Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario DERECHO A LA CAUTELAR. SALUD. AMPARO. TRATAMIENTO DE FERTILIZACIÓN ASISTIDA IN VITRO . AMPARO.DERECHO A LA SALUD Y A LA VIDA. TRATAMIENTO DE FERTILIZACIÓN ASISTIDA IN VITRO .PROCEDENCIA DERECHO A LA SALUD Y A LA VIDA. MEDIDAS CAUTELARES. PROCEDENCIA. TRATAMIENTO DE FERTILIZACIÓN ASISTIDA IN VITRO . NORMATIVA APLICABLE. DERECHO A LA SALUD Y A LA VIDA. MEDIDAS CAUTELARES. PROCEDENCIA. TRATAMIENTO DE FERTILIZACIÓN ASISTIDA USO OFICIAL IN VITRO . NORMATIVA APLICABLE. AMPARO CAUTELAR.TRATAMIENTO ASISTIDA IN VITRO DERECHO A DE LA FERTILIZACIÓN SALUD Y A LA PROCREACIÓN RESPONSABLE. DERECHO A LA SALUD. CAUTELAR. FERTILIZACIÓN ASISTIDA IN VITRO.OBLIGACIONES DEL PODER LEGISLATIVO. DERECHO A LA SALUD. LOS JUECES INTERPRETES Y SERVIDORES DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL INTEGRADA CON LA NORMATIVA SUPRANACIONAL. DERECHO A LA SALUD. PROTECCIÓN INTEGRAL DE LA FAMILIA.CONSTITUCION NACIONAL Y NORMATIVA SUPRANACIONAL. PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN //Plata, 24 de agosto de 2010. R.S. I T 140 f*76/79 AUTOS Y VISTOS: Este expediente Nº 16863/10 (Registro de Cámara), caratulado: “M, M. c/ O.S.E.C.A.C. s/ Amparo”, proveniente del Juzgado Federal de Primera Instancia de Quilmes. Y CONSIDERANDO QUE: I. Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal de Alzada en virtud del recurso de apelación deducido por la demandada contra la resolución del juez de primera instancia que hizo lugar a la medida cautelar solicitada, y en consecuencia, ordenó a la Obra Social de los Empleados de Comercio y Actividades Civiles (OSECAC) proveer a la amparista, en el plazo de 72 horas, la cobertura total del tratamiento de fertilización asistida in vitro mediante técnica ICSI y posterior transferencia embrionaria, todo ello bajo caución juratoria.. II. Los agravios de la recurrente son: a) Improcedencia de la acción de amparo atento que no existe carácter manifiesto de la infracción jurídica que se le atribuye a la demandada, como así tampoco constancia alguna de la naturaleza médico-científica que sustente atención inmediata de las prestaciones requeridas, de modo que el reclamo efectuado queda desprovisto de la protección jurisdiccional urgente, expedita y de carácter excepcional de la acción de amparo. En tal sentido, señala la recurrente que de los certificados médicos acompañados surge que a los actores, tras tres intentos de inseminación sin resultados positivos, se les indicó como último recurso un nuevo intento por procedimiento ICSI, no habiendo constancia alguna de que sea necesario un tratamiento de urgencia. b) Tampoco sería procedente una medida cautelar innovativa como la dictada en autos, que implica de por sí la consumación del derecho reclamado en la demanda, por lo que la recurrente considera que el a quo anticipa el resultado de la cuestión de fondo que debe ser objeto de la sentencia definitiva. Asimismo, de resultar triunfadora en el proceso principal, la demandada correría el riesgo de no poder repetir lo pagado, afectando así el patrimonio de todos los afiliados a su cargo. c) Del mismo modo, se agravia la demandada de la falta de inclusión del tratamiento en el Programa Médico Obligatorio y en la Administración de Programas Especiales, debiendo destinar para su cobertura fondos que no fueran contemplados por ella, afectando así su patrimonio y consecuentemente, a todos los beneficiarios de OSECAC. III. Las presentes actuaciones se iniciaron con motivo de la acción de amparo interpuesta contra la Obra Social de los Empleados de Comercio y Actividades Civiles tendiente a obtener la cobertura total del tratamiento de fertilización asistida ICSI al que debe someterse la amparista a raíz de los problemas de fecundación que sufre. En este sentido, señala la señora M. M que ha sido diagnosticada mediante laparoscopia ginecológica, con un cuadro de obstrucción tubaria bilateral irreversible. Sostienen que tras el diagnóstico efectuado por el Doctor , el mismo indicó como único medio para lograr el embarazo el tratamiento de Fertilización In Vitro previa inducción de ovulación con FSH, HMG y HCG. Asimismo, relata que, junto a su pareja, el señor X, se efectuaron un tratamiento de fecundación asistida que incluyó tres inseminaciones intrauterinas con un gasto total de $ 4.200, sin que éstas arrojasen resultados positivos y agravando el estado anímico de la actora ante los sucesivos estudios y los posteriores fracasos. Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario IV. consta la documental médica que da cuenta que la señora M de 34 años presenta un cuadro de obstrucción tubaria bilateral irreversible, indicando como único medio para lograr el embarazo el tratamiento de Fertilización In Vitro. constan los gastos afrontados, tanto para la realización de la laparoscopia operatoria como de las tres inseminaciones intrauterinas a las que fue sometida la señora M. Por último, obra el presupuesto del tratamiento en cuestión efectuado por el Centro Especializado en Tratamientos para la Mujer GENS, por la suma de PESOS TRECE MIL CUARENTA ($ 13.040). V. En primer lugar, corresponde destacar que si bien la acción de amparo no está destinada a reemplazar medios ordinarios instituidos para la solución de las controversias (Fallos: 300:1033) y quien solicita tal protección judicial ha de acreditar en debida forma la inoperancia de las vías procesales ordinarias a fin de reparar el perjuicio invocado (conf. Fallos: 274:13, considerando 3°; 283: 335; 300: 1231; disidencia del juez USO OFICIAL Belluscio en Fallos: 313:1513 y disidencia del juez Maqueda en Fallos: 326:2637), su exclusión por la existencia de otros recursos no puede resultar en una apreciación meramente ritual, toda vez que la institución tiene por objeto una efectiva protección de derechos, más que una ordenación o resguardo de competencias ( Fallos: 299: 358, 417; 305: 307; 307: 444; 327: 2920). En tal sentido, las particulares circunstancias que rodean el caso, por encontrarse comprometidas prerrogativas constitucionales que hacen al derecho a la salud y a la vida indican que no resultaba razonable ni fundado impedir la continuidad de un procedimientos cuyo objeto es lograr soluciones que se avengan con la urgencia que conlleva este tipo de pretensiones, para lo cual cabe encauzarlas por vías expeditivas –entre las cuales se encuentra, lógicamente, el juicio de amparo contemplado en el art. 43 de la Constitución Nacional-, y evitar que el rigor de las formas pueda conducir a la frustración de derechos que cuentan con especial resguardo constitucional (conf. Fallos: 329:2179). Sobremanera cuando el nuevo art. 43 de la Constitución Nacional reformada en 1994 establece que toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro medio judicial mas idóneo (conf. Fallos: 330:4647). El amparo es el procedimiento judicial más simple y breve para tutelar real y verdaderamente los derechos consagrados en la Constitución Nacional; tiene por objeto una efectiva protección de derechos y resulta imprescindible ejercer esa vía excepcional para la salvaguarda del derecho fundamental de la vida y de la salud (conf. Fallos: 329:255; 326: 4931). Por el contrario, en atención a la naturaleza de los daños invocados, que involucran la violación del derecho a la salud, sólo podrían alcanzar una protección ilusoria por las vías ordinarias ( Fallos: 330: 520; 329: 4741). VI. Sentado ello, corresponde señalar que el sub examine exige de la magistratura una solución expedita y efectiva frente a la magnitud de los derechos constitucionales conculcados y la eventual concreción de un daño irreparable; en el caso se encuentra afectada la salud y la integridad psico-física de los accionantes (conf. doctrina de la CSJN en Fallos: 324: 2042; 325:3542; 326:970, 1400 y 4981; 327:1444; P. 1425. XL. “Poggi, Santiago Omar y otra c/ Estado Nacional y otra s/ acción de amparo”, fallo del 7/12/04; L. 1566. XXXIX. “López, Miguel Enrique Ricardo c/ Buenos Aires, Provincia de y otro (Estado Nacional) s/ acción de amparo”, fallo del 15/03/05; A. 1530. XL. Albarracín, Esther Eulalia c/ Buenos Aires, Provincia de (Minist. de Salud) y otro (Poder Ejecutivo Nacional s/ acción de amparo”, fallo del 14/12/04, E.D. 24 05 05 (supl.), nro. 248.; entre otros). Como resulta de la naturaleza de las medidas cautelares, ellas no exigen el examen de la certeza sobre la existencia del derecho pretendido, sino sólo de su verosimilitud. Es más, el juicio de verdad en esta materia se encuentra en oposición a la finalidad del instituto cautelar, que no es otra que atender a aquello que no excede el marco de lo hipotético, dentro del cual, asimismo, agota su virtualidad (Fallos: 315:2956; 316:2855 y 2860; 317:243 y 581; 318:30 y 532; 323:1877 y 324:2042). Por otro lado, los recaudos para la procedencia genérica de las medidas precautorias previstos por el artículo 230 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación se hallan de tal modo relacionados que a mayor verosimilitud del derecho cabe no ser tan exigentes en la gravedad e inminencia del daño, y viceversa, cuando existe el riesgo de un daño de extrema gravedad e irreparable, el rigor acerca del fumus se puede atenuar. Dentro de aquéllas, la