Voces: SEGUROS - SEGURO DE VIDA

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Voces: SEGUROS - SEGURO DE VIDA - SEGUROS DE RETIRO - RENTA VITALICIA
PREVISIONAL - CONTRATOS ALEATORIOS - EMERGENCIA ECONÓMICA REORDENAMIENTO DEL SISTEMA FINANCIERO - OBLIGACIONES EXPRESADAS EN
DÓLARES - PESIFICACIÓN - TEORÍA DEL ESFUERZO COMPARTIDO - FALLOS DE LA
CORTE SUPREMA - EFICACIA VINCULANTE DE LOS FALLOS
Partes: Carriquiri Héctor Alfredo c/ Metlife Seguros de Vida S.A. | ordinario
Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial
Sala/Juzgado: F
Fecha: 15-abr-2010
Cita: MJ-JU-M-56516-AR | MJJ56516
Producto: LJ,SOC,MJ
Conforme lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación tanto el contrato de seguro de vida
como el contrato de seguro de retiro están alcanzados por las normas de emergencia económica, no
obstante la finalidad previsional que fundamenta a ambos y que les otorga carácter alimentario.
Sumario:
1.-En virtud de lo previsto por el último párrafo del art. 9 del decreto 905/02 y atento las características
de la aseguradora demandada, en las que su matriz había garantizado la solvencia y los términos
contractuales de su emisora local, correspondía abonar la indemnización prevista en el seguro de vida,
en la moneda pactada -esto es dólares estadounidenses, resultando inaplicables al caso las normas de
emergencia que dispusieran la pesificación de las obligaciones.
2.-El contrato de renta vitalicia tiene una finalidad previsional que otorga al beneficiario un derecho de
crédito que debe ser integral porque participa de los principios de la seguridad social. Dicho contrato
resulta alcanzado por los caracteres que el legislador le asignó a las prestaciones que se acuerden en
cumplimiento de la ley 24241 , las cuales revisten el carácter de personalísimas, las cuales no pueden
ser enajenadas, son inembargables e imprescriptibles.
3.-El acontecimiento incierto que constituye el álea en el contrato de renta vitalicia previsional es la
duración de la vida de la persona, que es el parámetro para fijar la extensión temporal del pago de la
renta. Así, los cambios económicos que pueden acontecer en un vínculo de larga duración con finalidad
previsional, no constituyen un álea sino que son el riesgo propio de la actividad. En consecuencia, era
irrazonable la pretensión de cumplir la contratación efectuada en moneda extranjera aún cuando su
devaluación ocasione una mayor onerosidad para la aseguradora, pues era inadmisible trasladar el
riesgo empresario que ella asumió a la parte más débil del contrato.
4.-Al no resultar posible efectuar una interpretación que hiciera compatible las normas de emergencia
con los derechos de raigambre constitucional en juego, corresponde declarar la inconstitucionalidad del
art. 8 del decreto 214/02, las resoluciones 28592 y 28924 de la Superintendencia de Seguros de la
Nación y normas concordantes en lo que a la modalidad de renta vitalicia previsional concierne.
5.-En tanto la moneda del contrato fue estipulada en dólares estadounidenses, debe considerarse que tal
circunstancia constituyó un riesgo asumido por la aseguradora. Agregué que para asegurar la
intangibilidad del monto prometido, muchas aseguradoras optaron por ofrecer a sus clientes seguros de
retiro en dólares estadounidenses. En este sentido no puede ser invocada la teoría de la imprevisión (art.
1198 CCiv.) en este tipo de contratos, ni argumentarse que en virtud del acatamiento a las normas de
emergencia estaba imposibilitada la aseguradora de cumplir con aquello a lo que se obligó
voluntariamente (art. 1197 CCiv.), de manera tal que resultan aplicables al contrato de seguro las
normas de emergencia.
6.-La póliza pactada en dólares solo podía tener por finalidad la protección de la base económica del
vínculo contra toda variación monetaria que debió ser prevista por quien contaba con un importante
profesionalismo negocial, no siendo razonable ni justo que esta protección -acordada por ambas partes
libremente- sea abandonada cuando es -precisamente- mas necesario frente a la devalución del peso
(del voto en disidencia del Dr. Rafael Barreiro).
