REF.: 33-A-2006. CÁMARA DE FAMILIA DE LA SECCION DEL CENTRO, SAN SALVADOR, A LAS ONCE HORAS CON CINCO MINUTOS DEL DIA DIECISÉIS DE MARZO DE DOS MIL SIETE. Conocemos del recurso de apelación interpuesto por el Lic. JUAN ALBERTO SALINAS HERNANDEZ, en su calidad de apoderado del señor *******************, quien es mayor de edad, Empleado, del domicilio de Azacualpa, Departamento de Chalatenango. Impugna la interlocutoria pronunciada por la JUEZA DE PAZ de AZACUALPA, Licda. KARLA ESTELA DEL PILAR BARQUERO MORAN, en el PROCESO DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR, marcado bajo referencia 07-3-05, promovido por la *******************, mayor de edad, soltera, de oficios del hogar, del domicilio de Azacualpa, departamento de San Salvador, contra el impetrante señor *******************. Se admite el recurso por reunir los requisitos mínimos de Ley. I.- A fs. 74 consta la interlocutoria impugnada, dictada a las catorce horas del día diecisiete de febrero de dos mil seis, la cual declara sin lugar la intervención del Licenciado JUAN ALBERTO SALINAS HERNANDEZ, en su carácter de apoderado del señor *******************; sosteniendo que de acuerdo al Art. 27 de la Ley Contra la Violencia Intrafamiliar, las partes deben comparecer personalmente al proceso y que tenerlo por parte violentaría el derecho de audiencia y defensa material que toda persona tiene. No estando conforme con tal decisorio, el Lic. SALINAS HERNÁNDEZ, a fs. 78/80, planteó recurso de revocatoria con apelación subsidiaria, argumentando en síntesis: Que no comparte la decisión de la jueza al sostener que no cumple con lo dispuesto por el Art. 11 L. Pr. F., pues considera que la personería con la que actúa es legítima y suficiente, ya que dicho artículo señala las formas en que puede otorgarse un poder para actuar en el proceso de familia, siendo optativo presentarlo de una u otra forma. - Que al no tenerlo por parte –en dicho proceso- se vulneran principios de derecho y garantías del debido proceso de su poderdante, denegándole el acceso a la justicia, al no permitirle revisar el expediente respectivo para una mejor procuración. - Que la resolución proveída ha violado principios y derechos constitucionales de su representado, principalmente los consagrados en los Arts. 11 y 12 Cn, señalando que tal resolución no está apegada a derecho. Agrega, en relación a la aplicación del Art. 229 Pr. C., que la jueza no ha considerado el justo impedimento que tuvo para subsanar la prevención que se le hizo y que tal disposición no es taxativa; expresando la A quo que el mismo se refiere a las partes en un proceso y no a quien no se ha mostrado ni tenido como tal en este proceso. Anexa copia simple de escrito presentado el día trece de febrero, refiriendo que el mismo no consta en el proceso, agrega además copias certificadas de poder general judicial y administrativo, con los que expresa que cumple con los requisitos del Art. 11 L. Pr. F. Que la Jueza a quo interpreta erróneamente los Arts. 11 y 12 Cn., ya que al representar al señor ******************* no se le afecta su derecho de defensa material; que tanto el Art. 27 como el 38 L. C. V. I. señalan que las partes pueden ser asistidas por un abogado y no exigen que el poder tenga que ser con cláusula especial, por lo que se encuentra debidamente legitimado para que se le tenga por parte en el referido proceso, no vulnerándose el derecho de defensa de su representado; termina pidiendo se revoque la resolución impugnada. La Jueza a quo, por resolución de fs. 82 declaró sin lugar la revocatoria planteada, no accediendo a tener por parte al expresado profesional en el presente proceso, expresando además que dicho profesional no había actuado diligentemente al hacer su petición, pues al presentar su escrito no hizo referencia, ni identificó el proceso en el cual pretendía mostrarse parte, por cuanto existían dos procesos contra el señor *******************; además el poder judicial que adjuntaba no era suficiente para mostrarse parte en cualquiera de los procesos, por lo que no se podía agregar a ninguno de los dos