250 años de historia... Jesús Nazareno de Los Palacios: 250 años de historia Padre Joaquín Gaiga 1 2 Los Palacios... 250 años de historia... 3 Presentación Cuba es un país de matriz cristiana, ha dicho su Santidad Juan Pablo II en su inolvidable visita a nuestra tierra en 1998. Por eso en la historia de nuestro país se ve esa huella, a veces visiblemente profunda, a veces casi invisible, pero siempre indeleble. En esta historia de la parroquia y el pueblo de Los Palacios, bien argumentada y bien contada, se puede entender y disfrutar toda la historia del pueblo cubano en esta parte de Vueltabajo: sus costumbres, sus aspiraciones, sus éxitos, sus fracasos, sus gozos y alegrías. Ninguna de estas realidades le es ajena a la Iglesia, más bien ella ha hecho camino junto a su pueblo en esos mismos avatares, y más aún, las penas y alegrías de ese pueblo han sido su propio camino para anunciar el Evangelio. Me complace y agradezco muchísimo, como cubano, como pinareño y como Obispo, el esfuerzo del Padre Joaquín Gaiga, generoso misionero veronés, en hacer un aporte más a la memoria de este pueblo, que tanto la necesita en su presente y su futuro. Aquí se puede encontrar un testimonio de la grandeza y la capacidad de recuperación de los cubanos, y una razón más para quedarse y comprometerse aquí. Entre el lector a estas páginas, como quien entra al santuario de un pueblo y de las personas concretas que lo integran, beba de la savia riquísima de esta historia, y quiera Dios que saque de ella lecciones útiles para su vida y la de la Nación. + José Siro González Bacallao, Obispo de Pinar del Río 4 Los Palacios... Edición: Sergio Lázaro Cabarrouy Fernández-Fontecha. Diseño: Yenia María González Velázquez y Sergio Lázaro Cabarrouy Fernández-Fontecha. Fotos: P. Joaquín Gaiga, Archivos privados, y Archivo del CFCR. Corrección: Humberto Bomnín Javier, y Gladys Serrat Valdés. Impresión: Pedro Pablo Mejías Donate. Sobre la presente edición: Ediciones VITRAL, 2002. 250 años de historia... 5 ÍNDICE Madrugada en Los Palacios. /7 Capítulo I: Desde el tiempo de los Indios hasta el comienzo de la colonización. /9 Capítulo II: Donde nació y fue organizándose el primer núcleo poblacional. /13 Capítulo III: Primeros signos de la presencia y actividad de la Iglesia católica en Los Palacios des de los tiempos de la primera Ermita Jesús Nazareno del Ciego. /15 Capítulo IV: El río Los Palacios límite de la jurisdicción de Nueva Filipina y La Habana – Aumento poblacional en nuestro territorio. /21 Capítulo V: Tres viajeros que en Los Palacios temieron dejar los cascos de sus caballos. /24 Capítulo VI: La Parroquia Jesús Nazareno de Los Palacios hasta 1860. /26 Capítulo VII: El drama de la esclavitud y la epopeya de los Cimarrones en nuestro territorio. /28 Capítulo VIII: Prosperidad de Paso Real – La Iglesia y el pueblo de Los Palacios en las últimas dé cadas del siglo XIX. /35 Capítulo IX: Anhelos de independencia y vientos de guerra. /40 Capítulo X: El espectro de Weiler sobre Los Palacios. /53 Capítulo XI: Acontecimientos en el campo político, social y eclesial al terminar la Guerra. /56 Capítulo XII: Cuadro general y local de los acontecimientos socio-políticos, económicos y eclesiales en las primeras cuatro décadas del Siglo XX. /58 Capítulo XIII: 1920, un ilustre europeo visita Los Palacios. Orígenes de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz o de nuestro patrono Jesús Nazareno. /68 Capítulo XIV: Fiestas populares, fiestas patronales, procesiones, verbenas, expresiones culturales y del sincretismo afrocubano en Los Palacios. /71 Capítulo XV: Inmigración y presencia de Chinos en Cuba y en Los Palacios. /81 Capítulo XVI: Cacería, pesca y estancia de huéspedes ilustres en una finca palaceña en los años 20 al 60. /84 Capítulo XVII: Crónica de las visitas pastorales que documentan el paso de obispos cubanos sobre salientes por Los Palacios. /91 Capítulo XVIII: Acontecimientos que caracterizaron los años 40 al 60, y figuras de sacerdotes que trabajaron en la parroquia en este período. /100 Capítulo XIX: “La Voz de la Parroquia”, casi el diario de un cura de la campiña pinareña. /109 Capítulo XX: Apreciable documentación fotográfica y periodística de 20 años de vida y actividad en la Parroquia. /122 Capítulo XXI: El central azucarero “La Francia”. /125 Capítulo XXII: Otros datos y curiosidades relativos al período desde inicios del siglo XX hasta el triunfo de la Revolución. /132 Capítulo XXIII: 1957 – 1984: La lucha y el triunfo revolucionario en Los Palacios. Nuevo cuadro político y organizativo del pueblo. Nuevas realidades. /138 Capítulo XXIV: Posición geográfica del actual municipio de Los Palacios. Sus principales productos.Aspectos geomorfológicos, hidrográficos y climatológicos. Flora y Fauna. / 146 Capítulo XXV: Dayaniguas, Paso Real y Paso Quemado: otras interesantes noticias. /153 Capítulo XXVI: Escolarización cultura y prensa en Los Palacios. / 162 Capítulo XXVII: Otros hombres y mujeres palaceños de renombre. /170 Capítulo XXVIII: Ecología, ambiente e higiene. / 180 Capítulo XXIX: Acontecimientos en la Parroquia de Los Palacios desde 1960 hasta el 2000. /185 Capítulo XXX: Crónicas recientes. /193 Bibliografía. / 200 6 Los Palacios... 250 años de historia... 7 Madrugada en Los Palacios E l canto de los gallos que resuena a menudo desde los patios de las casas, se hace más intenso en las últimas horas de la noche tropical. Pero más que éste, es el salvaje silbido del tren y el crujir de sus ruedas quien produce un sobresalto improviso en las horas más favorables al sueño. A los primeros albores de la madrugada viene el de los rudos camiones y tractores a reemplazarlo. Muchos de ellos transitan por la avenida cargados de obreros y campesinos, abrigados de su ropa verde-tierra y su ajado sombrero de guano, a quienes llevan a las granjas estatales para que cumplan con su trabajo cotidiano. Poco después, los gorriones, casi al toque de un misterioso despertador, dan vida a su coro de trinos y crujidos incomparables. No pasa mucho tiempo para que en las calles retumben los pregones de los pequeños vendedores ambulantes con su pobre cantidad de productos recogidos en un saco, o una tosca mochila o una caja detrás de la bicicleta que sigue siendo el más difundido medio de transporte personal para cortas distancias. “¡Llegan el ajo y la malanga!” – anuncia una ronca voz de mujer por la calle 32. “¡Cambio papa por arroz!” – irrumpe la voz de un joven mulato por la calle 30. “¡Bocadito de helado!” – le hace eco otra voz viril. No pasa mucho tiempo sin que resuene la cantilena de otra voz más bien afeminada cuyo estribillo tiene algo de poético y patético al mismo tiempo: “¡Ají! ¡Ají! El ají que da buen sabor a tu comida; ¡Apúrate porque me voy y conmigo se va el ají! Y con el ají se va el buen sabor de tu comida.” “¡Cuchilla de afeitar! ¡Vela blanca y de la buena!” – retumba una voz muy fuerte. Es la de un anciano negro que mueve, con ritmo lento pero eficaz las palancas que, a través de una cadena, hacen avanzar despacio su silla de ruedas a la cual le obliga su pierna cortada. Por la placentera musicalidad de su voz, un poco trémula, la simpatía y sentido de humanidad por él suscitada, quizás sea uno de los que más pronto terminan la venta de las mercancías, que otros le propiciaron por el mismo sentido de humanidad y cierta admiración. Pues asombra como el pobre se gana la vida, pues a pesar de su condición, vende muchas cosas, y distribuye gratis confianza en la vida y ganas de aprovecharla positivamente. A pregonar estos y otros anuncios no es sólo gente del pueblo la que viene y aprovecha el poco espacio concedido a su innata vocación comercial, sino que es, a veces, gente de Habana-Campo, a donde volverán con su carga de otros productos conseguidos más baratos aquí para venderlos en la Capital. Su viaje de ida y vuelta lo realizan en autostop o, como aquí dicen: “Cogiendo botella” sobre burdos camiones o aprovechando los trenes del que en un tiempo fue “primer ferrocarril de América Latina”. Ahora lamentablemente, su eficiencia y velocidad van siempre mermando cada vez más, y parece que, como para los humanos, aquí no haya otro remedio a la vejez de las cosas y de las maquinarias sino el de hacerlas andar siempre más lentas y tambaleantes por los achaques. Para reparalos, la inventiva no falta pero, como para todas las cosas corruptibles, no es inagotable. Pero otros pregones apremian con el avanzar del día: “¡Hilo y aguja para cocer!” Y aún: “¡Jabón de lavar!” – “¡La buena papa!” – “¡El platanito maduro!” Verdadera shoping ambulante parece la señora gorda y nervuda que va gritando: “¡Pasta de dientes, cepillo y champú!” A veces estos pregoneros andan tan veloces que parecen desconfiar de quienes le rodean. Tienen muchas dificultades a las que se juntan la escasez de productos y también la de dinero. Alguien me dice que esta velocidad es debida además a la ilegalidad de su trabajo. Elegirán las horas de la tarde, cuando los niños estén en los portales de las casas o por las calles jugando, para interrumpirlos al grito. “¡Paleticas y chupa-chupa!” Se sabe del cariño de los padres y abuelos cubanos para sus nietos pero estos pregones a diario son un rompecabezas si pensamos en sus salarios o pensiones. Mientras tanto ya la cercana avenida se anima y bulle de grupos de escolares en la espera del paso de otros automotores sobre los cuales brincar con la agilidad de su joven edad para llegar puntuales a las vecinas escuelas del campo. A ellos se añaden grupos de maestros, profesores, empleados, enfermeras, algunos médicos que viajan hacia Pinar del Río, etc.. Se apresuran a la autopista más hacia el noroeste los que, por sus necesidades y negocios, tienen que ir al hospital de San Cristóbal o la capital. Es en el rostro de los que se dirigen hacia esta meta más lejana que es legible cierta ansiedad, mitigada sólo por la adaptación a la larga crisis del transporte y, a la experiencia de una solidaridad fortalecida por la necesidad y que, antes o después, se hará presente. Si embargo nunca deja del todo la angustiosa interrogante. “¿Quién, en qué cosa, y cuando me recogerá?” 8 Los Palacios... Los que más dan lástima son los ancianos impedidos en sus movimientos, las mujeres embarazadas, madres con sus niños en brazo, obligados, además que a largas y agobiantes esperas, a esfuerzos increíbles para subir los elevados medios sobre los cuales viajar asidos de alguna manera o arrinconados bajo el sol enardecido o el azote de la lluvia y del frío. Las calles, en las primeras horas del día, hormiguean también los alumnos de primaria y secundaria en el interior del pueblo, quienes acuden a los edificios de sus escuelas y escuelitas donde ya flota la bandera de la estrella solitaria y se renueva el rito del “Matutino”. A lo largo de las aceras se intensifica también el vaivén de las amas de casa, de los jubilados, de los que han encontrado la manera de subsistir sin marcharse cotidianamente tan lejos de su casa. Por aquí y por allá aparecen pequeños vendedores de refrescos y bocadillos capaces de matar la sed y el hambre momentánea a un precio al alcance del pueblo. Su herramienta es muy sencilla: una mesita, un cubo en el cual al refresco preparado artesanalmente se mezclan algunas piezas de hielo, un par de vasos que se lavan cada vez para garantizar un mínimo de higiene y, en fin, una bandeja que presenta cierta cantidad de boniatillos, o de dulces de coco o, a más alto nivel, panecillos con fiambre. Eso alivia un poco la endémica carencia de las tiendas estatales donde se puede comprar con la libreta y donde también el inefable rostro del Che parece entristecerse ante tanto vacío y escualidez. Pero cuando un reconfortante anuncio corre de boca en boca: “¡Llegó la cuota!” o : “¡Llegó el Yoghurt!” – “¡Están repartiendo el aceite!” Entonces el desolado ambiente vuelve a poblarse de improviso de gente armada de libreta, java, olla o botella. La cola y el bullicio desbordan hasta la calle y, a veces, necesitan horas para que se corte y se vaya espaciando. ¡Cuanto hay que extrañar los finales del siglo XVIII cuando Alejo Carpentier así describía los productos exhibidos por una de las numerosas tiendas habaneras: “Quesos manchegos alineados sobre tablones paralelos, vinagres, aceites, hatos de barajas, estuches de barbería, racimos de candados, quitasoles verdes y rojos, molinillos de cacao, mantas andinas traídas de Maracaibo, palos de tintura y libros de hojas que servían para dorar y platear que venían de México.” (46) Así empieza y va avanzando un día normal de uno de los pueblos más humildes, más olvidados, algunos dicen también uno de los más descuidados y conflictivos en éstos últimos decenios, de la provincia por largo tiempo considerada la “Cenicienta de Cuba.” Se ha dicho que, hasta cierto punto, la Cenicienta se había convertido en “Princesa”. Nos duele disentir de esta ilusión con respecto a nuestro querido pueblo y, sobre todo cuando nuestros pies zigzaguean entre los charcos de ciertos repartos. Allí nuestros ojos miran también las míseras condiciones de muchas de sus viviendas obligándonos a admitir tristemente que, sí, estamos pisando todavía el suelo de la “Cenicienta”. Con el autor de arriba podríamos decir que en los períodos de lluvia, últimamente siempre más raros (y esa parece otra maldición arrojada del cielo sobre nuestro pueblo), en las calles sin asfalto en gran parte de las mismas, al paso de rudos carruajes, o de viejos jipes, camiones u otras chatarras en tránsito es un “disparar de salpicaduras en mazo”. Con la sola diferencia que los chorros pestilenciales de los charcos y de las tuberías destripadas, que nunca parecen conocer arreglo, no ensucian “mármoles preciosos y finos alfarjes de rosáceas y mosaicos” (46), sino pequeñas y socavadas aceras de casitas sólo en parte de mampostería. Pues no pocas son de tablas envejecidas, ayunas desde años del higiénico y saludable consuelo de una lechada de cal y sobre las cuales cuelga un techo cuyas condiciones son, súplica continua a que Dios nos libre del furor de los huracanes. Más que para otros pueblos de la provincia, en Los Palacios escasean carteles de señalización que indiquen su presencia y el camino para alcanzarlo desde la autopista. El olvido y la escasa consideración de la cual queda objeto lucen sobre todo al observar que, a pesar del número de sus habitantes (alrededor de 25.000), aún no se dio forma digna a los caminos de salida y entrada al pueblo desde la propia autopista. Así que Los Palacios parece casi avergonzarse en revelar a los extraños su misma existencia y sus humildes condiciones. Sólo a quienes llegan a su periferia por error, o para comercios varios, o porque en él viven y luchan, les da la bienvenida un letrero que bien resume la esencia y perspectiva del pueblo mismo en el momento en que escribo: “Los Palacios lucha y resiste.” A las palabras se juntan unas imágenes: la de un chorro de agua y un manojo de arroz para recordar un producto que hizo famoso a Los Palacios y su molino arrocero, la de algunos tubérculos que alude a los productos de otras vastas hectáreas de sus campos. En fin se destaca la silueta maciza de un buey, para representar los muchos que todavía siguen arando buena parte de estos campos y a recordar otras vastas extensiones del territorio reservadas a la cría del ganado. Al respecto, narran los historiadores que la cría del ganado en estos territorios se desarrolló y prosperó en los comienzos de la Colonia por la necesidad de abastecer de cuero y de carne salada al ejército español lanzado a la conquista de los cercanos territorios de México y del resto de América Latina. Españoles quizás provenientes de Andalucía, muchos de la provincia de Sevilla, eligieron establecerse en nuestro territorio dando el nombre primero al río, que roza nuestro pueblo, y después al caserío que se iba agrandando a orillas del mismo, el del homónimo pueblo andaluz: Los Palacios y Villafranca, con el cual últimamente ha nacido cierta hermandad y desde el cual, de vez en cuando, llega alguna ayuda. Pero: ¿Cómo pasó todo eso? - ¿Cómo se llegó a lo largo de más o menos tres siglos, a formarse un pueblo de más de veinte mil habitantes, y un municipio de casi cuarenta mil? No pretendo decirlo todo, me limito a una sencilla costura de fragmentos históricos sacados de varias fuentes o de la viva voz de la gente del pueblo dedicando particular atención a las vicisitudes de la comunidad católica de Jesús Nazareno, por lo menos la primera cronológicamente presente en el territorio. Si mi condición de extranjero relativamente recién llegado y comprometido ante todo en la tarea pastoral me empuja a reconocer los límites de mi trabajo investigador, mi condición de sacerdote y pastor de una parte de este pueblo, espero me haya ayudado, según la sugerencia del más anciano de los curas de Cuba y Pinar del Río y ex párroco de Los Palacios, el P. Claudio Ojea, a “escribir la historia sin extrañar e idealizar el pasado, aceptando serenamente el presente y brindando esperanzas para el futuro.” q 250 años de historia... 9 CAPÍTULO I Desde tiempos de los indios hasta el comienzo de la colonización H ace miles de años que del continente americano llegaron en canoa a nuestra isla de Cuba, primero los Indios Siboneyes y después los Taínos. Según nuestro famoso historiador pinareño Emeterio Santovenia estos indios provenían del Norte del Continente, según otro ilustre historiador, Levi Marrero, procedían de América del Sur, de la actual Venezuela. Llegaron a poblar antes la Isla de Trinidad y, mas tarde fueron Cuba y las Bahamas. Los Siboneyes ocuparon sobre todo la parte occidental de la Isla. Los segundos la más oriental. En 1841 una nota del libro “Memorias de la Sociedad patriótica de La Habana”, hablando significativamente de Los Palacios precisa: “Por el año 1760 aún existían en este distrito familias indígenas, de las cuales quedan ramificaciones conocidas por los Quezadas, Reinoso y Rivero.” Se trataba evidentemente de descendientes de los indios Siboneyes que los historiadores están de acuerdo en definir menos adelantados que los Taínos, pero por eso más fáciles en aceptar la servidumbre impuesta por los conquistadores. 5 Es curioso también que en el período inmediatamente antecedente a la conquista, como por mucho tiempo en adelante, la densidad poblacional decrecía procediendo hacia el Oeste.24 Ambos grupos de aborígenes, “en el momento en que se inicia el contacto entre la Cultura Mediterránea, representada por Colón y sus acompañantes, y la población indocubana (28 – 10 – 1492), poblaban la isla no muy densamente y poseían una economía de subsistencia basada en la agricultura de conuco, la pesca y la caza. Aunque desnudos, como sus madres los parieron, estos indocubanos habían alcanzado una admirable relación de equilibrio en su ambiente.” 24 “Sin embargo resulta notable el contraste entre el atraso de los moradores sobre todo de nuestros territorios y el progreso de los pueblos precolombinos del cercano Yucatán que levantaron los maravillosos monumentos Mayas. Mientras en aquellas cercanas latitudes el espíritu humano se mostraba tan vigorosamente creador, al cabo de muchos miles de años de vida, sobre todo entre los aborígenes de la región más occidental de la Isla de Cuba, las tareas humanas apenas habían pasado de lo necesario para hacer posible en cada individuo las funciones de nacer, crecer y morir. Vegetar no era fundar. Y los cobrizos de Guanacabibes, Guaniguanico y Marien pasaron largo tiempo de indolencia casi sólo vegetando. El extremo occidental de Cuba no avanzó en lo dependiente del esfuerzo humano en la dilatada era que precedió a la llegada del conquistador europeo” 5 Vale la pena precisar que ambos grupos de aborígenes, que ocuparon la isla en estos tiempos remotos, se dividían en varios cacicazgos. Con respecto a nuestra provincia había los Guanacabibes en la zona más occidental, los Guaniguanico en la central, los Marien en la zona más hacia la Habana. Fueron los Guaniguanico los primeros aislados pobladores de nuestro territorio. La situación al primer contacto con los europeos Fue durante su segundo viaje (1494) que Cristóbal Colón se acercó a la costa sur de nuestro territorio virando atrás antes de llegar al Cabo de San Antonio y sin poder darse cuenta que navegaba al sur de una isla y no del Continente. El primer número de la Revista cubana de poesía “La Isla infinita” (Enero, Febrero y Marzo 1999) se inspira en su mismo título en palabras sacadas de la “Historia de los reyes católicos” escrita por el cura de la villa de Los Palacios en 1837. Evidentemente se trataba del cura de la Villa de Los Palacios de España quien escribía: “Preguntó Colón a los indios de aquel lugar si era tierra firme o Isla, y le respondieron que era tierra infinita de que nadie había visto el cabo, aunque era isla.”(44). Entonces, también las informaciones recogidas por el Almirante de los mismos nativos parecían inciertas y contradictorias. Su viaje de ida y vuelta a lo largo de casi toda la costa sur, zigzagueando entre cayos peligrosos y manteniéndose siempre al norte de la Isla de la Juventud, duró desde el 14 de mayo hasta el 31 de julio de 1494 y le permitió tomar contacto, además que con el encanto natural de esta parte de la Isla de Cuba, con sus habitantes. También con los moradores del poniente de los cuales los blancos “supieron por referencias que vivían en estado muy primitivo. Hasta llegó a admitirse que tales cobrizos nacían con cola y que se hallaban en un grado inferior a lo humano. De hecho los primeros exploradores españoles que hablaban de ellos, los describían como “salvajes que no tenían casas, asientos, pueblos ni labranzas, ni comían sino tortugas, pescado y salvajinas que tomaban por los montes.” 5 Después de Cristóbal Colón por las aguas al sur de nuestro municipio y la ensenada de Dayaniguas navegaba en 1509 un hidalgo nacido en Galicia: Sebastián de Ocampo. Mientras, como decíamos, Colón no había podido circunavegar la Isla y se había quedado convencido que se 10 Los Palacios... trataba de parte de un continente porque “una isla no podía medir trescientos treinta y cinco leguas de levante a poniente”, Sebastián de Ocampo logró darse cuenta que de verdad se encontraba delante de una isla. Sebastián de Ocampo tomó la ruta norte, por donde había viajado Colón en su primer viaje nada más que de Puerto Padre a Maisí. Ahora el gallego llegaba a descubrir la estrecha bahía que denominara Puerta de Carenas (después La Habana) y después, siguiendo su navegación hacia el oeste, podía percatarse de que “a un cierto punto la tierra terminaba en punta y el curso de la ribera tomaba la contraria dirección del levante.”5 Fue en el viaje de vuelta que probablemente también él costeó el sur de nuestro territorio. La misma suerte le tocó sucesivamente a Diego Velázquez que, quizás atraído por los beneficios de las aguas y fangos en la desembocadura del Río Caiguanabo (San Diego), ordenó fundar una ranchería e incursionar arriba, hasta donde fuera navegable.” 10 De Diego Velázquez, fundador de las primeras siete villas de Cuba ( La Asunción de Baracoa – San Salvador de Bayamo – Trinidad – Sancti Spíritus – Puerto Príncipe – San Cristóbal de la Habana y Santiago de Cuba que eligió como primera capital), habría que decir muchas cosas pero, para no alejarnos de la atención a nuestra zona nos limitamos a las palabras de un historiador tan objetivo y sereno como Ramiro Guerra, el cual subraya como, a pesar de sus fallos, también con los aborígenes, “manifestó un sincero deseo de evitar crueldades inútiles. El juicio imparcial y sereno de la posteridad debe reconocerle la gloria imperecedera de haber implantado la civilización occidental en Cuba, echando firmemente, con procedimientos más humanos que los de sus contemporáneos, los cimientos de un nuevo pueblo, que no ha sido, por cierto, el que menos ha ilustrado el nombre de España en el Nuevo Mundo.” Los primeros signos de presencia española en nuestro territorio Nuestros territorios fueron costeados nuevamente en 1517 cuando Hernández de Córdoba realizaba su expedición a Yucatán y por las siguientes expediciones que fueron multiplicándose hacia México: la de Juan Gujara en 1518, y la de Hernán Cortes en 1519. Los viajes de Cristóbal Colón explorando las costas de Cuba Así Cuba iba transformándose en la plataforma de partida para la conquista española del sur del Continente. Lo que causó un doble efecto: de una parte la progresiva extinción de los Indios, de la otra, la marcha de los primeros colonos españoles que se desplazaban hacia los nuevos territorios del continente. Sin embargo, hasta el final del siglo XVI eso no influyó mucho en las vicisitudes de nuestro territorio donde no había todavía empezado una verdadera colonización. Paradójicamente la primera penetración de colonizadores españoles tuvo lugar en la zona más occidental de nuestra provincia. Esto se explica bien considerando que faltaban vías de comunicación por tierra y, ríos como el Guamá (acerca de Pinar del Río) y el Cuyaguateje (acerca de Guane), que facilitaban el acceso a lugares donde más tarde surgirán los pueblos de Guane, Mantua y el mismo Pinar del Río. 5 Con respecto a nuestro actual municipio, como la vía de acceso fluvial más oportuna se reveló el Caiguanabo, el actual río San Diego. La escasa y más atrasada “penetración de los conquistadores en esta parte más occidental de la Isla favoreció una más tranquila, más larga y hasta más próspera supervivencia de los cobrizos asentados o refugiados en los tres cacicazgos Marien, Guaniguanico y Guanacabibes, sin embargo la tragedia inevitable los golpeó también a ellos. Los excesos de los conquistadores blancos también con los aborígenes occidentales provocó gran cantidad de suicidios. Otros huyeron a los montes, otros ahorcaron a sus hijos y mujeres y pusieron fin a su propia vida”. 5 No podemos omitir una breve alusión a quien fue el gran defensor de los Indios. Todo el mundo conoce la estatura del ex encomendero y después fraile dominico infatigable defensor de la dignidad de los Indios pisoteada por los conquista- 250 años de historia... dores. Justamente el propio José Martí escribía: “La geografía y la historia cubana estarán eternamente en deuda con Fray Bartolomé de Las Casas que por medio siglo peleó para que los indios no fuesen esclavos y no tenía más poder que el de su corazón.” “No a pesar, sino propiamente por su raigal patriotismo español y su sincera y actuante fe católica con tintas vivaces, con expresiones dramáticas, a veces con exageraciones estadísticas pero no privadas de cierta objetividad descubrió el drama de la explotación y progresiva extinción de los indios en los nuevos territorios conquistados, incluso los nuestros, despertando y turbando las conciencias de los autores de tan abominable crimen”. 24 Escribía por ejemplo Bartolomé de Las Casas. “... En tres o cuatro meses, estando yo presente, murieron de hambre por llevarles los padres y las madres a los niños, más de siete mil niños. Otras cosas vide espantables... e así asolaron e despoblaron toda aquella isla... y es una gran lástima e compasión verla yerma y hecha toda una soledad.” Como más tarde escribía Antonio de Solés: “El celo de la religión y la causa pública cedían enteramente el lugar al interés y al antojo de los particulares” y, juntándose a la violencia y maltrato las enfermedades y viruelas, “se iban acabando aquellos pobres Indios gimiendo debajo del peso de la avaricia ajena.” 24 Primeras mercedaciones de la tierra Si la aparición de los primeros hombres blancos – como decíamos – en las zonas más occidentales de nuestra provincia empezó poco después de la mitad del siglo XVI, hay noticias de la primera mercedación oficial de tierra en nuestro territorio un poco más adelante. Merece recordar que según la costumbre inaugurada por Diego Velázquez, fiel ejecutor de las órdenes de Fernando el Católico, se empezó a conceder (mercedar) como recompensa (merced) a los españoles que se comprometían en internarse en lo remoto y lo desconocido en zonas de territorio muy amplias, precisamente los llamados hatos o corrales destinados a la cría respectivamente de ganado vacuno o de cerdos. En cuanto a sus respectivas formas y dimensiones, primero tanto el hato como el corral tenían forma circular, en Oriente prevalecerá la poligonal. “Si hasta Puerto Príncipe era difícil a los agrimensores determinar los linderos de las mercedes circulares, no eran más fáciles los deslindes en Oriente, donde las haciendas habían adoptado desde el siglo XVI configuraciones poligonales, por los accidentes geográficos del terreno.”24 Es obvio que la dificultad en medir con precisión las dimensiones de estas propiedades por estos motivos habría engendrado más adelante “pleitos y disgustos entre los propietarios”. 10 En algunas zonas ambas formas son visibles todavía sobrevolándolas en avión y, como escribe Leví Marrero, han 11 dejado una “impronta imborrable en el paisaje geográfico cubano.” La misma Artemisa, vista de lo alto aparece atravesada por un gran círculo que divide el propio vasto caserío. Y subrayamos “gran círculo” porque si en un corral la distancia entre la hacienda situada en el centro y el borde del círculo era de una legua, en el hato alcanzaba las dos leguas. La distribución de dichos hatos, corrales y sitios era efectuada por persona encargada por el Rey, es decir: por el llamado “Cabildo”. 35 fueron las mercedes de tierra otorgadas en Pinar del Río en el siglo XVI, cuatro de las cuales en el territorio palaceño: - El Corral Sabanas Nuevas enEstatua de Fray tregado a Pedro Menéndez de Bartolomé de Las CaAvilés el 27 de junio de 1569. sas , defensor de los In- El Corral Anegadizos de dios, que se encuentra Dayaniguas entregado a Juan en la entrada del SemiGutiérrez Maribardo el 1º de octu- nario S. Carlos en La Habana. bre de 1574. -El Hato El Ciego o Sabana de los Ciegos otorgado a Juan Sánchez el 27 de Abril de 1590 - Los Corrales Bacunagua Arriba y Abajo otorgados a Juan Soliz el 2 de octubre de 1599. Después otros colonos solicitaron paulatinamente la mercedación de otras tierras hasta llegar al número total de 19 al inicio del siglo XVIII. También en nuestro territorio la mercedación procedió del sur hacia el norte. (10) Se llamaban Realengos los “espacios de tierras comprendidos entre los varios círculos y que no tenían dueño, salvo el rey de España. La misma palabra “tierra realenga” significaba tierra del rey, o que sólo el rey o un representante suyo podía repartir. , 12 Los Palacios... Más tarde, al comenzar la difusión del cultivo del tabaco, serán las primeras parcelas de terreno de las cuales se aprovecharán los vegueros contratados por los dueños de las vastas extensiones de los hatos y corrales”. 24 Para darse mejor cuenta de la extensión de un hato, baste pensar que medía 1.684 caballerías correspondientes a 22.606 hectáreas y un corral medía 421 caballerías igual a 5.606 hectáreas. “A nosotros hoy pueden parecer concesiones exageradas pero hay que considerar que el nuevo poblador se movía entonces en un país que a penas empezaba a salir del estado primitivo, enormes las distancias, escasos los medios”.5 “ Ya al comienzo de 1520 el agotamiento de los placeres auríferos y la extinción casi total de la población residual de Cuba indígena, junto a la emigración hacia México y Perú, dejaba a esta reducida población de la isla de Cuba, la alternativa única de la ganadería”. 24 Pero ésto produjo un freno en el desarrollo poblacional, sobre todo lo constituyó por más largo tiempo en el sector occidental de la Isla, en nuestros territorios. Si éste fue el efecto negativo, el historiador Leví Marrero subraya sin embargo un efecto positivo consistente en el “arraigo al suelo (cubano) de un grupo sobre todo de emigrados de Andalucía y Extremadura” que procuraron producir en las nuevas tierras el sistema de latifundio ganadero y agrario presente en las comarcas de su origen. Y, a pesar del desplazamiento de muchos isleños hacia México ya en el siglo XVI La Habana sustituía definitivamente a Santo Domingo como principal punto del tráfico antillano, transformándose en la plaza fuerte de Las Indias. 24 Siempre con respecto a las mercedaciones hay que añadir que “los agraciados con estas mercedes de tierras no poseían a título de dueños sino de usufructuarios y su derecho de permanencia dependía de cómo las hacían producir”. 5 De hecho enormes superficies de tierras terminaron en pocas manos con obvias consecuencias en el futuro. Entre la segunda mitad del siglo XVI y la primera mitad del siglo XVII “30 – 40 familias poseían todo el territorio al oeste de la Habana y la población no superaba los pocos centenares de almas”. 5 Como ya anteriormente señalamos, todos los españoles a quienes se repartieron tierras y también los que paulatinamente fueron poblando nuestro territorio se dedicaron entonces a la cría del ganado prevalentemente vacuno y porcino para el autoabastecimiento y el abastecimiento de las tropas especiales que navegaban hacia la conquista del Continente. Estas pinceladas del escritor cubano Alejo Carpentier describen el desarrollo ganadero de la Habana de finales del siglo XVIII: “Todo en aquella ciudad olía a tasajo, tasajo omnipresente, guardado en todos los sótanos y trasfondos, cuya acritud reinaba en la ciudad, invadiendo los palacios, impregnado las cortinas, desafiando el incienso de las Iglesias. Parecía que sólo las imágenes en aquella ciudad pudieran estar a su gusto sobre todo en ciertos emporios”. 46 Ya hablamos sobre cómo la comercialización y el transporte de carne salada, de cebo y de cuero en nuestro territorio, sobre todo, a través del río Caigunabo que desemboca cerca de la ensenada de Dayaniguas, que fuera en adelante, y por muchos años después, puerto de cierta importancia para múltiples servicios, como veremos. Si bien a partir de la segunda mitad del siglo XVI, y hasta finales del siglo XVIII, la actividad principal en el actual territorio de Los Palacios fue la ganadería, el territorio palaceño contaba en esta etapa con grandes extensiones de bosques donde abundaban las maderas resistentes (ébano, cedro, caoba, et.) Constituyendo un producto de exportación importante. También para el transporte de dicho material maderable se aprovechaba de la corriente fluvial del río Caiguanabo. Sería necesario llegar hacia la mitad del siglo XVIII para divisar en nuestro territorio los primeros tímidos signos de desarrollo de la agricultura, en un primer tiempo de pura subsistencia para familias de monteros y sabaneros en las inmediaciones de sus toscos ranchos. Mientras que en las partes altas de los márgenes de los tres Ríos que atraviesan el territorio palaceño, harán su comparecencia las primeras vegas de tabaco. 10 Más adelante veremos las motivaciones históricas y la dinámica de implantación en nuestra provincia y en nuestro municipio, de éste y otros cultivos favorecidos por la presencia de los tres ríos que figuran también en el escudo municipal y que se denominan: Macurijes (hoy Los Palacios), Santo Domingo (hoy Bacunagua), y Caigunabo (hoy San Diego) También desde el punto de vista demográfico, fue necesario más de medio siglo para que se establecieran en nuestro territorio pinareño no menos de 20 familias españolas a quienes fueron otorgados otros tantos hatos o corrales. Emeterio Santovenia constata: “La vida humana en tierra yerma era insignificante.” La población entonces hasta el siglo 18º avanzado (en nuestra provincia en general y en nuestro territorio en particular) se limitaba a un muy reducido número de nuevos colonizadores blancos y a un igualmente limitado numero de Siboneyes sobrevivientes en un vasto y todavía incomunicado ambiente. q Fisonomía y dimensiones del Hato, el Corral y el Realengo. 250 años de historia... 13 CAPÍTULO II Dónde nació y fue organizándose el primer núcleo poblacional Escribía el destacado historiador pimareño Emeterio Santovenia: “Hasta la primera mitad del siglo XVII en las ochenta leguas de extensión de la Vuelta Abajo reinaba la soledad. No había un solo juez, ni un solo sacerdote, ni un solo pueblo. No se oía la voz de una sola campana. No se encontraba un solo sitio destinado a labranzas de frutos comestibles. No existían caminos, sólo existían las sendas abiertas por los cobrizos. Tiempos de cuero y de sebo fueron llamados aquellos en que únicamente la piel y la grasa de unas reses tenían valor comercial.” Sin embargo algo nuevo con respecto al desarrollo poblacional de nuestra provincia y nuestra zona ocurría en la primera mitad del siglo XVIII y, vale la pena subrayarlo: el tabaco. La producción tabacalera ya en el primer cuarto del siglo XVIII era una de las fuentes de riqueza en Cuba. En el año 1717 se estableció la Real Factoría de Tabacos en La Habana. Pero hubo una reacción decidida a este proyecto de monopolio estatal de parte de los vegueros de los alrededores de la Habana. El capitán general Gregorio Guazo tuvo que reprimir con dureza la insurrección de los vegueros. Algunos insurrectos fueron arcabuceados* y sus cadáveres colgados de los árboles en caminos muy frecuentados de la capital para público escarnio. El rigor de la sangrienta represión produjo el terror entre los labradores del tabaco más cercanos a la ciudad. Muchos de ellos decidieron huir hacia la Vuelta Abajo: región donde la autoridad de la Corona apenas existía. “Criollos y naturales de Canarias encontraron en los campos de este territorio un terreno excelente para este cultivo.” 5 Así no sólo se iba descubriendo lo que en adelante se habría revelado, sobre todo en la parte más occidental de la provincia, como la zona de producción del mejor tabaco del mundo sino que “se actuaba una progresiva salida de la Vuelta Abajo de la etapa del pastoreo y, con el difundirse de las siembras de tabaco y otros cultivos, la población iba creciendo y vinculándose a la tierra.” 5 Se establecieron y fueron paulatinamente creciendo entonces los primeros pequeños asentamientos poblacionales. Pocas decenas de familias alojadas en humildes casas de tablas y de guano a transformarse, en poco más de dos siglos, en los actuales pueblos o ciudades de decenas de miles de habitantes. Al respecto resulta interesante esta estadística del año 1757 relativa al “Tipo de vivienda en las ciudades, villas, pueblos y curatos del campo.” 24 Estadística de la cual nosotros tomamos estos datos relativos a zonas cercanas a nuestro territorio: PUEBLO San Cruz de Los Pinos Consolación del Sur CASAS 8 7 % DE GUANO 100 100 Ya antes del fin del siglo XVII surgía Guanajay en el extremo oriental de la provincia, seguida por Consolación del Sur y Pinar del Río, en el occidente ¿Y Los Palacios? Más o menos en aquel mismo período, en el hato del Ciego se estableció un primer pequeño poblado del cual existen todavía huellas visibles, pero en el más completo abandono. Se trata de un sitio al este del pinar en la parte oriental de nuestro pueblo en un descampado de terreno baldío junto a pastos bastante áridos. El terreno aparece además diseminado por las características piedras de la zona llamadas “mocorrero”. Piedra muy compacta, áspera y porosa y con un alto contenido de hierro. El lugar resultaría siniestro y escalofriante si alguien quisiese aventurarse en la noche. Entre zarzas de marabú y otros arbustos espinosos se ocultan antiguos pozos abandonados. Algunos de ellos yacen completamente secos y transformados en macabros receptáculos de esqueletos de vacas y otros animales. En cierto punto de las inmediaciones se divisa como una pequeña plaza rodeada de restos, apenas visibles, de cimientos de antiguas casas hechas de la misma piedra, el “mocorrero” al cual aludimos antes. Por aquí y por allá se levanta alguna mata y el viento sacude el curioso follaje de las raras palmas cana. Aquí evidentemente vivieron nuestros antepasados europeos, primeros propietarios del Hato del Ciego o Sabana del Ciego que, si en Abril de 1590 recibía como merced Juan Sánchez, en 1680 se encontraba bajo jurisdicción eclesiástica del sacerdote que ejercía los Santos Sacramentos en Consolación de Sur. Todavía la zona que se encuentra al sureste de nuestro pueblo se llama: “El Ciego” y, en la calle a la derecha del ferrocarril rumbo a La Habana, se encuentra todavía un pozo *Muertos por fuego de arcabuz, rifle de la época. NE. 14 Los Palacios... muy semejante a los descritos arriba y eficiente. En tiempo de sequía y falta de funcionamiento del acueducto público, nos informa la señora propietaria que también sus vecinos lo aprovechan por lo menos para abastecerse de agua para lavar sus ropas o bañarse. Lástima que recientes obras de mantenimiento y mejora de los alrededores de la vecina línea de ferrocarriles hayan disminuido el nivel del agua que normalmente el pozo tenía. A causa de un incendio, ocurrido en el año 1705, quedaron destruidas las pocas casas de aquel primer humilde caserío y también una primera Ermita edificada en el lugar. Según lo que narra Esteban Pichardo, en su obra “Geográfica de la isla de Cuba” escrita en 1854, cuando acontecía todo esto, era arrendatario de hato del Ciego Don Gaspar de la Cruz. 10 Un poco por el incendio, un poco más tarde por la llegada de los vegueros que se aprovechaban de las orillas del río Macurije (hoy Los Palacios) para regar sus primeros cultivos de tabaco, el centro del nuevo pueblo naciente fue desplazándose siempre más hacia el oeste, es decir, más hacia las orillas del propio Río. q Uno de los pozos del antiguo asentamiento del Ciego. Rolando Cordero, historiador de Los Palacios, indica una cruz y el lugar donde se encontraba el antiguo cementerio del pueblo. Se encontraba al lado norte de la calle 28 250 años de historia... 15 CAPÍTULO III Primeros signos de la presencia y actividad de la Iglesia Católica en Los Palacios H asta ahora intentamos enmarcar lo poco conocido de la historia local en un contexto más amplio de la historia nacional o de nuestra provincia, no siempre logrando la necesaria brevedad y esencialidad, aclarando un poco más la relación entre lo que acontecía a escala local con cuanto se realizaba a nivel más general. Eso es necesario también al momento de enfrentar este nuevo capítulo. Ya aludimos a la presencia de ciertas expresiones de la fe cristiana y hasta de una humilde capilla en el siglo XVII en el Hato del Ciego que, no se sabe por cuál accidente, quedó incendiada con varias casas del caserío en 1705. Aludimos también al hecho de ser el Hato del Ciego ya desde 1680 “bajo jurisdicción eclesiástica del sacerdote que administraba los sacramentos en Consolación del Sur”. Pensamos ahora oportuna una evocación de lo que pasaba en la Iglesia en Cuba y en Pinar del Río en aquellos años lejanos. A tal fin nos entregamos otra vez a la pluma de Emeterio Santovenia que trata del tema en un capítulo de su libro “Ensayo histórico” sobre Pinar del Río significativamente titulado: “La Iglesia se anticipó a la Corona: “En Cuba la Iglesia – afirma Santovenia – venía haciendo su parte de labor desde los días de la conquista de la Isla. Los servidores de la Iglesia suplían a los más directos de la Corona, ignorantes y negligentes en demasía”. 5 Ya el Obispo Juan García de Palacios había solicitado al rey de España en 1679, recibiendo respuesta positiva el año siguiente (1680), para que le enviara a cinco o seis sacerdotes para ponerlos en la zona de Barlovento y dos o tres sacerdotes para enviarlos a la zona de Sotavento. 15 – 26. Es interesante notar como los criollos de una parte se beneficiaban del servicio pastoral de estos curas o clérigos itinerantes y de la otra estaban comprometidos en contribuir a su mantenimiento. Por ejemplo los corrales de Santa Mónica, Santa Bárbara y Dayaniguas, juntos, le pagaban al ministro eclesiástico 34 pesos al año. 26 En la penúltima década del Siglo XVII llegaba el Obispo de la isla, Diego Evelino de Compostela. Fue hombre de gran fervor misionero e iniciativa que, conmovido por tanto abandono de las tierras del oeste del país, intuyó que para expandir allí la fe cristiana, necesitaba ante todo estimular, apoyar y proteger la residencia de los labradores. 24 Los Vegueros y otro tipo de agricultores encontraron entonces el apoyo de la Iglesia en su intento de establecer- se y poblar el desierto territorio de la Vuelta Abajo no sin chocar a veces contra las pretensiones de los hateros que no querían perder sus vastas posesiones. No sólo Compostela volvió a solicitar de parte de la Corona de España la concesión de cierto número de sacerdotes encargados del cuidado espiritual de las todavía pocas almas de nuestra zona de Sotavento, sino que fomentó la creación de las primeras capillas. Así en una humilde casa de guano se estableció en aquellos años quizás la primera iglesia de la Vuelta Abajo: San Hilarión en Guanajay. Siguió una segunda ermita en Consolación del Sur, y después la de San Rosendo en Pinar del Río donde el 2 de Agosto de 1699 se celebraba el primer bautizo. Hay que precisar que el propio Obispo Evelino de Compostela erigía la parroquia de San Rosendo (Pinar del Río) en 1688. Erigía en parroquia la ermita de San Basilio en Las Pozas y Nuestra señora de la Candelaria en Consolación. Erigía finalmente en parroquia la ermita de San Hilarión en Guanajay en 1695. Este destacado Obispo había nacido en Santiago de Compostela en 1635, fue párroco en Madrid hasta 1685 cuando fue nombrado Obispo de Cuba, Jamaica y Florida. Falleció a los 69 años de edad en la Habana en 1704. 2 Es mirando estas fechas que sorprende saber cómo, pocos años después, se quemaba la ermita del Ciego que ya funcionaba desde hacía años. Nuestro pueblo entonces fue entre los primeros en erigir su sencillo templo donde realizar su encuentro con Dios, celebrar el culto y dar su aporte a la animación cristiana de los nuevos pobladores que empezaban a espantar la soledad de nuestras latitudes. Es impresionante el testimonio del insigne historiador mantuano, Emeterio Santovenia, que confirma como nuestros antepasados, dondequiera que fundaban un caserío, creían necesaria la Iglesia para una mejor convivencia y desarrollo social 2: “Las parroquias y misiones debidas a Diego Evelino de Compostela – destaca Santovenia – crearon poco a poco en la región comprendida entre la Habana y el cabo San Antonio sentimientos piadosos. Hombres agrestes y montaraces, se unían pacífica y sumisamente a la voz del ministro del Evangelio. El toque de una campana destinada al culto católico inspiraba respeto. El sacrificio de la Misa era novedad más apreciada que una solemne fiesta de la capital de la Isla. 16 Los Palacios... En los comienzos de la obra religiosa de Compostela, Cuidadosos historiadores de nuestro municipio recupela tarea de un sacerdote era ardua en Vuelta Abajo. Los raron recientemente un documento muy bien conservado y pocos moradores diseminados a lo largo y lo ancho de la fechado en el año 1763 y que podemos en reproducir. dilatada región habían vivido casi siempre sin auxilio esEn resumidas cuentas, dicho documento nos informa piritual alguno. Ahora un clérigo investido de diversas que en 1763 las propias religiosas del convento de Santa facultades, así para lo humano como para lo divino, iba Catalina de Siena propietarias del hato entonces nombrado recorriendo las comarcas del poniente. Se detenía cada Jesús Nazareno del Ciego proponían al cura y sacristán que vez que encontraba un grupo de personas. Indagaba el cuidaban la pequeña Ermita, contigua a la casa de dicho hato, estado civil de los mayores. Casaba. Bautizaba. No fue que habían precedentemente regalado, de dejarla por las coninsólito el caso de una muchacha que, el mismo día reci- diciones de indecencia y casi de ruina en que se encontraba y bió las aguas sagradas y la bendición matrimonial. por lo cenagoso del sitio donde se hallaba. En poco tiempo en una población compuesta mayorLos invitaban además a emprender la fabricación de una mente de blancos, descendientes de conquistadores y co- Iglesia de tejas capas a un cuarto de legua distante de dicho brizos locales o procedentes de México, la religiosidad hato en una lomita más cerca del río nombrado Los Palacios. fue extendiéndose del primero al segundo de ambos gruY proseguía el documento: “Para dicho fin se le haga pos sociales. Sobre todo la incipiente población blanca donación de dos caballerías de tierra para dicha Iglesia.” adquirió hábitos e inclinaciones muy acordes con el sentiLas tierras para la “urbanización de nuestro pueblo” 10 do de las predicaciones que escuchaban. no procedían entonces de la decisión de algún descarriado En cada casa había un altar. En éste se acumulaban que quería enmendarse en el umbral de la vejez y de la eterlas estampas que dejaban los párrocos y misioneros. Ga- nidad, sino de la generosidad de almas elegidas, algunas de naderos y labradores pasaban largas horas de fatiga en las cuales parecen hermanas e hijas de un hombre piadoso sus respectivas tareas pero, a la entrada de la noche, era frecuente la costumbre de recogerse en el rezo del Rosario. Los hacendados, aquellos que formaban la clase acomodada, solían en la vejez sentirse atraídos por la necesidad de espiar pasadas culpas. Habían dado rienda suelta a malas pasiones, ahora buscaban abrirse la puerta de lo eterno. Uno de los medios que usaban para encaminarse a ese fin consistía también en la disposición de mandos piadosos...”. 5 Así ocurrió que Iglesias e instituciones se hicieron beneficiarios de ofrendas y poseedores de propiedades y rentas que les permitieron, además de realizar las estructuras para el culto y la instrucción cristiana, desarrollar también una preciosa obra de promoción social e instrucción etc. Con respecto a Los Palacios, tenemos precisa documentación de que. “El 30 de marzo de 1735, mediante nota tesCartograma de la triple división del curato de Santa Cruz de los Pinos. tamentaria, la muy reverenda madre María del Tránsito, religiosa del Monasterio de Santa Catalina de Sena de la Ciudad de San Cristóbal que había donado al Convento su propiedad. de La Habana, mandó fundar una casa capellanía en el Hato Fueron las mismas monjitas las que financiaron con sus del Ciego.” 10 propios recursos la construcción en nuestro pueblo de un Veinticinco años después, precisamente el año 1760 se toma primer templo propiamente dicho. como el de la fundación del pueblo de Los Palacios. Lo recuer“Dicha iglesia contribuyó notablemente al progreso de da también la fecha grabada en el escudo municipal. En aquel la naciente población según acostumbraba suceder.” 2. Según mismo año “El Obispo Morel de Santa Cruz fijó sus ojos en la otra fuente de nuestra búsqueda: al principio figuró como auxiIglesia entonces auxiliar de Santa Cruz de los Pinos y la convir- liar de la de Santa Cruz de Los Pinos y sólo después de algunos tió en parroquia.” 51 años el Obispo Morrel la hizo parroquia.” 2 Existían en aquella época apenas 27 casas de guano, Según la tradición oral parece que cierto don Pedro (o entre ellas “en una casa de vivienda se estableció tamdon Gregorio) Hernández en aquella época (1760) era capabién una ermita destruida en 1763 a causa de un incen- taz de la Hacienda del Ciego y habría sido él quien dio oridio”. (2 y 51) Este accidente atrajo hacia nuestro inci- gen a la celebración de la Fiesta del Nazareno. Su devoción a piente pueblecito la benevolencia de unas generosas Jesús Nazareno lo habría llevado hasta cambiar su apellido monjas de la Habana. “Hernández” por el “de la Cruz” y todos sus descendientes 250 años de historia... habrían tomado este apellido. La duda sobre si la persona con apellido Hernández que dio origen a esta tradición, se llamaba Pedro o Gregorio, es reforzada por el hecho de que ambos nombres se encuentran frecuentemente entre sus descendientes. No podemos comprobar si este hombre y la devoción que aquí fomentó procedieran del hermano pueblo de Los Palacios y Villafranca de la provincia de Sevilla - España. Ni si él y quienes bautizaron con el nombre de Los Palacios al anterior río Macurije y después a nuestro pueblo, eran originarios de aquel pueblo ibérico. Con respecto después a la razón de esta denominación del río y del pueblo, hay varias versiones: “En el pueblo Los Palacios jamás ha habido grandes mansiones, ni siquiera palacetes”. Sobre el verdadero origen del nombre sólo hay opiniones.” 51 Una que es a favor de la hipótesis a la cual aludimos arriba, la que sostiene que nuestro pueblo y el río que lo costea fueron así llamados en memoria del pueblo situado en la provincia de Sevilla (España) de ese mismo nombre, de donde procedían muchas de las familias fundadoras del nuevo poblado, según apunta en un magnífico e interesante trabajo “Origen y Fundación de Los Palacios” el palaceño E.R Torres. Otra hipótesis, pasada de generación en generación, señala que mucho antes de la fundación del pueblo, vivía en la orilla al oeste del río una numerosa familia de apellido Palacios y se oía a los vecinos decir: “Voy a pasar por el sitio de los Palacios.” O: “Mañana iré a la casa de Los Palacios”. Y otras semejantes expresiones. 11 Adelantando algunas vicisitudes de nuestra iglesia material, sobre las cuales volveremos a hablar, podemos decir que al parecer en 1816 el templo atravesaba una situación que hizo necesaria una obra de radical reparación o mejor: “una Pastoral del Obispo Espada, interesando a los fieles, lo que dio por resultado una reconstrucción.” 51 La nueva Iglesia sin embargo fue víctima de otro incendio en 1827. 51 Fue nuevamente reconstruida resultando una de las más lindas de la Vuelta Abajo. Pero de nuevo fue destruida en 1896 durante la Guerra de Independencia. La actual Iglesia en fin fue edificada a inicios del siglo XX, inaugurada en ocasión de la fiesta patronal en 1902, y completada y abierta definitivamente al culto en 1903. Primeros bautizos Según Esteban Pichardo, destacado historiador cubano del siglo XIX, en el asiento de Jesús Nazareno del Ciego se produjeron dos incendios: uno en 1705 y el otro en 1760. El más antiguo libro de bautizos que se puede encontrar en nuestro archivo parroquial y que contiene el asiento de los bautizos desde 1769 hasta 1820 en sus comienzos nos deja con varias interrogantes. Empieza con una página que presenta claros signos de quemaduras, siguiendo otras borradas por el tiempo o comidas por la polilla, en su portada son descifrables las siguientes palabras: “Libro 1º donde se asienta... de Bautismo de Españoles... del incendio acaecido conforme prescribe el que sigue pertenecientes a esta Iglesia... Nazareno del Ciego y comienza a gobernarse el diez y siete de marzo de mil setecientos y sesenta y nueve...” B.er. Don Isidro Rafael de Soto Cura coadyutor. En la segunda página aparecen registrados dos Bautis- 17 mos con los folios 135 y 136. Los datos bastante descifrables de los mismos son los siguientes (Los puntos suspensivos se refieren a las palabras que resultan del todo borradas o incomprensibles): a) 135 “Lunes veinte y seis de... de mil setecientos sesenta y tres, yo Don J. Felis de Abila Cura Benef... por S. M. de la Iglesia Parroquial... Jesús Nazareno del Ciego bauticé y puse los santos óleos a un Niño que nació el día ocho de este mes hijo legítimo de Hilario Rodríguez y Clara Curiel naturales de Ciudad de la Habana en el cual exercí las Sacras Ceremonias y preces, y le puse por nombre Esteban Joséf. Fueron sus padrinos Domingo Placeres y Jacinta Curriel a los que advertí el parentesco espiritual que contrajeron. Y firmé. B. Felis de Abila b)136 ¿o 236? “Miércoles... ocho de Diciembre de mil setecientos setenta y un años Yo B. D. José Domínguez de Abila Cura Bºº por S.M.Q... parroq. A Jesús Nazareno del Ciego bauticé y puse los santos óleos a un niño que nació el diez y nueve de este mes, hijo legítimo de Antonino N... y de Josefa Nuñez naturales de La Habana... en el cual exercí las sacras ceremonias y preces y le puse el nombre de Fernando Jorse, fueron sus padrinos V. Agustín Valdés a quienes advertí el parentesco espiritual contrahido y firmé. B. Felis Joséf Rodríguez de Avila.” Si nos referimos al primero de los dos bautizos asentados, el n. 135, resultaría lógico pensar que la página en la cual fue asentado pertenecía y tal vez era la última y única salvada del anterior registro de Bautismos quemado en el incendio a que aludimos. Y 135 y 136 habrían sido los bautizos celebrados hasta entonces en el caserío de Jesús Nazareno del Ciego por curas itinerantes, los últimos de ellos por el Bachiller Felis J. Rodríguez de Ávila, que volverá a Los Palacios también más adelante y firmará respectivamente en 1769 y en 1770 el primer y segundo matrimonios asentados en nuestro pueblo. El Bachiller Don Isidro Rafael de Soto que escribió la nota introductiva que reproducimos arriba, habría pegado esta paágina al inicio del nuevo registro, usando el reverso de la portada para escribir dicha nota. No crea un gran problema a este razonamiento, el hecho que la caligrafía de los dos asientos de bautizos sea completamente distinta. Muy probablemente debido a dos escribanos distintos que apuntaron dichos bautizos. Así pasa por la otra particularidad del Bachiller que antes se firma: “De Ábila y después De Ávila.” Le pasa también a los cubanos de hoy de confundir a menudo la «b» con la «v» y viceversa por pronunciarse casi de la misma manera. Sí contribuye a las interrogantes a las cuales aludía arriba, en primer lugar el número al lado del segundo bautizo, del cual no se divisa bien si es 136 o 236, así como la fecha del año: 1771 que sería posterior a la de los Bautismos firmados más adelante por otros curas. Después de esta primera página densa de misterios, sigue una nota más amplia de dos páginas y media que consiste en un testimonio, al mismo tiempo petición, de parte de don Isidro Rafael de Soto (cura ambulante) a don Pedro Echevarría, secretario de Cámara y Gobierno (de La Habana), para ser autorizado a continuar los libros de asiento y para construir la nueva estructura de la Iglesia. Recuerda el incendio en el cual pereció la precedente, precisando la fecha: “ diez y siete de marzo del año próximo pasado (=precedente)”. Por motivo que don Isidro solicitaba y firmaba el pedido 18 Los Palacios... de este permiso del 17 de enero de1770, la fecha de tal incendio había sido entonces el 17 de marzo de 1769. Finalmente nuestras dudas se desvanecen y encontramos caracteres más claros y a veces artísticamente elaborados, en tinta que era una mezcla de hierro y liquido de mangle, que nos transmiten el primer bautizo del nuevo registro fechado el martes 28 de marzo de 1769. “Martes veinte y ocho de Marzo de mil setecientos sesenta y nueve años yo el Ber. Dn Isidro Rafael de Soto Cura Coadyutor de esta iglesia Parroq. De Jesús Mazareno del Ciego Y Sacristán Mayor del rev. Pedro de Guanacaye bautizé, y puse los santos óleos a una niña que nació a diez y nueve de dicho mes y año, hija legítima de Joseph de Laza y de Margarita Romero naturales dela Habana, en cuya niña ejercí Las Sacras Ceremonias y preces acostumbradas y puse por nombre María de Regla de Jesús, fueron Padrinos Gaspar Rodríguez y Eulalia Martín a quienes advertí del parentesco espiritual que contrahían. Y firmo: Ber.Isidro Rafael de Soto.” cisco Esteban Nuñez y a María Concepción del Castillo p.r palabras de presente según orden de N.S.M. Ig.a y di las bendiciones nupciales auiendo Confesado y Comulgado. De todo lo que fueron testigos. Joseph Nuñez Felipe González y Juan González presentes y p. q. Conste lo firmé: B. Felis Joseph Rodríguez de Avila” Primeros matrimonios “En el cementerio de Paso Real de San Diego el 6 de agosto de mil ochocientos ochenta y dos años, según comunicación de Señor Alcalde del Municipio de aquel territorio, se dio sepultura al cadáver de doña Wenceslaa Castillo, natural y vecina que fue de esta feligresía, de estado soltera, nos expresan sus padres que falleció a los 33 años de edad y a consecuencia de una tuberculosis, según certificación facultativa, no recibió los Santos Sacramentos porque no los solicitaron, y para constancia lo firmo. Don Manuel Dobal.” De los registros parroquiales resulta también que nuestra parroquia mantuvo la denominación de Jesús Nazareno del Ciego hasta 1788. A partir del miércoles siete de Mayo de este año, en los Bautismos firmados por el Ber. Don Francisco Jacinto Domínguez fue siempre llamada Iglesia parroquial o parroquia de “Jesús Nazareno de Los Palacios” 1)“El tres de octubre de 1769 Yo B. D. Félis Joseph Rodríguez de Avila Cura Ben.o p. S.M. Igª Parroq. Jesús Nazareno del Ciego auiendo leído en tres días festivos las Canónicas Moniciones que previene el S. Concilio de Trento en que hice sauer que don Ant.º Montiel natural dela ciudad dela Habª. y vecino de este partido hijo legítimo de D. Aprobal Montiel Y de Francisca Pineda y Doña Juana Inestanja natural de esta ciudad y vecina de este referido partido hija legítima de D. Melchor Inestanja y de doña Sebastiana Ramírez que entendían contraher matrimonio y q. p. verificarlo el Ilmo. S. D. D. Santiago de Echevarría Dignísimo Abpo clero de Cuba y vicario Gen. sede vacante se auía dignado dispensarles en el impedimento dirimente que los ligaba del tercero con cuarto grado de consanguinidad. Y no auiendo resultado otro impedimento, los desposé por palabras y pres.te según orden de N.S.M. Iglesia, y di las bendiciones nupciales auiendo confesado y comulgado. De todo lo que fueron testigos D. Aprobal Montiel y D. Aprobal Montiel el joven presentes y p.q. conste lo firmé: B. Felis Joseph Rodríguez de Avila” 2) “El cinco de Mayo de mil setecientos setenta yo B.D. Felis Joseph Rodríguez de Avila Cura Ben.o p. S.M. de esta iglesia parroquial de Jesús Nazareno del Ciego auiendo comparecido ante mi Francisco Eche... Nuñez natural de la ciudad de La Habana y vecino de este partido hijo legítimo de Francisco Nuñez y de Josepha Carmona y María Concepción del Castillo natural del partido de Jesús Del Monte y vecina de este partido hija legítima de Juan del Castillo y de María Isidora Hernández de Lima a efecto de contraer matrimonio auiendo preferido las disposiciones ordinarias y leídas las tres Canónicas Moniciones que previene el Santo Concilio de Trento y no auiendo resultado impedimento desposé a los dos Fran- El primer entierro en Los Palacios “El dos de mayo de mil setecientos sesenta y nueve años se enterró en esta parroquia de Jesús Nazareno del Ciego el cuerpo de Felipe Valdés, hijo legítimo de Juan Valdés, natural de la ciudad de La Habana y de Juana López, así mismo natural de La Habana, y para que conste lo firmo. Ber. Isidro Rafael de Soto.” El primer entierro en Paso Real Estadística por decenios de los primeros libros de bautismos desde 1769 hasta 1890 1769 – 1780: 91 1831 – 1840: 1436 1780 – 1790: 48 1841 – 1850: 1259 1791 – 1800: 88 1851 – 1860: 2389 1801 – 1810: 216 1861 – 1870: 1432 1811 – 1820: 239 1871 – 1880: 892 1821 – 1830. 226 1881 - 1890: 2679 Hay que precisar que faltan los asientos de los bautizos que van desde 1841 hasta 1845 y desde el 21 de octubre de 1879 hasta 21 de Noviembre de 1879 mientras que en libros sucesivos faltan los asientos de los Bautismos desde 3 de diciembre de 1892 hasta 18 de mayo de 1896 (aquel que será el triste período de la Reconcentración de Weiler) Dichos libros fueron sustraídos o quemados durante la Guerra de Independencia. q 250 años de historia... 19 20 Los Palacios... 250 años de historia... 21 CAPÍTULO IV El río Los Palacios, límite de las jurisdicciones de Nueva Filipina y La Habana. Aumento poblacional en nuestro territorio E “ l tabaco, cultivo intensivo y de minifundio, que requería muchos cuidados pero poco capital, y corto tiempo para que la hoja madurase y la cosecha pudiese ser recogida, fue preferido desde sus inicios comerciales por los hombres pobres del campo cubano que, siendo libres, podían decidir por si mismos su destino...Así surgieron pequeñas comunidades vegueras desde Guane hasta Mayarí. Las 4 mayores áreas tabacaleras tradicionales correspondían a: Vueltabajo (Pinar del Río); Partido (La Habana); Remedio (Las Villas) y Oriente (Bayamo y Mayarí).24 Ya en 1750 los tabacos de los partidos de Guane (Sotavento) eran los más apreciados para fumar por los habaneros. Y ya desde 1742 en las certificaciones de la llegada del tabaco remitido desde la Habana a Sevilla por la R. Compañía, aparecen partidos de “hoja de chupar de Guane”. Durante su visita pastoral a los partidos de Sotavento en la década de 1750, el Obispo P.A. Morrel de Santa Cruz registró un total de 219 vegas en el territorio que correspondería en el siglo siguiente a la provincia de Pinar del Río. Estas vegas estaban distribuidas en la forma siguiente: San Cruz de Los Pinos. 7 Consolación del Sur: 91 Pinar del Río: 80 Guane: 41 Total: 219 24 En 1761 entraron en La Habana 4.497 arrobas de tabaco de Guane (=112.425 libras). Con respecto al desarrollo del cultivo del tabaco, el cual impulsó el crecimiento demográfico en la Vuelta Abajo y por ende de nuestro municipio, resultan interesantes estos datos de finales del siglo XVIII: PARTIDO Mantua Guane Pinar del Río San Juan y Martínez Consolación del Sur Los Palacios San Cristóbal TOTAL VEGAS 39 70 84 96 89 59 41 478 OBREROS 65 115 139 180 138 93 69 799 Ya en 1795 una visita del interventor de la Real Factoría Juan P. arrojó datos significativos. En los partidos de Guane, Los Palacios, y Consolación había 406 vegas con un total de 3.336.600 matas sembradas 24 Sin embargo, la emigración de los vegueros, hostigados por la institución de la Real Factoría en 1717 y la dura represión de Gregorio Guaso, desde la Habana hacia el poniente, más de un siglo después no había producido sino un muy limitado aumento poblacional en la Vuelta Abajo en general. Lo mismo pasaba en nuestro pueblo donde prevalecía la cría de ganado que no exigía mucho personal. En 1757 la población cubana que era de alrededor de 150.000 almas resultaba así distribuida: el 68% ocupaba el territorio del gobierno de La Habana, el 31% ocupaba el gobierno de Santiago de Cuba y sólo el 4,9% de esta misma población vivía en la Zona de Sotavento o Vuelta Abajo. 24 No sólo el oeste de la Isla seguía muy despoblado sino que estaba sin un mínimo de organización administrativa. Lo que favorecía desórdenes, extorsiones e injusticias entre los pocos colonos que había: “En el territorio comprendido entre la plaza de La Habana y el Cabo San Antonio – relataba E. Santovenia – con unas ochenta leguas de largo, no se veía un solo pueblo establecido con formalidad. El cuidado de los incipientes pequeños asentamientos poblacionales estaba a la discreción de los capitanes foráneos que juzgaban como hombres de escasísima instrucción y aptitud para el mando y además de sobrada malicia para emplear sus pasiones contra los infelices vecinos”. 5 Uno de los primeros signos de intervención jurídica en esta zona se había producido por lo ocurrido en 1753 cuando el gobernador Caxigal de la Vega, “interesado tanto en el buen orden civil, como en asegurar la disponibilidad de la hoja vueltabajera, reconocida ya por su excelencia; comisionaba el 17 de enero de aquel mismo año a Antonio de Agama Navarrete para que, durante dos años, cuidara y celara el numeroso concurso de gentes que había en los partidos de Guane, Pinar del Río, Consolación, a causa de la distancia que hay de ellos a esta ciudad, a fin de que vivan en quietud, cada uno sobre su trabajo y ejercicio. Sin que anden vagueando, ni consintiera en ellos personas sospechosas ni escandalosas, ni de amistades ilícitas.” Encomendaba además: “que los caminos reales y transversales estuvieran construidos por los dueños y arrendatarios de las haciendas, abiertos completamente, a hacha y 22 Los Palacios... machete, por el trabajo común y que así mismo aprehendiera a los soldados, marineros, desertores, guachinangos y vagabundos, y con la custodia necesaria los remitiera a la cárcel pública (de La Habana). Que no consintiera se embriagaran los esclavos ni otras personas, por las perniciosas consecuencias que de ello resultan, ni tampoco admitiera regalones, vendedores, ni otros que llevasen aguardientes.” (24 – Fuente AHN Consejo de Indias legajo 20:884) Poseemos documento que recuerda los nombres de los capitanes pedaneos que se sucedieron en Los Palacios: “El primer capitán juez pedaneo de que hay memoria haber existido en Los Palacios fue Don Miguel Guerrero (¿) y sucesivamente Don José María de la Cruz, Don Casimiro Solano, Don Desiderio Acosta, don Francisco Nuñez, Don Joaquín de Figueroa, don Pedro de la Torre, Don Juan Leocadio Sulon, Don Alejandro Padrón, y el actual (1841) Don Mariano Gómez.” 18 En 1758, al finalizar su visita pastoral a la zona de occidente, el Obispo Compostela redactaba varios elencos de haciendas, entre ellas también las pertenecientes al Curato de Santa Cruz de Los Pinos Mencionaba las siguientes haciendas a su vez pertenecientes a Jesús Nazareno del Ciego de las cuales además precisaba las dimensiones: Hacienda del Ciego (1 legua), Bacunagua (2 leguas), La Sierra (2 leguas), El Sitio (3 leguas), Limones (2 leguas), la Sabanilla (4 leguas), San Bartolomé (3 leguas), San Diego (2 leguas), El hatillo (2,1/2 leguas), Macurijes (2 leguas), San Juan (2 leguas), Socaleites (1 legua) Guaiquibá (2 leguas) Sabanas Nuevas (3 leguas), Guasimal (4 leguas), El Pinal (6 leguas) 3 Vegas (1 legua) 24 La iniciativa de Felipe de Fondesviela Desde noviembre de 1771 era Capitán general de Cuba el marqués Felipe de Fonsdeviela, que se dio cuenta de la situación de la parte más occidental de la Isla. Con el intento de mejorarla, después de haber dado encargo al licenciado José Varea, muy conocedor del poniente del país, de presentar un cuadro más detallado del territorio, dio los pasos jurídicos necesarios para dividirlo en dos unidades administrativas. Precisamente el 23 de julio de 1774 dictaba un decreto según el cual quedaba constituida la Jurisdicción de Filipina o Nueva Filipina que comprendía todo el territorio situado entre el río Los Palacios y el cabo San Antonio. El territorio al este del propio río pertenecía a la jurisdicción de La Habana. Por consecuencia además: el territorio palaceño al occidente del río pertenecía al partido de Consolación del sur y el ubicado al oriente del río, pertenecía al partido de Santa Cruz de Los Pinos. Vale recordar que San Diego De Los Baños entonces pertenecía a la jurisdicción de Nueva Filipina. El río Los Palacios constituirá el límite de las dos estructuras administrativas hasta 1847. De las dos estructuras, Nueva Filipina era grande entonces, sólo desde el punto geográfico porque no alcanzaba los tres mil habitantes. De ellos casi dos mil vivían en la orilla del Cuyaguateje donde se halla Guane que el propio marqués de la Torre consagraba como primera cabecera de nuestra provincia. Pertenecen a años sucesivos los primeros signos del paso de la autoridad gubernamental por nuestro pueblo: “Han venido a este partido a desempeñar comisiones particulares del Gobierno en 1788 Don Reudesino de Los Olivos, en 1828 el pedaneo de Artemisa don Antonio Morejón, y en 1837 el Teniente Coronel Don Domingo Armona que fue jefe de una partida de policía encargada de perseguir vagos y malhechores.” 23 El río Los Palacios dividía al entonces, nuestro pueblecito también en lo eclesiástico. Pues quedaban bajo Consolación del sur los feligreses que vivían, al oeste, y bajo Santa Cruz de Los Pinos los que vivían al este del río, que eran casi la totalidad. Nuestro río Los Palacios se transformaba en limite significativo también con relación al cultivo de tabaco. Pues “los tabacos más excelentes por fragancia y calidad se producían al oeste de dicho río, un poco más ásperos resultan los al este.” 5 El primer de agosto de 1774 quedaba aceptado por las autoridades superiores el decreto del Marqués de La Torre y reconocido como “conveniente al Servicio de Dios, del rey y de la Isla y ventajosísimo por el Erario.” Sin embargo tampoco esta iniciativa favoreció un rápido y consistente aumento poblacional. Dieciocho años después, en 1792, los habitantes de Filipina apenas habían alcanzado el número de 4192; el territorio seguía “pobremente habitado de un corto número de mayorales, monteros y labradores.” 5 Factores que promovieron un incremento poblacional más acelerado Con el paso de los años, las sucesivas intervenciones y orientaciones favorecieron el incremento demográfico. Primero fue la publicación de dos reales Cédulas en 1798 que, en el marco de la dura pugna entre ganaderos y labradores que “constituía casi un estado de guerra en Cuba” ante todo estableció que “las tierras situadas en los márgenes de los ríos y precisamente las extensiones bañadas por las crecientes debían considerarse bajo el dominio privativo de la Corona” y entonces podían ser adquiridas más fácilmente por los labradores. 5 En cuanto a que esta decisión favoreciera el incremento demográfico resultó del hecho que en 20 años (desde 1798 hasta 1818) la población de Nueva Filipina se triplicaba superando los 13.00 habitantes. Mientras, Los Palacios alcanzaba los 593 habitantes y San Diego de Los Baños los 582. Otro hecho habría favorecido el aumento poblacional. Y fue exactamente, cien años después de la institución del monopolio de la Real Factoría, y su supresión por parte del rey Fernando VII. Aunque los vegueros debían pagar al rey lo correspondiente a la vigésima parte de su cosecha, quedaban favorecidos con respecto a la situación precedente y alentados en su espíritu de iniciativa. En fin, el incremento demográfico de las jurisdicciones de occidente y de nuestro territorio encontró otro aliciente paradójicamente en la crisis que se produjo en Cuba a fines del primer cuarto del siglo XIX (1825). A causa de la caída del precio del café y de ataques varios de piratas mexicanos y colombianos. Muchos labradores del café, cuyo cultivo se había extendido en la Isla gracias, sobre todo a la emigración de gente laboriosa de Santo Domingo se iba difundiendo en nuestra provincia en las lomas del Cuzco y en las cordilleras 250 años de historia... de los Órganos, muchos labradores huyeron de los entornos de La Habana buscando mejores condiciones de trabajo en las vegas de la Vuelta Abajo. Dicha emigración llegó a ser notable ya que “en un solo día, en el camino entre Consolación del sur y Candelaria, un caballero contó más de setenta cabezas de familia que avanzaban hacia el poniente.” 5 Al sur y al norte, nuestro territorio resultaba hasta mediados del siglo XIX, como el del “mayor desarrollo ganadero gracias a prósperas haciendas como las de Dayaniguas, San Juan del Guasimal, Puercos Gordos, Bacunagua, Santa Mónica San Juan de Reyes, Limones y otros más al norte. Pero en la parte central del territorio empezaba la disolución de las haciendas ganaderas y el fomento de las vegas de tabaco. Nuestro buen tabaco AÑO denominado como de “Semi-Vuelta” 10 Al respecto encontramos escrito en el 1827 Tomo XII de las Memorias de la sociedad 1846 Patriótica de la Habana (Ed. 1841): “Las ri1862 quezas de Los Palacios consisten en los productos de sus tabacos y colmenas y en la 23 crianza de ganado mayor y menor. Las demás ramas de la agricultura del país están aquí en completo abandono.” 18 De hecho la huida de los labradores del café hacia la Vuelta Abajo hizo redoblar y más que redoblar en 20 años los habitantes de Nueva Filipinas que, según un censo del año 1839, superaban los 30.000. Era éste el año en que transitaba por nuestras latitudes un ilustre visitador del cual trataremos en el siguiente capítulo. Queremos cerrar el presente, no sin subrayar que el período desde 1820 a 1868 fue definido “la época de oro del desarrollo industrial y azucarero de Cuba.” Y En aquellos años en la Vuelta Abajo, con relación al tabaco, lo que pasaba está bien expresado por esta estadística: q NÚMERO DE VEGAS 1.932 3.450 3.616 CANTITAD DE TABACO PRODUCIDA X 1000 LIBRAS 4.310 6.O36 10.925 24 Ruinas del más antiguo horno de pan de Los Palacios. Se encuentra detrás de la casa n.3405 al lado sur de la Avenida 23. 24 Los Palacios... CAPÍTULO V Tres viajeros que temieron dejar los cascos de sus caballos en Los Palacios E l día 20 de marzo de 1839 – como él mismo precisa en su curro, sin reflexión alguna, tomó el de la izquierda; tras andar largo trecho tropezamos con la talanquera de un potrero que se hallaba cerrada –Nos hemos perdido -, dijo aquel retrocediendo y dándose una palmada en la frente. Seguímosle en silencio, resueltos a abandonarle si nos extraviaba otra vez antes de llegar a Los Palacios, pueblo que ya sabíamos distaba cosa de cinco leguas de Los Baños y desde el cual hasta Santa Cruz, San Cristóbal y Candelaria, el camino era ancho y frecuentado. Pero no sucedió así por nuestra dicha. Poco después de las nueve llegamos al caudaloso río de Macurijes, o Los Palacios. Y en la orilla izquierda, sobre una pequeña y chata colina, vimos las casas del pueblo del mismo nombre, en numero de treinta o cuarenta, todas grandes, la mayor parte con techo de teja, entre las que sobresalían dos hermosas posadas, y la iglesia, que es nueva, y de las más lindas de toda la Vuelta Abajo. Sobre el arco toral, en grandes letras negras leímos el nombre del arquitecto que la dirigió; era francés y se le llamaba Antonio Lacourts. La única calle de la población es tan ancha, que muy bien pueden cruzarla doce carruajes apaeados sin rozarse. Al fin de ella, hay en medio una gran cruz de madera que parece indicar el punto céntrico o asiento de la hacienda, en cuyos terrenos se ha fundado el pueblo de Los Palacios. fascinante libro: “Excursión a la Vuelta Abajo” – Cirilo Villaverde salía de la Habana en compañía del pintor y apreciado paisajista Mr. Alejandro Moreau de origen francés y el presbítero D. Francisco Ruiz catedrático del Seminario San Carlos de la Habana. Si Moreau era movido por el fin de inmortalizar con su lápiz los paisajes y las estructuras más interesantes y curiosas que habrían encontrado a lo largo del arduo y venturoso camino, Ruiz, más que movido por intereses pastorales iba solicitado por otros de carácter científicos y precisamente mineralógicos. San Diego de Los Baños y la Cuevas de Los Portales fueron sus últimas etapas de un viaje de ida que los llevó a recorrer la costa norte a veces acercándose más al mar, a veces a la Sierra. Los Palacios fue su primera etapa en el viaje de vuelta a lo largo del camino real en las llanuras más al sur. No se quedaron tanto como en San Diego que había sido el “objeto primordial” de la atrevida gira a lomo de caballo o mulo. Sin embargo también a los Palacios Villaverde dedicó su atención y, en su agudo y sutil espíritu de observador y con su fluidez descriptiva, nos entregó algunas pinceladas interesantes con respecto a nuestro pueblo como era entonces. Dejado San Diego, nuestros viajeros emprendieron el camino de vuelta pasando por el sur de la sierra. Viaje que, como Villaverde mismo notaba: “Aunque menos expuesto a equivocaciones que el del norte de la Cordillera, no es inútil se haga con práctico, porque en las sabanas extensas de la costa, es muy fácil errar la senda y extraviarse miserablemente”. 20 Se alegraron entonces al saber que viajaba con ellos, haciéndole de guía, un hombre de la misma casa donde fueron alojados y que viajaba hasta Alquízar. Curioso personaje que tanto se parece a no pocos cubanos impuntuales y perezosos en sus tareas pero también tolerantes hacia las impuntualidades y perezas ajenas. Atrasó mucho no sólo la partida del viaje, sino también el proceder del mismo, sin embargo no se equivocó en guiar a nuestros visitantes porla senda justa que llevaba a Los Palacios. A este punto dejemos a la hábil pluma de Villaverde describir lo que vivió en su rápido paso por nuestro pueblo hace más de un siglo y medio. Este de Los Palacios: tramo del Antiguo Camino Real. Por aquí, poco después “... Vuelta a montar y a correr, llegamos a de haber dejado el pueblo, transitaron Cirilo Villaverde y sus compañeros de un punto donde el camino se dividía en dos: el viaje. 250 años de historia... 25 Nosotros no nos detuvimos allí, sino el Cuarenta y Cincuenta fueron para Villaverde tiempo necesario para tomar una taza de choaños sobre todo de compromiso como edicolate clarucho y malo. El terreno que adetor de varios periódicos y revistas como: lante seguía, se presentaba árido y sembrado “El independiente”, “El faro industrial”, de unas piedras que suelen llamar moco de “La Verdad” etc. herrero, por su gran semejanza con el sediSu amistad con Narciso López y otras mento de las fundiciones de hierro, que a pefiguras sobresalientes del incipiente movisar de las herraduras, temimos que dejaran en miento independentista causó su arresto el ellas los cascos nuestras caballerías. 20 de octubre de 1848. Lograba huir de la Por ambos lados del camino no había cárcel el 31 de Marzo de 1849 y escapar a otros árboles que unas palmas barrigonas, Estados Unidos donde colaboró en varios sin follaje ni verdor ninguno, que les dicen de periódicos siempre animando la idea de la cana, y cuyo aspecto, hacía creer que habían independencia de Cuba. sido chamuscadas por el fuego de algún inMurió en Nueva York el 24 de octubre cendio, cuando no era más que un efecto de la de 1894. “Dejó como legado una extensa obra aridez de la tierra. Pero según nos acercábaliteraria y científica, fue uno de los iniciadoCirilo Villaverde mos otra vez a la Cordillera, íbamos enconres de la narrativa cubana y de los primeros trando los que verdaderamente pueden llaen preocuparse por describir las caracterísmarse oasis, en que crecen y se apiñan árboles de tal corpu- ticas del campo cubano, el hombre, sus costumbres y sus prolencia, verdor y lozanía, que es una maravilla verlos a lo blemas, como también se interesó ‘por las cuestiones geográfilejos, en la superficie plana y amarillosa de las grandes saba- cas”. 34 nas...”. 20 Además de su libro “Excursión a Vuelta Abajo”, otros faLamentablemente de la linda Iglesia que pudo admirar Cirilo mosos son, siempre con relación a este tema: “La Peña Blanca” Villaverde, no tenemos ninguna imagen que la recuerde. Ni y “El Guajiro”. Pero lo que lo hizo más famoso fue su novela: tampoco logramos encontrar en algún documento antiguo el “Cecilia Valdés o loma del Angel”. dibujo de ella esbozado por Moreau, el paisajista francés naciEstá demostrado que Villaverde ha sido en el aspecto de las do en Martinica. El historiador de Los Palacios Rolando Corde- letras nuestro pinareño más notable, su vasta producción ha ro opina que dicho dibujo se encuentre en el libro “Isla de Cuba trascendido nuestras fronteras y sus obras se conocen en el Pintoresca”. extranjero”. 34 (Notas tomadas de un articulo de “Guerrillero” – Según notas de historiadores palaceños, la Iglesia que Suplemento Trimestral de Julio septiembre 1988. Autores: Peadmiraron Cirilo Villaverde y sus compañeros era prácticamen- dro Luis Hernández y Mario Domínguez.) te la joya, desde el punto de vista edilicio y arquitectónico, del q entonces naciente pueblo de Los Palacios en el cual, según un censo de 1862 “existían, en el casco urbano, 13 casas de mampostería baja, 20 de guano y tabla, 30 de embarrado y guano y 100 de yagua y guano. Muchas de estas construcciones lucían pórticos, grandes puertas de madera fina, paredes anchas en el caso de las de mampostería. Sobresalían en la calle principal la capitanía, la Comandancia de Armas y la Iglesia, con una hermosa fachada, con pórtico y azotea, donde se elevaba una torre muy elegante y que fue edificada en el 1837, cuyo constructor fue un francés de apellido Lacorts”. 10 Quisiéramos concluir este capítulo no sin dedicar algunas notas esenciales sobre este ilustre pinareño: Cirilo Villaverde. Nació el 28 de octubre de 1812 en el ingenio Santiago, en el partido de San Diego de Núñez, donde aprendió sus primeras letras. “En 1823 es llevado a La Habana, donde termina la enseñanza necesaria para comenzar los estudios de filosofía en el Seminario de San Carlos y los El “Pan de Gujaybón” la más alta y maciza montaña de la Vuelta Abajo que de dibujos en la Academia de San Alejandro. En Cirilo Villaverde y sus compañeros costearon antes de llegar a San Diego y 1832 se gradúa de bachiller en Leyes”. 34 después a Los Palacios, pudiendo, junto a ésta, contemplar y desafiar otras Desde 1833 hasta 1848 enseña en varios Cole- muchas maravillas de la naturaleza pinareña. Él mismo la definió: “gigangios de Matanzas y La Habana. Las décadas del te de la Vuelta Abajo”. 26 Los Palacios... CAPÍTULO VI La Parroquia Jesús Nazareno de Los Palacios hasta 1860 Y a desde el año 1762 un Cura, quizás itinerante, había empezado a quedarse, de vez en cuando en sus viajes pastorales a cuestas de caballo en la Ermita de Los Palacios donde catequizaba, celebraba los sacramentos de la iniciación cristiana y también matrimonios. B. FELIS JOSEPH RODRÍGUEZ DE ÁVILA (1762 – 1772) Vimos también como los primeros bautizos y matrimonios fueron firmados por cierto Bachiller Felis Joseph Rodríguez de Ávila. Los libros de sacramentos dan fe que su presencia, no sabemos si estable o de paso, sin embargo duró en Los Palacios desde 1762 hasta 1772. En total celebró 41 bautizos. B. ISIDRO RAFAEL DE SOTO (1769 – 1772) Por algunos meses los reemplazó el Bachiller Isidro Rafael de Soto quien después volvió a ser encargado de la parroquia de Los Palacios hasta el año 1772. En los dos años siguientes se alternaron el Bachiller Josef López Alamo y Ruiz y el Bachiller Rafael del Castillo. P. FRANCISCO HENRRIG ARZOLA (1775 – 1788) Por trece años le tocó después ser responsable de nuestra incipiente comunidad cristiana al P. Francisco Henrrig Arzola cuyos asientos y firma son una obra maestra de caligrafía. Celebró 76 bautizos. D. JUAN JACINTO DOMÍNGUEZ F. (1788 – 1800) Igualmente largo fue el encargo del Bachiller Juan Jacinto Domínguez que duró 12 años: desde 1788 a 1800. Celebró 95 bautizos. Durante este periodo y precisamente en 31 de marzo de 1794 se realizaba la primera visita pastoral de un Obispo a nuestra parroquia. Era la Santa Pastoral Visita del Obispo Tricaly. P. MANUEL RODRÍGUEZ Y TAMARIZ (1804 – 1822) Otro largo compromiso con nuestra parroquia fue el del P. Manuel Jesús Rodríguez y Tamariz que, precedido de 1800 a 1804 por los padres José Fepera y Félix Madrigal, se encargaba de nuestra comunidad hasta el año 1822. Fue él quien acogió al Obispo Espada en su primera visita pastoral a Los Palacios el 6 de Enero de 1805 y después en la segunda en 16 de Abril de 1819. Como veremos, sobretodo en esta ocasión, su desorden y negligencia en los asientos de los libros de bautizos, entierros y matrimonios no le merecieron las felicitaciones del alto dignatario. De toda forma, los asientos por él escritos llenan más de tres cuartas partes del primer y más antiguo de los libros bautismales de nuestro archivo y empiezan después el segundo. Firmaba pues cerca de 470 bautizos documentando el significativo incremento demográfico de nuestro territorio en las primeras décadas del siglo XIX. Sólo tres años antes de que lo reemplazara el P. Juan Bautista Carvajal, de una encuesta del año 1819 resultaba que en Vuelta Abajo, además de una decena de Iglesias, había una decena de sacerdotes operantes, casi uno, por cada 1000 habitantes. 26 P. TOMÁS JUAN BAUTSISTA CARVAJAL. (1823 – 1844) El P. Tomás Juan Bautista Carvajal reemplazaba al P. Manuel Rodríguez y Tamariz por ocho meses desde finales de 1822 hasta julio de 1823. Volvía otra vez por un mes el P. Manuel de Jesús Rodríguez y Tamariz pero ya en agosto de 1823 el Obispo de Cuba encargaba del cuidado de nuestra parroquia por largo tiempo al P. Tomás Juan Bautista Carvajal quien trabajó pastoralmente en Los Palacios por 21 años: desde 4 – 8 – 1823 hasta 23 – 8 – 1844. En aquellos años celebró, apuntó y firmó 2058 bautizos llenando tres voluminosos libros de nuestro archivo. Tal vez podrían acercarse a los tres mil los bautizos por él celebrados si no hubiera perecido un cuarto volumen en el incendio de 1896 durante la Guerra de Independencia quedando lamentablemente perdida la documentación de los bautizos por él celebrados desde 17 de enero de 1840 hasta 11 de febrero de 1844. El crecimiento demográfico del territorio se comprueba con una sencilla confrontación: en 1825 el P. Carvajal celebraba 59 bautizos que subían a 198 en el año 1839: el mismo en que Cirilo Villaverde y sus compañeros transitaban por Los Palacios. El P. Carvajal apuntaba y firmaba, con caligrafía que se había hecho un poco menos nítida con el paso de los años, su último bautizo en Los Palacios el 25 de agosto de 1844. P. DIEGO GARCÍA (De 27 – 9 – 1844 A 14 – 4 – 1845) En poco menos de cinco meses bautizaba a 128 palaceños de entonces. 250 años de historia... P. JUSTO FALCÓN (1845 – 1860) P. Justo Falcón guiaba nuestra parroquia por otro notable período de quince años (17-4-1845 a 28-4-1860). Mientras que hasta el período del P. Manuel de Jesús Rodríguez y Tamariz los bautizos eran tan pocos y tan distanciados en los meses que no estamos en condiciones de establecer si él y sus antecesores tenían residencia estable en Los Palacios, garantía que con el Padre J.B.Carvajal y el P. Justo Falcón empezaba una estancia estable y continuativa de los curas en nuestro pueblo, es el hecho que bautizaban en cualquier día de todos los meses. Un ejemplo entre muchos puede ser el siguiente: - Lunes 25 de noviembre: 1 bautizo. - Miércoles 27 de noviembre: 1 bautizo. - Sábado 30 de noviembre: 1 bautizo. - Viernes 6 de diciembre: 1 bautizo. - Miércoles 24 de Diciembre. 2 bautizos - Lunes 29 de diciembre: 2 bautizos. La continuidad de su presencia, verificable mediante un cuidadoso control de los libros bautismales, comprueba ade- 27 más que los curas que en este siglo trabajaron por más largo tiempo en Los Palacios, sobre todo estos dos ( si eran españoles como es probable) no volvieron a su tierra sino después de larga ausencia. Su llegada a Cuba entonces significó para ellos de verdad algo muy arduo. Y, a pesar de lo desconocido de su fatiga apostólica y celo pastoral, merecen nuestro gran respeto por haber vivido de verdad la llamada del Maestro y saber dejar para la causa del Reino “a padre, madre, hermanos, hermanas y patria.” El P. Justo Falcón firmaba su primer bautizo el 17 de abril de 1845 y el último el 28 de abril de 1860. Obra maestra de caligrafía son los 3330 bautizos por él o por su escribano asentados en nuestros libros de sacramentos, como también la relación de la visita pastoral que, durante su estancia en Los Palacios, efectuaba el Obispo Fleix y Solanz el 24 de marzo de 1848. En fin: prueba del estable crecimiento poblacional de nuestra comunidad puede ser la siguiente anotación estadística: Bautismos de los años: 1851: 225; 1852: 234; 1853: 268; 1858: 243; 1859: 237; 1860: 245. q El Templo de Jesús Nazareno de Los Palacios en la actualidad. 28 Los Palacios... CAPÍTULO VII El drama de la esclavitud y la epopeya de los cimarrones en nuestro territorio C “ uando en 1510 se disponía Diego Velázquez a pasar a Cuba, el número de esclavos negros ya era cuantioso en la Española.”24 La propia España de entonces estaba acostumbrada a la presencia de esclavos en su seno, se hablaba de 100.000 esclavos negros presentes sobre todo en el territorio de Andalucía, región de donde, como decíamos antes, probablemente vinieron los primeros ganaderos de nuestro municipio y de donde derivó el nombre mismo de nuestro pueblo. Es posible que participaran esclavos negros en la misma expedición de Velázquez. La importación de esclavos negros en la Isla empezó ya en la primera mitad del siglo XVI. Los esclavos traídos a Cuba fueron prevalentemente de origen Carabalí, Conga y Mandinga. Es significativo que también una de las pueblos de nuestro municipio se llame “Carabela” probablemente de “Crabelíes”: grupo de africanos naturales de Benin (Hoy constituye una parte de Nigeria) muy numeroso en Cuba al inicio del siglo XVI y que precisamente provenían de la región llamada “Ifés” 24 El incremento de la introducción de africanos esclavos fue motivado por la escasa resistencia de los amerindios y los duros trabajos de la minería del oro, la disminución y casi total extinción de los mismos, la mejor adaptabilidad y aguante de los negros en el trabajo, además del mayor nivel cultural con respecto a los indios. Dicha importación se consolidó aún más en la segunda mitad del mismo siglo y en los dos siglos siguientes resolviendo el problema de la necesidad de mano de obra sobre todo en los ingenios azucareros y más tarde en los cultivos cafetaleros. (5 – 24) En cuanto al desarrollo cafetalero Leví Marrero afirma que: “después de Brasil, Java y Sumatra, Cuba en 1843 era la tercera productora mundial de café.” 24 Pero si la importación de esclavos resolvía un problema económico, creaba un enorme problema humano. Con respecto a nuestra provincia, la presencia de esclavos fue más acentuada en la parte nort-oriental que en el resto de la misma, a la cual pertenece Los Palacios. El propio Cirilo Villaverde, visitando buena parte de la Vuelta Abajo en 1839, podía constatar la “gran diferencia existente entre las dos zonas. El sur de la Cordillera, cultivado de cafetales y plantaciones tabacaleras, paisaje ameno y risueño, país de pequeña labranza y menos esclavitud porque en la vega – creación de un labrador criollo, canario o español, trabajaban el padre de familia, su mujer y sus hijos.” 20 Por el contrario, el norte de la misma Cordillera le parecía “áspero y lúgubre, de grandes cañaverales y múltiples ingenios azucareros donde fuerte era el trabajo y la presencia de esclavos al mando de grandes terratenientes.” 20 Muy aguda al respecto la afirmación de E. Santovenia: “Entre la caña de azúcar y la vega de tabaco había tanta distancia moral como la existente entre la esclavitud y la libertad.” 5 Así que, durante el siglo XVIII y la primera mitad del XIX, en nuestro territorio palaceño, con pocos habitantes principalmente ocupados en la ganadería que no requería mucha mano de obra y después caracterizado por el desarrollo de las primeras vegas de tabaco, el fenómeno de la esclavitud fue bastante limitado en comparación con otros lugares de la provincia pinareña. De hecho, según datos de un censo del año 1817 había 125 esclavos en Los Palacios y 72 en San Diego. Un total no insignificante de 197 esclavos que, sin embargo, correspondía en 1820 sólo al 1,5% del total de los esclavos presentes en el departamento occidental. 10 Su número resultaba afortunadamente disminuido en un censo de 1846: sólo 41 en Los Palacios y 47 en San Diego de Los Baños, lo cual se debió a una epidemia de cólera que “nos asoló en 1833 y se consideró introducida por la población negra de la zona.” 10 Nunca la esclavitud alcanzó gran auge en nuestro territorio por las razones ya mencionadas y sin embargo también nuestro municipio no se quedó exento de esta mancha y las huellas de la degradación moral que suponía la esclavitud, bien resumidas y matizadas por Raúl Cepero Bonilla: “La voluntad del esclavo nada valía. En el recinto o de la Finca o del ingenio, la voz del amo era ley incontrolable, las leyes civiles y penales les concedían ese privilegio, El amo era el dueño de la vida del esclavo que podía arrancársela si lo estimaba conveniente.” 10 La mayor concentración de esclavos en nuestro territorio tuvo lugar en correspondencia a los ingenios azucareros de Nueva Empresa (en la zona de Pitirre) y el ingenio Limones (Entronque de San Diego) de propiedad de Conde Palatino. Fue en estos lugares que se perpetraron los mayores abusos contra esclavos que, sin embargo, en parte trabajaban también en haciendas de cría de ganados, los varones, y como criadas de casas señoriles las mujeres. El maltrato de los esclavos produjo también en nuestro territorio la rebelión y la huida de algunos de ellos creando el llamado fenómeno del cimarronaje. 250 años de historia... La epopeya de los cimarrones Zonas intrincadas del tramo de la Sierra del rosario al norte de nuestra llanura, o sabanas de la misma se transformaron en refugios de los esclavos rebeldes que no podían aguantar la prepotencia de los capataces y de los dueños de su vida. Poco a poco fueron organizándose en cuadrillas, abasteciéndose de armas, construyéndose toscos ranchos escondidos en el monte. A menudo su refugio eran las mismas cuevas que abundan en estas montañas. Vivían cazando jutías y otros animales en el monte, pero a veces, para sobrevivir eran obligados a depredar las fincas de los mismos propietarios dejados, robando animales o productos de las plantaciones y atrayendo hacia sí aún más la rabia de los terratenientes y de los garantes del orden público que veían en su presencia en el territorio una amenaza continua. Así se organizó una verdadera “caza a los cimarrones” de la cual se encargaron los llamados “Rancheadores”. Personajes sin escrúpulos que, por encargo de las autoridades de la zona, se dedicaban a perseguir a los negros fugitivos con perros feroces contra los cuales no siempre lograban defenderse con el machete, lanzas, y otras rudimentales armas. Sobre todo poco podían defenderse, una vez individuados, de los rifles del rancheador y sus compañeros. En cuanto a los perros que usaban en la caza inhumana es interesante lo que escribía A. Scostman ya en 1811: “Visité en una ocasión uno de los cafetales próximos (el de la Catalina en las lomas de El Cuzco, Sierra del Rosario) en el cual son cuidados y entrenados perros sabuesos para impedir que se fuguen los esclavos o se acerquen los Cimarrones. Estos perros son notables por la lumbre de sospecha que despiden sus ojos, y no pueden confiar en ellos ni sus dueños. Se les mantiene confinados continuamente en jaulas de hierro y se les enseña a tener una antipatía feroz a los negros, a quienes atacan cuan pronto los suelten. El propietario tuvo la complacencia de mostrarnos como estaban entrenados. Ordenó a uno de sus esclavos a irse al monte, y después de un rato fue soltado uno de los perros, tras colocársele un bozal. El animal parecía conocer bien su deber, porque después de olfatear el terreno unos minutos, captó el olor de los pies del esclavo y se disparó con la fuerza del rayo, con la nariz sobre el rastro, hacia el monte. Pocos minutos más tarde traía de regreso al negro. Pero debido al flojo del bozal o a la fuerza de las fauces del perro, el pobre esclavo fue mordido severamente.” (24 – Documentos de A. Scostman in Cuba 1811-12) Además de un pago mensual fijo, el rancheador cobraba una especial recompensa por cada esclavo recuperado y entregado a su amo sano y salvo o por cada par de orejas de esclavos matados por su resistencia. Dichas orejas tenían que cortárselas a la víctima y, macabro comprobante del cumplimiento de su tarea, entregárselas al regreso a los inspectores municipales. De todo eso dejaron escalofriante documentación varios Rancheadores que operaron a lo largo de toda la isla. Se hizo famoso en nuestra provincia el Diario de Francisco Estévez, hombre conocido y encargado de esta misión 29 por los inspectores de San Diego de Núñez, entre ellos el propio padre de Cirilo Villaverde. Estévez dictó su diario a su hija, mes tras mes a lo largo de los cinco años que duró su compromiso en la sangrienta tarea. Cirilo Villaverde que supo del documento, se preocupó de copiarlo. Más tarde intentó publicarlo en alguna revista por lo menos a trozos. Pero sólo un siglo y cuarto después se logró recuperarlo y publicarlo por extenso. Recorrer estas páginas es topar con el relato alucinante del vaivén pertinaz de un hombre cuyo “único objeto deseado – como él mismo confiesa – es el exterminio total de los cimarrones”. 25) Lograban atenuar un poco esta fiebre la intemperie tropical con lluvias, mucho más abundantes y copiosas que las de nuestros días, y que hacían inaccesibles los senderos hacia los refugios, peligrosos los paredones de las rocas que había que trepar, desbordantes e impetuosos los ríos que había que cruzar, impenetrable la floresta que había que desafiar con sus insidias, sus ruidos siniestros, sus silencios que asombrosamente nunca despertaron alguna angustia, reflexión o remordimiento en el corazón de hielo de aquel hombre. El cimarrón perseguido por los rancheadores (grabado del siglo XIX) Corazón en el cual, además que para la piedad, nunca se encuentra el más pequeño espacio para una chispa por ejemplo de maravilla ante la lozana y encantadora naturaleza que lo rodeaba, ante las intrincadas sierras que tantas veces atravesó en aquellas que él mismo llama: “romerías”. Claro: en sentido burlesco, porque no iba empujado por motivos piadosos sino por su despiadado anhelo de acabar con aquellos pobres negros que para él no parecen hombres, humanos, sino animales de cazar. Sus gritos desesperados, viéndose asaltados y mordidos por los perros de una parte y amenazados por el fuego de los rifles de la otra, para él son “alaridos”. Lo que queda y encuentra de ellos volviendo días después a los lugares de precedentes ataques, para registrar el número de las víctimas de la refriega, son “osamenta”. Sólo un adjetivo merma el desprecio hacia la raza negra y distingue en ella los rebeldes que tiene que capturar o matar 30 Los Palacios... de los que siguen trabajando bajo el inflexible yugo de los mayorales; estos últimos pues les llama: “los mansos”. Pero es difícil distinguir si, llamándolos así, reconoce cierta humanidad en ellos o se trata de una manera de distinguir entre animales salvajes y de corral. De hecho el desprecio generalizado parece claro cuando define como “la negrada” la dotación de esclavos de un amo o del otro. Por lo demás era una manera muy difusa de expresarse y no se puede pretender que el hombre de hace casi dos siglos tuviera la conciencia y visión antropológica de hoy. El propio Cirilo Villaverde, como ya dijimos, era hijo de uno de los inspectores que habían entregado a Francisco Estévez esta tarea, controlaban su ejecución y le suministraban la recompensa. Cirilo Villaverde aún, en su viaje a la Vuelta Abajo le tiene miedo al encuentro con eventuales Cimarrones por las espesas serranías que se efectuaba en aquellos mismos años en que, por la misma, era de recurrido el “Rancheador”. Quizás también a él le necesitó algún tiempo más y mayor interiorización de la enseñanza recibida del P. Félix Varela en el Seminario de San Carlos para transformarse en ferviente independentista y sensible al drama de los negros esclavos. Se hizo defensor de su dignidad por lo menos por su preocupación de entregarnos este aunque indirecto testimonio de una etapa del doloroso calvario de la gente de color, empezando con el drama de ellos mismos o de sus padres y abuelos bárbaramente arrancados de su tierra africana. Avatares de un rancheador en nuestro territorio Una primera alusión al paso del Estévez por nuestro territorio y la detallada descripción de un doble y cruento enfrentamiento con los cimarrones, el diario del Rancheador la hace casi al comienzo de su relato a mediados de enero de 1837. En esta fecha él había recibido precisas informaciones de cuadrillas y palenques existentes desde el río de Santa Cruz hasta los Baños de San Diego. En consecuencia él mismo relata: “Siendo mi único deseo el exterminio de estos (cimarrones) y librarme de los avisos que podían dar entrando de aquí por allá, salí el 19(de febrero de 1837) con mi partida y llegamos el 20 a Limones, partido de Los Palacios, me presenté al teniente juez pedáneo Don Juan Herreros y Campo, a pedirle el auxilio de un práctico...” Buscaba un práctico, y no fue fácil hallarlo disponible, de la Sierra de Toro, Santo Domingo y de la sierra Limones. Informa además haber recibido 4 reales por la captura de una negra en el partido de Los Palacios el 28 del mismo mes. Mas adelante dice. “El 8 de mayo(1837) llegamos donde llaman la sierra de Julián en Río Puerco, partido de Los Palacios, donde encontramos otra ranchería sin negros, de 32 ranchos...” En su Diario de octubre de 1837 dictaba a la hija: “Restituido a mi casa como llevo dicho el 23 de septiembre estuve en ella hasta el 28 por hallarme indispuesto de una disentería... el 14 del que rige encontramos un rastro en la sierra de la Perdiz, Partido de Los Palacios, lo seguimos hasta el río Santa Cruz de Los Pinos, que nos llevó a un gran palenque que había en una de estas sierras, cuyo nombre ignoro y fue el caso que el día 16 a las cinco de la tarde, llegamos a dicho palenque, quise determinar hasta el siguiente día para tomar las providencias más oportunas en semejantes circunstancias, más no fue posible porque nos vieron antes de llegar, de suerte que fue necesario atacarlos. El resultado fue que en el primer encuentro matamos a 10 negros, quedándonos sin perros, pues nos mataron 5, quedando solamente uno y este mal herido.” Además del objeto de la fría crónica de los “Rancheadores”, el drama de los Cimarrones se transformó en tiempos posteriores en motivo de interés de la literatura y hasta de la Música. En el mes siguiente (noviembre de 1837) bajaba hacia el sur de nuestra llanura, en la zona de Guasimal (sur de La Francia) donde “estaban haciendo daño los negros cimarrones”. A la vuelta de la correría contra estos cimarrones de Guasimal, hacia el norte, hacia nuestra sierra, tuvo el tiempo de averiguar mejor el resultado de los ataques alistados en los meses precedentes y he aquí su macabro informe: “En el palenque atacado el 14 de julio encontramos 3 osamentas. En el del 10 de septiembre encontramos 14 y en el del 6 de octubre 8.” Interesantes los datos que siguen: “También de resultas de estos ataques se van presentando muchos, algunos de 22 años de sierra, y entre estos el famoso Juan Portugués, capitán de cuadrilla de muchos años (Una loma, por arriba del Pitirre en la sierra del Toro, de él tomó el nombre de “loma del Portugués” o “La Portuguesa”. Lo que recuerda y comprueba la fama de este cimarrón), como igualmente la madre Pastora mujer del capitán de cuadrilla Mariano Gangá muerto también de éstos ataques; según la dicha Pastora declara, también declaran estos dichos que los que salieron heridos en estos ataques han muerto...” Francisco Estévez, el Rancheador, trabajaba cumpliendo con pedidos y comisiones precisas. He aquí un ejemplo con referencia siempre a nuestro territorio y al inicio de un segundo año de lucha: “Hallándome el 15 de Enero(1838) en mi casa como dije en mi último diario recibí un aviso de Don José Díaz que me suplicaba fuésemos a ver si lográbamos capturar 4 negros que se habían fugado, y el mismo día un oficio de D. Cándido Alfonso, mayoral de Jejenes, en que me decía que en la dicha hacienda de su mando, en Santa Isabel y Sabanalamar estaban recibiendo daño de los Cimarrones... El día 22 llegamos a Sabanalamar y seguimos el 23 hasta la boca de Bacunagua donde encontramos el estalaje como de 5 negros...” Trabajaba ayudado por un grupo de compañeros bien armados y por una bandada considerable de perros adecuadamente entrenados. Sorprende como cada vez que regresa al punto de partida encuentra la manera de reemplazar los muchos que los cimarrones le mataban. Signo que la costumbre de rodearse de una asombrosa 250 años de historia... multitud de perros en Cuba es muy antigua. Tenía que abastecerse de víveres y bebida para poder caminar días y días. Sin embargo a veces volvían él y sus compañeros sedientos, hambrientos y descalzos. Al respecto así dictaba en una página de su diario: “No pudimos quedarnos de alguna manera dentro del manglar, por no hallar en estos parajes una gota de agua y esto todo el día rabiando de sed, así nosotros como los perros.” Trabajaba además ayudado por otro Rancheador al mando de otra patrulla de cazadores de cimarrones que él llama “su Teniente.” Se trata de cierto don José Pérez en los primeros dos años 1837-38, después reemplazado por Don José Cardoso. Los dos a veces se repartían el territorio que había que registrar, a veces ambos se unían y concentraban sus fuerzas en ciertos “puntos calientes”. Eso por una sugerencia e invitación de los mismos inspectores encargados de la vigilancia. Don Lucas Villaverde, D. Máximo de Arozarena y don Diego de R. Estévez volvía a hablar del paso por nuestro territorio también en su diario de marzo: “El 14 (de marzo de 1838) partí para la sierra con ocho hombres por hallarse el teniente (D. José Pérez) enfermo, registramos desde Cuzco hasta el Partido de Los Palacios...” El 3 de septiembre de 1838 el Teniente Don José Pérez informaba que “había seguido hasta San Bartolomé, partido de Los Palacios, a los negros esclavos huidos de las propiedades del Sr. Barón Kessel. Dichos negros estaban haciendo daño a los vecinos de dicho paraje. Se juntaron varios y les siguieron el rastro hasta donde ellos llaman Mavengue de funda de vaca; los atacaron, mataron 2 y cogieron una negra del Barón Kessel; con esta noticia siguió hasta la Sabanilla donde capturó 3 de los que andaban dispersos y vino para afuera a darme cuenta, los que resultaron ser dos de D. Manuel de Paula y uno de D.B. de Zayas. Teniendo noticia por D. Chanito Lasa y al mismo tiempo de D. Ramón de Arozarena, el primero que se le había fugado una negra y el segundo que 3 negros, dejé al teniente encargado con sus cuatro hombres y yo con los otros cuatro volví para la V. B., donde llaman Abra Venturosa, Partido de Los Palacios; encontré rastro que volvían para afuera pero por no dejar pendientes las noticias de Echevarría y del Sumidero haciéndome cargo que a la vuelta los encontraría, seguí y en el río de Macurije encontré el día 17 una cuadrilla compuesta según sus vestigios y demás como de 30 negros. La situación era muy mala, muy peligrosa la subida que no podíamos subir sino uno a uno por una escala que tiene más de 300 escalones; al fin subimos dos de los 5 y antes de hacer firme arriba nos acometieron, tuvimos que valernos de las carabinas. Les hicimos fuego matando 6 de ellos, viéndose los otros tratados de esta suerte, dieron a huir desapareciendo de nuestra vista, yendo también algunos heridos y sólo en la fuga pudimos capturar una negra y por más diligencia que hicimos no pudimos dar alcance a los demás, nos dejaron una carabina, 18 herrones, varias hojas y cuchillos...” El 11 de Febrero del año siguiente (1839) perseguía, a lo largo de todo el río Macurije, los rastros de la afamada cuadrilla de Madre Melchora. El 4 de septiembre de ese mismo año pasaba por “Rangel, Partido de Los Palacios.” 