7.-La predisponente no puede incumplir lo pactado, pues el riesgo de devaluación puede no ser propio
del contrato de seguro, pero sí lo es del contrato celebrado en moneda extranjera (del voto en disidencia
del Dr. Rafael Barreiro).
8.-En los seguros, la moneda convenida constituye uno de los riesgos incluidos en la cobertura y no
existe razón suficiente que justifique ajustar o reajustar los términos del contrato, el que debe ser
cumplido en las condiciones pactadas (del voto en disidencia del Dr. Rafael Barreiro). N.R.: Sumarios
elaborados por Ricardo A. Nissen.
En Buenos Aires a los 15 días del mes de abril de dos mil diez, reunidos los Señores Jueces de Cámara
en la Sala de Acuerdos fueron traídos para conocer los autos "CARRIQUIRI HECTOR ALFREDO
CONTRA METLIFE SEGUROS DE VIDA SA SOBRE ORDINARIO" (Expediente Nº 049.098/2005)
en los que al practicarse la desinsaculación que ordena el art. 286 del Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación resultó que la votación debía tener lugar en el siguiente orden: Doctora Tevez,
Doctor Barreiro y Doctor Ojea Quintana.
Estudiados los autos la Cámara plantea la siguiente cuestión a resolver:
¿Es arreglada a derecho la sentencia apelada de fs. 357/66?
La Doctora Tevez dice:
I. La causa.
a. Héctor Alfredo Carriquiri (en adelante "Carriquiri") demandó a: i) Metropolitan Life Seguros de
Retiros S.A. (en adelante, "Met Seguros de Retiro S.A.") por cobro de dólares estadounidenses
quinientos siete con 47/100 (U$S 507.47) (v. fs. 277 y v. fs. 288) o su equivalente en pesos en el
mercado libre de cambio, tipo vendedor al día del efectivo pago, con más los intereses desde la mora y,
ii) MetLife Seguros de Vida S.A. (v. fs. 271, v. fs. 426, en adelante, "Met Seguros de Vida S.A.") por
cobro de dólares estadounidenses cinco mil ochocientos setenta y seis 02/100 (U$S 5.876,02) o su
equivalente en pesos en el mercado libre de cambio, tipo vendedor al día del efectivo pago, con más los
intereses desde la mora (v. fs. 277 y v. fs. 288). Solicitó la imposición de costas.
Explicó que suscribió con: i) Met Seguro de Retiro S.A. un contrato de seguro de retiro en dólares
instrumentado mediante póliza nro. 100.17.194 (v. fs. 277) y, ii) Met Seguro de Vida S.A. un contrato
de seguro de vida instrumentado mediante póliza nro. 100.363 (v. fs.277).
De lo confuso de los términos de su escrito de inicio, puede interpretarse que al solicitar ambos
rescates, la defendida entregó al actor por cada dólar estadounidense (U$S 1) un peso con 40/100 ($1,
40) (v. fs. 203 vta.); así es que reclamó la diferencia entre el valor del dólar libre y el valor del dólar
utilizado como base de cálculo del rescate ($1,40).
Solicitó la declaración de inconstitucionalidad las leyes de emergencia económica.
Ofreció pruebas.
b. A fs. 232/257 Met Seguros de Retiro S.A. contestó demanda. Solicitó el rechazo de la acción con
expresa imposición de costas. Reconoció que se vinculó con Carriquiri a través del contrato de seguro
de retiro instrumentado mediante póliza nro. 100.17.194.
Expuso que el actor solicitó el rescate de su póliza. Explicó que en virtud de lo previsto en el art. 11 de
la ley 25.561, art. 8 del decreto 214/02 y decreto 558/02; reajustó las prestaciones y abonó su
obligación a una relación de cambio de U$S 1= $ 1,40. Agregó que suscribió el accionante recibo
cancelatorio y dejó constancia que nada más tenía que reclamar.
Afirmó que no existió incumplimiento contractual de su parte pues su accionar se ajustó al art. 1198 del
código civil y al principio del esfuerzo compartido.
Ofreció pruebas y fundó en derecho su pretensión.
c. A fs. 289 Met Seguros de Vida S.A. contestó demanda. Solicitó el rechazo de la acción con expresa
imposición de costas. Reconoció que se vinculó con Carriquiri a través del contrato de seguro de vida
instrumentado mediante póliza nro. 100.363.
