8 DE NOVIEMBRE DEL 2015 - VIGÉSIMO CUATRO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS (B) 8 DE NOVIEMBRE DEL 2015 - VIGÉSIMO CUATRO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS (B) En honor del Día del Veterano, el Obispo Jay Magness, obispo sufragáneo para los Ministerios Federales, reflexiona sobre la relación entre aquellos de nosotros que representan las comunidades de fe del país y nuestras fuerzas armadas. En honor del Día del Veterano, el Obispo Jay Magness, obispo sufragáneo para los Ministerios Federales, reflexiona sobre la relación entre aquellos de nosotros que representan las comunidades de fe del país y nuestras fuerzas armadas. Con demasiada frecuencia, la misión política y social que ha llegado a ser una parte tan importante de nuestras comunidades religiosas nos ha puesto en desacuerdo con las fuerzas armadas. Es la actualidad se hace cada vez más difícil encontrar hombres y mujeres que hayan servido en las fuerzas armadas. Se calcula que, en la población general de nuestro país, menos del 7% de nuestros ciudadanos han servido alguna vez en las fuerzas armadas. Con demasiada frecuencia, la misión política y social que ha llegado a ser una parte tan importante de nuestras comunidades religiosas nos ha puesto en desacuerdo con las fuerzas armadas. Es la actualidad se hace cada vez más difícil encontrar hombres y mujeres que hayan servido en las fuerzas armadas. Se calcula que, en la población general de nuestro país, menos del 7% de nuestros ciudadanos han servido alguna vez en las fuerzas armadas. Por consiguiente, con tan pocas conexiones sociales y culturas activas con hombres y mujeres en uniforme, nos desconectamos cada vez más de ellos y de sus experiencias. Las inclinaciones de nuestras comunidades de fe han cambiado considerablemente respecto a si nuestros miembros deben participar en el servicio militar. Por consiguiente, con tan pocas conexiones sociales y culturas activas con hombres y mujeres en uniforme, nos desconectamos cada vez más de ellos y de sus experiencias. Las inclinaciones de nuestras comunidades de fe han cambiado considerablemente respecto a si nuestros miembros deben participar en el servicio militar. Conforme a mi experiencia, la única vez que pensamos seriamente en las implicaciones de nuestro servicio militar es cuando un miembro de las fuerzas armadas que está de algún modo relacionado con algunas de nuestras congregaciones resulta gravemente herido o muerto. Aun entonces es un suceso tan extraño e inusual que no sabemos cómo reaccionar hacia los miembros del servicio afectados o hacia los miembros de sus familias. Conforme a mi experiencia, la única vez que pensamos seriamente en las implicaciones de nuestro servicio militar es cuando un miembro de las fuerzas armadas que está de algún modo relacionado con algunas de nuestras congregaciones resulta gravemente herido o muerto. Aun entonces es un suceso tan extraño e inusual que no sabemos cómo reaccionar hacia los miembros del servicio afectados o hacia los miembros de sus familias. Dada la escasez tanto de personal militar como de veteranos, tal vez es hora para nosotros de pensar por qué alguien ingresaría voluntariamente en las fuerzas armadas. Creo que existen tres razones básicas: La primera es por un sentido del deber. Para muchos de nuestros conciudadanos los ataques del 11 de septiembre de 2001 fueron lo que el ataque a la base naval de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941 fue para sus predecesores. Días después de los ataques del 11/9, prácticamente multitudes de ciudadanos norteamericanos jóvenes y capaces llegaron a la conclusión de que su sentido del deber les imponía el requisito de ingresar voluntariamente en una de las ramas de las fuerzas armadas como una manera de hacer su parte en la protección de nuestro país. Tales respuestas al deber son virtudes que forman los fundamentos del carácter de una persona. Dada la escasez tanto de personal militar como de veteranos, tal vez es hora para nosotros de pensar por qué alguien ingresaría voluntariamente en las fuerzas armadas. Creo que existen tres razones básicas: La primera es por un sentido del deber. Para muchos de nuestros conciudadanos los ataques del 11 de septiembre de 2001 fueron lo que el ataque a la base naval de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941 fue para sus predecesores. Días después de los ataques del 11/9, prácticamente multitudes de ciudadanos norteamericanos jóvenes y capaces llegaron a la conclusión de que su sentido del deber les imponía el requisito de ingresar voluntariamente en una de las ramas de las fuerzas armadas como una manera de hacer su parte en la protección de nuestro país. Tales respuestas al deber son virtudes que forman los fundamentos del carácter