAP2 36 Figura 4: Identificación de TcAP2 recombinante mediante espectrometría de masa 37 Figura 5: Determinación de la expresión de TcAP1 en las distintas formas celulares de T. cruzi 39 Figura 6: Análisis de la secuencia nucleotídica y aminoacídica de TcAP1 de T. cruzi 39 Figura 7: Determinación de la expresión de TcAP2 en las distintas formas celulares de T. cruzi 40 Figura 8: Nivel de expresión de TcAP1 en epimastigotes sometidos a agentes oxidantes 41 Figura 9: Nivel de expresión de TcAP2 en epimastigotes sometidos a H 2 O 2 42 Figura 10: Confirmación de la inserción de las secuencias nucleotídicas tcap1 y tcap2 en el vector de expresión pLEXSY, mediante ensayos de PCR 43 Figura 11: Expresión de la proteína recombinante TcAP2 en células de L. tarentolae. 44 Figura 12: Purificación de la proteína recombinante TcAP2 45 Figura 13: Secuenciación de plasmidios pMT/V5-tcap1-DomNeg y pMT/V5-tcap2-DomNeg 47 V Figura 14: Detección de la actividad endonucleasa AP de epimastigotes de T. cruzi 49 Figura 15: Reparación de sitios AP por epimastigotes de T. cruzi 50 Figura 16: Detección de la actividad endonucleasa AP y reparación de sitio AP en las distintas formas celulares de T. cruzi 51 Figura 17: Detección de la actividad endonucleasa AP de TcAP2 recombinante 52 Figura 18: MTX inhibe de la actividad endonucleasa AP de T. cruzi 54 Figura 19: MTX inhibe de la actividad endonucleasa AP de TcAP2 55 Figura 20: Verificación de la inserción de las secuencias nucleotídicas codificantes para TcAP1, TcAP2 y dominantes negativos putativos de ambas proteínas en el vector de expresión pTREX-gfp mediante PCR 57 Figura 21: Localización de TcAP1-GFP y TcAP2-GFP en epimastigotes transfectados 58 Figura 22: TcAP1-GFP y TcAP2-GFP se localizan exclusivamente en el núcleo de epimastigotes de T. cruzi 59 Figura 23: Expresión de TcAP1-GFP y TcAP2-GFP en epimastigotes transfectados 60 Figura 24: Separación celular por citometría de flujo de parásitos transfectados con pTREX-tcap1 62 Figura 25: Evaluación de la viabilidad de epimastigotes transfectados sometidos a estrés oxidativo 63 Figura 26. Evaluación de la viabilidad de epimastigotes transfectados con APE1-DN sometidos a estrés oxidativo Figura 27: APE1-DN inhibe de la actividad endonucleasa AP de TcAP2 VI 65 65 ABREVIACIONES APE : Endonucleasa apurínica/apirimidínica APE1 : Endonucleasa apurínica/apirimidínica 1 de Homo sapiens APE1-DN : Dominante negativo de APE1 APE2 : Endonucleasa apurínica/apirimidínica 2 de Homo sapiens ATP : Adenosin-5'-trifosfato BER : Vía de Reparación por Escisión de Bases (Base Excision Repair) DN : Dominante Negativo Ensayo MTT : Ensayo para determinar viabilidad mediante la reducción mitocondrial de sales de tetrazolio (bromuro de 3-(4,5-dimetiltiazol-2-yl)-2,5 difeniltetrazolio) a formazán. Exo III : Exonucleasa III, principal endonucleasa apurínica/apirimidínica de E. coli GFP : Proteína Fluorescente Verde (Green Fluorescent Protein) H2O2 : Peróxido de hidrógeno His : Histidina MTX : Metoxiamina NOO·- : Peroxinitrito VII PCR : Reacción en Cadena de la Polimerasa RNS : Especies Reactivas de Nitrógeno ROS : Especies Reactivas de Oxígeno SDS-PAGE : Electroforesis en geles de poliacrilamida con dodecilsulfato de sodio TcAP1 : Endonucleasa apurínica/apirimidínica 1 de Trypanosoma cruzi TcAP2 : Endonucleasa apurínica/apirimidínica 2 de Trypanosoma cruzi UDG : uracil DNA glicosilasa VIII RESUMEN Trypanosoma cruzi (T. cruzi) es un protozoo hemoflagelado agente causal de la enfermedad de Chagas. Se presenta en tres formas celulares: epimastigote, amastigote y tripomastigote, estas dos últimas presentes en hospederos mamíferos. Este parásito sobrevive al daño del DNA por especies reactivas (ROS/RNS) durante todo su ciclo de vida. En esta tesis se propuso que T. cruzi sobrevive al daño oxidativo por activación del mecanismo de reparación del DNA por escisión de bases (vía BER). Este es un proceso altamente conservado en el que las endonucleasas apurínicas/apirimidínicas (APEs) juegan un rol fundamental. Consecuente con esta propuesta, en trabajos previos realizados se observó que la viabilidad de epimastigotes y tripomastigotes sometidos a diferentes concentraciones de peróxido de hidrógeno y peroxinitrito disminuye significativamente cuando se tratan simultáneamente con un inhibidor de APEs. En esta tesis se determinó la expresión, funcionalidad e importancia de dos APEs, TcAP1, ortóloga de APE1 humana, y TcAP2, ortóloga de APE2 humana y de Apn2 de Schizosaccaromyces pombe. Se pudo comprobar que la viabilidad de epimastigotes que sobreexpresan alguna de estas endonucleasas aumenta frente a estrés oxidativo comparado con epimastigotes controles. Por otra parte, la inhibición de la actividad endonucleasa AP en el parásito mediante el uso de un dominante negativo disminuye su viabilidad frente a especies reactivas. Estos resultados confirman la participación de la vía BER en la resistencia de T. cruzi al daño oxidativo al DNA a través de la activación de APEs específicas del parásito. Esto hace factible el comienzo de la búsqueda de inhibidores específicos de dichas enzimas, que podrían potenciar el efecto citotóxico del daño oxidativo al DNA generado por las células del hospedero, como tratamiento alternativo o complementario para la enfermedad de Chagas. 1 ABSTRACT Trypanosoma cruzi (T. cruzi), a parasitic protozoan, is the etiological agent of Chagas disease. T. cruzi is found in three cellular forms: epimastigotes, amastigote and tripomastigote, the two last being present in mammalian hosts. The parasite has to face oxidative damage by ROS/RNS along its entire life cycle to survive and to establish a chronic infection. In this work it is proposed that T. cruzi survives oxidative DNA damage by activation of the DNA base excision repair (BER) pathway. This pathway is highly conserved in eukaryotes with apurinic/apirimidinic endonucleases (APEs) playing a fundamental role. Previous results showed that epimastigotes and tripomastigotes viability exposed to hydrogen peroxide and peroxinitrite significantly decreases when co-incubated with an AP inhibitor. In this work the presence, expression and functionality of two T. cruzi APEs (TcAP1, Homo sapiens APE1 orthologous and TcAP2, orthologous to Homo sapiens APE2 and Schizosaccaromyces pombe Apn2p) was determined. These enzymes are present in the three cellular forms of the parasite and their expression is not increased in the presence of H 2 O 2 or NOO-. Overexpression of any of those enzymes increases epimastigotes viability when they are exposed to ROS/RNS. Moreover, inhibition of AP endonuclease activity in the parasite by a negative dominant enzyme decreases its viability in oxidative stress conditions. These results confirm that the BER pathway is involved in the T. cruzi resistance to DNA oxidative damage by specific APEs activation in the parasite. Furthermore, these outcomes open the possibility of searching for specific inhibitors of these enzymes, which could enhance the antiparasitic effect generated by human host cells and/or improve the action of conventional anti chagasic drugs. 2 INTRODUCCIÓN ENFERMEDAD DE CHAGAS Y Trypanosoma cruzi Trypanosoma cruzi es un protozoo hemoflagelado agente causal de la enfermedad de Chagas (Chagas, 1909). Esta enfermedad es actualmente una de las mayores preocupaciones en materia de salud pública para América Latina, siendo asociada a vectores de mayor prevalencia y mortalidad después de la malaria (Committee, 2002). La zona endémica se extiende desde el sur de EE.UU hasta el sur de Argentina y Chile y se estima que existen de 10 a 15 millones de personas infectadas en esta región (Coura, 2007; Yun et al., 2009; Salomon, 2011). De acuerdo a lo informado por países donde la enfermedad de Chagas es endémica, anualmente el número de casos nuevos debido a transmisión vectorial es de 42.000 mientras que el Chagas congénito aporta aproximadamente 15000 (Organization, 2005; Salomon, 2011). Por otro lado, según lo reportado por la Organización Mundial de la Salud, las tasas de mortalidad varían entre 8 y 12% dependiendo del país estudiado, la edad, estado fisiológico de los pacientes y modalidad de tratamiento recibido (Committee, 2002). En Chile, la enfermedad de Chagas se distribuye desde la región de Arica-Parinacota hasta la región del Libertador Bernardo O’Higgins (MINSAL, 2011). Se calcula que la población expuesta a la enfermedad es de aproximadamente 850.000 personas, distribuidas en áreas rurales y periurbanas (MINSAL, 2007). Actualmente se estima que existen alrededor de 120.000 habitantes infectados (MINSAL, 2012), concentrados mayoritariamente en la región de Coquimbo, donde se ha registrado la más alta tasa acumulada de mortalidad, 20 por 100.000 habitantes (MINSAL, 2007). La mortalidad se ha mantenido relativamente estable con una discreta tendencia a la disminución en los últimos años, con tasas de 0,44 por 100 mil habitantes en 2001 y 0,31 en 3 2008, lo que equivale a 52 muertes al año aproximadamente. Las muertes por Chagas representan el 0,05% de las muertes totales anuales (MINSAL, 2011). Pese a que en 1999 Chile fue declarado libre de transmisión vectorial aún es una enfermedad que debe ser notificada (MINSAL, 2011). Características de Trypanosoma cruzi T. cruzi es un parásito flagelado del orden Kinetoplastidae, de la familia Trypanosomatidae (Chagas, 1909). Los organismos pertenecientes a este orden se caracterizan por presentar diferentes formas celulares durante su ciclo de vida y poseer una única gran mitocondria que contiene el 15 al 30% del DNA de la célula (kinetoplasto) (Sibley, 2011). Además, los tripanosomátidos presentan interesantes características biológicas como histonas no conservadas, ausencia de condensación de la cromatina durante la mitosis, trans-splicing nuclear, edición del DNA del kinetoplasto y síntesis de RNA mensajeros policistrónicos (Solari, 1980; McCarthy-Burke et al., 1989; Galanti et al., 1998; Elias et al., 2001; Spadiliero et al., 2002a; Spadiliero et al., 2002b; Lukes et al., 2005). Actualmente se describe la existencia de 6 grupos genéticos o linajes de T. cruzi que tendrían su origen en hibridaciones generadas a lo largo de la evolución del parásito (TcI a TcVI) (Diosque et al., 2003; Zingales et al., 2009; Telleria et al., 2010). T. cruzi presenta un ciclo de vida indirecto, que comprende tanto a insectos hematófagos (triatominos), que actúan como hospederos y vectores, y a mamíferos, incluido el hombre, como hospederos definitivos (De Souza, 2002b) Los principales triatominos vectores de T. cruzi en Chile son Triatoma infestans (ciclo domiciliario) y Mepraia spinolai (ciclo silvestre). (Committee, 2002). Recientemente se han agregado dos especies, Mepraia gajardoi, que participa del ciclo silvestre, 4 habitando playas y desiertos costeros de las regiones de Arica-Parinacota, Tarapacá y Antofagasta (Carvajal, 2007), y Mepraia parapatrica, que se encuentra en el norte de nuestro país (MINSAL, 2012). El ciclo de transmisión de la enfermedad se inicia por la picadura de un triatomino vector parasitado por T. cruzi que, al alimentarse de la sangre de un mamífero, deposita sobre la piel fecas contaminadas con tripomastigotes metacíclicos, forma infectiva no replicativa del parásito. Estos ingresan al torrente sanguíneo a través de la piel, mecanismo facilitado por rascado de la zona de la picadura y por enzimas proteolíticas presentes en la saliva del insecto (Amino et al., 2002; De Souza, 2002a). Una vez en la epidermis y dermis, los tripomastigotes son fagocitados por células presentadoras de antígeno tales como macrófagos, dentro de los cuales se diferencian a amastigotes, forma replicativa intracelular no infectiva. Tras cierto número de divisiones, los amastigotes se diferencian a tripomastigotes sanguíneos, forma infectiva no replicativa y extracelular de T. cruzi. Posteriormente, los tripomastigotes son liberados al torrente sanguíneo, dirigiéndose a los tejidos blancos como miocardio, músculo liso visceral, músculo esquelético, células de la glía del sistema nervioso central y placenta. Cuando un triatomino se alimenta de la sangre de un hospedero mamífero infectado, los tripomastigotes sanguíneos ingeridos pasan al intestino medio del vector y se transforman a epimastigotes, forma replicativa extracelular no infectiva del parásito. Al avanzar hacia el tracto digestivo posterior del insecto, los epimastigotes se transforman en tripomastigotes metacíclicos, forma no replicativa que posee la capacidad de infectar a nuevos hospederos mamíferos, completando así el ciclo de vida (Tyler and Engman, 2001; De Souza, 2002a) 5 Otras formas importantes de contagio son las transfusiones sanguíneas, el transplante de órganos, la infección oral por consumo de alimentos infectados y la transmisión transplacentaria. Estas formas de infección alternativas han adquirido cada vez más importancia epidemiológica (Prata, 2001; Yoshida, 2008) principalmente porque que el incremento de las migraciones poblacionales ha permitido que la enfermedad de Chagas esté presente en países no endémicos (Bern and Montgomery, 2009; Bern et al., 2011). Características de la enfermedad de Chagas La enfermedad de Chagas posee manifestaciones clínicas que están clasificadas en tres fases. La fase aguda, inmediatamente posterior a la infección, se presenta con parasitemia intensa y sintomatología solo en algunos pacientes (linfadenopatías regionales, edema unilateral bipalpebral o signo de Romaña y alteraciones características del electrocardiograma). En la mayoría de los casos la infección aguda se presenta asintomática, pasando así a la fase de latencia que puede extenderse por meses e incluso años (Soares et al., 2001; Teixeira et al., 2006; Teixeira et al., 2011). La fase crónica de la enfermedad se presenta en un 30% de los individuos infectados y se asocia a la presencia de megacolon, megaesófago, denervación del sistema nervioso autónomo, arritmia e hipertrofia cardíaca que ocasiona insuficiencia cardíaca progresiva (Prata, 2001). En esta etapa, la enfermedad puede ser inhabilitante o causa directa de mortalidad. El curso de la enfermedad depende de diferentes factores: carga parasitaria en el sitio de la inoculación, grupo genético y cepa del parásito, primoinfección o reinfección, estado inmunológico del hospedero y tipo de vector (triatomino) (Coura, 2007). Actualmente los medicamentos más utilizados en el tratamiento de la enfermedad de Chagas son Nifurtimox (3-metil-N-[(5-nitro-2-furfuril) metilene]-4-tiomorfolinoamina-1,1-dioxido) 6 y Benznidazole (2-nitro-N-(fenilmetil)-1H-imidazol-1-acetamida). Estos medicamentos poseen un alto grado de eficacia para el tratamiento de la sintomatología aguda en pacientes jóvenes; sin embargo, en adultos o pacientes crónicos presentan baja eficacia clínica y efectos colaterales no deseados (Organization, 2005). El hecho de que T. cruzi persista por años en el hospedero, sin que exista una cura espontánea de la enfermedad, sugiere que el parásito ha desarrollado mecanismos potentes para evadir la detección y destrucción por parte del hospedero mamífero. La ausencia de fármacos efectivos para el tratamiento de la enfermedad de Chagas crónica hace necesaria la exploración de nuevas áreas dentro de la biología de T. cruzi, que puedan utilizarse a futuro como blancos terapéuticos. Una de estas áreas se relaciona con la capacidad de T. cruzi de sobrevivir en ambientes con alto estrés oxidativo, reparando el daño que éste le pueda generar. ESTRÉS OXIDATIVO E INFECCIÓN CON Trypanosoma cruzi El estrés oxidativo se define como un aumento de las especies reactivas de oxígeno (ROS) y/o una disminución de los mecanismos antioxidantes de defensa celular (Dusting and Triggle, 2005). Muchas ROS poseen electrones no apareados y por lo tanto constituyen radicales libres. Dentro de los principales ROS encontramos: anión superóxido (O2·-), radical hidroxilo (OH·-) y peróxido de hidrógeno (H 2 O 2 ). Aunque el anión superóxido no es una molécula altamente reactiva, su interacción con óxido nítrico (NO·) genera una molécula de alta reactividad, el peroxinitrito (NOO·-). Esta última pertenece a las especies reactivas de nitrógeno (RNS) que favorecen el estado de estrés oxidativo (Zacks et al., 2005). Tanto H 2 O 2 como NO· son moléculas altamente difusibles y por lo tanto pueden interactuar con moléculas distantes dentro de la célula, propagando la oxidación (Zacks et al., 2005). 7 Estrés oxidativo y Tripomastigotes La forma tripomastigote de T. cruzi puede invadir cualquier célula nucleada, sin embargo, al infectar un mamífero el tripomastigote induce primariamente su fagocitosis principalmente por macrófagos. Durante la invasión, el tripomastigote es incorporado en una vesícula parasitófora en la membrana de la cual se ensamblan las diferentes subunidades del complejo NADPH oxidasa que genera altas concentraciones de O2·- y H 2 O 2 , proceso denominado “estallido respiratorio” (Piacenza et al., 2009). Por otra parte, en el hospedero mamífero los tripomastigotes son reconocidos por receptores tipo Toll (TLR2 y TLR9) presentes en células dendríticas y macrófagos. La activación de estos receptores induce la expresión de IL-12, TNF-α e INF-γ (Sibley, 2011) que favorece la expresión de óxido nitrico sintasa inducible (iNOS) en macrófagos con la consecuente generación de NO·. Esta molécula difunde desde el citoplasma hacia el interior de la vesícula parasitófora reaccionando con O2·- llevando a la formación de NOO·- (Machado et al., 2000; Aliberti et al., 2001; Piacenza et al., 2009). Experimentos in vivo realizados en modelos murinos de Chagas agudo indican que entre el día 12 y 14 de la infección se produce un aumento en los niveles de ROS en macrófagos de bazo y monocitos aislados de sangre periférica (Borges et al., 1995; Melo et al., 2003). A su vez, experimentos in vitro realizados por Metz y colaboradores determinan un importante aumento de los niveles de óxido nítrico en macrófagos peritoneales de ratón, activados por INF-γ, luego de infectarlos con tripomastigotes de T. cruzi. Además estos autores demuestran la importancia del incremento de este agente oxidante para la reducción del número de parásitos intracelulares en este tipo de células (Metz et al., 1993). Apoyando este trabajo, indagaciones realizadas por Vespa y colaboradores en un modelo murino de enfermedad de Chagas revelan que durante la fase 8 aguda de la patología se produce un incremento en la producción de NO· que se relaciona directamente con la sobrevida de ratones infectados (Vespa et al., 1994). Sin embargo, Cummings y Tarleton (2004) señalan que ratones C57BL/6 knock-out para el gen de la enzima iNOS presentan un porcentaje de sobrevida similar a ratones silvestres infectados con T. cruzi (Cummings and Tarleton, 2004). Según estos autores, este resultado podría ser atribuible al incremento de numerosas citoquinas que probablemente compensarían la ausencia de NO·. No obstante, ambos autores también demuestran la existencia de un incremento en la producción de NO· en ratones silvestres luego de la infección con T. cruzi. A pesar de la presencia de los mecanismos de defensa, los hospederos mamíferos no son capaces de eliminar completamente toda la población parasitaria, estableciéndose una infección crónica (Zambrano-Villa et al., 2002; Peluffo et al., 2004; Piacenza et al., 2009). Estrés oxidativo y Amastigotes Luego de que los tripomastigotes han ingresado a células blanco, son capaces de liberarse de la vesícula parasitófora y transformarse, en el citoplasma de la célula infectada, en amastigotes. En algunos tipos celulares, como cardiomiocitos, esta proliferación genera “nidos de amastigotes”, que permiten mantener la infección a lo largo de toda la vida del paciente. Se ha demostrado que durante la fase crónica de la enfermedad existe un importante aumento del estrés oxidativo en células cardíacas (Zacks et al., 2005; de Oliveira et al., 2007). Diversos estudios han establecido que la producción de ROS/RNS en pacientes con cardiopatía chagásica crónica es atribuible a dos procesos: un importante grado de infiltrado inflamatorio presente en el miocardio y la disfunción mitocondrial que afecta a los cardiomiocitos parasitados. (Gupta et al., 2009). 