Nº46 • Empleo e Ingresos Seguridad Social, Trabajo No Registrado

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Nota Técnica N° 46
Empleo
e Ingresos
Seguridad Social
Trabajo No Registrado
y Políticas
de Regularización
del Empleo
Participaron en esta Nota Técnica
Juliana Persia, Mara Ruiz Malec
e Isidoro Sorokin
Secretaría de Política Económica
y Planificación del Desarrollo
Subsecretaría de Programación
Macroeconómica
Nota Técnica correspondiente
al Informe Económico N° 76
del Segundo Trimestre de 2011
Empleo e Ingresos
Seguridad Social, Trabajo No Registrado
y Políticas de Regularización del Empleo
Participaron en la elaboración de esta Nota Técnica:
Juliana Persia, Mara Ruiz Malec e Isidoro Sorokin
no contributivo que amparaban en estas economías a gran parte de la población, dependiente de ingresos obtenidos en el sector informal. En la actualidad, y según datos de la
OIT (2011b), sólo el 26% de la población mundial en edad de trabajar está efectivamente
cubierta por regímenes contributivos de pensiones de vejez.
1. Introducción
El desarrollo de sistemas formales de seguridad social significó un paso importante en la
evolución de las sociedades humanas. Aunque
siempre existieron mecanismos comunitarios
de protección social –frente a la enfermedad,
la vejez y la muerte- Alemania fue el primer
país que adoptó un sistema de seguro social
contributivo para el empleo industrial, reconocido en la legislación en 1880 (OIT, 2011a). Posteriormente, durante la Segunda Guerra Mundial y la posguerra se realizaron importantes
mejoras influidas por el Informe de Beveridge
(publicado en el Reino Unido en 1942) que
planteó como objetivo la extensión del derecho a la seguridad social a todos los miembros
de la sociedad (ANSES, 2011 a).
En la Argentina, luego de un cuarto de siglo de
tendencias regresivas en los indicadores laborales y de la seguridad social, se asistió desde
2003 a un proceso de mejora en el acceso al
empleo de calidad y de ampliación de la cobertura previsional. Esto fue impulsado por el
dinamismo del mercado de trabajo y por políticas orientadas a favorecer el crecimiento del
empleo registrado, así como por medidas específicas de inclusión previsional1. Más recientemente, la implementación de la Asignación
Universal por Hijo (AUH), significó otro cambio
sustantivo en las políticas sociales, al extender
el derecho a las asignaciones familiares, a los
hijos de trabajadores informales o carentes de
empleo (Roca, 2011).
A pesar de las propuestas de universalización,
la mayor parte de los sistemas de seguridad
social mantuvieron su naturaleza contributiva
y su base en el empleo “típico”, es decir, aquel
caracterizado como un contrato por tiempo
indeterminado, con garantía legal de estabilidad, registrado y a tiempo completo. Por fuera
de este esquema, la población solo encontraba
resguardo en los dispositivos de la asistencia
social, como los hospitales o los hogares de
ancianos públicos, financiados generalmente
con impuestos.
Entre fines de 2003 y 2010 se adicionaron 3,3
millones de nuevos aportantes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), un incremento superior al 55%. Desde 2005 a la actualidad se registraron 2,5 millones de altas en el
sistema previsional público por moratorias relacionadas con la jubilación anticipada y deudas de aportes y 3,5 millones de nuevos niños
y adolescentes accedieron a la AUH (ANSES,
2011 b).
A partir de mediados de los setenta la flexibilización laboral y la precarización del empleo
en los países industrializados afectaron la cobertura de la previsión social. En los países en
vías de desarrollo (donde aún no se había generalizado el empleo típico ni, por extensión,
la seguridad social), estas tendencias redujeron aún más las cuotas de población cubierta. A su vez, los ajustes fiscales afectaron el
financiamiento de las prestaciones de origen
A pesar de estos logros, todavía un 38% de los
ocupados urbanos del país no está registrado
ante la Seguridad Social, lo que impacta negativamente sobre el bienestar actual y futuro
de las personas, y también sobre las cuentas
1 Plan de Inclusión Previsional, Ley N° 25.994 y Decreto 1454/05 que reglamenta la Ley Nº24.476.
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Informe Económico N° 76 Segundo Trimestre de 2011
si existen aportes y contribuciones sobre las
remuneraciones e ingresos obtenidos a través
del trabajo2.
fiscales. La presente Nota Técnica contribuye
a elaborar un diagnóstico sobre la situación
en materia de inclusión previsional en nuestro
país, analizando los segmentos del mercado
de trabajo todavía no alcanzados por las políticas de registración del empleo. En la Sección 2 se reseña la configuración del sistema
de seguridad social y las particularidades de
los diferentes regímenes vigentes. En la Sección 3 se brinda un panorama cuantitativo sobre la incidencia del empleo no registrado y
sus características. En la Sección 4 se aborda
el problema del acceso a los beneficios de la
seguridad social por parte de los miembros
de los hogares. Finalmente, la Sección 5 pasa
revista a las principales políticas de blanqueo
y fomento del empleo registrado implementadas desde 2003. Las conclusiones reflexionan
tentativamente sobre los posibles límites de
las políticas tradicionales de fiscalización en
economías con mercados de trabajo segmentados.
