A. SU PROTAGONISMO EN LA CIRCULACIÓN INTERBANCARIA

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Antonino Vázquez Bonome
A. SU PROTAGONISMO EN LA CIRCULACIÓN
INTERBANCARIA
1. EL CONVENIO INTERBANCARIO SOBRE TRUNCAMIENTO
Y LA ELIMINACIÓN DEL ENDOSO
El Convenio relativo al sistema de truncamiento entre bancos, fue otorgado en un principio por una parte del sector bancario, pero quedó abierto a posteriores adhesiones al sistema, en pie de igualdad, por lo que posteriormente se han ido integrando la casi totalidad de las entidades de crédito que operan con títulos cambiarios.
En este documento es donde se define el sistema de truncamiento, sus
funciones, las figuras del sistema (entidades tomadora, presentadora,
receptora, domiciliataria o destinataria, representada y Centro de
Intercambio), así como el funcionamiento del sistema, la domiciliación
bancaria como requisito necesario para facilitar el truncamiento, la distribución de responsabilidades entre entidades, etc.; y, en lo que aquí interesa, la atribución de poderes recíprocos de gestión de los títulos cambia1
2
rios , haciendo innecesario el endoso .
A efectos de compensación mediante intercambio de soportes informáticos, y según la posición que ostenten en la operación de intercambio, las
1. Vid. PEREZ ESCOLAR, Rafael, "El Derecho Bancario en el siglo XXI (Derecho y
Tecnología)", Revista La Ley, 1991, págs. 987 ss., 992; asimismo, ROBLES ELEZVILLARROEL, Juan F. et al., "Sistema de Pagos y Contratos Bancarios",
Enciclopedia Bancaria y Financiera, edit. ISTP, Madrid, 1999, Tomo I, JTC, pág. 4.8;
y BMP, pág. 4.1.
2. Vid. ALONSO SOTO, Ricardo, "El pago de la letra de cambio", en el volumen «Derecho
Cambiario. Estudios sobre la Ley cambiaria y del cheque», dirigida por MENENDEZ,
Cívitas, Madrid, 1991, reimpresión de la edición de 1986, págs. 609 ss., 648.
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entidades de crédito reciben las siguientes denominaciones en las especificaciones técnicas y operativas del Convenio3:
Entidad tomadora: La que efectúa el abono o pago de los documentos
a sus cedentes.
Entidad presentadora: La que hace entrega del soporte magnético al
Centro de Intercambio, así como a la Entidad receptora los efectos no
truncados.
Entidad receptora: La que recibe el soporte magnético del Centro de
Intercambio, y de la entidad presentadora los documentos no truncables.
Entidad librada: Aquélla a cargo de cuyos clientes se encuentran emitidos los documentos.
Centro de Intercambio: Centro que realiza el proceso de refundición de
los soportes magnéticos remitidos por las entidades presentadores, obteniendo un soporte para cada entidad receptora.
Este Convenio interbancario fue firmado en 1973; y ante la falta de apoyatura legal -es anterior a la vigente Ley Cambiaria-, las entidades de cré4
dito incluyeron una "curiosa cláusula" que dice así :
"En tanto en cuanto la presentación material del documento a la Entidad
domiciliataria se considere requisito legal para el nacimiento o conservación de las acciones incorporadas al mismo, cada una de las Entidades firmantes del Convenio nombra y constituye mandatarias suyas a todas las
3. Vid. ROBLES, "Sistema...", BMP, pág. 4.2; y en el mismo sentido, RAMOS
HERRANZ, Isabel, "La compensación bancaria de cheques: hacia el sistema nacional
de compensación electrónica como sistema único", Derecho de los Negocios, núm. 93,
junio de 1998, págs. 11 ss., 16.
4. El calificativo de "curiosa" le ha sido aplicado a esta cláusula por PEREZ ESCOLAR,
Rafael, "El Derecho...", pág. 987, 992. Para un comentario sobre este convenio, referido a la letra de cambio, vid. ROBLES, "Sistema...", JTC, pág. 4.8; y en lo referente al
cheque y pagaré de cuenta corriente, este mismo autor en BMP, pág. 4.2 ss.
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demás, de forma que la admisión del efecto, por cualquiera de ellas, producirá las mismas consecuencias que si se hubiera presentado materialmente en las Cajas de la Entidad domiciliataria".