de una persona. DÍA DEL VETERANO DÍA DEL VETERANO Una segunda razón por la que las personas se presentan voluntariamente es porque tienen un sentido del servicio a la nación. Puesto que disfrutan de las ventajas de las libertades de la nación, razonan que eso exige la prestación de un servicio. Muchos, si no la mayoría de los que se presentan de voluntarios debido a este sentido del servicio, obran de este modo porque han sido educados por sus padres y otras personas en que el servicio es una responsabilidad cívica. Al igual que el deber, el servicio es una virtud que forma el carácter de una persona. Una segunda razón por la que las personas se presentan voluntariamente es porque tienen un sentido del servicio a la nación. Puesto que disfrutan de las ventajas de las libertades de la nación, razonan que eso exige la prestación de un servicio. Muchos, si no la mayoría de los que se presentan de voluntarios debido a este sentido del servicio, obran de este modo porque han sido educados por sus padres y otras personas en que el servicio es una responsabilidad cívica. Al igual que el deber, el servicio es una virtud que forma el carácter de una persona. Creo que la tercera razón que lleva a las personas a ofrecerse de voluntarias es porque conciben que convertirse en miembro de las fuerzas armadas es su último recurso, el ultimo camino de la vida que se abre ante ellos. Muchos de estos hombres y mujeres ingresan en las fuerzas armadas como adolescentes sin rumbo y salen tres o cuatro años después como adultos responsables. En mi opinión, ellos se convierten en virtudes vivientes y en tesoros para nuestra sociedad. Creo que la tercera razón que lleva a las personas a ofrecerse de voluntarias es porque conciben que convertirse en miembro de las fuerzas armadas es su último recurso, el ultimo camino de la vida que se abre ante ellos. Muchos de estos hombres y mujeres ingresan en las fuerzas armadas como adolescentes sin rumbo y salen tres o cuatro años después como adultos responsables. En mi opinión, ellos se convierten en virtudes vivientes y en tesoros para nuestra sociedad. La incómoda relación entre las comunidades de fe y los miembros de las fuerzas armadas ha cambiado desde que se suspendiera la idea del servicio militar obligatorio. La incómoda relación entre las comunidades de fe y los miembros de las fuerzas armadas ha cambiado desde que se suspendiera la idea del servicio militar obligatorio. Sin embargo, es hora para nosotros de reconectarnos. En este Día de los Veteranos de 2015, a diferencia de algunos de mis amigos en la comunidad religiosa, no estoy interesado en lo que podemos hacer por los miembros de los institutos armados y los veteranos; sin embargo, estoy muy interesado en lo que estas personas pueden hacer por sus comunidades de fe en Estados Unidos. Los militares en servicio activo y los veteranos, si les dieran el reconocimiento, el honor, la acogida y la autorización debidos, podrían enseñarnos muchísimo respecto al valor espiritual del sacrificio personal y colectivo. Sin embargo, es hora para nosotros de reconectarnos. En este Día de los Veteranos de 2015, a diferencia de algunos de mis amigos en la comunidad religiosa, no estoy interesado en lo que podemos hacer por los miembros de los institutos armados y los veteranos; sin embargo, estoy muy interesado en lo que estas personas pueden hacer por sus comunidades de fe en Estados Unidos. Los militares en servicio activo y los veteranos, si les dieran el reconocimiento, el honor, la acogida y la autorización debidos, podrían enseñarnos muchísimo respecto al valor espiritual del sacrificio personal y colectivo. Vivimos en una época dominada por los valores del logro personal y de la adquisición material. Nos haría bien oír la palabra alentadora que los militares en servicio y los veteranos puedan enseñarnos acerca del valor espiritual del sacrificio. Vivimos en una época dominada por los valores del logro personal y de la adquisición material. Nos haría bien oír la palabra alentadora que los militares en servicio y los veteranos puedan enseñarnos acerca del valor espiritual del sacrificio. Pero, ¿por dónde empezaremos? Tal vez la próxima vez que usted vea a un soldado herido, en lugar de darle las gracias por su servicio, encómiele por su sacrificio. Luego, quédese callado y observe lo que ocurre entre ustedes dos. Pero, ¿por dónde empezaremos? Tal vez la próxima vez que usted vea a un soldado herido, en lugar de darle las gracias por su servicio, encómiele por su sacrificio. Luego, quédese callado y observe lo que ocurre entre ustedes dos. Copyright © 2015 Sociedad Misionera Doméstica y Extranjera | episcopaldigitalnetwork.com/stw-es Copyright © 2015 Sociedad Misionera Doméstica y Extranjera | episcopaldigitalnetwork.com/stw-es