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STJCE 13.7.2004. Comisión contra Consejo, As. C-27/04: Las decisiones y conclusiones
del Consejo sobre los déficit públicos excesivos en el marco del Pacto de estabilidad y
crecimiento
María Amparo Grau Ruiz
Profesora Contratada Doctora. UCM
I. DOCTRINA DEL TRIBUNAL
Se anulan las Conclusiones del Consejo de 25 de noviembre de 2003, en relación
con Francia y Alemania, por contener una decisión de suspender el procedimiento de déficit
excesivo y una decisión por la que se modifican las recomendaciones adoptadas
anteriormente por el Consejo con arreglo al artículo 104.7 del TCE.
En cambio, no se admite el recurso de la Comisión para anular la no adopción por el
Consejo de los instrumentos formales contenidos en las recomendaciones de la Comisión
con arreglo al artículo 104.8 y 9 del TCE.
II. ANTECEDENTES JURISPRUDENCIALES
Sobre la declaración de que la no adopción por el Consejo de una propuesta de Reglamento para establecer
derechos antidumping definitivos presentada por la Comisión produce efectos jurídicos obligatorios para los
particulares y constituye un acto impugnable: Sentencia de 30 de septiembre de 2003, Eurocoton y
otros/Consejo, C-76/01, Rec. p. I-0000. Sobre la posibilidad de ejercitar un recurso de anulación en lo que
respecta a todas las disposiciones adoptadas por las instituciones que tiendan a producir efectos jurídicos:
Sentencias de 31 de marzo de 1971, Comisión/Consejo, C-22/70, Rec. p. 263 y de 2 de marzo de 1994,
Parlamento/Consejo, C-316/91, Rec. p. I625.
III. SUPUESTO DE HECHO
Mediante la Decisión 2003/89/CE, de 21 de enero de 2003, el Consejo, sobre la base
de una recomendación de la Comisión, decidió que en Alemania existía un déficit excesivo.
De conformidad con el artículo 104.7 del TCE y con el artículo 3.4 del Reglamento nº
1467/97, recomendó la aplicación de diversas medidas hasta el 21 de mayo de 2003. Las
medidas adoptadas por Alemania se consideraron entonces eficaces y se suspendió
tácitamente el procedimiento de déficit excesivo.
Mediante la Decisión 2003/487/CE, de 3 de junio de 2003, el Consejo, sobre la base
de una recomendación de la Comisión, decidió que en Francia existía un déficit excesivo.
De conformidad con los mismos preceptos fijó el final del plazo para adoptar las medidas
necesarias en el 3 de octubre de 2003. El 8 de octubre de 2003, la Comisión dirigió al
Consejo una recomendación de Decisión con arreglo al artículo 104.8 del TCE, con el fin
de que declarase que Francia no había adoptado ninguna medida efectiva. El 21 de octubre
de 2003, la Comisión recomendó al Consejo que, de conformidad con el artículo 104.9 del
TCE, formulase una advertencia a Francia para que adoptase las medidas dirigidas a la
reducción del déficit. Le recomendaba que requiriera a dicho Estado para que pusiera fin a
su situación de déficit excesivo a más tardar en 2005 y lograra en 2004 una reducción anual
del déficit ajustado en función del ciclo equivalente al 1 % de su PIB.
El 18 de noviembre de 2003, la Comisión remitió al Consejo una recomendación de
Decisión con arreglo al artículo 104.8 del TCE, con el fin de que declarase que las medidas
adoptadas por Alemania eran insuficientes. Ese mismo día, la Comisión también
recomendó al Consejo que, de conformidad con el artículo 104.9 del TCE, formulase una
advertencia a Alemania para que adoptase las medidas dirigidas a la reducción del déficit.
Le recomendaba que requiriera a dicho Estado para que pusiera fin a su situación de déficit
excesivo a más tardar en 2005 y lograra en 2004 una reducción anual de su déficit ajustado
en función del ciclo equivalente al 0,8 % de su PIB.