Expuso que el actor solicitó el rescate de su póliza. Explicó que en virtud de lo previsto en el art. 11 de
la ley 25.561, art.8 del decreto 214/02 y decreto 558/02, reajustó las prestaciones y abonó su obligación
a una relación de cambio de U$S 1= $ 1,40. Agregó que suscribieron recibo cancelatorio dejando
constancia que nada más tenían que reclamarse.
Afirmó que no existió incumplimiento contractual de su parte pues su accionar se ajustó al art. 1198 del
código civil y al principio del esfuerzo compartido.
Ofreció pruebas y fundó en derecho su pretensión.
II. La sentencia de primera instancia.
A fs. 357/66 el "a-quo" dictó sentencia. Hizo lugar a la demanda y condenó a Met Seguros de Retiro
S.A. y a Met Seguros de Vida S.A. a pagar al actor la suma de U$S 6.384,09 con más un interés del 8%
anual, desde la mora. Impuso las costas a las demandadas vencidas.
Expuso que no correspondía aquí decidir respecto de la constitucionalidad de las leyes de emergencia
económica. Ello pues, estaba al alcance de las accionadas ofrecer la contratación de los seguros en
pesos o en dólares estadounidenses. En este sentido, la contratación en esta segunda moneda efectuada
por una empresa de alta especialización profesional, les impuso prever la posibilidad de una
devaluación de la moneda nacional y, consecuentemente, importó asumir el riesgo de una devaluación.
III. Los agravios.
Contra dicho pronunciamiento apelaron Met Life Seguros de Vida S.A. y Met Seguro de Retiro S.A.;
ambas a fs. 367.
A fs. 383/402 las codemandadas conjuntamente fundaron sus recursos.
Se quejaron las accionadas de que: i) el "a-quo" no meritó aplicable la teoría de los propios actos a
pesar de haber suscripto el actor recibo cancelatorio por el valor de rescate percibido y sin haber
efectuado reserva, ii) el primer sentenciante tampoco, considerara aplicable al seguro las normas de
emergencia económica; iii) juzgara el magistrado de grado que la devaluación de la moneda fue un
riesgo por ellas asumido, iv) se las condenara al pago de intereses y, v) les impusiera las costas.
IV.La sentencia de segunda instancia.
A fs. 462/8 la Sala E, de esta Excma. Cámara dictó pronunciamiento.
Revocó la sentencia apelada, disponiendo el rechazo de la demanda, con costas en ambas instancias en
el orden causado.
Consideró aplicable a autos la doctrina sentada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso
"Cabrera". Ello pues meritó que reconoció el actor que suscribió los recibos obrantes a fs. 215 y 218.
Ergo, consideró que medió aceptación libre de las sumas que le fueron entregadas. Agregó que al no
haber formulado reserva por la diferencia, importó ello un voluntario sometimiento al régimen jurídico;
circunstancia que impedía su impugnación posterior. Juzgó que al supuesto de autos, debían aplicarse
las normas de emergencia económica. Consideró que en los seguros de vida y de retiro, el riesgo que
asumen las aseguradoras no alcanza a la moneda del contrato, ello por cuanto, ella no constituyó una de
las áleas incluidas en la cobertura. Concluyó que las aseguradoras no pudieron razonablemente haber
previsto que los activos en los que estaban obligados a invertir (art.35 de la ley 20.091) quedarían
afectados por la pesificación asimétrica y devaluación.
V. El recurso extraordinario.
El actor introdujo recurso extraordinario a fs. 474/83; conferido el traslado, fue contestado a fs. 488/9 y
concedido a fs. 494.
VI. La solución.
a. A fs. 504 la Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró formalmente admisible el recurso
extraordinario y revocó la sentencia apelada.En punto al contrato de seguro de vida que vinculó al actor
con Met Seguro de Vida S.A., ordenó dictar un nuevo pronunciamiento con arreglo a la doctrina del
precedente "Longobardi".
En relación al contrato de seguro de retiro que vinculó al accionante con Met Seguro de Retiro S.A.,
ordenó dictar un nuevo pronunciamiento con arreglo a la doctrina del precedente "Álvarez".
