Cancho de las Cruces - Ayuntamiento de Hoyo de Manzanares

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Cuadernos Ecológicos
Nº 15
Minería en
Hoyo de Manzanares
“Cancho de las Cruces”
Susana Simón
Área de EcoDesarrollo
Concejalía de Medio Ambiente, Y Desarrollo Local
Ayuntamiento de Hoyo de Manzanares
Minería en Hoyo de Manzanares.
Este número de los Cuadernos Ecológicos editados por el Área de EcoDesarrollo
de la Concejalía de Medio Ambiente y Desarrollo Local del Ayuntamiento de
Hoyo de Manzanares no pretende ser un estudio exhaustivo de la minería de
Hoyo de Manzanares, ya que su finalidad es simplemente la de ser un texto
divulgativo para dar a conocer una actividad poco conocida de este municipio.
Su origen es un trabajo que fue realizado por la autora en el año 2008 para la
asignatura de Arqueología Industrial de la Escuela Técnica Superior de
Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, siendo revisado
posteriormente para esta edición.
Este ejemplar de “Cuadernos Ecológicos” está impreso en papel ecológico
2
Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
A Isaías
Cuadernos Ecológicos nº 15
3
Minería en Hoyo de Manzanares.
Índice
Introducción
5
El proceso de formación geológica de la Comunidad de
Madrid
7
La minería del metal en la Comunidad de Madrid
11
Antecedentes mineros
11
Explotaciones mineras en el entorno de Hoyo de Manzanares
17
Explotaciones mineras de wolframio
25
Mina Cancho de las Cruces
31
Hipótesis de desarrollo de la actividad
32
Descripción de la mina
33
Anexo
Minerales encontrados en las minas de Hoyo de Manzanares
Bibliografía
4
38
42
Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
Introducción
Este Cuaderno de Ecología pretende ofrecer a los vecinos de
Hoyo un estudio realizado por la autora para la Escuela Superior de
Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, sobre la
actividad minera en la villa de Hoyo de Manzanares y sus alrededores,
centrándose en los trabajos realizados en la mina situada en el paraje
denominado Cancho de las Cruces. Aunque el pueblo, al igual que
muchos municipios de la Sierra de Guadarrama, tiene una gran
tradición cantera, la actividad minera, escasa pero constante, es una
gran desconocida para los vecinos, especialmente para aquellos que
han ido eligiendo a lo largo de estos últimos 20 años a Hoyo de
Manzanares como su lugar de residencia.
Hoyo de Manzanares es un municipio con una extensión de
45,18km2. Situado a 38 km de Madrid, se encuentra
aproximadamente a mitad de trayecto por la carretera M-618 entre
los municipios de Colmenar Viejo que se encuentra a una distancia
de 15 km y Torrelodones de la que nos separan algo menos de 8km.
En la actualidad cuenta con una población empadronada de 7.778
habitantes 1.
1
Datos de Padrón Municipal a 12 de Noviembre de 2009
Cuadernos Ecológicos nº 15
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Minería en Hoyo de Manzanares.
Sus características geomorfológicas y naturales le han llevado a
ser, junto a Manzanares el Real, el único pueblo cuyo término
municipal se encuentra íntegro en el Parque Regional de la Cuenca
Alta de Manzanares (PRCAM).
Creado en 1985 es el espacio natural protegido de mayor
superficie de la Comunidad de Madrid y uno de los de mayor valor
ecológico y paisajístico. En 1987 se creó un Plan Rector de Usos y
Gestión (PRUG) que regula los distintos parajes y las actividades que
se pueden desarrollar en ellos en función de las áreas de protección.
Así, nos encontramos con que según la clasificación de zonas del
PRCAM, a excepción del suelo urbano o urbanizable, la mayoría del
término municipal es zona B1, Parque Agropecuario Protector,
mientras que la Sierra de Hoyo de Manzanares se encuentra en la
zona A2, Reserva Natural Educativa, existiendo por último con una
franja de terreno calificado como A1, Reserva Natural integral,
concebida como una protección del Monte del Pardo.
Esto ha permitido que Hoyo de Manzanares sea uno de los
pocos municipios que no ha sufrido los efectos de la especulación
urbanística y de la burbuja y consiguiente crisis inmobiliaria. Sin
embargo, la estricta regulación de actividades del PRUG ha hecho
como consecuencia que desaparezcan definitivamente la cantería, la
minería y otras actividades de tipo extractivo que se habían
desarrollado tradicionalmente.
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Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
El proceso de formación geológica de la Comunidad
de Madrid
El perímetro descrito comprende una superficie de 7995 km2,
correspondiente a dos partes topográficamente dispares: en primer
lugar una banda de terrenos más montuosos y elevados: “la Sierra”,
que se extiende a lo largo de todo el lado oeste, tiene una anchura
aproximada de 18 a 35 km; en segundo lugar, al oeste y al sur, una
zona de relieve más atenuada, “La Depresión”, de cotas más bajas, es
donde se asienta la capital. Estas diferencias son consecuencia de las
diferentes naturalezas de los suelos y de su historia geológica.
Hace 500 millones de años (m.a.), el espacio que ocupa la
Comunidad de Madrid era una plataforma marina hacia la que
llegaban sedimentos de la zona continental cercana. La base de la
plataforma estaba constituida por rocas metamórficas, existían zonas
donde se producía una sedimentación muy somera a base de arenas
y gravas. Mar adentro, esta sedimentación era más profunda
formando arcillas y carbonatos.
Durante el periodo Ordovícico, entre los 500 y 434 m.a., se
produjo el emplazamiento de algunos cuerpos intrusivos
subvolcánicos de composición granítica.
Aproximadamente hace 380 m.a. comienzan a producirse
movimientos tectónicos importantes que afectaron a una gran parte
de Europa. Como resultado de los esfuerzos, mientras unos
materiales fueron empujados y elevados para formar nuevas cadenas
montañosas, otros fueron hundidos hasta niveles más profundos,
conformando lo que se conoce como la Orogenia Hercínica.
Los materiales hundidos quedaron enterrados a profundidades
muy diversas, soportando los nuevos sedimentos que se apilaban
Cuadernos Ecológicos nº 15
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Minería en Hoyo de Manzanares.
encima. Estos materiales sufrieron una profunda transformación,
desapareciendo los primitivos, inestables en esas condiciones de
presión y temperatura, para dar paso a otros con distintas
propiedades físico químicas. Se generaron, pizarras esquistos y
gneisses.
Hacia final de esta orogenia se produjeron también cuerpos
magmáticos. Estos cuerpos fueron empujados hacia niveles
superiores de la corteza. Allí se fueron enfriando de manera lenta y
pausada, permitiendo la ordenada cristalización de los minerales.
