Si ganásemos el Mundial

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ENTREVISTA
Fotos: Getty Images (6)/Keystone
“Si ganásemos el Mundial
18
enero 2006
Inglaterra enloquecería”
Han pasado 40 años desde que Inglaterra se alzara con la Copa Mundial,
y el director técnico de la selección inglesa, Sven-Goran Eriksson, considera que el período de espera está por finalizar, tras haber conseguido la
clasificación para el Mundial mediante una impresionante campaña.
Por NEALE HARVEY
FIFA magazine: ¿Estaba convencido de que Inglaterra lograría
clasificarse para la Copa Mundial de
la FIFA 2006?
Sven-Goran Eriksson: Estoy contentísimo de que participemos en este
Mundial. La mitad de mi misión se ha
cumplido, la otra mitad se realizará en
Alemania en verano. Sí, estaba absolutamente convencido de que Inglaterra
se clasificaría. Inglaterra debería estar
presente en cada Mundial y cada Campeonato Europeo, opino que es casi una
obligación.
Mucha gente cree que Inglaterra
ganará la Copa Mundial 2006.
Eriksson: ¡Espero que tengan razón!
Creo que nos encontramos entre los seis
o siete equipos que podrían lograr dicha
hazaña. Inglaterra se halla al mismo nivel que
selecciones como Argentina, Brasil, Holanda,
Italia, Alemania o Francia. No obstante, se
requiere igualmente algo de suerte en cuanto
a lesiones y en las series de penales.
¿Por qué opina que Inglaterra
tiene una magnífica escuadra?
Eriksson: En el pasado Mundial,
fuimos eliminados en cuartos de final
por Brasil después de ir ganando por 1
a 0 tras 44 minutos. Luego concedimos
un tanto de contraataque, y finalmente
consiguieron la victoria por 2 a 1. Luego,
dos años más tarde, Portugal nos eliminó
del EURO 2004 en el lanzamiento de
penales, igualmente en cuartos de final.
En ambos casos, la diferencia entre Inglaterra y Brasil, y luego Portugal, fue ínfima,
quizás ninguna. Ahora, sin embargo,
nuestro equipo es mejor, mucho mejor.
Diría que Inglaterra dispone actualmente
de una escuadra con jugadores muy experimentados, y ello me llena de confianza
en cuanto a la posibilidad de ganar la
Copa Mundial.
¿Qué lección ha aprendido
Inglaterra en los torneos de 2002
y 2004?
Eriksson: La mayor lección es que
necesitamos más tiempo de preparación.
En 2002 y en 2004 dispusimos únicamente de tres semanas de preparación;
para la Copa Mundial 2006 tendremos
cuatro semanas a disposición. La FIFA
ha instruido a todos los países al respecto,
y le estoy muy agradecido por ello. La
semana adicional será muy importante
para nosotros.
¿Qué significaría un triunfo
mundialista para Inglaterra?
Eriksson: Para la gente en Inglaterra, ganar la Copa Mundial significaría
ver realizado un enorme sueño. Los
hinchas vienen soñando con ello desde
hace 40 años, y mucha gente cree que
ahora estamos en condiciones de ganar
algo. En varias ocasiones hubo grandes
expectativas en Inglaterra, pero resulta
extremadamente difícil ganar una Copa
Mundial. Inglaterra logró llegar a una
final, la que definió a su favor en casa, y
a una semifinal, lo cual demuestra cuán
difícil es arribar a la meta. Todos vieron
lo que ocurrió cuando Inglaterra ganó
el Mundial de Rugby 2003. El equipo
se desplazó al Trafalgar Square en Londres y cientos de miles de personas se
congregaron para aclamarlos. Este país
enloquecería – totalmente – si ganásemos
la Copa Mundial 2006.
Los brasileños son los favoritos
al título. ¿Quiénes, a su parecer,
serán los mayores retadores,
aparte de Inglaterra?