Esta cláusula alcanzaría su operatividad práctica al entrar en vigor la Ley
Cambiaria, que reconoce validez a la presentación del documento ante un
sistema [electrónico] de compensación (art. 43.2 y 137 L.C.), cuando la
letra está domiciliada en una entidad de crédito (art. 43.2 L.C.), y otorga pleno valor liberatorio a un recibo de pago en lugar de la letra original
(art. 45.1) truncada o inmovilizada en poder de la entidad tomadora.
Aunque la supresión del endoso no se cita expresamente en el Convenio
sobre truncamiento, es lo cierto que el mandato recíproco que se confieren entre sí las entidades adheridas al Convenio, hace innecesario el
endoso entre ellas, por lo que, al haberse incorporado al sistema la práctica totalidad de las entidades bancarias, puede afirmarse sin temor a exageración, que en el Convenio sobre truncamiento de efectos se firmó la
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partida de defunción del endoso interbancario .
2. La circulación electrónica de los títulos cambiarios:
fases circulatorias
a) El desdoblamiento de los títulos cambiarios
En los casos en que no se efectúa la presentación física de los documentos
originales -procedimiento, éste, que sigue coexistiendo con el de presentación electrónica-, la circulación de los títulos cambiarios, suele seguir
actualmente el siguiente proceso:
- Primera fase: título valor; el documento físico en soporte de papel entra
en una de las oficinas de cualquier entidad de crédito adherida al sistema
5. Vid. supra en Cap.I.B.5.d).1) "Los convenios interbancarios".
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Las Prerrogativas de las Entidades de Crédito
de compensación electrónica y queda inmovilizado, produciéndose así lo
que se denomina truncamiento.
- Segunda fase: documento electrónico simple; se toman los datos identificadores del documento inmovilizado -un extracto de la letra-, se gravan
en una memoria electrónica permanente -que puede ser en la memoria del
propio ordenador o en un disco o cinta magnética independiente- y se
envían al centro electrónico de compensación, bien sea remitiendo físicamente el propio soporte o bien transmitiendo directamente los datos por
conexión entre ordenadores.
Tercera fase: documento electrónico-papel; los datos electrónicos pasan
por impresora a un soporte de papel en el que se recrea la letra de cambio
en extracto, para su entrega al librado como justificante de pago, con
carácter liberatorio (art. 45.1 L.C.).
Ahora bien -en nuestra opinión- en este deambular de la letra, desdoblada en tres documentos, el crédito cambiario contenido en título inicial
sigue latente y continúa siendo el mismo, uno solo, el originario reflejado
en el documentopapel que quedó en la entidad tomadora, en el que permanencen inalteradas todas las características que le configuran como título valor, cartular y cambiario.
También la doctrina francesa al referirse a la lettre de change-relevé-papier -que es el antecedente directo de nuestra letra de cambio
truncada- se pronuncia en el mismo sentido, afirmando que este sistema reposa sobre una verdadera letra de cambio establecida al origen del
proceso6.
6. Vid. VASSEUR, Michel; "La lettre de change-relevé", Revue Trimestrielle de Droit
Commercial, 1975, núm. 2, págs. 203 ss., págs. 203 ss., 218; GAVALDA, Christian,
et STOUFFLET, Jean, "Effets de commerce, cheques, carte de paiement et de crédit",
edit. Litec, París, 1991, págs. 178 ss.; DEVEZE, Jean; et PETEL, Philippe; "Droit
Comercial: Instruments de paiement et de crédit"; edit. Montchrestien, París, 1992,
pág. 183.
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b) Letra en extracto y derecho valor
Suele aplicarse indistintamente el nombre de letra en extracto a las dos
fases circulatorias o manifestaciones, de transmisión electrónica y justificante de pago; mientras que otros llaman derecho valor7 a los datos transmitidos electrónicamente, aplicando el de letra en extracto al justificante
de pago extendido en papel, en el que consta un extracto (relevé) de los
datos de la letra que quedó inmovilizada en el banco de origen. Como
dice VASSEUR, "de salida es una letra de cambio [auténtica] emitida por
el librador; a la llegada es un relevé"8.
Sobre la naturaleza jurídica de estas dos manifestaciones documentales,
cabe decir que no son títulos valores, porque el derecho que representan
tiene carácter accesorio, ya que su vigencia les viene de su relación con el
título inmovilizado; y aunque pueden considerarse documentos electrónicos
el -justificante de pago no ofrece dudas sobre su naturaleza documental-, no
se trata de documentos autónomos e independientes, sino que todos ellos
constituyen un único derecho cambiario, como lo demuestra el hecho de
que si no es pagado el recibo sustitutivo vuelve a tomar vida el documento
truncado para poder ejercitar los derechos que comporta.
