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PALABRAS DEL MINISTRO DE COMERCIO, INDUSTRIA Y TURISMO DE
COLOMBIA
SERGIO DÍAZ-GRANADOS
COMITÉ EMPRESARIAL JAPÓN-COLOMBIA - KEIDANREN
Japón – Septiembre 12 de 2011
Quiero empezar agradeciendo al Nipon Keidanren y en especial a Yorihiko
Kojima, jefe del Comité Económico Conjunto Japón-Colombia, e, igualmente,
a Luis Genaro Muñoz, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros,
entidad que preside, por Colombia, dicho Comité, por la oportunidad de
celebrar este seminario en el día de hoy, en el marco de la visita oficial del
Presidente Juan Manuel Santos al Japón.
Quiero también agradecer al Keindanren, la invitación que formulara el año
pasado al Gobierno Colombiano para participar de las actividades de la
cumbre de APEC en Yokohama. Colombia sigue trabajando para que una vez
se levante la moratoria de nuevos miembros, podamos ser parte de este
importante foro para la economía, la cooperación y el desarrollo de Asia
Pacífico.
Igualmente, quiero agradecerles a los empresarios de Japón y Colombia que
nos acompañan durante el día de hoy.
Empiezo haciendo una breve presentación, que incluye tres secciones: la
primera es Colombia y su perspectiva económica; la segunda es cómo se
encuentra la relación entre Japón y Colombia; y, la tercera, el objetivo de la
política comercial de Colombia para los próximos años.
En el caso colombiano, la resistencia y la capacidad de la economía para
enfrentar la crisis financiera global de 2008, fue sorprendente. Y no
solamente la crisis no nos arrastró, sino que nuestra recuperación se dio de
manera muy rápida y nos permitió continuar con nuestra senda de
crecimiento económico.
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Gracias, a ello, a esa resistencia en la última crisis y al buen comportamiento
de los últimos años, el ingreso de Colombia, que en los últimos cincuenta
años era bajo, ha evolucionado satisfactoriamente. Hoy Colombia es un país
de ingresos medios-altos, y eso es producto del crecimiento de los últimos
seis años; 5.5 millones de nuevos consumidores, gracias a las políticas de
reducción de la pobreza.
Y en ese crecimiento sobresale también una estructura productiva
diversificada, donde el sector financiero, los servicios, la industria, el turismo,
el sector agropecuario y la minería tienen un desempeño sobresaliente que
ayuda al crecimiento del país, y, sobre todo, a enfrentar mejor los
nubarrones externos.
Y así mismo sobresale, en los últimos diez años, el crecimiento del comercio
total de Colombia, que se ha triplicado en el 2010, respecto de 2001. En
2010, Colombia fue el 2º exportador mundial de flores, el 3º de banano, el 4º
de carbón, el 12º de petróleo crudo y el 14º de oro.
Los destinos de nuestras exportaciones también se han diversificado. En el
caso particular de Asia-Pacífico, el crecimiento ha sido de más de 1.260 por
ciento, en la última década, un crecimiento promedio anual de 34 por ciento.
El incremento del comercio está atado, en buena medida, al crecimiento de
la inversión extranjera directa, que también ha aumentado de manera muy
significativa en los últimos años. Esa inversión que tuvo un promedio de 2 mil
millones de dólares al comienzo de 2001, va a alcanzar un récord histórico
este año, que esperamos supere los 13 mil millones de dólares.
Así como podemos mostrar estas cifras que reflejan el buen momento por el
que estamos pasando, queremos decir que el Gobierno se ha empeñado a
fondo para hacer de Colombia un país amigable para hacer negocios. Es por
eso que hemos emprendido una serie de reformas que nos han valido el
reconocimiento por parte del Banco Mundial, como uno de los diez países
más reformadores del mundo; llevamos nuestro clima de negocios de la
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posición 65 a la 39, mejorando, así, sustancialmente el ambiente de negocios
y la estabilidad para los inversionistas dentro del país.
Por todo lo anterior es que, en 2011, Colombia recuperó el grado de
inversión dado por las tres más importantes calificadoras de riesgos a nivel
mundial, calificación que recoge la estabilidad política y macroeconómica del
país.
Habiendo descrito esta proyección positiva que tiene Colombia, quisiera,
brevemente, describir la situación comercial actual entre Colombia y Japón.