31 Al comienzo de su 4º año de persecución de los Cimarrones escribía: “El día 4 de Enero (1840) recibí una carta de don José de la Cruz Reyes en que me decía que los monteros de D. Miguel de Echevarría habían encontrado una cuadrilla con dirección del río Macurije. Salimos el 5 y el 7 llegamos al punto donde decían que habían visto los negros. Efectivamente hallamos rastro donde habían matado animales...” A mediado de aquel mismo año anotaba: “Salimos para las sierras el 21 de Julio (1841); Registramos desde el Cuzco hasta la Jurisdicción de Los Palacios en lo que invertimos 18 días.” Al comienzo de su último año de compromiso en la desdichada tarea relataba: “El 20 de Enero (de 1842) en virtud del oficio del 8 del corriente del Teniente de Los Palacios D. Francisco Domínguez dirigí a este que con su partida entrase en las sierras por Abra Venturosa siguiendo hacia La Palma, Sumidero, Caimito, Galalón, Caiguanabos, la Sierra de la Güira, y lo que hace la Cordillera de M.S. desde San Diego de Los Baños hasta la citada Abra Venturosa, El Toro, Sabanilla, Echevarría, Guajaybón, el hato del Pinal, Cacarajícara etc.” Pasaba también los primeros 20 días del mes de marzo de 1842 en recorrer nuestro territorio incluyendo la desembocadura del río Macurije, los manglares desde Bacunagua hasta Sabanalamar, y la zona desde San Diego de los Baños hasta el Cuzco. El 30 de Abril de 1842 daba sus dimisiones hallándose “ya enteramente imposibilitado de continuar en este ejercicio.” Antes de que fueran aceptadas, tuvo el tiempo de ocuparse de otra pesquisa de nuestro territorio en los primeros 15 días de mayo. Finalmente el 18 de mayo de 1842 los Señores Inspectores y la R.J.de F. De Agricultura y Comercio le hacían llegar la declaración escrita de aceptación de su renuncia y, como él concluía: “Desde esta fecha queda disuel- Niñas sonrientes ante un campo de caña madura en la zona del Perico García, cerca, en el Entronque de San Diego, molía en su tiempo el ingenio San Miguel, también destruido durante la Guerra de Independencia. En el fondo: las alturas de Sumidero y últimos relieves de nuestra sierra tantas veces recorridos por el Rancheador Estévez en su afanosa búsqueda de los cimarrones que huían también de este ingenio. 32 Los Palacios... ta la partida de mi mando.” Cesaba así la atribulada empresa, para nosotros tan execrable, y para los pobres negros se alejaba la pesadilla de un perseguidor tan hábil y que no le había concedido tregua desalojándolos de gran parte de nuestra sierra, atormentándolos en las sabanas y los manglares a lo largo de los ríos, obligando a los sobrevivientes a refugiarse en lugares quizás más protegidos hacia Pinar del Río, Mantua y los Remates de Guane, de donde llegaban noticias que había cuadrillas más organizadas y palenques aún más intrincados: los de la Coordillera del Los Órganos. De la tragedia de la rebeldía a la aurora de la libertad En este resumen de las sombrías hazañas del Rancheador, hemos encontrado a la cabeza de los negros rebeldes también a una valiente mujer negra. Mamá Pastora, no fue la única que alcanzó la categoría de capitán de cuadrilla. Otra que entró en la leyenda fue “Madre Melchora” que con otros cimarrones y cimarronas que llevaban hasta 20 y 30 años de fuga y “osadamente no dejaban capturarse y enarbolaban el espíritu de rebeldía. Otros lamentablemente no aguantando las vejaciones, los golpes y humillaciones de los capataces, optaban por el suicidio que ponía término a su martirio y se ahorcaban o se lanzaban a pozos o ríos”. 10 Ésta la desolada constatación de los historiadores de nuestro municipio que, durante su investigación realizada en 1992 pudieron consultar 24 legajos en el Archivo Provincial referidos a la Alcaldía Mayor y Teniente Gobernador de San Cristóbal, encontrando cierto número de expedientes de esclavos de nuestro territorio que, entre 1827 y 1867, o se ahorcaron 18, o se ahogaron 12, o perecieron por otras causas: violaciones 4, robos 4, fugas 3 etc. Y hay que añadir que, a veces el amo y explotador denunciaba a las víctimas de su porción movido más por interés económico que de piedad y arrepentimiento del delito. En efecto, por cada esclavo tenía que entregar al estado un impuesto y, denunciar la muerte de un esclavo, significaba ver disminuidos los impuestos que le debía al Gobierno. La denuncia se hacía por intermedio de los jueces pedaneos a los alcaldes y se caracterizaba por su resaltada atención a los detalles, llegando hasta describir con dibujos, en tiempos en que faltaba todavía la cámara fotográfica, las modalidades del delito. Preferimos ahorrar a nuestros lectores la documentación precisa de algunos de estos abusos con nombre y apellido de la víctima y del verdugo por temor que la historia deje de ser “Maestra de vida” en sentido positivo cuando se demora en analizar y resaltar lo inhumano y bestial que a veces hay en el hombre. Merece destacar que después de la segunda mitad del siglo XIX hubo un crecimiento de la fuerza de trabajo esclava en toda la zona que se extendió hasta la fecha de su abolición en 1864; debido eso a la disolución de las haciendas ganaderas y al desarrollo, de las vegas de tabaco, y de las industrias azucareras. Al cultivo de la caña se dedicaron más de 35 caballerías en nuestro territorio municipal, sobre todo en los entornos de los ingenios San Miguel ubicado en el Cuartón Carabelo, en el Partido de San Diego y Nueva Empresa en el Cuartón de Limones, Partido de Los Palacios. Las estructuras del primer ingenio, como dijimos antes, se encontraban donde el actual Entronque de San Diego. Las estructuras del segundo: en la zona más aledaña al Pitirre. Ambos ingenios pertenecían a Don Gregorio González (Conde Palatino) quien era propietario también de un reparto en La Habana llamado por supuesto “Palatino” y poseía una dotación de 200 esclavos. Tanto el uno como el otro ingenio serán destruidos durante La Guerra de Independencia en 1996. ¿Y la Iglesia? Terminando este capítulo no podemos dejar de esbozar una respuesta a esta pregunta que surge espontanea: “¿Cuál fue la posición de la Iglesia frente a esta plaga de la esclavitud? Pues, por ejemplo nos sirve a fines estadísticos la división de los Bautismos en “Pardos y morenos” de una parte y “Blancos españoles” de la otra que al mismo tiempo desdice y nos disgusta. Como nos disgusta cierta aquiescencia de algunos que no se opusieron con la suficiente energía al fenómeno, demorando demasiado en reconocer la igual dignidad entre blancos y negros, o los sofismas capciosos y artificios del lenguaje de otros que, como escribía Alejandro de Humboldt: “para echar un velo a la barbarie de las instituciones, han inventado las palabras de cultivadores negros de las Antillas, de vasallaje negro y de protección patriarcal.” 28 Este mismo ilustre viajero, científico e investigador alemán, recordando su visita a Cuba realizada en 1834 y refiriéndose a la condición de los esclavos en la isla las juzgaba mejores que en otras partes: “¿Qué otra nación y sociedad puede dar cuenta tan ventajosa de los efectos de este desgraciado tráfico?... Yo no ponderaré el trato que se da a los negros en las partes meridionales de los Estados Unidos, pero es cierto que existen diferentes grados en los padecimientos de la especie humana.... Si se compara la isla de Cuba con Jamaica, el resultado parece ser a favor de la legislación española, y de las costumbres de los habitantes de Cuba. Estas comparaciones demuestran en esta última isla, un estado de cosas infinitamente más favorable a la conservación física de los negros...”28 Sin embargo añadía: “¡Que triste espectáculo presentar unos pueblos cristianos y cultos disputándose sobre cual de los dos ha hecho perecer, en tres siglos, menos africanos, reduciéndolos a la esclavitud!” 28 Levi Marrero en un capítulo de su vasta obra histórica (Vol. VIII pag. 157) anota: “La justificación teórica de la esclavitud en las Indias sería que el africano se le extravía de los dominios del demonio y se le hacía ingresar, por medio del Bautismo, en el camino de la Salvación. Esto explica que, sólo por excepción, se cuestiona la esclavitud por los teólogos, y que los clérigos, iglesias y conventos poseían esclavos.”24 Aunque había variedad de situaciones en la relación esclavos y dueño por la diversidad presente en la naturaleza y temperamentos humanos. Siempre el mismo autor relata pues como la Condesa de Merlin elogiaría tales dotes en su tío: el conde de Casa Montalvo: “Sumamente instruido en la fisiología y la medicina cura un gran número de enfermedades, y no se limita a sus hijos y sus esclavos... Es tanta la humanidad de su corazón que en medio de los cuidados que 250 años de historia... reclama su casa donde tiene que velar sobre 800 esclavos, y a pesar del gran número de negocios públicos que lo ocupan, toda vez que un pobre enfermo reclama su asistencia, corre a prestarle su auxilios y sus socorros aunque sea a mitad de la noche.” 24 Aunque el trato con los esclavos al servicio de la Iglesia y conventos fue tal vez semejante al de este Conde tan humanitario, lamentablemente la función pastoral encomendada a la Iglesia Cubana por el sínodo diocesano tenido años antes no fue cumplida, según reconocería en 1755 el Obispo Morel de Santa Cruz. “Este mismo Obispo en su afán pastoral, introdujo una medida audaz destinada a traer hacia la Iglesia a los esclavos habaneros: oficializó los cabildos africanos, donde nació la Santería, convirtiéndolos en Ermitas. Y, cuando en 1751 los hacendados de los ingenios azucareros, apoyados por el gobernador Caxigal de la Vega, obtuvieron que un Breve papal autorizara el trabajo de los esclavos en los días de la fiesta, una vez cumplida la asistencia a la Misa, el Obispo Morrel se hizo intérprete de la patética solicitud de numerosos esclavos: “Se ha movido la duda de sí los días de la fiesta deberán ceder a favor de los amos o quedar, como antes estaban, a beneficio de los mismos esclavos.” 24 Significativa y ejemplarmente entonces el Santo Padre 33 De manera aún más decidida, la esclavitud y cualquier discriminación resultan condenadas en las páginas del Nuevo Testamento, en declaraciones como las de San Pablo que subraya como no hay más ni judío, ni griego, ni esclavo, ni libre, ni varón, ni mujer sino que todos somos hijos de Dios y por ende iguales en dignidad. Una piedra fundamental en este camino de condena de la esclavitud es una de sus cartas, la más corta, quizás un poco desconocida y, sin embargo tan conmovedora. Justamente los biblistas la llaman ”La Carta Magna de la abolición de la esclavitud”. El apóstol escribe estas líneas en la cárcel romana donde se encontraba preso por ser testigo de Jesús y además viejo y desgastado por tantas fatigas apostólicas. Se dirige a un dueño de haciendas y de esclavos de entonces, un tal Filemón que se había convertido a Cristo y bautizado, para decirle que también uno de sus esclavos, huido de su hacienda, se había acercado a él. Pablo lo había instruido en la fe desde la cárcel y bautizado de su propia mano. Encontrándose ahora sin trabajo, Pablo devolvía este ex esclavo llamado Onésimo a su amo (Filemón) con una carta, que leemos en la Biblia. En dicha carta le encomendaba a Filemón, con palabras que son también una sublime clase de cortesía, de no recibirlo más como esclavo sino como hermano muy querido. Dice: “Recíbelo como si fuera yo. Y si te ha perjudicado o te debe algo, cárgalo a mi cuenta. Yo, Pablo, te lo escribo y firmo de mi propia mano, yo te lo pagaré.” No pocos, en la historia de la Iglesia fueron los santos a quienes le tocó en el corazón el problema de los esclavos hasta ofrecerse personalmente o pedir limosna para recoger lo necesario para su rescate. Quisiéramos recordar sobre todo el testimonio de uno de ellos, más estrechamente relacionado con las vicisitudes de España y de América Latina. Se trata de San Pedro Claver nacido en Verdú (Cataluña) en 1580. Después de su profesión religiosa entre los jesuitas fue enviado a Colombia y después a Cartagena donde se transformó en el apóstol y padre cariñoso de los esclavos. Allí desembarcaban cada año como 10.000 esclavos negros traídos de Africa. Cuando por la ciudad retumbaba el grito: “¡Barco negrero a la vista!”, P. Claver llenaba sus canastas e iba a repartir alimentos y acoger con todo su cariño, haZona del Pitirre: majestuosa entrada del ingenio Nueva Esperanza (pro- blándole de Dios, a aquellos miserables. piedad del Conde Palatino) que fue destruido durante la Guerra de IndeSu presencia y bondad era como una luz en pendencia (1896). Aquí numerosos esclavos de nuestro territorio conomedio de tanta oscuridad para ellos. Pues la situacieron la dureza del trabajo y de la opresión. ción en la que estos negros llegaban a Cartagena Juan Pablo II, en el año Santo 2000, ha pedido perdón en era muy lastimosa, los corrales donde los mantenían eran tan nombre de toda la Iglesia Católica también por las culpas que escuálidos y nauseabundos que el propio Padre Claver, al puede haber tenido en no combatir con suficiente energía sólo saber que iba a llegar un barco, empezaba a sudar frío y este fenómeno de la esclavitud. una palidez de muerte le desteñía la piel, al recordar los cuaCulpas y responsabilidades que, de todas maneras, no dros espantosos que había observado en las ocasiones anderivan de su doctrina sino del no haberla comprendido y teriores. Sin embargo lo ayudaban a enfrentarse con esta vivido de parte de algunos de sus miembros endurecidos en horrible situación las muchas horas transcurridas en la nosu corazón, apegados más al dios del interés, poder y dinero che, junto al Santísimo Sacramento, orando en el templo. que al verdadero Dios Padre amoroso de todos. Por eso aquel que se definió a sí mismo: “Pedro Claver En sentido general, la condena de la esclavitud en sus esclavo de los esclavos”, la gente ya en vida le llamaba “el raíces se remonta a las páginas del Antiguo Testamento que, santo” y, en 1888 el gran Papa León XIII, que había declarapor lo menos encomienda un trato más humano y honesto do que ninguna biografía lo había conmovido como la del hacia el esclavo. El libro del Deuteronomio, por ejemplo, re- Padre Claver, lo declaraba “Santo Patrono de los misioneros cuerda que también el esclavo tiene derecho al descanso en que trabajan entre los esclavos.” 35 el día del sábado. En 1839 el papa Gregorio XVI denunciaba la trata Africa- 34 Los Palacios... na de los negros esclavos: “...Deseando borrar semejante oprobrio de todas las comarcas cristianas, después haber conferenciado con los cardenales de la Santa Iglesia Romana reunidos en Consistorio, y siguiendo las huellas de nuestros predecesores (Pío II que ya en 1482 había condenado el comercio de esclavos africanos por los portugueses; Pablo III en 1532, Urbano VII en 1639, Benedicto XIV en 1741 y Pío VII 1820-23), en virtud de la autoridad apostólica advertimos y amonestamos con la fuerza del Señor a todos los cristianos de cualquier clase y condición que fuesen, y les prohibimos que ninguno ose en lo adelante molestar injustamente a los indios, a los negros o a otros hombres, sean lo que fuesen, despojándoles de sus bienes o reducuéndolos a esclavitud, ni preste ayuda y favor a los que se dedican a semejantes excesos o a ejercer un tráfico tan inhumano... Reprobamos todas las dichas cosas como absolutamente indignas del hombre y en virtud de la propia autoridad, prohibimos enteramente y prevenimos a todos los eclesiásticos y legos se atrevan a sostener como cosa permitida el tráfico de negros, bajo ningún pretexto, ni causa...”. 24 Llegando a tiempos más recientes, si las campanas del ingenio y las haciendas servían para despertar y llamar al trabajo a los esclavos, las de la Iglesia tocaban al mediodía para recordar al amo su deber de dejar a sus esclavos o sus obreros tiempo suficiente para almorzar y descansar un rato, tocaban en la tarde las que, por lo menos en Europa, se llamaba el “Ave María” para recordarles a los señores el deber de permitir a sus trabajadores de volver a sus hogares para cenar y gozar de la intimidad doméstica y el descanso nocturno. Tocaban en fin en las Vísperas del domingo para recordarles a todos: “¡Mañana es día de reposo para todos, el día del Señor!” Los principios habían sido echados y de manera clara y contundente. Los ejemplos, los modelos y testigos no faltaban pero, como el antiguo pueblo de Dios, así el nuevo está echo de hombres limitados y pecadores. Y, como con relación al caso de los indios, en la Iglesia hubo conciencias lúcidas y proféticas, por ejemplo la de Fray Bartolomé de Las Casas, y otras más obtusas y atrasadas, así pasó con la cuestión de los negros esclavos de América. “En Cuba la Iglesia no cuestionó la institución de la esclavitud como tal, pero se interesó vivamente por el bienestar de los cautivos, no solamente por la salvación de su alma, como algunos han pretendido. La breve, elocuente y admirable campaña abolicionista de los frailes capuchinos José de Jacca y Aragón y Epifanio de B. en la Habana y sus inmediaciones fue una excepción en la historia de las Indias. La predicación de estos capuchinos provocó una crisis de conciencia en el mismo rey Carlos III. Es evidente la insistencia de los eclesiásticos en aliviar los sufrimientos de los esclavos y protegerlos de la codicia y crueldad de muchos amos, respondiendo en diverso grado a tal actitud”. 24 La interiorización y la puesta en práctica de los antiguos y perennes principios de la igual dignidad fue trabajo lento y duro y nunca concluido porque todavía el hombre sigue condicionado por nuevas esclavitudes. Lo que fue latente en la palabra de Dios desde el principio. Lo que fue intuición y bandera de los verdaderos profetas y de los Santos sólo paulatinamente se hizo conciencia compartida por la Iglesia entera en tiempos más recientes. Oportuna lección fue entonces la de Juan Pablo II al pedir perdón a la humanidad entera en ocasión del Jubileo del año 2000. Contra quien sigue olvidando el lento proceso de la historia, autocelebrándose al sonido de bombos y platillos por sus pequeños éxitos, autojustificándose y buscando chivos expiatorios por sus fracasos, la Iglesia educa al examen de conciencia, realizar un continuo esfuerzo de renovación y conversión, educa en pedir perdón y se ennoblece y se purifica a los ojos del mundo cuando lo hace. Estas actitudes son desconocidas para quien hace idolatría de sí mismo, y muy familiar a quien sabe ser criatura y cree en la justicia pero también en la misericordia del único y verdadero Dios. q El jesuita Pedro Claver (15801654) alcanzó la santidad por su labor evangélica entre los esclavos bozales llevados a Cartagena de Indias, centro de distribución de la Trata para el resto del Caribe. Su vida estuvo dedicada a aliviar los sufrimientos de los cautivos, a cuya defensa y protección se entregó con devoción y caridad ejemplares. Justamente es llamado «el Santo de los esclavos». Su misión fue inspirada en gran medida por la obra de Fray Alonso de Sandoval. 250 años de historia... 35 CAPÍTULO VIII Prosperidad de Paso Real La iglesia y el pueblo de Los Palacios en las últimas décadas del siglo XIX H emos hablado del desarrollo poblacional de nuestro pueblo que se mantuvo muy limitado hasta finales del siglo XVIII pero tomó fuerza con el comienzo del nuevo siglo gracias a dos factores. Uno ya lo indicamos en la difusión de las vegas de tabaco. El otro consistió en el descubrimiento y disfrute de las beneficiosas aguas de San Diego. Este descubrimiento no sólo favoreció en los albores de este siglo el nacimiento y desarrollo del asentamiento de San Diego, sino también el de Paso Real de San Diego en la zona del actual Paso Quemado. 10 Al estar bastante bien documentado el surgimiento y desarrollo del núcleo poblacional de San Diego de Los Baños en mi precedente trabajo histórico “San Diego Fragmentos de su historia”, me interesa ahora subrayar sobre todo el de Paso Real de San Diego que será teatro también de acontecimientos relevantes de la venidera Guerra de Independencia a final del propio siglo XIX. La fundación del pueblo de Paso Real de San Diego está fechada en 1820. Se realizó en el corral de Don Diego de Zayas que dio al sitio su nombre y el de su Santo patrono. Fue favorecida por un conjunto de factores, sobre todo por estar situado en un lugar de tránsito, cruce de vías de comunicación importantes. Estaba aledaño al camino que, desde La Habana, llegaría a Pinar del Río atravesando la Vuelta Abajo. Por allí además pasaba el camino que iba de Dayaniguas hasta San Diego, siempre más frecuentado por los pacientes y familiares que viajaban hacia el afamado lugar para curarse en las salubres aguas del Caiguanabo (Río San Diego). Ambos fueron llamados: “Camino real”, evidentemente porque subvencionados por el rey de España. Poco a poco Paso Real de San Diego se transformó en punto de breve estacionamiento, descanso, refocilamiento y también cambio de caballos de las comitivas de enfermos, acompañantes y temporadistas que iban y volvían de San Diego. Su rápida prosperidad, debida a estas causas, además de estar situado a orillas del Caiguanabo, hizo alcanzar a Paso Real la posición de “Pueblo cabecera del Partido de San Diego de Los Baños” con su capitán pedáneo allí residente, quien sólo en temporada de baños se trasladaba al pueblo de San Diego. 10 En 1857 sus habitantes, a pesar de la baja demográfica producida por el cólera, eran 233. Hablando del desarrollo poblacional, aprovechamos para insertar aquí otros datos que completan la panorámica de las primeras seis décadas del siglo XIX e introducir nuestro enfoque sobre las cuatros décadas siguientes, como anunciaba el título de este capítulo. Son datos que nos brindan en sus fichas algunos historiadores de nuestro municipio. Ya hablamos del censo de 1817 que documentaba la presencia en nuestro territorio de 177 esclavos: 125 en Los Palacios y 72 en San Diego. Hay que precisar que, según el mismo censo, el total de los habitantes del asentamiento era entonces el siguiente: Los Palacios 944 habitantes de los cuales: 348 varones y 596 hembras. San Diego de Los Baños 906 habitantes de los cuales: 344 varones y 562 mujeres. En el período entre 1830 y 1846, como ya señalamos, la propagación de una epidemia espantosa de cólera no sólo sembró la muerte entre los esclavos sino entre la población entera determinando una disminución sensible del incremento demográfico. 10 Dos registros distintos Aunque sea un tanto discriminatorio el asentamiento de los bautismos en dos libros distintos, de negros y mulatos de una parte y blancos de la otra, hábito del cual la Iglesia misma fue redimiéndose poco a poco, a nosotros nos facilita tener la idea del incremento de la presencia de negros y mulatos en nuestro territorio. Dichos libros, presentes también en nuestro Archivo, llevan en la portada el título “Pardos y Morenos”. Uno de estos registros documenta que de 8 de septiembre de 1860 a 28 de julio de 1870, es decir en diez años, 1197 fueron los niños de color bautizados en nuestra parroquia. Falta la estadística completa del primero y ultimo de estos años. La de los restantes es la siguiente: 1861: 167 Bautizados de color. 1862: 114 “ “ 1863: 115 “ “ 1864: 121 “ “ 1865: 95 “ “ 1866: 73 Bautizados de color. 1867: 137 “ “ 1868: 113 “ “ 1869: 116 “ “ 36 Los Palacios... Abría este registro y firmaba los primeros 954 bautizos de color, desde septiembre de 1860 a junio de 1868, el P. José Curras y Castillo. 86 fueron los bautizos de niños de color celebrados por el P. Juan Méndez Lavandera desde Julio de 1968 hasta Abril de 1869. Y 152 fueron los bautizados “pardos y morenos” por el P. Antonio Barba desde Abril de 1869 hasta julio de 1870. Curas de este período P. JOSÉ CURRAS Y CASTILLO (1860 – 1868) Firmaba su primer bautizo de españoles en Los Palacios, como cura interino, el 2 de mayo de 1860 y el último el 11 de junio de 1868. Bautizó en total, en 8 años de trabajo pastoral en nuestra parroquia, 1744 hijos de españoles y 954 “Pardos y morenos” por un total de 2698 bautizos. Durante su estancia en Los Palacios se realizaba, en fecha 12 de febrero de 1864, la Santa Visita Pastoral del Obispo Fleix y Solano, de la cual les daremos más detallada relación en adelante. P. JUAN MÉNDEZ LAVANDERA (1868-1869) Firmaba su primer Bautizo en Los Palacios, calificándose como cura interino, el 20 de junio de 1868 y el último el 17 de Abril de 1869. Durante su breve permanencia de 9 meses aquí celebraba y firmaba 191 bautizos de hijos de españoles más, como ya dijimos, 89 de “Pardos y morenos” por un total de 280. P. ANTONIO BARBA Y BARBA (1869-1871) Firmaba su primer bautizo de españoles el 21 Abril de 1869 y el último el primer de agosto de 1871. Después de esta fecha, celebraba y apuntaba otros 29 bautizos, el último de los cuales celebrado el 8 de noviembre de 1871. La muerte lo sorprendió antes de que los firmara. Por este motivo todos llevaban al lado la siguiente nota: “Habiendo fallecido el presbítero Señor Antonio Barba y Barba sin firmar esta partida, el Ilmo. Gobernador del Obispado con fecha 17 de noviembre del año actual, me autorizó para que lo firmase como lo verificó: Lic.do Ambrosio Morejón y Moreno”. Suman a 553 los bautizados por el P. Antonio Barba y Barba, más 152 bautizos de “Pardos y morenos” por él firmados hasta julio de 1870 en nuestro registro n. 8. Siendo acaecida su muerte entre octubre y noviembre de 1871, habría que añadir sin duda otra cantidad de bautizos de “Pardos y morenos”. Pero los libros de todos los bautizados de color en nuestra parroquia desde 1870 hasta 1902 faltan en nuestro archivo. Nos explica por qué pasó eso, esta nota introductoria del P. José Fernández Suárez (El famoso P. Pepe) al registro n. 12 de nuestro Archivo: “Presbítero D. José Fernández y Suárez, párroco interino de la Iglesia de asenso de Jesús Nazareno de Los Palacios, provincia de Pinar del Río, Diócesis de La Habana. Certifico: que este libro que se abre hoy día de la fecha, para formular los asientos de los bautizos de color de esta feligresía, consta de ochocientos cuatro folios útiles y sin enmienda y se destinan de los últimos folios los que necesitan, para la formación del correspondiente índice. Asimismo hago constar que por haber sido quemados, sustraídos todos los libros bautismales de color, a no ser el octavo, cuando el incendio de este pueblo, ocurrido en los días diez y ocho y diez y nueve de Febrero de mil ocho ciento noventa y seis y siendo entonces el comienzo del once; este será el libro 12 de bautizos de color de esta feligresía... Y para que conste firmo y sello al presente en la Iglesia Parroquial de Los Palacios a primero de Enero de mil novecientos dos. José Fernández Suárez.” Si fueron 1194 los bautizos de “pardos y morenos” asentados en el registro n.8 desde 1860 hasta 1870 y si los libros relativos quemados o sustraídos durante la guerra de independencia fueron dos y el inicio de un tercero, quizás perdimos la documentación del bautizo de más de tres mil hermanos y hermanas de color. P. AMBROSIO MENJÓN Y MORENO (1871- 1872) Firmaba un solo bautizo en fecha lunes de noviembre de 1871 el P. Vélez García, prebendado de la Santa Iglesia de La Habana que, tal vez acompañó e introdujo en la nueva parroquia al P. Ambrosio Menjón y procedió al arreglo de documentos necesarios a consecuencia del fallecimiento del Padre Barba y Barba. El P. Ambrosio Menjon Moreno firmaba su primer bautizo el 18 de noviembre de 1871 y el último el sábado 13 de julio de 1872. En ocho meses de estancia en Los Palacios celebró 234 bautizos de blancos españoles. No podemos documentar, por los motivos expuestos antes, ni para él, ni para todos los sacerdotes que se sucedieron en Los Palacios hasta el comienzo del siglo XX cuantos bautizos de “Pardos y morenos” celebraron. P. ANTONIO SÁNCHEZ y VICENTE CONTAS (Julio 1972 – Mayo 1973) Fue breve la primera permanencia del P. Sánchez: de solo dos meses (Julio septiembre de 1887). Celebró 56 bautizos firmándose: “Cura propio de la Iglesia de Ascenso de Nuestra Señora de los Remedios de Managua e interino de esta de igual categoría de Jesús Nazareno de Los Palacios.” Más corta aún la estancia del P. Vicente Contas que se quedó aquí sólo 40 días durante los cuales bautizó nada más que 14 niños. El 5 de octubre de 1872, volvía de nuevo el P. Antonio Sánchez que firmaba los últimos 14 bautizos del registro n. 11 de nuestro archivo. Lamentablemente en los incendios y saqueos de la guerra de independencia perecieron también los registros n.12 y 13 donde estaban asentados los bautizos de blancos celebrados desde octubre de 1872 hasta noviembre de 1879. No perecieron, gracias a Dios, los libros de “entierros” y “Matrimonios” de este período que nos permiten conocer ante todo cuánto tiempo permaneció en nuestra parroquia este Padre y precisamente hasta Mayo de 18 73. En segundo lugar, nos permiten conocer cuáles fueron sus sucesores hasta 1879. Ellos fueron los siguientes: P. ANTONIO CARRASCOSA (25 –05 – 1873 / 6 –04 –1875) Apuntó 249 entierros entre difuntos pertenecientes a los Palacios y a Paso Real. P. JUAN DÁMASO GARCÍA (10 – 04 – 1875 / 25 – 12 – 1875). Apuntó 32 entierros. 250 años de historia... P. RAFAEL PORRAS ( 12 – 01 – 1876 / 28 – 02 – 1876) Apuntó 28 entierros. P. JOSÉ ILARREGUI ( 13 – 03 –1876 / 13 – 11 – 1878) Apuntó 312 entierros. P. AMALIO MARTÍN VELÁZQUEZ ( 16 – 11 – 1878 / 30 – 07 – 1880) Del libro de entierros sabemos que empezó su ministerio sacerdotal en Los Palacios el 16 de noviembre de 1878. Abre el volumen n. 14 de Bautismos de nuestro Archivo su elaborada firma y caligrafía o la de su hábil escribano. El P. Amalio firmaba el primer Bautismo de este registro en fecha Viernes 21 de Noviembre de 1879 calificándose como “presbítero de esta Iglesia parroquial de ascenso...” Nos queda la documentación de 274 bautizos de blancos españoles celebrados en los casi diez meses de trabajo en nuestra parroquia de los cuales podemos estar seguros. Si a estos pudiéramos añadir también el número de los bautizos de niños de color, podríamos darnos aún más cuenta del incremento demográfico alcanzado en las últimas décadas del siglo XIX por nuestro pueblo. Los bautizos de entonces casi igualaban los de ahora aunque hay que tener en cuenta que no todos hoy bautizan en la Iglesia católica, así como la gran mortandad infantil de aquel tiempo, y otras circunstancias que no aseguraban larga vida a todos los nacidos. P. MANUEL J. DOBAL (1880-1893) Recurriendo las abundantes páginas de los 4 voluminosos libros de bautizos del P. Dobal nos encontramos, por lo menos con referencia a los primeros 8 años, ante otra obra maestra de finura caligráfica de aquel que fue su escribano. En ellos encontramos el testimonio de su asidua presencia y trabajo pastoral a lo largo de 12 años en Los Palacios. Período marcado también por tres Santas Visitas Pastorales que se efectuaron precisamente en 1884, 1888, y 1890. Firmaba su primer bautizo en la primera parte del registro 16 de nuestro Archivo el 8 de agosto de 1880 y seguía hasta el año 1892, atribuyéndose el título de: “Doctor en Sagrada teología y abogado de los tribunales de la nación, Cura párroco de esta Iglesia de Jesús Nazareno...” Lástima que la desaparición del registro n. 20 nos impida conocer cuántos otros bautizos celebró además de los 4824 (sin contar los de niños negros) cuya documentación, como decía, llena los registros n. 16, 17, 18. 19. Algo pero podemos saber de los libros de entierros y matrimonios. Por ejemplo que firmaba el último entierro y matrimonio por él bendecidos en Los Palacios el 16 de octubre de 1893. Por largo tiempo dejó en nuestro pueblo el recuerdo de ejemplar sacerdote, de “hombre de gran cultura, intenso amor a la patria como buen cubano que era.” En su informe acerca de la Historia de la logia “Montecristi” de Los Palacios, Jesús Marcos García Vázquez recuerda que antes de la fundación de la misma en 1906 fueron masones en nuestro territorio hombres ilustres como Rafael del Pino, alcalde de Paso Real, el capitán español y jefe militar del poblado y la comarca Miguel Ángel Albizu y también el propio P. Dobal del cual escribe: “Este polifacético y extraordinario hombre era a la vez sacerdote, masón, orador y patriota. El Padre Dobal constituye un ejemplo de 37 sacrificio y heroísmo, quien lamentablemente no se recuerda y se le rinde el honor del cual es merecedor.” 11 El propio señor Jesús Marcos García, apasionado promotor de las memorias de nuestro pueblo, junto a otras contribuciones que encontraremos a lo largo de estas páginas, me entregó, queriendo alentar y cooperar con este mismo trabajo, este interesante testimonio e investigación acerca de la figura y la obra del Padre Dobal que con gusto voy a añadir íntegramente. “De niño muy a menudo le escuchaba decir a mi abuela: “A mis padres les casó el Padre Dobal y también bautizó a la Nena, mi hermana mayor” Entre la gente vieja del barrio oía muy continuamente mencionar el nombre del Padre Dobal. El Sr. Aniceto Arrastía (Mandinga el Naranjero) y Serapía Martínez, con sus rostros llenos de arrugas, ojos y voz cansada por los años vividos, hablaban de él como algo celestial. Exponían en sus relatos la bondad infinita que acompañaba a este siervo de Dios, sus consejos útiles, su buena voluntad y disposición para ayudar al prójimo y también hablaban de su profesión de abogado que ejercía a servicio de los pobres e indefensos para defenderlos de las injusticias y abusos de los ricos. Le llamaban el “Abogado de los pobres” y contaban infinidad de anécdotas, todas en el campo de la grandeza espiritual, de este sacerdote de la Parroquia de Los Palacios que hizo de su vida al servicio de la Iglesia un digno ejemplo de amor a la humanidad, abnegación y sacrificio en su hermosa labor de redención humana y amor a Cuba. El Padre Dobal es un ejemplo de sacrificio y heroísmo. De quien lamentablemente la historia no se ocupa. En múltiples oportunidades se incurre en omisiones injustas y no se le reconocen los méritos ni se mencionan a hombres que hicieron de su existencia una total dedicación y entrega a los nobles ideales de emancipación y mejoramiento de la sociedad humana. Causas por las cuales luchan sin cesar, aunque sufren de encierros, vejaciones, persecuciones y a veces hasta la muerte. Siempre se menciona a los destacados y se olvidan los más modestos. El 12 de Octubre de 1842 nació en Santiago de las Vegas, provincia Habana, Manuel de Jesús Dobal y García quien sería el Padre Dobal. Su padre lo fue el Dr. José Zacarías Dobal, médico de la localidad, y su madre la señora Dolores García. Sus primeros estudios los realizó en su terruño natal. En 1855 ingresó en el Seminario San Carlos donde se graduó de Bachiller en Filosofía y Letras. Podría pensarse, como era costumbre en aquella época, que se inclinara por la medicina atendiendo a la profesión de su padre, pero su verdadera vocación estaba en servir a Dios como sacerdote de la Iglesia Católica. Terminó sus estudios eclesiásticos y cantó su primera misa, ya presbítero, el 30 de Junio de 1867, faltando algunos meses para cumplir los 25 años. Desde muy joven se apasionó a la literatura y la oratoria, llegando a ser con el transcurrir de los años un conceptuoso orador sagrado. Fue también un estudioso infatigable sobre temas históricos y sociales. Caracterizándose además por la libertad de criterios y su mente abierta a nuevas ideas. Se interesó vivamente por el progreso social de su país. Lo que le llevó a considerar la independencia como la necesidad más apremiante de la Isla de Cuba. Por lo inflamado de su oratoria en el púlpito se hizo 38 Los Palacios... sospechoso a las autoridades españolas que lo vigilaron y obstaculizaron para impedirle la exposición de sus ideas. Primeramente lo destinaron a ejercer su ministerio en la Parroquia de Casilda y unos meses antes del Estallido Revolucionario de 1868 lo nombraron cura párroco de la Iglesia de Jesús María, barrio habanero. El Padre Dobal, desde el mismo comienzo de la Guerra de los Diez Años se identificó plenamente con los ideales independentistas de la contienda revolucionaria y contribuyó a los mismos de diversas formas, entre ellas, a través del ejercicio de su ministerio. Sus feligreses recibían e interpretaban sus mensajes, comprendiendo cabalmente la situación del país a través de sus parábolas en que hábilmente les trasmitía la situación de Cuba y la necesidad de independizarse de España. Las persecuciones contra su persona no se hicieron esperar y en Febrero de 1877, cuando pronunciaba una elocuente oración en la capilla de San Lázaro, es bajado del púlpito entre bayonetas y conducido detenido. Posteriormente es deportado a la península en compañía de los padres Arteaga, Reyes, Fuentes y Santos, quienes eran también partidarios de la Independencia de Cuba. Al llegar a España, antes de ser trasladados a las prisiones políticas de Africa, intervino a favor de ellos el Cardenal Vives y por su mediación se les permitió residir en España, pero sujetos a la más estrecha vigilancia de las autoridades españolas. El padre Dobal en la Madre Patria supo utilizar su estancia para aumentar sus conocimientos en materia religiosa, iniciando estudios superiores y graduándose de Doctor en Teología en el Seminario Central de Toledo. Al firmarse el Pacto de Zanjón en 1878 que puso fin a la Guerra de los Diez Años, regresó a Cuba, se radicó en La Habana y se dedicó a la enseñanza, actuando como profesor en los colegios “La Empresa”, “La Gran Antilla” y en “Educación y familia”, este último fundado por su amigo el Padre Arteaga. En la Habana vio aumentada su superación cultural, ya que su sed intelectual era insaciable, y terminó en la Universidad de la Habana las licenciaturas en derecho y filosofía. En julio de 1880 fue designado para la Parroquia del Municipio de Los Palacios, adonde llega en los primeros días del mes de Agosto de 1880. Su primer acto religioso en la parroquia palaceña fue el Domingo 8 de Agosto donde bautiza el niño Pedro Secundino de Jesús Cruz, hijo de Don Pedro Cruz y de Doña Valentina López. Su último acto lo fue el 16 de octubre de 1893 donde casa al Sr. José Rodolfo Ruiz con la señorita María de los Ángeles Arencibia y Borges. En los más de trece años que se desempeñó como cura de Los Palacios supo ganarse el respecto, admiración y consideración de la población por sus grandes dotes de humanidad y mansedumbre infinita. De Los Palacios, en octubre de 1993, fue trasladado para el pueblo de Santo Domingo, antigua provincia de Las Villas, de donde poco tiempo después, y ante el inminente peligro de ser detenido en su parroquia, huye a la Habana, marchando luego a Cayo Hueso oculto en la bodega de un barco ganadero. De Cayo Hueso se dirige a México y en este país es ayudado por el clero y continúa su obra religiosa y revolucionaria. Fundó y perteneció a varios clubes independentistas, entre ellos: “Hijos de América”, “Bartolomé Masó” y”Morales y Maceo”. Ejerció como sacerdote en la jurisdicción de Cosamoloapán. Terminada la Guerra de Independencia, el 27 de Agosto de 1899 regresa a Cuba y en 1900 es designado párroco de la Iglesia de Viñales, Pinar del Río. Después de ejercer por un tiempo en la Iglesia de Viñales es trasladado para su antigua parroquia de Jesús María, siendo recibido con mucho entusiasmo y extraordinarias manifestaciones de júbilo, por los feligreses de esta barriada habanera. El Padre Dobal también perteneció a la masonería. En 1874 recibe su iniciación masónica en la Logia Constancia de la Habana y adopta el nombre simbólico de Salomón. Obteniendo el grado 18 de la Masonería Filosófica en el Soberano Capítulo “Verdadera Unión” de Regla, Habana. El 7 de Noviembre de 1914, a los 72 años de edad, después de una hermosa e intensa vida cargada de penurias y sacrificios, falleció el Padre Dobal, un legítimo ejemplo de sacerdote y ciudadano. Siempre fue fiel a los dictados de su corazón, su fidelidad por la Iglesia y su amor a Cuba. Sólo aspiró ver libre e independiente a su patria y obtenida la paz olvidó agravios y concedió el perdón cristiano hasta con aquellos que se erigieron en sus enemigos y lo persiguieron. Su vida merece ser recordada y su edificante ejemplo, a más de un siglo, nos debe llegar como un llamado al amor y a la tolerancia tan necesarios en estos momentos para redimir al pueblo cubano. La fe católica y la observancia masónica o de cualquier otra religión o forma de pensar, es una cuestión personal que sólo interesa la conciencia del individuo. Su ejercicio civilizado no puede ni debe ser nunca causa de acoso o difamación que impidan el desempeño de funciones públicas o privadas. Toda persona tiene derecho a practicar la creencia de su agrado y de su comprensión. Jesús Marcos García Vásquez. Maestro de la Logia Montecristi – Los Palacios P. del Río. BIBLIOGRAFÍA: - Relatos escuchados en mi niñez de personas viejas del pueblo. -Archivos de la Iglesia Jesús Nazareno de Los Palacios. -Museo de la Gran Logia de Cuba. -Revista “La gran Logia” Concluimos recordando que el escribano del P. Dobal, apuntando los bautizos, anotaba al lado con elaborados caracteres góticos a los gemelos que eran bastante frecuentes. Por ejemplo en el año 1882 en el cual celebró 402 bautizos de blancos españoles, las parejas de gemelos fueron 8. q 250 años de historia... 39 Este plano del siglo XIX documenta el considerable desarrollo poblacional alcanzado por la antigua Paso Real, antes de que fuera destruida. Obsérvese la cantidad de sus cuadras y calles. Se encontraba en el cruce de Caminos importantes. A Santa Ana estaba dedicada su Iglesia, a Colón su calle más al norte y a San Joaquín su calle más al sur. 40 Los Palacios... CAPÍTULO IX Anhelos de independencia y vientos de guerra Influencia de los otros ejemplos de lucha independentista de Latinoamérica Ya en el siglo XVIII varios contingentes de milicias españolas se habían distribuidos en el actual territorio pinareño para ejercer un papel de defensa y de control. Según un censo de 1760, por ejemplo, esta era la distribución de las milicias organizadas en la Vuelta Abajo confrontada con La Habana: La Habana Compañías: 48 Guanajay “ 1 Cacarajicara “ 3 Santa Cruz de Los Pinos “ 1 Pinar del Río “ 1 Guane “ 2 Hombres: 4.168 “ 31 “ 141 “ 111 “ 193 “ 14024 El siglo XIX fue caracterizado por la influencia de los ejemplos de lucha por la independencia de otras naciones latinoamericanas. Y si en otras naciones de Latinoamérica fueron San Martín, Simón Bolívar y Miguel Hidalgo a inspirar estos ideales, en Cuba fueron Carlos Manuel de Céspedes, Francisco Vicente Aguilera, José Martí, entre otros. “Encontrándose en la retaguardia del proceso civilizador de la Isla, las nuevas ideas llegaron después que en otras provincias a la Vuelta Abajo”. 5 Pero llegaron y sus principales difusores, comprometidos también en algún intento de llevarlas a la práctica fueron sobre todo Manuel de Abreu, Narciso López y el propio Cirilo Villaverde. Estos dos últimos en 1848 fueron víctimas de las medidas represivas del gobierno español y obligados a huir a Estados Unidos. Narciso López sin embargo volvía a las costas de la Vuelta Abajo el 12 de agosto de 1851 con el Buque Pampero al mando de quinientos atacantes, que desembarcaron en el puerto de Bahía Honda. Sólo poco más de un centenar sobrevivieron a los ataques de los españoles y el propio Narciso López caía preso en la Cordillera de los Órganos y fue “ejecutado en lo más céntrico de La Habana delante de diez mil personas”. 5 Lamentablemente el resultado de estos intentos fue la exacerbación de las medidas represivas que sin embargo produjo el efecto de fomentar otros simpatizantes del movimien- to libertador entre las filas tanto de los “hombres prestigiosos de la sociedad criolla como de los modestos vecinos de Candelaria, San Cristóbal, Los Palacios. Pero en 1855 declinó el anhelo combativo”. 5 Trece años después, en 1868, en Oriente, bajo la égida de Carlos Manuel de Céspedes y otros hombres decididos y dispuestos al sacrificio extremo nacía la Junta Revolucionaria. “El movimiento para la independencia patria, iniciado en la región oriental de la Isla alcanzó resonancia también en el oeste. En Candelaria, San Cristóbal, Santa Cruz de Los Pinos y Los Palacios había síntomas de anormalidad pública en el octubre de 1868. El conocimiento de una proclama sediciosa enviada a Demetrio Acosta y Hernández, vecino de Los Palacios, alarmó a las autoridades locales”. 5 Ejemplo y vicisitudes de los Del Pino En mi precedente trabajo acerca de San Diego de los Baños, ya aludí al papel y heroico testimonio que en este período jugaron en nuestro territorio los Rafael Del Pino padre y Rafael Del Pino hijo que fueron unos de los 250 cubanos deportados a la isla de Fernando Poo a principio de 1869. Puedo ahora integrar y mejor documentar aquellas noticias gracias al testimonio y documentos que me facilitaron los actuales descendientes palaceños de los Del Pino que son el profesor Arturo Del Pino y su tío Enrique Segundo Del Pino. Rafael Del Pino y Díaz que, como veremos más tarde se estableció en la antigua Paso Real y tuvo un papel importante en la lucha independentista en nuestro municipio, nació en Consolación del Sur el 24 de octubre de 1819. Procedía de una familia genuinamente vueltabajera. Familia de patriotas notables, de terratenientes dedicados a la ganadería. Desde su niñez pudo estudiar las primeras letras y hasta aprender náutica, se dedicó finalmente a atender las extensas posesiones familiares que aumentaron al fallecer su suegro en 1850. Como era costumbre frecuente en aquel tiempo, se casó con su prima Paula Díaz Del Pino con la cual tuvo una larga descendencia. Al estallar la guerra de los Diez Años era delegado revolucionario de la Vuelta Abajo con el grado de Coronel. Delatado por alguien que conocía a todos los jefes revoluciona- 250 años de historia... rios de la región fue detenido el 30 de Enero de 1869 en La Herradura junto con los hermanos Francisco y Henriques Echemendía designados por la Junta de la Habana para que fungiesen respectivamente como su jefe de estado mayor y secretario. Simultáneamente era detenido en San Cristóbal su hijo que tenía el mismo nombre del padre: Rafael y que era estudiante de medicina. Formado el correspondiente sumario en San Cristóbal, padre e hijo con los demás presos fueron remitidos a la Capitanía General en 23 de febrero de 1869. Al llegar los presos a la capital, fueron encerrados en la fortaleza de La Cabaña, en el calabozo n. 13, y días más tarde se les remitió al Consejo de Guerra, en el que se les condenó a muerte. Pena que fue conmutada por la deportación a Fernando Poo mediante el pago de 3.000 pesos. Esta isla pronto se reveló como lugar de tantos sufrimientos, multiplicados por los maltratos y las torturas, que para algunos habría sido mil veces preferible el fusilamiento. Antes de dejar la prisión en La Cabaña, donde ya habían experimentado amenazas y vejaciones, Rafael Del Pino otorgaba “previo el permiso del Sr. Gobernador, amplio poder a su esposa para que pudiese administrar los complicados asuntos familiares.” Sentado: Rafael Del Pino padre. De pie: el medico Rafael Del Pino Hijo y su esposa Emilia que venía de la rica familia de los Ponce De León de Matanzas. Una semana más tarde Del Pino padre, hijo y otros presos, entre los insultos de la turba, eran embarcados en el vapor San Francisco de Borja y deportados hacia la maldita Isla comparable sólo a la Isla del Diablo. Por sus mismas condiciones era considerado “país mortífero”. El propio Obispo de La Habana escribía al Presidente del Gobierno provisional: “Ir deportado a Fernando Poo, es lo mismo que caminar al cementerio.” Llegaban a Fernando Poo el 28 de mayo después de una espantosa travesía. Durante su permanencia allí los Del Pino, con otros, intentaron huir. Descubiertos, otra vez el soborno con el juez los salvaba de la muerte. Mientras tanto el escándalo susci- 41 tado por el conocimiento de las monstruosidades perpetradas en aquella Isla obligaba a España a sacar de allí los sobrevivientes y trasladarlos hacia las Islas Baleares (Canarias). El transporte se hizo con dos naves: la Pinta y la San Antonio sobre la cual viajaron Rafael Del Pino padre e hijo. Fue otra horrible Odisea. No pocos moribundos, amenazados por el médico de a bordo con meterlos en la bara fallecieron devorados por los gusanos. Los Del Pino resultaron entre los pocos que escaparon con vida. Rafael del Pino padre dejó sobre esta travesía un diario que se halla incompleto pues de la página 4 pasa a la 11. Lo que queda de este diario figura en la “Colección de manuscritos de la Biblioteca Nacional José Martí.” Son breves anotaciones diarias, a veces de una o dos líneas o poco más, que documentan el viaje desde Fernando Pov, donde fueron embarcados el 4 de Agosto a las 6:30 de la mañana hasta Santa Cruz de Tenerife, junto a 170 deportados de los cuales 92 estaban enfermos. Apenas después de diez días de navegación empezaba en su sintético diario la anotación de los muertos cotidianos arrojados al mar. El 3 de septiembre cerca de la isla de Cabo Verde el buque tuvo problemas y vino en su socorro un bergantín goleta español. Pero es en este punto que faltan las páginas, desde la 4 a la 11, nos privan de la documentación de lo que pasó a lo largo de más de un mes. La crónica reanuda con el día 6 de octubre y vuelve a ser marcada casi cada día por la muerte de algún deportado. El 9 de aquel mes en el barco por ejemplo fallecía Don Juan Bata Blanco residente en Consolación del Sur donde había sido profesor de educación primaria. Su lacónico diario concluía con estas anotaciones de 24 de Octubre de 1969: “Domingo 24 no ubo novedad = éste es el día de mi santo y cumpleaños, me tocó estar de cocinero, me lebanté temprano hice café puse a cocinar bacalao que dejé en agua.” Llegados a Mahón y después de pasar una larga cuarentena en el local lazareto padre e hijo con los demás sobrevivientes fueron destinados a vivir en Madrid, bajo estricta vigilancia policíaca. Fue allí que Rafael Del Pino hijo pudo reanudar sus estudios de medicina. Y fue allí que conoció a Fermín Valdés Domínguez y, por mediación de éste, a José Martí entrando en relación con él. Sólo al finalizar la guerra de los Diez Años obtuvieron el permiso de volver a Cuba. Enviudando poco más tarde, Rafael Del Pino padre, volvió a casarse con aquella que más adelante conoceremos como una de las “cinco hermosas hermanas de Paso Real” Dolores Hernández y Martínez. (47 – Libre resumen de las páginas 59 – 73 de la Revista de la Biblioteca “José Martí” número 1 Enero-Abril 1969 La Habana Cuba) Después de una preparación adecuada de las condiciones en la “cenicienta” o “continente negro”, irrumpe Maceo A lo largo de toda una década en la Vuelta Abajo se alternaron manifestaciones varias de rebeldía y de rechazo hacia el aparato represivo español que, como respuesta, iba fortaleciéndose. Seguía otro periodo de tregua. En febrero de 1878 los patriotas reconocían la libertad de los esclavos. El 9 de junio del mismo año (1878) Alfonso XII dividía la Isla 42 Los Palacios... en seis provincias civiles: La Habana, Santiago de Cuba, Santa Clara, Matanzas, Puerto Príncipe y Pinar del Río. Nuestra provincia resultaba de la agrupación de las 4 jurisdicciones más occidentales de la Isla: Pinar del Río, San Cristóbal, Bahía Honda y Guanajay. En 1879 la provincia quedaba repartida en veinticinco municipios. Entre ellos: Los Palacios, Paso Real y San Diego de Los Baños. Quedaba además dividida en tres partidos jurisdiccionales: Pinar del Río, San Cristóbal y Guanajay. Los Palacios, Paso Real y San Diego pertenecían al partido jurisdiccional de San Cristóbal. Algunos loables esfuerzos en dotar la provincia, llamada entonces con desprecio de los “Cuneros”, o la “Cenicienta”, o “Continente negro”, de estructuras esenciales como la prolongación del camino de hierro, y la inauguración del primer alumbrado eléctrico, lograron mantener la paz por otros diez años. España además estaba comprometida en las fronteras de Europa. Sin embargo los esfuerzos materiales de la Madre Patria “no habían consolidado la paz moral ni habían mermado el dolor de los muchos males morales del régimen imperante. En la Vuelta Abajo el estado de las cosas atacaba los intereses y hería la dignidad de los nativos. Todo eso iba alimentando en algunos el propósito de reanudar la lucha por la independencia. Remedio fácil y pacífico no tenían los permanentes abusos que desconocían el decoro humano y ahogaban el anhelo cívico. En Cuba y fuera de Cuba crecía el pensamiento enderezado a remover por la violencia tamaños obstáculos. Afortunadamente desde Estados Unidos José Martí con el Periódico Patria en 1893 irradiaba luces guiadoras de un nuevo esfuerzo hacia la liberación de la Isla y también en Vuelta Abajo hubo oído para las palabras del apóstol”. 5 Isabel Rubio fue una patricia que, hasta su muerte, se reveló extraordinaria “aglutinadora de insurrectos y promotora de varios hospitales de campaña”. 1 El año siguiente José Martí enviaba a Pinar del Río a Gerardo Castellanos “para ensayar el fervor revolucionario presente en la provincia”.5 Interlocutores principales de Castellanos en Pinar del Río fueron González Acosta y Alfredo Porta. Tras varios encuentros, el representante personal del Maestro podía regresar con excelentes referencias acerca de la animación revolucionaria en Pinar del Río. El 24 de febrero de 1895 desde Matanzas hasta Santiago estallaba la insurrección seguida del desembarco de los hermanos Antonio y José Maceo, José Martí y Máximo Gómez. La muerte temprana de Martí obligó la Asamblea Constituyente a designar como cabezas del Ejército libertador a Máximo Gómez y Antonio Maceo. Por casi un año, la guerra, según los consejos estratégicos del propio José Martí y sus colaboradores, fue más brava en la zona oriental de la Isla. Sólo al inicio del año siguiente, después haber desgastado al ejército español, menos fuerte y organizado en aquella zona, los mambises decidieron enfrentarse al más numeroso, organizado y temible ejército español presente en la zona occidental. El 1º de enero de 1896, avanzando victoriosamente desde oriente, el ejército libertador estaba ya en la provincia de La Habana. El 8 de Enero, mientras Máximo Gómez quedaba con parte del ejercito en esta zona próxima a la capital, Maceo marchaba hacia nuestra provincia por el recorrido del norte de la Sierra del Rosario y de Los Órganos. “Pisó la Calzada de Guanajay a Mariel. Tomó a sangre y fuego el pueblo de Cabañas. Pasó por San Diego de Nuñez y Bahía Honda; no entró en La Palma... El 20 de enero llegaba a Guane donde los conterráneos de Isabel Rubio le prepararon la más confortante sorpresa: setecientos hombres, casi todos armados y montados al mando de Antonio Varona y Manuel Lazo. El 22 de enero fue acogido en Mantua mientras las campanas tocaban en vuelo y el Alcalde José F. Firmaba con Maceo, al día siguiente, un documento de adhesión a los principios y fines revolucionarios.” 5 En el camino de regreso, pasando cerca de San Diego de Los Baños, se comprometió Maceo en varias acciones de guerra contra los hábiles generales españoles. La batalla de Paso Real Después de una vida tan sacrificada a la causa de la Independencia, Rafael Del Pino Padre moría al séquito de Maceo en Sabanilla y fue pobremente sepultado envuelto en dos yaguas. Quizás nos hemos concedido una larga digresión que sin embargo es útil para enfocar mejor y enmarcar acontecimientos, que ahora nos devuelven más directamente a nuestra historia local. Según el “Diario de campaña del comandante del ejército libertador Herminio García Alemán” del cual hablaremos más detalladamente en adelante y que se casó con otra de las “cinco hermosas hermanas de Paso Real”, la primera verdadera acción de guerra en la provincia pinareña, se habría producido propiamente en territorio palaceño. Pues narra que, unido al entonces Coronel Bermúdez su amigo y coterráneo, entraron el día 9 de Enero en Alonso de Rojas sin tirar un tiro. El diez de Enero alcanzaron San Luis también sin tirar un tiro y lo mismo pasó en San Juan y 250 años de historia... Martínez. Así nos lo narra Herminio García: “Al siguiente día, once, contramarchamos para avistarnos con el Gral. Maceo, del cual hacía días no sabíamos, acampando en Bacunagua, término municipal de Los Palacios; tres días después, como a las ocho o nueve de la mañana, se empezaba a hacer el almuerzo, cuando una comisión del Coronel Nuñez, mandada por el entonces Teniente Tomás Morgado que salía del campamento para seguir su marcha, retrocedió y nos dio aviso que el enemigo en crecido número avanzaba hacia nosotros; inmediatamente se ordenó la preparación de las fuerzas y salir a hacer un reconocimiento; mientras llegó el piquete que salió a esta operación se apostó el resto de la fuerza en orden de combate en un magnífico palmar de canas, mientras llegaba el piquete antes dicho. Salimos el Coronel Roberto, Comandante Bacallao, Peraza, Valera y yo a hacer un reconocimiento, y ver, si se podía, en qué condiciones venía el enemigo; íbamos a la marcha de los caballos; yo me adelanté un poco más que ellos y continué sin fijarme que todos se quedaban detrás apostados en una cerca de emballestado en forma de emboscada esperando así tener más próximo al enemigo que ya ellos habían conseguido ver. Me llamaron varias veces, como el viento estaba en mi contra no los oí; el enemigo, que era de infantería, al verme avanzar de la manera que yo iba, y solo, se ocultó detrás de otra cerca, esperando, parece, que estuviese bien próximo para hacerme prisionero. Pero en esos momentos sentí un tiro disparado detrás de mí al aire, y volví la cara, viendo entonces al Coronel Roberto y los demás que lo acompañaban, que con precisión me hacían señas con los sombreros que retrocediera y me fijara en la cerca. Así lo hice y pude ver una numerosa infantería que a bayoneta calada esperaban mi llegada; volvía a contramarchar acto continuo, haciendo fuego a la vez en retirada, recibiendo inmediatamente casi a boca de jarro varias descargas, de las que yo no recibí ningún daño gracias a mi gran caballo “Cubita” que en dos saltos me puso donde estaba nuestra fuerza. Con esto se estableció el combate, el cual bastante rudo fue durante mas de cuatro horas, tan seguido y nutrido que en este tiempo sólo se oyó el rugido del cañón enemigo y el estruendo estrepitoso de las descargas de ambas partes; entre una y dos tuvimos que formar forzosamente la retirada, pues ya no nos quedaba parque (municiones) conque seguir sosteniendo el fuego. En todo el combate sólo tuvimos 4 bajas, muriendo de ellas solamente el Sargento Abraham Téllez que fue herido gravemente en el vientre por un casco de granada. Tomamos la retirada por “San Juan de Zayas” haciendo en esta magnífica hacienda la primera cura a los heridos siguiendo después la marcha y acampando en la hacienda “Corralito”... Este fue el primer combate que se dio en Pinar del Río, así que nosotros fuimos los primeros que disparamos el primer tiro en esta provincia; en aquel palmar quedan para siempre muestras indelebles de este hecho de armas; No hay una sola palma que no tenga, o se pase de doce a catorce balazos. El enemigo abandonó el campo poco después que nosotros, pero no continuó persiguiéndonos, siguiendo marcha hacia los “Palacios”, donde acampó; mandaba la co- 43 lumna el Gral. Luque y el Coronel Hernández de Velazco, jefe de E.M. del Gral. Las bajas que tuvieron fueron bastante, pues después hemos sabido por los pacíficos, que dejaron insepultos en el campo cuatro muertos, que más tarde hemos visto también nosotros.” (47. Revista de la Biblioteca Nacional “José Martí” n. 1 Enero - Abril 1969) Fue a final de enero de 1896 que Maceo penetró con más fuerza en nuestro territorio municipal. Después de los sangrientos combates en los alrededores de Viñales y de San Diego de los Baños, que ya mencionamos y describimos en nuestro precedente trabajo acerca de este pueblo, marchó hacia Paso Real alejándose de las sierras y acercándose a la llanura y al camino real La Habana-Pinar del Río. Posición de Paso Real en la Provincia de Pinar del Río. Según la tradición, al llegar al pueblo de Paso Real, acampó con sus fuerzas en el lugar conocido por “Los Cinco Mangos”. 11 ¿Quién podía sospechar que el primero de febrero de 1896 y los días siguientes iban a ser tan gloriosos y al mismo tiempo tan destructivos para el pueblo de Paso Real de San Diego hasta obligar al pueblo a cambiar su nombre por el de “Paso Quemado?” Hay muchos cuentos acerca de los orígenes y motivaciones de esta última denominación del pueblo todavía existente. El más frecuente de estos cuentos que dan vuelta entre la gente, coloreándose de leyenda, sería que Maceo transitando por aquí hizo tocar la trompeta para llamar a los habitantes a la lucha contra los españoles pero todos los habitantes se quedaron tranquilos en sus casas. Hizo tocar en adelante la trompeta que llamaba a todo el mundo al almuerzo y, a esta señal sí todos se pusieron en marcha con entusiasmo. Enojado, Maceo dio candela entonces al pueblo del cual no quedó nada. Esto constituyó un desastre de consecuencias inconmesurables pues, como ya dijimos, en 1878 Paso Real de San Diego había alcanzado el título de Municipio. 44 Los Palacios... Quizás con esta historia los habitantes de nuestra zona de sus ex-soldados para pedir ser reintegrado. La reacción quisieron y quieren ironizar un poco sobre cierto valor y he- de Bermúdez fue cruel. Lo hizo pedazos con su machete. roísmo demasiado frecuentemente ostentados en las palabras, Frente a ésta y otras barbaridades M. Gómez no pudo aguanpero desmentidos muchas veces en los hechos. Como dice el tar más. Bermúdez fue procesado y condenado a fusilamienrefrán popular: “Entre lo dicho y lo hecho hay un gran trecho.” to. Pero, para decir cuanto de aborrecido y admirado fue al Si no tiene algún fundamento este cuento, parece tam- mismo tiempo, merece recordar que, antes de dar la orden de bién poco crediticia la opinión de quien le atribuye la respon- hacer fuego, el propio Máximo Gómez no pudo dejar de resabilidad de la quema de la antigua Paso Real y de la Iglesia cordar, en un dramático y conmovido discurso, las extraordide Los Palacios y algunas casas a Bermúdez. Opinión por narias hazañas guerreras de este enigmático personaje.47 ejemplo expresada por el corresponsal palaceño de un diario Sí queda un poco envuelta en el misterio la dinámica y la nacional de los años 1954-58: “ Cuando la guerra de indepen- responsabilidad de estos incendios. La realidad de la batalla dencia, en enero de 1896, las tropas mambisas mandadas por los celebérrimos Cayto Álvarez y Antonio Núñez incendiaron el paradero del ferrocarril y el cuartel, diez días después una columna mandada por Roberto Bermúdez, otro lobo de la misma camada.” 51 De hecho Bermúdez no estuvo presente personalmente en la batalla de Paso Real porque fue herido en el combate de Las Taironas al sur de Pinar del Río el 17 de Enero de 1896. Sin embargo Bermúdez dejó un recuerdo bastante sombrío en la memoria de nuestros antepasados, como confirman muchas historias. Parece que la quema deba Croquis del combate de Paso Real. atribuirse, según Rolando Cordero actual historiador de Los Palacios, a Cayo Álvarez y que los precedió está sin embargo bien documentada por la a la tropa mambisa por él directamente mandada. Fue Cayo pluma de destacados protagonistas que dejaron detallados Álvarez un hombre sin piedad que en nombre de la guerra se relatos de aquellas acciones guerreras. comportaba como un ladrón, e hizo mucho daño. Hablando de la Batalla de Paso Real en mi precedente En cuanto a la fecha de la quema de Paso Real, según trabajo histórico sobre San Diego di espacio a los apuntes, al Rolando Cordero, muy agudo y minucioso en sus análisis respecto, del general Alberto Nodarse. Aquí quiero darlo a la históricos, aconteció pocos días después de la famosa bata- pluma del General José Miró Argenter que, de manera tan lla a campo abierto. suelta y animada, la describió en el primer volumen de su Bermúdez, de todas formas, queda como una figura muy libro “La Batalla de Occidente” controvertida. Fue uno de los más jóvenes y atrevidos pro“El día primero de febrero, entre once y doce de la matagonistas de la guerra de independencia. Por su gallardía en ñana, llegaba la tropa invasora a Paso Real de San Diego. enfrentarse con el enemigo, muy pronto se ganó los grados No debe confundirse con Paso Real de Guane. Se llama de de comandante. San Diego, porque es la estación del ferrocarril donde se Fue quien condujo la tropa de la vanguardia a Occiden- desmontan los viajeros que se dirigen al balneario sulfuroso. te, avanzando por la zona sur de la provincia pinareña a fin La población de Paso Real estaba tranquila, si bien de distraer las fuerzas españolas y favorecer la avanzada, demostró algún entusiasmo al cerciorarse de que era el por el norte, de Maceo. General Maceo el visitante. Las partidas de los alrededoSin embargo, fue después del fallecimiento del Titán de res entraban y salían con frecuencia, bajo el pretexto de Bronce que Bermúdez se transformó poco a poco y se con- requisar caballos; Maceo tenía interés en medir sus armas virtió en un cabecilla bastante independiente, tomando deci- con García Navarro, porque éste publicó un cartel de desiones propias sin contar con las autoridades superiores. safío cuando la Invasión atravesó las fronteras del deparPecó entonces de aquel caudillismo que fuera una de las tamento central; y Maceo no tuvo más noticia de su brioso causas del fracaso de la guerra de los diez años. competidor desde el célebre pasaje de Mayabeque, en que Su posición se pondrá siempre más tensa con Máximo García Navarro empinado en el mirador del ingenio TereGómez sobre todo cuando se opone a la decisión de Gómez sa, dejó pasar toda la invasión después de contemplarla de reintegrar al ejército mambí a quienes, por motivos fami- atascada en los trampales de Güines. liares, hubieran salido en período anterior. Cuentan que un ¡Nuevo asombro! La columna de García, fuerte, de dos día mientras Bermúdez estaba afeitándose se presentó uno mil hombres, no bisoños, sino veteranos y barbudos, dejó el 250 años de historia... 45 pueblo de Paso Real desde las primeras horas de la madru- halló a Maceo a medio kilómetro del poblado, pues ya gada, para dirigirse, a paso redoblado, al Este de la pro- retrocedía con el grueso de la columna, avisado por los vincia, camino de La Habana, siempre delante de Maceo. disparos de los españoles y la polvareda del combate, que No se necesitaban más pruebas; García Navarro (pro- no daba lugar a conjeturas de otro orden. vocador y belicoso), perseguía a su contrincante por rumLa fuerza enemiga desplegada en batalla sobre el pavibos diametralmente opuestos. Jamás iba a encontrarse cara mento de Paso Real barría los parapetos ocupados al azar a cara con el desmoralizado insurrecto, si este no corría por nuestros grupos de retaguardia; unos a pié, a caballo detrás de él, picándole los talones o echándosele encima otros, detrás de las cercas contiguas a la población, y en por cualquier atajo. los bocacalles de la misma, un centenar de hombres contuMaceo, persistiendo en el propósito de alcanzar al ma- vo el primer empuje de la división española. drugador andarín, ordenó que se reanudara la marcha desde El general Maceo, habiendo comprobado personalmente Paso Real, por el camino de Santa Cruz de Los Pinos, hacia la maniobra de una fuerte columna, que tomaba la ofensiva donde se dirigía el general Navarro. con gran calor, dispuso la gente para el combate, ya empeMaceo quería saludarle en su alojamiento nocturno con ñado por la parte de los españoles, puesto que, habiendo todo el instrumental de ordenanza. “Las provocaciones- ocupado la localidad, seguían por el campo inmediato, decía Antonio Maceo- sólo se las tolero a mi hermano José, disparando proyectiles a granel en pos de los insurrectos porque él las pone en práctica incontinenti; y a ese general que defendían las últimas posiciones del caserío. mostachudo que no para de andar y me envió un cartel de Corrióse Maceo hacia el Oeste del poblado para dar la desafío, es al que yo quiero darle una estocada.” acometida por el lado que le pareció más vulnerable. DesCon estos anhelos vehementísimos, dentro de aquel co- plegó el regimiento Céspedes sobre el flanco izquierdo del razón batallador ya no cabía otro impulso momentáneo. enemigo que se divisaba con toda claridad en la planicie Con el cuerpo de vanguardia salió Maceo de Paso Real de Paso Real, fuera ya de los parapetos del poblado; dispupara llegar a Santa Cruz de Los Pinos en una sola marcha. so que los tres escuadrones de Pinar del Río atacaran siHabían también desfilado el centro y una parte de la reta- multáneamente el lado derecho de los españoles, que afirguardia, cuando sonaron algunos disparos en las afueras maban la ofensiva sobre el frente de Maceo, y colocó dendel caserío. Se hallaba dentro de la localidad, organizan- tro de un palmar al regimiento de las Villas, para que sirdo los últimos pelotones de la retaguardia y en espera del viera de sostén a nuestras dos alas de caballería, al echarretén que vigilaba el camino de la huella, el jefe de Estado se sobre el enemigo y éste tratara de buscar refugio en la Mayor, cronista ahora del episodio; y aunarboleda. que los estampidos anunciaban la presenEstas disposiciones se adoptaron con cia de fuerzas enemigas en aquella direcla mayor celeridad. Sonaba el cañón de ción, trató de cerciorarse personalmente los españoles; los metrallazos iban bien para no correr el riesgo de interrumpir la dirigidos, y a Maceo se le metió entre ceja operación ulterior de Maceo con una falsa y ceja, hacer jugar la culebrina de Mantua. alarma. En medio del fuego estrepitoso, él solía Los mambises viejos no veían fantastener antojos que las más de las veces eran mas, pero solían armar jaleos a la salida conatos arriesgados y peligrosísimos para de las poblaciones, para quedarse un rato nuestra tropa. De buenas a primeras, dismás de rumba al pie del mostrador de cualparó una bala rasa nuestro cañón de bronquier bodega, no del todo desvalijada. En ce, y resultó lo previsto por los que conPaso Real quedaba un hotel, y las mesas sideraban infructuoso el duelo de artilleestaban aún con los manteles puestos. No ría; el cañón hizo estragos en nuestros biera pues cosa inverosímil la preparación soños artilleros; descalabró al tirador y a de un ardid entre los miembros mambises los apuntadores; cinco o seis hombre fuera veteranos, para solazarse un rato más, ó de combate. entre tanto no se indagara el origen del El enemigo yendo a coger los laureles tiroteo. de la jornada, se encaró con la caballería Arreciaron los estampidos de la insurrecta, con el núcleo más sólido capifusilería y se hicieron evidentes los tiradotaneado por Maceo, y trató de cargar con res españoles, un batallón avanzaba relos escuadrones de vanguardia, mientras suelto sobre Paso Real, con las dos alas la infantería continuaba la tarea de las muy abiertas, tratando de circunvalar el descargas cerradas. Por todo el frente de caserío, mientras el centro de la división nuestra línea zumbaba estrepitoso el española barría el frente del poblado, deaguacero del plomo. fendido por los pelotones de nuestra retaAlgunos tiros de los españoles causaguardia y el retén que poco antes dio la ron mella en nuestras filas, hiriendo de La del General Bermúdez, queda señal de alarma. como una figura discutida, por su gravedad a tres ayudantes al transmitir Salió a escape un oficial del Estado valor de una parte y sus abusos de las órdenes para el ataque general, debiMayor a darle aviso a Maceo, para que la otra. De hecho no murió frente al do a que el terreno, sumamente llano y supiera que el tiroteo era motivado por el enemigo que con tanto valor había casi desprovisto de arboleda, no ofrecía sino frente al piquete de choque de una columna española con nues- combatido, resguardo para nadie. No se alzaba más guerra del mismo ejército libertatras avanzadas del rastro. El ayudante dor el 22 de Agosto de 1898. que el palmar en el fondo de la explana- 46 Los Palacios... da, cinco o seis bohíos esparcidos por la llanura, y algunos plátanos dispersos, aquí y allá, completaban la decoración de Paso Real: Pero al observar Maceo el rebato de la caballería española, casi encima de nuestra gente, con la intención de partir uno de los dos brazos de la tropa insurrecta, ordenó a su vez la carga, marchando él, como siempre, a la cabeza de los bravos. El arrogante general haciendo las veces de jefe de escuadrón, con la hoja desnuda, sin alterar la voz ni la compostura gallarda del jinete, era la expresión más alta del valor y de la marcialidad. Todas las miradas estaban clavadas en él; ya no había refugio, cambio de posición ni esperanza de salvamento; el que caía, inerte quedaba; el que se atrevía a señalarle el sitio más peligroso, lo miraba con desdén o le largaba un cintarazo que hacía doblar las espaldas. Los hombres eran figura de adorno, con el pecho del caballo las derribaba: vendaval, furia bélica, estandarte glorioso, él, lo era todo. Esta impetuosa acometida desconcertó al enemigo más delantero, que escapó a la desbandada hacia Paso Real, bajo el acicate feroz de los insurrectos perseguidores, los cuales cayeron simultáneamente sobre la tropa de línea, sin respetar la sólida formación del peonaje apoyado en el palmar contiguo al pueblo, y con las reservas en los edificios de extramuros. Nuestros jinetes en su agresión al arma blanca, llegaron a romper algunos sólidos de los españoles, revolviéndose dentro del círculo de bayonetas y abriéndose paso a cuchilladas al interponerse una fuerte masa de infantería, en cuadro cerrado, despidiendo plomo por los cuatro frentes, delante del disputado palmar. Bacunagua: Monumento que recuerda los combates que se desarrollaron en este lugar. En esta acometida, la más seria de la acción, nosotros tuvimos pérdidas sensibles. Cayeron 80 hombres en menos tiempo del que se emplea para contarlo. No pudo Maceo decidir la pelea con su empuje personal, porque al tratar de meterse como una cuña, entre los escuadrones y los sólidos de la infantería española, una balazo rompióle el bocado del caballo, y quedó él sin gobierno en los instantes más críticos. La tropa que iba más cerca del general, se abalanzó sobre el caballo y pudo contenerlo; el moro, de sangre ardiente, iba con el freno roto y espoleado por el audaz caballero. A dos pasos de allí estaba el precipicio. No le separaba más que un sembrado de Plátanos, desflecados por el plomo de los españoles, y la talanquera de un bohío, abierta de par en par. El combate continuó hasta la caída de la tarde, en que los españoles, sin poder avanzar un paso más, se replegaron sobre el caserío de Paso Real, después de tres horas de rudísima pugna. La acción empezó a las dos de la tarde. Los cadáveres quedaron sobre el campo. Fueron 58 las bajas de los insurrectos, entre muertos y heridos. El Estado mayor perdió tres oficiales. La Caballería de Oriente registró 26 Bajas, y las restantes hasta el número expresado, 58, corresponden a la caballería de Pinar del Río y al regimiento de Las Villas. Además el disparo de nuestro cañón nos ocasionó cinco bajas. Dentro de uno de los cuadros de españoles sucumbió el valeroso comandante Pablo Chacón, del regimiento Céspedes. Ese hombre en una de las acciones que dio Maceo en el departamento oriental, meses antes del Zanjón, se llevó dos pies con los zapatos puestos, echándolos dentro del macuto para no perder tiempo en la batalla... Con gente de ese tenor no es de estrañarse que Maceo tuviera ciertos éxitos con pocos hombres contra una fuerza enemiga tan preponderante. Cuatro ayudantes más fueron heridos. Alberto Nodarse, Pilot, José Valdés y Arsenio Gómez. La columna española iba al mando del general Luque, que salió herido de un balazo en una pierna. Según noticias adquiridas entre los campesinos de los contornos, y confirmadas después por las autoridades de Paso Real, la división española tuvo más de 100 bajas.. Terminó el combate de Paso Real a las cinco de la tarde, hora inoportuna para emprender la operación sobre Santa Cruz; faena más urgente era la conducción de los treinta heridos de gravedad que pudimos retirar del campo de batalla. Maceo, después de adquirir los informes necesarios entre la gente más conocedora de aquellos lugares, se dirigió al barrio de Macurijes, Sudeste de Paso Real, a fin de dejar los heridos de mayor gravedad y proseguir la jornada bélica contra García Navarro, al venir del nuevo día... García Navarro, con su fornida brigada, llegó al pueblo de Los Palacios, quebrando el alba del día primero. Hizo comparecer al secretario del Ayuntamiento, uno de los pocos habitantes del caserío, y le exigió un mapa del territorio municipal. El funcionario le manifestó que en la casa capitular sólo existía un mapa de la región pinareña, pero en muy mal estado. García Navarro le exigió entonces un práctico que lo guiara hasta Santa Cruz de Los Pinos. El secretario, comprendiendo lo que pasaba en el ánimo del jefe de la columna, le indicó que no necesitaba práctico, pues del paso del Río de Los Palacios a Santa Cruz no existía más que un camino, el que llevaba la columna de Su Excelencia. García Navarro quería andar deprisa y seguro; volvió a pedir el práctico para cruzar el mar tempestuoso. El secretario, casi ya rendido, vio a un montuno que se hallaba al lado del general y columbrando la salvación, lo indicó al general... Entonces García Navarro entró en otra clase de consideraciones. -¿ Y qué sabe usted de Maceo?- Dicen que anda por Guane -¿Cómo por Guane? ¡Si lo tenemos en las 250 años de historia... narices!...¿ayer estaba en la Herradura, camino de Paso Real: yo perdí el rastro a eso del mediodía! ¿Qué guerra esta amigo mío! Esto no es guerra: ustedes los hijos del país deberían protestar contra esta guerra civil. ¡Yo me voy para España! Tales fueron las últimas manifestaciones de García Navarro a un secretario de Ayuntamiento, criollo de legítima cepa, quien hizo cruces de lo que acababa de oír de labios de un general español, que presumía de guapo y se iba para la metrópoli, teniendo a Maceo en las mismas narices”. (El secretario del Ayuntamiento era don José Llorens, hoy representante por el distrito de Pinar del Río) 21 Recuerdos de la batalla de Paso Real en el testimomio del tataranieto del entonces alcalde Rafael del Pino (padre) Cuando enfurecía la batalla de Paso Real estaban presentes en el lugar los Del Pino padre e hijo a cuya vicisitud ya hicimos alusión. Parece que Maceo fue personalmente a saludar a Rafael del Pino padre. En cuanto al como los dos destacados independentistas vivieron aquellos dramáticos momentos, tenemos este interesante testimonio fruto de una entrevista a uno de sus descendientes: Enrique Segundo Del Pino, que a su vez relata lo que oyeron contar su abuelo y su padre acerca de aquellas horas de combate en Paso Real. Merece introducirnos recordando algo de la trayectoria de Enrique Segundo del Pino que personalmente se define. “Agricultor jubilado”. Nacido en 1932, se ocupó un tiempo de la agricultura en la finca de la familia, que se encontraba en el terreno aledaño a la actual presa de la Juventud, y que fue en parte inundada para construir la misma, después del triunfo de la Revolución, fue empleado del Estado en el cultivo del tabaco, empleado en el sector de la salud pública, empleado en el CAI (Combinado Agro-Industrial) Arrocero de Los Palacios y en el Acopio Forestal de San Cristóbal. “En Paso Real antigua –Nos cuenta el señor Enrique, de modesta estatura, afligido por algún achaque pero muy lúcido y todavía chispeante aquella energía y determinación de los hombres líderes- había un gran comercio propiedad de Bernardo Martínez. Se trataba de una casa grandísima situada donde ahora se encuentra el Organopónico. Allí tenía bodega y panadería. Otra gran bodega se llamaba la Yagua y se encontraba donde la actual bodega al lado del monumento de Maceo. Allí almorzó el general frente a la casa de mi abuelo Rafael del Pino (hijo), el médico, que vivía donde ahora se encuentra la casa de Blanca Ramos. Precisamente en esta casa fue Maceo a saludar a mi abuelo y a mi abuela y les advirtió que él iba a retirarse del pueblo, para no destrozarlo, hacia el llamado “Palmar amarillo”del cual hoy no queda rastro y que se encontraba donde el actual “Cultivos Varios.” A mi abuelo y familiares, Maceo le hizo además la recomendación de que se tiraran al piso boca abajo para protegerse y pusieran el colchón a la puerta para evitar las balas, pues los colchones eran entonces de lana de ceiba. El combate, según lo que me contaba mi padre, fue muy fiero y, en plena batalla, los españoles atisbados en los alrededores empezaron a tocar a la puerta: “¡Abran! 47 ¡Abran por favor!” Pedían desesperadamente sábanas blancas para curar a los heridos, entre ellos el general Luque. Mi abuelo en calidad de médico se brindó también para curarlo pero sus asistentes, sospechosos, no le dejaron acercarse. Estaba gravemente herido en una pierna. Prosiguió entonces hacia la casa de su padre que habitaba cerca de la Iglesia de Santa Ana. Ambos contaban haber presenciado una escena de extremo valor de parte de un soldado mambí. Herido a muerte por un soldado español, con las exiguas fuerzas que le quedaban, puso derecho su machete sobre el cual se cayó aquel mismo soldado empujado por la tropa que avanzaba, encontrando también él, la muerte. En cuanto a mi abuelo Rafael del Pino (padre), poco antes de la batalla fue visto esconder en un hueco excavado en el patio de la casa una lata que contenía los recuerdos más preciosos de la familia pero, al preguntarle su hija qué hacía: “¡Pongo el vino a envejecer!” – fue la respuesta. Al alejarse Maceo, se fue también él al monte con toda la familia, siguiendo al general y diciendo que no quería caer en manos de los españoles y que deseaba morir en territorio libre de Cuba. Su aventura por el monte se acababa en Sabanilla donde moríría. Fue enterado en Rancho Limones. No había un ataúd donde componer dignamente su cadáver, ni tablas para construirlo de alguna manera. Así fue envuelto y enterrado en dos yaguas. Al terminar la guerra su hijo, el medico Rafael del Pino Díaz, fue a recuperar los restos del padre y los enterró en el cementerio de Colón. Pues mi abuelo se había casado con Emilia Ponce de León, perteneciente a una rica familia de Matanzas cuyos miembros también fueron deportados de Cuba por problemas políticos”. La mesa a la que se sentó Maceo Vive en la calle 26 de Los Palacios la señora Olimpia Valentina (Tinita) Cruz Piñero nacida el 17-12-1936, maestra jubilada que conserva en la terraza de su casa una maciza mesa hecha de caoba unida no con clavos metálicos sino por tarugos de la misma materia y que muchos conocen como “la mesa en que se sentó Maceo”, para comer en compañía de su tropa después de la batalla de Paso Real. Muchos estudiantes de Los Palacios, a lo largo de los años, tocaron a la puerta de la señora Tinita, acompañados por sus maestras para ver y oír contar sobre aquella mesa. Otra gente vino para fotografiarla y hasta, para adquirirla y ponerla en el museo u otro lugar de público interés. Tinita abrió sus puertas gentilmente y a muchos, como a mí, contó lo que sabía al respecto, pero hasta ahora no se ha decidido a deshacerse de un objeto que tanto su padre como su abuelo consideraban como sagrado. Es estando sentado a aquella misma mesa que escucho su testimonio y voy tomando los siguientes apuntes: “Mi padre se llamaba Cesario Cruz López, hijo de Don Perico de la Cruz y Valentina López, los dos contrajeron matrimonio en la Iglesia parroquial de Los Palacios el 23 de Agosto de 1869 y de este matrimonio nacieron 7 hijos. Entre ellos: mi papá Cesáreo nacido el 25 de febrero de 1883. Nosotros somos lejanos descendientes de aquel don Pedro Hernández que en el siglo XVIII (1770) había dado origen, en la Hacienda del Ciego, a la celebración de la fiesta del Nazareno y, como signo de devoción, había cam- 48 Los Palacios... biado para sí mismo y sus descendientes su apellido en Cruz. Parece que él fue abuelo de mi abuelo pero habría que averiguar mejor la cosa. Mis padres eran propietarios de la Finca de Macurijes de la cual todavía yo puedo mostrarle la “Certificación del auto estipulado en el año 1928...” Y como usted puede leer, era compuesta de 77 caballerías y valorada en 28 mil pesos en aquella época, más de 30 años después del paso por allí de Maceo. La finca, donde nací también yo, era principalmente ganadera pero se cultivaban también frutos menores. Mi tío Alfredo tenía casi 400 colmenas que estaban rodeadas por una amplia y linda arboleda de mangos, aguacates, ciruelas etc. Mi papá me contaba que tenía 12 años cuando la tropa de Maceo, en los primeros días de febrero de 1996, después del feroz combate de Paso Real, se dirigió hacia nuestra finca de Macurijes, llevando allí también a los heridos. Acamparon debajo de la arboleda, desensillaron los caballos, los refrescaron echándoles cubos de agua fresca sacada de nuestros pozos. También los soldados aprovecharon para bañarse y curar a los heridos. A mi abuelo no le molestó que mataran también varias reces para alimentarse. En aquel tiempo matar una res era alrededor un gran número de comensales. Para salvarla de los incendios de la guerra, que mientras tanto continuaba, mi abuelo la escondió en el monte junto a 30 taburetes. Al terminar la guerra, antes que mi abuelo pudiera recuperarla, fue encontrada y llevada al ayuntamiento con muchas otras cosas salvadas en aquella misma manera. Las autoridades municipales de entonces fueron muy correctas. Llamaron a los propietarios que pudieron recuperar sus cosas. Imagínese con cuanta satisfacción mi abuelo la recogió y la llevó de nuevo a la Finca. Cuando después nosotros nos mudamos por acá en 1947 trajimos también esta mesa. Tuvimos sin ebargo que cortar una parte por cada lado para que cupiera en el comedor de esta casa. Con una de las partes ovaladas yo hice la mesa que todavía conservo en la cocina. Más tarde decidimos colocarla en esta terraza que, como usted ve, hice edificar de manera que la mesa quedase protegida de la lluvia y del sol y yo pudiera cumplir con la voluntad de mi padre de conservarla como precioso recuerdo de familia.” Maceo y Argenter, bien acogidos por un comerciante del antiguo Paso Real Cuenta el anciano Luis Suárez Gómez, nacido el 3 de mayo de 1915 y que ahora vive en Paso Real: “Cuando la guerra de independencia, mi padre tenía en la Antigua Paso Real, actual Paso Quemado, un establecimiento de víveres, ropa, sedería, zapatos etc. extraordinariamente abastecido. Se llamaba la Yagua y se encontraba en sitio bastante cercano al del actual monumento del general Antonio Maceo. Maceo llegó a la casa y tienda de mi padre el día mismo del Combate de Paso Real, acompañado por Miró Argenter, aquel que escribía el diario de los acontecimientos de guerra. Mi padre, según lo que él mismo varias veces nos contaba, entró en conversación enseguida con A. Maceo al cual le 1947: Reunión de veteranos de La Guerra de Independencia. Aparecen circulados los que participaron en el combate de Paso Real. hizo un regalo y otro regalo lo entregó a Miró Argenter quien se había complacido con mi padre como matar una gallina hoy. Mis antepasados tenían abun- diciéndole: “Éste, de Santa Clara hasta aquí, es uno de los dancia de ganado y estaban convencidos de contribuir así mejores establecimientos que he visto”. a la causa de la independencia. Maceo aceptó también almorzar en nuestra casa. Mi Cuando los cocineros fueron a servir la comida, mis padre mandó matar un cochino enseguida y Maceo pudo familiares pusieron a disposición con gusto todo lo que almorzar allí con varios de sus oficiales. Después del aldisponían incluso mesas, sillas, taburetes para que los más muerzo se sentaron en el patio pero, poco después, llegó numerosos posibles se sentaran. Según testimonio de mi muy apurado un oficial de su escolta que le dijo a Maceo: padre, que lo recuerda como un mulato fuerte y con bigote, “¡Las fuerzas del general Luque están allí a la vista de Maceo se había sentado a esta mesa. Hay sin embargo otras nosotros!” Maceo exclamó: “¡Mande atacar a formación!” versiones entre los familiares que dicen que cedió su lugar Y fue allí que empezó el tiroteo entre las columnas españoa otros y quiso dar ejemplo de espartana disciplina sentán- las y las fuerzas de Maceo. dose bajo la arboleda. Varios días después, cuando llegaron al pueblo alguDe todas maneras, en los recuerdos de familia, esta que- nos de la fuerza de Bermúdez y le dieron candela, al presendó como la mesa a la que se sentó Maceo, conservada y tarse delante del establecimiento de mi padre se preguntarespetada como una reliquia. Hay que precisar que la mesa ban qué hacer. Intervino un cierto Coronel Payaso quien era mucho más grande porque ambas cabeceras tenían des- dijo: “¡Esto pertenece a un peninsular y no me atrevo a pegada una parte ovalada con tres patas que, al unirse, ordenar que se queme!” Dicho Coronel después de la gueformaban como una mesa redonda y permitían reunir a su rra de independencia se hizo gran amigo de nuestra fami- 250 años de historia... lia y vino varias veces a visitarnos. Antonio Maceo además, como agradecimiento a mi padre por la hospitalidad, le había entregado un salvoconducto gracias al cual los mambises tenían que respetar la casa, el establecimiento y todas nuestras propiedades. Pero en medio del desastre y la destrucción de nuestro pueblo también mi padre y toda la familia huyeron hacia Consolación. La casa y el establecimiento fueron objeto del saqueo de la gente desesperada y hambrienta y en el saqueo se perdió también el salvoconducto. Eso que me contaba mi padre, lo conocían y lo confirmaban muchos aquí y explica por qué a veces niños de la escuela o encargados del Municipio han tocado a nuestra puerta preguntando si nosotros conservábamos la mesa en la cual había almorzado Maceo y quizá los cubiertos que había usado. Lamentablemente todo se perdió en ocasión del saqueo al cual aludía. En nosotros quedó sólo el recuerdo de aquellos sucesos.” Jóvenes de nuestro municipio que combatieron al lado de Maceo Los Palacios no permaneció indiferente a la lucha independentista. Escribe Zarragoitía en sus apuntes sobre la “Historia del Barrio de Paso Real”: “Fueron muchos los hijos de esta comarca que se les unieron a Maceo, siendo entre otros, los siguientes: Francisco Suárez (Teniente-Coronel), Matías Leal (Cabo), Tomás Bravo, Isidro Díaz Acosta, Facundo Olivera (Capitán), Francisco Díaz Arjona (Comandante), Tomás Pérez, Ramón Amador (sargento), Clemente Leal, Marcos Piñera, Anastasio Echezobal. Justiliano Ferro, Teófilo Moreira (Cabo), Eligio Valdés, Hilario Pérez, Julián Valdés, Bruno González (Cabo), Filomento Acosta. Cándido Zayas, Cecilio Acosta, Antolín Rojas, Leopoldo Acosta y otros muchos más cuyos nombres no nos ha sido dable anotar.” 36 Según un trabajo más reciente de investigadores palaceños relacionados con la Logia “Montecristi”, esta es la lista de los Veteranos más distinguidos de la Guerra de Independencia de nuestro municipio. Capitanes de San Diego de Los Baños: Juan Hierrezuelo. 2) Julián Martínez. 3) Bernardo Trocha. 4) Benigno Pedroso. 5) Pelayo Pedroso. 6) José Reyes (Villo)que, al llegar el General Maceo a las Yeguas, al norte de San Diego de los Baños, se incorporó al Ejército Mambí con sólo 13 años de edad. 7) Armando Sánchez. 8) Joaquín Martí. 9) Adrián Martí. 10) Guillermo Padilla. 11) Prim Rivero. 12) Mina Rivero. 13) Bolo Rivero Sargentos de San Diego de Los Baños: 14) Agapito Martínez. 15) Ceferino Fernández. 16) Ángel Martínez. 17) Francisco Cordero. Cabos de San Diego de los Baños: 18) José María Graverán. 19) Martín Graverán. 20) Antolín Román. Capitanes de Paso Real de San Diego: 21) Bruno González. 22) Tomás Bravo. 23) Hipólito Acosta. Sargentos de Paso Real de San Diego: 24) Pantaleón Herrera Díaz. 25) Teófilo Moreira. 26) Hilario Pérez. Tenientes de Los Palacios: 27) Alejandro Prier. 28) Mauricio Palacios. 29) Saturnino 49 Garriga. 30) Luis Solano. 31)Teodoro Arrebato. 32) Lázaro Jiménez. 33) Antonio Arístides. 34) Esteban Valdés. 35) Andrés Castillo. 36) Gabino Cámara Tabares. 37) Marcelino Hernández. 38) Abelardo Roján. 39) Pastor Pedrero. 40) Eustasio Socarrás. 41) Pánfilo Herrera. 42) Esteban Camejo. 43) Benigno Padilla. 44) Celedonio Martínez. 45) Guillermo Padilla. La banderita de Paso Real En fecha 7 de diciembre de 1931, un periodista cubano publicaba en el Periódico “El Mundo” un articulo en el cual relataba su visita al Museo del Ejército en Madrid. Museo que acababa de ser reorganizado y ampliado gracias a la creación de nuevas salas. En el mismo pudo admirar, no sin nutrir alguna duda acerca de su autenticidad, la montura, el machete, sable y bastón de Antonio Maceo que la guía del visitante explicaba ser don del Escultor Mariano Benlliure. Pero lo que más lo impresionaba del segundo piso del museo: “Una bandera cubana, pequeña, con huellas de sangre atenuadas por el tiempo. Expónense en cuadro bajo cristal. Junto a ella hay una carta del General Luque, de su puño y letra, donde al donar al museo la hidalguía de los mambises cubanos, relata las circunstancias en que fue conseguida. Primer busto en homenaje a Maceo construido en recuerdo del combate de Paso Real en 1947 a propuesta de la entonces concejal del Ayuntamiento MPAL Sara Echevarría. El caballeroso General Luque informa del combate que se celebró en Paso Real de san Diego el día primero de febrero de 1896 contra las huestes de Antonio Maceo. Combate en que él quedó herido junto a los comandantes Mijares, y Ruiz Pérez que poco después falleció... Aunque la carta de Luque, escrita años después, presenta el combate en la forma más favorable a su mando, se ve en ella cierto orgullo militar por haber medido sus fuerzas con el general Maceo. Al final hay un párrafo conmovedor; declara que esta bandera que él dona al Museo fue defendida con verdade- 50 Los Palacios... ro heroísmo por un oficial de la tropa rebelde que murió sosteniéndola... No dice su nombre. Tampoco Miró lo recuerda es sus “Crónicas”, ni habla del hecho. Lo cierto es que se trata de una bandera cubana, defendida hasta la muerte por un oficial desconocido de Ejército Libertador... Yo he visto banderas muy grandes de mi patria, por su tamaño, y les he visto muy significativas pero ninguna me ha parecido en magnitud como esa banderita de Paso Real. A quienes propusieron gestiones para que España nos devuelva esta banderita yo le respondí: “¡No! Aquí es donde está mejor. ¡Que desfilen ante ella españoles y cubanos, cuantos hablan nuestro idioma! Aunque fue un adversario valiente, desdichado en sus campañas en Cuba, el general Luque sintió siempre afecto por nuestro país, saludó nuestra República con sinceras demostraciones de simpatía, y cuando desempeñó el Ministerio de la guerra no tuvo empacho en reconocer el coraje y tenacidad de los mambises. ¡Que continúe en España la banderita de Paso Real! Hay una sombra que la sigue custodiando y defendiendo: La del oficial que supo morir abrazado a ella...”. que, como veremos, también para Los Palacios significó hambre, enfermedades y muerte. En las cercanías de este mismo pueblo extenuado, precisamente en el sitio de Bacunagua, se producían, unos meses después, dos sangrientos enfrentamientos entre españoles y el ejército mambí. Nos entregamos de nuevo a la pluma vivaz de general Miró para brindarle la descripción de estos sucesos. 1) Primera desafortunada batalla ( 3 de agosto de 1896) “Por primera vez en la campaña de Vuelta Abajo, Maceo contaba con un depósito de pertrechos que bien podía llamarse arsenal, si se compara con la forzosa penuria de otros días... Coordinó enseguida el plan de atacar un tren militar de la línea de Oeste, valiéndose de los explosivos para detenerlo en su marcha, y del empuje de sus soldados para capturarlo, a raíz de la sorpresa... El sitio elegido fue Bacunagua Arriba, entre los kilómetros 113 y 114 de la línea. Poco antes del amanecer salió nuestra tropa de santa Teresa para emboscarse convenientemente a los dos lados de la vía, a fin de caer sobre el convoy tan pronto como estallaran las bombas. Serían, próximamente, las ocho de la mañana cuando se percibió el ruido peculiar del tren; Las batallas de Bacunagua este avanzaba a marcha regular, a los pocos segundos esPocos días después de la cruenta batalla de Paso Real de taba sobre el tramo en que se hallaban ocultos los explosiSan Diego y precisamente el 13 de febrero de 1896 Maceo vos, pero entonces aceleró la marcha y cruzó a toda velocisalía del territorio de Pinar del Río amargado por las noticias dad, debido a que los exploradores que iban en la máquina de las nuevas disposiciones de Weiler: el llamado Bando de advirtieron la presencia de algunos insurrectos, o por lo menos, de gente extraña que trataba de esconderse en la Reconcentración. No logrando defender su poderío con las armas frente al manigua; y retrocedió, a los pocos minutos, para reconoejercito mambí, limitado en recursos y hombres pero equipa- cer, con precisión a los que estaban apostados en las inmedo de mayor motivación, Weiler intentó hacerlo con una ini- diaciones de la línea Los soldados españoles, que ya venían prevenidos, ciativa que lo habría llevado al deshonor de precursor de los abrieron fuego sobre los evidentes mambises ante de que Nazis y sus crímenes. Maceo volvía a la Vuelta Abajo a mediados de marzo para éstos pudieran organizarse para el ataque, puesto que oculanimar otras acciones de guerra y dejarla definitivamente en tos hasta entonces en los matorrales contiguos a la vía, y en espera de la explosión de las bombas, fueron divisados la segunda mitad del año. Mientras tanto, tristes consecuencias había dejado, en por la escolta del tren, casi sorprendidos en su propia emboscada, y terriblemente hostilizados desde aquel momento. La agresión de los insurrectos no podía ser eficaz habiéndose frustrado el descarrilamiento del tren, condición indispensable para la captura del mismo. Ahora el tren no había perdido el eje de la dirección y, por lo tanto, podía moverse de un lado a otro, avanzar o retroceder, según le conviniese al jefe de la escolta, y arrojar plomo mortífero desde el blindaje de los vagones. El general Maceo ordenó el ataque del tren en condiciones muy desfavorables para nuestra tropa, la que, sin embargo, acometió con gran bravura, aunque sin éxito, porque los soldados españoles, al cerciorarse de que corrían inminente peliAlumnos de diferentes escuelas públicas en peregrinación hasta el gro si flanqueaban en la defensa, redoblaron el fueprimer busto a Maceo (1 de febrero de 1957) go desde todas las aspilleras, reforzando, desde luego, los dos extremos del tren, la máquina y el último Los Palacios, el paso de los ejércitos en guerra. Quemada la vagón. iglesia, celebrada por Villaverde como una de las más lindas de Previendo el general Maceo que al atravesar nuestra gente la Vuelta Abajo, quemado parte de su archivo y entonces parte la línea férrea pudiera efectuarlo sin darse cuenta del peligro de la memoria histórica de nuestro pueblo. Según testimonio más grave, por el mismo sitio donde se hallaban las bombas de del Padre Pepe, eso había ocurrido el 18 y 19 de febrero de 1896. dinamita, mandó cortar el alambre de comunicación. El pueblo además se quedó incomunicado por meses del Entretanto el fuego continuaba, violento y nutrido, pero resto de la Isla, desolado por el azote de la Reconcentración 250 años de historia... la mayor parte de los proyectiles insurrectos rebotaban en el blindaje de los carros, mientras que el plomo de los españoles hacía mella en las filas cubanas. El tren, debido al número de bajas que tenía su escolta, dejó el lugar de la refriega para dirigirse a Taco- Taco en cuyas inmediaciones se alzaba un fortín. El plomo de los españoles nos causó 34 bajas: 8 muertos y 26 heridos. Entre los primeros, el ingeniero americano Pierce Atkinson, que sucumbió de un balazo en la frente, mientras agredía con singular arrojo y destreza a los tiradores españoles. Sólo hacía un mes y siete días que se hallaba en el campo insurrecto, y era aquella la primera función de guerra en que tomaba parte. Cayó como actor bizarro, enamorado de su papel, en el gran escenario de la naturaleza y tuvo por panteón el cuadro de manigua que regó con su sangre. La escolta del tren iba al mando del capitán Balbuena, cuya conducta mereció los elogios de los que fueron sus adversarios en el torneo de Bacunagua.” 