Dependiendo del régimen (ver Tabla Nro.1), el
trabajador accede a un seguro de salud (obra
social) que se hace extensible a su familia; a
un seguro por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales (ART); y tiene además
derecho a cobrar las asignaciones familiares3 y
a percibir una jubilación o cobrar una pensión
por invalidez en caso de sufrir alguna enfermedad que lo incapacite. Por otra parte, si la
relación laboral se extingue por causa ajena a
su voluntad, tiene derecho a cobrar la prestación del seguro por desempleo4, además de la
indemnización que le corresponde por la Ley
de Contrato de Trabajo5.
A la par de esta estructura institucional destinada a cubrir a la población inscripta en la
seguridad social, existen dispositivos de asistencia social que cubren a la población frente
a la enfermedad y otros riesgos sociales, (por
ejemplo, el desempleo a través de los Planes
de Empleo).
2. Configuración Actual de los
Regímenes de la Seguridad Social
En Argentina el Sistema de Seguridad Social
(SSS) está compuesto por el conjunto de regímenes y normas adoptadas por el Estado
que tienen como objetivo mantener el nivel de
vida de la población y asistir a los necesitados,
mediante prestaciones en dinero y servicios,
cuando son afectados por contingencias consideradas socialmente protegibles (ANSES,
2011 b:). Los componentes de la seguridad
social son mayoritariamente contributivos, lo
cual implica que las personas acceden a ellos
Recientemente se ha incluido dentro del marco de la seguridad social la AUH, que extiende las asignaciones familiares a los hijos de
trabajadores informales (no registrados en la
seguridad social) monotributistas sociales y
desocupados (no cubiertos por el seguro de
desempleo); además de beneficiar también a
las mujeres embarazadas desde el tercer mes
de gestación.
2 Los componentes no contributivos del sistema incluyen las pensiones no contributivas por invalidez, por vejez, para
madres de siete hijos, graciables, por leyes especiales y para ex combatientes de Malvinas.
3 Los asalariados registrados que acceden a este beneficio son aquellos cuyo ingreso no supera un máximo establecido. En la actualidad, para los trabajadores cuya renumeración bruta se encuentre entre los $100 y $5.200, rigen las
siguientes prestaciones y montos: Asignación por Nacimiento ($600), Asignación por Adopción ($3.600), Asignación
por Matrimonio ($900), Prenatal (entre $270 y $136), Asignación por Hijo (entre $270 y $136), Asignación por Hijo con
Discapacidad ($1.080 y $540) y Ayuda Escolar Anual ($170).
4 A través de esta prestación los trabajadores cesanteados sin causa justificada acceden al cobro mensual de un seguro
que equivale al 50% de la mejor remuneración en los seis meses anteriores al despido, no pudiendo ser inferior a los
$250 ni superior a los $400 (se suman a la cuota básica las asignaciones familiares). El tiempo durante el cual se cobra
está en relación con el tiempo efectivamente trabajado y contribuido al Sistema de Seguridad Social en los tres años
previos al cese o despido.
5 Los regímenes laborales y de la seguridad social están regulados por la Ley de Contrato de Trabajo (Nº 20.744) y sus
modificatorias; la Ley de Empleo (Nº 24.013) y la Ley de Riesgos del Trabajo (Nº 24.557).
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Empleo e Ingresos
Además del sistema contributivo principal
para trabajadores dependientes6, que da acceso pleno a los beneficios de la seguridad social para el aportante y su familia, existen tres
regímenes para trabajadores independientes,
divididos de acuerdo al nivel de ingresos y volumen de actividad (ver Tabla Nro 1). Existe,
además, un régimen especial para trabajadores de servicio doméstico.
Tabla1
CARACTERÍSTICAS DE DE LOS REGÍMENES DE SEGURIDAD SOCIAL
Régimen general para personal en relación de dependencia.