En tal orden de ideas, en atención a la diversidad de relaciones jurídicas aquí planteadas y a los efectos
de resolver la litis de acuerdo a los precedentes que fueran dispuestos por el Tribunal Superior; resulta
conveniente tratar cada una de ellas por separado (considerando 1).
b. Contrato de seguro de vida.
b.1. Recuerdo que expuso el Máximo Tribunal que debía dictarse pronunciamiento con arreglo a la
doctrina sentada en la causa "Longobardi" (fallos 331:5345).
b.2. Para así decidir meritó que las cuestiones tratadas en estas actuaciones eran sustancialmente
análogas a las examinadas en la causa "Vaisman, Víctor Gabriel y otro c/ Poder Ejecutivo NacionalMinisterio de Economía y otro s/ amparo", sentencia del 12.05.09. En ella, los actores habían
promovido acción de amparo en su carácter de titulares de dos pólizas de seguro de vida pactadas en
dólares estadounidenses. Reclamaron el rescate del importe correspondiente a la diferencia entre la
cotización del dólar libre y las sumas ya percibidas a la relación de un peso con cuarenta centavos de
dólar (considerando 1). Sostuvo el Máximo Tribunal que, independientemente de la naturaleza jurídica
del contrato, debía considerárselo inserto en el régimen de emergencia. En tal orden de ideas, y a los
fines de decidir la litis, en virtud de las circunstancias del caso, decidió aplicable -en lo pertinente- la
doctrina de la causa "Longobardi" (Fallos: 330:5345) votos concurrentes, cuyos fundamentos y
conclusiones dieron por reproducidos en razón a la brevedad (considerando 4).
b.3. Ahora bien.En cuanto a sus antecedentes fácticos, refería a la existencia de un mutuo afectado por
la legislación de emergencia por un valor que excedía los doscientos cincuenta mil dólares (U$S
250.000). El mismo había sido garantizado con hipoteca sobre un inmueble que no revestía el carácter
de vivienda única, permanente y familiar y no configuraba ninguna de las excepciones de la ley 25.713.
Expuso allí el Tribunal Federal que tanto la primera ley que reguló la emergencia, como las posteriores,
tuvieron como propósito perfeccionar el conjunto de la normativa de emergencia con espíritu
conciliatorio, a fin de lograr una equitativa composición de las prestaciones obligacionales afectadas
por las medidas de excepción en orden a una efectiva tutela de los derechos constitucionales
involucrados; admitiendo senderos alternativos para alcanzar un único fin, es decir, una solución
equitativa (considerandos 27 y 28).
Añadió que, desde esa perspectiva conceptual, se elaboró y em pleó en forma generalizada la
denominada doctrina del esfuerzo compartido -que fuera receptada por las previsiones de la ley 26.167que postula la distribución proporcional entre las partes de la carga patrimonial originada en la
variación cambiaria (considerando 28).
Continuó diciendo que, teniendo en cuenta el alcance de los cambios económicos que se produjeron a
partir del dictado de las leyes de emergencia, y dado que al supuesto que analizaba no le era aplicable
la excepción prevista en la ley 26.167, ni las contempladas en la ley 25.713; para determinar el monto
de la obligación, correspondía convertir a pesos el capital reclamado en moneda extranjera a razón de
un peso por dólar estadounidense más el 50% de la brecha existente entre un peso y la cotización de la
mencionada divisa extranjera en el mercado libre de cambio -tipo vendedor- del día en que
correspondiera efectuar el pago, salvo que la utilización del coeficiente de actualización, previsto en las
normas de emergencia económica arrojara un resultado superior (considerando 31).
Respecto de la tasa deinterés a aplicar, meritó que debía establecerse conforme a los lineamientos
dados por el art. 4 del decreto 214/02 -mínima para los depósitos y máxima para los préstamos-. Así
arguyó que en tanto en la causa "Massa" había aplicado una tasa del 4% para los depósitos, resultaba
prudente establecer para una hipótesis de préstamos, intereses -comprensivos de moratorios y
punitorios- del 7,5% anual no capitalizable desde la fecha en que se produjo la mora y hasta su efectivo
pago (considerando 32).