21 2) Exitosa la segunda batalla ( 16, 17 y 18 de Agosto de 1996) “El día 14 de Agosto Maceo marchó para santa Teresa con objeto de repetir el asalto; situó las fuerzas en las cercanías del río Bacunagua, en la misma posición que lo había efectuado el día tres. Practicó reconocimientos por Taco-Taco, por la carretera de San Cristóbal, y en dirección opuesta, camino de Los Palacios, a fin de inquirir noticias del paso de los trenes, día y hora probable en que solían efectuarlo, porque los trenes no circulaban con regularidad, ni diariamente... Los exploradores pudieron indagar que al día siguiente (16 de agosto) cruzaría un tren procedente de Pinar del Río. Durante la noche se colocaron bombas de dinamita para que estallaran al pasar el tren. Los encargados de esa operación estaban resueltos a volarse ellos mismos si salía frustrada la empresa. ¡Qué mayor explosión que la del enojo de Maceo! A las seis y media de la mañana llegó el tren anunciado, y descarriló la máquina, a consecuencia de la explosión de una de las bombas, colocada en el kilómetro número 116. El primer golpe estaba dado, el tren sin movimiento, y sujeto a las consecuencias del asedio. Empezó enseguida el ataque, llegando los nuestros hasta los carros blindados. Al fuego de los insurrectos contestó el enemigo con tenacidad durante todo el día y parte de la noche, unos y otros ofendiéndose con vigor, y sin moverse del lugar respectivo: los españoles dentro de los carros. Los insurrectos entorno de la vía férrea, y vigilantes, para que los sitiados no intentaran la evasión. El teniente coronel Bacallao, que mandaba el puesto más avanzado, rayó a gran altura, así en la ofensiva como en la vigilancia. Al amanecer (día 17) se renovó el ataque de la víspera, sólo interrumpido por algunas horas, y continuó en todo el curso del día sin ningún intervalo de tregua. Los cubanos apretaban el cerco, pero los españoles no daban señales de debilidad. ¡Brava y heroica defensa! Vino otra vez la noche, y se hicieron algunas tentativas para colocar explosivos debajo de los vagones, pero resultó infructuoso porque el terreno no permitía la ocultación; cada vez que se intentó colocar una bomba, los disparos de los centinelas anunciaban el descubrimiento. Esta segunda noche fue mucho más terrible por los sitiados. En los primeros claros del día 18, volvió a reanudarse la fatigosa pelea con el mismo ardimiento anterior. Hasta 51 las doce (54 horas de bloqueo), en que empezó la batalla con la columna de San Cristóbal, que por fin acudía en auxilio de los heroicos sitiados. La infantería tomó posiciones en unas márgenes de piedra, en línea paralela a la vía, y orden mismo de marcha que traían los españoles. El general Maceo apostó su escolta en un palmar, no distante de la infantería, para que decidiera el lance cuando la gente de a pie entrara en acción, y él, con la oficialidad del Estado mayor y otros grupos de jinetes, se echó sobre los españoles que no se decidían a dar el avance indispensable para socorrer a los sitiados. A la embestida de Maceo, la vanguardia española, que desde Taco-Taco venía custodiando la máquina exploradora, retrocedió rápidamente hasta el mismo tren que conducía el grueso de la columna. “Los hombres eran figuras de adorno, con el pecho del caballo los derribaba. Vendaval, furia bélica, estandarte glorioso, él (Maceo) lo era todo” . (General Miró Argenter) El tren avanzó un trecho, abriéndose camino a fuerza de descargas, pero lo detuvo la explosión de una bomba, la que causó algunos desperfectos en la alcantarilla. No les quedó otro recurso que apearse de los vagones para proceder a la composición de la línea y contestar por las cuatro caras al fuego de los insurrectos. El combate, en estas condiciones, duró próximamente una hora. Entretanto, los sitiados del otro tren, los que llevaban 54 horas de asedio, visto que no llegaba hasta ellos el socorro personal de sus compañeros, echáronse fuera de los vagones para buscar salida por cualquier lado, ya que todo era preferible a las angustias del cerco, y aprovechando el período más violento, salvaron el tramo más peligroso y se unieron a la columna auxiliadora; ésta emprendió la retirada hacia San Cristóbal, llevando a retaguardia el tren y la máquina exploradora, que no fueron eficaces en el socorro del tren de Bacunagua. El tiroteo continuó hasta las inmediaciones de TacoTaco... Nuestras fuerzas experimentaron pérdidas de consideración en los combates de Bacunagua. Los defensores del tren descarrilado nos causaron 11 muertos y 38 heridos, y el combate del día 18 nos costó dos muertos y 14 heridos, que forman un total de 13 muertos y 52 herido. La escolta del tren dejó siete muertos en estado de descomposición. Esta tropa que hizo tan bizarra defensa, estaba mandada por los capitanes Balbuena y Romero. El primero alcanzó en otra ocasión el grado de Heroico. 52 Los Palacios... La escolta del tren la constituían una compañía del regimiento de América y 60 voluntarios: unos 150 hombres, por junto. La columna que salió de San Cristóbal iba al mando del coronel Arjona, y estaba compuesta del batallón de Arapiles, dos compañías de Barbastro, un escuadrón de Treviño, la guerrilla de San Cristóbal y dos piezas de artillería, según publicación oficial de los actores. El jefe de la columna no se distinguió por el valor ni por el plan de combate... Los defensores del tren de Bacunagua fueron los héroes de la acción y a su arrojo debieron también el salvamento, su heroísmo no desfalleció un solo momento, y resistieron a las exigencias de la vida, las más apremiantes, el hambre y la sed, y soportaron el hedor de los cadáveres...”. 21 Lo Palacios: una de sus construcciones más antiguas es este Cuartel de q la caballería colonial española al lado de la Avenida 23. La Señora “Tinita” Cruz, marido e hijo junto a la mesa a la que se sentó Maceo. De izquierda a derecha: Liduvino Echevarría (Pintor), Rolando Cordero (Historiador) y el señor que cultiva este pequeño cafetal me indican donde estaban los cimientos de la antigua Iglesia de Santa Ana en Paso Quemado. Retrato de don Pedro Nolasco de la Cruz y de su esposa Valentina López, descendiente de aquel Pedro (o Gregorio)que había dado inicio en Los Palacios a la devoción del NAzareno. Don Pedro Nolasco de la Cruz fue abuelo de Tinita Cruz y quien ofreció su casa, en la finca de Macurije, su patio y su mesa a Maceo y su tropa. Según nuestros libros parroquiales los dos se habían casado el 23 de Agosto de 1869. Bendijo su boda el P. Antonio Barba y Barba. Actual monumento en honor del General Antonio Maceo en Paso Quemado. 250 años de historia... 53 CAPÍTULO X El espectro de Weiler sobre Los Palacios E l ejercito español, enviado a Cuba en 1895, era el más grande enviado a América por la península ibérica y estaba integrado por casi cien mil soldados que se añadían a los veinte mil ya de estancia en la Isla antes de estallar la guerra. Alrededor de 16.000 presidieron diversos lugares de la provincia pinareña y participaron en varias batallas. Frente a ellos nunca el ejército mambí llegó a los 4.000 soldados y se encontraba más escaso en armamento y recursos. Tenía a su favor el mejor conocimiento del territorio y la adaptabilidad al clima, además de la colaboración de los coterráneos, aunque no siempre fue así. Por el contrario los ibéricos “carecían sobre todo de recursos tácticos y estratégicos suficientes para detener la invasión” 5 El trágico bando Eso y otras causas, sobre todo la del fervor patriótico, explican la derrota de los españoles frente al ejercito mambí. Derrotas que exacerbaron al nuevo comandante de las fuerzas españolas, Valeriano Weiler, y lo instigaron a decretar el famoso y trágico Bando de Reconcentración el 22 de octubre de 1896 que establecía: “Todos los habitantes en los campos o fuera de la línea de fortificación de los pueblos, se reconcentrarán en el término de 8 días en los poblados ocupados por las tropas. Será considerado rebelde y juzgado como tal todo individuo que, transcurrido este plazo, se encuentre despoblado.” De tal manera no sólo se privaba al ejército libertador de las provisiones necesarias que normalmente le suministraban los campesinos, sino que se entregaba al hambre, a las enfermedades y a la muerte la población misma. En efecto el Bando “dio pábulo a la viruela, la fiebre amarilla y otras pestes que hicieron perecer decenas de miles de pinareños.” 5 Detrás de las cercas de alambre y bajo los rifles españoles nuestros pueblos sufrieron en su propia carne un adelanto de los horrores de los campos de exterminio nazi. En 1959 “BOHEMIA” entrevistaba a una monjita que acababa de cumplir 100 años: Se trataba de Aracelia Ayala, nacida en Navarra (Esp.) el 22 de agosto de 1859 perteneciente a la abnegada congregación de Las Siervas de María. Había pasado en Cuba 70 años de su vida, buen número de los cuales en Pinar del Río a la cabecera de los enfermos del Hospital San Isidro. Allí estuvo también durante el dramático período de la Reconcentración, al respecto del cual recordaba: “Pasé grandes calamidades en aquel hospital cuando la Reconcentración. En el establecimiento atendíamos a doscientos enfermos, pero sin los medios más elementales. A veces nos enviaban un saco de huesos. Con estos lográbamos hacer alguna sopa, pero, desde luego, sin papas, sin fideos, sin manteca ni especias de ninguna clase. En algunas ocasiones obteníamos un poco de harina de maíz y eso aminoraba un tanto nuestros inconvenientes...” “Los Palacios no quedó exento de esta catástrofe que en muy pocos meses llevó la mortalidad a escala nacional a 400.000 vidas fundamentalmente entre mujeres y niños.” 10 Para hacerse una idea de los niveles de deshumanización a los cuales había llevado a nuestros pueblos aquel funesto plan de exterminio, baste mencionar cuanto relataba el periódico “Patria” desde Nueva York el 30 de junio de 1897 hablando de las condiciones de los 3.500 reconcentrados en la vecina San Cristóbal. En particular recordaba el caso de una familia compuesta de 9 personas, ocho de las cuales ya habían muerto de hambre. Quedaba solamente una niña de 12 años que yacía desnuda en el suelo, tapada con una mugrienta frazada. Al preguntársele si quería algo de comer, la infeliz contestó: “Si es para morir sí quiero, si es para vivir no quiero nada.” 6 El general Miró informa que Weiler pasó por Los Palacios después de haber abandonado a Artemisa el 28 de octubre, pasando antes por Candelaria y San Cristóbal, poco después de publicado el bando. Temprano todavía para tomar visión del genocidio perpetrado en nuestro pueblo, en el cual los supervivientes quizás cotidianamente presenciaban espectáculos desoladores como aquel descrito en el libro “Piedad” por Francisco P. Machado: “En los cementerios infinidad de cadáveres permanecían insepultos... Paletadas de tierra cubrían para perecer eternamente a éstos mártires y héroes ignorados... Veíanse familias completas, madres llevando en sus brazos criaturas escuálidas, niños de 13 y 14 años comidos por la miseria, chiquillos con las costillas salientes, andaban de un lado a otro, tendiendo las manos nudillas, en solicitud de socorro...” 10 Según un testimonio que los historiadores del municipio recogieron de los labios mismos de un anciano que fue testigo de aquella epopeya de sufrimiento: la única comida que se podía encontrar era la calabaza y pues no hay humus más 54 Los Palacios... oportuno para la calabaza que la tierra quemada, ella prosperaba entonces hasta sobre las ruinas de las casas y de los bohíos. Así que - contaba el anciano -: “Todo se quemó y se volvió calabaza.”10 Al final del inenarrable calvario, el hambre y el azote de las enfermedades desatadas por la Reconcentración, además que los estragos, incendios y devastaciones de la guerra, dejaban a nuestro municipio el siguiente y muy elocuente cuadro poblacional: POBLACIÓN 1887 1899 LOS PALACIOS 6501 2456 PASO REAL 4920 1871 San DIEGO 6317 2419 sobretodo de los años 1895, 96, 97 etc. de Paso Real? ¿Fueron acaso registradas en San Diego con el cual formaba municipio distinto de el de Los Palacios y donde las víctimas asentadas en los registros parroquiales en 1997 alcanzaron el número más relevante de 1645? Dejando en suspenso estos interrogantes y volviendo a los fallecidos asentados en 1896 - 97 en Los Palacios, hay que observar ante todo que el incremento de las defunciones había empezado ya a partir de Noviembre de 1996 con 76 muertos que ascendían a 86 en el mes de Diciembre. En cuanto a las causas más frecuentes de muerte: referimos algunas junto a las más jóvenes de sus víctimas: 1) Fiebre de Bossol: Pedro Torre de 4 años de edad, Ramón Acosta de 8, Ramón Díaz y Rodríguez de 18, Manuela C. Rivera de 18, Lucía Martínez Rodríguez de11, P. Javier García de El terrible 97 7, Petrona Rodríguez de 5, Margarita Pérez de 20 etc. 2) Tifus: Virgilio de Jesús M. de 3 años de edad, Lidia Si en Artemisa murieron en tres años más individuos que López de 9, Andarsio L. Ramos de 16, Felicia B. de 6, Antonia desde la fecha de su fundación hasta el inicio de la invasión Pérez y L. de 21 años que dejaba a 4 hijos huérfanos, Petrona de la Vuelta Abajo y en Pinar del Río resultaron 2000 huérfaMedina de 8, Pedro Díaz de 8. nos, no muy menos afectado se quedó nuestro pueblo. “Las El Tifus Exomático y abdominal sembró la muerte tampérdidas totales entre las tres entidades poblacionales que hoy integran nuestro municipio ascendieron en total a 10.992 bién entre adultos y ancianos, entre hombres y mujeres de alrededor de 30 años que dejaron a cientos de huérfanos. vidas. 10 Prácticamete la población palaceña quedaba reducida en También en 1997 –98 se transformó en la causa principal de dos tercios, no llegando a los 6000 habitantes de los cuales fallecimiento junto a la fiebre amarilla, palúdica, Malaria, Tuberculosis, Disentería, Tetanus infantil, Sarampión etc sólo 900 residían en el casco urbano. 11 En el marco de la gran hecatombe de niños y de jóvenes, En los libros de “Entierros” del archivo parroquial, las no faltaban defunciones de personas que comprueban como defunciones asentadas en los años precedentes eran infeya en aquella época algunos cubanos eran muy longevos. riores o superaban en poco las cien anuales. Sin embargo Pues, casi a finales de 1996, el 27 de Diciembre, entregaba su superaban las doscientos en 1996 y llegaban a casi 700 en alma a Dios María de Carmen Pérez a la edad de 100 años. 1997. He aquí algunos detalles de los fallecidos en el terrible 97. Al respecto, incluimos aquí la siguiente estadística sacaEn el mes de Enero fueron 111 los fallecidos. Entre ellos da de dichos libros con relación al período 1875 – 1898. 21 eran niños menores de 10 años y 18 eran jóvenes entre los 10 y 25 años. Año Defunciones Año Defunciones Año Defunciones En el mes de Febrero hubo 67 fallecidos. Entre 1875 56 1885 79 1895 103 ellos: 7 niños menores de 10 años y 19 jóvenes entre 1876 98 1886 105 1896 215 los 10 y 25 años. Encontraba sin embargo su des1877 98 1887 68 1897 689 canso eterno también cierta Casimira Ferro que se 1878 165 1888 86 18998 91 moría a los cien años de edad. 1879 131 1889 57 El mes de marzo fue el del mayor número de falle1880 121 1890 99 cidos: 125. Se produjo un verdadero estrago de los 1881 89 1891 97 inocentes con la muerte de 71 niños menores de 10 1882 128 1892 113 años y de 15 jóvenes entre los 10 y 25 años. Sólo en 1883 99 1893 106 los primeros diez días del mes se morían 12 niños 1884 111 1894 113 menores de 7 años. También en este mes terminaba su larga vida de 99 años cierto D. Antonio Rodríguez. Disminuía el número de muertos en los meses Es necesario precisar que el 23 de julio de 1882 el P. Masiguientes: 65 en el mes de Abril. 42 en el mes de mayo, y 49 nuel J. Dobal abría un libro de “Entierros” reservado a Paso Real de San Diego que en aquellos años ya tenía su cemen- en junio. Volvía a subir a 93 en julio cuando, a pesar de un terio particular. El P. Dobal así lo introducía: “Certifico que número tan relevante, la muerte perdonaba esta vez a los este libro destinado para asientos de las inhumaciones efec- niños y acababa con muchos jóvenes, adultos y ancianos. Mermaba su cólera en los últimos meses del año, en los tuadas en el cementerio particular de Paso Real de San Diego que se presentaba el siguiente cuadro: Agosto: 56 falleciperteneciente a esta parroquia, consta de doscientos treinta dos, Septiembre. 35, Octubre: 25, Noviembre: 10, Diciembre: y dos hojas.” 7 fallecidos. En dicho libro que quedaba con muchas páginas libres, Los días más luctuosos en los Palacios habían sido el 18 apuntaba los datos de 499 sepelios de habitantes de Paso y 20 de marzo de 1997 con 9 sepelios por cada uno de estos Real así distribuidos: días y el 31 del mismo mes con 8 sepelios. Agosto – diciembre de 1883: 31 fallecidos 1883: 87 1885: 78 1887: 71 1884. 53 1886: 81 Enero – Mayo de 1888: 95 ¿Qué pasó con las inhumaciones de los años siguientes, 250 años de historia... 55 Seguían los mambises en nuestro territorio A las pérdidas humanas, hay que añadir los daños materiales a los cultivos, al poblado, a las estructuras habitacionales. Los campos y las vegas se habían quedado desolados, quemados, improductivos, “los ingenios existentes en el territorio, el San Miguel en San Diego y el Nueva Empresa o Limones (en el actual Pitirre, al pie de la loma del Toro) se quedaron destruidos y sus hacendados se vieron precisadas a abandonar nuestro territorio. El pueblo de Paso Real así como la parte Oeste de Los Palacios, fueron incendiados en el año 1896, por lo que “gran parte de la población fue a parar a las zonas más intrincadas de nuestros campos a cultivar lo que podían para subsistir.” 10 Como ya dijimos, Paso Real, antes de la Guerra de Independencia, se encontraba donde la actual Paso Quemado. Las familias que sobrevivieron a la guerra, a la quema del pueblo y a la Reconcentración, según testimonio de Leandro Gonzalez Alcorta, se desplazaron algunos kilómetros más al sur y construyeron cerca de la línea férrea la actual Paso Real. Mientras tanto en nuestro territorio continuaba una guerra de desgaste cuyo teatro era sobre todo la vecina montaña donde se habían situado pequeñas unidades mambisas integradas sobre todo por fuerzas procedentes de Las Villas y que por eso se llamaban “Regimiento Villareño”. Dichas unidades continuaban en su intento de hostigar a las fuerzas enemigas usando la táctica de bajar cada cuando de las sierras y atacar por sorpresa al enemigo volviendo después a encontrar refugio en las mismas. Según testimonio del propio Leandro González Alcorta, nuestro municipio fue teatro en este periodo de varios enfrentamientos de las brigadas mambisas contra las columnas de Weiler “quien desde Los Palacios dirigía personalmente la Campaña vomitando fuego sobre las sierras que albergue tan portentoso brindaron siempre a los rebeldes contra las tiranías.” Fue en este período de finales 1896 e inicios de 1897, en que desarrolló en nuestras lomas y nuestras sabanas su hu- Isabel Rubio manitario trabajo médico, la ferviente independentista Isabel Rubio. No sólo ella curó las heridas del Brigadier Roberto Bermúdez, sino también las del joven, de solo 12 años, Carlos Manuel De Céspedes, nieto del “Padre de la Patria”. Eso aconteció precisamente en la loma de Copey y Agujatillos. Lamentablemente también ella fue víctima de los acontecimientos bélicos en nuestro territorio pues quedó herida a una pierna durante un ataque de las fuerzas españolas al campamento en la loma del Toro. Siempre según Alcorta fue el bramido de un buey que iba a ser sacrificado, lo que señaló al enemigo la presencia en aquel lugar del campamento mambí. Herida en una pierna durante la refriega el 12 de febrero de 1898, fue llevada a San Diego de Los Baños donde recibió su primera cura del doctor José María Cabarrouy. El 13 de febrero se trasladó al Hospital de San Isidro en Pinar del Río y falleció el 15 de mismo mes. 10 q Edificios al lado de la central avenida 23, antigua calle Maceo, y en el fondo, el tramo de la sierra del Rosario al norte de nuestro municipio. Montañas que fueron refugio de Cimarrones, teatro de la guerrilla mambisa durante la Guerra de Independencia, refugio estratégico o trampa mortal para Isabel Rubio y otros protagonistas, en ocasión de otras batallas futuras. 56 Los Palacios... CAPÍTULO XI Acontecimientos en el campo político, social y eclesial al terminar la Guerra Contribución de la iglesia al logro de la independencia E l ejemplo del Padre Dobal en Los Palacios, que apoyó el ideal independentista ,es uno de los no pocos en que se comprueba cómo la Iglesia cubana en general, no fue muy favorable a la independencia. Y al mismo tiempo, y a pesar de que no se lo mencione en los libros actuales de historia, no faltó la participación de cierta parte del clero a las luchas independentistas. Recordemos a algunos sacerdotes pinareños a este respecto: emblemática fue la figura del P. Alonso de Armas que “contaba con sesenta hombres para la sublevación y no esperaba más que la llegada de una expedición. Tenía 65 años de edad cuando fue llevado prisionero desde la Iglesia de Puerta de Golpe a la Habana donde fue encerrado en El Morro. De allí fue deportado a España, y terminó su condena en la Isla de Pinos. El P. Nolasco Alb. Cura de San Cristóbal, fue detenido y conducido a la Cabaña a pesar de sus 72 años. Por una gestión del Obispo Martínez se obtuvo conmutar su destierro en una “prisión domiciliaria” en el Seminario. P. González Arocha, que siendo párroco de Artemisa, sirvió de correo-enlace del ejército libertador y alcanzó el grado de capitán. En la República llegó a ser representante y, en sus últimos años, rector de Seminario San Carlos. 7 En fin, cuando Maceo quemó el pueblo de San Juan Y Martínez, el cura del mismo, el P. Ramón Vantin y Casadelmino, se fue con la tropa mambisa hacia Guane. 1 La intervensión estadounidense Un golpe duro para las fuerzas mambisas fue la caída del General Maceo el 7 diciembre de 1896 por un ataque por sorpresa de los Españoles. Perecía durante el mismo ataque también el hijo de Máximo Gómez: Panchito. Mientras que aportaba cierto alivio para la población la decisión de parte del Consejo de Ministros de España, en octubre de 1897, de reemplazar al general Weiler en su cargo de Capitán general de la Isla por el General Ramón Blanco Eronas. Se acababa así el drama tan cruel de la Reconcentración. La autonomía de Cuba instaurada por el General Ramón se revelaba como un remedio demasiado tardío. Mientras tanto los Estados Unidos, deseosos de intervenir en Cuba, aprovecharon la ocasión de ciertos sucesos para enviar el crucero Maine con el fin de proteger, en caso de necesidad, la Isla y los bienes de los ciudadanos norteamericanos. Una misteriosa explosión en el Maine, que provocó la muerte de 256 marineros estadounidenses, produjo una oleada de indignación en la opinión pública norteamericana y llevó el 18 de Abril de 1898 a la Cámara de representantes del Senado a votar una resolución que autorizaba la intervención de Estados Unidos en Cuba. 29 Los Yankis desembarcaban en Cuba, cerca de Santiago, el 17 de junio de 1898. El diez de diciembre del mismo año España y Estados Unidos firmaban el “Tratado de París”. Se acababa la dominación española pero empezaba la injerencia estadounidense. Ante la proclamación de un gobierno provisional y después la proclamación de la Nueva República demostraron que la independencia alcanzada no había sido plenamente tal. El gesto que había puesto fin efectivo a la guerra había sido significativo al respecto: el 1 de enero de 1999 el capitán general español de Cuba había transmitido su poder no a los patriotas cubanos, sino a John Brode: primer gobernador norteamericano de la Isla. 29 Elocuentes siempre al respecto también las palabras del Diario de General Calixto García a quien no fue permitido entrar con el ejército Mambí en Santiago de Cuba y que, sin embargo, pudo enviar su Estado Mayor a proclamar la independencia verdadera del pueblo cubano frente a aquella que durante todas las luchas fue la Estrella de la Libertad, La Virgen de la Caridad del Cobre: “Tristes se han ido ellos (los españoles) – escribía Calixto García – y tristes hemos quedado nosotros, porque un poder extranjero los ha sustituido... los americanos han amargado con su tutela impuesta por la fuerza la alegría de los cubanos y no supieron endulzar la pena de los vencidos”. 26 La nueva constitución nacía laica Con respecto a la Iglesia: al final de la dominación española, se encontraba enfrascada en grandes dificultades. Entre ellas: la amenaza de otras instituciones e ideologías, la escasez de sacerdotes por el regreso de muchos de ellos a 250 años de historia... España y el número todavía reducido de los cubanos. Además la Iglesia era acusada de reacia a la independencia por la delicada posición en que se encontraba su jerarquía hasta entonces encargada directamente por la Corona de España y en su mayoría de origen español. Situarse a favor de la independencia significaba ponerse en contra de la Madre Patria. En fin la intervención norteamericana había abierto las puertas a las Iglesias protestantes y otras confesiones religiosas muy pujantes en Estados Unidos. Pero quizá el hecho más significativo del nuevo estado de las cosas era que la misma Nueva Constitución, que nos hizo nacer como República, nacía laica: sin referencia a Dios en su preámbulo y artículos fundamentales. Sellaba así un largo proceso de secularización que había ido desarrollándose también en Cuba y sellaba la separación Estado e Iglesia que sin duda produjo también efectos positivos. 23 En el ámbito local Aunque en el siglo XIX se consolidaba el “proceso iniciado en el siglo XVI y que habría convertido en este siglo a Cuba en la más rica colonia de plantaciones del mundo y en la primera productora mundial de azúcar” 24, tremendas fueron las consecuencias materiales y humanas que la guerra dejó. “¿Qué pasó en aquel período en Los Palacios y para su Iglesia?” No por el gusto de destruir, sino para poner en dificultad y doblegar a los españoles, lamentablemente también los mambises casi destruyeron nuestro pueblo y muchos otros. A la destrucción del paradero del ferrocarril perpetrada el 19 de Enero de 1896, seguía, días después, el incendio del pueblo en el cual pereció también la Iglesia. La intervención norteamericana produjo un cambio también administrativo en nuestro territorio. Por la llamada ley de Municipalización, a Los Palacios, San Diego y Paso Real se le quitó la condición de Municipios porque no reunían todas las características de cantidad de habitantes, de recursos y estructuras económicas suficientes a tal fin. Los Palacios y Paso Real decaían al nivel de barrios del Municipio de San Cristóbal y San Diego del Municipio de Consolación del Sur. Tenían su alcalde y cierta estructura 57 administrativa pero muy dependiente y menos favorecida que la de la cabecera. El padre cura que sucedió al P. Dobal y acompañó a la parroquia en este difícil período, éste fue el P. Rubalcaba del cual vamos a brindarles las pocas noticias siguientes. P. DANIEL SIERRA RUBALCABA (17-10-1893 / 9-12-1900) Fue el registro de entierros de nuestro Archivo lo que permitió saber la fecha precisa del comienzo de su ministerio en Los Palacios. La quema de los libros de bautizos no nos permite saber cuantos fueron aquellos por él celebrados desde aquella fecha hasta mayo de 1896. Una eco de la situación desoladora en que se encontraba nuestro pueblo después de la gran contienda parece transparentarse en unas lacónicas notas con las cuales este cura, el 20 de mayo de 1896, introducía el libro de Bautismos N. 20 de nuestro Archivo: “Libro provisional de Bautismo de esta parroquia de Jesús Nazareno de Los Palacios, abierto en Mayo de 1896 sin la autorización del prelado por estar este pueblo en la fecha completamente incomunicado con el resto de la Isla; y habiéndose quemado el 19, hace el N. 20 de los Bautismos en la misma”. Daniel Sierra Rubalcaba En la nota conclusiva del mismo registro, fechada 20 de diciembre de 1897, el P. Rubalcaba además, precisaba que las 425 partidas de Bautismo contenidos en este registro de la postguerra inmediata, eran de “blancos y de color”. Se acababa así una distinción en la cual se reflejaba la discriminación. En los últimos 4 años y medio de estancia en nuestro pueblo, en tiempos tempestuosos y decisivos del futuro de la Patria, él celebró 701 bautizos. Prueba del brusco decrecimiento demográfico producido por el paso de la guerra, el nefasto Bando de Reconcentración y la emigración, fue la disminución de los bautizos en los siguientes: 1897: 209 (blancos y de color juntos) 1898: 30 (Sólo blancos) 1889: 111 (Sólo blancos) 1900: 154 (Sólo blancos) q 58 Los Palacios... CAPÍTULO XII Cuadro general y local de los acontecimientos socio-políticos, económicos y eclesiales en las primeras cuatro décadas de Siglo XX Acontecimientos socio-políticos y económicos en la isla E n el ámbito nacional estos años están caracterizados evidentemente por la fuerte influencia norteamericana en Cuba y la sucesión de una serie de gobiernos estrechamente vinculados con Estados Unidos y sus intereses. En sucesión cronológica los presidentes que se alternan son Tomás Estrada Palma elegido el 31 de diciembre de 1901, José Miguel Gómez, Mario García Menocal y Alfredo Zayas. Ya el 20 de mayo de 1902 había sido arriada en el Morro la bandera norteamericana reemplazada por la de la estrella solitaria, pero en 1905 se moría Máximo Gómez amargado y desconfiado, como lo había estado José Marti, acerca de la real voluntad de los norteamericanos de garantizar la independencia de Cuba. En efecto la llamada “Enmienda Platt”, agregada a la Constitución de la naciente República, reconocía a Estados Unidos el derecho a intervenir en Cuba cada vez que lo exigiera la estabilidad social y los interese de Estados Unidos. 29 Desde el punto de vista económico, una nueva oligarquía cubana aliada y amparada por el capitalismo norteamericano prosperaba y amasaba fortunas. Las inversiones y la demanda del mercado del norte ocasionaban un acelerado crecimiento económico sobre todo de las tres producciones fundamentales: azucarera, tabacalera y cafetalera y un relevante aumento del ingreso per cápita. Era la época de las “vacas gordas”, pero en amplias capas de la sociedad persistía la pobreza. 26 El municipio de Los Palacios a principios del siglo XX En cuanto a Los Palacios el actual maestro de la logia Montecristi Jesús García Vázquez nos brindó estos interesantes escritos que reproducimos casi integralmente: “En los primeros años del siglo XX sobre el pueblo de Los Palacios aun gravitaban desfavorablemente los efectos de la Guerra de Independencia y los perjuicios sociales heredados del coloniaje español. Siendo este pueblo uno de los que más sufrió, en el occidente de la Isla, las penurias de la Reconcentración de Weiler. Alrededor del 40% de su población pereció por hambruna y víctimas de las enfermeda- des que acompañaron a este Vía Crucis del pueblo cubano, en sus campos cundió la desolación. La población del municipio no llegaba a seis mil habitantes, 5880 según el censo de 1902 y datos publicados en 1903 en la guía francesa “Baylley-Barlliere-Piera”. De ellos sólo unos 900 residían en el casco urbano. La Orden militar n. 23 de 1902 suprimía a Los Palacios como municipio incorporando sus barrios al Término Municipal de san Cristóbal. Habrá que esperar una ley de 20 de julio de 1910, iniciativa del representante pinareño Severo Moleón y Guerra, para ver a Los Palacios restituido al carácter de municipio. En el período desde 1902 hasta 1909 el alcalde de barrio del pueblo era el Sr. Luis Romero Ravelo, maestro fundador de la logia Montecristi. También en esta etapa existieron otros alcaldes. Como religión únicamente se practicaba la católica, además de cultos africanos traídos de ese continente por los negros esclavos. La instrucción pública era verdaderamente pobre, propia de aquella época. Solamente existían cuatro educadores: Luis R. Orcelana, Daniel San Rubalcaba, Áurea de Paz y Nieves Piñera. Los servicios y comercios estaban distribuidos de la siguiente forma: tres barberías, un billar (propiedad de Pío Morales), una cantina o bar, dos carnicerías, dos talleres de construcción de carruajes y volantas (propiedad del francés Blas Dancausse), tres ferreterías, dos farmacias (El Crisol propiedad de Manuel Fernández de Figueroa y San José de Tomás Martínez), una fonda, una herrería, un hotelito, dos tiendas de tejidos, tres tiendas de venta de lozas, cristales y porcelanas, dos panaderías, tres peleterías, una perfumería, dos escogidas de tabaco, dos zapaterías (propiedad de Lavoi y Andrés Palacios) y ocho tiendas mixtas que se llamaban: Los Hijos del Pueblo, La Constancia, Verde, El Alivio de los Pobres, Orbezoza, Rodríguez, La Cubana Favorita y Viñas. La fuente económica principal era la agricultura, sobre todo el cultivo del tabaco, la crianza de ganado vacuno y otros animales de pastoreo. Las fincas rústicas y el comercio eran propiedad de españoles o descendientes directos de ellos, quienes figuraban como las clases vivas de la entonces sociedad palaceña. No contaba el pueblo con ninguna calle empedrada, de 250 años de historia... las pocas que poseía. El alumbrado público era a través de faroles de kerosene, al ser desconocida la electricidad. Actuaba como farolero, en las funciones de encender y apagar los faroles, el Teniente del Ejército libertador Alejandro Prier Prier, quien siempre se hacía acompañar de su inseparable perro “Caney”. Como medios de comunicación el telégrafo y la vía férrea, mediante la humeante y escandalosa locomotora de vapor. El servicio postal se realizaba a través de la estación del ferrocarril. Las funciones del veterinario y el dentista eran ejecutadas por el herrero y el barbero, como sucedía en casi todos los pueblos, por no contarse aun con estas profesiones. Al herrero, además de forjar y elaborar los instrumentos utilizados en el hogar y los aperos para la labranza, le correspondía la atención y cura de los animales y al barbero, conjuntamente con el pelado y el afeite, el de extraer las piezas dentales en mal estado”. La “Guerrita de Agosto” 1906 y sus víctimas en Los Palacios 59 Este movimiento revolucionario trajo como consecuencia la segunda intervención norteamericana a la Isla, según el apéndice a la Constitución de 1901 conocido como la “Enmienda Platt”. Hoy, por la visión que tenemos del mundo moderno y los avances tecnológicos que este nos ha traído para nuestro disfrute, tal vez hagamos una falsa apreciación de nuestro pueblo en los primeros años del siglo XX y lo consideramos un pueblo marginado y sumido en el más profundo atraso, con habitantes holgazanes e incapaces de proporcionarle el más mínimo desarrollo. Esto es un falso análisis de los que así piensen. En ese entonces, la vida en casi todos los pueblos de Cuba era similar a la de Los Palacios.” (Jesús Marcos García Vázquez) Con el devenir de los años, en el ámbito local, la economía va cobrando vida paulatinamente gracias a la iniciativa de comerciantes españoles. Si se quedaron destruidos Los ingenios San Miguel (Partido de San Diego) y Nueva Empresa (Partido de Los Palacios), cobraron fuerza de nuevo, como se decía, las haciendas ganaderas, las plantaciones de viandas, de frutos etc. . Pero, si en 1910 Los Palacios recuperaba su municipalidad, no fue así para Paso Real que quedó bajo Los Palacios y San Diego que, por el momento, quedó bajo Consolación del Sur. En Los Palacios, como en toda Cuba, la primera guerra mundial (1914-1918) favoreció cierto auge económico. La gran contienda que ensangrentaba Europa acentuó la demanda y el aumento del precio de los productos cubanos: ganado, azúcar, tabaco etc., para abastecer a los ejércitos. La venta de ganado fue tan abundante y tan provechosa para sus productores en Los Palacios, que llegaron incluso al riesgo de quedarse sin reservas. A partir de 1916 la Compañía americana Virginia construye y pone en función el Central Azucarero, llamado por supuesto “Virginia”, y más tarde “Central la Francia” que se transforma en fuente importante de trabajo y de prosperidad. Se crean además entre los años 20 y 30 varias industrias, como por ejemplo de producción de envasado de la piña “En agosto de 1906 se produce una revolución, la llamada “Guerrita de Agosto”. Aunque los promotores de esta revolución veían la causa de la misma en la reelección del presidente Don Tomás Estrada Palma, el verdadero origen de la contienda armada radicaba en los dos principales partidos políticos en pugna, conservador y liberal, y la lucha de sus líderes por alcanzar el poder. El pueblo de Los Palacios fue tomado por las fuerzas opositoras del gobierno, que cometieron una serie de atropellos entre la población palaceña. Frente al hogar del Sr. Luis Romero Ravelo, Alcalde de Barrio de Los Palacios, un joven, de apenas 17 años de edad, frente a las fuerzas opositoras le da vivas al partido gubernamental. El Alcalde Romero se apresura en gritarle a los beligerantes: “No le disparen, es apenas un niño”. Estos hacen caso omiso al llamado de piedad y golpean de muerte al infeliz joven. Después disparan contra el Alcalde Romero, quien salva la vida milagrosamente. El incidente ocurrió frente al hogar del propio Alcalde Romero que era una casa en forma de cuartería enclavada en la antigua calle José Martí, esquina a Serafín García, hoy calle 21 esquina a 28, y lugar donde en la actualidad tiene su vivienda el Sr. Antonio Calderón Tabares. Un personaje pintoresco, Pancho Melenas, quien era veterano del Ejército Libertador, sale sigilosamente en busca de las fuerzas del Coronel Ávalos y le dice: “Apúrate que la gente de Pino Guerra va a acabar con Los Palacios”. Ante la presencia de las fuerzas comandadas por Ávalos, los sublevados abandonan Los Palacios La Larga cuartería de la calle Céspedes, hoy calle 24, constituyó una de las primeras escuelas del pueblo, llamada “Seis Colegios”. Aquí varias generaciones de palaceños cursaron sus sin ofrecer resistencia. estudios primarios. Pero paulatinamente surgieron otros apreciados centros escolares. 60 Los Palacios... cuyo cultivo encontraba terrenos favorables en Bacunagua y sus alrededores. En la zona más al sudoeste, la Compañía americana “Dayaniguas” dio vida a extensos cultivos de algodón. Nacen además otras pequeñas industrias de tejas, ladrillos, cerámica, fábricas de hielo y cultivos varios. En la sierra, abundan los cultivos de malanga y de plátanos. Queda en la memoria de los más ancianos, y en la de otros que los escucharon, el “mito del 25”, como de una etapa de bum económico y cultural porque surge también la imprenta. Nos entregamos de nuevo a la pluma del palaceño Jesús García Vázquez para brindarles una documentación más detallada de este afortunado período de desarrollo y prosperidad en nuestro pueblo. El auge de los añós 20 al 30 Entre las industrias palaceñas de ese período pueden señalarse los tejares existentes, que se dedicaban a la fabricación de tejas y ladrillos; los envasaderos de piñas, las herrerías de Julio Lorenzo, Ricardo Paula y Eusebio Redonet; la tabaquería de Antonio Carrasco. También hay que añadir el taller de construcción de carruajes de Miguel Dancausse y Luis Hernández. Las panaderías de José Cabrera, José A. Capote, Arcadio Ferrer y Esteban Sordo. Las talabarterías de Eusebio Figueroa, Javier Ipsán y Remigio Martínez, así como las zapaterías de José A. Cecilia, Marcelino Díaz, Manuel González, Lucía Guzmán y, Jacinto Morales. En estos talleres se trabajaba artesanalmente el cuero y de los mismos salían calzado, monturas y todo lo requerido que pudiera aportar la industria del cuero. Se contaba con los servicios médicos de los doctores Agustín Delgado, Salvador Prats, Marino P. Rojas y Armando Valverde. El Dr. Pérez Salazar era el dentista. Existían cuatro farmacias con un variado y extenso surtido en medicamentos, las de Claudio Ferrer, Víctor Díaz, Tomás Martínez y Francisco Serrapiñana. Había tres ferreterías, las de Miguel Abay, Gervasio Francisco y Emilio Gómez. El comercio estaba conformado por los siguientes establecimientos: las carnicerías de Luis Munguía, José Betancourt, Ramón Gutiérrez, Soberón y hermanos, Suarez y Alonso. Las cantinas o bares de Antonio Bárcenas, de Ramón Gutiérrez y López y Vara. Las fondas de José María Fernández y Manuel Won Kee. Existían varios trenes de lavado y planchado de ropa, pero los más importantes eran los de Chun Gau y José Pernas. El expendio de alimentos y útiles para el hogar se rea- “ Los habitantes de Los Palacios se encontraron, en la década de 1920, en una situación económica y social mucho más favorable que la que presentaba el municipio a principios del siglo. El pueblo se había extendido considerablemente hacia el este y pasaba los linderos de la calle Waren, actual calle 20. También se había ensanchado al norte y al sur y se habían construido nuevas calles y edificaciones. Es significativo observar los avances, en todos los campos, que experimentó Los Palacios en esta época. De los 5.880 habitantes que tenía en 1902, según el censo de ese año, en 1924 poseía una población de 11.546 habitantes y de éstos 2.984 residían en el casco urbano. Estos datos aparecen en el Directorio de la República y en la Guía francesa “Balley-Barlliere-Piera”. En 1924 ya contaba con calles empedradas. Sobre todo las principales: Martí, Maceo y Waren. Se le había construido al pueblo un desague o drenaje, consistente en una ancha cuneta en el centro y a todo lo largo de la calle Maceo y con ambas vías a los lados. A este primitivo drenaje iban a parar las aguas de las demás calles y a la vez descargaba en el río. El puente sobre el río Los Palacios, que lo une con Paso Real de San Diego, ya existía. El pueblo gozaba de los adelantos y beneficios de la electricidad, primeramente por una planta local que generaba el fluido eléctrico demandado y que posteriormente se unió a la red de la Compañía Cubana de Electricidad. La planta estaba situada en la calle Martí, entre Serafín García Y José Palacios, hoy calle 21, entre 28 y 30, en el lugar donde en la actualidad habita la familia Zayas. También se contaba con A la década de los años 3011remonta esta instantánea de los alumnos del local comunicación telefónica y telegráfica. Colegio-Academia “Romer” . Además del central “La Francia” y por breve tiempo, a causa de su quema, el central “Pala- lizaba a través de las tiendas mixtas y bodegas de Serafín Alvarez, Sucesores de Luis A. Fernández, Wong Hing Long, cios”, poseía en esos años una fabrica de hielo, la del Sr. Betancourt, que estaba situada en la calle Ramón Cruz, esquina Woo Lee y Cia. Ong Long, Gervasio Francisco, Pedro García, a Waren, hoy 19 esquina a 20, y lugar donde vivió la familia del Diego González, Lorenzo González, Gutiérrez y Sobrino, Sr. Tomás Guerra. En este lugar también funcionó la Academia Francisco Inclan, María de la Oliva Andrés, José Medel, “José de la Luz y Caballero” de las profesoras María e Hilda Juan Pamo, Juan Pedro, Alejandro de la Oliva, Manuel Pulido, Ramón Sánchez, Manuel Won Kee y Villareal y Hermanos. Guerra. 250 años de historia... 61 En cuanto a religión y logias fraternales había solaAl final de la calle Maceo, hacia el oeste, casi al frente mente la Iglesia católica, la Logia Montecristi y cultos afri- de la Iglesia Católica, se encontraba una enorme casona canos. Aunque por la influencia norteamericana, ya algu- construida en tiempos de la colonia. Su construcción era nos palaceños se habían convertido a los cultos luteranos. de mocorreros y techo de tejas. En este lugar que poseía un La Iglesia Adventista fue fundada por dos masones: Calixto amplio patio, tenía la familia Hevia un tostadero de café y Arrebato y Emilio Girado en 1929, la Iglesia Bautista se a la vez era utilizado como almacén de los productos de la fundó como tal en 1948. Los Testigos de Jehová aún no Cervecería “La Tropical”. El Sr. Higinio Hevia era el agenhabían aparecido en el entorno palaceño, así como otras te de esta cervecería en Los Palacios. En las habitaciones denominaciones y movimientos religiosos. Como sacerdo- de la casona se almacenaba también la cerveza “Cristal” y te de la Iglesia Católica se mantenía el mismo de a princi- la rica y nutritiva maltina “Tivolí”. Esta edificación fue pio de siglo: el Padre José Rodríguez Suárez (Padre Pepe) después propiedad de la Iglesia y, en la misma, en 1942 el El Sr. Don Vicente García se ocupaba de las funciones p. Claudio Ojea instaló una imprenta y fundó el Periódico de joyero y relojero y Pedro Redonet de mecánico automo- “El Esfuerzo”. También fue utilizada como Catequesis triz, quienes formaron a otros en esos oficios. Había muy buenos y competentes carpinteros, la familia de Marcelino y Ramón Izquierdo se convirtió en una institución en ese giro. La relojería de Vicente García estaba establecida en una cuartería que se encontraba en la calle Maceo, donde hoy existe un parque, y era especie de un centro comercial por la diversidad de comercios que existía en la misma. Años después se llamaba la “Cuartería de Aquillinito”. En este lugar, durante los años veinte, estuvo instalada la fotografía de Gilberto Mojena. Los oficios de sastre los realizaban Benito Rodríguez Sotolongo, un hijo del maestro Sotolongo e Higinio Álvarez. El señor Higinio Álvarez, además que la sastrería, también teEl palacio del Ayuntamiento en los añós 30, hoy sede del Sectorial de Educación. nía una sombrerería en una tienda que se llamaba “La Estrella” y se dedicaba a la venta de La instrucción pública había mejorado notablemente, prendas de uso masculino. con relación a principios de siglo, con el incremento de En esa época Los Palacios contó con la barbería del escuelas públicas en el casco urbano y zonas rurales. Los popular Cobo, Viyo Cuala, José A. Ipsán y Medina, quie- famosos y conocidos seis colegios, cuartería larga en la nes enseñaron a jóvenes palaceños en el arte del pelado y calle Céspedes, esquina a Ramón Cruz (hoy calle 24 esquiel afeite. Medina más tarde se convirtió en procurador pú- na a 19 y frente a la familia Ipsán), ya funcionaban en la blico y se estableció como notario. Cobo llegó a ser barbe- década reseñada. En los mismos se impartía desde el priro en el palacio presidencial. Existía una escribanía y la mer grado hasta el sexto grado. Varias generaciones de atendía como escribano, que a la vez era rotulista, un palaceños cursaron sus estudios primarios en este lugar. señor llamado Darmaus. Este escribano llegó a los Pala- También se habían creado escuelas en distintos lugares del cios misteriosamente y en su suelo falleció. Nunca se supo pueblo. Siempre contó Los Palacios con brillantes y abnea ciencias ciertas quién era y nada de su vida anterior. gados educadores. De esos años son recordados, dentro de La explotación de los beneficios de la electricidad aún esta- otros, Juan Arena, Antonio Valdés, Antonio “Ñico” Casba en pañales y uno de los electricistas más competentes que tro, Ambrosio Sotolongo, Fortuna Medel, Amparo Martínez tenía Los Palacios en aquellos tiempos, lo fue el joven Marcos Batle y Amparo Martínez Rodríguez Vázquez Rodríguez. Él realizó las primeras instalaciones eléctriExistían dos funerarias y la más mencionada era la de cas por dentro de las placas de concreto que servirían de techo a Julián López Suárez. las monumentales construcciones que se comenzaron a edificar En la vida social y recreativa de la década de los años en Los Palacios, tales como la ferretería de Emilio Gómez, el 20, Los Palacios ya contaba con el invento de los Hermaalmacén de Miguel Abay etc. Fue también el primero en hacer oír nos Lumiere, el cine. Los palaceños podían recrearse con una emisión radial en este pueblo, con la instalación, en su ho- las maravillas del séptimo arte en el cine “Lilia” de Pangar, de un enorme radio que podía ser escuchado por una sola cho Franchi. Allí se destornillaban de la risa con Charles persona a la vez, ya que su audición se efectuaba a través de las Chaplin o se maravillaban de las hazañas del Tarzán silenllamadas “bocinas de cazuela” que se tenían que pegar al oído. te, interpretado por Elmus Lincoln. El galán de la actualiMuchos palaceños acudían a su hogar a presenciar este mágico dad, Rodolfo Valentino, también llegó a Los Palacios a invento. Murió a la edad de 24 años en 1927, infectado por el través de este mágico invento. Muchas jovencitas suspiraflagelo de la tuberculosis. ban emocionadas por la penetrante y fascinadora mirada 62 Los Palacios... del galán, que desde la pantalla les llegaba a sus butacas. Al otro día muchos jóvenes palaceños pasaban horas y horas frente a un espejo tratando de imitar la mirada del héroe del celuloide. En mi barrio existió un joven que, de tanto practicar la mirada de Valentino sufrió una caída de los párpados, ganándose el sobrenombre de “luz baja” En cuanto a sociedades, estaba constituido el Casino Chino y la Sociedad Nueva Era. El Casino Chino aglutinaba en su seno a los chinos residentes en Los Palacios y los reunía para mantener sus costumbres y rememorar su China milenaria. La sociedad “Nueva Era” estaba conformada por personas de la raza negra y mestizos. También existía el Liceo Palaceño y la Sociedad de Familias Palaceñas, que se reunían para el disfrute social, artístico y recreativo. Una de estas sociedades contaba con campo de tenis. Estas dos sociedades se aglutinaron y fundaron en 1926 el Club Hispano Cubano. En deportes Los Palacios siempre contó con activa y participante juventud. Los más practicados eran la pelota y el boxeo. De aquella época nos llegan anécdotas del ex- zas, Presidente del Ayuntamiento Javier Ipsán Blanco y Secretario Antonio Valdés Valdés. Al frente de la Administración Municipal se encontraba Heliodoro Fúster Soto. Contador era Santiago Tejera Pérez y Tesorero Javier Ipsán. La comisión de Impuestos Territoriales la presidía Antonio Valdés Valdés La justicia la administraba, como Juez Municipal, el Sr. José Antonio Aliño, y el secretario del Juzgado era Francisco Parajón. La Junta Municipal Electoral la presidía José Antonio Aliño y actuaba de Secretario Tomás Calderón Romero. El Correo lo administraba Eduardo Álvarez Nodarse, quien también fungía como telegrafista. Como jefe de la estación del Ferrocarril se encontraba Andrés Cordovés. La Junta de Educación tenía como Presidente al Dr. Matías Dorta Duque y Avelino Tapias Iglesias como Secretario: Sanidad tenía como jefe local al Dr. Pablo M. Rojas Casanova y era Secretario Isidro Fiallo. El orden público estaba a cargo del Escuadrón N. 20 de la Guardia Rural y al frente del mismo se encontraba el Teniente Andrés Valdés (Cruz Garay) En efecto los años 20 fueron los más esplendorosos que se vivieron en Los Palacios en su época republicana. De aquel tiempo nos llegan a nuestros días, como fieles testigos, las excelentes y sólidas construcciones del Club Hispano Cubano, el antiguo Ayuntamiento y hoy sede del Sectorial de Educación, la ferretería que fue de Emilio Gómez, hoy Tienda Panamericana de captación de divisas, la casa del Dr. Rojas, hoy sede de la CTC, la antigua casa que fue en 1930 la mueblería y después la ferretería de Ramón Alonso, hoy una tienda del CAI Arrocero, las edificaciones situadas frente a la ferretería de Emilio Gómez y lugar donde tuvo su consulta el denEl Club Hispano Cubano en los años 30, hoy Biblioteca Popular. tista Emilio Fúster, La casa de la familia Valverde, el almacén de tabaco de celente lanzador Juan Basilia, la defensa de Ojeda en el Miguel Abay y la casa de vivienda contigua, donde se encampo corto y la receptoría de Antonio Herrera. En Boxeo cuentra hoy una bodega. Construcciones que aún se consiel “Curro Mandinga” tenía una buena pegada. deran dentro de las mejores edificaciones Palaceñas. (JeLas verbenas y certámenes de belleza, así como carre- sús García Vázquez) ras de sortijas, salones de baile, donde se daban continuos bailes y eran amenizados por la orquesta local de Joseíto Primer y segundo machadatos Valdés, y peleas de gallos finos, con la existencia de vallas, formaban parte de la vida social y recreativa de Los PalaVolviendo nuestra mirada a los acontecimientos más sigcios. Sus personajes pintorescos, muy variados y de todas nificativos a escala nacional vemos que, el año anterior, en las épocas, sus trovadores, sus cuentos de aparecidos y de 1924, estalla una revuelta de veteranos que reclaman una Bermúdez, eran parte genuina del folklore palaceño. serie de reformas pero el ejército la aplasta duramente. Y en En publicaciones circuló en los primeros años de la este mítico año 1925 es elegido presidente el general Antosegunda década una revista ilustrada que se llamó “El nio cuyo segundo gobierno devino en dictadura represiva y Mosquito”. Era dirigida por Octavio Martínez y Manuel paternalista. Reelegido en 1928 debe enfrentarse a sublevaNodarse y su administrador lo fue Andrés Álvarez Nodarse. ciones de la oposición armada y a una huelga general organiLas páginas de esta revista nos han transmitido parte de la zada por el Partido Comunista que causa su caída y le obliga vida social de aquella época. Por sus páginas nos hemos a exiliarse en 1933. 29 enterado que la buena de Cuca Fernández, la madre de Sin embargo, según afirmación del maestro de la local Pilingo, ganó un certamen de belleza y que Emeterio E. logia Montecristi Jesús García Vázquez: “El gobierno del priLeón Medina buscaba la nominación de un partido políti- mer Machado (1924-28) que gozó de la iniciativa y la obra de co para aspirar a alcalde de Los Palacios. hombres desprendidos, fue beneficiosa para nuestra provinEn 1924 era alcalde de Los Palacios Pedro Liz Cabe- cia y nuestro pueblo. Construyó la Carretera Central. Nunca 250 años de historia... 63 se vivió con tanto orden y respeto en este país como en no y construir un Barrio chino en las verbenas. estos años.” Es interesante, visitando las casas de nuestra gente, adMachado tenía relaciones con personas de este pueblo. mirar como entre las pocas cosas que las adornan, muchas Fue benéfico con este pueblo. Las obras más sobresalientes son de procedencia china. Familias de origen Chino, de Cany artísticamente graciosas desde el punto de vista edilicio, tón, todavía presentes en nuestro pueblo son las de los Ipsán como vimos, se realizaron en Los Palacios en esta época: y otras. Es interesante notar como la gran mayoría de los 1925-30. Si todas fueran restauradas y bien pintadas, po- integrantes estas familias supieron bien integrarse en nuesdrían conferirle un aspecto menos escuálido y desgastado al tra Iglesia Católica. pueblo. En efecto “en pocas décadas Los Palacios asimiló los El alzamiento contra Machado avances del progreso y se dotó de un fuerte y bien organizaen las lomas palaceñas do comercio: una agricultura productiva y equilibrada, industria arrocera y azucarera, una pequeña industria ligera El gobierno de Machado en su segunda etapa fue nefassobre todo en la fabricación de tejas y ladrillos, fundición de hierro, fabricación de muebles, de calzado, talabartería y teji- to también para Los Palacios. El proceso revolucionario dos, eficientes servicios en todas las necesidades requeri- antimachadista ya había empezado en 1928 pero llegaba a su das por la población; competentes y abnegados médicos y cumbre en 1930 cuando las masas populares, unidas al estudentistas, además de farmacias bien surtidas; un fuerte mo- diantado y a otros sectores de la sociedad, se unieron en el vimiento de Iglesias cristianas, instituciones fraternales y esfuerzo del derrocamiento del presidente. En varios lugares surgieron movimientos de oposición a Maorganizaciones sociales que buscaban el mejoramiento espichado, jóvenes estudiantes y viejos combatientes del ejército liberritual, recreativo, filantrópico, cultural y social de Los Palacios; una instrucción pública que siempre contó con emi- tador, como el General Francisco Peraza Delgado, el Capitán Arturo nentes educadores; circulación de los principales periódi- Del Pino y el comandante Lence se incorporaron al plan cos y revistas que se editaban en Cuba y otras publicacio- insurreccional, como también el ex presidente Menocal y Mendieta nes extranjeras, que mantenían a la ciudadanía actualizada que viajaron hacia Pinar del Río en el Yate «Coral». Pero, uno tras otro, los distintos focos de la insurrección sobre asuntos de interés nacional e internacional.» 11 En 1925 Los Palacios es el primer Municipio de Pinar del quedaron derrotados, empezando por Santiago de Cuba, siguiendo por Trinidad, Santa Clara, La Habana y Matanzas. Río en tener una carrera de autos a la cual se dio carácter provincial e intervinieron competidores de la Habana. Dedicaremos espacio más adelante a la crónica de estas carreras cuando hablemos de las Verbenas y fiestas patronales que cobraron en esta época su máximo esplendor. Desde el punto de vista demográfico, a escala nacional, en 1931 el 51,4% de la población era cubana. Dicha población se triplicó entre 1899 y 1943 pasando de 1.573.000 a 4.780.000, debido también al alto índice de inmigrantes atraídos por el crecimiento económico y la demanda de mano de obra. Baste pensar que entre 1903 y 1919 entraron en el país casi 660.000 inmigrantes y casi un igual número entre 1919 y 1931, la mayoría de los cuales eran La ferretería que fue de Emilio Gómez en los años 30, hoy tienda Panamericana de españoles. La crisis económica de los captación de divisas. años 30 produjo por el contrario una disFueron duramente reprimidos en la provincia más occiminución de la inmigración. Curioso fenómeno fue el de la inmigración china que dental, Menocal y Mendieta, que cayeron fácilmente en manos del dictador. Arturo del Pino cayó en la Habana el 9 de implicó en cierta medida también a Los Palacios. La detallada información precedente de Jesús García agosto en un tiroteo con la policía. Ese mismo día estaba en marcha hacia nuestra Sierra del Vázquez nos recordó nombres y apellidos de Chinos (Chun Gau, Woo Lee, Won Kee, Wong Hing Long, (Ip)Sán etc.) Rosario el general Francisco Peraza, que había sido un digno presentes y protagonistas en la vida laboral, comercial y hasta combatiente mambí de las guerras de 68 y 95. En esta última administrativa de nuestro pueblo. Esta inmigración de chi- había sido jefe de la caballería de Maceo. Antes de la guerra nos a nuestro territorio, sobre la cual volveremos a hablar del 95 estuvo también en Estados Unidos donde realizó esmás adelante, coincidió, ya a inicio del siglo XX, con la cons- tudios en la Academia Militar “West Point”. Peraza había conocido muy bien nuestro pueblo, tenía trucción del ferrocarril del oeste en la cual prestaron su mano aquí muchas amistades, además que amistades y apoyo en la de obra. En los años del 20 al 30 llegaron a coger fuerza y Habana. Conocía muy bien la zona del Toro. Si Maceo en la defender su identidad hasta lograr constituir el Casino Chi- 64 Los Palacios... todos masacrados por la Guardia Rural. 39 El día siguiente los cadáveres fueron llevados hasta el Entronque de Inclán a caballo y los heridos en mulo. Desde aquí, los heridos fueron llevados antes A San Cruz de Los Pinos y después a La Habana. Los muertos: Peraza, Miguel de Miguel, los hermanos Hernández, Mario Labrele, Lorenzo Duarte, Fernández Edmundo y Mario, los estudiantes Eusebio (Chaco) Hidalgo, Mario Leclerc y Porfirio Fleites; los jóvenes Trevejo, César Bugallo, César Aspeitía y el capitán José Menéndez conocieron un humillante final. Sus cuerpos maltratados, amontonados uno sobre el otro en una tosca carreta y tapados con ramas eran llevados al cementerio de Los Palacios y sepultados en una fosa común. Sólo más en adelante, a la caída de Machado, sus parientes pudieron exhumar sus restos para darles más digna sepultura. 41 Cuentan que fue prohibido al cura y al pueblo acompañar el entierro pero, días después, el pueblo, muy conmovido por estos acontecimientos, en gran número se volcó a la calle para manifestar su descontento. Después de la caída de Machado en 1933, el pueblo de Los Palacios “realizaba otra grandiosa manifestación avalanzándose sobre el ayuntamiento, destruyeron lo que encontraron y luego hicieron lo mismo en la casa del Juez Municipal”. 42 En honor de la loma del Toro, que alcanza los 678 metros de altura, y en recuerdo del doloroso y trágico suceso, en Los Palacios se plasmó la siguiente estrofa: “Loma del Toro, tú has sido el fatídico escenario de aquel revolucionario que para siempre ha caído...” 40 Los años 33, 34, 35 y 36 resultan caracterizados, también en nuestro pueblo, por cierta escasez que afectó sobre todo a los sectores más pobres. Poca era la remuneración del trabajo. La caída de Machado da lugar a un período de gran inestabilidad política. Primero gobernó Carlos Evia, por a penas 24 horas, luego le sucedió el gobierno provisional presidido por Carlos Manuel de Céspedes respaldado por la clase obrera y la clase media. Gobernó del 18-8-33 al 4-9-33. Luego le sucedión el llamado gobierno de la pentarquía, encabezado por 5 líderes políticos que duró sólo 4 días. Posteriormente se erigió el famoso Gobierno de los 100 días, con Grau San Martín de Presidente y Antonio Guiteras como Secretario. El nuevo gobierno provisional rebaja las tarifas eléctricas, promulga una ley según la cual al menos el 50% por lo mínimo de los empleados en las empresas nacionales tenían que ser cubanos y toma otras medidas populares que quedan frustradas sólo dos meses después por el golpe de estado encabezado por el sargento Fulgencio Batista que, en complicidad con la embajada americana, eleva a la presidencia a Mendieta. Batista, por su parte se convierte en el hombre fuerte de gran influencia en la política. Fue elegido presidente constitucional en las elecciones de 1940, y da el fatal Golpe de Estado el 10 de Marzo de Cecilia Martínez Ferrer nacida el 11 –9 – 1906 ayudaba al Padre Pepe en prepa- 1952. 29 guerra del 95 no había logrado abatir por un desperfecto del cañón el eliógrafo de la loma del Toro que era importante medio de comunicación del ejército español en esto tuvo éxito el propio Peraza. Conocía también el Ojo de Majagual: un valle intramontano muy estrecho que tiene un solo acceso llamado Purgatorio: por allí sólo se puede entrar y por allí hay que salir. En un primer tiempo sus relaciones con Machado habían sido excelentes. Si él había apoyado a Machado en su campaña política y candidatura, Machado había proclamado a Peraza “Reliquia de la Patria”. Pero pronto la conducta de Machado dejó a Peraza decepcionado y su aversión se hizo tan visceral que en 1929 lo indujo a declarar: “Juro por la memoria del general Antonio combatir hasta el fin de mis días al verdugo de nuestras libertades.” La partida de alrededor de treinta y cinco hombres, entrelos llegados de la Habana y pinareños, dirigida por Peraza, que tenía entonces 73 años, fue sorprendida el día 11 de Agosto en la Finca del Toro, Municipio de Los Palacios, por la Guardia Rural al mando del Capitán Chipi que, paradójicamente, había sido subordinado de Peraza en la guerra de 1895. Según testimonio de Mario Lago, sobreviviente, aunque herido, de esta acción: en la noche el anciano general fue rememorando los tiempos en que había operado en aquellas zonas al mando de Maceo. A la mañana siguiente el exteniente Miguel de Miguel dio lecciones del manejo de las armas: algunos fusiles noruegos Krag y algunas escopetas de caza de repetición con cartuchos y balines. El día parecía transcurrir sereno. Fue a las cinco de la tarde que los sorprendió la llegada de la Guardia Rural. El general Peraza dio orden de parapetarse tras una cerca de piedra. El intercambio de disparos se prolongó hasta el anochecer cuando los militares se retiraron. Abandonado enseguida el lugar, después de un breve descanso en el claro del monte, Peraza y los suyos caminaron de las cinco de la mañana a las doce para llegar al Hoyo de Majagual. Aquí, vencidos por el cansancio, hicieron un alto y fue cuando fueron nuevamente sorprendidos y casi rar las Hostias para la Misa. Aquí están retratadas 4 generaciones: Ella, su hija, su nieta y dos bisnietos. 250 años de historia... En los años 40 vuelve otro período de auge económico también para nuestro pueblo, aunque no tan acentuado como el del período de la primera guerra mundial y siempre por los mismos motivos: Cuba se queda fuera de los acontecimientos de la II Guerra Mundial, sus productos cobran más valor comercial, también los productos de Los Palacios: ganado, azúcar, tabaco etc. Las calles principales del pueblo se pueblan de tiendas en su mayoría de productos agrícolas. Según Osvaldo Gotera, en este período “nuestro pueblo contó con una entusiasta y participativa clase viva, que, como integrante de la sociedad civil, se preocupaba por el mejoramiento constante del pueblo, en todos los campos”. 11 Algunos llaman “clases vivas” a los sectores de la sociedad que emprenden negocios, y pequeñas empresas agrícolas o industriales. No faltaban, sin embargo, estratos de la población donde reinaba la pobreza, y recibían ayudas de parte de asociaciones eclesiales y benéficas. El crecimiento del bienestar, sobre todo de la clase media y alta, estuvo aparejado en nuestro pueblo por el de la prostitución, con sus nefastas consecuencias morales . 65 de la escuela pública instaurada por la intervención norteamericana y la Nueva Constitución. A eso se añadían las catequesis parroquiales, más frecuentadas a partir del pontificado de Pío X. De eso hallaremos una resonancia también Interior de nuestra Iglesia al final de los años 40. Acontecimientos en el campo eclesial a escala nacional Desde el punto de vista eclesial, en los albores del nuevo siglo, los católicos no se cruzaron de brazos sino que, “reconociendo y rectificando sus propios errores y retomando los dos grandes amores de los padres fundadores de nuestra nacionalidad, a Cristo y a Cuba, emprendieron de nuevo su misión evangelizadora al servicio de los cubanos”. 23 El nuevo siglo se abría con el nombramiento de dos nuevas diócesis. Precisamente con el breve “Actum Preclare” del 20 de febrero de 1903 León XIII creaba las dos nuevas diócesis de Pinar del Río y Cienfuegos y, menos de diez años después, con la bula “Q. Catholicae Religionis” Pío X fundaba otros dos nuevos obispados: el de Matanzas y el de Camagüey. 23 “Los primeros 50 años de vida republicana, desde el punto de vista de la Iglesia, significaron para Cuba un verdadero progreso en la formación religiosa del pueblo pues ocurrió una auténtica “invasión” de instituciones religiosas tanto masculinas como femeninas que, si bien se concentró principalmente en La Habana, ejerció su influencia más allá”. 26 En 1905 se había reabierto el Seminario San Carlos y San Ambrosio. Ya en 1914 trabajaban en Cuba 12 órdenes religiosas masculinas y 24 femeninas. Estas congregaciones religiosas estuvieron caracterizadas en Cuba por el espíritu de servicio, generosidad y desinterés. Su trabajo evangelizador abarcó varios campos: funciones directamente pastorales, vida contemplativa, obras sociales y labor educativa. Lograban sobre todo reemplazar en cierta medida la supresión de la enseñanza religiosa en los planes educativos en los informes de las visitas pastorales a nuestro pueblo de varios obispos de la época. Sin embargo la religiosidad sobre todo de la gente del campo seguía siendo muy sincrética. Giraba fundamentalmente alrededor de la veneración de los santos y de la Virgen de la Caridad. 26 “ Dos sectores importantes sobre los cuales la Iglesia apenas ejerció influencia fueron la población negra y el campesinado. A quienes pertenecían a estos sectores, si bien se les administraron los sacramentos, fueron poco evangelizadas. La población negra conservó casi intactas sus tradiciones africanas, superficialmente cubiertas con elementos católicos en apretada simbiosis: la Virgen de la Caridad se identificó con Ochún, Santa Barbara con Changó, La Virgen de Regla con Yemeyá, San Lázaro con Babalú-Ayé. El sincretismo siguió proliferando también entre las capas más humildes de la población blanca.” 26 Sin embargo en una entrevista que tuve con el Dr. Collazo, este hombre de ciencia y de Iglesia juzgaba más favorable al respecto la trayectoria de la diócesis de Pinar del Río, gracias a las misiones por algunas décadas desarrolladas en el campo por validos misioneros jesuitas, franciscanos etc. Otros acontecimientos eclesiales a nivel más amplio dignos de mención, capaces de caracterizar este período y útiles para enmarcar los acontecimientos a dimensión local que veremos en adelante, fueron los siguientes: “El primero de Mayo de 1919, en respuesta a la solicitud de los Veteranos de la Guerra de Independencia, cuyo texto es un testimonio de los rasgos efectivos del catolicismo cubano y por otra parte un poco falto de convicciones sólidas y práctica constante, el papa proclamaba a la Virgen de la Caridad del Cobre como Patrona de Cuba”. 23 66 Los Palacios... En 1936 quedaban establecidas las relaciones diplomáticas con la Santa Sede y elevada al rango de Nunciatura la Delegación Apostólica. “Eso resultó sumamente beneficioso para la nueva situación que afrontaba la iglesia cubana ya que logró dar unidad y firmeza a la actuación del clero”. 23 Clero en el cual, a los sacerdotes españoles, fue uniéndose un creciente número de sacerdotes cubanos, pues se hizo un gran esfuerzo en el proceso de cubanización del clero, y el fomento de las vocaciones autóctonas. Hombre muy comprometido en esta tarea fue el Padre Guillermo González Arocha (1868-1839) ex párroco de Artemisa donde lo recuerda un monumento. A pesar de su edad ya avanzada fue un promotor de vocaciones locales y entre ellas la del primer sacerdote negro cubano que fue ordenado por el Cardenal Arteaga en 1942: el Padre Antonio Arencibia. 23 Acontecimientos de nuestra iglesia local: los 40 años de servicio pastoral del P. José Fernández y Suárez: el cura que bautizó a más de 15.000 palaceños Sucedía al P. Daniel Sierra Rubalcaba el P. José Fernández y Suárez que firmaba su primer bautizo en Los Palacios el 10 de diciembre de 1900 en el registro 21 que introducía con estas notas: “Don José Fernández y Suarez Pro. Cura Párroco interino de la Iglesia de ascenso de Jesús Nazareno de Los Palacios, provincia de Pinar del Río, diócesis de La Habana.....” Nuestra parroquia quedaba todavía aún por poco tiempo integrada a la diócesis de la Habana porque, como ya recordamos, con el breve “Actum Preclarae” del 20 de febrero de 1903 el Papa León XIII creaba en Cuba dos nuevas diócesis que se añadían a las dos primeras históricamente creadas: Santiago y La Habana. Las dos nuevas eran Cienfuegos y Pinar del Río. Le tocaba al Padre Fernández recibir en Los Palacios, el 14 de mayo de 1904, al primer Obispo de Pinar del Río: Mons. Braulio Orúe y Vivanco en visita pastoral a nuestro pueblo. Mons. Braulio, cubano de Cárdenas, había tomado posesión de nuestra diócesis poco después de su ordenación episcopal el 18 de noviembre de 1903, murió una semana antes de cumplir un año de su ordenación episcopal el 21 de octubre de 1904. Más adelante les brindaremos más detalles acerca de la crónica de esta visita pastoral. Por el momento baste subrayar que coincidía con la conclusión del trabajo de construcción de la nueva iglesia de Los Palacios después del incendio de la precedente durante la Guerra de Independencia. Al respecto, no sabemos si dicha obra ya la había empezado el P. Rubalcaba o toda se la asumió el P. Fernández, popularmente llamado: “El padre Pepe”. Éste quizás en ocasión de un primer regreso a España, a su Patria y familia, fue reemplazado durante 6 meses por el P. Francisco Lucas Garteiz (14 de febrero de 1906-14 de Enero de 1907) que en este período celebró 145 bautizos. Cuatro años después, el P. Pepe recibía también la visita pastoral del segundo y más longevo Obispo de Pinar del Río: Mons. Manuel Ruiz y Rodríguez que fue Obispo de Pinar del Río desde 1907 hasta 1925 cuando fue nombrado Arzobispo de la Habana, donde ejerció celosamente su servicio pastoral hasta su muerte que ocurrió el 3 de enero de 1940. Esta visita, de la cual les ofreceremos más detalles en adelante, se realizaba el 7 de Mayo de 1908. Otra visita Pastoral a Los Palacios de parte de Mons. M. Ruiz ocurrió en fecha 14 de febrero de 1914. Después de otros 8 años de ausencia de su Patria, P. Fernández volvía a España para unas largas vacaciones de más de 8 meses. Lo reemplazaba en el servicio pastoral el Padre Julio Mange Negro, quien permanecería en Los Palacios hasta el 7 de febrero de 1919 celebrando en aquellos meses 423 bautizos. El P. Fernández presenciaba otra visita pastoral del Obispo Ruiz en fecha 4 de marzo de 1919. Siguieron después visitas vicariales casi anuales hasta la última visita del Obispo Ruiz que aconteció el 17 de febrero de 1924. En fecha 25 de mayo de 1927, el P. Pepe firmaba su último bautizo antes de volver otra vez a España para un período de vacaciones. Lo sustituía hasta el 12 de diciembre del mismo año Fray José Domingo de ARZALLUS ofm. quien en aquellos meses bautizaba a 383 palaceños. Por un período que va del 10 de mayo al 20 de junio de 1930 los bautizos aparecen celebrados por el P. Julio Morejón cura entonces de San Diego, pero firmados por ambos. Tal vez el P. Fernández estuvo enfermo o temporalmente ausente por otro motivo. Se producía otra ausencia del P. Fernández desde 4 de Junio de 1934 hasta 20 de diciembre del mismo año. Lo reemplazaba Fray Celestino Zabala y Zabala quien en aquellos 6 meses celebraba 254 bautizos. Es asombroso que en el sólo mes de Abril de 1936 se hayan celebrado 491 bautizos de los cuales: 125 en el solo día 5 de aquel mes, 77 el seis de Abril y 100 el día siete. Probablemente fue en ocasión de una gran misión. De hecho los bautizos de aquel año superaron todos los récords hasta entonces logrados en la parroquia de Los Palacios alcanzando el número de 709. P. Fernández firmaba su último bautizo el 16 de junio de 1940. Su trabajo pastoral en Los Palacios alcanzaba el bíblico número de 40 años y el total de los bautizos por él celebrados resultaba de 15.189, llenando 22 voluminosos registros de nuestro archivo. El Padre Julio Morejón lo reemplazaba provisionalmente otra vez desde el 22 de Junio de 1940 hasta 29 de noviembre del mismo año celebrando como párroco encargado en aquel período 250 Bautismos. Rasgos de la Figura y Personalidad del P. Pepe en La Memoria de algunos Ancianos del Pueblo Recordar al Padre Pepe en Los Palacios equivale a despertar el recuerdo de una época muy ferviente en actividades e iniciativas y la memoria del clásico cura celoso, hombre de tacto y autorizada opinión, un poco arisco y fácil en perder la paciencia pero buen consejero frente a los problemas de la vida, sólido punto de referencia moral y religioso. Hombre entonces que suscitaba cierta sujeción y respeto. No faltó de ser a veces muy explícito con la gente y con sus mismos superiores y sí es verdadera la anédota que cuentan que, pasando un día el Obispo por Los Palacios fue a visitarlo y saludarlo. El Obispo echó un vistazo a la Iglesia y, notando sólo un mantel sobre el altar y no los tres prescritos entonces, no se le escapó de hacer notar la cosa al sacristán, el menudo Celestino de lejana memoria, quien refirió al P. Pepe y cuya respuesta fue: “¡Dile al Obispo que hoy no es día de Santa Pastoral Visita!” Un palaceño emigrado a New York, Eleuterio León Medina, ex barbero de la calle Piñera en los Palacios recuerda: “Cuando en unión con Luis Estrada ayudábamos como sacristanes o mo- 250 años de historia... 67 naguillos en la Iglesia, hubimos de recibir algunos “cocotazos” do. Cuando había una fiesta todo se ponía bonito, la iglesia del Padre Cura Pepe. En una ocasión Luis Estrada y yo nos engalanada que aquello era una maravilla. subimos en la azotea de la Iglesia y empezamos a tocar las camEn las grandes fiestas como aquella de La Caridad del Copanas como si hubiera fuego y, desde entonces, no pudimos bre, de la Navidad, de la Semana Santa y del Santo Patrono, asistir más a la Iglesia.” 11 había misas distintas y venían otros curas. Yo quisiera que usA pesar de estas particularidades, que al final lo hacen sentir ted viera la cantidad de hombres que iban a la misa todos los más cercano también a nuestros límites humanos, desplegó un domingos, número que aumentaba en estas ocasiones. Había servicio pastoral tan largo, constante, entregado al bien espiri- muchas Confesiones y Comuniones. De verdad había entonces tual de nuestro pueblo que, como dijimos del P. Morejón con mucha más religión.” respecto a San Diego, también del P. Pepe podríamos decir: “ P. Adelina Alfonso Bernal nacida el 11 de noviembre de 1908, ya la José Fernández, una vida para Los Palacios” nombraba y calificaba de “muy asidua a la iglesia” Cecilia M. A ambas Como todas las cosas, su compromiso de pastor y padre tengo el gusto de visitarlas mensualmente y llevarles la Comunión espiritual de este pueblo pudo conocer el desgaste del tiempo Eucarística. En esta ocasión visito a Adelina y, gustando el buen té transformando poco a poco, al joven cura lleno de entusiasmo e preparado por su nuera que la atiende con mucha solicitud, disfruto iniciativa, en el adulto más ponderado, consciente de las dificul- de este testimonio: “De los tiempos de P. Pepe recuerdo cuando iba tades concretas, menos ilusionado y después en el anciano sa- al catecismo, me parece a las dos o a las tres de la tarde quizá del bio y respetado pero siempre más limitado en sus energías. sábado o domingo. Era jovencito cuando vino y ya viejo cuando se De todas formas me parecen útiles, para esclarecer algo más fue, no sé sí para Puerto Rico u otro país. de su figura, estas breves pinceladas que resultan del espontaneo Estuvo aquí desde cuando era niña hasta cuando estuve ya testimonio de algunas ancianas feligresas todavía vivientes y casada. De él recibí el bautizo y la Primera Comunión cuando tenía que pude entrevistar. 10-12 años. Mientras que recibí la Confirmación del Obispo a los Cecilia Martínez Ferrer, nacida el 11 de septiembre de 1906 es 13 o 14 años. Recuerdo la gran procesión del 3 de Mayo, como el P. la más anciana de estos testigos. Pequeña y delgada pero de una Pepe la organizaba de maravilla. Yo lo recuerdo como un Padre salud de hierro, bien cuidada por su buena y afectuosa hija hace bueno, muy respetado y atento también con los enfermos.” años que perdió la luz de sus ojos pero brilla todavía la de su Berta Ramírez Roie nacida el 7 de febrero de 1918 con su lúcida memoria y así relata: “Al P. Pepe lo conocí desde chiquita. característico hablar escueto nos cuenta: “El P. Pepe lo recuerdo Yo vivía en una casa muy cercana a la Iglesia con mis abuelos como un cura bueno y servicial pero a veces: ¡Lo cogía un porque mi madre habían muerto de una enfermedad cuando yo genio!... Porque la gente también era muy majadera... llevaba sólo 3 meses de nacida. Yo iba a la misa, al catecismo, en la noche venían a buscarme para el rezo del rosario. Pero la tarea más linda que el P. Pepe, que me quería mucho, me entregó, fue la de preparar las Hostias para la misa. Recuerdo que hacía una mezcla de harina y agua, la empastaba en una fuentecita, preparaba con una plancha con diversos moldes hostias de varias dimensiones: grandes, medias y pequeñas. Una vez moldeadas y cocidas las Hostias las recortaba con una tijera. También la cocinera del Padre, Eusebia, era muy buena y cariñosa conmigo. A veces se me pasaban los días sin volver a casa porque Eusebia me preparaba la comida a fin de que me quedase para ayudarla en otras faenas de la casa. Estas eran más intensas cuando venían dos y hasta Exterior de nuestra iglesia al final de los años 40 cuando todavía el P. Ojea no tres padres para predicar y misionar. Entonces yo había plantado las dos palmas reales que constituyen un elemento caracterísayudaba a Eusebia a lavar sus ropas y preparar la tico de su ornamento. Iglesia, que sobre todo en las grandes circunstancias y fiestas el P. Pepe hacía lucir lindísima. Desde chiquita yo iba a la Iglesia con mi madre que tocaba Yo no recuerdo si fue él quien reconstruyó la iglesia porque el Armonium. Pues era profesora de piano y acompañaba el cuando se hizo eso no había todavía nacido, pero sí recuerdo que coro parroquial integrado por mujeres. Recuerdo a Sara reparó la casa detrás de ella, que estaba en malas condiciones. Valverde que tenía una voz muy linda y muy enérgica. Él era muy bueno, se llevaba bien con todos y muchos lo No había mucha gente en la Iglesia en los domingos normaayudaban, hasta le llevaban platos de comida preparada. En les. Nunca se logró una gran participación al precepto festivo. otras actividades pastorales, organizativas y administrativas Sin embargo la Iglesia se llenaba en los días de la Semana de la parroquia lo ayudaron mucho las hermanas Valverde. Santa, el día de Ramos, la fiesta Patronal etc. Otras personas muy asiduas a la Iglesia eran Adelina Alfonso Del Padre Pepe recibí el Bautismo y mi primera comunión. todavía viva y su hermana. Rosa Piñeda y sus hermanas Josefa Me preparó Reglita: la mamá del doctor Agustín Delgado y la y Luisita ayudaban en el catecismo que entonces se daba en la recibí junto a otros 6-7 muchachitos, nada más. misma iglesia y en el patio. A éstas hay que añadir a las hermaEl P. Pepe no se reía con nadie, era muy serio. Tenía sin nas Ipsán: Clemen, Chacha y Viña. embargo una relación de profunda amistad y encontraba un Cuando el Padre se fue, no sé precisamente donde, estaba ambiente de calor humano en la familia de Rodríguez Alfredo. todavía eficiente. Le gustaba tener todo limpio y bien ordena- Todos le guardábamos mucho respeto.” q 68 Los Palacios... CAPÍTULO XIII 1920: un ilustre europeo visita Los Palacios. Orígenes de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz o de nuestro patrono Jesús Nazareno Un viajero de paso por Los Palacios E n 1920 transitaba por Los Palacios el distinguido escritor, publicista y bibliógrafo italiano Adolfo Dollero quien tantos reconocimientos mereció por su obra investigadora sobre la historia, geografía y cultura cubana. En su libro “Cultura Cubana”, que fue publicado el año siguiente (1921) nos dejó estos apuntes sobre lo que vio de Los Palacios de entonces y lo que averiguó de su historia pasada. En parte, en su escrito, llama a la memoria y confirma noticias que ya referimos, en parte añade cosas nuevas e interesantes. De toda forma nos pareció útil dedicar cierto espacio a estos apuntes reportándolos casi en su integridad. Recordando su viaje de ida en tren de La Habana a Pinar del Río y su paso por Los Palacios y sus cercanías, así escribía: “Finalmente llegamos a Taco Taco, la celebre tierra de los naranjos dulces... ¡Bacunagua! Recordamos los ataques de Maceo al tren de Bacunagua durante el año 1896... En los llanos extensos la tierra ya no es colorada, sino mulata. Allá lejos sigue la cordillera verdosa. ¡Los Palacios! ¿Por qué ese nombre? No vemos ningún edificio que merezca tanto eufemismo. En Los Palacios hubo una fiesta política: suben los liberales como un torrente humano que inunda todo el tren. Los hombres llevan a la solapa una vistosa condecoración que remata un dije con el retrato del General Miguel Gómez. Un jovencito está condecorado tres veces. Todos hablan, ríen y gritan. Algunos asientos reciben tres en vez de dos pasajeros...” Recordando después su viaje de vuelta de Pinar del Río hacia La Habana el escritor anotaba: “De Consolación del Sur salimos directamente para Los Palacios. Como durante la última guerra resultó completamente destruida, es hoy una villa de aspecto más moderno que otras de Vuelta Abajo. Sus calles bien trazadas muy rectas y anchas, ameritarían alguna pavimentación, que librara a vecinos y visitadores de ese polvo tan abundante, tan molesto y tan colorado que todo echa a perder. Una población de 13.490 habitantes tiene todo el término, y de ello 3.326 pertenecen a la cabecera y 2557 a Paso Real que le sigue por orden de importancia. La superficie es de 800 kilómetros cuadrados con 8 barrios. La mortalidad es bastante elevada, como lo es casi siem- pre donde abunda el polvo y escasea el agua para la higiene personal, o es deficiente la potable. El término de Los Palacios es bastante próspero. En la misma villa tiene una central importante, antes establecida en la Provincia de Matanzas, y que hoy lleva el mismo nombre del término. Otro central, “La Francia”, pertenece a una sociedad anónima, mientras el central Los Palacios está en manos cubanas, siendo propiedad de los conocidos hijos de Luis Fernández, vecino distinguido que por sus virtudes y filantropías ha dejado en el pueblo un recuerdo imperecedero. Santa Elena, la madre del emperador Constantino. Promovió en el siglo IVº excavaciones en el monte Calvario que llevaron al hallazgo de la Cruz de Cristo. 250 años de historia... 69 Existen en el Término de Los Palacios muchas fincas na de espinas y el manto rojo. Pilato les dijo: “Aquí está el donde se cultiva el tabaco (de Semi-Vuelta). En las más hombre.” (Juan 19,1 – 3) importantes se efectúa el regadío. Por ejemplo en las denoLa imagen del Cristo que se venera en nuestra Iglesia no minadas: “La Purísima Concepción”, “Nuestra Señora de sólo es la de un Cristo que lleva la Corona de espinas y viste Regla”, “La Victoria” o “Providencia”, “El Charco” etc. una capa marrón, semejante a la de los frailes franciscanos, Se aprovechan las aguas del Río Los Palacios y algunas sino que lleva a cuestas la Cruz. Nos recuerda entonces lo lagunas. que San Juan narra poco después: “Ellos (los judíos) se apoEn los montes hay cantidad de árboles de cedro y pino, deraron de Jesús, Él mismo llevaba la cruz a cuestas y salió a de los cuales se explota la madera. El ganado existente en un lugar llamado la Calavera, que en hebreo se dice Gólgota. el término en este año (1920) es de 29.605 cabezas de ga- Allí lo crucificaron, y con él otros dos, uno a cada lado y en nado vacuno, 3110 de caballar y 174 de mular y asnal. el medio a Jesús.” (Juan 19,17– 19). Tranquilino Sandalio de Noda describía a Los PalaEso explica porque en el más antiguo y hermano pueblo cios antiguo como un pueblito pequeño pero alegre, con andaluz de Los Palacios y Villafranca de España semejante y techos de tejas y pórticos a las casas, a 31 leguas de la quizás más hermosa y sufrida imagen la llevan todavía en Habana, tres y media de la Sierra de Los Órganos y 14 de procesión durante la Semana Santa y hay una activa HerPinar del Río. En 1829 había aún algunas familias de indí- mandad que organiza todas las atractivas manifestaciones genas. En 1819 con 22 casas y unas 50 en 1840. Existía alrededor de esta imagen llamada también de “Nuestro Padre una sola calle ancha que terminaba en el Río hasta 1829 y, Jesús del Gran Poder”. once años más tarde, ya había dos calles y otro grupito de casitas por el lado poniente del Río. Alrededor: vegas de tabaco, y a media legua, al oriente del pueblo, un hermoso pinar (el Ciego), recordado por las décimas populares que contaban su continuo movimiento al impulso de la brisa: “ En fin para más penar A Puercos Gordos llegué Y en Bacunagua pensé Hasta el Ciego no parar Vi un famoso pinar.” Etc. En 1819 los habitantes de todo el partido eran 593 con una escuelita de 6 alumnos; en 1839 habíase aumentado la población a 1685 individuos. No era mucho, por La estación de ferrocarril de Los Palacios y una locomotora en los años 20. el contrario abundaban los perros, costumbre antigua, acaso motivada por las frecuentes correrías de los piratas. ¿Por qué en nuestro pueblo se dio tanta importancia a la La Iglesia de Los Palacios existía ya desde 1763, pero fecha del 3 de mayo y aquella era la circunstancia que más mudóse el lugar varias veces. Las fiestas de la Semana San- atraía a nuestra gente alrededor de nuestra venerada imagen ta daban mucho movimiento a Los Palacios, así como en del “Nazareno de Los Palacios?” general a todos los puntos de la región Vueltabajera, y Porque aquella fecha nos recuerda otro importante acontedesde entonces las peleas de gallos se mezclaban a las cimiento relacionado con el Cristo crucificado. Cuenta el histomanifestaciones religiosas. Se dice que la Familia riador Eusebio de Cesarea que en el año 311 dos generales Hernández, muy antigua en Los Palacios, instituyó la fiesta romanos, Constantino y Majencio, se disputaban la sucesión a de la Santa Cruz, lo que motivó el cambio de apellido de la cabeza del gran imperio romano. La madre de Constantino, los Hernández en el De La Cruz.” 6 Santa Elena, ya se había convertido a la fe cristiana. La noche anterior a la batalla decisiva Constantino tuvo La fiesta de nuestro patrono o “de la un sueño: se le apareció en el cielo una cruz luminosa y oyó una voz que le decía. “Con este signo vencerás.” Sin titubear invención de la Santa Cruz” él mandó pintar la cruz en las banderas de sus batallones y la victoria sobre Majencio resultó aplastante. La característica imagen de Jesús Nazareno venerada en El mismo Constantino entonces, abrazó la fe de su madre nuestra Iglesia parroquial nos hace remontar a lo que narra el y, después de tres siglos de cruel persecución, concedió Evangelio de Juan relatando el proceso y la condena de Je- libertad de culto y de acción a los cristianos. sús: “Entonces Pilato ordenó que tomaran a Jesús y lo azoSegún el testimonio de escritores como Rufino, taran. Luego los soldados tejieron una corona con espinas, Zozomeno, San Crisóstomo y San Ambrosio, concedió tamse la pusieron en la cabeza y le colgaron en los hombros una bién a su madre organizar excavaciones en el monte Calvario capa de color rojo como usan los reyes.” (Juan 19,1 – 2) Y con el intento de encontrar la cruz en que, casi tres siglos más adelante: “Entonces salió Jesús afuera llevando la coro- antes, había sido clavado Jesús. Aquellos son lugares secos 70 Los Palacios... y arenosos y, aunque sepultadas, sobretodo ciertas maderas más incorruptibles pueden conservarse largo tiempo. De hecho, como narran estos historiadores y santos, después de muchas y profundas excavaciones se encontraron tres cruces. Se pensó que se trataban de las de Jesús y los dos ladrones. Pero, ¿cómo saber cual era la de Jesús? A tal fin llevaron una mujer agonizante que al tocarla con la primera cruz, se agravó. Al tocarla con la segunda, se quedó lleva, está en desacuerdo con el aspecto humilde y doloroso de Cristo, cuando iba cargando la cruz por estas calles”. Pronto el emperador se despojó de estos ornamentos, se vistió con sencillez y, descalzo, pudo finalmente llevar la Cruz en procesión por aquellas calles sagradas. 35 Era el 14 de septiembre del año 614 y desde entonces esta fiesta se repitió cada año y fue llamada de la “Exaltación de la Santa Cruz” ¡Cuán interesante, rica de enseñanza e inspiradora de buenos sentimientos y actitudes esta doble historia! La del Hallazgo y la de la Exaltación de la Santa Cruz que une también a estos dos pueblos que vimos relacionados algunas veces hablando de tácticas de guerras, problemas jurisdiccionales o económicos. ¡Ojalá puedan volver a serlo un día en alternarse con renovada fe y multitudinaria y pública participación en rendirle honor al Cristo que fue crucificado por nuestro amor y para nuestra Salvación¡ Cada vez que el hombre desprecia y rechaza la Cruz de Cristo ilusinándose de encontrar en otra parte éxito y felicidad, en realidad logra las más humillantes derrotas. Se carga de cruces más pesadas y agobiantes, cruces sin esperanza. Sólo de la Cruz de Cristo viene la vida y la Resurrección de los individuos y de los pueblos. Significativamente la antigua liturgia así saludaba la Cruz: “¡Ave Crux unica speranza!” que quiere decir: “¡Hola Cruz única esperanza!” Quizás este esq el legado más antiguo y más sabio que nos dejaron a nosoCoro de jóvenes de la parroquia de Los Palacios de Sevilla (España) tros los primeros padres de nuestro pueblo. delante de la imagen del Nazareno y de otras veneradas imágenes de este hermano pueblo. todavía enferma. Pero, al tocarla con la tercera cruz, recuperó instantáneamente la salud. Entonces Santa Elena, y el Obispo de Jerusalén Macario, y miles de devotos llevaron la Cruz en piadosa procesión por las calles de Jerusalén. En el camino encontraron a una mujer que acompañaba a su hijo muerto y, como había acontecido con la viuda de Nain al encontrar a Jesús, el hijo también de esta madre resucitó al tocarlo con la cruz. Era el 3 de Mayo del año 326. Desde entonces se continuó celebrando en Jerusalén y en muchos lugares del mundo entero la fiesta de la “Invención o Hallazgo de la Santa Cruz” 35. Este era el sentido y el origen histórico y genuinamente religioso de esta fiesta. Quien la inició en nuestro pueblo, como nos recordaba también A. Dollero, tuvo que comprenderlo y conmoverse al punto de cambiar su antiguo apellido de Hernández en De la Cruz. A menos de 20 kilómetros de Los Palacios está el pueblo de Santa Cruz de Los Pinos que celebra su fiesta patronal el 14 de septiembre, ¿Qué relación y que diferencia al mismo tiempo hay entre las dos celebraciones religiosas? También eso lo podemos aclarar. Lamentablemente la Santa Cruz recuperada por Santa Elena fue robada en Jerusalén por los Persas durante una de sus correrías. Pero la rescató el emperador Heraclio en el año 614. Él mismo quiso llevarla en solemne procesión por las calles de Jerusalén celebrando así tan precioso rescate y su victoria. A tal fin se vistió de sus más lujosos ornamentos reales, sin embargo no lograba mover un paso. Entonces el Obispo de Jerusalén Zacarías le dijo: “Es que todo este lujo de vestidos que usted Primer plano de la imagen del Nazareno, “Nuestro Padre Jesús del gran poder” todavía llevada en multitudinaria procesión por las calles del hermano pueblo de Los Palacios de España (Sevilla). 250 años de historia... 71 CAPÍTULO XIV Fiestas populares, fiestas patronales, procesiones, verbenas, expresiones culturales y del sincretismo afro-cubano en Los Palacios Una singular fiesta alrededor de un periódico en el año 1921 L La Srta. Zenaida Cruz era elegida Primera Dama con 27.604 votos. Hija del “pundoroso oficial de nuestro ejército Andrés cruz Garay” Zenaida era definida “damita bella y buena, espiritual y delicada en quien corren parejos los encantos del rostro y la hermosura del alma.” La Srta. Paquita Sánchez quedaba elegida Segunda Dama con 16.343 votos y juzgada como “muchacha de lánguida mirada, flor gentilísima, gala esplendente de la sociedad local.” La Srta. Dolores Cabrera alcanzaba el título de Tercera Dama con 9.627 votos. De ella es dicho: “Así como esta muchacha son las hijas de Cuba. Trigueña, de dulce e intenso mirar, abnegada y valiente en la lucha por la vida, alegre y graciosa con esa alegría y gracia que adornan a la sencillez y a la modestia.” as primeras décadas del siglo XX fueron caracterizadas, además que por el crecimiento del bienestar material, sobre todo de cierta élite de Los Palacios, por un singular fervor cultural, fenómeno por lo demás común en toda la isla y toda la provincia. Una de sus manifestaciones fue el fomento de la prensa local: periódicos, folletos, boletines etc. Baste pensar que hubo en los primeros 60 años de dicho siglo más de 200 publicaciones distintas en la provincia, algunas de corta duración como “Vergüenza” y “El Esfuerzo”, y otras más duraderas como “El Heraldo Pinareño” 1 En 1921 surgía en Los Palacios el periódico “El Mosquito” del cual hablaremos más ampliamente en adelante. Por el momento nos interesa recordar cómo durante su breve existencia en aquel año llegó a organizar, para animar la vida del pueblo y recoger fondos para su propio financiamiento, un llamado “Certamen de la Simpatía”. Era algo semejante a los modernos “Concursos de Mis” que proliferan en el mundo de hoy, pero mucho más inocente y limpio. Lo mundano, se unía también a lo sagrado si las bonitas muchachas empezaban el día de su triunfo con la participación en la misa y, además que pasearlas a ellas por el pueblo, se paseaba también la imagen del Santo Patrón, Las cinco Vencedoras del “Certamen de la simpatía” del año Jesús Nazareno. 1921 (“El Mosquito”). El singular acontecimiento tuvo lugar el 25 de junio de aquel año 1921. En las votaciones de las “Mis Simpatía” de La Srta. Cuca Sánchez en fin aceptaba contenta el lugar Los Palacios fueron involucrados probablemente a ciudada- de Cuarta Dama con 7.623 votos. De ella a los palaceños de nos también de otros municipios, emigrados etc. si el re- entonces les encantaba “su cara de niña toda ingenuidad e sultado total de la votación correspondiente el certamen le inocencia.” atribuía a la vencedora casi cinqueta mil votos. Pero vamos a resumir algunos rasgos de aquellas tatarabuelas de los Varios momentos palaceños de hoy. del gran certamen y fiesta La Srta. Marina Azcuy resultaba elegida reina de la Simpatía con 48.617 votos. Dicha señorita era la hija entonces en honor de la reina y damas elegidas Alcalde Sr. Filiberto Ascuy y Pérez del cual el periódico decía: “Sus diez años consecutivos al frente del gobierno local El 25 de junio de 1921 amaneció en Los Palacios nublado prueba indudablemente son de su bien ganada popularidad.” y amenazando lluvia pero temprano despejó transformándoEn cuanto a la hija el periódico la juzgaba “Encantadora so- se en un día precioso. Los vecinos acudieron numerosos a la berana que cuando sonríe domina, pero no del dominio de la fiesta. “En cada cara se veía la más franca alegría, en cada imposición sino de dominio del la atracción.” rostro una señal de hondo regocijo y en todo el pueblo un 72 Los Palacios... ambiente festivo, agradable y bullicioso. Las lindísimas mujeres de este pueblo dieron, con su presencia, aspecto esplendoroso a todos los actos. En el tren de las 8,15 (¡Fíjense que puntualidad!) procedente de Pinar del Río, llegó la orquesta contratada, dirigida por el reputado profesor Emilio Dueños. Los Voladores atronaron el espacio de la llegada de la música. Esta se situó en los portales del popular café “El Recreo”, donde tocó varias piezas de actualidad. A las nueve de la mañana, se celebró en la Parroquia una solemne misa cantada por el Señor José Fernández, con música. A esta misa asistieron las triunfadoras del Certamen, ocupando la real carroza que hasta allí las condujo.14 composiciones un poeta y una poetisa locales. “En todo los festejos, estuvo presente todo cuanto representa y vale en Los Palacios.”14 El paseo. La procesión y el baile. Al concluirse la Coronación, siguió el paseo por las calles del pueblo de la real comitiva. “La carroza que conducía a S.M. Marina y sus Damas de honor, iba escoltada por seis policías a caballo. Seguidamente dos autos con la orquesta. Detrás iba un numeroso grupo de jóvenes jinetes, cabalgando sobre briosos corceles. Luego una máquina con la Dirección de “El Mosquito”, otra con su redacción, la de la Comisión de Escrutinios y otras con las autoridades locales. Luego le seguían los automóviles particulares y el público en general. El paseo recorrió las principales calles de la población, mientras la orquesta entonaba alegres aires nacionales. Y terminó muy avanzada la tarde, frente a la morada de la Reina. A las siete y media de la noche partió de la Iglesia Parroquial la procesión de Jesús Nazareno, patrono de este lugar. Numerosísimos fieles asistieron a la misma, recorriendo la población, acompañada de la música. A su regreso a la Iglesia se cantó una solemne salve. A la actividad del insustituible Padre Pepe, Párroco local, debemos, en parte, el buen éxito de la parte religiosa de los festejos. Desde la Calzada o calle Maceo, hasta la misma puerta del salón del baile, se extendía Después de la Coronación, la Reina del Certamen con sus damas es llevada por una línea de potentes faros eléctricos que las calles principales del pueblo escoltada por un grupo de jóvenes jinetes mantenían esas dos cuadras del trayecto en cabalgando soberbios corceles. (“El Mosquito) la más atractiva claridad. A las nueve en punto de la noche dio principio el gradiosísimo baile El Salón y la Coronación. Como salón de la fiesta fue con que cerrábamos la serie de festejos organizados.”14 escogido el del Cine Niza (El Niza y el Boston eran entonces La concurrencia fue numerosísima y se bailó hasta las los más sobresalientes cine del pueblo). Dicho salón “había tres de la mañana estando las triunfadoras sentadas en sus sido regiamente engalanado con el más refinado gusto. El respectivos puestos. En aquella hora comenzó el desfile de trono era una obra de verdadero mérito. Allí lucían de lo los concurrentes, encabezado por de la reina y sus Damas, a mejor las cinco butacas de las elegidas, colocadas en sus los acordes del Himno Nacional. pedestales sobre magníficas alfombras. Del dosel, en el que No precisa a qué hora la gran fatiga terminó del todo. se instaló una preciosa lámpara, pendían a cada lado del Más adelante el periódico da noticia que la Soberana de la trono cuatro lindas cortinas, luciendo los colores nacio- Simpatía quiso mostrarse pródiga para con sus súbditos brinnales. Al fondo una bandera cubana de seda de grandes dando, dos noches después, en su elegante morada, un exdimensiones, rodeada de flores y de unas guirnaldas eléc- quisito helado a su corte y amistades. tricas con multitud de luces que formaban un contorno fantástico...” Orígen de la fiesta patronal A las dos de la tarde en punto llegó la carroza real, un y excepcional verbena elegante pajecillo vestido a la usanza de Luis XV abrió la del año del señor 1925 portezuela, bajando del regio carro la reina de la Simpatía acompañada de su Corte de Honor. A los acordes de una marcha triunfal hicieron majestuosamente su entrada en el Por Jesús Marcos García Vázquez. local. El cornetín tocó silencio y en el ambiente todo reinó Maestro de la Logia Montecristi Los Palacios. Pinar del Río. la más profunda quietud, mientras, a los solemnes acordes del Himno Nacional, la Comisión de escrutinios en pleno, “En los primeros meses del año 1896 la Iglesia de Los colocaba sobre la gallarda frente de la Reina la Corona de Palacios fue incendiada por las fuerzas del General de ejérperlas obsequio de la Revista.”14 cito libertador Roberto Bermúdez López. Miembros de una Hicieron uso de la palabra después el Alcalde señor familia palaceña de apellido Corvo rescataron el Santo Filiberto Azcuy, el director del “Mosquito” Manuel Medel Patrón de las llamas. Nodarse, el jefe de Redacción Julio D. Chavarri, el abogado Al ser reconstruida la Iglesia de Los Palacios se adquiconsultor Dr. Matías Dorta Duque cuyo discurso, “lleno y rió una nueva y bella imagen de Jesús de Nazaret, que es la brillantísimo” fue calurosamente aplaudido. Leyeron sus que hoy se encuentra en el altar mayor y acompañó la pro- 250 años de historia... 73 cesión a partir de ese momento. En el año 1995 esta ima- de otras festividades para el disfrute y regocijo popular. gen, bastante deteriorada por el paso de los años, fue resEn Los Palacios la fiesta patronal se comenzó a celetaurada por un excelente maestro restaurador de la ciudad brar a finales del siglo XVIII. Primeramente se celebraba de Pinar del Río, gracias a las gestiones de Monseñor Siro, solamente el día 3 de mayo, día del Patrón del pueblo Jesús Obispo de la diócesis de Pinar del Río, y al Padre José, de Nazaret y se llamaba la Fiesta de la Santa Cruz. Cura de Los Palacios. En ese día, las familias se reunían en convites y agasaLa imagen del Patrón rescatada de las llamas fue cedi- jos. Antes del anochecer salía la procesión de la parroquia da por los Corvo a Agapito Martínez. El Sr. Martínez y su conduciendo en andas al Santo Patrón Jesús de Nazaret, el familia eran muy devotos de Jesús de Nazaret y le rendían que era paseado por las polvorientas calles del entonces una religiosa pleitesía. Los palaceños le llamaban el “Santo caserío de Los Palacios. De regreso a la Iglesia se procedía de Agapito” y cuando el pueblo era azotado por una pro- a la solemne y santa Misa en honor del Patrón. longada y desesperante sequía o se sufría de una epidemia Al liberarse Cuba del coloniaje español e instaurarse u otro mal, los pobladores acudían al domicilio de Agapito, la República, se continuó celebrando la Fiesta Patronal, situada en la calle Céspedes n. 16 (hoy calle 24) y sacaban la más tradicional de pueblo palaceño y que tiene sus iniel santo en una peregrinación por las calles del pueblo. cios casi inmediato a su fundación. Las marchas religiosas organizadas en el hogar de Es bajo la égida del dinámico y entusiasta Pedro Liz Agapito Martínez y llevando al frente la primitiva imagen Cabezas, alcalde municipal de Los Palacios que, a partir de Jesús de Nazaret, eran procesiones ocasionales. La an- de 1925, a la Fiesta Patronal se le añade la celebración de tigua imagen del Patrón de Los Palacios nunca más presi- la verbena, comenzando los festejos el día 1 de mayo y terdió la procesión del 3 de mayo, después del incendio de la minando el día 3. Las verbenas se celebraban en honor al Iglesia en 1896. palaceño ausente y tuvieron esa denominación hasta el Al mudarse la familia Martínez para la Habana, el san- año 1959. to fue adquirido por Nicolás Sosa Pedroso (Coco), quien le hizo restauraciones. La verbena y Fiesta Patronal En la actualidad esta imagen existe, se considera la de 1925 reliquia más antigua de Los Palacios, y se encuentra en el hogar de una hija de Coco. Tiene aproximadamente un metro Además de ser patrocinada por el municipio, se contó de altura, su construcción es de madera preciosa y sus ojos con la participación de la Iglesia, las sociedades, el comerson de concha de mar. El Padre Joaquín, Párroco de Los cio, familias distinguidas y clases vivas del pueblo. Palacios, ha hecho gestiones para obtener la imagen y lleSe buscó la cooperación de algunas casas comerciales varla para la iglesia, pero, hasta el momento, han sido de la Habana y otros lugares, las que enviaron infinidad de infructuosas. regalos. Actualmente, a casi cuarenta años de la celebración de Las utilidades de la verbena estaban destinadas a la la última verbena en suelo palaceño, el recuerdo de aqueconstrucción de un parque de recreo llas tradicionales y exquisitas festiviinfantil, que aun existe, y dotar de unidades se encuentra presente en la meformes y de instrumentos musicales a la moria de todos los habitantes del MuBanda de Música Infantil. Esta Banda nicipio de Los Palacios que disfrutaque llevaba tiempo estudiando y ensaron de estos eventos. Quienes con nosyando con un profesor pagado por el talgia en el corazón, traen continuaayuntamiento, en la fiesta del 20 de mente a sus mentes la remembranza de Mayo, Día de la República, ejecutó el aquellos alegres y regocijantes tres Himno Nacional de completo uniforme primeros días del mes de mayo, días en y dotada de relucientes instrumentos que se celebraba la Verbena y la Fiesmusicales. ta Patronal. Todas las fachadas y las columnas Los jóvenes, que no los conociede las edificaciones del pueblo se engaron, muestran su asombro y se maravilanaron con la tradicional penca de llan ante los relatos de los placenteguano de palma real. ros festejos, donde primaban la abunA las seis de la mañana del viernes 1 dancia en comestibles y la cortesía en de mayo se inauguraron los festejos con el trato y comportamiento personal. el toque de diana. Durante los tres días Ellos, pertenecientes a una época y a que duró la Verbena se tocaba diana a un entorno social muy distinto, estos las seis de la mañana. relatos les parecen sueños asociados A las ocho de la mañana del propio a una quimera o pertenecientes a una día primero de mayo, llegó la orquesta utopía. de Emilio Dueñas de Pinar del Río. Esta Las verbenas son absolutamente de orquesta muy popular en su época ameinfluencia española. Consisten en ve- Imagen del Nazareno rescatada por la familia Cor- nizó la verbena durante los tres días. ladas, procesiones y ferias que en Ma- vo del incendio de la Iglesia durante La Guerra de Se construyó una magnífica pista (1896). Fue después cedida a cierto drid y otras poblaciones de la penín- Independencia Agapito Martínez y adquirida en fin por Nicolás para carreras de automóviles en el resula se celebran en honor del Santo Sosa Pedroso (Coco) La conserva ahora su hija en parto Betancourt, esta pista tenía una Patón del pueblo. Son acompañadas su humilde habitación en la calle 31. 