el difícil ingreso de venezuela al grupo andino

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EL DIFÍCIL INGRESO
DE VENEZUELA
AL GRUPO ANDINO
Gustavo Lagos
El proceso de integración, un escarpado sendero
Cualquiera persona medianamente versada en el estudio de los procesos de integración en el mundo, sabe
que !a integración no es en ningún caso una autopista
que permita circular a gran velocidad sino un escarpado
sendero que sube peligrosamente una montaña, un estrecho camino cercado de precipicios.
La gestación de] Grupo Andino se logró a través de
un prolongado esfuerzo de negociación entre los cinco
países que constituyen dicho esquema de integración
regional. El éxito de la negociación final que permitió la firma del Acuerdo de Cartagena fue posible solamente por la decidida voluntad de los jefes de Estado que lo condujeron sorteando los obstáculos de índole política, económica y sicológica que se encontraban en los escarpados senderos del movimiento integracionista.
Venezuela, que participó en dichas negociaciones,
no suscribió finalmente el Acuerdo de Cartagena porque los obstáculos impidieron al vehículo venezolano
seguir ascendiendo la montaña.
Dichos obstáculos pueden resumirse en los siguientes puntos:
1.— La industria privada de Venezuela —agrupada
en Fedecámaras— se oponía fuertemente a la entrada
de ese país andino al Acuerdo de Cartagena, sosteniendo entre muchas otras razones, que los altos costos de la industria venezolana harían difícil si no imposible su competencia en el mercado subregional. Esta
fue una de las causas determinantes para que Venezuela exigiera gozar de un número elevado de ítems de
la NABALALC1, alrededor de 1.200, que quedarían exceptuados del programa de liberación comercial del
Pacto Andino. 2.— Si a estos 1.200 ítems de la NABALALC se agregaban los 600 ítem comprendidos en el
Tratado de reciprocidad comercial que vinculaba a Venezuela con los Estados Unidos y que otorgaba preferencias arancelarias a los productos norteamericanos,
una parte substancial del intercambio comercial de Venezuela con el resto de los países andinos quedaba
marginado del Acuerdo. 3.— El tercer obstáculo estaba
representado por la solicitud de Venezuela de incluir
una "cláusula monetaria" que permitiría a cada país
miembro tomar medidas unilaterales que lo protegieI :i NABALALC es el resultado (le los Irubajus du elaboración
de lu nomenclatura arancelaria común a que se refiere el Artículo 49 del Tratado de Montevideo, Consiste en un sistema de
clasificación de mercaderías fundado en la Nomenclatura Arancelarla de Bruselas (NAB) i¡ue ha servido de base de los aranceles aduaneros aplicables en ALALC para individualizar los
producios incorporados al programa de liberación comercial.
ran de las devaluaciones hechas por otra nación signataria del Pacto.
Estas causas hicieron que el vehículo venezolano
quedara atascado en el escarpado sendero del movimiento integracionista. Sin embargo. Venezuela suscribió el tratado que creaba la Corporación Andina de
Fomento (CAF), organismo cuya sede quedó en Caracas y que está destinado a impulsar y acelerar el proceso de integración de la subregión promoviendo y fi:nanci«indo inversiones de interés subregional, proveyendo asistencia técnica y participando en el proceso
de organización, modernización y reconversión de empresas.
El periodo de mayo de 1969 a febrero de 1973
Los meses inmediatos que siguieron a la no suscripción por Venezuela del Acuerdo de Cartagena quedaron mareados por una relación clara de distanciamiento entre este país y los países que habían ingresado al Grupo Andino. Sólo a comienzos de 1970 Venezuela entró en calidad de "observador" a las reunió
nes de la Comisión del Acuerdo, Al Finalizar ese año,
la propuesta venezolana de su "participación asociativa" en el Grupo Andino fue considerada inadmisible
por los países miembros ya que en la práctica permitía a Venezuela gozar de los beneficios del proceso sin
incurrir en fas desventajas que podían significarle los
regímenes de desgravación arancelaria previstos en el
Pacto. Fue así como durante 1971 Venezuela continuó
participando como "observador"; sin embargo, logró
dar un paso más cuando se creó un grupo técnico para
estudiar las condiciones del ingreso venezolano, grupo
que, después de prolongados estudios y negociaciones,
sólo sirvió para mostrar las profundas dificultades que
aún subsistían.