innovativa es una decisión excepcional porque altera el estado de hecho o de derecho existente al tiempo de su dictado, habida cuenta de que configura un anticipo de jurisdicción favorable respecto del fallo final de la causa, lo que justifica una mayor prudencia al apreciar los recaudos que hacen a su admisibilidad (Fallos: 325:2347; E. 366. XXXVIII. “Energía Mendoza S.E. c/ A.F.I.P. D.G.I. y ots. s/ acción declarativa de inconstitucionalidad”, fallo del 30/09/03). En tal sentido, es de la esencia de la medida cautelar innovativa enfocar sus proyecciones en tanto dure el litigio sobre el fondo mismo de la controversia, ya sea para impedir un acto o para llevarlo a cabo, porque dichas medidas precautorias se encuentran enderezadas a evitar la producción de situaciones que podrían tornarse de muy dificultosa o imposible reparación en la oportunidad del dictado de la sentencia definitiva (Fallos: 325:2367). VII. Sentado lo expuesto, corresponde analizar la procedencia de la medida precautoria dictada en autos. En tal sentido, el derecho a la vida ha sido considerado reiteradamente por la Corte Suprema de Justicia de la Nación como el primer derecho de la persona humana que resulta reconocido y garantizado por la Constitución Nacional (Fallos: 302:1284, 310:112; R.638.XL., 16/05/06 - “R., N.N. c/ INSSJP s/ amparo”). También ha dicho que el hombre es eje y centro de todo el sistema jurídico y en tanto fin en sí mismo más allá de su naturaleza trascendente, su persona es inviolable y constituye valor fundamental con Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario respecto al cual los restantes valores tienen siempre carácter instrumental (Fallos: 316:479, votos concurrentes). A partir de lo dispuesto en los tratados internacionales que tienen jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22, de la Ley Suprema), la Corte ha reafirmado el derecho a la preservación de la salud comprendido dentro del derecho a la vida y ha destacado la obligación impostergable que tiene la autoridad pública de garantizar ese derecho con acciones positivas, sin perjuicio de las obligaciones que deban asumir en su cumplimiento las jurisdicciones locales, las obras sociales o las entidades de la llamada medicina prepaga (Fallos: 321:1684 y 323:1339). Por otro lado, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales reconoce el derecho de todas las personas a disfrutar del más alto nivel posible de salud física y mental, así como el deber de los estados partes de procurar su satisfacción. Entre las medidas que deben ser adoptadas a fin de garantizar ese derecho se halla la creación de condiciones que aseguren a todos asistencia médica y servicios médicos en USO OFICIAL caso de enfermedad (art. 12, inc. d, del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales). Los estados partes se han obligado "hasta el máximo de los recursos" de que dispongan para lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos reconocidos en dicho tratado (art. 2, inc. 1). En lo que concierne al modo de realización en estados de estructura federal, el propio Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas ha reconocido que dicha estructura exige que los cantones sean los responsables de ciertos derechos, pero también ha reafirmado que el gobierno federal tiene la responsabilidad legal de garantizar la aplicación del pacto (conf. Naciones Unidas. Consejo Económico Social. Aplicación del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Informes iniciales presentados por los estados parte con arreglo a los arts. 16 y 17 del Pacto. Observaciones. Suiza E/1990/5/Add.33, 20 y 23 noviembre de 1998, publicado por la Secretaría de Investigación de Derecho Comparado de esta Corte en "investigaciones" 1 (1999), págs. 180 y 181). Asimismo, la "cláusula federal" prevista en la Convención Americana sobre Derechos Humanos impone al gobierno nacional el cumplimiento de todas las obligaciones relacionadas con las materias sobre las que ejerce jurisdicción legislativa y judicial, y el deber de tomar "de inmediato" las medidas pertinentes, conforme a su constitución y sus leyes, para que las autoridades componentes del Estado federal puedan cumplir con las disposiciones de ese tratado (art. 28, incs. 1 y 2). En tales condiciones, el Estado Nacional asumió compromisos internacionales explícitos encaminados a promover y facilitar las prestaciones de salud que requieran sus habitantes, por lo que no puede desligarse válidamente de esos deberes so pretexto de la inactividad de otras entidades públicas o privadas, máxime cuando ellas participan de un mismo sistema sanitario. VIII. En