74 Los Palacios... milla de largo. A la una de la tarde en la pista se celebraron carreras a pie. Se pensaba que el fotógrafo Francisco C. Rodríguez, conocido como el “Paavo Nurmi Palaceño” fuera el ganador; sin embargo, ganó Gregorio de Arma. A las dos de la tarde del sábado día 2 hubo un desafío de pelota entre los equipos Los Palacios y San Cristóbal. Lanzó por Los Palacios el zurdo Joseíto Guerra y ganó el club local 11 por 6. Había cinco barrios, que representaban a nacionalidades y etnias residentes en Los Palacios. Barrio Cubano, Barrio Español, Barrio Chino, Barrio Paso Real y Barrio Oriental. Estos Barrios fueron situados en un extenso solar preparado y que estaba anexo a la Estación de Ferrocarril, el lugar más céntrico del pueblo. Cada barrio se componía de varios kioscos y bazares. El salón del baile era el almacén de la Estación del Ferrocarril, amplio y muy ventilado. En el centro del salón se colocó la orquesta y una soga o cuerda que dividía el salón en dos partes. En una parte bailaban las personas de raza blanca y en el otro lado las de raza negra o mestiza. Cada barrio estaba profusamente alumbrado, al igual que el parque y toda la zona. Cortesía de los nuevos dueños de la planta eléctrica local, señores Maristany y Compañía. cantantes de guarachas, boleros y décimas, espectáculo netamente criollo. Allí entonaban las canciones con excelentes voces las señoritas: Jacinta y Sabina González, Emilia y Felicita Sánchez, acompañadas de las guitarras tocadas por los populares Cobo y Bienvenido, dos magos de las cuerdas. Por último bajo unas casas formadas por cañas bravas, de rústico y primitivo aspecto, estaban colocados los indios. Varios niños con trajes de aborígenes, muy bien personificados. En este lugar se expendía casabe, café, tabacos y cigarros, empanadas, pescados fritos, buñuelos con dulce de coco o melado, tamales, yuca con su mojito, arroz congrí y el típico lechón asado. Los marranitos eran asados en el mismo lugar y sus raciones llegaban al consumidor calienticas, humeantes y crispantes los pellejitos. En las casas indias, como en los alrededores, también se expendía: cerveza, vinos, rones y traguitos preparados. Dentro de ellos el criollísimo “chirriquitico”. Los que asistieron a las casas primitivas fueron atendidos por las amables jovencitas: Amparo Romero, Teresa y Rosa Piñera y María Teresa. Al frente de este kiosco estuvo la señora Regla Álvarez de Delgado. El Barrio Cubano recibió gran cantidad de donativos, muchos de ellos provenientes de la prensa. El semanario Los barrios “La Política Cómica” envió tres docenas de hermosos juguetes para el bazar. El “Diario de la Marina” un valioso EL BARRIO CUBANO se componía de seis kioscos y se abanico con su vanity, que le correspondió en suerte a la llegaba a ellos pasando por una bonita hilera doble de Srta. Hortensia Valverde y el periódico “El Mundo” envió pinos. El director de este barrio lo fue el Dr. Armando un precioso automóvil de niño. El barrio español estaba conformado por un enorme y Valverde Massino y era atendido por las señoras: María precioso kiosco que se encontraba entre dos enseñas naAlvarez de Alvarez, Luisa Hernández de Medel y las señoricionales y la bandera española. Rodeaba el kiosco un adotas: Magdalena Alvarez, Delia rable jardín de encantador estilo. Azcuy, Olimpia Morejón, Ofelia y El servicio era realizado por disRosalía Valverde, Mercedes Verde, tinguidas señoritas vestidas a la tíJosefa Piñera y Emérita Brito. pica usanza española. Dentro del En el Barrio cubano había un mismo jardín un teatro donde, al kiosco destinado solamente a bazar. son de la gaita, se bailaban jotas Grandioso bazar repleto de lindos aragonesas. Representaban el Baobjetos que se adquirían por el mórrio Español las Sras. Julia Martín dico precio de veinte centavos, se de Lizquete, Estela Díaz de Dorta, obtenían todos con asombrosa raNubia Roig de Ramírez y Lolita pidez. Al lado del kiosco bazar otro Urrutia de Morales. Las señoritas: más pequeño donde estaba instalaRamona Piñera, Emelina Sárez, do un ingenio azucarero en miniaZenaida Cruz, Cusa Díaz, Teresa tura, curiosísimo trapiche facilitaRomero,Gloria Barosa, Angustia do por el Central “La Francia”. Allí Breijo, Maruca Franchi, Sara Rose servía al minuto el sabroso guamero, Emilia Figueroa y Fany rapo acabado de molerse. Era atenDorta. dido este departamento por las seTenía también este barrio su ñoritas: Cuca Fernández y Antonia bazar con preciosos objetos de proBernal. cedencia española. En el Barrio esEn el Barrio Cubano se enconpañol se expendían artículos de traba el kiosco del pozo misterioso. puro sabor español. No faltó la esDentro del pozo existían infinidad pumosa cidra, los vinos y licores de objetos destinados a la venta de españoles, así como: las sardinas, manera ingeniosa. Por un real (diez quesos, chorizos, salchichones, centavos) tiraba usted de una cueraceitunas y demás artículos y emda y extraía un artículo que le debutidos de la Madre Patria. volvía con creces su dinero y ayuUna simpatiquísima nota fue En 1925 Los Palacios era el primer Municipio de daba a su pueblo. Pinar del Río en tener una carrera de automóviles que, el día de la inauguración de Otro kiosco más, situado junto a la cual se dio carácter provincial e intervinieron la verbena, todos los integrantes al pozo misterioso, dedicado a las competidores también de La Habana. 250 años de historia... del Barrio Español formaron una alegre comitiva y delante iba un burrito cargado con dos pipas de vino y sobre el asno montado el popular gaitero, con su vestimenta y su célebre gaita. EL BARRIO CHINO: La Colonia China de Los Palacios para esta verbena construyó un gran kiosco que contaba de dos pisos. Destinado el primer piso a bazar, atendido por primorosas chinitas de deliciosa belleza y donaire al andar. Este barrio tenía infinidad de objetos de procedencia china, entre ellos valiosísimos mantones y sedas. Se danzó con gran lucimiento el baile del dragón. Puede afirmarse que la concurrencia al Teatro Chino, que estaba situado en el segundo piso, fue inmensa. Ningún participante de la Verbena dejó de visitarlo. Este Barrio estuvo dirigido por el señor Carlos Lam, que era a la vez el presidente de Casino Chino de Los Palacios. Integraban el barrio las Señoras: Fe María Rodríguez de Ferrer, Laudelina Torres de Castillo y Petrona Capote de Grenier y las señoritas: Josefa Betancourt, Lolita Tejera, Carmelina Figueroa, Zenaida Suárez, Aracelia Brito, Juana María Cabrera, Silvina Chávez, Adelaida Bernal, Marina Azcuy, Elena Soto, Domitila Torres, Eloisa y María Josefa Tejera, Dilia Ramírez, Margarita Viñas y una encantadora chinita: Lolita García. El barrio chino fue el que más ganancias económicas aportó a la Verbena de 1925. EL BARRIO DE PASO REAL: el pueblo de Paso Real estuvo representado en la Verbena de 1925 por lo más distinguido de su sociedad y un hermoso kiosco. Al frente del barrio de Paso Real estaban las señoras Dolores Achón de Orizondo, Emilia Lavale de Ríos y Rosalía Lodesma de Zarragoitía asistidas por las señoritas: Antonia González, Delia Suárez, Luz María López, Herminia Díaz, Mercedes Montoya, Dulce Sánchez, Consuelo García, Petra Rubio, Francisca Hernández y Caridad Fernández. También por Paso Real asistió la futura Condesa de Turín. En el Barrio de Paso Real, al igual que en los otros barrios, se expidieron ricas golosinas y comidas criollas. Además, de un surtido bazar. EL BARRIO ORIENTAL: este Barrio compuesto por estimados elementos del pueblo, estuvo muy lucido y celebrado. Sobretodo su bonita casita criolla muy bien presentada y fue la nota simpática del barrio. El Barrio Oriental obtuvo unánimes elogios. Las carreras de automóviles Fueron las carreras de automóviles el más importante evento de la Verbena de 1925. A estas carreras se le dio carácter provincial y asistieron competidores de la Habana con sus autos. A la seriedad de sus organizadores, al frente de los que se hallaba el jefe militar de Los Palacios, teniente Cruz Garay, y la importancia de los premios ofrecidos, despertaron un entusiasmo colosal por el evento. Fue el pueblo de Los Palacios el primero en la provincia pinareña que celebró carreras de automóviles, les cabe ese honor a los palaceños. Fueron verdaderamente un acontecimiento. Estas carreras obtuvieron un considerable ingreso por concepto de entradas, en beneficio económico para el municipio. No faltó en los terrenos adyacentes a la pista lo más distinguido y selecto de la sociedad palaceña. 75 Relación de los autos participantes y sus categorías: Categoría abierta. -Dodge Brothers Special ............................Antonio Jané -Dodge Brothers .................................... Armando Martínez -Mercer.............................................. Gustavito Fernández -Ford Special...........Oscar Álvarez (Calderón del Bote) -Chevrolet..................................................Manuel Castilla -Essex............................................................Luis Aisperrúa Segunda Categoría: -Dodge Brothers.........................................Vicente Guerra -Dodge Brothers.............................................Ignacio Ruiz -Ford Special...............................................José M. Durán -Dodge Brothers.....................................................José Gil -Dodge Brothers.................................. Emilio Domínguez -Ford Special.............Oscar Álvarez (Calderón del Bote) -Chevrolet..................................................Manuel Castilla Tercera categoría (Automóviles Ford) -Víctor M. Rodríguez. -Julián Llera. -Mario Ramírez. -Andrés Navarro. Resultó triunfador en la categoría abierta el auto Mercer conducido por Guastavito Fernández, que hizo el recorrido en 9 minutos y doce segundos. En segundo lugar quedó el Dodge Brothers Special de Antonio Jané que utilizó un tiempo de 9 minutos y trece segundos. El triunfador de la segunda categoría lo fue el Dodge Brothers de Emilio Domínguez y en la tercera categoría el Ford piloteado por Julián Llera. Dada las buenas condiciones de la pista, a pesar de haberse corrido a “fantásticas” velocidades, no se lamentó el menor accidente. A las seis de la tarde del domingo 3 de mayo, último día de la Verbena de 1925, salió la procesión de la Iglesia Parroquial de Los Palacios. El Santo Patrono era llevado en andas por emotivos feligreses. Al frente de la procesión marchaba el presbítero: P. José Rodríguez Suárez, el recordado Padre Pepe. Para este solemne y religioso acto los festejos verbenales se interrumpieron hasta el tiempo que duró la procesión y la Santa Misa. La procesión transitó por las dos calles principales del pueblo, subió por la calle José Martí y bajó por Antonio Maceo (hoy 21y 23). Una gran cantidad de público asistió espontáneamente a los actos religiosos, para cumplir con la necesidad espiritual de desahogar su fe y rendir culto al Santo Patrón. En igual sentido se comportaron los festejos y los oficios religiosos en los futuros años. Hasta el 3 de mayo de 1962, que fue la última vez que Jesús de Nazaret se paseó por las calles del pueblo que lo eligió como su Patrón. Obtuvo tanto éxito la Verbena y la Fiesta Patronal de 1925 que sirvieron de pautas a seguir para la celebración de los futuros festejos. La Verbena de 1925 y la de los años siguientes fueron durante años motivos de orgullo para los palaceños y se le conocieron, en genuina expresión de reconocimiento y gratitud, como Las “Verbenas de Perico Liz” Con el transcurrir de los años las verbenas siguieron su casi inexorable marcha de celebración. Aunque en algunos años obtuvo más éxitos que en otros, en relación con la situación económica imperante en el país. 76 Los Palacios... Las Verbenas, al igual que las Pascuas, por su arraigo Orquesta Aragón, entre otros. Los dos primeros días eran tradicional formaron parte muy directa de la vida espiritual cubiertos con orquestas de la provincia y charangas lode los palaceños. Esos días traían consigo un ambiente cales. La consolareña Orquesta “Hermanos Palacios” festivo y de alegría, regocijo espiritual y paz interior. Los debutaba el día primero. más humildes hacían sus esfuerzos, tales como: cebar un Las ganancias de las verbenas eran utilizadas con fines puerquito para su venta, mantener sus ahorros y todo benéficos y obras sociales. La construcción o reparación aquello que pudiera generar ingresos para adquirir la de calles, aceras públicas, escuelas, la construcción de vestimenta y en estos días disfrutar de los festejos, en parques, apoyos a equipos deportivos y bandas municipales, igualdad de condiciones de los más favorecidos económicamente. Las Radioemisoras CMQ y RHC (Cadena Azul) estarán representadas En las décadas de los años cuarenta por Embajadas de sus más destacados artistas, con magníficos show y y cincuenta a las verbenas se le múmeros de arte lírico. incorporaron otras actividades CINCO CARACTERIZADOS BARRIOS recreativas y de diversión, que prolongaban la actividad festiva por alrededor de un mes. La celebración de Regia suntuosa y magnífica iluminación, vistosos fuegos artificiales, pela tradicional fiesta palaceña se leas de gallos y juegos lícitos de todas clases. limitaba a los días 1,2 y 3 de mayo. Sin embargo, en la segunda quincena del PROCESIÓN DEL PATRONO “Jesús Nazareno” e innumerables espectácumes de abril llegaban al pueblo parques los más, que completarán el Programa que se llevará a efecto. Servicio de diversiones que contaban con: de Ómnibus durante toda la noche de San Diego, Paso Real, Rancho Caballitos, montaña rusa, botes, ca- Mundito y Santa Mónica con esta cabecera. nales de deslizamiento, carros locos, trencitos infantiles, sillas voladoras y Asista y se convencerá una vez más, de que en Los Palacios tienen lugar la popular noria (estrella). Además se las mejores fiestas de la Provincia, y las más alegres Verbenas. Al mismo hacían acompañar de tiros al blanco y tiempo estará realizando un gesto que redundará en práctico beneficio bazares repletos de bellos objetos de para uno de los pueblos de su provincia. utilidad personal o para el hogar, que Ayude a Los Palacios a mejorar su ornato. – La Comisión. se obtenían mediante juegos de azar. IMPRENTA “EL ESFUERZO” Maceo 42, Los Palacios. En esos días los gitanos, en su eterno peregrinar, visitaban Los Palacios y, con sus misterios y leyendas, levantaban sus tiendas adquirir una ambulancia y muchas cosas más, en beneficio nómadas en algún solar yermo del pueblo y de inmediato de la comunidad, eran resueltos por sus ingresos se dedicaban a sus funciones predestinadoras. Terminada gananciales. la verbena los parques de diversión con sus variedades En 1958 la tradicional verbena no se celebró, motivado permanecían en Los Palacios por unas dos semanas más. por el estado de beligerancia existente en la nación. No Para amenizar las verbenas se contrataba para el último obstante, la procesión se efectuó pacifica y religiosamente. día, 3 de mayo, una de las orquestas más famosas y Con el triunfo revolucionario de 1959, la verbena se populares del país. Los palaceños bailaron a los acordes celebró en una alborada de alegría y esperanzas. Le musicales de orquestas y solistas de renombre, como: correspondió su organización al señor Eladio Alles Collazo, Arcaño y sus Maravillas, Belisario López, Cheo Belén Puig, Comisionado Municipal de Los Palacios, y con la Antonio María Romeu y su cantante Barbarito Diez, Benny participación, como en las anteriores, del comercio y las Moré y su Banda Gigante, Ñico Membiela y la famosísima sociedades civiles se llevaron a efecto unos grandiosos festejos. Para esta oportunidad se utilizó la céntrica calle 23 y se cerró desde las transversales Calle 24 a la 28. La Orquesta Aragón estuvo presente el día 3. La procesión realizó su recorrido y fue más inmensa que nunca. En los años 1960 y 1961, primeros años del poder revolucionario y de inquietudes políticas, los festejos verbenales, la procesión y oficios religiosos se ejecutaron felizmente. El año 1962 estuvo marcado como convulso y de grandes divergencias sociales y políticas, motivado por una transformación que a pasos agigantados comenzaba hacerse sentir. El nuevo sistema a desarrollarse se hacía acompañar de una ideología y una nueva estructura política, social y económica que antagonizaba con muchas de las tradicionales formas de vida del pueblo cubano. La verbena de este año 1962 se celebró en el mes de julio, no en Organizadores y custodios del orden público de la gran verbena del mayo como tradicionalmente se acostumbraba. año 1921. Poco antes de la histórica competición. 250 años de historia... En mayo de 1962 la Iglesia de Los Palacios carecía de sacerdote. Los oficios religiosos eran atendidos por el Padre Morejón, cura de la vecina Parroquia de San Diego de los Baños. El día del Patrón de ese año, el Padre Morejón, en una posición de responsabilidad y cordura, se opuso a que se efectuara la procesión y se negó a entregar el Jesús de Nazaret, que año tras año acompañaba a la marcha religiosa en su honor. Esta postura del Padre Morejón se debió al momento imperante y al temor que el acto religioso fuese utilizado por personas completamente ajenas a la Iglesia para manifestarse públicamente y hacer sentir su inconformidad con el sistema. Los feligreses de la Iglesia de Los Palacios mostraron su conformidad y apoyaron la determinación del anciano sacerdote. Ante esta negativa, el público conglomerado frente a la Iglesia que aspiraba sacar la procesión se dirigió a la morada de la Sra. Juana Dancausse de Capote y allí obtuvo una bella imagen en yeso del Redentor. Comenzada la peregrinación, que partió del hogar de la Sra. Dancausse, de inmediato se comenzaron a escuchar consignas antigubernamentales. Al concluir la procesión, varios jóvenes identificados con el proceso revolucionario se liaron a puñetazos con algunos de los que tomaron participación del acto. Después de aquel incidente la procesión en honor de Santo Patrón no ha peregrinado más por las calles de Los Palacios. Los oficios religiosos propios de la celebración de una fiesta patronal se han venido realizando todos los años en la Parroquia de Los Palacios. En ese día, después de la Santa Misa, Jesús de Nazaret es conducido por emotivos fieles hasta la verja de entrada a los predios de la Iglesia que la separa de la acera pública. En los rostros de los participantes, en esta corta peregrinación, se reflejan la alegría y el regocijo espiritual, pero, al tener que regresar con el Santo Patrón al interior del templo sus dichas se convierten en tristeza y se preguntan: ¿Cuándo Jesús de Nazaret se paseará nuevamente por las calles del pueblo que lo eligió su Patrón? 77 palaceñas que organizaban también en aquellos años la fiesta patronal y Verbenas de nuestro Santo Patrón para investir los provechos en obras públicas como pasó en la verbena de 1947. De esta Verbena nos quedó el programa detallado que les brindamos: Expresiones culturales, sincretismo afro-cubano, músisca y poesía en Los Palacios Visto como se celebraron algunas fechas particulares en todos sus detalles, gracias a la documentación que nos quedó, quisiéramos ahora a manera de síntesis aludir a las más significativas manifestaciones de la cultura, folklore, música, poesía y arte dramática en Los Palacios sobre todo en épocas anteriores. Al respecto, en su investigación de 1992, los historiadores de nuestro municipio informan: “Según fuentes consultadas, ya hacia la segunda mitad del siglo XIX en Los Palacios no faltaban bailes y otras diversiones en el Carnaval”, que entonces, según la tradición cristiana caía antes de la Cuaresma. Las mismas fiestas religiosas, en primer lugar el 3 de mayo, estaban compuestas, primeramente por la parte litúrgica con la celebración dentro el templo, la procesión en el exterior y luego la fiesta de la Verbena con sus comercios, sus oportunidades gastronómicas, sus bailes, sus espectáculos de funámbulos, sus actuaciones dramáticas, sus juegos, sus competiciones y sus exhibiciones de música etc. Entre los juegos, los más frecuentes eran los del “Pato enterrado”, de la “Cucaña”y del “Puerco encebado”. Bibliografía -Geografía de la Isla de Cuba. Esteban Pichardo (año 1854) -Notas sociales de Los Palacios. Manuel Medel Nodarse . Periódico “El Mundo” . 10 de mayo de 1925. La verbena de 1947 En toda la primera mitad del siglo XX hubo en Pinar del Río un extraordinario florecimiento de asociaciones y movimientos cívicos que se ocuparon de organizar el recreo y sacar provecho del mismo para financiar obras publicas de saneamiento y mejora del ambiente ciudadano. Una asociación que se destacó en “propugnar por todos los medios lícitos a su alcance el mejoramiento higiénico, sanitario, cultural, moral y ambiental de Pinar del Río y sus alrededores fue el Comité “Todo por Pinar del Río” que se hizo merecedor de un número asombroso de iniciativas en este sentido. (1 y 22) Dicho comité, activo en Pinar del Río desde 1941 hasta 1960, fue disuelto por el gobierno revolucionario. Quizás su ejemplo influenció positivamente a las asociaciones Participante en la carrera. Con respecto a las competiciones, muy atractiva era la de las carreras de sortijas, en las que se formaban “dos bandos de los más diestros jinetes, cuyo mejor galardón era ensartar el mayo número de sortijas, pendientes a una distancia prudencial, al galope y utilizando, sujeta el dedo índice, una puya de madera. Era un espectáculo muy atractivo”. 10 No menos atractivas eran las peleas de gallos, de las cuales nos cuenta uno de los más longevos apasionados palaceños: Gabriel Suarez Franchi Alfaro (Gabo de apodo): “Hasta los años 60 este de las peleas de gallos finos era un deporte nacional en Cuba. En un periódico de la Habana salía dos veces a la semana una rúbrica titulada “DEPORTE DEL PICO Y LA ESPUELA DEL GALLO FINO” que informa- 78 Los Palacios... ba puntualmente sobre las competencias principales, la capacidad de los criadores, las ganancias etc. Ahora hay que competir a escondida porque oficialmente está prohibido. El tiempo más favorable a las peleas va de diciembre a principios de mayo, porque con el calor, el gallo empieza a mudar las plumas. Inmediatamente antes de la pelea, los gallos se pesaban y ésta era posible sólo entre gallos del mismo peso, no se podía perdonar una sola onza. Aquí en Los Palacios el auge de las peleas era en ocasión de la fiesta patronal y se acababa precisamente al termi- Como flechas entre el polvo palaceño. palaceñas nos informan de la intervención de bandas y conjuntos musicales de cierto prestigio en aquellas circunstancias. Eso nos sugiere una alusión a aquella que fue la primera orquesta más propiamente palaceña . Los historiadores de nuestro municipio recuerdan que fue creada por una sociedad de tabaqueros y reportan al respecto un interesante documento por ellos encontrado en el archivo provincial: “En el pueblo de Los Palacios en 3 de enero de 1864 – ante mí, el capitán y dos testigos de asistencia, comparecieron Don Jaime Bon, Don Victoriano Machó, Juan Piñera, Don Domingo Suteras, Don Vicente Piñeras, Don José Moliner, Don Ángel Pérez, Don Carlos y Don Juan Tarafa, Don Antonio Hernández, Don Fernando Ponte, Don Antonio Línea, Don Eusebio, Don Pedro y Don José Cruz, Don Manuel y María Guzmán, Don Pedro Nidibuno y Don Inocencio Galdón como socios y el encargado de la orquesta, Don Antonio Alvarez y expusieron los primeros que se constituyen y obligan a satisfacer al último por mensualidades de cuarenta y dos pesos y 4 reales. La suma de treinta onzas españolas al año. Obligándosele a Antonio Álvarez a presentar una orquesta con, cornetín, dos clarinetes, un bajo y los timbales con los que tocarán las festividades y bailes siguientes: El estreno -–dia de Jueves santo, la procesión de este – Misa del Sábado de Gloria, Procesión y Misa el Domingo de Resurrección – Misa y procesión del Santo Patrono – Misas de Aguinaldo y Noche Buena y Segundo día de Pascuas, así más dieciséis bailes distribuidos en el orden siguiente: Día de los Santos Reyes, 3 en el carnaval, 3 en Pascuas de Resurrección, 3 en el Santo Patrono, 1 el día del Corpus Cristi, 3 en la Pascua de Navidad, 1 el día del Año Nuevo y otro cuando se halle en esta parroquia, el Señor Obispo”. 10 Gran parte de los palaceños de origen africano y de raza mestiza se incorporaron a la Iglesia Católica u otras iglesias cristianas, asumiendo sus costumbres y participando en su liturgia. Otros se caracterizan por el llamado Sincretismo, otros aún por un mayor arraigo a sus tradiciones religiosas y culturales con todo su “coacervo folklórico que expresaban sobre todo con las practicas de danzas o bailes en los que invocaban a sus orichas como los dedicados a Eleguá, nar la fiesta. Las peleas se desarrollaban en una valla que se encontraba frente al actual Banco. Recuerdo que venían a verlas y a participar, llevando sus gallos, todas clases de jugadores (pobres y ricos). Venían de toda la Isla pero sobre todo de La Habana, de Matanzas, y de Pinar del Río. Asistían muchos campesinos de la loma y se me quedó grabada en la memoria sobre todo la figura de uno de ellos que bajaba de nuestra sierra montado en una mula. Lucía su guayabera, su machete uruguayo y su sombrero de Jipe, y se distinguía por su postura y su concentración durante la pelea”. En cuanto a las más antiguas expresiones musicales y literarias en Los Palacios, según nuestros historiadores, fueron “cantos de trabajo, de monteros y sabaneros que perduraron durante años en la tradición oral”. 10 El Guateque o canturía, con la décima como expresión en verso más utilizada, constituyó la forma literaria y musical más común en nuestros campos, como en los de toda Cuba, con la guitarra como instrumento más usado. No pocas son las exquisitas décimas de origen palaceño que comprueban la fusión de elementos culturales españoles y africanos. Las temáticas preponderantes de éstas décimas eran “el amor, el paisaje, la vida cotidiana” alternando cierto matiz romántico, a otro pesimista y a otro humorista como en el caso del canto de una tal soltera o novia indecisa: “Mis novios fueron Hilario/ Pedro, Pablo, Valentín/ Clemente, Goyo, Martín/ Francisco y Juan Candelero/ Nelson, Ramón y Nazario/... “ 10 Y sería demasiado completar el elenco. Quedó tamLa noche del 3 de mayo, en ocasión de la procesión del Nazareno la calle Maceo bién alguna huella de “El Romance”. (hoy 23) se llenaba desde la iglesia hasta el cruce con la actual calle 20. (Foto de Las crónicas de algunas Verbenas los años 50) 250 años de historia... 79 Obatalá, Changó, Oggún, Yemayá. Babalú Ayé, Sa rabanda, Orunla, Ochún, Oyá, Ochosi, Argayú etc. También celebraban la fiesta del tambor Yuka”. 11 Hasta en nuestros días cada cuando se oye sobre todo en los barrios periféricos de Los Palacios el retumbar del tambor que anuncia una fiesta, un rito que recuerda origines y costumbres africanas de parte de nuestro pueblo y despierta ciertas ancestrales emociones y sentimientos. q Entrada al pabellón del Barrio Chino. Dentro del “Barrio Cubano” durante la Verbena se encontraba el llamado “Pozo misterioso”. Por un real era posible tirar de una cuerda y extraer un artículo que le devolvía con creces su dinero y ayudaba al pueblo. (Foto de los años 50). Otras instantáneas de una Verbena de los años 50. Considerables dimensiones del Barrio Chino. 80 Los Palacios... La del Nazareno del 3 de mayo no era la única procesión que se realizaba en el pueblo, podemos brindarles documentación fotográfica de algunas otras como sigue: Procesión de “Las flores de Mayo” 1948. (Album de Rosalía Valverde). Procesión de “La Dolorosa” 15 de septiembre de 1948 (Album de Rosalía Valverde) Procesión con la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, 8 de septiembre de 1952. (Album de Rosalía Valverde) Procesión de “La Milagrosa” en los años 50. Se hacía en el mes de noviembre. La muchacha a la derecha es Agnelia Ipsán, de familia de origen chino. (Album de Rosalía Valverde) Momentos de la procesión con la imagen del Sagrado Corazón, está presente también el Obispo, Mons. Evelio Díaz Cía. (Junio de 1955. Album de Rosalía Valverde). 250 años de historia... 81 CAPÍTULO XV Inmigración y presencia de chinos en Cuba y en Los Palacios L a detallada descripción de la Verbena del año 1925 nos dio la ocasión de destacar un hecho digno de atención: la presencia de chinos en nuestro territorio que está relacionada con la más amplia y numerosa presencia de chinos en Cuba. ¿Cuándo, cómo y por qué se produjo esta inmigración de chinos a la Isla en general y a nuestro territorio en particular y que dimensiones alcanzó? A eso vamos a responder en este capítulo. Si sólo de 1821 hasta 1970 fueron 433.906 los esclavos negros introducidos en Cuba, de menor cantidad y sin embargo significativa fue la llegada a la Isla de chinos. Los primeros colonos chinos llegaron a Cuba en el año 1847. Esta inmigración china al principio “fue radicalmente ilegal, pues las leyes de su país la prohibían, fue favorecida por la venalidad de los funcionarios de China y el deseo de emigrar de la gran parte de la población empobrecida y de altísima densidad.” 24 La inmigración china se favorece más tarde con la suspensión del tráfico de negros. Esta hizo aparecer, para los hacendados esclavistas, el problema de dónde hallar en lo adelante tantos brazos como exigía la agricultura tal como estaba organizada. Se pensó positivamente en los chinos “por ser gente robusta, inteligente, laboriosa económica y sufrida hasta lo sumo.” 24 En 1852 el Capitán General José de la Concha autorizó dos contratos para conducir a Cuba 13.000 chinos: 6.000 por la firma Villaldo Wordrop y Cía y 7.000 por Pereda Machado y Cía. Fueron ingleses los principales intermediarios y transportadores. Por ciertos aspectos esta inmigración asiática – afirma Levi Marrero – procedente sobre todo de Cantón y de Amony y favorecida, a partir de 1852, por el debilitamiento del poder imperial chino, fue una virtual trata de esclavos desde China a La Habana. Pues los esclavos rurales y los colonos chinos empleados sobre todo en el trabajo azucarero eran obligados hasta a 16-18 horas de trabajo jornalero en los meses de diciembre a junio, con sólo 4 horas nocturnas de descanso. Por eso también entre ellos se produjo un auge del suicidio como vía de escape de una situación, en ciertos casos, humanamente insostenible. La Iglesia intervino con una obra de evangelización y de promoción humana que, por lo menos en parte, contribuyó a mejorar las cosas. En 1848 por ejemplo la Corona enviaba a Cuba entre 30 y 40 eclesiásticos voluntarios para que a tal fin se dedicasen a la predicación de los principios del Evangelio en las fincas, y el propio Obispo Fleix y Solans, que como veremos realizó dos Santas Visitas pastorales a Los Palacios, respectivamente en 1848 y en 1964, denunciaba como “espantoso el número de suicidios de esclavos llegado a nuestro conocimiento.” 24 De hecho, durante el período 1853 –60 entraron en Cuba 49.300 chinos. Otros 56.504 llegaron entre 1861 y 1869. 24 La llegada de chinos a nuestro territorio municipal en parte fue debida a cierto desarrollo de la actividad azucarera, en parte a otras oportunidades de trabajo y de comercio, como las de la construcción del ferrocarril del Oeste en las últimas décadas del siglo XIX y de la carretera central en las primeras décadas del siglo XX. En nuestro pueblo algunos de ellos llegaron a abrir varios negocios revelándose gente emprendedora, haciéndose estimar e integrándose bien al conjunto social palaceño. No pocos de ellos además entraron a ser parte activa de la Iglesia católica, como por ejemplo las hermanas Ipsán. Pero ¡Vamos a escuchar algunos interesantes testimonios de palaceños descendientes de estos chinos! Son descendientes de chinos de Cantón que, como observaba Alejandro de Humboldt, junto a Río de Janeiro, se encuentra en el mismo paralelo de La Habana.28 Estos chinos entonces encontraron aquí por lo menos condiciones climáticas muy parecidas a las de sus lugares de procedencia. Adelaida Reinoso Crespo nacida 1-4-1911. Adelaida con sus 90 años cumplidos, al momento en que me es concedido entrevistarla, es la más anciana palaceña descendiente de chinos. Vive, cariñosamente cuidada por su hija Aída Lam Reinoso (n. 29-1-1934), casada con el palaceño Rafael Muñoz Plasencia, en una sencilla pero digna casita de una calle al sur de la línea del ferrocarril. Ha perdido completamente la vista como le pasa a no pocos ancianos del pueblo en estos años, al parecer por falta de vitaminas. Es un placer llevarle la comunión cada primer viernes del mes y pararse un rato a conversar con ella y la hija. A menudo la encuentro sentada en una butaca rodeada de símbolos que recuerdan la tierra de origen de sus antepasados: un Buda barrigón y sentado, otro delgado, juvenil, abrigado de una larga túnica y con un ojo abierto dibujado a la altura del pecho. En la parte de atrás, sobre una despensa un completo de preciosas tazas chinas bien dispuestas y, colgadas a las paredes, pequeñas figuras de bailarinas del lejano oriente. 82 Los Palacios... Pero a subrayar la fe católica que también sus padres abrazaron y en la cual fue educada, está una de las más graciosas imágenes de la caridad del Cobre que pude encontrar visitando las casas del pueblo y, junto a ella, un pequeño cuadro que reproduce la Última Cena de Leonado da Vinci. No sin cierta fatiga, y con la ayuda frecuente de la hija Aída, así me cuenta Adelaida: “Mi padre venía de Cantón e hizo parte de los emigrantes chinos que llegaron a Cuba en las ultimas décadas del siglo XIX. Su nombre chino era Ignacio Amán. Aquí le cambiaron apellido. Sé que trabajó en distintos lugares en un primer tiempo en el sector azucarero. Se casó con una cubana, mi madre era de aquí. En aquel tiempo ganaban un buen dinero y podían enviar ayuda a la familia de allá. Después fue maestro tabacalero. Él y mi madre fueron a varios lugares pero, antes de establecerse aquí en Los Palacios, estuvieron por cierto tiempo en Pinar del Río donde nací yo. Yo me casé aquí en Los Palacios con Luis Lam Cham, también él de origen chino, de Cantón. Mi marido trabajó en Los Palacios principalmente como comerciante de víveres. Administramos varias tiendas. En un primer tiempo la tienda “La Paloma” (de víveres y frituría). Después: la “Sombra Misteriosa” (víveres), en fin la “Serafín García” que fue intervenida, son fechas que no se pueden olvidar, el 9 de septiembre de 1965. Mi marido que pertenecía a la logia Montecristi murió en 1982. Tuvimos 8 hijos (4 hembras y 4 varones). De ellos 6 se quedaron en Cuba mientras 2 emigraron.” Oscar Ipsán Hernández n. 3-3-1915. El señor Oscar vive en la calle 24, antigua calle Céspedes, frente a aquellos que fueron un tiempo los seis Colegios: una de las primeras escuelas públicas de Los Palacios. Pegadas a la suya y formando un largo edificio de cierta nobleza y característico estilo colonial por sus altos portales y puertas, se alínean las habitaciones de su recién fallecido hermano José Antonio, y de su hermana Yolanda. El señor Oscar lleva muy bien sus 85 años y no queda mal al lado de su segunda esposa, 25 años más joven que él y con la cual tuvo 3 hijos, de ellos, los dos mayores son médicos. Hombre ponderado y apacible, así me habla, con calma y extrema lucidez, de sus antepasados chinos: “Mi abuelo se llamaba León Sán y emigró de Cantón a Cuba quizás cerca de 1880. Aquí le compusieron un nuevo apellido añadiendo Ip. Y así nació Ipsán. Él en un primer tiempo trabajó como esclavo en los campos de caña de una hacienda del Barrio de Santa Mónica. Se casó con una cubana y, entre otros, tuvo un hijo que fue mi papá. Éste se llamaba Javier Ipsán Blanco y se casó con mi mamá: Juana Hernández Blanco. Además que yo y mi hermano José Antonio, que se murió el año pasado, ex padre espiritual de la Logia Montecristi, mis padres tuvieron 3 hembras. En los años 1920-30, con el dinero ganado con el duro trabajo de la caña, mi abuelo y mi padre abrieron una fonda en esta misma calle 24. Allí daban comida a transeúntes y a trabajadores del lugar. Mi trabajo fue siempre de sastre. En mi niñez pude cursar hasta el 6º grado aquí al frente, en los seis Colegios. No había entonces escuela secundaria. Dos de mis hermanas han fallecido ya: Alicia y Agnelia. Vive todavía mi hermana Yolanda. También mi esposa es una lejana descendiente de chinos.” Ahora es la señora María Muñoz Rojan de 60 años de edad que me habla de sus orígenes: “Mi abuelo era chino y se llamaba Flores Muñoz. Este apellido lo recibió de la familia bajo la cual trabajó como esclavo en el campo primeramente en Artemisa donde se casó con una cubana de origen mestizo que se llamaba Ramona Rodríguez. Yo soy natural de Los Palacios porque mis abuelos, de Artemisa, se trasladaron por el central la Francia con los seis hijos entre los cuales estaba mi padre: Esteban Muñoz. Mientras que mis abuelos murieron en el Central donde hicieron una pequeña fonda, mi padre se casó entre 193540 con mi madre: Amparo Rojan Andarsio (cubana de origen mestizo). Tuvieron 3 hijos entre los cuales yo. Mi padre trabajó siempre como mecánico en el Central la Francia y cuando este se serró, pasó a trabajar, siempre de mecánico, en el Central José Martí de San Cristóbal. Donde además trabajé yo, por 20 años, en las oficinas del Poder Popular.” Julia León Díaz (N. 1-10-1936) Otra persona asidua a nuestra Iglesia cuyo papá fue de origen chino es la señora Julia León Díaz que vive en la calle 21, esquina con la calle 20. De su padre conserva celosamente muchos recuerdos, como por ejemplo todos sus documentos de cuando vino de China y después de cuando, durante el gobierno de Machado, recibió la ciudadanía cubana. Hasta posee algunos ejemplares de cheques que él enviaba a China desde Cuba para ayudar económicamente a su mamá. “Mi padre – cuenta la señora Julia – emigró de cantón (China) a Cuba en 1919 y se llamaba Lau Lam. Tenía entonces 28 años. Al principio trabajó en el comercio aquí en Los Palacios. En 1934 se casó con mi mamá, Consuelo Díaz, una campesina palaceña. Al casarse, mis padres se mudaron para Bahía honda donde nací yo, primera hija, en 1936, Después tuvieron un varón y otra hembra, mi hermano y mi hermana, respectivamente en 1938 y 1944. En Bahía Honda mi padre trabajó en el Central azucarero del mismo nombre (Bahía Honda) y se jubiló entre 1952-54. Para sustentar la familia aquí y enviar alguna ayuda a su madre allá, en los meses en los cuales la zafra se paraba, trabajaba vendiendo retazos de tela. Yo vine a vivir a Los Palacios en 1962 después que fue intervenida, en Bahía Honda, la peluquería donde trabajaba y también porque conocí y me casé con Raúl Sánchez que residía en este pueblo”. Antes de despedirme de la señora Julia, ella me muestra también el documento con el cual su padre asumía el nombre nuevo de Andrés León y una tarjeta con la cual en los años 40 al 60 podían presentarse al Casino Chino y hacer compras ventajosas sobre todo de productos de su tierra de origen. q 250 años de historia... Andrés León, cuando vino de China en 1919 se llamaba Lau Lam trabajó en Los Palacios hasta 1934. 83 Fotocopia de uno de los cheques que Andrés L eón enviaba de Cuba a China para ayudar a su madre. Adelaida Reinoso Crespo (n. 1-4-1911), aquí retratada con su hija que cariñosamente la cuida. Es la más anciana mujer de origen chino residente en los Palacios. Oscar Ipsán Fernández (n. 3-3-1915) es otro descendiente de chinos y miembro de una familia muy conocida y estimada en Los Palacios. Aquí es retractado con su esposa: María Nuñez Rojas de 25 años más joven que él y descendiente de chinos también ella. 84 Los Palacios... CAPÍTULO XVI Cacería, pesquería y estancia de huéspedes ilustres en una finca palaceña en los años 20 al 60 L o que había admirado en pinturas o películas que re- sur del central La Francia y al norte de la finca el Pinar de la Catalina. Esta finca estaba atendida por el gallego Domínguez y Manguito Chávez, este último era el montero de la finca. En la zona más al norte de la misma se cultivaba caña de azúcar, que vendían al Central La Francia. Otra vasta extensión estaba destinada a la cría del ganado y de caballos de raza. Pertenecían estos últimos nada menos que a Rafael Guaz Inclan por largo tiempo representante a la Cámara de Representantes por el Partido Liberal y gobernador de la Provincia de La Habana, gran amigo del señor Fernández y a menudo retratado con él en escenas de caza y de aventuras a lo largo de montes y de sabanas de esta zona sureña. Otros propietarios de los caballos eran el Dr. Borfil dueño entonces de una de las mayores clínicas de La Habana, el “Sagrado Corazón de Jesús”. Otros corceles pertenecían al Dr. Belarmino: un millonario pariente de la señora Celia que viajaba a Cuba y a la finca Santa Rosa desde Estados Unidos (New York) cada año para dedicar allí sus vacaciones a la cacería. A la señora Celia la recuerdan en Los Palacios también como mujer muy religiosa. Fue parte del Comité parroquial pro Restauración de la Iglesia y construcción de su escuela en los años del P. Salvador M. (1954 –1960) La finca era entonces muy rica en montes y en manglares, estos últimos se encontraban sobre todo a lo largo del producían costumbres y lujos de los señores de la Edad Media en Europa, los cuales bajaban de sus castillos cabalgando fogosos corceles y azuzando a la búsqueda de la presa, a pandillas de perros husmeando los rastros de venados, jabalíes y faisanes, se me presentó como experiencia vivida en tiempos más recientes en algunas fincas palaceñas cuando pude ver los álbumes de la señora Marina Cruz Roche. Creo que recogen algo más de 200 fotografías que recuerdan las etapas de la vida de una acomodada y estimada familia palaceña y de sus amistades en este período. Son fotos que a la señora le dejó su padre: Marino Cruz, del cual heredó el nombre y del conserva un entrañable recuerdo. Toda su vida pues Marino Cruz estuvo al servicio de esta familia, sobre todo como cocinero, pero también en otras tareas y faenas cotidianas: “Ellos criaron a mi papá – me confía la señora Marina - y mi papá les cuidó a sus hijos. Siempre hubo una relación óptima entre mi padre y la familia Fernández y él estuvo a su servicio hasta que los ancianos padres murieron”. Es por eso que el hermano de la señora Marina, Rogelio Cruz Roche (nacido el 13-2-1933) , pudo frecuentar más las fincas, y está por tanto en mejores condiciones de ayudarme a reconstruir, gracias a estas fotos y a sus recuerdos personales, la historia de estas fincas, sobre todo una de ellas, y de esta familia Fernández. Hay que partir del señor Luis Fernández y Celia Martínez que se casaron cerca de los años 20. Residían en la calle Martí (Ahora calle 21) eran dueños del Cine hoy llamado Tuxpan que se encuentra al lado de la farmacia piloto en la avenida 23, dueños también de cierta cantidad de casas (una manzana entera del pueblo) y de dos grandes fincas: la de San Lorenzo y la de Santa Rosa. La primera era rica en producción de cítricos, pues tenía un naranjal muy extenso y una inmensa arboleda de mango; hoy esta finca corresponde a gran parte de los terrenos del “Plan Vianda”. La segunda finca, la Santa Rosa, Finca Santa Rosa, de izquierda a derecha; La casa de vivienda de los Fernández, la esla que más nos interesa: estaba al del gallego Domingo y la de Manguito Chávez; montero de la finca. 250 años de historia... 85 río Bacunagua con un tramo del cual lindaba. Si en los bos- (Policía entonces de Los Palacios) y Gilberto Pulido. Mientras ques y los manglares prosperaba el venado, en la desembo- los dos compañeros quedaban heridos, Jorge perecía al instancadura del río, hacia el mar, abundaban varias especies de te. Su esposa, Ofelia Brito que no volvió nunca a casarse vive peces de apreciable sabor y notable tamaño. todavía en La Habana. Habían tenido una hija: Gloria Fernández En suma: de las fotos resulta que el territorio de la finca Brito, está casada y vive en Los Palacios, tiene una hija y es Santa Rosa constituía un ambiente ideal para la caza y la maestra de primaria en la escuela Fortuna Medel. pesca y que fue meta en aquellos años de varios personajes Pronto después, en consecuencia del Nuevo Plan Agrasobresalientes en la política y la economía cubana que goza- rio, las fincas de los Fernández eran intervenidas y, si la San ron de la cálida hospitalidad del señor Luis y de la señora Lorenzo terminaba, como ya dije, por hacer parte del Plan Celia y pudieron retozar por los vastos llanos cazando o Vianda, la Santa Rosa pasaba a ser parte de “La Cubana” la bajar el río pescando y relajándose de su estrés profesional. vasta zona destinada al cultivo del arroz. Como las fotos mismas demuestran, a semejanza de los Ya en los años 60 todos los integrantes de la familia antiguos señores de los castillos medioevales, se lanzaban a Fernández se mudaban para La Habana habitando una resila caza a caballo, en grupos de siete, ocho y hasta diez, tam- dencia en la calle Infanta. Más tarde Celia Margarita (Celucha) bién la señora Celia montaba con la habilidad de una amazo- y su familia, emigraban a Estados Unidos. Los ancianos pana, su ágil cuadrúpedo. A tal fin se daban cita sobre todo en dres murieron alrededor de los años 70. Murió primero la los últimos tres meses del año: octubre, noviembre y diciem- señora Celia, que tuvo que padecer la amputación de una bre y en los fines de la semana. Tenían perros de raza especializados en la caza del venado. Perros para la cría y mantenimiento para los cuales habían construido una perrera en la finca de Guerra (hoy zona de Hyndaya). Encargados y pagados durante todo el año para que se dedicasen al cuidado y entrenamiento de los perros estaban dos palaceños: Cuchú, mejor conocido como Managua, y Tosca. Luis y Celia que la mayor parte del año radicaban en Los Palacios, se mudaban en este período a la finca donde tenían una casa con capacidad para acoger varios huéspedes. Tenían más estable permanencia allí los encargados de su confianza a quienes aludía antes. El complejo habitacional estaba apartado del batey de Santa Rosa habitado por familias de humildes condiciones. Luis y Celia tuvieron tres hijos. El primero heredó el La señora Celia Cruz a caballo en la finca Santa Rosa. nombre del padre: Luis Fernández (Luisito) vive todavía en La Habana y tiene alrededor de 80 años. La segunda fue una hija que heredó el nombre de la madre: Celia pierna e iba a someterse a la amputación también de la otra. Margarita (Celucha), tiene poco más de 70 años y vive en Todo lo soportó con dignidad, con cristiano y ejemplar California (Estados Unidos). El último hijo se llamó Jorge testimonio de entrega a Dios, muy edificante para cuantos la Fernández (Biyuyo). acompañaron durante aquel calvario. El 1 de julio de 1950, en tiempos del P. Joaquín Valdés, Considero la historia de esta familia como semejante a la de estos dos últimos hermanos celebraron el mismo día su ma- no pocas otras. Es un ejemplo del auge económico y prestigio trimonio en nuestra Iglesia. Celia Margarita Fernández que gozó cierta clase de nuestro pueblo, para la cual tuvo que Martínez se casaba con Orlando J. Mijares y Jorge Tomás ser bastante duro ser tratados como los de otras clases menos Fernández Martínez se unía en matrimonio con Ofelia Brito pudientes. Tuvieron que elegir entre las alternativas de irse o Fernández. Quedan fotos muy lindas que recuerdan aquel quedarse en aquellas condiciones, adaptándose a un considedía de gran gozo para la familia Fernández y sus numerosos rable cambio de situación y nuevo régimen de vida. amigos. Pero no estaban lejanas duras pruebas y hasta la No estoy escribiendo una novela, sino historia, pero si tragedia. Jorge, el más joven de los hijos, había cursado es- alguien tuviera el carisma de escribir novelas, ojeando las tudios en una academia de Estados Unidos y participado fotos celosamente custodiadas por la señora Marina Cruz y con el grado de oficial en la segunda guerra mundial en el tomando principio de estas breves notas, tendría material ejército de Estados Unidos, combatiendo en Europa. más que suficiente, naturalmente añadiendo el aporte de su Vuelto a Cuba, en años sucesivos fue simpatizante de la riqueza de sentimientos e imaginación, para escribir una fasRevolución y en la finca de Santa Rosa en cierto período se cinante novela. recogieron y protegieron armas para los combatientes de la Novela que tuviera como protagonistas una pudiente famiRevolución. El 17 de enero de 1960 hizo parte de la caravana lia palaceña de la primera mitad del siglo XX y sus destacadas que acompañó a Fidel en su primera visita de triunfador a amistades, las temporadas felices y las de la prueba, las de la Pinar del Río y, desgraciadamente, en el tramo de la carretera ilusión y las de la tragedia y desilusión de su existencia. central entre Entronque de Los Palacios y Entronque de San Y todo eso ambientado en las calles de nuestro pueblo y Diego, se produjo un accidente en el cual fue involucrado tam- en las extensas caballerías de pastos, manglares y montes de bién el jipe sobre el cual viajaba en compañía de cierto Pancho nuestro sur. Lamentablemente, estos últimos, en gran parte q desaparecidos. 86 Los Palacios... El señor Luis Fernández y su presa, a caballo, de regreso de una partida de caza. Finca Santa Rosa: esta vez la presa fue un jabalí. Reunión de amigos en el patio de la casa del señor Fernández en Los Palacios. Al centro, sentado, está el cocinero Marino Cruz; detrás de él: el Dr. Borfil. En primera fila: el 3º de izq. es el teniente Villa, de la policía de Los Palacios, el 5º es el Dr. Lucilo Díaz; el 6º es el Dr. F. dueño entonces de la finca El Pinal de la Catalina. En alto: 3º de Izq. es el anfitrión Luis Fernández; el 5º es Cesar Fernández (su hermano); el 8º es el Chuco Calderón; el 9º es Cesar Cajigal administrador del Central La Francia. Finca Santa Rosa: recogida del ganado para marcarlo. 250 años de historia... 87 Finca Santa Rosa: embarcadero y lancha de la familia Fernández a orillas del río Bacunagua. Pescados de la desembocadura del río Bacunagua. Comedor de la casa de vivienda de Luis Fernández en la finca Santa Rosa. Con él están personajes destacados como el Dr. Osnedo, dueño del homónimo hotel en La Habana, el Dr. Borfil etc. Finca Santa Rosa: recogida y tiro de la caña. Satisfechos de la presa, hombres y perros.Sobre todo el perrero: agachado a la derecha. 88 Los Palacios... Ultimo día de caza; se vuelve a Los Palacios: arriba el venado, abajo los perros. Luis Fernández padre e hijo (Luisito), satisfechos junto a dos venados recién cazados. 1 de Julio de 1950. Entrada de la Iglesia Católica de Los Palacios. Delante: Ofelia Brito Fernández acompañada por su padre Rafael Brito. Atrás: Celia Margarita Fernández acompañada por su padre Luis Fernández. Batida de caza en las sabanas de la finca Santa Rosa. 250 años de historia... 89 Finca santa Rosa: el gobernador de La Habana Rafael Guaz Inclan y su presa. A veces se compartió la presa con los humildes habitantes del cercano batey Santa Rosa. Delante del P. Cura Joaquín Valdés, se prometen recíprocamente amor y fidelidad de izquierda a derecha: Jorge Tomás Fernández Martínez y Ofelia Brito Fernández, Celia Margarita Fernández Martínez y Orlando J. Mijares. 90 Los Palacios... Una foto de años anteriores, del oficial Jorge Fernández que participó en la II Guerra Mundial en el ejército de EE.UU Celia Margarita Fernández con su marido y sus hijos cuando todavía vivían en La Habana. 250 años de historia... 91 CAPÍTULO XVII Crónica de las visitas pastorales que documentan el paso de obispos cubanos sobresalientes, por Los Palacios V arias veces, hablando de los curas que se sucedieron en Los Palacios, aludimos a las Santas Visitas Pastorales de los Obispo y después de los Vicarios capitulares o foráneos. Queremos reunir y resumir en este capítulo la crónica de las mismas, siempre interesante desde el punto de vista histórico aunque a veces un poco enojosa y repetitiva. Nos permiten sin embargo conocer quienes fueron los obispos que pasaron por nuestro pueblo, como se encontraba nuestra Iglesia, su ornamento, algo de la relación entre el pueblo y su pastor, algunas curiosas recomendaciones de carácter pastoral y burocrático etc, a lo largo de casi dos siglos. En nuestros días la visita del Obispo a su grey es mucho más frecuente. No fue fácil y nos costó un trabajo muy duro sacar a tiempo, antes que la polilla complete su obra destructiva, algo de la relación de las más antiguas visitas pastorales las cuales resultan entre las más interesantes y que vamos a brindarles ahora con gusto. Santa Pastoral Visita del 31-03-1794 Cuando el Obispo de Tricaly Francisco Cirilo de Barcelona efectuaba esta visita pastoral a Los Palacios, hacía poco que se había producido la división de Cuba en dos diócesis: San Cristóbal de La Habana y Santiago de Cuba. Precisamente eso pasó en 1789 debido al crecimiento de la población en la Isla y la importancia siempre mayor de la capital. “En el Partido de Jesús Nazareno de Los Palacios a treinta y uno de marzo de mil setecientos noventa y cuatro el Sr. Fr. Cirilo de Barcelona del Consejo de S.M. Dgmo.Obispo de Tricaly, Aus.ar de La Habana Visitador general de los cuatro lugares de esta diócesis y curatos rurales de ella G.S.S.L. El Obispo diocesano mismo habiendo visto los seis libros en que se comiencen separadamente las partidas de Bautismos, matrimonios y entierros, pertenecientes a la parroquial de Jesús Nazareno de este dicho Partido de Los Palacios, presentados por su cura Beneficiado Don Francisco Domínguez Feyfóo(¿) Dijo S.S.Y. que respecto a otros libros se hallan en todo conforme a las constituciones sinodales y al ritual romano, los havía y huvo por visitados y a nombre del Prelado Diocesano dio las gracias al citado Cura Rvo. Por el celo y cuidado que manifiesta en ello.” En lugares todavía aislados no eran infrecuentes matrimonios entre consanguíneos, estrechos parientes por lo que el Obispo encomendaba: “No sólo se expresen, en las partidas de Bautismo, los padres de los bautizados sino también sus abuelos paternos y maternos; que lo mismo se observe con los negros esclavos en nominar sus padres, si lo tuviesen conocidos, para evitar que se casen hermanos con hermanos...” Y para que conste esta determinación se saque testimonio de ese punto y se coloque en el cuaderno de visita... así lo mando y firmo de que doy fe: El Obispo Tricaly ante mi Juan Fernz. De Morejón secretario de visita.” Al control de los libros del incipiente archivo seguía el de la iglesia, sus ornamentos y sus objetos sagrados con respecto a los cuales se hace un poco más clara la caligrafía del antiguo escribano: “Verificada la visita de la Iglesia en los términos referidos se pasó al reconocimiento de los Altares, Ornamentos y vasos sagrados y de todo se formó inventario en la manera siguiente. Primeramente una Iglesia de horcones y tablas cobijada de guano y por dentro formada toda de tablas con dos conitos altos con su baranda a los lados de la puerta principal. Tiene dicha Iglesia veinte y tres varas de largo nuebe de ancho y tres varas y quarto de alto inclusa la sacristía en el largo yt. Un quarto pequeño de Bautisterio todo esto de tablas y pintado por dentro y con la pila bautismal de piedra... y la concha de plata para bautizar... yt. El Altar Mayor donde se haya colocada la Imagen de Jesús Nazareno de bulto como de vara y media de alto, con su vestido de terciopelo morado, en una urna hermosa con seis remates... y las insignias de la Pasión. El Sagrario y gradas todo tallado, dorado y pintado de azul; Crucifijo como de dos tercias ara forrada. Manteles... Yt. Cuatro altares más en el cuerpo de la Iglesia: 1)El uno de San José con su imagen de bulto y su niño vestido de seda, y el santo con su vara y su diadema de plata en su urna tayada pintada y dorada sus manteles ara forrada y crucifijo de bronce pequeño. 2)Otro de N.ta Señora de Dolores cuya imagen también como de una vara de alto vestida de seda y la espada 92 Los Palacios... en el pecho de palo, Manteles ara y crucifijo de bronce pequeño. 3)Otro de San Antonio Abad, pintada la imagen, y en un retablo pintado de azul con sus perfiles dorados, manteles Ara y crucifijo de bronce. 4)El otro altar de Ntra. Señora del Rosario con su vestido de tela... Ara y Crucifijo de bronce. Yt. Un púlpito de madera... pintado de azul con sus perfiles dorados. Yt dos escaños de cedro, un confesionario, y cuatro Arandelas labradas y doradas... Yt. Cuatro volantes en las puertas y ventanas de cedro talladas doradas y pintadas. Yt. Cuatro arbotantes en las cuatro esquinas de la Iglesia también tallados dorados y pintados. Yt. En la sacristía una Mesa de Vestuario con tres cajones o gavetas para guardar los ornamentos. Yt. Para el Agua Manil un sustentador de madera pintado de azul con sus perfiles dorados, y otro arbotante con los mismos términos para la toaya. Un Manifestador en el Altar mayor tallado pintado y dorado, y otro en la sacristía en iguales términos. Yt. Dos cálices con patena y cucharilla de plata dorada en el Sagrario.Yt. Una custodia de plata, un copón y un relicario. Yt. Dos pares de vinajeras de plata con sus platillos de idem. Yt. Tres ampollas de plata para los santo óleos Yt. Un Incensario con su naveta y cucharilla de plata, un Hisopo de ídem, y la caldereta de oja de lata ínutili. Yt. Un terno de damasco encarnado usado. Yt. Una casuya de tapisería vieja otra ídem negra otra morada de buen uso. Yt. Dos capas de coro una blanca y otra negra de medio uso... Yt. Dos albas indecentes con un armiño remendado..., y tres cíngulos de hilado viejos. Yt. Dos juegos de corporales y diez y siete purificadores de medio uso bien maltratados. Yt. Seis cornualtares de buen uso, una toaya de Sacristía. Yt. Cuatro manteles bien usados. Yt. Catorce candeleros de palo plateados. Yt. Dos faroles de tarco para cuando sale su Majestad inservibles... y una campana de quatro arrobas... Se concluyó esta diligencia que firmó S.S.Y. con el cura Beneficiado que se hizo cargo de ellos doy fe: El Obispo de Tricaly - Francisco Jacinto Domínguez Feyfóo Ante mí Juan Fernández de Morejón secretario de visita No hay ninguna anotación relativa a esta visita en el Libro n. 1 de “Entierros”. Santa Pastoral Visita del 6-1-1805 Merece destacar la importancia histórica del Obispo que realizaba esta visita a nuestra parroquia, el Obispo Espada, aunque no se alejaba mucho, en sus exhortaciones y prescripciones rubricisticas de las de su antecesor. El Obispo Espada dirigió la diócesis de La Habana que entonces incluía también esta parte más occidental de la Isla desde 1802 hasta 1832. Es decir en el período floreciente del Seminario de San Carlos. Apoyó las ideas y las iniciativas del P. Félix Varela. No se puede hablar de Félix Varela ni de la obra del Seminario de San Carlos sin evocar la figura ciertamente discutida pero no menos importante del segundo Obispo de la diócesis de San Cristóbal de La Habana. Un largo período episcopal de 30 años le permitió al obispo Espada dejar su impronta en la historia eclesiástica cubana. Puede decirse, sin lugar a dudas, que Espada “Hizo época”. Fue un genuino exponente de todo el movimiento europeo del siglo XVIII y un decidido partidario del costitucionalismo y contribuyó considerablemente al desarrollo cultural y científico de la sociedad cubana. A pesar de la posición filosófica más racionalista de Espada y la tomista de Varela, los dos se entendieron y colaboraron ejemplarmente. Espada fue entonces un hombre avanzado para su tiempo porque se había formado en el ambiente de la Europa convulsa del siglo XVIII. 23 Nos honra entonces que un hombre de tal nivel, más de 30 años antes que propio Cirilo Villaverde, recorriera a cuestas de caballo o de mulo las sendas polvorientas que lo llevaban como Pastor, a visitar el pequeño rebaño de nuestro pueblecito. Así empieza la crónica de su visita: “En el partido de Jesús Nazareno de Los Palacios a seis de Enero mil ochocientos y cinco, estando en santa visita general el Yl. Dn. Juan Josef Díaz de Espada y Landa, Obispo de esta diócesis, del Consejo de S.M. habiendo visto este libro primero de Bautismo de Blancos de la Iglesia parroquial desde el numero guarenta y uno donde cita el Auto Bautismal visita del año mil setecientos noventa y cuatro, dijo S.S.Y. que lo daba por visitado...” El Espada volvía a encomendar, para fomentar la diligencia del cura, y para garantizar la validez de los sacramentos sucesivos al Bautismo y evitar uniones incestuosas que: “Se continúe expresando la naturalidad (del bautizado), filiación legítima... nombrando sus padres que reconozcan por tales a sus hijos... también su vecindario y Abuelos paternos y Maternos... Bautismo, Matrimonio y entierro se firmen enseguida por el ministro...” Además prohibía a los curas: “Que alteren o varíen de cualquier modo alguna cosa sustancial de los asientos... Del mismo modo prohibió S.S.Y., se celebre en altares portátiles o levantados al efecto por cualquier cura u otro sacerdote aunque sea para dar la Eucaristía a los fieles para el cumplimiento Pascual.” Eran tiempos en que el respeto y amor al gran don de la Eucaristía tenían que ser comprobados por el sacrificio. Por eso el Obispo Espada concluía permitiendo a los curas llevar la comunión a los enfermos en su domicilio pero prohibía “ S.S.Y que los curas Párrocos vayan a las Haciendas a administrar los sacramentos a las personas que gozan de salud.” No hay ninguna anotación relativa a esta visita en el 1º libro de “Entierros” Santa pastoral visita de 16-04-1816. El obispo Espada tiraba las orejas... Escribe Rolando Gotera en su libro “Recordando a Los Palacios” con respecto a nuestra Iglesia de inicios del siglo XIX: “En 1816 era tan ruinoso su estado que, en ocasión de efectuar su visita pastoral el Obispo Espada y Landa solicitó de la piedad de los fieles la reconstrucción del templo, iniciándose poco después las obras de uno nuevo que no quedó terminado hasta 1827.” 11 Siempre según Gotera, fue este el templo que admiró Cirilo Villaverde así describiéndolo: “Consta de dos grandes y es- 250 años de historia... beltas torres, de estilo clásico-barroco, de belleza inefable y conceptuada así en toda la Vuelta Abajo. Además de otros, tiene dos grandes altares dedicado uno a la Cruz de mayo y el otro a Jesús Nazareno. Es verdadero arte de alfarería y ebanistería, incrustados de oro y maderas finas: obra de un celebre arquitecto francés, contatado al efecto por los fundadores.” O. Gotera añade que, según Villaverde, esta Iglesia fue destruida por un terrible huracán en los primeros días de octubre de 1888. No es posible averiguar si estas últimas noticias estén confirmadas por el informe de esta Visita Pastoral en los libros de Bautismos porque la crónica de esta visita resulta casi completamente borrada: ¿piadosa obra del tiempo hacia el pobre Cura de entonces que no figuraba como muy diligente en el aseo de los libros, o sofisticada alquimia del propio Cura para no dejar a la posteridad un mal recuerdo de sí mismo? Dicha alquimia, de toda forma, si la aplicó, la aplicó sólo en el libro de Bautismos mientras que en el libro de los “Entierros” el informe resulta en claros caracteres. De hecho, en dicha ocasión el Obispo Espada, encontró en muy mal estado no sólo la iglesia de entonces sino también con muchos errores los asientos apuntados por el P. Manuel J. Rodríguez y Tamariz que había trabajado en nuestra parroquia por casi 20 años. Eso llevó al Obispo al punto de amenazar al pobre Cura con “un castigo que lo haga entrar en el cumplimiento de sus deberes porque su abandono está bien demostrado como la culpa que le acompaña; en los últimos asientos del folio 20 y 21 que están sin acabar desde hace diez años, así como el segundo desde hace 2 y 3 sin expresar aun a quien corresponde y por lo mismo aplicarle a cualquiera persona ; en el primero n. 26 en que hace 7 años que dejó en blanco el nombre del padre del bautizado, así como el segundo del 30...” Después de haber notificado “otros fallos que bien documentan la poca fe que merecen sus asientos”, el Obispo establecía que: “por estos defectos se tomaran otras providencias penales y coactivas para hacerle cumplir puntualmente con lo mandado y que dentro de un mes (el Cura) dé cuenta de lo que haya cumplido para lo igual si fuera necesario en la Habana. Se le concede licencia por ocho días... y que por última vez (sea) advertido el Cura que será castigado si volverá a comportarse así en asentar Bautismos, Entierros etc.” Obispo Espada. Santa pastoral visita de 24-03-1848 Pasaron 32 años antes que otro obispo llegara de visita a nuestro pueblo y fue el Obispo Fleix y Solans. También la diócesis de la Habana, como la de Santiago durante el período del “Carlismo”, desde la muerte del Obispo Espada (1832) hasta 1846, por 14 años, quedó administrada por un vicario. Finalmente a Espada y Landa le sucedía en 1846, el Obispo Fleix y Solans. Bastante clara y muy detallada la crónica de la Santa Visita Pastoral que ejecutaba dos años después a nuestra parroquia: “En el pueblo de Los Palacios a veinticuatro días del mes de marzo de mil ochocientos cuarenta y ocho años, el Exmo. e Ilimo Sr. D. Francisco Fleix y Solans, Obispo de la 93 Habana, Prelado gran cruz de la Real orden Americana de Isabel la Católica..., Capellán de Honor y predicador de S.M., de su consejo, estando de Santa Visita general de la diócesis, pasó a hacer la de esta Iglesia parroquial, habiendo sido recibido por el cura párroco de la misma, con las preces y oraciones rituales, se dirigió al altar mayor, oró y bendijo a los fieles. S.E.I. visitó enseguida el sagrario, el bautisterio e hizo la procesión de animas; todo conforme al pontifical romano. Visitó también S.E.I. lo demás del templo y la sacristía, donde examinó los ornamentos y vasos sagrados, y dispuso que se envíen a la Mayordomía general de fábricas los efectos siguientes: dos vestidos viejos de la Virgen del Rosario; uno de la de Dolores, una Túnica de Jesús Nazareno, dos del Señor San José, otra pequeña del niño; Un guión, una Alba, tres palias, un suigulo, una cortina del sagrario, dos casullas completas; Una blanca y la otra encarnada; Dos paños de la credencia, los seigulos pequeños de los santos; tres vinajeras de cristal. Todos estos efectos separó S.E.I. del servicio del altar por inútiles. Mandó igualmente S.E.I. que dicha Mayordomía entregue al párroco dos casullas completas, una verde y otra morada, dos paños de credencia, un juego de vinajeras, tres albas de hilo, cuatro juegos de corporales, seis purificadores, seis cornualtares, dos capilla (‘) para el Bautisterio, cuatro amitos, una cucharita de plata para el cáliz (y un cuadro del Precursor, cuando las circunstancias lo permitan). También se les dará un juego de Sacras (¿) y se le cambiará un misal por otro nuevo. S.E.I. dispuso igualmente que la misma fábrica dé a esta Iglesia otra campana, en lugar de la que se entregó allí. Enseguida administró S.E.I. el Santo sacramento de la Confirmación a los fieles que se presentaron a recibirlo, mandando después al párroco presentar el Inventario de lo perteneciente a esta Iglesia, para unirlo al expediente de Santa Visita. Y que así lo proveyó S.E.I., y firmó con dicho cura párroco (Justo Falcón), doy fe: El Obispo Ante mí Adrián Marat. Mientras en las visitas antecedentes el Obispo parecía encontrar sólo al cura, con el Obispo Fleix y Solans la visita tiene su momento litúrgico y de contacto con los feligreses, sin embargo no falta también el habitual aspecto burocrático en el cual dicho Obispo se manifiesta no poco escrupuloso y exigente. Pues al ejecutar el control del aseo de los libros del archivo el cronista notaba que como de una parte veía “con satisfacción el buen orden con que el actual Cura Párroco tiene el archivo, y la ritualidad y limpieza con que da asiento a las partidas, no puede menos S.E.Y de ver con harto sentimiento las faltas y omisiones que se encuentran en los libros durante la época que fue párroco en esta Iglesia Dn. Juan Bautista González Carvajal que, olvidando o menospreciando lo presentado en la visita anterior, obró siempre en contra de las disposiciones que allí se dieron. Son infinitas las partidas que se encuentran con palabras testadas, enmendadas y entrerrenglonadas sin salvar... En los mismos libros se encuentran también multitud de asientos con omisiones no menos substanciales... En vista de todos estos antecedentes, S.E.Y. comisiona al Cura Párroco actual, para que adquiriendo los datos necesarios, de vecinos honrados que conozcan las familias de este pue- 94 Los Palacios... blo, llene todos los espacios que aparecen en blanco en los asientos señalados en esta acta, escribiendo en ellos los nombres y apellidos de los abuelos de los bautizados, fecha de su nacimiento... S:E.Y. encarga también a este cura párroco que firme todos los asientos que dejaron sin firmar sus antecesores, según se ha marcado obrar, poniéndole igualmente notas en que hará mención de este mandato. Y del cumplimiento de estas anteriores disposiciones... dará noticia a la Secretaría de Visita en el término de tres meses. Además, S.E.Y. dio las siguientes disposiciones: que no se administre el Santo Sacramento del bautizo a ninguna persona mayor de seis meses, sin licencia del Diocesano... Que cuando ocurriera bautizar algún expósito se apunte en la partida el sitio en que fue expuesto, la persona que se hiciese cargo de su lactancia y educación... Que se hagan siempre los asientos con todo aseo, esmero y escrupulosidad, como acostumbra el cura actual, con buena tinta y buena letra, sin tachar, enmendar ni entrerrenglonar palabras... S.E.Y encarga y manda también al mismo párroco que forme un inventario completo de todos los libros, protocolos de pliegos matrimoniales y demás papeles del archivo... Que este inventario, se conserve en el archivo y que, dentro del término de seis meses, remita una copia certificada del mismo inventario a la Secretaría de Santa Visita, para conocimiento de S.E.Y. Las disposiciones generales dadas en esta acta, manda S.E.Y se entiendan extensivas a todos los libros de este archivo... S.E.Y. mandó dejar copias formales de éste y de las demás actas de Santa Visita, para unirlas a Expediente. Y de que así lo proveyó y firmó S.E.Y. doy fe. El Obispo. El Obispo en esta ocasión examinaba también los libros de “Entierros de españoles” de la Iglesia de este pueblo desde la página 40 del libro primero donde está el auto de la visita anterior ( el que relataba la IIª visita del Obispo Espada de 1816), “en su consecuencia dijo que en estos asientos el párroco Carvajal manifestaba el mismo abandono que en los Bautismos. Están sin concluir las partidas de los números 246 del libro primero y la del 61 de este corriente etc... Respecto de las faltas anotadas aquí se les previene al párroco adoptar la posición que para faltas iguales se han puesto en el libro de Bautismo en auto con esta misma fecha... Todo el libro primero tiene las hojas cubiertas de un polvillo amarillo que va desvaneciendo poco a poco lo negro de la tinta, el párroco actual procurará limpiarlo del mejor modo posible y evitar su destrucción...” El Obispo Adrián Mirat Secretario de Visita. Santa Pastoral Visita de 12-02- 1864 Era la segunda visita del Obispo Fleix y Solans y, para no repetir cosas ya dichas, nos contentamos de escoger sólo algunos párrafos: “El día doce de febrero de mil ochocientos sesenta y cuatro, el Exmo. e Ilmo Sr. Don Francisco Fleix y Solans... pasó a este pueblo, previo aviso, con el objeto de hacer su segunda Santa Visita de la iglesia parroquial de ascenso de Jesús Nazareno de este pueblo; y habiendo sido recibido S.E.Ilmo por el cura párroco a la entrada del templo con las ceremonias de costumbre, se dirigió al altar Mayor, donde se cantaron las preces y oraciones rituales y dio su pastoral bendición a los concurrentes. Revestido después de los ornamentos pontificales, visitó el Sagrario, el Comulgatorio y el Bautisterio... Le explicó a los fieles la doctrina del Santo Sacramento de la Confirmación, cuyo sacramento administró también a un numeroso grupo de personas... Y por último, autoriza S.E.Y al cura actual para que haga encuadernar con la mayor solidez todos los libros de este Archivo que se encuentran hoy en mal estado, cubriendo el gasto de esta operación con fondos de la Mayordomía de Fábrica. Así lo proveyó y firmó S.E.Ilmo. de que doy fe El Obispo.” Santa Pastoral Visita del 22-12-1878 A causa de la quema de los libros de Bautismos de esta época, lo poco que se puede documentar de esta visita lo encontramos en los libros de “Entierros” y “Matrimonios”. Esta Visita se efectuaba el 22 de diciembre de parte del “Pro. Ldo. D. Sebastián P.M. Vicario Capitular Gobernador de este Obispado sede vacante.” En efecto aquel que va desde 1873 hasta 1880 fue un período antes bien borrascoso para el obispado de La Habana. En 1873 el Obispo Fray Jacinto María Martínez y Sáez había sido expulsado de Cuba por su protesta contra los fusilamientos sumarios y detenciones a granel de los sospechados revolucionarios. Mons. Apolinar Serrano Díaz, que tomaba posesión de la diócesis Habanera el 21 de noviembre de 1815 se moría de fiebre amarilla menos de un año después: el 18 de junio de 1876. Hubo que esperar hasta 1880 para que La Habana tuviera otro Obispo en la persona de Ramón Fernández de Piérola y Luzuriaga. Durante los intervalos la diócesis fue gobernada por Vicarios Episcopales. Santa Pastoral Visita del 20-02-1884 Autor de esta visita pastoral era el Obispo Ramón Fernández de Piérola y López de Luzuriaga quien fue Obispo de la Habana desde 1880 hasta 1887. Después, por su preferencia política de comprensión hacia las reivindicaciones de los independentistas, el real Patronato estimó conveniente alejarlo de esta diócesis y trasladarlo a la diócesis española de Ávila donde escribió una carta pastoral a la diócesis habanera que contiene alusiones interesantes acerca de su estado religioso. Lamentaba el “descuido, por no decir abandono espiritual” en que encontró gran parte de la población: “Veíamos en la generalidad de las gentes un fondo sano, sencillo, respetuoso” Lamentaba la “Ignorancia en que familias, pueblos y comarcas enteras, especialmente de los que se encuentran a largas distancias de los grandes centros de población, se hallan de los misterios, de los dogmas cristianos y hasta de los rudimentos primarios y más esenciales de nuestra religión...” Pero vamos a brindarles buena parte de la crónica de su 250 años de historia... visita. “El día veinte de febrero de mil ochocientos ochenta y cuatro años, el Exlmo. E Ilmo. Señor Dr.Dn. Ramon Fernández de Piérola y López de Luzuriaga por la gracia de Dios y de la Santa Sede apostólica, Obispo de La Habana, Caballero de la gran Cruz de la real Orden Americana de Isabel la Católica del Consejo de S.M., se trasladó previo aviso de la parroquia de ingreso de San Diego de Los Baños a esta de ascenso de Jesús Nazareno de Los Palacios, con el objeto de girar en ella su Santa y Pastoral Visita y siendo recibido según costumbre en la puerta del templo por el cura párroco se dirigió procesionalmente al altar mayor, donde después de cantar las preces y oraciones que prescribe el Pontifical Romano, S.E.Y. dio la bendición al pueblo.” Siguió el habitual control de la iglesia, sus ornamentos y objetos que el Obispo concluyó “quedando altamente complacido del buen estado, orden, aseo y limpieza en que todo lo encontró y del celo que despliega el actual Cura Párroco, en todo aquello que contribuye al engrandecimiento y mayor esplendor en la casa de Dios... S.E.Y examinó también los libros, y se vio con satisfacción que las partidas están bien redactadas y extendidas con ritualidad. S.E.Y dio por visitados estos libros. Así lo proveyó, mandó y firmó S.E.Y de que doy fe. Ramon Obispo de La Habana.” Dos días después ( eso es signo de que el Obispo demoraba algunos días en la parroquia en ocasión de la Santa Visita Pastoral), el 22 de Febrero, el Obispo Ramón F. De Piérola “estando en Santa Visita examinó este libro tercero y corriente de defunciones de personas blancas de esta parroquia desde el folio ciento diez en donde se encuentra el auto anterior de Santa Visita, fecha veintidós de Diciembre de 1878 y encontrando los partidos bien redactados y extendidos con limpieza, claridad y ritualidad...” Ramón Obispo de La Habana P. Manuel J.Dobal Cura Párroco. Santa Pastoral Visita del 21-05-1888 Mons. Ramón Fernández de Piérola fue trasladado a la diócesis de Avila en España en 1887. Su sucesor la guía de la diócesis habanera, desde el 6 de enero de 1888 hasta 1893, fue Mons. Manuel Santander y Frutos quien dejaba vacante la Diócesis al ser designado senador del reino. Estábamos en vísperas de la guerra de independencia y la diócesis se habría quedado vacante hasta el final de la misma. Sin embargo el 21 de Mayo de 1888 visitaba nuestra parroquia el Cura párroco y vicario foráneo de Pinar del Río Pbro. Br. Manuel Rodríguez y García Salas. De esta Visita les ofrecemos sobre todo la parte que alude a la participación del pueblo y autoridades: “El día veinte de Mayo de mil ochocientos ochenta y ocho años el Sr. Pbro. Br. D. Manuel Rodríguez y García Salas Bdo Por S.M. de la Iglesia parroquial de ingreso de san Nicolás de Bari, interino por el Elmo e Ilmo. Sr. Obispo diocesano del termino de san Rosendo de Pinar del Río, Vicario foráneo y distrito de Idem... se trasladó previo aviso de la parroquia de ascenso de Consolación del Sur a esta parroquia de ascenso Jesús Nazareno de Los Palacios con objeto de girar en ella la Santa Visita. 95 Y habiendo sido recibido, según costumbre en la puerta del templo por el cura párroco, los servidores de la Iglesia, con el Mayordomo de Fábrica y los dos señores Alcaldes Municipales de los términos de Los Palacios y Paso Real de San Diego correspondiente a esta parroquia con comisiones de sus respectivos ayuntamientos, los Srs. Jueces Municipales también de ambos términos y demás autoridades civiles y militares y una multitud considerable de feligreses se dirigió S.S. al altar Mayor... Quedó S.S. muy complacido del buen orden, aseo y limpieza en que todo lo encontró, y del celo notable que despliega el actual cura párroco en todo aquello que contribuye al engrandecimiento y mayor esplendor de la Casa de Dios. Después, y desde el altar mayor se dirigió a los concurrentes en un discurso breve y sencillo manifestando la misión que venía a cumplir, dándole las gracias en nombre del Ilmo. Obispo Diocesano por el gran número de personas de las más notables de los términos municipales de esta parroquia y otras pertenecientes a todas clases sociales, quienes deferentes y benévolas habían salido a recibir a S.S. Y con esto se dio por terminado el acto... Así lo proveyó mandó y firmó S.S. de que doy fe Manuel Rodríguez.” El Vicario Foráneo Mons. Rodríguez examinaba también el libro tercero de defunciones encontrando de parte del P. Manuel J. Dobal “las partidas bien redactadas, extendidas con ritualidad...” Santa Pastoral Visita del 13-03-1890 Si, casi al inicio de su episcopado, el Obispo Santander y Frutos enviaba a este notable representante que era su Vicario foráneo Mons. Rodríguez a visitar a nuestro pueblo, él mismo pasaba por los Palacios de visita en marzo de 1890. De la crónica de su Visita, les brindamos aquella parte más interesante que nos parece consistir en las alusiones a los “Misioneros” que preparaban espiritualmente el pueblo al acontecimiento. Igualmente interesante nos parece también la alusión al paso del Obispo Santander hasta por el cementerio de entonces de nuestro pueblo: “El día trece de marzo de mil ochocientos noventa años el Ilmo. Y Emo. Sr. D. Manuel Santander y Frutos por la Gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica Obispo de La Habana teniente Vicario General Subdelegado Castrense del Ejercito y Armada de la misma... estando en Santa pastoral visita de su diócesis llegó a esta Iglesia Parroquial de ascenso de Jesús Nazareno de Los Palacios siendo recibido a la entrada por el Sr. Cura párroco y Misioneros y entonando la antífona se dirigió S.E.Y al altar Mayor... oró breves momentos, bendijo al pueblo y enseguida dirigió su elocuente y cariñosa palabra al numeroso concurso de fieles que con piadosa atención lo escucharon.” Siguió la visita y control de costumbre a la iglesia, sacristía y archivo al finalizar la cual. “S.E.Y. se quedó altamente satisfecho y complacido del estado, orden y aseo en que halló la iglesia y todo lo correspondiente a la misma alabando por ello el celo del Sr. Cura párroco actual (P. Manuel J. Dobal) que, con tanto gusto y entusiasmo procura el decoro de la Casa del Señor; por lo que S.E.Y. y Rmo. espera que 96 Los Palacios... seguirá como hasta aquí; a fin de que este citado templo se halle en lo sucesivo en el estado satisfactorio que hoy se encuentra. También ha visto y examinado S.E.Y. y Emo. el archivo parroquial quedando sumamente complacido del buen estado, orden y limpieza en que lo halló. Además ha visitado el cementerio S.E.Y. y Rmo. Y como todas las demás cosas halló dicho Campo Santo en buen estado de orden y aseo, quedando por lo tanto S.E.Y. y Rmo muy satisfecho y complacido... Así lo mandó proveyó y firmó S.E.Y. de que doy fe Manuel Santander Obispo de la Habana”. El día siguiente, 14 de marzo, el Obispo examinaba el registro de “Entierros” que encontraba en buen orden y aseo. Solicitaba al P. Cura a especificar si los difuntos habían recibido o no los sacramentos y en este último caso: el porqué no lo habían recibido, cosa que sucesivamente resultará puntualmente en las anotaciones relativas a las defunciones, signo y estímulo al mismo tiempo de la inquietud para la Salvación eterna de las almas. Santa Pastoral Visita del 14.05-1904 Como ya dijimos, el 20 de febrero de 1903 el Papa León XIII, con el breve “Actum preclarae”, creaba dos nuevas diócesis: Cienfuegos y Pinar del Río, respectivamente en la región central y occidental de la isla que acusaban más progreso e importancia. Primer Obispo de Pinar del Río fue Mons. Braulio Orué y Vivanco quien fue ordenado el 28 de octubre de 1903, tomó posesión de la diócesis el 18 de noviembre de aquel año. Era cubano de Cárdenas. Murió una semana antes de cumplir un año de su consagración, el 20 de octubre de 1904. A pesar de la corta duración de su ministerio episcopal, tuvo el tiempo de visitar nuestra parroquia. En la crónica de su visita que le vamos a brindar en buena parte, sobresale la mayor atención que la Visita Pastoral iba cogiendo hacia los problemas pastorales y de la formación cristiana mediante la predicación, las misiones y la catequesis. Esta crónica además nos informa que el animador de la construcción de la nueva y actual Iglesia, después del incendio de la precedente fue, el P. Pepe. “El día catorce de mayo de mil novecientos cuatro, el Ilmo. Y Rmo Sr. Licenciado D. Braulio Orué y Vivanco por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica Obispo de esta diócesis de Pinar del Río, llegó a esta parroquia de ascenso de Jesús Nazareno de Los Palacios a las tres de la tarde en el tren de pasajeros, siendo recibido en la Estación o Paradero por el cura interino D. José Fernández, por los misioneros quienes lo habían precedido para dar misiones y preparar convenientemente a los que habían de recibir el Sto. sacramento de la Confirmación. También esperaban a S.S. el Sr. Alcalde del pueblo y las educadas niñas de los colegios municipales y particulares. Al descender S.S. Ilmo. del tren una de las niñas le ofreció un ramillete de flores, dándole la bienvenida en nombre de todos los niños. Acto seguido, S.S. emprendió la marcha hacia el templo parroquial en medio de los fieles, que habían salido a espe- rarle y de los niños que entonaban cánticos religiosos y daban vivas a S.S. Ilmo. Antes de penetrar en el templo se revistió de los ornamentos pontificales y se dirigió procesionalmente a la Iglesia y después de cumplir las rúbricas que prescribe el pontifical, dio la bendición solemne anunciando el Sr. Secretario de visita las indulgencias. Hizo uso de la palabra dando las gracias a las autoridades, a la Colonia Española, a los Colegios de niños y niñas y a todo el pueblo, que habían dado muestras de fe y de cariño a su prelado saliendo a recibirlo a la Estación. Les habló con unción y celo pastoral del objeto de la visita, terminando con tierna exhortación a permanecer siempre firmes y constantes en la fe y Temor de Dios... Procedió a la visita y examen de la Iglesia... y de la inspección quedó satisfecho del celo del actual Cura interino por haber promovido suscripciones y peticiones para levantar un bonito templo de nueva planta y de sólida construcción encontrándolo aseado y limpio, animándole para que continúe desplegando celo y actividad para terminar la ornamentación del templo. Especialmente S.S. notó la deficiencia de Pila Bautismal, encargando, en consecuencia, al párroco interino que procure colocar dicha Pila lo más pronto que le sea posible... También previno S.S. que procure el Párroco dar cumplimiento a las disposiciones del Concilio de Trento respecto a la predicación parroquial y a la escuela dominical o Catequesis que, si bien ya está fundada, es de suma utilidad el fomentarla, como también fundar alguna congregación o asociación piadosa. Seguía recomendación de parte del Obispo de abrir un libro para anotar lo que se recaudaba por la iglesia mediante limosnas, suscripciones, legados, rentas, censos etc. y la recomendación de organizar cada año las Misiones. Y así lo decretaba, mandaba y firmaba: S.S. Ilmo. Y Rmo. +Braulio Obispo de Pinar del Río José Fernández Suarez. No resultan anotaciones relativas a esta Santa Visita en el libro de “Entierros” n. 4. Santa Pastoral Visita del 2-05-1908 A la muerte de Mons. Braulio la diócesis se quedó sede vacante por algún tiempo hasta que en 1907 fue nombrado su segundo Obispo en la persona de Mons. Manuel Ruiz Rodríguez, brillante sacerdote natural de Corralillo en las Villas. Dirigió nuestra diócesis hasta 1925 cuando fue promovido arzobispo de La Habana. Por su importancia y la curiosidad de ciertos detalles reportamos casi integralmente las crónicas de las 4 Visitas que realizaba a nuestra parroquia a lo largo de los 18 años de su ministerio episcopal en Pinar del Río. “El día dos de mayo de mil novecientos ocho el Sr. Ldo. D. Manuel Ruiz y Rodríguez por la gracia de Dios y de la Santa sede Apostólica Obispo de Pinar del Río estando en Santa Pastoral Visita de la Diócesis desde la parroquia de San Juan Y Martínez se dirigió a esta de ingreso de Jesús Nazareno de Los Palacios siendo recibido en la estación por el señor cura párroco, autoridades, colegios de niñas y personas principales de la localidad, siendo saludado por la Srta. Emma Cruz en representación del pueblo. Llegado que hubo S.S.Y. a la entrada del templo se revistió de los ornamentos pontificales y cantándose los res- 250 años de historia... ponsos de costumbre hizo la procesión de difuntos... No dirigió la palabra al concurso que se halló en el templo por encontrarse fatigado, prometiendo hacerlo el día siguiente como de hecho lo hizo.” Naturalmente realizó el control de costumbre de la Iglesia, Sacristía y Archivo encontrándolo todo en buen estado de orden aseo y limpieza. Además: “Dijo S.S.Y. al cura párroco que, a fin que se conservase el fruto de la Santa Visita Pastoral, no omitiese la enseñanza de la doctrina cristiana todos los domingos y días festivos, excitando la asistencia de los niños por medio de regalos, estampas, medallas y libros piadosos... dio por terminado este acto y de que así lo previno, ordenó y firmó doy fe. Manuel Obispo de Pinar del Río El párroco José Fernández.” Santa Pastoral Visita del 13-02-1914 “El día trece de febrero de mil novecientos catorce el Ilustrísimo y reverendísimo Señor licenciado Manuel Ruiz y Rodríguez por la Gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica Obispo de Pinar del Río estando de santa pastoral visita de la diócesis, desde la parroquia de san Cristóbal se dirigió a esta de ascenso de Jesús Nazareno del pueblo de Palacios. En el paradero del ferrocarril era esperado por el Sr. Cura Párroco Pro. José Fernández Suarez, por las autoridades locales, presidente de la Colonia Española, Asociación del Apostolado de la Oración, niñas y niños de los colegios municipales con sus profesores, personas principales del pueblo y un numeroso concurso de vecinos que acompañaron al Prelado hasta el lugar en que se había colocado el altar. Allí se revistió S.S.I. de las vestiduras episcopales y bajo palio se dirigió al templo. Después de haber cumplido a la puerta del mismo con lo que prescribe el Pontifical se entonó la antifona “Sacerdos” y dirigiéndose S.S.I. al altar mayor, se arrodilló en el plano del mismo y oró por breves momentos, dando acto seguido la bendición al pueblo. Se retiró al lado del Evangelio y desde allí dirigió una breve y elocuentísima plática al numeroso concurso que llenaba las naves del templo, explicando con claridad el Objeto de la Santa Pastoral Visita... Al finalizar el control de costumbre a Iglesia, Sacristía y Archivo, el Obispo “se quedó sumamente complacido del perfecto aseo, orden y buen estado de conservación en que lo encontró todo felicitando al Sr. Cura párroco por su celo y exhortándole a que continúe desplegando cada día mayor celo por la Salvación de sus feligreses, cuidando de una manera especial que la asistencia a la Catequesis sea la más numerosa posible, para lo cual conviene estimular la asistencia de los niños por medio de premios y regalos de estampas y objetos piadosos. Declaró S.S.I. Altar privilegiado “durante munere suo” al altar mayor de esta parroquia, en virtud de las facultades que le han sido concedidas por la Santa Sede. Mandó S.S.I. que se abra un libro en el que se anoten las limosnas de los fieles y el empleo de las mismas, cuidando de que este sea conforme a la intención de los donantes, cuyo libro ha de ser objeto de visita al igual que los demás libros parroquiales... 97 Con esto dio S.S.I este auto y de que así lo previno ordenó y firmó, firmando también el Sr. Cura Párroco, doy fe. Palacios dieciocho de Febrero de mil novecientos catorce. Manuel Obispo de Pinar del Río. El Párroco José Fernández. Ante mi Gerardo Ortega secretario de visita. Santa Pastoral Visita del 4-03-1919 “El día cuatro de marzo de mil novecientos diecinueve el Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Licenciado Manuel Ruiz y Rodríguez por la gracia de Dios..., estando en Santa Pastoral Visita de la Diócesis, desde la parroquia de San Cristóbal se dirigió a esta de ascenso de Jesús Nazareno del pueblo de Los Palacios. A la puerta del templo esperaban a S.S.I. el señor Cura párroco (P. Pepe) revestido de capa pluvial, el Rdo. P. Misionero Pbro. Saturnino Ibarguren S.J. Una niña le dio la bienvenida y saludo en nombre de todo el pueblo. Enseguida se revistió S.S.I. con las vestiduras episcopales y, cumplido a la puerta de la Iglesia con lo que dispone el ceremonial, se entonó la antífona “Sacerdos” dirigiéndose al altar mayor. En el plano del mismo se arrodilló S.S.. y oró por breves instantes mientras el Señor Cura Párroco cantó los versículos y oración que dispone el ritual.” Siguió la plática del Obispo que fue escuchada “con religiosa atención por los asistentes.” Vino después el anuncio de las indulgencias, el examen de la iglesia y los objetos del culto. Encomendaba el Obispo al celoso P. Cura un especial cuidado para los niños y los enfermos. Después “mandó S.S.I. que todos los días y a la hora más cómoda para la asistencia de los fieles se rece el Santo Rosario... Declaró S.S.I al altar mayor “Altar privilegiado cotidiano perpetuo” y mandó que así se consigne en una tablilla que ha de colocarse en el mismo altar o a un lado pero en un lugar visible... En los días que S.S.I. permaneció en esta parroquia administró el Sacramento de la Confirmación y predicó todas las noches, siendo numerosísimo el concurso de fieles que acudían a oír su palabra. Con esto dio S.S.I. por terminado este auto y de que así lo previno, ordenó y firmó junto con el Cura Párroco doy fe... Manuel Obispo de Pinar del Río. El Párroco José Fernández. Santa Pastoral Visita del 20-02-1924 “El día 20 de febrero de mil novecientos veinticuatro el Excelentísimo y Reverendísimo Señor Licenciado Manuel Ruiz Rodríguez por la gracia de Dios... desde la parroquia de ascenso de San Cristóbal y Santa Cruz de Los Pinos, se trasladó a esta también de ascenso de Jesús Nazareno del pueblo de Los Palacios, acompañado del R.P. Jesús Rivera S.J. Misionero Diocesano. A cinco kilómetros del pueblo esperaban a S.E.R. el Sr. Cura Párroco de San Diego de los Baños Pro. Fulgencio 98 Los Palacios... Varela, las autoridades y una comisión de caballeros y señoritas que en automóviles acompañaron a S.E.R, hasta la puerta del templo donde se hallaba el señor Cura párroco vestido con capa blanca. Las asociaciones de la parroquia, niños y niñas del catecismo y gran concurso de fieles. A la llegada de S.E.R. la niña Rosalía Valverde le dirigió cariñoso saludo en nombre del pueblo dándole la bienvenida y deseándole grata permanencia en el mismo, enseguida S.E.R. se revistió de los ornamentos pontificales... Desde el altar dirigió S.E.R. una breve y elocuente plática al numeroso concurso de fieles que llenaba el templo explicando el objetivo de la visita pastoral y dándoles las gracias por el cariñoso recibimiento que le dispensaron.” El Obispo hizo el control de las sólitas cosas encontrándolo todo “en perfecto estado de custodia, aseo y conforme ordenan el derecho y rúbricas de la Iglesia por lo que felicitó al Señor Cura Párroco. Durante los días que S.E.R. permaneció en esta parroquia predicó todas las noches al gran concurso de fieles que acudía a oír sus enseñanzas. Administró el Sacramento de la Confirmación... Con esto dio S.E.R por terminada esta acta y de que lo previno, ordenó y firmó doy fe +Manuel Obispo de Pinar del Río El Cura Párroco José Fernández Ante mi Gerardo Ortega Secr. De Visita.” Santas Visitas Vicariales Por un período bastante largo se produjeron sucesivas vistas de parte del vicario foráneo, con una frecuencia más o menos anual, que tuvieron un carácter más exhaustivo y burocrático de control del aseo del templo y de los libros del Archivo. Autor de todas estas vistas fue el Ilmo. Mons. José María Reigada y Antigua quien después de haber sido Cura párroco de San Diego de Los Baños antes y durante el período de la guerra de independencia fue por largo tiempo cura párroco de Consolación del Sur. De estas nos limitamos recordar las fechas. 13 de Enero de 1920 23 de Enero de 1930 15 de Febrero de 1921 20 de Enero de 1931 23 de febrero de 1922 25 de Enero de 1932 13 de febrero de 1923 14 de Febrero de 1933 17 de Enero de 1924 4 de Marzo de 1935 5 de Marzo de 1925 15 de Febrero de 1938 19 de Enero de 1927 20 de Febrero de 1939 16 de Enero de 1929 Santa Pastoral Visita del 28-06-1965 “El día 28 de junio de mil novecientos sesenta y cinco, el Exmo. y Remo. Sr. Manuel Rodríguez Rozas, por la Gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, Obispo de Pinar del Río, estando en Santa Pastoral Visita, y asistido como secretario por el Rdo. P. Rafael Lara Camacho pasó a revisar el Sagrario, Pila Bautismal, Bautisterio, paños del altar y demás mobiliario; así mismo, los vasos sagrados, ornamentos y otros objetos propios del culto. También inspeccionó S.E.R. la casa parroquial, encontrándola limpia y bien cuidada. Revisados los libros del Archivo parroquial desde la última visita pastoral, encontró anotados los asientos y en buen estado de conservación. En cuanto al culto se celebra todos los domingos y algunos días entre semana la Santa Misa, no siendo posible todos los días ya que el Rdo. P. Julio Morejón además de atender a San Diego de Los Baños tiene otros barrios que atender espiritualmente, sin embargo tiene catecismo de un modo regular. Así mismo tiene distintas prácticas piadosas establecidas como la Asociación de La Milagrosa, el Triduo Solemne al Patrono, el Mes de Mayo y el mes de Noviembre... La Acción Católica actualmente no funciona, por causas ajenas al Sr. Cura párroco... Se observan las nuevas formas litúrgicas. Por todo lo consignado, el Exmo. y Rvmo. Sr. Obispo felicita al Sr. Cura Párroco. Encargado de esta parroquia de Los Palacios y lo alienta a que continúe sus labores apostólicas con el mismo fervor que hasta ahora lo ha venido haciendo, mereciendo por ello el afecto de todos sus feligreses... Con esto dio su Excia. Rema. Por terminada la santa Visita Pastoral cerrándose la presente acta en Los Palacios fecha ut supra, y de todo lo cual yo, como secretario, doy fe +Mons. Manuel Rodríguez Rozas Obispo Diocesano” Santa Pastoral Visita del 26-11-1974 “El día veintiséis de Noviembre de mil novecientos setenta y cuatro, El Exmo. y Revmo. Mons. Manuel Rodríguez Rozas, por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, Obispo de Pinar del Río, estando en Santa Visita Pastoral asistido por el Rdo. P. Jaime Manich Franch. S.P. como secretario, visitó la Iglesia parroquial de Los Palacios y en ella observó que todo está decoroso y con el debido orden... El Sr. Obispo revisó los libros del Archivo parroquial desde la última visita efectuada el 28 de junio de 1965... y observó que las partidas están inscriptas con claridad, orden y limpieza... En la mañana de este día el Sr. Obispo visitó además, con el Sr. Párroco y este secretario, varias familias de la comunidad de Los Palacios, quedando satisfecho por el espíritu de entrega que se nota en todos aquellos más comprometidos con la Iglesia. En horas de la tarde, el Sr.Obispo se trasladó, acompañado también del Sr. Párroco y el secretario, al pueblo de Paso Real de San Diego, capilla auxiliar de esta parroquia en dicho Barrio; después de una breve visita al templo, que se conserva en muy buenas condiciones, visitó también a varias familias, miembros de la Comunidad de esa Iglesia. Todas las familias mostraron satisfacción de poder saludar en su casa al Sr. Obispo y éste comprobó el aprecio que los fieles tienen hacia su párroco y el interés que tienen en mantener viva la pequeña comunidad del poblado. En horas de la noche, y de nuevo en Los Palacios, se tuvo una celebración Eucarística cocelebrada que presidió el Sr. Obispo y acompañado del Sr. Párroco y el secretario que suscribe. Un buen grupo de fieles asistía la celebración y a ellos dirigió la palabra el Sr. Obispo. Después de la misa los fieles compartieron familiarmente con el Prelado. En esta Parroquia de Los Palacios se tiene la celebración Eucarística diariamente excepto los miércoles que se destina a formación; La Misa dominical es a las 9 a.m. Todos los Sábados en horas de la noche hay misa en Paso 250 años de historia... Real. También es atendida la Capilla central Sierra Maestra el 2º viernes de cada mes. El domingo por la mañana hay catequesis con 3 catequistas y de 15 a 20 niños. Se asiste a los enfermos con comunión quincenal y siempre que lo solicite el familiar. Para el bautizo hay un domingo de preparación prebautismal y otro para realizar el rito Sacramental. La parroquia tiene un consejo parroquial con diez miembros que se distribuyen el trabajo en equipos de Apostolado Seglar, administración y Archivo, Enfermos, catequesis y liturgia. El Sr. Obispo, antes de cerrar la presente acta, quiere hacer constar la satisfacción que ha sentido en esta visita a 99 la parroquia de Los Palacios, por el entusiasmo que ha encontrado en su joven párroco, y por su celo pastoral, y por la unión que ha encontrado entre los miembros de la comunidad y de esta con su pastor. Exhorta al actual Párroco que siga animado del fervor actual para bien de las almas que se le han confiado. Y para que así conste, doy fe de cuanto se dice en esta acta y lo firmo fecha ut supra. Manuel Rodríguez Rozas Obispo Diocesano. P. Jaime Manich Secretario.” (Los datos relativos a los Obispos cubanos han sido sacados de los documentos bibliográficos 7,23,26) q 100 Los Palacios... CAPÍTULO XVIII Acontecimientos que caracterizaron los años 40-60, y figuras de sacerdotes que trabajaron en la parroquia en este período E ste período empezaba con la aprobación en 1940 de la Nueva Constitución socialmente progresista y que consagraba los reclamos sociales de la nueva clase media, y de amplios sectores de la sociedad. “Antes de su promulgación Mons. Arteaga entregaba al presidente de la Constituyente una colección de documentos sociales de la Iglesia para que iluminaran los trabajos de redacción de la Nueva Constitución. Se restableció el orden constitucional y durante tres períodos presidenciales hubo gobiernos elegidos por el pueblo. La situación de relativa normalidad política en el país se mantuvo hasta que el orden institucional fue roto por el golpe de estado del 10 de marzo de 1952, encabezado por Fulgencio Batista quien se instaló en el poder y se mantuvo en él mediante una sangrienta represión que había de precipitar una cadena de acontecimientos históricos cuyo alcance nadie hubiera podido vislumbrar en aquellos momentos.” 26 En Los Palacios en aquel período se sucedían los siguientes Curas. P. CLAUDIO OJEA (7-12-1940; 1-06-1946) Firmaba su primer bautizo como vicario cooperador del P. Morejón en Los Palacios, sólo diez días después quedaba promovido a cura párroco del mismo. Asombroso el número de los bautizos celebrados en nuestro pueblo en 1942: 1101. Superaba así, ampliamente, el récord, para un año, del P. Pepe al cual aludimos anteriormente. Conspicuo sin embrago, el número de los bautizos también de los años siguientes: 800 en 1943 y 1030 en 1943. Firmaba su último bautizo el diez de junio de 1946. En cinco años y medio que se quedó en Los Palacios, celebró 4909 bautizos. Si eso es lo que podemos deducir de la fría consultación de los libros de nuestro archivo, más detalles acerca de la figura muy popular y de la obra del padre Claudio podemos conocerlos gracias al contacto que tuvimos con él antes de su reciente fallecimiento, gracias al vivo recuerdo que dejó en muchos testigos, imposibles de entrevistar a todos, gracias, en fin, a lo que sobre él se escribió. Con respecto a Los Palacios, a pesar del período relativamente breve que transcurrió en nuestro pueblo, dejó en él un imborrable y simpático recuerdo y siempre quedó el bienvenido en sus frecuentes visitas hasta algún mes antes de su muerte llegada al final de una larga y fecunda vida sacerdotal que lo llevaba al umbral de los 90 años de edad. Nuestra iglesia en los años 40 cuando todavía eran pequeñas las Palmas Reales sembradas a su lado por el P. Ojea. También los que se alejaron de la Iglesia por un conjunto de motivos, y que presenciaron la temporada de su juventud sacerdotal en Los Palacios, lo recuerdan con afecto y cariño. Quizás el motivo profundo de todo eso sobresalga de estos testimonios espontáneos de personas que pudimos entrevistar pocos meses antes de la muerte del P. Ojea. Emilia Moreno Martínez, nacida el 22 de marzo de 1930, hija de Cecilia que nos entregó un lindo testimonio del Padre Pepe, así nos habla del Padre Claudio: “Lo recuerdo de los tiempos que iba al catecismo. Creó al frente de la Iglesia la casa de Catecismo no sé si adquiriendo o recibiendo en donación una casa muy grande. Allí realizó como una carpintería con todas sus herramientas y maquinarias para enseñar a los varones de doce años por arriba a trabajar de carpinteros. Al mismo tiempo creó para las muchachas del Catecismo una academia de costura y bordado. Maestra y animadora de estas muchachas era Finita Maz. En cuanto al número de varones que recibían clase de carpintería era de 20 y pico mientras que el de las muchachas que recibían clase de bordado y costura era de treinta y más. Organizó también alrededor de la parroquia actividades deportivas como equipos de pelota de jóvenes. Desde al punto de vista pastoral, recuerdo sobre todo su esfuerzo en empezar a preparar las parejas a celebrar religiosamente 250 años de historia... su matrimonio. Tal compromiso se dirigió también a parejas ya casadas pero no por la Iglesia. Recuerdo cuan lindas y conmovedoras eran las celebraciones hasta de 10-15 parejas unidas y debidamente preparadas en parte por él, en parte por las catequistas: las hermanas Valverde: Ofelia, Hortensia, Chaly y Sara o la misma Finita Maz. Con él, el catecismo cogió fuerza mayor. Pronto el P. Ojea se hizo muy popular y estaba siempre presente a los acontecimientos dolorosos y alegres del pueblo. Somos muchos, por ejemplo, en recordarlo presente y activo sobre el techo de una casa vecina a la tienda “El Encanto” que cogió candela. Y no oía quien de la calle le invitaba a quitarse la tonaca por ser peligrosa al acercarse las llamas e invitaba a una mujer que llevaba suplicante a una imagen de la Virgen a dejar a la imagen en su lugar y traer cubos de agua(Como reza un refrán de mi tierra: Ayúdate a ti mismo para que el Cielo también te ayude). Él organizaba comitivas de muchachos que salían a misionar, animar, preparar celebraciones de bautismo y de otro tipo en el campo. Cuando lo trasladaron, la gente lo extrañó mucho pero Dios nos concede volver a verlo de vez en cuando y escuchar sus simpáticas cuartetas. Berta Ramírez Roie, nacida el 7-02-1918. Ya disfrutamos de su testimonio acerca del P. Pepe. Su rostro se ilumina con una sonrisa, como el de muchos, con sólo nombrar al P. Ojea y así nos relata: “¡Ah¡ Con el P. Ojea fue un banquete. Muy buena persona, muy cariñoso. Él hizo un periódico. En la repartición del cual trabajaba también mi hermana. Él era siempre alegre, dinámico. Realizó la carpintería frente a la Iglesia en un ambiente que por años se llamó también la “Catequesis”. Era una de las más antiguas construcciones del pueblo, remontaba al tiempo de la Colonia, quizás tratábase de un cuartel del ejército español.” Angel Pablo Gutiérrez Rodríguez, 67 años de edad, ex monaguillo del P. Claudio Ojea y ex combatiente de la Revolución nos cuenta: “Hacia 1940 esta Iglesia se encontraba bastante decaída y desatendida de parte de la población. A partir de 1941 comienza a realizarse un gran acercamiento de la Iglesia a las varias esferas sociales. También crece la participación a los preceptos de la Iglesia, especialmente la Misa. 101 Se daba la catequesis el sábado frente a la Iglesia. Cuando llegaba el mes de mayo, mes de las flores, todo el mundo venía cargado de flores para adornar la Iglesia. Se celebraba la fiesta del santo patrón, la procesión recorría la avenida central entonces rústica, de tierra y piedra. A cada feligrés le daban una vela. La procesión se hacía el último día de la fiesta, en la noche. Primera comunión, año 1942. El P: Ojea levantó mucho esta Iglesia. Era un hombre que guardaba un gran respeto hacia la población, servía, ayudaba a todo el pueblo. Adonde está la Colonia española vieja organizó una imprenta y una carpintería. Algunos jóvenes se hicieron impresores como por ejemplo José Ramírez, Caridad Noraña etc. Surgieron carpinteros como José Ferro y Placido T. etc. Creó equipos de Pelota y Voleibol. Él quería feliz y sana la niñez y la juventud En cuanto a la Iglesia, a pesar de la decadencia, gracias al gran ánimo del Padre y la ayuda de la esfera social, se hizo un gran progreso. El padre Claudio siempre estaba rodeado de niños, las mismas palmas que están al lado de la fachada de la Iglesia las sembró el P. Ojea con la ayuda de los niños en 1940. Yo fui monaguillo del P. Claudio. Lo ayudaba en los bautismos, la Misa. Cuando había una boda el pueblo se reunía en gran cantidad. Durante una de ellas, había un montón de niños congregados al frente para ver entrar la esposa. Uno de ellos: Enrique Troncoso, después mártir de la Revolución, estaba sentado encima del muro de la cerca de la Iglesia y tal vez empujado, sin mala intención, por algún amigo, se cayó hiriéndose gravemente con la punta de un barrote de la cerca que se le metió en la garganta. A socorrerlo y prestarle las primeras atenciones fue un medico del pueblo que participaba en la ceremonia. Alberto Suarez García, nacido el 16-07-1927, fue uno de los alumnos de la escuela de Carpintería del P. Claudio Ojea. Todavía, a pesar de su edad y problemas de salud, gestiona una pe1942: En la “Catequesis”, edificio delante de la Iglesia, Rosalía Valverde queña carpintería en la calle 24 cerca del parque dirige la palabra a alumnos y catequistas al concluirse el año de formación Betancourt donde tiene su casa. cristiana. (Album R. Valverde). 