LA MUESTRA-ESPECTÁCULO DE EXPRESIÓN CORPORAL EN LA FORMACIÓN DE DOCENTES E INVESTIGADORES DE LA EDUCACIÓN DE LAS INFANCIAS Guillén, Claudia; Acosta, Cristina; Dino, Valeria Departamento de Educación Inicial – Facultad de Humanidades – UNNE [email protected]; [email protected]; [email protected] Resumen La cátedra “Taller de Expresión Corporal” del Departamento de Educación Inicial de la Facultad de Humanidades de la UNNE, propone para sus alumn@s el desafío de reflexionar sobre las huellas que las ideologías dominantes han dejado en la constitución de sus subjetividades. La posibilidad de revisar la ausencia del cuerpo durante la educación en todos sus niveles, es el primer paso hacia la consciencia de presencia, la que se construye desde un hacer “habitado” (Toro 2005: 65). La Expresión Corporal lo viabiliza al ser “una práctica hacia una conciencia corporal, sensorial y emocional” (Toro 2005: 91). La vivencia a través de esta disciplina artística implica “poner el cuerpo”, y con ello el desarrollo de la conciencia corpórea, la desinhibición, y la posibilidad de interaccionar con el grupo total de compañeras desde un nivel de profunda comunicación consigo mismas y con las demás. Sumado a esto, la Muestra-Espectáculo que propone la cátedra como actividad de extensión y transferencia, les posibilita el despliegue de su capacidad creativa cristalizada en la producción de composiciones. Todo esto les significa una experiencia única que les deja como resultado un alto grado de confianza en sí mism@s, entre otras competencias. Elina Matoso (2010: 14) concibe la creación artística como manifestaciones que transitan el “borde des-borde del territorio corporal”. “Si concebimos que el cuerpo inevitablemente es atravesado por los significantes culturales y él mismo se constituye en un particular productor de significantes en la vida social” (Citro en Matoso, 2010: 46), la experiencia en la construcción del lenguaje corporal expresivo, sumada a la creación de un producto artístico y su comunicación, generan en la formación profesional docente y de investigación, un intersticio para la reflexión sobre la propia historicidad. Palabras clave: corporeidad – producción artística - comunicación En el cursado de la cátedra “Taller de Expresión Corporal”, las estudiantes atraviesan su vivencia como eje central a partir del cual conforman la estructura de esta disciplina artística. Como cierre del mismo, crean y ponen en escena una composición que da cuenta de esos procesos. El desarrollo de la conciencia corpórea La sensopercepción, columna vertebral de la Expresión Corporal, es una técnica que encierra la filosofía de esta disciplina. La construcción del lenguaje corporal expresivo propio, es posible a partir de la conexión con la subjetividad, los registros sobre y a partir del cuerpo, sus percepciones, emociones y sensaciones, posibilitan la conciencia de corporeidad: “La corporeidad es nuestro ser, estar y hacer en el mundo.” (Grasso, 2012: 17). Acercarse a lo que cada uno es, y re-conectarse a partir de poder registrar las sensaciones y emociones que produce el moverse, respirarse, verse en la mirada de los otros, contactarse con el otro y al otro, dimensiona la conciencia de que, siguiendo a Grasso (2012), el cuerpo es expresión de la identidad, “(…) no se tiene un cuerpo, se es cuerpo”. A lo largo de la biografía escolar que realizan nuestras estudiantes en el cursado de la cátedra, les es posible reconocer una negación del cuerpo –la cabeza es la que va a la escuela-, lo que las enfrenta a un cuerpo “defectuoso” y fragmentado. José María Toro (2012: 118) denuncia que si bien en la actualidad se vive una exaltación del cuerpo, se trata “(…) del cuerpo degradado, a mera (…) apariencia externa. También se idolatran los cuerpos (…) máquina, cuerpos modelos, cuerpos sin almas (…), perforados agredidos, tatuados, cuerpos