En consecuencia, decidió condenar "a la demandada -por aplicación del principio del esfuerzo
compartido- a pagar a los acreedores la suma que resulte de transformar a pesos el capital reclamado en
moneda extranjera a razón de un peso por dólar estadounidense, más el 50% de la brecha que exista
entre un peso y la cotización de la mencionada divisa extranjera en el mercado libre de cambio, tipo
vendedor, del día en que corresponda efectuar el pago, salvo que la utilización del coeficiente de
actualización previsto en las normas de emergencia económica arroje un resultado superior, con más
una tasa de interés del 7,5% anual, no capitalizable, entre moratorios y punitorios desde la fecha en que
se produjo la mora y hasta la del efectivo pago".
b. 4. Sentado lo anterior, en el "sub lite", como se dijera "supra" el actor se encontraba vinculado con
Met Seguro de Vida a través de un contrato de seguro de vida. Al solicitar el rescate la defendida le
entregó por cada dólar estadounidense (U$S 1) un peso con 40/100 ($1, 40) (v. fs. 203 vta.); así es que
inició estos obrados a fin de reclamar la diferencia existente entre el valor del dólar libre y el valor del
dólar utilizado para calcular el rescate ($1,40).
b.5. Sentado lo anterior, debo decir que como juez de primera instancia, en los autos "Segundo de Della
Sala Alba Mercedes c/ Metropolitan Life Seguros de Vida S.A.s/ ordinario", en tramite por ante el
Juzgado del Fuero N° 13 Secretaría N°25, ya me expedí en la sentencia dictada el 20.07.06 respecto a
la moneda en que debía efectuarse el pago, en aquellos supuestos en que las partes se encontraban
vinculadas a través de un contrato de seguro de vida cuya suma asegurada había sido pactada en dólares
estadounidenses y en las que la casa matriz de la aseguradora había garantizado las obligaciones
asumidas. Allí dije que, en virtud de lo previsto por el último párrafo del art. 9 del decreto 905/02 y
atento las características de la aseguradora demandada, en las que su matriz había garantizado la
solvencia y los términos contractuales de su emisora local, correspondía abonar la indemnización
prevista en el seguro de vida, en la moneda pactada -esto es dólares estadounidenses-. Así es que
concluí que eran inaplicables al caso las normas de emergencia que dispusieran la "pesificación" de las
obligaciones. En consecuencia, decidí abstracto examinar el planteo de inconstitucionalidad.
b.6. Ahora bien. Sin perjuicio de dejar a salvo mi opinión, expuesta "supra"; y en tanto que la misma
Corte Suprema de Justicia de la Nación, al declarar formalmente admisible el recurso extraordinario y
revocar la sentencia apelada, ordenó dictar nuevo pronunciamiento con base en el precedente
"Longobardi", es que corresponde aquí decidir con base a la doctrina allí sentada.
C. Seguro de retiro
c.1 Recuerdo que expuso el Máximo Tribunal que debía dictarse pronunciamiento con arreglo a la
doctrina sentada en la causa "Álvarez".
c.2. En el precedente "Álvarez" la actora promovió juicio ordinario en su carácter de titular de una
póliza de seguro de retiro pactada en dólares estadounidenses. Allí decidió el Máximo Tribunal que
independientemente de la naturaleza jurídica del seguro de retiro debía considerárselo inserto en el
régimen de emergencia.En tal orden de ideas, y a los fines de decidir la litis, en razón a las
circunstancias del caso, decidió aplicable -en lo pertinente- la doctrina de la causa B.1694.XXXIX
"Benedetti, Estela Sara c/ PEN Ley N° 25.561 -Decretos N°1.570/01 -214/02c s/ amparo", sentencia
del 16.09.08, voto de la mayoría y concurrente de la Juez Argibay a cuyo fundamentos y conclusiones
remitieron en razón de la brevedad.
c.3. Ahora bien. En el precedente citado "Benedetti", la actora había optado por la pensión por
fallecimiento de su esposo según la modalidad de renta vitalicia previsional para derechohabiente, en
dólares estadounidenses.