Fracasado este nuevo intento, al finalizar 1971, Vene/.ueki .solicitó Formalmente negociaciones a nivel político; la decisión Nh 42 de la Junta dio luz verde a
la apertura de dichas negociaciones que son las que
han concluido el 13 de febrero de este año a raíz
de la visita del Presidente Rafael Caldera a Lima, sede de la Comisión y de la Junta del Acuerdo de Cartagena.
La dificultad del proceso integracionista quedó demostrada por el hecho de que sólo en los últimos momentos y a pocas horas antes de firmarse los documentos oficiales, las conversaciones directas de los
Presidentes Juan Vefasco Alvarado y Rafael Caldera
permitieron superar los puntos de desacuerdo finales.
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A medida que avanzaba el proceso de integración
andina, la puerta para la entrada de Venezuela se iba
cerrando cada vez más ya que los compromisos contraídos por el resto de los países miembros iban
creando una gama amplísima de obligaciones y deberes, que de haber seguido formándose hubieran constituido un punto de no retorno que habría hecho ya imposible el ingreso de Venezuela.
Las motivaciones del ingreso venezolano
al Grupo Andino
¿Cuáles fueron las motivaciones profundas que indujeron a Venezuela a ingresar al Grupo Andino? La
respuesta a esta interrogante exige una mirada panorámica sobre el cuadro conjunto de América Latina y
sobre el resto del mundo. A grandes brochazos este
cuadro podría diseñarse en la forma siguiente:
1°—E] inpreso de Inglaterra, Dinamarca e Irlanda
al Mercado Común Europeo subrayaba con evidencia
los increíbles obstáculos políticos y económicos que
tuvieron que superarse para lograr la incorporación
tardía de estas naciones a la Comunidad Económica
Europea;
2°—El enfriamiento de 1as relaciones de Estados
Unidos con América Latina en general y la política
petrolera de Venezuela contribuían a alejar a la nación venezolana de su "relación especial" con Estados Unidos, hecho que quedó demostrado no solamente en el nuevo trato a las compañías petroleras sino
también en el desahucio del tratado comercial en virtud del cual Venezuela otorgaba preferencias arancelarias en favor de Estados Unidos;
.3"—La lucha entre los políticos que querían la integración y los empresarios privados representados en
Fedecámaras que la rechazaron en 1969, parecía decidirse en favor de los primeros por la lenta preparación
de la opinión pública en favor del ingreso venezolano
en el Grupo Andino. Por otra parte, la celebración
de seminarios técnicos que analizaban las ventajas para Venezuela del ingreso al esquema subregional contribuía también a convencer a los empresarios de la
necesidad de modificar su oposición primitiva;
4?—El gobierno venezolano había cuidado de mantener su vinculación con el Grupo Andino no sólo al
firmar el tratado que creó la CAF, y al realizar las
distintas negociaciones que culminaron en febrero de
este año, sino que también al participar efectivamente
en otros campos de la integración subregional, suscribiendo el "Convenio Andrés Bello" de integración educativa, científica y cultural, así como también el "Convenio Hipólito Unanue" sobre cooperación en política
de salud de los países de! Área Andina, Merece consideración especial la molivación de orden geopolítico
derivada del crecimiento espectacular de la economía
brasilera y de sus expresiones más o menos manifiestas de constituirse en una especie de país tutelar sobre el resto de América Latina con miras a una posición hegemónica. No cabe duda que los gobernantes
venezolanos tienen que haber reflexionado profundamente sobre las peligrosas consecuencias del aislamiento de Venezuela que sería progresivo frente a un Grupo Andino en pleno desarrollo y frente al despertar
del gigante brasilero. Por otra parte, el propio acerca-
miento de Brasil, Argentina y México, al constituir comisiones de trabajo con el Grupo Andino, indicaban a
Venezuela la importancia creciente del esquema de integración subregional desde el punto do vista geopolítico y económico.