sin vida” Así, “El cuerpo se convierte en un campo de batalla, en una lucha cuya finalidad es su aceptación ante nuestra propia mirada y ante la del otro” (Graso, 2012: 20). Consideramos que es tarea de los docentes que formamos a los futuros profesionales en educación, y más aún hablando de educación de las infancias, confrontar a los estudiantes con la imagen corporal que fueron constituyendo a partir de estos referentes sociales, culturales e institucionales. La vivencia a través de la Expresión Corporal les implica “poner el cuerpo”. Cuando a un ser humano se le permite actuar, dialogar, intercambiar, cuando puede hacerlo sin imposición, cuando no se oponen condicionamientos a sus personales modos de ser, de expresarse, de mostrarse, se va facilitando el conocimiento y aceptación de sí mismo, y es cuando descubre sus propias capacidades, se lo pone en posición de: a) el descubrimiento de sí mismo: la expresión es un decirse. A medida que se tengan más posibilidades de expresarse y se recuperen los diferentes lenguajes, se irá tomando más conocimiento de sí mismo. b) la toma de posesión de sí: hacerse dueño de sí, haciéndose cargo de sus propios límites para esforzarse en ensancharlos, y de sus propias capacidades para aprovecharlas. c) la aceptación de sí mismo y de los otros: porque para crecer y personalizarse es indispensable fortalecer la conciencia del propio ser, punto de partida clave de la autoestima y principio que posibilita el respeto por las formas de ser y decir de los demás: Nunca había llegado a percibirme así, sentía mi respiración, sentía la respiración en las panzas de las chicas. Creo que desde ese momento cambió totalmente, como que percibimos todo de una manera diferente, le encontramos el centro a todo, respirar ya no es lo mismo (Estudiante en el coloquio final integrador 2014). Otra estudiante en relación a estos ítems, durante la entrevista en profundidad que se le realizara con motivo de su participación de la investigación llevada a cabo en la Facultad de Artes, Diseño y Ciencias de la Cultura de la UNNE i, expresa: La cátedra del Taller de Expresión Corporal me impacto en lo personal, de una manera muy sorprendente, algo que yo no tenía en cuenta, porque primero no sabía lo que íbamos a desarrollar, pero después en el transcurso de las clases era conocerse a sí mismo, prestarse atención, respirar. Me fui encontrando con diferentes sensaciones que nunca había sentido y era algo muy nuevo para mí; primero me costó porque me ponía nerviosa, no había trabajado nuca con mi cuerpo y el cuerpo de mis otras compañeras; por eso por ahí la miraba o miraba a los otros que hacían, porque yo no sabía, no me sentía cómoda, capaz, pero después en el transcurso de las clases fui adquiriendo confianza en mí y también me entregaba, disfrutaba, el placer de tomarme un momento, conocerme, conectarme con el otro, con la mirada del otro, que es tan importante y concentrarme con lo que estoy haciendo para llegar a la finalidad. Impactó muy grande en mi persona porque me ayudo a conocerme desde otro punto de vista. Como actúo, como se comporta mi cuerpo en diferentes situaciones, por ejemplo, que antes no lo tomaba en cuenta, no lo registraba, y me permitió actuar de otra manera. Estas experiencias pueden considerarse el disparador para que desarrollen conciencia de “presencia” como futuras educadoras. Tomando el concepto que sobre ella tiene José M. Toro (2012: 64): “El educador no busca una ‘identificación con él’ sino la construcción en cada uno de su propia identidad. De esta forma ya no es un modelo sino una presencia, un signo referencial que con su solo ‘estar’ educa, interpela e interroga al niño”. La posibilidad de poner en ejercicio la “conciliación” Nos referiremos aquí al desarrollo de la Comunicación, como Contenido de la Expresión Corporal que es propiedad