En su sesión de 25 de noviembre de 2003, el Consejo celebró una votación sobre las
recomendaciones de Decisiones del Consejo, presentadas por la Comisión con arreglo al
artículo 104.8 del TCE. De conformidad con el artículo 104.13 del TCE, participaron en las
votaciones todos los Estados miembros, salvo el Estado miembro afectado. Como no se
alcanzó la mayoría necesaria, las Decisiones no fueron adoptadas. El Consejo celebró
asimismo una votación sobre las recomendaciones de Decisiones del Consejo, presentadas
por la Comisión con arreglo al artículo 104.9 del TCE. De conformidad con los artículos
104.13 y 122.3 y 5 del TCE, en estas votaciones participaron únicamente los Estados
miembros que habían adoptado la moneda única, salvo el Estado miembro afectado. Como
no se alcanzó la mayoría necesaria, las decisiones no fueron adoptadas.
Ese mismo día, aplicando las normas de voto relativas a las decisiones previstas en
el artículo 104.9 del TCE, el Consejo adoptó unas Conclusiones sustancialmente similares
en relación con cada uno de los dos Estados miembros afectados. En ellas enumera los
elementos que se tuvieron en cuenta para evaluar la situación presupuestaria. Toma nota de
que el Estado miembro afectado ha adoptado varias medidas tras la recomendación que se
le había dirigido con arreglo al artículo 104.7 del TCE. Acoge positivamente el
compromiso público del Estado miembro de aplicar todas las medidas necesarias para
garantizar que el déficit sea inferior al 3 % del PIB, a más tardar en 2005. Formula
recomendaciones a la luz de la Recomendación de la Comisión y de los compromisos
asumidos por dicho Estado miembro. Pero el Consejo decide no actuar, en aquel momento,
sobre la base de una recomendación de Decisión del Consejo con arreglo al artículo 104.9
de la Comisión, suspende el procedimiento por déficit excesivo e indica estar dispuesto a
tomar una decisión con arreglo a dicho artículo, basándose en una recomendación de la
Comisión, si el Estado miembro afectado no actuara con arreglo a los compromisos
establecidos en las conclusiones.
IV. TIPO DE PROCEDIMIENTO
La Comisión de las Comunidades Europeas solicita, con arreglo al artículo 230 CE,
la anulación de los siguientes actos del Consejo de la Unión Europea de 25 de noviembre
de 2003:
las decisiones de no adoptar, en relación con Francia y Alemania, los
instrumentos formales contenidos en las recomendaciones de la Comisión
con arreglo al artículo 104.8 y 9;
-
las Conclusiones del Consejo sobre la evaluación de las acciones
emprendidas por Francia y Alemania para responder a las recomendaciones
del Consejo con arreglo al artículo 104.7 del TCE y estudio de nuevas
medidas dirigidas a la reducción del déficit para poner remedio a la
situación, por implicar la suspensión del procedimiento de déficit excesivo,
el uso de un instrumento no previsto en el Tratado y la modificación de las
recomendaciones aprobadas por el Consejo en virtud del artículo 104.7 del
TCE.
V. FUNDAMENTOS JURÍDICOS
“No se adopta decisión alguna en el sentido del artículo 104 CE, apartados 8 y 9,
cuando la Comisión recomienda al Consejo que adopte decisiones con arreglo a dichas
disposiciones y en el Consejo no se alcanza la mayoría necesaria [...] Además, no existe
ninguna disposición de Derecho comunitario por la que se establezca un plazo a cuya
expiración se presuma la existencia de una decisión tácita con arreglo al artículo 104 CE,
apartados 8 y 9, y por la que se defina el contenido de tal decisión” (apartados 31 y 32).
“No cabe considerar que la no adopción por el Consejo de los actos previstos en el
artículo 104 CE, apartados 8 y 9, y recomendados por la Comisión dé lugar a actos
impugnables a efectos del artículo 230 CE [...] de no adoptar el Consejo los instrumentos
formales recomendados por la Comisión con arreglo al artículo 104 CE, apartados 8 y 9,
ésta puede acudir a la vía de recurso prevista en el artículo 232 CE, respetando los
requisitos que se establecen en este artículo” (apartados 34 y 35).
“El Consejo también modifica, de hecho, las recomendaciones adoptadas
anteriormente con arreglo al artículo 104 CE, apartado 7, en particular al retrasar en dichas
Conclusiones el final del plazo para situar el déficit público por debajo del límite del 3 %
del PIB y al modificar, por tanto, la envergadura de las medidas de consolidación requerida
[...] Las Conclusiones del Consejo tienden a producir efectos jurídicos...” (apartados 49 y
50).