procesos. Además de ello el tribunal resolvió con fecha trece de febrero del año recién pasado, por lo que el apelante debió actuar diligentemente informándose en los libros de entradas del tribunal para identificar el proceso. Finalmente el tribunal inferior señaló que el Art. 27 L. C. V. I. establece que las partes deben concurrir personalmente, por lo que tenerlo por parte sería violentar el derecho de defensa material. A fs. 83, se ordenó la remisión del expediente a este Tribunal, omitiéndose correr traslado por considerar que no existía parte contraria. Así las cosas, se advierte que en el presente caso, el único perjuicio que se alega por el impetrante, es que el Tribunal inferior no le concedió la intervención de ley para actuar en representación del señor *******************: vulnerándose el derecho de defensa del referido señor. La Jueza a quo negó dicha intervención, aduciendo que el Lic. JUAN ALBERTO SALINAS HERNÁNDEZ no había dirigido correctamente su escrito, pues existía más de un proceso en dicho Tribunal y que además la ley contra la violencia intrafamiliar establece que las partes deben comparecer personalmente al proceso. Por otra parte, el impetrante hace referencia en su escrito de alzada (fs. 79 vuelto), que tuvo justo impedimento para contestar en tiempo la prevención que le hizo el tribunal a quo. Al respecto se debe indicar, que al disponer la ley, que al impedido por justa causa no le corre término, definitivamente se refiere a aquellas personas que ya intervienen en el proceso o a los que aún no habiendo intervenido se les ha concedido poder previamente a la celebración del acto o diligencia que no pudieron concurrir, lo que no ocurre en la especie ya que el poder se otorgó con fecha trece de febrero del año dos mil seis y la audiencia se celebró el día treinta de enero de dos mil seis, es decir antes de su otorgamiento, situación que no obsta para darle intervención al apoderado en el momento en que lo pida, sin que para ello sea menester que se exprese en palabras sacramentales que se le tenga como tal. Si bien es cierto se advierte la falta de diligencia del Lic. SALINAS HERNÁNDEZ, por no haberse dirigido correctamente al Tribunal identificando el expediente en el que pretendía intervenir, también lo es que el tribunal debió señalar esas omisiones al momento de recibir ese escrito o bien hacer las prevenciones correspondientes, pero en todo caso agregar el escrito a alguno de los expediente, ya sea a este o al otro que se menciona (01/2000), pues es esa la base de sustentación para la resolución, pero no resolver sin tener un antecedente o petición en la cual se base la resolución. Por otra parte el Tribunal pudo oficiosamente indagar al respecto a fin de sanear o enmendar tal situación, desde que se recibió el escrito como ya se dijo, por parte del secretario del Juzgado, quien legalmente es el encargado de recibir y llevar el control de lo que se presente en el tribunal. Arts. 78 ord. 4° en relación al 70 Ord. 2° L. O. J., máxime que en este proceso no se requiere de procuración letrada obligatoria. El fundamento del Tribunal a quo, para denegar la actuación de un procurador en un proceso de violencia intrafamiliar, no es atinado por cuanto este puede comparecer mediante poder otorgado en Escritura Pública sin que se requiera de cláusula especial; en escrito simple donde si se debe determinar o especificar el proceso en que se interviene o bien nombrarlo verbalmente por el interesado en la audiencia, Arts. 10 y 11 L. Pr. F.. Es importante señalar que para la audiencia preliminar es indispensable la comparecencia personal –de denunciante y denunciado- por la naturaleza propia de este proceso y por la intervención que se les brinda a los intervinientes, además de las observaciones que eventualmente podría hacerles el Juez(a); pero en la audiencia pública se puede atemperar este requisito cuando exista causa justificada para ello, como en este caso en que el denunciado está ausente, pues en ella solo se recepcionará la prueba y se pronunciará el fallo, conforme lo dispuesto a los Arts. 35 y 44 