Expuso allí la Corte Suprema de Justicia de la Nación que el contrato de renta vitalicia tiene una
finalidad previsional que otorga al beneficiario un derecho de crédito que debe ser integral porque
participa de los principios de la seguridad social. Añadió que resultaba alcanzada por los caracteres que
el legislador le asignó a las prestaciones que se acuerden en cumplimiento de la ley 24.241. Así, hizo
referencia a que son personalísimas, no pueden ser enajenadas, son inembargables e imprescriptibles.
Para reforzar esta finalidad tuitiva, expuso que fue previsto que todo acto jurídico que la contraríe sería
nulo y sin valor alguno (considerando 7).
Arguyó que el carácter alimentario de todo beneficio previsional, que tiende a cubrir las necesidades
primarias de los beneficiarios y su reconocida naturaleza de subsistencia, obliga a sostener el "principio
de favorabilidad" y a rechazar toda fundamentación restrictiva (considerando 4).
Añadió que el acontecimiento incierto que constituye el álea en el contrato de renta vitalicia previsional
es la duración de la vida de la persona, que es el parámetro para fijar la extensión temporal del pago de
la renta. Así, los cambios económicos que pueden acontecer en un vínculo de larga duración con
finalidad previsional, no constituyen un álea sino que son el riesgo propio de la actividad.En
consecuencia, era irrazonable la pretensión de cumplir la contratación efectuada en moneda extranjera
aún cuando su devaluación ocasione una mayor onerosidad para la aseguradora, pues era inadmisible
trasladar el riesgo empresario que ella asumió a la parte más débil del contrato (considerando 6).
Respecto a la constitucionalidad de la legislación de emergencia económica, meritó que al no resultar
posible efectuar una interpretación que hiciera compatible las normas de emergencia con los derechos
de raigambre constitucional en juego, correspondía declarar la inconstitucionalidad del art. 8 del
decreto 214/02, las resoluciones 28.592 y 28.924 de la Superintendencia de Seguros de la Nación y
normas concordantes en lo que a la modalidad de renta vitalicia previsional concierne (considerando
10).
Así es que decidió reconocer a la actora el derecho a percibir las sumas en concepto de renta vitalicia
provisional en la moneda y demás condiciones pactadas.
c.4. Sentado lo anterior, en el "sub lite", como dijera "supra", el actor se encontraba vinculado con Met
Seguro de Retiro S.A. a través de un contrato de seguro de retiro. Al solicitar el rescate, la defendida le
entregó por cada dólar estadounidense (U$S 1) un peso con 40/100 ($1, 40) (v. fs. 203 vta.); así es que
reclamó la diferencia existente entre el valor del dólar libre y el valor del dólar utilizado para calcular el
rescate ($1,40).
c.5. Liminarmente debo aclarar, en punto a la cuestión de fondo y a fin de dejar a salvo mi opinión, que
como juez de primera instancia, en los autos "Troccoli Francisco Andrés c/Siembra Seguros de Retiro
S.A. s/ sumarísimo", en tramite por ante el Juzgado del Fuero N°13 Secretaria N°25; dejé dicho en la
sentencia dictada el 29.06.07 que en tanto la moneda del contrato fue estipulada en dólares
estadounidenses, debía considerarse que tal circunstancia constituyó un riesgo asumido por la
aseguradora.Agregué que para asegurar la intangibilidad del monto prometido, muchas aseguradoras
optaron por ofrecer a sus clientes seguros de retiro en dólares estadounidenses. En este sentido, aduje
que no podía ser invocada la teoría de la imprevisión (art. 1198 Cciv.) en este tipo de contratos, ni
argumentarse que en virtud del acatamiento a las normas de "emergencia" estaba imposibilitada la
aseguradora de cumplir con aquello a lo que se obligó voluntariamente (art. 1197 Cciv.). Así es que
concluí, que eran inaplicables al caso las normas de emergencia que dispusieran la "pesificación" de las
obligaciones y decidí abstracto examinar el planteo de inconstitucionalidad.
Hecha esta aclaración, corresponde decidir en base a la doctrina adoptada por la Corte Suprema de
Justicia de la Nación.
d. En síntesis, dejando a salvo mi opinión personal sobre ambas cuestiones debatidas; y en tanto que la
misma Corte Suprema de Justicia de la Nación, al declarar formalmente admisible el recurso
extraordinario y revocar la sentencia apelada, ordenó dictar nuevo pronunciamiento con base en los
precedentes "Longobardi" y "Álvarez"; es que corres ponde decidir con base en la doctrina allí sentada.
