Cuenta tu historia «No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído» Hechos 4:20 (NVI) El Evangelio de Marcos ESCUCHEMOS y EXPERIMENTEMOS la historia de Jesús El secreto mesiánico Un tema común en el Evangelio de Marcos es el que conocemos como «El secreto mesiánico». Es aquí donde vemos a Jesús diciéndole a la gente: «Mira, no se lo digas a nadie». Quienes investiguen un poco descubrirán muchas explicaciones y teorías acerca de este secreto, pero se verá en serios apuros para encontrar un acuerdo general en su propósito. Algunos eruditos llaman la atención al hecho de que Jesús nunca dijo que era el mesías, y sugieren que tal vez él no lo supo sino hasta su resurrección. Piensan que este conocimiento acerca de su persona le hubiera impedido ser plenamente humano. Otros ven este tema a la luz de la estructura general del evangelio. Jesús enseña en parábolas y usa términos con significados múltiples para referirse a sí mismo y al reino de Dios. Dice que este secreto y privacidad se ajustan a la personalidad misteriosa de Jesús. La doctora Mitzi Minor* en su libro The Spirituality of Mark: Responding to God [La espiritualidad de Marcos: Respuesta a Dios], trata la diferenciación entre las respuestas auténticas e inauténticas a Jesús. Ya que consideramos el elemento de historia relacionado con el secreto mesiánico, creo que la autenticidad es un buen tema para comenzar. Los evangelios nos narran la vida, la muerte y la resurrección de Jesús. La mayoría de los textos nos hablan de la vida de Jesús. Jesús pudo haber sido asesinado a los dos años de edad si su único propósito hubiera sido el de morir y ser levantado de la muerte, pero en su lugar vivió hasta llegar a ser un hombre que comió, bebió, enseñó, sanó, oró y dio testimonio de las palabras de los profetas. Demasiado enfoque en su identidad como el Hijo de Dios pudiera menguar su misión en el mundo; podría impedirnos escuchar la historia de Jesús. Aunque sabemos ahora de la doble naturaleza de Jesús, es importante que veamos en el Jesús histórico al hombre que participó en la vida en la tierra y fue obediente a la voluntad de Dios, como así lo hizo. De igual modo, deberíamos nosotros luchar por hacer lo mismo. Jesús modeló la vida cristiana para que siguiéramos su ejemplo. Si así lo creemos, no podemos decir que esta clase de vida solo es posible para quien es divino. El secreto mesiánico, entretejido a lo largo del evangelio de Marcos, permite hacer énfasis en la divinidad de Jesús solo cuando es crucificado, y el centurión descubre y dice: «¡Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios!» (Marcos 15”39). Si bien se trata de una gran historia para contar, ¡muchas historias maravillosas de Jesús aparecen antes de que esta suceda! Estudio bíblico 2013 El Evangelio de Marcos ESCUCHEMOS a otras personas que cuentan la historia de Jesús en sus vidas Los que conocen a Jesús, los que saben la historia de Jesús que ha marcado un impacto en sus vidas, ven a Jesús con ojos abiertos. Cuando Jesús transforma la visión de una persona, esta tiene una historia auténtica que contar. Para otros, incluso los que están en la iglesia, que conocen acerca de Jesús, también tienen historias que contar. Pero estas historias no siempre son auténticas, y no serán un testimonio poderoso del Evangelio de Jesucristo. Así como en el Evangelio de Marcos, los que quieren estar cerca de Jesús no siempre lo ven como él es en verdad. Un buen lugar para buscar las historias auténticas de otras personas es con los adolescentes y jóvenes adultos. Los pequeños siempre dicen las cosas más dulces de Jesús; a menudo, parece que tienen sus corazones bien abiertos y aceptan a Jesús sin reserva. Cuando crecen un poquito, esa admiración maravillosa acerca de Jesús se desvanece un poco mientras se apoyan en la fe de sus familias y de los que están en la iglesia. Pero llega el día, un día en el que reclaman que su fe es la propia de ellos. De alguna manera tienen un encuentro en sus vidas con Jesús, viven una experiencia transformadora y