Director: Henri Dieuzeide Redactor-jefe: Zaghloul Morsy Redactor-jefe adjunto: Alexandra Draxler Los artículos que aparecen en Perspectivas expresan la opinión de sus autores y no necesariamente la de la Unesco o de la Redacción. Pueden ser reproducidos, bajo reserva de la autorización del redactor-jefe. Toda la correspondencia con la Revista debe dirigirse al redactor-jefe, Unesco, Place de Fontenoy, 75700 París. La Redacción examinará gustosamente, con vistas a su publicación, aportaciones o cartas expresivas de puntos de vista —favorables o no— sobre los artículos de Perspectivas. Perspectivas se publica también en inglés bajo el título Prospects, quartely review o/ education y en francés con el título de Perspectives, revue trimestrielle de l'éducation. Publicada en lengua española por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura y por Santularia, Sociedad Anónima de Ediciones. Traducción realizada bajo la responsabilidad de Sant¡llana, S. A . © Unesco, 1973 © para la traducción española, Santillana, S. A . , 1973 Elfo, 32 - Madrid-27. PRINTED IN SPAIN Impreso en España en los talleres gráficos de Mateu Cromo, S. A . Carretera de Pinto a Fuenlabrada, s/n. Pinto (Madrid). Depósito legal: M . 14.211/1973. Suscripción anual: 250 ptas. {$ 5) Precio del número: 70 ptas. ($ 1.50) <*¿B«Ji perspectifs I de educación V o l u m e n III. N . ° 4 . Invierno 1 9 7 3 Sumario Neurología y educación Robert B. Livingston Hacia una política nacional de la educación en Nigeria Otonti Nduka All 497 Posiciones / Controversias Dos métodos de planificación de la educación concurrentes y complementarios Bikas C. Sanyal La previsión de necesidades de m a n o de obra: una técnica, no un método de planificación Mark Blaug 511 519 Elementos documentales «La Universidad europea en mutación» Presentación Joseph Herman ¿Muerte o transformación de las universidades? Alain Touraine La Universidad europea en la sociedad Henri Janne La Universidad y la investigación A. N . Matveev La tercera reforma de la enseñanza superior en la República Democrática Alemana Karl-Heinz Wirzberger La «Gesamthochschule»: un modelo de movilidad Heinz Draheim La autogestión en las universidades yugoslavas Branko Pribicevic y Jovan Gligorijevic M á s allá de la Universidad: una educación superior de masas Stuart Madure 528 531 545 557 562 570 583 591 Tendencias y casos El Gimnasio Libre de Copenhague La educación extraescolar en la R S S de Ucrania 601 Notas e Informes Nuevas perspectivas para la enseñanza secundaria. VIII Conferencia Internacional de Educación para la Salud. Octava sesión de la Conferencia de Ministros Europeos de Educación. Revista de publicaciones. Algunas publicaciones recientes de la Unesco. Reuniones. Noticias universitarias. Noticias de organizaciones y de fundaciones internacionales. 621 índice del volumen III, 1973 635 AL LECTOR: Durante el año 1973 hemos realizado todo tipo de esfuerzos para mantener el precio de nuestra publicación, pese a las alteraciones generales de precios que afectan, hoy día, a todos los países. Vara aminorar, en parte, los efectos de estos fenómenos, nos vemos precisados, con gran pesar, a una revisión de precios a partir de nuestro número de primavera de 1974. Una revisión similar de precios se ha realizado en las ediciones en francés e inglés, si bien los nuestros quedan todavía por debajo de los alcanzados por éstos. El nuevo precio del ejemplar será de 85 pesetas (U.S. $ 1,50) y el de la suscripción anual de 300 pesetas (U.S. $ 5,00). Robert B . Livingston Neurología y educación c*5 Robert B . Livingston (BE. UU.). Doctor en medicina, profesor de neurología en la Universidad de California, San Diego. Antiguo presidente de la Comisión para el Progreso de las Ciencias (American Association for the Advancement of Science). El cerebro h u m a n o es u n producto reciente de la evolución y continua evolucionando. L a evolución genética es lenta, pues depende de la parentela en línea directa, al contrario de la evolución cultural, que es rápida, pues el saber y los conocimientos adquiridos por el hombre pueden ser rápida y ampliamente difundidos. L a capacidad de invención se extiende a toda una gama de actividades, que van desde los m á s modestos procesos de aprendizaje hasta los descubrimientos de los mayores genios que tienen u n efecto catalizador. Pero el cerebro continúa siendo u n instrumento de evolución ulterior insuficientemente explotado. Por su parte, y aun encontrándose en la encrucijada, la educación ofrece posibilidades inmensas, por poco que queramos sacar partido. Se ha registrado cierto progreso social, pero no se sabe actualmente si el Homo faber, con su aptitud al «bricolage», abreviará o reducirá a la nada las posibilidades que se le ofrecen, a largo plazo, de poner de relieve su potencial de sabiduría y de acceder realmente a la condición de Homo sapiens. E n general, la esclavitud está en vías de desaparición. Durante siglos la tolerancia racial y religiosa ha sido considerada contraria a todo concepto razonable de moralidad. Los epilépticos y los locos eran encarcelados y azotados «por su bien» y por el de la sociedad. Se condenó al pararrayos, considerado c o m o una tentativa impía de oponerse a la voluntad divina al ayudar a los criminales a escapar de ella. L a vacunación y la anestesia fueron repudiadas por razones morales, c o m o contrarias a la naturaleza. (*) Este artículo forma parte de la serie de estudios preparados para la Comisión Internacional para el Desarrollo de la Educación. Presentamos aquí amplios extractos. 471 Perspectivas, vol. Ill, n u m . 4, invierno 1973. Robert B. Livingston Puede ser reconfortante pensar que el único período de la Historia que tenemos que asumir sea el nuestro. Q u e d a por saber si nosotros conseguiremos satisfacer la mayor exigencia de nuestra Era: la resolución de los conflictos por medios distintos a la guerra, por medios que favorezcan a la justicia y a la asunción de las cargas personales. Sea cual sea el punto de vista desde donde se mire, la guerra es la gran estupidez de la Humanidad. L a imaginación creadora es el mejor don de que dispone el hombre para inventar soluciones constructivas a los conflictos que le enfrentan con sus semejantes. Estos problemas están íntimamente ligados a los m e canismos contemporáneos de la percepción y del juicio. Las facultades perceptivas se desarrollan de la misma forma que las facultades motoras. Las primeras son un asunto privado, las segundas son públicas. Unas y otras exigen u n m i s m o esfuerzo de aprendizaje y de adaptación a circunstancias nuevas. La percepción, al ser un asunto personal, está menos sujeta a revisión. Existe una interdependencia estrecha entre la forma en que percibimos las cosas y el lenguaje que utilizamos para comunicarnos con otros acerca de nuestras percepciones. Si comprendiésemos mejor los mecanismos biológicos y culturales que influyen en la percepción, el juicio y la acción, estaríamos probablemente mejor dispuestos a respetar nuestras diferencias, m á s aptos para tolerar situaciones ambiguas con serenidad, y a elegir medios constructivos de adaptación al cambio; consideraríamos con más empatia y favor las diferencias entre las experiencias y las interpretaciones individuales y culturales, captaríamos mejor lo que, en el m u n d o , no corresponde actualmente a nuestra concepción, que queda limitada. Comprenderíamos mejor que los procesos indispensables a la maduración del individuo, del grupo y de la sociedad, indispensables para la evolución de la Humanidad hacia la sabiduría, dependen de la forma en que nosotros elaboremos, sean cuales fueren las dificultades que encontremos, ideas m á s exactas, más completas, pero siempre provisionales en lo tocante al m u n d o físico, biológico y social que nos rodea. Actualmente, la educación tiene c o m o meta ayudarnos a vivir mejor en el pequeño sector del m u n d o que percibimos localmente. D e b e inscribirse en una perspectiva internacional, de forma que ayude a adaptarnos de manera constructiva a la vida sobre nuestro planeta, a concebir, comprobar y explotar las hipótesis más generales sobre el m u n d o y sobre el cerebro h u m a n o , investigador atrevido y penetrante. La educación es ahora indispensable al progreso del hombre. 472 Neurología y educación El cerebro h u m a n o ¿ Q u é es exactamente el cerebro humano? Pesa alrededor de u n kilo y medio y se compone de más de un 80 por 100 de agua. El resto se divide en una mitad de grasa y la otra de una mezcla de hidratos de carbono, de proteínas y de ácidos nucleicos. Estas sustancias se organizan ,en una matriz acuosa que constituye el mecanismo más complicado conocido por el hombre. El cerebro contiene decenas de miles de millones de células nerviosas que forman una madeja cuyas proyecciones engendran los influjos nerviosos que definen, para cada uno de nosotros, nuestra forma personal, asegurando el funcionamiento de nuestras visceras, clasificando nuestros recuerdos, dirigiendo nuestro comportamiento y registrando nuestras alegrías y nuestras penas. COMPARACIÓN CON EL ORDENADOR Para comprender mejor el grado de complejidad del cerebro, podemos comparar sus elementos con los de los ordenadores modernos. Los ingenieros ponen a punto los circuitos microelectrónicos más pequeños, m á s económicos y m á s fiables. E n laboratorio, pueden ahora construir mecanismos capaces de tomar decisiones y que contienen varios centenares de miles de conmutadores binarios por centímetro cuadrado. Estos están fotograbados sobre una microplaqueta. Se espera poder, de aquí a 1980, construir circuitos tan reducidos, pero en u n espacio tridimensional. Si se consigue, la concentración de conmutadores será todavía veinticinco veces menor que la densidad de las células nerviosas situadas en las m a sas ganglionares del cerebro h u m a n o . Actualmente, las conexiones de estos mecanismos electrónicos están necesariamente estereotipadas, mientras que la organización cerebral es de una sutileza prodigiosa. Cada célula nerviosa recibe de diez a diez mil relaciones sinápticas, si no más, de decenas o de millares de neuronas diferentes. Esta batería de elementos espaciotemporales se une a la actividad espontánea de la misma neurona, cuyo umbral es variable. Se deduce que la neurona emite una respuesta calculada que, gracias a varios códigos neuronales, actúa sobre decenas, mejor millares, de otras neuronas, próximas o alejadas. La neurona realiza operaciones increíblemente m á s complejas y más variables que las ejecutadas por los elementos de los ordenadores. Ella misma es u n ordenador en miniatura. 473 Robert B . Livingston Sería necesaria toda el agua de las cataratas del Niágara para enfriar un ordenador cuyos conmutadores binarios fuesen tan numerosos c o m o las neuronas del cerebro h u m a n o . El cerebro hum a n o opera tranquilamente en un espacio limitado e identificable y su consumo de energía es sólo de una veintena de vatios. UNA AVALANCHA DE INFLUJOS NERVIOSOS EN POTENCIA Hace algunos años, C . Judson Herrick dio un nuevo ejemplo de las posibilidades del cerebro h u m a n o . Estimó que un único rayo de luz proyectado sobre el ojo h u m a n o podía provocar una barrera de impulsos en las neuronas situadas a lo largo de las vías ópticas, lo que, suponiendo un mínimo de relaciones entre las neuronas de las áreas corticales de la sensibilidad visual, desembocaría en un número inimaginable de relaciones posibles. Herrick las estima —y se trata de una estimación prudente— en ¡io3-783000! Si recordam o s que el número total de átomos en el universo es inferior a 10 100 , comprenderemos que las posibilidades de distribución de influjos nerviosos en el cerebro continuarán siendo todavía durante m u c h o tiempo m u y superiores a lo que los ingenieros podrán concebir. Los hombres no tienen m á s que explotar su potencia cerebral para imaginar mejores opciones portadoras de progreso social. Los ordenadores podrán prestar los mayores servicios en la evaluación experimental de estas opciones y podrán multiplicar las capacidades del cerebro h u m a n o por medio de cálculos relativamente estereotipados. LAS DISTINCIONES ENTRE LOS CARACTERES INNATOS Y LOS CARACTERES ADQUIRIDOS DEL CEREBRO HUMANO Nuestro cerebro está en parte concebido en función de nuestro patrimonio genético. Pero los aspectos de su funcionamiento que caracterizan el comportamiento, aquellos que tienen relación con las relaciones sociales, son m u y ampliamente adquiridos a lo largo de nuestra existencia. El cuadro genético que heredamos, y sobre el que se funda la estructura inicial de nuestro cerebro, depende rigurosa y exclusivamente de nuestra ascendencia personal. L a tram a de esta herencia está, sin embargo, m u y individualizada a causa del azar que preside los movimientos de los cromosomas en el 474 Neurología y educación m o m e n t o de las relaciones sexuales. Este proceso actúa, bien entendido, sobre nuestra herencia a nivel de cada uno de los eslabones de nuestra ascendencia directa. Se estima que el número de combinaciones posibles de las diferentes características transmisibles resultantes de la asociación de dos gametos humanos, es más elevada que el número total de seres humanos que hayan existido jamás desde los orígenes de los homínidos. L a individualidad form a , pues, parte integrante de nuestro «stock» genético. Al ser incorporada una parte importante del código genético en la disposición, el desarrollo y el funcionamiento del sistema nervioso, es perfectamente normal la originalidad de la organización y del funcionamiento del cerebro. Las informaciones recibidas y las aptitudes adquiridas a lo largo de la existencia de u n individuo hacen nacer convergencias y divergencias surgidas de las enormes posibilidades proporcionadas al comienzo por nuestro patrimonio genético. Esta constitución individual de los mecanismos cerebrales sufre m u y pronto la influencia del sistema cultural a que estamos expuestos durante la primera infancia. A u n q u e n o podemos recibir instrucciones genéticas más que de nuestros únicos ascendientes directos, podemos, gracias a las posibilidades de educación de nuestro cerebro, asimilar imágenes y juicios, perfeccionar nuestras técnicas de pensamiento y acrecentar su alcance, enriqueciéndonos con lo que han aportado al m u n d o hombres y acontecimientos de todos los tiempos y todos los países. Estamos formados por Platón o Confucio, Goethe o Jiménez, el teatro isabelino o kabuki, Tolstoi o M a r k Twain, Palestrina o Hindemith, Praxiteles o el hombre de Cro-Magnon, V a n G o g h o Memling, M a h o m a o el príncipe G o t a m a , Darwin o Einstein. El alcance de nuestro espíritu sólo está limitado por nuestra energía personal, por nuestros hábitos iniciales de adquisición y por el tiempo y los elementos de que disponemos. Gracias a los procesos de los conocimientos adquiridos por la neurología sobre la motivación y el aprendizaje, y a las técnicas modernas de reproducción y de transmisión de la información, las generaciones venideras deberán tener posibilidades cada vez m á s considerables. EL CEREBRO COMO SISTEMA AUTOACTIVADO El cerebro no es u n instrumento pasivo que pueda ser manipulado por nuestros padres, nuestros profesores o cualquier otra persona. 475 Robert B. Livingston Se acciona y se dirige por sí mismo. Es el órgano de nuestro cuerpo que trabaja m á s . N o pesa más que el 2 por 100 aproximadamente de nuestro peso, pero libera más del 2 0 por 100 de nuestra energía total. A pesar de su aspecto flojo e inmóvil, gasta metabólicamente tanto como los músculos de los atletas. Noche y día, mientras trabajamos o descansamos, cuando velamos o cuando dormimos, nuestro cerebro no cesa, durante toda nuestra vida, de consumir toda esta energía. ¿Cuáles son los resultados de esta actividad? L a transformación de oxígeno en ácido carbónico como sucede con todos los restantes órganos —pero a u n ritmo mucho más rápido—, la utilización de los azúcares y la consumición de una cantidad realmente asombrosa de proteínas y lípidos. Las células nerviosas producen elementos de tipo proteínico en una cadencia rápida, sin duda alguna a partir de la formación, de la alteración y de la descomposición de las membranas. El examen atento del sistema nervioso muestra que está compuesto casi enteramente de membranas. V e m o s estas estructuras en estado estático, por necesidades de la observación y, sin embargo, debemos recordar que n o están necesariamente inactivas. Paul Weiss y Charles Pomerat han sido los primeros en mostrar que esos tejidos nerviosos, observados en aceleración, hacen aparecer un movimiento microscópico evidente de las membranas y de los orgánulos y u n aporte continuo de las neuronas. C o m o plantas que se abren y se cierran, que se remueven y lanzan zarcillos, el sistem a nervioso posee, a escala microscópica, una dinámica análoga. Esta actividad implica una elección y rupturas de contacto entre las células. N o comprendemos todavía las consecuencias de esta actividad microscópica y por razones técnicas no sabemos todavía c ó m o puede variar esta actividad a lo largo de las diversas formas de función cerebral. L a actividad ya comprobada es suficientemente amplia y universal, para permitir pensar que podría tener importantes repercusiones sobre los circuitos neurónicos. Parece que estos circuitos pueden ser, por momentos, reforzados o debilitados, activados o interrumpidos, posiblemente conforme sea el influjo nervioso que recorre tal o cual vía. Entonces, es posible preguntarse: ¿de dónde puede provenir una estabilidad funcional permanente y duradera? L a respuesta se desconoce; sin embargo, los mecanismos del sistema nervioso comienzan a hacerse m á s flexibles y mucho m á s movibles de lo que hasta nuestros días podía imaginarse. 476 Neurología y educación ¿ Q u é hace el cerebro? LA ORIENTACIÓN DE LAS ACCIONES HACIA UNA META PRECISA Nuestro cerebro parece concebido para regir nuestros actos, los cuales parecen orientados hacia la satisfacción de las necesidades viscerales. El cerebro está hecho «para remolcar a los tristes esclavos» que son nuestros músculos y nuestras glándulas. L a piedra de toque de estas órdenes surge de la corriente de nuestro estado psicológico interno. L a búsqueda de las satisfacciones viscerales puede ser inmediata y desesperada c o m o cuando reaccionamos a la obstrucción de las vías respiratorias, o a una onda peristáltica incoercible; puede ser menos inmediata pero m á s imperiosa, c o m o en la regulación térmica, la sed, el hambre, el deseo sexual o el sueño; finalmente puede ser m á s lejana, c o m o en las reacciones de carácter estético o en los ejercicios ascéticos. Estas ultimas satisfacciones son adquiridas e indirectas, c o m o las que provocan las alabanzas o el dominio de sí m i s m o . Sin embargo, parecen encadenarse todas, a fin de cuentas, a satisfacciones viscerales. L a abnegación misma es forzosamente una satisfacción íntima o una huida frente a u n fracaso difícil de asumir. El orden de prioridad de los actos sigue de cerca el flujo de los fines biológicos y puede ser bruscamente modificado. TRES FUNCIONES MOTRICES El sistema nervioso, según Paul Yakovlev, tiene tres funciones m o trices: la acción visceral, la expresión y la actualización. L a acción visceral se orienta a la regulación y al restablecimiento de las necesidades psicológicas: el equilibrio endocrino y metabólico, respiración, tensión arterial, regulación térmica, absorción de agua y de alimentos y producción de desechos, adaptación al ejercicio, aclimatación, cambios cíclicos asociados al comportamiento endocrino y sexual, sueño, despertar, etc. L a expresión se encarga de la e m o ción, literalmente «e-moción» o «ex-moción», es decir la manifestación exterior de nuestro estado interno. Comprende las actitudes corporales, los comportamientos de orientación, las imitaciones sociales, las conductas de aproximación o alejamiento. L a actualización designa lo que hacemos para modificar el m u n d o material que nos rodea: desplazamiento de los objetos, ensamblaje de elemen477 Robert B. Livingston tos, destrucciones. L a acción visceral es casi universal, a pesar de ciertas diferencias sociales y culturales interesantes, incluso en este c a m p o . L o que expresa el sistema nervioso está manifiestamente influido por las tradiciones socioculturales. U n individuo representa en general varios papeles m u y diferentes en una cultura dada. Algunos de estos papeles están en gran medida adquiridos inconscientemente y se manifiestan espontáneamente. L a actualización depende m u c h o de la conciencia y puede n o obstante llegar a ser u n automatismo. Si se da este caso, una intervención consciente directa será m á s bien u n obstáculo que una ayuda. ¡Los jugadores de golf lo saben bien! LA EDUCACIÓN Y LAS FUNCIONES MOTRICES La educación, en sentido amplio, concierne a los tres campos de la motricidad. L a educación escolar, en buen número de civilizaciones, se ha dedicado sobre todo a enseñar técnicas de actualización. Según la cultura, no obstante, la educación escolar puede privilegiar bien la acción sobre las cosas, bien la acción sobre los hombres. E n todas las culturas, las técnicas de actualización orientadas hacia las cosas y las técnicas de expresión orientadas hacia los hombres están unas y otras profundamente ancladas en la educación en sentido amplio. LAS EXPERIENCIAS SUBJETIVAS H e m o s dejado ex profeso a u n lado, hasta ahora, el tratamiento de los resultados subjetivos de la actividad cerebral. N o es frecuente comenzar por las funciones motrices para pasar a continuación a las funciones subjetivas. Por lo general, la exposición comienza por el estudio de los estímulos sensoriales y los mecanismos de percepción, mientras que las actividades motrices son tratadas c o m o sistema de reacción. Esta concepción se justifica si se enfoca la cuestión desde u n punto de vista exterior al individuo, pero posiblemente es preferible, cuando se trata de educación, admitir que hay primero una sensación y u n acto surgidos de fuentes interiores y que los estímulos exteriores n o son sino ulteriormente enlazados a estas fuentes de sensación de u n orden superior (superior a los reflejos) y a los mecanismos que ordenan la actividad. Esto es verdad en el niño que toma conciencia de su imagen corporal y cuyas 478 Neurología y educación aptitudes sensomotrices se desarrollan. Incluso las respuestas reflejas, c o m o se reconoce cada vez m á s claramente desde hace algunos años, son tributarias en gran manera de la dinámica interna. Parece que a lo largo de la evolución y durante el desarrollo del individuo, la meta primordial de la conciencia sea mejorar las previsiones indispensables al éxito de los actos, midiéndose este éxito, a fin de cuentas, por el grado de satisfacción interna. Según George Coghill, la conciencia aparece a lo largo de la evolución y del desarrollo a partir de sensaciones brutas de esfuerzo y de duración. Los sentimientos, el h u m o r , las sensaciones de tensión, de fatiga o de alegría parecen depender de fuentes internas sobre las cuales no tenemos m á s que u n débil poder y que sólo podemos enmascarar temporalmente. Tenemos todo lo m á s la posibilidad de darnos cuenta inmediatamente por la introspección, en u n m o mento cualquiera de nuestras horas de vigilia, de lo que son en nuestro estado afectivo interno, nuestro h u m o r , etc. N o s es fácil estimar nuestro «nivel de felicidad», de «tristeza», de «quietud», o de «fatiga», etc., en una escala de u n o a cien, pero es imposible describir los elementos que entran en cada u n o de estos sentimientos. SENSACIONES PRIMITIVAS: EL OLFATO Y EL DOLOR El sentido olfativo y la sensibilidad al dolor n o parecen tener representación en el neocortex. Este último es, de todos los elementos del córtex, el que ha aparecido m á s tarde a lo largo de la evolución: no está presente m á s que en los mamíferos. El olfato y el dolor están en relación directa con nuestras sensaciones profundas. Es difícil utilizar u n lenguaje preciso en materia de experiencia olfativa o de dolor. L a proyección olfativa más elevada alcanza la parte filogenéticamente antigua del córtex, el mesopallium. El dolor está representado sobre todo en los sistemas del tronco cerebral, próximos a nuestra sensibilidad subjetiva m á s profunda y escapa en gran medida a todo análisis y a toda explicación de orden superior. LAS SENSACIONES DISCRIMINANTES Sólo el estudio de ciertas sensaciones somestésicas c o m o el tacto discrimina ti vo, las sensaciones de vibración y de posición, y las de 479 Robert B. Livingston las percepciones auditivas y visuales, nos dan una representación subjetiva en la que es posible, con la experiencia, dar una definición verbal o numérica precisa. Estas vías sensoriales están abundantemente representadas en el neocortex y pueden, por proyecciones colaterales, actuar sobre nuestros sentimientos y nuestro h u m o r . Los parámetros de las sensaciones visuales y auditivas m á s espontáneamente analizadas y definidas pertenecen a u n sistema superior que funciona paralelamente y se superpone a los mensajes sensoriales m á s primitivos orientados hacia las visceras. LA PERCEPCIÓN DEPENDE DE LAS EXPERIENCIAS PASADAS, DE LOS MOMENTOS DE ESPERA Y DE LOS OBJETIVOS Los trabajos de Adelbert A m e s y Hadley Cantril y los de sus alumnos nos proporcionan una gran lección de análisis subjetivo. L o que percibimos depende de forma decisiva de nuestro estado interno, de nuestras condiciones psicológicas del m o m e n t o . Estas comprenden el estado visceral de bienestar o de malestar, así c o m o las previsiones necesarias a la acción, que se fundan necesariamente sobre nuestra experiencia personal compleja de estímulos semejantes. Estas experiencias pasadas nos permiten deducir automáticamente «medios ponderados» que dicten nuestras previsiones. ¿ Q u é significa todo esto? Significa que no percibimos lo que está «ahí». L o que percibimos son sucesos que ocurren en nuestro cerebro y que son el resultado de estímulos que excitan nuestros órganos y nuestras vías sensoriales, en particular la transmisión hacia y en las zonas corticales superiores, las zonas de asociación cortical y de otros centros; a nivel de receptores sensoriales mism o s y en cada relé centrífugo de señales, se producen transferencias que dependen en parte de la actividad nerviosa «espontánea» local y en parte también de influjos centrípetos de «comparación» sensorial engendrados y mandados a partir del centro; la combinación de los mensajes centripetados y centrifugados proporciona los lazos necesarios entre los almacenes de la memoria, comprendidos en ellos los influjos relativos a nuestros momentos de espera pasajeros, y que corresponden al estado temporal de nuestras necesidades viscerales. Todos estos procesos forman parte de nuestras experiencias perceptivas. L a percepción es, por consiguiente, m u c h o m á s que una simple invasión de influjos sensoriales. Se trata de u n proceso activo en el que el órgano de percepción toma parte automáticamente. 480 Neurología y educación LAS DEMOSTRACIONES DE ADELBERT AMES Se ve, pues, que la percepción es u n proceso neurológico complejo. Pone en marcha aptitudes perceptivas activas que se adquieren durante las primeras fases del desarrollo y que no se modifican a continuación m á s que ligeramente a lo largo de la vida del individuo. Existen hábitos establecidos, medios difícilmente ponderados, formados desde los primeros años de la vida, que ejercen una influencia decisiva sobre las percepciones venideras. A m e s lo ha demostrado con la experiencia siguiente: u n cuadrilátero irregular pintado en la imagen de una ventana parece oscilar, cuando se le hace girar lentamente, y no presentar aparentemente más que u n borde que va de atrás a delante, mientras que el cuadrilátero gira sobre sí m i s m o . U n a barra suspendida de los montantes de la «ventana» parece curvarse y tomar bruscamente una nueva posición a cada rotación o atravesar los montantes para aparecer del otro lado. U n cubo fijado a u n rincón del cuadrilátero parece despegarse y colocarse en órbita durante la mitad del ciclo, después parece acompañar al rincón hasta la otra mitad. N o se trata de una simple «ilusión óptica», pues hasta los ocho o diez años los niños ven perfectamente en la figura u n cuadrilátero irregular que gira sobré sí m i s m o . Ocurre lo m i s m o en adultos que no han vivido jamás en u n medio arquitectural dominado por las líneas rectas, c o m o los zulúes. Es evidente que la percepción habitual de una arquitectura rectilínea interviene en la interpretación de u n objeto que parece una ventana, una puerta, una habitación, etc., pero que no es ella misma rectilínea. Se podrían citar cantidad de ejemplos análogos. A m e s y sus alumnos han construido habitaciones deformes creando la ilusión de distorsiones ridiculas de los objetos y de las personas. D o s individuos, de pie en los rincones alejados de la habitación, uno parece dos veces más alto que el otro, pero cuando cambian su lugar ¡el m á s grande se reduce a la mitad y la talla del m á s pequeño se multiplica por dos! Esta inverosimilitud biológica resulta de nuestras experiencias perceptivas pasadas. Las divergencias talla-relieve, los paralajes de distancia y los cabalgamientos, las relaciones dimensión-distancia, la duración, la elasticidad y toda una variedad de percepciones corporales auditivas y visuales dependen también, c o m o es posible demostrar, de nuestra experiencia pasada. A m e s y otros han demostrado igualmente que las percepciones están manifiestamente modificadas por aquello 481 Robert B. Livingston que el sujeto espera; han demostrado, por ejemplo, c ó m o una gran parte de lo que es percibido puede ser modificado por instrucciones y por u n condicionamiento anteriores. L o percibido puede estar también profundamente influido por el testimonio de otros. Finalmente, las percepciones dependen de las intenciones del sujeto, de los valores que él concede al objeto percibido y de la utilización que espera darle. LA DINÁMICA DE LA PERCEPCIÓN EN CURSO Jérôme Bruner ha proyectado diapositivas en color desenfocadas y representando objetos ordinarios delante de sujetos que debían indicar lo que creían ver. L a imagen era gradualmente enfocada. El hecho de emitir hipótesis sobre los objetos percibidos influía en las interpretaciones ulteriores bastante más allá del umbral en que u n sujeto ajeno a la experiencia podía identificar correctamente la imagen. A m e n u d o , cuando el enfoque era ya perfecto, los sujetos percibían la imagen en función de hipótesis ridiculamente diferentes de la realidad. Este fenómeno se enlaza con los efectos de la espera sobre la percepción e ilustra el poder constrictivo de las hipótesis anteriores. Otros investigadores han mostrado que si cuatro imágenes son proyectadas simultánea y rápidamente, estas imágenes son percibidas correcta o incorrectamente según el contenido afectivo de cada imagen para u n individuo dado. Así, tres imágenes de cada cuatro pueden ser percibidas correctamente, cualquiera que sea su posición en la pantalla. Si la cuarta es ligeramente «tabú» para el sujeto, es posible que necesite varias proyecciones para percibirla. Esto significa que, en la comparación de las imágenes almacenadas con las excitaciones del m o m e n t o , interviene un elemento de «censura» que se añade a todos los demás efectos indicados antes. LA DEMOSTRACIÓN DE KILPATRICK Franklin Kilpatrick ha proporcionado u n excelente ejemplo de la necesidad de poner el objeto en acción en un medio dado para percibirlo correctamente, y de la influencia de lo adquirido sobre la percepción. H a construido las maquetas de tres habitaciones, visibles desde el m i s m o lugar. U n a de las maquetas estaba deforma482 Neurología y educación da verticalmente y la segunda horizontalmente, siendo rectilínea la tercera. Los sujetos que están autorizados a mirar las habitaciones una después de otra en no importa qué orden indican que parecen idénticas y parecen resultar de una proyección normal, es decir que se trata para ellos de cuartos rectilíneos en miniatura. Cada sujeto es a continuación provisto de un estilete e invitado a tocar una marca hecha sobre el m u r o izquierdo de la habitación deformada lateralmente. Dirige su m a n o hacia donde espera encontrar la marca, pero comprueba con sorpresa que está m u c h o más alejada de lo que pensaba. Cuando acierta finalmente a tocar la marca hecha sobre la pared izquierda, se le pide que toque otra en la pared de la derecha. Su estilete golpea el m u r o del fondo, después el extremo más alejado del m u r o de la derecha. Sorprendido, debe volver m u c h o m á s atrás, antes de poder colocar su estilete sobre la marca. Se le pide a continuación que vaya de atrás hacia adelante y que toque las dos marcas una después de la otra. Después de algunas tentativas, de repente percibe la maqueta de forma diferente; la percibe ahora de manera más correcta, con una asimetría izquierda-derecha. H a aprendido a percibir por u n enfoque del entorno, cosa que debemos hacer todos, desde la primera infancia, para desarrollar nuestras facultades de percepción. La demostración de Kilpatrick ofrece otro interés: después de este condicionamiento experimental, cuando el sujeto reexamina cada una de las tres maquetas, declara que son todas idénticas ¡Pero esta vez con una «asimetría izquierda-derecha»! Indica que están todas deformadas conforme a sus adquisiciones perceptivas recientes, las cuales dependen también del enfoque de un entorno particular. Podemos suponer, a partir de este haz de pruebas convergentes, que, en numerosos casos, los individuos educados en medios m u y distintos tienen todas las posibilidades de tener percepciones netamente diferentes. EL EFECTO DEL SALTO DE AGUA Se sabe desde hace m u c h o que mirando fijamente un salto de agua durante algunos minutos, luego, al volver la mirada hacia el acantilado rocoso, se tiene la extraña impresión de que una. parte de éste (aproximadamente de la anchura del salto de agua) se desplaza hacia arriba. Esta ilusión ha sido imitada de diferentes maneras en el laboratorio. El fenómeno puede ser exactamente reflejado en 483 Robert B. Livingston un gráfico y medido. Se ha demostrado que ese efecto n o es debido al movimiento de los ojos, sino que debe reflejar u n nuevo programa provisional adaptado a ese solo sector del sistema visual que corresponde a la anchura del salto de agua. OTROS EJEMPLOS Numerosas personas sienten, después de u n viaje por mar, la impresión falsa de cierta inestabilidad del muelle, de la tierra firme, del suelo, de las sillas, de la cama. Es lo que se llama el «mal du débarquement 1 ». L a percepción del movimiento puede durar varios días e incluso reproducirse algún tiempo después de su desaparición casi total cuando el sujeto inclina la cabeza de forma inhabitual. Al mismo tiempo el sujeto camina separando las piernas; se dice que tiene «piernas de marinero». Algunas personas incluso no se sienten enfermas, no vomitan hasta que no han desembarcado, sobre todo si la m a r ha estado progresivamente agitada. Parece que a bordo «aprendemos» a prever el movimiento y que éste continúa luego coordinándose al ritmo de la marejada y del barco. Ciertas personas han notado que después de haber conducido bastante deprisa en u n coche descapotable durante algunas horas, se puede continuar percibiendo el viento en el cabello o en los bigotes. Si el coche es cerrado y si sólo está expuesto al viento u n antebrazo, el recuerdo perceptivo se reduce sólo a esta región. Ciertas personas, después de haber conducido durante varias horas, guardan presente la imagen visual del camino recorrido, y esta visión continúa incluso con los ojos cerrados. Es bastante excepcional viajar vuelto hacia atrás, en coche o en la plataforma de u n tren, para que la percepción, al principio al menos, se encuentre modificada: las colinas, por ejemplo, parecen abruptas; esta ilusión cesa al cabo de cierto tiempo, pero una vez terminado el viaje, los objetos parecen agrandarse. Se trata aquí de una anticipación de la percepción, debida al hecho de que, durante algunas horas, los objetos disminuían al alejarse. Cada uno de los ejemplos anteriores pone de relieve la medida en que nuestro aparato sensorial es maleable y hasta qué punto nuestra aptitud para percibir depende de nuestro aprendizaje sensoriomotor. Aprendemos a percibir. Las percepciones actuales son 1. E n francés en el original. 484 Neurología y educación /<^at ¿&V--"* i o n et *">« </> automáticamente referidas a las experieñcíns adquiridasy^moldam o s nuestras percepciones presentes a p\r<K^deüus^áa^¿i^ie percepciones anteriores. E s importante tenerTSjf^tuémw^ïtrc, si hay divergencias entre los estímulos exteriores y las experiencias adquiridas, las experiencias pasadas dominan. El efecto subjetivo preponderante no es otro que el sentimiento irresistible de verosimilitud que engendran las experiencias adquiridas. Comprendem o s , pues, con qué fuerza las percepciones pasadas se imponen en el m o m e n t o de las anticipaciones perceptivas futuras: nos volvemos automática e inconscientemente ligados por nuestras percepciones habituales. LA PERCEPCIÓN, PROCESO TELEONOMICO Desde el punto de vista de la evolución y del desarrollo del individuo, es evidente que las percepciones que, en el pasado, tendían a asegurar el bienestar de las visceras y a apartar lo que les era contrario favorecían la supervivencia. Ciertamente tienen tendencia a adquirir para el individuo u n fuerte valor atractivo o repulsivo. La percepción así organizada para facilitar la actividad motora n o tiene otra base biológica. Sin embargo, encontramos una dificultad al pensar que nuestras percepciones tienen u n valor epistemológico intrínseco, cuando creemos que lo que percibimos «allá» existe realmente «allá» tal c o m o lo percibimos. A lo largo del desarrollo del individuo, a medida que nuestros actos revelan que nuestras percepciones anteriores no permiten establecer buenas previsiones, modificamos progresivamente estas percepciones. Esta corrección de nuestros errores perceptivos, en u n contexto dado, es tal que en una situación diferente, nuestras anticipaciones perceptivas anteriores persisten y cometemos errores. Y pueden ser graves, c o m o el del cazador que, percibiendo al ciervo, dispara accidentalmente sobre u n hombre. Los errores tienen también importancia en otro plano: ofrecen una posibilidad, quizá única, de aprendizaje. Desde el punto de vista de la sociedad, este aprendizaje por la percepción tiene dos efectos principales. E n primer lugar se pone de manifiesto que las personas que poseen una experiencia c o m ú n tienen tendencia a cometer los mismos errores y de esta forma a confirmar la similitud (y por consecuencia la veracidad primera) de sus percepciones. D e este m o d o las percepciones comunes a u n grupo tienen gran tendencia a fijarse. Las posibilidades de corrección de errores por la acción pueden ser raras, una novedad en- 485 Robert B. Livingston contrada sobre todo en las relaciones entre culturas puede ser m u y mal percibida por cada uno de los dos grupos, mientras que una y otra están expuestas a una poderosa acción esclerosante interna que les confirma en sus propios errores. Los resultados de estas anticipaciones conflictivas pueden ser atribuidas por una y otra parte a la malicia, en lugar de ser reconocidas c o m o productos de pasados culturales diferentes. El m u n d o sólo es accesible después de la interpretación de las percepciones así condicionadas por la experiencia. Cada uno está convencido de la veracidad de sus propias percepciones. Estos m e canismos biológicos tienen, pues, c o m o efecto el precipitar y a m plificar el conflicto. Está claro que cuanto más diferente es la educación, más probable es el conflicto. E n circunstancias dadas, sucede que ni una ni otra de las partes tiene culpa, ni en sus actos, ni en sus opiniones. E s posible simplemente que los acontecimientos hayan sido percibidos de tal forma que los ha hecho aparecer c o m o radicalmente diferentes. Esta situación es equivalente a la de dos personas que perciben acontecimientos diferentes en m u n d o s diferentes. U n gran número de estos efectos intervienen en el m o m e n to de las primeras fases de la percepción, antes de llegar a la conciencia; las percepciones erróneas son asimiladas c o m o hechos indiscutibles, a los cuales se añade el peso de la influencia y de la sanción que se ejercen en el interior del grupo. N o es difícil comprender que una parte mal conocida de los conflictos que oponen a los individuos, los grupos y las naciones en el m u n d o puede, por equivocación, ser atribuida a una malicia deliberada. E n la medida en que este proceso pueda ser mejor comprendido y más ampliamente conocido, deberá proporcionar a la H u m a n i d a d la ocasión de progresar y de madurar, de reducir los riesgos actuales y de acercarse al Homo sapiens. Las aportaciones culturales preparadas por la educación, sectaria o no, desempeñan un papel evidentemente decisivo y ejercen una considerable influencia en la modificación de las condiciones biológicas naturales. L a educación puede pesar ampliamente en el sentido de una agravación o una reducción de los riesgos internacionales, según la tendencia cultural local. Interpretaciones El sistema nervioso está compuesto de una matriz formada por membranas activas y excitables, a las que se asocian procesos quí486 Neurología y educación micos. Las neuronas y la neuroglia forman circuitos y sistemas que están ligados unos a otros para ordenar la actividad sensoriomotriz en el interior .del cuerpo y en relación con el m u n d o exterior. El cerebro h u m a n o es el mecanismo más complejo que se conoce, pero su estudio está ya suficientemente avanzado para servir a la educación. Las funciones cerebrales ponen en juego, simultáneamente, señales interdependientes intercambiadas entre millares de células espontáneamente activas que se equilibran recíprocamente por u n sistema de anticipación y de retroacción. El cuerpo, en su conjunto, depende del control interno del cerebro y del control de los sistemas neuroendocrinos asegurado por las proyecciones difusas de los circuitos neurónicos. Los primeros sistemas nerviosos tenían proyecciones difusas y la evolución se ha construido sobre la base de esta estructura global e integrada. La evolución del sistema nervioso y la embriogénesis indican que la organización y la actividad cerebral están concebidas para procurar u n bienestar visceral. L a facultad de evaluar las necesidades de las visceras está inscrita en el sistema nervioso y comprende las fuerzas direccionales que se ocupan de asegurar la supervivencia del individuo y de la especie. Las satisfacciones viscerales son los fundamentos biológicos de todos los objetivos humanos cualquiera que sean su valor estético y su cumplimiento. Los mamíferos, en particular los primates, han puesto a punto progresivamente los mecanismos biológicos que prolongan la dependencia del niño frente a la generación de los padres. Las dos generaciones consiguen ciertas satisfacciones viscerales de esta acción recíproca. Estas satisfacciones interdependientes aparecen después de la evolución y se integran en las características m á s generales del sistema nervioso que rigen la cooperación, la confianza mutua y el altruismo. Las características específicas, en el plano del comportamiento, de las relaciones entre el niño y sus padres se adquieren m u y pronto: el niño a quien faltase esta experiencia correría el riesgo, ya adulto, de no tener u n comportamiento sexual y paternal normal. A partir del m o m e n t o en que los homínidos se han desgajado de la rama c o m ú n de todos los primates, han dado nacimiento a hijos todavía menos desarrollados y aún m á s dependientes. Las presiones evolutivas que se ejercen en el sentido de una acción del volumen cerebral se han dejado sentir sobre todo después del nacimiento. Durante menos de una milésima de la duración total de 487 Robert B. Livingston la evolución, el volumen del cerebro de la humanidad adulta se ha más que triplicado, sobre todo gracias a un crecimiento y a u n desarrollo rápidos durante la primera infancia. El alargamiento del período durante el cual el niño continúa dependiente, combinado con la exuberancia del desarrollo cerebral, ha hecho de la infancia y de la adolescencia u n período de tutela y aprendizaje, de educación y aculturación. Esto explica probablemente por qué los primeros hombres han constituido la primera especie que ha aprendido (y enseñado) hábitos de vida que se adaptan a todos los climas del Globo. El desarrollo cerebral ha sido atribuido a la conjugación de u n conjunto de cambios: posición erecta, pulgar prensil, utilización lúdica y fabricación de objetos, sociabilidad creciente, etc. Los progresos intelectuales y culturales han contribuido también al desarrollo cerebral a lo largo de la evolución. El hombre moderno ha aparecido hace aproximadamente 50.000 años, poseyendo ya rasgos culturales diferenciados en sus formas de arte, sus prácticas de inhumación y la fabricación de armas y de utensilios. T o d o ello exigía una educación sólida y prolongada, y probablemente también u n lenguaje elaborado. El recurso cada vez m á s frecuente del gesto secundado por la voz ha conducido probablemente a nombrar los objetos, y de aquí a dar u n gigantesco paso adelante poniendo a punto las prácticas y las convenciones cognoscitivas necesarias a la comunicación por medio de frases. El lenguaje está estrechamente ligado a la percepción y tiende a conformar las deducciones de la percepción y del juicio a la lógica, a los valores y a las metáforas que le son propias y que corresponden a una cultura dada. El lenguaje limita y facilita a la vez el pensamiento y la memorización, los enlaza a la cultura diferenciándolos. Las posibilidades genéticas de la unión sexual son tan diversas que el número de niños genéticamente distintos que puede engendrar una única pareja h u m a n a es superior al número total de h o m bres adultos que haya existido desde la aparición de la especie hum a n a . L a organización embrionaria y el desarrollo del cerebro son m u y rápidos durante la gestación y la nutrición; en particular, el aporte de proteínas desempeña u n papel decisivo en ello. El niño nace con la totalidad de las células cerebrales, pero éstas no se encuentran todas en su estado definitivo y, para la gran mayoría de ellas, sus ramificaciones y sus conexiones están m u y incompletas. El cerebro dobla su volumen en los seis primeros meses de la vida y vuelve a doblarlo al cabo de cuatro años. Durante este período capital, el crecimiento y elaboración de las células se prosigue a 488 Neurología y educación un ritmo rápido y el niño tiene una absoluta necesidad de ternura, de afecto y de u n régimen alimenticio apropiado. Durante la primera infancia, el individuo, particularmente sometido a sus satisfacciones y a sus necesidades viscerales, está sin duda dominado por las órdenes del hipotálamo del tronco cerebral. L a capacidad creciente de experiencia y de expresiones afectivas, de imitación social y de simulación y finalmente el saldo a largo plazo de los objetivos viscerales pueden ser considerados com o paralelos al desarrollo del sistema límbico, de los ganglios de la base del cerebro y de los lóbulos frontales. N o solamente se aprenden las aptitudes sensoriomotrices, sino que la percepción misma se educa por la acción, lo que se realiza necesariamente en u n m e dio particular. D e ello resulta una habituación de las interpretaciones perceptivas de las que se puede demostrar que son propias de este medio. El cerebro está hecho para la acción. Las células nerviosas son en general espontáneamente activas, y el m o m e n t o de su desencadenamiento espontáneo puede ser modulado por signos especiales o generalizados introducidos en el cerebro por acontecimientos próximos o lejanos. El sistema nervioso se manifiesta por actividades musculares y glandulares que interesan el funcionamiento de las visceras, la expresión o la actualización. Las visceras están dirigidas esencialmente por los mecanismos neuroendocrinos, el hipotálamo y el tronco cerebral actuando concertadamente. Se trata de procesos generalmente inconscientes, pero que pueden en todo m o m e n t o irrumpir en la conciencia y llevarla sobre todos los restantes objetivos y programas del comportamiento. L a representación cortical de las funciones viscerales, así c o m o las de las emociones y de su expresión, se ligan principalmente al sistema límbico filogenéticamente primitivo. L a expresión está dirigida igualmente por u n conjunto compuesto por el sistema límbico, los ganglios de la base del cerebro y los lóbulos frontales. Estos elementos se interactúan y convergen hacia el hipotálamo y el mesencéfalo. La imitación y la señalización social, que son una parte importante de la educación, utilizan principalmente los ganglios de la base del cerebro y el tronco cerebral. L a actualización es sobre todo el resultado de los sistemas neocorticales cuyas ramificaciones pasan por los haces piramidales, los ganglios de la base del cerebro y el tronco cerebral. Estas tres grandes categorías de órdenes motrices son educables. Las tres están condicionadas por las experiencias individuales y culturales propias de todo medio dado. 489 Robert B. Livingston L a percepción consiste en previsiones conscientes hechas en orden a la acción. Antes de emerger en la conciencia, los signos sensoriales se forman explícitamente a partir de la experiencia pasada, las esperanzas y las intenciones del sujeto. El resultado final es una especie de «media ponderada», tamizada de una censura selectiva. El olfato y el dolor son dos sensaciones primitivas que influyen bastante directamente en el comportamiento, sin representación neocortical. Las sensaciones discriminantes alcanzan el neocortex y permiten proceder a u n análisis simbólico, claramente lingüístico. L a percepción es u n proceso neurofisiológico activo que implica comparaciones con «stocks» de memoria a lo largo de un reconocimiento y de una evaluación preconscientes. U n a parte de la transformación de las señales sensoriales en percepción pone en juego influjos centrífugos que aseguran la orden central de los receptores sensoriales y de los sistemas de transmisión sensorial. Las órdenes sensoriales centrífugas y centrípetas pueden estar condicionadas. Los fenómenos de percepción muestran sin ambigüedad que las percepciones tal y c o m o son vividas están en función de las experiencias idiosincrásicas y culturales del individuo. Se ejercen buen número de coacciones antes incluso de que los fenómenos nerviosos puedan ser aprehendidos por la conciencia. Así, en la m e dida en que los controles perceptivos preconscientes hayan sido condicionados diferentemente en dos individuos, éstos percibirán el m i s m o suceso c o m o sucesos distintos. Subjetivamente, cada uno de ellos estará plenamente convencido de la veracidad de su propia experiencia. Contrariamente a lo que se cree generalmente, la percepción se aprende. L a correlación de las actividades de la vista con las del cuerpo es indispensable para el reconocimiento de la imagen corporal y para las de las dimensiones espaciales del medio a m biente. L a percepción es aprendida inicialmente y la corregimos durante toda nuestra vida por nuestra sola acción en medios particulares. E n razón de la brevedad de la existencia, sólo es posible conocer íntimamente u n reducido número de medios. Estando asociados a medios diferentes experiencias perceptivas manifiestamente distintas, se producen interpretaciones divergentes. Se ha identificado y medido algunas de ellas, suficientemente numerosas c o m o para servir de ejemplo, y se ha puesto de manifiesto que las interpretaciones perceptivas adquiridas parecen modificar la percepción de líneas y objetos incluso m u y simples, y según modalidades 490 Neurología y educación complejas. Se puede suponer con cierta razón que, si las cosas simples son percibidas tan diferentemente, pueden darse abismos aún mayores entre las formas en que los individuos y las culturas perciben objetos m á s complejos. Esto es particularmente admirable en lo que concierne a la interpretación de lenguas diferentes y otras funciones perceptivas y cognoscitivas complejas. Las personas que tienen una experiencia c o m ú n adquieren generalmente los mismos hábitos perceptivos. Existe, por consiguiente, una fuerza poderosa, u n elemento de atracción que asegura la estabilidad de las percepciones, de los juicios y de las acciones en el interior del grupo. Cuando las personas piden el testimonio de individuos pertenecientes al m i s m o grupo, éstos tienen tendencia a confirmar y a estabilizar la impresión subjetiva, bien anclada ya en ellos, de la verosimilitud de sus percepciones y a reforzar m u tuamente su convicción en cuanto al carácter erróneo de todo testimonio contrario. L o que está considerado c o m o «justo» y «leal hacia el grupo» puede hacer «bola de nieve» y adquirir una estabilidad propia. Los medios modernos de transporte y de comunicación, y la fuerte concurrencia internacional llevan a los hombres, cuyo pasado, esperanzas y objetivos son sensiblemente diferentes, a entrar en conflicto unos con otros. Los procesos biológicos que actúan sobre la percepción, el juicio y el comportamiento tienden a aumentar las dificultades intrínsecas y a ampliar todas las oposiciones de puntos de vista y de valores. El patriotismo estrecho exagera naturalmente esta tendencia. La mayor parte de los individuos n o conocen los límites de su percepción y de la de los demás. Las experiencias subjetivas que acompañan a la percepción, al ser m u y convincentes, es natural considerar, delante de testimonios contradictorios: a) que una de las partes al menos debe mentir, o b) que una de las partes al menos debe ser incapaz de establecer una relación correcta entre la percepción y el testimonio. Las dos partes pueden ser perfectamente sinceras en relación a su experiencia subjetiva. H a y todavía una tercera posibilidad: los dos individuos o sus grupos pueden ser testigos de sucesos m u y diferentes; puede ser que vivan en m u n d o s distintos. E n estas condiciones, es necesario admitir que la pretendida malicia del m u n d o es debida posiblemente en parte a procesos biológicos. Sólo es posible desembarazarse del peso de las percepciones y otras actividades cognoscitivas anteriores en ciertas condiciones. Es necesario esencialmente estar en presencia de hechos que no 491 Robert B. Livingston correspondan a las experiencias, necesariamente limitadas, del pasado y reconocer estos hechos. Aparte de la experiencia de cosas nuevas es necesario tener una motivación poderosa para querer hacer frente, con éxito, a circunstancias diferentes; saber desligarse suficientemente de los lazos anteriores para crear modelos nuevos que permitan adaptar mejor las percepciones, los juicios y los actos a la nueva ocasión; finalmente, disciplinarse suficientemente para poner a prueba las instituciones nuevas hasta que sean eficazmente utilizables. El resultado n o es jamás definitivo. E s el propio de todo aprendizaje, de toda aptitud sensorial, motriz, o cognoscitiva. Esto supone u n acto creador, que es una reorientación en relación al hábito anterior. L a reorganización es u n medio m u c h o más enérgico y m u c h o más completo de superar los hábitos anteriores. Supone la invención de perspectivas completamente nuevas. L a gestión general por la que se establece una relación con el hecho, el individuo o la organización debe ser enteramente revisada o reorganizada. D e este m o d o , los individuos pueden adoptar una aptitud enteramente diferente en relación a ellos mismos, después de una experiencia personal reveladora. Enamorarse puede tener u n efecto revolucionario análogo al cambiar totalmente las relaciones entre dos individuos. Las experiencias pedagógicas críticas, los compromisos profesionales, las conversiones religiosas pueden ser ejemplos de reorganización individual y duradera. Del m i s m o m o d o , las instituciones, los grupos étnicos, las naciones y los grupos de naciones puede ser reorganizados, sometiendo a una profunda reordenación sus opiniones, sus valores y su actividad. Se trata de una operación bastante rara, que exige mucha energía e imaginación por parte del individuo o del grupo. L a creatividad exige que estén reunidas ciertas condiciones bien definidas en el individuo y en el medio en que trabaja. N o puede aparecer sin u n conocimiento profundo del sujeto, sin una motivación poderosa, sin flexibilidad y agilidad en el manejo de las ideas, y sin la disciplina y el talento necesarios para testimoniar lo que acaba de ser creado y comunicarlo a los demás. Cada ocasión de aprendizaje recurre, en una medida limitada, a la creatividad, que puede ser desarrollada por procesos educativos particulares y también con el ejemplo. Tiene necesidad de una meta y de un ambiente. L a adquisición de la creatividad es u n proceso tan delicado que fácilmente puede ser ahogada. E s , sin embargo, indispensable a toda forma de educación y de progreso social. Del 492 Neurología y educación mismo m o d o la adaptación constructiva puede ser enseñada y desarrollada m u y ampliamente en la sociedad. El condicionamiento (considerado aquí c o m o englobando todas las formas de aprendizaje) se presenta bajo dos aspectos: el condicionamiento a través de los sistemas sensoriales (condicionamiento pavloviano o clásico) y el condicionamiento creado en torno a los sistemas motores (condicionamiento de Konorsky o condicionamiento operante). E n el primer caso, se asocia temporalmente u n estímulo condicionado a u n estímulo n o condicionado, c o m o el sonido de una campana que sigue a la presentación de alimento a u n sujeto que tiene hambre. E n el segundo caso, el sujeto efectúa u n acto motor que es a continuación «recompensado». El condicionamiento pavloviano pide mayor finura de parte del «maestro», mientras que el condicionamiento de Konorsky está en mayor medida colocado bajo el control del «alumno». Este último ofrece una vía un poco más directa al modelado del comportamiento en las direcciones deseadas. Las dos formas de condicionamientos pueden servir para dar lugar a u n comportamiento que entre en el repertorio de un individuo o de un grupo. El «refuerzo» es indispensable a todo aprendizaje. E n términos simples, se puede decir que hay refuerzo cuando hay «recompensa» o «castigo». Estas dos formas de refuerzo permiten suscitar u n comportamiento dado, dentro de los límites del repertorio del individuo o del grupo. L a eficacia de los refuerzos depende sobre todo del estado interno del sujeto y por esto es por lo que la iniciativa personal, espontánea o provocada, desempeña u n papel tan importante en el aprendizaje. Los mecanismos nerviosos centrales unidos a los refuerzos positivos (recompensas) están repartidos en el conjunto del sistema límbico y en la mayor parte del hipotálamo, encontrándose representado en varios sectores de este sistema filogenéticamente antiguo todo u n conjunto de m e canismos de refuerzo. Los refuerzos positivos llevan directamente a las satisfacciones viscerales, a los comportamientos de acercamiento; refuerzan las relaciones exteriores y provocan u n comportamiento de exploración. N o sólo son instrumento de estimulación y de dominio inmediato para la educación, sino también medios de reafirmar la confianza, los hábitos y los lazos sociales ligados a futuros procesos de aprendizaje. La representación central de los refuerzos negativos («castigos») se sitúa en el centro cerebral intermediolateral, en algunos de los núcleos talámicos de proyección difusa, y en la parte posterior del 493 Robert B. Livingston hipotálamo. Si se activa este grupo bastante restringido de tejidos vecinos, se puede reforzar toda forma de aprendizaje, pero se provocan comportamientos de retirada, disturbios viscerales internos, la erosión de las relaciones exteriores, el empleo de medios retorcidos y el recurso a la venganza. L a disuasión, que actúa sobre el comportamiento bajo la amenaza de un castigo, tiene efectos notoriamente imprevisibles. E s u n refuerzo negativo y, además, necesariamente hace pasar la iniciativa a manos del individuo o del grupo a quien se quiere disuadir. Los refuerzos negativos, adem á s de sus otros inconvenientes, dependen rigurosamente de la cantidad de hqrmona específica ( A C T H ) secretada por el lóbulo anterior de la hipófisis, bajo el control del hipotálamo. U n a fracción mínima de este agente químico debe actuar sobre el cerebro a nivel de ciertos nudos del sistema talámico (como el parafascículo). Cualquier insuficiencia en este encadenamiento arrastra una incapacidad para conservar u n comportamiento de abstención condicionada. El individuo no es ya capaz de prever los castigos de los que ya tiene experiencia. Es m u y probable que los sujetos refractarios al aprendizaje por el castigo sufran de u n desarreglo de estos mecanismos, sin duda porque el sistema está desgastado o simplemente fuera de circuito. A lo largo del aprendizaje, el cerebro es escenario de los fenómenos siguientes: 1. Cuando se presenta una circunstancia nueva, percibida c o m o tal, los mecanismos límbicos de orientación y los mecanismos de alarma del tronco cerebral ordenan vivas reacciones de alarm a y de orientación. 2. C u a n d o se evidencia el éxito de las primeras tentativas experimentales (cuando alcanzan u n refuerzo cualquiera), se ve que hay intercambios entre los sectores límbicos subcorticales y los sectores límbicos corticales. 3. A medida que el éxito (y las percepciones) se hacen habituales, se pone de manifiesto que las actividades que tienen su origen en el córtex límbico circulan hacia los haces límbicos subcorticales y después en la formación reticular del hipotálamo y del mesencéfalo. 4. U n a clase de orden «registrad» o «almacenad» llegada de la zona frontal límbica del mesencéfalo parece difundirse por toda la parte anterior del cerebro, posiblemente por las vías del m e sencéfalo y del tálamo de proyección difusa, o quizá por una señal química. 494 Neurología y educación 5. Finalmente, todos los circuitos cerebrales recientemente activados son reforzados en sus enlaces — y a se trate de circuitos sensoriales, motores, viscerales o de sistemas de evaluación u otros—. Gracias a este refuerzo, estos circuitos están de nuevo disponibles para la percepción, el juicio y el comportamiento. La educación se dispensa obligatoriamente en ciertos medios y en contextos filosóficos e históricos precisos. Uri Bronfenbrenner ha descrito algunas de las diferencias que se forjan en las percepciones, los juicios y los comportamientos, por dos actitudes culturales relacionadas con la educación de los niños, y el papel de las generaciones. Los dos sistemas que ha estudiado, el de los Estados Unidos y el de la U R S S , no están tan alejados u n o del otro c o m o lo están muchas otras culturas en el m u n d o . E n general los sistemas de educación están concebidos deliberadamente para reforzar las ideas tradicionales, inculcar el desagrado y la desconfianza hacia otras ideas. Esta actitud ha sido biológicamente útil en el pasado porque el hombre ha tenido que aprender a enfrentarse con un medio particular. Actualmente, en razón a los medios técnicos de que dispone, puede ser negativa para su evolución. Parece que los sistemas de educación tienen necesidad de preservar y de respetar las diferencias culturales, pero al m i s m o tiempo deben poner de manifiesto lo arbitrario y las orginalidades de ciertos hábitos culturales. Deben orientar a la H u m a n i d a d hacia satisfacciones m á s evolucionadas, que podrá obtener de su aptitud para reconocer y practicar al menos ciertas formas diferentes de percepción, de juicio y-de comportamiento. Sobre u n plano m á s trivial, se puede comparar esta situación a la de los niños que aprenden diferentes soluciones matemáticas posibles para u n m i s m o problema. Parece indispensable, para la supervivencia del hombre, que se vuelva capaz de apreciar otras culturas distintas a la suya. El cerebro h u m a n o es el instrumento de toda empresa, así c o m o de toda reorientación y reorganización. Desde este punto de vista, su superioridad en los dos campos ha sido la principal baza de su éxito. Compromiso, reorientación y reorganización deben ser desarrolladas a escala mundial y en una perspectiva internacional. Es ésta una necesidad imperiosa si el hombre quiere asegurar el progreso general de la cultura y salvaguardar sus posibilidades de elevarse un grado m á s en la evolución. Es necesario poner las técnicas de la neurología al servicio de una educación que comienza desde el principio de la existencia y se 495 Robert B . Livingston prosigue durante toda la vida. La educación debe estar deliberadamente concebida de forma que pueda liberar a la Humanidad de provincianismos biológicos y culturales que han dominado su historia y que, ahora, la amenazan con su extinción. El hombre conseguirá así no sólo sobrevivir, sino mejorar considerablemente la calidad de la vida y del bienestar social. Debemos ensayar. Debem o s triunfar. N o tenemos necesidad de una crisis para comenzar; las crisis sólo podrán debilitar nuestras posibilidades de éxito. Si hacemos u n ensayo infructuoso, n o habremos perdido nada que no esté ya perdido. Nuestra época será posiblemente reconocida c o m o la de las «adaptaciones constructivas» —nuestro cerebro debe ser utilizado al m á x i m o — . E s todo lo que tenemos para hacer progresar al hombre. 496 Otonti N d u k a Hacia una política nacional de la educación en Nigeria ei) Otonti N d u k a (Nigeria). Becario de la Commonwealth en 1966-67, ha ocupado diferentes puestos académicos y administrativos. Enseña historia y filosofía de la educación en la Universidad de Ibadan. Autor de: Western education and the Nigerian Cultural Background. Los esfuerzos desplegados actualmente para definir una política nacional de la educación constituyen una de las iniciativas m á s alentadoras y felices. E n la exposición presentada en la sesión inaugural del Consejo Nacional de Educación el 2 de octubre de 1969, W . O . Briggs, que era entonces comisario federal de educación, declaró: « E n suma, nuestra reunión de hoy marca el punto de partida de una serie de consultas que tendrán lugar de tiempo en tiempo con el fin de armonizar las políticas de educación de todos los Estados de la Federación» 1. Los esfuerzos en marcha, a los que este mismo Consejo Nacional de Educación ha abierto también camino, representan u n progreso en relación al objetivo definido en la sesión inaugural del Consejo. E n efecto, es ya bastante bueno el intentar armonizar trece políticas de educación diferentes con sus «divergencias y contradicciones internas» 2 , pero formular una política única para un país unido que busca salir del subdesarrollo es otra cosa distinta. El papel del Consejo Nacional de Educación se aproximaba, por tomar los mismos términos empleados por Philip H . C o o m b s , «a un papel de guardián, de regulación y de supervisión», cuando parece haber tomado en la actualidad un carácter «más dinámico, y haberse basado en el desarrollo... el crecimiento y el cambio» 3 . (*) El presente artículo es una versión ligeramente revisada de una exposición presentada en Lagos, en junio de 1973, con ocasión de u n Seminario que tuvo por tema: «Una política nacional de la educación». 