Todos estos materiales, apenas afectados por la deformación
hercínica construyeron los plutones. Después de la orogenia se
sucedieron algunos ciclos erosivos más o menso importantes, se
produjeron nuevas elevaciones y hundimientos formado cuencas
marinas y continentales que se fueron rellenando con los materiales
que se erosionaban del relieve hercínico.
A lo largo de la orogenia alpina, desde hace 65 m.a., se va
conformando lo que hoy constituye el actual relieve de la
Comunidad de Madrid. Se produce un juego de basculamiento de
grandes bloques, de bastantes kilómetros cuadrados. Mientras que
unos se elevan lentamente, formando la Sierra Madrileña, otros se
hunden quedando cubiertos por los materiales erosionados. Durante
esta orogenia, la progresiva erosión de los bloques elevados produce
el arroyamiento de casi todos los niveles rocosos depositados
después de la orogenia Hercínica. La denudación afectó a los materiales
hercínicos, poniendo al descubierto zonas de terrenos metamórficos
profundos y haciendo aflorar, además, numerosos
plutones
graníticos. Por otra parte, en zonas más bajas se formaron pequeños
reajustes tectónicos y oscilaciones climáticas que se desecaron
dejando depósitos de salmuera típicos de lagos poco profundos.
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Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
Características geológicas del entorno
La banda occidental montañosa madrileña está compuesta
fundamentalmente por materiales metamórficos e ígneos, que
pertenecen geológicamente al Macizo Hercínico europeo. El resto de
la Comunidad de Madrid, la zona más llana, se asienta sobre rocas
sedimentarias que no han sufrido ningún tipo de metamorfismo y
que fueron estructuradas por la orogenia alpina. El límite de ambos
dominios viene configurado en la mayor parte del trayecto, sobre el
terreno, por una línea NE-SO que marca el hundimiento de los
bloques que formaron la cubeta del Tajo.El término municipal de
Hoyo de Manzanares se encuentra en este límite. Este hecho ha
podido ser determinante en la configuración morfológica del
entorno, acentuando la presencia de mineralizaciones hidrotermales
características de la Sierra de Guadarrama.
Las mineralizaciones hidrotermales son consecuencia de que
todo el ámbito serrano está surcado por alineaciones de fracturas y
fisuras. Estas fisuras tienen su explicación en la formación evolutiva
de la Sierra Central, teniendo su origen en las dos orogenias
Hercínica y la Alpina. La Hercínica de mayor intensidad, marca las
principales direcciones estructurales de todo el conjunto rocoso. En
esta orogenia tienen lugar cuatro fases de deformación compresiva,
finalizando con otra de tipo distensivo en la que se intruyen los
cuerpos graníticos que componen el relieve inicial de la Sierra. Son
las fracturas distensivas las que permiten la circulación y
almacenamiento de agua.
En el periodo comprendido entre ambas, tiene lugar una intensa
fracturación que reactiva antiguas fracturas de las etapas hercínicas.
Es precisamente esta Orogenia Alpina la que configura el relieve
Cuadernos Ecológicos nº 15
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Minería en Hoyo de Manzanares.
actual y que hoy vemos en los municipios de este borde del macizo
cristalino de la Sierra.
La mayor o menor representación de estas fracturas, densidad,
desarrollo, interferencia entre diferentes familias, reflejo en superficie,
etc, estará directamente relacionado con la posibilidad de encontrar
más o menos agua.
El agua circula por estas fracturas, disolviendo los minerales y
transportándolos a lo largo del macizo montañoso. La presencia de
sulfuros provoca que los minerales transportados precipiten
formando concentraciones de mineral, mineralizaciones, a lo largo de
las fracturas (filones). La sucesión temporal de los materiales que
forman la paragénesis depende de su temperatura, empezando por
los de temperatura más alta (wolframio, scheelita, cobre…) y
terminado por los de más baja (cuarzo).
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Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
La minería del metal en la Comunidad de Madrid2
Antecedentes mineros
La minería de los metales podría haber empezado en la
Comunidad de Madrid durante el Calcolítico en los milenios III antes
de Cristo en algunos filones de cobre en la zona de Colmenar Viejo.
También aparecen vestigios de minería recolectora en la zona de
Torrelodones, Colmenarejo y Collado Mediano. En 1944 apareció
en este último el Dolmen de Entretérminos3, de ahí se recuperaron
un hacha plana, un puñal y varias hojas de cobre.
La llegada de los romanos a la zona está evidenciada por
numerosos vestigios. A principio de siglo se encontraron restos de
galerías antiguas, probablemente romanas,
en las minas de
Colmenarejo; el vestigio más importante es la explotación de cobre
de Otero de los Herreros, en Segovia. Las minas romanas fueron
abandonadas totalmente en el siglo V después de Cristo. De los
siglos que siguieron poco se sabe, aunque no parece lógico pensar
que la minería se abandonase del todo.
Durante la Edad Media, la explotación minera sufre un gran
retroceso; las técnicas de laboreo evolucionan lentamente y la
producción parece quedar estancada.
Poco a poco la Corona irá tomando conciencia de la necesidad
de fomentar la minería, principalmente para engrosar las arcas y tener
disponibilidad de los metales para la industria bélica. Juan I establece
en Briviesca los impuestos que han de pagarse: dos terceras partes,
2
Las descripciones de las minas y las citas de textos antiguos han sido sacadas del libro Minerales y
Minas de Madrid de GONZÁLEZ DE TÁNAGO (2001) y del artículo “La minería metálica en
Madrid” (JIMÉNEZ, 2004) publicado en la revista Bocamina.
3 El dolmen de Entretérminos, en el noroeste de la Comunidad de Madrid, fue una referencia megalítica
casi olvidada hasta que ha sido recuperada en los últimos años.
Cuadernos Ecológicos nº 15
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Minería en Hoyo de Manzanares.
deducidos los gastos de explotación, serán para las arcas de la
Corona.
Gracias a los archivos de Simancas se tiene una nutrida
información sobre explotaciones mineras, sin embargo no se tiene
datos de producción. En 1417 el rey D. Juan II encarga a Juan
Sánchez, Fernando Robledo y varios maestros a recorrer una amplia
zona con el fin de buscar en ellas minas y reconocer otros
yacimientos de los que todavía no se tenían noticias. Inician el
recorrido en Talavera y continúan por Arenas hasta San Martín en la
ribera del Alberche. La expedición continúa por la Sierra hasta el
Real del Manzanares, Colmenar Viejo, donde comunican el
descubrimiento de un venero de cobre muy fino y otro de marcasitas
argentíferas en Bustarviejo. La búsqueda finaliza por Hita, Atienza,
Soria y la Sierra de Moncayo donde ya había explotaciones de hierro.
De esta época son los veneros de cobre del Cerro de San Pedro, dos
minas situadas en la vertiente sur de dicho cerro explotaban cobre
marcasitas argénteas.