de la condición humana. La consigna de reunirse en grupos de entre diez y doce integrantes para la creación de composiciones coreográficas que den cuenta del proceso que realizaron durante el cursado de la cátedra, enfrenta a las estudiantes que la cursan a los recursos que tienen estructurados como posibilidad de comunicación con el otro/los otros, sean estos conscientes o no. La comunicación instituye la realidad social, le da forma, le otorga sentidos compartidos a nivel de los objetos (dimensión referencial); a nivel de las relaciones entre los hablantes (dimensión inter-referencial); y a nivel de la construcción del propio sujeto en tanto individuo social (dimensión auto-referencial). Estos tres niveles se ponen de manifiesto en cualquier situación comunicativa: se habla de algo, se establecen relaciones entre quienes están hablando, y la personalidad de éstos tiene fuertes implicaciones en la relación de interacción dada (Vizer <1982>, citado en Vizer, 2003: 191). La Expresión Corporal es un lenguaje que permite a cada ser humano ponerse en contacto consigo mismo y consecuentemente expresarse y comunicarse con los demás por medio de su cuerpo –en movimiento y/o quietud- y según sus necesidades. Deborah Kalmar (2005:20) expresa profundizando esta idea: “la Expresión Corporal propugna un cambio en la actitud de ‘escucha’ del propio cuerpo y el de los demás, lo que posibilita el ensanchamiento de la autoconciencia hacia una transformación más totalizadora del ser.” Si entendemos además, que todo acto expresivo que realiza el cuerpo está siempre dirigido a otro (real o imaginario), es posible identificar dos tipos de actos: los espontáneos o los regulados por convenciones. La expresión espontánea es transparencia de carácter inconsciente que da cuenta con el cuerpo de aquello que no puede ser expresado ni dicho con palabras. Los actos regulados tienen intención comunicativa, reúnen el decir y el mostrar en un demostrar, a veces subrayando lo dicho, introduciendo confirmaciones o paradojas. La expresión corporal cotidiana es una forma universal de comunicación. Las estudiantes, a partir de las narrativas autobiográficas que realizan sobre sus experiencias en las clases vivenciales de Expresión Corporal, reflexionan sobre sus procesos en relación a los diferentes niveles de comunicación que plantea la Expresión Corporal dentro de sus Contenidos: la intra-individual; la inter-individual; la intra-grupal; y la inter-grupal: Lo que me pasaba es que al principio me costaba mucho estar conmigo misma, por ejemplo cuando hacíamos las relajaciones, o cuando ustedes nos decían que percibamos qué nos pasaba, y yo por dentro decía: y a mí no me pasa nada… (risas).” (Estudiante en el coloquio final integrador 2014). Entre lo expresado en las entrevistas en profundidad realizadas, se recoge en la voz de dos estudiantes: “Me gustaba cada vez más, me sentía liberada, me sentía que podía expresarme de otra manera. Yo que hablo demasiado (…) igual me expresaba, y dije: bueno, cómo los chicos pueden hacer lo mismo.” “Y capaz como ella dice, romper paradigmas, que el otro se me acerque, que me mire, que yo lo mire, que entre no solamente una persona, sino todo un grupo haya una conexión.” La confianza que las estudiantes van adquiriendo con el transcurrir de las clases, las lleva a reflexionar y observase en otro nivel de comunicación, donde la escucha atenta está puesta en ellas y comienzan a darse cuenta de que su conducta creativa es trasmisora y generadora de vínculos. Así lo comenta una estudiante en la entrevista en profundidad que se realizara: Me tocó trabajar con una compañera que es mucho más pequeña corporalmente que yo, flaquita y yo decía no, yo la voy a aplastar, y no, y no, no me podía ‘soltar’ y temblaba. Me acuerdo que cuando estábamos practicando las distintas posiciones, no, no podía. Y me