1. Exposición de W . grafiado, p . 3. O . Briggs, comisario federal de la educación, texto multi- 2 . Ibid., p . 1. 3. P . H . C O O M B S , The World Educational Crisis, p. 121. 497 Perspectivas, vol. Ill, n u m . 4, invierno 1973. Otonti Nduka El paso de una política dominada por los misioneros a una política nacional A u n q u e es posible preguntarse si una política verdaderamente nacional de la educación ha sido formulada alguna vez en Nigeria, una mirada retrospectiva sobre la historia de la educación en el país muestra que éste ha tenido siempre la buena — o mala— fortuna de tener políticas de educación. L a «política» se entiende aquí en su sentido amplio, es decir, c o m o una línea de acción adoptada por el Gobierno, un partido u otra organización; un grupo de misioneros, por ejemplo. C o m o Fajana 4 lo ha demostrado recientemente, durante los tres cuartos de siglo que siguieron a la introducción de la educación occidental a partir de 1840 en lo que pasó a constituir a continuación Nigeria, la política de educación estuvo dominada por organizaciones de misioneros que tenían su centro en Europa y América, de donde recibían sus directrices. Esta situación persistió, poco más o menos, incluso cuando el Gobierno británico hubo establecido su protectorado sobre el norte y el sur de Nigeria al comienzo del siglo. Entretanto, la administración colonial intentó comenzar una política de educación a partir de 1882. A continuación de la Conferencia imperial sobre educación, mantenida en Londres en 1912, y de la fusión de Nigeria del Norte y del Sur en 1914, Lugard promulgó el Código de Educación en 1916. Intentó extraer una línea de conducta nacional, tanto en el plano político como en el de la enseñanza. Pero sus esfuerzos en este último plano chocaron con la oposición del Colonial Office 5 , que decidió que los departamentos de educación del Norte y del Sur que existían antes de la fusión se mantuviesen separados. El Gobierno colonial nigeriano tuvo incluso que aplicar todavía largo tiempo políticas de educación diferentes en el norte y sur de Nigeria. C o n el deseo, por ejemplo, de dar prioridad a la calidad sobre la cantidad en las escuelas del Norte, les dedicó, así c o m o al departamento de educación del Norte, m á s personal europeo que en el Sur, donde las escuelas eran, sin embargo, m u c h o m á s numerosas 6 , decisión que se situaba en la línea de la política adoptada en el Norte, que era 4. A . FAJANA, The evolution of educational policy in Nigeria (1842-1939), These de Ph. D . , Ibadan, 1969. 5. Ibid., pp. 466-467. 6. Ibid., p. 474. 498 Hacia una política nacional d e la educación en Nigeria la de formar, no empleados y personal de oficina, «sino más bien administradores africanos prestos a cooperar» 7 . El Gobierno colonial nigeriano fue incitado desde diversos lados a desempeñar u n papel más dinámico, tanto en el desarrollo de la educación c o m o en la formulación de una política, principalmente por las comisiones que apadrinaron la Fundación PhelpsStokes, cuyos informes 8 contribuyeron a provocar una revolución en las ideas de los educadores, tanto en los medios oficiales c o m o en los no oficiales, y que se tradujo en los escritos de especialistas de antropología social tales c o m o B . Malinowski y en las actividades de la Sociedad de Naciones, principalmente las que estaban ligadas al régimen de mandatos. Después de la creación en 1923 del Advisory Committee on Native Education in British Tropical African Dependencies y la publicación por el Colonial Office, en 1925, del célebre M e m o r a n d u m titulado «Education Policy in British Tropical Africa» 9 , el Gobierno colonial nigeriano marcó el paso y publicó, en 1926, u n Código de educación. El movimiento desencadenado por el poder imperial prosiguió durante algunas decenas de años, marcados por la publicación de declaraciones de principios ( M e m o r a n d u m on the Education of African Communities 10 , Mass Education in African Society " , Education for Citizenship in Africa a). Finalmente, a lo largo de los diez últimos años de la presencia colonial británica sobre el continente, una encuesta sobre la educación en Africa ejecutada bajo los auspicios del Colonial Office y la Fundación Nuffield desembocó en la Conferencia de Cambridge de 1952. Los resultados de esta encuesta y el balance de los debates de la Conferencia de Cambridge fueron publicados en 1953 D . N o deja de tener interés hacer notar que entre los observadores nigerianos en la Conferencia de Cambridge se encontrasen los nuevos ministros regionales de educación, M M . Aliyu, A w o k o y a y U r o m a (para las regiones del Norte, del Oeste y del Este, respectivamente), que no dejaron, sin duda, de sacar provecho de los 7. FAJANA, op. cit., p. 211. 8. Education in Africa (1922) y Education in East Africa (1925). 9. M d . 234, H M S O , Londres, 1925. 10. Col. n.° 103, H M S O , 1935. 11. Col. n.° 186, H M S O , 1944. 12. Col. n.° 216, H M S O , 1948. 13. Bajo el título: African education - A study of educational policy and practice in British Tropical Africa. 499 Otonti Nduka resultados de esta conferencia para formular ulteriormente nuevas políticas de educación para sus regiones. El acontecimiento m á s importante del período estudiado ha sido el lanzamiento de programas de enseñanza primaria para todos ( U P E ) en Nigeria occicental (1955) y en Nigeria oriental (1957). A partir de la adopción de u n sistema federal de gobierno en 1954, nada se oponía ya a la puesta en marcha de cuatro sistemas de educación o incluso m á s , ni a las políticas que les estuviesen asociadas. Después de la fragmentación en doce Estados adoptada en 1967, la situación ha continuado evolucionando esencialmente en la misma dirección hasta hoy. Persistencia de la herencia colonial E n el apartado anterior del presente artículo nos hemos esforzado en identificar tres períodos principales en la evolución de la política educativa en Nigeria. A partir de 1840, y hasta el fin de los años veinte de este siglo, fue predominante la influencia de los misioneros. Desde 1920 hasta los primeros años cincuenta, la potencia imperial tomó a su vez la iniciativa en la definición de una política de educación. A partir de 1950, los mismos nigerianos tomaron progresivamente en sus manos las riendas del Gobierno y la inciativa de una política de educación y, de forma general, otras políticas. Estas tres influencias dominantes tenían cada una sus imperativos de organización, raciales o de otro tipo, que determinaban los objetivos a los que aspiraban. Los tres se han dejado sentir m á s o menos durante la mayor parte del período estudiado aquí y por consecuencia han reaccionado unos sobre otros. Efectivamente, la sociedad nigeriana, en general, y el o los sistemas de educación nigerianos, en particular, son producto de la interacción de estas influencias y aun de otras todavía en los medios culturales 14. N o es, por tanto, sorprendente que los desplazamientos del equilibrio de las fuerzas entre las grandes influencias que determinan la orientación de la política de educación en Nigeria se hayan reflejado siempre, en distinto grado, en las políticas efectivamente adoptadas. El deseo de evangelización prestó inicialmente 14. Para un examen más completo de estas cuestiones, ver, en particular: O . N D U K A , Western education and the Nigerian Cultural Background (passim). 500 Hacia una política nacional de la educación en Nigeria su impulso a la obra de los misioneros, pioneros de la educación occidental, continuó incluso influyendo en la política nigeriana de educación hasta después de la independencia. Cuando el dominio imperial comenzó a ejercer u n papel dominante, se pensó menos en ganar conversos para formar fieles y pastores que personal subalterno capaz de ayudar a la administración del territorio de la colonia y a la buena marcha de las empresas comerciales e industriales creadas en diversos lugares del país. Lugard, a continuación, ha resumido la situación en estos términos: «El papel principal de las escuelas públicas primarias y secundarias de las colectividades primitivas es el de preparar a los muchachos mejor dotados ...para la profesión docente en las escuelas, para empleados de los tribunales indígenas locales, y para intérpretes 15 ». Cuando los nacionalistas tomaron en sus manos las riendas del Gobierno en los primeros años cincuenta, no se separaron resueltamente de los objetivos propuestos durante los dos períodos precedentes en materia de educación. El libro blanco imperial titulado Mass Education in African Society, publicado en 1944, anticipaba ya los sistemas adoptados por los Gobiernos regionales del Oeste y del Este. Existe, sin embargo, una diferencia importante entre las políticas seguidas por el antiguo régimen colonial y las de sus sucesores nacionalistas: el hecho de que éstos han asignado a la educación u n rango de prioridad más elevado. Mientras que a comienzos de los años veinte el Gobierno colonial dedicaba a la educación menos del 2 por 100 de su presupuesto anual, las regiones del Este y del Oeste, a fines de los años cincuenta, le dedicaban m á s del 30 por 100 del suyo, y la región del Norte cerca del 15 por 100. Algunos han pretendido que esta mayor prioridad concedida por los dirigentes nacionalistas a la expansión de los medios de enseñanza y de crecimiento de los efectivos escolares denota una nueva concepción de la educación, el paso de la educación «elitista» a la educación de masas. N o obstante, es discutible, c o m o se verá m á s adelante, que haya habido realmente u n paso de u n sistema de educación «elitista» a u n sistema igualitario. L a proliferación de escuelas primarias y maternales privadas durante estos últimos años testimonia, a primera vista, lo contrario. Durante el período estudiado aquí, la transferencia de la función educativa del Gobierno central a los Gobiernos regionales y, a continuación, a las autoridades y comunidades locales, se prosi15. F. L U G A R D , The dual mandate in British Tropical Africa, p. 444. 501 Otontl Nduka gue activamente. D e este m o d o , la educación ha alcanzado, en conjunto, a u n número m u c h o mayor de individuos. N o es seguro, sin embargo, que esta evolución cuantitativa se haya visto acompañada de una progresión cualitativa notable. Existen ciertas similitudes entre las políticas de educación adoptadas durante los períodos identificados anteriormente. L o que nos autoriza a llamar «sistema colonial de educación» al sistema elaborado a lo largo de estos distintos períodos. Era, en primer lugar, un sistema no planificado. La doctrina del «dejar hacer», que ha dominado el pensamiento político británico en el siglo xix, ha sido importada tal y c o m o estaba a la escena nigeriana. A u n q u e sus efectos sobre el desarrollo de la educación en Nigeria hayan sido más marcados durante el primer y segundo período, han persistido de diversas maneras hasta nuestra época. Así, en agosto de 1971, evocando la situación anterior, el antiguo consejero federal para la educación, S. J. Cookey, ha declarado: « H e m o s dejado simplemente ir las cosas a la deriva; durante numerosos años nos hemos limitado a desarrollar los medios de enseñanza sin preocuparnos verdaderamente de su pertinencia 16 ». Quizá hayamos enderezado el timón desde entonces, pero no está probado todavía que nos hayamos desembarazado de los efectos nocivos de la doctrina profundamente anclada del «dejar hacer» que hemos heredado y que se disfraza a veces, al hablar, de pragmatismo y de realismo. Dicho esto, el «dejar hacer» servía admirablemente a los objetivos del colonialismo. Sacaba de las escuelas de misioneros no solamente conversos a la fe cristiana y gentes de iglesia, sino también un número creciente de alfabetizados que entraban al servicio de la administración, del comercio y de la industria, de la empresa colonial promovida en Nigeria. Incluso cuando el Gobierno colonial, y después los gobiernos nacionalistas, tomaron una parte más activa en el desarrollo de la educación, se limitaron a formar un personal cada vez m á s numeroso y de competencias cada vez más diversificadas, destinado al servicio de una economía satélite en vías de crecimiento rápido. A ú n peor, el sistema producía al mismo tiempo u n número cada vez mayor de alumnos que, al salir de la escuela, n o encontraban empleo o eran inempleables. Fue en la región occidental donde esta situación resultó más crítica ". 16. Teacher education and national development, p. 10. (Informe de la I Conferencia nacional de directores de Escuelas Normales, vol. I.) 17. Ver, por ejemplo: D . C A L C O T T , «Some trens and problems of education in Western Nigeria», West African journal of education, octubre 1967, febrero 1968 y junio 1968. 502 Hacia una política nacional de la educación en Nigeria L a educación occidental — y este fue su aspecto positivo— contribuyó en cierta medida a la modernización de Nigeria y de otros territorios coloniales. Se transformó en el «principal factor determinante de la movilidad social y del acceso a u n status político superior 18 ». Inició a las poblaciones colonizadas en ideas sociales, políticas y científicas nuevas, algunas de las cuales 19 han sido explotadas m á s tarde, por la «élite» instruida, en su lucha por la independencia. C o m o ha dicho Wallerstein: « L a colonización n o sólo creó las condiciones sociales que conducirían a su propia derrota, sino que también proporcionó armas ideológicas 2 0 ». Se puede decir incluso que varios de los efectos positivos de la introducción de la educación occidental han sido consecuencia — e n absoluto deseada— de la empresa imperialista montada en Nigeria. E n conjunto, es necesario admitir que una de las debilidades del sistema de educación colonial en Nigeria es n o haber sabido despertar e inculcar una verdadera conciencia nacional. Los que han combatido por la independencia de nuestro país lo han hecho por diversos motivos que n o procedían necesariamente del espíritu nacionalista. Las razones del fracaso del que hemos hablado son fáciles de descubrir. E n primer lugar, m u y pocos administradores coloniales —por n o decir ninguno— marchaban a la colonia con la idea de crear en ella las condiciones sociales y económicas favorables a la caída del colonialismo. Incluso cuando esta caída se hizo inevitable, sus artífices se preocuparon sobre todo de atacar en u n nuevo frente: el del neocolonialismo. A d e m á s , c o m o señaló Brian H o l m e s : « L a educación dispensada por los misioneros tendía a perpetuar y acentuar las divisiones entre los grupos étnicos, regionales o religiosos21». El hecho de que esta educación fuese largo tiempo rechazada, por razones de orden religioso u otras, en la mayor parte de los territorios islámicos de Nigeria del Norte, ha dejado huellas que han complicado m á s el problema. Movilización para la unidad Entre las situaciones desagradables que ha dejado la administración colonial se encuentra, naturalmente, el desequilibrio del que 18. B . H O L M E S , Educational policy and the mission schools, p. 31. 19. Para un estudio más detallado de estas cuestiones, ver principalmente: E . A . A Y A N D E L E , The missionary impact on modern Nigeria; P . F O S T E R , Educational and social change in Ghana, y A . M O U M O U N I , Education in Africa. 20. Citado por P . F O S T E R , op. cit., p. 105. 21. B . H O L M E S , op. cit., p. 39. 503 Otonti Nduka se ha hablado tanto entre el sistema de educación del norte y del sur del país. E n estos momentos se realizan serios esfuerzos para salvar estas diferencias, y de ello hay que alegrarse. Pero, no obstante, está permitido preguntarse si se dirigen sobre todo a paliar la penuria de personas instruidas y de personal auxiliar oriundos de los Estados del Norte o, esencialmente, a dispensar una instrucción capaz de transformar la sociedad. N o s encontramos aquí frente a una elección que será necesario hacer tarde o temprano. ¿Intentamos crear, en el m o m e n t o en que entramos en la era espacial, un sistema de educación de tipo colonial capaz de formar u n ejército de gentes instruidas y de personal auxiliar cuyo potencial de desarrollo es mínimo? ¿ O queremos u n sistema de educación que desarrolle el potencial creciente y esté centrado en una transformación rápida de la sociedad? Pero era precisamente esta transformación la que los antiguos dirigentes del Norte temían y rechazaban. ¿Tienen verdaderamente una mentalidad distinta los dirigentes actuales? El fracaso del sistema colonial de educación en Nigeria se debe, esencialmente, a que, en ausencia del entusiasmo que puede galvanizar al pueblo y arrastrarle a u n movimiento de masas irresistible, ha mantenido al país en u n estado de subdesarrollo en relación al poderío imperial y a los demás países avanzados del m u n do. A pesar de la abundancia de los recursos materiales y humanos que poseemos, hemos progresado lentamente en el camino de la modernización y continuaremos a este ritmo si no revisamos completamente nuestro sistema de educación. Esta necesidad ha sido tan frecuentemente subrayada que es casi una perogrullada el reafirmarla. Pero no hay que dudar en hacerlo, por esto vamos a examinar los factores que son condiciones necesarias para la movilización total en el frente de la educación que exige la revisión completa de nuestro sistema de enseñanza. Necesitamos, por tanto, preguntarnos c ó m o elaborar una política innovadora de la educación que nos permita no sólo evitar las trampas en las que nos han hecho caer las políticas anteriores, sino también crear lo que falta: el fuego sagrado sin el cual no habrá «despegue», sin el que nuestro país no llegará a ser u n Estado moderno. Dejemos de pasar lo mejor de nuestro tiempo haciendo definiciones y redefiniciones, sobre el papel de ideales nobles y abstractos en materia de educación, c o m o ha sucedido en la conferencia de septiembre de 1969 sobre el Programa Nacional de Enseñanza, pues ha llegado el m o m e n t o de buscar respuestas a ciertas preguntas 504 Hacia una política nacional de la educación en Nigeria fundamentales de las que nos hemos desentendido c o m o nación durante demasiado tiempo, y de las que la m á s importante es ésta: ¿ Q u é tipo de sociedad esperamos crear en Nigeria? Encontramos la misma idea en u n estudio reciente de la Unesco que subraya claramente que «toda política de educación refleja las opiniones políticas, las tradiciones y los valores de u n país, así c o m o la idea que se forma de su porvenir 2 2 ». H e aquí otra pregunta aneja. ¿ D e aquí a cuánto tiempo queremos ver aparecer este tipo de sociedad? E s inútil pretender «reformar los programas de educación sin tener una idea precisa de lo que se quiere hacer nacer en el espíritu de los niños» 23 , lo es también proponer una política de educación sin tener una idea precisa del tipo de sociedad cuyo advenimiento puede, al parecer, favorecer esta política. Educación y sociedad E s cierto que las cuestiones de este tipo serán zanjadas, en definitiva, por consultas al más alto nivel, al Consejo Militar Supremo o a una Asamblea constituyente. Pero los que desean pensar en una política nueva y dinámica de educación que nosotros exigimos no pueden dejarlas a u n lado. Se podría discutir de la política de educación en abstracto o basar la nueva política de educación sobre una filosofía social de fortuna, herencia parcial de la época colonial y del régimen civil que la siguió. Pero ni una ni otra de estas orientaciones podrá, a m i entender, transformar la sociedad nigeriana. Conviene hacer notar, a propósito de esto, que las grandes filosofías de la educación que han marcado todas las épocas —pasando por Platón y Aristóteles, por las concepciones medievales cristianas, después por Rousseau, los comunistas rusos y John D e w e y — tenían todas una visión global del hombre y de la sociedad. Esto no quiere decir que una cualquiera de estas grandes filosofías de la educación pueda necesariamente convenir a Nigeria. Pero posiblemente se podrían tomar de ellas ciertos elementos susceptibles de ser integrados en nuestra filosofía social nacional. Pensemos, de todos m o d o s , que una de las misiones de la filosofía es la de enfocar la vida en todos sus aspectos y ayudar a elaborar una concepción reflexiva y lógica del hombre y de su sociedad. 22. Apprendre à être, p. 192, París, Unesco, 1972. 23. A . N . W H I T E H E A D , The aims of education and other essays, p. 12. 505 Otontl Nduka D a d o esto, n o puedo escapar a la impresión de que n o podem o s extraer de los cinco grandes objetivos nacionales vagamente definidos en el Segundo Plan Nacional de Desarrollo (1970-1974) las ideas esenciales sobre las cuales deberá fundamentarse nuestra nueva política de educación. E s totalmente necesario formular una doctrina nacional coherente, lógica y posible. D e nada servirá proclamar, por ejemplo, que u n o de nuestros objetivos nacionales es el crear «una sociedad justa e igualitaria»; esta afirmación corre el riesgo de ser desmentida por la existencia de un sistema de enseñanza de orientación «elitista»24. ¿ Q u é hay que entender por igualdad? ¿ Q u é es la justicia? N o s encontramos ahora en el meollo del problema, puesto que nos interrogamos sobre el fundamento m o ral de la sociedad nigeriana. ¿ V a m o s a edificar una sociedad en la que la preocupación de servir, más que la aptitud para enriquecerse por todos los medios, sea una cualidad altamente considerada? ¿Los dones de la fortuna están equitativamente distribuidos? Y si no lo están, ¿se preocuparán los ciudadanos de trabajar en la transformación de la sociedad en beneficio de las generaciones futuras? Todas estas preguntas y muchas m á s claman respuesta con toda urgencia. Es sabido que los sistemas de educación tienen, claramente, dos funciones vitales. La primera es la que Bourdieu llama «la función de integración cultural (lógica)» 25 , que consiste en dar a los individuos u n cuerpo c o m ú n de categorías de pensamiento que hacen posible la comunicación. L a segunda es la que Durkheim llama la función de integración moral. Para que el sistema de educación cumpla bien su misión, es necesario que disponga, en el frente moral, de una aceptación amplia o, al menos, que no presente ninguna contradicción flagrante entre los preceptos y la práctica. E n segundo lugar, los valores decisivos deberían estar definidos con mayor claridad. E n los aspectos relativos al frente cultural es necesario insistir en los factores de unidad m á s que en los factores de división. H a y que sacar de la educación u n partido más activo para promover la integración nacional, así c o m o la unidad política. Examinemos brevemente, a partir de lo que ya hemos expuesto antes, algunas de las orientaciones propuestas para la sociedad nigeriana. 24. Para más detalles sobre la tipología de los sistemas de educación, ver, por ejemplo: E . H O P P E R , Readings in theory of education systems, cap. 5. 25. Revue internationale des sciences sociales, vol. X I X , 1967, n." 3, p. 369. 506 Hacia una política nacional de la educación en Nigeria El largo camino hacia la igualdad D o s de los cinco grandes objetivos nacionales esbozados en el Segundo Plan Nacional de Desarrollo (1970-1974), tienen una particular importancia en el contexto de nuestro análisis: a) L a creación de una sociedad justa e igualitaria, b) L a creación de una sociedad libre y democrática. E s totalmente evidente que estos dos objetivos están estrechamente ligados. Sus postulados morales y políticos 26 confluyen en ciertos puntos. L a democracia presupone, por ejemplo, el respeto de la racionalidad, el ejercicio n o opresivo de la autoridad, el descubrimiento de soluciones por el camino de la discusión y del compromiso y la existencia en la sociedad dada de cierto grado de acuerdo, fundado, no en la fuerza o en la amenaza de la fuerza, sino en principios morales básicos, c o m o la equidad, la libertad, el respeto a las personas, etc. Desde esta óptica hablamos nosotros de la forma de vida democrática. D e la misma manera, «una sociedad justa e igualitaria» es aquella cuyo funcionamiento se inspira en principios morales tales c o m o la equidad, la igualdad (igualdad de oportunidades, igualdad frente a la ley, por ejemplo) y la ausencia de discriminación injustificada. E n cuanto a la igualdad, su desarrollo en nuestra sociedad es todavía m á s problemático. L a forma en que progresa (o se retrasa) en el campo de la educación es un ejemplo de ello. Se admite en general que el igualitarismo en esta materia supone, ante todo, que todos los niños y, si es posible, todos los adultos, tengan oportunidades iguales de sacar el m á x i m o partido de sus aptitudes. El simple accidente del nacimiento hace que ciertos niños estén adelantados desde el comienzo porque pertenecen a familias en las que la educación encuentra terreno abonado. Poseen el beneficio de libras y juguetes, de padres instruidos, de objetos culturales y artísticos, de u n medio en el que se observan mejor las reglas de la higiene, y de un régimen alimenticio equilibrado. Sus padres tienen medios para enviarles — y a m e n u d o les envían— a escuelas maternales privadas costosas y, de aquí, a escuelas primarias privadas y de pago. Por el contrario, los demás niños, que constituyen la mayoría, deben contentarse con las escuelas primarias gratuitas del Estado, en cuya mayor parte dispensan una enseñanza que se ha vuelto mediocre e incluso, a veces, deplorable. H a y que tener 26. Para un estudio más detallado sobre esta cuestión, ver, por ejemplo: S. I. B E N N y R . S. P E T E R S , Social principles and the democratic State, partes II y III. 507 Otontl Nduka en cuenta también que estos niños n o se benefician, en general, de una educación preprimaria. Sin querer insistir demasiado sobre este punto, tengo la sensación de que no se puede, en estas condiciones, hablar seriamente de igualdad de acceso a la educación. U n o de los nuevos hechos m á s notables en el campo de la educación, desde hace una decena de años, es la proliferación de establecimientos privados de enseñanza señalada en el capítulo anterior. El «dejar hacer» triunfa una vez más en la historia de nuestra educación, apoyado c o m o lo está por las esferas económicas m á s o menos influyentes y por poderosos intereses establecidos/ Se dedican sistemática — y discretamente— a hacer de la educación un medio de crear una sociedad de clases que n o existía anteriormente. La preocupación por la estabilidad futura de nuestra sociedad y por los objetivos declarados de justicia y de igualdad exige que se encuentre u n medio para borrar esta evolución insidiosa. Dicho esto —y evidentemente no hay que olvidar las exigencias de calidad y la necesidad de fijar a la educación normas elevadas— ¿es necesario nivelar hacia arriba o hacia abajo? Sea cual fuere lo que se piense, este problema no se resuelve preparando a unas cuantas escuelas privilegiadas con todas las ventajas en m a teria de equipo, de personal cualificado, etc., dejando a la gran m a yoría restante relativamente desprovista, esperando que se resarcirán poco a poco de su retraso de aquí a diez o veinte años. Sus oportunidades de conseguirlo son m u y pocas, efectivamente, en tanto que los niños de las familias m á s afortunadas y m á s influyentes continuarán realizando sus estudios en establecimientos privados. Si los ricos se viesen obligados a enviar a sus hijos a algunas de las escuelas m á s desfavorecidas, se dedicarían a conseguir que la calidad de la mayor parte de nuestras escuelas primarias fuese mejorada sin tardanza. Tengo la convicción de que nuestra ideología nacional del desarrollo debe elaborarse sobre la base de soluciones referidas a los problemas fundamentales evocados aquí. Sólo entonces podremos enfrentarnos con la construcción, con la firme esperanza de éxito, de una sociedad dinámica, justa e igualitaria, querida por los ciudadanos que la compongan. Forjar los instrumentos del desarrollo Y a que estamos, pues, de acuerdo todos en la necesidad de modernizar nuestra sociedad, se trata de saber a qué ritmo queremos 508 Hacia una política nacional de la educación en Nigeria actuar. N o olvidemos que el régimen colonial buscaba también, a su m o d o , modernizar la sociedad que explotaba. Si hubiese persistido tal y c o m o era, hubiésemos podido permanecer bajo su tutela política hasta mediados del siglo xxi y aún m á s . E n el contexto económico, las sociedades coloniales estaban y están aún destinadas a continuar siendo satélites de las potencias imperialistas. A u n que hayan alcanzado su independencia política, numerosos países africanos son tributarios todavía, económicamente, de las antiguas potencias coloniales. E n materia de desarrollo científico y tecnológico, los pueblos coloniales se veían obligados a conformarse con los progresos que las potencias juzgaban que les convenían. Esto es lo que ha hecho que después de u n siglo bajo la tutela del imperialismo cultural y político de los británicos, nuestra sociedad esté aún subdesarrollada. Pensemos, sin embargo, que desde el m o m e n t o en que tomó en sus manos sus propios asuntos después de la Revolución de octubre de 1917, la U R S S se ha convertido en un país moderno, en un coloso militar e industrial, en el espacio de una generación. N o podemos conformarnos ya con progresar al ritmo lento seguido en la época colonial. Es indispensable una transformación radical y revolucionaria de nuestra sociedad si queremos resolver nuestros problemas en los últimos veinticinco años del siglo xx. La cadencia del desarrollo debe responder a las necesidades de un pueblo que tiene prisa en llegar. Es necesario, pues, movilizar para esta causa a toda la población del país. ¿Estamos verdaderamente preparados para dedicarnos a esta difícil tarea? Si lo estamos, la nueva política de educación debe concebirse en consecuencia. ¿Pero c ó m o enfocarla? Es necesario comenzar por adoptar una nueva estrategia del desarrollo de la educación, a la cual estén llamados todos los grupos de población: niños, adolescentes, adultos, hombres y mujeres. Todos los recursos humanos de la sociedad deben ser examinados y explotados y, al m i s m o tiempo, dar u n nuevo aliento de vitalidad a los establecimientos de enseñanza clásicos, preocupándose m á s de la organización de la educación preescolar y de la educación de adultos, cargando el acento sobre la educación c o m o instrumento de cambio. Clases de adultos, centradas en particular sobre el desarrollo de la alfabetización funcional, deberán ser organizadas en todo el país. Los sectores mejor instruidos y mejor dotados de la sociedad tendrán entonces ocasión de ayudar a las personas menos favorecidas y, haciéndolo, asegurar un servicio útil al conjunto 509 Otontl Nduka de la colectividad. Del m i s m o m o d o , los medios de información de masas deberán lanzar sistemáticamente campañas, no sólo en el campo de la instrucción general, de la salud y de la higiene, de la enseñanza comercial y técnica, sino también en favor de una ideología que haga de u n desarrollo rápido u n medio de despertar la conciencia nacional. Para transformar nuestra sociedad en una sociedad moderna, el sistema de educación debe estar fuertemente centrado en el estudio de las ciencias y de las técnicas. Será necesario reorganizar los estudios de tal manera que la ciencia ocupe un puesto privilegiado a todos los niveles de enseñanza. H u b o u n tiempo en que este lugar estuvo ocupado por el estudio de la Biblia y del catecism o y por la religión en general. E n la época siguiente, la religión compartió de mal grado este puesto con los estudios profanos (comprendidos en ellos una cierta forma de ciencia), necesarios para aprobar los exámenes y obtener los certificados que constituían los pasaportes que abrían la puerta al m u n d o encantado de los e m pleos del hombre blanco. C o m o ya se ha dicho antes, el sistema colonial de educación intentaba producir «conversos» y u n ejército de empleados modestos que trabajasen en la administración u otros lugares, al servicio de los objetivos del régimen colonial de Nigeria. Por el contrario, el tipo de educación preconizada ahora pone el acento en la innovación y la adaptabilidad. E n el plano de los m é todos, los hábitos de pasividad mental (memorización, recitación, etcétera) y la adquisición de lo que Whitehead llama las ideas inertes 21 han quedado ya atrás. Se enseñará a los niños y a los adultos a utilizar un martillo, a construir, a preguntarse y a experimentar. E n una palabra, la educación intentará alentar la creatividad y desarrollar la curiosidad del espíritu. Tengo la sensación de que el tipo de educación actualmente dispensada en Nigeria no está concebida para alcanzar resultados notables de este tipo en u n futuro próximo o incluso lejano. El colonialismo nos ha dejado una herencia que frena el proceso de modernización. Nuestra nueva política de educación debe ayudarnos a forjar nuevos instrumentos que respondan a las necesidades de un país impaciente por alcanzar la meta. 27. A . N . W H I T E H E A D , op. cit., pp. 1 y 2. 510 Posiciones / Controversias D o s métodos de planificación de la educación concurrentes y complementarios Bikas C . Sanyal Bikas C . Sanyal (India). Funcionario del Instituto Internacional de Planificación de la Educación (Unesco). Ha enseñado en universidades de la India y de los Estados Unidos de América. Autor de numerosos artículos sobre el tema de asignación de recursos en el campo de la educación y de la agricultura y sobre la cibernética y la estadística. Perspectives ha publicado, en su volumen II, n.° 4 (invierno 1972), un artículo de M a r k Blaug titulado «Economie et planification de l'éducation dans les pays en voie de développement». El autor reprueba el método que consiste en planificar la educación en función de las necesidades de m a n o de obra, argumentando la imposibilidad de predecir las necesidades de m a n o de obra con u n período de cinco a diez años de adelanto, c o m o lo exigiría la duración de los ciclos de enseñanza. L a previsión de las necesidades de m a no de obra postula una concepción rígida de la capacidad de integración del producto de la enseñanza en la población activa. El método clásico de previsión de las necesidades de m a n o de obra conduce inevitablemente, en la medida misma en que es inaplicable a las necesidades de personal que tenga una instrucción primaria, a consagrar la mayor parte de los gastos de educación al desarrollo de la enseñanza secundaria y superior, lo que entraña una baja inversión en la enseñanza primaria y una excesiva inversión en la enseñanza superior, e impide prácticamente al planificador de la educación toda posibilidad de elección. M a r k Blaug se opone a la idea de centrar los sistemas de enseñanza sobre las necesidades a largo plazo de m a n o de obra. H a y , claro está, otro método a proponer: el análisis de los costos-beneficios, que se denomina también a veces el análisis del monto de aprovechamiento. Consiste en calcular los costos sociales o privados de la enseñanza, estimar el valor actualizado de las ventajas sociales o privadas de ésta, y en compararlas para saber cuáles son los campos de la enseñanza que hará falta desarrollar o a cuáles es conveniente dar menos importancia. Los costos y las ganancias constituyen, de hecho, un flujo de gastos o de beneficios a lo largo de la vida de u n individuo, es decir, tanto durante sus estudios y 511 Perspectivas, vol. Ill, n u m . 4, invierno 1973. Blkas C . Sanyal su formación c o m o m á s tarde, durante su vida activa. Las técnicas clásicas de actualización permiten calcular el valor actual de las sumas gastadas y de las ganancias adquiridas a lo largo de la vida de u n individuo. L a rentabilidad de la educación para el individuo se calcula desde el punto de vista de la inversión individual, es decir, comparando los gastos de escolaridad que incumben efectivamente al individuo con sus rentas limpias de impuestos. L a rentabilidad de la educación para la sociedad se calcula, al contrario, comparando las rentas brutas, es decir, antes de la imposición, con el gasto global correspondiente a u n nivel de enseñanza dado. Para proceder a este tipo de análisis, es indispensable disponer de datos sobre los sueldos según la edad y el nivel de instrucción. M a r k Blaug reconoce que este método tiene inconvenientes. N o tiene en cuenta los «efectos externos» de la educación en el cálculo del flujo de la renta individual (el análisis de las tasas de rendimiento considera c o m o ventaja de la educación el suplemento de renta que asegura generalmente al individuo u n «suplemento» de educación). Esto hace, en la mayoría de los casos, olvidar la influencia del medio social. Pero, en u n gran número de países en vías de desarrollo, la estructura de las remuneraciones, de las que dependen las ganancias, es sobre todo una cuestión de convenio social y n o tiene apenas en cuenta la relación ni con la contribución de los salarios a la renta nacional ni con las penurias relativas de personal de diferentes cualificaciones. El análisis de las tasas de rendimiento no nos muestra lo que ocurriría si se modificase de manera radical el contenido de la enseñanza primaria. Puede únicamente darnos indicios para realizar una redistribución de recursos, pero es incapaz de indicarnos las cifras precisas que es necesario tomar por objetivos y n o permite descubrir, eventualmente, u n reparto defectuoso de recursos. Sin embargo, M a r k Blaug estima que precisamente «por este sesgo del análisis de los costos-ganancias, es conveniente abordar la planificación de la educación con los fines económicos» porque esta técnica ayuda a fijar las prioridades y a definir el programa m á s eficaz en función del costo dado. Siempre según M a r k Blaug, es la enseñanza primaria la que se revela m á s rentable en la mayoría de los países en vías de desarrollo, para los cuales se han calculado las tasas de rendimiento por nivel de enseñanza. « E n consecuencia —escribe—, la principal conclusión de valor general que se puede sacar de estos resultados es que parece que casi todos los países en vías de desarrollo in- 512 Dos métodos de planificación de la educación concurrentes y complementarios vierten con defecto en la enseñanza primaria». L a tabla adjunta indica la rentabilidad de los diferentes niveles de instrucción en cinco países de Africa. Relación ganancias sociales-costo social" País Año Ghana Kenia Nigeria Uganda Zambia 1969 1969 1967 1968 1966 Enseñanza primaria 5" 16,9 1,5 1,4 Enseñanza secundaria l.er ciclo* Enseñanza secundaria 2 . " cicloc Enseñanza superior 11,3 d 15<* 17,6" 15,4 d 3,5 1,1 — Í5d 0,3 2,6 — 9" 8,5 0,7 — a. Las relaciones ganancia social-costo social se refieren, e n cada caso, a los resultados para el nivel d e instrucción indicado e n relación al nivel precedente. b. D i c h o d e otra forma, hasta el final del cuarto año d e estudios secundarios (lo que representa aproximadamente 11 años d e escolaridad). c. E s decir, hasta el final del sexto año d e estudios secundarios (lo q u e representa aproximadamente 13 años de escolaridad). d. S e trata d e tasas d e rendimiento; las relaciones ventajas-costos n o h a n sido calculadas. Fuente. Richard J O L L Y y Christopher C O L C L O U G H , « U n e evaluation des plans africains d e main-d'oeuvre», Revue internationale du travail, vol. 106, n ú m s . 2 - 3 , agosto-septiembre 1 9 7 2 . Según esta tabla, parece que solamente en u n país de cada cuatro (Nigeria) la enseñanza primaria tiene la tasa de rendimiento m á s elevada. E n u n caso (el de Kenia), tiene incluso la tasa m á s baja. E s el único caso, además, donde se utilizan las técnicas del análisis de regresión para ajustar los perfiles edad-salario en función de catorce variables socioeconómicas, y donde no se ha partido de la hipótesis de que las diferencias de ingresos son enteramente imputables al nivel de instrucción. Sin embargo, aun con esta técnica, se obtiene para la enseñanza primaria una tasa de rendimiento igual al tercio de la enseñanza secundaria. N o se tienen apenas datos sobre los salarios según la edad y el nivel de instrucción en los países en vías d e desarrollo. L a estimación de los beneficios, en los cálculos arriba expuestos, está hecha a partir de los salarios o rentas corrientes de una muestra de m a n o de obra agrupada según la edad y el nivel de instrucción. Se ha admitido que las rentas marginales eran iguales a las rentas medias y que las rentas futuras eran iguales a las rentas actuales (salvo en el caso de Kenia). E n todos los trabajos mencionados m á s arriba, con la excepción del estudio hecho en Kenia, las diferencias de renta han sido atribuidas en su totalidad al nivel de 513 Blkas C . Sanyal instrucción. Sin querer llegar a la conclusión de si las personas que se han beneficiado de una instrucción superior tienen ingresos superiores —esto refleja simplemente el hecho de que han salido de u n medio m á s elevado— ni de que la carrera de u n individuo esté determinada de manera rígida por los azares del nacimiento — c o m o piensa M a r k Blaug—, son incontables la cantidades de factores, comenzando por la diferencia de origen social y de inteligencia individual, que contribuyen a explicar las variaciones de los ingresos. El lector se equivocará al conceder demasiado valor a las cifras que figuran en la tabla. A d e m á s , según Richard Jolly y Christopher Colclough l, se puede pensar, a priori, que el análisis de las tasas de rendimiento debería revelar, por el contrario, u n rendimiento m á s elevado para la instrucción primaria que para las otras dos, sobre todo en Africa. E n efecto, «como el método excluye generalmente todo cambio futuro en la estructura de los salarios, las diferencias de ingresos de las personas que terminan sus estudios son equivalentes a las de los sueldos de los docentes, y si las tasas de rendimiento son superiores, es que las relaciones alumno-profesor son m á s elevadas en la enseñanza primaria. Para los espíritus escépticos, el cálculo de las tasas de rendimiento n o revela apenas m á s que este simple hecho». El análisis de las tasas de rendimiento choca con otras dificultades: 1. E s difícil conceder demasiada confianza a cálculos para los que se ha admitido que las rentas de una persona, n o deducidos los impuestos, corresponden a u n producto social marginal (es decir, al valor que representa, para la sociedad, su contribución a la producción total de bienes y servicios) pues, en la mayoría de los países en vías de desarrollo, aproximadamente dos terceras partes de las personas que han realizado estudios superiores están empleadas por el Estado o dedicadas a tiempo completo a la enseñanza, de manera que su sueldo indica sobre todo la manera en que ese Estado ha establecido sus baremos de remuneración. E s m u y difícil determinar y cuantificar los resultados materiales del trabajo de u n individuo y, con mayor razón, apreciar el valor de este trabajo. 2 . Los análisis de tasas de rendimiento n o tienen en cuenta la localización, que reviste una gran importancia económica y política en numerosos países en vías de desarrollo. 1. Richard J O L L Y y Christopher C O L C L O U G H , «Une évaluation des plans africains de main-d'oeuvre», Revue internationale du travail, vol. 106, n o m s . 2-3, agostoseptiembre 1972. 514 Dos métodos de planificación de la educación concurrentes y complementarios 3. El análisis de las tasas de rendimiento nos informa sobre la dirección de u n cambio cuantitativo marginal en el sistema en vigor, cuando lo que importa es saber cuáles son la dirección y la amplitud de los cambios cuantitativos y cualitativos n o marginales en la enseñanza y toda la estructura salarial. A nuestro parecer, la planificación de la educación fundada sobre la previsión de necesidades de m a n o de obra puede responder a esta exigencia. M a r k Blaug dice que los métodos de previsión de las necesidades de m a n o de obra se juzgan inaplicables a las necesidades de personal que tenga instrucción primaria, pero en los análisis de tasas de rendimiento que se han hecho hasta ahora se olvida tener en cuenta las rentas de la agricultura, particularmente en el sector de subsistencia, cuando esta técnica tiene precisamente por objeto determinar el rendimiento de la instrucción primaria. E n la mayoría de los países en vías de desarrollo, donde la economía es esencialmente agrícola y donde la mayoría de los trabajadores n o han ido siquiera a la escuela primaria, el rendimiento de la enseñanza primaria sería m á s significativo si se estudiasen las rentas de las personas físicas que trabajan en la agricultura. M a r k Blaug propone el análisis costos-eficacia, que es una técnica de alcance m á s general que el análisis de costos-ganancias. El análisis costos-eficacia comporta tres etapas: a) definición de cada uno de los objetivos designados, de manera que se les pueda evaluar en una escala; b) medida de la eficacia por unidad de costo; c) elección del «mejor» proyecto en función de la «escala de preferencias» del planificador. ¿ Q u é significa esto en la hipótesis donde uno de los objetivos es determinar el número de personas provistas de tal o cual cualificación que es necesaria para asegurar el desarrollo adecuado de la econocía, al m i s m o tiempo que determinar la localización de los puestos clave, o reducir la penuria o el excedente de personas que tienen tal o cual formación? Estos son los objetivos de la mayor parte de los planes de m a no de obra. L a expansión de la enseñanza primaria, de hecho, ha sido favorecida en los países en vías de desarrollo por la asignación de u n porcentaje determinado del presupuesto, destinado a eliminar el analfabetismo en u n plazo determinado. E s posible que este plazo haya sido prolongado por diversas razones de orden social, económico y político, y es posible también que la expansión 515 Bikas C . Sanyal de la enseñanza superior que se registra en la mayoría de los países en vías de desarrollo se explique por la tasa de rendimiento privado m á s elevada que caracteriza a este tipo de enseñanza y no tiene nada que ver, a pesar de la convicción bien sustentada de M a r k Blaug, con las previsiones de las necesidades de m a n o de obra. La tesis de Blaug, según la cual la previsión de necesidades de m a n o de obra conduce, sin restricción alguna, a una expansión ilimitada de la enseñanza secundaria y superior, no está justificada. T o d a planificación se hace a partir de dos tipos de datos: los recursos disponibles y los objetivos a alcanzar. L a previsión de las necesidades de m a n o de obra sirve únicamente para cifrar u n o de estos objetivos y señalar las penurias o los excedentes de m a n o de obra cualificada e instruida que hay que solucionar. El planificador debe combinar este objetivo con otros, particularmente, por ejemplo, la voluntad de reducir el analfabetismo en el país. U n a vez definidos los objetivos, se comparan las necesidades con los recursos disponibles y se reparten los recursos en función de las prioridades acordadas, teniendo en cuenta las realidades políticas y sociales. L a previsión de las necesidades de m a n o de obra no constituye, pues, m á s que u n aspecto limitado de la planificación en general. Si no se dispone de estas previsiones, no se está a la altura de cifrar el costo del plan ni, en consecuencia, de evaluar los recursos necesarios para su ejecución. U n a vez fijados los objetivos y determinados los diversos programas aplicables a su realización, el análisis costos-ganancias o el análisis costo-eficacia permite determinar el programa m á s eficaz. Si se marca c o m o objetivo formar una m a n o de obra dotada de diversos tipos de cualificación profesional según las necesidades de la economía, el análisis costoeficacia debería permitir determinar la estrategia m á s eficaz, dicho de otra forma, saber si es preferible formar trabajadores paralelamente al empleo o en establecimientos profesionales especializados, o incluso dispensar una enseñanza profesional en el marco de la enseñanza general. A d e m á s , hace falta para esto saber qué tipo de cualificación profesional necesita la economía, lo que implica que se recurra al análisis de las necesidades de m a n o de obra. Cierto, no lo negamos, las previsiones de m a n o de obra están lejos de ser exactas y la relación costo-eficacia es difícil de medir, sobre todo en los países en vías de desarrollo. Pero es indispensable aportar gran número de perfeccionamientos a la previsión de las necesidades de m a n o de obra para que 516 Dos métodos de planificación de la educación concurrentes y complementarlos esta técnica sea más útil al planificador. El problema es el m i s m o para el análisis de las tasas de rendimiento. Cuando M a r k Blaug sugiere utilizar la «escala de preferencias» del planificador para elegir el mejor proyecto a fin de realizar u n objetivo determinado, no es posible dejar de pensar que se trata de una tarea difícil. Y la observación es particularmente verdadera cuando se trata de u n país en vías de desarrollo donde se carece terriblemente de información sobre las variables m á s importantes. Si ahora estamos mejor informados que antes sobre el comportamiento de ciertas variables, es gracias a los analistas que se han esforzado en estudiar las necesidades de m a n o de obra y las tasas de rendimiento. E s también gracias a ellos que estamos hoy en condiciones de hacer el balance de los inconvenientes de las diversas técnicas y de perfeccionarlas. El artículo de M a r k Blaug nos deja entrever las eventuales insuficiencias del análisis de las necesidades de m a n o de obra (aunque sus críticas pequen a veces de exceso de severidad); el de Richard Jolly, que hemos citado antes, evalúa los planes africanos de m a n o de obra y sugiere métodos para perfeccionarlos. Para nosotros, que utilizamos estas técnicas, estos trabajos son aclaratorios: nos hacen estar más atentos a los defectos de los métodos de que nos servimos y nos incitan a perfeccionarlos. E s fácil evaluar u n plan de m a n o de obra que cubra u n período de cinco a diez años. E s menos fácil evaluar u n análisis de tasas de rendimiento que abarque veinticinco a treinta años. (Porque es necesario proyectar los salarios en la duración total de la vida del individuo.) Los inconvenientes del análisis costos-ganancias son de hecho lógicos. E n consecuencia, consideramos c o m o insuficientemente fundada la afirmación de M a r k Blaug según la cual «carecería de objeto, durante una decena de años aún, discutir la cuestión de saber si los sistemas de enseñanza deben o no estar centrados en las necesidades a largo plazo de m a n o de obra, pues es u n hecho que no sabrán estarlo». Se podría, en efecto, objetarle que la misma observación vale para el análisis de tasas de rendimiento, de las que se erige en ardiente defensor. H a y gran interés en analizar el desequilibrio que existe actualmente, en la mayoría de los países del m u n d o , entre el mercado del trabajo y el sistema de enseñanza. Para prevenir esto, hace falta analizar las necesidades del mercado del trabajo, y la forma en que los sistemas de enseñanza responden a ellas. Por tanto, no es posible eludir los aspectos cuantitativos del problema que hacen impe- 517 Bikas C . Sanyaf rativa la previsión de necesidades de personal que posea una formación y una especialidad determinada y la oferta de titulados. Pero es necesario igualmente entregarse a u n análisis cualitativo del problema, dicho de otra forma, estudiar las aspiraciones de estudiantes, titulados y patronos; la información relativa a los programas de formación, los servicios que aseguran las salidas a los titulados y las modalidades de orientación que permiten guiar a los individuos en la elección de un oficio. E s necesario rectificar periódicamente las previsiones, teniendo en cuenta los informes proporcionados por los sistemas de información sobre el empleo y la evolución de la producción de titulados. El estudio de la m a n o de obra debe, pues, ampliar su horizonte. El análisis costo-eficacia puede servir para elegir u n tipo de empleo determinado y / o una estrategia de la educación. Se trata aquí de técnicas complementarias, pero antes de aplicar una a una situación particular, hay que asegurarse de que sea factible con los datos disponibles. L a sugerencia de Blaug según la cual hay que tener en cuenta «la escala de preferencias» del planificador, es más o menos válida según la cantidad de información de que se disponga y el sistema en el que el planificador trabaje. L a enseñanza que sacamos de los artículos de M a r k Blaug y de Richard Jolly es que, mejor que atenerse ciegamente a una sola técnica, hay que considerar la situación en la que el utilizador eventual se encuentra y esforzarse en remediar los inconvenientes de las dos técnicas fundándose en los informes disponibles, y determinar los sectores en donde hay escasez de información. Antes de recabar informaciones, es necesario ante todo saber cuáles son las necesidades. Después de todo, la previsión de necesidades de m a n o de obra y el análisis costo-eficacia nos han proporcionado, tanto una c o m o otra, cantidad de información detallada sobre cuestiones que de otra manera ignoraríamos aún. 518 M a r k Blaug La previsión de necesidades de m a n o de obra: una técnica, no un método de planificación Mark Blaug (Reino Unido). Profesor. Director de la unidad de investigaciones en economía de la educación del Instituto de Educación de la Universidad de Londres. Autor de Economics of Education: A Selected Annotated Bibliography (1966); A n introduction to the Economics of Education (1970); así como otras obras y artículos sobre los aspectos económicos de la educación. A propósito de m i artículo titulado «Economie et planification de l'éducation dans les pays en voie de développement» (Perspectives, vol. II, n.° 4, invierno 1972), B . C . Sanyal rechaza ante todo dos de mis conclusiones: la idea de que la expansion de la enseñanza superior es demasiado rápida en casi todos los países en vías de desarrollo, y las críticas formuladas contra la utilización de la previsión de necesidades de m a n o de obra c o m o método de planificación de la educación — m é t o d o que en gran medida m e parece responsable de la baja inversión que la enseñanza primaria sufre en el m o m e n t o actual en la mayor parte de los países pobres. Volveré a tratar estos dos puntos, uno a continuación de otro. M i primera tesis se apoyaba sobre un análisis de tasas de rendimiento, relativo a dieciocho países en vías de desarrollo, que figura en una obra de George Psacharopoulos titulada Returns to Education. An international Comparison (1973). Observé que «en la mayoría de ellos (con excepción de Brasil, Malasia y Filipinas), el rendimiento social de la enseñanza primaria es superior al de todo otro nivel de enseñanza. Pero la situación se matiza más cuando se comparan la enseñanza secundaria y la enseñanza superior: en la mitad de los países en vías de desarrollo, el rendimiento es más elevado para la enseñanza secundaria que para la enseñanza superior, pero ocurre a la inversa en la otra mitad. E n consecuencia, la principal conclusión de valor general que se puede sacar de estos resultados es que parece que casi todos los países en vías de desarrollo subinvierten en la enseñanza primaria». {Perspectives, volumen II, n.° 4 , invierno 1972, p. 481.) B . C . Sanyal cita solamente la última frase de este párrafo, dejando a un lado los datos de dieciocho países publicados al respecto; reproduce estadísticas relativas a cuatro países africanos y concluye que «solamente en un país 519 Perspectivas, vol. Ill, n u m . 4 , invierno 1973. Mark Blaug de cada cuatro (Nigeria) la enseñanza primaria tiene la tasa de rendimiento m á s elevada. E n u n caso (el de Kenia) tiene incluso la tasa m á s baja». Desgraciadamente, B . C . Sanyal toma sus cifras del cuadro I X dado en u n artículo de R . Jolly y C . Colclough titulado « U n e évaluation des plans africains de main-d'oeuvre» (vol. 106, n ú m s . 2-3, agosto-septiembre 1972, p p . 268 y 269), que presenta tal cual las conclusiones de seis análisis de tasas de rendimiento, sin que se haya hecho ningún esfuerzo para hacer comparables los datos; por tanto, ciertos estudios tienen en cuenta, en sus cálculos, el medio familiar o el paro, y otros n o ; algunos se fundan sobre los haremos de remuneración oficiales para estimar las ganancias, en tanto que otros se refieren a los salarios adquiridos en el sector privado, etc. Esta disparidad de métodos entorpece la comparación de las tasas de rendimiento de los diversos niveles de instrucción. Por el contrario, Psacharopoulos ha revisado las cifras proporcionadas originariamente para hacer posible las comparaciones entre los países, y llega a las conclusiones recogidas en la siguiente tabla: Clasificación de las tasas de rendimiento social de diversos grados de enseñanza en 18 países Enseñanza primaria Enseñanza secundaria Enseñanza superior 1." 2° 3." 14 4 — 1 9 8 3 5 10 Fuente. P S A C H A R O P O U L O S , op. cit., cuadro 4.3, p. 66. A la luz de este cuadro, creo poder afirmar que la mayoría de los países pobres, pero no todos, adolecen de una subinversión en la enseñanza primaria. Y cuando la enseñanza primaria no obtiene las mejores tasas de rendimiento social, es la enseñanza secundaria — y no la enseñanza superior— la que se clasifica en cabeza. Si es verdad que los países del Tercer M u n d o subinvierten en la enseñanza primaria, estaremos aún mejor fundados para decir que todos invierten en exceso en la enseñanza superior. Sin embargo, si B . C . Sanyal no está de acuerdo l con las cifras que presento, no es éste el aspecto esencial de sus críticas: está 1. Negando que la enseñanza primaria tenga a menudo las tasas de rendimiento más elevadas, B. C . Sanyal cita el argumento de Jolly y Colclough según el cual 520 La previsión de necesidades de m a n o de obra: una técnica, no un método de planificación claro que, aunque aceptase mis cifras, rechazaría las conclusiones que deduzco de ellas. N o cree que la tasa de rendimiento sea u n criterio válido pues, según él, «en un gran número de países en vías de desarrollo, la estructura de las remuneraciones, de las que dependen los salarios, es solamente (soy yo quien subraya) cuestión de convenio social». La idea de que el mercado de trabajo no funcione simplemente en los países en vías de desarrollo —que el paro, por masivo que sea, no puede hacer bajar los salarios e, inversamente, que una penuria de m a n o de obra, por aguda que sea, no les hará jamás subir— parece bastante arbitraria, y es desmentida por la mayor parte de los hechos conocidos aunque sean susceptibles de interpretaciones divergentes 2. Por otra parte, hay que preguntarse si B . C . Sanyal ha tenido en consideración el hecho siguiente: siendo los costos, en su mayoría, costos de m a n o de obra, si no hay mercado de trabajo, esto significa necesariamente que todos los precios son «cuestión de convenio social en un gran número de países en vías de desarrollo». Las estimaciones de proyectos —ya se trate de crear una acería o una universidad—, que hacen entrar en juego los precios registrados, estarían entonces desprovistas de valor en el plano económico. Quizá estará dispuesto a sostener esta tesis, pero en este caso no encontrará apenas apoyo entre los especialistas de la planificación económica. A ú n m á s , es erróneo decir, c o m o lo hace, que «en la mayoría de los países en vías de desarrollo, aproximadamente dos terceras partes de las personas que han realizado estudios superiores están empleadas por el Estado o dedicadas a tiempo completo a la enseñanza, de manera que su sueldo indica sobre todo la manera en que ese Estado ha establecido sus haremos de remuneración». se puede pensar a priori que la enseñanza primaria debería tener una tasa de rendimiento m á s elevada que la enseñanza secundaria o superior: « c o m o el m é todo utilizado excluye generalmente todo cambio futuro en la estructura de los salarios, las diferencias de ingresos de las personas que terminan sus estudios son equivalentes a las de los sueldos de los docentes, y si las tasas de rendimiento son superiores, es que las relaciones alumno-profesor son m á s elevadas en la enseñanza primaria. Para los espíritus escépticos, el cálculo de las tasas de rendimiento no depende apenas m á s que de este simple hecho.» Salvo error, esto viene a decir que la enseñanza primaria es m á s rentable sencillamente porque es menos cara. E s ciertamente la razón principal, pero n o la única, sin la cual la enseñanza primaria tendría siempre la tasa de rendimiento m á s elevada, lo que no es el caso. Este razonamiento sirve, pues, solamente para poner en claro la necesidad de tener en cuenta a la vez los gastos y las ganancias. Es por esto justamente por lo que es necesario calcular las tasas de rendimiento. 2. Cfr. m i artículo titulado «Correlation between education and earnings: what does it signify?» (Higher Education, febrero 1972, p p . 62 y 63). 521 Mark Blaug B . C . Sanyal admite aquí que los haremos de remuneración oficiales están fijados sin tener en cuenta los salarios percibidos en el sector privado; de otro m o d o , en efecto, se hace totalmente conveniente que los baremos de remuneración aplicados en el sector público y establecidos por la Administración reflejen, sin embargo, con m á s o menos precisión, la escasez de diversas categorías de m a n o de obra en la economía estimada. Supongo que B . C . Sanyal piensa, c o m o muchos otros, que, en la mayoría de los países en vías de desarrollo, los funcionarios titulares de las grandes universidades están pagados en exceso porque tienen gran influencia sobre el sector público. E s gracioso señalar que esta concepción obliga a llevar la tasa de rendimiento social de la enseñanza superior por debajo de los niveles indicados hasta ahora, lo que corrobora nuestra tesis inicial según la cual los países pobres sufren una inversión excesiva generalizada en la enseñanza superior. Pero en realidad, en la mayoría de los países pobres se comprueba que el sector privado atribuye al personal altamente cualificado remuneraciones superiores a los baremos en vigor en el sector público 3 ; de suerte que, en este sentido, los titulados están, en el sector público, m á s bien escasa que excesivamente pagados. Dicho esto, es perfectamente exacto que el elevado porcentaje de personas cualificadas empleadas por las autoridades públicas en el m u n d o entero debería alterar nuestra confianza en los modelos de mercado de trabajo fundados sobre la competencia. N o obstante, contrariamente a B . C . Sanyal, n o creo que se pueda afirmar en principio que la estructura de salarios esté regida por este o aquel factor. L a cuestión es la siguiente: ¿Es el sector público el que adapta automáticamente sus baremos de remuneración a los del sector privado, o es el sector privado el que se adapta a los baremos fijados arbitrariamente en el sector público? Se trata aquí de una cuestión de hecho, y mis averiguaciones personales m e incitan a pensar que los salarios están determinados en gran medida por el sector privado. U n a crítica m u c h o más pertinente recae sobre el hecho de que una parte —pero una parte solamente— de los análisis de tasas de rendimiento no tiene en cuenta los ingresos del sector rural. Al menos esta omisión n o es atribuida en absoluto a las limitaciones inherentes al método empleado: resulta simplemente de la falta de datos y, claro está, estos datos continuarán faltando en tanto 3. Cfr. ibid., pp. 61 y 62. 