9 Es conocido que los procesos inflamatorios crónicos inducen estrés oxidativo/nitrosativo y peroxidación lipídica mediante la generación de ROS, RNS y aldehídos, entre otros (Bartsch and Nair, 2006). En relación a cardiopatía chagásica se ha demostrado que pacientes que cursan la fase indeterminada de la patología presentan focos de infiltrado inflamatorio miocárdico (Higuchi et al., 1987). Más aún, una gran cantidad de pacientes que cursan la fase crónica de la enfermedad presentan inflamación miocárdica severa (Pereira Barretto et al., 1986; Carrasco Guerra et al., 1987; Higuchi et al., 1987). Exámenes histopatológicos realizados en tejido miocárdico de estos pacientes demuestran la presencia de extensos infiltrados inflamatorios de células mononucleares, macrófagos y células T CD8+ (Higuchi, 1995; Milei, 1995), asociado a un incremento de citoquinas proinflamatorias, NO· y actividad mieloperoxidasa a nivel plasmático (Perez-Fuentes et al., 2003; Dhiman et al., 2009). Coincidentemente, estudios realizados en modelo de ratones con enfermedad de Chagas crónica indican que, las reacciones inflamatorias cardíacas se acompañan de un incremento en la producción de citoquinas proinflamatorias que, a su vez, inducen un aumento en la generación de ROS/RNS (Machado et al., 2000; Silva et al., 2003; Zacks et al., 2005). Por otra parte, se ha planteado que el incremento en los niveles de RNS en el corazón de ratones infectados estaría estrechamente vinculado con lesiones típicas de la enfermedad de Chagas en su fase crónica, como la dilatación ventricular y la disfunción sistólica (Chandra et al., 2002). En relación a la disfunción mitocondrial que afecta a los cardiomiocitos parasitados, análisis de microscopía electrónica de muestras de tejido cardíaco pertenecientes a pacientes chagásicos crónicos indican la presencia de mitocondrias con severas alteraciones morfológicas (Garg et al., 2003; Zacks et al., 2005). Además, se ha reportado que la actividad de los complejos I y III de la cadena transportadora de electrones mitocondrial se encuentra alterada lo que 10 conduciría a un incremento del estrés oxidativo del tejido miocárdico de ratones infectados con T. cruzi (Vyatkina et al., 2004). La disminución de la actividad de ambos complejos también ha sido detectada en pacientes humanos con la patología (Wen et al., 2006). Finalmente, Gupta et al. (2009) señalan que la invasión de cardiomiocitos con amastigotes de T. cruzi induce alteraciones en el potencial de membrana de la mitocondria que determina el incremento de la producción de ROS. Sin embargo, un porcentaje importante de amastigotes resisten el estrés oxidativo y sobreviven largos períodos dentro de la células hospederas (Machado et al., 2000; de Oliveira et al., 2007; Gupta et al., 2009; Piacenza et al., 2009). Estrés oxidativo y Epimastigotes En el intestino medio del triatomino, los tripomastigotes de T. cruzi, presentes en la sangre del mamífero ingerida por el insecto, se transforman a epimastigotes. Se ha descrito que los epimastigotes también son capaces de sobrevivir al ambiente oxidativo que se genera en el intestino medio del vector triatomino producto de la degradación de la hemoglobina presente en la sangre ingerida por el vector (Graca-Souza et al., 2006). La hemoglobina, formada por cuatro subunidades de globina asociadas a un grupo hem, se encuentra involucrada en muchas reacciones biológicas, que incluyen entre otras transporte de oxígeno. El grupo hem es un anillo tetrapirrólico (protoporfirina IX) que contiene un ión ferroso en la posición central del anillo. El catabolismo del grupo hem genera ROS, mediante la reacción de Fenton, debido a la liberación ión ferroso (Balla et al., 2005; Gozzelino et al., 2010). En resumen, las tres formas celulares de T. cruzi se ven sometidas a estrés oxidativo a lo largo del ciclo de vida del parásito. Se ha descrito una participación directa de ROS/RNS en el control de la replicación y la sobrevivencia de T. cruzi en células infectadas, así como en modelos 11 animales de la enfermedad de Chagas (Cardoni et al., 1997). Sin embargo, la infección es controlada pero no eliminada por el sistema inmune, estableciéndose una infección crónica en el hospedero vertebrado (Peluffo et al., 2004). Al respecto, Fiorelli y cols. (Fiorelli et al., 2005) describen una reactivación clínica de la enfermedad de Chagas en pacientes crónicos inmunocomprometidos, indicando que T. cruzi sobrevive por largos periodos en el hospedero. Considerando lo anterior, el estudio de la interacción entre el daño oxidativo y T. cruzi, junto con los mecanismos desarrollados por el patógeno para evitar o reparar los daños inducidos por ROS y RNS, constituyen aspectos fundamentales para la búsqueda de blancos terapéuticos eficaces. DAÑO AL DNA POR ROS/RNS ROS/RNS constituyen probablemente la fuente más importante de inducción de mutaciones al DNA, causando cambios en pares de bases, reordenamientos, deleciones, inserciones y amplificación de secuencias, entre otros, y contribuyendo en la promoción y progresión de neoplasias (Wiseman and Halliwell, 1996). Entre las ROS, el radical OH·- es especialmente dañino debido a su alta reactividad, ya que puede resultar en la modificación de las distintas bases nitrogenadas del DNA. Las modificaciones más frecuentemente generadas y estudiadas para medir daño oxidativo al DNA son 8hidroxiguanina (8-OHG; 8-oxo-G) y 8-hidroxideoxiguanosina (8-OhdG; 8-oxo-dG) (Wiseman and Halliwell, 1996). Debido a la corta vida media del radical hidroxilo es necesario que éste sea generado en sectores inmediatamente adyacentes al DNA para provocar daño genotóxico. En la célula, el H 2 O 2 (debido a su alta capacidad de difundir) genera dentro del núcleo o cercano al DNA mitocondrial, radicales OH·- (Marnett, 2000). 12 Otra molécula capaz de producir daño al DNA es el NOO·-, un oxidante extremadamente fuerte que posee la capacidad de difundir, permitiendo la generación de daño oxidativo en lugares distantes a su sitio de origen. El NOO·- puede interactuar con DNA por una vía de oxidación directa o por una vía indirecta a través de mecanismos mediados por radicales libres (Pacher et al., 2007). Es importante destacar que el NOO·- es generado en macrófagos como una primera línea de defensa durante la fagocitosis (Hogg et al., 1992). MECANISMOS DE EVASIÓN AL ESTRÉS OXIDATIVO Y DE REPARACIÓN DEL DAÑO AL DNA EN Trypanosoma cruzi Para sobrevivir y perpetuar la infección en el hospedero, los parásitos intracelulares utilizan mecanismos que les permiten lidiar con ambientes altamente oxidantes. En la mayoría de los organismos el sistema glutatión-glutatión reductasa es el encargado de mantener un ambiente reductor al interior de la célula. No obstante, T. cruzi carece de este mecanismo y en su lugar posee el sistema tripanotión-tripanotión reductasa, encargado de controlar el estrés oxidativo en este parásito (Krieger et al., 2000; Ariyanayagam and Fairlamb, 2001; Oza et al., 2002). Cepas de T. cruzi carentes de tripanotión-tripanotión reductasa presentan una alta sensibilidad al estrés oxidativo (Krieger et al., 2000). Se ha sugerido que, en comparación a células de hospederos mamíferos, T. cruzi es menos eficiente en el control de ROS/RNS {Turrens, 2004 #135). La persistencia de estrés oxidativo puede inducir daño a macromoléculas como proteínas y DNA, siendo este último uno de los más deletéreos para la viabilidad celular. La acumulación de daño oxidativo en el DNA es una importante fuente de mutaciones que puede llevar incluso a la muerte celular. Se ha visto que la acumulación de bases oxidadas, por ejemplo la formación de 8- 13 oxo-G, incrementa la frecuencia de mutaciones como sustituciones de bases, deleciones e inserciones (Arai et al., 2002). En consecuencia, la existencia de mecanismos que aseguren la resolución temprana del daño oxidativo al DNA son fundamentales para garantizar la sobrevida celular. Dentro de los mecanismos que contribuyen a la reparación del daño oxidativo al DNA se encuentran la Reparación por Escisión de Bases (BER, Base Excision Repair), la reparación por escisión de nucleótidos (NER, Nucleotide Excisión Repair), la reparación de bases mal apareadas, la recombinación homóloga y la reparación de unión entre cadenas (ICL, interstrand crosslink repair) (Slupphaug et al., 2003; Berquist and Wilson, 2012). Estos mecanismos están además integrados con otros procesos celulares como regulación del ciclo celular, transcripción y replicación del DNA (Slupphaug et al., 2003; Berquist and Wilson, 2012). La vía BER es un proceso evolutivamente conservado que permite mantener la integridad del DNA nuclear y mitocondrial. Es el principal mecanismo de reparación de daño oxidativo del DNA y también está involucrada en la reparación de quiebres de hebra simple de DNA (Slupphaug et al., 2003; Hegde et al., 2008; Robertson et al., 2009). En términos generales, la vía BER utiliza dos rutas por las cuales puede reparar: la vía corta o “short-patch” que repara nucleótidos únicos, y la vía larga o “long-patch” que reemplaza fragmentos de dos o más nucleótidos. Las circunstancias que determinan una u otra vía aún no han sido dilucidadas (Robertson et al., 2009). En mamíferos, la vía BER se inicia con la escisión de una base dañada por acción de una DNA glicosilasa que corta el enlace N-glicosídico, generando un sitio abásico (apurínico o apirimidínico) denominado sito AP. Entre las DNA glicosilasas se encuentran aquellas que son 14 monofuncionales, es decir dejan el sitio AP intacto, o aquellas que son bifuncionales, las que además de la actividad glicosilasa poseen actividad liasa; ésta corta en la región 3’ del sitio AP dejando un 3’-aldehido α/β insaturado y un 5’ fosfato. El siguiente paso de la vía es realizado por la enzima AP endonucleasa (APE1) que hidroliza el enlace 5’ fosfodiester dejando en el DNA sitios 3’OH y 5’ deoxiribosa fosfato, disponibles para la inserción de un nuevo nucleótido. A continuación una DNA polimerasa completa este espacio con el nucleótido correcto y finalmente una ligasa restaura la hélice uniendo los extremos de los fragmentos reparados (figura 1) (Mandavilli et al., 2002; Slupphaug et al., 2003; Hegde et al., 2008; Robertson et al., 2009). Existen distintas DNA glicosilasas que pueden participar de la vía BER. La generación de ratones carentes de alguna de ellas ha permitido demostrar que su ausencia puede ser compensada por otras, llevando a fenotipos casi normales. Por el contrario, ratones carentes de APE1 mueren tempranamente en el desarrollo (Robertson et al., 2009). Estos experimentos ponen de manifiesto la necesidad de la vía BER en la sobrevida celular y paralelamente la importancia de APE1 en la reparación del DNA mediante esta vía. 15 Figura 1: Vías de reparación del DNA por escisión de bases (BER). Tomado de Ide y Kotera, 2004. FAMILIA APE1 Y SU HOMÓLOGO EN Trypanosoma cruzi, TcAP1 Las endonucleasas AP son enzimas pequeñas (~30-40 kDa), monoméricas, dependientes de iones metálicos divalentes y pueden ser inactivadas por agentes quelantes de metales (Mol et al., 2000). La principal endonucleasa AP de Homo sapiens, APE1 (HAP1, APEX o Ref1) es una proteína ortóloga a exo III, la endonucleasa AP más importante de E. coli. En mamíferos, más del 95% de la actividad de procesamiento de sitios AP es realizada por APE1 (Marenstein et al., 2004). La mayor parte de APE1 se mantiene en el citosol y su traslocación a núcleo es inducida por estrés oxidativo (Mitra et al., 2007). Como se mencionó anteriormente, la actividad de APE1 es fundamental para la mantención del genoma y la sobrevida celular. Así, se ha observado que la deleción del gen ape1 16 determina la muerte embrionaria temprana, durante la etapa de blastocisto, en ratones (Xanthoudakis et al., 1996). Igualmente, hasta el momento no ha sido posible obtener líneas celulares carentes de APE1 (Ludwig et al., 1998). La utilización de RNA de interferencia en distintas líneas celulares demostró que la disminución de la expresión de APE1 conlleva la detención de la proliferación y un aumento de la apoptosis, asociado a una acumulación de sitos AP en el DNA (Fung and Demple, 2005). En contraste a células de mamíferos, cepas de E. coli carentes de exo III son viables pero sensibles a agentes oxidantes como peróxido de hidrógeno, luz UV y rayos X (Souza et al., 2006). A su vez, estudios sobre cáncer describen una forma dominante-negativa de APE1 que carece de actividad endonucleasa y que se une a su sustrato (sitios AP) con una afinidad 13 veces mayor que la proteína nativa. Esta forma mutante de APE1, denominada APE1-DN, posee dos sustituciones de aminoácidos en el sitio activo de la enzima (residuos ácido glutámico 96 que cambia a glutamina y residuo ácido aspártico 210 que cambia a asparagina). Ensayos bioquímicos in vitro revelan que APE1-DN no permite que APE1 nativa se una al sitio AP, impidiendo la remoción del azúcar-fosfato remanente, bloqueando la vía BER. Por otra parte, células de mamífero que sobreexpresan la forma APE1-DN y que son sometidas a agentes genotóxicos, presentan una elevada acumulación de sitios AP que determinan la muerte celular (McNeill and Wilson, 2007). Resultados obtenidos en nuestro laboratorio sugieren que la vía BER se encuentra activa en T. cruzi ya que se observó que la viabilidad de epimastigotes y tripomastigotes sometidos a diferentes concentraciones de H 2 O 2 o NOO·- disminuye significativamente cuando se tratan simultáneamente con metoxiamina, un inhibidor de la vía BER (Cabrera et al., 2011). Debido a que metoxiamina impide el reconocimiento de los sitios AP por las endonucleasas AP, estos resultados sugieren que en ambas formas celulares debería expresarse alguna endonucleasa de 17 este tipo. En T. cruzi se ha descrito la secuencia del gen ape1 (tcap1) y se ha demostrado que la complementación de cepas de E. coli carentes de exo III con el gen que codifica para la proteína TcAP1 les confiere resistencia frente a agentes oxidantes y alquilantes (Perez et al., 1999). En mamíferos, también se ha descrito la existencia de una segunda endonucleasa AP llamada APE2. Esta enzima presenta una baja actividad endonucleasa AP, pero alta actividad 3’ fosfodiesterasa y exonucleasa 3’- 5’ (Burkovics et al., 2006). Se ha demostrado que frente al tratamiento con H 2 O 2 APE2 se redistribuye en el núcleo en focos que colocalizan con PCNA (antígeno nuclear de proliferación celular). PCNA estimularía la función exonucleasa 3’- 5’ y permitiría reducir las consecuencias mutagénicas inducidas por el estrés oxidativo (Burkovics et al., 2006; Burkovics et al., 2009). Por otra parte, ratones carentes de APE2 son viables pero presentan un menor tamaño y una moderada alteración de la linfopoyesis (Ide et al., 2004). En otros eucariontes se ha demostrado que homólogos de APE2 pueden tener un rol fundamental en la reparación del daño oxidativo del DNA y la sobrevida celular, llegando a ser incluso más importantes que homólogos de APE1. Por ejemplo, estudios en Arabidopsis thaliana demostraron que existen tres genes que tienen homología con endonucleasas AP de bacterias, levaduras y mamíferos: Ape1L, Ape2 y Arp. La mutación de cada una de estas enzimas por separado genera semillas con fenotipos aparentemente normales, sin embargo la mutación de Ape1L en conjunto con Ape2 lleva a la detención del desarrollo durante el período embrionario (Murphy et al., 2009). Por otra parte, estudios en Schizosaccharomyces pombe demuestran que Apn2p, una endonuleasa AP que comparte homología con Exo III, APE2 de mamíferos y Apn2p de Saccharomyces cerevisiae, es la más importante para esta levadura, a diferencia de S. 18 cerevisiae donde Apn1p es la endonucleasa AP de mayor relevancia (Ribar et al., 2004; Tanihigashi et al., 2006). La secuencia del gen que codifica para APE2 también se encuentra en T. cruzi (TcAP2, genbank accesion nro. 71654547), sin embargo hasta ahora no se han realizado estudios sobre su probable expresión y/o función. La confirmación de la participación de la vía BER en la resistencia de T. cruzi al daño oxidativo al DNA a través de la activación de endonucleasas AP específicas del parásito, haría factible el comienzo de la búsqueda de inhibidores específicos de dichas enzimas sin afectar las endonucleasas AP del paciente, fundamentalmente para el tratamiento de la fase crónica de la enfermedad de Chagas. Estos inhibidores podrían potenciar el efecto citotóxico del daño oxidativo al DNA generado por cardiomiocitos y células del sistema inmune innato. En resumen, las secuencias de las endonucleasas AP TcAP1 y TcAP2 de T. cruzi exhiben homología de secuencia aminoacídica con endonucleasas AP de otros eucariontes, principalmente en residuos críticos presentes en la región catalítica de la enzima. Por otra parte, se ha demostrado que la complementación de cepas de E. coli carentes de exo III con el gen que codifica para la proteína TcAP1 les confiere resistencia frente a agentes oxidantes. Sin embargo, no existen datos en la literatura acerca de la actividad enzimática de TcAP1 y TcAP2. Tampoco se ha determinado la relevancia de estas enzimas en la reparación de daño oxidativo al DNA en T. cruzi. Por lo tanto, en esta tesis se propone la siguiente hipótesis: 19 HIPÓTESIS TcAP1 y TcAP2 se expresan en las distintas formas celulares de T. cruzi y su inhibición incrementa la sensibilidad de estos parásitos frente a daño oxidativo del DNA. OBJETIVOS Objetivo General Determinar la expresión, funcionalidad e importancia de TcAP1 y TcAP2 en la sobrevida de Trypanosoma cruzi sometido a estrés oxidativo. Objetivos específicos 1_ Comprobar la expresión de TcAP1 y TcAP2 en T. cruzi 2_ Comprobar la funcionalidad de TcAP1, TcAP2 y dominantes negativos de ambas proteínas por ensayos in vitro 3_ Generar cepas de T. cruzi que sobreexpresen las proteínas nativas y dominantes negativos de TcAP1 y TcAP2. Evaluar su viabilidad en condiciones de estrés oxidativo. 20 MATERIALES Y MÉTODOS 1. Cultivos celulares El cultivo de epimastigotes de T. cruzi (cepa Dm28c) se realizó en medio Diamond (Diamond, 1968) suplementado con 10% de suero fetal bovino, hemina 75 µM y antibióticos (penicilina 75 U/ml y estreptomicina 75 µg/ml). Los cultivos de epimastigotes fueron mantenidos a 28º C. Tripomastigotes de la cepa Dm28c se obtuvieron mediante la infección de células Vero mantenidas en medio RPMI 1640 con 5% de suero fetal bovino. Las células fueron infectadas durante 24 hrs con tripomastigotes obtenidos desde cultivos celulares previamente infectados con dicha cepa. Alrededor del día 4 los tripomastigotes liberados al medio fueron obtenidos y purificados mediante centrifugación. Por otra parte, la obtención de la forma celular amastigote se realizó de manera similar, pero infectando células Vero con un alto número de tripomastigotes. De este modo, es posible generar una sobreinfección con la consecuente ruptura temprana de las células Vero, permitiendo la liberación de amastigotes. 