Resolución

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///mes, 16 de Febrero de 2012.AUTOS Y VISTOS: éste incidente n° 04/01 caratulado:
“Dirección Nacional de Vialidad s/ incidente para determinación de
competencia jurisdiccional”, perteneciente al expediente n° 01/09, caratulado:
“MENDOZA, Beatriz Silvia y ots. c/ESTADO NACIONAL y ots.
s/EJECUCIÓN DE SENTENCIA (en autos Mendoza, Beatriz Silvia y ots.
c/Estado Nacional y ots. s/Daños y Perjuicios; daños derivados de la contaminación ambiental
del Río Matanza-Riachuelo)”, del Registro de la Secretaría N° 9, de este Juzgado
Federal de Primera Instancia de Quilmes.
La presentación efectuada por la Dirección Nacional de
Vialidad a fojas 09/15.Y CONSIDERANDO:
USO OFICIAL
1°).- Que cabe al suscripto pronunciarse sobre la petición
formulada por la Dirección Nacional de Vialidad, la cual tiene por objeto, el
esclarecimiento jurisdiccional sobre la competencia de éste órgano judicial en las
intervenciones judiciales suscitadas y que se susciten en relación con la totalidad
de los cruces aéreos (puentes) que existen y que en el futuro pudieren existir
atravesando el cauce del río Matanza Riachuelo en toda su extensión y sus
afluentes, desde su nacimiento en el Partido de General Las Heras, hasta su
desembocadura en el Río de la Plata.
Que la naturaleza de la cuestión planteada se sustenta en el
estado de incertidumbre que pesa sobre la presentante, generada por la situación
de que los puentes sobre el río Matanza Riachuelo y sus afluentes se encuentran
ubicados en territorios diversos que, por aplicación de las reglas generales de
competencia en razón del territorio y de la materia, implicarían la actuación de
varios Jueces, con criterios dispares; lo cual impactaría negativamente en el
devenir fáctico del programa remediador oportunamente ordenado por el más
Alto Tribunal de Justicia de la Nación mediante pronunciamiento del pasado 0807-08.Que en definitiva, la Dirección Nacional de Vialidad recurre a
ésta judicatura, al sólo efecto de obtener una declaración de certeza jurisdiccional
en el sentido apuntado.2°).- Adentrándose en el análisis de la pretensión realizada
por la Dirección Nacional de Vialidad, en primer lugar debe destacarse que
conforme las pautas fijadas en el Considerandos 17º establecido por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación en su fallo de fecha 08-07-08, en autos
caratulados: “Mendoza, Beatriz Silvia y Otros c/ Estado Nacional y Otros s/ Daños y
Perjuicios, daños derivados de la contaminación ambiental del Río Matanza-Riachuelo”,
expediente M 1569 XL., cuya tramitación recae sobre éste Juzgado, y a los que
cabe remitirse brevitatis causae, todas las cuestiones relativas al programa
remediador de la Cuenca Matanza Riachuelo, como las que motivan la presente
petición, deben ser tramitadas dentro del obrar jurisdiccional de la presente
ejecución de sentencia, cómo una medida más que se toma en éste complejo
proceso ejecutorio.
Que en tal sentido, es dable poner de resalto, y en
consonancia con las decisiones que éste Juzgado viene imponiendo, que la
intervención jurisdiccional apuntada ya ha sido resuelta a favor de la competencia
de la CSJN (delegada su ejecución al Juzgado Federal de Primera Instancia de Quilmes), a
fin de garantizar la inmediatez de las decisiones y el efectivo control jurisdiccional
de su cumplimiento, lo cuál deriva indiscutible a ésta altura de las circunstancias.
Ello así, debe apreciarse que el fallo en ejecución si bien tiene
como objeto final el saneamiento de toda la Cuenca Matanza Riachuelo, ha
innovado en materia de procedimiento en pos de dicha remediación ambiental,
estableciendo una adecuada forma de llevar la ejecución de sentencia a través de
la delegación de la misma en un Juez único para evitar, justamente, que se
produzcan situaciones que dispersen y/o obstaculicen la adecuada labor
jurisdiccional.
