SoHo ¿Deseo o crimen?

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SoHo ¿Deseo o crimen?
La pasión siendo una emoción que abarca el deseo intenso por algo o alguien, ligada
totalmente al pecado de la lujuria, diferenciándose del amor en cuanto a que este se
relaciona más con el afecto hacia alguna persona; es uno de los tabú más
cuestionados desde hace bastante tiempo en nuestra sociedad, dado que es un vicio
auspiciado por la desesperación, representado de diferentes formas, pasando desde la
vestimenta, la comida, hasta los medios masivos (revistas, tv, internet) entre otros; que
su único objetivo es atraer consumidores satisfaciendo la necesidad del deseo en este
caso, como lo planteare en el desarrollo de este ensayo el deseo del hombre por
apetecer a la mujer como objeto sexual.
Partiendo desde el concepto de hombre y mujer como imagen y del rol que desempeña
cada uno en la sociedad actual, me guio por lo que plantea George Örwell en su libro
“1984”, dónde la imagen del hombre “digno de una mujer” se ve atribuido a su estatus
o en este caso a su alto mando dentro de un “Partido” de poder. Esto aún en el siglo
XXI prevalece con algunos cambios significativos; en la actualidad el hombre
pertenezca o no a un estatus alto puede tener acceso por decirlo de alguna forma, a la
imagen que los medios logran brindarle para saciar su deseo sexual hacia las mujeres.
Un claro ejemplo de esto es La Revista SoHo donde la belleza de la mujer es el medio
para obtener un beneficio del consumidor que se ve reflejado en ganancias y
posicionamiento de la marca. En este contexto, tanto la mujer como el hombre tienen
un proceso de trascendencia dónde sus actos se ven manipulados por lo que los
medios quieren que la sociedad consuma. Lo cual deja una imagen del hombre como:
egocéntrico y machista y a la mujer, como relegada, mercancía sexual e “impura”.
Hay que tener en cuenta que los valores éticos y morales juegan un papel importante al
momento de hacer uso de estos medios, ya que para muchas personas el exhibir el
cuerpo de la mujer como se hace en la Revista SoHo es un acto de degradación y falta
de respeto hacia su propio cuerpo.
“La escritura es la perversión del pensamiento” Sócrates Este medio se convierte así
en un vicio para aquellos hombres lujuriosos que sin importar su estado sentimental,
creando muchas veces la mentalidad de hacer necesario el uso de esto, para
determinar su comportamiento. Y aquí incluyo no solo la imagen visual de la mujer si
no, también lo que muchos piensan de ella.
Retomo la obra de George Örwell “1984” donde plantea que las relaciones entre
subordinados del “Partido” eran un crimen y una violación a las leyes de este, porque
no les era permitido pensar en cosas que llamaran su atención adversas al partido,
esto como método de manipulación y así crear un miedo que le daría el beneficio al
“Partido” de poder absoluto.
Algunos factores que influyen para que la lujuria llegue a ser un vicio son: El
económico, que es de gran importancia para la adquisición de los servicios que ofrecen
los medios masivos, dado que las personas que cuentan con recursos económicos
tienen un mayor acceso a mundos lujuriosos donde la codicia interviene, al momento
de ellos tener un deseo y querer satisfacerlo en este caso, un deseo sexual que se
convierte muchas veces en una obsesión y una necesidad llevándolos a ser unos
consumidores masivos de lo que se propone en estos medios; En el aspecto cultural se
ve, como la degradación de la mujer como individuo logra el cometido de los medios
hacia los hombres de tomar la imagen de una mujer como mercancía sexual y dejar a
un lado los sentimientos de amor y respeto hacia ellas.
La religión católica es un fundamento importante que respalda el pecado de la lujuria,
dado que mantiene una obsesión por el placer sexual, incluso ha llegado a crear una
dualidad con el pecado original. Aunque no hay que dejar atrás que muchos seguidores
de la iglesia católica ven esto como acto pecaminoso y condenable si al momento de
practicarlo este produce un placer, pues en nuestro tiempo actual ya nadie considera
que la lujuria sea un pecado.
Sigmund Freud padre del psicoanálisis considero que era necesario darle un respeto a
los deseos libidinosos por parte de la ciencia, planteando que la lujuria es una señal de
mantener buena salud paralelo a lo físico y mental, intuyendo que si existía ausencia
de lujuria en un paciente era porque algo grave le estaría pasando. Pero era por darse
que la iglesia se opusiera a estos avances científicos, pues ella nunca ha tenido
credibilidad sobre ellos, ni sobre sus argumentos. Para sorpresa suya aparecerían más
adelante descubrimientos que reforzarían los planteamientos dados por la ciencia:
antibióticos que darían a las personas tranquilidad y seguridad al momento de practicar
algún acto sexual, dado que ya se habían dado casos de enfermedades venéreas y de
embarazos no deseados.
La lujuria es una valor económico para muchas industrias como la publicidad, que a
través de ella ha podido generar un bien individual y particular pasándolo a otro público
y común posicionando el consumo de mujeres semidesnudas y muchas veces
desnudas en su totalidad que terminan siendo tentaciones capitales para los usuarios.
El consumo de la revista SoHo posiciona a aquel hombre como un magnate del deseo
que lo conduce a ser un personaje altivo, sometiéndolo a crear un estereotipo de mujer
en su imaginario, que como puede que lo consiga, puede que no.
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