Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Secretaría de Estado de Turismo y Comercio Dirección General de Política Comercial Ilmo. Sr. D. Ignacio Cruz Roche Director General de Política Comercial. Estimado Ignacio: Conforme se acordó en la Mesa de Directores del 24 de marzo, te adjunto una serie de consideraciones sobre la Propuesta de Directiva de Servicios en el Mercado interior y sugerencias de mejora así como la previsible incidencia de su aplicación sobre la estructura comercial de la Comunidad. Para abordar la Directiva entendemos debe partirse de dos premisas básicas, por una parte la situación del sector, ya que puede afectar tanto al entramado económico de la empresa comercial, como al nivel de servicio a los consumidores y la estructura general de precios y por otra, las tendencias Doctrinales Legislativas en el marco de la Unión Europea. 1º.- Situación del comercio en Euskadi. Los procesos de globalización de la economía, la importancia del dimensionamiento de la empresa comercial y el desarrollo de nuevas tipologías y canales de comercialización están dando paso a una situación de gran dinamismo empresarial, y el desarrollo de nuevas estrategias para el control de los mercados. Respecto a su dimensión cuantitativa, el Comercio en la C.A.V. esta representado por: 38.853.- establecimientos de los que 30.824 desarrollan la actividad minorista 113.595 empleos. 12% del empleo total, 75.994 en el sector minorista. 11,5% del PIB de la C.A.V. 8.600 millones de euros de volumen anual de negocio (solo el asociado al consumo familiar) En su faceta Cualitativa, el sector comercial combina la dimensión social y económica desde distintas vertientes: Elemento vertebrador de la vida urbana: La relación cliente-comerciante en el espacio urbano actúa como un factor de cohesión social y animación urbana. El comercio es uno de los elementos clave que condiciona nuestro modelo de cuidad, de relación y de vida. Factor de sostenibilidad territorial: Especialmente en áreas rurales, entornos urbanos residenciales periféricos y zonas de baja densidad poblacional, condicionando su calidad de vida. Rol crecientemente condicionante del tejido productivo: La distribución juega un importante papel en el control de la demanda y, con ello de la producción misma. Esta situación de la evolución sectorial, entre otras cuestiones, esta obligando al sector comercial a encarar situaciones complicadas, derivadas en gran medida por su baja capacidad de respuesta competitiva, condicionada básicamente por: Gran atomización e insuficiente dimensión empresarial, lo que se traduce en una baja cifra de ventas y pequeña rentabilidad de los negocios. Debilidad asociativa, lo que limita la fortaleza de las estructuras conjuntas, su dinamismo y representatividad. Limitada cualificación, lo que conlleva un deficiente aprovechamiento de las herramientas de gestión y considerables desventajas frente a las nuevas fórmulas comerciales. Pequeño dimensionamiento y bajo nivel de inversión : la superficie media de venta por establecimiento no supera los 88 m2. Respecto a la realización de reformas tan solo el 34,1% del total ha realizado reformas en el establecimiento en los ultimos 5 años Al mismo tiempo, el proceso de transformación acelerada al que está sometido le confiere una alta presión de cambio, tanto desde la oferta como de la demanda: Cambios sociológicos de la población: las transformaciones demográficas en términos de envejecimiento de la población, el nuevo papel social de la mujer al acceder al mundo laboral y el progresivo avance cultural de la población con los cambios de prioridades que introduce asociados a la búsqueda de calidad de vida, son algunos de los elementos que están transformando las pautas de consumo de forma acelerada. Transformaciones aceleradas desde la oferta: Visualizadas básicamente a través de nuevos operadores, nuevos formatos comerciales y nuevos canales de comercialización. En última instancia el proceso se traduce en una segmentación creciente entre empresas integradas (grandes) y no integradas (pequeñas) que abre una brecha de prácticas empresariales competitivas creciente entre ambos mundos. Modificación de los entornos comerciales: Obsolescencia de tramas urbanas, problemática especifica de cascos históricos, saturación de viales, problemas derivados de la falta de aparcamientos etc. 2º.- Tendencias doctrinales y legislativas en el marco de la U.E. El proyecto de nueva Directiva relativa a los Servicios en el mercado interior, entre otras cuestiones, plantea, en términos generales, la creación de un marco jurídico que suprima los obstáculos que se oponen a la libertad de establecimiento de los prestadores de servicios, basándose fundamentalmente en los artículos 14 y 15 de la sección 3ª de la Directiva: Requisitos prohibidos o supeditados a evaluación. Añadiendo en su versión consolidada que – “esta prohibición no se refiere a los requisitos de planificación que no persiguen fines económicos, sino que están al servicio de razones imperiosas de interés general” – (art. 14 apdo. 5), “aplicación, caso por caso, de una prueba económica consistente en supeditar la concesión de la autorización a que se demuestre la existencia de una necesidad económica o de una demanda en el mercado, a que se evalúen los efectos económicos, posibles o reales, de la actividad o a que se haga una apreciación de si la actividad se ajusta a los objetivos de programación económica fijados por la autoridad competente” . Del mismo modo, el apdo. 6 del artículo anteriormente mencionado, incorpora al texto el siguiente párrafo: - “esta prohibición no se refiere a la consulta de organismos como Cámaras de comercio o los interlocutores sociales sobre asuntos distintos a las solicitudes de autorización individuales”- (art. 14 apdo. 6), “intervención directa o indirecta de competidores, incluso dentro de órganos consultivos, en la concesión de autorizaciones o en la adopción de otras decisiones de las autoridades competentes, con excepción de los colegios profesionales y de las asociaciones y organismos que actúen como autoridad competente”. Respecto al