La minería en el siglo XVI
Es el comienzo a nivel peninsular de la segunda fase de apogeo
de la minería. El comiendo está marcado por un tímido apoyo de los
Reyes Católicos a la minería. En 1504 se dicta una Real Célula. A
partir de ese momento se produce una ferviente demarcación de
permisos mineros que coincide con la publicación en 1556 de De Re
Metallica de Agrícola. En este periodo la minería de los metales de la
Sierra del Guadarrama cobra gran importancia. A lo largo del siglo se
van descubriendo y explotando los indicios minerales más
importantes, y agotándose del todo los más pequeños. Existía dos
centros de producción diferenciados. El de Colmenar ViejoTorrelodones y el de Colmenarejo-Galapagar.
12
Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
El primero agrupaba las minas más importantes de la dehesa
boyal, así como las de la ribera del curso medio-alto del Manzanares
(San Marcelino o Peñalvento), algunas labores aisladas en Valtraviesa,
la mina de Casa Blanca de El Pardo y Arroyo Trofas.
La segunda zona incluye las minas antiguas de cobre de
Colmenarejo y Galapagar (los Quemados, Riosequillo y la Osera) y
las próximas de Valdemorillo (mina Capitán). Paralelamente se
realizan ensayos metalúrgicos y mineralúrgicos (como el Bocarate de
Colmenar Viejo) y se instalan las primeras fundiciones: Colmenarejo,
El Escorial, Bustarviejo, Colmenar Viejo…
Un buen número de las labores han permanecido intactas debido
a su pequeño tamaño al no resultar rentables (se agotaron a finales
del siglo XVII). A partir de este siglo se abandonaron gran parte de
los yacimientos cupríferos, a lo sumo existen demarcaciones de
permisos de investigación.
La angustiosa situación económica que se produce durante el
reinado de Felipe II hace que se dedique atención a la minería. Por
ello se dan las Pragmáticas de Valladolid (1559), Madrid (1563) y El
Pardo (1584). Sin embargo, los súbditos no podían soportar los altos
impuestos. Ello, unido a la falta de tecnificación de la mayoría de las
minas, a los altos costos salariales y a la crisis económica las
convertiría en empresas efímeras.
Esta época dorada finaliza en el siglo XVIII, aunque prosigue la
actividad minera, sólo los yacimientos más ricos son explotados,
quedando abandonadas las pequeñas labores.
La minería hasta el siglo XX
Las minas del Nuevo Mundo habían desbancado casi por
completo a la minería Peninsular. Excepto en las minas de plata de
Horcajuelo de la Sierra, la actividad en la provincia es muy reducida.
Cuadernos Ecológicos nº 15
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Minería en Hoyo de Manzanares.
El censo del Cardenal Lorenzana, de 1782, aporta noticias bastantes
fidedignas del estado de la minería en el final del siglo XVII. En
ellos se reflejan que pocas minas quedan en explotación. Las minas
de Colmenar se citan como abandonadas. Por el contrario no se
nombran explotaciones en Hoyo de Manzanares. El desarrollo de la
actividad minera durante el siglo XIX se distingue en varios periodos:
•
Hasta 1840 no existe casi minería de ningún tipo. La Guerra
de la Independencia paralizó el sector minero madrileño
hasta 1840.
•
Entre 1840 y 1860 es la época de auge desmesurado. Se trata
de una fiebre de los metales producido por la riqueza de las
célebres minas de plata de Hiendelaencina, Guadalajara. Los
buscadores de minas se lanzaban a la Sierra en pos de
aquellas que ya se habían abandonado por la escasa riqueza o
por el agotamiento del mineral. Los nuevos explotadores
saneaban y profundizaban algunos metros pero las
abandonaban al cabo de uno o dos años por la escasez de los
recursos encontrados. La producción resultante en este
periodo fue escasa.
•
Entre 1860 y 1872 hay una considerable disminución de
minas registradas. Aparecen las primeras sociedades mineras
interesadas en las labores de mayor entidad.
•
1872-1886, periodo de decadencia con la paralización de la
minería en la Sierra producida por la inestabilidad política y
civil.
•
Por último, entre 1887 y 1892 hay un tímido resurgir, aunque
vuelven a abandonarse en el último decenio.
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Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
En el Diccionario de Madoz, 1847, aparece un listado de las minas
registradas en la provincia de Madrid entre 1842 y 1844. En
Colmenar Viejo aparecen 70 minas: 2 de hierro, 30 de plomo; 31 de
cobre; 3 de galena y 4 de plata. Torrelodones cuenta únicamente con
2 minas de cobre y 1 de plata.
En Hoyo de Manzanares son 14 las minas declaradas: 3 de
hierro; 2 de plomo; 5 de cobre; 1 de estaño; y 3 de plata.
Las prospecciones se van a desarrollar siempre sobre labores
preexistentes. Según el capital disponible se saneaban las labores,
quitando los escombros que los atoraban, y continuando las rafas,
pocillos y calicatas de los filones ya trabajados. En muchas ocasiones,
fruto del azar, se encontraron continuaciones prometedoras. El
esquema de trabajo seguía siendo muy primitivo, buscando las
partes más ricas y explotándose en pocos años. La mayoría de las
labores no tenían circuito de ventilación natural. El esquema básico
de labor en una mineralización filoniana constaba de una galería a
media ladera y un pocillo, ambos sobre el mismo filón. El sistema de
drenaje sigue siendo un problema y solo algunas minas grandes
construían galerías destinadas a este fin, como por ejemplo en
Garganta de los Montes o Gargantilla.
La extracción del mineral fuera de los pozos era siempre manual,
en el mejor de los casos había malacates movidos por caballerizas, la
máquina de vapor apenas se utilizó en la provincia.
La minería en el siglo XX
El siglo comienza con la minería de los metales en un estado de
casi abandono. Mucho de los yacimientos están agotados o sus leyes
y tonelajes no interesan desde un punto de vista moderno. Sólo la
mina de cobre de Colmenarejo está en explotación al cambiar el siglo.
Cuadernos Ecológicos nº 15
15
Minería en Hoyo de Manzanares.
En 1914 el panorama en la provincia es mucho más halagüeño,
tal vez impulsado por la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, 1917
será el último año en el que figurará una producción oficial de
minerales metálicos en la Estadística Minera hasta 1953 porque a partir
de 1920 y hasta 1940 desaparece la minería metálica casi por
completo. Durante ese periodo tienen lugar labores esporádicas de
reconocimiento de criaderos, que sin embargo no producirían nada.
La Guerra Civil supondrá un abandono total de todo tipo de minería.
Solo la industria de cemento sobrevive a duras penas en estos años.
Una novedad respecto al siglo anterior va a ser la minería del estaño y
del wolframio que si bien comienza en las primeras décadas, no es
hasta la autarquía cuando tiene un mayor auge, sobre todo con la
Segunda Guerra Mundial. Estas pequeñas labores se trabajaban
mediante rafas, catas y pocillos y surcaran buena parte de los filones
próximos al escalón tectónico meridional.