dije: Ceci relajate. Cerré los ojos, trate de concentrarme en la voz de la profesora y me deje llevar, y ahí sí, traté de relajar el cuerpo, y era diferente encima, mi peso relajado, que yo pensé que iba a hacer más pesado que la tensión que yo estaba poniendo. Y bueno además, después tuve una devolución súper gratificante, así que de ahí dije: a disfrutar! Los niveles de comunicación se van ampliando hasta llegar a una gran conexión grupal. En las clases se desarrollan los diferentes códigos de comunicación grupal, generados desde la percepción y la sensibilización corporal. Los que les permite un nivel de entendimiento que no esperaban alcanzar y les resulta altamente impactante por la capacidad de anticipar, predecir y conducirse de acuerdo con las mutuas necesidades de sí mismo y del otro. Refiriendo a la comunicación las estudiantes comentan lo siguiente: “Nos sirvió como grupo, relacionarnos todo el tiempo, buscar las formas de organizarnos, de llevar adelante la tarea para así también formarnos como futuras docentes.” “Y como grupo al estar sobre el escenario nos sentimos cómodas, estábamos re conectadas y es algo que vamos a llevar siempre en nosotras a partir de ese momento, lo comentamos después de que esto sucedió.” “(…) de confiar en el compañero y que hagamos lo que teníamos que hacer y que el otro sabía lo que tenía que hacer” (Estudiantes en el coloquio final integrador 2014). El proceso de composición, en cuanto a la comunicación, les permitió experimentar la posibilidad de transformar la dificultad en potencialidad, de conciliar. Tomando el análisis que Toro (2012, cap. 8: pp 247 a 284) realiza en relación a “El conflicto como espacio y momento para el aprendizaje”, la experiencia les permite: reconocer al otro como legítimo otro en la convivencia; la creación de márgenes o espacios de libertad y responsabilidad personal; poner de manifiesto las ramas ocultas o inconscientes; la reconciliación como vía, el diálogo como arma de pacificación; no aplicar ni insistir en lo que ‘no funciona’, y en cambio mantener lo que demuestra ser eficaz”. El superar los conflictos que en algunos casos aparecen –y de modo altamente marcado en algunos casos-, las coloca en un nivel de “posibilidad” no experimentado en otros espacios de su formación universitaria: “Más allá de que seamos distintas, de que tengamos distintos pensamientos, que por esa misma razón tuvimos distintos problemas, una se da cuenta que se puede trabajar en grupos grandes, teniendo distintas opiniones y diferentes maneras (…) y pudimos llegar a una conclusión y hacer algo lindo que nos gustaba a todas.” “Nos sentimos unidas, más ese día. Ya Expresión Corporal nos unió más, lo que es Nivel Inicial de segundo año, vi muchas caras que no había visto nunca, quizás era yo, que no levantaba la mirada.” Con respecto a la experiencia de la muestra espectáculo que tuvimos al final, primeramente desde lo personal al principio me costó un poco porque éramos al trabajar con un número mayor de compañeras, el día que dijimos vamos a formar grupos para lo de la muestra nunca tuvimos en cuenta, en verdaderamente a lo que íbamos a llegar, entonces fue al azar tienen? no, tienen? (refiriéndose a si ya tenían grupo) No!, bueno… nos juntamos y me costó eso después. Porque empezar a construir una afinidad, es como que se termino construyendo una afinidad a partir de ese trabajo. Y nos costó un montón, y hubo roces, y desencuentros y no había acuerdos. (…)Y después salió”. (Estudiantes en el coloquio final integrador 2014). El despliegue de la capacidad creativa La creatividad es capacidad innata del ser humano, se define como la condición de producir algo nuevo, combinando, asociando, transformando apropiaciones adquiridas. En la Expresión Corporal, hablamos de seleccionar los movimientos investigados en las improvisaciones realizadas durante