“El Consejo no se limita a constatar una suspensión de hecho del procedimiento de
déficit excesivo derivada de la imposibilidad de adoptar una decisión recomendada por la
Comisión, imposibilidad que podría subsanarse en cualquier momento. En la medida en
que supeditan la suspensión a que el Estado miembro afectado respete sus compromisos, las
Conclusiones del Consejo limitan la facultad del Consejo de dirigir una advertencia con
arreglo al artículo 104 CE, apartado 9, sobre la base de la recomendación anterior de la
Comisión mientras se considere que se han respetado dichos compromisos. De este modo,
dichas Conclusiones prevén, además, que la apreciación del Consejo a efectos de adoptar
una decisión de advertencia, es decir, a efectos de proseguir el procedimiento de déficit
excesivo, ya no tendrá como parámetro de referencia el contenido de las recomendaciones
dirigidas anteriormente con arreglo al artículo 104 CE, apartado 7, al Estado miembro
afectado, sino los compromisos unilaterales de éste [...] Una decisión de suspensión de esta
naturaleza infringe los artículos 104 CE y 9 del Reglamento nº 1467/97” (apartados 88 y
89).
“Ahora bien, cuando ha adoptado recomendaciones con arreglo al artículo 104 CE,
apartado 7, no puede modificarlas posteriormente sin una nueva recomendación de la
Comisión, ya que ésta tiene un derecho de iniciativa en el marco del procedimiento de
déficit excesivo, como reconoce el Consejo [...] Las Conclusiones del Consejo no fueron
precedidas de recomendaciones de la Comisión para que el Consejo adoptara, con arreglo al
artículo 104 CE, apartado 7, recomendaciones distintas de las adoptadas anteriormente”
(apartados 92 y 94).
“Además, las recomendaciones contenidas en dichas Conclusiones del Consejo no
fueron adoptadas siguiendo las normas de voto previstas para las recomendaciones del
Consejo con arreglo al artículo 104 CE, apartado 7, sino las previstas para las decisiones
con arreglo al artículo 104 CE, apartado 9, es decir, con la participación en la votación
únicamente de los Estados miembros de la zona euro” (apartado 95).
VI. COMENTARIO CRÍTICO
El artículo 104.1 del TCE dispone que los Estados miembros deben evitar los déficit
públicos excesivos. El objetivo del procedimiento previsto en los apartados 2 a 13, consiste
en alentar y, en caso necesario, obligar al Estado miembro afectado a reducir su déficit. El
Pacto de Estabilidad y Crecimiento fue la respuesta comunitaria a las preocupaciones por la
disciplina fiscal y presupuestaria en la Unión Económica y Monetaria, reforzando los
artículos 99 y 104 del Tratado. Supone un compromiso político, expresado en la Resolución
de 17 de junio de 1997, de vigilar el proceso presupuestario. Pero, además, desde una
perspectiva jurídica, conviene destacar dos reglamentos. Por un lado, el Reglamento
1466/97 prevé la remisión por parte de los Estados miembros de programas de estabilidad y
convergencia y un mecanismo de advertencia temprana (lo que se conoce como
componente preventivo del Pacto). Sólo posteriormente, en el ECOFIN de 10 de julio de
2001, se aprobó un Código de conducta sobre el contenido y el formato de estos programas.
Por otro lado, el Reglamento 1467/97, sobre el procedimiento excesivo de déficit prevé que
si se supera el 3% del valor de referencia, se requiera al Estado para que tome acciones
correctivas, e incluso, permite adoptar sanciones (lo que se denomina componente
disuasivo del Pacto). La entrada en vigor del Pacto fue pareja a la introducción del euro en
1999.
En esta Sentencia se pone de relieve la espinosa cuestión del difícil equilibrio
institucional y, como trasunto, el valor y los efectos de los actos derivados de cada
institución comunitaria en el procedimiento de déficit excesivo. Frente a las alegaciones del
Consejo, que sostiene que sus Conclusiones son textos de naturaleza política y no actos que
surtan efectos jurídicos, que únicamente sirven para atestiguar la situación, la Comisión
critica la adopción de “conclusiones”, acto no previsto en el Tratado y, en particular, en el
artículo 104 del TCE. Sostiene la Comisión que el Consejo debía haber adoptado
decisiones, actos obligatorios, ya que dichas Conclusiones contienen elementos de decisión,
(como la suspensión de los procedimientos y las recomendaciones a los Estados miembros
afectados). En este caso, a nuestro juicio, lo relevante es la naturaleza jurídica, determinada
por el contenido normativo y no el nombre del instrumento empleado.