En la Estadística Minera de 1942 se señala que es probable que
empiecen a explotarse algunos de los numerosos yacimientos de
mineral de wolframio en los términos de Collado Mediano y Hoyo
de Manzanares.
En 1943 se instalan las primeras fábricas de beneficio y
fundiciones de estaño de Villaverde y de la calle Diego de León. La
aparición de estas industrias propiciaría la activación de la minería de
estos metales en un gran número de pequeñas explotaciones.
En 1957 hay una pequeña producción de 250 kilogramos de
estaño en el permiso de investigación bautizado como Rosario, en
Hoyo de Manzanares. Un año más tarde aparecería por primera
vez la producción de 7,21 toneladas de casiterita en varias
concesiones de Hoyo de Manzanares. La década de los sesenta va a
ser de las más prosperas y, paradójicamente, la última. En 1961 están
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Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
en producción pequeñas minas de casiterita en Hoyo de
Manzanares, Lozoyuela, Guadalix de la Sierra y Colmenar Viejo.
A partir de allí, la minería metálica queda prácticamente
estancada hasta la aparición de lavaderos de estaño en el Arroyo de
Valtraviesa (Hoyo de Manzanares) y en la urbanización Molino de
la Hoz (las Rozas).
Explotaciones mineras en el entorno de Hoyo de
Manzanares
Los veneros de cobre y marcasitas argénteas del Cerro de San
Pedro (Colmenar Viejo)
Se trata de dos minas situadas en la vertiente sur del Cerro de
San Pedro: una en el arroyo de los Maderones y la otra en el Cerrillo
de los Lobos.
Arroyo de los Maderones
Es una sucesión de labores mineras de varios siglos. La
mineralización principal es cuprífera (calcopirita/covellina), aunque
en menor medida aparece arsenopirita-escorodita y galena. La mina
se encuentra a ambos lados del arroyo de los Maderones, en la falda
Sur del Cerro de San Pedro y a unos 3,3 kilómetros de la ermita de
Nuestra Señora de los Remedios.
La parte más antigua está al norte, donde se llevó a cabo un
zanjón y una calicata que han sido parcialmente tapados por trabajos
posteriores y donde aparece malaquita y crisocola. En la margen
oeste se encuentra un gran dique de cuarzo y las escombreras, así
como unos restos de edificaciones que por las escorias dispersas
podría haber sido empleado para una primera tostación del mineral.
Estas labores son en su mayoría de la primera época, del siglo XVII.
La parte sur es posterior, así como la fundición que hay entre ambas
Cuadernos Ecológicos nº 15
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Minería en Hoyo de Manzanares.
zonas. Madoz da profusión de detalles sobre la minería de Colmenar
Viejo:
“ Un gran cerro cubierto de peñascos, los cuales forman algunas
cuevas grandes y se llama el Castillejo, porque su figura es como un cast,
Entendiéndose de él un ladera escarpada y habría en la que hay un
mina de cobre, con ley de plata, titulada Diana, la que se está
trabajando: otra mina de igual clase, llamada de Unión, se beneficia,
cuyos trabajos van en el día muy adelantados: otra de cobre y plata cuya
explotación ya adelantada se abandonó, y después aunque se ha vuelta a
denunciar, nada se ha hecho. “ Otra de la misma ley a poca distancia de
la anterior, que hace muchos años está abandonada, encontrándose en
estas dos últimas señales de fraguas antiguas y tapias; otra de plata y
plomo abandonada. Son dignos de notarse dos sitios llamados los
pedreños poco separados uno del otro, un punto llamado Las Ventas por
haber existido allí algunas en la antigüedad y conservándose los
edificios que eran de piedras de sillería(…) y un fuente mineral en
medio de un fragoso terreno y un sitio llamado la sima.”
Durante esta época se rescataron por tanto las labores realizadas
en los márgenes del arroyo de los Maderones. Se construyeron
instalaciones de tratamiento de mineral y una casa para los mineros.
El pozo fue desaguado y fortificado en 1915 y se construyo la caseta
contigua para albergar una sala de bombas. Posiblemente en esta
última etapa tendría un pequeño malacate; junto al arroyo aparecen
restos de un soporte en hormigón.
Pocito de los Lobos
La mayor parte de las labores observables son del siglo XVII.
Consta de una galería inundada y un pozo muy antiguo encajado en
un crestón intrusivo. El pozo cuadrado, de aproximadamente 3
metros de lado, se halla en el extremo sur del peñón. Unos 10
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Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
metros ladera abajo está la entrada a una galería parcialmente cubierta
por vegetación. Las escombreras de la mina corresponden a periodos
muy diferentes, la mayoría de finales del siglo XVII. En uno de los
laterales del peñón hay un bloque de piedra en el que está
enclavada una cubeta perfectamente circular que podría servir para
moler el mineral. Semienterrada a pocos metros hay una rueda de
molino con un agujero en su centro. Existen restos cerámicos de una
primera fundición.
Mina San Marcelino, alto del Peñalvento (Colmenar Viejo)
Las labores principales son dos galerías de 30 y 40 metros de
recorridos junto al río Manzanares y otra de 20 metros sobre el nivel
de éste en la falda del cerro de Peñalvento. Existen cuatro enormes
molinos, denominados el Molino del Concejo, que canalizaban el
agua desde el Puente del Grajal hasta las explotaciones. La mina
situada más abajo es una galería prácticamente horizontal, mientras
que la superior presenta trabajos de pequeños realces siguiendo el
filón. La mina, debió de ser rica a la vista de la abundancia de
minerales que se han hallado en las escombreras. Debido a su
situación, nunca ha pasado desapercibida para los prospectores que
la han vuelto a demarcar y trabajar durante los siglos siguientes, si
bien los trabajos se limitaron a sanear y a tomar muestras. Así, en el
siglo XIX, con la fiebre de los metales, se realizó el saneamiento de
las viejas labores. Los nuevos propietarios se encontraron con las
labores aterradas o con derrumbes que deciden sanear. Una vez
saneada, la mina fue explotada durante muy poco tiempo. Se hicieron
dos pequeños trabajos de realce en la galería superior, de donde
provienen los minerales de cobre de las escombreras. Se cree que los
minerales no pudieron ser transportados ya que existen restos con
gran contenido en cobre en las antiguas escombreras de la mina.
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Minería en Hoyo de Manzanares.
Mina del Arroyo de Trofas (Torrelodones)
La mina de cobre fue explotada en el siglo XVIII mediante un
pozo del cual queda aún el emboquille.
En 1899 se
encuentra
una
demarcación
de
mina de cobre en
este
paraje
denominada Don
Lope. Se trata de
una pequeña labor
de interior y una
calicata que había
Restos trabajados a martillo en el Arroyo Trofas
sido explotada en
el siglo XVI. La reactivación de la mina coincide con la instalación de
la fábrica de beneficio en la estación. Sin embargo, la mineralización
debía ser paupérrima porque no se vuelven a tener datos de la
actividad.