ese marco, la Ley N° 23.661 instituyó el sistema nacional de salud, con los alcances de un seguro social, a efectos de asegurar el pleno goce del derecho a la salud para todos los habitantes del país sin discriminación social, económica, cultural o geográfica. Con tal finalidad, dicho seguro ha sido organizado dentro del marco de una concepción "integradora" del sector sanitario, en el que la autoridad pública reafirme su papel de conducción general del sistema y las sociedades intermedias consoliden "su participación en la gestión directa de las acciones" (art. 1). Su objetivo fundamental es "proveer al otorgamiento de prestaciones de salud igualitarias, integrales y humanizadas, tendientes a la promoción, protección, recuperación y rehabilitación de la salud, que respondan al mejor nivel de calidad disponible y garanticen a los beneficiarios la obtención del mismo tipo y nivel de prestaciones eliminando toda forma de discriminación...". Asimismo, "se consideran agentes del seguro a las obras sociales nacionales, cualquiera sea su naturaleza o denominación, las obras sociales de otras jurisdicciones y demás entidades que adhieran al sistema que se constituye..." (art. 2). IX. La Organización Mundial de la Salud (OMS) brinda un concepto amplio de la salud, “es el estado general de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades (conf. www.who.int/es Preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud). En esta conceptualización se advierte que el derecho a la salud expande proyecciones a toda una gama de escenarios y relaciones que exceden la tradicional noción de "no estar enfermo" para aproximarse a lo que puede definirse como una situación integral de bienestar psíquico, físico y mental, moral y social, abarcativa de todas las facetas que componen la compleja personalidad humana [conf. BIDART CAMPOS, Germán, "Lo explícito y lo implícito en la salud como derecho y como bien jurídico constitucional", Salud, Derecho y Equidad. Principios constitucionales. Políticas de Salud. Bioética, alimentos y desarrollo, Gladys Mackinson (directora), Ad Hoc, Buenos Aires, 2001, ps. 23 y ss.)]. En tal sentido, se ha dicho que “…la infertilidad puede originar depresión, ansiedad y angustia que contaminan la vida de relación toda de la pareja, que advierte con desasosiego la frustración en procrear e integrar su núcleo familiar con su descendencia (…) Implica una alteración en el ciclo natural de la vida de nacer, crecer, reproducirse y morir. Como tal merece ser tratada, en la medida que existen modernamente técnicas médicas que puedan intentar lograr el añorado embarazo para dar a luz a otro ser, sea de la técnica que logre alcanzar el fin deseado con el mayor resguardo integral en la salud de ambos progenitores” (LL 2008-A, 148). En el sub examine, las probanzas de autos indican como tal a la fecundación asistida mediante la técnica ISCI. X. Se ha dicho que el derecho a la salud sexual y a la procreación responsable tiene como contenido esencial tres aspectos distintos pero complementarios: información, prevención y planificación. Éste último, supone la concreción consciente, voluntaria y plenamente deseada de un acto que modifica esencialmente y para siempre la biografía de las personas, y va asociada a la libertad reproductiva que incluye como Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario elementos constitutivos la elección de procrear, con quien y por qué medios, la elección del contexto social en que la reproducción tiene lugar, la elección de cuándo reproducirse, y la elección de cuántos hijos tener. Forman parte de este derecho también tanto las actividades orientadas a la procreación como las dirigidas a evitar la reproducción. [conf. GIL DOMÍNGUEZ, Andrés, Ley Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable. Ley 25.673. Doctrina-Jurisprudencia-Legislación, Ad Hoc, Buenos Aires, 2003, ps. 23 y ss. Ver también, GIL DOMÍNGUEZ, Andrés - FAMÁ, María Victoria- HERRERA, Marisa, Derecho constitucional de familia, t. I, Ediar, Buenos Aires, 2006, ps. 592 y ss.; BROCK, Dan, "Libertad reproductiva: su naturaleza, bases y límites", Dilemas Éticos, Platts, Marx (compilador), Fondo de Cultura Económica, México, 1997; citados por FAMÁ, María Victoria, “La infertilidad y el acceso a las técnicas de reproducción asistida como un derecho humano”, LL 2009-D, 78]. XI. El artículo 75, inciso. 