En lo que respecta al reforzamiento de la autenticidad de los datos
transmitidos electrónicamente, el Banco de España ha publicado una
circular -aplicable a los títulos cambiarios y a otros documentos presentados a través del Sistema Nacional de Compensación Electrónicaen la que se exige la implantación de determinados métodos y técnicas de seguridad, basados en procedimientos criptográficos, como
medio de garantizar la confidencialidad y la inviolabilidad de la infor9
mación . Esta práctica ha tenido refrendo legislativo por medio del
Real Decreto-Ley 14/1999, de 17 de septiembre sobre firma electrónica(BOE núm. 224 del 18).
7. Vid. ROBLES, "Sistema...", JTC, pág. 2.1.
8. Vid. VASSEUR, Michel; "La lettre..."; págs. 203 ss., 218.
9. Circular 5/1996 del Banco de España, de 29 de marzo (B.O.E. de 13 de abril de 1996).
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3) Letra, pagaré y cheque truncados
a) La letra de cambio truncada al servicio de las entidades de crédito.
La palabra truncamiento ha sido tomada de la práctica bancaria anglosajona referida al tratamiento del cheque, que se manifiesta por la eliminación del desplazamiento físico del documento (inmovilización), mediante
un procedimiento técnico denominado en inglés truncation. Su equivalente castellano, truncamiento, fue adoptado por la banca española, si
bien la forma operativa ha sido inspirada en el procedimiento establecido
en Francia con el nombre de lettre de change relevé (que puede traducirse al español por letra de cambio en extracto), una creación de la práctica cambiaria francesa10, con vocación nacional y centralizadora11, al servicio de las entidades de crédito.
La Ley Cambiaria no regula la circulación mediante truncamiento, pero
dejó abierto el camino, de una forma disimulada, para una posible implantación del sistema (art. 34.1, 43.2 y 137 L.C.), al otorgar validez a la
presentación al pago a través de cámara o sistema de compensación y a la
entrega de un recibo al librado con carácter liberatorio en sustitución de
la letra original.
Sobre esta cuestión, un sector doctrinal opina que el procedimiento de
inmovilización de la letra en poder de una entidad de crédito es perfectamente compatible con la regulación de la Ley Cambiaria, por
cuanto ésta considera que la presentación en una cámara o sistema de
presentación es equiparable a una presentación al pago; y que, por
tanto, si este órgano de compensación es un sistema electrónico, la presentación en soporte magnético es como si la letra se hubiese presenta12
do al pago .
10. Vid. GAVALDA et STOUFFLET, "Effets...", pág. 179.
11. Vid. VASSEUR, Michel, "La lettre...", págs. 203 ss., 216.
12. En este sentido, SANCHEZ CALERO, Fernando, "La reforma del régimen de la letra
de cambio y del cheque", RDBB, 1982, núm. 8, pág. 769 ss., 777; asimismo, CALAVIA y BALDO, "Letra...", pág. 282.
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En el sistema francés se implantaron dos modalidades: una, la lettre de
change relevé-papier -que, como hemos dicho, es el antecedente directo
de nuestra letra de cambio truncada13-, con circulación inicial electrónica,
pero reproducida sobre papel al final de su recorrido, para presentación al
librado; y la otra, lettre de change relevé-bande magnétique, con circulación íntegramente en banda magnética14.
También en Francia, al igual que en España, el truncamiento de la letra es
15
facultativo , coexistiendo también los dos sistemas circulatorios, aunque
no son coincidentes con los franceses: el de circulación electrónica, cuando la letra está domiciliada en una entidad de crédito; y el tradicional, de
circulación ordinaria desplazando materialmente el documento, para su
presentación y cobro al librado16.
Ahora bien, es preciso aclarar que, si bien los nombres de letra truncada (denominación española) y lettre de change relevé (denominación francesa, traducida al español como letra en extracto) se refieren
a procedimientos circulatorios similares, resulta que en la práctica bancaria española estas denominaciones corresponden a un mismo sistema
de circulación cambiaria, aunque, con dos fases circulatorias claramente diferenciadas; llamándose más propiamente letra truncada a la que
en su fase inicial circula materialmente en la forma clásica hasta que
entra en el banco, donde queda inmovilizada (truncada su circulación)
en poder del banco tomador; y letra en extracto a la que circula electrónicamente en un soporte magnético que luego es volcado en papel
por impresora.