En 1955 se demarca en el mismo lugar el registro Rosa María de
cobre y otros. Se trata de una labor de interior de la que únicamente
quedan restos de un pozo de sección cuadrada clausurado. Sin
embargo desde el punto de vista mineralógico lo más importante es
la aparición de compuestos de uranio: cristales de 1 milímetro de
torbernita de color verde esmeralda, traslúcidos y de brillo nacarado.
Se trata de una labor muy delicada de la que quedan solamente restos
de lo que fue un pequeño pozo y una escombrera con una elevada
lixiviación.
Mina Casa Blanca del Pardo (Hoyo de Manzanares)
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Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
En 1609 se constituyó una comisión para estudiar un posible
delito de explotación ilegal de una mina de plata. Es una mina de
cobres grises que podrían haber tenido algún contenido en plata.
“… y se traía á esta villa de Madrid y se fundía, de que procedía
mucha plata, y se aprovechaba della el dicho Antonio Napolitano y otras
personas: y porque él denunciaba y daba noticia de las dichas minas, me
suplicó mandase hacer sobre ello las informaciones y averiguaciones
necesarias, (…) y resultado de ello culpado el dicho Antonio Napolitano y
Jerónimo, su hijo, los prendisteis y de sus confesiones han resuelto otros
culpados que algunos han sido presos, y á mi servicio y buen recaudo de mi
Hacienda conviene se lleven a cabo (…) apruebo las dichas informaciones, y
mando las prosigáis, y hagáis de nuevo todas las que convengan: por manera
que se sepa si hay las dichas minas, y en qué parte están, y si dellas se han
sacado algún metal, y si se ha fundido, dónde y por qué personas, y la plata
que ha procedido dello, y en cuyo poder ha entrado, y en qué se ha convertido;
y haréis prender a las personas que resultasen culpadas, y procederéis contra
ellas(…) y lo cumplan so pena de la mi merced y de la de cincuenta mil
maravedís para mi Cámara y Fisco, y en todo lo susodicho entenderéis
durante el tiempo que estuviéredes ocupado en la dicha vuestras comisiones; y
de esta mi Carta se ha de tomar la razón por el contador del libro de caja y
mis contadores de mina. Dado en Madrid á cuatro días del mes de mayo de
mil seiscientos y nueve- Don Juan de Acuá- Bernabé de Pedroso- Don Pedro
Megía de Tobar.-Diego de Herrera. Yo Marín de Pradeda, escribano de
Cámara del Rey Nuestro Señor.”
La mina se encuentra a medio camino entre la mina de Arroyo
Trofas y la mina de Peñalvento junto al escalón tectónico hacia el
terciario.
La mina fue saneada posteriormente a su primer periodo de
explotación. Tal vez estas labores sean de finales del siglo XVII
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Minería en Hoyo de Manzanares.
mientras que las primeras serían de principios del siglo. La galería
comienza en un filón, con abundante crisocola que abandona a los 15
metros para girar y buscar tres nuevos filones explotados por galerías
transversales de menor tamaño.
Existe presencia de huellas de trabajo a martillo y punterola o
cincel en todas las galerías secundarias así como arañaduras en los
frentes. El techo esta completamente quemado, e incluso, en algunas
zonas concretas existen trazas de fundidos, que pueden interpretarse
como la aplicación del método Las Caldas. Hay un total de 100 metros
cúbicos de escombreras.
Fundición de cobre de Torrelodones
Se tiene pocos datos sobre la fundición de cobre de
Torrrelodones, construida hacia 1900. La fábrica de beneficio se
ubica dentro de la actual Urbanización las Minas, en una parcela
junto al río Guadarrama. Debido a que esta zona ha sido
intensamente urbanizada es difícil encontrar vestigios de la actividad.
Minas de estaño y wolframio desde Hoyo de Manzanares a
Colmenar Viejo
En la zona comprendida entre Torrelodones, Hoyo de
Manzanares y Colmenar Viejo se explotaron numerosos filones de
cuarzo ricos en casiterita y wolframita. Estas explotaciones tuvieron
su época dorada en los años de la Segunda Guerra Mundial gracias al
elevado precio que este material, utilizado para proteger la
maquinaría bélica, llegó a alcanzar en la época de la anterior y
posterior a la contienda ( en 1960 se cobraba aproximadamente 1.500
pesetas por kilogramo de wolframio). Las labores prosiguieron
gracias a la fundición de estaño de Villaverde que compraba toda la
producción. La existencia de una fábrica de beneficio en la capital
que compraba todo el mineral producido, hizo rentables numerosas
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Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
explotaciones de carácter muy esporádico que prácticamente vaciaron
todos los filones pegmatíticos intragraníticos y lavaron los aluviones y
coluviones más ricos. Aún así, la fundición se quejaba de la baja
calidad del mineral.
Las labores reúnen en su mayoría a cielo abierto, llevándose a
cabo un vaciado de los filones en las zonas más ricas. Debido a la
calidad de la roca de caja no solía requerir sostenimiento alguno. En
algún caso excepcional han sido explotados por minería subterránea.
Normalmente exista un núcleo de labores que contaba con las
instalaciones de machaqueo y/o cribado en la que se encontraba la
casa de transformadores. Alrededor de la labor principal existan un
rosario de labores pequeñas artesanales.
La mina de
molibdenita de
Hoyo de
Manzanares
Es una pequeña
labor
en
las
proximidades
del
Cuartel del Ejército
que consta de una
calicata y socavón
que ha sido ocupada
por los escombros
con presencia de Croquis realizado por el Grupo Geominero
cristales hexagonales de molibdenita. En los años 90 el Grupo
Geominero Madrileño estuvo trabajando en la mina al encontrar
minerales de alto valor geológico. Existen estudios específicos sobre
los materiales encontrados (BUENO, 1992).
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Minería en Hoyo de Manzanares.
La Mina Asturias o lavadero de Valtraviesa.En el limite entre Hoyo de Manzanares y Colmenar Viejo está la
labor más moderna de la zona que data posiblemente de los años 80.
Se trata de un lavadero de aluvión de estaño y wolframio. Se sitúa en
una ladera del arroyo del Valtraviesa para aprovechar la gravedad. El
mineral provenía del lecho del arroyo infrayacente que sería
explotado en una profundidad aproximada de 2 metros,
conservándose muchos restos de maquinaria del mismo. El mineral
se llevaría a un descargadero y tolva en la parte superior del lavadero.