VII. Conclusión:
Por ello, propongo al acuerdo: i) en lo referente al contrato de seguro de vida, se condene a la
demandada Metlife Seguros de Vida S.A.a pagar al actor Héctor Alfredo Carriquiri la suma que resulte
de transformar a pesos el capital reclamado en moneda extranjera a razón de un peso por dólar
estadounidense, más el 50% de la brecha que exista entre un peso y la cotización de la mencionada
divisa extranjera en el mercado libre de cambio, tipo vendedor, del día en que corresponda efectuar el
pago, salvo que la utilización del coeficiente de actualización previsto en las normas de emergencia
económica arroje un resultado superior, con más una tasa de interés del 7,5% anual, no capitalizable,
entre moratorios y punitorios desde la fecha en que se produjo la mora y hasta la del efectivo pago; ii)
en lo que respecta al contrato de seguro de retiro individual, se condene a la demandada Metropolitan
Life Seguros de Retiro S.A. a pagar al actor Héctor Alfredo Carriquiri la suma de dólares
estadounidenses quinientos siete con 47/10 (U$S 507,47) o su equivalente en pesos para adquirir en el
mercado libre de cambio tipo comprador la suma referida con más un interés del 6 % anual desde la
mora; ii) Las costas de ambas instancias se distribuyen en el orden causado, por tratarse de una decisión
que, tal como quedó plasmado, ha merecido soluciones diversas. (art. 68, 2do. párrafo, Cpr.).
He concluido.
Así voto.El doctor Barreiro dice:
En cuanto concierne al seguro de vida objeto del presente reclamo y, a fin de dejar a salvo mi opinión
-tal como precisé al emitir mi voto el 9.03.2010 en la causa "Salmoiraghi, Daniel Antonio, c/
Metropolitan Life Seguros de Vida S.A." (Expediente N° 045.575 del Juzgado Comercial N°17,
Secretaria N°33 y N° 79830/03 del Registro de esta Cámara)-, reiteraré aquí que como juez de primera
instancia me expedí respecto de la moneda en que debía efectuarse el pago en aquellos supuestos en
que la moneda del contrato -y por tanto la suma asegurada- había sido pactada en dólares
estadounidenses.
Así, al sentenciar el 25.9.07 en la causa caratulada "Cafferata Pedro Bartolomé y otros, c/ Metropolitan
Life Seguros de Vida SA, s/ sumarísimo" (Expte. nro. 45.528 del Registro de la Secretaría Nro. 36 del
Juzgado Nro. 18) sostuve -transcripto aquí en apretada síntesis- que: (i) la póliza pactada en dólares
solo podía tener por finalidad la protección de la base económica del vínculo contra toda variación
monetaria que debió ser prevista por quien contaba con un importante profesionalismo negocial, (ii) no
era razonable ni justo que esta protección -acordada por ambas partes libremente- sea abandonada
cuando es -precisamente- mas necesario frente a la devalución del peso (cfr. CNCom, Sala D, in re:
"Grunblatt Carlos Reynaldo c/ Siembra Seguros de Vida S.A. s/ ord.", del 22.12.04), (iii) la
predisponente no podía incumplir lo pactado, pues el riesgo de devaluación puede no ser propio del
contrato de seguro, pero si lo es del contrato celebrado en moneda extranjera. En tales seguros, la
moneda convenida constituye uno de los riesgos incluidos en la cobertura (CNCom, Sala B, 15.8.03,"
Gutnisky Abraham c/ Siembra Cía. de Seg. de Retiro SA s/ ord."; Publicado en diario ED del 17.11.03:
ídem, in re "Castro, Juan Alberto c/ P.E.N.s/amparo", del 29-8-03, publicado en JA el 17.12.03,
2003-iv; íd. Sala B, "Fernández Celia c/ Siembra Seguros de Retiro SA s/ Ordinario", 9.5.05, JA
10.8.05; ED 22.11.05, F. 53708) y, (iv) que no había razón suficiente que justifique ajustar o reajustar
los términos del contrato, el que debe ser cumplido en las condiciones pactadas (cfr. CNCom, Sala C,
30.3.04, "Leva de Cavallera, Nélida c/ Bs. As. New York Life Seguros de Vida SA s/ ord", íd. Sala B,
"Christen, Carlos c/ Siembra Seguros de Retiro SA, s/amparo", 27/04/2005).
