AGoll—Humero 290 i\flíe3Í6 de Marzo da 1339 r SU3CRICI0M y-ÁDKti. nn meo» *..••.• 1 piiM } /scüviNcua, oadatrimMtKfc,,, * n ' ;fRiHaAY AsmtLAa KspÁíh».l^ . tAs, t r i m e s t i e . . . . . . . • • • . . • • • > Inlesdemáspaiaea, ttimeotra* , I S *( AD.JIIINIS'TRADOa DON JOSÉ DE PALM.tT RlCi Rñnwro sncAto U céattnuMb Súmoro anolta O í i MADRID 16 DE MARZO DE 1830. Ahora veremos. •' ,NQ éa una conminación, sino una expectación ¡iiatjiral. . Los debatas que ayer concluyeron en la alta Cámara han dado dé si como manifestación capital laexprasion de una gran fuerza, grande por la calidad, siquiera no lo parezca todavía por la cantidad, hostil al Sr. Cánovas del Castillo. La flor, lo mas escogido del militarismo polílico combate y a á aquel hombre civil. Desde ahora vamos á conocer la energía, el temple de'alma del jefe del partido conservadorí liberal. No parece buen síntoma de ser grande, que se muestre ya preocupado con el propósito "de dejar el poder a una fracción política deterniinada con preferencia á cualquiera otra. Paro puede haber sido esa preocupación un desfalle'CÚmiento pasajero. Declaraciones repetidísimas obligan al presidente del Consejo de ministros á ser enérgico, á resistir á esa falange da goserales que se le ha venido encima en son de gaerra. «Ninguno como él partido conservadqr-lib?Jal don sus ideas políticas, económicas y admiBistrativas puede hacer la felicidad del país,» ha dicho mas de una vez el Sr. Cánovas del Castillo. A titulo de ser sus principios los mejores, ha dicho también, debo seguir gobernando aquel partido..Pues obligado está el Sr. Cánovas del Castillo á defender au existencia ministerial. Ha considerado también como un grave mal el militarismo político, y ha llevado á las leyes t83 criterio para separar á los militares de la política. Comprometido está á seguir combatiendo bajo ese aspecto contra el militarismo. . Alguna reputación de energía ganó Bravo MuHlIo cuando siendo presidente del Consejo .d.e ministros, ante una oposición militar como la que ahora se levanta contra el Sr. Cánovas del Castillo, imponiendo su levita negra á los ^entorchados, envió valientemente al general marqués del Duero á Alemania para qua estudiase la organización militar de aquellos países. Alguna reputación de energía puede ganar también ahora el Sr. Cánovas del Castillo, si á las reputaciones militares que se alzan contra ól, fponesin desmayar los recursos de su palabra en el Parlamento, donde hablar es el supremo batallar y los votos de la mayoría el baluarte jnex'pugnablo. Palabra y votos, y vayan generales contra el presidente del Consejo: Cierto es que ha incurrido en u« grande error el Sr. Cánovas del Castillo en todo el período de su gobernación, durante el cual la repre•ion, y por tanto la fuei'za, ha sido la base y fuSdamento de su política contraria siempre al desarrollo y predominio de toda tendencia liberal, cuyo sistema le ha obligado á mantener siempre estrecha relación con los mas genuinos representantes de la fuerza material en que la fegalbusca amparo—á veces. Pero aun asi, careciendo del valioso apoyo que la\ opinión libe ral le prestaría hoy, si lío hubiera encontrado «n él uno de sus mas crudos enemigos, todavía no le faltaría al Sr. Cánovas del Castillo algún sentimiento simpático, si constituyéndose en representante dol elemento civil, so le viera ¿poner sin desmayo sus recursos, no escasos ciertamente, á los ímpetus del militarismo levantado contra ól en el Parlamento. Poco puede decirse hasta ahora del valor político del Sr. Cánovas del Castillo, puesto que no se halla acostumbrado á verse en fieate de oposiciones decididas. La mas temible para ól hasido la constitucional, y e. Sr. Cánovas del Castillo tiene motivos para conocer su temple años hace. Desde que dado el grito en Sagunto por el general Martínez Campos, y preso en Madrid el Sr. Cánovas del Castillo como jefe da liquel movimiento tuvo los lujosos salones del gobierno de la provincia por cárcel, y fué alimentado en la