Modificación de las condiciones microclimáticas por diferentes materiales de acolchado biodegradables Mª. L. Suso, A. Pardo, V. Tobar y J. Huete Servicio de Investigación y Desarrollo Tecnológico Agroalimentario. Ctra. MendaviaLogroño, NA-134, km.90. 26071 Logroño (Spain). [email protected] Resumen En este trabajo se han estudiado algunos parámetros del balance de energía y su efecto sobre las condiciones microclimáticas, producidas por el uso de acolchados. El experimento se realizó en el valle del Ebro, en la finca Valdegón del SIDTA del Gobierno de La Rioja, en un suelo de textura franca, sin cultivo y sin riego, con los siguientes materiales de acolchado negro: polietileno de 15 µm (PE); papel (black MimGreen©, 85 g·m−2), (PM); plástico biodegradable Mater-Bi ® de 15 µm (AN) y suelo desnudo (TD). Se eligieron días con condiciones climáticas homogéneas, en los que se estudiaron la radiación neta Rn, flujo de calor en el suelo G, temperatura del aire a 0,05 m Tpar, temperatura aparente de superficie Tas y temperatura de suelo en superficie T0 y a 0,05 m de profundidad T5. La radiación neta ha sido similar en todos los materiales y superior al suelo desnudo. El mayor flujo de calor en el suelo se ha observado bajo el PE. Las temperaturas aparentes de superficie más elevadas se han dado en el PM, sin embargo a 0,05 m de profundidad, las temperaturas de suelo han sido superiores en el PE. El acolchado con PE, por sus propiedades ópticas y su interface con el suelo, ha proporcionado mejores condiciones para la transmisión de calor que los materiales biodegradables Mater-Bi y MimGreen. Palabras clave: polietileno, Mater-Bi, MimGreen, flujo de calor INTRODUCCIÓN El acolchado es una técnica ampliamente utilizada en horticultura con múltiples efectos: lucha contra las malas hierbas, conservación del agua, mantenimiento de la estructura del suelo, aumento de la temperatura del suelo y mejora del desarrollo y calidad de los cultivos (Tarara, 2000). Es una técnica tecnológicamente simple y relativamente barata siendo el polietileno PE, el material mas utilizado. Recientemente han aparecido en los mercados materiales degradables que evitan el problema de los residuos que deja el PE (Cirujeda et al., 2012). La presencia del acolchado modifica el entorno microclimático de la planta. La radiación solar y terrestre es absorbida, reflejada y transmitida en diferente proporción de acuerdo a las propiedades ópticas de la superficie sobre la que actúan (Tarara, 2000). El balance de energía en la superficie de acolchado plástico y su influencia por encima y por debajo vienen determinados por las propiedades del plástico (Ham et al., 1993) y por el grado de contacto entre el plástico y el suelo (Ham y Kluitemberg, 1994). La conducción entre un plástico opaco y la superficie del suelo, determina el efecto del acolchado sobre la temperatura del suelo (Ham y Kluitemberg, 1994). En este trabajo se han estudiado algunos parámetros del balance de energía y su efecto sobre las condiciones microclimáticas, producidas por dos materiales biodegradables como son, el papel y plástico biodegradable procedente de almidón de maíz frente al polietileno y al suelo desnudo. 209 MATERIAL Y MÉTODOS El experimento se realizó en el valle del Ebro, en la finca Valdegón del SIDTA del Gobierno de La Rioja, en un suelo de textura franca, sin cultivo y sin riego, utilizando los siguientes materiales de acolchado negro: polietileno de 15 µm (PE); papel (black MimGreen©, 85 g·m−2), (PM); plástico biodegradable Mater-Bi ® de 15 µm (AN) y suelo desnudo (TD). Las propiedades ópticas aparecen en la tabla 1. Tabla 1. Propiedades ópticas de los materiales y suelo seco (Ham et al., 1993; Tarara, 2000). α: absorbancia; ρ: reflectancia; τ: transmitancia. Onda corta Onda Larga α ρ τ α Acolchado negro 0,96 0,03 0,01 0,87 Suelo seco 0,65-0,77 0,23-0,35 0,88-0,93 ρ τ 0,67 0,07-0,12 Se establecieron tres mesetas de 6 m de