L. C. V. I., 100 y 101 L. Pr. F. La ley permite que el procedimiento de violencia intrafamiliar se inicie sin necesidad de apoderado, es decir, no se requiere de asistencia letrada por tratarse de diligencias breves, sencillas y libres de formalismo sin embargo eso no obsta para que la denunciante o denunciado en cualquier momento pueden nombrar apoderado para que los represente en el procedimiento, como lo faculta la misma ley en sus Art. 27 Inc. 1° y 38 L. C. V. I. Esto es, los intervinientes podrían o no nombrar abogado para que los represente, en cualquier momento del procedimiento, aunque lo hayan iniciado en su carácter personal, de ahí que no es sustentable la posición del Tribunal A quo al señalar que no concedía intervención judicial al apoderado del denunciado por que con ello "se vulneraría el derecho de audiencia y defensa material" (fs. 74), pues en esta etapa del proceso puede obviarse su presencia y precisamente su derecho de defensa y contradicción puede ser ejercido por el apoderado nombrado, ya que el denunciado se encuentra ausente, pero además por el principio de igualdad procesal debe solicitarse a la parte contraria que nombre a su vez quien la represente o en su defecto nombrarle uno de manera oficiosa. Significa entonces, que no puede vedarse el derecho de las partes a nombrar apoderado, es decir que cuente con asistencia letrada, lo que debe garantizar el juzgador en estos casos, es que no se vulnere el derecho de defensa e igualdad de la otra parte, pudiendo designarle de manera oficiosa, un Procurador para que la represente, lo cual está en armonía con los principios procesales y de la ley procesal de Familia, que es norma supletoria, de conformidad al Art. 44 L. C. V. I. Consecuentemente, este tribunal considera pertinente revocar y dejar sin efecto el decisorio que denegó la intervención del apoderado del señor *******************, Lic. JUAN ALBERTO SALINAS HERNANDEZ, por estar debidamente acreditada su personería, con el poder que menciona presentó en copia debidamente certificada y del cual se encuentra copia simple anexada al expediente, debiendo agregarse el escrito y el poder presentado que no se agregó al expediente. Finalmente y en virtud de lo sostenido por el Tribunal a quo, en cuanto a omitir el traslado de ley, por considerar que no existe contraparte (fs. 83), estimamos que se trata de una confusión mas que de una afirmación jurídico procesal, puesto que en el sub judice interviene como parte contraria la denunciante, quien asume la condición de parte apelada, a quien debe prevenírsele o nombrársele un abogado para que la represente, (ya sea a través de instituciones gratuitas o un abogado particular). Si la apelación se tramita como una simple Revisión (lo cual es aceptable dada la simplicidad de formas) debe notificársele la interposición del recurso. Que al haberse omitido el traslado o notificación no afecta el fondo de lo decidido, no haciéndolo en esta instancia en aras de economía procesal, puesto que la resolución impugnada no afecta su derecho de defensa por tratarse de una cuestión meramente procesal, procediendo a resolver el recurso planteado. Por tanto, de conformidad a los Arts. 11 y 12 Cn.; 13, 27, 38 y 44 L.C.V.I.F.; 153, 156 y 161 L.Pr.F., esta Cámara RESUELVE: REVÓCASE la interlocutoria impugnada que declaró sin lugar tener por parte o darle intervención al Licenciado JUAN ALBERTO SALINAS HERNANDEZ, en su calidad de apoderado del señor *******************; en consecuencia deberá anexarse la documentación presentada que legitima su personería y requerir a la parte denunciante que nombre apoderado particular o solicitar los servicios de instituciones que gratuitamente la representen en el procedimiento o en su caso nombrarle uno de manera oficiosa. Continúese con el curso normal del procedimiento. Devuélvanse inmediatamente originales al tribunal remitente con certificación de ésta resolución. Notifíquese. PROVEÍDA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS: LICDA. RHINA ELIZABETH RAMOS GONZÁLEZ Y DR. PABLO EDGARDO PORTILLO HURTADO. A. COBAR A. SECRETARIO.