mesa mas sibarítica por sus carceleros. ¡Que asi trató el partido constitucioiialde entonces al jeífede la conspiración que le.lanzaba del poder y cambiaba la faz dolipais! jt^uéda haber inspirado nunca recelo al Sr. Cánovas del Castillo, una oposición de adversarios tan... caballerescos? Hoy sus enemigos son sus amigos de ayer, es decir, los peores contrarios. Hoy va en su defensa y resistencia, no ya la suerte de su partido, que ha declarado el mejor para gobernar el país, sino su prestigio personal. Se nos ha presentado al general Martínez Campos como personaje inferior á ól en el movimiento político del partido conservador; como el brazo movido por una inteligencia superior; como general victorioso merced á la ayuda del Br. Cánovas, que le preparó los trítirífos; como político inexperto ó inocente. Habría que corregir la historia hecha por la falange canovista; toda ella quedaría rectificada, si la oposición del general Martínez Campos encogiera el án mo, hasta hoy vigoroso, al parecer, del señor Cánovas del Castillo. Puede y deba resistir enérgicamente mientras conserve palabra y votos en el Parlameato. Extranjero. XiOB t u m u l t o s d e I i o b a l n a . En esta antigua ciudad, tan famosa por su universidad, ocurrieron en estos últimos dias térios desórdenes, que se relacionan íntimanífnte con la agitación religiosa promovida y k alimentada en toda Bélgica por el episcopado. , Un grupo de 800 á l.OüO estudiantes se dirigió el 9 al domicilio del rector de la Universidad y I de los profesores Gilbert y Henry para hacer protestas de adhesión á los princioios del'Syllabus. En todo el trayecto nó dejaron de silbar y déjf)roferir toda suerte do insultos a-:te las caías do los liberales. Por la noche, cuando la. manifestación iba á disolverse, crecida muchedumbre se aglomeraba en la GrauPlaza. > / Oficinal: Alinttdaaa, 2. . Oentro da suaericíon: QaroU Atfaro, objiSJf deasoritorio, üarrarada St^a JsróaVms, Ty 3 ADaaoioa, oooiuntoadosy ranaibidis, á preaÍ93 oaaraaoioaalss. , eéaümia. Loa estudiantes insultaban &, los liberales habla por qué presentar, y haoa algunas oonsideraoionéai El colega añade: queentraban en la Taljla Redonda delante del [Quien sabe si cuando la Incógnita so descu- El Sr. S u a r e z I n c l á a , comoiudivídao de la coaüs'iaa que enttéude en el asunto, dice qué está eatudiaiido el cafó da los Cerveceros. Siguióse una contienda bra resultará que X es igual á 01 mismo y propondrá al Senado naa resolución justa. horrible, la policía era impotente para mante- Eso no lo sabe iiadie.' ^ La larga historia de la prórogaparala oanalizaéion de! ner el orden. En el momento en que las socie- ,. Lo que si se sabe es que X es igual á 17 gene- Ebio, está llamada & que el Senado tome una reSolucíoii dades pasaban para ir á cantar an los cafés, los rales que están enfrenta del gobierno. enérgica. i estudiantes agrupados en el de los Cerveceros Los Srés. Paz y Suarez luoUn rectiftoan. comeuzaroná tirar vasos y botellas á,lo3 que pa- Por si había duda respecto á la situación en Kl Sr. X a O r d e n ; Haoe muchos meses que se halla en saba?!, siguiéndose de aquí una nueva penden- que quedan los Sres. Silvala y Aurioles.con el el ministerio de Gracia y Justicia el exiiedioato do pro. cia, tiá policía ae vio obligada aprender á mu- general Martínez Campos, este les refrendó visión de notarías de varias provincias, lluego al minischos estudiantes. tro de Gracia y Justicia que despache i la mayor btevaayer el pasaporte. Alas nueve de la noche la Gran Plaza y la No hizo lo mismo con el Sr. Albacete, y esto d ad ese esf edieute. ÓRDE^f DEL Cl.i. calle de Diest,se hallaban materialmente ates- induce á creer que el Sr. Albacete se va tamSin diss-sion se aprueban varios dict&mones de ferro, tadas de gente. Grupos numerosos circulaban bién . cantajvdo el ongecUert der Papen, teniendo los Aunque, á decir verdad, no sabemos si es el carriles, Gontiuúa el debata pendiente sobre la interpelación daíi estudiantes que esconderse