El material pasaría a una primera criba fija donde una cinta
trasportadora acumularía lo más grosero que se desechaba. La planta
no trituraba material. Después el material pasaba varias cribas más
pequeñas de donde, mezclado ya con agua de un estanque próximo,
se repartía en mesas de sacudidas de madera. Éstas separaban los
pesados, casiterita y wolframita del resto. Existen seis mesas de
sacudidas en paralelo junto a dos de reserva. El material lavado
llegaba a una parte inferior de donde una noria de canjilones lo
depositaba en otra línea para un relavado.
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Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
Explotaciones mineras de wolframio
1956
2006
Casa de la Espuma. Según las descripciones, este paraje es el
que corresponde a las explotaciones del arroyo Trofas, la mina más
antigua de la zona y donde se encontraron restos de uranio. Al norte
de las fotos se observan restos de actividad que ya habían dejado
huella en 1956. En la fotografía aparece un camino hacia el oeste que
podría ser el que comunicaba la casa con las labores de investigación
que comenzaron ese mismo año y que ha desaparecido con el paso
del tiempo al no ser utilizado.
Minas del Berzalejo: minas cercanas a la urbanización el
Berzalejo. Existen leves indicios antes de 1956, fecha de la foto aérea
pero la mayor parte de la actividad se realizó en 1960. Las
explotaciones son fundamentalmente superficiales: de vaciado de los
filones o aprovechando el paso del arroyo para realizar una
explotación de tipo aluvionar.
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Minería en Hoyo de Manzanares.
1956
26
2006
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mina del “cancho de las cruces”
Minas de Vallelaza: parece una de las labores más antiguas de
la zona. La foto de 1956 muestra que ya existía una actividad
consolidada en esta zona. Además de contar con pequeñas
explotaciones en sus alrededores, existe en el área un transformador
eléctrico, un depósito de agua y un núcleo de casas de mineros
actualmente restauradas y habitadas.
1956
2005
Cantos Negros: un ejemplo del tipo de actividad que se
desarrollo en Hoyo. Aparecen varias explotaciones diseminadas a lo
largo del camino de la finca. Estas explotaciones eran de pequeño
tamaño, superficiales y sin ningún tipo de infraestructura de apoyo.
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Minería en Hoyo de Manzanares.
1956
2006
Finca del Pendolero: histórica finca perteneciente al duque de
Maura. Parece que funcionó como centro logístico de las
explotaciones de estaño y wolframio en los años 60. Desde allí se
contabilizaba el material y se enviaba a Salamanca o a Villaverde. La
mayoría de las explotaciones son de carácter aluvionar ya que esta
zona está surcada de numerosos arroyos. Sin embargo, recientemente
han encontrado restos valiosos en escombros de una mina
subterránea. En las fotos se observan como existen restos de una
explotación que no aparecía en 1956.
1956
28
2006
Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
Cancho de las Cruces: un ejemplo de la transformación que
tuvo la minería en el entorno en muy pocos años. En 1956 no existía
vestigio alguno de explotación minera, en 1975 la mina ya estaba
abandonada. En esos años se construyó un camino de acceso, varias
explotaciones mineras y una sala de trituración. Parece que el camino
comunicaba con el arroyo Trofas donde probablemente habría una
mina de tipo aluvionar.
1956
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2006
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Minería en Hoyo de Manzanares.
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mina del “cancho de las cruces”
Mina Cancho de las Cruces
Localización
La mina a la que nos referimos se encuentra en el pasaje
denominado Cancho de las Cruces, en el punto geográfico 423-4494,
muy próximo al límite entre Torrelodones y Hoyo de Manzanares.
El acceso se realiza desde el área recreativa del Berzalejo, atravesando
la carretera se llega a un camino denominado Camino de la Mina. El
camino se desdobla en dos, uno más cuidado que otro pero ambos
de difícil accesibilidad, imposible para vehículos de motor que
además tienen prohibida su circulación.
Se trata de una zona de forma triangular limitada por el Arroyo
Carboneros al sur, el Barranco de los Cantos al norte y el Arroyo
Trofas al este. Esta característica provoca que exista una fuerte
pendiente descendiente hacia la confluencia del Arroyo Carboneros
en el Trofas.
Muy cerca de la mina pasa una línea de media tensión. Parece
que se hizo una desviación hacia la explotación que permitió que
existiera un transformador eléctrico. El paraje está localizado al
sureste del término municipal en un área donde hay una gran
concentración de explotaciones mineras. Al norte se encuentran la
mayor parte de las explotaciones de wolframio que discurren desde la
Urbanización el Berzalejo hasta la finca del Pendolero. Al sur se
encuentra la histórica mina del Arroyo Trofas, mina donde se
encontró en los años 50 restos de minerales de uranio.
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Minería en Hoyo de Manzanares.
Hipótesis de desarrollo de la actividad
Las labores datan probablemente de 1960, año de mayor auge de
la minería en Hoyo. El escaso volumen de escombros parece indicar
que la actividad no se prolongó más allá de dos o tres años. En sus
alrededores existe una planta de trituración, un transformador
eléctrico y una casa de mineros. Las labores consisten en la
explotación de dos filones de cuarzo, uno situado al norte de la casa
de mineros y otro situado al este.
Parece previsible que las labores comenzasen, al igual que el
resto de las minas de Hoyo, con la explotación del filón norte en
busca de wolframio. Una vez finalizada la explotación del filón, o
paralelamente a las actividades de vaciado, comenzaron a explotar el
filón este. Este filón que es ligeramente diferente al anterior, ha dado
muestras radiactivas con presencia de uranio y en los escombros
cercanos hay restos de cobre. Su explotación no ha consistido, como
en el caso anterior, en el vaciado del filón sino que existen numerosas
catas a lo largo de su longitud. Esto puede llevar a la conclusión de
que fueran labores destinadas al estudio o investigación de una fuente
de uranio. Además, existe una zona de tierra removida de mayor
concentración radiactiva que ha podido ser el acceso a una galería
subterránea. Este pozo, al contrario del pozo del filón norte, habría
sido cegado.
En el pasaje hay vestigios de una posible planta de tratamiento
de mineral. A un lado y a otro del camino hay numerosos restos de
enanos de hormigón que pudieron ser los anclajes a algún tipo de
maquinaria. Las tres bancadas que existen en la zona dan a entender
que se aprovechó la fuerte pendiente para establecer una planta de
trituración en varias fases. Existe también un conjunto de anclajes
cercanos al filón Este que pueden ser vestigios de una pequeña planta
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Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
de trituración primaria. El material molido sería transportado a la
segunda bancada de la máquina principal. Una vez triturado todo el
mineral, se procedía a su clasificación y separación. La mesa de
sacudidas era el procedimiento más utilizado en Hoyo de
Manzanares, sin embargo, no existen vestigios de su existencia. Sí
aparecen restos de un pequeño secadero o lavadero
impermeabilizado, lo que lleva a pensar que se utilizaría otro tipo de
separación, bien por flotación, o bien por lixiviación estática. Según
una información procedente de un antiguo trabajador de las minas de
Hoyo, los recursos en infraestructuras se reducían al mínimo
imprescindible. La mayoría de los trabajos se realizan a sangre: el
arranque y la carga era realizado por los trabajadores y el transporte a
la central logística, que probablemente estuviera en la finca del
Pendolero, se realizaba vía caballo. Desde allí se llevaba el material a
Salamanca o a la fundición de Villaverde.