El empleado y el empleador están obligados a realizar, respectivamente, aportes y contribuciones, lo
que se calcula como porcentaje sobre el sueldo bruto que percibe el empleado. El empleador es el
responsable de retener y depositar el aporte obligatorio que debe realizar el empleado. Los aportes
son fijos y representan el 17% del salario bruto (11% se aporta a la jubilación, un 3% se deriva a la Obra
Social y un 3% para el INSSJyP)*. En cambio, las alícuotas correspondientes a las contribuciones patronales varían entre 23% y 27%, dependiendo de la actividad y el tamaño del agente.
Regímenes para los trabajadores independientes.
El régimen de monotributo (2) supone una simplificación del pago de impuestos, dado que mediante
un solo pago el trabajador cubre sus responsabilidades de seguridad social, obra social, ganancias e
IVA. El límite de ingresos brutos anual para inscribirse en el monotributo es de 200 mil pesos (con restricciones de superficie afectada, consumo eléctrico y gastos de alquileres), el que se extiende hasta
300 mil para los vendedores de cosas muebles con al menos tres empleados.
Recientemente se incorporó una nueva categoría tributaria, el monotributo social cuya gestión depende del Ministerio de Desarrollo Social. Las cargas impositivas y previsionales en este caso están
subsidiadas en un 100%, mientras que las de la obra social se encuentran subsidiadas en un 50%.
Los trabajadores autónomos (3) efectúan los aportes previsionales obligatorios, según una renta imponible mensual para cada categoría (cinco) que define la AFIP de acuerdo a los ingresos brutos
anuales. A esta renta imponible se le aplica la alícuota de 32%, de los cuáles el 27% corresponde al
aporte previsional y el 5% al INSSJP. Según su actividad, los autónomos deben registrarse además en
el impuesto a las ganancias y en el IVA.
Régimen especial para el servicio doméstico.
Los trabajadores del servicio doméstico tienen un régimen especial (Ley 25.239) para realizar sus
aportes jubilatorios. El trabajador realiza aportes con destino al Régimen Nacional de Obras Sociales
y el dador de trabajo contribuciones patronales con destino al SIPA, según la cantidad de horas semanales trabajadas por el trabajador (e independientemente de su sueldo). Para contar con los beneficios de la jubilación y de la obra social debe depositar en el sistema 95 pesos; este monto puede
alcanzarse mediante los pagos de un solo trabajo de 16 horas o más, mediante la acumulación de los
aportes y contribuciones de varios trabajos de menos horas o, en el caso de faltantes, completando el
monto de manera voluntaria (pudiendo hacer esto, tanto el trabajador como el dador de trabajo).
* Instituto Nacional de Servicios Sociales Para Jubilados y Pensionados.
6 Debe especificarse que junto al régimen nacional existen otros específicos para trabajadores dependientes. Muchas
administraciones provinciales no transfirieron sus cajas previsionales al SUSS y en consecuencia continúan controlando
las cajas de sus empleados. En tal situación se encuentran las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, Chaco,
Chubut, Entre Ríos, Formosa, La Pampa, Misiones, Neuquén, Santa Cruz, Santa Fe y Tierra del Fuego. También poseen
regímenes específicos el personal militar o de seguridad de las Fuerzas Armadas, Gendarmería Nacional, Prefectura
Nacional, Servicio Penitenciario Nacional y de Guardaparques Nacionales y el personal policial.
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Informe Económico N° 76 Segundo Trimestre de 2011
3. El Empleo No Registrado en
Argentina
hogares privados como servicio doméstico,
un 18,4% se autoemplea como trabajador por
cuenta propia, un 4,6% es patrón y un minoritario 0,9% se desempeña como trabajador sin
salario (ayuda familiar). A estas categorías de
la ocupación les corresponden regímenes diferenciados en el sistema de seguridad social,
y grados diversos de evasión previsional. La
mayor incidencia del no registro ocurre entre
los trabajadores independientes y en el servicio doméstico.
Pese a los evidentes progresos verificados en
los últimos años en la registración del empleo,
persiste todavía una porción importante de
empleo no registrado. En lo que sigue se caracterizará este conjunto a fin de evaluar las posibilidades de avanzar en la formalización del
trabajo y la cobertura de la Seguridad Social.