en su local de la general quien se queda cou el Sr. Albacete. geneial Maitiucz Campos. calla de las Vacas, pero allí los siguieron los Kl Sr. J o v e l l a r t TratSndosa en esto debate de cuesgrupos cada vez mas compactos. Según El Siglo mayor tormento aún que el tiones de Cuba, ea el periodo que he compaitldo ol;man^«i Otro ae dirigió al establecimiento de los je- ideado por la fogosa imaginación del Dante en con mi querido amigo el general Martínez CaiupSÍB, eiá' suítas rompiendo los cristales á pedradas, y su Divina Comedia, deben sufrir en estos dias pezaré dando i éste las gracias mas expresivas por la; lo misma hicieron en la casa del rector de la de prueba, los que mal aconsejados ó guiados frases que me dudioó. No he teaido qae hacer el mas paquoáo saorifiolo pa¿ Universidad y en las da los profesores Henry, de apetitos desenfrenados (todos estos aí¿os son ea todo de a'suordo con S. S. Eu Cuba no hubo uiá. Alberaies, Tyn y Perrin. Este grupo, que no da EL Siglo) quisieron gastar el alto prestigio estar que una sola voluntad representada por dos individ'aal.i< bajaba de TOO personas, se dirigió d spues al de un hombre ¡lustre. dadea. . loaal de la Joven guardia católica con ¡atento do Aquel acuerdo eta_ tan Intimo, que nada dejaba qiy ¡Mayor! ¡Mucho mayorl djstruirlo, poro al llegarla salió al encuentro desear. En llegó & proponerme que altes Porque la fogosa imaginación del Dante fué, n&semos eusulospatriotismo el burgomaestre revestido con las insignias de abandonando maudoa. á Virgilio á las puertas del inflarsu autoridad, que los rogó que se retirasen, no, hasta el Empíreo con Beatriz, poro el Sr. Cá- Veriíioado el oonvenio del Zanjón, ninguna personali siendo inmediatamente obedecido, pero no sin novas vá desde el banco azul abandonado por dad tan .competente podia quedar en Cuba como ladc$ romper antes algunos cristales y retirándose Marünaz Campos y Jovellar y Concha y Sanz general Martínez Campos para realizar los propisitos daí hacia la calle do Diest para unirse á los que Cassola y no sabemos cuantos mas compa- gobierno, sobre planteamiento de la Constitución. Declaro que, en mi juicio, no regia on Cuba la Coaijttf amenazaban el local de los estudiantes. Allí se yñeros hasta el abismo del olvido, sin tuoiou del 76, porque allí se viene gobernando, sieiapn hallaba una banda de música tocando Ongé- qua le mártires, acompañe mas que el señor conde deTo- por leyes especiales; y nuestro trabajo se enoamini & prá dier'í der Papen. el terreno para que esa Constitución pudiera ápU que la mirará (al abismo, no al Sr. Cáno- parar Al reunirse allí ambos grupos, unos estu- réno, oarse. vas) y buscará un asiento que le indemn¡ca de diantes tuvieron la mala idea de salir ala puer- la pérdida del pre3¡denc¡al que hoy ocupa. Igual ha sido nuestro acuerdo en la ouestion So;>n4> mica. ta. Fueron golpeados; los cristales y puertas fueron destrozados. Los es.tudiantes comenza- Quería ayer convencer al Senado el Sr. Cá- La isla de Cuba ha quedado ea una situación la.neniar eu lo que se refiere á su.movimieuto mercantil. £1 ui« ron á arrojar botellas contra la multitud, re- novas del Castillo d3 que e.i nadie podia sospe- ble que ahora existe es forzado. sultando herido un agenta de policía. Los gru- charse menos que eu S. S. deseos de ser presi- vimiento Los propietarios pueden compararse 4 aquel quo, t» pos apostados en las dos salidas del local ad- dente del Consejo de ministros al surgir la últi- niendo un árbol en el patio de su casa, y pensando deirl* ministraban róelas palizas á los que iban sa- ma crisis, por haberlo sido ya varias veces. bario, anunci4 qua quedaba á disposioiou de todo el yM liendo. quisiera aiioioarso de él. Nadie comprendió la fuerza del argumento, Los gendarmes y varias secciones de lance- porque con esos cargos sucede como con la cer- Y hace mas aflictiva la situación de Cuba el deseen, ros cargaron sobre los grupos diferentes ve- veza; á pocos gusta la primera vez, pero en cierto, el desorden