jornada ordinaria de trabajo

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SECTOR PARTICULAR SUBVENCIONADO. CONFORME
AL D.F.L. Nº 2, DE 1996, DEL MINISTERIO DE
EDUCACIÓN
Formas de Contratación
El artículo 79 de la Ley Nº 19.070, que señala las estipulaciones mínimas que debe contener el
contrato de trabajo de los profesionales de la educación del sector particular, dentro de los
cuales quedan comprendidos los docentes del sector particular subvencionado conforme al
D.F.L. Nº 2, de 1996, del Ministerio de Educación, dispone en su letra d) que el contrato de
trabajo en cuanto a su duración puede ser de plazo fijo, de plazo indefinido o de reemplazo,
distinguiendo de este modo, entonces, tres formas de contratación.
A continuación nos avocaremos al análisis de cada uno de los contratos mencionados.
1. Contrato de plazo indefinido: El Estatuto Docente no lo define, pero aplicando los
conceptos doctrinarios se puede señalar que es aquel que se celebra por toda la vida
útil del profesional de la educación, en condiciones tales que para poner término al
mismo, debe necesariamente invocarse algunas de las causales de terminación del
contrato de trabajo establecidas en los artículos 159, 160 o 161 del Código del Trabajo,
que no sea, obviamente, la prevista en el N° 4 del artículo 159 de dicho cuerpo legal,
esto es, "vencimiento del plazo convenido en el contrato".
2. Contrato de plazo fijo: Es aquel que tiene una duración de un año laboral docente.
Conforme al artículo 22 del Decreto Supremo Nº 453, de 1991, Reglamentario del Estatuto
Docente, debe entenderse en cada establecimiento como "año laboral docente", el período
comprendido entre el primer día hábil del mes en que se inicia el año escolar y el último del mes
inmediatamente anterior a aquél en que se inicia el año escolar siguiente.
A su vez, el artículo 23 del mismo Decreto Nº 453, de 1991, señala que se entiende por "año
escolar" el período fijado de acuerdo a las normas que rigen el calendario escolar y que por
regla general, abarca el período comprendido entre el 1º de marzo y el 31 de diciembre de cada
año.
Aplicando ambos conceptos entonces, debemos concluir que el contrato a plazo fijo de los
docentes del sector particular subvencionado debe necesariamente suscribirse por el período
comprendido desde el 1º de marzo de determinado año hasta el 28 o 29 de febrero, según sea
el caso, del año siguiente.
Atendido el carácter imperativo de la norma legal, el contrato a plazo fijo de los docentes de que
se trata debe necesariamente durar el año laboral docente, no pudiendo tal plazo ser inferior o
superior al referido año laboral.
No obstante ello existen dos excepciones que veremos a continuación, y que autoriza a las
partes para convenir respecto de un contrato a plazo fijo un período inferior al referido año
laboral docente.
Excepciones a la duración del año laboral docente de los contratos a plazo fijo
El mismo artículo 82 del Estatuto Docente, en relación con el artículo 152 del Decreto Nº 453,
de 1991, contempla dos excepciones en virtud de las cuales el contrato a plazo fijo de un
docente del sector particular subvencionado puede celebrarse por un plazo inferior al año
laboral docente y que son:
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2.1.- Contrato residual: Tiene lugar cuando habiendo terminado el contrato de trabajo de un
profesional de la educación durante el transcurso del año laboral docente, el sostenedor
contrata a otro por el tiempo que reste hasta el término del año laboral docente en curso.
Se trata, entonces, igualmente de un contrato a plazo fijo, pero la diferencia está en que la
duración del mismo no es de un año laboral docente sino que inferior por cuanto, si bien es
cierto, necesariamente debe suscribirse hasta el 28 o 29 de febrero del año laboral docente en
curso, no lo es menos que, se inicia con posterioridad al 1° de marzo de dicho año laboral.
2.2.- Contrato para actividades extraordinarias o especiales: El empleador está facultado
para contratar a un profesional de la educación para una actividad extraordinaria o especial, que
por su naturaleza tenga una duración inferior a un año escolar.
En tal caso el artículo 152 del Decreto Nº 453, de 1991, señala que el contrato de trabajo debe
estipular una fecha de inicio y una fecha de término de la relación laboral.
Cabe hacer el alcance que en ningún caso el profesional de la educación puede, bajo la figura
del contrato a plazo fijo para actividades extraordinarias o especiales, desempeñar actividades
docentes regulares, sino únicamente la especial o extraordinaria contratada.