Eriksson: Creo que Alemania es
uno de ellos, por dos motivos: juega
en casa y, más importante aún, llega
prácticamente a todas las semifinales y
finales. No sé a qué se deba, pero pienso
que tienen una predisposición mental
muy fuerte. No obstante las actuales
críticas en casa, estoy seguro de que será
uno de los favoritos. Argentina cuenta
con un equipo muy bueno, y creo que
Holanda será igualmente muy fuerte
tras su exitosa clasificación. ¿Italia y
Francia? Nunca se sabe, pero Zinedine
Zidane y Claude Makelele retornaron a la
selección, y son pilares muy importantes.
Francia estará muy motivada, mien-
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magazine
ENTREVISTA
tras que Italia constituye siempre una
amenaza.
¿Qué clase de Mundial se espera
en Alemania?
Eriksson: Naturalmente uno muy
táctico, aunque creo que será una competición muy abierta, con muchos goles.
La organización de un equipo es vital,
pero más importante que el 4-4-2 ó el
4-3-3 son los jugadores, ya que son ellos
los que realizan la labor en la cancha. Se
sobreentiende que necesitan una buena
organización, sin embargo, existen
muchos aspectos en el fútbol que no
se pueden plantear en el papel. ¿Cómo
se puede prescribir a David Beckham
lanzar un perfecto pase de 40 ó 50 metros
a un compañero? Naturalmente no se
puede. Si se dispone de jugadores como
Beckham, Zidane o Ronaldinho, entonces
se les debe conceder libertad creativa e
inventiva. Es indispensable contar con
jugadores que piensan por sí mismos,
en lugar de esperar constantemente las
instrucciones del técnico.
Hablando de Beckham, su
actuación ha sido muy criticada
en los pasados dos años, sin
embargo, usted lo apoya
firmemente. ¿Cuáles son sus
principales cualidades?
Eriksson: David es un futbolista
extremadamente habilidoso, y su pierna
derecha es la mejor del mundo. Es el
número uno para centros, pases largos y
cortos, tiros libres y saques de esquina.
Además, es un jugador polivalente. Sabe
defender, tiene dos infatigables pulmones
para subir y bajar constantemente durante
90 minutos, es una personalidad exuberante y un gran capitán.
¿Será Beckham su capitán en
Alemania? ¿Y apreciaremos lo
mejor de él en el Mundial?
Eriksson: Beckham será el capitán de
Inglaterra en Alemania, y no tengo la más
mínima intención de nombrar a ningún
otro. Es muy tranquilo en los vestuarios,
y cuando habla todos le escuchan. Y eso
es bueno. No obstante, tenemos varios
buenos capitanes en nuestro elenco:
John Terry es un gran líder y es el capitán
del Chelsea, Steven Gerrard es el capitán
del Liverpool, etc. Sí, creo que verán lo
mejor de Beckham en Alemania. Está
jugando muy bien en el Real Madrid,
y estoy convencido de que varios de
nuestros jugadores están preparados
para hacer gala de un buen fútbol este
verano.
¿Puede el mundo esperar algo
especial de Wayne Rooney
durante la Copa Mundial 2006?
de 20 años. Rooney puede convertirse en
una gran estrella en 2006.
Usted asumió su cargo actual
en 2001. ¿Cómo se siente ser el
entrenador de Inglaterra?
Eriksson: Me fascina – ¡aunque
no cuando se pierde contra Irlanda del
Norte! – y estoy muy orgulloso de mi
trabajo. A veces me critican, pero la gran
diferencia reside en el hecho que en el
fútbol de clubes tienes 50 ó 60 mil hinchas, mientras que Inglaterra tiene quizás
10 millones. No me arrepiento de haber
aceptado el trabajo. Nunca.
Se le ha criticado severamente
en ciertas ocasiones, principalmente los medios, después de
actuaciones decepcionantes.
Debe doler, ¿verdad?
Eriksson: No. A veces se suelen
pasar, pero aprendí muy pronto cuando
llegué aquí que uno no debe darle importancia a lo que diga o escriba la gente, pues
si no, no duermes. Hay que preparar a la
familia para que no lea las críticas, y yo
prácticamente no abro los periódicos.