522 La previsión de necesidades de m a n o de obra: una técnica, no un método de planificación que B . C . Sanyal y otros sostengan que los planificadorés n o tienen que tomar en consideración los salarios, puesto que se trata solamente de una «cuestión de convenio social». Pero, c ó m o se ocuparían entonces del sector rural los especialistas de la previsión de necesidades de m a n o de obra? ¿Se puede pensar seriamente que los progresos de la agricultura están paralizados por la escasez de ciertas categorías de trabajadores que una previsión de las necesidades de m a n o de obra podría ayudar a superar? L a respuesta surge sola. Podríamos discutir de este m o d o hasta perdernos sobre puntos de detalle: pero el verdadero motivo de nuestro desacuerdo está más allá; aparece en el m i s m o título del artículo de B . C . Sanyal. Para mí, en efecto, la previsión de las necesidades de m a n o de obra no es un método de planificación de la educación; es solamente una técnica susceptible de ser utilizada en el conjunto de un trabajo de planificación. Supongamos que las previsiones de necesidades de m a n o de obra nos permiten predecir con exactitud, con cinco años de antelación, una escasez de titulados; esto n o sería suficiente, por tanto, para justificar la decisión de desarrollar la enseñanza superior. Estas previsiones no podrían demostrarnos en efecto que ahora es el m o m e n t o de asumir el costo social del desarrollo de la enseñanza superior para evitar asumir cinco años m á s tarde el costo social de una escasez de titulados universitarios. N o s hará falta, pues, efectuar u n análisis costos-ganancias para determinar las consecuencias que hay que sacar, en materia de política de educación, de la escasez de m a n o de obra prevista. Por esto es completamente engañoso llamar a la previsión de necesidades de m a n o de obra u n método de planificación de la educación. Desde el instante en que se considere, por el contrario, este tipo de previsión c o m o una técnica, la única cuestión que se plantea es la de su grado de exactitud. Si nos permite prever exactamente la escasez y los excedentes de m a n o de obra en u n período de cinco años, por ejemplo, la utilizaremos sin vacilar para los fines de la planificación de la educación. Pero, c o m o he subrayado en mi primer artículo, parece más bien que «poco más o menos todas las previsiones a largo plazo de las necesidades de m a n o de obra... son asimilables a la adivinación pura y simple, la única cosa quizá poco más o menos cierta es la predicción de u n aumento de las necesidades». También es necesario contentarse durante algún tiempo aún con utilizar la previsión de las necesidades de m a n o de obra para intervenir a corto plazo sobre el mercado de trabajo; mien- 523 Mark Blaug tras que los planificadores de la educación deberán utilizar otras técnicas. Según B . C . Sanyal, «Es fácil evaluar u n plan de m a n o de obra que cubra u n período de cinco a diez años. E s menos fácil evaluar un análisis de tasas de rendimiento que abarque u n período de veinticinco a treinta años.» N o soy en absoluto de esta opinión. B . C . Sanyal olvida que las técnicas de actualización empleadas para calcular las tasas de rendimiento suprimen, de los resultados, la sensibilidad a las variaciones de las ganancias, variaciones que no se producen en u n período de cinco a diez años. A d e m á s , si el análisis de las tasas de rendimiento puede ayudar a hacer previsiones, es también susceptible de otras utilizaciones. E s posible, por ejemplo, servirse de él simplemente para verificar a posteriori el rendimiento de las sumas invertidas en la enseñanza. Si calculamos la tasa de rendimiento de las empresas públicas (por ejemplo las acerías) en un país dado y demostramos que no son rentables, no nos contentamos únicamente con que lo puedan ser algún día en otras circunstancias. Lejos de m í la idea de pretender que se pueda saltar por las buenas de u n análisis de tasas de rendimiento en Poldavia a conclusiones concernientes a la política de la educación que hay que aplicar en este país. ¡Dios quiera que no! El análisis de las tasas de rendimiento permite presumir —pero no probar— que la adopción de tal o cual política es deseable: incita a examinar m á s de cerca los mecanismos del mercado de trabajo para corroborar — o quizá, al contrario, quebrantar— la tesis según la cual los sueldos reflejan la relativa escasez de m a n o de obra; pide u n nuevo estudio de costos de la educación dirigido a determinar si estos costos pueden explicar por sí solos los resultados registrados; saca provecho con facilidad de los nuevos cálculos teniendo en cuenta los «precios fantasmas» —los inferiores y los superiores 4 — , así c o m o Tos valores teóricos ligados a los efectos externos de la educación. Por últim o , y sobre todo, suministra u n marco de reflexión sobre la política de la educación que se concilia perfectamente con las técnicas de estimación de proyectos y de evaluación de programas empleadas en materia de planificación económica. Por el contrario, la previsión de necesidades de m a n o de obra depende apenas de las ciencias económicas: es u n ejercicio puramente mecánico y que implica la 4. Ver las pp. 210 a 212 de mi obra titulada An introduction to the Economics of Education (1970). 524 La previsión de necesidades de m a n o de obra: una técnica, no un método de planificación adopción de ciertos postulados manifiestamente absurdos, c o m o la invariabilidad de los coeficientes de correlación entre la m a n o de obra y la producción, o entre el empleo y la educación, lo que, en cierto m o d o , vuelve a considerar la economía c o m o una especie de máquina, cuando se parece m u c h o más a u n organismo biológico. Según B . C . Sanyal, el verdadero objetivo de la mayor parte de los planes de m a n o de obra era «localizar» la m a n o de obra, dicho de otra manera, asegurar el reemplazo de trabajadores «expatriados» con los que surgen del país. Esta observación no está desprovista de fundamento en lo que concierne a los planes africanos —Sanyal escribe siempre c o m o si el m u n d o se redujera a África— y, en esta perspectiva, el análisis de las tasas de rendimiento no tiene evidentemente razón de ser; ocurre lo m i s m o para la previsión de las necesidades de m a n o de obra concebida bajo su forma tradicional. Supongamos que Poldavia quisiera «poldavizar» su administración: evidentemente sería útil hacer entonces proyecciones para determinar a qué ritmo esta meta puede ser alcanzada. Pero ¿qué relación puede tener esto con el cálculo de recursos de m a n o de obra indispensable a una economía en expansión, o, por otra parte, con los criterios relativos a las tasas de rendimiento que permiten maximizar la tasa de crecimiento de la renta nacional? Para resolver este problema, hace falta recurrir al análisis costo-eficacia, que es una extensión natural del análisis costo-ventajas en los casos en que los objetivos de la planificación no son de naturaleza económica. El especialista del análisis de tasas de rendimiento se adaptará sin dificultad a esta nueva función; en contrapartida, el especialista de la previsión de las necesidades de m a n o de obra deberá comenzar por familiarizarse con la tasa marginal de sustitución, los «precios fantasmas» y otros elementos de análisis que son enteramente nuevos para él. Quizá es esto, a fin de cuentas, lo que impide considerar la previsión de las necesidades de m a n o de obra c o m o uno de los principales útiles de los planificadores de la educación. 525 Elementos documentales La Universidad europea en mutación Joseph Herman Presentación Para los que observan de cerca la evolución de la situación universitaria en los países de Europa, no hay duda alguna en que el tema de la mutación de las universidades, en este continente, es de gran actualidad. Después del crecimiento cuantitativo espectacular de los últimos decenios, después de las sacudidas que han conmovido el edificio tradicional de las universidades europeas hace apenas algunos años, otros cambios quizá menos espectaculares y menos dramáticos, pero también profundos, parecen cebarse en numerosos países del continente, que pertenecen, sin embargo, a tradiciones diversas y a sistemas sociales diferentes. Estos cambios no son ajenos a la evolución cuantitativa de los últimos veinte años ni a las sacudidas de 1968, pero sería demasiado simple querer encontrar aquí su única explicación. En efecto, la situación sociológica y cultural global ha evolucionado, madurado en los países del continente; los sistemas educativos en su conjunto han conocido una considerable evolución, repercutiendo inevitablemente una y otra en la enseñanza superior, ha «revolución técnica y científica» de la que tanto se ha hablado, y a justo título, ha remodelado la vida cotidiana de naciones enteras y provocado a su vez nuevos problemas en espera de solución. Es todo esto lo que arrastra en la actualidad a modificaciones cuya dirección y sentido apenas se vislumbra, pero que se manifiestan en Europa un poco por todas partes. Es suficiente recordar, casi al azar, algunos hechos. La Universidad llamada tradicional se modifica, se transforma, se diversifica en numerosos países: cursos de duración diferente, enseñanzas «postsecundarias» de carácter diferente comienzan a crearse o a integrarse en las antiguas redes de instituciones académicas, no hace mucho reservadas a una enseñanza tradicional, tanto en su esencia como en sus métodos, a pesar de las novedades científicas que a menudo se proponían transmitir. Masas nuevas que jamás anteriormente habrían pensado en beneficiarse de una enseñanza superior, buscan su camino en las instituciones de altos estudios, y gobiernos cada vez en mayor número, instituciones cada vez más diversas, hacen esfuerzos, unas veces felices, otras aparentemente vanos, pero dirigidas siempre en el mismo sentido, para abrir las universidades, las facultades, las escuelas superiores a aquellos de una situación social desfavorable. Su compromiso en un trabajo práctico o más simplemente un sistema rígido de reglas les había, hasta el momento, impedido acceder a estudios superiores. Al mismo tiempo que se diversiJoseph Herman (Hungría) es director de la División fican las instituciones y que se abren las puerde Enseñanza Superior de la Unesco. 528 Perspectivas, vol. Ill, num. 4, invierno 1973. Joseph Herman tas a «estudiantes», que no hubiesen jamás ciedad, deben ir «en el sentido de la histopodido serlo hoce algunas decenas de años, ria» y negarse a ser factores de conservaduse imponen esfuerzos para permitir a las rismo o de reclusión aristocrática que excusa nuevas universidades mantenerse a la altura muy mal una retórica «liberal» sobre la pede las exigencias que el progreso rápido de rennidad de la ciencia y las prerrogativas del las técnicas y de las ciencias no cesa de hacer espíritu; está claro, en fin, que la enseñanza cada vez más elevadas. superior debe seguir siendo enseñanza supeEn tal situación, surgen contradicciones rior, evolucionando al ritmo de los conocique son inevitables: contradicciones ante la mientos humanos y transmitiendo estos conecesidad de abrir las puertas de las institu- nocimientos —enriqueciéndolos a su vez— ciones de enseñanza superior y la obligación a todos aquellos que son capaces de utilizarlegal, en todo o en parte, política y moral los en provecho de los demás. de asegurar a los que han terminado sus esEn estos marcos muy generales, las divertudios unas salidas apropiadas a su formagencias de opinión son inevitablemente nución; contradicciones entre las exigencias de merosas; las contestaremos sin duda en Buprofesiones especializadas y la evidente ne- carest en la Conferencia de Ministros de Educesidad de formar especialistas con horizon- cación de los Estados de Europa y el lector te intelectual abierto, poseyendo una cultura lo comprobará por si mismo en la lectura de general profunda, una facultad de adaptación la presente serie de artículos, entre los que alintelectual rápida; contradicciones entre los gunos —¡sin que lo hayan querido sus autocostos cada vez más elevados de la investi- res!— constituyen mentís de otros. gación, de la formación especializada y el Por su parte, el documento de trabajo precarácter limitado de los medios que, en la sentado a los ministros que se reunieron a situación actual, los Estados y las comunida- fines de noviembre en Bucarest no pretende, des pueden poner a disposición de la enseen nombre de la Secretaría de la Unesco, ñanza superior; contradicciones, unas veces encontrar respuestas a los problemas: inspiaparentes y otras reales entre las necesidades rada por una documentación que le habían de la formación y aquellas de la investigación suministrado los Estados miembros, la Seactual más avanzadas; sería fácil continuar cretaría de la Organización no había intenla enumeración. Estas contradicciones, sin tado nada más que exponer las cuestiones duda conviene superarlas, pero sería peligro- con claridad y franqueza y precisar los prinso ignorarlas o pasarlas en silencio. cipios de base evocados más arriba y que Las soluciones que se dibujan aquí y allá, dependen desde ahora de un consenso, por son muy diversas. Se deducen algunas consdecirlo así, general sobre las perspectivas de tantes, al menos en los principios: está claro la evolución de la enseñanza superior: cuidesde ahora que la democratización de la dado de la democratización, cuidado de aseenseñanza superior debe integrarse en el pro- gurar una integración sana de la Universidad ceso de la democratización de la educación en la sociedad, cuidado de poner la enseñanen general; está claro que la enseñanza suza superior al servicio de la realización de perior debe además formar parte de la edula educación permanente y, en fin, cuidado cación permanente y quedar a la disposición de asegurar a la enseñanza superior de nuesde las personas deseosas de beneficiarse de tros días un estatuto cualitativo y un nivel ella y capaces de sacar provecho durante sus científico que le permita formar especialistas vidas; está claro que la enseñanza superior, para finales del siglo XX y las primeras désus instituciones, deben insertarse en la so- cadas del XXI. 529 Joseph Herman ¿Se trata de problemas únicamente eumación gracias a una cooperación cada vez ropeos? Sin duda, no. No es menos cierto más estrecha y más amplia. que Europa presenta aquí todavía una cierta Cuando la serie de artículos consagrada por unidad que no es inútil destacar. Tor encima Perspectivas a los universitarios europeos salde su unidad geográfica, por encima de su ga de prensa, la II Conferencia de Ministros profunda unidad cultural que se manifiesta de Educación de los Estados de Europa miemen su propia extrema diversidad, Europa acubros de la Unesco (Bucarest, 26 noviembresa ciertas similitudes en el campo de la en- 4 diciembre 1973), consagrada a los probleseñanza superior propiamente dicha, por ejemmas de la enseñanza superior, habrá termiplo el papel abiertamente preponderante del nado sus trabajos. Mientras que los más altos Estado en la dirección de la enseñanza superesponsables oficiales de la enseñanza superior, a pesar de una autonomía a menudo rior estudiarán los documentos que les serán muy real de ciertas universidades, suscepti- sometidos, los autores de estos artículos aclable de dar en ocasiones la impresión de una ran, en calidad de técnicos, universitarios, independencia completa frente al gobierno. profesionales de la enseñanza, otro aspecto Otro rasgo característico y común de los de los problemas y sin duda de otra manera. sistemas europeos es de naturaleza histórica: Siendo la realidad, a pesar de todo, la misma las universidades de Europa son las heredepara todos, es probable que estos dos enforas de un pasado secular y muy a menudo ques separados desemboquen en resultados varias veces secular, lo que constituye un parecidos y en constataciones que se complefardo glorioso pero pesado, un factor de pres- ten sin oponerse. tigio, pero también un freno, una base tranLos artículos de «Elementos documentaquilizadora para la renovación, pero también les» reunirán, pues, un esfuerzo emprendido una fuente de orgullo «elitista» que corre el a nivel de la Unesco y de todos sus Estados riesgo de diferir las soluciones, por otra par- miembros para desarrollar y modernizar los te, necesarias. En este contexto, los Estados sistemas de enseñanza superior en Europa, europeos miembros de la Unesco, que engracias, en gran parte, a una cooperación más cuentran la vía de la cooperación en muchos entusiasta, más real y más eficaz en este camotros campos, desembocarán sin duda en sopo entre los diversos Estados europeos. Es luciones originales para comunicarse sus ex- de esperar que tantos esfuerzos conjugados periencias y reforzar sus potenciales de for- no sean vanos. 530 Alain Touraine ¿Muerte o transformación de las universidades? ¿Integración o segmentación de los sistemas universitarios? Todas las sociedades económicamente desarrolladas utilizan conocimientos científicos, form a n cuadros técnicos, administrativos o profesionales, y transmiten una cierta herencia cultural. Casi todas han creado y administran establecimientos que se denominan universidades. Pero esta palabra engloba realidades tan diversas que no se puede emplear en este estudio sin definirla de antemano. Llam a m o s por convención Universidad a u n establecimiento que ampara e integra tres funciones: producción, transmisión y utilización de los conocimientos. N o tomemos c o m o un hecho evidente que la existencia de las universidades, en el sentido con que las acabo de definir, es buena o incluso indispensable; busquemos, al con- Alain Touraine (Francia). Director de estudios en la Escuela Práctica de Altos Estudios (París), director del Centro de Estudios de Movimientos Sociales. Antiguo director del Departamento de Sociología de la Universidad de París-Nanterre, antiguo presidente de la Sociedad Francesa de Sociología. Entre sus numerosas publicaciones: La evolución del trabajo obrero en las fábricas Renault, La conciencia obrera, El movimiento de mayo o el comunismo utópico, La sociedad posindustrial, Universidad y sociedad en los Estados Unidos. trario, de manera menos normativa, cuáles son las condiciones de existencia de las universidades, es decir: ¿en qué condiciones la producción, la transmisión y la utilización de conocimientos se encuentran asociadas y combinadas en el m i s m o establecimiento, en lugar de estar asignadas cada una a un establecimiento diferente que se podría llamar centro de investigación para la producción de conocimientos, colegio para su transmisión, escuela profesional para su aplicación? Antes de formular hipótesis, es necesario recordar que los diferentes países industriales o en vías de industrialización han recurrido a soluciones m u y diferentes. Los Estados Unidos son el ejemplo m á s importante de una fuerte integración universitaria. El rapidísimo desarrollo de la investigación, sobre todo a partir de 1957, se ha llevado a cabo esencialmente en el seno de las universidades, aunque ciertos grandes laboratorios de física hayan tenido una gran autonomía en relación a la Universidad, de la que dependían; incluso si, en el campo médico en particular, la existencia de fondos de investigación importantes ha desencadenado grandes tensiones entre la administración de la enseñanza y la de la investigación. Por otra parte, la formación profesional superior está asociada a la vida universitaria. L a idea de que u n campus debe ser una «estación de servicio» ha sido reivindicada 531 Perspectivas, vol. Ill, n u m . 4, invierno 1973. Alain Touraine con orgullo por los grandes creadores del sistema universitario americano en la segunda mitad del siglo xix. Los land-grant colleges se han transformado en colegios o universidades del Estado. Las escuelas técnicas superiores, así c o m o los institutos de tecnología, se han convertido en universidades, situándose entre las más brillantes y adquiriendo otras actividades además de la formación tecnológica. América Latina ha adoptado de forma general la misma solución, de manera incluso más extremada, puesto que las grandes universidades del Estado son enormes concentraciones de estudiantes (el campus de la U N A M de México pasa por ser el más grande del m u n d o ) que trabajan tanto en la investigación c o m o en las escuelas profesionales en donde la enseñanza científica es limitada. Japón, c o m o Estados Unidos o los países latinoamericanos, tiene un sistema universitario a la vez integrado y con una jerarquía interna de los establecimientos m u y acentuada. Por el contrario, existen países que han disociado los centros de investigación, colegios y escuelas profesionales. El caso francés es conocido por sus características exteriores. Durante la mayor parte del siglo xix, Francia no tenía de hecho universidades: su enseñanza superior se componía de escuelas profesionales, entre las que se deben situar las facultades de Derecho y de Medicina, centros de investigación representados por-lo que hoy día se denomina c o m o grandes establecimientos de enseñanza superior (Escuela Normal Superior, Colegio de Francia, M u s e o de Historia Natural y, más tarde, Escuela Práctica de Altos Estudios) y de facultades de Letras o de Ciencias que sólo adquieren alguna importancia m u y a finales del siglo xix. Administrativamente, hasta 1968 las universidades no tienen una existencia propia. Francia es uno de los raros países cuya «élite» dirigente no sale en general de 532 la Universidad, sino de las «grandes escuelas», cuyo papel no ha disminuido a pesar del desarrollo numérico de las universidades, y que practican una selección m u y rígida asegurando buenas salidas a sus alumnos. Recientemente, la investigación se ha alejado aún más de la Universidad, donde había penetrado u n poco a principios de siglo. La creación del C N R S y de organismos de investigación aplicada marca la separación clara entre la enseñanza y la investigación. Esto no quiere decir que los tres campos no se comuniquen. Francia tiene u n sistema universitario cuya unidad está asegurada por comités donde se reencuentran las especialidades procedentes de diferentes establecimientos. Esta unidad es real en el caso de las ciencias «naturales»; por el contrario, es m u y débil en el de las ciencias sociales. El único ejemplo de integración universitaria es la medicina, desde la creación de centros hospitalarios universitarios y sobre todo desde el estallido, después de 1968, de la antigua Facultad de Medicina. Entre estos dos extremos existen dos tipos intermedios. U n o , donde investigación y formación general van asociadas, mientras que la formación profesional está aislada; y otro, donde la formación general y la formación profesional son las que están asociadas, en tanto que la investigación está atendida por establecimientos particulares. Aunque sea peligroso identificar casos nacionales con soluciones tan complejas y tan poco formalizadas en general, se puede decir que el Reino Unido y la República Federal Alemana corresponden al primer tipo, en tanto que la Unión Soviética y los países que tienen u n sistema universitario análogo pertenecen al segundo, pues el hecho principal, en el Reino Unido y en la República Federal Alemana, es la importancia de los polytechnics en un caso y de las Technologische Hochschulen o Universitäten en el otro. Se puede añadir también que la R e - ¿Muerte o transformación de las universidades? pública Federal Alemana tiende hacia la integración universitaria y ha lanzado la gran idea de la Gesamthochschule, mientras que el Reino Unido parece estar más ligado a u n sistema m u y jerarquizado de establecimientos. El caso soviético está dominado por la separación de la Academia de Ciencias y de la Universidad y, en muchos aspectos, se aproxima al caso francés por el hecho de que numerosas escuelas técnicas poseen allí independencia y autonomía. Evidentemente, esta descripción elemental no es suficiente para permitir u n verdadero análisis de las determinantes y de la integración o la segmentación de la enseñanza superior, de la presencia o la ausencia de universidades en el sentido en que este término está tomado aquí, pero permite formular algunas hipótesis que podrían ser examinadas más sistemáticamente en el futuro. La integración universitaria parece ligada a la subida de una nueva clase dirigente, la segmentación a la disociación de un Estado modernizador y de una clase dominante conservadora. La fuerza del sistema universitario americano merece que se le tome c o m o ejemplo. Al principio de la segunda mitad del siglo xrx, los Estados Unidos no tenían casi ninguna universidad que se pudiese comparar a los establecimientos europeos. Pero en algunos decenios se creó u n conjunto impresionante de universidades nuevas o completamente transformadas cuya tarea es crear una «élite» nacional, por encima de la fragmentación de las comunidades étnicas, religiosas y regionales y que sea capaz de administrar u n país unificado económicamente por el ferrocarril y las empresas financieras, capaz también de resistir a la presión de los emigrantes y de mantener o de reforzar una burguesía yankee. Inspirado por el darvinismo social, este sistema universitario arrastra a la «sociedad civil» en una marcha optimista hacia el saber, el poder y la integración nacional. Cole- gios y universidades son mirados c o m o lugares de ascensión personal y de formación de u n proyecto de desarrollo nacional. E s aquí donde los jóvenes son arrancados de la estrechez de su medio de origen y preparados para servir a los valores más «universalistas» de la sociedad americana. Pero esta imagen, que corresponde m á s a la etiología que a la realidad universitaria, debe ser completada por la íntima dependencia del sistema universitario en relación con la jerarquía social. Los campus, situados generalmente fuera de las ciudades, forman una burguesía aristocratizante que multiplica los símbolos de su superioridad social y cultural. E n América Latina, la situación es en gran parte análoga. Las universidades son el lugar de formación de una nueva burguesía que aspira frecuentemente a ser una burguesía nacional. Están, m á s a m e n u d o que en los Estados Unidos, movidas por u n espíritu de reforma social porque se oponen al antiguo orden dominante, el de los hacendados, el clero y los médicos y abogados ligados a la gran burguesía. Acogen m á s estudiantes venidos de u n status medio porque la gran burguesía envía preferentemente sus hijos a las universidades católicas o a las grandes universidades extranjeras. El desarrollo urbano, la ampliación de la vida política están acompañados de grandes movimientos de reforma, nacidos en Córdoba (Argentina) y cuyos efectos son profundos y duraderos, primero en los países vecinos c o m o Uruguay y Chile, después en todo el continente. Bajo formas m u y diferentes, México y Sao Paulo crean grandes universidades que están asociadas al desarrollo nacional y económico. Nada permite pensar que los principios de integración puedan ser actualmente los mism o s que en el pasado, sobre todo por el hecho de que el m u n d o universitario ha cambiado de talla. Pero el hecho de que la integración universitaria, en los casos referidos y 533 Alain Touraine también en Egipto y en Japón, haya permitido la formación de una burguesía nacional, recuerda que esta integración supone que la Universidad sea u n lugar de movilidad ascendente, que esté asociada a u n proyecto de desarrollo de la sociedad entera y sea un agente de superación de los particularismos o de la dependencia, obstáculos de la integración nacional. E n consecuencia, la integración de la producción, de la transmisión y de la utili2ación del conocimiento en el m i s m o tipo de establecimiento está ligada al predominio de una nueva clase dirigente en el desarrollo nacional y, por consiguiente, al predominio de la «sociedad civil» sobre el Estado. Por el contrario, el caso francés presenta un sistema universitario m á s directamente ligado al Estado que a la «sociedad civil» y que se cuida, al m i s m o tiempo, de respetar los privilegios sociales y culturales de la burguesía. D e aquí las dos caras de la moneda de este sistema universitario ligado, a la vez, a un aparato de Estado reformador pero alejado del poder económico. L o que da a los profesores de la Universidad francesa, desde la monarquía de julio, una autonomía que sus colegas americanos aún no poseen a finales de siglo; en una época en que comenzaba a triunfar en Francia la «República de los profesores», la explosión del sistema universitario proporcionó a los docentes una autonomía considerable, al m i s m o tiempo que les encerró en u n posición marginal. La retórica universitaria ha conocido u n mayor desarrollo en el sistema francés que en el sistema americano, pues en Francia la Universidad está separada de la burguesía por el Estado; tiene por este hecho una posición subordinada pero bastante independiente, y la tensión entre las dos realidades, en lugar de estallar, está controlada por u n corporativismo que progresa al m i s m o tiempo que la combinación de centralismo monárquico y 534 reformismo socialdemócrata que ha caracterizado a la República Francesa. Extraña paradoja que es necesario comprender bien: cuanto m á s integrado está el sistema, menor es la autonomía de los docentes, pues la integración del sistema está ligada a su integración a la sociedad y a sus form a s de dominación social. Al contrario, cuanto más desintegrado está el sistema, m á s privadas están las universidades de su papel de formación profesional y también de su función de investigación, m á s se desarrollan el corpora tivismo y su retórica profesionalista. D e suerte que en Francia, detrás del slogan del centralismo napoleónico, lo que se encuentra es a la vez una ausencia de integración universitaria y u n corporativismo profesional e intelectual de los profesores m u y poderoso y reforzado recientemente por los progresos del sindicalismo universitario. E n la Unión Soviética tampoco la Universidad tiene la función «de educación», es decir, de inculcación de prácticas culturales establecidas. Está ligada al Estado y respeta el orden establecido, que posee sus instrumentos propios de control social. El partido comunista desempeña el papel que tenía, en el siglo xix, en Francia, la familia y la Iglesia. El Estado da una educación; la Universidad no da m á s que la instrucción. Cuanto m á s dirigido está el desarrollo por un Estado voluntarista que se opone a las clases dirigentes tradicionales o que se esfuerza en crear una burguesía nueva, mayor es la disociación entre la «sociedad civil» y el Estado y tanto m á s estalla el sistema universitario, pues no puede haber jamás integración entre la transmisión de una herencia cultural y una creación de conocimientos ligados a la aparición de poderes nuevos. Afirmación demasiado general y que debe ser matizada, pues el papel del Estado y su intervención en la actividad universitaria son, evidentemente, m u y diferentes según que sea instrumento de gestión del desarrollo para ¿Muerte o transformación de las universidades? una antigua clase dirigente, c o m o en los casos alemán o japonés, o agente de formación de una nueva clase dirigente definida por su relación con el Estado, como en el Egipto nasseriano o el México del Partido Revolucionario Institucional (PRI), o un poder revolucionario nacido en relación con un m u n d o obrero o campesino, sin reducirse, n o obstante, a ellos. Acabo de evocar el último caso, marcado por una fuerte explosión del sistema cuya unidad es extrínseca y viene dada por el poder político-ideológico mismo. El primer caso es el más favorable a u n conflicto entre la Universidad, donde se form a n nuevas «élites», y el Estado, que asocia antiguas y nuevas clases dirigentes, y, por consiguiente, a la ausencia de contrapartidas ideológicas en la fragmentación del sistema universitario. El caso intermedio, por el contrario, reúne la situación latinoamericana en muchos aspectos, aunque diferenciándose, al dejar bajo el control directo del Estado y, a menudo, del Ejército, el reclutamiento de las «élites» dirigentes. E n conclusión, la integración del sistema universitario n o es el efecto milagroso de ciertos valores y de un movimiento acentuado de secularización. E n cambio, sólo es sólido cuando la integración de las universidades en el orden social y económico es m u y acentuada y cuando este orden es capaz de transformarse él mismo, sin depender del Estado. La integración del sistema universitario está pues ligado, por una parte, a su diferenciación interna y a su función activa —y n o pasiva como en Francia— de selección social y, por otra, a la limitación de la influencia de los profesores. Es u n gran error creer, como T . Parsons, que el sistema universitario es tanto más fuerte cuanto más directamente va dirigido por las normas y los m é todos de decisión «profesionales». E n todo caso, n o es así c o m o funcionan los sistemas americanos. Y los profesores moderados de derechas o izquierdas, que han creído durante los años sesenta que había llegado el m o mento de establecer definitivamente el poder profesional, aprovechando el conflicto entre los estudiantes y los administradores, han debido darse cuenta rápidamente de la ingenuidad de sus esperanzas y de los errores de su análisis. La Universidad depende siempre de un poder que la financia, que reconoce sus diplomas y que confía en ella. N o puede tener la ilusión de ser fuente de su propia legitimidad y de que puede poseer instituciones políticas y u n sistema de decisión independiente. Pero su lazo con el poder puede acercarse más o menos a dos tipos opuestos: o bien la Universidad está ligada a una clase dirigente que se eleva y cuyo movimiento implica una sociedad «abierta» en la que la Universidad está fuertemente integrada y desempeña u n papel central al mismo tiempo que sus categorías propias, profesores y estudiantes, son poco autónomos; o bien, por el contrario, está ligada a u n Estado que impone el desarrollo a una sociedad donde el presente n o ha abolido al pasado, lo que es el caso, sobre todo, de ciertas sociedades dependientes, y el sistema universitario está entonces segmentado, en tanto que profesores y estudiantes, cogidos entre el Estado y la «sociedad civil», tienen una autonomía m a yor y forman una «intelligentsia» cuyo papel es, según las situaciones, de producción de cuadros dirigentes de un Estado industrializador o de oposición a su gestión autoritaria al servicio de antiguas o de nuevas clases dirigentes. D e la transmisión del saber a la producción de conocimientos Hasta aquí, este análisis se ha situado en el interior de u n pasado reciente; por tanto, 535 Alain Touraine en situaciones en que el m u n d o universitario se situaba al nivel de la adaptación al cambio o de la producción cultural más que al de la actividad de producción. H e m o s visto en qué condiciones aparecieron universidades, o, por el contrario, sistemas universitarios segmentados. Cuestión que n o perderá su sentido, en particular en los países donde una parte aún pequeña de la población joven accede a la enseñanza superior, pero que no es suficiente, porque, m á s allá de la elección entre la integración y la desintegración de la Universidad, se plantea una cuestión m á s radical: ¿ H a pasado el tiempo de las universidades? ¿Asistimos a la muerte de las universidades? Tales preguntas no son en absoluto iconoclastas, sobre todo en un país c o m o Francia, que apenas acaba de crear universidades, n o les ha dado aún una existencia m u y real y n o parece pensar en confiarles la formación de las «élites» dirigentes o la gestión de los principales aparatos de investigación. Los franceses pueden desear procurarse universidades integradas del tipo americano. Creo, en efecto, que este tipo de solución representa u n gran progreso en las sociedades industriales avanzadas, sobre todo porque ofrece a las universidades una mayor capacidad de decisión y de transformación. Pero no es cierto que el tipo de Universidad integrada que hemos conocido y admirado pueda servir de modelo para el presente y el futuro. La forma del sistema universitario n o es la única encausada en la crisis presente. Se trata de saber si la autonomía universitaria no se ha convertido en una noción caduca, si la Universidad no muere por ser arrastrada al m u n d o de la producción y de la política, continuando, no obstante, atada a sus categorías propias y a una definición idealista de sí misma. Es necesario definir esta crisis antes de buscar el nuevo rostro que podría tomar una 536 Universidad integrada si las sociedades tuviesen el valor de apartarse de esta verdadera destrucción de las universidades que he dado en denominar «adaptación» a la vida activa, es decir, al poder económico y político. L o que permite hablar de una crisis fundamental es, ante todo, la evolución material de las universidades. L a investigación requiere un personal cada vez más numeroso y especializado, lo que acrecienta la distancia entre las necesidades de la investigación y las de la enseñanza. Se oye a menudo recomendar una organización que permita a los jóvenes científicos consagrarse a la investigación, antes de dirigirse, cuando llega la m a d u rez, hacia las tareas de enseñanza o gestión. Por su parte, los estudiantes, cada vez m á s numerosos, tienen necesidad de diplomas universitarios en una sociedad meritocrática. E n fin, la transmisión de una herencia cultural se convierte en tarea particular en una sociedad donde el pasado pesa cada vez menos sobre u n presente que, por el contrario, se liga estrechamente al futuro que prepara, a menos que esta transmisión misma n o sea utilizada por los estratos superiores c o m o símbolo de su nivel. Producción, reproducción y utilización se separan; las exigencias de la investigación, de la formación general y de la formación profesional se hacen cada vez menos compatibles. ¿ N o es necesario aceptar que el sistema americano, mantenido y reforzado gracias a los medios excepcionales y al estado de una sociedad donde la burguesía esperaba m u c h o de las universidades a las que ayudaba ampliamente, llegue él mismo a u n punto de ruptura? Sistemas menos sólidos, menos integrados, c o m o los de Europa Occidental, parecen heridos por una crisis aún m á s profunda. E n fin, las grandes universidades latinoamericanas, ¿acaso no han entrado, la mayor parte de ellas, en una crisis acentuada por la ruptura del populismo y el triunfo de regímenes ¿Muerte o transformación de las universidades? autoritarios en Brasil y en menor medida en Argentina (hasta 1973), e incluso en México? N o se puede, en efecto, dar una explicación solamente político-general de las crisis universitarias, c o m o si la organización universitaria misma n o desempeñase ningún papel en u n enfrentamiento entre la juventud progresista y los Estados militaristas o reaccionarios o simplemente autoritarios. Si los sistemas universitarios modernos han sido arrastrados por fuerzas sociales en alza y por un proyecto nacional, se comprende la crisis de las universidades latinoamericanas o análogas. L a clase media ha luchado contra la oligarquía antigua movilizando junto a ella una parte de las masas urbanas y aprovechando las crisis del mercado internacional. Pero, después de esta fase de populismo y de desarrollo de la producción industrial nacional, han aparecido nuevas formas de dependencia, ligadas al empleo de tecnologías m á s complejas, y el Estado nacional se ha aliado a inversores extranjeros para aplastar el brote popular. Expulsados, privados de influencia y a veces de empleo, la joven clase media se ha sublevado al m i s m o tiempo que la debilidad de la burguesía nacional estallaba. Los gobiernos autoritarios han echado a muchos profesores de las universidades y los estudiantes han abandonado la vía política institucionalizada para replegarse, de hecho o en espíritu, hacia la guerrilla. La situación es m u y diferente en los países industrializados. Pero aquí el papel ideológico-político de la Universidad está alcanzado por la transformación del papel del conocimiento. La ciencia no había desempeñado u n papel importante en la primera fase de la industrialización, o al menos los descubrimientos científicos esenciales eran m u y anteriores a la aparición de nuevas tecnologías. Esta separación ha disminuido. L a industria química, sobre todo alemana, fue el primer ejemplo de una actividad económica nue- va fundada sobre descubrimientos científicos. Algo m á s tarde, las industrias eléctricas iban a beneficiarse del progreso de la ciencia y de las técnicas. Actualmente, el progreso técnico, m á s o menos directamente ligado al de los conocimientos científicos, desempeña u n papel esencial en el crecimiento económico. E n consecuencia, el campo universitario es cada vez menos diferente del de la producción. El conocimiento es cada vez menos lo que se reproduce y cada vez m á s una fuerza de producción. La primera consecuencia de esta transformación fundamental es que la Universidad es cada vez menos símbolo de ascensión social. E n una sociedad meritocrática, hay que ser titulado n o sólo para elevarse, sino para mantenerse. D e la misma forma, en una gran metrópoli es necesario u n automóvil para n o estar cada vez m á s alejado del centro de la ciudad. A l m i s m o tiempo, si todo el m u n d o tiene coche se produce el gran e m botellamiento. Ocurre lo m i s m o en la Universidad. Encuestas recientes han mostrado que muchos estudiantes americanos se imaginaban el colegio c o m o una garantía contra la inseguridad o la caída social, no c o m o u n medio de ascensión. H a y que vivir en una metrópoli, tener u n coche, cursar estudios no para vivir mejor, sino para no ser desbordado por el sistema y marginado de la organización social. A m e n u d o , a esta conciencia de estar «obligado» a cursar estudios se añade la idea m á s precisa de que el sistema universitario está orientado por las necesidades de la «élite» dirigente, que es u n instrumento al servicio de esta clase m u c h o m á s directamente que cuando n o tenía función de producción. Es inútil responder a estas crítica insistiendo en que la masificación arrastra a la democratización, pues es falso. ¿Se dirá que la sociedad es m á s democrática porque la población urbana aumente? Seguramente, n o . ¿ N o vale la misma respuesta para el aumen- 537 Alain Touraine to de la población universitaria? El sistema universitario se jerarquiza cada vez más para adaptarse al aparato de producción y, sobre todo, a la separación entre la «élite» tecnocrática, el encuadramiento burocrático, el personal ejecutivo y los «marginados». E n los Estados Unidos han sido lanzados numerosos ataques contra la colaboración de ciertas universidades con los métodos de guerra en el Vietnam. E n Japón, los estudiantes denuncian los lazos de las universidades con las grandes empresas que absorben la gran mayoría de los titulados. Por todas partes la Universidad se convierte en el hogar principal de la contra-cultura y de las contra-empresas. A la utopía de la felicidad por la abundancia y el consumo se opone la del regreso al equilibrio y a la comunidad. Esto es tanto más atrayente para los estudiantes, que se sienten m á s directamente atraídos hacia tareas de gestión, puesto que pertenecen a establecimientos de nivel m á s elevado y, por otro lado, forman parte de u n medio social m á s elevado, lo que debilita en ellos el conformismo asociado a la ascensión individual y a la «socialización anticipada». A esta conciencia creciente de que la actividad universitaria forma ya parte del e m pleo, se superpone la autonomía cada vez mayor y más amplia.de un período de la vida que n o está bajo el control de la autoridad que se ejerce sobre el niño y tampoco bajo la de la empresa. H a y quien bromea sobre esta aparente contradicción: ¡Los estudiantes se quejan de que la Universidad es cada vez más sumisa a la «élite» de poder y, al mismo tiempo, retrasan cada vez más el m o m e n t o de abandonar este medio tan criticado! Se puede comprender mejor la naturaleza de la crisis reflexionando acerca de la asociación, observada en todas partes, de estos dos tipos de actitudes. Y a no se trata aquí de oponer contra-cultura y conflicto social, sino más bien declive 538 de la sociedad universitaria y aparición de nuevos movimientos sociales. E n Francia o en Japón, los estudiantes han reprochado frecuentemente a los profesores las enseñanzas sobre el orden social: el crearles ilusiones, el empujarles artificialmente a un m u n d o de ideas y de libertad de expresión que no tenía nada que ver con los e m pleos burocráticos a los que la Universidad los destina, de hecho, bajo el control de las grandes empresas. Vayamos más lejos: los profesores no son lo únicos que viven en la idea cada vez más artificial de que la Universidad no desemboca en los empleos. Los estudiantes están en la misma situación. M á s aún, puesto que son más jóvenes, viven su juventud en la Universidad y constituyen una categoría social particular; categoría de edad y en gran medida de origen social. La crisis actual no puede ser comparada a la de ciertas escuelas técnicas, donde los que quieren ser ejecutivos o empleados superiores se rebelan contra las organizaciones que quieren absorberles. Es, a un mismo tiempo, defensa y descomposición de una sociedad universitaria que pierde progresivamente, y cada vez m á s de prisa, su autonomía. Es por esto que los movimientos estudiantiles tienen siempre dos caras: la del conflicto que indica la naturaleza de nuevos enfrentamientos de clases en las sociedades tecnocráticas, y la de la crisis que marca la descomposición de la sociedad universitaria y de su autonomía en relación al aparato de producción —el fin de los claustros—. La crisis no está inscrita enteramente en un tipo de sociedad. Se sitúa en la bisagra entre un tipo de sociedad y otro, y m á s dramáticamente aún en el m o m e n t o en que «la autonomía» universitaria —por tanto el lugar de la Universidad entre los instrumentos de control social más que entre las fuerzas de producción— se esfuma y desaparece irremisiblemente. ¿Muerte o transformación de las universidades? Diversos lazos y cambios unen todas estas corrientes: nuevo conflicto social y desencantamiento, contra-cultura y declive de la sociedad universitaria. Por momentos, el movimiento político se retira de la Universidad y no la deja ocupada m á s que por la delectación morosa o por una mezcla de contra-cultura y de crisis social. E n otras circunstancias, la contra-cultura y la conciencia de la crisis universitaria se ordenan en torno a una réplica social nueva. Es absurdo intentar resumir en una palabra, en una noción, una crisis tan compleja. U n conjunto histórico n o se reduce jamás a una figura sociológica. L o esencial es c o m prender que del m i s m o m o d o que u n movimiento obrero se forma sobre la crisis del artesanado y sobre la fragmentación de los barrios populares tradicionales, el movimiento estudiantil es inseparable de la crisis de la sociedad universitaria, que le da a veces agresividad y a veces, por el contrario, le ahoga en su pérdida de sentido. M á s allá de la Universidad La crisis de las universidades es tanto m á s profunda cuanto mayor es la autonomía de profesores y estudiantes. Alcanza m á s directamente a los profesores europeos que a sus colegas americanos, pero también m á s directamente a los estudiantes americanos que a sus camaradas europeos, pues los profesores europeos son comparativamente m á s autónom o s y los estudiantes americanos culturalmente m á s independientes. ¿Adonde van las universidades? L a pregunta, por simple que sea, puede sorprender, pues actualmente son poco numerosos todavía los que se interrogan sobre el futuro de las universidades. Se habla de crisis y de reformas, de adaptación y de negociación, pero casi todos dudan en plantear la pregunta central: la de elección de una nueva vía. Si n o se ocupa alguien de elaborar u n nuevo tipo de vida universitaria, sólo queda a las universidades encerrarse en su crisis actual, para desembocar a continuación en una aceptación positiva y represiva de su papel de «socialización». L a palabra clave es: adaptación. Cuanto m á s se adapten las universidades, afirmo que m á s se descompondrán, que estallarán o que ejercerán por sí mismas u n papel de exclusión y de represión. Pues las universidades, al adaptarse a las necesidades de las grandes organizaciones, se convertirán en agentes del poder tecnocrático, aceptando una cierta libertad de m o vimientos en la cima, la de la «caíé-society» y de los hombres de corte, o incluso de los innovadores, para ejercer controles cada vez m á s estrictos a medida que se descienden las gradas de la escala burocrática. Comprenderían cada vez menos que estudiantes y profesores se dedicasen a una acción crítica o simplemente n o «productiva». T o d o lo m á s alentarían la formación de una contra-cultura fuera de sus muros o se alegraría al contemplar el desarrollo de una tal marginación que purga a la sociedad de sus elementos «inadaptados». Los estudiantes, en esta situación, vivirían, cada vez m á s , a caballo entre dos m u n d o s : el de la preparación profesional, a veces rechazada, la mayoría de las veces aceptada, y el de la vida personal, cada vez m á s separada de la organización universitaria. E s posible imaginar incluso que durante largos períodos se mantendrían pequeños núcleos universitarios que derivarían en la marginación, negación a u n m i s m o tiempo de la preparación profesional y del compromiso político, sueño despierto interesante, ciertamente, pero sin importancia. El sistema universitario, en este caso, se fragmenta. La investigación se concentra en ciertos establecimientos de «élite» o en grandes laboratorios: la transmisión de la herencia cultural se debilita. L a formación profesional se impone c o m o papel principal de la 539 Alain Touraine Universidad, siempre asociado a la inculcación de valores y de normas, aquellos que definen una ideología del Estado o aquellos en los que se reconoce la mayoría silenciosa. E n vano se quiere combatir tal evolución recreando un espíritu universitario, la comunidad de campus, el espíritu de las artes liberales. Tal es la situación presente: la vuelta a la unidad y a la autonomía de la Universidad es imposible. Sólo dos vías son posibles: acabo de describir la primera, la de la adaptación, que es al mismo tiempo la de la descomposición y la de la explosión. ¿Cuál es la segunda? Se abre con el reconocimiento del hecho de que una Universidad no puede ya reposar sobre un estado de espíritu, sino sobre la conciliación de exigencias de naturaleza diferente. El m u n d o universitario de hoy es, en primer lugar, un terreno en el que se dejan oír tres tipos de demandas que ya no pueden ser reducidas a la unidad, integradas en valores: demanda de educación de la juventud universitaria, demanda de investigación por parte de los profesores, demanda de titulados por parte de los empresarios. Cuando la Universidad era un m u n d o de catedráticos que transmitía una herencia cultural, no existía ninguna diferencia de naturaleza fundamental entre estos tres órdenes de demandas: el profesor preparaba al estudiante para que le sucediese y para que mantuviese después de él la antorcha de una cultura. H o y , el estudiante opone las necesidades de su personalidad a las de la integración social y lucha a m e n u d o , además, en tanto que agente del conocimiento, contra el uso que los aparatos de poder hacen de éste. Aquel que se llama todavía el profesor quiere producir nuevos conocimientos y en segundo lugar proteger los intereses colectivos de su profesión. Los empresarios quieren mandos, integrados e integradores, dinámicos pero obedientes. 540 ¿ C ó m o salvar a las universidades sino reconociendo este pluralismo y renunciando a toda definición de la universidad por su espíritu, sus valores y su organización? Es necesario que la universidad acepte su descomposición y la lleve a su fin lo m á s rápidamente posible para resucitar. Esto quiere decir, en primer lugar y m u y materialmente, que la Universidad, frecuentemente definida c o m o comunidad de docentes y estudiantes, que asocian su Lehrfreiheit y su Lernfreiheit, debe convertirse en un lugar de reunión, de enfrentamiento y de negociación entre una oferta de conocimiento y una demanda de educación o de titulados. Los esfuerzos realizados para reconstruir la sociedad, es decir, la comunidad universitaria, para hacer de los investigadores-profesores los animadores, m e parece que tiene u n sentido, pero probablemente bastante alejado de las intenciones de los que proponen este tipo de solución; un sentido extremadamente conservador. Cuanto más se privilegia y más se aisla la relación directa profesor-alumno, más se hace de la Universidad un lugar de socialización y m á s se aleja de aquello que puede salvarla: la sumisión cada vez más estricta a las exigencias del conocimiento y el análisis crítico de la utilización social del conocimiento. Tanto si la socialización consiste en extender las normas dominantes —lo que por definición corresponde a la mayoría de los casos— como si toma por objetivo elaborar contra-normas, encierra a la Universidad en un papel de transmisión cultural, de instrumento de control social, de agente de conformismo, ya sea propio de la colectividad restringida del campus, ya lo sea de la sociedad global. Es hora ya de reaccionar contra una ideología que infantiliza a profesores y estudiantes en nombre del trabajo en equipo o de las relaciones humanas. Los investigadores-profesores no deben estar subordinados a las exigencias de las dis- ¿Muerte o transformación de las universidades? tintas demandas sociales; no les corresponde tampoco administrar la Universidad en función de sus necesidades y de sus intereses. Hace falta, pues, que sean separadas dos unidades: el Instituto, lugar de producción del conocimiento, y la Universidad, con sus departamentos que son unidades de enseñanza. Esta separación se ha introducido progresivamente en la mayoría de las universidades, pero aún no se han sacado consecuencias. La principal es que las actividades de enseñanza deben estar determinadas por el encuentro entre la oferta de conocimientos que emanan de los institutos y las demandas que deben ser formuladas de una parte por los estudiantes, y de otra por diferentes organism o s sociales, susceptibles de emplear titulados o, m á s ampliamente, que recurran a las competencias de la Universidad: empresas o sindicatos, instituciones políticas nacionales o locales, asociaciones voluntarias, agrupaciones profesionales, etc. La negociación entre las partes presentes supone, en principio, la existencia de u n sistema político, es decir, de instituciones propias de la Universidad, tripartitas, y en las que se elabora la política de la Universidad. El sistema francés sería desde este punto de vista excelente si tuviese la capacidad para tratar verdaderos problemas y para tomar decisiones, lo que actualmente no se da, pero podría llegar a darse. Tal organización supone un ejecutivo, hecho a imagen del que existió en el gran período de creación de las universidades americanas, aunque concebido con otro espíritu. Estos mecanismos institucionales deben permitir reintegrar el sistema universitario y, por tanto, dar a las universidades la unidad que han perdido. Pues al esforzarse en combinar oferta y demanda de conocimientos, la Universidad se proporciona también los m e dios de combinar la unidad y la diversificación. U n a Universidad debe componerse de tres sectores: investigación, formación general y formación profesional; en cada uno deben intervenir los tres componentes, pero teniendo a su vez cada cual autonomía propia: los profesores han de tener privilegios y m á s concretamente un derecho de veto en la organización de la investigación, los estudiantes en la formación general y los agentes externos en la formación profesional. U n estudiante ha de poder combinar, de manera variable y révisable, estos tres elementos de formación, que deben estar diferenciados y no jerarquizados, acarreando cada uno ventajas y cargas específicas. H a y que luchar contra la jerarquización estricta de los establecimientos. L o cual sólo puede hacerse reduciendo al m á x i m o la unidad material y cultural de la Universidad. Es necesario apartarse rápidamente de la Universidad-campus. La Universidad debe perder su línea actual para adaptarse a su diferenciación interna y ponerse en relación con el conjunto de la sociedad. M e gustaría representar simbólicamente una Universidad por la disposición de institutos relativamente separados de los centros urbanos, centros de formación profesional asociados m u y directamente a los lugares de donde emana la demanda social y centros de formación general situados en lugares de intercambios intensos y asociados, al m i s m o tiempo, a otras actividades de la juventud y a los equipamientos culturales. E n cuanto a las agencias centrales de gestión, deben situarse en el centro de la ciudad. Así pues, de la misma forma que la combinación de las tres aportaciones supone u n ejecutivo fuerte, la coordinación de los tres tipos de funciones necesita que se introduzca u n principio de unidad. Tal es el último problema que encuentra el renacimiento de la Universidad: es el m á s importante de todos, puesto que la garantía de existencia de las universidades está en 541 Alain Touraine que sirva a la unidad del conocimiento. N u merosas transformaciones intelectuales anuncian desde hace algunos decenios la desaparición progresiva de antiguas categorías: Letras, Ciencias, Medicina, etc. H a llegado el m o m e n t o de introducir en las universidades un principio de unidad entre creación de conocimientos, formación general y formación profesional. Esta unidad sólo puede ser la de u n objeto social, es decir, un sistema técnico-humano. L a única manera de devolver la vida a la Universidad, esto es, de combatir su sumisión al poder técnico-burocrático es transformar su papel intelectual: ella defendía lo abstracto contra la práctica, ligada a la dominación de los notables. Ahora, el sistema de producción quiere conocimientos científicos y técnicos y una reducción de la sociedad a aparatos, máquinas, juegos. L a Universidad debe, por el contrario, examinar la naturaleza social de las prácticas sociales. N o es suficiente, para un futuro médico, estudiar la biología y aprender en la clínica. Es necesario que conozca los problemas de la salud y de su política. L a ciencia no debe estar desconectada de la política, del examen de las formas sociales de utilización del conocimiento. L o que no quiere decir que sea necesario mezclar ciencia e ideología, amalgama absurda que destruye a la vez la ciencia y la actividad política. Pero ya es hora de que en lugar de hablar solamente de «disciplinas» se dé una importancia central a los conjuntos técnico-sociales: la decisión, la comunicación, el cambio; pero también, y m á s concretamente, la ciudad, la información, la empresa, la guerra, la familia, la sexualidad, etc. El día en que las universidades hayan conseguido imponer el estudio de las prácticas humanas c o m o la razón misma de su existencia, en lugar de desocializar la sociedad para colocar cada cosa en su sitio, su renovación estará asegurada. Se oyen con demasiada frecuencia discusiones entre partidarios de una cultura gene- 542 ral y defensores de la profesionalización. Estos términos y este falso debate ocultan el problema real: el de la elección entre el estudio de la acción social y el de las «cosas», entre las que habría que colocar los hechos sociales mismos. Estas transformaciones probablemente no son de tal naturaleza c o m o para horrorizar a la mayoría de los que trabajan en las universidades, pero éstos aceptarán con más reparos una de sus consecuencias inevitables, el fin del monopolio de los investigadores sobre la enseñanza y de los estudiantes sobre la formación. L a separación del Instituto y de la Universidad quiere decir, en efecto, que los investigadores no deben tener ya el m o nopolio de la enseñanza en los campos de la formación general y de la formación profesional. Creo, sin embargo, que la prolongada crisis de muchas universidades ha preparado a muchos profesores para renunciar a u n m o nopolio más peligroso que agradable. Paralelamente, n o se puede ya aceptar la situación de muchas universidades de países occidentales, donde la enseñanza se ofrece solamente a jóvenes que se consagran con total dedicación a sus estudios. E n efecto, por u n lado, las agencias sociales ya mencionadas no se interesarán por la Universidad, a n o ser que puedan disfrutar directamente de ella (es extraordinario pensar que la Universidad no se ocupa de los profesores mismos para orientarles en su práctica profesional). Por otro lado, la Universidad debe elegir entre acrecentar o disminuir la desigualdad social, en tanto que en otro tiempo tenía que contentarse con transmitirla. N o puede disminuirla más que dando de nuevo una oportunidad a los que no la han tenido. Nueva razón para romper el conjunto profesor-estudiante, que mantiene la desigualdad, puesto que el profesor está acostumbrado a tener como alumnos a aquellos que están más cerca de él; entonces debe aprender, por el contrario, a ayudar con sus conocimientos a los que están ¿Muerte o transformación de las universidades? más alejados del trabajo universitario por su edad, su función o su actividad, pero que aportan su conocimiento de u n campo de la práctica social. N o es suficiente desear buena suerte a la formación de adultos en el marco universitario. Es necesario que las universidades creen una desigualdad sistemática en favor de los menos favorecidos que, a partir de tales posibilidades, demandarán conocimientos. El sistema universitario funciona en la actualidad como una b o m b a aspirante e impelente. Nuestra sociedad técnica y burocrática pide titulados, lo que provoca una fortísima demanda en educación superior. T a n fuerte que tiende a destruir las antiguas barreras culturales con la consiguiente amenaza de la dominación de clase, que descansa cada vez más sobre la gestión de aparatos. Es necesario, pues, que se constituya una selección severa, que mantendrá quizás los privilegios de los hijos de clases elevadas, pero sobre todo que reclute los dirigentes y los cuadros conforme a las necesidades de las empresas. La Universidad es el lugar donde viene a parar la demanda de enseñanza superior; es también donde se viene a reclutar una «élite» dirigente. Tres métodos de solución pueden ser empleados. El método soviético es el más simple y el m á s rígido: se define el número de plazas disponibles para cada tipo de formación. L a afluencia de estudiantes está, por tanto, enteramente determinada por un plan gubernativo. E n los Estados Unidos se procede sobre todo creando los buffer institutions, de nuevos colegas que aseguran salidas cada vez menos elevadas, base de una pirámide en cuyo vértice se entronizan prestigiosas universidades de difícil ingreso y con salidas aseguradas. El sistema francés es «salvaje»; no prevé ningún método de selección —excepto en medicina— y recibe grandes masas de estudiantes en sus establecimientos, sobre todo en las antiguas facultades de Letras, que conocen una tasa de fracasos ex- cepcionalmente elevada y no desembocan en casi ningún empleo previsible. A su lado, centros protegidos, las grandes escuelas aseguran el reclutamiento de los cuadros dirigentes. Allí donde las limitaciones autoritarias no existen, la podredumbre del sistema es evidente. U n gran número de estudiantes se instalan en las universidades, en condiciones de pobreza en conjunto m u y soportables, y no participan casi en el sistema universitario, que se contenta con albergarles sumariamente y les imparte algunas enseñanzas enmascaradas, siniestras o pintorescas, según los casos. La desorganización es tal que a veces se ven grupos de estos para-estudiantes oponerse a toda transformación de su situación marginal, lo cual alegra a una política «elitista» que prefiere distribuir una sopa popular cultural a estos parados mejor que tener que afrontar sus reivindicaciones, pues en estas mascaradas la política se convierte en cine. Aunque de manera extraña, se ve a m e nudo formarse un consenso m u y amplio para mantener una podredumbre que facilita la selección de las «élites» dirigentes y que divierte a quienes prefieren vivir en estas pseudo-universidades mejor que en las oficinas a las que están abocados. Y el caso francés no es excepcional. Es el que conduce directamente a la muerte de las universidades y al triunfo de las grandes escuelas o de las federal universities «elitistas». Los que se niegan a encarar una transformación de la Universidad, ya sean conservadores o revolucionarios, n o hacen en esta parte del m u n d o m á s que participar en u n movimiento de descomposición que protege al orden dominante contra la amenaza que lanza la demanda generalizada de enseñanza superior. E n contrapartida, n o es solamente una preocupación de democratización lo que pue- 543 Alain Touraine de hacer buscar una nueva forma de Universidad; es, ante todo, una reflexión sobre las transformaciones culturales de nuestro tiempo. Si nos obstinamos en definir las universidades por la transmisión del saber, n o será posible detener su crisis; si, por el contrario, se intenta crear nuevas universidades que se 544 impongan c o m o doble tajea la producción de conocimientos y el examen crítico de las condiciones sociales de empleo del conocimiento, se podrá ver revivir una organización universitaria que sólo puede servir de contrapeso al poder cada vez más invasor y creciente de los aparatos tecnocráticos de nuestros días. Henri Jarme La Universidad europea en la sociedad La Europa que aquí vamos a tomar en consideración es tanto la del Este como la del Oeste. N o puede olvidarse, sin embargo, que nuestras informaciones son menos directas y amplias en lo que a los países del Este se refiere. Se habla m u c h o en estos momentos de la renovación de relaciones entre la Universidad y la sociedad. Las funciones de la Universidad —es un hecho— tienden a transformarse profundamente. Las nuevas necesidades de la sociedad, surgidas de sus propias transformaciones y, por consiguiente, las «expectativas» mal previstas —es decir, inéditas— de los individuos y de los grupos, de los jóvenes y de los adultos, de los hombres y de las mujeres, de las empresas públicas y de las empresas privadas, sin olvidar el Estado, ejercen vivas presiones sobre la Universidad, que, por su parte, debe enfrentarse con problemas internos de gravedad sin precedentes Henri Janne (Bélgica). Ex ministro de Educación y Cultura; ex rector de la Universidad de Bruselas; miembro del Comité Directivo de la Educación Permanente del Consejo de Europa; presidente de la Real Academia de Ciencias, de Letras y Bellas Artes. Entre sus publicaciones más recientes: L e système social, essai de théorie genérale; Le temps du changement; L'université et les besoins de la société contemporaine; Les principes généraux de la planification universitaire. en su ya larga historia. Por otra parte, todo está relacionado. El cambio de una variable, externa o interna, influye sobre todas las demás. D e acuerdo con los países, la naturaleza de los regímenes sociopolíticos y la situación propia de cada Universidad, esta crisis es más o menos marcada. Nuestra intención es examinar en primer lugar las tendencias que manifiestan concretamente, en este m i s m o instante, el cambio de funciones de la Universidad en la sociedad y, a continuación, determinar sus perspectivas a largo plazo. Por supuesto, sólo se tratará en este caso de una visión sintética o personal, ya que el estudio completo de esta problemática ha sido objeto de trabajos y publicaciones tan numerosos que resulta difícil la simple recensión. U n o de los signos de esta intensa actividad es, por ejemplo, la importante serie de obras, informes de comisiones y artículos publicados por la Carnegie Commission on Higher Education o por el International C o uncil for Educational Development. Otro signo es el papel asumido en este sentido por la Unesco, en contacto con las actividades de la Oficina Internacional de la Educación, de las conferencias regionales de los ministros de Educación, del Instituto Internacional de Planificación, de las numerosas comisiones constituidas para resolver problemas particulares y, recientemente, de la Comisión 545 Perspectivas, vol. Ill, n u m . 