En definitiva, puede colegirse notoriamente del fallo de
nuestro cimero Tribunal que éste ha ampliado la jurisdicción tomando al
concepto de Cuenca hídrica como punto unificador de la misma,
desprendiéndose del axioma de la competencia territorial tradicional, en pos del
beneficio ambiental que involucra a una amplísima población que, hoy en día,
cuenta con éste pronunciamiento como herramienta indispensable para hacer
valer definitivamente los derechos que a través de la contaminación ambiental les
habían sido conculcados.3°).- Sumado a ello, y a los fines de evitar todo tipo de dudas
respecto a los casos en que éste Tribunal resulta competente para entender en los
litigios relativos a la ejecución del plan de saneamiento de la Cuenca Matanza
Riachuelo, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha zanjado todo tipo de
dudas mediante resolución aclaratoria de fecha 10-11-09 que especifica los
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supuestos de atribución del Juzgado Federal de Quilmes, y a los que cabe
remitirse brevitatis causae.4°).- En lo referente al caso en particular, no puede soslayarse
- como bien lo infiere la Dirección Nacional de Vialidad mediante presentación traída a
despacho - que los cruces aéreos (puentes) construidos o que se construyan sobre el
cauce principal y/o corrientes secundarias correspondientes al Río Matanza
Riachuelo tienen una incidencia directa y concreta sobre los elementos naturales
bióticos y abióticos correspondientes a la Cuenca; toda vez que el movimiento de
tierras, materiales, estructuras y demás, impacta de manera directa sobre aspectos
de importancia medioambiental vital en la Cuenca.
Que ello así, en caso de producirse conflictos durante las
etapas de diseño, construcción, mantenimiento y/o puesta en valor de los
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mismos, la pluralización de competencias jurisdiccionales contravendría de
manera de manera directa y expresa la manda de la Excma. Corte Suprema de
Justicia de la Nación, en ejecución, que fuera expresamente delegada por ése
cimero Tribunal a éste Juzgado Federal.
Asimismo, debe tenerse en consideración que el programa
remediador de la Cuenca debe ser llevado adelante por la Autoridad de Cuenca
Matanza Riachuelo (ACUMAR), creada por ley 26.168, cuya competencia
territorial abarca a toda la la Cuenca Hídrica (14 Partidos y Ciudad Autónoma de
Buenos Aires), y en cuyo seno se encuentran efectivamente representados el
Estado Nacional, la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires; con amplias facultades de regulación, control y fomento respecto de las
actividades industriales, la prestación de servicios públicos y cualquier otra
actividad con incidencia ambiental en la Cuenca, pudiendo intervenir
administrativamente en materia de prevención, saneamiento, recomposición y
utilización racional de los recursos naturales.
Consecuentemente, surge palmario de lo expuesto que la
ACUMAR resulta ser la Autoridad de aplicación en cuanto al contralor de las
actividades que se desarrollen en dicho territorio, con el amplio alcance supra
mencionado y que, como tal, todo lo atinente a su desenvolvimiento
administrativo se encuentra bajo la exclusiva jurisdicción de ésta Judicatura,
conforme así ya lo dispusiera la CSJN.5°).- Sumado a todo ello, deriva trascendente que ésta
Magistratura deje sentado por la presente el criterio que debe adoptarse en
cuestiones relativas a la competencia jurisdiccional en los conflictos suscitados
por la construcción, funcionalidad, mantenimiento, y demás, de los puentes que
afecten competencias administrativas interjurisdiccionales.
En tal sentido, siguiendo un correlato lógico, no debe
soslayarse que la ley 25.675, en su Art. 7 establece: “La aplicación de esta ley
corresponde a los tribunales ordinarios según corresponda por el territorio, la materia, o las
personas. En los casos que el acto, omisión o situación generada provoque efectivamente
degradación o contaminación en recursos ambientales interjurisdiccionales, la competencia será
federal.”. Dicho lo cuál, no quepan dudas respecto a la intervención de la Justicia
Federal en los casos donde el bien en conflicto tenga características de alcance
colectivo extraterritorial.
En materia jurisprudencial, vale recordar lo esgrimido por la
CSJN (mediante pronunciamiento de fecha 13-02-02 in re: “San Martín, Daniel R. y otros
s/ delito contra la seguridad pública”, Fallo: 308:2473) donde sostuvo que: “…si las
medidas de fuerza que dieron origen a la causa tuvieron como consecuencia la efectiva
interrupción del tránsito vehicular en una ruta nacional, esas acciones han interferido
directamente en la satisfacción de los objetivos de bien público para los cuales la ruta fue
establecida, entre los que debe encontrarse el garantizar el libre desarrollo del tráfico
interjurisdiccional, por lo que corresponde intervenir a la justicia nacional…”.