2. Generación de las proteínas recombinantes TcAP1 y TcAP2 2.1 Clonamiento de tcap2 en pQE-80L Basados en análisis bioinformáticos realizados previamente, se identificó la región codificante para la endonucleasa apurínica/apirimidínica 2 de T. cruzi (tcap2, genbank accesion nro. 71654547). Utilizando dicha secuencia se generaron partidores específicos para amplificar la secuencia nucleotídica de tcap2 mediante ensayos de PCR, utilizando DNA genómico de T. cruzi 21 como molde (tamaño del amplificado esperado de 1839 pb) y DNA polimerasa Taq Platinum® (Invitrogen). Los partidores diseñados fueron: sentido 5’- GGGGTACCATGTTTATCATTAGTTGGAATGTG-3’, que presenta una cola nucleotídica con el sitio de corte para las enzima de restricción Kpn I en color rojo y antisentido 5’- CCCAAGCTTTTAGGAAATAACATCGGTAATTTC-3’, que presenta una cola nucleotídica con el sitio de corte para las enzima de restricción Hind III en color azul. La secuencia amplificada de tcap2 fue purificada a partir de geles de agarosa 1% p/v, en buffer TBE pH 8.0, utilizando el kit SV Gel and PCR Clean-Up System® (Promega) según las instrucciones del fabricante. El producto de PCR fue sometido a digestión con las enzimas de restricción Kpn I y Hind III; el fragmento obtenido se insertó en el vector de expresión pQE-80L (QIAGEN). Este vector genera una proteína de fusión con 6 histidinas en el extremo amino-terminal. Para el ligamiento del fragmento amplificado de las secuencia codificante para TcAP2 en el vector de expresión se utilizó DNA ligasa T4 (Promega). Bacterias E. coli pLysE BL21 fueron transformadas con el constructo pQE-80L-tcap2 mediante electroporación. Las colonias resultantes fueron evaluadas mediante PCR y ensayos de restricción con las enzimas Kpn I y Hind III para comprobar la presencia del inserto en el constructo. Finalmente, el constructo fue analizado mediante secuenciación automática de DNA. 2.2 Obtención de las proteínas recombinantes TcAP1 y TcAP2 en condiciones denaturantes Para obtener las proteínas TcAP1 y TcAP2 en condiciones denaturantes se aplicó la técnica de cromatografía de afinidad en columnas de níquel que permite la retención de proteínas de fusión con cola de histidinas. Para tales propósitos se amplificaron bacterias transformadas con el constructo pQE-80L-tcap1-ΔN (generada previamente en el laboratorio de Biología Celular y Molecular, ICBM, Universidad de Chile) (Fernández, 2009) o el constructo pQE- 22 80L-tcap2, obtenido en punto 2.1, en 250 ml de medio LB-ampicilina hasta alcanzar una OD 595nm de 0,6 - 0,8. La expresión de la proteína fue inducida con IPTG 0,5 mM durante toda la noche a 37ºC. Posteriormente, las bacterias fueron suspendidas e incubadas en una solución de lisis (6 M GuHCl; 0,1 M NaH 2 PO 4 ; 0,01 M Tris-Cl ajustado a pH 8,0) durante 45 minutos, sonicadas y centrifugadas para separar el sobrenadante conteniendo la proteína de interés. Las proteínas se cargaron en una columna de níquel-agarosa, la que posteriormente fue lavada con una solución 8 M urea; 0,1 M NaH 2 PO 4 ; 0,01 M Tris-Cl ajustado a pH 6,3. La elusión de las proteínas retenidas en la columna se realizó con una solución 8M urea; 0,1 M NaH 2 PO 4 ; 0,01 M Tris-Cl ajustado a pH 4,5 en fracciones de aproximadamente 500 µl. Las proteínas purificadas fueron dializadas a 4º C durante toda la noche en PBS y posteriormente almacenadas a -20º C. 2.3 Generación de TcAP1 y TcAP2 recombinantes en diferentes modelos de expresión Debido a resultados obtenidos previamente que señalan que la expresión de la proteína recombinante TcAP1 es altamente tóxica en bacterias y que TcAP2 expresada en bacterias forma cuerpos de inclusión insolubles, se procedió a obtener las proteínas recombinantes en modelos eucariontes. Para ello se utilizaron vectores de expresión para levaduras Saccharomyces cerevisiae (pYES2, Invitrogen) y Pichia pastoris (pPICZ, Invitrogen), así como en células S2 de Drosophila melanogaster (pMT/V5, Invitrogen) y el tripanosomátido Leishmania tarentolae (pLEXSY, Jena Bioscience) que generan una proteína de fusión con 6 histidinas. Para la obtención de amplificados de secuencias de DNA codificantes para las endonucleasas TcAP1 (1218 pb) y TcAP2 (1839 pb) de T. cruzi se empleó la técnica de reacción de polimerasa en cadena (PCR) utilizando DNA genómico de T. cruzi como DNA molde. Los partidores específicos para ambos genes fueron diseñados para insertarlos de manera dirigida en 23 los diferentes vectores de expresión. Para insertar los genes tcap1 y tcap2 en el vector de expresión pYES2 se diseñaron oligonucleótidos partidores sentido con sitios de corte para la enzima Hind III (en rojo) y antisentido con sitios de corte para Xba I (en azul). Para insertar ambos genes en el vector de expresión pPICZ se diseñaron oligonucleótidos partidores sentido y antisentido con sitios de corte para la enzima Xba I (en rojo). Para el uso del vector de expresión pMT/V5 se diseñaron oligonucleótidos partidores sentido con un sitio de corte para Spe I (en rojo) para tcap1 y con un sitio de corte para Kpn I (en rojo) para tcap2, así como oligonucleótidos partidores antisentido con un sitio de corte para Age I (en azul) para ambos genes. Finalmente, para insertar ambos genes en el vector de expresión pLEXSY se diseñaron oligonucleótidos partidores sentido con un sitio de corte para Bgl II (en rojo) para ambos genes y oligonucleótidos partidores antisentido con un sitio de corte para Nhe I para tcap1 y Kpn I para tcap2 (en azul). Las secuencias nucleotídicas de los oligonucleótidos partidores, para cada endonucleasa y para cada vector de expresión, son los que se muestran a continuación. En gris se destacan las secuencias Kozak presentes en los oligonucleótidos partidores sentido, diseñados para P. pastoris y D. melanogaster: Oligonucleótidos partidores utilizados para amplificar tcap1: Modelo de levaduras S. cerevisiae. - Sentido pYES2: CCCAAGCTTACTATGGGAGGAATCGCATCAC - Antisentido pYES2: GCTCTAGATCACCTGCGCAGCCACATC Modelo de levaduras P. pastoris. - Sentido pPICZ B: AGTCTAGAGCAATGGGAATGCCGTCGGGACCTAAGG - Antisentido pPICZ B: GCTCTAGACCCCTGCGCAGCCACATCTGC Modelo de células S2 de D. melanogaster. - Sentido pMT/V5: GACTAGTGCAATGGGAATGCCGTCGGGACCTAAGG - Antisentido pMT/V5: CACACCGGTCCTGCGCAGCCACATCTGC Modelo de L. tarentolae. - Sentido pLEXSY: GGAAGATCTGCCATGCCGTCGGGACCTAAGG 24 - Antisentido pLEXSY: CTAGCTAGCCCTGCGCAGCCACATCTGC Oligonucleótidos partidores utilizados para amplificar tcap2: Modelo de levaduras S. cerevisiae. - Sentido pYES2: CCCAAGCTTACTATGGGAGGATCGCATCAC - Antisentido pYES2: GCTCTAGATTAGGAAATAACATCGGTAATTTC Modelo de levaduras P. pastoris. - Sentido pPICZ: AGTCTAGAGCAATGGGAATGTTTATCATTAGTTGGAATGTG - Antisentido pPICZ: GCTCTAGACCGGAAATAACATCGGTAATTTCAAT Modelo de células S2 de D. melanogaster. - Sentido pMT/V5: GGGGTACCGCAATGGGAATGTTTATCATTAGTTGGAATGTG - Antisentido pMT/V5: CACACCGGTGGAAATAACATCGGTAATTTCAAT Modelo de L. tarentolae. - Sentido pLEXSY: GGAAGATCTGCCATGTTTATCATTAGTTGGAATGTG - Antisentido pLEXSY: GGGGTACCGGAAATAACATCGGTAATTTCAAT Las secuencias amplificadas fueron purificadas a partir de geles de agarosa 1% p/v, en buffer TBE pH 8.0, utilizando el kit SV Gel and PCR Clean-Up System® (Promega) según las instrucciones del fabricante. Los productos de PCR fueron sometidos a digestión con las enzimas de restricción e insertadas en los vectores de expresión correspondientes utilizando DNA ligasa T4 (Promega). Los constructos obtenidos fueron analizados mediante secuenciación automática de DNA. Los constructos fueron transfectados en los distintos organismos antes descritos mediante electroporación, según las indicaciones de los fabricantes. La expresión de las distintas proteínas recombinantes fue evaluada mediante ensayos de western blot utilizando anticuerpos específicos anti histidina (Biotech) en una dilución de 1:5000 en PBS-Tween 0,05% v/v. Se utilizó los anticuerpos secundarios anti ratón conjugado con fosfatasa alcalina en una dilución 1:2000 v/v o conjugado con peroxidasa de rábano en una dilución 1:10000 v/v, ambos en PBS-Tween 0,05%. El revelado se logró por la adición de los sustratos colorimétricos NBT/Bcip® (Promega) o 25 mediante quimioluminiscencia utilizando el kit West pico Chemioluminescent (Pierce), respectivamente. La generación de anticuerpos policlonales específicos para las proteínas TcAP1 y TcAP2, se realizó utilizando distintos protocolos. Inicialmente se desarrolló la obtención de sueros hiperinmunes obtenidos desde conejos inmunizados con ambas proteínas obtenidas en 2.2 (Servicio de Generación de Anticuerpos Policlonales, Laboratorio Inmunología de la Agresión Microbiana, Programa de Inmunología, Instituto de Ciencias Biomédicas, Facultad de Medicina, Universidad de Chile) según la técnica descrita por Ferreira et al. (Ferreira et al., 2004). Estas proteínas también fueron utilizadas para obtener sueros hiperinmunes de ratones inmunizados con el mismo protocolo. Finalmente, se encargó a la empresa AbBcn la generación de péptidos sintéticos inmunogénicos de TcAP1 y TcAP2 y la obtención de anticuerpos policlonales purificados contra ellos, los que fueron evaluados mediante ensayos de western blot utilizando homogeneizados de proteínas totales de epimastigotes de T. cruzi como se señala en 3. 2.4 Obtención de la proteína TcAP2 en condiciones nativas Para la purificación de la proteína recombinante TcAP2, líneas celulares de L. tarentolae, transfectadas con el constructo pLEXSY-tcap2, fueron cultivadas en 100 ml de medio BHI (brain heart infusión, Gibco) suplementado con hemina (500 ng/ml) y penicilina/estreptomicina (50 U/ml y 50 µg/ml, respectivamente) durante 24 hrs. Posteriormente, las células fueron centrifugadas 10 minutos a 2.000 x g a temperatura ambiente, suspendidas en 5 ml de buffer de lisis para purificación de proteínas nativas (Tris 50 mM pH 8,0, NaCl 300 mM, imidazol 20 mM pH 8,0, Tritón X-100 1%, glicerol 10%) e incubadas durante 30 minutos con agitación a 4º C. Luego las muestras se sonicaron durante 1 minuto en hielo. El lisado resultante fue centrifugado a 10.000 x 26 g durante 15 minutos a 4º C. El sobrenadante, conteniendo la proteína de interés, fue transferido a una columna de agarosa-níquel la que posteriormente fue lavada con 20 ml de buffer de lavado (Tris 50 mM pH 8,0, NaCl 500 mM, imidazol 20 mM pH 8,0, Tritón X-100 1%, glicerol 10%). La elusión de la proteína recombinante TcAP2 se realizó utilizando 10ml de buffer de elusión (Tris 50 mM pH 8,0, NaCl 200 mM, imidazol 300 mM, pH 8,0, Tritón X-100 1%, glicerol 10%) tomando alícuotas secuenciales de 500 µl. Finalmente se detectó la presencia de TcAP2 recombinante mediante ensayos de western blot utilizando los anticuerpos anti-his y anti-TcAP2 (dilución 1:2000 v/v). 3. Identificación de TcAP1 y TcAP2 en T. cruzi Para identificar la expresión de TcAP1 y TcAP2 en T. cruzi se realizaron ensayos de western blot sobre lisados de epimastigotes, amastigotes y tripomastigotes, utilizando anticuerpos policlonales específicos anti-TcAP1 y anti-TcAP2 obtenidos en 2.4. Para tales efectos, los lisados de las distintas formas celulares de T. cruzi fueron separados electroforéticamente mediante SDS-PAGE en geles de acrilamida al 10%. Las proteínas fueron transferidas a membranas de nitrocelulosa que posteriormente fueron bloqueadas con una solución de 5% de albúmina de suero bovino (BSA) en PBS por 2 h a 37º C. Las membranas fueron incubadas durante toda la noche a 4º C con anticuerpos de conejo anti-TcAP1 o anti-TcAP2 en una dilución de 1:2000 en PBS-Tween 0,05% v/v. Posteriormente las membranas fueron lavadas con PBS-Tween 0,05% e incubadas con un anticuerpo secundario cabra anti-conejo conjugado con peroxidasa de rábano (Jackson ImmunoResearch) en una dilución 1:10000 en PBS-Tween 0,05% v/v. El revelado se realizó mediante quimioluminiscencia utilizando el kit West pico Chemioluminescent (Pierce), según las instrucciones del fabricante. 27 Para evaluar modificaciones en los niveles de expresión de las proteínas TcAP1 o TcAP2 en epimastigotes y tripomastigotes, sometidos a diferentes concentraciones y tiempos con agentes oxidantes, se realizaron ensayos de western blot de la misma forma como se menciona anteriormente. Para ello, 12x106 parásitos fueron expuestos a 200 y 500 µM de H 2 O 2 o NOOdurante 0, 15, 30, 60 y 240 minutos a 28º C. Por otra parte, 12x106 parásitos fueron expuestos a concentraciones crecientes de H 2 O 2 (2, 5, 100, 200, 500 y 1000 µM) durante 30 minutos a 28º C. La identificación de TcAP1 y TcAP2 se realizó utilizando los anticuerpos específicos generados durante esta tesis. Como control de carga se verificó los niveles de expresión de α-tubulina 1:14000 en PBS-Tween 0,05% v/v, empleando un anticuerpo monoclonal específico (Sigma). 4. Generación de dominantes negativos (DNs) de las proteínas TcAP1 y TcAP2 Los residuos nucleotídicos a mutar para generar los DNs de las proteínas TcAP1 y TcAP2 fueron determinados basándonos en los estudios realizados previamente por McNeill y Wilson (McNeill and Wilson, 2007) sobre generación de dominantes negativos de la endonucleasa apurínica/apirimidínica APE1 (H. sapiens). En consecuencia, a partir de la secuencia génica codificante de las proteínas TcAP1 y TcAP2, se diseñaron oligonucleótidos partidores que incluyen las mutaciones E-Q (ácido glutámico por glutamina) y D-N (ácido aspártico por asparragina): TcAP1 E-Q forward: GCGTTGTGTCTGCAGCAAACGAAGCTGAACCCG TcAP1 D-N forward: GTTTCATCTGGGCAGGCAACCTGAATGTCGCCG TcAP2 E-Q forward: CATTGTTTGCCTACAGCAAGTGAAGGGGTCGTG TcAP2 D-N forward: GTCATTTTGCTAGGGAATTTGAATCAGACATATCGAGCGG La mutación de la secuencia nucleotídica codificante de TcAP1 y TcAP2 para la generación de los dominantes negativos se realizó utilizando los oligonucleótidos partidores diseñados y el 28 kit QuikChange® Lightning Site-Directed Mutagenesis (Stratagene), utilizando como DNA molde los plasmidios pMT/V5-tcap1 y pMT/V5-tcap2 (por tener un tamaño menor que los otros plasmidios generados durante esta tesis). De esta forma se generó en primer lugar la mutación EQ y luego la mutación D-N. Cada plasmidio amplificado fue tratado con Dpn I para digerir el DNA parental (metilado y hemimetilado) y conservar el plasmidio amplificado que contiene las secuencias mutadas. El producto resultante fue transformado en bacterias XL1-blue para sellar los cortes y amplificar el plasmidio resultante. Finalmente cada plasmidio mutado fue secuenciado automáticamente y utilizado para obtener, mediante PCR, la secuencia nucleotídica codificante de cada dominante negativo con el objetivo de insertarlos en el vector de expresión de T. cruzi pTREX. 5. Ensayos para comprobar actividad enzimática de TcAP1, TcAP2 y sus DNs Con el objetivo de detectar la actividad enzimática AP de epimastigotes de T. cruzi se diseñó un oligonucleótido sintético de 24 mer con un uracilo en la posición 8 (figura 2). Este uracilo puede ser escindido por la actividad de una uracil DNA glicosilasa (UDG) dando origen a un oligonucleótido con un sitio abásico AP (oligo AP). El oligonucleótido fue marcado en 5’ con Pγ32, utilizando el kit DNA 5’ End Labeling System (Promega), y alineado con el oligonucleótido complementario no marcado. Paralelamente fueron obtenidos extractos de proteínas totales de epimastigotes en fase exponencial de crecimiento mediante incubación en buffer de lisis AP durante 2 hrs a 4º C (10 mM Tris-HCl pH 8,0, 200 mM KCl, 1 mM EDTA, 20% v/v glicerol, 0,25% v/v Nonidet P-40, 1 mM DTT, cocktail inhibidores proteasas (Roche)). El lisado resultante fue centrifugado a 25000 x g durante 10 minutos a 4º C y el sobrenadante (extracto proteico) fue cuantificado mediante el método del ácido bicinconínico (BCA) para determinar la concentración 29 de proteínas. Posteriormente 50 µg del extracto proteico fueron incubados con ~2 pg de oligo AP previamente tratado o no con la enzima UDG de E. coli (New England Biolabs) en buffer BER (50 mM hepes KOH pH7,8, 0,36% p/v BSA, 70 mM KCl, 5 mM MgCl 2 y 0.5 mM DTT) durante 2 hrs a 30º C. Luego las muestras fueron calentadas a 75º C por 10 minutos para inactivar las enzimas presentes en la reacción y se agregó 1 volumen de buffer de carga con formamida (96% v/v formamida, 20 mM EDTA, 5 mM Tris pH 7,5, xylene cyanol 0,05% p/v, azul de bromofenol 0,05% p/v). Las muestras fueron separadas electroforéticamente en geles denaturantes de formamidaacrilamida (acrilamida 20% p/v). Posteriormente, la radiactividad fue detectada utilizando un equipo phosphorimager (BioRad). Como control negativo de la reacción el oligonucleótido AP fue incubado con 1U de UDG, en ausencia de endonucleasa AP. Como control positivo el oligonucleótido AP fue incubado con 1U de UDG y 1U de Exonucleasa III (endonucleasa AP de E. coli, New England Biolabs) en buffer BER, generándose un fragmento de 7 mer. Oligo-AP 5’- CCG CTA GUG GGT ACC GAG CTC GAAT-3’ Figura 2: Diseño de oligonucleótido para la determinación de la actividad endonucleasa AP. Para evaluar la capacidad de T. cruzi de reparar un sitio AP, se incubó extractos proteicos de epimastigotes con el oligonucleótido AP (de la forma descrita previamente) junto con 20 µg dNTP, en ausencia o presencia de diferentes concentraciones de ATP. La regeneración de la sonda de 24 mer fue considerada como reparación del sitio AP. Con el objetivo de determinar si metoxiamina es capaz de inhibir la actividad endonucleasa AP de T. cruzi se incubó extractos proteicos de epimastigotes, o la proteína TcAP2 recombinante, 30 con el oligonucleótido AP (previamente tratado con UDG en presencia o ausencia de 10 mM de metoxiamina) a 30º C durante distintos tiempos de forma similar a lo mencionado previamente. Finalmente, se determinó la inhibición de la actividad endonucleasa AP ejercida por APE1-DN, un dominante negativo de la enzima APE1 (homologa humana de TcAP1) sobre las enzimas del parásito. La secuencia nucleotídica de APE1-DN (generada en el laboratorio de Biología Celular y Molecular, ICBM, Universidad de Chile) se insertó en el plasmidio pYUKO, que corresponde al plásmido pTREX con una modificación que agrega una cola de 8 histidinas en la región aminoterminal de la proteína generada. Utilizando epimastigotes transfectados con este plasmidio (como se detalla a continuación) se purificó la proteína recombinante APE1-DN. Para evaluar la capacidad de inhibir la endonucleasa recombinante TcAP2 se realizaron incubaciones de ésta enzima con concentraciones crecientes de APE1-DN en conjunto con la sonda AP previamente tratada con UDG durante 2 hrs a 30º C. En todos los casos la visualización de los resultados se realizó como se describió previamente. 6. Generación de cepas de T. cruzi que sobreexpresen TcAP1 y TcAP2 nativas y sus DNs Para generar cepas de T. cruzi que sobreexpresen TcAP1, TcAP2 y los respectivos dominantes negativos, se utilizó el vector pTREX, que genera una proteína de fusión con GFP (proteína fluorescente verde). Se ha descrito que este sistema de transfección de DNA es estable en T. cruzi (Vazquez and Levin, 1999). Los partidores diseñados fueron: sentido 5’GCTCTAGAATGCCGTCGGGACCTAAGG-3’ para TcAP1 y sentido 5’- GCTCTAGAATGTTTATCATTAGTTGGAATGTG-3’ para TcAP2, ambos con una cola nucleotídica con el sitio de corte para las enzima de restricción Xba I en color rojo, y antisentido 5’- CCCAAGCTTCCTGCGCAGCCACATCTGC 5’- -3’, para 31 TcAP1 y antisentido CCCAAGCTTGGAAATAACATCGGTAATTTCAAT -3’ para TcAP2, ambos con una cola nucleotídica con el sitio de corte para las enzima de restricción Hind III en color azul. Con estos partidores se amplificaron las secuencias nucleotídicas que codifican cada una de las proteínas mediante ensayos de PCR. Las secuencias amplificadas fueron purificadas a partir de geles de agarosa 1% p/v, en buffer TBE pH 8.0, utilizando el kit SV Gel and PCR Clean-Up System® (Promega) según las instrucciones del fabricante. Los productos de PCR fueron sometidos a digestión con las enzimas de restricción e insertadas en el vector de expresión pTREX utilizando DNA ligasa T4 (Promega). La presencia de la secuencia nucleotídica codificante para cada endonucleasa AP en el vector fue comprobada por PCR, digestión con enzimas de restricción y secuenciación automática de DNA. Posteriormente, epimastigotes en fase exponencial de crecimiento fueron electroporados con los plasmidios pTREX-gfp, pTREX-gfp-tcap1, pTREX-gfp-tcap1-DN, pTREX-gfp-tcap2 y pTREXgfp-tcap2-DN. Los parásitos fueron contados y lavados en PBS estéril. Luego fueron resuspendidos en medio de electroporación (120 mM KCl, 0.15 mM CaCl, 10 mM K 2 HPO 4 , 25 mM Hepes, 2 mM EDTA, 5 mM MgCl 2 , pH 7.6) a una concentración de 1x108 parásitos/ml. Se tomaron 400 µl de los parásitos resuspendidos y se incubaron con 50-100 µg de cada plasmidio. Se electroporó con 0.3 kV y 500 µF en dos pulsos, separados por un intervalo de 10 segundos en hielo. Inmediatamente los parásitos fueron transferidos a medio Diamond con 20% FBS y se incubaron por 24 hrs. Posteriormente se agregó el antibiótico G418 a una concentración de 250 µg/ml para seleccionar los parásitos que poseían el plasmidio. Esta concentración de antibiótico fue mantenida durante 48 hrs y posteriormente se aumentó a 500 µg/ml. La evaluación del porcentaje de transformación de los epimastigotes se realizó por observación al microscopio de fluorescencia a partir de la tercera semana post-transfección, utilizando un filtro de 520±20 nm, que permite la identificación de fluorescencia verde. La comprobación de la expresión de cada 32 proteína se realizó mediante ensayos de western blot utilizando un anticuerpo monoclonal antiGFP (Thermo Scientific) en una dilución 1:5000 en PBS-Tween 0,05% v/v y los anticuerpos antiTcAP1 y anti-TcAP2 generados durante esta tesis en una dilución 1:2000 en PBS-Tween 0,05% v/v. La intensidad de las bandas obtenidas fue analizada mediante densitometría utilizando el programa Scion Image 4.0.2 para comparar el nivel de expresión de las diferentes proteínas. 