4 , invierno 1973. Henri Janne Internacional para el Desarrollo de la Educación x. E n este amplio abanico de preocupaciones, es considerable la parte que corresponde a la enseñanza superior. E n cualquier caso, desde u n primer m o m e n t o resultará evidente que la Universidad no está considerada en este amplio contexto c o m o una institución aislada, c o m o u n objeto con identidad independiente, sino como u n factor «situado» en el sistema educativo, y este último considerado c o m o uno de los «subsistemas» de las sociedades globales. Si bien es cierto que se trata de una perspectiva abierta desde hace ya m u c h o tiempo, sólo desde hace m u y poco se afirma con irresistible fuerza. Desde el punto de vista cultural es éste, sin duda, el cambio fundamental que implica todos los demás. Las misiones de la Universidad Peligros de deterioro Para poder comprender lo que ocurre verdaderamente, es necesario recordar las cinco misiones que la Universidad moderna asume más o menos explícitamente y, en cualquier caso, normalmente, desde este instante: Forma los técnicos superiores de la sociedad y, por consiguiente, la mayor parte de sus cuadros. Es centro de investigaciones científicas, de pensamiento científico creador, y forma el conjunto de los cuadros de investigación de la sociedad; la enseñanza superior es en ella concebida como inseparable de la investigación científica. Generalmente forma también a los profesores de enseñanza secundaria y a los especialistas de las ciencias de la educación; ejerce de este m o d o una importante influencia sobre esta enseñanza que le suministra sus propios estudiantes. Selecciona y forma su propio cuadro docente manteniendo así su perennidad por medio 546 de una especie de partenogénesis social; con mayor o menor frecuencia se producen transfusiones de una Universidad a otra. Constituye, por último, como comunidad de profesores, de investigadores y de estudiantes, un hogar de irradiación cultural y de renovación social y moral. La concepción soviética constituye una variante caracterizada por la unidad orgánica de toda la enseñanza superior, que comprende no sólo la Universidad propiamente dicha sino también los centros encargados de la formación superior de profesiones especializadas (agronomía, medicina, etc.) 2 y que tiene por finalidad servir a la producción nacional al mismo tiempo que participa en la construcción de una sociedad socialista. La ley orgánica de 1961 sobre la enseñanza superior en la U R S S define en siete puntos los objetivos de las universidades y demás establecimientos de enseñanza superior: 1. Formar especialistas altamente cualificados, educados en el espíritu del marxismoleninismo, completamente al corriente de las realizaciones científicas y tecnológicas más recientes en el país y en el extranjero y de los aspectos prácticos de la producción, así como capaces de aprovechar al máximo la tecnología moderna y de inventar la futura. 2 . Llevar a feliz término las investigaciones que contribuirán a resolver los problemas que plantea la construcción del comunismo 3 . 3. Producir manuales y material didáctico de gran calidad. 1. Presidida por Edgar Faure y cuyo informe ha dado lugar a la publicación de un libro: Apprendre à être, París, Unesco-Fayard, 1972. 2. El término con que se alude a todo este conjunto es V U Z (vysshee uchebnoe zaveàenie); es decir, «instituciones de educación superior». 3. H a y que observar, sin embargo, que la mayor parte de la investigación se realiza en el marco de academias, que constituyen una constelación de centros y de laboratorios. La Universidad europea en la sociedad 4 . Formar profesores e investigadores. a adquirir las aptitudes que le permitirán 5. Garantizar una formación avanzada a esheredar efectivamente poderes de dirección pecialistas, licenciados en enseñanza subasados en la propiedad, en la elección en perior y profesionales de los distintos secsu propio seno del medio dirigente (incluida tores de la economía nacional, de las arla endogamia) y en la selección política. tes, de la educación y de los servicios Conviene señalar que la Revolución de O c sanitarios. tubre ha transformado la Universidad de cla6. Difundir los conocimientos científicos y se anterior a 1917 en una institución basada políticos entre la población. en el principio de igualdad de oportunida7. Estudiar los problemas ligados a la utilides. Sin embargo, la estructura del alumnado zación de los licenciados y al perfecciosigue claramente influida por los orígenes namiento de su formación. sociales. L a participación de los hijos de Escribe Prokofiev 4 : « L a enseñanza superior miembros de la inteligencia, categoría social en la U R S S está íntimamente ligada a la ecoestadísticamente definida c o m o integrada por nomía nacional y refleja los procesos que en los trabajadores no manuales, supera proporella se manifiestan. Todas las instituciones cionalmente al lugar ocupado por dicha cade la educación juegan en ella u n papel y sus tegoría en el conjunto de la población actiobjetivos se hallan fijados por los planes de va... Sin embargo, se crean facilidades espedesarrollo». ciales para los jóvenes trabajadores de las fábricas (sobre todo en lo que se refiere a C o n su habitual penetración, sir Eric Ashlas cuotas de admisión) y, por otra parte, la by, considerando la naturaleza de la formaextensión de los cursos por correspondencia ción universitaria, escribe que se trata de o de tiempo limitado es excepcionalmente dotar al hombre de tres facultades: aptitud importante en la U R S S . A pesar de estas para trabajar con ideas, aptitud para trabaoportunidades compensatorias y el desarrojar con cosas y aptitud para trabajar con los llo de la educación permanente, la escasa demás. L a tradición inglesa, añade, pretende representación de los medios rurales sigue que la primera aptitud se adquiera en la siendo m u y marcada mientras que la d e m o Universidad, la segunda en los centros policratización de los estudios se halla m u y avantécnicos y la tercera en el ejercicio de la prozada en el c a m p o obrero 6 . fesión. Ahora bien, en estos momentos la juventud exige que la enseñanza superior insista en la tercera de estas aptitudes5. 4. Artículos de M . A . P R O K O F I E V , M . G . T C H I L I KINE y S. I. T I O U L P A N O V en: La enseñanza suDesde este punto de vista es evidente que perior en la URSS, p. 5, París, Unesco, 1962. la Universidad tiende a perder su carácter (Estudios y documentos de educación, 39.) específico, en la medida en que se ejerce una 5. INTERNATIONAL COUNCIL FOR EDUCATIONAL D E V E L O P M E N T , The structure of higher education: presión a fin de que su enseñanza n o sea a world view, p. 17, Nueva York, enero 1973. esencialmente conceptual y científica, sino (Occasional paper, 6.) 6. Se hallarán algunas observaciones a este respecque revista u n sentido práctico y se oriente to en los informes de los profesores SZCZEPANSKI hacia la aplicación material y h u m a n a . y JANNE presentados a la Conferencia de minisE n lo que respecta a la evolución occidentros europeos de Educación (Viena, noviembre 1967), en la obra de Barbara B. B U R N , Higher tal, el origen de este cambio, ya en germen education in nine countries (Nueva York, Carnegie en las cinco misiones que acabamos de deCommission on Higher Education, MacGraw-Hill, 1971), y en el de Alfred SAUVY y Janina L A G finir, reside en el hecho de que la UniversiNEAU-MARKIEWICZ [Access to education (Prodad no se limita ya a formar una «élite» reject I, Fundación Europea de la Cultura, Amsducida, surgida de la clase dirigente y llamada terdam), La Haya, Martinus Nijhoff, 1973]. 547 Henri Janne E n Occidente, aunque los hijos de los medios dirigentes se hallen fuertemente superrepresentados en los sectores de estudio que preparan para desempeñar los m á s elevados puestos, los estudiantes procedentes de las clases medias e incluso —aunque en proporción menor— de la clase obrera, son m a yoría en la Universidad. E n la mayor parte de los países europeos, por lo menos en los continentales, la inmensa mayoría del alumnado se halla concentrada en universidades de masa. L a naturaleza de la institución universitaria ha cambiado al m i s m o tiempo que su finalidad y dimensiones, ya que, aquí com o en todas partes, la cantidad cambia la calidad. D e b e m o s , en efecto, admitir que la Universidad n o ha podido asimilar sin riesgos la llegada masiva de nuevos estudiantes. N o ha podido, en términos generales, convertirse de Universidad de «élite» en Universidad de masas. N o ha podido responder adecuadamente al desafío del número ni al de la heterogeneidad sociocultural. El fracaso pedagógico es globalmente evidente. L a eliminación en el transcurso de los estudios es masiva, sin que los instrumentos de evaluación sean seguros. E n cualquier caso se carece totalmente de seguridad en lo que respecta a las cualidades que se trata de determinar, así c o m o a la verdadera naturaleza de los criterios utilizados, sobre todo cuando la masa los altera c o m o es inevitable. E n realidad, si la Universidad, en términos generales, n o ha dado muestras de bastante imaginación y de espíritu innovador, el Estado, expresión de la sociedad global, n o puede vanagloriarse de haberle concedido el suplemento de medios indispensable. Esta situación se explica evidentemente por el rápido incremento de los gastos sobre la única base de los m o d o s de actividad y de los criterios en vigor 7 . Insistimos particularmente en el hecho de que la Universidad n o ha sido capaz de adap- 548 tar sus procedimientos y criterios de selección a la nueva situación. Mientras se trataba de escoger una «élite», bastaba, según el discurso racional propio de la cultura de esta última, con rechazar a los ineptos y promocionar a los elegidos; el examen era y debía ser de naturaleza selectiva. E n el contexto actual la expectativa ha cambiado: se trata de permitir a cada estudiante llevar su formación hasta el grado m á s elevado que sea capaz de alcanzar a fin de garantizarle —en calidad de «cuadro», de técnico superior o de individuo competente en u n sector menos especificado por títulos (ciencias humanas)— una fructífera carrera profesional. La Universidad se ha convertido esencialmente en u n cauce de movilidad social (principalmente «intergeneraciones»). Desde este punto de vista el m o d o tradicional de selección universitaria resulta fundamentalmente criticable. Ocurre, en efecto, c o m o si se tratara de buscar, no las cualidades positivas de los estudiantes, sino los signos de su incapacidad. El examen universitario resulta, en este sentido, algo esencialmente negativo y tiende a determinar lo que se es incapaz de lograr en vez de buscar lo que puede realizarse con éxito. El m o d o de evaluación postulado por la nueva situación sería la aplicación de una orientación y de una «guía» integrada en la m i s m a pedagogía universitaria 8 . Esta selección sería positiva porque permitiría, en todo m o m e n t o , «situar» al estudiante allí donde la conjunción de sus aptitudes, de sus adquisiciones y de sus aspiraciones le ofrece garantías de realizarse con éxito. E s evidente que este m o d o de evalua7. Resumen de nuestro comunicado de clausura al Coloquio de Brujas, «Política europea y enseñanza superior» (Colegio de Europa, 12-14 de abril de 1973). 8. Véase el notable estudio de M . R E U C H L I N : Individual orientation in education [La Haya, Martinus Nijhoff, 1972 (Educating man for the 21st century)], en el marco del Proyecto I del «Plan 2000 Education» (Fundación Europea de la Cultura). La Universidad europea en la sociedad ción positiva sólo puede triunfar en el marco de u n sistema de estudios que incluya certificados finales que hagan posible el juego de la orientación sancionando un amplio margen de opciones personales. Esta modalidad implica un régimen de créditos inspirado en la Universidad americana o en unidades de estudios (según Bertrand Schwartz). Implica también una flexibilización radical de las estructuras universitarias. Bajo la presión de los hechos la Universidad ha empezado a adaptarse, pero más com o respuesta inmediata a las necesidades que c o m o una reforma de acuerdo con los principios de una política largamente preparada 9 . 9. E n Francia se han creado por transformación interna m á s de 600 «unidades de enseñanza e investigación» ( U E R ) , de acuerdo con la ley de orientación de noviembre de 1968 (Barbara B . B U R N , op. cit., p. 12); sobre la base del decreto de 1966 se han constituido más de treinta «institutos universitarios de tecnología» (IUT), que forman, durante dos años, a técnicos superiores para la industria y el sector terciario, con carácter de práctica profesional. Algunos I U T han sido convertidos en U E R a partir de 1968 (Barbara B . B U R N , p. 15). Debemos mencionar el Centro universitario de Vincennes (12.000 estudiantes, 26 departamentos, 400 profesores con plena dedicación), que admite a los no bachilleres, practica la interdisciplinariedad y ofrece amplias opciones mediante u n sistema de créditos al mismo tiempo que desarrolla una pedagogía de animación de grupos (véase Apprendre à être, op. cit., p p . 227 y 228). Debemos citar, por último, la apertura de la Universidad Tecnológica de Compiègne, basada en la interdisciplinariedad, la investigación y u n personal de profesores e ingenieros que goza de plena «igualdad funcional». E n los Estados Unidos mencionaremos igualmente los community colleges: en el Estado de Nueva York, por ejemplo, treinta y seis establecimientos con 166.000 alumnos, la mitad de los cuales cursan estudios tecnológicos (en dos años associate in applied sciences) o estudios generales (en dos años associate in arts, que permite el acceso a estudios superiores). [Cf. O C D E , L'éducation récurrente, rapports per pays; l'Etat de New York, documento multicopiado, p. 25.] Conviene tomar en consideración la «universidad sin muros», creada por una docena de universidades: admisión libre entre los seis y los sesenta años, programas individuales, enseñanza a través de monitores, personal docente en el Bajo diversos aspectos la respuesta a determinadas necesidades ha tenido que realizarse al margen de ella, en el marco de la enseñanza superior «no universitaria» o m e diante iniciativas paralelas 10. La necesidad de exterior (véase Apprendre à être, op. cit., pp. 212 y 213). E n la U R S S asistimos a una notable diversidad de estudios posibles (véase Barbara B . B U R N , op. cit., p. 277 y siguientes). E n el nivel postsecundario sigue el desarrollo de los cursos por correspondencia. Polonia ha hecho en este sentido u n esfuerzo considerable, impartiendo algunos cursos nocturnos en algunas grandes fábricas (Apprendre à être, p. 229). E n el Reino Unido merece la pena destacar la creación de numerosos politécnicos (30 previstos por el libro blanco de m a y o de 1966), que, integrados cada uno por 2.000 alumnos, persiguen fines semejantes a los de los I U T franceses, pero se caracterizan por una estrecha relación con la industria y los negocios; a m e n u d o alcanzan el nivel universitario de los colegios técnicos ya existentes. 10. D e b e m o s citar aquí los programas de «escala profesional» del Estado de Nueva York. Los estudiantes de enfermería pueden recorrer distintas etapas: ayudantes de enfermería, enfermeros diplomados, enfermeros titulares (Universidad del Estado de Nueva York, cf. O C D E , informe citado, p. 31). Organizaciones profesionales han sido llamadas a crear sistemas de educación permanente de perfeccionamiento. E n 1971-72, 2.354 personas habían sido reconocidas por la American Medical Association, que homologa a los practicantes que han seguido cincuenta horas de cursos de perfeccionamiento al año, durante tres años. Pero la reforma más significativa es, en el Reino Unido, la que creó, por decreto real de 1964, el Council for National Académie Awards ( C N A A ) , que otorga grados obtenidos sobre la base de cursos recibidos en instituciones diversas de enseñanza abierta a los adultos (en 1967, aproximadamente 170 cursos undergraduate y 6 cursos graduate que afectaron a más de 10.000 estudiantes). [Cf. Barbara B . B U R N , op. cit., pp. 49 y 50.] A u n q u e , el nivel no sea académicamente universitario, debemos citar como características las «universidades populares» de Suecia (30.000 participantes) y las «universidades obreras» yugoslavas. (V. Apprendre à être, op. cit., pp. 233 y 234). Consideramos como u n signo importante de los cambios esperados la nota introductoria del B I T (Departamento de Desarrollo de las Instituciones Sociales, Programa de Educación, W E D / R E S . 1 / D . 5 ) a propósito del «papel de las universidades en materia de educación obrera». 549 Henri Janne una política de distribución de los medios consagrados al desarrollo de la enseñanza superior tiende de este m o d o a organizar todo el nivel de estudios en una perspectiva global u . Esta tendencia asemeja en este sentido la enseñanza superior occidental al sistema de los países del Este. La Universidad y la permanencia de la educación La Universidad tradicional, c o m o todo el sistema escolar, por otra parte, atestiguaba, m e diante u n título final, que su portador era apto para ejercer uno de los oficios o una de las profesiones correspondientes a la división del trabajo social... Se consideraba que el hombre, en su juventud, adquiría a través de sus estudios un bagaje de conocimientos y de procedimientos técnicos válidos definitivamente para toda la duración de su vida profesional. Sólo en ocasiones podían considerarse necesarias ciertas adquisiciones complementarias a causa del progreso técnico. Por lo demás, gracias a su reconocida competencia, cada individuo se adaptaba a cambios de amplitud limitada y poco frecuentes... Si la población activa de los países industrializados evolucionaba ciertamente de una form a m u c h o más rápida que la prácticamente inmutable de las sociedades tradicionales, esta rapidez —sensible de generación a generación con el transcurso del tiempo— no parecía tal, al menos globalmente, a escala de cada especialista o de cada técnico; el oficio seguía siendo el oficio. Actualmente no sucede así. Asistimos al cambio cada vez más acelerado de las estructuras de la población activa. Y , de hecho, las tecnologías de la producción se basan cada vez más en una aproximación conceptual de tipo científico. Multiplican, por consiguiente, las funciones de investigación, de evaluación, de organización y de planning, de información y de comunicación. Por otra 550 parte, los actos técnicos cambian frecuentemente —y con ellos los «oficios» (las competencias necesarias)— de acuerdo con el m o d o instrumental de las operaciones de producción. Por otra parte, con el aumento y la diversificación del consumo (principalmente privado) y del ocio, se desarrolla la economía del sector «terciario» y, con ella, las empresas productoras de cultura, de juegos, de deportes, de transporte de personas, de hostelería, de turismo nacional e internacional. Funciones específicas se multiplican en el campo de la comunicación, de la información, del conocimiento de lenguas, de la divulgación y de la expresión de obras culturales, de la educación de adultos. Frente a estos cambios y a esta diversificación de actividades, la Universidad acusa un retraso de adaptación o, cuando innova, manifiesta desajustes con respecto a las necesidades reales. Numerosas formaciones son, por consiguiente, asumidas cada vez con más frecuencia por empresas privadas y, de una forma más o menos explícita, se organiza esa enseñanza superior paralela a la que antes aludíamos n. 11. Debemos citar aquí por su importancia el proceso hacia un control estatal del University Grants Committee del Reino Unido, la transformación del papel de «canciller» en Suecia (convertido en representante del Estado ante las universidades y no en representante de éstas ante el primer ministro), el nuevo papel del Estado federal con respecto a la enseñanza superior en la República Federal Alemana. (Confróntese James A . P E R K I N S (ed.), Higher education: from autonomy to systems, especialmente, p. 243 y siguientes, Nueva York, International Council for Educational Development, 1972). Por otra parte, la planificación de la economía tiende por doquier a incluir la educación y, junto con ella, la enseñanza superior, que pasa a ser considerada cada vez más como un factor económico (en input y output) de la vida nacional. 12. ¿Es preciso mencionar aquí las notables realizaciones de enseñanza programada de una firma como la I B M , extendida por todo el mundo? E n este campo se afirma cada vez m á s la influencia del neo-behaviorismo de Skinner La Universidad europea en la sociedad E n cualquier caso, el fenómeno fundamental es que los universitarios y los técnicos no son en este m o m e n t o capaces de dominar los cambios surgidos en sus actividades, m o vilizando exclusivamente sus conocimientos de base (adquiridos en el transcurso de sus estudios) y apoyándose en su experiencia profesional. Surge la necesidad de ser puestos al corriente por quienes saben, y no se trata, por consiguiente, de u n problema de autoadaptación, sino de educación, es decir, de transmisión de conocimientos. Ahora bien, esto sólo puede realizarse a través de una organización apropiada, que es, en definitiva, la educación permanente. Si se trata de conocimientos a nivel universitario, ha de crearse a este nivel la organización en cuestión. Este reto va dirigido a los universitarios de todo el m u n d o altamente industrializado, cualesquiera que sean sus regímenes políticos y sociales. Si a estas consideraciones añadimos el doble hecho de que, por una parte, la opinión pública considera los estudios universitarios c o m o el mejor cauce de ascensión social y que, por otra parte, tiene clara conciencia de los desfases y límites de la democratización de los estudios, en el marco exclusivo de las clases de edad escolarizadas, comprenderemos por qué la aspiración a la educación permanente se generaliza sobre todo a nivel superior. Se trata, al mismo tiempo, de una respuesta a los problemas profesionales y de la apertura de nuevas oportunidades de estudios superiores a lo largo de toda la vida profesional. La Universidad debe, por consiguiente, ser capaz de llevar a cabo la permanencia de la educación a su nivel. La necesidad es tan urgente que si la Universidad fallara en esta nueva misión surgirían sustitutos funcionales para hacer lo que ella no habría sido capaz. Esto afecta menos a cada Universidad en particular que al sistema de enseñanza universitaria global, ya que el m e jor m o d o de que las universidades se plan- teen el problema es colectivamente y recurriendo al principio de la distribución de especialidades. La amplitud de las necesidades no dejará de crecer en años futuros 13. Cito a continuación un párrafo de m i ponencia en Brujas 14: «El esquema tradicional de la vida humana según el cual el individuo pasa por tres fases sucesivas: la formación sin ninguna práctica de responsabilidad hasta los dieciséis años por lo menos y los veinticinco-veintiséis com o m á x i m o ; la actividad profesional hasta los sesenta y cinco años c o m o término m e dio, y, por último, la jubilación con u n ocio total, irá progresivamente cediendo el puesto a un "modelo" según el cual, desde la edad de la razón hasta la edad en que las fuerzas físicas e intelectuales declinen gravemente, el ser h u m a n o pasará su vida conjugando las tres dimensiones: el trabajo responsable, el estudio y el ocio». La «Universidad abierta» del Reino Unido constituye sin duda u n anuncio de la nueva cultura que corresponde al nuevo m o d o de vida. La universidad y la estructura de la población activa. El problema de la orientación H e m o s señalado que la orientación y la guía —integradas en el proceso pedagógico mismo de la Universidad— debieran ser lógicamente sustituidas por u n sistema de selección que respondiera a otra finalidad. Sucede que, en el m u n d o occidental, uno de los problemas más difíciles de resolver por la Universidad es el de la adecuación de las formaciones que dispensa a las necesidades reales de la sociedad y, por consiguiente, a las necesida13. Véase a este respecto, en Possible futures of European education (La Haya, Martinus Nijhoff, 1972), la parte correspondiente a Stefan J E N S E N , y sobre todo el cuadro 3, p . 30. 14. Op. cit., no publicada todavía. 551 Henri Janne des individuales de los estudiantes que esperan que sus estudios les abran normalmente la carrera profesional que persiguen. N o puede, sin embargo, ignorarse que la crítica del sistema capitalista denuncia precisamente la Universidad c o m o el instrumento que suministra a los explotadores privados (o al Estado sometido a sus intereses) una m a n o de obra intelectual condicionada a servirles. La Universidad, según ellos, debiera consagrarse exclusivamente a responder, en el plano de la ciencia y de la cultura, a las aspiraciones de formación individual sin tomar en consideración las «necesidades» de la sociedad y todo ello con una carga crítica (que impondría objetivamente el marxismo científico) con respecto al orden social capitalista... Sin tener en cuenta el hecho de que la mayoría política de esta opinión no está dispuesta —con razón o sin ella— a asumir la financiación de tal actividad universitaria, sucede además que, por una parte, la sociedad debe seguir funcionando bien para enfrentarse técnicamente a las necesidades actualizadas por el nivel de vida y que, por otra parte, la mayoría de los estudiantes buscan en la Universidad —nos alegremos o no de ello— u n buen «pasaporte» para una actividad profesional. Si así ocurre, el problema fundamental y no resuelto hasta el m o m e n t o de forma satisfactoria es el de la previsión a medio pla2o de la estructura de la población activa y, por consiguiente, de las necesidades de nuevos titulares de competencias profesionales. Esta observación no implica la necesidad de determinar, por tipos de especialidades, u n numerus clausus a nivel nacional. E n efecto, el conocimiento del número de títulos recientemente concedidos, de estudiantes matriculados y de plazas probablemente disponibles desempeñaría un papel de «predicción creadora» que tendría en cuenta tanto las motivaciones personales de los estudiantes c o m o las de las universidades (en lo que respecta 552 al desarrollo de nuevas capacidades de enseñanza). Así coincidirán mejor las aspiraciones individuales y las necesidades de la sociedad. E n tal caso una misión fundamental de los departamentos y de los centros de investigación económica y estadística de las universidades, de acuerdo con los servicios oficiales, consiste evidentemente en la búsqueda de una solución a este problema crucial del sistema económico de los países occidentales. El problema se encuentra en principio resuelto en u n sistema de planificación económica de tipo soviético. Sin embargo, la aplicación no carece de serias dificultades. N o es siempre fácil hacer coincidir plenamente dos objetivos: las necesidades previstas por el plan y las aspiraciones individuales relativas al oficio desempeñado y al lugar en que debe desempeñarse. H e aquí las líneas fundamentales del proceso iniciado: «El Estado garantiza a todo estudiante que ha terminado con éxito la enseñanza superior u n trabajo en su especialidad y, al ser la enseñanza gratuita en nuestro país, envía a los licenciados a las industrias o regiones m á s necesitadas de ellos. E n la inmensa mayoría de casos, el estudiante tiene la posibilidad de elegir entre varias ofertas. E n el caso de que surja conflicto entre los intereses del Estado y los del estudiante, el Estado insiste para que este último trabaje durante u n período de tres años en la e m presa que le ha sido asignada. L a asignación de destinos es efectuada por una comisión especial de la enseñanza, integrada por el decano de la facultad de que se trate, de los jefes de cátedra y de los representantes de los estudiantes, de las empresas y de los servicios. Para decidir el destino de los licenciados, la comisión tiene en cuenta las aptitudes de cada alumno tal como han sido puestas de manifiesto en el transcurso de sus estudios, su situación familiar, sus gustos personales y otros factores sumamente complejos. La Universidad europea en la sociedad Si los licenciados están casados, sólo uno de los miembros de la pareja recibe destino, a su propia elección. El licenciado destinado a un determinado lugar se halla protegido por una serie de leyes especiales que obligan a la administración que utiliza sus servicios a darle un trabajo propio de su especialidad, a facilitarle condiciones de vida decentes, etc. »Insisto en estos detalles porque quisiera demostrar que el sistema de destinos impuestos por el Estado funciona c o m o un sistema de regularización del número de especialistas exigidos por el país, sobre cuya base se determina también el número de estudiantes que han de admitirse en el primer curso de cada especialidad. Este sistema protege a los mismos licenciados contra una superproducción de especialistas en una determinada m a teria 15.» E n lo que respecta a los países occidentales, el desfase manifestado hasta el presente entre los licenciados y su utilización constituye el origen —en una parte nada despreciable— de la insatisfacción y ansiedad de los jóvenes, así como de las críticas de la opinión pública a una Universidad que produce «frustrados y amargados». Esta observación demuestra la importancia del esfuerzo llevado a cabo por el Reino Unido en este sentido. Citamos a continuación los párrafos más importantes de u n estudio de Barbara B . Burn, estudio que, en su capítulo dedicado a Inglaterra, ha merecido la crítica de sir Eric Ashby: «Una de las funciones oficialmente asignadas al U G C 16 es constribuir a actuar de forma que las universidades respondan 'plenamente a las necesidades nacionales', principio confirmado en términos ligeramente diferentes por el Committee of Vice-Chancellors and Principals. A tal fin el U G C ha encargado a comités especiales estudiar en qué medida convendría conceder una mayor amplitud a ciertos sectores de la enseñanza y de la investigación universitarias y adoptar medidas tendentes a promover y financiar dicha expansión. C o m o resulta difícil prever con exactitud las necesidades futuras de m a no de obra y los alumnos matriculados en el primer ciclo corresponden en general al número de estudiantes que solicitan admisión, la incidencia de las estimaciones de las necesidades futuras de personal altamente cualificado ha sido m u y limitada hasta el m o m e n t o . El Comité Robbins ha establecido sus previsiones de matrícula a partir de estimaciones de la 'demanda social' —proyección del número de personas cualificadas deseosas de cursar estudios superiores— en vez de basarse en las necesidades futuras de personal altamente cualificado. Pero ha recomendado crear mecanismos de 'encuesta estadística continua' que permitan en un futuro tomar en consideración las necesidades de m a n o de obra en la fase de planificación de la enseñanza superior (Robbins C o m m i ttee, 1963, apéndice IV, parte II, pp. 70-74). Esta recomendación ha llevado a la creación de varios departamentos de investigación, uno de ellos establecido en 1964 en la London School of Economics. Denominado Higher Education Research Unit (Unidad de Investigación sobre la Enseñanza Superior), este departamento se halla dirigido por C . A . M o ser, nombrado después jefe del Central Statistical Office. Financiado por la U G C , el Department of Education and Science, el Social Science Research Council, la Fundación Ford y otras instituciones, este departamento lleva a cabo trabajos de investigación sobre m u y variados temas. Trabaja en íntimo contacto con el nuevo'Servicio de Planificación del D E S 17, creado en 1966 con la misión de 15. Declaración del profesor Kapitsa en respuesta a un cuestionario de la Asociación Internacional de Universidades, Cf. Henri J A N N E , L'université et les besoins de la société contemporaine, p . 53, París, Asociación Internacional de Universidades, 1970. (Cuaderno, n.° 10.) 16. University Grants Committee. 17. Department of Education and Science. 553 Henri Janne ocuparse de la enseñanza superior en general y aconsejar a los servicios del D E S encargados de la elaboración de políticas educativas sobre las distintas posibilidades de desarrollo. El Servicio de Planificación se esfuerza igualmente por reunir información relativa a las futuras necesidades de personal cualificado 18.» D e este texto se desprende que las universidades —a pesar de una autonomía funcional que n o se pone en tela de juicio— son aquí consideradas, desde este punto de vista fundamental, c o m o u n factor integrado, situado en el contexto de la sociedad considerada c o m o u n conjunto económico y cultural. Es evidente que la enseñanza universitaria se halla ligada al conjunto de la enseñanza superior considerada c o m o parte del sistem a educativo global. U n a vez m á s , la Universidad parece dejar de ser considerada c o m o una «torre de marfil», aislada en la sociedad y encargada de misiones cumplidas de forma autónoma. Polivalencia de formaciones. La Universidad «difusa» Si la Universidad debe de ahora en adelante acoger a adultos de todas las edades para readaptarles a actividades que la evolución de la técnica y de las ciencias han cambiado, si debe, en este sentido, ofrecerles nuevas oportunidades de promoción mediante estudios superiores, es necesario que su enseñanza resulte perfectamente adecuada a las necesidades reales de la vida social. Esto no significa que la enseñanza universitaria deba orientarse hacia la especialización estricta con una finalidad puramente utilitaria. E n realidad, el hombre capaz de renovar sus aptitudes, c o m o el futuro se encargará de demostrar, exige, en u n campo ampliamente definido, una capacidad teórica, científica y técnica que lejos de especializarle le hace polivalente, le capacita para dominar especializaciones sucesivas (en resumidas cuentas, 554 problemas sucesivos y diversos). Por consiguiente, la formación general, con todo lo que entraña de distanciamiento con respecto a la aplicación inmediata y concreta («utilitaria») se convierte en exigencia primordial. Resulta igualmente evidente que al mismo tiempo este utillaje intelectual de alto nivel dará lugar a ejercicios de aplicación diversificados. Si todo esto es cierto, ¿no resulta evidente que la Universidad será cada vez menos capaz, por razones materiales, de constituir en su seno los talleres, laboratorios, departamentos y unidades de aplicación concreta cuya gama es ilimitada y poco previsible? Tendrá que utilizar, por consiguiente, de forma sistemática, los recursos exteriores —instrumentales y humanos— apropiados, en cada caso concreto, a los ejercicios de aplicación y organizar servicios destinados a tal movilización. L a Universidad, en efecto, tendrá que recurrir a «enseñantes-especialistas» de gran valor técnico pero con dedicación parcial y temporal; su participación no podrá gozar de verdadero éxito más que allí donde ordenen profesionalmente la puesta en práctica de los sistemas instrumentales de producción o de investigación de los que son responsables. La Universidad será efectivamente «sin muros». Se hará «difusa» 19. Estas últimas reflexiones nos llevan hacia la conclusión de nuestro estudio. Insistimos, en primer lugar, en el hecho de que, si hem o s puesto de manifiesto los poderosos factores de cambio que pesan sobre la Universidad, no hemos podido, en el espacio limitado de u n artículo, tomar en consideración la totalidad de estos factores así c o m o tam18. Barbara B . B U R N , op. cit., pp. 72 y 73. 19. Esta concepción ha sido ampliamente desarrollada por Gastón Deurinck y su equipo internacional en la obra de próxima publicación en Elsevier (versión francesa) y Martinus Nijhoff (versión inglesa) bajo el título L'enseignement universitaire en Europe de l'an 2000 (Plan E u ropa 2000, Proyecto I, La Educación, de la Fundación Europea de la Cultura). La Universidad europea en la sociedad poco —en función de u n intento de coherencia— la totalidad de sus consecuencias. N o hemos podido demostrar, sobre todo, que las estructuras actuales de la Universidad se hallan superadas (organización en forma de facultades sobre la base de disciplinas) y que la pedagogía universitaria, basada de ahora en adelante en el principio de la autoformación asistida (individual y en grupos de dimensiones múltiples —según Bertrand Schwartz—) debería ser capaz de integrar los medios de comunicación de masas y las tecnologías nuevas de la educación. E n resumen, bajo la presión de los cambios científicos y técnicos que plantean en términos nuevos la respuesta a las necesidades de la sociedad y de los individuos, bajo la presión concomitante de una demanda social convertida en fenómeno de masas, bajo la presión, por último, de una opinión pública y política que pretende frenar drásticamente la velocidad de crecimiento de los presupuestos de la enseñanza superior y , al m i s m o tiempo, obtener una Universidad eficaz, rentable y productora de «servicios» para los hombres y para la sociedad, la Universidad ha entrado en una crisis de transformación. Si no logra superarla, cambiar en la m e dida necesaria, caería en uno de esos períodos de estancamiento que su larga historia ha vivido ya en dos ocasiones por lo menos. La Universidad medieval, tras una fase extraordinariamente brillante, sobrevivió c o m o una institución formalista y esclerotizada hasta el Renacimiento. E n el siglo xvni, la Universidad humanista que se había desarrollado desde el siglo xvi perdió su esencia y fueron las academias, fundadas en gran número, las que tomaron el relevo de la investigación científica, del pensamiento creador y de la difusión de ideas. Estas circunstancias debieran hacernos reflexionar... Si la Universidad logra superar con éxito su transformación necesaria, su misma na- turaleza tradicional quedará transformada. E n primer lugar, el tiempo de la Universidad no será ya ni la institución propia de una clase de edad (dieciocho a veinticinco años), ni el marco de una actividad a plena dedicación, porque en principio el estudiante asumirá u n trabajo profesional normal; será el tiempo de la educación recurrente. E n segundo lugar, el espacio de la Universidad no será m a terialmente ni u n campus, ni en la ciudad, u n conjunto de edificios que constituyan lugares exclusivos de formación, ni u n centro de difusión de conocimientos por contactos directos in situ, ni una organización que implique la residencia local o la asiduidad permanente de los estudiantes; el lugar de formación será aquel en que se hallen los «recursos» instrumentales y humanos de formación: empresas, establecimientos públicos, organizaciones públicas y privadas, espacios naturales o culturales, difusión a través de los medios de comunicación de masas, contactos exteriores mediante terminales de ordenadores. Por último, el «cuerpo académico» de carácter profesional se convertiría, en su m a yoría, en u n cuerpo de especialistas de las distintas disciplinas ligadas no a la enseñanza, sino a su organización (movilización de los «recursos» humanos y materiales del exterior; m o d o s de contacto con los estudiantes dispersos, al inspirarse los estudios en la autoformación asistida, la orientación, así c o m o la «guía» y la interdisciplinariedad), y la mayoría de los enseñantes serían especialistas de dedicación parcial, que atenderían a los estudiantes fuera de la Universidad. E n resumen, la intraversión tradicional de la Universidad, ligada a u n sentimiento político de extraterritorialidad cultural de separación (la «torre de marfil») individualista, de libertad académica, cedería el puesto a la extraversión: la Universidad hará su entrada en el seno de la sociedad. Será «sin muros» y «difusa». L a sociedad estará en ella y ella estará en la sociedad. 555 Henri Janne Sin embargo, por implicada que pueda estar en la vida social, por «abierta» al m u n d o exterior que quiera mostrarse, la Universidad, en cuanto institución, deberá gozar de una amplia autonomía y de una autodeterminación marcada, ya que es la condición misma 556 de su capacidad de innovación y de creación, la condición sobre todo de su función crítica de las estructuras de la sociedad, capacidad y función m á s necesarias que nunca en u n m u n d o amenazado de superorganización y condicionamiento. A. N . Matveev La Universidad y la investigación Sin u n desarrollo satisfactorio de la investigación científica la Universidad moderna n o puede desempeñar con éxito las tareas que le corresponden: se trata ya de u n tópico que n o necesita comentarios. Sin embargo, existen otros muchos problemas que todavía no han recibido solución: ¿cuáles deben ser el carácter y los objetivos de la investigación científica universitaria?; ¿qué es lo que determina el orden de prioridades en materia de investigación?; ¿qué correlación existe entre la investigación universitaria y la investigación n o universitaria?; ¿cuáles son la organización y los m o d o s de financiación de la investigación?; ¿cómo ha de repartir el estamento docente su tiempo entre las actividades pedagógicas y las actividades científicas? Analicemos algunos de estos problemas basándonos en experiencias tanto de las universidades soviéticas c o m o de las universidades de Europa Oriental y Occidental. superior. Esta adaptación debe responder ante todo a las exigencias que a continuación se enumeran, consecuencias del proceso de revolución científica y técnica. E n primer lugar, ha cobrado una mayor importancia el aspecto creador de la actividad de los especialistas a todos los niveles. Esto significa que u n trabajo de concepción, e incluso de organización, implica que el especialista n o sólo sigue las actividades de investigación, sino que participa en ellas, y a un nivel cada vez m á s elevado. Y , lo que es m á s , la naturaleza m i s m a del trabajo de concepción, o de organización, cada vez se parece m á s a la investigación. Las universidades han concedido siempre una importancia fundamental al desarrollo de las capacidades creadoras. Por ello constituyen hoy una útil fuente de referencias para la reorganización en este sentido del trabajo de los demás centros de enseñanza superior. E n segundo lugar, los ritmos del progreso científico y técnico exigen que los especiaFactores que determinan listas de todos los campos tengan la posibiliel incremento del papel de la Universidad dad permanente de poner al día y perfeccioen la enseñanza superior nar sus conocimientos. E n este sentido, la La actual revolución científica y técnica exiformación de especialistas en los centros de ge una adaptación del sistema de enseñanza enseñanza superior n o mira tanto a inculcarles una cantidad determinada de conocimienA . N . Matveev (URSS) es profesor de la Facultad de Tísica de la Universidad del Estado de Moscú. tos c o m o a facilitarles los medios y la posiDe 1964 a 1969 desempeñó el cargo de Subdirector bilidad de aumentar y adaptar constantemente sus conocimientos en función de las neceGeneral de las Ciencias en la Unesco. 557 Perspectivas, vol. Ill, num. 4, invierno 1973. A. N. Matveev sidades del m o m e n t o . Este método de enseñanza ha constituido siempre la m á s valiosa originalidad de las mejores universidades. Es, por tanto, natural que estas últimas constituyan puntos de referencia indispensables para los demás centros de enseñanza superior que reorganizan sus actividades en el sentido indicado. E n tercer lugar, las ciencias puras desempeñan u n papel cada vez más importante en todos los campos del progreso científico y técnico. Por este motivo ocupan u n lugar cada vez m á s destacado en los centros de enseñanza superior. Y sólo se podrá elevar el nivel de la enseñanza de estas ciencias en la enseñanza superior con la ayuda de las universidades y a través .de ellas. Esta es una de las principales explicaciones del papel fundamental de las universidades en la enseñanza superior en el período de la revolución científica y técnica. E n cuarto lugar, la revolución científicotécnica implica la aparición y el rápido desarrollo de nuevas ramas del saber y de la técnica, en las que no existen especialistas. A b u n d a n los ejemplos de este tipo: energía atómica, cibernética, teoría de la información, cálculo electrónico, etc. La experiencia demuestra que estas nuevas ramas del saber y de la técnica no sólo han tenido su origen en las ciencias fundamentales, sino que han sido desarrolladas con mayor rapidez y éxito por especialistas dotados de una formación universitaria en ciencias fundamentales. N o cabe duda de que en el futuro se desarrollarán nuevas ramas del saber y de la técnica. Sin embargo, su desarrollo no se limitará a especialistas formados en la Universidad. D e m o d o que la formación de los especialistas de todas las ramas debe gozar de una calidad reservada hasta ahora a la enseñanza universitaria. Es evidente que las universidades están llamadas a desempeñar u n papel de primer orden en la transmisión de esta calidad al conjunto de la enseñanza superior. 558 E n quinto lugar, la revolución científica y técnica exige una aproximación interdisciplinar de todos los problemas técnico-científicos. Puede afirmarse sin lugar a dudas que no existe ningún campo científico y técnico, cualquiera que sea su importancia, que no implique una aproximación de este tipo. La aptitud para trabajar en estrecha colaboración con los especialistas de otras ramas para resolver un problema general es una cualidad importante del especialista de nuestros días. E n la actualidad es la Universidad la que aparentemente desarrolla mejor, aunque todavía dé forma insuficiente, este tipo de aptitud. Nunca insistiremos demasiado en el interés que la experiencia universitaria presenta en este sentido para el conjunto del sistema de enseñanza superior. Las universidades deben tanto desarrollar esta experiencia intramuros c o m o hacerla extensiva al conjunto de la enseñanza superior. Papel de la Investigación científica en la Universidad E n los niveles más elevados de la enseñanza universitaria, a cuyo término los especialistas reciben el grado de «candidato» en ciencias o su equivalente, es inconcebible separar la investigación científica de la enseñanza. A este nivel la enseñanza misma se realiza de hecho a través de la investigación y se asemeja a u n aprendizaje práctico. L a investigación es incluso lo fundamental en la actividad del estudiante. Gracias a ella el estudiante no sólo adquiere conocimientos de su especialidad, sino que llega a la esencia mism a del método científico. Estas actividades desarrollan las aptitudes creadoras del estudiante. Son precisamente estos dos rasgos de la enseñanza universitaria en sus niveles más elevados —comprensión de la esencia del m é todo científico y desarrollo de las aptitudes creadoras— los que constituyen las cualida- La Universidad y la investigación des esenciales de quienes la reciben. N o todos ellos se consagrarán a la investigación científica, ni falta que hace; pero estas cualidades resultarán igualmente preciosas para quienes no se hagan investigadores, incluso en el caso en que su campo de actividades, com o sucede a m e n u d o , se halle m u y alejado de la esfera reducida de la investigación científica en que adquirió tales cualidades. Es evidente que el nivel general de una Universidad se determina por la enseñanza que en ella se imparte en su nivel m á s elevado. Las consideraciones anteriores nos permiten, por consiguiente, afirmar que el nivel de una universidad se define en gran medida por el nivel de las investigaciones que en ella se realizan. Sin embargo, el papel de la investigación científica en la Universidad no se limita al lugar que ocupa en los ciclos superiores. L a enseñanza impartida en los ciclos menos elevados se ve igualmente condicionada en gran medida por el nivel de las investigaciones científicas. El profesor que se entrega de form a activa a la investigación comprende m e jor la necesidad de modificar el contenido y los métodos de la enseñanza en función de la evolución del nivel de desarrollo de las ciencias y de los imperativos de la producción. A d e m á s la investigación es la actividad que permite crear en la universidad una atmósfera de búsqueda creadora, el deseo de avanzar. L a participación activa en los trabajos científicos preserva el proceso de enseñanza universitaria del riesgo de estancamiento y constituye el motor gracias al cual el nivel y el contenido de la enseñanza progresan, admitido que éstos no pueden ser fijados en el marco propio de dicha enseñanza. Existe otro aspecto de la investigación científica en la Universidad que reviste una importancia práctica considerable. Se trata de las investigaciones efectuadas a petición de la industria, de la agricultura, de organizaciones culturales, científicas o de otro tipo, capaces de financiar investigaciones científicas. Las investigaciones de este tipo son importantes para las universidades en dos sentidos. E n primer lugar, porque garantizan la entrada de fondos complementarios que permiten aumentar y perfeccionar las instalaciones técnicas necesarias para la investigación. Este aspecto es m u y importante para las universidades, ya que en la mayoría de los casos disponen para sus trabajos de recursos inferiores a los que los laboratorios científicos pueden consagrar a trabajos semejantes. E n segundo lugar, estas investigaciones constituyen la segunda contribución importante de las universidades al progreso científico y técnico y al desarrollo socioeconómico del país, dando por sentado que la primera y m á s importante contribución es la formación de especialistas. Carácter d e la investigación científica en la Universidad La investigación científica se divide en investigación pura e investigación aplicada. La primera tiene por objeto ampliar los conocimientos científicos o descubrir nuevos campos de investigación, y no persigue ninguna finalidad práctica. L a segunda tiene por objeto ampliar los conocimientos científicos para alcanzar u n fin concreto. Otro tipo importante de actividad científica y técnica es el de los estudios de explotación, fundamentalmente la aplicación sistemática de los resultados de la investigación, pura o aplicada, a la elaboración de nuevos materiales, productos, procesos y métodos de producción, o al perfeccionamiento de los que ya existen, incluida la concepción de modelos y prototipos. ¿ Q u é tipo de investigación hay que desarrollar en la Universidad? Antes las universidades estaban ligadas a la investigación pu- 559 A. N. Matveev ra. H u b o una época en que poseían su m o nopolio. E n la actualidad la investigación pura se realiza también en institutos de investigación especializada, en laboratorios y en centros científicos. Las universidades no sólo han perdido el monopolio en este campo, sino que muchas veces ni siquiera se mantienen a la vanguardia. Esto se debe en parte a la aparición de la «gran ciencia», que exige equipos e instalaciones científicas m u y caros (aceleradores, grandes cámaras de burbujas con ordenadores, radiotelescopios, etc.). E s evidente que instalaciones de este tipo deben ser aprovechadas al m á x i m o . A tal fin se crean equipos científicos que se consagran fundamentalmente o exclusivamente a la investigación pura relacionada con la utilización de estas instalaciones. El volumen de participación de las universidades en dichos trabajos escapa en la mayoría de los casos al control de éstas. Y la mayoría de las veces desempeñan el papel de «pariente pobre». Sólo las universidades m á s importantes logran evitar tal situación. Por ejemplo, la Universidad del Estado de Moscú posee en D u b na su propio anexo, en el que se hallan instaladas dos de sus cátedras. Los titulares de estas cátedras y sus colaboradores son eminentes sabios de D u b n a , y garantizan una estrecha relación entre los trabajos de la Facultad de Física de Moscú y los del centro de D u b n a . U n a situación semejante existe en Serpujov y en Pakhra. Los investigadores de la Universidad de Moscú en otras especialidades mantienen estrechas relaciones de trabajo con los centros correspondientes. Por ejemplo, el Centro de Investigación Biológica de Puchkino colabora estrechamente con los investigadores de la Facultad de Biología de la Universidad, con la Facultad de M e cánica, la de Matemáticas y con otras varias. Los sabios de la Universidad de Moscú llevan a cabo importantes investigaciones científicas a petición de la industria. T o d o esto permite a las universidades más importantes, 560 c o m o la de Moscú, jugar u n papel fundamental en el desarrollo de la investigación. E n cuanto a las universidades menores, sobre todo las de más reciente creación, exigen m e didas especiales que les permitan desarrollar sus actividades de investigación. Es fundamental para el futuro de la investigación científica en el conjunto del país que las universidades tengan una participación lo bastante activa en la investigación. E n efecto, la investigación fundamental exige un espíritu innovador, audacia y ausencia de ideas preconcebidas, u n gran entusiasmo y una gran pasión, u n flujo constante de jóvenes energías. Desgraciadamente es difícil para los equipos científicos conservar todas estas cualidades durante m u c h o tiempo. Los equipos científicos, c o m o todo lo que existe, se hallan sometidos a la dialéctica del desarrollo: nacen, se desarrollan y declinan. E n este sentido las universidades se hallan en situación más favorable: su existencia se basa en la renovación de las generaciones, que es inagotable. Por este motivo las universidades deben constituir el elemento fundamental —si no el único— de una estructura de la investigación pura que permita el desarrollo rápido y continuo de ésta. E n julio de 1972 el Comité Central del P C U S y el Consejo de ministros de la U R S S estudiaron las medidas adecuadas para perfeccionar la enseñanza superior en la Unión Soviética. El decreto adoptado al respecto pone el acento en el desarrollo de las universidades. Afirma la necesidad de reforzar el papel de las universidades en el sistema de enseñanza superior en el país, de convertirlas en los principales centros de estudio y de metodología y de orientar sus esfuerzos hacia la intensificación de la investigación en el campo de las ciencias puras. Este decreto nos permite llegar a la conclusión de que una política educativa equivoca su rumbo cuando, en su carrera hacia resultados rápidos, no asegura a las universidades el papel que les corresponde en la es- La Universidad y la investigación tructura de la investigación pura. Se trata de una política de beneficios a corto plazo que, a largo plazo, sólo puede tener resultados nefastos. Conviene señalar que sólo podrá resolverse correctamente este problema a condición de considerar la investigación fundamental c o m o una inversión a largo plazo, uno de cuyos objetivos fundamentales consiste en transformar las capacidades intelectuales y físicas del hombre, capacidades de las que depende en último extremo el progreso de la Humanidad. E n todos los países desarrollados, la investigación aplicada ocupa una parte importante del volumen total de la investigación científica. C o n respecto a la investigación pura, su utilidad es más evidente y sus resultados se materializan más deprisa. Los créditos concedidos a la investigación aplicada son claramente superiores a los de la investigación pura. Por consiguiente, la actitud frente a la investigación aplicada es una cuestión m u y importante para las universidades. Para resolver correctamente tal problema hay que considerar los cambios manifestados en el transcurso de los últimos decenios en las relaciones entre estas dos formas de investigación. E n primer lugar, el éxito de la investigación científica y su eficaz participación en el progreso técnico, científico y socioeconómico han sido en gran medida posibles gracias a una estrecha interacción entre la investigación pura y la investigación aplicada; este estímulo de eficacia ha sido, por otra parte, mutuo: no sólo la investigación pura ha abierto nuevos campos de actividad a la investigación aplicada, sino que esta última ha abier- to a la investigación pura nuevas posibilidades. Por otra parte, la diferencia entre ambos tipos de investigación en lo que se refiere a las técnicas, la metodología o la aproximación a los problemas se difumina cada vez m á s . D e acuerdo con las circunstancias, las mism a s personas pueden entregarse con igual facilidad a la investigación pura que a la investigación aplicada, sin previa rehabilitación. Subrayamos una vez m á s que esta desaparición de diferencias entre el carácter de los trabajos de investigación pura y de investigación aplicada se debe fundamentalmente a los cambios en la naturaleza de la investigación aplicada antes mencionados. E n tal situación, la investigación aplicada puede m u y bien desempeñar el papel propio de la investigación universitaria. A nuestro entender, las universidades no deben, por consiguiente, renunciar a la investigación aplicada. M á s aún, en determinados casos están obligadas a entregarse a ella. Así ocurre fundamentalmente cuando los intereses del país exigen la aplicación rápida de conocimientos recién descubiertos y no existen todavía especialistas ni organización correspondiente a la nueva rama. E s importante, sin embargo, no desarrollar la investigación aplicada en la Universidad si no es con cierta prudencia. E s fundamental no comprometerse en trabajos de explotación. Por otra parte, es preciso elegir investigaciones aplicadas que coincidan en la mayor m e dida posible con las orientaciones dadas a la investigación pura. Si se observan estos dos imperativos, las actividades de investigación en la Universidad n o corren el riesgo de traicionar sus objetivos. 561 Karl-Heinz Wirzberger La tercera reforma de la enseñanza superior en la República Democrática Alemana Antes de describir, a través del ejemplo de la Universidad Humboldt de Berlín, esta gran transformación ampliamente preparada que está llamada a tener consecuencias perdurables y que quedará en la historia de nuestro sistema educativo c o m o la tercera reforma de la enseñanza superior, se impone una observación preliminar: c o m o las que la han precedido, esta reforma debe ser considerada no c o m o u n suceso aislado y circunscrito en el tiempo sino c o m o u n proceso íntimamente ligado a la evolución de nuestra sociedad. Todos los cambios introducidos en nuestro sistema de enseñanza superior han sido dictados por las necesidades de evolución m a terial y moral de nuestra sociedad socialista. Es en este aspecto particularmente significativo que las tareas emanadas de la evolución global de la sociedad hayan coincidido con los intereses y los objetivos de la ciencia, de sus instituciones y de los científicos mismos. Es también interesante destacar que los cambios introducidos desde 1945 en los establecimientos de enseñanza superior y en las universidades socialistas testimonian el espíritu fecundo e inventivo de todos los miembros de nuestras instituciones de enseñanza supe- Profesor Karl-Heinz Wirzberger (República Democrática Alemana). Miembro activo de la Academia de Ciencias de la República Democrática Alemana; rector de la Universidad Humboldt de Berlín. 562 Perspectivas, vol. Ill, n u m . 