De acuerdo a datos de la EPH (expandidos al
total urbano) puede estimarse que en la actualidad el total del empleo urbano ronda los
15,3 millones. Un 68,8% de este total se emplea bajo relación de dependencia asalariada, un 7,4% bajo relación de dependencia en
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Alrededor de 5,9 millones de los ocupados en
zonas urbanas no aporta al Sistema de Seguridad Social. Sin embargo, no todos estos trabajadores están obligados a aportar desde su
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Empleo e Ingresos
se8. Asimismo existen remuneraciones bajas,
por ser a tiempo parcial, que no son imponibles y categorías exceptuadas como los ocu-
ocupación al SSS. Algunas de sus características como ser menor de edad7 o el hecho de ya
revistar como jubilado los exime de inscribir-
7Mientras que la edad mínima para registrarse en la seguridad social es 18 años; la Ley Nº 26.390 sobre Prohibición del
Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente (de mayo de 2010) establece que la edad mínima de admisión al
empleo es 16 años. A su vez la ley contempla un nuevo artículo (189 bis) referido a la empresa de familia, según el cual,
los mayores de 14 y menores de 15 años podrán ser ocupados en empresas cuyo titular sea su padre, madre o tutor.
8Esta exención se aplica a los inscriptos en el monotributo, que establece que quienes ya estén jubilados a través de
otros regímenes no les corresponde aportar el componente de la seguridad social, aunque se mantiene la obligatoriedad de aportar el componente impositivo.
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de la población que todavía no esta registrada:
pados a través de planes de empleo, de becas
o pasantías. Todos estos elementos, reducen
el universo de trabajadores a incorporar al SSS
en alrededor de 800.000 casos (Ver Tabla 4).
3.1. Trabajadores Dependientes
Buena parte del empleo no registrado se crea
en el ámbito del llamado Sector Informal Urbano (SIU). Este concepto aglutina al segmento
de actividades de muy pequeña escala y baja
productividad mayormente generadas por los
hogares ante la escasez de oportunidades de
empleo9 (OIT, 1993). Estas ocupaciones suelen
depender de la necesidad de operar al margen de la regulación por razones de costos.
Por tal motivo, las medidas de fiscalización
del cumplimiento de la normativa laboral no
siempre son efectivas, en tanto pueden significar la destrucción de puestos que son, en la
práctica, “refugios ocupacionales”. Por estas
condicionalidades, el universo fiscalizable del
empleo no registrado es acotado.
El número global de trabajadores asalariados
no registrados en la seguridad social alcanza
los 2,9 millones (exceptuando al servicio doméstico). Sin embargo, una vez sustraídos los
trabajadores legalmente exentos (alrededor
de 500.000) y los que deben ser incorporados a otros regímenes específicos, el número
neto de trabajadores dependientes a registrar
suma alrededor de 2,3 millones (Gráfico Nro.1).
Cerca del 56% de este total (1,2 millones) se
emplea en establecimientos cuyo tamaño no
supera las 5 personas, donde suele suceder
que la baja productividad conlleva al pago de
salarios comparativamente bajos: el 44% de
los trabajadores no registrados en unidades
productivas de hasta 5 ocupados percibe ingresos que están por debajo del salario mínimo establecido por ley (controladas las horas
trabajadas). En estos casos la regularización
implicaría en primer lugar elevar los salarios
hasta llevarlos a los montos legales, lo que po-
Tomando en cuenta estas limitaciones y
los distintos regimenes presentados en los
incisos anteriores -dependientes, independientes y servicio doméstico- a continuación se describen algunas características
Gráfico 1
Composición de los Asalariados Obligados a Aportar al RNSS.
Total Urbano, Datos Promedio 2010.
Fuente: Elaboración propia en base a datos de EPH-INDEC.
9 Esta visión ligada a la idea de “refugio ocupacional” se opone a aquella que asume que la informalidad es un “escape
voluntario”. Esta última perspectiva considera que la informalidad depende tanto de las preferencias de los individuos
que seleccionan los mandatos e instituciones del Estado que más le convienen para decidir trabajar en el sector formal
o informal de la economía, como de la existencia de programas de protección social de base no contributiva.
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dría redundar en dificultades de sobrevivencia o
de competitividad de estas unidades productivas.
sentan el 17%. Además, alrededor de un 10%
del total es menor de edad o trabaja menos
de seis horas semanales, por lo que el universo
de trabajadoras legalmente obligadas a registrarse y no registradas en la seguridad social,
representa un 72% del total: 816.000 trabajadoras. No obstante, quienes trabajan más de
deciseis horas y tienen incentivos para exigir el
registro a sus empleadores son sólo 500.877.
3.2. El Servicio Doméstico
La reglamentación actual referida al servicio
doméstico está basada en la ley 326/1956 y la
Ley 25.239. La primera, heredera del Estatuto
del Servicio Doméstico, se aplica a las trabajadoras que se emplean más de 16 horas semanales para un mismo empleador, mientras
que la segunda, sancionada a fines de 1999,
extendió la obligatoriedad de aportes y contribuciones a aquellas que trabajan seis horas
y más. Para las empleadas que trabajan entre seis y quince horas las sumas de aportes
y contribuciones establecidas son inferiores al
mínimo requerido para alcanzar las prestaciones de cobertura de salud y seguridad social,
por lo que el acceso a estos beneficios queda
supeditado a un aporte adicional que deben
realizar las trabajadoras o los dadores de trabajo10.