longitud, 0,9 m de anchura y 0,10 m de altura, acolchadas con cada material, y otras tres con suelo desnudo, separadas 1,5 m entre ejes. En cada meseta central se instalaron los instrumentos de medida y para su protección frente a las lluvias, se montaron 4 túneles de 1,5 m de ancho, 4 m largo y 1 m de altura, que se retiraron en los períodos de medida.. Cada estación de medida constaba de un radiómetro neto NR-Lite (Kipp-Zonen) instalado a 0,3 m sobre el centro de la meseta, dos placas de medida de flujo de calor HFP01 (Hukseflux) separadas 0,7 m, a 0,08 m de profundidad (Funchs, 1986), un reflectómetro TDR CS615 (Campbell Sci.) para medida de la humedad del suelo a 0,08 m de profundidad, dos termistores T107 (Campbell Sci.) a 0,05 de profundidad y dos en superficie (bajo el plástico), dos termopares de hilo fino FW3 (Campbell Sci.) a 0,05 m sobre el suelo y una sonda de temperatura de infrarrojos IRR-P (Apogee Inst.) a 0,6 m de altura. La instrumentación del ensayo se completó con un anemómetro-veleta 05103 (Young Comp.) a 0,6 m de altura y dos termistores T107, con protector, a 0,5 y 1 m de altura respectivamente. Los valores de radiación neta fueron corregidos por la velocidad del viento (Campbell Sci., 2012) . El flujo de calor en la superficie del suelo G se ha medido según la técnica descrita por Kimball y Jackson (1979). El flujo de calor sensible H, ha sido calculado según describe Evett (2002), y la resistencia aerodinámica para suelo desnudo según Kreith y Sellers (1975). Para el análisis de los flujos de energía, se asume que no existe flujo de calor latente desde la superficie y que no hay transferencia de calor por evaporación y/o condensación en la interface acolchado-suelo. Se conviene en considerar como positivos los flujos de calor que entran en el suelo y negativos los que se emiten hacia la atmósfera. Se considera despreciable el calor almacenado en la lámina del material. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Los parámetros climáticos de las parcelas se midieron en varios períodos de condiciones ambientales favorables. En este trabajo se presentan los resultados correspondientes al período comprendido entre el 28 de junio y el 7 de julio de 2013, caracterizado por altas temperaturas y cielos despejados (Tabla 2). Para el estudio de los 210 diferentes parámetros, se ha dividido el día en dos períodos, cuando la radiación neta sobre el material era positiva y negativa. Tabla 2. Condiciones climáticas en la parcela experimental entre el 28 de junio y el 7 de julio. Temperatura del aire (Tºaire ) máxima y mínima, radiación global (Rg), velocidad media del viento (U) y precipitación (P). Datos: Estación Agroclimática Valdegón. Tºaire (ºC) DDA Max 179 180 181 182 183 184 185 186 187 188 25,7 27,8 31,8 30,1 31,3 29,5 31,6 34,7 35,3 33,6 Rg U -2 Min (MJ.m ) 10,2 10,8 13,0 12,9 16,1 14,9 16,7 14,3 14,4 15,5 31,0 31,4 31,2 27,6 27,4 25,6 31,4 31,0 30,1 31,2 P -1 (m.s ) (l.m-2) 2,2 2,1 1,7 1,0 2,3 2,0 2,2 1,4 1,2 1,8 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Radiación neta, Rn. La radiación neta en todos los materiales ha sido similar, 14,7 MJ·m-2 , superior a la del suelo desnudo, 13,6 MJ·m-2 durante el día, y sin diferencias durante la noche (figura 1). En la figura 2 se representa, la evolución diaria de la Rn en las parcelas experimentales el día 5 de julio. Durante el día, la radiación incidente de onda corta y larga es similar para todos los materiales, pero hay diferencias en las reflectancias de la radiación de onda corta (Tabla 1), por tanto, la radiación de onda larga emitida en las parcelas acolchadas debe de ser superior a la del suelo desnudo. En nuestras condiciones en que apenas existe disipación de energía por evaporación del agua, una parte de la energía se disipa en forma de calor sensible H. Una estimación de H para el día 5 de julio indica que se pueden alcanzar valores de 339 w·m-2 en el PM, 303 w·m-2 en el AN