y la confusión que reina en aquella administración. Este mal, señores, exige un pronto ] ces; pero cuando les veian venir se subían en acostumbrándose á ella... enérgico remedio, (El genefal Martínez Campos hace tiílas gradas da la iglesia da San Pedro. AHÍ cerca So quiere ser siempre pres¡dente del Consejo nos afirmativos.) . . , . ' . fueron detenidos varios estudiantes, armados de ministros. El Sr. Cánovas debe restablecer en Cuba el orden, ú de garrotes y puñales. Uno do ellos quiso dis• • n ^ — ^ — — t oonoierto y la moralidad en la administración. parar su revólver; porja fué apaleado, teniendo Esta no tiene menos importaucia que la política, sobil que trasportarlo al A migo. todo en situaciones como la que atraviesa Cuba. Estos peligros hubiera podido oonjararlcs una polítici Estas turbulencias se produjeron durante ; mas simpátioa que la actual. La confianza entra pu7 caai toda la noche. Crónica. mucho en los gobiernos. ¡Los píos deíensorea del Syllabu$ convertidos gobierno manifestó cierta rudeza de opinión qtij Por allí revoloteaban las mariposas del futu- le Este en agitadores! ha perjudicado. Hoy se maestra mucho mas trans?» ro partido. Venían de la otra comarca á recojer gente; sin duda se ha convencido, por la discusión de li No es creíble. el último pensamiento y„la postrer declaración otra Cámara, que no eran infundados ciertos Imuontojl en esto accidentado debato Cánovas-Campos, y Siento que la crisis no se resolviese on el sentido a,i¡ qu¡zá á sentir el beso da la rauarte on sus alas conciliación que debía haberse resuelto. Si otra vez se rji pecadoras. Alonso Martínez se acurruca en la produce, es de esperar que se resuelva aprovechando liii de la experiencia, ea el sentido que exige jjj El Tiemi'O habla con sobriedad del debate del estat.i.ia, monumental del conde de Valmaseda; lecciones Sanado, porque ni es lisonjero para él gobier- Navarro Rodrigo liabla con el general de nues- opinión. El señor presidenta del CooReJo d e m i n i s t r a s : TJI no, ni consolador para el país. tras esperanzas, y toma puerto cerca del cabo gobierno no extraña que tercien en este debate los geiti« Para el gobierno, según el colega, no es lison- de las tormentas, al lado da la silla presiden- rales que han ejercido cargos on Cuba. Conste, soilocOJí gero ver que individuos do una Cámara, cuyo cial; Cassola, Ochando, Rico y Vega de Armijo quu el general marqués de la Habana está QQnformo C9 i sello distintivo debe ser la templanza y el sano desaparecen y se hacen visibles, allá an el fon- el geae.al Martínez Campos, lespeoto á las questiojjíi reposo del juicio y la razón madura, so deje a r - do del salón, mudos testigos de los actos y de adojiüistrativas y econói^vioas da Ciba; y domó el sañci marqués de la Habana lo ha estado con el gübierno ei los discursos inútiles. rebatar por pasiones y móviles estrechos. políticas; oouEtj también que, respectó 4 éSias, lo esti Para el país no debe serlo tampoco ver que So oye el preludio y el aleteo de una mosca: las coa el gobierno. (Bisasen la mayoría.) hombres políticos respetables se pongan al ser- tal es oi silencio. No es exacto que el señor ministro do Ultramar llamn vicio de oposiciones exclusivamente perso- ¿Poro con qué apallido se nos ha entrado su ra por si sólo al Sr. Martine Campos á la Península,: li nales. seiioría por aquíV Sr. Paz, esto es llamarse que hizo fué actuar como ponente. Quien le Uaaió i^ ti ¡Mal encubrj El Tiempo sus intenciones y guerra, esto es artículo da contrabando, estoes señor presidente dol ConsOj.) de ministros, pon la apru denunciable para el Sr. Suarez Inclan. Canali- baoion de S. M. aún peor su enojo. Al gobierno no le importa quelo^ individuos á cemos todo cuanto guste S. S., empezando por Lo qu3 en España suoode, apenas sucede ya ea ningú' Los generales no pueden entender en la^ cueiítiona. quienes alude se dejen arrebatar por móviles su oratoria y continuando por el Ebro; pero su- pais. políticas, eoo.iÓBiicas y administrativas. estrechos, sino