Transformación del contrato de plazo fijo a indefinido
De acuerdo a lo establecido en el artículo 79 inciso 2º de la Ley Nº 19.070, en lo relativo a la
renovación del contrato a plazo fijo rigen las normas generales del Código del Trabajo y leyes
complementarias.
Conforme a ello, nos encontramos, entonces, que el contrato a plazo fijo de los docentes que
laboran en establecimientos educacionales particulares subvencionados conforme al D.F.L. Nº
2, de 1996, se transformará en indefinido, en el evento que se den las siguientes situaciones, a
saber:
Continuar el docente prestando servicios con conocimiento del empleador después de
expirado el plazo fijado para la duración del contrato,
Renovar por segunda vez el contrato a plazo fijo
Pronunciándose sobre el particular, la Dirección del Trabajo mediante dictamen Nº 6377/371, de
17.11.93, ha señalado que los contratos de plazo fijo de los profesionales de la educación
dependientes de un empleador del sector particular se transforman en contratos de duración
indefinida por el hecho de continuar prestando servicios con conocimiento del empleador con
posterioridad al vencimiento del plazo respectivo.
3. - Contrato de reemplazo
Es aquel en virtud del cual un docente presta servicios en un establecimiento para suplir
transitoriamente a otro con contrato vigente que no puede desempeñar su función, cualquiera
que sea la causa.
Dicho contrato de reemplazo durará por todo el período de ausencia del profesional
reemplazado, pudiendo sin embargo dicho contrato tener una duración inferior al tiempo de
ausencia del docente reemplazado, cuando así se estipule expresamente.
El contrato del profesional reemplazante debe establecer el nombre del docente que se reemplaza y la causa que motiva su ausencia.
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Considerando que el contrato de reemplazo responde a una necesidad temporal de suplir la
ausencia transitoria de un docente con relación laboral vigente, es posible calificar dicho
contrato como esencialmente transitorio, naturaleza ésta que no se desvirtúa ni aún por el
hecho que las partes, haciendo uso de la posibilidad que les confiere la ley, convengan un plazo
para su duración.
Teniendo en cuenta lo anterior es que la Dirección del Trabajo, mediante dictamen N° 8083/275,
de 09.12.91, ha resuelto que son absolutamente ajenas a este tipo de contrato las normas
sobre prórroga o renovación de los contratos de plazo fijo contenidas en el Código del Trabajo,
máxime si se considera que la remisión que el artículo 79 del Estatuto Docente hace a ellas
están referidas exclusivamente a estos últimos contratos.
Por su parte y atendido que este tipo de contrato sólo tiene reconocimiento legal en el Estatuto
Docente, no teniendo aplicación general en el orden laboral, es que nos encontraremos muchas
veces con que determinadas instituciones previstas en el Código del Trabajo operan de modo
diferente en esta forma de contratación.
Así, tratándose del fuero laboral, cabe señalar dicho beneficio se extenderá únicamente hasta la
fecha de reintegro del titular reemplazado, pudiendo ser invocado si el empleador pretende
poner término al contrato de trabajo durante el período en que se cumple el reemplazo, pero no
se requerirá autorización judicial para que el profesional reemplazante abandone sus funciones
una vez que el titular vuelva a sus funciones, aun cuando detente una calidad que le confiera
fuero laboral.
En tal sentido se ha pronunciado la Dirección del Trabajo a través de Dictamen N° 1801/61, de
25.03.92.
En lo que respecta a las remuneraciones del docente reemplazante, es del caso señalar que le
asisten los mismos beneficios que el Estatuto Docente y leyes complementarias preven para el
resto de los profesionales de la educación, lo que significa, entonces, que tendrá derecho a la
remuneración total mínima, bonificación proporcional, unidad de mejoramiento profesional,
remuneración básica mínima nacional, bonificación de excelencia y demás asignaciones
especiales previstas en la Ley No 19.070, en la medida que el reemplazante cumpla con los
requisitos que en cada caso se exigen.
Es así como la Dirección del Trabajo ha resuelto por Dictamen Nº 2897/137, de 17.05.94, que
"el profesor afecto a un contrato de reemplazo tiene derecho tanto a la remuneración básica
mínima nacional como a las asignaciones que establece la ley 19,070 y a la Unidad de
Mejoramiento Profesional".
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