Asimismo, el cimero Tribunal de Justicia de la Nación (en
resolución del 14-06-01 in re: “Dafunchio, Jsé C. y otro”, LL, ejemplar 7/11/01 del
dictamen del procurador fiscal que la CSJN hace suyo) sostuvo que: “…es competente la
justicia de garantías de la provincia de Buenos Aires, y no el fuero federal en lo criminal, para
entender en la causa iniciada debido a la interrupción por varias horas del tránsito vehicular en
una ruta, si dicha arteria es provincial y accede a otra del mismo carácter…”, lo que es
aplicable al presente por contrario sensu.
En ese entendimiento, puede sostenerse, en primer lugar, que
el desarrollo evolutivo del derecho ambiental ha despejado toda duda en cuanto
la función ambiental que cumplen los cruces aéreos (puentes) como bienes
colectivos difusos, toda vez que los mismos se constituyen como construcciones
de uso y aprovechamiento fraccionado a favor de personas de paso, que influyen
positivamente en la calidad de vida de toda una colectividad de individuos.
Más aún, véase que la utilización de un puente como bien de
conectividad entre territorios de diferente contralor administrativo, excede lo
atinente al tráfico vehicular y peatonal, sino que incumbe además las cuestiones
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de operatividad de los mismos (en algunos casos móviles), su correcto
funcionamiento, operatividad, mantenimiento, dominio y demás; todo lo cuál sin
duda alguna debe quedar bajo la órbita jurisdiccional de la justicia federal, para
evitar decisiones parciales, atentatorias con las soluciones integrales que debe
garantizar el Poder Judicial en un verdadero estado de derecho.
En definitiva, debe colegirse que el establecimiento de los
cruces aéreos se constituyen como bienes de orden público, cuyo principal
beneficiario resulta ser la sociedad misma, y en tal calidad deben ser reconocidos
como bienes que integran el elenco protectorio de nuestro derecho ambiental.
Utilizando las palabras de Augusto M. Morello: “…Esa idea de
lo colectivo involucra grupos, categorías, poblaciones y complejas situaciones subjetivas
polarizadas en objetos indivisibles, aunque de uso y aprovechamiento fraccionado (desde el aire,
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el agua, la flora, las riquezas arqueológicas, los monumentos históricos, las obras estéticas del
patrimonio cultural común, lo que empuja a la calidad de vida, etc.), se ensancha para dibujar
un régimen o sistema de tratamiento jurídico envolvente y similar, de suerte que la expansión
grupal, como un surtidor, determina la comunicabilidad horizontal de tutela a favor de todos
aquellos sujetos que, apresados en la conexidad -diríamos vital- de esa situación común, no
juegan en solitario. Se repite con rasgos y efectos idénticos o muy semejantes en seriada -muchas
veces masiva- reiteración…” (Conf. Augusto M. Morello en: “Visión procesal de cuestiones
ambientales” de Augusto M. Morello y Néstor A. Cafferatta - 1° edición - Santa Fe, ED.
Rubinzal-Culzoni, 2004, pág. 131).
6°).- Aduna a lo hasta aquí expuesto, lo que surge de la
documental acompañada por la Dirección Nacional de Vialidad, consistente en:
a) copia de resolución n° 413/2011 del Ministerio de
Planificación Federal, donde se resolvió extender la representación jurídica en
actuaciones administrativas y causas judiciales en trámite donde la Dirección
Nacional de Vialidad sea parte o citada ante organismos Municipales,
Provinciales, Tribunales ordinarios Provinciales y Federales, dentro del ámbito
territorial de la Provincia de Buenos Aires (fs. 01/02).
b) Copia del Convenio suscripto entre la Dirección Nacional
de Vialidad y la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo con fecha 26-09-11, por
el cual se acordó que la primera procederá a realizar las tareas tendientes a la
puesta en valor de los puentes “Pueyrredón” (antiguo), “Victorino de la Plaza”,
“José Félix Uriburu” (ex Puente Alsina) y Transbordador Nicolás Avellaneda,
incluyendo la preparación de los proyectos y la ejecución de las obras necesarias
para tal finalidad (fs. 03/06).
c) Copia de addenda de fecha 22-11-11, por la cual dichas
partes se comprometieron a aplicar las disposiciones del Convenio supra aludido
a todo puente, viaducto, acueducto, plataforma o transbordador existentes o que
en el futuro se construyan en el ámbito de la Cuenca Matanza Riachuelo, con
iguales o similares fines y/o características que los puentes allí señalados, y que se
encuentren bajo jurisdicción de la Dirección Nacional de Vialidad.