y 273 w·m-2 en el PE (figura 2). Esta es una energía suplementaria disponible para las plantas en los primeros momentos de un cultivo cuando cubren parcialmente el suelo. Flujo de calor en el suelo, G. El flujo de calor en el suelo G ha sido superior en el PE respecto al resto de materiales y suelo desnudo tanto durante el día como durante la noche (figura 1). El 5 de julio, durante el día, la diferencia entre Rn y H en la superficie del PE es de 7,1 MJ/m2 mayor que en los materiales AN y PM, de 6,9 y 6,3 MJ/m2 respectivamente, por tanto queda mayor calor residual para ser transferido al suelo (figura 2). El mayor flujo G, observado en el PE; sería la consecuencia de la mayor disponibilidad de energía y una menor resistencia a la transferencia de la misma en la interface acolchado/suelo. Temperaturas de suelo, T0 y T5 Las mayores temperaturas a 5 cm de profundidad, cuando la Rn era positiva, se observaron bajo el PE. El resto de materiales se comportó de modo similar al suelo 211 desnudo (figura 1). En la figura 3 se presenta la evolución diaria de la temperatura el día 186 (5 de julio). Rn = 14,5 MJ/m2 Tpar = 28,6 ºC Tas = 45,9 ºC Rn = -2,3 MJ/m2 Tpar = 18,1 ºC Tas = 18,7 ºC Tas-T0 = 4,2 ºC Tas-T0 = -4,9 ºC Tas-T0 = 10,3 ºC Tas-T0 = -4,8 ºC G = 6.8 MJ/m2 T0 = 41,7 ºC T5 = 35,8 ºC G = -3,4 MJ/m2 T0 = 23,6 ºC T5 = 28,6 ºC G = 3,6 MJ/m2 T0 = 36,4 ºC T5 = 30,0ºC G = -1,9 MJ/m2 T0 = 21,6 ºC T5 = 24,6 ºC Rn = 14,6 MJ/m2 Tpar = 27,0 ºC Tas = 46,7 ºC PE: Polietileno Rn = 14,9 MJ/m2 Tpar = 26,5 ºC Tas = 48,5 ºC Rn = -2,4 MJ/m2 Tpar = 18,8 ºC Tas = 16,8 ºC AN: MaterBi Rn = 13,6 MJ/m2 Tpar = 26,9 ºC Tas = 41,1 ºC Rn = -2,1 MJ/m2 Tpar = 19,2 ºC Tas = 13,7 ºC Rn = -2,2 MJ/m2 Tpar = 19,0 ºC Tas = 17,1 ºC Tas-T0 = 8,4 ºC Tas-T0 = -7,4 ºC Tas-T0 = -0,5 ºC Tas-T0 = -1,7 ºC G = 4,0 MJ/m2 T0 = 40,1 ºC T5 = 29,2 ºC G = -2,1 MJ/m2 T0 = 21,1 ºC T5 = 24,4 ºC G = 3,9 MJ/m2 T0 = 41,6 ºC T5 = 29,0ºC G = -2,0 MJ/m2 T0 = 18,8 ºC T5 = 23,8 ºC PM: MimGreen Suelo desnudo Figura 1. Valores medios diarios durante el período entre el 28 de junio y el 7 de julio de radiación neta Rn, flujo de calor en el suelo G, temperatura del suelo a 0,05 m de profundidad T5, temperatura del suelo en superficie bajo el plástico T0, temperatura aparente de superficie Tas y temperatura del aire a 0,05 m sobre la superficie Tpar. Las flechas rojas indican flujos de energía entrantes en el suelo y las azules salientes hacia la atmósfera. Cuando el flujo es negativo, las mayores temperaturas también se observaron bajo el PE y las temperaturas bajo el AN y papel PM fueron ligeramente superiores a las del suelo desnudo. Los materiales pueden retener una parte de la radiación de onda larga emitida por el suelo debido a que las resistencias de la interface suelo-acolchado reducen la transferencia de calor. También pueden prevenir el enfriamiento evaporativo de las parcelas acolchadas, salvo en el caso del papel, que permite el paso de la humedad. Temperaturas de superficie Tas Las medidas realizadas no son verdaderas temperaturas termodinámicas del acolchado sino que se refieren a temperaturas aparentes de superficie, puesto que el sensor detecta tanto la radiación emitida por el material como por la emitida por el suelo que es transmitida a su través. Las temperaturas aparentes diurnas mas elevadas se observaron en el PM, posiblemente debido a su menor reflectancia respecto a los materiales plásticos y al suelo (figura 3), puesto que carece de efecto “espejo” y puede tener una mayor absorbancia. Cuando el flujo es negativo, la menor temperatura también se observa en el PM, ya que podría retener menos radiación de onda larga emitida por el suelo y a que podría disipar energía al evaporar la escasa humedad del suelo. 