art. 15, Requisitos por evaluar, se suprimen las letras h) e i) de su apartado segundo. – “2. Los Estados miembros examinarán si sus respectivos ordenamientos jurídicos supeditan el acceso a una actividad de servicios o su ejercicio al cumplimiento de los siguientes requisitos no discriminatorios” h) prohibiciones y obligaciones relacionadas con las actividades de ventas con pérdidas y rebajas; i) requisitos que obligan al prestador intermediario a dar acceso a determinados servicios concretos realizados por otros prestadores; Como ya en su día la Comisión de la Unión Europea se encargó de recordar en relación a la legislación sobre la implantación de grandes equipamientos, las limitaciones o condiciones a la implantación deben referirse a temas como la protección del medio ambiente, el urbanismo o la ordenación del territorio que se entiende “son objetivos de internes general que pueden justificar una restricción a una libertad fundamental”, pero que en todo caso “es necesario que la medida sea proporcionada con respeto al objetivo buscado”. Estos factores, y la situación por la que atraviesa el sector, plantean una dialéctica enfrentada entre las posturas que abogan por el respeto radical al principio de libertad de mercado, auspiciada desde la U.E. y la postura, contraria, partidaria del establecimiento de limitaciones al desarrollo de determinados formatos comerciales. 3º.- Conclusiones La directiva de servicios en el mercado interior significa, un punto de inflexión hacia una nueva políticas comercial europea. La versión consolidada de la Directiva sugiere modificaciones de la normativa vigente en la C.A.V., tanto de la Ley de Actividad Comercial Ley 7/1994 como de su modificación Ley 7/2000, así como del Decreto 58/2001, de 27 de marzo, por el que se regula la implantación, modificación y ampliación de grandes establecimientos comerciales. La aplicación de la Directiva en los términos actuales, sin duda afectará no solo a la estructura comercial, sino a la pequeña y mediana empresa productiva y a configuración del modelo de ciudad y modo de vivir de los ciudadanos europeos. En cualquier caso, y dejando de lado el procedimiento de transformación del marco regulador, la intervención actual sobre la ordenación comercial en los Estados Europeos, básicamente se sustenta en tres elementos: Regulación e intervención sobre las condiciones de implantación de grandes establecimientos comerciales. Defensa de la Competencia, en la doble vertiente de regulación de las prácticas comerciales y la posición de dominio de las enseñas comerciales. Medidas para el fomento de la actividad empresarial especialmente dirigido a la pequeña empresa comercial. Aspectos a considerar como propuesta de modificación de la Directiva: En relación con el núcleo fundamental de la Directiva, en lo que se refiere a la implantación de grandes equipamientos comerciales, su objetivo debiera ser el de velar por el mantenimiento de un sistema dual de comercio posibilite un equilibrio entre las grandes y pequeñas empresas comerciales, y garantice a los ciudadanos, dentro de su ámbito residencial, una oferta de artículos en condiciones de calidad, variedad y precios, además de posibilitar la competencia entre empresas, evitando situaciones de dominio de mercado. En este sentido planteamos una serie de elementos que entendemos pueden mejorar su redacción: Completar la directiva con criterios de defensa de la competencia En este sentido, cabe señalar que una gran parte de los problemas e impactos generados por los nuevos formatos del tipo “category killers” son fruto de prácticas comerciales que cabe regular perfectamente en la legislación de defensa de la competencia y que sin embargo tienen difícil encaje en legislaciones de carácter urbanístico o territorial que se refieren estrictamente a temas de localización y dimensionado. Mercado relevante (sectores y formatos comerciales que pueden ser intercambiables entre sí), definición acorde con la legislación de defensa de la competencia. Áreas geográficas en las cuales se definen los términos de mercado relevante. Cuotas de mercado que determinan posiciones de dominio y formas de establecerlas Incorporar en la Directiva como objetivos de interés general la sostenibilidad comercial de la trama urbana consolidada, a través de los que se pueda justificar una restricción a la libertad fundamental de implantación, impulsando la competitividad comercial en los entornos urbanos y de centralidad, como ejes conductores de las nuevas políticas administrativas, con objeto de favorecer la dotación en los núcleos urbanos consolidados en especial en las cabeceras comarcales, teniendo además presente la situación geográfica de determinadas áreas funcionales, situadas sobre pasos fronterizos, que aconseja, en función de sus flujos comerciales externos, acomodar su estructura comercial a la población del área a atender. Consideración de nuevos formatos comerciales de alto impacto, la aparición de nuevas prácticas y tipologías comerciales, independientemente de su superficie de venta, puede tener efectos devastadores sobre el tejido comercial preexistente, tanto o más importantes, que los que en su día derivaron de la aparición de grandes formatos comerciales, como consecuencia de su pertenencia a empresas que por su tamaño están en condiciones de afectar al funcionamiento de las reglas de mercado. Añadir a los objetivos de la norma la potenciación los centros comerciales urbanos como elementos de interés general, que eviten la creación de movilidades innecesarias y la sobrecarga de las infraestructuras públicas, acentuando el concepto de ciudad europea (compacta, completa y cohesionada), en base a criterios de: Ordenación del territorio, que propicie el desarrollo de la actividad comercial de las ciudades y en especial en sus centros urbanos, cascos históricos y nuevas áreas residenciales. Medioambientales, que evite desplazamientos y saturación de vías, y de Cohesión Social, que satisfaga los intereses y las necesidades de compra de los consumidores, especialmente los de la población más dependiente y con dificultades de movilidad