música para la comprensión de contextos y vidas (24331)

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Música… para la comprensión de contextos y
vidas
POR
LEIDY VIVIANA RENDÓN CASTRILLÓN
La música tras la Segunda Guerra Mundial, pasó a formar parte del mercado destinado
a la juventud. Sin embargo, no es por ello una simple mercancía, ya que es un asunto
cultural que por un lado, ayuda a percibir el mundo y, por otro, establece una forma de
expresión.
El gestor cultural por su parte, encontrándose al tanto de esta noción, motivado por la
inquietud y el interés en la cultura y las maneras de expresión social, cuya profesión
lleva con sigo una amplia base de conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y
aptitudes en cultura, promotora de democracia cultural, de
fortalecimiento de
identidades; puede hacer uso de ésta herramienta para comprender y conocer un
determinado grupo o comunidad, y así, promover, incentivar, diseñar y/o realizar
proyectos culturales, relacionados con la manera en que las comunidades, o algunos
sectores juveniles, perciben el mundo, lo narran y lo viven.
Ahora bien, “(…) la música es un producto social y como tal quedará determinada por
el contexto. De forma que los gustos musicales no son libres, sino que están
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condicionados y adquirirán su sentido en el contexto social en el que tienen lugar a
partir de los procesos de interacción producidos en su seno y teniendo en cuenta los
condicionantes sociales de cada uno de los actores que participan de estas
interacciones” 1
En Medellín por ejemplo, el Rap (hip-hop) llega a finales de los años 80s, se difunde
en los barrios populares donde los jóvenes lo interpretan para contar historias sobre
sus barrios y la realidad que les ha correspondido vivir. Desde entonces, este género
no solo ha derivado en cultura urbana, sino también en un recurso de expresión
individual y colectiva.
La actividad musical entonces, como recurso para la comprensión de las diferentes
interacciones sociales y de conocimiento de contextos y vidas, aporta al gestor cultural,
una herramienta precisa en dónde se puede comprender cómo una determinada
cultura se expresa a través del sonido, dándole cabida por supuesto, a diferentes
géneros, estilos, etc. La diversidad de las preferencias musicales, describen vivencias y
contextos.
En los procesos de construcción de conocimiento, un gestor cultural es un sujeto atento
y creativo, consciente de que las interacciones entre las personas son
siempre
dinámicas, y dependen de la manera como se constituyen los grupos humanos y de
sus características particulares, por ende, su intervención depende de lo que perciba y
sustraiga de los contenidos de estas manifestaciones artísticas a través de la música.
1
Jaime Hormigos y Antonio Martín Cabello. La construcción de la identidad juvenil a través de la música.
Universidad Rey Juan Carlos. Disponible en
http://www.insumisos.com/lecturasinsumisas/Construccion%20de%20la%20identidad%20juvenil%20%20y%20la%
20musica.pdf
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En una intervención donde se utilice la musicalidad como medio de exploración y
conocimiento, ha de tenerse en cuenta que éste instrumento puede proporcionar
además, resultados y aportes individuales y sociales como: mejora en la confianza
de
los participantes, incita al compromiso, al dinamismo en las actividades de campo, al
entusiasmo, y a la identificación con la actividad que se ejecute.
Retomando el ejemplo de Hip Hop, “(…) el hip hop no es sólo una estética sino,
además, una filosofía de vida, en la que los jóvenes que se adscriben a este fenómeno
músico–cultural, adquieren compromisos con los sistemas de valores e ideologías que
comparten entre sí. La música es la fuerza creativa y generadora de las culturas
juveniles, pues entre escuchar y hacer música, está en juego la capacidad creadora de
cada joven y, a la vez, la vinculación y reconocimiento grupal.”2
Para los jóvenes de algunos barrios de Medellín, la cultura del Hip Hop se enmarca en
una especie de resistencia social, en dónde se develan sus posiciones críticas,
políticas y de inconformismo con el medio, el estado, los gobiernos; y también como
recurso para contar sus desdichas, tristezas, falta de oportunidades entre otras.
Es así como la música se convierte en un medio de comunicación y expresión de
historias que contienen unas vivencias y contextos diferenciados, a su vez, refleja
identidad, esto, debido a que a través de ella, se bosqueja una sociedad determinada.
La música es una práctica de la identidad en la cual se instituyen ideas, valores y
pertenencias sociales.
2
Garcés, Montoya. etnografías vitales: música e identidades juveniles. hip hop en Medellín. Universidad de
Medellín. Disponible en http://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/folios/article/viewFile/6436/5906
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Así pues, la música es un instrumento comunicativo que puede describir conceptos,
sensaciones, lugares, situaciones, entre otras, por lo cual ha sido en las diversas
culturas un agente de socialización que describe las singularidades sobre cómo se
relacionan unos con otros en el mundo.
Para concluir entonces, la música en general, y en especial la música que se construye
por grupos específicos, vinculada con los actores sociales rurales y urbanos, es fuente
de interés para el gestor cultural, para el estudio de las culturas desde una perspectiva
profunda, es decir, teniendo en cuenta la fuente directa, al individuo y los colectivos,
creadores de sus músicas y de sus respectivas narrativas. En cuyo contenido, se
escribe y se describe la vida en sí misma.
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