las clases vivenciales, en las que se genera un clima adecuado para una constante actitud creadora. La creatividad se entiende como flexibilidad mental, y se vincula con la posibilidad de aprender a pensar, a informarse, ya que la expresión es el resultado de la interacción con la realidad, con uno mismo y con los “saberes” internos y externos. En las voces expresadas en el coloquio final integrador (2014), reconocen: “Fue bueno, porque ya no estamos esperando de los demás, pendientes de los demás, que nos miren o copiándoles (…) y ahí está el punto de realmente hacer lo que nace de uno, y ahí es donde se ve la creatividad.” “Estamos muy acostumbradas a que nos digan ‘hagan esto, esto y esto’, y lo que nos pasaba acá era que nos decían ‘tienen los temas, hagan algo’, ‘tienen quince minutos, hagan una composición’ y ahí teníamos que ver qué hacíamos con todo lo que teníamos. Creo que en ese punto se veía la creatividad, que cada una podía tener una creatividad distinta y con cada idea armar algo. Y así vimos que podíamos ser creativas, que podíamos armar algo lindo de las ideas de todas.” “Al concentrarme yo, sentirme yo, me di cuenta de que sola sale la intensión (…) Te concentras, te sentís y dejas que fluya.” “Me di cuenta que estaba trabajando creativamente, sin darme cuenta fui conectándome con mi cuerpo.” Es interesante escuchar en esa instancia de evaluación que se realizan después de la Muestra-Espectáculo, cómo las estudiantes pueden revisar su experiencia en el cursado de la cátedra, connotadas con la vivencia de ellas mismas como “artistas/creadoras”. En sus palabras: “A la hora de armar la composición fue más tirar ideas, ideas, ideas e ir armando. A medida que se tiraban las ideas ir armando, que esté un poco de todas pero fue más entre todas ir colaborando.” “Se resuelve, se improvisa. Uno no se da cuenta pero parece que el cuerpo solo, cuando está en escena, cuando está con alguien que está mirando, solo resuelve.” “En el sentido de ser creativos (…) ser creativo para mí era nada, y el viernes (día de la MuestraEspectáculo), después que salimos, mi papá me dijo: ‘nunca te vi arriba de un escenario!’, como que no era yo, porque verme allí fue totalmente diferente. Era como que te olvidas de todo, y no te importa más nada que estar ahí.” La inclusión de la investigación de objetos auxiliares en las clases vivenciales, les permite desplegar e incrementar la capacidad creadora. Su internalización les implica la recepción de una serie de estímulos que producen reacciones (sentimientos, pensamientos, emociones, sensaciones), destacando las imágenes sensoriales que son las que disparan nuevas acciones motrices a partir de la manipulación, la transformación y la adaptación al mismo del movimiento. Estos procesos mediatizan el enriquecimiento del lenguaje corporal expresivo construido por cada estudiante en el contexto grupal, condición sumamente enriquecedora que ofrece esta disciplina artística. Entonces, la inclusión de un objeto auxiliar en la composición final para la Muestra-espectáculo, agregó un nuevo elemento a la experiencia vivencial: “Me di cuenta que con un banco se pueden hacer un montón de cosas, es decir, te lo imaginas pero nunca lo haces.” “Empezamos a explorar, explorar y explorar y ahí es como que surgieron todas esas cosas, y al final la composición quedo re-linda, y actuamos con ganas!” “Lo más significativo para mí fue que nosotras fuimos verdaderamente las que se expresaron y dieron sentido a los contenidos y forma mediante nuestra creatividad”. (Estudiantes en el coloquio final integrador 2014). En toda esta experiencia que entienden como “transformadora”, las estudiantes conciben a la instancia de la Muestra-Espectáculo ii como un momento que las confronta con la propia “potencia”. La posibilidad de comunicar a un público “real”, y recibir el retorno de éste