Lo primero es decir que esta es una relación que ha venido evolucionando a
lo largo de los últimos diez años, con un superávit sostenido a favor de Japón;
y que la relación que tenemos comercialmente hoy ha estado representada
por un conjunto de productos que ambos países necesitan y que no
producen en su mayoría.
Las exportaciones de Colombia a Japón, básicamente han estado dominadas
por las ventas de café y de flores, y de derivados de café; y en el caso de
Japón a Colombia, por maquinaria y equipo, automóviles, productos de
metalurgia y química básica, que se requieren para mejorar la producción a
nivel nacional en nuestro país.
Quiero resaltar también la importante reactivación de los flujos de inversión.
Con cálculos que ha hecho nuestra Agencia de Inversión extranjera,
estimamos que alrededor de 2 mil millones de dólares puede ser el monto
reciente de las inversiones de Japón en Colombia. En el periodo de los
últimos seis años, hemos visto la llegada de grupos importantes en sectores
de minería, agroindustria, ensamblaje automotriz, autopartes, motocicletas y
servicios financieros.
Ahora bien, teniendo en cuenta el panorama de las relaciones bilaterales de
Colombia y Japón, quiero hacer una breve descripción de la política
comercial de Colombia, y la importancia que nosotros le damos al EPA,
entre Japón y Colombia.
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Primero decir que el Gobierno estableció unas metas en exportaciones y en
inversión extranjera para el año 2014.
En el caso de las exportaciones hemos fijado unas metas para el año 2014, de
llegar a 52 mil 600 millones de dólares; y para este año establecimos una
meta de 42.200 millones de dólares; pero, con la tendencia que se registra,
creemos que las exportaciones colombianas van a subir por encima de los 50
mil millones de dólares este año.
En cuanto a la inversión extranjera, las cifras son igualmente positivas, nos
habíamos propuesto llegar a una cifra de 13.200 millones de dólares a 2014,
y para este año, una cifra no inferior a 9.700 millones de dólares. El
comportamiento que estamos registrando, tanto por balanza de pagos como
por balanza cambiaria, nos permiten calcular que para finales de este año
podremos estar llegando a cerca de 13 mil millones de dólares en inversión
extranjera directa, y esto, como lo mencioné anteriormente, se debe a la
confianza que se está generando, a las reglas de juego estable y a la
certificación del grado de inversión que le han dado a nuestro país las
calificadoras de riesgo por el buen manejo macroeconómico.
Con estas metas en mente, ambiciosas en exportaciones, y en inversión,
hemos establecido nuestros planes de apertura comercial.
Colombia cuenta hoy, con 7 Acuerdos Comerciales vigentes que le dan
acceso preferencial a nuestros bienes y servicios a más de 480 millones de
consumidores.
En este año, hemos puesto en vigencia los Tratados Comerciales con Suiza y
Canadá.
Esperamos que este año, quede aprobado, por parte del Congreso de los
Estados Unidos, el TLC con ese país, el cual se encuentra ya aprobado
completamente en Colombia.
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Precisamente el jueves de la semana pasada, el Presidente Barack Obama
insistió al Congreso de Estados Unidos, aprobar los tratados pendientes con
Corea del Sur, Panamá y Colombia.
Esperamos también, que el acuerdo comercial que ya hemos negociado con
la Unión Europea, y que completó el proceso de traducción de los textos para
hacer pronto la firma formal, esté aprobado en el segundo trimestre de 2012.
Por eso, ahora nuestra prioridad es el Asia-Pacífico. Prioridad que hemos
venido analizando en varias dimensiones: Primero, tener más acuerdos
comerciales y de inversión con Asia-Pacífico; segundo, aumentar la presencia
de nuestras oficinas comerciales y, tercero, creando un bloque del lado de
América Latina, que mire hacia Asia, y que ayude a estrechar más los lazos de
cooperación y de desarrollo económico.
Permítanme hacer una breve reseña de los países del Asia con los cuales
estamos avanzando en nuestra agenda comercial: comienzo por Corea del
Sur, país al cual nos dirigiremos una vez termine nuestra visita oficial al
Japón; buscando para avanzar en nuestras relaciones bilaterales, e impulsar
el cierre de las negociaciones para un tratado de libre comercio, de tal
manera que nos permita integrar más nuestras economías, como es el caso
de Corea y Colombia, economías que pueden ser profundamente
complementarias.