13. Vid. infra en Cap. III.A.2, "La circulación electrónica de los títulos cambiarios: fases circulatorias".
14. Vid. VASSEUR, Michel, "La lettre...", págs. 203 ss., 210.
15. Vid. VASSEUR, Michel, "La lettre...", págs. 203 ss., 214; GAVALDA et STOUFFLET,
"Effets...", 1991, pág. 180; DEVEZE et PETEL, "Droit...", pág. 183.
16. Vid. CALAVIA MOLINERO, José Manuel y BALDO DEL CASTAÑO, Vicente,
"Letra de cambio: estudio sistemático de la Ley Cambiaria de 16 de julio de 1.985",
Edit. Praxis, Barcelona, 1985, pág. 283.
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b) El pagaré ordinario o común en el proceso de truncamiento.
El sistema de truncamiento se aplica también al pagaré y, al igual que ocurre con la letra de cambio, suele asignársele el adjetivo de truncado, en la
práctica comercial y bancaria, al pagaré que queda inmovilizado en poder
del banco tomador; en tanto que es denominando pagaré no truncable
aquél que, por exigencia del librador -y a la vez obligado al pago-, completa su circulación, volviendo a manos del expedidor.
Pues bien, teniendo en cuenta que la Ley Cambiaria dispone que las normas
relativas a la letra de cambio serán aplicables al pagaré en general, mientras
no sea incompatibles con la naturaleza de este título (art. 96 L.C.), entendemos que, en términos generales, lo dicho para la letra sobre el sistema de
truncamiento, deberá considerarse aplicable también al pagaré.
En lo que se refiere a la posibilidad de que la entidad tenedora pueda
entregar como justificante de pago un recibo liberatorio en lugar del
documento original que quedó en poder del banco tomador de modo
similar a la letra (pagaré truncado), pudiera parecer, a simple vista, que no
es fácil la asimilación al pagaré, porque en éste no hay libradoaceptante
como en la cambial; pero si tenemos en cuenta que "El firmante del pagaré queda obligado de igual manera que el aceptante del de una letra de
cambio", puede hacerse extensible a aquél lo que la Ley dispone para esta
última (art. 97.1 L.C.).
También es aplicable al pagaré (ordinario o común) lo referente al pacto
entre librador y librado en virtud del cual se puede exigir que no se trunque la circulación del título cambiario (art. 45.1 L.C.), como así ocurre
en la realidad viva de la práctica bancaria; resultando que cuando el título
lleva la indicación de pagaré no truncable, significa que el pago del
mismo deberá efectuarse precisamente contra la entrega material del
documento original y no de ninguna copia o extracto del mismo.
Hacemos la aclaración de que nuestro comentario sobre la equiparación del
pagaré truncado con la letra de cambio truncada se refiere al pagaré ordinario,
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pero no es extensible al pagaré de cuenta corriente, pues, si bien la regulación de la letra en la Ley Cambiaria es extensible al pagaré -cuando no haya
incompatibilidad respecto a la naturaleza de ambos títulos- el tratamiento que
recibe el pagaré de cuenta corriente en el proceso de truncamiento interbancario se asemeja más al aplicado al cheque que al de la letra, como luego veremos.
c) Títulos cambiarios excluidos de la circulación electrónica.
Como se puede deducir de lo dicho, los bancos no tienen libertad para
someter cualquier título cambiario al proceso de truncamiento, sino que
están exceptuados algunos supuestos concretos: unos por ser contrarios a
los principios contenidos en la Ley Cambiaria, y otros por razones técnicas o coyunturales, según consta en las «especificaciones técnicas operativas», complementarias del Convenio sobre truncamiento, las cuales
podrán ser modificadas en virtud de simple acuerdo de los órganos de
representación y coordinación de las entidades de crédito (AEB y CECA),
17
a propuesta de sus respectivos órganos técnicos :
Aunque en tales «especificaciones» no suelen explicarse las razones de las
exclusiones del proceso de truncamiento, éstas parecen obedecer, en unos
casos, a que no guardan armonía con los principios contenidos en la Ley
Cambiaria; y en otros, a razones técnicas o de coyuntura, según se ha dicho.