A este respecto, cabe plantearse: ¿Son las Conclusiones del Consejo actos sui
generis cuyo efecto jurídico principal consiste en liberar al Consejo y a los Estados
miembros afectados del marco jurídico vinculante constituido por el artículo 104 CE y el
Reglamento nº 1467/97? ¿Se sustituye éste por nuevas directrices para la apreciación de los
requisitos de aplicación del artículo 104.9 del TCE y por un nuevo régimen de supervisión
de los déficit excesivos? Desde luego que sí. Con independencia de que desde el punto de
vista económico fuese procedente la prórroga del plazo para eliminar los déficit excesivos,
para adoptar recomendaciones contrarias a las adoptadas anteriormente, el Consejo tenía
que haber respetado los procedimientos previstos en el Tratado. Desde la óptica de la
seguridad jurídica, si se temía el riesgo de que el silencio del Consejo pusiera en peligro la
credibilidad del Pacto de estabilidad y crecimiento, lo cierto es que su actuación “atípica”
también dejó a los operadores económicos y a los mercados cambiarios en una situación de
incertidumbre.
Cabría dudar si se cumplen los requisitos para el empleo del recurso por omisión
previsto en el artículo 232 CE (procedimiento para forzar la actuación de una institución),
porque la Comisión no ha requerido previamente al Consejo para que actúe, y éste no
estaba legalmente obligado a adoptar las decisiones mencionadas en el artículo 104.8 y 9
del TCE, además se celebró una votación sobre las recomendaciones de la Comisión.
Entiende el Consejo que no es pertinente la Sentencia de 30 de septiembre de 2003,
Eurocoton y otros/Consejo. Al no haber expirado ningún plazo obligatorio y definitivo, el
mismo sigue estando facultado para adoptar dichas recomendaciones y la Comisión sigue
facultada para solicitar la adopción de sus recomendaciones o para formular otras nuevas.
Con esta Sentencia, el Tribunal de Luxemburgo confirma el papel central que ha de
atribuirse al Pacto de Estabilidad y Crecimiento y trata de clarificar las competencias de la
Comisión y el Consejo a la hora de aplicarlo, para que la coordinación de la política
presupuestaria sea más transparente. Tras cinco años de aplicación, el Pacto se revisará a la
luz de la Comunicación de la Comisión de 3 de septiembre de 2004, sobre el
“Reforzamiento de la gobernanza económica y mejora de la aplicación del Pacto de
Estabilidad y Crecimiento”. Esta Comunicación responde al llamamiento realizado por el
Consejo Europeo de junio para la presentación de propuestas que refuercen y clarifiquen la
aplicación del Pacto y se inspira en la Comunicación de 24 de junio 2004 relativa a “Las
finanzas públicas en la UEM – 2004”. Estas propuestas tratan de introducir una mayor
racionalidad económica en la aplicación del Pacto, al tiempo que refuerzan la supervisión y
la puesta en práctica.
Esta reforma -o mera evolución, según algunos- tiene su origen en consideraciones
de índole económica y de credibilidad. Ante una difícil tesitura, la Comisión se plantea si es
mejor forzar la interpretación de las normas o reformarlas para adaptarlas a la realidad
económica. Es lamentable que las normas sean ineficaces como consecuencia de
interferencias políticas; en definitiva, que no se apliquen en una Comunidad, que se supone
de Derecho. Pues, en este caso, no hay vacío legal, ni tampoco el Derecho carece de
mecanismos de reacción ante el incumplimiento de la norma (pues se prevén hasta
sanciones). Que la aplicación de la norma no resulte conveniente por su inadecuación al
contexto socio-económico en que ha de ser aplicada, por supuesto, puede llevar a un
cambio normativo futuro, pero no a alterar el Derecho vigente arbitrariamente.
Es significativo que se aluda a los “intereses vitales” del Estado para justificar
incumplimientos, como la tradicional cláusula de “orden público” en los Convenios
Internacionales. En cualquier caso, con este modo de proceder, los Estados han ganado un
cierto margen de maniobra en un tiempo adicional, a costa del desprestigio del Pacto y de
las instituciones comunitarias.