En perspectiva, esperamos poder realizar avances con Japón y Australia en un
corto tiempo.
En el caso de los Acuerdos para la Promoción y Protección de Inversiones
(BIT) ya tenemos aprobados los de China e India, y ya está firmado y
pendiente de aprobación por parte de nuestro Congreso el BIT con Corea. Es
grato informales que hoy el presidente Juan Manuel Santos y el Primer
Ministro de Japón, Yoshihiko Noda, firmarán el Acuerdo de Inversión entre
los dos países, para que este sea un paso más que nos acerque hacia el inicio
de la negociación de un EPA entre Colombia y Japón.
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Este año también hemos abierto diez nuevas oficinas comerciales para la
promoción de las exportaciones, la inversión y el turismo, ocho de las cuales
están en Asia. En el caso de Tokio, la encabezará un colombo –japonés,
Hiroshi Wago, quien estará trabajando de la mano de los empresarios y con
la coordinación de nuestra embajadora en este país, para seguir impulsando
nuestra relación bilateral
Adicionalmente, como tercer paso de este proceso de acercamiento al Asia,
los Presidentes de México, Perú, Chile y Colombia han acordado estructurar
un bloque al que hemos dominado la Alianza del Pacífico. Este bloque de
cerca de 200 millones de consumidores, que representa el 50% de las
exportaciones de América Latina y el 35% del PIB latinoamericano, tiene
como objetivo fundamental fortalecer los lazos con Asia y generar más
comercio e inversión.
Las cuatro economías integradas bajo la Alianza del Pacífico, equivalen a la
novena economía del mundo.
De esa manera, diríamos que, fortaleciendo los acuerdos comerciales,
generando más presencia con nuestras oficinas y creando unos bloques del
lado de América Latina lo suficientemente integrados y abiertos, para
fomentar el comercio, es que comenzamos a generar una aproximación
mucho más moderna y más ambiciosa con el Asia Pacífico.
Lo que aspiramos desde Colombia, es lograr con este grupo de países, flujos
de comercio e inversión similares a los de los otros integrantes de la Alianza
del Pacífico.
De estos cuatro países, sobresale que el único que no tiene EPA con Japón es
Colombia; y el comercio total de Colombia, a pesar de que ha sido
importante, cercano a los US$1.900 millones, sigue estando muy por debajo
del promedio del comercio de la Alianza del Pacífico con Japón. Por esta
razón, creemos que es importante dar este paso.
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Permítanme finalizar con esta pregunta: ¿Por qué es importante el EPA para
nuestra relación?.
Hay cinco razones por las debiéramos ser audaces y tomar la decisión de
negociar un acuerdo entre Colombia y Japón.
Primero, porque hoy alcanzamos un hito histórico firmando un acuerdo
bilateral de Protección y Promoción Recíproca a la Inversión.
Segundo, porque la base exportadora colombiana y japonesa es
complementaria.
Tercero, porque Colombia tiene un potencial por desarrollar en áreas de la
tecnología, teniendo en cuenta que el conocimiento japonés es reconocido
mundialmente tal es caso de la infraestructura, la minería, la agricultura y la
producción de manufacturas.
Cuarto, porque tenemos acceso preferencial hoy a casi todos los mercados
de América Latina, Canadá, y próximamente a Estados Unidos y la Unión
Europea, y paradójicamente, Colombia es el único país latinoamericano que
no tiene EPA con Japón.
Quinto, porque Colombia viene adelantando con éxito negociaciones
comerciales con otros países de la región, como es el caso de Corea del Sur.
En conclusión, y a manera de cierre de esta intervención, quisiera
simplemente decir que América Latina está viviendo una década de
crecimiento y reducción de la pobreza sin precedentes, que Colombia tiene
unas bases económicas sólidas para sostener su crecimiento. Colombia
cuenta con una población joven y dinámica, con nuevos consumidores y una
base amplia de biodiversidad, lo que nos convierte en un lugar atractivo para
hacer negocios.
Japón tiene lo que Colombia necesita y Colombia tiene lo que Japón necesita.
Debemos ser audaces y dar el siguiente paso en nuestra relación: tener un
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acuerdo de promoción económica entre los dos países para lograr que el
comercio se convierta en una herramienta de desarrollo y prosperidad.
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