Consideramos por nuestra parte que pueden incluirse en el primer grupo
los siguientes supuestos:
a) Letras y pagarés que lleven escrita la cláusula de "no truncable" u otra
equivalente, producto de un acuerdo entre librador y librado, que indica
que deberá ser presentada al cobro precisamente el documento original
(pacto de no truncamiento) (art. 45.1 L.C.);
b) efectos no domiciliados en entidades crédito (art. 43.2 L.C)18;
17. Vid. PEREZ ESCOLAR, Rafael, "El Derecho...", págs. 987 ss., 992.
18. Circular 79/91 del Consejo Superior Bancario de fecha 22-10-1991, con base en el art.
43.2 de la L.C.
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c) efectos cuyo tenedor no sea una entidad bancaria, ya que únicamente
estas entidades tienen reconocida la facultad de entregar al librado, como
documento liberatorio, un recibo sustitutivo de la letra de cambio
(art.45.1 L.C.).
d) cambiales que contengan la cláusula de "cesión de la provisión", escrita
por el librador a favor del tomador, porque el pago deberá efectuarse necesariamente contra la entrega de la letra de cambio original (art. 69 L.C.).
e) títulos que no lleven incorporada la cláusula "sin gastos", "sin protesto"
u otra similar, porque para que el tenedor pueda ejercitar la acciones de
regreso (art. 56 L.C.) es preciso el traslado material de la letra al lugar de
cobro, para protestarla en su caso por falta de pago, porque el notario
deberá disponer del original del título para reproducirlo en el acta y para
que pueda ser aceptado o pagado por el librado (art. 52.2 L.C.);
f) efectos que contengan la expresión "con gastos" o "con protesto", porque sería preciso el traslado material del título al lugar de pago, bien para
el protesto, o bien para extender la declaración equivalente en la propia
letra (art. 51.2 L.C.).
En estos dos últimos supuestos el tenedor puede obviar, a su riesgo, la exigencia de presentar el efecto original, en lugar de hacerlo por el sistema
de truncamiento.
Las exclusiones del truncamiento por razones técnicas o coyunturales
podrán ser suprimidas o sufrir variaciones en un futuro, y así, últimamente, la Circular 1/1998 del Banco de España de 27 de enero, considera efectos no truncables (aparte del supuesto citado de que el documento contenga la cláusula de "no truncable", que exigiría la presentación del título
original) los siguientes19:
a) Efectos librados a un plazo desde la vista (art. 38.4 y 96.3 L.C.).
19. Para un comentario sobre el tema, vid. ROBLES, "Sistema...", BCB, pág. 10.4.
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b) Letras que contengan una cláusula de devengo de intereses (art. 6 y
96.13 L.C.).
c) Cambiales con varios aceptantes, cuyos domicilios de pago estuvieren
en localidades distintas (arts. 44 y 96.4 L.C.).
d) Letras emitidas en una pluralidad de ejemplares (arts. 79 a 81 L.C.).
e) Efectos girados por un importe que excede del límite establecido periódicamente.
Esta última exclusión parece obedecer a razones de seguridad jurídica,
porque en el título en extracto que se presenta no pueden detectarse manipulaciones en el original, y cuanto mayor es la cuantía del efecto, mayor
es el riesgo de falsificación al que se exponen bancos y usuarios.
En lo que respecta en particular a la compensación de cheques no truncables, sigue utilizándose el procedimiento de presentación del título ori20
ginal ante la Cámara Unica, pero se trata de un sistema a extinguir , si
bien, entre tanto, continuarán presentándose por este sistema compensatorio los siguientes21:
- Cheques cuyo importe iguale o supere el límite que periódicamente se
indique en las Especificaciones técnicas y operativas, dictadas para el funcionamiento del sistema.
- Aquéllos que no estén librados en la moneda de curso legal en nuestro país.
- Los que contengan la exigencia de protesto notarial.
- Aquéllos en los que surjan incidencias al efectuar la captura de sus datos.
20. En este sentido, RAMOS HERRANZ, Isabel, "La compensación bancaria de cheques:
hacia el sistema nacional de compensación electrónica como sistema único", Derecho
de los Negocios, núm. 93, junio 1998, págs. 11 ss., 12.
21. Así nos lo recuerda RAMOS HERRANZ, Isabel, "La compensación...", págs. 11 ss., 13.
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- Los que después de resultar impagados sean presentados de nuevo un
número de veces que sobrepase el límite indicado en las Especificaciones
técnicas y operativas.