Descripción de la mina
Filón Este
Tal y como hemos dicho anteriormente, parece ser que este filón
estaba destinado a labores de investigación. Sin embargo, el material
extraído también era tratado en la planta. Existen, por lo tanto,
numerosas catas a lo largo del filón que probablemente también se
habrían realizado con martillo hidráulico. Los líquenes existentes en
los huecos dejados por las catas indican que en esta zona hay restos
de un material rico en recursos energéticos (uranio o cobre) que son
aprovechados por este tipo de seres vivos. En la zona más próxima al
transformador existe una mayor concentración de restos de la labor.
Aparece una cata de una longitud aproximada de cinco metros y de
un espesor de un metro. Es atravesado por un canal que podría
funcionar como desagüe por gravedad. Muy cerca de la cata hay
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Minería en Hoyo de Manzanares.
restos de tres anclajes que podrían constituir la base de un pequeño
castillete. Aunque a primera vista no existe ningún pozo, en la zona
hay un área de tierra removida con una mayor concentración de
uranio. Esto puede llevar a pensar en la existencia de un pozo,
actualmente cegado. Además, siguiendo el canal aparece un talud
que podría ser aprovechado como acceso a una galería.
Filón norte
Situado al norte de la casa de los mineros, se trata de una
explotación de tipo longitudinal del filón de cuarzo. La labor es
fundamentalmente superficial, de tres o cuatro metros de
profundidad. Existe un pozo de unos treinta metros que
probablemente daría acceso a galerías subterráneas. Dada la calidad
de la roca, no era necesario ningún tipo de entibado pues se trataban
de galerías auto sustentadas. La imposibilidad de ver el pozo ya que
actualmente se encuentra inundado hace muy difícil conocer cuál era
el tipo de explotación subterránea. El acceso se haría por escaleras,
el arranque con martillo hidráulico y la carga del material en pequeñas
cestas subidas con poleas o a mano. Existen bastantes escombros
donde no hay restos de cuarzo por lo que parece que las labores
agotaron la totalidad del filón.
Planta de tratamiento
La planta de tratamiento está constituida por una máquina de
trituración situada a ambos lados del camino; una planta de
trituración primaria cercana al filón este; una pequeña zona de
embarque o almacenamiento de material; una celda de flotación; un
depósito, un transformador; y la casa para los mineros. La maquina
principal de trituración funcionaba, al menos, en dos fases. La
primera fase de trituración se encuentra al norte del camino y
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Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
funcionaba fundamentalmente para los materiales extraídos en el
filón norte.
Existe un fuerte talud de pared excavado, una antigua cantera,
que ha podido ser aprovechada o no para extraer mineral. En el
hueco dejado por la cantera se situaría la primera parte de la
maquinaria. Al estar este filón norte a una cota superior era
relativamente cómodo cargar el material en la primera tolva. Una vez
allí, pasaba por diferentes tolvas y fases de trituración hasta llegar la
segunda bancada situada en el camino. En esta zona existe un
pequeño muelle donde se almacenaba el material que iba a pasar a la
segunda fase de trituración.
En esta fase también se trituraban los materiales pre tratados del
filón este. Pasaba por distintas fases de trituración hasta llegar a las
inmediaciones de la casa de los mineros. Allí se procedía a su
separación, bien por gravedad bien por lixiviación con componentes
orgánicos.
El agua necesaria para este tipo de tratamiento era cogida del
depósito anexo. No se sabe muy bien la procedencia del agua del
depósito ya que, pese a la cercanía de los arroyos, no parece que
hubiera existido ningún tipo de canalización. Sin embargo, la
presencia de rebosaderos en el depósito parece indicar que existía un
flujo constante de agua que podría sobrepasar el nivel en
determinados momento. Una vez separado, el material se secaba en
la balsa y se procedía a su almacenamiento en sacos. Existe una
canalización que vierte los desechos a una represilla que se encuentra
pendiente abajo. La inexistencia de material de desecho indicaría que
éstos también eran recogidos y almacenados en otro lugar.
Como hemos dicho antes, existe un transformador eléctrico que
abastecía de energía a la explotación. La posibilidad de derivar la red
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Minería en Hoyo de Manzanares.
de media tensión facilitó el funcionamiento de la planta que hubiera
tenido que funcionar con diesel, algo muy costoso si se tiene en
cuenta las dificultades de acceso. La casa de los mineros formada por
tres estancias, estaba construida parte por ladrillo y parte con la
piedra extraída de los alrededores. Probablemente una de las
estancias estaba destinada a un establo ya que existe una entrada
independiente y restos de un abrevadero.
En la actualidad, la mina se encuentra en estado de abandono.
Aunque se ha recogido el material de valor y los desechos más
contaminantes, en sus alrededores se encuentran restos de la
actividad: bidones, latas, plásticos, etc. Además de un problema de
impacto medioambiental debido a la presencia de escombros, los
pozos y los filones, en algunos casos de hasta treinta metros de
profundidad, son un peligro de seguridad pública que deberían ser
tratados.
Aunque son muchas las explotaciones de este tipo que hay a lo
largo del término municipal y no existe constancia de que haya
ocurrido alguna vez un accidente, esta mina se encuentra en el
itinerario de una ruta muy frecuentada por excursionistas lo que
aumenta las posibilidades de un accidente.
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Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
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Minería en Hoyo de Manzanares.
Minerales encontrados en las minas de Hoyo de Manzanares
Andalucita (Al2SiO5): son característicos de ambientes metamórficos
sin perjuicio de que puedan aparecer como materiales
accesorios
en algunas rocas plutónicas. La enorme
importancia petrológica de estos minerales radica en que su
mera presencia indica unas condiciones determinadas de
presión y temperatura durante la formación de las rocas. En
la Comunidad de Madrid, la andalucita forma parte de ciertas
venas de segregación metamórfica de naturaleza cuarzofeldespática.
Arsenopirita (FeAsS): también conocida como misquel, es un
sulfuro de color gris, extremadamente común en muchos
yacimientos metálicos de origen hidrotermal. Forman parte
de mucho de los filones mineralizados de la Comunidad de
Madrid.
Calcopirita(CuFeS2):se trata de uno de los sulfuros más difundidos
en la naturaleza, muy llamativo por su intenso color amarillo
latón. Aparece con incrustaciones que le hacen fácilmente
reconocible, constituyendo una de las principales menas de
cobre. La presencia de calcopirita es constante en todas las
mineralizaciones de las Sierra. Las noticias de este material en
Hoyo son tempranas.