7. Localización subcelular de las proteínas recombinantes TcAP1-GFP y TcAP2-GFP expresadas en epimastigotes de T. cruzi transfectados. La localización subcelular de TcAP1-GFP y TcAP2-GFP se realizó mediante inmunodetección de GFP sobre extendidos de parásitos transfectados, fijados con metanol 70% frio durante 30 minutos. Para tales efectos, las muestras fueron tratadas con solución de bloqueo (BSA 1% p/v, saponina 0,1 %v/v, suero de ternero 3% v/v en PBS) durante 2 horas a 37° C e incubadas con un anticuerpo primario monoclonal de ratón anti-GFP (Thermo Scientific) en una dilución 1:100 v/v en solución de bloqueo durante toda la noche a 4° C. Posteriormente, los extendidos fueron lavados con PBS e incubados con un anticuerpo secundario de cabra anti-ratón conjugado con el fluorocromo Alexa 488 (Molecular Probes) en una dilución 1:300 v/v en solución de bloqueo. Finalmente, las muestras fueron sometidas a contra-tinción nuclear con DAPI, montadas y visualizadas con un microscopio de fluorescencia. Las fotografías fueron obtenidas con filtro 430±20 nm para evidenciar fluorescencia azul (DAPI) y con filtro 520±20 nm, que permite la identificación de fluorescencia verde (Alexa fluor 488). Las fotografías fueron procesadas computacionalmente para determinar la sobreposición de DAPI (utilizando pseudocolor rojo) con Alexa fluor 488 (verde). 33 8. Evaluación de la viabilidad de cepas mutantes frente a estrés oxidativo Para evaluar si la sobreexpresión de TcAP1 o TcAP2 incrementa la viabilidad de T. cruzi frente a estrés oxidativo los parásitos transfectados fueron tratados con diferentes concentraciones de H 2 O 2 o NOO·- durante 30minutos a 28ºC (200, 350 y 500 µM H 2 O 2 ; 200, 500 y 1000 µM de NOO·-). Posteriormente se incubaron en medio fresco durante 4 horas para permitir su recuperación (reparación de DNA). La viabilidad de los parásitos fue evaluada mediante la reducción mitocondrial de sales de tetrazolio (bromuro de 3-(4,5-dimetiltiazol-2-yl)2,5 difeniltetrazolio) a formazán, un producto de coloración púrpura y cuya absorbancia es directamente proporcional al número de células vivas en el medio (ensayo de MTT) (Muelas et al., 2002). 9. Estadística Los resultados obtenidos en cada experimento fueron analizados estadísticamente con el software GraphPad Prism versión 5. En todos los casos los resultados representan el promedio de 3 experimentos ± el error estándar de la media. Se aplicó análisis de varianza (ANOVA) de dos vías con corrección de Bonferroni para múltiples comparaciones, a fin de determinar diferencias significativas. 10. Bioseguridad Los experimentos previamente descritos fueron realizados en el laboratorio bajo las normas establecidas por la Unidad de Prevención de Riesgos y Bioseguridad de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile (anexo 1). 34 RESULTADOS Objetivo específico 1_ Comprobar la expresión de TcAP1 y TcAP2 en T. cruzi I. Obtención de la proteína recombinante TcAP2 en bacterias E.coli BL21 El gen de TcAP2 fue amplificado desde DNA genómico de T. cruzi mediante PCR (tamaño del amplificado esperado de 1839 pb), utilizando partidores específicos con sitios de restricción para las enzimas Kpn I y Hind III para el clonamiento direccionado en el vector de expresión pQE80L. El producto de PCR digerido fue insertado en dicho vector para generar el constructo recombinante pQE80L-tcap2, el cual fue electroporado en bacterias E. coli de la cepa BL21. El constructo aislado de las bacterias fue analizado mediante digestión con enzimas de restricción, para observar la liberación del inserto (figura 3A) y ensayos de PCR, utilizando el constructo generado como DNA molde (figura 3B), confirmando la presencia del inserto. 35 A 2 1 3 4 B 1 2 3 C 4 SDS-PAGE 10% 1 2 3 4 WESTERN BLOT 5 6 7 8 9 10 79 3000 2000 3000 2000 64 49 1000 37 1000 Figura 3: Generación de la proteína recombinante TcAP2. El gen tcap2 (←) fue clonado en el vector pQE80L para su expresión en E. coli. A) Identificación mediante digestión enzimática de la presencia de tcap2 en el constructo pQE80L-tcap2. 1: marcador de fragmentos de DNA cada 100 pb (Promega); 2: control positivo (amplificado de tcap2 mediante PCR, utilizando DNA genómico de T. cruzi como molde); 3: vector pQE80L-tcap2 sin digerir; 4: vector pQE80L-tcap2 digerido con enzimas de restricción Kpn I y Hind III. B) Comprobación mediante PCR de la presencia de tcap2 en el constructo generado. 1: marcador de fragmentos de DNA cada 100 pb (Promega); 2: control positivo (amplificado de tcap2 mediante PCR, utilizando DNA genómico de T. cruzi como molde); 3: control negativo de la técnica de PCR sin DNA molde; 4: amplificado de tcap2 utilizando el constructo pQE80L-tcap2 como DNA molde. C) Inducción de la expresión de la proteína TcAP2 (←) en bacterias E. coli transformadas con el constructo pQE80L-tcap2. Las fracciones purificadas en columnas de níquel fueron evaluadas mediante SDS-PAGE 10% y ensayos de western blot utilizando un anticuerpo anti-histidina. 1: lisado de proteínas totales de bacterias inducidas para la expresión de TcAP2 recombinante; 2-5: alícuotas de elusiones obtenidas desde la columna de níquel; 6: marcador de tamaño molecular en kDa (Invitrogen); 7-10: alícuotas de elusiones obtenidas desde la columna de níquel reconocidas por el Ac anti-histidina. La inducción con IPTG de las bacterias transformadas con pQE80L-tcap2 genera el aumento en la expresión de una proteína de aproximadamente 68kD, la cual correspondería con la masa esperada para la proteína TcAP2 fusionada con un hexámero de histidinas, dispuestos en el carboxilo terminal. Esta proteína fue purificada utilizando columnas de níquel-agarosa y reconocida mediante el uso de anticuerpos anti-histidina (figura 3C). La banda purificada fue extraída desde un gel de poliacrilamida y enviada a un laboratorio externo para su identificación mediante espectrometría de masa (MALDI-TOF). Se identificaron nueve péptidos correspondientes con la secuencia teórica de TcAP2. Esto confirma que la proteína recombinante TcAP2 fue generada correctamente (figura 4). 36 TcAP2 Maldi-TOF TcAP2 Maldi-TOF TcAP2 Maldi-TOF TcAP2 Maldi-TOF TcAP2 Maldi-TOF TcAP2 Maldi-TOF TcAP2 Maldi-TOF TcAP2 Maldi-TOF MFIISWNVAGWSSTSRMIREDFGSIASFLQRTQADIVCLQEVKGSWAKLEADPCGMGASD -------------------EDFGSIASFLQR----------------------------************ GGRTLAIDGWESFWSFSGKAHRGFNGVVSFVRKDLTWWCDSRPFSEEDLNDEGRVIVTCH ---TLAIDGWESFWSFSGK---GFNGVVSFVRKDLTWWCDSRPFSEEDLNDEGR-----**************** ******************************** WSLRRLSLPALRNLVHVCQAGGEEAEKTWAQQFPWLPMPTLQRLQGIITEQVSCMLLAGD ---------------------------TWAQQFPWLPMPTLQR----------------**************** DNEDVVDSNKSISVDSAVLDETRNDTEDGKNGNTGAHKSLTLLKQLIRERREQRRRNGGS ----------SISVDSAVLDETR------------------------------------************* DPLATLEELCRAGLQDVPVESFMRRQPSTHNRELFALTQYCGLPPHEDVGVQFMKRLLDE -----------AGLQDVPVESFMRRQPSTHNR---------------------------********************* LHLCDTLLVTSSSAENKAQRQEGGEASMRVVCPYTCWDQSRNRRQRNEGTRIDYILIDEM --------------------QEGGEASMR------------------------------********* LLPALVPCGMTENNVGVFSPMMGEANSLFAAKKEASSAFFDEFDGRSALVGARRAMADGM --------------------------------KEASSAFFDEFDGR--------AMADGM ************** ****** YPAAPFDGSGLPPLSTEARDVQFRGLPSTGLFVTPPQYSDHSGVCAHFDGISLAPRPGKL YPAAPFDGSGLPPLSTEAR----------------------------------------******************* Figura 4: Identificación de TcAP2 recombinante mediante espectrometría de masa. Las bandas de TcAP2 recombinante, reconocidas mediante ensayos de western blot, fueron secuenciadas por espectrometría de masa MALDI-TOF. Se identificaron 9 péptidos (Maldi-TOF) cuya secuencia aminoacídica fue idéntica a la segmentos de la secuencia putativa para TcAP2. II. Generación de anticuerpo policlonal anti-TcAP1 y anti-TcAP2 Utilizando las proteínas recombinantes TcAP1 (previamente generada en el laboratorio) y TcAP2, se intentó obtener sueros hiperinmunes (anticuerpos policlonales), inmunizando ratones y conejos con cada una de las proteínas emulsionadas en adjuvante de Freund completo e incompleto. Pese a sucesivos intentos, no fue posible obtener sueros que reconocieran específicamente las proteínas recombinantes generadas (resultados no mostrados). Debido a lo anterior, se solicitó la generación de anticuerpos policolonales purificados anti-TcAP1 y anti-TcAP2 a la empresa AntibodyBcn. Para ello, se diseñaron los siguientes péptidos sintéticos a partir de las secuencias de ambas proteínas: 37 TcAP1 80-96: Ac-TEKDIWSQVEPFQRRTAC-amida amida 302-316: Ac-YDRYFAGSYKAMQKC-amida amida TcAP2 66-85: CAIDGWESFWSFSGKAHRGFN525-543: CAHFDGISLAPRPGKLEER- Ambos péptidos, seleccionados por su inmunogenicidad y especificidad, fueron utilizados para inmunizar conejos. Los sueros pre-inmune e inmune fueron evaluados mediante ensayos de western blot sobre homogeneizados de proteínas totales de epimastigotes de T. cruzi (resultados no mostrados). Los anticuerpos, purificados a partir de los sueros hiperinmune de conejo mediante columnas de afinidad, fueron utilizados para reconocer las proteínas TcAP1 y TcAP2 en las diferentes formas celulares del parásito. III. Determinación de la expresión de TcAP1 y TcAP2 en las distintas formas celulares de T. cruzi La expresión de TcAP1 en T. cruzi fue determinada mediante ensayos de western blot utilizando homogeneizados de proteínas totales de epimastigotes, tripomastigotes y amastigotes de T. cruzi de la cepa Dm28c y el anticuerpo anti-TcAP1 generado previamente. En la figura 5 se muestra el resultado obtenido, en el que se aprecia una doble banda cercana a 45 y 49 kDa en el homogeneizado correspondiente a proteínas de epimastigotes (carril 1) y una banda única de aproximadamente 58 kDa en los homogeneizados de proteínas de tripomastigotes y amastigotes (carriles 2 y 3, respectivamente). La presencia de la doble banda en epimastigotes, así como las diferencias observables entre la masa de TcAP1 para epimastigotes comparada con los resultados obtenidos para tripomastigotes y amastigotes podría deberse a la generación de distintas isoformas de esta enzima en las diferentes formas parasitarias. En relación a esto, el análisis de la secuencia de DNA genómico de la región codificante para TcAP1 indica la presencia de diversos 38 tripletes ATG, en marco de lectura, río arriba del primer ATG descrito para TcAP1 (Figura 6). No se descarta la existencia de modificaciones post-transcripcionales de la enzima que expliquen las diferencias en la movilidad electroforética. 1 2 3 64 49 Figura 5: Determinación de la expresión de TcAP1 en las distintas formas celulares de T. cruzi. Homogeneizados de proteínas totales de: 1, epimastigotes; 2, tripomastigotes; 3, amastigotes, reconocidas con el anticuerpo específico anti-TcAP1. A ATGTCCCTGTCGCCACCAGGGGCGAAATTTTTTTTTTTTTTTATGGTGTCATTTTGGATTCTGCGACTTTTCCTTTGTGTGTGTTTGTG TGTAGGTTTCATCTGCATTGATTGTGCGACGTGTACACGTCTTGTTTGTACCGCGGTGCTTTGCTCCGCCTCCCTTTCTTTCAACCTTT CAATTCACTGTTTCTGTGGATTATTTGCTGCCTGTGGTCGATCGCAGGGGCATCGTGCTGCCACCGCGCCTTTTATTTTACTTTGCATC TTTTTATTTTTATTTTTATTTTGCCCGCACGTATCATTTGTAATGTGCGTTTCTATCGTGCGGCTGTGCGGTGCCGTAAGTGTCATGCC GTCGGGACCTAAGGAACAGAAGCCGGTTGCGGCGGCCGGGGGGAAGCGCACACGCAGTCGATCCCCGTCGGCCACATCGCCGAAGAAAC CCGCCACGCGTTCCACGCGAATTCGTACGCCGACACCACCTTCCCGCTCGCTAAATTCTGCGGGTGCGGAGGCGACATCTCCCAATCGT CCCCTCGCGGCCGTATTGACCGCCCCGCCACCGTCGGACGATGACACGAGGAAGACGGAGAAGGATATTTGGAGCCAAGTGGAGCCCTT CCAGCGCCGAACAGCGGCGAAGGATTTCGACAGCAAACATATGCTGAAATTCATCACGTGGAATGTTGCTGGCCTGCGTGGGCTGCTGC GGAAGGATGACCAGGCGATCCAACGACTGCTCGAGGAGGAGGGGCCGGACGCGTTGTGTCTGCAGGAAACGAAGCTGAACCCGGACGAT CCACAAAATGAAAAGTTGGGCGAGGTGCCAGGGTACCGCTTCGTCGACCACGTCTGCCGCGCAAAGAAGGGGTACTCTGGCACACGGAC GTACATCAAAAATACGGCGGCCGCGGAGTGGAAGACGGTCACCGTAAAGGGATTTGACACCTTGAAAAGCCCGCAGGATGTCGGTCATA GTGAAGGGGATGAGGAGGGACGCGTTCTCACCACGTACTTTGGGACGCAAGGAAAGGGCAGCGAGACTTTTGCCCTGGCGCTGGTGAAT ACATACATCCCCAACAGTGGGATGTCGTTGGAGCGCCTCCCGTACCGCTGCCAGAAGTTTGATTTGCGGATCCGGCAACATTTATGCAC CTTGGGACGCTCTTGCAACCACGACAAGGAGGAGGGCGACGCCCCGTCACTCGCAGGTTTCATCTGGGCAGGCGACCTGAATGTCGCCG AGCGTGACTACGACCGTTACTTTGCCGGCTCCTACAAGGCGATGCAGAAGTGCAGCGGCTTCACCCCGGAGGAACGCGCCTCGTTCCGT GAAACATTGCGGGTGGCAAATGCGGTGGACACCTTCCGTGCGTTGTACCCAAAGGCGGCACCCGTTTACACATTTTGGTCCGCGCGCAT CAACGGCAGGGCCCGGGGCCTCGGTTGGCGGCTGGACTACTTCGTGGTCTCCGCCGCGTTGGCCCGCCACGTCGTGGACTGCTTCACGA TGCCCCACGTGATGGGGAGTGATCACTGCCCGCTGCAGATGTGGCTGCGCAGGTGA B MSLSPPGAKFFFFFMVSFWILRLFLCVCLCVGFICIDCATCTRLVCTAVLCSASLSFNLSIHCFCGLFAACGRSQGHRAA TAPFILLCIFLFLFLFCPHVSFVMCVSIVRLCGAVSVMPSGPKEQKPVAAAGGKRTRSRSPSATSPKKPATRSTRIRTPTP PSRSLNSAGAEATSPNRPLAAVLTAPPPSDDDTRKTEKDIWSQVEPFQRRTAAKDFDSKHMLKFITWNVAGLRGLLR KDDQAIQRLLEEEGPDALCLQETKLNPDDPQNEKLGEVPGYRFVDHVCRAKKGYSGTRTYIKNTAAAEWKTVTVKG FDTLKSPQDVGHSEGDEEGRVLTTYFGTQGKGSETFALALVNTYIPNSGMSLERLPYRCQKFDLRIRQHLCTLGRSCN HDKEEGDAPSLAGFIWAGDLNVAERDYDRYFAGSYKAMQKCSGFTPEERASFRETLRVANAVDTFRALYPKAAPVY TFWSARINGRARGLGWRLDYFVVSAALARHVVDCFTMPHVMGSDHCPLQMWLRR Figura 6: Análisis de la secuencia nucleotídica y aminoacídica de TcAP1 de T. cruzi. El análisis de la secuencia génica (A) de TcAP1 demostró la presencia de tripletes ATG (ATG) río arriba del ATG utilizado para el clonamiento de la proteína TcAP1 (ATG). La secuencia aminoacídica deducida (B) muestra las metioninas (M) que se generarían producto de los diversos ATG río arriba de la primera metionina (M). 39 La expresión de TcAP2 en T. cruzi también fue determinada mediante ensayos de western blot utilizando homogeneizados de proteínas totales de epimastigotes, tripomastigotes y amastigotes de T. cruzi de la cepa Dm28c (Figura 7, carriles 1, 2 y 3, respectivamente). En este caso, se identificó una sola banda de aproximadamente 68 kDa en las tres formas celulares de T. cruzi. 1 2 3 82 64 Figura 7: Determinación de la expresión de TcAP2 en las distintas formas celulares de T. cruzi. Homogeneizados de proteínas totales de: 1, epimastigotes; 2, tripomastigotes; 3, amastigotes, reconocidas con anticuerpo específico anti-TcAP2. IV. Nivel de expresión de TcAP1 y TcAP2 en epimastigotes de T. cruzi sometidos a estrés oxidativo Con el objetivo de determinar posibles modificaciones en el nivel de expresión de TcAP1 y TcAP2 en epimastigotes de T. cruzi expuestos a agentes genotóxicos (como ha sido reportado por Ramana y cols. para APE1 de H. sapiens (Ramana et al., 1998)), se evaluó la expresión de ambas endonucleasas AP en parásitos tratados con diferentes concentraciones de H 2 O 2 o NOO·- durante distintos tiempos. Posteriormente se realizaron ensayos de western blot, utilizando anticuerpos específicos para cada una de las enzimas (descritos en II) (figuras 8 y 9). Los resultados obtenidos fueron normalizados con el nivel de expresión de α-tubulina. 40 La incubación de epimastigotes con 200 µM de H 2 O 2 o NOO·- (figuras 8A y 8B, respectivamente) durante diferentes tiempos (0, 15, 30, 60, 120 y 240 minutos) no induce un incremento en los niveles de expresión de TcAP1. A su vez, la exposición de epimastigotes a 200 µM de H 2 O 2 en los tiempos mencionados tampoco induce cambios en los niveles de expresión de TcAP2 (figura 9A). Resultados similares se obtuvieron utilizando concentraciones de 500 µM de H 2 O 2 o NOO·- (no mostrado). Por otra parte, la exposición de epimastigotes a concentraciones crecientes de H 2 O 2 durante 30 minutos, tampoco determina un incremento en los niveles de expresión de TcAP1 (figura 8C) y TcAP2 (figura 9B). A 0 H2O2 200 µM 30 60 15 120 240 min 49 TcAP1 64 49 α-tubulina B 0 NOO- 200 µM 30 60 15 120 240 min 49 TcAP1 64 49 C 49 α-tubulina 0 2 0 5 0 H2O2 [ µM ] 100 200 500 1000 TcAP1 64 49 α-tubulina Figura 8: Nivel de expresión de TcAP1 en epimastigotes sometidos a agentes oxidantes. 12x106 epimastigotes/ml tratados con 200uM de H 2 O 2 (A) o NOO·- (B) durante 0, 15, 30, 60, 120 y 240 min, así como epimastigotes tratados con diferentes concentraciones de H 2 O 2 (0, 2, 5, 100, 200, 500 y 1000 µM) durante 30 min (C) fueron lisados y sometidos a ensayos de western blot, utilizando un anticuerpo primario policlonal anti-TcAP1 y un anticuerpo secundario anti-conejo conjugado a peroxidasa de rábano (Jackson ImmunoResearch) 41 A H2O2 200µM (min) 0 15 30 60 120 240 82 64 82 64 B H2O2 (µM) 82 0 20 50 100 200 500 1000 64 82 64 Figura 9: Nivel de expresión de TcAP2 en epimastigotes sometidos a H 2 O 2 . 12x106 epimastigotes/ml tratados con 200uM de H 2 O 2 durante 0, 15, 30, 60, 120 y 240 min (A) o sometidos a diferentes concentraciones de H 2 O 2 (0, 20, 50, 100, 200, 500 y 1000 µM) durante 30 min (B) fueron lisados y sometidos a ensayos de western blot, utilizando un anticuerpo primario policlonal anti-TcAP2 y un anticuerpo secundario anti-conejo conjugado a peroxidasa de rábano (Jackson ImmunoResearch) Objetivo específico 2_ Comprobar la funcionalidad de TcAP1 y TcAP2 por ensayos in vitro I. Obtención de constructos para generar TcAP1 y TcAP2 recombinantes Resultados obtenidos previamente durante el transcurso de esta tesis determinaron que la expresión de la proteína recombinante TcAP1 es altamente tóxica en bacterias y que TcAP2 expresada en estos organismos forman cuerpos de inclusión insolubles. Por tales motivos, se procedió a obtener las proteínas recombinantes en células eucariontes. Para ello se utilizaron modelos de expresión de levaduras S. cerevisiae y P. pastoris, así como células S2 de D. melanogaster. A pesar de la gran cantidad de ensayos destinados a obtener ambas endonucleasas AP en estos modelos, no fue posible lograr resultados satisfactorios (ver 42 secuenciaciones de los constructos obtenidos en anexos). Basados en estudios que indican que para la obtención de proteínas recombinantes es recomendable el uso de modelos celulares homólogos, o al menos filogenéticamente muy similares a las células de las cuales proviene el gen exógeno que codifica la proteína de interés (Greene, 2004; Hambsch et al., 2010) se procedió a utilizar el modelo L. tarentolae, un protozoo de la familia Trypanosomatidae, a la que pertenece T. cruzi, para la expresión de ambas endonucleasas AP. Este modelo requiere del uso del vector de expresión pLEXSY que permite la expresión de proteínas recombinantes fusionadas a una cola de 6 histidinas (Breitling et al., 2002; Lukes et al., 2006). Los genes tcap1 y tcap2 se insertaron en el vector pLEXSY para generar los constructos pLEXSY-tcap1 y pLEXSY-tcap2, respectivamente. Éstos se amplificaron en bacterias E. coli y se analizaron mediante PCR (Figura 10) y secuenciación automática de DNA (no mostrado, secuencia nucleotídica corresponde a la esperada). Los constructos generados fueron transfectados, mediante electroporación, en células de L. tarentolae cepa P10. 1 2 3 4 5 6 7 1500 1000 500 Figura 10: Confirmación de la inserción de las secuencias nucleotídicas tcap1 y tcap2 en el vector de expresión pLEXSY, mediante ensayos de PCR. 1: marcador de fragmentos de DNA cada 100 pb (Promega); 2: control positivo (amplificado de tcap1 mediante PCR, utilizando DNA genómico de T. cruzi como molde); 3: control negativo de la técnica de PCR sin DNA molde; 4: amplificado de tcap1 utilizando el constructo pLEXSY-tcap1 como DNA molde; 5: control positivo 43 (amplificado de tcap2 mediante PCR, utilizando DNA genómico de T. cruzi como molde); 6, control negativo de la técnica de PCR sin DNA molde; 7: amplificado de tcap2 utilizando el constructo pLEXSY-tcap2 como DNA molde. II. Detección y purificación de la proteína recombinante TcAP2 en condiciones nativas La detección de la expresión de las proteínas recombinantes TcAP1 y TcAP2 en L. tarentolae fue realizada mediante ensayos de western blot sobre homogeneizados de proteínas totales obtenidas desde cultivos de estos parásitos transfectados, seleccionados con G418 e incubados en medio BHI durante diferentes tiempos (24, 48, 72 y 96 horas post-selección). Para tales efectos, se utilizaron los anticuerpos anti-TcAP1 o anti-TcAP2 obtenidos previamente. Sólo fue posible observar la expresión de una banda de masa cercana a la esperada para la proteína recombinante TcAP2 en este modelo de expresión (figura 11). 1 2 3 4 5 115 82 64 49 Figura 11: Expresión de la proteína recombinante TcAP2 en células de L. tarentolae. Se obtuvo homogeneizados de proteínas totales desde cultivos de L. tarentolae transfectadas con el constructo pLEXSY-tcap2. Las muestras fueron tomadas a diferentes tiempos y la evaluación se realizó mediante ensayos de western blot utilizando un anticuerpo primario policlonal anti TcAP2 y un anticuerpo secundario anti conejo conjugado a peroxidasa de rábano (Jackson ImmunoResearch). 