- Los que no reúnan los requisitos de normalización.
- Aquellos cuya fecha de abono al cedente sea igual o posterior a la de
compensación.
- Los que hayan sido abonados al cedente anterior con más de 15 días
naturales antes de la fecha de compensación.
- Los cheques-nómina cuya fecha de presentación a compensación sea
posterior en más 45 días a la fecha de su emisión.
Cerrando este comentario diremos que la desaparición total del documento-papel de los títulos cambiarios no parece viable a corto plazo, porque existen barreras legales que lo impiden, pero en el aspecto técnico ya
empieza a ser realidad el logro de unos niveles altos de simplificación de
los procesos de intercambio bancario de datos, en los que no sólo se está
22
sustituyendo el papel, sino también el soporte magnético , para ser reemplazado por la transmisión electrónica en tiempo prácticamente instantáneo, mediante conexión entre ordenadores a través de líneas directas.
d) El truncamiento del cheque.
De un modo similar a la terminología aplicada a la letra de cambio, la
práctica bancaria ha dado en llamar cheque truncado, a aquél cuya circulación se interrumpe o trunca, al quedar el documento inmovilizado en
poder del banco en el que se presentó al cobro, circulando los datos del
título en un soporte magnético.
Comparada con la letra y el pagaré, la circulación del cheque -con o sin
truncamiento- es más simplificada porque no necesita salir de los circuitos
22. Vid. ROBLES, "Sistema...", BSP, pág. 6.7.
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cambiarios para su presentación al pago; mientras que la letra y el pagaré
común precisan de un trámite exterior con intervención del librado, ante
el cual hay que gestionar el cobro del crédito cambiario.
El truncamiento del cheque (check truncation para los anglo-norteamericanos) se efectúa de modo que, al final de cada jornada, el banco
donde se presenta el cheque al cobro se queda con el documento y transmite en su lugar los datos del mismo, grabados en un soporte magnético,
al llamado Centro de Cooperación Interbancaria (CCI), que es una especie de cámara de compensación electrónica de ámbito general; realizándose la compensación de modo similar a lo que hemos indicado para la
letra de cambio.
Con anterioridad al empleo del proceso de truncamiento, era práctica
habitual en el sistema bancario norteamericano devolver los cheques al
librador una vez pagados, junto con un extracto de cuenta para ser comprobado por el cliente y devuelto por éste con la conformidad o los reparos que el titular de la cuenta considerase oportunos. Más tarde, como en
las entidades bancarias no se quedaban con ningún justificante del pago
de los cheques, el banco se quedaba con una copia en microfilm antes de
23
devolverlos al cliente .
Volviendo al sistema de truncamiento, hemos de decir que no está en discordancia con la Ley Cambiaria, que permite, también para el cheque, la
presentación ante una cámara o sistema de compensación, como equivalente a la presentación al pago (arts. 137 y 146 L.C.), lo cual es ventajoso para las entidades bancarias, por su agilidad y economía de tiempo
y de costes, pero el banco librado no puede examinar el título original, lo
que le impide detectar una posible falsedad en el texto o en la firma, o
una falta o insuficiencia de poder en las declaraciones firmadas por representación24.
23. Vid. MAJADA, Arturo, "Cheques y talones de cuenta corriente, en sus aspectos bancario, mercantil y penal", 3ª edición, Barcelona, 1969, pág. 22.
24. Vid. PEREZ ESCOLAR, Rafael, "El Derecho...", págs. 987 ss., 992.
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La Ley no dice nada sobre la posibilidad de que el banco tenedor pueda
entregar al banco librado un justificante acreditativo del pago del cheque,
ni tampoco sobre la responsabilidad en el caso de una nueva reclamación
del tenedor, de modo análogo a lo regulado para la letra de cambio, pero
existen convenios entre las entidades de crédito para zanjar las diferencias
sin salir del círculo bancario, como ya hemos dich25o.
A tenor de la práctica bancaria, los cheques de valor no superior a una
determinada cantidad quedan en poder de la entidad donde el tenedor lo
presenta al cobro -se produce su truncamiento-, mientras que los superiores a esa cifra el banco pagador deberá remitir materialmente el cheque al
banco librado, es decir, aportando el documento original.