4 , invierno 1973. rior y que proceden de una aplicación lúcida y metódica de las concepciones fundadas sobre una unidad dialéctica entre la innovación y la salvaguardia de las tradiciones humanistas. La refundición que ha conocido nuestra enseñanza superior en el curso de los años sesenta sólo ha sido posible gracias a dos reformas anteriores. E n el curso de los primeros años posteriores a la caída del fascismo, que había dejado tras de sí u n sistema de enseñanza en u n estado de completa ruina material y moral, era necesario, ante todo, preparar la vía a la reapertura de las universidades dándoles una orientación antifascista y democrática y extirpar sistemáticamente del cuerpo de profesores la ideología fascista y los elementos que había contaminado. Era preciso dar importantes posibilidades de acción a las fuerzas democráticas existentes en la «intelligentsia» y poner, mediante los m e dios precisos, la actividad científica al servicio del progreso de la sociedad, a pesar de las graves dificultades económicas de la época. Era necesario para esto, no solamente quebrar el cuasi-monopolio de que se beneficiaba la burguesía en materia de educación, sino también introducir la teoría marxista-leninista en la vida científica de los establecimientos de enseñanza superior creando las primeras cátedras, a fin de que se convierta en la base científica de la obra de reconstrucción indispensable en todas las disciplinas, y más La tercera reforma de la enseñanza superior en la República Democrática Alemana particularmente en el campo de las ciencias sociales. Nuestras universidades, resucitadas de sus cenizas, se han convertido así en hogares del humanismo y de comprensión entre los pueblos; han abierto sus puertas a los hijos de obreros y campesinos. A partir de la fundación de la República Democrática Alemana y del paso a la fase de construcción del socialismo, las universidades se han encontrado, al principio de los años cincuenta, ante una tarea enteramente nueva que debían realizar si querían desempeñar un papel determinante en la formación de una nueva intelectualidad socialista. Los años cincuenta han restado así marcados por el establecimiento de u n vasto programa de transformación social de las universidades, que ha sido progresivamente aplicado en el marco del segundo plan de reforma. Este ha tenido c o m o efecto introducir el estudio de la teoría marxista-leninista en todos los cursos de enseñanza y de hacer de esta teoría el fundamento filosófico y metodológico de todo trabajo científico en materia de educación, de cultura y de investigación. Este período se ha caracterizado también por la elaboración de planes de estudios uniformes y obligatorios, que ponían fin a la pretendida libertad de elección de la Universidad burguesa y liberal, y que fijaban para las diversas categorías de estudios, orientaciones y programas que los estudiantes estaban obligados a seguir. Se organizó una enseñanza por correspondencia que daba a los cuadros experimentados de la clase obrera y del campesinado la posibilidad de adquirir cualificaciones sin tener que abandonar el trabajo. Finalmente, este período de los años cincuenta se ha caracterizado por una unión cada vez más estrecha entre los estudios y el trabajo científico, de un lado, y las exigencias de la acción práctica de otro, así c o m o por los esfuerzos sistemáticos que tienden a asegurar la construcción de nuestra sociedad sobre bases científicas lo m á s amplias posible. Durante este período, se han creado los primeros lazos de íntima cooperación entre la Universidad y los diversos sectores de la vida social. A fin de asegurar una orientación y una planificación uniformes y eficaces del trabajo científico, se ha tomado u n conjunto de medidas que tenían por objeto traducir en la realidad el principio del centralismo democrático, asegurando al m i s m o tiempo a las organizaciones sociales, especialmente a las organizaciones de estudiantes, el derecho de participar en las deliberaciones y de hacer oír su voz. El centralismo democrático garantiza la evolución unitaria de la sociedad socialista bajo la dirección del Partido de Trabajadores y del Estado socialista. Su aplicación a la enseñanza superior exige que u n gran número de hombres de ciencia y de estudiantes competentes y comprometidos, estén dispuestos a asumir una buena parte de las responsabilidades y que todos los m i e m bros de la Universidad tengan la voluntad de abordar los problemas en tiempo útil y de resolverlos en u n sentido conforme a los intereses del conjunto de la sociedad. Para comprender la etapa actual de la transformación de nuestras universidades y de nuestros establecimientos de enseñanza superior, hay que recordar que la República D e mocrática Alemana ha entrado en la fase de construcción de una sociedad socialista desarrollada a principios de los años sesenta. E n su sexto congreso, el Partido Socialista Unificado alemán decidió que convenía crear las bases de u n sistema de enseñanza unitario cuyos diversos niveles, desde el jardín de infancia hasta la Universidad, estuviesen coordinados entre sí y estrechamente unidos a la evolución del conjunto de la sociedad, especialmente de la economía nacional. E n el curso de largas y profundas discusiones que han durado más de dos años, las universidades se han comprometido a definir sus funciones y su lugar en este sistema unitario de enseñanza socialista y han comen- 563 Karl-Heinz Wirzberger zado a proceder, a partir de 1968, a u n cierto número de reformas de decisiva importancia. E n el origen de este proceso de transformación se encuentra la voluntad de realizar plenamente en nuestra sociedad socialista la unidad de la enseñanza y de la investigación, de la formación y de la educación, de la teoría y de la práctica, tal c o m o la concebían los padres espirituales de la Universidad H u m boldt. Se trata, esencialmente, de elevar sensiblemente el nivel y la eficacia de nuestro trabajo científico en materia de enseñanza, de educación y de investigación, de acercar la Universidad a la sociedad y a la vida práctica, partiendo de u n análisis exacto de las necesidades y, por fin, de reforzar ante todo la cooperación y la integración científica con la Unión Soviética y las instituciones de enseñanza superior de otros Estados socialistas. D a d o que la razón de ser de la Universidad es sin lugar a dudas su misión formadora y educativa, el objetivo fundamental de esta reforma era mejorar considerablemente la calidad de la formación y de la educación, de satisfacer y de estimular de una manera duradera la necesidad de rigor científico y de familiarizar m á s a los estudiantes con la ciencia, particularmente con los principales problemas de la investigación y con las exigencias de la vida. Esto implicaba la elaboración de conceptos nuevos en materia de formación y el establecimiento de nuevos planes de estudio que confiriesen un carácter obligatorio a las innovaciones adoptadas en lo que respecta al contenido y los métodos de enseñanza, pero conservando la ligereza indispensable durante un período de prueba. La meta buscada era poner en pie u n sistem a de formación duradero que reflejara el último estado de los conocimientos científicos: a este efecto, nos comprometimos a aprovechar el ejemplo de todos los que contribuyen al progreso del m u n d o y de la ciencia, y particularmente la rica experiencia de 564 nuestra compañera soviética. A fin de que la formación científica dada en las universidades sea tan sólida, eficaz y duradera c o m o sea posible, se han acentuado los aspectos metodológicos de la ciencia, y sobre el estudio de la base científica de las diversas disciplinas. H e m o s atendido a que la enseñanza esté cada vez m á s centrada en la investigación a medida que progresan los estudios. Era necesario para esto introducir a los estudiantes en el proceso de la adquisición del saber (incluso si su iniciativa era al principio bastante limitada). Se les han confiado, pues, tareas científicas cada vez más complejas que han desempeñado con éxito. H a n realizado tan bien sus pruebas que se ha podido, después de cierto tiempo, agregarles a actividades m u y próximas a la investigación, generalmente en el seno de un equipo que comprende científicos experimentados. E n lo que se refiere a la investigación, que es el soporte y el fundamento de la enseñanza, era necesario favorecer resueltamente el desarrollo de la investigación fundamental, que reviste una gran importancia para la elaboración de la política de enseñanza, y establecer un equilibrio armonioso entre la investigación fundamental y la investigación aplicada. Este equilibrio era indispensable para permitir a los estudiantes, gracias a la investigación y a la enseñanza, familiarizarse con la realidad económica y social durante sus estudios para hacerles tomar conciencia bastante pronto de los problemas planteados por la explotación de los resultados científicos y para llevarlos así sistemáticamente a acercar sus conocimientos a la vida real. U n o de los medios de realizar estos objetivos consistía en ligar una gran parte de la investigación con contratos suscritos con organismos exteriores, ya que el desarrollo de la investigación fundamental ha estado al mismo tiempo asegurado por créditos concedidos por estos organismos o por el Estado. La tercera reforma de la enseñanza superior en la República Democrática Alemana El deseo de u n conocimiento profundo de la situación y de los problemas prácticos es, sin dudar, una de las características esenciales de las nuevas concepciones en materia de formación: N o s hemos esforzado siempre en no dar a la palabra «práctico» u n sentido demasiado estricto. Era necesario poner la enseñanza superior directamente al servicio de la sociedad cuidando de que el cuerpo de profesores tenga u n conocimiento profundo de los problemas prácticos que se plantean, eligiendo los temas de estudio que interesan a la práctica social, acentuando sobre la explotación de los resultados científicos y haciendo obligatoria su aplicación a los problemas concretos de la sociedad. C o n este mismo espíritu, se ha concedido una gran atención a la organización de los diversos cursillos prácticos previstos en el plan de estudio. Cooperamos también estrechamente con las academias de la República Democrática Alemana, particularmente con la Academia de Ciencias, en la que una parte de las instalaciones están situadas en las proximidades de la Universidad de nuestra capital, cuyos miembros están desde hace tiempo asociados a los trabajos de esta Universidad. Esta cooperación entre academias y universidades se ha reforzado durante los últimos años, lo que, no solamente ha influido favorablemente sobre la formación y el perfeccionamiento de nuestros jóvenes científicos y sobre la realización en c o m ú n de proyectos de investigación, síno que también contribuye en gran medida al estrechamiento de nuestros lazos con la comunidad científica internacional. Nuestras relaciones científicas, cada vez más estrechas con los establecimientos de enseñanza superior de los países socialistas, en particular de la Unión Soviética, son u n elemento importante de los esfuerzos que desplegamos para mejorar el trabajo científico y aumentar su eficacia. A d e m á s del intercambio de profesores, extremadamente fecundo para las dos partes, la posibilidad que tenem o s de enviar jóvenes científicos a seguir cursos de estudio y de formación de larga duración, por ejemplo en la U R S S , tiene para nosotros u n gran interés, de la misma manera que la cooperación y la división del trabajo en la elaboración de los proyectos de investigación, la puesta a punto en c o m ú n de publicaciones científicas o la preparación y organización en c o m ú n de reuniones y de manifestaciones científicas. Las relaciones que se han establecido entre los órganos directivos del Estado, el cuerpo de profesores y los estudiantes constituyen una característica fundamental del proceso de reforma emprendido a lo largo de los últimos años e ilustran bien el tipo socialista de relaciones cuya instauración ha permitido a los principios democráticos afirmarse en el seno de la Universidad. Se trata, esencialmente, de permitir asumir a los estudiantes sus propias responsabilidades en la organización del proceso de educación y de formación y de participar, gracias a sus competencias y a la confianza de sus camaradas, en la dirección, en la planificación y en la organización del trabajo científico. Para demostrar el éxito de los esfuerzos desplegados en este sentido, es suficiente recordar que los estudiantes están representados por la «Freie Deutsche Jugend» (que representa a los estudiantes a todos los niveles) en los órganos de deliberación colectiva (consejo de sección, consejo científico, consejo social). La Universidad Humboldt englobaba tradicionalmente nueve facultades de las que dependían m á s de 200 institutos que eran a m e n u d o m u y pequeños y que trabajaban de forma dispersa. N o obstante, para que la Universidad pudiese desempeñar sus nuevas tareas de-enseñanza, hacía falta que fuese dividida en unidades que agrupasen u n mayor número de profesores y de estudiantes, de obreros y de empleados, capaces así de realizar un trabajo colectivo eficaz. Nacidas del 565 Karl-Heinz Wirzberger reagrupamiento de institutos idénticos o interdependientes, las secciones son en adelante la trabazón esencial de la Universidad, pues están adecuadas a las nuevas normas de trabajo científico, a la dinámica de la evolución científica y a la necesidad de relacionar la ciencia a la vida práctica. L a educación, la formación, el perfeccionamiento y la investigación coexisten en estas secciones. H a y u n director a la cabeza de cada sección; asistido en sus funciones por dos adjuntos de los que u n o es responsable de los asuntos de educación y de formación, y el otro encargado m á s particularmente de dirigir la planificación y de controlar las tareas de investigación. El director de la sección, responsable en nombre del principio de la dirección individual, tiene a su lado u n órgano de deliberación colectiva: el consejo de sección. Se estudian en él los proyectos de planes de estudio y programas y los informes sobre los resultados de la educación, de la formación, de la investigación y del perfeccionamiento en las diversas disciplinas. E s también en el seno de este órgano donde se discuten las proposiciones referentes a la creación de cátedras y de puestos docentes, el nombramiento de profesores y todos los dem á s problemas relacionados con la competencia científica de la sección. La mayor parte de estos problemas son a continuación objeto de deliberaciones en alguna de las facultades del consejo científico de la Universidad o en el senado o el consejo científico reunido en sesión plenaria. Cada sección está dividida en diversas ramas, cada una de las cuales está organizada en función de las exigencias del campo científico considerado. Los profesores y los encargados de curso, así c o m o los colaboradores científicos y los cuadros técnicos que trabajan en los campos científicos considerados están agregados a estas diversas ramas. Es el principio de la dirección individual él que determina las condiciones en las que 566 el Estado ejerce su autoridad sobre la Universidad Humboldt, c o m o sobre todas las demás universidades y establecimientos de enseñanza superior. Este principio está fundado en la experiencia de las actividades científicas realizadas en el marco de la economía nacional de la República Democrática Alemana, y es una de las características esenciales de la democracia socialista. Es el rector el que detenta la autoridad que se deriva del principio de la dirección individual. Decide los problemas de principio y las cuestiones de detalle importantes, que deben estar reguladas a escala central, pero utiliza para hacerlo todas las posibilidades de deliberación colectiva. E n el curso del proceso que desemboca en la toma de decisión, se apoya en diversos órganos consultivos, particularmente el Consejo Social (Gesellschaftlicher Rat) que se compone en una mitad de personalidades que ejercen funciones fuera de la Universidad y de miembros de la Universidad, y en otra mitad del Consejo Científico [Wissenschaftlicher Rat), que está dividido en cuatro facultades (ciencias sociales, matemáticas y ciencias físicas, ciencias de la vida y medicina). Por otra parte, el Consejo de la Universidad {Konzil), que es el órgano representativo de todas las categorías de personas empleadas por la Universidad, desempeña u n papel consultivo y el rector debe presentarle una vez por año un informe de actividades concernientes a los problemas de principio que se planteen sobre el campo de la enseñanza, de la educación y la investigación. El rector además, tiene la posibilidad de consultar sobre los puntos importantes, por un lado a los directores de sección y por otro a los vicerrectores y directores de las diversas direcciones (colegio). Puede también decidir los problemas importantes apoyándose en el profundo conocimiento de los expedientes y después de múltiples consultas d e m o cráticas. Para asistirle en sus tareas de di- La tercera reforma de la enseñanza superior en la República Democrática Alemana Consejo social Facultad de Ciencias Sociales Facultad de Matemáticas y de Ciencias Físicas Senado Facultad de Ciencias de la Vida RECTOR Despacho del rector Facultad de Medicina Vicerrector para las ciencias sociales Director déla educación Y de la formación Director de los programas de perfeccionamiento Vicerrector pa el desarrollo científico Primer vicerrector Director déla investigación Director déla planificación y de la economía Director del encuadramiento y de la clasificación del personal Director délas relaciones internacionales Asambleas plenanas de las secciones Consejos de sección Secciones Marxismo-leninismo Estudios jurídicos Lenguas extranjeras Criminología Estudios relativos a los deportes Ciencias económicas Matemáticas Teoría y organización económicas Física Pedagogía Química Pedagogía de la readaptación y ciencia de la comunicación -I Filología. Estudios germánicos Biología Geografía Estética y estudios artísticos Producción animal Y estudias veterinarios Ciencias de Asia Economía Y técnicas alimentarias Electrónica I Jardinería Producción vegetal Psicología Teología Filosofía marxista- leninista Biblioteca de economía e información científica Museo de Historia Natural Biblioteca universitaria Unidad central de organización y de contabilidad FIG. 1. Estructura de la Universidad Humboldt de Berlín. Secciones Director de la cultura y de la información Karl-Heinz Wirzberger rección de la Universidad, el rector tiene junto a sí tres vicerrectores que pueden suplirle en ciertas funciones: el primer vicerrector, que es el primer suplente del rector, el vicerrector para las ciencias sociales y el vicerrector para el desarrollo científico. El primer vicerrector es el representante permanente del rector. Esta división del trabajo entre el rector y el primer vicerrector ha sido establecida a fin de tener en cuenta las condiciones particulares de la Universidad H u m boldt de Berlín. El vicerrector para las ciencias sociales ayuda al rector en sus tareas de dirección concernientes a la mejora del nivel teórico y de la eficacia del estudio de los principios del marxismo-leninismo, el desarrollo de las ciencias sociales y la organización de cursos superiores de marxismo-leninismo destinados a los profesores. El vicerrector para el desarrollo científico asiste al rector en la dirección y la coordinación del desarrollo científico y de los trabajos del consejo científico. L e ayuda a establecer y a reforzar la cooperación con los diversos sectores de la sociedad y con las restantes instituciones científicas. Siete direcciones, concebidas y organizadas c o m o unidades funcionales, ayudan al rector a preparar las decisiones y a asegurar y vigilar la ejecución, así c o m o a desempeñar el trabajo regular de análisis y de concepción que le incumben en ciertos campos. Cada una de estas direcciones está encargada de uno de los campos siguientes: educación y formación; perfeccionamiento; investigación; planificación y economía; encuadramiento. y clasificación del personal; relaciones internacionales; actividades culturales e información. La estructura de la Universidad Humboldt de Berlín puede ser, por tanto, esquemáticamente, la indicada en la figura 1 de la página anterior. Es posible constatar que los principios de dirección y la estructura de la Universidad han hecho sus pruebas tanto en el escalón 568 más elevado c o m o en el de las secciones. Gracias sobre todo a la cooperación democrática de todos los miembros de la Universidad, particularmente de los estudiantes, así c o m o a la participación y a los consejos de especialistas, comprometidos en la acción concreta, la orientación y la planificación de las tareas científicas en la Universidad han mejorado. A este respecto, el clima de cooperación y de confianza que existe entre los funcionarios responsables de la dirección de la Universidad y las direcciones de las organizaciones de m a sas democráticas, particularmente del «Freie Deutsche Gewerkschaftsbund» (Unión de Sindicatos Alemanes Libres), y de la «Freie Deutsche Jugend» (Juventud Alemana Libre), ofrece a la Universidad una base sólida para el cumplimiento de sus tareas. Así, bajo la dirección del Partido de Trabajadores, la Universidad Humboldt de Berlín se ha convertido en un establecimiento de enseñanza superior socialista: de conformidad con las decisiones adoptadas en 1971 por el Partido Socialista Unificado de Alemania en su octavo congreso, las tareas de este establecimiento de enseñanza superior socialista consisten en asegurar u n alto nivel teórico de enseñanza, en unir con más eficacia aún una formación general de nivel elevado y la educación política de los estudiantes, en estimular los trabajos teóricos y el desarrollo de la investigación fundamental, y, en fin, en asegurar la puesta en marcha y el empleo racional y eficaz de los medios m a teriales y financieros disponibles. Se trata, desde ahora, de concentrar todos los esfuerzos sobre la mejora de la calidad de la enseñanza, de la educación y de la investigación, y de explotar plenamente las posibilidades ofrecidas por la puesta en marcha de las reformas. H a y que aprovechar también la experiencia y los conocimientos adquiridos hasta ahora para precisar y modificar, en función de las necesidades, los reglamentos y medidas anteriormente adoptadas. Para nos- La tercera reforma de la enseñanza superior en la República Democrática Alemana otros, uno de los grandes méritos de la tercera reforma de la enseñanza superior es haber establecido fórmulas bastante flexibles para poder ser modificadas en función de la evolución de la realidad. M a ñ a n a c o m o hoy, nuestra acción continuará siendo dictada por el conocimiento de las importantes responsabilidades que nos incumben, por la voluntad de ayudar a nuestra sociedad so- cialista desarrollada a llevar a buen término su misión principal y por el deseo que tenem o s de contribuir así a mejorar más el nivel de vida material y cultural del pueblo, gracias al rápido desarrollo de la producción socialista, a la mejora de la eficacia en todos los campos, al progreso científico y técnico y al crecimiento de la productividad del trabajo. 569 Heinz Draheim La «Gesamthochschule»: un modelo de movilidad «La enseñanza secundaria generalizada arrastra consigo una demanda de enseñanza superior generalizada. L o que era un privilegio en el pasado, está considerado hoy como una obligación que la sociedad debe cumplir 1 .» E n la República Federal Alemana se ha hecho una gran publicidad a lo que se ha dado en llamar «estado de urgencia de la educación» (Bildungsnotstand), resultado de la tendencia mundial al aumento del número de los estudiantes y al crecimiento espectacular del número de chicos y chicas que aprueban los exámenes escolares que les dan acceso a la Universidad. A causa de esta evolución, «es necesario darse cuenta de que estos problemas cuantitativos cambian la calidad misma de las situaciones, estructuras, contenidos y métodos» 2 . Incluso si se puede intentar resolver los problemas construyendo universidades nuevas y más amplias y contratando profesores y un personal más numeroso, necesariamente hay que darse cuenta de que es el momento proHeinz Draheim (República Federal Alemana). Profesor de geodesia y, desde 1968, rector de la Universidad de Karlsruhe, miembro del Consejo Científico de la República Federal Alemana. Presidente de la Comisión Regional para la Gesamthochschule (Universidad polivalente) de Karlsruhe-Pforzheim. Miembro del Grupo de estudios para la diversificación de la enseñanza terciaria del Consejo de Europa. 570 Perspectivas, vol. Ill, n u m . 4, invierno 1973. picio para una reforma profunda de la enseñanza superior. C o m o dice James R . Killian Jr.3: « U n a de las principales dificultades con las que chocan los establecimientos de enseñanza es la de llegar a realizar una reforma fundamental, incluso cuando claramente parece necesario. C o n demasiada frecuencia, debemos conformarnos con innovaciones m u y pequeñas en los programas de enseñanza, allí donde se hubiesen podido aportar modificaciones mayores.» Estas transformaciones mayores son hoy posibles. Encontramos la declaración siguiente en una publicación de la Unesco y de la A I U 4 : « H o y la expansión de la enseñanza superior ya no es solamente la adición de un cierto número de estudiantes a un sistema que permanece fundamentalmente igual... U n a de 1. Lord A N N A N , «The distinctive role of the university in structure of higher education», Conferencia permanente de rectores y vicecancilleres de las universidades europeas (CRE), Viena, 1970. 2. H . J A N N E . Informe de la quinta conferencia general de la Asociación Internacional de Universidades (Montreal, 30 agosto-5 septiembre 1970), pág. 156, París 1971. 3. «Creative renewal in a time of crisis», Massachusetts Institute of Technology, 1970. 4 . Art d'enseigner et art d'apprendre. Introduction aux méthodes et matériels nouveaux utilisés dans l'enseignement supérieur, pp. 14 y 16, Paris, Unesco-AIU, 1970. La 'Gesamthochschule»: un modelo de movilidad las ocupaciones más importantes de las autoridades gubernativas durante el próximo decenio será asegurar la integración cada vez más avanzada de todos los elementos del sector postsecundario... Los ministros de educación de cierto número de países comienzan a darse cuenta de que el despliegue de la educación de masas podría m u y bien imponer esquemas de organización radicalmente nuevos y —no sería ésta ciertamente la innovación menor— acarrear la desaparición de las distinciones tradicionalmente establecidas entre las universidades y los restantes tipos de instituciones.» E n la República Federal Alemana, donde la tendencia de evolución aparece m á s claramente es en la concepción de la Gesamthochschule (Universidad polivalente); se trata de una tentativa para encontrar una solución a «una de las tareas m á s importantes», que es la necesidad de «transformaciones radicales» y, si alcanza el éxito, llevará a «esquemas de organización radicalmente nuevos». ¿Qué es lo que no marcha en la Universidad actual? E n su informe para el Congreso de la A I U en Montreal 5 , el profesor Henri Janne describe a la Universidad alemana c o m o «una comunidad de investigadores, dedicada a la investigación de la verdad y creando por m e dio de esa misma actividad la única pedagogía apta para formar una «élite». La unidad de la investigación y la enseñanza constituye, en efecto, la clave de esta concepción», lo que implica c o m o principio de organización la libertad académica. Claro está, esta definición da cuenta del aspecto más importante de las universidades alemanas, pero no proporciona una imagen completa, pues — c o m o pone de manifiesto Heckhausen 6 — «la universidad alemana tradicional jamás ha estado exclusivamente diri- gida a la formación de futuros investigadores; se ha consagrado también —y en sus orígenes sobre todo— a la formación de futuros docentes, eclesiásticos, juristas y médicos. Es asombroso que la antinomia entre la formación científica general y la formación profesional haya estado encubierta durante tan largo tiempo». Actualmente, ya no es posible atrincherarse tras fórmulas idealistas frente a la afluencia cada vez más rápida de estudiantes en búsqueda de u n pasaporte que les abra los empleos de ingresos y status elevados. Según la fórmula de lord A n n a n , provost del Colegio Universitario de Londres, «no tenemos ya el derecho de afirmar que la Universidad se confunde con el colegio de profesores y sus ayudantes; que si bien son bienvenidos los estudiantes que quieren escuchar convenientemente a los profesores, estos últimos no tienen ninguna otra obligación hacia sus estudiantes; y que de hecho su única obligación es dar cursos sobre los temas que les interesan» 7 . Es cierto que el equilibrio que se expresa por medio del principio simplista «la unidad de la enseñanza y de la investigación» en la Universidad está ya seriamente resquebrajado y que «la asociación de la enseñanza y de la investigación», incluso en sus fórmulas m á s modestas, se halla en peligro. E n la reunión de Montreal, el presidente de la A I U , doctor Constantine K . Zurayk, ha lanzado una seria advertencia contra una adaptación demasiado estrecha a las demandas inmediatas, pues «no serviría a los fines reales de la sociedad ni de la Universidad —incluso podría contrariarlos— si no intenta preservar la razón fundamental de la Universi- 5. L'université et les besoins de la société contemporaine, p . 7, Paris, 1970. (Cahiers de l'AIU, 10.) 6. Problèmes d'intégration des enseignements supérieurs. Etude de cas internationale sur la Gesamthoschscbule, p . 41, Paris, 1973. (Cahiers de l'AIU, 11.) 7. Lord A N N A N : Obra citada. 571 Heinz Drahelm dad, que es cultivar la razón y dedicarse obstinadamente a encarnarla y representarla» 8. Si se quieren preservar los aspectos positivos de la concepción clásica de la Universidad en Alemania, no sólo para las «élites» del porvenir, sino también para el número creciente de los docentes y estudiantes de hoy, es necesario crear u n nuevo sistema de enseñanza postsecundaria. N o existe una solución simple y única a los problemas actuales que pueda aplicarse a las universidades de todo el m u n d o , ni incluso a las de todos los países europeos que se encuentran en situación análoga. La transferencia más o menos forzada de numerosos estudiantes a establecimientos postsecundarios distintos de los de su elección no es una solución, ni tampoco la eventual reconstrucción de la «torre de marfil», por otro lado m u y mal vista, en la que una «comunidad de profesores y estudiantes reunidos al azar» intenta adaptarse a u n ideal que data del siglo pasado. C o m o pone de manifiesto el profesor Janne 9 «las universidades de nuestro tiempo están más o menos sometidas, según sus condiciones propias, a tensiones contradictorias... La Universidad tiende a integrarse en el sistema educativo general, pero, al m i s m o tiempo, busca u n desarrollo autónomo. E n términos institucionales la tensión se plantea entre el control público y la autonomía. E n términos pedagógicos, entre la libertad académica y la enseñanza socialmente integrada». La Universidad tiende a acoger a todos los que por su edad le conciernen, pero se dedica también a la formación de una «élite»... Para la admisión, los dos polos son la libertad de acceso o el numerus clausus. E s la oposición entre la cantidad y la calidad. Para la gestión interna, los dos polos son la democracia y la tecnocracia. Tratándose de la formación profesional, son la especialización contra la polivalencia. D o s funciones luchan por la preponderancia: la enseñanza y la investigación científica. D o s finalidades se 572 oponen y se complementan a u n m i s m o tiempo: el humanismo universal y el desarrollo económico; la cultura general desinteresada y la formación pragmática ordenada a una profesión. D o s grupos de valores determinan una acción ambivalente: las más elevadas tradiciones y las miras más «futuristas» del progreso. Finalmente, la Universidad es concebida simultáneamente c o m o puesta al servicio de la sociedad así c o m o de su cultura, y c o m o ejercitadora de una función crítica. Pero todas estas polarizaciones pueden y deben dar lugar a síntesis que venzan las contradicciones y superen la ambigüedad de la institución. La Gesamthochschule debe ser una tentativa para superar estas polarizaciones y llegar a una síntesis aceptable. Pero será necesario actuar con prudencia para evitar que no llegue a ser u n mal compromiso, tan nefasto para los valores y los deseos de la Universidad c o m o para el resto de los establecimientos del tercer grado. Universidades clásicas y universidades técnicas Mientras que las universidades clásicas tienen tendencia a abandonar su papel docente, las universidades técnicas encuentran menos dificultades para desempeñar este aspecto de sus funciones. E n Alemania, los establecimientos de nivel superior de vocación única o principalmente técnica tienen el m i s m o status y los mismos derechos que las otras universidades. N o hay ni reglamentación ni financiación especiales para estos establecimientos cuyos rectores, docentes y estudiantes for8. Informe de la quinta conferencia general de la Asociación Internacional de Universidades (Montreal, 30 agosto-5 septiembre), pp. 72 y 73, París 1971. 9. L'université et les besoins de la société contemporaine, p. 77, Paris, 1970. (Cahiers de l'AIU, 10.) La «Gesamthochschule»: un modelo de movilidad m a n parte de las mismas organizaciones que los de las demás universidades. Para evitar el error, unas technische Hochschulen han tomado el nombre de Universität, otras el de technische Universität. Esta situación es fruto de una larga lucha por el reconocimiento de pleno derecho. L a primera escuela politécnica con carácter universitario, actualmente Universität Karlsruhe, fue fundada en 1825 sobre el modelo de la Escuela Politécnica de París. La evolución hacia la situación actual fue facilitada por el hecho de que las universidades técnicas no han estado jamás completamente desligadas de disciplinas distintas a las técnicas; de las artes, por ejemplo, y aún más de las ciencias exactas y naturales. Para aclarar este punto, se puede señalar, por ejemplo, que fue en la Technische Hochschule de Karlsruhe donde se creó la primera cátedra de Historia del Arte del país, que Schnabel era profesor de una technische Hochschule cuando escribió su famosa «Historia de Alemania» y que el célebre físico Heinrich Hertz descubrió allí las ondas electromagnéticas. Actualmente, ciertas technische Hochschulen poseen facultades de pleno derecho de disciplinas clásicas, la medicina por ejemplo. Por otro lado, las universidades clásicas han integrado las disciplinas técnicas, y se han fundado nuevas universidades cuya enseñanza cubre el conjunto de las ciencias exactas y naturales y técnicas y disciplinas literarias, sin aspirar a la universalidad. Por esto, en este documento, la noción de «universidad» engloba a las technische Hochschulen y a las technische Universitäten, así como a un reducido número de escuelas de medicina. Este término corresponde aquí a un cierto nivel científico y n o a una combinación determinada de disciplinas. E n Alemania, la Universidad presenta características estrictamente uniformes, lo que no es necesariamente una ventaja y no permite el desarrollo de todas las capacidades de los estudiantes. Los otros establecimientos del tercer grado E n 1969, había en la República Federal de Alemania 43 establecimientos de nivel universitario que reunían a más de 300.000 estudiantes (60 por 100 del número total de estudiantes). Aproximadamente 170.000 de éstos se encontraban repartidos en cerca de 325 establecimientos de enseñanza postsecundaria; por ejemplo, las escuelas normales o escuelas de ingenieros, de comercio, de formación de trabajadores sociales, de arte, de música, de teología, etc. Dentro de este grupo, los establecimientos m á s importantes son los siguientes: Las pädagogische Hochschulen (establecimientos de formación pedagógica o escuelas normales), para la formación de maestros. Para entrar en ellas, los estudiantes deben lograr el certificado de fin de estudios secundarios del segundo ciclo (Abitur), es decir, que las condiciones de entrada son las mismas que para la Universidad. E n 1969 había cerca de 5 0 establecimientos de este tipo, con el 13 por 100 del total de los estudiantes. M u y recientemente en algunos de los Länder (Estados de la República Federal), las distintas escuelas han sido reagrupadas para formar una pädagogische Hochschule única para el Estado. E n otros casos, han sido integradas en una universidad en las que forman una facultad especial. Las Ingenieurschulen (escuelas de ingenieros), que aceptan alumnos después de diez años de escolaridad al final del primer ciclo de la enseñanza secundaria, o a nivel de la primaria, cuando han tenido una cierta experiencia profesional. U n a pequeña parte de los alumnos poseen el Abitur. Después de tres años de arduos estudios, reciben el título de graduierter Ingenieur (ingeniero titulado). E n 1969 existían 126 escuelas de 573 Heinz Drahelm este tipo, que contaban con el 15 por 100 del total de los estudiantes. Ante el descontento que se desarrollaba entre los titulados, los cuales se consideraban desfavorecidos respecto de los ingenieros de los restantes países del Mercado C o m ú n , se promulgó entonces una ley para elevar estas Ingenieurschulen al estatuto de Fachhochschulen (escuelas técnicas superiores). Su acceso está ahora limitado a los alumnos que hayan cursado doce años de escolaridad. Es necesario subrayar que, en todos los establecimientos del tercer grado, la evolución se realiza en el sentido de una elevación continua que los acerca al estatuto de la Universidad. La movilidad necesaria Mientras que la enseñanza secundaria no producía la masa actual de candidatos a la enseñanza superior, los diferentes establecimientos postsecundarios parecían ofrecer un n ú m e ro de posibilidades suficientes para responder a las aspiraciones de los estudiantes, y para atender de forma relativamente satisfactoria a las necesidades de todos los campos profesionales. Pero desde hace ya m u c h o tiempo se criticaba la estricta separación y aislamiento de los establecimientos mencionados antes y de otras categorías de escuelas. Esta situación, combinada con la organización extremadamente estricta y formal de las carreras en Alemania y con u n sistema excesivo de privilegios, daba al conjunto de la estructura de la educación alemana el carácter de una serie de vías de sentido único, sin dejar a los estudiantes ninguna posibilidad de rectificar una mala orientación inicial de sus estudios o de adaptarse a cambios económicos o personales. E n la práctica, la movilidad de los estudiantes se limitaba a los casos siguientes: 574 1. Los estudiantes universitarios tienen la posibilidad de cambiar libremente de Universidad, y de hecho lo hacen a m e n u d o . Incluso para los que frecuentan las facultades técnicas cuyos programas son m u y rígidos y m u y específicos, es posible cambiar de sección sin demasiada pérdida de tiempo. Pero es m á s difícil cambiar de disciplina. E n algunas disciplinas, los estudiantes deben pasar a lo largo de sus estudios exámenes parciales intermedios, antes de ser admitidos al examen final. Estos parciales cuentan para el examen final, pero n o tienen ningún valor por sí mismos. 2 . Giran número de estudiantes de Universidad que quieren llegar a ser profesores de la secundaria pasan un curso de estudios en una Escuela Normal. Aunque la duración de los cursos de la Escuela Normal sea más corta que la de la Universidad, la mayor parte de los estudiantes que pasan de la una a la otra n o consiguen reducir la duración de sus estudios. Y n o existe transferencia en sentido contrario. 3. Los alumnos que han aprobado brillantemente el examen de una Escuela de Ingenieros pueden inscribirse en una Universidad Técnica, aunque n o posean el Abitur. E n general son buenos e incluso excelentes estudiantes. Pero, en la mayoría de los casos, sus estudios universitarios eran tan largos como los de los estudiantes admitidos directamente a su salida de la escuela secundaria. N o existe prácticamente ninguna transferencia en sentido contrario. Todos estos problemas no han sido resueltos con las nuevas condiciones de entrada en las Fachhochschulen. L a nueva reglamentación que concede a todos los titulados el derecho a ingresar en la Universidad y algunas veces a acceder directamente al tercer año del programa universitario ha desembocado simplemente en una afluencia de es- La «Gesamthochschule»: un modelo de movilidad tudiantes a las universidades y amenazado con vaciar las Fachhochschulen. El derecho a la enseñanza superior Pero todos los planes y todas Jas tentativas dirigidas a mejorar la movilidad entre las disciplinas y los establecimientos se han visto superados por la evolución general de la enseñanza, que ha desembocado en una concepción enteramente nueva de los estudios superiores. Después del éxito de las «campañas de propaganda para la education», las gentes han tomado conciencia de su «derecho a la educación» y del derecho a la «igualdad de oportunidades para todos». A d e m á s de la participación, esta toma de conciencia representa el segundo componente de la democratización de la enseñanza. D e hecho, el Tribunal Constitucional de la República Federal Alemana ha declarado recientemente, en el veredicto formulado sobre las restricciones de acceso a la enseñanza superior, que todos los que poseían las calificaciones necesarias tenían derecho a acceder a la enseñanza superior. Según el artículo 12 de la Constitución: «Todos los alemanes tienen el derecho a la libre elección de su profesión, del lugar de trabajo y del lugar de formación. L a práctica de una profesión puede ser objeto de una legislación.» El Tribunal ha estimado que los reglamentos que imponen u n numerus clausus estaban «en el límite de lo aceptable en el plano constitucional», y ha fijado las condiciones siguientes: deben ser agotadas al máximo todas las posibilidades de formación existentes; la elección de candidatos y su reparto en los diferentes establecimientos deben apoyarse sobre «criterios pertinentes»; es necesario conceder el m á x i m o de consideración a las preferencias individuales en cuanto al lugar de formación. Para conformarse a estas condiciones, los Länder han concluido desde entonces u n acuerdo sobre el acceso a la enseñanza superior. Se trata de incluir las reglas de acceso en una ley federal que defina los principios básicos de la enseñanza superior. Es evidente que con tal legislación la selección y el reparto de estudiantes en los diferentes establecimientos plantean problemas difíciles, pues habrá siempre controversias cuando sea necesario definir «criterios pertinentes». Se habla m u c h o de exámenes especiales que reemplazarían a los certificados de fin de estudios escolares; pero, si es necesario u n examen, nadie ha encontrado de qué clase deberá ser. ¡Se ha llegado a pensar en sacar la paja m á s corta! La incertidumbre es similar en lo tocante a las necesidades de titulados que tiene la sociedad. Las previsiones varían m u c h o . U n o de los objetivos principales de las Gesamthochschulen es facilitar la integración de los estudiantes en la sociedad, teniendo en cuenta sus gustos y sus capacidades, con el mínimo de orientación autoritaria. Los instrumentos de la reforma U n folleto preparado por el Servicio de Intercambios Universitarios de Alemania (Deutscher Akademischer Austauschdienst) comienza con estas palabras: « L o que distingue a la organización y a la promoción de las ciencias en la República Federal Alemana es su carácter complejo y multiforme. D e hecho, los extranjeros deben tener dificultades para entender la estructura y las funciones de los establecimientos y organismos que se ocupan de la política científica y de la promoción de las ciencias. M u y a m e n u d o , es difícil distinguir dónde comienzan y dónde terminan las responsabilidades. A d e m á s , c o m o en el resto de los países, las ciencias y la tecnología se desarrollan y se transfor- 575 Heinz Draheim m a n continuamente, lo que hace que la situación se modifique cada mes.» La razón de esta complejidad y de esta variedad se debe al hecho de que la República Federal Alemana es u n Estado federal que comprende once Länder, en los que los problemas escolares y universitarios son de la competencia de cada Estado, y que el Bund (gobierno federal) debe compartir sus poderes legislativos con los Estados en el campo de la investigación científica. Sólo a partir de 1969, después del cambio de la ley fundamental de la República Federal, el Bund está dotado de una competencia m á s amplia para las tareas que dependen conjuntamente del Bund y de los Länder. Actualmente, el Bund no sólo está autorizado a participar en la planificación y en la construcción de los nuevos edificios universitarios, sino que le ha sido posible incluso establecer una C o misión mixta para la planificación de la educación que ya ha adoptado u n cierto número de «propuestas para la ejecución de medidas urgentes» y, en este año, u n plan general, que cubre todas las etapas del futuro sistema de enseñanza. El Bund ha tratado igualmente este año de esbozar una ley universitaria fundamentalmente aceptable. Existen divergencias de opinión entre el Bund y los Länder sobre el alcance de las intervenciones federales admisibles e, incluso sobre el problema tan impopular del numerus clausus, los Länder han preferido u n acuerdo entre los Estados, a despecho de sus divergencias políticas, antes que aceptar una ley federal. Pero está'claro que la situación actual llevará al menos a u n refuerzo de la cooperación, si no a u n desplazamiento de las responsabilidades en favor del Bund. E n otro tiempo, para todos los problemas culturales, comprendidas la educación y la ciencia, la cooperación dependía de la Conferencia permanente de los ministros de Educación y Asuntos Culturales, que por otra parte sólo podía adoptar por unanimidad reco- 576 mendaciones a los Länder sobre «los problemas de política educativa de importancia nacional, a fin de llegar a una decisión y a una presentación común de los problemas comunes». Estas decisiones debían ser transformadas en leyes o decretos de los Länder para ser aplicables en los Estados. Por esto han sido necesarios años para llegar a u n acuerdo sobre la uniformización del comienzo del año escolar en todas las escuelas. Incluso si no tienen la posibilidad de imponer reglamentaciones con fuerza de ley, las universidades pueden ejercer una influencia sobre la planificación de la enseñanza del tercer grado y participar en el trabajo de coordinación por mediación de la Conferencia de Rectores de Alemania Occidental, que dirige recomendaciones a las universidades, los Gobiernos y al público en general. El Wissenschaftsrat (Consejo Científico o Consejo para la enseñanza superior y la investigación) ha sido creado en 1957 para aconsejar a la vez al Gobierno federal y a los Länder. Está organizado para adaptarse a la estructura federal y se esfuerza en dar consejos independientes y objetivos. Sus recomendaciones tienen mucho peso. D e tal m o d o que las recomendaciones de 1960, acerca del desarrollo de las universidades, fueron aceptadas por los Länder y han servido de base para apreciables mejoras cuantitativas. Todas las decisiones relativas a la construcción de edificios universitarios se toman en el marco de u n programa de prioridades anual fijado por el Consejo Científico. E n el contexto del presente artículo, es interesante señalar que son las «recomendaciones para la organización y el desarrollo de la educación en los establecimientos de enseñanza superior, a partir de 1970», las que han propagado la idea de la Gesamthochschule. E n 1965, otro consejo facultativo fue creado gracias a un acuerdo administrativo entre el Bund y los Länder: la Deutscher Bilddungsrat (Consejo de Educación o Consejo para La «Gesamthochschule»: un modelo de movilidad la enseñanza primaria y secundaria de Alemania). Su tarea principal es hacer previsiones y planes para el desarrollo del sistema de educación del país, formular propuestas sobre la estructura de este sistema y calcular las necesidades financieras. C o m o el Consejo Científico recomienda la Gesamthochschule, el Consejo de Educación es partidario de la Gesamtschule (Escuela de enseñanza polivalente). señanza del tercer grado «estén integrados en una concepción de conjunto del sistema educativo». El título de la presente sección se ha tom a d o de la introducción al plan de conjunto para el desarrollo de la enseñanza del tercer grado de Baden-Wurtemberg, redactado por el profesor H a h n , ministro de Educación y de las Ciencias de Baden-Wurtemberg. Este plan ha sido puesto a punto por una comisión presidida por el profesor Dahrendorf y publicado en julio de 1967. Se encuentra allí, por primera vez, desarrollada la idea de la Hacia un nuevo perfil de la enseñanza Gesamthochschule. Bajo el título « L a Universidad polivalente diversificada» (differenEl presidente de la Asociación Internacional zierte Gesamthochschule) leemos: de Universidades (AIU), el profesor V . M e rikoski, ha recordado 20 que los problemas «Los resultados del modelo adoptado por que han dado nacimiento a la idea de la el Hocshschulgesamtplan aparecerán m á s claGesamthochschule se encuentra prácticamenramente, sobre la base de los principios adopte en todos los países: tados, en la reunión de todos los elementos ¿ C ó m o coordinar las enseñanzas superiores estructurales en el seno de u n único sistema. al mismo tiempo que se las diversifica? Si se parte no de los elementos estructura¿ C ó m o asegurar una movilidad ordenada enles, sino de las formas de organización existre los diferentes niveles y programas de tentes en la actualidad, el problema será esestudio? tablecer una relación entre una universidad ¿ C ó m o abolir el sistema de castas que separa científica, una escuela normal, una escuela algunas veces los diversos tipos de instide Bellas Artes y u n colegio técnico superior tuciones hasta el punto de hacer imposiconvertido en escuela politécnica. Se pueden ble el paso de una a otra y de marcar para añadir a este modelo otros componentes, por toda la vida a sus titulados con una ejemplo u n seminario pedagógico, estableciaureola de gloria o un estigma de mediomientos de educación permanente y también cridad? una escuela técnica y establecimientos de en¿ C ó m o organizar la educación permanente y señanza y / o de investigación que se encondar a hombres y mujeres la posibilidad de traban hasta ahora fuera del marco univerdesarrollar sus aptitudes y sus talentos a sitario, pero cuyas tareas de enseñanza y de lo largo de su vida? investigación invaden el campo de las univerEs asombroso ver hasta qué punto esta lista sidades. Desde el punto de vista estructural, de problemas se confunde con los motivos esto significa que todas las tareas correspondel desarrollo de las Gesamthochschulen en dientes a u n gama de disciplinas extremadala República Federal Alemana. Se encuentran mente amplia, serán resueltas en el marco allí, igualmente, ciertas palabras claves, c o m o de una organización única. Esta organización diversificación, coordinación y movilidad. Si se quiere que estas cualidades sean las de la 10. Problèmes d'intégration des enseignements supérieurs. Etude de cas internationale sur la Geenseñanza superior en el futuro, es indispensamthochschule, p. 12, Paris, 1972. (Cahiers sable que todos los establecimientos de ende l'AIU, 11.) 577 Heinz Drahelm podría ser llamada differenzierte Gesamthochschule. »Para establecer el modelo de tal Universidad polivalente diversificada, es esencial que el lazo entre los componentes n o sea únicamente formal (un lazo jurídico por ejemplo, o la dependencia de u n m i s m o centro administrativo); es necesario que, en la medida que sea razonablemente posible, los componentes estén efectivamente integrados unos con otros, sin perder por ello sus características. El esfuerzo principal deberá, por eso, recaer siempre tanto sobre la relación c o m o sobre la estructura interna, debiendo estar comprendidas las dos en sentido horizontal y vertical. Verticalmente, la relación deberá permitir alcanzar el grado más alto a partir de cualquier nivel de la Gesamthochschule sin dejar el establecimiento; y por estructura entendemos aquí que además de programas orientados hacia la aplicación práctica se encuentre, igualmente, en las mismas universidades la posibilidad de cultivarse, en el m e jor sentido de la palabra, o de hacer investigación pura. L a relación horizontal significa la posibilidad de pasar de un programa y de un establecimiento universitario a otro; y por estructura entendemos aquí que, a pesar de las posibilidades de paso, las tareas de los diversos componentes quedarían diferenciadas y multiplicadas. Gracias a la existencia de estas relaciones y de esta estructura, las universidades polivalentes diversificadas reunirán todas las ventajas de los grandes sistemas institucionales.» Esta definición de la Gesamthochschule reúne ya los principales aspectos de este establecimiento, pero también los elementos del debate que ha surgido, y que prosigue todavía, sobre la realización práctica del proyecto. La controversia recae sobre lo que hay que entender realmente por «los componentes que serán integrados efectivamente unos con otros sin perder por ello sus características». 578 ¿Integración o «cooperación»? Generalmente se está de acuerdo en reconocer la necesidad de una reorganización que afecte a la estructura misma del conjunto del sistema de enseñanza del tercer grado, a fin de edificar u n sistema coherente que debe reemplazar los establecimientos aislados actuales y aportar una solución duradera a los problemas de la educación. Pero las opiniones se dividen acerca de la forma que es necesario dar al reagrupamiento de estos establecimientos. L a controversia ha sido desencadenada por la palabra «integración». L a dificultad es tanto mayor porque los problemas en cuestión no son únicamente económicos, técnicos o de organización. Pero una corriente política ha inscrito «integración» en su bandera y la oposición ha reaccionado rápidamente inscribiendo «cooperación». D e este m o d o se descubre que la consigna «integración» no quiere a veces decir lo mism o que «cooperación» sino menos, y viceversa. Según la definición de Hess n , «cooperación» significa una asociación m á s o menos estrecha de instituciones independientes ligadas al mínimo por acuerdos mutuos, y al m á ximo por órganos y programas en parte comunes; e «integración» significa órganos y programas comunes que permiten la fusión más completa posible de establecimientos de origen independiente en el seno de una institución única. La querella que opone a los partidarios de la integración con los de la cooperación ha salido a la luz cuando se ha comenzado a definir con precisión las ideas fundamentales y a reflexionar sobre sus consecuencias. E n este contexto, la toma de posición categórica del Consejo Científico, así c o m o la 11. Problèmes d'intégration des enseignements supérieurs. Etude de cas internationale sur la Gesamthochschule, p. 31, Paris, 1972. (Cahiers de l'AIU, 11.) La «Gesamthochschule»: un modelo de movilidad Conferencia de Rectores de Alemania Occidental en favor de la Gesamthochschule integrada ha cobrado una importancia particular. E n una declaración de principio 12, la Conferencia de Rectores se ha expresado de manera m u y clara: «La creación de las Gesamthochschulen implica el reagrupamiento funcional de disciplinas conexas enseñadas en los diferentes establecimientos existentes. T o da compartimentación de las disciplinas según el establecimiento de origen es desechada desde ahora.» La consecuencia m á s importante de esto es que «la Gesamthochschule tiene u n único cuerpo docente y una sola comunidad de estudiantes». Estos imperativos muestran claramente que la Gesamthochschule no es u n asunto puramente formal, sino que debe modificar la estructura interna de todos los establecimientos. N o se crea una Gesamthochschule contentándose con establecer una coordinación entre los establecimientos existentes; de hecho, sería una superchería y los estudiantes llegan incluso a hablar de «uso fraudulento de una etiqueta». U n documento redactado por un grupo de trabajo de Kassel insiste sobre la necesidad de reagrupar tanto el ideal de enseñanza, tal y como es definido por Humbolt, para la universidad clásica c o m o los objetivos de los colegios profesionales y las actividades de carácter social de los colegios de artes, para que la Gesamthochschule represente una gam a completa de actividades determinadas en función de las tareas que deberá cumplir en el futuro. Los autores afirman también que la evolución hacia la Gesamthochschule desembocará en una transformación de tareas de la enseñanza postsecundaria. La Gesamthochschule debe construir una serie de cursos diversificados pero coordinados sobre todas las disciplinas. Esto no quiere decir que deba estar organizada de forma que reúna todos los programas y todas las materias, sino que ha de ofrecer, en el marco de las materias que trata, un conjunto de cursos diferentes. N o debe haber Gesamthochschulen reservadas a los ciclos largos o a los ciclos cortos, o a los futuros profesores, o a los futuros ingenieros; cada una tiene que presentar todo u n abanico de materias y de posibilidades. U n o de los sectores en los cuales las Gesamthochschulen aportarán cambios importantes en el futuro es el de la formación del profesorado y de ingenieros. E n lo que concierne a la formación del profesorado el sistem a actual, que implica dos ramas distintas según se trate de la formación de maestros o de la de profesores de secundaria, será reemplazada por un sistema que dé a todos los docentes una enseñanza al mismo nivel científico, limitándose la especialización a los problemas planteados por los diferentes grupos de edad de los alumnos. Los cursos duraban normalmente tres años antes de obtener el diploma y u n cuarto año puede añadirse para los profesores del segundo ciclo de la secundaria. Esta formación pedagógica integrada no significará que se producirán «docentes de tipo standard». Será éste un sistema integrado y, por tanto, altamente diversificado, que comprenderá la adquisición de conocimientos de la materia elegida, el estudio de los métodos pedagógicos específicamente adaptados a esta materia y a la educación en general y también cursillos de aplicación en escuelas. E n todos los estadios de la formación se encontrarán estos elementos en el programa, pero éste variará según los estadios. La formación permanente del profesorado desempeñará un importante papel. Los estudiantes deberán tener, igualmente, la posibilidad de reorientarse hacia cursos conducentes a títulos que les abran otra profesión. 12. «Grundsatzerklärung zur integrierten Gesamthochschule, Westdeutsche Rektorenkonferenz», 26 de enero de 1971. 579 Heinz Drahelm E n lo que concierne a los ingenieros, están en discusión varios modelos de programas que permitan la movilidad horizontal y vertical: el modelo secuencial bien conocido; el modelo en Y que prevé cursos de bases comunes; el modelo en Y invertida, en el cual cursos de bases diferentes conducen a un tronco c o m ú n para las materias principales; el modelo cruzado con una etapa c o m ú n ; un sistema que propone toda una serie de unidades de valor diferentes y muchas otras posibilidades. N o se puede negar la importancia y el número de dificultades que será necesario vencer para pasar del sistema actual a una red de Gesamthochschulen. D e todas formas será necesario u n largo período de transición y nadie puede decir cuándo existirá una red homogénea de Gesamthochschulen integradas dignas de este nombre, ni incluso si existirá jamás una. L a cooperación tendrá siempre u n papel m u y importante que desempeñar, incluso después del período de transición. Pero la cooperación no debe servir de medio para encubrir un rechazo a la integración, no debe ser una especie de mal m e nor que sirva de excusa para no cambiar nada. N o sirve de nada jugar con las palabras. Es necesario reconocer que la forma de cooperación m á s eficaz es justamente la integración. Principales críticas contra la «Gesamthochschule» Durante el verano de 1971, el Consejo Científico envió a sus miembros a visitar todas las universidades para discutir allí sus recomendaciones y reunir documentos dirigidos a una futura planificación. U n o de los puntos importantes de la encuesta versaba sobre la Gesamthochschule. E n la mayor parte de las universidades dio lugar a animadas discusiones. L a opinión estaba m u y dividida. 580 Los principales argumentos de los adversarios fueron los siguientes: El objetivo principal de las Gesamthochschulen es obligar a los estudiantes a seguir ciclos cortos para paliar la escasez de titulados. Sería difícil organizar Gesamthochschulen en los lugares en que los establecimientos existentes no tienen materias comunes. La concepción de las Gesamthochschulen es puramente educativa, lo que llevará por tanto a descuidar la investigación y a suplantar a la Universidad. La enseñanza de las universidades es tan diferente de la de las grandes escuelas (Fachhochschulen) que la organización en c o m ú n de cursos diferenciados es imposible. Las diferencias de condiciones de admisión no permitirán organizar las secuencias de cursos, sin las cuales las Gesamthochschulen sólo serán un reagrupamiento administrativo de instituciones diferentes. E n este caso, la integración es inútil, pues se puede llegar a la movilidad por una simple cooperación. Las Gesamthochschulen se convertirán en organismos gigantes. La integración no será posible en los grandes Länder ni en las grandes ciudades con m u cho tráfico. Para responder a estas críticas, se puede decir lo que sigue: Es verdad que los políticos en particular esperan economizar dinero al transferir la m a yor cantidad posible de estudiantes de los ciclos largos a los ciclos cortos. Los ciclos cortos serán aceptados en la medida en que respondan a necesidades objetivas, y permitirán alcanzar metas determinadas sin conducir a u n punto muerto. La condición esencial del éxito de los ciclos cortos es simplemente la supresión de las reglamentaciones restrictivas que existen actualmente en cuanto al número de años pedidos La «Gesamthochschule»: un modelo de movilidad a los funcionarios; en efecto, m á s de la mitad de los estudiantes serán funcionarios (los docentes, por ejemplo) y se esforzarán en obtener los títulos m á s elevados en tanto que estos títulos sean el único medio de acceder a los puestos más elevados. Se podrían introducir las materias necesarias. Se podría, igualmente, interrumpir o transferir tal o cual enseñanza. La investigación estará más diversificada que en las universidades actuales; sin embargo, no será descuidada. La creación de una Gesamthochschule debe ser motivo de un replanteamiento de todos los programas en todos los establecimientos interesados. A largo plazo, el decimotercer año de estudios será suprimido, pero hasta que este proyecto se cumpla habrá que prever cursos de transición. El argumento de la capacidad ha sido repetido hasta la saciedad. Pero todos los organismos que se han pronunciado en favor de la Gesamthochschule han subrayado que el efectivo máximo debería ser de 25.000 estudiantes. Pueden existir varias Gesamthochschulen en ciudades como Berlín, Stuttgart, Munich o H a m b u r g o . La separación en el espacio de los establecimientos propuestos para la integración plantea efectivamente u n grave problema. Obligará a decisiones dolorosas y difíciles. El Consejo Científico estima, de manera m u y indicativa, que los establecimientos entre los cuales el trayecto no sobrepase a una hora pueden m u y bien ser integrados. D e todas maneras, será necesario proceder a previsiones detalladas. Pero para responder a las críticas que hablan siempre de masas de estudiantes en desplazamiento constante, se podría quizá sugerir la organización de los cursos de tal manera que sean los profesores los que se desplacen. Los primeros éxitos La ley de 1970 del Land de Hesse sobre los establecimientos postsecundarios (Hochschulgesetz) habla de las siguientes categorías: a) Gesamthochschulen (universidades polivalentes); b ) Universitäten (universidades); c) Kunsthochschulen (escuelas de arte); d) Fachhochschulen (colegios profesionales). Según el texto de la ley, estos establecimientos «sirven para la realización del derecho a la educación y al conocimiento científico». La ley da una definición igualmente de estas cuatro categorías: Las universidades polivalentes son establecimientos de enseñanza que reagrupan las tareas de todos los demás o de cierto número de ellos. Las universidades están al servicio de la ciencia por la investigación y la enseñanza. Las escuelas de arte tienen c o m o tarea desarrollar las formas de arte y su contenido. Los colegios profesionales aportan una enseñanza basada sobre la comprensión de la investigación científica. Es cierto que estas definiciones están lejos de ser satisfactorias, que carecen de claridad. Intentan, simplemente, describir la situación actual sin dar indicaciones para el futuro. Expresan, pues, la incertidumbre y la falta de determinación política, que son de hecho la causa principal de sus dificultades. Sin e m bargo, numerosas acciones c o m o las siguientes han sido emprendidas en todo el país: E n Renania del Norte-Westfalia se han creado cinco Gesamthochschulen a la vez. E n cada u n o de los casos existían ya escuelas normales y escuelas de ingenieros bastante importantes que han servido de punto de partida. E n otras regiones de la República Federal se ha comenzado a organizar Gesamthochschulen en torno a la universidad. 581 Heinz Draheim E n Baden-Wurtemberg m á s de 5 0 establecimientos de enseñanza superior han sido organizados en 9 regiones, sirviendo de núcleo para cada región una universidad. Cada región dispone de u n comité local y existe u n consejo consultivo elegido por el Land. Numerosas comisiones trabajan en la integración de los programas. Cada región está encargada de establecer y experimentar ciertos modelos. L a región de Karlsruhe-Pforzheim debe poner a punto un modelo de universidad polivalente integrada. Las primeras medidas prácticas se han tomado ya. Se espera ver comenzar m u y pronto los primeros cursos integrados de formación de profesores. Entre los éxitos m á s importantes es necesario citar la planificación integrada y coherente de los edificios para el conjunto de establecimientos de enseñanza superior bajo el control del Consejo Científico y de las comisiones gubernamentales. Los programas de prioridad anual están repartidos por región, y son las regiones las que se encargan de colocar cada decisión en el marco de la situación de conjunto y quienes hacen recomendaciones para la utilización óptima del conjunto de las posibilidades ofrecidas por los establecimientos existentes. Pero la principal consecuencia de los esfuerzos emprendidos hasta ahora es que varios establecimientos de enseñanza superior aislados han descubierto intereses comunes. Queda todavía mucho por hacer para suprimir ciertas hostilidades y calmar ciertas inquietudes, pero se puede afirmar que la Gesamthochschule está en vías de realización. E n la República Federal Alemana algunos están convencidos de que la Gesamthochschule va a destruir la Universidad y todo lo que defiende. Otros piensan que la formación de las Gesamthochschulen va a extender la crisis de la Universidad a todos los demás tipos de establecimiento. Dada la importan- 582 cia excepcional de la educación y de la ciencia para la educación, no es de esperar que las discusiones continúen en un plano ímparcialmente académico, limitándose a los problemas teóricos de la ciencia y de la pedagogía; sino que los debates estarán cargados de argumentos políticos, emocionales e ideológicos y de consideraciones egoístas. Es algo inevitable y que no tiene nada de nuevo. Cuando las technische Hochschulen (universidades técnicas) fueron autorizadas en Alemania a conceder doctorados, el grado de Dr-Ing. (ingeniero titular del doctorado) tuvo que ser redactado en letras latinas, para evitar su confusión con un grado concedido por una «verdadera» Universidad. Rápidamente, este grado ha adquirido una reputación particularmente elevada, que se m a n tiene todavía hoy y no muestra ningún signo de debilitamiento. Nadie hoy en día se avergüenza de u n diploma de Dr-Ing. Honoris causa (Ehrenhalber). E n 1825, John Bull publicó u n poema satírico contra u n «colegio para la canalla» titulado: «La universidad cockney 13 ». Decía: Cada barrendero hablará latín y griego, y los Iañadores sabrán más que los obispos... Cada zapatero valdrá m u y pronto lo mismo que u n [rey y no valdrá ya la pena ser rey: Algunos se elevarán y el resto caerá, y todo será colocado al mismo nivel. Y del mismo m o d o que en Francia, que ha sufrido [idéntica prueba, la vieja Inglaterra se irá al diablo. Este «colegio para la canalla» es la Universidad de Londres. H o y escuchamos exactamente los mismos argumentos contra la Gesamthochschule. La Gesamthochschule no ha pasado todavía la prueba. Pero no destruirá ni a la Universidad ni a la República Federal Alemana. 13. Heide T H I E L B E E R , Inglaterra: «Gesellschaft und Universität im 19. Jahrhundert. Konstanzer Blätter für Hochschulfragen», 1972. Branko Pribicevic y Jovan Gligorijevic La autogestion en las universidades yugoslavas Las universidades yugoslavas han adquirido una rica e interesante experiencia en el desarrollo de instituciones y de relaciones fundadas sobre la autogestión. Desde hace una decena de años, la autogestión se ha convertido, no solamente en el elemento principal del marco institucional, sino también en la característica esencial del funcionamiento de los establecimientos de enseñanza superior en Yugoslavia. El debate sobre la evaluación del nivel alcanzado en su desarrollo, sobre la determinación de los principales problemas y la formulación de las perspectivas y tendencias, constituye una de las principales preocupaciones de todas las fuerzas sociales organizadas en las universidades yugoslavas y en toda la sociedad. L a experiencia yugoslava de la autogestión está en algunos aspectos probablemente más adelantada que la de numerosos países. Evidentemente no es posible tratar en form a exhaustiva todos los problemas que plantea el desarrollo, los precedentes, el marco institucional y la práctica de la autogestión. Había que limitarse aquí a presentar, en resumen, los principales aspectos del sistema actual y su desarrollo. Branko Pribicevic, Ph. D . (Yugoslavia). Profesor en la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Belgrado. Jovan Gligorijevic, Ph. D . (Yugoslavia). Rector de la Universidad de Belgrado. Cuando se analiza la experiencia yugoslava de la autogestión universitaria, es necesario no olvidar jamás, ante todo, que esta autogestión es una parte integrante del sistema social. Hace una veintena de años las fuerzas sociales y políticas dirigentes del país hicieron de ella uno de los principios fundamentales de la organización de nuestra sociedad, y una de las piedras angulares del sistema constitucional del país. La autogestión se ha convertido, pues, en una «idea-fuerza» que deja su marca sobre la organización de todos los grandes sectores de la vida pública, desde la economía hasta la ciencia y la cultura. Actualmente es u n fenómeno todavía único en el m u n d o . Ningún otro país ha basado, hasta este punto, en los principios de la democracia directa toda la estructura y todo el sistema de las relaciones sociales. E n segundo lugar, la autogestión se caracteriza en las universidades por el m i s m o grado de autonomía, la misma forma de asociación voluntaria, el m i s m o desarrollo del sistema y la misma integración vertical de la sociedad hacia lo alto a que subtiende la filosofía política del socialismo autogestor. Se estima que las relaciones sociales fundadas sobre la autogestión universitaria deben ser reconocidas tan ampliamente c o m o sea posible. Los medios a emplear para este fin dependen esencialmente de las decisiones tomadas con autonomía por las propias univer- 583 Perspectivas, vol. Ill, n u m . 