1: homogeneizado de proteínas totales de L. tarentolae sin transfectar; 2: homogeneizado de proteínas totales de L. tarentolae obtenido luego de 24 hrs post-selección; 3: homogeneizado de proteínas totales de L. tarentolae obtenido luego de 48 hrs post- 44 selección; 4: homogeneizado de proteínas totales de L. tarentolae obtenido luego de 72 hrs post-selección; 5: homogeneizado de proteínas totales de L. tarentolae obtenido luego de 96 hrs post-selección. Posteriormente, la proteína recombinante TcAP2 obtenida en L. tarentolae fue purificada mediante columnas de agarosa-níquel. Las eluciones obtenidas fueron evaluadas mediante ensayos de western blot utilizando anticuerpos anti-TcAP2 (figura 12A) y anticuerpos antihistidina (figura 12B). Como se observa en la figura, ambos anticuerpos identifican una banda cercana a los 80 kDa (masa de tamaño superior a lo esperado) que correspondería a TcAP2 recombinante. A 1 2 3 4 5 B 6 115 82 115 82 64 49 64 1 2 3 4 5 6 49 Figura 12: Purificación de la proteína recombinante TcAP2. La purificación de TcAP2 ( ) se realizó mediante columnas de agarosa-níquel. Las fracciones obtenidas fueron analizadas mediante ensayos de western blot utilizando un anticuerpo primario policlonal anti-TcAP2 (A) o primario monoclonal antihistidina (B). Posteriormente se aplicó un anticuerpo secundario anti conejo conjugado a peroxidasa de rábano (Jackson ImmunoResearch). 1-2: alícuotas de lavados de la columna previo a la elusión de la proteína de interés; 3-6: alícuotas de elusión secuenciales obtenidas desde la columna de agarosa-níquel. III. Generación de dominantes negativos de las proteínas TcAP1 y TcAP2 mediante mutagénesis sitio-dirigida de las secuencias nucleotídicas codificantes La mutación de la secuencia nucleotídica de la endonucleasa APE1 (homóloga humana de TcAP1) permitió a los investigadores McNeill y Wilson (McNeill and Wilson, 2007) generar un 45 dominante negativo de ésta proteína. Esta enzima mutante tiene la capacidad de reconocer un sitio AP pero no puede realizar la hidrólisis del DNA, permaneciendo unida al sitio durante un tiempo prolongado. Como resultado, impide el reconocimiento del sitio AP por APE1 no mutada y, por lo tanto, inhibe su actividad endonucleasa AP. Basándonos en estos estudios, se identificó los residuos homólogos a los modificados en APE1-DN (E96 y D210), determinando que éstos corresponden los aminoácidos E260 y D411 para TcAP1, así como E49 y D169 para TcAP2. Ambos residuos forman parte del sitio catalítico de las enzimas. Se diseñaron partidores nucleotídicos específicos para cada mutación, que determinan cambios en residuos aminoacídicos E-Q (ácido glutámico por glutamina) y D-N (ácido aspártico por asparragina) de ambas proteínas. Utilizando como molde los plasmidios pMT/V5-tcap1 y pMT/V5-tcap2 (descritos en Materiales y Métodos) se usó el kit QuikChange® Lightning Site-Directed Mutagenesis (Stratagene) con el objetivo de introducir ambas mutaciones de manera secuencial, es decir, en primer lugar la mutación E-Q y luego la mutación D-N. Cada plasmidio mutado fue secuenciado automáticamente (figura 13) y posteriormente las secuencias nucleotídicas codificantes de cada dominante negativo putativo fue utilizada para su inserción en el vector de expresión de T. cruzi pTREX. 46 TcAP1 DOM-EQ-TCAP1 TTGTGTCTGCAGGAAACGAAGCTGAACCCGGACGATCCACAAAATGAAAA 464 TTGTGTCTGCAGCAAACGAAGCTGAACCCGGACGATCCACAAAATGAAAA 500 ************ ************************************* TcAP1 DOM-DN-TCAP1 GGCGACGCCCCGTCACTCGCAGGTTTCATCTGGGCAGGCGACCTGAATGT 890 GGCGACGCCCCGTCACTCGCAGGTTTCATCTGGGCAGGCAACCTGAATGT 447 *************************************** ********** TcAP2 DOM-EQ-TCAP2 CGGACTCAAGCGGACATTGTTTGCCTACAGGAAGTGAAGGGGTCGTGGGC 140 CGGACTCAAGCGGAAATTGTTTGCCTACAGCAAGTGAAGGGGTCGTGGGC 170 ************** *************** ******************* TcAP2 DOM-DN-TcPA2 GGGTAAACCTGTCATTTTGCTAGGGGATTTGAATCAGACATATCGAGCGG 529 GGGTAAACCCGTCATTTTGCTAGGGAATTTGAATCAGACATATCGAGCGG 395 ********* *************** ************************ Figura 13: Secuenciación de plasmidios pMT/V5-tcap1-DomNeg y pMT/V5-tcap2-DomNeg. Los plasmidios con los insertos de las secuencias nucleotídicas codificantes para dominantes negativos de TcAP1 y TcAP2 fueron evaluados mediante secuenciación automática. Los resultados muestran el cambio de nucleótidos esperados, GAA→CAA (Ac.glutámico →glutamina), GAC→AAC y GAT→AAT (Ac. aspártico →asparragina). IV. Detección de la actividad endonucleasa AP de extractos proteicos de epimastigotes y de la proteína recombinante TcAP2 purificada sobre oligonucleótidos con un sitio abásico Con el objetivo de detectar actividad enzimática AP en extractos de proteínas totales de epimastigotes, se diseñó un oligonucleótido sintético de 24 mer con un uracilo en la posición 8 que puede ser escindido por la actividad de una uracil DNA glicosilasa (UDG) dando origen a un oligonucleótido con un sitio abásico AP (oligo AP). Para tales propósitos, el oligonucleótido fue marcado en 5’ con Pγ32 y alineado con el oligonucleótido complementario no marcado. Posteriormente el oligo fue tratado o no con la enzima UDG de E. coli e incubado con el extracto proteico de epimastigotes. Finalmente, se realizó una separación electroforética en geles denaturantes de formamida-acrilamida y se detectó la radiactividad con un equipo phosphorimager (BioRad). En la figura 14 se muestran los resultados obtenidos en este ensayo. 47 En el carril 1 se observa la presencia de una banda de 7 mer correspondiente al oligo AP tratado con UDG y co-incubado con la endonucleasa AP Exo III de E. coli, como control positivo de la técnica. En el carril 2 se aprecia una banda de 24 mer correspondiente al oligo AP tratado sólo con UDG, como control negativo de la técnica. En los carriles 3 y 4 se muestran los resultados obtenidos al incubar el oligo AP con extractos de proteínas totales de epimastigotes sin pre-tratar y tratados con UDG de E. coli, respectivamente. Tanto en presencia como ausencia del pretratamiento con la DNA glicosilasa se identifica una banda de aproximadamente 7 mer correspondiente al producto generado por la actividad endonucleasa AP presente en epimastigotes, que corta el oligonucleótido inicial de 24 mer en dos fragmentos, uno de 16 mer con un residuo azúcar fosfato (no marcado, no detectado) y uno de 7 mer marcado con Pγ32 en el extremo 5’. Estos resultados demuestran la existencia de actividad endonucleasa AP en epimastigotes de T. cruzi, así como actividad uracil-DNA glicosilasa intrínseca que permite generar un sustrato adecuado (sitio AP) para la actividad enzimática de las endonucleasas AP. 48 1 2 3 4 - 24mer - 7mer Figura 14: Detección de la actividad endonucleasa AP de epimastigotes de T. cruzi. Extractos proteicos de epimastigotes fueron incubados con el oligo-AP pre-tratado o no con la enzima UDG durante 2 hrs a 30⁰ C. 1: control positivo de la técnica, oligo-AP tratado con UDG, co-incubado con Exo III de E. coli; 2: control negativo de la técnica, oligo-AP tratado sólo con UDG; 3: oligo-AP incubado con extractos proteicos de epimastigotes sin pre-tratar con UDG; 4: oligo-AP incubado con extractos proteicos de epimastigotes pre-tratado con UDG. Posteriormente, para evaluar la capacidad de T. cruzi de reparar el oligonucleótido con un sitio AP, se agregó dos concentraciones diferentes de ATP (5 mM o 10 mM) a la misma reacción descrita previamente. La reparación del sitio AP se evidencia por la regeneración del oligonucleótido de 24 mer. Como se observa en la figura 15 (carril 2) y de forma similar a lo observado anteriormente, la incubación del oligo AP con extractos proteicos de epimastigotes en ausencia de ATP determina la presencia de una banda de 7 mer, que corresponde al oligonucleótido AP cortado. Sin embargo, al agregar ATP 5 mM (carril 3) o ATP 10 mM (carril 4) a la reacción, se aprecia la existencia de una banda de aproximadamente 24 mer que correspondería al oligonucleótido con el sitio AP reparado. Como control negativo de la actividad endonucleasa AP, el oligo-AP fue tratado sólo con UDG (carril 1). Como control positivo de la 49 actividad endonucleasa AP, el oligo-AP fue tratado con UDG y con Exo III de E. coli (carril 5). Estos resultados sugieren que los epimastigotes de T. cruzi son capaces de reparar el sitio AP generado en el oligonucleótido de forma ATP dependiente. Resultados similares se obtienen al utilizar extractos proteicos de tripomastigotes y amastigotes de T. cruzi en presencia y ausencia de ATP 5 mM (figura 16). Bandas de tamaños inferiores a 24 mer y superiores a 7 mer que se observan en las figuras 15 y 16 podrían corresponder a productos de degradación del oligonucleótido de 24 mer. 1 2 4 3 5 - 24mer - 7mer Figura 15: Reparación de sitios AP por epimastigotes de T. cruzi. Extractos proteicos de epimastigotes fueron incubados durante 2 hrs a 30⁰ C con el oligo-AP pre-tratado con UDG en ausencia o presencia de distintas concentraciones de ATP. 1: control negativo de actividad endonucleasa AP, oligo-AP tratado con UDG; 2: oligo-AP incubado con extractos proteicos de epimastigotes sin agregar ATP; 3: oligo-AP incubado con extractos proteicos de epimastigotes y ATP 5 mM; 4: oligo-AP incubado con extractos proteicos de epimastigotes y ATP 10 mM; 5: control positivo de actividad endonucleasa AP, oligo-AP pre-tratado con UDG co-incubado con Exo III de E. coli. 50 1 2 3 4 5 6 7 8 - 24mer - 7mer Figura 16: Detección de la actividad endonucleasa AP y reparación de sitio AP en las distintas formas celulares de T. cruzi. Extractos proteicos de epimastigotes, tripomastigotes y amastigotes fueron incubados durante 2 hrs a 30⁰ C con el oligo-AP pre-tratado con UDG en presencia o ausencia de 5mM de ATP. 1: control negativo de actividad endonucleasa AP, oligo-AP tratado con UDG; 2: control positivo de actividad endonucleasa AP, oligo-AP pre-tratado con UDG coincubado con Exo III de E. coli; 3: oligo-AP incubado con extractos proteicos de epimastigotes sin agregar ATP; 4: oligo-AP incubado con extractos proteicos de epimastigotes y ATP 5 mM; 5: oligoAP incubado con extractos proteicos de tripomastigotes sin agregar ATP; 6: oligo-AP incubado con extractos proteicos de tripomastigotes y ATP 5 mM; 7: oligo-AP incubado con extractos proteicos de amastigotes sin agregar ATP; 8: oligo-AP incubado con extractos proteicos de amastigotes y ATP 5 mM 51 Por otra parte, se evaluó la actividad enzimática de la proteína recombinante TcAP2 expresada y purificada desde L. tarentolae, utilizando el oligonucleótido sintético de 24 mer con un uracilo en la posición 8 en condiciones similares a las descritas previamente. Sin embargo, la incubación de TcAP2 recombinante con el oligo AP fue realizada a diferentes tiempos (0, 15, 30 y 60 minutos). Como se observa en la figura 17, la actividad endonucleasa AP de TcAP2 recombinante aumenta en función del tiempo de incubación con el oligonucleótido AP, evidenciada por una disminución de la intensidad de la banda correspondiente al sustrato (24 mer) y un incremento de la intensidad de la banda correspondiente al producto (7 mer). 1+ 2- 3 4 5 6 - 24mer - 7mer Figura 17: Detección de la actividad endonucleasa AP de TcAP2 recombinante. La proteína TcAP2 recombinante purificada fue incubada a 30⁰ C con el oligo-AP pre-tratado con la enzima UDG a distintos tiempos. 1: control positivo de la técnica, oligo-AP tratado con UDG, co-incubado con Exo III de E. coli; 2: control negativo de la técnica, oligo-AP tratado sólo con UDG; 3: oligo-AP incubado con TcAP2 recombinante a tiempo 0; 4: oligo-AP incubado con TcAP2 recombinante durante 15 min; 5: oligo-AP incubado con TcAP2 recombinante durante 30 min; 6: oligo-AP incubado con TcAP2 recombinante durante 60 min. 52 V. Evaluar la actividad endonucleasa AP de extractos proteicos de epimastigotes y de la proteínas recombinante TcAP2 en presencia o ausencia de metoxiamina (inhibidor de la vía BER) Metoxiamina (MTX) es un inhibidor de la vía BER que reconoce sitios AP del DNA y se une a estos de forma irreversible, impidiendo el reconocimiento, unión y actividad de las enzimas endonucleasas AP. Para determinar si MTX es capaz de inhibir la actividad endonucleasa AP descrita anteriormente para T. cruzi, se incubó extractos proteicos de epimastigotes con el oligonucleótido AP con un uracilo en la posición 8 previamente tratado con UDG, en presencia o ausencia de MTX 10mM. Como se muestra en la figura 18, en los extractos incubados con el oligonucleótido AP de 24 mer, tratado previamente con UDG en ausencia de MTX, se aprecia una banda de 7 mer, indicativa de la escisión del oligo por la actividad endonucleasa AP de T. cruzi (carril 3). Por el contrario, cuando el oligo de 24 mer es tratado durante 30 minutos con UDG y 15 minutos con metoxiamina 10 mM, y posteriormente es incubado con el extracto proteico de epimastigotes, la actividad endonucleasa AP de T. cruzi es inhibida, evidenciado por la presencia de una banda de 24 mer y la ausencia de una banda de 7 mer (carril 4). 53 1 2 3 4 Figura 18: MTX inhibe de la actividad endonucleasa AP de T. cruzi. Extractos proteicos de epimastigotes fueron incubados a 30⁰ C con el oligo-AP pre-tratado con UDG en presencia o ausencia de MTX 10 mM. 1: control positivo de la técnica, oligo-AP tratado con UDG, coincubado con Exo III de E. coli; 2: control negativo de la técnica, oligo-AP tratado sólo con UDG; 3: oligo-AP pretratado con UDG, en ausencia de MTX e incubado con extractos proteicos de epimastigotes; 4: oligo-AP pretratado con UDG, en presencia de MTX 10mM e incubado con extractos proteicos de epimastigotes. La actividad endonuclesa AP de TcAP2 recombinante también es inhibida por MTX. Para visualizar esta inhibición, oligonucleótidos de 24 mer con un uracilo en la posición 8 fueron sometidos a la actividad enzimática de UDG y posteriormente tratados y no tratados durante 15 minutos con MTX 10mM. Luego, los oligonucleótidos AP fueron incubados durante diferentes tiempos (0, 15 y 30 minutos) con TcAP2 recombinante. Como se puede apreciar en la figura 19, en ausencia de tratamiento con MTX el corte del oligo AP aumenta de manera directamente proporcional al tiempo de incubación con la proteína TcAP2 recombinante (carriles 3, 4 y 5). Por el contrario, el tratamiento del oligo AP con MTX 10 mM bloquea completamente la actividad endonucleasa AP de TcAP2 recombinante en todos los tiempos probados (carriles 6, 7 y 8). 54 1 2 3 4 5 6 7 8 - 24mer - 7mer Figura 19: MTX inhibe de la actividad endonucleasa AP de TcAP2. La proteína recombinante TcAP2 fue incubada con el oligo-AP pre-tratado con UDG en presencia o no de 10 mM de MTX a distintos tiempos. 1: control negativo de la técnica, oligo-AP tratado sólo con UDG; 2: control positivo de la técnica, oligo-AP tratado con UDG, co-incubado con Exo III de E. coli; 3, 4 y 5: oligo-AP pretratado con UDG, en ausencia de MTX, e incubado con TcAP2 durante 0, 15 y 30 min, respectivamente. 6, 7 y 8: oligo-AP pretratado con UDG, en presencia de MTX, e incubado con TcAP2 durante 0, 15 y 30 min, respectivamente. En resumen, los resultados obtenidos hasta el momento nos permiten concluir que: I. Existe actividad uracil glicosilasa y endonucleasa AP en las tres formas celulares de T. cruzi. La actividad endonucleasa AP de T. cruzi estaría dada, al menos en parte, por la enzima TcAP2. II. Las tres formas celulares de T. cruzi son capaces de reparar sitios abásicos del DNA de manera ATP dependiente. III. La actividad endonucleasa AP de T. cruzi, y particularmente TcAP2, puede ser inhibida por metoxiamina. No se descarta que TcAP1 también pueda ser inhibida por esta droga. 55 El hecho de que metoxiamina inhiba la actividad endonucleasa AP de T. cruzi es indicativo IV. de la existencia de una vía BER evolutivamente conservada desde Kinetoplástidos a mamíferos para la reparación del DNA. Objetivo específico 3_ Generar cepas de T. cruzi que sobreexpresen las proteínas nativas y dominantes negativos de TcAP1 y TcAP2. Evaluar su viabilidad en condiciones de estrés oxidativo I. Inserción de las secuencias nucleotídicas codificantes para TcAP1, TcAP2 y dominantes negativos putativos de ambas proteínas en el vector de expresión pTREX-gfp El vector pTREX-gfp, específico para la expresión de proteínas recombinantes en T. cruzi, permite generar una proteína de fusión con GFP en la región carboxilo-terminal. Utilizando partidores con sitios para las enzimas de restricción Xba I y Hind III se amplificaron las secuencias nucleotídicas codificantes para TcAP1, TcAP2 y los dominantes negativos de ambas proteínas, previamente generados, mediante PCR. Los productos obtenidos se insertaron en el vector de expresión, obteniéndose los constructos pTREX-gfp-tcap1, pTREX-gfp-tcap1-DN (dominante negativo de TcAP1), pTREX-gfp-tcap2 y pTREX-gfp-tcap2-DN (dominante negativo de TcAP2). Los constructos fueron electroporados en bacterias E. coli DH5α para su amplificación. La presencia de las secuencias codificantes para cada una de las endonucleasas y sus dominantes negativos fue comprobada por PCR (figura 20) y secuenciación automática de DNA (no mostrado, secuencia corresponde a la esperada). 56 1 2 3 4 5 6 7 8 9 1500 1000 500 Figura 20: Verificación de la inserción de las secuencias nucleotídicas codificantes para TcAP1, TcAP2 y dominantes negativos putativos de ambas proteínas en el vector de expresión pTREX-gfp mediante PCR. 1: marcador de fragmentos de DNA cada 100 pb (Promega); 2: control positivo para TcAP1 (amplificado de tcap1 utilizando DNA genómico de T. cruzi como molde); 3: control negativo para TcAP1 de la técnica de PCR sin DNA molde; 4: amplificado de tcap1 utilizando el constructo pTREX-gfp-tcap1 como DNA molde; 5, amplificado de tcap1-DN utilizando el constructo pTREX-gfp-tcap1-DN como DNA molde; 6, control positivo para TcAP2 (amplificado de tcap2 utilizando DNA genómico de T. cruzi como molde); 3: control negativo para TcAP2 de la técnica de PCR sin DNA molde; 4: amplificado de tcap2 utilizando el constructo pTREX-gfp-tcap2 como DNA molde; 4, amplificado de tcap2-DN utilizando el constructo pTREX-gfp-tcap2DN como DNA molde. II. Transfección de epimastigotes con los constructos pTREX-gfp-tcap1 y pTREX-gfp-tcap2, y confirmación de la expresión de las proteínas correspondientes Los distintos constructos pTREX-gfp-tcap1 y pTREX-gfp-tcap2 fueron electroporados en epimastigotes en fase exponencial de crecimiento. Luego de 4-5 semanas post-transfección se identificó la expresión de las distintas proteínas mediante observación directa al microscopio de fluorescencia. Los epimastigotes transfectados con el plasmidio vacío pTREX-gfp expresan la proteína fluorescente verde GFP en su citoplasma (figura 21A). Por otra parte, la fluorescencia de los parásitos transfectados con los constructos destinados a expresar ambas endonucleasas AP fusionadas a GFP se encuentra delimitada a un área específica del epimastigote (figuras 21B y C) que probablemente corresponda al núcleo. Para comprobar si TcAP1-GFP y TcAP2-GFP se expresan exclusivamente en éste organelo, se realizó un ensayo de inmunofluorescencia 57 utilizando un anticuerpo policlonal anti-GFP. La comparación de la localización de GFP con las zonas ricas en DNA (núcleo y kinetoplasto) marcadas con DAPI, permitió demostrar que tanto TcAP1-GFP como TcAP2-GFP se expresan exclusivamente en el núcleo (Figura 22). A B C D E F Figura 21: Localización de TcAP1-GFP y TcAP2-GFP en epimastigotes transfectados. Epimastigotes transfectados con el plasmidio vacío pTREX-gfp (A y D) y con los plasmidios pTREX-gfp -tcap1 (B y E) o pTREX-gfp-tcap2 (C y F) fueron observados al fresco en un microscopio de fluorescencia utilizando un filtro de 520±20 nm para determinar la expresión y la localización de las proteínas de fusión. A, B y C: detección de fluorescencia verde. D, E y F: contraste de fase. Flechas → TcAP1-GFP o TcAP2-GFP. Barra 10 µm. 58 A B C D F G H 10µm E 10µm Figura 22: TcAP1-GFP y TcAP2-GFP se localizan exclusivamente en el núcleo de epimastigotes de T. cruzi. Localización subcelular de TcAP1 (A-D) y TcAP2 (E-H) determinada por inmunofluorescencia utilizando un anticuerpo anti-GFP. A y E) Contraste de fase; B y F) Observación con filtro 430±20 nm para evidenciar fluorescencia azul de DAPI; C y G) Observación con filtro 520±20 nm para evidenciar fluorescencia verde de GFP; D) Sobreposición utilizando pseudocolor rojo de B con fluorescencia verde de C; H) Sobreposición utilizando pseudocolor rojo de F con fluorescencia verde de G. Flecha (→): núcleo; Cabeza de flecha (◄): kinetoplasto. Barra 10 µm. La presencia de TcAP1-GFP en los epimastigotes transfectados también fue evaluada mediante ensayos de western blot utilizando un anticuerpo anti-GFP (figura 23A) o un anticuerpo anti TcAP1 (figura 23B). En la figura 23A se observa que TcAP1-GFP presenta una masa molecular mayor a la esperada (aproximadamente 73kDa). Sin embargo, la misma banda se identifica con el anticuerpo anti-TcAP1 (figura 23B), confirmando que se trata de la proteína de fusión esperada. El nivel de expresión de la enzima recombinante es alrededor de 1.4 veces comparado con el nivel de expresión de TcAP1 endógena (figura 23 E). De manera similar a lo observado para TcAP1-GFP, la proteína de fusión TcAP2-GFP presenta una masa molecular mayor a la esperada, 59 aproximadamente 90 kDa (figura 23C y 23D). El nivel de expresión de TcAP2-GFP es similar al nivel de expresión de TcAP2 endógena (figura 23F). Para expresar TcAP2 se empleó un vector con una secuencia de 78 nucleótidos entre tcap2 y gfp que genera un péptido con estructura de αhélice que separa ambas proteínas (TcAP2 y GFP). Este plasmidio genera una proteína GFP de masa molecular cercana a 30kDa (figura 23C y 23D), mientras que el plasmidio utilizado para TcAP1 genera una proteína GFP de aproximadamente 27kDa (figura 23A y 23B). A 1 2 B 1 2 C 3 4 D 3 4 E 140 120 100 82 64 49 37 82 64 49 37 82 82 64 49 Endógeno 60 Recombinante 40 64 20 49 120 37 37 80 0 F 100 80 60 Endógeno Recombinante 40 20 0 Figura 23: Expresión de TcAP1-GFP y TcAP2-GFP en epimastigotes transfectados. Detección mediante ensayos de western blot de las proteínas recombinantes sobre lisados de epimastigotes transfectados. Identificación de TcAP1-GFP mediante western blot utilizando un anticuerpo anti-GFP (A) y un anticuerpo anti-TcAP1 (B). Identificación de TcAP2-GFP utilizando un anticuerpo anti-TcAP2 (C) y un anticuerpo antiGFP (D). 