Al anular el Tribunal las Conclusiones del Consejo de 25 de noviembre, la situación
que prevalece de nuevo es la del 24 de noviembre. Por lo que son válidas, en relación con
Alemania y Francia, las recomendaciones del Consejo adoptadas según el artículo 104.7 del
TCE. Y la Comisión y el Consejo han tenido que cooperar en la búsqueda de una solución
satisfactoria. El 14 de diciembre de 2004, tras analizar la situación presupuestaria de ambos
países, en vías de reducir sus déficit al o por debajo del 3% en 2005, la Comisión decide no
adoptar nuevos pasos en el procedimiento de déficit público excesivo. Ello no impide que
la Comisión permanezca vigilante, ya que la situación sigue siendo vulnerable. En una
comunicación del Consejo a la Comisión, ésta sostiene que, al valorar la situación
presupuestaria, deben tenerse en cuenta “los efectos excepcionales producidos por las
Conclusiones del Consejo”. Pues, hasta su anulación por el Tribunal de Justicia, ambos
Estados tenían razones para creer que necesitaban corregir sus déficit para el 2005 y ajustar
en consecuencia sus políticas presupuestarias. Por lo que, a la luz de las únicas
circunstancias creadas por la Sentencia, la Comisión considera que debería tomarse como
fecha relevante la de 2005.
Lo más criticable de este asunto es que, con posterioridad, lejos de resolverse la
cuestión de fondo, se achacan los problemas a cuestiones puramente formales. Así en el
Consejo de la Unión Europea, celebrado en Bruselas el 23 de marzo de 2005, se ratifica el
Informe del ECOFIN de 20 de marzo de 2005, titulado “Mejorar la aplicación del Pacto de
Estabilidad y Crecimiento”, donde se indican los cambios legislativos necesarios,
solicitándose a la Comisión que eleve propuestas de modificación de los Reglamentos
1466/97 y 1467/97. Se reconoce que un sistema basado en normas es la mejor garantía del
respeto de los compromisos y de la igualdad de trato entre todos los Estados miembros. Se
aprecia, de este modo, cierta hipocresía, puesto que dicho sistema ya existía desde 1997, y
por mucho que se perfeccione el nuevo sistema, si se inaplica, poco podrá hacerse teniendo
en cuenta el precedente. Además, se dice que el objetivo no es aumentar la rigidez o
flexibilidad de las normas actuales, sino hacerlas más eficaces, cuando en la realidad es
fácil constatar que las mismas se han flexibilizado. Las reglas básicas del Pacto, el deficit
del 3% y el 60% de la deuda pública seguirán siendo las mismas, pero los ministros
europeos tendrán más flexibilidad en relación con los costes que pueden excluir cuando
calculen sus déficit.
El procedimiento de déficit excesivo debería seguir siendo sencillo, transparente y
equitativo. Se intenta fomentar la transparencia, también frente a la opinión pública, así
como la comunicación entre Estados e instituciones y entre estas últimas. Lo importante, en
cualquier caso, será la voluntad política de aplicarlo y respetar las normas. El principio
rector para la aplicación del procedimiento es la temprana corrección de un déficit
excesivo. El Consejo subraya que el objetivo de este procedimiento es ayudar antes que
castigar, e incentivar la disciplina presupuestaria mediante una vigilancia acrecentada.
Además, debería distinguirse entre errores de planteamiento y errores de previsión. Si, a
pesar de todo, un Estado miembro deja de cumplir las recomendaciones, el Consejo tiene
poder para imponer sanciones.
El Consejo considera que deberá aclararse el marco para tener en cuenta "todos los
demás factores pertinentes". El informe que la Comisión presente de conformidad con lo
dispuesto en el apartado 3 del artículo 104 deberá reflejar adecuadamente la evolución a
medio plazo de la situación económica (en particular, el crecimiento potencial, las
condiciones cíclicas vigentes, la aplicación de políticas en el contexto de la agenda de
Lisboa y las medidas de fomento I+D e innovación) y la evolución a medio plazo de la
situación presupuestaria (en particular, los esfuerzos de consolidación fiscal en
"condiciones favorables", sostenibilidad de la deuda, inversiones públicas y calidad global
de las finanzas públicas). Asimismo, deberá prestarse la debida consideración a
cualesquiera otros factores que, en opinión del Estado miembro de que se trate, sean
pertinentes para valorar exhaustivamente en términos cualitativos el rebasamiento del valor
de referencia. En ese contexto, se prestará especial consideración a los esfuerzos
presupuestarios dirigidos a aumentar o mantener un alto nivel de contribuciones financieras
para fomentar la solidaridad internacional y lograr las metas políticas europeas, en
particular la unificación de Europa, en caso de que tuviera un efecto perjudicial sobre el
crecimiento y la carga fiscal de un Estado miembro.