212 600 500 400 Rn PE G PE 300 H PE Rn PM G PM 100 Rn AN G AN 2230 2030 1830 1630 1430 -100 1230 1030 830 630 430 230 0 H PM 30 w.m-2 200 H AN Rn TD -200 G TD H TD -300 -400 Hora (día 186; 5 de julio) Figura 2. Valores semihorarios del día 5 de julio, de la radiación neta Rn, flujo de calor sensible H y flujo de calor en el suelo G, expresados en w·m-2. PE: polietileno, AN: MaterBi, PM: papel MimCord y TD: suelo desnudo. 80 70 60 Tas PE T5 PE Tas TD T5 TD Tas AN Tas PM T5 AN T5 PM T (ºC) 50 40 30 20 10 0 30 230 430 630 830 1030 1230 1430 1630 1830 2030 2230 Hora (día 186; 5 de julio) Figura 3. Valores semihorarios del día 5 de julio, de la temperatura de suelo a 0,05 m de profundidad T5 y de la temperatura aparente de superficie Tas. PE: polietileno, AN: MaterBi, PM: papel MimCord y TD: suelo desnudo. Cuando el flujo era positivo, la menor diferencia entre la Tas y la temperatura de la superficie del suelo T0 ha ocurrido bajo el PE (4,2 ºC) y la mayor se observó en el AN (10,3 ºC) y PM (8,4ºC), (figura 1). Estas mayores diferencias se observaron a 0,05 m de profundidad en la evolución de temperaturas del día 5 de julio (figura 3). En el suelo desnudo, coinciden las temperaturas medidas con el termistor y con la sonda de infrarrojos (figura 1). Cuando el flujo es negativo, la diferencia es similar entre el PE y el AN y mayor que en el PM. 213 Temperatura del aire a 0,05 m sobre la superficie Tpar Las temperaturas del aire a 0,05 m fueron similares, aunque las temperaturas aparentes fueron diferentes (Figura 1). Posiblemente el flujo turbulento sobre las parcelas fue suficiente para disipar las ondas de calor originadas por las cubiertas. En parcelas mayores (mayor “fetch”) el papel de las cubiertas en la modificación de la temperatura debería de ser considerado. CONCLUSIONES La radiación neta ha sido similar en todos los materiales y superior al suelo desnudo. El mayor flujo de calor en el suelo se ha observado bajo el PE. Las temperaturas aparentes de superficie mas elevadas se han dado en el PM, sin embargo a 0,05 m de profundidad, las temperaturas de suelo han sido superiores en el PE. El acolchado con PE, por sus propiedades y su interface con el suelo, ha proporcionado mejores condiciones para la transmisión de calor que los materiales biodegradables Mater-Bi y MimGreen. Agradecimientos Este proyecto ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, el INIA (Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria) y el Fondo Social Europeo a través del proyecto INIA-RTA 2011-00104-C04-02. Referencias Campbell Scientific 2012. NR-Lite Net radiometer. User Guide. Campbell Scientific Ltd. 16 pag. Cirujeda, A., Aibar, J., Anzalone, A., Martín-Closas, L., Meco, R., Moreno, M.M., Pardo, A., Pelacho, A.M., Rojo, F., Royo-Esnal, A., Suso, Mª. L., Zaragoza, C. 2012. Biodegradable mulch instead of polyethylene for weed control of processing tomato production. Agron. Sustain. Dev., 32, 889–897. Evett, S.R. 2002. Water and energy balances at soil-plant-atmosphere interfaces. In Soil Physics Companion. Ed. by A.W. Warrick. C.R.C. Press, 389 pag. Funchs M. 1986. Heat flux, p. 957-968. In Klute (ed) Methods of soil analysis: Physical and mineralogical methods. Agron. Monogr. nº 9 (Part 1). Amer. Soc. Agron. Soil Sci. Soc. Amer., Madison Wis. Ham, J. M., G.J. Kluitemberg , and W.J.Lamont. 1993. Optical properties of plastic mulches affect the field temperature regime. J. Amer. Soc. Hort. Sci., 118, 188-193. Ham, J. M., G.J. Kluitemberg. 1994. Modeling the effect of mulch optical properties and mulch-soil contact resistance on soil heating under plastic mulch culture. Agr. For. Meteorol., 71, 403-424. Kimball, B.A., Jackson, R.D. 1979. Soil heat flux. P 211-229. In: B.J. Barfield and J.F. Gerber (eds.). Modifications of the aerial environment of plants. Monogr. No. 2. Amer. Soc. Agr. Eng., St. Joseph, Mich. Kreith, F., Sellers, W.D. 1975. General principles of natural evaporation. p. 207-227 in D.A. de Vries and W.D. Afgan (eds.). Heat and Mass Transfer in the Biosphere. Part I. John Wiley & Sons, NY. Tarara J.M. 2000. 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