102 Los Palacios... También para Alberto es un placer recordar al P. Ojea: “El taller de carpintería el P. Claudio lo creó con sus recursos y lo abasteció de la maquinaria necesaria y esencial: un sinfín, un torno, una sierra circular, varios barrenadores, y todos los demás utensilios que normalmente se usan en una carpintería. En ella se producían y se vendían cepillos de lavar, morteros para machacar los sazones, copas y otros objetos varios. Había una pila de niños. El maestro se llamaba Luis. También el P. Claudio daba lecciones prácticas y, cuando podía, trabajaba él mismo dando prueba de habilidad en tantas cosas. Fueron 6 o 7 los muchachos que salieron de allí con todos los conocimientos y la práctica para ser buenos carpinteros. Entre ellos: yo mismo, Gelo, un negro que se llamaba Pedro pero “Sospechas” de apodo, y otros. Mientras que yo abrí un taller mío, los demás pasaron a trabajar en el taller del Chino Chacón donde se hacían muebles El Padre era siempre alegre y muy humanitario, muy caritativo. Si visitaba una casa y veía a un viejito sin colchón, volvía a su habitación y le llevaba el suyo. Pero al día siguiente a los muchachos les daba lástima y se lo compraban a él. Viajaba por el pueblo, con la velocidad de una flecha, sobre un viejo Ford, que había pertenecido a cierto Eladio Corchero, y que le llamaban “Tres patadas” porque había que darle propiamente tres patadas para hacerlo arrancar. Cuando visitaba la finca de mi familia, llamada S. Lorenzo y situada donde hoy están los cultivos varios hacia Paso Quemado, le encantaban las cuatro matas de Coco que había allí y, para tumbarlos, autorizado por mi padre, se trepaba hasta arriba con su sotana. Él era muy atento a la familia, preguntaba de cada una por nombre, cada casa era su casa.” Larga y fructífera vida, serena y cristiana muerte de P. Claudio Ojea Dios me concedió el tiempo y la gracia de conocer al P. Claudio Ojea en los últimos años de su vida y disfrutar de sus sabios consejos, su cariño, su capacidad de guardar y comunicar calma en medio de las mayores dificultades. En el primer año de mi trabajo pastoral en Cuba fui en cierto sentido su colaborador porque, además de preocuparme de las comunidades del territorio de Los Palacios, tuve que prestar mi servicio en Santa Cruz de Los Pinos, Taco Taco, López Peña, Chirigota y Mango Jobo directamente dependientes de la parroquia de San Cristóbal. Pronto el P. Claudio se transformó también en mi Confesor y Director espiritual de quien siempre recibí consejos equilibrados y esperanzadores. Hasta el final fue hombre y sacerdote de visiones amplias y buen humor. Dos días antes de su muerte fui a confesarme y entregarle una imagen que él mismo me había pedido en varias ocasiones, la de un sacerdote de mi ciudad de Verona recién canonizado por el Santo Padre: San Juan Calabria. El P. Claudio había oído hablar de él ya cuando cursó sus estudios teológicos en Roma a finales de los años 30. Tal vez en la figura y obra de este sacerdote se había inspirado en el afán de los años juveniles de su vida sacerdotal cuando se preocupaba de enseñarles a los muchachos no sólo a rezar, sino también a bien prepararse al ejercicio de variadas profesiones: carpintero, tipógrafo, sastre etc. o a bien predisponerse a ejercer en la sociedad el papel de guías, de maestros, administradores y responsables de la cosa pública. Dos días después, el 20 de octubre del 2000, hubo en San Cristóbal una reunión del Consejo Pastoral Permanente de la diócesis. Recuerdo que participé en buena parte de esa reunión sentado al lado del P. Ojea siempre atento e interesado en el camino de la Diócesis. Fue al terminar aquel encuentro que el Obispo mismo, Mons. Siro, lo acompañó hacia su casita en Chirigota donde se había retirado desde la llegada de los dos jóvenes sacerdotes colombianos que lo habían reemplazado a principios de 1998. Fue casi al empezar aquel breve viaje que improvisamente y serenamente el P. Claudio entregó su alma a Dios. El día siguiente a su funeral vino muchísima gente. Presencié de improviso escenas conmovedoras y expresivas del gran afecto que le guardaban sacerdotes, religiosas, profesionales y mucha gente sencilla y humilde del pueblo, sobre todo los numerosos beneficiados por su gran caridad. El Obispo en su homilía subrayó que “con el Padre Claudio se había ido un hombre fecundo y fiel, un sacerdote de Dios y de su pueblo.” En vísperas del trigésimo de su muerte el propio Obispo me encargó de preparar un folleto recordatorio para redactar el cual utilicé sobre todo un pequeño opúsculo publicado en 1988 cuando el P. Claudio cumplía 50 años de sacerdocio. Considero útil y provechoso espiritualmente reproducir aquí el contenido de aquel recordatorio aún porque le permite al lector conocer algo de lo que fue la vida, la obra y el testimonio del P. Ojea más allá de la breve, aunque intensa, temporada que transcurrió en nuestra parroquia. Recordando al Padre Ojea Años 40: el exterior de la casa de la “Catequesis” y niños esperando el inicio de las lecciones. (Album R. Valverde). “El Evangelio se hace más atractivo cuando es reflejado en la vida concreta del cristiano. Es lo que pasaba con el Padre Ojea, por muchos definido como “un cura a la medida de su pueblo”. Nacido el 3 de marzo de 1912 en El Mariel, Claudio se revela hijo entrañablemente cariñoso con su madre 250 años de historia... y de cordial delicadeza con el resto de la familia. Sin embargo, respondiendo a la llamada del Señor, deja la casa paterna para ingresar en el Seminario de san Carlos donde, apenas adolescente, comienza sus estudios eclesiásticos que culminan con la licenciatura en Derecho Canónico obtenida en Roma, adonde Claudio es enviado por el aprecio de su esclarecida inteligencia de parte de sus superiores. En Roma recibe también la ordenación sacerdotal el 16 de abril de 1938. Así sumarán 64 los años de su vida sacerdotal. Desde diciembre de 1940 hasta junio de 1946, en Los Palacios, vive su primera experiencia sacerdotal. La brillante carrera, sus estudios en Roma, lejos de colocarlo en un lugar superior, muy al contrario lo habilitan y lo abren a un servicio más cercano a las necesidades de su pueblo, sin actitudes de paternalismo. 103 jas”. Otro problema que enfrentó en San Luis fue aquel de la situación económica y social de los trabajadores y vegueros. Como ya decía el Obispo Mons. Evelio Díaz y muchas veces subrayó también nuestro actual Obispo Mons. Siro: P. Ojea fue pionero en muchas cosas que después trajera para toda la Iglesia el Concilio Vaticano II. Lo fue también en este juntar Evangelización y Promoción humana. Para defender los derechos y la seguridad de los trabajadores de la tierra de los abusos de los terratenientes y mercaderes organizó entonces cooperativas que unieron los esfuerzos y dieron mayor eficacia a la voz de los campesinos y obreros explotados, y le ganaron al P. Claudio de parte de ellos notable consideración y gratitud. En 1962 pasaba a ser cura por tan largo tiempo de la vasta parroquia de San Cristóbal continuando, en las nuevas condiciones, a ser hombre y sacerdote que a muchos ayudó, hasta el final, a tener fe en Dios, en los hombres, en el futuro. Pionero en muchas cosas, siempre volcado al futuro, hombre del pueblo, pescador de vara, constructor de botes, torcedor de tabacos, compositor de innumerables cuartetas, hombre jocoso y hospitalario. El P. Claudio ha sido, en medio de toda actividad, un hombre sobre todo de profunda oración y probada fidelidad a la Iglesia. Empezando por el Obispo Mons. Siro, muchos sacerdotes y religiosas, además de laicos, han encontrado en él a un apreciado padre espiritual. En fin, como serenamente vivió, serenamente murió y de la manera más 1943: Concurrencia a la catequesis. (Album Rosalía V.) bella en que pueda morir un sacerdote: en brazos de su Obispo y hermano. En Los Palacios fomentó la Catequesis, dio la vuelta por El descanso que lo esperaba después de la fatiga de una las comunidades del campo misionando y catequizando. intensa jornada de su larga vida se transformaba así en coFundó un taller de carpintería, emprendió también la ense- mienzo del descanso eterno y abrazo con Jesús Buen Pastor, ñanza de la tipografía a un grupo de muchachos y abrió una del cual fue reflejo tan lindo e inolvidable.” escuela de bordado para muchachas. Sus mismas manos sacerdotales que consagraban el Pan Eucarístico pasaban P. JOAQUIN VALDEZ PEREZ (16-06-1946; 15-10-1951) fácilmente, como para el Maestro de Nazaret, a empuñar el Las fechas indicadas arriba corresponden también a las serrucho, el martillo y otros instrumentos para enseñar va- de su primer y último bautizo celebrado en Los Palacios, rios oficios prácticos a los hijos del pueblo. donde en total celebró 2879 bautizos. Desde el 21 de octubre En junio de 1946, de Los Palacios se trasladaba a la parro- de 1950 hasta Marzo de 1951 le reemplazaba el padre Julio quia de San Luis, donde enfrentó otros problemas. Primero: Morejón celebrando en aquel período 250 bautizos. Dejaba el templo de San Luis, de bello estilo, se encontraba en malas buen recuerdo de su servicio pastoral en nuestra parroquia condiciones. El P. Claudio no sólo logró repararlo sino que del cual se conservó en parroquia una significativa docuconstruía también la casa parroquial y salones de reunión mentación fotográfica pero, al final del mismo, dejaba la vida para fomentar la vida comunitaria. En segundo lugar, dotó de sacerdotal para casarse. su pequeño templo a otros barrios rurales como la Coloma, Punta de Cartas, Barbacoa, Santa María, San José etc. P. NAVARRO LOZANO ( 24-03-1951; 12-04-1953) Pero no se quedó esperando en las iglesias de tablas o Se firmaba “párroco interino”. Durante su estancia en mampostería. Con su sotana blanca, abierta abajo, aquel que nuestra parroquia celebró 1442 bautizos. definieron “Cura de bote y moto”, con su tabaco criollo y su criollísimo humor y sencillez, franco, abierto, sin complejo y P. SALVADOR DIAZ MONTORO (23-04-1953; 10-07-960) con entusiasmo, recorrió vegas y casas de familia, dando Del 20 de septiembre de 1959 al 13 de diciembre del mismo testimonio en su estilo de misionar de que “las personas son año lo reemplazaba el P. Julio Morejón que celebraba en aquelo más importante y que muchas veces se hace mucho y se llos meses 67 bautizos. En total fueron 3850 los bautizos por quiere poco”, que “más vale hacer lazos que acumular made- él celebrados en los más de 7 años transcurridos en nuestra 104 Los Palacios... parroquia. No lograba transcribir, por razones aún desconocidas, los bautizos celebrados a partir del 21 de mayo de aquel mismo año y hasta la hora de su partida. Quedaron probablemente asentados en folletos y se encargó su sustituto temporal, el P. Clemente Lombó, de llevarlos a los libros del Archivo que así introducía aquellos asientos: “ Debidamente autorizado certifico que el presbítero Salvador D. Montoto...” P. CLEMENTE LOMBÓ: estuvo en nuestra parroquia desde 13 de julio de 1960 hasta 20 de agosto del mismo año como encargado provisorio bautizando en aquel período a 47 palaceños. Siempre como encargado provisorio, desde 20 de agosto de 1960 hasta 24 de mayo de 1961, le Años 40: El P. Claudio Ojea, último abajo a la derecha, con catequistas y sucedía el p. Julio Morejón que venía a prestar su alumnos de Los Palacios. (Album R. Valverde). servicio desde San Diego y que a lo largo de aquellos meses celebró 712 bautizos. q Años 40: P. Claudio Ojea con otro grupo de muchachas activas en la comunidad de Paso Real. Paseo premio para alumnos y alumnas destacadas en su provecho en la catequesis. Los Palacios años 40. (Album de R. Valverde). Años 40: Grupo de muchachas de la Acción Católica de Paso Real. 250 años de historia... 105 Paseo premio de alumnos destacados en la catequesis a través de una finca del territorio Palaceño. Años 40. (Album de R. Valverde). Catequistas de Los Palacios en los tiempos de P. Ojea. (Album de R. Valverde) Equipo de pelota organizado por el P. Claudio Ojea: año 1946. (Album R. Valverde). 1948: Catequistas palaceñas y al centro el P. Joaquín Valdés. 1949: Concurrencia a la Catequesis. 106 Los Palacios... 1950: Jóvenes católicos palaceños al comienzo de la “Catequesis”. 1950: Bello aspecto del Monumento al Santísimo Sacramento en nuestra Iglesia en el día del Jueves Santo. 1950: La guagua que llevó al paseo-premio a los alumnos que se destacaron en la catequesis en aquel año. Singular cita en la Iglesia de Los Palacios de un abuelo y sus 40 nietos. Foto de recuerdo de Primera Comunión. Los Palacios años 50. 250 años de historia... 107 1950: Una catequista, Sara Valverde, conduce a sus alumnos a un paseo a través de una finca palaceña. 1950: Grupo de la Primera Comunión. 20 de mayo 1950. Delante de nuestra Iglesia: el saludo de los veteranos en ocasión de la Misa de la Patria. 20 de mayo de 1950: Misa por la Patria, presentes veteranos, maestros y alumnos. 108 Los Palacios... 1952: Concurrencia a la catequesis: al centro es posible distinguir al P. Navarro que sucedió al P. Joaquín Valdés. 1952: en ocasión del Año Mariano, una imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre peregrina por toda Cuba. Al llegar a nuestro pueblo es acogida por una gran multitud, y el Alcalde Francisco Bugallo le entrega simbólicamente las llaves del pueblo palaceño. 250 años de historia... 109 CAPÍTULO XIX “La voz de la Parroquia”, casi el diario de un cura de la campiña pinareña D esde noviembre de 1954 hasta septiembre de 1959, por ciación como la del “Apostolado de la Oración” que, si en casi seis años, el P. Salvador Díaz Montoro publicó mensual- tiempo del P. Salvador cumplía sus 50 años de fundada, hamente un boletín de 4 fachadas con el título: “La voz de la bía sido fomentada por el P. Pepe. parroquia”.9 Uno de ellas hacía publicidad a tiendas, labora2) El 16 de julio, fiesta de la Virgen del Carmen, era fiesta torios, oficinas y otras entidades comerciales del pueblo, mariana animada por la asociación de “Las Camareras de La sirviendo así al autofinanciamiento del boletín mismo que se Virgen del Carmelo” imprimía en la local imprenta “El Esfuerzo”. 5) En el mismo mes de julio tenían lugar tradicionalmente Leyendo estas páginas a veces da la impresión de reco- también las “Solemnes Honras Funebres”de todos los fieles rrer el diario de las fatigas pastorales, sembradas de dificulta- difuntos del termino parroquial de los Palacios. Como en des y consuelos, de un Cura de la campiña pinareña en los ocasión de la fiesta patronal, también en esta circunstancia, años previos al triunfo de La Revolución. el P. Salvador invitaba a todos los sacerdotes de la vicaría. En el boletín el P. Salvador informaba puntualmente tam6) Casi al final de noviembre llegaba la Fiesta de la Virgen bién de los trabajos de arreglo de la iglesia y sus alrededores de la Medalla milagrosa que activaba la celosa asociación y reportaba nombres y cantidad de las ofrendas quizás irri- del “Ropero de La Milagrosa” comprometida en recoger vestando, a veces, la susceptibilidad de los que no podían o no tidos, jabones, dulces y cuantas otras cosas útiles y de requerían ofrecer. creo para los niños de la catequesis a fin de estimularlos a De todas formas él lo entregó todo al bien de la comuni- participar y ayudar a los mas necesitados de ellos. Ya en el dad y hojeando las páginas de su boletín nos damos cuenta capítulo de las Santas Pastorales Visitas recordamos como de cuántas cosas materiales por él realizadas entonces con había sido el propio Obispo Ruiz a solicitar en tal sentido. los pocos recursos de los palaceños, todavía estamos disSon frecuentes, en la exposición del pensamiento del P. frutando hoy. Salvador, palabras en molde expresivas de cierta importancia Nos limitamos a subrayar solo algunas como: el nuevo de las ideas que quería llamar a la atención y de la voluntad techo de la iglesia, la cerca del patio del frente y de atrás de la como de clavarlas en las conciencias. No faltan tampoco misma, las campanas de la espadaña: unas reparadas y una nueva, el “Vía Crucis” etc. De este boletín además conocemos cuales eran entonces las principales fiestas religiosas celebradas con más solemnidad en el pueblo. Y conocemos como con ellas se relacionaban ciertas asociaciones piadosas. Al respecto, siguiendo cierto orden cronológico, merece precisar que: 1) La primera fiesta durante el año era La fiesta Patronal del 3 de mayo con su novena o preparación espiritual, su Verbena Popular y la conclusiva gran procesión a lo largo de la avenida central del pueblo. 2) El 31 de mayo, conclusión del mes mariano, coincidía a menudo con la investidura de algunas muchachas que se involucraban en la asociación de “Las Hijas De María” muy comprometida en fomentar la devoción mariana. 1) La Fiesta del Sagrado Corazón de Je- 2 de mayo de 1954 Misa de Primera Comunión en Los Palacios celebrada por sús en junio era animada por otra activa aso- el P. Salvador. 110 Los Palacios... páginas que revelan cierta profunda espiritualidad, buena preparación teológica y a veces cierta vena poética. Pero el lector estará curioso de conocer algo de aquellas páginas. Les ofrecemos un resumen. Si tiene la paciencia de leerlo pensamos lo encontrará interesante y espiritualmente provechoso. La presente introducción nos permite evitar repeticiones de las crónicas de ciertos eventos cíclicos. En cuanto al resto, saltando algún mes por aquí y por allá, reportamos sólo lo que nos pareció más interesante. El P. Salvador y sus monaguillos en 1954. tenemos catequistas, son necesarias, esperamos que la Santísima Virgen mueva los corazones...” En fin, en el marco del Año Mariano y por el “deplorable estado en que estaba la capilla del simpático pueblo de Paso Real dedicado a la Inmaculada Concepción”, alentaba una colecta “de fondos para la sustitución o una reparación de fondo de la puerta principal, de los bancos, las ventanas, y para la pintura de las paredes.” Enero de 1955. Alertaba a las familias de Paso Real contra personas que de manera fraudulenta recogían limosnas para la capilla destinándolas en realidad a su propio bolsillo. Se complacía por el buen éxito de la fiesta de la Inmaculada en aquel pueblo el 8 de diciembre anterior. Volvía para toda la parroquia a auspiciar la disponibilidad de personas de buena voluntad a dar catecismo. “Bueno es dar el pan material, pero mejor es dar el “PAN DE LA DOCTRINA”, pan del alma; y mucho mejor es dar las dos cosas.” Febrero de 1955. En una página conmovedora insiste en su preocupación por la catequesis y porque surjan catequistas. “El día de los Reyes Magos, por la tarde, hicieron acto de presencia unos DOCIENTOS niños; a unos setenta se le pudo entregar un premio por su aplicación, comportamiento y constancia compuesto de juguetes y prenda de ropa. Cuando, luego de terminar el reparto, se introdujeron en la iglesia para el entretenimiento, la colmaron. Yo pensaba en aquel pasaje del Evangelio, cuando el bondadosísimo Jesús contemplaba, perdida su mirada allá en el horizonte, los inmensos campos de almas, y decía: “ La mies es mucha, y los operarios pocos”, y le pedía que enviara muchos operarios a este campo de Los Palacios; cuando menos, Señor, suscita vocaciones catequistas...” Abril de 1955. Brindaba el programa de la Semana santa lamentando que cierto número de palaceños se fuera a la playa en lugar de santificar los días de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Mayo de 1955. Publicaba el programa religioso de la Novena en preparación de la fiesta del Santo Patrón, daba la bienvenida a los palaceños que se habían dado cita para los festejos pero al mismo tiempo manifestaba su preocupación por lo superficial a que algunos reducían la fiesta misma: “Muchos se contentan con asistir a la procesión” Y exhortaba: “Empecemos con purificar nuestras almas, cumplir Noviembre de 1954. El P. Salvador recordaba una fecha importante y manifestaba un deseo: “Ya tiene nuestra parroquia muy cerquita de dos siglos de fundada, sin embargo no cuenta con su “JUNTA PARROQUIAL”. Ignoro si llegó a contar con ella en algún tiempo pasado, si fue así, no dejó rastro de su existencia. ¿Es que faltan elementos adecuados para constituirla? Creo que los hay, y muy buenos, y con la ayuda de Dios y de la Virgen María, confiamos en que no tardará en ser realidad en nuestra parroquia la fundación de ella.” En fin, en este primer número del boletín, aludía también a su preocupación en restaurar la Iglesia y llevar la catequesis al mayor número posible de niños: “Si ustedes supieran cuanto me duele ver a los niños corretear por las calles del pueblo y no tener lugar a propósito para reunirlos y darles el pan de la “DOCTRINA” y el pan que nutre el cuerpo...” Diciembre de 1954. El P. Salvador informaba entusiasta acerca de la buena acogida recibida por su propuesta de fundar la “JUNTA PARROQUIAL”. Anunciaba además el constituirse de un “COMITÉ PRO-RESTAURACIÓN DE LA IGLESIA Y FUNDACIÓN DE SU ESCUELA”. Presentaba la lista de los integrantes y de los primeros oferentes. Daba a conocer a los integrantes del “ROPERO DE LA MILAGROSA” y su actividad en fo- 8 de Agosto de 1954: la memorable peregrinación con la imagen de la Virgen que mentar la catequesis pero lamentaba: “No hizo etapa en Paso Quemado. 250 años de historia... con los mandamientos de la ley de Dios, haciendo acto de presencia a las celebraciones litúrgicas, Confesando y Comulgando...” Julio de 1955. Relataba la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús celebrada en el precedente mes de junio y los 50 años de fundada de la junta del “APOSTOLADO DE LA ORACIÓN”. La ocasión había traído a Los Palacios nada menos que “El R. P. Lombó S.J., dos Damas Catequistas y el director general para Cuba, Puerto Rico y Santo Domingo del Apostolado de la Oración. Además, de La Habana, vino un buen grupo de palaceños residentes allí. Y, ¡Qué conmoción ver llegar acompañada por sus hijas, Aurora y Ema, a Emilia Piñera Vda. De Cruz que de dicha asociación en Los Palacios había sido la fundadora 50 años antes...!” Agosto de 1955. Ofrecía una interesante crónica de una misión efectuada en el Barrio de Santa Mónica por los “Misioneros de la Caridad”. De la celebración final escribía: “Fue algo maravilloso; silencio absoluto, recogimiento profundo; obediencia a las disposiciones..., pandillas de mosquitos por todas partes pero todos aguantando de firme y en firme ¡Maravillosos! No encuentro palabras que me hagan describir con exactitud los sentimientos que se apoderan de las almas nuestras al contemplar a los rudos guajiros de Santa Mónica y aledaños acercarse a recibir a Jesucristo en la Eucaristía. Alrededor de 300 las comuniones. ¡Que santamente regocijada se sentía Nuestra Señora de la Caridad del Cobre al verse escoltada por aquellos hijos de tez dura y manos fuertes!” Septiembre de 1955. Juzgaba exitosa la misa en sufragio de todos los difuntos del término parroquial celebrada solemnemente en julio. Habían participado los curas de Candelaria, San Cristóbal, San Diego de Los Baños. Al querido P. Couse de Consolación le había tocado tener el sermón y se dirigía “no sólo a la concurrencia sino también a los que estaban deambulando por las calles, pues su voz salía, como saeta, por la bocina, que iba a dar, llevando sus claros conceptos, a las inteligencias llenas de confusión...” Octubre de 1955. En un artículo titulado “ Espectáculo bochornoso y lamentable” presentaba otra cara de Los Palacios. La de “los portales llenos de niños de nueve a quince años, en nutridos grupos, sentados, formando coro: en el centro una baraja a la que le prestan una atención obsesionante. Están sucios, desnutridos, no tienen formas educacionales las más elementales, pero tienen expresiones soeces y blasfemas; irrespetuosos con todo lo humano y divino...” Y deseaba: “que las personas nobles presten su ayuda para dotar el pueblo de Los Palacios de instrumentos idóneos para que sus habitantes- y con ellos el pueblo que formamos- se distingan por su honorabilidad y virtudes.” Noviembre y diciembre de 1955. Siempre con referencia a la situación escuálida de la niñez abandonada y sin instrucción por las calles, en ambos meses volvía a llamar la atención sobre la responsabilidad educativa de los padres: “¡Cuantas quejas no se recogen cada día de los labios de las madres! Que mis hijos no me corresponden..., ¿Qué?, Que no supiste infundirle el amor de Dios, que no supiste cumplir con la misión sublime que Dios te confió..., que por eso se prendió tu hija candela... ¿Cumple la madre que sólo se preocupa a tiempo y a destiempo que sus hijos vayan 111 bien acicalados, peripuestos, lindos de cuerpo y desnudos de alma?” Febrero de 1956. En el mes precedente se había felicitado por la Primera Comunión recibida el 10 de diciembre por 18 muchachos. En este mes, anunciando la próxima Cuaresma, decía: “Año tras año, hora tras hora y minuto tras minuto está pasando entre nosotros el caudal inagotable de la Gracia de Cristo. ¿Pero sabemos aprovecharlo?” Hablando también de la Festividad de la Presentación al templo de Jesús del 2 de febrero exclamaba: “Va la Virgen al Templo, lleva en sus dulces brazos su tierno infante para ofrecerlo a Dios... ¿Cuántas madres se ocupan de presentar a sus hijos al templo y ofrecerlo a Dios? ¡Madres, madres aprendan de la Madre de las Madres la manera de cumplir con su misión!” Después la imágen fue a Paso Real. Marzo de 1956. Informaba acerca de la campana: “¡Al fin! Después de casi tres años de silencio vuelve a oírse la voz de la Campana en nuestra parroquia. De tres campanas que puede soportar “La Espadaña” de la Iglesia Parroquial, no había una allá por el año 50 que pudiera emitir el sonido claro y bien timbrado, acusador de un buen estado de salud...” Recordaba también los momentos del día en que la campana habría tocado y su significado: - por la mañana temprano para invitar a la gente a saludar a la siempre Virgen María – Un poquito más tarde, pero siempre al comenzar del día, para invitar, sobre todo el domingo, al santo Sacrificio de la Misa – A las doce del día para volver a saludar la Virgen María y reunir a las familias alrededor de la mesa – En la tarde ante del anochecer para invitar al rezo del Rosario- Y finalmente a las 9 de la noche para invitar a elevar el alma a Dios 112 Los Palacios... y pedir el descanso eterno por los difuntos. Por eso se llamaba el “Toque de Almas”. Abril de 1956. Relataba como el día 18 de Marzo, Domingo de Pasión, él y una caravana de Los Palacios habían llevado a Fierro, a la habitación de Jorge Dancausse, una imagen de Cristo rey. Allí había animado una celebración a las 8 de la noche con la participación también de vecinos. Todos los integrantes de la familia Dancausse se habían consagrado al Corazón de Jesús. El resto del boletín era ocupado por una magistral reflexión sobre la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Mayo de 1956. Hacía un triple llamamiento en preparación a la fiesta de Santo Patrón: PRINCIPAL DEL AÑO. El corazón latirá con violencia al recuerdo de tantos recuerdos...” A TODOS: “No se le puede honrar a nuestro Santo Patrón cometiendo actos que son contrarios a la ley natural y a sus mandamientos; no podemos encontrar nuestra felicidad, ni eterna, ni temporal, en medio de esas francachelas que terminan en ORGIA.¡Que los días de la fiesta Patronal sean días de Gracias extraordinarias! Junio de 1956. En un largo artículo titulado “RECORDANDO” expresaba gratitud a Dios y a la población de Los Palacios por el buen éxito de la fiesta patronal del mes precedente y daba algunas interesantes noticias al respecto. Había predicado el triduo el P. Lorenzo Elosegui, superior de los Padres Paules de la Iglesia de la Merced (La Habana). Participaron en la celebración presidida por el Obispo Mons. Evelio Díaz Cía 8 sacerdotes de la vicaría. En la mañana había sido bendecida por el propio Obispo, teniendo como padrinos al Alcalde y su esposa, una Ambulancia finalmente puesta a disposición para el transporte rápido de los enfermos graves al hospital. Julio de 1956. Felicitaba al coro parroquial y la Sra. Clementina Viña en especial por sus ejecuciones en ocasión de las últimas grandes celebraciones. Agosto de 1956. Volvía a enfocar el problema de la juventud: “Nuestra juventud, nuestra niñez, se manifiesta de tal modo como si un ciego instinto fuera su norma y dirección. Algunas noticias teníamos de ello, pero han sido ampliadas y confirmadas por quienes 1956 quedaban terminadas las construcciones del cuarto del estudio y se han visto precisados a recurrir a las autoridades del buró del Padre (Este de la Iglesia al lado de la calle S. José) y el y a ponerles de manifiesto como niños de doce y trecuarto de la cocina (Oeste de la Iglesia al lado de la calle 32). Es posible ce años –algunos de más y otros de menos – están ver las condiciones de estas calles entonces sin aceras. frecuentando ciertos lugares ¡En mala hora para Los Palacios fueron abiertos! En los que, con un desparpajo de viejos perversos, consumen licores... Y dicen que los mayores le ríen la gracia. ¡Triste gracia la gracia de su depravación... Nuestra juventud y nuestra niñez tienen necesidad absoluta de que se les marque una dirección alta y noble, de que se les saque de la hondonada en que se hallan metidos muchos, y van en camino otros, de que se les dé el pan que alimenta el cuerpo y sublima el alma.” Septiembre de 1956. De nuevo enfrentaba el problema de la educación de los hijos y del peligro que constituía la creación de ciertos lugares del vicio en el pueblo y exhortaba: “¡Padres, nadie más que ustedes, puede formar el ambiente que sus hijos necesitan! ¡Nadie tiene más obligación que ustedes en formar este ambiente!” Octubre de 1956. Recordaba el gran éxito de la A LOS VECINOS les pedía que cultivasen florecitas en fiesta de la Caridad del Cobre del pasado septiembre cuando los jardines de la propia casa para adornar el altar e imagen de se habían hecho 4 procesiones muy concurridas respectivaJesús Nazareno y añadía: “Preocúpense de que las calles que mente el 5,6,7 y 8 de septiembre por diversos recurridos del rodean a nuestra Iglesia no estén sucias, que resplandezca el pueblo. aseo y nitidez en todo lo que rodea a nuestro Patrón.” Con respecto a la última relata: “Todo está en orden, y en orden se A LOS LEJANOS les exhortaba: “¡Palaceño! Estés don- procede a salir. Es una gran multitud la que sigue a la Virgen, que recorre de estés ya en las populosas ciudades de La Habana, de las calles Martí y Maceo, entre el clamor que produce el incesante rezo y el Cuba, de Los Estados Unidos, donde te encuentres, tu me- canto y la música. Regresamos a la Iglesia que se llena hasta los topes; se moria te recordará que en un pedazo de la “Provincia Hos- da comienzo a la Santa Misa; hay un recogimiento total, tan sólo se oyen pitalaria” hay un trozo de tu tierra que se denomina Los las voces del coro parroquial que canta tan bien y tan sentido, Palacios, y que el día tres de mayo se celebra la FIESTA que su canto es una plegaria llena de unción...” 250 años de historia... Noviembre y Diciembre de 1956. Si en noviembre rendía cuenta de las muchas reparaciones hechas a la Iglesia y sus dependencias por un costo de 7.808.90 pesos, en Diciembre informaba detalladamente sobre los trabajos hechos: “N o había aceras alrededor de la Iglesia parroquial y sus dependencias y ya las tiene; el coro de la Iglesia estaba podrido y ya lo tiene nuevecito; la instalación eléctrica tenía un cable inservible y ya lo tiene mejor; la oficina parroquial, la sacristía y algo que quería ser cocina, comedor y habitación el agua y los murciélagos eran sus dueños y señores, ahora están nuevecitos y llameantes, etc.” Había, sin embargo, que arreglar el techo de la Iglesia que “parece una criba cerniendo agua cuando llueve.” Míseras condiciones de la habitación del cura cuando en 1954 llegaba el P. Salvador. En el boletín de Noviembre contaba de una doble visita a las zonas más al sur del pueblo: una a Guasimal el 24 de septiembre y otra el 13 de octubre al Central La Francia. Brinda una interesante descripción del ambiente. En el primer lugar fueron con la Imagen de Santa Teresita y hubo oración y Bautismo. En el segundo se recorrieron varias calles rezando el Rosario y llevando la Imagen de la Virgen de Fátima. En el boletín de Diciembre felicitaba a los habitantes de Paso Quemado y Paso Real y Santa Mónica por cómo habían honrado el paso de la Imagen de la Virgen llevada procesionalmente hasta este sitio más al sur sobre la “Picot” del Sr. Anacleto Viera: “Las casas de Paso Quemado están iluminadas y sus puertas llenas de personas, pasamos muy despacito. Al llegar a Paso Real se agregó muy considerable contingente de personas.” En cuanto a la población y a los hombres de Santa Mónica: “¡con que atención oían cuando se habló, la palabra fuerte y fortalecedora del Evangelio, aquellos hombres caballeros! ¡Bien, muy bien, por los hombres y demás de Santa Mónica!” Enero de 1957. La parroquia se equipajaba de algunos muebles. Una mesa para la sacristía cuya madera de cedro y pleybus fue ofrecida por los generosos madereros de Fierro 113 D. Jorge Dancausse y D. Enrique H. Martín. Y un armario para el Archivo parroquial ofrecido por un amigo de La Habana. Febrero de 1957. Informaba de la feliz sorpresa traída por la Providencia el pasado día 11 de Enero. Había comparecido cierto Dr. Bango con su Picot llevando una Campana y entregándosela al Padre Salvador con el máximo de la sencillez: “La campana que faltaba para que los tres huecos de la “espadaña” queden llenitos”. Abrimos a este punto un breve paréntesis para recordar las inscripciones grabadas sobre nuestras campanas que son exactamente las siguientes: 1) AÑO. 1821. OTERO 2) CAROLINA DEL SUR R. FERRER 1939. 3) AÑO 1940. Marzo de 1957. Finalmente la Iglesia se rodeaba de andamiaje y empezaba el trabajo de la restauración del techo. Junio de 1957. Relataba la exitosa fiesta patronal del mes precedente. El Obispo Evelio Díaz había podido apreciar, conmovido, el trabajo de restauración de la Iglesia. Habían presenciado 8 sacerdotes entre los cuales nombraba al P. Siro González, hoy Obispo de Pinar del Río. A la misa había cantado un coro de seminaristas. Agosto de 1957. Por primera vez tomaba la pluma una señorita muy comprometida en la parroquia: Ofelia Valverde que describía una excursión a la “Finca Blay” del grupo juvenil. Diciembre de 1957. Al acercarse de la Navidad, invitaba a los que en el pueblo gozaban de una posición acomodada a aportar a la parroquia ayudas para después distribuirlas entre los más indigentes. Marzo y abril de 1958. Informaba de cómo un grupo de devotos había financiado la adquisición de una nueva imagen de San José para colocarla en el retablo de la Iglesia. El Obispo mismo había bendecido la imagen en una misa de inauguración. Además, cierta Da. Jeorgina Martínez había puesto a disposición su máquina para traerla a Los Palacios. Mayo y Junio de 1958. La fiesta patronal de aquel año fue preparada con una misión animada por el P.Clemente Lombó que “Se puso enseguida en actividad, visitando a las familias y uniendo a la gente menuda...” Julio y Agosto de 1958. Ya en Junio había informado la comunidad que de España estaba llegando un nuevo “Vía Crucis”. En Agosto notificaba que la linda obra había llegado a nuestra Iglesia y había sido obsequiada por la Sra. María Victoria Santiago y la Srta. Nory Cruz. Además una nueva Imagen de Ntra. Sra. del Carmen reemplazaba la antigua y muy deteriorada. Dicha imagen fue apadrinada por Da. María Medel Vda.de Valverde y su hijo D. Eladio Valverde. Se bendijo también la imagen de Ntra. Sra. De la Merced. Septiembre de 1958. Exhortaba a bien vivir la próxima fiesta de la caridad del Cobre: “Hay muchas maneras de celebrar. Lejos de tal festividad todo lo que huela a chabacano; esté toda ella saturada de perfume del alma llena de la Caridad.” Agradecía a dos familias por haber ofrecido respectivamente las losas para la soladura y los rodapiés del zócalo del salón al lado de la Iglesia. Diciembre de 1958. Casi dos enteras páginas del boletín eran ocupadas por un amplio testimonio del P. Lombó, Misionero jesuita comprometido varias veces en misiones en nuestro territorio parroquial, titulado: “MIS IMPRESIONES en la parroquia de los Palacios”. Proporciona datos interesantes. Concluye con un vivo recuerdo de su reciente misión vivida en el mes de noviembre 114 Los Palacios... primero en la cabecera del pueblo y, del 10 al 15 de noviembre, en el Barrio de Fierro, para volver después nuevamente a la cabecera hasta el 29 de noviembre. Febrero de 1959. Si la resonancia de los acontecimientos sociales y políticos que en los últimos años habían interesado al país había estado completamente ausente hasta entonces en sus apuntes, se hacía presente en el boletín de este mes. Pues el P. Salvador recordaba las Honras Fúnebres celebradas también en Los Palacios el 25 de enero a las 5,30 p.m. por los caídos de la lucha entre Revolucionarios y Batistianos: “La tarde se presentó lluviosa lo que es impedimento para que se celebren en él, luego que ya se había señalado. Han de celebrarse en la Iglesia parroquial que no podía contener a tantos asistentes.” El P. Salvador aplaudía también las “palabras del Primer Ministro pronunciadas ante las cámaras televisivas, en las cuales reiteró de modo enfático que toda forma de juego ha quedado radicalmente y terminadamente abolida.” De su parte el Padre, que siempre en la “Voz de la Parroquia” había alertado “contra los peligros morales que fomentaban ciertas casas de juego y de “Citas”, deseaba: “Dios quiera que donde hubo juego haya trabajo.” Síntoma de que los acontecimientos nuevos no habrían sido en todo favorables a los principios y finalidades de la Iglesia era sin embargo la publicación, en el Boletín, de una carta de Mons. Pérez Serantes, Dignísimo Arzobispo de Santiago de Cuba, titulada “VIDA NUEVA ” q u e a s í significativamente principiaba: “No se pierda nunca de vista que el hombre es hijo de Dios, y que su fin último, al cual deben subordinarse todos los demás, está fuera y por encima de todo lo que es medido por el tiempo... Los Gobernantes, a su vez, no deben vivir como si Dios no existiese...” Marzo 1959. Volvía a llamar la atención de los padres acerca de su tarea educadora y a lamentar el abandono de tantos hijos en la calle: “Los mejores colegios son los hogares, las mejores lecciones son los ejemplos vivientes de los padres.” Publicaba además la Circular del Venerable Episcopado cubano que había llamado a una colecta en todas las iglesias y capillas el día 22 de Febrero para ayudar a las familias más afectadas por las consecuencias de la guerra e informaba que lo recaudado en las Iglesias y capillas de Los Palacios ascendía a 121.09 pesos. Abril de1959. En un articulo, titulado: “¡Pues sí, es cierto!”, aseguraba que sí, las nuevas autoridades del estado habían emanado una ley que ordenaba “la recogida de niños que andan por las calles a las horas en que debían estar en los colegios.” Por el momento saludaba esta disposición con palabras esperanzadoras viendo en la iniciativa “el desvelo que sienten los rectores de la cosa pública porque los niños crezcan con la educación formativa capaz de hacerles entrar en la vida de la Nación con frente alta y seguros de sí mismos por su honestidad a toda prueba.” Veía también en todo eso una saludable sacudida a los padres que, por demasiado tiempo, se habían contentado con sólo procrear y poco educar a los hijos. Mayo de 1959. Exhortaba a celebrar la fiesta del Santo Patrono sobre todo purificando el alma del pecado con la Confesión, lamentaba, aunque indirectamente cierto alejamiento de este sacramento. “Colocamos en lugar del sabio Doctor (del alma) al ignorante curandero...” Junio de 1959. Ocupaba una densa página el testimonio del P. Lombó S.J. que había vuelto a Los Palacios para animar una misión en Perico García desde 4 hasta 10 de mayo y que juzgaba más fructuosa que la de Fierro en noviembre del año precedente. Los misioneros habían visitado 80 casas, todas las familias se declaraban católicas y agradecidas por ser visitadas en nombre de Dios. “Cada día se dio catecismo por dos horas a los niños que participaron en número de 60, 40 tomaron su Primera Comunión. Se dieron también por 6 días conferencias sobre la religión a personas mayores siendo como 30 los asistentes. Se hizo una procesión con la Imagen de la Virgen de la Caridad en la Finca del Sr. José García, se terminó con la Santa Misa y bendición papal de parte del P. Misionero.” Abro a este punto un breve paréntesis para recordar que este pueblecito a unos siete kilómetros de Los Palacios, según informa en su libro Osvaldo Gotera, tomó el nombre de la familia García. Precisamente de Pedro (Perico) García casado con Francisca Amarán de la cual tuvo 8 hijos: 6 varones y 2 hembras: Bienvenido, Martín, José María, Pedro, Ramón, Nicolasa y Nicanora. El señor García en los finales del siglo XIX comenzó vendiendo, como ambulante en su caballo por el campo, distintos artículos mientras que su señora Francisca, atendía una bodeguita junto a su casa situada en el lugar popularmente conocido como crucero de Perico García, en la carretera central La Habana - Pinar del Río. La nueva construcción que reemplazó la habitación del cura, más baja y más sólida y que prácticamente constituye hoy el pasillo donde está la biblioteca, se hacen reuniones y se da catecismo. Con el tiempo Pedro (Perico) García, persona muy trabajadora e inteligente, comenzó a comprar tabaco y fomentar su cultivo en la zona además de la comercialización de este producto. Uno de sus hijos, Bienvenido, se dedicó a la política en la provincia de Pinar del Río, principalmente en el municipio de Los Palacios, siendo miembro del partido demócrata y relacionándose con los Senadores por Pinar del Río, Arturo Pérez Galán y Simeón (Macho) Ferro. 11 250 años de historia... Julio de 1959. Entre otro recordaba como el 26 de julio “Dispuesto por la Jerarquía Eclesiástica se celebró en esta Iglesia una Misa pidiendo por el eterno descanso de los caídos en la lucha revolucionaria y por la paz y bienestar de nuestra Patria.” Agosto y septiembre de 1959. Si antes lo había preocupado el desinterés de ciertos padres en educar a sus hijos, ahora lo preocupaban la creciente hegemonía del estado sobre ellos hasta amenazar la patria potestad y alienar de la familia a los hijos. Por eso daba espacio en estos meses a párrafos de Encíclicas. De la “Quod Apostolici muneris” de Papa Leo XIII y de la “Divinis Illius Magistri”, que amonestaban contra tales peligros: “Perdida la firmeza que la familia recibe del matrimonio religioso, es preciso que se relaje la potestad del padre hacia la prole y los deberes de la prole para con el padre... El primer ambiente natural y necesario de la educación es la familia... la educación más eficaz y duradera es la que se recibe en la familia cristiana bien ordenada y disciplinada, tanto más eficaz cuanto resplandezca en ella más claro y constante el buen ejemplo de los padres.” El P. Salvador titulaba su último artículo: “¡El Sol de Agosto!” Articulo que, a pesar de sus apariencias, podemos considerarlo como su testamento espiritual dejado a los palaceños, sobre todo si pensamos que no mucho tiempo después un mal incurable habría truncado su vida sacerdotal. “Muchas veces sabemos buscar y encontrar la temperatura propia que sugiere el cuerpo; pero quizás no nos preocupamos de buscar siquiera la que exige el alma, ni pensamos que el cuerpo es temporal mas que el alma es eterna. ¿Queremos presentar al Señor un cadáver? El alma fría por la ausencia de la Gracia no es otra cosa más que eso: un cadáver. Cuándo llegue el día ¡Ha de llegar infaliblemente! En que se nos llame a rendir cuentas del empleo que hicimos de los talentos que se nos dio para conservar el alma a una temperatura en consonancia con las playas eternas, ¿Como nos encontraremos? ¡Con cuanta felicidad nos olvidamos de ello! ¡Con cuanto ahínco no pegamos a las cosas caducas y actuamos como si ellas y nosotros hubiéramos de permanecer aquí por los siglos de los siglos! Vana ilusión; el vientecillo más tenue, la conmoción más ligera nos deja vacíos de dentro a fuera sin tener donde asirnos porque hemos olvidado que nuestros corazones deben estar anclados en el corazón de Dios.” 9 Testimonios de personas que recuerdan al P. Salvador Al interrogar a la gente, asombra que casi nadie recuerde las páginas del boletín del P. Salvador y que muchos no le recuerden ni tampoco a él o que el recuerdo no resulte del todo simpático por las motivaciones a las cuales ya aludimos antes. Me preocupa eso pensando en el antiguo dicho: “Vox populi, vox Dei” =La voz del pueblo es la voz de Dios. Me entristecería de verdad que la opinión de Dios acerca de él correspondiera a la opinión de cierta parte del pueblo. Pero me reconforta el pensar como también Jesús y los profetas en un primer tiempo encontraron el rechazo y la incomprensión de su gente que sin embargo después comprendió su valor, apreció su enseñanza. Al pueblo a veces le gusta al momento quien le acaricia, adula y resuelve sus 115 problemas menudos, quien le organiza la fiesta y le brinda la música y la bebida y no quien intenta despertar su conciencia y fomentar su responsabilidad y el compromiso personal. Pero después quizás se da cuenta de quién le brindó el servicio más precioso. También la reciente visita del Papa algunos la esperaron con la actitud con la que en tiempos más recientes no pocos palaceños fueron a ver y a disfrutar no sé con cuales resultados positivos al “Milagroso”. Pero el Papa vino ante todo para llamarnos a ser protagonistas y no pasivos espectadores del futuro de nuestra Patria. En tiempos del P. Salvador fueron también reparadas dos campanas y adquirida una tercera. Tal vez entre este tipo de profetas al momento no comprendidos se coloca también el P. Salvador que intentó, aunque con métodos que pueden tener algo discutible, enseñar que la Iglesia no es institución que hay que explotar pensando que a ella los recursos le llueven como el maná del Cielo sino que vive y se hace distribuidora de ayuda a los más necesitados en la medida en que también nosotros somos generosos con ella. El Bien después más importante del cual la Iglesia es portadora es la riqueza de la palabra, y de la Gracia de Dios, el cual es su misión primera dispensar. Otros clavos fijos de la enseñanza y preocupación del P. Salvador fueron los de responsabilizar de los laicos en la Catequesis y animación misionera, de fomentar el papel educativo de los padres hacia los hijos y, paralelamente a la salubridad del hogar, encomendar la creación de ambientes sanos para el encuentro y recreo de los jóvenes. En fin cuidó y promovió el decoro del templo y del culto de Dios y de la Virgen María de la cual siempre, en sus escritos, se revela hijo entrañable y gran devoto. De él y del P. Lombó, que varias veces invitó a Los Palacios a organizar misiones, quisiéramos, de toda manera, reportar aquí algunos testimonios espontáneos de personas que supieron apreciarlos y colaborar con ellos. Mons. José Siro González, actual Obispo de Pinar del Río. “Del P. Salvador recuerdo que informaba con el boletín a los fieles de los trajines pastorales y de las colectas para efectuar los arreglos a la Iglesia y levantar la casa parroquial con notabilísimo esfuerzo. Todo fue realizado por él con la ayuda del pueblo de Los Palacios, no había 116 Los Palacios... entonces ayudas del exterior. vador: “Yo fui monaguillo del P. SalEra hombre muy comprometido vador cuando tenía 13-14 años de pastoralmente. Curaba mucho la edad, el único monaguillo negro que preparación de las fiestas religiosas él tenía. El padre me guardaba pary las celebraba con gran solemniticular cariño y confianza. Entre los dad invitando a curas de otras codemás monaguillos, quizás por ser munidades, a misioneros que ayudamás díscolos, recuerdo con especial ban en la animación preparatoria. simpatía al Curry, hoy emigrado a Varias veces invitó a hacer MiEstados Unidos, que aprovechaba de siones en el pueblo y comunidades la siesta del padre para robarle los del campo al P. Lombó: el último mangos en el patio de la Iglesia u padre Jesuita que dio misiones en otros frutos, según la temporada. nuestra diócesis y que tenía un caEl padre perdió la paciencia de risma especial en esta tarea. verdad cuando supo que, siempre No sé si el P. Salvador perteneaprovechando de su breve descancía a una congregación o si era de so en la tarde, llegó hasta a robarle una diócesis de España. Sé que era cierta cantidad de Hostias en la español y que estuvo vinculado con sacristía y comérselas con dulce de los Hermanos de la Salle de los cuaguayaba. les fue capellán en La Habana, sigEl padre para poder descansar no esto que era hombre también de un poquito en esta hora difícil del cierta Cultura y Espiritualidad. día se había arreglado una camita Cuando se fue de Los Palacios, Peligrosas condiciones en que se encontraba el en el cuarto al lado derecho del había pasado los sesenta años y es- exterior de la Iglesia vista del lado este en 1954. presbiterio en la calle junto al cual tuvo un tiempo en el Seminario de había más tranquilidad. San Carlos. A algunos seminaristas de entonces les quedó Recuerdo también a Felito (Felix Morejón), llamado grabado el recuerdo de sus nocturnos y largos paseos a lo “el Ruso”, monaguillo mulato cuya mamá (Justa) le lavalargo del Malecón. No sé si ya tenía conocimiento y pade- ba la ropa al padre. cía los síntomas de un cáncer que, no mucho tiempo desQuizá porque el Cura entonces, después del alcalde o a pués, en México, adonde se trasladó, lo llevó a la muerte.” la par de él, era considerado como la máxima autoridad en Eva Duconjé Alfonso (n. 21-8-1941) “El P. Salvador te- el pueblo, o por cierta privacidad a la cual fue educado nía un carácter muy fuerte y la gente le miraba con cierto para mejor preservar su moralidad y dignidad sacerdotal, temor y sujeción. Por ser muy perfeccionista lo irritaban la gente no lo comprendió y no lo quiso como él merecía. mucho las cosas mal hechas y le molestaban fácilmente. Sin Pero yo lo quise mucho y lo recuerdo con estima y gratitud. embargo, más allá de la apariencia, era muy buena persona. Yo puedo asegurarle que, bajo lo que a veces pudo paHizo mucho para nuestra Iglesia. Para realizar todos recer una corteza dura e inflexible, latía un corazón tierno los arreglos, reparaciones y nuevas estructuras. Él se fue a y muy sensible. A pesar que le debo gratitud porque él me la Habana a tocar a todas las puertas de los palaceños que pagaba los estudios en la academia particular Enrique se habían mudado para la capital y les decía o escribía: José Varona donde fue mi maestra Rosita Echevarri, yo “Tu Iglesia se está cayendo, te pido una ayuda.” sobre todo me sentí amigo de él y él, no obstante la diferenY no faltó de animar y comprometerse en muchas obras cia de edad y de rol social, encontró en mí a un amigo. de caridad. Traía ropa para los niños pobres, ofrecía el Más de una vez se confiaba conmigo y nunca olvidaré desayuno a los de la catequesis. Tenía un viejito negro de las tres veces que lo vi llorar como un niño, allí sentado Jamaica que lo ayudaba en todo. Con él yo tomé mi prime- sobre una piedra del patio atrás de la Iglesia. La primera ra comunión.” Juan Adrián Cabrera Gavilán, nacido en Los Palacios el 26-8-1948 actualmente responsable de un almacén estatal en Rancho Boyeros (La Habana), ex combatiente internacionalista en Angola, era el mayor de los hijos varones de una numerosa familia de 8 hijos de Los Palacios en los años 60; lo precedía sólo una hermana. Su padre murió cuando él tenía sólo 15 años. Juan se quedó con una gran carga de responsabilidad en la familia, comprometido con su madre ante todo en criar a sus hermanitos y hermanitas más pequeños y sumidos en condiciones de gran necesidad. De paso por Los Palacios, proveniente de la capital, para visitar a sus parientes y al pueblo 1956: después de haber construido las aceras a su alrededor el P. Salvador daba de sus recuerdos juveniles, nos contó del P. Sal- inicio al trabajo de arreglo y reparación del techo y exterior de nuestra Iglesia. 250 años de historia... 117 vez fue cuando me contó de la horrorosa tragedia a la cual Hasta en las escogidas de tabaco misionaban y daban había asistido durante la guerra civil española cuando le catequesis. Se ponían de acuerdo con sus dueños y los obrehabían descuartizado a su padre delante de sus ojos y en ros eran bien contentos de trabajar en silencio escuchando presencia también de su madre y de sus hermanitos. discursos sobre Dios y las realidades eternas.” En decidirse para la vocación sacerdotal me contaba Mercedes Hernández Ledesma nacida el 17-11-1938. Hija que había jugado cierto papel también el deseo de quitarse del Señor Enrique Hernández Martín, dueño un tiempo de del corazón cualquier anhelo de ira y venganza y el deseo varios aserraderos donde se cortaban maderas del valle de de hacer algo para levantar al hombre de su abismo de Rancho Mundito, Mercedes bien recuerda al P. Lombó del bestialidad. cual nos brinda este lindo testimonio. “El p. Lombó vino dos Otra vez lo vi llorar mientras me confiaba su tristeza y veces, después de los años 50, a hacer misión en Fierro donde profunda nostalgia por la patria y la familia que no volvía yo todavía vivo después de la muerte de mis padres. Tal vez a visitar, tal vez también por falta de recursos para pagar el aconsejado por el P. Salvador vino a pedirle a mi padre si viaje, desde hace 17 años. La gente se quejaba a veces por- podía reunir a la gente en nuestra casa y mi padre que era que pedía, pero no consideraba cuanto él daba a los demás buen católico, igual que mi mamá, aceptó con gusto. e invertía para el bien de la Iglesia y la comunidad, queMi papá mismo iba a recogerlo en Los Palacios con su dándose personalmente privado de recursos. carro por la mañana y a devolverlo por la noche para que En fin lo vi llorar en 1960, poco antes que se fuera, pudiera descansar en un cuartico de la casa del cura. cuando para obligarlo a tocar las campanas el 26 de julio un fanático borracho llegó a golpearlo y darle cocotazos. De la Iglesia de Los Palacios de aquel tiempo recuerdo a una mujer, Clemen Viña, que tocaba el órgano muy lindo y cantaba divinamente. Junto a ella, otras mujeres que recuerdo como santas aquí en Cuba son Chacha y Ofelia Valverde. Junto al padre Salvador yo guardo en mi vida inolvidable recuerdo también de las monjitas que, durante los 17 meses que estuve en Angola, vi hacer cosas maravillosas, diría casi milagros, con los enfermos de pestes que asistían sin preocuparse de su salud y en condiciones y medios que eran un constante peligro para su misma vida. Eran de verdad personas completamente abnegadas y entregadas a la causa de los sufridos. 1957: Como se presentaba nuestra Iglesia y su alrededor luego de la conclusión Volviendo al P. Salvador y concluyen- de los arreglos. do, diría que parte del pueblo no lo quiso como se merecía porque no supo penetrar bajo cierta tosca Recuerdo que durante la mañana hacía un recorrido corteza exterior, pero yo pude hacerlo y descubrir que allí visitando a las familias. Volvía a nuestra casa para almorhabía un corazón rico en humanidad, por eso lo quise y zar y todo lo tomaba sin sal. En la tarde se reunía primero guardo de él grato recuerdo.” con los niños y después con los mayores en dos encuentros distintos que sabía bien animar siendo capaz de adaptarse a cada situación. Testimonios de personas que Tenía una forma de expresarse muy popular y recuerdan al padre Clemente Lombó comunicativa, clara y sencilla que le permitía llegar fácilmente a la inteligencia y corazón de todos. Los niños partiP. Mariano Ruiz Rodríguez, después de la muerte del P. cipaban muy numerosos y también los mayores, eran otros Ojea es, al momento en que escribo, el más anciano Cura tiempos con respecto a los actuales, la gente acudía con Párroco de nuestra diócesis. Jesuita, se acerca casi a los 54 interés. años de vida misionera y sacerdotal vividos en Cuba. Comía también en nuestra casa y allí pudimos conocer P. Mariano nos cuenta: “Al P. Lombó y antes al P. Rivera algo de sus 25 años de misionero en China de donde fue (mencionado en el informe de una vista pastoral en los tiem- expulsado por los maoístas. Conocía muy bien el idioma pos del P. Pepe) yo los conocí antes de mi llegada a Cuba, chino. Aquella extraordinaria experiencia lo había refinacuando era estudiante en el colegio de los Jesuitas en Es- do en la fe y la entrega a la causa de la Evangelización. paña. Estos incansables y ardorosos misioneros nos edifiLo que más me impresionaba de él era su constancia y caban al escuchar la lectura de sus cartas, hecha pública- convicción de la importancia de su misión, de la impresmente en el colegio. cindible necesidad de salvar a las almas. Era muy impregMuchas cosas de Pinar del Río yo las conocí de sus nado de fe, muy comunicativo y popular al mismo tiempo, cartas antes de verlas con mis ojos. Contaban de su misionar así que se hacía querer enseguida por la gente. y de la respuesta fervorosa de la gente. 118 Los Palacios... Por la noche daba la misa en el portal de nuestra casa. Mi mamá le preparaba una mesa grande cubierta por el mejor mantel que teníamos. Mi papá hizo construir también unos bancos para que la gente pudiera sentarse. En aquel tiempo no había todas las casas y los habitantes que hay hoy en Fierro pero casi todos participaban a estos encuentros. La misión, que duró diez días, finalizó con una misa muy participada. Se llenaron todos los portales de nuestra 27 de noviembre de 1956: Grupo de muchachas del “Ropero de la Milagrosa” en ocasión de su fiesta anual. La primera abajo a la izquierda es Ofelia Valverde y la rubiecita detrás de ella es Clemen Viña. casa que hoy yace en malas condiciones, como usted ve, pero entonces era muy bien cuidada. ¡Aquello fue precioso en verdad! La segunda vez que vino, se hizo una linda procesión con la imagen de Santa Barbara que mientras tanto había comprado mi mamá. La había adquirida en la Casa de artículos religiosos, propiedad de un francés, que se encontraba entonces en Ciudad de La Habana y que se llamaba: “El Bòn Marché”. Allí se podía encontrar cualquier tipo de imagen, estampitas y objetos religiosos varios. Después de la última misión del P. Lombó, visto el buen éxito de la misma y la gran devoción de mi mamá para Santa Barbara y para favorecer cada cuando cierto servicio religioso también en Fierro, mi padre decidió edificar una pequeña capilla en honor de la Santa. La construyó en madera en el patio atrás de nuestra casa. Podía acoger cierto numero de personas. Tenía un techo muy agudo como las habitaciones e iglesias de norte de Europa. También la puerta de ingreso y las dos graciosas ventanitas terminaban con un elegante arco agudo. En el interior papá hizo construir también el altar y un sencillo retablo donde colocó la imagen de Santa Barbara para complacer a mamá...” Una joven misionera de 86 años Parece una contradicción el título de este acápite pero al final comprenderán porque no lo es. “Si puede, vaya a entrevistar a Amelia Alfonso en la Habana – me sugerían algunas personas – ella sabe muchas cosas acerca de la parroquia de Los Palacios, fue mujer muy comprometida en ella y conserva una memoria muy lúcida.” Así un día que tuve el tiempo y la posibilidad yo me fui a la zona de la Víbora, en la Capital, para encontrar a esta anciana señora que hasta entonces no conocía. Conocía ya por el contrario a su hija que me abría gentilmente la puerta invitándome a entrar y tomar asiento en el saloncito de su casa a la cual otorgan cierta elegancia dos columnas dóricas superadas por un arco de medio punto que divide el cielo raso del saloncito mismo de aquel breve pasillo que introduce a la pequeña cocina. No tengo que esperar mucho, y ya se asoma a la puerta de uno de los cuartos una señora que, al mirarla a la cara y al ver sus ojos luminosos, nadie diría que está en el umbral de los 86 años. Pues Amelia Alfonso Bernal, nacida el 30 de octubre de 1915, no sólo siempre ha sido una mujer bonita y de nobles lineamentos sino que, añadiéndose a eso la bondad, sencillez y trasparencia de su alma, el vigor de su fe y esperanza cristiana, sigue ostentando aquella perenne juventud espiritual que embellece y transfigura también lo físico hasta la más avanzada edad. A la señora Adelina le pido me hable de los Curas de Los Palacios que conoció durante su larga vida. Del P. Claudio habla de primero, pero le preciso que ya tengo bastantes testimonios. Reacciona enseguida y se disculpa además por no poder hablarme de los padres Ramón y José porque durante el tiempo de su ministerio en Los Palacios ella se había ya mudado de nuestro pueblo. Y Amelia así me cuenta: “Yo nací cuando en Los Palacios estaba el P. Pepe y de él yo recibí el Bautismo, la Confesión y mi primera Comunión, Fue él también que bendijo el matrimonio que contraje con mi esposo: Pedro Viña Cruz en 1936. Mi marido era bisnieto de Gregorio de la Cruz y su abuelo, Pedro de la Cruz Arango, era dueño de la finca de Macurijes. Una mulata llamada Marcelina Mesa, que había estado largo tiempo con mis antepasados, me contaba que Gregorio de la Cruz tenía tanta tierra que, al morir, pudo entregar a cada uno de sus 7 hijos una finca de 77 caballerías. Una de estas era por supuesto la finca de Macurijes que le tocó al abuelo de mi marido. Desde chiquita yo frecuentaba asiduamente la Iglesia como mi hermana Adelina y las demás. Creciendo fui comprometiéndome siempre más en las actividades de la parroquia. Precisamente me encargaron de ser tesorera de la Asociación del “Apostolado de la Oración” y del “Ropero de la Milagrosa”. Yo no sé si fue el P. Pepe quien construyó nuestra actual Iglesia. Sé pero muy bien que la capilla donde ahora está el tabernáculo fue construida al tiempo del P. Pepe con fundos del Apostolado de la Oración por iniciativa sobre todo de Fortuna Medel que por 25 años fue presidenta de la propia Asociación. El dinero para financiar la obra fue fruto de ofrendas y limosnas de los mismos socios. Cuando me casé, mi marido tenía el Comercio “La Mi- 250 años de historia... 119 lagrosa”, de víveres, ferretería y bebidas frente a la Iglesia, al lado de la llamada “Catequesis”. Mientras yo había cursado nada más que hasta el VI grado poco antes de los años 30, él había estudiado en el colegio de los Escolapios en la Capital. Sin embargo si yo trabajé siempre de ama de casa, él siempre estuvo comprometido en la actividad del comercio. También mi marido ayudaba al P. Pepe y a los demás sacerdotes sobre todo en los libros, o sea en apuntar Bautismos, matrimonios etc. El P. Pepe era muy recto, tenía un carácter muy fuerte pero con nosotros fue siempre muy amable y cariñoso. Se fue anciano y murió en su patria: España. Después del P. Claudio, del cual usted ya conoce muchas cosas, vino el P. Joaquín Valdez que los ancianos del pueblo recuerdan como el Cura que se casó y aban- Bendición del nuevo Vía Crucis. Esta foto nos permite observar como, por haberse podrifue necesario eliminar el antiguo y hermoso retablo y se dio este nuevo y sencillo donó el sacerdocio. Era abogado do, aspecto al fondo del presbiterio de la Iglesia. y recuerdo que fue él quien arregló los papeles a un hombre del barrio apodado “Gallo sacerdocio ministerial, pero recuerdo estos detalles de seFino” y que sin embargo no sabía ni tampoco cuando ha- mejante vicisitud para que al P. Joaquín se le reserve toda la comprensión humana, delicadeza y piedad cristiana bía nacido. Era bellísima y dignísima persona. Trabajó en un pri- que merecen vicisitudes como esta. En el período en que estuvieron en Los Palacios estos mer tiempo en Viñales y fue allí que se le pegó una muchacha. Él quería huir la tentación y conservar su celibato y su tres sacerdotes trabajé por la Iglesia junto sobre todo con sacerdocio a toda cuesta y por eso pidió ser trasladado a las hermanas Valverde, Viña, Ipsán etc. Me comprometí en Los Palacios. Pero la mujer lo perseguía en cualquier lu- dar catecismo. Al respecto tuvimos que hacer antes una gar él se trasladara. Comparecía en Los Palacios, compa- gran obra de propaganda andando de casa en casa para invitar, para ayudar a los niños y a su familia en tomar recía en Paso Real hasta que el pobre cedió... Para la Iglesia católica es siempre triste que un sacer- conciencia de la importancia de la formación cristiana. Se daban también estímulos rifando cosas, dándoles el dote deje su celibato y así tenga que dejar también su desayuno a los muchachos que participaban. Y éramos nosotras mismas, las catequistas, a dar la vuelta por las tiendas y las familias pudientes para recoger lo necesario para eso. Chaly Valverde compró también, con su dinero, un proyector para darles a los niños películas formativas. En cuanto a mi matrimonio, después de 6 años que me quedé sin tener hijos, tuve dos hijos. Mis partos fueron muy difíciles y después del segundo, viéndome tanto sufrir, mi marido dijo. “¡Basta!”. Pero nos comportamos también desde entonces como Dios y Santa Madre Iglesia mandan. Yo debo decir que nuestro matrimonio fue un idilio. Estuvimos juntos 54 años, unidos en El P. Salvador en ocasión de una misa de exequias. 120 Los Palacios... todo, incluso la fe y el amor a la Iglesia. Vivimos muy lejos de la realidad de hoy con tan numerosas familias divididas y tantos trastornos psicológicos que afectan a los hijos. Mi hijo Pedro Viña Alfonso es licenciado en periodismo y actualmente trabaja en Radio Progreso. El domingo da una charla también en Radio C.O.C.O. Tiene dos hijos: uno ya medico y uno que está estudiando de médico. Mi hija, Teresa de Jesús, vive conmigo junto a su marido. También ella tuvo dos hijos y trabajó siempre con niños de la Escuela Especial animada por un gran amor y carisma por eso. Puedo agradecerle a Dios porque nuestra familia hasta ahora siempre caminó sobre el recto camino. Primera Comunión de mayo de 1956 presente el obispo Mons. Evelio Díaz. Después que de Los Palacios se fue el P. Joaquín que nunca más pude ver y que parece que pasó enlaza también esta medalla que llevo al cuello. Por mua la iglesia Adventista donde pudo ejercer aunque casado, chos años esta medalla del Sagrado Corazón de Jesús la vino el P. Navarro. Ya en 1954 nos habíamos mudado para llevó al cuello ella misma. Poco antes de morir llamó a su Pinar del Río también para que mi hijo pudiera frecuentar sobrina, Chaly Valverde, se quitó el collar con la medalla y la secundaria, pero pude conocer al P. Salvador. También le dijo: “Quiero que esta medalla la lleve una persona que él tenía un carácter muy recto. Organizaba muy bien la ama al Sagrado Corazón como yo lo amé.” fiesta patronal que traía a Los Palacios gente de toda la Después de un tiempito Chaly vino a buscarme. Me conIsla. La Procesión llenaba toda la Avenida desde la Iglesia tó todo eso e insistió: “Tú eres aquí la más enamorada del hasta el cruce con la calle 20. Había fuegos artificiales, sagrado Corazón y entonces la más digna de llevar esta carozelas y caballitos para los niños, carros locos, estre- herencia.” Fue inútil oponerme e intentar de devolvérselo llas etc. Durante los primeros tres días de mayo era una a ella. No sólo me comprometía en vivir y fomentar en los feria tremenda, lo más lindo del mundo. demás esta devoción, sino que era muy activa en las iniciaNosotras teníamos un kiosco de la Iglesia. Vendíamos tivas del llamado “Ropero de La Milagrosa” que comprochocolates, arroz con pollo. Rifábamos un montón de cosas metía a todas las mujeres generosas y que tenían capaciofrecidas para ayudar la Iglesia misma. El padre Salvador dad en el pueblo. Ellas se ponían a hacer ropitas para los luchó mucho para mejorar las condiciones del edificio sa- pobres con retozos que nos daban en las tiendas cuando grado y sus alrededores construyendo casi toda la parte cortaban la tela. Estos retozos en parte los comprábamos, posterior. en parte los recibíamos en regalo. Estas ropas nosotras las Pero volviendo atrás en el tiempo, entre mis recuerdos recogíamos y se distribuía a los pobres, sobre todo a las de Los Palacios tiene un lugar especial él de la maestra embarazadas que no tenían recursos. Fortuna Medel. Fue también mi maestra del Vº y VIº grado Para la fiesta del Nacimiento de La Milagrosa, el 27 de en los 6 colegios alrededor de los años 1927 – 28. A ella me Noviembre, se preparaba una canastilla que se exhibía en la “Sociedad la Colonia Española”. Todo el mundo iba a verla y se donaba al niño o niña que nacía en aquel día después de las 12 de la noche. Cuando había ciclones, salíamos en comisión, visitábamos las casas muy pobres y que no tenían nada llevando ropa, leche condensada, chocolate que antes pedíamos en las tiendas o comprábamos con fondos. En suma éramos un poco como las alcaldesas del pueblo. Muchos pobres nos buscaban a nosotras y les resolvíamos con gusto muchos problemas. Por eso cuando vuelvo a Los Palacios encuentro todavía mucha gente que me quiere y me corre en contra agradecida. Me gusta y me da tristeza al mismo tiempo volver a nuestro pueblo y confrontarlo con el de un tiempo. Sin embargo lo quiero mucho y todo lo que pudiera hacer para su bien lo haría de todo corazón. Doy gracia de toda forma a Dios porque la fe no se apagó allí. Yo pertenecía también al coro cuyas directoras eran las Valverde: Ofelia, Chaly y Sara. La voz más linda era de la soprano Emelina Petreca cuyo padre era un italiano. Este después fue el nuevo aspecto de la Capilla del Santísimo. 250 años de historia... Como ya dije en el año 1954 me mudé de Pinar del Río y llevo casi 21 años aquí en La Habana. Hasta que pude frecuenté la Iglesia de Los Pasionistas y a veces la otra: de los Salesianos. En todos los lugares donde viví siempre conservé mi fe y hice algo para transmitirla a los demás porque en la fe encontré lo máximo. También esta casa es casa de oración. Estimulé y ayudé a acercarse a la fe y preparé al bautismo a tres muchachas de esta calle donde nadie se decía creyente cuando llegamos aquí. Tener la fe, poder comunicarla, haber trabajado mucho a favor de los demás. Eso me hizo y me hace siempre contenta. Aquí está el secreto de mi ser feliz y aparentar, como usted mismo me dice, cierta juventud que no se acaba a pesar de los años.” q 121 Amelia Alfonso Bernal en su casa en La Habana, al lado está su hija Teresa de Jesús y, en el fondo el lindo cuadro del sagrado Corazón, del cual por toda su vida ha sido gran devota. La canastilla del “Ropero de la Milagrosa” en el año 1952. El afortunado niño a quien le tocó la canastilla del «Ropero de la Milagrosa». Procesión del Nazareno (3 de mayo) en los tiempos del P. Salvador. 122 Los Palacios... CAPÍTULO XX Apreciable documentación fotográfica y periodística de 20 años de vida y actividad en la Parroquia E n el período que va de 1940 a 1960, que es el período en que guiaron la comunidad de Los Palacios el P. Claudio Ojea, el P. Joaquín Valdés y el P. Salvador Montoro, además de imprimirse el periódico “El Esfuerzo”, del cual lamentablemente nos queda un solo número, además se imprimió, como vimos antes, “La Voz de la Parroquia”. Ciertos acontecimientos e iniciativas de la parroquia de Los Palacios encontraron resonancia también en varios periódicos provinciales y nacionales de los cuales se conservó en el archivo parroquial una pequeña colección de recortes. Antes de hablar más detalladamente de ellos vale la pena señalar también una apreciable documentación fotográfica que de aquellos 20 años más o menos visualiza celebraciones, procesiones, arreglos a la Iglesia y sus alrededores, actividad de catequesis, paseos etc. De ella aprovechamos en los últimos capítulos precedentes y aprovecharemos en el presente. Trátase de dos álbumes, el primero por lo menos estamos seguros que fue diligentemente compuesto y ordenado por Rosalía Valverde Medel, una de los 8 hijos del Dr. Armando Valverde, maestra preescolar, Hermana de Ofelia, Hortensia y Sara muy comprometida, como sus hermanas, en aquellos años, en la animación de la Catequesis y otras iniciativas en la Parroquia. En cuanto al segundo álbum, éste resulta un poco más desordenado en la distribución cronológica de las fotos que en su gran mayoría retratan momentos de la actividad del P. Salvador Montoro. Tal vez fue él mismo quien lo compuso. Por motivos de espacio será posible reproducir aquí sólo en parte estas fotos. Pero venimos a hablar de los recortes de diarios o periódicos a los cuales aludíamos y que se refieren al período 1954-58 relativo al período de la estancia en nuestra parroquia del Padre Salvador. No siempre quien guardó estos recortes se preocupó de salvaguardar la fecha, ni tampoco el título del diario del cual eran sacados. Se puede constatar de todas formas que por lo menos algunos son recortes de diarios o periódicos de la época como: “Información”, “El País”, “Prensa Libre”, “Diario”, “Mundo Católico”. En dichos recortes encontramos interesantes noticias ya reportadas o que reportaremos a lo largo de estas páginas y otras inéditas e interesantes que queremos resumir a continuación. Quizás la más interesante y en balde buscada en el recuerdo y memoria hasta de los más ancianos que pudimos abordar, es la de un artículo del diario del cual no se sabe el título y que sin embargo nos informa sobre la fecha de la construcción e inauguración de nuestra actual Iglesia. Pues el artículo lleva una foto del presbiterio y retablo de nuestra iglesia precisando que dicha foto había sido “tomada el 3 de mayo de 1902 cuando se inauguró el templo re- construido sobre las ruinas de aquel que se quemó durante la guerra del 95.” Y añadía que dicha foto había sido regalada (al P. Salvador o a al corresponsal local del diario que la publicaba) por el abuelo del entonces Obispo de Pinar del Río Mons. Evelio Díaz Cía: Don Luis Díaz. Éste parece que estaba emparentado sobre todo con la famosa familia palaceña de los Cruz y le guardaba gran afecto a Los Palacios si, además de esta foto, fue el donante de otro objeto de gran significado como veremos en adelante. De estos recortes sacamos ulteriores noticias acerca de la actividad del “Comité pro restauración de la Iglesia de Los Palacios y fundación de una escuela gratuita anexa”. Comité del cual ya supimos en la “Voz de la Parroquia”. Una de ellas es que el 20 de agosto de 1954 y días siguientes El P. Salvador visitaba en La Habana las redacciones de los órganos de prensa arriba recordados. Lo acompañaban la señora Emma Cruz, Oilda Fernández, Julia Cordovés y la señorita Ofelia Valverde. Así que la iniciativa resultaba ampliamente publicada. Este recorte de Diario nos informa y asegura acerca de la fecha de la inauguración de nuestra iglesia reconstruida: año 1902. 250 años de historia... Integrantes del Comité Parroquial y Liderazgo de Ofelia Valverde 123 señorita Ofelia Valverde Medel.” Este comité acababa “de adquirir una campana con valor de 170 pesos y proyectaba construir también una nave anexa.” Que habría sido la actual capilla del Santísimo. La fatiga en recaudar todo lo necesario para financiar todas aquella actividades y la incomodidad en ver la falta de ayuda también de parte de las entidades estatales se reflejan en este informe de aquél que por lo menos se define como “un gran diario con cientos de agentes y corresponsales” y dice: “Siguen las voces del Comité Pro Mejoras de Los Palacios clamando por el crédito para la construcción de la parroquia y de una nave... Increíble que a estas horas, cuando se conceden tantos dineros por la Lotería Nacional una gran necesidad, como constituye la demanda de los palaceños no sea escuchada. Ofelia Valverde Medel, nos ha dicho: “Estamos arando en el mar, ladrando a la luna... pero seguimos.” “El Pais”, del cual era corresponsal local la señorita Emma Cruz Piñera, informaba sobre los integrantes de dicho Comité que eran los siguientes. Presidente de honor el excelentísimo Mons. Evelio Díaz y Cía Obispo de Pinar del Río. Doctores: Ramón de la Cruz, Manuel Dorta Duque, Mario Díaz Cruz, Santiago Gutiérrez de Celis, Lucilo de la Peña Cruz y José Monte (Secretario). Señoras: Georgina Martínez viuda de Álvarez, Celia Martínez de Fernández, Georgina Medel de Ajamil. Oilda Fernández de Hernández y Encarnación Viña Delgado. Señor Avelino Tapias Iglesias, Señora Aurora Cruz de Tapias, Señorita Ofelia Valverde, Emma Cruz Piñera, Mercedes Dorta Duque, Doctor Joaquín Cariuch (Juez municipal), Señora Ana María Cruz Vda. de Abreu, Señor Celestino mayor y señora, Señora María Medel Vda. De Valverde, Clara Díaz de Díaz, Señora Petrona C. Vda. de Grenier y Señora Amelia Alfonso de Viñas. El diario “ Mundo Católico”, del cual era corresponsal local la señora Sara Valverde, de su parte brindaba más detalles acerca de las condiciones de nuestra Iglesia y sus necesidades más imperantes: “La Iglesia parroquial de Los Palacios se encuentra en muy mal estado. Su altar mayor tiene que ser sustituido, la sacristía amenaza ruinas; sus techos paredes y pisos en pésimo estado. No tenemos Casa parroquial, ni Colegio, teniendo terreno para ello.” Para los palaceños que vivían en la capital se indicaban a la señorita Emma Cruz y la señora Georgina Martínez viuda de Álvarez, que radicaban en La Habana, como personas confiadas a quienes entregar el óbolo que ellas después harían llegar al P. Salvador. En fecha no indicada, otro recorte de uno de 20 de agosto de 1954 el P.Salvador y 4 distinguidas palaceñas visitan en la estos diarios informaba acerca de una reunión en el Habana esta y otras redacciones de periódicos para lanzar la campaña de salón de la Junta de la Iglesia de la Merced (La recogida de fondos para los arreglos a las obras parroquiales. Habana) “entre los naturales de Los Palacios residentes en la capital donde el párroco P. Díaz Montoro y la Al momento en que escribo Ofelia Valverde, en los umcomisión encargada habría informado sobre un importante brales de los 94 años, no está más en condiciones de remeasunto relativo a su parroquia de origen.” morar esta y otras cosas ni de precisar quienes son muchas Como figura de primer plano, en animar al lado del P. de las personas retratadas en las fotos de las cuales hablaba Salvador, estaba en aquellas iniciativas, la señorita Ofelia al inicio de este capitulo. Pero hasta casi los 90 años permaValverde resulta sobre todo de este recorte de diciembre de neció lucida y activa en la parroquia, después de haber sido 1955 que relataba: “Una distinguida señorita de la sociedad con pocas otras como el baluarte y el punto de referencia de Los Palacios patrocina el Comité que viene interesando para los católicos de nuestro pueblo en los años más difíciles del Gobierno un crédito para la reconstrucción de la Iglesia para la fe y la práctica religiosa. Hasta los primeros tragaluces parroquial en la cual se creará un local para brindar educa- de tiempos mejores no dejó de liderear al pequeño “Resto fiel ción a niños pobres y que constituye una verdadera necesi- de Israel” palaceño que permaneció fiel en las largas temporadad para los niños de esa simpática población cubana y res- das de la prueba. Hasta en tiempos del P. José Boktenk fue, al ponde a un anhelo de todo su pueblo. inicio, su secretaria y consejera. A pesar después de su avanRespaldan a la bondadosa señorita Ofelia Valverde y zada edad ya en aquel entonces fue entre los escogidos para Medel, perteneciente a muy distinguida familia de la locali- participar en Roma, en noviembre de 1994, a la consagración dad, en su dura labor buscando el progreso de Los Palacios, del Cardenal Ortega y no faltó a aquella histórica cita. todas las clases vivas, la sociedad en pleno y el pueblo en Otro breve “especial” probablemente de fecha sucesiva general.” y que reportaba la firma de García Díaz informaba: “El Comité En otro recorte, en fecha que no se puede precisar, se Pro reconstrucción... de Los Palacios ha reiniciado sus activolvía a alabar la “hermosa labor del Comité pro-reconstruc- vidades siendo su primera gestión demandar del director de ción de la Iglesia en Los Palacios que preside la altruista la Lotería, la fijación de fecha para el sorteo que se le ha prometido para dichos trabajos...” 124 Los Palacios... Con respecto a esta Lotería, otro recorte de diario firmado J.M.S. reportaba: “ Una gestión hecha cerca del señor presidente de la República, mayor general Batista, ha hecho concebir fundadas esperanzas al citado Comité (de la parroquia de Los Palacios) ya que esperan unos pocos miles de pesos del producto de la Lotería para terminar las obras y dejar en funcionamiento la escuela gratuita.” ¿Quiénes fundaron asociaciones tan prestigiosas? don Luis Díaz, católico ferviente, abuelo del Obispo diocesano, el excelentísimo y reverendísimo Monseñor Evelio Díaz.” -La imagen del Arcángel Rafael “fue traída desde Barcelona hace más de 70 años, por los esposos don Gregorio de la Cruz y doña Eugenia Díaz.” -La imagen de la Merced fue “donación de la señora Higinia de la Cruz, en reconocimiento por haberse restituido la salud a su hija Sofía.” -La imagen de Nuestra Señora del Rosario fue donada por el Padre Pepe. -La imagen de nuestra Señora de Fátima fue donada por el doctor Octavio Rivero Partagás. -La imagen de la Caridad del Cobre fue adquirida con ofrendas del mismo pueblo de Los Palacios. -La imagen de la Virgen del Carmen fue donada “por su devoto el doctor Armando Valverde y su estimadísima familia.” -La imagen del Sagrado Corazón fue “donada por las reverendas madres del Colegio de Buenos Aires y Calzada del Cerro, a través de la antigua alumna, señora Emilia Nieves Piñera y Pérez que presidió la Asociación del “Apostolado de la Oración La imagen de la Virgen de la Cari- durante muchos años sucediéndole desdad del Cobre de nuestra Iglesia fue pués la señora Fortuna Medel.” q Otras interesantes noticias que encontramos en estos recortes son por ejemplo aquellas relativas a la Asociación “El Apostolado de la Oración”. Ya recordamos que fue fundada en nuestra parroquia en 1905. Lo nuevo que nos recuerda uno de estos recortes es que: “En aquel año ofrecieron Misiones los padres de la Compañía de Jesús en la parroquia de Los Palacios y el inolvidable Padre Jorge Camarero dejó constancia de ellas, fundando el Apostolado de la Oración.” Su primera presidenta fue la Señora Emilia Piñera que, ya anotamos como 50 años después con conmoción acogía, adquirida con ofrendas del mismo acompañada por sus hijas, el P. Salvador pueblo palaceño. celebrando el cincuenta aniversario de tal fundación. Fue además el R.P. Julio Monje que dio a conocer en Los Palacios la devoción a la Virgen bajo la advocación de “La Milagrosa” y más tarde el P. Zabalo, franciscano, fundó la asociación el “Ropero de La Milagrosa” cuya benéfica actividad ya ampliamente ilustramos. ¿Quiénes fueron los donantes de las imágenes de nuestra iglesia? En fin otra curiosidad que satisfacen estos recortes es aquella acerca de quienes fueron los donantes de las imágenes, cuadros, objetos de nuestra Iglesia además de los que ya pudimos señalar. -La imagen de Jesús Nazareno, patrono principal de la parroquia, “fue llevada al templo en acción de gracias por el Señor La imagen del Arcángel Rafael que yo mismo hice restaurar en el año 2001 resulta ser la más antigua de nuestra Iglesia. Pues fue traída desde Barcelona hace alrededor de 120 años. Hice restaurar también la estatua de la Virgen del Carmen que fue donada por el Dr. Armando Valverde y su familia. 1994: al centro Ofelia Valverde peregrina en Roma en ocasión de la consagración del cardenal Jaime Ortega. Tenía ya 87 años. 250 años de historia... 125 CAPÍTULO XXI El central azucarero “La Francia” L “ os momentos de nuestra niñez y juventud en el administrador Julio Mores, con nuevos técnicos como el querido Central La Francia, acuden a nuestra mente con tan- español Bigarra y después Fernando Castellano, se abre una ta frecuencia que poderlos expresar de cualquier forma no época de mejoramiento. Estos últimos propietarios, a quienes aludimos, darán imme resulta difícil.” 11 Así escribe Zoa Caridad Medina ex maespulso también a la construcción del Molino arrocero. El setra del Central ahora emigrada a la Florida. El central azucarero con esta denominación, que después ñor Mario Luis Suárez recuerda que tenía sólo 26 años uno pasó a indicar el actual poblado, fue fundado en 1916. Tuvo de los hijos de Ignacio Carvajal: José Ignacio Carvajal y que como primer nombre “Virginia” como se puede observar en fue él quien se arriesgó en construir el Colosal Molino arrocero un cartel sobre base de hormigón en letras negras que se pero tuvo éxito en este reto porque, al cabo de la segunda encuentra alrededor de la línea férrea por donde posterior- zafra, ya había pagado todas sus deudas, tan abundante era el producto en aquella zona sur. Su esposa recuerda también mente pasará el Cuchi en el poblado de Los Palacios. Adquirió después el nombre de “Central La Francia” hasta la extraordinaria calidad de la caña que crecía por allá. Entre el año 1959 cuando ocurrió el triunfo de la Revolución. En- sus recuerdos está también el de la generosidad de los Cartonces algunos obreros querían ponerle el nombre de Damián vajal: cuando uno de sus obreros se enfermaba eran capaces Pérez pero prevaleció la opinión de llamarlo “Sierra Maes- de llevarlos ellos mismos al hospital en La Habana. Después que el señor Carvajal benefició a los trabajadores más efitra”. Este ingenio – según un trabajo investigativo de Maricela cientes y fieles, tuvo la suerte de vencer en una lotería famoRomero Cardoso del cual sacamos también los precedentes sa de España. Los Carvajal eran propietarios también del datos – tenía capacidad para moler 175.000 arrobas de caña ingenio San Cristóbal y tenían tiendas y otras propiedades cada 24 horas (230.000 según Osvaldo Gotera); la caña era en varias partes. En Santa Fe poseían – según testimonio de recibida de las Fincas Santa Rosa y el Guasimal. La materia Luis Suárez – una casa a orilla del mar y una lancha junto a la casa. En vísperas de la intervención de sus propiedades con prima se transportaba por ferrocarril. Disponía de una rancha, 4 locomotoras y 120 carros de la misma lancha se fueron para Estados Unidos. acero de 30 toneladas. Poseía una planta de moler que estaba compuesta por un tanden, tres trapiches, una planta de vapor de 12 calderas de retorno etc. Osvaldo Gotera nos brinda al respecto otros datos interesantes: “Tenía el Central la Francia 1.088 caballerías controladas y 271 caballerías utilizadas, 143 colonias, un total aproximativo de 650 obreros empleados durante la zafra y 59,5 kilómetros de vía férrea. Produjo durante la zafra de 1957 y 1958 respectivamente un total de 143.839 y 183.105 sacos de 250 libras de azúcar y 925.000 y 1.000.240 galones de miel 11 El central empezó a producir en 1921. En cuanto a sus propietarios: en un primer tiempo fue propiedad norteamericana, pasó después a ser propiedad de una compañía de abogados radicados en la Habana. Por el período de sólo una zafra fue propiedad de cierto Guillermo Espinosa de Camagüey. En los años 40, siendo ministro del trabajo el Dr. Carlos Prío Socarras, adquieren el Central azucarero por la 1963: al centro Zoa Caridad Vidal Medina, que fue maestra en el cantidad de 800.000 pesos los nuevos arrendatarios central La Francia, el día de su despedida de soltera que se llevó a Simón Ferro e Ignacio Carvajal. Con ellos y con el nuevo cabo en el restaurante “La Güira” 11. 126 Los Palacios... los varones, era Ulpiano Rodríguez. Mi papá, Marco Delgado, era miembro de la Guardia Rural que tenía un cuartel en el Central La Francia. Con respecto a la actividad religiosa, antes de 1954 no El auge del Central La Francia coincidió también con el había Iglesia y no había una catequesis estable y regular de la iglesia católica construida en el poblado. Graciosa en sino que de vez en cuando venían misioneros que visitaban sus líneas arquitectónicas y sólida en su estructura, fue prolas casas, reunían a la gente, daban un poco de instrucción yectada por un joven arquitecto de Consolación del Sur y celebraban los sacramentos. que, desgraciadamente, perecía en un accidente antes de La idea de construir una Iglesia fue sobre todo de la ver cumplida la obra. señora Mimí Izquierdo, que hoy tiene 91 años y vive en Miami, y de su sobrina Ernestina Besú. Fueron estas dos extraordinarias mujeres las que encabezaron todo el movimiento e iniciativas pro construcción de la Nueva Iglesia del Central. Para recaudar los fondos necesarios, empezaron por organizar, en el mismo Central, Carnavales, certámenes, reinados etc. Un grupo de muchachas, entre las cuales recuerdo a Amalia Maste y Claudia Rodríguez, vendían papeletas y la que más vendía resultaba elegida reina del Carnaval. Otra considerable cantidad de fondos para construir la Iglesia se recaudó organizando en aquellos años dos Verbenas que resultaron lindísimas. Otras muchachas además recogían dinero en jarros que llevaban de casa en casa o con los cuales se acercaban a 11 Vista aérea sobre el Central la Francia en los años 50. los obreros en el día en que cobraban su estipendio y hay que decir que la gente respondía con En la fachada de la misma Iglesia así lo recuerda una gran generosidad y todos los jarros distribuidos volvieron pequeña lápida: “el joven Antonio Canaves Ugalde ofreció generosamente su arte y trabajo para construir este tem- llenos. También yo me comprometí en esta iniciativa con plo. Antes de inaugurarlo Dios lo llamó a su seno. Aquí en Nélida Rancaño, Clara Valdés y otras. Después que fue inaugurada la capilla el P. Salvador el bronce queda su nombre, su recuerdo perdura en los empezó a venir al Central más frecuentemente y cuando corazones, una plegaria por él murmuran nuestros labios.” había una celebración todo el mundo iba y cooperaba. –19 de Diciembre de 1954. Según la señora Regla Delgado Pérez (22-5-1933) esta Además de Misas, Bautismos y Primeras Comuniones se celebraron allí también matrimonios. fue la fecha no sólo en que fue puesta El primero fue el de Clara Valdés y su esta tarja de bronce sino también de la esposo que le llamaban el Niño. El seinauguración de la Iglesia del Central gundo celebrado fue propiamente mi cuya celebración fue presidida por el matrimonio con Mario Luis Suárez, ceObispo de entonces: Mons. Evelio lebrado el 26 de mayo de 1956. El terDíaz. Presenciaban también el Cura Pácer matrimonio fue el de Gladys rroco P. Salvador Montoro y otro joRodríguez con Mario Ramírez. ven sacerdote, hoy Obispo de Pinar del Mi esposo trabajaba entonces en el Río, Mons. José Siro González Bacallao Central de San Cristóbal como encarLa señora Regla nos hace este integado del Kiosco. Al casarme, me mudé resante relato de su infancia y juvenpara San Cristóbal pero nos quedamos tud en el Central y de cómo se ideó y se allí sólo un año, pues al año siguiente concretizó la edificación de este tema mi marido le encargaron en Los Paplo: “Yo nací en una casita del Cenlacios la Agencia de la cerveza Cristal tral La Francia cubierta de guano pero y del agua mineral “La cotorra”. Viel ambiente estaba muy vivo entonces víamos y teníamos el depósito de estas y activo. Todas las familias tenían pobebidas en la actual calle 21, frente al sibilidad de trabajo en la grande esCUPET. tructura del Central. Había también Mi marido mantuvo relaciones con una escuela rural para niños y una el ambiente del Central, como suminispara niñas en las que se cursaba hastrador de la cerveza, hasta cuando fue ta el 6º grado. Mi maestra fue Caroli- Transbordador de caña del Central palaceño intervenido. Nuestra actividad comerna Soto mientras que el maestro, para en los años 50. (11) Construcción de la iglesia del central 250 años de historia... cial fue tan próspera en aquellos años que pudimos financiar un equipo de peloteros palaceños que llevaban con honor en su pullover, el cartel de CRISTAL, haciendo así buena propaganda a este producto. Volviendo a la Iglesia del Central, recuerdo que la Imagen de la Santa patrona, Santa Teresita del niño Jesús, la ofreció el señor Ignacio Carvajal dueño, junto a S. Ferro, del Central. Escogió a esta Santa por el cariño que tenía hacia su esposa. María Teresa Cuervo. El señor Crecencio Rodríguez después, dueño de la bodega y centro comercial del Central, donó la linda imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre. Recientemente pude viajar por primera vez en mi vida a Estados Unidos donde visité a varias compañeras de mi infancia y de aquellas inolvidables fiestas y actividades en el Central. ¡Cuan emocionante sobre todo mi encuentro con Ernestina Besú y con Mimí Izquierdo que, como decía, tiene ahora 91 años. Como muchos otros se fueron del Central cuando fue intervenido. Estuvimos largo rato rememorando aquellos años y aquellos recuerdos de nuestra niñez y juventud en el Central, nuestro entusiasmo y nuestras iniciativas en dotar aquel lugar de su digno templo. Ellas todo lo recuerdan con mucho cariño y nostalgia”. Se celebró en el Central la primera misa vespertina de la Diócesis Probablemente en 1954, el 8 de diciembre, en el Central “La Francia” se celebraba la primera misa vespertina autorizada en la diócesis de Pinar del Río. El advenimiento alcanzaba el honor de la crónica en la prensa nacional. Reportamos por entero al respecto lo que la corresponsal local de “El Mundo”, Sara Valverde Medel, escribía en este periódico: “La primera misa dicha en horas de la tarde en la Diócesis de Pinar del Río fue celebrada en el Central “La Francia”, perteneciente al término de Los Palacios, el día ocho de diciembre, fiesta litúrgica de la Inmaculada Concepción. Nuestro Párroco, el reverendo padre Salvador Díaz Montoro, después de celebrar en horas de la mañana en nuestra Iglesia Parroquial los oficios propios del día de precepto, se trasladó a dicho central, donde fue recibido por un grupo de vecinos entre los que se encontraban la familia del administrador, la señorita Ernestina Besú y el señor Eladio Valverde Medel que activos y entusiastas es- “Fiesta Guajira” Vecinos tuvieron misionando durante las Palacios 1948 11 horas del medio día. Mientras tanto, aquí en nuestro pueblecito, íbamos de un lado a otro ultimando los detalles para organizar el numeroso grupo de damas y jóvenes que acompañados del reverendo padre Julio Morejón, Párroco del vecino pueblo de San Diego de Los Baños, se trasladaría en un motor de línea hasta el Central. Tan pronto llegamos nos dirigimos al local donde la 127 señorita Besú y un grupo de jóvenes que con ella colaboraron habían levantado un sencillo pero artístico altar donde nuestro Párroco oficiaría. ¡Hermoso acto, celebrar una misa en horas de la tarde y en día de precepto! La concurrencia fue numerosa; entre ella un grupo de obreros que acababan de salir de sus faenas. En una forma sencilla el padre Morejón iba explicando sobre la celebración de la Santa Misa y, terminaba ésta, el padre Díaz Montoro nos habló sobre la Virgen María y el Año Mariano. De regreso a nuestro pueblo se dio fin a este hermoso día (comienzo del Año Mariano) rezando el rosario en horas de la noche en la Iglesia Parroquial.” Las luchas obreras y sindicales en el Central. Construcción del Molino Arrocero Según Maricela R.C. por las condiciones económicas, políticas y sociales a las cuales eran sujetos los obreros, el Central fue teatro de varias manifestaciones sobre todo al comienzo de los años 30. Recuerda de manera especial quien fue el animador principal de las huelgas mediante las cuales se pedían mejores condiciones de trabajo, de pago etc.: Pablo Cabrera Gilmás. En 1930 se creaba el sindicato “Unión de trabajadores del Central La Francia”. Durante el gobierno de Gerardo Machado se realizó una huelga dirigida por el propio Pablo Cabrera Gilmás pidiendo atención y mejoras. En 1944 se paralizó el central como resultado de otra huelga, no cargando los sacos de azúcar que debían salir para el puerto. El principal dirigente de esta huelga, que duró 15 días, fue Eustacio Cruz y participaron más de 300 obreros. Parece que el mismo P. Ojea dio su eficaz apoyo a las reivindicaciones de los obreros. del Central La Francia en presentación de la Verbena de Los Cuando se desató la lucha por el “diferencial azucarero” Jesús Menéndez visitó el Central la Francia. En honor del ilustre visitante se realizó un pequeño homenaje en el restaurante “El palaceño”. Después cogió el Cuchi, que era el popular tren que conducía al Central La Francia a los trabajadores residentes en Los Palacios y sus alrededores. Cuchis se llamaban propiamente los carritos de este tren. 128 Los Palacios... Al frente de la comisión que en el Cuchi acompañaba a Jesús Menéndez al Central estaban Pablo Cabrera Gilmás, Tranquilino Pedroso, Avilio Chilotes y Miguel Hernández. Durante su estancia J. Menéndez hizo su explicación a los obreros que no se podía ceder ni un ápice en el cobro del diferencial. Empleados del Central La Francia en 1947. De Izq. A derecha: Mr. Jorge Arnold. Jefe de Almacén: César Nardo, Tomasito Fernández, Manuel Cuevas, Nelson Fernández, Aniceto Valdés, José Rodríguez Fraga. 11 Desmantelamiento del Central y difícil situación actual del poblado Al llegar el triunfo de la Revolución en 1959 se verificaba la nacionalización del Central. Su nuevo administrador fue cierto Simón Bolívar. De acuerdo con el plan del Che Guevara, entonces Ministro de la Industria, decidió reducir a 100 los 161 centrales azucareros presentes en Cuba, La Francia fue incluido entre los que tenían que desaparecer. Así en la década de los años 60 empezaba el desmantelamiento y fin del Central “La Francia”. Eso no significó la disminución del poblado homónimo, que al contrario, tuvo cierto crecimiento por el desarrollo en el extremo sur de nuestro territorio municipal, y de los grandes cultivos de arroz. Al desmantelamiento del Central hace años, en tiempos más recientes se añadió el paro del molino arrocero relacionado, con la drástica disminución de la siembra del cereal con el intento de liberarlo de las plagas que lo afectan, y a la persistente sequía que en estos años disminuyó notablemente las reservas de agua. Por eso es comprensible la desolada situación en que se encuentra esta zona y su residual población que se comunica con el pueblo de los Palacios con una carretera polvorienta que es un desafío a la salud para quienes la recorren a menudo. Imagínense entonces el martirio de cuantos tienen que recorrerla diariamente por un tramo de casi 20 kilómetros entre ida y vuelta. Supimos del desconcierto de algunas autoridades del Partido Comunista que transitaron por estos parajes en los días de principios de Agosto 2000 cuando Pinar del Río se preparaba para celebrar, como ganadora de la emulación, la fiesta del 26 de Julio. Mucha gente del pueblo decía: “¡Si estas son la condiciones de ciertos lugares de la provincia ganadora del 26 no hay que hacerse muchas ilusiones!” Naturalmente alrededor del Central surgió toda una serie de estructuras de servicios y habitaciones. Al respecto Zoa C. Medina nos recuerda que había entonces en el Central una oficina de Correo, un centro comercial, un puesto de víveres, y tenía su Cuartel de la Guardia Rural. El médico del Central era el Dr. Pedro Morales Escobar que vivía en Los Palacios y venía al Central con su carrito de línea conducido por Rufino Páez mientras que el conductor principal del Cuchi era Juan Padilla y dueño del mismo eran Cipriano Acosta Cruz y su socio Waldo Roque. Durante cierto auge económico del central azucarero “La Francia” sus propietarios, Simeón Ferro e Ignacio Carvajal, construyeron en el terraplén próximo a Los Palacios, camino hacia el central uno de los más grandes molinos arroceros de América. Escribe al respecto el emigrado Armando Hernández Ibáñez: Teníamos el primer molino arrocero de Cuba y de América Latina”. Su construcción remonta exactamente al período en que era ministro del trabajo el Dr. Carlos Prío Socarras y presidente Ramón Grau San Martín. También Zoa C. Medina recuerda que el Central tenía su escuela de 1º a 6º grado donde ella misma trabajó de suplente de preescolar y de tercer grado. Recuerda además el “Kiosco del central, propie1954: Bendición de la Campana de la iglesia del Central La Francia, la mejor dad de la familia Domínguez, donde los actualmente por su sonido en nuestro municipio. trabajadores iban a tomar café y comer otras chucherías”. Recuerda en fin “la Menos de dos meses después, de aquellas mismas latitusociedad Club Progresista con sus cantinas, los barrancones, los trabajadores, la panadería de Ramón Cabrera y el bar de des, despegaba una de las avionetas comúnmente usadas para la siembra y fumigación del arroz. En el mismo tanque de Alejandro Valdés.” 11 la simiente o de los venenos, según la necesidad, se habían 250 años de historia... 