23, de la Constitución Nacional establece que el Congreso Nacional tiene la obligación, entre otras, de "legislar y promover medidas de USO OFICIAL acción positiva que garanticen la igualdad real de oportunidades y de trato, y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por esta Constitución y por los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, en particular respecto de los niños, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad". Con lo cual, si el acceso a las técnicas de fertilización asistida constituye un aspecto del derecho a la salud, ligado también al derecho a fundar una familia, resulta irrazonable e incongruente -desde el punto de vista constitucional- permitir que este derecho se encuentre reservado a las personas que poseen los medios económicos para solventar los tratamientos más sofisticados y eficaces contra la esterilidad, y resulte vedado para quienes carecen de recursos suficientes. XII. Tal como se ha dicho en otro caso similar, los jueces son intérpretes y servidores de la Constitución, integrada con la normativa supranacional, y a través de su aplicación deben hacerse cargo del dinamismo que impregna la vida social, y que en el caso trasluce los cambios que la ciencia imprime en los adelantos que la técnica médica allega en la salud de la población(LL 2008-A, 148). De allí, el derecho a exigir las prestaciones que dichos adelantos se van incorporando diariamente y la necesidad de la judicatura de admitir los planteos que se efectúan en ese sentido (conf. esta Sala, expte. N° 13.678/07, “Rodríguez, Mariel Anahí c/ MEDICUS SA s/ amparo”, fallo del 9 de agosto de 2007; se trataba de un caso de obesidad mórbida). Como nos dice Bidart Campos: “Toda la constitución es jurídica, es norma jurídica, es derecho y, por ende, vincula a los poderes públicos y a los particulares, obliga, debe ser aplicada y es aplicable, tiene que funcionar, ha de encarnarse en la realidad sociológica de las conductas humanas. (…) ¿De qué serviría predicar que la constitución es suprema si la fuerza de su juridicidad no existiera dentro de ella misma y no se expandiera desde ella hacia todos los intersticios del mundo jurídico? No sería más que una doctrina recitada, sin efectos prácticos. Y lo que la teoría de la supremacía quiso y quiere es, precisamente, que la constitución como derecho obligue y vincule por su propio imperio.” (énfasis agregado) (BIDART CAMPOS, Germán J., La fuerza normativa de la Constitución; en obra colectiva BIDART CAMPOS, Germán J. – SAGÜES, Néstor P., El amparo constitucional. Perspectivas y modalidades (art. 43 de la Constitución nacional). Ed. Desalma 2000, p. 1). XIII. En suma, en casos como el sub lite resulta relevante considerar el reconocimiento del derecho a “un nivel de vida adecuado que le asegure a la persona y a su familia la salud y el bienestar” y la protección de la “maternidad” (conf. art. 25, incs. 1 y 2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos); la obligación del Estado de proveer lo conducente a la protección integral de la “familia”, que es el elemento natural y fundamental de la sociedad, “especialmente para su constitución” (art. 14 bis de la Constitución Nacional y art. 10 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales); la “procreación responsable”, perseguida como uno de los objetivos del Programa Nacional de Salud Sexual instaurado por la Ley N° 25.673 y, finalmente, las características de cada caso particular (conf. CNCiv. y Com. Fed., Sala III, “G., C.G. y otro c/ OSDE s/ amparo”, fallo del 13/11/03). XIV. En el caso, resulta comprobado que la actora es afiliada familiar a la Obra Social demandada, así como el padecimiento de la dolencia denunciada y la necesidad del tratamiento de fecundación asistida por técnica ICSI al que deben someterse los amparistas. Asimismo, la edad de la accionante y el problema de fecundación que padece, así como las repercusiones negativas en su salud psico-física que provoca la situación descripta, justifica la necesidad de adoptar una solución urgente, en lugar de supeditarla a los tiempos que pueda demandar la culminación del proceso. Por eso, aún cuando dicho tratamiento se encuentre fuera del Plan Médico Obligatoria (conf. Fallos: 329: 1638), teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto y los derechos humanos en pugna, reconocidos por la Constitución y los tratados internacionales que la conforman, corresponde rechazar el recurso interpuesto y, por ende, confirmar lo decidido por el juez a quo. XV. Por ello, en orden a las consideraciones que anteceden, el Tribunal RESUELVE: CONFIRMAR la resolución apelada, sin costas de Alzada atento la falta de sustanciación del recurso interpuesto (conf. art. 68, segundo párrafo, del CPCCN). Regístrese, notifíquese y devuélvase.Fdo.Jueces Sala I Dres, Julio Víctor Reboredo – Carlos Román Compaired.