hacen profesión pública de fe. Dicen: «Hoy esta es MI historia, no la historia de mis padres». Estas son las historias que necesitamos oír. En vez de simplemente formularles las preguntas estándares ante la iglesia, ¿habrá manera de que dejemos que comuniquen sus historias de transformación? Estas historias auténticas fortalecen nuestra comunidad, nos dan esperanza e inspiran a otros que tal vez estén en el valle en un momento dado. Estas historias poderosas ayudan a remover las escamas de los ojos de otros, para que así ellos puedan también ver a Jesús tal como él es en verdad. DESCUBRAMOS nuestra historia y APRENDAMOS a contarla Descubrir a Cristo no es siempre una experiencia de conversión a manera de un rayo que cae veloz y que nos presenta con claridad una vida vieja y una vida nueva totalmente diferente. Para algunos, la vida de un creyente puede ser un continuo volverse a Cristo. Habrá quienes tengan experiencias dramáticas de Cristo, pero para los que no, sus historias no tienen que ser por eso menos extraordinarias. Trate cada una de identificar estos momentos en la vida en los que la visión que tenías cambió. ¿Recuerdas alguna ocasión en particular en tu vida en la que sabes que Dios obró directamente en ti, o por medio de otra persona o situación para cambiar tu visión? ¿De qué manera este cambio de visión te acercó a Dios? ¿Despertaste un día, simplemente para «ver» un problema de manera diferente que te trajo paz? A veces la gente es reacia a confiar en esa clase de visión. Escuchar nuestras historias auténticas ayuda a otras personas a dejar atrás esa renuencia y estar más dispuestas a seguir el llamamiento de Dios a una vida abundante. En pequeños grupos, cuenten algunas historias de sus propias vidas, y los cambios que tal vez hayan visto en otras personas del grupo. Háganse preguntas entre sí para concretar la historia. Estudio bíblico 2013 El Evangelio de Marcos REFLEXIONEMOS y CONTÉMOSLE al mundo la historia de Jesús ¡El tiempo para mantener en secreto la identidad de Jesús como Hijo de Dios ha pasado! No obstante, la vida del Jesús histórico no es menos importante. ¿Qué nos quiere decir Jesús de su historia, y a quién hemos de decírsela nosotras? Una vez que hayamos creado nuestras historias auténticas, debemos contársela a la gente que tiene «oídos para oír». ¿Quién es esa gente? A veces contar nuestras historias auténticas significa señalar las respuestas inauténticas a la historia de Jesús. Por ejemplo, alguien se refiere al regalo de Dios de una casa de oración (Marcos 11:12-25). La respuesta inauténtica a este regalo es maliciosa. La envidia lleva a la violencia y a la muerte. Los que tenían poder en la iglesia estaban utilizando el regalo de Dios para satisfacer sus propósitos de excluir a algunos y oprimir a otros. La respuesta auténtica a este regalo incluye encender una luz que brille sobre aquellos que usarían el regalo de Dios con fines maliciosos. Una respuesta auténtica también significa crear un ejemplo alternativo de gratitud e inclusión para contrarrestar la respuesta maliciosa. Cuando utilizamos la iglesia como un lugar donde todos son acogidos amorosamente, donde todos encuentran perdón, inclusión y amor, transformamos nuestra propia visión de la iglesia. Transformamos la visión de la iglesia que otros tienen. Todos nos hacemos responsables y proporcionamos un ambiente propicio donde cada uno puede encontrar su propia respuesta auténtica al regalo de Dios de la iglesia. Oración final Dios amante, gracias por enviarnos a Jesucristo para que viviera entre nosotros y nos enseñara a cómo ser tus hijos. Te pedimos visión para verlo así más claramente. Te pedimos valor para contar la historia de Jesús mientras contamos nuestras propias historias. Danos oídos para oír y ojos para ver, y ayúdanos a ser siempre intencionales y auténticos cuando hablamos del amor que es Cristo en nuestras vidas. Amén. *Fuente: Minor, Dr. Mitzi. The Spirituality of Mark: Responding to God. Louisville: WJK, 1996. Estudio bíblico 2013 El Evangelio de Marcos