Para las trabajadoras del servicio doméstico, la
existencia por sí misma de una legislación que
regule su forma de contratación y salarios, no
redunda necesariamente en un aumento del
registro, por no existir una amenaza certera
de inspección. La inspección en esta actividad
plantea un conflicto entre derechos fundamentales: el derecho a la privacidad, intimidad
e inviolabilidad del domicilio y la exigencia
que tiene el Estado de garantizar el cumplimiento de las distintas legislaciones laborales
que respaldan los derechos fundamentales de
los trabajadores. En general, este conflicto tiene por resultado que la inspección del trabajo
no se realice (Valiente, 2010).
Dentro del total de trabajadoras del servicio
doméstico, las empleadas registradas repre-
Gráfico 2
Composición de las Trabajadoras del ServicioDoméstico.
Total Urbano, Datos Promedio 2010.
Fuente: Elaboración propia en base a datos de EPH-INDEC.
10 La cantidad de trabajadores que trabaja en varias casas de familias es reducido: un 76% de las trabajadoras del sector trabaja para un único empleador.
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Por ello se ha avanzado en políticas de formalización por fuera de los mecanismos tradicionales de inspección/multa/control. En 2005,
con la sanción de la Ley de Reforma Tributaria, se incorporó como beneficio para los empleadores de servicio doméstico la posibilidad
de deducir del impuesto a las ganancias lo
abonado en concepto de salarios y contribuciones. Esta política tuvo un impacto favorable sobre el blanqueo de las trabajadoras del
servicio doméstico y la tasa de evasión cayó
de 90% en 2005 a 81,9% en 2006. Actualmente se encuentra en el Congreso un proyecto
de ley presentado por el Poder Ejecutivo que
apunta a la igualación de los derechos laborales de las trabajadoras en casa de familia con
los derechos garantizados para el resto de los
trabajadores11.
3.3. Trabajadores Independientes
Desde el punto de vista previsional el registro de los trabajadores independientes es un
asunto complejo, debido a su elevada heterogeneidad, con segmentos de profesionales que generan altos ingresos y otros, de
mayor peso, que se ubican en la base de la
distribución del ingreso. Además, su dispersión geográfica y baja visibilidad dificultan y
tornan costosa la posibilidad de fiscalizar el
cumplimiento de la normativa. De acuerdo
a estimaciones propias12 alrededor del 57%
de los trabajadores independientes no está
registrado en la seguridad social, ni revista como jubilado. Dentro de este grupo, un
65% percibe menos de $1000, lo que limita
la posibilidad de exigir aportes al sistema de
seguridad social13 (Ver Gráfico 3).
En general, evaluar la capacidad contributiva
de los trabajadores independientes a partir de
las mediciones de la EPH es difícil porque su
inserción laboral se da frecuentemente de manera esporádica y con grandes variaciones en
los ingresos mensuales. Entre los trabajadores
independientes, además, están sobrerepresentadas las personas de edad avanzada y los
grupos sociodemográficos con vínculos menos estrechos con el mercado de trabajo (por
ejemplo, los cónyuges), quienes complementan los ingresos del hogar. En estos casos es
difícil además evaluar la desprotección social,
en tanto estas ocupaciones, cuando son “complementarias”, se asientan con frecuencia sobre el hecho de que existen otras registradas,
u otros ingresos y protecciones derivados de
una jubilación.
En suma, los datos sugieren que todavía es
posible avanzar en materia de inclusión previsional a través de las formas convencionales
de blanqueo. Si se adicionan los asalariados
no registrados empleados en unidad productivas de más de cinco empleados (932.446),
las trabajadoras del servicio doméstico no registradas que trabajan más de dieciséis horas
semanales (500.000) y los independientes
con ingresos superiores a $ 1000 mensuales
(611.000) se alcanza un número global de dos
millones de trabajadores no registrados en
11 Entre otras medidas define la jornada laboral y un régimen de horas extras, se amplia el período de descanso semanal, se amplían los días por enfermedad de treinta días a tres meses si la antigüedad es menor a cinco años, y a cinco
meses cuando la antigüedad es mayor. Se incorpora la licencia por maternidad bajo iguales condiciones que las vigente
por la Ley de Contrato de Trabajo, y el costo de la misma está a cargo del Estado Nacional. La indemnización por despido pasa de medio sueldo por cada año de servicio (definido como promedio de los sueldos de los últimos dos años)
a un sueldo por cada año de servicio, tomando como base la mejor prestación devengada en el último año.