Dicho lo cuál, queda en claro que la realización fáctica de las
referidas obras ya han sido debidamente consensuadas y diagramadas por la
Dirección Nacional de Vialidad y la ACUMAR en pos del efectivo saneamiento
de la Cuenca, y por tanto cualquier obstaculización de hecho o de derecho
atentatoria a su debida implementación, sin duda alguna deberá ser dirimida ante
ésta Magistratura.7°).- En virtud de lo expuesto, a los fines de despejar el
estado de incertidumbre que pudiera generar la cuestión de competencia
jurisdiccional en caso de suscitarse conflictos en la proyección y ejecución de las
obras a desarrollarse en los puentes que se encuentran sobre territorio de la
Cuenca Hídrica, corresponde dejar expresamente aclarado que el Juzgado Federal
de Quilmes (por delegación expresa de la CSJN) posee competencia exclusiva e
improrrogable para entender en las acciones judiciales suscitadas y/o que
pudieran suscitarse en relación con la totalidad de los cruces aéreos (puentes) que
existen y que en el futuro pudieren existir que atraviesen el cauce del Río
Matanza-Riachuelo en toda su extensión y, en el caso de sus afluentes, desde su
nacimiento en el Partido de General las Heras hasta su desembocadura en el Río
de la Plata, en la medida que incidan sobre la debida consecución del programa
remediador socio-ambiental de la Cuenca; toda vez que justamente, conforme lo
esgrimido en la presente, cualquier acción de hecho y de derecho que pudiera
hacer apartar aunque sea un ápice la debida consecución de la sentencia en
ejecución, concernirá inexorablemente la intervención de ésta Magistratura (véase
al respecto lo decidido por la CSJN in re “Mendoza” mediante pronunciamiento aclaratorio de
fecha 10-11-09, a cuyos fundamentos cabe remitirse).8°).- Todo ello, en atención a la necesaria efectivización en
que deben plasmarse los objetivos fijados textual e implícitamente por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación en su fallo de fecha 08-07-08, en autos
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caratulados “Mendoza, Beatriz Silvia y Otros c/Estado Nacional y Otros s/Daños y
Perjuicios, daños derivados de la contaminación ambiental del Río Matanza-Riachuelo”,
expediente M 1569 XL; y en congruencia con el fin último del citado fallo, que
resulta ser el saneamiento de la cuenca hídrica Matanza-Riachuelo, y a los fines de
contar con una ponderación anticipatoria de las acciones que se vayan realizando;
es que:
RESUELVO:
I.- Hacer lugar a la pretensión formulada por la Dirección
Nacional de Vialidad, dejando expresamente aclarado que el Juzgado Federal de
Quilmes (por delegación expresa de la CSJN) posee competencia exclusiva e
improrrogable para entender en las acciones judiciales suscitadas y/o que
pudieran suscitarse en relación con la totalidad de los cruces aéreos (puentes) que
USO OFICIAL
existen y que en el futuro pudieren existir que atraviesen el cauce del Río
Matanza-Riachuelo en toda su extensión y, en el caso de sus afluentes, desde su
nacimiento en el Partido de General las Heras hasta su desembocadura en el Río
de la Plata, en la medida que incidan sobre la debida consecución del programa
remediador socio-ambiental de la Cuenca.II.- Requerir a la Sra. Secretaria General de la Autoridad de
Cuenca contemplada en la Ley 26.168, notifique la presente en forma urgente,
personal y en el día, con habilitación de días y horas inhábiles, bajo debida
constancia a los representantes ante esa autoridad del Poder Ejecutivo Nacional,
de la Provincia de Buenos Aires y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
(miembros del Consejo Directivo) y a los miembros de su Consejo Ejecutivo, lo cual
deberá ser acreditado dentro de las veinticuatro (24) horas.III.- Regístrese, notifíquese por Secretaría al Sr. Presidente
de la Autoridad de Cuenca contemplada en la Ley 26.168, Dr. Juan José Mussi y
al Sr. Administrador General de la Dirección Nacional de Vialidad, Ing. Nelson
Guillermo Periotti.IV.- Comuníquese, para su toma de razón a la Corte
Suprema de Justicia de la Nación mediante atenta nota de estilo.-
Exp. n° 04/01
Sec. Nº 9
Registrado bajo n°
/ 2012. Conste.-
En la misma fecha se libraron los oficios precedentemente ordenados.-
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