129 agazapado 9 fugitivos, en buena parte palaceños. La décima despegado desde nuestra zona y que por eso Los Palacios, persona a bordo era el piloto, persona de confianza del Partido por algunos días, había estado en el centro de la atención de quien, años antes, había sido enviado a Estados Unidos para los medios de comunicación y de la histórica “Mesa Redonrecuperar otra avioneta robada en semejantes circunstancias. da”. Supe que, entre los fugitivos estaban dos niños que ¿Qué pasó a lo largo de algunos años para transformar a frecuentan la escuela delante del molino arrocero que fue esta persona muy honrada y cumplidora a los ojos de sus propiedad de la un tiempo pudiente familia Dorta. compañeros en el autor de una empresa tan sorpresiva y temeraria? Casi nadie en el pueblo conocía el porque de la extraña dirección que tomaba, hacia nuestra sierra, aquella avioneta acostumbrada a vuelos a baja cuota de numerosas pero cortas idas y vueltas sobre los campos arroceros. Casi nadie excepto alguna madre que levantaba sus manos y su oración al cielo, angustiada por el destino de unos hijos. Oración más que oportuna, porque una dura prueba esperaba al piloto y a los tripulantes. De hecho, al enfrentar el mar, una improvisa perturbación atmosférica lo obligaba a desviar su rumbo. El prolongarse de la ruta provocaba además el agotamiento de la reserva de gasolina y obligaba al piloto a una desesperada decisión. Aterrizar en pleno mar confiando en el rápido socorro de un barco de bandera panameña, en navegación en la zona, al cual lograba acercarse. Gracias a Dios el piloto tenía éxito en su intento, el tanque del avión lo mantenía flotante hasta que los asustados tripulantes pudieron salir y echarse al mar. El socorro fue rápido y eficaz, sólo uno de los 19 de Diciembre de 1954 Mons. Evelio Díaz inauguraba la nueva Iglesia diez fugitivos pereció por no saber nadar y por pro- Del Central La Francia. Le acompañaban el P. Salvador Montoro, de rodillas, y el entonces joven sacerdote José Siro Gonzáles, hoy Obispo de blemas de asma y cardíacos. Y no era el único grupo de palaceños que, Pinar del Río. agobiados por la situación, la incertidumbre del futuro e ilusionados por los mitos norteamericanos habían La escuela está en gran parte reducida a un cúmulo de arriesgado la vida en aquella temporada con tal de irse del ruinas, en su mayoría descascaradas columnas sin muros. Se país. Otro pequeño grupo había sido tocado por la tragedia sigue dando clase en los pocos cuartos que quedan en pie. aunque en un segundo tiempo. Pues, zarpados de la Costa Cuenta la gente que hace años uno de los Dorta, volviendo Norte cerca de Bahía Honda en una lancha, pronto empeza- de visita de Estados Unidos y viendo las desoladoras condiron a tener problemas al punto que tuvieron que quitarle el ciones de la casa de sus antepasados, envió a los encargamotor a la embarcación para no hundirse y proseguir a fuerza dos públicos una suma de dinero para arreglarla, ya que serde brazos y de remos. Durante aquella Odisea, la pesadilla vía como escuela. Cuando volvía después de cierto tiempo le más grande había sido la escolta de tiburones durante la esperaba la afrenta de que el dinero había sido empleado noche. Finalmente habían llegado a divisar, en la lejanía, las para otra cosa. luces de Miami pero se hacía siempre más difícil acercarse a Con respecto, en fin, del camino que de aquí sigue hacia aquel espejismo. La corriente los empujaba atrás, la fuerza de el actual Central la Francia, hay que decir que no quedan raslos brazos iba mermando. Exhaustos y agotados fueron en- tros del legendario Cuchi que, como recordaba la señora Zoa, contrados por los guardacostas yankis. Fueron tratados muy llevaba al Central también el pan fresco desde Los Palacios. bien pero, según los acuerdos establecidos, devueltos hacia En cuanto al asfalto de la carretera: no quedan más que Cuba, hacia sus hogares donde se habían vivido largos días de pocas costras más molestas que útiles para el tránsito de tracindescriptible ansiedad. tores, camiones, bicicletas entre charcos y lodo durante el peMás o menos un mes después uno de ellos, un joven ríodo de las lluvias y una asfixiante polvareda en los períodos padre de poco más de 30 años, mientras iba a buscar a su de siempre más prolongadas sequías que acentúan el sufrihijo, al regresar con él, para volver a la casa montó sobre uno miento, hasta entre el ganado que se divisa en los llanos, junto de los desvencijados camiones en este caso manejado por al marabú que extiende su dominio cada vez más. un temerario borracho. En una curva el camión se desvió bruscamente saliendo de la carretera y volcándose. De las Como sí fuéramos personas que cargaba precisamente, este joven padre moría al huerto de Getsemaní después de una larga y dolorosa agonía. Volviendo a la vicisitud de la avioneta: había sido una de No faltan en el Central una escuela primaria y niños buelas pocas noticias cubanas llegadas a Italia en los 50 días nos e inteligentes. No faltan otros servicios pero, ¿en qué que permanecí allá tras la muerte de mi padre. condiciones están? El polvo, la falta de agua, la humedad y la Supe a mi regreso a Los Palacios que la avioneta había 130 Los Palacios... falta de medios de transporte hacen al pueblo insalubre e incomunicado. Abundan la neumonía, el asma y otras enfermedades respiratorias favorecidas por la difícil situación ambiental y la escasa y monótona alimentación. En suma, si hubo un tiempo en que el Central, además que lugar provechoso para muchos trabajadores, fue también atractivo y digno de ser extrañado hasta inspirar a la señora Zoa este título de sus memorias del lugar: “ Mi querido Central La Francia”, hoy este se ha transformado en la última y más difícil frontera de la consigna de los palaceños: “Lucha y resiste”. 1950: Primera Comunión en El Central La Francia en presencia del Obispo Mons. Evelio Díaz Tenía en tales situaciones que proceder yo mismo a limpiar con una escoba, que me llevaba de Los Palacios. Me quedaba después esperando el paso por allí de algún muchachito o muchachita, le pedía por favor si podía levantarlo para que me agarrase el cable para tocar la campana que es todavía la mejor, por su timbre, de todo el territorio municipal. Hubo ocasiones en que sobre todo algunos niños y adultos acudieron a aquel toque y otras en que me quedé tan solo y amargado como Jesús en el huerto de Getsemaní, al punto de que un día, al final de la misa dominical en Los Palacios, dije: “Hoy en la tarde tengo que ir al central La Francia. Para mi se ha transformado hace tiempo como un ir a Getsemaní. ¿Hay algún Pedro, Juan y Santiago que quiera acompañarme, velar y rezar un poco conmigo en aquella angustiosa soledad?” Desde entonces nunca dejaron de acompañarme algunas piadosas mujeres y a veces algún joven o muchacha. Llevábamos con nosotros también un cubo, algunas escobas y frazadas para limpiar ante todo la Iglesia que, por lo menos en su interior, se conserva bien y con gran parte de sus imágenes en buen estado. Al abrir la Iglesia a nuestra llegada, nos atropellaba por algunos minutos una tufarada de insoportable olor de ciénaga, de madera podrida y devorada por el comején, de excrementos de murciélagos, etc. Mientras las buenas mujeres limpiaban un poco y el aire, entrando por todas las puertas y ventanas abiertas de par en par, disipaba el hedor, yo tocaba la campana y miraba alrededor esperando que alguien respondiera a aquella voz de Dios. Por meses, en aquel que por ejemplo tenía que ser el Año Santo Jubilar, la respuesta se quedó casi nula. ¡Perdóneme Santo Padre si algunas veces me puse celoso al pensar en usted en el altar de la plaza de San Pedro, agolpada de gente alegre y confiada, y derramé alguna lágrima de gran tristeza y desaliento al verme en tanta soledad, casi deseoso de que lo más pronto posible la hermana muerte piadosamente me llevara al seno de la Iglesia triunfante, ya que tan lúgubres eran las riberas de la Iglesia empobrecida, derrotada y crucificada a las cuales había atracado!. En los últimos dos años, de gran vitalidad y festejos para la Iglesia Católica, bastaron los dedos de una mano y a veces sobraron para contar los feligreses que, en el Central La Fran- En 1998 ganaba el reconocimiento de maestro más destacado de nuestro municipio el joven Héctor Robaina. Reconocimiento bien merecido no sólo por su apreciada capacidad didáctica, sino por su sacrificio y abnegación en enfrentar por meses y meses el viaje de ida y vuelta del Central a Los Palacios con su bicicleta: 20 kilómetros de verdadero Calvario. Como en otros pueblos, también en el Central falta el agua de vez en cuando por largos períodos. Una vez, llegando allí, vi a una muchacha sacando agua de un charco para lavarse la cara: situación esta muy difícil para un pueblo como el cubano, ejemplar en cuidar su limpieza personal. Quizás el Central, un tiempo polo productivo importante y esperanzador para Los Palacios, se está transformando en el símbolo más evidente de su decaimiento. La misma capilla de nuestra Iglesia católica carece del amor y cuidado de sus habitantes, yace en un estado casi de abandono. La participación en la misa y catequesis, alterna momentos de cierta vivacidad y otros de casi total desinterés. No pocas veces yo también recorrí 20 kilómetros de vaivén sobre un Yipi desvencijado para llegar, encontrar la iglesia cerrada, su umbral transformado en provisorio secadero de arroz o, peor, sucio de excrementos de 1998: pequeño grupo de feligreses delante de la Iglesia del Central La Francia, perros y cochinos. presente la Hermana Katrín, celosa misionera del campo. 250 años de historia... 131 cia, se unieron a mí y al pequeño grupo venido de Los Palacios para rezar un Rosario para que, por intercesión de la Virgen, aquella comunidad donde habíamos misionado varias veces, visitado las casas encontrando buena acogida, y dado catequesis con buena participación en ciertos períodos, no se hundiera en la apatía religiosa y volviera a Dios. ¡Hermanos del Central! Si los hombres parecen haberse olvidado de ustedes, el toque mensual de la campana de su todavía linda Iglesita le recuerde que Dios nunca se olvidará de ustedes y, con Dios, también su Padre Cura que les quiere, padece por sus sufrimientos y anhela condiciones más humanas y saludables para su vida presente y caminar con ustedes la ruta que lleva a la meta de la vida y gloria futuras, que Dios prepara sobre todo para los humildes y atribulados en esta tierra. q Año Santo 2000: interior de la Iglesia del Central La Francia. El polvoriento camino que de Los Palacios conduce hoy al Central La Francia. Detrás: el secadero del arroz. En los años 40 los mismos propietarios del Central La Francia Simón Ferro e Ignacio Carvajal edificaron el molino arrocero que por cierto tiempo fue el más grande de América.11 132 Los Palacios... CAPÍTULO XXII Otros datos y curiosidades relativos al período desde inicio del siglo XX hasta el triunfo de la Revolución Confrontación de sensos demograficos Fecha 1887 1899 1919 1931 1943 1953 1985 Habitantes del municipio de Los Palacios 11.421 4.327 13.490 18.270 18.519 20.576 37.197 Estos datos nos permiten constatar que, “si al final de la guerra de independencia el Término Municipal había perdido aproximadamente las dos terceras partes de la población, también desde el gobierno de Machado hasta el desplome del gobierno de F. Batista (1958), prácticamente languideció, siendo en verdad insignificante el aumento registrado en el número de sus habitantes, prueba inequívoca del escaso respaldo de parte del gobierno central.” 11 Como puede apreciarse, el aumento poblacional fue notable durante el primer período de la República como en el período revolucionario a pesar del cese de la inmigración y del verificarse cierta emigración. También en el ámbito nacional y provincial sobre todo el período de 1911 a 1931 fue llamado de las “Vacas gordas” produciéndose entonces un aumento notable de nuestra población. Pero la provincia de Pinar del Río en los censos electorales pasaba del segundo lugar en 1931 al último lugar en 1943 “indicando este hecho el éxodo de gran número de personas mayores de esa provincia hacia otras en busca de trabajo, debido probablemente a la decadencia de la industria tabacalera.”45 De todas formas éste resultaba el movimiento de la población cubana según algunos censos de las primeras 4 décadas del siglo XX: Censo de 1907 2.049.980 “ 1919 2.889.004 “ 1931 3.962.344 “ 1943 4.778.583 45 El último entierro asentado Entre sus obras de misericordia corporales, la Iglesia Católica incluye aquella de sepultar dignamente a los muertos, cuidar el decoro de los cementerios y asentar los fallecimientos en libros apropiados, conservados también en nuestros archivos. La iglesia así nos enseñó y sigue enseñándonos el respeto hacia los restos mortales de nuestros difuntos porque están destinados a la Resurrección final. Sólo en tiempos posteriores esta se transformó en tarea del estado, de los encargados municipales. Todavía en muchos países cristianos es costumbre antes del sepelio, llevar a los cadáveres a la Iglesia y celebrar la misa o el culto en su sufragio. Así fue también en Cuba hasta cierto tiempo y donde fue posible. El último entierro asentado en nuestra parroquia, precisamente por el P. Pepe, fue el de cierta Joaquina Menéndez Piquero fallecida de Tuberculosis a los 44 años y sepultada el 20 de diciembre de 1918. El 9 de marzo del año siguiente el Obispo Mons. Manuel Ruiz Rodríguez revisaba nuestro Vº libro de entierros, sugería algunas correcciones y exhortaba al P. Cura a “desplegar todo su celo a fin de que los enfermos todos, recibieran los últimos sacramentos.” Terminaba entonces en Los Palacios la humanitaria tarea, atendida en cierta medida por la iglesia, de sepultar piadosamente a los muertos y cuidar los campos santos. Asociaciones y clubes En toda la primera mitad del siglo XX surgieron en Pinar del Río más de 60 asociaciones o movimientos cívicos, algunos de los cuales muy ligados a la Iglesia, que fueron los principales propulsores y protagonistas del desarrollo de la economía, la cultura y la sociedad. Asociaciones de Instrucción y Recreo, Partidos, Sindicatos etc.1 También en Los Palacios en este período hubo cierto fervor en este sentido. “Además de las Iglesias cristianas, también organizaciones sociales e instituciones fraternales buscaban el mejoramiento espiritual, recreativo, filantrópico, cultural y social de la población.” 11 En el municipio de Los Palacios fueron activos: 1) El club Hispano Cubano: Organizaba los bailes de Navidad, de los Enamorados (14 de febrero), el de la Guayabera en el mes de Agosto. Se activaba también en ocasión de la fiesta del Santo Patrono. Estaba integrado en su mayoría por jóvenes pero también por menos jóvenes. 250 años de historia... Organizaba fiestas de despedida de solteros, distribución de beneficencia a familias y personas más necesitadas del pueblo. 11 El n.8 del periódico “El Palaceño” de marzo de 1945, llevaba en primera página la foto y los nombres de la Nueva Directiva del Club Hispano Cubano. Entre ellos: el propio Alcalde de la época: Francisco Bugallo y el director de la Revista Evelio Véliz Medina. El 10 de octubre de 1910 el Presidente de la República Dr. Carlos Prío Socarrás visitaba al pueblo de Los Palacios, almorzaba en la sede del Club Hispano Cubano. “Lo acompañaba Aureliano Sánchez Arango, ministro de Educación y el general Uría López, jefe del Cuerpo de Policía Nacional (hijo de Los Palacios). El C.H.C. llegó a organizar también un equipo de pelota llamado “Martí y Maceo”. En este Club se practicaba también Voleibol llegando a contar con un potente equipo que compitió exitosamente. En menor escala también se practicó el boxeo.” 11 1) La sociedad nueva era 2) El centro social chino 3) El club de leones 4) Círculo social y liceo. Activo en Paso Real. Logias Según estudios del actual Ven. Maestro de la Logia Montecristi, Jesús García Márquez, existían masones en nuestro municipio, algunos nativos y otros provenientes de otras localidades ya en los últimos años del siglo XIX y primeros del siglo XX. Sin embargo habrá que llegar al 16 de Abril de 1906 para que un grupo de palaceños pidiera Carta Dispensa al Serenísimo Gran Oriente de Cuba. El primero de septiembre fundaba la Revista “La Antorcha del Progreso”. Al final del año 1909 ya había en Los Palacios tres Logias masónicas. Dos en el propio poblado y una en el barrio de Paso Real. En la actualidad, en el territorio municipal, existen las siguientes logias: 1) Logia Montecristi de la Orden Masónica 2) Logia Antonio Valdés Valdés h 120 de la Orden Caballeros de la Luz 3) Logia Hijos de Los Palacios 4) Logia Carlos Llauró 173, en Paso Real de San Diego La logia Montecristi en la calle Warem (hoy calle 20). 133 de la Orden Caballeros de la Luz y de la Orden Oddfellows Hijos de Los Palacios 188. Concluyendo su estudio histórico acerca de las logias locales y con referencia a las logias de toda la isla –escribe Jesús M.G.V.: “Hoy representamos a una masonería empobrecida, posiblemente la más pobre económicamente del Continente Americano, sin espacio, ni influencias socio políticas. Una masonería tolerada pero no admitida y totalmente controlada, pero también, posiblemente la más espiritual del Continente Americano, preñada de hombres de buena voluntad, optimismo y con fe en el futuro.” 11 Eso tal vez explica por qué las relaciones entre la masonería y la Iglesia en Cuba no son conflictivas como en el pasado o como actualmente en otras naciones. Cambio de nombre de las calles, viejos y nuevos repartos Con el triunfo de la Revolución todas las calles de Los Palacios, que antes tenían nombres de personajes, se llamaron sencillamente con un número. Así por ejemplo la central Avenida 23 se llamaba calle o Avenida A. Maceo. La calle 32 se llamaba: Calle de la Iglesia mientras que del otro lado se llamaba Calle San José. La calle 30 se llamaba: Calle José Palacios. La calle 28 se llamaba: Calle Serafín García. La calle 26 se llamaba: Calle Pinera. La calle 24 se llamaba: Calle Céspedes. La calle 22 se llamaba: Calle Ajuría. La calle 20 que colecta con la autopista y sigue hacia el Entronque se llamaba: Calle Warren. En cuanto a sus perpendiculares que van de este a oeste, ya vimos como se llamaba la calle 23, (A. Maceo). Con respecto a las demás: La calle 17 se llamaba: Calle Ramón Cruz. La calle 19 se llamaba: Calle José Martí. La calle 25 se llamaba: Calle Fe hasta la estación de ferrocarril y se llamaba: Calle Luis Antonio Fernández después de la estación de ferrocarril en dirección del camino rumbo el Central La Francia. La calle 27 se llamaba: Calle Sol. Varias de estas calles, Como visibles en el mapa que añadimos, tenían y tienen su prolongación, en la parte este, en los repartos Betancourt y Nueva Era. Hoy existe en la parte sur este del Ferrocarril una zona habitada que, junto a la que se sitúa en las inmediaciones norte del mismo, es comúnmente llamada con el nombre antiguo “El Ciego”. La antigua vía férrea que llegaba al Central la Francia corría paralela más o menos al actual camino en terraplén. La actual calle 26 en su parte más al sur se llamaba Calle del Cementerio por llevar a este lugar. El cementerio antiguo se situaba más al norte y a la derecha de la misma calle con dirección hacia el Central. En aquella zona ahora surge el reparto Hindaya, muy pobre y descuidado. El Cementerio actual se sitúa más adelante con dirección sur y a la izquierda de la misma calle polvorienta. Siempre a la izquierda de la misma calle, surgen otras casas y, más allá, se extiende un amplio espacio de campos dedicados al ejercicio de varios deportes, sobre todo el béisbol y el fútbol pero que llevan el signo del abandono y descuido. 134 Los Palacios... En fin, al lado derecho de la carretera que va hacia el molino arrocero surgió otro reparto pobre llamado “El Molino” y, mas o menos medio kilómetro más adelante, donde la carretera dobla para tomar el camino hacia el Central la Francia, surgió el moderno centro INCA para estudios y experimentaciones sobre el arroz. Si este surge al lado izquierdo de la carretera antes de doblar y tomar la dirección hacia la central, al lado derecho, empezó la construcción de un moderno barriecito para hospedar a las familias de trabajadores en este campo sector de las experimentaciones. Actualmente todo este complejo es lo más decente que Los Palacios pueda presentar desde el punto de vista edilicio. Esperamos tenga futuro, como también esperamos una recuperación de toda la producción arrocera ahora en crisis. En la calle Maceo (Avenida 23) Estaban: Almacén de víveres de Máximo Cerro – La Revoltosa de Ramón Alonso (tienda de víveres y ferretería) – La Bomba de Diéguez (tienda de víveres) – La Revolución (tienda de víveres) de la familia López. – Las bodegas de Emilio Díaz, Vicente Lam, Felipe Fuentes y Curro Viñas – La Bodega de Pulito – La Bodega de Asunción Fernández – La Casa Pepe (tienda de ropas) – El Paraíso (tienda de ropa) – El Encanto (tienda de ropa), se llamó “Nuevo Encanto” una vez reconstruida después de su incendio. – La Novedades. – La Tienda de Delio Cabrera. – La Opera. – La Panadería de Tavo Sordo. – Las talabarterías de Omar Figuero, de Jesús Ipsán, de Marcelino Díaz. – La Farmacia Lamelas. – La farmacia de Alberto F. – el kiosco del “Chino Ronco” En la calle José Martí ( actual Calle 21) Estaba la ferretería de Emilio Gómez. – La Farmacia de Menéndez. – La Farmacia de Morejón. – La Farmacia de Perico. - La bodega de Víveres de la familia Martínez. – Había tres fondas muy aprovechadas por los carreteros y viajanYa recordamos como en las primeras décadas del siglo tes: Las de Lencho, de Remigio y de José María. XX “Los Palacios asimiló los avances del progreso y se dotó En la calle Waren (actual calle 20) de un fuerte y bien organizado comercio, una agricultura Había los siguientes comercios: Tienda de víveres y Carproductiva y equilibrada, una industria azucarera y arrocera, nicería de Juan Fernández. – Bodega del Chino Mulato. – una pequeña industria ligera.” 11 Bodega de Fuentes. – Kiosco de José María Lam. – La Quizás una prueba lo sea la larga lista de los comercios Remembrada «Siemp re Viva» de Felipe García. – La estación ya presentes antes de los años 40 y que nos proporcionó de Gasolina de Joseito Abay – La bodega de Tavo Abay. Jesús García Vázquez. Aquí, dando cierto orden a los apunOtros comercios tes del libro “Recordando a Los Palacios” de Osvaldo Gotera No nos detendremos a precisar las calles de estos otros comercios: y otros colaboradores en el exterior, intentamos reconstruir - Las Panaderías de Cabrera y de Polo. el elenco de dichos negocios en tiempos más recientes. Es - Los Bares de Eusebio Viñas, de Víctor Díaz, de Santos Fernández, decir después de los años 50. de Barcenas, de Polo. - Las Barberías de Ciriaco, de Vicente, de Jesús Romero, de Piche. - Servicio fotográfico de Andrés López. - Relojerías de Tatín y de Barbeito - Representantes y distribuidores de cerveza: La Polar (Tío Hano), La Cristal y la Tropical (Higinio Evia) - Puestos de frutos: del guajiro Julio, del Gallego Roque. - Hoteles: de Obregoso, de Pastor Fúster, de Ramón Barroso, de Nicolás Martín, hotel Casanueva, la Casa de Socorros. - Tiendas de víveres: “Cuba Libre”, de Juanito Medel, de Manuel Fernández. - Almacén Carvajal. - Comercios: de Tita Díaz, de Perico Rubiera, de Bolán, de El Niño, de Pedrito, de Nanao, de Marín Venereo, el Che, de Armando Díaz. - Las Farmacias de Víctor Díaz, de Santa Rita, del Dr. Lucilo Díaz. - Bodegas de Luis Lam, de Eduardo López, de Santiago Lam. - Kioscos de Titilo Fiallo, de Tomás Blanco. Años 50: miembros del Club de Leones delante de gran cantidad de - Sastrerías de Oscar Ipsán, Esquilo Torres, Cabo Suárez, de javitas-regalo destinadas para la beneficencia de familias necesita- Nicanor, de Benito y Mario Cruz. Bares, tiendas, hoteles, almacenes, talleres, comercios, consultas médicas das de Los Palacios. Cierto problema e incertidumbre, como posibles errores, los crean el hecho que ciertos comercios pudieron cambiar, a lo largo de los años, sus nombres y sus dueños. De todas maneras, antes de la intervención del nuevo gobierno revolucionario, este más o menos era el despliegue de servicios sobre todo comerciales en Los Palacios. Cines, teatros etc. - El “Cine Americano” en la calle Piñera (Actual Calle 26) - El “Cine de Ciriaco” - El teatro Boston - El teatro Liceo - El “Salón de Los Viñas” donde se celebraban bailes muy recordados. 250 años de historia... Al servicio de la salud. Además que las ya nombradas farmacias había. - La clínica de Ramón Barroso - La consulta del Dr. Lucilo Díaz: medico cirujano. - La consulta del Dr. Valverde Medel: médico cirujano. - La consulta del Dr. Miguel Fragoso Gil. 135 Palaceños sobresalientes en el deporte Sacamos algunas noticias de los palaceños que sobresalieron en el deporte, antes y al empezar el período de la Revolución, de las notas de Osvaldo Gotera el cual, entre los recuerdos de sus años vividos en Los Palacios, narra también Radio laboratorios los de su compromiso e interés en el deporte. Muchos lo “Radar” y “La Frecuencia” recuerdan como un excelente cachert. Él nos informa de la existencia en el pueblo de un fuerte equipo de pelota ya en el tiempo de su niñez (años 40): “Existía entonces un equipo de pelota el cual integraban, entre otros, Pedro Ferro, uno de los mejores jardineros centrales de aquella época del béisbol cubano; Orlando Núñez: excelente segunda base, jugó con el Atlético de Cuba; Antonio Herrera, formidable receptor con un potente brazo; Armando Fernández: excelente lanzador, jugó con la sociedad El Pilar en el béisbol de aficionados. El campo de juego se concentraba junto al terraplén que conducía al Central la Francia, cerca del transbordador de caña. Con el transcurso del tiempo, surgieron otras figuras beisboleras como la de: Armando Ferro, hermano de Pedrito. Armando jugó pelota organizada en las ligas Visito a un anciano enfermo y me complazco de que miembros de la Logia menores norteamericanas con bastante éxito. Roberto Fernández Tápanes que integró el “Hijos de Los Palacios”, a la cual pertenece, le hagan compañía jugando Dominó con él. equipo de Cienfuegos en la Liga de Béisbol Profesional Cubana perteneció, también al equipo de Los Havana Cubanos (Florida). Otra persona de formidable calibre beisbolero fue Enrique Pestana, vale la pena reFunerarias cordar también a Vicente Llano vecino del Central La Francia La de Morejón y la de Perico y Jesús Valdés. La dulcería de Merlín en la calle Céspedes (actual calle 24) Existió el equipo deportivo Palacios, bajo la dirección de La fabrica de conservas de piñaque se encontraba entre las calles Delio Cabrera, que compitió exitosamente en toda la provinLuis Fernández (actual calle 25) y la calle Frailám Núñez (actual calle cia y contra equipos nacionales. En el año 1959, presidido 18). por Delio Cabrera, nació el comité para la construcción del Estadio general Rosendo Collazo. Pues la familia Collazo ceLos alcaldes municipales dió gratuitamente el terreno para la construcción de la estructura para la práctica del deporte. 1899, Pedro Costa. A principio de la década de los 60 surgió en el béisbol 1899 – 1900 Tomás Marrero. palaceño la figura de Antonio (Tony) Oliva, vecino de Con1901, Luis A. Fernández Aguirre. solación del Sur. Oliva jugó con nuestro equipo del Deporti1902 – 1909, No existía el Término Municipal. vo Los Palacios por algún tiempo para terminar entre las filas 1910, José Tapia. 1912 – 16 – 20 Filiberto Azcuy y Pérez de Los Gemelos de Minnesota, de la Liga Americana. La 1922, Pedro Liz Cabezas actuación de Oliva en el béisbol de Grandes Ligas fue sensa1926, Higinio Álvarez cional”. 11 1932, Evelio Del Pino y Ponce de León. Entre los integrantes de los distintos equipos que pudo 1933, Emilio Puentes y Leal acompañar, con la valiosa y desinteresada colaboración de 1936, Pedro Liz Cabezas. Delio Cabrera, Félix Pestana y Adalberto Pérez, Gotera re1940, Lucilo Díaz Fernández. cuerda además: “Mario Andarsio, Berto Andarsio, Antonio 1944-45-50-54, Francisco Bugallo Blanco. Linares, Desiderio Ferro, Reinaldo Amaro, el popular Piringüe, Wifredo Hano, Pucho Cabrera, el Niño Pérez, los Hermanos Prier y otros muchos.” 11 q 136 Los Palacios... Banquete en el Club Hispano Cubano. De derecha a izquierda, el cuarto es el Gobernador de la provincia de La Habana Rafael Guaz Inclán; al centro con vestido oscuro: el Dr. Lucilo Díaz; último a la derecha el señor Luís Fernández. Tony Oliva, Consolareño de nacimiento, militó en el béisbol palaceño y terminó con ser protagonista destacado de este deporte en prestigiosas Ligas de Estados Unidos. (11) Así se presenta actualmente el estadio de béisbol de Los Palacios. Fue construido sobre un terreno que en 1959 donaba la familia Collazo a fin de promover el ejercicio del deporte en nuestro pueblo. 250 años de historia... 137 “El PALACEÑO” MARZO 1955. Grupo directivo del Club Hispano Cubano. Sentados: Ramón Alonso, José del Río, el presidente Oscar Díaz, el alcalde municipal Francisco Bugallo y el secretario del C.H.C. y director de EL PALACEÑO Evelio Véliz Medina. Mapa del casco urbano de Los Palacios con nombre antiguo de sus calles e indicados lugares de interés de las décadas pasadas. 138 Los Palacios... CAPÍTULO XXIII 1957 - 1984: la lucha y el triunfo revolucionario en Los Palacios. Nuevo cuadro político y organizativo del pueblo. Nuevas realidades L os acontecimientos que prepararon el Triunfo Revolucionario y la posterior radicalización del orden social, según el esquema de la Dictadura del Proletariado vigente en lo que se conoció como Bloque Socialista, tuvieron sus premisas en las luchas obreras y sindicales originadas por los incumplimientos de la Nueva República, la corrupción y sujeción al interés extranjero sobre todo de algunos de sus presidentes y la aspereza represiva de los mismos. De las manifestaciones obreras y sindicales a las primeras acciones de propaganda y sabotaje revolucionarias Ya en 1902 surgía en Los Palacios una primera organización sindical de escogedores de tabaco encabezada por el palaceño Julián López. Sin embargo las primeras luchas obreras significativas en nuestro territorio, empezaron a organizarse en 1933 bajo la presidencia de Machado y precisamente en el central azucarero Virginia que después se llamó “La Francia” y, con el triunfo de la Revolución, Sierra Maestra. Machado intervino duramente haciendo encarcelar en la Cabaña a los dirigentes sindicales palaceños. En 1940 se formaba el llamado “Sindicato amarillo” al cual en 1943 se juntaba al de los obreros agrícolas que llevó primero a la creación del Partido Unión Revolucionaria Comunista que más tarde asumió la denominación de Partido Socialista Popular, y cuyo dirigente principal en Los Palacios fue, hasta 1946, Pablo Cabrera. No hubo en Los Palacios, antes del triunfo revolucionario, ninguna organización sindical estudiantil. A pesar de la existencia de un incipiente Partido Socialista Popular (PSP), los partidos predominantes en Los Palacios, hasta los años 50 y más adelante, fueron el Liberal, el Conservador, el Auténtico, el Radical, El ABC y, en 1952, el Acción Unitaria. Los partidos más fuertes, y que se repartieron la administración del municipio, desde inicio del siglo XX, fueron el Partido Liberal, el Conservador y el Auténtico. 43 Al producirse el golpe de estado que, el 10 de marzo de 1952, llevaba al poder a Fulgencio Batista, la situación del Municipio de Los Palacios era muy semejante a la de muchos otros en la Isla. Tierras e industrias estaban concentradas en pocas manos. Nueve eran los grandes latifundios en Los Palacios en 1959. Los Ferro y Carvajal eran dueños en nuestro territorio del Central La Francia, del molino arrocero y sus vastas tierras de cultivo de la caña y del arroz. La CAD (Compañía Agrícola Dayaniguas S.A.) del norteamericano Dayton Hedgel abarcaba 1700 caballerías destinadas entre cultivo de algodón, arroz y ganado vacuno. En San Diego la Hacienda Cortina superaba las 1000 caballerías de extensión y abarcaba territorios de tres municipios pinareños. Junto al desalojo de estos grandes latifundistas se produjo en cierta medida el de campesinos o profesionales poseedores de cierto número de fincas particulares y el de la burguesía comerciante mientras que la pobreza y el analfabetismo afectaban la clase proletaria. Si a eso se añaden otros males, lamentablemente todavía vigentes, aunque de otra forma, como el alcoholismo, la prostitución y la insalubridad del ambiente, se explica el porque ganó terreno en Los Palacios la oposición al régimen, como en el resto de Cuba. Ya en 1952 un representante de Fidel Castro había hecho contacto con jóvenes de nuestro municipio. En 1956 se produjeron las primeras manifestaciones y acciones públicas y el 18 de diciembre del mismo año fueron detenidos varios jóvenes palaceños. Se produjeron varias acciones de sabotaje, resistencia clandestina, intentos de huelga en el Central la Francia, el molino arrocero de Los Palacios, la Compañía Dayaniguas S.A. Todo fue organizado en 1957 por el local Movimiento 26 de Julio.43 Protagonistas y mártires locales del Movimiento 26 de Julio. Singular historia de los hermanos Troncoso Dicho movimiento surgió en Los Palacios el 19 de diciembre de 1956 y sus fundadores y activos protagonistas locales fueron Salvador Sánchez, Herriberto Abay, Juan Palacios, Nico Lamelas, Rodolfo Ramírez. Angel Acuña y Eladio Alles. A principios de 1957 circulaba también en Los Palacios el alegato de defensa de Fidel Castro: “La historia me absolverá”. Fue sin embargo el desembarco del Yate Granma lo que avivó en nuestro municipio el fervor revolucionario y determinó que un número creciente de hombres y mujeres fueran incorporándose al movimiento y destacándose en acciones 250 años de historia... 139 e iniciativas de apoyo a la lucha contra la dictadura batistiana. con su hermano Adrián, se incorporó al grupo del 26 de Julio Figuras que vale la pena mencionar son las de Juan Batle, y desde entonces fue perseguido por los Batistianos. Rolando Lam, Olga Chambombian, René Peña, Caridad Gort, Un día la Guardia Rural fue a la peluquería y le dijo a Rodovaldo Oranco, los Hermanos Troncoso, Manuel Díaz, Zoila, su madre: “El jefe de la policía la invita a la jefatura.” René Fúster, Ana y Zenaida Hernández, Daniel Inclán, Lucilo Cuando Zoila llegó a la jefatura el jefe le habló en estos térmiDíaz, Rafael de la Cruz y otros. nos: “Dígale a su hijo Enriquito, el revoltoso, que desaparezQuisiera dedicar cierta atención sobre todo a Los Herma- ca cuanto antes del pueblo de Los Palacios y que vuelva, si nos Adrián y Enrique Troncoso y a su familia, gracias al puede, cuando el barbudo triunfe.” testimonio de algunos que lo conocieron bien. Pronto Enrique abandonó a Los Palacios y clandestinaAdrián y Enrique eran hijos de Adrián Troncoso y Zoila mente se trasladó para Oriente, en Moa, donde encontró Castro. El padre era abogado mientras la madre era la mejor trabajo. “En Moa desde 1940 por sus grandes reservas de peluquera que había entonces en Los Palacios. Era mujer mineral de níquel y cromo se había promovido una de las muy noble, elegante pero también muy buena de carácter y mayores instalaciones industriales del Caribe.”24 muy querida por el pueblo. De un precedente matrimonio Disponemos de una conmovedora carta que Enrique eshabía tenido un hijo que se llamaba Manolín Quintana y que cribió a su mamá durante su estancia en Moa, de la cual vale conoció una singular y trágica suerte. Diletante pintor, su pasión,sin embargo, había sido siempre la de la aviación. Desde pequeño jugaba con avionetas que él mismo fabricaba y le decía a su mamá: “Si algún día me muero en un accidente de aviación, no me llores porque la aviación es mi pasión.” En efecto logró transformarse en hábil piloto al servicio del presidente Prío Socarras. Un día que al presidente se le enfermó la niña en su finca cerca de Bahía Honda, llamada “La Chapa”, se buscó quien le llevara rápidamente a la niña la medicina necesaria. Aunque no le tocaba a Manolín salir aquel día en avión, conocida la urgencia, él mismo se brindó, despegando de los alrededores de La Habana. Inesperadamente, durante el vuelo, se presentó una tormenta y, a pesar de su habiliLa casa de la familia Troncoso, hoy pequeño museo de Los Palacios. dad, no logró evitar que la avioneta se estrellara contra una palma llevándolo a la muerte. la pena citar algunos puntos. Está fechada 22 de Enero de Del abogado Adrián Troncoso, Zoila tuvo tres hijos: Pepe, 1958 y así empezaba: “Querida madre: a Dios ruego porque, Adrián y Enrique. Le fue de gran ayuda, en la crianza de los tres, al recibo de estas líneas, se encuentren tanto tú como Sol Títere, una negrita, criada de la casa. Zoila tenía en ella la máxima Angel (una hija que tuvo de una muchacha del pueblo con la confianza, la trató como una hermana y los muchachos la sintieron cual no se casó), Títere (la criada) y todos aquellos que ocucomo una segunda madre guardándole grande afecto. pan un lugar en mi corazón en el más perfecto estado de Ya recordamos el curioso accidente en que Enrique se salud posible. cayó de la cerca de la Iglesia, cuando era chiquito. Ya joven, Quiero antes que nada pedirte perdón por no haber escrito antes pero creo que debes perdonarme ya que a todas horas del día los tengo en mi pensamiento...” Terminando de expresar estos y otros sentimientos, informaba a la madre acerca de su trabajo: “Trabajamos 9 horas diarias. Mi trabajo es fácil. Trabajo de ayuda de mecánico del Equipo pesado cuyo jefe es Pepe, así es que, a pesar de estar trabajando estoy aprendiendo. Todos los mecánicos son muy buenos muchachos. Dentro de ellos hay uno el cual ha tenido conmigo mil gestos de amistad. Me está enseñando a cada momento todo lo que puede y además tiene un carácter alegre.” Informaba a la madre que trabajaban 11 días continuados y descansaban tres, que las condiciones para el hospedaje de los trabajadores eran excelentes pues tenían agua fría y caliente, hospital, guagua etc. A pesar de las dificultades del Monumento erigido en memoria de los Hermanos Troncoso en la calle 20. transporte por tierra, le aseguraba que, en caso 140 Los Palacios... de necesidad, había medios disponibles por mar y por aire. Concluía con estas últimas palabras propias de un joven deseoso de la paz, del calor del hogar, de los afectos familiares y amistosos que, lamentablemente, no habría podido volver a disfrutar: “ Le dices a Pepe que me cuide el Studeveker. A Sol Ángel les dices que su padre le manda un beso, y que el día que vaya a verlos a todos le llevaré mi regalo, que creo que le gustará mucho, y que será una muñeca tan grande como ella. A Títere le dices que su hijo Enrique, el más chiquito de todos sus hijos, le manda un beso. Recuerdos a Juan Antonio ( Amigo suyo) y le dices que yo quiero saber si por fin esos gallos perdieron o ganaron, recuerdos a mis demás amigos... Bueno, madrecita, todo, casi todo está resuelto ya, creo estarás contenta.” Milicianos en busca de los cadáveres de las víctimas del terror batistiano a lo largo de las sendas de nuestra sierra. Estos sueños y esperas de Enrique quedaban frustrados porque la guardia rural de Los Palacios lograba con el engaño obtener la dirección de Enrique, transmitirla al Cuartel de la guardia rural de Moa que cruelmente asesinaba a Enrique junto a un negro mientras viajaban de Moa a Baracoa. También Adrián fue víctima de la dictadura batistiana en Camagüey. Al casarse Pepe, el único de los hermanos Troncoso que quedó vivo, dejó la casa paterna y fue a vivir en la de su esposa Berta Ramírez. Ya su padre se había muerto antes de que se produjera la tragedia de los hijos. Al morir su madre, en la casa Troncoso se quedó Títere que allí acabó de criar a Sol Ángel, la hija de Enrique. Esta después se casó y se quedó viviendo en la casa de los Troncoso hasta que las autoridades competentes hicieron gestiones para que se trasladara a otro lugar, y la casa de los Troncoso fue transformada y adaptada a museo del pueblo. Hoy día Pepe Troncoso, el hermano todavía viviente, farmacéutico jubilado, presta servicio gratuito varias horas a la semana en nuestro pequeño dispensario parroquial de medicinas. Otras víctimas de la ferocidad de Jacinto Menocal El movimiento local 26 de julio realizó también una acción de propaganda contra el régimen difundiendo el Boletín “Sierra Maestra” y otros folletos, confeccionando y situando en lugares públicos banderas del propio movimiento. Interesaba a sus ideales e iba incorporando un número creciente de miembros, recaudaba dinero, organizaba acciones de sabotaje al tendido eléctrico, recaudaba medicinas, avituallamiento y armas para enviarlas a los alzados revolucionarios de la vecina sierra. La represión no se hizo esperar, sobre todo después de la Huelga del 9 abril de 1958 que tuvo lugar también en los más significativos centros de trabajo palaceños antes mencionados. Dicha represión, tortura y asesinados tendrán su principal protagonista en el capitán Jacinto Menocal. Por él nuestra sierra, y la loma del Toro en especial, volvían a ser teatro de acontecimientos heroicos, y sangrientos al mismo tiempo. En el lugar llamado “Salto del Venado” el 21 de octubre de 1958 eran torturados y asesinados 4 palaceños: Martín González, Patricio Páez, Luis Cardoso y Pedro Hernández sospechosos de cooperar con la guerrilla. El cruel procedimiento contra ellos se producía sin previo juicio. De los 4, Martín González tenía sólo 18 años y su único delito había sido tener un hermano rebelde en las lomas. Un número de la revista Bohemia, al triunfar la Revolución, publicaba un amplio y detallado informe con abundancia de crónica y fotos escalofriantes acerca de la recuperación de sus restos y los de de otras 9 víctimas de la represión que habían sido ejecutadas en nuestra sierra. Precisamente algunos en otro punto de la loma del Toro llamado “Purgatorio” y otros en la Finca de Baldají. Sacados de una furnia en avanzado estado de putrefacción los cadáveres de los 4 palaceños, como también los de los demás caídos, fueron llevados de aquellos intrincados lugares al cementerio de Los Palacios y guardados en toscos ataúdes de tablas de pino en la espera de un reconocimiento de parte de los familiares. Dolientes madres y padres y una inmensa multitud de palaceños se dieron cita el día del sepelio de los 4 paisanos. Dos en cada ataúd se los depositó en la misma bóveda que momentos más tarde quedaba cubierta de flores. A lo largo de la Avenida 23 acerca del actual pequeño Organopónico y de la línea del ferrocarril hoy un monumento recuerda el sacrificio de estos palaceños. El hallazgo de los restos de las pobres víctimas había sido posible gracias a las indicaciones de habitantes de aquellos lugares y que había sido organizado y realizado por el teniente de las milicias Gilberto Pulido y el alcalde provisional de Los Palacios, el joven revolucionario Eladio Alles Collazo. 250 años de historia... Mientras tanto decenas de otros jóvenes palaceños conocían la tortura sin doblegarse y delatar a sus compañeros de lucha. Entre ellos: Ángel Acuña, O. Tamargo, Rodolfo Ramírez, Ángel Quevedo, Roberto Sara, Eladio Alles. Los alzados contra Batista en nuestra sierra llegaron a alcanzar el número de 40. Otros, ayudaban recogiendo y enviando ayuda desde el pueblo. Multitud de palaceños conmovida participa al sepelio de las 4 víctimas del “Salto del venado”. Los comercios de las Hermanas Hernández, las tiendas de ropa “La Ópera” y “el Paraíso” se habían transformado en focos clandestinos de la guerrilla. Otros lugares eran refugios seguros, y otras mujeres, además que las palaceñas ya mencionadas, se destacaron en el compromiso revolucionario. Entre ellas Caridad Gort, Irma Cabrera, Caridad Gil etc. Además de los caídos en la loma del Toro otros caídos en nuestro territorio municipal fueron, en la montaña del Seboruco, Ceferino Fernández e Isidro de Armas. En su memoria fue levantado en el mismo lugar de su ejecución un monumento. Los ánimos estaban demasiado exasperados y así, con el triunfo de la Revolución el primer de enero de 1959, la venganza de los vencedores se descargaba sobre todo contra el siniestro torturador Jacinto Menocal que en vano intentaba huir hacia Dayaniguas y de allí escapar en una avioneta Hacia Estados Unidos. 141 marse la derrota del ejército batistiano el autor de varios asesinatos en nuestro territorio huyó hacia el Sur de Santa Mónica esperando encontrar una avioneta con la cual huir hacia Estados Unidos, pero fue interceptado en las cercanías de la algodonera de Cubanacán donde se afanaba en intentar ponerse en comunicación por teléfono con sus posibles salvadores Fue un ex compañero suyo, cierto Acuña: jefe de la policía de Los Palacios, a reconocerlo. La policía se había pasado de nuestra parte y Acuña no había olvidado que de Menocal había recibido palos. Pronto se alistó al combate, en el cual Menocal quedó herido a una pierna. Viéndose perdido, terminó con suicidarse. Cuando me encontré delante de su cadáver, me di cuenta de quién era el hombre con sombrero que había visto el día antes transitar por Paso Real. El no haberle podido mirar a la cara hasta entonces, le regaló de mi parte un día más de vida. No es verdad que los miembros de la Fuerza Rebelde se enzañaron contra su cadáver. Soy testigo de que fue transportado, claro como era posible en semejantes circunstancias, a Pinar del Río. Fue velado por la fuerza Rebelde y enterrado en el cementerio municipal de Pinar del Río. Nadie lo reclamó, ni tampoco su hermana. Durante todo el viaje nosotros velamos para que la gente viera que finalmente había quedado librada de una pesadilla, pero que no se ensañara contra los restos de aquel hombre siniestro que había ya pagado por sus crímenes”. Captura de “Cheo” Sánchez El 23 de enero caía en manos de las milicias revolucionarias también el cabo José Sánchez Capote alias Cheo quien siempre había acompañado a Jacinto Menocal como chofer y ayudante y había sido entonces testigo ocular de varias de las barbaries cometidas por él y otros de sus colaboradores. Su captura era de vital importancia para empezar el juicio y aclarar las responsabilidades en el seno de la misma pandilla Menocal – Vigoa – Milián – del Cristo etc. acerca de los crímenes perpetrados en toda la jurisdicción de San Cristóbal. Últimas horas de Jacinto Menocal Así nos cuenta las últimas horas del capitán Jacinto Menocal el señor Enrique Segundo Del Pino, que ya conocimos en estas paginas, y que fue coordinador del “grupo 26 de julio” en Paso Real y Santa Mónica, condecorado con la medalla de combatiente de la lucha clandestina revolucionaria: “Presencié personalmente la captura y transporte del cadáver del capitán Jacinto García Menocal. Al aproxi- Imágenes de la captura de “Cheo”, chofer y colaborador del feroz Menocal. 142 Los Palacios... Cheo había huido hacia Dayaniguas con el propio Menocal el cual, siempre según testimonio del mismo Cheo, al enterarse de la huida de Batista, había dicho: “Batista se habrá ido, pero yo estoy aquí”. En esta zona al sur de Paso Real los dos se habían separado. Cheo había regresado al cuartel de Santa Cruz pero, dándose cuenta de la ya fuerte presencia allí de milicianos, huyó obligando a un chofer de paso a llevarlo a Taco Taco. De allí cogió rumbo a los manglares de la costa sur refugiándose en Rancho Viejo “El Salado”, a unos 35 kilómetros de Los Palacios. Estaba armado de una ametralladora bajo cuya amenaza tuvo allí secuestrados durante 20 días a cuatro carboneros. Finalmente el hambre obligó a salir a uno de ellos en búsca de comida. Fue fatal para Cheo porqué éste aprovechó para informar acerca de su escondite. Monumento a las 4 víctimas palaceñas del “Salto del venado”. Se encuentra cerca de la estación ferroviaria y al lado de la Avenida 23. Al llegar la información al cuartel de los Palacios, el teniente Ángel Acuña, con una patrulla de 12 hombres salió en su búsqueda. Cuando Cheo se dio cuenta que estaba completamente cercado y amenazado de muerte, se rindió. Enseguida fue llevado a Los Palacios. Al enterarse de su captura y de su presencia en el cuartel, muchos abandonaron su trabajo o sus casas y se congregaron frente al edificio pidiendo en voz alta ver al prisionero y gritando: “¡Lo linchen!.. ¡Que nos lo entreguen!” Cheo no pudo soportar sobre todo la vista del pueblo y exclamó: “¡Mátenme de una vez, pero quítenme del pueblo...! ¡Esto no lo puedo soportar!” Pronto fue sacado del cuartel de Los Palacios y llevado a Pinar del Río bajo escolta del capitán Tomás Orlando Díaz y del teniente Juan Antonio Alfonso. El corresponsal local de la Revista “El Sol”, Evelio Véliz Medina, además que dar estas noticias, informaba también acerca de las primeras revelaciones de Cheo, quien reconocía haber pegado a veces pero nunca matado, ni sepultado. Entre lo varios espeluznantes crímenes perpetrados en nuestra jurisdicción, se atribuía directamente a Menocal el de haber ahorcado a dos mendigos de San Cristóbal llamados popularmente “Salchichón” y “Mortadella”. Ciertos Milián y Vigoa habían sido después, según sus confesiones, quienes habían maltratado y ahorcado a un moreno en la finca palaceña de Juan Remedios. En fin, Cheo informaba sobre gran cantidad de horribles detalles, que sería poco edificante reportar aquí. Testimonio de un hijo de los asesinados en la montaña del Toro Mi interés por las vicisitudes del pueblo entregado a mi cuidado pastoral me lleva también a tocar a la puerta de una humilde casita del Pitirre, bastante cercana a las laderas sur de la Sierra del Rosario. Era por la tarde, y la noche anterior había llovido abundantemente, trayendo gran alivio a los hombres y a la naturaleza después de una larga y agotadora sequía. Sobre los relieves de la Sierra se van inflando gigantescos y vaporosos nubarrones que prometen otro aguacero. Me acoge la esposa del señor Víctor que se disculpa porque el marido acaba ahora de volver de los campos y no sabe si estará dispuesto enseguida a corresponder a mis curiosidades. Sin embargo transcurren pocos minutos y el hombre aparece. Está cansado, sudoroso, y la ropa sucia de tierra, después de una jornada de intenso trabajo aprovechando la humedad regalada por el cielo a los campos. No se ha bañado todavía, ni mucho menos comido, pero me recibe y presta atención, con la típica hospitalidad cubana aún más acentuada en la genuina gente del campo y que, como en su caso, del campo vino y al campo volvió con gusto después de largo paréntesis de vida comprometida en otros asuntos. Al aclararle que soy el cura de Los Palacios y que vine porque me había conmovido la historia del trágico final de su padre y quería oír al respecto, algo de parte de su hijo, me dice: “Me siento honrado de que por primera vez un cura cruce el umbral de mi casa. Soy comunista y revolucionario convencido pero siempre guardé respeto a cualquier religión y recuerdo a mi padre como muy devoto sobre todo a santa Bárbara.” Después me precisa algunos datos personales, acompañándome a un cuartico donde me muestra algunos cuadros de sus condecoraciones, junto a una foto de su padre y a otra con sus compañeros de la escuelita de la cercana Inclán donde, en 1948, había cursado hasta el 6º grado. Volvemos después a sentarnos y así me cuenta: “Me llamo Víctor Emanuel Paez Rivero. Yo Nací el 15 de junio de 1934. Después de un primer matrimonio, en el cual tuve hijos, hace 27 años que estoy casado con mi esposa Migdalia. Soy Coronel jubilado de las FAR y me dedico ahora al trabajo en el campo. Aprecio su interés por lo que sufrió mi padre: Patricio Páez González, al cual, como us- El Pitirre: graciosa escuelita local de primaria consagrada al recuerdo de Patricio Páez, mártir de la Revolución y padre de 8 hijos. 250 años de historia... 143 ted pudo constatar, fue dedicada nuestra escuelita prima- esposa le prepara algo para comer, aprovecho un momentária aquí en el Pitirre. neo mermar de la torrencial lluvia para alcanzar mi carro y En cuanto a su trágica muerte, junto a otras víctimas de seguir mi viaje. la barbarie de Jacinto Menocal, a lo que usted ya sabe puedo añadir estos detalles. De sus compañeros de desvenProgresiva organización y tura el mayor de edad era Pedro Hernández Camejo. Nació radicalización socialista del pues en 1902 y era de Carabela. Mi padre en orden de edad gobierno revolucionario era el segundo. Martín González había nacido en 1940, tenía apenas 18 años y era de aquí, del Pitirre. Muy joven era también Ruiz Cardoso García: un negrito. Los cuatro El 28 de enero de 1959 tenía lugar en Los Palacios el inocentes fueron detenidos en sus casas del 15 al 18 de primer acto masivo en el cual presenciaban los combatientes octubre de 1958 por la Guardia Rural bajo los órdenes del locales del Llano y de la Montaña y hacía uso de la palabra el capitán Jacinto Menocal. orador y revolucionario Eladio Alles. Los integrantes de la La detención se produjo como represalia por el ataque, primera Dirección Revolucionaria en Los Palacios fueron de parte de la guerrilla, a un campamento militar en la Rodolfo Ramírez. Rafael de La Cruz, Fermín Díaz Capote, Olga loma del Toro. Los 4 detenidos fueron llevados a san Cris- Chambombián, Rigoberto Pérez. tóbal y allí torturados. En fin fueron asesinados en la loma del Toro, al Salto del venado, tratando de simular un combate con los rebeldes. Los asesinados fueron más tardes encontrados atados con un alambre por los brazos de dos en dos en una furnia a la profundidad de 15 metros. Trece fueron los asesinados en nuestras lomas en el mismo día. Entre ellos: tres traídos de La Habana. Mi padre dejaba a 10 hijos entre los cuales yo era el mayor de los varones, me precedía una hermana. Yo me encontraba alzado con la guerrilla en la Cordillera de Los Órganos y me enteré que mi padre estaba muerto el 2 de enero de 1959. Al triunfar la Revolución, pronto empezó la búsqueda de los cadáveres. El lugar exacto donde habían sido asesinados todavía no se sabía. Se vieron más de quinientos palaceños en aquellos días bus- En 1975-76 se edificaba en Los Palacios el primer policlínico integral de la provincia de Pinar del Río. cando por las ásperas montañas. Fue algo impresionante y conmovedor. Finalmente el 7 de enero se encontraMáximos dirigentes de la Administración Pública resulron los restos ya en putrefacción. Pudimos enterrarlos el 8 taron: Daniel Inclán, Eladio Alles, Gustavo López. Los pride enero en el cementerio de Los Palacios. Todo Los Pala- meros integrantes de la ORI (Organizaciones Revolucionacios aquel día se echó a la calle. rias Integradas) fueron Miguel Hernández, Oscar Ipsán, Además de los 13 ya nombrados, en este territorio fue- Rodovaldo Orosco, Rigoberto Pérez, Olga Chambombián, ron asesinados Alfredo Núñez Gil (de San Diego de los Humberto Pérez, Eladio Alles, Mario Ramírez, Bolívar Simón Baños), Enrique Tejera que vivía en la misma loma del Toro, y Rodolfo Ramírez. Crecencio Rodríguez y su hijo Juan Rodríguez, conocidos En 1963, al crearse el PURS (Partido Unido Revolucionapor “Los Casildos”, siempre campesinos de nuestra sierra. rio Socialista) su primer secretario local resultaba el Teniente En el lugar del asesinato de mi padre y los otros márti- Arístides Corrales. En octubre de 1965, se creaba la Direcres hay una tarja que los recuerda. Yo subo cada año a pié ción del PCC (Partido Comunista de Cuba). Las mujeres a aquel lugar el 21 de octubre. Además de mi esposa, me palaceñas, de su parte, creaban primero las “Milicias Femeacompañan mis hermanos, hermanas, sobrinos y nietos. ninas” y el “Frente Cívico de Mujeres Martianas” después Vienen también estudiantes y viejos combatientes de la re- (en 1960) convertida en “Federación de Mujeres Cubanas” volución, aquí no se dice “ex combatientes” como ustedes El 18 de Marzo de 1961 se constituían en el municipio los en Italia sino “combatientes” porque la lucha continúa... Comités de Defensa de la Revolución (CDR). A veces subimos el día antes y pasamos la noche en una La Reforma agraria acababa con los grandes latifundios hamaca. Subí también en varias otras ocasiones para acompa- y fincas particulares a las cuales aludimos. En 1965 se produñar grupos sobre todo de estudiantes y estoy dispuesto a acompa- cían otras intervenciones relativas a industrias, tiendas y ñar también a usted a lo largo de los senderos que conducen al hoteles particulares. Toro, la montaña relacionada no sólo a la memoria de mi padre, En 1964 se creaba en Los Palacios la Unión de Jóvenes sino también con la de las víctimas de otras memorables batallas, Comunistas cuyos fundadores locales fueron Antonio como Isabel Rubio, como El general Peraza etc.” Rabelo, Miriam Martínez, Mariela Ramírez, Leo D. Verona y Tanto me identifico con el drama vivido por Víctor y sus Pedro del Toro. familiares en aquellos lejanos y tan trágicos días que yo casi En octubre de 1976 empezaba el trabajo de constitución no me doy cuenta del violento chaparrón que se suelta de las de los Organos Locales del Poder Popular oscuras nubes que se habían ido agolpando sobre las cumbres y laderas de la sierra. Mientras él va a bañarse y su 144 Los Palacios... Fervor de obras A pesar de los dramas que produjo sobre todo en una minoría afortunada antes, el nuevo régimen socialista cubano, en los años anteriores a la caída del muro de Berlín, se caracterizó por un gran fervor creativo también en nuestro territorio. Gran fervor desplegó ante todo en el campo de la salud. Ya en 1959 se realizaba una campaña de vacunación contra la Poliomielitis y otras enfermedades. En junio de 1966, además de esta enfermedad, quedaban erradicadas en Los Palacios también la Difteria, disminuidos el Tétanos, la Tosfemina y la fiebre tifoidea. El índice de mortalidad infantil que era del 46,8 por cada mil nacidos vivos en 1970 bajaba a 8,6 en 1884. En 1970 se comenzaba la construcción del gran número de edificio que llevaron a un notable incremento demográfico del casco urbano de Los Palacios. Se adoptó un sistema llamado Gran Panel de Hormigón. Edificios multifamiliares, de 4 pisos, para resolver el problema de la vivienda de gente del pueblo mismo y de otros que provenían del campo. Todo se enmarcaba en el plan de desarrollo agrícola. Empezaron a ser habitados en los años 71-72. Los paneles prefabricados se levantaban con grúas haciendo muy rápida la construcción. A los construidos directamente por el estado siguieron otros realizados por las llamadas Microbrigadas: grupos de trabajadores que construían su propia vivienda y la de sus compañeros, siempre bajo la dirección y con recursos del Estado. El estado le facilitaba a los microbrigadistas el material y asesoría técnica. En los centros de trabajos se escogía los integrantes de la Microbrigada, de entre los muchos necesitados de casa, y se les permitía estar en la obra, pagándole el salario normal, hasta que se acabara. Los apartamientos de estos edificios tienen generalmente en su interior dos cuartos, baño, cocina, comedor y balcón al exterior. En 1975 empezaba en Los Palacios la edificación del primer Policlinico integral de nuestra provincia a la cual en 1976 se añadía la apertura del hospital Materno infantil. Otro puesto médico surgía en Paso Real. En 1984 sumaban 368 las personas que trabajaba en el sector de la salud en el municipio de Los Palacios: 24 médicos, 164 técnicos, 78 obreros, 20 dirigentes, 36 administradores, 70 trabajadores en los servicios. En el campo de la Cultura se fundaban los Círculos Sociales Obreros donde se organizaban actividades culturales y recreativas. En 1980 se creaba el Museo histórico, la Biblioteca popular, la Galería de Artes, la Casa de Cultura, la Librería, el Grupo de teatro Municipal, el Coro etc. En el campo del Deporte, después del triunfo revolucionario, se finalizaba la construcción del estadio comenzada y financiada antes por donativos de los propios aficionados. Fue dotado de una cancha donde simultáneamente fueron posibles competencias de Béisbol, Baloncesto y Balonmano. También fue construido un centro deportivo con pista de Atletismo oficial de 400 metros planos, de salto largo y alto, 1 campo de tiro deportivo, otro campo de Béisbol, de fubol y baloncesto, terreno para sofbol, un gimnasio para la práctica de judo, lucha, pesos, esgrima, gimnasia. Es una lástima que gran parte de estas estructuras estén hoy casi inutilizadas y deterioradas por falta de implementos deportivos como pelotas, balones y zapatos. Nuestros datos relativos al deporte, como a otros sectores, por imposibilidad de acceder a fuentes más recientes llegan sólo hasta el año 1984. Pocos años después también sobre Los Palacios se abatió el azote del período especial que arrastró todo en a un deterioro general. Hasta esta fecha, sin embargo, los atletas palaceños del período revolucionario han ganado en eventos internacionales 17 medallas de oro, 18 de plata y 18 de bronce. Relevantes también las realizaciones en el sector agropecuario. Entre 1972 y 1982 fueron construidas 7 vaquerías, 2 lecherías, 6 granjas avícolas, 3 granjas porcinas, 1 plan viandero, 2 pistas para la aviación agrícola (La Cubana y Cubanacan), 1 base para el transporte agro pecuario. Eran edificados el supermercado, varios edificios y microbrigadas. Son obras de la Revolución también los secaderos de arroz, la construcción de varias pescaderías y de las presas de la Juventud, Los Palacios y Bacunagua. Para realizar las cuales fueron sacadas de sus campos y sus vegas no pocas familias campesinas, concentradas en los nuevos, pero ya hoy muy deteriorados edificios, no sin consecuencias dolorosas sobre todo para los campesinos de cierta edad pero favoreciendo, por otros aspectos, a los jóvenes más cercanos a los lugares escolares, de encuentro, divertimento y de trabajo. Al empezar 1966 se instituyó el servicio de ómnibus hasta Macurije, Dayaniguas, Sabanilla, Loma del Toro. Lastima hoy carezca en todas partes. La Revolución en fin hacía un gran esfuerzo en llevar la instrucción hasta los lugares más intrincados también de nuestro territorio municipal, brindarla a todos y elevar su nivel: “En la década del setenta y más adelante fueron construidos el Preuniversitario Angel Cayetano, 5 escuelas secundarias básicas en el campo, el Seminternado de primaria básica Eladio Alles, 2 Círculos infantiles. Tuvieron finalmente su escuelitas también Bacunagua, el Toro, el Pinar de la Catalina, el Cacho, el Pitirre, Santa Rosa, la Chivita, El pinar de la Catalina, el Bostezo, la Güira etc”. 43 . El escrúpulo de no hacer faltar la necesaria instrucción hasta a los niños del más lejano pueblo que se pueden contar con los dedos de una mano está documentado también por la estadística del año 1999 que veremos más adelante. La tristeza del exilio Pero no todo fue una marcha triunfal hacia el progreso, por el bloqueo norteamericano, el acabarse el apoyo soviético, y las incongruencias inherentes al mismo nuevo sistema, llegaron tiempos difíciles y, observando las condiciones actuales de las mismas estructuras recordadas, por lo menos en Los Palacios, dan muestra de deterioro y se encuentran algunas en frecuente estado de limitada eficiencia. De hecho, la revolución se afirmó entre el entusiasmo de algunos que indudablemente vieron levantado su prestigio, su nivel de instrucción y quizás en un primer tiempo sus condiciones económicas, pero no sin el sufrimiento de otros a quienes no resultó de su agrado el rumbo marxista leninista que, por un conjunto de causas, fue tomando, estas consecuencias. Éstos no aceptaban con gusto la pérdida de su propiedad o las nuevas condiciones impuestas al uso de la misma, la pérdida de su tienda, su negocio etc. No a todos les resultaban gratas la monopolización estatal y la unívoca dirección ideológica de la escuela, de la instrucción y educación. Para la Iglesia de manera especial empezaban tiempos duros, penas, privaciones y acondicionamientos en medios en los cuales se debate todavía. Pero no nos demoramos en relatar particularidades, detalles y anécdotas de esta historia, que se susurran también en Los Palacios, por obvios motivos y porque la historia necesita tiempo y cierta sedimentación para que se pueda discernir con más equilibrio y objetividad, los acontecimientos. No puedo dirigir mi pensamiento y callar mi comprensión hacia aquellos a quienes las dificultades de la nueva situación empujaron a huirse del país, también de nuestro pueblo de Los Palacios. No tengo datos precisos, pero su número fue bastante consistente en estas últimas décadas. 250 años de historia... Algo del drama de los emigrantes palaceños, de las circunstancias tristes en que tuvieron que despedirse y de la nostalgia que, a pesar de vivir en mejores condiciones económicas y materiales, les agarra por la tierra de sus raíces, de su niñez y de su juventud, emerge en este testimonio de Osvaldo Gotera: “Cuando caminamos en fila india rumbo al Avión que nos alejaba de nuestros seres queridos y de nuestra patria, aunque se nos había advertido por las autoridades en el aeropuerto, no mirar a nuestro alrededor, no podíamos resistir a la tentación de fijar nuestra vista en algunos miembros de nuestra familia... Recordaremos Los Palacios hasta el día de nuestra muerte”. 11 Su libro “Recordando a Los Palacios” reporta otros conmovedores testimonios de esta nostalgia de parte de otros palaceños en el exilio, que yo ni siquiera conozco, y que lo felicitaban por la iniciativa y el contenido de su libro. Doy espacio aquí a algunos -: “Nosotros somos uno de los tantos hijos de este pueblo regados por el mundo”. (Aída de la Cruz) 11 “Nunca olvidaré en el avión dirigiéndome hacia España, cuando miraba hacia atrás veía el resplandor del sol y hacia delante la negrura de la noche”. (Andrés) 11 “La distancia no aminora las inquietudes y los desvelos, si no por el contrario los aumenta el no poderse encontrar en el lugar donde uno quisiera, donde residen sus afectos sus recuerdos y su familia”. (Ramón) 11 –“Dicen que recordar es vivir; para mi no es verdad, recordar es sufrir, recordarlo todo, querido amigo y ver que todo se esfuma y que solo podemos vivir con el recuerdo de un ayer que jamás verá igual”. (Eleuterio León Medina) 11 –“:Leer algo como esto (el libro de Osvaldo Gotera) es volver a abrir heridas, ya que nos hace remontar a una tierra que no sabes cuanto deseo volver a caminar... Me siento viejo y me entristece al pensar que moriré aquí sin volver a ver al pueblo que me vio nacer y que quisiera recordar calle a calle.” (Segundo. 42 años de edad) 11 Pienso que estos testimonios reflejen la psicología de muchos otros que, sobre todo cuando el éxodo del Mariel, se fueron también entre insultos y lanzamiento de huevos, que hoy nos harían mucha falta en Los Palacios. Muchos de ellos sin embargo, con el transcurrir del tiempo, supieron perdonar y, a los familiares que quedan aquí y periódicamente envían ayudas. De hecho no son pocas las familias palaceñas que pueden sobrevivir y hasta permitirse algún modesto lujo, gracias a la ayuda de los parientes que se fueron. Prácticamente la reconciliación al nivel de la gente, de las familias, ya está a buen punto, bastaría poco, a mi manera de ver, para dar el paso hacia una reconciliación a más alto nivel en la sociedad. El odio y el resentimiento no conducen a ningún lugar. El valor de quedarse La Iglesia Cubana sobre todo en estos últimos tiempos no alentó la salida de los cubanos de su linda Isla sino que invitó al coraje de quedarse, luchar y trabajar para hacer mejor a Cuba en un esfuerzo de colaboración, diálogo y reconciliación, valorando lo bueno que hay y procurando lo mejor. La Iglesia, experta en humanidad, conoce los dramas y sufrimientos que causa cualquier desarraigo de la propia tierra, el destierro, y la ruptura de los lazos familiares. Advierte entonces contra los falsos mitos e ilusiones, además de los riesgos que entrañan ciertas formas de salir que tantas lágrimas causaran en Cuba y en Los Palacios.. Honor entonces a cuantos supieron vencer la tentación de irse, y se quedaron, haciendo que nuestro pueblo en unas cosas sobreviviera, en otras se recuperara y progresara. Pues creemos que el progreso no está sólo en la mejora de carreteras, de puentes, de viviendas, de cosas. ¿Qué cálculos y sobre todo sentimientos habrán jugado en esta determinación de quedarse luchando para ser mejor, en los limites de lo posible, a Los Palacios? 145 Ojalá hayan sido y sigan siendo los sentimientos sublimes expresados en esta oración del poeta Agustín Acosta Bello que dicen que vivió dos años en Los Palacios. Mi deseo final Señor cuando yo sea una sombra tan sólo, En busca del sendero que me llama hacia Ti, Escucha el hondo ruego que te dirijo ahora; No me alejes de aquí... Déjame dentro mis palmas, mis cumbres y mis ríos, El claro paraíso en que siempre viví... No me lleves a tierras extrañas y sombrías... No me alejes de aquí... Si Tú me purificas cuando en tu luz me acojas, Daré sus resplandores al suelo en que nací. Quiero seguir amándolo como lo he amado siempre No me alejes de aquí... Y si es cierto que hay otras existencias; Si es cierto todo cuanto en los libros sagrados aprendí; Si es cierto que se nace más de una vez, Recuérdalo: Quiero nacer de nuevo aquí... Dos fotos que representan dos diversas maneras de vivir también hoy en el territorio de Los Palacios. Arriba: en la tranquilidad y encanto del paisaje agreste, bajo un techo a menudo todavía de guano. Abajo: en el bullicio de los edificios del casco urbano. 146 Los Palacios... CAPÍTULO XXIV Posición geográfica del actual municipio de Los Palacios. Sus principales productos. Vías de comunicación. Aspectos geomorfológicos, hidrográficos y climatológicos. Flora y fauna E l municipio Los Palacios está situado casi al centro de la provincia de Pinar del Río entre la costa sur y la Sierra del Rosario. Tiene como limites geográficos al norte el municipio de La Palma, al este el municipio San Cristóbal, al oeste el municipio Consolación del sur mientras que al Sur limita con la franja costera del mar Caribe. El territorio, que corresponde a la vertiente meridional de la Cordillera de Guaniguanico o Sierra del Rosario, es montañoso en la parte norte mientras que al centro se extiende el fértil llano y al sur el bajo y anegadizo llano costero. Como parroquia, Los Palacios se extiende más allá de estos confines estando actualmente comprometida en atender también a comunidades pertenecientes al territorio municipal de San Cristóbal como Fierro, Santa Teresa, Morán, Rancho Mundito y Sabanilla. Las principales alturas, además de la loma del Toro que alcanza los 665 m. sobre el nivel del mar, son: la Loma Pelada, Las Cuchillas de los Quemados, el Quemado de Magüeyes, Rancho viejo o la Yaya, la Cuchilla del Español, los paredones de la Cueva del Limón y el pilar del Carmen. Si luego nos desplazamos hacia la zona del antiguo municipio San Diego, ahora incorporado en Los Palacios, hay que mencionar también la Sierra de la Güira, y la Loma del Conuco. En cuanto a llanuras altas y medias: van de la Falla Pinar hasta aproximadamente el Canal Magistral mientras las llanuras bajas pantanosas van desde el Canal Magistral hasta la costa sur. El Canal Magistral constituye una de las características del territorio, tiene conexiones con todos los ríos y embalses. En la zona montañosa se encuentran algunas cavernas “de las cuales la más notable es la de la Loma Pelada, con una entrada como de 10 metros de circunferencia, excelente agua potable y capacidad para 200 personas” 11 Actualmente la población del municipio asciende más o menos a unos 40.000 habitantes con una densidad de 49-50 habitantes por kilómetro cuadrado. De esta población más del 70% vive en las zonas urbanas mientras que el resto reside en zonas del campo. La esperanza de vida alcanza los 70 años como promedio. La actividad agropecuaria es la principal riqueza económica. A ella se dedican casi 6.000 caballerías del territorio que alcanza los 785,5 kilómetros cuadrados de superficie. Los principales productos son el arroz, la caña, los cultivos varios, el pescado, la leche, la carne y los pollos. “La zona más fértil para el uso agrícola es la de las llanuras altas y medias, donde se encuentran asentados la mayor parte de sus centros poblacionales y donde, desde la época de la creación del municipio actual, se han producido la mayor cantidad de sus siembras. En esta zona se obtienen los productos agrícolas no arroceros tales como viandas y hortalizas.” 44 La siembra en gran escala del arroz en la zona sur pasa por una crisis de inciertas soluciones. Esto se debe a varias causas, algunas de carácter ecológico. Sobre todo “al sur del Canal Magistral, los suelos se caracterizan por su salinidad debido a causas naturales (pendiente casi nula y sustrato impermeable) agudizadas por la acción del hombre (sobre explotación de acuíferos, la deforestación de manigua y la modificación de la red de drenaje superficial) 44 La actividad industrial tiene su mayor peso en el proceso de secado del arroz que en el momento actual atraviesa una seria crisis por el cierre del molino arrocero. Hay cierto número de trabajadores de los que quedaron sin empleo en el Molino, que fueron reubicados en las escogidas de tabaco, en la nueva algodonera Cubanacan (empresa mixta entre el Estado e inversionistas extranjeros) y en las varias granjas agrícolas y agropecuarias. Vías de comunicación. Curioso accidente ferroviario en Los Palacios Algunos kilómetros al norte de Los Palacios corre la Carretera Central inaugurada totalmente en 1931 cuando ya contaba 1.145 kilómetros de extensión. En 1943 Cuba contaba ya con 5.000 kilómetros aproximadamente de servicio público de ferrocarriles y 10.000 de caminos de hierro de uso particular. Así que en aquel tiempo Cuba se jactaba de tener el primer ferrocarril de América Latina y el séptimo en el mundo después de Inglaterra, Estados Unidos, Francia, Bélgica, Rusia y Canadá. En suma, figuraba como uno de los países más cruzados por ferrocarriles con respecto a su superficie y con respecto al kilometraje por cápita. (45 y24) El ferrocarril de uso público en nuestro municipio, transitando por Bacunagua, Los Palacios y Paso Real, superaba 250 años de historia... 147 los 20 kilómetros. El de uso particular, relacionado con el La esperanza resurgió cuando a mediados de junio se Central La Francia, superaba los 50 kilómetros de largo. Se- corrió la noticia de que Los Palacios de verdad sería la sede gún Leopoldo Zarragoitía: el ferrocarril del Oeste en 1878 de la 76ª tribuna abierta de la Revolución. Ocho días antes se llegaba a la Soledad (Sitio que se encuentra entre Paso Real daba orden a los habitantes de aquella zona de compromey Herradura. En esta Fecha entonces ya los trenes llegaban terse con su trabajo voluntario en limpiar sus patios y las de La Habana hasta Los Palacios. orillas de las calles, etc., y hasta los más reacios se pusieron También la Iglesia de Los Palacios cooperó a esta realiza- de buena gana pero, al día siguiente, llegaba la noticia de que ción entregando la tierra de su propiedad para permitir la por el deterioro de la zona, y la vista entristecedora que había realización y paso del ferrocarril mismo. Mientras que en Paso ofrecido a los visitantes y, por ser insuficientes los recursos Real era la familia Zayas Herrera quien donó gran parte de la para poner reparo a lo más visible del recorrido, los respontierra por donde pasa el ferrocarril, según testimonio de sables de la organización del evento optaban por realizarlo Rolando Cordero, historiador de Los Palacios. en Paso Quemado. Hemos conocido como los trenes del ferrocarril del Oeste Una vislumbre de esperanza sin embargo volvió a encenfueron el objetivo de ataques de la tropa mambisa de Maceo derse en vísperas del 26 de julio cuando reaparecieron alguen territorio palaceño. En tiempos sucesivos en nuestro te- nos medios de transporte y una excavadora. Con algunos rritorio se produjo también un curioso accidente ferroviario. prefabricados en cemento se realizó un pequeño tramo de Precisamente aconteció el 17 de diciembre de 1942 y estas acera a un lado de la calle 20. Al otro lado se rompieron fueron sus causas y su dinámica. Se estaba construyendo tramos de la acera vieja y nació la esperanza de que se iba entonces el aeropuerto de San Antonio de Los Baños y ha- pronto a renovarlos para dignamente festejar el 26 de Julio. bía una continua circulación de trenes que venían de La Ha- Enésima desilusión que quizá muchos palaceños tragaron bana a cargar arena en la Vuelta Abajo (Cerca de Guane). con la cerveza y el ron que, sobre todo en aquellos días, no Venía vacío el tren 609 de San Antonio de Los Baños faltaron... hacia Pinar del Río, mientras de Pinar del Río procedía el tren Finalmente en abril de 2002, y poco antes de la impresión 242 cargado de arena. Al maquinista del 609 se llamaba Oscar definitiva de este escrito en nuestra artesanal editora Salgado y el fogonero Manuel Ponte. El maquinista del 242 le diocesana, se ha construido ya la mitad del viaducto. En llamaban Malagriano o el Chino. El choque ocurrió acerca de verdad: la esperanza tiene que ser siempre la última en morir. las 2,40 en el punto llamado Tibisí entre Paso Real y Herradura en el límite de Los Palacios. Fue muy violento y murieron precisamente el maquinista y el fogonero antes recordados Hidrografía mientras que otros quedaron heridos. Las locomotoras quedaron desbaratadas. Caía en aquel Corren a lo largo del territorio de Los Palacios, como vamomento una lluvia tremenda. La culpa fue de un error del rias veces mencionamos, tres ríos bien representados tamtelegrafista de la estación de Los Palacios que se llamaba bién en su escudo heráldico junto a la fecha de su fundación José Tapias. (Testimonio del abogado Orlando Nuñez) (1776), el mar Caribe abajo y una palma barrigona en el Además ya existían, con referencia a nuestro territorio mu- centro. En la parte de arriba del escudo se destacan algunas nicipal, las siguientes carreteras de 5 o más kilómetros: la de verdes lomas, y en medio un sol radiante. San Diego de Los Baños a la Güira, la de la Carretera Central a El río más a la izquierda del territorio, mirando de sur Los Palacios, y las análogas a Bacunagua y Paso Real 45 hacia norte es el río San Diego (antiguo Caiguanabo) que En 1989 quedaba terminada la autopista que pasa al nor- nace en las Cuchillas de Gavillanes (municipio La Palma), te del pueblo. Cuando empecé la redacción de este libro ya separa el territorio municipal de Los Palacios del Término en 1999, lamentaba que Los Palacios se quedara aún el últi- municipal de Consolación del Sur y forma un delta agudo en mo municipio, a lo largo de dicha autopista, privada de una el extremo occidental de la ensenada de Dayaniguas. decente salida y entrada a la misma. Deseaba y me habría complacido terminar esta misma redacción borrando esta queja y una esperanza en tal sentido me surgió al inicio del mes de mayo de 2001 cuando, cerca del puente de la autopista se empezó a notar la presencia y el trabajo de algunas excavadoras y camiones. Corrió la voz por el pueblo de que un importante personaje político lo había visitado, que se iba a terminar la obra de construcción de la entrada y salida de la autopista, que toda la calle 20 de acceso al pueblo sería dotada de faroles y de un lindo alumbrado, y que sería renovado también el de la Avenida 23. Y todo estaría listo en una próxima fecha en la que los Palacios fuera escogido como sede de una de las históricas “Tribunas abiertas”. Poco a poco el trabajo empezó a pararse por períodos siempre más prolongados: “No hay petróleo - se Donde se sitúa el Municipio de los Palacios en la provincia pinareña y sus resignaba el pueblo de Los Palacios”. dimensiones con respeto de los demás municipios. 148 Los Palacios... El río San Diego con sus famosos yacimientos de aguas minero medicinales es el tercer río en importancia en la provincia después del Cuyaguateje y el Guamá. Tiene 88 Kilómetros de largo, se encuentra represado en el embalse La Juventud. Esta tiene una capacidad de 105 metros cúbicos. Su fecha de explotación se reporta desde 1973. Sus aguas se destinan al cultivo de arroz, plan de cultivos varios. 11 y 44 El río Los Palacios es una larga corriente que tiene su nacimiento en las sierras de Chatón y otras pertenecientes al barrio Las Pozas, del Término municipal de Consolación del Norte (La Palma). Corre hacia el sur atravesando, por un cauce subterráneo, la sierra del corral Sumidero y reapareciendo en la falda meridional por el punto llamado Las Cuevitas; entra después en el Término Municipal de Los Palacios, que se encuentra en su orilla izquierda, recibiendo los afluentes de varias lagunas. Después de recibir por la derecha un brazo que le envía el San Diego, entra en la ciénaga de la costa sur, en la que desemboca como a cinco kilómetros al oeste de la punta de Carraguao. El río Los Palacios está represado por el embalse de igual nombre, llamado también “presa de los Camilitos” que tiene una capacidad de 45,4 metros cúbicos y con explotación desde , 1977. Sus aguas se destinan al arroz y cultivos varios. 11 44 En cuanto al río Bacunagua, nace en las lomas de San Bartolomé y Sierra Limones, siendo sus afluentes los arroyos Limones, la Isabela y otros que se le reúnen algo más abajo del caserío de la Isabela, donde se reconoce con el nombre de río Santo Domingo. Después, y ya con el nombre de Bacunagua, se dirige al sur, hasta desaguar en las ciénagas de la costa, recibiendo también la denominación de Cacunagua. Otros dos tributarios suyos son el arroyo Hatillo y el río Manso que nace en terrenos de la hacienda Limones. El río Bacunagua se encuentra represado por el embalse de igual nombre que está fuera de nuestra área municipal y pertenece a la de San Cristóbal. Dicho río constituye el limite entre los municipios Los Palacios y San Cristóbal. 11 y 44 Clima precisamente “El Tornado”. El alarmante efecto invernadero y los llamados fenómenos más recientes de “Niño” y de la “Niña” han hecho sentir sus efectos letales. En el momento presente prevalece una gran sequía. Flora “La flora de Cuba – revelaba el Censo del año 1943- puede considerarse como una de las más ricas de la tierra. Pocos países de igual extensión ofrecen una flora tan rica y tan variada en especie”.45 Se divide esta flora, sobre todo arborescente, en tres zonas: la costa donde abunda la característica formación de los mangles: el mangle rojo, el mangle prieto, la yana etc. El interior donde, en las fértiles llanuras de tierra colorada, predominaban y quedan rastros de los inmensos bosques de cedros, caobas, algarrobos, etc.. Una multiplicidad de palmas: cana, barrigona, de guano prieto, etc., encuentra en el territorio un habitat favorable, sobre todo las elegantes palmas reales “la más bella planta existente” destacándose entre los potreros, los campos cultivados y el mismo espeso bosque.45 A orilla de los ríos o en otros lugares húmedos triunfa la pumarosa. Entre los campos de caña y de hierba guinea descuellan también la ceiba, la guásima y plantas frutales como los mangos de varias especies, naranjos, guayaba y otros cítricos, aguacates. En cuanto al marabú: algunos lo consideran como una plaga recién llegada, otros como la última reserva de leña para arder y hacer carbón. Quedan además residuos de muchas otras especies maderables de inigualable valor de cuyo destino ya hablamos. Caracterizan los plantíos la piña, la yuca, la malanga, el boniato, el maíz etc. 45 En las lomas calcáreas también se encuentran cedros, pinos, almácigos, atejes, guasas, yagrumas. Actualmente la provincia de Pinar del Río tiene alrededor del 37% de la reserva forestal de la Isla. Hay que destacar también la riqueza de plantas medicinales como Aloes, Digital, Salvia de Castilla, Romerillo, Eucalipto, etc. A pesar de la deforestación que sufrió en varias etapas, nuestro territorio conserva en su zona montañosa una apreciable riqueza de árboles maderables como: el cedro, la caoba, la majagua y otras especies. En esta zona la vegetación ha variado poco desde la época colonial debido a su difícil acceso por parte del hombre. Tomando como fuente de referencia el Anuario Estadístico de 1980, podemos decir que el clima de nuestro territorio es, en los diferentes parámetros analizados, bastante parecido a la media nacional. Es decir: clima tropical con gran influencia de períodos lluviosos (Mayo-Octubre) y secos (Noviembre- Abril) los cuales se comportan en el territorio de igual forma. Los meses más secos corresponden a los de temperatura más baja. 44 Ciclones y huracanes golpearon en varias ocasiones también el territorio de Los Palacios. De particular manera queda en el recuerdo la violencia del Ciclón de 1944 y del tornado que azotó entre el 7 y el 11 diciembre de 1947. En 1986 otro tornado destrozó el pequeño Topografía de la Región de Occidente, desde Guane hasta Artemisa cabaret de las afueras del pueblo que ahora se llama (Censo de 1943). 250 años de historia... 149 Fauna El autor del Censo 1943 afirmaba: “Además de una flora siempre exuberante y hermosa, la naturaleza, altamente pródiga con nuestra Isla, La ha dotado de una rica e interesante fauna que según declaración de todos los naturalistas que la han estudiado es más variada y abundante que la de cualquier otro país, en proporción a nuestra superficie. Hay especies de extraordinaria belleza y que Suelos de la Región de Occidente: pueden estudiarse con relativa facilidad por ob- La zona más oscura que se extiende de Este a oeste, en Pinar del Río, servación directa ya que no existen especies ve- representa la cordillera de Guaniguaníco, en parte cubierta de bosques y nenosas o que ataquen al hombre. Todo esto ha en parte desolada. La bordea una zona de topografía muy quebrada, consvalido a nuestra Isla el nombre de “Paraíso de los tituida por pizarras y abanicos aluviales de suelos arenosos muy poco productivos, útiles solo para la ganadería. La flora característica comprenNaturalistas” 45 de pinares, encimas y sabanas de espartillo. Los valles, de finos aluvionales Claro que en los 60 años transcurridos desde arcillosos, son excelentes para el cultivo del tabaco. (Censo de 1943). que se hacieron estas consideraciones, muchas cosas han acontecido, produciendo el ya destacado empoMuy variados también los peces en parte autóctonos, en brecimiento de la flora y la fauna cubana. En cuanto a nues- parte importados y criados artificialmente como tilapias, cartro territorio, como su flora no se diferencia de la existente así pas chinas, tencas etc. pasa con gran parte de su fauna. Hay gran variedad de aves, En fin, existen en la zona costera o a lo largo del río San mamíferos, insectos y otras especies de animales. Entre ellos Diego calamares, cocodrilos y múltiples especies de peces merece mención la jutía que se encuentra tanto en la costa marinos, “en sentido general, sin embargo, la Flora y Fauna como en la montaña. En la zona costera hay diversidad de típicas han decrecido en sumo grado, como consecuencia de aves migratorias o autóctonas, tales como patos, yaguazín la acción depredadora y contaminante del hombre”. 47 etc. Entre los reptiles tenemos el majá, el jubo y gran variedad de iguanas. q Comunidades del territorio municipal de Los Palacios. 150 Los Palacios... Carretera Central Otras Carreteras Caminos Ferrocarriles públicos Ferrocarriles particulares Límites de barrios Límites de municipios Ríos Lagunas Otras Carreteras Lomas Terrenos pantanosos Poblaciones Caseríos Plano del termino municipal de Los Palacios enviado al director de censo de 1943. 250 años de historia... 151 Puente sobre el río Los Palacios y carretera que se dirige hacia Paso Quemado y Paso Real. Vegetación de los patios en Los Palacios, un palaceño de casi 80 años trepando una mata de coco, asombra a los jóvenes. Paseando por los campos y humildes caseríos palaceños en el año 2001. Presa del río Los Palacios. 152 Los Palacios... Imágenes del accidente ferroviario ocurrido en territorio de Los Palacios el 17 de diciembre de 1942 en el sitio entre Paso Real y Herradura llamado Tibisí. Imágenes que recuerdan los dramáticos días desde 7 hasta 11 de diciembre de 1947 cuando Los Palacios fue golpeado por un violento tornado. Las consecuencias dejadas y la obra de reconstrucción. 250 años de historia... 153 CAPÍTULO XXV Dayaniguas, Paso Real y Paso Quemado: otras interesantes noticias Ya encontramos varias noticias esparcidas de estos lugares. Quisiéramos recoger en este capitulo otras coordinándolas de la mejor manera posible. Dayaniguas Es la ensenada donde el Río San Diego desemboca sus aguas. Ya Velázquez había señalado las virtudes saludables de los fangos allí depositados por la corriente del propio río. Con respecto de este lugar escribía E. Santovenia: “Ya en 1840 la riqueza y civilización debida en gran parte al tabaco habían sensiblemente cambiado la fisonomía de la Vuelta Abajo. Los señales de tiempos mejores se hallaban a la vista de todos. Mientras se desarrollaba el puente del Mariel, mostraba la playa d e Dayaniguas condiciones naturales para Balneario Veraniego y para embarcadero de una extensa zona dedicada a cultivos y ganados. Y en Dayaniguas entró por primera vez un barco a vapor: El Sirena, del Servicio naviero del Sur, y funcionarios principales de Nueva Filipina acudieron a lugar tan señalado, y se declaró iniciada la fundación de un pueblo con el nombre de Hernán Cortés. Aumentaba la fama de las aguas medicinales de San Diego de Los Baños y los buques de la Carrera de Batabanó a Hernán Cortés facilitaron los viajes de los enfermos procedentes de la Habana y de otros parajes de la Isla, y el celo oficial y la generosidad del Conde de Fernandina mejoraron el camino entre la costa y la sierra.” 5 Pues si en 1574 el Corral Anegadizos de Dayaniguas había sido entregado a Juan Gutierrez Maribardo, más tarde fue propiedad de los condes Fernandina, dedicándolo en aquel entonces a la cría de ganado. Posteriormente fue adquirido por Mr. Hedger (estadounidense) dotándolo dicho señor de todos los adelantos disponibles para la agricultura, obteniéndose grandes cosechas de algodón. Allí también se cultivaban cientos de caballerías de arroz, dando oportunidad de trabajo a muchos hombres para lograr su sustento. 11 Siempre al respecto, poco antes de los años 20, escribía el historiador italiano A. Dollero tran- sitando por esta zona: “Los Baños de Dayaniguas que, según nos cuentan, no han mejorado mucho, quedaban abiertos unos tres meses al año. Eran casas humildes con un médano debajo. Por esas aguas navegaron Cristóbal Colón en 1494, Sebastián de Ocampo en 1508, Mejía en 1515, y Cortés en 1518. El Conde Verradito dio una vez un informe interesante sobre la profundidad de esa hermosa Bahía hoy descuidada. La hacienda de Dayaniguas, fundada en 1569 por D. Juan Gutiérrez, pertenecía a D. Diego de Zayas Bazán a principio del siglo XVII, por ser parte de la dote de su esposa, la señora Brígida Calvo de la Puerta. El último Zayas Bazán que la tuvo en su poder fue don Juan, fallecido el año 1724. Las diversiones del Balneario de Dayaniguas eran mucho más modestas que las en proyecto por la Compañía de balnearios y Hoteles S.A. en San Diego de Los Baños. Se reducían a los bailecitos en la Taberna de Ruda al son de un arpa, un violín y una guitarra, ya la frecuentaban barqueticas marítimas en las que los cangrejitos y las langostas figuraban muy a menudo. Cuando la temporada empezaba, no había manifestaciones especiales, pero al cabo de algunas semanas, acostumbraban despedirse de la playa con furibundos escopetazos. Hay que admitir que los vueltabajeros del año Playa de Dayaniguas en los años 50. 154 Los Palacios... 1840 eran gente sencilla, que con muy poco se conformaban y estaban contentos.” 6 Los siglos XVII y XVIII fueron entonces los más favorables al desarrollo de Dayaniguas. Los bañistas que aquí desembarcaban y proseguían su viaje hacia San Diego, llegaban en la madrugada. Emprendían el resto del viaje en carruajes y volantas, desayunaban en el antiguo Paso Real donde se realizaba también el cambio de los caballos y, antes de las doce del mismo día ya estaban en San Diego. ¡Cuán venturosos resultaban algunos de estos viajes, y los de tiempos sucesivos, para transportar a la playa o desde la misma a enteras familias de la zona que, con todo lo necesario, iban a transcurrir sus vacaciones en las casas que a tal fin habían construido allí, es fácil imaginarlo. Al respecto me contaba la señora Mírian Morejón Carrillo nacida el 25 de noviembre de 1943 y habitante en Paso Real. “Mi padre fue carretero toda su vida. Carretero y transportador entiéndase bien no con camiones o carros sino con yunta de bueyes. Tenía 5 ó 6 yuntas de bueyes y transportaba de todo: tabaco, caña, familias que tenían que hacer mudanza con todo su equipaje. Le tocó muchas veces trasladar a familias que iban a la playa de Dayaniguas o volvían de ella. El largo y mal camino tenía sus sorpresas, sus puntos obscuros y siniestros sobre todo al transitar en la noche. Estaba transportando de la playa una señora que con sus hijos y su equipaje volvía a los Palacios, cuando se cayó del carro y una rueda del mismo, pasando sobre su pierna, se la desbarató. La mujer misma se quitó la saya, la cortó en pedazos para hacer ligas con que entablillarle la pierna, y se puso a la guía de los bueyes empujándolos rumbo a Los Palacios”. A inicios de los años 20, Dayaniguas fue transformándose en lugar veraniego muy frecuentado por los palaceños. Las familias más pudientes poco a poco construyeron allí su residencias veraniegas, sentían a Dayaniguas como la pequeña “Varadero” palaceña. El emigrado Leonel A. Bárcena Dancausse recuerda el esfuerzo y las complicadas gestiones que también su familia tuvo que enfrentar para tal fin y cómo en la playa de Dayaniguas “se creó un Club llamado de “Los Corsarios” cuyo cocinero era el “Gran Gatico”. A qué punto llegó la concurrencia de palaceños a la playa de Dayaniguas después de los años 50, lo comprueba el hecho de que en los años 1957-58 existía un servicio de ómnibus desde Paso Real hasta la playa de Dayaniguas. 11 Paso Real y Paso Quemado Como escribía ya en 1930 el maestro de la escuela local Leopoldo Zarragoitía O’Dónavan: “El territorio de este Barrio lo constituye una planicie con ligeras ondulaciones de terreno.” La llanura en donde se extiende la campiña alrededor del poblado, con sus variados cultivos, sus sabanas y potreros “se encuentra situada entre los ríos Los Palacios Y San Diego, más próxima a este último, en terrenos denominados Los Pozos.” Desde el punto de vista geológico “predominan los terrenos arcillo – silicosos y calcáreos, siendo los primeros, tierras estériles denominadas sabanas, aunque en su totalidad son tierras fértiles donde se cosechan en inmejorables condiciones toda clase de frutos menores. Por último, en la faja de terreno que comprende ambos lados del caudaloso río San Diego, existen grandes extensiones de tierras de naturaleza humiferas, donde se cosecha inmejorable tabaco.” 36 Cuando escribía estas notas el maestro Zarragoitía el territorio comprendía algunos arroyos y cañadas de relativa importancia. Las lagunas principales eran las de Los Pozos, Caimatal y Macurije. Algo de los cultiEl Profesor Juan Arturo Del Pino con su madre, esposa de Rafael Del vos descritos por él en 1930 ha quedado, sin embarPino, del mismo nombre y apellido de sus famosos antepasados. Él fue Juez de instrucción en varios tribunales de la Isla pero sobre todo en go el territorio a lo largo de 70 años fue objeto de relevantes transformaciones que influyeron en la Guanajay. naturaleza misma de sus cultivos. Baste pensar en la construcción de la presa “La Juventud” que alimenta los Muchas veces me hablaba de cierto “Paso de los muer- amplios cultivos de arroz en la zona más al sur ocupada un tos” que yo no sabría bien localizar. Era un lugar acerca tiempo por “tierras pantanosas” y los criaderos de peces de del cual hay muchas historias. la Estación de Alevinaje. Mi padre era hombre valiente y le gustaba desafiar lo Como ya dijimos, en tiempos anteriores a la Guerra de imponderable y misterioso. Así que, intencionalmente algu- Independencia existió otro poblado con el nombre de Paso nas veces quiso pasar la noche en aquel lugar. Siempre pero Real de San Diego. Precisamente dos kilómetros más al norte alguien invisible lo tumbaba repetidamente de su amaca. donde se sitúa el actual Paso Quemado. Ya al comienzo del La gente atribuía este y otros fenómenos extraños a siglo XIX Paso Real constituía un creciente caserío. Bermúdez. Decían que hasta allí iba vagando su espíritu Tranquilino Sandalio de Noda cita un teatro de guano y inquieto y belicoso. Pero aquel mismo lugar se transformó caña brava que se construía en el año 1835 y los años sien una verdadera maldición para mi padre cuando un día guientes, durante la fiesta patronal de Santa Ana, y que despasando por allí tuvo un accidente. aparecía después en 24 horas. Dicho teatro estaba dotado de 250 años de historia... “bastiones, escenario, decoraciones, faro y vestuario”. 6 Fundada en 1820, “no tardó en convertirse en Capitanía Pedánea, llegando a contar en 1851 con 248 habitantes. El 1 de septiembre de 1866 se le reconoció como Término municipal dándole la categoría de Ayuntamiento y el nombre de Paso Real de San Diego. 11 En 1866 adquiría la categoría de Municipio. A éste pertenecían los barrios de Arroyo Colorado, Ceja de Herradura, Guajiro, Hato de la Vegas, Herradura, Palacios, Santa Mónica y la Soledad. Se encontraba en el cruce entre el Camino Real de la Vuelta Abajo desde La Habana hasta Pinar del Río y el Camino real sur-norte desde Dayaniguas hasta San Diego de Los Baños. Eso, a pesar de que eran vías de comunicación “malamente trazadas y construidas, haciéndose el tráfico por ellas por los medios primitivos que entonces se empleaban: a caballo o en volantas”, para el poblado constituía un factor estratégico de notable importancia comercial, económica y también militar. Hay que tener en cuenta al respecto que en la época precedente a la guerra de independencia estaba rodeado de 8 fuertes. 10 Al sur de la antigua Paso Real, y casi al centro de la actual, llegaba ya en 1870 el ferrocarril del oeste en la realización del cual invirtieron cifras considerables los Hermanos Pedroso: Luis y Joaquín Pedroso Echevarría que radicaron en la Habana. Eran millonarios, traficantes de negros y con títulos de nobles. Tenían corrales, hatos e ingenios en toda Cuba. Auge de Paso Real Todo eso explica su prosperidad en un determinado período. El censo del año 1877 brindaba los siguientes datos acerca de Paso Real: 5.122 habitantes de los cuales 3555 eran blancos, 421 pardos y morenos esclavos, 1106 pardos y morenos libres, 25 colonos asiáticos y 15 blancos extranjeros 10. Volviendo un poco atrás, desde el punto de vista étnico, vale la pena preguntarnos cómo tuvo inicio un ya tan relevante crecimiento poblacional. Según Zarragoitía: “El motivo que llevó a los antiguos pobladores fue el cultivo del campo y la cría del ganado. Cuando se dio comienzo al fomento del poblado, eran dueños de la totalidad de sus tierras los Herreras (numerosa y laboriosa familia de color que heredaron estas tierras de sus antepasados, negros lucumies esclavos del Conde de la Fernandina, Don José María Herrera y Gonó, primitivo dueño de esta posesión.) Los Herreras se libertaron y fueron adquiriendo con sus economías estas tierras que después fueron vendiendo a los primeros moradores blancos que se establecieron en la localidad; siendo estos particularmente asturianos y montañeses aventureros.” 36 Según Zarragoitía el desarrollo del barrio de Paso Real fue debido también a la laboriosidad tanto de los criollos como de los peninsulares. Las ocupaciones a que se dedicaban sus primeros moradores eran en 155 primer lugar las labores agrícolas, el comercio, por cierto muy limitado en aquella época, así como a algunos trabajos manuales y oficios como barbero, sastre, carpintero, zapatero etc. En la zona aledaña al pueblo se fomentó la cría de ganado vacuno, lanar, de cerdos, de caballos y de aves de corral. Según datos brindados por Jacobo de la Pezuela en 1860 entre ambos partidos de Los Palacios y Paso Real había alrededor de 12.565 entre vacas y toros, 1400 caballos, 14.424 cerdos, 3429 animales dedicados para tiro, carga y monta. Estos animales pastaban en una extensión de 2.624 caballerías. 10 Otra fuente de ingreso era la madera preciosa o de toda forma útil de los montes. En cuanto a las primeras industrias fomentadas en el barrio, consistían principalmente en escogidas de tabaco y talleres de tabaquería. Carne salada, cuero, tabaco y frutos menores fueron los primeros productos de exportación, mientras que los productos más importados eran víveres, ropa y efectos de ferretería. Con respecto al crecimiento demográfico, podemos tomar en cuenta los datos de las siguientes tres fechas: - En 1865 Paso Real y San Diego tenían 3120 habitantes, Los Palacios. 3163. Diez años después, en 1863, si en Los Palacios la población había aumentado relativamente pasando sólo a 3891 habitantes, en Paso Real y San Diego, debido al auge hotelero y otras ventajas económicas, el número de los habitantes se había duplicado, alcanzando las 7324 personas. Catorce años después (en 1877) el fenómeno quedaba confirmado y la población resultaba así distribuida: - Los Palacios 6632 habitantes. - San Diego 4947 habitantes. - Paso Real 5122 habitantes. Mapa de Paso Real. 156 Los Palacios... En 1872 la antigua Paso Real contaba con más escuelas que Los Palacios y San Diego de Los Baños. Precisamente tenía 2 escuelas para blancos y dos para niños de color. Sólo Guanajay la igualaba en toda la provincia. 6 Ya aludimos al libro de “Entierros” que el P. Manuel J. Dobal abría en 1882 para el asiento de los difuntos del cementerio particular de Paso Real. Aquí precisamos cuales fueron la primera y última defunciones que asentaba este libro. Iª) “En el cementerio de paso Real de San Diego en seis de agosto de mil ochocientos ochenta y dos años según comunicación del señor alcalde municipal de aquel término se dio sepultura al cadáver de Doña Wencislaa Castillo, natural y vecina que fue de esta feligresía, de estado soltera, no expresan sus padres, que falleció el día antes a los treinta y tres años de edad y a consecuencia de una Tuberculosis, según certificación facultativa, no recibió los santos sacramentos porque no los solicitaron, y para que conste lo firmo D. Manuel y Dobal. IIª) La última defunción asentada por el P. Dobal era la del 20 de mayo de 1889 relativa a la niña J. María Castillo que llevaba sólo 19 días de nacida al morir. En 1890 fue elegido como Alcalde de Paso Real Rafael Del Pino (padre) a pesar de ser contrario a la dominación de España y ferviente independentista. Destrucción del antiguo Paso Real y fundación del nuevo La antigua Paso Real donde “existían numerosos y buenos edificios de mampostería y de tabla, una Iglesia, grandes y prósperos comercios, así como algunos centenares de casas de guano y tabla, donde moraban las clases campesinas del lugar, fue destruida totalmente por medio del incendio por las fuerzas revolucionarias mandadas por el coronel Roberto Bermúdez”. 36 Y no resultaba reconstruida hasta 1930, fecha en que Zarragoitía escribía estas notas. Podemos imaginar la desolación de los sobrevientes del desastre, a quienes todavía les quedaba el Calvario de la Reconcentración. Al finalizar la guerra y la reconcentración, según el censo de 1899, de los 5122 habitantes que había en 1887, quedaban en Paso Real sólo 1871. Fue después que, obedeciendo las instrucciones del Capitán del Partido, los pobres desbandados y sin casa se trasladaron dos kilómetros al sur, en la zona llamada Los Pozos, cerca de las paralelas del ferrocarril, y allí empezaron a construir sus nuevas viviendas y a fundar la Nueva Paso Real, mientras lo que quedaba o habría resurgido de la antigua, había tomado el nombre de “Paso Quemado”. Para la fundación de la Nueva Paso Real el Capitán del Partido “organizó una fuerza de voluntarios y levantó defensas para resguardar la nueva población de los ataques de las fuerzas revolucionarias nombrándose Alcalde y jefe de ellos al Teniente de Voluntarios Don Julián Díaz, en sustitución de aquel que lo era en el poblado destruido: Don Rafael Del Pino. Entonces y por acuerdo del consistorio, se denominó este nuevo poblado Julián Díaz, pero después prevaleció el nombre de Paso Real.” 36 Mientras que por decenas de años la Antigua Paso Real quedaba sin levantarse de sus cenizas, la Nueva prosperaba gracias también al ser cruzada por el ferrocarril del Oeste. Después de terminada la guerra de independencia pero Paso Real cesaba de ser Término Municipal siendo anexada, junto a Los Palacios, al término Municipal de San Cristóbal. Volvía a recuperar su condición de Ayuntamiento el primero de diciembre de 1910 pero la perdía San Diego de Los Baños anexado al Término municipal de Consolación del Sur. Los frondosos cinco mangos y las hermosas cinco hermanas de Paso Real. De una de ellas se quedó fascinado el General Maceo Hemos hablado bastante del Comandante Bermúdez, de Maceo y su gallardía en la batalla de Paso Real. Quisiéramos aquí añadir que en las cercanías del pueblo de la actual Paso Real campean todavía cinco soberbios y frondosos mangos seglares bajo los cuales, según la tradición, descansó Maceo con su tropa. Hemos demostrado como Bermúdez no estuvo personalmente en la batalla y sucesiva quema de Paso Real. Hay dudas además acerca de la medida en que fue comprometida su tropa. Lo que sí es seguro es que Bermúdez, estando en la etapa de convalecencia después que quedó herido en la batalla de Las Taironas, terminó por enamorarse y casarse con una muchacha de Paso Real: cierta ÚRSULA HERNANDEZ de la cual Bermúdez tuvo una hija que murió recién nacida. Ursula pertenecía a un grupo de por lo menos cinco hermanas de singular hermosura y nobleza según los testimonios llegados a nosotros y que vivían en una casa a un kilómetro de la salida del pueblo. Logramos recoger de ellas las siguientes noticias. Después de Ursula hay que mencionar a ANTOLINA HERNÁDEZ a la cual Rafael Del Pino padre dedicó una poesía. Hay que precisar que no era hombre muy alfabetizado mientras que su hijo alcanzó la categoría de medico. De todas forma, estos eran sus versos: “Hermosísima Antolina, Bella flor, botón capullo, A la entrada de Paso Real campean todavía los cinco frondosos manPuedo decir con orgullo, gos bajo cuya sombra descansó Antonio Maceo. 