4, invierno 1973 Branko Pribicevic y Jovan Gligorijevic sidades; hay, pues, una diversidad bastante grande, no solamente en ciertos detalles m e nores, sino también en lo que respecta a ciertos grandes problemas ligados al mecanismo institucional del sistema de autogestión. Esta flexibilidad de concepción hace aún m á s difícil explicar el mecanismo de autogestión en las universidades yugoslavas. E n tercer lugar, aparecen en todas las universidades yugoslavas cambios mayores que aspiran a extender aún m á s el alcance de la autogestión. A pesar de la importancia de los resultados ya obtenidos, las universidades están lejos de haber llegado a una forma completa y definitiva de organización pública; se trata de u n sistema aún «en construcción». Finalmente, es importante aclarar el sentido de las palabras comúnmente empleadas. H a aparecido, en el m u n d o contemporáneo, u n cierto número de ideas, de exigencias y de movimientos en favor de la democratización de los sistemas de enseñanza superior que tienden m u y a m e n u d o a crear una cierta forma de participación de los estudiantes. Estas iniciativas han recibido nombres diferentes (autogestión, participación, gestión democrática, etc.). Pero las diferencias entre las acciones emprendidas en diversos países en este sentido no son una simple cuestión de palabras. E n la terminología política generalmente adoptada en Yugoslavia, la «autogestión» no se entiende en el sentido restringido de un cierto tipo de participación en la gestión o de una simple democratización del sistema. Se trata, por el contrario, de un tipo específico de organización socializada, en la que la ley garantiza a los trabajadores el derecho de pronunciarse directamente q por intermedio de sus representantes sobre todos los problemas esenciales que se refieren a sus condiciones de vida y de trabajo y de influir sobre las decisiones tomadas fuera de su medio de trabajo y de vida, que tienen una incidencia sobre el desarrollo de 584 la comunidad y, en particular, sobre las condiciones de trabajo. Las tres dimensiones de las relaciones universitarias Es necesario adoptar un enfoque tridimensional en el análisis de las instituciones, de las relaciones internas, de los postulados, de los principales resultados y de los problemas aún no solucionados. L a primera dimensión está constituida por la relación UniversidadComunidad, dicho de otra forma, por el lugar de la Universidad en la sociedad considerada en su conjunto. Visto bajo este ángulo, el esfuerzo de autogestión representa ante todo una tentativa de liberación de los establecimientos de enseñanza superior de la gerencia del Estado y de su paternaüsmo, en una palabra, del estatalismo. L a Universidad debe gozar de una situación de compañera directa e igual en las relaciones establecidas con todos los otros elementos del entramado social y de las actividades públicas, sin que haya intervención del Estado. La segunda dimensión esencial es la de relación entre la Universidad y las escuelas individuales u otros establecimientos de enseñanza que forman parte de ella. L a autogestión universitaria está condicionada en gran medida por la forma en que se implanta esta relación y por la localización de las principales fuentes dé iniciativa, de decisiones, de poder y de financiamiento. La tercera dimensión —la más importante— es la de las relaciones existentes en el seno de cada escuela, considerada c o m o unidad de trabajo autónomo. La experiencia adquirida durante casi treinta años permite afirmar que estas tres dimensiones están estrechamente ligadas e interdependientes. Constituyen los tres aspectos distintivos del marco universitario donde diversos problemas pueden ser examinados La autogestión en las universidades yugoslavas y resueltos conforme a las circunstancias, al equilibrio de los poderes y a los recursos disponibles; cada vez que están en juego cuestiones vitales, los lazos y la interdependencia en cuestión toman u n carácter más directo. N o se podría apenas concebir una situación en la que los elementos de autogestión progresasen constantemente en la dirección de una de estas dimensiones y retrocediesen en las otras dos. Principales tendencias de la reforma de la gestión de las universidades Desde su fundación, las universidades yugoslavas gozan de u n estatuto social particular, de inmunidades y de la autonomía universitaria tradicional. L a ley sobre las universidades de 1945, por ejemplo, garantizó las relaciones democráticas fundadas sobre la autonomía, reconoce a la Universidad de Belgrado «como órgano autónomo de nivel más elevado para la formación profesional y los estudios científicos superiores». L a autonomía burguesa de la Universidad al adquirir un nuevo contenido en la sociedad socialista yugoslava fundada en la autogestión, ha producido un nuevo tipo de relaciones sociales. Después de 1950, particularmente, se han producido nuevos lazos entre la Universidad y la Comunidad, así c o m o entre las diversas facultades de la Universidad misma. L a esencia de la autogestión universitaria está constituida por el derecho exclusivo de elegir y confirmar, una vez elegidos, a los profesores y asistentes así como a los órganos de gestión, ya se trate de órganos colectivos (consejos y comisiones de la Universidad y sus facultades) o de puestos individuales (rector, decano, jefes de departamento, directores de institutos, etc.). Ciertos elementos de autogestión que conciernen por ejemplo a la adopción de planes de estudios y de programas de enseñanza, así c o m o a la elección de casi todos los órganos administrativos, existían antes de que el sistema de la autogestión se hubiese generalizado. Cierto, es verdad que la participación en las elecciones estaba a m e n u d o limitada al cuerpo docente, pero no es m e nos importante que los poderes del Estado se hubiesen restringido ya en este campo. Los puestos de rector, de decano y los demás puestos individuales de dirección eran estrictamente electivos. El fin de los años sesenta ha marcado el término de una etapa del desarrollo del sistema de enseñanza superior, durante el que se han aunado los esfuerzos m á s audaces y más vigorosos que tienden a instituir una verdadera autogestión. Las fuerzas socialistas organizadas, en las universidades yugoslavas c o m o en el conjunto de la comunidad, han llegado pues a u n amplio consenso sobre el valor de los esfuerzos desplegados y los resultados alcanzados, sobre las principales tendencias y sobre lo esencial de los cambios a realizar. Se comprende cada vez mejor la necesidad de una reforma profunda, que consiste en modificar radicalmente el sistem a de enseñanza superior, su status social, su estructura y su organización internas, su sistema y su programa de enseñanza y de actividades científicas, así c o m o las relaciones entre las diversas categorías de personas asociadas al proceso de la enseñanza superior. La idea de la reforma había nacido, marcando el comienzo de un largo camino que debía desembocar en una transformación profunda de todo el complejo de la enseñanza superior. Las reformas actuales son de gran alcance, yendo desde medidas de orden financiero y profesional a acciones de carácter más bien sociopolítico e ideológico. N o obstante, el desarrollo de la autogestión —refuerzo del concepto, ampliación del mecanismo, participación de nuevas categorías de trabajadores en el proceso, extensión del proceso en todos los principales campos de la vida y de 585 Branko Pribicevic y Jovan Gligorijevic las actividades de la enseñanza del tercer grado— es la idea matriz y la característica esencial de los diversos programas y reformas considerados. A u n q u e los programas adoptados estos últimos años y las medidas legislativas correspondientes reflejen enfoques m u y variados de los diversos problemas, proceden todos de ideas parecidas o idénticas sobre la próxima etapa del desarrollo de la autogestión. Por una parte todas las universidades admiten que es posible e incluso imperativo dar u n nuevo paso decisivo en la vía del refuerzo de la autogestión. Por otra parte, todas intentan dar a su expansión orientaciones m u y similares. H e aquí cuáles son actualmente las principales tendencias: Ante todo, la opinión que prevalece en las universidades yugoslavas es que ha llegado el m o m e n t o de dar u n golpe decisivo a los vestigios de la ingerencia del Estado y del espíritu burocrático que subsisten en la definición del status social de las universidades. Se trata aquí, esencialmente, del sistema financiero de las universidades que, hasta el presente, la subordinaba directamente al Estado, lo que tenía numerosos inconvenientes. Los restos de gerencia y de tutela del Estado afectaban también las relaciones en el interior de las universidades. E s necesario subrayar que esta inquietud de libertad no procede solamente de consideraciones ideológicas, sino también de la convicción, m u y extendida en las universidades, de que el sistema de financiamiento y el sistema de ingresos tienen una influencia directa y poderosa sobre las relaciones sociales en el medio de trabajo. E s difícil asegurar una expansión y una evolución verdaderas de las relaciones de autogestión en los establecimientos de enseñanza superior sin base financiera suficiente. N o es posible desarrollar las relaciones fundadas sobre la autogestión sin introducir la autogestión financiera, es 586 decir, sin suprimir el sistema de financiación por el Estado. La educación en general, y la enseñanza superior en particular, han seguido el proceso de democratización y de desestatalización de la sociedad yugoslava, de la que son parte integrante, según la marcha que les es propia. L a socialización de la enseñanza superior ha comenzado con la supresión del sistema de financiamiento por el Estado y la creación de fondos especiales para el financiamiento de la educación y de la investigación científica. Después de u n corto período de transición durante el que estos fondos han sido utilizados, las asambleas de repúblicas y, a continuación, las asambleas de las provincias autónomas han adoptado las leyes sobre la financiación de la educación y las comunidades de educación (1966), fundamento del sistema actual de financiación de las universidades yugoslavas. Las comunidades de educación son asociaciones que unen directamente las actividades de los establecimientos de enseñanza con las necesidades de la economía y de los servicios públicos, pronunciándose sobre la atribución de fondos socioeducativos, y examinando todas las otras cuestiones de interés c o m ú n . Comprenden establecimientos de enseñanza, organizaciones de trabajo social (firm a s y empresas), otras organizaciones interesadas y particulares. Son organizaciones autónomas dotadas de poder de decisión para todas las cuestiones dependientes de su competencia. Los fondos afectados al financiamiento de la educación de que disponen estas comunidades provienen de las fuentes siguientes: impuestos percibidos a título de la educación sobre los ingresos de las personas privadas (salarios); porcentaje del impuesto sobre la cifra de negocios descontado por las repúblicas y las comunas; recursos suplementarios que debe suministrar el fundador (república, provincia, comunas, organización de traba- La autogestión en las universidades yugoslavas jo, etc.); fondos de fuentes diversas (contribuciones voluntarias de particulares, créditos aportados por las organizaciones de trabajo y las comunidades sociopolíticas (comunas, provincias, repúblicas) donaciones de los particulares, legados, etc. Las comunidades ejercen sus funciones por intermedio de su asamblea y de su consejo ejecutivo. Esta asamblea está compuesta por representantes de establecimientos del tercer grado (Universidad, facultades y escuelas de enseñanza superior), de organizaciones de trabajo y de servicios públicos, establecimientos y servicios de enseñanza, escuelas normales y de delegados de organizaciones públicas y políticas. Al menos la mitad de sus miembros debe estar constituida por representantes de establecimientos de enseñanza. La Asamblea adopta programas anuales y a largo plazo de fmandamiento; decide el reparto y el empleo de los fondos; define los criterios de asignación; decide si ha lugar la financiación, conjuntamente con otras comunidades, de las actividades de interés c o m ú n ; examina los informes sobre las actividades de la comunidad y de sus órganos y adopta las disposiciones reglamentarias que dependen de su competencia. Las organizaciones públicas y políticas dedican fondos suplementarios a las comunidades educativas, según las necesidades y el nivel del crecimiento económico de la sociedad con el fin de realizar inversiones en el campo de la educación, ayudar a elevar el nivel de vida de los estudiantes y completar el financiamiento de la educación en las regiones subdesarrolladas. El sistema de financiamiento en vigor ha contribuido mucho a liberar la educación del Estado y a instaurar relaciones más estrechas entre la educación y los sectores productivos y no productivos del trabajo social. Pero este proceso no se ha producido con el m i s m o ritmo en todas las repúblicas y provincias; está condicionado en gran medida por los fondos de que disponen las comunidades educativas, es decir, por el nivel general de desarrollo de cada región. A u n q u e las comunidades educativas hayan contribuido de manera decisiva a hacer reconocer el papel público de la educación, el alcance de su acción ha quedado limitado. N o se ha profundizado demasiado en las relaciones económicas que deben establecerse entre los beneficiarios de la educación y los establecimientos de enseñanza, entre las comunidades educativas y los establecimientos y entre las comunidades educativas mismas. Se elabora una nueva concepción del financiamiento de la educación que deberá reforzar la independencia financiera y colocarla al m i s m o nivel que los otros sectores del trabajo social, particularmente en lo que concierne a los salarios y su distribución. El segundo elemento importante de la acción emprendida está constituido por las relaciones entre la Universidad y sus facultades, que han sido objeto de apasionados debates. Algunos estiman que la Universidad debía continuar siendo obligatoriamente una asociación de facultades que constituya u n centro de enseñanza superior y estar dotada de amplios medios; otros sostenían que era necesario adoptar el principio de la asociación voluntaria, y reducir aún m á s los poderes de la Universidad sobre sus elementos constitutivos. Las soluciones consideradas son m u y variadas, pero parece que n o ha prevalecido ni la primera ni la segunda concepción. Algunos centros han aceptado el principio de una asociación voluntaria de tipo federativo; otros han permanecido fieles al principio de una asociación obligatoria, un poco más restringido. El tercer campo —el m á s importante— donde se producen cambios es el de las relaciones sociales que se desarrollan entre los diferentes grupos sociales que intervienen en el proceso de la enseñanza superior. Los 587 Branko Pribicevic y Jovan Gligorljevlc responsables de las reformas le han asignado los objetivos siguientes: a) participación de estudiantes en todos los órganos dotados de poderes de decisión en lo que concierne al funcionamiento de los establecimientos de enseñanza superior; b) asociación del personal n o docente al proceso de autogestión según los mismos principios; c) establecimiento de relaciones m á s equitativas entre las diferentes categorías de personal docente, para poner fin a los privilegios exclusivos de que gozaban, recientemente aún, los «pontífices» del personal docente. Esta tendencia al desarrollo del sistema de autogestión en las universidades yugoslavas hace que las facultades se afirmen cada vez m á s c o m o organismos de trabajo esencialmente autónomos, administrándose ellos mismos y constituyendo cada u n o u n todo, que aceptan asociarse a una Universidad según los principios de autogestión. L a Universidad se ha convertido así en una asociación, una entidad compleja que agrupa facultades, institutos de investigación científica, bibliotecas y otros establecimientos autónomos que se ocupan de la enseñanza superior en todos los consejos universitarios. Un ejemplo: la Universidad de Belgrado Para citar u n ejemplo, veinticinco facultades de Belgrado siguiendo el deseo expresado por todos sus miembros (profesores, asistentes, estudiantes y personal diverso), han decidido asociarse a la Universidad de la capital según los principios de autogestión y de autonomía. H a n aceptado aplicar estos principios a todas las relaciones y todas las cuestiones ligadas a esta asociación, fundada sobre la igualdad y el consentimiento mutuo. Las facultades firmantes del acuerdo se han comprometido solidariamente a respeta^ estrictamente y sin reservas, el acuerdo y las decisiones de los ór- 588 ganos universitarios comunes, así c o m o aplicar las disposiciones del acuerdo en sus relaciones mutuas. Por su lado, el acuerdo obliga a la Universidad a representar y a defender los intereses comunes de las facultades asociadas en los contactos con los servicios u organismos n o universitarios y respetar los principios del acuerdo mutuo a los que están obligadas las organizaciones asociadas en el marco de la Universidad, es decir, las decisiones de las autoridades universitarias. E n sus relaciones con cada facultad y con las otras organizaciones, la Universidad está obligada, por el acuerdo, a respetar su autonomía y el principio de igualdad. E n los términos de este acuerdo, cuya idea base es la autogestión, y conforme a la ley sobre la enseñanza superior, las facultades han decidido que las cuestiones de interés c o m ú n que deben ser reglamentadas a nivel de Universidad son las siguientes: 1. Promoción de actividades científicas y educativas. 2. Coordinación y racionalización del funcionamiento y del desarrollo de las organizaciones asociadas, comprendida la creación y la organización de instituciones científicas y establecimientos de enseñanza, así c o m o otras formas de actividad científica y educativa. 3. Organización y promoción de formas interdisciplinarias y pluridisciplinarias de investigación y de educación. 4. Armonización de las políticas de admisión y de las reglas generales aplicables a los estudios. 5. Enfoque interdisciplinario de los estudios universitarios superiores y otras actividades comunes que tienden a formar al personal científico y al personal docente de niveles intermedios. 6. Armonización de los criterios a los que deben satisfacer los profesores y sus asistentes. La autogestión en las universidades yugoslavas 7. Cuidado de las condiciones de vida y de trabajo de los profesores, de sus asistentes y de otros trabajadores que pertenecen a los organismos asociados. 8. Mejora de las condiciones de vida y de trabajo de los estudiantes. 9. Armonización de las necesidades comunes en materia de inversión. 10. Desarrollo de la cooperación con las universidades y los otros organismos de investigación y de enseñanza y las organizaciones emparentadas en el país y el extranjero. 11. Cumplimiento de otras tareas confiadas a la Universidad por las organizaciones asociadas. El acuerdo apuntado más arriba asigna ciertas funciones bien definidas a los órganos de gestión de la Universidad, a saber: la A s a m blea, el consejo ejecutivo y el rector. La Asamblea de la Universidad está compuesta de delegados elegidos por las facultades y las instituciones de las facultades (profesores, asistentes, estudiantes y personal no docente), representantes de la comunidad sociopolítica y de ciertas organizaciones, cámaras de economía, del rector y de los vicerrectores de la universidad. Esta Asamblea es la autoridad suprema que, además de su misión general de promoción de la enseñanza y de la investigación científica tiene la responsabilidad de todos los asuntos generales que interesan a la organización, el funcionamiento y el desarrollo de la Universidad. La Asamblea está asistida por comisiones y por comités, y también de u n consejo ejecutivo que elabora proposiciones y. proyectos de decisión que le presenta y de cuya realización se ocupa. El consejo ejecutivo de la asamblea está considerado, por su concepción, c o m o u n órgano de acción eficaz, cuyos miembros, sin ser demasiado numerosos, serían verdaderamente representativos de todas las facultades y de todos los establecimientos así c o m o de todas las categorías de trabajadores de la Universidad. A la cabeza de la Asamblea se encuentra la presidencia, igualmente representativa (dos profesores, u n asistente, dos estudiantes y u n delegado del personal no docente). Se conferirá una autoridad individual al rector y a tres vicerrectores, elegidos todos por dos años. El rector es elegido entre los profesores, y los vicerrectores pueden representar a los profesores, los estudiantes o el personal no docente. El rector y los vicerrectores son designados por la facultad y su forma de elección está precisada en los estatutos de la Universidad. L a presentación de las candidaturas y el procedimiento de la votación se realizan de acuerdo con los principios de la democracia. La autogestión en las facultades, consideradas c o m o unidades autónomas de trabajo social, ha progresado paralelamente al proceso de creación de nuevas relaciones mientras que se instauraba, en particular, u n régimen de igualdad entre todas las estructuras y que los órganos existentes se veían asignar tareas y responsabilidades nuevas. U n a vez reconocidos c o m o participantes activos en el proceso de educación y miembros de pleno derecho de la comunidad de los trabajadores, los estudiantes han desarrollado su papel en el proceso de autogestión. Las m o d a lidades orgánicas según las cuales los profesores, los asistentes, los estudiantes y otros trabajadores de cada facultad ejercen sus derechos difieren, así c o m o las relaciones y la especificidad de los procesos científicos y educativos que caracterizan a cada una de ellas. C o m o la autogestión, en tanto que fórmula de administración, supone que todos los miembros de la comunidad se interesen y participen en la toma de decisiones, se ha concedido una atención particular al ejercicio de los derechos y de los poderes, a fin de incrementar la eficacia de la acción de los diversos órganos de autogestión. D a d o el número de categorías de personas a que 589 Branko Prlblcevic y Jovan Gligorijevic atañe particularmente el de los estudiantes, casi todas las facultades han adoptado, en tanto que instrumento directo de autogestión, el sistema de asambleas generales de trabajadores, de cuerpos electorales (para la elección de los decanos y vicedecanos, de los representantes en los demás órganos de autogestión y para la concesión de diplomas universitarios). El resto de los órganos de autogestión está compuesto de tal manera que representan todas las categorías de trabajadores de cada facultad. Los órganos colectivos de autogestión forman la asamblea o el consejo de facultades, el consejo ejecutivo de asamblea, el consejo de profesores o el consejo de profesores e investigadores y los consejos de año de estudios. El decano, el vicedecano, etc., actúan todos a título individual. Los consejos de año de estudios son la forma esencial y directa de autogestión c o m ú n estudiantes-profesores; comprenden a los profesores, los asistentes y representantes de los estudiantes. Examinan la organización de la enseñanza y la forma en que es dispensada durante el año del que se ocupan, informan a los alumnos sobre todas las cuestiones relativas a los estudios, a los manuales y a los exámenes, les comunican los avisos, proposiciones y decisiones de los órganos de la facultad que conciernen a las actividades científicas y educativas que pueden interesarles particularmente. Estos consejos cuidan también de que los cursos, los trabajos prácticos, los seminarios y las actividades de preparación a los exámenes se desenvuelvan re- 590 gularmente, de que los estudiantes participen en todas las formas de actividad científica y educativa y de que se creen contactos y una cooperación, tan directa c o m o sea posible, entre los profesores, asistentes y estudiantes. Se esfuerzan finalmente en introducir métodos pedagógicos nuevos, m á s avanzados, en particular los que recurren a la participación activa de los estudiantes (grupos de discusión, seminarios y grupos de estudio, etc.), a fin de extender sus conocimientos, de enseñarles a hacer investigaciones independientes y a adoptar una visión científica acerca de diversos problemas. La autogestión, una vez introducida c o m o medio que permite a los trabajadores de una sociedad socialista realizar una democratización más completa de la sociedad, debe ser desarrollada y mejorada sin cesar. E n el campo de actividad pública que le es propio, la Universidad está llamada, no sólo a promover y a desarrollar las relaciones basadas sobre la autogestión en el marco de la enseñanza superior, sino también a perfeccionar la teoría y la práctica del sistema general de autogestión. L a reforma de las universidades y la prosecución del desarrollo de la autogestión constituye un proceso de largo alcance que refleja la transformación permanente de la comunidad socialista yugoslava. L a nueva fase de desestatalización de la enseñanza superior por la que se pasa actualmente tendrá c o m o efecto una integración todavía más profunda de ésta en el conjunto del trabajo social. Stuart Madure M á s allá de la Universidad: una educación superior de masas nar la educación a tiempo completo. Su participación ulterior en estudios sistemáticos dependerá de la medida en que puedan o sepan aprovechar la ocasión que entonces les sea ofrecida para seguir cursos a tiempo parLas cuestiones que se plantean actualmente cial al m i s m o tiempo que reciben una formaen toda Europa acerca del futuro de la ención en la industria, o en el marco de actiseñanza postsecundaria y de la educación de vidades culturales. Algunos, poco numerosos, adultos son, simplemente, la consecuencia lóse reintegran a la corriente principal de la gica de los inmensos progresos realizados en educación inscribiéndose en u n colegio de la enseñanza secundaria en la mayor parte enseñanza postsecundaria o en la «universide los países europeos a lo largo de los úldad abierta»; la gran mayoría de los alumnos timos veinticinco años. Emprender el exavuelven la espalda definitivamente a la enm e n de la forma en que los diversos países señanza de tipo clásico en el m o m e n t o en reaccionan a la evolución social y de las preque dejan la escuela; y sus estudios secundasiones que se han suscitado equivale en gran rios han sido tales que les han conducido medida a interrogarse sobre el resultado de en realidad a u n atolladero varios años antes las políticas aplicadas en la enseñanza sedel fin de sus estudios escolares. Otros paícundaria, coronadas todas por el éxito desde ses, que consiguen retener una mayor proel punto de vista cuantitativo, aunque en diporción de jóvenes en la enseñanza a tiempo versos grados. Algunos países tienen todavía completo, practican, sin embargo, a nivel de un largo camino por delante antes de llegar educación posprimaria, una diferenciación que a u n sistema eficaz y completo de enseñanza priva a u n gran número de la posibilidad de secundaria. E n demasiados países la mitad de acceso a la enseñanza superior. los chicos se encuentran eliminados al c u m plir dieciséis años, de una forma o de otra, Las críticas de este tipo — q u e están perpor mecanismos de selección inherentes al fectamente justificadas— no podrán, sin e m sistema y, en algunos países c o m o el Reino bargo, enmascarar la importante expansión Unido, se eliminan por sí mismos al abandoque la enseñanza secundaria ha conocido en todos los países de Europa. L a mayor parte de estos países han heredado sistemas secunStuart Madure (Reino Unido). Redactor-Jefe de darios estrechos y limitados, basados en u n sistema universal de educación primaria. U n o The Times Educational Supplement. Tendencia expansionists: entre las aspiraciones y las necesidades de cuadros 591 Perspectivas, vol. Ill, num. 4, invierno 1973. Stuart Madure después de otro, los países de Europa del Este y Europa del Oeste han pasado, según la expresión bien conocida del profesor Martin T r o w , de un sistema destinado a la «élite» a sistemas de educación de masas; la etapa siguiente, de la educación de masas a la educación universal, ha comenzado en algunos países, especialmente en Suecia. E n todos los países —incluso si existen en algunos de ellos elementos reaccionarios (o extremistas) que se niegan a aceptar la idea— la edad media del término de la escolaridad se eleva regularmente y se piensa, de forma general, que sólo una dislocación de la vida social y de la vida económica podría impedir la llegada del momento en qua la enseñanza secundaria universal se haga realidad. El hecho de que se hable de desescolarización no disminuye esta convicción, aunque permite pensar simplemente que la escuela deberá concebirse de forma diferente. Todo esto supone numerosos cambios de organización, comprendida la supresión de las divisiones internas y externas en las diferentes formas de enseñanza posprimaria: esto implica también un compromiso en el sentido de la democratización que, hasta ahora; no es en ningún m o d o universal; e implica modificaciones de programas y de m é todos de examen de enseñanza en general. E n numerosos países, estos cambios están por hacer. Se puede, no obstante, afirmar sin duda que esta transformación está en curso y que es el resultado lógico de la evolución económica y social que prosigue irresistiblemente. Todas las consecuencias de la extensión de la enseñanza secundaria y los problemas que plantea el paso a la enseñanza secundaria universal han aparecido, cada vez con mayor claridad, a lo largo de los diez últimos años. El interés manifestado actualmente por la enseñanza superior y la educación de adultos se inspira en las mismas consideraciones: los efectivos de la enseñanza su592 perior (en porcentaje de grupos de edad) son mucho menores que los de la enseñanza secundaria, pero los ritmos de crecimiento de estos efectivos son netamente más rápidos que en la secundaria. El profesor T r o w hace algunas observaciones sobre este proceso de crecimiento. «La facilidad de acceso a la enseñanza superior —escribe en un documento de la OCDE x— está estrechamente ligada a la idea que los estudiantes y sus padres se forman de la inscripción en un colegio y una Universidad. Cuando el acceso es m u y limitado, la inscripción está generalmente considerada como un privilegio de nacimiento o de inteligencia o de los dos a la vez. Cuando los efectivos superan aproximadamente el 15 por 100 del grupo de edad, el acceso a los estudios superiores es considerado com o un derecho para los que poseen algunas de las cualificaciones requeridas. Cuando la proporción alcanza alrededor del 50 por 100 —entendiendo que es bastante más elevada en algunos sectores de la sociedad— los estudios aparecen cada vez m á s como una obligación: para los niños procedentes de las clases medias y superiores... no cursar estudios superiores al finalizar una escolaridad secundaria aparece cada vez más como índice de una deficiencia cualquiera del espíritu o del carácter que es necesario explicar o justificar y de la que conviene excusarse. Además, dado el número cada vez mayor de jóvenes que cursan estudios superiores, los mejores empleos, las más brillantes perspectivas y las ventajas económicas son para los que tienen un grado universitario, de ahí ese sentimiento de obligación que experimentan numerosos estudiantes en el momento de abordar sus estudios.» Esto es abordar la cuestión desde el punto de vista del consumidor. E n los países en 1. Documento preparado por la Conferencia de la O C D E sobre las estructuras futuras de la enseñanza post secundaria. M á s allá de la Universidad: una educación superior de masas los que la planificación de la enseñanza superior tiene acertadamente en cuenta las necesidades de m a n o de obra, el interés del consumidor no está tan en primer plano. (Sin embargo, cuando los ministros europeos examinaron este problema en Viena en 1967, se puso de manifiesto que había más terreno en común de lo que se hubiese podido esperar.) Parece cierto que en los países de E u ropa Occidental el principal factor determinante de la expansión ha sido la demanda surgida de los estudiantes y que la planificación de la m a n o de obra ha sido una consideración de orden secundario. Bastantes de estos países están en la segunda etapa descrita por el profesor T r o w , aquella en la que la admisión en la enseñanza superior es un «derecho» m u y apreciado por todos los que han obtenido el bachillerato o el Abitur. E n Suecia, como a menudo sucede, una fuerte demanda del consumidor va pareja con la voluntad de planificar la m a n o de obra. La apremiante demanda que ha originado el establecimiento de la Comisión U 6 8 2 (de la que volveremos a hablar más tarde) era sin duda la de los consumidores; pero, a la manera sueca, reflejaba también las prioridades sociales fijadas por el Gobierno. La combinación de la demanda surgida del consumidor, de la planificación de la economía y de la mano de obra y de una política social m á s abierta hace particularmente interesante el intento sueco, no necesariamente como modelo, pero sí ciertamente como ilustración de problemas que, bajo una u otra forma, se plantean ya, o se plantearán m u y pronto, en toda Europa. La exigencia de educación permanente La preocupación de innovar en la enseñanza superior y la educación de adultos se explica esencialmente, m e parece, por el incremento mismo y los cambios que supone, pero este incremento no explica enteramente la forma en que se traduce. El actual movimiento de opinión, manifiestamente internacional, en favor de la educación permanente o reiterada es el fenómeno más notable que se haya producido recientemente en los medios de la educación, por encima de las fronteras y las ideologías. ¿Por qué, pues, por ejemplo, los suecos se oponen en sus actuales discusiones a lo que podría llamarse la solución californiana: expansión continua de la educación superior en la prolongación directa del ciclo secundario hasta que la tasa de cada grupo de edad que hace ahora estudios postsecundarios (25 por 100) pase a 4 0 , 60 u 80 por 100...? E n un momento en que Europa Occidental experimenta un intenso crecimiento económico y en el que el nivel de vida norteamericano parece poder ser alcanzado, a primera vista resulta extraño manifestarse en favor de la educación permanente bajo una u otra de las formas que reviste. Los países de Europa del Este han hecho grandes progresos en lo que concierne a los cursos nocturnos a tiempo parcial o por correspondencia para adultos. E n la Unión Soviética, donde hay m á s de cuatro millones de estudiantes en la enseñanza superior, sólo la mitad están a tiempo completo. Los otros siguen cursos por correspondencia o cursos nocturnos. Gracias a estos métodos poco costosos que permiten a los interesados continuar instruyéndose al tiempo que se ganan la vida, el efectivo total de la enseñanza superior está fuertemente acrecentado y los hombres y mujeres que no han podido o querido ir a la Universidad o a una escuela técnica en la adolescencia pueden reemprender sus estudios en la edad adulta, cuando incluso están más preparados para comprender el interés de estos estudios y apreciar el 2. U68. Propuestas de la Comisión de Educación sueca en 1968. Estocolmo, 1973. 593 Stuart Madure valor de la cualificación en su vida de trabajo. Es poco probable que u n sistema cualquiera de educación postsecundaria, en la prolongación directa del ciclo secundario, pueda suprimir la necesidad de establecimientos de la segunda oportunidad y hacer inútil el apoyo económico y social que los alumnos adultos deberían recibir. Estaríamos equivocados, por ejemplo, al suponer que en California, donde el 70 por 100 de los titulados de la enseñanza secundaria van a u n colegio universitario, no hay necesidad de actividades periuniversitarias o de colegios universitarios del primer ciclo para los alumnos que hayan adquirido cierta madurez de espíritu. Por el contrario, cuanto m á s instruido se está tanto más deseo se tiene de instruirse, y existen numerosas posibilidades en California de seguir cursos periuniversitarios o de entrar en u n colegio universitario del primer ciclo en la edad adulta, al m i s m o tiempo que se ofrecen a m plias condiciones especiales de admisión a los grupos desfavorecidos. Sin embargo, parece existir una diferencia fundamental entre este tipo de operación de «recuperación» o de «segunda oportunidad» y lo que las gentes tienen in mente cuando hablan con elocuencia de la educación reiterada o permanente. L a educación permanente en el sentido en que la entiende Edgar Faure en Aprender a ser, o el profesor Ralf Dahrendorf, comisario de las C o munidades europeas para la investigación, la ciencia y la educación de la C E E , es m u c h o más ambiciosa. L a Comisión sueca U 6 8 , en su informe, concibe la educación c o m o algo m u c h o m á s noble. V e en ella u n instrumento igualitario y el medio de hacer fracasar al sistema intrínseco que, en todos los países, comprendidos los países socialistas, parece asegurar a los niños de las clases medias y superiores ventajas sociales que les permiten obtener mejores resultados en los diversos 594 exámenes de admisión a la enseñanza superior que los de los niños de clases sociales inferiores. La educación permanente o reiterada está, pues, considerada c o m o u n instrumento de corrección orientada a u n objetivo idéntico al que ha conducido a países socialistas c o m o Polonia y Checoslovaquia 3 a utilizar diversos sistemas de «puntos» para que los candidatos de las clases obreras no encuentren el camino bloqueado por el procedimiento de selección de la Universidad. H e aquí lo que la Comisión U 6 8 ha dicho sobre esto en su informe: « L a organización actual, que subraya la necesidad de una educación coherente, tiende a atribuir una importancia decisiva a las elecciones hechas por los alumnos. Parece que es aquí donde se halla la clave del desequilibrio actual del reparto de las clases sociales en los establecimientos secundarios del segundo ciclo, en los que el grupo socioeconómico m á s favorecido predomina en las secciones que preparan a los alumnos para los tipos de enseñanza superior m á s buscados.» Si el Gobierno sueco decide seguir los consejos del informe de la Comisión U 6 8 , la tasa de acrecentamiento de la educación superior en los años setenta sufrirá una fuerte baja en relación a la de los años ' sesenta, y se introducirá un numerus clausus en gran número de disciplinas que atraen ahora a muchos jóvenes de diecinueve años a la salida inmediata de la escuela. D a d o que los efectivos de las escuelas secundarias aumentan regularmente, los jóvenes se verán impulsados aún más hacia las formas superiores de enseñanza profesional o hacia el m u n d o del trabajo, dispuestos a volver m á s tarde a los estudios para adquirir una formación profesional. Este informe fue publicado poco después de la reforma de la escuela secundaria del 3. Ver el artículo de Janina L A G N E A U : 2000», Acceso a la educación, La Haya. «Europa M á s allá de la Universidad: una educación superior de masas segundo ciclo y, evidentemente, los comisarios no quisieron proponer otros cambios todavía. Pero los cambios propuestos por las universidades y otros establecimientos de enseñanza postsecundaria suponían implícitamente nuevos cambios en la educación secundaria: «Para permitir una elección verdadera, se dice en el informe, al final del segundo ciclo de la secundaria, entre la prosecución de los estudios y el trabajo, todos los programas de la escuela secundaria del segundo ciclo deberían preparar a los alumnos en principio, m á s de lo que lo hacen actualmente, para la prosecución de los estudios y para u n empleo lucrativo. La C o misión estima normal que tal reforma no se aplique hasta que se haya adquirido una experiencia suficiente de la escuela secundaria del segundo ciclo que se ha creado a partir del año escolar 1971-72. E n u n futuro próximo habrá que intentar alcanzar los mismos objetivos reduciendo el número de estudiantes en las secciones del segundo ciclo de la secundaria que no preparan a los alumnos para u n empleo.» Dicho de otro m o d o , hacen falta más cursos profesionales y menos cursos de enseñanza general de tipo clásico. Suecia parece colocarse a este respecto en la encrucijada. Los educadores suecos están m u y al corriente de lo que se lleva a cabo en América del Norte. Algunas de las reflexiones que han inspirado el reciente Informe de Ontario sobre el porvenir de la enseñanza superior se reflejan en el documento sueco, como testifica su extremada prudencia en el plano financiero. L a creación de la C o misión U 6 8 se explica, en primer lugar, por el reconocimiento del hecho de que las inversiones para la enseñanza superior no pueden continuar aumentando a un ritmo exponencial. Se ha propuesto una neta reducción de la tasa de aumento de inversiones, una fórmula igualitaria para la educación superior de la clase obrera, y u n medio de repartir los recursos m á s equitativamente en el conjunto de la colectividad y de u n extremo a otro de la escala de edades. Es posible preguntarse si estos objetivos pueden ser alcanzados y, en caso afirmativo, si lo pueden ser todos al tiempo; pero, para dar una respuesta política a una cuestión política, la C o misión sueca ha propuesto una fórmula que, a pesar de las violentas críticas de todas partes, es la desembocadura lógica de la política que Suecia aplica en materia de educación desde hace veinticinco años. El documento sueco tiene también en cuenta ejemplos de Europa del Este, en particular por lo que se refiere al lugar que se ha dado a la enseñanza y a la formación profesionales y su preocupación por un intento «politécnico» de la enseñanza secundaria del segundo ciclo. Cuestión m u y distinta es la de saber si los niños de la clase obrera resultarán efectivamente beneficiados y verán aumentar sus oportunidades de éxito en la vida porque se vuelva más difícil el acceso a la enseñanza postsecundaria sin haber trabajado cierto tiempo entre la salida de la escuela y el ingreso en u n colegio universitario. La tecnología c o m o fuerza de cambio Sería un gran error dejarse arrastrar por hermosas palabras que, aquí c o m o en todas partes, sólo son la espuma de la cerveza. Las consideraciones igualitarias n o son en absoluto la única razón por la que Europa parece a punto de reconsiderar el problema de la educación de adultos. La igualdad exige, es cierto, que el acceso a los recursos de la enseñanza superior estén abiertos con mayor amplitud y que se supriman las distinciones artificales entre el alumno que haya adquirido una cierta madurez de espíritu, el estudiante a tiempo parcial, y el hombre o la mujer que trabaja. Felizmente, el deseo de hacer algo en este sentido no depende únicamente de la buena voluntad de los medios políticos. Existen otras fuerzas objetivas que 595 Stuart Madure contribuyen a modificar la actitud actual acerca de la educación. U n a de estas fuerzas es la tecnología. La «universidad abierta», que es, en el Reino Unido, la innovación m á s importante del siglo en el campo de la educación, ha mostrado que la tecnología de la educación, bajo la forma de recurso sistemático a todos los medios disponibles —televisión, radio, cursos por correspondencia, trabajos dirigidos, orientación individual y cursillos de verano— puede dar excelentes resultados en condiciones m u y económicas siempre que se haga a escala suficientemente grande. Y , a este respecto, la «universidad abierta» comienza a tener una influencia, que irá reforzándose sobre los restantes establecimientos de enseñanza. Si esto es realizable para los estudios de nivel superior, se deben poder organizar del mismo m o d o cursos a otros niveles y para otros estudiantes de la enseñanza postsecundaria. D e esta forma se han abierto perspectivas para la educación reiterada y para la educación de adultos, y se sabe ahora c ó m o asegurar la puesta en marcha de estos proyectos con los menores gastos. (El actual Gobierno británico no parece reconocerlo, pero los resultados están ahí y cada uno podrá comprobarlo.) N o es más que u n ejemplo de la forma en que la tecnología de la educación hará posibles otros programas de educación de adultos que se desarrollarán tras sus pasos. Algunos predicen desde hace muchos años que la tecnología de la educación va a transformar incesantemente las escuelas, y, sin e m bargo —en ambos lados del Atlántico—, las escuelas han resistido tranquilamente los esfuerzos resueltos de la industria del saber. H a y buenas razones para continuar siendo escéptico acerca de la aplicación de la tecnología de la educación en las escuelas, pero hay motivo para ser optimista en cuanto a su aplicación a los adultos. La diferencia esencial está en que en los diez próximos 596 años se desarrollará la revolución de la «cassette». La cinta de video será, tras la sonora, introducida en los hogares de toda Europa. Cuando este material sea corrientemente utilizado con fines recreativos, se reconocerá todo el interés que representa para la educación. L a revolución que se operará paralelamente en los medios de gran información trastocará a su vez el aprendizaje independiente. E n efecto, la tecnología deberá inevitablemente formar parte del utillaje de la educación permanente: será extremadamente difícil prescindir de ella. Los cambios en curso en el campo del trabajo son igualmente importantes: las generaciones futuras se verán obligadas a reenfrentarse a medida que los antiguos e m pleos desaparezcan y sean reemplazados por otros. El importante lugar dado por los países de Europa del Este a la formación industrial y a la orientación profesional en la enseñanza superior y técnica encuentra eco en el informe de la Comisión U 6 8 . E n Francia, donde los permisos para estudios están ya previstos por la ley, el profesor Bertrand Schwartz coloca resueltamente a la educación permanente en el contexto de la tecnología en plena evolución y de la eficacia industrial. Los cursos de «recyclage», la formación paralela al empleo, los cursillos de perfeccionamiento profesional dependen todos de la educación reiterada y se multiplican cada año, no para responder a u n gran designio o a u n magno objetivo ideológico, sino bajo la fuerza irresistible de los cambios que se operan en la industria, la tecnología y la práctica profesional. (Es interesante hacer notar que Suecia, donde la presión ideológica hace, con cierto énfasis, de la educación permanente el instrumento de una política social igualitaria, es también u n país donde estos cambios en la vida industrial y profesional son m u y espectaculares.) Finalmente, existe la transformación del trabajo por las máquinas y la disminución M á s allá de la Universidad: una educación superior de masas tan esperada de las horas de trabajo. Todos saben que el asalariado prefiere n o utilizar para sus ocios u n excedente eventual de tiempo libre, sino aprovecharlo, por el contrario, para trabajar más, tener incluso dos empleos a la vez, o hacer horas extraordinarias a fin de comprar bienes de consumo o todo lo que contribuye a mejorar su vida material. Es cierto que la semana de tres o cuatro días descrita por los futurólogos n o va a ser una realidad inmediata, c o m o se imagina a veces u n poco a la ligera; no obstante, las vacaciones pagadas serán m u y pronto m á s largas y permitirán una mayor elección de ocios y de actividades culturales. Diversificar las posibilidades d e acceso Es fácil considerar c o m o educación de adultos ciertas formas de estudios de tipo clásico —o ciertas actividades de grupo libremente consentidas y que sirven a los intereses de la comunidad— pero, en una sociedad sana en la que el ocio tiene u n mayor lugar y donde la gama de actividades distintas del trabajo se extiende, será difícil, si no imposible, distinguir la educación de adultos de otras formas populares de actividades recreativas, culturales o comunitarias. A d e m á s (al menos en los países no socialistas), es indispensable tener en cuenta que hay, o que habrá, toda suerte de organismos de educación de adultos —unos públicos, otros privados, cooperativos, comerciales, subvencionados, gratuitos, o incluso autofinanciados. T o d o esto parece estar todavía m u y lejos y, de hecho, se tiene más bien la impresión de que no ocurre gran cosa detrás del biombo de la retórica, a no ser el desarrollo progresivo de las instituciones existentes. Verdaderamente, nada da que pensar que haya, en numerosos países occidentales, u n deseo general de abrir establecimientos existentes de enseñanza superior a los adultos y a los que no reúnen las condiciones requeridas para ser admitidos; es decir, que no han acabado el ciclo de la educación secundaria. L a retórica n o podrá reemplazar proyectos n o demasiado ambiciosos, quizá, pero prácticos y realistas. La importancia dada a la educación profesional es comprensible y toca una cuerda sensible de los trabajadores adultos. Sin e m bargo, nos admiramos de que se le conceda un lugar tan amplio en el plan sueco, en el m o m e n t o m i s m o en que u n buen número de jóvenes adultos parecen rebelarse contra las presiones y las manipulaciones ejercidas sobre ellos para hacerles tomar demasiado pronto una decisión sobre su porvenir profesional. Será m u y interesante ver si esta rebelión y este rencor serán ahogados por las ventajas prácticas de u n empleo asegurado. Pero también podría suceder que la sociedad opulenta posindustrial, al ofrecer carreras trazadas con anterioridad, disguste a los jóvenes, h o m bre y mujeres, que prefieran descubrir por sí mismos su papel en la sociedad y sus relaciones con ella, en vez de poner en funcionamiento la máquina sin fallos. El interés manifestado por la enseñanza técnica y tecnológica, en el marco de la educación profesional, está también en contradicción con el hecho patente — c o m o ha confirmado recientemente u n estudio de la I E A 4 — de que la ciencia y la tecnología han dejado de ofrecer a los jóvenes en numerosos países de Europa Occidental, perspectivas atrayentes y prometedoras. N o es posible dejar de deducir que la educación reiterada, que se ha hecho algo corriente en la Europa de los años sesenta, debe ser objeto de las más rigurosas y circunspectas críticas; n o porque n o sea buena, o 4. La enseñanza de la ciencia en diecinueve países, Estocolmo, Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Escolar. 597 Stuart Madure deseable, o necesaria, sino porque se presta a todas las interpretaciones y podría rebelarse c o m o un medio antiliberal y autoritario para hacer caer la escala en cuya cima se han izado los dirigentes de los medios políticos y universitarios de la presente generación. Bajo sus formas m á s ambiciosas, es propuesta c o m o un instrumento de tecnología social. A este título es necesario examinarla a la luz de los objetivos sociales a los que se ordena., Pero no es suficiente demostrar que dichos objetivos son buenos; lo m á s difícil es probar que el modelo particular de educación permanente elegido puede efectivamente dar los resultados propuestos. 598 E n sus manifestaciones m á s modestas, desprovistas de toda verborrea inútil, constituye un compromiso para crear una sociedad abierta en la que sólo un número, tan ínfimo com o sea posible, de las decisiones en materia de educación, sea irrevocable. N o se trata simplemente de colocar una red de seguridad para los que caen, sino de perpetuar la idea de una comunidad deseosa de instruirse, en la que cada uno pueda adquirir siempre conocimientos y una experiencia coherente, ya sea por razones profesionales o culturales, o por placer, o por todo ello a la vez. Es un lujo que Europa debería poder darse en el último cuarto del siglo xx. Indicaciones bibliográficas sobre la enseñanza superior en Europa A S H B Y , Eric, y A N D E R S O N , Mary. The rise of the Student Estate in Britain. London/Basingstoke, Macmillan, 1970. ASSOCIATION I N T E R N A T I O N A L E DES UNIVERSITÉS. La coopération universitaire internationale. Paris, 1969 (Cahiers de l'AIU, 9.) — L'Université et les besoins de la société contemporaine. Paris, 1970. (Cahiers de l'AIU, 10.) — Problèmes d'intégration des enseignements supérieurs. Étude de cas internationale sur la Gesamthochschule París, 1972. (Cahiers de l'AIU, 11.) A V R A M O V A , Bistra. L'enseignement en Bulgarie. Sofia, Sofia-Presse, 1969. A W E D U T O , S., y S C H I A V O N E , M . La diversificazione dell'insegnamento superiore in Europe. Milán, Marzorati, 1971. B U R N , Barbara. Higher education in mine countries. A comparative study of colleges and universities abroa Nueva York, M c G r a w Hill, 1971. B U T C H E R , H . J., y R U D D , Ernest (ed.). Contemporary problems in higher education, An account of research. London, M c G r a w Hill, 1972. C A T Y , Gilbert. La politique scientifique et universitaire en République fédérale d'Allemagne (du fédéralism à la coopération interuniversitaire). Paris, La documentation française, 1972. (Notes et études documentaires, 3860.) C H E V A L L I E R , Jacques. L'enseignement supérieur. Paris, P U F , 1971. C H O M B A R T D E L A U W E , Paul-Henry. Pour l'université. Avant, pendant et après mai 1968. Paris, Payot, 1968. — Conférence des ministres de l'éducation des Etats d'Europe membres de VUnesco sur l'accès à l'enseigne ment supérieur, Vienne, 20-25 novembre 1967. Paris, Unesco, 1967/1968. Varios vol. CONSEIL D E L'EUROPE. CENTRE D E DOCUMENTATION POUR L'ÉDUCATION E N EUROPE. Collage sur les ensei- gnements supérieurs: l'éducation postsecondaire en Europe: situations et perspectives. Estrasburgo, 19 D E B B A S H , Charles. L'université désorientée: autopsie d'une mutation. Paris, P U F , 1971. D E J A N , Christian, y B I N N E M A N S , Charles-Louis. L'université belge. Du pari au défi. Études des problèmes de l'enseignement supérieur. Bruselas, Éditions de l'Institut de sociologie, Université libre de Bruxelles, 1971. — De l'université aux universités, octobre 1%8-janvier 1971. Paris. 1971. (Association d'études pour l'expansion de l'enseignement supérieur. Cahiers des universités françaises, 1.) D E N N I G E R , Erhard. Das Hochschulrahmengesetz. Kernstück einer Bildungsreform?, Francfort, A . Metnez Verlag, 1972. DEURrNCK, G . University education in the year 2000, Plan «Europe 2000», Project 1: Education, Theme IllStudy 9A. Amsterdam, European Cultural Foundation, 1972. FiLiPOVié, Marijan. L'enseignement supérieur en Yougoslavie. Belgrado, Conseil fédéral pour l'éducation et la culture, 1970. F L O O D - P A G E , C , y G R E E N A W A Y , H . (ed.). Innovation in higher education. Londres, Society for Research into Higher Education, 1972. FOURASTIÉ, Jean. Faillite de l'université. Paris, 1972. G R O H M A N N , Karl, y H Ö L L I N G E R , Sigurd. Bildungsplannung in Österreich, Band II: Einzugsberichte der Wissenschaftlichen Hochschulen. Viena, C . Ueberreuter, 1970. 599 Perspectivas, yol. Ill, num. 4, invierno 1973. Indicaciones bibliográficas sobre la enseñanza superior en Europa H É B E R G E R , K . L'enseignement supérieur en Hongrie. Budapest, Tankönyvkiado, 1966. H O L M E S , Brian, S C A N L O N , David G . , y N I B L E T T , W . R (ed.). Higher education in a changing world: the World year book of education 1971172. Londres, Evans Bros. Ltd., 1971. K O U R G A N O F F , Vladimir. La face cachée de l'université. París, P U F , 1972. M A C K E N Z I E , Norman, E R A U T , Michael, y J O N E S , Hywel C . Art d'enseigner et art d'apprendre: introduction aux méthodes et matériels nouveaux utilisés dans l'enseignement supérieur. Paris, Unesco et Association internationale des universités, 1970. M E I L Á N G I L , José Luis. Los planes universitarios de enseñanza en la España contemporánea. Alcalá de H e nares. Escuela Nacional de Administración Pública, 1970. N O R W E G I A N N A T I O N A L C O M M I S S I O N F O R U N E S C O . O S L O . Students' aspirations and participation (Final report on international conference on students' aspirations and participation of students in university management, Oslo, Norway, 4-9 August, 1969). Oslo/Bergen/Tromsö. Universitetsforlaget, 1970. O N U S H K I N , Victor G . (éd.). La planification du développement des universités, vol. I. Paris, Unesco: Institut international pour la planification de l'éducation, 1971. O R G A N I S A T I O N P O U R L A C O O P É R A T I O N E T L E D É V E L O P P E M E N T É C O N O M I Q U E S . Examens des politiques nationales d'éducation: Allemagne. Paris, 1972. Examens des politiques nationales d'éducation: Autriche. Paris, 1970. Examens des politiques nationales d'éducation: Italie. Paris, 1969. Examens des politiques nationales d'éducation: "Pays-Bas. Paris, 1970. Innovation dans l'enseignement supérieur. Trois universités allemandes. Paris, 1970. Innovation dans l'enseignement supérieur. Expériences françaises avant 1968. Paris, 1970. Innovation dans l'enseignement supérieur. L'enseignement technique au Royaume-Uni. Paris, 1971. Innovation dans l'enseignement supérieur. Les réformes en Yougoslavie. Paris, 1970. La politique et la planification de l'enseignement: France. Paris, 1971. L'enseignement supérieur court, recherche d'une identité. Paris, 1973. L'enseignement universitaire de troisième cycle: structures et politiques. Paris, 1972. Perspectives différentes d'avenir de l'enseignement aux États-Unis et en Europe: méthodes, problèmes et incidences en matière de politique. París, 1972. — Vers de nouvelles structures de l'enseignement postsecondaire. Paris, 1971. O V C I N I K O V , A . A . , PUGINSKIJ, V . S., y P E T R O V , G . F . Setevye metody planirovanija i organizacija ucebnogo processa (v vyssej skole). Pod red. A . A . Ovcinikova, Moscú, Vysäaja [âkola], 1972. P O W E L L , J. P. (ed.). Universities and university education: a select bibliography. Londres, National Foundation for Educational Research in England and Wales, vol. I y II, 1971. P R E C I S Z E W S K I , T . (ed.). Sprawnosc ksztalcenia w szkolnictwie ayzszym. Varsovia, P W N , 1971. — Register of research into higher education in Western Europe 1973. Londres, Society for Research into Higher Education, 1972. T A Y L O R , William. Policy and planning for post-secondary education. European overview. Council of Europe. Seventh Conference of European Ministers of Education. Estrasburgo, 1970. U N E S C O . L'éducation dans le monde, IV. L'enseignement supérieur. Paris, 1967. — Les études supérieures. Présentation comparative des régimes d'enseignement et des diplômes. Paris, 1973. (Études sur les équivalences internationales de diplômes.) Z I L ' C O V A , E . N . (ed.). Voprosy planirovanija vyssego obrazovanija (Sbornik state}). Moscú, Izd-vo Moskovskogo universiteta, 1972. Esta bibliografía ha sido establecida por la Asociación Internacional de Universidades, la Oficina Internacional de Educación y la División de Enseñanza Superior (Unesco). — — — — — — — — — — — 600 Tendencias y casos El Gimnasio Libre de Copenhague El Gimnasio Libre abrió sus puertas en septiembre de 1970 con noventa y cuatro alumnos de primer año, dieciocho profesores (a tiempo parcial en muchos casos) y u n director. E n 1971 y 1972 han sido creadas nuevas clases, completando de este m o d o el ciclo de estudios de tres años. H e m o s intentado, en el presente informe, exponer u n cierto n ú m e r o de hechos y de ideas que puedan proporcionar a la escuela una significación que supere el marco estrecho de nuestra experiencia particular. Este informe se c o m p o n e de varias secciones redactadas por separado según u n plan trazado por u n comité conforme a nuestro objetivo pedagógico, que es conjugar el papel del grupo y la iniciativa individual. D e este m o d o , cada sección ha sido elaborada por nueve alumnos y tres profesores. Aparte de algunas ligeras modificaciones de redacción, el texto original n o ha sido cambiado y las diversas secciones son, por consiguiente, la expresión de opiniones personales. ¿Por qué es necesario reformar el sistema actual? Parece haber llegado el m o m e n t o de proceder a una nueva reforma del segundo ciclo de la enseñanza secundaria. L a estructura de la enseñanza primaria ha sido modificada de forma que cierto n ú m e r o de materias se han hecho facultativas y, para que tenga efecto, este cambio debería hacerse extensivo a los gimnasios. Los alumnos entran en el gimna- sio después de haber finalizado su segundo y tercer años de realskole. E s la escuela de la que salen, y n o el gimnasio, la que determina si han alcanzado o n o el nivel requerido. E n caso afirmativo, el alumno es admitido directamente en el gimnasio sin exámenes. Pero si la escuela n o está capacitada para tomar una decisión, el alumno debe superar u n examen al que pocos son admitidos. Aproximadamente el 14 por 100 de los jóvenes de dieciséis a diecinueve años están inscritos en gimnasios. Sólo el 12 por 100 de este porcentaje procede de familias pertenecientes a la clase obrera. E n este m o m e n t o , los jóvenes que efectúan sus estudios en u n gimnasio son distintos de los de los años sesenta. A lo largo de estos diez últimos años, la juventud ha llegado a formar u n grupo con el que la sociedad debe contar. Esta ha de tomar en consideración su deseo de intervenir en la toma de decisiones en el seno del sistema escolar. Esto n o quiere decir que todos los jóvenes, ni seguramente la mayoría, deseen conscientemente u n cambio radical. El paso de la obediencia pasiva a la participación activa n o es instantáneo y los alumnos de los gimnasios n o tienen de ningún m o d o tiempo de prepararse, puesto que deben adquirir u n cierto bagaje de conocimientos. A d e m á s , los profesores han agravado aún m á s la situación negándose por lo general a concederles el tiempo necesario para que tal toma de conciencia pueda darse. Por el contrario, la mayor parte ha utilizado su autoridad para apartar a los alumnos de las ideas democráticas. Pero, des 601 Perspectivas, vol. Ill, num. 4, invierno 1973. Tendencias y casos de hace dos años, se manifiesta cada vez más netamente una nueva tendencia: u n creciente número de alumnos y de profesores están cada vez menos satisfechos de la situación en el campo de la educación. Y a no es agradable para un profesor hacer ingurgitar conocimientos a una masa de alumnos perezosos que no se interesan en absoluto en lo que pasa en su clase. C o n motivo del progreso técnico, se ha hecho indispensable preocuparse m á s en enseñar a los alumnos a aprender, a fin de que puedan aprovechar m á s fácilmente las concepciones y los descubrimientos futuros. Y a es hora igualmente de que el gimnasio saque partido de la ciencia en evolución, c o m o la psicología y la sociología, no sólo para dar a los alumnos una visión m á s amplia de los otros seres humanos, sino también porque la psicología y la sociología no pueden dejar de contribuir útilmente a la preparación de nuevos métodos de enseñanza. Orígenes y creación del Gimnasio Libre Para comprender verdaderamente lo que ha motivado la creación del Gimnasio Libre, es necesario conocer las tradiciones que hacen que el sistema educativo danés difiera mucho, en dos puntos, de otros muchos sistemas: existe en Dinamarca una legislación sobre las escuelas libres y los colegios populares que concede a los particulares la posibilidad de crear escuelas ordinarias así c o m o colegios populares sobre la base de principios pedagógicos e ideológicos a los cuales estén personalmente adheridos; por otra parte, las educadoras de jardines de infancia tradicionalmente están formadas en virtud de principios diferentes a los que rigen en el resto del sistema de formación docente. Estas dos características inspiran, desde la Primera Guerra Mundial, un movimiento edu- 602 cativo que ha visto la luz en torno a los establecimientos donde se forman las educadoras de los jardines de infancia. Se ha creado un cierto número de escuelas libres o «pequeñas escuelas» donde la evolución social y afectiva de los niños ha sido considerada c o m o m á s importante que la adquisición de conocimientos precisos. E n estas escuelas, que continúan multiplicándose, se ha evitado, en la medida de lo posible, las notas y los exámenes para apoyarse sobre evaluaciones hechas por los mismos alumnos. Se ha cargado el acento principalmente en las m a terias que recurren a la imaginación creadora, lo que ha influido sobre la forma y el contenido de otras enseñanzas. A pesar de que estas «pequeñas escuelas», de las cuales la m á s conocida es la Bernadotteskole, se oponen radicalmente, desde sus orígenes, al sistema escolar ordinario; y aunque la clientela de estos establecimientos pertenece casi exclusivamente a un cierto medio, se puede observar desde hace poco que el espíritu que las anima no cesa de ganar terreno en las escuelas públicas. Cuando se empezó a preparar la creación del Gimnasio Libre, durante el verano de 1967, ninguna de las experiencias o ideas relativas a las «pequeñas escuelas» había dejado sentir su influencia sobre los gimnasios. Es cierto que muchos antiguos alumnos de las pequeñas escuelas de la Bernadotteskole habían ingresado en el gimnasio y habían tropezado con dificultades bastante graves; es verdad que los profesores de enseñanza superior habían deplorado la falta de experiencia de trabajo personal entre los alumnos, pero no se había realizado todavía ningún esfuerzo serio para modificar este monopolio de la enseñanza de tipo clásico. E n el gimnasio, la futura «élite» de economistas, de juristas, de rnédicos, de científicos y de profesores de enseñanza secundaria era formada en un espíritu de suficiencia e indiferencia en relación con todos los problemas considerados m á s humanos que teóricos. Profundiza- Tendencias y casos ban con ardor en todos los senderos de la cultura y consagraban más tiempo al estudio del pasado que a la elaboración de principios básicos para resolver los problemas actuales, que además no figuraban oficialmente en el programa. Los profesores cualificados recibían una formación únicamente dirigida hacia las técnicas pedagógicas y de una indigencia manifiesta, aunque no fuese más que en su concepción. E n la primavera de 1967, un joven profesor de enseñanza secundaria escribió, en uno de los periódicos más importantes del país, un artículo en el que acusaba al gimnasio de traicionar completamente sus propios objetivos y de n o evolucionar con su tiempo. Este profesor evocaba el establecimiento de carácter experimental que algunos alumnos acababan de abrir en la vecina Noruega, y pedía insistentemente a los interesados que pusiesen a punto una fórmula análoga en Dinamarca. E n el m o m e n t o de nuestra primera reunión, que se celebró en el otoño de 1967, éramos una decena, llegados de horizontes diversos: algunos profesores y alumnos del gimnasio, estudiantes de Universidad y personas que trabajaban en escuelas normales de jardines de infancia. Sobre todo hemos intercambiado datos de experiencia y criticado ese gimnasio que queríamos transformar. Desde el comienzo, no todos estábamos de acuerdo y teníamos puntos de vista diferentes. Algunos pensaban que íbamos a limitarnos a formular una crítica incisiva de los gimnasios existentes, mientras que, para otros, se trataba principalmente de crear un gimnasio que probase la posibilidad de concebir nuevas estructuras pedagógicas. A finales del otoño quedó claro que nuestra preocupación esencial era crear un nuevo gimnasio. Los que m á s deseaban este proyecto simplemente consagraron más esfuerzo y energía que los que sólo tenían c o m o a m bición esbozar proyectos utópicos. N o s hemos asignado la triple tarea siguiente: elaborar los planes del gimnasio, dirigir una campaña de propaganda en la prensa y entre los diversos establecimientos de enseñanza, y, finalmente, proceder a las gestiones necesarias para obtener la aprobación del Ministerio de Educación. El trabajo de planificación ha sido realizado por todos los miembros del grupo; es decir, un profesor de gimnasia, un alumno de Escuela Normal, un estudiante de propedéutica, un ingeniero y yo mismo ', estudiante de Universidad. El estudiante de propedéutica formaba parte al mismo tiempo de u n comité del Ministerio de Educación; él se encargó de las negociaciones, mientras el ingeniero y yo nos ocupábamos de la propaganda en los otros establecimientos de enseñanza. Conseguimos cada vez más adeptos, sobre todo entre los alumnos y futuros alumnos de gimnasio, que nos proporcionaron después una ayuda m á s activa, tanto para la elaboración de los planes c o m o para la propaganda. Fue constituido un grupo de estudio sobre el «Gimnasio Libre», denominación que escogimos para el establecimiento. La idea del Gimnasio Libre era acogida cada vez más favorablemente por la opinión pública, sobre todo en el seno de los partidos políticos de izquierda. Evidentemente, el Gobierno no apreciaba demasiado el proyecto, pero aceptó examinar con nosotros algunos problemas. Estas negociaciones duraron dos años y medio, a lo largo de los cuales el contenido de la enseñanza, el papel de los alumnos en la determinación de la política a seguir y en la administración, así com o las condiciones de admisión, han dado lugar a numerosos roces. Durante la primera entrevista en el Ministerio se nos declaró que nuestro estableci1. Esta sección fue redactada por Lars Jacob M u s chinsky, que es hoy profesor de Ciencias Sociales en el Gimnasio Libre. 