La superación de los obstáculos
Desahuciado el tratado comercial con Estados
Unidos, preparado el terreno en la opinión pública y
en el ambiente empresarial, impulsada Venezuela por
consideraciones geopolíticas, el camino se encontraba
preparado para superar las discrepancias que habían
dificultado su ingreso. Como hemos dicho, al firmarse
el acuerdo de Cartagena, Vcnc/ucl.'i exigía una lista de
excepciones comerciales de 1.200 ítems de la NABALALC. En el curso de las negociaciones de dicha lista esta cifra se había reducida a 700, disminuyendo
aún más posteriormente. En este campo, la dificultad
esencial se encontraba en el comercio de Venezuela
con Colombia ya que la economía colombiana podín
competir ventajosamente en el mercado venezolano
en no menos de 360 ítems. Finalmente se llegó a un
acuerdo que pudo armonizar dos aspectos: la aspiración de Venezuela de protegerse frente a Colombia,
por una parte, y el hecho de que ningún país miembro
tuviera una posición desmedrada en cuanto a La lista
de excepciones que se acordaba a Venezuela. Dicho
en otras palabras, y para no entrar en detalles, cada
país miembro del Grupo Andino podrá aplicar tantas excepciones como las que Venezuela pueda establecer en su contra.
El otro punto que había impedido el ingreso de
Venezuela en 1969 se refería a la llamada cláusula
monetaria en virtud de la cual Venezuela quería que
cada país miembro tuviera el derecho unilateral para
establecer medidas que lo protegieran de las devaluaciones monetarias hechas por otro país del Grupo Andino. Evidentemente esta posición no podía ser aceptada por los demás países ya que de hecho significaba
romper un i lateralmente todo equilibrio monetario entre los países miembros. La cláusula monetaria afectaba especialmente a Chile ya que, como se recuerda, en
uno de los últimos ajustes cambiarios efectuados por
Chile, Bolivia y Ecuador reclamaron contra nuestro
país. Ante el rechazo del principio de la unilateralidad,
Venezuela fue cambiando su posición y planteó en
una de las últimas negociaciones la idea de que la
[unta del Acuerdo de Cartagena dictaminara si las
devaluaciones monetarias efectuadas por un país miembro se debían Ü no a desequilibrios fundamentales en
su balanza de pagos. La delegación chilena propuso
una nueva fórmula que serviría de base a la solución
que en último término se adoptó. La solución consistía
esencialmente en eliminar el principio de unilateralidad, en obligar a los países a fundamentar los reclamos en caso de devaluaciones efectuadas por otro país
miembro y en establecer un mecanismo para atender
casos de emergencia mientras se pronunciara la | unta
del Acuerdo de Cartagena. Esta fórmula quedó consasagrada en el Artículo II del "INSTRUMENTO ADICIONAL AL ACUERDO DE CARTAGENA PARA LA
ADHESIÓN DE VENEZUELA".
Otro punto que debió negociarse para el ingreso
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venezolano su refiere al sistema de votación, con respecto al cual el Acuerdo de Cartagena establece cinco
procedimientos diferentes. En esta materia se llegó a
una fórmula de compromiso que contenía algunas de
las aspiraciones venezolanas que parecieron aceptables
a los países ya miembros del Grupo.
El régimen común de tratamiento a los capitales
extranjeros y a la transferencia de tecnología consagrado por la decisión 24 del Acuerdo de Cartagena, y el
régimen de empresas multinacionales y de regulación
de los capitales subregionales y la programación del
desarrollo en el sector melalmecánico, constituyeron
también puntos de negociaciones importantes. Con respecto a la decisión 24 Venezuela manifestó su concordancia con las ideas y criterios orientadores que habían
servido de fundamento para evaluar los efectos positivos y negativos de las inversiones extranjeras, expresando su respaldo al régimen común y proponiendo algunas modificaciones. Una fórmula peruano-venezolana que acogía los planteamientos de Venezuela y que
fue complementada -por la delegación chilena, se aceptó en definitiva. Se introdujo así una modificación a
la decisión 24 relativa a los "valores de fomento en
cartera" que dio satisfacción a todos los países miembros : . En cuanto al régimen de empresas multinacionales, también la delegación chilena jugó un papel decisivo lográndose una modificación que consiste esencialmente en lo siguiente:
"Cada país miembro determinará en sus normas internas los requisitos a los cuales deben someterse sus nacionales para invertir en empresas multinacionales o para transferir capitales a cualquier
otro país miembro. Los organismos nacionales competentes no autorizarán reexportación de capital ni
transferencia de utilidades de los inversionistas subregionales sino al territorio de los países miembros
de origen del capital".