1 y 3: Homogeneizados de proteínas totales de epimastigotes transfectados con el vector vacío pTREX-gfp, expresando GFP (←); 2 y 4: Homogeneizados de proteínas totales de epimastigotes transfectados con el constructo pTREX-tcap1-gfp o pTREX-tcap2-gfp, expresando TcAP1-GFP (←) o TcAP2GFP (←), respectivamente. Adicionalmente se muestran las bandas correspondientes a TcAP1 (◄) y TcAP2 (◄) endógenos. E y F: Densitometría comparativa entre los niveles de expresión de TcAP1-GFP (←) y TcAP1 endógena (◄) o TcAP2-GFP (←) y TcAP2 endógena(◄). 60 Con los resultados obtenidos se concluye que los parásitos transfectados efectivamente están expresando las proteínas deseadas y, por lo tanto, son adecuados para utilizar en el desarrollo de los experimentos de evaluación de viabilidad frente a estrés oxidativo. Hasta el momento no se ha logrado obtener epimastigotes que sobreexpresen los dominantes negativos putativos para ambas endonucleasas AP. III. Evaluación de la viabilidad de epimastigotes que sobreexpresan las proteínas TcAP1 y TcAP2, expuestos a agentes oxidantes A pesar de que los epimastigotes transfectados con constructos basados en pTREX-GFP son seleccionados con el antibiótico G418, no es posible obtener poblaciones homogéneas en las que el 100% de los parásitos expresen la proteína de interés. Por lo tanto, normalmente luego de la selección se presentan poblaciones donde coexisten parásitos que expresan la proteína de interés fusionada a GFP con parásitos que no la expresan. Por lo anteriormente mencionado, para conseguir poblaciones homogéneas los cultivos parasitarios debieron ser sometidos a una separación celular utilizando citometría de flujo (Cell sorter flow cytometry). Con este método los cultivos alcanzaron, en general, sobre un 95% de parásitos fluorescentes (figura 24). Estos cultivos enriquecidos en parásitos que expresan la proteína de interés fueron utilizados para realizar los ensayos de viabilidad. 61 8,7% 97,6% Figura 24: Separación celular por citometría de flujo de parásitos transfectados con pTREXtcap1. Los epimastigotes transfectados con pTREX-tcap1-gfp fueron separados de parásitos no transfectados mediante citometría de flujo, con el objetivo de incrementar la proporción de parásitos que expresan TcAP1-GFP. A) Porcentaje de epimastigotes que expresan TcAP1-GFP en un cultivo heterogéneo de parásitos (8,7% parásitos fluorescentes); B) Porcentaje de epimastigotes que expresan TcAP1-GFP posterior a la separación mediante citometría de flujo (97,6% parásitos fluorescentes). Para evaluar si la sobreexpresión de TcAP1 o TcAP2 incrementa la viabilidad de T. cruzi frente a estrés oxidativo, los parásitos transfectados fueron tratados con diferentes concentraciones de H 2 O 2 o NOO·- durante 30 minutos. Posteriormente se incubaron en medio fresco durante 4 horas para permitir su recuperación (reparación de DNA, (Cabrera et al., 2011)) y, finalmente, se determinó su viabilidad mediante ensayos de MTT. Cada cepa transformada (pTREX-gfp-tcap1 o pTREX-gfp-tcap2) fue comparada con su control. En la figura 25 se aprecia que la exposición a H 2 O 2 o NOO·- disminuye la viabilidad de los epimastigotes de forma concentración dependiente. Sin embargo, tanto la sobreexpresión de TcAP1 como de TcAP2 incrementa moderadamente la viabilidad de los epimastigotes frente al tratamiento con NOO·- (figura 25A y 25B). Por otra parte, la sobreexpresión de TcAP1 también aumenta la viabilidad de los epimastigotes expuestos a H 2 O 2 62 (figura 25C). La sobreexpresión de TcAP2 no demostró tener un efecto protector frente a este agente oxidante (figura 25D). A B NOO·-μM NOO·-μM C D Figura 25: Evaluación de la viabilidad de epimastigotes transfectados sometidos a estrés oxidativo. Epimastigotes que sobreexpresan TcAP1 (A y C) o TcAP2 (B y D) y sus controles fueron tratados durante 30 min a 28º C con distintas concentraciones de NOO·- (A y B) o H 2 O 2 (C y D). Posteriormente, los parásitos fueron incubados en medio fresco durante 4 horas a 28º C. El análisis de viabilidad se realizó mediante ensayos de MTT y los resultados obtenidos fueron analizados estadísticamente aplicando ANOVA de dos vías con corrección de Bonferroni. *** p< 0,001; ** p< 0,01. Dado que no fue posible obtener cepas recombinantes de T. cruzi que expresen los dominantes negativos putativos de TcAP1 o TcAP2, se procedió a evaluar el efecto de la expresión de la endonucleasa APE1 dominante negativa humana en epimastigotes sometidos a estrés oxidativo (APE1-DN, descrito previamente por Mc Neill y Wilson (McNeill and Wilson, 63 2007)). El vector pTREX-ape1-DN-gfp utilizado para expresar dicha proteína en T. cruzi fue generado en el laboratorio de Biología Celular y Molecular, ICBM, Universidad de Chile. Los resultados demostraron que epimastigotes que expresan APE1-DN-GFP presentan menor viabilidad que parásitos control frente a la exposición a diferentes concentraciones de H 2 O 2 (figura 26). Paralelamente, mediante ensayos in vitro utilizando oligonucleótidos sintéticos de 24 mer con un uracilo en la posición 8, se evaluó la capacidad de APE1-DN de inhibir la actividad endonucleasa AP de la proteína recombinante TcAP2. En la figura 27, se aprecia una intensa banda de 7 mer correspondiente a la incubación del oligo AP con 2 μg de TcAP2 recombinante, indicativo de corte enzimático del oligo (carril 3). Por el contrario, se aprecia una mayor intensidad de la banda de 24 mer posterior a la incubación del oligo con 2 μg de APE1-DN (carril 4). Finalmente, la co-incubación del oligo AP con 2 μg de TcAP2 y concentraciones crecientes de APE1-DN (2, 4 y 6 μg, carriles 5, 6 y 7, respectivamente) determina una disminución paulatina de la intensidad de la banda de 7 mer y un incremento de la banda de 24 mer. Este resultado demuestra que la proteína recombinante APE1-DN se comporta como dominante negativo inhibiendo la actividad endonucleasa AP de la proteína recombinante TcAP2, incluso al utilizar una relación 1:1 de concentración de ambas enzimas. Estos resultados en conjunto demuestran que la inhibición de la actividad endonucleasa AP de epimastigotes disminuye su viabilidad frente a estrés oxidativo. 64 Figura 26. Evaluación de la viabilidad de epimastigotes transfectados con APE1-DN sometidos a estrés oxidativo. Epimastigotes que sobreexpresan APE1-DN y controles fueron tratados durante 30 min a 28ºC con distintas concentraciones de H 2 O 2 . Posteriormente, los parásitos fueron recuperados en medio fresco durante 4 horas a 28º C. El análisis de viabilidad se realizó mediante ensayos de MTT. 1 2 3 4 5 6 7 Figura 27: APE1-DN inhibe de la actividad endonucleasa AP de TcAP2. La proteína recombinante TcAP2 fue incubada con el oligo-AP pre-tratado con UDG en presencia o ausencia de diferentes concentraciones de la proteína recombinante APE1-DN a 30º C durante 2 hrs. 1: control positivo de la técnica, oligo-AP tratado con UDG, co-incubado con Exo III de E. coli; 2: control negativo de la técnica, oligo-AP tratado sólo con UDG; 3: oligo-AP pretratado con UDG, en ausencia de APE1-DN e incubado con 2 μg de TcAP2; 4: oligo-AP pretratado con UDG, incubado con 2 μg de APE1-DN; 5: oligo-AP pretratado con UDG, co-incubado con 2 μg de TcAP2 y 2 μg de APE1-DN; 6: oligo-AP pretratado con UDG, co-incubado con 2 μg de TcAP2 y 4 μg de APE1-DN; 7: oligo-AP pretratado con UDG, co-incubado con 2 μg de TcAP2 y 6 μg de APE1-DN. 65 Resumen de resultados En este trabajo se ha comprobado que T. cruzi expresa las endonucleasas TcAP1 y TcAP2 en todas sus formas celulares. Además, se determinó que estas proteínas no incrementan su expresión frente a estrés oxidativo en epimastigotes, en las condiciones experimentales utilizadas. Estas condiciones no permiten definir el tiempo y concentraciones precisos de exposición a los agentes oxidantes. En consecuencia, no se descarta que una exposición más prolongada o permanente a agentes oxidantes incremente la expresión o activación de TcAP1 y/o TcAP2. Por otra parte, utilizando células de L. tarentolae, un tripanosomátido de la misma familia que T. cruzi, se expresó TcAP2. Esta proteína fue purificada en condiciones nativas y se determinó que posee actividad enzimática endonucleasa AP. Esta actividad fue detectada también en extractos proteicos de epimastigotes, tripomastigotes y amastigotes de T. cruzi, en los que se comprobó la capacidad del parásito de reparar un sitio abásico. Se determinó además que la actividad endonucleasa AP de extractos proteicos del parásito y de TcAP2 recombinante puede ser inhibida por MTX, un inhibidor de la vía BER. Este resultado es indicativo de la existencia de una vía BER evolutivamente conservada para la reparación del DNA desde kinetoplástidos a mamíferos. Por otra parte, se generó una serie de constructos específicos para T. cruzi que poseen las secuencias génicas de TcAP1 y TcAP2. Con éstos se generaron cepas recombinantes de epimastigotes de T. cruzi que sobreexpresan las proteínas TcAP1-GFP y TcAP2-GFP. Se demostró que ambas endonucleasas AP se expresan con una masa molecular mayor pero cercana a la masa 66 esperada, localizándose sólo en el núcleo de los epimastigotes transfectados. La sobreexpresión de TcAP1 o TcAP2 en epimastigotes de T. cruzi produce un incremento en la viabilidad de estos parásitos frente a estrés oxidativo. Estos experimentos no pudieron ser realizados en epimastigotes que expresan los dominantes negativos de cada endonucleasa dado que no fue posible generar los transfectantes. Sin embargo, la utilización de una cepa de epimastigotes que expresa APE1-DN, permitió determinar que el bloqueo de la actividad endonucleasa AP de los parásitos induce una disminución de su viabilidad frente al estrés oxidativo. Esto se complementa con la determinación de que APE1-DN recombinante es capaz de inhibir la actividad endonucleasa AP de TcAP2 recombinante en ensayos in vitro. En conjunto, estos resultados responden a la pregunta central de esta Tesis, remarcando la importancia de las endonucleasas TcAP1 y TcAP2 en la sobrevida de T. cruzi frente a estrés oxidativo. 67 DISCUSIÓN ESTRÉS OXIDATIVO Y MECANISMOS DE DEFENSA EN Trypanosoma cruzi ROS son moléculas con una alta capacidad oxidativa que pueden interactuar con distintas macromoléculas presentes en las células (Valko et al., 2006). Se cree que ROS serían uno de los principales agentes involucrados en el envejecimiento celular y en el desarrollo de neoplasias en el ser humano (Cadenas and Davies, 2000). Paradójicamente, en eucariontes una de las principales fuentes de ROS es la fosforilación oxidativa, mecanismo indispensable para el metabolismo energético y la sobrevida celular (Cadenas and Davies, 2000; Valko et al., 2006; Murphy et al., 2009). Otras fuentes endógenas de ROS son el metabolismo de ácidos grasos de cadena larga en los peroxisomas (Gehrmann et al., 2010) y los mecanismos de defensa empleados por las células del sistema inmune (Valko et al., 2006; Ferrari et al., 2011). Exógenamente, las radiaciones ionizantes y UV pueden generar ROS por mecanismos directos o indirectos en la célula (Herrling et al., 2003). Debido a lo anteriormente mencionado, los organismos eucariontes están preparados para sobrevivir a la exposición de agentes oxidantes, utilizando diversos mecanismos de detoxificación (Turrens, 2004; Valko et al., 2006). En mamíferos, enzimas como peroxidasas, superoxido dismutasa y catalasa son capaces de inactivar eficientemente ROS/RNS. Un mecanismo particularmente importante que determina la sobrevida de células de mamífero expuestas a este tipo de agentes es el sistema glutatión-glutatión reductasa (Turrens, 2004; Valko et al., 2006). Una serie de reportes han establecido que T. cruzi carece de este sistema, además de presentar nula actividad catalasa y una baja actividad superóxido dismutasa. Sin embargo, este parásito 68 posee el sistema tripanotión-tripanotión reductasa, mecanismo que controla eficientemente la presencia de agentes oxidantes (Krieger et al., 2000; Ariyanayagam and Fairlamb, 2001; Oza et al., 2002; Turrens, 2004). Además se ha descrito que T. cruzi expresa dos triparedoxinas y dos glutatión peroxidasas dependientes de cisteína (Wilkinson et al., 2000; Wilkinson et al., 2002a; Wilkinson et al., 2002b; Piacenza et al., 2008). A pesar de la existencia de diferentes sistemas de detoxificación de ROS/RNS en eucariontes, muchas veces estos mecanismos son sobrepasados, permitiendo la oxidación de macromoléculas como lípidos, carbohidratos, proteínas y DNA. DAÑO OXIDATIVO Y REPARACIÓN DEL DNA MEDIANTE LA VÍA BER El daño en el DNA afecta procesos claves del metabolismo celular y como consecuencia es capaz de activar diversas vías de respuesta, como la detención de la proliferación celular, la reparación del daño por diferentes mecanismos y la inducción de la apoptosis, si el nivel de daño sobrepasa estos mecanismos de reparación (Mates et al., 2008; Aziz et al., 2011). Además puede inducir mutaciones que alteran genes que codifican enzimas fundamentales para el control del ciclo celular, como P53, determinando la generación de células cancerosas (Aziz et al., 2011). En relación al daño genotóxico, se han descrito más de 20 tipos de alteraciones que afectan a las bases nucleotídicas, así como modificaciones en el esqueleto azúcar-fosfato del DNA (Berquist and Wilson, 2012). El daño oxidativo en particular, modifica principalmente bases nitrogenadas, generando lesiones no abultadas. A pesar de que todas las bases nitrogenadas pueden ser oxidadas, la alteración más común se produce en guanina (Zharkov, 2008; Berquist and Wilson, 2012). Por otra parte, ROS/RNS también puede generar lesiones que distorsionan la hebra de DNA, tales como uniones intra e inter-cadena y unión a proteínas, entre otras. 69 Estudios realizados en levaduras y algunos metazoos indican que el daño oxidativo que se produce en las bases del DNA, es reparado principalmente mediante la vía de escisión de bases (BER). Este mecanismo es altamente conservado durante la evolución de eucariontes (Lu et al., 2001; Slupphaug et al., 2003; Hegde et al., 2008; Zharkov, 2008; Cordoba-Canero et al., 2009; Robertson et al., 2009). En T. cruzi se ha descrito la presencia de algunas de las enzimas que participan en la vía BER, como una uracil-DNA glicosilasa y la secuencia génica que codifica para una endonucleasa AP (TcAP1) (Perez et al., 1999; Pena-Diaz et al., 2004). Además, como se mencionó previamente, en el genoma de T. cruzi se encuentra la secuencia codificante de una segunda endonucleasa AP (TcAP2). Las endonucleasas AP son particularmente importantes en esta vía ya que realizan una función única y su ausencia, en distintos organismos, ha demostrado ser letal (Xanthoudakis et al., 1996; Ludwig et al., 1998; Murphy et al., 2009). VÍA BER EN Trypanosma cruzi: IDENTIFICACIÓN DE TcAP1 Y TcAP2 Con el objetivo de detectar la expresión de TcAP1 y TcAP2 en las distintas formas celulares de T. cruzi, se generaron anticuerpos policlonales específicos anti-TcAP1 y anti-TcAP2 en conejos. Utilizando estos anticuerpos en ensayos de western blot contra homogeneizados de proteínas totales de las diferentes formas celulares de T. cruzi se determinó que epimastigotes, tripomastigotes y amastigotes expresan las dos endonucleasas AP mencionadas. Dado que se ha descrito que las tres formas celulares de T. cruzi se encuentran expuestas a ROS/RNS en los diferentes hospederos colonizados (Metz et al., 1993; Graca-Souza et al., 2006; de Oliveira et al., 2007; Gupta et al., 2009; Piacenza et al., 2009) y, considerando que los mecanismos que controlan estas especies reactivas no siempre son capaces de evitar el daño a las macromoléculas 70 del parásito, es muy probable que ambas enzimas se expresen a lo largo de todo el ciclo de vida del parásito para reparar las alteraciones oxidativas que pueden generarse en su DNA. A diferencia de TcAP2, que se expresa como una única proteína de igual masa en todas las formas celulares del parásito, TcAP1 se detecta en ensayos de western blot sobre homogeneizados de proteínas totales de epimastigotes como una doble banda, cercana a los 45 y 49kDa, mientras que en amastigotes y tripomastigotes se expresa como una única proteína cercana a los 58kDa. Como se mencionó previamente, las diferencias de masa encontradas para TcAP1 podrían deberse a la generación de isoformas en las distintas formas parasitarias. Al analizar la secuencia río arriba de la región de DNA genómico codificante para TcAP1 se identificaron tripletes ATG en el mismo marco de lectura que el ATG inicial descrito primariamente por Pérez y cols para esta endonucleasa (Perez et al., 1999). Estos distintos ATG podrían originar isoformas de TcAP1 en T. cruzi que tendrían masas moleculares de entre 45 y 58 kDa, como las encontradas en esta Tesis en epimastigotes. Sin embargo, no es posible descartar que las diferencias en la movilidad electroforética de la proteína deriven de modificaciones posttraduccionales. Al respecto, Duffieux y col (Duffieux et al., 2000) describieron que la secuencia que codifica para la enzima 6-fosfogluconato deshidrogenasa de T. brucei posee dos codones de inicio putativos que podrían dar origen a isoformas de esta enzima. Sin embargo, el análisis del mRNA demostró que la isoforma que utilizaría el primer codón de inicio generaba un sitio 5’UTR poco común muy corto, probablemente incompatible con una correcta traducción. Posteriormente, Igoillo-Esteve y col (Igoillo-Esteve and Cazzulo, 2006) estudiaron esta enzima en T. cruzi, y determinaron que también posee dos sitios de inicio de traducción putativos y que, a diferencia de T. brucei, ambos serían funcionales. Estos investigadores generaron las dos isoformas de 6-fosfogluconato deshidrogenasa de T. cruzi como proteínas recombinantes y 71 demostraron que ambas tienen actividad enzimática, aunque presentan diferencias en su afinidad por los sustratos y sensibilidad a agentes reductores. No obstante, estos autores comprobaron que en las distintas formas celulares del parásito sólo se expresa la isoforma larga de la proteína, no siendo detectable una segunda isoforma. Un análisis en profundidad sobre la estructura del mRNA de TcAP1 nos permitiría determinar con mayor certeza la importancia de los distintos ATG descritos en su secuencia y la factibilidad de obtener isoformas a partir de ellos. NIVEL DE EXPRESIÓN DE TcAP1 Y TcAP2 FRENTE A ESTRÉS OXIDATIVO En relación a la expresión de las AP endonucleasas frente a agentes genotóxicos, investigaciones