Eriksson: Es un jugador extraordinario, uno de los mejores que jamás haya
dirigido. Wayne acaba de cumplir apenas
20 años y ya ha integrado 23 veces la
selección nacional, lo cual es increíble.
Pienso que ni siquiera Pelé había llegado
a tantos partidos internacionales a la edad
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Lo único que no podemos
controlar es nuestra pasión
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ENTREVISTA
Algunas de las críticas han sido
muy personales, particularmente
después de la reciente derrota
de Inglaterra contra Irlanda del
Norte. ¿Ha pensado alguna vez en
retirarse?
Eriksson: ¡No, nunca! Lo haría
únicamente por motivos futbolísticos,
pero nunca por las críticas. Para todo
seleccionador nacional es importante
contar con el apoyo del presidente, de la
asociación y de los jugadores; y si ello se
derrumba, entonces todo ha terminado.
Sin embargo, ese no es el caso.
Su vida personal ha sido muy
censurada por los medios ingleses.
¿Le ha ayudado algo su época de
entrenador en Italia para encarar
este fenómeno?
Eriksson: Sí, sin duda alguna. Estuve
13 años en Italia y también allí te critican
los medios. Sin embargo, allí es diferente.
No te atacan personalmente. Te atacan por
tus conceptos tácticos o por la alineación
equivocada, pero nunca lo mezclan con
cosas personales. Me he encontrado con
antiguos directores técnicos de Inglaterra
como Graham Taylor, Sir Bobby Robson,
Glenn Hoddle y Kevin Keegan, y todos
fueron tratados de forma similar.
¿La crítica y la intrusión en la
vida privada le quitan placer a su
trabajo?
Eriksson: No, para nada. Vengo
viajando por todo el país durante cuatro
años y medio y, para ser honesto, no he
escuchado a ningún aficionado decir algo
negativo. Por el contrario, la gente dice:
“No lo lea, no escuche lo que dicen y no
se deje arrollar por ellos. Llévenos únicamente a la Copa Mundial”.
sven-goran
eriksson
“Me gustaría
volver al fútbol
de clubes”
Fecha de nacimiento: 5 de febrero de 1948 en Sunne (Suecia).
Nacionalidad: sueca
Carrera de jugador: hasta 1971: Torsby IF (5ª división). 1971–1973:
SK Sifhälla (3ª división). 1973–1975: KB Karlskoga (2ª división).
Carrera de entrenador: 1976: Degerfors IF (entrenador asistente).
1977–1978: Degerfors IF (entrenador jefe). 1979–1982: IFK Gothenburg. 1982–1984: Benfica. 1984–1987: Roma. 1987–1989: Fiorentina.
1989–1992: Benfica. 1992–1997: Sampdoria. 1997–2000: Lazio. Desde
2001: Inglaterra.
Palmarés como entrenador: campeón sueco (1981), ganador de
la copa sueca (1979, 1982), campeón portugués (1983, 1984, 1991),
ganador de la copa portuguesa (1983), ganador de la copa italiana
(1986, 1994, 1998, 2000), campeón italiano (2000), ganador de la
supercopa italiana (1998), ganador de la Copa de la UEFA (1992),
ganador de la Copa de Ganadores de Copa de la UEFA (1999), ganador
de la Supercopa de la UEFA (1999). Condujo a Inglaterra a cuartos de
final en la Copa Mundial 2002 y en el EURO 2004.
Varios: Numerosas fuentes citan a Eriksson como el entrenador mejor
pagado del mundo, con un salario anual de alrededor de 6 millones de
euros. Es el primer director técnico extranjero de la selección nacional
inglesa. Eriksson posee inmuebles en Suecia, Portugal, Italia e Inglaterra,
Datos del 10 de noviembre de 2005
y gusta de la prosa tibetana.
¿Cuál fue su mejor momento
como entrenador de Inglaterra, y
cuál el más decepcionante?
Finalmente, ¿lo veremos dirigiendo a un equipo de club algún
día?
Eriksson: Lo mejor fue ganarle a
Alemania en 2001. De alguna manera, eso
fue irreal. No se puede ir simplemente a
Alemania y ganar por 5 a 1, nadie lo puede
hacer. Sin embargo, fue una de esas noches
en las que todo salió a la perfección para
nosotros y todo mal para los alemanes.