que dejen de prestar su apoyo poner qua aquel digno miembro de la comisión militares, Con respsoto á la cuestión política, diré qde si el gen?, canalizadora h i tomado el rábano por dond3 no ral Martínez á una política personal y estrecha. Campos no hubiese estado en la Peninsalo Al país le importa que separándose de un debiera, y hablarlo on francés, es decir, con en- cuando surgió la crisis, yo hubiese aconsejado al rey quo sistema da gobierno en que todas son negacio- sañamiento, no está justificado ni cuadra al continuara dispensando su confianza al paitido liberaL , _ nes y esporas, y teorías laberínticas, se pon- apellido de S. S. Así fue que el Sr. Suarez tuvo conservador. Eu los asuntos de Ultramar, siempre que no lo h.'in u>ugan resueltamente al lado de las reformas de que ahuyentar al espíritu maligno, sacando el hisopo y con un sermón de los de la próxima podido graves causas, he ajustado mi opinión a l a <!» Cuba, que el país entero desea y reclama. aquellos elevados funcionarios que han ejercido maadoiv semana. la Isla. Así sucedió ea el proyeffto de 'ay Pero la discusión se canaliza. El Sr. Jovellar importanteson El Globo ha creído que el general Quesada abolición de esclavitud. inclinábase mucho á inecribirse en el roll del habla y lo haca perezosamente. Soldado dol de- deEn la cuestión arauoclaría es menester obrar con grau buque Reformas ultramarinas qua se lleva del ber acude á su sitio, pero lleva eu su alma oordora para no lastimar á los labradores de Castilla. Ya partido conservador no sabemos cuantos gene- amarga incertidumbre porque daja detrás el he aspirado 'liempre al perfecto equilibrio de los interesen rales, aunque sí presumimos que va á hacer dolor da los dolores: un hijo moribundo. Por peninsulares y ultramarinos: (juiero la,igualdad, no «t zozobrar al gabinete. Poro La Época sale al esto ha de ser breve, por esto precisa sus ¡deas saorilicio de unas provincias é intereses por otros intere" _ . , , muelle, ve al general Quesada, le echa los bra- y no se muestra enérgico, que no hay energía ses y provincias. Ea cuanto i lo de roformiata, solo diré que lo Soy; desdi zos al cuello, la retiene, y le enjareta por vía de cuanao mata la pena. Al través da sus palabras ISJO, Oiia?.do uolo era el suüor marqués de la Habaca. se dib'ijan las sigu¡ente3 y mas importantes Re.sijooto arenga la siguiente apología: do la inmoralidad ea Cuba, ¡me halló el señOa «El general Quesada se distingue tanto por la declaraciones: «No tengo que hacer el mas pe- Jovellar débil jjara perseguirla cuando lo tuvo á mi tadfi solidez de sus condiciones militares como por queño sacrifloio para estar do acuerdo con el en el ministerio'; (ElSr,^ Jovellar hace si'jnos negattvcs.jí la modestia coa que sabe realzarlas, y aunque genoral Martinaz Campos en todo lo que á Cuba Dígase donde hay ua ori iiiaal y allí cacr.^ todo, el lese estamos ciertos de que estas palabras nues- se roflara.» «Si en caso de una crisis sa me pi- de la ley. Lo que se deba precaver ej la difan>ucicn, qm tras, que no tienen otro mérito que el de la es- diera coasejo, recomendaría la formación de mata las reputaciones, y eso exista en Cuba. Ueciael Sr. Jorria que la inmor:ilidad que reina allí a pontaneidad y de la justicia, han de disgustar- un gabinete conciliador.» Cuando se usan ciertos término.o, deben pfcBoa le, nos creemos obligados á escribirlas, tanto El presidente del Consejo le responde. El sa- inaudita. tarso las pruebas. para, protestar contra las indicaciones de El tánico yo vibra durante hora y media: adquiero El Sr. J o r r i n : iSIis preguntas iban encaminadas á llaGlobo, como para rendir un tributo de conside- en los espacios formas caprichosas, inverosími- mar la atoasioa del gol>¡oruo sob o las quejas abs>liitaH ración á quien podría creer que la nación era les; asemójanse á los diablejos burlones que univorsalü.