ma". en virtud del cual Venezuela suscribe el texto
origina] de dicho Acuerdo, los países ya miembros y
Venezuela suscriben el "Instrumento Adicional al
Acuerdo de Cartagena para la Adhesión de Venezuela",
así como también el acta Final de las negociaciones que
establecen las "Condiciones para la Adhesión de Venezuela a! Acuerdo de Cartagena".
La entrada de Venezuela al Grupo Andino significa un fortalecimiento indudable del acuerdo de integración. Venezuela agrega al mercado de la subregión
andina su población de diez millones de habitantes,
estructurándose asi' un área económica de tal magnitud que, en materia de comercio exterior, supera a Argentina, Brasil y México, considerados individualmente, y que, en Producto Geográfico Bruto deja a la subregión andina en un plano sólo inferior a Brasil y
México, superando el nivel argentino. Los indicadores
económicos pueden apreciarse en el cuadro siguiente:
1971
P1B
Export.
(millones
USS 1960)
(millones
US5S 1971)
Grupo Andino
Venezuela
Import.
(millones
USS 1971)
23.286.b
9.390,7
3.127
3.243
1.931
Grupo Andino
con Venezuela 32.774,3
25.780,8
Argentina
37.616,4
Brasil
México
35.844,5
6.249
1.740
2.904
1.471
5.174
1.869
3.696
2.407
3.122
Fuente: CEPAL.
Por último, respecto a la programación del sector
metalmecánico su logró también un acuerdo que preserva las asignaciones de las distintas industrias de
este sector ya establecidas para cada país antes del ingreso venezolano. Venezuela tiene, sin embargo, el derecho de pedirle a la funta su participación en algunas de esas industrias de tal manera que los países
puedan especializarse en ciertos rubros de producción,
pero puedan al mismu tiempo compartir o entregar a
Venezuela, si así lo estiman conveniente, una participación en ciertas líneas de producción.
Los detalles de dicho acuerdo quedaron consignados en los artículos 27 al 30 del Anexo B del llamado
Consenso de Lima.
El Consenso de Lima y el fortalecimiento
del Grupo Andino
La adhesión de Venezuela al Acuerdo de Cartagena quedó consignada en el llamado "consenso de Li2
Lus valores de fomento en cartera son los títulos u obligaciones
emitidos con fines tic desarrollo y en oferta pública por ül Citado, entes estábiles, paraestatales, empresas naciuruiles y mixtas
y por la Corporación Andina de Fomento, cuya adquisición no
confiere un ningún caso derecho a participar en l:i dirección
técnica, financiera administrativa y comercial de! ente emisor y
siempre que sean calificados para tal efecto por el organismo
nacional competente.
El ingreso de Venezuela y el desafío para Argentina
Con el ingreso venezolano el único país andino que
queda al margen del Acuerdo es Argentina. Este hecho
plantea a nuestros vecinos un gran desafío, ya que en el
futuro tendrán que decidirse sí llegan a una Fórmula de
entendimiento eun el Grupo Andino o continúan su desarrollo aislado.
¿Podría compararse la situación de Argentina, guardadas las debidas proporciones, con la posición de Inglaterra fíenle al Mercado Común Europeo? ¿Qué decidirá Argentina respecto a su futuro en el proceso de integración latinoamericana?
Esta es una gran opción de política internacional que
nuestro país hermano deberá dilucidar tan pronto como
le sea posible. El plazo estará dado por la propia dinámica histórica y el desarrollo de la subregión andina.
Argentina deberá decidir, antes de que la evolución del
área andina llegue a un punto de no retorno que impida
su ingreso, si se vincula al Grupo Andino o se mantiene
en una posición de difícil soledad frente al gigante brasilero y al Mercado Andino que, si se desarrollara plenamente en el porvenir, podría constituirse también en otro
gigante de los países latinoamericanos situados al sur de
Panamá,
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