La derrota de Argentina por 1 a 0 en el
Mundial 2002 fue igualmente un gran
momento. Tácticamente, jugamos un
partido fenomenal, y el informe de la FIFA
revela que fue la mejor actuación táctica
de toda la competición, lo cual me halaga
mucho. Mi mayor decepción fue el gol que
concedimos ante Brasil al filo del descanso
en cuartos de final del Mundial 2002.
Eriksson: Tengo un contrato con
Inglaterra hasta junio de 2008. Después
de ello, me gustaría volver al fútbol de
clubes antes de jubilarme. Lo único que
me falta en el trabajo actual es el contacto
diario con los jugadores, pues no estás
regularmente en la cancha. Ahora ya
me he acostumbrado, pero al comienzo
fue muy difícil. No tengo ningún país
determinado en mente, pero me gustaría seguir en el fútbol de elite el mayor
tiempo posible. No me importa vivir en
cualquier parte mientras disponga de un
buen equipo, sin embargo, en el fútbol
nunca se sabe cuándo y dónde se recibirá
una oferta.
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magazine
Togo
Un cuento
de hadas africano
Togo enarbolará muy pronto la bandera de África en la máxima fiesta
del fútbol, la Copa Mundial de la FIFA 2006 y es casi seguro que, tal
como lo hizo en la lucha por la clasificación, la pequeña nación de cinco
millones de habitantes tratará de sorprender a todos en Alemania.
A
POR ADEMOLA OLAJIRE
l final de la carrera africana con destino a la Copa
Mundial de la FIFA 2006,
las selecciones de Togo, Angola, Costa
de Marfil, Ghana y Túnez se apoderaron
de las plazas adjudicadas a África para el
supremo torneo de este año. Aunque las
primeras cuatro escuadras tuvieron que
abrirse paso arduamente para alcanzar
su debut en el gran escenario, fue realmente la clasificación de Togo la que se
convirtió en un verdadero cuento de
hadas. Hace sólo dos años, los Gavilanes, apodo de la selección togolesa, no
pudieron ir siquiera a la Copa Africana
de Naciones (CAN) en Túnez tras los
magros resultados obtenidos en las eliminatorias.
El país tampoco figuraba entre los
100 primeros de la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola y algunos nombres
como Sheyi Adebayor, Adekanmi Olufade y Cherif Maman Toure no se escuchaban más allá de sus fronteras. Incluso
Stephen Keshi, quien encabezó la monumental campaña del equipo, era simplemente un comentador en la CAN 2004.
Sin embargo, 16 meses es mucho
tiempo en el fútbol internacional. En
junio de 2004 se aclamó al entrenador
Keshi y a sus pupilos por haber jugado
pasablemente cuando perdieron por 1-0
frente a Zambia en el partido inaugural
de las eliminatorias conjuntas de la Copa
Mundial y la CAN, pero en octubre de
2005, nadie dudó que Togo vencería a
los Diablos Rojos del Congo en su último partido clasificatorio en Brazzaville
antes de partir hacia Alemania.
Primer contacto
En poco más de un año, Togo ha ascendido de la posición 99 al puesto 49 en
la tabla mundial de octubre de 2005. En
África se encuentran con todo derecho
en la novena plaza y ocuparán un lugar
entre la elite del continente en la CAN a
principios de este año en Egipto.
La conexión nigeriana
La historia del éxito de Togo en los
últimos meses no puede contarse sin
mencionar la influencia de Nigeria,
cuyas Superáguilas verán desde casa
la Copa Mundial de la FIFA, mientras
los Gavilanes vuelan con rumbo a
Alemania.