250 años de historia... Que eres gallarda y divina. El hombre ante ti se inclina, El viejo como el joven, el feo Y hasta el mismo dios Morfeo, Si te mira se embelesa. Las trenzas de tu cabeza, Como hebras de oro veo... Úrsula después de la muerte de Bermúdez se casó con otro hombre del cual tuvo por lo menos dos hijos (Arturo y Mario) y vivió hasta los años 50. Otra de las hermanas se llamaba MARÍA LUISA HERNÁNDEZ y se casó con cierto Herminio García que alcanzó el grado de comandante del Ejército Libertador. El joven comandante Herminio García Alemán dejó un “Diario de Campaña” que encomendó en caso de su muerte se hiciera todo lo posible para hacerlo llegar a manos de María Luisa Hernández, su esposa. Y así fue. La primera parte de dicho diario fue editada el 15 de octubre de 1938 en el periódico “El País”. De esta libretica de bolsillo de 11x15 cm conservada en un primer tiempo por la esposa del comandante conocimos ya algo con respecto sobre todo a Bermúdez que terminó por ser su cuñado y con respecto a la primera verdadera acción de guerra en tierra pinareña que, según dicho diario, se habría producido en territorio palaceño en las cercanías de Bacunagua. Vamos ahora a sacar del diario estas otras noticias. Ante todo, introduciéndolo, el comandante Herminio subrayaba: “Este librito que escribo en el campo de la revolución, y en el cual anoto los momentos más amargos de mi vida, lo dedico a mi inolvidable esposa... Si muero en campaña y no tengo la dicha de podérselo entregar yo mismo, el compañero que me recoja le suplico haga por entregárselo... favor que le aseguro sabrá agradecércelo mi esposa como merece... Herminio.” Empezaba a escribir este diario el 4 de octubre de 1895 cuando ya llevaba meses de lucha como ayudante del entonces Coronel Bermúdez al cual siempre guardó gran respeto y consideración. Por lo demás, como él mismo anota: “Bermúdez fue amigo a quien conozco de mi infancia y a quien prometí acompañarle siempre, no sólo porque yo lo desease, sino también a instancia de mis padres que así me lo pidieron; mucho tengo que agradecer a este jefe y amigo, pues nunca me ha tratado como subalterno, sino como compañero de igual graduación, cuando me incorporé hizo que se me guardaran las consideraciones de oficial, poniendo a mis órdenes un asistente...” En su primer relato narra de un altercado a machetazos que tuvo con el propio Antonio Maceo sin saber que era Maceo y que terminó con una demostración de recíproco respeto. Las páginas de este diario transparentan, además de la figura de un generoso combatiente capaz de tantos sacrificios, un ánimo noble. Es de su pluma que sabemos con precisión también lo que le pasó a Bermúdez en la batalla de Las Taironas: “... Recibió el Coronel un fuerte balazo en la pierna izquierda, a la vez que le mataban también el caballo, pero no hizo caso; por más que le decíamos se retirara montó en otro caballo llevando al dueño de éste montado detrás”. Pero después los españoles “le matan al jinete que llevaba detrás, le dan a él otro balazo en la ingle y le vuelven a matar el caballo; entonces nosotros a toda prisa le sacamos de abajo del caballo, le montamos en otro, y a otro hombre de fuerza detrás, para que le sujetara; nos retiramos del fuego varios con él mientras la demás fuerza seguía 157 con más empuje el combate; le pusimos en lugar seguro y sin peligro, y yo volví al campo a buscar a los médicos del Gral. (Maceo)”. Bermúdez recibió las primeras curas de parte del Dr. Alberdi. Fue después llevado en una hamaca hasta la casa vivienda de Taironas. El día siguiente emprendieron el viaje hacia el Este de la provincia pinareña. Cincuenta hombres custodiaban al Coronel y el comandante Herminio siguió siempre a su lado. En este punto faltan dieciocho hojas del diario que fueron arrancadas. Y por consecuencia falta la crónica de los acontecimientos de más o menos un año de guerra. En las hojas restantes queda la crónica de lo que pasó desde el 31 de julio al 21 de agosto de 1997. Entre otras cosas mencionaba su encuentro, el día 7 de agosto en los montes de la Isabela, con una mujer que dice ser hija de Paso Real de San Diego, su madre era cierta Alvarez Castillo. Así la describe: “Bastante joven, al pasar de diez y siete o diez y ocho años, bien parecida a pesar de la suciedad y del mal estado de su traje y de hallarse pelada de rape no sé con qué motivo. Es viuda y huérfana... me inspiró mucha lástima enterándome de sus desgracias.” El mismo día, llegando a la Prefatura de Jaca, Playas de Guanimar, tenía noticias de su esposa. Hay dos versiones acerca de la fecha de su muerte por fiebre. La más probable parece la que la defunción del Comandante del Ejército Libertador Herminio García Alemán, nacido en Esperanza (Las Villas) el 1 de septiembre de 1873 aconteció el 11 de septiembre de 1897 cuando tenía apenas 24 años. Y según lo que afirmaba su propio padre: había muerto en la Finca de “Granada”, término de Melena del Sur, provincia de la Habana “habiéndose dado formal sepultura a su cadáver, en la misma finca, al pie de un algarrobo y entre cuatro palmas de cana.” ( Libre resumen de las páginas 131 – 151 de la “Revista de la Biblioteca Nacional “José Martí” – Número 1 Enero-Abril 1969) 47 Según testimonio del profesor Arturo Del Pino la esposa del comandante Herminio, María Luisa Hernández, se quedó muy traumatizada a la muerte del marido del cual no tuvo hijos. Se hizo teosofista. Vivió todo el resto de su larga vida bastante sola. Juan Arturo y otros familiares la llamaban tía Nené De las cinco hermanas, venía después DOLORES HERNANDEZ. Si Rafael Del Pino padre había cantado en su poesía a Antolina, fue con Dolores que se casó, para él fue su segundo matrimonio. Dolores tuvo varios hijos de Rafael Del Pino padre que en parte murieron al nacer por las condiciones difíciles de aquel tiempo de guerra. Sobrevivieron tres hijas: Enchila, Soraida y Gloria. Lamentablemente Rafael Del Pino murió combatiendo al lado de Maceo. Más adelante Dolores volvió a casarse con un español. Gloria, su hija, por las muchas atrocidades que en la guerra había visto cometer por los españoles, reaccionó negativamente a la decisión de la madre mudándose a Consolación del Sur donde se fue a vivir y después se casó, con licencia papal, con un hijo de Rafael Del Pino hijo. Fue de este matrimonio que nació el padre del profesor Juan Arturo: nuestro informador. Fue de la belleza de una de las cinco hermanas, CECILIA HERNÁNDEZ, que se quedó prendado el propio General Antonio Maceo. La grandeza y honradez del General Maceo recibían la alabanza hasta del Santo Padre el Papa Juan Pablo II, en 158 Los Palacios... enero de 1998 cuando, celebrando la Misa en Santiago de Cuba frente a su soberbio monumento exclamaba: “La historia enseña que sin fe desaparece la virtud, los valores morales se oscurecen, la vida pierde su sentido trascendente y aún el servicio de la nación puede dejar de ser alentado por las motivaciones más profundas”. A este respecto Antonio Maceo, el gran patriota oriental decía: “Quien no ama a Dios, no ama a la Patria.” Lo que ahora sigue, sin embargo recuerda alguna debilidad sentimental comprensible también en los grandes de la historia pero pensamos que, a lo mejor, sirve para promover la integridad de la historia misma y para destacar, además de la belleza física, la solidez y nobleza moral de una digna hija de Los Palacios. ¿Cómo y donde Antonio Maceo, en los días de su paso por el Municipio de los Palacios, conoció a Cecilia Hernández? ¿Qué intercambio pudo haber entre ellos? ¿Cuál el contenido de una o más cartas que le envió? No hay documentación en nuestro poder que pueda favorecer una respuesta a tales preguntas. Lo que sí quedó conservado es una carta de Cecilia que se dirigía al Titán de Bronce. Antes vale la pena recordar que dicha carta fue conservada y entregada a los Archivos históricos el 26 de noviembre de 1906 por el general Manuel Sanguily que así la introducía. “Adjunto pongo el original, que me facilitó el General F. Miró. Dice esta que Cecilia era una mujer blanca de quien se enamoró Maceo. A las instancias de Maceo contestó al fin Cecilia con la carta de 28 de Noviembre de 1896 en lo que Maceo desengañado se decidió a pasar la trocha, lo que había estado demorando a pesar de las comunicaciones en que Gómez se lo había ordenado, las cuales tengo copiadas en un cuaderno por habérmelas facilitadas el mismo Miró. Manuel Sanguily – Vedado Nov. 1906” Cecilia, así escribía a Maceo: “Recibí sus cartas las que contesto con cierta tardanza por encontrarme con fiebre cuando las recibí. Las frases que en ellas me dirige me han causado profunda sensación mezclada de cierto sentimiento. Me dice Ud. le dé una contestación decisiva. ¿Cómo dársela cuando unas horribles dudas atormentan mi espíritu hace días? Desde que Ud. se dirigió a mí, desde entonces un mundo de ideas bullen en tropel en mi cerebro y no puedo comprender cuál será su objeto al dirigirme unas palabras tan impregnadas de amor y al parecer tan decididas. Si es cierto lo que me han dicho hace ya mucho tiempo, desde antes de conocerle, ¿Cree Ud. que pueda permanecer tranquila e indiferente a la idea de que Ud. me haya juzgado con ligereza? Y ante todo se comprometería mi reputación que es la única riqueza que poseo. Creo a Ud. no deben parecerles infundados mis temores. ¿Cuando Ud. va de marcha y le dicen que hay enemigo no se detiene para tomar precauciones? Pues si se lanza sin vacilar de seguro caería en un abismo de donde le sería imposible salir o al menos saldría destrozado y entonces no habría remedio. Lo mismo le pasa en este caso a Cecilia Nobre. 28 de 96. Los últimos descendientes de los del Pino La curiosa historia de las hermanas Hernández que en parte se entrelaza a la de los más famosos Del Pino nos empujó a ir en búsca de alguno de sus lejanos descendientes. Los encontramos en el ex militante del grupo 26 de Julio Enrique Segundo del Pino, que fue nuestro testigo con respecto a la descripción de la muerte de Jacinto Menocal, y en su sobrino: el ex profesor Juan Arturo Del Pino. Éste se esfuerza en explicarnos, procurándonos un notable rompecabezas, como puede considerarse bisnieto de ambos, Rafael Del Pino padre e hijo. “Sin embargo- admite un poco en broma el profesor Juan Arturo- la cosa no es tan fácil de comprender. Tanto para mí como para mi padre, cuando en la escuela nos preguntaban los datos de nuestra familia, era intentar de desenredar una madeja muy complicada de explicár, también por causa de que, por algunas generaciones, padre y hijo primogénito continuaron llamándose Rafael Del Pino. Por ejemplo, también mi padre se llamaba así. Una vez él mismo me contó que su maestro se enojó y pensaba que le estaba tomando el pelo al afirmar que era nieto de los dos famosos independentistas y héroes de la patria.” En cuanto al padre de Juan Arturo, el último de los Rafael Del Pino, fue juez de instrucción en varios tribunales de la Isla pero sobre todo, por muchos años, en Guanajay. Tenía también una finca, llamada “Finca Miraval” de 6 caballerías cerca de la carretera central. Juan Arturo recuerda la belleza de aquel lugar y de sus cientos de palmas reales que perecieron cuando se construyó la presa La Juventud. En cuanto al propio Juan Arturo: llegó a ser Bachiller en letras y estudió tres años de derecho pero después abandonó esta carrera para hacerse profesor de geografía, materia que siempre le gustó mucho. Hombre muy culto y al mismo tiempo muy humilde y sencillo, vive ahora en compañía de su anciana mamá, su esposa y la única, de dos hijas, que le queda. Ésta es la que llamaban: «la casa de los curas» Hemos ya encontrado en estas páginas al señor Luis Suarez Gómez y lo encontraremos más adelante hablando del Cine en nuestro Municipio. En la misma entrevista él me habló de su actual casa que comparte en Paso Real con la única que, entre sus hermanos y hermanas, queda viva: Neris Ismailia Suarez. Comúnmente conocida como Cuca Suarez, la llamaban también “La casa de los curas,. y comentaban: “Allí vienen a parar todos los curas”. De hecho Cuca fue siempre catequista e involucrada por muchos años en el grupo de muchachas de la Acción Católica. Su hermana Berta por largo tiempo se ocupó de la Iglesia de la cual tenía la llave. La otra hermana Delia también ayudaba en arreglar el templo en preparación de las celebraciones y era cronista de varios periódicos, sobre todo de “El Mundo”, informando acerca de los acontecimientos locales. En su casa se daba el desayuno a los niños que tomaban su Primera Comunión. Todos los sacerdotes que trabajaron en Los Palacios en el siglo recién pasado, como los padres que venían en ocasión de misiones o de cursos de predicación en preparación a la fiesta patronal de la Inmaculada Concepción u otras circunstancias encontraron siempre en esta casa la más calurosa acogida. Luis y Cuca recuerdan de manera particular aquel gran orador que era el P. Basilio Jiménez, padre cura de San Juan de Letrán, y al P. Tomás Martín, invitados los dos varias veces a Paso Real por el P. Pepe. Fue el P. Pepe – me 250 años de historia... aseguran Luis y Cuca – quien animó también la obra de construcción de la Iglesia de Paso Real concluida en 1916. “Los padres misioneros – precisa Luis – se hospedaban con gusto en nuestra casa. Les dábamos comida, nos sentíamos honrados en brindarles esta hospitalidad. Nuestra casa fue visitada también por varios obispos. Muchas veces por Mons. Manuel Ruiz. Gran amigo de nuestra familia fue también Mons. Evelio Díaz. A veces, recorriendo la carretera central para ir a La Habana, en tiempos en que no existía la actual autopista, era capaz de desviar al Entronque de San Diego para venir a saludarnos y pasar un rato con nosotros”. Estructuras principales de la nueva Paso Real 159 Entre los establecimientos de Gobierno contaba después con un puesto de Guardia Rural, compuesto de ocho números, un cabo y su sargento; una administración de Correo y Telégrafo; una Alcaldía de Barrio y cuatro escuelas de Instrucción Primaria: dos de niñas y dos de varones, instaladas en un amplio y ventilado edificio propiedad del estado que había sido construido en la primera intervención para alojamiento de oficiales norteamericanos de tropas destacadas en el pueblo.” 36 El desarrollo de la nueva Paso Real fue favorecido por el creciente tráfico a través del ferrocarril y la construcción de la carretera central, después de 1928, que cruzaba con el Camino Real: Dayaniguas – Santa Mónica – Paso Real y San Diego donde está el actual Entronque de San Diego. Ya Adolfo Dollero escribía, poco antes de los años 20, relatando su viaje en tren a través de la Vuelta Abajo: “¡Paso Real! Allí hay automóviles para trasladarse al famoso balneario de San Diego. Todo se modifica y sin embargo no hay nación de la América española en donde no se encuentre un “Paso Real” que ha resistido a la presión de siglos de conquistas y revoluciones sin alterarse.” A encantar la mirada del ilustre viajero e historiador italiano era después “un arroyuelo tapizado de flores acuáticas de un color viola pálido”. 6 Según Zarragoitía, en 1930 “El plano del nuevo poblado comprendía unas 23 hectáreas, divididas en 41 manzanas, contando ya en aquella época de unos 200 o 300 bohíos que se caracterizaban por la variedad de materiales de construcción. Entre las construcciones modernas se distinguían el “Edificio del Señor José Selgas, dedicado al comercio de ropa y la tienda mixta del señor Arturo Téxtos; así como otros comercios y casas particulares.” 36 Además, ya en 1916 el poblado contaba con su pequeña pero bonita Iglesia Católica cuya reconstrucción probableEsbozo de Paso Real mente fue promovida y organizada por el P. Pepe, cura párroal acercarse los años 60 co de la vecina Los Palacios. De toda forma Zarragoitía recuerda que fue construida por una suscripción popular y que ya en 1930 había en Paso Real también una Iglesia El libro “Recordando a Los Palacios”, nos informa que el Presbiteriana. joven Baldomero Rodríguez de Paso Real fue condecorado Con respecto a la iglesia católica, del señor José Manuel con el corazón de púrpura en la segunda guerra mundial Roche, nacido el 3 de marzo de 1913, supimos que el año como paracaidista del ejército norteamericano. siguiente de su edificación, en 1917, se transformó en providencial refugio para muchos habitantes de Paso Real en las horas angustiosas en que azotó un ciclón cuya fuerza fue capaz de arrastrar algunos vagones del tren por largo tramo. En una fragata del tren también nació el niño Luis Díaz que casi nadie en Paso Real conoce por su nombre y apellido, sino que todos le llaman «Fragata» por motivo de este sitio donde su mamá lo dio a luz hace más de 83 años. En 1930 había en Paso Real: “dos buenas farmacias; una amplia estación del ferrocarril del Oeste y 28 establecimientos públicos, comerciales e industriales, cuya propiedad correspondía como sigue. Cinco establecimientos mixtos, propiedad de españoles. Dos tiendas de ropa, propiedad de españoles. Paso Real: La Iglesia católica construida en 1916. Un establecimiento de víveres, propiedad de españoles Cinco establecimientos de víveres, propiedad de chinos. Otro hijo de Paso Real, Federico Argos, fue representanUn café y fonda, propiedad de españoles. te a la Cámara por la provincia de Pinar del Río. Otro político Una sastrería, propiedad de cubanos. conocido en la provincia, y que fue presidente de la HermanTres barberías, propiedad de cubanos. dad Ferroviaria de Cuba, fue el señor Manuel López Cuenca 11. Una zapatería, propiedad de cubanos. El único número del periódico palaceño “El Esfuerzo” Una herrería, propiedad de cubanos. que quedó, del mes de agosto de 1945, se hacía portavoz de Una frutería, propiedad de cubanos. las quejas de 50 familias de Paso Real y otras tantas de Los Dos tabaquerías, propiedad de cubanos. Palacios que reclamaban a las autoridades la entrega de las Tres escogidas, propiedad de españoles. maderas y demás materiales de construcción que se estaban 160 Los Palacios... pudriendo sin aprovechar a nadie mientras dichas familias, damnificadas por el ciclón del año precedente (1944) “tenían que vivir a la intemperie. Tal situación pone al descubierto la ineptitud de los gobernantes y ha provocado en el pueblo una gran desilusión y puede, en el momento que menos se espere, convertirse en un problema de orden público.” (16) No disponemos de muchos otros datos y testimonios escritos de lo que aconteció en Paso Real desde 1930 hasta las Vísperas del triunfo de la Revolución, con gusto sin embargo damos espacio a esta vivaz y colorida descripción que nos concedió el profesor Omar Rubio Álvarez, licenciado en literatura, titulada: “Esbozo sobre el estado del comercio en Paso Real de San Diego en 1959”. Nos permitimos cortar sólo algunas partes y no añadimos ningún comentario personal: “Paso Real de San Diego en 1959 contaba con alrededor de 6.500 habitantes, si incluimos a Santa Mónica, su asentamiento rural más importante. Algunas zonas como Santa Barbara y Marverde, actualmente consolareñas, integraban su geografía, así como Paso Quemado, asiento original de este pueblo. La información analizada sólo abarca a Paso Real y Santa Mónica. El 31 de diciembre de 1958, en víspera del nuevo año, decenas de parejas bailaban paradisíacamente al compás de cadenciosos boleros o rítmicos y alegres danzones. En ambas sociedades de recreo se desarrollaban animados bailes, cuya magnificencia y elegancia eran notorias. Las eternas desigualdades sociales se diluían en aquellas festividades, todos vestían pulcramente. Unos en trajes, otros con sacos combinados o finas guayaberas de blanco impecable, las mujeres con un sentido de la elegancia como nunca se volvería a ver, de trajes largos y coloridos, bien pintadas, con su penetrante olor a perfumería que saturaba el ambiente, tratando de deslumbrar con cuanto collar, aretes o lentejuelas encontraban. Todo el mundo bailaba. Yo me moría de envidia, tenía 8 años, ante aquel espectáculo indescriptible de música, cerveza, sidra, jaiboles, victrolas, enramadas y nocturno romanticismo. Por la madrugada al salir a la calle, andaba con mis padres, topamos con un tal Pablo García, un negro risueño y gordete que vendía unos enormes panes con lechón asado, rebosante de masas gordas y pellejitos crispantes, con el mismo olor que debe haber en el Paraíso. Por 15 o 10 centavos cerca Joseito el tamalero, un mulato de voz sonora, ofertaba unos suculentos tamales humeantes, blanditos, rodeados de Catsup con picantico al gusto, divididos en trozos, con sus correspondientes palillitos, también por unos centavos. De modo que el encumbrado y el de medio pelo, el pudiente comerciante y el anónimo jornalero compraban lo mismo, porque todo era muy barato. Describir minuciosamente el enjambre de bares, bodegas, kioscos, tiendas, quincallas, fondas y vendedores ambulantes robaría un apreciado tiempo. Pero no puedo dejar de registrar aquellas preciosas victrolas difusoras permanentes de la mejor música cubana, española y mejicana. Depositando en ellas una peseta se recibía el dorado privilegio de escuchar, entre muchas piezas musicales, nuestros más talentosos boleros, como NOSOTROS, DOS GARDENIAS o LONGINA que hoy forman parte del patrimonio artístico de los más famosos boleristas del mundo. A pesar de la hora, el bullicio era enorme, como si fuese una feria de una lujosa ciudad. Se decidió comer arroz a la chorrera en la Fonda, Bar, Bodega y Hospedaje de Julián Andarcio. Su costo, incluida una botella de vino español, 3.20 pesos. Pasamos ya rumbo a Santa Mónica por el bar de Pedro Martín, porque querían tomar café exprés, colado en aquellas ciclópeas cafeteras nacionales. Por un centavo te ofrecían una taza humeante espumosa, de puro néctar saborizado. En este sitio había una sala de billar muy concurrida. El billar, un exquisito pasatiempo de origen inglés y perfeccionado por los franceses, que fue, durante siglos, privativo para la aristocracia europea, era degustado por nuestros jóvenes, en permanente gozo y sosiego alejándoles de vicios dañinos. Resultó fácil llegar a Santa Mónica, simplemente contábamos con 28 máquinas de alquiler, aunque muchas habían sido alquiladas desde temprano, hacia las sonadas fiestas bailables de Los Palacios, Fierro, Entronque de Herradura, Consolación del sur y San Diego de los Baños. Me excuso si se sienten abrumados por esta descripción que a los más jóvenes debe saberle a fábula, pero es imprescindible anotar que el desarrollo del comercio se animaba, de manera inusual, con el sistemático arribo de numerosos circos. Algunos de prestigio internacional como el Santo y Artigas, con su aún vigente triple salto mortal, el Nelson, cuyo baúl macabro y la enigmática metamórfosis que en su interior se operaba, continúa siendo un interesante enigma, que sólo se ha repetido por la televisión y que podíamos presenciar a 80 metros de nuestras casas, el Moreno y Echazabal con familiares en esta comarca. Otras formas de animación comercial lo constituían los caballitos, pequeñas Disneylandias, y paraíso de los niños, el cine, toda una institución cultural, desbordando los fines de semana, con permanentes estrenos de la filmografía norteamericana, argentina, mejicana y española, que eran las más apreciadas, de acuerdo con nuestra idiosincrasia. Pero quien pudiera eternizar el supremo asombro que experimentaría el ilustre Bernal Díaz del Castillo, cronista... si nos fuera dable utilizar la máquina del tiempo-ficción creada por H.G. Wels, novelista ingles, y ubicándola en 1959, se le pudiera mostrar la bodeguita de Máximo Rubio Martínez – pudiera ser otra cualquiera – y decirle – mencione usted un producto alimenticio u otro que sea menester en la vida diaria: ristras de salchichones de pura carne vacuna, rollizas jamonadas a 40 ctv. la libra, superiores en calidad al jamón actual de cerdo ahumado que vale 30 pesos la libra: 70 veces más, mortadellas, chorizos en salsa riquísimos, bacalaos enormes como yaguas de palma real, arencones ahumados, la delicia de los bebedores de cerveza, tasajo uruguayo, redes de longanizas guindadas del techo como telarañas, pingues tocinos, la cumbre del sabor para hacer potajes, sardinas navegando en el afrodisiaco aceite de oliva, el insuperable bonito enlatado, los variados quesos que semejaban ruedas de molino de maíz, los tipos de arroz a precios irrisorios, frijoles, garbanzos y chícharos verdes para todos los paladares, cuatro prestigiosas marcas de cervezas nacionales, más de 10 clases de refrescos y cigarros a 5 y 10 ctv. Panes, palitroque, y galletas saladas o dulces, leche condensada y eva- 250 años de historia... porada, variada dulcería, incontables latas de dulce en conserva, todo género de especies y sazones. Avituallamiento de ferretería, calzado y textil cuyos pormenores sería harto fatigoso designar. En 1959 contábamos en Paso Real con 362 fincas, excelentes colonias de caña, tabaco y ganado en las que laboraban más de 600 trabajadores, una gran compañía arrocera y algodonera con alrededor de 250 empleados que alternaban sus jornales entre cosechas de arroz y caña. El salario medio cotidiano era de 2.70 pesos pero con un valor por encima de los 150.00 pesos actuales. Alrededor de 200 personas ganaban su sustento en el comercio, el transporte y otros servicios. En el extremo sur, Dayaniguas durante tres meses cobraba una inusitada vitalidad con el arribo de cientos de vacacionistas palaceños en su mayoría propietarios de medio centenar de embarcaciones, algunas muy veloces como las llamadas yumar con motores fuera de borda, que salían a donde se les antojase a sus dueños, sin menester de permisos oficiales. A 300 metros de la costa fondeaban los pintorescos barquitos de vela, atestados de biajadas, pargos, camarones, langostas, cangrejos moros, viviendo y coleando en sus viveros naturales diseñados en las barrigas de los barcos y como un símbolo del cuerno de la abundancia la Fonda de Albolay donde freían día y noche, en enormes sartenes, las doradas y exhuberantes cabezas de la Costa Sur. Para concluir, en Paso Real de San Diego y Santa Mónica en 1959 ofrecían su servicio 21 bodegas, la mitad mixtas, 2 ferreterías, 2 farmacias, 6 kioscos, 5 bares de victrolas, 2 quincallas, 7 fondas, 2 garajes, 1 panadería y dulcería, 3 hospedajes, 1 heladería, 1 cine, 3 tiendas de ropa, 5 carnicerías, 1 sastrería, 2 escogidas de tabaco, 2 peluquerías modernas, 1 guarapera, 2 sociedades de recreo y numerosos vendedores ambulantes, algunos de origen árabe.” Hoy también Paso Real ostenta claros signos de decadencia. El edificio de la estación de ferrocarril se está cayendo, muchas casas y techos están en mala condiciones, algunas recientemente fueron objeto de derrumbe. Hasta en las aceras de las calles principales se abren huecos peligrosos y que, junto a los de las calles, nunca parecen encontrar arreglo. 161 El último invento para evitar la caída en aquellos huecos fue el de erguir los barrotes que aglutinaban y sostenían el concreto mismo de la acera. Pero se obvió a un peligro creando otro. Aparecen así en alguna acera como extrañas trampas de la edad media. ¡Ojalá no pase que se encuentre en alguna mala madrugada algún borracho ensartado y traspasado en aquellos siniestros y oxidados pinchos! Varias zonas del pueblo, a la primera abundante lluvia, se transforman en estanques productores de enjambres de insectos molestos e insalubres. Una situación que hace extrañar también al ex coordinador del grupo 26 de julio, el condecorado de la Revolución Enrique del Pino, los tiempos de su juventud cuando. “ El tránsito del tren por Paso Real era frecuente y regular y la estación un centro de vida y de animado y bullicioso encuentro. En los años 50 cada día provenían de Pinar del Río a La Habana tres trenes que llegaban puntuales, el primero a las 7,30 de la mañana, el segundo a las 1,45 de la tarde y el último a las 6,30 de la tarde. Otros tres provenían de La Habana hacia Pinar del Río y pasaban respectivamente por la estación de Paso Real a las 10,30 de la mañana, a las 5 p.m. y a las 8 p.m. A la hora del paso de este último tren, los muchachos iban en gran número a la estación para ver el tren que era una maravilla: todo iluminado. Era una ocasión también para encontrarse, ver y hacerce ver... ¡Que pena y que tristeza me da aquella estación y aquel pueblo hoy, a pesar de que la Revolución allí realizó el centro escolar, arregló algunas calles e hizo el parque y tres puntos médicos!” La estación meteorlógica de Paso Real Escribe Armando Ibañez Hernández: “Le cupo al Municipio de Los Palacios el honor de que en Paso Real el día 6 de junio de 1949 se instalara la Estación Meteorológica más moderna de aquella época, equipos que fueron cedidos por el Buró del Tiempo de los Estados Unidos por el Dr. José Milláns, director inolvidable de nuestro Observatorio Nacional.” 11 q La estación meteorológica de Paso Real. 162 Los Palacios... CAPÍTULO XXVI Escolarización, cultura y prensa en Los Palacios La escolarización hasta finales del siglo XIX M e decía un día con respecto a la idiosincrasia de los palaceños Mons. Siro: “ Son actores naturales, lucen por su capacidad de preparar muy rápido y eficazmente una comedia, una obrita y es un placer verlos actuar con tanta espontaneidad.” Como con respecto a todos los cubanos, así también con respecto a los palaceños el extranjero se queda asombrado con el contraste entre la sencillez de las condiciones de vida y el nivel cultural alcanzado, a menudo con pobreza de medios. ¿Quién diría, por ejemplo, que tal Fulano que encontré ayer en el patio de su casa desgranando maíz para los puercos que cría en un corral, es un estimado médico de familia de vuelta de su trabajo cotidiano? No sin ciertos resultados, la Revolución ha hecho y continúa haciendo de la escolarización un punto de honor. Sin embargo el esfuerzo en la escolarización, y no sólo en el ámbito nacional y provincial sino también de nuestro pueblo, tiene sus inicios lejos en el tiempo. Por lo que leí, es mi impresión que ya antes de la Revolución Cuba no estaba muy lejos de las condiciones entonces de los países más desarrollados también en este campo. La escolarización para todos fue logro (también para muchos de estos países), de los años poco antes o poco después de la mitad del siglo XX. Promotores de esta idea de la instrucción como derecho de todos, también de los más pobres, mendigando a veces para abrir los primeros colegios y escuelas para los hijos del pueblo sencillo, fueron Santos Sacerdotes y Santas Religiosas. Basten dos ejemplos entre muchos: El de San José Calasanz nacido en Aragón, España, en 1556, del cual narran que en ese tiempo en que “los gobiernos no tenían ni escuela, ni colegios y la juventud crecía sin instrucción, se unió con unos sacerdotes y fundó entonces su primera escuela en Roma con el fin de formar a buenos cristianos y ciudadanos instruidos. Tenía que conseguir profesores y edificios porque los gobiernos no costeaban nada de eso. Pronto las escuelas de lo “Padres Escolapios” se multiplicaron.” 35 Incontables son los méritos de estas escuelas y de los Padres Escolapios que fundara el P. Calasanz, como formadores de cultura de generaciones de jóvenes de varias partes del mundo desde comienzos del siglo XVII. Vale la pena recordar que hoy los padres Escolapios tienen 205 colegios en el mundo dedicados a la educación con 1.630 religiosos comprometidos en esta tarea y son estimadísimos como educadores. 35 Otro ejemplo de santo sacerdote que se tomó a pecho la gran tarea de la instrucción y formación profesional de muchedumbres de jóvenes, de huérfanos abandonados por las calles de Turín después de tres sangrientas guerras de independencia combatidas en Italia, fue el de San Juan Bosco. Al final de su vida en 1888 tenía más de 100.000 niños pobres educándolos en sus escuelas y colegios. 35 El esfuerzo de la Iglesia, especialmente de las congregaciones religiosas, en el campo de la instrucción fue notable cuando aún el estado y el resto de la sociedad civil no asumían estas tareas. Fue notable también en Cuba, aunque se quedó muy limitado a las ciudades, llegando poco al campo. No llegó por ejemplo a los Palacios, pero sí a Pinar del Río como veremos. Pero también el estado fue poco a poco desarrollando un esfuerzo a favor de la escolarización. Así, si en Cuba en el año 1889, al cese de la dominación española, existían sólo 541 escuelas; en 1907 ya había 3.594 aulas, haciéndose cargo el gobierno central de los gastos que ocasionaban. 45 El número de aulas ascendía a 5.652 en 1920, a 6.383 en 1925. En 1931, del total de los habitantes de 10 años de edad y mayores que había en Cuba, sabían leer el 71,7% y en 1943 el 77,9%. Al terminar el censo escolar de 1942 al 43 Cuba se encontraba con 9.515 maestros distribuidos en la siguiente forma por provincia. Pinar del Río 1.046 La Habana 3.100 Matanzas 1.106 Camagüey 612 Las Villas 1.954 Oriente 1.697 45 Por lo menos ya en las primeras décadas del siglo XX iba creciendo la disponibilidad de instrucción y el esfuerzo conjunto del Estado, de la Iglesia y de particulares, por sacar del analfabetismo al pueblo cubano. Pero vamos con orden a sintetizar el desarrollo de la escolarización en nuestro territorio. Como ya vimos, según una estadística relativa a Pinar del Río hecha en 1819, siendo Teniente Gobernador D. José de Aguilar, resultaba que la población total de la comarca era de 7920 varones y 13.026 250 años de historia... hembras por un total de 20.940 habitantes y existían en la comarca 2 escuelas de niños con 31 alumnos (Una en Pinar del Río y la otra en Guane) y dos escuelas de niñas con 16 alumnas. Una de estas se encontraba en Guane y la otra en Los Palacios. Si la lejana Guane entonces se encontraba a la cabeza de la instrucción pública de la Vuelta Abajo, Los Palacios figuraba como otro pueblo pionero en tal sentido. 6 En 1862 en nuestra jurisdicción de San Cristóbal había diez ingenios, 1940 vegas de tabaco, 5454 colmenas. La Vuelta Abajo contaba con el 15,5% de los productos agropecuarios de toda la isla pero no lograba todavía hacerse notar en materia de cultura. Suscita cierto asombro entonces en este marco un caso como el de “Juan de Arrastía, natural de Los Palacios y graduado de doctor en medicina en París.” 5 Sesenta años después del primer censo, en 1879, según otro censo, Los Palacios contaba con 2 escuelas para varones y hembras, así también San Diego de Los Baños. Ambos quedaban superados por Paso Real de San Diego con dos escuelas para blancos y dos para niños de color. 67 eran, según este mismo censo, las escuelas esparcidas en toda la Vuelta Abajo. En 1883, el 17 de Agosto, por real decreto se fundaba en Pinar del Río, cuando la Vuelta Abajo contaba ya 225.000 habitantes, el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza, importante centro docente. Ya algo brotaba pero, como escribía E. Santovenia: “La vital cuestión de la educación pública (escuela) a final del siglo XIX en Pinar del Río se hallaba sujeta a los pobres recursos provenientes de los ayuntamientos auxiliados por vecinos más o menos pudientes. En los campos donde había un grupo de niños en condiciones mentales de recibir lecciones se sostenía a un preceptor, generalmente desproveído de título de capacidad. El maestro así improvisado podía ser en una sola pieza militar retirado, curandero, práctico de farmacia, sacamuelas, tabaquero y aficionado al violín y obtener en pago de sus servicios escolares cuatro centenas mensuales, casa, comida con vino y otros aprecios personales. Gracias al apuntado sistema no era total el analfabetismo entre los moradores de los predios rústicos de Pinar del Río.” 5 La escolarización en el siglo XX 163 escuela de Agrimensura anexa al Instituto. 5 En la primera ocupación norteamericana se hicieron en toda la provincia más de cien escuelas. Se inició la fundación de la primera biblioteca pública de la ciudad y se reabrió el instituto de Segunda Enseñanza.1 Entre las escuelas católicas que se instalaron en la cabecera de nuestra provincia ya desde las primeras decena del siglo, merece mencionar el Colegio del Sagrado Corazón que ya funcionaba en 1894 y atendido por religiosas y Las Escuelas Pías fundadas en 1912, atendidas por los Padres Escolapios que tenían colegios también en Artemisa. Habrá que llegar a 1953 para que Pinar del Río abriera su “Universidad de Occidente Rafael Morales” con las facultades de Pedagogía, Filosofía, Letras, Derecho, Ciencias Comerciales y Ciencias Publicitarias que llegó a tener 50 profesores, y por desgracia, funcionó sólo un curso.1 De acuerdo con lo que E. Santovenia relataba, el maestro Zarragoitía de Paso Real observaba que “en los primeros tiempos de la Colonia la enseñanza aún de las primeras letras estaba completamente abandonada. Sucesivamente pusieron atención en este particular algunas personas interesadas en la educación e instrucción de sus hijos. Estos padres pagaban pequeños sueldos a individuos que tenían la misión de enseñar las primeras letras, lo que hacían generalmente en casas particulares de vecinos pudientes; pero estos preceptores carecían por lo general de suficiente preparación para los fines que se les encargaba, por lo que el aprendizaje dejaba mucho que desear. Más tarde, cuando cesó la dominación española en la Isla y vino la intervención americana, la enseñanza adquirió un sorprendente progreso, estableciéndose por primera vez escuelas públicas en el barrio. Después, con el advenimiento de nuestra República, la enseñanza tuvo progresivo desenvolvimiento, lo que unido a la transformación de los métodos ha alcanzado una gran eficiencia. En la actualidad (1930) existen muy pocos analfabetos en el barrio (de Paso Real), siendo factor principal de esto el ser la enseñanza obligatoria, la labor constante del profesorado y el celo desplegado por las autoridades locales.” 36 En cuanto a los Palacios, cabecera municipal: “ la educación siempre fue preocupación de los palaceños y formó parte primordial en nuestro Término Municipal, como lo de- El inicio y las primeras décadas del siglo XX vieron en Cuba una auténtica “invasión de institutos religiosos tanto femeninos como masculinos que si bien se concentraron principalmente en La Habana ejercieron su influencia también afuera y desarrollaron una gran obra en el campo de la instrucción.” 26 Según un censo de 1959, desde 1903 hasta 1953, nueve institutos masculinos distintos abrieron 20 colegios y 38 institutos femeninos abrieron otros 70 colegios. 26 En cuanto a Pinar del Río, el 15 de Agosto de 1901 se inaugura- “EL PALACEÑO” – Marzo de 1955. Maestros de Los Palacios presentes en el acto de inauguración del ban dos clases gratis de una Aca- “LOCAL DEL COLEGIO DE MAESTROS”. En primera fila: Ulpiano Rodríguez, la Tesorera Ofelia el Decano del Colegio Evelio Véliz Medina, la Secretaria General Zulema Nuñez y Carolina Soto. De demia Preparatoria de maestros y Valverde, pie: Eloina Prieto, Mirta Fuentes, Josefina Inclán, Emelina García. Luis Corrales, la Dra. Concepción maestras. El primero de octubre Estrada, Berta Ramírez, Josefa Bustillo, Epifanio Romero, Perla capote, Radamés Martínez, Genoveva Núñez, quedaba inaugurada también la Guillermo Leal, Adria Núñez y Julio Garriga. 164 Los Palacios... muestra el hecho de la creación de academias privadas funcionando conjuntamente con la enseñanza pública que existía entonces. De estos colegios privados y públicos, desde la década de los 50, muchos hijos del término emergieron con una enseñanza básica y secundaria capaz de proporcionales un futuro académico y profesional, convirtiéndose en maestros de enseñanza pública, doctores en medicina, dentistas, veterinarios, abogados etc. Muchos de ellos ejercieron sus profesiones y usaron sus conocimientos ocupando cargos tanto políticos como comerciales, y ayudando al desarrollo de nuestro municipio.” 11 Osvaldo Gotera que así afirma, recuerda como en la década de los años 30 se fundó la ACADEMIA JOSEFINA CAMACHO. Tiempo después: la ACADEMIA MALDONADO. En los años 40 empezó a funcionar la ACADEMIA INCLÁN donde se daba clases también de mecanografía, taquigrafía e inglés. Por corto tiempo funcionó la ACADEMIA VENTO. A éstas hay que añadir la ACADEMIA JOSÉ MARTÍ, la ACADEMIA “ROMER” de Romelia y Josefina Camacho. La ACADEMIA DE DOLORES (Loló) Huergo. La ACADEMIA JOSÉ DE LA LUZ Y CABALLERO fundada a principios de los años 50 y nacionalizada a principios de la década de los 60. En esta escuela que se encontraba en los terrenos del reparto Betancourt, según el testimonio de O. Gotera “se formaron muchos jóvenes palaceños que se convirtieron, tiempo después, en útiles profesionales que sirvieron a la comunidad en general.” Lo mismo pasó en los Centros Escolares “FORTUNA MEDEL” (seis Colegios) y “AMBROSIO SOTOLONGO”. Más tarde el antiguo local de los 6 colegios, que por largo tiempo fue escuela pública, se adaptó para establecer la primera Escuela Secundaria que, posteriormente pasó al local del ayuntamiento de Los Palacios. Pedido para obtener una biblioteca Otro medio para fomentar la instrucción y cultura del pueblo se comprendió bastante temprano que era la creación de bibliotecas. Ya en 1943 existían en Cuba 465 bibliotecas de varias dimensiones. La más antigua, fue fundada por la Sociedad Económica de Amigos del País en 1793, y abierta al público diariamente desde esta fecha. Poseía 100.000 volúmenes, mientras que La de la Universidad poseía 80.000. En cuanto a la provincia de Pinar del Río, las bibliotecas existentes en aquella fecha resultaban así distribuidas: Artemisa: 4; Consolación del norte:1; Consolación del Sur: 2; Mariel: 1; Pinar del Río: 8; San Luis: 1. 45 La pasión de los libros fue despertándose pronto también en Los Palacios y prueba de eso es también esta carta de la cual no pudimos establecer la fecha, ni saber que respuesta tuvo y que encontramos entre la Correspondencia del Historiador de Cuba José Manuel Pérez Cabrera (Biblioteca del Seminario de San Carlos). La reproducimos por entero: “Mayor General Fulgencio Batista, Presidente de la República. Honorable señor Presidente: Los que suscriben, autoridades, vecinos y naturales de Los Palacios, acuden a su superior autoridad por este medio para impetrar que se establezca en el municipio antes mencionado una Biblioteca Popular bajo los auspicios de la Organización Nacional de Bibliotecas Ambulantes Populares (ANBAP), que preside el general y doctor Arístides Sosa de Quesada. Entre los motivos del pedido se subrayaban: “las ansias de superación cultural de la creciente población de Los Palacios, la circunstancia de que podemos ofrecer un buen local, amplio, ventilado y con los servicios adecuados para que en él se aloje la Nueva Biblioteca Popular Ambulante.” Firmado por: el Alcalde municipal – Presidente de Club de Leones – Venerable Maestro de la Logia Masónica – Noble Grande Logia ODD FELLOWS – Sociedad Circulo Social Paso Real – Presidente del Ayuntamiento – Presidente de Cámara de Comercio – Caballeros de la Luz – Club Hispano Cubano – Sociedad Nueva Era Los Palacios.” “En el orden educacional podemos destacar el alto nivel de la enseñanza. Contábamos con los Centros escolares Fortuna Medel en Los Palacios y Dolores Borrena en Paso Real y escuelas ubicadas en todos los barrios y fincas. El Término municipal de Los Palacios fue cuna de dedicados maestros, entre otros: Fortuna Medel, Antonio Valdés, Antonio (Ñico) Castro, Leopoldo Zarragoitía, Carlos Llauró, Rosalía Martínez, Aurora Ibañez etc.”. 11 En resumen, Los Palacios contó ya en la primera mitad del siglo XX con cierta instrucción pública “honrada por eminentes educadores, circulación de los principales periódicos que se editaban en Cuba y otras publicaciones extranjeras que mantenían a la ciudadanía actualizada sobre asuntos de interés nacional e internacional.” 11 Sin embargo el propio Gotera que documenta este fomento de la escolarización, recuerda que, según un censo del año 1953, el 38% de los palaceños mayores de 10 años por arriba eran analfabetos. El número 8 del periódico “EL PALACEÑO” del mes de marzo de 1955 informaba acerca de la “Inauguración del LOCAL DEL COLEGIO DE MAESTROS” acontecido el mes precedente. El mismo número saludaba con entusiasmo el advenimiento de las “Escuelas Primarias Rurales que vienen a llenar una necesidad en los predios rurales, permitiendo que los niños campesinos puedan terminar los estudios que comienzan en la Escuela Primaria Elemental... En estos centros los alumnos recibirán la preparación indispensable para triunfar en la vida y revertir en los predios rurales... Los padres de los niños campesinos deben poner sus ojos en estas Escuelas Primarias Superiores Rurales y tenerlas muy en cuenta como metas futuras en la educación y vocación de sus hijos.” 38 Con respecto a la revolución, como ya dije, monopolizó e imprimió una rígida orientación ideológica a la escuela pero al mismo tiempo hizo un enorme esfuerzo y transformó en unos de sus puntos de honor el llevar la escolarización hasta los últimos rincones de la isla y por supuesto también de nuestro territorio. No nos detendremos en emitir juicios acerca de las condiciones de las múltiples escuelas esparcidas en nuestro territorio municipal, acerca de su didáctica, de sus métodos, etc. Sencillamente nos limitamos a registrar este esfuerzo en darles a todos una posibilidad de instrucción, reportando estos datos que se refieren al año 1999. 250 años de historia... 165 Los palacios, relación de unidades docentes, año 1999 Centro Dirección Matrícula Maestros Otro personal Otro personal Centro Zona 5 Luis Cardoso Inclán 119 10 1 Patricio Páez Enrique José Varona El Pitirre Finca El Toro Baldají 13 15 3 2 0 0 Raúl Cepero Bonilla El Pitirre 16 2 0 Dirección Matrícula Maestros Ciro Redondo (Seminternado) San Diego, Calle 38 372 28 10 René Fraga Moreno Calle 28/a Paso Quemado 321 19 2 Eladio Alles (Seminternado) Paso Quemado 548 25 15 Fortuna Medel Calle 26/19 y 21 Los Palacios 312 14 16 Pedro Hernández Camejo Calle 28-Los Palacios 584 24 17 Zona 6 José M. Hernández León Bacunagua 75 10 1 411 22 2 Dos Ríos Bacunagua No 1 85 7 1 280 20 2 Calixto García La Montaña 23 2 0 Combate Bacunagua Carretera a Bacunagua 12 1 0 654 45 1 284 26 1 365 29 1 Empresa Cultivos Varios 361 31 2 FInca El Blay 219 25 16 calle 23 Los Palacios 181 11 Paso Quemado 145 14 1 San Diego Los Palacios (Zona microbrigada) Pueblo Nuevo Cubanacán P.Q. 110 9 11 178 9 11 169 8 11 Los Palacios San Diego 245 193 14 9 Hermanos Barcón Enrique Troncoso Edif. La Juventud Los Palacios Calle 20 Salida Los Palacios Zona 1 Ormani Arenado República guatemala Gilberto León Alfonso Central La Francia Coop. Francisco Cruz San Diego La Güira 153 9 1 18 3 0 66 10 1 José Martí Las Catalinas 10 2 0 Camilo Cienfuegos Las Catalinas San Diego 3 1 0 Zona 2 Felicia Lazo Rafael Morales Loma de Candela Coop. José Martí San Diego La Vigía Angel C. Ramírez San Diego Julio A. Mella 31 4 0 11 1 0 44 7 1 10 2 0 Secundarias Básicas Urbanas (ESBU) ESBU XX Aniversario ESBU Oscar Núñez Gil ESBU Fernando Portilla Secundarias Básicas en el Campo (ESBEC) ESBEC Combate de Paso Real Escuela Especial Conrado Benítez Instituto Politécnico de Economía Escuela de Oficios Antón S. Makarenco Calle 28 final Los Palacios San Diego Pueblo Nuevo Cubanacan´PQ Zona 3 Juan Gualberto Gómez El Caimital 15 2 0 Julián del Casals Entronque San Diego 76 9 1 Clara Zetkin Santa Mónica No 1 Coop´José Amarán San Diego 76 6 Mártires del Granma 7 1 0 Círculos Infantiles Mi Jardincito Mi flor del Festival Donde siempre brilla el Sol Zona 4 Orlando Nodarse Perico García 116 11 1 Máximo Gorki Mariana Grajales Entronque Los Palacios Carretera al Cacho 17 24 2 2 0 0 Zona 5 Con respecto a su población de alrededor de 40.000 habitantes, al finalizar el siglo XX, el municipio Los Palacios contaba entonces con un total de 7.623 estudiantes y 733 entre maestros, profesores y otro personal docente en sus 49 escuelas. Dichos estudiantes resultaban así distribuidos: 457 que asistían a los círculos infantiles, 6728 divididos entre Primaria, Secundaria Básica, Institutos politécnicos, Escuela de Oficios y Especial, y 438 que asistían a ascuelas de adultos. Escuelas de Adultos Capitán Tomás José Martí 166 Los Palacios... La prensa local Tuvimos ya la ocasión de mencionar aquel fenómeno cultural que ocurrió a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX el embullo periodístico que produjo el surgimiento en Cuba en general y en nuestra provincia en particular de una multitud de periódicos y boletines sociales; algunos más duraderos, otros menos por un conjunto de motivos de fácil intuición. Los autores del Censo del año 1943 observaban: “Cuba es uno de los países de la América Latina que cuenta en su historia con más publicaciones de periódicos, y no pocos de ellos de excelente calidad.” La primera publicación periodística de algún valor, había sido el “Papel Periódico de La Habana” que se iniciaba el 24 de octubre de 1970 precedido sin embargo por otras dos publicaciones periódicas: “El Pensador” y la “Gazeta de la Habana.” Desde entonces hasta 1919 las revistas y publicaciones de varios géneros alcanzaron el número de 116. En 1943, si a las publicaciones de más amplia tirada se añaden los boletines de clubes, asociaciones, movimientos religiosos, colegios etc, alcanzaban el número de 250 sólo en La Habana. 45 En la misma fecha estos eran los periódicos o revistas de más prestigio que se publicaban en la provincia de Pinar del Río: Artemisa: Villa Roja – Reforma – El Republicano – Trinchera – Libertad. Consolación del Sur: Censura. Guanajay: Occidente Masónico. Pinar del Río: Boletín oficial de la provincia de Pinar del Río – Heraldo Pinareño - La Región – Excélsior – Guamá.45 Sólo en Consolación del Sur, de 1880 a 1921 nacieron 14 periódicos de diverso género: político, literario, económico, etc. Mucho menor, pero no insignificante, fue el florecimiento de periódicos en Los Palacios de los cuales vamos a brindarles algunas noticias. sus propietarios, responsables y colaboradores. En esta edición extraordinaria el periódico contaba de su origen, sus finalidades y anunciaba amargamente también su muerte. Era el mismo director Octavio San Martínez, en un articulo titulado “Nacimiento y vida del periódico”, y quien nos relata algo interesante al respecto: “El Mosquito surgió a la vida gracias a un hecho insignificante. El día 23 de febrero de 1921 recorrió el pueblo la noticia que se quemaba el central “Los Palacios”. Era un pequeño ingenio azucarero ya existente en el año 1920, moliendo cañas de la zona de Macurijes, fincas de Benito Remedios, de Paso Real y Santa Mónica, finca de los Leales. 11 Para redactar el primer número de “El Mosquito” los entusiasmados jóvenes hicieron uso de dos máquinas de escribir logrando la tirada de ocho ejemplares que repartieron entre el Administrador del Central, el Jefe de maquinarias, el Maestro de Azúcar y otros amigos. En aquel primer ejemplar así contaban del ya citado incendio: “Hoy, 23 de febrero a las 11 a.m. aproximadamente, se produjo en la localidad una gran alarma. A esa hora fuimos sorprendidos por un acentuado pitazo que partió del Central “Los Palacios” y el pueblo en masa corrió hacia el lugar donde suponía la catástrofe. Afortunadamente el origen de la alarma fue un principio de incendio en los pantalones del químico que estima las pérdidas en 25 centavos – No hubo desgracias personales.” Ya que fue muy alentadora la acogida de este primer número, los autores no titubearon en continuar sus tiradas mecanografiadas hasta completar cinco números. Fue entonces cuando intentaron llevar a la imprenta el número seis. A tal fin recorrieron casi todas las imprentas de Pinar del Río sin lograr algún acuerdo. Pero nuestros osados e incipientes reporteros no se desanimaron. Llevaron sus manuscritos hasta La Habana donde encontraron atención positiva y aliento en la casa impresora “IMPRENTA QUESADA». Nueve fueron los números del periódico impresos en aquella casa impresora, llegando a 14 en total. “La Antorcha del Progreso” y “El mosquito” Adolfo Dollero nos da noticia de un primer periódico en Los Palacios titulado “La Antorcha del Progreso” que apareció en 1909 y del cual parece que no quedó huella. 6 Si este libro no provoca la recuperación de otros, parece que quedó un solo número de “El Mosquito” que ya recordamos narrando el “Certamen de la Simpatía” que el periódico mismo organizó. Este número que quedó fue precisamente el último. Se trata de un número extraordinario de 36 apretadas páginas de Corte de la cinta en el acto inaugural del Local Social del Colegio de Maeslas cuales es posible sacar muchas interesantes no- tros. Marzo de 1955. ticias acerca del periódico mismo. Nació en un momento en que el entusiasmo para la prensa local era muy vivo si a la Si tan entretenido era este artículo del director con la redacción de “El Mosquito” llegaban en homenaje copias de perió- historia del nacimiento del periódico, de tono amargo y redicos hermanos como “El Occidente”, “El Mundo”, “Los Trece”, sentido resultaba el del segundo propietario y director Ma“El Pitirre”,”La Discusión”, “El Adelanto” (de San Cristóbal), “El nuel Medel Nodarse que anunciaba el cese de la publicación Estudiante” (De Pinar del Río). del mismo periódico. Volviendo a nuestro periódico palaceño, en la fotocopia Como título de su articulo era significativo: “Polvos de que adjuntamos en este capitulo es posible ver quienes eran Piretro” y así debutaba: “Hermanados los Directores de la 250 años de historia... Revista en la simpática idea de dotar a este pueblo de una palpable prueba de la cultura de Los Palacios, lanzamos a la calle la revista “El Mosquito” que con orgullo podemos decir es hoy la mejor de su clase en la provincia. Aquella idea hermosa, que esperó de todos un fallo favorable, una acogida benévola, obtuvo desde su principio, la franca adhesión de una pequeña minoría, en contra de la critica y la censura descabellada de la mayoría y de un grupo de envidiosos, incapaces de realizar más obras que su provecho personal.” Academia “José de la Luz y Caballero”, situada en la Calle Ramón Cruz, casi esquina a la Avenida Warren. Profesora María del Pino Guerra y Oliva Vázquez como asistente. Mitad de la década de los años 50. (11) Y concluía comparando la glacial indiferencia y falta de apoyo de la mayoría para la supervivencia de “El Mosquito” a lo que son los “Polvos de Piretro” para los mosquitos. En otra página el periódico, reemplazando la decepción con la tragicomedia, llegaba hasta a publicar su propio epígrafe. Se acababa así tristemente un proyecto periodístico que, a pesar de ser quizás la voz sólo de una élite privilegiada y de dar, por lo menos en este número, demasiado espacio a cosas vanas y ligeras, habría podido entregarnos un bosquejo más variado y sistemático de la vida y los acontecimientos de nuestro pueblo. Queremos concluir recordando a otros protagonistas de la vida palaceña de entonces comprometidos con este periódico. Además que los ya nombrados directores y propietarios de la revista, alcalde y jefe de la local jefatura del ejército, presentaba al Sr. Vicente Medel Martín padre del director de “El Mosquito”, propietario entonces de la Planta Eléctrica y químico de la gran fábrica de “PANQUES DE MANOLO”, la Srta. Magdalena Alvarez Nodarse encargada de la sección de Pasatiempos de El Mosquito, el Señor Armando Valverde y Medel reportero gráfico y fotógrafo de la revista, y el Dr. Matías Dorta y Duque abogado consultor y letrado de relieve cariñosamente llamado “Conde de Sacaleyes”, etc. 14 “El Esfuerzo” Esta palabra no sólo recuerda la historia de un periódico local que tuvo breve vida, sino la más larga y, en parte desconocida, vicisitud de una imprenta relacionada con un siglo de historia de Los Palacios. Como para otras cosas, las noticias que al respecto recogimos de la gente y aquí reportamos 167 pueden se sujetas a correcciones, añadiduras, y ulteriores precisiones, de manera que la verdad histórica se vaya mejor aclarando. De todas formas, lo que sólo 40 años después se había transformado en la imprenta “El Esfuerzo”, según la tradición oral, había sido un conjunto de dos viejas maquinarias inglesas traídas a Los Palacios por el padre cura que estuvo en Los Palacios a final del siglo XIX. Parece que ya antes del final de este siglo la imprenta trabajaba en Los Palacios. Después de un período de ausencia de actividad, habría vuelto a trabajar cuando se construyó el templo al inicio del siglo XX. Pero fue sin duda a partir de los años 40, en el tiempo del P. Claudio Ojea, que las dos viejas maquinarias volvieron a ser revitalizadas y fueron bautizadas con “El Esfuerzo”. El mismo nombre tomó el periódico que el propio P. Claudio Ojea fundó y que se publicó cada 15 días por un período que, hasta ahora, no estamos en condiciones de precisar. Cierto Cheo, fue el muchacho al cual el P. Claudio enseñó a trabajar de linotipista con esta maquinaria impresora y, como tal, trabajó por cierto tiempo con la misma en el edificio llamado de la “Catequesis” frente a la Iglesia. No es claro como, después que le P. Ojea se fue, la maquinaria pasó a ser propiedad del Señor Alberto Portela. Cheo, que falleció hace pocos años, continuó siendo el técnico y experto en la misma, y sería la persona sin duda más indicada para conocer otros detalles de la historia de la imprenta “El Esfuerzo”, que después fue nacionalizada por la Revolución, y que trabajó hasta 1995 para ser después desmantelada, según algunos, o trasladada a otros lugares de la provincia, según otros. La escuelita de primaria “Mártires del Granma” en la antigua finca “La Mercedes”, una de las más humildes y pequeñas del territorio palaceño (arriba) y el Preuniversitario en Macurijes (abajo) pueden sintetizar y simbolizar el esfuerzo de escolarización actual en nuestro Municipio. 168 Los Palacios... Es una lástima que no esté en Los Palacios, por lo menos Habrá petróleo en el subsuelo palaceño?” Este artículo inpara enriquecer su museo. Pues además de servir para la formaba que la “Standard Oíl Co Of Cuba” estaba haciendo publicación de algunos de los periódicos ya mencionados, perforaciones en la finca “El Jagüey” en busca del precioso como “La voz de la parroquia” del P. Salvador, sirvió para combustible. publicar material de propaganda variada, de fiestas civiles, Impresionante al respecto es el conjunto de estructuras religiosas y revolucionarias, convocatorias, etiquetas, folle- montadas en el lugar: una alta y sólida torre de acero de 125 tos que relataban actividades sociales, culturales y políticas pies de altura que se distinguía desde larga distancia, gran del pueblo. cantidad de dormitorios, bien ventilados y dotados de serviLamentablemente, del periódico “El Esfuerzo” fue posi- cios sanitarios y duchas para los obreros, laboratorio, oficible recuperar la copia de un solo numero: el del 13 de Agosto nas, casa de socorro, campo de pelota etc. de 1945. Éste, sin embargo, nos permite conocer algunos El autor del artículo añadía: “Salimos maravillados de la datos de carácter general con respecto a la revista misma. organización técnica del campo minero, nos hemos recordaNos permite, por ejemplo, saber que el periódico había do con tristeza del distinto trato que recibe el obrero en otras sido fundado en 1942 por el P. Ojea y se encontraba en el IIIº industrias del término, y la miseria y las condiciones año de sus publicaciones que alcanzaban hasta entonces el antihigiénicas a que se condena por el egoísmo inhumano de número de 45. los patrones...” La imprenta y taller “El Esfuerzo” se encontraban en la Terminaba informando que “las perforaciones que se calle Maceo n.100. Como los periódicos que lo habían prece- pueden llevar hasta una profundidad de diez mil pies, se dido, encontraba el sostén para su financiamiento, en varias encontraban a tres mil setecientos en la actualidad. Si tuviératiendas, talleres, y entidades económicas del pueblo que al mos la suerte de encontrar petróleo, los beneficios económicos mismo tiempo se hacían propaganda. para Los Palacios serían incalculables. Seguiremos informanEn cuanto al contenido de este primer número, nos ofre- do.” (16). Evidentemente el petróleo no se encontró... ce unas pinceladas interesantes, aunque limitadas en el tiempo, de la vida de nuestro pueblo y la impresión de un perió“El Palaceño” dico más serio y comprometido con las causas de la parte más sufrida y no del sector privilegiado de nuestro pueblo Fue otro periódico que se publicó en Los Palacios a partir en aquel tiempo. de 1955 pues el único número del cual disponemos lleva Prueba de que su fundador, el P. Ojea, estuviera metido en estas informaciones. “Marzo 1955 – Año 1 –Número 8”. Su las cuestiones sociales, resulta del hecho que fue propuesto a director era Evelio Véliz Medina. Llevaba en su portada una Delegado de la ORPA Cano y San Martín. Sin embargo renun- foto de la nueva Directiva del Club Hispano Cubano, con el ciaba a tal responsabilidad, porque en primer lugar era sacer- Alcalde de la época Francisco Bugallo, al centro. dote y tenía que atender ante todo a sus oficios pastorales. Más adelante, llevaba interesantes noticias relativas a la El periódico en la fecha mencionada, en su editorial, de- actividad escolar y de maestros en Los Palacios que ya renunciaba un probable fraude al pueblo con respecto a la portamos antes. construcción del tramo de carretera Los Palacios - Paso Real de San Diego. El cine Siempre en un artículo de primera página, denunciaba como “una burla injuriosa a los vecinos necesitados” el heComo en gran parte del mundo modercho de que las maderas y demás materiano, también en Cuba y en nuestro municiles de construcción enviados a 50 familias pio el cine conoció una época de oro transde Los Palacios y otras tantas de Paso Real, formándose en una eficaz oportunidad de que se habían quedado sin casa y obligadiversión o de formación cultural, según dos a vivir a la intemperie, estuviera pulos casos. En estas páginas aludimos de driéndose sin que las competentes autoripaso a alguno de los cines que existieron dades locales se preocuparan en entregary funcionaron en Los Palacios y sería intelo a los necesitados. resante reconstruir una historia más preciNo sólo el periódico se hacía portavoz sa y detallada de su actividad pero dejo a del reclamo de estas 100 familias, sino tamotros eventualmente esta tarea. Pude cobién de la “Denuncia al Alcalde Municinocer algo sobre el argumento del anciano pal” que entonces era Francisco Bugallo señor Luis Suarez Gómez que ya tuvimos Blanco de parte de un tal Ramón Barroso la oportunidad de encontrar narrando de de la Cruz, empleado de la local Casa de Maceo y la guerra de independencia. Socorro, el cual presentaba al Alcalde la Vale la pena ante todo recordar que Luis renuncia de su cargo porque “cierta camavive con su hermana Neris Ismailia Suarez rilla política y ciertos individuos poco esGómez en la parte oeste de una casa de crupulosos e incapacitados del mismo considerables dimensiones cerca de la IgleAyuntamiento, lo estaban usando para sia católica de Paso Real y ante el parque y medrar, a espaldas del propio Alcalde, la estación de ferrocarril. echando por el suelo la obra humanitaria “Esta casa – me cuenta Luis – fue consque se estaba llevando a cabo.” truida más o menos en 1903-4 según lo que Otra noticia, que nos parece interesandecía mi padre. Él vino a habitar aquí, con te, es contenida en un artículo titulado: “¿ Manuel Medel Nodarse 250 años de historia... mi madre, en 1917 después que se quedaron sin casa por el ciclón del año 1916. La casa por cierto tiempo sirvió de habitación y también como Escogida. Pues en la temporada en que se hacía este trabajo con el tabaco, durante el día aquí se reunían como 200 mujeres. Papá la cuidaba mucho y como mínimo cada dos años la pintaba toda mientras ahora hace 40 años que no la podemos pintar ni hacer arreglos por falta de lo necesario. Sin embargo se conserva bastante bien en su estructura porque entonces había buen material para la mampostería y buena madera. Más tarde la parte Est de la casa se adaptó a Cine. Yo soy conocido sobre todo como quien trabajó aquí en brindar a la gente el espectáculo del Cine pero, ¿Cómo y cuando llegué a eso? De niño estudié en el colegio publico de este pueblo. Más tarde me conocieron como vendedor de periódicos, sobre todo del periódico “El Mundo”. Ganaba por cada periódico vendido un centavo y medio y más tarde dos. Más en adelante me hice también corresponsal de los sucesos locales para la Agencia de Radio C.N.Q. situada en Monte y Prado (La Habana). Eso hasta el triunfo de la Revolución. Me comprometí también en varios tipos de trabajo campesino: caña, piñas, tabaco ect. Hasta que con mis hermanos y hermanas nosotros nos metimos en el asunto del Cine. En los años 40 había aquí en Paso Real un Cine que se quemó por completo. La empresa de películas le exigía a los dueños 5.000 pesos que entonces era mucho dinero. Por eso desistieron de la idea de volver a reconstruir el edificio y reanudar su actividad. Entonces yo, mi hermano Adolfo y Armenio decidimos hacer juntos un esfuerzo económico y 169 transformar en cine la parte derecha de nuestra casa mirando la fachada. Se llamaba “CINE SUARITO” y empezó a funcionar en el año 1947. Fue un éxito, cada vez que lo habríamos era un acontecimiento, una verbena. Dábamos tres proyecciones semanales: el martes, el sábado y el domingo. Los precios eran baratos y favorecían a las mujeres. Por ejemplo el martes pagaban 10 centavos las mujeres y 15 los hombres; el domingo pagaban 20 centavos las mujeres y 25 los hombres. Para nosotros la ganancia era limitada pero teníamos la satisfacción de promover la cultura del pueblo. Posteriormente nos sugirieron de abrir un cine en San Diego. El dueño del local era el mismo del Hotel “El Mirador” y ministro del gobierno de Batista: Walter Del Río. Alquilamos el local no sin algunos problemas. Pues el señor Del Río, antes de sellar el contrato, hizo un viaje a México donde, por la altura, le dio un derrame cerebral y se murió dejando la administración de su propiedad de San Diego a una hija quien no quería cumplir con los acuerdos que habíamos estipulado con su padre. Más razonable fue su marido con el cual finalmente pudimos sellar el contrato y alquilar el local. Empezamos la actividad en San Diego en 1959 y seguimos hasta 1961. Hasta aquella fecha trabajamos prácticamente para pagar los equipos adquiridos y, con la “nacionalización”, lo perdimos todo. El cine de San Diego pasó bajo varios administradores nombrados por el estado que se alternaban rápidamente hasta que vinieron a buscarme a mí para que asumiera el encargo de la administración de este Cine que antes se llamaba CINEMIRADOR y más tarde, en recuerdo del lugar de Bolivia donde murió el Che Guevara, fue llamado ÑANCAGUAZÚ. En los años 70, según lo que declaró una señora de alto nivel en el Partido venida de La Habana, logré llevar este cine a ser la “primera unidad cinematográfica del país”. Como usted ve, esta actividad a nosotros no trajo riqueza pero tenemos el orgullo de haber contribuido a elevar la cultura de nuestros pueblos. Lamentablemente a producir un progresivo decaimiento del cine fueron especialmente dos factores: el aburrimiento que provocaban las películas rusas con su contenido y propaganda político ideológica y el auge de la televisión”. q 170 Los Palacios... CAPÍTULO XXVII Otros hombres y mujeres palaceños de renombre Q uizás un día lograremos una visión diversa de la historia descubriendo cuántos fueron los protagonistas desconocidos y silenciosos pero positivamente eficaces de ella. Gente humilde y sufrida que sin embargo fue echando la buena simiente, fomentando la buena levadura de la rectitud, de la honestidad, de la fe y del amor a la verdad. Hasta ahora fue lamentablemente la conformidad a ciertos criterios humanos que nos llevó y nos llevará también en este capítulo a recordar ciertas personas y olvidar a muchas otras. Naturalmente juegan en la selección de estas personas cierto criterio personal, subjetivo y los límites de mis conocimientos sobre la gente de Los Palacios, por lo que soy el primer en admitir sus deficiencias, su parcialidad, su necesidad de ser ampliado. Intentaré profundizar en el conocimiento de personas distinguidas ya nombradas y decir algo sobre otras totalmente nuevas y actuales. Teniendo en cuenta las observaciones precedentes, tal vez vale la pena empezar señalando a un campesino, el “destacado e inteligente agricultor señor José Antonio Costa que se distinguió en el ámbito nacional y fue premiado con la Medalla de Carlos Manuel de Céspedes.” 11 También merece volver a mencionar a un barbero: José Cabo, que enseñó su profesión a varios barberos de Los Palacios y se cuenta que llegó a ser barbero en el Palacio Presidencial en la época del presidente Laredo Bru. 11 Tenemos después más abundantes testimonios de un albañil, después maestro de construcciones, cuya trayectoria les vamos a presentar enseguida. Un hábil y dinámico albañil Muchos en Los Palacios recuerdan a Francisco Solano, apodado “Fisco”, como un valioso albañil y maestro de albañilería protagonista de muchas de las construcciones más significativas del pueblo. Su hija Ester Solano nacida el 25 de Diciembre de 1922, lo recuerda con gran cariño y con ella, su vecino Rosario Solano, que trabajó con Fisco mucho tiempo, y que nació el 7 de octubre de 1919. Entrevisto a los dos bajo la sombra del portal de sus casas, pegadas una a la otra, junto a la sombra de dos árboles, que regala el alivio de cierta frescura en la tarde calurosa. Por eso allí se reúne siempre un grupo de humilde gente de color, para vivir un momento de descanso de las fatigas y angustias cotidianas. Es sobre todo Ester quien se entusiasma y se conmueve, con una admiración que también los presentes comparten, y mehabladesupadre:“ Mi papá nació el 4 de octubre de 1886 y murió en 1966 a los 80 años. Era muchachito cuando la guerra de independencia y, sin embargo me contaba que, a caballo, iba a llevarle el almuerzo a los insurrectos escondidos en la campiña alrededor del pueblo. Un día cayó preso un tío de él pero mi abuela, que dicen fuera una morena guapa y resoluta, se presentó al cuartel español a exigir su liberación y fue escuchada. Papá me contaba que aún muy joven trabajó en la construcción de la Iglesia de Jesús Nazareno sobre las ruinas de aquella destruida durante la guerra de independencia. Dirigía la obra como maestro albañil cierto “Lolo” Arrebato. Cuando mi padre fue llamado al servicio militar, también allí se dieron cuenta de su pasión y habilidad en este sector y su coronel lo encargó de la ejecución de algunas obras en los Cuarteles de Columbia y salió del servicio militar con el título de maestro de albañilería. Pronto se dedicó a este trabajo en nuestro pueblo transformándose en maestro de los mismos que le habían iniciado a la albañilería, y guía en la realización de muchas de las principales estructuras edilicias de nuestro municipio en el arco de tiempo que va del comienzos del siglo XX hasta los años 60. Evidentemente no puedo recordar todo lo que hizo, ni establecer un preciso orden cronológico pero para empezar: trabajó en la construcción del puente sobre el río Los Palacios. Dirigió la construcción de la ferretería de Emilio Gómez (Hoy Choping Panamericana). El ingeniero que le entregó el plan de construcción de la misma se llamaba Bernardo de la Rionda Semerioff. Dirigió la construcción de aquella que hoy es la casa de la Cultura, de la ferretería “La Revoltosa” (hoy edificio de CAI arrocero), de la Iglesia Bautista, del Círculo Social. Construyó los 6 Colegios y una de las más antiguas escuelas del pueblo, el palacio de ayuntamiento, la casa de los Troncoso (hoy museo municipal), la casa de los Dorta (Hoy escuela primaria), la casa, el cine y la cuartería de los Fernández, la del Prado, el edificio del Club hispano cubano (Hoy biblioteca pública). Suyas y de su equipo de albañiles son también algunas construcciones a lo largo de la Carretera Central, como por ejemplo las más antiguas casas de Inclán, las casas de 250 años de historia... los Arango entre Entronque de Los Palacios y Perico García en el sitio llamado Puerto Azul. Animó varios trabajos de reparación de nuestra Iglesia hasta los tiempos del P. Ojea y, cuando en tiempos del P. Salvador vinieron a preguntarle si se podía hacer un campanario cerrado, su respuesta fue afirmativa: el campanario – les aseguró – podía soportar este peso y mucho más; él sabía con cuanta solidez había sido edificado. Todos los años dirigía las reparaciones a los hornos del Central La Francia. Trabajó en los últimos toques del Molino arrocero y cuando hubo problema de no-funcionamiento de los hornos del mismo vinieron a consultarlo a él y la intervención que aconsejó, cuando ya estaba enfermo, fue un éxito. Dirigió la construcción de infinidad de barandas y de columnas de varios estilos (Dórico, corintio, etc.) de los portales de las casas más bonitas del pueblo. Los moldes en parte los tenía él, en parte se los prestaban. Muchos lo buscaban y tenían confianza en él y sus equipos de albañiles que en ciertas ocasiones podían alcanzar un número de 50 o 60. Él era muy eficiente, sabía programar bien y ejecutar el trabajo, era exigente consigo mismo y los obreros y puntual en la entrega de la obra cumplida. Le fue de gran apoyo su hermano: Secundino Solano. En su escuela se formaron también algunos de los mejores albañiles palaceños todavía vivientes como Antonio Álvarez, José Díaz, Luis Díaz (Chiquichiqui) y René Cruz. Es posible encontrar en alguno de los edificios por él realizados la inscripción que solía imprimir sobre cemento fresco: “Lo hizo Fisco Solano” No sólo atendía a las obras más relevantes sino a ciertas pequeñas necesidades de los pobres, como por ejemplo regularles algunas tejas del techo. Cuando cobraba su salario, sabía compartir buena parte del mismo con no pocos necesitados que en aquellos días tocaban a la puerta de nuestra casa. Y cuando después se enfermó, se vio recompensado por su generosidad porque sus albañiles y mucha gente que de alguna manera había ayudado, venían a visitarlo”. Ester se conmueve después al recordar el día de su sepelio en la tierra, como él siempre había deseado. Y eso a pesar que también en nuestro Campo Santo había trabajado mucho en la construcción de varias bóvedas entre las más artísticas, como el panteón de los masones, la bóveda de la familia Inclán y Selga, etc. Mientras ella va a buscar en alguna gaveta algo que quiere mostrarme, Rosario Solano, que mucho trabajó con Fisco y se casó con una sobrina de él, me recuerda como en la construcción de estas y otras bóvedas, a menudo trabajaron día y noche porque un miembro de la familia propietaria estaba gravemente enfermo y los mismos querían que la obra fuera terminada antes de su muerte. Rosario recuerda como de noche trabajaban a la luz de mechones y sentían un hambre y una sed tales, que alguno ellos volvía a las casas para traer agua y comida. Ester, que ya tiene serios problemas de la vista, finalmente regresa de su cuartico con un Crucifijo en sus manos: “Éste – me dice - lo conservo como una preciosa reliquia porque por años mi papá lo usó como molde para construir muchos otros que se aplicaban arriba de las bóvedas de las familias más acomodadas o de los cuadrantes de las tumbas de los más pobres. 171 Antes de construir las bóvedas más interesantes papá encargaba a un fotógrafo para que le sacara la fotografía de unas bóvedas del cementerio de La Habana, se las mostraba a la familia que le había comisionado el trabajo y juntos elegían el modelo que le gustaba. Después mi padre ejecutaba la obra. Fue él quien, con material que traía de Pinar del Río y con moldes que él mismo costruía, realizó varias de las imágenes de las capillas y tumbas que representan a Santa Teresa de Avila, Jesús del Gran Poder, etc.” Rosario y otro vecino recuerdan también cómo, dónde, y en qué cantidad se construían en Los Palacios ladrillos, losas y las providenciales tejas españolas o francesas. Providenciales sobre todo porque beneficiaban las casas de cierta frescura; mientras ahora las transforman en hornos irresistibles a veces los actuales techos de fibra o de placa. La fábrica de este material se encontraba en la orilla izquierda del río Los Palacios mirando hacia el norte. Los dueños de la fábrica eran José Río, su hermano Ermenegildo Río y Jaime Breigo. El barro necesario lo recogían del mismo río. La maquinaria primeramente la hacían funcionar con unos caballos que daban vuelta, más tarde adquirieron motores de petróleo o gasolina. Además que abastecer al pueblo de Los Palacios, diariamente enviaban tres camiones cargados de este material a La Habana donde un hermano de los Río tenía un importante punto de venta. En el campo político y administrativo Ya hablamos de los Del Pino padre e hijo. Con respecto a miembros de esta destacada familia, Segundo Del Pino nos recuerda que su tío Oscar Del Pino y Ponce de León fue gobernador de la provincia de Pinar del Río y representante de la Cámara en 1912-14. Otros destacados protagonistas palaceños en la vida pública del país fueron el senador Miguel Suárez y Gutiérrez (que fue también representante a la Cámara y Secretario del Trabajo y Comunicaciones), los representantes Federico Argos Díaz y Filiberto Azcuy Pérez. 11 Fue hijo de Los Palacios también el general Quirinio López, jefe del Cuerpo de la Policía Nacional en tiempos del Presidente Dr. Carlos Pío Socarras (1950) Médicos En el recuerdo de los emigrados se destacan sobre todo los siguientes: El Dr. Portela quien fue por muchos años Director de la casa de Beneficencia y de la Maternidad de la Habana. Nació en Paso Real de San Diego. El Dr. Rodríguez Molina, eminente urólogo nacido también en Paso Real de San Diego. En Los Palacios obraron el Dr. Armando Valverde, Dr. Pablo Marino Rojas, Dr. Elías Rojas, Dr. Agustín Delgado, Dr. Morales Escobar, Dr. Morales Soteros, Dr. Lucilo Díaz Fernández. 11 Dr. Lucilo Díaz Fernández. Es uno de los médicos del siglo XX que los palaceños recuerdan con más simpatía y gratitud. Fue también Alcalde Municipal desde 1940 hasta 1944 cuando le sucedía Francisco Bugallo. 172 Los Palacios... Natural de Artemisa, vino a Los Palacios a finales de 1931 o inicios de 1932 luego de haberse graduado recientemente. Con él se mudó para Los Palacios su esposa y prima: Clara Díaz. Tuvieron 5 hijos, cuatro varones y una hembra. Pronto Lucilo se reveló no sólo como médico muy competente, sino hombre de extraordinaria generosidad y disponibilidad. En eso su esposa le apoyó siempre: “Ella era de verdad – dicen los palaceños – lo que debía ser la esposa de un médico”. “Sus recetas - me cuenta la señora Marta Rodríguez que con su marido gestionaba una farmacia en Paso Real – eran de una caligrafía ininteligible y mi marido era entre los pocos capaces de descifrarlas, pero eran resolutivas de los problemas de muchos enfermos también porque las medicinas, por lo menos hasta entonces inventadas en el mundo, no faltaban en nuestras farmacias. Con respecto a su gran disponibilidad y altruismo: si usted no lo encontraba en su ambulatorio era porque había salido de visita con urgencia a otro enfermo y cuando volvía, enseguida se ponía a disposición de usted en cualquier hora. Recuerdo que una vez fuimos a buscarlo por una urgencia que había aquí en Paso Real, de noche. Había salido por otra urgencia y regresó cerca de la media noche, pero inmediatamente nos siguió para atender a nuestro enfermo”. “Era hombre buenísimo y de gran corazón –me confirma el abogado Orlando Núñez gran conocedor de hombres y vicisitudes de Los Palacios – No le cobraba la consulta a los pobres. Fue siempre activo y disponible en toda iniciativa buena que se realizó en Los Palacios en su tiempo”. Por su actitud, llegó a ocupar el cargo de Secretaria del Núcleo del Partido. Como técnica de Laboratorio integró la Delegación de Ayuda Médica a Viet Nam, que voló a ese hermano país en 1972. Siempre estuvo preocupada por las actividades del hospital donde trabajaba, allá al igual que aquí no cesaba de trabajar y en algunas ocasiones enseñaba a los vietnamitas a decir palabras en español. No obstante haber regresado a Cuba el grupo del que ella formaba parte accedió, complaciendo una petición del gobierno vietnamita, a continuar prestando sus servicios. Por su abnegado y heroico trabajo, el gobierno de la República Democrática de Viet Nam le concedió la condecoración de la orden del trabajo “post-mortem” Muere víctima de una afección cardíaca en Hanoi, mientras prestaba servicios de Técnica de Laboratorio. Al llegar a Cuba envuelto su ataúd en la Bandera Cubana, se le otorgó por acuerdo del Buró Nacional de la CTC el certificado de trabajadora internacionalista y la medalla de Héroe Nacional del Trabajo.” Fragmento de carta enviada por Elena desde Hanoi. “Todos los días bombardean, uno no tiene tranquilidad para trabajar, a veces visitamos el refugio 8 veces al día... Yo tengo mucho trabajo. Ahora tengo una guardia cada 3 días de 24 horas y al otro día sigo trabajando. Cuando vengo a almorzar descanso de 12 a 2 p.m.. Y muchas veces Lupe y Miguel me tienen que llevar para el refugio medio dormida pues la noche antes no dormí y no oigo la alarma. Estos Bombardeos son la desesperación pero la guerra se la tienen más que ganada los vietnamitas. ¡VIET NAM VENCERÁ!” El Médico Cirujano Mariano Valverde Medel El Dr. Lucilo Díaz Fernández mientras hace de padrino en un Bautismo celebrado por el P. Julio Morejón. La doctora a quien fue dedicado el “Policlínico” Un vivaz retrato en una pintura mural, al entrar en el policlínico de Los Palacios, recuerdan la figura y el testimonio de Elena Fernández de Castro a quien fue dedicado el edificio: “Nació en Los Palacios el 28 de mayo de 1926, desde joven tuvo la necesidad de trabajar, fue despalilladora, vivió en el exilio por no soportar el régimen del Tirano Batista. Comienza a trabajar como técnica de Laboratorio en el Hospital Wilian Soler, posteriormente sería profesora de la Escuela de Técnicos de Laboratorio, en muchas actividades se ganó el reconocimiento y admiración de todos cuantos laboraron cerca de ella. Nació el 21-05-1921) y ha sido muy distinguido en el ámbito nacional. El periódico Granma del 20 de junio de 1998 dedica media página a una entrevista con el profesor Mariano Valverde Medel titulada “Uretritis.” Empezaba con esta breve presentación del personaje: “ Con 77 años de edad y medio siglo en el ejercicio de la Medicina, el profesor Mariano Valverde Medel, figura prominente de la Urología, dice continuar sintiéndose “absolutamente feliz” en su desempeño profesional. Alumno de uno de los fundadores de la Escuela Urológica de Cuba, el profesor Francisco Ajamil, el doctor Valverde es el jefe del servicio de Urología del Hospital Calixto García y, como ha sido destacado, “un símbolo viviente” de esa prestigiosa institución habanera.” Yo tuve la dicha de conocer y encontrarme varias veces con el profesor Mariano en su casa de la Habana donde uno tiene la impresión de encontrar a un hombre que nada tiene que ver con su vasta cultura, experiencias y altos cargos en el campo de la medicina. Hombre que a todos acoge con la hospitalidad del palaceño cordial, sencillo y sosegadamente alegre. Me fue dada la posibilidad de entrevistarlo cuando hacía pocos días que había cumplido los 80 años, en mayo de 2001 en su casa, sentado sobre un sillón, en pantalones cortos de tela y fumándose con tranquilidad un habano, después de una jornada de intenso trabajo donde todavía lo quieren y lo necesitan mucho. He aquí lo que me contó, con calma, pero también con eficacia y orden, de su niñez en Los Palacios, 250 años de historia... sus estudios y su profesión que lo llevó a tan alto prestigio sin hacerle perder el trato amable y bonachón de hombre del pueblo y entregado al servicio del pueblo. “Mi abuelo – comienza el profesor Valverde, aspirando de su puro como si sacara algo al mismo tiempo de las profundidades y lejanía de los recuerdos – era un herborista en la Habana. Mi papá, Armando Valverde, se graduó de Médico en La Habana casi a finales de 1800 y se fue a ejercer la profesión a Los Palacios. Allí conoció a María de la Consolación Medel Martín con la cual se casó y que habría sido mi mamá. Entrada del Policlínico de Los Palacios, mural que recuerda la doctora Elena Fernández de Castro. Mis padres tuvieron en Los Palacios 8 hijos de los cuales yo fui el más chiquito. De ellos quedamos vivos yo, mi hermana Ofelia con 93 años de edad y mi hermano Manuel que vive en los Estados Unidos y tiene 83 años. De los 8 hermanos el mayor se llamaba Armando como papá y se graduó de médico en 1926. Murió de infarto a los 60 y pico de años. Después vinieron 4 hembras: Hortensia, Ofelia, Carolina (Chaly) y Sara. Yo hice la primaria en Los Palacios: los primeros años con la maestra María Martínez. Después del 4º grado, mi hermana Ofelia abrió un Colegio particular y cursé con ella como maestra hasta el 6º grado. Después no había posibilidad de seguir estudiando en Los Palacios. Estábamos además en 1933-34: época difícil del “ Machadato”. Yo empecé a trabajar entonces en una botica de sirviente limpiando pisos y llevando medicinas a quiénes las encargaban. Me pagaban con un peso cada 15 días. Al cabo de un año y medio el dueño de la botica, Ramón Ramírez, viendo mis buenas ganas de trabajar, me propuso para la “Botica del Puente” donde por el mismo trabajo conseguía 4 pesos al mes. A los 15-16 años finalmente mis padres pudieron ponerme a estudiar en el colegio habanero de los Escolapios de San Rafael Manrique con el Padre Castelar de rector. Recordar su apellido es despertar la memoria de una férrea disciplina y régimen de vida a los cuales no fue fácil someterme. Estuve allí tres años. 173 Seguí mis estudios después en el Instituto Provincial de Pinar del Río llamado también “Instituto de Segunda Enseñanza” donde llegué a graduarme de Bachiller en Ciencias. En 1940 vine a La Habana para estudiar Medicina. El plan de estudio era de 7 años pero nos daban poco tiempo entre una asignatura y la otra para los exámenes. Por eso organizamos varias huelgas de protesta. Los directores nos castigaron duramente. Fuimos suspendidos por un año. Este año lo pasé en el Hospital Calixto García trabajando como voluntario sin ganar nada y viviendo con 10 pesos mensuales que me enviaba puntualmente mi hermana Ofelia. Ayudaba en la atención hospitalaria a los enfermos. Pasado este año, volví a estudiar y todos aprendimos a no protestar nunca más. En 1946, en mi V año de carrera, gané el primer lugar en un concurso como interno del Hospital Instituto del Cáncer de la Habana y empecé a ganar mi primer sueldo mensual como médico (60 pesos) Me gradué de médico cirujano en 1948. Ya automáticamente yo era especialista en Urología. Puse mi consulta en el Vedado (La Habana) donde había alquilado una casa por 45 pesos mensuales. Estaba junto con mi hermana Hortensia. Después del 48 me nombraron también teniente de la Policía y empecé a trabajar en el Hospital de la misma en el período del Presidente Grau San Martín y después de Prio Socarras. En 1952 cuando se produjo el golpe de estado de Batista yo renuncié a esta tarea. Mientras tanto en 1851 conseguí una plaza de cirujano urólogo en una clínica particular que me pagaba 35 pesos mensuales, que fueron rápidamente aumentados porque compraron otra Clínica, y otra más. Yo terminé trabajando en las tres y al final llegué a ganar 575 pesos mensuales de 1952 a 1959. Al triunfar la Revolución, las clínicas fueron intervenidas. Yo tenía también una consulta particular. Además en 1960 gané por concurso la plaza de profesor de Urología en la Universidad de La Habana y desde entonces sigo siendo profesor titular de Urología y profesor principal del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana. El doctor Mariano Valverde, jefe del servicio de Urología en el Hospital Calixto García en La Habana. 174 Los Palacios... En cuanto a mi familia: me casé con Sara Ramírez Royo en 1940. En este mismo año nació mi hijo mayor: el ingeniero Mariano Valverde Ramírez. Cuando en 1947 adquirí en la Habana la casa, pude traer acá a mi esposa y mi hijo. En 1950 nació mi hija: Lourdes Valverde Ramírez Doctora en Ciencias Matemáticas.Tuve después 4 nietos y dos bisnietos. Mantengo muy buenas relaciones con Los Palacios. Todos los que de allá tienen problemas pertinentes a mi profesión vienen a buscarme y, en cuanto puedo, ayudo. Todo el mundo me quiere y me respeta. En cuanto a mi encargo en el ámbito nacional, muchas veces les digo: “¡Encarguen a otro, yo soy viejo! Pero ellos insisten para que me quede. Así que sigo trabajando, pero eso me hace sentir más vivo y joven. Con la Iglesia y los curas, aparte del recuerdo de la dura disciplina del Colegio, yo no tuve problemas, soy amigo también de muchos sacerdotes y muchas monjas. Todo el mundo tiene que tener fe. Las personas cuando sufren no invocan nada más que a Dios. Soy admirador fanático de cierto trabajo de las monjitas de la Caridad por ejemplo los del Cerro. Me encanta como tienen los impedidos físicos y mentales. Y, ¿cómo olvidar lo que pasó con los Hermanos del Hospital de San Juan de Dios? Al triunfar la Revolución los mismos comunistas más agresivos con los religiosos, viendo el trabajo que allí hacían y al saber, por el control de los libros de la casa, que por semejante trabajo ganaban sólo 8 pesos mensuales concluyeron: “¡Dejándolos a ellos! Una intervención allí no nos trae ningún provecho!” Dr. Dagoberto Blanco Padilla “Consulté también a Dago y éste fue su diagnóstico...”me confía una anciana con varios problemas de salud. “Escucha mi consejo –le sugiere una señora a su amiga – sería oportuno que tú muestres esta placa a Dago...” “También a Dago llevamos el electrocardiograma de papá y él nos dijo...” - me confían los hijos de Fulano. Eso se oye visitando las casas de Los Palacios, donde muchos son los médicos y enfermeras bien preparados y disponibles y, sin embargo actualmente Dagoberto goza de particular consideración. Muchos le buscan para obtener una indicación más segura acerca de sus problemas de salud. Es el Dr. Dagoberto Blanco Padilla que, siempre según opinión de la gente: “Él y su esposa, la estomatóloga Ileana Muñoz Romero, son personas siempre disponibles y gentiles, dispuestas a abrir la puerta de su casa desinteresadamente a quien lo necesite a cualquier hora”. Yo no pretendo molestar al Dr. Dagoberto ocupado en sus tareas de alta responsabilidad, aprovecho pero de un encuentro con su esposa y la más pequeña de sus dos hijas para recoger alguna noticia acerca de su carrera y actual responsabilidad. Y muy gentilmente la señora Ileana me dice: “ Mi marido se graduó en medicina general en 1981. Trabajó su primer tiempo en el Municipio de Las Martinas-Sandino. Después fue director del policlinico de San Diego de Los Baños y trabajó también en el Balneario. Vino después a Los Palacios. Allí trabajó como tal por tres años. Pasó después a Pinar del Río como director provincial de Hospitales para volver últimamente a Los Palacios donde actualmente es director de Salud pública.” Maestros y profesores Así Armando Hernández Ibáñez intenta reconstruir el elenco de los dedicados maestros de los Palacios formados antes de los años 60, disculpándose por el riesgo de olvidar a algunos: Fortuna Medel, Petra Castro, Fe María Rodríguez, Alonso Sotolongo, Aurorita Más, Amparo Martínez Valle, Las hermanas Chaly, Sara y Ofelia Valverde, Antonio Valdés, Antonio (Ñico) Castro, Leopoldo Zarragoitía, Carlos Llauró, Rosalía Martínez, Aurora Ibáñez, Carlotica Gutiérrez, Rosalía Ledesma, Josefina Hernández , Elías Suárez, Eva Orizondo, Juan A. Martínez, Guillermo Leal, Nory C. Martínez, Estela Fúster, Magdalena Hernández Bueno, Juanita Lara, Julio Garniga, Raguel Pérez, Ana María Valdés, Ulpiano Rodríguez, Josefina Inclán, Hilda María Guerra, Mercedes Pérez, Eloina Prieto, Aída Pí Bonoso, Zoa Caridad Vidal Medina, Ostelinda Gotera, Adria Núñez, Genoveva Núñez, Zulema Núñez, Adelaida López. 11 Dentro de los que han sobresalido en el ejercicio profesional y en la docencia hay que recordar Luis Felipe Rodríguez y Molina, profesor y decano de la facultad de Medicina; Francisco Suárez Gutiérrez profesor de la misma facultad y Mario Cruz abogado de prestigio. 11 Claro que el elenco podría prolongarse enormemente por el impulso dado por la Revolución a la escuela y a la ciencia pero no nos fueron facilitadas las fuentes de información para poder llegar a datos más recientes. Fortuna Medel maestra de ciencia, de humanidad y de fe. “Maestra exquisita de generaciones en Los Palacios”, la define el Dr. Mariano Valverde. En las primeras décadas del siglo XX fue directora de todas las escuelas palaceñas del tiempo y, ya en los años 50, llevaba su nombre el centro escolar llamado de los 6 Colegios situado entre la calle Piñera y la calle Ramón Cruz, hoy calle 24 y 19. Actualmente los 6 Colegios han sido adaptados a casas de familias. Pero al nombre de esta maestra fue dedicado el centro escolar seminternado de primaria que todavía funciona plenamente y que se encuentra en la calle 19 más al oeste. Este es el contenido de la ficha bibliográfica que a los maestros y alumnos de dicha escuela les recuerda la figura y la obra de la mujer a cuya memoria fue dedicado este centro escolar: “Fortuna Medel Medina nació en La Habana el 14 de octubre de 1870, fue modista en su juventud. Al crearse las plazas de maestros habituales hizo los exámenes y se inició en el magisterio, al que dedicó lo mejor de su existencia. Contrajo matrimonio con Aníbal Fernández también maestro habitual trasladándose juntos a ejercer la docencia en el Municipio de San Luis, provincia de Pinar del Río. Muy jóvenes aún, vienen a vivir en Los Palacios juntos a sus sobrinos. Aquí dedicó todos sus esfuerzos a recaudar fondos para fomentar iniciativas tanto en el orden cultural como artístico. En este último aspecto llegó a crear un cuadro de aficionados que brindaban su arte en distintos pueblos de la provincia, utilizando los fondos recaudados en obras benéficas. Fue incansablemente defensora del magisterio y amante de los niños a los que trataba con verdadero amor maternal. Su mayor ilusión fue la continuación de la construcción de la casa del maestro para la cual llegó a adquirir el terreno y levantar las paredes que un huracán destruyó. Es 250 años de historia... en este terreno donde hoy se levanta nuestra querida Escuela, que con orgullo lleva su inolvidable nombre “Fortuna” como todos cariñosamente la conocían. Forjó una generación que todavía la recuerda con el mismo amor que ella supo inculcar en sus corazones. Los niños de nuestra escuela saben recordarla y nuestros maestros imitarla. Murió rodeada por el cariño de su pueblo el 18 de enero de 1944.” Además de estos testimonios y otros presentes a lo largo de este libro nos permitimos añadir los siguientes. Gabriel Suárez Franchi Alfaro (Nació el 28 –1 – 1917) así la recuerda: “Era muy buena maestra. Animaba un grupo teatral en el cual tuve algún papel en ciertas ocasiones. Organizaba espectáculos y veladas en el Cine Niza o Cine de Pancho. Este Cine fue propiedad de un estadounidense llamado Teodoro Escot. Animaba varias actividades culturales en el pueblo. Cuando se anunciaba una iniciativa o una obra animada y preparada por ella, el pueblo acudía y la respaldaba mucho. En la parroquia, después del Cura, ella era la principal. Fortuna Medel (tercera de izquierda a derecha) retratada delante de nuestra Iglesia en los años 40. Recuerdo que en un primer tiempo vivió en la casa donde actualmente vive la doctora Evelín y su familia. La llamaban la “Casa de los Medel”. Más tarde se mudó en zona más céntrica de la Avenida 23 poco lejos de mi habitación. Allí hasta cuando era ya viejita reunía la juventud y la animaba en preparar obras y representaciones teatrales de dramas cubanos y extranjeros.” Ya la señora Amelia Alfonso Bernal (N. 30 – 10 –1905) nos contó del collar del Sagrado Corazón que heredó de Fortuna Medel y que lleva todavía devotamente al cuello. Reportamos aquí otros detalles, al respecto, sacados de la entrevista que tuvimos con la señora Amelia: “Fortuna Medel fue una Maestra ejemplar en Los Palacios. Tenía una cultura extraordinaria. Recibimos clase de ella yo y también todos mis hermanos y hermanas. No sólo enseñaba en la escuela sino que ayudaba mucho en la parroquia y animó innumerables actividades culturales y a favor de los pobres. Toda su carrera de enseñanza la vivió en Los 6 Colegios. Fue ejemplo de devoción al Sagrado Corazón de Jesús 175 siendo por muchos años presidenta de la Asociación del “Apostolado de la Oración.” A usted le cuento algo que nunca dije a nadie porque se ríen de ciertas cosas. Cuando nació mi hija Teresita, ésta era una niña muy majadera y, para cuidarla tenía que estar siempre en casa y fue el único período de mi vida en que falté a la Santificación del Primer Viernes del mes. Una noche Fortuna se me apareció en sueño y me hizo comprender que había una solución al problema y que le dolía que yo hubiera dejado aquella práctica encomendada por el Sagrado Corazón de Jesús. Entregué mi niña a mi madre, durante el breve paréntesis de tiempo necesario, y volví a cumplir con aquel, para mí, imprescindible compromiso.” En fin concluimos con este breve testimonio de Eva Duconjé: “Fortuna Medel fue mujer de gran fe y devoción al Sagrado Corazón de Jesús del cual supo reflejar la ternura. La enseñanza de la Religión no sólo fue una actividad en la cual colaboró en la parroquia, sino que era una asignatura en sus escuelas.” LIDUVINO ECHEVARRÍA: pintor versátil, pero sobre todo hombre esquisito Hay hombres que valen cuanto pesan pero en el caso de Liduvino hay que calcularlo en peso de oro y no sólo por ser físicamente muy menudo y por su capacidad artística sino por sus cualidades humanas de gran sensibilidad, modestia, nobleza y cordialidad. Podríamos definirlo un artista casi anciano con corazón de niño. Casi anciano porque, sobre todo por su larga, ondulada y negra cabellera, nadie le atribuiría los casi 70 años que tiene. Con este hombre me quedé impresionado desde que entré por primera vez en su humilde casa y taller de pintura donde a veces le faltan, además que vidrio y marcos para sus telas, las telas mismas, tinta y pinceles para producir sus obras. Obras que en parte regaló, en parte aprovechando de su bondad se las robaron, en parte finalmente algo le reportaron pero siempre para vivir muy modestamente. Las que pudo vender todo lo hizo en escrupulosa observancia de las normas del estado y cobrando lo mínimo necesario para seguir adelante. Así, siendo además de un notable artista, hombre recto, nunca se aprovechó de su arte, nunca buscó facilitaciones y cuando fue necesario salvaguardar la verdad y honestidad antes que las ventajas personales del momento, supo rebajarse al nivel de artesano. En él encontré a un hombre sin rencores, de todos sabe destacar los rasgos positivos. En suma veo en él un ejemplo del cubano que quiera recorrer caminos de paz y de reconciliación. De todo eso hallaremos confirmación en esta breve autobiografía, resumen de la mucho más amplia y detallada que él me entregó en una libreta de apuntes personales. Como siempre, Liduvino supera las expectativas y revela su gran generosidad. Fue motivo de verdadera satisfacción también para mí que todo el contenido de esta libreta saliera en Vitral de Julio-Agosto de 2001 y que a su pintura dedicase atención también nuestra Revista Diocesana. “Desde niño sentía atracción por las láminas a color, que miraba con detenimiento. En la escuela primaria, mis compañeros querían le hiciera el dibujo y yo consentía con gusto. 176 Los Palacios... Una cosa que me alentó para el gusto de la pintura fue la grande hecho para que yo estudiase la pintura, realizando así mi libreta de dibujos coloreados que dejó mi tía Edelmina. Me más grande deseo. encantaba revisar aquella cantidad de pinturas de gatos, perros, De hecho, gracias también al apoyo e interés de Juan Ramón, grupos de flores, casas, pájaros, todos hechos con agilidosa mano. conseguí la Cátedra “F” de Artes Plásticas de la Secundaria Por las señales que yo daba en este arte, desde 1947 mi Básica Pedro Hernández de Los Palacios donde yo viví mi padre hacía gestiones para que yo pudiera perfeccionar experiencia de enseñanza, entre fatigas y satisfacciones. mis estudios de la pintura. Sólo a mitad de la década del 50 Tenía el aula adornada con lindas representaciones de pude ingresar en la Escuela Anexa de San Alejandro en la pintura universal, láminas muy buenas y grandes en colores. Habana donde se cursaban los dos primeros años. Esta era En una visita que hizo Ana Rosa Gutiérrez, revisora de las una exploración para ver como estaba el alumno en Secundarias Básicas de La Habana y Pinar del Río, gran conocimiento de dibujo elemental. Transcurrido mis dos años pintora y grabadora, pero sobre todo mujer de buen allí con notas de sobresaliente, pasé a la Superior. corazón, muy fina, sencilla y noble dejó a la cátedra que yo Fueron para mí inolvidables profesores en aquel atendía un escrito que agradecí en el cual destacaba lo período: Luisa Fernández Morrel muy noble y de buen bien que se desarrollaba la clase. corazón, María Ariza de alrededor de 80 años muy De Pinar del Río recibíamos asesoramiento de parte simpática y bondadosa, Florencio Galabert muy familiar, del profesor Aguedo Alonso, hoy pintor cubano de fama José Bencomo Mena serio pero muy identificado con sus internacional, expuso en varias naciones y recientemente alumnos, Silvia Fernández Arrojo que estudió también hasta en el palacio de la Unión Europea en Bruselas. música y se graduó de violinista. No pasaron muchos años para que las cátedras de Artes Recuerdo que un cuadro que pinté durante sus lecciones, Plásticas desaparecieran de las Secundarias Básicas para que representaba a un hombre descamisado y sentado quedarse sólo en las Vocacionales. Al cesar estas pelando caña y una niña apoyándose en su hombro, estuvo asignaturas, muchos profesores cogieron otras que en largo tiempo adornando la Secundaria Básica Pedro realidad no sabían explicar porque no las dominaban. Yo Hernández de Los Palacios hasta que la directora Teresita dije la verdad: no me encontraba capacitado para una Acosta Naya se lo llevó para Pinar del Río. Otros profesores cátedra de Matemática ni de Español. No engañé a nadie y que no puedo olvidar fueron Felipe González, José Mijares quedé sin trabajo. y Félix Ramón hijo de Domingo Ramos, el famoso y Pasé unos años en mi casa cociendo camisas diseñadas magnífico paisajista cubano. por mí a distintos clientes, y haciendo láminas para maesEntre mis recuerdos de aquel período está el siguiente: tros. En este tiempo empezaron a motivarse por las Artes el día 13 de marzo de 1953 estábamos en el aula haciendo plásticas y vinieron a mi casa unos señores relacionados una naturaleza muerta con panqué y unas flores que llaman con la pintura, sabiendo que yo incursionaba en la profesión “Copa de Santa Bárbara”, cuando oímos como un tiroteo y me propusieron participar a un concurso de pintura. y algunos que llegaron de afuera nos informaron que Pinté un cuadrito a tempera con motivos florales. Al provenían del Palacio Presidencial. pasar un tiempo, me enteré que dicho cuadrito había En las vacaciones de Navidad del año 1958, que se quedado en segundo lugar en el ámbito nacional. Pero, extendían del viernes anterior a la junto a otros cuadros de tempera que Nochebuena (25 de Diciembre) hasta se llevaron con marco y cristal, después de la fiesta de los reyes Magos desapreció. Indagué pero no supieron (6 de enero) vino el triunfo de la darme respuesta de dónde estaba. Revolución (1 de enero de 1959). Se Más tarde se hizo un festival de rumoraban muchas cosas, como que los Artes Plásticas en Oriente y como yo títulos dados anteriormente no tenían había sido premiado llegó la valor. Yo estaba terminando mi carrera, invitación para ir, pero no sé porque me quedaban sólo dos asignaturas sin llegó la noticia atrasada y perdí el examinar: decorativo y grabado. viaje, y nunca llegó el premio Una comisión de alumnos fue al entregado para mí en Cienfuegos. Ministerio de Educación y logramos ser El siguiente festival (1967) volvía examinados en las asignaturas dejadas por a presentar otro cuadrito también con el profesor Carmelo que daba vueltas en el motivos florales. Esta vez se hizo la aula en actitud muy austera con su traje de selección por provincias, resultando miliciano y revólver a su cintura. Y así nos mi pintura el primer premio de la graduamos en Abril del año 1961. Nos Provincia de Pinar del Río. Esta vez despedimos y nos deseamos suerte haciendo sí que me avisaron a tiempo y yo pude planes para nuestro futuro. En aquel tiempo realizar el más largo viaje de mi vida: se habían fundado ya las Escuelas de Los Palacios a Camagüey. A lo Secundarias Básicas que – decían – iban a largo del trayecto en ómnibus, pude tener cátedra de Artes Plásticas. admirar lugares pintorescos. En Eso me hacía esperar mientras volvía a Camagüey pasamos una semana muy Los Palacios agradecido a Dios, a mi painteresante visitando lugares de dre, a toda la familia y a mis primas que me interés, y participando varias libre de “La adolescencia de la Virhabían hospedado y acudido con tanto Copia actividades entre ellas la pintura de gen” de Francisco Zurbarán por Liduvino cariño a La Habana por el esfuerzo muy Echevarría. un mural colectivo. 