Casiterita(SnO2): es un mineral muy ligado a determinadas rocas
graníticas, encontrándose en pegmatitas o en depósitos
hidrotermales de alta temperatura. En ocasiones, debido a su
alto peso especifico y resistencia a los agentes
meteorológicos, la casiterita aparece en depósitos aluvionares.
La casiterita o estaño oxidado, como se la conocía en el siglo
pasado, ya fue reconocida por Prado(1864) en el entorno de
Hoyo, donde se encuentran los mejores ejemplares de
casiterita cristalizada asociada a moscovita y cuarzo.
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Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
Covellina(CuS): se trata de un mineral secundario de cobre de
llamativo color oscuro muy común en todo tipo de
yacimientos cupríferos.
Crisocola (CuAl)2H2Si2O5(OH)4NH2O: es un llamativo mineral de
color verde que suele aparecer asociado a malaquita y a otros
materiales secundarios de cobre. Aparece en las proximidades
de mineralizaciones cupríferas o dentro de las mismas. En
Guadarrama es un mineral relativamente frecuente en
pequeñas cantidades, sobre todo en yacimientos con alguna
mineralización de cobre. Esos ejemplares tiene la
particularidad de ser radiactivos a causa de la asociación de la
crisocola con torbernita, minerales poco diferenciables entre
sí a simple vista por su similitud de color.
Cuarzo(SiO2): seguramente se trata del mineral más común de la
naturaleza, tratándose del componente principal en la mayoría
de las rocas plutónicas, volcánicas, metamórficas y
sedimentarias. En la Comunidad de Madrid es abundante,
apareciendo múltiples diques y filones de cuarzo, de potencias
muy variables, que obedecen a orígenes diversos. Atraviesan
los granitos, gneises y esquistos de los terrenos del dominio
hercínico. Llegan a aflorar a lo largo de centenares de metros.
Un ejemplo característico es el filón que atraviesa la NVI
entre Torrelodones y Villalba donde se han encontrado
geodas de gran belleza. Hoy en día los yacimientos están
aparentemente agotados.
Hübnerita (MnWo4) y Ferberita (FeWo4): estos dos minerales tiene
una miscibilidad entre si casi ilimitada, lo que hace que en la
naturaleza se encuentren en términos de composición
intermedia. Se encuentran asociados a rocas graníticas en
yacimientos hidrotermales de alta temperatura. La mayoría de
las áreas tiene un mayor contenido en ferberita. Pardo lo
Cuadernos Ecológicos nº 15
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Minería en Hoyo de Manzanares.
encontró asociada con casiterita. Estos yacimientos se
explotaron durante los años 40 y 50.
Koechlinita ( Bi2MoO6) es un mineral de llamativo color amarillo.
Aparece como un producto de la alteración de sulfuros de
molibdeno y bismuto asociado a wulfenita cuyos cristales
tabulares recubre. El de Hoyo es el primer yacimiento de este
mineral que se conoce en España.
Molibdenita(MoS2): se presenta en masas por lo general laminares,
de color gris plateado. Es un mineral frecuente en
yacimientos hidrotermales donde aparece junto a calcopirita y
ferberita En Hoyo ya se conocía por Prado (1864) como
molibdeno sullfurado. Calderón hace referencia a una gran
masa asociada a clorita que habría aparecido durante la
construcción del ferrocarril de Torrelodones (1910).
Scheelita: valioso metal por su alto contenido en wolframio. Es de
color pardo y tiene la propiedad de ser explotado con rayos
ultravioletas.
Uraninita (UO₂): este mineral aparece en la naturaleza de manera
diferente: la uraninita propiamente dicha, que cristaliza en
sistema cúbico y la variedad de pechblenda que forma masas
amorfas con muy baja cristalinidad. Mientras que la primera
va ligada a ambientes plutónicos, la segunda va asociada a
ambientes hidrotermales a muy baja temperatura. En ambos
casos se trata de un mineral muy radiactivo y de profundo
color negro. En la Comunidad de Madrid, a pesar de su
escasez su presencia se descubrió hace mucho tiempo. Se cita
uranio procedente de Colmenar Viejo en la lista de los
intercambios que tenía el Real Gabinete de Historia Natural.
También se señalan en las minas de cobre de Torrelodones y
más tarde se pueden encontrar referencias en las obras del
túnel de ferrocarril.
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Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
Torbernita
(Cu+2(U02)PO4)2.8.12H2O)
y
metatorbenita
+2
(Cu (U02)PO4)2.8H2O): la tobernita y metatobernita son dos
fosfatos de cobre y uranio semejantes en aspecto , cuyas
diferencias estriban en las cantidades de agua que contienen.
El proceso de transformación de torbernita implica una
deshidratación, es reversible y ocurre a temperatura ambiente.
Son minerales típicos de la zona de oxidación de yacimientos
uraníferos, formándose a favor de planos de diaclasas o
fracturas, por donde discurren aguas que lixiviaron
previamente el uranio de los minerales primarios. Aunque se
suelen formar sobre estos materiales o en sus proximidades, a
veces, debido a la movilidad del uranio en soluciones acuosas,
pueden aparecer en lugares más alejados. La torbernita,
antiguamente llamada calcolita o uranio verde, se encuentra
relativamente difundida por la Sierra de Guadarrama. Ya era
conocida por Herrgen (1801) en Colmenar Viejo.
Posteriormente Naranjo (1862) la cita en las minas de
Torrelodones junto a calcopirita. Y Fernández Navarro(1908)
lo encontró en Hoyo de Manzanares.
Wulfenita (PbMoO4): constituye un mineral secundario de plomo
que en ocasiones forma grandes y espectaculares cristales de
llamativos colores amarillo, anaranjado o rojo. Hasta hace
poco era desconocida en la Comunidad de Madrid. En Hoyo
de Manzanares se han encontrado cristales recubiertos por
koechlinita.
Cuadernos Ecológicos nº 15
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Minería en Hoyo de Manzanares.
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Cuadernos Ecológicos nº 15
mina del “cancho de las cruces”
Para la realización de este trabajo también se ha contado con la
colaboración del Licenciado en Ciencias Geológicas Sergio Tenorio
Matanzo en la interpretación del funcionamiento de la mina y en
cuestiones teóricas sobre geología.
Mención especial merece el hecho de que muchos de los datos
sobre el modo de trabajo han sido aportados por Isaías
Rodríguez Sánchez, un antiguo minero de Hoyo de
Manzanares que trabajó en múltiples minas de la Sierra del
Guadarrama, sin cuyas informaciones y, sobre todo sin sus
consejos, no hubiera sido posible este trabajo y al que, por
encima de todo, recordamos con cariño.
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Área de EcoDesarrollo
Concejalía de Medio Ambiente y Desarrollo Local
Ayuntamiento de Hoyo de Manzanares
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