Además de Keshi, al menos una media
docena de los mejores jugadores
de Togo mantienen relaciones con
Nigeria. El astro atacante Emmanuel
Sheyi Adebayor es natural de Ejibo
en el Estado de Osun, al suroeste de
Nigeria. “Mis padres son del Estado
Osun, pero yo he estado en Nigeria
una sola vez. Nací aquí [en Togo] y he
viajado entre Togo y Francia toda mi
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enero 2006
vida. Mi padre negocia con divisas y
mi madre es comerciante en Lome”,
dice el larguirucho goleador. En su
única visita a Nigeria, alguien lo llevó al
campamento del equipo sub-17, pero
no se le consideró suficientemente
bueno. “A algunos de nosotros no se
nos dio la oportunidad de mostrar lo
que podíamos”, recuerda Adebayor.
Otro delantero, Adekanmi Olufade,
proviene de Shagamu, que también se
localiza en el Estado Osun. Adekanmi
jugó con el Charleroi en Bélgica, pero
ahora se gana el pan con el Al Sailiya
en Qatar. Olufade: “Yo soy de Nigeria. Se ve en mi nombre, pero estoy
contento jugando en la selección
nacional togolesa, porque mis padres
viven aquí, y Togo se ha convertido
en mi hogar.
El zaguero derecho Emmanuel Mathias
no nació en Togo, sino en Kaduna,
Nigeria. “Jugué con los BCC Lions
antes de abandonar Nigeria para
entrar al Etoile Filante en Togo. Luego
se me invitó a la selección nacional”
explica Mathias. Los otros nigerianos
“expatriados” de Nigeria son Djima
Oyawole (Estado Osun), Haliru Audu
(norte de Nigeria) y Kola Ikugbade
(suroeste de Nigeria).
Así que, gracias a Togo, Nigeria tendrá,
después de todo, una representación
en la Copa Mundial de la FIFA 2006.
años (1983 – 1994). Su dinámica carrera
lo llevó al gran club belga Anderlecht y
al cuadro francés Racing Strasbourg. Sus
logros internacionales le aportaron una
medalla de oro, dos de plata y una de
bronce en la CAN, y conquistó fama y
fortuna en todo el mundo.
Como entrenador, Keshi adquirió experiencia con Malaisia antes de asistir
al entrenador holandés de Nigeria Jo
Bonfrere en la CAN 2000, torneo organizado conjuntamente por Nigeria y
Ghana. Las Superáguilas perdieron en
el lanzamiento de penales frente a Ca-
merún en la final disputada en Lagos, y
tras algunas diferencias con Bonfrere, se
le solicitó hacerse cargo de la selección
nacional sub-20.
Dos meses más tarde, Bonfrere fue
despedido en el momento en que parecía tambalear la campaña nigeriana por
la Copa Mundial 2002, y se recurrió a
Keshi para que colaborase con Shaibu
Amodu y con otro ex internacional, Joe
Erico. El equipo se concentró en alcanzar
el torneo en Corea y en Japón y ganó sus
últimos tres encuentros, pero tras
asegurar la tercera plaza
Foto: Getty Images
Gran parte del éxito del equipo se
debe sin duda a Keshi, uno de los mejores jugadores nigerianos de la historia,
quien colaboró como locutor de la BBC
en la 24ª CAN de 2004 en Túnez. “Aún
veo si puedo conseguir un contrato”,
dijo a los periodistas, y, aunque no lo
sepa, estuvo a punto de conseguir uno
como tesorero de la Asociación de Fútbol de Togo (FTF), ya que Edjoe Adjete
lo tenía en la mira.
Keshi partió de Túnez llevando bajo
el brazo una oferta de Togo, y dos meses
más tarde se desplazó de su residencia
en San Francisco a Lome para estampar
su firma.
Como jugador, Keshi trabajó
duramente para llegar a capitanear la selección
nacional mayor
durante 11
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magazine
Togo
El Presidente
de Togo Faure
Gnassingbé en la
toma de posesión
del cargo. – Yao
Senaya (nº 18) en un
mano a mano con
un rival liberiano.
de la CAN en Malí a comienzos de 2002,
se prescindió de los servicios del trío.
“Pasé malos ratos en Nigeria porque
los administradores buscaron la manera
de interferir constantemente con la selección del equipo y por otras cosas. Cuando
llegué a Togo, me dijeron lo que deseaban
y me dieron todo lo que necesitaba para
trabajar. Nadie se mete en mis asuntos
en Togo”, comenta Keshi. “No firmé un
contrato con condiciones. No se ejerció
presión en los jugadores o en mí para que
nos clasificáramos para una competición.