^!, de ¡nmoralidad que oxist¿n en la i s l a d t capaz do olvidar lo que le debe.» nos pintan eu las tentaciones de Don ó de San Ouba. Ms dice S. S. que pruebe la oxisteacia de esa ganLa nación no olvida nunca lo que deba á los Antonio, y qua mirando á los demás ministros grena. Demasiado sabe S. S. que el Sanado no es un tri les decían: «¿Y vosotros!?» Estaban entonces en buaal. geiterales. Esta cuestión la iratare.ass, como S. S. convino, ei •Esa enfermedad del olvido es propia y exclu- el banco azul los de Gracia y Justicia, Ultra- cuanto so termine esto dobate, oon la exteaaioa q\ie deb» siva de loa conservadores-liberales, y crónica mar, Guerra y .Marina. No hemos da seguirle toaer asunto de tal gravedad. ; en su oración de combata contra el marqués da en ellos. El sañ".r mnriués do la H a b a n a : Hej.01 terciado o"» . de la Haban; baste saber que con su palabra este debatü. no aomo tres capitanes generales, sidí Ultima hora, que es como si dijéramos hora siempre poderosa recorrió ambos mundos, ex- como tres ho.nbras civiles, como tres ex^gobísmadoreí hibió prosupuestos. examinó las cuestiones generales do Cuba. ., alegre da El Siglo: socialtíd y políticas del presente y del porvenir (Le¡' al'janas pala'iras del Sr. Eldj,ayen, en la^^up di}t iiSucosos I m p o r t a n t e s . venir á los go'jernaiioret de Cuba co(nai^^ En menos de ocho dias se han separado del que se rolac¡onan con la Antilla y vino por fin gwpodría haci'r de Tarray na ó Sería.) gobierno actual tres capitanes generales de alanzar el último lamento de su discurso con goí'srnador Kn vista de osto yo, que los goboraador^s generauna afirmación contundente: en Cuba no hay les no podían estar dijo ejército.» á" disposioion del señor miiiistro dt ¡nmoralidad. Ultramar para qae les hiciera venir cuando quisiera; y 41 Sucesos importantes... para los centralistas. No es da esta op¡n¡on el Sr. Jorrin, paro los decir esto, me inspírabaen el interés déla patria y en oí' comentarlos son en estos ¡nstantss artículo de prestigio qíe merece la au^'Oridad. Pensando EZTí'empo en la formación del nueSi transigisteis en la cuestión social, abdicando d:e vo partido que se anuncia, y hondamente en- lujo; dejémoslos para otro día. Por hoy hemos de felicitarnos del término de vuestros priucipíoe, de vaesirjs co.upromisos, ipor üjuA tristecido ante el negro porvenir que le espera, en las económicas? habla de los grandes partidos que nacen del esta batalla en la que no ha habido muertos y noEltransigisteis general Martínez Campea ha ooLtraido la responsasentimiento general y se imponen al cálculo, y heridos. Ha resultado sí un contuso, y un con- bilidad de la ley da abolición, pero con el oomprouilso combate las banderías, expuestas siempre á tuso de gravedad: el gobierno. solemne de realizar las reformas económicas, y ette gO' que se reproduzca el espectáculo del imperio bierno aOepla aquella y r.o presenta las reformas. Sesión. roniano en decadencia, combatido á un tiempo t í repiesentacion cubana está en fronte de vosotros, ¿Por qué no presentáis una proposición diciendo que la por treinta emperadoras diversos. apoye la pjlitica ultramarina del gobierno? PrePero El Tiempo ignora una cosa, y eso qu3 Extracto de la celebrada el día 15 de marzo Cámara sentadla y voroia los Sonadores que la votin. (Anentk de 1880. sabe qué ha l-.abido Roma y Cánovas del Castimiento.) PRESIDES-CÍA D E L SBÍfOR M.iEQtTKS DE BARZASALLA2(A. llo en decadencia. El señor presidente del Consj^Jo de m l n i a t r o s i ,La abro 4 las tres monos ciaoo y se «prasba el aota de Que aquí tan temible como los treinta empe- la Se ouostlon de abolición no lo es da ningún partido dáteitlliianterior. radores distintos, es un solo Cánovas verda- El Sr. P a « dice, que la empresa oatalauaide oanaliza- nado. Cuando se apoya á un gobierno, no ab le apoya solo dero. oion del Kbro, está diepaasta á ejeoatar la« obras de la en aquello que uno haria si fuese po^ler. (El genei'al Múr- El Senado. A vuela pSuina. iiiialeida d«l Úelta, praataado oaa noava gavaatla qaa ao tint3 Campo» pide la psUeibra. Bwmore»,) Yo, por eJein"