Moquillo canino Por Lic. Cecilia Negro. Sector Virología - Laboratorio Santa Elena. Definición Esta enfermedad infectocontagiosa fue descrita por primera vez en 1905 por Carré como una infección de los cachorros asociada a gastroenteritis, pneumonitis, conjuntivitis, y encéfalo mielitis. Años más tarde, fue aislado el agente etiológico causal; el Virus Distemper Canino (VDC) por primera vez en cultivos primarios de células caninas en el año 1959. Esta enfermedad fue la principal causa de muerte en caninos hasta mediados del siglo XX. En la década de los años 60 comenzaron a utilizarse las vacunas a virus modificados que sustituyeron a las vacunas inactivadas y de esta forma empezó a controlarse la enfermedad. Sin embargo la incidencia se vio aumentada, años más tarde debido; probablemente a una incorrecta vacunación o a una inmunización inadecuada. Etiología El VDC pertenece a la familia Paramyxoviridae y se clasifica dentro del género Morbilivirus junto con el virus de la peste bovina, el virus de los pequeños rumiantes y el virus del sarampión; con quienes existe una estrecha relación inmunológica a través de sus proteínas estructurales. Son virus envueltos; contienen una cadena simple de ARN de polaridad negativa, con 2 glicoproteínas insertas en la membrana plasmática; las glicoproteínas H (hemaglutinina) y F (proteína de fusión). Dentro de la superficie interna de la envoltura se encuentra la proteína de Matriz (M). La proteína NP (nucleoproteína) rodea el genoma de ARN y forma junto con la proteína L (polimerasa) y P (fosfoproteína) la nucleocápside viral. Las proteínas H y F son sus principales inductoras de anticuerpos neutralizantes. Epidemiología y patogenia El moquillo canino es una enfermedad muy contagiosa que afecta no solo a los perros domésticos sino a una gran diversidad de especies silvestres como: zorro, coyote, lobo, chacal; comadreja, hurón, zorrillo, nutria, coatí y mapache entre otros. También se ha encontrado que grandes felinos (leones, leopardos y tigres) son susceptibles a la infección causada por el moquillo. La principal vía de infección de este virus es a través de aerosoles secretados por las vías nasales que eliminan los animales infectados. La diseminación puede presentarse durante varios meses. También se ha comprobad la transmición de madre a cachorros por vía intraplacentaria. Características clínicas y patológicas La inhalación del VDC produce la infección de macrófagos del tracto respiratorio alto; posteriormente el virus se disemina en primer lugar a los nódulos linfáticos locales en donde se replica y luego al resto de los tejidos linfoides porvocando la infección sistémica. Los síntomas pueden aparecer entre el tercer y cuarto día post infección; y hasta 18 días más tarde aunque también puede ocurrir que no se presenten síntomas característicos. Clínicamente se presenta con fase febril, secreción serosa que luego pasa a ser mucupurulente nasal y ocular. El enrojecimiento de los ojos es característico en esta fase así como también vómitos y diarrea. Signos respiratorios y gastrointestinales pueden aparecer aumentados por infecciones bacterianas secundarias. En una segunda instancia la infección viral afecta al sistema nervioso central, provocando poliencefalomielitis. Son comunes las convulsiones, parálisis, contracciones involuntarias de uno o mas músculos que puede finalizar en la muerte del animal o producir secuelas graves. Características antigénicas y replicación del virus Existen diferencias considerables en cuanto a la patogenicidad de las diferentes cepas aisladas del VDC. Es importante destacar que a pesar de existir algunas diferencias antigénicas entre las cepas demostradas por pruebas serológicas, se acepta que existe un sólo serotipo del virus; y solamente se han identificado pequeñas diferencias en las secuencias de su ARN. El VDC virulento replica fácilmente en linfocitos caninos activados y en macrófagos caninos in vitro pero solo después de la adaptación a monocapas de células epiteliales o fibroblásticas. Diagnóstico El diagnóstico se basa en las características clínicas habituales; aunque