12 Para los trabajadores independientes la EPH no ofrece información sobre el registro en la seguridad social. Por tal
motivo, se optó por un método de estimación indirecto. En concreto, el número de trabajadores independientes registrados se obtuvo del Informe de recaudación de la AFIP del IV trimestre de 2010, y se sustrajeron de esta cifra: 1) los
“monotributistas jubilados” porque no aportan el componente previsional; y 2) los monotributistas que son asalariados.
El primer grupo excluido se estimó a partir de información de recaudación del componente de seguridad social publica
la AFIP; mientras que el segundo fue estimando a partir de datos de la EPH expandidos al total urbano. Por otra parte, el
número de independientes no registrados se estimó por diferencia: al total de trabajadores independientes que estima
la EPH (luego de restar a esta población los independientes jubilados y expandir su número al total urbano) se le restó
el total de trabajadores independientes registrados estimado fundamentalmente a partir de datos de AFIP.
13 En cuanto a los ingresos, a partir de datos de EPH, se ordenó a la población de trabajadores independientes y se
asumió que el número (externo) de trabajadores registrados estimado en base a datos de AFIP, se encontraba entre los
trabajadores independientes de mayores ingresos. Restada esta población, se recalcularon los porcentajes de trabajadores independientes no registrados con ingresos mayores o inferior a $1000 mensuales.
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Empleo e Ingresos
Gráfico 3
Composición de los Trabajadores Independientes.
Total Urbano, Datos Promedio 2010.
Fuente: Elaboración propia en base a datos de EPH-INDEC.
condiciones de ser inscriptos en la seguridad
social. Así, la continuidad y profundización de
las políticas vigentes permitiría incorporar a
un 34% del total empleo no registrado. Esto
implica, al mismo tiempo, reconocer que dichas políticas encuentran límites frente a las
actividades de muy baja productividad, que
seguramente requieran esquemas alternativos
de inclusión al sistema previsional.
4. De los Trabajadores a los
Hogares: la Extensión de la
Seguridad Social.
El empleo asalariado registrado es el principal medio que tienen los hogares para acceder a los beneficios de la seguridad social, ya
que parte de estos beneficios se extienden al
grupo familiar primario, es decir, al cónyuge/
conviviente e hijos menores. Estos beneficios
incluyen la cobertura del seguro de salud, el
cobro de las asignaciones familiares y la pensión. Iguales derechos otorga el acceder a una
jubilación o pensión contributiva, la que extiende la obra social (en este caso el PAMI) y
las asignaciones familiares a los dependientes
del titular. Esta situación contrasta con la de
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los trabajadores inscriptos en el régimen para
autónomos y monotributistas, quienes (a excepción de una pensión) no pueden transferir
los beneficios antes mencionados al resto de
los miembros del hogar.
De acuerdo a una estimación propia, el 64,1%
de las personas relevadas por la EPH habita
en hogares donde al menos uno de los integrantes del núcleo conyugal (jefe y cónyuge)
puede transferir el seguro de salud, y cuando corresponde, el cobro de las asignaciones
familiares y de una pensión. Desagregando
este porcentaje, hallamos que un 16,7% de las
personas vive en hogares donde tanto el jefe
como la cónyuge posee y transfiere beneficios
de la seguridad social, un 38,1% donde es el
jefe el que transfiere y un 9,3% donde únicamente lo hace la cónyuge.
En el Gráfico 4, se observa que una proporción
importante de las personas que no acceden a
la seguridad social a través de su propia inserción laboral logra algún grado de protección social a través de su vínculo con el jefe o
cónyuge del hogar que tiene una inserción registrada y puede transferir beneficios. En esta
11
Informe Económico N° 76 Segundo Trimestre de 2011
Grafico 4.
Componentes del Hogar Clasificados
Según su Condición de Registro en la
Seguridad Social, de Acuerdo
a la Situación del Hogar.
o perciben un ingreso inferior al SMVM, los
menores de 18 años tienen derecho a percibir
la AUH, opción que se extiende a los trabajadores del servicio doméstico. En cambio, los
trabajadores monotributistas y autónomos no
tienen derecho a cobrar asignaciones familiares y tanto este grupo como el de los trabajadores del servicio doméstico deben abonar
un importe adicional para incluir a su grupo
familiar en la obra social.
El análisis de los hogares revela que una proporción importante de las personas que no
acceden a la seguridad social a través de su
propia inserción laboral logra algún grado de
protección social a través de su vínculo de dependencia con el jefe o cónyuge del hogar. Y
para segmentos importantes de la población
de menores que no puede acceder a éstos beneficios, éstos se cubren mediante la AUH.
