La enseñanza del manejo de la vía aérea en

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Emergencias 2016;28:214-215
EDITORIAL
La enseñanza del manejo de la vía aérea en situaciones de emergencia
Teaching airway mangement skills for emergency situations
Alonso A. Mateos Rodríguez
La docencia en medicina está sufriendo una cambio
radical en los últimos años impulsada por varios factores, entre los que destacan las tecnologías de la información y el conocimiento y el desarrollo en muchas especialidades de las competencias como medio de lograr
el perfeccionamiento profesional. Este cambio viene
sustentado por Miller1 que afirma que la enseñanza de
la medicina debe fundamentarse en tres pilares básicos:
conocimientos, habilidades y actitudes.
Los conocimientos se adquieren de los textos científicos y de clases o lecciones. Pero las lecciones magistrales están quedando obsoletas en un universo donde la
información la tenemos en la palma de la mano. Estas
lecciones deben ir encaminadas a enseñar al alumno a
pensar por sí mismo, a explorar las diversas opciones y a
ser capaz de buscar la información necesaria en las fuentes más fiables. Las actitudes empiezan a cobrar una importancia vital con el desarrollo de iniciativas como la
medicina centrada en la persona2,3 que, de forma paralela a la medicina centrada en la evidencia, tiene como
objetivo recordar a los profesionales sanitarios la importancia de la persona enferma desde todos los ámbitos,
no solo desde la simple biología, sino entendiendo la
enfermedad como una alteración bio-psico-social. Este
tipo de atención al paciente se ha demostrado eficaz para luchar contra el bornout y otros tipos de desgaste
profesional4 que redundan en una peor atención a los
pacientes a pesar de las mejoras tecnológicas y científicas en las que estamos inmersos. Por último y no menos
importante, tenemos las habilidades, que se definen en
cómo hacer; cómo hacer aquello que he aprendido en
los conocimientos teóricos, cómo llevar a la práctica de
la mejor manera posible (actitud) aquello para lo que he
estudiado. La forma práctica de las habilidades se denomina competencias5, que se han convertido en muchos
casos en los protagonistas de los modelos de enseñanza6-8. La competencia puede definirse como un proceso
por el cual una persona utiliza sus conocimientos, habilidades y actitudes con la finalidad de poder desarrollar
de forma eficaz su actividad laboral. Muchos autores
opinan que la mejor manera de explorar y enseñar las
competencias es mediante la simulación clínica y en especial en el caso del manejo de la vía aérea9.
El manejo de la vía aérea es uno de los ejemplos más
claros de los anteriormente expuestos. A pesar de todos
los intentos que hagamos de explicar de forma detallada
la forma de proceder en una intubación orotraqueal, a
pesar de que es evidente que un excelente conocimiento de la anatomía interesada en este procedimiento es
importante, a pesar de conocer de forma detallada los
fármacos de la secuencia rápida de intubación10; nada
de eso sirve si el alumno no es capaz de relacionar todos estos conocimientos teóricos, aunarlos con una habilidad y una actitud positiva y manejar adecuadamente
la vía aérea. Para alcanzar este objetivo los instructores
deben hallar los mecanismos necesarios para que cada
alumno alcance la meta en su tiempo y forma. Una de
las soluciones que se proponen para ello es la simulación clínica avanzada anteriormente nombrada.
En este número de EMERGENCIAS se presentan dos artículos que hablan sobre la importancia de la simulación en el
entrenamiento del manejo de la vía aérea. Uno español11
analiza la utilidad de nuevas tecnologías como las Google
Glass® para la enseñanza en emergencia. Como bien dice
Juanes Méndez et al.12 los avances tecnológicos definen la
base de la educación médica moderna y nos brindan la posibilidad de utilizar en docencia nuevos recursos que ofrecen
una estrategia más versátil. Este hecho se ha demostrado
por diversas iniciativas que ponen a consolas, videojuegos y
teléfonos inteligentes al servicio de la docencia en emergencias13. Incluso el uso de estos dispositivos y de la simulación
resulta a ser tan fidedigna que, aunque por distintos motivos, puede remedar el estrés que sufrimos ante un paciente
crítico14. El segundo artículo que se publica en este número
compara varios dispositivos supraglóticos en distintos lugares geográficos y usa para ello maniquís para el desarrollo
de la investigación15. El uso de de estos maniquís de alta fidelidad es un paso más en la consecución de las competencias esenciales en un profesional. La oportunidad de poder
enfrentarse a una situación lo más real posible y que la consecuencia del fallo sea volver a empezar contribuye a que
cuando la situación sea real las posibilidades de errores sean
mínimas y, por lo tanto, en una mejora, en la seguridad primero y en la atención después, de nuestros pacientes.
Conflicto de intereses
El autor declara no tener conflictos de interés en relación al presente artículo.
Filiación de los autores: Servicio Urgencias Médicas de Madrid SUMMA112, Universidad Francisco de Vitoria, Madrid, España.
Información para correspondencia: Alonso A Mateos Rodríguez, Servicio Urgencias Médicas de Madrid SUMMA112, C/ De la antracita, 2 bis. 28045 Madrid, España.
Correo electrónico: [email protected]
Información del artículo: Recibido: 4-5-2016. Aceptado: 12-5-2016. Online: 15-6-2016.
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Mateos Rodríguez AA. Emergencias 2016;28:214-215
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