al producto artístico-escénico creado por ellas mismas, les da una sensación de plenitud y seguridad en su potencial, no experimentada en otras cátedras en la Facultad, y la mayoría, en ningún otro nivel de su escolaridad. Si bien es cierto que la Muestra-Espectáculo es un suceso que les genera cierta incertidumbre el primer día de cursado, cuando se presenta la Cátedra y se les anticipa que realizarán tres funciones: dos para público infantil -Jardines de Maternales y de Infantes del Turno Mañana y Turno Tarde- y una para público adulto -sus Invitados (familiares y amigos) y estudiantes y docentes de la Facultad de Humanidades-, termina resultándoles un grato desafío la posibilidad de protagonizar una experiencia escénica colectiva que da cuenta de los procesos realizados durante el cursado de “Taller de Expresión Corporal”. “Se vive mucha competencia a lo largo de la carrera, pero ese día era como que estábamos todas conectadas, buena onda, la conexión con el público también.” Todas trabajamos, contribuimos con el otro, sabes que vos haces esto, weee, si tenes razón vamos a hacerlo, y vamos construyendo y construimos una muestra que todas las disfrutamos y se notó ese día en el escenario. (Estudiantes en el coloquio final integrador 2014). Cuando están en escena, si bien sienten la presión del público, sobre todo el infantil, con sus gritos o sus aplausos, una vez bailando, logran aquietarse e interactuar con ellos. Anticipando sus reacciones, diseñan sus composiciones con apariciones sorpresivas en la sala, como hacer su ingreso al escenario por los pasillos, entre las butacas; o bajar del escenario a la sala una vez finalizada la composición acercándose a ellos logrando contacto con aquellos más audaces. Así expresan sus impresiones de esta experiencia: “Me alentaba muchísimo el ‘otra… otra’ de nuestros pequeños espectadores.” “Cuando comenzaron a aplaudir vos decís, bien, por algo estoy acá…” “En cuanto a las tres funciones de la muestra, creo que las primeras dos fueron las más fuertes, (…) si bien el de los pequeños era mucho más exigente que el de los grandes porque estaba en ellos aceptar lo que nosotros hacíamos o no y lo aceptaron totalmente. Fue cuando mas nerviosas estábamos y cuando más aplausos recibimos, nos sentimos totalmente cómodas; era sí, el público más difícil, pero con el que más cómodas nos sentimos.” “Primero estábamos nerviosas porque nos enfrentábamos a un público de niños, que nos vamos a enfrentar el día de mañana con nuestra profesión, pero era diferente, porque nosotras tenemos que disfrutar y los niños tienen que disfrutar, que era lo que más nos ponía nerviosas. Y tratamos de encontrar formas para que ellos disfruten, tipo que le sonreíamos, le hacíamos caras, nos movíamos de diferentes formas. Porque pensamos que es un público exigente”. “Después en la segunda función ahí si ahí ya subí relajada, ya era una reina arriba del escenario. Quería mostrar todo, hacia equilibrio. Ahí sí, ahí los vi a los chicos, en el momento antes de subir al escenario, que nosotras aparecíamos de abajo jugamos con ellos, yo los tenia ahí al lado, me di cuenta que los tenia al lado porque al principio no. Súper relajada”. “Jugamos con distintas posibilidades, si los teníamos al lado por qué no vamos a jugar con eso? vamos a aparecerles. Ellos se sorprendían, nosotros estábamos cubiertas con las sabanas y no sabían que estaba pasando, en qué momento íbamos a aparecer. Entonces el factor sorpresa, hagamos algo con esto y después, cuando ellos se sorprendían, hasta las ‘seños’ se sorprendían, que está buenísimo eso, y después como participaban en las diferentes muestras, no solamente en la nuestra sino en la de los otros. Los chicos gritaban, decían cosas: ‘no por acá’, participación, eso está buenísimo!”