603 Tendencias y casos miento no podría ser agregado c o m o gimnasio del Estado y que el Ministerio no tomaría a su cargo m á s que el 85 por 100 de los gastos de funcionamiento, conforme a la reglamentación danesa sobre escuelas privadas. A continuación, pasamos m u c h o tiempo buscando una municipalidad suburbana que aceptase pagar el 15 por 100 restante. N o s parecía que el desequilibrio social del reclutamiento se acentuaría aún más sí los padres tenían que pagar por inscribir a sus hijos en la escuela. Estas negociaciones paralelas se terminaron durante el invierno de 1970 con la aprobación final de un plan modificado, así como la'promesa de una municipalidad suburbana de concedernos u n apoyo financiero y poner a nuestra disposición un edificio. Entonces comenzamos a examinar con los profesores la organización de las actividades escolares propiamente dichas. El nuevo director se ha ocupado personalmente de las múltiples cuestiones de detalle relativas a los locales, a las solicitudes de inscripción, al personal docente, etc. Bruscamente, cuando todo parecía estar arreglado, supimos que la municipalidad suburbana n o podía concedernos créditos para el edificio. D o s meses antes de la fecha fijada para la apertura del Gimnasio nos encontramos con las manos vacías. Los futuros alumnos tuvieron que encontrar otras escuelas, mientras que nosotros buscábamos desesperadamente, durante las vacaciones de verano, el m o d o de abrir nuestra escuela de una u otra forma. Solicitamos la ayuda de las autoridades más diversas; pero, a pesar de toda su amabilidad, consideraron que no había nada que hacer. U n día en que, completamente descorazonados, estábamos a punto de renunciar, uno de los padres de alumnos nos indicó que había una fábrica desalquilada en la municipalidad suburbana que inicialmente nos había prometido su apoyo. Empezamos de nuevo 604 y nos entrevistamos con el propietario de la fábrica para acordar un alquiler. Pero era ya demasiado tarde. Los cursos habían comenzado en todos los demás gimnasios. N o obstante, el Ministerio nos dio permiso para comenzar con un mes de retraso; los alumnos fueron avisados rápidamente de este brusco cambio y la escuela abrió sus puertas el 7 de septiembre con un aviso previo de dos días. La concreción del proyecto ¿CÓMO TRANSFORMAR UNA FÁBRICA EN ESCUELA? Cuando las tareas de gestión y administración de una escuela están repartidas por igual entre alumnos y profesores, ¿debe ocurrir lo m i s m o en el trabajo material? Á falta de medios financieros, nuestro trabajo material encontró a m e n u d o serias dificultades. Tuvimos que renunciar a gran parte de nuestras ambiciones y explorar todas las posibilidades para encontrar la solución menos costosa. A pesar nuestro tuvimos que contentarnos con aguardar un futuro que esperábamos m á s próspero para poner en ejecución cantidad de proyectos importantes. A lo largo del primer semestre sobre todo, tuvimos que economizar al céntimo. U n comité fue encargado de transformar en u n marco aceptable el edificio sucio y destartalado en que nos instalamos. H u b o que limpiar todo, reparar, pintar y acondicionar sólo para uno o dos años. Otro grupo recuperó mesas, sillas y encerados desechados por otras escuelas. Igualmente se consiguieron cajas de botellas de leche y de cerveza para fabricar estanterías. U n tercer grupo se ocupó de las lámparas y terminó por encontrar algunas m u y convenientes después de largas y difíciles discusiones en la Asamblea de la escuela. Otro grupo, después de haber Tendencias y casos buscado m u c h o , descubrió una empresa que vendía moquetas deterioradas por el agua. U n a editorial nos dio numerosos libros y, com o nuestra enseñanza se basa en gran parte en extractos de diversas obras, nos pareció indispensanble un duplicador. Durante los dieciocho primeros meses, el mobiliario de los talleres se limitó a algunas mesas y a una estantería m u y poco nutrida. N o era posible un funcionamiento, pues reinaba tal confusión y tal desorden que era inconcebible dedicarse a una actividad de creación artística. Este problema se suscitó m u y a m e n u d o durante las asambleas, pero nadie se dedicó a poner orden y la situación parecía no tener salida. Durante un fin de semana, un grupo tomó la iniciativa de colocar todo y preparar un soberbio taller dividido en tres secciones dedicadas, respectivamente, a la cerámica, al dibujo y al trabajo en madera y en metal. E n febrero de 1972 fue posible conseguir fondos de la subvención acordada por el Estado, lo que nos permitió equipar los talleres con útiles eléctricos, con u n horno de cerámica y diversos elementos necesarios para las actividades artísticas. U n cuarto oscuro para fotografía fue instalado rápidamente en un lugar que se prestaba a ello. E n cuanto al desorden... que planteaba un problema m á s bien penoso..., invadía todo el establecimiento. Al principio, estábamos todos de acuerdo en decir que la limpieza debía hacerse espontáneamente. Pero nadie se sentía particularmente atraído por las tareas de limpieza y ordenación, de tal m o d o que la suciedad y el desorden poco a poco invadieron el establecimiento. U n día, durante una asamblea, descubrimos que cierta suma estaba destinada a la limpieza a título de presupuesto escolar ordinario. Después de discusiones largas y encarnizadas se decidió que los alumnos que tuvieran necesidad de ganar dinero serían retribuidos por hacer la limpieza. Al principio, nuestra gran sala c o m ú n (que sirve para las reuniones y las comidas) sólo tenía u n suelo de cemento manchado de aceite. Posteriormente, u n comité fue encargado de acondicionarlo. Después de haber trabajado durante dos meses con un arquitecto, éste propuso una solución consistente en construir u n falso techo de u n material aislante acústico, así c o m o una tarima sobreelevada a dos niveles y recubierta de moqueta. Finalizados todos estos trabajos, llevados a cabo durante las tres primeras semanas del año escolar, se operó u n cambio sensible. Se había terminado toda la pintura, se habían colocado moquetas por todas partes y las clases se habían acondicionado con cierto confort. LA EDUCACIÓN Y EL PROGRAMA DE ESTUDIOS Se puede considerar que la educación presenta u n doble aspecto: la adquisición de conocimientos y la aplicación eficaz de los conocimientos adquiridos. L a mejor manera de enseñar a los alumnos a utilizar sus conocimientos consiste en colocarles en una situación concreta en la que deban tomar decisiones. Se puede estudiar de este m o d o el proceso de la toma de decisiones y examinar a qué tipo de información se ha recurrido, los otros datos de que habría sido útil disponer así c o m o las consecuencias eventuales de otras soluciones posibles. E n el Gimnasio Libre, en donde la mayor parte de las decisiones relacionadas con la orientación de las actividades y la administración del establecimiento, así c o m o con el trabajo cotidiano, son tomadas por los alumnos, se ofrecen numerosas ocasiones de sacar partido de estas experiencias durante las horas de clase. E n las clases de Ciencias Sociales y de Filosofía existe una relación directa y perma- 605 Tendencias y casos nente entre la experiencia que los alumnos adquieren en la escuela y sus estudios teóricos. E n las asambleas de la escuela y en los numerosos comités, la toma de decisiones va precedida por discusiones que permiten exponer y poner a prueba la amplia gama de ideas e hipótesis relativas a la motivación y a las aspiraciones individuales, a la conciencia de uno m i s m o en tanto que individuo y en tanto que miembro de u n grupo, a las relaciones profesor-alumno, a la responsabilidad individual y colectiva, a las metas de la educación y al papel de la escuela en la sociedad, así c o m o a las situaciones generadoras de conflictos y a los medios de resolverlos. Estas son las ventajas que es posible apreciar desde ahora. N o obstante, gran parte del valor de esta interacción entre la experiencia vivida y la enseñanza dispensada en clase se hará m á s evidente cuando los alumnos hayan terminado sus estudios y comenzado a ejercer u n oficio. E s entonces cuando deberán ser capaces de utilizar con acierto todos los conocimientos adquiridos. D a d o que nuestros alumnos se habrán familiarizado con este proceso y que habrán estado en situación de proceder a intercambios que se prestan a una evaluación y a una acción sucesivas, parece razonable pensar que se ha establecido una base sólida para la realización de u n trabajo eficaz. Explicar el programa de estudios no es tarea fácil. Comprende unas veintiocho m a terias que pueden ser estudiadas hasta diferentes niveles en múltiples combinaciones. Se distinguen materias obligatorias, opcionales y facultativas. Para poder presentarse al examen de admisión en la Universidad, después de estos tres años de estudios, cada alumno debe añadir algunas materias opcionales a la totalidad de las materias obligatorias a fin de responder a u n conjunto complejo de exigencias y de restricciones. Las dificultades con las que el alumno se enfren- 606 ta surgen, por una parte, cuando intenta conciliar las condiciones impuestas por el M i nisterio de Educación con los objetivos fundamentales del Gimnasio Libre y sus gustos personales. Nuestros alumnos pueden especializarse en lenguas vivas, en ciencias exactas y naturales y en ciencias sociales, pero no tienen que tomar decisión antes de entrar en el primer año. N o están divididos en secciones que tengan cada una cursos y horarios particulares, c o m o en los gimnasios ordinarios. El que desea cambiar de orientación después del primero o segundo cursos pueden modificar su programa de estudios (dentro de ciertos límites), mientras que, en un gimnasio ordinario no es autorizado a ello más que durante los primeros meses. Por otra parte, nuestros alumnos pueden elegir entre u n conjunto más amplio de disciplinas que en los otros establecimientos. Pueden estudiar español y ruso durante los tres años. Nuestro gimnasio es el único establecimiento que ofrece u n curso de sociología y psicología a lo largo de los tres años. Son raros los gimnasios que poseen u n taller de oficios artísticos. Entre las materias facultativas (dos horas semanales durante u n año) figuran la filosofía, el cine, la cultura física, la religión, la música, el arte dramático y el dibujo. A petición de diez alumnos es posible añadir una nueva materia a la lista. La libertad de decisión del profesor y de los alumnos en lo que concierne al programa de enseñanza varía según los cursos. A este respecto, todos los gimnasios están en la mism a situación. Para materias c o m o las matemáticas, la física y la química, el Ministerio de Educación exige que se respete, con bastante exactitud, u n vasto programa de estudios que fija principalmente el número de realizaciones del trabajo de laboratorio. L a libertad es mayor en materias c o m o el danés y la historia: es necesario estudiar ciertos Tendencias y casos períodos históricos, leer u n número determinado de páginas o realizar cierto número de redacciones. Las prescripciones aplicables a materias como las ciencias políticas y económicas y la geografía son todavía menos numerosas, mientras que las materias facultativas no están sometidas a ninguna clase de obligación. La forma y la organización de pruebas por materia, cuyo conjunto constituye el examen de admisión en la Universidad, están igualmente fijadas por el Ministerio. H a y pruebas escritas y pruebas orales. Están repartidas entre los tres años de estudios, pero se sitúan en su mayor parte hacia el fin del ciclo. C o locado por el Ministerio frente a dos soluciones posibles —hacer realizar pruebas en todas las materias o hacer obligatoria la asistencia y suprimir el examen para ciertas disciplinas—, nuestro establecimiento ha optado por la segunda. TOMA DE DECISIONES Y ADMINISTRACIÓN La Asamblea es la autoridad suprema del Gimnasio Libre. Todas las decisiones se tom a n en ella, y en ella se debaten todos los problemas. Todos aquellos que trabajan permanentemente en la escuela —alumnos, profesores, director y secretario— disponen de un voto. D e esta forma el poder, que en otras partes pertenece a los profesores y sobre todo al director, está en manos del conjunto del colegio. Por ser el director responsable ante el Ministerio de Educación, posee el derecho al veto suspensivo (lo que es contrario a los principios democráticos). Para evitar que una minoría importante pueda ser descuidada, u n tercio de la Asamblea escolar puede también oponer u n veto suspensivo. E n ambos casos es posible pasar por encima de este veto, tres semanas después, por medio de u n voto mayoritario. Esto era todo cuanto sabíamos sobre la escuela cuando la inauguramos. Disponíamos también del programa aprobado por el Ministerio, pero nos correspondía definir la estructura de la escuela. M u y pronto se puso de manifiesto que la reacción contra el orden y la disciplina de las escuelas, que habíamos conocido con anterioridad, estaba siempre dispuesta a manifestarse. Todo el m u n d o temía que la formula.ción de reglas y de procedimientos crease una rutina a la que ya no sería fácil escapar. Esta inquietud había marcado poderosamente nuestras asambleas, que se desarrollaban en los comienzos sin presidente, sin orden del día y sin actas. Al principio, no era raro oír reclamar u n presidente cuando la Asamblea estaba en marejada. M á s tarde aprendimos a deliberar sin hablar todos al mismo tiempo y sin tener que repetir sin cesar lo que se acababa de decir. E n el presente, si alguien quiere someter una cuestión a la Asamblea, la inscribe en el orden del día colocado en u n cuadro de anuncios. E n la Asamblea comenzamos por leer todos los puntos en voz alta, y el que ha escrito la cuestión en el orden del día, la expone. Frecuentemente se toma la decisión de examinar en primer lugar una cuestión importante o consagrarla a la totalidad de la sesión. H e aquí c ó m o se adoptan las decisiones: todos los que tienen algo que decir toman la palabra hasta que todos hayamos examinado la totalidad de los aspectos de la cuestión y confrontado los diversos argumentos. La opinión general que termina por desprenderse de los debates se convierte habitualmente en la «decisión». C o m o no tenemos ningún medio para aplicar sanciones contra los «disidentes», es necesario que todas las opiniones sean escuchadas, de otra forma la decisión no tendría valor. Cuando procedem o s efectivamente a una votación, es casi siempre sobre cuestiones acerca de las cuales 607 Tendencias y casos tenemos obligaciones frente al m u n d o exterior. A la larga, hemos visto que es difícil acordarse de las decisiones tomadas; por lo que alguien propuso un día establecer actas de las asambleas. ¡No hay que decir que nuestra aversión a los sistemas nos ha hecho tratar este problema con gran prudencia! La idea fue aceptada, pero desde entonces perdemos algunos minutos al principio de casi todas las asambleas para encontrar a alguien que quiera voluntariamente redactar el acta. Tenemos dos asambleas por semana, una de cincuenta minutos y otra de cien minutos. A veces es insuficiente; entonces ampliam o s el horario fijado y tomamos tiempo de las clases siguientes. Cada mañana comienza por una corta reunión en la que se anuncian, por ejemplo, las reuniones de comités. P u blicamos además un boletín semanal multicopiado, que se distribuye a todos, y que contiene informaciones de orden general, exposiciones preliminares de problemas importantes que deben ser debatidos en la Asamblea, actas de las asambleas, avances de los trabajos en las diversas materias, informes de los comités, poemas, quejas y sugerencias...; en una palabra, todo. La Asamblea cuenta con 300 miembros y es imposible que todos tomen la palabra. Algunos están convencidos de que la escuela está dirigida por un puñado de buenos oradores. La realidad de este problema ha sido confirmada por uno de los profesores que ha registrado la frecuencia de las intervenciones en los debates. E n un mes, 65 de los 96 alumnos de segundo año han expresado su opinión, frente a 25 alumnos de primer año solamente (de 96). Casi todos los profesores han intervenido de vez en cuando y ha sido el director quien ha tomado la palabra con mayor frecuencia. Cerca del 50 por 100 de los miembros de la Asamblea han intervenido a lo largo de trece sesiones consideradas, pero, si se excluye a los que 608 sólo han dicho algunas palabras, esa cifra desciende al 35 por 100. Es suficiente, pero no sabemos m u y bien cómo resolver este problema que no deja de preocuparnos. Esperamos que la situación mejorará cuando nos conozcamos mejor; también será útil la experiencia adquirida a través de los debates organizados en clase. M u y pronto nos pareció necesario crear cierto número de comités. U n o de los primeros fue el comité de información, que se ocupó inicialmente de toda la información difundida fuera de la escuela. Esta tarea se hizo m u y pronto demasiado pesada y fueron creados otros comités para llevar a cabo parte del trabajo. E n el m o m e n t o actual, el comité de información se dedica casi exclusivamente a la admisión de futuros alumnos. Es éste un trabajo considerable. Este año hemos tenido 300 candidatos (sólo podem o s tomar 96; se han elegido por sorteo). El comité mantiene la correspondencia relacionada con las condiciones de admisión, etcétera. Se ocupa también de los numerosos visitantes de la escuela. El comité de información ha dado nacimiento a otros varios: uno se ocupa de la relación con la Asociación Danesa de Alumnos de Gimnasios y de nuestra participación en su actividad; otro, a redactar un informe anual detallado acerca de la escuela; un tercero asegura el contacto con los demás gimnasios libres. Existen tres en Escandinavia; y mantenemos unos con otros relaciones bastante continuadas gracias a informes mensuales y a frecuentes visitas. Otro comité importante es el de presupuesto. La mayoría de los miembros son alumnos que tienen como tarea ponerse de acuerdo en las diferentes cuentas y preparar un presupuesto conveniente. C o m o para todos los demás comités, las decisiones finales pertenecen a la Asamblea. El comité de presupuesto presenta sus recomendaciones y las defiende frente a la Asamblea. Tendencias y casos Entre los restantes comités permanentes figuran: el grupo de archivos, que conserva todo lo que se escribe sobre la escuela (artículos de periódico, etc.), las actas de las asambleas y de las reuniones de comités, etcétera; el comité de becas, que ha estudiado la legislación relativa a las becas y las ayudas de estudios ofrecidas a los jóvenes que continuarán sus estudios, y puede de este m o d o ayudar a los alumnos de condición modesta; el comité social, que se esfuerza en ayudar a los alumnos que tienen necesidad de encontrar un empleo o un alojamiento; el grupo del depósito de libros, que se ocupa de nuestros manuales escolares; el grupo de la cantina que se preocupa de que los que se benefician del servicio de las comidas de m e diodía sean bien tratados (y hagan su parte del trabajo); y, finalmente, el comité de la biblioteca. Existen también numerosos comités ad hoc. U n o de ellos, por ejemplo, elabora en este momento una propuesta dirigida a mejorar el funcionamiento de la Asamblea; otro está encargado de las entrevistas con los candidatos a los puestos de enseñanza. Muchos de estos comités son creados tras la discusión de ciertos problemas en la Asamblea y desaparecen después de haber presentado su informe a ésta. U n o de esos comités se ha esforzado en precisar con toda clase de detalle los objetivos y otro ha propuesto un plan de reparto de las diversas tareas entre los alumnos, las clases, los profesores y la Asamblea. U n o de los problemas con los que hemos tenido que enfrentarnos a menudo es que el mismo pequeño grupo se encuentra en todos los comités. Para remediarlo, se ha decidido que nadie podrá formar parte de más de dos comités permanentes. Esperamos de este m o d o haber resuelto parcialmente este problema que se planteará siempre y que resulta del hecho de que unos son más activos que otros; lo que hay que evitar a cualquier precio es que un puñado de miembros m u y activos dirija todo. El medio escolar VISTO POR DOS ALUMNOS D a m o s probablemente m á s importancia que la mayoría de los alumnos de gimnasio al aspecto material de nuestro medio escolar, pues lo hemos construido nosotros mismos. N o hemos sido simplemente instalados, como ocurre en la mayor parte de las escuelas, en salas que no está permitido modificar. N o s sentimos todos estrechamente ligados con nuestras clases porque las reconocemos como creación propia. Quizá también nos sentimos m á s unidos porque intentamos contruir algo juntos, mientras que en el sistema tradicional se tiene la sensación de que la escuela pertenece a otro. E n el año y medio desde que la escuela existe, es innegable que la atmósfera ha cambiado a medida que hemos aprendido a conocernos. Durante las tres primeras semanas, en las que nos reuníamos en salas prestadas por la Academia de arquitectura, no había nada seguro ni establecido en forma alguna. La única cosa de que estábamos seguros era de que queríamos crear una escuela diferente. íbamos a tener que trabajar juntos para resolver numerosos problemas sin conocernos mutuamente. Es probable que muchos de nosotros hayamos venido con ilusiones de tolerancia, solidaridad y colectividad, y algunos se hayan decepcionado. Para asegurar una mayor cohesión hemos ensayado la dinámica de grupo, pero no hemos podido- deshacemos de nuestra ambiciones completamente. Cuando nos trasladamos a nuestros locales actuales, en el extrarradio de Copenhague, la situación mejoró. Y a teníamos trabajos concretos que realizar para transfor609 Tendencias y casos mar la antigua fábrica en gimnasio. Si hubiésemos trabajado individualmente, no se habrían terminado jamás. H e m o s tenido que intentar racionalizar el trabajo, aunque estas tentativas han terminado con frecuencia en el caos m á s total. Cuando hubo que pintar las mesas y las sillas, nos esforzamos en guardar cada uno su color para no tener sillas rojas veteadas de negro, etc. Para colocar las lámparas fue necesario encontrar algunos que no metiesen los dedos en las tomas de corriente colocadas en el sector. El desarrollo de la Asamblea es m u y diferente de una sesión a otra. Si los participantes están de buen humor y tienen la impresión de tener una buena visión de conjunto de los problemas, la sesión se desarrolla sin dificultad; se abordan en ella numerosos problemas y se llega a decisiones. Por el contrario, puede ocurrir que los participantes estén mal dispuestos; en este caso, las discusiones se prolongan indefinidamente, se llega a los ataques personales, la sesión se eterniza y se sale de ella sin más resultado que un dolor de cabeza. E n los comités, la atmósfera es completamente diferente. Los participantes son m e nos numerosos y tienen por lo general un problema concreto que resolver. Cuando preparamos las clases formamos numerosos equipos que se repartieron los diversos trabajos: pintura, instalación de lámparas, adecuación de la cocina, etc. Estos equipos estaban compuestos por cinco o seis personas como m e dia, lo que facilitaba los contactos. Es probable que muchos de nosotros se sientan más a gusto en un grupo restringido; puede ser m u y desmoralizador tener que plegarse a una decisión tomada por un grupo numeroso. H e m o s sentido m u y claramente la considerable influencia de nuestro medio ambiente físico cuando nuestro sistema de limpieza no funcionaba todavía. La escuela estaba m u y sucia y nuestra moral m u y baja. N o se 610 hacía ningún esfuerzo común por quitar los detritus, a pesar de nuestras tentativas por organizar de vez en cuando una operación de limpieza. A partir del m o m e n t o en que nos hemos puesto de acuerdo sobre un sistema de limpieza cuya responsabilidad ha sido confiada a un grupo permanente de alumnos, la limpieza y nuestra moral han mejorado claramente. Veamos ahora cómo se sitúa la enseñanza en el marco de nuestro gimnasio. Nuestro objetivo es construir una escuela en la que cada uno tenga una influencia directa e igual en lo que pase en la clase y fuera de la clase. Intentamos separarnos de las concepciones de la enseñanza tradicional en numerosos puntos. Para incitar al estudio, aplicamos un sistema en el que cada uno elige su propio tema de estudios o campo en el interior de un tema e intentamos relacionarlo con los restantes temas. Todo esto está controlado de forma democrática. Teóricamente, las cosas deberían, pues, ser sencillas, pero en realidad se plantean numerosos problemas. Se originan esencialmente, según parece, por la amplitud del cambio y sus repercusiones en los recursos físicos y psíquicos del alumno. Efectivamente, todas las decisiones corresponden a nosotros, y ésta es una situación completamente nueva frente a la que cada uno reacciona de forma diferente. E n esta confusión general les es m u y difícil a los profesores situar su papel exacto. Por un lado, tienen a menudo una visión más general de una cuestión, pero por otro temen, si defienden demasiado ampliamente sus puntos de vista, dar la impresión de tener un papel dominante o dirigente como en la escuela tradicional. Se deduce que las clases no son todas agradables y provechosas por igual (en general, aquí, estas dos cualidades van emparejadas). E n algunas materias, las clases parecen desenvolverse de form a m u y satisfactoria, mientras que en otras Tendencias y casos están perturbadas por un exceso de discusiones y de disputas y por una cierta falta de interés, de iniciativa, de energía y de eficiencia. Después de las vacaciones de verano hem o s intentado la dinámica de grupo. A pesar de que no hemos conseguido liberarnos totalmente de nuestras inhibiciones es cierto, por ejemplo, que, después de haber tenido que construir una torre en pequeño grupo utilizando sólo nuestros cuerpos, hemos hecho progresos en el plano de la comunicación. U n a tarde habíamos organizado una fiesta en la escuela para intentar conocernos mejor y esa meta fue alcanzada. Después ha habido algunas fiestas improvisadas en la escuela, que también han contribuido de m a nera notable a estrechar los lazos entre nosotros. El hecho de que queramos encontrarnos fuera de las horas de clase es ya en sí un buen signo. N o hace mucho tiempo, algunos prepararon de improviso un enorme puchero de chocolate caliente. Todos abandonamos las clases para beber aquel chocolate y charlar durante un cuarto de hora. Era un día gris y lluvioso y la idea era excelente. N o creo que esto hubiese podido suceder en ninguna otra escuela. Quizá parecemos satisfechos por la situación, pero no lo estamos siempre. Algunos estiman que somos demasiado egoístas y que deberíamos tener más contactos con las otras escuelas o con los problemas sociales que nos rodean. Otros encuentran las clases aburridas, demasiado lentas y de poco provecho. Algunos de ellos han establecido planes de estudio para trabajar independientemente en su clase. Los alumnos reservados pueden sentirse incómodos en su clase, pues se dejan fácilmente dominar por los que no tienen miedo a hablar en público. A menudo se dan cuenta de que han aceptado estudiar un tem a o hacer alguna lectura sobre un asunto que, en realidad, no les interesa. Son numerosos los alumnos que consideran que poseen una mayor confianza en sí mismos y u n sentido m á s desarrollado de la independencia, lo que permite sacar en conclusión que reina en conjunto un buen clima social entre los alumnos. VISTO POR UN PROFESOR C o m o la responsabilidad de la educación de cada alumno ha sido enteramente confiada a los alumnos, el papel del profesor debe ser el de u n consejero. La elección de los temas de estudio, del material y de los métodos pedagógicos, que en los gimnasios ordinarios daneses incumbe por lo general a los profesores, es aquí tarea de los alumnos. A d e m á s es a ellos a los que corresponde la planificación de sus estudios, cuidando de que las directrices del Ministerio de Educación sean respetadas. El profesor sólo participa en este proceso en la medida en que los alumnos lo desean. Debe, no obstante, estar ahí, dispuesto a prestar su experiencia profesional y su conocimiento de las relaciones entre los individuos. Cada clase ha de cuidar también de que las lecciones estén preparadas de form a satisfactoria. Las iniciativas a lo largo de las lecciones deben, pues, partir de los alumnos de la clase. El Gimnasio Libre ha creado un medio que ha permitido suprimir la vieja barrera entre alumnos y profesores. Desde el comienzo estaba claro que los alumnos no querían en ningún caso reproducir las relaciones alumnos-profesor que habían conocido en sus escuelas precedentes; los profesores se han sentido m u y felices dándoles gusto. D e hecho, parece que no hay otra ruptura que la que surge entre las generaciones, ruptura poco profunda, por otra parte, puesto que la diferencia de edad es a veces inexistente. Los profesores están hasta tal punto integrados en el medio que no forman grupo 611 Tendencias y casos aparte. A lo largo de los seis primeros meses, los profesores sólo celebraron un pequeño número de reuniones. El grupo de los profesores principiantes consideraba estas reuniones c o m o una especie de «traición» hacia los alumnos, aunque estuviesen abiertas a todos. Esta reacción traducía nuestra gran incertidumbre acerca del papel que estábamos llamados a desempeñar. Al año, la mayoría de nosotros aprendimos a trabajar cada uno según su concepción personal del Gimnasio Libre. Pero, en el orden del día de la Asamblea, uno de los puntos importantes continúa siendo la definición última del papel del profesor en función de la forma en que la escuela ha evolucionado. La experiencia de este primer año ha mostrado que los profesores no pueden limitarse a u n simple papel de consejero. La responsabilidad confiada a los alumnos se ha revelado a menudo c o m o demasiado pesada, hasta tal punto que muchos alumnos han preferido dejarse dirigir por los profesores. E n la mayoría de los casos, el profesor ha combatido día a día esta actitud y ha intentado animar a los alumnos y persuadirles de que asumiesen sus responsabilidades. Algunas veces, sin embargo, el profesor se ha mantenido pasivo en la esperanza de que los alumnos terminarían por comprender que debían tomar la iniciativa. Después de u n año de experiencia pienso, por m i parte, que será necesario ayudar a los alumnos a tomar conciencia del alcance de la libertad de que gozan en el gimnasio y de las posibilidades que ofrece. La mayor parte de los alumnos proviene de escuelas de tipo autoritario y no se puede espetar de ellos que cambien totalmente de comportamiento de u n día para otro. Quizá dentro de uno o dos años, no obstante, estos mismos alumnos habrán asimilado las lecciones de la dura escuela de la libertad. Algunos alumnos están tan entusiasmados con su libertad que ponen toda su energía 612 en la vida social de la escuela, teniendo la sensación de alcanzar u n desenvolvimiento personal de u n género completamente nuevo. Ciertamente no hay que olvidar este aspecto: el problema sólo se plantea a partir del momento en que los alumnos dedican toda su energía a estas actividades y dejan de interesarse en el trabajo que se efectúa en clase. Los alumnos que parecen capaces de participar activamente en la vida social, en la administración y en el trabajo de clase se encuentran a menudo decepcionados por tener que gastar tanto tiempo y energías para movilizar a sus compañeros y hacerles participar en la clase. También se sienten a disgusto, pues no quieren convertirse en una nueva clase de profesor. Quieren el ideal: una clase completa de profesores. C o n este motivo, por tanto, el Gimnasio Libre representa un innegable progreso. Grupos de alumnos han puesto mucho ardor, frecuentemente con excelentes resultados, en suprimir la vieja relación profesor-alumno asumiendo las responsabilidades del profesor, solos o con este último. Para el anti-profesor, la verdadera dificultad comienza cuando el nivel del trabajo y de la participación cae tan bajo que incluso los alumnos activos abandonan y es necesario batirse para poner en marcha la más mínima cosa. E n esta situación, el profesor debe adoptar la línea de conducta que juzgue personalmente apropiada para ayudar a la clase en cuestión. Por esto, los profesores de nuestro gimnasio continuarán durante algún tiempo, hasta que todos los alumnos les permitan transformarse en consejeros, ocupando una posición bastante importante en la vida de la escuela. Este problema puede ser enfocado desde otro ángulo: se hace evidente que todos los alumnos no son capaces de trabajar con fruto en el marco de la clase. Y a se han tomado disposiciones para permitir a alumnos o a Tendencias y casos pequeños grupos de alumnos seguir diferentes tipos de planes de estudio, de acuerdo con sus profesores. Para algunos alumnos independientes es posiblemente la mejor solución. Por el m o m e n t o , no obstante, la opinión que prevalece en la escuela es que una proporción demasiado grande de trabajo individual destruiría la vida social de la clase y de la escuela. Perspectivas de futuro Es u n punto sobre el que todos están de acuerdo en el Gimnasio Libre: nada reemplaza a la experiencia, y la creación de una institución nueva es una experiencia que no tiene precio. Esperamos que el lector tenga ahora una cierta idea del tipo de experiencia que adquirimos y de algunos de sus efectos sobre nosotros. Nuestra experiencia es suficientemente amplia para que podamos ver con certeza algunos de los cambios que se imponen para que el Gimnasio Libre responda mejor a las esperanzas que se han puesto en él. Nuestro empleo del tiempo cotidiano nos obliga a renunciar a una gran parte de lo que nos gustaría hacer. H a y multitud de cursos y la mayor parte de los alumnos elige un gran número; además, intentamos preparar los horarios a fin de que cada uno, o casi cada uno, pueda seguir los cursos que desea. El resultado es que trabajamos de las 9 a 17 horas, cinco días por semana. Las escasas horas libres de los alumnos están desperdigadas a lo largo de la semana. Los alumnos tienen, por término medio, una hora y media de trayecto para ir y volver. Para la mayoría de ellos, el programa es agotador puesto que a los cursos se añaden la administración de la escuela, las asambleas y reuniones, el trabajo a domicilio, los trayectos y los problemas de la adolescencia. Nuestro empleo del tiempo actual no nos permite, además, salir del marco escolar y sacar una mayor parte de nuestra enseñanza de los contactos con situaciones y personas externas a la escuela. La mayoría de los proyectos que nos gustaría organizar necesitarían una media jornada libre cada semana para que pudiésemos establecer lazos duraderos con instituciones políticas o sociales, organismos de investigación o empresas comerciales o industriales. Para el año próximo, trataremos de establecer u n empleo del tiempo m á s poroso. El abanico de opciones ofrecidas a los alumnos será menos amplio que actualmente, pero parece que se impone ese sacrificio. También hemos pensado en hacer entrar al m u n d o exterior en la escuela organizando una guardería que acogerá después de la clase alumnos de primaria cuyas madres trabajen. C o n el mismo espíritu, hemos dado preferencia, en la «lotería» de entrada, a numerosos alumnos procedentes de familias obreras. C o n un empleo del tiempo remodelado, quizá nos sea también más fácil poner a punto un programa realizable de estudios interdisciplinarios. Este año hemos hecho, en este sentido, una primera tentativa m u y modesta, pero no podemos gastar m u c h o m á s tiempo y esfuerzo antes de ver dónde estamos y a dónde nos lleva. Nuestros progresos en esta dirección dependen también de una reform a futura de los programas y los exámenes que podría decidir el Ministerio. N o se excluye que estos programas ínterdisciplínarios sean elaborados a partir de proyectos del tipo del que hemos hablado antes. Cuando un alumno llega a comprender, por ejemplo, que una asistente social es a m e n u d o incapaz de decir si en su trabajo recurre a la psicología, a la sociología o a la biología, o a lo que ella llamaría más bien buen sentido, pone el dedo en una de las diferencias esenciales entre el m u n d o real y el m u n d o compartímentado de los manuales escolares. Todos estos cambios exigirán, parece ser, una acción concertada y creadora por parte 613 Tendencias y casos de los profesores. Pero uno puede preguntarse si esto será posible en tanto que el papel (o los papeles) estén todavía tan mal definidos. Los profesores .no tardarán en reunirse durante un fin de semana de tres días con la esperanza de hacer algunos progresos en este campo. Hará falta tiempo para ir m á s allá del estadio del análisis de los fracasos pasados, del examen de conciencia y de la investigación de todos los errores cometidos aquí y allá y conseguir elaborar un programa de estudios activo, vivo, estimulante y satisfactorio. Pero nos sentimos todos impacientes, y esto puede servirnos. N o obstante, hasta que la primera promoción de titulados salga de la escuela, los que enseñan las m a terias de examen no podrán dejar de sentir el peso de m u y fuertes presiones exteriores ni de experimentar cierta inquietud. E n una amplia medida, nuestras preocupaciones para el futuro parece que tendrán que 614 girar en torno a este tipo de problemas. Q u e remos a la vez formar parte de la enseñanza pública y reformarla. Si intentamos resolver nuestros problemas particulares fundándonos solamente en la estructura de nuestra escuela, corremos el riesgo de adoptar soluciones que no serán aplicables al conjunto del sistema. Limitaríamos entonces nuestras posibilidades de comunicación positiva con el resto del sistema. Las complicaciones que resultan de esta dualidad son a m e n u d o demasiado grandes para nuestra energía, nuestras competencias, nuestros conocimientos y nuestra moral. Pero siempre una fuerza interior profunda, hecha de voluntad de supervivencia, de orgullo y de convicción, nos da valor de nuevo. ¿El porvenir? L o enfoco con confianza, como la mayoría de nosotros. Hacemos algo que juzgamos importante, y nos sentimos felices por tener esta suerte. Tendencias y casos La educación extraescolar en la R S S de Ucrania Leonid Grekov E n la sociedad socialista, la escuela ejerce su influencia sobre la casi totalidad de los niños, de los adolescentes y de los jóvenes y constituye el elemento esencial del sistema educativo considerado en su conjunto. Ofrece a la nueva generación condiciones favorables para adquirir conocimientos, para formar su conciencia social y moral, y para desarrollar su sentido estético y sus aptitudes físicas. Al m i s m o tiempo que se inician en los principios fundamentales de la ciencia, los alumnos adquieren una concepción marxista-leninista del m u n d o y se desarrolla su interés por diversas formas de actividad, así c o m o por las materias enseñadas. Sin embargo, este interés por el conocimiento, esta concepción del m u n d o , n o se adquiere solamente durante las horas de clase, sino también fuera de ellas. Pues la experiencia pone de manifiesto que existe u n lazo m u y claro entre la enseñanza escolar y las actividades educativas extraescolares: cuanto mejor sea la calidad de la primera, más diversos y profundos son los intereses que manifiestan los alumnos en otras partes. Inversamente, una actividad variada desplegada fuera de la escuela contribuye a elevar el nivel de los conocimientos. Es por lo que la enseñanza ucraniana, que intenta el desenvolvimiento armonioso de la personalidad, concede una amplia importancia, junto con la escuela, a instituciones tales Leonid Grekov. Jefe del Servicio de Acción Edu- cativa Extraescolar del Ministerio de Instrucción Pública de la RSS de Ucrania. c o m o las casas de pioneros, los albergues de jóvenes técnicos, naturalistas y turistas, las escuelas de deporte para la juventud y los teatros, cines, ferrocarriles,flotillasy parques destinados a los niños. Desde la instauración del régimen soviético en Ucrania se ha creado u n vasto conjunto de instituciones extraescolares. D e este m o d o , en 1972 la república contaba con 1.328 establecimientos infantiles extraescolares, de ellos 7 3 8 casas de pioneros y de escolares, 121 albergues de jóvenes técnicos, 80 albergues de jóvenes naturalistas, 2 8 centros de turismo y excursión, 386 escuelas de deporte para los niños. La característica esencial del sistema de educación extraescolar es que, para el estudio de los grandes principios de la ciencia, es el complemento natural de las actividades propiamente pedagógicas y n o puede ser enfocada independientemente de ellas. Este sistema prolonga los principales aspectos de la educación recibida en clase, a saber: la formación intelectual y estética, la iniciación técnica, el desarrollo corporal. N o obstante, n o está ni estrictamente reglamentada ni unificada. Por el contrario, se caracteriza por una gran diversidad de polos de interés y por su aptitud para responder a las múltiples cuestiones que la vida, la ciencia, la técnica, la política y el arte plantean. E n las instituciones educativas extraescolares, se proponen a los alumnos ocupaciones que corresponden a su edad, a sus conocimientos, a sus capacidades y a su experiencia, y que deben satisfacer constantemente sus intereses cre- 615 Perspectivas, vol. Ill, ntím. 4, invierno 1973. Tendencias y casos cientes y darles la posibilidad de poner de relieve sus facultades y sus talentos. D e hecho, los establecimientos extraescolares de Ucrania disponen actualmente de un conjunto de medios de educación suficientemente diversificados para satisfacer las demandas y los intereses m á s variados de los alumnos. Numerosos años de experiencia les han permitido poner a punto actividades propicias para el desenvolvimiento integral de la personalidad: actividades verbales (debates, conferencias, exposiciones, universidades de la cultura, presentación de boletines de información, periódicos radiodifundidos); actividades prácticas (excursiones y reuniones, competiciones deportivas, concursos y fiestas, juegos creativos y productivos, clubs de alumnos que se interesan en u n m i s m o campo, asociaciones escolares de todo tipo); actividades visuales (organización de museos, de salas de exposición, de salones artísticos y técnicos, de stands y de vitrinas temáticas). E n la práctica, estas diversas formas de actividad se influyen mutuamente, se complementan y son además puestas en marcha simultáneamente. A d e m á s , es en el seno de los círculos donde se desarrolla lo esencial de la acción de las instituciones extraescolares. El círculo es u n medio educativo que desempeña u n papel importante en la creación en el alumno de u n interés profundo y duradero por una ciencia, una técnica, u n arte o un deporte, y lo que contribuye en gran medida a poner de manifiesto y a desarrollar las aptitudes y los talentos creadores del niño. Facilita la realización, en las mejores condiciones, de los objetivos fijados para la educación comunista. El método principal de trabajo del círculo, que le distingue de otras fórmulas existentes, consiste en pedir a los niños que realicen ellos mismos una actividad práctica, que ejecuten un trabajo determinado: construcción de modelos, adquisición de técnicas y aptitudes, entrenamiento m e - 616 tódico, ejercicios artísticos. Se comprende que, en los círculos, la cuestión del lazo entre la, teoría y la práctica se plantea de form a particular. Por regla general, las indicaciones de carácter teórico se dan en ellos esencialmente con motivo de los ejercicios prácticos. Según la naturaleza de sus actividades, se distinguen diversos tipos de círculos en las instituciones extraescolares: círculos correspondientes a materias enseñadas en clase (literarias, históricas, matemáticas, artísticas, etcétera), círculos técnicos, artísticos, deportivos, turísticos y etnográficos, evocación política y social, etc. U n círculo puede agrupar de 5 a 15 o incluso 2 0 alumnos. Los círculos de cultura física y los equipos deportivos, los coros, las orquestas y los conjuntos poseen generalmente mayores efectivos. Ningún niño puede ser miembro de más de dos círculos a la vez. Los establecimientos extraescolares de Ucrania se consagran también a desarrollar el patriotismo de los niños. El estudio de la historia, de la economía y de la cultura de otros pueblos de la U R S S enriquece su espíritu y les hace descubrir las grandes realizaciones del país. Las reuniones internacionales, los intercambios de delegaciones, de cartas y de recuerdos, la organización de forums de amistad y otras manifestaciones, son otros tantos medios de favorecer el desenvolvimiento intelectual de la juventud. E n Ucrania, este tipo de actividades extraescolares es organizado por clubs llamados de amistad internacional. Generalmente dirigidos por un consejo de 2 0 a 30 personas, estos clubs comprenden diversas secciones: secciones de pueblos de la U R S S , de los países socialistas y de otros estados, secciones de conferenciantes y de guías de excursión, secciones de correspondencia, de reuniones con personas procedentes de otros países, Cada club posee estatutos que le son propios; sus miembros deben comprometerse solem- Tendencias y casos nemente a reforzar la amistad entre los pueblos y a dar muestra de espíritu internacionalista. Los alumnos del tercero al décimo año de estudios pueden pertenecer a estos clubs; entonces están obligados a participar activamente en los trabajos de una de las secciones del club, a ejecutar todas las tareas que les son confiadas, a trabajar para el refuerzo de la amistad entre los niños y los jóvenes de todos los países, a honrar la memoria de los soldados muertos por la libertad y la paz, a entregar su óbolo para un fondo para la paz y a mejorar su conocimiento de su lengua m a terna y de una lengua extranjera. El Club de la Amistad Internacional del Palacio de los Pioneros de Kiev goza de una reputación particular. A lo largo de los últim o s años, los alumnos miembros de este club han conseguido reunir una gran cantidad de datos sobre la actividad de las organizaciones progresistas de niños y de jóvenes y sobre la vida de éstos en los países extranjeros. El principal objetivo del club es reforzar la solidaridad internacional de los trabajadores estableciendo lazos de amistad con los niños de otros países. Sus miembros están en relación constante con los niños de la República Democrática Alemana, de Polonia, de Hungría y de Checoslovaquia. Organizan forums, festivales, conferencias de prensa y «Mesas de Amistad» y ayudan a las escuelas de Kiev que desean fundar clubs de características similares. Estudiantes extranjeros inscritos en los establecimientos ucranianos de enseñanza superior y ucranianos que han ido al extranjero y a otras repúblicas de la Unión aportan ayuda y consejos a los miembros del club. Estos, c o m o sus invitados, sacan u n gran provecho de sus relaciones y sus intercambios de puntos de vista. Los niños se familiarizan de este m o d o con la vida, los estudios y el trabajo de los extranjeros de su edad, y sus huéspedes aprenden a conocer mejor a la población de la U R S S . E n lo concerniente a los círculos de jóvenes técnicos y de jóvenes naturalistas, que existen en las instituciones extraescolares, contribuyen de forma extremadamente útil a dar a los escolares una formación equilibrada, el gusto al estudio y el amor al saber. Los jóvenes ucranianos de nuestra época m a nifiestan, efectivamente, u n interés inmenso por la ciencia, la técnica y el progreso. La frecuentación de los círculos en cuestión extiende sus conocimientos teóricos en diversos campos científicos y técnicos, despierta su interés por el estudio de los grandes principios de la ciencia, estimula sus facultades creadoras y les habitúa a poner en práctica el saber adquirido. El Palacio de los Pioneros y Escolares de Lvov, por ejemplo, realiza u n trabajo considerable en materia de desarrollo de la creación técnica. Sus círculos de técnicos reúnen a m á s de 800 jóvenes. E n este tipo de círculo se hace hincapié sobre todo en las actividades de concepción, en la familiarización de los niños con las últimas realizaciones de la ciencia y de la tecnología y en el desarrollo de sus facultades de reflexión. Alumnos de 8.°, 9.° y 10.° años de enseñanza construyen modelos complejos y ejecutan ellos mismos la totalidad de los cálculos, esquemas y planos necesarios. U n a experiencia de numerosos años muestra que su pertenencia a un círculo de vocación técnica permite a los niños profundizar considerablemente en sus conocimientos de física, química y matemáticas. Es m u y significativo que en muchas casas de pioneros y albergues de jóvenes técnicos y naturalistas se creen actualmente círculos que se interesan en las ciencias y las técnicas del m o m e n t o : bioquímica, cibernética, electrónica, automática, física molecular, radiotécnica, etc. Las actividades de los albergues de jóvenes técnicos creados a escala municipal y regional son particularmente eficaces. El personal pedagógico de estos establecimientos emplea 617 Tendencias y casos diferentes medios para mejorar el trabajo escolar: difusión de resultados de experiencias metodológicas, organización de cursos por correspondencia, consejos a los profesores y animadores de círculos en relación con las actividades extraescolares relativas a la tecnología, la física, las matemáticas y la química, familiarización de los alumnos con las realizaciones científicas y técnicas, con la vida y la obra de los grandes sabios de la época soviética o anteriores a la revolución. A d e m á s , estos albergues crean clubs por correspondencia de jóvenes técnicos, físicos, aeromodelistas, aficionados de radio y fotografía. Organizan cursos, conversaciones, conferencias, reuniones con obreros particularmente cualificados, proyecciones de películas científicas seguidas de discusiones, visitas a fábricas y exposiciones técnicas. Entre las instituciones extraescolares de Ucrania, merecen una atención particular las asociaciones y uniones científicas de escolares. E n efecto, permiten reunir auditorios más amplios que los círculos y pueden estar animados por científicos, estudiantes que preparan una tesis, ingenieros de concepción o de ejecución. Las asociaciones científicas acostumbran a los alumnos a desempeñar u n papel activo y a actuar de manera autónoma. A d e m á s les permiten adquirir conocimientos a un ritmo más rápido y de forma más colectiva que en los círculos, así c o m o asimilar rápidamente los rudimentos de una disciplina dada. E n 1972, la Pequeña Academia de Ciencias de Crimea, que tiene por nombre «El investigador», ha festejado su décimo aniversario. Cerca de 5.000 alumnos de las clases superiores, que habitan en 22 ciudades o distritos de la región, asisten a los seminarios, cursos, sesiones y efectúan experiencias. Todas las secciones de «El investigador» —matemáticas, física, cibernética, astronomía, química, biología, ingeniería y tecnología, historia, etnología, prensa— funcionan bajo la 618 dirección y con la participación activa de hombres de ciencia de Crimea. Los jóvenes científicos de la Pequeña Academia tienen en su haber buen número de inventos y de observaciones interesantes. U n a de las secciones, la Sociedad de Astrónomos Aficionados de Crimea, ha sido una de las raras asociaciones invitadas a participar en el programa de observaciones del A ñ o Internacional del Sol. Treinta y dos espectrogramas realizados por jóvenes de Crimea han sido incluidos en el catálogo mundial de espectros de meteoros. Los alumnos de las clases superiores han fabricado ellos mismos aparatos e instrumentos astronómicos tales c o m o u n telescopio de espejos. Los resultados de las investigaciones y observaciones de «El investigador» aparecen en revistas universitarias, en revistas de divulgación científica y en publicaciones destinadas a la juventud. La asociación científica «Investigación» de escolares de la ciudad de Donetsk también puede enorgullecerse de numerosas actividades dignas de interés. Comprende secciones de matemáticas, física, química, biología, m e dicina, geografía, historia, literatura, etc., y, desde hace dos años, una escuela de jóvenes economistas. Las sociedades de jóvenes aficionados a la ciencia y técnica constituyen otra forma interesante de institución extraescolar. Su función es m u y importante: atraen a los alumnos de las clases superiores hacia el trabajo de investigación, despertando su interés por diversos campos del saber y por numerosos problemas científicos situados fuera de los programas escolares, y proporcionan a los niños el amor a la ciencia y un gran deseo de aprender. La educación estética de los alumnos ha constituido siempre una actividad esencial del personal pedagógico de los establecimientos extraescolares de Ucrania. Centenares de teatros infantiles, cines, museos, salas de conciertos y exposiciones, clubs, ofrecen a los Tendencias y casos alumnos la posibilidad de iniciarse en el arte bajo todas sus formas. L a literatura, el teatro, la música y la pintura forman parte integrante de la vida de los jóvenes soviéticos, ayudándoles a desenvolverse y a aplicar los cánones estéticos a la realidad en la que viven. Al mejorar la educación artística de millones de alumnos, las instituciones extraescolares contribuyen a elevar el nivel cultural del país. Por su acción sobre la conciencia y los sentimientos, las mejores obras de la época clásica del arte popular y del realismo socialista ayudan a los alumnos a comprender mejor los fenómenos de la vida individual en la sociedad, a conocer la historia de su país y a captar la belleza del m u n d o que les rodea. A este respecto, las casas de pioneros y escolares y las secciones infantiles de los clubs dirigidos por los sindicatos realizan actividades particularmente variadas. Las principales consisten en organizar círculos de estudios artísticos, ofrecer a los niños la posibilidad de crear o interpretar obras, permitirles realizarse en conciertos. E n las diversas regiones de la R S S de Ucrania, existen millares de coros, de fanfarrias, de orquestas populares y sinfónicas, conjuntos vocales y grupos de teatro cuyos miembros son niños. U n a excelente tradición observada por los establecimientos extraescolares ucranianos consiste en exposiciones, concursos y festivales artísticos que organizan cada primavera los artistas aficionados de las escuelas. C o n este motivo, millares de jóvenes cantantes, músicos y recitadores pertenecientes a los diferentes establecimientos extraescolares aprovechan sus vacaciones para mostrar su talento artístico a sus padres, a sus profesores y a la colectividad. A d e m á s , se recurre cada año a fórmulas tales c o m o los clubs de aficionados al arte, los cursos y las conversaciones sobre arte, las reuniones con compositores, escritores o pintores, y la organización de «universidades de cultura». Los alumnos aprecian especialmente las manifestaciones c o m o fiestas del canto y de la danza y los festivales de jóvenes talentos. L a realización de éstos exige generalmente un gran trabajo de preparación y la participación de varios grupos cuyos ensayos proporcionan a los niños la ocasión de anudar sólidos lazos de colaboración y amistad y conocer la vida de sus camaradas de otras escuelas. La educación estética concede amplio lugar a las artes plásticas. Las casas de pioneros y los clubs que pertenecen a los sindicatos hacen funcionar u n vasto conjunto de talleres; los artistas que los animan organizan concursos de dibujo entre los niños así c o m o exposiciones de dibujos y arte decorativo. Los miembros de los círculos estudian la vida y obra de los grandes pintores y visitan exposiciones y museos. Obras de jóvenes artistas ucranianos han sido expuestas con éxito en numerosos países (Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Italia, Nueva Zelanda, Canadá, México, Brasil, India, Nepal, Yugoslavia, Polonia, Checoslovaquia, Rumania, Bulgaria y Hungría). Les han sido concedidos diplomas. Para desarrollar el sentido estético de los niños, los equipos pedagógicos de los establecimientos extraescolares recurren también a m pliamente a la realidad en que viven, a la Naturaleza, a los lazos evocadores de una tradición obrera o cultural. Las excursiones y los viajes forman el gusto de los alumnos, les enseñan a descubrir la belleza en su vida cotidiana y a tener una percepción justa de la realidad. E n conclusión, es posible decir que completando la actividad de los establecimientos escolares, el sistema de educación extraescolar de Ucrania permite satisfacer las necesidades m á s variadas de los alumnos y crear así condiciones favorables al desenvolvimiento de su personalidad. 619 Notas e informes Nuevas perspectivas para la enseñanza secundaria La 34° sesión de la Conferencia Internacional de políticas de educación, de formación y de empleo, Educación que ha tenido lugar en Ginebra del 19 lo que exige una política de empleo previsora, al 27 de septiembre de 1973 ha reagrupado a los tanto en lo cualitativo c o m o en lo cuantitativo, representantes de 93 gobiernos que asistieron a ella que elimine el carácter alienante del trabajo. en calidad de participantes. Por otra parte, 11 orAsegurar, para que la educación y la formación sean ganizaciones del sistema de las Naciones Unidas, aceptadas plenamente y de buen grado, la par5 organizaciones intergubernamentales y 31 organiticipación de los alumnos, del personal docente zaciones no gubernamentales han estado represeny de los padres en la gestión pedagógica y admitadas en ella. En total, la conferencia ha reunido nistrativa de la enseñanza secundaria y, c o m o ga296 delegados (de ellos 22 ministros y 12 vicemirantía de la plena coordinación con la política nistros de Educación) y 61 observadores. del empleo, asegurar también la participación de representantes de los diferentes sectores de la coLa cuestión principal inscrita en el orden del día munidad. y a la que Perspectivas ha dedicado su anterior sección «Elementos documentales» 1 era «La enseñanReorgantear conforme a estos principios la enseñanza secundaria, la formación y el empleo». za secundaria, rompiendo con su carácter académiDamos a continuación el texto de la recomendaco tradicional, fuente de «elitismo» y de segregación sometida, al término de los debates, a la atención, y combinando en u n sistema equilibrado, ción de los ministros de Educación de los diversos armonioso y flexiblemente diversificado, las enseEstados. ñanzas general, técnica y profesional, que contribuyen a la formación individual de los jóvenes y a su integración en la sociedad. Velar por que la educación secundaria contribuya a Principios generales desarrollar el espíritu de paz, de comprensión y de solidaridad entre los pueblos. U n a acción coherente en materia de educación, formación y empleo debería de inspirarse en los principios siguientes: Medidas prácticas para la renovación Garantizar a todos los jóvenes la igualdad de oportunidades en su educación para la vida y en su de la enseñanza secundaria participación en las diversas actividades de la soObjetivos de la reforma ciedad. Poner a disposición de todos los jóvenes y adultos los medios para su pleno desenvolvimiento conTeniendo en cuenta los principios antes enunciados forme a sus aspiraciones, en el marco de u n desy la situación de la mayoría de los Estados m i e m arrollo armonioso que responda a las necesidades bros en lo que se refiere a educación, formación y de la colectividad a la que pertenecen. empleo de la juventud, parece indispensable iniciar Definir u n proceso continuo de educación permauna reforma radical de la enseñanza secundaria, o nente que comprenda, además de una fase inicial continuar las reformas ya en curso en muchos países. de formación, una fase de formación continua Esas reformas tendrían que tratar de: que, durante toda la vida, combine la participaa) Movilizar todos los recursos físicos, intelectuales ción en el trabajo productivo con la formación y afectivos de los jóvenes, facilitando al m i s m o física, intelectual y cultural, a fin de poder hacer tiempo el desarrollo de sus dones y aptitudes y frente a las exigencias de la rápida evolución de estimulando su curiosidad. la sociedad y de la contribución activa de todos b) Satisfacer las necesidades del desarrollo econóa tal evolución. mico-social respecto a la formación de personal Desarrollar una acción coherente en la que se coorcualificado, al tiempo que se facilita la realizadinen, en una perspectiva que respete los objetivos económicos y sociales de la comunidad, las 1. Ver Perspectivas, vol. Ill, n.° 3, pp. 372-424. 621 Perspectivas, vol. Ill, n u m . 4 , invierno 1973. Notas e Informes ción de las aspiraciones individuales de los alumnos y su plena participación futura en el desarrollo de la sociedad. c) Contribuir plenamente a la realización de las políticas de empleo. A este efecto es preciso, entre otras cosas, tener plenamente en cuenta los lazos existentes entre los sistemas formales y no formales y las posibilidades de introducir la máxim a flexibilidad. Desarrolle de la personalidad y orientación escolar y profesional La piedra angular de la organización de la enseñanza secundaria tendría que ser u n programa de desarrollo de la personalidad y de orientación escolar y profesional, pues ambas cosas son de gran importancia para la sociedad. Lejos de concebirse como un servicio auxiliar que funcionara solamente en determinadas ocasiones, ese programa de orientación e información debería ser parte integrante de la vida escolar a lo largo de los estudios primarios y secundarios. Es necesario igualmente establecer diversas formas de orientación profesional extraescolar. Para esto es indispensable la participación de los alumnos, de los maestros, de los padres, de los empleadores y demás representantes del m u n d o laboral, así como de especialistas cualificados en las actividades de orientación. Toda orientación escolar o profesional debería concebirse como una amplia posibilidad de elegir por parte del alumno, basándose al mismo tiempo en la conciencia de sus aptitudes y dones naturales y en u n conocimiento efectivo y profundo de las opciones que se le presentan, así como de las futuras oportunidades de empleo y de su demanda en el país interesado. La orientación debería aspirar también a ayudar a los alumnos en sus problemas individuales que se les planteen en los planos psicológico, moral y otros. Organización y administración La renovación de la enseñanza secundaria y la aplicación de los principios enunciados exigen una reforma radical de los modos de organización y de administración de la educación. L a reforma de la enseñanza secundaria tendría que suprimir, dentro de la estructura de la enseñanza escolar, cuando sea necesario, el dualismo y el «elitismo» que hasta ahora sirvieron muchas veces de base a la distinción entre la enseñanza secundaria general y la enseñanza técnica y profesional, y recurrir a la integración de los establecimientos de diverso tipo y a la revisión de sus métodos de administración y 622 de gestión, para lograr que desaparezca toda discriminación originada en el propio sistema de educación y formación de la juventud y para ayudar a suprimir en la educación la discriminación originada por factores exteriores. Asimismo, al coordinar cada vez m á s el sector de la educación-formación y el del empleo, y sin dejar de considerar que el desarrollo de la personalidad es el objetivo fundamental de la educación, habría que proyectar la reforma como algo permanente que se propusiera lograr que los métodos de formación de la juventud se ajustasen a los imperativos de los cambios científicos, técnicos, económicos y sociales partiendo del principio de que corresponde al sistema de educación-formación facilitar la mejor adaptación posible de la juventud a la rápida evolución de la sociedad. Estructuras E n principio, los servicios de educación secundaria deberían ser accesibles a todos. Esos diversos servicios deben concebirse como u n sistema total de educación para la cohorte interesada en incluir los medios necesarios para realizar el paso entre las diversas ramas de estudios y demás elementos que componen la estructura total. Por eso, hay que volver a examinar las condiciones de acceso, como hay que volver a imaginar el conjunto de estructuras del sistema, para garantizar una verdadera igualdad de oportunidades de acceso y de éxito a todos los alumnos. Esta reforma de las estructuras tendría que basarse en el principio de la integración de las actividades intelectuales y manuales, para conseguir el desarrollo armonioso de todos los aspectos de la personalidad. La especialización profesional debería retrasarse hasta que se haya facilitado a los jóvenes una amplia educación científica, técnica y cultural como base para su especialización. Cualquier especialización o preespecialización de esa índole debería apoyarse en una variedad suficiente de opciones para poder satisfacer al mismo tiempo las necesidades de la sociedad y las de los alumnos. Deberían preverse los medios de facilitar una educación apropiada a los alumnos desfavorecidos o incapacitados que salen de la escuela primaria, para darles la posibilidad de proseguir los programas de segunda enseñanza en la medida de su capacidad. 