Fuente: Elaboración propia en base a datos de
EPH-INDEC.
situación se encuentran, por ejemplo, el 42,0%
de las cónyuges que son asalariadas no registradas, un 37,5% de la cónyuges con ocupación
independiente, el 56,6% de las personas inactivas y desocupadas, y el 58,5% de los menores de 21 años. Sin embargo, cuando es el jefe
el que no está inscripto en la seguridad social
(por ser trabajador no registrado o desocupado), o estando inscripto no puede transferir beneficios a sus dependientes (por revistar
como monotributista, autónomo, o pertenecer
al régimen del servicio doméstico), se observa
que el resto de los miembros del hogar tienden
también a estar desprotegidos. En efecto, un
81,4% de los jefes que no tienen posibilidad de
transferir beneficios vive en hogares donde la
cónyuge tampoco puede transferirlos14.
En los casos en los que tanto el jefe de familia
como la cónyuge se encuentran desocupados
5. Sobre las Políticas
de Fiscalización
En el período 2003-2010, la significativa disminución de la participación del trabajo no
registrado se dio en el contexto de un fuerte
y sostenido crecimiento económico, como así
también de un conjunto de medidas específicas enmarcadas dentro del Plan Nacional de
Regularización del Trabajo (PNRT) lanzado en
agosto de 2003. El PNRT tuvo por metas principales restablecer la inspección del trabajo
para asegurar la inclusión social y sensibilizar
a la opinión pública sobre la importancia de
erradicar el trabajo en negro. En este marco
se instrumentaron diversas moratorias destinadas a favorecer el blanqueo (Ver Tabla 5), y
se mejoraron las tecnologías de control para
la detección eficaz de irregularidades. Asimismo, se continuó avanzando con los procesos
de simplificación registral, que facilitan el acceso y abaratan los costos burocráticos del
cumplimiento de la normativa15.
14 Estos resultados se corresponden con el mayor acceso al empleo formal, a tiempo completo y registrados de los
hombres, que son en su mayoría jefes de hogar; y el más desfavorecido de las mujeres quienes con frecuencia tienen un
rol complementario en el mercado de trabajo. De acuerdo a datos de EPH, en el 88% de los hogares con núcleo conyugal completo el jefes es varón mientras que apenas el 11,7% de los hogares tienen como jefe a una mujer. Cabe destacar
no obstante que en los hogares con núcleo incompleto el 69,2% tiene por jefe a una mujer.
15 Por ejemplo, la implementación de “Mi simplificación II” (AFIP 2988/2010) a través del cual mediante un único trámite, que puede concretarse por internet, el empleador puede informar el alta del trabajador en la obra social correspondiente y en la aseguradora de riesgos del trabajo; comunicar el convenio colectivo de trabajo aplicable y la categoría
correspondiente y cargar los datos familiares del trabajador.
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Empleo e Ingresos
Tabla 5
MEDIDAS DE PROMOCIÓN DEL TRABAJO DECENTE.
Ley 25.250/2000 Promoción del empleo 2000 en vigencia hasta 18/03/2004
Art. 2 establece una reducción en las contribuciones patronales del 33% para aquellos que incrementen el plantel de trabajadores respecto del registrado en abril de 2000 y una reducción del 50% para
aquellos que incorporen trabajadores de 45 años o más, mujeres jefas de hogar y jóvenes en general
de hasta 24 años.
Ley 26.476/2008 Ley de blanqueo parcialmente en vigencia
Establece una moratoria de deudas originadas en conceptos afines a contribuciones a la seguridad
social contraídas con anterioridad al 31 de diciembre de 2007.
Hasta diez trabajadores regularizados: se otorga el beneficios de extinción total de la deuda por aportes y contribuciones y se libera de multas y sanciones de AFIP y MTEySS.
Más de diez trabajadores: se deberá pagar solamente la deuda correspondiente a los trabajadores a
partir del undécimo trabajador. Para el pago de la deuda se podrá acceder al plan de facilidades de
pago de la AFIP de hasta 120 cuotas. Se libera de multas y sanciones por el trabajo no registrado impuestas por AFIP y MTEySS.
Establece una reducción temporal en las contribuciones a la seguridad social para los empleadores que
contraten nuevos trabajadores, o regularicen empleados no registrados, que alcanza el 50% para los
primeros doce meses, y del 25% para los siguientes doce meses. Esta reducción no se aplica para las
contribuciones destinadas al Sistema de Seguro de Salud, como tampoco las cuotas destinadas a las
administradoras de Riesgos del Trabajo
Según datos del MTEySS, entre enero de 2005
y diciembre de 2010 se inspeccionaron alrededor de 90.000 establecimientos que empleaban a 2.3 millones de trabajadores, 27% de
los cuales no estaban registrados. Esta acción
permitió regularizar a un 35% de estos trabajadores (alrededor de 200.000 personas). Estos
datos sugieren que el fuerte incremento en la
participación del empleo registrado en la economía sería atribuible a la generación de nuevos empleos que al blanqueo de los preexistentes, aunque es difícil ponderar el impacto
real que tuvo el PNRT, dado que también genera efectos disuasivos.