en las primeras etapas es difícil discernir entre otras enfermedades virales. En los casos agudos de la enfermedad a través del análisis hematológico se revela linfopenia, trombocitopenia y los monocitos pueden estar aumentados. También pueden hallarse antígenos virales y/o cuerpos de inclusión mediante ensayos de inmunocitoquímica. El virus puede ser aislado de las muestras clínicas pero usualmente no se realiza de forma rutinaria como método diagnóstico. Las técnicas serológicas no son efectivas ya que los animales pueden morir sin presentar aparición de anticuerpos neutralizantes y a su vez animales vacunados pueden presentar niveles de anticuerpos comparables con perros infectados en forma subaguda o crónica. Las técnicas de biología molecular que detectan el ácido nucleico a través de técnica de Reacción en Cadena de la Polimersa (PCR) pueden ser aplicadas al diagnóstico preozmente de la enfermedad. Estas técnicas son utilizadas comúnmente por su sensibilidad y especificidad de reacción. Tratamiento Hasta el momento no existen drogas antivirales específicas contra este virus y por lo tanto la profilaxis a través de la vacunación es fundamental para prevenir la enfermedad. El tratamiento que se realiza es inespecífico y apunta a la terapia con antibióticos debido a las infecciones bacterianas secundarias que pueden acarrearse especialmente en el tracto respiratorio y digestivo. La administración de fluidos y electrolitos es vital para mantener la viabilidad del animal. La administración de antisuero específico durante la primera fase de la enfermedad pude ayudar a promover una respuesta inmune suficiente para prevenir los signos clínicos consecuentes. Para los animales con signos neurológicos el tratamiento no es satisfactorio. Los sedantes y anticonvulsionantes no tienen efecto curativo aunque se administran para mejorar la calidad de vida de los animales. Sin embargo puede ser aconsejada la eutanasia del animal si los signos neurológicos son graves y progresivos. Prevención Es importante destacar que los perros de todas las edades son susceptibles a la infección por este virus. Los cachorros que nacen de hembras vacunadas antes del servicio poseen anticuerpos maternos que le confieren inmunidad durante las primeras semanas de vida. Sin embargo pasado este período los cachorros se vuelven vulnerables (cuando disminuyen los títulos de anticuerpos maternos) y es aquí donde debe realizarse la correcta inmunización. La inmunización por vacunación es la única forma de controlar efectivamente la profilaxis del moquillo canino. Por último es importante destacar que al ser el agente etiológico un virus envuelto, la membrana viral que lo recubre puede ser destruida por solventes lipídicos y de esta forma perder su capacidad contagiosa. Por lo tanto la vacunación y la higiene son componentes fundamentales para la prevención de esta enfermedad. En este contexto se recomienda el siguiente esquema de vacunación: Primovacunación Primera dosis entre las 6 a 8 semanas de edad. Segunda dosis entre las 10 a 12 semanas de edad Tercera dosis entre las 14 a 16 semanas de edad. Una cuarta dosis puede ser necesaria en zonas de alta prevalencia del virus. Revacunación anual; es aconsejable de por vida Es recomendable vacunar a las hembras antes de que las mismas entren en celo. CANISAN 12 está formulada con la cepa de Moquillo canino atenuado, la cual induce inmunidad duradera. Esta vacuna multivalente además de otorgar protección contra la infección causada por el Distemper virus confiere inmunidad contra las cepas atenuadas de Parvovirus, Adenovirus y Parainfluenza. Así como también contra el Coronavirus canino y las Leptospiras. CANISAN 12 es el producto de investigación y desarrollo llevado a cabo en Laboratorio Santa Elena S.A., con la colaboración y asistencia de técnicos especializados de la Facultad de Ciencias – Universidad de la República. El desarrollo de esta vacuna fue realizado con el fin de prevenir las enfermedades infecciosas que comprometen la salud de los caninos. Elaborada contra las principales cepas caninas de origen viral y bacteriano.