Eso fue lo que marcó la diferencia. Nos
sentíamos relajados, y ahora sé que es
bueno jugar cuando te sientes relajado”.
Sin embargo, al comienzo se enfrenta
a una tarea muy difícil. La FTF no impuso obligaciones a los jugadores o al entrenador, ya que los Gavilanes estaban en
el mismo grupo que Senegal (cuadro que
alcanzó los cuartos de final en el Mundial
de 2002), Malí (semifinalistas en la CAN
de 2004) y los equipos sorpresa de las eliminatorias del 2002, Liberia, los Diablos
Rojos del Congo y Zambia.
Golpe de fortuna
Muchos contaban con la derrota de
Keshi y su equipo en su segundo encuentro en casa contra Senegal. “Nadie confiaba en nosotros. Algunos decían que definitivamente perderíamos porque Senegal
tenía a jugadores como El Hadji Diouf,
Henri Camara, Salif Diao, Pape Bouba
Diop y otros”, comenta Keshi. Pero el 20
de junio de 2004, Togo logró una convincente victoria por 3-1 en su nuevo hogar,
el estadio Kegue, con un aforo de 30,000
plazas, en las afueras de Lome.
El 5 de febrero de 2005 murió repentinamente el Presidente de Togo Gnassingbé Eyadéma, quien había regido con
mano de hierro la diminuta nación de
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enero 2006
África occidental durante 38 años. Sobrevino entonces un periodo de turbulencia
política y el fútbol pasó a un segundo
plano. Transcurrido un tiempo, el hijo
mayor de Eyadéma, Faure, fue designado
como nuevo líder del país.
A los Gavilanes les favoreció el hecho
de que la familia Gnassingbé siguiera en
el poder, sobre todo porque el Presidente
de la FTF, Rock Gnassingbé, es hermano de Faure. Así, no se presentó ningún
contratiempo en los preparativos para el
partido como visitantes contra Malí.
Los especialistas que analizaron el
triunfo de Togo en la clasificación a Alemania señalan como momento crucial la
victoria como visitantes en Malí. “Fuimos
buscando un empate, porque era lo que
había conseguido Senegal, pero se presentó la oportunidad de ganar, y la aprovechamos”, recuerda Keshi. Malí mantuvo
su ventaja por 1-0 durante casi todo el
partido, pero Mamam Cherif Toure y
Moustapha Salifoi rescataron con sendos
goles los tres puntos para Togo.
En circunstancias normales, los togoleses no habrían festejado la victoria, por-
que en ese mismo fin de semana Senegal
había arrasado a Liberia 6-1 y Zambia se
había impuesto a Congo 2-0 en Chililabombue.
Sin embargo, Keshi comenta: “No fue
como si nos hubiéramos clasificado para
la Copa Africana de Naciones o la Copa
Mundial, pero el triunfo como visitantes frente Malí nos dio la confianza que
nunca habíamos tenido, y a partir de ese
momento, no pensamos que cualquier
otro equipo del grupo fuese superior a
nosotros”.
Los dos partidos siguientes fueron
contra sus principales rivales, Zambia y
Senegal. El 5 de junio, el legendario Kalusha Bwalya y sus Chipolopolo (Balas)
fueron derrotados por 4-1 en el estadio
Kegue, y los zambianos se quedaron tres
puntos atrás de sus rivales menos famosos. El mismo día, Senegal sólo consiguió
un empate en el Congo. Este resultado
catapultó a Togo a la cima del grupo. En
la octava jornada se obtuvo un empate a
2 frente a Senegal en Dakar. Con ello,
los Gavilanes no sólo se distanciaron por
puntos, sino que también pudieron bene-
Los aficionados celebran la
primera clasificación al Mundial de
Togo. – El entrenador nacional de
Togo Stephen Keshi.