. (Estudiantes en el coloquio final integrador 2014). La experiencia de las Muestras-Espectáculo también impacta en el público adulto. Dos madres asistentes expresaron: “Me gusto verte disfrutar y conectarte con tus compañeras, porque eso se notaba, como se miraban, y cada una sabía qué iba a hacer.” “Me cautivó la expresión del cuerpo y rostros, con todos los movimientos, que no hacía falta explicación alguna”. (Entrevista realizada a la salida de la Muestra-Espectáculo 2014) Conclusión En el cursado de la cátedra “Taller de Integración, Investigación y Práctica III”, asignatura que se dicta en el primer cuatrimestre del tercer año de las carreras del Departamento de Educación Inicial , toman las experiencias que atravesaron en el cursado del “Taller de iii Expresión Corporal” -dictada en el segundo cuatrimestre del segundo año de las carreras-, como referentes para el diseño y puesta en acción de las prácticas que realizarán en los Jardines de Infantes. Las narrativas autobiográficas que realizan las estudiantes durante el cursado del “Taller de Expresión Corporal”, son una herramienta para que objetiven las experiencias transitadas y puedan volver a ellas tantas veces como la necesidad de reflexionar sobre estos aspectos constitutivos de la condición humana les requiera: la conciencia que tienen de su corporeidad y la de los niños y niñas con las que abordarán las experiencias didácticas; el nivel de comunicación que pueden establecer con esos grupos de infantes como reflejo de la comunicación que establezcan con ellas mismas (conciencia de “presencia”); la apuesta al diseño de situaciones didácticas en las que desplieguen su creatividad y potencien la de los alumnos y alumnas a quienes las dirigen. Consideramos que el arte, en este caso la Expresión Corporal-Danza, es absolutamente mediatizadora en la constitución de las subjetividades de quienes se están formando como profesionales en la educación, en este caso en la educación de las infancias. “El arte es una de las carnaduras identitarias del ser humano y en todo proceso creativo se ve implicada la imagen del cuerpo. No sólo como un posible rastreo biográfico del autor, sino la corporeidad que la obra de arte constituye en sí misma. El arte como figura cuerpo. Carne e imagen”. (Matoso (2001) citado en Matoso 2010: 15). Referencias Bibliográficas Grasso, A. (2012). Arte y Corporeidad. Buenos Aires: Ed. Magisterio del Río de la Plata. Kalmar, D. (2005). Que es la Expresión Corporal a partir de la corriente de trabajo de Patricia Stokoe. Buenos Aires: Editorial Lumen. Matoso, E. (comp.) (2010). El cuerpo in-cierto. Buenos Aires: Ed. Letra Viva, Facultad de Filosofía y Letras, UBA. Toro, J. M. (2012). Educar con co-razón. Bilbao: Ed. Descleé De Brouwer. Vizer, E. A. (2003). La trama (in)visible de la vida social. Comunicación, sentido y realidad. Buenos Aires: Ed. La Crujía. Notas i Investigación titulada Actuar el Cuerpo. Un estudio exploratorio sobre la Expresión Corporal en la formación de alumnos del Profesorado y Licenciatura en Educación Inicial. Aprobada por Resolución N° 155/15-CS de la UNNE. Código: N002-214. Secretaría General de Ciencia y Técnica de la UNNE. ii Actividad de Extensión y Transferencia “Expresión Corporal para los Jardines de Infantes”, aprobada por Resolución N°366/14-CD. de la Facultad de Humanidades. Actividad de Extensión y Transferencia “Expresión Corporal: Actividad Artística de cierre del ciclo lectivo 2014”, aprobada por Resolución N°365/14-CD. de la Facultad de Humanidades. iii Cátedra con la que se lleva a cabo un Seminario-Taller inter-cátedra desde el año 2012. Este ciclo lectivo se denomina “La Corporeidad en la formación de profesores y licenciados en la educación de as infancias”, aprobado por Resolución N° 196/15-CD. Proyecto organizado por las cátedras “Taller de Integración, Investigación y Práctica III” y “Taller de Expresión Corporal” del departamento de Educación Inicial