realizadas por Fung y cols (Fung et al., 2001), indican que tratamientos con agentes que dañan el DNA inducen una mayor expresión de APE1 en fibroblastos de ratón NIH3T3. A su vez, experimentos en ratas jóvenes sometidas a estrés oxidativo mostraron un incremento en la expresión de APE1 en la región del hipocampo (Edwards et al., 1998). También, estudios realizados por Ramana y cols. (Ramana et al., 1998) han descrito un incremento en la expresión de APE1 en células HeLa, luego del tratamiento con H 2 O 2 , así como con agentes alquilantes del DNA (Wolff et al., 1991). El aumento en la expresión de esta proteína se relaciona directamente con un incremento de la resistencia de las células frente a agentes genotóxicos. Igualmente, Silber y cols. (Silber et al., 2002) señalan que APE1 contribuye de manera importante al aumento de la resistencia frente a agentes alquilantes de células de glioma humano SNB19. Estos mismos autores indican un incremento en la expresión y actividad de APE1 frente a la exposición a HClO (un generador de ROS) en este mismo tipo de células. Esto último se encuentra relacionado a la disminución de la cantidad de sitios AP encontrados en el DNA. 72 Al contrario de lo descrito para células de mamífero, el nivel de expresión de TcAP1 y TcAP2 en epimastigotes de T. cruzi no se modifica luego de tratamientos con agentes oxidantes, incluso luego de 4 hrs de exposición. Esto no descarta que en condiciones experimentales diferentes, como incubación de parásitos en presencia de estrés oxidativo sostenido, pueda detectarse variación en los niveles de expresión de ambas endonucleasas AP, considerando que tanto en el insecto triatomino y particularmente en el interior de macrófagos, las concentraciones de ROS/RNS que enfrentan los parásitos se mantienen constantes por horas (Piacenza et al., 2009). En relación a esto último, es importante destacar que en los experimentos relacionados a determinar los niveles de expresión de ambas endonucleasas AP, realizados en esta tesis, se utilizaron los agentes oxidantes H 2 O 2 y NOO·-, moléculas altamente inestables que se descomponen rápidamente en solución (Koppenol et al., 1992; Pryor and Squadrito, 1995). Para imitar las condiciones fisiológicas a las cuales se encuentran sometidos los parásitos dentro de sus hospederos se han desarrollado sistemas generadores de ROS/RNS que permiten mantener concentraciones constantes in vitro de ambos agentes (Rudich et al., 1997; Singh et al., 1999). No se puede descartar que el uso de estos sistemas permita evidenciar un incremento en la expresión de las endonucleasas AP de T. cruzi. Sin embargo, también es probable que ambas enzimas cumplan un rol tan importante para la sobrevida del parásito, en todas sus formas celulares y en sus distintos hospederos, que por lo tanto se expresen de manera constitutiva. Por otra parte, las endonucleasas AP de T. cruzi podrían encontrarse en un estado inactivo y posibles modificaciones post-traduccionales podrían representar un mecanismo de activación de ellas frente a un daño oxidativo al DNA. Se ha descrito, por ejemplo, que APE1 es acetilada y posteriormente desacetilada cuando líneas celulares son tratadas con H 2 O 2 , lo que permite su traslocación al núcleo por unión a la proteína desacetilasa de histonas SIRT1 (Yamamori et al., 73 2009). En T. cruzi esté mecanismo es utilizado en proteínas como la histona H4, donde se ha reportado que la acetilación de distintas lisinas presentes en su secuencia aminoacídica estaría relacionado con distintas funciones celulares de esta proteína (Nardelli et al., 2009). Una búsqueda computacional en predictores de sitios de acetilación nos permitió determinar que TcAP1 posee dos probables sitios de acetilación (lisinas) por acetiltransferasas de histonas en su secuencia aminoacídica, mientras que TcAP2 posee cuatro probables sitios (ASEB web server). Además, ambas enzimas poseen también sitios probables de fosforilación (NetPhos 2.0 Server), otra modificación post-traduccional que podría dar cuenta de una activación enzimática. LOCALIZACIÓN SUBCELULAR DE TcAP1 Y TcAP2 En células de mamífero, el estrés oxidativo incrementa la traslocación de APE1 del citoplasma al núcleo, siendo esencial para esto los primeros 20 residuos aminoacídicos del extremo amino terminal (Mitra et al., 2002). APE1 también juega un rol en la mantención de la integridad del genoma mitocondrial. En este último caso, la remoción de los primeros 33 residuos aminoacídicos del extremo amino terminal favorece la traslocación de la enzima a la mitocondria (Chattopadhyay et al., 2006). De manera similar, el estrés oxidativo induce la redistribución de APE1 a la mitocondria (Mitra et al., 2002). Se ha descrito que APE2 de H. sapiens se localiza principalmente en el núcleo de la célula, aunque una parte también se encuentra en mitocondrias (Tsuchimoto et al., 2001). En esta tesis se localizó TcAP1 y TcAP2 dentro del núcleo del parásito cuando se expresan como proteínas de fusión con GFP en epimastigotes, independiente de la presencia de agentes oxidantes. Sin embargo, ya que el reconocimiento se realizó identificando la porción correspondiente a GFP en las proteínas de fusión, no se descarta que TcAP1 y TcAP2 endógenas puedan encontrarse también en el citoplasma y por lo tanto 74 puedan sufrir modificaciones post-traduccionales luego de daño al DNA, que modifiquen su localización subcelular. En relación a estos resultados, recientemente se ha determinado que la DNA polimerasa beta se expresa en el kinetoplasto de epimastigotes de T. cruzi, y que su sobreexpresión protege a los parásitos frente al daño oxidativo, disminuyendo las lesiones presentes en el DNA (Schamber-Reis et al., 2012). OBTENCIÓN DE TcAP1 Y TcAP2 RECOMBINANTES DE Trypanosoma cruzi Debido a que la sola expresión de TcAP1 y TcAP2 en las diferentes formas celulares de T. cruzi no garantiza que éstas posean actividad endonucleasa AP, fue necesario obtener ambas enzimas en condiciones nativas para determinar, en ensayos in vitro, la presencia de actividad endonucleasa AP. A pesar de los múltiples modelos de expresión de enzimas recombinantes utilizados en esta tesis, sólo fue posible expresar TcAP1 en T. cruzi, mientras que TcAP2 pudo ser expresada en T. cruzi, L. tarentolae, D. melanogaster (baja expresión) y E. coli (formación de cuerpos de inclusión). Por otra parte, ninguna de las endonucleasas AP de T. cruzi fue expresada en levaduras. Trabajos previos realizados en el laboratorio de Biología Celular y Molecular, ICBM, de la Universidad de Chile, demostraron que TcAP1 sólo se expresa en E. coli cuando las bacterias son transformadas con un constructo que codifica la región C-terminal de ésta enzima. Por el contrario, los intentos por obtener la secuencia aminoacídica completa de ésta fracasaron debido a la alta toxicidad para las bacterias. Así mismo, es posible suponer que ambas endonucleasas AP parasitarias también resultarían ser tóxicas para levaduras, razón por la cual no pudieron ser expresadas en estos organismos. Lo mismo podría ocurrir con TcAP1 en células S2 y L. tarentolae. Un problema muy común que suele presentarse a la hora de expresar proteínas recombinantes en organismos heterólogos es la diferencia en el uso de codón que existe entre el modelo celular 75 utilizado para expresar la proteína recombinante y el organismo al cual pertenece el gen que se desea expresar (Gustafsson et al., 2004). La diferencia en el uso de codón implica que las secuencias génicas poseen codones que los organismos de destino rara vez utilizan, lo que puede impedir la generación de las proteínas foráneas. El fracaso de la gran mayoría de los modelos para la expresión de las endonucleasas AP de T. cruzi podría relacionarse a problemas en el uso de codones, con el consecuente término prematuro de la traducción de la proteína, tal como ha sido descrito para la expresión de proteínas recombinantes de mamífero en modelos de eucariontes ancestrales (Greene, 2004; Daly and Hearn, 2005; Hershberg and Petrov, 2008; Angov, 2011). Una segunda explicación podría involucrar algunos problemas en la generación de modificaciones post-traduccionales específicas de T. cruzi de ambas endonuleasas AP que generan un plegamiento incorrecto de las proteínas, con la consecuente degradación de estas (Greene, 2004). Cualquiera sea la razón, en esta tesis se logró demostrar que, en general, la expresión de endonucleasas AP de T. cruzi resulta de mejor forma en el mismo parásito o en organismos filogenéticamente cercanos, como L. tarentolae. Sólo TcAP2 pudo ser expresada con un sistema que permitiera su purificación mediante una cola de histidinas (pLEXSY) y por ende pudo ser utilizada para ensayos funcionales. Sin embargo, la expresión de TcAP1 utilizando el vector pTREX modificado que expresa una proteína de fusión con residuos de 8 histidinas (generado en laboratorio de Biología Celular y Molecular, ICBM, de la Universidad de Chile) podría permitir a futuro obtener esta proteína recombinante para analizar su actividad enzimática. 76 ACTIVIDAD ENZIMÁTICA DE TcAP1 Y TcAP2 La mayoría del conocimiento generado durante los últimos 20 años que tiene relación con la mecanística y enzimología de la vía BER en procariontes y eucariontes, se ha obtenido aplicando ensayos in vitro sobre extractos de proteínas totales de diferentes organismos. La vía BER fue inicialmente reconstituida in vitro por Matsumoto y Bogenhagen (1989) incubando DNA circular que presentaba un análogo de sitio abásico en una única posición con extractos de proteínas totales de oocitos de Xenopus leavis (Matsumoto and Bogenhagen, 1989). Este ensayo resultó en un rápido corte en la región correspondiente al sitio abásico del DNA, mediado por una endonucleasa AP, seguido de la completa reparación del sustrato luego de 40 minutos de incubación. Subsecuentemente, Kubota y cols. reconstituyeron la vía BER usando sólo cuatro enzimas purificadas desde células de H. sapiens (Uracil DNA glicosilasa, APE1, DNA polβ y DNA ligasa 1 o 3) (Kubota et al., 1996). Hasta el momento, una gran cantidad de ensayos in vitro diseñados para reconstituir la vía BER usando extractos de proteínas totales o enzimas purificadas han sido realizados para diversos organismos como E. coli (Dianov et al., 1992), S. cerevisiae (Wang et al., 1993), S. pombe (Alseth et al., 2004), Plasmodium falciparum (Haltiwanger et al., 2000), Caenorhabditis elegans (Shatilla and Ramotar, 2002), Arabidopsis thaliana (Cordoba-Canero et al., 2009) y Mycobacterium tuberculosis (Kumar et al., 2011). Para evaluar la presencia de actividad endonucleasa AP en T. cruzi se desarrollaron ensayos in vitro similares a los realizados por otros investigadores, usando extractos proteicos de cultivos de las diferentes formas celulares del parásito, así como la proteína TcAP2 recombinante purificada en condiciones nativas. De esta forma se pudo detectar que extractos proteicos de epimastigotes, tripomastigotes y amastigotes, así como TcAP2 recombinante, presentan la capacidad de hidrolizar un oligonucleótido que posee un sitio AP. Además se determinó que en presencia de 77 ATP las tres formas celulares del parásito son capaces de reparar el sitio alterado. El uso de MTX, un inhibidor de la vía BER, demostró que la actividad endonucleasa AP de extractos proteicos de epimastigotes y TcAP2 recombinante puede ser bloqueada. Estos resultados apoyan los experimentos realizados por Cabrera et al (Cabrera et al., 2011) donde se demuestra que la viabilidad de epimastigotes y tripomastigotes expuestos a ROS/RNS disminuye al incubarlos con MTX. En conjunto, estos datos demuestran que T. cruzi posee endonucleasas AP funcionales, que posibilitan la reparación del DNA y que son susceptibles de ser inhibidas farmacológicamente. Se ha demostrado que la función de determinadas endonucleasas AP es fundamental para la sobrevida de algunos organismos mientras que para otros su ausencia sólo genera alteraciones menores (Xanthoudakis et al., 1996; Ludwig et al., 1998; Ide et al., 2004; Ribar et al., 2004; Fung and Demple, 2005; Tanihigashi et al., 2006; Murphy et al., 2009). En mamíferos, APE1 es una enzima esencial para la viabilidad de diferentes tipos celulares. La supresión de la expresión de APE1 mediante el uso de RNA de interferencia (RNAi) genera detención del ciclo celular e inducción de apoptosis en diferentes tipos celulares (Demple and Sung, 2005). De manera similar, ratones knock-out para APE1 no se desarrollan más allá de la etapa de blastocisto (Ludwig et al., 1998). En contraste, cepas de E. coli carentes de exo III son viables pero sensibles a agentes oxidantes (Souza et al., 2006). Por otra parte, como se mencionó previamente, en muchos tipos de células de humanos la expresión de APE1 se ve incrementada frente a la exposición de agentes genotóxicos (Wolff et al., 1991; Ramana et al., 1998; Fung et al., 2001; Silber et al., 2002). Estos resultados podrían indicar que el incremento en los niveles de expresión de APE1 estaría relacionado a una mayor actividad de la vía BER, aumentando la resistencia de las células a agentes oxidantes. Sin embargo, la sobrexpresión de APE1 exógena, utilizando vectores de expresión, en células C6 de glioma de rata no incrementa la resistencia a radiación γ y agentes 78 alquilantes (Herring et al., 1999). Resultados similares fueron obtenidos por Prieto-Alamo y Laval al sobrexpresar APE1 en células CHO (Prieto-Alamo and Laval, 1999). Por lo anteriormente mencionado, no se descarta que la sobrexpresión de APE1 que se detecta en células cancerígenas se encuentre en un contexto donde otras enzimas que participan de la reparación del DNA se encuentren sobrexpresadas o con un mayor nivel de actividad, lo que se relacionaría a una mayor resistencia frente a agentes genotóxicos. En esta tesis se comprobó que la sobreexpresión exógena de TcAP1 y TcAP2 conlleva un aumento de la viabilidad de epimastigotes sometidos a estrés oxidativo. Si bien las diferencias generadas no son significativas en todos los puntos, demuestran claramente una marcada tendencia hacia un incremento en la sobrevida de los parásitos transfectados en comparación con los controles. Las diferencias moderadas podrían explicarse en parte porque la sobreexpresión de ambas endonucleasas AP corresponde a no más de 1,4 veces la expresión de la enzima endógena, lo que se considera a su vez como un incremento moderado. Otra posible explicación se relaciona a que la sobreexpresión de una sola enzima (endonucleasa AP) en epimastigotes, sin la consecuente sobrexpresión del resto de las enzimas que participan de la vía BER, podría generar la saturación de la vía. Por otra parte, T. cruzi se encuentra constantemente enfrentado a ambientes altamente oxidantes y por lo tanto debe estar continuamente preparado para lidiar con ROS/RNS. Así, el parásito expuesto a ROS/RNS no sobre-expresa las endonucleasas, como se demuestra en esta Tesis. Por ello, es también probable que los niveles de expresión endógena de ambas endonucleasas AP sean suficientes para hacer frente a estas especies reactivas y que, por lo tanto, un aumento en la expresión de las endonucleasas AP no genere, necesariamente, un incremento marcado en la sobrevida parasitaria. 79 INHIBICIÓN DE LA ACTIVIDAD ENDONUCLEASA AP DE Trypanosoma cruzi La evaluación del fenómeno de inhibición de la actividad enzimática endonucleasa AP también entregó datos reveladores sobre la importancia de la vía BER en T. cruzi. APE1-DN, un dominante negativo de la enzima APE1 (homóloga humana de TcAP1), permite interferir el reconocimiento del sitio AP por parte de otra endonucleasa (McNeill and Wilson, 2007). La expresión de APE1-DN en T. cruzi permitiría la inhibición de la actividad endonucleasa AP ya que este dominante negativo se une a los sitios AP en moléculas de DNA, interfiriendo con la actividad AP endonucleasa endógena. Así, ensayos in vitro utilizando APE1-DN demostraron que esta proteína inhibe la actividad endonucleasa AP de la enzima recombinante TcAP2 a partir de una relación de concentración 1:1. Coincidentemente, epimastigotes de T. cruzi que expresan APE1-DN presentan una menor viabilidad que epimastigotes controles cuando son sometidos a estrés oxidativo. Esta diminución, al igual que lo observado al sobreexpresar las endonucleasas AP en epimastigotes, no representa más del 20 – 30%. Esto puede deberse, por una parte, a que los niveles de expresión de APE1-DN no son suficiente en el parásito para impedir la actividad de todas las endonucleasas AP endógenas presentes. Por otra parte, al igual que muchos otros organismos, es probable que T. cruzi posea otros mecanismos de reparación del daño oxidativo que actúen en concomitancia con la vía BER para reparar el daño oxidativo al DNA. Como se ha reportado, vías como NER, reparación de ICL, recombinación homóloga, entre otras, participan en la reparación de daño oxidativo al DNA (Slupphaug et al., 2003; Berquist and Wilson, 2012) y, aunque hasta el momento estas vías no se han caracterizado en T. cruzi, es muy probable que se encuentren presentes y activas en el parásito. El estudio de otras vías de reparación del daño oxidativo al DNA podría complementar la comprensión de los mecanismos empleados por T. cruzi para enfrentar y sobrevivir al estrés oxidativo en sus diferentes hospederos. 80 Dado que las endonucleasas AP han demostrado tener importancias relativas distintas dependiendo del organismo y, considerando que se ha reportado que es posible generar cepas knock out de T. cruzi (Conte et al., 2003), una investigación interesante para realizar a futuro es la generación de cepas de T. cruzi carentes de TcAP1 y/o TcAP2. Estos experimentos permitirían determinar si estas enzimas son necesarias y/o indispensables para la sobrevida del parásito. 81 CONCLUSIONES Y PROYECCIONES En conclusión, en esta tesis se demostró que las endonucleasas AP de T. cruzi son importantes en la reparación del daño oxidativo al DNA, principalente en epimastigotes, y que su inhibición induce sensibiliad frente al estrés oxidativo. Uno de los pasos siguientes para esta investigación es el estudio de la función y actividad de ambas endonucleasas AP en las formas tripomastigotes y amastigotes, así como los posibles efectos en la infectividad y sobrevida parasitaria en células de mamíferos. Para ello será necesaria la obtención de tripomastigotes que sobreexpresen las endonucleasas AP a partir de epimastigotes transfectados mediante metaciclogénesis in vitro (Avila et al., 2003; Ferreira et al., 2008), tema que está en estudio en el laboratorio. Los resultados aquí obtenidos, sumados a lo ya descrito por Cabrera et al (Cabrera et al., 2011), confirman que la vía BER se activa en T. cruzi frente al daño oxidativo al DNA. La vía BER y otras vías de reparación del daño oxidativo al DNA, en conjunto con mecanismos celulares antioxidantes, interactuarían para permitir a T. cruzi sobrevivir al estrés oxidativo en el triatomino y en los hospederos mamíferos, perpetuando la infección. Finalmente, es importante mencionar que ha sido demostrado que es posible lograr la inhibición farmacológica diferencial de endonucleasas AP de diferentes organismos (Simeonov et al., 2009; Zawahir et al., 2009). Esta inhibición diferencial se centra principalmente en la identidad de secuencia y forma existente entre una enzima y otra, en diferentes especies. El análisis computacional de las secuencias aminoacídicas de las endonucleasas AP del parásito y las humanas permite determinar que la identidad entre TcAP1 y APE1 es cercana al 20%, mientras 82 que la de TcAP2 y APE2 es de aproximadamente 15%. Con estos antecedentes, y luego de determinar que la vía BER, y las endonucleasas AP en particular, son importantes para la viabilidad del parásito, este estudio posiciona a éstas enzimas como un blanco terapéutico promisorio para el tratamiento de la enfermedad de Chagas. 83 BIBLIOGRAFÍA Aliberti JC, Souto JT, Marino AP, Lannes-Vieira J, Teixeira MM, Farber J et al (2001). Modulation of chemokine production and inflammatory responses in interferon-gamma- and tumor necrosis factorR1-deficient mice during Trypanosoma cruzi infection. Am J Pathol 158: 1433-40. Alseth I, Korvald H, Osman F, Seeberg E, Bjoras M (2004). A general role of the DNA glycosylase Nth1 in the abasic sites cleavage step of base excision repair in Schizosaccharomyces pombe. 