Fotos: Keystone (3)/Reuters/Getty Images
ficiarse de la disposición de la FIFA sobre
los enfrentamientos directos en caso de
que ambas selecciones terminaran con el
mismo número de puntos. Todo lo que
necesitaba Togo para ir al Mundial era
ganar sus dos últimos partidos.
El partidazo
“Cuando regresamos de Senegal, vimos escenas conmovedoras. Había una
aglomeración a lo largo de la carretera al
aeropuerto y mi escolta militar tuvo que
retirar a las personas porque era imposible dar cabida a todos. Me enterneció que
mucha gente humilde había cosido ropa
para mí”, comenta Keshi.
En la siguiente jornada, Senegal hizo
un gran favor al equipo de Keshi al derrotar a Zambia como visitante, y 24 horas
más tarde Togo cantaba victoria frente a
Liberia con un 3-0. Había llegado la hora
de la verdad para los Gavilanes de Togo y
los Leones de Senegal. “Fuimos al Congo
por un triunfo, y no por un empate. Ese
fue un partidazo, el mejor encuentro en
la historia del fútbol togolés. Nuestra entrega fue total”.
Al igual que Zambia, Togo triunfó por
3-2 en Brazzaville y reservó su lugar en
el Mundial. “Nos cuesta mucho aceptarlo, pero debemos felicitar a los togoleses
porque realmente se merecen su clasifica-
ción”, admitió el entrenador asistente de
Senegal Amara Traore.
“Somos una familia”
“No nos clasificamos por casualidad”,
insiste Eric Aroto, una pieza clave del
equipo togolés. “La merecemos y no seremos los chivos expiatorios de nadie en
Egipto o en Alemania. Durante las eliminatorias, el Gobierno se preocupó de
nuestro bienestar y aumentó regularmente nuestras bonificaciones. Esto ayudó a
mejorar nuestra actuación”.
Como nigeriano, Keshi sabe lo que es
la disciplina. En 1985, Keshi, entonces
capitán de equipo, y cuatro jugadores
más, fueron suspendidos de la selección
nacional A por el ministro de Deporte
tras no haber llegado a tiempo a una concentración. Desde ese día, Keshi se juró
a sí mismo que algo así no volvería a suceder, y como entrenador de la selección
nacional de Togo ha exigido una disciplina absoluta a todos sus jugadores.
“Por esta razón hemos alcanzado el lugar que tenemos. Todos son iguales en el
equipo. Adebayor estuvo en el banquillo
al comienzo de los partidos, y yo siempre
trato de evitar cualquier exceso. No tengo
“estrellas” en este equipo. Todos son estrellas y trabajadores. Somos una familia”,
recalca el entrenador de 43 años.
“Keshi es maravilloso y un monumento”, dice sonriendo el tesorero de la FTF
Edjoe Adjete, y Akoto, un centrocampista que juega con el Austria Viena, asiente presto: “Keshi pone énfasis en la unidad
y la disciplina, y debe llevarse la mayor parte del crédito de nuestro progreso”. Keshi
también se toma a pecho el bienestar de
sus jugadores. “Antes de que viniera Keshi,
nuestras bonificaciones por victoria no eran
nada”, explica Adekanmi Olufade. “Pero
él obtuvo un incremento de un 500 por
ciento y ahora estamos muy satisfechos”.
Cada jugador ganó casi 4 mil dólares
por el decisivo empate como visitantes
en Senegal, así como unos 6 mil dólares
por la victoria frente al Congo que confirmó su sitio en Alemania.
Casualmente, el ariete estrella Adebayor
saltó a la fama con otro joven entrenador,
Didier Deschamps, en el AS Mónaco en
Francia. Con 10 goles en su haber, Adebayor finalizó como máximo goleador de
la zona africana. Antes de Adebayor, los
futbolistas togoleses más conocidos eran
el delantero Bachirou Salou (quien jugó
toda su carrera en clubes alemanes) y el
defensa Tadjou Saliou (quien jugó con el
Servette en Suiza). Los hinchas togoleses
esperan que las hazañas de sus héroes en
Alemania 2006 lancen al estrellato varios
nombres de los Gavilanes.
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