Siguiendo una larga tradición en América Latina, las sanciones y multas por no registro priorizan el castigo a las actividades de mayor envergadura y rentabilidad, evitando afectar las
actividades de subsistencia propias del Sector
Informal Urbano. No obstante, esto también
conlleva a que buena parte del problema de la
exclusión previsional quede irresuelto16.
Recientemente hubo varios intentos para saltear el dilema formalización vs. destrucción de
empleo. En Argentina se implementó una suerte de “registración subsidiada”, basada en el
régimen del monotributo social, una categoría
16 Por otra parte, la no intervención del Estado en estos casos tiene otros efectos sistémicos. El incumplimiento sistemático por parte de algún sector de la economía deteriora la legitimidad de las instituciones públicas (Gerxhani, 2004),
dificulta la capacidad de hacer respetar la legislación tributaria y degrada la capacidad de intervención estatal en la
economía, por la falta de indicadores precisos sobre la situación ocupacional y de ingresos de la población informatizada (Feige, 1979).[0]
Ministerio de Economía y Finanzas Públicas
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Informe Económico N° 76 Segundo Trimestre de 2011
tributaria para trabajadores independientes en
situaciones de vulnerabilidad social en la que
las cargas impositivas y previsionales están
subsidiadas en un 100% y las correspondientes
a la obra social en un 50%. También se fueron
encontrando formas alternativas de avanzar
con el registro de las trabajadoras del servicio
doméstico, posibilitando a quienes contratan
este tipo de servicio deducir del monto imponible del impuesto a las ganancias lo abonado
en concepto de salarios y contribuciones.
frente a las actividades de muy baja productividad propias de los segmentos productivos
informales y también frente a grupos minoritarios de personas no amparadas por la normativa laboral. Es el caso de los menores de edad
o de quienes trabajan con muy baja intensidad
horaria en el servicio doméstico. Esto significa
que para algunos trabajadores se deban plantear esquemas alternativos de inclusión en el
sistema previsional para que no queden excluidos de la protección social.
6. Reflexiones Finales
Bibliografía
La necesidad de atender a la heterogeneidad
de situaciones laborales y sociales de las personas (y de sus hogares) y la dinámica propia
de la construcción de las políticas, implica que
en el mundo real no existen modelos puros de
seguridad social. En la práctica algunos trabajadores están cubiertos mediante regímenes
contributivos, otros por los dispositivos de la
asistencia social. Esta diversidad y su dinámica siempre conlleva el riesgo de que surjan
inconsistencias y solapamientos que generen
inequidades en el acceso a algunos beneficios
sociales.
-ANSES, (2011 a) La inclusión social como
transformación: políticas públicas para todos.
Observatorio de la seguridad social. http://observatorio.anses.gob.ar/publicaciones.php.
En nuestro país, es mucho lo que se ha avanzado en los últimos diez años en materia de
reducción del trabajo no registrado y de inclusión previsional. Sin embargo, debe reconocerse que el trabajo “en negro” constituye un
problema histórico y estructural, que luego de
agravarse a mediados de los setentas, requiere
ingentes y sostenidos esfuerzos para resolver
de manera definitiva. En el marco normativo
actual, los trabajadores deben aportar durante
treinta años a la seguridad social para acceder
a una jubilación, lo que implica la necesidad de
crear las condiciones para contar con un mercado de trabajo inclusivo y formalizado que
sostenga su dinamismo en el largo plazo.
El análisis detallado de los grupos de trabajadores no registrados sugiere que la profundización de las políticas de blanqueo permitiría
incorporar al sistema un 34% del empleo actualmente no registrado. Sin embargo, es evidente que estas políticas encuentran límites
Ministerio de Economía y Finanzas Públicas
-ANSES, (2011 b) Marco Conceptual del Sistema de Estadísticas e Indicadores del Sistema
Integrado Previsional Argentino. Observatorio.
anses.gob.ar/files/subidas/MArco Conceptual
del SIPA. pdf.
-FEIGE, E. (1979) “How Big is the Irregular Economy?”; Challenge, 22:1.
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Literature Survey,” Public Choice, Springer,
vol.120 (34), pages 267-300, 09
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