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Mem Inst Oswaldo Cruz 104: 1051-4. 94 ANEXO 1 95 ANEXO 2: Secuenciaciones de vectores de expresión con los insertos TcAP1 y TcAP2 Seq TcAP1 ---------------------------------------GTGCTGCGGAAG-ATGACCAG 20 CTGAAATTCATCACGTGGAATGTTGCTGGCCTGCGTGGGCTGCTGCGGAAGGATGACCAG 420 *********** ******** Seq TcAP1 GCGATCCA-CGACTGCTCG-GGAGGAGGG--CGGACGCGTTGT-TCTGCAG-AAACGA-G 73 GCGATCCAACGACTGCTCGAGGAGGAGGGGCCGGACGCGTTGTGTCTGCAGGAAACGAAG 480 ******** ********** ********* ************ ******* ****** * Seq TcAP1 CTGACC---GACGATC-ACAAAATGAAAAGT-GGGCGAGGTGC-AGGGTACG--CTCGTC 125 CTGAACCCGGACGATCCACAAAATGAAAAGTTGGGCGAGGTGCCAGGGTACCGCTTCGTC 540 **** * ******* ************** *********** ******* ***** Seq TcAP1 GAC-ACGTCTGCCGCGCAAAGAAGGGGTACTCTGGCACACGGACGTACATCAAAAATACG 184 GACCACGTCTGCCGCGCAAAGAAGGGGTACTCTGGCACACGGACGTACATCAAAAATACG 600 *** ******************************************************** Seq TcAP1 GCGGCCGCGGAGTGGAAGACGGTCACCGTAAAGGGATTTGACACCTTGAAAAGCCCGCAG 244 GCGGCCGCGGAGTGGAAGACGGTCACCGTAAAGGGATTTGACACCTTGAAAAGCCCGCAG 660 ************************************************************ Seq TcAP1 GATGTCGGTCATAGTGAAGGGGATGAGGAGGGACGCGTTCTCACCACGTACTTTGGGACG 304 GATGTCGGTCATAGTGAAGGGGATGAGGAGGGACGCGTTCTCACCACGTACTTTGGGACG 720 ************************************************************ Seq TcAP1 CAAGGAAAGGGCAGCGAGACTTTTGCCCTGGCGCTGGTGAATACATACATCCCCAACAGT 364 CAAGGAAAGGGCAGCGAGACTTTTGCCCTGGCGCTGGTGAATACATACATCCCCAACAGT 780 ************************************************************ Seq TcAP1 GGGCTGTCGTTGGAGCGCCTCCCGTACCGCTGCCAGAAGTTTGATTTGCGGATCCGGCAA 424 GGGATGTCGTTGGAGCGCCTCCCGTACCGCTGCCAGAAGTTTGATTTGCGGATCCGGCAA 840 *** ******************************************************** Secuenciación del vector pYES2-tcap1. Alineamiento realizado utilizando el programa Clustal W2 (http://www.ebi.ac.uk/Tools/clustalw2/index.html). Seq: Secuencia obtenida mediante secuenciación automática de DNA del plasmidio pYES2-tcap1. TcAP1: Secuencia nucleotídica del gen codificante para TcAP1 (GenBank access 2393782). 96 TcAP1 Seq GGCGGCCGCCAGCTTTCTAG--CAATGGGAATGCCGTCGGGACCTAAGGAACAGAAGCCG 238 GGCGGCCGCCAGCTTTCTAGAGCAATGGGAATGCCGTCGGGACCTAAGGAACAGAAGCCG 174 ******************** ************************************** TcAP1 Seq GTTGCGGCGGCCGGGGGGAAGCGCACACGCAGTCGATCCCCGTCGGCCACATCGCCGAAG 298 GTTGCGGCGGCCGGGGGGAAGCGCACACGCGGTCGATCCCCGTCGGCCACATCGCCGAAG 234 ****************************** ***************************** TcAP1 Seq AAACCCGCCACGCGTTCCACGCGAATTCGTACGCCGACACCACCTTCCCGCTCGCTAAAT 358 AAACCCGCCACGCGTTCCACGCGAATTCGTACGCCGACACCACCTTCCCGCTCGCTAAAT 294 ************************************************************ TcAP1 Seq TCTGCGGGTGCGGAGGCGACATCTCCCAATCGTCCCCTCGCGGCCGTATTGACCGCCCCG 418 TCTGCGGGTGCGGAGGCGACATCTCCCAATCGTCCCCTCGCGGCCGTATTGACCGCCCCG 354 ************************************************************ TcAP1 Seq CCACCGTCGGACGATGACACGAGGAAGACGGAGAAGGATATTTGGAGCCAAGTGGAGCCC 478 CCACCGTCGGACGATGACACGAGGAAGACGGAGAAGGATATTTGGAGCCAAGTGGAGCCC 414 ************************************************************ TcAP1 Seq TTCCAGCGCCGAACAGCGGCGAAGGATTTCGACAGCAAACATATGCTGAAATTCATCACG 538 TTCCAGCGCCGAACAGCGGCGAAGGATTTCGACAGCAAACATATGCTGAAATTCATCACG 474 ************************************************************ TcAP1 Seq TGGAATGTTGCTGGCCTGCGTGGGCTGCTGCGGAAGGATGACCAGGCGATCCAACGACTG 598 TGGAATGTTGCTGGCCTGCGTGGGCTGCTGCGGAAGGATGACCAGGCGATCCAACGACTG 534 ************************************************************ TcAP1 Seq CTCGAGGAGGAGGGGCCGGACGCGTTGTGTCTGCAGGAAACGAAGCTGAACCCGGACGAT 658 CTCGAGGAGGAGGGGCCGGACGCGTTGTGTCTGCAGGAAACGAAGCTGAACCCGGACGAT 594 ************************************************************ Secuenciación del vector pPICZ-tcap1. Alineamiento realizado utilizando el programa Clustal W2 (http://www.ebi.ac.uk/Tools/clustalw2/index.html). TcAP1: Secuencia nucleotídica del gen codificante para TcAP1 (GenBank access 2393782). Seq: Secuencia obtenida mediante secuenciación automática de DNA del plasmidio pPICZ-tcap1. 97 Seq TcAP2 -----------------------ATGTTTATCATTAGTTGGAATGTGGCAGGGTGGTCCT 37 GCCAGCTTTCTAGAGCAATGGGAATGTTTATCATTAGTTGGAATGTGGCGGGGTGGTCCT 180 ************************** ********** Seq TcAP2 CGACGTCCCGAATGATACGAGAGGACTTTGGAAGCATTGCATCTTTTCTGCAGCGGACTC 97 CGACGTCCCGAATGATACGAGAGGACTTTGGAAGCATTGCATCTTTTCTGCAGCGGACTC 240 ************************************************************ Seq TcAP2 AAGCGGACATTGTTTGCCTACAGGAAGTGAAGGGGTCGTGGGCAAAATTAGAGGCGGATC 157 AAGCGGAAATTGTTTGCCTACAGGAAGTGAAGGGGTCGTGGGCAAAATTAGAGGCGGATC 300 ******* **************************************************** Seq TcAP2 CTTGTGGTATGGGCGCCAGTGACGGCGGAAGGACGTTGGCCATCGATGGATGGGAGTCGT 217 CTTGCGGTATGGGCGCAAGTGACGGCGGAAGGACGTTGGCCATCGATGGATGGGAGTCGT 360 **** *********** ******************************************* Seq TcAP2 TTTGGTCCTTCAGTGGTAAAGCACACCGTGGATTCAATGGGGTGGTGTCATTTGTCCGGA 277 TTTGGTCCTTCAGTGGTAAAGCACACCGTGGATTCAATGGGGTGGTGTCATTTGTCCGGA 420 ************************************************************ Seq TcAP2 AGGATCTCACATGGTGGTGTGACTCCCGTCCGTTTAGTGAAGAGGATTTGAATGATGAAG 337 AGGATCTCACATGGTGGTGTGACTCCCGTCCGTTTAGTGAAGAGGATTTGAATGATGAAG 480 ************************************************************ Seq TcAP2 GCCGTGTGATTGTCACCTGCCATAGTGCCTTTGTGGTGGTGAACACGTACGTCGTGAACG 397 GCCGTGTGATTGTCACCTGCCATAGTGCCTTTGTGGTGGTGAACACGTACGTCGTGAACG 540 ************************************************************ Seq TcAP2 CCCGTCATGGCCAACGCATGGCGTTTAAAATGCGTTTTTTGTCCAGTCTAAAAAATCTTT 457 CCCGTCATGGCCAACGCATGGCGTTTAAAATGCGTTTTTTGTCCAGCCTAAAAAATCTTT 600 ********************************************** ************* Secuenciación del vector pPICZ-tcap2. Alineamiento realizado utilizando el programa Clustal W2 (http://www.ebi.ac.uk/Tools/clustalw2/index.html). Seq: Secuencia obtenida mediante secuenciación automática de DNA del plasmidio pPICZ-tcap2. TcAP2: Secuencia nucleotídica del gen codificante para TcAP2 (GenBank access 71654547). 98 TcAP1 Seq -----------------------------------------ATGCCGTCGGGACCTAAGG 19 CAGAAGGACTAGATCGGGGTACCTACTAGTGCAATGTCGGAATGCCGTCGGGACCTAAGG 60 ******************* TcAP1 Seq AACAGAAG-CCGGTTGCGGCGGCCGGGGGGAAGCGCACACGCAGTCGATCCCCGTCGGCC 78 AACAGAATGCCGGTTGCGGCGGCCGGGGGGAAGCGCACACGCGGTCGATCCCCGTCGGCC 120 ******* *********************************.***************** TcAP1 Seq ACATCGCCGAAGAAACCCGCCACGCGTTCCACGCGAATTCGTACGCCGACACCACCTTCC 138 ACATCGCCGAAGAAACCCGCCACGCGTTCCACGCGAATTCGTACGCCGACACCACCTTCC 180 ************************************************************ TcAP1 Seq CGCTCGCTAAATTCTGCGGGTGCGGAGGCGACATCTCCCAATCGTCCCCTCGCGGCCGTA 198 CGCTCGCTAAATTCTGCGGGTGCGGAGGCGACATCTCCCAATCGTCCCCTCGCGGCCGTA 240 ************************************************************ TcAP1 Seq TTGACCGCCCCGCCACCGTCGGACGATGACACGAGGAAGACGGAGAAGGATATTTGGAGC 258 TTGACCGCCCCGCCACCGTCGGACGATGACACGAGGAAGACGGAGAAGGATATTTGGAGC 300 ************************************************************ TcAP1 Seq CAAGTGGAGCCCTTCCAGCGCCGAACAGCGGCGAAGGATTTCGACAGCAAACATATGCTG 318 CAAGTGGAGCCCTTCCAGCGCCGAACAGCGGCGAAGGATTTCGACAGCAAACATATGCTG 360 ************************************************************ TcAP1 Seq AAATTCATCACGTGGAATGTTGCTGGCCTGCGTGGGCTGCTGCGGAAGGATGACCAGGCG 378 AAATTCATCACGTGGAATGTTGCTGGCCTGCGTGGGCTGCTGCGGAAGGATGACCAGGCG 420 ************************************************************ Secuenciación del vector pMT/V5-tcap1. Alineamiento realizado utilizando el programa Clustal W2 (http://www.ebi.ac.uk/Tools/clustalw2/index.html). TcAP1: Secuencia nucleotídica del gen codificante para TcAP1 (GenBank access 2393782). Seq: Secuencia obtenida mediante secuenciación automática de DNA del plasmidio pMT/V5-tcap1. 99 Seq -------------------------------ATGTTTATCATTAGTTGGAATGTGGCAGG 29 TcAP2 AAAGAGGACTAGATCGGGGTACCGCATGGGAATGTTTATCATTAGTTGGAATGTGGCGGG 60 ************************** ** Seq GTG-GTCCTCGACGTCCCGAATGATACGAGAGGACTTTGGAAGCATTGCATCTTTTCTGC 88 TcAP2 GTGTGTCCTCGACGTCCCGAATGATACGAGAGGACTTTGGAAGCATTGCATCTTTTCTGC 120 *** ******************************************************** Seq AGCGGACTCAAGCGGACATTGTTTGCCTACAGGAAGTGAAGGGGTCGTGGGCAAAATTAG 148 TcAP2 AGCGGACTCAAGCGGAAATTGTTTGCCTACAGGAAGTGAAGGGGTCGTGGGCAAAATTAG 180 **************** ******************************************* Seq AGGCGGATCCTTGTGGTATGGGCGCCAGTGACGGCGGAAGGACGTTGGCCATCGATGGAT 208 TcAP2 AGGCGGATCCTTGCGGTATGGGCGCAAGTGACGGCGGAAGGACGTTGGCCATCGATGGAT 240 ************* *********** ********************************** Seq GGGAGTCGTTTTGGTCCTTCAGTGGTAAAGCACACCGTGGATTCAATGGGGTGGTGTCAT 268 TcAP2 GGGAGTCGTTTTGGTCCTTCAGTGGTAAAGCACACCGTGGATTCAATGGGGTGGTGTCAT 300 ************************************************************ Seq TTGTCCGGAAGGATCTCACATGGTGGTGTGACTCCCGTCCGTTTAGTGAAGAGGATTTGA 328 TcAP2 TTGTCCGGAAGGATCTCACATGGTGGTGTGACTCCCGTCCGTTTAGTGAAGAGGATTTGA 360 ************************************************************ Seq ATGATGAAGGCCGTGTGATTGTCACCTGCCATAGTGCCTTTGTGGTGGTGAACACGTACG 388 TcAP2 ATGATGAAGGCCGTGTGATTGTCACCTGCCATAGTGCCTTTGTGGTGGTGAACACGTACG 420 ************************************************************ Secuenciación del vector pMT/V5-tcap2. Alineamiento realizado utilizando el programa Clustal W2 (http://www.ebi.ac.uk/Tools/clustalw2/index.html). Seq: Secuencia obtenida mediante secuenciación automática de DNA del plasmidio pMT/V5-tcap2. TcAP2: Secuencia nucleotídica del gen codificante para TcAP2 (GenBank access 71654547). 100 tcap1 Seq --------------ATGCCGTCGGGACCTAAGGAACAGAAGCCGGTTGCGGCGGCCGGGG CCACCAGATCTGCCATGCCGTCGGGACCTAAGGAACAGAAGCCGGTTGCGGCGGCCGGGG ********************************************** tcap1 Seq GGAAGCGCACACGCAGTCGATCCCCGTCGGCCACATCGCCGAAGAAACCCGCCACGCGTT GGAAGCGCACACGCAGTCGATCCCCGTCGGCCACATCGCCGAAGAAACCCGCCACGCGTT ************************************************************ tcap1 Seq CCACGCGAATTCGTACGCCGACACCACCTTCCCGCTCGCTAAATTCTGCGGGTGCGGAGG CCACGCGAATTCGTACGCCGACACCACCTTCCCGCTCGCTAAATTCTGCGGGTGCGGAGG ************************************************************ tcap1 Seq CGACATCTCCCAATCGTCCCCTCGCGGCCGTATTGACCGCCCCGCCACCGTCGGACGATG CGACATCTCCCAATCGTCCCCTCGCGGCCGTATTGACCGCCCCGCCACCGTCGGACGATG ************************************************************ tcap1 Seq ACACGAGGAAGACGGAGAAGGATATTTGGAGCCAAGTGGAGCCCTTCCAGCGCCGAACAG ACACGAGGAAGACGGAGAAGGATATTTGGAGCCAAGTGGAGCCCTTCCAGCGCCGAACAG ************************************************************ tcap1 Seq CGGCGAAGGATTTCGACAGCAAACATATGCTGAAATTCATCACGTGGAATGTTGCTGGCC CGGCGAAGGATTTCGACAGCAAACATATGCTGAAATTCATCACGTGGAATGTTGCTGGCC ************************************************************ tcap1 Seq TGCGTGGGCTGCTGCGGAAGGATGACCAGGCGATCCAACGACTGCTCGAGGAGGAGGGGC TGCGTGGGCTGCTGCGGAAGGATGACCAGGCGATCCAACGACTGCTCGAGGAGGAGGGGC ************************************************************ tcap1 Seq CGGACGCGTTGTGTCTGCAGGAAACGAAGCTGAACCCGGACGATCCACAAAATGAAAAGT CGGACGCGTTGTGTCTGCAGGAAACGAAGCTGAACCCGGACGATCCACAAAATGAAAAGT ************************************************************ Secuenciación del vector pLEXSY-tcap1. Alineamiento realizado utilizando el programa Clustal W2 (http://www.ebi.ac.uk/Tools/clustalw2/index.html). TcAP1: Secuencia nucleotídica del gen codificante para TcAP1 (GenBank access 2393782). Seq: Secuencia obtenida mediante secuenciación automática de DNA del plasmidio pLEXSY-tcap1. 101 tcap1 Seq tcap1 Seq tcap1 Seq tcap1 Seq tcap1 Seq tcap1 Seq tcap1 Seq tcap1 Seq --------------------------ATGCCGTCGGGACCTAAGGAACAGAAGCCGGTTG TGCTGTGCCTTGCCACCAGATCTGCCATGCCGTCGGGACCTAAGGAACAGAAGCCGGTTG ********************************** CGGCGGCCGGGGGGAAGCGCACACGCAGTCGATCCCCGTCGGCCACATCGCCGAAGAAAC CGGCGGCCGGGGGGAAGCGCACACGCGGTCGATCCCCGTCGGCCACATCGCCGAAGAAAC ************************** ********************************* CCGCCACGCGTTCCACGCGAATTCGTACGCCGACACCACCTTCCCGCTCGCTAAATTCTG CCGCCACGCGTTCCACGCGAATTCGTACGCCGACACCACCTTCCCGCTCGCTAAATTCTG ************************************************************ CGGGTGCGGAGGCGACATCTCCCAATCGTCCCCTCGCGGCCGTATTGACCGCCCCGCCAC CGGGTGCGGAGGCGACATCTCCCAATCGTCCCCTCGCGGCCGTATTGACCGCCCCGCCAC ************************************************************ CGTCGGACGATGACACGAGGAAGACGGAGAAGGATATTTGGAGCCAAGTGGAGCCCTTCC CGTCGGACGATGACACGAGGAAGACGGAGAAGGATATTTGGAGCCAAGTGGAGCCCTTCC ************************************************************ AGCGCCGAACAGCGGCGAAGGATTTCGACAGCAAACATATGCTGAAATTCATCACGTGGA AGCGCCGAACAGCGGCGAAGGATTTCGACAGCAAACATATGCTGAAATTCATCACGTGGA ************************************************************ ATGTTGCTGGCCTGCGTGGGCTGCTGCGGAAGGATGACCAGGCGATCCAACGACTGCTCG ATGTTGCTGGCCTGCGTGGGCTGCTGCGGAAGGATGACCAGGCGATCCAACGACTGCTCG ************************************************************ AGGAGGAGGGGCCGGACGCGTTGTGTCTGCAGGAAACGAAGCTGAACCCGGACGATCCAC AGGAGGAGGGGCCGGACGCGTTGTGTCTGCAGCAAACGAAGCTGAACCCGGACGATCCAC ******************************** *************************** Secuenciación del vector pLEXSY-tcap1-dn. Alineamiento realizado utilizando el programa Clustal W2 (http://www.ebi.ac.uk/Tools/clustalw2/index.html). TcAP1: Secuencia nucleotídica del gen codificante para TcAP1 (GenBank access 2393782). Seq: Secuencia obtenida mediante secuenciación automática de DNA del plasmidio pLEXSY-tcap1-dn. En amarillo se destaca una de las mutaciones introducidas en la secuencia para generar el dominante negativo (GAA →CAA). 102 tcap2 Seq tcap2 Seq tcap2 Seq tcap2 Seq tcap2 Seq tcap2 Seq tcap2 Seq --------------ATGTTTATCATTAGTTGGAATGTGGCAGGGTGGTCCTCGACGTCCC CCACCAGATCTGCCATGTTTATCATTAGTTGGAATGTGGCGGGGTGGTCCTCGACGTCCC ************************** ******************* GAATG-ATACGAGAGGACTTTGGAAGCATTGCATCTTTTCTGCAGCGGACTCAAGCGGAC GAAAGGATACGAGAGGACTTTGGAAGCATTGCATCTTTTCTGCAGCGGACTCAAGCGGAA *** * ***************************************************** ATTGTTTGCCTACAGGAAGTGAAGGGGTCGTGGGCAAAATTAGAGGCGGATCCTTGTGGT ATTGTTTGCCTACAGGAAGTGAAGGGGTCGTGGGCAAAATTAGAGGCGGATCCTTGCGGT ******************************************************** *** ATGGGCGCCAGTGACGGCGGAAGGACGTTGGCCATCGATGGATGGGAGTCGTTTTGGTCC ATGGGCGCAAGTGACGGCGGAAGGACGTTGGCCATCGATGGATGGGAGTCGTTTTGGTCC ******** *************************************************** TTCAGTGGTAAAGCACACCGTGGATTCAATGGGGTGGTGTCATTTGTCCGGAAGGATCTC TTCAGTGGTAAAGCACACCGTGGATTCAATGGGGTGGTGTCATTTGTCCGGAAGGATCTC ************************************************************ ACATGGTGGTGTGACTCCCGTCCGTTTAGTGAAGAGGATTTGAATGATGAAGGCCGTGTG ACATGGTGGTGTGACTCCCGTCCGTTTAGTGAAGAGGATTTGAATGATGAAGGCCGTGTG ************************************************************ ATTGTCACCTGCCATAGTGCCTTTGTGGTGGTGAACACGTACGTCGTGAACGCCCGTCAT ATTGTCACCTGCCATAGTGCCTTTGTGGTGGTGAACACGTACGTCGTGAACGCCCGTCAT ************************************************************ Secuenciación del vector pLEXSY-tcap2. Alineamiento realizado utilizando el programa Clustal W2 (http://www.ebi.ac.uk/Tools/clustalw2/index.html). Seq: Secuencia obtenida mediante secuenciación automática de DNA del plasmidio pLEXSY-tcap2. TcAP2: Secuencia nucleotídica del gen codificante para TcAP2 (GenBank access 71654547). 103 Seq TcAP2 CCAGATCTGCCATGTTTATCATTAGTTGGAATGTGGCGGGGTGGTCCTCGACGTCCCGAA 120 -----------ATGTTTATCATTAGTTGGAATGTGGCAGGGTGGTCCTCGACGTCCCGAA 49 ************************** ********************** Seq TcAP2 TGATACGAGAGGACTTTGGAAGCATTGCATCTTTTCTGCAGCGGACTCAAGCGGAAATTG 180 TGATACGAGAGGACTTTGGAAGCATTGCATCTTTTCTGCAGCGGACTCAAGCGGACATTG 109 ******************************************************* **** Seq TcAP2 TTTGCCTACAGCAAGTGAAGGGGTCGTGGGCAAAATTAGAGGCGGATCCTTGCGGTATGG 240 TTTGCCTACAGGAAGTGAAGGGGTCGTGGGCAAAATTAGAGGCGGATCCTTGTGGTATGG 169 *********** **************************************** ******* Seq TcAP2 GCGCAAGTGACGGCGGAAGGACGTTGGCCATCGATGGATGGGAGTCGTTTTGGTCCTTCA 300 GCGCCAGTGACGGCGGAAGGACGTTGGCCATCGATGGATGGGAGTCGTTTTGGTCCTTCA 229 **** ******************************************************* Seq TcAP2 GTGGTAAAGCACACCGTGGATTCAATGGGGTGGTGTCATTTGTCCGGAAGGATCTCACAT 360 GTGGTAAAGCACACCGTGGATTCAATGGGGTGGTGTCATTTGTCCGGAAGGATCTCACAT 289 ************************************************************ Seq TcAP2 GGTGGTGTGACTCCCGTCCGTTTAGTGAAGAGGATTTGAATGATGAAGGCCGTGTGATTG 420 GGTGGTGTGACTCCCGTCCGTTTAGTGAAGAGGATTTGAATGATGAAGGCCGTGTGATTG 349 ************************************************************ Seq TcAP2 TCACCTGCCATAGTGCCTTTGTGGTGGTGAACACGTACGTCGTGAACGCCCGTCATGGCC 480 TCACCTGCCATAGTGCCTTTGTGGTGGTGAACACGTACGTCGTGAACGCCCGTCATGGCC 409 ************************************************************ Secuenciación del vector pLEXSY-tcap2-dn. Alineamiento realizado utilizando el programa Clustal W2 (http://www.ebi.ac.uk/Tools/clustalw2/index.html). Seq: Secuencia obtenida mediante secuenciación automática de DNA del plasmidio pLEXSY-tcap2-dn. TcAP2: Secuencia nucleotídica del gen codificante para TcAP2 (GenBank access 71654547).En amarillo se destaca una de las mutaciones introducidas en la secuencia para generar el dominante negativo (GAA → CAA). 104 TcAP1 Seq --------------------------------------------------ATGCCGTCGG 10 TATGATGTCTTTTCTTTTTTTTTTTTGCTCTATAAGTTGTCTTGTCTAGAATGCCGTCGG 180 ********** TcAP1 Seq GACCTAAGGAACAGAAGCCGGTTGCGGCGGCCGGGGGGAAGCGCACACGCAGTCGATCCC 70 GACCTAAGGAACAGAAGCCGGTTGCGGCGGCCGGGGGGAAGCGCACACGCAGTCGATCCC 240 ************************************************************ TcAP1 Seq CGTCGGCCACATCGCCGAAGAAACCCGCCACGCGTTCCACGCGAATTCGTACGCCGACAC 130 CGTCGGCCACATCGCCGAAGAAACCCGCCACGCGTTCCACGCGAATTCGTACGCCGACAC 300 ************************************************************ TcAP1 Seq CACCTTCCCGCTCGCTAAATTCTGCGGGTGCGGAGGCGACATCTCCCAATCGTCCCCTCG 190 CACCTTCCCGCTCGCTAAATTCTGCGGGTGCGGAGGCGACATCTCCCAATCGTCCCCTCG 360 ************************************************************ TcAP1 Seq CGGCCGTATTGACCGCCCCGCCACCGTCGGACGATGACACGAGGAAGACGGAGAAGGATA 250 CGGCCGTATTGACCGCCCCGCCACCGTCGGACGATGACACGAGGAAGACGGAGAAGGATA 420 ************************************************************ TcAP1 Seq TTTGGAGCCAAGTGGAGCCCTTCCAGCGCCGAACAGCGGCGAAGGATTTCGACAGCAAAC 310 TTTGGAGCCAAGTGGAGCCCTTCCAGCGCCGAACAGCGGCGAAGGATTTCGACAGCAAAC 480 ************************************************************ TcAP1 Seq ATATGCTGAAATTCATCACGTGGAATGTTGCTGGCCTGCGTGGGCTGCTGCGGAAGGATG 370 ATATGCTGAAATTCATCACGTGGAATGTTGCTGGCCTGCGTGGGCTGCTGCGGAAGGATG 540 ************************************************************ TcAP1 Seq ACCAGGCGATCCAACGACTGCTCGAGGAGGAGGGGCCGGACGCGTTGTGTCTGCAGGAAA 430 ACCAGGCGATCCAACGACTGCTCGAGGAGGAGGGGCCGGACGCGTTGTGTCTGCAGGAAA 600 ************************************************************ Secuenciación del vector pTREX-gfp-tcap1. Alineamiento realizado utilizando el programa Clustal W2 (http://www.ebi.ac.uk/Tools/clustalw2/index.html). Seq: Secuencia obtenida mediante secuenciación automática de DNA del plasmidio pTREX-gfp-tcap1. TcAP1: Secuencia nucleotídica del gen codificante para TcAP1 (GenBank access 2393782). 105 TcAP2 Seq ---------------------------------------------------ATGTTTATC 9 TTATGATGTCTTTTCTTTTTTTTTTTTGCTCTATAAGTTGTCTTGTCTAGAATGTTTATC 180 ********* TcAP2 Seq ATTAGTTGGAATGTGGCAGGGTGGTCCTCGACGTCCCGAATGATACGAGAGGACTTTGGA 69 ATTAGTTGGAATGTGGCGGGGTGGTCCTCGACGTCCCGAATGATACGAGAGGACTTTGGA 240 ***************** ****************************************** TcAP2 Seq AGCATTGCATCTTTTCTGCAGCGGACTCAAGCGGACATTGTTTGCCTACAGGAAGTGAAG 129 AGCATTGCATCTTTTCTGCAGCGGACTCAAGCGGAAATTGTTTGCCTACAGGAAGTGAAG 300 *********************************** ************************ TcAP2 Seq GGGTCGTGGGCAAAATTAGAGGCGGATCCTTGTGGTATGGGCGCCAGTGACGGCGGAAGG 189 GGGTCGTGGGCAAAATTAGAGGCGGATCCTTGCGGTATGGGCGCAAGTGACGGCGGAAGG 360 ******************************** *********** *************** TcAP2 Seq ACGTTGGCCATCGATGGATGGGAGTCGTTTTGGTCCTTCAGTGGTAAAGCACACCGTGGA 249 ACGTTGGCCATCGATGGATGGGAGTCGTTTTGGTCCTTCAGTGGTAAAGCACACCGTGGA 420 ************************************************************ TcAP2 Seq TTCAATGGGGTGGTGTCATTTGTCCGGAAGGATCTCACATGGTGGTGTGACTCCCGTCCG 309 TTCAATGGGGTGGTGTCATTTGTCCGGAAGGATCTCACATGGTGGTGTGACTCCCGTCCG 480 ************************************************************ TcAP2 Seq TTTAGTGAAGAGGATTTGAATGATGAAGGCCGTGTGATTGTCACCTGCCATAGTGCCTTT 369 TTTAGTGAAGAGGATTTGAATGATGAAGGCCGTGTGATTGTCACCTGCCATAGTGCCTTT 540 ************************************************************ TcAP2 Seq GTGGTGGTGAACACGTACGTCGTGAACGCCCGTCATGGCCAACGCATGGCGTTTAAAATG 429 GTGGTGGTGAACACGTACGTCGTGAACGCCCGTCATGGCCAACGCATGGCGTTTAAAATG 600 ************************************************************ Secuenciación del vector pTREX-gfp-tcap2. Alineamiento realizado utilizando el programa Clustal W2 (http://www.ebi.ac.uk/Tools/clustalw2/index.html). Seq: Secuencia obtenida mediante secuenciación automática de DNA del plasmidio pTREX-gfp-tcap2. TcAP2: Secuencia nucleotídica del gen codificante para TcAP2 (GenBank access 71654547). 106