El Consejo está de acuerdo en que los plazos de corrección de un déficit excesivo
podrían revisarse y ampliarse si se produjeran hechos económicos adversos inesperados con
importantes repercusiones presupuestarias desfavorables durante el procedimiento de
corrección del déficit excesivo. Será posible la repetición de una recomendación, de
acuerdo con el apartado 7 del artículo104 del Tratado, o una notificación, según el apartado
9 del artículo 104 del tratado y deberá hacerse así si el Estado miembro en cuestión ha
tomado medidas eficaces de acuerdo con la recomendación o comunicación inicial. Esto
debería especificarse en el Reglamento (CE) n.º 1467/97.
VII. RELEVANCIA PARA ESPAÑA
Es preciso subrayar que la responsabilidad de hacer cumplir la disciplina
presupuestaria a los Estados miembros reside esencialmente en el Consejo, en virtud del
artículo 104.10 del TCE. En el marco de los apartados 1 a 9 de este mismo artículo, no
puede ejercerse el derecho de la Comisión y de los Estados miembros de interponer, con
arreglo a los artículos 226 del TCE y 227 del TCE, recurso por incumplimiento contra un
Estado miembro.
En concreto, el procedimiento de déficit excesivo es un procedimiento reglado, el
artículo 104 del TCE regula el desarrollo de cada etapa, así como las funciones y las
facultades respectivas de las instituciones. El Reglamento nº 1467/97, establece los plazos
que deben respetarse en la tramitación del procedimiento de déficit excesivo para garantizar
su aplicación rápida y eficaz. En su artículo 9 sólo se prevé la suspensión cuando el Estado
miembro afectado tome medidas en respuesta a recomendaciones o advertencias dirigidas
con arreglo al artículo 104.7 y 9 del TCE. El Consejo no puede eximirse del cumplimiento
de las normas impuestas, no debe usar un procedimiento alternativo para adoptar un acto
que no sería la decisión prevista específicamente o que establecer condiciones diferentes de
las exigidas por las disposiciones aplicables.
Por lo que a España se refiere, tras examinar el programa plurianual actualizado de
estabilidad y convergencia presentado1, la Comisión Europea llega a la conclusión de que
nuestro país cumple plenamente los requisitos de tener un presupuesto próximo al
equilibrio o con superávit según lo establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento,
pero para prevenir el riesgo de tendencias insostenibles a largo plazo ligadas al
envejecimiento de la población, España debe afrontar la reforma del sistema de pensiones
con más energía. Esta valoración está en la línea de promover actuaciones más tempranas
en la corrección de los desarrollos presupuestarios inadecuados durante los buenos
momentos del ciclo económico. Los esfuerzos de consolidación en los años buenos pueden
evitar futuros procedimientos de déficit excesivos, como se propugna en el llamado debate
del “bote” (“cagnotte”). Por su parte, la opinión favorable del Consejo sobre el programa de
estabilidad y convergencia presentado por España (7127/05) se aprueba el 8 de marzo de
2005.
En definitiva, logrado el acuerdo en el Consejo Europeo de Primavera, el 23 de
marzo de 2005, la Comisión puede preparar la modificación de los Reglamentos. Tras
consultar con el Parlamento Europeo, estos nuevos Reglamentos podrían aprobarse en el
Consejo Europeo de Junio y adoptarse después formalmente por el ECOFIN, esperemos
que de forma coherente y equilibrada. Una vez aprobados, España debería obviamente
tomarlos en consideración para cumplir con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
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en 2005 hasta un 0,4% del PIB en 2008. El Gobierno calcula que el déficit será del 0,8% en 2004, debido a
unos ajustes contables excepcionales que consisten en la reclasificación de RTVE en el sector público, según
lo pedido por EUROSTAT (0,1% del PIB), y la asunción de la deuda de RENFE, decidida por el Gobierno en
2004 (0,7% del PIB). Las proyecciones del déficit para 2005-2008 se basan en un escenario macroeconómico
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