250 años de historia... Después de pasar algunos años haciendo las camisas y las láminas, en el año 1969 empecé a trabajar en un pequeño taller de propaganda que tenía el poder local que dirigía el Partido, hasta que unos años más tarde llegó el Poder Popular. Como en Los Palacios no había Galería, pude montar varias exposiciones en aulas de escuela o en el Círculo Social Obrero. Dos o tres veces adapté el tallercito donde trabajaba (Hoy óptica) en galería. Estuve situado en distintos lados, pero donde agradecí mejor la estancia fue en casa de Olga Chambombián que recuerdo y quiero muchísimo. Otro que me abrió sus puertas fue Rolando Cordero. Para mí él es como un hermano y lo tengo como una cumbre en cuestiones de arte. En los años 1982 –83, auspiciado por la misma Administración pública, en el Centro de trabajo de Servicios Comunales se formó un grupo de teatro denominado Gitacubano. Era de estilo andaluz con algunas estampas de ese género, compuesto por Gisela Zayas, María García, Aleida Reyna, Lucila Ruiz, Silvia, Virginia Maury y por supuesto el que escribe, con la colaboración de Victoria Ramos y Rolando Cordero de Casa de Cultura. Actuamos en distintos lados: Club juvenil, Cabaret El Tornado, La Güira, la Casa de la Cultura de Pinar del Río y el centro de comunales donde hubo directores muy buenos. Allí yo tuve verdaderos amigos como Heriberto, la tan cariñosa y honesta Rosita, e Iraelia Cabarrouy tan calladita y más buena que un pan, en fin la amable Gisela Zayas. Al jubilarme en 1993 me ofrecieron una bicicleta para comprarla la cual agradecí a distintas personas. También hoy lo que más anhelo es pintar, pero hay que hacer otras tareas, como ayudar a cuidar la hijita de mi sobrina, que cuenta un año de edad. Con todo esto yo pienso continuar, si Dios quiere, en el bello arte de la pintura que es mi verdadera vocación. Tal vez algún día se den cuenta que acaso fui un pintor.” NORIS IRENA GARCÍA BLANCO (NORIS ARLENA) y su poesía En Los Palacios no falta tampoco la inspiración poética. Un ejemplo son los versos breves pero cargados de fascinación y misterio de esta poetisa palaceña nacida el 26 de febrero de 1972. Leerlos produce una impresión semejante al admirar cierta pintura moderna difícil de comprender al primer empate y sin embargo atractiva. Surge espontáneamente el compararlos a los relámpagos que centellean repentinos desgarrando el cielo obscuro de nubarrones, regalando un momentáneo alumbramiento de sus entrañas, visiones imponentes, apocalípticas y después, de nuevo vuelven la oscuridad y los interrogantes existenciales. En fin, hay en ellos el atractivo, deslumbrante y enigmático al mismo tiempo, de los oráculos antiguos. Parte de su poesía finalmente, al momento en que escribo, está en vísperas de poder ser disfrutada por el público en un libro de próxima publicación que llevará un título de sabor muy religioso: “Santuario Interior – Fragmentos Vigilicos” y en la portada lleva la imagen de un Crucifijo. José Raúl Fraguela, al comentar del libro y del estilo poético de Irenia, escribe: “Un mundo interior, sagrado en la misma medida en que lo es el de cada uno de nosotros como criatura singular, única en el océano humano del 177 que somos parte, nos llega en estos versos. Vistos quizás por algunos como añicos que restan del alma de la poetisa luego de su enfrentamiento con los avatares de la cotidianidad, pero que bien mirados no son más que el universo íntimo, su santuario, reconstruido y sanado luego de cada escaramuza, o cruento combate para demostrar que a pesar de miserias, mezquindades e incomprensiones, se puede seguir adelante, incólume”. Pero he aquí lo que me confía de su vida y su mundo interior Irenia poco antes la publicación de su libro del cual por el momento puede sólo mostrarme una fotocopia de la portada y contra portada en ambas de las cuales campea siempre el Cristo Crucificado y, cierto significado debe tener la luminosidad de su silueta en un fondo tan obscuro. “Yo empecé a escribir poesías cuando estaba en 9º grado (tenía 15 años). La poesía para mí es como un modo de comunicación con la sociedad y conmigo misma, un espacio de autenticidad. En mi poesía hay un poco de todo: expresiones de pesimismo, de esperanza, interrogantes, reflejos de estados de animo, de pasiones y sentimientos. Escribir me hace mucho bien, logro salir de los pequeños problemas materiales. Es un escape espiritual como lo es la pintura que también practico. Pinto a veces para regalar a los amigos, a personas que quiero o admiro. Mis intereses son múltiples, ahora por ejemplo estoy incursionando también en el arte digital. En cuanto a la poesía, hay períodos que yo no llamaría de apatía sino de preparación al momento creativo, semejantes a la calma que precede un temporal. La inspiración poética, así como cierta inteligencia de las personas, la considero como un don divino. Desde el punto de vista religioso: no pertenezco y no me identifico con ninguna Iglesia particular pero sí me fascina la figura y persona de Cristo, su darlo todo sin nada pretender. Como usted, también otros se quedarán asombrados que mi libro sea editado en Cuba llevando estas imágenes de Jesús y no faltó al respecto alguna dificultad que pronto se superó. Mi proyecto- y tengo tres proyectos de publicaciones de poesías –fue enviado al Consejo Editorial de Los Palacios y después al de Pinar del Río el pasado año y estoy contenta que haya alcanzado este consenso.” Pero no tiene sentido hablar de una poetisa sin presentarles algún ensayo de su original poesía. Los versos que aquí reportamos no son sacados de su nuevo libro si no de una colección inédita que, hace algunos años, ella titulaba: “Ciertas lenguas del silencio”. Estos versos no tienen un título, solo son distintos y separados los unos de los otros por un números romanos, casi fueran incisiones sobre lápidas que marcan el camino y tormento del alma humana que procede interrogando, suspirando, buscando, tocando a puertas hasta lograr abrir alguna grieta en la espesa pared del misterio interior y cósmico. XXX ¿ porqué trasmuté en esta armazón de huesos humanoides, porque la espesura abruma los caldeos infestos de los siglos. 178 Los Palacios... porque en sueños rompo malezas y reclamo selvas? XXXII Milenios Transitabundos de estas horas Somos. Milenios, Y cada palabra golpea Claustrofóbicamente En las alturas donde el silencio habita y cuesta escalar tan altas montañas. ¿ Acaso la luna misteriosa nave nocturnal nos ofrecerá el pasaje del viaje a lo desconocido? XXXIV Desde mis sombras vengo y hacia mis sombras. XL Poblados estamos ya saturados aladamente del misterio espiritual que rompe y renueva. Poblados y solos. Entre el silencio y las ruinas del universo que como cruces nos obligan al calvario IIIXL Ser silencio cuesta. Aglutinar los miedos y donde ir acallando palabras en el subsuelo etérico del consciente ser que habemos. Ser silencio cuesta. ¿ A quien aviene coleccionar los miedos y la svástica transmutada de estos tiempos? XXVI Son ojos estos que tengo anclados al rostro pero advierto Un buen abogado defensor: ORLANDO LEONCIO NÚÑEZ Nació el 13 de enero de 1920. “Él viene de una familia de gente sobresaliente por lo menos desde el punto de vista intelectual, todas su hermanas fueron maestras o más, todos sus hijos cursaron brillantes carreras, pero al mismo tiempo es persona muy buena, muy humana, educada y que sabe estar con todos, querido también por los humildes. Se quedó viudo cuando sus tres hijos estaban todavía chiquitos y sin embargo supo criarlos y educarlos muy bien” – Así dice la gente del Abogado palaceño Orlando Leoncio Núñez que, a pesar de sus 81 años cumplidos y de su enfermedad en un ojo y otros achaques, presenta todavía rasgos juveniles, cierta energía física y sobre todo gran lucidez de memoria. Da muestra además de estar muy informado de lo que acontece en el mundo, de saber hacer síntesis y divisar el rumbo que, a nivel más universal, van tomando los grandes o pequeños sucesos cotidianos. Me acoge muy cordialmente y enseguida advierto que estoy a mis anchas con él. Al preguntarle después sobre su vida y su carrera, así comienza: “Nací el 13 de enero de 1920 en la estación ferroviaria de Taco Taco, pues mi familia vivía allí siendo mi padre jefe de la estación. Dos años después, en 1923, era promovido jefe de la estación de Los Palacios y toda la familia se mudó para acá. Mi papá trabajó de jefe de esta estación hasta 1947 cuando falleció. Yo resulto natural de Los Palacios porque, cuando dejamos a Taco Taco, me habían inscripto en los libros de Bautismo pero no en el registro de estado civil. Eso se hizo sólo cuando llegué a Los Palacios. Cursé en Los Palacios hasta el 6º grado. Entre mis maestras del preescolar y de la primaria recuerdo a Claudina Martínez, Rosita Mate y Fe María Rodríguez. Terminada la primaria, durante la primera parte de mi juventud me dediqué al trabajo: un poco en el comercio y un poco en el ferrocarril. A propósito recuerdo muy bien el choque que se produjo el 17 de diciembre de 1942 entre dos trenes de carga en el Tibisí: lugar entre Paso Real y Herradura en territorio de Los Palacios. Sin embargo siempre deseaba estudiar y siempre estudié de forma autodidacta, ayudado sobre todo por mi hermana Zulema que era Bachiller en Ciencias y Letras. Me preparé así para a ingresar en la Universidad de La Habana en 1947, el año de la muerte de mi padre. Primero cursé la escuela de Ciencias sociales porque trabajaba entonces en el Municipio como tesorero del Ayuntamiento bajo la administración de Francisco Bugallo, por 15 años Alcalde de Los Palacios. Los que van de 1944 a 1959 fueron años prósperos para nuestro municipio. Teníamos un presupuesto que era el 250 años de historia... segundo de toda la provincia y superaba el de Artemisa. Habíamos pagado todas las deudas de las administraciones precedentes y cada año cerrábamos en positivo el balance. Recuerdo al respecto que el Alcalde Municipal de Santiago de Cuba, Luis Casero Guillén, había propuesto que los Municipios que cerraran en positivo su balance anual levantasen una bandera azul en el asta del Ayuntamiento en los últimos días del año y nosotros pudimos levantarla en Los Palacios por 15 años consecutivos: desde 1944 hasta 1959. Una de las razones entonces de la prosperidad de nuestro municipio era la actividad que se desarrollaba en el Central La Francia y el Molino Arrocero. El sur de nuestro municipio producía abundancia y óptima calidad de ambos productos. En la última zafra el Central molió 200.000 sacos de azúcar. No sólo la caña era de óptimo rendimiento sino que los cultivos se encontraban todos muy cercanos al Central que poseía una buena red de ferrocarriles para el transporte del producto. Baste pensar que venían a buscar parte de nuestra caña los Centrales Andorra y el Pilar de Artemisa y el Central San Cristóbal. Pero, volviendo a mis estudios universitarios: ya los había terminados en 1956, pero no había presentado la tesis y desde aquella fecha, por 4 años, la Universidad estuvo cerrada. Presenté entonces mi tesis en 1960. Con el título de abogado trabajé, y siempre de abogado defensor, en varios tribunales de la Isla dirigiendo varios procesos civiles. Pero siempre residí en Los Palacios donde, en 1955 179 me había casado con Sara Cabrera González, de la cual tuve tres hijos: Sara que es ingeniero de comunicaciones y reside en Pinar del Río, Bibliana que es abogada y emigró hace pocos años a Estados Unidos y Tomás Orlando que es Bachiller en Ciencias y letras y dirige el contingente de Paso Quemado. Desde 1974 hasta 1984, cuando me jubilé, según las nuevas disposiciones del gobierno revolucionario, trabajé en un Bufete Colectivo en San Cristóbal. Mantuve siempre buenas relaciones con el pueblo de Los Palacios. En cuanto a la Iglesia: frecuenté el catecismo en tiempos del P. Pepe con Fortuna Medel. No soy practicante pero sí católico y mi hija Sara es comprometida en la parroquia de la Catedral en Pinar. Fui amigo del P. Ojea y escribí algún artículo en el “Esfuerzo”, fui amigo del P. Morejón, del P. Salvador, me entretenía con gusto con el P. José cuando, paseando por las calles, a menudo lo encontraba que daba la vuelta por el pueblo en bicicleta. Puedo decir que a lo largo de toda mi carrera encontré satisfacción y me sentí realizado como ser humano. No he tenido ninguna cosa que me perturbe en la vida. He mantenido muy buenas relaciones con las personas que he atendido y pasa a veces que cuando paseo por el pueblo alguien se me acerca y me abraza exclamando. “¡Gracias, Gracias! Usted fue quien me salvó...” No creo haber dejado insatisfecha ninguna solicitud que como profesional del derecho se me hizo”. Portada del libro de poesía de la palaceña Noris Arlena García. q 180 Los Palacios... CAPÍTULO XXVIII Ecología, ambiente e higiene Ecología E l Almirante Cristóbal Colón no sólo juzgaba, en su diario, a Cuba como “la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto” sino que, extasiado por su exhuberante naturaleza, anotaba también: “...Los valles, como las montañas, eran llenos de árboles, altas y frescas que era una gloria mirarlas.” 24 Y Fray Bartolomé de Las Casas escribía: “...Es casi toda tierra llana y llena de montes y florestas... es, como dije, muy montuosa, que casi se puede andar 300 leguas por debajo de árboles; estas son diversas y, entre otros hay hermosos cedros odoríferos y colorados como gruesos bueyes, de que hacían grandes canoas los indios, que cabrían cincuenta y setenta hombres para navegar por el mar, y destos era Cuba muy rica en un tiempo y abundante...” 24 Fernando Ortiz en su introducción a los escritos de A. De Humboldt, el ilustre estudioso alemán que visitaba a Cuba a comienzo del siglo XIX, recuerda como éste ya entonces encontraba ciertas calles de La Habana apestadas por “el olor de la carne salada o del tasajo”, y que Cuba gozaba de “las verdes campiñas, engalanadas por la diversidad de árboles entre los cuales la enhiesta y gallarda palma real, los floridos y odoríferos arbustos que ornan los prados y colinas, embalsamando el ambiente diáfano y puro.” Encontraba en aquellos sitios agrestes un retiro encantador y pacífico y juzgaba la “exhuberante naturaleza de Cuba y la fertilidad de su suelo” como los más ricos de Las Antillas y “los que más vasto campo ofrecen al cultivo”, brindando además un deleite continuo a la mirada del hombre. 28 En la parte norte de la provincia de Pinar del Río, en la Isla de Pinos y el norte de la provincia de Santiago se encontraban las mayores concentraciones de pinares. Al pino endémico del occidente cubano está relacionado el nombre de nuestra misma provincia. Otros árboles que abundaban eran la ceiba, el algarrobo, el almácigo, la yagruma, las palmas de las más variadas especies. Entre ellas: la palma barrigona que figura en el escudo de nuestro municipio y que todavía se puede encontrar sobre todo en la zona centro oeste de nuestro territorio. Es muy abundante este tipo de palmas en los alrededores del pequeño centro turístico no por gusto llamado “Las Barrigonas”, en el cercano territorio de Consolación del Sur. Su tronco se usaba por los campesinos como contenedor de agua para el riego y el consumo en casa. Dicho tronco era cargado horizontalmente sobre un tosco soporte arrastrado por los bueyes. Aunque no del todo desaparecido, hoy lo reemplaza normalmente un tanque de petróleo o lubricante, una vez vaciado de su contenido original. Más gentil y noble es el uso de los troncos de algunas de estas curiosas palmas utilizadas como columnas de construcciones exóticas, o como sostén de quitasoles a lo largo de las playas etc. Sus pencas son excelentes para cobijar los techos. Los aborígenes, que vivieron en la Isla en tiempos que empezó la colonización y antes, se movían en el marco de un paisaje paradisíaco y misterioso y, como escribía Alvaro Reinoso (1881): “Conocían perfectamente el territorio y hasta el más pequeño arroyuelo y la cumbre menos elevada tenía su nombre propio o su significación, de las cuales muchos hemos conservado.” ¿Pasa lo mismo con los cubanos cultos y desarrollados de hoy? ¿Qué hemos hecho en quinientos años con la naturaleza de nuestra Isla y con su ambiente? Cosas buenas pero también cosas que hacen sentir sus malas consecuencias. Pues, sobre todo en las dos provincias extremas, Guantánamo de Oriente y Pinar del Río de Occidente, se habla de un proceso de desertificación presente en ciertas zonas. “Colón cuando recorría los mares costeros del extremo N.E. de Cuba en 1499, advirtió los grandes pinares y anticipó la posibilidad de construir naves con su madera. El propósito de fabricar embarcaciones en las Indias fue alentado sobre todo por el rey Fernando, quien en R. C. dirigida a los oficiales de la Casa de la C. les advertía que entre los otros provechos favorecía el de la comunicación entre las islas. La primera industria cubana del período colonial fue la de las construcciones navales. Pronto los galeones habaneros se hicieron famosos en la carrera de la Indias. (24 – Archivo general de Indias) El despojo de las ricas florestas empezó entonces en el tiempo de la colonia. Ya aludimos a las cargas de maderas preciosas que bajaban a lo largo de nuestros ríos, incluso de nuestro río San Diego. No pocas de aquellas maderas preciosas seguían rumbo a España y el resto de Europa destinadas a la construcción de muebles preciosos. En su detallada historia de Cuba que abarca 14 volúmenes Leví Marrero reporta también las listas de las maderas 250 años de historia... preciosas e incorruptibles encargadas por los reyes españoles. Una de ellas se refiere a las encargadas para la construcción del colosal edificio del Escorial, 40 kilómetros fuera de Madrid, que pude personalmente visitar admirando, entre otras cosas, sus majestuosas 800 puertas y sus 2.500 grandes ventanas. Dicha obra “constituyó una de las grandes preocupaciones del rey Felipe II quien durante dos décadas asistió al proceso de ejecución de aquella que fue llamada la “Octava Maravilla”. Este rey despachó muchas reales cédulas a sus oficiales en Cuba, para tener a punto las maderas preciosas de la Isla, apenas conocidas entonces en Europa y que sirvieran para realizar algunas de las más notables obras de artesanía y los muchos estantes de la Biblioteca que hoy atesora este inmenso monasterio. Monasterio que Felipe II dedicó a San Diego de Alcalá como gratitud al santo por haberle sanado milagrosamente a su hijo.” Se trataba, como los mismos documentos recuerdan, de maderas de ébano, caoba, ácana, y quiebra hacha. 24 También Felipe V en 1715 “se dirigía a don Juan Nuñez de Castilla encargándole el envío sin delación de 30.00 codos reales de maderas de los árboles de Cuba más en sazón, calidad y proporcionados al intento de fortificar el interior de los bajeles de los navíos.” Y los navíos con bajeles en maderas cubanas dieron prueba de su superioridad en el combate entre las escuadras de inglés Knowels y las españolas de Andrés Reggio a la vista del puerto de la Habana. 24 En resumen “los frentes principales de la ofensiva contra el bosque, que tomó ímpetu en Cuba sobre todo en el siglo XVII, fueron los siguientes: - Utilización de las mejores maderas para la construcción de navíos. -Utilización para encabalgamiento de artillería y otros usos de interés para la Corona. - Consumo de leña como combustible general, acelerado por la industria azucarera. - Quema o venta para crear sabanas artificiales, vastos cultivos azucareros, del tabaco y arroceros. 24 También en nuestro territorio el auge del despojo de los bosques cubanos llegó cuando se trató sobre todo de crear los vastos pastizales, las vegas de tabaco y los cultivos de caña. Los mismos novelistas cubanos del siglo XIX narran de montes que ardieron por meses y hasta por años. No faltaron sin embargo ya en el siglo XVIII las primeras preocupaciones ecológicas expresadas en ordenanzas de conservación de la naturaleza, aprobadas por la Corona y los gobiernos locales. Por ejemplo, las del cabildo de Santiago de Cuba en 1754, como también las del gobernador Caxigal de la Vega. Ni faltaron los adelantos de fenómenos muy actuales como, la gran sequía de 1643 y el tremendo huracán de 1664. Con respecto al primer fenómeno: “Propuso el señor regidor Alvaro de Luces una plegaria y rogativa a Dios Nuestro Señor en esta ciudad (la Habana) para que les envíe su remedio, yendo en ella en Procesión de la Iglesia Mayor a la que a esta ciudad le pareciera ...” 24 Al mediar el siglo XIX la deforestación excesiva de la mitad occidental de la Isla, donde se sitúa nuestro municipio, “preocuparía a algunos economistas. Ya en 1796 los hacendados reclamaban libertad absoluta para disponer de los bosques de sus fundos. Pero en aquel mismo período un habanero ilustrado, Don José Ricardo O’ Farril, anticipaba el gran peligro que podría traer el desmonte indiscriminado.” 24 181 También Ramón de la Lagra (1798 – 1871) denunciaba el “arrasador proceso de desmonte” consecuencia primero de la creación de los potreros y ahora del auge azucarero. Pues ya en 1860, si la jurisdicción de San Cristóbal tenía 20 Ingenios azucareros (uno de ellos estaba en Los Palacios), Bahía Honda tenía 50 Ingenios y Guanajay llegaba a 120. 24 En nuestro municipio, otro golpe duro a la naturaleza fue asestado por la creación de los grandes cultivos de arroz y de las grandes presas útiles por un lado, pero dañinas por otro. Y al daño ecológico, a menudo, se juntó el daño humano, el drama de personas y familias sacadas de su ambiente, su casa, su pequeña propiedad y llevadas a la fuerza a otro ambiente, la desaparición y cancelación de pequeños pueblos sobre todo hacia el sur más despoblado de nuestro territorio. “Al sur del Central La Francia, a ambos lados del camino que sigue hasta el mar – me cuentan algunos campesinos – hasta los años 60 existían varios bateyes como el del Rincón, Corralito, Mango, Pinar de la Catalina, Las Marías, las Mercedes, El Mulato, Santa Rosa, Guasimal y Guasimalito. Oscilaban entre un mínimo de diez y un máximo de 35 familias por cada uno. Estas personas fueron sacadas de sus casas y de sus campos y llevados a los edificios, y todo fue transformado en campos de arroz. Las «buldozas» hicieron estrago de casas muy pobres pero también de chalet y casas coloniales de relevante belleza y valor. Bajo el impulso destructor de los poderosos medios mecánicos desaparecieron cantidades de árboles frutales, de lindos cocales, molinos de viento que sacaban agua dulce del subsuelo.” Palmares enteros y plantaciones de árboles frutales fueron arrasados hasta usando la dinamita”. ( voces del pueblo palaceño) Muchos son los testimonios susurrados acerca del drama humano que comportó para la gente de cierta edad dejar a su casa, su patio, su pequeña propiedad fruto de tantas fatigas y sudores, suyos y de sus padres, su ambiente habitual de vida campesina, para hallarse en estas grandes concentraciones habitacionales que les obligaba a dejar sus antiguos hábitos campesinos. Las ventajas de encontrarse más cercanos a las tiendas y de ver a sus hijos y nietos con más facilidades en la escolarización, no bastaron para que algunos encontraran en el suicidio la solución equivocada a su desconcierto. Gracias a Dios estamos bien lejos de las condiciones de ciertas zonas de Africa, ricas un tiempo de verdes bosques y ahora desiertos o casi desiertos, donde vi, con mis propios ojos, colas de jóvenes pedalear sobre su bicicleta hasta 30 – 40 kilómetros para llegar al punto donde podían recoger su fardo de leña, cargarlo atrás de la bicicleta y volver luego a su casa, ocupando en esta tarea toda una jornada. Estamos lejos pero no mucho, de esta realidad en algunas zonas de nuestro municipio. También en Los Palacios algunos ya tienen que recorrer varios kilómetros en bicicleta para volver cargados tal vez de un fardo de palos de marabú. El pueblo de Los Palacios, visto de lo alto, parece sumergido en el verde. Muchas de sus casas, casi desaparecen bajo las copas de los mangos, las palmas, las chirimoyas, los mameyes, los mamoncillos, limones, naranjas etc. Ofrece una linda vista el pinar cerca de la zona del Ciego. Pero en la medida en que la vista se extiende hacia el sur, muy vastos son los llanos completamente despojados de árboles. Mejora la situación mirando hacia el norte, aunque en el momento en que escribo hasta la zona montañosa es azotada hace 182 Los Palacios... tiempo por una prolongada sequía que empuja a los campesinos del territorio a admitir desconcertados: “El agua se ha perdido.” Esperamos que la vuelta de las lluvias benéficas y abundantes, sin serlo demasiado, y con ellas el cuidado de los ciudadanos hacia la naturaleza, restituyan a nuestro territorio aquella belleza natural que así le hacía describir a nuestro emigrado: “A nuestro Municipio el creador le dio montañas y palmas por el norte y bellos y fértiles llanos por el sur, salpicados por bellas palmas.” 11 Eran estos lo llanos donde antes y al inicio de la colonización había muchas lagunas de agua dulce, muy favorables al crecimiento del ganado que prosperó rápido. Había vegetación virgen tanto de sabana como de bosque. Sobreabundaban, además de las palmas ya mencionadas, la palma de guano campeche, la palma cana, la palma de guano prieto, y otros. Entre ellas, la palma real triunfa todavía, sobre todo al norte de la carretera central entre Carabela y Entronque de San Diego. Resalta también en la campiña hacia Cubanacán pero: ¿Qué pasó de aquella finca de Paso Real llamada “El Sabino” que “todos estimaban la de más palmas de Cuba?” 11 ¿Qué pasó del palmar en las cercanías de Paso Quemado (antigua Paso Real) donde Maceo pudo reponer parte de su tropa durante el duro combate? Junto a la desaparición de estos espectáculos de naturaleza y de vida tenemos que extrañar aquella también de la flora y la fauna de la laguna de Macurijes que dicen fuera de grandes proporciones y poblada de cotorras y “rica en ranas-toro siendo, esta también una pesca productora de sustento de gran cantidad de familias y, además que para el consumo local, se embarcaba, con buen provecho, para Los Estados Unidos.” 11 Hay que reconocer que también en nuestro Municipio existen varios viveros forestales y que de vez en cuando se siembra buena cantidad de árboles, sin embargo a menudo al plan de siembra no se junta el de riego y así las lindas plantitas se mueren bajo el sol enardecido, o por los incendios frecuentes que se desatan en tiempos de sequía. A consecuencia de toda esta acción del hombre sobre el territorio, la vegetación que lo caracterizaba y enriquecía “poco a poco ha ido perdiendo en anchura, creciendo sus territorios para el cultivo del arroz el cual también ahora está en crisis. Grandes extensiones de monte y sabana han sido desmontadas inútilmente, pues el alto índice de salinidad ha impedido su explotación agrícola. Paradójicamente la salinización del suelo ha sido incrementada por la densa red de canales en la región costera y la eliminación de la predominante vegetación de mangle. También cierta deforestación de las zonas montañosas ha provocado que los procesos erosivos naturales actúen con mayor crudeza en el suelo.” El desequilibrio ecológico, en fin, ha encontrado su última manifestación en el ruido y humo expulsado por autos, camiones y tractores, en buena parte verdaderas piezas de antigüedad que dejan, a su paso, una abundante y pestilencial polución. Al desgaste ecológico en la flora y los suelos se acompaña él de la fauna, ya que ven restringidas las zonas donde los animales pueden vivir. Una de éstas es la zona costera de “Maspotón”. El palaceño, y el cubano en general, se encuentra delante de una seria alternativa: la de ser destructores o constructores del medio natural en que viven y vivirán sus hijos. 45 Ambiente e higiene En los años 40, bajo el impulso de Tebelio Rodríguez de Haya, nacía en Pinar del Río la asociación “TODO POR PINAR DEL RÍO”, que organizó múltiples y verdaderas cruzadas de limpieza y salubridad, y que realizó una gran obra de saneamiento higiénico y ecológico de la ciudad y sus alrededores. Los miembros voluntarios de la asociación empezaron limpiando calles y cunetas, saneando solares yermos y terrenos baldíos, focos varios de miasmas y pestilencias, realizando obras de entubamiento y canalización de zanjas, pavimentando calles antes de tierra, creando una red de abastecimiento de agua potable donde el agua de antes era fuente de enfermedades, llamando la atención sobre la talla indiscriminada de árboles que se llevaba a cabo en la provincia. En julio de 1947 lanzaba una campaña contra la cría de cerdos en los patios de las casas de Pinar del Río. ¿No será necesario retomar este ejemplo para Los Palacios de hoy? Entre los recuerdos de Los Palacios de tiempos lejanos hay también el de cierto Paciano que “en la segunda mitad del siglo XIX, por las tardes, con una escalera y un mechón con petróleo encendía mechones en varias calles del pueblo, entonces formadas por pocas decenas de casas de guano. Y el ganado vacuno y equino venía por las noches a las casas y por la mañana estaban todos los portales llenos de tierra, y de porquerías de los animales. Su hijo después, llamado también Paciano, trabajó en la jefatura de Salubridad recogiendo la basura en un carro tirado por una mula.” 11 Bastante ha cambiado y mejorado en un siglo y medio pero: ¿Cuánto? Parece no mucho si pensamos en la escasez de iluminación pública en los repartos, la condición muy mísera de sus caminos sin alcantarillado o con alcantarillado roto, o llenos de charcos. En cuanto a la basura de la cabecera del municipio de 25.000 habitantes, algunos hombres con bueyes se encargan de recogerla. Recientemente de una, se pasó a tres yuntas del musculoso pero lento animal al cual, según reconocía el propio José Martí, mi compatriota Carducci había dedicado la más linda poesía: “ Te amo piadoso Buey y manso un sentimiento de amor y paz en el corazón me infundes mientras tú mirando vas los campos libres y fecundos...” La zona central del pueblo es más bien limpia, también porque la gente no tiene mucho que echar a la basura pero, más hacia las afuera, lo poco que puede alcanzar la categoría de basura yace amontonado por todos lados. En los repartos Betancourt, Nueva Era, Hyndaya, y del Molino, a las malas condicies de los caminos y del alcantarillado, se junta la de muchas viviendas. La escacez de material, y la mala distribución de los que hay, hace que a menudo se frustre el deseo de sus habitantes de lograr condiciones de vida más dignas. La resignación al cotidiano sobrevivir, cuando no fuera la evasión del alcoholismo y el entregarse a la tentación del robo, parecen prevalecer. Así, a la pobreza material se añade el decaimiento moral que acentúan la tristeza y lugubredad de estas calles polvorientas en tiempos de sequía y fangosas en tiempo de lluvias. 250 años de historia... Es en estas zonas marginales del pueblo, donde a veces en ciertas familias no hay con que almorzar o comer, tanto a los jóvenes como a los adultos, algunos de los cuales fueron protagonistas de hazañas internacionalistas en el pasado, les agarra el desaliento y el cotidiano cruzarse de brazos, sin perspectiva de un futuro mejor. Porque muy poco de nuevo o de avance se ve, sobre todo en lo material, a lo cual se dio tanta importancia en un tiempo, que se quiso negar a Dios. También los toscos y populosos edificios que ocupan otra zona, cada año que pasa, se deterioran sobre todo en su exterior y sus escaleras de acceso. En cuanto a su interior hay una variedad de situaciones que van de cierto decoro, al descuido y desolación. Depende a veces de las situaciones, posición, espíritu de iniciativa, relaciones e historias familiares. Al pie de algunos de ellos, por rupturas del alcantarillado, se ven multiplicarse los salideros y charcos de aguas fétidas entre las cuales niños a veces descalzos se encuentran jugando con peligro para su salud. No falta, gracias a Dios, alguna casita en construcción y otra en reparación pero el trabajo se demora mucho tiempo en la mayoría de los casos y, por una que se edifica o arregla, muchas más van deteriorándose o se desmoronan, y por doquier ofrecen el lúgubre espectáculo de techos en parte o del todo descubiertos, de columnas de portales que eran un tiempo elegantes, y ahora yacen en parte rotas y en parte erguidas al cielo sin nada que sostener. Dedicado a los cerditos y perros cubanos Las necesidades de la presente crisis obligan a la cría de cerdos, gallinas, patos, etc., en los patios de las casas y hasta en los balcones y otros rincones de los edificios. La necesidad fomenta a veces la solidaridad y una de sus expresiones es que los que poseen casita y patio a veces hospedan y permiten a alguno de los edificios criar su cerdo en su patio. Pero, si Tebelio Rodríguez del Haya, Fundador del Movimiento “Todo Por Pinar del Río” pudiera resucitar, nos amonestaría contra una constante amenaza a la salud pública, aunque hay que reconocer el ejemplar cuidado del cubano para su limpieza e higiene personal y el esfuerzo de los medios de comunicación en inculcarla y dar a menudo precisas instrucciones al respecto. No tengo nada contra los animales y, para mí, llegar a Los Palacios fue en cierta manera y simpáticamente como volver a mi niñez, juventud y otros períodos de mi vida, en que tuve la dicha de vivir en estrecho contacto con el mundo campesino, y dedicando mis vacaciones al trabajo agrícola. Sobre todo durante mi niñez en mis montañas, cerca de Los Alpes de Italia, conocí la preciosidad de la leche de una vaca. Lo sentía, con mis hermanitos, casi como la perdida de un familiar, cuando papá era obligado por la necesidad a vender una de ella. Me alegré muchas veces al encontrar unas ovejas o terneros que habían perdido. Gocé por la protección y la gana juguetona de algún perrito o me aterroricé a veces por la agresividad de algún perro rabioso. No tengo nada en contra del heroico cerdito cubano que por el contrario merecerá un monumento en la memoria el día en que se acabe esta crisis llamada “Período Especial”. Prohibida la carne de res, se ha transformado en el compañero y sostén principal, junto al arroz y frijoles, para la superviven- 183 cia de la mayoría de las familias cubanas. Y no sólo por la exquisitez de su carne cuando llega el día de su holocausto, sino por su compartir y adaptarse a la sobriedad que exigen de las presentes circunstancias. Nuestro cedo se ha adaptado a la estrechez y rudeza de ciertos corrales que tanto se asemejan a las jaulas en las cuales en la Edad Media, se colgaban y exponían al público los condenados a muerte. En algunas pueblos para construir corrales, están desbaratando las columnas de las vaquerías abandonadas e inútiles. Rompen el concreto y sacan el metal precioso a tal fin. Suelto, el cerdito cubano no hace gran daño; en su parsimonia se acostumbra a lo que su dueño,con fatiga logra “resolver”. Mientras tanto mata el hambre comiendo la hierba y todo desecho comestible de los alrededores. Cuando pequeño es simpático, vivaz y su decencia y civismo llegan al máximo cuando, para sustraerlo a los ladrones, de noche, sus dueños lo llevan en el baño y allí se duerme tranquilo sin gruñidos molestos, sin hacer sus necesidades y resistiendo, en este compromiso, hasta la madrugada cuando lo llevan a fuera. Hay que reconocer entonces que nuestro pequeño héroe hace todo lo posible para disminuir las consecuencias antihigiénicas de habitar en tantos patios del pueblo. Un día sus gruñidos desgarradores irrumpen en la calle para advertir que, para este compañero y providencia de los tiempos duros, ha llegado la última hora. No puedo tampoco dejar de citar al perro, entre los amigos del hombre cubano, que comparten la dureza de estos tiempos para los palaceños. Además yo tengo una deuda con el perro cubano, habiendo hablado de él como cruel soporte del Rancheador. Quien escribió que los perros abundan en los países de poco sol, donde el hombre está muy encerrado en casa, sufre de soledad y, por falta de compañía de los humanos busca un sustituto en esta criatura, encuentra la más evidente desmentida a sus teorías aterrizando en Cuba. Aquí no faltan ni el sol, ni el calor de la gente. Las casas están abiertas, las calles animadas, la gente es expresiva, espontánea y cordial a pesar de todo y sin embargo es asombroso el número de perros que pueblan y cuidan los patios, rondan por las calles. Hemos encontrado más atrás una curiosa anotación al respecto del propio Adolfo Dollero que, visitando a Los Palacios en 1920 escribía: “(En Los Palacios) en 1839 había aumentado la población a 1865 individuos. No era mucho, por el contrario abundaban los perros, costumbre antigua acaso motivada por las frecuentes correrías de los piratas.” 6 Si las palabras que más me sorprendieron cuando empecé a recibir clase de Castellano fueron las de abuelo y abuela, por parecerse mucho al término con el cual en mi dialecto veneto se llaman las tripas, la palabra española que más frecuentemente habría resonado en mis orejas desde que me instalé en mi tórrido cuartico fue: perro, perra y sus diminutivos: perrito, perrita. Eso debido también al hecho de que, entre mis vecinos hay uno, exquisita persona, que es un extraordinario experto en materia de perros, entrenador de perros de pelea. En efecto la pelea de perros, además de la de gallos, son entretenimientos todavía vigentes, aunque oficialmente prohibidos en Cuba. Fue tan frecuente la controversia entre entendidos y apasionados de los agresivos Stanford y Boxer bajo mi ventana, que no sé cuantas cosas habría aprendido también yo, si 184 Los Palacios... hubiera prestado atención a los entusiasmados debates, acerca de la idiosincrasia de estos perros en general y de las virtudes de aquel perro en particular y de aquel otro: su tamaño, el matiz de su cuero, el chasquido de su dentadura, sus hazañas y sus derrotas, en fin: las ganancias y las perdidas que le produjo a su amo y entrenador. En un primer tiempo, cuando todavía no estaba muy familiarizado con el idioma y los sentía a los muchachos, en sus animadas discusiones, pronunciar frecuentemente la palabra “padre, el padre”, pensaba que estaban hablando de mí y paraba las orejas para oír mejor. Poco a poco sin embargo me di cuenta de que en realidad se referían a cierto perro macho con el cual se había cruzado la tal hembra capaz de dar a luz aquel portento de ferocidad y fortaleza... Pero además que a estos mastines y a su suerte privilegiada y trágica al mismo tiempo, (los piensen ustedes derrotados, huyentes, destrozados, sangrantes, forjando contra la horrible muerte), no puedo olvidar a sus hermanos de especie. Debo dedicar una palabra a los perros que cuidan los patios o fueron entrenados para cazar pájaros. Perros que tienen un empleo, un papel y entonces cierto bienestar, sin la gloria pero tampoco el martirio de las arenas de pelea. Pueden vivir algunos más o menos dignamente, hasta el último día y morir extrañados por los humanos que más gozaron de su compañía y protección. No faltan sin embargo otros hermanos de especie que andan por las calles hambrientos, macilentos, enfermos y trasquilados. Parecen haber perdido cualquier agresividad, vagan sin meta casi sólo esperando la muerte, contentándose mientras tanto con llevar adelante su descolorida existencia de perros sin relevancia, sin voz y sin pan. Un día que me fui con algunos amigos precisamente a la pequeña playa de Dayaniguas y almorzamos con un poco de pescado asado, poco a poco nos vimos rodeados, hasta en este lugar tan remoto y solitario en aquella temporada, por una manada de estos casi esqueletos ambulantes, satisfechos de aliviar un poco su hambre crónica con las espinas del pez asado que echábamos al suelo. Más afortunada parecía una negra lechona con sus cerditos que se juntaron al corrillo de curiosos y necesitados y para los cuales resultaba comestible hasta la extraña hierba alrededor de las casas en la orilla del mar. De todas formas no vi en Cuba y mucho menos en Los Palacios, perros demasiado mimados, acariciados, viciados como niños o que reemplazan al niño que no se quiso hacer nacer. No vi a señoras parecidas a las antiguas matronas romanas entradas en años que - como narra Ovidio – paseaban por las termas de Caracalla con un perro muy feo a la tralla, para parecer todavía bonitas confrontándolas con el cuadrúpedo. No vi perritos abrigados como si fueran príncipes enanos. No vi perros compareciendo en televisión para hacer propaganda de sabrosas comidas perrunas o tratamientos de baño y peluquería para los más aristocráticos de su especie. Y todo eso me gusta. Tal vez el perro símbolo del perro cubano, en su mayoría trabajador para vivir o sobrevivir, es el perro amigo y colaborador del “sereno”. Con él viaja hacia el campo de plátanos, de vianda y hortaliza, hacia la granja estatal que tiene que cuidar en la noche. Su amo le guarda particular cariño hasta ahorrarle la fatiga del largo camino de ida y vuelta del lugar de trabajo cargándolo en una caja atrás de su bicicleta. Y este amigo del hombre cubano acompaña, precede y protege, junto a la propiedad del pueblo, la vida de su amo. Capaz de suscitar cariño e inspirar poesía Por lo lindo que el territorio de los Palacios conserva en sus paisajes campestres y montunos pero también por lo sencillo y limpio al mismo tiempo, por lo genuino, familiar de su casco urbano, a pesar de las deficiencias destacadas, siempre merece el amor y el cuidado de sus habitantes. Siempre, sobre todo para quienes en él nacieron, y también sus padres y sus abuelos, queda la cuna de tantos afectos, recuerdos y sueños. Siempre permanece la patria que no queríamos cambiar con otra sino hacer mejor. En suma Los Palacios es y le deseamos siga siendo pueblo capaz de suscitar cariño e inspirar poesía como la del palaceño Omar Rubio Alvarez con la cual nos despedimos de este capítulo: A la izquierda: Palaceños que aprovechan el marabú para hacer carbón, combustible que usan muchísimas familas para cocinar diariamente. A la derecha: Kinde, uno de los más expertos carboneros de Los Palacios. A mi pueblo de los palacios Mi pueblo no aparece en los mapas De elegante textura De ciudades hermosas. Mi pueblo es un pueblo de Cuba Ni ya tan viejo, Ni ya tan nuevo. Es sólo una ojeada de tejas Y de calles quietas, Para el viajero del tren expreso Sólo para mí Cada calle y cada esquina, Cada techo y cada casa Es un poco de amor Y un poco de universo. q 250 años de historia... 185 CAPÍTULO XXIX Acontecimientos en la Parroquia de Los Palacios desde 1960 hasta el 2000 Curas que se sucedieron en este período P. M. DORTA DUQUE SJ. Del 3 de junio al 13 de Agosto de 1961 estuvo en Los Palacios un sacerdote que así se firmaba: “Juan M. Dorta Duques S.J. teniente párroco de esta parroquia.” Celebró 150 bautizos. P. JULIO MOREJÓN. Empezaba después otra larga sustitución (de 13 de Agosto de 1961 a 2 de abril de 1967), en la parroquia vacante, de parte del P. Julio Morejón que, como siempre, venía de S. Diego. En aquel período se mantuvo alto el porcentaje de los bautizos alcanzando el considerable número de 4893. En el solo mes de diciembre de 1962 el P. Morejón celebraba 170 bautizos y en 1963 los bautizos alcanzaban la cifra conspicua de 990. P. FEDERICO ALONSO S.J. Desde el 9 de abril de 1967 a 11 de Agosto de 1968 el “Presbítero Federico Alonso T. S.J. en 14 meses de estancia en Los Palacios celebraba 998 bautizos. Al despedirse el P. Federico Alonso, volvía a encargarse de la parroquia el P. Julio Morejón que, comenzando el 18 Agosto de 1968 y terminando el 13 de junio de 1971, celebraba otros 1945 bautizos de palaceños. No tuvo el tiempo de transcribirlos todos. Tarea que completó y perfeccionó el P. Mario Aguilar Donazar. P. MARIO AGUILAR DONAZAR (13 de Marzo de 1981 a 5 de febrero de 1984) El P. Mario nació en Guanajay el 20 – 9 – 1945, fue ordenado sacerdote el 3 de diciembre de 1970. Enseguida fue nombrado Cura Párroco de Los Palacios y San Diego. En tiempos sucesivos fue párroco de Artemisa y de Consolación del Sur de donde venía para prestar nuevamente su servicio pastoral en Los Palacios. Permaneció en Consolación hasta 1984 cuando fue nombrado párroco de la Iglesia Catedral de Pinar del Río. Ya anteriormente había sido nombrado vicario general por el Obispo Mons. Siro, precisamente entre enero y febrero de 1983. Celebraba 701 bautizos en el primer período y sólo 434 en el segundo, y para la Iglesia en Cuba, más difícil período. Al momento en que escribo estas notas el P. Mario lleva meses en el hospital compartiendo el Calvario de Cristo por las consecuencias de un accidente automovilístico. El doloroso acontecimiento ha servido para despertar también en Los Palacios, San Diego y Paso Real el recuerdo de él, el cariño, y la súplica a Dios para que pueda recobrar su salud y volver a ejercer su tan preciado ministerio sacerdotal. P. RAMÓN HERNÁNDEZ SERRALTA (de13-10-1973 a Abril de 1980) La gente lo recuerda como un padre cariñoso y de destacadas dotes artísticas. En casi 7 años de ministerio en nuestra parroquia por los tiempos particulares que corrían celebró sólo 1837 bautizos. De él reportamos este breve testimonio de la señora Eva Duconjé, muy comprometida en la parroquia de Los Palacios y madre de tres hijas de las cuales dos son conocidas doctoras en nuestro pueblo: “Creo que el P. Ramón era natural de San Juan y Martínez porque cuando murió su abuela que, como su mamá estaba aquí con él, la llevaron para allá. Vino aquí cuando era muy joven todavía. Tenía una voz muy linda de barítono y cuando había boda cantaba magistralmente un Ave María preciosa. Lo recuerdo como muy bueno, de trato muy afable, cariñoso, todo lo pedía con mucha nobleza. Yo creo que vino aquí recién ordenado. Su madre me contó un detalle que Título y fotos del artículo de Juventud Rebelde sobre el P. Ramón. 186 Los Palacios... me hace recordar el hallazgo de Jesús en el templo por parte de sus padres. También la mamá del P. Ramón cuando era aún pequeño se fue con él para la Habana y lo perdió. Lo encontró después de afanosa búsqueda no sé si en la Iglesia de Santa Rita o de santa Teresita que estaba muy recogido rezando en el sagrario. Para ella aquel recuerdo había sido siempre como un signo de predestinación al sacerdocio de su hijo. Estuvo aquí entre nosotros en años difíciles en que no había mucha participación en la Iglesia. Se fue para Estados Unidos con su mamá que creo esté todavía viva. Sé que de Tampa, de alguna manera, sigue interesándose de la problemática de Cuba y ayudando en cuanto puede.” En “Juventud Rebelde” del 15 de julio de 2001 aparecía una entrevista realizada al P. Ramón por Rosa Miriam Elizalde que reportaba en apertura dos fotos: una de José Martí retratado con un grupo de emigrantes cubanos en la entrada de la fábrica de Tabacos de Vicente Martínez, en Ybor Citi (Tampa), y otra del P. Ramón retractado en el mismo lugar más de 100 años después. Eso para decir que ejerce hoy su servicio pastoral en estos lugares estrechamente vinculados a la memoria de Martí que allí “viajó alrededor de 20 veces, allí fraguó su pensamiento, dio sus grandes discursos y fue a visitar la tumba del Padre Félix Varela, en San Agustín.” Siempre según palabras del P. Ramón hoy Tampa “es ciudad en que hay una presencia muy grande” de hispanos en general y de cubanos en particular. De la entrevista aparecía además que el P. Ramón había viajado recientemente a la Isla con su madre y otros familiares para participar al III Encuentro internacional de Estudios Socio Religiosos realizados en La Habana y aprovechar unas breves vacaciones en la pinareña San Luis donde había nacido en 1945. La periodista informaba como, aún después de haber trabajado de párroco en Los Palacios en los años juveniles de su sacerdocio, el P. Ramón había emigrado a Puerto Rico donde se quedó durante 11 años. Allí le solicitaron para que trabajara en Tampa, vinculado a los emigrados. De hecho actualmente dirige la oficina hispana de la Diócesis de San Petersburgo, que abarca 20 parroquias al norte de Tampa. El P. Ramón en fin – subrayaba la periodista – se ha distinguido en estos años por su apoyo a varias incitativas favorables al acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, ayuda humanitaria a la Isla etc. Concluía recordando que ésta era su quinta visita a Cuba realizada después de la visita del Papa, concretando un sueño de retorno y confraternidad que es el sueño de muchos cubanos. 48 MONS. JAIME ORTEGA ALAMINO. La parroquia volvía a quedarse sin cura fijo. En junio de 1880 algunos bautizos11 fueron celebrados por el P. Ojea y firmados por el entonces Obispo Mons. Jaime Ortega quien, de 4 de mayo de 1980 a 1 de Febrero de 1981, celebró en Los Palacios 108 bautizos. En marzo de 1981 estaba de paso por Los Palacios otra vez el P. Ojea que celebraba otros 14 bautizos. Se encargaba después de un servicio periódico a la parroquia nuevamente el P. Mario Aguilar cura párroco de la vecina Consolación del Sur. Ya vimos arriba cuantos fueron lo bautizados por él en éste período. P. CARLOS PORTELA. En febrero de 1984 el mismo servicio a nuestra parroquia era continuado por el P. Carlos Portela nuevo Cura de Consolación del Sur. Firmaba su primer bautizo el 26 de febrero de 1984 y el último el 7 de mayo de 1889. En aquellos poco más de 5 años el número de los bautizos volvió gradualmente a subir alcanzando en total el número de 1208. El P. Carlos Portela nació el 10 de octubre de 1945 en Ciudad de La Habana. Estudió y trabajó en esa ciudad como Analista de Sistemas informáticos. Luego entró al Seminario y fue consagrado sacerdote el 3 de marzo de 1982. El recién nombrado Arzobispo de La Habana, Mons. Jaime Ortega, consciente de las necesidades de la Diócesis de Pinar del Río, había prometido poner a disposición de ésta a un sacerdote jóven. Ante la convocatoria del Obispo, el Padre Carlos se declaró disponible, y fue entonces incardinado en Pinar del Río. De 1982 a 1984 fue vicario cooperador de la Catedral. De 1984 a 1992 fue Cura párroco de Consolación del Sur y encargado de Los Palacios y San Diego de Los Baños. Su encargo con estas últimas dos parroquias terminaba en 1989 al llegar el P. José. Desde 1992 es Cura párroco de San Juan y Martínez y hasta 1997, cuando llegaba el P. Joaquín Ibáñez, tuvo que asumir la responsabilidad también de la parroquia de San Luis. Desde hace años es también promotor de las Vocaciones en nuestra Diócesis y rector del pre-Seminario “Siervo de Dios P. Felix Varela” en Pinar del Río. El P. Carlos guarda muchos buenos recuerdos de los palaceños y de su servicio pastoral que lo veía cada semana desplazarse de Consolación a nuestro pueblo y después a San Diego y Paso Real. También en Los Palacios lo recuerdan como buen sacerdote, muy celoso y activo. P. JOSÉ BOCKTENK Su servicio pastoral en Los Palacios va del 7 de mayo de 1989 al 2 de Foto-recuerdo que Mons. Jaime Ortega de- febrero de 1997 en este período celedicaba a los palaceños, y que lleva detrás bró en Los Palacios 3810 bautizos. estas palabras autógrafas: “A mis queridos hijos de Los Palacios. Reciban todo el cariño y la bendición de su Obispo Jaime”. 250 años de historia... P. JOAQUÍN GAIGA Actual párroco, empezaba su servicio pastoral en esta parroquia el 2 de febrero de 1997. Testimonio y trabajo pastoral de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción (M.I.C. ) De fundación canadiense, la Congregación de las M.I.C. celebrará en el 2002 su centenario de fundación. Presente en varias latitudes del mundo misionero, desde más de 50 años lo es también en Cuba. Estas religiosas empezaron en la Isla, como muchos otros institutos, con el abrir escuelas y comprometerse en la enseñanza y formación humanística y al mismo tiempo cristiana de la juventud. Al triunfar la revolución, muchas de ellas eligieron permanecer en Cuba, y las cubanas que se consagraron a la vida religiosa en esta Congregación se orientaron a otro tipo de misión más propiamente de testimonio de fe y cercanía a la gente, de ayuda en la catequesis y animación en la parroquia. Pero dejamos a la pluma de una de ellas la narración sobre sus inicios en Pinar del Río, y cómo de sus servicios se benefició la parroquia de Los Palacios. Nos habla la hermana Simonne Perrault, canadiense, que, hace tres años, volvía a su patria por alcanzados límites de edad dejando un cariñoso e inolvidable recuerdo en Los Palacios. “La experiencia de las M.I.C. en la diócesis de Pinar del Río comenzó en 1977, con la llegada de las hermanas Claire Carrier y Yaqueline Brage en Puerta de Golpe. Ellas vivían allí 15 días cada mes para realizar su trabajo pastoral en este pueblo y en la zona de Consolación del Sur. En 1980, cuando el P. Ramón Hernández Serralta, párroco de los Palacios, se prepara para salir del país con su mamá, las dos hermanas se instalan en la casa parroquial anexa a la iglesia. En Agosto del mismo año, un nuevo equipo está formado para empezar el año pastoral, son las hermanas Ylaria Sulet, superiora; Claire Carrier y Mercedes Quiñones. En los años siguientes varias hermanas se suceden en este pueblo. Desde 1981 hasta 1989, se reciben en la casa parroquial varios grupos de niños, adolescentes y jóvenes que participan en retiros, convivencia y encuentros, en los que reciben formación humana y religiosa. Es tiempo de sembrar... a pesar de las dificultades de aquellos años, y cada una se 187 dedica según su carisma a la pastoral parroquial: Catecismo, matrimonios, enfermos y abuelos. En sus numerosas visitas las hermanas echan semillas de fe y esperanza en las familias. En 1989, el pueblo es favorecido de Dios: un misionero llega de Chile: el P. José Bocktenk, alemán de nacimiento. Viene como párroco residente. Las M.I.C. empiezan entonces a buscar una casa, lo que les permitiría permanecer en el pueblo. El P. José B. trabajará incansablemente durante 8 años no sólo para Los Palacios sino para la Iglesia cubana en general y la diócesis de Pinar del Río en particular. Es al llegar el padre José que Mons. Siro, Obispo de Pinar del Río, compra un apartamiento, en un edificio donde se alojan 24 familias. En este lugar las hermanas se encuentran en un ambiente de no creyentes; pero es precisamente el grupo de personas que tienen prioridad para las M.I.C. de Cuba, en su labor de evangelización. Durante 5 años, las hermanas Bernardeta Collazo cubana, Simonne Perreault canadiense y Catherine R.. malgache, dan allí testimonio de presencia sencilla, de cercanía caritativa y alegre, de hermandad que acoge y fraterniza con todo aquel que vive en este edificio y en aquel barrio. El trabajo misionero, empezado en 1977, se sigue realizando también en los pueblos cercanos y más lejanos, en el ámbito vicarial y diocesano. En 1994, se realiza la permuta del apartamento por una casa más cercana a la Iglesia. Mientras tanto en el pueblo surge una nueva crisis: la de los “balseros”, miles de cubanos abandonan el país en embarcaciones rudimen- Arriba: abril de 1998 la H. Bernardeta Collazo en ocasión de la celebración de su 25 años de consagración religiosa (Iglesia de Paso Real). Abajo: 1998 La Hermanas M.I.C. celebran en la Iglesia del Corpus Christi de La Habana los 50 años de su trabajo misionero en Cuba. 188 Los Palacios... tarias y muchos de ellos pierden la vida. En Agosto los obispos en una carta pastoral dicen que el mes está marcado como el más duro en la historia de Cuba. Sin embargo, resurge la fe en el pueblo y se incrementa el trabajo pastoral para los laicos, las M.I.C. y el sacerdote. Algunos acontecimientos han marcado de manera especial la vida de las M,I.C. y de la parroquia en los últimos años del 2000. Quiero recordar los siguientes: -En 1994 la Hermana Bernardeta Collazo participaba en la peregrinación de cubanos a Roma en ocasión de la investidura del Cardenal Jaime Ortega. - En el mismo año La Hermana Catherine celebraba sus 25 años de consagración a la vida religiosa. -En 1996 la Hermana Simonne P. celebraba sus 50 años de consagración religiosa”. pación de pocas personas en cada una de sus comunidades, incluyendo la parroquia. Había una presencia casi nula de jóvenes. Respaldado por las monjitas y en colaboración con ellas, el P. José realizó una eficaz obra ante todo de organización de las comunidades principales: Los Palacios, San Diego y Paso Real. A cada una de las tres religiosas le encargó la atención preferente a una de dichas comunidades en las cuales se crearon diferentes comisiones o equipos de trabajo: Catequesis, Jóvenes, Matrimonios, Misioneros, Cáritas, Pastoral de la salud etc. La obra del P. José Bocktenk (de 7 – 05 –1989 a 2 –02 –1997) en el marco de los nuevos tiempos para la Iglesia cubana y pinareña Cuando la parroquia de Los Palacios llevaba ya casi 10 años sin cura estable, en abril de 1989 empezó a correr la voz, entre el pequeño grupo de los que todavía seguían practicando: “¡Llega un sacerdote alemán! Dicen que ha nacido en Alemania occidental, pero viene de Chile, donde cursó sus estudios teológicos y trabajó por varios años! Entonces ya bien conoce nuestro idioma y tiene experiencia pastoral en América Latina.” Embullo y curiosidad pronto desbordaron de aquel pequeño “Resto” contagiando a otros más. Llegaba el P. José justo al comienzo del “período especial” que, como consecuencia de la caída del bloque socialista en Europa y de la permanencia del bloqueo norteamericano, produjo en Cuba crisis y escasez sobre todo en el sector del transporte, alimentos y medicinas, pero produjo también aperturas, esperanzas y expectativas con respecto a lo religioso. 1993: El P. José con un grupo de jóvenes. De hecho, a pesar de que Los Palacios había sido beneficiado por la presencia y testimonio de las Hermanas MIC, el padre José encontraba a una Iglesia con presencia y partici- 1993: El P. José en una misa de Primera Comunión. Se preocupó además de dar adecuada formación a las mismas Comunidades y grupos. Paulatinamente, ayudado por las hermanas y laicos de la parroquia principal, fue ampliando la acción pastoral, misionera y de catequesis a otras comunidades como: El Pitirre, Las Nubes, Loma de Candelaria, Bacunagua, Macurije, Fierro, Morán, Sabanilla, Tres Pies, Perico García, Entronque de Los Palacios, Entronque de San Diego, Paso Quemado, La Güira, La Vigía, Cubanacán o Santa Mónica y el Central “La Francia”. Al trabajo pastoral en el ámbito del territorio parroquial de Los Palacios, sobre todo más adelante, se juntó la ayuda al P. Claudio Ojea entonces ya anciano Cura de la parroquia de San Cristóbal. Mientras el P. Claudio permanecía en el centro del poblado, el P. José cuidaba de las comunidades de Santa Cruz, Taco Taco, López Peña, Chirigota y Mango Jobo coadyuvado allá por las hermanas Carmelitas. Pronto, por su dinamismo y preparación teológica y pastoral, se transformó en sacerdote capaz de dar impulso e inspiración, además que útiles contribuciones, a la pastoral diocesana. Es actualmente el Director de la Comisió n Diocesana de Catequesis, que cada año asume la tarea de la organización, preparación y acompañamiento del “Curso de Verano” para la formación de catequistas. El pueblo de Los Palacios le debe gratitud además por la ayuda brindada en medicamentos, alimentos, reparaciones de casas de familias en situaciones de gran necesidad. Pronto se conquistó el cariño y la simpatía de nuestro pueblo también por su facilidad en relacionarse con las personas y darle importancia a la persona. Cercano y abierto a todas las esferas sociales, fue atento sobre todo a los más 250 años de historia... desfavorecidos. Capaz organizador, tenía un gran sentido pastoral en sus planes, en sus homilías etc. Fuerte de carácter, supo promover el compromiso y sentido de responsabilidad eclesial de los laicos. Fue eficaz educador, tenaz en su obra, austero, entregado, perseverante, incansable y de gran corazón. Fue además amante de la verdad y la transparencia para sí y para los demás. Su gran espíritu misionero y carisma para enfrentarse con las situaciones más difíciles, donde urge la acción e iniciativa de verdaderos pioneros en la fe y Evangelización, después de haberlo llevado a confrontarse por ocho años con la realidad de Los Palacios, lo hacía disponible a enfrentarse con otras no fáciles situaciones de las comunidades de la parte más occidental de nuestra provincia y de la Isla. Pues algunas de ellas llevaban más de 30 o de 50 años sin presencia estable de un Cura. Eran las comunidades de Las Martinas, Sandino y Mantua. Cuando, procediendo desde allá, el P. José transita deprisa por Los Palacios o interviene y se queda un poquito en ocasión de alguna circunstancia particular, siempre resulta bienvenido y acogido con simpatía, admiración y gratitud. (Colaboraron: H. Bernardeta Collazo, Rubén Pérez y Hector Robaina) Estadística de los bautizos celebrados en Los Palacios en el Siglo XX 1902: 1903: 1904: 1905: 1906: 1907: 1908: 1909: 1910: 1911: 1912: 1913: 1914: 1915: 1916: 1917: 1918: 1919: 1920: 1921: 1922: 1923: 1924: 1925: 1926: 1927: 1928: 1929: 1930: 1931: 1932: 1935: 1936: 1937: 1938: 245 203 298 314 365 354 376 371 365 434 533 548 517 395 496 508 404 563 525 285 395 542 495 536 449 447 343 415 356 170 475 634 498 291 277 1939: 1940: 1941: 1942: 1943: 1944: 1945: 1946: 1947: 1948: 1949: 1950: 1951: 1952: 1953: 1954: 1955: 1956: 1957: 1958: 1959: 1960: 1961: 1962: 1963: 1964: 1965: 1966: 1967: 1968: 1969: 1970: 1971: 1972: 1973: 245 670 626 1101 800 1030 625 768 718 584 711 492 657 754 475 497 588 568 562 438 565 698 885 811 990 806 845 780 673 674 723 590 478 389 441 1974: 1975: 1976: 1977: 1978: 1979: 1980: 1981: 1982: 1983: 1984: 1985: 1986: 1987: 1988: 1989: 1990: 1991: 1992: 1993: 1994: 1995: 1996: 1997: 1998: 1999: 2000: 399 342 247 149 193 187 177 137 134 155 174 214 276 213 261 308 497 453 485 528 529 562 467 538 610 401 453 189 Más allá de los confines municipales Desde la llegada a los Palacios del P. José Bocktenk, y hasta hoy, se hizo un esfuerzo para llevar la catequesis, la celebración periódica de la Eucaristía y Bautismos, etc., también en otras comunidades que jurisdiccionalmente pertenecerían al municipio de San Cristóbal. Trátase precisamente de las comunidades cercanas o situadas en la zona montañosa al nordeste del término municipal de Los Palacios: Fierro y Santa Teresa que se encuentran a lo largo de la carretera central andando hacia Santa Cruz de Los pinos; Morán y Campo de tiro que se encuentran más al norte, cercanas a la sierra; Sabanilla y Rancho Mundito que son pintorescos caseríos situados en plena Sierra del Rosario. Subir a estos últimos pueblecitos es siempre encontrarse con la genuina y trabajadora gente de la montaña, gozar de un paisaje encantador por sus valles y relieves boscosos y su lozana vegetación sobre todo en la temporada de lluvia. Es también volver con la memoria a lugares que fueron teatro de vicisitudes históricas narradas en estas mismas páginas. Por allí transitó el Rancheador, por allí transitaron los mambises y justo en Sabanilla fue humildemente sepultado Rafael Del Pino. También estos montes dieron refugio a Cimarrones, guerrilleros, rebeldes, alzados etc. La carretera de acceso se encuentra en condiciones bastante buenas después de que en los últimos dos años por buena parte de la misma transitó la Vuelta ciclística a Cuba y eso sirvió de estímulo a someterla a reparaciones. Dejado Campo de Tiro, cuyas casitas en parte están pegadas a las La Parroquia Jesús Nazareno y las Comunidades que abarca. 190 Los Palacios... primeras laderas de la montaña, poco después se encuentra el mirador de la Finca de la “Tranquilidad” hoy propiedad estatal no abierta al público de la cual escribía Armando Hernández Ibañez: “¿Quién no recuerda este bello lugar? Propiedad que fue del extinto Senador de la República Dr. Miguel Suarez Fernández que falleció en tierras del norte?” 11 Desde allí la carretera empieza a subir más decididamente y, después de algunos centenares de metros, es posible gozar de una amplia visión de la fértil llanura abajo y del espejo azul que constituye la Presa Bacunagua. Estamos cerca también de la cueva donde el homónimo río, después de su misterioso recorrido en las entrañas de la montaña, sale a la vista en un anfiteatro de rocas atormentadas y de florida vegetación. La carretera sigue entre subidas más o menos empinadas y breves descensos y tramos semi-llanos con declives cubiertos de una vegetación tan espesa e impenetrable que parece una alfombra de verde de las más variadas matices. A un cierto punto el valle se abre formando como una pequeña meseta siempre rodeada por alturas en que esta misma vegetación se va aclarando para dar espacio a la pre- Arriba: Rancho Mundito en los años 30 y lago artificial que hizo construir el General Ferrer. Abajo: La curiosa casa que el General Raimundo Ferrer se hizo construir en el pueblecito montuno que después tomó su nombre. sencia de pequeños cultivos de café, de malanga, de máis, de yuca, de plátanos, de cítricos y otras plantas frutales trepados en sus declives. Es en este punto del valle que, en tiempos en que no estamos en grado de establecer, surgió el caserío de Niceto Pérez, más comúnmente llamado Rancho Mundito. “ Este nombre – me explica un anciano de estas lomas - le deriva al pueblo del señor Raimundo (Mundito) Ferrer que habitó aquí más o menos hasta los años treinta. Era un general retirado que transformó éste en un lugar muy atractivo. Él venía de La Habana y vivía en la capital pero, a empezar de cierto período, sus estancias aquí se hicieron más largas y permanentes. Invirtió en adornar y embellecer este pueblecito grandes recursos. Pero también supo sacar provecho de la gran finca que aquí poseía y en el cultivo de la cual empleaba a varios habitantes del lugar. Poseía también una bodega lindísima y bien abastecida en la cual se encontraba de todo y, a pesar de que la gente lo juzgaba malo, en realidad era generoso. Recuerdo por ejemplo que una vez la situación de pobreza de nuestra familia nos impedía adquirir algunas cosas de extrema necesidad en la bodega. Fuimos a hablar con él, que dio orden al encargado de entregarnos cuanto nos hacía falta sin apuntar ninguna deuda. Lo que sí exigía era el orden, el respeto y la limpieza en el interior de las estructuras que realizó también para el disfrute del pueblo. Por aquí, como usted ve baja el río Bacunagua que, un poco más abajo, desaparece y se interna en las entrañas de la montaña para reaparecer en correspondencia de la cueva del indio, un poco al oeste de la finca de La Tranquilidad. La llaman también la Cueva de los murciélagos porque hay millones de estos animalitos y en tiempos pasados el abono de murciélago sacado de aquella misma cueva se comercializaba en camiones. Aquí en Rancho Mundito, el Coronel Raimundo aprovechó el agua del Río para construir un lago artificial que todavía en cierto período del verano se llena de agua y ofrece posibilidad de recreo a la juventud. Pero, ¡Ojalá usted hubiese podido ver la espléndida piscina que además el señor Mundito había construido! Y en aquella sí exigía el máximo de la limpieza: ni se podía echar una colilla de cigarro, ni quería ver una hoja de árbol. Tenía el piso pintado y el agua estaba siempre limpia y azulita porque la hacía limpiar cada día. Tenía una pila de gente trabajando en cuidar la finca, en arar, labrar, sembrar, cosechar, cortar leña que en parte comerciaba, en parte usaba para hacer funcionar la panadería que aún poseía. En suma fue realizando una serie de estructuras que aumentaron la belleza y el renombre del lugar al punto que frecuentemente nos visitaba gente de La Habana y hasta del extranjero. Construyó su habitación en forma de molino de viento holandés y construyó también el otro castillo sobre el despeñadero que domina el pueblo y que ahora, como muchas otras cosas, es una ruina. Siempre quien sube hasta allá goza sin embargo de una lindísima visión del valle y de sus alrededores. Al irse de aquí alrededor de 1932 –33, vendió la finca a los Bacindez de Vuelta Arriba y, menos de diez años después, compraba todo, el administrador de los Bacindez: el señor Enrique Martínez. Después que en los años sesenta 250 años de historia... 191 su propiedad y sus aserraderos fuetodos estos lugares la posibilidad de ron intervenidos, todo fue decayenla instrucción escolar porque, si en do y se acabó con muchas cosas: la Rancho Mundito hay una primaria piscina, la campana, la frecuentada por numerosos alumnos, pavimentación del lago artificial, en Sabanilla superan los 400 los alumvarios faroles alrededor del mismo nos de la Escuela Secundaria que que hacían tan encantador durante recoge muchachos de vasta zona de la noche el ambiente. la Sierra del Rosario ofreciendo ulteSe acabó también con muchas rior posibilidad de avance en la misflores, arboles frutales, plantas rama instrucción. ras. Las mismas mariposas que dicen Otras escuelitas no faltan también que adornan un sitio del gran paren los puntos mas intrincados y aleque Lenin en La Habana fueron sajados de estas lomas y se habla de cadas de aquí. Un día llegaron vauna con un solo alumno que se añarios camiones que se fueron cargade a mas de otras treinta en la entera dos de zarzas de aquellas flores con isla, afianzando así el reto de que a sus terrones y raíces. Gracias a Dios, nadie falte quien le enseñe a leer y sin embargo, no es difícil encontrar escribir y defenderse en la sociedad. esta flor aquí, por encontrar ella en De Sabanilla hasta la Palma hay nuestro valle un clima favorable a su 50 kilómetros de carretera que prosperar. recuorre uno de los paisajes En cuanto a las plantas raras naturalisticos más fascinantes y que una sola quedó y es un palo que no evocan descripciones del Grande Alflorece en los ramos sino en el tronco mirante en su empate con una naturaechando las flores más curiosas y más leza todavía incorrupta de esta isla. raras del mundo...” Lástima esta carretera presente hoy Quien sube hoy a Rancho largos tramos que dificultan y casi Mundito y después a Sabanilla pue- Ruinas del castillo que el general Ferrer reali- prohiben el tránsito a automóviles de encontrar de vez en cuando unas zó sobre un despeñadero que domina el pueblo normales. árreas de mulos pequeños y de Rancho Mundito. delgaditos cargados de sacos de Otras iglesias y malanga. Son los cuadrúpedos más aptos para subir y bajar movimientos religiosos los pedregosos y abruptos senderos llevando a cuesta el producto de los campos trepados por las pendientes de la En Los Palacios actual es visible y palpable la existencia montaña. El domingo después es frecuente encontrar a unos jinetes montando elegantes caballos con cierta altivez que de una multiplicidad de Iglesias y movimientos religiosos que de mi punto de vista tiene algo negativo que es la realirecuerda la de los antiguos mambises. Pueden lamentarse las duras condiciones de vida de esta dad de una división deplorada por el propio Jesús quien en gente sin embargo aficionada a esta naturaleza, debe reco- la Última Cena oró para “que todos sean uno, como tú, Panocerse el esfuerzo de la Revolución en llevar también a dre, en mi y yo en ti, para que ellos sean uno en nosotros, a fin de que el mundo crea que tú me has enviado.” Tiene algo positivo: aunque por senderos diversos, hay una común y extensa búsqueda de Dios, del sobrenatural. Es una denuncia silenciosa y respetuosa pero clara del fracaso de cierto materialismo ateo de quienes habían puesto todas sus esperanzas en las capacidades de la ciencia y de la técnica, en la satisfacción de las necesidades básicas de un hombre reducido a sola materia organizada. Jesús nos advirtió contra este engaño recordándonos que “no de solo pan vive el hombre”, sino necesita de referencia al Absoluto, al Infinito, al Eterno, a Dios. Son presentes y activas en Los Palacios las Iglesias Bautista, Adventista, Metodista, la Liga Evangélica. Golpea sobre todo el gran número de Testigos de Jehová y su fervor misionero. No les es consentido todavía tener su templo y es admirable sin embargo su espíritu de adaptación y de sacrificio. Impresiona el gran número en que se reúnen en ocasión de sus anuales asambleas viajando hasta su lugar de convenio a pie, en bicicleta, sobre toscos tractores. Muy bien organizada también la iglesia bautista de la cual, recientemente, pude apreciar la magistral ejecución de Encantador panorama de Sabanilla con vista de la Escuela Se- sus cantos religiosos y tengo esporádicos pero respetuosos cundaria Básica para los estudiantes de la Sierra del Rosario. y amistosos encuentros con su pastor. 192 Los Palacios... Muy animadas y ricas en ritmo y música también las celebraciones de los hermanos de las iglesias Metodista, Evangélica y Adventista. Estimulante para nosotros los católicos el amor que le guardan estos hermanos a la Sagrada Escritura encaminándose algunos hacia sus Iglesias con este Libro de la Vida en mano. Más que juzgar, hay que aprender y valorizar lo bueno, hay que convertirnos más a Cristo para que en él se pueda un día encontrar nuestro punto de unión. La Iglesia Católica en el Concilio Vaticano II se planteó seriamente el problema de las divisiones entre cristianos y de la importancia de apoyar al Movimiento Ecuménico, es decir “todos las actividades e iniciativas que se suscitan y se ordenan a fomentar la unidad de los cristianos”. Son palabras de uno de los Decretos del Concilio, aquel propiamente del Ecumenismo del cual aprovecho para recordar algunas otras afirmaciones que sirvan para fomentar la tolerancia recíproca. el respeto, el diálogo y provechoso acercamiento entre cristianos o, de todas formas, creyentes de nuestra comunidad. Ante todo este Decreto del Ecumenismo recuerda como “las escisiones entre cristianos son un fenómeno presente desde el comienzo de la historia de la Iglesia” y que, a causa de los egoísmos humanos, fueron multiplicándose y profundizándose a lo largo de los siglos. Sin embargo quie- nes ahora nacen en familias pertenecientes a diversos movimientos religiosos y son instruidos en la fe de Cristo según los principios de los mismos, “no pueden ser acusados del pecado de la separación y la Iglesia católica los abraza con respeto.” Nos dividen discrepancias en materia doctrinal y a veces también éticas y disciplinarias, pero nos une la fe en Cristo, el Bautismo, la veneración y respeto hacia la Sagrada Escritura que, a pesar de las diversas interpretaciones en algunos aspectos es común punto de referencia para todos. “Los católicos - llega a exhortar este Decreto - reconozcan con gozo y aprecien los bienes verdaderamente cristianos procedentes del patrimonio común, que se encuentran en nuestros hermanos” de otras iglesias y contribuyan a su edificación. Y añade: “Pero, sobre todo, los católicos deben considerar con ánimo sincero y atento todo aquello que hay que renovar y llevar a cabo en la propia familia católica, para que su vida de testimonio más fiel y más claro de la doctrina y de las normas entregadas por Cristo por medio de los Apóstoles. Pues aunque la Iglesia católica está enriquecida por toda la Verdad revelada por Dios y todos los medios de la Gracia, sin embargo, sus miembros no viven con todo el fervor que a ello corresponde.” (Decreto sobre el Ecumenismo – VATICANO II DOCUMENTOS – Biblioteca de Autores Cristianos – Madrid 1993) q Iglesia Bautista de Los Palacios. Iglesia Evangélica de Perico García Iglesia Metodista de Paso Real 250 años de historia... 193 CAPÍTULO XXX Crónicas recientes Todo Los Palacios escrutando el cielo A l inicio de Enero de 1998 Cuba vivía el fervor de la espera de la histórica visita del Papa Juan Pablo II. Se sabía que nuestra Diócesis y su cabecera Pinar del Río no estaban incluidas en las etapas de aquella visita pero, por iniciativa de nuestro obispo Mons. Siro, en las parroquias se habían recogido firmas suficientes para obtener que, al llegar a la Isla, antes de aterrizar en La Habana, el avión del Papa sobrevolara nuestra provincia del extremo occidente cubano. La diócesis y provincia de Pinar del Río estaban ya presentes en el corazón del Papa. Hay un cuadrito en la casa de las Hermanitas de la caridad de Madre Teresa de Calcuta en Consolación del sur donde se ve retratado a nuestro Obispo junto al Papa en actitud sonriente. ¿Por qué aquella sonrisa en el rostro de nuestro Obispo? Él mismo me lo reveló en una ocasión. Le estaba explicando al Papa, en su breve coloquio, que era el Obispo de la provincia más occidental de Cuba, de la “cola del caimán”, y en aquel momento en que se despedía del Papa, éste acababa de decirle: “Le recomiendo: ¡Cuídeme bien la cola!” A pesar de los muchos compromisos de aquel viaje el Papa quiso entonces mostrar aún más su afecto hacia nuestra Diócesis y provincia sobrevolándola, admirando desde lo alto sus bellezas naturales y bendiciendo a nuestra gente humilde y embullada que, a lo largo de las calles y avenidas, en las plazas, en los alrededores de las Iglesias, en los patios de las casas estuvo largo tiempo bajo el sol cristalino de enero mirando el cielo. También en Los Palacios se produjo un embullo increíble. Al acercarse la hora establecida, la gente salía de las casas, los talleres, las oficinas. Hasta se les permitió salir de las escuelas y volcarse a las calles. Yo me encontraba en la azotea de la Iglesia y tenía miedo por su resistencia al peso de los muchos jóvenes que habían subido allí y la rellenaban. A los vistosos colores de algunas banderas se mezclaba él de los trajes rojos, azules, blancos, amarillos y carmelitas de estudiantes de varios grados y de enfermeras. La avenida principal era un hormiguear de gente de todas las edades y categorías, algunos disponiendo de banderitas, otros de pañuelos, otros de espejos que reflejaban la luz del sol para saludar el avión del Papa que, de improviso, surcó nuestro cielo palaceño. En la ida hacia Pinar pasó más al norte y tan bajo y visible que parecía bordear y rozar las verdes laderas de nuestras lomas. En la vuelta hendió más en alto el azul, transitando casi sobre nuestra Iglesia y en ambos momentos nuestra campana repicó alegre uniéndose a la voz del pueblo que vivió un inolvidable momento casi de éxtasis, de esperanza, de paraíso. La visita del Papa tal vez no cambió mucho en nuestra dura realidad cotidiana. Sin embargo, todo lo que el Papa dijo y testimonió durante los días siguientes de su visita, sirvió para despertar conciencias, reanimar corazones. En cuanto a su rápido paso sobre nuestro pueblo, creo que, tanto para adultos como para jóvenes y niños, será lindo en días lejanos poder contar a hijos y nietos: “Aquella tarde del 21 de Enero también yo estaba, miraba atento el azul de nuestro cielo cuando vi...” Los muchos presos A cada rato la parroquia, a través de sus familiares, proporciona algo a casi 120 presos palaceños. La mayoría son de la propia cabecera y sobre todo de los repartos Hyndaya y Norton. Ya este número explica porque Los Palacios tiene la fama de “Uno de los pueblos más problemáticos y conflictivos de la provincia pinareña”. Preguntando a las buenas mujeres que cuidan las relaciones con los familiares de estos presos pude conocer otros detalles del problema. La mayoría están presos por hurto y sacrificio de ganado vacuno, otro considerable porcentaje: por robo con fuerza. Muy reducido el número de los presos por violación o asesinato. Se concentran casi todos en la prisiones de Taco Taco, La Paloma y el Cinco de Luis Lazo. Aquel del hurto y sacrificio de ganado, a propósito, se ha transformado en uno de los delitos más frecuentes también en toda Cuba y la provincia pinareña. “El Guerrillero” del 14 de diciembre de 2001, en un artículo de Ronal Suarez Ramos relataba la iniciativa tomada por vecinos de la zona de Guane de la Cooperativa Leopoldo Troche. Por el auge preocupante de estos delitos, se han organizado en patrullas campesinas, subsectores de la PNR, para vigilar, sobre todo en la noche, los lugares de recogida del ganado y “ponerle coto al flagelo del hurto y sacrificio de ganado mayor y su secuela económica y social.” 194 Los Palacios... Exhibía el mismo periódico dos fotos que mostraban una pareja de avispados ancianos y otra pareja de vigorosas mujeres acechados en lugar estratégico cogiendo la escopeta en la espera del malhechor. Treintaiseis noches había durado por ejemplo la espera de cierto Tomás Moreno, jubilado de una unidad agropecuaria del MININT, pero finalmente el ladrón cayó en la trampa. Entre la una y las dos de la madrugada, Tomás lo vio intentar robar un animal que podía pesar 1500 libras, le dio el alto. Éste trató de agredirlo con el mismo cuchillo con el cual quería sacrificar al animal pero Tomás “disparó su escopeta a los pies del maleante para neutralizarlo”. El malhechor se internó en el monte pero fue reconocido y entregado a la justicia el día siguiente cuando se presentó al hospital de Pinar del Río para curarse las heridas al pie. Esta historia tal vez recuerda la naturaleza preponderante de los delitos cometidos también por muchos palaceños y propone un tipo de medida que, de toda forma denuncia como, a pesar de los muchos encargados de controlar, la situación es tal que a menudo huye de cualquier control. Denuncia además que no basta la represión para ponerle remedio. Necesita primero quitar las causas que empujan al delito, que son sobre todo la falta de sentido moral y de conciencia también de una Justicia Superior, la falta de trabajo y de una adecuada remuneración del trabajo, el alcoholismo a base sobre todo de la barata pero mortífera “guarfarina” que envalentona a los malhechores. Es en quitar estas causas y malas raíces que la Iglesia da su pequeño aporte deseando así aliviar también el sufrimiento de tantos familiares quienes, en la casi totalidad, comprenden, perdonan la debilidad de su miembro preso, le ayudan en cuanto pueden y le guardan afecto. Ellos, y la Iglesia con ellos, imitan así al Maestro decidido en condenar el pecado pero siempre misericordioso con el pecador y preocupado en recuperarlo, mejorarlo y corregirlo. Cumplen además con aquella consigna de Jesús: “Estuve preso y viniste a visitarme”. (Evangelio) Pueblo de una larga tradición de expertas costureras y bordadoras Encanta la gracia y finura del bordado de las batitas y hasta de las pequeñas medias que visten no pocas niñas de Los Palacios cuando participan en la misa o en fiestas en general. Recuerda la interesante historia y la viva y vigente pasión por el bordado en nuestro Municipio. También un artículo de “Guerrillero” del 11 de Enero de 2002, escrito por Edmundo Alemán y Gutiérrez, destacaba esta tradición relativa al trabajo de la mujer en Los Palacios. En gran parte el artículo era una entrevista al historiador de Los Palacios y director del local museo (Rolando Cordero Alfonso) que libremente voy aquí a resumir. Empezaba con presentar la figura de cierta Fredesvinda Menéndez Díaz habitante de Paso Quemado y allí “dedicada a enseñar de forma gratuita a todos los que se interesen por conocer ese antiquísimo arte del bordado que llegó a Cuba con los colonizadores y se enraizó en los siglos XIX y XX”. Los Palacios fue una de las zonas en que cobró más fuerza si se considera que llegaron a 15 los centros del municipio en que se aprendía a trabajar en el bordado. “Desde finales del siglo XIX – relata Rolando Cordero en la misma entrevista – se conoce que comenzó el auge del coser y bordar entre esposas e hijas de los comerciantes, ganaderos, agricultores y personajes económicamente más pudientes del territorio. En las décadas iniciales del XX se crean las primeras academias a las que apenas tenían acceso las mujeres de bajos ingresos y mucho menos las pobres. En esta etapa sobresale la Academia fundada por Maruja Abay porque se basaba en un sistema internacional moderno para preparar a las costureras. Pero fue Rosa María Castillo Alfonso, Rosita, la que revolucionó este arte desde 1938, al utilizar el sistema Singer, y después el Roche. Muchas de las que fueron sus alumnas enseñaron en sus zonas de residencia. Al triunfo de la Revolución, Rosita entrega su academia y la pone en función de que las muchachas más humildes aprendan el arte de las tijeras, las agujas y los hilos”. La prueba final para graduarse de costurera y bordadora – siempre según relato de Rolando Cordero – consistía “en la confección de una guayabera, de gran arraigo en la zona al punto de que en las principales fiestas y verbenas se exigía vestirla”. Eso le daba la oportunidad en la misma entrevista de hablar también de la “fábrica de guayaberas” existente en Los Palacios y de los problemas que la afligen al momento: “Dada la gran cantidad de costureras y bordadoras que existían en el Municipio se decide en 1985 abrir la fábrica de guayaberas La Palaceña. Bien pronto ganaron fama por calidad y belleza las prendas hechas en ella, pero con la llegada del período especial las producciones se pararon. El pasado año se reabrió la industria, aunque con producciones contratadas a pedido de los que suministran la materias primas y la financiación. Actualmente se está trabajando para un vendedor europeo, haciendo “guayaberas” que en nada se parecen a las confeccionadas en los años de alza de La Palaceña”. Concluyendo, nuestro historiador de una parte lamenta la crisis en que se encuentran estas industrias palaceñas aptas para valorizar el trabajo de la mujer, de la otra auspicia que “ los responsabilizados con la enferma hagan todo lo 250 años de historia... posible e imposible para salvarla también porque, por las manos de costureras y bordadoras pasaron desde nuestra primera bandera hasta las que llevaron los mambises”. Todavía, esperanzas sobre el arroz 195 interrelación entre la Institución y el CAI, pero últimamente, mediante la acción del polo científico y del Sindicato de Trabajadores de la Ciencia, se ha avanzado en la integración investigación-producción que debe permitirnos marchar más rápidamente”. “...Danos hoy nuestro arroz No faltan en estas páginas alusiones a la crisis en que se encuentra también el cultivo del arroz que hizo famoso en épode cada día...” ca reciente a Los Palacios y su molino arrocero vanguardia en América Latina. Hace tiempo que, por el cierre del mismo, dan No falta en la mensa del palaceño un apretado y a veces vuelta por el pueblo voces según las cuales el molino palaceño mal cocinado pancito que cada día llega por la libreta. Pero, había sido hasta desmantelado y piezas importantes traslada- por no ser el clima tropical apropiado para la siembra del das al molino funcionante en Consolación del Sur. trigo, y para depender menos de la importación, el arroz fue Pero persona confiada que trabaja en el CAI desmiente la transformándose en el alimento base del cubano. Si a un cosa y me asegura que el molino está íntegro. Sólo está para- europeo le parece no haber comido si le faltan un poco de do porque, por la escasez de producción de arroz de estos pan y de pasta, lo mismo pasa al cubano si le falta el arroz. últimos años en nuestra zona por las causas a las cuales ya Cinco libras de arroz que mensualmente le proporciona la aludimos, no vale la pena ponerlo en función. libreta evidentemente no le bastan, pero el arroz tiene miles Los Palacios puede entonces esperar en un reactivarse, de caminos para llegar más abundante a la mesa del cubano ojalá lo más pronto posible, de su gigante; y puede esperar que, inflándose de carbohidratos, merma el apetito de tantas algo mejor en su futuro económico y laboral todavía del arroz, otras cosas que faltan. Actualmente Cuba tiene que imporporque en estos últimos años al sur del pueblo ya funciona tar también arroz. Los grandes cultivos estatales donde se lo que, desde el punto de vista edilicio, es el complejo más siembra y fumiga con avionetas y se cosecha con grandes bonito existente en este pueblo: la Estación Experimental del combinadas no producen lo suficiente para 11 millones de Arroz. Un poco más arriba además está surgiendo otro ele- habitantes. gante complejo habitacional para las familias de estos misY todavía una considerable cantidad del cereal es fruto mos trabajadores de la Estación Experimental. de un trabajo tan sufrido y sudado de pobres campesinos Ese Centro pertenece al Instituto Nacional de Ciencias que, al considerarlo, acrecienta el valor y la preciosidad del Agrícolas (INCA). “Guerrillero” en un artículo del 7 de Di- plato puesto cada día en nuestra mesa. A razón muchas veciembre de 2001 y sobre todo “Granma” en un artículo del 5 ces los palaceños exclaman: “¡Cuanta fatiga exige el arroz!” de Enero de 2002, informaban de una Feria de variedades Primero, para el campesino, que pudo mantener o rescatar en arroceras organizada en esta Estación Experimental en la que ese cultivo un pequeño espacio de iniciativa y libertad, vieparticiparon productores seleccionados de La Palma, La Ha- ne la tarea de arar las parcelas de tierra que le asignaron con bana y Los Palacios, quienes escogieron las seis mejores los lentos y nervudos bueyes, pisando también él por horas cualidades, entre una gama de 80 allí plantadas. y horas el lodo. También se realizó la degustación de muestras de 30 vaSigue después la siembra bajo el sol caliente del trópico riedades cocidas sin sal ni grasa para determinar por consenso en un terreno hundido bajo un estrado de algunos decímelas de mejor aceptación en el plato. Todo en presencia de Sandra tros de agua infestada por los mosquitos y a veces también Díaz e Irene Morrero, respectivamente investigadora y organi- por la orina de ratones que provoca a veces casos de zadora del encuentro. lectospirosis. Aún al campesino, durante el largo tiempo de El autor del artículo: Raúl Suárez Ramos, precisaba haber espera de la maduración del grano, lo tienen preocupado, venido a la cita en Los Palacios motivado sobre todo por la además de las varias enfermedades que lo pueden afectar, la noticia que dos nuevas variedades, denominadas LP2 y LP5, falta de lluvia o al contrario la demasiada abundancia de la habían ofrecido resultados promisorios. “La LP2 obtuvo califi- misma: fenómenos ambos que pueden echar a perder el fruto cación de Destacada en el Forum Provincial de Ciencia, Tecno- de tanta fatiga. logía y Medio Ambiente en el año 2000 y la LP5 fue premiada como relevante en el reciente Forum de base y debe competir con muchas posibilidades de éxito en eventos superiores”. Pero a moderar los fáciles entusiasmos y a evitar que las ilusiones desemboquen en la desilusión proveía la ingeniera Noraida Pérez, jefa del Departamento de Investigación, explicando cómo “cuando se logra una variedad – un proceso que puede tardar alrededor de siete años – hay que determinarle el paquete tecnológico: fertilización, densidad de siembra, manejo del agua y de la cosecha, entre otros aspectos así como realizarle las pruebas industriales antes de introducirla en la producción”. La ingeniera terminaba sin embargo con palabras alentadoras: “Durante mucho tiempo faltó Las calles de Los Palacios a veces se convierten en secaderos de arroz. 196 Los Palacios... Si Dios quiere llega finalmente el tiempo de la cosecha y, de nuevo el campesino tiene que pisar, o descalzo o con botas a menudo ponchadas y rasgadas, el lodo, doblar el hombro desnudo y sudoroso bajo el azote del sol para cortar el arroz o buscar amigos que posean todavía una de aquellas trilladoras que, como muchos carros, son otras piezas de antigüedad. Pero el grano ensacado necesita otro sacrificio. El estado posee sus ciclópeos secaderos mientras que los campesinos particulares, que a veces se juntan en grupitos, tienen que elegir como secadero o el margen de una carretera, o una calle poco recurrida por automóviles, o un tramito de la misma senda de emergencia de la autopista. Como si celebrara un rito, con su sucesión de gestos y momentos, un rito por todo cubano conocido y respetado, la tarde antes uno de ellos va a cortar algunas ramas esparciéndolas en aquel espacio que presume lo necesite. Es una manera de decir: “¡Mañana aquí esparciremos arroz para secarlo, ningún otro se aproveche!” Al llegar la mañana siguiente hombres y bueyes van arrastrando y acompañando un carretón cargado de sacos del arroz al lugar señalado, En breve los sacos se vacían y la negrura del asfalto o el plomo del cemento desaparecen bajo una alfombra rubia y granulosa que da un sentido de paz y reconforta verla y observar cuán magnánimos son los campesinos cubanos. Despiertan en mi mente un recuerdo de cuando estuve un poco de tiempo en Africa. Un día un campesino de aquellas tierras resecas de Malawi me acompañó a su campo de maíz y, al preguntarle por qué en aquellos campos las plantas del cereal crecían a grupitos de tres unidas, como de una misma raíz, me explicó: “ Nosotros en la temporada de la siembra acostumbramos poner en cada huequito, no una, sino tres semillas. Una para el hombre, una para Dios y una para el mono”. Molino arrocero particular en Los Palacios. Al momento me pareció una rareza, una ingenuidad y un despilfarro irrazonable aún más porque las mazorcas crecían apretadas. Pero después, reflexionando, aquel actuar me pareció tan sublime y tan libre de fríos y egoísticos cálculos. Una semilla era para agradecerle a Dios el don del sol y la lluvia sin los cuales no maduran ni maíz, ni trigo, ni arroz, ni nada. Era para continuar en los siglos el culto del justo Abel. Otra semilla era para compartir su fruto con otras criaturas del universo. ¡Que lección y delicadez ecológica! Sólo el fruto del tercer grano era para que lo aprovechara el hombre pero no sin fe y solidaridad. Algo parecido pasa con el campesino cubano quien, una vez esparcido su arroz, va a acurrucarse bajo una sombra y mira tranquilo y sin molestarse, junto al sol que calienta providencialmente el fruto de su fatiga, las múltiples criaturas que aprovechan de parte del mismo. Pueden ser las gallinas de las casas más cercanas, o voraces gorriones, palomas u otros comensales. A veces un temporal improviso obliga a los pobres hombres a apurarse en recoger el producto que acaso en parte se echa a perder. Cuando el día es favorable por entero, en la tarde hombres, muchachos y, a veces, también mujeres de la familia colaboran en recoger tranquilos el grano finalmente bien secado y listo para llevarlo a otra pieza de antigüedad que son los molinos particulares. Allí nada se pierde: el grano blanco será destinado a las mesas de los hombres, la cáscara es precioso pienso para gallinas, cochinos etc. Pero queda una última etapa del largo y paciente rito más estrechamente reservado a la mujer: aquella de sentarse, quizá conversando con unas amigas, y escoger granito tras granito el cereal, limpiándolo de la presencia de piedrecitas o de otras semillas. En verdad ante un plato de arroz blanco o del criollísimo arroz con frijoles hay que hacerce bien la señal de la Cruz agradecidos a Dios y a un largo Vía Crucis de incómodas fatigas del guajiro vueltabajero. Últimas noticias El trabajo de salida y entrada al pueblo desde la autopista, que había conocido varios arranques y paradas, llegó a buen punto después de la última arrancada a la cual aludía precedentemente. Se ha reparado buena parte de la acera al lado de la calle 20. Ya está trazado, pavimentado y bien consolidado todo el enlace de recorridos por arriba y alrededor de la autopista. Casi la mitad de los mismos están también asfaltados pero, de nuevo, por falta de petróleo, la obra se paró hace 15 días. En Paso Real un pequeño pero elegante palacio, al lado de la casona que fue habitación de Luis y Cuca Suarez y ex Cine SUARITO, ha sido restaurado, devuelto a su antiguo resplandor para constituir la primera choping de venta por divisa en este pueblo. Quedan todavía los huecos y los hierros peligrosamente erizados a lo largo de la acera de la misma calle. El Cielo también tuvo misericordia de nosotros: al inicio de noviembre, sobre todo en las casas más frágiles y humildes de nuestro pueblo, muy grande era la angustia por el aproximarse del terrible huracán Michelle que hizo tantos estragos en Matanzas y otras provincias al este de La Habana. En un primer tiempo parecía directo hacia nosotros pero, al último momento, cogió otro rumbo y nos perdonó. Algo nuevo y bueno alimenta la esperanza que pronto alcanzará la etapa final de su realización. Pero algo triste no se acaba. Baste el ejemplo siguente: esta mañana del 18 Enero de 2002, escribo las últimas líneas de este libro, y hace poco que terminé también la celebración de la Misa en la cual comenté el Evangelio del día. Éste narra de cómo en Cafarnaún algunos hombres llevaron “un paralítico y, como 250 años de historia... 197 no podían meterlo, (en la sinagoga donde Jesús estaba ha- den que nadie se enriqueció con el trabajo hecho de dominblando a una multitud de gente), estos hombres levantaron go, robándole a Dios y al espíritu el tiempo y el espacio que unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un bo- se merecen.” quete y descolgaron la camilla con el enfermo”. ( Mc. 2,1–12) Y bien, en esta misma mañana me llamó la atención el gran gentío alrededor de la vecina bodega. La gente miraba también el techo de la bodega donde eran muy visibles varias tejas levantadas y desplazadas de su lugar y un boquete abierto. Ya todos los curiosos sabían que ayer noche, y en una hora ni tampoco avanzada (hablan de las 9,30 más o menos), ignotos ladrones habían subido allá arriba y, descubierto un poco el techo se habían descolgado para robar dentro la misma tienda en pleno centro habitado. El comentario de la gente volvía a ser aquel de las horas más tenebrosas: “¡Aquí se está acabando el mundo!” ¡Dios tenga entonces piedad de este pueblo! Pueda levantarse de su pobreza material y espiritual, desaliento y desasosiego, pueda en un día no muy lejano hacer suyas las palabras 3 de mayo de 1998: Fiesta Patronal, niños de la catequesis presentan un del Salmo de la misa de hoy: “Dichoso el pueblo espectáculo cultural al final de la misa. que te sabe aclamar; / Caminará, o Señor, a la luz de tu rostro; / Tu nombre es su gozo cada día, / tu justicia es Él no conocía versículos de memoria de la Biblia pero sí su orgullo”. (Salmo 88) conocía y vivía la sabiduría expresada en aquellas palabras del Salmo: “Si Dios no construye la ciudad en vano se cansan los albañiles.” Ni conocía quizá el nombre del profeta Conclusión: la Historia maestra Isaias, pero en su larga experiencia de los dramas de la vida y de vida. Tengo un sueño... de los desastres e indescriptibles sufrimientos de la guerra, había llegado a constatar, como el profeta, a cual decadencia y Muchas veces oímos el dicho: “La Historia es maestra de envilecimiento se entregan los pueblos cuando, dejando a Dios vida.” A través de ella se conocen ciertos errores que hay manantial de agua viva, van buscando cisternas agrietadas, que evitar de repetir y cierta sabiduría de valor perenne que cuando reemplazan al único y verdadero Dios con los ídolos. hay que imitar y actualizar. También en la historia de esta Pueden ser pujantes y encantadoras la retórica y la depequeña franja de la isla de Cuba de mi punto de vista, que es magogia, grandiosos y sublimes los proyectos, como lo fue de hombre religioso, hay mucho que aprender. Hay errores la Torre de Babel, pero, si emprendidos y llevados adelante que hay que evitar como aquel del olvido teórico y sobre sin Dios y casi en actitud de desafío a Dios frente al cual “Mil todo práctico de la fundamental y sustancial igualdad de años son como el día de ayer”, fracasan. Y los hombres expedignidad y derechos que creó en el pasado las divisiones rimentan poco a poco lo que afirma el autor del Salmo 32: “El entre esclavos y dueños, entre demasiado ricos y demasiado Señor deshace los planes de las naciones, frustra los propobres, entre letrados y analfabetos, entre posibilitados a yectos de los pueblos. No vence el rey por su gran ejército, curar su salud y otros descuidados y abandonados con sus no escapa el soldado por su mucha fuerza”. Terminan casi secuelas de sufrimientos y tragedias. A este se añadió el siempre con repercutirse contra el hombre mismo y transforerror de ilusionarse con que la beneficencia de algunos pu- marse en los más férreos “statu quo” los cambios de la sociediera paliar las injusticias y egoísmos de muchos, favoreci- dad fundados sobre la exclusión de Dios, el olvido de su dos por ciertos sistemas políticos y de gobierno. Palabra, el escarnio de su santa ley. Pero la historia aún enseña que ni tampoco los cambios de Narra en su novela “El siglo de las luces” Alejo Carpentier gobiernos, sistemas, legislación y una multitud de controles de la ilusión de uno de sus protagonistas, Víctor Hugues, pueden parar el irresistible brotar de egoísmos e injusticias que, navegando de Francia revolucionaria hacia nuestras nuevas si no se renueva en lu íntimo el corazón del hombre. Y latitudes, se sentía orgulloso de encabezar una flota que, a para esta renovación es de vital importancia su abrirse a Dios: diferencia de la de Colón, avanzaba hacia el Nuevo Mundo fuente de la Verdad, de la Justicia e impulsor de toda renova- finalmente “sin cruces pintadas en las velas, sin capellanes, ción profunda del hombre y, por consecuencia, de la sociedad. sin fe en un “Redentor bajado del Cielo” Orgulloso de abolir “No hay Patria sin virtud, ni virtud con impiedad” – ense- los privilegios y establecer una igualdad, libertad y fraterniñaba el Padre Félix Varela, uno de los padres de nuestra Patria. dad fruto finalmente de la voluntad y determinación de un Y mi padre, humilde campesino con seis hijos que mantener, hombre más adulto, más dinámico y satisfecho de sí mismo. siempre nos enseñó, como también los padres cubanos de un Pero al mismo tiempo Víctor Hugues llevaba a bordo de tiempo enseñaban: “Con Dios todo, sin Dios nada.” sus barcos, además que aquella titánica ilusión, una guillotiCon respecto a uno de sus mandamientos, que la necesidad a na nueva flamante que pronto habría estrenado y que conoveces le hacía difícil observar, siempre mi padre nos decía: “Recuer- 198 Los Palacios... ció pocos días de descanso en sus paradas a lo largo de varias islas del Caribe, intentando imponer con el miedo y el terror aquellos mismos valores que, 17 siglos antes, Jesús no había impuesto, sino propuesto enseñando que, para afianzarse en las conciencias y después en la práctica, necesitan un largo proceso de conversión y el testimonio primero del sacrificio de quien los plantea. En cuanto a él, este sacrificio llegó hasta la muerte y la muerte de Cruz. Hay algo entonces que la historia de nuestro pueblo, y no sólo de nuestro pueblo, nos empuja a descubrir o recuperar y que veo bien reflejado en aquellas amonestaciones de san Gregorio Nacianceno: “Recuérdate, hombre, de donde te viene que existas, que tenga vida, inteligencia, y sabiduría. ¿Quién te ha dado las lluvias, la agricultura, los alimentos, las artes, las cosas, las leyes, la sociedad, una vida grata?”. Son en muchos a reconocer que hoy algo no funciona en el hombre, que la causa de tantos desajustes del hombre está en el hecho que su progreso espiritual (y la palabra va entendida en su verdadero sentido) no camina al compás de su progreso material, científico y tecnológico con el peligro que el hombre así termine por causar su autodestrucción. La construcción de una mejor ciudad terrena- nos enseña San Agustín – encuentra su modelo y su inspiración en la continua mirada y confrontación con la Ciudad del Cielo. El propio San Pablo de una parte deploraba y de la otra exhortaba: “ Hay algunos que andan como enemigos de la Cruz. Sólo aspiran a cosas terrenas. Nosotros por el contrario somos ciudadanos del Cielo, de donde aguardamos un Salvador.” No es un peligro, una amenaza, no es un freno al progreso mantenernos en el Señor, inspirarnos en su ejemplo y su doctrina sino que es encauzar las energías humanas rumbo el progreso verdadero y pleno. Eso es lo que enseñaron también algunos de nuestros próceres más ilustres: “Pura, desinteresada, perseguida, martirizada, poética y sencilla –escribía José Martí – la religión del Nazareno sedujo a todos los hombres honrados. Todo pueblo necesita ser religioso. No sólo lo es esencialmente, sino por su propia utilidad debe serlo. Un pueblo no religioso morirá, porque nada en él alimenta la virtud. Las injusticias humanas disgustan de ella; es necesario que la Justicia Celeste las garantice.” 37 Y el Padre Félix Varela escribía: “Ábranse las páginas del Evangelio. Aún el incrédulo que niega su origen divino, advierte que la caridad movió la pluma desde el principio hasta la última sílaba de este libro. Las pasiones no reciben en él la mínima lisonja. Los hombres se presentan todos iguales sin dejar de ser diferentes. Los vicios son corregidos y fomentadas las buenas obras y las buenas virtudes. La franqueza, la generosidad, la sincera amistad, el amor puro, la paz y la alegría, la obediencia sin bajeza y la superioridad sin orgullo, la ciencia con humildad y la riqueza sin avaricia, la pobreza sin envidia y el sufrimiento con paciencia... La historia de las naciones, a los que la estudian con imparcialidad, enseña que destruyendo la religión, bajo el pretexto de hacer a los hombres felices, se ha querido sustituir un principio variable a otro principio constante, uno dudoso a otro cierto, y en vez de destruir el imperio de las pasiones desordenadas se ha procurado entronizarlas.” 37 No sé cuanto el Señor me concederá quedarme en Los Palacios y poner a servicio de este pueblo mis modestas cualidades de sacerdote y de pastor de almas pero en estas palabras de la Biblia, de Los Padres de la Iglesia y de estos Padres de la Patria Cubana quisiera sellar mi pequeño testamento espiritual. Y compartiendo con muchos la satisfacción por lo positivo que hay en Los Palacios de hoy pero al mismo tiempo la preocupación por lo que hay de roto, desplomado, turbio, corrompido, inerte, desorientado y equívoco, quisiera evocar y hacer mío el sueño formulado, quizás llorando sobre las ruinas de Los Palacios al finalizar la guerra de independencia, por el viejo historiador palaceño Mongo Torres: “El antiguo pueblo indio ha de sobrevivir y como el Ave Fénix de la Leyenda ha de surgir de sus cenizas. Los Palacios ha de volver a ser, algún día, lo que fue por la laboriosidad de sus hijos: Joya de la Virgen Cuba, que ciñe en sus sienes la esmeralda vueltabajera. Así será si Dios nos ayuda.” Pero, sufriendo sobre todo por las actuales penas y aflicciones de este pueblo, quisiera añadir y concluir también con este sueño sacerdotal, proyectado hacia el año 2019. Sueño que en aquella fecha, cuando Los Palacios llevará 250 años desde el primer Bautismo apuntado en los libros de su Iglesia primigenia, no sólo sus calles y sus casas todas podrán presentarse lindas, arregladas, dignitosas, sino que los corazones se habrán abierto más a los valores de la fe y de la religión. Y serán maduros los tiempos para celebrar una gran fiesta de los orígenes de este pueblo, de sus raíces cristianas, un memorial agradecido de aquellos primeros misioneros y pastores que, a cuesta de caballo o de mulo, pasaban por los pocos perdidos caseríos desafiando enormes distancias y abrumadoras soledades para quedarse un poco junto a la humilde Ermita de tablas y de guano y anunciar también a nuestros ancestros al Cristo, Hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, y brindarles la palabra y el nutrimiento de la Vida Eterna. Sueño que entonces serán propicias las condiciones para celebrar una extraordinaria Verbena de palaceños que podrán llegar y salir hacia las más variadas direcciones del mundo sin problemas. Una fiesta excepcional que, en espíritu ecuménico y de fraternidad, pueda concluir con una gran procesión animada y participada por todas las iglesias llevando en triunfo, junto a la imagen del Cristo, la Cruz y la Biblia. Todos respetuosos de las diversidades ajenas, pero todos unidos y entusiásticamente convencidos que sólo en Él está la plenitud y el sentido de la Vida. Sólo Él es “El Camino, La Verdad y la Vida”: Jesús Nazareno. q S.E. Mons. Beniamino Estella, entonces Nuncio Apostólico en Cuba, y Mons. José Siro González, nuestro Obispo, saludan a los participantes al final de la misa del 3 de mayo de 1998. 250 años de historia... 199 BIBLIOGRAFIA 1) LA SOCIEDAD CIVIL EN PINAR DEL RÍO – Sergio Lázaro Cabarrouy y Pedro José González Figueroa – VITRAL 1996 2) HISTORIA DE LA EVANGELIZACIÓN EN PINAR DEL RÍO 24-2-1985 Mons. José Siro González Bacallao. 3) 50º ANIVERSARIO DE ORDENACIÓN SACERDOTAL DE MONS. CLAUDIO OJEA RODRIGUEZ—- Abril de 1988. 4) REGISTROS DEL ARCHIVO DE LA PARROQUIA JESÚS NAZARENO DE LOS PALACIOS. 5) “ENSAYO HISTÓRICO DE PINAR DEL RÍO” Y “PINAR DEL RIO”. Ambas obras son del mismo autor: Emeterio Santovenia y fueron editadas respectivamente en 1919 y 1946 - Ed. 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