Concluí entonces, que eran inaplicables las llamadas normas de emergencia que dispusieron la
"pesificación" de las obligaciones y decidí abstracto examinar el planteo de inconstitucionalidad.
Ahora bien, en punto al contrato de seguro de retiro pactado en dólares estadounidenses, como juez de
la anterior instancia al sentenciar el 3.11.2008 en la causa "Ferro Antonio Héctor c/ Poder Ejecutivo
Nacional, s/amparo" -Expte. Nro. 41.982 del Registro de la Secretaría Nro. 36, -reiteré mayormente las
consideraciones antes transcriptas para concluir en el sentido apuntado. Pero, además, hice hincapié en
la naturaleza previsional que caracteriza a este tipo de contrato, el carácter móvil de salarios,
remuneraciones, jubilaciones y pensiones en el ámbito de la seguridad social.
Todo lo cual, estimé, resultaba útil para comprender la finalidad de un seguro como el de retiro, de
carácter alimentario y de subsistencia.
Con estas aclaraciones, adhiero, en lo principal, a la solución adoptada por mi distinguida y apreciada
colega Dra. Tevez. Ello en cuanto a la aplicación a estos obrados de la doctrina sentada por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación en los autos "Longobardi" y "Alvarez".
El doctor Juan Manuel Ojea Quintana agrega:
Adhiero al voto de mi distinguida colega propinante por los fundamentos expresados
precedentemente.He de señalar asimismo que aquéllos coinciden sustancialmente y en lo pertinente con
el temperamento que he asumido como juez subrogante en la Sala C de este tribunal de Alzada in re:
"Cayon de Blanque Mirtha Alicia c/ Metlife Seguros S.A. s/ordinario", del 19/2/2010 -con relación al
seguro de vida- in re: "Galán Adriana Mónica c/ Consolidar Cia. de Seguros de Retiro S.A. s/
ordinario", del 13/10/2009 - en punto al contrato de seguro de retiro-; casos, ambos, que exhiben
analogía con la cuestión sometida a estudio en autos.
Con lo que terminó este acuerdo que firmaron los Señores Jueces de Cámara doctores:
Juan Manuel Ojea Quintana
Rafael F. Barreiro
Alejandra N. Tevez
Fernando I. Saravia
Secretario
Buenos Aires, abril 15 de 2010.
Y VISTOS:
Por los fundamentos expresados en el Acuerdo que antecede, se condena a Metlife Seguros de Vida
S.A. a pagar al actor Héctor Alfredo Carriquiri la suma que resulte de transformar a pesos el capital
reclamado en moneda extranjera a razón de un peso por dólar estadounidense, más el 50% de la brecha
que exista entre un peso y la cotización de la mencionada divisa extranjera en el mercado libre de
cambio, tipo vendedor, del día en que corresponda efectuar el pago, salvo que la utilización del
coeficiente de actualización previsto en las normas de emergencia económica arroje un resultado
superior, con más una tasa de interés del 7,5% anual, no capitalizable, entre moratorios y punitorios
desde la fecha en que se produjo la mora y hasta la del efectivo pago; y a Metropolitan Life Seguros de
Retiro S.A. a pagar al actor Héctor Alfredo Carriquiri la suma de dólares estadounidenses quinientos
siete con 47/10 (U$S 507,47) o su equivalente en pesos para adquirir en el mercado libre de cambio
tipo comprador la suma referida con más un interés del 6 % anual desde la mora; iii) Las costas de
ambas instancias se distribuyen en el orden causado, por tratarse de una decisión que, tal como quedó
plasmado, ha merecido soluciones diversas. (art. 68, 2do. párrafo, Cpr.)
Juan Manuel Ojea Quintana.
Rafael F. Barreiro.
Alejandra N. Tevez.
Ante mí: Fernando I. Saravia.
Es copia del original que corre a fs. de los autos de la materia.
Fernando I. Saravia.
Secretario.
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