'Programas, métodos y exámenes La reforma de las estructuras supone también una reforma del contenido de la educación. Los nuevos programas de enseñanza secundaria, basados en la Notas e Informes conciliación, de una parte, d e los intereses y necesidades de los alumnos y, por otra parte, de las necesidades de cada país en lo que se refiere al desarrollo social y económico, tendrían que proyectarse ea una perspectiva de enseñanza integrada que ayudara al alumno a adquirir conciencia de la unidad esencial de los diversos aspectos de su actividad. Esos programas tendrían que orientarse m á s bien a la formación que a la información y, gracias a una dosificación acertada de las dificultades y una presentación estimulante de los conceptos, permitir la elevación constante del nivel de aspiraciones de los alumnos. El contenido d e ambas enseñanzas, la general y la profesional, debería vincularse al desarrollo de la colectividad y alinearse con la evolución reciente en la esfera de la producción y con el progreso social. E n los programas de estudios debería haber un estrecho lazo entre la teoría y la práctica. E n ambos casos, debería hacerse hincapié en los elementos de conocimiento que tienen u n carácter fundamental y tienen u n amplio campo de aplicación. Respecto a los métodos, del mismo m o d o que la estructura administrativa tendría que regirse por el principio democrático de la participación, así la estructura pedagógica, rompiendo con el autoritarismo y el dogmatismo, tendría que tender a la participación activa d e los alumnos, desarrollando en ellos el sentido de la responsabilidad, el espíritu de solidaridad, el sentido del esfuerzo y el gusto por la investigación, y apelando continuamente a su espontaneidad y estimulando su espíritu creador. El proceso de aprendizaje debería desarrollarse sobre firmes bases psicológicas y de otras ciencias del comportamiento pertinentes, y debería apoyarse en m é todos adecuados, incluida la transformación de la relación maestro-alumno" en el proceso de aprendizaje, que permitiría fomentar en los jóvenes actitudes tales que les fuese posible dedicarse tanto a un trabajo de grupo c o m o a una tarea personal. La utilización progresiva y razonable de los nuevos m é todos y técnicas de enseñanza tendría que orientarse hacia el mismo fin. A d e m á s , los métodos de enseñanza y de formación deberían apoyarse en los progresos de la tecnología pedagógica y tendrían que ir evolucionado en consonancia con los sectores tecnológico e industrial, y aprovechar ampliamente sus múltiples innovaciones. Para ello habría que asociar el m u n d o del trabajo, de una manera m á s sistemática e íntima, a las tareas de la educación nacional. E n la perspectiva de la educación permanente y de la utilización gradual de las formas de educación no formales, la reforma debería sobre todo hacer hincapié en las maneras de certificar los co- nocimientos y los aprendizajes que n o se basaran necesariamente en la asistencia a instituciones escolares. Formación y función del personal docente La integración de la enseñanza secundaria general y de la enseñanza técnica y profesional tendría com o corolario una profesión docente unificada en este nivel de educación, tanto desde el punto de vista de la formación c o m o en lo que toca a la condición jurídica. A d e m á s , para satisfacer las exigencias de la nueva reforma de la enseñanza secundaria, la formación de maestros en ese nivel habría de inspirarse en los principios antes enunciados; una vez admitido que la reforma de la enseñanza secundaria tendría que proyectarse c o m o u n proceso continuo, resulta lógicamente que la formación del personal docente ha de tener también u n carácter continuo de tal naturaleza que permita mantener al conjunto del sistema de educación-formación en relación constante con la sociedad y con el mercado del trabajo. E n vista de ello y del desarrollo, en las escuelas secundarias, de nuevos métodos y de cursos de enlace basados en la experiencia directa, los programas de formación de personal docente deberían dar cabida también a cursos innovadores experimentales que podrían incluir, por ejemplo, algunos períodos de experiencia laboral. Tal innovación tendría además el valor de corregir la índole excesivamente académica y rutinaria de la mayor parte de los actuales programas de formación de maestros. Esto tendrá sentido en la medida en que los educadores estén profundamente convencidos de la importancia del papel que desempeñan, no sólo en el proceso de formación de la juventud, sino también en la selección y la determinación de las opciones fundamentales en que se basa todo el sistema d e educación-formación. C o n ello se reforzaría indudablemente su sentido de la responsabilidad. Evaluación, investigación e innovación Cualquier mejoramiento de la enseñanza secundaria tendría que apoyarse en u n sistema de evaluación continua que permitiera identifiar los experimentos coronados por el éxito para su ulterior difusión, así c o m o las medidas ineficaces que deberán suspenderse o rectificarse. U n método científico de evaluación, referente tanto al rendimiento del sistem a de educación-formación c o m o a la correspondencia de ese rendimiento con las exigencias del 623 Notas e Informes mercado del empleo, sería entonces necesario c o m o parte de la reforma de la enseñanza secundaria. Para ser eficaz, esa evaluación tendría que aprovechar los resultados de la investigación en ciencias de la educación y apoyarse en la experimentación m á s vasta que fuese posible. Habría que considerar el estímulo de la innovación, de la experimentación y de la investigación, y también u n aumento de los establecimientos experimentales, c o m o otros tantos medios necesarios para el equilibrio y para el progreso del conjunto del sistema de educación-formación. Deberían tomarse las medidas necesarias para asegurar la divulgación de los resultados de las innovaciones e investigaciones y su incorporación a la formación del personal docente, los especialistas de orientación y los administradores de los sistemas de segunda enseñanza. L o m i s m o cabe decir respecto a los representantes de los círculos no escolares en general, y del m u n d o del trabajo en particular, encargados de la formación de los estudiantes o de participar o compartir de otro m o d o en las tareas educativas de la escuela (por ejemplo, asociaciones de padres, de estudiantes, asociaciones profesionales, etc.). C o n el asentimiento de las autoridades nacionales, los centros de investigación pedagógica deberían asociarse en una red internacional que determinaría los temas aún no estudiados a nivel internacional para: a) Perfeccionar la metodología y los medios materiales utilizados en cada centro y asegurar la formación metodológica de los investigadores que formen parte del centro. b) Proponer para estos fines una investigación que presente una utilidad a breve o medio plazo para la comunidad nacional. c) Examinar más concretamente la aplicación inmediata y operativa de los descubrimientos realizados en la esfera de la investigación pedagógica por parte de los organismos nacionales responsables. La Unesco debería examinar la posibilidad de: asegurar en prioridad el servicio de dicha red; abrir créditos presupuestarios para su mantenimiento; asignar el personal necesario con ese fin. Dicha red debería disponer de u n comité permanente en el que estarían representados los gobiernos e instituciones interesados, y que se reuniría en la fecha más próxima posible. Enseñanza secundaria y formación poslsecundaria La enseñanza secundaria, situada en una perspectiva de educación permanente, tendría que conducir fácilmente a la formación postsecundaria y a la en- 624 señanza superior. D e ahí la necesidad de repensar los modos de acceso, las estructuras, los métodos y los programas de estos sectores y de hallar los m e dios de permitir el acceso incluso a aquellos que n o cursaron estudios secundarios completos. Toda reforma de la enseñanza secundaria basada, por una parte, en el principio de la integración de la formación general y de la formación profesional (incluso quizá la integración de la formación y de la participación real en el trabajo productivo) y, por otra, en el principio de la educación permanente, sería inefectiva si el sector de formación postsecundaria no fuera objeto de las mismas transformaciones, hechas con el m i s m o espíritu. Coordinación entre las instituciones La renovación de la enseñanza secundaria requiere la participación de los diferentes sectores de la administración relacionados con la educación, el e m pleo y el desarrollo social y económico, de manera que es conveniente establecer grupos interdisciplinarios para este fin. Cooperación internacional y regional La cooperación internacional y regional es una condición importante para alcanzar los objetivos antes mencionados. Las instituciones regionales tendrían que tratar, en la medida de lo posible, de armonizar los esfuerzos en la región para que los diversos Estados que la constituyeran puedan darse cuenta de sus dificultades y recursos comunes para hacer experimentos o investigaciones que contribuyan al proceso de reforma de la enseñanza secundaria. Las organizaciones regionales y las instituciones internacionales, en especial la Unesco y la O I T , y las organizaciones nacionales que contribuyan a la educación, deberían reforzar su colaboración y ayuda con el fin de armonizar su acción en las esferas de la educación, la formación y el empleo. Los organismos internacionales, y especialmente la Unesco y la O I T , debieran dedicarse a: a) Estimular el intercambio de informaciones entre los diversos organismos regionales y aportar en caso necesario asistencia técnica y económica para facilitar la introducción de reformas de la enseñanza secundaria. b) Seguir formulando directrices con miras a una integración de la enseñanza secundaria general y de la enseñanza técnica y profesional, así c o m o para la integración de la política educativa con la del empleo y con otras políticas sociales y económicas. Notas e informes c) Prestar asistencia a los Estados miembros en la búsqueda de los medios adaptados a su propia situación para coordinar mejor los sistemas de educación de los jóvenes y la formación de los adultos, con objeto de hacer realidad el concepto de educación permanente discontinua (recurrent education). d) Estimular en los Estados miembros los estudios y experimentos encaminados a renovar la enseñanza secundaria y facilitar la coordinación entre los Estados miembros. e) Establecer una red mundial de información y documentación capaz de ampliar y estimular las diversas actividades reformadoras comprendidas en los diversos Estados. f) Reunir y difundir toda la documentación pertinente sobre las innovaciones en la enseñanza secundaria. g) Fomentar y hacer ellos mismos estudios de casos y estudios de síntesis sobre reformas e innovaciones en la enseñanza secundaria, la formación y el empleo. h) Intensificar la cooperación técnica y económica en beneficio de ciertos países en desarrollo para mejorar sus sistemas de enseñanza secundaria, en especial en lo que respecta a la formación del personal docente. i) Estimular los esfuerzos que realizan los países en desarrollo para impartir enseñanza técnica en el idioma nacional. VIII Conferencia Internacional de Educación para la Salud Veinte años de educación para la salud: balance o prospectiva A pesar de los importantes progresos alcanzados en este campo en el transcurso de los últimos decenios, la salud, en el m á s amplio sentido del término, es decir, el bienestar físico, mental y social del h o m bre, se encuentra profundamente perturbada en los países que han alcanzado un alto desarrollo industrial, en tanto que para las poblaciones que sufren miseria, enfermedad y hambre aparece como u n objetivo aún lejano. Para unos, la civilización está lejos de haber resuelto los problemas del hombre y de la sociedad. A ú n más, cuestiones que aparecían como de escasa importancia en el pasado saltan al primer plano de la actualidad, como la crisis de la juventud, la contaminación, la droga. Entre los otros, la penuria engendra el rechazo, e incluso la rebelión frente a la injusticia del m u n d o actual. El aumento demográfico agudiza aún m á s los desequilibrios de las sociedades en mutación y una urbanización desordenada sólo ofrece al neociudadano el reverso de la felicidad a que aspira. Estos fenómenos sociales toman tal envergadura que condicionan al menos en parte el futuro de toda la Humanidad. E n el límite de este segundo decenio del desarrollo, se plantean algunas cuestiones: ¿Acaso el crecimiento económico aporta una solución al bienestar del hombre, a su equilibrio psíquico, mental y social? Entre las poblaciones que han alcanzado la era industrial y posindustrial, ¿es necesario continuar sacrificando a la productividad valores que nuestros antepasados habían conseguido mantener? ¿Es posible encontrar otros que merezcan ser retenidos? ¿ N o será necesario cambiar nuestra perspectiva y colocar en primer término objetivos para alcanzar el bienestar del hombre, incluso sí para ello es necesario retrasar el crecimiento y el consumo de bienes materiales? E n todos los países, y posiblemente aún m á s en los que sufren u n retraso del desarrollo, ¿no sería conveniente esforzarse en reducir las desigualdades flagrantes y crear mejores estructuras sociales? Ciertamente, la educación para la salud sólo es uno de los múltiples aspectos que revisten las tentativas de solución frente a los fenómenos complejos que abarcan numerosas actividades del hombre. Pero el papel que puede desempeñar en esta acción interdisciplinaria, intersectorial, que se impone hoy con fuerza creciente, n o puede ser olvidado. Balance y prospectiva... Tal era el tema principal de la conferencia que tuvo lugar en París del 8 al 14 de julio de 1973 en -la que los grupos de trabajo discutieron también problemas tales c o m o : la educación para la salud y el medio ambiente, la educación para la salud y el m u n d o en mutación, y la educación para la salud y desarrollo. 625 Notas e informes Octava sesión de la Conferencia de Ministros Europeos de Educación La octava sesión de la Conferencia de ministros europeos de Educación de los 21 Estados miembros del consejo de la cooperación cultural del Consejo de Europa ha tenido lugar por invitación del G o bierno suizo del 5 al 7 de junio de 1973 en Berna, bajo la presidencia de F . Jeanneret, consejero de Estado, vicepresidente de la Conferencia suiza de directores cantonales de Instrucción Pública. La Conferencia tenía como tema principal: «Las necesidades en materia de educación del grupo de edad de dieciséis a diecinueve años». U n informe analítico tratando aspectos pedagógicos y sociológicos del problema ha sido presentado a la conferencia por dos expertos: L u d e n Géminard, inspector general del Ministerio de Educación N a cional (París), y el profesor Henri Jarme, presidente del Colegio Científico, Instituto de Sociología, Universidad Libre de Bruselas. Tras un importante debate, los ministros han adoptado una resolución en la que concluyen en la necesidad de promover una política educativa que favorezca: la igualdad de oportunidades de acceso a las diferentes formas y niveles de la enseñanza; la igualdad de oportunidades de éxito social; expansión, en una palabra, del individuo en el contexto general del desarrollo de la sociedad y en función de las capacidades y aspiraciones de cada uno. Los principales problemas de educación que se plantearán en Europa en un futuro próximo han sido esbozados en diversos informes de la Conferencia: Análisis de la situación educativa en los países miembros, preparado por el Secretariado de la O C D E ; Sectores de cooperación europea intensificada, preparado por el Comité de altos funcionarios de la Conferencia; compendio de los informes por países sobre los problemas e imperativos de la política educativa; informe de la actividad de los organismos internacionales en el campo de la educación (Unesco, O C D E , Consejo de Europa y C o misión de comunidades europeas). Los siguientes sectores prioritarios han retenido particularmente la atención de la Conferencia: la formación continua; la educación preescolar y sus relaciones con la enseñanza primaria; la educación compensatoria destinada a los menos favorecidos; la revisión de las políticas relativas a la educación de grupos de edad de dieciséis a diecinueve años; la reforma de la formación inicial y del perfeccionamiento de los docentes; los problemas de educación de emigrantes y de sus familias. Los ministros han aceptado la invitación que les ha sido propuesta por el ministro sueco para convocar la novena sesión de su conferencia en Suecia en junio de 1975. Revista de publicaciones Les études supérieures. Présentation comparative des régimes d'enseignement et des diplômes. Paris, Unesco, 1973 (ISBN 93-3-201060). 2 4 X 1 5 , 5 cm, 549 pp., tabl. 19,10 dólares; 5,40 libras; 60 francos (Colección: «Etudes sur les équivalences internationales de diplômes»). El problema de la comparabilidad y del reconocimiento de estudios y títulos, que se consideraba en otro tiempo que no afectaba sino a un limitado número de estudiantes deseosos de inscribirse en una universidad extranjera, es estimado hoy, por su mism a amplitud, como un elemento determinante en el marco de las nuevas estrategias del proceso edu- 626 cativo: se puede, en efecto, estimar que durante el próximo año escolar, más de un millón de personas irán a perfeccionar sus estudios fuera de su país de origen. Estos desplazamientos de personas son cada vez más frecuentes y a menudo ineludibles para las procedentes de países en vías de desarrollo, por el Notas e Informes hecho de que estos países tienen necesidad urgente de formar dirigentes y porque no pueden crear rápidamente todas las ramas de formación necesarias y los sistemas de formación (sobre todo a nivel superior) que se diversifican constantemente a fin de adaptarse mejor a las necesidades del desarrollo nacional, la Unesco ha tenido que reestructurar los objetivos y las líneas generales de acción de su programa relativo a la evaluación de los estudios y diplomas obtenidos en el extranjero y de su reconocimiento. C o m o ayuda a las autoridades gubernativas o académicas competentes en el momento en que toman la decisión de reconocer tales estudios o tales diplomas, la Organización se esfuerza actualmente en elaborar soluciones innovadoras y en poner a disposición de los Estados miembros instrumentos, de acción complementaria, susceptibles de hacer práctica y cómoda la comparabilidad y el reconocimiento de estudios y diplomas. Entre tales instrumentos, la Unesco ha publicado recientemente la obra titulada Los estudios superiores. Presentación comparativa de los regímenes de enseñanza y de los diplomas. Este grueso volumen de 550 páginas comprende, para cada uno de los 128 países en los que funcio- na un sistema de enseñanza superior, los elementos que aparecen como más característicos tanto de los regímenes de enseñanza como de los diplomas. La sección dedicada a cada país incluye, en la mayoría de los casos, dos partes complementarias: una descripción del régimen de estudios superiores cuyas principales etapas se encuentran detalladas y puestas de relieve, y u n léxico de los principales tipos de diplomas y grados. U n cuadro indicando la duración de los estudios en los principales campos de formación completa estas dos partes. La presentación de los textos se ha concebido de forma que facilite las comparaciones entre las etapas de formación realizadas y entre los diplomas y grados de los distintos países. Es la primera vez que se propone un sistema de comparación de este tipo y que se haya hecho esta presentación de las informaciones. H a aparecido, durante el año 1973, una versión en lengua española; la versión inglesa está en preparación y le seguirán las versiones rusa y árabe. Cada nueva versión incluirá puestas al día sucesivas de los textos. A. T R A P E R O BALLESTERO División de Enseñanza Superior, Unesco Albert P A I N C H A U D . Ces normaux inadaptés. Paris, Ediciones Fleuras, 1972. 40 francos. Bruno B E T T E L H E I M . Evadés de la vie l. París, Ediciones Fleuras, 1973. 58 francos. — ¿ Q u é tal estás, Renaud? — A ti qué te importa... —¿Quieres que hablemos un poco? — N o , vas a querer hacerme más exámenes... eso no va conmigo. — N o quiero hacerte exámenes, quiero solamente que charlemos un poco. — Y o estoy harto de estar todo el tiempo examinándome... ¿De qué quieres hablar? —Pues, de ti... ¿Vas a la escuela? — N o , ya no voy a la escuela, no volveré allí... Allí nadie se ocupa de mí... El lector encontrará diálogos como éste y niños como Renaud a través del estudio de Albert Painchaud dedicado a estos escolares de inteligencia normal pero cuyo rendimiento escolar se asocia a menudo al de un deficiente mental. C o m o el autor de Ces normaux inadaptés fue anteriormente uno de los cofundadores y animadores del centro piloto canadiense «La Vigie», centro destinado a recoger y ayudar a los que han «deci- dido» que la escuela no les servía para nada. Sin provocación, pero también sin concesiones, Albert Painchaud nos relata a través de su libro una experiencia vivida e intenta definir a partir de ella las bases de una pedagogía innovadora, centrada en el niño y dirigida por él. Su primera tarea será separar las diferentes características propias del joven «no motivado», intentando reconstruir u n retrato tan fiel como sea posible y precisar la respuesta y la actitud clínica susceptibles de convenirle. Progresivamente, la negativa, los rechazos y las reacciones manifestados por los pequeños pensionistas de «La Vigie» se explican y se aclaran. Tanto si se complacen en las actitudes de ansiedad, o si se encierran en sí mis1. Evadés de la vie (Truants from Life) apareció en los Estados Unidos en 1955. Su traducción rédente al francés nos parece una excelente ocasión para atraer la atención sobre esta obra que no ha perdido nada de su actualidad. ( N D L R . ) 627 Notas e Informes m o s , c o m o si se mantienen en una situación de regresión provocando su propio fracaso, estos niños son c o m o muchos otros niños que poseen el conjunto de requisitos necesarios para emprender el aprendizaje de la escuela, pero carecen de u n yo suficientemente organizado para permitirles abordar globalmente el trabajo escolar. El m u n d o que entrevén, explica el autor, parece ser una inmensa dispersión y, por ello, se hacen verdaderamente incapaces de reagrupar sus fuerzas en el interior de las actividades propuestas. A d e m á s , el contexto moderno y técnico somete al niño a u n proceso de cambio de personal que no puede asimilar enteramente. Por este hecho, ocurre regularmente que es abandonado demasiado pronto a sí mismo y que debe encargarse casi personalmente de su propia educación. Lejos de ser un caracterial, como podría pensar su maestro, este niño sentirá la escuela c o m o algo que no le reporta nada y de la que no obtiene ninguna satisfacción, de aquí su rechazo de cualquier esfuerzo individual y su falta de tolerancia hacia el medio ambiente exterior. La reacción de los padres frente a tal situación es raramente positiva, hace constar Albert Painchaud. Generalmente viven el fracaso escolar de su hijo c o m o u n fracaso propio y como una especie de atentado a su personalidad y a su prestigio. E n cuanto al docente, que aplica una pedagogía dirigida a u n grupo, naturalmente presentará una tendencia a considerar al que puede alterar la buena marcha como u n elemento del que es necesario desembarazarse. Sin embargo, se pregunta el autor, si el profesor es el primer testigo que puede observar el éxito o el fracaso del alumno, ¿su posición es suficiente para que las tareas propuestas al niño sean interesantes y motivadoras? ¿Las numerosas reivindicaciones expuestas por los docentes no encubren u n sentimiento escondido de incompetencia? Si existe remedio, ¿acaso no podrá encontrarse en una cierta madurez de espíritu y de comportamiento que debe poseer el profesor? ¿Acaso no debe ser capaz de transmitir u n bagaje de valores diferentes según una pedagogía sistemática? La segunda parte de la obra, m á s teórica y también m á s prospectiva, analiza en primer lugar los agentes de equilibrio del niño y las fases que le condicionan para comprometerse en u n camino equilibrante. Estudio del niño mismo, de la familia y del medio social ampliado, que fijan de algún m o d o los polos de atracción necesarios al joven «sujeto» para componer con él mismo y con su medio. La motivación, la adaptación y la maduración son otros tantos modos según los cuales el niño será impulsado a equilibrarse en u n sentido u otro. Primer 628 impulso que obliga al niño a volverse hacia el otro, motor estimulante de su actividad, acción por la cual tiende a asimilar el medio ambiente, objetivo a alcanzar y atracción de la comunicación y de la relación, su motivación tiene u n funcionamiento tanto m á s difícil de definir cuanto que implica en sí u n fenómeno espacio-temporal mientras que la adaptación, por el contrario, parece alcanzada cuando el niño capta una realidad exterior correspondiente a una realidad interior expresada o no. Al concebir la adaptación como una «síntesis entre la realidad objetiva y la realidad subjetiva», Albert Painchaud no ignora las objeciones que pueden serle hechas. Habitualmente limitada al m u n d o de los adultos, la realidad obliga al niño a modificar sus actitudes fundamentales, pero este fenómeno de ajuste toma otro significado cuando es considerado desde el otro lado de la «barrera». ¿Cuándo tendrá el niño la sensación de haber respondido con el gesto adecuado? E n la mayoría de los casos, hace notar el autor, creerá haber realizado u n acto concordante cuando sienta la satisfacción de sus padres, por estar la suya estrechamente ligada a la de ellos. Sólo la madurez marcará en el niño el fin del ciclo de consecución del equilibrio al reubicar su acción en la realidad: aparecerán nuevas motivaciones, el proceso de adaptación se realizará una vez m á s y será posible alcanzar u n escalón suplementario de m a durez. A continuación, habiendo estudiado la forma en que el contexto de relación y de comunicación con el exterior tiende a concretarse en cada período de la vida del niño, Albert Painchaud finaliza su libro —que presentó como tesis de doctorado en París— con una exposición del papel que la pedagogía debería desempeñar: llegar al niño en su acción completa. A lo largo de la primera etapa escolar, será necesario promover una pedagogía capaz de crear u n clima de confianza en torno al joven escolar de seis años, pues el niño se adherirá a la escuela en la medida en que se sienta como en su casa. Si tiene la impresión de que es u n visitante de paso o u n prisionero, tendrá las mayores dificultades para centrar su atención en una actividad precisa en el m o mento de la etapa siguiente. A la edad de nueve o diez años, el niño se mostrará cada vez m á s apto para la participación y el intercambio: será necesario entonces proponerle una actividad elegida, ya estructurada, pero a través de la cual pueda descubrir su propio ritmo. El año siguiente nos mostrará u n niño con ideas bien adquiridas sobre lo que le rodea: durante este período será indispensable m a n tener una presencia eficae junto a él, sin olvidar que si «ataca», si comienza a rechazar las situaciones Notas e informes exteriores, de hecho es su propia persona, antes que nada, lo que enjuicia. Al final del ciclo, el joven escolar tendrá miedo de dejar un medio ambiente que conoce. D e aquí la necesidad de una pedagogía que permita realizar su integración social, y esto en mayor medida, puesto que ejercerá de una forma específica sus aptitudes y sus motivaciones sin que sea en detrimento de sí mismo o del medio ambiente. Al leer este grueso volumen de cerca de 450 páginas, quizá se encuentren algunas repeticiones. Igualmente, el estilo de Albert Painchaud parecerá algunas veces sorprendente. Resta decir que el autor ha hecho —según su propia expresión— «obra de pionero» y Henri Bissonnier, que ha prologado la obra, pone de relieve con exactitud que «para ser verde, el fruto es sabroso». E n la misma colección «pédagogie-psychosociale» de Ediciones Fleurus, Bruno Bettelheim nos dibuja, por su parte, cuatro terapias de niños con la afectividad gravemente perturbada. Sin duda, Evadés de la vie constituye u n elemento de una trilogía estrechamente complementaria y cuya primera parte ya ha sido publicada con el título francés de L'amour ne suffit pas. L a historia de John, Mary, Paul y Harry forma, por tanto, u n todo coherente y las conclusiones que se desprenden n o pierden nada de su especificidad. Mientras que Albert Painchaud proponía algunas soluciones —a m e nudo fragmentarias—, Bruno Bettelheim, por su parte, no pretende imponer ningún programa ni proporcionar recetas particulares: a través de los cuatro «casos» presentados, el autor nos proporciona una ocasión privilegiada para estimular nuestra reflexión, nuestras investigaciones y nuestra acción. ¿Acaso la familia —con frecuencia presentada por las obras especializadas c o m o u n factor determinante o agravante de los disturbios afectivos en el niño— es realmente una causa mayor de estas perturbaciones? Los datos reunidos por Bruno Bettelheim sobre esta cuestión incitan a adoptar una actitud prudente. E n efecto, por una parte, la ausencia de reacciones positivas en el niño puede provocar la transformación de una madre inquieta en una madre que rechaza y, por otra parte, las diferencias que afectan a ciertas parejas pueden ser la consecuencia y n o el origen de tal o cual inadaptación. La misma prudencia caracteriza la evaluación por el autor del cociente intelectual de los jóvenes pacientes que ha tratado: los resultados de los tests que pueden efectuarse sobre niños con problemas afectivos no manifestarían su verdadera capacidad por el simple hecho de que se producirán bloqueos a cada petición generadora de ansiedad. Finalmente se expresa una reserva similar en lo concerniente a la teoría según la cual el niño único está más expuesto a perturbaciones que el resto: de cuarenta casos graves estudiados por Bruno Bettelheim y sus colaboradores, sólo cuatro reunían las condiciones de vida del hijo único; por el contrario, otro análisis de la misma muestra puso de manifiesto una mayoría de primogénitos entre los jóvenes enfermos. John, el anoréxico, Mary, chiquilla esquizofrénica, Paul, contagiado de hospitalismo y Harry, joven delincuente, han sido todos ellos tratados en el Instituto Sonia Shankam de la Universidad de Chicago. N o representan ni los mejores casos de curación, ni los ejemplos m á s singulares de fracaso: simplemente fueron los primeros en dejar el Instituto en 1950 después de experimentar las teorías del autor. L a descripción del Instituto Sonia Shankam y de la vida que se lleva allí no es, ni m u c h o menos, la parte menos interesante del libro y ayuda ampliamente a incluir los acontecimientos en su propio contexto. Cada niño posee algunos mueblecillos que puede colocar según su gusto y dispone, en cada piso de los edificios, de una pequeña cocina. Los padres, sin embargo, no tienen el derecho de visitar el dominio reservado a sus hijos, pues, según Bruno Bettelheim, se correría el riesgo de destruir en él la impresión de tener u n « m u n d o » propio. El joven pensionista puede, en todo m o m e n t o , expresar su libertad por medio del gesto y del ruido. N o siendo evidente para el autor el valor educativo de las tareas domésticas, los niños no participan en ninguno de los trabajos cotidianos: de forma sistemática se intenta así evitar que el orden pueda tomar u n matiz de obligación rigurosa. Los niños deben poder hacer elecciones personales, pero se vela para que las decisiones no sean dejadas enteramente libres, pues podrían proporcionar una prueba suplementaria de la incapacidad de ciertos sujetos para conducir su existencia. Al mismo tiempo refugio y hogar, este internado de readaptación ha reforzado el sentimiento de seguridad entre sus moradores. Si los enrejados que cierran las ventanas parecen constituir en u n primer m o m e n t o trabas a la libertad, los niños se dan cuenta rápidamente de que gracias a ellos pueden jugar sin peligro. Si u n enfermo tira y rompe sus platos y sus vasos para manifestar su angustia, el personal se contentará con recoger los pedazos y hacer lo posible para que el incidente perturbe lo menos posible la comida. Si los objetos cortantes y los juguetes eventualmente peligrosos n o se utilizan sino en presencia de u n educador, están, el resto del tiempo, encerrados en una alacena cercana al niño, de esta forma protegido, pero sin violencias. 629 Notas e informes U n o de los méritos m á s sobresalientes de Evadés de la vie es sin duda la facilidad con la que el autor pasa de la narración de los detalles pintorescos a la exposición de consideraciones fundamentales. Este equilibrio en la redacción implica, claro está, que los informes presentados son suficientemente completos. L a extensión del texto n o debe sorprender demasiado: ¿qué valor habría tenido una serie de descripciones rápidas de casos y tratamientos? ¿ N o habría tenido el peligro de haber insistido el autor únicamente sobre lo que afirmaba su tesis? Escapando deliberadamente a esta tentación, Bruno Bettelheim ha elegido el rigor científico. Y si ciertas páginas pueden parecer exageradas, conmoverán sobre todo al lector por su honestidad. F. O'DRISCOLL Algunas publicaciones recientes de la Unesco Le racisme devant la science Nueva edición 2 1 X 1 3 , 5 c m ; 385 págs., tabl. 1973 (ISBN 92-3-201079-8) Publicado conjuntamente por la Unesco y Gallimard." Distribución exclusiva en Francia y países francófonos de Africa. Gallimard, París. Esta obra forma parte de la contribución aportada por la Unesco al A ñ o Internacional de la Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial. Los capítulos debidos a Michel Leiris y Claude Lévi-Strauss («Raza y civilización» y «Raza e historia») han aparecido ya en la obra precedente; los de L . C . D u n n y Otto Klineberg («Raza y biología» y «Raza y psicología»), sacados de la misma fuente, han sido puestos al día por los autores. Los capítulos siguientes son nuevos: «Raza y genética contemporánea», por N . P . Dubinin; «Tribalismo y racismo», por E . U . Essien-Udom; «El racismo y la crisis urbana», por John R e x ; «Raza, casta e identidad étnica», por André Béteille; «Evolución de la situación profesional de los chinos en el sudeste de Asia», por G o Gien-tjwan; «Cambio, conflicto y reglamento: dimensiones nuevas», por M a x Gluckman; «La especie humana puede ser dividida en razas», por Jean Hiernaux. Cuatro declaraciones sobre la cuestión racial completan esta edición. 39 francos La faim de lire Publicado bajo la dirección de Ronald E . Barker y Robert Escarpit. 630 2 1 X 1 3 , 5 c m ; 169 págs. 1973 (ISBN 92-3-201085-2) Publicado conjuntamente por la Unesco y Presses universitaires de France. Distribución exclusiva en Francia y países francófonos de Africa con la excepción de Argelia: P U F , París. Gracias al libro de gran difusión, vastos tesoros de la ciencia y la cultura son puestos a la disposición de innumerables lectores, ya que difunde del mismo m o d o la ficción popular, textos de enseñanza, clásicos, manuales técnicos y obras de investigación. El fin de esta obra es hacer comprender mejor el papel de los libros en la sociedad contemporánea y la necesidad de hacer de la lectura u n hábito cotidiano, contribuyendo así a la realización de objetivos asignados al A ñ o Internacional del Libro. 22 francos Recherche pédagogique dans cinq pays socialistes européens: une enquête 1972. Bulgarie, Hongrie, Pologne, Roumanie, Yougoslavie compilado por César Birzea. (Colección: «Documentos de investigación pedagógica», 3). Bilingüe: inglés-francés. 2 9 X 2 0 , 5 c m ; 198 págs. 1973 (ISBN 92-820-0001-X) Publicación del Instituto de la Unesco para la Educación. H a m b u r g o . 13 francos Notas e Informes Technical and vocational teacher education and training Planning the location of schools: County Sligo, Ireland (Monografías sobre la educación, VIII.) 2 1 X 1 3 , 5 c m ; 240 págs. fig., tabl. 1973 (ISBN 92-3-101097-2) Disponible en inglés solamente. Por Jacques Hallak y James M c C a b e (Unesco: IIPE, Planning the location of schools: case studies, I.) 2 7 X 2 1 c m ; 109 págs., fig., ilus., mapas, tabl. 1973 (ISBN 92-803-1056-9) Disponible en inglés solamente. Esta obra presenta los resultados de las investigaciones realizadas en este campo por la Unesco y la Oficina Internacional del Trabajo ( O I T ) en 1968. El "fin de la publicación es doble: de una parte, suministrar la información y analizar ciertos problemas de la enseñanza y de la formación de los maestros de la enseñanza técnica y profesional; de otra, sugerir diferentes orientaciones generales. El libro se dirige a los maestros formadores, a los responsables y a todos aquellos que se interesan por la situación presente y el futuro de la formación de los maestros en este campo. Este estudio está principalmente destinado a los países en vías de desarrollo y refleja las tendencias actuales y las mejoras que pueden intervenir en estos países en este campo. francos El presente estudio describe u n ejemplo-tipo de las disparidades entre planificación centralizada y ejecución. A pesar de la existencia en Irlanda de u n organismo de planificación m u y elaborado y una voluntad activa de reforma por parte del Gobierno, las redes escolares en el país permanecen en parte mal adaptadas a las condiciones modernas. Resulta de esto una subutilización onerosa de los recursos, una desigualdad en la calidad de la educación y servicios pedagógicos inadecuados. Este libro describe además una metodología y propone parámetros y principios de establecimiento de planos escolares útiles a los que se interesan en los problemas prácticos de la preparación de tales planos, en la extensión y en los límites de esta técnica. 28 francos Seminario sobre u n sistema regional de tele-educación para los países de América del Sur (participación financiera del P N U D ) . Caracas, noviembre. Cursillo de estudios sobre los nuevos métodos de enseñanza científica a nivel universitario. Nairobi, noviembre. Seminario sobre el papel de la educación en el desarrollo rural en los estados árabes. Sirs-el-Layyan (Egipto), noviembre. Reunión de expertos sobre los aspectos mesológicos de la enseñanza y de la formación de ingenieros. Unesco, diciembre. Coloquio sobre las condiciones, los conceptos, la organización y las realizaciones de la renovación de la educación escolar y extraescolar en el medio rural. México, septiembre. Seminario regional sobre la cooperación entre la industria y la enseñanza para la formación de ingenieros (participación financiera del P N U D ) . M a nila, octubre. Comité consultivo F A O / U n e s c o / O I T sobre la enseñanza, la formación y las ciencias agrícolas; Unesco, diciembre. Grupo de trabajo sobre los indicadores de desarrollo científico y tecnológico. Unesco, diciembre. 20 Reuniones Seminario sobre la enseñanza de las ciencias en los establecimientos del primer grado en los países francófonos de Africa. Dakar, noviembre. Seminario sobre la enseñanza integrada de las ciencias en la región de los caribes (conjuntamente con Education Development Overseas [ C E D O ] , Reino Unido). Bridgetown (Barbados), octubre. Reunión de expertos sobre los aspectos humanos del progreso científico. París, diciembre. Mesa redonda de instituciones que apoyan la antropología y las ciencias del lenguaje al servicio del desarrollo de la educación. Unesco, noviembre. Reunión de expertos gubernamentales encargados de examinar la aplicación de los acuerdos sobre la importación de material de carácter educativo, 631 Notas e informes científico y cultural. Ginebra, noviembre-diciembre. Reunión internacional de expertos sobre el Proyecto de escuelas asociadas (conjuntamente con la C o misión nacional canadiense para la Unesco). Levis (Canadá), septiembre-octubre. Reunión de especialistas sobre la introducción del elemento población en los programas de enseñanza de las escuelas de periodismo, institutos y centros regionales de comunicación. Estrasburgo, diciembre. Seminario sobre la comunicación para funcionarios de los ministerios de Información, de Educación y de Sanidad en el Sudeste Asiático. Bangkok, septiembre. Cuarta reunión del Comité de expertos gubernamentales sobre los problemas surgidos en materia de derechos de autor y de protección a los artistas, intérpretes o músicos, a productores fonográficos y de organismos de radiodifusión en el m o mento de las transmisiones por satélites espaciales. París o Ginebra, diciembre. Reunión de expertos sobre la gestión y la evaluación de los programas sobre la planificación familiar. Unesco, diciembre. Decimosegunda sesión ordinaria del Comité intergubernamental de los derechos de autor. Unesco, diciembre. Seminario sobre la juventud y las drogas. Sèvres (Francia), septiembre. Noticias universitarias Colegio para estudiantes del Tercer M u n d o El Gobierno de la República Federal Alemana y la Comisión de las comunidades europeas han puesto en marcha u n programa c o m ú n para la formación de estadísticos de los países en vías de desarrollo. El Gobierno alemán ha construido u n centro de formación en Grafrath, cerca de Munich, y proporciona los conferenciantes. L a Comisión utiliza los fondos de desarrollo europeo para financiar las becas y los gastos de viaje de los estudiantes. Los estudios versarán especialmente sobre las estadísticas demográficas, económicas y sociales y sobre el e m pleo de los datos para la ejecución de planes de desarrollo. El informe trata los puntos siguientes: reconocimiento de los títulos e intercambios; Tratado de R o m a y cooperación universitaria (las universidades son libres de suscribir los acuerdos ulteriores con las universidades o instituciones científicas de los países miembros); profesores extranjeros; acceso de los estudiantes extranjeros a los doctorados de investigación. Las medidas a tomar en este campo parecen, sin embargo, tener u n alcance en cierto m o d o limitado y estar subordinadas a decisiones ulteriores de la Administración central italiana y de las autoridades universitarias. Todas estas medidas no figuran además en el nuevo proyecto de reforma; pero se cree que, a pesar de su limitado alcance, esta reforma' producirá una intensificación de la cooperación internacional en el m u n d o universitario italiano. El proyecto italiano de reforma universitaria y la cooperación internacional El proyecto de reforma universitaria presentado al Parlamento por el Gobierno italiano el 28 de marzo de 1973 examina con detalle las medidas destinadas a favorecer los intercambios y la cooperación entre las universidades italianas y las de otros países, en particular europeos. El informe que acompaña al proyecto preconiza una cooperación m á s estrecha entre los establecimientos italianos de enseñanza superior y de investigación y sus homólogos de diversos países. 632 España: universidades nuevas, universidad abierta Cuatro nuevas universidades deben ser creadas en España. U n a de ellas será la Universidad a distancia. Esta «universidad nacional de tele-enseñanza» tendrá su sede en Madrid e impartirá su enseñanza por la radio y la televisión y por correspondencia; organizará además cursos de verano en la totalidad del país. Otorgará títulos en Ciencias Económicas, Administración, Derecho, Letras y Filosofía. Las Notas e informes condiciones de admisión son las mismas que pata los otros establecimientos de enseñanza superior; pueden ser concedidas excepciones para los estudiantes de m á s de veinticinco años. Las otras tres universidades, que serán creadas en Córdoba, Málaga y Santander, serán de tipo clásico. Según el III Plan de Desarrollo, de 1972, dos universidades suplementarias serán posiblemente creadas en 1975. Una nueva universidad autónoma en el Reino Unido El colegio universitario de Buckingham abrirá sus puertas en enero de 1975 con 120 estudiantes. Esta institución de enseñanza superior general será la primera que no recibirá ningún subsidio del Estado. Su financiación estará asegurada por donaciones privadas y los derechos de inscripción desembolsados por los estudiantes. La enseñanza comprenderá u n ciclo de estudios generales, que debe responder a las necesidades del m u n d o de los negocios, centrado sobre el Derecho, la Economía, las Ciencias fundamentales y una práctica intensiva de los idiomas. Italia El V Meeting universitario, organizado en R o m a por el I C U (Instituto para la Cooperación Universitaria) sobre el tema «Conformismo o creatividad: dilema 'universitario», ha permitido una confrontación de posiciones de los estudiantes de 12 países europeos sobre la función de la Universidad en la sociedad europea en transformación, sobre el papel de la escuela secundaria para preparar a los jóvenes para estudios superiores y sobre la influencia de las enseñanzas en relación con las nuevas perspectivas abiertas por la integración europea. Noticias de organizaciones y de fundaciones internacionales La Fundación Ford ha acordado recientemente subvencionar los proyectos siguientes: Administración del desarrollo en el Sudoeste asiático: 149.000 dólares para u n proyecto de dos años administrado por la Fundación, que permitirá continuar recurriendo a consultores y proseguir actividades de investigación y de formación en el campo de la administración de los programas públicos relativos a las cuestiones de población, de educación, de desarrollo rural y a las empresas públicas. Educación e investigación en el Medio Oriente: 352.900 dólares para u n proyecto de u n año administrado por la Fundación, que permitirá continuar recurriendo a consultores en los campos siguientes: enseñanza de las ciencias y de las m a temáticas, cursos prácticos de inglés, administración universitaria, planificación y gestión de la enseñanza, lengua árabe y protección maternal e infantil. Planificación de la educación en Thailandia: 398.000 dólares para u n proyecto de tres años administrado por la Fundación, que permitirá recurrir a consultores, proseguir investigaciones, conceder becas y comprar libros y material y contribuir así a reforzar la cooperación entre diversos organism o s públicos de investigación pedagógica. Investigación pedagógica en Brasil: 150.000 dólares para u n proyecto de dos años administrado por la Fundación, que permitirá continuar apoyando la investigación en el campo de las ciencias sociales y de la educación. Educación en Filipinas: 37.000 dólares para u n proyecto de u n año administrado por la Fundación, que permitirá continuar recurriendo a los servicios de u n especialista de la educación que aconseje a los organismos y establecimientos filipinos en materia de investigación y de planificación de la educación. Política del medio ambiente: 275.000 dólares para un proyecto de dos años administrado por la Fundación, que permitirá recurrir a consultores y dar a instituciones y a particulares de todos los países del Sudeste asiático la posibilidad de emprender actividades de investigación y de formación en el campo de la política y de la gestión del medio ambiente. Altos estudios superiores en Africa occidental: 300.000 dólares para u n proyecto de u n año administrado por la Fundación, que permitirá con- 633 Notas e informes tinuar la subvención de concesión de becas en las disciplinas siguientes: agricultura, población, planificación y gestión del desarrollo, educación. Instituto de educación internacional: 925.000 dólares a título de complemento para u n año, destinados a apoyar el programa conjunto de la Universidad de Chile y de la Universidad de California, que permitirá a estas dos universidades proceder a intercambios de profesores y ofrecer a jóvenes docentes chilenos de la Universidad la posibilidad de emprender altos estudios superiores. Universidad técnica del Medio Oriente (Turquía): 75.000 dólares a título de complemento para dos años, destinados a la formación del personal y a la compra de equipo necesario para la ejecución de un programa de altos estudios de biología. Especialistas y consultores para Africa Oriental: 820.000 dólares para u n proyecto de un año administrado por la Fundación, que permitirá continuar suministrando personal, otorgando becas y organizando conferencias en el campo de la planificación del desarrollo, del desarrollo de la gestión y de la administración públicas así c o m o de la planificación de la educación. Centro de intercambios culturales y técnicos entre el Este y el Oeste (Honolulú): 45.000 dólares a título de complemento para dieciocho meses, a fin de organizar u n cursillo de cuatro semanas para personas oriundas de Asia sobre las técnicas de planificación, de ejecución y de evaluación de programas de educación en materia de población. Desarrollo rural en el Sudeste asiático: 131.000 dólares administrados por la Fundación para u n proyecto de dieciocho meses, que comprende trabajos de investigación, actividades de formación, conferencias y seminarios destiados a elevar el nivel de los trabajos de investigación realizados en el Sudeste asiático en el campo de las ciencias sociales rurales y centrarlas aún m á s sobre la elaboración de las políticas gubernamentales. La Fundación Bernard Van Leer ha financiado la organización de u n coloquio nacional preescolar, que se ha desarrollado del 10 al 14 de septiembre en Kuala L u m p u r (Malasia). El Ministerio de Educación ve en esta reunión una etapa esencial en la preparación de u n proyecto experimental de formación y de establecimiento de planes de estudios preescolares —proyecto que se beneficia también del apoyo de la Fundación— y ha pedido la ayuda de especialistas internacionales para la elaboración detallada de este programa. La Fundación ha enviado dos consultores a este coloquio. La Fundación ha financiado igualmente la visita de u n equipo de la Faculty of Educational Studies 634 de la Universidad abierta de Gran Bretaña a proyectos organizados con el apoyo de la Fundación en Amsterdam y en Haarlem, previo a la realización por la B B C de una película que ilustre los problemas de la educación urbana en Europa Occidental. La Fundación y la Universidad han convenido en cooperar en esta empresa que versará esencialmente sobre proyectos patrocinados por la Fundación. El Centro for educational development overseas (CEDO), del Reino Unido, ha lanzado un nuevo periódico titulado Educational Development International. Este periódico se dirige, de manera general, a los especialistas de la innovación pedagógica, eventualmente responsables de u n departamento o de u n establecimiento escolar o que trabajan en u n colegio universitario, un instituto de educación o en un centro de recursos o en u n ministerio o un organismo público. Contendrá artículos de fondo redactados por educadores de renombre mundial y estudios de casos que dan detalles concretos sobre proyectos de elaboración de programas escolares y que exponen los problemas y las soluciones. Este periódico contendrá, igualmente, artículos de interés práctico sobre todos los aspectos del empleo y de la producción de medios audiovisuales, desde el simple franelograma hasta el laboratorio de idiomas. N o se limitará a las cuestiones que se relacionan con la clase, sino que se abrirá a todo lo que concierne a la enseñanza, tradicional o no, a todos los niveles. Los futuros números tendrán cada uno un tema central: el próximo tratará de la enseñanza primaria. Se preven artículos sobre la enseñanza primaria en Guyana, en Malasia y en Zambia, sobre la enseñanza primaria orientada hacia el desarrollo rural y sobre los diversos aspectos de la enseñanza de las matemáticas y de ciencias en la escuela primaria. La fundación Alexander von Humboldt concede becas a jóvenes investigadores extranjeros. Condiciones requeridas en los candidatos: ser titulares de agregaduría del doctorado de tercer ciclo u otro título equivalente; presentar publicaciones científicas; presentar una exposición precisa de las investigaciones a efectuar en Alemania; tener conocimientos de lengua alemana; no tener más de treinta años. Cuantía de las becas: Forschungsstipendium, 1.600 marcos; Dozentenstipendium, 1.900 marcos. Las candidaturas pueden ser presentadas durante todo el año. Inscripciones: Fundación Alexander von Humboldt, Schillerstrasse, 12, 53 Bonn Bad Godesberg (República Federal Alemana), o a la Oficina alemana de intercambios universitarios, 15, rue de Verneuil, 75007, París. Indice Vol. Ill, 1973 N.° N.° N.° N.° 1, 2, 3, 4, 1-156 157-326 327468 469-637 Artículos Coste, Paul. ¿Aprende mejor el niño o el adolescente?, 51. Alles, Jinapala. Inequality. A reassessment of the effect of family and schooling in America, por C . Jencks y otros, 461. Debeauvais, Michel. Aprender a ser reconsiderado: Problemas de costos y de salidas, 353. Attagara, Bhuntin, y Manone, Carl J. Aprender a ser: Métodos y fines: el caso de Thailandia, 95. Averitchev, Y . P . La enseñanza secundaria, la formación y el empleo: La orientación de los alumnos hacia los oficios manuales en la U R S S , 424. Bandyopadhyay, P . C . Seminario europeo sobre el medio ambiente y la educación, 142. Berger, G u y . Informe de la Comisión de Estudios sobre la función docente en el segundo grado (Francia) (Comisión Joxe, junio 1972), 456. Bishop, G . D . La reforma de los programas de enseñanza en el Pacífico Sur, 126. Dolci, Danilo. El acercamiento mayéutico: proyecto para un centro educativo en Partinico, 159. Draheim, Heinz. La Universidad europea en mutación: La «Gesamthochschule»: un modelo de m o vilidad, 570. Eide, Kjell. Participación y planificación en los sistemas de enseñanza, 169. E]-Koussy, Abdel Aziz H a m i d . Aprender a ser: E n pro de una autocrítica de la educación en los países árabes, 65. Fernig, Leo. La enseñanza secundaria, la formación y el empleo: Presentación, 372. Blat-Gimeno, J. Muerte de la escuela. Soluciones de recambio, por Everett Reimer, 149. Flandre, A . T . La enseñanza secundaria, la formación y el empleo: La enseñanza técnica, ¿institución o engranaje económico?, 391. Blaug, Mark. La previsión de necesidades de m a n o de obra: una técnica, no un método de planificación, 519. Gara, A . , y Boumaza, S. La educación para el desarrollo rural: La formación profesional y el desarrollo rural en Argelia, 292. Boumaza, S., y Gara, A . La educación para el desarrollo rural: La formación profesional y el desarrollo rural en Argelia, 292. Gligorijevic, Jovan, y Pribicevic, Branko. La Universidad europea en mutación: La autogestión en las universidades yugoslavas, 583. Brembeck, Cole S., y Hovey, Richard. La educación para el desarrollo rural: Tendencias actuales, 242. Goldstone, Leo. Los gastos públicos en el m u n d o (1967-1969), 311. Bruner, Jerome S., y Oison, David R . Aprendizaje por experiencia directa y aprendizaje por experiencia mediatizada, 21. . U n a clasificación internacional normalizada de la educación (CINE), 444. Cairns, John C . Las lecciones de Tokio, 137. . The learning society, 459. Chang M i n Kee. La enseñanza secundaria, la formación y el empleo: Nacionalización de la enseñanza y problemas del empleo en Malasia, 408. Coombs, Philip H . y otros. ¿Hay que desarrollar la educación periescolar?, 329. Grabe Sven. La enseñanza secundaria, la formación y el empleo: U n a interpretación histórica, 374. Grekov, Leonid. La educación extraescolar en la R S S de Ucrania, 615. Haldara, Baba Akhib. U n ejemplo de centro pedagógico superior africano: Bamako, 435. Harper, Peter. «Tecnologías suaves» y crítica del modelo occidental de desarrollo, 211. Cooper, Robert L . Language structure and language Herman, Joseph. La Universidad europea en mutause; Languaje, culture and communication; Lanción: Presentación, 528. guage in social groups; Language in socio-cultural change; The ecology of language; Language, psiHoffman, H . K . F . La educación para el desarrollo chology and culture, 318. rural: Aspectos de la planificación, 266. 635 Perspectivas, vol. Ill, n u m . 4, invierno 1973. Indice Hovey, Richard, y Brembeck, Cole S. La educación para el desarrollo rural: Tendencias actuales, 242. Pauvert, J. C . L'éducation en Afrique: que faire?, por Dragoljub Najman, 315. Husén, Torsten. Resistencias a la innovación en la Petrovski, Arthur V . ¿Los tests de aptitudes? E n sayo a ciegas, 207. educación, 13. Ivanov, V . Geografía al aire libre en Tolbujin, 119. Janne, Henri. L a Universidad europea en mutación: La Universidad europea en la sociedad, 545. Pribicevic, Branko, y Gligorijevic, Jovan. La Universidad europea en mutación: La autogestión en las universidades yugoslavas, 583. Kajubi, W . Senteza. Aprender a ser: Prioridades educativas en Africa, 87. Sachs, Ignacy. «Técnicas suaves», proyectos de civilización, desarrollo, 223. Kane, Cheikh Hamidou. Frente a las aspiraciones de los jóvenes africanos (Introducción), 381. Salas, Irma. Aprender a ser: La educación en A m é rica Latina entre su pasado y el futuro, 77. Latapi, Pablo. Aprender a ser reconsiderado: Educación y justicia internacional, 364. Sanyal, Bikas C . D o s métodos de planificación de la educación concurrentes y complementarios, 511. Livingston, Robert B . Neurología y educación, 471. Savary, Roger. La educación para el desarrollo rural: Entre la tradición y el cambio, 234. Lourié, Sylvain. De la ayuda a la recolonización: las lecciones de un fracaso, por Tibor M e n d e , 143. M a d u r e , Stuart. L a Universidad europea en mutación: M á s allá de la Universidad: una educación superior de masas, 591. M a h e u , René. Aprender a ser: ' U n instrumento de reflexión para las renovaciones necesarias, 58. Malassis, Louis. L a educación para el desarrollo rural: Formas y estrategias, 253. Manone, Cari J., y Attagara, Bhuntin. Aprender a ser: Métodos y fines: el caso de Thailandia, 95. Matveev, A . N . La Universidad europea en mutación: La Universidad y la investigación, 557. M ' B o w , Amadou-Mahtar. Orientaciones y estructura del nuevo programa de educación de la Unesco, 5. Morito, Tatsuo. Perspectivas de la tercera reforma de la enseñanza en el Japón, 189. Scott, Peter. Aprender a ser: La educación a la hora de la elección, 106. Silva, Alberto. U n a educación para la libertad: la concepción de Paulo Freiré, 43. Touraine, Alain. La Universidad europea en mutación: ¿Muerte o transformación de las universidades?, 531. Trapero Ballestero, A . Les études supérieures, 626. Tugbiyele, E . A . La educación para el desarrollo rural: L a componente extraescolar en Africa, 285. Versluis, Jan. L a enseñanza secundaria, la formación y el empleo: Las discordancias cualitativas en los países en vías de desarrollo, 399. Wirzberger, Karl-Heinz. La Universidad europea en mutación: La tercera reforma de la enseñanza superior en la República Democrática Alemana, 562. Motooka, Takeshi. La educación para el desarrollo rural: Las inversiones en los países en vías de desarrollo, 276. M u ñ o z , Juan Jacobo. Educación media y capacitación para el mercado ocupacional en Colombia, 419. Artículo colectivo El Gimnasio Libre de Copenhague, 601. N d u k a , Otonti. Hacia una política nacional de la educación en Nigeria, 497. Ochs, René. Doce años después > la revisión de los objetivos de Addis Abeba, 305. O'Driscoll, F . Ces normaux inadaptés, por Albert Painchaud, y Evadés de la vie, por Bruno Bettelheim, 627. Oison, David R . , y Bruner, Jerome S. Aprendizaje por experiencia directa y aprendizaje por experiencia mediatizada, 21. 636 Película La experiencia de Costa de Marfil, 154. Bibliografías 41, 303, 432, 599. Indice Unesco Unicef El Centro Internacional de Información sobre los Derechos de Autor, 143. La enseñanza secundaria, la formación y el empleo: Frente a las aspiraciones de los jóvenes africanos, 381. Decimoséptima sesión de la Conferencia General de la Unesco, 3. La Conferencia Internacional sobre la Educación, 323. Nuevas perspectivas para ria, 621. la enseñanza secunda- Noticias de organizaciones y de fundaciones internacionales 325, 467, 633. Varios La Unesco y la educación relativa a las drogas, 453. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente y sus implicaciones para la Unesco, 141. U n programa mundial de acción en favor del libro, 455. Publicaciones recientes, 153, 320, 464, 630. Concesión de dos premios científicos de la Unesco, 144. Reuniones, 324, 466, 631. Elecciones en el Consejo Ejecutivo de la Unesco, 144. Educación y modelos de desarrollo, 210. La,.educación para el desarrollo rural: Por u n desvarrollo rural integrado, 232. Aprender a ser: Génesis de un libro universal, 56. Octava sesión de la Conferencia de Ministros E u ropeos de Educación, 626. VIII Conferencia Internacional de Educación para la Salud, 625. Congreso Internacional sobre las Ciencias de la Educación, 324. Noticias universitarias, 632. 637 A franquear en destino RESPUESTA C O M E R C I A L (F. D . Autorización n.° 173 N o ponga sello B. O . de Correos de 24-X-60) Apartado núm. 52 F. D. MADRID A franquear en destino RESPUESTA C O M E R C I A L (F. D . Autorización n.° 173 No ponga sello B. O . de Correos de 24-X-60) Apartado núm. 52 F. D. MADRID penspeetiuas revista trimestral de educación BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN PARA ESPAÑA APELLIDOS Y NOMBRE (1) DIRECCIÓN DISTRITO CIUDAD PROVINCIA PROFESIÓN El importe de 300 ptas. (por una suscripción anual) deseo hacerlo efectivo: I I Contra reembolso del primer número. Mediante talón bancario que adjunto, extendido ) a nombre de «SANTILLANA, S . A.». f Envíelo a: > Santillana, S . A . («Perspectivas») Giro postal, previo a la recepción del primer l c / Elfo, 32. Madrid-27 • número. ) NUMEROS SUELTOS: Puede solicitar los números atrasados que le interesen y le serán remitidos contra reembolso en expedición aparte. • (1) Escriba todos los datos con mayúsculas. Comience por los apellidos y abrevie el nombre si fuera necesario. penspeetiuas revista trimestral de educación BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN PARA ESPAÑA APELLIDOS Y NOMBRE (1) lili DIRECCIÓN CIUDAD PROVINCIA DISTRITO I PROFESIÓN El importe de 300 ptas. (por una suscripción anual) deseo hacerlo efectivo: I | Contra reembolso del primer número. 1—1 Mediante talón bancario que adjunto, extendido / Envíelo a: a nombre de «SANTILLANA, S . A.». • Santillana, S . A . («Perspectivas») Giro postal, previo a la recepción del primer í c / Elfo, 32. Madrid-27 • número. ) NUMEROS SUELTOS: Puede solicitar los números atrasados que le interesen y le serán remitidos contra reembolso en expedición aparte. (1) Escriba todos los datos con mayúsculas. Comience por los apellidos y abrevie el nombre si fuera necesario. La lengua es el medio de comunicación anHEMofe que mantiene viva una cultura. Ä.5*-.-";:v:'-..-ij''" ;- - - '£• Nuestras publicaciones *i son estudiadas por millones de niños de habla española. ^m mmt ïÊffiffiï i ; : •:ffl¿n*8$ ÍKS&¿& SANTILLANA PUBLISHING, CO. Una línea editorial especializada en la educación bilingüe de las comunidades hispanas en Estados Unidos. S A N T I L L A N A P U B L I S H I N G , C o . SERIESflflTILLflni 575 Lexington A v e . QIUfiGUEBILIfW N e w York. N . Y . 10022 SfiflTIUAnflSERIE " U n a auténtica reforma educativa exige revisar, profunda y permanentemente, los objetivos, los conceptos y las técnicas que guían ¡a docencia". .LUIS ECHEVERRÍA ALVAREZ Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. N U E V A S TÉCNICAS E D U C A T I V A S pone a disposición del magisterio nacional mexicano el conjunto de materiales de enseñanza que por su actualidad científica y su rigor pedagógico contribuirán a que su trabajo sea m á s eficaz. re Nuevas Técnicas Educativas. Bradley, 10. Tel. 545 94 19 - México, 5 D.F. EDUTECA una empresa que contribuye al progreso de la educación chilena. P o n e m o s a disposición de profesores y alumnos nuestros textos para los ocho cursos de la enseñanza básica, integrados en el set EL Á R B O L A L E G R E y declarados auxiliares de la enseñanza por el Ministerio de Educación. EDUTECA EDICIONES EDUCATIVAS LTDA. PADRE MARIANO, 305. TEL 2326200 SANTIAGO ÍCHILE) voluntad Una empresa que ha acompañado al magisterio colombiano en su trascendental tarea de formar cientos de miles de niños en los últim o s años, pone ahora todo su prestigio educativo y editorial en el esfuerzo de contribuir a que la Reforma Educativa sea una fecunda realidad en Colombia. Librería Voluntad. Carrera 13, 3 8 - 9 9 Bogotá 2 - D . E. Colombia En los números precedentes Vol. Ill, n.° 1, primavera 1973 Decimoséptima sesión de la Conferencia General de la Unesco Amadou-Mahtar M'Bow Orientaciones y estructura del nuevo programa de educación de la Unesco Torsten Husén Resistencias a la innovación en la educación Jerome S. Bruner y David R. Olson Aprendizaje por experiencia directa y aprendizaje por experiencia mediatizada. POSICIONES / CONTROVERSIAS Alberto Silva Una educación para la libertad: la concepción de Paulo Freiré Paul Coste ¿Aprende mejor el niño o el adolescente? ELEMENTOS DOCUMENTALES: «APRENDER A SER»: LA RENOVACIÓN DE LA EDUCACIÓN Génesis de un libro universal Rene Maheu U n instrumento de reflexión para un centro educativo en Partinico Abdel Aziz Hamid El-Koussy E n pro de una autocrítica de la educación en los países árabes Irma Salas La educación en América Latina entre su pasado y el futuro W. Senteza Kajubi Prioridades educativas en Africa Bhuntin Attagara y Cari ] . Manone Métodos y fines: el caso de Thailandia Peter Scott La educación a la hora de la elección Vol. Ill, n.° 2, verano 1973 T)añilo Dolci El acercamiento mayéutico: proyecto para un centro educativo en Partinico Kjell Eide Participación y planificación en los sistemas de enseñanza Tatsuo Morito Perspectivas de la tercera reforma de la enseñanza en el Japón POSICIONES / CONTROVERSIAS Arthur V. Petrovski ¿Los tests de aptitudes? Ensayo a ciegas Educación y modelos de desarrollo Peter Harper «Tecnologías suaves» y crítica del modelo occidental de desarrollo Ignacy Sachs «Técnicas suaves», proyectos de civilización, desarrollo ELEMENTOS DOCUMENTALES: «LA EDUCACIÓN PARA EL DESARROLLO RURAL» Por un desarrollo rural integrado Roger Savary Entre la tradición y el cambio Cole S. Brembeck y Richard Hovey Tendencias actuales Louis Malassis Formas y estrategias H. K. F. Hoffman Aspectos de la planificación Takeshi Motooka Las inversiones en los países en vías de desarrollo E. A. Tugbiyele La componente extraescolar en Africa A. Gara y S. Boumaza La formación profesional y el desarrollo rural en Argelia Vol. Ill, n.° 3, otoño 1973 Philip H. Coombs ¿Hay que desarrollar la educación periescolar? POSICIONES / CONTROVERSIAS: «APRENDER A SER» RECONSIDERADO Michel Debeauvais Problemas de costos y de salidas Pablo Latapi Educación y justicia internacional ELEMENTOS DOCUMENTALES: «LA ENSEÑANZA SECUNDARIA, LA FORMACIÓN Y EL EMPLEO» Leo Fernig Presentación Sven Grabe Una interpretación histórica Cheikh H. Kane (Introducción) Frente a las aspiraciones de Jos jóvenes africanos A . T. Flandre La enseñanza técnica, ¿institución o engranaje económico? Jan Versluis Las discordancias cualitativas en los países en vías de desarrollo Chang Min Kee Nacionalización de la enseñanza y problemas del empleo en Malasia Juan J. Muñoz Educación media y capacitación para el mercado ocupacional en Colombia Y. P. Averitchev La orientación de los alumnos hacia los trabajos manuales en la U R S S