Cerrando este comentario resta decir que la tendencia actual es la instauración, con carácter de generalidad, de la compensación electrónica de los
cheques, por lo que, el intercambio físico de los mismos tiende a desaparecer bajo el impulso del avance tecnológico26.
e) El truncamiento del pagaré de cuenta corriente.
El pagaré de cuenta corriente tiene la misma regulación en la Ley
Cambiaria que el pagaré común, distinguiéndose de éste en que el de
cuenta corriente tiene forma de cheque y funciona en conexión con un
contrato de cuenta corriente bancaria.
Esto explica que su formato sea similar al del cheque, hasta el punto de
confundirse a simple vista, pues en ambos se utiliza para su libramiento
un talonario del mismo tamaño y aspecto, que es facilitado por el banco,
quien se encarga de pagarlo con cargo a una cuenta corriente, abierta por
el librador en la entidad bancaria27.
25. Vid. supra, en el Cap. III.B.5.d),1), "Los convenios interbancarios" y en Cap.
III.B.5.d),3), "Distribución de responsabilidades".
26. Vid. RAMOS HERRANZ, Isabel, "La compensación...", pg. 11 ss., 20.
27. Vid. supra en Cap. I.C.5.b),5), "Los modelos normalizados de pagaré".
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Es decir, que las diferencias con el pagaré común son únicamente de
formato y de tratamiento informatizado, pues si bien aquél es apto
para que el firmante pueda prohibir su truncamiento (art. 96.4 L.C.
en relación con el 45.1) con objeto de pagarlo contra entrega del
original, en el pagaré de cuenta corriente lo mismo que el cheque no
tiene utilidad práctica prohibir el truncamiento, porque nace predestinado a quedar en poder de una entidad de crédito, y estas entidades
tienen suscrito un convenio entre sí que hace innecesario el envío del
original.
Respecto al cheque, la posición del banco es diferente de la del pagaré de
cuenta corriente, pues en el primero la entidad de crédito asume el rol de
librado, mientras que en el segundo el banco es un domiciliatario, con lo
cual la domiciliación (en una cuenta corriente del propio banco) adquiere una especial significación para su asimilación al cheque en el proceso de
truncamiento.
En efecto, debido a las coincidencias de formato normalizado del cheque
28
y del pagaré de cuenta corriente , y a la circunstancia común de que estos
dos títulos finalizan su circulación en una entidad de crédito sin salir al
exterior, ambos tienen un tratamiento informatizado similar, e incluso
comparten un mismo subsistema de truncamiento29 dentro del Sistema
Nacional de Compensación Electrónica.
En consecuencia, todo lo indicado sobre el tratamiento informatizado
del cheque, incluido lo referente al proceso de truncamiento, puede
considerarse extensivo al pagaré de cuenta corriente, lo que nos releva de más comentarios sobre el proceso de truncamiento de este último
título.
28. Esta normalización fue aprobada por el C.S.B. en 1987, según nos recuerda ROBLES,
"Sistema...", BMP, pág. 4.1 ss.
29. Vid. ROBLES, "Sistema...", BCB, pág. 5.1.
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f) Las diferencias de truncamiento entre la letra, el pagaré común, el de
cuenta corriente y el cheque.
Resumiendo las diferencias existentes entre estos títulos, tenemos que la
regulación jurídica contempla tres figuras diferenciadas: la letra de cambio (arts. 1 al 93 L.C.), el pagaré -aunque a éste le son aplicables la
mayor parte de las normas de la letra (arts. 94 al 97; y arts. 98 a 105
L.C.)- y el cheque (arts. 106 a 167); en tanto que en su tratamiento
bancario informatizado son cuatro los tipos de títulos circulantes: la
letra, el pagaré común, el pagaré de cuenta corriente, y el cheque. Estos
cuatro tipos de procedimiento informatizado pueden reconducirse a dos
grupos, en términos generales: uno, para la letra de cambio y el pagaré
común; y otro para el cheque y el pagaré de cuenta corriente.
En la letra de cambio y en el pagaré común es el deudor (firmante y a la
vez librador del pagaré) quien tiene mayor interés en que el título no se
someta al proceso de truncamiento, porque desea quedarse con el título
original como justificante del pago; en tanto que en el pagaré de cuenta
corriente y en el cheque, el mayor interés es del banco domiciliatario, que
es quien lo paga por cuenta del deudor, y prefiere, como banco, que el
título circule mediante truncamiento, porque se le simplifican los trámites, además de quedarse con el pagaré original como justificante del pago.
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